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MANUSCRITO “A”

[1899]

Lunes, 30 de enero
Luchas contra su defecto dominante
Hoy he tenido la satisfacción de ofrecer a mi Jesús algunos sacrificios sobre mi defecto
dominante. Pero cuánto me han costado! Por este esfuerzo reconozco mi debilidad. Cuando
recibo una advertencia injusta parece que siento hervir la sangre en mis venas. Todo mi ser
se revela. Pero Jesús estaba hoy conmigo, escuchaba su voz en el fondo de mi alma y me
sentía dispuesta a sufrirlo todo por su amor.
Purificación
Consagración a Maria. - Anhelos de santidad. -Inquietudes apostólicas.
En todas las fiestas de María renuevo mi consagración a esta buena madre. Por eso me he
consagrado hoya Ella y me he arrojado nuevamente en sus brazos con absoluta confianza.
Le he encomendado el destino de mi vida, mi vocación. .
Como Jesús no me quiere todavía para El, que se cumpla su divina voluntad pero que [me]
santifique en el mundo, que el mundo no me impida caminar hacia El, que sus vanidades no
me produzcan satisfacción. que no quede prisionera de ellas. Soy la esposa de Jesús.
Estamos tan íntimamente unidos que nada puede separamos. Quisiera manifestarme
siempre digna de mi amado Esposo. no dilapidar los dones que me ha otorgado y sentir el
placer de demostrarle mi amor.
Vamos a tener una gran Misión al final de la Cuaresma. Ya estoy pidiendo por su
éxito espiritual. ¡Ah! ¡Siento tantos deseos de llevar almas a mi Jesús! Estoy dispuesta a dar
mi vida por salvar una sola de esas almas que Jesús tanto amó. Quisiera darle a conocer a
todos los hombres y que todos le amasen. Me siento feliz por ser suya. Quisiera que todo el
mundo aceptara su yugo tan suave y su carga tan ligera.
Lunes, 6 de febrero
Espíritu de mortificación. - Control de sus victorias y fracasos. - Juicio sobre sus
Directores espirituales.
Después de tres días he podido ayunar esta mañana hurtando la vigilancia de mamá.
Me siento feliz por [ofrecer] 5 a mi Jesús esta pequeña mortificación.
Siguiendo el consejo que nos dio el P. Chesnay en los Ejercicios Espirituales, anoto todas
las noches en un cuadernito mis victorias y fracasos. Así podré constatar si avanzo
realmente en el camino de la perfección. 6
4 Isabel Catez omitió involuntariamente este pronombre personal en el manuscrito. La omisión ha sido
subsanada en la copia que existe del mismo en el convento de Dijon.
5 Nueva omisión que suple la copia del manuscrito.
6 Isabel Catez hacia todos los años los Ejercicios Espirituales que los Padres Jesuitas organizaban a finales de
enero para señoritas. El P. Luis Chesnay. S. J. dio esa tanda de Ejercicios Espirituales que comenzaron el 24
de enero de 1899.
El P. Chesnay habla nacido en Chartres el 22 ee diciembre de 1858. Hizo sus estudios en el Colegio de la
Providencia que los Padres Jesuitas tenían en Amiens. En 1878 ingresó voluntario en un escuadrón de
Caballería del Ejército francés donde alcanzó el grado de Suboficial. Entra en la Compañía de Jesús en 1880.
Terminados sus estudios eclesiásticos es destinado al Colegio de Dijon. Permanece en esta ciudad desde 1892
hasta 1909. Durante ese periodo de su vida desempeñó los cargos de Prefecto del Colegio y de Superior de la
Residencia. Después de unes años en Verdum regresa nuevamente a Dijon en 1920. El año 1921 sufre un
ataque de angina de pecho pero se niega a guardar reposo. Murió el 30. de junio de 1922 en Trégastel a
consecuencia de un derrame cerebral. El día anterior había predicado en el Carmelo de Clamart con motivo de
la toma de hábito de una Postulante carmelita. Hablando con la Superiora le dijo confidencialmente: "Quisiera
morir en la brecha".
El P. Chesnay conservó siempre algo del espíritu castrense aprendido en la época de su vida militar. Era un
alma de fuego, sacrificado. sin compromisos personales. Estaba dotado de un carácter enérgico y flexible a la
vez. Estas fueron precisamente las cualidades que tanto impresionaron a la joven Isabel Catez. (Archivo de les
Padres Jesuitas de la Provincia de Champagne. Lille).

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Los cultos de la Adoración Perpetua se celebrarán el viernes, sábado y domingo en nuestra
parroquia. Me encanta poder recitar Completas a las ocho de la tarde, recibir a mi Jesús
esos tres días, orar junto a su altar y mantener con El un diálogo dulce y cordial.
Mi antiguo confesor predicará los sermones.7 Seré muy feliz viéndole y hablándole de mi
vocación. ¡Oh cuántas veces he sentido la falta de su dirección espiritual enérgica e
inflexible! El señor párroco es excelente, incluso demasiado bueno. Carece de energía. Es
muy indulgente conmigo.8 Hace unos días comuniqué a mamá que iba a dejarle pues quería
dirigirme con el P. Chesnay, el predicador de los Ejercicios Espirituales. A mamá no le
agradó semejante idea. Ya no volveré a hablarle de este asunto.
Viernes. 10 de febrero
Confesión y progreso espiritual. - Alma eucarística.
Victima y confidente de Jesús.
Hoy me he confesado. Realmente he quedado satisfecha. Hablé a mi Director sobre los
Ejercicios Espirituales. Le he comunicado mis propósitos y todas las gracias que Dios me
ha otorgado con tanta plenitud durante esos días. Me aconsejó que en las confesiones me
acusara de mis deficiencias en el cumplimiento de esos propósitos. Mis progresos serán así
mayores. ¡Jesús mío, deseo tanto avanzar en la perfección para ser aún más amada de ti!...
Sí, Jesús, estoy celosa de tu amor. Te amo tan apasionadamente que de un momento a otro
creo morir de amor.
Mamá ha observado que no desayuno por la mañana. Me ha reprendido severamente.
¿Volveré a hacerlo? No lo creo.
No he tenido la satisfacción de comulgar esta mañana porque no pude confesarme hasta
esta tarde. Estaba desconsolada. Me resarciré los próximos días. El lunes y el martes se
celebran las Cuarenta Horas. Haré, por lo tanto, la visita a mi Jesús cuatro días seguidos.
¡Cuánto me alegra esta bella perspectiva!
¡Pobre Jesús! Quisiera pasar esos días junto a El para consolarle del olvido, de la ingratitud
de los hombres.
Pero El sabe perfectamente que me es imposible. Le ofrezco este sacrificio. Como El mora
en mí y vive en mí, le hablaré, al menos, en la intimidad de mi corazón. Haré algunos

7 Se trata del Canónigo Sellenet. Fue Coadjutor de la parroquia de San Miguel desde 1890 hasta 1897. En este
año es nombrado párroco de Vielverge. Isabel se confesó con él durante una época de su vida. Fue siempre
favorable a su vocación religiosa.
8 Se refiere al Canónigo Golmard, párroco por entonces de la parroquia de San Miguel. Habla tomado
posesión de este cargo en 1895 después de haber sido coadjutor de esta parroquia desde 1877 hasta 1890, año
en que fue nombrado párroco de Laignes.
El Canónigo Golmard dirigía espiritualmente por esta época a Isabel Catez. El mismo hizo la siguiente
declaración: "La he confesado cada quince días por espacio de siete u ocho años desde que tenia trece".
Desempeña un papel importante en el proceso de su vocación religiosa. Reflexivo y prudente aconsejó a su
madre que descubriera la autenticidad de esa vocación pero la prohibió poner obstáculos a su hija cuando
fuera mayor de edad.
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sacrificios para demostrarle cuánto le amo, cuánto deseo sufrir y ser con El una víctima de
expiación. Oh Jesús, mi Amor, mi Vida, mi Esposo querido, te pido tu cruz. Dame tu cruz.
Quiero compartirla contigo. Ya has sufrido bastante por mí. Quiero ahora consolarte. Deseo
cargar con todos los pecados del mundo. Fíjate únicamente en mí. Castígame solamente a
mí. Soy tu víctima. Soy también la esposa confidente de tu corazón. Gracias por esta
hermosa misión que me has confiado.
Domingo, 12 de febrero
Coloquios eucarísticos. - Amor al sufrimiento. - Celo por las almas.
He pasado tres días deliciosos. Al atardecer, antes de los cultos de las ocho,
permanecía más de media hora en adoración ante el Santísimo Sacramento. ¡Quién pudiera
manifestar la dulzura que se experimenta en esos diálogos cordiales cuando una se cree
ausente de este mundo y sólo se ve y se oye a Dios! Es Dios quien habla entonces al alma,
quien le dice cosas tan dulces y le ruega acepte el sufrimiento. Es Jesús, en fin, quien
mendiga un poco de amor para consolarle.
Durante esos coloquios divinos, esos éxtasis sublimes, con qué ilusión pido a Jesús su cruz;
esa cruz que es mi apoyo, mi esperanza, esa cruz que deseo compartir con mi divino
Maestro. El se ha dignado confiarme esta bella misión. Me ha elegido por confidente y
consuelo de su Corazón. Con mi amor, mi celo, mis sacrificios, mis plegarias, haré que
olvide sus dolores. Quiero amarle por cuantos no le aman. Quiero devolverle esas almas
que El tanto ha amado.
Desearía conquistar para mi Jesús el alma del propietario de nuestra casa, una excelente
persona, tan caritativa cuanto es posible serio. g He ofrecido muchas comuniones para
conseguir esta alma. Confío en la Misión para que se realice mi sueño anhelado. ¡Oh, si yo
pudiese contribuir de algún modo en esta conversión! Dios mío, sería demasiada felicidad.
¡Qué sacrificios no haría para lograrlo! Señor. aumentad mis sufrimientos. Os ofrezco mi
vida por la salvación de su alma.
Los sermones de M. S. han sido maravillosos, 10 Le he oído con gran satisfacción hablar
sobre la Eucaristía durante esos tres días que tan rápidamente han pasado. Me hubiese
gustado entrevistarme con mi antiguo Director espiritual y hablar con él. Dios no lo ha
querido. Que se cumpla su voluntad.
Martes, 14 de febrero
Obstáculos maternos a su vida de piedad.
Me ilusionaba poder comulgar también hoy. Durante cuatro días hubiera recibido la visita
de mi querido Esposo. Era demasiada felicidad. Como observé que no le agradaba a mamá,
he ofrecido a mi Jesús este gran sacrificio.
9 Se trata del señor Chapuis. Era el propietario del piso que ocupaba en Dijon María Rolland, madre de
Isabel. El domicilio se hallaba en la calle Prieur de la Cóte d'Or, relativamente cerca de la Sinagoga y del
Carmelo. La familia Catez había vivido antes en "Villa Biblié", rue Lamartine. El traslado se realizó en el año
1888 después de la muerte del padre de Isabel.
10 Las iniciales "M.S." se refieren al Canónigo Sellanet, antiguo Director espiritual de Isabel.

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Miércoles de ceniza (11)
La Cuaresma. - Espíritu apostólico. – Anhelos de inmolación.
He recibido esta mañana la ceniza. Hoy comienza la santa Cuaresma. He comulgado y he
pedido al Señor que me ayude a pasarla santamente. Quiero consolar un poco su Corazón
con mis oraciones y mis sacrificios. Quiero conquistarle almas para demostrarle mi amor.
¡le amo tanto!... Sí, le amo hasta morir de amor. ¡Ay! ¡Qué poco se lo demuestro!
la Misión está próxima. Ruego de todo corazón para que su éxito supere todas las
esperanzas. ¡Qué feliz se sentiría mi Jesús! Maestro querido, dame tu cruz. Te pido tu cruz.
Deseo compartirla contigo. la has llevado bastante tiempo por mí. Quiero ahora ayudarte
llevándola por Ti. Gracias por esta hermosa misión que me has confiado.
Lunes, 20 de febrero (12)
Leyendo a Santa Teresa. - Experiencias místicas. Reflexiones sobre la amistad.
Estoy leyendo estos días el Camino de Perfección de Santa Teresa.13 Su lectura me
interesa enormemente. Me hace mucho bien. Santa Teresa dice cosas admirables de la
oración y mortificación interior, de esa mortificación que deseo totalmente adquirir con la
gracia de Dios.1I Como me es imposible hacer por ahora grandes penitencias. puedo, al
menos, inmolar constantemente mi voluntad durante el día.
¡La oración! ¡Cuánto me agrada Santa Teresa cuando trata de ella al hablar de la
contemplación, de ese grado de oración en que Dios lo hace todo y nosotros no hacemos
nada, en que une a El mismo tan íntimamente nuestra alma que ya no somos nosotros
quienes vivimos. Es El quien vive en nosotros.
He reconocido en estas páginas los momentos de éxtasis sublimes que el Señor se ha
dignado otorgarme tan frecuentemente durante los últimos Ejercicios Espirituales e incluso
después de ellos. ¿Cómo podré agradecerle tantos favores? 15

11 El miércoles de Ceniza del año 1899 fue el 15 de febrero. El Diario espiritual de Isabel Catez carece
frecuentemente de fechas. Para suplir estas omisiones se han aceptado los datos cronológicos que nos ofrece
la copla del manuscrito. Han Intervenido en este trabajo la Madre Germana de Jesús y el P. Philipon, O.P.
12 Cuando Isabel Catez señala en el manuscrito el día y el mes lo hace con números arábigos. Concretamente
en esta ocasión se lee: "Lunes, 20 - 2". Preferimos, sin embargo, expresar nominalmente el mes para mayor
claridad.
13 Lee a Santa Teresa de Jesús cuando tiene diecinueve años de edad. En este sentido sigue el ejemplo de su
madre, gran admiradora de la Santa, que copiaba párrafos de sus escritos para su uso personal. Antes de in-
gresar en el Carmelo, Isabel usó la siguiente edición de las Obras de Santa Teresa: Oeuvres de Sainte Thérese
traduites d'aprés les manuscrits originaux par le P. Marcel Bouix, S. J. Seconde édition, revue et corrigée.
Paris 1857.
14 Para lograr esta mortificación interior Isabel comienza desde el día de su Primera comunión una lucha
personal contra su carácter y temperamento excesivamente violentos. Conservará este espíritu de ascesis hasta
el último momento de su vida. Se sabe que bajo este aspecto influyó también en ella la predicación del P.
Germán Foch, hermano del Mariscal Foch. Presentaba una espiritualidad de ascesis cristiana tan fuerte que
llegó a decirse de él que "dirigía el combate espiritual como su hermano había dirigido la Gran Guerra".
15 Isabel Catez nos revela con estas palabras los primeros toques de gracias propiamente místicas que recibió
en el mundo. De hecho, ella cree reconocer en estas descripciones teresianas de la vida mística sus estados de
alma vividos bajo el influjo de la gracia extraordinaria de Dios.

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¡Qué difícil y laboriosa resulta la oración mental ordinaria después de esos éxtasis, de esos
arrobamientos sublimes en que el alma se olvida de todo y contempla solamente a su Dios!
¡Qué esfuerzo hay que realizar para recoger todas las potencias! Qué difícil es esto y cuánto
cuesta!...16
Me sería imposible manifestar todo el bien que me está haciendo este libro de Santa Teresa
aunque lo escribió especialmente para sus hijas las Carmelitas. La Santa habla
admirablemente de la amistad. ¡Oh qué amistad más auténtica y más perfecta existe en una
persona, sea o no religiosa, cuando se consagra al bien espiritual del prójimo prefiriendo el
interés ajeno a su interés personal! Una amistad así, vale mil veces más que todas esas
amistades del mundo hechas a base de palabras afectuosas, demasiado gastadas Y ..Estas
palabras regaladas -dice la Santa- déjenlas para con su Esposo, pues tanto han de estar con
El y tan a solas, que de todo se habrán menester aprovechar». 17
¡Oh, Jesús mío! Sí, lo reconozco. He amado apasionadamente a las criaturas. Me he
entregado con exceso a ellas. He suspirado ardientemente por su amor. O mejor aún, no he
sabido amar, amar con un amor realmente divino. Pero ahora lo comprendo bien. Soy
solamente vuestra y, sobre todo, Amado mío, deseo ser amada únicamente por Vos.
Santa Teresa dice aún más: «¿Pareceros ha que estos tales no quieren a nadie, ni saben sino
a Dios? Mucho más, y con más verdadero amor, y con más pasión y más provechoso amor;
en fin, es amor... Digo que merece este nombre de amor, que esotras aficiones bajas le
tienen usurpado el nombre. Si tiene amor es la pasión para hacer esta alma para ser amada
de él, porque, como digo, sabe que no ha de dudar en quererla».18

Viernes, 24 de febrero
Dirección espiritual. - La mortificación. - Norma de su vida: «hacer en todo lo contrario
de mi voluntad».
Me he confesado esta mañana. En las últimas confesiones he quedado mucho más contenta
de mi Director. Hoy he hecho una confesión casi ideal. Mi Director me ha hablado
admirablemente de la mortificación interior. Lo considero una inspiración divina porque es
la virtud que estoy procurando adquirir desde mis últimos Ejercicios Espirituales.
Como apenas puedo hacer mortificaciones, tengo que convencerme de que la mortificación
física y corporal sólo es un medio, aunque admirable, para lograr la mortificación interior y
el olvido absoluto de mí misma.
¡Oh Jesús mi Vida, mi Amor, Esposo mío, ayudadme! Necesito absolutamente conseguir
esta norma de vida: hacer siempre en todo lo contrario de mi voluntad. Maestro adorado,
Jesús, supremo Amor, os ofrezco mi. voluntad para que se identifique totalmente con la
vuestra. Os prometo esforzarme por ser fiel a esta determinación que he tomado de
renunciar en todo a mí misma. Encontraré, a veces, dificultades pero con Vos, mi Fortaleza
y mi Vida. ¿no tendré segura la victoria?

16 Isabel copia casi literalmente a Santa Teresa de Jesús aunque no la cita. La Santa dice hablando del amor
que debe existir entre las religiosas: "¡Oh, qué bueno y verdadero amor será el de la hermana, que puede
aprovechar a todas dejando su provecho por los de las otras, ir muy adelante en todas las virtudes y guardar
con gran perfección su Regla Mejor amistad será ésta que todas las ternuras que se. pueden decir".
Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección. c. 7, n. 8, p. 556. Edic. P. Tomás de la Cruz. Edit. El Monte
Carmelo. Burgos 1971.
17 Santa Teresa de Jesús, l. c. En esta ocasión como en otras en que Isabel Catez cita a Santa Teresa no
traducimos sino que copiamos el texto original de la Santa teniendo presentes las variaciones del texto francés
Indicando entre paréntesis las adiciones.
18 Santa Teresa de Jesús, l. e., e. 6, nn. 7, 9, pp. 549-550.

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Miércoles, 1 de marzo
Misión a la vista. - San José, santo de su confianza. Súplica por la conversión de un alma.
La Misión se acerca. Redoblo mis oraciones por su éxito y especialmente por la conver8ión
de esta alma que deseo conquistar para Dios. Es una idea que me persigue noche y día. He
comulgado esta mañana porque hoy comienza el mes de San José. Es el santo de mi gran
confianza. Le he suplicado me ayude a conseguir la conversión de este pecador.
Ya no sé cómo expresarme para conmover el corazón de Dios. ¡Se lo he pedido tanto!...
Procuraré sobre todo no desanimarme.
Padre misericordioso -le he dicho- escucha mi oración en nombre de Jesús mi divino
Esposo, hecho holocausto sublime, cautivo por nuestro amor. Compadeceos ante el precio
de esta ofrenda infinita. Considerad los sufrimientos que padeció (19) tu divino Hijo.
Aunque indigna, me atrevo a suplicaros benevolencia. O destruid el mundo o terminad de
una vez con tan inmensos males. ¡Dadme esta alma! ¡La quiero para mi Jesús! ¿Por qué no
voy a pediros un favor que deseo tan ardientemente aunque haya hecho tan poco por Vos y
tenga mis manos vacías? ¡Ay, Señor! Comprendo que nada he realizado para arrogarme
este derecho. Pero compadeceos de mis lágrimas y de mis sacrificios. Os ofrezco mi vida.
Os la entregué hace
tiempo en holocausto para consolar a mi querido Esposo. Enviadme la muerte. Hacedme
sufrir mil tormentos. Es cuanto deseo. Pero dadme esta alma para Jesús, mi Amor y mi
Vida; para Jesús por quien intercedo. No me podéis negar nada que os pida en nombre de
esa Hostia, de esa Víctima sublime. Por eso en su nombre me atrevo yo, pobre y miserable
criatura, a elevar mis ojos hacia Vos pues le amo hasta morir de amor.

Sábado, 4 de marzo
Apertura de la Misión. - Sus impresiones personales.
Inmolación de su vida por las almas.
Regreso de la catedral donde se ha celebrado la apertura de la Misión. La ceremonia ha
resultado maravillosa. Me encuentro aún totalmente emocionada. ¡Cuánto he rogado,
cuánto he suplicado a Dios omnipotente por los pobres pecadores! Con qué ilusión le he
entregado mi vida en sacrificio y me he ofrecido en holocausto a ejemplo de Jesús, mi
amado Esposo. Por su amor deseo padecer todos los sufrimientos y todas las tribulaciones.
La apertura de la Misión estuvo magnífica. El señor Obispo subió al púlpito y habló de esta
Misión como de un estímulo para despertar a las almas del letargo espiritual en que yacen.
Después del sermón hubo una maravillosa procesión. Participaban en ella toda la Schola de
la Catedral, el Seminario, los Canónigos, los Redentoristas y el señor Obispo. Las voces
angelicales de los seminaristas se elevaban, puras y suaves, hasta las bóvedas de la antigua
Basílica. Sus cantos eran tan hermosos y conmovedores que no pude contener mis lágrimas.
20

19 El manuscrito dice "padece' en lugar de "padeció" como exige el sentido de la expresión y corrige la copia
de dicho manuscrito.
20 La Misión general de Dijon duró cuatro semanas. La apertura tuvo lugar el 4 de marzo de 1899. sábado, a
las tres de la tarde. La sesión de clausura fue el 2 de abril. domingo de Resurrección.
Colaboraron en ella 19 Padres Redentoristas. Para la parroquia de 'San Miguel a la que pertenecía Isabel
Catez se designaron tres Padres: El P. Mouton. organizador principal de los actos religiosos; el P. León, el que
más entusiasmaba a Isabel. Acude a él para consultarle sus dificultades. Le agrada por su piedad y por el celo
que siente por las almas. El P. León acude, a instancias suyas, al domicilio del señor Chapuis que se hallaba
enfermo para confesarle. Sin embargo no pudo conseguirlo. Isabel se confesó tres veces con el P. León
durante la Misión aunque escribe en una parte de su Diario que lo hizo dos veces.
También actuó en la parroquia de San Miguel el P. Nouaia. Isabel nunca habla de él en su Diario.
María Luisa Hallo que asistió a todos los cultos religiosos con Isabel Catez decía sonriendo que "el P. Mouton
era alto y fuerte. un poco impresionante y. en contrapartida, el P. León era pequeño y tímido".
El acto de apertura de la Misión se celebró en la catedral. Isabel la llama "antigua Basílica". Está consagrada a
San Benigno. Pronunció la alocución el Sr. Obispo Le Nordez. Después que los misioneros le prestaron
obediencia besándole el anillo se expuso solemnemente el Santísimo.

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¡Oh Señor omnipotente, conmoveos; aplacad vuestra ira ante tantas almas que imploran
perdón en nombre de Jesús, la Víctima suprema!
Domingo, 5 de marzo
Qué es la Misión. - Ofrenda de su vida por su éxito espiritual. - "enviadme
sufrimientos pero escuchadme".
Esta mañana se ha predicado el primer sermón misional en la misa solemne. El orador -un
Padre Redentorista parecía inflamado de amor divino y con grandes deseos de llevar almas
a Dios.
¿Por qué la Misión? ¿Qué es la Misión?
La Misión es:
- un alto en el camino - un faro
- el gran perdón.
(Quisiera anotar durante la Misión, después de los sermones, las ideas principales y las que
más me han impresionado) .
Un alto en el camino.
Cuando el caminante pretende escalar una montaña,
se detiene al pie de ella para descansar, recobrar fuerzas y ver si ha elegido el auténtico
camino.
La Misión es un alto en la montaña que nos lleva al Paraíso.. .
Un faro.
Cuando al atardecer. el crepúsculo se extiende sobre las olas del mar, se enciende un faro
para orientar a los
Se celebraron diariamente tres actos religiosos. Por la mañana a las seis aunque el programa anunciaba a las
cinco y media y a las nueve. Por la tarde a las ocho. Algunos días se alteró el horario de la Misión.
(La Semaine Religieuse du Diocése de Dijon. 138 année (1889) pp. 133 Y 148-149).

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que navegan. Sin su luz andarían errantes. Este faro les señala la ruta que deben seguir.
La Misión es también un faro...
El gran perdón.
Se ha luchado durante todo el día. El campo de batalla está sembrado de heridos y muertos.
La Hermana de la Caridad se dirige hacia el pobre soldado agonizante. Le asiste con cariño
de madre, con dulzura de ángel, logrando así salvar su vida...
La tierra es también un campo de batalla. ¡Cuántas luchas, cuántos combates! ¡Cuántos
heridos, cuántos muertos a la vida espiritual! Dios envía entonces la Misión para resucitar a
los muertos y sanar a los heridos. La Misión es tiempo de misericordia y perdón. Es el mo-
mento en que Dios distribuye a manos llenas su gracia. No malogremos este tiempo de
bendición. Procuremos beneficiarnos de todas sus gracias. Es la gran ocasión...
¡Oh Señor, compadeceos! Os ofrezco en sacrificio mi vida por el éxito de esta Misión.
Enviadme sufrimientos pero escuchadme. Contemplad mis lágrimas, mis suspiros. Perdón.
Misericordia, Dios omnipotente, en nombre de Jesús, mi querido Esposo. El es mi Vida, mi
supremo Amor.
Me encuentro desconsolada. No podré ir esta noche al sermón de las ocho. Me resarciré
asistiendo a Vísperas. Preferiría acudir a la Misión mejor que cenar fuera de casa y hablar
de cosas inútiles.
Lunes, 6 de marzo. - Mañana 21
La salvación del hombre. - Valor y belleza del alma. Celo apostólico. - "Toda mi vida será
una expiación».
PRIMERA INSTRUCCIÓN PRELIMINAR
Debemos salvar nuestra alma que ha sido creada a imagen de Dios. Efectivamente:
Dios es creador.
El hombre también crea... Llega, de arribada, isla salvaje, desierta. Siglos después, esta isla
transformado en una tierra fértil y civilizada.
Dios es inteligente.
Es la inteligencia suprema. El hombre dotado de alma es también un ser inteligente... El
general con un puñado de hombres triunfa a base de estrategia sobre un ejército numeroso.
Dios es bueno.
El alma humana posee también una exquisita bondad.
Sabe amar, entregarse, sacrificarse...Debemos amar las almas. Quererlas apasionadamente.
¡Qué grande es su belleza! Si hubiésemos contemplado la belleza de un alma pura
pensaríamos haber visto al mismo Dios.
¿Cuánto vale nuestra alma? Escuchemos a los santos, al demonio, a Dios.
Los santos.
Conocen perfectamente el valor de un alma. Todo lo han abandonado por salvar almas y
conquistar pecadores. Han renunciado a la felicidad de este mundo para consagrarse a Dios
y llevarle almas. Así... San Francisco Javier, San Alfonso María de Ligorio.
El demonio.
¿Por qué sostiene una lucha constante y una guerra ininterrumpida con las almas? El
demonio conoce también su valor y quiere apropiarse de ellas.
Dios mismo.
Cuando Jesús contempló después de la caída de nuestros primeros padres todos los pecados
del mundo, la condenación eterna de las almas, se dirigió a su Padre diciéndole:
-Padre, amo tanto a esas almas que deseo salvarlas haciéndome hombre y viviendo en la
tierra.
-Hijo mío, esto no es suficiente.
-Padre, si es necesario, sufriré, trabajaré, derramaré lágrimas.
-No, hijo mío, aun esto no es bastante. -Entonces, Padre, moriré en una cruz entre sufri-
mientos afrentosos.
-Hijo mío, solamente a este precio se acepta el contrato. ..
Padre eterno, ¿no os conmovéis?, ¿qué esperáis aún? ¡Almas, Señor! Dadme almas al
precio de cualquier sacrificio. Toda m¡ vida será una expiación. Estoy dispuesta a sufrirlo
todo. Os pido, en retorno, perdón, misericordia para el mundo. Lo hago en nombre de
Jesús, mi divino Esposo, a quien deseo consolar.
El señor Chapuis 23 ha asistido a la Misión. ¡Cuántas gracias he dado al Señor!

21 Aunque estaban programados diariamente tres actos religiosos Isabel Catez anota algunas veces sólo dos
actuaciones.

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Noche
[LA ORACIÓN]
Su necesidad. - Su eficacia. - «Enviadme sufrimientos
pero dadme almas».
Pedid y recibiréis (Mt. 7. 7). La oración es infalible.
Es necesario orar. El Señor lo ha dicho formalmente. No se trata de un consejo. Es
un mandato. Necesitamos orar:
-porque es imposible salvarse sin la oración.
-porque quien ora no puede condenarse.
La auténtica oración es la que brota del alma y no solamente de los labios. Quien no ora
todos los días, necesariamente perecerá. La oración es nuestra garantía de éxito en las
grandes tentaciones y nuestra defensa contra los fracasos. .
El demonio está siempre a nuestro lado en actitud vigilante. ¿Qué podríamos hacer nosotros
solos? Absolutamente nada. Es tan eficaz la oración sobre el corazón de Dios... Es la llave,
la única llave que nos abre las puertas del cielo. El Señor sostendrá al hombre que ora, que
sabe bien orar. En el último momento de nuestra vida, cuando [el demonio] 23 esté junto a
nosotros como un león rugiente acechando su presa, Jesús permanecerá a nuestro lado para
conducirnos a la mansión del reposo y de la felicidad.
El Padre habló después de la resurrección de Lázaro lograda por la oración de María
Magdalena. ¿Qué no conseguiremos mediante nuestra oración? Oremos. Sí, oremos para
salvar a quienes no saben orar...
Padre omnipotente, ¿no os sentís satisfecho contemplando las iglesias llenas de personas
que vienen a pediros perdón? Tened piedad. Enviadme toda clase de sufrimientos pero
dadme almas para mi amado Jesús.
Martes, [7 de marzo]. - Mañana
SEGUNDA INSTRUCCIÓN PRELIMINAR
LA VIDA 24
Su destino. - Fugacidad de la existencia humana. - La eternidad como meta de la vida.
-¿Qué es la vida?
Dios ha comparado la vida a muchas cosas: es una sombra, algo' fugitivo, una flor
de hojas frescas por la mañana y marchita por la tarde.
En primer lugar: ¿Somos dueños de nuestra vida?
¿Poseemos el momento presente? ¿Seríamos capaces de recoger dentro de unos
minutos la palabra que acabamos de pronunciar?
22 Isabel oculta, a veces, su nombre en el Diario. Emplea diversas fórmulas para aludir a su persona.
En esta ocasión lo hace del modo siguiente: "Mr. Cx."
23 Estas dos palabras no existen en el Diario. Las completa la copia del manuscrito.
24 Se han simplificado en el texto los títulos Indicativos de esta meditación para evitar repeticiones.

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¿Podríamos recuperar el pasado y vivir de nuevo los años transcurridos ante
nosotros?
¿Nos pertenece el futuro? ¿Somos dueños del minuto que sigue al momento en que
hablamos? Toda la vida humana puede sintetizarse en estos términos: sufrimientos,
lágrimas, ilusiones, espera constante de una felicidad siempre añorada y siempre fugitiva.
Sin embargo... seguimos aferrados a esta vida. ¡Qué insensatez!
-¿A dónde nos conduce la vida?
Caminamos hacia la eternidad como el río y el arroyo serpenteante desembocan en el
océano. La eternidad es la meta adonde se dirigen el anciano y el niño que descansa en el
regazo de su madre.
Existen dos clases de eternidad. De nosotros depende su elección. Nuestra vida es quien
decide nuestra felicidad eterna.
Soy libre para conquistar ese cielo, esa bienaventuranza eterna...lamento no poder escribir
más sobre esta instrucción doctrinal. Ha sido maravillosa pero dispongo solamente de un
minuto.
Noche
LA ETERNIDAD
Brevedad de la vida. - Los misioneros, heraldos de Dios. - Sed de almas. - «O padecer o
morir».
¡Qué breve es la vida! iQué rápidamente pasa! El niño al contemplar al anciano de espaldas
encorvadas y de cabellos blancos exclama: Hasta que yo sea así...
¡Qué lejano le parece ese momento de la vida!
¡La vida!... Es un torrente impetuoso, un océano inmenso cuyas olas nos arrastran hacia esa
eternidad que tantos incrédulos niegan pensando que no tienen alma. ¡No tener alma!
Entonces la fiera feroz que vive en los bosques es idéntica e incluso superior a mí... ¡No
tener alma! Negar esta eternidad bienaventurada es favorecer el crimen. Si todo termina en
este mundo, puedo utilizar todos los medios para enriquecerme, para ser feliz. ¡Oh, se
cometen tantas injusticias en esta vida!...
El sermón estuvo magnífico. Siento no poder extenderme más. ¡Cuánto bien nos hacen
estos Padres Redentoristas! ¡Qué amor divino ponen en sus palabras! ¡Es admirable!
¡Cuánto les aprecio viéndoles misionar de esta manera! ¡Ah, ellos han podido seguir su
vocación! Son muchas las almas que llevan a Dios. Son felices y cómo disfrutan de su
felicidad.
Jesús mío, ¿cuándo podré seguir también mi vocación? ¿Cuándo podré consagrarme a Ti?
Siento tantos deseos de sufrir y de conquistar almas... Tengo sed de sacrificios. Por eso
bendigo cuantos se me presentan durante el día.
Reconozco que en esta Misión se intensifica mi amor por las almas y mi corazón arde en
deseos de convertirlas. Es una idea que me persigue incluso durante el sueño. No tengo un
momento de reposo. Dios mío, ved los ardientes deseos de mi corazón. Enviadme
sufrimientos. Solamente el dolor podrá hacerme la vida soportable. ¡Padre celestial, «o
padecer o morir»!
Ayer por la noche se consagró la Misión a la Virgen del Perpetuo Socorro. ¡Qué acto tan
hermoso y tan emocionante! ¡Cuánto me impresionó! ¡Oh María, ayudad me, oídme!
Salvemos esas almas tan queridas.
Miércoles, [8 de marzo]. - Mañana
TERCERA INSTRUCCIÓN PRELIMINAR LA PALABRA DE DIOS
Es luz para la inteligencia. - Tres cualidades del orador sagrado. - Cómo escucharle.
Debemos ver en el predicador al mismo Dios. Evitemos las críticas. Tenemos que
estar hambrientos de la palabra divina. Es ella la luz que debe iluminamos en la oscuridad
de este mundo. El orador sagrado no tiene que buscar la elocuencia, ni realizar gestos más o
menos estudiados. Debe buscar sólo a Dios y su gloria. Por nuestra parte, tenemos que oírle
como si nos hablara el mismo Jesucristo. Hay que prescindir de todo sentimiento humano.
El sacerdote nos habla:
-con fe
-con sinceridad
-de corazón.
Tenemos que escucharle:
-con respeto
-con confianza
-deseando poner en práctica los consejos que nos da. No debemos pensar que no los
necesitamos y que, por el contrario, son útiles para otras personas.
Noche
[LA SALVACIÓN DEL ALMA]
La gran preocupación del hombre. - El valor del testimonio.
¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? (MI. 16, 26).
Una sola cosa es necesaria: la salvación. (Lc. 10, 41).
Los problemas temporales deben ocupar solamente un plano secundario en nuestras
preocupaciones. ¿De qué nos servirán en el último momento de la vida nuestra posición
social, nuestra fortuna, nuestras riquezas? A Dios no se le conquista con dinero.
Escuchemos los consejos:
-de los santos
-de los moribundos -de los muertos.

Jueves, [9 de marzo]. - Mañana


CUARTA INSTRUCCIÓN PRELIMINAR
LA PENITENCIA 25
Penitencia y salvación. - Sufrimiento corporal e interior. - Amor por las almas. - «Quiero
que mi vida sea un sufrimiento constante».
Es necesario hacer penitencia para salvarse. La penitencia es una tabla de salvación que
Jesús nos lanza al mar de la vida. Acojámonos a ella. María lo ha dicho: -penitencia,
penitencia, penitencia» 26 ¿No lo ha predicado Cristo? ¿No fue su vida una prolongada
agonía? Los santos han hecho penitencia. Ella fue su mejor tesoro en este mundo. ¡Qué
modelo de penitencia fue Santa María Magdalena! ¡Cuánta confianza y amor hubo en su
corazón! Ha visto al Maestro. Se ha enamorado de El... Pero dice a Marta ¿me responderá
con su amor a pesar de mis pecados? ¡Oh! Sí, Jesucristo le otorga su amor: Se le han
perdonado los pecados, aunque sean muchos, porque tiene mucho amor (Lc. 7, 47).
¡San Pedro! 27 ¡Qué grande fue su penitencia! Preguntémosle por qué las lágrimas han
abierto dos surcos en sus mejillas. Había renegado de su Maestro. Aunque le perdona su
pecado y le ofrece la jefatura de su Iglesia, San Pedro sigue angustiado porque ha ofendido
al Señor a quien tanto ama.
Existen dos clases de sufrimiento:
-Sufrimiento interior. Es el sentimiento sincero por los pecados cometidos. La vigilancia
para no caer nuevamente, etc... .
-Sufrimiento exterior o corporal. No es necesario encerrarse en un convento para hacer esta
clase de penitencia. Digamos, aunque de paso, que cuantas más almas se consagren a Dios,
el mundo será mejor.
25 Esta hoja fue arrancada por Isabel. La sustituyó por otra de peor calidad. La caligrafía es también
más imperfecta.
26 Alude a las palabras que la Virgen dirigió a Bernardette Soubirous, vidente de Lourdes.
27 La redacción y la caligrafía del Diario vuelven a su forma normal a partir de esta página del
manuscrito.
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Existen penitencias corporales obligatorias: la confesión, el ayuno, etc.
Hay también penitencias facultativas. El Padre Misionero no pudo hablar de ellas
esta mañana.
La instrucción doctrinal estuvo maravillosa. Es quizás .Ia que he escuchado con más
satisfacción.
Dios mío, Tú sabes que si yo sufro, si deseo sufrir tanto, no es pensando en mi eternidad
sino solamente para consolarte, para llevarte almas, para demostrarte mi amor. Te he
consagrado mi corazón, un corazón que piensa y vive exclusivamente por Ti, un corazón
que te ama hasta morir de amor. Para ser tuya, me enterraré viva en la oscuridad de un
convento, soportaré con alegría todos los sufrimientos. ¡Oh Jesús, mi Esposo, mi Vida,
enviadme cruces! Quiero compartirlas con Vos. No sufráis sin mí. Deseo que mi vida sea
en adelante un sufrimiento constante. Quiero así consolaros y demostraros todo mi amor.
¡Almas! ¡Almas! Quiero almas para Vos. .. ¡O padecer o morir! ».
Noche
EL PECADO
Gravedad del pecado mortal. - Desprecio de Dios. - Arrepentimiento por sus pecados. -
..No existe una criatura más miserable que yo».
Yo he criado hijos y los he engrandecido y ellos se han rebelado contra mi. (Is. 1, 2).
Qué ofensa tan grave debe ser el pecado mortal cuando El, Bondad suprema, Misericordia
infinita, lo castiga tan severamente. El primer pecado mortal se cometió en el cielo. Lucifer
dijo: -No serviré», e inmediatamente penetra en la vorágine del infierno.
El pecado mortal es un agravio hecho al corazón tan bondadoso de Dios que llega hasta el
desprecio. Es como decirle: -Me río de ti y de tu cielo. Quiero hacer mi voluntad-. El
desprecio es lo que más siente un corazón enamorado.
Pecar mortalmente es también una ofensa contra la Bondad divina. ¡Oh! ¿Qué más pudo
hacer Jesús? Desciende a la tierra. Desde la cuna a la cruz, su vida es una expiación
constante de nuestros pecados. Pecar mortalmente es teñirse las manos con la sangre de
Jesucristo. Detente, pecador. Aún queda más, Jesús ha derramado su sangre hasta la última
gota.
Después del sermón que ha sido tan emocionante, el Padre Misionero ha pronunciado en
voz alta el acto de contrición. Durante él, he llorado copiosamente.
¡Qh Jesús, perdón! Perdón por mis ofensas, por mis pasados arrebatos, por mis malos
ejemplos. Perdón por mi orgullo y por todas las faltas que cometo tan frecuentemente. Lo
reconozco. No existe una criatura más miserable que yo, pues me habéis otorgado tantas
gracias y seguís aún colmándome de vuestros dones. ¡Maestro divino, perdón! ¿Cómo me
atrevo a pediros misericordia. para los demás cuando soy tan pecadora? ¿Cómo no os
habéis alejado de mí habiéndoos ofendido tanto? ¡Jesús, mi Esposo, mi Vida, perdón!
Viernes, [10 de marzo]. - Mañana
LA CONFESIÓN (Primera Instrucción)
Sacramento sublime. - Plenitud de consuelo humano y brotará en la cara de Yavé una
fuente (Jl. 3, 16).
La confesión es el sacramento más sublime y más excelente que existe. Jesucristo la
instituyó río sólo para perdonar nuestros pecados sino también para consolar nuestro
corazón.
¿A quién acudiré cuando siento en mi alma el peso del remordimiento? ¿A mi madre? A
pesar de su ternura, nada puede hacer. ¿A una amiga? Mi confidencia rompería tal vez los
lazos de nuestra amistad. ¿A los representantes de la justicia humana? Carecen de poder en
este asunto. ¿A un Pastor protestante? Me dirá: busca la soledad, pide perdón a Dios,
confiésate con El. Lo he realizado pero el remordimiento sigue siendo un peso en mi
corazón. ¿Acudiré a un sacerdote jansenista que profesa una religión tan austera? Me dirá:
yo te perdono. Jesucristo no ha muerto por todos sino por algunos hombres. ¿Perteneces a
ese número? Lo ignoro.
Me dirijo entonces al sacerdote católico. Me arrodillo ante el santo tribunal de la penitencia
y soy perdonado. Encuentro en él a un padre, a un consolador, a un consejero. Al
levantarme he escuchado estas palabras: «Yo te absuelvo en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Vete en paz y no peques más».
Noche
[LA MUERTE]
La muerte como sorpresa. - Muerte del justo y del pecador. - La muerte como liberación. -
«¡Oh muerte, yo misma te llamaría a gritos si no tuviese la esperanza de sufrir! ».
La ceremonia de esta noche ha sido muy hermosa y muy emocionante. Se ha dedicado a las
almas del Purgatorio. La Iglesia se había vestido de luto. En el coro estaba colocado un
gran catafalco. En vez de la bendición con el Santísimo se ha cantado un Responso. El
sermón ha sido sobre la muerte.
La muerte nos sorprende en el momento que menos lo pensamos. Dios mismo lo ha dicho.
¡Cuántas muertes repentinas! ¿Nos respetará la muerte mañana, esta noche, como lo ha
hecho en este día.
¡Oh qué hermosa es la muerte del justo! «Vaya morir. Todos los lazos que me unen a la
tierra van, al fin, a romperse. Vaya morir. Vaya poseerte, Jesús, Amor supremo que he
preferido a todas las cosas. Una vez en el cielo, ya nunca te abandonaré. Me juzgarás. Mas
¿podrías condenar a quien tanto te ha amado, a quien todo lo sacrificó por Ti?»
¡Qué horrible resulta la muerte del pecador comparada con esta muerte tan dulce y
consoladora! Sus ojos están desencajados. El siente y sabe que va a morir y a comparecer
ante Dios, a quien ha despreciado. ¿Qué podrá presentarle? Solamente ve en su vida
innumerables pecados. ¡Oh muerte, por favor, espera! Todavía no puedo ir. ¿Voy a
abandonar a mis pobres hijos? ¿Tendré que desprenderme de mis riquezas logradas con
tanto sacrificio, precisamente ahora que empezaba a disfrutar de ellas? ¡Oh muerte! ¿Qué
méritos podré presentar a Dios que me va a juzgar? Un sacerdote, inmediatamente un
sacerdote-, Y... el sacerdote llega a veces demasiado tarde, encontrándose ya con un
cadáver. Aun cuando llegue a tiempo ¿qué valor pueden tener esas confesiones de última
hora?
Estemos preparados. Así no temeremos la muerte sino que la llamaremos a grandes voces.
Debemos contemplarla como una liberación de nuestro destierro y como la puerta que nos
franquea la unión con Dios a quien amamos sobre todas las cosas.
El sermón ha terminado con un acto de contrición muy hermoso y emotivo.
Cosa extraña. A pesar del temor que me infunde el juicio de Dios, no he sentido esta noche
ninguna intranquilidad. ¡Oh Jesús! ¿Por qué tener miedo a comparecer ante tu presencia?
¿Podrías condenar a quien, no obstante sus debilidades e innumerables deficiencias, todo lo
sacrificó en este mundo por Ti; a quien ha vivido solamente para Ti; a quien tanto deseó
consolarte y compartir tu cruz? Ella es ciertamente una criatura miserable. Ha merecido mil
veces el infierno. Pero, Jesús mío, te ha amado tanto que no puedes despreciarla. Es tu
esposa. Que marche, pues, en pos de Ti y que se embriague con las delicias de tu presencia
cantando el cántico de las vírgenes.
¡Oh muerte! Yo misma te llamaría a gritos si no tuviese la esperanza de sufrir y hacer algún
bien en la tierra. Si alguna vez hubiese de pecar gravemente contra el Esposo a quien amo
sobre todas las cosas, segad al instante mi vida antes que cometer tan gran desgracia.
Jesús mío, quiero sufrirlo todo, padecerlo todo antes que causaras semejante dolor.
Amparadme. Mi corazón permanece junto al vuestro. Velad por él. Proteged le. Con-
sumidle en el fuego de vuestro amor.
Sábado, [11 de marzo]. - Mañana
LA CONFESIÓN (Continuación)
La contrición. - El propósito. - Preocupación por sus confesiones pasadas. - «Estoy
decidida a hacer una confesión general».
Dos cosas son indispensables para que Dios perdone nuestros pecados: la contrición y el
firme propósito.
Sin contrición ya puedo hacer todas las penitencias imaginables, sufrir incluso el martirio.
Dios no puede perdonar mis pecados.
Existen algunas cosas que, a pesar de ser obligatorias, pueden reemplazarse por otras. Si no
puedo confesarme, puedo hacer un acto de perfecta contrición. Pero si no me arrepiento de
haber ofendido a Dios, nunca seré perdonado a pesar de las confesiones que haga. Cuántas
almas que creíamos perfectas, tal vez serán condenadas por haber descuidado esta
contrición que es absolutamente indispensable.
El propósito firme es tan necesario como la contrición. Un solo propósito es suficiente. Es
cierto que no se puede prometer a Dios ser impecable. iAy! La naturaleza humana es tan
débil... Sin embargo, se debe prometer al Señor que, cueste lo que cueste, no se volverán
cometer la misma falta sobre todo cuando es habitual.
¿Por qué se consigue tan poco fruto de las confesiones? Porque nos hemos preocupado más
de examinar la conciencia que de hacer el propósito y la contrición, nos hemos olvidado de
lo indispensable para ser perdonados.
Esta instrucción doctrinal me ha impresionado e intranquilizado. Dios mío, desde hace
algún tiempo ando preocupada por la contrición de mis pecados. Estoy dispuesta a morir
antes que ofenderos voluntariamente con un solo pecado venial. Pero en otras épocas de mi
vida, a los once, doce, trece, catorce años ¿tuve yo, Dios mío, este arrepentimiento?
¿Pensaba siquiera en él? Su recuerdo me hace temblar. Estoy decidida a hacer una
confesión general con el Padre Redentorista que más me agrada por su piedad, por su amor
a las almas. Le hablaré el lunes o el martes. Volveré algunos días después para hacer mi
confesión general. Me horroriza pensar cómo podré acordarme de la cantidad, del número
de esos pecados. En 'fin, Dios me ayudará. ¡Ah! Que El me ilumine para que conozca mis
pecados con toda su malicia y perversidad.
Domingo. [12 de marzo]. - Mañana
LA CONFESIÓN GENERAL (Continuación)
La confesión ordinaria. - La Misión y la confesión general.- Novenas por la
conversión de un alma.
Hay dos clases de confesión:
-La confesión ordinaria. Se trata, como lo. Indica su nombre, de la confesión que hacemos
ordinariamente.
-La confesión extraordinaria o confesión general. Es útil y, a veces, hasta necesaria.
La confesión general es excelente para todas las almas menos para las escrupulosas e
hipersensibles. La Misión es un momento oportuno para hacerla. Durante ella todo es
extraordinario. Nada de temores, ni de preocupaciones inútiles para hacer esta confesión
general. Dios no pide imposibles. Hagamos cuanto esté de nuestra parte. El suplirá lo
restante.
¡Oh, Jesús mío! Sí, Vos me ayudaréis... 28
Hoy termina mi novena a San Francisco Javier por la conversión de Mr. CX. 29 He
comenzado una a San José, el santo en quien tanto confío, y otra a la Virgen del Perpetuo
Socorro, Patrona de las Misiones.
Cinco [de la tarde]
[AMOR A LAS ALMAS]
Impaciencias apostólicas. - Formas de apostolado. - Esperando la conversión de un alma.
- Enfermedad de su madre. - «Soy vuestra para siempre».
El sermón de Vísperas estuvo maravilloso. Es quizás el que más me ha interesado. Mis ojos
se cubrieron de lágrimas al oír hablar del celo ardiente que debemos sentir por la salvación
de las almas. ¡Qué emoción experimentaba!
Debemos sentir ese celo divino por la salvación de nuestros hermanos. Un padre de familia
tiene siete hijos. Cinco de ellos le desprecian y le abandonan. Después de llorar por esos
hijos que le han hecho sufrir tanto, piensa en los dos que permanecen aún fieles y exclama:
.Marchad en busca de los hijos que he perdido. Traédmelos. Devolvédmelos». ¡Cómo!,
responden lOs dos desgraciados, ¿devolvértelos? Ni pensarlo. Peor para ellos.
¿No es cierto que nos indigna semejante narración? También nosotros deberíamos
avergonzarnos de nuestra conducta. ¿No somos semejantes a estos dos hijos desgraciados?
Jesús nos dice: «Hijo mío, dame tu vida por la salvación de las almas. Lo deseo y lo
necesito. Contempla los sufrimientos que he padecido por ,esas almas tan queridas. Hijo
mío, ayúdame. Tengo sed, sed de almas». ¿Hemos respondido siempre a esta llamada?
iOh Jesús! Si he vivido muchos años indiferente a la salvación de mis hermanos y
ofendiéndote tanto, al menos, hace ya tiempo que mi único deseo es llevarte almas.
Mi corazón arde y se consume por realizar esta obra de redención. Esposo divino, quiero
consolarte. Quiero hacerte olvidar la indignación que otros te producen. Por eso, Esposo
querido, «o padecer o morir».
Existen cuatro modos de ejercitar este celo por las almas.
La oración.
Ejerce un influjo eficaz sobre el corazón de Dios. Hay que orar con perseverancia, sin
desaliento, aunque nos sorprenda la muerte sin haber sido escuchados.
Ejemplaridad de la palabra.
A veces una palabra deslizada oportunamente puede producir gran efecto. No despreciemos
cuantas ocasiones se nos presenten de realizarlo.
El buen ejemplo.
Si el mal ejemplo es algo tan terrible y funesto, cuánto bien puede producir el buen
ejemplo. Es, a veces, más elocuente que un sermón. ¡Cuántos hombres se han convertido
por el influjo de una mujer piadosa!

28 La confesión general entraba casi obligatoriamente dentro de la estructura de las Misiones populares de
aquella época. El examen minucioso de conciencia era un sufrimiento para Isabel Catez. María Luisa Hallo.
recordando ese momento, decía: "Las confesiones generales nos ponían enfermas a Isabel y a mi".
29 Isabel alude nuevamente al señor Chapuis.
----------------
El sacrificio.
Jesucristo ha realizado su obra de redención a través del sufrimiento. Desde entonces, El
nos invita a elegir el camino del sacrificio como medio más eficaz para salvar las almas.
Oh Jesús, ¿no estoy pidiéndote a voz en grito el sufrimiento? Quiero sufrirlo todo. Estoy
dispuesta a soportarlo todo. Pero dadme, en cambio, almas. Dadme esa alma que os
encomiendo especialmente. Me había forjado grandes esperanzas al constatar que ese
pecador había estado tres veces en la Misión. Ahora... ha dejado de asistir.
Maestro divino, si no me concedéis la salvación de esa alma, moriré de dolor. Te lo suplico,
Señor. Dádmela al precio de cualquier sacrificio. ¡Oh María, Virgen de Lourdes, Nuestra
Señora del Perpetuo Socorro, ayudadme! Sin un milagro vuestro, todo está perdido. Yo
confío en ese milagro.
Llevamos ya una semana de Misión. Qué rápidamente pasan estos días tan agradables.
Quisiera retener el tiempo. Me encantan esas horas pasadas en la iglesia, esas plegarias,
esos cantos, esas instrucciones doctrinal es tan sencillas, tan emocionantes, tan prácticas y
que tanto bien hacen al alma.
Gracias, Jesús, por esta Misión que me has ofrecido después de los Ejercicios Espirituales
donde me habías colmado de tantos favores. No perdonáis medio alguno para
conquistarme. Maestro adorado, acepto todas tus gracias divinas. Soy vuestra para siempre.
Estamos tan íntimamente unidos que nada puede separamos.
Mamá ya está bien. Hace su vida ordinaria. La herida podrá reproducirse, pero actualmente
no ofrece ningún peligro. 30 Después de haber pensado que nunca podría dejar a esta madre
querida, vuelvo a tener esperanzas viendo cómo se repone totalmente.
Maestro divino, qué prueba me has enviado. Qué espada ha traspasado mi corazón. Nunca
podré consolarme. Sin embargo, te lo agradezco. Estoy destrozada. Te has servido de esta
horrible tribulación para desprenderme de las cosas terrenas y unirme a Ti totalmente. A Ti
solo que eres mi Amor, mi Vida, mi Esposo querido, por quien deseo .padecer o morir».

Lunes, [13 de marzo]. - Mañana 31


LA CONFESIÓN (Continuación y fin)
Sinceridad en la confesión. - Sigilo sacramental. - El confesor, ministro de un Dios
misericordioso. - «Gracias, Jesús mío, por haberme dado siempre fortaleza para confesar
todas mis faltas»,
La confesión tiene que ser sincera. ¿Por qué esos subterfugios, esos circunloquios en vez de
confesar sencillamente los pecados como debe hacerlo un pecador? ¡Cuántos sacrilegios se
cometen por vergüenza y por falta de sinceridad!

30 Ignoramos de qué enfermedad se trata. Parece ser que padecía trastornos gástricos. De todos modos.
sabemos ciertamente que Doña María Rolland murió de una enfermedad de corazón el 10 de marzo de 1914.
Después de la muerte de su hija se realizó en ella un cambio absoluto. Era sensible e impulsiva por
temperamento. Más tarde fue un alma de mucha paz interior que buscaba en todo el cumplimiento de la
voluntad divina. El Canónigo Golmard fue durante muchos años su Director espiritual. La asistió en el
momento de su muerte. Dijo de ella "que era una santa mujer y que evitó siempre toda exageración en sus
determinaciones personales" .
31 En este día comienza la segunda semana de la Misión general de Dijon.

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Se falta a la sinceridad no sólo ocultando un pecado grave, como sucede tan
frecuentemente, sino también cuando se disimulan las faltas disminuyendo su valor o
haciendo responsable a otra persona. Se dice: . ¡Cómo! ¿Humillarse manifestando estos
pecados al confesor? ¿Qué pensará de mí que hasta ahora me he acusado sólo de pecados
veniales si le comunico semejante cosa? ¡Oh, qué pensará! Si la debilidad humana me
arrastró al pecado, levantándome ahora con decisión y energía, el confesor me apreciará
mucho. más que antes. Si existen dificultades para hacer la confesión general con el con-
fesor ordinario, éstas desaparecen durante la Misión. Uno se confiesa con los misioneros a
quienes ni se les conoce, ni se les volverá probablemente a ver. ¿Por qué se teme confesar
los pecados al sacerdote? ¿Por temor a que lo revele? Esto es imposible. Hubo sacerdotes
que murieron víctimas del sigilo sacramental, que prefirieron el martirio antes que revelar
un solo pecado. A nosotros mismos solamente pueden hablarnos de nuestras faltas con
nuestro consentimiento.
El sacerdote es en el confesonario el ministro de ese Dios tan bondadoso que abandona las
noventa y nueve ovejas fieles para ir en busca de la oveja perdida. Es el padre del hijo
pródigo. Es el ministro de un Dios que perdona a Magdalena, la gran pecadora; a San
Agustín y a tantos otros...
¡Jesús mío! Gracias por haberme dado siempre fortaleza para confesar las faltas de
que me sentía culpable. Continuad protegiéndome para que si alguna vez te ofendiese
gravemente, no sienta esa falsa vergüenza que me impida hacer una confesión sincera.
Pero, ¿qué digo? Jesús mío, enviadme la muerte antes que llegue ese día aciago. Te lo he
pedido tanto...
Los Padres Redentoristas organizan una [Asociación] 32 para recitar continuamente,
durante el día, el rosario ante la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro. Hemos ido a
inscribirnos. Me siento feliz de poder rezar a María, mi Madre querida, desde esta tarde, a
las cuatro y media.
Cinco de la tarde
Coloquio mariano. - Amor por los pecadores. - ¿Consentimiento materno para ser
religiosa?
Acabo de pasar más de media hora en oración ante la Virgen del Perpetuo Socorro. ¡Cómo
he rezado con toda mi alma por los pobres pecadores! He dicho a María que acepte el
sacrificio de mi vida, sea como fuere, por el retorno de esos pobres desgraciados. Me
imaginaba encontrarme realmente al lado de esta Madre querida. Por eso, le he hablado con
total abandono y confianza. ¡Oh María, a quien nunca se ruega en vano, escuchad, os
suplico, mi plegaria! No podéis negarme la gracia que os imploro. Os pido el alma, la
salvación de mis hermanos, el alma de ese pecador que es también tu hijo. ¡Oh Madre! ¿A
qué precio me oiréis? Hablad. Os escucho. Estoy dispuesta a todo.
¡Qué jornadas más ideales nos ofrece la Misión! ¡Qué triste me sentiré cuando pasen
estos días!
Si mi querida mamá no hubiera estado tan enferma, hubiese intentado, quizás,
obtener su consentimiento para
32 La palabra "Asociación" no existe en el manuscrito. Se encuentra en la copia que hay del mismo en Dijon.

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ser religiosa. ¡Oh Dios mío! ¿Qué hacer? Tú ya lo sabes. Quiero solamente realizar lo que
Tú desees. Manifiéstame siempre tu voluntad. Jesús, Maestro querido. ayudadme. Tú sabes
que deseo solamente vivir para Ti y que estoy dispuesta a aceptar todos los sacrificios.
Noche
EL JUICIO
Juicio del alma en pecado. - Juicio del alma en gracia. «Haced, Jesús, que la confianza
triunfe sobre el temor en mi alma».
Si la muerte es horrible porque separa el cuerpo del alma, este hecho apenas tendría
importancia si todo terminase con ella. Pero es necesario comparecer ante Dios, rendirle
cuentas de nuestra vida. El Señor no se presenta en ese momento como el padre bueno y
misericordioso del hijo pródigo, ni como el buen pastor. Se presenta como juez terrible,
inexorable que ya no perdona. ¡Cuánto sufre el alma del pecador durante este juicio! Tres
motivos la hacen sufrir:
La mirada de Dios.
¿Dónde está? No se encuentra ante un amigo. Jesús dirige hacia ella su mirada
terrible. Si el alma se precipita a la derecha, cae entre los dientes de un tigre. Si se dirige
hacia la izquierda, se ve envuelta por las garras de un oso. Si se lanza hacia atrás, se halla
rodeada de serpientes. ¡Oh Dios mío! ¿Qué hacer? A sus pies, el infierno abierto. El alma
sufre tanto en esos momentos que preferiría precipitarse inmediatamente en ese horrible
abismo.
El juicio de Dios.
Jesucristo se sienta en su trono frente al alma. El Ángel de la Guarda está a su derecha.
Satanás a su izquierda. Comienza entonces el interrogatorio. El alma balbucea inútilmente
algunas excusas. El Señor es impecable.
Satanás presenta su libro. Nada está olvidado. Hasta las faltas más insignificantes se
hallan escritas. Satanás exclama: -Señor, esta alma me pertenece. He sido su cruel enemigo.
Sólo he deseado su condenación. Ella me ha obedecido siempre. Mientras. tanto, os ha
ultrajado. Se ha mofado de Vos que sois su Dios, que habéis muerto en una cruz para
salvarla».
La condenación.
Satanás continúa: -Señor,. es digna de muerte». Jesús exclama: -Sí, que muera».
Dirigiéndose después al pecador le dice: -Apártate, maldito. Tu presencia me es intolerable.
Desaparece para siempre de mi vista. Padres y amigos, venid a maldecirle». Todos acuden
para recriminar al miserable pecador. Mientras tanto, Satanás la conduce al infierno.
Este proceso que exige una descripción tan extensa, se realiza en unos minutos. El
condenado ruge y blasfema en el infierno cuando su cadáver está todavía caliente.
¡Qué emocionante resulta la muerte del justo comparada con esta escena! Se halla en
presencia de su Dios, de su Amor. Todo lo ha sacrificado por El. Puede decirle: -Señor, te
he ofendido; pero me arrepentí y me has perdonado».
¡Oh Jesús! Haced que en adelante la confianza triunfe sobre el temor en mi alma.
Cuando me halle en tu presencia para responderos de mis innumerables faltas, te diré
entonces: Señor, te, he amado, te he amado tanto que tu amor divino sustituyó todos los
amores en mi corazón. Yo quise abandonarlo todo para consolarte. No me pertenece el
mérito de mis sufrimientos. Se lo ofrecí a mis hermanos. A pesar de esto ¿podrías
condenarme? No. Tú recompensarás mi desinterés. Me amas y no puedes separarte de mí.
Vamos a ser felices. Nunca nos separaremos. Quiero cantar eternamente el himno de tus
alabanzas.
Martes, [14 de marzo]. - Mañana
EL MUNDO
La vanidad del mundo. - Su confesión general. - «Me arrepiento, Señor, de mis pecados
que tanto te han ofendido""
¿Qué es el mundo? Es solamente vanidad y mentira. Vamos a contemplarle desde dos
puntos de vista. 33
EL MUNDO A LA LUZ NATURAL
La persona mundana se ocupa solamente de modas, alhajas, visitas, bailes, fiestas
nocturnas. Nada de pensamientos elevados, ni de altos ideales. Únicamente preocupaciones
terrenas.
El mundo es vano.
¿Qué queda de sus fiestas, de sus placeres embriagadores que se disfrutan, a veces, con
tanta satisfacción? La tristeza, la desgracia pesan sobre nosotros. ¡Cómo se nos olvida y se
nos desprecia en semejantes diversiones que otras veces realzamos con nuestra presencia!
El mundo es falaz.
¿Cumplió las promesas que nos hizo? Prometió ayudamos. Ahora bien; si nos dejamos
arrastrar 'por sus atractivos y caemos, él será el primero en lanzamos la piedra.
EL MUNDO A LA LUZ SOBRENATURAL
El Señor le ha maldecido. Jesús dijo: ¡Ay, del mundo! (Mt. 18,:7). No ruego por el mundo
(Jn. 17, 9). ¿Por qué estas maldiciones? Jesús conocía el espíritu del mundo, un espíritu
totalmente opuesto al Evangelio. La religión descansa sobre tres fundamentos:
Belén o la pobreza.
El mundo no es capaz de soportarla. Busca solamente el lujo y el placer.
Nazaret o el trabajo.
La persona mundana se cree dispensada del trabajo.
Ignora este mandato divino: Con el sudor de tu rostro comerás el pan (Gn. 3, 19).
El Calvario.
La mujer mundana ignora el valor del sacrificio voluntario. ¿Qué sucede cuando la
desgracia cae sobre ella? Cuántos suicidios para terminar con la vida.
Os agradezco profundamente, Dios mío, el haberme mostrado desde mi juventud la vanidad
de las cosas de la tierra. Gracias por haberme orientado hacia Ti. ¡Muchas gracias!
Esta tarde hice mi confesión general desde el día de mi Primera Comunión.31 Estoy
horrorizada de tantos pecados. Maestro divino, si tuviera que volver a cometerlos, enviad
me, os suplico, la muerte. ¿Cómo has soportado mi presencia después de tantos pecados?
¿Por qué me has concedido, de ante mano, tantos favores? ¡Gracias! ¡Perdón! Desfallezco
de dolor al pensar en los sufrimientos que te he causado,. a Ti a quien tanto amo; a Ti que
eres mi vida, mi Amado querido; a Ti que me has elegido por esposa. ¡Perdón, perdón! ¡Oh
Jesús! Soy una miserable criatura. Nadie a quien hayas favorecido tanto, se ha portado
como yo tan ingratamente. ¡Perdón, Jesús, perdón! Te amo. Me arrepiento de mis pecados
que tanto te han ofendido. Compadécete de mí. Contempla solamente el amor con que te
amo.
33 Se han simplificado 108 enunciados que se hallan en el manuscrito para evitar repeticiones.
34 Hizo esta confesión general con el P. león. Personas que la observaron nos dicen que la vieron esperar hora
y media. Permanecía Inmóvil y profundamente recogida.

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Noche
LA IMPUREZA
El vicio más vergonzoso. - "Maria, mi querida Madre. velad siempre por mi..
Es el vicio más vergonzoso.35 El vicio que más sufrimientos causa a Jesús. Gracias, Amor
mío, por haber conservado puro este corazón que sólo es para Ti. María. mi querida Madre,
velad siempre por mí.
Miércoles, [15 de marzo]. - Mañana
Nueva confesión general. - "Jesús me llama al Carmelo..
Me he confesado después de la instrucción doctrinal sobre la Eucaristía que hemos tenido a
las seis de la mañana. He hallado un confesor como nunca le había encontrado. Se lo
agradezco al Señor.35
El Padre ha descubierto en mí todas las señales de una auténtica vocación. El cree también
que Jesús me llama al Carmelo y que es ésta la más bella de las vocaciones. He hecho una
confesión general con motivo del sexto mandamiento. El Padre me ha dicho, como los otros
confesores, que nunca he ofendido al Señor.
Mañana. [Hora: once]
EL MUNDO (Continuación)
Vaya escribir solamente unas líneas. No dispongo de tiempo.
El Espíritu Santo compara a la persona de mundo con la avestruz. Esta camina con su
cabeza erguida y cuando percibe la presencia de un cazador, entonces la esconde,
creyéndose así salvada.
Noche
PRUEBAS SOBRE LA EXISTENCIA DEL INFIERNO
Ceremonia de reparación. - Amor y sufrimiento. - Deseos de consagrarse a Dios. -
«Aceptad a esta esposa que languidece y suspira por Vos».
No dispongo de tiempo para hablar del sermón. Además esta noche me ha
interesado menos.
La ceremonia 37 de Reparación de esta noche ha sido estupenda. El coro estaba
admirablemente iluminado. Habían levantado una cruz de más de diez metros de altura con
un gran corazón donde se leía: Dios mío, perdón. Todo estaba hecho con luces. El acto de
pedir perdón resultó maravilloso.3B He llorado pidiendo perdón a mi Jesús. Le he ofrecido
mi vida en reparación de tantas ofensas como recibe. Le he pedido su cruz, siempre su cruz.
No puedo vivir sin ella, pues me hace más soportable el destierro.

35 Nueva mutilación del Diario. En esta ocasión Isabel ha arrancado tres hojas. Ha colocado en su lugar una
hoja de papel de inferior calidad y con caligrafía diferente.
36 Nueva confesión de Isabel Catez con el P. León. Nos admira la delicadeza de su conciencia. El día 14 por
la tarde había hecho una confesión general. El sermón misional de las ocho de la noche fue sobre la Impureza.
Isabel, a pesar de ser un alma tan inocente, queda Intranquila. Al día siguiente, 15 de marzo. asiste a la
Instrucción doctrinal de las seis de la mañana. Terminada ésta, vuelve a confesarse con el P. León para
tranquilizar su conciencia. La respuesta del confesor fue un sedante para su alma: "El Padre me ha dicho
como los otros confesores que nunca he ofendido al Señor".
37 En esta página 58 del manuscrito aparece de nuevo la forma habitual de la caligrafía que Isabel emplea en
el Diario.
38 El acto de contrición fue recitado públicamente por todos los asistentes ante el Santísimo Sacramento que
se hallaba expuesto. (La Semaine Religieuse, 1. c., p. 170).

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¡Oh Jesús! ¿Será cierta la noticia que ha hecho brotar esta mañana en mí nuevas
esperanzas? Sois tan omnipotente... Lo podéis todo. Podéis hacer que sea vuestra en un año.
Sí, recibidme. Aceptad a esta esposa que languidece y suspira por el día en que pueda
abandonarlo todo para seguiros a Vos que sois su Amado querido, su único Amor, a quien
quiero consolar y cuya cruz quiero compartir.
Deseo consagrarme a Vos que habéis enamorado mi corazón, que vivís
constantemente en él y donde habéis establecido vuestra morada; a Vos a quien siento, a
quien veo con los ojos del alma en el fondo de mi pobre corazón que tanto os ha ofendido y
que, a pesar de todo, le habéis colmado de favores porque le queréis para Vos. ¡Oh!
Aceptadme.. .
Jueves, [16 de marzo]. - Mañana
El MUNDO (Continuación)
Las malas lecturas. - «Gracias, Dios mío, gracias por haberme librado de las
lecturas pecaminosas».
La mujer mundana se aburre. El mundo que todo lo prevé, le ofrece entonces malas lecturas
para conquistarla.
¿Existen libros malos?
Por libros malos entiendo todo cuanto se imprime para combatir la Religión y la
moral. Existen muchísimos en el mundo.
¿Estos libros pueden hacer daño?
Sí, ciertamente. Quienes lo nieguen o no lo aprecien así, son personas poco instruidas.
Cuando se toma un alimento mezclado con veneno, ciertamente no se nota, pero esto no
impide que nuestra sangre lo asimile.
Estas lecturas producen daños tanto mayores cuanto más engañosas son sus apariencias. El
autor pondrá en juego todos los recursos posibles para seducir a la mujer piadosa. Y ésta,
desgraciadamente, se deja. conquistar.
¿Qué males producen semejantes libros? Destruyen poco a poco toda la piedad. Hacen vivir
una vida de ilusiones. Son casi siempre causa de malos pensamientos, malos deseos y
malas acciones. Esto sucede en las personas que los leen habitualmente. La persona que lee
una o dos veces en su vida un libro malo, no se encuentra en la misma situación. Hay que
quemar estos libros aunque sean de gran valor, a no ser que se tengan bien guardados.
Gracias, Dios mío, gracias por haberme librado de estas lecturas pecaminosas.
Perdón por todas las personas desgraciadas que emplean tanto tiempo en estos libros. ¡Jesús
mío, compadécete de ellas!
Noche
[LAS OCASIONES PELIGROSAS]
Clases de ocasiones. - Fiestas de sociedad. - «Dios mío, detesto todas estas diversiones».
Quien ama el peligro caerá en él. (E. 3, 27).
Hay dos clases de ocasiones peligrosas:
-La ocasión necesaria.
-La ocasión [voluntaria]. 39
La primera es ineludible. Un hijo recibe escándalos en la casa paterna. Por esta razón no
está obligado a abandonarla.
[La segunda consiste] en buscar la ocasión [de pecar].40 Resulta perjudicable a la persona.
Si nos exponemos voluntariamente, Dios nos retira su gracia. Abandonados' a nosotros
mismos, la caída es cierta, inevitable.
Son ocasiones:
-las malas lecturas. Se habló de ellas esta mañana. -los teatros, templos de Satanás. Se debe
asistir solamente por motivos graves.
-los bailes. Nuestra asistencia puede justificarse únicamente cuando existen serias
razones.
-las relaciones sociales...
Dios mío, detesto todas estas diversiones. Otorgadme la gracia de desentenderme de ellas.
Te lo suplico, Jesús mío.

Viernes, [17 de marzo]. - [Mañana]. Hora: ocho


[El SUFRIMIENTO]
El sufrimiento humano. - Sacrificio y conversión. - Mérito del dolor. - "Jesús mío, cuando
sufro te siento más cerca de mí».
Hoy he tenido la satisfacción de asistir a la primera instrucción doctrinal. Fue a las seis de
la mañana. Estuvo a cargo del P. León. Ha sido una de las mejores y más prácticas
instrucciones que he escuchado.
Sufrimos. Nuestros sufrimientos son justos, pero El ¿qué ha hecho? El sufrimiento es la
escala que nos conduce a Dios, al cielo. Es...
La conversión.
A cuántas almas hace Dios sufrir para convertirlas. La alegría o el olvido constituyen, a
veces, nuestro paraíso en este mundo. Pero es entonces. cuando Dios permite el dolor. Feliz
sufrimiento que sirve para unirnos a El.
La expiación
Nada conmueve tanto el corazón de Dios como el sufrimiento. Si no tenemos valor para
desearle y para salir a su encuentro, tengamos, al menos, resignación para aceptar las
tribulaciones que Dios nos envíe. Dios cuanto más ama a un alma más la hace sufrir. Para
identificarse con el Corazón de Jesús hay que aceptar también la cruz y la corona de
espinas. Sin esto Dios no puede entregarse.
¡Oh Jesús, venid a mí con vuestra cruz! Hace ya tiempo que te la pido. Cuando sufro,
pienso que me amas más intensamente. Te siento entonces más cerca de mí.
El mérito.
Por muy bella y confortante que sea la oración, por muy admirable que sea el trabajo
realizado por Dios, nada puede compararse con el mérito y la belleza del sufrimiento. En
ellos no existe el amor propio. Está Dios. Dios sólo por quien se sufre. ¡Qué encanto posee
el sufrimiento cuando se le sabe aceptar y desear! Es una fuente fecunda de méritos. La
cruz es el camino más seguro. Es el camino que Dios mismo eligió. Cuando suframos,
debemos decir al Señor como el buen ladrón: Acuérdate de mí cuando vayas a tu reino (Le.
23, .12). El se acordará de nosotros, pues ha dicho: Bienaventurados los que lloran,
bienaventurados los que sufren (Mt. 5, 5. 10). Son los privilegiados de su corazón.
39 Esta palabra no se encuentra en el manuscrito. Ha sido sustituida por la copia.
40 Isabel omitió estas palabras en su Diario que suple la copia de Dijon.

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Jesús, mi Amor, mi Vida, gracias por haberme elegido para compartir tus sufrimientos. Mi
corazón se deshace de gratitud. Me has reservado, Señor, la mejor parte.
[Mañana]. Hora: once
EL MUNDO (Continuación y fin) EL LIBERALISMO
Dios y el mundo. - Fiestas mundanas. - "Este mundo no puede satisfacerme».
¿Existe el liberalismo? Hoy se estila unir a Dios con el mundo. Se comulga por la mañana y
se asiste 3 los bailes por la noche. Pero Jesucristo ha dicho que no se puede servir a dos
señores. Debemos elegir entre El y el mundo. No se les puede amar simultáneamente.
El Padre Misionero ha dicho en todas sus instrucciones doctrinales sobre el mundo que se
peca gravemente asistiendo a sus fiestas a no ser que existan motivos serios que lo
justifiquen. Cuando hable con el Padre León le consultaré este asunto. 41
Dios mío, qué sentimientos de gratitud se elevan hacia Ti desde el fondo de mi corazón
cuando oigo condenar al mundo y sus placeres. Nunca podré agradecerte bastante el
hermoso destino que me has señalado en la vida.
El Padre Misionero decía esta mañana que cuando volviste al cielo, al encomendar a tus
discípulos a tu Padre, hiciste de ellos este elogio: Padre, ellos no son del mundo; están en
el mundo, pero no son del mundo (Jn. 15. 11. 16). También yo, Maestro divino, estoy en el
mundo pero sólo te veo a Ti. Lo único que deseo eres Tú y tu cruz. Este mundo no puede
satisfacerme. Desfallezco, sufro y lloro porque te busco, Amor mío. Toma posesión de todo
mi ser. Eres tan Omnipotente que todo puedes disponerlo. ¡Un milagro, Jesús, te pido un
milagro!
Noche
LA MISERICORDIA DIVINA
Temor y amor. -Pecado y bondad divina.
El temor es el principio de la sabiduría (Pv. 1, 7), pero quien obre solamente por este temor
no avanzará en la virtud. Es necesario pensar en el amor, en la misericordia divina.
-¡Qué grande es la paciencia de Dios con el pecador! -Cómo busca Dios al pecador."
-Con qué bondad le recibe.
Este ha sido uno de los sermones de la noche que más me ha interesado. Siento no poder
escribir algo sobre él.
41 Nueva delicadeza espiritual de Isabel Catez. Ella acepta las exigencias de su posición social. Asiste a las
reuniones de sociedad que su madre fomenta para probar su vocación religiosa. Lo hace hasta con elegancia
aunque conserva siempre su fidelidad a Dios. A pesar de ello quiere conocer el criterio de su confesor sobre
su participación en estas reuniones juveniles de la sociedad de Dijon.

Sábado, [18 de marzo].


- Mañana. Hora: seis
LA CARIDAD
Amor al prójimo. - Pecados contra la caridad. - He tomado serias resoluciones»,
La caridad es indispensable. Consiste en amar al pró jimo como a nosotros mismos.
Ese amor será, sin duda, menos intenso. Aun así, debemos desear para el prójimo e incluso
para los enemigos los mismos bienes que nosotros apetecemos. Las faltas de caridad, aun
en el caso de que no sean pecados mortales, revelan una conducta mezquina Al cristiano se
le reconoce por su caridad. ¿Cómo la poseemos?
-Cuántos juicios temerarios por no existir un motivo que les justifique. Cuando hay alguna
prueba o certeza, el juicio deja de ser temerario. Lo único que se puede hacer es disculpar a
la persona.
-El rencor se convierte, a veces, en odio. Qué difícil es saber soportar los caracteres. Un
santo lo ha llamado -la flor de la caridad», etc...
Esta instrucción doctrinal me ha hecho un bien inmenso porque no siempre estoy dispuesta
a disculpar a mi prójimo. He tomado serias resoluciones. Jesús mío, ayúdame; destruye esas
mezquindades de mi corazón.
Mañana. Hora: nueve
LA TENTACIÓN
Vida y tentación. - «Todo lo puedo en aquel que me conforta». La vida es un combate (Jb.
7, 1).
De una o de otra manera seremos tentados durante nuestra vida. La tentación no es por sí
misma un pecado. Tampoco lo es aunque se sienta incluso algún placer, siempre que se
procure desde el primer momento no entretenerse en él. No es necesario luchar
directamente contra la idea que nos sugestiona. Lo mejor es pensar en otra cosa.
El Señor nos ha indicado las armas para luchar contra fa tentación. Vigilando y orando (Mt.
26, 41) con Dios tenemos segura la victoria. El no permite jamás la tentación sin
concedernos antes la gracia suficiente para resistir (1 Cr. 10, 13). Sí, todo lo puedo en aquel
que me da fuerza (Fp. 4, 13).

Domingo, [19 de marzo].


- Mañana
Inquietudes por la salvación de un alma. - Ofrenda de su vida. - Esperando un milagro.
Hoy termino mis dos novenas a San José y a la Virgen del Perpetuo Socorro. Lloro y me
encuentro desconsolada. No pierdo, sin embargo, la confianza. Espero un milagro. Sí, 42 lo
espero. Cuando comulgué esta mañana dije a mi Jesús: «Lo intentaré todo. Con tu ayuda
estoy dispuesta a todo 43 con tal de conseguir la salvación de esa alma». No duermo bien
por la noche. Cuando me despierto me asalta esta misma idea.
¡Padre Celestial!, ¿no os moveréis a compasión? No merezco ciertamente esta felicidad. Si
no quieres otorgarme esa gran satisfacción por la que tanto suspira mi alma, prefiero morir
antes. Te ofrezco el sacrificio de mi vida. Estoy dispuesta a todo con tal de obtener la
conversión de esta alma. Concédemela. Hazme sufrir todos los tormentos que ella haya
merecido. Los soportaré por mi Jesús, con mi Jesús. Contempla mis lágrimas. Compadé-
cete, Señor. Que ese pobre pecador no deje pasar el momento de la gran misericordia. Que
se aproveche de esta Misión para retornar a Ti. Señor, mi corazón se desgarra. Escúchame.
Cada vez que me aqueja un dolor, exclamo llena de entusiasmo: «María me oye». Sí, sí, es
necesario un milagro. Espero un milagro.
Mañana. Hora: diez
LA ORACIÓN Expresión de indigencia humana. - Qué se debe pedir. Cuándo hay que
orar.
La oración es una petición hecha por nuestra alma a Dios pero realizada desde el
fondo de nuestro corazón.
¿Qué se debe pedir?
-las gracias temporales.
-sobre todo las gracias espirituales. Se volverá a hablar de esta materia al fin de la Misión.
La oración es el fundamento de la vida cristiana. Es su respiración.
¿Cuándo hay que orar?

42 Aquí se rompe nuevamente el ritmo normal del Diario. Isabel arrancó una página. Fue sustituida por las
siguientes líneas que tienen caligrafía -diferente.
43 Comienza la página 68 del Diario haciendo sentido con la anterior y con el tipo de letra que es habitual en
Isabel Catez.
Jesucristo nos dice: Orad sin interrupción (Lc. 18, 1). Pedid y se os dará (Mt. 7, 7). ¿Cómo
se puede orar 3in interrupción? Ofreciendo al Señor por la mañana las acciones y
sufrimientos del día. Todo queda así santificado.
Se debe orar:
-al levantarse y al acostarse
-durante las tentaciones
-cuando hay que tomar una determinación. Por ejemplo, cuando se trata de la vocación, ctc.
[Tarde]. Hora: tres
TRES CUALIDADES DE LA MUJER CRISTIANA
La fe.
La mujer cristiana la aprecia y da gracias al Señor todos los días. En su juventud enseñará a
los niños pobres estas sublimes y consoladoras verdades. Madre y esposa las enseñará
también a cuantos forman su hogar. Preferirá antes la muerte de su hijo que verle perder su
fe.
La castidad.
Es la más bella de las virtudes. La que Jesús prefiere.
San Alfonso María de Ligorio dice que en él infierno el noventa y nueve por ciento de los
condenados están allí por haber perdido esta virtud. Invirtiendo la frase, se puede afirmar
que, poseyendo esta virtud, existe el noventa y nueve por ciento de probabilidades de ir al
cielo. Jesucristo no puede condenar eternamente a un alma pura que ha estado siempre
vigilante sobre sí misma. El prefirió las almas virginales. Su madre es una virgen.
Juan es también virgen. Jesucristo hizo a Santa Margarita María de Alacoque, otra
virgen, confidente de su corazón.
El sacrificio
La mujer tiene un privilegio: posee un corazón compasivo. ¡Qué capacidad de sacrificio le
ha otorgado el Señor! El la colocó en el mundo para enjugar lágrimas...,44 mitigar dolores
y permanecer inmóvil al pie de la cruz.
Vosotras a quienes Dios llama a la más bella de ¡as vocaciones; vosotras a quienes Dios
exige abandonarlo todo: patria, familia, fortuna, felicidad terrena, no dudéis sacrificar estas
cosas para consagraros al Señor que os quiere solamente para El. Seréis desgraciadas si
despreciáis esta bella corona que Dios os reserva por otra más modesta.
Quienes estáis destinadas a vivir en el mundo, sed la alegría de vuestros padres, pensad
solamente en sacrificaros por ellos. Mujeres, madres, sacrificaos por las personas que se os
han confiado. Dios ha depositado en vuestro corazón tantos tesoros de abnegación... Si el
Señor os pide 45 vuestros hijos o vuestras hijas. sabed sacrificárselos, sabed ser heroicas...
Lunes, [20 de marzo]. - Mañana. [Hora: seis]47
LA ORACIÓN (Continuación y fin)
Tres cualidades de la oración. - «Dios mío. quiero que mi oración posea esas tres
cualidades. sobre todo, la confianza,..
La oración tiene que ser: Atenta.
Es natural. Debemos pensar lo que pedimos al Señor.
Si nos distraemos, centremos de nuevo nuestro espíritu
44 Isabel rompió la parte inferior de esta hoja del manuscrito. Es la página 70 del Diario.
45 Isabel intercaló aquí el siguiente paréntesis: "He llorado durante este sermón". Después tachó la frase.
46 Seguirán aún unas líneas más que fueron arrancadas.
47 Otra página del manuscrito que ha sido arrancada. Isabel la sustituyó con una hoja que pegó
cuidadosamente. Tanto el papel como la caligrafía son de Inferior calidad. El anverso de esta hoja se halla en
blanco.
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en Dios. Si estas distracciones son involuntarias, nuestra oración es excelente aunque
nuestro corazón experimente menos consuelos.
Humilde.
Nosotros obramos un poco al estilo del Señor. Cuando vemos una persona altanera,
orgullosa, plena de autosuficiencia, la despreciamos. Siempre que podamos, perma-
nezcamos ante el Señor como la Cananea (Mt. 15, 21-28).
Confiada.
Cuando pedimos una gracia al Señor, le decimos: «Te suplico ese favor pero reconozco que
eres impotente para concedérmelo». Si no lo expresamos de palabra lo pensamos, al menos,
internamente. ¡Qué injuria!
Todas nuestras oraciones son escuchadas. Ninguna se pierde. El Señor nos hace a veces
esperar. En otras ocasiones nos niega los bienes temporales que le pedimos porque
perjudican a nuestra alma.
Dios mío, quiero que mi oración posea esas tres cualidades, sobre todo, la confianza. No
me desanimaré nunca. Oraré insistentemente hasta que me escuchéis.
Mañana. Hora: nueve
[LA VIDA RELIGIOSA]
Sus motivos. - Los votos religiosos. - "Jesús mío, Tú que me has elegido, llévame pronto».
Hay que vivir en el mundo como en un convento.
¿Qué motivos impulsan a las almas a abrazar la vida religiosa?
-Son almas generosas, insatisfechas del estricto deber. Están hambrientas de
sacrificios y de abnegación.
-Son almas que tuvieron la desgracia de pecar, de caer profundamente. Quieren expiar su
pecado con una vida de sufrimiento.
-Son almas puras. ¿Qué te ha hecho tu hija, pobre madre, para que derrames por ella tantas
lágrimas? El primer disgusto que te da es decirte que desea abandonarte por Dios. Sí, ella
pertenece a esas almas puras que quieren expiar los pecados del mundo, que se ofrecen
como víctimas por la salvación de las almas siguiendo el ejemplo de Jesús que las llama.
-Son almas desengañadas del mundo que vienen al claustro a buscar la paz, el consuelo.
-Son almas, en fin, que, heridas de amor divino, exclaman: .Jesucristo ha sufrido tanto por
mí. iOh! Quiero devolverle amor por amor. Deseo sacrificárselo todo para consolarle.
Quiero pasar mi vida viviendo en El, por El y solamente con El. Despreciaré todas las cosas
del mundo: afectos, bienestar, felicidad para encerrarme con este divino Esposo en un
convento, para compartir sus dolores viviendo la vida más austera-.
¿Qué votos hacen los religiosos y las religiosas?
Pobreza.
No consiste solamente en renunciar a las riquezas, a todo bienestar. Es también
desprendimiento afectivo, desapego, renuncia a cualquier cargo, carencia de simpatías
particulares.
Castidad.
¿Por qué esas rejas? Para colocar una barrera infranqueable entre el mundo, sus
diversiones, sus placeres y el alma, esposa del Señor.
Obediencia.
A todos los preceptos, a todos los consejos evangélicos que vienen a ser verdaderos
mandamientos. Obediencia a los superiores, renuncia completa, sumisión de su voluntad.
Se pueden hacer estos votos en el mundo, pero no es siempre aconsejable.
Se puede, sin embargo:
-desprenderse afectivamente de todas las cosas que constituyen nuestro ambiente de
vida.
-desconfiar de sí mismo, permanecer en guardia, encomendarse a Dios antes de acudir a las
fiestas mundanas, caer en la cuenta que se camina bordeando un abismo e ir a ellas con
aspecto tranquilo y sonriente, sin translucir ni hacer sospechar lágrimas ni sufrimientos.
-convencerse del valor del mundo y del menosprecio que se merece.
Jesucristo podrá decir entonces del alma que vive en el mundo, animada de estos
sentimientos, lo que afirmó de sus discípulos: Padre, ella vive en el .mundo pero no es del
mundo. El mundo la odia (Jn. 17, 11. 14, 16).
Jesús mío, Tú que me has elegido, consérvame pura, desprendida de todas las cosas del
mundo. Después... arréglalo todo, llévame pronto. Consuela, fortalece a mi querida madre.
Dale fuerza y valor. Sostenla para ese gran sacrificio.
Noche
[EDUCACIÓN DE LOS HIJOS]
Consagración de las familias a San José. - El problema de su vocación. - «He agradecido
al Señor el haberme
dado una madre dulce y severa».
El sermón de esta noche ha versado sobre la educación de los hijos. He agradecido
profundamente al Señor el haberme dado una madre como la mía, una madre dulce y severa
a la vez, que supo dominar mi terrible carácter.
El Señor Obispo asistió esta noche a la ceremonia. Ha pronunciado unas palabras llenas de
unción y elocuencia. Después se hizo la consagración de las familias a San José... 48
La Virgen del Perpetuo Socorro parece animarme después de haberla encomendado mi
vocación. Margarita me ha dicho que había hablado de este asunto con mamá. Mi querida
hermanita le ha pedido que me deje marchar, que ella la consolaría. pues sólo en el
convento seré feliz.
Mamá ha respondido que era aún demasiado joven. Cuando yo tenga veinte años entonces
ella decidirá.
He llorado al dar gracias a la Virgen por este favor. He pedido con todo mi corazón a esta
querida Madre que recompense a mi hermanita. Ella piensa solamente en mí y llora en
silencio.

48 Durante la última semana de la Misión, el Sr. Obispo Le Nordez, presidió los actos de la noche en cada
parroquia. El lunes lo hizo en la de San Miguel a la que pertenecía la familia Catez. Al final del acto religioso
dirigió la palabra a los fieles alabando su buena voluntad, el interés puesto por los Padres Misioneros e hizo
votos por el fruto espiritual de la Misión. Monseñor Le Nordez había tomado posesión del Obispado de Dijon
el 18 de febrero de 1899. .

Martes, [21 de marzo]. - Mañana. Hora: seis


LA MEDITACIÓN
Meditación y salvación. - La meditación como estimulo de virtudes sobrenaturales.
Un alma que medita tiene segura su salvación. La superficialidad es el gran pecado de
nuestro tiempo.
Meditar es reflexionar en presencia de Dios. El demonio se esfuerza por apartar las almas
de la meditación. El sabe que es un medio eficaz para progresar' en la virtud.
La meditación estimula:
-la fe. Pecamos casi siempre por falta de fe.
-el amor de Dios.
-el progreso de la virtud.
El cristiano que medita. sabe rezar mejor que los otros.
Mañana. Hora: nueve
LA MUJER DE VIDA INTERIOR
Sus cualidades. - Su espíritu cristiano.
La mujer para cultivar su vida interior necesita:
-una vida reglamentada. Imponerse algunas prácticas religiosas. Deben ser bastantes pero
no muchas. Su exceso podría producir malestar en las personas qua la rodean.
-trabajar espiritual, intelectual y manualmente.
-obedecer. .
-saber mandar.
Organizará su casa con espíritu cristiano. Cuando se entra en un Carmelo, se ve en el
claustro una gran cruz desnuda. La Carmelita, al pasar por delante de ella, la mira y dice
interiormente: .esa cruz necesita una víctima. Esa víctima soy yo-. Así logra reavivar su
fuerza, su valor.
La mujer de vida interior debe adornar su casa con cuadros piadosos. Colocará un crucifijo.
Y debe dirigir hacia él su mirada para estimular su fe.
Noche
SANTIFICACIÓN DEL DOMINGO 49
Miércoles, [22 de marzo]. - Mañana. Hora: seis
LA MEDITACIÓN
Método para meditar. - Consultas de conciencia. - Nuevas inquietudes por la salvación de
un alma. - «Dios mío, espero un milagro».
La meditación es para las almas que la practican un medio de salvación. Es como una tabla
de seguridad que Dios les ofrece. Hay que recogerse antes de meditar. Luego se lee
lentamente, saboreando cada palabra, poniéndola en contacto con nuestra alma. Conviene
releer los pasajes que más nos han impresionado. Nunca se debe leer por curiosidad.
Hay que hacer algún propósito. Esto es muy importante. Una meditación sin propósitos es
inútil las tres cuartas. partes de las veces. No es necesario tomar una resolución distinta
cada mañana sobre la materia que se acaba de meditar. Esto no sería un medio práctico para
progresar en la vida espiritual. Hay que hacer todos los días él mismo propósito. Sin esto no
se consigue nada. Tampoco debemos abandonar la oración. Si no disponemos de tiempo,
empleemos, al menos, tres minutos.
Pienso consultar este asunto al P. León cuando vuelva a confesarme. Le preguntaré además
otras muchas cosas. Estoy impaciente por entrevistarme con él.
¡Qué desgracia! La Misión se acerca a su término. Yo quisiera retener esas jornadas de
bendición. Estoy con un pie en el cielo. ¡Oh Dios mío! Que esta Misión resulte sobre todo
eficaz. Que sean muchos los pecadores que se conviertan. ¿No accederás a mis súplicas?
Dios mío, espero confiadamente un milagro. Sí, un milagro tuyo.

49 Isabel escribe sólo el nulo de la Instrucción doctrinal. No hace de ella ninguna síntesis ni comentario.

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¡Oh María! Creía que ya me habías escuchado. Mr. C. está enfermo. 50 Consideraba esta
enfermedad 'como una gracia tuya. Esperaba que se hubiese llamado ya a un misionero. Sin
embargo, todavía no se le ha avisado. ¡Oh madre! Apresúrate. La Misión avanza. Yo
permanezco firme y confiada. Concédeme, por favor, esta alma para mi amado Jesús.
Quiero demostrarle así mi amor. Concédemelo al precio de cualquier sacrificio. Sí, lo
acepto todo.
Mañana. Hora: nueve
LA CARIDAD
El mandamiento de Jesucristo. - La caridad no tiene /imites. - "Jesús mío, en adelante no
diré ni una sola palabra
contra mí prójimo».
Jesucristo ha dicho muchas veces: Amaos los unos a los otros (Jn. 15, 12. 17; 13, 34). En
esto conocerán que sois mis discípulos: si tenéis caridad unos para con otros
(Jn. 13, 35). La virtud de la caridad es indispensable. Es la virtud más recomendada y ¡ay!
la menos practicada. Existen naturalmente en nosotros simpatías y antipatías. No
exterioricemos esas antipatías y, entonces, no faltaremos.
¿Hasta dónde se extiende la caridad? Jesucristo lo ha manifestado a través de una parábola.
La caridad no tiene límites. Debemos amar a nuestros mayores enemigos, desearles en esta
vida y en la otra el bien que deseamos para nosotros. Cuántas personas devotas comulgan
por la mañana y por la tarde juzgan temerariamente, murmuran de forma hábilmente
velada.
¡Oh Jesús mío! En adelante no diré ni una sola palabra contra mi prójimo. Le justificaré
siempre. Cuando se me acuse injustamente, pensaré en Ti, Amado mío, Esposo mío. Lo
soportaré todo sin quejarme.
Noche
LA CONFIANZA EN MARIA 51
La Omnipotencia de Dios. - La Misericordia de Jesucristo. - La ternura de Maria. - «La
Virgen lo puede todo».
Tememos a Dios. Su Omnipotencia nos infunde terror. Pero El nos envía a su Hijo muy
amado. Desciende del cielo. Se hace hombre. Sufre y padece todos los tormentos para
conquistar nuestro amor y ganar nuestra confianza. Esto no es suficiente. Entonces Dios
piensa que no hay nada comparable a una madre. ¡Una madre! Inspira tanta ternura... ¡Una
madre! Sí, ella ablanda y conmueve los corazones más fríos y endurecidos. V Dios nos da
una madre la más tierna, la más compasiva que se podía soñar. Ella está allí, al pie de la
cruz. Nos adopta a todos por hijos ante su Hijo moribundo (Jn. 19, 26-27).

50 Isabel alude nuevamente al señor Chapuis. Recordando más tarde en el Carmelo estos días de lucha
espiritual para conseguir la conversión del señor Chapuis decía: "Me ponía enferma pensando en mi Jesús".
51 Se dedicó este día de la Misión a la Virgen. Las parroquias estaban profusamente iluminadas. Pórticos de
luz encuadraban estas Inscripciones:
"Dijo" por María". "Torre de David, rogad por nosotros". (La Semaine Religieuse, 1. c. p. 185).

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Si la tendemos nuestra mano, Ella nos conducirá a puerto feliz y seguro.
Para que una persona inspire y merezca confianza es necesario que sea poderosa y buena.
-¡Poderosa! ¿No lo es la Reina de los cielos? Jesucristo ha dado en el cielo todo el poder a
quien El obedecía en este mundo. Sí, María todo lo alcanza del Corazón de Jesús.
Recurramos a Ella.
-¡Buena! ¿Existe alguna persona más tierna, más misericordiosa que María? ¡Ha sufrido
tanto por nosotros!... ¿Podía demostrarnos mejor su amor? La veo contemplando a
Jesucristo muerto en sus brazos. ¡Cuánto sufre su corazón de madre! ¿Sería capaz de
negarle mi consuelo? .
Después del sermón se ha hecho la consagración a la Santísima Virgen. Me he consagrado
nuevamente a Ella. la Virgen lo puede todo. Que Ella escuche mis suplicantes plegarias.
SOLO DIOS BASTA 52
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene nada le falta.
Padecer o morir 53
Todo por obligación. Nada por placer. Pero todo con placer.
Jueves, [23 de marzo]. - Mañana. Hora: seis
DEVOCIONES MARIANAS
El escapulario. - Las estampas de Maria. - El rosario.
Existen tres principales devociones marianas: el escapulario, las imágenes y el
rosario.
-El escapulario es la librea de María. La persona que lo lleva y se esfuerza por conseguir su
salvación, jamás se condenará. No debemos quitamos nunca el escapulario.
-Las imágenes. Se procura conservar en casa los retratos de la familia, de las personas a
quienes se ama. ¿Por qué no tener en nuestras habitaciones la imagen de nuestra Madre del
cielo?
-El rosario. Es la cadena que nos une a María. Rezando el rosario conseguimos una
cantidad inmensa de gracias. María nos tiende su mano, dirige nuestra –frágil barquilla
sobre las olas agitadas. Bajo su égida estamos seguros de nuestra salvación. María no puede
dejamos perecer. Es imposible.

52 Nuevo cuaderno del Diario de Isabel. Comienza con esta poesía de Santa Teresa de Jesús. Entre el título y
el cuerpo de la poesía colocó una diminuta estampa recortada del Corazón Inmaculado de Maria.
53 Máxima de Santa Teresa de Jesús. La Santa la emplea frecuentemente en sus escritos. El texto original es
el siguiente, "O morir o padecer" (Vida 40. 20).

Tarde. Hora: cuatro y media


ESPÍRITU DE SACRIFICIO
Sacrificio y salvación. - Conducta de los santos. - «No puedo ser feliz mientras Tú, Esposo
mio, sufras».
El mayor enemigo de la mujer es la vida cómoda, el afán de bienestar, el temor a las
contrariedades y al sacrificio. Pero Jesucristo ha dicho: Hay que hacerse violencia (Mt. 11,
12). ¿Sería justo que un alma que ha buscado su comodidad, fuera admitida en el cielo
junto a los santos que han soportado tantos sufrimientos? La cruz es el único camino. Fuera
de él, no hay salvación
El sacrificio exige un esfuerzo de la naturaleza humana. Es siempre desagradable mortificar
los sentidos, romper con las malas costumbres. Todo esto resulta difícil y duro a nuestro
espíritu de comodidad. No tenemos valor suficiente para vencemos. Cuando nos
encontremos en presencia de nuestro juez ¿qué podremos decir? ¡Ay! Nos condenaremos a.
nosotros mismos.
Existen personas que han comprendido este espíritu de mortificación Y sacrificio.
Han constatado que el camino de la cruz es el único que nos conduce al cielo. Por eso, se
han encerrado en los claustros, han torturado su carne con cilicios, se han mortificado
cruelmente. Para fortalecer su espíritu contemplan el cielo, ese cielo adonde irán un día a
gozar con Dios de sus sufrimientos y fatigas.
Jesús mío. Tú que conoces mi corazón lo sabes todo.
Sabes que si deseo padecer tanto, no es porque piense en mí, sino únicamente porque tendré
así la esperanza de consolarte, de conquistarte almas. Es tan grande mi amor, mi corazón te
ama tan ardientemente que no puedo vivir tranquila, ni ser feliz, mientras Tú, Esposo mío,
sufras.
Solamente deseo compartir tus dolores, soportarles. Quiero seguirte llevando una cruz
gruesa y pesada. Esto es cuanto deseo. Te amo, ¡oh mi Vida!, te amo hasta morir de amor.
Has herido mi corazón con el dardo de tu amor.
Mi corazón ya no puede ser feliz en este mundo. Únicamente Tú puedes hacerle feliz
permitiéndole compartir tus sufrimientos. ¡Gracias, Jesús, gracias!
Viernes, [24 de marzo]. -Mañana. Hora: seis
LA VIRGEN DE LOS DOLORES 54
El cristiano en su vida de familia. - Vida de oración en el hogar.
Jesucristo ha dicho: Mi casa será casa de oración (Mt. 21, 13). Así debe ser la nuestra,
tanto en sus manifestaciones externas como en la intimidad de nuestra conducta.
En nuestras habitaciones habrá un Crucifijo, la imagen de la Virgen y de los santos de
nuestra devoción. Me he olvidado del Corazón de Jesús. No deben faltar: una pila con agua
bendita (para asperjar cada noche la cama), una biblioteca religiosa que viene a ser como la
despensa del alma, etc...
Casa de oración, además, por nuestra conducta. Se debe notar, al entrar en nuestras casas,
que Dios mora en ellas, que se le ama y se le respeta. Por lo tanto, nada de horrorosas
blasfemias, ni de palabras de queja contra el Dios omnipotente. Se conoce inmediatamente
los hogares donde se recita el Angelus, se bendice la mesa, se lee en común la vida de los
santos después de haber recitado la oración de la noche. ¡Oh qué pocas son ya las familias
bendecidas por el Señor a donde El acude para elegirse las almas! La prueba más. grande
de amor que Dios da a una madre es pedirle sus hijos para la vida religiosa.

54 El tema mariano de esta medltaci6n fue muy oportuno pues 8e celebraba en ese día la fiesta litúrgica de la
Virgen de los Dolores.

Mañana. Hora: nueve


LA HUMILDAD
Belén, lección de humildad. - La humildad como fuente de gracias y de amor divino. -
«¡Oh Maria, humilla mi orgullo! »
Vayamos a la gruta de Belén. Aprendamos la gran lección de humildad que nos ofrece un
Dios hecho niño. Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón (Mt. 11, 29). Si no
os. hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mt. 18, 3). El que se eleve,
será bajado y el que se baje, será elevado (Mt. 23, 12).
Estas son las palabras de Jesucristo: ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino
que lleva a la vida! (Mt. 7, 14). Solamente las almas humildes pueden pasar por ella.
-La humildad es fuente de gracias. Dios colma de favores a quien se considera vil y
despreciable.
-La humildad ofrece a nuestras oraciones la garantía de ser escuchadas. Ante un alma que
ora humildemente, Jesucristo abre su Corazón para concederle sus dones, sus gracias, sus
bendiciones. Pensad en la oración del publicano (Le. 18, 9-14).
Ser humilde significa ser especialmente amado por Jesucristo. El no tolera a los soberbios.
Podremos comprender su actitud por la antipatía que nos inspiran las almas orgullosas y
satisfechas de sí mismas. El mundo no las soporta y las critica. Tampoco Dios puede
amarlas.
Por lo tanto, debemos humillamos en todas las cosas; tenemos que ser humildes al ver
nuestras faltas. En vez de amarse uno a sí mismo, debe reconocer su debilidad y su nada.
¡Oh María, a quien pido todos los días la virtud de la humildad, ayúdame, abate mi orgullo,
envíame muchas humillaciones, Madre querida!
Noche
[NUEVOS TEMAS DE MISIÓN]
El hombre en tres momentos de su vida. - La Virgen y su vocación religiosa. -
"Jesús mío, tal vez pueda ser pronto tuya».
-La abstinencia
-La blasfemia
-La falsa vergüenza.
Esta noche se hizo la consagración al Corazón de Jesús. ¡Oh, cómo he rogado al Corazón
de mi Esposo!" He ido a postrarme ante la Virgen del Perpetuo Socorro. Le supliqué me
ayudase. Ella sabe que obro así solamente por su Jesús. Ella sabe qué atrozmente sufrirá mi
corazón cuando abandone a mi buena madre y a mi querida hermanita. Pero conoce
también que Jesús reemplazará todos esos amores en mi corazón. Ella sabe que Jesús me
quiere totalmente para sí, para amar, orar y sufrir. Que Ella interceda por quien la ha
invocado tantas veces.
Jesús mío, tal vez pueda ser pronto tuya pronunciando esOS votos que me unirán más
íntimamente a Ti. ¡Oh Salvador mío, tiemblo al pensar quién soy! Mi debilidad me
atemoriza. Pero, Vida mía, Tú estás ahí para ayudarme. Todo lo puedo contigo. Sí. Estoy
dispuesta a morir 31 mundo, a dejar a quienes tanto ama, a renunciar a toda felicidad
solamente para darte un poco de consuelo, para manifestarte mi amor, para sufrir contigo.
Gracias por haberme elegido a mí, la más miserable de las criaturas, para una vocación tan
bella. Ilumina al señor párroco cuando el Padre Misionero le hable de mí. 56 Es él quien
debe tomar una solución definitiva. El Padre me ha dicho que sólo él es un confesor
extraordinario. Aunque reconoce que la voluntad de Dios es que abandone el mundo, sin
embargo, es el confesor ordinario quien tiene que decidir. Jesús, María, José, ayudadme.

55 Isabel arrancó esta hoja del manuscrito. En la primera línea de la siguiente hoja. página. 91 del Diario,
habrá escrito "dándome sus consejos y su opinión". Luego tachó la frase.
Sábado, [25 de marzo]. - Hora: nueve
EL PECADO VENIAL
Ofensa a Dios. - Eucaristía y pecados veniales. - .Vienes. Jesús mío, frecuentemente a mi
corazón y yo sigo con mis imperfecciones».
El pecado venial voluntario es una horrible ofensa hecha al Corazón de Jesús. Nada puede
justificarlo. El pecado venial hace vivir al alma en estado de tibieza, en esa tibieza que
Jesús detesta y le produce náuseas (Ap. 3, 16). Un pecado venial; más aún, cien pecados
veniales no pueden ciertamente constituir un pecado mortal, pero conducen a él. El alma
habituada al pecado venial ya no aprecia sus límites. ¡Oh, cuánto sufre Jesucristo al venir
eucarísticamente a un corazón que comete pecados veniales! El mismo se lo comunicó a
Santa Margarita María. 57
¡Oh Jesús mío, perdón! Vienes frecuentemente a mi alma y yo sigo con mis
imperfecciones. ¡Perdón!
Domingo, [26 de marzo]
Promesa materna sobre su vocación. - Lágrimas de sentimiento y paz inalterable. - Dos
años de espera.
¡Oh María, Vos escucháis mis oraciones! Continuad ayudándome.
Margarita ha hablado nuevamente de mi vocación a mamá. Ella creía -fue su respuesta- que
ya no pensaba más en este asunto, pues el párroco no había vuelto a decirle nada e incluso
yo misma permanecía en silencio. Ella tampoco se sentía obligada a hablarme de este pro-
blema. Sin embargo, esta pobre madre afrontó el tema después de comer. Al comprobar que
mis ideas seguían siendo las mismas, derramó copiosas lágrimas y me prometió que no me
impediría marchar cuando tuviese veintiún años, que me quedaban dos años de espera y
que, en conciencia, no podía dejar a mi hermana antes de esa edad.
¡Cuánto he admirado su resignación! Es la Virgen María quien me ha obtenido esta gracia
porque nunca había encontrado a mamá en esa actitud. Cuando vi a las dos llorando por mí,
yo también me eché a llorar.
¡Oh Jesús mío! Es necesario que seas Tú quien me llames, quien me sostengas. Es
necesario que te vea tenderme los brazos por encima de estos seres queridos para que mi
corazón no se parta de dolor. Estoy dispuesta a todo por evitarles una sola lágrima. Sin
embargo, soy yo la causa de su llanto. ¡Oh Dios mío! Lo reconozco. Me quieres para Ti y
me infundes fortaleza y valor. Siento entre mis lágrimas una paz inalterable y una dulzura
infinita. Sí, pronto podré responder a tu llamada. ¡Oh Amado mío! Durante estos dos años
me esforzaré aún más para hacerme una esposa menos indigna de Ti.
56 El P. León descubrió en Isabel Catez todas las señales de una auténtica vocación carmelitana. Hombre
prudente, creyó oportuno consultarlo con el Canónigo Golmard, párroco entonces de San Miguel y confesor
de Isabel.
57 Alude a la aparición del Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque.

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Me parece un sueño. Es todo demasiado hermoso. No puedo creer que reserves semejante
felicidad a una criatura tan pecadora y tan miserable como yo. ¡Seas por siempre bedito!
Mientras tanto, tú que puedes transformarlo todo en mi corazón, destruye. quema, arranca
de mí cuanto te desagrade.
¡Oh María, gracias! Estoy tan emocionada!... Solamente puedo deciros: «Continuad vuestra
obra. Sostened a mi querida madre cuyo valor admiro. Recompensada mi querida hermanita
que sólo piensa en conseguirme la felicidad que tanto anhelo. Dadles fortaleza y valor.
Comprenden que, a pesar del amor que siento por ellas, estoy dispuesta a dejarlas por mi
Jesús. Están convencidas de que es El quien me llama y que solamente por El las sacrifico».
¡Oh 'Amado mío! Protégeles. Ayuda también a quien te ama hasta morir y no encuentra una
palabra bastante eficaz para expresarte su agradecimiento.
[Mañana]. Hora: nueve
LA SAGRADA EUCARISTÍA
El don divino. - La Eucaristía, fuente de virtudes cristianas. - «Sí, Jesús mío, proteged a
mamá. Duele verla sufrir».
Esta instrucción doctrinal estuvo admirable. No dispongo de tiempo para sintetizar las
ideas.
¡Cuánto deseó Jesucristo darse a los hombres! Comulguemos frecuentemente para
responder a su llamada. Encontraremos junto a El fuerza, luz y dignidad. Jesucristo es la
fortaleza que sostiene a los mártires, es el vino que engendra vírgenes.
Las personas que comulgan una vez a la semana deben estar exentas de pecados
mortales.
Quienes comulgan varias veces a la semana procurarán evitar los pecados veniales.
Las personas que comulgan diariamente tienen que aspirar a una vida de santidad, evitar
incluso las imperfecciones, mortificar su cuerpo, hacerle sufrir.
Así se expresan unánimemente los Santos Padres.
Yo pensaba en mamá cuando el Padre decía: «Vosotras, pobres madres, a quienes Dios os
pide el sacrificio de vuestros hijos e hijas, venid a El en busca de fortaleza y generosidad".
Sí, Jesús mío, te ruego protejas a mamá. Duele verla sufrir.
Lunes, [27 de marzo]. - Mañana
EL AMOR DIVINO
Testimonio de los mártires. - Olvido y entrega. - «Amor mío, ya sé que me quieres para
Ti».
Hijo mío, dame tu corazón (Pv. 23, 36).
Santa Inés comprendió estas palabras de Jesucristo cuando prefirió el martirio con tal de
conservar su corazón para el Esposo,' a quien ella se había consagrado. Si alguien quiere
conquistar y merecer nuestro afecto, tiene que amarnos y sacrificarse por nosotros. ¿No lo
ha realizado así Jesucristo? Como es nuestro Dios, este hecho nos deja fríos e indiferentes.
Sin embargo, todo debiera conducirnos a El y consumir de amor nuestros corazones.
Tendríamos que exclamar: «Estoy dispuesto a soportar cualquier sufrimiento por mi amado
Jesús que tanto ha padecido por mí-. Este es el amor que inflamaba el corazón de las
vírgenes cuando abandonaron el mundo para encerrarse... 58
Amor mío, ya sé que me quieres para Ti. Tendré sequedades, arideces. El Padre Misionero
me lo ha dicho: .Cuando sea bastante fuerte para caminar sin consuelos, Jesucristo hará
como que se aleja». Tendré entonces que luchar Y sufrir. Pero, Amor mío, Tú estarás a mi
lado para proteger a quien vive solamente para Ti; a quien te debe un reconocimiento
eterno; a quien se siente incapaz de comprender todas tus gracias y favores pues ha
trabajado tan poco por Ti.

58 El sentido de la frase queda incompleto porque Isabel arrancó una hoja del manuscrito.
Mañana. Hora: nueve
LA PIEDAD
Piedad y amor. - Sus cualidades. - La Eucaristía como fuente de piedad.
La piedad tiene que estar dirigida por el amor y no por el temor. Se trabaja siempre
con entusiasmo por la persona que se ama.
La piedad debe ser:
-lúcida
-humilde
-constante.
Encontramos en la Eucaristía una fuente de piedad.
Hallamos en ella la luz y la fortaleza.
Noche
[EL AMOR DE DIOS]
Misterio divino y emoción humana. - Amor al sufrimiento. -Impaciencias por consagrarse
a Dios. - «¿Por qué me ofreces la más bella de las vocaciones?»
El sermón de esta noche sobre el amor divino estuvo maravilloso. He llorado al oír hablar
del amor que Dios tiene a mi alma. Lamento no poder escribir de punta a cabo este sermón.
Ha sido el mejor de todos.
Jesús mío, no puedo oír que Tú sufres, que tu corazón sangra al ver a los hombres alejarse
de Ti. Esto me tortura. ¿Que sufres, Esposo mío, Amor mío, Vida mía? Sí, lloras y pides
consuelo. En un arranque de bondad has llegado hasta pedirme a mí, pobre gusanillo de la
tierra, miserable criatura, que te consuele. ¿Es posible? Jesús mío, esto es demasiado
sublime, demasiado grato para mi corazón. Creo morir de alegría pensando en ello.
¡Oh! Envíame sufrimientos. Quiero compartir tus dolores. Jesús, mi supremo Amor,
mientras Tú sufras no podré vivir sin padecer. Pronto seré totalmente tuya. Viviré entonces
en soledad, a solas contigo; me ocuparé solamente de Ti; viviré únicamente para Ti y tan
solo contigo conversaré. Sé y comprendo que suspiras por ese día anhelado en que tu
Amada sea, al fin, toda tuya. Ella .También espera impacientemente ese momento. Tendrá
que hacer un gran sacrificio al separarse de sus seres queridos. Pero siente una dulzura
infinita en ese sacrificio porque lo realiza por Ti. Por Ti a quien ama sobre todas las cosas;
por Ti que has herido su corazón; por Ti que la has cautivado con tus encantos; por Ti que
eres su Esposo, su madre, su hermano, su Amor supremo; por Ti que puedes sustituirlo
todo en su corazón.
Me parece un sueño pensar que hayas reservado un destino tan bello y tan sublime a una
criatura débil e indigna como yo que tanto te ha ofendido. Es todo un
misterio de amor el que desees elevarme hasta Ti ofreciéndome la más bella de las
vocaciones. No más lágrimas, ni más tristeza. Alma mía, embriágate de felicidad. Da
gracias a tu Jesús. Es El quien te llama. Puedes, por lo tanto, abandonar sin desgarraduras
de corazón a esos dos seres a quien tanto amas.

Martes, [28 de marzo]. - Mañana. Hora: seis


LA PERSEVERANCIA
Sus medios. - La voluntad de Dios.
Para perseverar se necesita:
-Hacer firmes propósitos. No es conveniente que sean muchos.
-No desanimarse. Es más difícil superar el desaliento que desentenderse del pecado. No hay
que inquietarse si no se constatan progresos en el estado del alma. Dios lo permite
frecuentemente para desterrar de! alma todo sentimiento de orgullo. El conoce nuestros
progresos y contabiliza nuestros esfuerzos.
Mañana. Hora: nueve
DEVOCIONES ESTIMULANTES DE LA PIEDAD
La Pasión del Señor. - La Santa Misa. - La Eucaristía.«Maestro divino, yo te amaré por
quienes te olvidan».
Las devociones a Jesucristo que sirven para estímulo de nuestra piedad son:
-La devoción a la Pasión.
-La devoción a la Santa Misa. Es necesario imaginarse que se asiste a la Pasión del
Señor. Hay que ofrecer a Jesucristo en holocausto a Dios para conseguir una gracia
determinada o en reparación de nuestros pecados.
-La visita al Santísimo Sacramento. Jesucristo se encuentra solo. Nadie va a consolarle. Sin
embargo, El permanece en el sagrario por nosotros.
¡Maestro divino! Sí, yo te consolaré. Yo compartiré tus sufrimientos. No te sientas
desolado. Te amaré por quienes te olvidan. Y tú, María, consígueme otro milagro. 59
Tú que me has escuchado tantas veces, toca ahora el corazón del señor Chapuis. Es
necesario. Te lo pido al precio de cualquier sacrificio.
Noche
LA CONVERSIÓN
Impaciencias apostólicas por la salvación de un alma.
El señor Chapuis asistió esta noche a la Misión. ¡Gracias, María! El sermón sobre la
conversión estaba hecho para él. Que no ponga resistencias a la llamada divina. Querida
madre, tocad su corazón. Faltan solamente unos días para que termine la Misión. Os ruego
le convirtáis.
Miércoles, [29 de marzo]. - Mañana. Hora: seis
LA MISA
Su valor infinito. - Altar y Calvario. - Nuevas inquietudes por la salvación de un alma. -
"Convertida, Dios mío, en nombre de Jesús que se inmola en el altar».
Dios no podría contener su venganza si no existiese este augusto sacrificio, esta Víctima
divina que se inmola tantas veces al día. Nada le es más agradable ni más meritorio.
Aunque nosotros sufriéramos el martirio, nuestro sacrificio sería inútil. Esa sangre seria
solamente sangre humana. Pero en el altar corre la sangre de un Dios.
Durante la Misa:
-Jesús se inmola
-Jesús es Víctima expiatoria 60

59 Isabel consideraba un milagro de la Virgen el que su madre le hubiese concedido permiso para ingresar en
el Carmelo cuando fuera mayor de edad. Por eso le pide ahora el nuevo milagro de la conversión del señor
Chapuis.
60 Isabel enumera un tercer motivo que no llegó a expresar.

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Debemos asistir a la Misa con los mismos sentimientos que hubieran animado nuestro
corazón en el Calvario. Imaginémonos, por lo tanto, que nos hallamos al pie de la cruz, ante
Jesús agonizante. No existe obligación de leer durante la misa las oraciones litúrgicas por
muy bellas que sean. Se puede meditar e incluso rezar el rosario.
¡Dios mío, os pido la conversión de esa alma en nombre de este sublime holocausto! Sí,
convertid la en nombre de mi Jesús que se inmola en el altar y que tanto se sacrificó por las
almas. ¡Dios mío, apiadaos! Si me dirijo a Vos, Señor, con tanta audacia, lo hago impulsada
por el amor que siento hacia Jesús, mi Esposo querido. .
Señor, soy una criatura miserable. No merezco ser escuchada. Apenas he trabajado por
Vos. Pero amo tanto a mi Jesús... Moriría de felicidad si contribuyese en algo a la
conversión de esta alma. Jesucristo se sentirá entonces satisfecho y su Corazón se alegrará
con el retorno' de quien le había olvidado. ¿Cómo debo pedirte esta gracia, Dios mío? ¿Qué
necesito hacer o sufrir? Hablad, Señor. Estoy dispuesta a todo por mi Jesús, con mi Jesús.
Mañana. Hora: nueve
LA SOLEDAD DEL ALMA
Intimidad con Dios. -Necesidad y método de oración. El horizonte de su vocación. -"Esto
es demasiado largo para un corazón que se consume de amor".
El alma que se entrega a la oración. que vive bajo la mirada de Dios, que todo lo realiza por
El y con El:
-reconoce la vanidad de este mundo
-se eleva por encima de las cosas terrenas
-adquiere fortaleza y valor
-progresa en el camino de la perfección.
Se debe hacer oración mental todas las mañanas. Uno de sus métodos es el siguiente: lo
primero retirarse, si es posible, a su propia habitación o acudir a la iglesia aunque sea
durante la Santa Misa.
Se exige, además, ponerse en la presencia de Dios, contemplarle a nuestro lado, rezarle.
Luego se abre un libro. Se lee lentamente, deteniéndose en aquellas ideas que nos
impresionen. Se cierra el libro y se hace que el alma medite sobre lo que se ha leído. Para
finalizar, se toma una firme determinación, se la recuerda durante el día recogiéndose con
frecuencia interiormente y en el examen de conciencia de la noche.
Es necesario también recogerse durante el día, viviendo bajo la mirada de Dios, hablándole
constantemente, sintiéndole a nuestro lado.
Estas son las últimas instrucciones doctrinales de la mañana que tanto me interesaban. La
Misión está ya terminando. Quisiera retener estos días de bendición. Un sentimiento de
tristeza invade mi alma cuando veo finalizar esta Misión porque el Señor me ha colmado
nuevamente de favores durante ella.
Jesús mío, basta de lágrimas. Tú permaneces conmigo. Acudiré a Ti en demanda de
fortaleza y valor para la lucha. Procuraré animarme pensando en ese día feliz en que me
consagraré a Ti. Me quedan solamente dos años. Vamos a. pasarles, Amor mío, en la más
íntima unión, en la más dulce familiaridad. No siempre sentiré, como siento ahora, el
influjo de la gracia. Llegará el momento de la lucha. Entonces, Jesús mío, permanece a mi
lado. Ayúdame. Durante esos dos años que vaya emplear en prepararme para la vida
religiosa, envíame muchos sufrimientos. libera mi alma de todas las cosas; que ella
permanezca libre para que nada la impida verte; doblega mi voluntad, humilla mi orgullo
Tú que eres tan humilde de corazón (Mt. 11, 29). Modela, en fin, el mío para que sea tu
morada predilecta donde vengas a descansar y a conversar conmigo en una unión ideal.
Que mi pobre corazón forme una unidad con tu corazón divino. Para lograrlo, corta,
arranca. consume todo cuanto te desagrade.
¡Oh, me parece un sueño! ¡Solamente dos años de espera! Es un tiempo demasiado
largo para un corazón que se consume. Mi felicidad será tan embriagadora que ya estoy
gozando y disfrutando de ella. Di, Amor mío, ¿ya no surgirán dificultades? No. Tengo
confianza. Tal vez me lleves antes. Ordena Tú mismo las cosas. Te lo confío todo. ¡Oh!
Gracias, Jesús mío, ilumina a mi confesor. Ayuda a mamá tan admirable por su resignación.
Recompensa a Guita. ¿Y a mí? Envíame sufrimientos. Llévame. Soy toda tuya.
Jueves Santo, [30 de marzo]
EL DIA DEL AMOR 61
Amor y gratitud. - Súplica por la salvación de un alma. Alegría apostólica. - "Yo te amaré
por quienes te olvidan».
¡Oh Jesús que descansas en mi corazón! Jesús, mi Vida, mi Amado, mi Amor, deseo
consolarte en este día en que tanto me has amado. Quisiera hacerte olvidar con mi gran
amor las ingratitudes de los hombres. No 'Le aflijas. Yo te amaré por quienes te olvidan.
Soy muy pobre y miserable para tener tan elevadas aspiraciones pero te amo hasta morir de
amor.
¡Qué momento más sublime acabo de pasar contigo! Amor divino, ¡qué lágrimas tan dulces
y suaves he derramado en tu compañía! Perdón, perdón por los pecadores.
He suplicado tanto a Dios cuando permanecías en mi corazón... He dicho a ese Padre
Omnipotente que no podía negarme nada pues se lo pedía en tu nombre. Le he dicho
también que no es más extraordinario convertir a ese pobre pecador que elevarme, a pesar
de ser una criatura miserable, a realidades tan bellas. He suplicado y he llorado tanto, Jesús
mío, que espero conquistarte esta alma. Multiplico mis oraciones a la Virgen y siento acre-
centarse mi confianza. Piensa en la satisfacción que tendré si esa alma retornara a ti.
Moriría de felicidad.
Amado mío, cuando esta mañana he visto a todos esos hombres acercarse a la mesa
eucarística para recibirte, he llorado de alegría. Consideraba la felicidad que sentiría tu
Corazón en esos momentos. Me pareció, sin embargo, que en el fondo de mi alma, me
recordabas a los ausentes. Amor mío, olvídales. Piensa solamente en ellos para perdonarles.
Admite el consuelo de quienes te aman. Sufro sabiendo que tu corazón está triste.
[Mañana]. Hora: once
Emoción y esperanza por la conversión de un alma."Virgen Santísima, espero nuevamente
un milagro».
Estoy tan emocionada que ni sé lo que escribo. ¡Oh María, multiplicad los milagros! ¡Jesús
será tan feliz!...
Mamá ha tenido valor para decir al señor Chapuis que debía confesarse. Temía
terriblemente hacerle más mal que bien y encolerizarle porque tiene un carácter excesiva-
mente violento. Por un milagro de María ha reaccionado bien. Se lo agradeció a mamá. Le
contestó que se encontraba fatigado, que se confesaría en otra ocasión. Está muy
emocionado. María, espero aún un milagro. Cuento con él. Apresúrate. La Misión va a
terminar. Madre querida, convierte esta alma. Hazme sufrir todos los tormentos. Cuanto
más sufro. más me alegro. Pienso que Tú me oyes.

61 Para comprender el sentido de esta elevación eucarística es conveniente recordar que fue escrita
inmediatamente después de haber comulgado. El día de Jueves Santo comulgaron las mujeres conforme
estaba determinado en el programa de la Misión. La comunión fue numerosa y edificante. Parece ser que lo
hicieron también muchos hombres pues Isabel lo recuerda en esta elevación eucarística. Sin embargo, se había
programado que los jóvenes y los hombres hicieran la comunión el día de Pascua. Las confesiones fueron tan
numerosas que los Misioneros tuvieron que pedir ayuda a los párrocos de la ciudad. (La Semaine Religieuse,
1. c., p. 207).
Noche
LA SAGRADA EUCARISTÍA 62
La Eucaristía, expresión de amor. -Ingratitud de los hombres. - "Jesús mío, quiero
devolverte amor por amor, sacrificio por sacrificio».
La Eucaristía es la plenitud del Amor divino. Jesús nos ofrece en ella no sólo sus méritos y
sus dolores sino que se da incluso El mismo. Solamente. un Dios podía concebir una
realidad semejante y establecer una unión tan íntima.
Después de la comunión, Jesucristo y el alma forman un solo y único corazón, quedan
unidos como se funden dos trozos de cera. Jesucristo sufre mucho en este sacramento. El
sudor de sangre que le deja agotado durante su agonía en el Huerto de los Olivos está
producido por la ingratitud de los hombres hacia este adorable sacramento, invención de su
amor. Ni la cruz, ni la muerte infunden miedo al Corazón de Jesús. Es la ingratitud de los
hombres.
Tres cosas debemos considerar en la institución de la Eucaristía:
-el don divino
-el momento que Jesucristo elige para otorgarnos ese don, cuando un pueblo enfurecido
trama su muerte
-el motivo de esa donación divina. Jesucristo quiere conquistar nuestros corazones,
mostramos su amor y conseguir el nuestro.
Jesús mío, quiero devolverte amor por amor, sacrificio por sacrificio. Te has inmolado por
mí. Me ofrezco a Ti como víctima. Te consagro mi vida. Deseo consolarte. Para lograrlo.
supuesta tu gracia divina -sin la cual nada puedo- estoy dispuesta a todo. Te amo tanto,
Jesús mío, que quisiera favorecerte en algo. Envíame sufrimientos.
¡Oh Dios Omnipotente! Yo me ofrezco con Jesús, mi Esposo, Holocausto supremo, como
víctima por los pecados del mundo. Aceptad, os suplico, esta pobre víctima. Es justo que
sufra después de haberos ofendido tanto. Soporto, sin embargo, estos sufrimientos no por
mí sino por los pobres pecadores para que vuelvan a Jesucristo y a su Dios, a quien han
abandonado.
Viernes Santo, [31 de marzo]
Su vocación religiosa a prueba. - Tentativas de matrimonio. - Negativa al mundo y ofrenda
al Señor. – Mi madre es un milagro de María».
¡Oh Jesús mío, guardad mi corazón! Es vuestro, os lo he entregado. Ya no me pertenece.
Mamá ha regresado esta mañana a casa muy tarde y completamente agitada. Le han
hablado de una proposición matrimonial para mí, un partido maravilloso que nunca volveré
a encontrar. Ha ido a consultarlo con el señor párroco. Le ha respondido que convenía
hablarme sobre este posible matrimonio y sobre las ventajas que ofrece. Le ha dicho que
constituye una prueba para mí, pero que necesito reflexionar; que él no puede decidir nada
sobre mi vocación. Opina, sin embargo, que no se debe concertar ninguna entrevista entre
los dos sin avisarme previamente.

62 Isabel escribe erróneamente Viernes-noche en vez de Jueves-noche. Se trata ciertamente del sermón
misional predicado en la noche del Jueves Santo.

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Yo no pensaba ni remotamente en semejante asunto. Pero ¡qué indiferente me ha dejado
esta tentadora proposición! Mi corazón ya no es libre. Se lo he dado al Rey de los reyes. Ya
no puedo disponer de él. Oigo. la voz del Amado que me dice en el fondo de mi corazón:
«Esposa mía, ¿renuncias a la felicidad de este mundo para seguirme? Caminando tras de
mí, encontrarás el dolor y la cruz, tendrás que soportar muchos sufrimientos. Si no
estuviese a tu lado para sostenerte, serías incapaz de sobrellevarlos. Te verás privada
incluso de los consuelos espirituales que tan gratos resultan al alma.
¡Cuántas tribulaciones esperan, amada mía, a quienes siguen mis pasos! Pero también
¡cuántas satisfacciones, cuánta dulzura te haré sentir en esos sufrimientos! Te he elegido
para la más bella de las vocaciones. Mucho tengo que amarte, querida mía, cuando te he
reservado semejante destino. ¿Sientes esos sufrimientos? ¿Quieres consolarme? ¡Estoy tan
abandonado!... Hija mía, no me dejes solo. Quiero tu corazón. Le amo. Le he escogido para
mI. Suspiro por el día en que seas totalmente mía. Mientras tanto, resérvame tu corazón».
Sí, Amor mío, Vida mía, Esposo adorado, permafl8ce tranquilo. Estoy dispuesta a seguirte
por el camino del sacrificio. Me presentas todos los sufrimientos que vaya encontrar. Jesús
mío, les pasaremos Juntos. Siguiendo tus pasos, caminando en tu compañía, seré valiente.
iOh! Gracias por haber elegido a una pobre criaturilla como yo para consolarte. Sabías
perfectamente que (10 te abandonaría. De lo contrario hubiese sido más culpable que
aquellos desgraciados que, hace veinte siglos, te crucificaron.
¡Oh Amor supremo! Soy toda tuya. Te pido solamente que me ayudes pues sin Ti soy capaz
de todas las vilezas y de todos los crímenes.
Siento disgustar a mi querida madre. Es admirable. Es un milagro de María. Ni siquiera
intenta hacerme vacilar. Cuando me aconsejó que lo pensara bien, le dije que mi respuesta
sería la misma hoy que dentro de ocho días. Ahora bien; si le agradaba esa demora, estaba
dispuesta a esperar. Ella no contestó... Ahora me comprende... Hubiese sido un descanso
para mí -me respondió- pero el Señor lo ha querido de otro modo. 63
Noche
LA PASIÓN
Personajes evangélicos de la Pasión. - Sentimiento de culpabilidad. - Victima de
expiación. - «Quiero vivir y morir crucificada».
El sermón de Pasión estuvo magnífico. El Padre Mouton ha ido presentando todos los
enemigos de Jesús: Pil3to, Herodes, Anás, Caifás, el pueblo judío, los soldados romanos.
Ha simbolizado en cada uno de ellos a los diferentes pecadores de hoy.
Jesús mío, ¿todas las criaturas no se han teñido más o menos con tu sangre? ¡Ah! Yo
misma, a quien colmas de gracias, ¿no te he ofendido muchas veces? Perdón, perdón. Tú
me has perdonado ciertamente al inspirarme la más bella de las vocaciones. Maestro
querido, expiaré durante mi vida los pecados de quienes te ofenden.
Dios mío, me ofrezco como víctima en unión de Jesús crucificado. Te lo prometo una vez
más. Conmoveos, Señor.64 Os hago el sacrificio de mi vida. Dadme esa alma que tanto os
pido. Dádmela al precio de cualquier sufrimiento. Quiero la cruz. Quiero vivir llevando la
cruz para que sea mi apoyo, mi fortaleza, mi tesoro.

63 Otra hoja del Diario que ha sido arrancada. Isabel tachó incluso la expresión "al decir que..." Ha añadido
en su lugar una hoja con caligrafía distinta. El anverso está en blanco. En el reverso escribió parte del sermón
de la Pasión.
64 Con estas palabras comienza la página 114 del Diario y aparece nuevamente en ella la caligrafía habitual
de Isabel Catez.
Ya que Jesús la ha escogido para El y para mí, le agradezco esta señal de predestinación. O
Crux, ave, spes unica.65 Sí, tú serás siempre mi apoyo, mi fortaleza, mi esperanza. Cruz
santa, tesoro supremo que Jesús reserva a los predilectos de su Corazón, quiero vivir y
morir contigo como mi amado Esposo. Sí, quiero vivir y morir crucificada. Amor mío, «o
padecer o morir».
Te devolveré amor por amor, sangre por sangre. Has muerto por mí. Pues bien, cada
día soportaré nuevos sufrimientos, padeceré nuevo martirio por Ti, solamente por n, a quien
tanto amo...
¡Cómo le he pedido perdón por mí y por los pobres pecadores! 66 Le he suplicado que se
compadezca de ellos y he pedido también a Jesús que me dé su cruz. Quiero llevarla
siguiendo sus pasos e íntimamente unida a El. Deseo vivir con El. Quiero vivir a la sombra
de su divino Corazón.
Sábado [Santo. 1 de abril]. - Mañana. Hora: seis 67
[PUREZA DE INTENCIÓN]
Santificación de nuestras obras. - Ultima confesión con
el Padre Misionero.
La instrucción doctrinal de esta mañana sobre la pureza de intención, la santificación de las
obras diarias, ha sido encantadora. Me coloqué, por desgracia, cerca del confesonario, un
poco lejos del púlpito y no pude oírlo todo.
Me he confesado después de esta instrucción.68 ¡Oh qué confesión! El Padre me ha
reconocido. ¡Cuánto bien me ha hecho! Estaba desconsolada pensando que era la última
vez que me dirigía a este santo Misionero que ;;;upo comprenderme y hacerme tanto bien.
Sábado Santo
[DESILUSIÓN APOSTÓLICA]
Compartiendo el dolor de Cristo. - Resignación cristiana.
- ",Seguiré sufriendo y orando hasta que, al fin, sea escuchada».
¡Pobre Jesús! ¡Qué espina para tu Corazón! Tu amada sufre también contigo. Había rogado
tanto, había suplicado tanto por esta alma!... Ningún sacrificio te había rechazado por esta
conversión.
Estoy consternada. ¿Podré seguir escribiendo? Después de haberlo dispuesto todo respecto
al señor Ch., 69 mamá pidió al señor párroco que enviara un Padre Misionero. Hoy ha
venido el P. León. Yo tenía plena confianza. Pero ¡ay! se le ha contestado con un no que ha
hecho perder toda esperanza. El Padre dice que este pecador no se convertirá jamás. Me
siento enferma pensando en mi Jesús. Tiemblo por esta alma. ¡Qué abuso de la gracia! Sin
embargo, no la censuro. Después de un arrebato momentáneo contra ella, la he
compadecido. Dios mío, no hubiera hecho yo otro tanto e incluso más si Vos no me
hubieseis colmado de favores?
65 Himno de Vísperas durante el tiempo litúrgico de Pasión.
66 Este último párrafo pertenece a la página 115 del Diario. Está escrito en una hoja que Isabel añadió al
manuscrito después de haber arrancado la original. La caligrafía es indiscutiblemente suya.
67 Se trata del Sábado Santo del año 1899. Isabel sólo pone como fecha de la meditación "Sábado, 6 de la
mañana". Además colocó este epígrafe en la meditación siguiente.
68 Es la tercera confesión que Isabel hizo con el P. León durante la Misión general de Dijon.
69 Se refiere una vez más al señor Chapuis.

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Maestro querido, uno mi dolor a tu dolor. Lo hemos intentado todo para salvar esta alma.
Mamá con sus consejos y yo, Jesús mío, con mis constantes oraciones. Tal vez no lo haya
hecho como debía. Pues bien; seguiré sufriendo y orando hasta que, al fin, sea escuchada.
¡Jesús, pobre Amor mío, consuélate!
Pascua, [2 de abril]
Alleluia! - Lágrimas de tristeza en- un día de gloria."Pensemos en las ovejas extraviadas
que han vuelto al redil.
Alleluia! Alleluia! Jesús mío, no hago más que llorar en este día de gloria y de júbilo. Lloro
por el fin de la Misión. Lloro principalmente por la obstinación de esa alma. He escuchado
esta mañana tu voz en el fondo de mi corazón. Me decías que no estuviese triste, que si mis
oraciones, al parecer, no habían sido escuchadas, sin embargo, todos mis súplicas y todos
mis sufrimientos habían consolado tu Corazón. Esto me satisface. Pero cómo puedo
sentirme feliz cuando Tú, Esposo mío, estás ¿sufriendo?
¡Ah! Debes también alegrarte contemplando tantas conversiones logradas en esta Misión.
Para pasar este día de Pascua algo menos triste, me uno a la alegría de tu Corazón. En este
día tan hermoso pensemos solamente en las ovejas extraviadas que han vuelto al redil.
Domingo. -Tarde
CLAUSURA DE LA MISIÓN
La perseverancia. - Emocionante despedida de los Misioneros. - La felicidad de su
vocación. - Confidencias con la Virgen. - El gran sacrificio. - ..Seré tu esposa, una humilde
y pobre Carmelita».
Después de Vísperas, el P. Mouton ha predicado por última vez. Ha hablado de la
perseverancia.
Es necesario perseverar. Aunque hayamos vivido cuarenta o cincuenta años practicando la
virtud, si luego pecamos, perdemos todos nuestros méritos. Por el contrario, si a pesar de
haber vivido muchos años alejados de Dios, volvemos a El con amor y arrepentimiento,
todos nuestros pecados quedarán perdonados.
Hay que conservar el fruto espiritual de la Misión. Durante estos sermones el alma se ha
sentido movida por la gracia. Ahora va a presentarse la prueba, la lucha, el momento de
cumplir nuestros propósitos. Necesitamos para esta batalla armas, escudos que nos protejan.
-Nuestra arma defensiva será la fe.
-Nuestras armas ofensivas serán la oración, los sacramentos, la Sagrada Eucaristía, ese pan
de los Ángeles que protege a las pobres criaturas, a las vírgenes humildes, angelicalmente
bellas y puras.
Después... el P. Misionero se ha despedido de nosotros. Yo lloraba intensamente. Las
personas que tenía a mi lado estaban tan emocionadas como yo. Sus palabras de despedida
eran tan conmovedoras... El Padre también lloraba. Después de haberse dirigido a todos en
general, ha recordado a los ausentes, a cuantos han despreciado la gracia de Dios. Ha
aconsejado a las almas que no han visto satisfechas sus súplicas, a no desanimarse. Les ha
asegurado que algún día serán escuchadas pues el Señor no puede olvidar tantas oraciones y
tantos sacrificios. ¡Cuánto me han animado estas palabras!
El Padre nos dio con entonación vibrante y emocionada la Bendición Papal. Después se
cantó el Te Deum, ese himno admirable que penetra hasta las profundidades más íntimas de
mi alma. Al oírle, pienso siempre en el día que se cantará cuando yo desaparezca tras las
rejas del Carmelo.
Todo ha terminado. ¡Qué rápidamente ha pasado la Misión! Estoy triste en este último día.
Jesús me ha dicho que debo permanecer alegre pensando que pronto seré suya. El no me
abandona. Siempre está conmigo. ¿Qué más necesitas, hija mía?», me ha dicho el Señor.
¡Oh! Ciertamente soy feliz. Disfruto ya de mi futura felicidad. Contemplo el mundo y todas
sus realidades como cosas por entre las que debo pasar sin dejar prendido en ellas mi
corazón. He pedido a mi divino Esposo que arranque de mi alma todo cuanto le desagrade.
Al examinar cada mañana mi jornada del día, le prometo determinados sacrificios. Cuando
vacilo ante algo que me cuesta, Jesús insiste de tal modo, que me es imposible negárselo.
Antes de abandonar la iglesia he encomendado a la Virgen del Perpetuo Socorro a mi pobre
pecador. Le he prometido invocarla todos los días por esta pobre alma. Luego me he
consagrado nuevamente a la Virgen y me he entregado a ella con absoluta confianza. ¡Oh!
Siempre me ha escuchado. Nunca podré expresarle mi amor y mi reconocimiento. Soy
feliz. Mi corazón se desborda de alegría. Disfruto ya de mi próxima felicidad. ¡Virgen del
Perpetuo Socorro! Te pediré todos los días dos cosas:
que continúes protegiendo a mi querida mamá -ahora me comprende perfectamente- y que
me sostengas en este camino de la cruz que me propongo recorrer, llena de felicidad,
siguiendo los pasos de Jesucristo. Madre querida, concédeme la gracia de perseverar, de
conseguir mi perfección. Conserva mi corazón puro. Le pongo bajo tu protección. Te lo
entrego.
¡Oh Jesús mío! Gracias también a Ti en este día en que se clausura la Misión. Durante estas
cuatro semanas no has hecho más que colmarme de beneficios especialmente en estos
últimos días que nunca olvidaré. iMe siento tan feliz! ... Me parece un sueño. No puedo aún
comprender ese prodigio de tu amor. Cuando pienso en mis debilidades, en mi tibieza, tu
bondad me confunde y me es imposible contener las lágrimas, Jesús' mío. Son lágrimas tan
cargadas de dulzura... Pronto responderé a tu llamada. Pronto seré completamente tuya.
Pronto me habré despedido de cuanto poseía. El sacrificio ya está hecho. Mi corazón se
encuentra ya despegado de todas las cosas. Apenas siente abandonarlo porque lo hace por
Ti. Queda todavía un sacrificio que resultará difícil a mi corazón, un sacrificio para el que
pido tu ayuda. Es mi madre, esa madre tan perfecta que me has dado. Es mi hermana, esa
criatura que es la abnegación encarnada. Soy feliz sacrificándoles por Ti. Sí, soy feliz
ofreciéndote ese auténtico sacrificio.
Esposo divino, me has llenado de favores. ¿Qué podré ofrecerte en recompensa? Muy poca
cosa y aun esto es también un regalo tuyo. Te doy, al menos, un corazón que te ama, un
corazón que sólo anhela compartir tus sufrimientos, un corazón que vive solamente para Ti,
que sólo te quiere a Ti, que después de muchas años desea Únicamente consagrarse a Ti
abandonando el mundo y cuenta los días que le separan de esa hora feliz en que, por medio
de tres votos, te perteneceré para siempre. Seré entonces tu esposa, una humilde y pobre
Carmelita, una crucificada como Tú. ¡Oh Esposo mío, mi Rey, mi Vida, mi Amor supremo,
protégeme siempre en ese camino de la cruz que he aceptado para compartirlo porque sin
Ti nada puedo.
Miércoles de Pascua, [5 de abril]
Nostalgia de la Misión. - Coloquios eucarísticos.
Gratitud por su vocación.
¡Cuánto echo de menos la Misión! ¡Era tan dulce escuchar tres veces al día la palabra de
Dios y rezar en común el rosario ante la Virgen del Perpetuo Socorro!
Los Padres Misioneros ya se han marchado. Siento no poder confesarme nuevamente con el
P. León. En las dos confesiones que hice con él me dio prudentes consejos y comprendió
perfectamente las necesidades de mi alma. Su dirección espiritual se parece a la del
sacerdote S... 70 Agradezco al Señor haber disfrutado otra vez de ella.
Todos estos días voy por la tarde a hacer una breve visita al Santísimo Sacramento. Qué
momentos más deliciosos paso junto a mi Amado. Dejo que mi corazón se desahogue en
dulces coloquios. A veces me sorprendo de las locuras que digo a este Esposo divino. Pero
a El le gusta esta expansión espontánea, este diálogo cordial. Luego escucho su dulce voz
que resuena en el fondo de mi alma, que me da solícitos consejos, que me prepara para el
camino que pronto voy a recorrer.
El me presenta los sacrificios y los sufrimientos que voy a encontrar. Pero qué alegría, qué
dulzura se experimenta también en esas tribulaciones al pensar que Aquel por quien se
sufre, permanece con nosotros y que cada sufrimiento consuela tanto su Corazón.
Digo mil locuras a mi Amado para agradecerle ose destino tan bello que me ha señalado.
«No puedo ofrecerte me ha dicho- una garantía más grande de amor. Esa vocación está
reservada a las almas predilectas de mi Corazón». y yo, pobre criatura, que pensaba tan
pocas veces en mi Jesús, he sido llamada por El a esta sublime vocación.
¡Oh milagro de amor; Amor incomprensible de un Dios! 71
70 Alude al Canónigo Sellenet, antiguo confesor de Isabel Catez. Aunque Isabel dice que se confesó> dos
veces con el P. León, de hecho fueron tres: el 14 y 15 de marzo y el 1 de abril.
71 Así termina el manuscrito "A" del Diario de Isabel Catez. Había escrito cincuenta páginas más pero las
arrancó antes de su ingreso en el Convento de Madres Carmelitas de Dijon y las quemó. Esta decisión nos ha
impedido conocer la vida más Intima de su persona.

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