Está en la página 1de 2

ORACION POR UN DIFUNTO

1. Saludo inicial
a. En el nombre del Padre…
b. Nos encontramos reunidos para encomendar el alma de N. …

2. Acto penitencial
a. Reconozcamos nuestra fragilidad y pidamos que nuestro hermano N. que se
encuentra ya gozando de la vida eterna, interceda por cada uno de nosotros
(momento de silencio)
i. Tú que has venido a perdonar y no a juzgar, Señor ten piedad
1. R: Señor ten piedad
ii. Tú que eres un Dios de vivos y nos has prometido una vida contigo, Cristo
ten piedad
1. R: Cristo ten piedad
iii. Tú que abrazas a quien se arrepiente y extiendes la mano al caído, Señor
ten piedad
1. R: Señor ten piedad

3. Oración (escoger solo una)

 Oh Dios, en quien todos los muertos viven


y los santos encuentran la felicidad eterna,
escucha nuestras súplicas por nuestro hermano N.,
que ya no contempla la luz de este mundo,
y concédele, en cambio,
gozar eternamente de la claridad de tu presencia.
Por nuestro Señor Jesucristo

 Suba nuestra oración a tu presencia, Señor,


y que las alegrías eternas acojan
a nuestro hermano N.;
tú que lo creaste a tu imagen
y lo hiciste tu hijo de adopción en el bautismo,
concédele ahora entrar en posesión
de la herencia prometida.
por nuestro Señor Jesucristo.

 Dios de misericordia,
escucha propiciamente nuestras súplicas
y concede a tu siervo N.
el perdón de sus pecados,
para que, en el día de la resurrección universal,
alcance la vida verdadera
y goce en la paz de tu reino.
Por nuestro Señor Jesucristo.

4. Evangelio (Lc. 24, 1-6)

El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que
habían preparado. Al llegar, se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro había sido
removida. Entraron, pero no encontraron el cuerpo de Jesús, el Señor. Estaban aún
desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas
resplandecientes que, al ver cómo las mujeres se postraban rostro en tierra llenas de miedo, les
dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado.

5. Reflexión

6. Peticiones y acciones de gracias

7. Oración final

Padre de bondad, concede a quienes han tenido la dicha de compartir con N. tener la certeza de
que él goza de la nueva y definitiva vida, permíteles por su intercesión alcanzar las gracias que
ellos necesitan. Nos encomendamos a nuestra Madre del cielo para que nos cobije bajo su manto
y seamos fieles testigos de la resurrección: Dios te salve María, llena eres de gracia…

También podría gustarte