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LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA DEL S. XX.

EL NEOPOSITIVISMO LÓGICO DEL CÍRCULO DE VIENA. NACIMIENTO DE


LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA.

LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA DEL S.XX


A comienzos del S. XX y antes de las dos guerras mundiales se dio una gigante
revolución en las ciencias básicas, que todavía, a inicios del S. XXI no se clausura. Esta
revolución va a ser la base de la revolución epistemológica posterior y se inicia con las
revoluciones operadas por la física de la relatividad, la física cuántica y la
termodinámica. Continuó con la aparición de la genética, la ecología, la biología
molecular y el desarrollo de la cibernética, de la teoría de la información y de la teoría de
sistemas. Y se reafirmó con el fracaso del Positivismo Lógico del Círculo de Viena y las
revoluciones en la epistemología, la aparición de nuevas lógicas, nuevas algebras, nuevas
geometrías y los planteamientos de las teorías de complejidad.
La más importante corriente epistemológica que intentaría asumir los nuevos retos de
esta gran revolución fue el Positivismo Lógico, perspectiva que se explicará a
continuación.

EL POSITIVISMO LOGICO
El positivismo lógico buscó establecer las bases para que la ciencia pudiera resolver
fácilmente muchas discusiones epistemológicas, sobre los criterios que hacen que
unateoría sea científica o no.
En la época del círculo de Viena se encontraban en furor discusiones sobre el estatuto
epistemológico de teorías de distintos campos del saber que pretendían ser consideradas
como científicas. Se debatía acaloradamente si el psicoanálisis o el marxismo eran
perspectivas científicas. O si la nueva física teórica einsteniana iba finalmente a
desplazar a la física newtoniana, modelo por excelencia de teoría científica.
En este contexto, el positivismo lógico asumió, inspirado en el pensamiento de
Wittgenstein contenido en el Tractatus, que el lenguaje es el ámbito desde donde deben
aclararse todos los problemas científicos. Asumió que el lenguaje es el vehículo del
pensamiento y que todos los problemas del pensamiento, específicamente los problemas
del pensamiento científico, son problemas del lenguaje. Pero los problemas del lenguaje
los definió como problemas del significado.
Por lo tanto, el positivismo lógico necesitaba desarrollar una teoría del significado y lo
hizo a partir de una exigencia lógica y de una exigencia empírica. Como exigencia lógica
planteó que la mayor parte de los términos científicos debían traducirse en términos
lógicos, a la manera de la lógica simbólica matemática de Frege y Russell. Y como
exigencia empírica, esperaba que todos los términos teóricos y lógicos pudieran
corresponder con términos observacionales. Es decir, que se pudieran verificar. Así, el
criterio de significación era la verificación. Algo tenía significado en la medida en que
pudiera implicar un proceso de verificación.
La distinción entre términos lógicos, términos teóricos y términos observacionales fue
acuñada por el positivismo lógico. Un término lógico puede ser cualquier expresión
lógica, como, por ejemplo, el enunciado: los espacios crecen en proporción doble a los
tiempos, enunciado de la física galileana sobre la caída de los cuerpos. Un enunciado
teórico puede ser cualquier tipo de formulación teórica necesaria dentro del cuerpo de la
teoría en cuestión, por ejemplo, para la misma física galileana el enunciado: los cuerpos
tienden a conservar sus movimientos. Y un enunciado observacional puede ser un
informe de laboratorio concreto, por ejemplo, en dos unidades de tiempo, una bola de
metal que se desplaza por un plano inclinado, recorre cuatro unidades de espacio.
Estas distinciones fueron muy importantes para el esfuerzo que hicieron algunos
epistemólogos, como Carnap, para definir la estructura lógica de cualquier teoría
científica, desde lo que se llamó como .la Concepción Heredada., que eran un conjunto
de criterios y una estructura que servía como esquema ideal del lenguaje científico,
esquema al que se podría traducir toda teoría que pretendiera ser científica. En este
esquema lo importante era que los términos lógicos y teóricos pudieran corresponder
con términos observacionales. Y para posibilitar ese salto se incluyó, en la concepción
heredada, además de los términos ya mencionados, lo que se denominó reglas de
correspondencia, que servían de puente y salvaban el abismo hacía los términos
observacionales. Un ejemplo de esas reglas, en el mismo caso de la física galileana,
puede ser el principio del plano inclinado, que permite hacer una observación controlada
de un fenómeno que se observa en la naturaleza de forma no controlada, es decir, de la
caída de los cuerpos, la cual Galileo veía, pero no podía medir. Otro ejemplo de esas
reglas puede ser lo que se llama como la ficha técnica de un análisis estadístico. Es decir,
la explicación de la forma como se elaboraron y aplicaron las herramientas estadísticas y
que hace válidas la recolección empírica de los datos.
Por verificación se puede entender, de una manera muy sencilla, cuando se lograban
vincular, de manera deductiva, los enunciados teóricos o lógicos de una teoría con la
observación, de tal forma que de ello depende su verdad.
Para el Positivismo Lógico este criterio de significación no era un criterio cualquiera,
sino un criterio científico, o que servía para separar el lenguaje científico del no
científico. Y como el criterio era de verificación empírica, todo lo que no podía responder
a ese criterio se calificaba como meta-empírico, o metafísico. Así, los positivistas lógicos
intentaron separar ciencia de metafísica.
En el contexto de esta propuesta se acuñó para la filosofía de la ciencia, la expresión
criterio de demarcación., es decir, el criterio que permite colocar la frontera entre ciencia
y no ciencia. De esta forma se dice que el positivismo lógico tiene como criterio de
demarcación el criterio empírico del significad o la verificación. Si algo se puede verificar
empíricamente, entonces es científico.
Otra expresión que se acuñó, y que será muy importante para la filosofía de la ciencia
posterior, será la introducida por Reichenbach, entre lo que él denominó el contexto del
descubrimiento y el contexto de la justificación. El primero se refiere a todas las
circunstancias que rodean el descubrimiento científico. Y el segundo, a la manera como
se explica o se justifica ese aporte como científico. Para el positivismo lógico y para
Popper, la epistemología debía dedicarse exclusivamente al contexto de justificación,
porque el estudio del contexto de descubrimiento no permite conocer nada sobre el
procedimiento y la normatividad de la ciencia. El estudio de ese contexto le corresponde
a la psicología y no a la epistemología.
Todos los anteriores aportes marcaron el inicio de la filosofía de la ciencia profesional
contemporánea, no tanto por su aceptación, sino por los debates y las críticas que en
adelante se generaron y que sirvieron como impulso para nuevas propuestas. Las más
completas y significativas críticas las hizo Karl Popper. Enseguida presentaremos una
sintética comparación entre estas dos perspectivas.

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