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EN EL CAMINO PARA RECUPERAR EL RECONOCIMIENTO ANTE LA

DISCRIMINACIÓN RACIAL

La Directora de la Unidad de Inclusión Social, Étnica y Racial en la Oficina de Asuntos del


Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EEUU (Zakiya Carr Johnson) se
refirió acerca de la discriminación étnica-racial en el Perú el pasado 28 de agosto del
presente año: …”Muchas veces, por ignorancia, las personas no saben que una mujer
afrodescendiente como yo puede ser una oficial de gobierno. En mi país no sería
cuestionada por ello, pero en otros países sí. Estamos rompiendo barreras. Ojalá que en
Perú también podamos ver más diversidad”...Con estas palabras ella alegó que en su país
la discriminación racial se estaba combatiendo pero, ¿Qué hay de nuestro país?¿Es que
acaso sigue siendo un problema social? De ser cierta esta pregunta, ¿por qué no conseguir
pensamientos más maduros y coherentes para apoyar al desarrollo social de nuestra
nación?

Hoy en día la discriminación en nuestro país no es un tema veto. Todos conocemos el


actuar de cada persona ya sea responsable o no; sin embargo esto no hace ningún efecto
en los resultados que se obtienen con relación a las personas que se han sentido ofendidas
por tardas razones: color de piel, forma de expresarse, lugar de procedencia, costumbres,
creencias, entre otras que no valen la pena mencionar. A diario se reportan casos de
distinción racial; pese a ello, lamentablemente poco se hace al respecto. Siempre cada
pregunta quedaba al intemperie esperando alcanzar cercanas respuestas, sin triunfo
alguno.

“Cuando estuve en 1° de secundaria sufrí de discriminación en mi colegio, porque era de la


Sierra y al momento de hablar tenía ese dejo. Me decían ‘anda chola a tu pueblo’ y otras
cosas más que me hacían sentir muy mal. (Evelina María, estudiante de 17 años). Como el
testimonio de Evelina existen muchos, de los cuales sólo se dan a conocer si el problema es
grave dejando ver el poco interés de nuestro gobierno. Si bien es cierto, el cambio y mejora
del pensamiento de nuestra sociedad no se dará de la noche a la mañana, esto no implica
que la acción al respecto sea nula; porque, la dignidad y respeto del ser humano es más
importante que otros ámbitos.

Por otro lado, existen entidades y personas de a pié que sin necesidad de comunicarles lo
correcto, inmediatamente actúan y tratan de poner un freno. El Ministerio de Cultura de
nuestro país actualmente continúa luchando contra la discriminación étnico-racial en el
Perú; pero, sus esfuerzos se convierten en vanos porque lastimosamente los mismos
afectados desconocen los derechos que poseen; por ejemplo, las personas agredidas con
motivo de discriminación, pueden denunciar el hecho. Sin embargo por “vergüenza” a
denunciar esos actos, no lo hacen y dificultan el trabajo de algunas autoridades.
Además, el control de casos por distinción de costumbres y razas, contiene un nivel de
complicación alto; ya que, las situaciones para identificar estos sucesos son escasos.
Generalmente los afectados y agresores, residen en algunas zonas andinas alejadas del
país, lo cual complica identificar la ubicación de estas personas al igual que ciertos
procesos administrativos y judiciales de estos casos. También, para las personas
indiferentes a estos temas, da muestra la poca importancia del gobierno y/o autoridades
frente a estas situaciones; porque, los ciudadanos no presencian resultados satisfactorios.

Por todo lo mencionado anteriormente, es necesario poner en pie un plan de identificación


de casos de discriminación étnico-racial en nuestro país. No basta con mostrar textos o
palabras que traten de convencer a los pobladores; sino, lo que se quiere es conseguir
resultados contundentes que apoyen las simples palabras de los representantes de cada
región de nuestro estado. Todos los peruanos esperan que la discriminación deje de ser un
“problema en combate” por un “problema combatido”.

La solución recae en cultivar los buenos valores desde el hogar, la forma en que cada niño
se va desarrollando día día será la manera en que cada persona en el futuro sea tratada. Si
el niño en casa no recibe la orientación necesaria y en la escuela no fortalece la información
brindada acerca del trato hacia el prójimo, posteriormente nos encontraremos frente a casos
de suicidio probablemente; ya que, si estos problemas de discriminación no se superan
psicológicamente, pueden llevar al perjudicado a tomar una decisión errónea en la que no
habrá vuelta atrás.

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