“Análisis Fragmentario de un Caso de Histeria” (1905 [1901])
1) ¿Cuál es la meta práctica y teórica del tratamiento?
La meta práctica del tratamiento es suprimir todos los síntomas posibles y sustituirlos por las ideas conscientes, la meta teórica consiste en curar todos los fallos de la memoria del enfermo. Ambas metas se repiten en todos los casos, ya que el psicoanálisis persigue siempre como fin dinámico el vencer todas las resistencias de la represión, y como fin descriptivo, el rellenar las lagunas de la memoria del paciente. 2) ¿Cuáles son las tres condiciones psíquicas para la histeria? Las tres condiciones psíquicas postuladas para la histeria son: i) El trauma psíquico. ii) El conflicto de los afectos. iii) La intervención de la esfera sexual. 3) Defina trauma psíquico (buscar en el diccionario). Explique cuáles son las escenas del caso que Freud ubica como: el suceso actual y la vivencia traumática. ¿Cómo operan? Trauma Psíquico: Es un acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, la incapacidad del sujeto de responder a él adecuadamente y el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica. En términos económicos, el trauma se caracteriza por un aflujo de excitaciones excesivo, en relación con la tolerancia del sujeto y su capacidad de controlar y elaborar psíquicamente dichas excitaciones. Freud lo define como una condición previa que tiene que tener la persona para que se inicie un estado patológico histérico. Dentro del caso Dora, el suceso actual sería la escena del lago. Dora y su padre se habían reunido con el matrimonio K, en L, un lugar de veraneo. El padre se proponía regresar después de unos días, dejando así a Dora en casa de sus amigos por unas semanas. Pero cuando se dispuso a retornar a Viena, la joven declaro su deseo de acompañarle, y así lo hizo. Después explico que el señor K, se había insinuado y le había realizado proposiciones amorosas durante un paseo que dieron a solas por el lago, diciéndole a Dora que su mujer no le interesaba, por lo cual la joven lo bofetea y se retira del lugar. Como era de esperar al pedir explicaciones al acusado, lo niega rotundamente, diciendo que su mujer la había sorprendido leyendo libros “eróticos” (Fisiología del Amor), y que presentaba mucho interés sobre las cuestiones sexuales, y por ello la joven habría fantaseado la escena amorosa. Si bien en un principio Freud toma a esta escena como el trauma psíquico, inmediatamente se desdice, puesto que habría que tener en cuenta la existencia de síntomas harto previos a la aventura con K, remitiéndose incluso a la infancia de la niña. Por ello, al avanzar más el análisis Dora le relata un suceso acontecido años anteriores, cuando ella tenía catorce años, que sí podría constituir la vivencia traumática, como ser la escena del beso. La joven relata que K había convencido para que su mujer y Dora acudiesen a su comercio para presenciar desde él una fiesta religiosa, pero luego hizo que su mujer se quedara en la casa, y espero solo a la muchacha. Indicó a Dora que le esperase junto a la escalera que conducía el piso superior, mientras el cerraba la puerta exterior. Pero al llegar a su lado, la estrecho entre sus brazos y le dio un beso en la boca. Dora sintió una violenta repugnancia, que la llevo a desprenderse de los brazos de K y salir corriendo a la calle. 4) En el análisis que Freud hace de los síntomas posteriores a la escena de la tienda, Freud dice que la niña ya tiene un comportamiento totalmente histérico. ¿Cuál es la condición del mismo? Freud sostiene que la conducta de la niña a sus 14 años es completamente histérica, puesto que la condición para que un comportamiento sea histérico es que la persona, sea o no capaz de producir síntomas somáticos, ante una ocasión favorable a la excitación sexual desarrolle predominante o exclusivamente sentimientos de displacer. En el caso de Dora se produjo un desplazamiento de la sensación genital, que en esa circunstancia una muchacha sana tendría que haber sentido, por la sensación displacentera propia de la mucosa de entrada del aparato digestivo, es decir el asco. 5) Analice brevemente el síntoma de la presión en el busto y el asco. En un primer momento el asco sentido por Dora por la excitación de la mucosa labial, se manifestaba en una leve repugnancia a los alimentos. En éste síntoma se daría un primer desplazamiento, puesto que Dora en lugar de percibir una excitación de sus mucosas genitales, percibe una excitación de sus mucosas del aparato digestivo, generándole repugnancia y nauseas. Pero esto no llegó a convertirse en un síntoma permanente, sino que la escena había dejado una huella distinta. Se trataba de una alucinación sensorial que se hacía sentir de tiempo en tiempo. La paciente afirmaba aún sentir la presión causada por el señor K. Esta presión en el busco que aparece como síntoma, sería la consecuencia de un segundo desplazamiento, dice Freud que lo que había sentido Dora realmente, no había sido la mano del señor K sobre su busto, sino que en realidad habría percibido la presión del miembro erecto sobre su vientre, percepción eliminada en el recuerdo, reprimida, y desplazada luego en el síntoma. Además, algunas cuestiones como el eludir pasar cerca de un hombre que se hallaba conversando cariñosamente con una mujer, hizo pensar precisamente que Dora no sólo había sentido el brazo apasionado y el beso de K, sino también la presión del miembro en erección. Esto como ya mencionamos, quedo reprimido y sustituido por la presión en el tórax como síntoma, y también por una suerte de mecanismo fóbico hacia otras parejas en esa posición erótica. Por otro lado, la sensación de repugnancia aparece originariamente como la reacción ante el olor de las heces. Ahora bien, los genitales masculinos permiten asociar o recordar las funciones excrementales, puesto que no sólo participan en las funciones sexuales, sino también en las de micción. Quedando así la repugnancia integrada entre las manifestaciones afectivas de la vida sexual. 6) Analice brevemente el síntoma de tos nerviosa de Dora. La tos nerviosa de Dora se presentaba cuando esta realizaba acusaciones repetidamente contra el padre. Si atribuimos al síntoma una interpretación, podríamos decir que la tos nerviosa es una expresión de una situación sexual fantaseada. Ella decía que la señora K amaba solamente a su padre porque se trataba de un hombre de “recursos”. Pero Freud observa que detrás de esto se encontraba lo contrario, puesto que la muchacha sabia de una situación, de que su padre era impotente (alguien “sin recursos”). Una vez confirmada conscientemente por la sujeto esta interpretación, Freud le hizo notar esta contradicción, al afirmar que las relaciones entre su padre y la Sra. K eran de carácter íntimo, sosteniendo por otro que era impotente y por lo tanto, incapaz de esas relaciones. Pero Dora afirma que no hay tal contradicción, puesto que existe más de una forma de satisfacción sexual, refiriéndose al empleo de órganos distintos a los genitales. Freud pudo observar que pensaba en aquellos órganos que en ella se hallaban en estado de irritación (boca y garganta). En este sentido el cosquilleo en la garganta expresaba una situación de satisfacción sexual pero entre las dos personas cuyas relaciones amorosas la ocupaban de continuo. 7) ¿Qué inclinación infantil inconsciente reanima el síntoma? La inclinación infantil inconsciente que reanima el síntoma de la tos, es el antiguo amor de Dora hacia su padre. La ganancia primaria de todos los síntomas son soluciones económicas, es la que produce la enfermedad y que expresan la manera más cómoda para tratar el conflicto psíquico, donde este síntoma aparece como un refugio. En el caso de Dora, la ganancia primaria es que frente a su actual enamoramiento de K, encuentra refugio en su inclinación infantil hacia su padre, corriente usada para protegerse de su amor actual. Además que el síntoma permite evidenciar que ella, en la fantasía referida a una situación sexual, ocupaba el lugar de la Sra. K. El asco de Dora corresponde también a la represión de la zona erógena de los labios, que se da en temprana edad. En Dora, mal acostumbrada por el chupeteo infantil, parte de esta satisfacción es conservada luego, manifestándose en el beso, pero la intensa activación de esta zona erógena es la condición en el caso de Dora, de una fantasía perversa de la succión del pene. 8) ¿Cuáles son las dos corrientes (amorosas) que los síntomas quieren aplacar? Las dos corrientes amorosas que los síntomas quieren aplacar son: i) El amor renovado hacia el padre, es un síntoma reactivo para sofocar alguna otra cosa que, por tanto, era todavía más poderosa en el inconsciente, y eso sofocado era el amor por el señor K, para no pensar en su consciencia en ese primer amor que para ella significaba angustia. ii) El hecho de ocupar gran parte de sus pensamientos en la relación de su padre con la Sra. K, demostraba que Dora sofocaba el amor por el Señor K que era vivido por ella de una manera sensata, pero al mismo tiempo sofocaba el amor por la Sra. K, cuyos celos obsesivos, generados por la relación entre ellos, se explicarían según Freud como celos masculinos hacia la mujer, característica que se dan en mujeres que padecen histeria.
Sueños:
1) Relate brevemente del análisis que Freud hace del 1° sueño:
En casa hay un incendio. Mi padre está frente a mi cama y me despierta… Dora y su padre tenían terror de que se produjera un incendio, ya sea en la casa o en L, puesto que su cabaña no tenía pararrayos y se estaba gestando una tormenta. Además el suceso de encontrar al padre frente a su cama, luego de despertar, era un hecho análogo que Dora vivenció al encontrar al Sr. K parado frente al sofá donde ella dormía. Me visto con rapidez… Se vincula al hecho de que Dora no quería quedarse en casa de los K cuando su padre no estaba allí, ya que temía que el Sr. K volviera a ingresar a la habitación. Y más aún cuando se estuviera bañando, por ello se vestía rápidamente luego del mismo. Mamá pretende todavía salvar su cofrecillo, pero papá dice: “No quiero que yo y mis dos hijos nos quememos a causa de tu cofrecillo”… Los padres de Dora discutían últimamente porque la madre de la joven se empeña en cerrar con llave el comedor, cosa que su marido no compartía, porque sus hijos quedarían encerrados ante alguna situación que los obligara a salir de urgencia por la noche. Además del hecho de salvar su cofrecillo remite a que la madre deseaba unos aros con gotas de perla, pero como al padre no le gustaban, le regalo una pulsera, cosa que disgusto a su madre, que le dijo que se lo regale a otra (Destaquemos que Dora admite que hubiera aceptado gustosa el regalo). Y también se vincula a que el Sr. K le había regalado un cofrecillo a Dora, donde Freud le destaca que ese nombre también se utilizaba para nombrar al genital femenino, y por ello si el Sr. K le había regalado un cofrecillo, ella debía obsequiarle el suyo. Descendemos de prisa por las escaleras y una vez abajo me despierto. Esto remite a que Dora no podía dormir tranquila en la habitación de la casa de los K, y mucho menos luego de que el Sr. K le robe la llave que ella había solicitado a la Sra. K. Por lo que solamente podría dormir tranquila si saliera de esa casa, inversamente al sueño, donde se despierta cuando sale de la misma. i) ¿Con qué escena se relaciona? Éste sueño es una reacción inmediata al suceso o escena del Lago, vivido por Dora ante la declaración del Sr. K. Es inmediata puesto que la situación se dio al mediodía y el sueño se produjo a la siesta. Freud menciona que este sueño alude a que el Sr. K la persigue (podría relacionarse con la posterior irrupción de K en la habitación de la joven), por lo tanto el “cofrecillo” (figuración del genital femenino en el sueño) corre peligro, y si ocurriese una desgracia, la culpa sería del padre de Dora, ya que se encontraba ausente en la casa de los K. ii) ¿Cuál es la situación infantil que activa el sueño? Freud dice que un sueño no es la realización de un propósito, sino el cumplimiento de un deseo, y precisamente de un deseo procedente de la vida infantil. La situación infantil que se activa en el sueño está vinculada al Complejo de Edipo. En este sentido, podemos pensar a la madre como la primera competidora en el amor por su padre, pudiéndose visualizar en el episodio en el cual la madre rechaza la pulsera que Dora de buena gana habría aceptado. Freud interpreta esto como el hecho de que la joven, estaría dispuesta a dar a su padre, lo que su madre le rehúsa, y en este caso hace referencia a una alhaja que vendría a representar sus propios genitales. Además el sueño refresca este viejo amor, con la finalidad de protegerse de su amor por K, puesto que ella tenía miedo de ceder a la tentación de sus deseos. Precisamente, el deseo infantil, inconsciente hoy, de situar al padre en el lugar de un enamorado es ya un poder capaz de producir un sueño. El propósito de huir de la casa no lo es, y sólo adquiere esta capacidad al agregársele otro apoyado en deseos infantiles. El deseo de reemplazar a K por el padre es lo que proporciona la energía productora del sueño 2) Relate brevemente del análisis que hace Freud del 2° sueño: Ando paseando por una ciudad a la que no conozco, veo calles y plazas que me son extrañas. Después llego a una casa donde yo vivo, voy a mi habitación y hallo una carta de mi mamá tirada ahí… Al transcurrir el análisis, Dora da cuenta de que en una de las plazas divisa un monumento que identifica de unas postales del álbum que recibe a manos de un pretendiente que tenía, quien habría conocido en una ciudad fabril. La carta se puede interpretar de manera análoga a la carta que deja anunciando su intención de suicidio, actitud marcada por Freud como un intento de llamar la atención y reclamar, a su vez, a su padre para que finalizara la relación que mantenía con la Sra. K. Y si no lograba su cometido, buscaría vengarse de él haciéndolo sentir culpable a través de la revelación de sus síntomas Escribe que, puesto que yo me he ido de casa sin conocimiento de los padres, ella no quiso escribirme que papa ha enfermado. “Ahora ha muerto, y si tu quieres puedes venir.”… La frase final hace referencia a una condensación de representaciones. Por un lado la invitación de la Sra. K a la casa del lago, y por otro la intención del Sr. K de realizar un paseo a orillas del mismo, donde se declara y ella lo rechaza de una bofetada. Entonces me encamino hacia la estación ferroviaria y pregunto unas cien veces “¿Dónde está la estación?”. Todas las veces recibo esta respuesta “Cinco minutos.”… La pregunta apunta al momento en que Dora le pregunta a su madre ¿Dónde está la llave? (del bargueño de su padre). Y sin conseguir respuesta de esta expresa haberlo preguntado ya 100 veces, siendo que solo lo había preguntado unas 5 veces. Además la pregunta ya mencionada, es en realidad el correspondiente masculino a “¿A dónde está el cofrecillo?”, referenciando ambas a los genitales. Veo después frente a mí un bosque denso; penetro en él, y ahí pregunto a un hombre a quien encuentro. Me dice: “Todavía dos horas y media”. Me pide que lo deje acompañarme. Lo rechazo, y marcho sola… En relación a esto, la joven recuerda que luego del incidente en el lago, vuelve caminando por las orillas del mismo, y al encontrarse con un hombre le pregunta ¿Qué distancia había? Y éste responde “Dos horas y media”. En tanto al rechazo de compañía, sugiere a algo acontecido en su estancia en Dresde, donde su primo la invita a conocer la famosa galería de arte, acto que ella rechaza y acude sola. En la galería, Dora dice que permanece dos horas frente a la Sixtina, diciendo que lo que más le había atraído de esto era La Madonna. Llega a la conclusión en el análisis que el bosque era el mismo que el del lago, y también se correspondía con un cuadro, en cuyo trasfondo se observaban ninfas, que para Freud representaban los labios menores que se haya en el fondo del bosque de vello púbico. Veo frente a mí la estación y no puedo alcanzarla. Ahí me sobreviene el sentimiento de angustia usual cuando uno en el sueño no puede seguir adelante. Después yo estoy en casa; entretanto tengo que haber viajado, pero no sé nada de eso… Me llego a la portería y pregunto al portero por nuestra vivienda. La muchacha de servicio me abre y responde “La mamá y los otros ya están en el cementerio” A medida que se reconstruye/construye la interpretación del sueño, la paciente recuerda que se va tranquila a su habitación y lee un gran libro. Destacando las palabras tranquila y grande, haciendo referencia a que al estar su padre muerto, ella podía leer tranquila si quería ya que esto no es común en los niños (en referencia a sus lecturas prohibidas). Finalmente se observa que el deseo por cumplir de Dora se pone en manifiesto primero por la manía de venganza que se genero a partir del padre y la serenidad que le provocaba el hecho de encontrarse en su casa pudiendo hacer lo que quería (leyendo libros con contenido sexual por ejemplo). i) El apendicitis de Dora (síntoma histérico) ¿Qué fantasía realiza? El apendicitis de Dora cumple la fantasía que la joven tiene de estar embarazada, y por consiguiente la fantasía de parir un hijo. Dicha fantasía de parto utiliza medios que la propia paciente disponía, como ser los dolores y la hemorragia menstrual. El hecho de que esto se haya producido nueve meses después de la escena del lago, da cuenta de lo anterior, como también que dentro de su inconsciente la joven lamento el desenlace de la escena. Además Dora admitió poseer conocimiento sobre la enfermedad, leído en una enciclopedia, y podríamos pensar que luego de su lectura de contenidos considerados “prohibidos” su enfermedad es producto de un desplazamiento, donde la lectura “culpable” se desplazo a contenidos inocentes, es decir, el apendicitis.
Epílogo:
1) ¿Cuál es el papel de la sexualidad en los síntomas histéricos?
La sexualidad no interviene de improvisto en los procesos característicos de la histeria, sino que presta la fuerza impulsora para cada síntoma singular, y cada exteriorización singular de un síntoma. Los fenómenos patológicos son la práctica sexual de los enfermos, y la sexualidad constituye la clave para el problema de la psiconeurosis. Se obtienen, dice Freud, resultados satisfactorios cuando los fenómenos patológicos son mantenidos exclusivamente por el conflicto interno entre los impulsos de orden sexual. 2) ¿Qué son las transferencias? ¿Qué doble papel juegan en la práctica? Las transferencias son reediciones o productos facsímiles de los impulsos y fantasías que han de ser despertados y hechos conscientes durante el desarrollo del análisis y que entrañan como singularidad característica de su especia la sustitución de una persona anterior por la persona del médico. Algunas son simples reproducciones o reediciones invariadas. Mientras que otras muestran un mayor artificio; puesto que han modificado su contenido, mediante una sublimación e incluso pueden devenir conscientes apoyándose en alguna singularidad real de la persona del médico. El doble papel que juega en la práctica es que la transferencia es un factor imprescindible y necesario. La transferencia hemos de adivinarla sin auxilio ajeno, dice Freud, guiándonos solamente por leves indicios y evitando la arbitrariedad. No se la puede eludir, puesto que es utilizada para construir los obstáculos para la cura, además de la convicción de que los resultados propios del análisis no se vislumbran hasta una vez superada o resuelta la transferencia 3) ¿Cuál es el error técnico que Freud comete? El error técnico que Freud comete con Dora es no conseguir adueñarse a tiempo de la transferencia. La buena voluntad con la que Dora brindo el material patológico propicio de distracción para no notar los primeros signos de la transferencia, que le preparaba con otra parte del mismo material. El hecho de que Freud sustituya para Dora en la fantasía, tanto a su padre como al sr K fue su error. El primer sueño que evoca Dora, donde se propone abandonar la cura, igual que antes la casa de K, Freud debió hacerle notar a la paciente que había realizado una transferencia de K hacia él. Puesto que luego Dora hizo recaer sobre él la “venganza” que quería ejercitar contra K, abandonándolo como ella creía haber sido engañada y abandonada. Por último, otro error de Freud fue no colegir en el momento oportuno y comunicarle a Dora acerca de su moción homosexual hacia la Sra. K. Puesto que ésta era la principal fuente de conocimiento que Dora tenía sobre asuntos sexuales. Freud se apresuro en haber marcado a Dora un objeto sexual (El Sr. K), omitiendo en los primeros tiempos de su análisis ésta moción homosexual.