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Materia: Homilética II

Profesor: Jorge Medina

Tarea: Clasificación de sermones.

Alumno: Juan Agustin Chi Uitz.

3° Grupo alternativo
Sermón: textual

TITULO: NUDOS BIEN AMARRADOS

TEXTO: Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.
PROPOSITO GENERAL: Conocer las características de un buen amigo

PROPOSITO ESPECÍFICO: Que la iglesia se confronte a si misma para saber si realmente esta siendo
un buen amigo.

INTRODUCCION:

Nudos: ¿Quién no ha necesitado de hacer un nudo para unir dos cuerdas?, esto es arte de la vida cotidiana,
como cuando amarras tú hamaca con una soga para que no quede muy alta. y en ocasiones muy importante
hasta para salvaguardar una vida, como cuando te avientas del bongi y tienes una soga que te sostiene
para no caer. Esto radica en la calidad de ese nudo, amarre o unión, porque de su buena elaboración
dependerá su correcta función.

En una ocasión un niño elevaba su papalote, sin embargo, su cuerda era demasiado corta como para que
este papalote alcanzara una altitud considerable por lo que; tomo otra cuerda para empatarla con un nudo
todo parecía ir bien, hasta que de repente el nudo se desase y el papalote es llevado muy lejos de aquel
niño por el viento. El niño ante tal situación solo puede mirar con tristeza como su papalote se aleja de él.

No por nada los marineros tenían que aprender a realizar todo tipo de nudos ya que de ello dependía
muchas veces que las velas de sus barcos estén bien sujetas al momento de ser impactadas por los vientos
y de esta forma el navío pudiese moverse.

Como explico Eleazar por la mañana El buen amigo. El término hebreo "rea", traducido "amigo",
significa realmente el prójimo. Se refiere a veces al vecino o aquel con quien el israelita tiene comunión.
Por otra parte, Proverbios reconoce que
hay personas que son muy amigos y que más valen pocos de éstos, que muchos conocidos

TEMA: Amigo mas unido que un hermano

PROPOSICION (TESIS SERMONARIA): El presente sermón es dirigido a toda persona que busca
practicar la verdadera amistad, con el fin de ser un buen creyente que practique las ordenanzas de Dios.

FRASE INTERROGATIVA O FRASE DE TRANSICION:

Para que la amistad este unida por un buen amarre se necesitan de ciertas características

I. FIDELIDAD. En todo tiempo significa tanto en aflicciones como en bendiciones. Si tu amistad


solo se basa en lo que proverbios 14: 20 y 19:4, 6 menciona entonces no estas enfocando bien el
significado de la amistad en este caso una fidelidad real

pero "amigos hay más unidos que un hermano" (18:24b) y


el amigo que "en todo tiempo ama" y "es como un hermano en tiempo de angustia"
donde podemos observar una verdadera amistad que hable de fidelidad. En Juan y Jesús, sobre todo
durante la pasión del maestro juan 19: 27

II. FRANQUESA Y SINCERIDAD


Leales son las heridas que causa el que ama” proverbios (27:6);
Quien es un verdadero amigo si no el que se atreve a corregir con amor al otro el que no busca quedar
bien solamente con su amigo si no que busca su bienestar y su crecimiento
"el hombre que lisonjea a su prójimo le tiende una red delante de sus pasos" (29:5).
Durante la vida de Adonías, su padre David "nunca lo reprendió diciéndole: '¿Por qué haces esto?"',
y así echó a, perder a su hijo (1 R 1:6).
Pero el que reprende a su amigo, tiene que esperar un tiempo antes de que sea agradecido (28:23).

III. CONSEJO Y APOYO

En el capítulo proverbios 27
27 : 5 consejo
se presentan dos caras de la moneda de consejería y comunión entre amigos. Primero, el resultado de
fortalecer el uno al otro (27:9) como Jonatán "reconfortó en Dios" a su
amigo David (1 S 23:16).
El otro aspecto es que, en la conversación estimulante, un amigo aguza al otro: "El hierro con hierro
se afija, y el hombre con el rostro de su amigo" (27: 17).
Un mal consejo job 16:20

IV. Respeto.
Hay ejemplos en Proverbios de personas que aprovechan de sus amistades (23:1-3).
El amigo no debe ponerse alegre cuando su prójimo está afligido (25:20),
ni hacer bromas crueles (26: 18-19). Tampoco debe abusar de la hospitalidad de su amigo (25: 17).
Un amigo debe ser respetuso de su projimo, nunca buscar su mal o laegrarse cuando pasa por
dificultades.

Conclusión:
Pueden existir malos amigos los que no practican estos puntos básicos, lo que indica que en algún
momento este amarre se desatara. Entonces esta situación provocara consecuencias en varios sentidos

Aparte de nuestra relación con el señor Jesucristo, debemos procurar entablar una verdadera amistad para
dar cumplimiento a lo expresado en proverbios 17:17

Job 16:20 malos consejeros


Proverbios 17:7
Tipo de sermón: Doctrinal o Tematico.
Mas que una herramienta.

Jl 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
Jl 2:29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.

Promesa del Antiguo Testamento


Lo que Dios hizo en el Nuevo Testamento, lo inició en el Antiguo. El Antiguo Testamento fue la
primera Biblia de la iglesia primitiva. Ésta usó el Antiguo Testamento para apoyar su
entendimiento del nacimiento, el ministerio, la muerte, y la resurrección de Jesús. También el
Antiguo Testamento introduce la obra del Espíritu de Dios, cuya identidad y funciones emergen
claramente a través de las sucesivas edades y llegan a su pleno cumplimiento en el Nuevo
Testamento. “La neumatología del Antiguo Testamento presenta las siluetas de gran parte de lo
que aparece en el Nuevo Testamento. Sería difícil entender algunos de los pasajes del Nuevo
Testamento si no fuera por la luz que el Antiguo Testamento arroja sobre ellos.”1
El Nuevo Testamento identifica al Espíritu Santo como “el Espíritu Santo de la promesa”. Antes
de su ascensión, Jesús dijo: “Enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros” (Lucas 24:49).2
Pedro hizo uso de este tema en su inspirado discurso de Pentecostés: “Exaltado por la diestra de
Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros
veis y oís” (Hechos 2:33). Pablo habló de “la promesa del Espíritu” (Gálatas 3:14) y del “Espíritu
Santo de la promesa” (Efesios 1:13). Aunque en los Evangelios Jesús habló acerca del Padre como
dador del Espíritu (véanse Lucas 11:13; Juan 14:16), el uso que Pedro hace de Joel indica que
Dios primero dio la promesa del Espíritu por medio de las grandes profecías del Antiguo
Testamento (Joel 2:28,29; véanse también Isaías 32:15; 44:3-5; Ezequiel 11:19,20; 36:26,27;
37:1-14; 39:29; Zacarías 12:10).3
Es algo tan importante entender la importancia del Espíritu Santo que desde el antiguo testamento
se nos revela a través de los grandes personajes.

I. ¿EN QUÉ CONSISTE LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO?


El Espíritu Santo es el Consolador: Parakletos: ayudador, auxiliador, abogado, defensor,
consolador, intercesor
El reconocimiento de que no somos autosuficientes, sino totalmente dependientes de
Cristo y del Espíritu Santo para hacer cualquier cosa que agrade a Dios y la prontitud para
dar a Él toda la alabanza es el secreto de las vidas que reconocen el Poder del Espíritu
Santo en sus vidas. Dr. Stanley M. Horton

El Espíritu Santo proveyó calor, dinamismo y gozo a la Iglesia del primer siglo.
Hch 2:14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo:
Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

II EL ESPIRITU SANTO MORA EN EL CREYENTE


1Co 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora
en vosotros?

a) EL ESPÍRITU SANTO LLENA AL CREYENTE


Los cesacionistas creen que el Espíritu Santo fue dado en Pentecostés a la
Iglesia y que por tanto ya tenemos la llenura y no necesitamos pedirla
El pecado es lo que nos separa de la llenura del Espíritu Santo, y la
obediencia a Dios es lo que mantiene Su llenura. Aunque nuestra meta
debe ser el ser llenos como se nos ordena en Efesios 5:18, no es el orar
por ello lo que nos llena del Espíritu Santo, es solo nuestra obediencia a
los mandatos de Dios lo que permite la libertad del Espíritu para trabajar
dentro de nosotros.
El bautismo del Espíritu Santo puede se definido como la obra mediante la cual
el Espíritu de Dios coloca al creyente en unión con Cristo y en unión con otros
creyentes en el Cuerpo de Cristo al momento de la salvación. 1 Corintios 12:1213

Sabemos que el Espíritu Santo está con nosotros porque la Palabra de Dios nos lo dice. Cada
creyente nacido de nuevo es habitado por el Espíritu Santo, pero no cada creyente es “controlado”
por el Espíritu Santo, y hay una marcada diferencia. Cuando andamos según nuestra carne, no
estamos bajo el control del Espíritu Santo, aún cuando sigamos siendo Su morada.

“Ahora lo positivo que quiero decir acerca de la doctrina pentecostal moderada (representantes
de los
Bennet) es que tiene razón al subrayar la realidad de la experiencia de recibir el Espíritu.

Al leer el Nuevo Testamento con honestidad, no puede evitar tener la impresión de una gran
diferencia con
la experiencia cristiana contemporánea. Para ellos el Espíritu Santo fue un hecho de experiencia.
Para muchos cristianos hoy en día es un hecho de la doctrina. Sin duda, la renovación carismática
tiene algo
que enseñar aquí.

En las iglesias sacramental, el don del Espíritu Santo es prácticamente equiparado con el caso de
que el
bautismo en agua.

En lado evangélico protestante que se equipara con un trabajo subconsciente de Dios en la


regeneración.

Es fácil imaginar un consejero espiritual diciendo hoy con un nuevo converso, "No hay que
esperar para
notar alguna diferencia. Acaba de creer que han recibido el Espíritu" Pero eso está lejos de lo que
vemos en
el Nuevo Testamento. Los pentecostales tienen razón en destacar la experiencia de ser bautizados
en el
Espíritu.” Dr. John Piper

Hechos 19:1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo,
después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos
discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le
dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. 3 Entonces dijo: ¿En qué,
pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. 4 Dijo Pablo:
Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que
creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y
hablaban en lenguas, y profetizaban. 7 Eran por todos unos doce hombres.

III ¿CÓMO EXPERIMENTAR LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO?

a. Prometida

Hechos 1:5 porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis
bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días."

Hechos 2:39 Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para
todos los que están lejos, para todos cuantos el Señor nuestro Dios llame.

b. Debe ser pedida

Martin Lloyd-Jones’: Usted no puede hacer nada para ser bautizado en el Espíritu
Santo, excepto pedirlo. Tenemos que ser pacientes y no ponerle tiempo y límites
al Señor. El cita a vidas como Dwight L. Moody and R.A. Torrey and A.J. Gordon
and A.T. Pierson quienes estuvieron esperando por el bautismo en el Espíritu
Santo por algún tiempo. Moody oraba así: Oh Dios prepara mi corazón y
bautízame con el Espíritu Santo y poder.

Lucas 11:9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os


abrirá.
10 Porque todo aquel que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le
abrirá.
11 ¿Qué padre de entre vosotros, si su hijo le pide pescado, en lugar de pescado
le dará una serpiente? 12 O si le pide un huevo, ¿le dará un escorpión? Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que le pidan?

Martín Lloyd-Jones: “Esta gente que dice que el Bautismo del Espíritu Santo le
acontece a todos durante la regeneración, me parece a mí que no solamente
están negando el Nuevo Testamento, sino que definitivamente están apagando el
Espíritu”
c. Debe ser anhelada
Salmo 42:1 (Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré) Como ansía el
venado las corrientes de las aguas, así te ansía a ti, oh Dios, el alma mía. 2 Mi
alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
Todo comenzó cuando este vendedor de zapatos inició una escuela dominical que
llegó a ser la más grande de Chicago. Así que él ya tenía cierto éxito cuando
conoció a dos ancianitas, quienes le informaron: "Hemos estado orando por ti...
¡necesitas poder! ¡Necesitas poder!"

Dice Moody: "Mi reacción inmediata fue: ¿Por qué mejor no oran por los perdidos?
¡Yo pensaba que ya tenía poder! Tenía la congregación más grande de Chicago, y
había muchas conversiones. Pero ante la insistencia de ellas, por fin me animé a
preguntarles exactamente a qué se referían cuando decían que yo necesitaba más
poder."
Cuando les preguntó, ellas le contestaron que lo que él necesitaba era el bautismo
con el Espíritu Santo. Fue entonces que él les pidió que no sólo oraran por él, sino
también con él.
Relata Moody: "Al escuchar y orar con ellas, derramaban su corazón para que yo
pudiera tener la plenitud del Espíritu Santo, y comencé a reaccionar. Entró en mí
una intensa hambre espiritual, que hasta entonces había sido desconocida para
mí. Comencé a llorar como nunca antes. El hambre aumentó. Verdaderamente
sentí que ya no quería vivir si no podía tener ese poder para su servicio".
Poco tiempo después, un día él estaba caminando por Wall Street en Nueva York,
y en medio de la actividad y bullicio de esa céntrica calle, su oración fue
contestada; el poder de Dios cayó sobre él mientras caminaba, al grado que tuvo
que correr a la casa de un amigo y pedirle si le podía permitir estar a solas en una
habitación. En esa habitación permaneció por horas; y el Espíritu Santo vino sobre
él llenando su alma con tanto gozo que por fin tuvo que pedirle a Dios que
detuviera Su mano, para que no muriera en ese instante por el gozo tan
desbordante. Salió de ese lugar con el poder del Espíritu Santo sobre él, y a partir
de allí comenzó sus poderosas reuniones evangelísticas.
Según él mismo relata: "Los mensajes fueron diferentes. No presenté verdades
nuevas, y sin embargo, cientos de personas fueron convertidas. Yo jamás volvería
atrás a donde estaba antes de esa bendita experiencia (refiriéndose a su bautismo
en el Espíritu Santo)"
I. Debe ser cultivada
Salmo 27:4 Una cosa he pedido a Jehovah; ésta buscaré: que more yo en la
casa de Jehovah todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de
Jehovah, y para inquirir en su templo.
8 Mi corazón ha dicho: "Buscad su rostro." ¡Tu rostro buscaré, oh Jehovah!
IV ¿QUIEN LO DA?
Jn 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

V ¿QUE ES LO QUE IMPIDE ESTA PROMESA?


A) Actitud.
B) Testimonio.
C) Etc
Conclusión: es importante anhelar la llenura del Espíritu Santo, sin embargo, es importante que
quede claro en que consiste esta llenura y cuál es su propósito y solo asi el creyente podrá
descubrir que no es meramente un requisito administrativo en las iglesias, si no que es el motor
que mueve al creyente.
Sermón: evangelístico.
Camino hacia la paz
Gá 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gá 5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Fil 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Cuál es el principio para obtener paz, primeramente hay que analizar que el que no tiene paz es
aquel que anda en la carne según relata gálatas Gá 5:19,20 y 21 Y manifiestas son las obras de
la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios,
borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os
lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios, ya que la paz
que Dios da se contrapone a los deseos de la carne pues como declara Is 59:8 No conocieron
camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por
ellas fuere, no conocerá paz, y Sal 32:10 “Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que
espera en Jehová, le rodea la misericordia.” por lo consiguiente el que se ocupa del espíritu es
aquel que puede alcanzar la paz.
Ahora para que la persona puede alcanzar esta paz antes de procurar retenerla tiene que aceptar
al dador de la paz que es cristo Jesús, ya que el pecado es iniciador de la falta de paz cuando
Adán y Eva pecaron fueron destituidos de a gloria de Dios y expulsados de paraíso, no por nada
antes de que esto sucediera intentaron ocultarse de Dios, pues ya no tenía la paz que la presencia
de Dios les daba. Aceptar a Cristo como salvador produce paz en el corazón del hombre, esto a
través del Espíritu Santo; Jn 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo
la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

¡La paz que no proviene del propio hombre!

Una de las principales preocupaciones del hombre es la falta de tranquilidad en su vida, se


preocupa por lograr que su corta permanencia en esta tierra sea sin fluctuaciones, es decir con
tranquilidad, sin embargo; en muchas ocasiones no sigue el camino correcto para lograr esta
tranquilidad. Cuando pablo da aquella descripción teológica del Fruto del Espíritu Santo existe
antecedentes previos a ello, primero relata las discordias y divisiones que había en la iglesia de
Cristo por cuestiones sobre la circuncisión y el cumplimiento de la ley que por consecuencia
producía que hubiera disputas y un ambiente de tensión sin mencionar eventos externos de los
cuales los primeros creyente también padecían como son las persecuciones, seguidamente relata
lo que no es tener el Espíritu Santo o los que no lo tienen, Gálatas 5: 19 y 20 es por tal motivo
que este día hablaremos sobre cómo se obtiene o llega a la paz que da fruto del espíritu santo.

I. Arrepentirse del pecado


a) El pecado desde un principio nos separa del amor de Dios y de su voluntad por
lo tanto produce temor ante lo venidero, veamos el ejemplo de Adán y Eva.
(tuvieron miedo se escondieron de la presencia de Dios.

b) El pecado va en contra de los deseos de Dios, según describe Gá 5:19,20 y 21 Y


manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y
cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he
dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Por
lo tanto el pecado nos separa de la presencia de Dios y por consecuencia de la paz
que necesitamos Is 59:8 No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus
caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá
paz, y Sal 32:10 “Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en
Jehová, le rodea la misericordia.”

c) Por lo tanto es necesario arrepentirse del pecado ya que este permite el paso a la
liberta y la paz eterna;
Hch 26:18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la
luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
perdón de pecados y herencia entre los santificados.
II. Aceptando a Cristo como nuestro Salvador.
a) A arrepentirse no es suficiente tiene que darse el siguiente paso que es aceptar a
Jesucristo ya que como declara: Hch 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
b) El problema de muchos es que pueden arrepentirse de sus malas acciones pero
necesitan aceptar a Jesucristo quien es el que ha sido propicio para perdón de nuestros
pecados Rm 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Señor Jesucristo;
c) Es un proceso ya que como aviamos mencionado en Hechos 2:38 si recibimos a
Cristo recibimos el Espíritu Santo y por lo tanto su fruto.

III. Ocupándose del Espíritu.


a) Rm 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu
es vida y paz. Posiblemente al moento de recibir al señor Jesucristo tengas paz
pero la palabra de Dios recalca que esta misma vida es un proceso y que como lo
describe pablo empezamos como niños pero; tenemos que crecer. Por lo que el
fruto del espíritu se necesita cultivar para que produzca el efecto deseado, no por
nada cuando te apartas de Dios ya no tienes paz, pues su paz no es de este mundo.

Conclusión: ese proceso nos lleva a obtener el fruto del espíritu por consiguiente la paz tan
anhelada que nos el saber que como dijo cristo confiad yo he vencido al mundo. Estas
palabras deben retumbar en nuestros corazones sobre todo por los acontecimientos
actuales en donde el mundo está envuelto en desesperanza
Tipo de sermón: ético moral

TITULO: ¿Alejándome del esposo?

TEXTO: 1° Juan 1:5-10


5
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en
él.
6
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
7
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo
su Hijo nos limpia de todo pecado.
8
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad.
10
Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros

PROPOSITO GENERAL: Abandonar el pecado

PROPOSITO ESPECÍFICO: Que la iglesia reconozca que todos podemos caer en el pecado y esto nos
puede separar de Dios

INTRODUCCION:

Empezare con esta ilustración el matrimonio es un ejercicio diario en el cual un error puede llevar a bajo
esta unión.

Siempre se comenta que cuando se esta en el noviazgo se muestra las mejores cartas en donde tanto el
uno como el otro buscan que las cosas positivas sean las que hablen mas de uno mismo, pero cuando se
llega al matrimonio parece que todo eso se olvida, es cuando sale a la luz la famosa frase “total ya esta
asegurado”, si embargo, para conservar un matrimonio sano hay que seguir esforzándose incluso al doble,
para que aquellas cosas positivas sigan imperando y que mientras mas pase el tiempo más se refuerce esa
unión. Es clásico cuando se dice cuando éramos novios ninguna gota de alcohol tomaba, antes era mas
cariñoso, antes me regalabas flores, antes estaba más delgado en el caso del hombre, y en el caso de la
mujer, antes te arreglabas más, antes estabas más delgada, antes me decías que siempre me cocinarías etc.
Esto es peligroso porque puede llevar a una separación. Entonces surge la pregunta que habremos hecho
para llegar a esa circunstancia, que habrá cambiado para que todo eso se fuera por un tuvo, donde se
acabaron los votos matrimoniales.

Nosotros como iglesia, somos la esposa de Cristo en forma figurada y es importante que como tal
cuidemos de esa unión.

Sin duda alguna el tema de hoy no es el matrimonio, pero si algo muy fuerte el pecado.

Definición de pecado: Quizá la mejor definición del pecado sea la que aparece en 1 Juan 3:4, donde dice:
“El pecado es infracción de la ley.” Cualquier otra cosa que sea el pecado, en su centro mismo es una
infracción de la ley de Dios. También puesto que “toda injusticia es pecado” (1 Juan 5:17), toda injusticia
quebranta la ley de Dios. Por eso David confiesa: “Contra ti, contra ti solo he pecado” (Salmo 51:4; véase
Lucas 15:18, 21). Además, la transgresión obliga a una separación del Dios de vida y santidad, lo cual
trae como consecuencia necesaria la corrupción (muerte incluida) de la naturaleza humana, dependiente
y finita. Por consiguiente, esta definición del pecado es bíblica y precisa, y abarca todo tipo de pecado,
explica los efectos del pecado en la naturaleza y hace referencia a Dios, no a la humanidad. Es decir, que
vemos su verdadera naturaleza a base de observar el contraste que hace con Dios; no a base de comparar
sus efectos entre los seres humanos. Es decir, el efecto que tiene entre Dios y el Hombre.
El pecado lucha contra el Espíritu. La naturaleza de pecado es totalmente contraria al Espíritu y se halla
fuera del control de la persona (Gálatas 5:17; véase Romanos 7:7–25). Es muerte para el humano
(Romanos 8:6, 13) y una ofensa para Dios (Romanos 8:7–8; 1 Corintios 15:50). De ella procede la
epizymía, la gama completa de deseos impíos. El pecado incluso habita dentro de la persona como
principio o ley (Romanos 7:21, 23, 25).

TEMA: Saber que lo que me aparta de Dios es el pecado.

PROPOSICION (TESIS SERMONARIA): El presente sermón es dirigido a toda persona que de


alguna u otra manera a minimizado la batalla que se gano en la Cruz y por lo tanto ha descuidado su vida
Espiritual Cayendo en pecado de diversa índole y también dirigirme a aquellos que lo han hecho a
exhortarles a dejar esa vivida y vivir la vida que Cristo nos ha marcado, “vivir en Santidad”.

FRASE INTERROGATIVA O FRASE DE TRANSICION:

¿Qué es el pecado y cuáles son sus consecuencias?

I. Origen del pecado


A) El primer gran pecador satanás: Encontramos a esta serpiente antigua como el gran dragón,
Satanás, o el diablo Este ser fue pecador y asesino desde el principio (Juan 8:44; 1 Juan 3:8).
También se relacionan con esta catástrofe cósmica el orgullo (1 timoteo 3:6) y la caída de
numerosos ángeles (Judas 6; Apocalipsis 12:7–9) Isaías 12:5 su caída.

B) Las Escrituras nos enseñan también que hubo otra caída: Adán y Eva fueron creados “buenos” y
colocados en el idílico huerto del Edén, donde disfrutaban de una estrecha comunión con Dios
(Génesis 1:26–2:25). Puesto que no eran divinos, y eran capaces de pecar, necesitaban depender
continuamente de Dios. De igual manera, necesitaban comer habitualmente del árbol de la vida.5
Esto queda indicado por la invitación que les hace Dios a comer de todos los árboles, incluso el
árbol de la vida, antes de la caída (2:16), y su fuerte prohibición después de ésta (3:22–23). De
haber obedecido, habrían podido ser dichosamente fructíferos y se habrían desarrollado para
siempre (1:28–30). Otra posibilidad habría sido que, después de un período de prueba, alcanzaran
un estado de inmortalidad más permanente, por medio de un traslado al cielo (Génesis 5:21–24;
2 Reyes 2:1–12) o por medio de un cuerpo resucitado en la tierra (véase los creyentes, 1 Corintios
15:35–54). Dios permitió que el Edén fuese invadido por Satanás, quien tentó astutamente a Eva
(Génesis 3:1–5). Haciendo caso omiso de la Palabra de Dios, Eva cedió ante su anhelo de belleza
y sabiduría, tomó de la fruta prohibida, se la ofreció a su esposo, y comieron juntos (3:6). La
serpiente había engañado a Eva, pero Adán parece haber pecado a sabiendas (2 Corintios 11:3; 1
Timoteo 2:14; la aceptación tácita de Dios en Génesis 3:13–19). Posiblemente, mientras que Adán
había oído directamente de Dios el mandato de no comer del árbol, Eva lo oyera solamente a
través de su esposo (Génesis 2:17; véase 2:22). Por consiguiente, Adán era más responsable ante
Dios, y Eva era más susceptible a los engaños de Satanás (véase Juan 20:29). Esto podría explicar
la insistencia de las Escrituras en el pecado de Adán (Romanos 5:12–21; 1 Corintios 15:21–22),
cuando en realidad fue Eva quien pecó primero. Por último, es fundamental observar que su
pecado comenzó con unas decisiones morales libres, y no con las tentaciones (que ellos habrían
podido resistir: 1 Corintios 10:13; Santiago 4:7). Es decir, que, aunque la tentación les
proporcionó el incentivo para pecar, la serpiente no arrancó la fruta ni los obligó a comerla a la
fuerza. Fueron ellos quienes decidieron hacerlo.
C) Las Escrituras enseñan también que todos individualmente somos pecadores en algún sentido.
Desde el Edén, el pecado ha aparecido también dentro de grupos. Está claro que el funcionamiento
en grupos anima al pecado. La sociedad contemporánea es suelo propicio para los prejuicios
basados en la capacidad (en el caso del feto), el género, la raza, el fondo étnico, la religión, las
preferencias sexuales e incluso las normas políticas. Los grupos que se asocian para apoyarse en
sí mismas en su transgresión como por ejemplo Sodoma y Gomorra.

II.- ¿Tipos de pecado?

A) En la Biblia hay gran abundancia de descripciones de actos pecaminosos y de advertencias contra


ellos, incluyendo listas de vicios (las más típicas: Romanos 1:29–31; 13:13; 1 Corintios 5:10–11;
6:9–10; 2 Corintios 12:20–21; Gálatas 5:19–21; Efesios 4:31; 5:3–5; Colosenses 3:5, 8;
Apocalipsis 21:8; 22:15). Estos pasajes muestran lo serio que es el pecado y exhiben su increíble
variedad; sin embargo, también llevan en sí el peligro de incitar a una morbosa desesperación con
respecto a pecados pasados o futuros. Aún más serio es que pueden reducir el pecado a simples
acciones, pasando por alto la profundidad del pecado como una ley, naturaleza y fuerza dentro de
la persona y del universo, y terminando por llevar a la persona a ver sólo los síntomas, al tiempo
que ignora la enfermedad. Es decir que puede llegar a que justifique su mal en su propia naturaleza
humana como la frase que dice “Dios ama al pecador pero no al pecado”, pero cuando dejara de
pecar.
Las Escrituras describen muchas categorías relacionadas con el pecado. Tanto los incrédulos
como los creyentes pueden cometer pecados; ambos quedan heridos al cometerlos y necesitan de
la gracia. Se pueden cometer pecados contra Dios, contra los demás, contra uno mismo, o una
combinación de lo anterior. Con todo, a fin de cuentas, todo pecado va contra Dios (Salmo 51:4;
véase Lucas 15:18, 21). Se puede confesar el pecado para que sea perdonado; si el pecado es
perdonado, aún seguirá ejerciendo su influjo sobre la persona.
B) La Biblia enseña que una actitud puede ser tan pecaminosa como un acto. Por ejemplo, la ira es
tan pecaminosa como el asesinato, y una mirada lujuriosa es tan pecaminosa como el adulterio
(Mateo 5:21–22; 27–28; Santiago 3:14–16). Una actitud de pecado le quita eficacia a la oración
(Salmo 66:18). El pecado puede ser activo o pasivo; esto es, hacer el mal o dejar de hacer el bien
(Lucas 10:30–37; Santiago 4:17). Los pecados corporales de tipo sexual son muy graves para los
cristianos, porque están haciendo mal uso del cuerpo del Señor en la persona del creyente, y
porque el cuerpo es el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:12–20).

III.- ¿Cómo comienza el hombre a pecar? Santiago 1:14-15


Con frecuencia, el pecado comienza en la naturaleza pecaminosa como resultado de una tentación
mundana o sobrenatural (Santiago 1:14–15; 1 Juan 2:16). Una de las características más insidiosas del
pecado es que hace surgir más pecado. Como si se tratara de un tumor maligno, el pecado crece a partir
de sí mismo hasta llegar a proporciones mortales, tanto en extensión como en intensidad, a menos que se
lo elimine por medio de la purificación con la sangre de Cristo. Podemos ver la autorreproducción del
pecado en la caída (Génesis 3:1–13), en el descenso de Caín de los celos al homicidio (Génesis 4:1–15) y
en la lujuria de David, que dio origen al adulterio, el asesinato y al sufrimiento por generaciones (2 Samuel
11–12). Romanos 1:18–32 es un recuento del curso descendente seguido por la humanidad desde el
rechazo de la revelación hasta el abandono completo y la propagación. Este proceso, en el que un pecado
se alimenta de otro, se realiza a través de muchos mecanismos. La inclinación natural de la carne, que aún
espera su redención total, también representa su papel.
Las tentaciones del mundo atraen al corazón (Santiago 1:2–4; 1 Juan 2:16). Con frecuencia, el pecado
necesita más pecado para alcanzar su esquiva meta, como en el intento por parte de Caín de esconder de
Dios su crimen (Génesis 4:9). El placer del pecado (Hebreos 11:25–26) puede hacer que se refuerce a sí
mismo.
Los pecadores provocan a sus víctimas a reaccionar con pecado (observemos las exhortaciones en contra:
Proverbios 20:22; Mateo 5:38–48; 1 Tesalonicenses 5:15; 1 Pedro 3:9). Los pecadores seducen a otros al
pecado (Génesis 3:1–6; Éxodo 32:1; 1 Reyes 21:25; Proverbios 1:10–14; Mateo 4:1–11; 5:19; Marcos
1:12–13; Lucas 4:1–13; 2 Timoteo 3:6–9; 2 Pedro 2:18–19; 3:17; 1 Juan 2:26).2 Los pecadores animan a
otros pecadores a pecar (Salmo 64:5; Romanos 1:19–32).3 Los humanos endurecen su corazón contra
Dios y tratan de eludir la perturbación mental que causa el pecado (1 Samuel 6:6; Salmo 95:8; Proverbios
28:14; Romanos 1:24, 26, 28; 2:5; Hebreos 3:7–19; 4:7).

IV.- ¿Cuáles son las consecuencias del pecado?


Donde podemos observar los efectos más diversos del pecado, es en la criatura más compleja de Dios: la
persona humana.
A) Aunque parezca irónico, el pecado parecería tener sus beneficios. Hasta puede producir una
felicidad transitoria (Salmo 10:1–11; hebreos 11:25–26).
B) También engendra pensamientos ilusorios en los que el mal aparece como bien; como
consecuencia, las personas mienten y distorsionan la verdad (Génesis 4:9; Isaías 5:20; Mateo 7:3–
5), negando la existencia del pecado personal (Isaías 29:13; Lucas 11:39–52) e incluso a Dios
(Romanos 1:20; Tito 1:16). Al final, el engaño del bien aparente se revela como mal. La culpa,
la inseguridad, la agitación, el temor al castigo y cosas semejantes son los acompañantes de la
maldad (Salmo 38:3–4; Isaías 57:20–21; Romanos 2:8–9; 8:15; Hebreos 2:15; 10:27).
C) En Efesios 4:17, los creyentes están atrapados “en la vanidad de su mente”, debido a su
entendimiento en tinieblas, y a la separación de Dios a causa de la dureza de su corazón.
D) El pecado envuelve al pecador en una exigente dependencia (Juan 8:34; Romanos 6:12–23; 2
Pedro 2:12–19), convirtiéndose en una malvada ley interna (Romanos 7:23, 25; 8:2). Desde Adán
hasta el anticristo, el pecado se caracteriza por la rebelión. Esto puede tomar la forma de poner a
Dios a prueba (1 Corintios 10:9), o de manifestarse hostil contra Él (Romanos 8:7; Santiago 4:4).
El pecado produce la separación de Dios (Génesis 2:17; véase 3:22–24; Salmo 78:58–60; Mateo
7:21–23; 25:31–46; Efesios 2:12–19; 4:18). Esto puede provocar no sólo la ira de Dios, sino
también su silencio (Salmo 66:18; Proverbios 1:28; Miqueas 3:4–7; Juan9:31).
E) La muerte (heb. mavet, gr. zánatos) tuvo su origen en el pecado, y es la consecuencia final de éste
(Génesis 2:17; Romanos 5:12–21; 6:16, 23; 1 Corintios 15:21–22, 56; Santiago 1:15). Se puede
distinguir entre la muerte física y la espiritual (Mateo 10:28; Lucas 12:4).1 La muerte física es un
castigo por el pecado (Génesis 2:17; 3:19; Ezequiel 18:4, 20; Romanos 5:12–17; 1 Corintios
15:21–22) y puede producirse como castigo por algo concreto (Génesis 6:7, 11–13; 1 Crónicas
10:13–14; Hechos 12:23). Sin embargo, para los creyentes (quienes están muertos al pecado,
Romanos 6:2; Colosenses 3:3; y en Cristo, Romanos 6:3–4; 2 Timoteo 2:11), se convierte en una
restauración gracias a la sangre de Cristo (Job 19:25–27; 1 Corintios 15:21–22), porque Dios ha
triunfado sobre la muerte (Isaías 25:8; 1 Corintios 15:26, 55–57; 2 Timoteo 1:10; Hebreos 2:14–
15; Apocalipsis 20:14).
Los que no son salvos, viven espiritualmente muertos (Juan 6:50–53; Romanos 7:11; Efesios 2:1–
6; 5:14; Colosenses 2:13; 1 Timoteo 5:6; Santiago 5:20; 1 Pedro 2:24; 1 Juan 5:12). Esta muerte
espiritual es la expresión máxima de la alienación del alma con respecto a Dios. Incluso los
creyentes que pecan experimentan una separación parcial de Dios (Salmo 66:18), pero Él siempre
está dispuesto a perdonar (Salmo 32:1–6; Santiago 5:16; 1 Juan 1:8–9). La muerte espiritual y la
física se combinan y llegan a la plenitud de su realización después del juicio final (Apocalipsis
20:12–14). Aunque dispuesto por Dios (Génesis 2:17; Mateo 10:28; Lucas 12:4), el destino de
los pecadores no le agrada (Ezequiel 18:23; 33:11; 1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9).

Conclusión:
El primer pecado de la humanidad abarcaba todos los demás pecados: desobediencia a Dios, orgullo,
incredulidad, malos deseos, esfuerzo por descarriar a otro, asesinato masivo de la posteridad y sumisión
voluntaria al diablo. Las consecuencias inmediatas fueron numerosas, fuertes, extensas e irónicas (observe
cuidadosamente Génesis 1:26–3:24). La relación divino-humana de comunión abierta, amor, confianza y
seguridad fue cambiada por el aislamiento, una actitud defensiva, la culpa y el destierro. Adán y Eva y su
relación mutua degeneraron. La intimidad y la inocencia fueron reemplazadas por la acusación (al echarse
uno a otro la culpa). Su rebelde anhelo de independencia desembocó en los dolores del parto, la dureza
del trabajo y la muerte. Sus ojos quedaron realmente abiertos, conocedores del bien y el mal (por medio
de un atajo), pero se trataba de un gravoso conocimiento que no estaba equilibrado por ningún otro atributo
divino (por ejemplo, el amor, la sabiduría, el conocimiento).
La creación, encomendada a Adán y cuidada por él, fue maldita, y gime por su liberación de las
consecuencias de su infidelidad (Romanos 8:20– 22).

Sólo el amor puede cubrir el pecado (Proverbios 10:12; 1 Pedro 4:8) y terminar remediando el pecado (1
Juan 4:10). Además, sólo “Dios es amor” (1 Juan 4:8). En cuanto al pecado, el amor se puede expresar de
maneras concretas. El conocimiento del pecado debería engendrar santidad en la vida de la persona, y una
insistencia en la santidad dentro de la predicación y la enseñanza de la Iglesia.
La Iglesia debe reafirmar su identidad como comunidad de pecadores salvados por Dios, ministrando en
confesión, perdón y sanidad. La humildad debería caracterizar todas las relaciones cristianas, al darse
cuenta los creyentes, no sólo de la vida y el destino terribles de los que han sido sal vados, sino también
del precio aún más terrible que ha sido pagado por esa salvación. Puesto que cada persona ha sido salvada
de la misma naturaleza pecadora, no hay cualidades, ministerio ni autoridad
alguna que pueda apoyar la elevación de uno por encima de otro; más bien, cada uno debe poner al otro
por encima de sí mismo (Filipenses 2:3).
La extensión universal y la profundidad sobrenatural del pecado deben hacer que la Iglesia reaccione al
imperativo de la Gran Comisión (Mateo 28:18–20) con una entrega que abarque a todos sus miembros, y
con el milagroso poder del Espíritu Santo. La comprensión de la naturaleza del pecado debería renovar
nuestra sensibilidad ante los temas ambientales, recuperando así el mandato original de cuidar del mundo
de Dios de manos de quienes preferirían adorar a la creación, en lugar de adorar a su Creador. La Iglesia
debería ser la gran defensora en los temas de justicia social y de necesidades humanas, como testimonio
de la veracidad del amor, contra la mentira del pecado. Sin embargo, tal testimonio deberá señalar
siempre hacia el Dios de justicia y amor que envió a su Hijo a morir por nosotros. Sólo la salvación, no
la legislación, ni un evangelio social que pase por alto la cruz, ni mucho menos la acción violenta o militar,
puede curar el problema y sus síntomas.
Por último, debemos vivir en la esperanza cierta de un futuro más allá del pecado y de la muerte
(Apocalipsis 21–22). Entonces, purificados y regenerados, los creyentes verán el rostro de Aquél que ya
no recuerda su pecado (Jeremías 31:34; Hebreos 10:17).

Romanos 8:1-4

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu. 2Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la
ley del pecado y de la muerte. 3Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne,
Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la
carne; 4para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu
Tipo de sermón: biográfico
¿Estás dispuesto?

2R 5:8 Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a
decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
2R 5:9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.
2R 5:10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu
carne se te restaurará, y serás limpio.
2R 5:11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en
pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.
2R 5:12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me
lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
2R 5:13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara
alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?
2R 5:14 El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del
varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
2 de Reyes 5:8-14

La sabiduría de Dios es incomparable a la humana; lo que define el tener o no una bendición es la


actitud que tomes frente a sus instrucciones.

Naamán en su propio pensamiento creía que la instrucción no era digna de él, a si se comporta el
creyente que piensa que el hacer la voluntad de Dios es estar en los mejores lugares, cree que es
ocupar los mejores puestos sociales, sin embargo la lección es que a lo mejor quiere que te metas en
donde no quieres, esto para moldear tu carácter.

Pensar que la vida cristiana es cómoda es como pensar a un Cristo sin la cruz; cuando Naaman quería
bendición a través de su sanidad creyó que sería algo espectacular y no sumergirse en ese sucio rio
sucio, en cuantas ocasiones hemos pedido que el Señor haga su voluntad en nuestras vidas pero
cuando se nos dice tendrás que hacer esto y no nos gusta decimos esa no es su voluntad.

Pienso en aquellas ocasiones cuando he criticado a alguien por creer que soy mejor que él, pienso en
aquellas ocasiones cuando e menospreciado a mi hermano por no ocupar las mismas posiciones que
yo, reflexiono en cuantas maneras he creído que tener conocimiento vale más delante de Dios, además
de cuando me he mofado de ser cristiano pero no practico el ser discípulo. He preferido el mundo
cómodo, los placeres de este, pero sigo mencionado que soy cristiano, pobre de mí que iluso y poco
realista. Miro el espejo y aunque me esfuerce no veo la imagen del gran maestro Cristo Jesús. Ahora
quisiera sumergirme en ese rio sucio para poder ser limpio, pero me pregunto si en realidad estaré
dispuesto, si someteré mi pensamiento a los de Dios, si are un lado mi orgullo y me dejare guiar, si
aprenderé a perdonar pero también a dejar de hacer daño, si escuchare a la voz de Dios que susurra a
mi oído con los consejos de personas que quieren verme madurar. Quiere sumergirme y salir con la
piel como la de un niño.
¿Y tu estas dispuesto a vencer tus propios obstáculos? o piensas que existen otros ríos mejores que
este, sin pruebas sin dificultades, en cual puedas crecer.

Existen dos obstáculos que en esta historia podemos apreciar.

I) El orgullo puede robarte la bendición


Cuando Naaman escucho cual era la instrucción para ser limpio sus ideas en cuanto a lo
que el merecía como rey se interpusieron con obedecer la voz de Dios
A) El orgullo, solo hace que pienses en ti mismo.
B) El orgullo te pone una venda en los ojos
C) El orgullo te hace alejarte de la voluntad de Dios.

II) La comodidad
A) Naaman estaba cómodo con su posición de rey, por tal razón el que se saliera de esa
comodidad le parecía algo loco y poco creíble
B) La comodidad nos impide amplia nuestros horizontes, es decir nos impide ver más
allá de lo que estamos acostumbrados
C) La comodidad nos impide hacer sacrificios.
D) Y posiblemente la comodidad nos oriente a pecar ya que la comodidad produce
tibieza.
III) Si rompemos esos dos obstáculos con seguridad las bendiciones del señor llegaran con
más fuerza.
A) Esto es lo que podemos notar el profeta con la instrucción de Dios le estaba diciendo
al rey que era necesario que rompiera con todo orgullo y comodidad para que el le
mostrara su poder.
B) Dios en ocasiones nos quiere mostrar que para servirle se tiene que dar pasos de fe,
como Naaman hizo al final.
C) Lo que no podemos ver él ya lo trazo para nosotros.

Conclusión: la historia de Naaman nos enseña a que los paradigmas que nos ponemos limitan las
bendiciones que Dios tiene para nosotros, por lo tanto; ¿estamos dispuestos a romper con esos
obstáculos? ¿Realmente queremos alcanzar las bendiciones del Señor? recapacitemos y aprendamos
de la historia de Naamán
Tipo de sermón: Evangelístico
JESUCRISTO LENTO PARA LA IRA GRANDE EN MISERICORDIA.
Numeros 14:18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la
rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres
sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.

INTRODUCCION
Uno de los grandes ministerios de Jesús para los que no le han creído y en ocasiones para los que le
creemos, es su gran misericordia y amor representado en su muerte en la cruz. A pesar de no ser
culpable y no merecer esa muerte pudo pronunciar una de las frases más conocidas y pronunciadas
“padre perdónalos porque no saben lo que hacen” (juan 14:16), y esta frase no fue solo por pronunciar,
Jesús sabía que delante de su Padre estos estaban cometiendo un pecado; matar a un inocente y fuera
del cumplimiento de la profecía él estaba pidiendo por aquellos pecadores quienes incluso pidieron que
la sangre de Jesús cayera sobre ellos cuando gritaron “crucifícale” (mateo 27:22-25)

En aquel tiempo todos conocían a Jesús a nadie le era ignorado sus hechos; si lugar a dudas cuando
entro al templo en su visita a Jerusalén después de su entrada triunfal y ver el templo convertido como
había pronunciado “cueva de ladrones” Lucas 19:46 su ira se encendió y no fue una ira injustificada
pues Dios no es emociona lista y su Hijo de igual forma, no se enoja por cualquier cosa como un
inmaduro y orgulloso. Su ira es dirigida hacia su santidad cuando es violentada y desde el antiguo
testamento el Padre había demostrado que esa santidad no podía ser violentada y Jesucristo esto vino a
recordar. De igual forma su ira se manifestaba cuando reprendía demonios, claro asía los demonios,
cuando amonestaba a los fariseos, saduceos, escribas y sacerdotes, cuando amonestaba a su pueblo,
estas palabras fueron dichas “Dura es esta palabra ¿Quién la puede oír? (Juan 6:60). Su santidad no
podría ser violentada y su ira se encendería con aquel que no buscara a gradar a Dios.

Sin embargo Jesús a parte de la maravilla de su doctrina fue conocido por su gran misericordia a ser él
quien iba en contra de las costumbres de su pueblo tuvo misericordia del relegado, del menospreciado
el rechazado, del pobre, del enfermo esto a través de milagros y prodigios. (Marcos 6:34)

Jesucristo pudo bajar de la cruz y mandar legiones de ángeles para su rescate, sin embargo su amor y
misericordia se interpuso para dar salvación. Básicamente lo hizo por amor. (Romanos 5:8 Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.)
Es por tal razón la importancia de entender porque Jesucristo es lento para la ira y grande en
misericordia.

I. ¿Cuándo la ira de Dios se presenta y cuando la ira de Jesús se presentó?


b) Cuando su pacto es violado
En aquel tiempo Dios hizo pacto con su pueblo (éxodo 34:10) y dio lineamientos por tanto
Dios celoso es una descripción muy apropiada a Dios es justificable que él se enoje, en
realidad su ira proviene de la negatividad del hombre a responder a su amor, y está en
completo acuerdo con su justicia.
Lv 26:14 Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos,
Lv 26:15 y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando
todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto,
Lv 26:16 yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que
consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros
enemigos la comerán.
Lv 26:17 Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os
aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
b) Romanos 1:18
c) Entonces el enojo de Jesús se Dio cuando, encontró en el pueblo esta misma actitud.
(Mateo 15:7-9)
Mt 15:7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Mt 15:8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
Mt 15:9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

¿Qué estás haciendo que ha hecho enojar a Dios? O ¿Qué crees que has hecho para
hacer enojar a Dios?
¿Serás merecedor de su perdón?

II. La grandeza de su misericordia


La misericordia, «es la manifestación externa de la compasión de Dios. La noción específica
de misericordia como la compasión hacia alguien con necesidad o con angustia, e impotente
y sin derecho a un tratamiento favorable.
Dios es movido a compasión en vista de nuestras necesidades.

a) Perdona la iniquidad, Perdona la rebelión. Números 14:19


b) 1 Timoteo 1:13-17
1Ti 1:13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a
misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.
1Ti 1:14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es
en Cristo Jesús.
1Ti 1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo
para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
1Ti 1:16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí
el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida
eterna.
1Ti 1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
c) Hecho de manera más visible en la cruz

Conclusión:
Leamos Juan 8:10-11
Jn 8:10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que
te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Jn 8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Ahora leamos el capítulo 2 de Efesios (salvos por gracia)


Si has hecho enojar a Dios con tu conducta este es momento para recapacitar, y recordar que el
señor esta dispuesto a perdonarte.
Tipo de sermón: Mixto
1Co 1:30
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención;

LO QUE SIGNIFICA JESUCRISTO PARA LA HUMANIDAD.

INTRODUCCION:
Jesucristo como tal tuvo una relevancia espectacular para la humanidad, desde los puntos
de vista seculares y creyentes: el simple hecho de que la historia se divida en antes y
después de cristo tiene un énfasis extraordinario lo Histórico se conjunta con los propósitos
de Dios decir antes y después de cristo es aceptar que como tal existió, no puedo precisar
cual fue la razón de dividir los periodos históricos de esta manera pero sea cual sea la
razón, cumple un propósito y demuestra la importancia de la existencia de cristo en la vida
de la humanidad. De igual manera en el aspecto del creyente el hombre cayo de la gracia
de Dios y esto lo torno en el camino de perdición y desamparo, pero desde la caída de
Adán Y Eva Dios había provisto de un plan específico parque la humanidad tuviera
esperanza, entonces el significado de cristo tiene un significado especial que es necesario
explicar y recordar para entender la verdadera postura que el cristiano debe de tener con
respecto a esto. He aquí la explicación según el apóstol pablo en los versículos leídos con
anterioridad.

¿Qué fue lo que obtuvimos cuando Jesús murió en la cruz?

I. SER JUSTIFICADO
Cuando uno es salvo y redimido por el poder de la sangre de Cristo, es considerado justo,
o Justificado. "Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que
es en Cristo Jesús" (Romanos 3:24). Uno es declarado justo, sin serlo, no por los méritos
de uno, sino por el mérito de Cristo. Lea Hechos 13:38,39; Romanos 5:1,9; Tito 3:7.

Rm 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de
la ira.
Rm 3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en
él. Porque no hay diferencia,
Rm 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Rm 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús,
Rm 4:25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación.
Hechos 13:38,39
Hch 13:38 Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia
perdón de pecados,
Hch 13:39 y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados,
en él es justificado todo aquel que cree.
Tito
Tit 3:7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la
esperanza de la vida eterna.

II. OCTENER REDENCION


La redención (rescate -comprado de nuevo-) . El pecador vive bajo la esclavitud del pecado
y de Satanás (Romanos 6:16). No puede hacer nada, por cuanto carece del poder
necesario, para liberarse de esta servidumbre. El precio que se ha pagado por su redención
es el precio de la sangre que Jesús derramó sobre la cruz. "En quien tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados" (Colosenses 1:14). Lea Hechos 20:28; 1Corintios
1:30; 1 Corintios 6:20; Hebreos 9:12. Al rescatar al hombre de la esclavitud del pecado,
Jesús puso fin al poder y obra del diablo.

Col 1:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

En cuanto a lo que el pueblo judío realizaba.

He 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró
una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

III SER SANTIFICADO.


A. El significado de las palabras que se relacionan con la santificación
1. «Santificar», en sus varias formas, es usada 106 veces en el Antiguo Testamento y 31
veces en el Nuevo Testamento y significa «poner aparte», o el estado de separación. Tiene
que ver con posición y relación. La base de la clasificación es que la persona o cosa ha
sido puesta aparte, o separada de los demás en posición y relación delante de Dios, de lo
que no es santo. Este es el significado general de la palabra.
2. «Santo», en sus varias formas, es usado alrededor de 400 veces en el Antiguo
Testamento y 12 veces en el Nuevo Testamento, con relación a los creyentes y dando a
entender el estado de separación o ser puesto aparte, o ser separado de aquello que no es
santo. Cristo fue «santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores». Por
consiguiente, Él estaba santificado. Pero hay también algunas cosas que las palabras
«santo» y «santificar», en su uso bíblico, no implican.
a) No implican necesariamente la impecabilidad, pues leemos de «gente santa»,
«sacerdotes santos», «profetas santos», «apóstoles santos», «hombres santos», «mujeres
santas», «hermanos santos», «monte santo» y «templo santo». Ninguno de ellos estaba
sin pecado delante de Dios. Eran santos de acuerdo a alguna norma que constituya la base
de su separación de otros. Aun los cristianos de Corinto, quienes estaban cometiendo una
gran falta, fueron llamados santos. Muchas cosas inanimadas fueron santificadas, y éstas
no podían estar relacionadas con el problema del pecado.
b) La palabra «santo» no implica necesariamente finalidad. Todas las personas que
mencionamos en el punto anterior fueron llamadas repetidamente a unos niveles más altos
de santidad. Ellas fueron apartadas una y otra vez. Las personas o cosas llegaban a ser
santas cuando eran apartadas para un propósito santo. Así fueron ellas santificadas.
3. «Santo» se usa con relación a Israel cerca de cincuenta veces y con relación a los
creyentes alrededor de sesenta y dos veces; se aplica solo a personas y tiene que ver con
su posición ante Dios. En este caso, la palabra no se asocia con la clase de vida de los
creyentes. Ellos son santos porque han sido particularmente separados en el plan y
propósito de Dios. Son santos porque han sido santificados.
En varias epístolas los creyentes son identificados como aquellos que son «llamados a ser
santos». Esto es muy engañoso; las palabras «llamados a ser» deberían omitirse. Los
cristianos son santos mediante el llamado de Dios. Los pasajes antes citados no están
anticipando un tiempo cuando los hijos de Dios llegarán a ser santos. Ellos ya están
santificados, apartados y, por consiguiente, ya son santos.
Ro. 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos:
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1Co. 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo
Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
La santidad no es algo progresivo. Cada persona nacida de nuevo es tan santa en el
instante de su salvación como lo será en el tiempo futuro y en la eternidad. La iglesia, la
cual es el cuerpo de Cristo ha sido llamada a apartarse, a formar un pueblo separado; ellos
son los santos de esta dispensación. De acuerdo al uso de estas palabras, todos ellos están
santificados. Todos ellos son santos. Debido a que ignoran la posición que tienen en Cristo,
muchos cristianos no creen que ellos sean santos. Entre los títulos que el Espíritu da a los
hijos de Dios, solo hay uno que se usa más que el de santos. Los creyentes son
llamados «hermanos» 184 veces, «santos» 62 veces y «cristianos» solamente 3 veces.
c) Somos santificados por:
Por la sangre de Cristo.
He. 9:13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la
becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
He. 13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia
sangre, padeció fuera de la puerta.
Por el cuerpo de Cristo.
He. 10:10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre.
Por el Espíritu.
1P. 1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para
obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
Por nuestra propia elección.
He. 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
2Ti. 2:21-22 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para
honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. Huye también de las
pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón
limpio invocan al Señor.
Por la fe.
Hch. 26:18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de
la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.
CONCLUSION; santificacion, justificación y redención aspectos de la muerte de Jesucristo
significativos para el creyente, pero, ¿cuánto de esto hace eco en nosotros?, ¿cuándo le
aceptaste cambiaste tu manera de vivir y tu futuro fue sellado con la salvación y no a la
perdición eterna? En el caminar diario olvidamos estos puntos y nuestro cristianismo se
vuelve algo comercial, es decir pierde el significado real.

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