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Traducciones Modernas de la Biblia


Índice.-

01 Una Breve Historia de Manuscritos Bíblicos y Traducciones …………………. 02


02 El Más Noble Monumento de la Prosa Inglesa ……………………………………. 04
03 Testimonio de una Revisión Moderna …………………………………………... 08
04 Dos Nuevos Testamentos Griegos …………………………………………………. 10
05 Manuscritos Corrompidos ……………………………………………………….. 12
06 ¿Una Traducción Inspirada? ……………………………………………………….. 14
07 El Caso Donde Falta el Griego …………………………………………………. 17
08 Westcott y Hort ……………………………………………………………………. 18
09 Los Manuscritos ……………………………………………………………………. 20
10 La Actitud Católica Romana Hacia las Escrituras ……………………………… 22
11 Quema de Biblias y de Santos …………………………………………………. 26
12 Los Jesuitas y las Versiones ……………………………………………………….. 32
13 El Emperador Constantino ……………………………………………………….. 35
14 El Regocijo Católico Romano …………………………………………………. 39
15 El Siglo IV y el Siglo XX ……………………………………………………….. 42
16 Profetas Lucrativos ……………………………………………………………… 44
17 Catolicismo Sutil ……………………………………………………………………. 46
18 Un Texto Crucial ……………………………………………………………………. 50
19 La Destrucción de la Doctrina del Anticristo …………………………………….. 54
20 Difamando las Escrituras ……………………………………………………….. 58
21 El Factor Joven ……………………………………………………………………. 59
22 Palabras Arcaicas ……………………………………………………………… 61
23 Las Sociedades Bíblicas ……………………………………………………….. 64
24 La Sociedad Bíblica Trinitaria …………………………………………………. 69
25 Los Rollos del Mar Muerto ……………………………………………………….. 73
26 La Coma Faltante ……………………………………………………………… 75
27 La Versión Estándar Revisada y el Islam …………………………………………… 78
28 La Defensa de las Traducciones Modernas …………………………………….. 81
29 La Versión Revisada ……………………………………………………………… 84
30 Un Nuevo Testamento Mutilado …………………………………………………. 89
31 El Millar de la Versión Estándar Revisada …………………………………….. 92
32 La Nueva Versión Estándar Revisada …………………………………………… 94
33 La Nueva Biblia Inglesa ……………………………………………………….. 97
34 La Biblia Inglesa Revisada ……………………………………………………….. 102
35 La Nueva Biblia de Jerusalén ……………………………………………………….. 103
36 El Nuevo Testamento Ampliado …………………………………………………. 108
37 La Nueva Biblia Mundial ……………………………………………………….. 109
38 Paráfrasis de las Escrituras ……………………………………………………….. 110
39 El Nuevo Testamento de Phillips …………………………………………………. 115
40 La Mejor Versión Moderna ……………………………………………………….. 118
Apéndice A: Versículos Totalmente Omitidos de las Versiones Más Modernas de las
Escrituras ………………………………………………………………………………….. 120
Apéndice B: Porciones de 178 Versículos Omitidos de las Traducciones Más Modernas . 121
Apéndice C: Los Traductores de las Versión Autorizada ………………………………. 141
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Apéndice D: La Importancia de Berserk ………………………………………………… 147


Apéndice E: La Palabra de Dios Hecha una Broma ……………………………………. 150
Acerca de los Autores ……………………………………………………………………. 151

Capítulo 01: Una Breve Historia de Manuscritos Bíblicos y Traducciones.-

Los 27 libros del Nuevo Testamento fueron escritos en la segunda mitad del primer siglo después de
Cristo. Ninguno de los escritos originales ha sido preservado. Sin embargo, los cristianos primitivos
preservaron cuidadosamente copias de estas escrituras sagradas, tomando el mayor cuidado para elimi-
nar errores por parte de los copistas. Siria se convirtió en el centro de esos esfuerzos copiadores.
Sin embargo, dentro de un siglo de haber sido escrito el canon del Nuevo Testamento, fueron hechas
serias alteraciones, especialmente por escribas en la ciudad de Alejandría, en Egipto. Estos hombres
fueron motivados por un deseo de apoyar sus errores gnósticos, los cuales incluían el punto de vista que
Cristo no era un miembro de la Divinidad. Una vez que los escribas interfirieron en las Escrituras, se
volvieron cada vez menos cuidadosos en sus técnicas de copiado, introduciendo numerosos errores. Sin
embargo, los escribas de Siria no se desviaron de sus meticulosos métodos de copiado.
Desde estas dos perspectivas de copiado, emergieron dos diferentes corrientes de manuscritos Griegos.
Esta corriente oriental, que se concentró en Siria y Constantinopla, permanecieron fieles a los escritos
originales de los apóstoles, mientras que la corriente occidental, concentrada en Alejandría y Roma, es-
tuvo grandemente marcada por la imperfección tanto en alteraciones deliberadas como descuidadas.
Tempranamente en el siglo IV, el Emperador Constantino comisionó a Eusebio, obispo de Cesarea, pa-
ra que preparara 50 copias del Nuevo Testamento. Eusebio escogió copiar los manuscritos imperfectos
occidentales. Su decisión fue influenciada por su admiración de Orígenes, el cual era un corruptor del
sagrado Escrito.
Se piensa que dos de las copias de Eusebio sobrevivieron en el Codex Sinaítico y en el Codex Vati-
cano. Estas copias contienen muchos errores, y durante el sexto y el séptimo siglo, por lo menos diez
diferentes escribas trataron de hacer correcciones, para tratar de acercarlas a los manuscritos válidos
orientales. A pesar de este esfuerzo, permanecieron muchos errores deliberados y de descuidos.
El conocimiento de estos errores no impidió que Jerónimo usara estos manuscritos errados como base
para su versión Latina de la Biblia. Su traducción se convirtió en la Escritura oficial de la Iglesia Cató-
lica Romana y es conocida como la Vulgata Latina. Menospreciando toda evidencia contraria, el Con-
cilio de Trento en el siglo XVI proclamó la Vulgata Latina como estando libre de errores.
Pero a pesar de la gran influencia del papado, los cristianos no fueron engañados. Los creyentes tales
como los Valdenses y la iglesia Gala de Francia y la iglesia Celta de Inglaterra, se rehusaron a usar la
perversión de la Palabra de Dios y solo usaron aquellas traducciones provenientes de la corriente orien-
tal. Esta práctica también fue verdadera en las iglesias de Dios en Etiopía, Persia, India y China.
Cuando los Turcos conquistaron Constantinopla y destruyeron el Imperio Bizantino en 1543, los hom-
bres escaparon hacia el Occidente llevando preciosos manuscritos bíblicos y seculares con ellos. Estos
manuscritos iluminaron las densas tinieblas de la Edad Media, una tiniebla directamente atribuida al
dominio Católico Romano. Las revelaciones de estos manuscritos abrieron las mentes al aprendizaje y
también a la pura y preciosa Palabra de Dios. El Renacimiento se diseminó por toda Europa como fue-
go en el rastrojo, y muy luego surgió la Reforma.
Los siervos de Dios percibieron que era la Palabra de Dios en el idioma del pueblo común lo que abría
las mentes a la verdad y disiparon los errores del papado. A medida que nación tras nación lanzaban
fuera los grilletes del Catolicismo y abrazaban la fe pura basada en la inerrante Palabra de Dios, un
gran temor se apoderó del liderazgo en Roma. El Concilio de Trento fue llamado en 1545 para encon-
trar medios para contener el avance del Protestantismo.
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Perceptiblemente, los obispos se reunieron en el Concilio reconociendo que la libre distribución de la


Biblia a todos los hombres conduciría al toque de muerte de la Iglesia Católica Romana. Donde quiera
que hombres y mujeres leyeran este precioso Libro, los errores del Catolicismo eran abandonados.
Estos astutos obispos gustosamente habrían lanzado todas las Biblias en un mar de fuego, tal como lo
habían hecho en generaciones anteriores, pero su poder coercitivo había desaparecido de casi toda Eu-
ropa. Se requerían ahora medios más sutiles para invertir el gran avance de la verdad escriturística. al-
gunos obispos prudentes hasta sugirieron que la Iglesia Católica Romana, también, apoya la Biblia co-
mo la única fuente de fe. Ellos razonaron que podían ser capaces de recuperar a hombres y mujeres del
Protestantismo, si proclamaban ese punto de vista. Pero los Jesuitas vieron que una posición tal, en vez
de servir para rescatar la fe Católica, acabaría sellando su destino. Con el Arzobispo de Regio como su
portavoz, los Jesuitas rechazaron totalmente esta táctica fallida señalando que no había ninguna base
escriturística para la guarda del domingo, y a menos que la iglesia estuviese preparada para volver a la
guarda del Sábado, tenían que sostener la autoridad de la tradición de la iglesia por sobre las Escrituras.
El exitoso argumento del Arzobispo de Regio ganó un lugar permanente para la tradición de la iglesia,
como siendo la mayor fuente de la doctrina Católica, pero no proveyó una solución para el avance del
Protestantismo y la supremacía de las Escrituras en los corazones de los Protestantes. Los Jesuitas por
lo tanto inventaron una nueva estrategia. Teniendo poco respeto por la Biblia, sin embargo, fueron a
Douay y Rheims en Francia y tradujeron la Biblia al idioma Inglés usando la Vulgata Latina como su
base, y usando el idioma original en algunas áreas.
Los jesuitas no estaban preocupados con la imperfección de su nueva traducción; ellos seguían sus ob-
jetivos. Su fe no dependía de la Palabra de Dios, sino que en la tradición de la iglesia. La exactitud no
era vital para su entendimiento, y las inexactitudes los asistirían en su objetivo de debilitar la fe Protes-
tante en la Palabra de Dios. Es la corrupción de la Palabra de Dios lo que hace con que los hombres y
mujeres se vuelvan hacia la autoridad de los hombres y de la iglesia en lugar de hacerlo hacia la Biblia.
Durante tres siglos el designio de los Jesuitas tuvo escaso éxito. Los Protestantes estaban sagazmente
concientes de las perversiones de los manuscritos occidentales y los evitaron. Hombres como William
Tyndale murieron en la estaca antes que someterse a una Escritura pervertida. Los Reformadores de
Europa se unieron para llevarle al rebaño de Dios las preciosas verdades de la pura Palabra de Dios.
Fue en este medio de fidelidad a la Palabra de Dios que surgió la KJV, y que fue llevada a cabo por
hombres piadosos.
Pero en el siglo XIX los Jesuitas penetraron la Iglesia Anglicana por la fuerza. Esta infiltración condujo
a la formación de lo que llegó a conocerse como el movimiento ortodoxo, a comienzos de ese siglo. es-
te movimiento entre jóvenes clérigos Anglicanos sostuvo la re-introducción de las prácticas Católicas –
tales como la confesión, la adoración de María, y la celebración de la Misa – dentro de la Iglesia Angli-
cana.
Cuando, en la década de 1870, el arzobispo de Canterbury llevó a cabo una revisión de la KJV, las dos
figuras más influyentes del comité revisor, los Drs. Westcott y Hort, estaban grandemente bajo la in-
fluencia del movimiento de Oxford. Ellos animaron a los traductores a desechar los puros manuscritos
orientales, sobre los cuales estaba basada la Reforma Protestante y su Biblia, y a volver a los perverti-
dos manuscritos occidentales, que siempre fueron los aliados del Catolicismo.
Así, la Versión Revisada de 1881 transformó la naturaleza de las Escrituras en el idioma Inglés. Esta
versión, y la Versión Revisada Americana, la cual apareció 20 años después y que estaba igualmente
llena de fallas, inicialmente no tuvo una influencia profunda en el Protestantismo, porque la KJV per-
maneció como la Biblia estándar de estas iglesias.
La aparición de la Versión Estándar Revisada de la Biblia en la segunda mitad del siglo XX, fue segui-
da por una plétora de nuevas traducciones, y finalmente vio implementado el esquema de los Jesuitas.
Hoy, la mayoría de los Protestantes han rechazado la confiable KJV y ahora usan alegremente Biblias
que están basadas en los manuscritos católicos. Todas las mejores traducciones modernas, con excep-
ción de la NKJV (también conocida como la Nueva Versión Autorizada) distorsionan las Escrituras. es-
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tas traducciones incluyen la Nueva Versión Internacional, la Nueva Biblia Inglesa, la Versión Inglesa
de Hoy, la traducción de Phillips, y muchas otras.
¿Es de admirarse que los católicos se regocijen abiertamente con la aparición de la Versión Revisada,
proclamando que su uso es el toque de muerte para el Protestantismo? El uso de estas traducciones ha
debilitado seriamente la percepción Protestante de los errores de Roma. Los efectos del uso de estas
traducciones, inicialmente patrocinadas por los teólogos, ya se pueden ver.

Capítulo 2: El Más Noble Monumento de la Prosa Inglesa.-

No fue sino hasta el siglo XVI que la primera traducción Inglesa de las Escrituras, del original Griego y
hebreo, fue completada. Es verdad que John Wesley había traducido, en el siglo XIV, la Biblia al In-
glés a partir de la Vulgata Latina. Debido a esto y a otros asaltos de los excesos de Roma, los huesos de
Wycliffe fueron desenterrados décadas después de su muerte en 1384, y fueron quemados públicamen-
te. Él había escrito:

“Hombres y mujeres cristianas, jóvenes y adultos, debieran estudiar diligentemente el Nuevo Testa-
mento, porque está lleno de autoridad y abierto al entendimiento de los hombres simples, hasta el punto
que es muy necesario para la salvación”.

Esta asombrosa afirmación había golpeado los fundamentos eclesiásticos de Inglaterra. Era un desafío
frontal a la enseñanza papal de que solamente los sacerdotes podían interpretar y presentar la verdad
escriturística. Este punto de vista erróneo del Catolicismo, se refleja por las crecientes exigencias de los
teólogos modernos, para ser investidos con el derecho de decidir la verdad cuando asuntos de doctrina
están en disputa. El dominio de la iglesia por parte de los teólogos ha conducido siempre hacia las ti-
nieblas, jamás hacia la luz. No es de sorprenderse que Wycliffe haya sido posteriormente proclamado
por los Protestantes devotos como la Estrella de la Mañana de la Reforma.
En Noviembre de 1983, tuvimos el privilegio de adorar en la iglesia de campo de Lutterworth en Lei-
cestershire, Inglaterra. Fue en esta congregación que John Wycliffe fue echado fuera, cuando su in-
fluencia en Oxford era mayor que lo que la jerarquía de la iglesia podía tolerar. Fue allí que él murió, y
fue allí que sus huesos fueron ceremonialmente quemados. ¡Cuán afortunados somos que las acciones
de nuestro Dios no estén sujetas a los caprichos e intolerancias del hombre! En la iglesia de piedra se
guarda una copia de la gran contribución de Wycliffe para con la verdad, su traducción de la santa Es-
critura.
Pero aun cuando la obra de Wycliffe fue audaz, y sus esfuerzos hayan sido de largo alcance, fue a tra-
vés del contacto con él que los animados vientos de la Reforma fueron testimoniados hasta Bohemia,
culminando en el poderoso testimonio de Huss y Jerónimo; Wycliffe fue incapaz de presentarle a sus
ciudadanos una traducción no corrompida del Nuevo Testamento.
La Vulgata Latina, de la cual Wycliffe tradujo su versión al Inglés, había sido traducida originalmente
de los manuscritos Griegos corrompidos. William Tyndale, en el siglo XVI, tuvo acceso a los manus-
critos Griegos y Hebreos no corrompidos, y fue a partir de estos manuscritos que él preparó su traduc-
ción al Inglés. Los prelados Católicos Romanos condenaron la obra de Tyndale como una perversión
obstinada del Nuevo Testamento. Su Biblia fue conducida a las llamas y él mismo fue quemado en la
estaca en 1536, por atreverse a usar manuscritos griegos no corrompidos con deliberadas alteraciones.
Tan querida era la pureza de la Palabra de Dios para Tyndale, que la misma vida no le era tan preciosa.
Haríamos bien en considerar a qué precio la norma de pureza del manuscrito bíblico fue preservada.
La obra de Tyndale no se extinguió con las llamas que consumieron su cuerpo y sus traducciones. Aun
vive hoy en su valiosa sucesora, la KJV. Infelizmente, la tradición de los manuscritos corrompidos, no
disminuyó con el éxito de la Reforma Inglesa. Aun sobreviven en la mayoría de las traducciones mo-
dernas, en la Nueva Versión Internacional [NIV], la cual ha sobrepasado a la KJV por primera vez.
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La gran mayoría de los cristianos que escogen una versión moderna de las Escrituras, lo hacen así, cre-
yendo que simplemente están obteniendo una traducción auténtica de la Biblia en el idioma Inglés de
hoy, y no del siglo XVII. Ellos quedarían asombrados si supieran que las versiones modernas más po-
pulares han sido traducidas de un manuscrito Griego diferente que el que usó la KJV 1. Pocos están al
tanto de que desde los primeros tiempos, dos manuscritos griegos han competido por del derecho a ser
aceptados como siendo las palabras originales escritas por los autores apostólicos.
Muchos cristianos aceptan la afirmación de que las traducciones modernas poseen una marcada ventaja
sobre aquellas del siglo XVI y XVII, ya que los descubrimientos más recientes han revelado muchos
más manuscritos. En algunos casos estas son copias más antiguas de los manuscritos griegos. Se afirma
que estos capacitan una base más exacta de la evaluación tanto de las discrepancias menores como de
las mayores, entre los diferentes manuscritos. Pero todos los manuscritos Griegos dan un testimonio in-
eludible de haber surgido de una o dos fuentes: una preservada por la Iglesia Cristiana Oriental en
Constantinopla y Siria, y la otra por la Iglesia Occidental, centrada en Roma y Alejandría. Los descu-
brimientos modernos no han alterado este hecho. Los méritos de estas afirmaciones competitivas exi-
gen una evaluación, porque nunca es seguro solo inferir algo de las sagradas Escrituras. Dios no eligió
de una manera descuidada el mensaje que Él les inspiró a Sus siervos para que lo registraran. Cada sen-
tencia fue inspirada por Dios. Aun cuando es verdad que estos autores privilegiados de los escritos ca-
nónicos usaron sus propias palabras y sus estilos distintivos para escribir, sin embargo cada concepto
expresado, cada hecho relatado, fue considerado por Dios como una información vital para nuestra sal-
vación. Tan sagradas fueron estas palabras, que la más terrible anatema fue lanzada contra aquellos que
se atreviesen a interferir con el contenido de las Escrituras.

“Advierto a todo el que oye las Palabras de la profecía de este libro: Si alguno le añade algo, Dios trae-
rá sobre él las plagas escritas en este libro. Y si alguno quita algo de las Palabras del libro de esta pro-
fecía, Dios quitará su parte del Libro de la Vida y de la santa ciudad, que se describen en este libro”.
Apoc. 22:18-19.

Los dos textos2 Griegos competitivos de las Escrituras están tipificados por el Textus Receptus (tradi-
ción Oriental) y el Codex Vaticanus (tradición Occidental). Ningún traductor, desde los tiempos de la
Reforma, ha escogido estas dos formas Griegas de las Escrituras. Cada uno ha tomado una decisión de-
liberada de seguir una o la otra. Los traductores que fueron escogidos para llevar a cabo esta importante
tarea en los días del Rey Jaime I de Inglaterra, estaban bien concientes de ambos manuscritos. El Tex-
tus Receptus tenía una historia que se remontaba a

“las iglesias apostólicas y que reaparecieron a intervalos a lo largo de la era cristiana entre los creyentes
iluminados. Fue protegido por la sabiduría y la erudición de la iglesia pura en sus diferentes fases; tales
como la iglesia de Pella en Palestina, adonde huyeron los cristianos, cuando en el año 70 d.C. los Ro-
manos destruyeron Jerusalén; por la Iglesia Siria de Antioquia, la cual produjo eminentes eruditos; por
la Iglesia de Italia al Norte de Italia; y también en el mismo tiempo por la Iglesia Gala en el Sur de
Francia y la Iglesia Celta en Gran Bretaña; por los pre-Valdenses, los Valdenses, y las iglesias de la Re-
forma”. Wilkinson, Nuestra Biblia Autorizada Vindicada, página 12.

Esta ascendencia es realmente impresionante, porque todas estas iglesias lucharon por la pureza de la fe
en una era de abierta apostasía.

1
Entre estas versiones está la Versión Revisada Estándar [RSV], la Versión Estándar Americana [ASV], la Nueva Versión
Internacional [NIV], la Versión Inglesa de Hoy [TEV], la Biblia de Jerusalén [BJ], y la Nueva Biblia en Inglés [NEB].
2
Hay poca discrepancia sobre el texto Hebreo del Antiguo Testamento. El Texto masorético es casi universalmente acepta-
do.
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La corriente competitiva es pequeña en comparación, pero parece que al igual que en la Edad Media, y
en el fin del tiempo, va a suplantar el Textus Receptus. Está basado en los dos manuscritos Griegos: el
Codex Vaticanus, mantenido en secreto en el Vaticano durante siglos, y el Codex Sinaíticus, descubier-
to por un teólogo Alemán en el “basurero” de un antiguo monasterio en el Sinaí en 1844. Uno se podría
preguntar si este descubrimiento no fue una trampa satánica reservada por el diablo para los días de la
predicación del evangelio eterno. Esta forma corrompida del manuscrito Griego ha sido representada en
la Vulgata Latina, la traducción jesuita de 1582 de las Escrituras al Inglés (conocida como Douay) y,
desde 1881, en la gran mayoría de las modernas traducciones al Inglés.
Tal vez ningún hombre ha examinado la evidencia de la autenticidad del texto Griego más cuidadosa-
mente que John William Burgon, miembro del Colegio Oriel, de Oxford, vicario de Santa maría, la
Universidad de la Iglesia de Oxford, profesor de Divinidad de la Universidad de Oxford, y posterior-
mente Decano de Chichester. Este gran cristiano del siglo XIX tenía un ferviente amor por las Escritu-
ras. Él no escatimó esfuerzos para examinar las afirmaciones de ambas versiones. En Roma en 1860, él
visitó la Librería del Vaticano, específicamente para estudiar el Codex Vaticanus. En 1862 viajó al Si-
naí e inspeccionó los tesoros del Convento de Santa Catarina, donde se había descubierto el Codex Si-
naíticus. También visitó de librerías continentales, examinando los antiguos manuscritos Griegos del
Nuevo Testamento.
Al concluir sus investigaciones, el profesor Burgon declaró:

“Estoy muy poco inclinado a creer, así parece ser de improbable, que al final de los años 1800, 995 co-
pias de mil, creo, no son confiables, y que una, dos, tres, cuatro o cinco que aun permanecen, cuyos
contenidos fueron hasta ayer tan buenos como los desconocidos, se encuentren como poseyendo el se-
creto de los que el Espíritu Santo inspiró originalmente. No creo, en resumen, que la promesa de Dios
haya fallado tan completamente, que al final de los años 1800, mucho del texto del Evangelio haya te-
nido que ser elegido por un crítico Alemán de un gran basurero en el convento de Santa Catarina”. Ci-
tado en Fuller, ¿Verdadero o Falso?, página 13.

Algunos han sostenido la antigüedad del Codex Sinaítico y del Codex Vaticanus como evidencia de su
superioridad sobre los manuscritos usados la traducción durante el reinado del Rey Jaime I. Burgon
adoptó un punto de vista alternativo. Él vio los muchos años de preservación como evidencia de su fal-
ta de confianza, ya que cualquier documento de valor, creía él, habría sido destruido hace mucho tiem-
po por su uso constante.
Las referencias de Burgon a lo reciente del conocimiento de esta corriente occidental, no debe ser in-
terpretado como una evidencia de que sea de un origen reciente. Es simplemente un hecho que estos
manuscritos Griegos eran desconocidos para la masa de eruditos hasta el siglo XIX. Pero estos manus-
critos fueron luego encontrados como siendo la base para las perversiones encontradas en la Vulgata
Latina, tal altamente apreciada y promovida por la Iglesia Católica Romana.
Que los Reformadores, tanto Ingleses como Continentales, evitaron este falso conjunto de registros bí-
blicos, no debiera sorprendernos. La Iglesia Oriental había preservado meticulosamente la Palabra de
Dios a través de numerosas copias, verificando y volviendo a verificar cada registro. Ese cuidado no ha
sido demostrado en el Occidente, donde la apostasía rápidamente alcanzó la pureza de la fe que algunos
pensaron “mejorar” las palabras del libro Sagrado a través de alteraciones y supresiones.
Eusebio, un antiguo padre de la iglesia, admitió que en sus días,

“los manuscritos corrompidos estaban tan generalizados que la armonía entre las diversas copias eran
imposible”. Wilkinson, página 15.

“Hombres como Justino Mártir en el siglo II de la era cristiana, juntamente con Tatiano, el cual expuso
el gnosticismo, deliberadamente ‘corrigieron’ las Escrituras. En el siglo siguiente, Clemente de Alejan-
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dría, un hombre que expuso muchos conceptos paganos, llevó el proceso aun más adelante”. Burgon,
página 336.

Pero hombres como Orígenes y su seguidor, Jerónimo, el cual fue el editor de la Vulgata Latina, con-
tribuyó mucho para la degradación de las santas Escrituras. La situación ha sido bien resumida por
Scrivener.

“No es menos verdad de hecho y paradójico en su sonido, que las peores corrupciones a las cuales ja-
más el Nuevo Testamento ha estado sujeto, se originaron dentro de unos cien años después de haber si-
do compuesto; que Irineo (150 d.C.), y los padres de África, y todo el Occidente, con una porción de la
Iglesia de Siria, usaron manuscritos muy inferiores a aquellos empleados por Stunica, o Erasmo, o
Stephens trece siglos después, cuando estaba siendo moldeado el Textus Receptus3.

La historia del cambio reciente de pensamiento en los círculos Protestantes no está envuelta en miste-
rio. Fue exitosamente ingeniada por dos prominentes profesores de teología de la Universidad de Cam-
bridge: Brooke Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort. Estos hombres han sido reconocidos como
los más brillantes y eruditos de la Biblia de la segunda mitad del siglo XIX, pero brillaron en el sentido
errado. Ellos estaban en el error, porque no eran amantes de la verdad, sino que se inclinaron hacia la
corriente Anglo-Católica que estaba surgiendo en la iglesia. Lo ilustramos citando una cita del profesor
de Hort en una carta.

“He sido persuadido durante muchos años”, escribió él en una carta al Dr. Wescott del 17 de Diciembre
de 1865, “que la adoración a María y a Jesús tienen mucho en común en sus causas y resultados”. Cita-
do en Fuller, ¿Verdadero o Falso? Página 17.

Con esos sentimientos católicos en su corazón, no necesitamos experimentar sorpresa que este hombre,
ignorando las duras batallas de sus antecesores espirituales en la Iglesia Anglicana, se volvió una vez
más hacia los manuscritos tan apreciados por Roma. Así es que cuando, en la década de 1870, tanto
Wescott como Hort fueron incluidos entre los confiados para llevar a cabo una revisión de la KJV, ellos
persuadieron a sus amigos traductores para que se excediese en su comisión. Esta comisión había con-
finado la obra del comité a alteraciones de expresiones que el pasar del tiempo había definido como ar-
caicas. Muchos lectores de las traducciones modernas imaginan que aquí se detuvieron los traductores.
Pero trágicamente, la Versión Revisada de 1881 fue basada, no en el Textus Receptus Griego, sino que
en los corrompidos manuscritos Occidentales. Las consecuencias que este alejamiento de su comisión
produjo, lo examinaremos subsecuentemente.
Algunos asumen que en muchas instancias hay muchas pequeñas diferencias entre el Textus Receptus y
el Codex Vaticano, y eso hace que todas las protestas sean triviales. Eso debería hacer con que se estu-
diaran más de cerca la evidencia. Philip Mauro, un diligente erudito del Griego, ha registrado no menos
de 7.578 divergencias verbales solo en los evangelios. Estas consisten en la omisión de 2.877 palabras,
la adición de 536 palabras, la substitución de 935 palabras, la transportación de 2.098 palabras, y la
modificación de 1.132 palabras (Philip Mauro, ¿Qué Versión? ¿La Autorizada o la Revisada?, citado
en Fuller, ¿Verdadero o Falso?, página 78). Esa total destrucción del texto original, resultante de cam-
bios concientes y de cambios debido a errores de copia, indica la magnitud del problema.
La belleza de la KJV en Inglés jamás ha sido igualada. Aun los traductores de la Versión Estándar Re-
visada [RSV] fueron constreñidos a admitir este hecho. Ellos citaron de la evaluación de los envueltos
en la revisión de 1881. estos hombres habían declarado que la KJV estaba marcada por

3
Scrivener, Introducción al Criticismo del Nuevo Testamento, 3ª Edición, página 511, citado en Wilkinson, página 18.
Pág. 8

“su simplicidad, su dignidad, su poder, su feliz uso de expresiones… la música de sus cadencias, y la
felicidad de su ritmo”. Versión Estándar Revisada de las Escrituras, Prefacio.

A veces se afirma que el idioma Inglés alcanzó su clímax alrededor del siglo XVII. Este punto de vista
es personal, pero tiene que decirse que las obras de William Shakespeare y de John Milton, contempo-
ráneos de la traducción de 1611, ofrece evidencia para apoyar esta opinión. Un análisis de la superiori-
dad del Inglés del siglo XVII con respecto al Inglés de hoy, concluye:

“Cada palabra era amplia, simple y genérica. Es decir, las palabras eran capaces de contener en ellas
mismas diferentes matices de significado, los cuales estaban incluidos en ese pensamiento central”.
Wilkinson, página 74.

Cualquiera que sea la razón, pocos podrían correctamente refutar la afirmación que el idioma de la KJV
no ha sido igualado por traductores posteriores. Es en verdad el más noble monumento de la prosa In-
glesa. ¡Cuán apropiado que la sagrada Palabra de Dios haya sido así expresada!

Capítulo 3: Testimonio de una Revisión Moderna.-

En 1982 fue publicada la Versión Autorizada Revisada4 de la Biblia. Aun cuando es significativamente
superior a algunas otras traducciones contemporáneas de la Biblia, también comparte algunos de sus
errores. Por ejemplo, en Heb. 9:12, el Griego ta hagia es injustificablemente traducido como “Lugar
Santísimo”, en vez de “Lugar Santo” o “santuario”5. Sin embargo, el prefacio de esta moderna traduc-
ción ofrece un testimonio no solicitado de la insuperable calidad de la Versión Autorizada 6 de fuentes
diferentes, como esta cita del eminente erudito católico, Alexander Geddes, el cual en 1786 declaró a
respecto de la Versión Autorizada:

“Si la exactitud y la estricta atención a la letra del texto constituyese una excelente versión, esta es la
más excelente de todas las versiones”. (Citado en la Santa Biblia – Versión Autorizada Revisada, Sa-
muel Bagster and Sons, 1982, página iii).

El mismo prefacio cita a la leyenda literaria Inglesa, George Bernard Shaw, ciertamente no un creyente
cristiano, refiriéndose a la KJV:

“La traducción fue extraordinariamente bien hecha, debido a los traductores, ya que lo que estaban tra-
duciendo no era meramente una curiosa colección de libros antiguos escritos por diferentes autores en
diferentes etapas de la cultura, sino que la Palabra de Dios divinamente revelada a través de Sus escri-
bas expresamente escogidos e inspirados. En esta convicción ellos llevaron a cabo su obra con ilimitada
reverencia y cuidado y lograron un resultado bellamente artístico”. Ibíd.

Perceptiblemente el prefacio de la Versión Autorizada Revisada menciona:

1.- Los traductores de la Versión Autorizada decidieron evitar una traducción que parafraseara o que
solo diera una traducción aproximada.
2.- Los eruditos traductores estaban casi tan familiarizados con los idiomas originales de la Biblia, co-
mo lo estaban con el Inglés.
4
También conocida como la Nueva Versión King James.
5
Este asunto es explicado en su totalidad en C. D. Standish y R. R. Standish, El Sacerdote sacrificial, disponible en las Pu-
blicaciones Hartland, Box 1, Rapidan, VA, 22733, USA.
6
También conocida como la KJV.
Pág. 9

3.- Los traductores tenían una reverencia por el divino Autor y Su Palabra, lo cual aseguró una traduc-
ción en la cual solo se podía aceptar un principio de extrema exactitud.
4.- Los traductores de la Versión Autorizada, a diferencia de muchos traductores modernos, que fre-
cuentemente usan la equivalencia dinámica menos precisa cuando traducen ciertos pasajes, usaron una
equivalencia completa. Lo anterior conduce a menudo al parafraseado, lo cual impide la traducción más
literal de la Versión Autorizada de las santas Escrituras.

El prefacio de la Versión Autorizada Revisada también ofrece una confirmación que los traductores de
la Versión Autorizada creían en las sagradas providencias a través de las cuales los manuscritos fueron
preservados.

“Ellos creían firmemente que habían sido designados para un registro confiable de la Palabra de Dios”.
Ibíd.

La profunda influencia de la Versión Autorizada sobre un amplio rango de vida y cultura en el mundo
de habla Inglesa, también es observada en el prefacio de la Versión Autorizada Revisada:

“La precisión de la traducción por la cual es históricamente reconocida, y su majestad de estilo, han
permitido que esa monumental versión de la Palabra de Dios se convierta en la fuerza motriz de la reli-
gión, idioma y fundamentos legales de nuestra civilización”. Ibíd.

El prefacio también reconoce las deficiencias de los manuscritos Sinaíticos y Vaticanus, sobre los cua-
les dependen la mayoría de las versiones modernas de las Escrituras.

“Las preferencias de los manuscritos citadas en muchas traducciones contemporáneas del Nuevo Tes-
tamento, se deben a una reciente confianza en unos pocos manuscritos descubiertos a fines del siglo
XIX y comienzos del siglo XX. La dependencia sobre estos manuscritos, especialmente dos, el Sinaíti-
co y el Vaticanus, se debe a la mayor edad de estos documentos. Sin embargo, a pesar de su edad, mu-
chos eruditos han mostrado razones para dudar de la fidelidad de estos manuscritos con respecto al tex-
to original, ya que a menudo no concuerdan el uno con el otro y muestran señales de desconfianza…
Por otro lado, la gran mayoría de los manuscritos existentes concuerdan substancialmente. Aun cuando
algunos son más tardíos, y ninguno es más temprano que el siglo V, la mayoría de sus lecturas son veri-
ficadas por antiguos papiros, antiguas versiones, y citas en los escritos de los primeros padres de la
iglesia. Este gran cuerpo de manuscritos, es la fuente del texto Griego que está por detrás de la KJV de
la Biblia. Es el texto Griego usado por las iglesias de habla Griega durante muchos siglos, actualmente
conocidos como el Textus Receptus, o Texto Recibido, o el Nuevo Testamento”. Ibíd.

“Desde fines del siglo XIX, se ha sostenido la teoría por parte de algunos eruditos, que este texto tradi-
cional del Nuevo Testamento, tal como es usado en la KJV, había sido oficialmente editado por la igle-
sia del siglo IV. Estudios recientes han acusado cambios significativos sobre este punto de vista, y un
creciente número de eruditos ahora ven el Texto Recibido como mucho más confiable que lo que se
pensaba antes”. Ibíd., página vii.

Ninguna traducción es perfecta. Hasta se puede argumentar que no existe ninguna copia original auto-
grafiada. Este concepto se ha convertido en la plataforma de debate para muchos que declaran que por
lo tanto la precisión de una traducción es menos importante que su relevancia para las necesidades ac-
tuales. Este punto de vista ha conducido a la deplorable situación de que algunas “traducciones” poseen
apenas un escaso parecido a la sagrada verdad escondida en las Escrituras. Para aquellos que acarician
los sagrados oráculos de Dios, la investigación objetiva confirma que la Versión Autorizada de la Bi-
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blia es la más exacta y da la traducción más precisa que cualquier otra traducción Inglesa haya podido
producir. Solo esta razón es suficiente para que sea la primera Biblia para todos los Protestantes verda-
deros.

Capítulo 4: Dos Nuevos Testamentos Griegos.-

Muchos teólogos, tratando de calmar los temores de los miembros de iglesia, afirman que solo hay tres
por ciento de diferencia entre los manuscritos Griegos, sobre los cuales están basadas las traducciones
modernas, y aquellos sobre los cuales está basada la KJV. Aun si esta estimación estuviese correcta,
eso significaría que el equivalente a 240 versículos del Nuevo Testamento estarían siendo cuestionados.
Se pueden llevar a cabo cambios doctrinales significativos a través de la perversión de un número tan
grande de versículos. Además, ¿debieran los hijos de Dios sancionar cualquier desviación de los escri-
tos inspirados? Mientras muchos teólogos, tal como lo hemos observado, enfatizan que solo tres por
ciento de las Escrituras están siendo cuestionados, sin embargo, son muy tenaces en su defensa de las
versiones modernas. En verdad, su defensa de estas versiones parece extenderse más allá del asunto de
un fácil entendimiento. Después de todo, los teólogos en muchas instancias han estudiado Griego y/o
Hebreo. Ellos mismos no debieran tener problemas con algunas palabras arcaicas en Inglés. Pero es
evidente que la mayoría rechaza la KJV, y prefieren algunas de las versiones modernas basadas en los
manuscritos Griegos que contienen numerosas omisiones y otros errores. Podríamos ser perdonados
por sospechar una agenda oculta.
Ha habido, desde el primer periodo de la era cristiana, dos manuscritos Griegos compitiendo. Antes que
un sincero estudiante de la Biblia selecciones una traducción de la Biblia para uso diario, es imperativo
que primero examine cuál de estos dos manuscritos Griegos incompatibles cree él que será el mejor re-
presentante de los escritos originales del Nuevo Testamento que escribieron los apóstoles, y entonces
descubrir qué traducción está basada en estos manuscritos Griegos más exactos. Claramente, una tra-
ducción de un manuscrito Griego con fallas, de ninguna manera puede traerle la pura verdad al pueblo
de Dios.
Los manuscritos Griegos, de los cuales fue traducida la KJV, provinieron largamente de la Iglesia Cris-
tiana Oriental. Cuando Constantinopla, los cuarteles generales de la Iglesia Oriental, fue derrocada por
el Imperio Otomano en 1453, muchos eruditos Griegos huyeron hacia el Occidente, llevando consigo
los preciosos manuscritos Griegos de las Escrituras. La Iglesia Cristiana Oriental, especialmente la lo-
calizada en Siria, había copiado fielmente los manuscritos utilizando una técnica similar a la usada por
los Judíos al copiar el Antiguo Testamento. En esta técnica, las palabras y las letras eran contadas y los
manuscritos eran verificados para minimizar la posibilidad de errores de copiado.
Tan dedicados eran los traductores de la KJV, que deseaban solo los mejores manuscritos, y evitaban
aquellos que habían sido interferidos en el Occidente. Los manuscritos sanos representan más del 95%
de todos los manuscritos Griegos del Nuevo Testamento.
La segunda categoría de los manuscritos Griegos, de los cuales han sido hechas la vasta mayoría de las
traducciones modernas, se componen de aquellos de la Iglesia Cristiana Occidental, la cual tuvo sus
centros de estudio en Alejandría y Roma. Los dos más famosos de estos manuscritos son el Codex Va-
ticanus y el Codex Sinaítico. Dos significativas Biblias han sido traducidas a partir de estos manuscri-
tos occidentales. La primera fue la Vulgata Latina, traducida en el siglo cuarto, y la segunda fue la tra-
ducción Jesuita de las Escrituras en 1582, conocida como la Versión Douay.
Es significativo que iglesias que permanecen cercanas a la verdad de Dios siempre han preferido Bi-
blias basadas en los manuscritos orientales; mientras que las que no buscaron la autoridad bíblica, pre-
firieron los manuscritos occidentales. Así la iglesia de Pella en Palestina, donde los cristianos huyeron
después de la caída de Jerusalén, la iglesia Siria de Antioquia, la iglesia Itálica del Norte de Italia, la
iglesia Gala del Sur de Francia, la iglesia celta de Gran Bretaña, y la de los Valdenses, todas tenían los
manuscritos orientales como base de sus Biblias. Por otro lado, la Iglesia Católica Romana, siempre ha
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sostenido los manuscritos occidentales. Una situación de esta naturaleza debiera alertar a todo cristiano
leal hacia la necesidad de un total examen de la Biblia con la cual él está estudiando. El Dr. Fuller ha
demostrado la presencia de las dos categorías contrastantes de los manuscritos Griegos del Nuevo Tes-
tamento. Hablando de la producción de la traducción Douay, él declara:

“Al mismo tiempo otro grupo de eruditos, amargamente hostiles al primer grupo, se reunieron en Rhe-
ims, Francia. Allí los Jesuitas, asistidos por Roma y con todo el poder de España, produjeron una tra-
ducción Inglesa de la Vulgata. En su prefacio declararon expresamente que la Vulgata había sido tradu-
cida en el 1300 al Italiano y en el 1400 al Francés, ‘para sacudir luego de las manos engañadas del pue-
blo, las falsas traducciones herejes de una secta llamada Valdenses’. Esto prueba que las versiones de
los Valdenses ya existían en el 1300 y 1400. así es que la Vulgata fue la corrupta versión de Roma de
las Escrituras contra el Texto Recibido; pero el Texto Recibido, fue el Nuevo Testamento de los após-
toles, de los Valdenses, y de los Reformadores”. D. O. Fuller, ¿Qué Biblia? Página 209.

Que la iglesia cristiana occidental corrompió las Escrituras, no cabe duda. Hablando de la pura fe Itáli-
ca, Allix testifica:

“Ellos solo recibieron, dice él, lo que está escrito en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Ellos dicen,
que los papas de Roma, y otros sacerdotes, han depravado las Escrituras por sus doctrinas y glosas”.
Allix, Las Iglesias del Piemonte, página 288.

“Hay una sana evidencia histórica para apoyar el hecho que el Nuevo Testamento fue tempranamente
corrompido en la Iglesia Cristiana Occidental. Eusebio informó que en sus días había muchos manus-
critos corrompidos. Él afirmó que aquellos que estaban destruyendo los manuscritos, en realidad los es-
taban corrigiendo”. Eusebio, Historia Eclesiástica, Libro 3, Capítulo 24, citado en Wilkinson, página
15.

“Muy luego la herejía Gnóstica entró en la iglesia cristiana. Los proponentes de esta herejía enseñaban
que Cristo era un ser creado. En el segundo siglo, Tatiano escribió lo que él describió estando en armo-
nía con los evangelios, llamado la Diatesarón. Este libro afirmaba haber colocado los cuatro evangelios
en un libro. Sin embargo, era tan corrompido que eventualmente muchas iglesias destruyeron el libro”.
Enciclopedias, “Tatiano”, citado en Wilkinson, página 16.

“En Alejandría en el tercer siglo, Clemente se rehusó a usar materiales cristianos no mezclados con los
preceptos de la filosofía pagana. Él citó libremente de los manuscritos corrompidos, indicando que es-
tos eran pasajes escriturísticos”. Burgon, La ‘Versión Revisada’ Revisada, página 366, citado en Wil-
kinson, página 17.

Orígenes también ‘corrigió’ las Escrituras. Él declaró:

“Las Escrituras son de poco uso para aquellos que las entienden tal como están escritas”. McClintock
and Strong, Ciclopedia, citado en Wilkinson, página 17.

Fue Orígenes el que le enseñó a Jerónimo, el editor de la traducción Vulgata Latina de las Escrituras.
Debido a que los Gnósticos no aceptaron la divinidad de Jesucristo, podemos ver evidencias de su doc-
trina en sus manuscritos corrompidos del Nuevo Testamento. Examinemos apenas uno. Una de las
grandes afirmaciones de la divinidad de Jesucristo fue declarada por Pablo en la primera epístola a Ti-
moteo:
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“Sin discusión, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne”. 1 Tim. 3:16.
Virtualmente cada traducción moderna, que sigue los manuscritos occidentales corrompidos por los
Gnósticos, borra la palabra ‘Dios’ y la substituye por la palabra ‘Él’, ocultando así este poderoso testi-
monio de la divinidad de Cristo. Examinemos tres traducciones modernas de este texto como evidencia.

“Grande en verdad, confesamos, es el misterio de nuestra religión: Él fue manifestado en la carne”. 1


Tim. 3:16, RSV.

“Y grande más allá de todo es el misterio de nuestra religión: Él fue manifestado en la carne”. 1 Tim.
3:16, NEB.

“Más allá de todo, es grande el misterio de la piedad: Él apareció en un cuerpo”. 1 Tim. 3:16, NIV.

Que los traductores Ingleses de la KJV no estaban solos al adherir a los legítimos manuscritos Orienta-
les, se puede ver en un examen de la traducción de este texto en diversos idiomas Europeos:

“Dieu a été manifeste en chair”. 1 Tim. 3:16, Versión Francesa de Osterwald.

“Gott ist offenbaret im fleisch”. 1 Tim. 3:16, traducción Alemana de Lutero.

“Iddio e stato-manifesto in carne”. 1 Tim. 3:16, traducción Italiana de Diodati.

“Deus se manifestou em carne”. 1 Tim. 3:16, traducción Portuguesa de Almeida.

“Dios ha sido manifestado en carne”. 1 Tim. 3:16, traducción Española de Valera.

En 1534, William Tyndale había traducido este pasaje así:

“Dios fue mostrado en la carne”. 1 Tim. 3:16m traducción de Tyndale.

Claramente, la decisión de seguir el manuscrito Griego en el cual podemos colocar nuestra fe, es algo
vital.

Capítulo 5: Manuscritos Corrompidos.-

Uno se puede preguntar sobre qué evidencia basamos la afirmación que el Codex Vaticanus y el Codex
Sinaítico son manuscritos corrompidos. Como mucho se ha hecho sobre el hecho que cada uno de ellos
es un documento del siglo IV, mientras que los más antiguos manuscritos Griegos utilizados en la cons-
trucción del Textus Receptus provienen un siglo más tarde. Muchos, impresionados por la antigüedad
de los dos Codex, no saben que ambos están llenos de

“alteraciones de un carácter obviamente correctivo, ‘introducidos por lo menos por diez diferentes revi-
sores, siendo que algunos de ellos sistemáticamente se expandieron a cada página, otros fueron ocasio-
nales, y están limitados a separar porciones del manuscrito, siendo que muchos de ellos fueron contem-
poráneos con el primer escritor, pero en su mayoría corresponden al siglo sexto o séptimo”. Dr. Scrive-
ner, citado en Fuller, ¿Verdadero o Falso?, página 75.

Así, muchas de las correcciones posteriores a los primeros manuscritos usados en el Textus Receptus,
ocurrieron unos cien o doscientos años después. El mismo hecho que requiriera tantas correcciones,
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prueba, más allá de cualquier disputa, que era visto como algo impuro. En verdad, el Codex Sinaíticus,
habría sido aun más corrompido, si no fuese por la completa revisión que el Dr. Scrivener cree que ocu-
rrió en

“el sexto o séptimo siglo para conformar los manuscritos en boga en aquel tiempo que eran ‘mucho
más cercanos a nuestro moderno Textus Receptus’”. Ibíd.

A diferencia de los escribas del Este, hay una clara evidencia que los escribas que llevaron a cabo la
copia que resultó en el Codex Sinaíticus eran totalmente incompetentes.

“No hay ninguna intención de terminar la palabra al final de la línea, porque hasta palabras que solo
poseen dos letras, tales como en, ek, están cortadas en la mitad, y la última letra es llevada al comienzo
de la próxima línea, aun habiendo un amplio espacio para que permaneciera en la línea anterior”. Ibíd.
76.

La falta de cuidado de los escribas puede ser vista en que el Codex Sinaíticus

“debe haber sido derivado de uno en el cual las líneas estaban uniformemente divididas, ya que el escri-
tor ocasionalmente omite justo el número de letras como para completar la línea, y para arruinar el sen-
tido de la sentencia; como si su ojo hubiese saltado a la línea inmediatamente siguiente. El Dr. Scrive-
ner citó instancias ‘donde líneas enteras están omitidas’ y otras ‘en que los copistas pasan de la mitad
de una línea a la porción correspondiente de la línea siguiente’”. Dr. Scrivener, citado en Fuller, ¿Ver-
dadero o Falso? Páginas 76-77.

Está claro que los escribas fallaron en volver a leer la página, porque no podrían haber fallado en ob-
servar esas omisiones, y las sentencias destruidas de sentido. El decano Burgon señala:

“Solamente en el Evangelio, el Codex B (Vaticanus) deja palabras o cláusulas enteras en no menos de


1.491 veces. Existen trazos de transcripciones descuidadas en cada página. El Codex Sinaíticus ‘abunda
en errores del ojo y de la pluma hasta casos sin paralelo, pero felizmente inusuales en documentos de
primer grado de importancia’. En muchas ocasiones 10, 20, 30 o 40 palabras son omitidas sin ningún
cuidado. Letras y palabras, y hasta sentencias completas, frecuentemente aparecen escritas en duplica-
do, o comienzan y son inmediatamente canceladas; ese tipo de craso error, donde una cláusula es omi-
tida porque termina con las mismas palabras que la cláusula precedente, ocurre no menos de 115 veces
en el Nuevo Testamento”. Ibíd., 77.

No es de extrañarse que el decano Burgon exclamara:

“Son tan manifiestas las desfiguraciones exhibidas por ambos Codex (Vaticanus y Sinaíticus) que en
vea de aceptarlos como dos testigos independientes del original inspirado, somos constreñidos a verlos
como un poco más que una única reproducción de una y la misma copia escandalosamente corrupta y
comparativamente tardía”. Ibíd., 74.

El decano Burgon continúa señalando:

“Solamente en el Evangelio, el Codex Vaticanus difiere del Textus Receptus en lo siguiente: omite por
lo menos 2.877 palabras; añade 536 palabras; substituye 935 palabras; transpone 2.098 palabras; y mo-
difica 1.132; obteniendo así un total de 7.578 divergencias verbales. Pero el manuscrito Sinaíticus es
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aun peor porque el total de sus divergencias en cuanto a los errores señalados anteriormente, llegan a
cerca de 9.000 divergencias”. Ibíd., 78.
No es de extrañarse que al considerar estos dos Codex del siglo IV y uno similar de Beza del siglo VI,
el decano Burgon declare:

“… ‘Sin una partícula de duda, que son tres de las más escandalosas copias corruptas existentes’; ellas
‘exhiben los textos mutilados más vergonzosos con los cuales uno se puede encontrar’; ellos se ‘han
convertido (cualquiera que haya sido el proceso, porque su historia es totalmente desconocida) en el
depositario de la mayor cantidad de lecturas fabricadas, antiguos errores crasos y perversión intencional
de la verdad, los cuales son discernibles en cualquier copia conocida de la Palabra de Dios”. Ibíd., 77.

A la vista de de esta clara evidencia, que estos manuscritos fueron copiados por escribas que desestima-
ron las técnicas elementales de su arte, no debiera sorprendernos que las traducciones modernas de las
Escrituras, basadas en estos manuscritos, contienen grandes errores. Las Biblias que usan esos pasajes
descuidados de las Escrituras, no debieran tener credibilidad en aquellas áreas en que difieren del Tex-
tus Receptus.
Sin embargo, no debemos menospreciar este hecho, que esos manuscritos defectuosos apoyan amplia-
mente las afirmaciones de Roma, que la iglesia es la única fuente de la verdad doctrinal. Si nuestra Bi-
blia está corrompida, entonces los hombres van a tener que busca r en otro lado la verdad completa.

Capítulo 6: ¿Una Traducción Inspirada?

Cuando éramos muchachos viajábamos en tren más de 1600 Km cada vacación de Navidad (recuerde
que es verano en Australia), desde nuestra ciudad natal de Newcastle hasta la hermosa Barossa Valley
del estado de Australia del Sur. Este valle era el hogar ancestral de nuestro padre, y era el hogar de
cientos de Reformadores Luteranos Alemanes, los cuales emigraron a Australia entre 1838 y 1850, hu-
yendo de la persecución de la Iglesia Luterana de Alemania.
Nuestro tátara-tátara abuelo, Thomas Standish, emigró a Australia de Lancashire en Inglaterra, cuando
era joven. En el barco, conoció a una jovencita Alemana y se casaron al llegar al nuevo estado. Estos
Alemanes del área de Alemania conocida como Silesia (ahora hace parte de Polonia) se había adherido
a su fe primitiva Luterana a pesar del hecho que el emperador Prusiano inició una persecución contra
ellos, porque se rehusaron a aceptar su obligatoria forma de Luteranismo Estatal, la cual ellos juzgaron
ser apóstata. Inicialmente buscaron refugio en Ucrania, pero su líder, el pastor August Kaval, en una vi-
sita a Inglaterra, se encontró con Sir William Angus, el cual había ideado un esquema para irse al esta-
do de Australia del Sur, a la capital del estado, Adelaida. Este, fue el único estado Australiano que no
comenzó como un conjunto de encarcelados, sino que recibió a Europeos en 1836.
A pesar del hecho que nuestro padre era la cuarta generación Australiana, y a pesar del hecho que era
parcialmente Inglés en su ascendencia, el Alemán era su idioma primario. Siguiendo las costumbres de
la comunidad Alemana en Barossa Valley para ayudar en los esfuerzos de la guerra de Australia en la
Primera Guerra Mundial, las escuelas Alemanas dirigidas por la Iglesia Luterana, fueron cerradas y to-
dos los niños de Barossa Valley, incluyendo a nuestro padre, tuvieron que ir a estudiar a las escuelas de
educación media Inglesas. En una sola generación los habitantes de ese valle se convirtieron en Austra-
lianos en vez de Alemanes, viviendo en Australia.
Nosotros siempre estábamos intrigados debido a esta “pequeña Alemania”. En el hogar de nuestra
abuela, vimos la primacía de la Biblia de Martín Lutero. Para saciar nuestras necesidades, a la KJV se
le sacaba el polvo para que adoráramos durante nuestras visitas. Aun nos recordamos, sin embargo, de
la reverencia con que nuestro tátaro-abuelo Oscar, sostenía la Biblia de Lutero. Ocasionalmente, él se-
ñalaba algún pasaje, indicando que había un significado más profundo en la Biblia Alemana que en la
Biblia Inglesa. Claramente, Dios le hablaba a él en Alemán.
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En el mundo de habla Inglesa, es posible que nosotros nos olvidáramos que la Biblia había sido tradu-
cida a cientos de idiomas. Cada uno de estos idiomas posee palabras con un significado un poquito di-
ferente, a menudo siendo una herencia cultural única de ese idioma. No es posible que un idioma sea
traducido a otro idioma con una exactitud perfecta. Aun cuando los eruditos Hebreos estaban entre los
mejores del mundo, sin embargo no es difícil detectar las diferencias de expresión en la traducción al
Griego de la Septuaginta de la era pre-cristiana, cuando la comparamos con el Hebreo original. Si al-
guien tiene dudas con respecto a las dificultades de una traducción, debiera examinar una traducción in-
terlineal, la cual trata de traducir palabra tras palabra al Inglés a partir del Griego.

“Hay otras consideraciones. De los 5000 o más manuscritos antiguos del Nuevo Testamento Griego,
muchos están fragmentados o son parciales. Además, cuando hay porciones significativas del Nuevo
Testamento, no hay dos que sean exactamente iguales”. Carson, Debate, página 18.

No necesitamos enfatizar que nosotros no tenemos ninguno de los escritos originales, y que hasta los
manuscritos Bizantinos (Orientales) han sido en muchos casos alterados, con respecto al original, por lo
menos un poco, ya sea por un error accidental del escriba o por un cambio deliberado. Sin embargo, ca-
si siempre, estos errores pueden ser identificados por comparación con otras copias, con traducciones
más antiguas a otros idiomas, y con referencia a citas escriturísticas de la iglesia primitiva de nuestros
padres. Debemos recordar que los líderes del cristianismo en el Este siguieron reglas muy estrictas para
copiar. La mayoría de los errores son faltas al escribir u omisiones de palabras en un manuscrito, las
cuales son corregidas en la gran mayoría de los otros manuscritos. Así, el Textus Receptus, para todos
los propósitos prácticos, representa a los escritos originales.
Ahora examinaremos el problema de si alguna traducción es divinamente inspirada. Obviamente, si
ningún manuscrito en el idioma original es una reproducción perfecta de los escritos originales, enton-
ces es imposible que ninguna traducción de estos manuscritos imperfectos sea perfecta. Pero, al compa-
rar manuscritos con manuscritos y examinando otros escritos antiguos, es posible discernir los escritos
originales con gran exactitud.
Muchas críticas textuales exageran grandemente la presencia de errores en los manuscritos Griegos. La
lección del manuscrito Hebreo no debe perderse. Las críticas textuales habían pontificado los grandes
errores de los copistas en este texto. Pero el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto hizo olvidar
eso. Dios ha preservado Su Palabra. No se puede dudar, que Él también ha preservado de una forma tan
milagrosa el Nuevo Testamento.
Algunos, sin embargo, han sido tan osados como para afirmar que la KJV es una traducción divinamen-
te inspirada. Una afirmación así, puede colocarse en duda. Toda evidencia que poseemos, indica que,
aun cuando la KJV es una excelente traducción, no es una traducción perfecta, y que presumiblemente
es lo que una traducción inspirada debiera ser. Pero no dudamos de la guía del Espíritu Santo en la obra
de estos traductores, una guía que difícilmente se puede esperar que sea una guía que deliberadamente
se incline a falsificar la Palabra de Dios.
Generalmente el exacto método de equivalencia al traducir, no necesariamente remueve todo prejuicio
en la traducción. Por ejemplo, la Versión Autorizada, aun dando fuertes evidencias sobre la doctrina del
libre albedrío, sin embargo refleja la inclinación Calvinista de algunos de sus traductores, con su pesa-
do énfasis en la predestinación en varios pasajes del Nuevo Testamento. Es posible que los escritos del
erudito Escocés Arminio, el cual murió justo cerca del tiempo en que comenzó la traducción de la KJV,
fuese conocido para los traductores. Es posible que estuviesen reaccionando contra su teología del libre
albedrío. Algunos también han sentido que la KJV refleja el error pagano de vida inmediata después de
la muerte, con su énfasis sobre un infierno donde arden continuamente. Pero, si estas inclinaciones es-
tán presentes, no dirigen al alma dirigida por el Espíritu, la cual está buscando la verdad de la Biblia,
estudiando precepto tras precepto y que está comparando escritura con escritura. Abrumadoramente, la
KJV retrata el concepto de libre albedrío a través de los siguientes textos:
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“Y si os parece mal servir al Señor, entonces elegid hoy a quien servir; o a los dioses a quienes sirvie-
ron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses amorreos en cuya tierra habi-
táis; pero yo y mi casa serviremos al Señor”. Josué 24:15.

“Y Elías se acercó al pueblo, y les dijo: ‘¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones? Si el Señor es
Dios, seguidlo. Y si Baal, id en pos de él’. Y el pueblo no le respondió palabra”. 1 Reyes 18:21.

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces
quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollos bajo sus alas! Y no quisiste”. Mat. 23:37.

“Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar”. Mat. 11:28.

“El Espíritu y la esposa dicen: ‘¡Ven!’ Y el que oiga, también diga: ‘¡Ven!’ Y el que tenga sed y quiera,
venga y tome del agua de la vida de balde”. Apoc. 22:17.

“El Señor no demora en cumplir su promesa, como algunos piensan, sino que es paciente con nosotros,
porque no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. 2 Pedro 3:9.

“Por eso puede también salvar eternamente a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que está
siempre vivo para interceder por ellos”. Heb. 7:25.

La KJV retrata el sueño de los muertos esperando la resurrección a través de textos claramente traduci-
dos.

“Los vivos saben que han de morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; hasta su memoria
queda en el olvido”. Ecle. 9:5.

“Todo lo que te venga a la mano para hacer, hazlo con toda tu fuerza; porque en el sepulcro adonde
vas, no hay obra, ni planes, ni ciencia, ni sabiduría”. Ecle. 9:10.

“Yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre la tierra. Y después, revestido de mi piel,
estando en mi cuerpo, veré a Dios. ¡Yo mismo lo veré! ¡Mis propios ojos, y no otro! ¡Cómo lo anhela
mi corazón dentro de mí!”. Job 19:25-27.

“Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros
para vergüenza y confusión eterna”. Dan. 12:2.

“Después agregó: ‘Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero voy a despertarlo del sueño’. Entonces
sus discípulos dijeron: ‘Señor, si se ha dormido, sanará’. Pero esto decía Jesús de la muerte de Lázaro,
y ellos pensaron que hablaba del reposo del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: ‘Lázaro ha
muerto’”. Juan 11:11-14.

“Pero lo cierto es que Cristo resucitó de los muertos, y fue hecho primicia de los que durmieron. Por-
que así como la muerte vino por un hombre, también por un Hombre vino la resurrección de los muer-
tos. Porque así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos serán vueltos a la vida. Pero cada uno
en su orden: Cristo la primicia, después los que son de Cristo, en su venida”. 1 Cor. 15:20-23.

“Os voy a decir un misterio. No todos dormiremos, pero todos seremos transformados. En un instante,
en un abrir de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta y los muertos serán resucitados in-
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corruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de
incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad. Y cuando esto corruptible sea vestido de inco-
rrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: ‘Sorbida es
la muerte con victoria’”. 1 Cor. 15:51-54.

“Porque el mismo Señor descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivamos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes, a recibir al Señor en el aire. Y así estaremos
siempre con el Señor”. 1 Tes. 4:16-17.

El Dr. D. A. Carson, en su libro El Debate de la KJV, nos da un amplio rango de caminos a través de
los cuales los errores fueron deslizados en los manuscritos del Nuevo Testamento. La mayoría de estos
errores ya han sido detectados. Por ejemplo, si un escriba accidentalmente se olvidaba de colocar una
palabra, esa palabra era reconocida a través de muchos otros manuscritos. Abrumadoramente, las pala-
bras del Nuevo Testamento están seguras, y donde los eruditos no están seguros, en la mayoría de las
circunstancias existe la probabilidad de que sean las palabras del original. Donde existe algún vigoroso
debate, es sobre asuntos que no tocan las verdades centrales de la Biblia. No hay razón para dudar de la
veracidad de la Palabra de Dios.
Surgen problemas, sin embargo, cuando los traductores tratan de interpretar las Escrituras de acuerdo a
sus propias inclinaciones. Podemos esperar que a medida que llegamos al final de la historia de la tie-
rra, esta inclinación será cada vez más el objetivo de los esfuerzos de Satanás. La razón por la cual
apoyamos la KJV de la Biblia, no es que sea una traducción inspirada o perfecta. Recomendamos la
KJV, no apenas porque sea más fácil de memorizar, o porque su lenguaje sea más sagrado, o porque su
cadencia sea superior a las traducciones modernas. Nosotros recomendamos la KJV como la primera
Biblia tanto para el individuo como para la iglesia, simplemente porque aun es la más exacta y más
confiable traducción disponible en el idioma Inglés. Cuando surja otra traducción más exacta y sin in-
clinaciones y que sea de buena calidad, en un Inglés contemporáneo, los autores se van a unir rápida-
mente a los que la usen primariamente. Habíamos esperado que la NKJV pudiese proveer exactamente
eso, pero no se compara con la KJV, y erosiona seriamente algunas preciosas verdades de las Escritu-
ras.

Capítulo 7: El Caso Donde Falta el Griego.-

Un laico en Nueva Zelanda, Evan Saddler, preocupado con la formación de las modernas versiones de
la Biblia, y que él creía que habían sido preparadas a partir de los manuscritos corrompidos, fue desa-
fiado por un pastor con relación a su competencia para hacer este juicio. “¿Cuántos idiomas conoce us-
ted?” le preguntó el pastor. El Sr. Saddler, un hombre de buen humor, replicó prontamente: “Dos, el
Nuevo Zelandés y el Australiano”.
No perturbado con esta humorística respuesta, el pastor continuó presionando sobre el mismo punto.
“¿Cómo puede usted ser un experto en traducción de la Biblia si no conoce el Griego ni el Hebreo?” El
Sr. Saddler le respondió haciéndole a su vez otra pregunta: “¿Usted conoce el Griego?” Al tener la cer-
teza que el pastor sí sabía Griego, el Sr. Saddler le pidió que le hiciera un análisis de la Nueva Versión
Internacional [NIV] sobre Mat. 18:11. El pastor diligentemente le respondió lo que él quería, pero muy
luego descubrió que no lo había hecho bien. Mirando su Biblia confundido y asombrado, el ministro
explotó: “¡Pero si no existe Mat. 28:11!”.
Su observación estaba correcta. El versículo diez existía, y el duodécimo, pero el once está enteramente
omitido. Calmamente, el Sr. Saddler le dijo: “¿De qué le sirve su conocimiento del Griego, cuando el
texto no existe?”.
Pág. 18

En verdad, este episodio demuestra que un conocimiento del Griego no posee ningún valor, si esas pa-
labras Griegas han sido borradas de la Palabra de Dios. Además, Dios inspiró las Escrituras para el
hombre común. Claramente, el hombre común no es un profesor clásico de las Universidades de Ox-
ford o Cambridge. Por lo tanto es irrelevante en la discusión de un tema así, el introducir asuntos in-
consecuentes.
La omisión de la gran verdad:
“[Porque el Hijo del Hombre vino a salvar lo que se había perdido]”. Mat. 18:11.
Esto solo posee interés en un vasto problema de las modernas versiones de las Escrituras, porque ellas
dependen de manuscritos Griegos corrompidos.
Como la Biblia es la única norma de verdad y doctrina, sirve para los propósitos de Satanás para des-
truir la confianza en la Palabra de Dios. Además, alterando un poquito aquí y allí, él produce confusión
en el pueblo de Dios, hasta que muchos cesan de mirar la Palabra de Dios como una revelación verda-
deramente divina. Pero Dios nos ha informado:

“¡A la Ley y al Testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Isa. 8:20.

A menos que tengamos una Biblia no corrompida por alteraciones, no poseemos una norma de fe.
Las omisiones mencionadas no solo están en la NIV, sino que también en la Versión Estándar Revisada
[RSV], la Nueva Versión Inglesa [NEV], la Biblia de Jerusalén [BJ], la Versión Estándar Americana
[ASV], la Versión Inglesa de Hoy [TEV] y en casi cada todas las demás versiones modernas, con ex-
cepción de la NKJV
El Apéndice A muestra los 17 versículos omitidos de la mayoría de las traducciones modernas. En mu-
chos casos, estos versículos están contenidos en una nota de pie de página, indicando que han sido omi-
tidos porque no fueron encontrados en “los más antiguos y confiables manuscritos”. Una declaración
de esa naturaleza disminuye el estatus de estos versículos como realmente haciendo parte de las Escri-
turas. El Apéndice B compara 178 textos que contienen grandes omisiones en la NIV. Esas amplias al-
teraciones de las Escrituras no deben ser enfrentadas con un encogimiento de hombros.

Capítulo 8: Wescott y Hort.-

El obispo B. F. Westcott y el profesor F. J. A. Hort, fueron los más importantes traductores de la Ver-
sión Revisada, y como sus teorías de la crítica textual continua dominando el pensamiento de los tra-
ductores modernos, somos libres para examinar sus convicciones personales, porque manifiestamente
estas han dictado sus puntos de vista sobre las Escrituras. Que ambos hombres aceptaron una gran
apostasía, es testificado por sus propios escritos.
Refirámonos primero al Dr. Hort. Su actitud con respecto al Textus receptus no es algo secreto. Él
mismo escribió:

“Piense en ese vil Textus Receptus”. Vida de Hort, Vol. 1, página 214. Citado en Wilkinson, Nuestra
Biblia Autorizada Vindicada, página 168.

Con esta actitud hacia el texto Griego, en defensa del cual muchos verdaderos cristianos fueron prepa-
rados para entregar sus vidas, no necesitamos quedar perplejos sobre por qué Hort se las ingenió para
rechazar el Textus Receptus como siendo la base para la Versión Revisada y lo reemplazó por el Codex
Sinaíticus y por el Codex Vaticanus.
Él no aceptó como verdadero el mismo libro que tradujo.

“Estoy inclinado a pensar que alguna vez haya existido un estado como el ‘Edén’ (quiero decir la no-
ción popular), y que la caída de Adán no defirió en nada con la caída de cada uno de sus descendientes,
Pág. 19

tal como lo argumenta Coleridge”. Carta escrita por Hort a John Ellerton, registrada en Vida de Hort,
Vol. 1, página 78, citado en Wilkinson, Nuestra Biblia Autorizada Vindicada, página 157..

¿Cómo puede el Espíritu Santo iluminar a un hombre que tiene esa inmensa lucha con la Palabra de
Dios?
Una vez más, no somos dejados en duda por qué Hort no tenía fe en la veracidad de los primeros capí-
tulos del Pentateuco; él estaba convencido en el evolucionismo. En esta carta a este compañero traduc-
tor y ministro Anglicano, John Ellerton, él escribió:

“Pero la obra que más me ha entusiasmado es la de Darwin. Cualquier cosa que se pueda pensar al res-
pecto, es un libro del cual uno se puede sentir orgulloso de ser contemporáneo… Mi sentimiento es
fuerte, que la teoría es incontestable. Si es así, nos abre un nuevo periodo”. Carta a John Ellerton, fe-
chada el 3 de Abril de 1860, Vida de Hort, Vol. 1, página 416, citado en Wilkinson, página 152.

Aun cuando no tenemos ningún apoyo como para afirmar que el Dr. Hort era un Jesuita que se había
infiltrado en la Iglesia Anglicana, una cosa es cierta: él no pudo haber hecho una obra ‘mejor’, si hubie-
se sido uno de ellos. Que él era un católico Romano de corazón, está documentado más allá de cual-
quier disputa. Las siguientes cinco declaraciones de su propia pluma, debiera convencer al más escépti-
co.

“He sido persuadido durante muchos años que la adoración de María y la adoración de Jesús, tienen
muchas cosas en común en sus causas y en sus resultados”. Wilkinson, Nuestra Biblia Autorizada Vin-
dicada, página 152.

“Estoy muy lejos de pretender entender completamente la vitalidad a menudo renovada de la Mariola-
tría”. Ibíd.

“Pero este último error difícilmente puede ser expelido, hasta que los Protestantes aprendan el loco ho-
rror de la idea del Sacerdocio”. Ibíd.

“Pero usted sabe que yo soy un fuerte sacerdotalista”. Ibíd.

“Creo que Coleridge estaba en lo correcto al decir que el cristianismo sin una iglesia substancial es va-
nidad y desilusión; y me acuerdo de haberlo choqueado a usted y a Lightfood, no hace mucho tiempo
atrás, al expresar una creencia de que el ‘Protestantismo’ solo es de la naturaleza de un paréntesis y
temporal”. Ibíd., página 155.

Es adecuado hacer la pregunta retórica: ¿Podría Dios usar a un hombre así, empinado en la superstición
pagana del Catolicismo Romano, para traerle nueva luz al mundo en relación a Su Palabra?
El obispo Westcott, el Obispo Anglicano de Durham, no era menos Católico, tal como lo testifica su
propia pluma:

“Después de dejar el monasterio, conformamos nuestro curso a una pequeña oratoria que descubrimos
en la cúspide de una colina cercana… Afortunadamente encontramos la puerta abierta. Es muy peque-
ña, con un lugar para arrodillarse; y detrás de una pantalla estaba la ‘Pieta’ [una estatua de la Virgen y
de Cristo muerto] de tamaño natural… Si hubiera estado solo me habría arrodillado allí durante horas”.
Escrito de Wescott desde Francia a su novia, 1847, Vida de Wescott, Vol. 2, página 50, citado en Wil-
kinson, Nuestra Biblia Autorizada Vindicada, página 155.
Pág. 20

“Me gustaría ver a qué verdad olvidada conduce la Mariolatría”. Escrito de Wescott al Arzobispo Ben-
son, 17 de Noviembre de 1865. Ibíd.

Él también condenaba la exactitud de la Palabra de Dios, tal como lo hizo su colega.

“Nadie hoy, supongo, sostiene que los tres primeros capítulos de Génesis, por ejemplo, sean una histo-
ria literal. No puedo entender cómo alguien que los lea con ojos abiertos, pueda pensar que lo son”. Es-
crito de Wescott al Arzobispo de Canterbury, sobre la crítica al Antiguo Testamento. 4 de Marzo de
1890.

Así, ambos traductores, cuyo trabajo en la crítica textual ha dominado casi todas las traducciones he-
chas en el último siglo, son vistas como siendo “aparadores” Católicos Romanos, hombres que niegan
la infalibilidad de las Escrituras y que aceptan la teoría de la evolución. Es un registro que debiera des-
truir totalmente la confianza en su trabajo.
Que ellos introdujeron no solo el texto Occidental tan querido para la Iglesia Católica Romana, pero
que convinieron en la introducción de una sutil enseñanza Católica Romana 7, no debiera sorprender a
nadie.
Además, su falta de creencia en el Santo Libro que ellos escogieron para traducir, y su aceptación de la
teoría de la evolución, los descalifica como críticos textuales serios. Pero millones de cristianos hoy es-
tán totalmente inconscientes de estos hechos, y estudian inconcientemente Biblias cuyas traducciones
han sido influenciadas por las teorías de estos hombres sin fe.

Capítulo 9: Los Manuscritos.-

Hoy hay disponibles más de 5.000 manuscritos Griegos de todas las porciones del Nuevo Testamento.
Cuando el Imperio Otomano capturó Constantinopla en el año 1453, los eruditos de la cultura Bizantina
huyeron hacia Europa Occidental, y se llevaron consigo manuscritos antiguos de todo tipo. Fue la lec-
tura de estos manuscritos lo que estimuló el Renacimiento, el cual se diseminó por toda Europa,
abriendo el continente una vez más a los esfuerzos de los eruditos para eliminar la ignorancia de la
Edad Media, la cual testificaba de las consecuencias de la influencia apóstata de Roma. Siglos de su-
presión de la Palabra de Dios habían reducido a los Europeos a una raza ignorante, iletrada y atrasada.
Vastas áreas del conocimiento estaban totalmente perdidas. Ese es el resultado de la apostasía.
Los más apreciados entre los manuscritos Bizantinos rescatados del ataque de los Turcos y que fueron
llevados al Occidente, eran los manuscritos del Nuevo Testamento Griego. La era Bizantina duró más
que un milenio, yendo desde el año 312 d.C. hasta el 1435. Los Turcos, que fundaron el Imperio Oto-
mano, fueron un pueblo fiero de las estepas de Asia, Norte de China, en la región aun conocida como
Turquestán. Bajo su fiero y rudo líder, Tamberlane, habían arrasado muchas tierras, incluyendo China;
otras fueron destruidas a lo largo de su marcha triunfal hacia Europa. Tamberlane el Grande, como era
conocido, adoptó una política de quemar las tierras. Cada ser humano, cada animal era muerto, toda
habitación, todo edificio era destruido, todo vestigio de vegetación era removido. Eventualmente los
Griegos fueron vencidos en Asia Menor, y solo quedaron los Griegos Chipriotas como un remanente de
lo que una vez fue la gran civilización Griega en esa región, la civilización que había dominado durante
los tiempos apostólicos. De hecho, los Turcos nómades habían infiltrado Asia Menor, desde aproxima-
damente el séptimo siglo.
Posteriormente los Turcos conquistaron Europa central, y en tres ocasiones estuvieron a las puertas de
Viena, amenazando la misma existencia del Santo Imperio Romano. Remanentes de esas conquistas se

7
Ver el capítulo 17 titulado ‘Catolicismo Sutil’.
Pág. 21

pueden ver en las comunidades Musulmanas que aun existen en números significativos en Albania,
Bulgaria y Yugoslavia.
Tamberlane, el cual nació a 80 Km al Norte de Samarkand de linaje Turco-Mongol en 1336, conquistó
Persia en 1385 y Azerbaiján, Armenia, Georgia y Mesopotamia en 1394. En 1398 invadió India con el
pretexto de que los gobernantes Musulmanes eran demasiado indulgentes con los Hindúes, y demolió
Delhi completamente. En el 1401 había conquistado Bagdad y había tomado Siria, y al año siguiente
derrotó el ejército Egipcio. Tamberlane, algunas veces conocido como Timur, murió en el 1405 mien-
tras invadía China. Algunos han descrito el árido desierto de Gobi como razón para la política de que-
mar las tierras por parte de sus soldados, y ciertamente él fue el responsable por casi toda la aniquila-
ción de la fuerte iglesia cristiana en el occidente de China.
Dios en su infinita sabiduría permitió que los Turcos conquistaran Constantinopla hasta las fronteras
del conocimiento Griego. Los eruditos huyeron de Constantinopla con todos los escritos que pudieron
llevar. Y así Europa Occidental, basada en las tinieblas Católicas, recibió la pura luz de Su Palabra. Su
mano impidió la total aniquilación de Europa, y así preservó la llama cristiana. En esos manuscritos
Griegos del Nuevo Testamento de Constantinopla estaban los puros escritos del Nuevo Testamento no
corrompido por los escribas y teólogos del Occidente.
Los manuscritos conocidos consisten en 90 papiros fragmentados fechados entre el segundo y el octavo
siglo, 270 copias unciales fechadas entre el tercero y el décimo siglo, 2.800 copias minúsculas fechadas
entre el noveno y el decimosexto siglo, y cerca de 2.000 copias leccionarias8.
La gran mayoría de estos manuscritos, más del 95%, concuerdan grandemente, siendo casi idénticos. El
resto, que representa la corriente occidental de manuscritos, son claramente defectuosos. Pero son estas
copias defectuosas sobre las cuales la mayoría de los traductores modernos colocan su confianza. Pero
los Reformadores de los siglos XVI y XVII no cometieron ese error.
Se encuentra un enorme apoyo para la mayoría de los textos en las traducciones de Armenia, Etiopía,
Góticas, Latinas y de Siria, siendo que algunas son anteriores a la fecha de los manuscritos Griegos.
Por ejemplo, en el siglo XIX, siguiendo los textos del Codex Vaticanus y del Codex Sinaíticus, muchos
pasajes del Nuevo Testamento han sido alterados. Pero más recientemente se descubrieron fragmentos
de papiros que han confirmado la mayoría de los textos. Los eruditos bíblicos del siglo XIX afirmaron
que la mayoría de los primeros 14 capítulos del Evangelio de Juan fueron corrompidos por escribas a
fines de la Era Bizantina. Se demostró que esta afirmación era totalmente falsas, a través del descubri-
miento del Papiro Bodmer II. Fechado alrededor del año 200 d.C., antes del comienzo de la Era Bizan-
tina, este papiro verificó muchos de los pasajes en disputa atribuidos a copistas Bizantinos posteriores y
demostró que estos pasajes estaban presentes en manuscritos bastante anteriores.
Otras fuentes de verificación del Texto Bizantino Griego son los escritos de los primeros padres de la
iglesia. Estos hombres citaron frecuentemente de las Escrituras y sus escritos, yendo hacia atrás hasta el
segundo siglo, apoyan abrumadoramente al texto mayoritario.
Hasta el presidente del comité que produjo la Versión Revisada fue lo suficientemente honesto como
para escribir:

“Los manuscritos que Erasmo usó difieren en su mayor parte solo en pequeños e insignificantes deta-
lles de la gran masa de los manuscritos cursivos. El carácter general del texto es el mismo. Con esta ob-
servación la ascendencia del Texto Recibido es conducida más allá de los manuscritos individuales
usados por Erasmo… esa ascendencia vuelva hacia atrás a una remota antigüedad. El primer ancestral

8
Las copias unciales fueron escritas con letras mayúsculas, siendo que cada letra mayúscula era separada una de la otra y
dentro de un estilo formal. Las copias minúsculas fueron escritas en letras Griegas minúsculas usando un estilo cursivo (es-
critura corriente). Las copias leccionarias eran Escrituras divididas en un sistema de lecciones a ser usadas en lecturas pú-
blicas. “Normalmente se presume que ellos preservaban un texto que a menudo era mucho más antiguo que la fecha actual
del manuscrito que a uno pudiera llevarlo a creer” (Dr. Arthur Ferch, Registro del Pacífico del Sur, 25 de Marzo de 1989).
Los papiros se refieren al material sobre los cuales eran escritos los manuscritos. Eran hechos de cañas.
Pág. 22

del Texto Recibido fue por lo menos contemporáneo con el más antiguo de nuestros manuscritos exis-
tentes, si es que no fue más antiguo que todos ellos”. Obispo Ellicot, Los Revisores del Texto Griego
del Nuevo Testamento por Dos Miembros de la Compañía del Nuevo Testamento, páginas 11-12.

Para denigrar el texto mayoritario, Westcott y Hort introdujeron la teoría del Examen Crítico Sirio.
Ellos postularon que en algún tiempo en el tercero o cuarto siglo, los copistas Sirios habían mutilado el
Nuevo Testamento original, y que estos textos mutilados se convirtieron en la base para el Textus Re-
ceptus.
Un problema que Westcott y Hort enfrentaron, fue que la antigua traducción Peshita Siríaca, que indu-
dablemente es anterior al siglo tercero, concordaba esencialmente con el Textus Receptus y no con el
Codex Vaticanus. Westcott y Hort sobrellevaron esta aparentemente intransponible objeción a su pos-
tulado, declarando que la traducción Peshita Siríaca era de un origen posterior9.
Pero es significativo registrar que antes Westcott había escrito que no había descubierto

“ninguna razón para abandonar la opinión que había obtenido la sanción de los más competentes erudi-
tos, que la formación de la Peshita Siríaca tenía que ser fijada dentro de la primera mitad del segundo
siglo. La verdadera oscuridad que pende sobre su origen es una prueba de su venerable edad, porque
muestra que creció espontáneamente entre las congregaciones cristianas… Si hubiese sido la obra de
una fecha posterior, del siglo tercero o cuarto, hubiera sido casi imposible que su historia fuese tan in-
cierta como lo es”. Westcott, El Canon del Nuevo Testamento, 1855.

Aparentemente, cuando encontró que era necesario apoyar su falsa hipótesis relacionada con la exacti-
tud de la Peshita Siríaca, Westcott modificó su punto de vista, porque en su libro Introducción al Nuevo
Testamento Griego, publicado en 1882, Westcott colocó la Peshita Siríaca en la última parte del tercer
siglo, o aun en la primera parte del cuarto. Ciertamente la inmensa masa de los manuscritos Griegos
confirman la exactitud del Textus Receptus basado sobre los manuscritos Griegos Bizantinos.

Capítulo 10: La Actitud Católica Romana Hacia las Escrituras.-

Desde el comienzo debemos dejar claro que los Católicos no son “cristianos bíblicos”.

“No profesamos fe en la Biblia, sino que en Jesucristo y Su iglesia, y en sus enseñanzas”. Respuestas
Católicas a “Cristianos Bíblicos”, página 6.

Así, la línea de distinción se traza entre Protestantes y Católicos Romanos. Para los Protestantes, las
Santas Escrituras son las únicas enseñanzas autoritativas de Jesús; las enseñanzas de la iglesia solo son
válidas si se conforman con la Palabra escrita.
El propio Jesús nos dejó un ejemplo de la toda suficiencia de la Palabra. En el día de la resurrección,
reunió a Cleofas, uno de sus fieles seguidores, y a otro devoto cristiano en su viaje a Emaús. Ambos
amigos estaban totalmente desanimados con la ejecución de Jesús dos días antes.

“Entonces él preguntó: ‘¿Qué cosa?’ Ellos le dijeron: ‘Lo de Jesús Nazareno, un profeta poderoso en
obra y en palabra ante Dios y ante todo el pueblo. Y los principales sacerdotes y nuestros gobernantes
lo sentenciaron a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuese el que iba a redimir a Is-
rael. Hoy es el tercer día que esto ha sucedido’”. Luc. 24:19-21.

La respuesta de Jesús a su consternación es instructiva para todos los cristianos.

9
Ver el artículo de la Sociedad Bíblica Trinitaria número 13, El Original Divino.
Pág. 23

“Entonces Jesús les dijo: ‘¡Oh simples y lentos de corazón para creer lo que anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, para entrar en su gloria?’ Y empezando desde
Moisés y todos los profetas, les declaró lo que toda la Escritura decía de él”. Luc. 24:25-27.

En las mentes de muchos, la aproximación de Jesús al dilema de los dos amigos parece curiosa, porque
fue solamente después que se sentó con ellos a tomar sopa y bendijo la comida que

“Entonces fueron abiertos sus ojos, y lo reconocieron”. Luc. 24:31.

Ciertamente, la más convincente evidencia que Jesús pudo haber ofrecido sobre Su resurrección fue Su
aparición en persona. ¿Pero fue así? En este episodio, Jesús enseñó implícitamente que nuestros ojos no
siempre son confiables testigos de la verdad. El diablo puede engañar, tal como lo hizo cuando trajo a
“Samuel” delante del rey Saúl. ¿Fue esa una sana evidencia de la inmortalidad de Samuel?
Cuando nosotros estudiamos psicología en el Colegio Avondale con el Dr. Gordon McDowell, él nos
dijo que asistiéramos al Campeonato de Mágicos Amadores Americanos. El acto para coronar al ven-
cedor fue simplemente decepcionante, pero ninguno de los mágicos profesionales, llamados para juzgar
el evento, pudo discernir el truco empleado. El joven simplemente se paseó por el escenario silbando.
Entonces repentinamente hizo sonar el pulgar de su mano derecha, y un canario vivo se sentó muy con-
tento sobre ese dedo. Él continuó silbando hasta que sus diez dedos, uno tras otro, tenían un canario po-
sado sobre ellos. El mago entonces produjo una caja y colocó allí a todos los diez canarios en la peque-
ña caja. Ellos volaron en forma entusiasta como todos esos pájaros saben hacerlo. El mago continuó
silbando sosteniendo la caja entre sus manos, a plena vista de la audiencia. Repentinamente él hizo so-
nar sus manos juntándolas y la caja y los diez pájaros desaparecieron delante de nuestros ojos.
Con respecto a la evidencia visual, los pájaros habían venido de la nada y con la caja volvieron al reino
invisible. ¿Pero fue así? Claro que no. Fue en verdad un truco muy bueno, pero los ojos de la audiencia
habían engañado a sus poseedores.
Jesús sabía muy bien que nuestra fe tiene que ser establecida sobre una evidencia más firme que nues-
tras imágenes visuales. Fue solo después que probó la autenticidad de la crucifixión y los eventos de la
resurrección de las Escrituras, que Cristo se reveló a Sí mismo a estos seguidores. No es de extrañarse
que hayan testimoniado:

“Y se dijeron uno al otro: ‘¿No ardía nuestro corazón en nosotros, cuando nos hablaba en el camino, y
nos explicaba las Escrituras?’”. Luc. 24:32.

Pedro reconoció correctamente que el testimonio de la Palabra de Dios era mucho más exacto que aun
la evidencia de lo que sus ojos habían visto y sus oídos habían escuchado.

“Porque no hemos seguido fábulas ingeniosas, cuando os hemos hablado del poder y de la venida de
nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de su majestad. Porque él recibió honra y
gloria del Padre Dios, cuando una voz vino desde la magnífica gloria, y dijo: ‘Este es mi Hijo amado.
En él me complazco’. Y nosotros oímos esa voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el mon-
te santo. Además tenemos la palabra profética aún más segura, a la que hacéis bien en estar atentos,
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca, y el Lucero de la maña-
na salga en vuestro corazón”. 2 Pedro 1:16-19.

Los Católicos Romanos no han alterado su actitud hacia las Escrituras. En 1954, el Concilio Supremo
de los Caballeros de Colón, una fiera organización Católica Romana, hizo la audaz afirmación que la
Biblia no es en sí misma inspirada o que sea la completa Palabra de Dios; y que solo hay un lugar en el
mundo donde usted puede estar seguro para probar si la Biblia es verdadera, y eso es a través de la
Pág. 24

Iglesia Católica, la Iglesia Apostólica (citado en la Revista Collier, 17 de Septiembre de 1954). aparen-
temente, los caballeros de Colón son tan ignorantes de las palabras de la Biblia, que no están concientes
de que hay un poderoso testimonio de su propia inspiración. Ella testifica:

“Toda Escritura es inspirada por Dios”. 2 Tim. 3:16.

Además, la Biblia indica claramente que es la completa Palabra de Dios y que no se necesita nada más,
porque advierte:

“Advierto a todo el que oye las Palabras de la profecía de este libro: Si alguno le añade algo, Dios trae-
rá sobre él las plagas escritas en este libro”. Apoc. 22:18.

Los Protestantes, por otro lado, aceptan la seguridad bíblica que es la obra del Espíritu Santo para guiar
al adorador en su descubrimiento del verdadero significado de la Santa Palabra de Dios.

“Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará de sí mismo, sino
que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que ha de venir”. Juan 16:13.

En ninguna parte las Escrituras delegan este derecho a la iglesia. Cualquier estudiante de historia puede
describir los tristes resultados de seguir la filosofía papal de la interpretación bíblica. En los días de Je-
sús, la iglesia de Dios afirmaba ser la única intérprete de la Palabra. Este punto de vista estaba implícito
en la pregunta que le hicieron a Jesús.

“¿Cómo sabe de letras, sin haber estudiado?”. Juan 7:15.

Como respuesta a esta pregunta, Jesús enunció el principio de la interpretación individual de la Biblia.

“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia
cuenta”. Juan 7:17.

Cuando la luz guiadora de la Iglesia Cristiana primitiva, el apóstol pablo, les explicó su interpretación
de las Escrituras a los creyentes en Berea, ellos se rehusaron a aceptar sus palabras sin antes confirmar-
las a través de un estudio personal. En vez de amontonar condenaciones sobre ellos, por seguir ese pro-
cedimiento, se registra acerca de los bereanos:

“Estos fueron más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la Palabra de todo corazón, y exami-
naban cada día las Escrituras, para ver si esas cosas eran así”. Hechos 17:11.

Tanto en los tiempos del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, los hombres eran amones-
tados a estudiar la Palabra de Dios por sí mismos.

“Todo lo que antes fue escrito, para nuestra enseñanza fue escrito, para que por la paciencia y el con-
suelo de las Escrituras, tengamos esperanza”. Rom. 15:4.

Nunca Dios colocó la interpretación de las Escrituras en las manos de la iglesia. Las Escrituras son tan
sagradas que solo el Espíritu Santo posee la clave para su entendimiento. Cuando la iglesia ha usurpado
esta prerrogativa divina, inevitablemente ha provisto un fértil terreno para la proclamación de errores
condenables. La Iglesia Judía pervirtió la guarda del Sábado a través de sus dictados. Enseñó la ley
Pág. 25

desde un punto de vista legalista, el cual favoreció a la iglesia, pero removió del pueblo de Dios la ale-
gría de su salvación.
Así también, la Iglesia Católica Romana, usurpando la autoridad de Dios, ha interpretado las Escrituras
para enseñar la infalibilidad papal, la inmortalidad del alma, la Inmaculada Concepción, la eficacia de
los siete sacramentos, la confesión de pecados a los hombres, la adoración de ídolos, la veneración de
“santos”, el purgatorio, el limbo, el bautismo de niños, las penitencias, la Misa, y una gran hueste de
herejías asociadas. Verdaderamente, el registro de la interpretación eclesiástica de las Escrituras es
realmente pobre.
En contraste, humildes hombres de Dios, escudriñando las Escrituras bajo el poder del Espíritu Santo,
fundaron la Reforma, el Reavivamiento Metodista, y el gran movimiento del Advento del siglo XIX.
Ninguno de estos poderosos movimientos reformadores que advirtieron al mundo, pudo haber estado
basado en interpretaciones propuestas por la autoridad de la iglesia, porque esa no es la obra de la igle-
sia. El deber de los líderes de la iglesia es el animar al estudio privado de la Biblia y de la oración, pre-
dicar la Palabra, amonestar el rebaño a verificar personalmente lo que es dicho, condenar el pecado, y
levantar a Jesús como nuestro Salvador. Es el deber de la Iglesia organizar la proclamación del mensa-
je de los tres ángeles a todo rincón de la tierra.
Esta responsabilidad no significa una organización floja, que consiste de hombres y mujeres con gran
variedad de creencias. El Espíritu Santo no guía a uno a la verdad y a otros a los errores. El Espíritu
Santo está designado como el Espíritu de Verdad. Solo Él puede guiar a la verdad. Contrario a la espe-
culación, cuando cada creyente afirma su derecho ordenado por Dios a descubrir la verdad de la Biblia
por sí mismo, la unidad va a prevalecer y la iglesia será vibrante. Profundas verdades serán descubier-
tas y compartidas cuando cada creyente use libremente el poder divino, disponible del Espíritu Santo.
Ningún curso puede eliminar más efectivamente la estagnación espiritual del credo, que una iglesia
animada con miembros que estudian libremente la Palabra de Dios para descubrir más y más del plan
de Dios para sus vidas.
Lo típico en la adquisición de la verdad que proviene del estudio personal de la Biblia, bajo la guía del
Espíritu Santo, es la fe de William Tracy, un ex Sheriff del Condado de Gloucestershire en Inglaterra.
Tracy, un devoto Católico Romano, había sin embargo estudiado la traducción de William Tyndale de
las Escrituras. Antes de su muerte en 1530, Tracy dejó en su testamento, un profundo punto de vista
sobre las verdades de la Biblia, que él había encontrado en las Escrituras, y que eran bien contrarias a
los múltiples errores enseñados por su iglesia. Él había descubierto la justificación por la fe, la falacia
de la doctrina de la inmortalidad del alma, el ministerio mediador de Cristo, y muchas otras verdades
aun condenadas por los Católicos Romanos. En parte de su testamento podemos leer:

“Primero que nada, me comprometo a mí mismo a Dios y a Su misericordia, creyendo, sin ninguna du-
da o falta de confianza, que por Su gracia, y por los méritos de Jesucristo, y por virtud de Su pasión y
de Su resurrección, puedo tener y tendré la remisión de todos mis pecados, y la resurrección del cuerpo
y del alma de acuerdo a lo que está escrito. Creo que mi Redentor vive, y que en el último día yo resu-
citaré de la tierra, y en mi carne veré a mi Salvador: esta mi esperanza está colocada en mi pecho. Y to-
cante a la salud de mi alma, la fe que he adquirido y que he ensayado, es suficiente (creo yo) sin las
obras o méritos de ningún otro hombre. Mi base de creencia es, que solo hay un Dios y un Mediador
entre Dios y el hombre, el cual es Jesucristo; de tal manera que no acepto a nadie en el cielo ni en la tie-
rra para que sea mi mediador con Dios, sino que solamente a Jesucristo: y por lo tanto no le voy a otor-
gar nada de mis bienes en cuanto a eso, que algún hombre pueda decir o hacer para ayudar a mi alma:
porque yo solo confío en las promesas de Cristo: ‘El que crea y sea bautizado será salvo, y el que no
crea será condenado’. Tocante al entierro de mi cuerpo, no me sirve de nada lo que pueda ser hecho al
respecto; porque… las pompas del funeral son más bien el solaz de los que viven, en vez de ser la ri-
queza y el confort de los que están muertos. Y tocante a la distribución de mis bienes temporales, mi
propósito es, por la gracias de Dios, concederlas para que sean aceptadas como siendo los frutos de la
Pág. 26

fe; para que no suponga que mis méritos puedan ser por la buena aceptación de las mismas, sino que mí
mérito es solamente la fe de Jesucristo, a través de la cual esas obras son buenas… y siempre debiéra-
mos considerar aquel dicho verdadero, que una buena obra no hace a un hombre bueno, sino que un
hombre bueno hace una buena obra; porque la fe hace a un hombre tanto bueno como justo; porque un
hombre justo vive por la fe, y todo lo que no proviene de la fe es pecado. Escrito por mi propia mano el
diez de Octubre en el año 22 del reinado del Rey Enrique VIII”. Citado en Merle D’Aubigné, La Re-
forma en Inglaterra, Vol. 2, páginas 69-70.

Tal este soberbio testimonio de fe quedaría incompleto si no registráramos que al igual que John
Wycliffe, los huesos de William Tracy fueron exhumados y quemados dos años después de su muerte
bajo las órdenes del primate Católico Romano de Inglaterra. Una tontera de ese tipo no solo demuestra
la intolerancia Católica Romana hacia la verdad, sino que también enfatiza la escasez de la verdad bí-
blica expuesta por aquellos que permitieron que la Iglesia guiara su interpretación de las Escrituras.
Peor aun, la Iglesia Católica Romana siempre ha apoyado los manuscritos corrompidos de la Biblia e
incluyó siete libros no canónicos en su biblia. Lo ha hecho así debido a que

“La Iglesia Católica siempre ha animado a que los fieles lean la Biblia, pero al mismo tiempo se reser-
vó y se reserva el derecho a ver que las traducciones estén de acuerdo con su tradición y su fe”. Res-
puestas Católicas a la “Biblia” de los Cristianos, página 7.

Así, cuando la literatura Católica Romana habla bien de las traducciones modernas de las Escrituras,
solo este hecho debiera servir como una fuerte advertencia para aquellos que quieren apoyar estas tra-
ducciones delante del pueblo de Dios como norma de la Palabra de Dios. La condenación y el rechazo
de la KJV por parte de la Iglesia Católica Romana sirven como uno de los testimonios más poderosos
pata la validez de esta poderosa traducción.

Capítulo 11: Quema de Biblias y de Santos.-

El uso de traductores católicos en la producción de versiones ecuménicas modernas de las Escrituras


domina el registro del papado en relación con la Biblia. El registro es uno de los peores hacia la Palabra
de Dios y para aquellos que humildemente eligen leerlo. Los Protestantes, que una memoria muy corta,
afirman que es injusto juzgar al papado moderno con las normas y acciones de sus antecesores medie-
vales. Se afirma que los tiempos han cambiado, y gracias a Dios que así ha sido. ¿Pero ha cambiado
genuinamente Roma su actitud hacia las Escrituras?
En años recientes, el Emperador de Japón se disculpó públicamente con Corea del Sur debido a las ac-
ciones Japonesas durante la ocupación a Corea de 1910 a 1945; los gobiernos de Alemania del Este,
Polonia y Hungría se disculparon públicamente con Checoslovaquia debido a la parte que jugaron en
derribar el levantamiento pro-democracia de Praga de 1968; la URSS le pidió disculpas a Polonia por
las masacres llevadas a cabo durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Pero cuándo el Vaticano ha pedido
disculpas públicamente por haber quemado las Biblias y por la inmolación de personas santas? Mien-
tras no lo haga, no podrá convencer a los Protestantes que ha habido un cambio genuino de la Iglesia
Católica Romana con respecto a la Palabra de Dios.
En 1943, el pastor Christian Edwardson escribió el libro Hechos de Fe. Su presentación está bien do-
cumentada y enfatiza la actitud papal hacia las Escrituras. A seguir colocamos un extracto de su libro,
impreso por la Southern Publishing Association:

“¿Pudiera ser posible que un Creador inmensamente sabio pueda traer a tantos millones de personas a
la existencia, como lo son los habitantes de la tierra, y no darles ninguna información de por qué están
aquí, o cuál es Su voluntad con respecto a ellos? No, eso sería irrazonable. Tan cierto como que viene
Pág. 27

un día de juicio, en el cual todos seremos llamados a dar cuenta de nuestra conducta, así de cierto Él
tiene que habernos dado una regla infalible de vida. ¿Pero cuál es esta ‘regla infalible’? Los Católicos
Romanos dicen que es ‘la Iglesia con sus tradiciones’. Pero la iglesia ha cambiado tanto desde su ori-
gen, que si los apóstoles pudiesen resucitar de la muerte, no la reconocerían como la iglesia que ellos
establecieron. Porque la ‘tradición’ es como una historia que crece y cambia a medida que se desen-
vuelve. Ningún gobierno estaría satisfecho con leyes orales. En un asunto tan importante como nuestra
felicidad eterna necesitamos una regla que sea más estable e inmutable, y esta regla la tenemos en la in-
falible Palabra de Dios, la Biblia”.

La Biblia no es un producto del pensamiento y de la planificación del hombre.

“Porque ninguna profecía vino jamás por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios habla-
ron inspirados por el Espíritu Santo”. 2 Pedro 1:2110.

Pedro dice: “Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo había
predicho por boca de David”11 y el propio David declara: “El Espíritu del Señor ha hablado por mí”12.
De Jeremías leemos: “Y el Eterno extendió su mano, tocó mi boca, y me dijo: "Ahora he puesto mis
Palabras en tu boca”13. Así es que toda la Biblia es la palabra de Dios hablada a través de instrumenta-
lidades humanas, porque “Dios ha hablado por la boca de todos sus santos profetas desde que comenzó
el mundo”14, y Su mano los guió mientras escribían: “El Señor me hizo entender escribiendo con Su
mano encima de mí”15.
Y así los profetas, después de haber escrito acerca de la venida de Cristo, estaban “escudriñando” sus
propios escritos

“Procurando descubrir el tiempo y las circunstancias que señalaba el Espíritu de Cristo que estaba en
ellos, cuando predecía las aflicciones que habían de venir a Cristo, y las glorias que seguirían”. 1 Pedro
1:11.

Ahora hemos presentado el testimonio de la misma Biblia con respecto a que “todas las Escrituras son
inspiración de Dios”16. Ninguna persona consistente puede, por lo tanto, recibir una porción de ella
mientras rechaza otra. Jesús dice: “La Escritura no se puede anular”17.
Él, el Autor de las Escrituras, mostró una confianza implícita tan grande en ellas, que hasta el diablo no
se atrevió a cuestionar su autoridad, cuando Cristo lo enfrentó con las palabras: “Está escrito”18. Sí,
“también los demonios creen, pero tiemblan”19, porque saben que la Biblia es verdadera, mientras que
los críticos de hoy dudan y la ridiculizan20. ¿Qué ha causado esa terrible incredulidad entre los hom-
bres? Vamos a revisar ahora brevemente las causas y la historia de la “Alta Crítica” moderna.
Después que la iglesia había caído de su pureza apostólica de vida y de doctrina, se encontró que, don-
de la Biblia era leída por las personas comunes, perdían la fe en la iglesia y se oponían a su adoración,
como una especie de idolatría. Esto fue especialmente verdadero de los Valdenses, los cuales habían re-
10
Compare con Isa. 55:8-9; 1 Cor. 3:5.
11
Hechos 1:16.
12
2 Sam. 23:2.
13
Jer. 1:9.
14
Hechos 3:21, KJV.
15
1 Crón. 28:19, KJV.
16
2 Tim. 3:16.
17
Juan 10:35. Nota del Traductor: En la KJV dice: “La Escritura no se puede quebrar”.
18
Mat. 4:4, 7, 10.
19
Santiago 2:19.
20
Ver Judas 10.
Pág. 28

tenido la Biblia en su idioma nativo cientos de años antes de la Reforma, y habían copiado y disemina-
do sus páginas por el cristianismo Católico, adonde quiera que viajaran sus misioneros. Fue natural, por
lo tanto, que la Iglesia Romana, en vez de suplir a las personas comunes con las Escrituras en su idioma
nativo, se opusiera a esta disponibilidad de las Escrituras al pueblo. El Cardenal Merry del Val dice que
a cuenta de la actividad de los Valdenses, y después de los Protestantes, en diseminar las Escrituras en
el idioma nativo del pueblo

“los Pontífices y Cónsules se vieron obligados en más de una ocasión a controlar y a veces hasta prohi-
bir el uso de la Biblia en el idioma vernacular…
Aquellos que colocaban indiscriminadamente las Escrituras en las manos del pueblo, son los creyentes
que siempre creen en una interpretación privada, una falacia tanto absurda en sí misma como llena de
desastrosas consecuencias. Estos falsos campeones del libro inspirado tenían a la Biblia como la única
fuente de Revelación Divina y cubrieron con abuso y trillado sarcasmo a la Iglesia Católica Romana”.
Prefacio, Índice de Libros Prohibidos, revisado y publicado por orden del Papa Pío XI, Prensa Políglo-
ta del Vaticano, 1930, x-xi, citado en Hechos de Fe, página 10-11.

Estas claras palabras de una auténtica fuente no necesitan comentarios. Desde entonces el primer Índice
de Libros Prohibidos fue usado por el Papa Pablo IV en 1559, la Biblia ha tenido un lugar prominente
en estas listas de libros prohibidos. Y antes de la invención de la imprenta, era comparativamente fácil
que la Iglesia Romana controlara lo que el pueblo debía, o no debía, leer; pero poco antes del comienzo
de la Reforma el Señor preparó el camino para su rápido progreso a través del descubrimiento del arte
de imprimir. El nombre de Laurence Coster, de Holanda, es a menudo mencionado en relación con la
historia de la primera producción en Europa, en 1423, con tipos movibles. Desde 1450 hasta 1455 John
Gutenberg imprimió la Biblia Latina en Mainz, Alemania. Él se esforzó por algún tiempo en mantener
su invención en secreto, pero Samuel Smiles relata:

“Mientras tanto, la imprenta de Gutenberg y Schoeffer dejaron de funcionar debido al saqueo y a los
robos de Mainz, por parte del Arzobispo Adolphus en 1462, cuando, sus trabajadores fueron dispersa-
dos, y ya no era más un secreto, porque ellos luego de esto llevaron consigo esta invención del nuevo
arte, casi a todos los países de Europa”. Los Hugonotes, página 7, citado en Hechos de Fe, página 11.

Habiendo tan pocos libros para ser impresos, y habiendo una venta ya funcionando de Biblias, los im-
presores decidieron correr el riesgo de la oposición de la Iglesia, e imprimieron Biblias en Latín, Ita-
liano, Bohemio, Holandés, Francés, Español y Alemán. Pero estas eran tan caras, que solamente los ri-
cos podían permitirse comprarlas, y su lenguaje no estaba adaptado a las mentes de las personas comu-
nes, pero ellas

“alarmaron seriamente a la Iglesia; y en 1486, el Arzobispo de Mainz colocó a los impresores de aque-
lla ciudad, los cuales habían sido la cuna de las imprentas, bajo estricta censura. Veinte y cinco años
después, el Papa Alexander VI produjo una bula prohibiendo a los impresores de Mainz, Treves y
Magdeburg, para que no publicaran ningún libro sin la expresa licencia de sus arzobispos. Aun cuando
estas medidas fueron dirigidas contra la impresión de obras religiosas en general, estaban más espe-
cialmente dirigidas contra la publicación de las Escrituras en el idioma común”. Los Hugonotes, página
8, citado en Hechos de Fe, página 12.

Había llegado el tiempo para que brillara la luz, y la Palabra de Dios no pudo más ser guardada del
pueblo. La profecía declara que a pesar de la cautividad, del fuego y de la espada,

“En su caer recibirán una pequeña ayuda”. Dan. 11:34.


Pág. 29

Pero el pueblo había sido mantenido en tinieblas durante tanto tiempo, que no pudieron soportar la des-
lumbradora luz de todas las verdades de la Biblia al mismo tiempo. Las personas tenían que aprender
gradualmente, y había llegado la hora para que comenzara la Reforma.
Al preparar la Reforma, el Señor había trabajado en forma maravillosa para proveerles protección a los
Reformadores. La noche anterior en que Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta del castillo de la
iglesia de Wittenberg, Frederick, el Elector de Sajonia, tuvo un sueño extraordinario. Al relatárselo al
Duque Johan en la mañana siguiente, le dijo:

“Tengo que contarle un sueño que tuve anoche… Porque lo soñé tres veces, y cada vez con nuevas cir-
cunstancias… Me quedé dormido… Entonces desperté… Oré… para que Dios me guiara, a mis conse-
jeros, y a mi pueblo de acuerdo a la verdad. Nuevamente me dormí, y entonces soñé que el Dios Omni-
potente me enviaba un monje… Todos los santos lo acompañaban por orden de Dios, para dar testimo-
nio delante de mí, y para declarar que no venía para idear ningún complot… Ellos me preguntaron si
tendría la buena gracia de permitirle escribir algo en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg.
Esto les garanticé a través de mi canciller. Entonces el monje se dirigió a la iglesia, y comenzó a escri-
bir con letras tan grandes que yo podía leerlas desde Schweinitz. La pluma que él usaba era tan grande
que su fin llegaba hasta Roma, donde atravesaba las orejas de un león que allí estaba agachado, e hizo
con que la triple corona del Papa tambaleara. Todos los cardenales y príncipes, corrían, y trataban de
impedir que se le cayera… Desperté… era solo un sueño [y volvió a dormirse].
Entonces soñé que todos los príncipes del Imperio, y nosotros entre ellos, nos apresurábamos para ir a
Roma, y luchábamos, uno tras otro, para quebrarle la pluma; pero mientras más tratábamos, más rígida
se ponía, pareciendo que estaba hecha de acero. Finalmente desistimos… Repentinamente escuché un
gran ruido, un gran número de otras plumas habían saltado de la pluma grande del monje. Desperté por
tercera vez: ya era de día…
Así pasó la mañana del 31 de Octubre de 1517, en el castillo real de Schweinitz… El elector acababa
de contarnos su sueño, cuando el monje vino con el martillo para interpretarlo”. J. A. Wylie, Historia
del Protestantismo, Vol. 1, páginas 263-266, citado en Hechos de Fe, página 14.

Uno casi no puede sorprenderse que el elector de Sajonia se convirtiera en el protector de Lutero duran-
te su larga lucha con el Papado. La mayor obra llevada a cabo por estas “plumas” de la Reforma fue la
traducción de la Biblia al idioma del pueblo común. Es verdad que hubo algunos intentos antes de este
tiempo para imprimir las Escrituras en el idioma vernacular, pero sin mucho éxito, ya que el idioma era
casi ininteligible para el pueblo común, y el precio era prohibitivo.
Después que Martín Lutero había gastado mucho tiempo en los hogares y en compañía del pueblo para
poder aprender su idioma, él, con sus colaboradores, tradujeron la Biblia a un idioma que, aun cuando
era digno y bello, era tan natural y fácil de ser entendido por las mentes comunes, que hizo inmediata-
mente de la Biblia “el libro del pueblo”. El Nuevo Testamento fue traducido en 1521, y fueron impre-
sas 58 ediciones entre 1522 y 1533: diecisiete ediciones en Wittenberg, trece en Augsberg, doce en Ba-
sel, una en Erfurt, una en Grimma, una en Leipzig, y trece en Estrasburgo. El Antiguo Testamento fue
impreso primero en cuatro partes, entre 1523 y 1533, y finalmente toda la Biblia fue publicada en un
volumen en 1534.
En 1522 Jacques Lefevre tradujo el Nuevo Testamento al Francés, y Collin, en Meaux, la imprimió en
1524. En 1525 William Tyndale tradujo el Nuevo Testamento al Inglés. Todos estos Nuevos Testamen-
tos fueron traducidos del original Griego, y no de la imperfecta Vulgata Latina usada por la iglesia pa-
pal.
Las prensas continuaron ocupadas imprimiendo las Escrituras, mientras los colportores y vendedores
de libros, las vendían a todo el público. El efecto fue tremendo.
Pág. 30

“Todo intelecto honesto fue inmediatamente golpeado con la extraña discrepancia entre la enseñanza
del Sagrado Volumen y la de la Iglesia de Roma”. Lawrence, Estudios Históricos, página 255.

En el Libro de Dios no se encuentra ningún purgatorio, ningún papa infalible, no hay Misas por los
muertos, no se venden indulgencias, no hay reliquias haciendo milagros, no hay oraciones por los
muertos, no hay una adoración por la Virgen María ni por los santos. Pero allí las personas encontraron
un amante Salvador con los brazos abiertos dándoles la bienvenida a los más pobres y viles pecadores,
para que vengan y reciban un completo perdón y de gracia. El amor llenó sus corazones y quebró los
grilletes del pecado y de la superstición. Lo profano, las bromas vulgares, la embriaguez, los vicios y
los desordenes desaparecieron. El bendito Libro era leído por jóvenes y adultos, y se convirtió en la
conversación hogareña y en el negocio, mientras la Iglesia con su Misa Latina perdía su atractivo.
Roma despertaba al inevitable resultado de permitir que el pueblo común leyera la Biblia, y el vicario
de Croydon declaró en un discurso en la Cruz de San Pablo, Londres:

“Tenemos que destruir las prensas, o nos destruirán a nosotros”. E. R. Palmer, La Prensa Impresota y
el Evangelio, página 24, citado en Hechos de Fe, página 14.

La maquinaria papal se colocó por lo tanto en movimiento para la destrucción de la Biblia.

“Comenzó entonces una extraordinaria lucha entre la Iglesia Romana y la Biblia, entre los impresores y
los papas…
Hacia la Biblia los papas de inmediato le declararon una hostilidad mortal. El leer las Escrituras era a
sus ojos el mayor de los crímenes… la Inquisición fue investida con nuevos terrores, y fue obligatoria
en Francia y en Holanda a través de ejércitos papales. Los jesuitas fueron distinguidos en todas partes
por su odio por la Biblia. En los países bajos condujeron la persecución de Alva y Felipe II; se regocija-
ron con espantosa alegría cuando Antwerpia, Bruges y Ghent, las mejores ciudades para los trabajado-
res, fueron reducidas al pauperismo y a la ruina por parte de los ejércitos Españoles; la Biblia había pe-
recido con sus defensores…
El quemar Biblias era el empleo favorito de los Católicos celosos. Adonde quiera que fuesen, encontra-
ban los volúmenes herejes y eran entonces destruidos por los activos Inquisidores, y miles de Biblias y
Testamentos perecieron en todas partes de Francia”. Lawrence, 254-257, citado en Hechos de Fe, pági-
na 15.

En España, no solo las personas comunes fueron prohibidas de leer la Biblia, sino que profesores uni-
versitarios fueron prohibidos por el “Concilio Supremo” de la Inquisición de poseer sus valiosos ma-
nuscritos de la Biblia.

“El concilio, en consecuencia, decretó que aquellos teólogos en la universidad que habían estudiado los
idiomas originales, debían ser obligados, y también otras personas, a entregar sus Biblias en Hebreo y
en Griego, a los comisarios del santo oficio, bajo de pena de excomunión”. D. J. A. Llorente, Secretario
de la Inquisición, Historia de la Inquisición en España, Londres, 1827, página 105, citado en Hechos
de Fe, página 15.

“En 1490, Torquemada21 hizo con que se quemaran muchas Biblias Hebreas y más de 6.000 volúmenes
en un auto-da-fe en Salamanca”. Joseph Mendham, M. A., Política Literaria de la Iglesia de Roma,
Londres, 1830, página 97, citado en Hechos de Fe, página 15.

21
El Inquisidor General.
Pág. 31

Cuántos miles de invaluables manuscritos perecieron así en las llamas de la Inquisición, solo la eterni-
dad lo va a revelar. Es tremendamente difícil para un Protestante hoy en día comprender a fondo la ex-
tensión de este miedo – y enemistad contra – la Biblia, manifestado por la Iglesia Romana. Para ella fue
realmente una batalla de vida o muerte. Una persona tiene que leer la historia de la Inquisición, y exa-
minar los índices Romanos de los libros prohibidos, para entender su punto de vista. El Inquisidor Ge-
neral Pérez del Prado le dio expresión a sus sentimientos y a su amargo lamento cuando declaró en ho-
rror

“que algunos individuos han llevado su audacia a la execrable extremismo de exigir permiso para leer
las Santas Escrituras en el idioma vulgar, sin temer a encontrar un veneno mortal allí”. Citado en Llo-
rente, et. al., 111, citado en Hechos de Fe, página 16.

Las piras funerarias iluminaban toda Europa. Samuel Smiles dice de Francia:

“Las Biblias y los Nuevos Testamentos eran incautados adonde se encontraran, y eran quemados; pero
parecían surgir más Biblias y Nuevos Testamentos, como si fuera por magia, desde las cenizas. Los
impresores que estaban convencidos de imprimir Biblias, también fueron apresados y quemados. El
Bourgeois de Paris22, ofrece una cuenta detallada de los sacrificios humanos ofrecidos por la ignoran-
cia y por la intolerancia en esa ciudad durante los seis meses que terminaron en Junio de 1534, de los
cuales al parecer 20 hombres y una mujer fueron quemados vivos… ¡Al comienzo del año siguiente, la
Sorbonne recibió del rey una orden, que fue promulgada el 26 de Febrero de 1535, para la supresión de
impresiones!”. Smiles, 20-21, citado en Hechos de Fe, página 16.

“Continuaron los intentos hechos por Roma para verificar el progreso de las impresiones. En 1559 el
Papa pablo IV lanzó el primer Índice Expurgatorio”. Henry Charles Lea, Historia de la Inquisición de
la Edad Media, Vol. 3, página 587, citado en Hechos de Fe, página 16.

“El primer ‘Índice de Libros Prohibidos’ Romano (Index librorum prohibitorum), publicado en 1559
por Pablo IV, era muy severo, y por lo tanto fue mitigado bajo ese pontífice por un decreto del santo
oficio del 14 de Junio del mismo año”. “Index”, Enciclopedia Católica, Vol. vii, página 722, citado en
Hechos de Fe, página 17.

“La persecución se enfureció casi por toda Europa: en 1545, fue perpetrada la masacre de Vaudois de
Provence; y el 24 de Agosto de 1572, comenzó la masacre de San Bartolomé, y continuó hasta que en-
tre 70.000 y 100.000 personas inocentes y sin sospecha fueron asesinadas a sangre fría, por ser Protes-
tantes. La masacre fue planificada secretamente por los líderes de la Iglesia Romana. Sully dice que
70.000 personas fueron muertas, aun cuando otros escritores estiman en 100.000 las víctimas”. Hechos
de Fe, páginas 71-73.

“Catarina de Medici le escribió triunfante a Alva, a Felipe II, y al Papa… Roma entró en un delirio de
alegría con las noticias. Los cánones habían sido quemados en San Angelo; Gregorio XIII y sus carde-
nales caminaron en una procesión de santuario en santuario para darle gracias a Dios por la masacre. Se
ordenó que el hecho fuese pintado y que fuese hecha una medalla, con la imagen del Papa en un lado, y
con el ángel destruidor en el otro, inmolando a los Hugonotes”. Ibíd., páginas 71-72.

“Finalmente, sin embargo, la iglesia papal descubrió que su oposición a la Biblia solo delataba el triste
hecho que, en vez de ser la iglesia divinamente instituida de la Biblia, ella y las Escrituras eran enemi-

22
Un diario Católico Romano.
Pág. 32

gos mortales, y que su lucha abierta le estaba suministrando al mundo la más clara evidencia para justi-
ficar la Reforma. Su infatigable persecución estaba produciendo mártires, pero no Católicos leales. Ella
debía detener su curso y forjar nuevas armas contra el Protestantismo, si quería alguna vez esperar ga-
nar la batalla. ¿Pero cuáles debían ser estas armas?”. Extraído de Nuestro Firme Fundamento, Noviem-
bre de 1990.

La respuesta está en endosar escritos pervertidos de Protestantes crédulos.

Capítulo 12: Los Jesuitas y las Versiones.-

En Mayo de 1962, Russell viajó por primera vez hacia Perth en el estado de Australia Occidental, re-
presentando a la Universidad de Sydney. El grupo de la Universidad de Sydney estaba radicado en el
Colegio Saint Thomas More. El colegio es adjunto a la Universidad de Australia Occidental, dirigido
por la Iglesia Católica Romana, conducido por los miembros de la orden de la Sociedad de Jesús (los
Jesuitas).
Este colegio no era una obra aislada de los Jesuitas, porque desde su fundación por Ignacio de Loyola
en 1540, el jefe de los Jesuitas había estado en el campo de la educación. Ellos son descritos como una
orden mendicante de Clérigos Regulares. Por el término mendicante se quiere decir que dependen de
las limosnas para su mantención. El término regular fue aplicado a aquellos sacerdotes que no sirven
como sacerdotes de parroquia (llamados de seculares) sino que pertenecen a la orden contemplativa.
Aun cuando inicialmente los Jesuitas se concentraron a sí mismos en establecer sus propios colegios
para el entrenamiento de los miembros de su orden, siendo el primero en Gandia, España, en 1546,
muy luego estaban penetrando las instituciones superiores (terciarias) de organizaciones seculares y
aun Protestantes.

“En países donde el Catolicismo fue amenazado por el Protestantismo, los primeros Jesuitas tomaron
sus posiciones, normalmente en colegios, para detener la deserción de la iglesia Romana”. Enciclopedia
británica, edición de 1963, artículo Sociedad de Jesús.

“La educación es la principal ocupación de los Jesuitas en las misiones, como también en Europa y en
América”. Ibíd.

Una de las más prestigiosas universidades en los Estados Unidos, como la Universidad de Georgetown
en Washington, D.C., son conducidas por los jesuitas. En 1896, los Jesuitas obtuvieron el permiso de la
Universidad de Oxford para abrir el Champion Hall como una parte de la universidad. Este padrón fue
adoptado por la Universidad de Australia Occidental cuando se le permitió un privilegio similar a los
Jesuitas en el establecimiento del Colegio Saint Thomas More23.
Los Jesuitas fueron comisionados para la restauración de la autoridad en la Iglesia Católica Romana, la
cual había sido críticamente dañada por la Reforma Protestante. Estos siervos de Roma reconocieron
perceptivamente que la fuerza de la Reforma radicaba en su aceptación de la pura Palabra de Dios co-
mo la única base de la verdad. La Palabra de Dios era solo una consecuencia marginal, en las mentes de
los Jesuitas, comparado con la mantención de la autoridad papal. Así, a diferencia de los Reformadores,
los Jesuitas no tenían ninguna convicción de que tenían que preservar inviolada la Palabra de Dios. En
verdad, eso se adecuaba perfectamente a sus propósitos para denigrar la Palabra de Dios y para arrojar
dudas sobre su pureza. Si pudiesen conseguir este objetivo, entonces los cristianos una vez más serían
23
Sir Thomas More (1478-1535) fue Lord canciller de Inglaterra bajo el rey Enrique VIII. Él envió a muchos Reformadores
Ingleses a la hoguera, y fue un fuerte laico Católico Romano. Su influencia sobre el rey era fuerte, pero eventualmente per-
dió el favor con el rey y fue decapitado. Este acto de Enrique VIII, que no estaba específicamente relacionado con la fe de
More, transformó a More en un mártir católico y condujo eventualmente a su canonización.
Pág. 33

obligados a depender de los edictos y tradiciones de los papistas para encontrar una plataforma para su
fe.
Aun en el siglo XIV, un compañero de Wycliffe había declarado:

“Aun cuando hubieran cien papas en el mundo al mismo tiempo, y todos los frailes vivos fuesen trans-
formados en cardenales, tenemos que rehusar nuestra confianza con respecto a ellos en el asunto de la
fe, tanto cuanto sus enseñanzas no son las de las Escrituras”. Merle D’Aubigné, La Reforma en Inglate-
rra, Vol. 1, página 97.

Fue esta posición con respecto a la verdad la que contradictoriamente desafió toda la autoridad del sis-
tema papal, una autoridad que los jesuitas trataron de restaurar a través de su sutil actividad en las insti-
tuciones educacionales de Europa y en otros lugares.
Sir Thomas More había desafiado la obra pionera de William Tyndale en presentar estas Escrituras tra-
ducidas del idioma original al Inglés del pueblo. More dijo:

“No debemos examinar la enseñanza de la iglesia por las Escrituras, sino entender las Escrituras a tra-
vés de lo que dice la iglesia”. Ibíd., página 395.

Tyndale fue rápido en responder y apto para destruir la tonta afirmación del Lord Canciller.

“¡Qué! ¿El aire le da luz al sol, o el sol al aire? ¿Está la iglesia antes que el evangelio, o el evangelio
antes que la iglesia? ¿No es el padre más antiguo que el hijo? Dios nos engendró por su voluntad, por
la Palabra de Verdad, dice Santiago (1:18). El que engendró está antes que el que fue engendrado, la
Palabra es anterior a la iglesia, o, hablando más correctamente, antes que la congregación”.

Aun cuando los argumentos proferidos por Tyndale eran imponentes, no atravesaron la blindada intole-
rancia decidida a ignorar la centralidad de las Escrituras para una fe pura. Así los Jesuitas estaban abso-
lutamente correctos en su discernimiento de que una Escritura pura destruiría el poder del Catolicismo
Romano.
Ninguna orden de la Iglesia Católica Romana estaba mejor diseñada que los jesuitas, para la tarea de
pervertir las Escrituras:

“Fue a los pies de los Jesuitas que la juventud de la clase alta y de la clase media fueron enseñados
desde la niñez hasta la edad adulta, desde los primeros rudimentos hasta los cursos de retórica y de filo-
sofía… Los jesuitas se encontraban detrás de todo disfraz, en cada país; eruditos, médicos, mercaderes,
operarios; en la corte hostil de Suecia, en la antigua casa señorial de Cheshire, entre los impedidos de
Connaught; argumentando, instruyendo, consolando, robando los corazones de los jóvenes, alienando
el coraje de los tímidos, sosteniendo el crucifijo delante de los ojos de los que estaban muriendo”.
MaCaulay, Ensayos, páginas 480-481.

En el Concilio de Trento, realizado en el siglo XVI para restablecer la supremacía del Catolicismo Ro-
mano, los Jesuitas jugaron un papel decisivo. Un grupo significativo de delegados, tomando sus señales
de los Reformadores Protestantes, apoyaron el concepto de la supremacía de las Escrituras al proveer
autoridad doctrinal. Pero los Jesuitas, y aquellos delegados que pensaban igual, vieron el peligro de
aceptar esa proposición; porque si hubiese sido adoptada, habría destruido, en vez de establecer, el Pa-
pado. Después de mucha discusión, Gaspar de Posso, arzobispo de Regio, colocó un argumento inex-
pugnable, el cual decidió el asunto. Él afirmó correctamente que no hay ninguna sanción bíblica para la
observancia del domingo. La “santidad” del domingo solo puede ser validada aceptando el estableci-
Pág. 34

miento de la tradición papal como una doctrina ordenada por Dios. El argumento del arzobispo ha sido
preservado. Él declaró:

“La autoridad de la iglesia es ilustrada más claramente por las Escrituras: porque mientras por un lado
ella [la iglesia] las recomienda, declara que son divinas, [y] nos las ofrece para que las leamos… por el
otro lado, los preceptos legales en las Escrituras enseñados por el Señor, han cesado, en virtud de la
misma autoridad [la iglesia]. El Sábado, el día más glorioso de la ley, ha sido cambiado por el día del
Señor… Estos y otros asuntos similares no han cesado por virtud de la enseñanza de Cristo (porque Él
dice que ha venido para cumplir la ley, no para destruirla), sino que han sido cambiados por la autori-
dad de la iglesia”. Mervyn Maxwell, Dios Cuida, Vol. 1, página 128.

Así, el Concilio de Trento aceptó cuatro errores en relación con las Escrituras:

1.- Que la tradición posee el mismo valor que las Escrituras para decidir una doctrina.
2.- Que los libros apócrifos son canónicos.
3.- Que la Vulgata Latina no posee errores y que es innecesario estudiar los escritos de los originales
Griego y Hebreo.
4.- Que las Escrituras no pueden ser entendidas por los laicos guiados solamente por el Espíritu Santo.

Armados con la autoridad del Concilio de Trento, los Jesuitas hicieron todos los esfuerzos posibles para
destruir la autoridad de la versión Inglesa de las Escrituras, basada en el Texto Recibido. Ellos conci-
bieron un plan para destruir el valor de las Escrituras y así hacer volver a los Ingleses a Roma: fue de-
cidido conceder la necesidad de una Biblia en idioma Inglés, pero basarla largamente en la Vulgata La-
tina, con alguna referencia a los idiomas originales. Esta obra fue llevada a cabo en Douay, una peque-
ña aldea cerca de Lille en Francia, donde los Jesuitas tenían una universidad para entrenar a los sacer-
dotes Ingleses para que volvieran a su país natal para promover el retorno al Catolicismo.
Es instructivo contrastar las aspiraciones de los traductores de la Versión Douay con aquellas de los
traductores de la KJV. Los Jesuitas no tenían ningún amor por las Escrituras, porque era el mayor ad-
versario del Papado. Así, al perseguir sus traducciones,

“los Jesuitas estaban haciendo con que las personas Inglesas volvieran a la Biblia, volvieran al Roma-
nismo”. B. G. Wilkinson, Nuestra Versión Autorizada Vindicada, página 66.

Contraste esta actitud hacia su tarea, con la de los 44 hombres piadosos que sacaron la KJV.

“Pero entre todas nuestras alegrías, no hubo ninguna que llenara más nuestros corazones que la bendita
continuidad de la predicación de la sagrada Palabra de Dios entre nosotros; el cual es ese inestimable
tesoro que sobrepasa todas las riquezas de la tierra; porque el fruto del mismo se extiende por sí mismo,
no solo en el tiempo ocupado en este mundo transitorio, sino que se dirige a los hombres, a esa eterna
felicidad que está en los cielos”. Dedicación, KJV de las Escrituras.

Tan despreciada eran las Escrituras por parte de los Católicos Romanos, que un estudioso teólogo Cató-
lico le dijo a Tyndale:

“Mejor sería para nosotros estar sin la ley de Dios que sin la del papa”. CS:288.

Mientras la Versión Douay de las Escrituras nunca consiguió alcanzar la aceptación registrada por la
KJV, fue la influencia de esta versión inspirada por los Jesuitas, la que, en la última mitad del siglo
XX, prevaleció entre la plétora de las traducciones modernas, entre los cristianos de hoy. De la falla de
Pág. 35

la Versión Douay ha surgido el éxito de la Nueva Versión Internacional y otras versiones modernas si-
milares.
El esquema Jesuita fue magistral. Ellos no desacreditaron las Escrituras, como lo hizo nuestro ances-
tral, el Dr. Henry Standish, obispo de Saint Asaph en Wales. En 1516, el Obispo Standish se arrojó él
mismo a los pies del rey Enrique VIII y de la reina Catarina y exclamó:

“Gran rey, vuestros ancestrales que han reinado sobre esta isla, y los vuestros, oh gran reina, que han
gobernado Aragón, siempre fueron distinguidos por su celo por la iglesia. Muéstrense dignos de sus
ancestros. Tiempos llenos de peligro han llegado a nosotros; ¡acaba de aparecer un libro, y también ha
sido publicado, por Erasmo!24 Todo tiene que ver con la religión de Cristo entre nosotros”. Merle
D’Aubigné, La Reforma Inglesa, Vol. 1, página 163.

Tal como lo observó D’Aubigné:

“El coraje del obispo Standish era digno de una mejor causa”. Ibíd.

¡Cómo desearíamos que el que llevaba nuestro apellido hubiese distinguido él mismo lo que hizo uno
de sus sucesores en Saint Asaph, el cual, 72 años después (1589), tradujo la Palabra de Dios al idioma
Welsh!
Los Jesuitas tenían mucho más engaño que este obispo errado. Ellos reconocieron que las Escrituras
eran tan estimadas y amadas, que era una fuente de fe y confort, que cualquier intento de torcerlas de
los devotos cristianos Ingleses estaba destinado al fracaso. Entonces ellos dirigieron su ataque entre las
sutiles líneas de la producción de una versión alternativa, una que no solo incorporase los errores papa-
les, sino que también arrojase dudas sobre las masas que tenían los textos retenidos.
Algunos habían visto los cambios aceptados en la Versión Católica de las Escrituras, y correctamente
habían señalado que esos cambios no eran favorables a la doctrina Católica Romana en algunos casos.
Coloquemos un ejemplo. El pasaje citado anteriormente en este libro, 1 Tim. 3:16, que afirma tanto la
carne humana como la divinidad de Jesucristo, no está de acuerdo con la doctrina Católica Romana.
Los Católicos Romanos creen firmemente en la divinidad de Jesús. ¿Por qué, entonces, se pregunta a
menudo, que los Católicos debieran aceptar este cambio? La respuesta es muy simple. Los Católicos
Romanos no dependen de las Escrituras para sus posiciones doctrinales. Ellos dependen de la palabra
del papa y de la tradición de la iglesia. Lo que está registrado en las Escrituras es apenas de interés
marginal para ellos, porque ellos poseen una fuente preferencial de autoridad. Sin embargo, los Jesuitas
percibieron correctamente que si la Biblia estaba equivocada, aun contradictoria, la inconsistencia ser-
viría muy bien al propósito del papado de debilitar la Biblia como la única autoridad de la fe Protestan-
te. Si este propósito era conseguido, entonces los Jesuitas estarían seguros que habría un retorno a la
aceptación de la autoridad de la jerarquía Católica Romana. Tal como lo veremos, este juicio estaba le-
jos de estar errado.

Capítulo 13: El Emperador Constantino.-

En el año 331 d.C., el Emperador Constantino le ordenó al Obispo Eusebio de Cesarea que prepare 50
copias Griegas de la Biblia. El Dr. Tischendorf, el hombre que recató el Codex Sinaíticus del Monaste-
rio de Santa Catarina en el desierto de Sinaí, creía píamente que este manuscrito y el Codex Vaticanus
eran dos copias de las de Eusebio25.
Aun cuando Eusebio escribió una espléndida historia sobre la iglesia cristiana primitiva

24
Este era el Nuevo Testamento Griego de Erasmo, sobre el cual se basó posteriormente el Textus Receptus.
25
Sidney Collet, La Escritura de la Verdad, página 28.
Pág. 36

“[él] era un entusiasta admirador y un adherente devoto de Orígenes”. Dr. F. C. Cook, Historia de la
Versión Revisada, página 57.

Además, Cook, quien se rehusó a una invitación a sentarse en el comité que preparaba la Versión Revi-
sada, afirmó:

“A nadie se le tiene que recordar de quien no sabe nada de la historia de la era, o quien ha leído, aun
cuando sea rápidamente, su historia de la iglesia primitiva; que en todas las preguntas él va a diferir to-
talmente con la autoridad de Orígenes, especialmente en preguntas sobre crítica, donde es casi igual-
mente innegable; ni tampoco dudo en declarar mi inamovible convicción que en esa influencia se tiene
que encontrar la verdadera solución para el fenómeno principal que deja perplejo o nos desanima en
considerar las lecturas de los Manuscritos Vaticanus y Sinaíticus”. Ibíd., páginas 155-157.

Esta confianza en Orígenes sin duda recomendó la obra de Eusebio al emperador, porque él decidió
llenar el cristianismo con el paganismo Romano, un objetivo que él logró exitosamente. La conexión
entre el Codex Sinaíticus (Codex Aleph), el Codex Vaticanus (Codex B), y la obra de Eusebio en Ce-
sarea está bien atestiguada.

“Pero al conectar B con Aleph con la librería de Cesarea, no somos dejados a conjeturar o a inferir. En
un bien conocido colofón26 fijado al final del libro de Ester en el Aleph, por el tercer corrector, se de-
clara que desde el comienzo del libro de Reyes hasta el final de Ester, el manuscrito fue comparado con
una copia ‘corregida por la mano del santo mártir Pánfilo’, el cual fue escrito y corregido después de la
Hexapla de Orígenes. Y un colofón similar se puede encontrar anexado al libro de Esdras. Se añade que
el Codex Sinaíticus… y el codex Pamphili… manifiestan una gran concordancia entre sí. La probabili-
dad que Aleph fuese por lo menos copiado en parte de un manuscrito ejecutado por Pánfilo, es estable-
cida por los hechos que un cierto ‘Codex Marchalianus’ es a menudo mencionado, el cual se debió a
Pánfilo y Eusebio; y que la revisión crítica de Eusebio del Antiguo Testamento, aun cuando él no pu-
blicó ninguna edición del texto del Nuevo Testamento, poseía una gran reputación. En los libros de
Crónicas, San Jerónimo menciona manuscritos ejecutados por Orígenes con gran cuidado, los cuales
fueron publicados por Pánfilo y Eusebio. Y en el Codex H de San Pablo se declara que ese manuscrito
fue comparado con un manuscrito en la librería de Cesarea ‘el cual fue escrito por la mano del santo
Pánfilo’. Estas observaciones añadidas a la frecuente referencia de San Jerónimo y otros a la crítica de
los manuscritos, a través de las cuales debemos entender a aquellos que fueron distinguidos por la
aprobación de Orígenes o que estaban en consonancia con el espíritu de Orígenes, mostró evidentemen-
te la posición en la crítica, que la librería de Cesarea y sus ilustres fundadores habían ganado en aque-
llos días. Y casi está de acuerdo con esa posición que Aleph debe haber sido enviado desde esa ‘escuela
de crítica’”. El Texto Tradicional, páginas 165-166.

Este pasaje es mejor entendido si la relación de Eusebio con Pánfilo es conocida. El Dr. G. A. Wi-
lliamson, que ha preservado la traducción de Eusebio, La Historia de la Iglesia27, provee este trasfon-
do:

“Cuando joven él [Eusebio+ se convirtió en un discípulo y amigo cercano de Pánfilo, un profesor cuya
influencia sobre su receptivo pupilo fue profunda. Pánfilo estaba dedicado a la diseminación del sano
estudio. Él estableció en Cesarea una escuela de teología, y construyó una gran y bien suplida librería,
contribuyendo así grandemente a la gran erudición posteriormente mostrada por los más jóvenes. Euse-

26
Nota del Traductor: La fecha de una impresión y el nombre del lugar e impresor puestos al final del libro.
27
Dorset Press, Nueva York, 1984.
Pág. 37

bio ya había publicado diversos libros, pero por algún tiempo desistió de su trabajo original para ayudar
a su tutor en la composición de la Defensa de Orígenes. En el año 309, ambos fueron aprisionados co-
mo confesores de Cristo, pero continuaron sus labores combinadas hasta que Pánfilo fue muerto debido
a su fe, un martirio que causó un inmenso impacto en su discípulo. Eusebio, suelto de la prisión, se fue
a Tiro, donde honró la memoria de su amigo tomando el nombre de Eusebio (hijo) de Pánfilo, y él
mismo contribuyó con el sexto y último libro de la Defensa. Para completar su tributo, escribió la Vida
de Pánfilo”. G. A. Williamson, Introducción a Eusebio, La Historia de la Iglesia, páginas 11-12.

Así, se ve que Eusebio fue grandemente influenciado por Pánfilo, el cual a su vez fue un gran admira-
dor de la obra de Orígenes. Abbo Martin, erudito Católico Romano, afirmó que el Codex Sinaíticus fue
fabricado por Orígenes. Si la afirmación de Martin es verdadera, entonces contaría a cuenta de la con-
fianza de Eusebio sobre ese manuscrito defectuoso en la preparación del real mandato para hacer las 50
copias. La alta estima de Eusebio por la obra de Orígenes sin duda lo condujo a aceptar la veracidad de
sus manuscritos. Pero ningún verdadero adherente a la Palabra de Dios sería igualmente engañado.
Varias autoridades concordaron en que Eusebio era la fuente del Codex Sinaíticus y del Codex Vatica-
nus. Uno declara:

“El propio Constantino le ordenó 50 copias a Eusebio, obispo de Cesarea, para las iglesias en Constan-
tinopla. Es muy probable que Aleph y B sean dos de estas cincuenta”. Dr. Robertson, Introducción a la
Crítica Textual, página 80.

Debido a esta posibilidad es de vital importancia que examinemos la actitud de Eusebio hacia las Escri-
turas para decidir su decisión mental al llevar a cabo su obra de copiar la Sagrada Palabra. Significati-
vamente, él puede ser descrito como una temprana versión de la alta crítica de hoy. De hecho, él fue
uno de los precursores de la alta crítica.
Después de describir la muerte de Santiago, el hermanastro de Cristo que él declarara que fue arrojado
de un parapeto del templo, y cuando él sobrevivió a esa caída, fue condenado a muerte, Eusebio regis-
tra:

“Esta es la historia de Santiago, a quien le es atribuida la primera epístola ‘general’. Admitiendo que su
autenticidad sea dudada, ya que pocos escritores antiguos se refieren a ella, nadie más que Judas, el
cual también es uno de los siete llamados generales”. Eusebio, La Historia de la Iglesia, Dorset Press,
Nueva York, 1984, página 103.

Eusebio también eligió dudar sobre la segunda epístola de Pedro.

“De la epístola de Pedro, conocida como la primera, es aceptada, y esto los primeros padres lo citaron
libremente, como indudablemente genuino, en sus propios escritos. Pero la segunda epístola Pedrina,
hemos sido enseñados a mirarla como no canónica”. Ibíd., página 108.

El Emperador Constantino jugó un papel no menor al abrir la puerta para la entrada del paganismo en
la iglesia cristiana y eso puede ser probado sin ninguna duda. Que él además animó para diseminar los
corruptos manuscritos Griegos, parece ser muy cierto. Posteriormente Eusebio declara, después de lis-
tar otros cuatro documentos atribuidos a Pedro:

“Estas son entonces las obras atribuidas a Pedro, las cuales yo he reconocido solo una epístola como
auténtica y aceptada por los primeros padres”. Ibíd.
Pág. 38

Como el Codex Sinaíticus contiene un libro llamado El Pastor, lo que Eusebio comenta sobre este libro
es de interés.
“Como el mismo apóstol [Pablo], en las salutaciones que concluye la Epístola a los Romanos, se ha re-
ferido entre otros a Hermas, el reputado autor del ‘Pastor’, debe observarse que esto también, ha sido
rechazado por algunas autoridades y por lo tanto no puede ser colocado entre los libros aceptados.
Otros, sin embargo, lo han juzgado indispensable, especialmente para aquellos en necesidad de instruc-
ción elemental. Por lo tanto sabemos que ha sido usado antes de ahora en adoración pública, y algunos
de los primeros escritores hicieron uso de ello, tal como yo lo he descubierto”. Ibíd., páginas 108-109.

Como Eusebio creía que Santiago, 2 Pedro y Judas no eran canónicos, no tenía derecho a incluirlos
como parte de las Escrituras que él preparó para Constantino. Pero él los incluyó, indicando así su falta
de cuidado en esos asuntos. Nosotros creemos firmemente que estas epístolas son divinamente ordena-
das. Pero Eusebio ha demostrado que él estaba preparado para incluir libros que él miraba como dudo-
sos dentro de las Escrituras. Por lo tanto no debiéramos sorprendernos que haya incluido libros no ca-
nónicos tales como El pastor, la Epístola de Barnabás, y los libros apócrifos en su manuscrito Griego.
Está claro que él tenía un reducido sentido de lo sagrado de la Santa Biblia, lo cual indudablemente in-
fluyó en su obra. Pero las versiones modernas presumen afirmar esos manuscritos como siendo los más
antiguos y los más confiables. ¡Más confiables! Eso no es verdad, porque fuera de numerosos errores
de los copistas y alteraciones, ellos contienen libros no canónicos.
Es instructivo citar un pasaje de la Epístola de Barnabás para demostrar el disparate que contiene.

“Pero él añade, ni tampoco comerás la liebre. ¿Para qué? Porque significa lo siguiente para nosotros:
No serás un adúltero, ni te acercarás a esas personas. Porque la liebre todos los años multiplica los lu-
gares de su concepción; y así vive muchos años, tantos como tiene. Ni tampoco comerás la hiena; eso
es, para que no seas un adúltero, ni corruptor de otros; ni seas como ellos. ¿Y por qué? Porque esa cria-
tura cada año cambia su forma y a veces es masculina y a veces es femenina”. Epístola de Barnabás
8:6-7.

Esta epístola fue correctamente rechazada del canon de la Palabra de Dios, pero los manuscritos orde-
nados por el Emperador Constantino y suministrados por Eusebio, eran tan corruptos, que la inclusión
de esta epístola fue vista como valiosa. Y aun muchos cristianos aceptan las afirmaciones de los traduc-
tores para la Nueva Versión Internacional, que el Codex Vaticanus y el Codex Sinaíticus, que contie-
nen ese absurdo científico, son “los dos más confiables manuscritos más antiguos”. ¡Que seamos pre-
servados de todo lo que sea más confiable que esto!
Eusebio también arrojó dudas sobre el Libro de Hebreos al afirmar:

“No debemos cerrar nuestros ojos al hecho que algunas autoridades han rechazado la Epístola a los He-
breos, señalando que los Católicos Romanos niegan que sea la palabra de Pablo”. Eusebio, op, cit., pá-
gina 108.

Posteriormente en su libro Eusebio también arroja dudas sobre la autenticidad de 2 Juan y 3 Juan.

“Los que están siendo disputados, aun cuando son familiares para la mayoría, incluye las epístolas co-
nocidas como Santiago, Judas y 2 Pedro, y aquellas llamadas 2 y 3 Juan, la obra del evangelista o de
otra persona con el mismo nombre”. Ibíd., página 134.

Así, las únicas epístolas generales sobre las cuales Eusebio colocó una autoridad indudable son 1 Pedro
y 1 Juan. El Emperador Constantino eligió a un hombre para preparar su orden de 50 Escrituras, el cual
no conocía la Palabra de Dios.
Pág. 39

A pesar que el libro conocido como “El Pastor” fue incluido en el Codex Sinaíticus, Eusebio reconoce:

“Entre los libros espurios tienen que ser colocados los ‘Hechos’ de Pablo, y ‘El pastor’”.

Así, si el Codex Sinaíticus es obra de Eusebio, pareciera que no tuvo ningún problema en añadir a esta
Escritura preparada, libros que él sabía muy bien que no eran canónicos. Este hecho indicaría una acti-
tud muy descuidada hacia su tarea.
Otro punto perturbador es la duda que Eusebio arrojó sobre el libro del Apocalipsis. Él declara, después
de listar varios libros que él considera espurios, incluyendo Hechos de Pablo, el Pastor, el Apocalipsis
de Pedro, la Epístola de Barnabás (otro libro, reconocido como espurio, que fue colocado en el Codex
Vaticanus) y las Enseñanzas de los Apóstoles, que

“juntamente con el Apocalipsis de Juan, si este es un lugar correcto para esto: tal como dije antes, algu-
nos lo rechazan, otros lo incluyen entre los libros reconocidos”. Ibíd.

Como el Codex Vaticanus no incluye el libro del Apocalipsis, uno puede preguntarse si simplemente se
debe a una falla para completar el manuscrito, o si se debe a una pérdida posterior; o si un asunto aun
más siniestro, que el propio Eusebio aceptara que era espurio y así no vio ninguna necesidad de in-
cluirlo, ya que también omitió algunos de los otros libros correctamente tenidos como espurios y con
otro grupo que él menciona, incluyendo los Evangelios de Hebreos, Pedro, Tomás y Matías y los He-
chos de Andrés y de Juan”. Ibíd., página 135.

(Estamos en deuda con el hijo del medio de Russell, Timoteo, y su esposa, Joan, por regalarle una co-
pia del libro Historia de Eusebio a Russell como regalo de Navidad en el año 1990. Ni los que le rega-
laron ni el que lo recibió sabían lo que era una fuente de información sobre el tópico de las traduccio-
nes de la Biblia, en aquel tiempo).

Capítulo 14: El Regocijo Católico Romano.-

Ciertamente los Jesuitas habían esperado más de lo previsto, para ver surgir a la pre-eminencia su ver-
sión mutilada de las Escrituras. Pero en el tiempo de la producción de la Versión Revisada de las Escri-
turas en 1881, ellos habían, después de tres siglos, alcanzado su objetivo. No es de asombrarse que los
líderes Católicos por todo el mundo se regocijaran cuando leyeron esta nueva versión. Hoy si alegría es
aun mayor al ver que la gran mayoría de los Protestantes en casi todos los países del mundo están ahora
estudiando la Biblia de nuevas traducciones basadas en los manuscritos pervertidos.
En los distribuidores de hoy las versiones modernas compatibles con la Vulgata Latina son ofrecidas en
profusión, mientras que aquellas basadas en el Textus Receptus son a veces difíciles de adquirir. En
1988, el Departamento de Capellanía de un gran hospital tuvo que esperar más de seis meses para reci-
bir su pedido de la Versión Autorizada de las Escrituras. Pero la Versión Estándar Revisada y la Nueva
Versión Internacional de las Escrituras estaban ambas disponibles para entrega inmediata. Cuando uno
entra en un cuarto de un motel o de un hotel hoy, la gran obra de la Sociedad de Gideones está empe-
ñada en colocar las traducciones modernas en los cuartos. A lo largo del mundo, en muchos idiomas,
se están produciendo nuevas traducciones, inexorablemente usando el manuscrito Griego corrompido,
tan querido para los corazones de los Jesuitas.
En 1990 Colin estaba predicando en una reunión campal Coreana, en Georgia. Él mencionó la gran di-
seminación de Biblias en varios idiomas traducidas de los manuscritos Griegos corrompidos. Después
del servicio varios pastores Coreanos querían saber su sus Biblias estaban traducidas de los manuscritos
corrompidos. Le llevó muy poco tiempo para confirmar los peores temores de los pastores. Ellos expli-
Pág. 40

caron que solo hay disponible una traducción en Corea, y esa traducción es de los manuscritos corrom-
pidos.
Aun en la minúscula nación de Kiribati, de las Islas del Pacífico (antes las Islas Gilbert), la actual tra-
ducción está basada en los manuscritos Occidentales corrompidos. No es de admirarse que Dios lo pre-
dijera:

“Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y toda la tierra se ma-
ravilló, y siguió a la bestia”. Apoc. 13:3.

En Marzo de 1989, Russell estaba caminando por la calle Victoria de Londres. A su derecha, vio la Ca-
tedral de Westminster, el trono del poder Católico en Inglaterra. Aquí, presidía el entonces primate de
Inglaterra, el Cardenal Basil Hume. Russell decidió visitar la librería de la Catedral de Westminster (no
confundir con la Abadía de Westminster, que es una iglesia Anglicana). Mientras observaba las estante-
rías de la librería donde estaban localizadas las Biblias, Russell vio que podía comprar muchas versio-
nes diferentes, incluyendo la Biblia Douay, la Biblia de Jerusalén, la NIV, la NEB, la RSV, la TEV y
varias más. Pero no vio ninguna copia de la KJV para ser vendida. Notando esta falta, se aproximó al
gerente y le pidió para ver el stock que tenía de la KJV. Muy pulidamente, el gerente le dijo: “Me temo,
señor, que no tenemos ninguna en stock”. Presionándolo un poquito más, Russell le preguntó: “¿Cuán-
do van a tener disponible un nuevo stock?” El gerente le respondió tal como Russell esperaba que lo
hiciese: “Oh, señor, nosotros no tenemos stock de la KJV de las Escrituras”. En el tiempo más ecumé-
nico de la historia de la tierra, la Iglesia Católica Romana aun no puede tolerar la KJV de las Escrituras.
Esto debiera servir como una bandera roja para los Protestantes, para que aprendan que virtualmente
todas las traducciones modernas pueden ser adquiridas en una librería Católica, pero no la KJV, tan
despreciada es esta versión por la fe Católica Romana. Tal vez el comentario más perceptivo sobre la
Versión Revisada fue el hecho en Dublín, la capital de Irlanda, dominada por los Católicos Romanos.

“Una cosa por lo menos es cierta, la Iglesia Católica va a ganar con la nueva Revisión, tanto directa
como indirectamente”. Dublín Review, Julio de 1881, citado en B. G. Wilkinson, Nuestra Biblia Auto-
rizada Vindicada, página 228.

¡Cuán exacta resultó ser esta profecía! Porque ahora estamos abrumados por la rapidez con que las
iglesias Protestantes procuran aliarse con la Iglesia Católica Romana. En verdad, la Iglesia Católica
Romana ha ganado, y gana enormemente, en la era que sigue la aceptación de esta pervertida forma de
las Escrituras.
Veamos algunos ejemplos sobre este hecho:

“Las Iglesias Cristianas de Australia, por primera vez hablarán con una sola voz. Si una propuesta
anunciada ayer para formar un nuevo cuerpo ecuménico nacional es adoptada, el nuevo cuerpo incor-
poraría a la Iglesia Católica, la cual se ha rehusado a unirse al Concilio Australiano de Iglesias durante
los 40 años de historia del Concilio. La Iglesia Católica es la mayor denominación cristiana aislada en
Australia, correspondiente al 26,3% de la población. El Concilio actualmente representa a 13 iglesias
Ortodoxas, Anglicanas y Protestantes como miembros. La propuesta fue anunciada en Adelaida por el
presidente de la Conferencia de Obispos y Arzobispos Católicos de Australia de Sydney, el Cardenal
Edward Clancy, y el Presidente del Concilio, el obispo Anglicano de Bendigo, el Obispo Oliver Hey-
ward”. Sydney Daily Telegraph, 13 de Junio de 1990.

“El Arzobispo Robert Runcie de Canterbury les ha solicitado a las iglesias de la comunidad Anglicana,
que está dividida con respecto a la ordenación de mujeres al sacerdocio y otros asuntos, que consideren
una iglesia cristiana unida bajo la primacía papal reformada. Runcie, que es un líder espiritual de la
Pág. 41

iglesia Anglicana, les dijo a los 525 obispos que asistían a la Conferencia Decenial el lunes por la no-
che, que 70 millones de Anglicanos podrían ser preservados solamente si sus iglesias estuviesen dirigi-
das por una autoridad central”. The Korean Times, 21 de Julio de 1988.

“El Arzobispo de Canterbury ha ocasionado una gran controversia con el llamado a los Protestantes pa-
ra que acepten al papa como su ‘líder universal’”. Singapur Straits Times, 3 de Octubre de 1989.

“Después de diez años de periódicas discusiones, el grupo del diálogo Bautista-Católico, citando Efe.
4:5, concluyó: ‘No solo confesamos sino que experimentamos un solo Señor, una fe y un bautismo’”.
Williamson (Virginia Occidental) Daily News, 26 de Agosto de 1989.

“Los Católicos Romanos y Luteranos se acercaron más el lunes, cuando los oficiales de la iglesia de
ambas denominaciones, anunciaron planes para llevar a cabo un pacto que va a aumentar la coopera-
ción entre los cuerpos religiosos más poderosos en Minnesota”. Minneapolis Star and Tribune, 17 de
Octubre de 1989.

Así podemos ver que virtualmente cada iglesia principal del Protestantismo está siguiendo el camino de
Roma. La aceptación de las modernas traducciones pervertidas de las Escrituras ha hecho una significa-
tiva contribución para estimular esta inversión del movimiento Protestante. No es de admirarse que
Dios lo haya predicho:

“Y la adorarán todos los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida
del Cordero que fue muerto desde la creación del mundo”. Apoc. 13:8.

Antes de su muerte en 1865, el Cardenal Wiseman, el primate Católico Romano de Inglaterra, exultó
que el Movimiento de Revisión vindicara la Biblia Católica. Él declaró:

“Cuando consideramos la burla arrojada por los Reformadores sobre la Vulgata, y su recurrencia, en
consecuencia, al Griego, como la única norma exacta, no podemos menos que regocijarnos con el si-
lencioso triunfo que la verdad ha finalmente obtenido sobre el clamoroso error. Porque, de hecho, los
principales escritores que han vengado la Vulgata [Latina] y que han obtenido para ella una preeminen-
cia crítica, son los Protestantes”. Cardenal Wiseman, Ensayos, Vol. 1, página 104, citado en B. G. Wil-
kinson, Nuestra Biblia Autorizada Vindicada, página 227.

El obispo Católico Romano de Eric, Pennsylvania, no estaba menos contento:

“Debe ser admitido que o los revisadotes querían eliminar varios pasajes importantes de las Santas Es-
crituras de los Protestantes, o que estos últimos, en su simplicidad, fueron todos impuestos por los tra-
ductores de la KJV, los cuales, ya sea por ignorancia o por malicia, han insertado en la Versión Autori-
zada varios párrafos que nunca fueron escritos por un apóstol o por otro autor inspirado”. Tobías Mu-
llen, El Canon del Antiguo Testamento, página 366.

Thomas S. Preston, el sacerdote de la Iglesia Católica de Saint Anne en Nueva York, también percibió
las ventajas de la Versión Revisada de la Iglesia Católica Romana.

“Es para nosotros una gratificación encontrar que en muchas instancias ellos [los traductores de la Ver-
sión Revisada] han adoptado la lectura de la Versión Católica, y así han, a través de su erudición, con-
firmado lo correcta que es nuestra Biblia”. Dr. Warfield, Colección de Opiniones, Vol. 2, página 21.
Pág. 42

En su artículo perspectivo, el Dublín Review tiene esto para decir:


“¡Cuán amarga debe ser para ellos la vista de sus obispos Anglicanos sentados con los Metodistas,
Bautistas e Unitarianos, para mejorar la Biblia Inglesa de acuerdo a las ideas modernas del progreso de
la crítica bíblica!”. Dublín Review, Julio de 1881, citado en B. G. Wilkinson, Nuestra Biblia Autorizada
Vindicada, página 227-228.

Son las palabras finales del Dublín Review las que golpean el corazón de todo Protestante, cuando él o
ella miran la manera en que el Protestantismo ha sido virtualmente diezmado en la segunda mitad del
siglo XX. El escritor del artículo en el Dublín Review predijo:

“La Nueva Versión [La Versión Revisada] será el toque mortal del Protestantismo”. Ibíd., página 230.

Esta predicción se ha cumplido ahora totalmente, porque en la década de 1990, las iglesias Protestantes
han perdido virtualmente su importancia y su propósito. La mayoría de las grandes iglesias Protestantes
están deseosas de asociarse con la Iglesia Católica Romana. Aquellos que resisten resueltamente esa
asociación son frecuentemente vistos como siendo intolerantes y como elementos desunificadotes del
cristianismo.

Capítulo 15: El Siglo IV y el Siglo XX.-

Hay un extraordinario paralelo entre el siglo cuarto y el siglo veinte. Fue durante el cuarto siglo de la
era cristiana que entraron muchas doctrinas apóstatas en la iglesia cristiana. La fuente de la apostasía
no es difícil de identificar. La conversión del Emperador Constantino ocurrió en el siglo cuarto. acla-
mada como una bendición divina por la mayoría de los cristianos, la historia testifica de sus funestos
efectos. Es dudoso que Constantino haya realmente abrazado las enseñanzas de Jesús. No tendiendo un
profundo sentido de las Escrituras, permitió que la verdad cristiana se mezclase con el error pagano. La
rápida “conversión” de las tribus Germanas de Europa a la fe cristiana, aun cuando fue un éxito evan-
gelístico superficial, simplemente vio la mezcla de dos fe diametralmente opuestas, el cristianismo y el
paganismo. Una fue ordenada por Dios, la otra por Satanás. La mezcla hizo con que el cristianismo se
desarrollara en una mera religión pagana, usando las designaciones cristianas para sus ídolos y prácti-
cas paganas.
Así, durante el siglo cuarto el símbolo pagano de la cruz se convirtió en el símbolo de la iglesia, fue de-
cretada la adoración en domingo, se desarrolló la adoración de ídolos, y los festivales paganos se hicie-
ron pasar por memoriales cristianos. El siglo culminó con el desarrollo de las doctrinas Agustinianas
del pecado original, Cristo como poseyendo una naturaleza no caída sobre la tierra, la pérdida eterna de
los perdidos, el purgatorio, el limbo, la predestinación, las penitencias, la designación de relaciones se-
xuales como siendo malas aun dentro de la relación matrimonial, juntamente con la introducción de
otras doctrinas paganas. Además, fue en este siglo en que se forjó la unión de la iglesia y el estado, lo
cual condujo a la degradación clerical, a las tinieblas intelectuales, y a mil años de de crueldad en el
nombre de Cristo.
En el centro de esta pasmosa defunción de la fe cristiana, estaba la aceptación de una Escritura perver-
tida: la Biblia Vulgata Latina producida por Jerónimo en la primera parte del siglo V.
Vamos a hora a nuestro propio siglo XX. Comenzó con los cristianos Protestantes condenando la prác-
tica de la homosexualidad, el aborto de embriones fuera del severo daño a la vida de la madre, la por-
nografía, el divorcio, el uso de bebidas alcohólicas, bailes en salones dedicados a eso y muchas otras
malas prácticas inconsistentes con un amor por Jesús. El siglo terminó con una de las más firmes afir-
maciones de estas prácticas, no solo entre los laicos, sino que en el ministerio de muchas iglesias. mi-
nistros se “casaron” vergonzosamente con homosexuales; obispos abiertamente negaron el nacimiento
virginal y la resurrección de Cristo; permitieron las prácticas homosexuales del clero; ordenaron muje-
Pág. 43

res al ministerio; algunos ministros hasta negaron la existencia de Dios, mientras otros apoyaron abier-
tamente la doctrina del aborto bajo demanda y el nuevo casamiento de divorciados culpables.
El siglo XX comenzó con muchos Protestantes preparados para declarar que el papado es el anticristo
de las Escrituras. Ellos odiaban cualquier contacto con Roma y declaraban en voz alta sus abominacio-
nes espirituales, desde la práctica de la Misa hasta la venta de indulgencias sacerdotales. Esos hombres
recordaron la historia de la Edad Media y el precio que sus ancestrales espirituales habían pagado para
traer libertad de conciencia, la Palabra abierta, y la verdad espiritual en los corazones de los hombres.
Muchos cristianos fieles, hace menos de un siglo atrás, apoyaron la causa de la temperancia; evitaron
las conductas desordenadas, incluyendo la práctica de la glosolalia dentro de la iglesia. La música de la
iglesia era reverente, tal como es conveniente para la adoración de nuestro gran y santo Dios. El uso de
música mundana dentro de la iglesia fue desaprobador. Ni tampoco los cristianos genuinos recurrieron
al oropel, como la presentación de payasos y de títeres.
Las iglesias al comienzo del siglo XXI son casi irreconocibles con respecto a como eran al comienzo
del siglo XX. ¿Reconocería ahora Lutero a la Iglesia Luterana, o Wesley a la Metodista? ¿Escogería
Knox a la Iglesia Presbiteriana como aquella a la cual él ayudó a formar? Es dudoso. Grandes altera-
ciones de la fe han sido débilmente aceptadas, en algunos casos casi sin siquiera un quejido de protesta.
Estos cambios han ocurrido debido al manto de la relevancia, con un expreso deseo de capturar la fide-
lidad de la juventud, en un profeso esfuerzo para enfrentar los desafíos de la época. El resultado de este
abandono en gran escala de la verdad y de la práctica de la justicia, no ha sido fortalecedor para el
compromiso o práctica cristiana, porque jamás puede ser el fruto de una vergonzosa apostasía. Como
consecuencia, el ecumenismo se ha convertido virtualmente en un principio de fe, como si Dios fuese
a aprobar la violación de la pureza doctrinal, al tratarse de una búsqueda de la “unidad” cristiana no ba-
sada en la verdad, sino que un terrible error. El ecumenismo se ha convertido en el icono adorado por el
Protestantismo ciego.
Las oraciones por la unidad cristiana, vistas ahora frecuentemente como evidencias de la obra del Espí-
ritu Santo en la iglesia, son en realidad simplemente oraciones hacia el archi-engañador, exigiendo que
los Protestantes vuelvan sus pasos hacia el camino ancho que conduce a Roma. Porque ciertamente
ningún Protestante que piense, espera que el movimiento ecuménico va a conducir a Roma al Protes-
tantismo. Muy luego se va a iniciar la persecución, y hechos peores que los que fueron usados en la
Edad media serán legitimizados por hombres que afirman estar sirviendo a un Dios de amor.
Así como la persecución siguió a la perversión de las Escrituras y a la subsecuente introducción de la
apostasía en el siglo IV, no se puede anticipar ningún otro resultado por la adopción de un curso idénti-
co dieciséis siglos después, porque ahora hemos completado el ciclo completo de

Escrituras Ecumenismo
pervertidas con los paganos

Aceptación de Ecumenismo

Escrituras pervertidas con Roma

Retorno a la Vergonzosa
pureza y verdad apostasía
de la Biblia
Intolerancia
religiosa
Pág. 44

Solo la persecución aguarda para que se complete el ciclo. Y eso va a llegar, porque la Palabra de Dios
es segura. Hablando de nuestros días, la infalible Palabra de Dios predice justamente ese resultado:

“Se le permitió infundir aliento a la imagen de la primera bestia, para que la imagen pudiera hablar y
dar muerte a todo el que no adore a la imagen de la bestia. Y ordenaba que a todos, pequeños y gran-
des, ricos y pobres, libres y siervos, se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente. Y que
ninguno pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca o el nombre de la bestia, o el número de
su nombre”. Apoc. 13:15-17.

¿Volveremos al siglo cuarto? ¿O progresaremos a partir del décimo sexto, siempre levantando la pre-
ciosa Palabra de Dios y completando la Reforma? Un clave vital para el resultado de esta pregunta es la
preservación de la verdadera Palabra de Dios.

Capítulo 16: Profetas Lucrativos.-

Pocas personas le prestan consideración al hecho que las traducciones de la Biblia es un gran negocio.
Producir una versión popular le asegura al publicador un generoso retorno. En su librito Lucro - ¡Nego-
ciantes! Consigan Grandes Lucros Vendiendo la Nueva Versión Internacional, página 5, el pastor
George Burnside informa la observación de un hombre asociado con el Centro de Libros Cristianos.

“Hace poco tiempo atrás, un bien conocido profesor del Instituto Bíblico, visitó nuestra Librería, el
Centro Suplidor Cristiano, el cual solo maneja la KJV. En el transcurso de la conversación relacionada
con la efectividad de los Centros de Libros Cristianos en el ministerio de nuestro Señor Jesucristo, él
hizo la siguiente observación: ‘La mayoría de las Librerías ya no son un ministerio para el Señor, sino
que un negocio comercial’. Nosotros concordamos con esto.
Probablemente no hay ningún grupo de personas haciendo más para promover un compromiso, de los
movimientos ecuménicos y carismáticos, del nuevo evangelismo, y de las corruptas Biblias, que los así
llamados Centros de Libros Cristianos de hoy”.

Si esta conclusión es correcta, hemos alcanzado un triste estado en el cristianismo. Ciertamente la Pa-
labra de Dios, la cual posee un valor incalculable, no debiera ser un asunto de mero comercio. Dios
ayuda a aquellos que tratan bien este libro sagrado. A menudo nos hemos preguntado por qué aparecen
nuevas versiones “mejoradas” con tanta rapidez. Tenemos la REB, la NJ, la NRSV, y otras publicadas
dentro de dos o tres décadas a partir de la original. No debe haber ninguna base para una posterior pro-
liferación de versiones sobre la base de que el idioma haya sido dramáticamente alterado en ese perio-
do. Pero es posible que consideraciones económicas hayan jugado una parte en el deseo de traer aun
otra versión, simplemente porque muchas almas fieles coleccionan versiones de la Biblia, así como un
filatelista colecciona estampillas.
En 1978 The Wall Street Journal comentó sobre las ganancias financieras de la Nueva Versión Interna-
cional de las Escrituras. Su editor encabezaba el siguiente artículo: ‘Zondervan, Bendecido con un Con-
trato de Biblias, Consigue Lucros Predichos’. El subtítulo decía así: ‘El Apoyo de los Líderes de la
Iglesia Ayuda a Vender la Nueva Versión: La Impresión Inicial Está Agotada’. Los líderes de la Iglesia
debieran darle una cuidadosa consideración a la propiedad de su apoyo de diversas versiones. ¿Esas
versiones aclaran la verdad o simplemente llenan los cofres? El pastor Burnside ha recordado la pro-
pensión de Billy Graham para elogiar nuevas traducciones a medida que éstas aparecen. Ciertamente su
aprobación provee un gran aumento en las ventas.
La NVI ha sido apoyada por bien conocidos evangélicos, como el Dr. John R. W. Stott de fama Inter-
Varsity y por el Dr. Billy Graham. El Dr. Graham dijo:
Pág. 45

“Creo que esta va a ser una de las versiones más serviciales disponible, eminentemente adecuada para
ser leída en las iglesias. Preserva, en un sentido, cierta familiaridad histórica, pero formula el mensaje
de Dios en términos contemporáneos y fáciles de entender”.

El mismo Dr. Graham apoyó la RSV, una de las más liberales de todas las versiones, con estas pala-
bras:

“La RSV va a expresar en sí misma un lenguaje que el mundo de habla Inglesa usa hoy. Estos eruditos
probablemente nos han dado la más perfecta traducción al Inglés. Aun cuando exista lugar para
desacuerdos en ciertas áreas de la traducción, sin embargo esta nueva versión debe suplementar a la
KJV y debe hacer de la lectura bíblica un hábito por toda Norteamérica”.

El Dr. Graham también promovió la Biblia Viva:

“En este libro leo las verdades eternas de las Escrituras con renovado interés e inspiración, como si lle-
gasen a mí directamente de Dios”.

¿Se está refiriendo Billy Graham a 1 Sam. 20:30 en la Biblia Viva? “Entonces Saúl se airó con Jonatan,
y le dijo: “Hijo de -----------”28. ¿O se refiere él a Juan 9:34 como viniendo directamente de Dios? “Tú
ilegítimo ----------”.
Es importante estudiar el informe del Wall Street Journal, porque indica la extensión de las considera-
ciones comerciales para con la producción de dichas versiones. La declaración fue hecha en los prime-
ros días de la NIV. Desde entonces esta versión ha alcanzado la dudosa distinción de ser la primera
Versión Inglesa de las Escrituras en superar a la KJV en cualquier año, desde que la última fue produ-
cida. Solo se puede asumir que el lucro ha resultado ser la consecuencia.

“Grand Rapids, Michigan. Zondervan Corp. cree que ha encontrado una nueva mina de oro en la anti-
gua y bien minada veta: la Biblia. De acuerdo con esto, dijeron los analistas aquí, mejoraron sus ya al-
tas ventas y entradas predichas.
Zondervan, un publicador de libros religiosos y de música, ha sido bendecido con un contrato exclusivo
de 30 años, para publicar la NIV de la Biblia, traducida y editada por la Sociedad Bíblica Internacional
de Nueva York. Después que la versión fue endosada por diversos líderes de iglesia, la impresión ini-
cial de 1,2 millones de copias fue vendida antes que los libros saliesen a la venta el 27 de Octubre, dijo
la compañía.
Así, Zondervan aumentó las predicciones de sus entradas de 10 centavos por acción a US$ 1,85 y su
predicción de ventas de US$ 3 millones a US$ 41 millones, para este año. En 1977, recibió US$ 1,5
millones, o US$ 1,41 por acción, sobre ventas de US$ 32,7 millones.
‘Las Biblias son siempre un ítem muy requisitazo por los cristianos’, comentó Peter Kladder Jr., su pre-
sidente. Observando que una segunda impresión va a aumentar el total de la NIV de Biblias siendo im-
presas hasta fines de año a 1,6 millones, él dijo que no estaba seguro que las librerías consiguiesen al-
canzar la demanda de los clientes.
El ejecutivo profetizó que las ventas de la Biblia aumentarán en 1979 y en 1980, y ahí van a permane-
cer en una ‘alta plataforma’, porque ‘el padrón de ventas para una versión bien aceptada de la Biblia
tiende a continuar más años que los libros de grandes ventas”. The Wall Street Journal, 16 de Noviem-
bre de 1978.

28
Estas palabras son tan malas, que encontramos adecuado omitirlas de la cita, porque sin duda podrían ofender a cualquier
persona correcta.
Pág. 46

Podemos muy bien considerar si estas nuevas versiones son escritas para levantar la Palabra de la Ley y
de los Profetas, o si son vistas más en términos de popularidad y de ganancias.

Capítulo 17: Catolicismo Sutil.-

La gran mayoría de los Protestantes no disciernen las sutilezas de las nuevas traducciones. Se han efec-
tuado muchos cambios que están específicamente diseñados para apoyar los errores Católicos Roma-
nos. Tobías Mullen, obispo Católico Romano de Erie, Pennsylvania, escribió:

“Aquí se percibirá, que la variación entre la Versión Católica y la Revisión [la Versión Revisada] es
inmaterial, en verdad, no más que lo que se puede encontrar entre dos versiones cualesquiera de dife-
rentes pero substancialmente copias idénticas del mismo documento”. Citado en B. G. Wilkinson,
Nuestra Biblia Autorizada Vindicada, página 204.

Se verá que esta cercana similitud de la versión Católica y las nuevas versiones no fue una coinciden-
cia, sino que fue un diseño deliberado. Pero la mayoría del pueblo de Dios parece estar más bien in-
consciente con respecto al peligro inherente en estas nuevas versiones. Examinemos unos pocos ejem-
plos:

“Por lo tanto, confesaos vuestras faltas unos a otros”. Santiago 5:16, RVR, KJV.
“Por lo tanto confesad vuestros pecados unos con otros”. Santiago 5:16, NIV.
“Por lo tanto confesad vuestros pecados con otros”. Santiago 5:16, NEB.
“Confesad por lo tanto vuestros pecados unos a otros”. Santiago 5:16, ASV.

La alteración de la palabra faltas a pecados parece ser suficientemente inocente a primera vista, ¿pero
lo es en verdad? ¡No para los Católicos Romanos! El Dublín Review, Católico Romano, de Julio de
1881, página 206, tiene lo siguiente a decir, hablando de la misma traducción en la Versión Revisada:

“Los apóstoles tienen ahora poder para ‘perdonar’ pecados y no simplemente para ‘remitirlos’. ‘Confe-
sad por lo tanto vuestros pecados’ es la nueva lectura de Santiago 5:16”.

Además, las Escrituras también han sido alteradas para levantar la blasfemia papal de la Misa. Compa-
re los siguientes versículos:

“Porque el que come y bebe indignamente, come y bebe condenación para sí, no discerniendo el cuerpo
del Señor”. 1 Cor. 11:29, KJV.
“Porque el que come y bebe, come y bebe juicio para sí, si no discierne el Cuerpo”. 1 Cor. 11:29, NEB.
“Porque cualquiera que come y bebe sin reconocer el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí”. 1
Cor. 11:29, NIV.

Se observará que las nuevas traducciones consistentemente omiten la palabra indignamente. Esta pala-
bra es muy importante, porque coloca el énfasis del versículo donde el Señor quería que estuviese: una
advertencia para aquellos que, no creyendo o sin la adecuada solemnidad y gratitud, participan en esta
sagrada ordenanza. La omisión Católica, por otro lado, vista transparentemente en la traducción de la
NIV, provee una base para el error Católico Romano de la transubstanciación: que el pan se convierte
realmente en el cuerpo de Cristo.
También no debe sorprender al lector astuto, el aprender que hay una fuerte evidencia bíblica relacio-
nada con la resurrección en la segunda venida, que está distorsionada.
Pág. 47

“Yo sé que mi Redentor vive, y que estará en el último día sobre la tierra. Y aun cuando los gusanos
destruyan este cuerpo, sino29 que en mi cuerpo veré a Dios”. Job 19:25-26, KJV.

Comparemos este cuerpo de verdad con la manera en que lo colocó una traducción moderna:

“Pero en mí corazón se que mi vindicador vive y que al final se levantará para hablar en la corte; y yo
discerniré mi testigo estando de pie a mi lado”. Job 19:25-26, NEB.

Podríamos ser excusados si dudamos que este era el mismo texto de las Escrituras. Además, revelaría
que sería bueno examinar la forma de colocar las expresiones de este versículo en otras traducciones.
Se vería que entre la diversidad se encuentra siempre una amenaza común: la negación de ‘el último
día sobre la tierra’, la segunda venida. Citamos las diferentes traducciones equivalentes a ‘y él estará en
el último día sobre la tierra’.

“Y que él pueda estar de pie al final sobre la tierra”. Job 19:25, RV.
“Y él, el último, va a estar de pie sobre la tierra”. Job 19:25, BJ.
“Y como el pariente más cercano él va a estar sobre mí polvo”. Job 19:25, Versión de Goodspeed.

Lo peor aun viene, porque reemplazar la prueba positiva de que vamos a ver a Dios, no como espíritu
sin cuerpo, sino que en carne real física, muchas nuevas traducciones apoyan el mismo error Católico
del alma, sin las trabas de un cuerpo, viendo a Dios, invirtiendo completamente la verdad. Vamos a ob-
servar algunas de las traducciones de Job 19:26. Léanlas cuidadosamente.

“Y después que esta mi piel sea destruida. Y sin mi carne, veré a Dios”. Job 19:26, La santa Biblia con-
teniendo el Antiguo y el Nuevo Testamento: Una Edición Mejorada, Sociedad de Publicaciones Bautis-
tas Americana.

“Este cuerpo puede ser quebrantado30, pero aun así mi vida tendrá una vista de Dios”. Job 19:26, Mof-
fat.
“Y después que mí piel haya sido así destruida, entonces, fuera de mí carne veré a Dios”. Job 19:26,
Versión de Nueva Berkeley.
“Y después que mí piel, aun este cuerpo, sea destruido, entonces sin mi carne veré a Dios”. Job 19:26,
ARV.

Estas traducciones, y muchas otras, deliberadamente distorsionan las más claras palabras del texto He-
breo para apoyar el error pagano concerniente al estado del hombre en la muerte. Ciertamente podemos
exclamar juntamente con el Dr. Edgar:

“Ciertamente es una extraordinaria circunstancia que tantos de los textos Católicos en el Nuevo Testa-
mento, que durante la Reformas y antes de la Reforma fueron denunciados por los Protestantes como
corrupciones del puro texto de la Palabra de Dios, sean ahora, en el último cuarto del siglo XIX, adop-
tados por los Revisores de nuestras honorables Biblias Inglesas”. Dr. Edgar, Biblias de Inglaterra, pági-
nas 347-348.

29
Nota del Traductor: Puede ser ‘sino que en mí cuerpo veré a Dios’ o puede ser ‘pero en mi cuerpo veré a Dios’.
30
Nota del Traductor: Puede ser ‘quebrantado’, ‘desmenuzado’, ‘acabado’, ‘terminado’, ‘apesadumbrar’.
Pág. 48

La variación en la traducción de Heb. 9:27 al comienzo aparece como totalmente inconsecuente. Exa-
minemos estas traducciones, porque en ellas hay un sutil y deliberado ataque sobre la crucial doctrina
del juicio final.

“Y así como está señalado que los hombres mueran una vez, pero después de esto el juicio”. Heb. 9:27,
KJV.
“Y ya que está señalado que los hombres mueran una vez, y después de esto viene juicio”. Heb. 9:27,
RV.

El significativo cambio es la omisión del adjetivo el antes de la palabra juicio. Esto no es apenas algo
sin importancia en una sola traducción. Citamos otras.

“Y después de la muerte viene juicio”. Heb. 9:27, NEB.


“Y después de eso enfrentar juicio”. Heb. 9:27, NIV.
“Pero después de esto, juicio”. Heb. 9:27, Versión de la Biblia de la Unión Americana.
“Y después de esto viene juicio”. Heb. 9:27, Versión de Berkeley.
“(Siendo la muerte seguida de juicio)” Heb. 9:27, El Nuevo Testamento del Siglo Veinte.
“Nada permanece después de eso sino juicio”. Heb. 9:27, Traducción de Knox.

¿Pero es la omisión del el realmente significativa? Sí lo es. Ninguna otra autoridad, a no ser Canon Fa-
rrar, un gran partidario de las traducciones modernas, citó esta aparentemente variación menor como
siendo una de las más significativas alteraciones hecha por los Revisores. Él conocía muy bien el pen-
samiento de Westcott y Hort, ya que era un miembro del Club de los Apóstoles en la Universidad de
Cambridge, a la cual ellos pertenecían, y él apoyó de todo corazón su posición Anglo-Católica. Canon
Farrar se expresó así:

“Hay una certeza positiva de que no dice ‘el juicio’ en el sentido en que esa palabra es popularmente
entendida. Abandonando el artículo [el], que los traductores de la KJV insertaron aquí incorrectamente,
los Revisadotes ayudaron, tal como lo han hecho en tantos otros lugares, a remover silenciosamente
errores profundamente arraigados. A la muerte de cada uno de nosotros se sigue ‘un juicio’, tal como lo
afirma el sagrado escrito. El juicio, el juicio final, puede ser que no llegue ni en un par de siglos. Con la
omisión de ese no autorizado pequeño artículo de la Versión Autorizada por parte de los Revisadotes,
descansa una doctrina de la existencia de un Estado Intermediario”. Canon F. W. Farrar, Revisión Con-
temporánea, Marzo de 1882, citado en B. G. Wilkinson, Nuestra Biblia Autorizada Vindicada, página
209.

Aquí observamos el sutil significado que aquellos que creen en el concepto pagano de la inmortalidad
del alma colocan sobre el borramiento del artículo definido, el. Meticulosa y astutamente Satanás cons-
truye su malla de engaño. La gran verdad del poderoso juicio final, al cual señala este texto, es destrui-
da por los artificios de aquellos que valoran el misterio de la iniquidad.

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os maltratan y persiguen”. Mat. 5:44, KJV.

“Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por aquellos que os persiguen”. Mat. 5:44, NIV.

Aquí observamos una sutil acomodación del pensamiento Católico. La ausencia de la frase “bendecid a
los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen”. ¿Quién pudiera ofenderse por estos consejos
dados por Cristo, dados en el Sermón del monte?
Pág. 49

Pero si pensamos cuidadosamente, vemos que Roma está en el negocio de maldecir y de odiosas here-
jías, a aquellos cristianos que creen en la Palabra de Dios y la aceptan como su guía espiritual, en vez
de las fallidas doctrinas de los hombres. La palabra que Roma usa es anatema. Es aplicada liberalmente
en todos los concilios. Y desde luego que ellos no quieren que su pueblo vea alguna semejanza con
Cristo en aquellos a quienes ellos maldicen.
El Catolicismo Romano siempre ha enseñado que el hombre puede morir en sus pecados, pero que fi-
nalmente puede alcanzar el estado de felicidad. Toda la doctrina del purgatorio apoya este concepto. El
hecho de llevar a cabo réquiems por los muertos se supone que es para facilitar esta transición. Muchos
Protestantes han aceptado diversas modificaciones de este punto de vista, y algunas afirman que Dios
eventualmente va a salvarlos a todos a través de una conversión mundial, durante el milenio. El Dr.
Samuel Cox expresó esta creencia de la siguiente manera:

“Los estados del ser, mostrados por las palabras Gena, Paraíso y Hades no pueden, por lo tanto, ni fina-
les ni eternos; son apenas condiciones intermediarias, estados de disciplina en los cuales las almas de
los hombres esperan, y pueden ser preparadas para, su recompensa final”. Citado en B. G. Wilkinson,
Nuestra Biblia Autorizada Vindicada, página 210.

Con esto en mente, el Dr. Cox quedó encantado con las siguientes alteraciones:

“En la casa de mi Padre hay muchas moradas”. Juan 14:2, KJV.


“En la casa de mi Padre hay muchos lugares de habitación”. Juan 14:2, RV.

¿Es la substitución de lugares de habitación por moradas digna de nuestra atención? Aquellos que
promueven la doctrina de la gran esperanza31, ciertamente creen así. Otras traducciones ofrecen altera-
ciones similares en el texto, substituyendo mansiones por términos tales como lugares de morada
(NEB), lugares de morada (Versión de la Biblia Unida Americana), habitaciones (El Nuevo Testamen-
to del Siglo Veinte) y lugares de descanso (Traducción de Rieu).
Stirling Berry, al sostener la substitución de lugares de habitación, afirmó que en este término

“las nociones opuestas de reposo y progreso están combinadas en esta visión del futuro”. Expositor,
Vol. 3, segunda serie, página 397.

Otra alteración “menor” que puede escapar a la observación de un lector superficial es digna de exa-
men. Hablando proféticamente, Zacarías, el padre de Juan el Bautista, se había referido a Cristo como
siendo Aquel que vendría,

“Para llevar a cabo la misericordia prometida a nuestros padres”. Luc. 1:72, KJV.

Muchas nuevas traducciones han seguido la Traducción de Douay. Así una manera de decirlo es

“Para mostrar misericordia a nuestros padres”. Luc. 1:72, RV.

¡Cómo los papistas se han regocijado con la omisión de la palabra prometida! Ellos señalaron esta úl-
tima traducción indicando que mientras Jesús estuvo en la tierra, Él estaba en aquel tiempo extendiendo
misericordia a los antepasados de los Judíos que aun estaban en estados intermediarios. Observemos la
exhuberancia del Obispo Tobías Mullen sobre la traducción cambiada.

31
Un tiempo de prueba después de la muerte.
Pág. 50

“Porque el texto estaba dicho literalmente, nadie podría leerlo sin estar convencido, o por lo menos
sospechando, que los ‘padres’ ya muertos necesitaban ‘misericordia’; y que ‘el Señor Dios de Israel’
estaba preparado ‘para llevar a cabo’ eso. ¿Pero adónde estaban esos padres? No en el cielo, donde la
misericordia es transformada en alegría. Y ciertamente no en el infierno de los condenados, donde la
misericordia no los podría alcanzar. Por lo tanto tienen que haber estado en un lugar entre esos dos, o ni
en uno ni en otro. ¿Qué? ¿En el Limbo o en el Purgatorio? Ciertamente, en uno o en el otro”. Obispo
Mullen, Canon, página 332.

¡En qué patéticamente pequeña ‘evidencia’ los apologistas papales basan sus destructivos errores! Pero,
sutilmente, las Escrituras han sido pervertidas para reforzar sus errores.
Hay una necesidad que los cristianos hagan esfuerzos decididos para volver a esa Versión de las Escri-
turas de la cual la interferencia Católica Romana fue casi totalmente borrada. Persistir en promover tra-
ducciones fallidas va a dañar seriamente a nuestros ministerios y a nuestra capacidad de presentar la
verdad positiva con certeza. No debemos permitir que la carnada de un Inglés simple nos seduzca a
aceptar Escrituras pervertidas.

Capítulo 18: Un Texto Crucial.-

Ningún pasaje de las sagradas Escrituras muestra más poderosamente la divinidad de Cristo, que el pa-
saje de Pablo en la epístola a Timoteo.

“Sin discusión, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en la carne”. 1 Tim. 3:16.

Aquí se presenta uno de los dos grandes misterios del universo: el misterio de la piedad. El segundo
misterio es su antítesis: el misterio de la iniquidad. Pablo introduce el pueblo de Dios en este misterio
cuando le escribió a la primitiva iglesia de Tesalónica. Allí él declaró.

“Porque el misterio de iniquidad ya está obrando, sólo espera que sea quitado de en medio el que ahora
lo detiene”. 2 Tes. 2:7.

Aun cuando el misterio de la piedad es explicado – que Dios apareció en carne humana – Pablo no de-
fine el misterio de la iniquidad. ¿Podría este misterio ser la negación de que Cristo vino en la carne? En
verdad, las Escrituras confirman precisamente esta definición.
En una carta a los Tesalonicenses, Pablo profetisa sobre la emergencia del papado, a quien él se refiere
como el hombre de pecado y el hijo de la perdición (2 Tes. 2:3). El apóstol Juan usa una terminología
alternativa para identificar la apostasía papal. Es en relación a este sinónimo, anticristo, que él revela
que negar que Cristo vino en la carne es precisamente la doctrina del poder papal.

“Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en la carne no es de Dios: y este es aquel es-
píritu del anticristo”. 1 Juan 4:3, KJV.

“Muchos engañadores han salido en el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Es-
te es un engañador y un anticristo”. 2 Juan 7, KJV.

Si hay una característica de Satanás por sobre todas las demás, esta es el engaño. Como 1 Tim. 3:16
provee la clave para entender el misterio de la iniquidad, se esperaría que, deseando velar su verdadero
carácter, el diablo haría cualquier esfuerzo para pervertir ese texto. Esto él lo ha hecho colocando un
cuestionamiento sobre la divinidad de Cristo. Muchos estudiantes astutos de la Biblia han entendido es-
Pág. 51

te hecho, pero pocos han percibido que minimizando la deidad de Cristo, el diablo ha desafiado igual-
mente Su humanidad.
Primero, examinemos la alteración en los corruptos manuscritos Griegos que han destruido este texto
como un poderoso testigo que confirma la divinidad de Cristo. La Vulgata Latina fue la que destruyó
primero este pasaje. En vez que la Vulgata Latina usara la palabra Deus (Dios) en el lugar apropiado
en 1 Tim. 3:16, alteró la palabra usando quod (el cual). Esta alteración se refleja en las traducciones de
Wycliffe y Douay-Rheims. Como él basó la primera Versión Inglesa de las Escrituras sobre la Vulgata
Latina, John Wycliffe en 1380 tradujo este pasaje así:

“esa cosa que fue mostrada en carne”. 1 Tim. 3:16, traducción de Wycliffe.

No es de sorprenderse que en 1582 la versión Jesuita (Versión de Douay-Rheims) también destruyera


la divinidad de Cristo. El pasaje fue traducido así:

“El cual fue manifestado en carne”. 1 Tim. 3:16, Versión Douay-Rheims.

Las modernas versiones Católicas también destruyen el pasaje.

“La revelación hecha en carne humana”. 1 Tim. 3:16, Versión de Ronald Knox.

Pero ninguna Biblia Inglesa de la Reforma Protestante afrontó a nuestro Señor de esta manera. Ellos
tradujeron este pasaje como sigue:

“Dios fue mostrado en la carne”. Tyndale, 1534.


“Dios fue mostrado en la carne”. Gran Biblia, 1539.
“Dios es mostrado en la carne”. Nuevo Testamento de Ginebra, 1557.
“Dios fue manifiestamente mostrado en la carne”. La Biblia del Obispo, 1568.

Virtualmente todas las traducciones modernas, con excepción de la NKJV, siguen el camino del catoli-
cismo y expolian este texto. Citamos una selección de traducciones.

“El cual fue manifestado en la carne”. Alford.


“Es él el que fue manifestado en la carne”. Moffatt.
“Él que apareció en la carne”. Nuevo Mundo – Testigos de Jehová.
“El que fue revelado en la carne”. Berkeley.
“Aquel que apareció en carne humana”. Phillips.
“Aquel que fue manifestado en el cuerpo”. NEB.

Aun cuando estas traducciones descansan en unos pocos manuscritos corruptos, especialmente el Co-
dex Vaticanus y el Codex Sinaíticus, ellos ignoran el extenso testimonio contrario.
Fue un simple hecho de alterar Dios por el cual en el Griego. Esto fue llevado a cabo por la omisión de
dos letras. Esta alteración pudo ser llevada a cabo a través de una decisión deliberada o por accidente.
Similarmente el cual puede ser alterado por al cual debido a la omisión descuidad de la segunda letra.
La progresión puede ser vista cuando son citados los equivalentes Griegos de las tres palabras:

Teos - Dios
os - el cual
o - al cual
Pág. 52

Además de la abrumadora evidencia de los extensos manuscritos griegos, el testimonio de los padres de
la iglesia primitiva apoya poderosamente la palabra Dios en 1 Tim. 3:16. Los escritores del segundo si-
glo, tales como Barnabás, Hipólito e Ignacio, los escritores del tercer siglo tales como Dionisio de Ale-
jandría, Diódorus de Tarso (murió en el año 370 d.C.), Gregorio de Nisa (murió en el año 394 d.C.),
Crisóstomo (murió en el año 407 d.C.), y el escritor del quinto siglo Eutalius, están entre los que testifi-
can la presencia de la palabra Dios en este texto vital.
Otra fuente importante de evidencia es el Codex Alejandro “A”. El manuscrito Griego fue presentado
al rey Carlos I de Inglaterra (gobernó entre 1625 y 1649) por el patriarca Cirilo Lucar. Es un manuscri-
to del siglo quinto y contiene la palabra Dios en el pasaje. Algunos han arrojado dudas sobre su eviden-
cia porque las dos trazos que distinguen Dios de el cual son de una proveniencia más reciente. En ver-
dad, algunos han usado este hecho como evidencia de una alteración posterior. Pero esta evidencia es
contraria a toda esta conclusión.
El custodio original del manuscrito, Patrick Young, en cuyas manos estuvieron los manuscritos desde
1628 hasta 1652, le aseguró al Arzobispo Ussher, que el original decía Dios. Muchos otros que exami-
naron cuidadosamente este manuscrito, confirmaron este mismo hecho. Huish (1657), el Obispo Pear-
son (1659), Mill (1677), Wotton (1718), Wetstein (1716), Berriman (1737), Woide (1785) y Preben-
dary Scrivener (1885) estuvieron entre los que confirmaron este hecho. Cada uno personalmente obser-
vó que aun cuando

“el trazo del medio había sido retocado, el fino trazo original en la letra es discernible en cada extremo
del trazo completo del corrector”. Wetstein, 1716, citado en Fuller, ¿Verdadero o Falso? Página 33.

El abrumador peso de la evidencia apoya el Textus Receptus en su manera de traducir el texto de 1 Tim.
3:16.
Algunos adoptan una actitud causal con estos cambios. Ellos sugieren que no existe base para preocu-
parse, ya que hasta en las traducciones modernas hay otros pasajes que apoyan la divinidad de Cristo.
Ese tipo de pensamiento indica que Dios proveyó una evidencia adicional que puede ser descartada a la
voluntad del hombre sin causarle daño al mensaje de las Escrituras. Pero cada pasaje de la Palabra de
Dios contiene una verdad vital.
Además, un argumento de esa índole también desprecia la crucial conexión entre este pasaje y la identi-
ficación del anticristo tal como lo hemos mostrado antes en este capítulo. Claramente, no existe un mis-
terio mayor en un ser humano manifestado en la carne. Aun cuando cada concepción y nacimiento es
un verdadero milagro, sin embargo es un milagro de ocurrencia diaria, lo cual no lo coloca entre los
profundos misterios de la humanidad. Pero para que Dios fuese manifestado en la carne, no solo es algo
único, sino que también es un misterio más allá de la comprensión humana, y uno que nos hace amar a
nuestro Salvador de una forma muy sublime.
El segundo profundo misterio del universo es el misterio de la iniquidad. Fue un misterio en su origen,
que en un universo que no conocía nada sino la perfección y el amor sin egoísmo, el pecado y sus ma-
les asistentes, pudiesen existir. Ese misterio es perpetrado en las vidas de los pecadores. Inicialmente
Lucifer no contempló que esta rebelión sería totalmente rechazada. Solo después que Dios fue manifes-
tado en carne humana, y que hubo pagado la suprema pena por los pecados del hombre, fue asegurada
la redención del hombre. Este acto de amor infinito, tan contrario al carácter de Satanás, él ha tratado
siempre de ocultar.
Tal como lo hemos visto, Juan testifica que este engaño es la identificación específica del anticristo.
Muchos, al identificar al anticristo con el papado, van a apresurarse a protestar de que la Iglesia Católi-
ca Romana levanta la verdad de que Cristo apareció en carne humana. ¿Pero este poder apóstata decla-
ra realmente la verdad bíblica sobre este asunto? ¿Su punto de vista, de que Cristo no tomó nuestra na-
turaleza, sino que tomó la naturaleza humana no caída de Adán, hace realmente entender las profundi-
Pág. 53

dades a las cuales nuestro Salvador descendió para salvarnos de nuestro pecado? Escuche el testimonio
de la Escritura.

“Acerca de su Hijo, que según la carne, era del linaje de David”. Rom. 1:3.

“Así, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por su muerte al que tenía dominio de la muerte, a saber, al diablo. Y librar a los que por el temor de la
muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre. Porque verdaderamente él no tomó sobre sí la
naturaleza de los ángeles; sino que tomó sobre sí la simiente de Abraham. Por eso, debía ser en todo
como sus hermanos, para venir a ser compasivo y fiel Sumo Sacerdote ante Dios, para expiar los peca-
dos del pueblo. Y como él padeció al ser tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”.
Heb. 2:14-18, KJV.

“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda ser tocado con el sentimiento de nuestras debili-
dades; sino que fue tentado en todos los puntos así como lo somos nosotros, pero sin pecado”. Heb.
4:15, KJV.

“Porque lo que no podía hacer la ley, por cuanto era débil por la carne; Dios, al enviar a su propio Hijo
en semejanza de carne de pecado, y por el pecado, condenó al pecado en la carne”. Rom. 8:3, KJV.

No es de sorprenderse que las traducciones modernas distorsionen seriamente Heb. 2:16. Su testimonio
es tan fuerte y benéfico que el enemigo de las almas no quiere que permanezca. Se observará en los
próximos dos versículos (Heb. 2:17-18) que el ministerio Sumo Sacerdotal de Cristo por nosotros es
predicado conforme a Su posesión de nuestra naturaleza humana, que Él fue hecho como sus hermanos
en todo aspecto.
Al aceptar el error del siglo quinto de Agustín, obispo de Hipona, la Iglesia Católica Romana incorporó
el misterio de la iniquidad en su dogma, porque el sacrificio vivo de Cristo al aceptar la naturaleza de-
bilitada del hombre, eleva las pruebas que Él soportó. Solamente así puede Él ser nuestro verdadero
Ejemplo, tal como lo testifica Pedro:

“Para eso fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándoos ejemplo, para que
sigáis sus pisadas. Él no cometió pecado, ni fue hallado engaño en su boca”. 1 Pedro 2:21-22.

Desde el principio básico del misterio de la iniquidad (que la naturaleza de Cristo era diferente de la
nuestra), la Iglesia Católica Romana ha amoldado las malas doctrinas de la Inmaculada Concepción (de
María), el pecado original, el limbo, el bautismo de infantes, la confesión de pecados a sacerdotes y
‘santos’, el papel mediador de María, y otras doctrinas ofensivas para nuestro puro y santo Dios.
Así, la alteración de una única palabra en 1 Tim. 3:16, vista por muchos como una inocente alternativa,
provee un amplio testimonio de ramificaciones de cambios en las Escrituras. Nuestro Dios no nos pro-
vee materiales extraños o detalles de poca consecuencia.
En un tiempo en que el Protestantismo se está moviendo cada vez más hacia Roma y donde ha perdido
todo entendimiento de la doctrina bíblica sobre el anticristo, la destrucción de un versículo relevante es
inquietante. Todos los grandes Reformadores Protestantes concordaban en que el poder del anticristo es
el papado; virtualmente casi todos los escritores Protestantes del siglo XIX concordaban con eso. Pero
en el siglo XX la iglesia ha perdido esta doctrina en un mar de especulación extravagante y sin sentido.
En un artículo de dos páginas en el Sun-Herald de Sydney (17 de Febrero de 1991), ningún líder reli-
gioso mostró ni siquiera un entendimiento elemental sobre el asunto del anticristo. Conjeturas mal in-
formadas en cuanto a la identidad, iban desde el pensamiento absurdo de que sería un homosexual has-
Pág. 54

ta el concepto ridículo de que probablemente Henry Kissinger sea el anticristo. El título del artículo
demostraba aun más confusión: ¿Es Sadam Hussein el Anticristo?32
¡Cuán preciosa es la pura Palabra de Dios, la cual brilla como un faro de verdad en la mente de todo
cristiano verdadero para defender la pureza de la Palabra de Dios y levantar toda su palabra, porque es
en esas palabras, y solamente en esas, donde encontramos la revelada voluntad de nuestro Dios!

Capítulo 19: La Destrucción de la Doctrina del Anticristo.-

Tan importante es la destrucción de la verdadera identidad del anticristo que vamos a seguir el capítulo
anterior con una segunda examinación de este asunto. Confiamos en que las mentes van a ser ilumina-
das.
Hemos visto que las traducciones modernas favorecen grandemente las doctrinas herejes de la Iglesia
Católica Romana. También hemos observado que esto no es coincidencia, sino que es el resultado de
un cuidadoso programa orquestado de sabotaje espiritual llevado a cabo durante más de cuatro siglos,
especialmente por los Jesuitas.
En el tiempo de la Reforma, los Protestantes estaban unidos en proclamar que el papado era el anticris-
to (1 Juan 4:2-3), el hombre de pecado y el hijo de perdición (2 Tes. 2:3), el cuerno pequeño (Dan. 7:8),
la bestia con siete cabezas y diez cuernos (Apoc. 13:1), Babilonia (Apoc. 14:8), la madre de las rameras
(Apoc. 17:5), y la ramera (Apoc. 17:15). La identificación era tan convincente, y fue verificada por
muchas evidencias escriturísticas, que la Iglesia Católica Romana no conseguía desviar los cargos.
Eventualmente el innovador Jesuita Francisco Ribera tuvo éxito en inventar la teoría que satisfacía a
los Católicos Romanos, pero que sus fallas son aparentes para cualquier estudiante de la Palabra de
Dios. Esta teoría sugería que el anticristo tenía que ser un diablo, un individuo inspirado por Satanás, el
cual va a aparecer al final del tiempo y va a llegar a la cima de la apostasía, a través de una terrible per-
secución de tres años y medio.
Como esta ingeniosa teoría carecía de un apoyo escriturístico, los Protestantes en los siglos pasados la
vieron por lo que era: un engaño Católico Romano que servía sus propósitos. No se le dio mucho crédi-
to a la teoría en los círculos Protestantes. Pero en el siglo XIX una grieta en la unidad Protestante sobre
este asunto, se hizo evidente. El movimiento de Oxford de Inglaterra, un grupo de jóvenes Anglicanos
laicos, ansiosos de llevar a su iglesia más cerca de la Iglesia de Roma, reconocieron que no se podía
conseguir mientras la Iglesia Anglicana mantuviese la Confesión de Westminster, la cual especificaba
que el papado era el anticristo y el hombre de pecado. Buscando desesperadamente una solución para
su problema, ellos le otorgaron su apoyo a la teoría de Ribera. Tan exitoso fue el movimiento de Ox-
ford en su promoción de esta defectuosa teoría, que hoy casi todas las iglesias Protestantes, ya sea ri-
tualísticas o evangélicas, aceptan esta proposición. Esto está bien de acuerdo con los motivos ecuméni-
cos de la mayoría de las denominaciones cristianas, pero desafía la clara evidencia de las Escrituras33.
Así podemos anticipar que las traducciones modernas van a corromper las Escrituras para destruir la
evidencia divina identificando al papado como el anticristo. Ellos han alcanzado su objetivo.
La herejía central del anticristo no está envuelta en tinieblas. Es la creencia que Cristo no vino en la
carne.

“En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que reconoce que Jesucristo ha venido en carne, es
de Dios. Y todo espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios. Este es del anticristo, que habéis oído
que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo”. 1 Juan 4:2-3.

32
Ver “El Anticristo Está Aquí”, de Colin y Russell Standish.
33
Ver el C. D. Standish y R. R. Standish, “El Anticristo Está Aquí”.
Pág. 55

“Muchos engañadores han salido en el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. El
que hace esto es el engañador y el anticristo”. 2 Juan 7.

Muchos protestan que la Iglesia Católica Romana apoya fuertemente el concepto que Cristo vino en
carne humana. En esto ellos están en lo correcto, pero en su libro Hechos de Fe, Christian Edwardson
señala:

“El anticristo no era para negar que Cristo había venido en carne, sino que era para negar que Él había
“venido en la carne”, en “el misma” tipo de carne de la raza humana que Él vino a salvar”. Christian
Edwardson, Hechos de Fe, Southern Publishing Association, 1943; citado en G. Burnside, La NIV y el
Anticristo, página 7.

La Iglesia Católica Romana ha conducido en la proclamación de la falsa doctrina, que aun cuando la
carne de Cristo (naturaleza) era humana, era sin embargo muy diferente de la nuestra, ya que era la que
poseía Adán antes de la caída. Pero Dios declara algo muy diferente:

“Acerca de su Hijo, que según la carne, era del linaje de David”. Rom. 1:3.

“Porque verdaderamente él no tomó sobre él la naturaleza de los ángeles; sino que él tomó sobre él la
semilla de Abraham”. Heb. 2:16, KJV.

¿Cómo entonces las traducciones modernas pueden frustrar esta clara verdad de Dios? Muy simple, co-
rrompiendo la clara evidencia bíblica. Dios nos informa cuál es el misterio de la piedad:

“Sin discusión, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Es-
píritu, visto por los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido en gloria”. 1 Tim.
3:16.

Examinemos cómo una típica traducción moderna coloca este texto clave:

“Más allá de cualquier cuestión el misterio de la piedad es grande: Él apareció en un cuerpo”. 1 Tim.
3:16, NIV.

Hemos enfatizado el hecho que la palabra Dios ha sido alterada para Él, destruyendo así el potente tex-
to que evidencia la divinidad de Cristo. Pero la mayoría de los estudiantes de la Biblia ignoran una
omisión igualmente seria: que el término la carne es colocado en la NIV como un cuerpo. El misterio
clave de la piedad no es que Jesús apareció en un cuerpo – ángeles ya han hecho eso – sino que Él apa-
reció en la carne, nuestra carne, la misma carne (naturaleza) que la de David y Abraham.
Claramente el misterio de la iniquidad (2 Tes. 2:7) es la antítesis del misterio de la piedad. Es la nega-
ción que Jesús vino en la carne. Esta identificación es confirmada por la evidencia de 1 Juan 4:2-3 y de
2 Juan 7 citados antes.
La NIV confunde el asunto traduciendo el término misterio de la iniquidad como poder secreto de des-
orden (2 Tes. 2:7, NIV). En esa traducción la evidencia identificadora del anticristo es debilitada. Aun
cuando es verdad que la NIV hace referencia a la característica identificadora principal del anticristo.

“Muchos engañadores, que no reconocen a Jesucristo viniendo en la carne, se han ido al mundo. Cual-
quier persona así es el engañador y el anticristo”. 2 Juan 7, NIV.
Pág. 56

Sin embargo este concepto es reemplazado en la segunda referencia por “no reconocen a Jesucristo”. 1
Juan 4:3.
Esta traducción además disminuye la evidencia que Jesús vino en la carne (naturaleza) del hombre caí-
do. Volvamos a los dos textos citados antes por la KJV. Estos textos deberían ser comparados con la
siguiente traducción:

“Con respecto al Hijo, en cuanto a su naturaleza humana, era un descendiente de David”. Rom. 1:3,
NIV.

Esta traducción posee la virtud de demostrar que el término carne, tal como fue traducido en la KJV, se
refiere igualmente a la naturaleza. Sin embargo, la traducción debilita seriamente la posesión de la na-
turaleza caída de David, fallando en enfatizar que Cristo fue hecho de la semilla de David de acuerdo
con la carne.
Con respecto a la segunda referencia, todo el texto es distorsionado de tal manera que ninguna de las
dos traducciones puedan ser reconocidas como refiriéndose al mismo original. Ciertamente la posesión
de Cristo de la misma naturaleza humana de Abraham, se ha perdido totalmente.

“Porque ciertamente no fue a los ángeles que él ayudó, sino que a los descendientes de Abraham”.
Heb. 2:16, NIV.

Ahora, es verdad que la KJV está forzada por el contexto y que obviamente intenta insertar unas pocas
palabras adicionales para dejar claro el significado del texto. Pero eso es muy necesario y es exigido
por el contexto. La traducción ofrecida por la NIV carece totalmente de cualquier relevancia, ya sea
con respecto a los versículos anteriores o los siguientes.
Pero en justicia debemos admitir que un texto que apoya la naturaleza humana caída de Cristo es forta-
lecido por la traducción de la NIV. Podemos comparar ambas versiones.

“Porque lo que la ley no pudo hacer, porque era débil por la carne, Dios enviando a su propio Hijo en
semejanza de carne pecaminosa, y por el pecado, condenó el pecado en la carne: para que la justicia de
la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Rom.
8:3-4, KJV.

“Porque la ley era sin poder parta hacer en aquello que estaba debilitada por la naturaleza pecaminosa,
Dios lo hizo enviando a su propio Hijo en semejanza de hombre pecaminoso para ser una ofrenda del
pecado. Y así él condenó el pecado en el hombre pecaminoso, para que los justos requerimientos de la
ley se pudiesen cumplir plenamente en nosotros, que no vivimos de acuerdo a la naturaleza pecamino-
sa, sino que de acuerdo al Espíritu”. Rom. 8:3-4, NIV.

Que Roma niegue que Jesús poseía una naturaleza caída, no se discute, porque para sostener esta posi-
ción no escriturística, proclamó la doctrina hereje de la Inmaculada Concepción de María.

“La Virgen María, en la primera instancia de su concepción… fue preservada libre de toda mancha de
pecado original…
Ella fue creada más sublime y gloriosa que todas las naturalezas…
Muy diferente del resto de la humanidad…
La Bendita Virgen… al comunicarse con la segunda Persona de la adorable trinidad… una verdadera
naturaleza humana de la misma sustancia que la de ella misma…”. Creencia Católica, páginas 214-
217, citado en G. Burnside, NIV y el Anticristo, página 3.
Pág. 57

“Nosotros definimos que la bendita Virgen María en el primer momento de su concepción… fue pre-
servada libre de toda mancha de pecado original… A diferencia del resto de los hijos de Adán, el alma
de María nunca estuvo sujeta a pecado”. Cardenal Gibbons, La Fe de Nuestros Padres, páginas 203-
204, citado en Ibíd.

“Los méritos de Jesús, pueden ser dispensados a través de las manos y por la intercesión de María”.
Glorias de María, página 180, citado en Ibíd., página 9.

“Dios ha escogido no otorgarnos gracia a nosotros, sino que por las manos de María”. Ibíd., página
180.

“Cualquiera que pida y quiera obtener gracias sin la intercesión de María, trata de volar sin alas”. Ibíd.,
página 189.

“María es toda la esperanza de nuestra salvación”. Ibíd., página 195.

“Tú [María] eres la única defensora de los pecadores”. Ibíd., página 129.

“Todos los que son salvos, solo son salvos por medio de esta divina madre… la salvación de todos de-
pende de la predicación de María”. Ibíd., páginas 19-20.

“Nosotros le pedimos muchas cosas a Dios y no las obtenemos; se las pedimos a María y las obtene-
mos”. Ibíd., página 150.

Se podría uno preguntar por qué Dios identifica al anticristo por el único criterio de negar las verdad
que Jesús vino en la carne. Después de todo, ¿no propone Roma numerosas herejías desafortunadas,
como la confesión a sacerdotes y santos, el bautismo de infantes, la doctrina del pecado original, la cual
declara que estamos perdidos debido al pecado de Adán, la Inmaculada Concepción (de María), el lim-
bo, la venta de indulgencias, y muchas otras perversiones de la fe cristiana? Esta afirmación es verda-
dera, y se encontrará que la doctrina central sobre la cual dependen todas estas, es la naturaleza humana
de Cristo34. Un ejemplo será suficiente para ilustrarlo.
La Biblia enseña que para calificarse como nuestro mediador, Cristo tuvo que ser hecho como nosotros
en todo aspecto.

“Por eso, debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser compasivos y fiel Sumo Sacer-
dote ante Dios, para expiar los pecados del pueblo. Y como él padeció al ser tentado, es poderoso para
socorrer a los que son tentados”. Heb. 2:17-18.

Roma, al negar que Jesús poseía nuestra naturaleza caída, no solo priva a Cristo de Su rol como nuestro
Ejemplo, sino que lo califica para que sea nuestro Mediador. Así, ellos no solo se dirigen a María, sino
que también a los “santos” y sacerdotes para que sean mediadores entre el hombre y Dios.

“Los méritos y la virtud del sacrificio de la cruz son infinitos; pero esa virtud y esos méritos tienen que
ser aplicados, y eso solo puede ser hecho a través de ciertos medios”. S. Keenan, Catecismo Doctrinal,
página 129: Nueva York, Kennedy e Hijos, 1846.

34
Una explicación más completa de esta declaración se encuentra en C. D. Standish y R. R. Standish, El Anticristo Está
Aquí.
Pág. 58

“El sacerdote tiene el poder de las llaves, o el poder de liberar a los pecadores del infierno, de hacerlos
merecedores del paraíso, y de cambiarlos de esclavos de Satanás a hijos de Dios. Y el propio Dios está
obligado a cumplir con el juicio de Sus sacerdotes… el Soberano Maestro del universo solo sigue a su
siervo confirmando en el cielo todo lo que este último decide sobre la tierra”. Dignidad y Deberes del
Sacerdote, Saint Alphonsus de Liguori, páginas 27-28: Nueva York, Benzinger Hermanos, 1888.

Así es que la debilitación de la identificación del anticristo en las traducciones modernas reduce seria-
mente el testimonio y las advertencias de Dios relacionadas con este poder. Es para calmar a los Protes-
tantes de hoy hacia un sopor (sueño) ecuménico que va a tener devastadores efectos sobre su destino
eterno, a menos que despierten por el poder de la válida Palabra de Dios.

Capítulo 20: Difamando las Escrituras.-

Algunas personas sinceras creen que es una difamación de la Palabra de Dios, si no es categóricamente
una blasfemia, el oponerse a las diversas traducciones modernas; después de todo, ¿no es “toda escritu-
ra… dada por inspiración de Dios”? (2 Tim. 3:16).
Sería algo peligroso sostener que toda perversión humana de las Escrituras es inspirada por Dios. ¿No
afirman confiadamente los Católicos Romanos que los Apócrifos hacen parte del Sagrado Escrito? Sí,
así es. ¿Es entonces una blasfemia que los Protestantes correctamente ignoren estos libros? Claro que
no. Manifiestamente la declaración de Pablo se refiere solamente a las puras Escrituras, no adulteradas
por algún raciocinio humano ni por adiciones o substracciones.
Otros estudiantes de la Biblia señalan que la Septuaginta fue una versión con faltas del Antiguo Testa-
mento, pero Cristo en ningún momento la condenó, sino que en verdad Él y Sus discípulos la citaron li-
bremente. Es suficiente decir que los escritores bíblicos eran muy selectivos en su uso de esta versión,
y que, en cualquier caso, el silencio sobre un asunto es a menudo mejor que un argumento persuasivo a
su favor.
Lo que es cierto es que muchos autores piadosos han condenado libremente las Escrituras corrompidas.
La Vulgata Latina, de la cual John Wycliffe tradujo su versión de la Biblia Inglesa, era seriamente de-
fectuosa.

“La Biblia de Wiclef había sido traducida del texto latino, que contenía muchos errores… En el año
1516, o sea un año antes de que aparecieran las tesis de Lutero, había publicado Erasmo su versión gre-
co - latina del Nuevo Testamento. Era ésta la primera vez que la Palabra de Dios se imprimía en el
idioma original. En esta obra fueron corregidos muchos de los errores de que adolecían las versiones
más antiguas, y el sentido de la Escritura era expresado con más claridad”. CS:287.

Sin duda, los Reformadores Protestantes estaban lejos de prohibir algo sobre este asunto. Ellos conde-
naron libremente las falsas versiones.

“Nuevamente, que su texto del Latín vulgar está lleno de muchos errores y corrupciones, yo he mostra-
do a través de la confesión de Isidoro Clarius y Lindanus, dos de vuestra propia profesión… y donde
ustedes dicen que Lutero y sus seguidores la abandonaron por ninguna otra causa en el mundo, a no ser
que era contraria a ellos, eso es totalmente falso. Porque fuera de haber hecho claras demostraciones
de muchos errores palpables en ella (y que los que tienen un poco de frente entre vosotros no pueden
negar) ellos os convencen diariamente de horribles herejías, aun de vuestras traducciones vulgares”.
Fulke, Defensa de las Traducciones, 1583, página 70.

“Ciertamente es una extraordinaria circunstancia que tantos de los lectores Católicos del Nuevo Testa-
mento, los cuales en los tiempos de la Reforma y después de las Reforma, fueron denunciados por los
Pág. 59

Protestantes como siendo corrupciones del puro texto de la Palabra de Dios, debieran ahora, en el últi-
mo trimestre del siglo XIX, ser adoptados por los Revisores de nuestras honorables Biblias Inglesas”.
Dr. Edgar, Biblias de Inglaterra, página 347.

Tan temprano como el paso al quinto siglo, Helvidius condenó la Vulgata Latina, que solo reciente-
mente había sido traducida por Jerónimo, en los términos más estridentes.

“Usted no puede decir por vergüenza que José no sabía nada de ellos, porque Lucas nos dice (Luc.
2:33) que: “Su padre y su madre se maravillaban de todo lo que decían de él”. Y sin embargo usted,
con un maravilloso descaro contiende contra la lectura de los manuscritos griegos, diciendo que son co-
rruptos, aun cuando eso es lo que casi todos los escritores Griegos han dejado en sus libros, y no solo
estos, sino que varios de los escritos Latinos han tomado las palabras de la misma manera”. Jerónimo,
“Contra Helvidius”, encontrado en Los Padres Nicénicos y Post-Nicénicos, Edición de Scribner, Vol.
Vi, página 338.

Observando esta condenación, el Dr. Benjamín Wilkinson, presidente del Colegio Columbia Union,
comentó:

“Usted puede ver a través de esto que Helvidius, el gran erudito de la Iglesia Itálica, que fue el predece-
sor de la Iglesia de los Valdenses o de la Iglesia Pre-Valdense, acusa a Jerónimo de usar Luc. 2:33 tal
como nosotros lo encontramos ahora en la Versión Americana Revisada, de los manuscritos Griegos
corruptos. Está claro que Helvidius tenía el puro manuscrito Griego, el cual era más antiguo que los
manuscritos Griegos usados por Jerónimo. El puro manuscrito Griego coloca Luc. 2:33 tal como noso-
tros lo encontramos ahora en la KJV; así es que en este texto la actual batalla entre la KJV y la ARV es
la batalla antigua de los siglos peleada entre la Iglesia Pre-Valdense y la creciente Iglesia Católica Ro-
mana”. B. G. Wilkinson, Las Actitudes y las Enseñanzas de la Sra. E. G. White Hacia las Diferentes
Versiones de la Biblia, página 2.

En vez de ser una difamación de las Escrituras, es un deber adecuado de los cristianos sinceros para se-
ñalar las corrupciones de la preciosa Palabra de Dios. Hacer menos que eso es condonar las perversio-
nes satánicas de las Escrituras.

Capítulo 21: El Factor Joven.-

Los sinceros padres cristianos tienen cada vez más dificultades para llevarles Jesús a sus hijos. La
competencia del mundo, tanto fuera como dentro de la iglesia, es casi abrumadora. ¡Cuántos padres,
con sus corazones profundamente preocupados, han clamado por la promesa de Dios!

“Yo contenderé con los que luchan contra ti, y yo salvaré a tus hijos”. Isa. 49:25.

Pero hay un decidido alejamiento de la juventud cristiana de la fe. Jugando con los temores de los pa-
dres y su desesperado esfuerzo por la salvación de sus hijos, los teólogos liberales y los líderes de la
iglesia liberal, han usado cruelmente lo que podríamos llamar el factor joven, como un subterfugio para
abrir las puertas a normas y principios inferiores, y para aceptar las doctrinas apóstatas.
¡Cuán a menudo escuchamos sobre la necesidad de servicios animados en la iglesia a través de la intro-
ducción de diversos modos blasfemos de adoración, con la intención que estas técnicas van a preservar
a nuestros hijos para Dios! Estas actividades tan diversas como el Pentecostalismo, el cantar rock
“evangélico”, los títeres, los “ministerios” de payasos, el énfasis de grupos jóvenes de la iglesia en de-
portes competitivos, los grupos de drama, el cinema, los videos no cristianos, y muchas otras activida-
Pág. 60

des que han sido aceptadas como “buenos” conceptos diseñados “para salvar a nuestra juventud”. En
verdad, la única táctica jamás sugerida como un medio para salvar a nuestra juventud, es llevarles a sus
corazones el amor de Jesús a través del estudio de Su Palabra, el entender las doctrinas bíblicas, y un
puro testimonio. Pero eso no serviría a la agenda oculta de muchas mentes liberales.
El seguir el consejo de los líderes liberales de la iglesia es arruinar la iglesia, porque denominación tras
denominación ha sido diezmada por políticas que introdujeron compromisos mundanos como un medio
para retener a la juventud en la iglesia. Nosotros decimos, desafíen a la juventud con las Escrituras y
ellos van a permanecer en la verdad. Pero si comprometemos las normas y la fe, la juventud va a alejar-
se35.
Tal vez la característica más inquietante es la manera en que algunos teólogos y personas adultas de la
iglesia presumen hablarle a la juventud. Frecuentemente colocan en la boca de los jóvenes palabras que
ellos no usan. Así la juventud es conducida a quejarse que la música es demasiado aburrida, y entonces
asumimos que ellos quieren alejarse de las formas honrosas de adoración, y son hechas muchas otras
quejas a favor de la juventud. Normalmente, se descubre que las cosas que son inseridas en las mentes
de los jóvenes por estas personas, que creen que son expertos en el pensamiento de la juventud, muchos
de estos asuntos ni siquiera han entrado en sus propias cabezas. Es como si se estuviese realizando un
lavado cerebral masivo en la juventud. Los requerimientos de la juventud son repetidos tan a menudo
que finalmente ellos asumen que esto es lo que deben creer.
Desde luego que nosotros creemos que los servicios de adoración debieran ser vibrantes y que los him-
nos de Sión debieran generar una expresión entusiasta. Todo esto, al estudiar la Palabra de Dios, cree-
mos que Él lo aprueba. Pero mezclar el mundo y la iglesia jamás va a convertir verdaderamente a nues-
tra juventud; sino que va a aumentar la apostasía, porque el mundo lleva a acabo el mal en una forma
más efectiva que la iglesia.
Es en esta forma general de referencia que los incesantes esfuerzos están siendo hechos para convencer
a nuestra juventud que no pueden entender la KJV. Solo recientemente la juventud ha comenzado a te-
ner este sentimiento, porque ahora se les ha repetido esto tan frecuentemente, que no solo lo creen, sino
que en muchos casos ellos ni siquiera han leído la KJV para verificar o refutar la “sabiduría convencio-
nal”. El resultado de aceptar este pronunciamiento de los teólogos liberales es tan horrendo, que uno
espera que los padres cristianos vayan a analizar críticamente esas afirmaciones antes de aceptarlas.
Jugando con los temores de padres piadosos, algunos de estos hombres usaron esta línea de raciocinio
como un cuidadoso medio para reemplazar la Palabra de Dios con los puros manuscritos Griegos, subs-
tituyéndola por versiones basadas sobre manuscritos descuidados y deliberadamente corrompidos. Fue
una astuta estratagema, y sin duda ha tenido éxito más allá de los sueños más fértiles por parte de aque-
llos que lo planificaron. Ha tenido tanto éxito, que escuchamos frecuentemente a laicos responsables
haciendo eco de esta mala información. Ahora, casi todos los estudiantes de teología son informados
que las traducciones modernas son preferibles a la KJV. Los hombres se están graduando con grados de
Maestría en Divinidad creyendo en este error, sin el menor conocimiento de que las versiones moder-
nas están basadas sobre manuscritos Griegos totalmente diferentes. La falla en destacar este hecho en
los seminarios que promueven las nuevas versiones, es equivalente a un monstruoso encubrimiento.
Estamos ahora tratando a nuestros altamente educados jóvenes como si fueran iletrados. Les estamos
haciendo una gran injusticia con esta asunción. No hay nada errado con una traducción moderna, pero
está todo errado con el uso de manuscritos mutilados, como siendo su base. Nuestros jóvenes merecen
lo mejor: la incorruptible Palabra de Dios.
En una era en que la educación superior nunca había sido tan fácilmente alcanzada, nosotros pretende-
mos ahora que los jóvenes no pueden entender aquello que no causó la más mínima dificultad a perso-
nas que apenas tenían una educación elemental, hace solo un par de décadas atrás. Es tiempo que estos
teólogos liberales paren de insultar la inteligencia de nuestros jóvenes.

35
Ver “El Síndrome del Entretenimiento” de los mismos autores.
Pág. 61

Los primeros Reformadores propusieron tener una Biblia tan fácil de ser entendida, que cualquier mu-
chacho ignorante pudiese comprenderla. Hoy, hemos llegado a la increíble situación donde los mucha-
chos ignorantes están enfrentando pocas dificultades en su entendimiento, mientras los profesores de
teología encuentran que el bello Inglés de la KJV está más allá de su comprensión. ¿Será que es así?
Puede ser que su verdadera razón para desplazar la KJV, no sea para agradar a nuestra juventud. Puede
ser que el motivo oculto sea para encajarles a los cristianos una Biblia ecuménica, que le agrada a Ro-
ma, y a aquellos que ya no le temen a sus prácticas paganas.
Nuestra juventud merece algo mucho mejor que eso. No hagamos de ellos juguetes, en un sutil movi-
miento para invertir la Palabra de Dios. Por todos los medios, tengamos un factor joven, pero que sea la
juventud de la iglesia proclamando la pura Palabra de Dios.

Capítulo 22: Palabras Arcaicas.-

En defensa del uso de las traducciones modernas, se afirma frecuentemente que el uso de palabras ar-
caicas en la KJV la hace incomprensible a los jóvenes36. Esos argumentos, aun cuando a veces son
ofrecidos por almas sinceras, son frecuentemente usados por aquellos que no tienen un mayor interés
en el estudio de la Biblia por parte de los jóvenes, sino que quieren encontrar argumentos persuasivos
para diseminar el uso de versiones corruptas de las Escrituras, versiones que se adecuen mejor a sus
pervertidas doctrinas. Es trágico que tantas personas buenas sean persuadidas por esas lastimosas líneas
de raciocinio. Los que son convencidos por esos argumentos casi nunca se detienen a razonar por qué,
si es que fue el genuino deseo de los traductores modernos el hacer más claras las Escrituras, se consi-
deró esencial asociar esos cambios con una perversión de la Biblia. Los revisores de 1881, incluyendo a
Westcott y Hort, se les presentó la oportunidad de efectuar solo aquellas correcciones requeridas por el
cambio en el lenguaje, y en unas pocas áreas menores donde la KJV no proveyó la mejor traducción. Se
esperaba que ellos mantuviesen invioladas las Escrituras. Si así lo hubiesen hecho, habrían llevado a
cabo, para la comunidad de habla Inglesa, un servicio completo. Pero aun cuando fueron comisionados
para llevar a cabo solo esos cambios, usaron esa oportunidad para pervertir la Palabra de Dios. Fue una
vergonzosa brecha (violación) de confianza.
Una vez más afirmamos que existe una virtud en tener la Biblia presentada en un lenguaje contemporá-
neo, pero decididamente no en asociación con la destrucción de la pureza de la Palabra.
Nosotros nos oponemos a que los defensores de los traductores modernos hayan protestado demasiado
en contra de las palabras arcaicas en la KJV. Esas protestas disfrazaron su deseo oculto para insinuar
material corrupto, el cual de otra manera habría sido encontrado totalmente inaceptable para todo ver-
dadero amante de la Palabra.
Si las palabras arcaicas son un problema, un simple glosario en la KJV habría sido suficiente. En ver-
dad, nosotros creemos que una adición de esa naturaleza sería deseable. También serviría para aumen-
tar el vocabulario de los creyentes. Una inclusión así sería infinitamente preferible a la actual tendencia
de combinar el uso del lenguaje moderno con las alteraciones en gran escala en la Palabra de Dios. No
podemos sino preguntarnos si la verdadera razón para la impresión de las versiones modernas es per-
vertir deliberadamente la Palabra de Dios, mientras que la modernización simplemente provee la excu-
sa.
El énfasis colocado en la necesidad de la juventud de usar la Biblia en un Inglés simple, pasa a llevar el
hecho que es en nuestra juventud que tenemos el más rápido crecimiento en nuestro vocabulario, y que
a menudo el significado de una palabra nueva no es obtenido de un diccionario o de un glosario, sino
que es inferido de su contexto. Si recordamos cómo nosotros mismos y nuestros hijos establecimos un
vocabulario de miles de palabras, muchos de los argumentos relacionados con las palabras arcaicas,
especiosos (vistosos) como son, simplemente desaparecen.

36
Ver el capítulo 21 titulado El Factor Joven.
Pág. 62

Ilustremos este asunto con una sola palabra: cuento. Tal como es usada en el libro de Éxodo, esta pala-
bra no posee el significado común de una historia, sino que significa una cita o un número asignado. Si
la palabra cuento se ve aisladamente, la mayoría de las personas no llegarían a este significado. Pero
cuando leemos el contexto, ninguna persona de intelecto promedio, tendría la menor duda en relación a
su significado.

“De aquí en adelante no deis más paja para hacer ladrillo, como hasta ahora. Vayan ellos y junten la pa-
ja por sí mismos. Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes. No les disminuiréis na-
da, porque están ociosos. Por eso levantan la voz diciendo: 'Vamos a ofrecer sacrificios a nuestro
Dios'… Id, pues, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la misma cantidad de ladrillos. En-
tonces los capataces israelitas se vieron en aflicción, porque se les dijo: ‘No se disminuirá nada de la
tarea de cada día’”. Éxo. 5:7-8, 18-19.

Como un asunto complementario, en el versículo 19 es usada la palabra arcaica disminuirá. Esa pala-
bra, sin un contexto, no puede ser fácilmente definida, pero nuevamente pocos lectores de este versícu-
lo podría tropezar con respecto a su significado: disminuir.
¿Qué significa la palabra mango? La mayoría de los lectores no tienen idea. Pero en su contexto en las
Escrituras su significado queda perfectamente claro.

“Como el que va con su prójimo al monte a cortar leña, y al hacer fuerza con su hacha para cortar algún
leño, se escapa el hierro del mango (astil), y hiere de muerte a su compañero. Este podrá huir a una de
esas ciudades y quedar con vida”. Deut. 19:5.

Algunas veces el contexto inmediato no revela el significado exacto de una palabra arcaica. Un ejemplo
de esto, puede ser visto en el siguiente versículo.

“Y la mano del Eterno se agravó sobre los de Asdod, y los hirió con tumores, en Asdod y en todo su te-
rritorio”. 1 Sam. 5:6.

La palabra tumores es desconocida para la mayoría de las personas de habla Inglesa contemporánea. En
su contexto en este versículo, puede significar una enfermedad, o igualmente un arma como un tipo de
vara. Pero si tan solo pudiéramos animar al pueblo de Dios a ser estudiantes completos de Su Palabra,
ellos no tendrían ninguna duda en cuanto a cuál de estas alternativas es la correcta. La KJV en su mar-
gen refiere al lector a otro pasaje de las Escrituras que dice:

“El Eterno te herirá con la úlcera de Egipto, con almorranas, sarna y comezón, de los que no puedas
ser curado”. Deut. 28:27.

Claramente tumores37 es una enfermedad, tal como se puede deducir del contexto de otros versículos en
el pasaje original, tales como:

“Cuando pasaron el Arca allá, la mano del Eterno estuvo contra la ciudad con gran quebranto. Hirió a
los hombres de aquella ciudad, desde el chico hasta el grande, que se llenaron de tumores en sus partes
secretas”. 1 Sam. 5:9, KJV.

37
Nota de los Editores: Los pocos hechos en 1 Samuel son consistentes con el diagnóstico de peste bubónica: considere có-
mo la palabra tumores se puede referir a hemorroides, una inflamación sangrienta en la región de la ingle, y la asociación de
la enfermedad con ratas.
Pág. 63

Ahora, es verdad que el término tumores no es algo conocido para nosotros hoy. Aun cuando Russell es
un Internista (médico de consultorio) él no había escuchado este término, ni tampoco lo había leído
fuera de las Escrituras. Pero el impacto y el entendimiento general del texto permanecen. Muchas per-
sonas leen a respecto de enfermedades, cuya naturaleza desconocen, pero eso no les impide entender.
Por ejemplo, en la clínica de Russell para su calificación como especialista en Inglaterra, se le mostró
una dama con una extraña enfermedad, conocida como pseudoxanthoma elasticum. Es muy improbable
que algún lector haya escuchado alguna vez a respecto de esta enfermedad. Pero uno no necesita un co-
nocimiento detallado de su patología para entender el significado de la sentencia arriba mencionada, la
cual incluye este término contemporáneo.
Es verdad que algunas palabras o términos aun poseen un significado contemporáneo (tal como lo po-
see tumores), el cual ha sido totalmente alterado desde los días en que la KJV fue traducida. Frecuen-
temente se nos dice que esta ambigüedad causa una gran confusión. Pero aquí nuevamente el contexto
es tan iluminador, que en la mayoría de los casos, no hay ninguna dificultad.
El mandamiento de no tener ningún pensamiento, si se le da a una persona hoy en día, puede constreñir
a esa persona a no pensar. Aun cuando ese significado está implícito en el término tal como es usado
en la KJV, su significado más completo es a no estar ansioso. Ese entendimiento del término está per-
fectamente de acuerdo con el contexto en el cual es usado.

“Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o beber; ni por vuestro cuerpo,
qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”. Mat. 6:25.

Similarmente el término los principales tal como es usado en las Escrituras no significa propiedades
mayores, sino que los hombres principales, tal como lo evidencia el contexto.

“Pero llegó un día oportuno. En la fiesta de su cumpleaños, Herodes dio una cena a sus príncipes, tri-
bunos y a los principales de Galilea”. Mar. 6:21.

Los que hablan Inglés hoy, se podrían referir a la conducta de Pablo al perseguir a cristianos, pero en el
siglo XVIII, la palabra Inglesa usada fue conversación. Pero en el contexto este arcaico uso de la pala-
bra conversación no causa el más mínimo problema.

“Ya habéis oído acerca de mi conducta anterior en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia
de Dios, y la asolaba”. Gál. 1:13.

A veces la forma poética del Hebreo nos da el entendimiento de una palabra. En esta forma se expresan
pensamientos en paralelo. Observe esta construcción a seguir:

“Destruirás a los que hablan mentira. Al sanguinario y engañador abomina el Señor”. Salmo 5:6.

Claramente la palabra arrendar aquí no posee su significado moderno, pero al ser colocada en paralelo
como engaño, indica que arrendar en este texto significa mentir.
La carne en el Nuevo Testamento significando alimento está específicamente indicada por la palabra
en su contexto. Citamos una instancia.

“Juan llevaba un vestido hecho de pelo de camello, y un cinto de cuero en su cintura. Y comía langos-
tas y miel silvestre”. Mat. 3:4.

Por lo tanto contendemos con algún problema causado por el uso de palabras arcaicas en la KJV, lo
cual ha sido grandemente exagerado. Donde una palabra ocasional no queda aclarada por su contexto,
Pág. 64

sugerimos que sea preparada una Biblia que incluya el significado moderno de la palabra en cuestión.
Ciertamente no hay ninguna base para mutilar las Escrituras en respuesta a la presencia de unas pocas
palabras arcaicas o frases en la Biblia.

Capítulo 23: Las Sociedades Bíblicas.-

Las Sociedades Bíblicas nacionales han proliferado. La Sociedad Bíblica Británica y Extranjera se ha
convertido en un modelo para otras sociedades alrededor del mundo. No podemos menos que aplaudir
la obra de muchas de estas sociedades al proveer la Palabra de Dios, en diferentes idiomas, distribuida
por millones. Pero tendencias recientes dan motivos para alarmarse, porque ahora la mayoría de estas
sociedades se han convertido en agentes del ecumenismo. Muchas Escrituras distribuidas ahora por es-
tas sociedades, son aquellas aprobadas por la Iglesia Católica Romana. Esas Biblias siempre están ba-
sadas en los manuscritos Griegos corrompidos, tan amados por Roma, y también contienen los libros
no inspirados o apócrifos.
Para que nadie tenga dudas en cuanto a los efectos funestos de la distribución de esas Escrituras perver-
tidas, le recordamos al lector la actitud Católica Romana hacia la Biblia.

“La actitud de la iglesia hacia las Sociedades Bíblicas es de incuestionable oposición. Creyéndose a sí
misma el ser el custodio señalado divinamente e intérprete del Sagrado Escrito, ella no puede, sin vol-
verse traidora contra sí misma, aprobar la distribución de las Escrituras ‘sin observación o comentario’.
La falacia fundamental de una interpretación privada de las Escrituras es lo que sucede con las Socie-
dades Bíblicas. Es el motivo motivador de su obra. Pero también es la violación de uno de los primeros
principios de la fe Católica – un principio alcanzado a través de la observación y por la revelación – el
de la insuficiencia de las Escrituras solamente para llevar al lector común a un seguro conocimiento de
la fe y de la moral. Consecuentemente, el Concilio de Trento, en su cuarta sesión, después de expresa-
mente condenar todas las interpretaciones del sagrado texto que contradigan la pasada y la actual inter-
pretación de la iglesia, les ordena a todos los publicadores Católicos que vean que las ediciones de sus
Biblias tengan la aprobación del obispo.
Fuera de esto y de otras regulaciones concernientes a la lectura de la Biblia en general, nosotros tene-
mos diversos actos de los papas dirigidos explícitamente contra las Sociedades Bíblicas. Tal vez la más
notable de estos estén contenidos en la Encíclica Ubi Primum de León XII, fechada el 5 de Mayo de
1824, y la Encíclica Qui Pluribus, de Pío IX, del 9 de Noviembre de 1846. Pío VIII en 1829 y Gregorio
XVI en 1844, hablaron sobre lo mismo. Sería bueno citar las palabras más fuertes de León XII sobre el
asunto y de Pío IX. Citamos el primero (loc. cit.):
‘Ustedes están al tanto, venerables hermanos, que cierta Sociedad Bíblica está diseminando descarada-
mente por todo el mundo, lo cual, está despreciando las tradiciones de los santos Padres y el decreto del
Concilio de Trento, se está esforzando para traducir, o más bien pervertir las Escrituras en el idioma
vernacular de todas las naciones… Debe temerse que debido a falsas interpretaciones, el evangelio de
Cristo se convierta en el evangelio de los hombres, o aun peor, en el evangelio del diablo’.
El papa entonces urge a los obispos a que amonesten a sus rebaños que debido a la temeridad humana,
puede provenir más daño que bien de la lectura indiscriminada de la Biblia.
Pío IX dice (loc. cit.): ‘Estas astutas Sociedades Bíblicas, que renuevan el antiguo engaño de las here-
jías, no cesen de empujar sus Biblias sobre todos los hombres, hasta sobre los no letrados, sus Biblias,
las cuales han sido traducidas contra las leyes de la iglesia, y que a menudo contienen falsas explica-
ciones del texto. Así, las divinas tradiciones, la enseñanza de los Padres, y la autoridad de la Iglesia Ca-
tólica es rechazada, y cada uno a su manera interpreta las palabras del Señor, y distorsiona su signifi-
cado, cayendo así en miserables errores’”. La Enciclopedia Católica, Vol. 3, artículo “Sociedades Bí-
blicas”, página 545.
Pág. 65

Habiendo fallado en detener la obra de las Sociedades Bíblicas Protestantes, la Iglesia Católica Romana
ahora parece apoyarlas. Las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), una organización que incluye tanto la
Sociedad Bíblica Inglesa como la Sociedad Bíblica Extranjera y la Sociedad Bíblica Americana, junta-
mente con otras Sociedades Bíblicas nacionales, han animado a los Católicos Romanos a participar en
los servicios evangelísticos, en sesiones conjuntas de oración por la unidad cristiana, y a participar en
concilios locales de iglesias y organizaciones.
Los Católicos Romanos, que no tienen amor por las Escrituras, tal como se comprueba en su historia
sin arrepentimiento, han, en tiempos recientes, visto apropiado promover la Palabra de Dios. Sin em-
bargo, no es promovida sobre la base de una creencia que las Escrituras es el único fundamento de la
fe cristiana, ni un verdadero amor por la Palabra de Dios. Para asegurar que el lector está siendo incli-
nado hacia el dogma Católico Romano, las versiones Católicas Romanas son “asistidas” de cinco ma-
neras:

1.- La inclusión de los escritos apócrifos no inspirados.


2.- Profusas notas explicativas diseñadas para destruir el claro significado de la Palabra de Dios.
3.- Proveer cursos para instruir al lector en el dogma Católico Romano.
4.- Usar solamente Escrituras basadas sobre los manuscritos Griegos pervertidos.
5.- Aprobación solo de Escrituras que contienen el sutil Catolicismo.

Así, cuando los Protestantes apoyan la distribución de Biblias aprobadas por la Iglesia Católica Roma-
na, ellos están involuntariamente ayudando a que esa iglesia aumente su influencia y autoridad y en
distribuir doctrinas no escriturísticas que son ofensivas a Dios. Por ejemplo, la Iglesia Católica Romana
cita el capítulo 12 del libro apócrifo de 2 Macabeos, el cual tiene oraciones por los muertos, y esto apo-
ya la condenable doctrina del purgatorio, y apoya la extensión de la iglesia de esta doctrina, para exigir
dinero por las Misas ofrecidas a favor de aquellos muertos, que se cree están sufriendo en este ficticio
estado de tortura, para que sus severas agonías sean aliviadas.
Nosotros sugerimos que ha llegado el tiempo para que los verdaderos Protestantes cesen de apoyar a
esas Sociedades Bíblicas. Bajo ninguna circunstancia debiera un fiel cristiano mirar eso como una bue-
na mayordomía de los recursos de Dios que Él le ha confiado, para usarlos en apoyo de la distribución
de Escrituras que, en vez de sostener la luz de la Palabra de Dios, promueven las tinieblas del Catoli-
cismo Romano.
En 1986 la Sociedad Bíblica Inglesa y Extranjera sacaron un catálogo de las Biblias en idioma Inglés y
Nuevos Testamentos publicados por la sociedad. En este catálogo estaba incluida la Biblia de Jerusa-
lén, la cual el catálogo correctamente declara ser el trabajo de eruditos Católicos Romanos, tres edicio-
nes de la Nueva Biblia Americana, la cual es correctamente ser una traducción Católica Americana,
una edición de la Versión Estándar Revisada que contiene los apócrifos, la Biblia Nueva Jerusalén, y la
Biblia de Buenas Nuevas que contiene los apócrifos y que el catálogo afirma está con el imprimátur de
Basil, el Cardenal Hume, entonces arzobispo Católico Romano de Westminster. Nuevamente le recor-
damos a cada lector que cualquier donación dada a la Sociedad Bíblica Inglesa y Extranjera es, en par-
te, usada para distribuir estas Biblias que concuerdan con los puntos de vista Católicos Romanos.
Además, nosotros creemos que la práctica común de convidar a representantes de la Sociedad Bíblica
Inglesa y Extranjera o de Sociedades Bíblicas nacionales, para que prediquen en iglesias Protestantes
no sea llevada a cabo, porque simplemente le otorga credenciales a estas sociedades y anima a las con-
gregaciones a apoyar su obra, incluyendo la distribución de sus Biblias que contienen errores.
El Concilio Vaticano II en 1965, abrió el camino para las traducciones ecuménicas de la Biblia, al
aprobar proyectos de traducciones en “cooperación con los hermanos separados”. Ya en 1964, en una
reunión de Sociedades Bíblicas mayores, habían concordado en la producción de un texto bíblico co-
mún en el original Hebreo y griego, aceptable tanto para Protestantes como Católicos, de tal manera
que pudiese ser preparada una Biblia aceptable para todas las fe pudiese ser preparada en los idiomas
Pág. 66

del mundo. Esas Biblias solo podían ser preparadas por Protestantes, porque la Iglesia Católica Romana
jamás aprobaría Biblias sin los apócrifos, ni aquellas traducidas del Textus Receptus. Los Protestantes,
por otro lado, se han debilitado tanto en su oposición al error Católico Romano, que van a aceptar ese
horrible compromiso con la verdad.
En 1966 la Sociedad Bíblica Inglesa y Extranjera enmendó su constitución para permitir la inclusión de
los apócrifos en versiones que ellos distribuían. La Sociedad Bíblica Americana y muchas otras socie-
dades nacionales siguieron el camino de la Sociedad Bíblica Inglesa y Extranjera.
La Iglesia Católica Romana formó la Federación Católica Mundial para el Apostolado Bíblico
(FCMAB) bajo el liderazgo del Monseñor Alberto Ablondi, el obispo Católico Romano de Livorno,
Italia, para promover estas traducciones ecuménicas. Un portavoz de esta organización declara que esos
proyectos eran

“Un acto de testimonio común y una expresión de bases comunes”. Eventos Mundiales, Nº 57/1984,
página 6.

También fue sugerido que

“esta colaboración abre puertas para un mejor entendimiento de los puntos de vista de unos con los
otros y prepara el camino para el diálogo ecuménico”. Ibíd.

Además, el portavoz confirmó que

“La FCMAB no está meramente interesada en, sino que está comprometida con, este testigo común de
la obra conjunta de la Biblia, la cual abre un nuevo terreno para el futuro del ecumenismo”. Ibíd.

El obispo Ablondi ve las traducciones interconfesionales como

“Uno de los importantes avances del ecumenismo post Vaticano II, un importante paso hacia la uni-
dad”. Ibíd.

Los verdaderos cristianos tienen que examinar las mismas Escrituras que estas Sociedades Bíblicas es-
tán pervirtiendo, especialmente cuando el obispo afirma que estas traducciones

“van a ayudar a derrotar el prejuicio en una iglesia dividida”. Ibíd.

Son estas Escrituras las que lanzan una urgente advertencia contra este movimiento ecuménico, el cual
está unido a ser tan exitoso que

“Y la adorarán38 todos los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vi-
da del Cordero que fue muerto desde la creación del mundo”. Apoc. 13:8.

Además, el pueblo de Dios es llamado por nuestro amante Dios en Su última y urgente súplica a la hu-
manidad a

“¡Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados, y no recibáis de sus plagas!”. Apoc.
18:4.

38
A la bestia, símbolo del Catolicismo Romano. Ver “El Anticristo Está aquí”, de los mismos autores.
Pág. 67

Estamos demasiado tarde en la historia de la tierra como para que los cristianos se unan con organiza-
ciones que promueven la unidad condenada por Dios.
No solo es en los países de habla Inglesa que se encuentra esta fuerza de las Sociedades Bíblicas. La
distribución de Biblias Árabes en el Norte de África y en el Medio Oriente por las Sociedades Bíblicas
Unidas, es un esfuerzo combinado de Protestantes y Católicos Romanos. Este hecho fue destacado por
el Secretario Ejecutivo de la Sociedad Bíblica de África del Norte cuando informó:

“En 1985 inauguramos nuestras nuevas oficinas en… Este evento, precedido por una recepción de va-
rias celebridades y equipos de misiones diplomáticas, y marcado por un excelente sermón pronunciado
por el Cardenal Arzobispo de Algeria, Monseñor León-Etienne Duval, será recordado como el punto
alto en la rica vida interconfesional de este país”. Informe UBS, 1985, página 131.

En Brasil, una traducción Portuguesa de las Escrituras que incluyó los Apócrifos, fue producida por un
equipo ecuménico dirigido por el Dr. Robert Bratcher, el consultor de traducciones internacionales de
las Sociedades Bíblicas Unidas39. El Dr. Bratcher era el traductor jefe de la Biblia Buenas Nuevas. En
sus escritos este ministro niega la inerrancia de las Escrituras.
Aun más siniestro, es que en América latina la distribución de estas versiones de Biblias modernas,
aprobadas por Roma, es vista como una poderosa arma en el contra ataque de la Iglesia Católica contra
las incursiones del Protestantismo en esa parte del mundo.

“La cooperación ecuménica… la cual incluye la distribución de más de un millón de Biblia anuales, ha
tenido éxito en minimizar las divisivas incursiones de prosélitos sectarios”. Evento Mundial, Nos 65-
66/1986.

Así, la obra de las Sociedades Bíblicas Unidas es contraproducente con la obra del evangelio. ¿Algún
verdadero cristiano se atreverá a andar en esas aventuras, sabiendo que Roma se jacta de su eficacia en
mantener a su rebaño en tinieblas medievales? Debe señalarse que las Sociedades Bíblicas Unidas en
América Latina escogieron a María Teresa Porcile, una Católica Romana, como su consultora para las
traducciones interconfesionales. Esta misma organización ha asistido al catolicismo proveyendo tra-
ducciones de los Apócrifos en algunos de los idiomas menores de América Latina, incluyendo el Que-
chua y el Aimará de Bolivia, y el Creole en Haití. Sin duda muchos contribuyentes de las Sociedades
Bíblicas Unidas quedarían profundamente perturbados si supiesen cómo están siendo usados sus fon-
dos.
En Burundi, una nación de África Central,

“una nueva traducción interconfesional de la Biblia en Kirundi [el idioma nacional] fue comenzada…
por los Católicos Romanos juntamente con los Protestantes; el trabajo está siendo efectuado por un
equipo de tres personas: un traductor Católico Romano y otro Protestante, y un digitador”. Informe
UBS, 1984, página 21.

En 1984 la Sociedad Biblia de Burundi imprimió

“40.000 copias de la versión tradicional Católica del Nuevo Testamento en Kirundi”. Ibíd.

“La UBS firmó un acuerdo con el obispado Católico Romano en Burundi, en relación con la produc-
ción de esta edición, la cual será impresa hasta que esté lista la nueva traducción interconfesional”.
Ibíd.

39
UBS, Informe Mundial 180, Mayo de 1985, página 3.
Pág. 68

La situación en Camerún es trágica. Allí el movimiento ecuménico condujo a una severa persecución
de Protestantes, los cuales no comprometieron su fe. En 1967 el líder de la Iglesia Ortodoxa Presbite-
riana de Camerún informó:

“En un año, por lo menos 50 personas en nuestra congregación fueron encarceladas, siendo que mi ma-
dre fue una de las víctimas. Mi padre, que era un pastor, murió en la prisión. Durante un periodo de tres
años todos fuimos expulsados. El grupo ecuménico tomó todo nuestro territorio, tomaron todas nues-
tras iglesias, tomaron todos nuestros recursos”. Sociedad Bíblica Trinitaria, Registro Trimestral, octu-
bre de 1985, página 4.

Pero a pesar de esta terrible consecuencia del ecumenismo, el Secretario General de la Sociedad Bíblica
de Camerún informó:

“La visita del papa a Camerún fue una oportunidad para distribuir las es c entre los Católicos Romanos.
Entregamos un resumen de nuestras actividades al la Santa Sede y el papa lo mencionó con satisfacción
durante su visita a nuestro país… Muchos de nuestros proyectos de traducciones, siendo que la mayoría
son interconfesionales, se están llevando a cabo extremadamente bien”. Informe UBS, 1984.22 y
1985.22.

En Etiopía, la obra de las Sociedades Bíblicas Unidas era de la misma naturaleza que en otras naciones
de África.

“El Informe de 1984 de las Sociedades Bíblicas Unidas mencionó con evidente satisfacción que ‘la
asamblea general anual de la Sociedad Bíblica de Etiopía fue realizada en la sala de la conferencia Pa-
triarcal de la Iglesia Ortodoxa de Etiopia’. A modo de cambio, el Informe de 1985 declaró que el ‘día
de oración’ de las Sociedades Bíblicas Unidas ‘fue realizado el catedral Católica y asistió su Gracia
Abune Paulos Tsadiwa, Cardenal de la Iglesia Católica’ y que ‘fue realizada una lectura Bíblica en una
iglesia Católica en Addis Ababa para recolectar fondos, para animar la distribución de Escrituras y para
enlistar nuevos miembros’”. Informe UBS, 1984.26 y 1985.25.

La nación de Kenia también ha sido invadida por los traductores ecuménicos. La Sociedad Bíblica en
esa nación ha traducido la Biblia a tres idiomas y ha incluido los Apócrifos y también ha satisfecho a
sus pastores Católicos Romanos al usar los manuscritos Griegos corruptos. Estos idiomas son el Suahi-
li40, Luo y Borona. El mismo grupo ha producido estas traducciones defectuosas en otros cuatro idio-
mas: Massai, Meru, Pokot y Turkana.
No existe un secreto con respecto a lo que está sucediendo en el campo de la traducción de la Biblia en
Kenia, porque el Obispo Católico Romano C. Davies de Kenia ha declarado:

“La conferencia Episcopal de Kenia ha tenido mucho que decir en la obra de traducción a través de las
buenas relaciones que se han expresado por tener tres miembros de la Mesa Directiva de los Goberna-
dores (de la Sociedad Bíblica)”. Evento Mundial Nº 59/1985, página 32, y WCFBA III, páginas 68-69.

Además, Peter Kiarie, un Católico Romano, es el presidente de la Sociedad Bíblica y también es


miembro del Comité Ejecutivo Regional de África de las Sociedades Bíblicas Unidas41.

40
Ver el Apéndice titulado “La Palabra de Dios Convertida en Juguete”. El caricaturista no sabía que estas traducciones es-
taban siendo realizadas, cuando él despreciativamente desanimó a aquellos interesados en verdaderas traducciones de la Bi-
blia, refiriéndose a la traducción Suahili.
41
Toda la información de Kenia deriva del Evento Mundial Nº 59/1985, página 32 o del WCFBA III, páginas 68-69.
Pág. 69

En las Seychelles, una nación isleña en el Océano Índico, el comité ecuménico consiste de representan-
tes de la IASD, de los Católicos Romanos, y de las Iglesias Anglicanas. El Secretario general de la So-
ciedad Bíblica de Mauricio42 sostiene reuniones regulares con los obispos Católicos Romanos de Mau-
ricio, Reunión y Seychelles. El resultado de este ecumenismo es que

“Para marcar la visita del papa a Mahé, la isla principal en el grupo de las Seychelles, una porción de
las Escrituras fue distribuida conteniendo una introducción al rol del papa en la Iglesia Católica y tam-
bién el texto de las dos cartas de Pedro en una traducción Francesa en el lenguaje de hoy. La porción de
las Escrituras fue publicada por la Sociedad Bíblica de Mauricio, la cual es responsable por la obra de
la Sociedad Bíblica en las Seychelles, y fue producida en cooperación con los Católicos locales”. In-
forme Mundial UBS 199, Enero de 1987, página 5.

¿Puede Dios aprobar un trabajo así?

“Aun en Sudán la Sociedad Bíblica de Sudán ha estado envuelta en la traducción ecuménica de las Es-
crituras en cuatro idiomas de esa nación: Belanda, Jur, Ndogo y Viri”. WCFBA III, páginas 80-81.

En Europa la Iglesia Católica posee una influencia tal en las Sociedades Bíblicas Unidas, que el Obispo
Ablondi es miembro del Comité General y del Comité Ejecutivo Regional Europeo de las Sociedades
Bíblicas Unidas. Tal como lo hemos observado antes, él también es el presidente de la Federación Ca-
tólica Mundial para el Apostolado Bíblico.
La evidencia de la obra de la mayoría de las Sociedades Bíblicas es muy fácil de ser documentada. Sin
duda muchos sustentadores sinceros ignoran la verdadera obra de estas sociedades. Una cuidadosa con-
sideración debe conducir a todo verdadero cristiano de corazón a no continuar con este apoyo a estas
sociedades.

Capítulo 24: La Sociedad Bíblica Trinitaria.-

La Sociedad Bíblica Inglesa y Extranjera creó una controversia casi desde su inicio. El 7 de Diciembre
de 1802, la formación de una sociedad para la dispersión de las Escrituras a través del mundo, fue un
punto debatido. El 7 de Marzo de 1804, una reunión pública fue realizada para inaugurar la Sociedad
Bíblica Inglesa y Extranjera.

“Desde el comienzo la sociedad fue concebida como una aventura mundial, para llevarle la Biblia a to-
da persona en su propio idioma”. Andrew J. Brown, La Palabra de Dios Entre Todas las Naciones, pá-
gina 7.

La fuente de la primera mayor controversia en la Sociedad Bíblica Inglesa y Extranjera (SBIE) fue una
aparentemente inocua resolución aprobada en Junio de 1813. Ella declaraba

“que la manera de imprimir las santas Escrituras por las Sociedades Extranjeras43 sean dejadas a su dis-
creción, ya que serían impresas sin observaciones o comentarios”. W. Canton, Una Historia de la So-
ciedad Bíblica Inglesa y Extranjera (1904), página 335.

El verdadero propósito de esta resolución fue encubierto por los miembros hasta 1821, cuando Robert
Haldane, un benefactor Escocés de la Sociedad, descubrió que la resolución había sido adoptada de tal

42
Una nación vecina, también en el Océano Índico.
43
En efecto, sociedades en convención con la SBIE.
Pág. 70

manera que los Apócrifos pudiesen ser incluidos en las Biblias distribuidas en las naciones predomi-
nantemente Católicas. Este descubrimiento causó un furor en la Sociedad. En 1824, una nueva resolu-
ción fue adoptada, la cual satisfizo a muchos que no querían materiales no inspirados asociados con la
Palabra de Dios. Fue resuelto

“que ninguna concesión pecuniaria fuese hecha por el Comité de esta Sociedad, con el propósito de
añadir la impresión o publicación de ninguna edición de la Biblia, en las cuales los Apócrifos sean
mezclados y salpicados con los Libros Canónicos de las santas Escrituras”. Ibíd., página 337.

Los miembros Escoceses aun no estaban satisfechos, creyendo que la nueva resolución era demasiado
descuidada, porque no impedía la provisión de garantías para la impresión de los Apócrifos en forma
separada. Por otro lado, un grupo de la Universidad de Cambridge objetó la resolución y prefirieron la
de 1813. En Marzo de 1825 ellos presentaron la “protesta de Cambridge”.
Alexander Haldane, un sobrino de Robert, estaba sentado en el Comité de la Sociedad y objetó fuerte-
mente la impresión de los Apócrifos. Su grito por la pureza bíblica no alcanzó las mentes de los ele-
mentos más liberales del comité. Fue decidido que se votara la exclusión de Alexander Haldane del
comité en una reunión donde los principales partidarios estaban ausentes. Providencialmente, justo
cuando la moción de expulsión iba a ser presentada, entraron Henry Drummond, Edward Irving y Hugh
McNeile, tres de los más ardientes partidarios de Haldane.

“Apenas hubieron entendido lo que estaba sucediendo, Edward Irving saltó hacia delante con ojos lla-
meantes, estalló en uno de sus vuelos de oratoria, liberó un elogio por la conducta de su asaltado ami-
go, sacudió a su equipo con el calor de su indignación debido a la indigna conspiración, y dio vuelta tan
completamente la fortuna de la hora, que fue aprobada una contra resolución”. Diario El Registro, 28
de Julio de 1828.

En 1827 una nueva resolución sobre el asunto de los Apócrifos aun no convenció las mentes de los de-
legados Escoceses. Todos los cuerpos Escoceses se apartaron y siguieron un camino independiente. En
1861 ellos se unieron para formar la Sociedad Bíblica de Escocia. Que la secesión de los Escoceses ha-
bía sido lo adecuado, quedó aparente cuando posteriormente se descubrió que la SBIE estaba enviando
garantías para la producción de Biblias no encuadernadas, con la intención que posteriormente estas
Biblias fuesen encuadernadas con los Apócrifos para ser distribuidas en Europa.
Así, se demostró que el liderazgo de la SBIE no estaba preparado para oponerse a los deseos decididos
de los Católicos Romanos en las traducciones bíblicas. Esta falta de dirección se demuestra hoy, cuan-
do la SBIE se une con los Católicos en la preparación de nuevas traducciones de las Escrituras. Un
ejemplo es el ingreso de la SBIE en la preparación de la Biblia Inglesa Revisada de 1989, la cual fue
llevada a cabo conjuntamente entre los Protestantes y los Católicos Romanos. Esta Biblia posee varias
traducciones falsas, favorables a la doctrina Católica.
Un segundo cisma importante apareció poco después. Varios partidarios de la SBIE eran Unitarianos,
especialmente en el continente Europeo. Como estos miembros no creían en la divinidad de Jesús, ellos
favorecieron el uso de manuscritos que minimizaban la divinidad de Cristo. El problema se complicó
cuando la apertura de las reuniones de la Sociedad se hicieron con oraciones. Los Unitarianos y los que
los apoyaban, se opusieron al procedimiento de comenzar las reuniones con una oración, para que no se
dirigiesen a Dios a través de Jesucristo.
Uno de los vice-presidentes de la SBIE, el Vizconde Mandeville, se rehusó a presidir ninguna reunión
que no fuese abierta con oración. El vizconde no estaba solo. El asunto alcanzó un clímax en la
Reunión Anual de 1831, realizada en Mayo. La reunión fue conducida por el Lord Bexley. Su señorío
se oponía decididamente a los llamados para expulsar a los Unitarianos. La reunión se convirtió en
desorden cuando el Capitán J. E. Gordon habló, apoyando la expulsión de aquellos que no creían en la
Pág. 71

divinidad de Jesucristo. Algunos aplaudieron y gritaron. Aun cuando los aplausos eran atronadores y
duraron varios minutos, otros interrumpieron a Gordon. Finalmente, surgió el alboroto.

“Entre las escenas de amplio desorden, un orador tras otro fallaron en hacerse oír”. Andrew J. Brown,
La Palabra de Dios Entre Todas las Naciones, página 16.

Cuando finalmente fue presentada la moción de Gordon, fue rechazada por una mayoría de 6 contra 1.
Esta decisión engendró un segundo movimiento de separación. El Capitán Fredrick Harcourt, el hijo
del Arzobispo Anglicano de York, condujo una reunión dos días más tarde, el 20 de Mayo de 1831.
Fue tomada una decisión para formar un comité provisional para formar una nueva Sociedad Bíblica,
cuya membresía estaría confinada a los Protestantes que reconocieran la doctrina de la santa Trinidad.
Dos nobles, el General Vizconde Lorton y el Vizconde Mandeville, que más tarde sucedió a su padre
como el sexto duque de Manchester, fueron los dos vice-presidentes.
Eventualmente la Sociedad Bíblica Trinitaria (SBT) había sido formada en una reunión pública, con
más de 2000 asistentes, el 7 de Diciembre de 1831. Entre los miembros originales de esta SBT, había
algunos hombres fascinantes. Estos hombres habían sido captados en el movimiento mundial del Ad-
vento y habían estudiado las profecías, especialmente las de los libros de Daniel y del Apocalipsis. Le
fue dado mucho énfasis al pasaje de Dan. 8:14, el cual se refiere al periodo de los 2300 días, y a cuya
conclusión el santuario sería purificado. Creyendo que un día simbólico representaba un año literal, es-
tos creyentes llegaron a la conclusión que la década de 1840 sería el tiempo de la conclusión de este pe-
riodo profético. De la información encontrada en Dan. 9:25, ellos concluyeron que el periodo profético
de los 2300 años, había comenzado en el tiempo del pronunciamiento del decreto de Artajerjes, rey de
Medo-Persia, para restaurar y reconstruir Jerusalén después del cautiverio babilónico de los Judíos. Se
decidió, a partir de registros arqueológicos, que este decreto fue aprobado en el año 457 a.C.
Había una creencia popular mundial entre los cristianos sinceros, en la década de 1820 y de 1830, ba-
sada en la impresión errada que el santuario mencionado en Dan. 8:14 representaba a la tierra y que su
purificación representaba la segunda venida de Cristo. Fue solo después de la falla de la predicción del
retorno de Cristo, que algunos creyentes reconocieron que el santuario al cual el pasaje de las Escritu-
ras se refería, es el santuario celestial44.
En la década de 1830, más de 700 ministros de la Iglesia de Inglaterra estaban predicando el retorno de
Jesús en la década de 1840. Entre ellos estaban algunos de los fundadores de la Sociedad Bíblica Trini-
taria. Entre estos ministros estaban Hugh McNeile y G. W. Philips. Entre las prominentes figuras laicas
que aceptaron la enseñanza del Advento y que se envolvieron en la formación de la SBT, estaban
Henry Drummond, Edward Irving, él mismo un extraordinario predicador, Alexander Haldane, el Viz-
conde Mandeville, el Capitán Gambier, James Hatley Frere, Spencer Percival, M. P. y el Honorable J.
J. Strutt. Drummond organizó las famosas Conferencias Proféticas en su residencia en Albury, Surrey,
a partir de 1826. El renombrado Austriaco-Judío convertido, Joseph Wolfe, asistió a algunas de estas
conferencias. Posteriormente él predicó su mensaje del Advento delante de una junta del Congreso
Norteamericano.
Este grupo comprobó ser de una gran fortaleza, pero después sobrevino una debilidad. Algunos de los
miembros no estuvieron de acuerdo con el punto de vista de Irving.

“Que la naturaleza humana de Cristo estaba sujeta a tendencias pecaminosas”. Andrew J. Brown, op.
cit., página 29.

Sin embargo, fue la siguiente afirmación de Irving de mediar en la sanación divina y su ánimo en ha-
blar en lenguas (glosolalia) lo que disminuyó grandemente su influencia.

44
Para un estudio más detallado sobre este asunto, ver El Sacerdote Sacrificial, de los mismos autores.
Pág. 72

La SBT sobrevivió esta crisis y gradualmente se desarrolló en el siglo XIX. Hoy sigue una política muy
loable con respecto a las Escrituras. Su actual Ley y Reglamento Nº III declara:

“Esta Sociedad debe hacer circular las sagradas Escrituras, tal como están en los libros Canónicos del
Antiguo y del Nuevo Testamento, SIN OBSERVACIONES NI COMENTARIOS y excluyendo los
Apócrifos; las copias en el idioma Inglés deben ser los de la Versión Autorizada (KJV). Al promover y
editar nuevas traducciones, y al seleccionar versiones en idiomas extranjeros, la competencia de los
traductores empleados, y la fidelidad y el carácter cristiano de las versiones, deben ser aprobadas por el
Comité, antes que la publicación o la circulación de esas versiones haya sido de alguna manera promo-
cionada por esta Sociedad”.

Los miembros tienen que ser Protestantes y tienen que reconocer la santa Trinidad. Los objetivos de la
SBT son cinco:

Publicar y distribuir las santas Escrituras por todo el mundo.


Promover traducciones Bíblicas que sean exactas y confiables.
Traer luz y vida, a través del evangelio de Cristo, a aquellos que están perdidos en pecado y en las ti-
nieblas de una falsa religión e incredulidad.
Levantar las doctrinas del cristianismo reformado, llevando testimonio de la igual y eterna deidad de
Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, tres personas y un Dios.
Levantar la Biblia como la inspirada e inerrante Palabra de Dios.

En 1990 la Iglesia Presbiteriana de Queensland se separó de la rama de Queensland de la Sociedad Bí-


blica de Australia, de la cual había surgido. Las razones por las cuales esto sucedió fueron citadas:

“Una de estas preocupaciones es el creciente incidente de la obra de traducción que está siendo llevada
a cabo por grupos de eruditos con trasfondos muy diferentes y con amplias aproximaciones diferentes
hacia la absoluta confiabilidad de la Biblia. La Asamblea no concuerda con el punto de vista de la So-
ciedad, de que la obra de traducción es una actividad ‘neutra’.
Una segunda preocupación fue el propósito abiertamente expuesto de la Sociedad Bíblica Unida como
un vehículo de ‘testimonio común’ y uno de los más importantes avances en el moderno movimiento
ecuménico. Se le informó a la Asamblea que el 70% de los proyectos UBS son proyectos ‘interconfe-
sionales’, esto es, que son riesgos en conjunto de Iglesias Protestantes con la Iglesia Católica Romana.
Este envolvimiento fue oficialmente reconocido el año pasado, cuando en su reunión General Anual, la
Rama de Queensland de la Sociedad Bíblica resolvió añadir a la Iglesia Católica Romana y a la IASD
[sic] en su lista de miembros constituyentes”. Australian Beacon, Australia del Sur, citado en El Centi-
nela, el periódico de la Posada Naranja, Vol. 43, Nº 1, Verano de 1990.

“La Asamblea elogió a la Sociedad Trinitaria… para el apoyo en oración de la iglesia”. Ibíd.

Las oficinas generales de la SBT están en 217 Kingston Road, Londres SW 19, 3NN. En Canadá las
oficias generales están en 39 Caldwell Crescent, Brampton, Ontario L6W 1A2. las oficinas generales
en Australia están en P. O. Box 97, Yamba, New South Wales 2464.
Desde hace mucho tiempo que la SBT debiera ser apoyada por los Protestantes que creen en la Biblia,
los cuales están preocupados con la creciente influencia Católica Romana en las versiones modernas.
La mayoría de las Sociedades Bíblicas contemporáneas, hace mucho tiempo que han comprometido los
deseos de sus fundadores, de presentar la pura Palabra de Dios a las personas del mundo. La Sociedad
Bíblica Trinitaria ha evitado ese compromiso.
Pág. 73

Capítulo 25: Los Rollos del Mar Muerto.-

Aun cuando los Rollos del Mar Muerto no se concentran en un libro de las traducciones modernas, sí
poseen algún impacto periférico.
Los Rollos del Mar Muerto fueron inicialmente descubiertos en cuevas cerca del Mar Muerto en 1947.
Cientos de rollos fueron descubiertos, algunos de hasta el año 400 a.C. Cada libro del Antiguo Testa-
mento, con la excepción de Ester, ha sido encontrado entre estos rollos, aun cuando no todos están en-
teros. Fuera de los pasajes bíblicos, los rollos incluyen muchos manuscritos seculares, porque estos re-
presentaban muy bien la librería de la comunidad de los Esenios, que vivían en Qumran desde aproxi-
madamente el año 130 a.C. hasta el año 68 d.C. El lugar fue eventualmente destruido por los Romanos
justo dos años antes de la destrucción de Jerusalén. Un segundo grupo vivía cerca de Masada. A estos
los Romanos los destruyeron en el año 72 d.C., y el tercer lugar de Murabbaat sobrevivió hasta el año
132 d.C., cuando esta comunidad también cayó bajo las armas de los Romanos, en el tiempo de la Se-
gunda Revuelta Judía.
Reconociendo que estaban enfrentando periodos peligrosos, este pueblo escondió sus preciosos rollos
en cuevas casi inaccesibles. Esta acción debe haber sido evaluada sabiendo que, la Palabra de Dios era
tan preciosa para ellos, que cuando los rollos se volvieron inusables, ellos eran enterrados, era una es-
pecia de servicio funerario que se pronunciaba sobre los rollos.
El gran significado de este descubrimiento arqueológico, es que provee evidencia del texto del Antiguo
Testamento en el tiempo de Cristo, o aun antes. Un evangelista ha informado sobre su conversación
con el director del museo que examinó los Rollos del Mar Muerto. El evangelista declaró:

“Cuando el director del Museo de Jerusalén nos aseguró que habían encontrado manuscritos o fragmen-
tos de todos los libros del Antiguo Testamento, yo le pregunté si había alguna diferencia entre estos
manuscritos antiguos y nuestra Biblia actual. Él respondió rápidamente: ‘Virtualmente casi no hay nin-
guna diferencia. Prácticamente en todas las cosas son exactamente lo mismo que la Versión Autoriza-
da. Usted puede tener eso como seguro’, me aseguró personalmente”. ¿Qué Es Esto de los Rollos del
Mar Muerto? G. Burnside, página 4.

El profesor Frank Cross confirmó que

“No solo en Isaías, sino que en otros libros proféticos, en verdad en todo el Nuevo Testamento, pode-
mos ahora asumir que el texto del Antiguo Testamento fue establecido antes, y que las actividades de
revisión crítica del texto fueron apenas de poco efecto. Esta conclusión, desde luego, apoya poderosa-
mente a los eruditos textuales por su conservadora percepción”. El Siglo Cristiano, 11 de Agosto de
1955, página 920, citado en Los Rollos del Mar Muerto, G. Burnside, página 5.

Confirmando esto, otra autoridad declaró:

“En los últimos años del siglo XIX, los campeones del cristianismo estuvieron básicamente a la defen-
siva. La ciencia natural estaba en el auge del progreso, el cual tuvo su aumento con los descubrimientos
y doctrinas de Darwin. Al mismo tiempo, la esfera del estudio religioso, siendo ella misma una escuela
de pensamiento, ella misma se cuestionaba la autenticidad y la confiabilidad de las doctrinas funda-
mentales del cristianismo, y aplicó la mayor libertad de escepticismo a sus narrativas. Contra esta acti-
tud, el estado de nuestro conocimiento de la arqueología bíblica no otorgaba argumentos que pudiesen
efectivamente convencer a aquellos que no querían ser convencidos. Los que apoyaban la fe cristiana
peleaban con una desventaja y estaban a la defensiva. Ahora, todo eso ha cambiado, y el punto que
quiero destacar, es que ya no estamos a la defensiva. Ya no son los eruditos cristianos los que están
fuera de lugar. Los eruditos actualizados son ahora aquellos que reconocen la autenticidad y la autori-
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dad de la literatura cristiana. Son los críticos, que antes afirmaban ser los avanzados, los que ahora es-
tán atrasados y fuera de lugar”. Sir Frederick Kenyon, ex jefe del departamento de manuscritos del Mu-
seo Británico, actuando como presidente del Instituto Victoria, citado en Los Rollos del Mar Muerto,
G. Burnside, página 7.

Un rollo de gran importancia es el rollo Isaías, el cual tiene más de 7,2 m de largo, y contiene todas las
profecías de Isaías. La alta crítica desde mucho tiempo había sostenido que Isaías había sido escrito por
autores separados, siendo que uno escribió hasta el capítulo 39 y el otro escribió el resto. La base para
esta especulación era que el capítulo 40 se centraliza en el exilio babilónico, el cual ocurrió más de cien
años después de la muerte de Isaías. Fieles estudiantes de las Escrituras han desechado hace mucho
tiempo esa teoría, creyendo que Isaías escribió un mensaje profético bajo guía divina. No menospre-
ciemos el hecho que los escritores del Nuevo Testamento citaron tanto secciones de Isaías y le atribu-
yeron las citas a su pluma (la de Isaías). El propio Jesús citó tanto de las primeras como de las postreras
secciones del libro, identificando a Isaías como el autor de ambas.

“De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías: ‘Oiréis y no entenderéis. Miraréis y no ve-
réis’”. Mat. 13:1445.

“Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: ‘Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras
dolencias’”. Mat. 8:1746.

Así, cuando fue descubierto el rollo de Isaías, fue cuidadosamente examinado para ver si se encontraba
alguna pista que decidiera la disputa. Toda la evidencia indicaba que el libro había sido escrito por un
solo autor. No había absolutamente ninguna evidencia de alguna distinción entre el capítulo 39 y el 40.
No había ninguna quiebra en el material. Ni tampoco había la menor evidencia de autores separados
siendo identificados en las más de doce copias descubiertas sobre Isaías. Aun cuando estos descubri-
mientos no comprueban nada sobre la disputa, ellos están de acuerdo con los escritores del Nuevo Tes-
tamento, los cuales, nosotros afirmamos, sí proveen una evidencia irrefutable.
Pero han sido los hombres de la alta crítica los que han estado más activos en planificar y apoyar las
nuevas traducciones de la Biblia. Ellos han estado errados en sus ataques hacia las Escrituras, y han
causado gran daño, cuando sus opiniones son aceptadas en los asuntos de las traducciones bíblicas.
Desde luego, otro asunto de gran significado es que el descubrimiento del rollo de Isaías, copiado cerca
del año 150 a.C., proveyó la absoluta certeza de las precisas profecías Mesiánicas de Isaías, las cuales
fueron escritas mucho antes del nacimiento de Cristo47. Esta evidencia sobre la Mesianidad de Cristo es
extraordinaria.
Es mas bien triste encontrar en sus escritos que mientras los miembros de estas comunidades estaban
ávidamente estudiando las profecías Mesiánicas, y el Mesías vino en su tiempo, pero ellos estaban to-
talmente ignorantes con respecto a eso. En su sincera búsqueda, estos Esenios llegaron a la conclusión
que podían anticipar cuatro Mesías: uno siendo un rey del linaje de David, uno siendo un sacerdote del
ritual Levítico, otro siendo un profeta del tipo de Moisés, y finalmente el Mesías del orden de Melqui-
sedec. ¡Cuán cerca estaban estos hombres de la verdad! ¡Si tan solo hubiesen conseguido fusionar estos
cuatro ‘Mesías’ en sus mentes! Pero no fueron capaces de concebir ni un sacerdote de la tribu de Judá,
ni un profeta que también era un rey conquistador. Pero en Jesús estaba su Profeta real y Sacerdote del
Orden de melquisedec. Es interesante, que en sus comentarios sobre Melquisedec, estos hombres reco-
nocieron su rol en el juicio. Un rollo declara:

45
Jesús está citando Isa. 6:9-10.
46
Jesús está citando Isa. 53:4.
47
La traducción de la Septuaginta, efectuada alrededor del mismo periodo, también confirma este asunto.
Pág. 75

“Melquisedec debe ejecutar la venganza de los juicios de Dios de la mano de Belial y de las manos de
todos los espíritus de su suerte (porción)”.

Cuando son leídos los capítulos 5 y 7 de Hebreos, descubrimos que las conclusiones de estas personas
no estaban muy lejos de la verdad. Pero trágicamente fallaron en reconocer a Aquel que tan sincera-
mente buscaban.
En el tiempo del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, el texto Hebreo más antiguo conocido
fue copiado en el siglo noveno después de Cristo. Así, los Rollos del Mar Muerto eran mil años más
antiguos que el primer manuscrito Hebreo usado por los traductores de la KJV. Los mismos traductores
habían sido capaces de utilizar manuscritos 400 años más antiguos para su traducción del Nuevo Tes-
tamento. Pero encontramos que Dios en Su piedad había preservado Su Palabra, de tal manera que esas
copias del siglo noveno concordasen casi exactamente con aquellas mil años más antiguas. Este pode-
roso testimonio debiera establecer la fe del pueblo de Dios en su Antiguo Testamento o en el texto
Griego del Nuevo Testamento. Hay muchas lecciones parecidas a ser entendidas en las mentes de los
estudiantes de la Biblia, los cuales lanzan dudas sobre la mayoría de los textos.

Capítulo 26: La Coma Faltante.-

Los cristianos a menudo han usado la traducción KJV de Hechos 19:12, donde aparece la expresión los
paños de los enfermos, como un ejemplo verificador que no existe una puntuación en el idioma Griego.
La inserción de una coma entre las palabras enfermos y paños, habría indicado que el término enfermos
no era un adjetivo, sino que un sustantivo. Esa prueba les fue dada a estudiantes de la Biblia que no es-
taban familiarizados con el Griego. Sirvió para explicar la colocación errada de la coma después de la
palabra digo, en el siguiente texto:

“Entonces Jesús le dijo: ‘Ciertamente te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso’”. Luc. 23:43.

Como este texto ha sido frecuentemente usado para indicar que una persona se va al cielo después de la
muerte, era necesario señalarles a aquellos que estudian la Palabra de Dios, que la colocación de la co-
ma era un asunto de juicio por parte de los traductores. La posición apropiada para la inserción de la
coma viene después de la palabra hoy, asegurando así un significado consistente con el resto de las Es-
crituras, las cuales aseguran que los muertos no poseen una vida conciente.
Sin embargo, hay otra ‘coma’ que es omitida de la mayoría de las traducciones modernas, llamada la
coma Juanina. Esta coma tiene poco que ver con la puntuación; consiste del siguiente texto de las Es-
crituras:

“Porque hay tres que dan testimonio en el cielo, el Padre, la Palabra, y el Espíritu Santo: y estos tres
son uno”. 1 Juan 5:7, KJV.

De todos los textos omitidos, este les ha causado la mayor dificultad a los estudiantes de la Biblia, por-
que se tiene que admitir que muchos manuscritos Griegos no lo contienen, aun cuando se encuentre en
la Vulgata Latina, una versión de las Escrituras a la cual muchos verdaderos Protestantes le otorgan po-
co crédito. Este texto, desde luego, es una poderosa evidencia para la Divinidad. Sin embargo, es im-
portante para nosotros que examinemos la evidencia de la validez de su inclusión en el Textus Recep-
tus.
La historia usual que circuló relacionada con la inclusión de este pasaje en la Escritura Inglesa de Tyn-
dale, es que cuando el asunto de su exclusión le fue traída a su atención, Tyndale prometió incluirlo, si
se encontraba un solo manuscrito que contuviese el pasaje. Este fue prontamente encontrado. Así, para
mantener su palabra, Tyndale lo incluyó. Sin embargo, algunos declararon que el manuscrito había sido
Pág. 76

forjado. Los que aceptaron esta solución, claramente no tenían ninguna confianza en la autenticidad del
texto.
Pero, ¿es correcto este punto de vista superficial? Se ha dicho que Tyndale incluyó este texto solo entre
paréntesis. Por ejemplo, el Dr. Adam Clarke en su comentario El Nuevo Testamento de Nuestro Señor y
Salvador Jesucristo, al referirse a 1 Juan 5:7 declara:

“Tindal (sic) era tanto crítico como conciente; y aun cuando admitió las palabras en el texto de la pri-
mera edición de su Nuevo Testamento impreso en 1526, pero las distinguió con una letra diferente, y
las colocó entre paréntesis”.

Sin embargo, en la única Biblia existente de la primera edición de la Biblia de Tyndale, en Bristol, In-
glaterra, no aparece ese paréntesis. Así, el Dr. Adam Clarke no está correcto en su declaración. Lo que
sí es verdad es que en la última edición del Nuevo Testamento de William Tyndale, publicado en 1534,
después de su ejecución, estas palabras están entre paréntesis.

“Porque hay tres que dan testimonio en el cielo, el padre, la palabra y el espíritu santo. Y estos tres son
uno)”. 1 Juan 5:7, 1534, edición de William Tyndale del Nuevo Testamento.

Se piensa que el paréntesis fue añadido después de la muerte de Tyndale.


Tal vez ningún grupo de cristianos creyentes guardaron más diligentemente la pureza de la fe viva en
Europa, que los Valdenses. Sus misioneros fueron a muchos países, incluyendo Hungría, Checoslova-
quia, Francia, Inglaterra, Escocia e Italia. Estos creyentes cristianos se rehusaron a usar la Vulgata La-
tina, sino que usaron la antigua Biblia Latina, la cual estaba escrita en el idioma Romaunt. Cuando los
primeros líderes de la Reforma entraron en los valles de las Valdenses, se concordó en que ellos iban a
traducir la Biblia Valdense al Francés, comparándola con el original Hebreo y griego. Esta traducción
se convirtió en la versión Olivetana, la cual más tarde fue producida por Calvino, y se convirtió en la
base de la Biblia de Ginebra en el idioma Inglés, una precursora de la KJV. Como los Valdenses habían
mantenido sus Escrituras por más de 900 años, es instructivo registrar que la Biblia Olivetana y la Bi-
blia de Ginebra, ambas contenían el pasaje de 1 Juan 5:7. Quedó registrada en la Biblia Olivetana como
sigue:

“Car il y en a trois qui rendent témoignage au ciel, le Pére, la Parole, et le Saint Esprit: et ces trois-lá
sont un”. 1 Juan 5:7 en la edición Francesa de 1569.

La traducción al Inglés de lo anterior es como sigue:

“Porque hay tres que dan testimonio en los cielos, el Padre, la Palabra, y el Espíritu Santo: y estos tres
son uno”.

Juan Calvino, en su Comentario Bíblico, hizo una declaración interesante sobre este pasaje controverti-
do:

“[Versículo] 7 hay tres que dan testimonio en el cielo. Todo este versículo ha sido omitido por algunos.
Jerónimo piensa que esto ha sucedido por diseño en vez de serlo por error, y además solo ocurrió por
parte de los Latinos. Pero como ni las copias en Griego concuerdan, no me atrevo a afirmar nada sobre
el asunto. Pero como, sin embargo, el pasaje fluye mejor cuando esta cláusula es añadida y como veo
que se encuentra entre las mejores y más aprobadas copias, estoy inclinado a recibirla como la verdade-
ra lectura”. Juan Calvino, Comentarios Sobre las Epístolas Católicas, página 257.
Pág. 77

¿Qué quiso decir Calvino cuando afirmó que el pasaje fluía mejor cuando era incluida en la sustancia
de la primera epístola de Juan? El Dr. P. S. Ruckman ha señalado:

“La evidencia que muestra que el pasaje debiera estar ahí (si es que alguna vez fue omitido) radica en
el hecho que cuando la coma Juanina es removida (parte de los versículos 7 y 8), tenemos la siguiente
lectura, la cual es gramaticalmente imposible48.

“Oτι τρες ειοιν μαρτνρντες, το πνευμα και το υδωρ και το αιμα, και οι τρεις εν ειοιν”. Dr. P. S. Ruck-
man, Manual de la Evidencia de los Manuscritos, página 129.

El problema con el Griego de los manuscritos pervertidos es que en 1 Juan 5 las tres palabras, Espíritu,
Agua y Sangre son de género neutro y por lo tanto requieren artículos neutros. Sin embargo, los artícu-
los retenidos en el versículo 8 son de género masculino y por lo tanto indican que la presencia del ver-
sículo siete es necesaria para hacer gramaticalmente correcto el pasaje.
Sin duda hay otra razón que obligó a Ruckman a observar:

“¡Pero Orígenes y W. H.49 nunca dudaron en violar las reglas de la Gramática Griega de Freshman, si
le daban una oportunidad de destruir la despreciada Reforma!”. Ibíd.

En verdad, una investigación muy cuidadosa ha sido llevada a cabo para evaluar la autenticidad de la
coma Juanina. Uno de esos investigadores fue el Dr. Frederick Nolan, el cual concluyó que la coma
Juanina realmente hacía parte del manuscrito bíblico original.

“El Dr. Nolan, que ya había conseguido fama por su erudición en Griego y Latín y por sus investiga-
ciones en la cronología Egipcia, y era un conferenciante de nota, pasó 28 años para seguir el Textus Re-
ceptus hasta su origen apostólico. Él quedó poderosamente impresionado al examinar la historia de la
Biblia Valdense. Él sintió que estaba seguro que los investigadores en esta dirección, demostrarían que
el Nuevo Testamento Itálico, o el Nuevo Testamento de aquellos cristianos primitivos del Norte de Ita-
lia, cuyos descendientes lineales eran los Valdenses, se convertirían en el Textus Receptus”. D. O. Fu-
ller, ¿Qué Biblia?, páginas 212-213.

Las conclusiones de Frederick Nolan fueron las siguientes:

“El autor percibió, sin ninguna labor de investigación, que derivaban sus nombres de esa diócesis, que
ha sido nombrada como la Itálica, distinguiéndose de la Romana. Esto es una suposición, que recibió
una suficiente confirmación del hecho, que las copias principales de esa versión han sido preservadas
en esa diócesis, la iglesia metropolitana que estaba situada en Milán. La circunstancia es actualmente
mencionada, ya que el autor tenia entonces la esperanza que algunos remanentes de la versión Itálica
primitiva se pueden encontrar en las primeras traducciones hechas por los Valdenses, que eran los des-
cendientes lineales de la Iglesia Itálica; y que habían afirmado su independencia contra las usurpacio-
nes de la Iglesia de Roma, y que han disfrutado el libre uso de las Escrituras.
En la búsqueda en las cuales estas consideraciones condujeron al autor, sus más cariñosas expectativas
se han realizado plenamente. Le han concedido abundante prueba en aquel punto en el cual su investi-
gación estaba principalmente dirigida; ya que le informó con testimonio inequívoco de una verdadera
rama apostólica de la iglesia primitiva, que el texto celebrado de los testimonios celestiales [1 Juan 5:7]

48
Nota de los Editores: Para ilustrar: una construcción en Inglés, que sea gramaticalmente imposible, sería, por ejemplo:
ella concuerda con ellos mismos.
49
Westcott y Hort.
Pág. 78

fue adoptado en la versión que prevaleció en la Iglesia Latina antes de la introducción de la moderna
Vulgata”. Frederick Nolan, Integridad de la Vulgata Griega, páginas xvii-xviii.

Aquí hay una sana evidencia de que el pasaje disputado de 1 Juan 5:7 fue incluido en manuscritos ante-
riores a la publicación de la Vulgata Latina. En verdad,

“Los Reformadores sostenían que la Iglesia Valdense fue formada alrededor del año 120 d.C., y que
desde esa fecha en adelante, ellos pasaron de padre a hijo las enseñanzas del Griego, no posterior al año
157 d.C.”. Scrivener, Introducción, Vol. 2, página 43, citado en D. O. Fuller, ¿Qué Biblia?, página 208.

Aun Agustín, obispo de Hipona, admitió cerca del año 400:

“Ahora, entre los propios traductores, la Italiana debe ser preferida antes que las otras, porque se man-
tiene más cercana a las palabras sin prejuicio a la claridad de expresión”. Los Padres Nicénicos y Post-
Nicénicos, Edición de Literatura Cristiana, Vol. 2, página 542, citado en Ibíd.

Sin embargo, se ha arraigado tanto en el pensamiento de los modernos estudiantes de la Biblia, que este
pasaje no tiene cabida en las Escrituras, que cuando los manuscritos Griegos apoyan su autenticidad, a
menudo hay un sentido de rechazo. Así, Ruckman informó:

“¡Observe al erudito ‘conservador’, F. F. Bruce, lamentando el hecho que se haya encontrado un ma-
nuscrito Griego que apoyaba la Versión Autorizada en el texto de 1 Juan 5:7! (F. F. Bruce, Los Libros y
los Pergaminos, página 270). ¡Habría agradado al ‘conservador’ si el manuscrito Griego jamás hubiese
aparecido!”. Dr. P. S. Ruckman, Manual de la Evidencia de los Manuscritos, página 199.

Al traducir la Versión Autorizada en 1611, los traductores tenían

“delante de ellos cuatro Biblias que habían venido de las influencias Valdenses: la Diodati en latín, la
Olivetana en Francés, la Luterana en Alemán, y la de Ginebra en Inglés. Tenemos todas las razones pa-
ra creer que ellos tenían acceso a por lo menos seis Biblias Valdenses escritas en el antiguo Valdense
vernacular”. D. O. Fuller, ¿Qué Biblia?, página 212.

Así, los traductores de la Versión Autorizada estaban muy en deuda con las tradiciones bíblicas Val-
denses para incluir 1 Juan 5:7 como un auténtica porción de las Escrituras.
Muchos críticos de este pasaje no están acostumbrados con la poderosa evidencia de su validez, y acep-
tan los ataques por parte de aquellos que no tienen ningún amor por la pura Palabra de Dios.

Capítulo 27: La Versión Estándar Revisada y el Islam.-

Una característica significativa del uso de los manuscritos pervertidos de las Escrituras es su influencia
sobre aquellos que poseen otra fe. Este aspecto no ha, creemos, recibido atención en ningún otro traba-
jo considerando las nuevas traducciones de las Escrituras. La influencia de las nuevas traducciones es
muy marcada en el Islam. Para muchos en el Occidente puede parecer un asunto de menor importancia.
Pero eso ignora que el Islam está creciendo a una tasa que excede la del cristianismo y que casi un
quinto de la población del mundo profesa esa fe. Solo nueve naciones en la tierra poseen poblaciones
que superan los 100 millones. Pero tres de estas (Indonesia, Pakistán y Bangladesh) son naciones Islá-
micas y otras tres (India, China y la ex Unión Soviética) poseen grandes minorías Islámicas. Aun en
grandes naciones que tradicionalmente las consideramos cristianas, el Islam está avanzando a pasos
agigantados. Así, la población Islámica de Brasil ha alcanzado los dos millones. En Colombia, donde la
Pág. 79

población solo poseía cuatro creyentes Islámicos por cada 100.000 habitantes en 1988, no menos de 26
adherentes eran miembros del parlamento; dos mantenían carteras ministeriales y muchos de los perio-
distas del país profesan la fe Islámica.
El uso de la versión corrompida de las Escrituras es entendiblemente citada por los apologistas Musul-
manes como siendo una prueba más allá de cualquier disputa, que la Biblia ha sido corrompida por la
invención humana. E incuestionablemente, así ha sido, en los manuscritos sobre los cuales las nuevas
traducciones están basadas. En su libro, La Elección – el Corán o la Biblia, el autor Sur Africano Mu-
sulmán, Ahmad Deedat, le dedica un capitulo entero al tópico de Las Múltiples Versiones de la Biblia.
Él cita ávidamente de la disminuida introducción de la Versión Estándar Revisada de las Escrituras, la
cual falsamente afirma que

“La KJV posee graves defectos y estos defectos son muchos y tan serios que exigen una revisión”.
Ahmad Deedat, La Elección – el Corán o la Biblia, página 7, The Thinker’s Library, Selangor, Mala-
sia.

Poco deben haber anticipado estos escritores de esta desgraciada introducción, que sus palabras podrían
ser usadas como evidencia de la inferioridad de la Biblia en comparación con el Corán, preocupación
con la cual Sir William Muir es acreditado de haberlo afirmado hace 200 años atrás:

“Probablemente no hay en el mundo otro libro que haya permanecido doce siglos con un texto tan pu-
ro”. Ibíd., página 9.

No es un interés casual que Deedat señale invariablemente las versiones Católicas y Protestantes mo-
dernas, como más exactas que la KJV. Esta última versión siempre parece golpear el corazón de los in-
crédulos y hacer surgir su gran ira. Este poder golpeador en sí mismo, debiera ser motivo de contem-
plación. Citando la denuncia de Dios de aquellos que borran material de las Escrituras (Apoc. 22:18-
19), Deedat ataca a los Protestantes que han

“osadamente borrado siete libros completos de su Libro de Dios”. Ibíd., página 9, énfasis en el origi-
nal.

Su referencia aquí se debe a la ausencia de los libros Apócrifos de la KJV.


Los Testigos de Jehová también han hecho, para su propio propósito, esfuerzos para destruir la confia-
bilidad de la KJV. Ellos afirman que

“tan temprano como 1720, una autoridad Inglesa estimó que había por lo menos 20.000 errores en las
dos ediciones del Nuevo Testamento normalmente leído por los Protestantes y Católicos. Los estudian-
tes modernos dicen que probablemente hay 50.000 errores”. Despertar, 8 de Septiembre de 1957.

Este artículo no escapó a la atención de Deedat. Cuando fue visitado por los Testigos de Jehová en su
hogar, él trajo el artículo y se produjo la siguiente conversación:

“Yo pregunté: ‘¿Es esto suyo?’ Él reconoció que era suyo. Yo le dije: ‘Dice: Hay 50.000 errores en la
Biblia; ¿es eso verdad?’ ‘¡Qué es eso!’ exclamó él. Yo le repetí: ‘Dije que hay 50.000 errores en su Bi-
blia’.
‘¿Adónde consiguió eso?’ preguntó él50. Yo le dije: ‘Deje la conversación fantasiosa a un lado; ¿es esto
suyo?’ y le señalé nuevamente el panfleto. ‘Despierte’. Dijo él. ‘¿Puedo verlo?’

50
Esto había sido impreso 23 años antes, cuando él tal vez era un pequeño muchacho.
Pág. 80

‘Desde luego’, dije yo. Le pasé la página. Él comenzó a leerlo cuidadosamente. Los Testigos de Jehová
están entrenados. Asisten a clases cinco veces por semana en los ‘Salones del Reino’. Ciertamente son
los mejores misioneros entre las miles de sectas y denominaciones cristianas. Son enseñados que cuan-
do son acorralados, no se comprometan a nada, no abran la boca. Esperen que el Espíritu Santo lo ins-
pire qué decir. Lo observé silenciosamente, mientras observaba la página. Repentinamente, miró hacia
arriba. Lo había encontrado. El ‘Espíritu Santo’ lo había tocado.
Él comenzó: ‘El artículo dice que la mayoría de los errores han sido eliminados’.
Yo le pregunté: ‘Si la MAYORÍA han sido eliminados, ¿cuántos aun permanecen de los 50.000?
¿5.000? ¿500? ¿50? Aun si permanecen 50, ¿usted atribuye esos errores a Dios?’ Él se quedó sin habla.
Se excusó y sugirió que volvería nuevamente con algún miembro senior de su Iglesia. ¡Ese sería el
día!” Ahmad Deedat, op. cit., páginas 13-14.

Las perversiones de las Escrituras relacionadas con la divinidad de Cristo han sido grandemente explo-
tadas en el mundo Islámico. Refiriéndose a la exclusión de 1 Juan 5:7 de las versiones modernas, Dee-
dat afirma:

“Este versículo es la mejor aproximación para lo que los cristianos llaman su Santa Trinidad en la en-
ciclopedia llamada la Biblia. Esta piedra angular de la fe cristiana ha sido sacada de la Versión Están-
dar Revisada sin siquiera una explicación. Ha sido totalmente un pío fraude y también ha sido suprimi-
do en la RSV para el público de habla Inglesa”. Ahmad Deedat, op. cit., página 16.

Aquí, el texto pervertido usado en las versiones modernas de las Escrituras es usado como un poderoso
argumento por los Musulmanes contra la divinidad de Cristo, a quien ellos consideran como un mero
profeta.
Otro autor Islámico se aprovecha de la ‘evidencia’ de algunas versiones modernas de las Escrituras,
que declaran que los últimos versículos de Marcos, en el capítulo 16, no son auténticos, para arrojar
dudas sobre la ascensión de Cristo.

“Ni Mateo ni Juan hablan de la ascensión de Jesús. Lucas en su evangelio lo sitúa en el día de la resu-
rrección y 40 días después en Hechos de los Apóstoles, del cual se dice que él es el autor. Marcos lo
menciona (sin dar una fecha) en una conclusión que hoy no se considera auténtica. La ascensión, por
lo tanto, no posee una sólida base escriturística”. Maurice Bucaille, La Biblia, el Corán y la Ciencia,
página 62. The Socialist People’s Libyan Arab Jamahiriyah, Trípoli, énfasis suplido.

Muchos otros ejemplos del mal uso de las nuevas versiones de las Escrituras, por los apologistas Islá-
micos, podrían ser citados. No hay duda que estas versiones le están causando mucho daño a la causa
de Dios en el mundo no cristiano. Los misioneros allí, tienen que enfrentar estos argumentos. Así se
gasta innecesariamente mucho tiempo, que podría ser mucho mejor invertido, presentando la verdad
positiva.
Las nuevas traducciones de las Escrituras es la obra de los Católicos, un segmento del cristianismo que
jamás ha valorizado la Palabra de Dios, y de los Protestantes de la alta crítica, y a menudo de algunos
Judíos. Esta alianza no santa ha llevado a cabo mucho mal a la causa de Dios. Que los Protestantes
promuevan traducciones de las Escrituras que poseen tan pobres credenciales, necesita ser totalmente
investigado. Debiéramos ser cuidadosos en no apoyar esos trabajos. Virtualmente todos los argumentos
usados contra la Santa Biblia por los autores Islámicos, no son originales, sino que son extraídos de las
obras de teólogos ‘cristianos’, con una propensión a la alta crítica. Verdades triviales usadas por ‘pen-
sadores cristianos’ que no creen en la historicidad de los evangelios están entendiblemente acorralados
por escritores de las naciones Musulmanas. Su oposición a las Escrituras es reforzada por lo que ellos
leen en la literatura ‘cristiana’. Así, Bucaille usó la excusa esgrimida por Roguet ignorando las claras
Pág. 81

declaraciones de hechos en los evangelios, como prueba de la falta de veracidad de la Biblia. A seguir
citamos la ofensiva declaración de Roguet.

“Aquí, como en muchos casos similares, el problema solo aparece insuperable si uno toma las declara-
ciones bíblicas literalmente, y se olvida de su significado religioso. No es un asunto de negar la reali-
dad factual en un simbolismo que es inconsistente, sino de buscar las intenciones teológicas de aquellos
que nos revelan estos misterios, proveyéndonos de hechos que podemos aprender con nuestros sentidos
y señales apropiadas a nuestro espíritu encarnado”. Roguet, Iniciación al Evangelio, página 187, 1973.

Usando sutilmente las palabras engendradoras de dudas de los teólogos apóstatas y sus traducciones es-
criturísticas, los autores no cristianos obstaculizan poderosamente el progreso del evangelio. Esta obs-
taculización hacia nuestros esfuerzos misioneros ha recibido muy poca atención en el Occidente. Pero
para aquellos que están en el frente de batalla de la comisión mundial, es significativo. Ciertamente ha
llegado el tiempo para que el pueblo de Dios tome una posición contra las versiones escriturísticas per-
vertidas.

Capítulo 28: La Defensa de las Traducciones Modernas.-

Un de las más fuertes defensas de las traducciones modernas, especialmente de la NIV, ha sido hecha
por el Dr. D. A. Carson, Canadiense, en su libro de 1977, El Debate de la KJV – Una Súplica al Rea-
lismo, Baker Book House. Aun aquellos que, al igual que los autores, están firmemente convencidos
que la KJV aun es la más confiable traducción al Inglés de la Biblia, estamos en deuda con los eruditos
como el Dr. Carson, por advertirnos con respecto a las debilidades de algunos argumentos presentados
por defensores demasiado celosos de la KJV.
El Dr. Carson señala con detallado cuidado, que no hay dos manuscritos idénticos, y que la edad de un
manuscrito no es una prueba final de que sea más exacto (aun cuando posteriormente, en su libro, pare-
ce darle un gran énfasis a la supuesta superioridad de los manuscritos más antiguos). Y tampoco pode-
mos confiar siempre en la lectura mayoritaria de ningún texto o pasaje. El Dr. Carson detalla la manera
en que, intencional o no intencionalmente, se han introducido algunos errores en los manuscritos. Nor-
malmente, no ha sido difícil detectar los cambios substanciales, tales como el esfuerzo de Marción, en
el siglo segundo, para borrar todas las referencias al trasfondo Judío de Jesús. Marción intentó disociar
el cristianismo de los Judíos, los cuales estaban entonces bajo una gran persecución del Imperio Ro-
mano.
Es significativo que cuando Erasmo sacó a la luz su Diaglot (la traducción Griega y Latina), esta varia-
ba significativamente de la Vulgata Católica de Jerónimo. La segunda edición de Erasmo formó la base
de la traducción Alemana de Lutero y se convirtió en la base de casi todas las traducciones Protestantes
de Europa, en el siglo XVI.
Infelizmente, Carson falló en reconocer el tremendo empuje que las traducciones basadas en el texto
Griego de Erasmo, le dio a la Reforma. Aun cuando Erasmo no renunció a la Iglesia Católica Romana,
no hay duda que él esperaba que su texto iniciaría amplias reformas dentro de esa iglesia. Pero esas re-
formas no prosperaron, y la Vulgata Latina continuó dominando el pensamiento Católico. Infelizmente,
Carson gastó un considerable espacio detallando cómo Erasmo tuvo que recurrir al uso de la Vulgata en
los últimos seis versículos del Apocalipsis, ya que estos versículos estaban faltando en los manuscritos
Griegos que él estaba usando. Carson también ingresó en largos argumentos sobre la inclusión de
Erasmo de 1 Juan 5:7-8. Aun cuando estos dos asuntos son merecedores de ser revisados, son presenta-
dos de una manera que arroja innecesariamente dudas sobre el Textus Receptus. Ese término fue acu-
ñado en 1624 para expresar que era el texto normal de aquella época. En realidad, era casi idéntico al
texto de Erasmo del siglo anterior.
Pág. 82

Aun cuando Carson no lo indica, los líderes de la Reforma Protestante ciertamente vieron en el texto de
Erasmo, o en el Textus Receptus, una presentación de pureza escriturística que estaba faltando en la
Vulgata Latina. Por eso, por toda Europa, las traducciones de ese texto eran usados en la preparación de
las Biblias Protestantes, las cuales diferían marcadamente de la Biblia Católica de la Vulgata Latina y
de las posteriores traducciones de los eruditos Católicos. Solo en años recientes, con el surgimiento del
movimiento ecuménico, es que muchos eruditos Protestantes han buscado el texto Alejandrino (Occi-
dental) de preferencia al texto Bizantino (Oriental). No podemos detectar ninguna evidencia substancial
presentada por Carson, para verificar su afirmación de que el texto Alejandrino sea superior a la tradi-
ción Bizantina, excepto que unos pocos manuscritos remanentes son anteriores en su origen. Y en su
propio testimonio, la edad de un manuscrito no es una prueba decisiva para determinar su exactitud.
Carson presenta 14 tesis para defender su punto de vista. Su tercera tesis es que el tipo del texto Bizan-
tino es demostrablemente un texto secundario. Él basa esta afirmación sobre la gran armonía de los
evangelios sinópticos (los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas) en el texto Bizantino, la cual no es
tan evidente en el tipo del texto Alejandrino. Nosotros no rebatimos que exista armonía en los evange-
lios en el texto Bizantino, pero negamos que esta tesis se vea fortalecida debido a eso. Pero este argu-
mento es colocado como uno de los más fuertes. Desde luego, un argumento así no hace nada para inju-
riar la verdad doctrinal de los evangelios.
Otro argumento presentado por Carson es que el famoso Papiro P75, que proviene cerca del año 200
d.C., es muy cercano al Codex Sinaíticus. Él afirma que esta correspondencia sugiere una fecha ante-
rior para el texto Alejandrino.
La última tesis colocada por Carson parece desarrollar en su capítulo, preguntas no textuales. Es evi-
dente que él posee una preferencia por la NIV. Él argumenta que la KJV es muy insensible al idioma
Inglés. Esta insensibilidad, dice él, conduce a un Inglés difícil de manejar. La KJV, él declara, entra en
dificultades tratando de traducir verbos Griegos imperfectos a verbos Ingleses imperfectos, y es dema-
siado literal en otros puntos también. Esta dificultad de manejo, dice él, está minimizada en la NIV. Sin
embargo, estamos dispuestos a aceptar una pequeña dificultad en el manejo, si al así hacerlo, conse-
guimos una mejor exactitud.
En su libro, Carson declara:

“Algunas traducciones modernas tienden hacia lo hereje, en virtud de la cuarta presuposición que go-
bierna las traducciones”. D. A. Carson, op. cit., página 65.

Tal vez Carson no ha reconocido que la NIV es ciertamente culpable de esta tendencia, independiente-
mente de los méritos de los manuscritos usados en su traducción. Inconcientemente ha atestado de este
hecho cuando habla de la dificultad en el manejo del idioma por parte de la KJV.

“Este es uno de los errores que los traductores de la NIV, siendo que todos ellos fueron seleccionados
debido a su erudición y a su compromiso evangélico, trataron de minimizar”. Ibíd., página 89, énfasis
suplido.

Esta tesis nosotros la sostenemos fuertemente. La NIV refleja el la posición de los traductores evangé-
licos, así como la Douay refleja la posición Católica.
Tal vez, lo más sorprendente sea que Carson no provee ningún asunto doctrinal sustantivo que sea pre-
sentado erróneamente en la KJV. Si él está conciente de ellos, ciertamente escogió no presentarlos en
su trabajo. Admitiéndolo, él declara que solo está presentando unos pocos ejemplos, pero nosotros nos
preguntamos por qué no presentó esos importantes defectos, si es que existen. Carson afirma:

“La obligación de la prueba, en mí punto de vista, aun permanece con los defensores de la tradición Bi-
zantina”. Ibíd., página 111.
Pág. 83

Nos preguntamos por qué. Ciertamente cualquier cambio significativo de una tradición Protestante de
350 años, debiera descansar sobre aquel que efectúa el cambio. Nosotros concordamos en que la tradi-
ción no posee significado en sí misma, sino que se requiere una evidencia sustantiva para apoyar algo
que va a ser cambiado.

“Desde luego, la mayor parte del Nuevo Testamento ya está textualmente correcto; y tal como lo he ar-
gumentado, las variaciones que aun permanecen pueden afectar la interpretación de diversos pasajes,
pero no afectan ninguna doctrina”. Ibíd., página 119.

En esta afirmación, Carson está indudablemente errado. En varios pasajes las lecturas en disputa debili-
tan el testimonio de las Escrituras en defensa de la divinidad de Cristo, el juicio investigador, el estado
de los muertos, la doctrina de la santa cena del Señor, y la obra mediadora de Cristo. En vista de este
hecho, cuestionamos el fuerte apoyo de Carson para con la NIV, la cual trata, a través de una traduc-
ción interpretativa, apoyar el concepto evangélico en aquellas áreas como la doctrina de Agustín del
pecado original (Salmo 51:5), y la vida inmediata después de la muerte (2 Pedro 2:9), y en las otras di-
versas doctrinas51.
Nuestra mayor decepción es que Carson no analiza, o lo analiza solo de referencia, muchos asuntos im-
portantes. Él no toca, por ejemplo, las más de 3000 diferencias entre el Codex Vaticanus y el Codex
Sinaíticus, sobre las cuales se establecen muchas de las diferencias del texto Griego de Westcott-Hort.
Y tampoco toca las numerosas faltas de palabras, frases, y pasajes en el Codex Vaticanus. Y tampoco
toca las numerosas ‘correcciones’ y cambios hechos por 20 o 30 escribas, durante un periodo de medio
milenio, dentro del Codex Sinaíticus.
Carson enfatiza que no se ha descubierto ningún tipo de texto Bizantino, que se pueda fechar antes del
año 350 d.C. Nosotros estamos seguros que él no cree que haya tenido origen antes de esa fecha; debe
haber provenido de alguna parte. También hay muy pocos textos Occidentales y Alejandrinos anterio-
res a esa fecha, y para los próximos tres o cuatro siglos, hay pocos textos Bizantinos, que sean conoci-
dos hoy. ¿Por qué no reconocer que puede haber algunos textos Bizantinos anteriores que están espe-
rando ser descubiertos? Con seguridad no hemos encontrado todo lo que está escondido en algún lugar
remoto, o en alguna área arqueológica, y que tiene que ser descubierto.
Carson hace con que la mayoría de los argumentos que invalidan los textos Bizantinos, sean anteriores
al año 350 d.C. podemos sugerir una probabilidad. Carson correctamente señala que después del cuarto
siglo, el Griego casi desapareció como un idioma hablado (o leído) en el Imperio Romano Occidental.
Por lo tanto, sería lógico asumir que con la Vulgata Latina de Jerónimo dominando las instituciones
educacionales, es esta traducción la que sería copiada una y otra vez por los copistas. Así, los manuscri-
tos Griegos en el Occidente, desaparecieron todos. Teniendo esta realidad, demostrada por los pocos
manuscritos Griegos descubiertos en Occidente, en periodos posteriores de la historia, lógicamente es-
peraríamos que los eruditos Occidentales estarían más dispuestos a preservar las copias andrajosas y
rasgadas del Nuevo Testamento Griego anterior, ya que la preparación de nuevas copias habían queda-
do en suspenso. Además, ya que la Vulgata Latina se convirtió en la Escritura normal del Occidente,
las copias más antiguas de los manuscritos Griegos allí mantenidas, muy probablemente era poco pro-
bable que las leyeran, y así fuesen destruidas por el uso constante. Sin embargo, en el Imperio Romano
Oriental, la situación era totalmente diferente. Durante medio milenio después del cuarto siglo, el Grie-
go continuó siendo un idioma fuertemente activo. Así, los manuscritos Griegos del Nuevo Testamento
continuaron siendo copiados en gran número en el Oriente. Podemos asumir lógicamente, con la gran
cantidad disponible de manuscritos en el Oriente, tal como es atestado por la cantidad que han sido re-
cuperados, que esas andrajosas y rasgadas copias de los manuscritos sería mucho más probable que
fuesen descartadas y destruidas. También su uso constante asegurarían su rápida destrucción.

51
Ver el capítulo 17, Catolicismo Sutil.
Pág. 84

Carson afirma que los padres de la iglesia primitiva citaron de los textos Alejandrinos de Occidente en
sus escritos, en vez de hacerlo de los Bizantinos. Nosotros señalamos que eso padres de la iglesia resi-
dían en el imperio Occidental, no en el Oriental. Además, existe una creciente evidencia ahora que el
texto Bizantino fue muy frecuentemente usado en los escritos del periodo anti-Nicénico (antes del 340).
Esta evidencia es muy extraordinaria, ya que casi todos estos hombres residían en el Occidente. Un
descubrimiento así, es una poderosa evidencia para la validez del texto Bizantino.
Otra gran preocupación expresada sobre el último siglo, es la evidencia del compromiso Anglo-
Católico de Wescott y Hort. Esta posición es confirmada en sus propios escritos, y conduce natural-
mente a sospechas de los motivos por detrás de la traducción de la Versión Revisada, la cual es la pre-
cursora de virtualmente casi todas las traducciones Inglesas modernas, y no pocas en otros idiomas.
Los fieles Protestantes están poco conformados con las declaraciones informadas de la aversión de
Wescott y Hort para con la KJV. Sorprendentemente, Carson no toca este asunto.
También estamos desilusionados que Carson no compare seriamente la exacta equivalencia, la equiva-
lencia dinámica de los versículos, en las traducciones. Nosotros presumimos que él no cree en la KJV,
o en cualquier otra traducción que use equivalencias exactas, porque él dice que debiera ser obvio que
hasta cierto punto, cualquier traducción, de cualquier parte del espectro, estaba necesariamente envuel-
ta una y otra vez con el asunto de encontrar el ‘equivalente dinámico’. En la perspectiva desde la cual
él estaba escribiendo, su declaración es verdadera; pero no toca el asunto principal. El idioma Hebreo
ha sido juzgado como siendo uno de los idiomas más ‘concretos’ del mundo, y aun los escritores del
Nuevo Testamento, aun cuando escribieron en Griego, estaban escribiendo con la predisposición men-
tal de los Hebreos. Por lo tanto, muchas frases Hebreas tenían que ser traducidas de lo concreto a lo
abstracto. Así, los traductores de la KJV trataron de darle el significado exacto de los idiomas origina-
les de maneras bastante diferentes de las libertades asumidas por la mayoría de los traductores moder-
nos, en el nombre de la ‘equivalencia dinámica’.
En un intento de desacreditar la KJV, el libro de Carson no alcanza su objetivo. Él usa una evidencia
selectiva, ignora las preguntas difíciles, falla en darle peso a explicaciones substanciales de hechos
comprobados, y no provee una base sana para su preferencia de la NIV.

Capítulo 29: La Versión Revisada.-

En la segunda mitad del siglo XIX, estridentes movimientos se colocaron en marcha en Inglaterra que-
riendo efectuar una revisión de la KJV. Como la Versión Revisada se convirtió en virtualmente el mo-
delo para todas las traducciones modernas, vale la pena investigar esto.
Mientras la KJV fue traducida en un ambiente de profunda dedicación a Dios y a Su verdad, y un abo-
rrecimiento de la apostasía propuesta por la Iglesia Católica Romana, la motivación de los traductores
de la Versión Revisada fue totalmente diferente. En sus inagotables esfuerzos para restaurar la primacía
de la fe papal en Inglaterra, a través de sus instituciones educacionales, los Jesuitas no pasaron por alto
la institución que personificaba la excelencia de la educación Inglesa: la Universidad de Oxford. En
verdad, el Dr. Desanctis afirmó que había

“más Jesuitas [en Inglaterra] que en Italia”. Desanctis, El Papado y los Jesuitas en Roma, página 128,
citado en Walsh, Historia Secreta del Movimiento de Oxford, página 33.

Como el Dr. Desanctis había desempeñado el cargo de profesor de Teología en Roma y había sido
Censor Teológico oficial de la Inquisición y él mismo era miembro de la orden Jesuita, antes de con-
vertirse al Protestantismo, podemos darle crédito a su informe. En realidad, el mismo autor afirmó:

“Hay Jesuitas en todos los tipos de sociedades: en el Parlamento, entre el clero Inglés, entre los laicos
Protestantes, y aun en las más altas esferas”. Ibíd.
Pág. 85

Tan exitosa fue esta infiltración Jesuita, que a mediados del siglo XIX, toda la historia eclesiástica de
Gran Bretaña fue revisada. En su interesante obra, el historiador J. A. Froude, relató sus propias expe-
riencias durante este periodo en la Universidad de Oxford:

“En mi primera etapa en la Universidad, los fuegos controversiales comenzaron a soplar… Yo había
aprendido, al igual que otros hijos Protestantes, que el papa era el Anticristo, y que Gregorio VII había
tenido una revelación especial sobre eso. Ahora se me enseñaba que Gregorio VII fue un santo. Se me
había enseñado que honrara a los Reformadores. La Reforma se convirtió en un gran cisma, Cranmer
era un traidor, y Latimer un vulgar vociferador. Milton era un nombre de horror”. J. A. Froude, Estu-
dios Cortos Sobre Grandes Asuntos, páginas 161 y 167, citado en B. G. Wilkinson, Nuestra Biblia Au-
torizada Vindicada, página 123.

Como Sir Thomas Cranmer, arzobispo de Canterbury, y Hugh Latimer fueron martirizados debido a su
oposición a la fe Católica Romana y Milton fue uno de los grandes poetas Protestantes, esta alteración
en la percepción histórica por parte de la Universidad de Oxford, era un asunto de no menor importan-
cia. En términos de creencia, este cambio significaba que mientras en 1833 los Anglicanos en Inglate-
rra creían que la Reforma era la obra de Dios, que el papa era el anticristo, y que la celebración de la
misa era satánico, y apenas medio siglo después los Anglicanos vieron que la Reforma era vista como
rebelión y el papa como el verdadero sucesor de los apóstoles, mientras muchos participaban en los
servicios de la misa.
Precisamente cien años antes de nuestro nacimiento, comenzó el movimiento de Oxford. J. H. Newman
fue el líder fundador de este movimiento. Newman había entrado a la Universidad de Oxford como un
cristiano evangélico, pero la influencia Jesuita ya era tan fuerte, que sus profesores, especialmente
Hawkins, el preboste del Colegio Oriel en Oxford, estaban enseñando que la Biblia tiene que ser inter-
pretada a la luz de la tradición. Newman se graduó en la Universidad de Oxford con su Bachillerato en
Artes, y en 1823 fue elegido miembro del Colegio Oriel. Como miembro del Colegio Oriel, Newman
cayó bajo la influencia de numerosas personas que pretendían pertenecer a la Iglesia de Inglaterra, pero
poseyendo una fuerte posición anti-Protestante y anti-Evangélica.
En 1833 Newman hizo un tour por Europa, haciendo de Roma su principal destino. Mientras estuvo
allí, le envió un mensaje al papa pidiéndole detalles de los términos bajo los cuales la Iglesia de Ingla-
terra pudo ser aceptada por la Iglesia de Roma. La respuesta que él recibió fue que la Iglesia de Inglate-
rra tiene que aceptar los descubrimientos del Concilio de Trento. Ese Concilio, que había sido llamado
para contener la diseminación del Protestantismo, había elevado la tradición y había ideado planes para
destruir la influencia de la Reforma Protestante. Fue mientras volvía de barco de Roma, que Newman
escribió estas palabras:

“Guíame, cariñosa Luz, entre las tinieblas circundantes,


¡Guíame!
La noche es oscura y estoy lejos de mi hogar;
¡Guíame!
Mantiene mis pies; no te pido ver
la distante escena;
Un solo paso es suficiente para mí.

Cuando uno entiende las circunstancias en las cuales Newman, que posteriormente profesó la fe Católi-
ca, y que fue promovido al rango de cardenal sin siquiera haber sido consagrado como obispo, mucho
menos como arzobispo, eso reduce nuestra apreciación de este himno.
Después de su retorno, Newman comenzó el movimiento de Oxford. Este movimiento no fue concien-
temente organizado en 1833. Pero Newman escribió una serie de tratados, tal como lo hicieron otros, y
Pág. 86

brevemente fue formada la Asociación de Amigos de la Iglesia. Esta sociedad secreta formó el podero-
so ímpetu del movimiento de Oxford. El pensamiento de Newman se expresó muy bien en 1841 cuan-
do escribió:

“Solamente a través de la iglesia Británica puede usted actuar la nación Inglesa. Deseo, desde luego,
nuestra Iglesia debiera ser consolidada, con y a través y en su comunión, por su amor, y por vuestro
amor, y por amor de la unidad”. Newman, Apología, página 225, citado en Ibíd., página 129.

Como esta carta fue dirigida a un Católico Romano, su intención no puede ser malinterpretada. El pen-
samiento de estos miembros peligrosos de la Iglesia de Inglaterra se pervirtió tanto, que describieron al
Protestantismo como el anticristo. Uno de los asociados de Newman en el movimiento de Oxford, F.
W. Faber, escribió:

“El Protestantismo está pereciendo: lo que es bueno en esto es por la misericordia de Dios que se reúne
en los almacenamientos de Roma… Toda mi vida, si Dios lo permite, será la de una cruzada contra la
detestable y diabólica herejía del Protestantismo”. G. E. Borden, La Vida de S. W. Faber, página 192,
citado en Ibíd.

Newman dio la fecha del 14 de Julio de 1833, como siendo la fecha del comienzo del movimiento de
Oxford. Tal vez no tenga ninguna importancia, pero esa fecha era el 44º aniversario de la toma de Bas-
tilla en París, el evento que activó la Revolución Francesa. El movimiento de Oxford comenzó una re-
volución de otro tipo, una no más honorable.
Faber hizo una visita a Roma en 1843. allí él visitó la iglesia de Saint John Lateran el jueves anterior a
la Pascua. Este informe indica cuán consumido fue por el Catolicismo, a pesar de aun ser miembro de
la Iglesia de Inglaterra.

“Llegué cerca del altar, dentro de la Guardia Suiza, y cuando el Papa Gregorio descendió de su trono, y
se arrodilló a los pies del altar, y todos nosotros nos arrodillamos con él, fue la escena más tocante que
jamás haya visto… Aquel anciano de blanco, postrado delante del Cuerpo levantado del Señor, y el se-
pulcral silencio – Oh, ¡que vista era aquella!… Al salir de Saint John por la gran puerta occidental, la
inmensa plaza estaba llena de gente… y a pesar del sol de mediodía, descubrí mi cabeza y me arrodillé
con las personas, y recibí con alegría la bendición del Santo Padre hasta que él cayó de vuelta en su
trono y fuese llevado de vuelta”. Bowden, La Vida de S. W. Faber, página 193, citado en Ibíd., página
131.

En Octubre de 1850, ocurrió un evento muy significativo en Inglaterra. Por primera vez desde la Re-
forma, fue creada una jerarquía Católica Romana con el Cardenal Wiseman escogido como primate de
Inglaterra y arzobispo de Westminster. Además, fueron establecidos otros doce obispados (diócesis).
Aun había suficiente sentimiento Protestante en Inglaterra, para una explosión de ira, el cual sacudió
las ciudades de Inglaterra. El grito salió de villas, pueblos y ciudades: “¡No al papado!”. En la ciudad
de Salisbury, en el condado de Wiltshire, donde está la famosa catedral de Salisbury, efigies del papa,
del Cardenal Wiseman, y de los doce obispos fueron quemadas en protesta.
Sin embargo, a pesar de toda esta evidencia de sentimiento anti-Católico, el continuo entrenamiento de
los sacerdotes Anglicanos (que es la Iglesia de Inglaterra) en el Anglo-Catolicismo, tuvo sus indudables
efectos. Se produjeron dramáticos cambios en la fe Anglicana. Es sobre este asunto que todos los Pro-
testantes tienen que ser advertidos, porque cien años más tarde, precisamente es mismo método está
siendo usado para debilitar la fe de todos los cristianos. Los jóvenes pastores que están siendo entrena-
dos hoy en muchos colegios y seminarios, ellos aprenden doctrinas más cercanas a las creencias del
Pág. 87

Catolicismo que las del Protestantismo, resultando en un rápido declinio en la fe y principios dentro del
Protestantismo.
Fue en 1870, en esta atmósfera Anglo-Católica, dominada por clérigos influenciados por el movimiento
de Oxford y con el deseo de unirse con Roma, que la comunión de Sur de la Iglesia de Inglaterra deci-
dió revisar la KJV. Es vital para aquellos que han sido seducidos en usar las nuevas traducciones de las
Escrituras como sus Biblias básicas, entender los textos fundamentales sobre los cuales esas Escrituras
han sido preparadas, y el propósito con el cual han sido diseñadas. Fue en estas circunstancias que dos
profesores de teología, aparentando ser miembros de la Iglesia de Inglaterra, dominaron la revisión co-
menzada en 1870. Estos hombres fueron los Drs. Brook Foss Wescott y Fenton John Anthony Hort.
Westcott posteriormente se convirtió en obispo de Durham, el cuarto obispo más importante de la Igle-
sia Anglicana en Inglaterra. Que estos hombres estaban totalmente influenciados por el movimiento de
Oxford y que eran más católicos que Anglicanos en su manera de pensar, puede ser fácilmente demos-
trado a través de sus escritos. Cuando se graduó con su Bachillerato en Artes en 1847, Westcott temía
que tuviese que aceptar los 39 artículos de fe de la Iglesia Anglicana, porque él ya no creía más en
ellos. Ambos hombres creían grandemente en la adoración de María. Tal como lo hemos observado an-
teriormente, el Profesor Hort escribió en una ocasión:

“He sido persuadido durante muchos años que la adoración de María y Jesús, tienen mucho en común
en sus causas y resultados”. Vida de Hort, Vol. II, citado en Ibíd., página 152.

Interesantemente esta carta fue dirigida a Westcott. Westcott en otra ocasión, tal como hemos visto,
contó cómo se arrodilló durante un considerable periodo de tiempo frente a la estatua de María.

“Después de dejar el monasterio, condujimos nuestro curso a un pequeño oratorio que descubrimos en
la cúspide de una colina cercana… Felizmente, encontramos la puerta abierta. Es muy pequeño, con un
lugar para arrodillarse; y detrás de una pantalla estaba la “Pieta” del tamaño de la vida [esto es, una es-
tatua de María y del Cristo muerto]… Si hubiera estado solo, me podría haber arrodillado allí durante
horas”. Carta escrita por Westcott a su novia en 1847, registrada en Vida de Westcott, Vol. I, página
81, citado en Ibíd.

Así, los doctores Westcott y Hort estaban ambos preparados y motivados para influenciar el comité de
traducción hacia la utilización de los manuscritos corruptos Occidentales del Nuevo Testamento pro-
movido por la Iglesia Católica Romana y los Jesuitas en su esfuerzo a desestabilizar el Protestantismo.

Antes del comienzo de la revisión, Westcott y Hort se coludieron para producir alteraciones consisten-
tes con los deseos Católicos Romanos. Escribiéndole el 28 de Mayo de 1870, a Hort, Westcott declaró:

“Su nota llegó junto con la de Ellicot esta mañana… Aun cuando pienso que la Convocación [la Con-
vocación del Sur de la Iglesia de Inglaterra] no es competente para iniciar una medida así [la revisión
de la Biblia], pero como siento que ‘nosotros tres’ estamos juntos, sería errado no ‘hacer lo mejor’, co-
mo dice Lightfoot… existe alguna esperanza que lecturas alternativas puedan encontrar un lugar en el
margen”. Vida de Westcott, Vol. I, página 390, citado en Ibíd., página 159.

Veremos que las ambiciones de Westcott eran inferiores a la completa revisión de las Escrituras en este
punto. Sin embargo, él iba a encontrar, juntamente con Hort, la oportunidad de una total capitulación a
los manuscritos Católicos Romanos a medida que la traducción progresaba.
El 1 de Julio de 1870, Westcott le escribió a Hort diciéndole:
Pág. 88

“La Revisión como un todo me sorprendió con perspectivas de esperanza. Le sugerí a Ellicott un plan
de tabulación y circulación de enmiendas antes de nuestra reunión, la cual al final probó ser de valor”.
Vida de Westcott, Vol. I, página 391, citado en Ibíd.

Tal vez la carta del Dr. Hort, a uno de sus amigos, el Dr. Rowland Williams, expuso el mayor testimo-
nio para el astuto deseo de estos traductores:

“Los errores y prejuicios, los cuales concordamos en querer remover, pueden ser ciertamente más salu-
dablemente y más efectivamente alcanzados a través de esfuerzos individuales del tipo indirecto que a
través de un asalto abierto. Actualmente, muchos hombres muy ortodoxos pero racionales, están ac-
tuando en forma inconciente por influencias, las cuales a su debido tiempo van a dar buenos frutos, si
se le permite al proceso continuar adelante en forma quieta; y no puedo dejar de temer que una prema-
tura crisis haría retroceder a muchos al mero tradicionalismo”. Vida de Hort, Vol. I, página 400, citado
en Ibíd., página 160.

Así se puede ver que Hort estaba decidido a alcanzar, a través de la sutilidad y del artificio, lo que él no
iba a alcanzar abiertamente.
El anuncio que se estaba llevando a cabo una nueva traducción de las Escrituras fue recibido con mu-
cho escepticismo por parte de los cristianos devotos. El arzobispo Trench, el arzobispo de Canterbury,
reconoció este hecho. Aun cuando el comité de traductores solo estaba autorizado para alterar errores
comprobados y términos arcaicos de la KJV, sin embargo ellos pasaron a llevar completamente el
mandato y substituyeron los puros manuscritos Orientales por los manuscritos Griegos corrompidos
Occidentales. Hasta el presidente del Comité Revisor del Nuevo Testamento, un ardiente partidario de
la revisión, el Obispo Ellicot, fue constreñido a admitir:

“Hasta los editores críticos de la estampa de Tischendorf aparentemente no adquirieron ni siquiera un


conocimiento rudimentario de varias de las versiones principales que ellos citaron conspicuamente. Ni,
tampoco, en muchas instancias, ellos habían positivamente representado mal las mismas lecturas que
habían seguido, y habían permitido el ser mal guiados por traducciones latinas, las cuales, tal como lo
va a testificar mi observación, a menudo son tristes, y hasta perversamente incorrectas”. Dr. Bissell,
Origen de la Biblia, página 357, citado en Ibíd., página 163.

Esta relativa ignorancia de los manuscritos tiene que ser contrastada con el conocimiento fundamental
de los traductores de la KJV, los cuales tradujeron esa versión en un tiempo cuando la erudición del
Griego y del Hebreo estaba en su cenit.
Muchos Protestantes que ahora son influenciados a usar las nuevas versiones de las Escrituras, tienen
que parar, y tienen que entender toda la base sobre la cual estas traducciones han sido preparadas. Si
queremos seguir traducciones que son favorables a la doctrina católica, entonces podemos continuar es-
tudiando en la NIV, la RSV, la BJ, la NEV, la TEV, y otras tantas versiones modernas que están llenas
de faltas. Ahora no es tiempo para escuchar a nuestros profesores de colegios sobre este asunto. Casi
sin excepción, hasta los más conservadores, están usando versiones como la RSV, inconcientes de que
al hacerlo están levantando la Biblia tan preciosa para los Católicos Romanos. Ellos se están preparan-
do a sí mismo y a los laicos, para aquel día, que luego viene, cuando el Catolicismo va a perseguir a
aquellos que se rehúsen a seguir sus malos dictados. Apelamos a nuestros líderes de iglesia a estudiar
cuidadosamente este asunto; a guiar en el levantamiento de las maravillosas Escrituras preparadas por
los traductores de la KJV. Ahora no es tiempo para debilitar la fe de nuestro pueblo, de ninguna mane-
ra, y nosotros, como ministros del evangelio, tenemos que advertir sobre los enormes peligros para la fe
y la práctica inherente en el uso común de estas versiones llenas de faltas.
Pág. 89

Al parecer muchos no saben que las traducciones llevadas a cabo en el tiempo de la Reforma, fueron
llevadas a cabo bajo la guía del Espíritu Santo. Eso no puede ser dicho de la Versión Revisada, donde
hombres que estaban deliberadamente destruyendo la fe Protestante, eran los portavoces jefes de los
traductores.

Capítulo 30: Un Nuevo Testamento Mutilado.-

Pocos lectores de la Palabra de Dios poseen alguna noción de las diferencias entre los manuscritos
Griegos, en los cuales se basan la mayoría de las versiones modernas de las Escrituras, y aquellos usa-
dos en la traducción de la KJV. Que los dos manuscritos, el Codex Sinaíticus y el Codex Vaticanus,
contienen no solo alteraciones deliberadas, sino que también son el producto de copistas extremada-
mente descuidados, no puede negarse. Pero son estos dos manuscritos defectuosos, a los cuales se les
ha dado más importancia por parte de los traductores recientes de las Escrituras. Cuando la NIV decla-
ra, con referencia a Mar. 16:9-20, que

“[Los dos manuscritos más antiguos y más confiables no poseen Mar. 16:9-20]. NIV, 1978.

[Los manuscritos más antiguos y confiables y otros testimonios antiguos, no poseen Mar. 16:9-20].
NIV, 1984.

ellos no mencionaron que cientos de manuscritos cuidadosamente copiados sí contienen esas palabras,
y que el Codex Vaticanus, deja un espacio muy claro para estos versículos, indicando una descuidada
omisión.
No solo el Codex Sinaíticus y el Codex Vaticanus están llenos de omisiones descuidadas y muchos
errores de ortografía, sino que también incluyen aquellos libros espurios como los Apócrifos, Bel y el
Dragón, y la Epístola de Barnabás.
El Dr. Dobbin ha estimado un total de 2.556 palabras o cláusulas omitidas solo en el Nuevo Testamen-
to del Codex Vaticanus52. No todas estas omisiones se reflejan en las traducciones modernas. Por
ejemplo, el libro del Apocalipsis está totalmente omitido del Codex Vaticanus, pero ha sido preservado
en las nuevas traducciones.
Sin embargo, numerosas omisiones están reflejadas en las nuevas traducciones 53. La edición de los Ge-
deones de la NIV se había propuesto cubrir estas desagraciadas omisiones insertando traducciones de
otros textos, usando paréntesis cuadrados para indicar que no pertenecían a los manuscritos originales.
Examinemos algunas de las grandes verdades que han sido totalmente omitidas de la NIV. Estas inclu-
yen:

“Porque el Hijo del hombre vino a salvar lo que se había perdido”. Mat. 18:11.

Este bello pasaje se hubiera perdido para el pueblo de Dios, si las versiones basadas sobre estos manus-
critos corruptos hubiesen sido aceptadas54. Así también habría sucedido con la fuerte denuncia de Cris-
to contra la mezquindad para con los necesitados55.

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas, y por pretexto
hacéis largas oraciones. Por eso llevaréis mayor condenación”. Mat. 23:14.

52
Scrivener, Vol. 1, página 120.
53
Ver Apéndices A y B.
54
Un texto similar aparece en Luc. 19:10.
55
También citado en Mar. 12:40; Luc. 20:47. Sin embargo, la omisión de Mateo reduce la compatibilidad de los evangelios.
Pág. 90

Tal vez una iglesia que exige penitencias y ofrendas por los muertos de las pobres viudas, no podría to-
lerar ese testimonio tan directo.
Examinemos otra omisión de la NIV.

“Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos perdonará vuestras
ofensas”. Mar. 11:26.

Esta enfática verdad, de las propias palabras de Jesús, había sido borrada. Tal vez se adecua a la Iglesia
Romana, ya que el pasaje no concuerda con la doctrina Católica Romana, de que los sacerdotes poseen
el derecho a perdonar pecados. Los Católicos Romanos aun niegan que sea Dios directamente el que
perdona nuestros pecados.

“No hay perdón ‘directamente de Dios’, dice el papa”. Encabezado, Los Angeles Times, 12 de Diciem-
bre de 1984.

Marcos trató de enfatizar el cumplimiento de la profecía de Cristo cuando, después de describir la cru-
cifixión de Cristo entre dos ladrones, él citó Isa. 53:12. Esta importante afirmación del cumplimiento
profético, no encuentra ningún lugar en el texto de la NIV.

“Así se cumplió la Escritura: ‘Con los inicuos fue contado’”. Mar. 15:28.

Una parte de la historia de la sanación del hombre enfermo en el estanque de Betesda es omitida (Juan
5:4). La afirmación de la creencia en Jesús por el eunuco Etíope (Hechos 8:37) es borrada, al igual que
la queja de los líderes Judíos, que el capitán Lisias, rescató a Pablo de sus manos (Hechos 24:7). Estos
son apenas algunos pocos ejemplos de los versículos enteros que han sido borrados de las Escrituras.
Solamente en un caso la NIV ha tratado de cubrir la pérdida de las Escrituras, dividiendo un versículo
en dos, para preservar la correcta numeración de los versículos. Esta versión omite 1 Juan 5:7, pero di-
vide el versículo 8 en dos para así poder proveer el versículo 7. En todos los demás casos, el versículo
es totalmente omitido y se puede encontrar solo como una observación al pie de la página, indicando
que no es una porción verdadera de las Escrituras.
Además, no menos de 180 frases y cláusulas, muchas de ellas significativas, están faltando en la NIV.
Pídale a alguien que repita la oración del Señor, tal como aparece en esta versión de las Escrituras. Si
fuese capaz de hacerlo, lo cual es dudoso, usted observará que lo siguiente no parece en el texto:

“Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén”. Mat. 6:13.

Una vez más, el impacto del cumplimiento profético de Cristo no aparece en esta versión moderna. Ci-
tando la profecía de David del Salmo 22:18, Mateo afirma:

“Después de crucificarlo, los soldados se repartieron sus vestidos, echando suertes en cumplimiento de
lo que dijo el profeta: ‘Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes’”. Mat. 27:35.

Pero la NIV omite este hecho.


De acuerdo con esta versión, cuando Cristo fue tentado por el diablo, Lucas no registró las palabras de
Cristo:

“Vete de mí, Satanás”. Luc. 4:8.


Pág. 91

En ocasiones, estas omisiones han sido usadas con efectos eficaces para destruir la verdad de la Biblia.
Aquellos que minimizan el significado del término en Cristo, como si solo significara una afirmación
vacía de creencia, se alegran en citar el siguiente versículo:

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Rom. 8:1, NIV.

Estudiantes diligentes de la Biblia reconocerán que ha sido omitida una cláusula explicativa vital en la
conclusión de este versículo:

“Los que no andan según la carne, sino según el Espíritu”. Rom. 8:1, KJV.

Además, este texto coloca un aspecto totalmente diferente sobre el entendimiento que uno obtiene de
los versículos precedentes de Romanos 7.
De acuerdo con la NIV, el siguiente consejo a un obispo no se encuentra en las Escrituras.

“No codicioso de ganancias deshonestas”. 1 Tim. 3:3.

La historia de la codicia del papado puede proveer una razón para esta omisión. Ni tampoco se encuen-
tra en la NIV, la siguiente afirmación de Cristo:

“Yo Soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo”. Apoc. 1:11.

En la gran declaración de las victorias obtenidas sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre,
la victoria ‘sobre su marca’ (Apoc. 15:2) no es mencionada.
Esto sirve simplemente como unos pocos ejemplos de la masiva destrucción de las Escrituras en las
versiones modernas. El estudiante ávido de la Palabra puede estudiar más, leyendo el Apéndice B.
Por alguna razón curiosa el nombre del Señor es omitido en 173 ocasiones. Jesús es borrado en 38,
Cristo en 43, Señor en 35, Dios en 31, y otros nombres en 26 ocasiones.
Tal vez más asombrosas son las 229 instancias donde diferencias en el significado han sido expresadas
sin ninguna omisión. Compare los siguientes textos como ejemplos:

“Y Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Mat. 19:17, KJV.


“¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Le respondió Jesús”. Mat. 19:17, NIV.

“Y él enviará a Jesucristo, el cual te fue predicado de antemano”. Hechos 3:20, KJV.


“Y él pueda enviar al Cristo, el cual te ha sido señalado, el Jesús”. Hechos 3:20, NIV.

“Así, el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor”. 1 Cor. 7:38,
KJV.
“Así entonces, el que se casa con la virgen hace bien, pero el que no se casa con la virgen hace aun me-
jor”. 1 Cor. 7:38, NIV.

“Tampoco puede una fuente dar agua salada y agua dulce”. Santiago 3:12, KJV.
“Tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce”. Santiago 3:12, NIV.

“Y reservar a los injustos para el castigo del día del juicio”. 2 Pedro 2:9, KJV.
“Y sostener al injusto para el día del juicio, mientras continúa su castigo”. 2 Pedro 2:9, NIV.

“Y contemplé y escuché un ángel volando por el medio del cielo”. Apoc. 8:13, KJV.
Pág. 92

“Mientras observaba, escuché un águila que estaba volando en medio del aire gritar a gran voz”. Apoc.
8:13, NIV.

“¡Benditos los que guardan sus Mandamientos, para que tengan derecho al árbol de la vida, y entren
por las puertas en la ciudad!”. Apoc. 22:14, KJV.
“¡Benditos los que lavan sus ropas, para que tengan el derecho al árbol de la vida y para que puedan en-
trar por las puertas en la ciudad!”. Apoc. 22:14, NIV.

“He aquí, fui formado en iniquidad; y en pecado me concibió mi madre”. Salmo 51:5, KJV.
“Ciertamente he sido un pecador desde el nacimiento, pecador desde el tiempo en que mi madre me
concibió”. Salmo 51:5, NIV (1978).
“Ciertamente era pecaminoso en el nacimiento, pecaminoso desde el tiempo en que mi madre me con-
cibió”. Salmo 51:5, NIV (1984).

Estas desviaciones en las traducciones muestran un calculado esfuerzo para insinuar la doctrina Católi-
ca Romana del pecado original en las Escrituras.

“¿Que el impío es reservado para el día de la destrucción? Ellos van a ser traídos para el día de la ira”.
Job 21:30, KJV.
“Que el hombre malo va a ser reservado (escatimado) para el día de la calamidad, que él es liberado del
día de la ira”. Job 21:30, NIV.

En este capítulo, solo hemos presentado el asunto de la mutilación de las Escrituras. Las miles de alte-
raciones no pueden ser totalmente documentadas en este libro. Pero el pueblo de Dios tiene que estar
conciente de que la destrucción y la alteración masiva de la preciosa Palabra de Dios les ha sido enca-
jada a los cristianos bajo el disfraz del uso del moderno idioma Inglés. El uso deseable del Inglés con-
temporáneo no se debe conseguir al incalculable costo de la pureza de la Biblia.

Capítulo 31: El Escenario de la Versión Estándar Revisada.-

A veces es iluminador analizar las circunstancias que rodean la publicación de un libro, porque revela
el propósito de su presentación. En 1954, el Consejo Mundial de Iglesias realizó su gran convención en
el suburbio de Evanston, en Chicago. En aquella convención había cinco lemas en evidencia. Estos le-
mas, que incluían referencias a la RSV, que en aquel tiempo acababa de ser publicada, nos dice mucho
del espíritu de esa versión56.

1.- No nos llamen un concilio de denominaciones, porque nacimos para destruir a las denominaciones.
2.- Intentamos llevar a cabo la obra misionera extranjera de todas las denominaciones.
3.- Nos proponemos usar esta nueva RSV, la cual es nuestro hijo, para que sea nuestra constitución y
nuestra bomba atómica para traer a todas las demás Biblias en armonía con ella.
4.- Vamos a construir planos de largo alcance para un mundo mayor y mejor.
5.- Solo queda un servicio divino – uno que jamás ha sido concebido en tiempo alguno - levantar a la
raza humana en reverencia hacia Dios. Ese es el sacrificio de la Misa.

Estos lemas son una gran revelación y merecen un análisis más cercano. Cada uno a su manera está
amenazando con humillar a las almas que quieren evitar la intolerancia religiosa y la coerción de los

56
Informado en una carta a amigos escrita el 21 de Septiembre de 1954, por el Dr. B. G. Wilkinson, el cual asistió a las
reuniones de Evanston.
Pág. 93

años pasados. Lo primero obligaría a todos los cristianos a hacer parte de una única iglesia mundial; el
segundo impediría la plena diseminación del evangelio; el tercero encajaría una Escritura con falta so-
bre todos los cristianos; el cuarto implica en interferencia religiosa en la esfera política, introduciendo
así una peligrosa brecha en la separación de iglesia y estado, el principio que le ha dado libertad a la
humanidad; y el quinto destruiría totalmente los mismos fundamentos del Protestantismo, colocándo-
nos de vuelta en la tiranía y la blasfemia de la Misa. En generaciones pasadas, miles sufrieron el marti-
rio antes que ceder a esas prácticas.
Ese es el nada prometedor escenario que rodeó la presentación de la RSV. No se puede negar que fue
producido para apoyar la causa del ecumenismo y los deseos no santificados del Concilio Mundial de
Iglesias. Por lo tanto, no es mera coincidencia que el uso de la RSV y traducciones afines hayan sido
acompañadas por una confusión de la distinción entre Protestantismo y Catolicismo. Vivimos en una
era donde el Arzobispo Anglicano de Canterbury se siente libre para llamar a una Iglesia Cristiana
guiada por el papa57; eruditos en la Iglesia Bautista del Sur afirman que comparten un Señor, una fe y
un bautismo con los Católicos Romanos58; y Luteranos encuentran que pueden unirse con los Católicos
Romanos en puntos comunes59. Pero en todas estas iglesias hay hombres y mujeres fieles que no van a
ceder en su fe, ni van a comprometer su doctrina. No están cegados por la actual propaganda ecuméni-
ca ni tampoco son ignorantes de la historia religiosa. Pero las Escrituras nos han predicho claramente el
día, que nosotros creemos que es inminente, cuando todos, menos los elegidos de Dios, van a aceptar
una vez más el dominio papal.

“Y la adorarán todos los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida
del Cordero que fue muerto desde la creación del mundo”. Apoc. 13:8.

Esta profecía, desde luego, recibió un cumplimiento limitado en Europa, durante la Edad Media. Pero
aquí se nos predice un retorno mundial a las decadentes condiciones prevalecientes en Europa cuando
el papado controló el destino de todo un continente. Esa historia debiera ser leída nuevamente, porque
el Concilio Mundial de Iglesias está comprometido a volver a esas condiciones. Y fue un instrumento
para conseguir ese tipo de situación, que la RSV fue preparada. Claramente, fue diseñada para que sea
la única fuente de testimonio escriturístico en la era moderna, de una manera similar a la supremacía de
la Vulgata Latina en la era anterior. Como fue basada en manuscritos corruptos similares a aquellos
usados por Jerónimo en su preparación de la Vulgata Latina, la analogía es muy cercana.
Así como la era de la Vulgata Latina condujo al virtual abandono del estudio de la Biblia y a la acepta-
ción de la voz de la iglesia en su lugar, como si fuese la autoritaria Palabra de Dios, así podemos dis-
cernir una gran desviación del estudio de las Escrituras y una tendencia hacia un acatamiento de la fali-
ble palabra del hombre.
Mencionamos que los lemas de 1954 del Concilio Mundial de Iglesias poseían un sabor tiránico. Tam-
bién observamos que esa actitud contribuyó para el dominio de otra versión corrupta de las Escrituras,
la Vulgata Latina. No debiéramos, por lo tanto, sorprendernos en aprender que el camino de retorno a
Roma va a conllevar a persecuciones de los que no se conforman con esa situación, de la misma mane-
ra en que eso sucedió en el pasado, porque Dios ha declarado, refiriéndose al tiempo en que todos los
no convertidos van a adorar al papado, que

“Y se le permitió combatir a los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu y
pueblo, lengua y nación”. Apoc. 13:7.

57
Singapur Straits Times, 3 de Octubre de 1989.
58
Williamson Daily News, 26 de Agosto de 1989.
59
Minneapolis Star Tribune.
Pág. 94

Una vez más, esta profecía se cumplió parcialmente en el continente de Europa durante el gobierno
medieval del papado, pero aun mira hacia un día venidero, donde esa persecución será mundial y va a
llegar hasta los lugares más remotos de la tierra.
La misma persecución aparece en Apocalipsis 17.

“Pelearán contra el Cordero”. Apoc. 17:14.

Pero en este pasaje de las Escrituras, es revelado el triunfo de Dios.

“Pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados, elegidos y fieles”. Apoc. 17:14.

Agradecemos a Dios por esta promesa del triunfo final de nuestro Dios, Su pueblo y Su Palabra.
Si alguien quiere seguir el camino de retorno a Roma, y desea privarse de su derecho dotado por Dios
de seguir la fe de su convicción personal, y no quiere libertad en la obra misionera extranjera, y no se
importa si las Escrituras están corrompidas, y desea una unión de iglesia y estado, y quiere participar
alegremente en la celebración de la Misa, entonces ciertamente la RSV está perfectamente diseñada pa-
ra satisfacer sus deseos.
Pero para los hombres y mujeres sinceros de corazón, que desean esa libertad en el Señor, que quieren
testimoniar adonde quiera que los guíe el Espíritu Santo, que desean fervientemente estudiar solo las
palabras no adulteradas de las Escrituras, que sostienen el principio de la separación de iglesia y estado
como un bastión contra la violación de la conciencia de los hombres, y que humildemente participan de
los simples emblemas del cuerpo quebrantado de Cristo y de Su sangre derramada, no pervertida por la
fantasía sacerdotal de su habilidad de crear el mismo cuerpo y la misma sangre de Jesucristo, la RSV
no encontrará ningún lugar en sus corazones, ni será aceptada como siendo la autoritativa Palabra de
Dios.

Capítulo 32: La Nueva Versión Estándar Revisada.-

Esta versión fue publicada en 1989, 39 años después de la publicación de la RSV original. G. W. y D.
E. Anderson han concluido:

“Como con la mayoría de las traducciones modernas, en el deseo de los eruditos de mejorar las traduc-
ciones anteriores, el resultado final produce más problemas que los que soluciona. Esto es muy verda-
dero en la NRSV. Aun cuando es más fácil de leer que la NASV60, y que es más exacta que la NIV61,
aun así se queda corta con respecto a lo que hace que una traducción sea grande, duradera, y que honre
a Dios. Por lo tanto no podemos recomendar esta traducción para aquellas personas cristianas que
desean entender la Palabra de Dios”. G. W. y D. E. Anderson, “La Nueva Versión Estándar Revisada”,
Registro Trimestral de la Sociedad Bíblica Trinitaria, Enero-Marzo de 1991, página 21.

Esta traducción ha seguido la manía actual de los traductores, que tratan de eliminar el lenguaje ‘sexo-
lógico’. Al parecer les es difícil a los hombres y mujeres de hoy, comprender la naturaleza del idioma
Inglés. Muchos no entienden que algunas palabras ‘masculinas’ dependan del contexto para su signifi-
cado. En algunos contextos ellas son exclusivas en su referencia para con aquellas del sexo masculino.
En otros contextos las palabras se refieren a todos los seres humanos, sin hacer alguna referencia al se-
xo. No hay nada degradante ni para los hombres ni para las mujeres en este arreglo lingüístico. Muchas

60
Nueva Versión Estándar Americana.
61
Nueva Versión Internacional.
Pág. 95

otras palabras Inglesas poseen más de un significado, y no causan ninguna ofensa. Tomemos la palabra
casa como un ejemplo. Manifiestamente significa una estructura inanimada en el contexto: ‘Él constru-
yó una casa de ladrillos’. Pero en el contexto: ‘La Reina Elizabeth II pertenece a la Casa de Windsor’,
la misma palabra se refiere a su familia. Pero nadie afirma que eso degrade la humanidad de la familia
de la Reina, al usar una palabra que también se usa para un objeto inanimado. Todos aceptamos que el
contexto puede alterar marcadamente el significado de muchas palabras. No escuchamos ninguna pro-
testa por parte de los hombres cuando el pronombre ella es usado en relación a un país o barco.
Tiene que ser entendido que así como el idioma Inglés, el Griego tampoco posee un pronombre singu-
lar común que incluya ambos sexos, y el Hebreo es más deficiente aun en este respecto, porque no po-
see un pronombre neutro. Así, cuando pronombres ‘sexistas’ son traducidos de esta nueva manera, no
solo estamos violentando el idioma Inglés con ningún buen propósito, sino que también lo estamos ha-
ciendo con el Griego. Tal como lo han manifestado los Anderson:

“El mayor problema con el lenguaje de género de la NRSV, sin embargo, es que eso no se encuentra en
los manuscritos originales. El hecho que las palabras que Dios inspiró sean orientadas hacia lo mascu-
lino, no lo podemos evitar; ni tampoco la idea que, si no hubiese sido por el movimiento femenino de la
década de 1970 y el deseo resultante de las mujeres de abandonar la posición que Dios les dio en la vi-
da, no habría argumento para un lenguaje con género inclusivo en las Escrituras. Surge la pregunta:
¿Tiene que ser cambiada la Palabra de Dios para adaptarse a la cultura? Si así es, ¿hasta adónde van a
llegar esos cambios?”. Ibíd., página 17.

Pero a pesar de la lógica de este punto de vista, se ha declarado con referencia a esta nueva traducción:

“El lenguaje orientado hacia lo masculino debiera ser eliminado, ya que esto puede ser hecho sin alterar
pasajes que reflejan la situación histórica de la antigua cultura patriarcal”. Bruce Metzger, La Nueva
Versión Estándar Revisada, página viii.

Así, la declaración citada por Cristo del Pentateuco ha sido alterada:

“El hombre no vive sólo de pan”. Deut. 8:3, KJV.

“Uno no vive solo de pan”. Deut. 8:3, NRSV.

El impacto de las palabras de Cristo cuando se le pidió que juzgara entre un hombre y su hermano, es
innecesariamente debilitado. Cuando Jesús respondió, colocó la pregunta:

“Hombre, ¿quién me puso por juez o partidor sobre vosotros?”. Luc. 12:14, KJV.

La NRSV substituye la palabra hombre, por amigo. Pero claramente Cristo se estaba dirigiendo a un
hombre y no había ninguna lógica para alterar este claro sentido. Ciertamente los hombres aun pueden
ser llamados de hombre.
En el Antiguo Testamento, los traductores han seguido un curso peligroso. Muchos estudiantes de la
Palabra de Dios están concientes que en la ortografía de algunas palabras hebreas, se utilizan solo con-
sonantes. Este hecho le ha dado cabida a ciertas dificultades. A modo de ilustración, examinemos esa
técnica ortográfica, si la usamos en Inglés. Si escribimos una palabra como ct, puede igualmente refe-
rirse a cat62, cot63 o cut64. Desde luego, habiendo práctica, no habría casi ninguna dificultad, porque el

62
Gato.
63
Catre.
Pág. 96

contexto haría con que el significado fuese evidente. En la sentencia: “I ct my hair”65, nadie entendería
mal que ct se refiere a cortar. Similarmente, la sentencia: “The mother placed her baby in its ct”66,
tampoco tendría ninguna dificultad.
Pero existen dificultades ocasionales ciando el contexto no es suficiente. Ilustramos: “My ht was des-
troyed”67. ¿Se refiere ht a sombrero (hat) o a choza (hut)? El contexto no provee una clara respuesta.
Debido a esta razón, los Masoretas, entre los siglos sexto y octavo, pasaron de generación en genera-
ción, a través de la lectura oral de los rollos de las Escrituras en las sinagogas, la escritura correcta. Es-
tas son aceptadas como muy exactas. Pero los traductores de la NRSV han adoptado una política en la
cual

“los signos que representaban las vocales, y que fueron adicionados por los Masoretas, son aceptados
en los casos principales, pero donde puede obtenerse una lectura más probable y convincente, asumien-
do vocales diferentes, esto se ha efectuado. No se ha colocado ninguna observación en esos casos, por-
que los puntos que representan las vocales son menos antiguos y menos confiables que las consonan-
tes”. Bruce Metzger, op. cit., página viii.

Hasta algunas de las consonantes han sido cambiadas.

“Alejamientos del texto de consonantes de los mejores manuscritos han sido hechos, solo donde parece
claro que se han cometido errores al copiar, antes que el texto fuese estandarizado”. Ibíd.

Ejemplos de este tipo de alteraciones se pueden ver en Gén. 21:9, donde Ismael se burla de Isaac, es
cambiado por jugar con él; y en 2 Sam. 18:27, donde David registra la matanza de 200 Filisteos, se
cambió por 100.
Un asunto de mayor preocupación es el uso de declaraciones apócrifas dentro del texto del canon de las
Escrituras. Eso ocurre en el libro de Esdras, y en una instancia en el libro de Nehemías, donde son in-
cluidas lecturas del primer libro de Esdras de los Apócrifos. Así, tomando como base 1 Esdras 9:2, Es-
dras 10:6 es alterado:

“Y cuando llegó allí”. Esdras 10:6, KJV.


“Donde pasó la noche”. Esdras 10:6, NRSV.

Y en Esdras 2:70 es añadido:

“Vivieron en Jerusalén y su vecindad”. Esdras 2:70, NRSV.

Tomando como base las palabras de 1 Esdras 5:46. Así, a través de medios sutiles, los libros no canó-
nicos de los Apócrifos, están ingresando en las santas Escrituras.
Tal vez lo peor de las nuevas versiones, es que algunos cambios se han efectuado solamente sobre con-
jeturas de los traductores, sin el apoyo de ningún ejemplo de alguna evidencia en algún manuscrito.

“Ocasionalmente es evidente que el texto ha sufrido en la transmisión y que ninguna de las versiones
provee una restauración satisfactoria. Aquí solo podemos seguir el mejor juicio de eruditos competen-
tes, en cuanto a la más probable reconstrucción del texto original”. Ibíd.
Sobre esta base, la eternidad de Cristo – de eterna – es alterada para
64
Cortar.
65
Yo corto mi pelo.
66
La madre colocó a su bebé en su catre.
67
Mi ‘sombrero’ fue destruido. Nota del Traductor: Supuestamente se está refiriendo al ‘sombrero’.
Pág. 97

“desde los días antiguos”. Miq. 5:2, NRSV.

Juntamente con otras interferencias no comprobadas en la santa Palabra.


Vamos a añadir algo más, relacionado con el Nuevo Testamento, porque la NRSV sigue la mayoría de
los errores básicos ya citados, relacionados con otras traducciones modernas. Es suficiente decir que los
Católicos Romanos, los Ortodoxos Orientales, y los eruditos Judíos, fueron incluidos con los traducto-
res Protestantes, en la obra de traducción. Que ellos hayan producido un resultado tan lleno de faltas,
no debe causarnos sorpresa.
Ni tampoco es sorpresa que la traducción del Nuevo Testamento esté basada sobre el texto Griego de
las Sociedades Bíblicas Unidas, Tercera edición Corregida. En América Latina, hay una traducción ba-
sada sobre este texto, que la Iglesia Católica Romana ve como conteniendo la nueva corriente del avan-
ce Protestante68.
Así se ha producido una nueva traducción que poco sirve a la fe cristiana y que es aclamada por la ma-
yoría de las religiones apóstatas. No puede ser recomendada para los estudiantes serios de la Biblia.

Capítulo 33: La Nueva Biblia Inglesa.-

La porción del Nuevo Testamento de la NEB69 fue elaborada en 1961 y la Biblia completa en 1970.
Esta traducción fue concebida en 1946 cuando la Asamblea General de la Iglesia de Escocia emitió un
memorando afirmando que tanto la KJV como la Versión Revisada contenían palabras y frases arcaicas
y que se hacía necesaria una nueva traducción usando el idioma Inglés contemporáneo, expresando de
una forma más fiel el Griego.
Los traductores eran representantes de la Sociedad Bíblica Británica y de Extranjeros, de la Sociedad
Bíblica Nacional y de todas las mayores denominaciones Protestantes de Inglaterra.
Tal como estamos acostumbrados a esperar, los traductores del Nuevo Testamento escogieron los ma-
nuscritos corruptos en vez de escoger el Textus Receptus, como el texto Griego básico para su traduc-
ción. Los traductores también escogieron incluir los Apócrifos en su traducción, añadiendo así escritos
no canónicos a la santa Palabra de Dios. El director general del proyecto, escogido en 1947, fue el Dr.
C. H. Dodd, el cual fue sucedido en 1965 por el Profesor Sir Godfrey Driver.

Aun cuando esta nueva traducción fue grandemente aclamada, su popularidad entre los cristianos ha si-
do menor que la RSV y que la NIV. Tal vez esto represente más las técnicas de comercialización en los
Estados Unidos y el mayor interés en el estudio escriturístico aquí, comparado con Gran Bretaña, en
vez de representar una inferioridad de traducción.
Algunos han sentido que los traductores han utilizado palabras indecorosas en su traducción. Esas pa-
labras tales como relaciones (Mat. 1:25; Rom. 1:26); pecho (Mat. 21:16); prostitutas (Mat. 21:31-32;
Santiago 2:25); embarazada (Luc. 2:6; Apoc. 12:2), perversión (Rom. 1:27; 1 Cor. 6:9); homosexual (1
Cor. 6:10) son consideradas como siendo demasiado explícitas. Estos términos, que antes eran total-
mente inaceptables, son usados hoy en conversaciones consideradas muy pulidas. Sin embargo, en su
revisión de la NEB, la Sociedad Bíblica Trinitaria sugiere que el uso de esos términos la convertiría en
inadecuada para su uso en las Escuelas Dominicales, clases de Biblia, y en las asociaciones de jóvenes.
Nosotros no compartimos este punto de vista. Los términos son mucho más delicados que los usados
por los jóvenes no convertidos. Además, ellos representan claridad en relación con las palabras origina-
les Griegas. En una era donde los “secretos” de la concepción y el conocimiento de la perversión sexual

68
Ver el capítulo 24, titulado Las Sociedades Bíblicas.
69
Nueva Biblia Inglesa.
Pág. 98

solo están velados solo de los infantes, el uso de dichas palabras no debiera pesar contra esta versión de
la Biblia.
Sin embargo, además del defecto inherente a la elección de los manuscritos Griegos defectuosos, exis-
ten varios otros asuntos que nos llaman la atención.
Esta versión incluye varias expresiones familiares desafortunadas, las cuales tienden a rebajar la santi-
dad de las Escrituras para el lector. Algunos ejemplos, con su contrapartida en la KJV son citados a
continuación:

“¡Hemos sudado todo el día bajo el sol caliente!”. Mat. 20:12, NEB.
“Hemos soportado la carga y el calor del día”. Mat. 20:12, KJV.
“Dígale que venga y me de una mano”. Luc. 10:40, NEB.
“Pídale por lo tanto que me ayude”. Luc. 10:40, KJV.
“Él comenzó a verse apretado”. Luc. 15:14, NEB.
“Comenzó a faltarle”. Luc. 15:14, KJV.
“¡Esto es más de lo que podemos aguantar!”. Juan 6:60, NEB.
“Dura es esta palabra”. Juan 6:60, KJV.
“Lancemos suertes”. Juan 19:24, NEB.
“Echemos suertes”. Juan 19:24, KJV.
“Esto los tocó en lo más íntimo”. Hechos 7:54, NEB.
“Se les partía el corazón”. Hechos 7:54, KJV.
“Estás loca”. Hechos 12:15, NEB.
“Eres una insensata”. Hechos 12:15, KJV.
“Cuando se enteraron”. Hechos 14:6, NEB.
“Habiéndolo sabido”. Hechos 14:6, KJV.
“No viví a costa de nadie”. 2 Cor. 11:9, NEB.
“A ningún hombre fui carga”. 2 Cor. 11:9, KJV.
“… hurgador de dinero…”. 1 Tim. 3:8, NEB.
“… codicioso de ganancias deshonestas…”. 1 Tim. 3:8, KJV.
“Todos me dejaron plantado”. 2 Tim. 4:16, NEB.
“Todos me abandonaron”. 2 Tim. 4:16, KJV.
“… romperlas a pedazos…”. Apoc. 2:27, NEB.
“… quebrarlas hasta astillas…”. Apoc. 2:27, KJV.

Fuera de bajar la calidad de las Escrituras, ninguna de estas expresiones familiares es más clara que lo
que coloca la KJV.
Increíble, aun cuando uno de los objetivos principales de la NEB era producir una versión que evitara
las palabras poco conocidas o arcaicas, en varias ocasiones los traductores seleccionaron palabras me-
nos conocidas que las que eligieron los traductores de la KJV. A seguir mostramos una selección de
esas instancias.

KJV NEB
Éxo. 34:13 Bosquecillos Postes sagrados
Cantares de Salomón 2:1 Rosa de Sarón Asfodel
Cantares de Salomón 3:9 Carro de batalla Palanquín
Isa. 13:21 Bestia salvaje Marmotas
Isa. 28:25 Centeno Espelta (una especie de trigo)
Pág. 99

Isa. 30:32 Tumultuosa batalla Tumultuoso sistro70


Dan. 3:2 Príncipes Sátrapas
Nahum 2:5 Defensa Mantelete71
Luc. 3:15 En expectación En las puntillas de la expectación
Juan 8:41 Nacido de fornicación Bajo, despreciable
1 Cor. 5:9 Fornicadores Juergistas
1 Tim. 1:2 Propio hijo Verdadero hijo nacido
1 Tim. 1:11 (No hay equivalente) Felicidad eterna
Heb. 1:14 Ministradores Subordinados
Heb. 3:5 Siervo Servidor
Apoc. 18:16 Cubierta Acicalada

Al parecer los traductores menospreciaron el hecho que expresiones en la Versión Autorizada habían
enriquecido el idioma Inglés y que se habían convertido en parte del vocabulario diario y del entendi-
miento diario. Si ellos hubiesen apreciado este beneficio, no habrían alterado “sepulcros blanqueados”
por “tumbas cubiertas con enjalbegar”, o “perlas a los cerdos” por “perlas a los chanchos”. Ni las pala-
bras de Pablo “espina en la carne” (2 Cor. 12:7) se habrían convertido en “un agudo dolor en mi cuer-
po”.
Otras expresiones de singular belleza han perdido mucho con la nueva traducción. Entre ellas está su
don inefable (2 Cor. 9:15), traducido como su don más allá de las palabras. Además, la ley real (San-
tiago 2:8) ha sido perfectamente bien traducido como la ley soberana, pero ha perdido su impacto, de-
bido a una falta de familiaridad y no le añade un nuevo entendimiento o claridad a este pasaje.
Mientras la NEB ha corregido el gran error de la KJV que usa el término Easter en vez de Passover72
en hechos 12:4 (un raro ejemplo de desviación de los traductores de la KJV con respecto a su política
de exacta equivalencia en la traducción), los traductores de la NEB, increíblemente han traducido Pen-
tecostés en 1 Cor. 16:8 como Fiesta del Espíritu Santo, para conformarse con el término Anglicano y
Católico de celebración del Pentecostés. Esta palabra (Whitsuntide), al igual que el término Easter,
conduce al lector de vuelta a los orígenes paganos de estas fiestas, las cuales después fueron cristiani-
zadas.
Otro ejemplo de la peligrosa política de equivalencia dinámica en traducciones, es el uso de viernes pa-
ra día de la preparación en Luc. 23:54, y domingo por primer día de la semana en Luc. 24:1 y también
en Mat. 28:1, Mar. 16:2 y Juan 20:1. Desde luego, que nadie puede discutir que el primer día de la se-
mana ahora es designado como domingo por todas las personas de habla Inglesa. Pero el remover el
equivalente exacto de esta traducción de los eventos de la historia de la resurrección, puede conducir a
que las futuras generaciones pierdan todo el conocimiento del hecho, que Jesús fue resucitado en el
primer día de la semana. Este asunto es importante, ya que aun hay cristianos que creen adorando en
domingo, están adorando en el séptimo día de la semana, tal como está especificado en el Decálogo. En
verdad, nuestra propia abuela estaba bajo esta ilusión antes de que se le presentara la verdad del Sába-
do. La designación del domingo como siendo el séptimo día de la semana, contrario a las Escrituras, es-
tá recibiendo apoyo por parte de las líneas aéreas, las cuales colocan el domingo como siendo el sépti-
mo día, y cada vez más calendarios y diarios están siguiendo esta práctica. Es de interés que en diciem-
bre de 1990, en Hanoi, a Russell se le presentó un diario Vietnamita para 1991, mientras asistía a una
conferencia del Ministerio del Trabajo Vietnamita. Este diario indicaba el domingo como el séptimo
día de la semana.

70
Nota del Traductor: Instrumento músico a manera de matraca que usaban los antiguos egipcios en las ceremonias del cul-
to de Isis.
71
Nota del Traductor: Parapeto portátil cubierto para que sirva de defensa a los minadores.
72
Nota del Traductor: Ambos términos son traducidos como Pascua al Español.
Pág. 100

Otro error monumental de traducción, sin duda muy satisfactorio para los Católicos Romanos, declara:

“Tú eres Pedro, la Roca; y en esta roca voy a construir mi iglesia”. Mat. 16:18, NEB.
“Tú te llamarás Cefas (esto es, Pedro, la Roca)”. Juan 1:42, NEB.

Esas traducciones disminuyen a nuestro Señor, el único que es la Roca sobre la cual le fe cristiana está
fundada. La KJV declara correctamente:

“Tú te llamarás Cefas, la cual es por interpretación, una roca”. Juan 1:42, KJV.

Nuevamente, la Iglesia Católica Romana, fue beneficiada por otra traducción. Podemos comparar el
versículo con la traducción de la KJV.

“Un día, mientras estaban ministrando al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: ‘Apartadme a Ber-
nabé y a Saulo para la obra a la cual los he llamado’”. Hechos 13:2, KJV.

“Mientras estaban guardando un ayuno y le ofrecían adoración al Señor, el Espíritu Santo dijo: ‘Colo-
quen a Bernabé y a Saulo aparte para mí, para hacer la obra a la cual los he llamado’”. Hechos 13:2,
NEB.

Aquí ilustramos nuevamente uno de aquellos sutiles Catolicismos. A primera vista parece no haber na-
da perverso en la lectura de la NEB. Sin embargo, la Iglesia Católica Romana jamás ha colocado la pa-
labra “ofrecían” por el término “ministrando”, tal como aparece en la KJV. Este término, ellos han de-
clarado, verifica que los discípulos celebraban la Misa. En verdad, aun cuando la evidencia para esta
afirmación es patéticamente débil, no le presta ningún servicio a la verdad para apoyar la afirmación
con una traducción defectuosa. Es significativo registrar que algunas versiones en idioma extranjero
preparadas por Católicos Romanos, sustituyen la palabra sacrificio por ofrenda, añadiéndole así una
fuerza indebida a la afirmación Católica. Se pueden ver ejemplos en la Biblia en Portugués de Pereira
(Católica Romana) y en el Nuevo Testamento de Bordeaux.
A veces uno se pregunta si alteraciones innecesarias son hechas en las nuevas traducciones, no tanto
para proveer un texto más claro y más moderno, sino que para impresionar a los cristianos con la vali-
dez de la necesidad de aun otra traducción. Comparemos unos pocos pasajes del Antiguo Testamento
que sugieren ese motivo trivial.

“A los que te maldigan, execraré”. Gén. 12:3, NEB.


“Y maldeciré a los que te maldigan”. Gén. 12:3, KJV.
“Inaugurando un sacerdocio hereditario”. Éxo. 40:15, NEB.
“Ungiéndolo… un sacerdocio eterno”. Éxo. 40:15, KJV.
Salmo 108:10. “Inexpugnable” (NEB). “Fuerte” (KJV).
Salmo 139:12. “Luminosa” (NEB). “Brillante” (KJV).
“Convoca el discernimiento a tu ayuda e invoca entendimiento”. Prov. 2:3, NEB.
“Si clamas por conocimiento y levantas tu voz por entendimiento”. Prov. 2:3, KJV.
“No emules al hombre injusto”. Prov. 3:31, NEB.
“No envidies al opresor”. Prov. 3:31, KJV.
Prov. 10:18. “Fluente en calumnias” (NEB). “El que pronuncia una difamación”. (KJV).
“Puede disimular su enemistad con disimulación”. Prov. 26:26, NEB.
“Cuyo odio está cubierto por el engaño”. Prov. 26:26, KJV.
“Los besos de un enemigo son pérfidos”. Prov. 27:6, NEB.
“Los besos de un enemigo son engañosos”. Prov. 27:6, KJV.
Pág. 101

Isa. 32:2. “Arroyuelo” (NEB). “Ríos” (KJV).


Joel 2:3. “Vanguardia… retaguardia” (NEB). “Delante… detrás”. (KJV).
Abdías 5. “Vendimiadores” (NEB). “Recolectores de uvas” (KJV).

Muchos lectores van a concluir que en los ejemplos citados arriba, los pasajes no son más claros en la
NEB, ni tampoco los cambios son necesarios. A menudo se hace mucho pretendiendo un fácil enten-
dimiento en las traducciones modernas, aun cuando es verdad que en algunos pasajes sí proveen lectu-
ras más claras.
En el capítulo titulado La Biblia Inglesa Revisada, son analizadas las desviaciones de la traducción del
Antiguo Testamento en la NEB del Texto Hebreo Masorético. Los traductores admitieron que a veces
no pudieron aceptar el Texto Masorético. Por lo tanto, declararon que a veces usaron

“la corrección más probable del texto, donde el Hebreo y las versiones antiguas no pueden ser convin-
centemente traducidas, tal como están”. NEB, Introducción, página 16.

Este procedimiento ciertamente es muy peligroso, y parece ser parecido a los esfuerzos en Alejandría
en el primer periodo de la era cristiana para “mejorar” el texto griego del Nuevo Testamento. Es espe-
cialmente peligroso cuando se reconoce que no menos de 1.100 de estas conjeturas fueron introducidas
en la traducción del Antiguo Testamento. Además, dentro de estas conjeturas, 136 versículos fueron
vueltos a arreglar y fueron colocados en diferentes posiciones. Algunos ejemplos de este procedimiento
son listados a continuación.

Job 4:21 fue movido a Job 5:4.


Job 41:1-6 fue colocado después de Job 39:30.
El Salmo 113:9 (una porción) fue movido al Salmo 114:1.
Isa. 5:24-25 fue colocado después de Isa. 10:4.
Isa. 41:6-7 fue colocado después de Isa. 40:20.
Isa. 52:14 fue colocado después de Isa. 53:2.
Zacarías 3 y 4 fueron vueltos a arreglar así: 4:1, 2, 3, 11; 3:1-10; 4:4-10.
Zac. 13:7-9 fue colocado después de Zac. 11:17.

Tal como lo señala la Sociedad Bíblica Trinitaria:

“El arreglo conjetural del texto va a ser más bien confuso para cualquiera que trate de seguir una lectu-
ra pública con otra versión en sus manos”. NEB, 1961-1970, página 14.

También destaca las dificultades encontradas por los usuarios de diversas traducciones tratando de
memorizar las Escrituras. Estas transferencias ciertamente van a confundir a esas personas. También va
a hacer imposible que se efectúen lecturas públicas o responsivas de estos pasajes, si se usan traduccio-
nes alternativas.
No es de sorprendernos que recientes tendencias en las traducciones bíblicas coloquen mayor credibili-
dad en la veracidad del Texto Masorético, un texto que concuerda extraordinariamente con los Rollos
del mar Muerto. Así, en la REB73 muchas de las conjeturas74 colocadas en el original de la NEB, fueron
eliminadas.
Tal vez, sea pertinente una palabra concluyente de la Sociedad Bíblica Trinitaria sobre la NEB.
73
La Biblia Inglesa Revisada.
74
Observaciones adicionales de los Editores: En la NEB, “Cuando José fue llevado a Egipto, fue comprado por Potifar, uno
de los eunucos del Faraón… llegó el tiempo cuando la esposa de su maestro puso sus ojos sobre él (Gén. 39:1, 7). Esta apa-
rente discrepancia, la esposa de un eunuco, fue eliminada en la REB.
Pág. 102

“Nuestra convicción es que si algo ha quedado oculto en la aproximación de la verdad por las alegadas
‘barreras del idioma’, probablemente más va a quedar oculto en su comprensión de la verdad, debido a
las numerosas y serias deficiencias de la nueva traducción”. Ibíd., página 8.

Capítulo 34: La Biblia Inglesa Revisada.-

En 1989 las prensas de Oxford y Cambridge publicaron la REB, una revisión de la NEB, la cual fue
publicada por primera vez en 1970.
La publicación de esta Biblia posee varias implicaciones significativas. Que fuese necesaria una revi-
sión a meros 19 años de la publicación de la NEB, es en sí mismo sorprendente. Una cosa es cierta: en
ese periodo no ha habido ningún cambio significativo en el idioma Inglés, que haga necesaria la revi-
sión para eliminar palabras arcaicas. En verdad, es difícil disipar la sospecha que la plétora de traduc-
ciones de la Biblia publicadas en años recientes, esté motivada más por consideraciones comerciales
que por el deseo de traer la preciosa Palabra de Dios a los corazones de los hombres. ¡Cuán diferente es
la actitud moderna hacia la Palabra de Dios de aquella de los dedicados cristianos que tradujeron la
KJV! Repetimos sus motivos:

“Pero entre todas nuestras alegrías, no hubo ninguna que llenara más nuestros corazones que la bendita
continuidad de la predicación de la sagrada Palabra de Dios entre nosotros; el cual es ese inestimable
tesoro que sobrepasa todas las riquezas de la tierra; porque el fruto del mismo se extiende por sí mismo,
no solo en el tiempo ocupado en este mundo transitorio, sino que se dirige a los hombres, a esa eterna
felicidad que está en los cielos”. Prefacio, KJV.

Al igual que con varias traducciones nuevas, los eruditos empleados en la preparación de la REB, in-
cluyó a Católicos Romanos. Su fe en la Palabra de Dios está seriamente comprometida por su convic-
ción de que la tradición de la iglesia y los pronunciamientos papales suplantan los preceptos de las Es-
crituras. Apenas podemos anticipar la traducción llena del Espíritu de estos hombres engañados.
Además, la REB, cuya traducción fue dirigida por el Profesor W. E. McHardy, profesor emérito de He-
breo de la Universidad de Oxford, ha tenido el “beneficio” de fuentes seculares, porque

“McHardy llamó a poetas, novelistas, y hasta tipistas para proveer consejo sobre legibilidad”. Time, 9
de Octubre de 1989.

Esos contribuyentes, aun cuando estén confinados a las expresiones de opinión sobre legibilidad, casi
no se puede esperar que añadan algo a la exactitud y santidad de la tarea.
Al igual que la NEB, la REB está basada sobre los manuscritos Griegos corruptos del Nuevo Testa-
mento, dándole así a la traducción una nueva desventaja desde su propio comienzo.
Al igual que con varias traducciones modernas, la REB contiene muchos pasajes donde la “traducción”
ignora completamente el original, para que sirva como base para los traductores. Este procedimiento es
muy peligroso, porque le da licencia a contradecir la preciosa Palabra de Dios. Se puede ver en los ton-
tos esfuerzos para remover las palabras “sexistas” de la nueva traducción. Proveemos dos ejemplos:

“Ningún hombre tiene mayor amor que éste, que uno dé su vida por sus amigos”. Juan 15:13, KJV.
“… que alguien coloque su vida por sus amigos”. Juan 15:13, REB.

Hasta en los manuscritos corrompidos, la palabra griega usada en este versículo es hombre, no alguien.
Pero eso es típico del absurdo de querer eliminar las palabras “sexistas”, que los traductores aun se
sienten compelidos a usar el pronombre de género masculino su, dos veces en esta cláusula, negando
efectivamente el objetivo de la ministración del sustantivo de género masculino.
Pág. 103

Citamos un segundo ejemplo de este tipo de absurdo del Antiguo Testamento.

“¿Qué es el hombre para que estés atento a él?”. Salmo 8:4, KJV.

Aquí el sustantivo Hebreo es hombre, tal como ha sido correctamente traducido arriba. Los traductores
de la REB escogieron ignorar la verdadera palabra Hebrea y sustituirla por dos de su propia invención,
pero una vez más fueron incapaces de eliminar el pronombre de género masculino.

“¿Qué es el frágil mortal, que tú estés atento a él?”. Salmo 8:4, REB.

Aun cuando esas libertades de traducción pueden parecer inconsecuentes a primera vista, el astuto es-
tudiante de la Palabra de Dios va a percibir que usurpa la libertad, las cual no va a quedar confinada a
la eliminación de los sustantivos “sexistas” al capricho del traductor, sino que también va a permitir li-
bertad para hacer alteraciones aun más serias a la santa Palabra de Dios, cuando el original no concuer-
da con la posición del traductor.
Sin embargo, no todo está lleno de defectos en esta nueva traducción. Pocos usuarios de la NEB reco-
nocen que

“Cuando fue compilada la NEB, se puso de moda entre algunos eruditos el alejarse del texto preserva-
do del Antiguo Testamento a favor de lecturas basadas en escritos no bíblicos”. Time, 9 de Octubre de
1989.

Felizmente, la REB ha revertido esta mala tendencia, porque

“desde entonces [desde la década de 1950 y 1960], nuevos manuscritos descubiertos le han otorgado
una nueva confianza al texto Masorético Hebreo tradicional”. Ibíd.

Es este Texto Masorético hebreo el que fue usado por los traductores de la KJV casi 400 años atrás.
Hoy muchos eruditos hacen falsas afirmaciones, las cuales influencian a los traductores. Ellos arrojan
dudas sobre la confiabilidad de los puros manuscritos. Estas afirmaciones de las plumas de renombra-
das “autoridades” han probado ser convincentes para muchos laicos. Pero lo que vemos ilustrado con
respecto al Texto Masorético del Antiguo Testamento es, creemos, igualmente verdadero del Textus
Receptus Griego del Nuevo Testamento.
En la década de 1950 muchos “expertos” pontificados, y sus puntos de vista fueron aceptados en tal
grado, que los traductores de la NEB, a veces, prefirieron confiar sobre escritos no bíblicos como si
fuesen de mayor autoridad que el Texto Masorético. Con el pasar del tiempo, el descubrimiento de ma-
yor evidencia, ha revelado la falacia de la conclusión de los “expertos”, hace apenas 20 años atrás. Los
lectores de la Palabra de Dios van a demostrar una auto-prudencia al ignorar las imaginativas afirma-
ciones de la gran mayoría de los eruditos de hoy de la Biblia, porque ellos han probado ser guías inse-
guros en el pasado.

Capítulo 35: La Nueva Biblia de Jerusalén.-

La Biblia de Jerusalén original fue publicada en 1966. Fue producida por eruditos Católicos Romanos.
Pero dentro de tres años la Iglesia Anglicana autorizó su uso para servicios dentro de la Iglesia de In-
glaterra. Esta fue

“la primera traducción Católica Romana a ser aprobada para el uso Anglicano desde la Reforma”. La
Nueva Biblia de Jerusalén, Artículo Nº 73 de la Sociedad Bíblica Trinitaria.
Pág. 104

La característica significativa de esta Biblia de Jerusalén original era que estaba llena de comentarios,
siendo que muchos de ellos estaban apoyados por la doctrina Católica Romana. La revisión conocida
como La Nueva Biblia de Jerusalén, publicada en 1985, redujo el número de observaciones Católicas
Romanas, pero no enfrentó la percepción de un revisor que afirmó no haber encontrado

“la eliminación de ninguna posición pro-Católica”. The Times, Londres, 4 de Octubre de 1985, citado
en Ibíd.

La nueva traducción además introdujo observaciones conforme a los conceptos de la alta crítica. Exa-
minemos algunas de estas observaciones, tal como fueron informadas por la Sociedad Bíblica Trinita-
ria.

“Mat. 8:28. Mientras Mateo se refiere a dos personas poseídas por demonios, y solo una aparece en
Marcos y Lucas, la NBJ comenta que ‘la duplicación de personas parece ser una característica del estilo
de Mateo’, con la implicación de que el detalle de la narrativa adicional de Mateo es simplemente el re-
sultado de la invención literaria”.

“Mat. 14:13up. En relación al registro separado de Mateo de la alimentación de los cinco mil y de los
cuatro mil, la NBJ observa que ‘esta duplicación, ciertamente muy antigua, presenta el mismo incidente
de acuerdo a dos diferentes tradiciones’. Una observación similar aparece en Luc. 9:10. la sugerencia
aquí es que el registro del evangelio de dos milagros separados no es histórico, y que Cristo realmente
nunca dijo las palabras que le son atribuidas en Mat. 16:9-10, refiriéndose a estos milagros como even-
tos separados”.

“Mat. 17:27. La NBJ comenta que ‘este encuentro milagroso de un objeto precioso en la boca de un
pez, el cual no es esencial para la epístola, posee varios paralelos en el folclore Judío y Griego’, impli-
cando que este evento realmente no ocurrió, sino que fue derivado de la leyenda popular”.

“Mat. 19:9. En relación a la enseñanza de Jesús sobre el divorcio, la NBJ sugiere que probablemente
‘uno de los últimos editores de Mateo’ añadió la cláusula especial (sobre la fornicación) en respuesta a
un problema rabínico, de tal manera que ‘en este caso tendríamos aquí una decisión eclesiástica de
aplicación temporaria y local’. La implicación aquí es que el registro de Mateo mezcla la enseñanza de
la iglesia terrenal con la enseñanza de Jesús, atribuyéndole a Jesús algunas palabras que Él no dijo”.

“Mat. 26:68. La NBJ comenta que ‘la edición de Mateo es torpe’, invitando a la conclusión de que la
presentación de Mateo de este registro fue imperfecto”.

“Mar. 2:27. En relación a la enseñanza de Jesús de que el sábado fue hecho para el hombre, y no el
hombre para el sábado, la NBJ declara que ‘este versículo, que falta en Mateo y en Lucas, pero que ha
sido añadido por Marcos, cuando el nuevo espíritu de cristianismo ya había reducido la importancia de
la obligación del sábado’, con la implicación que Jesús realmente no dijo las palabras que Marcos le
atribuye”.

“Luc. 1:46. Sobre el Magnificat, la NBJ observa que ‘Lucas debe haber encontrado este cántico en los
círculos de los ‘pobres’, donde tal vez le fue atribuido a las Hijas de Sión. Él encontró adecuado in-
cluirlo en su prosa narrativa y colocarlo en los labios de María’, sugiriendo así que María no usó las pa-
labras que Lucas le registra a ella como diciéndolas”.
Pág. 105

“Luc. 1:67. Sobre el Benedictus, la NBJ observa similarmente que ‘al igual que en el Magnificat, este
cántico es un poema que Lucas sacó de otra parte para colocarlos en los labios de Zacarías’, sugiriendo
que Zacarías no usó realmente estas palabras”.

“Luc. 2:29. Sobre el Nunc Dimittis, la NBJ ahora observa que ‘a diferencia del Magnificat y del Bene-
dictus, este cántico parece haber sido escrito por el propio Lucas, usando textos especiales de Isaías’,
implicando que el registro de Lucas sobre las palabras de Simeón fue simplemente ficticio”.

“Luc. 9:32. Con respecto a la Transfiguración, la NBJ sugiere que el ‘irresistible sueño de los discípu-
los, que solo ocurre en Lucas, se parece al del Getsemaní, el cual es más natural y del cual se puede ha-
ber derivado’, queriendo decir que esta parte del registro de Lucas de la Transfiguración no es históri-
co”.

“Luc. 22:63. Con relación a los detalles de los hombres que se burlaron de Jesús, la NBJ declara que
‘en todos estos puntos el registro de Lucas pudiera muy bien ser más histórico que los de Mateo y Mar-
cos’”.

“Hechos 1:19. La NBJ comenta que en este registro la manera de la muerte de Judas ‘se parece a la
muerte de muchos criminales de las leyendas del pueblo’, implicando que los detalles registrados en
hechos no son literalmente verdaderos”. Ibíd. 5-6.

Debe entenderse que Roma está bien servida arrojando dudas sobre las Escrituras, porque eso fortalece
su afirmación de que la fuente de la fe es ‘la verdadera iglesia’.
Que la NBJ falla en alejarse de todas las posiciones Católicas Romanas, puede ser fácilmente detecta-
do. En su observación sobre Mat. 16:19 la NBJ declara:

“Pedro tiene las llaves. Es su función, por lo tanto, abrir o cerrar a todos los que quieran entrar en el
reino del Cielo a través de la comunidad cristiana… De la casa de Dios, Pedro es el controlador… En
esa capacidad él tiene que ejercer el poder disciplinario de admitir o excluir a aquellos que él cree que
están adecuados; él también, en su administración de la comunidad, tomó decisiones doctrinales y jurí-
dicas. Los veredictos que él libera y los pronunciamientos que él hace van a ser ratificados por Dios en
el cielo. Los exegetas Católicos sostienen que estas perdurables promesas son buenas, no solo para el
mismo Pedro, sino que también los sucesores de Pedro. Esta inferencia, que no aparece explícitamente
en el texto, es considerada legítima”. Ibíd., página 7.

La Mariología Católica Romana es ampliamente apoyada en las observaciones de la Biblia. Por ejem-
plo, la NBJ, al comentar Juan 19:26-27, afirma que las palabras de Cristo al morir, en relación a su ma-
dre, fueron

“una declaración de que María, la nueva Eva, es la madre espiritual de todos los fieles”.

Esta afirmación también está apoyada en la observación de Juan 2:4. Esta observación afirma que Ma-
ría es

“la nueva Eva, ‘madre de los vivos’”.

Esta edición además afirmas que maría juega un importante rol en la salvación. En la observación rela-
cionada con Luc. 2:34, se declara que
Pág. 106

“Así como las verdaderas Hijas de Sión, María va a escuchar el triste destino de su raza. Con su Hijo,
ella va a estar al centro de esta contradicción, donde los pensamientos secretos van a quedar al descu-
bierto, a favor o contra Jesús”.

Se afirma la virginidad perpetua de María, lo cual es contrario a la evidencia bíblica. En la observación


de Mat. 1:25, la NBJ admite que la perpetua virginidad no es comprobada por este versículo, pero sin
embargo afirman que esta falsa doctrina es “asegurada por el resto del Evangelio y por la tradición de
la Iglesia”.
El texto en cuestión declara:

“Y no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito: y él le puso por nombre Jesús”. Mat. 1:25,
NBJ.

Las mismas palabras indican que la virginidad de María no fue mantenida después del nacimiento de
Jesús. La NBJ traduce mal este texto para evadir esta objeción ignorando toda la referencia a Jesús co-
mo su primogénito.

“Él no tuvo relaciones con ella cuando ella dio a luz”. Mat. 1:25, NBJ.

Cuando las Escrituras se refieren a los hermanos y hermanas de Jesús (Mat. 12:46-47, 13:55-56; Mar.
3:31-32, 6:3; Luc. 8:19-20; Juan 12:12, 7:3; Hechos 1:14; Gál. 1:19), la NBJ en algunas observaciones
disminuye la relación como si fuesen meramente la de primos.
Las observaciones también levantan la blasfemia de la Misa comentando Gén. 14:18, donde melquise-
dec ofreció pan y vino, y la observación relevante afirma que este acto es

“una imagen de la Eucaristía y hasta una prefigurización del sacrificio Eucarístico”.

En una observación sobre Mat. 19:12 que dice en la KJV

“Porque hay algunos eunucos, que nacieron así del vientre de su madre: y hay algunos eunucos que
fueron hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron a sí mismos eunucos por amor
al reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte”. Mat. 19:12, KJV.

Los editores de la NBJ concluyen, injustificadamente, que

“Cristo convida a una continencia perpetua como una expresión de total consagración al reino de
Dios”.

Este punto de vista levanta una falsa doctrina sobre el celibato sacerdotal.
En Diciembre de 1985, Russell y su esposa, Enid, observaron una audiencia papal en el vaticano. En la
conclusión, el papa Juan Pablo II otorgó una “absolución” por todos los pecados de todos los presentes
y aun hasta de los parientes de los que estaban presentes. Un sacrilegio así es asombroso. Pero este
dogma de absolución sacerdotal está implicado en la observación de Mat. 18:18, el cual declara:

“Uno de los poderes [de perdonar pecados] conferido a Pedro, es aquí conferido también a la comuni-
dad”.

Aun cuando esto es una modificación de la observación de la BJ original, la cual comenta,


Pág. 107

“Uno de los poderes conferidos a Pedro, es aquí conferido a los ministros de la Iglesia, a quienes este
discurso es dirigido primariamente”,

y aun remueve de Cristo el único derecho de absolver nuestros pecados y en la práctica le permite a los
sacerdotes usurpar el poder de Cristo.
El sacramento de la extremaunción, a través del cual las personas que están muriendo, la Iglesia Católi-
ca Romana les promete una remisión final de los pecados, es levantada en la observación relacionada
con Santiago 5:14, la cual declara que en el versículo

“la Iglesia ha visto la forma primitiva del sacramento de Ungir al Enfermo”75.

La dañina doctrina del purgatorio, la cual ha aterrorizado a muchos devotos Católicos Romanos y ha
enriquecido a su iglesia, cuando parientes desesperados se han sacrificado para que sus queridos sean
sacados del supuesto castigo del purgatorio a través de las Misas y de las ofrendas, también es levanta-
do en una observación, en este caso relacionada con 1 Cor. 3:15. Esta observación concede que

“El purgatorio no está directamente concebido aquí, pero este texto es uno en los que se basa la Iglesia
para efectuar esta doctrina explícita”.

Los Apócrifos son incluidos en esta Biblia Católica Romana, y la observación de 2 Macabeos 12:44-45
afirma que

“el texto expresa la convicción de que la oración y el sacrificio expiatorio son eficaces para la remisión
de pecados por los muertos”.

Y otra falsa doctrina es levantada, la del pecado original y su remoción por la cristiandad. En una ob-
servación sobre 1 Pedro 3:21, se afirma que

“el bautismo a través del cual una persona nace de nuevo, puede no tener límites en cuanto a su efica-
cia”.

La observación relacionada con Rom. 6:12 registra que

“el bautismo ha destruido el pecado humano”.

Se ha señalado que la NBJ contiene algunos errores doctrinales serios.

“Algunos errores de traducción en la NBJ poseen una importancia doctrinal definida. Un ejemplo se
encuentra en el trato del asunto de la tentación. En la oración del Señor, ‘no nos dejes caer en tenta-
ción’, se convierte en ‘no nos metas en la prueba’ (Mat. 6:13). En Mar. 14:39, ‘Velad y orad para que
no entréis en tentación’ se convierte en ‘Estad despiertos y orad para no entrar en la prueba’. Similar-
mente en Santiago 1:13, en la NBJ, se nos dice que Dios ‘no coloca a nadie en la prueba’. Pero en Gén.
22:1 se nos dice en la NBJ que ‘Dios colocó a Abraham en la prueba’, y en Santiago 1:2 que ‘la prueba
de vuestra fe produce perseverancia’. Las Escrituras enseñan que, aun cuando Dios no tienta a las per-
sonas, Él sí prueba su fe, y así es fortalecida la fe. Esta serie de malas traducciones puede conducir a las
personas a entender mal esta importante verdad, y los que usan la nueva forma de la oración del Señor

75
Que esto es una referencia al sacramento de la extremaunción es evidenciado en que la BJ original añadió que esta doctri-
na fue endosada por el Concilio de Trento, el cual verificó los siete sacramentos de la Iglesia Católica Romana.
Pág. 108

de la NBJ, se van a encontrar a sí mismos orando por algo que es contrario al propósito de Dios”. So-
ciedad Bíblica Trinitaria, Artículo Nº 73, “La Nueva Biblia de Jerusalén”, página 4.

Desde luego, no se requiere un énfasis para registrar que esta Biblia descansa sobre los manuscritos
Griegos corruptos. Por lo tanto no es una Biblia segura y esto la hace aun más peligrosa, debido al uso
liberal de las observaciones diseñadas para conducir al estudiante de la Palabra de Dios contra la ver-
dad.

Capítulo 36: El Nuevo Testamento Ampliado.-

Aun cuando los traductores del NTA parecen haber hecho un sincero esfuerzo para tratar su proyecto
con reverencia y respeto, ellos lo arruinaron desde el comienzo, al seleccionar el Texto Griego de
Westcott y Hort, como su texto básico.
Estamos asombrados tratando de entender la ceguera de traductores tras traductores, los cuales fallan
en percibir la inherente debilidad de cualquier traducción basada sobre el Codex Vaticanus y sobre el
Codex Sinaíticus. Al parecer la moda se ha convertido en un factor tan predeterminante en la selección
del manuscrito Griego básico, a ser usado por los traductores modernos, que conduce a estos traducto-
res más allá de lo razonable. Tal vez la presión de los pares se ha convertido en un factor decisivo. En
muchos círculos académicos, ya sean científicos, literarios, económicos, o teológicos, esos hechos jue-
gan un papel dominante. En este caso, se espera que el uso de la moda le va a dar la oportunidad de in-
sistir sobre la exactitud.
Así, cuando los traductores afirman que han permanecido fieles al original Griego, en verdad, esta
afirmación se comprueba que es una imposibilidad, debido a su elección de un manuscrito Griego de-
fectuoso.
Aun cuando el NTA incluye muchos de los pasajes omitidos de la mayoría de las traducciones moder-
nas, las coloca en itálicos. El lector es informado que las palabras colocadas en itálicos, son aquellas
que, aun cuando fueron consideradas antes como perteneciendo a las Escrituras, se ha descubierto a
través de recientes eruditos, que eran adiciones posteriores a la Palabra de Dios, no aprobadas por el
escritor del mensaje sagrado. Si el lector acepta ese punto de vista, va a ignorar, como si fueran sin va-
lor, todos los pasajes presentados en itálicos.
En el uso de los itálicos, los traductores del NTA, han adoptado un procedimiento similar al de otros
traductores, incluyendo algunos que tradujeron a idiomas diferentes al Inglés. Estos han colocado esos
pasajes que ellos niegan que hagan parte del Texto Sagrado, entre paréntesis.
Fuera de incluir muchos de los defectos inherentes a otras versiones modernas, los traductores alteran
las Escrituras de otras maneras. Citamos un ejemplo:

“Porque todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo”. Rom. 14:10, KJV.
“Porque todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios”. Rom. 14:10, NTA.

Esta traducción disminuye la autoridad de Cristo como Juez de este mundo, porque muchos lectores
van a interpretar “Dios” como queriendo decir en este pasaje “Dios el Padre”.
Nosotros cuestionamos el derecho de los autores para ampliar la Palabra de Dios. ¿Ese no es el deber
del Espíritu Santo y no de los hombres?

“Sin embargo, cuando él, el Espíritu de verdad, venga, él os guiará a toda la verdad”. Juan 16:13,
KJV.

Por otro lado, los traductores del NTA indicaron que en vez de preparar una traducción literal, ellos ha-
bían preparado una en que los significados ocultos, que ellos consideraron como estando por detrás de
Pág. 109

algunas palabras, debían aparecer. Nosotros creemos que es la prerrogativa del Espíritu Santo el ilumi-
nar las mentes de los sinceros estudiantes de la Palabra de Dios, si existen esos significados ocultos.
Tenemos confianza que nuestro Dios permitió que fuesen escritas palabras que poseen un claro signifi-
cado, el cual podría ser entendido por los sinceros siervos de Dios, sin la “sabiduría” de otros. Existe un
peligro muy real, que el objetivo altruista de aclarar palabras “misteriosas” pueda, de hecho, abrir el
camino para que el traductor, inconcientemente, inserte sus propias presuposiciones e inclinaciones en
el Libro de Dios.

Capítulo 37: La Nueva Biblia Mundial.-

La fe de los Testigos de Jehová ha sido muy activa en la impresión de Biblias. En verdad, las versiones
que ellos han publicado han sido varias. Entre ellas ha estado la KJV con referencias marginales.
Los Testigos de Jehová imprimieron por primera vez en 1927, cuando la Biblia de la Torre de Vigía y
Sociedad de Tratados imprimieron el Diálogo Enfático. Esta versión fue publicada por primera vez en
1865 por su traductor, un hombre de Yorkshire, B. F. Wilson, el cual emigró de Inglaterra hacia los Es-
tados Unidos en 1844 a la edad de 27 años.
Aun cuando Wilson había asistido a la Iglesia Bautista en su pueblo natal de Halifax, posteriormente él
se interesó en el Movimiento de Restauración de Campbell y subsecuentemente se unió a los Discípu-
los de Dios.
Wilson se juntó con este grupo de creyentes en Illinois, en el pueblo de Ginebra. Los Discípulos de
Cristo en este pueblo habían llegado bajo la influencia de las enseñanzas de John Thomas, el cual se
separó de los Discípulos de Cristo para formar la Iglesia de Cristadelfia. Mientras los Discípulos de
Cristo de Ginebra escogieron no alinearse con la fe Cristadelfia, ellos también se separaron de los Dis-
cípulos de Cristo y adoptaron el nombre de Iglesia de la Restitución de Dios.
La traducción de Wilson estuvo errada desde su inicio. Él creyó erróneamente que las versiones de
Tyndale, Mateo, Coverdale y Ginebra (esta no tiene relación con Ginebra, Illinois, sino que con la ciu-
dad Suiza con ese nombre) todas fueron traducidas de la Vulgata Latina. Añadiéndole un error tras
otro, Wilson describió su versión como sigue:

“El Diálogo Enfático, que contiene el Texto Griego original de lo que comúnmente se conoce como el
Nuevo Testamento (de acuerdo con loa recensión del Dr. J. J. Griesbach), con una traducción interli-
neal Inglesa; una Nueva Traducción Enfática, basada en la Traducción Interlineal, en la interpretación
de Críticos Eminentes, y en las diferentes lecturas de la Librería del Vaticano”. Página del Título del
Diálogo Enfático, Edición de 1865.

Se observará que la obra de Wilson fue grandemente influenciada por el Codex Vaticanus. Como se
había alterado por los Gnósticos para conformarse más cercanamente a su punto de vista de que Cristo
fue un ser creado, este manuscrito atrajo naturalmente la atención de los Testigos de Jehová, los cuales
compartían doctrinalmente un punto de vista similar.
Así, en 1902, los Testigos de Jehová llevaron a cabo una reimpresión del Diálogo Enfático para su pro-
pio uso. Su traductor, B. F. Wilson, afirmó que

“ha sido mantenida una escrupulosa fidelidad a lo largo de esta versión para darle el verdadero signifi-
cado del texto original al Inglés, sin tomar en consideración las doctrinas prevalecientes o los prejuicios
de las sectas, o los principios peculiares de los teólogos”. B. F. Wilson, Diálogo Enfático.
Pero este mismo uso del Codex Vaticanus sugirió algo diferente, y condujo al malentendido del origen
de la traducción de William Tyndale y otros.
Pág. 110

En 1950 los Testigos de Jehová produjeron su Traducción del Nuevo Mundo. Su confesión que usaron
como base para esta traducción

“el ampliamente aceptado texto de Westcott y Hort (1881), debido a su admitida excelencia”. Prefacio,
Nueva Biblia Mundial, 1950.

no va a producir una confianza en los estudiantes de la Biblia. Además, ellos llevaron en consideración
el texto de Eberhard Nestlé, un texto cercanamente alineado con el Codex Vaticanus y con el Codex
Sinaíticus, y también le dieron credenciales a los textos Griegos de Bover (1943) y Merk (1948), siendo
que ambos fueron sacerdotes Jesuitas.
En 1961, esta versión fue completada con la adición del Antiguo Testamento, y en 1970, se produjo
una revisión. La versión ha sido traducida a por lo menos otros cuatro idiomas: Holandés, Italiano, Por-
tugués y Español. Asociada con la revisión de 1970, los Testigos de Jehová produjeron una traducción
literal de Westcott y Hort del texto Griego en 1969.
Fuera del Diálogo Enfático y de la Nueva Biblia Mundial, los Testigos de Jehová publicaron la Biblia
en Inglés Vivo (no tiene nada que ver con la Biblia Viva) en 1972. Esta traducción fue preparada por
Steven T. Byngton (1868-1957), un miembro de la Iglesia Congregacional. La Biblia de la Torre de
Vigía y Sociedad de Tratados compró el manuscrito de Byngton después de su muerte.
Como las diversas versiones impresas por la Organización de la Torre de Vigía son examinadas inten-
samente, es aparente que se ha tomado cuidado para utilizar versiones que apoyen sus hipótesis de que
Cristo no es Dios. Así Juan 1:1 (“La Palabra era Dios”) es traducido como “la Palabra era un Dios”;
Col. 1:16 (“Por Él fueron creadas todas las cosas”) es traducido “por medio de él todas las otras cosas
fueron creadas”; Rom. 9:5 (“Cristo… el cual es sobre todo, Dios bendito para siempre”) es mal tradu-
cido como “Aquel que es sobre todo, Dios bendito para siempre”, y naturalmente en 1 Tim. 3:16 (“Dios
fue manifestado en la carne”) es reducido a “Él fue manifestado en la carne”.
Con su mezcla de la teoría de Westcott y Hort y su uso del Codex Vaticanus y de los textos Griegos
preparados por los Jesuitas, la NBM76 ciertamente pierde la confianza de todos los verdaderos estudian-
tes Protestantes de la Biblia.

Capítulo 38: Paráfrasis de las Escrituras.-

Se ha vuelto popular en algunos círculos cristianos usar una forma de la Biblia que ya no es una traduc-
ción de los manuscritos originales, sino que es una paráfrasis. La más popular de estas es La Biblia Vi-
va, parafraseada por K. N. Taylor. Él afirma que al usar la técnica de la paráfrasis

“Podemos ser mucho más preciosos que con la traducción verbal”. Evangelismo Hoy, Diciembre de
1972.

Al hacer esta afirmación él yerra seriamente.


El uso de paráfrasis en el Santo Escrito no tiene un lugar en la adoración de los cristianos sinceros. Son
totalmente sin valor, porque reemplazan el testimonio inspirado por las tonterías de los hombres.
Una de las características más ofensivas de la TLB77, es el uso de lenguaje tosco, que a veces bordea lo
vulgar. Representar la Palabra de Dios en ese lenguaje es blasfemia. Un ejemplo del uso de vulgarida-
des puede ser visto en Isa. 5:11 (en la Edición Americana). No lo vamos a reproducir aquí.
Muchas expresiones crudas son incluidas en esta paráfrasis. Entre ellas podemos citar los siguientes
ejemplos:

76
Nueva Biblia Mundial.
77
La Biblia Viva.
Pág. 111

“Bartimeo le dio un tirón a su vieja capa”. Mar. 10:50, TLB.


“Y él, arrojando lejos su vestidura”. Mar. 10:50, KJV.
“Cotorra”. Ecle. 5:3, TLB.
“De la boca del tonto”. Ecle. 5:3, KJV.
“Préstamos deshonestos”. Eze. 22:12, TLB.
“Has tomado usura y lucro”. Eze. 22:12, KJV.
“Una mujer chiflada”. Prov. 27:15, TLB.
“Una mujer contenciosa”. Prov. 26:15, KJV.
“El infierno se relame con anticipación debido a este delicioso bocado”. Isa. 5:14, TLB.
“Por eso el infierno se ensanchó, y abrió su boca sin medida”. Isa. 5:14, KJV.
“¿Cómo puede soportar el comer con una escoria así?” Mar. 2:16, TLB.
“¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y los pecadores?” Mar. 2:16, KJV.
“Ellos se rascaron la cabeza confundidos”. Mar. 12:17, TLB.
“Y se maravillaron de él”. Mar. 12:17, KJV.
“Marta era del tipo nerviosa”. Luc. 10:40, TLB.
“Marta estaba agobiada con mucho servicio”. Luc. 10:40, KJV.
“Todo el que os elige tiene que tener examinada su cabeza”. Isa. 41:24, TLB.
“Es una abominación el que os elige”. Isa. 41:24, KJV.
“No traten de retorcerse de vuestros problemas”. Santiago 1:4, TLB.
Este pasaje no consta en el original Griego, por lo tanto no existe un texto comparativo en la KJV.
“Su impiedad… huele a altos cielos”. Jonás 1:2, TLB.
“Porque su maldad ha subido ante mí”. Jonás 1:2, KJV.
“Camina en todas las direcciones”. Gén. 13:17, TLB.
“Recorre la tierra a su largo y a su ancho”. Gén. 13:17, KJV.
“Ustedes son unos estúpidos idiotas”. Juan 11:49, TLB.
“Ustedes no saben nada”. Juan 11:49, KJV.
“Esos hombres se quejan de todo… hablan ruidosamente”. Judas 16, TLB.
“Estos son murmuradores, quejumbrosos… y su boca dice grandes palabras infladas”. Judas 16, KJV.
“¡Porque apestas a pecado!”. Nahum 1:14, TLB.
“Porque eres vil”. Nahum 1:14, KJV.
“Voy a tironear su idolatría de su boca”. Zac. 9:7, TLB.
“Voy a sacar… sus abominaciones de entre sus dientes”. Zac. 9:7, KJV.

Es angustiante el uso de lenguaje común para llevar el mensaje de la Palabra de Dios, y la TLB falla en
un terreno aun mucho más serio del mensaje de Dios. En ocasiones la paráfrasis le añade palabras de su
propia invención, para las cuales no existe una base en los manuscritos originales. He aquí un ejemplo.

“Moisés solo nos dio la Ley con sus rígidas exigencias y su justicia sin misericordia, mientras que Je-
sucristo nos trajo también el perdón amoroso”. Juan 1:17, TLB.

Esta parodia de la verdad escriturística puede ser discernida comparando con la Versión Autorizada, la
cual sigue de cerca el original Griego.

“Porque la ley fue dada por Moisés, pero la gracia y la verdad vino de Jesucristo”. Juan 1:17, KJV.

Se puede observar claramente que Juan no escribió nada relacionado con la ley que contenga rígidas
exigencias y justicia sin misericordia. Si Juan hubiese escrito así, se hubiera contradicho con las Escri-
turas, porque Dios ha declarado que
Pág. 112

“Así, la ley es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. Rom. 7:12.

Acusar a la ley de Dios de ser rígida y declarar que opera bajo el principio de la justicia sin misericor-
dia, es una clara blasfemia; porque la ley de Dios es una transcripción de Su carácter. Solo el archien-
gañador y sus agentes se atreverían a acusar a nuestro bondadoso Padre celestial tan falsamente. Esta
gran afrenta para con el carácter de Dios destaca los peligros del método de la paráfrasis para presentar
las Escrituras. No solo desvaloriza las Escrituras, sino que hasta contradice la revelación divina. Por lo
menos le ofrece numerosas oportunidades al parafraseador entretejer sus puntos de vista humanos en
las santas Escrituras, lo cual es un defecto muy serio.
Algunas adiciones pueden parecer “menores”, pero Dios ha advertido con una terrible anatema sobre
quienes le añadan algo a la Palabra sagrada.

“Advierto a todo el que oye las Palabras de la profecía de este libro: Si alguno le añade algo, Dios trae-
rá sobre él las plagas escritas en este libro”. Apoc. 22:18.

Al ignorar esta terrible perspectiva, el parafraseador de la TLB frecuentemente le añade su propio ma-
terial. Observemos una adición aparentemente inocua.

“La fornicación, el vino y el vino nuevo quitan el corazón”. Oseas 4:11, KJV.

Este pasaje advierte claramente contra las mujeres fáciles y el vino alcohólico. Pero Taylor cree correc-
to el añadirle otra palabra al referirse a este pasaje: “Vino, mujeres y canto”. El parafraseador le añade
también conclusiones modernas a algunas epístolas, cuando no aparece ninguna de esas conclusiones
en el original. Así la TLB completa la primera epístola de Juan con las palabras: “Sinceramente, Juan”
(1 Juan 5:21, TLB), mientras que la segunda epístola de Pedro tiene un “Adiós” añadido en su conclu-
sión (2 Pedro 3:18, TLB).
Además, al tratar de hacer con que la TLB sea relevante para el siglo XX, K. N. Taylor ha introducido
términos no relacionados con el periodo relacionado con el que señalan las Escrituras. Esta puede pare-
cer una técnica razonable para atraer al lector contemporáneo, pero eso es tratarlo con condescenden-
cia, asumiendo que son tan faltos de entendimiento, que no consiguen entender asuntos y objetos de
una era pasada; este extraño procedimiento en una época en que las personas educadas nunca han sido
tan numerosas, en una era en que la educación terciaria es muy frecuente, Taylor presume que las per-
sonas no son capaces de entender el pasado, más que los de años anteriores, los cuales fueron afortuna-
dos si completaban la escuela primaria de la educación. Donde Habacuc informa:

“Y el Señor me respondió, y dijo: Escribe la visión, y hazla clara sobre tablas, de tal manera que pueda
leerla el que corre”. Hab. 2:2, KJV.

El parafraseadote encontró necesario sustituir billboard (Edición de los Estados Unidos) y hording
(Edición Inglesas) por table (tabla). Ese uso de un medio publicitario moderno no solo perturba el sen-
tido del original, sino que también suena ridículo cuando es colocado dentro de un conjunto de palabras
antiguas. Similarmente:

“Mi pueblo le pregunta a sus palos, y ellos le responden”. Oseas 4:12, KJV.

Es alterado para:

“La ‘Verdad Divina’ les viene por las hojas de té”. Oseas 4:12, TLB.
Pág. 113

Muchas otras formas de colocar las frases son incongruentes con su antiguo significado y no le añaden
absolutamente nada al entendimiento bíblico. Citamos otros tres ejemplos para evidenciar esta afirma-
ción. Hablando del maná, Moisés declaró que el Señor les había ordenado a los hijos de Israel que

“Llenaran un omer de ello y lo guardaran para sus generaciones”. Éxo. 16:32, KJV.

La TLB lo coloca de esta manera:

“Tomen tres cuartos de ellos y guárdenlo con un espécimen de museo para siempre”. Éxo. 16:32,
TLB78.

Las palabras del rey Salomón:

“Debido al sabor de tus buenos ungüentos”. Cantares 1:3, KJV.

Son traducidas por la TLB como:

“¡Cuán fragante es tu colonia!”. Cantares 1:3, TLB.

Y el informe que

“Los guardias que andan por la ciudad me encontraron”. Cantares 3:3, KJV.

Es parafraseado para:

“La policía me detuvo”. Cantares 3:3, TLB.

Esas traducciones se burlan de la historia. ¿Cómo miraríamos nosotros una historia que detalla las ha-
zañas militares de Alejandro el Grande, la cual cambia la palabra carruaje por tanques, lanzas por ame-
tralladoras, y espadas por bayonetas? La historia sería ridícula. Por qué alguien podría pensar que las
sustituciones efectuadas por la TLB son buenas, es un profundo misterio.
Por lo menos una profecía Mesiánica es destruida por el uso de estas paráfrasis.

“Él guarda todos sus huesos: ninguno de ellos es quebrado”. Salmo 34:20, KJV.

“Dios hasta lo protege de los accidentes”. Salmo 34:20, TLB.

Pero el apóstol Juan, refiriéndose al hecho de que hasta la tibia de los dos malhechores que fueron cru-
cificados con Jesús fueron quebrados, y debido a que Jesús murió antes

“no le quebraron las piernas”. Juan 19:33, KJV.

Afirmó:

“Estas cosas fueron hechas para que se cumpliese la Escritura: ‘No se le quebrará hueso alguno’”. Juan
19:36.

78
Tres litros en la edición Australiana.
Pág. 114

En relación con la Pascua, Dios había ordenado a respecto del cordero pascual:

“Ni le quebraréis hueso alguno”. Éxo. 12:46, KJV.

Mutilar una profecía tan significativa, no es algo menor.


Y aun de otra manera, la TLB pervierte la doctrina bíblica introduciendo el punto de vista del parafra-
seador. El original Griego de 1 Pedro 3:19-20 deja lugar a algunas ambigüedades, pero los traductores
de la KJV tradujeron con exactitud el pasaje:

“En el cual él [Cristo] también fue y predicó a los espíritus encarcelados, que a veces fueron desobe-
dientes, cuando en los días de Noé, la paciencia de Dios esperaba, mientras se construía el arca. En ella,
pocos, esto es, sólo ocho personas, fueron salvadas del agua”. 1 Pedro 3:19-20, KJV.

La TLB declara que entre Su muerte y resurrección, Cristo le predicó a

“espíritus de aquellos que, mucho antes, en los tiempos de Noé, se habían rehusado a escuchar”. 1 Pe-
dro 3:19-20, TLB.

Esa paráfrasis específicamente distorsiona las enseñanza bíblica que la muerte es un sueño. Un comen-
tario sobre la presentación de la TLB sobre este texto, coloca el asunto en su debido lugar.

“Este no es el verdadero significado del texto, el cual está bien expresado en la observación de la Biblia
Holandesa de 1637:

“Por espíritus aquí se entiende las almas de aquellas personas a quienes el espíritu o la Divinidad de
Cristo antes hizo con que el arrepentimiento fuese predicado por Noé, esto es, cuando ellos aun estaban
vivos… los cuales estaban en prisión o estaban retenidos cuando Pedro escribió su epístola”. TLB, Ar-
tículo Nº 18 de la Sociedad Bíblica Trinitaria.

Desde luego que tenemos que recordar que la Biblia usa el término infierno como sinónimo de tumba.
Este hecho está subrayado por el registro de que Jesús estuvo en el infierno durante Su muerte.
Citando de la profecía del Salmo 16:10, Pedro declaró en el Día del Pentecostés:

“Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni tampoco permitirás que tu Santo vea corrupción… Él
[David] viéndolo de antemano habló de la resurrección de Cristo, que su alma no sería dejada en el in-
fierno, ni su carne vería corrupción”. Hechos 2:27, 31, KJV.

Tal como sucede virtualmente casi con todas las traducciones modernas, la deidad de Cristo es debili-
tada. Así, 1 Tim. 3:16 se coloca de la siguiente manera:

“Pero la respuesta está en Cristo, el cual vino a la tierra como un hombre”. 1 Tim. 3:16, TLB.

El hecho de crear es omitido en la siguiente reducción:

“El cual creó todas las cosas por Jesucristo”. Efe. 3:9, KJV.
“Él [Dios el Padre] el cual hizo todas las cosas”. Efe. 3:9, TLB.

Efe. 3:14-15 testifica que Dios es el padre de nuestro Señor Jesucristo. Pero la TLB dice simplemente:
Pág. 115

“El Padre de la gran familia de Dios”. Efe. 3:14-15, TLB.

Los defectos de la TLB son variados. Solo unos pocos ejemplos han sido citados como evidencia. Las
paráfrasis no debieran existir en la adoración privada o congregacional, porque distorsionan seriamente
la Palabra de Dios. Es un asunto de serio peligro espiritual el utilizar una falsa Escritura, porque Sata-
nás ciertamente va a apoderarse de la oportunidad parta distorsionar la verdad de Dios, si así lo hace-
mos.

Capítulo 39: El Nuevo Testamento de Phillips.-

Cuando Las Cartas a las Jóvenes Iglesias de J. B. Phillips fueron inicialmente publicadas, fueron reci-
bidas con mucha aclamación. Esta semi-traducción, semi-parafraseada, expresaba las palabras de las
Epístolas del Nuevo Testamento en palabras que parecían tanto frescas como entendibles. Parecía, por
lo menos para algunos, que finalmente la afirmación de Pedro estaba neutralizada:

“Y entended que la paciencia de nuestro Señor significa salvación. Como también nuestro amado her-
mano Pablo os escribió, según la sabiduría que le ha sido dada. En todas sus cartas habla de esto. Ellas
contienen algunos puntos difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como también
las otras Escrituras, para perdición de sí mismos”. 2 Pedro 3:15-16.

Posteriormente Phillips completó una traducción de todo el Nuevo Testamento. La Versión de Phillips
sufre de los mismos defectos que otras que emplean el uso de paráfrasis libres. Sin embargo, a diferen-
cia de la TLB, Phillips no emplea un lenguaje crudo.
La Sociedad Bíblica trinitaria ha señalado un número específico de traducciones erradas (Sociedad Bí-
blica Trinitaria, Tratado Nº 28). Estos incluyen:

“Perdonad, y seréis perdonados”. Luc. 6:37, KJV.


“Tomad en consideración a los demás, y las personas os tomarán en consideración”. Luc. 6:37, Phillips.

Claramente, esta última es una declaración totalmente diferente de aquella de la KJV, la cual refleja
con exactitud el original Griego. El mensaje de Cristo para nosotros se ha perdido.

“No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Mat. 7:1, KJV.


“No critiquéis a las personas, y no seréis criticados”. Mat. 7:1, Phillips.

Debe observarse que la traducción correcta de la promesa de la gracia de Dios en Su juicio es para
aquellos que no son juzgadores. La Versión de Phillips altera esta sublime verdad para focalizar nues-
tras mentes sobre nuestro prójimo y su criticismo sobre nosotros. Así, una verdad divina es delibera-
damente borrada.

“Porque en el evangelio la justicia que viene de Dios se revela de fe en fe, como está escrito: ‘El justo
vivirá por la fe’”. Rom. 1:17, KJV.
“Veo en él el plan de Dios para impartirles justicia a los hombres, un proceso que comenzó y continuó
por su fe”. Rom. 1:17, Phillips.

Debe observarse que en la traducción correcta de la justicia de Dios, se dice que será revelada de fe en
fe. Esta manera de decirlo indica que la fe de Dios impartida al creyente por parte de Él, genera nueva
fe [o más fe].
Pág. 116

“A una virgen comprometida a casarse con un varón llamado José, de la casa de David. El nombre de
la virgen era María”. Luc. 1:27, KJV.
“A una joven mujer que estaba comprometida con un hombre llamado José (un descendiente de David).
El nombre de la niña era María”. Luc. 1:27, Phillips.

Dos veces en este texto, Phillips se ha equivocado en traducir la palabra Griega parthenos como virgen,
y la tradujo como joven mujer y como niña. Aun cuando Phillips traduce la palabra Griega como virgen
en otra parte (Mat. 1:23), el efectuar esta falla en este texto, es inexcusable. En biología este término es
usado en partenogénesis. Ningún biólogo dejaría de entender que parthenos se refiere a una hembra
que no ha tenido relaciones sexuales.

“En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios”. Juan 1:1, KJV.
“En el principio Dios se expresó a sí mismo. Esa expresión personal, esa palabra, estaba con Dios y era
Dios”. Juan 1:1, Phillips.

Una vez más Phillips ha alterado las palabras iniciales del texto. El uso de la palabra Dios en vez de la
Palabra en la primera sentencia de Phillips lo deja a uno en duda en cuanto a que si la referencia allí es
con respecto al Padre o al Hijo. En verdad, la poderosa implicación es la anterior, porque cuando Dios
es correctamente traducido en la segunda sentencia de Phillips, esta referencia se aplica claramente al
Padre. Pero el original Griego se refiere a la Palabra y esto, el contexto lo deja claro, es una referencia a
Jesús.

“Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mat. 6:33, KJV.
“Colocad primero vuestro corazón en su reino y en su bondad, y todas estas cosas vendrán sobre voso-
tros normalmente”. Mat. 6:33, Phillips.

Al intentar una paráfrasis suave, Phillips ha removido virtualmente la mano de Dios del otorgamiento
de Su bendición.

“Porque esta es la ley y los profetas”. Mat. 7:12, KJV.


“Esta es la esencia de toda verdadera religión”. Mat. 7:12, Phillips.

Las palabras de Cristo, tal como fueron registradas por Mateo, fueron cuidadosamente escogidas. Él
trató de dar a entender que la regla de oro es la esencia de las Escrituras, la cual en Sus días era el Anti-
guo Testamento. En una era en que las calumnias son frecuentemente colocadas sobre el primer Testa-
mento de Dios, sugiriendo un Dios tiránico y no amoroso, la potente afirmación de la caballerosidad y
del amor de Dios tal como fue expresado en el Antiguo Testamento, ha sido totalmente olvidada por la
presunción de Phillips, de que él es libre para colocar palabras alteradas en la boca de nuestro Salvador.

“Mientras buscamos ser justificados por Cristo…”. Gál. 2:17, KJV.


“Si nos aferramos a la verdad real acerca de la justificación…”. Gál. 2:17, Phillips.

Una vez más observamos una marcada alteración en el significado. La expresión de Pablo a los creyen-
tes de la Galacia se refiere claramente a aquellos que están buscando la justificación. Phillips se tomó
la licencia de cambiar ese significado refiriéndose a aquellos que entienden la justificación. Estos son
dos asuntos completamente diferentes. Ciertamente, el estudiante de la Biblia tiene el derecho a cono-
cer lo que Pablo, escribiendo bajo inspiración, realmente le escribió al rebaño de Dios en la Galacia.
Citamos a continuación otros dos ejemplos:
Pág. 117

“Yo os envío la promesa de mi Padre”. Luc. 24:49, KJV.


“Ahora os cedo un mensaje del Padre”. Luc. 24:49, Phillips.

“Cuando él aparezca, seremos como él; porque lo veremos tal como él es”. 1 Juan 3:2, KJV.
“Si la realidad tuviera que abrirse paso, reflejaríamos su semejanza, porque lo veríamos realmente co-
mo él es”. 1 Juan 3:2, Phillips.

Es evidente que Phillips introduce sus propias interpretaciones muy frecuentemente. Él justifica esta
práctica afirmando:

“Yo creo fuertemente que un traductor, aun cuando tiene que familiarizarse tanto cuanto sea posible
con el uso del Nuevo Testamento Griego, tiene que rehusarse constantemente a ser guiado por el cuco
de la consistencia. Él tiene que ser guiado tanto por el contexto en el cual aparece una palabra, y por las
sensibilidades de los modernos lectores del Inglés”. J. B. Phillips, Prefacio del Nuevo Testamento.

Nosotros sugerimos que las sensibilidades de los modernos lectores del Inglés debieran ser guiadas por
la Palabra de Dios.
Estos ejemplos, seleccionados de entre muchos, son suficientes para alertar al lector de la Palabra de
Dios, que cuando él lee la paráfrasis de Phillips, muy frecuentemente no está leyendo la Palabra inspi-
rada, sino que las nociones humanas de J. B. Phillips. Así, la versión no alcanza los requerimientos del
que diligentemente desea conocer la voluntad de Dios.
Como sucede en casi todas las versiones modernas, no es desconocido para el lector el ser confundido
debido a la adopción de palabras mucho más difíciles de comprender, especialmente por los jóvenes o
por los lectores extranjeros, que las simples y deliciosas palabras escogidas por los traductores de la
Versión Autorizada (KJV).
Citemos un ejemplo de Phillips:

“Porque las cosas invisibles de él desde la creación del mundo son claramente visibles”. Rom. 1:20,
KJV.
“Porque desde el comienzo del mundo los atributos invisibles de Dios, por ejemplo, su eterno poder y
divinidad, han sido claramente discernibles”. Rom. 1:20, Phillips.

Ignorando que los ejemplos de Phillips han sido insertados de su propia mente y que no se encuentran
en la carta original de Pablo, observamos que él ha usado la palabra atributos en lugar de cosas y la pa-
labra discernible como una alternativa para visibles. Ahora, estas son traducciones perfectamente co-
rrectas, tal como lo es la KJV, y son buenas palabras. El punto aquí es que son mucho más complejas
que los simples sinónimos de la KJV.
Tal como sucede con otras traducciones modernas, la versión defectuosa de Phillips, debido a su uso de
paráfrasis, se complica además por su uso de los manuscritos corrompidos. No vamos a seguir expla-
yándonos en este punto, porque está bien ilustrado en otros capítulos de esta obra.
Aun cuando Phillips no usa vulgaridades en su paráfrasis, su vocabulario a veces no es elegante. Son
citados tres ejemplos sin comentarios:

“Saludaos unos a otros con beso santo”. Rom. 16:16, KJV.


“Daos los unos a los otros un fuerte apretón de manos”. Rom. 16:16, Phillips.

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, los
cuales mantienen la verdad en injusticia”. Rom. 1:18, KJV.
Pág. 118

“Aquellos hombres que representan la verdad en forma tonta e inoperante debido a su impiedad”. Rom.
1:18, Phillips.

“Yo hablo como un hombre”. Rom. 3:5, KJV.


“Yo estoy usando un argumento tal parta cual”. Rom. 3:5, Phillips.

Aun en los encabezamientos, Phillips a veces usa un lenguaje no muy aceptable. Lo ilustramos con el
siguiente versículo:

“¡Todo el esquema parece estar patas arriba, hasta que vemos la asombrosa sabiduría de Dios!”. Rom.
11:29.

La versión de Phillips podría haber sido grandemente mejorada si hubiese creído totalmente en uno de
los textos de su versión.

“Toda escritura es inspirada por Dios”. 2 Tim. 3:16, Phillips.

Pero es obvio que no creyó de todo corazón en ese pasaje, porque en su prefacio reveló su verdadera
actitud con respecto a los sagrados manuscritos que él había escogido para parafrasear. Él escribió allí:

“Pablo, por ejemplo, escribiendo de prisa y urgentemente a algunos de sus desobedientes y difíciles
cristianos, no estaba tremendamente preocupado con ponerle el punto a las ies ni con ponerle el palito a
las tes de su mensaje. Dudo mucho que él haya estado siquiera preocupado con ser totalmente consis-
tente con lo que él ya había escrito. Consecuentemente, me parece a mí bastante sin importancia el se-
ñalar el estudio de sus escritos microscópicamente, tal como ya ha sucedido, y el deducir significados
ocultos, de los cuales él estaba totalmente desapercibido”.

¿Podemos descansar en forma segura en una versión preparada por un hombre con ese tipo de pensa-
mientos con respecto a la santa Palabra de Dios? ¡Cuán diferente fue la aseveración de Pablo con res-
pecto a sus inspirados escritos!

“Lo que también hablamos, no con palabras de humana sabiduría, sino con sabiduría del Espíritu, ex-
presando verdades espirituales en palabras espirituales”. 1 Cor. 2:13, KJV.

Capítulo 40: La Mejor Versión Moderna.-

La NKJV no sufre con el uso de los manuscritos Griegos corruptos, de los cuales es traducido el Nuevo
Testamento en otras versiones modernas. Este hecho la coloca entre las mejores traducciones recientes.
Los traductores reconocieron que

“Aun cuando el periodo Elizabethiano y nuestra propia era comparten el celo por el avance tecnológi-
co, el periodo anterior estaba más agresivamente devotado al aprendizaje clásico”. Prefacio de la
NKJV.

Ellos también apreciaron que

“Los traductores de la KJV estaban comprometidos en producir una Biblia Inglesa que fuese una tra-
ducción precisa y que por ningún medio fuese una paráfrasis o una burda aproximación”.
Pág. 119

Esto ha resultado en una traducción moderna que consigue en una forma más cercana llegar al ideal de
precisión que la gran mayoría de las otras versiones modernas. Otra ventaja de la cual se beneficia esta
traducción, fue que cada participante en la revisión testificó de la Autoría divina de todas las Escrituras.
Además, fue adoptada una política a través de la cual las alteraciones de las palabras de la KJV origi-
nal, no fueron hechas simplemente por el amor al cambio. Así, la calidad poética de la Biblia y la pure-
za del Inglés fueron grandemente mantenidas. El hecho que ningún Católico Romano fuese consultado
en la obra de traducción, protegió a la versión de las usuales distorsiones del santo Libro, diseñadas pa-
ra apoyar las doctrinas indefensables Católicas Romanas.
Los traductores removieron algunas palabras que eran vistas como siendo arcaicas. Una lista de ellas,
preparada por la Sociedad Bíblica trinitaria (Artículo Nº 68) proveerá ejemplos de los libros de Mateo y
Marcos. Para el lector diario de la Palabra de Dios, esta lista servirá para recordarle que esas palabras
usadas en la Versión Autorizada y vistas como arcaicas son fácilmente entendibles aun a comienzos del
siglo XXI. La palabra usada en la Versión Autorizada es colocada primero, y el texto equivalente de la
NKJV es colocado después

Engendrar: engendró
Privadamente: secretamente
Ira: enojo
Sin: fuera
Durar: resistir
Fuente: plato
Todo: entero
Granero: pajar
Iluminación: encendido
Con hambre: hambriento
Diversos: varios
Verdaderamente: ciertamente
Hábito: acostumbrado
Alguna cosa: algo
Dos (twain): dos (two)
Mota: mácula
Morral: bolsa
Implorar: suplicar
Cojo: lisiado
Plato: vajilla
Traicionar (bewrayeth): traicionar (betrays)
Ruidoso: escuchar
Estrechamente: rigurosamente
No sabía (wist not): no sabía (did not know)
Cuba grande: tina
Labrador: viñador
Bocel: convulsionado
Atemorizado: alarmado

Tal vez estemos un poco nostálgicos con el pasado, pero nos parece que la remoción de estas antiguas
palabras Inglesas de las Escrituras, de alguna manera reduce la riqueza del vocabulario de los cristianos
devotos, añadiéndole muy poco a la comprensión de las Escrituras.
No creemos que el estudiante de las Escrituras sea asistido en su entendimiento de la Palabra de Dios a
través de la eliminación del poco uso de los pronombres personales de segunda persona singular, tales
Pág. 120

como tú, ti, tu y tuyo. Por lo menos estas palabras debieron haber sido retenidas, por respeto a la Divi-
nidad. Aun es contemporáneo el uso para demostrar respeto por nuestro gran Dios y Padre. El uso de
Tú y Tu disminuye el respeto y la admiración en una era cuando esa manera de ver a Dios es más re-
querida que nunca.
Una alteración muy angustiante se puede ver en la NKJV en comparación con la antigua versión.

“El Señor sabe librar de la tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para el castigo del día del
juicio”. 2 Pedro 2:9, KJV.
“Entonces el Señor sabe como librar al piadoso de las tentaciones, y reservar al injusto para el día del
juicio para ser castigado”. 2 Pedro2:9, NKJV.

Los traductores de la NKJV han seguido virtualmente todas las traducciones modernas en este versícu-
lo. Está errado porque implica castigo inmediato para los injustos después de la muerte. Pero las Escri-
turas hablan de la muerte como un sueño, y testifican que los injustos van a ser resucitados después del
milenio, y entonces se va a procesar su castigo79. Por lo tanto, la KJV está perfectamente de acuerdo
con otros pasajes de las Escrituras al indicar que los impíos son reservados (en la tumba) hasta el día
del juicio (registrado en Apoc. 20:12) para ser castigados (registrado en Apoc. 20:13-14). Un Dios que
castigas a los hombres y a las mujeres antes de juzgarlos, no sería visto en el universo como un Dios
justo. Un acto así le negaría la justicia elemental a los castigados.
Otra traducción errada seria se ve en Heb. 9:12, donde santo es cambiado por santísimo, un cambio que
no es justificado por el Griego, y que implica que Cristo comenzó Su obra en el Lugar Santísimo en Su
ascensión. Esta traducción no está de acuerdo con otros pasajes escriturísticos. Enfatizamos nuevamen-
te que no es justificado por el Griego ta hagia.
Otra divergencia significativa con la KJV es la siguiente:

“Para que el hombre de Dios sea totalmente capacitado para toda buena obra”. 2 Tim. 3:17, KJV.

Al sustituir completo por perfecto, la nueva versión disminuye marcadamente la fuerza y el impacto del
texto.
La respuesta de Cristo a la pregunta de los discípulos (Mat. 24:3) es colocada como el fin de la era. Es-
to separa Su profecía de la segunda venida, a menos que el fin de la era y el fin del mundo coincidan.
Surge la confusión de la traducción “fue resucitado debido a nuestra justificación” (Rom. 4:25, NKJV)
en vez de la declaración más adecuada de que Cristo “fue resucitado nuevamente para nuestra justifica-
ción” (Rom. 4:25, KJV). Claramente, Cristo fue resucitado para nuestra justificación, no debido a ella.
Hasta se introduce un error factual. Hablando del Lugar Santísimo en heb. 9:4, la NKJV coloca el altar
(del incienso) allí. Este altar, desde luego, estaba en el Lugar Santo. La KJV correctamente declara que
es el incensario de oro, no el altar de oro, el que estaba en el Lugar Santísimo.
Así, aun cuando la NKJV es superior a las otras versiones modernas, no se iguala ala KJV, debido a fa-
llas de traducción.

Apéndice A: Versículos Totalmente Omitidos de las Versiones Más Modernas de las


Escrituras.-

1.- Mat. 17:21. “Pero esta clase no sale sino con oración y ayuno”.
2.- Mat. 18:11. “Porque el Hijo del Hombre vino a salvar lo que se había perdido”.
3.- Mat. 23:14. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viu-
das, y por pretexto hacéis largas oraciones. Por eso llevaréis mayor condenación”.

79
Ver Apocalipsis capítulo 20.
Pág. 121

4.- Mar. 7:16. “El que tenga oídos para oír, oiga”.
5.- Mar. 9:44. “Donde el gusano de ellos no muere y el fuego no es apagado”.
6.- Mar. 9:46. “Donde el gusano de ellos no muere y el fuego no es apagado”.
7.- Mar. 11:26. “Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos perdo-
nará vuestras ofensas”.
8.- Mar. 15:28. “Así se cumplió la Escritura: ‘Con los transgresores fue contado’”.
9.- Luc. 17:36. “Dos estarán en el campo, uno será llevado, y el otro dejado”.
10.- Luc. 23:17. “Necesariamente tenía que soltarles uno en cada fiesta”.
11.- Juan 5:4. “Porque un ángel descendía cada cierto tiempo al estanque, y revolvía el agua. Y el que
descendía primero al estanque, después del movimiento del agua, quedaba sanado de cualquier enfer-
medad que tuviese”.
12.- Hechos 8:37. “Felipe le dijo: ‘Si crees de todo corazón, bien puedes’. El etíope respondió: ‘Creo
que Jesucristo es el Hijo de Dios’”.
13.- Hechos 15:34. “Pero a Silas le pareció bien quedarse allí”.
14.- Hechos 24:7. “Pero intervino el tribuno Lisias, y con gran violencia lo quitó de nuestras manos”.
15.- Hechos 28:29. “Cuando hubo dicho esto, los judíos salieron, y tuvieron una gran discusión entre
sí”.
16.- Rom. 16:24. “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros”.
17.- 1 Juan 5:7. “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Espíritu, la Palabra y el Espíritu
Santo. Y estos tres son uno”.

Apéndice B: Porciones de 178 Versículos Omitidos de las Traducciones Más Modernas.-

Mat. 5:27.-
“Habéis oído lo que fue dicho por los de la antigüedad: No cometeréis adulterio”. KJV.
“Oísteis que fue dicho: ‘No cometerás adulterio’”. NIV.

Mat. 5:44.-
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os maltratan y persiguen”. KJV.
“Pero yo os digo: amad vuestros enemigos y orad por aquellos que os persiguen”. NIV.

Mat. 6:13.-
“Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal: porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,
por todos los siglos. Amén”. KJV.
“Y no nos conduzcas a la tentación, sino que líbranos del mal”. NIV.

Mat. 15:6.-
“‘No deberá socorrer a su padre o a su madre’. Así habéis invalidado el Mandamiento de Dios por
vuestra tradición”. KJV.
“Él no tiene que honrar a su padre con eso. Así anuláis la palabra de Dios por amor a vuestra tradi-
ción”. NIV.

Mat. 15:8.-
“‘Este pueblo se acerca a mí y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí’”. KJV.
“‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí’”. NIV.

Mat. 19:9.-
Pág. 122

“Por eso os digo: El que se divorcia de su esposa, a no ser por fornicación, y se casa con otra, comete
adulterio; y el que se casa con la divorciada comete adulterio". KJV.
“Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su esposa, excepto por infidelidad marital, y se casa con
otra mujer comete adulterio”. NIV.

Mat. 19:20.-
“El joven contestó: ‘Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?’”. KJV.
“Todo esto lo he guardado’, dijo el joven. ‘¿Qué me falta aun?”. NIV.

Mat. 20:7.-
“Dijeron: ‘Porque nadie nos contrató’. Él les dijo: ‘Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea
justo’”. KJV.
“Porque nadie nos ha contratado’, ellos respondieron. Él les dijo: ‘Vayan y trabajen en mi viña’”. NIV.

Mat. 20:16.-
“Así los últimos serán primeros, y los primeros últimos. Porque muchos serán llamados, pero pocos es-
cogidos”. KJV.
“Así los últimos serán primeros, y los primeros últimos”. NIV.

Mat. 20:22.-
“Entonces Jesús respondió: ‘No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo he de beber y ser
bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?’ Ellos le respondieron: ‘Podemos’”. KJV.
“‘No sabéis lo que pedís’, les dijo Jesús. ¿Podéis beber la copa que yo he de beber? ‘Podemos’, res-
pondieron ellos”. NIV.

Mat. 20:23.-
“Y él les dijo: ‘En verdad de mi copa beberéis y seréis bautizados con el bautismo con que yo seré bau-
tizado. Pero sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino que es para quienes está pre-
parado por mi Padre’”. KJV.
“Jesús les dijo: ‘Realmente beberéis de mi copa, pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es
mío darlo. Esos lugares les pertenecen a aquellos que fueron preparados por mi Padre’”. NIV.

Mat. 22:13.-
“Entonces el rey dijo a los que servían: ‘Atadlo de pies y manos, y echadlo en las tinieblas de afuera.
Allí será el llanto y el crujir de dientes’”. KJV.
“Entonces el rey les dijo a los asistentes: ‘Atadlo de pies y manos, y arrojadlo afuera, a las tinieblas,
donde habrá llanto y crujir de dientes’”. NIV.

Mat. 23:4.-
“Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, las ponen sobre los hombros de los demás, y ellos ni aun con
un dedo las quieren mover”. KJV.
“Atan pesadas cargas y las colocan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos mismos no están dis-
puestos a levantar un dedo para moverlas’”. NIV.

Mat. 25:13.-
“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir”. KJV.
“Por lo tanto velad, porque no sabéis ni el día ni la hora”. NIV.
Pág. 123

Mat. 26:3.-
“Entonces los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del
sumo sacerdote, llamado Caifás”. KJV.
“Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del sumo sa-
cerdote, cuyo nombre era Caifás”. NIV.

Mat. 26:60.-
“Pero no encontraron a ninguno, aun cuando muchos falsos testigos se presentaron, pero no encontra-
ron a ninguno. Finalmente vinieron dos falsos testigos”. KJV.
“Pero no encontraron a ninguno, aun cuando muchos falsos testigos se presentaron”. NIV.

Mat. 27:35.-
“Y lo crucificaron, y repartieron sus vestiduras, echando suertes; para que se cumpliera lo que fue di-
cho por el profeta: se repartieron mis vestiduras entre ellos, y sobre mis vestiduras echaron suertes”.
KJV.
“Cuando lo crucificaron, dividieron sus ropas echando suertes”. NIV.

Mat. 28:2.-
“Y he aquí que hubo un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo y vino y quitó la
piedra de la puerta y se sentó sobre ella”. KJV.
“Hubo un violento terremoto, porque un ángel del Señor vino del cielo y, yendo hacia la tumba, hizo
rodar la piedra y se sentó sobre ella”. NIV.

Mat. 28:9.-
“Y mientras caminaban para contárselo a los discípulos, he aquí que Jesús las encontró, diciendo: ¡Sal-
ve! Y ellas vinieron y lo retuvieron por los pies y lo adoraron”. KJV.
“Repentinamente Jesús las encontró. ‘Saludos’ dijo él. Ellas vinieron a él, abrazaron sus pies y lo ado-
raron”. NIV.

Mar. 1:14.-
“Después que Juan fue puesto en prisión, Jesús vino a Galilea, predicando el evangelio del reino de
Dios”. KJV.
“Después que Juan fue puesto en prisión, Jesús fue a galilea, proclamando las buenas nuevas de Dios”.
NIV.

Mar. 1:42.-
“Y así que hubo hablado, inmediatamente desapareció la lepra de él y él estaba limpio”. KJV.
“Inmediatamente la lepra lo dejó y él estaba curado”. NIV.

Mar. 3:5.-
“Y mirando alrededor de ellos con enojo, estando apenado por la dureza de sus corazones, le dijo al
hombre: ‘Extiende tu mano’. Y él la extendió; y su mano le fue restaurada al igual que la otra”. KJV.
“Él miró alrededor de ellos enojado, y profundamente angustiado debido a la dureza de sus corazones,
y le dijo al hombre: ‘Extiende tu mano’. Él la extendió y su mano estaba completamente restaurada”.
NIV.

Mar. 3:15.-
“Y de tener poder para sanar enfermedades y de echar demonios”. KJV.
“Y de tener autoridad para echar demonios”. NIV.
Pág. 124

Mar. 6:11.-
“Y cualquiera que no es reciba, ni os escuche, cuando os alejéis de allí, sacudid el polvo de vuestros
pies como testimonio contra ellos”. KJV.
“Y si en algún lugar no os reciben bien ni os escuchan, sacudid el polvo de vuestros pies al salir, como
testimonio contra ellos”. NIV.

Mar. 6:33.-
“Y el pueblo los vio partir, y muchos los conocieron, y corrieron a pie hacia allá de todas las ciudades,
y llegaron antes que ellos”. KJV.
“Pero muchos que los vieron irse los reconocieron y corrieron a pie de todos los pueblos y llegaron allá
antes que ellos”. NIV.

Mar. 6:36.-
“Envíalos lejos, para que puedan ir a las aldeas de alrededor, y a las villas, y compren pan; porque no
tienen nada que comer”. KJV.
“Mándalos lejos para que puedan ir a las aldeas de alrededor y a las villas y puedan comprar algo para
comer”. NIV.

Mar. 7:2.-
“Y cuando vieron a algunos de sus discípulos comiendo pan impuro, esto es, con manos sin lavar, los
encontraron faltos”. KJV.
“Vieron a algunos de los discípulos comiendo ‘impuramente’, esto es, ceremonialmente con manos no
limpias”. NIV.

Mar. 7:8.-
“Porque dejando a un lado el mandamiento de Dios, mantenéis la tradición de los hombres, tales como
el lavado de los jarros y vasos; y hacéis muchas otras cosas así”. KJV.
“Habéis abandonado los mandamientos de Dios y guardáis las tradiciones de los hombres”. NIV.

Mar. 8:9.-
“Y los que habían comido eran como cuatro mil; y los despidió”. KJV.
“Estaban presentes como cuatro mil hombres. Y habiéndolos despedido”. NIV.

Mar. 8:26.-
“Y lo envió a su casa, diciendo: ‘No vayas ni al pueblo, ni se lo cuentes a nadie en el pueblo’”. KJV.
“Jesús lo envió a casa, diciendo: ‘No entres en la villa’”. NIV.

Mar. 9:38.-
“Y Juan le respondió, diciendo: ‘Maestro, vimos uno que echaba fuera demonios en tu nombre, y él no
nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos siguió’”. KJV.
“Maestro, dijo Juan, vimos un hombre que echaba fuera demonios en tu nombre y le dijimos que no lo
hiciera, porque no era uno de nosotros’”. NIV.

Mar. 9:45.-
“Si tu pie te ofende, córtalo; es mejor entrar tullido a la vida, que teniendo dos pies ser arrojado al in-
fierno, al fuego que jamás será apagado”. KJV.
“Y si tu pie te hace pecar, córtalo. Es mejor entrar tullido en la vida que tener dos pies y ser arrojado al
infierno”. NIV.
Pág. 125

Mar. 9:49.-
“Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal”. KJV.
“Todos serán salados con fuego”. NIV.

Mar. 10:7.-
“Por esta causa un hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa”. KJV.
“Por esta razón un hombre dejará a su padre y madre y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola
carne. Así es que ya no son dos, sino que uno”. NIV.

Mar. 10:21.-
“Entonces Jesús mirándolo lo amó, y le dijo: Una cosa te falta; ve por tu camino, vende todo lo que
tengas y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y ven, toma la cruz y sígueme”. KJV.
“Jesús mirándolo lo amó. ‘Una cosa te falta’, le dijo. ‘Ve, vende todo lo que tengas y dáselo a los po-
bres, y tendrás un tesoro en el cielo. Entonces ven y sígueme”. NIV.

Mar. 10:24.-
“Y los discípulos estaban asombrados con sus palabras. Pero Jesús les respondió nuevamente y les dijo:
‘¡Hijos, cuán difícil es para aquellos que confían en las riquezas, entrar en el reino de Dios!’”. KJV.
“Los discípulos estaban asombrados con sus palabras. Pero Jesús dijo nuevamente: ‘¡Hijos, cuán duro
es entrar en el reino de Dios!’”. NIV.

Mar. 11:8.-
“Y muchos colocaron sus vestimentas en el camino; y otros cortaron ramas de los árboles y las coloca-
ron en el camino”. KJV.
“Muchas personas colocaron sus mantos en el camino, mientras otros colocaban ramas que habían cor-
tado en los campos”. NIV.

Mar. 11:10.-
“Bendito sea el reino de nuestro padre David, que viene en el nombre del Señor: Hosana en las alturas”.
KJV.
“¡Bendito es el reino que viene de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!”. NIV.

Mar. 11:23.-
“Porque ciertamente os digo, que cualquiera que le diga a esta montaña, que sea removida y echada en
el mar; y que no dude en su corazón, sino que crea en que lo que dijo se va a cumplir; él tendrá todo lo
que diga”. KJV.
“Yo les digo la verdad, si alguien le dice a esta montaña: ‘Anda y lánzate a ti misma al mar’, y no duda
en su corazón sino que cree que lo que dice se va a cumplir, le será hecho”. NIV.

Mar. 12:23.-
“Por lo tanto en la resurrección, cuando sean resucitados, ¿de quién será esposa? Porque los siete la tu-
vieron como esposa”. KJV.
“En la resurrección, ¿de quién será esposa? Ya que los siete estuvieron casados con ella”. NIV.

Mar. 12:29.-
“Y Jesús le respondió: el primero de todos los mandamientos es, escucha, oh Israel; el Señor nuestro
Dios un Señor es”. KJV.
“‘El más importante’, respondió Jesús, ‘es este: Escucha, oh Israel, el Señor nuestro Dios, un Señor
es’”. NIV.
Pág. 126

Mar. 12:30.-
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu
fuerza; este es el primer mandamiento”. KJV.
“Amad al Señor vuestro Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma y con toda vuestra
mente y con toda vuestra fuerza”. NIV.

Mar. 12:33.-
“Y amarlo con todo el corazón, y con todo el entendimiento, y con toda el alma, y con toda la fuerza, y
amar a su prójimo como a sí mismo, es más que toda ofrenda quemada y sacrificio”. KJV.
“Amarlo con todo tu corazón, con todo tu entendimiento y con toda tu fuerza, y amar a tu prójimo co-
mo a ti mismo es más importante que todas las ofrendas quemadas y sacrificios”. NIV.

Mar. 13:11.-
“Pero cuando os lleven, y os entreguen, no os preocupéis con lo que habéis de decir, ni premeditéis na-
da; sino que todo lo que os será dado, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espí-
ritu Santo”. KJV.
“Cuando seáis arrestados y llevados a juicio, no os preocupéis con lo que vais a decir. Decid lo que se
os de en ese tiempo, porque no sois vosotros los que habláis, sino que el Espíritu Santo”. NIV.

Mar. 13:14.-
“Pero cuando veáis la abominación desoladora, mencionada por el profeta Daniel, estando donde no
debe, (el que lea entienda), entonces los que estén en Judea huyan hacia las montañas”. KJV.
“Cuando veáis ‘la abominación que causa desolación’ estando donde no pertenece – que el lector en-
tienda – entonces los que estén en Judea huyan a las montañas”. NIV.

Mar. 14:19.-
“Y ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por uno: ¿Soy yo? Y otro dijo: ¿Soy yo?”. KJV.
“Ellos estaban entristecidos, y uno por uno le dijeron: ¿Ciertamente no soy yo?”. NIV.

Mar. 14:27.-
“Y Jesús les dijo: ‘Todos os ofenderéis debido a mí esta noche; porque está escrito: ‘Heriré al pastor y
las ovejas serán dispersadas’”. KJV.
“‘Todos os retiraréis’, les dijo Jesús, ‘porque escrito está: Heriré al pastor y las ovejas serán dispersa-
das’”. NIV.

Mar. 14:68.-
“Pero él negó diciendo: no lo conozco ni entiendo lo que dices. Y salió al porche; y el gallo cantó”.
KJV.
“Pero él lo negó: ‘No lo conozco ni entiendo lo que estás diciendo’, dijo él, y salió a la entrada”. NIV.

Mar. 14:70.-
“Y él lo negó nuevamente. Y poco después, los que estaban allí le dijeron nuevamente a Pedro: Cier-
tamente eres uno de ellos; porque eres Galileo y tu hablar te delata”. KJV.
“Y él lo negó. Después de poco tiempo, los que estaban allí cerca le dijeron a Pedro: ‘Ciertamente tu
eres uno de ellos, porque eres Galileo”. NIV.

Mar. 15:3.-
“Y los principales sacerdotes lo acusaban de muchas cosas; pero él no respondió nada”. KJV.
“Los principales sacerdotes lo acusaban de muchas cosas”. NIV.
Pág. 127

Luc. 1:28.-
“Y el ángel vino hasta donde ella estaba, y dijo: Salve, tu que eres muy favorecida, el Señor está conti-
go; bendita eres entre todas las mujeres”. KJV.
“El ángel fue donde ella y le dijo: ‘Saludos, tu que eres muy favorecida. El Señor está contigo’”. NIV.

Luc. 1:29.-
“Y cuando ella lo vio, se perturbó con sus palabras, y pensaba en su mente qué tipo de saludo podía ser
este”. KJV.
“María quedó muy perturbada con sus palabras y se preguntaba qué tipo de saludo podría ser este”.
NIV.

Luc. 2:42.-
“Y cuando tenía doce años, fueron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta”. KJV.
“Cuando tenía doce años, fueron a la Fiesta, de acuerdo a la costumbre”. NIV.

Luc. 4:4.-
“Y Jesús le respondió, diciendo: escrito está, no solo de pan vivirá el hombre, sino que de toda palabra
de Dios”. KJV.
“Jesús respondió: ‘Escrito está; no solo de pan vivirá el hombre’”. NIV.

Luc. 4:18.-
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para predicarle el evangelio a los pobres; él
me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a predicarle liberación a los cautivos, y a recupe-
rar la vista de los ciegos, a liberar a los que están oprimidos”. KJV.
“El Espíritu del Señor está en mí, porque me ha ungido para predicarle buenas nuevas a los pobres. Él
me ha enviado a proclamar libertad a los prisioneros y a recuperar la vista de los ciegos, a libertar a los
oprimidos”. NIV.

Luc. 5:38.-
“Pero el vino nuevo tiene que ser colocado en odres nuevos; y ambos son preservaos”. KJV.
“No, el vino nuevo tiene que ser colocado en odres nuevos”. NIV.

Luc. 7:31.-
“Y el Señor dijo: ¿A qué compararé a los hombres de esta generación? ¿Y a qué son semejantes?”.
KJV.
“¿A qué, entonces, puedo comparar a las personas de esta generación? ¿A qué se asemejan?”. NIV.

Luc. 8:43.-
“Y una mujer que tenía un problema de sangre hacía doce años, que había gastado toda su vida con los
médicos, pero no pudo ser sanada por ninguno de ellos”. KJV.
“Y había allí una mujer que había estado sujeta a saneamiento durante doce años, pero nadie pudo sa-
narla”. NIV.

Luc. 8:45.-
“Y Jesús dijo: ¿Quién me tocó? Cuando todos negaron, Pedro y los que estaban con él dijeron: Maes-
tro, la multitud te aprieta, y tú dices: ¿Quién me tocó?”. KJV.
“¿Quién me tocó? Preguntó Jesús. Cuando todos lo negaron, Pedro dijo: Maestro, las personas se jun-
tan y te aprietan”. NIV.
Pág. 128

Luc. 8:48.-
“Y él le dijo: Hija, ten un buen consuelo; tu fe te ha sanado; ve en paz”. KJV.
“Entonces él le dijo: ‘Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz”. NIV.

Luc. 8:54.-
“Y él los puso a todos afuera, y la tomó por la mano, y clamó diciendo: Doncella, resucita”. KJV.
“Pero él la tomó de la mano y dijo: ‘Hija mía, levántate’”. NIV.

Luc. 9:10.-
“Y los apóstoles, cuando hubieron vuelto, le contaron todo lo que habían hecho. Y él los tomó, y se fue
a un lado en forma privada a un lugar desierto que pertenecía a una ciudad llamada Betsaida”. KJV.
“Cuando los apóstoles volvieron, le informaron a Jesús lo que habían hecho. Entonces él los tomó con-
sigo y los condujo a un pueblo llamado Betsaida”. NIV.

Luc. 9:54.-
“Y cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, dijeron: Señor, ¿quieres que hagamos descender
fuego del cielo y los consuma, así como lo hizo Elías?”. KJV.
“Cuando los discípulos Santiago y Juan vieron esto, le preguntaron: Señor, ¿quieres que hagamos des-
cender fuego del cielo para destruirlos?”. NIV.

Luc. 9:55.-
“Volviéndose él, los reprendió y dijo: ‘No sabéis de qué espíritu sois’”. KJV.
“Pero Jesús se volvió y los reprendió”. NIV.

Luc. 9:56.-
“Porque el Hijo del hombre no vino a destruir las vidas de los hombres, sino que a salvarlas. Y fueron a
otra villa”. KJV.
“Y fueron a otra villa”. NIV.

Luc. 11:2.-
“Y él les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Ven-
ga tu reino. Sea hecha tu voluntad, así en el cielo, como en la tierra”. KJV.
“Él les dijo: ‘Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino’”. NIV.

Luc. 11:4.-
“Y perdónanos nuestros pecados; porque nosotros también perdonamos a todos los que estén en deuda
con nosotros. Y no nos dejes caer en tentación; saino que líbranos del mal”. KJV.
“Perdona nuestros pecados, porque nosotros también perdonamos a todos los que pecan contra noso-
tros. Y no nos dejes caer en tentación”. NIV.

Luc. 11:11.-
“Si un hijo le pide pan a cualquiera de vosotros que es padre, ¿le dará él una piedra? O si le pide un
pescado, ¿le dará él por el pescado una serpiente?”. KJV.
“¿Quién de vosotros padres, si vuestro hijo le pide un pescado, le dará una serpiente?”. NIV.

Luc. 11:44.-
“¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! Porque sois como sepulcros que no se ven, y los que
andan encima no lo saben”. KJV.
Pág. 129

“¡Ay de vosotros, porque sois como sepulcros no marcados, y los hombres andan encima sin saberlo”.
NIV.

Luc. 11:54.-
“Lo esperaban tratando de coger algo de su boca, para poder acusarlo”. KJV.
“Esperaban poder cogerlo con algo que pudiese decir”. NIV.

Luc. 12:39.-
“Y sabed esto, que si el buen hombre de la casa supiese a qué hora vendría el ladrón, habría velado, y
no habría sufrido la quiebra de su casa”. KJV.
“Pero entiendan esto: si el dueño de casa hubiese sabido a qué hora vendría el ladrón, no habría dejado
que su casa fuese robada”. NIV.

Luc. 17:9.-
“¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado? Pienso que no”. KJV.
“¿Da gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó que hiciera? NIV.

Luc. 18:24.-
“Y cuando Jesús vio que él estaba muy triste, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los
que tienen riquezas!”. KJV.
“Jesús lo miró y dijo: ¡Cuán difícil es que el rico entre en el reino de Dios!”. NIV.

Luc. 19:45.-
“Entonces, Jesús entró en el templo, y empezó a echar a todos los que vendían y compraban en él”.
KJV.
“Entonces él entró en el área del templo y comenzó a echar fuera a aquellos que estaban comprando”.
NIV.

Luc. 20:13.-
“Entonces dijo el señor de la viña: ¿Qué haré? Enviaré a mi amado hijo: tal vez lo reverencien cuando
lo vean”. KJV.
“Entonces el dueño de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo, a quien amo; tal vez lo respeten”.
NIV.

Luc. 20:23.-
“Pero él percibió su astucia, y les dijo: ¿Por qué me tentáis?”. KJV.
“Él vio su duplicidad y les dijo”. NIV.

Luc. 20:30.-
“Y la tomó el segundo como esposa, y él murió sin hijos”. KJV.
“El segundo”. NIV.

Luc. 22:31.-
“Y el Señor dijo: Simón, Simón, he aquí, Satanás ha deseado tenerte a ti, para zarandearte como trigo”.
KJV.
“Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandearte como trigo”. NIV.

Luc. 22:64.-
Pág. 130

“Y cuando lo hubieron vendado de los ojos, lo golpearon en la cara, y le preguntaron, diciendo: profeti-
za, ¿quién fue el que te pegó?”. KJV.
“Lo vendaron de los ojos y le exigieron: ‘¡Profetiza! ¿Quién te pego?”. NIV.

Luc. 22:68.-
“Y si os preguntara, no me responderíais, ni me dejaríais ir”. KJV.
“Y si les preguntara, no me responderían”. NIV.

Luc. 23:23.-
“Y ellos instaron a gran voz, requiriendo que sea crucificado. Y las voces de ellos y de los principales
sacerdotes prevalecieron”. KJV.
“Pero a grandes gritos ellos insistentemente exigieron que él fuese crucificado, y sus gritos prevalecie-
ron”. NIV.

Luc. 23:38.-
“Y fue escrita una inscripción sobre él en letras Griegas, en Latín y Hebreo: ESTE ES EL REY DE
LOS JUDÍOS”. KJV.
“Había una nota escrita sobre él, que decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS”. NIV.

Luc. 24:1.-
“Ahora en el primer día de la semana, muy temprano en la mañana, llegaron a la sepultura, trayendo las
especies que habían preparado, y otras [mujeres] con ellas”. KJV.
“En el primer día de la semana, muy temprano en la mañana, las mujeres tomaron las especies que ha-
bían preparado y fueron a la tumba”. NIV.

Luc. 24:42.-
“Le dieron un pedazo de pescado asado, y [un poco de] miel”. KJV.
“Le dieron un pedazo de pescado asado”. NIV.

Luc. 24:46.-
“Y les dijo: Así está escrito, y así tenía que sufrir Cristo, y tenía que resucitar de entre los muertos en el
tercer día”. KJV.
“Él les dijo: ‘Esto es lo que está escrito; el Cristo va a sufrir y resucitará de los muertos en el tercer
día”. NIV.

Juan 1:27.-
“Este es el que viene después de mí y que es preferido antes de mí, cuyas correas de los zapatos no soy
digno de desatar”. KJV.
“Él es aquel que viene después de mí, cuyas correas de las sandalias no soy digno de desatar”. NIV.

Juan 3:13.-
“Ningún hombre ha ascendido al cielo, sino aquel que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está
en el cielo”. KJV.
“Nadie ha ido jamás al cielo excepto aquel que vino del cielo – el Hijo del hombre”. NIV.

Juan 3:16.-
“Para que todo el que en él crea no perezca, sino que tenga vida eterna”. KJV.
“Para que todo el que crea en él, tenga vida eterna”. NIV.
Pág. 131

Juan 5:3.-
“En estos había una gran multitud de personas impotentes, de ciegos, lisiados, paralíticos, esperando el
movimiento del agua”. KJV.
“Había una gran cantidad de personas discapacitadas – ciegos, cojos y paralíticos”. NIV.

Juan 5:16.-
“Debido a esto los Judíos perseguían a Jesús, y querían matarlo, porque había hecho estas cosas en el
día sábado”. KJV.
“Así, debido a que Jesús estaba haciendo estas cosas en sábado, los Judíos lo perseguían”. NIV.

Juan 6:11.-
“Y Jesús tomó los panes; y cuando hubo dado gracias, se los distribuyó a los discípulos, y los discípu-
los a los que estaban recostados; lo mismo hizo con los pescados, tanto cuanto quisieron”. KJV.
“Jesús tomó entonces los panes, dio gracias, y los distribuyó para aquellos que estaban sentados, tanto
cuanto quisieran. Hizo lo mismo con los pescados”. NIV.

Juan 6:22.-
“Al día siguiente, cuando las personas que se quedaron del otro lado del mar, vieron que no había otro
barco ahí, a no ser aquel en que entraron sus discípulos, y que Jesús no fue con sus discípulos en el bar-
co, sino que sus discípulos se habían ido solos”. KJV.
“Al día siguiente la multitud que había permanecido en el lado opuesto del lago, entendieron que solo
había un barco ahí, y que Jesús no había entrado con sus discípulos, sino que se habían ido solos”. NIV.

Juan 6:47.-
“Ciertamente, ciertamente, les digo: el que cree en mí tiene vida eterna”. KJV.
“Yo les digo la verdad: el que cree tiene vida eterna”. NIV.

Juan 8:9.-
“Y los que escucharon, estando convencidos por su conciencia, salieron uno a uno, comenzando por los
más ancianos, hasta el último; y Jesús quedó solo, y la mujer estaba parada ante él”. KJV.
“Ante esto, los que escucharon comenzaron a salir uno tras otro, primero los más ancianos, hasta que
solo quedó Jesús, con la mujer parada allí”. NIV.

Juan 8:10.-
“Cuando Jesús se levantó, y no vio a nadie sino a la mujer, le dijo: mujer, ¿dónde están tus acusadores?
¿Ningún hombre te ha condenado?”. KJV.
“Jesús se enderezó y le preguntó a ella: ‘Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Nadie te ha condenado?”. NIV.

Juan 8:59.-
“Entonces tomaron piedras para apedrearlo; pero Jesús se escondió, y salió del templo, pasando entre-
medio de ellos, y así salió”. KJV.
“Con esto, ellos tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió, saliendo de los terrenos del
templo”. NIV.

Juan 9:6.-
“Habiendo hablado, él escupió en el suelo, e hizo barro con la saliva, y ungió los ojos del hombre ciego
con el barro”. KJV.
“Habiendo dicho esto, él escupió en el suelo, hizo barro con la saliva, y la colocó en los ojos del hom-
bre”. NIV.
Pág. 132

Juan 10:26.-
“Pero vosotros no creéis, porque no sois de mi rebaño, tal como os dije”. KJV.
“Pero no creéis porque no sois mi rebaño”. NIV.

Juan 11:41.-
“Entonces quitaron la piedra del lugar donde había sido colocado el muerto. Y Jesús levantó sus ojos, y
dijo: Padre, te doy gracias por haberme escuchado”. KJV.
“Entonces quitaron la piedra. Entonces Jesús miró hacia arriba y dijo: ‘Padre, te agradezco que me ha-
yas escuchado’”. NIV.

Juan 12:1.-
“Entonces Jesús, seis días antes de la pascua, llegó a Betania, donde estaba Lázaro que había estado
muerto, a quien él resucitó de los muertos”. KJV.
“Seis días antes de la pascua, Jesús llegó a Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado
de los muertos”. NIV.

Juan 16:16.-
“Dentro de poco no me veréis. Y nuevamente, dentro de poco, y me veréis, porque voy al Padre”. KJV.
“Dentro de poco no me veréis más, y dentro de poco me veréis”. NIV.

Juan 17:12.-
“Cuando yo estaba con ellos en el mundo, los guardé en tu nombre; aquellos que tú me diste los he
guardado, y ninguno de ellos se ha perdido, sino el hijo de la perdición; para que se cumplieran las Es-
crituras”. KJV.
“Mientras estuve con ellos, los protegí y los guardé a salvo por aquel nombre que tú me diste. Ninguno
se ha perdido excepto aquel condenado a la destrucción para que se cumplieran las Escrituras”. NIV.

Juan 19:16.-
“Entonces lo entregó a ellos para que fuera crucificado. Y ellos tomaron a Jesús y se lo llevaron”. KJV.
“Finalmente Pilato se los entregó a ellos parea que fuese crucificado. Así, los soldados tomaron cuenta
de Jesús”. NIV.

Hechos 2:30.-
“Siendo por lo tanto un profeta, y sabiendo que Dios le había jurado con un juramento, que del fruto de
sus lomos, de acuerdo con la carne, levantaría a Cristo para que se siente en su trono”. KJV.
“Pero él era un profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento que colocaría a uno de sus
descendientes en su trono”. NIV.

Hechos 3:11.-
“Y como el lisiado que fue sanado, se mantenía con Pedro y Juan, todas las personas corrieron hasta
ellos en el pórtico que se llama de salomón, grandemente asombrados”. KJV.
“Mientras el mendigo se mantenía junto a Pedro y Juan, todas las personas estaban asombradas y vinie-
ron corriendo hacia ellos en el lugar llamado pórtico de Salomón”. NIV.

Hechos 7:37.-
“Este es aquel Moisés, que les dijo a los hijos de Israel: un profeta levantará el Señor vuestro Dios de
entre vuestros hermanos, semejante a mí; a él oiréis”. KJV.
“Este es aquel Moisés que les dijo a los israelitas: Dios os enviará un profeta como yo desde vuestro
propio pueblo”. NIV.
Pág. 133

Hechos 9:5.-
“Y él dijo: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tu persigues; duro es para ti
dar golpes contra el aguijón”. KJV.
“¿Quién eres tú, Señor? Preguntó saulo. ‘Yo soy Jesús, a quien tu persigues’”. NIV.

Hechos 9:6.-
“Y él temblando y asombrado dijo: Señor, ¿qué quieres que haga? Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a
la ciudad, y se te dirá lo que tienes que hacer”. KJV.
“Ahora levántate y ve a la ciudad, y se te dirá lo que tienes que hacer”. NIV.

Hechos 10:6.-
“Él se hospeda con un Simón curtidor, cuya casa está al lado del mar; él te va a decir lo que tienes que
hacer”. KJV.
“Él está con Simón el curtidor, cuya casa está al lado del mar”. NIV.

Hechos 10:12.-
“En él había todo tipo de cuadrúpedos de la tierra, y bestias salvajes, y cosas que se arrastran y aves del
aire”. KJV.
“Contenía todo tipo de animales cuadrúpedos y reptiles de la tierra y pájaros del aire”. NIV.

Hechos 10:21.-
“Entonces Pedro descendió hacia los hombres que le habían sido enviados de parte de Cornelio, y dijo:
He aquí yo soy quien buscáis; ¿cuál es la causa por la cual habéis venido?”. KJV.
“Pedro descendió y les dijo a los hombres: ‘Yo soy el que estáis buscando. ¿Por qué habéis venido?”.
NIV.

Hechos 10:32.-
“Envía a Jope y llama a Simón, cuyo apellido es Pedro; él habita en la casa de un Simón curtidor al la-
do del mar; el cual, cuando venga, te hablará”. KJV.
“Envía a Jope por Simón que se llama Pedro. Él es un convidado en el hogar de Simón el curtidor, el
cual vive al lado del mar”. NIV.

Hechos 13:42.-
“Y cuando los Judíos salieron de la sinagoga, los gentiles les rogaron que estas palabras les fuesen pre-
dicadas el próximo sábado”. KJV.
“Cuando pablo y Bernabé estaban dejando la sinagoga, las personas los convidaron para hablar más
acerca de estas cosas el próximo sábado”. NIV.

Hechos 15:18.-
“Son conocidas de Dios todas estas obras desde el comienzo del mundo”. KJV.
“Que han sido conocidas desde eras”. NIV.

Hechos 15:24.-
“Porque hemos sabido, que algunos han salido de nosotros, os han inquietado con palabras, corrom-
piendo vuestras almas, diciendo: tenéis que circuncidaros y guardar la ley; y nosotros no les hemos
mandado hacer eso”. KJV.
“Hemos escuchado que algunos que salieron de nosotros sin nuestra autorización y os han perturbado,
han inquietado vuestras mentes debido a lo que os han dicho”. NIV.
Pág. 134

Hechos 18:21.-
“Sino que se despidió, diciendo: Por todos los medios debo guardar esta fiesta que viene en Jerusalén;
pero voy a volver nuevamente a vosotros, si Dios quiere. Y partió [en barco] de Éfeso”. KJV.
“Pero al partir, él prometió: ‘Voy a volver si Dios así lo quiere’. Entonces partió [en barco] de Éfeso”.
NIV.

Hechos 20:15.-
“Y entonces navegamos y al día siguiente pasamos por Quío; y al día siguiente llegamos a Samos, e hi-
cimos escala en Trogilio; y al día siguiente llegamos a Mileto”. KJV.
“Al día siguiente navegamos desde allí y llegamos a Quío. Al día siguiente que cruzamos hacia Samos,
y al día siguiente llegamos a Mileto”. NIV.

Hechos 21:8.-
“Y al día siguiente, nosotros que éramos de la compañía de Pablo, partimos, y llegamos a Cesarea; y
entramos en la casa de Felipe el evangelista, el cual era uno de los siete; y nos hospedamos con él”.
KJV.
“Saliendo al día siguiente, llegamos a Cesarea y nos quedamos en la casa de Felipe el evangelista, uno
de los Siete”. NIV.

Hechos 21:22.-
“¿Qué hacer pues? La multitud tiene que reunirse; porque escucharán que has venido”. KJV.
“¿Qué haremos? Ciertamente van a escuchar que has venido”. NIV.

Hechos 21:25.-
“En cuando a los Gentiles que creen, hemos escrito y concluido que ellos no observen esas cosas, que
solo se abstengan de cosas ofrecidas a ídolos, y de sangre, y de estrangulado, y de fornicación”. KJV.
“En cuando a los creyentes Gentiles, les hemos escrito nuestra decisión de que se abstengan de alimen-
to sacrificado a los ídolos, de sangre, de comer animales estrangulados y de inmoralidad sexual”. NIV.

Hechos 22:9.-
“Y los que estaban conmigo vieron en verdad la luz, y tenían miedo; pero no escucharon la voz del que
habló conmigo”. KJV.
“Mis compañeros vieron la luz, pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo”. NIV.

Hechos 22:20.-
“Y cuando la sangre de tu mártir Esteban fue derramada, yo mismo estuve presente, y consentía en su
muerte, y guardé la ropa de los que lo mataban”. KJV.
“Y cuando la sangre de tu mártir Esteban fue derramada, yo estaba allí dando mi aprobación y guar-
dando las ropas de aquellos que lo estaban matando”. NIV.

Hechos 23:9.-
“Y se levantó un gran clamor; y parte de los escribas que eran de los Fariseos se levantaron, contendían
diciendo: No encontramos ningún mal en este hombre; pero si un espíritu o un ángel le ha hablado, no
contendamos contra Dios”. KJV.
“Hubo un gran clamor, y algunos de los maestros de la ley que eran Fariseos se levantaron y argumen-
taron vigorosamente: ‘No encontramos nada errado con este hombre’, dijeron ellos. ‘¿Y si un espíritu o
un ángel le ha hablado?”. NIV.
Pág. 135

Hechos 24:6.-
“El cual también ha profanado el templo; al cual lo tomamos y lo habríamos juzgado de acuerdo a
nuestra ley”. KJV.
“Y hasta trató de profanar el templo; así es que lo detuvimos”. NIV.

Hechos 24:8.-
“Mandando a sus acusadores que vengan a ti; tu mismo interrogándolo puedes tomar conocimiento de
todas estas cosas, de las cuales lo acusamos”. KJV.
“Examinándolo tu mismo serás capaz de aprender la verdad acerca de todos estos cargos que traemos
contra él”. NIV.

Hechos 24:26.-
“Él también esperaba que Pablo le diera dinero, para que pudiera soltarlo; por lo cual haciéndolo venir
muchas veces, hablaba con él”. KJV.
“Al mismo tiempo esperaba que Pablo le ofreciera un soborno, así es que mandaba buscarlo frecuente-
mente y hablaba con él”. NIV.

Hechos 26:30.-
“Y cuando hubo hablado, el rey se levantó, y el gobernador y Berenice, y los que estaban sentados con
ellos”. KJV.
“El rey se levantó, y con él el gobernador y Berenice y aquellos que estaban sentados con ellos”. NIV.

Hechos 28:16.-
“Y cuando llegamos a Roma, el centurión le entregó los prisioneros al capitán de la guardia; pero Pablo
tuvo que vivir aparte con un soldado que lo cuidaba”. KJV.
“Cuando llegamos a Roma, se le permitió a Pablo vivir con un soldado que lo cuidaba”. NIV.

Rom. 1:16.-
“Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo; porque es poder de Dios para salvación a todo el
que cree; primero al Judío, y también al Griego”. KJV.
“No estoy avergonzado del evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree;
primero para el Judío, y después para el Gentil”. NIV.

Rom. 8:1.-
“No hay, por lo tanto, ahora ninguna condenación para los que están en Jesucristo, los cuales no andan
conforme a la carne, sino que conforme al Espíritu”. KJV.
“Por lo tanto, ahora no hay ninguna condenación para aquellos que están en Jesucristo”. NIV.

Rom. 9:28.-
“Porque él va a terminar la obra, y la acortará en justicia; porque el Señor hará una obra corta sobre la
tierra”. KJV.
“Porque el Señor ejecutará su sentencia en la tierra con velocidad y finalidad”. NIV.

Rom. 10:15.-
“¿Y cómo predicarán, a no ser que sean enviados? Como está escrito: ¡Cuán bellos son los pies de los
que predican el evangelio de la paz, y traen buenas nuevas de las cosas buenas!”. KJV.
“¿Y cómo pueden predicar a menos que sean enviados? Tal como está escrito: ‘¡Cuán bellos son los
pies de los que traen buenas noticias!”. NIV.
Pág. 136

Rom. 11:6.-
“Y si es por gracia, entonces ya no es por obras; de otra manera la gracia no es más gracia. Pero si fuera
por obras, entonces no hay más gracia; sino las obras ya no serían obras”. KJV.
“Y si es por gracia, entonces ya no es por obras; si así fuese, la gracia ya no sería gracia”. NIV.

Rom. 13:9.-
“Porque, no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y si
hay cualquier otro mandamiento, se comprende resumidamente en esto: amarás a tu prójimo como a ti
mismo”. KJV.
“Los mandamientos: ‘no cometerás adulterio’, ‘no matarás’, ‘no robarás’, ‘no codiciarás’, y cualquier
otro mandamiento que pueda existir, se resume en esta única regla: ‘ama a tu prójimo como a ti mis-
mo’”. NIV.

Rom. 14:6.-
“El que observa cierto día, lo observa para el Señor; y el que no observa cierto día, para el Señor no lo
observa. El que come, come para el Señor, porque le da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor
no come, y le da gracias a Dios”. KJV.
“Aquel que guarda un día en especial, así lo hace para el Señor. El que come, come para el Señor, por-
que le da gracias a Dios; y el que se abstiene, lo hace para el Señor y le da gracias a Dios”. NIV.

Rom. 14:21.-
“Es bueno no comer carne ni beber vino, ni ninguna cosa con que tu hermano tropiece, o se ofenda, o
lo debilite”. KJV.
“Es mejor no comer carne o beber vino o hacer cualquier cosa que haga con que tu hermano caiga”.
NIV.

Rom. 15:24.-
“Cuando haga mi viaje a España, iré a vosotros; porque quiero verlos en mi viaje, y para ser encamina-
do por vosotros allá, si primero me siento lleno con vuestra compañía”. KJV.
“Planeo hacerlo así cuando vaya a España. Espero visitarlos al pasar y que ustedes me puedan asistir en
mi viaje allí, después de haber disfrutado vuestra compañía por un momento”. NIV.

Rom. 15:29.-
“Y estoy seguro que, cuando vaya a vosotros, llegaré en la totalidad de la bendición del evangelio de
Cristo”. KJV.
“Se que cuando vaya a vosotros, llegaré con la medida total de la bendición de Cristo”. NIV.

1 Cor. 6:20.-
“Porque habéis sido comprados por un precio; por lo tanto glorificad a Dios en vuestro cuerpo, y en
vuestro espíritu, que son de Dios”. KJV.
“Fuisteis comprados por un precio. Por lo tanto honrad a Dios con vuestro cuerpo”. NIV.

1 Cor. 10:28.-
“Pero si alguien os dijera: Esto es ofrecido en sacrificio a los ídolos, no comáis a causa del que lo de-
claró, y por motivo de conciencia; porque la tierra es del Señor y su totalidad”. KJV.
“Pero si alguien osa dice: ‘Esto ha sido ofrecido en sacrificio’, entonces no lo comáis, tanto por amor al
hombre que os lo dijo como por amor a la conciencia”. NIV.
Pág. 137

1 Cor. 11:24.-
“Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; este es mi cuerpo, el cual es quebrado por
vosotros; haced esto en memoria de mí”. KJV.
“Y cuando él hubo dado gracias, lo quebró y dijo: ‘Este es mi cuerpo, que es para vosotros; haced esto
en memorias de mí”. NIV.

Gál. 3:1.-
“¡Oh Gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó a vosotros, que no debíais obedecer la verdad, ante cuyos
ojos Jesucristo ha sido evidentemente expuesto, crucificado entre vosotros?”. KJV.
“¡Gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado? Delante de vuestros propios ojos Jesucristo fue clara-
mente representado como crucificado”. NIV.

Efe. 3:14.-

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo”. KJV.
“Por esta razón, me arrodillo delante del Padre”. NIV.

Efe. 5:30.-
“Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne, y de sus huesos”. KJV.
“Porque somos miembros de su cuerpo”. NIV.

Fil. 3:16.-
“Sin embargo, en aquello que ya hemos logrado, caminemos con la misma regla, pensemos la misma
cosa”. KJV.
“Vivamos solo con lo que ya hemos alcanzado”. NIV.

Col. 1:2.-
“A los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz a vosotros, de Dios nues-
tro Padre y del Señor Jesucristo”. KJV.
“A los santos y fieles hermanos en Cristo de Colosas: Gracia y paz para vosotros de Dios nuestro Pa-
dre”. NIV.

Col. 3:6.-
“Por amor a esas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia”. KJV.
“Debido a esto, la ira de Dios viene”. NIV.

1 Tes. 1:1.-
“Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, la cual está en Dios el Padre y en el Se-
ñor Jesucristo: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”. KJV.
“Pablo, Silas y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses en Dios el Padre y el Señor Jesucristo: Gra-
cia y paz a vosotros”. NIV.

1 Tim. 3:3.-
“No dado al vino, no violento, no codicioso del dinero; sino paciente, no peleador, no codicioso”. KJV.
“No dado a mucho vino, no violento sino que cariñoso, no pendenciero, no amante del dinero”. NIV.

1 Tim. 6:5.-
“Perversas disputas de hombres de mentes corruptas, y destituidos de la verdad, que suponen que la ga-
nancia es piedad; de estos apártate”. KJV.
Pág. 138

“Y constante fricción entre hombres de mente corrupta, que han sido robados de la verdad y que pien-
san que la piedad es un medio para financiar el lucro”. NIV.

1 Tim. 6:7.-
“Porque no trajimos nada a este mundo, y es cierto que no podremos llevar nada”. KJV.
“Porque no trajimos nada al mundo, y no podemos sacar nada de él”. NIV.

1 Tim. 6:19.-
“Atesorando para sí mismos un buen fundamento contra el tiempo que viene, para que echen mano de
la vida eterna”. KJV.
“De esta manera ellos van a tener un tesoro para sí mismos como un firme fundamento para la era por
venir, para que puedan echar mano de la vida que realmente es vida”. NIV.

2 Tim. 1:11.-
“Por lo cual he sido escogido como predicador, y apóstol y maestro de los gentiles”. KJV.
“Y de este evangelio fue escogido un heraldo y un apóstol y un maestro”. NIV.

2 Tim. 4:1.-
“Por lo tanto te encargo delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que va a juzgar a los vivos y a los
muertos en su aparición y en su reino”. KJV.
“En la presencia de Dios y de Jesucristo, que va a juzgar a los vivos y a los muertos, y en vista de su
aparición y su reino, te doy este encargo”. NIV.

Heb. 2:7.-
“Lo hiciste un poco menor que los ángeles; lo coronaste con gloria y honor, y lo colocaste sobre las
obras de tus manos”. KJV.
“Lo hiciste un poco menor que los ángeles; lo coronaste con gloria y honor”. NIV.

Heb. 3:6.-
“Pero Cristo como hijo sobre su propia casa; cuya casa somos nosotros, si retenemos firme la confianza
y la alegría de la esperanza, firme hasta el fin”. KJV.
“Pero Cristo es fiel como un hijo sobre la casa de Dios. Y nosotros somos su casa, si retenemos nuestro
coraje y la esperanza de la cual nos jactamos”. NIV.

Heb. 7:21.-
“Porque esos sacerdotes fueron hechos sin un juramento; pero este con un juramento por aquel que le
dijo: El Señor jura y no se va a arrepentir, Tú eres un sacerdote para siempre según la orden de Melqui-
sedec”. KJV.
“Pero él se convirtió en sacerdote con un juramento cuando Dios le dijo: ‘El Señor ha jurado y no va a
cambiar de pensamiento: Tú eres sacerdote para siempre’”. NIV.

Heb. 8:12.-
“Porque seré misericordioso con sus injusticias, y no me acordaré más de sus pecados y sus iniquida-
des”. KJV.
“Porque voy a perdonar su impiedad y no me acordaré más de sus pecados”. NIV.

Heb. 10:30.-
“Pues sabemos quien dijo: La venganza me pertenece, yo voy a recompensar, dice el Señor. Y nueva-
mente: El Señor va a juzgar a su pueblo”. KJV.
Pág. 139

“Porque sabemos quien dijo: ‘Mía es la venganza; yo voy a compensar’, y nuevamente: ‘El Señor va a
juzgar a su pueblo’”. NIV.

Heb. 10:34.-
“Porque tuvisteis compasión de mí en mis cadenas, y tomasteis alegremente el despojo de vuestros bie-
nes, sabiendo en vosotros mismos que en el cielo tenéis algo mejor más durable”. KJV.
“Simpatizasteis con aquellos en prisión y alegremente aceptasteis la confiscación de vuestra propiedad,
porque sabíais que tenías posesiones mejores y duraderas”. NIV.

Heb. 11:11.-
“También por la fe la misma Sara recibió fortaleza para concebir la semilla, y se le entregó un niño
cuando ya había pasado de la edad, porque juzgó fiel al que había prometido”. KJV.
“Por la fe Abraham, aun cuando ya estaba viejo – y la misma Sara era estéril – fue capacitado para
convertirse en un padre, porque consideró fiel al que había hecho la promesa”. NIV.

Heb. 11:13.-
“Todos estos murieron en la fe, no habiendo recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos,
y fueron persuadidos por ellas, y las abrazaron, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la
tierra”. KJV.
“Todas estas personas aun estaban viviendo por la fe cuando murieron. Ellos no recibieron las cosas
prometidas; solo las vieron y les dieron la bienvenida desde la distancia. Y admitieron que eran extra-
ños y extranjeros en la tierra”. NIV.

Heb. 12:20.-
“Porque no podían soportar lo que había sido ordenado, y que si una bestia tocase la montaña, sería
apedreada, o atravesada con una lanza”. KJV.
“Porque no pudieron soportar lo que había sido ordenado: ‘Si aun un animal toca la montaña, tiene que
ser apedreado”. NIV.

1 Pedro 1:22.-
“Viendo que habéis purificado vuestras almas obedeciendo la verdad a través del Espíritu con un amor
no fingido para con los hermanos, ved que os améis los unos a los otros fervientemente con un corazón
puro”. KJV.
“Ahora que os habéis purificado a vosotros mismos obedeciendo la verdad, de tal manera que tengáis
amor sincero por vuestros hermanos, amaos los unos a los otros profundamente, del corazón”. NIV.

1 Pedro 4:3.-
“El tiempo pasado de nuestra vida debe ser suficiente para hacer la voluntad de los Gentiles, cuando
caminamos en lascivias, lujurias, exceso de vino, rebeliones, banquetes y abominables idolatrías”. KJV.
“Porque habéis gastado suficiente tiempo en el pasado haciendo lo que los paganos hacen – viviendo en
perversiones, lujuria, borracheras, orgías, juergas y detestable idolatría”. NIV.

1 Pedro 4:14.-
“Si sois reprochados por el nombre de Cristo, sois felices; porque el espíritu de gloria y de Dios des-
cansa sobre vosotros; de parte de ellos es mal hablar, pero de vuestra parte él es glorificado”. KJV.
“Si sois insultados debido al nombre de Cristo, sois bendecidos, porque el Espíritu de gloria y de Dios
reposa sobre vosotros”. NIV.
Pág. 140

2 Pedro 3:10.-
“Pero el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con gran ruido,
y los elementos se derretirán con gran calor, la tierra también y las obras que en ella hay serán quema-
das”. KJV.
“Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Los cielos van a desaparecer con un estruendo; los ele-
mentos serán destruidos por fuego, y la tierra y todo lo que en ella hay será quemado”. NIV.

1 Juan 4:3.-
“Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en la carne no es de Dios; y este es ese espíri-
tu del anticristo, del cual habéis escuchado que vendrá; y ya ahora está en el mundo”. KJV.
“Pero todo espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios. Este es el espíritu del anticristo, del cual
habéis escuchado que viene y aun ahora ya está en el mundo”. NIV.

1 Juan 5:13.-
“Estas cosas os he escrito a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios; para que sepáis que tenéis vi-
da eterna, y que podéis creer en el nombre del Hijo de Dios”. KJV.
“Os escribo estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, de tal manera que sepáis que te-
néis vida eterna”. NIV.

Apoc. 1:8.-
“Yo soy el Alfa y la Omega, el comienzo y el fin, dice el Señor, el que es, y que fue, y que va a venir,
el Todopoderoso”. KJV.
“‘Yo soy el Alfa y la Omega’, dice el Señor Dios, ‘el que es, el que fue, y el que ha de venir, el Todo-
poderoso’”. NIV.

Apoc. 1:11.-
“Diciendo, yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último; y escribe en un libro lo que ves y envíalo
a las siete iglesias que están en Asia; a Éfeso, y a Esmirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Fi-
ladelfia, y a Laodicea”. KJV.
“El cual dijo: Escribe en un pergamino lo que ves y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pér-
gamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea”. NIV.

Apoc. 5:14.-
“Y las cuatro bestias dijeron, Amén. Y los 24 ancianos se postraron y adoraron a aquel que vive para
siempre”. KJV.
“Las cuatro criaturas vivientes dijeron: Amén, y los ancianos se postraron y adoraron”. NIV.

Apoc. 11:1.-
“Y me fue dada una caña como una vara; y el ángel en pie me dijo: Levántate y mide el templo de
Dios, y el altar, y a los que adoran ahí”, KJV.
“Se me dio una caña como una vara de medir y se me dijo: Anda y mide el templo de Dios y el altar, y
cuenta a los adoradores”. NIV.

Apoc. 11:17.-
“Diciendo: te damos gracia, oh Señor Dios Todopoderoso, que eres, que eras, y que has de venir; por-
que has asumido tu inmenso poder, y has reinado”. KJV.
“Diciendo: te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras, porque has asumido tu
gran poder y has comenzado a reinar”. NIV.
Pág. 141

Apoc. 14:5.-
“Y en sus bocas no se halló engaño; porque son sin mancha delante del trono de Dios”. KJV.
“No se encontró mentira en sus bocas; ellos son sin mancha”. NIV.

Apoc. 15:2.-
“Y vi como un mar de vidrio mezclado con fuego; y los que habían alcanzado la victoria sobre la bes-
tia, y sobre su imagen, y sobre su marca, y sobre el número de su nombre, estando sobre el mar de vi-
drio, tendiendo las arpas de Dios”. KJV.
“Y vi lo que parecía un mar de vidrio mezclado con fuego y de pie al lado del mar, a aquellos que ha-
bían sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y sobre el número de su nombre. Ellos tenían arpas
que les fueron dadas por Dios”. NIV.

Apoc. 21:24.-
“Y las naciones de los que sean salvos caminarán a su luz; y los reyes de la tierra le traerán su gloria y
su honra”. KJV.
“Las naciones caminarán por su luz, y los reyes de la tierra le traerán su esplendor”. NIV.

Apéndice C: Los Traductores de las Versión Autorizada.-

Cuarenta y siete hombres del más alto compromiso cristiano y con un profundo conocimiento de los
idiomas bíblicos tradujeron la Versión Autorizada de 1611. Inicialmente fueron elegidos 54, pero siete
murieron o se separaron antes que comenzara el proyecto.
Los traductores fueron divididos en seis grupos que consistieron de diferentes números que iban de sie-
te a diez. A estos comités les fueron asignadas las siguientes traducciones 80:

(A) Génesis hasta 1 Crónicas – El primer Comité de Westminster, que consistía de diez hombres.
(E) 2 Crónicas hasta Cantares de Salomón – El primer Comité de Cambridge, que consistía de ocho
hombres.
(C) Isaías hasta Malaquías – El Comité de Oxford del Antiguo Testamento, que consistía de diete hom-
bres.
(F) Los Apócrifos – El segundo Comité de Cambridge, que consistía de siete hombres.
(D) Mateo hasta Hechos y el Apocalipsis – El Comité de Oxford del Nuevo Testamento, que consistía
de ocho hombres.
(B) Romanos hasta Judas – El segundo Comité de Westminster, que consistía de siete hombres.

El procedimiento adoptado es de interés. En cada grupo los participantes tradujeron individualmente la


porción asignada de las Escrituras. Solo entonces se reunió el grupo, analizó cada contribución y final-
mente produjo una traducción en la que todos estuvieron de acuerdo.
Cuando este bosquejo provisorio fue completado, fue distribuido a cada uno de los otros cinco grupos
para una cuidadosa verificación y sugerencias. Finalmente, un comité selecto repasó todo el texto y dos
miembros de este comité selecto hicieron una revisión final de cada traducción.
Por lo tanto, fue tomado el mayor cuidado para asegurar la traducción de cada experto en la traducción
de toda la Versión Autorizada.
Aun cuando el espacio excluye la presentación aun de las biografías más cortas de los 47 traductores,
presentamos algunas como típicas. Estamos en deuda con D. O. Fuller, ¿Cuál Biblia?, capítulo uno,
por las biografías incluidas. Pero primero vamos a proveer una lista alfabética de los traductores 81.

80
Ver la próxima nota al pie de página.
Pág. 142

Dr. George Abbot, D.D., Maestro del Colegio de la Universidad, Oxford; Vicecanciller de Oxford,
Obispo de Lichfield, Arzobispo de Canterbury (D).
Dr. Lancelot Andrewes, M.A., D.D., Socio del Colegio de Pembroke, Cambridge; Obispo de Ely y
Winchester, Decano de Westminster (A).
Dr. Roger Andrewes, D.D., Socio del Colegio de Pembroke, Maestro del Colegio de Jesús, Cambridge
(E).
Dr. William Barlow, M.A., D.D., Socio del Colegio Trinidad, Cambridge; Obispo de Rochester, Obis-
po de Lincoln (A).
William Bedwell, M.A., Colegio Saint John, Cambridge (A).
John Boys, Socio del Colegio Saint John, Cambridge; Rector de Boxworth (F).
Dr. William Brainthwaite, Socio del Colegio Emanuel, Maestro de Gonville y del Colegio Gaius, Dele-
gado y Profesor de Divinidad del Colegio Margaret, Cambridge (F).
Dr. Richard Brett, D.D., Socio del Colegio King James, Chelsea (A).
Profesor Byng, Socio de Peterhouse, Cambridge, Profesor de hebreo, Cambridge (E).
Dr. Laurence Chaderton, Socio del Colegio de Cristo, Maestro del Colegio Emanuel, Cambridge (E).
Dr. Richard Clarke, D.D., Socio del Colegio de Cristo, Cambridge (A).
Profesor William Dakins, M.A., B.D., Socio del Colegio Trinidad, Cambridge; Profesor de Divinidad,
Colegio Gresham (B).
Francis Dillingham, M.A., B.D., Socio del Colegio Cristo, Cambridge (E).
Profesor Andrew Downes, M.A., B.D., Socio del Colegio Saint John, Cambridge; Profesor de Griego,
Cambridge (F).
Dr. John Duport, M.A., D.D., Socio y Maestro del Colegio Jesús, Cambridge; Vicecanciller de la Uni-
versidad de Cambridge (F).
Dr. R. Eedes, Decano de Worcester (D).
Sr. Fairclowe, Socio del Colegio Nuevo, Oxford (C).
Dr. Roger Fenton, D.D., Socio del Colegio Pembroke, Cambridge (B).
Profesor John Harding, Presidente del Colegio Magdalena y Profesor de Hebreo, Oxford (C).
Profesor John Harmar, M.A., Profesor de Griego, Oxford; Maestro Jefe de Winchester, Director del
Colegio Santa María (D).
Dr. Thomas Harrison, B.A., D.D., Vice-Maestro del Colegio Trinidad, Cambridge (E).
Dr. Thomas Holland, M.A., D.D., Profesor de Divinidad, Oxford (C).
Dr. Ralph Hutchinson, M.A., D.D., Presidente del Colegio Saint John, Oxford (B).
Dr. Richard Kilbye, M.A., D.D., Profesor de Hebreo, Oxford (C).
Profesor Geoffrey King, Profesor de Hebreo, Cambridge; Socio del Colegio King, Cambridge (A).
Dr. John Layfield, Socio del Colegio Trinidad, Cambridge; Conferenciante de Griego, Cambridge; ex-
perto en arquitectura (A).
Profesor Edgard Lively, M.A., Socio del Colegio Trinidad, Cambridge; Profesor de Hebreo, Cambridge
(E).
Dr. John Overall, D.D., Profesor de Divinidad, Cambridge; Obispo de Coventry, Litchfield y Norwick,
Decano de San Pablo (A).
Dr. John Perin, Socio del Colegio Saint John, Oxford; Canon de la Iglesia de Cristo, Profesor de Grie-
go, Oxford (D).
Michael Rabbett, Rector de Saint Vedast, Foster Lane (D).
Dr. Jeremiah Radcliffe, Socio del Colegio Trinidad, Cambridge (F).
Dr. Ralph Ravens, Socio del Colegio Saint John, Oxford (D).

81
Las letras al final de cada referencia se refieren al comité al cual cada hombre perteneció. A, Primero Westminster; B, Se-
gundo Westminster; C, Oxford Antiguo Testamento; D, Oxford Nuevo Testamento; E, Primero Cambridge; F, Segundo
Cambridge.
Pág. 143

Dr. Thomas Ravis, M.A., D.D., Vicecanciller de Oxford, Obispo de Glouchester (D).
Dr. John Reynolds, D.D., Presidente del Colegio Corpus Christi y Profesor de Divinidad, Oxford; De-
cano de Lincoln (C).
Dr. John Richardson, D.D., Socio del Colegio Emanuel, Maestro del Colegio Peterhouse, Maestro del
Colegio Trinidad, Profesor de Divinidad, Cambridge (E).
Sr. Thomas Sanderson, Rector de All Hallows (B).
Dr. Adrian Saravia, Profesor de Divinidad de la Universidad de Leyden, Prebendado en Canterbury y
Westminster (A).
Sir Henry Saville, Socio del Colegio Merton, Oxford; Preboste de Eton, Tutor de la Reina Elizabeth I
(D).
Dr. Miles Smith, M.A., D.D., Obispo de Glouchester (C).
Profesor Robert Spalding, Socio del Colegio Saint John, Cambridge; Profesor de Hebreo, Cambridge
(E).
Dr. T. Spencer, Presidente del Colegio Corpus Christi, Oxford (B).
Dr. William Teigh, Archidecano de Middlesex, Rector de All Hallows, Atalaya de la Torre (A).
Dr. Giles Thompson, Decano de Windsor, Obispo de Glouchester (A).
Richard Thompson, M.A., Socio del Colegio Clare, Cambridge (A).
Dr. Ward, D.D., Socio del Colegio King, Cambridge; Prebendado de Chichester (F).
Dr. Samuel Ward, D.D., Profesor de Divinidad, Cambridge; Maestro del Colegio Sydney Sussex (F).

Biografías Resumidas.-

Las siguientes biografías resumidas de algunos de los traductores podrán ser de interés.

El Dr. George Abbott comenzó sus estudios universitarios en el Colegio Vallito, Oxford, en 1578 y
luego se hizo conocido por su fuerte Calvinismo y Puritanismo. En 1593 realizó su B.D., en 1597 su
D.D., y en el mismo año consiguió su Maestría de la Universidad del Colegio a la edad de 35 años; y
pocos años después era Vicecanciller. Él se opuso fuertemente a la influencia Romana de Laud [Arzo-
bispo de Canterbury] y fue muy severo en su denuncia de cualquier cosa que tuviera sabor a “papado”.
Sin embargo, aceptó a algunos altos oficiales en la Iglesia de Inglaterra y en 1609 se convirtió en Obis-
po de Lichfield y Arzobispo de Canterbury en 1611. Fue visto como la cabeza de los Puritanos dentro
de la Iglesia de Inglaterra, y se opuso vigorosamente a la declaración de Rey que permitía los deportes
y los pasatiempos los [domingos]. Animó a James para que solicitara los Estados generales para dimitir
a Vorstius de su calidad de profesor en Leyden, debido a su Arminianismo.

Lancelot Andrewes, un miembro del Comité de Westminster, obtuvo su primera educación en la Es-
cuela Libre de Coopers y en la Escuela Mercantil de Taylor, donde su rápido progreso en el estudio de
los idiomas antiguos llegó a oídos del Dr. Watts, el fundador de algunos eruditos en Pembroke hall,
Cambridge. Andrewes fue enviado a ese Colegio, donde sacó su grado de B.A. y poco después fue ele-
gido Socio. Después sacó su grado de maestría y comenzó a estudiar divinidad y consiguió una gran
distinción como conferencista. Alcanzó varias posiciones de influencia en la Iglesia de Inglaterra y se
distinguió como un diligente y excelente predicador, y se convirtió en capellán de la Reina Elizabeth I.
El Rey james lo promovió para que fuese Obispo de Chester en 1605 y también le dio la influyente po-
sición de Lord Almoner. Posteriormente se convirtió en Obispo de Ely y Consejero Privado. Hacia el
fin de su vida fue Obispo de Winchester.
Se registra que Andrewes fue un hombre de profunda piedad y que el Rey James tenía un tal respeto
por él que en su presencia se refrenaba de la liviandad en la cual él caía en otras ocasiones. Un sermón
predicado en el funeral de Andrewes en 1626, pagó tributo a su gran erudición: “Su conocimiento en
Pág. 144

latín, Griego, Hebreo, Caldeo, Siríaco y Árabe, fuera de otros 15 idiomas modernos, era tan avanzado
que pudo haber sido catalogado como uno de los grandes lingüistas del cristianismo.
“Una gran parte de cinco horas cada día, las gastaba en oración, y en su última enfermedad pasaba todo
el tiempo en oración, y cuando tanto su voz como sus ojos y manos le fallaban en su oficio, su sem-
blante demostraba que aun oraba y alababa a Dios en su corazón, hasta que le agradó a Dios recibir su
bendita alma”.

William Bedwell, M.A., en el Colegio Saint John, Cambridge, estableció su reputación como un erudi-
to Árabe antes de 1603 y es reconocido como “el Padre de los estudios Árabes en Inglaterra”. Fue el
autor del “Léxico Heptaglotton” en siete volúmenes, incluyendo Hebreo, Siríaco, Caldeo y Árabe.
También comenzó un diccionario Persa y una traducción Árabe de las Epístolas de Juan (nueva entre el
MSS de Laud en la Librería de Bodley).

John Boys, (o Bois). Socio de Saint John, Cambridge, y conferenciante de Griego en ese Colegio. na-
ció en 1560 y a temprana edad mostró un inusual interés en idiomas. Comenzó a leer Hebreo a la edad
de cinco años y fue admitido en el Colegio Saint John, Cambridge, cuando tenía 14 años. Allí muy lue-
go se distinguió por su conocimiento del idioma Griego, el cual a veces estudiaba en la librería desde
las 4 de la mañana hasta las 8 de la noche.
Cuando fue elegido Socio de su colegio, estaba sufriendo de viruela, pero estaba tan ansioso de no re-
trasar su carrera que, con algún riesgo para sí mismo y para sus compañeros, convenció a sus amigos
para que lo envolvieran con frazadas y lo llevaran al colegio. Después de estudiar medicina por algún
tiempo, desistió de ese curso y se aplicó al estudio del Griego. Durante diez años fue el conferenciante
de Griego en su colegio. A las cuatro de la mañana dio voluntariamente una conferencia de Griego en
su cuarto, el cual era frecuentado por muchos de sus amigos.
Después de 20 años de vida universitaria, se convirtió en Rector de Boxworth en Cambridgeshire, y
mientras estuvo allí hizo arreglos con 12 otros ministros, que se encontraban todos los viernes en sus
hogares, y compartió los resultados de sus estudios.
Cuando hubo comenzado la traducción de la Biblia, fue elegido como uno de los traductores de Cam-
bridge, y eventualmente no solo hizo su parte, sino que hizo también la parte de otro miembro del co-
mité. Cuando la obra estuvo completa, John Boys fue uno de los seis traductores que se reunieron en el
Stationer Hall para revisar toda la traducción. Este trabajo les llevó aproximadamente 9 meses, y duran-
te este periodo la Compañía de los Stationers les dio un adelanto de 30 chelines a cada uno, por sema-
na. Algunas de las observaciones hechas por John Boys durante la revisión final fueron recientemente
descubiertas en la Librería del Colegio Corpus Christi en Oxford, editadas por el Profesor Ward Allen,
y publicadas en 1970 bajo el título “Traduciendo Para el Rey James”. John Boys, “Exposición de las
Epístolas y Evangelios Usados en la Liturgia Inglesa”, la cual ofrece una amplia evidencia de su com-
petente erudición y de sanidad doctrinal.
Después de una larga vida de eficiente estudio, ministerio, traductor y escritor, murió a la edad de 84
años, “su frente sin arrugas, su vista rápida, su oído afilado, su semblante fresco y su cuerpo sano”.

Dr. Richard Brett, Socio del Colegio Lincoln, Oxford, D.D., bien versado en los idiomas clásicos y
Orientales, Latín, Griego, Hebreo, Caldeo, Árabe y Etíope.

Dr. John Richardson, Socio del Colegio Emanuel, D.D., Profesor de Divinidad, 1607, Maestro de Pe-
terhouse y posteriormente Maestro de Trinidad.

Francis Dillingham, Socio del Colegio de Cristo, Cambridge, M.A. en 1590 y B.D. en 1599. De
acuerdo con Fuller, él fue “un excelente lingüista y un sutil disputador”. Sus obras incluyen: “Una ex-
Pág. 145

plicación sobre el papado, que contiene doce razones efectivas a través de las cuales cualquier Papista,
que no esté voluntariamente cegado, puede ser conducido a la verdad”.

Profesor Andrew Downes, Saint John, Cambridge, B.A. en 1567, Socio en 1571, M.A. en 1574, B.D.
en 1582, Profesor de griego en 1585. Downes y Boys revivieron el estudio del Griego en Saint John.
Downes fue profesor de griego por casi 40 años, y era reconocido como uno de los mejores eruditos de
Griego de su época. Estos dos hombres se unieron a Miles Smith en el subcomité que revisó toda la
traducción hasta el cuidadoso proceso final de revisar y corregir.

John Harmar, M.A., New Collage, Oxford, Profesor de Griego en 1585. Maestro Jefe de Winchester
en 1588, director del Colegio Santa María en 1596. Era muy letrado en patrística y teología escolástica
y un notable Latinista y de Griego. Sus obras incluyen traducciones de sermones de calvino sobre los
Diez Mandamientos, diversos sermones de Beza, y algunas de las homilías de Crisóstomo.

Dr. Thomas Harrison, Colegio Saint John, Cambridge, B.A. en 1576. Socio, Tutor y Vice-Maestro de
Trinidad, D.D., notable Hebreísta y examinador jefe en Hebreo. De acuerdo con el Profesor W. F.
Moulton (“Historia de la Biblia Inglesa”) él también fue acreditado con un excelente conocimiento del
Griego. Era un convencido Puritano.

Dr. Thomas Holland, Colegios Balliol y Exeter, Oxford, B.A. en 1571, M.A, en 1575, B.D. en 1582,
D.D. en 1584. Maestro y Profesor de Divinidad en 1589. Él consiguió tanta distinción en tantos campos
del estudio, que no solo era grandemente estimado entre los eruditos Ingleses, sino que también poseía
una buena reputación en las universidades de Europa. Al igual que Apolos, era poderoso en las Escritu-
ras, y al igual que el apóstol, era fiel al explicarlas. Su ejemplo fue de la mano juntamente con sus pre-
ceptos, y él mismo vivió lo que le predicaba a otros. Entre los traductores él fue probablemente el que
se opuso más fuertemente a Roma, y se registra que cada vez que salía de viaje fuera de su colegio,
reunía a los hombres y los “encomendaba al amor de Dios y a aborrecer el papado”.
Sus biógrafos escriben: “Amaba a Dios y deseaba estar con Dios, la presencia de Dios, y por la total
alegría de Él. Su alma deseaba el cielo, y no encontraba descanso hasta que llegara allí. Fue oración an-
tes de la muerte fue: ¡Deseo ser disuelto, y estar contigo!’”.

Dr. Richard Kilbye, Colegio Lincoln, Oxford, B.A. en 1578, M.A. en 1582, B.D. y D.D. en 1596 y
Profesor de Hebreo en 1610. Autor de una obra sobre Éxodo preparada a partir de comentaristas de
Hebreo. Se encuentra una historia interesante en la biografía de Walton del Obispo Sanderson ilustran-
do la verdad del antiguo proverbio: “un pequeño estudio es algo peligroso”. El Dr. Kilbye, un excelente
erudito Hebreo y Profesor de este idioma en la universidad, también experto en Griego fue elegido co-
mo uno de los traductores, tuvo una entrevista con Sanderson, y en una iglesia en un domingo escuchó
a un joven predicador que gastó la mayor parte del tiempo destinado a su sermón, en criticar diversas
palabras de las entonces recientes traducciones. Él mostró cuidadosamente cómo una palabra en parti-
cular debió haber sido traducida de forma diferente. Posteriormente en esa tarde el predicador y los es-
tudiosos extranjeros fueron convidados a una comida, y el Dr. Kilbye tuvo la oportunidad de decirle al
predicador que podría haber usado su tiempo de una forma más provechosa. El Doctor entonces le ex-
plicó que los traductores habían considerado cuidadosamente las “tres razones” dadas por el predica-
dor, pero habían encontrado otras trece razones más pesadas para darle la forma que el joven criticara
tanto.

Dr. John Reynolds, Colegio Merton, Oxford, se trasladó al Colegio Corpus Christi y se hizo Socio en
1566. Obtuvo su D.D. en 1585 y fue Profesor de Divinidad. Después de varios años como Decano de
Lincoln fue elegido presidente del Colegio Corpus Christi en 1598. Él representó a los Puritanos en la
Pág. 146

Conferencia de Hampton Court, en la cual sugirió que una nueva traducción de la Biblia debía ser lle-
vada a cabo. Su reputación como erudito en Hebreo y Griego fue suficiente garantía para su inclusión
entre los traductores, y Hall relata que “su memoria y su lectura eran cercanos a un milagro”. Él trabajó
en la traducción de los Profetas hasta su muerte en 1607. Durante este periodo los traductores de Ox-
ford se reunieron en su residencia una vez a la semana para comparar y analizar lo que habían hecho.

Dr. Adrian Saravia, Profesor de Divinidad en la Universidad de Leyden en 1582, se convirtió en Pre-
bendado de Canterbury y Westminster. En las controversias de ese periodo se refieren a él como “ese
estudioso extranjero”. Su descendencia Española y su residencia en Holanda lo calificaron para ayudar
a los traductores con el conocimiento de primera mano de la obra de los eruditos en Español y Holan-
dés. Él era también competente en Hebreo.

Sir Henry Saville, Colegio Brasenose, Oxford, Socio del Colegio Merton en 1565 y Warden en 1585,
Preboste de Eton en 1596, Tutor de la Reina Elizabeth I. fue pionero en muchas ramas de la erudición y
fundador del Profesorado Savillano de Matemáticas y Astronomía de Oxford. Sus obras incluyen una
edición de ocho volúmenes de los escritos de Crisóstomo.

Dr. Miles Smith, M.A., D.D., Colegio Corpus Christi y Brasenose y la Iglesia de Cristo, Oxford, Obis-
po de Gloucester en 1612. Él proveyó más evidencia de su contribución que cualquiera de los demás,
ya que le cupo la tarea de escribir los largos Prefacios de los Traductores: “La Traducción Para los Lec-
tores”, las cuales se imprimían al comienzo de la mayoría de las Biblias Inglesas. Su conocimiento de
los idiomas orientales lo calificaron muy bien para tener un lugar entre los traductores de la Versión
Autorizada de la Biblia. Él tenía el Hebreo en la punta de sus dedos; y estaba tan versado en el Caldeo,
Siríaco y Árabe, que les eran tan familiares como su idioma materno. Él persistió en esta obra desde su
comienzo hasta su término y fue el último hombre que trabajó en la traducción.
El trabajo de toda la compañía fue revisada y mejorada por un pequeño grupo seleccionado de entre
ellos, y finalmente fue examinada por Bilson y Miles Smith. Este último entonces escribió el famoso
prefacio, que comienza así: “Celo para promover el bien común…”.

Richard Thomson, M.A., Socio del Colegio Clare, Cambridge, B.D. en 1593, descrito por Richard
Montagu como “un admirable filósofo… mejor conocido en Italia, Francia y Alemania que en su ho-
gar”82.

Cuando leemos estas biografías, quedamos asombrados no solo con la educación de los traductores,
sino que también con la profundidad de su comprometimiento cristiano y su aborrecimiento de la apos-
tasía que era desenfrenada en la Iglesia Católica Romana. Dios pudo usar a estos nobles hombres. Con
traductores con esas firmes convicciones Protestantes, no es de extrañarse que los Católicos Romanos
no encuentren ningún uso para la KJV.
Aun cuando se dice que las comparaciones son odiosas, hay un valor al comparar las traducciones de la
KJV con las versiones modernas. La RSV es citada como un ejemplo.
Uno de los traductores de la RSV fue H. M. Orlinsky, un erudito Judío que naturalmente no aceptaría la
divinidad de Cristo. Tal vez este hecho es un indicio por qué el término virgen fue alterado para mujer
joven en Isa. 7:14. También sirve para la conclusión del Profesor R. C. Foster, Profesor de Griego y de
Nuevo Testamento en el Seminario Bíblico de Cincinnati, cuando declaró:

“La RSV es francamente unitariana y ofrece un ataque muy sutil sobre la deidad de Cristo”. R. C. Fos-
ter, Carta de Noticias a la Iglesia, Julio de 194683.

82
Citado de la Sociedad Bíblica Trinitaria, Artículo 25, El Hombre Educado.
Pág. 147

También se ha sugerido:

“Algunos de los traductores [de la RSV] han escrito artículos que indican que no reconocen la doctrina
bíblica de la Deidad de Cristo, Su pre-existencia, Su nacimiento virginal, Su Sacrificio Expiatorio y su
actual intercesión en el cielo”. Sociedad Bíblica Trinitaria, Artículo Nº 13, El Original Divino, página
9.

No es de extrañarse que la RSV refleje la incredulidad de algunos de sus traductores.

Apéndice D: La Importancia de Berserk.-

En la década de 1980 la Sociedad Bíblica Australiana propuso publicar una nueva traducción de las Es-
crituras que coincidiera con el bicentenario de la llegada de los blancos en Australia, lo cual comenzó
el 26 de Enero de 1788, con la llegada de los primeros convictos y de sus carceleros desde Inglaterra.
Se propuso que esta versión usara el idioma Australiano para que fuese relevante para los lectores Aus-
tralianos.
Una traducción así es un insulto para los Australianos. Implica que los Australianos son tan toscos y tan
faltos de educación que no consiguen entender el Inglés refinado y culto en el cual las Escrituras han
sido traducidas en tiempos pasados. Así es que la versión fue una afrenta tanto para la Palabra de Dios
como para el pueblo Australiano.
La propuesta condujo a Meter White a escribir un artículo, publicado en el más prestigioso diario de
Sydney, satirizando la propuesta hasta el punto de un sacrilegio diabólico. ¿Podemos imaginar cual-
quier otra fe del mundo, ya sea el Islam, el Hinduismo, o el Budismo, permitiendo tal blasfemia? Pero
al hablar de la Biblia, nos estamos refiriendo a la Palabra del Dios vivo. Uno no puede menos que an-
gustiarse profundamente y grandemente insultado que ese sacrilegio evidente se haya diseminado por
todas las naciones cristianas.
El mundo secular desprecia a las Sociedades Bíblicas que tratan de hacer algo en este sentido, tal como
se puede ver del desgraciado artículo de Meter White que es citado a continuación.

Jesús: ¿Profeta o Rufián?


La Sociedad Bíblica va a colocar a la venta una Biblia Australiana para el Bicentenario. Las preguntas
de Meter White es si las santas Escrituras están listas para encontrarse con las cosas genuinas.
Una versión leal a Australia de la Biblia podría hacer maravillas para nuestro sentido de identidad na-
cional y hasta podría promover algún orgullo en la manera única en que nosotros hablamos el idioma
Inglés. En su anuncio en el fin de semana, la Sociedad Bíblica prometió que sus antipodales Buenas
Nuevas no solo caracterizarían un árbol de la goma en la tapa frontal y una descripción aborigen de
Cristo en la cruz, sino que más importante, que la santa Palabra de Dios sería traducida a la jerigonza
local, “el idioma común del pueblo Australiano” con una atención especial a “Australianizar ciertas ex-
presiones claves”.
El Inglés Australiano ha sufrido una deteriorización por parte de los críticos durante los años. Ha sido
descrito típicamente como desaseado, plano, nasal y quejumbroso. Un académico Inglés que nos visitó
lo describió como “el más brutal maltrato infligido a la lengua materna de las grandes naciones de ha-
bla Inglesa”.
Es obvio que un dialecto maligno como ese gana mucho al estar asociado íntimamente con lo Divino,
tal como lo propuso la Sociedad Bíblica. Un idioma que nació en las empalizadas de los convictos, que
salió de entre la gentuza de los campos de oro, y que ahora se encuentra a sí misma casi en la cima de

83
Citado de la Sociedad Bíblica Trinitaria, Artículo 25, El Hombre Educado.
Pág. 148

“la Montaña” en el campo de Críquet de Sydney84, solo puede mejorar su posición al estar vinculado
con ángeles y arcángeles, milagros y Mesías, profetas, salmos y el Sermón de la Montaña.
¿Pero lo que es grande para Australia es necesariamente tan bueno para las santas Escrituras en sí mis-
mas? En su actual estado acosado, el cristianismo puede muy bien no vérselas bien con la Australiza-
ción.
Considere los posibles cambios. Presumiblemente el milagro de los panes y de los peces, por ejemplo,
va a terminar preguntándose cómo Jesús y los discípulos convidaron a unos compañeros de una jerga
en sábado, porque estaba caluroso, y ellos trajeron a todos sus hijos y parientes para nadar en la piscina.
Parecía que no iba a haber comida suficiente hasta que Cristo arrojó otro camarón en la parrilla, y, ape-
dreó a las personas85, como si no hubiese habido lo suficiente y toda una fuente de ensalada de papas
quedó sobrando.
Cristo andando en el agua estaría fuera de cuestión. Todos los Australianos saben que ningún macho
que se respete sale a enfrentar las olas sin una plancha de surf. Si Cristo va a efectuar cualquier milagro
oceánico, van a tener que ser reducidos, y no de muchas variedades.
El Salmo 23 tendría que ser adaptado más o menos así:
“El Señor es mi salvavidas, no me voy a ahogar, Él me hace descender hasta descansar en las arenas
Bondi86, en agudas calmadas.
El José del Antiguo Testamento sería sin duda descrito como ‘rápido como un ratón con dientes de oro’
con su manto de muchos colores. Después que Judas hubo traicionado a Jesús, ‘gritaría como un tran-
vía Bondi’ y después cometería suicidio porque él es ‘tan miserable como un bandicoot87 huérfano en
una cresta quemada’.
La parábola de cómo es más fácil que un rico pase a través del ojo de una aguja, que entre en el reino
del cielo, tendría que ser reordenada así: ‘Es más fácil que Robert Holmes a’Court, Sir Peter Abeles y
Alan Bond88 crucen el Puente Harbour en una carrera durante la hora pico, que entrar en el Reino de
Dios’.
El encuentro de Pablo con la voz de Dios en el camino a Tarsis [sic] sería más o menos así: ‘¡Aturde al
pescado! Amigo, pero no pienses que sea tiempo de parar de irritarme’.
Desde luego, esa oportunidad enviada por Dios de promover la bebida nacional sería demasiado buena
como para desperdiciarla.
Jesús no perdería tiempo transformando el agua en vino, cuando podría ser Foster89.
Y ya que estamos en el asunto de deber, la Resurrección ciertamente sería material maravilloso para un
comercial sobre cerveza:
‘Los Fariseos y Saduceos dijeron que no conseguirías hacerlo, sino que después de tres días de estar en
la tumba, lo conseguirías’”.

Si aun persiste alguna duda de que esa versión de la Biblia haría un tremendo daño, es mejor tener en
mente que esta no es la primera vez que un proyecto así ha sido llevado a cabo.
La versión del Bicentenario va a ser ilustrada por el artista Pro Hart.
Hace unos cinco años atrás, Pro Hart colaboró con el Dr. Norman Habel, entonces un conferenciante en
estudios religiosos en un colegio de educación avanzada en Adelaida, que publicaba una repetición de
algunos pasajes claves del Nuevo Testamento en el idioma Australiano.
Considere esta cita del libro como prueba del posible irreparable daño:

84
Donde se colocan aquellos que pagan las entradas más baratas para ver juegos internacionales de críquet.
85
Una obscenidad típicamente Australiana.
86
La playa más popular de Sydney.
87
Un relativamente pequeño marsupial Australiano pariente del canguro.
88
Tres de los hombres más ricos de Australia en 1987. Holmes a’Court ya murió desde entonces y Bond fue a la bancarrota
y fue sentenciado a dos años y medio de cárcel.
89
Una bebida de cerveza Australiana.
Pág. 149

“¿Quién este tipo llamado Jesús, con su barba rojiza que pica y su perro, un profeta que Dios envió o
un ardiente rufián?”. Sydney Morning Herald, 6 de Octubre de 1987.
Adjunto a la blasfemia de este artículo hay un dibujo animado que lo acompaña, haciendo una broma
de la Santa Cena. Muestra a Cristo y a sus discípulos como si estuviesen con paletós de campesinos,
con largas barbas y con sombreros de alas grandes, con un aura sobre sus sombreros, comiendo perros
calientes y tomando cerveza. El título del dibujo animado es Detalle de la Última Parrillada. Una des-
graciada caricatura de Cristo lo muestra tomando más cerveza de una heladera90 y pasándosela a uno de
sus ‘discípulos’ con las siguientes palabras: ‘Haced esto en memoria de mí’.
Aun cuando todo esto insulta hasta al cristiano más liberal, es citado para despertar a los cristianos al
eventual resultado de su propia aceptación de las Escrituras en un idioma ‘relevante’, idioma que no
toma en cuenta la alta y santa naturaleza de Dios ni de Su Palabra. Si damos un paso más hacia la blas-
femia podemos tener certeza que el diablo va a tomar a aquellos que están a nuestro alrededor y a nues-
tros hijos para que continúen bajando aun más, hasta que las Escrituras se conviertan en algo chistoso,
un libro despreciable.
Para ser justo con la Sociedad Bíblica Australiana, no descendió hasta el nivel indicado en el artículo
de Meter White. Fueron efectuados los siguientes cambios.

“La Biblia de las Buenas Nuevas fue originalmente publicada en dos ediciones, Americano y Británico.
El texto ha sido ahora Australianizado para esta edición, de la siguiente manera:
La forma de colocar el texto es Australiana, con el Diccionario Macquarie como autoridad aceptada.
Pesos y medidas están expresados en unidades métricas, siguiendo el uso oficial de Australia.
El estilo de publicación sigue la convención de Australia.
Han sido efectuados cambios en el idioma del texto, de tal manera que sea aceptado por los Australia-
nos como natural en su manera de usar las palabras, idioma y forma de expresión.
En el todo hay cerca de cien cambios con respecto a la edición básica Americana, sin contar los cam-
bios de pronunciación.
El efecto de estos cambios no es dramático, pero son evidentes.
Deben observarse tres cosas cuidadosamente acerca de la naturaleza y extensión de los cambios textua-
les.
(1) El texto no ha sido re-escrito; solamente aquellas expresiones que eran extrañas o no naturales para
los Australianos, o expresaban un significado errado, han sido reemplazadas.
(2) El significado básico del texto no ha sido cambiado con respecto a lo que intentaban los traductores.
(3) No ha habido ningún cambio del nivel o registro del idioma usado en la traducción. Especialmente
el idioma no ha sido cambiado hacia un nivel más coloquial, en el cual la singularidad y peculiaridades
del Inglés Australiano son mucho más aparentes. En términos generales, la Biblia de las Buenas Nue-
vas, Edición Australiana, usa un nivel formal del idioma; y los cambios efectuados son aquellos, y so-
lamente aquellos, que son requeridos en este nivel”. Australianizando la Biblia de las Buenas Nuevas,
Sociedad Bíblica de Australia, Informativo Noticioso 2.

Tiene que ser dicho que la Sociedad Bíblica Australiana cometió un gran error en su selección de la Bi-
blia de las Buenas Nuevas para sus modificaciones. Pueden ser señalados diversos defectos en esta ver-
sión.
La mayoría de los cambios hechos fueron de naturaleza pequeña y tal vez innecesarios. Ejemplos (el
uso Australiano es colocado primero) incluyen bullock (buey) por ox (buey), centavo por penique,
midday (mediodía) por noonday (mediodía), removido por borrado, calzoncillos por shorts, people
(personas) por persons (personas), larvas por gusanos, creek (arroyo) por brook (arroyo), arbusto por

90
Heladera portátil de plumavit, o cooler.
Pág. 150

maderas, y recepción de bodas por fiesta de casamiento. Como todas las palabras reemplazadas son de
uso común y bien entendidas en Australia, parece ser que las alteraciones sirvieron de poco.

Apéndice E: La Palabra de Dios Hecha una Broma.-

Hay un lugar para el humor y hay un lugar para la reverencia y el respeto. Ciertamente la Palabra de
Dios está en la última categoría, porque dentro de sus páginas está el camino de la salvación, la historia
de la redención, la verdad de nuestro Dios. Pero la sociedad cristiana se ha vuelto tan irreverente, que
los mortales ahora se atreven a hacer comentarios livianos relacionados con las Escrituras para suscitar
la hilaridad del populacho ateo y despreocupado. ¡Cuán lejos está esto de las acciones de los hombres
que entregaron sus vidas para preservar inviolada la Palabra de Dios! Al parecer con la explosión de las
traducciones bíblicas y con la introducción de ciertas paráfrasis de la Palabra de Dios que usaron un
lenguaje vulgar, para que fuese “relevante” para una sociedad que ya no teme a Dios, los hombres y las
mujeres, aun dentro de la iglesia, creen que pueden tratar la Palabra de Dios con la misma hilaridad con
que usan en una obra común de ficción, concebida en la vil mente de los hombres.
Un crudo chiste relacionado con las Escrituras apareció en una tira cómica que apareció por todo el
mundo, El Mágico de Id, producida por dos caricaturistas, Brant Parker y Johnny Hart. El personaje
central de la tira cómica no es el Mágico, sino que el rey pigmeo de Id. Él es visto a menudo con su alto
caballero intelectual semanal, Sir Rodney.
En el Bangkok Post del 24 de Junio de 1990, la tira cómica mostró al rey y al Sir Rodney dando un pa-
seo. Encontraron a una ciudadana, la cual tenía un libro debajo del brazo. “Hola, Blanch; ¿qué es ese
libro debajo del brazo?” preguntó el rey. Blanch replicó: “El Buen Libro”. Volviéndose hacia Sir Rod-
ney, después que Blanch hubo continuado su camino, el rey le preguntó: “¿Qué hace ella con una copia
de las leyes de impuesto?”.
Aun cuando puede suceder que algunas cabezas del gobierno vean las leyes de impuesto como el mejor
libro de su país, este esfuerzo más bien débil para generar alegría a expensas de la sagrada Palabra de
Dios, en el mejor de los casos de poco gusto y un sacrilegio. Se observará que esta tira cómica fue ex-
traída de un diario Tailandés. Ya que el 94% de los Tailandeses son Budistas, y el 5% son Musulma-
nes, esta irreverente referencia para con la Palabra de Dios no va a hacer nada para elevar el estatus de-
lante de sus ojos. Los Tailandeses solo pueden concluir que en los círculos cristianos la Biblia es de
muy poco significado religioso. Si un diario Tailandés tratara en forma similar las escrituras Budistas
del Corán, los originadotes serían encarcelados durante varios años bajo las estrictas leyes de sacrile-
gio, en ese país libre. Uno solo puede orar, para que los Tailandeses no entendieran esa tira cómica.
La tira cómica no termina en ese punto. Mientras el rey y Sir Rodney continuaron caminando, se en-
contraron con un escriba vestido como un abad. “Buenos días, escriba”, saludó cariñosamente Sir Rod-
ney. “Buenos días, Rodney; buenos días señor”, replicó el escriba. “¿Cómo va la traducción de las es-
crituras?” preguntó Sir Rodney.
Claramente esta pregunta, en la presencia del rey, era la fuente de mucho desconcierto para el escriba,
el cual fue lo suficientemente rudo como para susurrarle a Sir Rodney, enfatizando cuán reticente era
él. Sir Rodney, entendiblemente, interrumpió el susurro del escriba con la exclamación “¡Bien!” y poco
después, “Si, ¡cuán verdadero!”.
Finalmente el escriba continuó caminando, moviéndose vivazmente mientras decía: “Lo veo después”,
a lo cual Rodney respondió: “Manténgase en el buen trabajo”. Desconcertado, el rey le preguntó a Sir
Rodney: “Muy bien, ¿cuál es el secreto?”. “Él está con la KJV”, replicó Sir Rodney.
Dejando a un lado la burda mención de la Palabra de Dios, esta tira cómica es intrigante. Uno sospecha
que el caricaturista posee más que un conocimiento casual del desdeño amontonado en todo el cristia-
nismo sobre la KJV. Nos preguntamos si hay algo profético en esta tira cómica. Tal vez lleguemos al
punto cuando los que apoyan la KJV se convertirán en objetos de burla y algunos van a ser avergonza-
dos cuando se descubra su preferencia escriturística. ¿Imposible? ¿Los hombres no ejecutaron ya a
Pág. 151

otros por preferir una Biblia virtualmente idéntica a la KJV? Parker y Hart, nos han dejado, por lo me-
nos, con un asunto para contemplar.
Ellos son meros caricaturistas seculares llevando a cabo su arte para recibir beneficios mercenarios.
¿Pero qué sucede con las revistas cristianas? Menos de un mes después el South Pacific Record (14 de
Julio de 1990) publicó una tira cómica aludiendo a la controversia sobre diversas traducciones bíblicas.
En un diario que publicó un artículo disminuyendo la KJV al compararla con un Ford T, no es de ex-
trañarse ver la Palabra de Dios convertida en un asunto muy liviano.
La tira cómica ilustró un aviso detrás de una mujer de apariencia muy severa, sentada detrás de un es-
critorio. La nota decía: “Hable aquí para apoyar el Sábado Bíblico Nacional”. Un miembro de iglesia,
queriendo asegurarse que su donación sería bien usada, se preguntaba mientras buscaba en su bolsillo
interno su billetera: “¿Mi contribución va a ayudar a la KJV o a la NIV?”. El laico era mostrado cayén-
dose de espalda, como si estuviese muriendo, cuando la mujer del escritorio le respondió: “¡Ninguna de
las dos: Swahili y Cantonés!”. El Swahili es el idioma dominante de África Occidental y el Cantonés es
el idioma prominente en China del Sur y en Hong Kong.
Fuera de otras consideraciones mencionadas antes, esta caricatura demostró un gran mal entendido con
respecto al asunto. Russell ha efectuado una amplia investigación de las traducciones bíblicas en Asia
del Sur, incluyendo Tailandés, Vietnamés, Tamil (un idioma común al Sur de la India), Chino, Malayo,
Kadazan (un idioma de Saba en la porción Noreste de Borneo). Sin excepción, cada una de estas tra-
ducciones está basada en los manuscritos Griegos pervertidos. Colin descubrió que lo mismo es verdad
en la mayoría de las Biblias Coreanas.
Por lo tanto, la pregunta no es a qué idioma extranjero se va el dinero recolectado cada Sábado de la
Biblia, sino que: ¿La Sociedad Bíblica, que imprime Biblias en Cantonés o Swahili o en cualquier otro
idioma, está usando los manuscritos Griegos corruptos o no corrompidos? A este respecto, podemos re-
comendar solamente la Sociedad Bíblica Trinitaria entre las bien conocidas Sociedades Bíblicas. Todas
sus traducciones están basadas en el Textus Receptus.
Insistimos nuevamente con respecto a lo sagrado de la Palabra de Dios. No debe ser objeto de despre-
cio, sino que de profundo respeto y amor, sabiendo a qué precio fue preservada, y aun más importante,
a qué precio la historia de la salvación, de la cual es la única fuente pura, fue pagada.

Acerca de los Autores.-

Colin y Russell Standish nacieron en Newcastle, Australia, en 1933. Ambos obtuvieron sus diplomas
como profesores en el Colegio Avondale en 1951. Fueron seleccionados para enseñar en una escuela
básica rural de New South Wales, siendo que ambos enseñaron ahí durante tres años.
En 1958, ambos completaron estudio en historia y obtuvieron un grado de honor en psicología en la
Universidad de Sydney, en el campo de aprendizaje teórico. Colin continuó estudiando, obteniendo su
Maestría en Artes con honres, en 1961, y su Doctorado en Filosofía en 1964. Su Grado de Maestría en
Educación fue completado en 1967.
Russell se graduó como médico en 1964. Seis años más tarde fue admitido en el Colegio Real de Médi-
cos (en el reino Unido) a través de un examen. Fue promovido a la Comunidad de Colegios Reales de
Médicos en Edimburgo (1983) y en Glasgow (1984).
En 1965, Colin fue escogido como presidente del departamento de educación del Colegio de Avondale.
Subsecuentemente desempeño los puestos de decano académico en el Colegio de las Indias Occidenta-
les (1970-1973), presidente del Colegio Columbia Union (1974-1978), y decano del Colegio Weimar
(1978-1983). Fue convidado para ser el presidente fundacional del Instituto Hartland, lo cual compren-
de un colegio, un centro de salud, una casa publicadora y una división de misión mundial.
Como médico consultante (internista) Russell ha desempeñado los puestos de superintendente médico
del Hospital Austin, en la Universidad de Melbourne (1975-1978), presidente de un hospital en Bang-
Pág. 152

kok (1979-1984), director médico en el Centro Médico de Enton, Inglaterra (1984-1986), y presidente
del hospital de Penang (1986-1992). Desde 1992 ha sido orador y editor del Heraldo Remanente.
Ellos han sido co-autores de más de 45 libros.

Autores: Colin D. Standish y Russell R. Standish

2006

https://sites.google.com/site/eme1888 ; eme1888@gmail.com

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