Está en la página 1de 13

Unión LIBRE

www.unionlibre.rakumin.org/

Editorial La Draga y el Dragón


Colección El Pulpo de la distancia

Curandero y fotografías
Enrique Hernández-D’Jesús

Blas Perozo Naveda, uno de los fundadores del Maracuchismo-Leninismo,


activista poético, arbitrioso y rabioso en protestas por lo humano y el
amor. Desamado y amado. Tenía amigos y enemigos amorosos. El chino
Valera Mora decía –los maracuchos sin el vos sabeis Date por muerto que
sois un hombre perdido-. Conversamos mucho en la última Feria del libro
en El Cuchitril, sobre la posibilidad de crear un mundo nuevo, y ya está
sucediendo. Nuestro querido Blas logró vivir el principio de ese sueño. Y
hablábamos de nuestros amigos que viven en el Paraíso: Caupolicán
Ovalles, El Chino Valera Mora, Carlos Contramaestre, Ramón Palomares,
Hesnor Rivera, Hugo Figueroa Brett, Francisco Hung, Lida Franco Farías,
Miyo Vestrini, Salvador Garmendia, Luis Camilo Guevara, Stefania Mosca,
Pepe Barroeta, y nos reíamos recordando historias de cada uno.

No. 171
13 de julio de 2020
Blas PEROZO NAVEDA
POEMAS
la escuela debe llevar tu nombre


Las escuelas de la sierra deben llevar tu nombre
Y la llovizna de la sierra
Se llamará Lydda
Porque las muchachas
Con pezones ardientes de la sierra
Renombrarán la lluvia
En los atardeceres
Cuando al salir del colegio Lydda Franco Farías
Bajen por la cuesta de la montaña.
Y el acto de aquella tarde
Será un acto sencillo
Se cantará el Gloria al bravo pueblo
Seguido de la legión de los bravos guerreros
Después un silencio en el patio
Para recordarte
Seguido de una lectura
Por una niña de pelo de seda ensortijada
De aquel los versos tuyos:
“así te sueño amor…”
Los aplausos y la algarabía
Sólo serán comparables
A la belleza del tricolor que ondea
Con el viento que viene de la costa norte
Con el aire que viaja de las islas.
La escuela junto al río
La escuela en la plaza
La escuela en una ladera de la montaña
La escuela en el llano
Y la escuela junto a la carretera negra
Serán las escuelas Lydda
Y la lluvia será Lydda
Y el cielo de la península
Tendrá un color lydda
Porque todos los niños un día del año
Escribirán un poema Lydda
Para Lydda.








LA GENTE SE VA Y NO VUELVE


La gente se va y no vuelve
Llega gente
Y se va
Para siempre
Se va mi hermano
Para siempre
Se va el abuelo
Para siempre
La gente se va y no vuelve

Y yo cierro los ojos
Miro hacia atrás
Algún día
Me iré
Y no volveré
Me iré
Para siempre

Nada queda cuando la gente se va
Antes yo creía
Que daría una imagen
Una fotografía
Pero las fotos
Se ponen
Sepia
Azules
Y también se van.


La Valentina


Valentina es una iguana
Verde
Que se trepa
A los árboles
Y las matas del patio

Come flores de chipe
Y mangos azules,
Se baña en la alberca
Una vez por semana
Y desfila
Con una pancarta.

¿Quién te hizo,
Valentina
El corazón ardiente
Y el Simón Bolívar
Que en el pecho llevas?



Más fuerte que el odio

Quisieron matarlo,
Pero González
Estaba protegido
Por el gran anillo
Del halcón Dorado
Por el pueblo profundo
Por los ríos helados
Y por la mar oceana
Bramando
Bramando
González
Era más fuerte
Que el odio




Ámame
Detrás los Gendarmes y los que hablan de justicia
Ámame
Mujer vestal
que he olvidado cómo se respira
Ámame
que ahora soy el último recién llegado
que la taberna ha quedado sola con tu imagen
que muero en tus ojos
que la vida comienza en tus piernas
y termina en tus piernas
Que después tan sólo hay una muerte que acontece
tan diariamente ella la muerte que nos cerca
a cada instante
Ámame
que es como lo dices en estas horas de fuego.
Es el rompimiento del fuego sagrado lo que se precipita
en pleno círculo
Ámame
que nunca existió el paraíso.

Para el amor, el descenso y las partes de una
vihuela entre las uvas de la fiesta.
La mirra olorosa de una comida en los
pasadizos más secretos de una casa muy grande.
La ciudad presentida y vivida y respirada
en una caminata muy larga. Los teléfonos para las
últimas llamadas en un hilo que se apaga. Para el
amor, la línea cambiante del sueño junto al Puerto
de Maracaibo. Sueño de tu rostro reflejado en la
línea escrita sobre blanca superficie de una tela.

CIFRA

Sofocado, lleno de espuma.
En el patio rechiflan
Grima es un verbo para amarte
y amor se declina a partir de Mauser
sofocado y en grima
si hay un buque anclado, voy y parto de viaje
A veces uno promete la revuelta
pero todo lo que discurre por el río de la calle
pero estoy subido, encaramado, mirándote.
Cuanto fue escrito
Lo fue por vos y por tu culpa
Siempre para descifrarte, descifrándome.
Tal tu voluntad
y mi férrea servidumbre.
Lejos anduve siempre con tu sueño
y haciéndome pasar en todas partes como tu
ciudadano
tu amante enmascarado
el siempre fiel.
Pero estaba lejos
y sólo lejos puede uno amarte
recordar el calor, la gripasa,
la sofocación odiosa
trastocada en amor.


MUCHACHA DEL ALTO LÍBANO

¡Ay de la aceituna grande!
Adornada con la sazón del perejil
adorada por el paladar del aceite,
risueña en su cebolla, amargada por su propio
vinagre.
Tabule amado,
pedazo de tomate muy pequeño,
amada por el orfebre.
Ay, pizca,
gota de limón.
Ay, de mi licor de Antioquia, la antigua,
mi dulce
mi pequeña conserva
que se resquebraja en la boca.
Te quiero en mi lengua
y quiero tu Lengua
muchacha del Alto Líbano,
toda cifra
y tus ojos amarillos
en tu negro vestido, de lentejuelas adornado.
Negrura para mirarte
y buscar en lo profundo
de tanta blancura,
escondida en el aceite de oliva.
Y si estás en el sueño
y si vienes en el sueño
si regresas para mirar y curar mi alma en pena
entonces despiértame en la plenitud
de la montaña
y tráeme la uva dulces y amarga
y dulce
del Quibbe
su lengua indescifrable.






DE LUTO TIENES LA OBLIGACIÓN
Para Orlando Atique

Despierto en la soledad de la montaña
y quisiera encontrarte
tan íngrima y sola
con mi fruta y un cuchillo
para ofrecerte
si tu quieres una flor
y un aceite
ay, copa, Reina
Ay, muchacha de lo alto del Monte Sagrado.
Pero dicen que de luto
tienes la obligación
que andas por la tierra de nadie
penando, penando.
Y en el sueño estás iluminada.
Tan iluminada
que los enemigos no pueden verte,
no te distinguen
entre tanto fogonazo.
Y yo ando entre lo amargo
de tanto San Salvador
como si fuera una misma cosa.
Muchacha de Tiro y de Sidón
aliento de aceituna
y nosotros de tan Palestinos
dando tumbos.
Limón
hojaldre de vidrio
y tú
tan oscurecida
tan cebollín.
Despierto en la soledad de la montaña
y quisiera encontrarte, tan íngrima y sola.







BLAS PEROZO NAVEDA (Zulia, 1943) Pertenece a la Red Nacional de
Escritores de Venezuela. Ha obtenido múltiples galardones, entre los que
destacan el Premio Nacional de Poesía (1989); el Premio Municipal de
Literatura, mención Poesía (1992); el Premio Regional de Literatura Jesús
Enrique Lossada (1993); Premio Municipal Luis Brito García, (2013).
Ha publicado, entre otros: Caín (1969), Babilonia (1971), Date por muerto
que sois un hombre perdido (1973), Maracaibo City (1983), Mala fama
(1988), Mala lengua (1989), La piel áspera (2002), El río el rayo (1993), el
Gallo sagrado (2006). Canción de guerrero muerto, Arbolario río interior,
Monté Ávila Editores, Retrato hablado de Salvador Garmendia, La Casa de
las Letras, Los abuelos van al purgatorio.

También podría gustarte