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Lección 4: Quiero ser un

líder de célula
(Transcripción del audio)

Bienvenido a nuestra cuarta lección: Quiero ser un líder de célula.


Durante esta semana vamos a tener algo muy importante porque
después de semanas de preparación espiritual vamos a tener ese
primer contacto con las personas.

Es importante entender que el crecimiento ministerial no es el


resultado de aplicar alguna fórmula o de seguir algunos pasos en
nuestras fuerzas, sino que todo el crecimiento viene de Dios y se
conquista primero en el plano espiritual.

Por eso lo motivo a que se llene de fe, porque usted ya ha dado estos
pasos, no tenga ninguna duda, Dios escucha sus oraciones y es el
tiempo de empezar a ver los resultados.

Todos anhelamos ser líderes de célula, multiplicarnos y dar fruto,


pero no siempre obtenemos los resultados esperados. Hoy vamos a
aprender un poco sobre algunas circunstancias

 que llevaron a Nehemías a asumir su llamado y cumplir su propósito.

 ¡NO SEA INDIFERENTE!


“Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu,
en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino,  que vino Hanani,
uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los
judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por
Jerusalén.  Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad,
allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén
derribado, y sus puertas quemadas a fuego.  Cuando oí estas palabras me
senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios
de los cielos”. (Nehemías 1:1-4)

Creo que usted conoce perfectamente la historia de Nehemías y


cómo logró reconstruir toda la muralla de Jerusalén en tan solo 52
días. Esta historia nos enseña algo que debe suceder dentro de
nosotros antes de que corramos en el ministerio.

Cuando Nehemías escuchó la situación que estaba atravesando


Jerusalén sintió un genuino dolor y un gran quebranto, pues entendió
que la Ciudad Santa de Dios estaba en ruinas. 

Él vivía en otra nación y muy fácilmente hubiera podido


desentenderse de la situación, enfocarse en sus responsabilidades y
pasar por alto lo que había escuchado, ¡pero no fue así! Nehemías no
fue indiferente a la necesidad que había en su pueblo.

Quisiera que por un momento usted pudiera considerar la situación


en la que pueden estar algunos de sus familiares, vecinos,
compañeros de trabajo o incluso su ciudad o nación. No hay que ir
muy lejos en ningún lugar del mundo para ver que nuestra sociedad
está en ruinas: hogares destruidos, niños abandonados, violencia,
soledad, problemas morales, etc. 

En este momento usted está en la misma situación que Nehemías,


cómodo en su vida cotidiana, pero escuchando constantemente que
las personas están siendo muy oprimidas por el enemigo. 

La gran pregunta es: ¿cuál va a ser su reacción? ¿Será indiferente a


lo que está sucediendo o entenderá que Dios lo está llamando a
restaurar los muros de su ciudad?
Ahora que usted ha estado orando por familias que atraviesan una
situación similar a la de Jerusalén: que sus hogares están en ruinas,
que sienten que no hay esperanza; ahora que a través de los medios
de comunicación se hace evidente que hay una fractura muy grande
en la moral de las personas, que hay rompimiento generacional, que
hay grandes vacíos en el corazón del ser humano, ¿qué va a hacer? 
Una célula es como un ladrillo que va a comenzar a levantar la
protección para una casa, un barrio, una ciudad, una nación.

 ACEPTE SU LLAMADO
“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por
nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí”. (Isaías 6:8b)

Creo que para ninguno de nosotros es un secreto que estamos


enfrentando los últimos tiempos, y en momentos como estos no hay
espacio para la neutralidad o la tibieza. 

Muchos asumen su llamado con mucha ligereza, esperando algún


tiempo para comprometerse con la obra o sin mucho interés por
ganar almas, pero no se dan cuenta que lo no hagan ahora,
probablemente no podrán hacerlo después.  

El Señor preguntó al profeta Isaías: “Después oí la voz del Señor, que


decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. (Isaías 6:8a)

Su respuesta el día de hoy y su compromiso debe ser igual que el del


profeta: “Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí”. (Isaías 6:8b)

Si usted había pensado que liderar una célula es poco o  no es para


usted, lo invito a que permita que el Espíritu Santo llene su corazón y
le revele Su propósito. ¡Muchas personas en necesidad están
esperando que les usted lleve una palabra de esperanza! 

 TENGA COMPASIÓN DE LAS PERSONAS


“Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”. (Mateo
9:36) 

¡Después del llamado viene la acción! Jesús fue el primero en sentir


compasión por las personas y la manera en la que lo demostró fue
yendo personalmente a suplir las necesidades de todos. 

La compasión no es solamente lamentarse y renegar por la situación


de alguien más, sino que la verdadera compasión nos lleva a la
acción, a hacer algo para cambiar la situación de quienes están
perdidos. 

La mayor muestra de compasión que podemos ofrecer es llevar el


mensaje de salvación a todos los que están perdidos. ¡Jesucristo es el
Camino, la Verdad y la Vida! Y Él mismo suplirá cualquier necesidad de
las personas. 

Su misión es predicar y compartir el Evangelio, pero recuerde, su


predicación puede ser la diferencia entre un alma que se condena y
una que se salva. 

 CREA QUE HOY  QUE ES MOMENTO DE ACTUAR


“¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He
aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están
blancos para la siega”. (Mateo 4:35)

Algunas personas piensan que aún no es el tiempo, o que las


circunstancias no se han dado de manera correcta para que ellos
puedan ser líderes exitosos, eso mismo le sucedió a los discípulos de
Jesús. Sin embargo, las palabras del Señor fueron: “A pesar de que
ustedes piensen que no están preparados, yo quiero decirles que Yo
ya tengo todo listo para que ustedes den fruto y sean los mejores”. 
Usted se ha hecho parte de este curso, este es su momento para
brillar. ¡No espere más tiempo, el tiempo de actuar es ahora, es hoy,
es ya!

 CONVÉNZASE  QUE EL FRUTO ESTÁ LISTO


“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los
obreros pocos.    Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su
mies”. (Mateo 9:37-38)

Es común escuchar que las personas digan que es difícil encontrar


personas dispuestas para empezar una célula, pero no hay nada más
lejano a la realidad. 

¡Jesús le dijo a sus discípulos que había mucho fruto y que lo que
verdaderamente hacía falta era personas dispuestas a llevar el
mensaje!  No se preocupe por las personas que van a llegar su célula,
¡crea y declare que ya hay mucho fruto preparado para usted!

Ahora vamos a compartir los tips y desafíos para esta semana: 

Tips
 Tenga tiempos de calidad con el Señor como Padre, conéctese
con Jesús a través de la Palabra y de Su obra perfecta en la Cruz y
cultive su relación con el Espíritu Santo,  Él siempre es su mejor
aliado!
 Como esta semana debe hacer la llamada, asegúrese que sea
una conversación oportuna, respetuosa y que motive profundamente.

Desafíos 
 Contacte telefónicamente a cada persona por la que ha estado
orando, prepárese en oración, tenga una Palabra que traiga
motivación a cada uno de acuerdo a su necesidad.
 Busque la manera de crecer en su círculo de influencia y de
reunir nuevos contactos para involucrar en el proceso. 

Para finalizar, recuerde  que Josué siempre estuvo al servicio de


Moisés y por esta actitud el Señor le dio un poderoso ministerio. Así
mismo, Josué solamente comenzó la conquista cuando su líder,
Moisés, le dio la bendición.

Estar bajo cobertura es esencial para el desarrollo ministerial.  Si


usted quiere abrir su célula asegúrese de haber servido a su líder y de
contar con su consentimiento. Esto está registrado en el libro  Josué
1:1-3, y Números 27:18-23

¡Usted es el Josué de este tiempo!

Ventajas de tener célula en


tu casa (Ps. Johanna
Castellanos)
Mire este fragmento de un mensaje de la Ps. Johanna Castellanos, en
el que explica la importancia de abrir una casa para la célula y los
beneficios de hacerlo. Recuerde tener listo su Biblia y cuaderno de
apuntes.

Tarea 3:

Basado en el video, anote los objetivos primordiales de tener una


célula en su propia casa.

Lea el tema "¿Cómo preparar una buena célula?" en el blog de la ps.


Johanna y anote los consejos que sugiere la pastora. Después, escriba
en cuáles de ellos debe trabajar usted para tener una célula de éxito.

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