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J.R.

WARD INMORTAL
J.R. WARD INMORTAL

Sobre el Autor
JR Ward, vive en el Sur con el apoyo increíble de su marido y su
amado perro Golden Retriever. Después de graduarse en la facultad
de derecho, comenzó a trabajar en el cuidado de la salud en Boston
y pasó muchos años como jefa de personal de uno de los centros
médicos académicos mejores del país.

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J.R. WARD INMORTAL

TRADUCIDO POR EL GRUPO

MAQUETACION:
KLAUS RLHDN
REVISION GENERAL:
GRIMSHAW REAPER
DISEÑO
RAQUEL RONDON
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 1

Traducción: Klaus Rlhdn


Corrección: Payne Rlhdn

A veces una chica sólo necesita un nuevo par de zapatos.

Cuando el demonio Devina se dirigió a través del vestíbulo del


hotel Freidmont se estaba sintiendo bien, pavoneándose a lo
grande, balanceando sus caderas. En su mente se encerraban los
acontecimientos de la última noche. Sobre su cuerpo llevaba un
vestido de cuero muy ceñido en su 90D que se abultaban en la parte
de en medio. Y si hablamos de feromonas… si desprendía muchas de
ellas, tanta que su jodida aura quemaría hasta agujerear los paneles
de las paredes.

Muchos ojos la siguieron, tanto de hombres como de mujeres,


pero ¿por qué no lo harían? Caldwell, Nueva York, no estaba tan
lejos de la ciudad de Nueva York y de la gente famosa que paseaba
todo el tiempo por la Gran Manzana.

Además, a pesar de que no la reconocían de películas o de la


televisión, ella era todavía una belleza de clase mundial.

Al menos con este traje actual de cuero.

Volviendo a los zapatos.

Ella se dirigió a la puerta giratoria, cruzando aquel suave


tramo de brillante mármol crema, cuando vio los tacones de aguja…
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y la dejaron muerta. Como si tuviera un caso de plexiglás, como si


fueran joyas, un par de dorados Louboutins1 estaban brillando
desde arriba y oh, que hermosura. Toda la piel de cada uno de ellos
estaba cubierta de un millón de micro cristales de Swarovski2,
hasta hacer que su superficie pareciera líquida. ¿Y el estilo?
Tacones muy finos que eran lo suficientemente altos para que
fueras de puntillas, una tira que se adhería dejando al descubierto
los dedos, plataformas ocultas para proporcionar apoyo en la planta
del pie y el gravado de la suela era por supuesto, de un exclusivo
color rojo, el color de una manzana caramelizada.

Fue amor a primera vista.

―Señora, ¿le gustaría probarse estos?

Ni siquiera miro al hombre que se había materializado a su


lado. El TOC3 es una enfermedad que te atrapa y sus garras
estaban una vez más clavadas en su corazón. A pesar de que tenía
casi un millar de pares en su vestuario, la idea de no poder tener
este par en particular, de que alguien o algo pudiera interponerse en
su camino para poseerlos y quedárselos le apretaba el pecho, hacían
sudar sus palmas y aletear sangre por sus venas.

― ¿Señora?

―Sí― respiró―Tamaño nueve.

―Venga conmigo.

Le siguió como un cordero, mirando sobre su hombro para


verificar que los zapatos estaban todavía donde los había visto. En
el peor de los casos siempre podía robarlos…

1
Christian Louboutin diseñador de moda francés especializado en calzado femenino.
2
Diseño de cristales para joyas, calzados, etc.
3
Transtorno Obsesivo Compulsivo.
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En el fondo de su mente, el whoaaaaaaaaaa-Nelly sonó.


Durante el año pasado había ido a terapia para tratar de detener
este tipo de estado de pánico.

Calma de una puta vez Devina, son sólo un par de zapatos. Es


sólo... No va a resolver tus problemas con Jim.

Bien, ahora sentía ganas de vomitar.

Por el amor de Dios ¿qué se suponía que tenía que decirse a sí


misma? Ella trató de recordar la combinación de palabras que se
suponía que necesitaba para una saludable perspectiva cuando
estaba fuera de sí, pero había un atasco de tráfico en su sistema
de neuro-carreteras. Todo lo que podía pensar era, llévatelos,
quédatelos, tú puedes.

Llévatelos, quédatelos, tú puedes…

Llévatelos, quédatelos, tú puedes…

Maldita sea, esto era un gran paso atrás. Gracias a la


plenamente actualizada mujer posmenopáusica con un doctorado en
su pared y cuerpo de sofá cama, Devina había estado avanzando con
las compulsiones. Pero esto... esto era de la vieja escuela y no en el
buen sentido.

Y sí, ella sabía por qué estaba ocurriendo esto.

Era más fácil pensar en los zapatos.

La boutique se encontraba en la parte trasera del vestíbulo y


cuando ella caminó por la puerta de vidrio y mármol, el perfumado
aire no hizo nada para aliviar la quemazón. La única cosa que podía
ayudarle era…

― ¿Era un nueve?― Preguntó el vendedor.


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Devina le lanzó una mirada por encima. El señor “no puedo


recordar un maldito tamaño de zapato” tenía un buen traje y una
corbata de seda. Su pelo salpimentado estaba esculpido detrás de
su frente de Botox. Para terminar llevaba una fragancia sofisticada
en lugar de colonia y mientras jugueteaba con su pañuelo, sus uñas
pulidas brillaban.

Estaba demasiado bien puesto para matar y además, ¿cómo


conseguiría ella sus zapatos entonces?

―Nueve― dijo ella bruscamente ―Tengo un nueve.

―Muy bien, señora. ¿Le apetece una mimosa4?

No, quiero mis putos zapatos ―No, gracias.

―Muy bien.

Dejando a un lado sus propios asuntos, se paseó alrededor de


la falsa Aubusson5 y observó a otro cliente y cosas que podía
comprar, minaudières Judith Leiber6 y más zapatos, pero nada que
le hiciera jadear. Chaquetas Akris, trajes St. Jonh y vestidos de
Armani.

Al verse a sí misma en uno de los muchos espejos, se vio


comprobado su propio culo... y pensó de nuevo en la forma en la que
había pasado la noche.

Su único y verdadero amor había salido en jodida estampida


lejos de ella. Habían tenido alrededor de ocho horas de sexo épico
en su suite como ella había querido.

4
Cóctel a base de champán y zumo de naranja.
5
Marca de alfombras.
6
Pequeños monederos para fiestas.
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¿Y si él todo el tiempo se había odiado a sí mismo por eso? La


guinda del pastel.

Jim Heron era un infierno de amante.

Desgraciadamente esa no era la única cosa que él era… y en


eso radicaba el problema. Él era un tramposo, un mentiroso y no
entendía el concepto de la monogamia. ¿Incluso después de su
increíble noche? había ido a casa con alguien más.

Y Dios, ¿la idea de que la virgen Sissy fuera la competencia?


Hacía que quisiera comprar toda la mierda de la tienda ahora.
Incluso la mierda que no encajaba con ella.

Cuando empezó a calcular el costo, punto por punto, ella se


alejó a sí misma y trató de aplacar su TOC con la realidad de que
estaba liderando tres rondas a dos en la guerra contra la
humanidad… por lo que ¿si ganaba la batalla por ésta última alma?
Según las reglas que el Creador había establecido, ella conseguía
todo. No sólo le dejaría tener sus preciosas colecciones y sus hijos
en el infierno sino que ganaría el dominio sobre la tierra, así como el
del cielo.

Para alguien enganchado como ella esto era un sueño húmedo,


un billete de lotería ganador de Powerball7 con un premio gordo de
cientos de miles de millones.

¿Quieres hablar de colecciones de zapatos? Ella podía


esclavizar a Manolo, a Stuie, a Christian… y conseguir que hicieran
zapatos nada más que para ella por tiempo inmemorial.

Pero aún mejor, ella conseguiría Jim…

―Señora, lo siento mucho.

7
La lotería Powerball es un juego multi-estatal de los Estados Unidos que comenzó 1987
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Devina se dio la vuelta. El Señor Manicura había salido de la


parte de atrás... pero no llevaba una caja en la mano― ¿Disculpe?

―Tenemos sólo del número ocho. Puedo pedir…

El hombre se aclaró la garganta dos veces, luego abrió su boca


para tratar de respirar, llevando sus manos meticulosamente hasta
su cuidadosamente anudada corbata. Estaba con los ojos
desencajados.

― ¿Estabas diciendo?─ Devina arrastraba las palabras.

Un pequeño chasquido salió de él mientras trataba de


mantener la compostura intentando llevar aire a sus pulmones.

Pero maldita sea, si ella lo mataba, ¿cómo iba a encontrar los


zapatos en la parte de atrás?

Devina le libero de la presión invisible ―Tráigame el ocho.

El hombre jadeó y lanzó una mano para agarrarse en el


mostrador de Leiber, golpeando un par de fuertes postes brillantes.

―Ahora―gritó ella, parpadeando con sus ojos hacia él.

Él arrastró los pies a través de la alfombra y en el instante en


que estuvo detrás de la cortina de seda empezó la sesión de tos y
aspiraciones, era como un asmático en un invernadero, pero dos
minutos y treinta y nueve segundos más tarde apareció con una caja
de color beige.

No es que ella estuviera contando.

No oyó una palabra de lo que dijo mientras se acercaba, sus


ojos estaban fijos en lo que llevaba en sus manos. Tuvo la tentación
de arrebatarle la mierda de las manos, pero ella quería ver los
zapatos en sus pies, incluso si no iban con su atuendo.
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Aunque, maldita sea, Swarovski y cuero negro era un clásico.

Devina golpeó la fila de tres sillas cubiertas de damasco y


sacó sus Guccis negros ―Dámelos ahora.

La caja vino a ella nada más lo ordenó y sus manos temblaban


cuando ella destapó la parte superior y suspiró. Un par de bolsas
rojas con la firma en negro de Louboutin que era un espectáculo
para contemplar y sus manos temblaban mientras sacaba una y
tiraba del cordón abriéndola. Entonces... ¡Oh, qué belleza!

El resplandor parecido al de una joya era mejor que el de esos


pequeños monederos, mejor que lo que había visto en el vestíbulo a
través de la vitrina y era de color carne.

La carne de Jim.

Cerró los ojos con reverencia y envió una oración para que el
vendedor guardara silencio, si decía algo acerca de que sus pies
eran demasiado grandes iba a arrancarle la cabeza y no
verbalmente.

Con cuidado, ella se desenfundó el otro y alineó ambos zapatos


lado a lado en el suelo. Luego liberó la estructura de sus pies para
que, mientras se deslizaban sus pies en esas obras de arte, los
huesos y la piel fueran como el agua que rellena a un florero, nada
más que un alojamiento.

El vendedor pareció un poco sorprendido cuando ella se puso


de pie y caminó alrededor cómodamente, pero él no iba a abuchearla
por suerte para él. Además, vamos, los Loubous8 eran ¿Qué?, ¿cómo
casi cinco de los grandes? Y seguro que se estaba a comisión.

8
Se refiere a la marca de zapatos Louboutin.
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Devina sonrió mientras miraba hacia abajo a sus pies, un rubor


de alivio vertiginoso limpió toda la angustia sobre Jim, la guerra y la
jodida Sissy. De repente, ella estaba radiante desde dentro hacia
afuera, como si hubiera tenido un clamoroso orgasmo, un caliente
helado de dulce de leche y un profundo masaje de piel a la vez.

Estos eran los zapatos más perfectos del mundo entero, eran
suyos y de nadie más, y ella se los estaba llevando a su armario
ahora mismo…

Esa campana en la parte posterior de su cabeza volvió a sonar,


la que le decía cuándo estaba reincidiendo, pero volviendo a esto,
los stillies9 eran épicos y no podía esperar a que Jim la viera con
ellos. Preferiblemente, mientras que el resto de ella estuviera
desnudo.

Sí, esto se lo cargaría a él.

Sacándolos de sus pies, los puso en la caja del mismo modo que
se lo habían presentado a ella y revisó dos veces para asegúrese de
que la pequeña bolsa roja con las puntas de tacones adicionales
estaba allí.

Entonces ella miró al vendedor que estaba tomando una


bocanada discreta de un inhalador.

―Póngalos en mi cuenta― dijo triunfalmente ―Estoy en el


ático10.

Cuando tu hombre volvía a su casa otra vez, la terapia de


compras era el único camino.

9
Stilettos: zapatos de tacón aguja.
10
Penthouse
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Capítulo 2

Traducción: Klaus Rlhdn


Corrección: Naila Remcy Hemine

De pie tras un tazón blanco y azul Sissy Barten cascó un


huevo con tanta fuerza que la cascara no sólo se rompió sino
que se vaporizó.

— ¡Oh vamos!

Volviendo al fregadero, abrió el grifo del agua y limpió su mano


qué estaba temblando, en realidad, todo su cuerpo estaba
temblando, como si su columna vertebral estuviera mal alineada y
todo lo demás estuviera en peligro de hacer lo mismo que ese huevo.

Cuando ella cerró el grifo, la vieja mansión se quedó


demasiado tranquila y con un tirón, miró por encima del hombro. Le
picaba su cabello por la parte posterior de su cuello, advirtiéndole
de... ¿Qué? No había pasos, ni gritos, ni nadie con un cuchillo o una
pistola para acosarla. Genial. Suponía que los inmortales podrían
perder sus cabezas y no era un futuro feliz que esperar.

No podías matarte a ti mismo si ya estabas muerto.

—Maldita sea — susurró.

Secándose las manos, cogió el cuenco y lo lavó. Luego se volvió


hacia el cartón y... paralizada por completo. No quería batir huevos
para sí misma, no quería estar atrapada en ésta casa, no quería
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estar muerta y separada de su familia... ¿Y mientras ella estaba


ahí? No quería real, total, absolutamente tener esa imagen de Jim
Heron semidesnudo en su cabeza. La visión de él saliendo de ese
cuarto de baño a altas horas de la noche, con una toalla alrededor
de su cintura y una expresión de cansancio en su cara, era como una
valla publicitaria delante de ella en su cerebro. Veía todos los
matices de su cuerpo, sus enormes hombros, sus apretados
abdominales, los huecos de sus huesos de la cadera y la pequeña
línea de pelo debajo de su ombligo.

Sobre todo veía los rasguños en su suave piel.

Había habido tres conjuntos de ellos y sólo había una cosa que
podría haberlo hecho…

De repente su temblor empeoró y ella trató de hacer algo al


respecto crujiendo cada uno de sus nudillos.

Bien, esto era ridículo. Uno podría pensar que dado su actual
11
CV de ser un virginal culo muerto sacrificado y resucitado del
infierno para una guerra entre un par de ángeles caídos y un
realmente vivo demonio, juró por Dios que lo principal en su mente
no iba a ser un tipo. Pero por otra parte la realidad había estado
torciéndose hace semanas, por lo que podría realmente estar
sorprendida…

Ella se dio la vuelta.

No había nadie allí. Una vez más, nadie se movía en la casa o


fuera en los desaliñados jardines. Adrián, el otro ángel caído, había
subido a dormir al desván donde se quedaba. ¿Y Jim? Jim estaba en

11
Curriculum Vitae.
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el segundo piso, haciendo REM12 recuperándose de su noche de sexo


desenfrenado.

—Maldición...

Apoyando sus manos a ambos lados de la taza, se inclinó sobre


sus brazos. A pesar de su creciente paranoia, el miedo no era el
responsable de su caso de agitación mental.

El impulso de matar si lo era, y eso era sólo una pequeñaaaa


hipérbole. ¿Cómo su medio desnudo salvador con toalla envuelta
había conseguido esos rasguños en su cuerpo de uñas de una mujer y
su boca estaba hinchada como si hubiera sido golpeado en una pelea,
pero era porque había estado besando a alguien, mucho y su ausente
expresión de vergüenza?

Bueno, eso era claramente a causa de haber follado con


alguien durante horas en lugar de hacer su trabajo. Lo cual la ponía
furiosa. ¿Los ángeles responsables de asegurarse de que prevalezca
el bien sobre el mal? ¿En una guerra como ésta? Por lo general
mantener un ojo sobre la bola era mejor idea que irse de putas
durante horas.

O, Dios, tal vez ella era una mujer agradable a quien le


gustaba cocinar para él, así como hacerle grandes mamadas.

Cuanto más pensaba en ello, más enojada se sentía.

¿Tenía una novia? Bueno, obviamente... aunque tal vez eso era
ingenuo de su parte. ¿Los hombres tenían novias? Los estudiantes
universitarios las tenían, pero Jim estaba lejoooos de ser uno de
esos…

12
En español MOR; en inglés REM. Movimiento Ojos Rápidos.
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Ella miró por encima del hombro por tercera vez, pero no, Jim
no iba a venir a través de la puerta. No había nadie.

Infiernos, por lo que sabía, él ya se había marchado para


tomar un café con su…

—Para. Sólo... detente.

A medida que su nivel de rabia subía otro decibelio, se sentía


como una eternidad desde que ella había sido una estudiante
universitaria que cogía el coche de su madre para ir al local
Hannaford por un poco de helado... Eones desde que se había
acercado allí por...

Ella no recordaba esa parte, no podía volver a recrear


exactamente la serie de eventos que la habían llevado a su mortal
final, pero recordaba todo lo que venía después, la paredes viscosas
del Infierno, los malditos retorciéndose torturados alrededor ella,
su propio antiguo dolor volviendo.

Jim Heron había terminado allí también por un tiempo y Sissy


había visto lo que el demonio le hizo. Había visto a aquellos sombríos
subordinados hacerle cosas horribles a su cuerpo.

—Mierda.

A fin de cuentas, ella debía darle un poco de holgura,


¿verdad? Él era también una víctima en todo esto, ¿no? Así que si
en el medio de ésta guerra, el hombre quería conseguir un poco de
trajín, perderse con alguien y tener un descanso del horror y la
presión... ¿era todo asunto suyo?

El chico había salido del infierno y por ésta afirmación ella se


lo debía. Pero eso no le daba derecho a estar toda caliente y
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molesta por que él hubiera conseguido calentarse y molestarse con


otra persona.

Aunque lo admitía, había mucho en juego… si perdía, sus


propios padres, su hermana, sus amigos... ella misma, Jim y Adrián,
todos estarían donde habían estado. Ahora esto era demasiado
horrible de pensar. Ella había estado allí por sólo unas semanas y lo
había sentido como siglos, había envejecido siglos. ¿Y si fuera a
estar una eternidad? Ella no podía incluso comprender la
experiencia.

Reorientándose decidió darle otra oportunidad al craqueo de


antes. Y ¿sabes qué?, el huevo número dos se dividió en el lugar
equivocado, la mitad de la cáscara terminó en el cuenco y ella tuvo
que volver a la pileta y lavar sus manos de nuevo.

Apagando el agua, ella miró por la ventana. El patio trasero era


francamente feo, era la versión en paisaje de un hombre que no se
había afeitado durante una semana y no tenía un buen patrón de
barba. A pesar de que la primavera estaba ganando un punto de
apoyo firme en Caldwell, Nueva York, con los brotes formándose en
las puntas de las ramas de los árboles y la nieve desapareciendo
incluso donde se había amontonado en el alto de los arados, un
escudo de hojas verdes no iba a ayudar a volver allí.

En su vida anterior, estaría sintiéndose excitada por el


verano… aun cuando implicaba compartir un apartamento en Lake
George Village13 y servir helado en Marta durante dos meses. Pero
la bienvenida al verano era impresionante.

13
Es una villa ubicada en el condado de Warren en el estado de Nueva York.
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Tenías que usar pantalones cortos y pasar el rato con tus


amigos de la escuela secundaria y tal vez, sólo tal vez, conocer a
alguien.

En cambio, aquí, ella era una inmortal sin vida…

— ¿Estás haciendo revuelto…?

Sissy se giró tan rápido que se golpeó la cadera y su único


pensamiento fue, ¿Dónde estaba el cuchillo más cercano?

Excepto que ella no iba a necesitar un arma.

Adrián, el compañero alado de Jim, estaba de pie en la puerta


de la sala y en el instante en que lo vio se calmó. El hombre, ángel
caído, o lo que fuera, tenía más de seis pies alto y a pesar de esa
pierna mala suya, fue construido grande y duro. Él también era
guapo del tipo de un militar, con fuerte mandíbula y una mirada que
lo seguía todo, aunque los piercings le daban un aire anti-autoridad.

Al igual que el hecho de que fuera ciego de un ojo, su pupila


había pasado a ser de un color blanco lechoso por algún tipo de
lesión.

El frunció el ceño — ¿Estás bien?

Nope. Ella estaba extremadamente cabreada y absolutamente


aterrorizada… sin ninguna buena razón —Sip… Yo sólo iba a hacer el
desayuno.

Como si no se hubiera ya dado cuenta de eso.

Adrián cojeó hacia la mesa cuadrada en el centro de la cocina


y cuando se sentó su cuerpo era como un saco de huesos sueltos,
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aterrizando en la silla con la gracia de un Twiddlywinks14 al caer.


Pero eso no significaba que fuera un peso ligero.

— ¿Qué está pasando? —exigió.

Sí. Por lo que había aprendido esto era bastante típico en él,
se lanzaba recto, sin mierdas.

— ¿Quieres cuatro huevos? —Ella se alejó de él— ¿O tres?

—Habla conmigo — Hubo otro gemido y ella se imaginó que él


había apoyado sus pesados brazos sobre la mesa o había intentado
cruzar sus piernas —Puedes hacerlo ahora, somos los únicos
despiertos.

—Supongo que Jim tuvo una noche difícil.

— ¿Él te dijo algo acerca de la pérdida?

—Sí — Así se hace Jim, fantástico. Espero que esos orgasmos


merecieran la pena —Entonces, ¿cuántos huevos quieres?

—Siete.

Echó un vistazo a lo que quedaba en la caja de cartón —Te


puedo ofrecer cuatro, rompí dos y quiero dos para mí.

—Trato hecho.

Y Jim podía valerse por sí mismo o pedirle a su novia que


hiciera algo de desayunar para él…

— ¿Novia? —preguntó Adrián.

—No dije eso.

—Sí, lo hiciste.

14
pastelito relleno de crema
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Ella alzó las manos y giró de nuevo hacia él.

—Mira, no es de extrañar que Jim esté perdiendo, está


demasiado ocupado con alguna mujer para prestar atención a lo que
está haciendo.

Adrián se la quedó mirando — ¿Te importa si te pregunto de


dónde has sacado eso?

—Digamos que le cogí al volver a casa a las cuatro de la


mañana.

Adrián maldijo entre dientes… y no hizo nada más allá que eso.

Sissy negó con la cabeza —Así que ya sabes acerca de su


novia, o su folloamiga o lo que sea y sabes lo que estaba haciendo
ayer por la noche.

—Mira, es complicado.

—Ese es un estado de Facebook, no una excusa para joder su


trabajo. Especialmente teniendo en cuenta las apuestas bíblicas con
las que está jugando.

En ese instante se puso a cascar huevos, por así decirlo y lo


hizo con el resto de los que quedaban en la caja de cartón.
Vertiendo un chorrito de leche dentro batió el pequeño centro
mientras levantaba la sartén caliente con la mantequilla derretida.

—Mi mamá siempre me dijo que esperara — murmuró ella.

— ¿Para qué?

De acuerdo, su boca tenía que dejar de trabajar ya o él iba a


perder su oído. ¿Cómo iba a hablar sobre sexo con el chico?

Además iba a ser una corta conversación al menos por su


parte.
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Sissy le echó un vistazo a su grande y duro cuerpo y decidió


que el tema probablemente no sería tan rapidito de su parte—Hasta
que la mantequilla estuviera lista, ya sabes, antes de poner los
huevos dentro.

Irónicamente, todo el asunto de la virginidad era la razón por


la que el demonio la había tomado, la misma cosa que había puesto
las ruedas en movimiento y le había desembarcado aquí. A sólo un
par de millas de distancia de su familia, pero separados por una
brecha tan grande que ella bien podría haber estado en otro
planeta.

—Algo está ardiendo.

— ¡Mierdaaaaaa!— Sissy se abalanzó sobre la humeante sartén


y la agarró sin guantes quemándose la palma… — ¡Maldita sea!

De la nada, una rabia cruel la hizo querer destruir algo. La


estufa, la cocina o toda la casa. Cegada por la ira, quería salpicar
con gasolina alrededor de la base de la mansión de madera y
prender todo en llamas. Quería estar de pie tan cerca de la hoguera
que sus poros consiguieran cerrarse y sus pestañas se rizaran.

Y tal vez, sólo tal vez, quería coger a Jim y llevarlo de camino
a un lugar seguro.

Unas grandes manos se posaron sobre sus hombros—Sissy.

Ella no estaba de ánimo para algún tipo de charla paternal—Yo


no necesito…

—Jim no es tu problema. ¿Me escuchas?

Con un tirón y un empujón, ella se apartó— ¿Es que no te


molesta que él esté distraído?
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Adrián la miró con su ojo derecho realmente apagado— Oh!, sí,


confía en mí.

— ¿¡Y por qué no haces algo al respecto!? Habla con él o algo,


estás cerca, ¿verdad? Dile que deje de hacer... lo que está
haciendo. Tal vez si se reformara empezaría a ganar ─Cuando no
hubo reacción, maldijo— ¿No te importa nada acerca de lo que
sucede? Su mejor amigo está en ese ático, muerto debido a…

Adrián empujó su cara contra la suya — ¡Alto ahí!

El tono de su voz la hizo callar.

— ¿Tú y yo? —dijo —Nos llevamos bien, nosotros estamos


bien, pero eso no significa que te deje hablar de mierda sobre la
que no sabes. ¿Tienes problemas con Jim? Me molesta más de lo que
crees. ¿No sabes lo que es perder la cabeza por una chica? Únete al
puto club. ¿Estás preocupada acerca de lo que sucederá después?
Pues te queda una muy larga espera hasta el final. Pero ten cuidado
con tu boca acerca de Eddie, porque eso fue antes de tu llegada y
no es tu maldito asunto.

Por alguna razón, el hecho de que él estuviera parcialmente de


acuerdo con ella sólo le molestaba aún más—Tengo que salir de aquí.
Es que... tengo que conseguir un poco de aire. Hazte tus propios
huevos… te puedes comer mi parte.

Antes, en su verdadera vida, Sissy nunca había sido mucho de


meterse en líos. Había sido una buena chica, del tipo que tenía
mejores amigos en vez de novios, siempre era la conductora
asignada y nunca jamás había hecho un alboroto acerca de nada.

Pero la muerte le había curado de todo eso.


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Se dirigió hacia la puerta, abriéndola del tirón como si quisiera


arrancarla de sus bisagras y salió por su camino al exterior. Cuando
cerró de una patada aquellos paneles de madera detrás de ella, se le
ocurrió que no tenía a dónde ir, pero ese problema se resolvió
cuando un destello de metal le llamó la atención.

Las Harleys estaban estacionadas dentro del antiguo garaje


exterior y se fue hacia la que había usado antes. Las llaves estaban
en el contacto, lo cual habría sido estúpido excepto por el hecho de
que se encontraban de alguna manera en un buen barrio y digan lo
que digan sobre Jim y Adrián eran la clase de hombres que podían
recuperar una bicicleta si fuese robada y no llamando a la policía.

Pasando una pierna sobre el asiento, encendió el motor


inclinando el peso para poder liberar la patacabra... y unos segundos
después, pisó el acelerador y aceleró sonoramente por el camino que
rodeaba el flanco de la vieja mansión, chirriando mientras aceleraba
más.

Sin casco en la cabeza, el viento rugía a través de sus oídos y


se mezclaba con el rugido del motor. Su sudadera ofrecía poca
amortiguación entre su piel y la fresca mañana y ofrecería menos
protección aún si se arrastraba y golpeaba contra el pavimento.

Pero ella ya estaba muerta.

Así que no era como si tuviera que preocuparse por la


neumonía o la dermoabrasión.

Además, ¿a quién demonios le importaba?


J.R. WARD INMORTAL

Jim Heron se despertó como si hubiera sido disparado de un


cañón, con las palmas de las manos en su cuarenta y levantándose
preparado para apretar el gatillo.

No había objetivos, sólo el desvanecido papel tapiz de flores,


la cama en la que estaba metido y dos montones de ropa en el suelo
de la esquina, uno de limpia y otro de sucia.

Por una fracción de segundo, el tiempo se enredó sobre él ya


que no ejercía una función lineal sino un jodido desastre donde el
pasado se mezclaba con la actualidad. ¿Estaba buscando una
operativa pícara? ¿Un soldado que estaba en el lugar equivocado en
el momento equivocado? ¿Un asesino que había venido por él?

¿O era ésta mañana el segundo capítulo de su vida, donde los


secuaces de un demonio iban detrás de él? ¿Podía ser la misma
Devina? ¿O era esa perra asumiendo otra máscara con la que
parecía...?

El rugido del motor de una Harley arrancando fuera de su


ventana le quebró la cabeza. Poniéndose de pie, se acercó a la
ventana y abrió las delgadas cortinas. Abajo, Sissy Barten estaba
sobre la moto de Eddie, arrancando el motor y haciendo que la
Harley rugiera. Con rápida eficiencia liberó el patacabra y se fue,
con el pelo rubio ondeando tras ella bajo la luz del sol de primavera.
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Su instinto inmediato fue ir tras ella, ya fuera en una de las


otras Harleys o apareciéndose como fantasma y viajando en el
viento. Y le hizo caso al impulso, tirando de unos jeans mientras
andaba, arrastrando una camiseta de Hanes sobre su cabeza y
estaba empujando sus pies dentro de sus botas de combate cuando
se detuvo e imagino a su enemiga.

Devina era seis pies15 de morena súper sexy, al menos cuando


ella se enfundaba en toda esa atractiva carne.

¿Debajo de la falsa apariencia? Ella era un prototipo de chica


pinup para Walking Dead. Pero con cualquier atuendo, ella tenía la
mirada de una mira láser, la sonrisa de una cobra y el apetito sexual
de un chico de fraternidad en Molly.

En la última ronda de ésta guerra había pasado tanto tiempo


preocupándose por Sissy que había hecho la llamada equivocada
acerca del alma que estaba en cubierta y perdió una victoria crucial
como consecuencia de ello.

No podía permitirse el lujo de hacer eso otra vez.

El Creador había creado el conflicto con parámetros muy


claros. Siete almas, siete oportunidades para que Jim influenciara
en alguien que estuviera en una encrucijada. ¿Si la persona en juego
cogía el camino recto? Los Ángeles ganaban. Si no, el punto iba para
Devina.

El ganador tendría todas las almas de los vivos, los muertos y


el dominio sobre el Cielo y el Infierno. El perdedor estaría fuera de
juego.

15
1.83 metros de alto.
J.R. WARD INMORTAL

Bastante claro, ¿no? Jodida mierda. En realidad, la guerra no


se estaba jugando de la forma más limpia y ordenada y el mayor
cambio que le retorcía donde más le dolía era que Devina no se
suponía que estuviera abajo en el campo. Técnicamente, sólo se le
permitía interactuar con las almas, ¿pero cuando su enemiga era una
mentirosa con el corazón negro y malo? Todas las apuestas estaban
anuladas. A lo largo de todo el juego, el demonio había rechazado
mantenerse dentro de las líneas, difícil de hacer cuando tener
sentido de la moralidad y del "juego limpio" no estaba en su
vocabulario.

Mierda... Sissy.

Jim se restregó la cara y se sentía como una cuerda que se


estiraba en dos direcciones diferentes.

Como un ex soldado de operaciones encubiertas para el


gobierno de Estados Unidos él no era del tipo de tíos que crían y,
sin embargo, desde el segundo en el que se había encontrado a esa
chica colgando boca abajo en la tina del demonio, su vida terminó
para que pudiera funcionar como ADT16 para el precioso espejo de
Devina. Él había estado colgado por ella.

La verdad era que ella era la razón de que él estuviera a punto


de perder toda esta maldita guerra. Había negociado una de sus
victorias con el demonio para sacarla del infierno y luego había
estado tan distraído tratando de asegurarse de que Sissy no
perdiera su mente en la transición que había tirado la última ronda.

Si no fuera por Sissy Barten, ganaría por dos y estaría cerca


de cerrar las cosas en el buen sentido. En su lugar, todo lo que iba a

16
Terminación de ejecutables que permiten a los hackers filtrarse en los ordenadores.
J.R. WARD INMORTAL

tener era una cagada más y Devina era el HBIC17… y la consecuencia


iba a hacer que el fin del mundo pareciera un comercial de una
urbanización de lujo.

Pensó en su madre muerta, en el Presbiterio de las Almas,


pasando la eternidad que se merecía con el resto de los justos. ¿El
jodería esto? ¡Puf! Lo siento Mamá, empaqueta tus cosas que te
mudas al sur. Muuuuucho más al sur. Todo porque tengo mi cabeza
revuelta por un pelo largo, rubio y un par de ojos azules.

Y sin embargo, todavía quería ir detrás de Sissy. Sólo para


estar seguro...

De la nada, se la imaginó sentada en su cama nada más que con


una camiseta blanca con los ojos muy abiertos mientras le miraba
fijamente.

Su voz era suave, pero fuerte. “Sólo tienes que besarme y yo


me iré. Es lo único que te pediré...”
Había luchado contra la tentación y luego se mintió a sí mismo
cuando había cedido, su cerebro insistiendo que sólo iba a ser un
beso cuando su erección le decía otra cosa. Claro como el día, se vio
a sí mismo apoyándose en ella, sus labios abriéndose para él...

Y entonces todo se congeló cuando la voz de Sissy había dicho


su nombre desde fuera de la sala. Al instante, Devina había salido
de la mentira en la que él había caído para reemplazar la ilusión por
la del demonio que estaba frente a él, con sus ojos negros
chispeantes y su sonrisa pura maldad.

La perra había estado fuera de allí un segundo más tarde:


“Bueno, no se puede culpar a una chica por intentarlo.”

17
Acrónimo de Head Bitch In Charge. Puta cabeza a cargo.
J.R. WARD INMORTAL

Hablando de sus cruces de caminos… Él estaba en uno ahora,


perseguía a Sissy de nuevo o seguía con el programa y hacia su
trabajo.

Jim terminó atándose las botas y se dirigió a la puerta.

La indecisión nunca había sido un problema para él antes.


Hasta los explosivos plásticos se tomaban un tiempo antes de
explotar y, sin embargo, cuando entró en la cocina y vio a su hombre
alado cascando huevos sobre un recipiente en la encimera no tenía
ni puta idea de lo que iba a hacer.

Adrián levantó la palma de la mano hacia arriba para cortar


cualquier interrogatorio —No, no sé dónde se fue.

—Está todo bien.

Esos ojos de anuncio se estrecharon —Déjame adivinar, vas a


ir detrás de ella.

Jim sintió un tirón hacia esa maldita puerta que era casi
irresistible. La idea de que Sissy estuviera fuera en el mundo por sí
misma, sufriendo y confundida, era suficiente para hacer que su
corazón fuera un tambor.

Cerrando las manos en puños, se volvió hacia la mesa y sentó


su culo—Tenemos que hablar.

Adrián miró hacia el techo como si buscara fuerza — ¿Te


importa si me tomo el desayuno primero? Odio escuchar malas
noticias con el estómago vacío.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 3

Traducción: Sora Rlhdn


Corrección: Rosmary Gutierrez

Ira era el octanaje en sus venas mientras Sissy salía


disparada a través de las calles del suburbio de Caldwell, tirando
bruscamente de la Harley a izquierdas y derechas, atravesando
semáforos e intersecciones, volando dejando atrás un hospital,
algunos centros comerciales, una escuela...

Sin darse cuenta realmente de nada. Ni el SUV al que paró en


seco o el camión de repartos con el que ella casi se estrelló. Ni los
peatones que saltaban hacia atrás ni el gato callejero negro que se
le cruzó.

Todo lo que podía pensar era llamas... los que ella había
empezado hace días en la sala de la mansión. Rojo, anaranjado,
amarillo, lamiendo fuera de la chimenea, alimentadas por las hojas
polvorientas que ella había arrancado de los muebles y metido en el
horno que había creado. Calor en la cara, chamuscando sus cejas y
pestañas, aguijoneando su piel, ecos de luz parpadeante manchando
su visión. Hambre en sus tripas de más, más, más...

Jim había sido el que la detuvo antes de que las cosas se


hubieran puesto completamente fuera de control…

Por el rabillo de su ojo, notó algo que formaba parte del mundo
real, no producto de su mente.
J.R. WARD INMORTAL

Era una valla. A diez metros de altura, una valla de forja negra
brillante.

Más allá de la cual había tumbas.

El cementerio de Pine Grove.

¿Cómo había terminado en ésta parte de la ciudad? Por otra


parte, si uno no tiene un destino, un tanque de combustible y una
máquina te podría llevar a cualquier lugar. No quiere decir que
tuviera que entrar, sin embargo.

Y realmente iba a continuar por el lugar… simplemente no fue


el modo en que la Harley se comportó. Las puertas estaban
abiertas, porque era después de las ocho y mientras pasó volando a
través de ellas, se oprimió su estómago.

El paisaje de bloques grises y tumbas que se parecían a bancos


y estatuas de mármol blancas de Ángeles y cruces, la hicieron
pensar en ese tatuaje en la espalda de Jim, el del Grim Reaper.

Y esto naturalmente, la llevó de vuelta a los arañazos en el


pecho.

Ella todavía estaba maldiciendo mientras daba un gran giro, y


ascendía una breve colina... cuando se encontró en su propia tumba.
Golpeando los frenos, estaba sorprendida de haber logrado llegar al
lugar correcto. El cementerio era un laberinto de todo-es-igual y
ella había estado aquí solamente una vez antes.

Cuando sus restos habían sido hundidos bajo la superficie.

Es curioso, siempre había tenido miedo a ser enterrada viva,


esas historias de época de Edgar Allan Poe de gente arañando en los
interiores de sus ataúdes, asustándola como la mierda. ¿Ahora?
Resultó que no había valido la pena preocuparse. Ella se habría
J.R. WARD INMORTAL

hecho más de un favor, que no había hecho ese helado de


Hannaford.

Apagando el motor, se desmontó y caminó a través de la


franja de asfalto. La áspera hierba primaveral era de un verde
brillante y fresco, los azafranes y tulipanes se abrían al sol, sus
pálidos brotes buscando y encontrando la calidez, sus flores a punto
de salir y ver el mundo.

Tuvo cuidado de no pisarlas mientras fue a la lápida que tenía


su nombre y las fechas sobre ella.

El personal de mantenimiento había hecho un trabajo bastante


malo con los rollos de hierba sobre toda esa tierra suelta, los
trozos un poco torcidos, uno de ellos recortado demasiado corto.

Ella imaginaba su misa de funeral en la Catedral de St. Patrick.


Su madre llorando. Su hermana. Su padre. Vio su obra ordenada en
el Nártex... y ese jardinero que había sido tan amable con ella... y
toda la gente, joven y vieja que había venido a presentar sus
respetos.

De repente, era difícil respirar.

Ninguno de ellos merecía este destino de ella.

Y cuanto más tiempo pasaba sobre su propia tumba, más se


convencía de que la virtud estaba demasiado sobrevalorada. Si no
hubiera sido virgen, nada de esto hubiera sucedido. En cambio, ella
se estaría preparando para los finales justo ahora, en el estudio con
su profesora de arte favorita, la Sra. Douglass. Ella probablemente
debería haber dado todo con Bobby Carne cuando ella era
estudiante en la escuela secundaria. Aunque él había tenido brazos
de pulpo y una lengua como una esponja goteando...
J.R. WARD INMORTAL

De la nada, otra imagen de Jim apareció, esta vez cuando ella


golpeó su puerta la mañana anterior y él se había apresurado a
abrirla. Su cabello estaba desordenado y estaba semidesnudo, nada
más que unos pantalones sueltos colgando de las curvas de los
huesos pélvicos. Él la había mirado... de una manera que no lo había
hecho antes.

Si ella no lo conociera mejor, juraría que era la manera como


un hombre mira a una mujer cuando él…

—Vale, tienes que parar— dijo en voz alta.

Dios, realmente no podía creer que él tuviera una novia en


medio de todo esto. O que a ella le preocupase una cosa o la otra.

Lo que necesitaba para concentrarse era liberar a los otros


que eran como ella, aquellos que no pertenecían aquí abajo, los
pobres tontos que habían sido sacrificados y reclamados por su
virtud.

En ésta excelente mañana de primavera, necesitaba dejar a un


lado la ira loca, volver a esa casa y sentarse con ese antiguo libro
que Adrián le había dado. Tenía que encontrar una manera, una
laguna, un margen de maniobra en el que pudiera enderezar el mal
que había arruinado su propia vida y hacer lo mejor que pudiera por
los otros como ella...

Era difícil decir cuánto tiempo había estado ahí cuando se dio
cuenta de que no estaba sola: justo cuando el vallado de hierro
gradualmente la había superado, así también lo hizo la presencia que
estaba en las sombras debajo de los cedros de la izquierda.

Una mujer. Con el pelo largo morena y ropa negra ajustada. Y


ella estaba mirando a Sissy como si esperase llamar su atención.
J.R. WARD INMORTAL

Hablando acerca de estar fuera de lugar. Ella era como una


modelo en un desfile de moda, y cuando empezó a venir, de alguna
manera consiguió cruzar el césped sin que sus tacones se hundieran
en la tierra ni tropezar. ¿De hecho, era como si ella estuviera
flotando...?

Los instintos de Sissy comenzaron a rugir, su mente haciendo


conexiones y conclusiones que eran terribles… no era ninguna
extraña, y la hembra, o lo que fuera en realidad, definitivamente no
estaba fuera de lugar en un cementerio.

“¡Corre! “Gritó una voz interior. “Corre… ¡sal de aquí ahora!”


Excepto que no. Ella no se estaba alejando. No se estaba
rindiendo. Estaba de pie firme sobre el símbolo de por qué tenía
que luchar.

—Sabes quién soy— dijo el demonio mientras se ponía al


alcance.

—Te ves diferente. Pero sí.

El demonio se detuvo al otro lado de la lápida, sus ojos negros


brillando —Tú estás igual.

El tono seco indicó que eso no era un cumplido. Por otra parte,
no consigues ser la mayor fuente de maldad en el mundo porque
eres una chica de exposición.

— ¿Yyyyyyy?— Sissy levantó la barbilla — ¿Tienes algo que


decirme?

—No patees un avispero, pequeña niña.

— ¿Qué vas a hacer? ¿Matarme? He estado allí, está hecho.


J.R. WARD INMORTAL

El demonio se inclinó hacia adelante, su sombra oscureció


la parte superior de la lisa señal de granito.

—Como si eso fuera lo único que puedo hacerte.

Sissy se encogió de hombros —Las amenazas no me asustan.


Tú no me asustas.

Y esto era cierto, aunque ella estaba sola en el cementerio con


el espectro de todos los males: su rabia interior era una especie de
poder en sí misma y por si sola.

El demonio se asentó sobre sus tacones y cruzó los brazos.


Entonces ella sonrió, que de alguna manera era más peligroso.

— ¿Quieres saber cómo pasé la pasada noche?

—No.

—No te culpo— El demonio flexionó sus manos, sus largas uñas


pintadas de rojo brillando a la luz del sol —Creo que te molestaría.

Esa imagen del pecho arañado de Jim irrumpió en la mente


de Sissy como si hubiera sido plantada allí deliberadamente.

Oh... Dios. No…

—Jim es un amante fantástico— El demonio se acercó y frotó


la parte posterior de su cuello, arqueándose como si estuviera
agarrotado —Muy agresivo. No creo que sea para ti, honestamente.
No es que tengas algo para compararlo, por supuesto. Es sólo que
tienes que tener cierta resistencia... con un hombre como él.

Sissy podía sentir la sangre saliendo de su cabeza, la


inclinación del mundo sobre su eje, el giro del cielo a su alrededor.

—No te creo.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿No? Pregúntale a él. Y hazlo sabiendo que está enamorado


de mí.

—Mentira. Está luchando contra ti.

— ¿Quieres saber cómo obtuvo su trabajo? Lo escogí. Ese


bobo Arcángel Nigel y yo unimos nuestras cabezas y tomó la
decisión… ¿Y la razón de porqué Jim estaba justo al lado de mis
estándares? Tiene mucho de mí en él, Sissy. Tiene el mal adentro,
profundamente bajo la superficie. Y eso va a ganar sobre los temas
acerca de los que tú estás fantaseando. Al final de esto, sin
embargo y cuando termine, va a estar conmigo.

En un instante, la furia de Sissy hirvió duro y rápido una vez


más, apoderándose de su cuerpo, su corazón, su alma. Y la visión de
esa sonrisa astuta la volvió totalmente violenta.

La voz del demonio bajo el tono, tan bajo que parecía


deformarse —Es cierto, Sissy. Tienes razón, todo lo que estás
pensando, el odio que sientes. Ir con él. Estar con él... Jim estuvo
diciendo mi nombre durante toda la noche, Devina, Deeeevina... y
eso te cabrea. Le puedo dar cosas que tú no puedes, y eso te come
viva. Ve con la ira, niña... no seas cobarde como si estuvieras viva. En
la muerte…— el demonio se inclinó hacia adelante otra vez —se
fuerte.

En ese momento, la audición de Sissy falló y aún aunque sus


orejas habían dejado de funcionar, de alguna manera era todavía
capaz de oír lo que decía el demonio mientras imágenes de
derramamiento de sangre parpadeaban a través de su mente…

Por tercera vez, algo se entrometió en su conciencia. Un


sonido rítmico, repitiéndose una y otra vez, cada vez más fuerte.
J.R. WARD INMORTAL

La cabeza del demonio se volvió bruscamente —Oh, por el


jodido amor de Dios.

Sissy echó un vistazo y lo hizo de nuevo. Era el perro de Jim,


el desaliñado chucho cojo venía a través de la hierba en un
momento, orejas erguidas, el corto hocico hacia arriba como si
estuviera dando una conferencia.

El demonio dio un paso atrás —Escucha, niña. Jim no es para


ti— Esa sonrisa volvió —Puedo sentir tu ira desde aquí, y es una
cosa hermosa. Mejor que un hombre que no puedes tener, eso es
seguro. Inhala y recíbela… que te lleve. Se fuerte. Deja que te
lleve, chica... se fuerte y lucha.

Y sin más el demonio se había ido, ningún chas de humo


persistente dónde había estado, ninguna chispa de luz
extinguiéndose ni nada… había dejado simplemente aire a su paso,
como si nunca hubiera estado.

Pero eso no era cierto, no lo era. Profundamente en los


recovecos del cerebro de Sissy, esas palabras se estaban
repitiendo, la voz del demonio como una semilla plantada en tierra
fértil. “Deja que te lleve, chica... se fuerte.”

¿Dónde estaba el perro? se preguntó Sissy, mirando a su


alrededor.

Estaba solo ella, sin embargo. Ella y su tumba. Y la ira.

Jim Heron estaba durmiendo con el enemigo. Y no como en la


vieja película de Julia Roberts.

Ese bastardo.
J.R. WARD INMORTAL

—Lo siento, ¿qué mierda dijiste?

Mientras el tenedor de Adrián lleno de huevos regresaba a su


plato y el otro ángel hacia un juramento más, Jim encendió un
Marlboro y dio una larga y agradable calada —Debo deja de fumar.

—Déjame aclarar esto. Devina viene y dice ¿Qué hay acerca


de suicidarnos?— Ad se hecho hacia adelante sobre la mesa —Y tu
ilusamente la tomaste en serio. ¿Y eso fue antes o después de que
ella ganase este round?

—Yo sólo digo lo que dijo.

— ¿Así que, los dos simplemente no más18 y luego qué? ¿Crees


que el Creador no va a tener una opinión?

—Relax. No estoy diciendo que lo vaya a hacer.

—Es bueno. Porque entonces podrías ser un tonto, así como un


gilipollas.

—Tomaré eso como un cumplido— Jim exhaló una larga


bocanada de humo —Y ella tenía otra actualización poco feliz. Dice
que ahora que Nigel se ha ido, tengo que ir para una promoción.

— ¿Perdón?

—Eso es todo lo que sé— Jim se inclinó de nuevo y miró al


techo, que había tenido todo tipo de desconchones de pintura hace
una semana. ¿Ahora? Era como si se hubiera lijado, sellado y

18
En español en el original
J.R. WARD INMORTAL

extendido una capa fresca — ¿Soy yo o esta casa se está, como...


rejuveneciendo a sí misma?

Al principio él había asumido que las cosas iban mejor porque


tenían una mujer alrededor y Sissy limpiaba. Pero en los últimos dos
días, los cambios que habían surgido eran estructurales, no
explicado por un gran trabajo Swiffer19.

—Espera, espera, ¿promoción como qué?

Jim se encogió de hombros —Con Nigel fuera, debería tomar


su lugar allá.

Él se imaginó al arcángel con sus tres copias dandy, tomando


un buen té inglés en el cielo. Luego trató de imaginarse sentado ahí,
pasando bollos y la azucarera con su dedo meñique extendido y sus
piernas cruzadas por las rodillas.

Ya. Perfecto.

Adrián se movió en su silla de madera, su peso causando que


crujiera —No sabía que eso estaba en las reglas.

—Qué jodida sorpresa— Jim dio otra calada —Tenemos que


verificar la información. ¿Alguna idea de dónde podemos ir?

—Sí— Ad prosiguió comiendo—Y que está muerto en el ático.

Hubo un período de silencio durante el cual Ad se convirtió en


miembro del Clean-plate Club20. Cuando hubo terminado, se levantó
de la mesa, cogió la parte posterior del cuello con ambas manos y se
estiró.

—Tal vez deberíamos hacer un viaje al Purgatorio.

19
Swiffer: barredora, manual o eléctrica
20
Club del Plato Limpio
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Perdón?— Dijo Jim.

Ad se encogió de hombros —Esa mierda de no ir al Cielo si te


suicidas no es ninguna mentira. Confía en mí.

Mientras el tipo aclaró su garganta como si hubiera ido


demasiado lejos, las ruedas de Jim se pusieron a girar —Estás
diciendo que el Purgatorio es real.

—He estado allí, conseguí la camiseta. Bla, bla, bla.

—Entonces, ¿cómo saliste?

—Eddie.

Jim se sentó erguido — ¿Me estás diciendo que Eddie entró


allí y regresó contigo?

—Espera— El tipo extendió sus manos en el clásico estilo de


alto usado en las rutas —Estaba siendo un sabelotodo, no pensé en
eso. Eres nuestro especial chico dorado, lo que sea… y Eddie se
condenó para hacerlo. Además, sin ofender, pero todavía te estás
poniendo al día, esto es una ronda crítica y sabemos cómo van las
cosas cuando estás “distraído”.

Las comillas habrían puesto violento a Jim... excepto por el


hecho de que había llegado a la misma conclusión, que era el por qué
estaba aquí y no yendo detrás de Sissy. Por mucho que le doliera,
necesitaba ganar y lo necesitaba para mantener de alguna manera
su trabajo incluso con Nigel muerto. Si pudiera triunfar y evitar
convertirse en un arcángel, después de la gran victoria o lo que
fuera tendría una eternidad para ayudar a Sissy. Ahora era el
momento de crisis para la guerra, sin embargo.

Además, habían venido las rondas más y más rápido. Cuarenta


y ocho horas. Tal vez setenta y dos… y podría concentrarse en ella.
J.R. WARD INMORTAL

—Tengo que ir y traerlo de regreso.

—Jim, estás loco…

— ¿Cuál es mi otra opción?— Jim entrecerró los ojos— ¿Si


Devina está en lo correcto y tengo que suceder a Nigel? No puedo
permitirlo. No confío en nadie para hacer este trabajo… puedo
ganar Ad. Maldita sea yo puedo ganar esto.

Todo lo que tenía que hacer era pensar en la forma que había
pasado la noche. Devina tenía una debilidad crítica... y era él. Ella
no estaba sugiriendo que tiraran la toalla porque tenía miedo de
perder… era porque no quería perder el contacto con él: a menos
que él renuncie, al parecer iba a tener que ponerse en el lugar de
Nigel y ella no quería pelear con alguien que no fuera Jim. Las reglas
a la mierda, los arcángeles que se jodan, que se joda el Creador…
Devina era adicta a la adquisición y él era su objetivo número uno.

Y ella iba a llevar esa debilidad a su tumba.

Porque él iba a escoltarla personalmente.

La única pupila en funcionamiento de Adrián vagó alrededor de


la cara de Jim, y Jim la sostuvo perfectamente quieto. Estaba
preparado para aguantar cualquier escrutinio, porque sabía, en el
fondo de su alma, lo que tenía que hacer... y cómo iba a hacerlo.

—Ad— dijo en voz baja —puedo hacer esto.

El otro ángel casi ocultó los temblores que se deslizaron


sigilosamente en sus manos. Pero el fino tic que se burlaba de su ojo
malo no era nada que pudiera controlar —No puedes.

— ¿Qué te puso allí, Ad? Cómo te recuperaste─ Ninguna


pregunta, porque él sabía la respuesta— ¿Devina te metió, verdad?
Ella te consiguió de alguna manera, y tú no pudiste soportarlo, así
J.R. WARD INMORTAL

que te comiste una bala. Te cortaste las venas. Te colgaste a ti


mismo…

—Un abismo— La voz que le interrumpió era tan ronca, estaba


hecha de noventa por ciento de aire —Yo, ah... Hice un trato con
ella para salvar a alguien.

Jim esperaba que la historia saliera. Cuando no lo hizo, dijo:

— ¿Qué pasó?

Ad aclaró su garganta y cubrió su rostro con esas temblorosas


manos —Hice un acuerdo para salvar a alguien y me convertí en
demonio. Estuve debajo de esa mesa suya durante… lo que
parecieron años. Eddie me dijo más tarde que fueron dos noches de
tiempo de la tierra. Cuando volví, después de que ella me liberase,
no era el mismo.

Como murciélagos de infierno, recuerdos de los tiempos de


Jim allí pululaban y descendían, nublando su cerebro. Él sabía
exactamente de lo que Ad estaba hablando. También estuvo en esa
mesa.

Así fue como su camino se había cruzado por primera vez con
el de Sissy.

Después él había encontrado su cuerpo, eso era.

—Pensé que estaba bien— Ad meneó la cabeza —No lo estaba.


Yo duré alrededor de una semana, poniendo excusas a Eddie sobre
ir a alguna parte. Iba a matarme, pero yo soy un ángel, ¿no? Quería
morir volando. Así que salte y no pasó nada... el cañón era
aproximadamente de 70 pies21 de profundidad. Me golpeé duro y
eso fue todo lo que pasó. Una fracción de segundo más tarde,

21
21,34 metros
J.R. WARD INMORTAL

mierda, pensé que había sobrevivido. Me desperté en el purgatorio…


pensé que era gris debido a la luz de la luna o alguna mierda así.

Finalmente, Ad dejó caer sus brazos. Sus ojos, los dos,


estaban rojos rodeados de lágrimas que se negaba a dejar caer.

—Eddie fue allí por mi culpa, pero también fue la razón por la
que salimos. El Creador tiene algo con el amor— Ad miró fijamente
sus propias manos, viéndolas sacudirse —Quiero decir, Eddie se
sacrificó por mí, y eso es amor, ¿verdad? No esa estupidez
romántica... sino la verdadera mierda. Así que sí, cuando Nigel fue al
Creador y discutió por nosotros… eso fue lo que funcionó. Nigel fue
capaz de conseguir un arreglo que nos liberó un mes antes de que tú
vinieras. ¿Si vemos a través de ésta guerra? Somos libres. Es
nuestra penitencia.

—Así que puedes ayudarme a encontrar a ese arcángel y


traerlo de vuelta.

—Tal vez Devina está discutiendo con su culo, sin embargo. No


es como si esa perra tuviera un problema con mentir…

—Así que puedes ayudarme— repitió.

Ad sacudió la cabeza otra vez —Jim, esto es una mala idea.

— ¿Pero me puedes meter allí, verdad?

—No, eso depende de ti.

Mientras sus miradas se cruzaron, Jim sabía exactamente


sobre lo que el tipo estaba hablando —Pero me puedes ayudar allí.

—No, no puedo. ¿No me escuchaste? No nos corresponde a


nosotros, amigo— Ad miró al techo —Tu visa de salida sólo puede
ser emitida por el Creador.
J.R. WARD INMORTAL

Jim podía sentir al tipo retirase, y eso no podía ocurrir.

—Escucha, esto es una extracción. Nada más y nada menos.


¿Crees que no he hecho esto antes? Iré dentro, lo conseguiré, y lo
traeré de vuelta.

—No sabes de qué diablos estás hablando.

—Tiene que haber un camino— Jim cerró un puño y golpeó


sobre la mesa, haciendo bailar el plato y el tenedor— ¿Incluso si
Devina está equivocada? El cielo es más fuerte con Nigel arriba. La
cabeza de Colin está completamente jodida con el bastardo fuera, y
justo ahora, Bert y Ernie…

—Eso sería Albert y Byron.

—Bien, lo que sea. Llámalos Mozart y Beethoven no me


importa. Dos de ellos están encerrados en la Mansión de Almas,
atrapados allí, mientras que Colin se está desintegrando. Y esto no
es una situación hipotética. Fui allí cuando llegué a casa ayer por la
noche. Y todo es para que Devina consiga una firmeza para golpear
el lugar, y después nosotros tendríamos otro montón de problemas
que no necesitamos. Diablos, incluso el Creador no puede
controlarla, y ella seguro como la mierda que no sigue las reglas.
¿Qué crees que va a pasar?

—Pero ¿qué pasa si no puedo traerte de vuelta? ¿Entonces


qué? ¿O no has pensado en esa posibilidad?

—Entonces tomas el control.

—No está en las reglas.

—Al diablo las reglas. Tu podrías manejar las cosas porque eso
es lo que los hombres como tú y yo hacemos.
J.R. WARD INMORTAL

—En esa lógica, podrías simplemente subir y ser Nigel ahora y


yo me encargo del próximo desastre que llene tus zapatos.
Salvamos el viaje al otro lado y omitimos el riesgo de que te quedes
atascado ahí.

—Pero yo soy la razón por la que Nigel se ha ido— Jim clavó su


dedo pulgar en su pecho —Yo lo hice. Es mi culpa. Si hubiera hecho
algo diferente... pero eso ya no importa. Quiero hacer las paces con
la muerte, y la única manera de hacerlo es traerlo de vuelta.
Arreglar mis deudas, Ad. ¿Me oyes?

Adrián frotó su cara —No lo sé. Creo que podría haber otra
forma de sacarlo.

—Mira, sabía que esto iba a funcionar.

—No he dicho eso.

—Lo que sea, yo no soy un cobarde. Incluso si Devina no fuera


una mentirosa, no voy a dejar esto. Estoy ordenando mis armas y
avanzando. En primer lugar, traemos a Nigel. Luego vamos a cazar a
la guarida de Devina, vamos a coger su espejo y vamos a ganar estas
dos rondas finales. Ese es nuestro plan. Vamos a ejecutarlo.

— ¿Y qué hay acerca de la próxima alma?

Jim abrió la boca para responder, pero no llegó tan lejos. La


puerta trasera de la mansión voló abriéndose como si hubiera sido
golpeada por un viento huracanado.

— ¿Te la estás follando?— escupió Sissy.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 4

Traducción: Sora Rlhdn


Corrección: Maite Muñoz

Sissy estaba respirando con dificultad aunque ella


22
solamente había corrido los quince pies entre donde ella había
estacionado la Harley y la puerta trasera de la vieja casa. Por otra
parte, tuvo que aferrarse al manillar de la moto con un agarre
mortal en el viaje de vuelta. Era eso o perder el control totalmente.

¿O eso ya había pasado, incluso aunque ella había llegado aquí


de una sola pieza?

— ¿Bien?— como si Jim no la hubiese oído — ¿No tienes nada


que decir?

Jim se echó adelante y apagó tranquilamente su cigarrillo.

—Sissy…

— ¡Ella hizo que te golpearan!— Mientras la cara de Jim se


tornaba cenicienta, cerró la puerta detrás de ella, callándolos
— ¿Pensabas que no sé lo que te había hecho? Todos lo vimos desde
las paredes. Vi cuando ellos te… lastimaban. Cómo… —su voz se
quebró — ¿Cómo puedes estar con ella después de algo así?

En ese momento, quería llorar, pero no lo hizo. ¿Cómo podría?


Este no era un lugar seguro para ella, aunque los dos "hombres" que

22
4.57 metros
J.R. WARD INMORTAL

estaban en la mesa, tan silenciosos y quietos, supuestamente eran


ángeles.

— ¿De qué lado estás en realidad?— exigió.

Jim puso sus manos sobre la mesa y apoyó sus brazos.


Mientras se ponía de pie, estaba claro que tenía un férreo
temperamento y por una fracción de segundo, ella sintió un destello
de miedo.

Pero ya se había enfrentado con el mismo diablo. Así que no


iba a tener miedo por él.

—Bien, olvida lo que te hizo… ¡ella me asesinó!— gritó Sissy


—Esa zorra me dejó sin vida. Arruinó la vida de mi familia. Nada
será lo mismo y nada volverá a estar bien… ¿y te acuestas con ella?

La voz de Jim era profunda y baja —Adrián, tienes que salir


de aquí ahora.

El otro ángel estaba fuera de su silla antes de que la frase


terminase. Y mientras él cojeaba hacia fuera, Sissy estaba
contenta por la privacidad. La mierda estaba cayendo, y no hacía
falta una audiencia.

Cuando estuvieron solos, Jim clavó los ojos en ella —No quería
que lo vieras.

— ¿Lo que te hicieron, o los arañazos que ella dejó en tu pecho


anoche?

—Ambas.

—Demasiado tarde.
J.R. WARD INMORTAL

Él cerró sus párpados, pero ella no estaba segura de sí era


porque tenía un serio arrepentimiento... o porque estaba tratando
de averiguar qué decir.

—Simplemente no te entiendo— Ella meneó la cabeza —Y tal


vez eso me hace ingenua…

—Esto es la guerra— cortó él.

— ¡Y esto es simplemente asqueroso!— gritó ella— ¡eres


repugnante!

Con una embestida explosiva, volcó la mesa haciendo volar un


plato, esparciendo las sillas — ¡Crees que voy a dejar de usar todo
lo necesario para ganar! ¡Aunque sea a mí mismo!

Sissy dio un paso atrás y golpeó el mostrador de al lado de la


estufa. Ver su cólera hizo que de alguna forma se controlase.

Después de un largo momento de retraimiento, dijo


tristemente —no te imagino disfrutándolo, que hay de eso. ¿O vas a
decirme que a los hombres se les levanta a pesar de estar
asqueados por alguien? No creo que la anatomía trabaje así… por
otra parte, soy virgen, cierto. Así que qué sé yo.

Jim estaba respirando fuerte, sus azules ojos brillantes y no


en el buen sentido. Pero no le iba a hacer daño… a pesar de lo que le
había hecho a la pobre mesa, ella sabía en el fondo de su alma que
nunca, nunca le haría daño.

Al menos no físicamente.

Él ya la había destrozado por dentro, sin embargo. Aunque no


estaba segura exactamente de cómo había conseguido el poder para
hacerlo.
J.R. WARD INMORTAL

—Lo odio— dijo él con rudeza —Pero usaré cualquier arma en


esta guerra, incluso mi propio cuerpo. ¿Entendido?

— ¿Así que ahora eres un mártir, así como un salvador? No sé,


como he dicho, creo que los hombres tienen que disfrutarlo, ¿no es
así?

—No puedo hacer esto contigo— Empezó a sacudir la cabeza.


—No voy a hacer esto contigo.

— ¿Como si no fuera de mi incumbencia? ¿Cómo que el


resultado de todo esto no me afectase?

—No, como si no estuvieras autorizada en ésta retrasmisión.


Mientras ella jadeaba, la cólera ardía en su rostro, levantó su
mirada hacia ella sin ninguna emoción en absoluto —Tú eres la razón
por la que perdí la última ronda. No Devina. Fuiste tú. Estaba tan
malditamente preocupado por ti que no me podía concentrar… y los
resultados fueron desastrosos a muchos niveles. Así que no voy a
hacer esto contigo. No puedo. Simplemente... maldita sea no puedo.

Ella retrocedió — ¿Fui... yo por quién te distrajiste?

—Seguro como la mierda que no fue Devina.

Jim maldijo volviendo sobre la mesa y enderezándola como si


no pesase más que un centavo. Luego recogió el plato, encontró el
tenedor encima del antiguo refrigerador y los llevó encima del
fregadero.

—Tengo mucho trabajo que hacer— dijo a su salida.

Y eso fue todo.

Por lo menos por su parte.


J.R. WARD INMORTAL

Sissy fue tras él, atrapándolo por el brazo antes de que él


golpease las escaleras de la entrada. Tuvo que sujetarle mucho rato
para conseguir que se diera la vuelta.

—No necesito que te preocupes por mí— dijo con valor.

—Está bien, no lo haré.

Ella ocultó su mueca de dolor —En cuanto a ti y Devina, es tu


asunto.

—Maldita sea claro que lo es.

—Pero tienes que dejarme ayudar.

—Oh infiernos, no. No hay lugar para ti en esto…

—Me gané el derecho a luchar al morir en su bañera. Estando


en su pared. Me gané el derecho de estar en esto Jim.

—De ninguna manera…

—Tengo que luchar por los otros como yo— Esto le calló lo
suficiente para que ella consiguiera seguir hablando —hay más como
yo ahí abajo. Y merecen ser libres como yo. Así que o me permites
ayudarte a ganar esto, o iré tras ella por mí misma. Es tu elección.

—No sabes lo que estás diciendo.

—El infierno que no.

—Ella puede leer el libro.

Al sonido de la voz de Adrián, los dos se volvieron a la puerta


principal. Estaba abierta y el otro ángel estaba parado en las
escalinatas de la casa, frente a la luz del sol.

Como sabía que había conseguido su atención, Ad se giró —Si


quieres entrar y salir del purgatorio de una sola pieza, la vamos a
J.R. WARD INMORTAL

necesitar. A menos que quieras pasar los próximos veinte años en


Google Translate… y no tenemos ese tipo de tiempo.

— ¿Qué libro?— exigió Jim.

—Aquel que podría ser capaz de decirte lo que necesitas


saber.

— ¿Purgatorio?— Sissy interrumpió — ¿De qué demonios


estáis hablando?

El Arcángel Colin se sentó en la orilla del río arriba en el Cielo,


mirando el agua correr. En su sucia mano derecha, una daga de
cristal descansaba contra su palma y en su sucia izquierda, una
botella de ginebra. Ambas las había conseguido de la tienda de
Nigel al otro lado del jardín.

El desastre sobre su carne se debía a sus recientes


esfuerzos.

Tomó un profundo trago de la Beefeater 23 y apretó el puño de


la daga aún más fuerte. A pesar de su condición de inmortal, su
cuerpo podía funcionar como el de un ser humano si él asumía como
ahora, la carne en la que estaba.

Y eso significaba que podía sentir el licor haciendo efecto, el


agotamiento de sus huesos... y la locura en su mente.

23
Marca de ginebra
J.R. WARD INMORTAL

De todos los finales que él había considerado en ésta guerra,


él sentado solo y Nigel desaparecido, no estaban entre ellos.

Atrás en el momento de la Creación, los arcángeles habían sido


traídos a la existencia como guardianes del Cielo y de la Mansión de
las Almas. Los cinco habían sido un equilibrio deliberado de
cualidades, todos los dedos a bordo de una sola mano, cada uno con
un papel que desempeñar en el equilibrio de la función: Byron, era el
alma; Bertie, era el corazón; Colin, la mente; Lassiter, el cuerpo.

Y Nigel, el obediente líder de todos ellos.

Lassiter había sido el comodín, y no había durado. Distraído


por anhelos físicos, se había metido en problemas épicos y sido
desterrado, perdido en una misión y un destino de los cuales Colin
sólo era vagamente consciente. Por otro lado, Bertie y Byron habían
sido firmes y auténticos desde el principio, y ahora, en este
momento de crisis con Nigel desaparecido, estaban detrás de las
paredes de la Mansión, protegiendo lo que necesitaba ser atendido.

Nigel no hubiera durado tampoco, y el hecho de que él hubiera


dimitido era una caída en desgracia contra la que Colin luchó tanto
que hizo el resto de ésta tragedia.

¿Había habido signos de que se había perdido? se preguntaba.


¿Alguna indicación de que Nigel había alcanzado un punto en el viaje
que él podría no controlar?

Era imposible no culparse uno mismo, no sentir como si su


propia mano hubiera estado en esa daga cuando había sido
derramada la sangre plateada de su amado.

Más que la mitad de él se había ido ahora. La mejor parte de


él se había ido.
J.R. WARD INMORTAL

Y el Creador no estaba dispuesto a intervenir. Dios había sido


el primer lugar al que Colin había ido en su desesperación. El
segundo había sido la mesa Francesa bombé con cubierta de mármol
de Nigel, con su bandeja de plata de finos licores sobre ella.

Colin tomó otro profundo trago de la botella, el sabor afilado


cortaba en la parte posterior de la garganta y avivaba las llamas en
su interior.

Sus ojos se fueron a la despiadada punta de la daga. La luz


ambiental del cielo entró en la hoja transparente y se refractó en
sus facetas en un arco iris de esplendidos destellos.

Él había limpiado la sangre plateada en la tienda de Nigel. Dios


sabía, que en ese palacio cubierto de seda de su morada, había
habido un montón de tela suelta para elegir.

Y entonces había arrancado un rollo de crêpe de China de la


pared y envuelto el cuerpo.

Fortificándose con otro tirón del cuello de la botella, se


retorció y sintió lágrimas viniendo a sus ojos.

La pira funeraria estaba a un metro y medio del suelo y


construida de un roble antiguo que Colin había cortado abajo en el
bosque. Se había creado un camino desigual entre donde el árbol
fue derribado y donde se construyó la pira, el camino excavado por
su arrastre de las enormes ramas y tronco. Para partir la madera él
había usado la daga en su mano y la fuerza de la parte superior del
cuerpo y los clavos habían sido recolectados de un cobertizo detrás
de la Mansión de las Almas, anticuados, tiras de metal que había
golpeado en su sitio con una piedra.
J.R. WARD INMORTAL

La pira no era una obra de arte, especialmente en comparación


con las finas antigüedades con las que Nigel se había rodeado. De
hecho, el arcángel había tenido una preferencia por las cosas bellas,
una razón, a menudo se decía, de su atracción por Colin.

Esto no fue el fin del montaje para el arcángel. No el ajuste


final en absoluto.

Colin se sentó durante un tiempo, bebiendo y pensando. Luego


él se despertó y se acercó a su amante. La seda que había elegido
para envolver a Nigel era un suave azul francés… y lo había elegido
principalmente porque él había esperado que las manchas plateadas
de la sangre no se mostrasen demasiado.

Él había cubierto la cara de Nigel. Simplemente no podía verlo,


porque los rasgos y el color se encontraban demasiado cerca de la
salud para su comodidad. Era demasiado tentador pensar que si sólo
esperado lo suficiente y diciendo una combinación de palabras, su
otra mitad pudiese sentarse y responderle.

Locura. Y ese optimismo impotente y ridículo tenía que


dejarse de lado.

Primero, la disposición de los restos. Y después tenía trabajo


que hacer.

Colin se estiró por encima y metió un pliegue de la seda


apretándola bajo el cuerpo. El concepto de oración, para un ángel,
era extraño. Por un lado, él podría hacer súplicas directamente al
Hacedor, así que enviar deseos o esperanzas al aire no era
necesario. Por otro lado, la oración típicamente se basaba en la
impotencia y la desesperación, e históricamente tampoco era algo
que alguna vez hubiera sentido.
J.R. WARD INMORTAL

Inclinando la botella sobre el cuerpo, vertió el claro licor


sobre Nigel en un flujo constante de la cabeza a los pies; entonces
tomó un largo trago, levantó su mano y convocó calor. Mientras
repartía la energía, las moléculas súper cargadas incineraron en una
ráfaga de fuego blanco la sangre plateada y la ginebra creando una
plataforma de ignición.

Él dio un paso atrás. Siguió bebiendo.

Humo del color de la nieve flotaba mientras Nigel era


incinerado, y mientras Colin miraba, pensó que las ondas blancas
oscilantes eran una especie de oración de humo… o al menos lo más
cercano que nunca llegaría a una.

Terminó en el suelo, sentado con las piernas cruzadas. El


proceso estaba tomando más tiempo del que pensaba, y no se iría
hasta que no quedase nada más que cenizas.

Y entonces iba a saldar ésta deuda con Jim Heron.

Con la misma daga que Nigel había utilizado sobre sí mismo.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 5

Traducción: Lau Silyam


Corrección: Pilar Ocampo

―La necesitamos. ¿Qué quieres de mí?

Mientras Adrián esperaba la respuesta de Jim, cambió el peso


de un pie a otro, intentando encontrar alguna distribución del peso
donde su pierna mala no se sintiera como si estuviera en una
picadora de carne. Sin suerte.

Jim miró hacia las escaleras que Sissy acababa de utilizar.

―No quiero involucrarla en esto.

―Sí. Ya dijiste eso ―Adrián observó a su alrededor la ausencia


total de sillas y sofás en el vestíbulo de enfrente― No te ofendas,
pero tengo que quitarme peso de encima ―Cojeando a través del
breve espacio, se dirigió a la sala en el lado más izquierdo de la
casa. Cuando se mudaron por primera vez… ¿cuánto tiempo había
pasado? ¿Una semana? ¿Quince años? La casa estaba entrando en la
agonía final de una muda temprana: el papel pintado se estaba
curvando en las esquinas de las habitaciones, los techos estaban
manchados y agrietados, antiguos murales victorianos se habían
desgastado y descompuesto.

¿Ahora? Al entrar en la sala de estar, terciopelos en los sofás,


seda en las cortinas, molduras alrededor de las estanterías, y la
parte superior de las mesas barnizadas estaban inmaculadas como
J.R. WARD INMORTAL

si hubiera entrado en un museo a una sala de exhibición bien


conservada a finales del siglo XIX. Lo mismo podía decirse de esa
cocina en la que ellos pasaban el rato, los aparatos de los años
cuarenta funcionaban de repente como una flamante colección de
GEs24, la encimera de formica brillaba como nuevecita. En la planta
de arriba ocurría lo mismo, todo el encaje en las cortinas y las
colchas de niña estaban mágicamente bien. Mierda espeluznante,
en un primer momento había asumido que alguien, no él, estaba
limpiando las cosas. Pero ninguna Dyson25 podía recoser una
alfombra, reparar el dobladillo de una silla o volver a empapelar una
pared.

Sin embargo, había tantas otras cosas de las que preocuparse.

Cuando aspiró, el hedor persistente de humo se agudizó en el


aire, miró hacia la chimenea. El desorden carbonizado en y
alrededor de los troncos quemados parecía papel, como si alguien
hubiera tratado de quemar un viejo juego de enciclopedias. Pero
náh, no era eso. La mierda eran los restos de todas las sábanas que
habían cubierto los antiguos muebles. Sissy había sido la que
arrastró todo a la chimenea y encendió la cerilla.

¿Puedes decir Phhhhhhump?

El daño del humo había carbonizado las paredes alrededor de la


chimenea, y esa alfombra de cuarenta por veinte pies26, a pesar de
que estaba haciendo la versión en alfombra oriental del Botox con
el antienvejecimiento, se había tostado en un buen semicírculo.

Probablemente habían perdido el depósito, gracias a ella.

24
Marca de electrodomésticos General Electric
25
Marca de electrodomésticos
26
12x6 mts
J.R. WARD INMORTAL

Y demonios, tal vez Jim tuviera razón. Si Sissy ya estaba


calentando las cosas… este viaje reconocimiento en el que Jim
estaba a punto de embarcarse no iba a ayudarle a suavizar las
cosas.

― ¿Y por qué se lo dijiste? ―Exigió Jim desde la puerta― ¿Qué


mierda es eso?

― ¿Decirle qué?

―Lo de Devina y yo ―Ad se giró.

―No lo hice…

―Gilipolleces.

Ad se inclinó hacia adelante a pesar del grito que dejaron


escapar sus caderas.

―Quiero dejar esto perfectamente claro. No dije ni una maldita


cosa sobre ti y Devina. ¿Crees que quiero hacer ésta situación peor
de lo que es? ―Jim caminó por la habitación, yendo como un animal
enjaulado mientras se paseaba en círculos.

― ¿Entonces cómo sabe…?

―Aquí está.

Cuando Sissy entró con un libro, Jim se congeló y se quedó


mirándola, en un tenso silencio, la única cosa que le vino a la mente a
Ad fue ¿por qué carajo no podían ambos, al menos por una vez,
tener algo juntos? Porque las matemáticas estaban siendo
realmente malas en ese momento: Jim no había dicho nada claro
sobre su amante demonio. Y Ad podía ser un imbécil, pero conocía
cada palabra que había salido de su propia boca, y estaba seguro
como la mierda que no se había ido de la lengua.
J.R. WARD INMORTAL

Sólo había otra fuente con ese conocimiento.

―Ahora, ¿vais a hablarme sobre el Purgatorio? ―dijo Sissy


― ¿O ambos van a tratar de hacerlo a través de esas instrucciones
estéreo vuestras?

Jim dejó salir una fantástica serie de maldiciones que no


hicieron nada para compartir cualquier información, pero sugirió que
los objetos inanimados estaban en peligro inminente de ser
arrojados.

Cuando el salvador finalmente se calmó, Ad se encontró a si


mismo deseando frotarse la cara con papel de lija. Porque eso sería
menos doloroso que todas aquellas idioteces.

Claramente, el púlpito era suyo y de nadie más.

―Vale, nosotros tenemos un jefe…

―Dios ―le cortó Sissy.

― No. Aunque el Creador sea una parte enorme de todo ―Bueno,


eso es obvio― Y la brillante idea de Jim es ir y traerlo de vuelta.

― ¿Está muerto? Pensé que todos éramos inmortales.

¿Acaso no había venido aquí a sentarse? Cogió un sofá y se dejó


caer con toda la gracia de una mochila sobre un mostrador.

―Nuestro jefe ya no vive. ¿Qué hay sobre eso?

― ¿Entonces hay una manera de salir de aquí? Como, ésta vida…


o lo que sea esto.

―No―Pensó en Eddie, pero decidió, dada la expresión


demasiado intensa de Sissy, que iba a guardar silencio sobre eso.
Casi nada de lo que preocuparse ―Nuestro jefe está en el
Purgatorio, y eso es sólo un tipo diferente de infierno inmortal.
J.R. WARD INMORTAL

―Tiene que haber una manera de hacer esto sin ella ―Gruñó Jim
en la esquina.

Sissy dirigió una mirada al hombre que podría haber abierto un


agujero a través de una caja de seguridad de un banco.

― ¿Vas a preguntarle a tu novia? Tal vez ella pueda ayudar.

Los ojos de Jim ardieron a través de la habitación. Pero no dijo


nada.

Ad sacudió la cabeza. Hombre, ahora sabía cómo se había


sentido Eddie al principio cuando Jim y él habían ido el uno contra el
otro.

―Ese libro ―Ad señaló la maldita cosa― ¿Tiene algo ahí sobre el
Purgatorio? Eso es lo que necesitamos saber. No puedo leerlo, Jim
tampoco. Eddie podía, pero olvidó sus gafas de leer en el cielo.

Sissy se acercó y se sentó en el sofá opuesto, poniendo el


antiguo tomo sobre la mesa de café de patas cortas. El libro crujió
cuando ella lo abrió, y un brillo sutil parecía liberarse de las
apergaminadas hojas, como si tuviera su propia luz de lectura.

Vale, era un libro que nunca estaría en la lista del New York
Times27. Había una y sólo una copia, y se suponía que no debía estar
en manos de los ángeles. Hecha con piel de pecadores, su "tinta”
supuestamente provenía de la eyaculación de los secuaces de
Devina. ¿Quién sabía quién lo había montado? La cosa era pura
maldad, dentro y fuera.

¿Si Devina supiera que ellos lo tenían? Gran diversión.

27
Lista anual de la revista Time Entertainment, del New York Times, periódico estadounidense,
donde aparecen los 10 mejores libros de ficción
J.R. WARD INMORTAL

―No hay índice ―Murmuró Sissy mientras hojeaba


distraídamente el libro. La escritura era tan densa, como si cada
página hubiera sido pincelada en negro, hizo que le doliera la cabeza
por tratar de enfocar ese apretujamiento― Ni hay una organización
interior, tampoco. He gastado horas hojeándolo y no tengo claro si
nos va a servir de ayuda.

―Francamente, estoy impresionado de que puedas leer cualquier


palabra ―murmuró Ad.

―Bueno, estudié latín en el instituto.

― ¿Y eso es lo que es?

―O algún derivado. Las buenas noticias son, que cuanto más


tiempo paso con esto, se me hace más fácil ―Sissy miró hacia Jim
― Así que dime qué quieres que haga, y veré si puedo encontrar algo
en esto.

Jim se detuvo frente a una de las ventanas que llegaban del


suelo al techo y miró fijamente hacia afuera. Con el sol de la
mañana golpeando su rostro, parecía desgastado, en lugar de
fresco. Y eso no auguraba nada bueno para ellos.

Ad se aclaró la garganta.

―Yo salí sólo porque fui liberado por el Creador, gracias a Nigel
que fue hacia él.

― ¿Tú conoces el Purgatorio? ―preguntó Sissy.

―Sip.

―Dios… espera, ¿has estado allí? ―Sissy sacudió la cabeza― Chico,


todas estas cosas que pensaba que se habían inventado… debería de
haber escuchado más en la escuela dominical, ¿eh?
J.R. WARD INMORTAL

―Como dije, fui liberado por la voluntad del Creador, y no


conozco a nadie que haya ido allí y haya salido por sí sólo ―Ad volvió
los ojos hacia el salvador― Diré esto, no tendrás mucho tiempo,
Jim. Una vez que estés allí dentro, vas a empezar a meterte en
problemas inmediatamente. El verdadero desgaste toma su tiempo,
pero empiezas a perderte en cuanto entras. Eddie entró, yo estaba
casi muerto. Y más tarde me enteré que había estado allí durante
muy poco tiempo.

―El Infierno fue algo así para mí ―Dijo Sissy rápidamente


― Era… eterno.

La ceja de Jim empezó a temblar y se la frotó.

―Aun así vas a ir allí a traer a este chico de vuelta… ¿por qué?
preguntó ella.

―No tengo otra opción―Murmuró Jim mientras se palmeaba


los bolsillos. Sacó un paquete de Marlboro, y encendió uno―O traigo
a Nigel de vuelta o acabaré ocupando su lugar ¿Y después de toda
ésta mierda? Quiero ser el que acabe con Devina. Además de que es
lo que hay que hacer.

― ¿Por qué dices eso?

―Le maté. No directamente, pero su muerte fue por mi culpa,


y aunque soy un soldado profesional, es algo con lo que no puedo
vivir.

Sissy miró fijamente al hombre durante largo tiempo.


Entonces inclinó la cabeza hacia el libro y regresó a la primera
página.

― ¿Alguien tiene un trozo de papel por aquí y un bolígrafo?


J.R. WARD INMORTAL

Horas después, mientras Sissy hojeaba las páginas del antiguo


libro, se sintió aliviada al ver que las palabras garabateadas en el
grueso pergamino eran tan fáciles de leer como algo entre las tapas
de un libro de Nancy Drew28. Lo que no era tan bueno, era que,
incluso con el aumento de la comprensión, no había encontrado nada
sobre el Purgatorio.

La mayoría de los pasajes parecían ser divagaciones de una


mente retorcida, el comentario se integraba ligeramente y se
centraba en la naturaleza y composición de las almas, los orígenes
de la vida física, la disposición del Cielo, el equilibrio entre el
pecado y la virtud.

Y las estadísticas eran realmente extrañas. ¿Por qué iba


alguien a interesarse por enumerar las piedras de un castillo en el
Cielo? ¿Lo llamaban La Mansión de las Almas?

Así que, sí, el bloc de papel amarillo se mantuvo en blanco al


lado del libro, el bolígrafo Bic azul sin usar. Pero aun así, todo ese
llegar a ninguna parte estaba siendo útil: no había pensado en la luz
de cualquier cosa en llamas durante el tiempo que estuvo con la
nariz metida en el libro.

Dejando escapar un gemido, estiró su espalda y miró hacia la


chimenea. Cuando un ligero ronquido se filtró cerca de ella, miró a
Ad. Estaba apagado como una luz, la cabeza recostada sobre los

28
Personaje creado por Edward Stratemeyer, Nancy es una detective aficionada protagonista
de una serie de novelas de misterio
J.R. WARD INMORTAL

cojines del sofá de terciopelo, su pierna mala extendida en un


ángulo extraño con su bota a un lado como si los huesos de su
pantorrilla se hubieran juntado de forma errónea al curarse. Jim se
había ido hacía unos diez minutos, pisando fuerte y llevándose
consigo la nube negra de encima de su cabeza.

Sissy apartó el libro, se levantó, y se masajeó el hombro


derecho. Después salió de la sala, con la intención de ir a la cocina y
tomar un bocado rápido, pero su plan cambió cuando captó un
destello rojo a través de las ventanas al lado de la puerta de
entrada.

― ¿Pero qué…? ―De hecho, había un resplandor rojo que al


parecer emanaba de cada trozo de vidrio alrededor de la casa.

Corriendo hacia la puerta, tiró de los pesados paneles para


abrirlos.

Era como si alguien hubiera tirado una bomba de tinta sobre la


propiedad, sólo que se había congelado en su caída libre, formando
una manta alrededor de todo: al otro lado de la transparente
cortina de color rojo, podía ver el feo césped, el sol de mediodía, la
acera y la calle, así como a Jim de pie a la izquierda, con la mano
levantada y resplandeciendo aún más brillante, como si fuera la
fuente de la iluminación.

― ¿Jim? ―dijo.

Él levantó la cabeza y abrió los ojos. Después de un momento,


dejó caer el brazo y cruzó a través de la tintura en el aire, dando
un paso a la derecha más allá de la barrera que había creado.

― ¿Qué es esto? ―preguntó ella con asombro.

―Más protección.
J.R. WARD INMORTAL

― ¿Para qué? ― ¿Realmente necesitaba preguntar eso?

―Devina. Ella ya ha estado aquí al menos una vez.

Un escalofrío la recorrió.

― ¿Cuándo?

―La otra noche ―Cuando él se acercó al porche, ella le puso


una mano sobre el brazo.

― ¿En la casa? ¿Cómo? ―Jim se apartó deliberadamente de su


tacto y rió con un poco de amargura.

―Ella se transformó en ti. ¿Qué te parece eso?

― ¿Qué?

―Ya me oíste. Ella era tú, todo. Desde tu pelo hasta tus ojos y
tú… ―Su mirada azul fue hacia su boca y se quedó allí hasta que
algo pareció golpearlo. Entonces se inclinó, su peso
empequeñeciéndola, sus ojos cansados, no obstante, afilados como
cuchillos―Mira, cuando digo que no te quiero en medio de esto, es
por una maldita buena razón, ¿vale? No quiero perderte otra vez y
estoy seguro como la mierda que no quiero ser apartado del juego
por tener que preocuparme por ti.

Sissy frunció el ceño, pensando en volver a…

―Cuando volví y llamé a tu puerta ―dijo ella, completamente


descolocada― y tú te sorprendiste al verme. Fue cuando ella lo hizo.
¿Verdad? Fue cuando se hizo pasar por mí.

Él se volvió y empezó a caminar de nuevo hacia la casa. Ella le


agarró el brazo de nuevo.
J.R. WARD INMORTAL

― ¿Qué hizo? ―En el tenso silencio que siguió, ella recordó


cuando él abrió la puerta. La había mirado de forma extraña, como
si nunca la hubiera visto antes. Y estaba haciendo lo mismo ahora.

Sissy se negó a retroceder.

― ¿Qué hizo…?

― ¿Quieres saberlo? Bien ―Se inclinó de nuevo, el aire entre


ellos aumentando la tensión―Trató de seducirme. Estaba medio
desnuda en mi cama, con tu cuerpo, tu piel, tu aroma. Y joder casi
funcionó… ¿Qué tal eso?

Sissy pestañeó mientras su cuerpo se calentaba… pero no de


ira. No, esto era algo completamente distinto.

Deseo sexual. Del tipo del que había leído, oído, visto en la
gran pantalla, pero nunca, jamás hecho. Ni de cerca. Y sabía
perfectamente lo que él estaba haciendo, estaba tratando de
asustarla. Excepto que había algo de lo que él no se había dado
cuenta, eso la atraía mucho más.

Ella volvió a pensar en Bobby Carne29 utilizando su Bud30 como


combustible. Jim era la cosa más lejana en esa triste producción. Él
era un hombre, no un estudiante de secundaria con delirios de Ryan
Reynolds31. Y la idea de que Jim podría haber estado atraído por
ella, incluso si fuera mentira…

Por otra parte, el demonio había estado conduciendo ese


autobús, por decirlo así.

Jim rompió el contacto visual primero.

29
Piloto de rally
30
Cerveza Budweiser.
31
Actor de cine americano. Ha aparecido en películas como Linterna Verde o La proposición
J.R. WARD INMORTAL

―No me mires así.

―Así cómo ―Dijo ella con voz ronca.

― ¡Oh, Jesús! ―murmuró Jim― Ni siquiera sabes.

―Jim…

―No, nop, me voy… Joder realmente me tengo que ir ―Con


pesados pasos, se fue airado a través de la puerta y subió las
escaleras, su enorme cuerpo moviéndose rápido y poderoso. Un
momento después de que desapareciera de la vista, ella escuchó un
portazo en el segundo piso.

Tuvo la tentación de seguirlo. Abrir esa puerta. Encontrar lo


que había en la profundidad del calor de sus ojos. Pero tenía un
presentimiento de que todo lo que iba a encontrar era una pelea.

O tal vez algo que ella no estaba segura de poder manejar.

Pensó en aquel demonio en el cementerio, tan segura de sí


misma, tan llena de confianza. Ahora, eso era una mujer... ente, lo
que fuera, que podría cuidar de un hombre como Jim...

Genial, ahora se sentía como si buscara un mechero Zippo y le


diera buen uso.

En lugar de ir tras el hombre, o ser Stephen King y ceder a su


“Ojos de Fuego”32 interior, se acercó al hechizo de protección y
puso su mano encima. Como si el resplandor fuera algo vivo, se
adaptó a su palma, extendiéndose para lamerla, y permaneciendo
conectada hasta que apartó el brazo. Después de jugar con la
conexión un poco, regresó dentro y cerró la reforzada puerta
frontal. En circunstancias normales, se hubiera sentido

32
Novela de Stephen King en la que una niña puede incendiar cosas con la mirada.
J.R. WARD INMORTAL

impresionada por el tamaño y el peso de toda esa corteza pero ya


nada era normal, y tenía la sensación de que podía confiar en lo que
Jim había hecho fuera en el patio más que cualquier cosa hecha por
un humano.

Haciendo una pausa en la parte inferior de las escaleras, se


preguntó qué estaría haciendo Jim en su habitación. La única
manera de conseguir una respuesta era buscarla por ella misma y
qué embarazoso podía ser irrumpir y encontrarle cambiándose de
ropa, haciendo la cama, doblando su colada.

Oh sí, porque él tenía el tiempo de preocuparse por estas


últimas dos cosas. Además, ¿cómo si ellos fueran a hacer otra cosa
que un refrito de conversaciones que ya habían tenido?

Mientras permanecía donde estaba, una parte de su interior


señaló que había, de hecho, otras cosas que podían hacer, cosas que
estaban aferradas a la luz de sus ojos. Infiernos, quizá era hora de
perder su virginidad. Y asumir que era verdad, ella no podía imaginar
un hombre soltero, vivo o muerto, a quien prefiriera ofrecerse que
Jim.

―Mierda ―susurró.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 6

Traducción: Sandra Dee


Corrección: Maria C Baez

Jim estaba duro cuando se encerró en su cuarto.

Y no como una cabeza dura. Duro de oído. Duro de espalda.

Cerrando la puerta, se apoyó contra la maldita cosa. Bum…


bum… bum... El sonido de la cabeza golpeando la madera era como el
latido del corazón en su polla.

Cuando miró hacia abajo a sus caderas y midió la carpa que su


erección había hecho en sus pantalones de chándal, pensó, Hombre,
esto era jodidamente cierto acerca de él. De regreso a su antigua
vida, cuando había estado a fondo en operaciones encubiertas y
trabajando como un asesino en el extranjero, esto le ocurría.
Nervioso, a la hora de la verdad, su sangre estaría corriendo rápida,
su agresividad disparada y él inevitablemente había necesitado
quemar algo de esa energía fuera.

Y no en una cinta de correr.

Pero joder, por el amor de Dios, uno pensaría que por la


manera en que había pasado la noche con Devina, esto no sería un
problema.

Cerrando los ojos, se maldijo mientras otra ronda de imágenes


lo asaltaba, imágenes de él follando a ese demonio de doce maneras
J.R. WARD INMORTAL

diferentes hasta el domingo, y todas ellas causándole ceguera. Y


entonces él vio a Sissy... de pie en ese porche... mirándolo como...

Como si ella supiera que él la deseaba.

Su parte más masculina estaba totalmente preparada para


probar esa teoría en horizontal. Sí... a pesar del hecho de que
necesitaba mantener la mierda lejos de ella, su conciencia y su
razonamiento superior estaban más que listos para tomarse unas
mini-vacaciones rápidas sólo para que su pequeña cabeza pudiera
conseguir el trabajo hecho.

Genial. Bien pensado, justo así.

De repente, se acordó de la foto que había visto en casa de


sus padres, aquella en la que había estado en la banda en algún
juego, con los ojos entrecerrados, su cuerpo encrespado y tenso,
como si hubiera querido saltar hacia delante, en acción. Su largo
pelo rubio estaba recogido, su cara había estado limpia de
maquillaje, y las otras personas en el fondo habían sido estudiantes
atletas igual que ella.

Ella aparentaba la edad que tenía allí.

¿Escaleras abajo, en ese porche? Eso había sido una mujer. No


una chica.

Francamente, deseaba que la línea divisoria de la edad no


fuera cruzada… porque conservarla habría sido suficiente para
mantenerlo bajo control. Siempre se había sentido pleno con las
mujeres; le gustaba el sexo duro y crudo, y eso requiere una
persona con columna vertebral y con pasión. Alguna pequeña
mojigata con brillo de labios de fresa y zapatillas de Hello Kitty, en
realidad, no iba a joderlo totalmente.
J.R. WARD INMORTAL

Realmente hubiera preferido que Sissy se mantuviera en ese


lado de la línea. El problema era, cortesía de su viaje a los infiernos,
que sus ojos estaban ahora desprovistos de cualquier apariencia de
juventud, su alma había envejecido en el muro de Devina, templada
en el acero por la tortura y el dolor. Ella ya no iba a ser más la
jugadora de hockey sobre césped con sus amigos, promocionada en
un deporte que se juega en la escuela secundaria.

Ella era una mujer.

Y eso era un problema.

Maldita sea, había tenido tan buenas intenciones. Desde que la


había encontrado desangrada en ese cuarto de baño, su único
objetivo había sido mantenerla a salvo… y lo había rectificado en su
lista de cosas que hacer antes de morir, haciendo ese trato
potencialmente devastador con Devina.

Excepto, ¿qué exactamente había conseguido Sissy? Estar


fuera del muro del demonio, seguro. Pero ahora, todo lo que tenía
era un trabajo de búsqueda a través de un libro imposible, buscando
una manera de llevarlo y traerlo del Purgatorio.

Mientras tanto, él estaba arriba con un tema que,


considerando todas las cosas, iba a tener que curar con su mano
izquierda.

—Maldita sea —susurró.

Moviendo sus ojos hacia la cama desordenada, recordó a


Devina acostada sobre ella, vistiéndose con el cuerpo de Sissy,
buscándolo para tener sexo. Eso había sido culpa suya. Debería
haber puesto múltiples hechizos de protección cuando se habían
mudado allí.
J.R. WARD INMORTAL

Por otra parte, si el demonio había sido capaz de hacerlo a


través de uno, quizás la cosa del cuanto-más-mejor, podría no haber
funcionado tampoco.

Mierda, ¿cómo había logrado esa infiltración? Se preguntó.

Deslizándose abajo hasta que su culo se encontró con el suelo,


Jim apoyó los codos en las rodillas y pensó acerca de las muchas y
variadas formas en las que un chico podría meterse en problemas
cuando piensan con la cabeza pequeña en lugar de con la grande.

¿Y sabes qué?, el estiramiento de los pantalones de chándal a


través de su erección le hizo rodar sus caderas… y no porque la
mierda le doliera.

“Supongo que no espero que lo disfrutaras, ¿qué tal eso? ¿O


vas a decirme que los hombres pueden levantarlo a pesar de estar
asqueados por alguien? No creo que la anatomía funcione así, pero
otra vez, yo soy virgen, ¿verdad? Entonces, ¿qué sé yo?”
—No me jodas…

Y ese era el problema, ¿no? Sissy tenía razón: los hombres no


podían levantarlo si no estuvieran teniendo sexo.
Desafortunadamente para él, no necesariamente tenía que gustarle
lo que estaba pasando para excitarse, era algo así como apuñalar a
tu enemigo. Estabas exprimido yendo al acto, y satisfecho cuando
todo terminaba. Pero eso no era lo mismo que "disfrutar" algo.

De alguna manera, dudaba que esas sutilezas fueran la clase


de cosas que Sissy necesitara escuchar. E igualmente, él tenía la
certeza de que su polla no daría dos mierdas por eso.

Sabía lo que quería.


J.R. WARD INMORTAL

Se movió de nuevo, rozando a través de su estúpido-mango,


haciéndole apretar los dientes y sisear. Y por una fracción de
segundo, no pudo evitar volver a ese momento en el que Sissy le
había estado pidiendo que la besara… Y todo eso lo llevó a darle
vueltas a la mierda de nuevo, recordando que en realidad no había
sido ella.

Yyyyyy todo eso lo llevó a poner en marcha las cosas otra vez
recordando cómo ella lo había mirado abajo en ese porche
delantero.

Otro vaivén con la cadera para aliviar la presión sólo la


intensificó aún más. Y antes de que se diera cuenta, en lugar de
dirigirse hacia abajo y ver lo que podía hacer para ayudar con ese
libro de cuarenta libras, su palma estaba de hecho entrando en el
balanceo de las cosas.

O masturbándole, por así decirlo.

¿Qué infiernos podía hacer? La maldita erección no mostró


ningún interés en desinflarse, e incluso si él hiciera un tuck-up33,
tenía las proporciones de Jon Hamm34, por lo que no era un trabajo
de camuflaje suficiente.

Él mantuvo apartado deliberadamente cualquier pensamiento


sobre Sissy.

En cambio, se concentró en su férreo control, subiendo y


bajando, en la compresión en la cabeza y el giro alrededor del eje.
Tuvo que caer de rodillas para conseguir espacio para trabajar, y
como la cintura del pantalón le cortaba el culo, se arrancó los

33
Hace referencia al hecho de ocultar una erección en los pantalones.
34
Actor estadounidense, trabajo en series como CSI Miami o Mad Men.
J.R. WARD INMORTAL

malditos pantalones. Bastante rápidamente, un filo salvaje se hizo


cargo.

Mordiéndose el labio inferior hasta que se hizo sangre, dejó a


su ira junto con su lujuria, su odio hacia Devina conduciéndolo más
alto, más caliente.

Era una cosa enferma en la que detenerse a pensar, pero más


seguro y más caballeroso que lo que sentía por Sissy.

El orgasmo lo golpeó como un rayo, deteniendo su corazón,


congelando su mano, sacudiendo sus piernas. Luego vino el trueno…
vibrando a través de su mente, de su cuerpo, de su alma... y todo lo
que veía era a Sissy, girando en cámara lenta hacia él, con los ojos
mirándolo con la impresión de una mujer.

Cuando la liberación pateó fuera de su cuerpo, lo ordeñó sólo


porque quería el sexo fuera de él, así podría concentrarse, volver al
trabajo, hacer lo correcto. En la estela del orgasmo, el agotamiento
lo persiguió, tirando de las comisuras de sus ojos, bajando sus
hombros.

Había pasado tanto tiempo desde que había dormido bien.

Casi tres décadas, de hecho.

No desde que su mamá había muerto.

Y cuando él enganchó el agarre de esos pantalones y los usó


para limpiarse, pensó que cualquier descanso verdadero iba a tardar
mucho, mucho tiempo en llegar.

Por ahora, sin embargo, tal vez cerrara los ojos y dejara que
la bruma post-orgasmo recargara sus pilas un poco. No tenía mucho
tiempo a su disposición, pero, de nuevo, él nunca se había quedado
dormido mucho tiempo tampoco.
J.R. WARD INMORTAL

La última cosa en la que pensó mientras iba a la deriva al


mismo tiempo en que se apoyaba contra la puerta no fue una cosa en
absoluto.

Fue en la mujer que estaba escaleras abajo buscando a través


de ese libro. No estaba seguro de si él esperaba que ella encontrara
algo... o no.

Puede que Ad tuviera razón y él no debería tentar a las Parcas


intentando ir al Purgatorio.

Pero como siempre, estaba entre la espada y la pared.

Las sombras fueron creciendo mucho en el césped cuando


Sissy llegó a la última página del libro del Infierno. Poniendo las
manos en la parte baja de la espalda, se estiró por centésima vez y
miró a Adrián. El ángel había cambiado posiciones alrededor de las
tres de la tarde y ahora yacía en sentido longitudinal en el sofá, uno
de los cojines decorativos de terciopelo relleno bajo la cabeza. No
se había movido desde entonces, excepto para cruzar y descruzar
sus pies.

Ella sabía que no estaba durmiendo, sin embargo.

¿Dónde estaba Jim? se preguntó.

—Arriba —le respondió Ad como si ella hubiera hablado en voz


alta — ¿Quieres que vaya a traértelo?
J.R. WARD INMORTAL

Cerró el libro y se quedó mirando la cubierta picada y


manchada — No lo sé.

Una fracción de segundo después, oyó pisadas bajando por las


escaleras, golpeando el vestíbulo en frente, reduciéndose a cero en
el salón.

— ¿Lo has hecho tú? —preguntó en voz baja.

—Los Walkie-talkies son tan condenadamente engorrosos. Los


puñeteros necesitan pilas, también.

—Bonito truco —dijo ella, estirándose la camisa, empujándose


el pelo hacia atrás.

Justo antes de que Jim entrara en la habitación, se preguntó


cómo se vería, y deseó tener un cepillo, un espejo... tal vez un poco
de pasta de dientes.

Tonta, tonta, tonta, pensó. Uno, no estaba compitiendo con los


encantos de ese demonio. ¿Y dos, como si ella quisiera las sobras de
Devina?

Jim entró en la sala en vaqueros y con una camiseta blanca que


empujaba a través de sus pectorales y se extendía alrededor del
peso de sus bíceps. Su expresión era distante, y sus ojos no se
encontraron con los suyos, pero su mera presencia consiguió
traspasarla. Él era como siempre, magnético, el tipo de hombre que
nadie querría mirar por encima del hombro. ¿Era la altura? ¿Su
constitución? ¿El ceño permanentemente fruncido? ¿Ese hermoso,
brillante halo alrededor de su oscura rubia cabeza...?

Bien vale. Tal vez ella quería competir con la maldita demonio.

A pesar de que no tenía sentido y era extremadamente


autodestructivo.
J.R. WARD INMORTAL

—No he encontrado nada —anunció —Ni una sola cosa.

Increíble, de verdad. Teniendo en cuenta que el tomo tenía


¿cuántas palabras? ¿Dos trillones?

Jim frunció el ceño aún más profundamente— ¿Me estás


tomando el pelo?

—Nop—No estaba segura de lo que había leído, en realidad. La


escritura tenía una manera divertida de ir de un ojo al otro. Pero
ella estaba muy segura de que no había nada sobre el Purgatorio.

— ¿Estás segura de que lo estás leyendo bien?

Sissy giró el libro alrededor y lo empujó a través de la mesa


de café hacia él.

—Inténtalo tú mismo.

—No sé latín.

—Supongo que no estás de suerte.

—Maldita sea.

—Bueno, ¿qué quieres que te diga? No está ahí. Quiero decir


que, el lugar existe, porque vosotros dos me lo habéis dicho… así
que tal vez, no sé, ¿es posible que haya otro nombre para eso? ¿O
hay otra fuente de información que se pueda utilizar? Como,
¿tenéis Internet para la otra vida?

Ambos miraron a Adrián, que estaba sentado y frotando su


cabello oscuro hasta que la cosa se levantó como si hubiera chupado
un enchufe de la luz —No que yo sepa —El ángel sacudió su cabeza.
—Ya sabéis, tal vez esto es algo de lo que tenemos que mantenernos
alejados. He estado pensando en eso durante toda la tarde, Jim. Si
por algún milagro te las arreglas para entrar allí, realmente no
J.R. WARD INMORTAL

estoy seguro de que podamos ayudarte a volver de una sola pieza,


incluso sin Nigel. Y antes de que preguntes, no, no creo que el
Creador vaya a tratar de ayudar a tu culo, sobre todo porque estás
haciendo esto para pasar por alto una de Sus reglas.

Jim maldijo —No, vamos a encontrar una manera. No me voy a


rendir.

El ataque se produjo de la nada. Un segundo Jim estaba de pie


justo dentro de la habitación, mirando cabreado. Al siguiente, un
hombre con el torso desnudo se abalanzaba hacia él por detrás,
destellando por la puerta sin hacer ruido, con una especie de arma
brillante sobre su cabeza.

Sissy gritó y señaló, y eso fue lo que hizo que Jim se diera la
vuelta rápidamente justo antes de ser apuñalado por la espalda. Su
respuesta fue instantánea, su cuerpo preparándose contra el
ataque, sus manos bloqueando ese brazo levantado y torciendo la
hoja fuera de su alcance. Pero no podía sacudirse al agresor, el otro
hombre tan poderoso como él.

Se dio cuenta de que era Colin, el chico que visitó a Jim en el


hospital. El de cabello oscuro…

¡Bang! Se estrellaron contra el mantel. ¡Crash! Derribaron una


mesa auxiliar y destrozaron una lámpara. ¡Screech! Con la
combinación de sus pesos, empujaron uno de los sofás fuera de la
alfombra en el suelo desnudo. Y cuando los dos estaban girando en
un vals mortal, Adrián se levantó de un salto, desenvainando un
cuchillo que ella no tenía conciencia que tuviera.

Pero el ángel no llegó muy lejos.


J.R. WARD INMORTAL

Con un rápido arrebato, el atacante extendió su mano libre y


envió una ráfaga de luz blanca a Ad, volándolo sobre sus pies con tal
fuerza, que el sofá en el que aterrizó, salió disparado a través de
la habitación y se astilló en la pared.

Con el ángel desplomado en el suelo, Jim y el agresor “jugando


al ping-pong” alrededor de la sala, rebotando por las paredes
luchando por el control de ese arma de cristal y Sissy no estaba
dispuesta a sentarse y esperar para ver quién se cansaba primero.
Apartándose de su camino, buscó a su alrededor algo, cualquier
cosa, para ayudar a combatir a Colin.

Ella agarró la primera cosa que alcanzó, un candelabro de


bronce que pesaba tanto como una palanca. La vela de cera de abeja
se fue por el aire mientras lo cogía, la levantó sobre su cabeza, y
corrió a través…

Hablando sobre bailar claqué35. Los dos hombres giraban con


tal fuerza, que tuvo que realizar un rastreo de ambos, a la espera
del que no llevaba camiseta para tenerlo al alcance… y que no se
moviera fuera del camino antes de que pudiera pillarlo. ¿Si ella
suponía mal? Iba a golpear a Jim.

Bingo. Cuando Colin llegó, plantó sus pies, y con cada onza de
fuerza que tenía, llevó la masa de metal a través de la parte
posterior de su oscura cabeza.

La luz explotó por todas partes, cegándola y lanzándola hacia


atrás al igual que Adrián, excepto que su trayectoria iba a llevarla
derecho hacia una de las ventanas de guillotina. Con un desordenado
“viaja y cae”, se las arregló para redirigirse a sí misma fuera de ese
camino, pero incluso cuando estaba amortiguada por una franja de

35
También llamado Tap americano
J.R. WARD INMORTAL

drapeado terciopelo pesado, el impacto detuvo su corazón y le robó


el aliento de sus pulmones.

Ella no perdió el conocimiento, aunque mientras ella iba a su


propia caída, llegó a ver al hombre del cuchillo de cristal perder el
equilibrio y dar un tropiezo consigo mismo, la lesión en la cabeza
derribándolo leeeeejos del juego. Fue todo lo que Jim necesitó. Con
un tirón cruel, arrancó la daga de la mano del otro hombre y le dio
una patada en su torso duro, separándolos con fuerza.

Más tarde, Sissy podría reproducir interminablemente la


secuencia de lo que sucedió a continuación, pasando la bobina hacia
delante y hacia atrás, como si hubiera algún otro resultado
acechando entre los nanosegundos, algún otro camino que podría ser
elegido si sólo se pudiera encontrar la manera de hacer un empalme
e insertar una nueva película.

Pero, por supuesto, eso era un “no-va-a-pasar”.

Cuando Colin cayó al suelo, el hombre miró a Jim con puro odio
en sus ojos enrojecidos — ¡Tú lo mataste!

— ¿Qué coño?

— ¡Tu mano estaba en esa daga!

—… ¡qué es lo que te pasa!

Ambos se gritaban el uno al otro, sus voces masculinas


retumbando a través de toda la casa, el acento de Jim
Estadounidense, y británico el del otro hombre.

— ¡Lo perdí por tu culpa!

— ¡Lo sé! —gritó Jim.


J.R. WARD INMORTAL

Eso hizo callar a Colin. Y el hombre se quedó callado cuando


Jim continuó rugiendo — ¡Y voy a traerlo de vuelta!

Una risa desagradable restalló como un látigo — ¿Oh, lo vas a


hacer, amigo? Precisamente, ¿cómo pretendes hacer eso?

Jim la miró. Echó un vistazo a Adrián —Vas a tener que


ayudarme. De alguna manera.

Ad estiró sus brazos como si tratara de detener un accidente


de coche.

—Jim! No, no lo hagas.

Jim le devolvió la mirada a Sissy. Abrió la boca como si fuera


a decir algo... pero en vez de hablar, él giró la daga de cristal hacia
sí mismo, apuntando el extremo afilado en su estómago y
extendiendo sus brazos lo más lejos de sí mismo que podía.

— ¡No! —Gritó Sissy mientras saltaba hacia arriba.

En el último segundo, cambió de opinión. Pero no para


detenerse. Sin embargo, él cambió de ángulo, dejando caer su brazo
izquierdo, levantando el derecho...

...Y con una cruel cuchillada, cortó su propia garganta.

— ¡Noooooooooo! —Sissy se abalanzó sobre la alfombra cuando


el cuchillo cayó a cámara lenta de su mano laxa.

Jim cayó también, cuando la sangre se derramaba de su cuello,


por lo menos ella asumió que era sangre, ya que era plateada, no
roja.

Oh, Dios, tenía que ser sangre empapando la parte delantera


de esa simple camiseta blanca que llevaba.
J.R. WARD INMORTAL

El sonido de sus rodillas golpeando el suelo fue como una


palmada atronadora, y ella lo alcanzó justo cuando él se sentó sobre
sus talones. Tenía la boca abierta, boqueando, chasqueando
mientras trataba de respirar a través del géiser.

─ ¡Jim! ¡Jim! —Se estiró para presionar sus manos sobre la


herida que se había hecho él mismo, pero era una pérdida de
tiempo. Incluso si hubiera tenido metros y metros de gasa
quirúrgica, no habría detenido esto.

No podía salvarlo.

Su mirada azul clavada en la de ella mientras comenzaba a


inclinarse hacia un lado, su enorme torso cediendo a la gravedad, su
vida inmortal escapando justo ante sus propios ojos.

Las lágrimas arponeaban su visión como un frenético “¡no


ahora!”, “¡Nunca!” obstruyendo su cerebro: Por mucho que ella
hubiera estado furiosa con él ésta mañana, ahora estaba
aterrorizada por el pensamiento de que lo había perdido para
siempre.

Una oportunidad no aprovechada.

Una puerta sin abrir.

Un destino irrealizable.

Y esa pérdida la sintió peor que todo lo que le había pasado.


Incluso el mismo infierno.

—No me dejes, quédate conmigo, no me dejes...

Su boca siguió moviéndose, y se dio cuenta que no estaba


tratando de respirar, que estaba tratando de decirle algo.

— ¿Qué? —Dijo con voz ronca —Qué estás...


J.R. WARD INMORTAL

Esos labios, teñidos con plata, se movieron más y más


despacio, las pupilas de esos ojos expandiéndose como si estuvieran
tratando de compensar la falta de luz.

Sissy supo el instante en que murió. No fue cuando su boca se


detuvo o cuando los ojos se le pusieron en blanco. Fue cuando el
aroma de un ramo de flores llenó el aire, asfixiando el interior de su
nariz y ensanchando la parte posterior de su garganta.

Era justo lo que le habían dicho en la escuela dominical cuando


había sido pequeña: Cuando un santo moría, olía a flores.

Jim... el salvador... se había ido.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 7

Traducción: Lau Silyam


Corrección: Pilar Ocampo

Las colecciones eran algo bueno.

Por supuesto, las suyas estaban un poco fuera de control, pensó


Devina mientras accedía libremente al ascensor de su edificio de
oficinas.

Y qué jodidamente genial era eso.

Extendiéndose ante ella, en un sótano que era casi del tamaño de


un campo de futbol, había filas y filas de antiguas mesas llenas de
un milenio de almas tomadas, ocultas y a salvo. Era la clase de visión
que la hacía tomar una profunda inhalación por dos razones: una,
estaban aún donde las había dejado; y dos, eran suyas, todo suyas.

Sus tacones altos hacían un ruido de taconeo mientras se


acercaba por el suelo de cemento. De vez en cuando se detenía,
ponía su pequeño bolso con la caja de los nuevos Louboutin bajo ella,
y sacaba un cajón. Ya se tratara de un grupo de relojes de bolsillo
con sus cadenas de oro, una maraña de monóculos del siglo XIX, o
un tintineo de llaves, cada objeto estaba catalogado en su mente,
podía recordar a quién habían pertenecido, cómo había llegado
hasta ellos, y la circunstancia exacta en que había tomado sus almas
y las había puesto en su muro. Pero esto no era sólo un viaje feliz
por la memoria. Cada vez que tocaba un botón de metal, un
J.R. WARD INMORTAL

pendiente o una moneda de suvenir, podía sentir la esencia misma de


la persona.

Estas cosas inanimadas eran su conexión con sus hijos allá abajo,
su manera de hablar con sus prisioneros, su lazo tangible para el
trabajo de su vida inmortal. Millones de objetos y aun así, no eran
suficientes. Su hambre era un gusano que no paraba de girar, y
hacía que la guerra fuera más real para ella.

Mierda, pensar en la diversión que Jim y ella podían tener.

Él también podía ayudarla a proteger todo esto. Cada vez que


ella se alejaba, había siempre una sensación subyacente de temor a
que algo pasara, que entraría en ese ascensor, presionaría el botón
para bajar, y encontraría esas puertas abriéndose en un momento
ante un montón de nada. Y eso era incluso aunque tuviera el mejor
sistema de seguridad en el mundo: Por el momento, era gracias a un
programador de veintidós años de Neuvo-Tec, una compañía que ella
había “contratado” para venir aquí, a su “firma de recursos
humanos” para configurar “bancos de servidores” para apoyar
adecuadamente su “intranet”.

O alguna mierda.

En realidad, había creado toda esa fachada sólo para conseguir


al pobre hijo de puta virginal y su protector de bolsillo en sus
locales. Con lo cual ella había golpeado metafóricamente sus
calcetines con un traje pantalón de Prada dorado y un par de
Manolos de tacón de aguja y entonces literalmente le hizo un
placaje yendo por detrás de él y lo abrumó mientras chequeaba la
ilusión de un sistema informático. Después de eso, se produjo el
derramamiento de sangre, el ritual, los símbolos en la carne y de
esa forma, ella tuvo su sistema de alerta.
J.R. WARD INMORTAL

¿Si alguien entrara por ese primer piso de arriba, e intentara


entrar en los ascensores? Dondequiera que estuviera, aquí arriba en
la tierra o allá abajo en su Pozo de las Almas, lo sabría.

Y podría proteger sus preciosas posesiones.

Hombre, sería jodidamente bonito tener un compañero en todo


esto. Sí, claro, sus secuaces estaban bien cuando sentía que tenía
que ordenar algo a su alrededor, pero no podían pensar por sí
mismos, y eso era bastante aburrido. Jim Heron era lo opuesto a
obediente, ella luchaba constantemente con él, y eso era
exactamente la salsa picante que estaba buscando.

Reanudando su paseo, se dirigió a la parte trasera de su área de


dormitorio. Por encima de ella, paneles de luces fluorescentes
brillaban como falsos soles, y bastante pronto, sus repisas
giratorias de ropa colgada cubriendo la alineación de los escritorios.
Pasada la sala de exposición de un armario dejó sus zapatos en sus
cajas del suelo al techo; su área de accesorios, donde guardaba sus
bolsos de mano, fulares y joyería; y finalmente su tocador, con su
espejo y todas sus polveras de Channel, delineadores de YSL36, y
maquillaje de Estée Lauder.

Y luego estaba su cama, por supuesto. Oh, su cama, con sus


hectáreas de Porthault37 y sus edredones y almohadas. Hasta ahora
nunca había tenido sexo en ella, pero qué genial iba a ser cuando
rompiera el colchón con Jim.

Una repentina imagen de Sissy Barten la hizo apretar los


dientes.

36
Yves Sant Laurent
37
Marca de ropa de cama de lujo.
J.R. WARD INMORTAL

Maldita sea, así fuera la última cosa que hiciera, Jim iba a yacer
en esa cama con sus piernas extendidas y su polla dura y lista, e iba
a decirle que la amaba y a rogarle que tuviera sexo con ella. ¿Y
cuándo se pusieran manos a la obra? Iba a ser totalmente candente,
porque así sabría que había ganado y él estaría con ella por siempre
jamás.

Esa era justo la forma en que tenía que ser.

― ¿Verdad? ―le dijo a sus nuevos zapatos.

La buena noticia era que la perspectiva de poner a los gemelos


destellantes con el resto de su colección era un gran
desestresante, excepto que tenía que comprobar primero una cosa
más.

De todos sus objetos, era el de aspecto más repugnante.


También el más valioso a pesar de la cantidad de joyas robadas que
tenía aquí.

Su verdadero espejo estaba en la esquina más lejana del sótano.


Y estaba escondido en la oscuridad no sólo para mantener su
seguridad, sino porque era más que feo: La cosa era al menos cinco
pies de alto y tres de ancho38, tal vez era incluso más grande. Había
volutas alrededor de los cuatro lados, a distancia podría haber
asumido que eran un motivo de flores o algún tipo de delicadeza
francesa. De cerca, sin embargo, estaba claro que el patrón
ondulante era una serie de cuerpos torturados, sus miembros
mutilados o perdidos, sus caras distorsionadas por el dolor. Y a la
mierda el baño de oro, había un atisbo de la cosa, pero no era por
ningún metal precioso.

Era como el brillo de los ojos de una cobra.


38
1.52 de alto por 0.91 de ancho
J.R. WARD INMORTAL

En cuanto a la superficie de la misma, la plataforma plana estaba


marcada, picada e irregular, más parecida a la piel de una persona
mayor que a cualquier cosa reflectante. Pero claro, no lo usaba para
mirarse. El espejo era un portal, el conducto para su viaje de ida y
vuelta de su Pozo de las Almas y la única manera de poder llegar
hasta allí. Una vez en su guarida, podía acoger a nuevas almas,
secuaces. Jim o Adrián, pero tenía que estar en el infierno para
hacer eso; de lo contrario el lugar estaba bloqueado, incluso para
ella.

¿Si perdía o rompía el espejo? Entonces ¡poof! Se iría el acceso


a su colección de almas.

El horror era demasiado para pensarlo.

Al principio no supo qué atrajo su atención. Girando alrededor,


buscó su espacio privado, entrecerrando los ojos, las garras
preparadas para salir. Pero no había nada detrás de ella, ni aviso
desde arriba de que alguien había cruzado la barrera que había
creado.

Regresando a la luz, puso la bolsa rígida con el logotipo dorado


en ella bajo el edredón. Entonces se quedó perfectamente inmóvil.

El único que podría entrar sería el mismísimo creador.

― ¿Jim? ―frunció el ceño, preguntándose cómo eso podía ser


posible. A menos…

No, esto era definitivamente sobre Jim.

Sus ojos se dispararon hacia su tocador. Entre una mascarilla de


Clarins39 y algún Precisión Sublime de Chanel 40, había algo que no

39
Crema exfoliante
40
Crema antiarrugas
J.R. WARD INMORTAL

tenía nada que ver con el maquillaje y ordinariamente no debería


haber sido capaz de tolerar el desorden de objetos.

Pero este tenía un permiso especial.

Era el adorno del capó de su propio Mercedes S550 4Matic y


por una vez, no estaba apresurada a devolver la cosa en su lugar. De
hecho, se había roto su propio cuello porque ese círculo de la marca
con su intersección de tres líneas tenía un accesorio muy especial
de su propiedad: Cuando atropelló a Jim con su coche la otra noche,
él se había cortado sobre el capó delantero, y una pequeña parte de
Jim había sido dejada tras el metal del ornamento.

Ese residuo en cada fibra molecular del metal era lo que le había
permitido entrar en su casa, dentro de su cama y, oh, tan cerca
para seducirle mientras pretendía ser Sissy.

Era una conexión unilateral. Así que no había manera que él


pudiera utilizarlo para entrar en su…

Desde fuera de ninguna parte, una ola de dolor resonó en su


pecho como una campana, como si la hubieran disparado o apuñalado.
Pero no había nadie alrededor. Nadie arriba.

Y aun así algo estaba mal, algo…

― ¿Jim…? ―Caminó hacia adelante― ¿Jim?

Siguió la asfixia. Del tipo que la hacía sentir como si alguien


tuviera sus manos alrededor de su garganta. O quizá una soga. De
repente, llegó a agarrar algo que no estaba allí, abriendo su boca
para que pudiera respirar.

Puto infierno, ahora ella era el vendedor del hotel, su acceso de


aire cerrado por una fuerza invisible.
J.R. WARD INMORTAL

Excepto que no era la sofocación la verdadera sensación. Esto


era… un dolor emocional tan grande que literalmente le robaba la
capacidad de inflar los pulmones que fingía tener.

― ¡Jim! ―gritó, los puntos se conectaron con una terrorífica


conclusión.

Vaporizando su forma física, entró en el sistema de conductos


de corriente de alto voltaje y se disparó a través de las entrañas
del edificio, expulsándose hacia el aire abierto a través de un
orificio de ventilación y lanzándose en la dirección de esa vieja casa
donde él estaba.

Más rápido, más rápido, más rápido.

Sintió el momento en que él dejó el bucle de la tierra: Una


agonía punzante superó su alma, tan segura como si hubiera sido
cortada por la mitad. Nubes de tormenta se reunieron en su estela
cuando aterrizó en el césped frente a la propiedad que él alquilaba,
y se precipitó hacia la puerta principal.

La barrera con la que se golpeó fue una pared de ladrillo que no


existía, un invisible e impenetrable escudo de fuerza que la repelía
con dureza, y se cayó sobre su culo. Mirando arriba con pánico, su
frenética mente no podía averiguar qué coño era pero entonces vio
un sutil destello rojo. El bastardo la había bloqueado con un
adicional y más fuerte encantamiento.

Sólo que no duró.

Con la fuerza vital de Jim habiendo sido extinguida, su hechizo


de protección perdió su fuente y gradualmente se fue pelando de la
casa, retrocediendo desde el techo y liberando las paredes.
J.R. WARD INMORTAL

El inevitable retroceso fue como verle morir en frente de ella,


ver su vida escurrirse.

―Jim… ―gritó mientras lo último desaparecía.

Luchando con sus pies, corrió hacia adelante y fue hacia las
ventanas del salón. Con manos temblorosas, se apoyó en el cristal
viejo burbujeante y ahuecó las palmas, mirando a través de él. El
gemido que se extendió a través de su apretada garganta fue una
liberación de agonía. Cruzando el salón, Jim yacía tumbado
desastrosamente en el suelo, sus brazos y piernas inmóviles, como si
hubiera caído de espaldas sin intentar pararse o protegerse contra
el impacto. Sangre plateada estaba por todas partes sobre su
pecho, un corte abierto en su garganta era la causa del maremoto.

Había una daga de cristal en su mano derecha que estaba


manchada con esa sustancia parecida al mercurio que llenaba sus
venas.

Claramente, había tomado a alguien con él.

Como un héroe, pensó mientras se le llenaban los ojos de


lágrimas.

Y sí, el opuesto a él, el arcángel Colin era una sombra de su


propio poder, su rostro distorsionado por el horror, su cuerpo tenso
como si estuviera en un conflicto físico, excepto que no había nadie
que fuera hacia él. Sin embargo, su rostro estaba amoratado y
había sangre plateada en sus manos. La habitación también estaba
hecha añicos, las lámparas derribadas, las mesas volcadas, los sofás
fuera de sitio.

Jim había estado luchando con el arcángel. ¿Tal vez por el honor
de ella? Eso era muy propio de su Jim pero no debería haber
J.R. WARD INMORTAL

acabado como lo hizo. Y ella no era la única que se sentía de esa


manera. Esa puta estúpida de Sissy Barten estaba gritando con
toda la fuerza de sus pulmones mientras se acercaba y tomaba la
cabeza de Jim en su regazo, y en medio del camino, el ángel Adrián
se veía como si hubiera visto un fantasma. O tal vez a la Parca.

El único aspecto positivo era la patente agonía de la chica, y


Devina se tomó un momento para absorber el dolor incandescente.
Era el único bálsamo que iba a tomar por mucho, mucho tiempo. Pero
no ahora. Ahora, era todo lo que podía hacer para evitar
descomponerse.

Extendiendo sus dedos, Devina se inclinó hasta que su mente


tocó el frío cristal.

―Mi amor…

Algún animal estaba suelto y volviéndose loco en el salón.

Oh, espera… era ella, pensó Sissy.

Con su boca completamente abierta y sus pulmones trabajando


con un suministro interminable de aire, estaba haciendo un ruido
que era parte de leona, parte detonación de una bomba atómica.
Mirando el cuerpo sin vida de Jim, acunándolo contra ella,
manchándose con la sangre plateada, se desquició…

Y se lanzó contra su atacante.


J.R. WARD INMORTAL

Sin pensar conscientemente, gateó por el suelo como un


cangrejo, lanzándose contra Colin, que se quedó estúpidamente
atónito, ya fuera por ella intentando aplastarle la cabeza o por lo
que Jim acababa de hacerse a sí mismo.

Ella fue por los ojos.

Ni se acercó. Él la agarró por las muñecas y la volcó sobre su


espalda en el suelo, subiéndose a horcajadas sobre ella y
manteniendo sus brazos sobre la cabeza.

― ¡Que te jodan! ―escupió ella, luchando contra su agarre,


pateando con las piernas, revolviéndose. Cuando intentó morderle,
de alguna manera él la mantuvo boca abajo mientras apartaba una
de sus manos, con la que agarró su mandíbula para mantener la
cabeza en su sitio.

No le hizo daño. Simplemente dejó que se cansara.

Parecía que pasó un año hasta que lo único que podía hacer era
tirar para respirar, y aún él se sentaba sobre ella tranquilamente,
como si no hubiera hecho ningún esfuerzo en nada de eso.

Mientras agua golpeaba su cara, no podía imaginar de dónde


venía…

El hombre estaba… llorando. Desde los ojos del color más


extraño que nunca había visto las lágrimas estaban cayendo gota a
gota y aterrizando en sus mejillas. Y antes de que se diera cuenta,
las suyas se estaban mezclando con las de él, una gran fuente de
emoción estallo y ocupo el lugar donde la cólera había estado cruda
como la herida que Jim se había hecho.

―Yo también he perdido ―dijo él en un correcto acento


inglés― Tampoco estoy bien.
J.R. WARD INMORTAL

― ¿Por qué lo mataste? ―gimió ella, incluso aunque eso no


fuera lo que pasó― ¿Por qué?

―Siento tu pérdida ―Su voz estaba rota― Siento tanto…

Ella volvió la cabeza y miró el cuerpo de Jim a través de olas


de lágrimas. Su rostro pasó a inclinarse en su dirección, y por un
momento, fue como si ambos estuvieran mirándose uno al otro, sólo
que no había vida en sus ojos.

Colin aflojó su agarre. Retrocediendo poco a poco.

Cuando el hombre, ángel, lo que fuera, se apartó de ella, sus


piernas se dejaron caer como si quisieran ponerse de pie, pero no
tuvieran la suficiente fuerza o coordinación. Entonces se frotó la
cara como si tal vez eso fuera a cambiar lo que estaba en el suelo
frente a él.

―Tú querías matarlo ―dijo Sissy sombríamente― No sé por


qué estás tan jodidamente sorprendido por esto.

―Lo que sea que se ha hecho se lo ha hecho él mismo.

Susurró el arcángel.

Desde encima del sofá que había sido lanzado contra la pared,
Adrián maldijo.

―Él hizo esto para traer a Nigel de vuelta.

La cabeza de Colin giró disparada.

― ¿Te ruego que me disculpes?

―Se suicidó para traer a tu chico.

Colin frunció el ceño, sus cejas negras juntándose ―Eso no es


posible.
J.R. WARD INMORTAL

―Eso es lo que trataba de decirle, pero ya conoces a Jim.


Tiene su propia opinión.

Sissy era consciente de que Ad estaba mirando en su


dirección, pero no le prestó ninguna atención. Estaba muy ocupada
buscando otra salida, preguntándose por qué, considerando todos
los niveles de magia en este nuevo mundo en el que estaba atrapada,
no podía alcanzar algún rebobinado metafísico y hacer que este lío
desapareciera.

―Nadie va a regresar de allí sin el permiso del creador ―dijo


el Inglés― Deberías saber eso.

―Sí. Esa es la manera.

― ¿Por qué le permitiste…?

― ¿Le permití? Qué coño, Colin.

Cuando Sissy se colocó en posición vertical, la parte baja de su


cuello comenzó a cosquillear. Llegando hasta arriba, se frotó la
nuca…

Creeeeeeeeeeeeak.
El sonido de la puerta frontal abriéndose llamó la atención de
todo el mundo. Y fue seguido por una extraña serie de pisadas, un
repetitivo arrastrar de pies y un punzón que sonaba como algo
salido de una película de Wes Craven41. Entonces la temperatura
cayó cuarenta grados, haciendo que las paredes se congelaran y su
respiración se condensara en ráfagas frente a su cara.

41
Fue un guionista y director de EE UU, creador de la película Pesadilla en la calle Elm, Freddy
Krueger y la saga Scream.
J.R. WARD INMORTAL

Sissy gritó ante lo que apareció en el umbral: Era un cadáver,


un erguido y podrido cadáver con la piel gris colgando sobre sus
huesos y fibroso pelo derramándose sobre sus hombros huesudos.

Colin y Adrián saltaron a la vez mientras el cadáver tendía su


mano, el tendón que conecta el blanco hueso asomándose un poco en
su camino hacia la palma.

―Jim ―dijo en un chirrido cavernoso― Me dejarás verlo.

―Una mierda si lo haré ―gruñó Adrián.

―Ahora no es momento para esto.

―Que te jodan, Devina.

―Bien, lo haremos del modo difícil.

La luz se drenó no sólo de la habitación donde estaban, sino


del mismo cielo, la oscuridad llegó como una mancha sobre la tierra.
Y después un zumbido misterioso, como abejas yendo unidas y
comenzando a pulular, llenaron el aire.

Alguien la agarró de la cintura… no Adrián, el otro.

― ¡Adrián! ―gritó el Inglés.

― ¡Sujeta a Sissy! ―ladró Ad.

― ¡La tengo! ¡Ven aquí, compañero!

Una fracción de segundo después, Sissy fue lanzada contra la


esquina más alejada de la habitación, y los enormes cuerpos de los
dos hombres se amurallaron frente a ella. Un relámpago desde el
otro lado le dio una rápida visual del cadáver acurrucado de rodillas
frente al cuerpo de Jim y entonces… se desató el infierno. Con el
siguiente golpe de rayos, formas negras y aceitosas salieron libres,
J.R. WARD INMORTAL

sombras irregulares alrededor de la habitación, volviéndose


tridimensionales en lugar de bidimensionales, cobrando vida.

Y entonces todo se volvió completamente oscuro de nuevo.

Hasta el siguiente estallido de rayos.

Ésta vez esas negras pesadillas se estaban acercando a ellos


tres, preparándose para atacar.

No había manera que el Inglés y Adrián fueran a mantenerlos


a raya.

No había manera.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 8

Traducción: Sora Rlhdn


Corrección: Rosmery Gutierrez

—Te amo… te amo… te amo…

Jim estaba todavía diciendo sus últimas palabras una y otra vez
mientras abría los ojos. Gris. Fue su primera impresión. Cielo gris,
suelo gris. Su segunda impresión fue que la asfixia y el sentido de
estar siendo ahogado desde el exterior había desaparecido. Como
también la quemazón en el frente de su garganta y el sabor cobrizo
en su boca.

Pero su Sissy también había desaparecido. Junto con Adrián y el


salón. Y Colin.

Un vasto paisaje gris, había reemplazado todo, la superficie


plana se extendía más allá de lo que podía ver en todas direcciones.
Las únicas interrupciones en el interminable horizonte eran rocas
que se levantaron desde el suelo polvoriento, formaciones rocosas
que estaban separadas de forma intermitente y al azar.

Desde el norte, ¿o era el oeste? ¿El sur? ¿El este?, un viento


arremolinado llegó hasta él, le golpeó en la cara, haciendo que sus
ojos escociesen y su garganta se secase por el polvo que llevaba.
J.R. WARD INMORTAL

Incorporándose, hizo una completa inspección tres sesenta. No


edificios. Nada de movimiento. Y no había ninguna luz del sol, sin
luna, sin sombras, solo un extraño brillo que no tenía fuente y sin
embargo, era como la cubierta de la tierra: interminable.

—Mierda— susurró.

Difícil saber lo que pensaba que iba a encontrar, entonces otra


vez, como solo un par de semanas atrás, él no creía en ángeles,
demonios, o que ese Purgatorio existiera. Así que no era como si él
hubiera venido aquí con un diseño en mente, o un plan de juego. Pero
hombre, no había imaginado esto.

Hablando sobre su búsqueda de una aguja en un pajar. Tanta


distancia a cubrir en busca de Nigel y no estaba seguro de cuánto
tiempo tenía. Devina estaba de vuelta en la tierra trabajando en la
guerra mientras él estaba aquí, y lo mejor que podía esperar era
que, como en el infierno, el tiempo no funcionase del mismo modo en
este yermo como lo hacia allí donde el sol estaba a cargo.

¿Estaba este lugar debajo de la tierra? ¿A un lado de la vía


Láctea? ¿En las profundidades de un agujero de gusano? Su mente
entró en una curva insostenible, abandonó esa línea de pensamiento
y fue a ponerse de pie.

Tratar de levantarse era más complicado.

Ponerse de pie requería un excesivo esfuerzo, como si la


gravedad de este lado de la brecha fuera mucho más poderosa. Y
cuando por fin estaba en la vertical, el suelo se hundió bajo su peso,
sus huellas se incrustaron en el polvo.

Caminó hacia adelante porque... ¿Qué más iba a hacer?


J.R. WARD INMORTAL

Más con el viento, empujando contra su pecho mientras


caminaba, creando un rozamiento contra el que tenía que luchar. Y
el polvo. Cristo, era como estar de vuelta en el medio oriente, cada
respiración irritaba el interior de su nariz y sus ojos se empezaban
a sentir como si hubiera estado de juerga toda la noche, cada
parpadeo rayando sobre sus pupilas y la picazón de sus lagrimales.

De repente, pensó en la expresión de Sissy... Y entonces nada de


la mierda física importó. El horror en su rostro mientras él había
cortado su propia garganta había sido materia de pesadillas y el
conocimiento que él había puesto ese pánico y dolor en sus ojos era
insoportable.

Suponía que había demostrado que podía poner la guerra por


delante de su preocupación por ella, pero hombre, una decisión de
mierda. En una situación de mierda.

Obligándose a mantenerse en movimiento, puso un pie delante


del otro y pensó cuánto ayudaría si supiera si Nigel estaba aquí.
¿Era solo su propia versión del lugar? ¿Ad y Eddie se habían
reunido, pero tal vez sus normas eran diferentes? Aunque, infierno,
incluso si el arcángel había acabado en este preciso plano de la
existencia, Jim tuvo que preguntarse cómo encontrarlo. ¿A este
ritmo? Él podría pasar la eternidad vagando por entre las rocas.

Bueno, no eran en realidad rocas.

Estatuas.

Cuando llegó hasta uno de los montículos, contornos sutiles que


no eran visibles desde lejos revelaron la figura de un hombre
sentado con las piernas cruzadas, sus brazos envueltos alrededor
de un descarnado pecho, la cabeza baja como en oración... o
tristeza. La ropa era de otra época, como tal vez la Guerra
J.R. WARD INMORTAL

Revolucionaria, pero con toda esa degradación, era difícil saberlo.


El viento implacable había desgastado los bordes de las rodillas, el
cuello del grueso abrigo, las características de la cara. La escultura
estaba degradada por ese polvo perenne.

— ¡Joder!

Jim saltó hacia atrás y puso una posición defensiva. La


"estatua" se movió: el brazo izquierdo cambió de posición hacia
arriba como si hubiera algo atrapado allí o... en realidad era alguien.

Partículas de gris filigrana caían del codo mientras aquel


miembro se levantaba, como si la persona estuviera tratando de
llegar a él por ayuda.

¿No era Nigel?, pero vamos, ¿qué iba a hacer él aquí?

Jim se agachó y puso su propia mano.

El contacto instantáneamente hizo que la entidad se disolviera


en un montón de ese polvo suelto y cubriera el suelo, el viento
acometiendo y soplándolo lejos como si esa fuera la tarea de la
ráfaga.

En un momento, no había ninguna señal de que nada hubiera


estado allí en absoluto, pizarra limpia.

Campanas de advertencia sonaron en su cabeza, echó un


vistazo a sus palmas, sus antebrazos, sus dedos, su cuerpo. Tenía lo
que él había estado usando cuando cruzó, una camiseta Hanes
blanca y unos jeans. Las cosas habían cambiado, o estaban
cambiando, sin embargo. El blanco no era tan brillante como lo había
sido, como la camisa lo era en un anuncio de detergente Tide42

42
Marca de detergente de ropa
J.R. WARD INMORTAL

mostrando lo que no hacer con tu colada. Y el azul estaba


desvaneciéndose, demasiado.

Miró hacia abajo donde había estado el hombre.

Luego volvió a su paso, ahuecando las manos y gritando al


viento — ¡Nigel !Niiiiiigel!, tú, chaval!

Su voz no llegaba lejos, como si el polvo en el aire estuviera


consumiendo el volumen, comiéndoselo vivo.

—Esto fue un gran plan, gilipollas— murmuró mientras llegó a


otra "estatua".

Ésta estaba demasiado desgastada para ver cualquier


identificación de nada. La cabeza no era más que una protuberancia
en la parte superior del montículo, el cuerpo debajo de ella
dispuesto de la misma manera que la anterior. O al menos eso era lo
que parecía.

Estaba a punto de darle la espalda cuando la estructura se


derrumbó, la cabeza cayendo hacia adentro en la triangulación del
cuerpo, el viento azotando y reclamando la ceniza, barriéndola lejos
una vez más.

Jim tosió para aliviar su garganta seca y se preguntó si las


leyes de la comida y el agua se aplicarían en este paisaje.

Caminando, comenzó a sentir frio en el aire — ¡Nigel! ¡Nigel...!

Piensa, Jim. Joder piensa. ¿Que podría aprovechar para


mantenerse "vivo"? ¿Y dónde cojones estaba ese Inglés?

Serias preocupaciones acerca de la sincronización de todo le


perseguían. Cronológicamente hablando, Nigel se había suicidado
dos días atrás, máximos. Pero eso era en horas de la tierra. Así que
J.R. WARD INMORTAL

¿cuánto tiempo hacia que el tipo se había convertido en uno de esos


montículos? ¿Antes de que Jim lo hiciera? El estilo de la ropa del
primer hombre sugería que habían pasado doscientos años o más y
eso era bueno a cierto nivel, porque significaba que tenían algún
tiempo. ¿A menos que la experiencia de todo el mundo aquí fuera
diferente?

Hombre, podría haber usado algunas instrucciones estéreo en


este lugar y por supuesto, ese pensamiento trajo todo tipo de
imágenes de Sissy inclinada sobre aquel viejo libro destartalado, el
cabello rubio y liso cayendo hacia adelante, el ceño fruncido de
concentración lo que sugería que ordeñaba cada matiz de
significado de las palabras.

Mientras caminaba, gritando el nombre de arcángel, trató de


decirse a sí mismo que la razón de que fuera persistente en la
mierda con Sissy era porque, como con cualquier camino no
transitado, era fácil construir un escenario de perfección. Sin
haber estado realmente con ella, su cerebro era libre de imaginar
toda clase de utopías y era ilógico torturarse con situaciones que
podrían haber sido, y que de hecho, no fueron.

Además, no era como si él tuviera ningún historial con grandes


romances. Su vida sexual estaba construida sobre una sólida base
de putas anónimas. No solo nunca había estado enamorado;
encontrar una esposa o una madre para algunos niños había estado
hasta ahora muy abajo su lista, ni siquiera había aún hecho la página.

De acuerdo, claramente la guerra le había vuelto loco, y su


versión de locura era esa ilusión de tener algún tipo de destino con
Sissy.
J.R. WARD INMORTAL

— ¡Niiiiiiiigel! — gritó a todo pulmón — ¿Dónde estás, hijo de


puta...?

Mirando el vasto paisaje estéril, fue golpeado por la realidad


de que tener todas las opciones direccionales abiertas era una
forma única de estar atrapado. Y luego estaba la otra feliz patada
en el culo, que Nigel era el anti Bear Grylls43. Ese Inglés, bizcochito
sofisticado, estilo Gatsby44 no iba a tener ni idea de cómo
sobrevivir en cualquier ambiente que no incluyera un set de croquet,
un montón de Jerez y un cuarteto tocando a Bach.

Hombre, él debería haber pensado esto mejor.

— ¡Niiiiiiiigel!

43
Edward Michael Grylls Ford, escritor y presentador británico, aventurero experto en
supervivencia.
44
Estilo de los años 20. Como en la película El Gran Gatsby de Leonardo Di Caprio.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 9

Traducción: Klaus Rlhdn


Corrección: Sonia Fuentes

Cuando relampagueo y mostró todo tipo de trucos en el


ataque, Adrián deseaba como el infierno no haber perdido la visión
en uno de sus ojos. La percepción de la profundidad era una perra
para él ahora y lo necesitaba más que nunca ya que se enfrentaba a
una colección de demonios guerreros aceitosos y sin forma.

Esas malditas cosas siempre le habían puesto los pelos de


punta y eso era cuando había estado en su corto tiempo solo sin
nada más que preocuparse por sí mismo. ¿Con Sissy detrás de él y
Colin “el chiflado” como respaldo?

Feliz Lunes…

Con la sensación de un tirón en la cintura, se dio la vuelta y


descubrió que Sissy había desenvainado su daga de repuesto.

─ ¿Qué demonios estás haciendo?─ Gritó por encima del


trueno.

─Voy a defendernos también─ Ella palmeó la empuñadura


como si tuviera alguna posibilidad, aunque remota, de poder tener
una idea de cómo usarla y no para hacer una ensalada. Pero no
necesitaban un héroe en esta situación.
J.R. WARD INMORTAL

Ad puso los ojos en blanco ─Mira, sólo quedate detrás de


nosotros…

El impacto lo golpeó en la cara, el zumbido resonó en su jodido


oído. Lo qué pasaba con los secuaces era que tenían la extensión del
Hombre de goma seguido por Tyson45… y con su pierna mala, no
podía tener éxito como lo hacía antes. A medida que trasfirió su
peso al lado malo, tanteó y el mundo se inclinó. Lanzando una mano
Sissy estaba allí para atraparlo, sosteniendo su cuerpo contra el
suyo como si estuviera tratando de mantener que un árbol no
cayese y Colín avanzo, lanzando un hechizo que revoleó al secuaz en
dirección opuesta.

Más estroboscópicos relámpagos iluminaron la habitación.


Otros dos secuaces avanzaron hasta donde el primero había estado.

─Esto no es bueno ─ murmuró Ad ─Realmente no es bueno.

Con una maldición, Colín preparó su cuerpo y puso ambas


palmas hacia adelante, enviando ondas de choque tras ondas de
choque, aguantando el ataque cuando aún más súbditos se abrían
paso.

En un momento, estaban acorralados completamente en la


esquina, un ejército de sombras de Devina que se pegaban muy
juntos convirtiéndose en un muro de denso y negro aceite.

Sissy gimió contra él, empujando la cara en sus pectorales,


pero ella no se apartó de él ni bajó la daga. Mierda, ella
probablemente estaba recordando su tiempo allí abajo.

Colín empezó a temblar, su expresión retorciéndose en una


mueca ─No puedo... mantenerlos... mucho más tiempo...

45
hace referencia al Sr. Fantástico de los 4 fantásticos y al boxeador Mike Tyson
J.R. WARD INMORTAL

Gran momento para ser Scotty de Star Trek46.

Y entonces el caos se hizo aún mayor. Al otro lado de la masa


llena de secuaces del demonio, un sonido lastimero se levantó, era
Devina, diciendo el nombre de Jim una y otra vez como si su
esqueleto en descomposición llorara sobre su cuerpo.

─ ¡Devina!─ gritó Adrián ─ ¡Devina! ¡Ayúdanos a recuperarlo!

Más secuaces siguieron la capa del hechizo de protección,


empujando a Colín poniéndolo aún más lejos y entonces una
extremidad la rompió atravesándola, arañando por dentro…

─ ¡No!─Gritó Sissy, cortándole con la daga ─ ¡No!

Se oyó un chillido cuando el secuaz se retiró, pero casi de


inmediato otro tomó su lugar. Sissy estaba moviéndose alrededor
de él, deslizándose para ir cerca y atacar con la cuchilla afilada y
Adrián hizo lo mismo, con cuidado de no perder el equilibrio o
golpear a Sissy con su propia arma.

─ ¡Devina!─ Ladró ─ ¡Tú perra estúpida! ¡Ayúdanos a recuperar


a Jim!

Colín miró sobre su hombro, con su cara tirante por el


esfuerzo. Entre los dientes apretados dijo ─ ¿Ella puede?

─Ni puta idea ─Adrián cerró una mano sobre el hombro de


Sissy y tiró de ella fuera del alcance cuando una enorme cabeza
llegó por el lado ─ ¿Tienes una jodida mejor idea?

Hubo un grito profano en el templo cuando él apuñaló al secuaz


y Sissy no perdía el ritmo, deslizándose alrededor y girándose
cuando uno trató de entrar desde detrás.

46
Scott Montgomery, ingeniero escocés de la nave Enterprise.
J.R. WARD INMORTAL

─ ¡Devina! ¡Ayúdanos a traerlo a casa!

Jesús esperaba que ella pudiera oírle… y oró para que tratara
de hacerlo…

De la nada, uno de los secuaces se infiltró en el campo de


protección y Ad no tuvo más remedio que girar a Sissy y afrontar a
la cosa de enfrente. Entre una respiración y la siguiente fue
consumido por un pedazo de mierda desagradable con su aceitoso
cuerpo deslizándose alrededor de él, atrapándolo cuando él…

─ ¡Devina!─ Gritó ─ ¡Jodida Devina...!

El arcángel Nigel había estado en territorio desconocido


durante... ¿Cuánto tiempo? Eones y eones. Desde el momento en que
había sido creado para trabajar a voluntad del Creador y dado
forma para andar por aire o a pie.

Examinando el vasto páramo gris delante de él, se preguntó si


su plan de volver a contratar a Jim, había sido de hecho, mal
concebido. Más que eso, él no había estado preparado para el dolor,
no con respecto a la agonía de un moribundo inmortal, sino más bien
que al del corazón.

La separación de Colín fue casi insoportable.

Eso podía haber sido un terrible error.

De hecho, Nigel no era una persona impulsiva y mientras


tomaba su decisión de poner una daga a su pecho, había creído
J.R. WARD INMORTAL

hasta su médula angelical que las decisiones que iba a tomar eran lo
mejor para el Cielo y para prevalecer en la guerra contra Devina.
Pero ahora, rodeado de ésta esterilidad gris, la soledad y el
aislamiento sugerido que tenía, había sido imprudente.

O Tal vez él estaba simplemente hundido en un sufrimiento


que eclipsaba todas las buenas razones para hacer lo que tenía que
hacer.

Después de todo, ¿qué otra opción hubiera tenido? Jim Heron,


el salvador, se había convertido en Jim Heron, el distraído y poco
fiable. Tan importante como eran estas rondas contra el demonio,
no sería la primera vez que el curso de la historia humana era
desviado hacia el desastre porque alguna fémina hubiera tentado a
un hombre con sus correspondientes graves consecuencias. Además,
fallar contra Devina era insostenible incluso con su amor a su lado.

No sólo él y Colin lo perderían todo sino que el Cielo y la Tierra


se convertirían en el parque de atracciones del demonio.

Había mucho más en juego que sólo él mismo y a quien amaba.


Y la realidad era que el hombre que eligió como salvador y en quien
había puesto su fe, estaba fallando, las pérdidas habían sido
siempre el resultado de pobres actuaciones, malas decisiones y
lealtad pobre de Jim. Incluso el maldito bastardo había regalado
una victoria.

Al suicidarse, Nigel había creado una vacante en el Cielo que


iba a ser llenada por Jim por mandato divino y Sissy no sería capaz
de seguirle. Su alma era de una variedad infinitamente rara,
habiendo sido liberada del infierno, no obstante no podría entrar en
la Casa de las Almas independientemente de cualquier virtud que
poseyera ya que ella estaba manchada y aunque la contaminación
J.R. WARD INMORTAL

fuera por hacer algo o el resultado de las acciones maléficas por


parte de Devina, eso no importaba.

El castillo que protegía a las almas de los justos no podía


arriesgarse, así que Nigel había hecho lo que hizo y ahora él sufría
y Colín sin duda sufriría también, pero había otra oportunidad,
asumiendo que su salvador de reserva ganara el combate...

Tal vez no todo estaba perdido.

Adrián después de todo, tenía sus propias razones para tratar


de ganar. Con Eddie en éxtasis, había una fuerte posibilidad de que
el comodín del ángel se templaría lo suficiente para ser efectiva.

Aunque la verdad, el hecho mismo de que Adrián Vogel fuera


la mejor opción de la humanidad era una terrible demostración de la
gravedad de la situación.

Con su cerebro canalizando tales pensamientos, Nigel se giró


y consideró todas las opciones de la realidad actual. No había
ninguna razón real para molestarse con lo que giraba alrededor, sin
embargo, todo seguía siendo lo mismo, sólo una plana llanura
polvorienta del color de las plumas largas de una paloma con nada
más que formaciones rocosas esparcidas aquí y allá.

Desde todos los puntos cardinales el viento comenzó a soplar,


como si se tratase de un ser vivo que acababa de notar su
presencia. Con el polvo levantándose hacia sus ojos tosió sobre su
puño. Sus vestiduras eran las que había llevado en su cuerpo cuando
murió, nada más que un flojo traje de seda y zapatillas.

Ahora desearía haber traído más ropa.

Sin embargo el suicidio apenas te daba tiempo para hacer las


maletas, al menos según lo que él sabía.
J.R. WARD INMORTAL

Dando un paso hacia adelante, encontró esponjosa la tierra,


pero no de una manera húmeda. De hecho, lo que estaba debajo de
sus pies era una mullida cama de finas partículas… sin duda el viento
había hecho llegar los granos.

Mientras se movía sin ninguna otra razón por que estar quieto
era contrario a su naturaleza, tuvo una revelación más.

Hubo otra justificación para hacer lo que hizo.

Como jefe de los arcángeles y como la punta de lanza para el


bien, había reconocido que no podía esperar que sus subordinados
hicieran algo que él mismo no haría. El salvador Jim Heron podía ser
que aún no conociera la verdad todavía, pero él estaba enamorado
de la chica que había salvado de las entrañas del infierno. Era la
única explicación para la forma en que había actuado y de esos
lapsos imperdonables de juicio.

El papel que el salvador había adquirido le obligaba a poner a


un lado sus propias emociones e intereses en pos de ganar la guerra.

Así que Nigel había dejado atrás a Colin para mostrar que no
sólo era posible, sino que era imprescindible.

¿Funcionaría? No estaba seguro de si él incluso sabría más de


esto. Si Devina se hacía cargo de todos los vivos y los muertos…
¿Incluiría a las almas perdidas del Purgatorio?

Si Jim prevalecía nada cambiaría.

Si el demonio lo hacía, tal vez ésta horrible nada polvorienta


le parecería el paraíso.

Caminando adelante, noto un enfriamiento del aire y se


envolvió refugiándose en su traje apretándoselo alrededor.
J.R. WARD INMORTAL

No pasó mucho tiempo antes de que el pensamiento lo


abandonara y se quedara sólo con la desesperación emocional.

El echaba de menos a Colin con cada inhalación de aire


polvoriento y cuando sus ojos comenzaron a humedecerse, pensó
que solo eran partículas que se le habían metido por el viento, pero
por desgracia no era así, estaba afligido por su amor.

Barriendo sus dedos a través de sus mejillas, miró hacia abajo


a la humedad. En unos momentos las lágrimas cristalinas se
cubrieron de polvo... o… ¿se había convertido en polvo?

El viento se hizo abruptamente más fuerte y parecía


concentrar sus esfuerzos en lo que él consideraba un fruncido de
ceño y entonces la punta del dedo se limpió, las lágrimas
desaparecieron.

Alarmado, miró hacia el cielo que era del mismo color como el
suelo y luego miró tras de sí.

Nada más que esas rocas, él temía que no fueran rocas


después de todo.

Con el corazón desbocado y con los dientes comenzando a


castañearle, continuó hacia adelante sin dirección. Sin embargo
tenía un compañero, su dolor era como otra persona que viajaba con
él, una entidad tan tremenda y dolorosa que no se separaba de él y
que todavía estaba injertada en su propio ser.

Sólo podía rezar para que su noble sacrificio hubiera valido la


pena en todo esto. Si no iba a ser consumido con una amargura que
bien podría convertirlo en mal.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 10

Traducción: Sandra Dee


Corrección: Pilar Ocampo

El suelo duro golpeó las rodillas huesudas de Devina


mientras caía ante su amado y se inclinaba sobre él. Incluso en su
muerte inmortal, Jim parecía estar lejos de ella, su cabeza colgaba
hacia el lado opuesto, sus ojos fijos y ciegos a través del antiguo
salón victoriano.

―Jim... ―jadeó.

Si ya era desgarrador verlo desde lejos, de tan cerca era aún


más difícil. Su rostro aún tenía todo su color y su mejilla aún estaba
caliente mientras la acariciaba. Parecía que simplemente estaba
durmiendo y que se iba a quedar de ésta manera, la fragancia dulce
de bouquet que flotaba alrededor era la única evidencia de su
muerte.

Bueno, eso y que no se movía.

Mientras las lágrimas comenzaron a fluir en serio, las gotas


claras cambiaron a rojo sangre y cayeron por sus mejillas con
cráteres hasta el dorso de sus horribles manos. Estaba tan llena de
dolor, que no sólo había perdido la capacidad de mantener la
J.R. WARD INMORTAL

máscara de carne en su lugar, sino que no le importa una mierda


estar sin ella.

―Jim, no me dejes ―gimió. Pero era demasiado tarde para


eso. La ley de las consecuencias no intencionadas había vuelto a
casa para pasar la noche: Nigel se había suicidado a causa de Jim. Y
Colin, en un ataque de ira, había matado a Jim.

Iba a sacrificar a ese maldito arcángel. Tan pronto como


tuviera fuerza para levantarse, iba a desatar una ira épica sobre él,
arrancando la piel de su cuerpo, sacándole los ojos con sus propias
garras, castrándolo con los dientes. Y entonces ella iba ponerse
seria.

―Mi querido amor…

― ¡Devina!

Apenas registró el sonido de su nombre por encima del


estruendo de sus secuaces mientras recolocaba a Jim en una
posición mejor, tirando de la parte superior de su cuerpo en su
regazo, volviéndole la cabeza para que la mirara. Ah, así. Ahora sí la
estaba mirando. La daga de cristal que tenía agarrada en su mano
derecha cayó al suelo con estrépito y ella miró la cosa. Mientras la
hoja cubierta de plata recogió un destello de luz, oyó más allá, en la
esquina:

―Devina, podemos traerlo de vuelta con tu ayuda.

Era la voz de Adrián y estaba más que preparada para


ignorarla cuando la escena que había presenciado desde la ventana
destelló ante sus ojos hundidos: Jim tendido en el suelo, la perra
idiota de Sissy acunándolo como si estuviera en una película de
J.R. WARD INMORTAL

Nicholas Sparks47, Adrián cruzando la habitación haciendo como un


cojín lanzado en el sofá y el arcángel Colin, sobre su culo, mirando a
Jim como si algo impensable acabara de pasar.

― ¡Devina! Tenemos que traerlo de vuelta

Ella estaba más allá de interesarse por lo que fuera que Ad le


estaba gritando, excepto que la expresión en la cara de arcángel le
molestaba. La naturaleza de mentalidad guerrera de Colin se había
ganado su respeto, en la manera en que alguien podría ser cuidadoso
cuando un arma cargada se martillea en su cabeza: tú también te
moverías con cuidado alrededor de la maldita cosa o la mierda vital
comenzaría a gotear.

Este arcángel no había dudado nunca en un conflicto y no era


del tipo que se sorprendía cuando prevalecía en un ataque. Así que
¿por qué había estado mirando a Jim así?

― ¡Devina! Maldita sea.

Pasando a través del pesado pecho de Jim, ella cogió la daga


de cristal de la alfombra y se la llevó a la nariz. Una profunda
inspiración a través del queso Suizo de sus podridos senos y supo
una horrible verdad.

Colin podría haber venido aquí a matar a Jim, pero eso no era
lo que había pasado. La sangre del propio Jim estaba en el arma.
Había tomado su propia…

― ¡No! ―Golpeó el corazón de Devina― ¡Maldito, no lo hiciste!

47
Escritor estadounidense. Sus libros tratan sobre cristianismo, amor, tragedia, destino. 10 de sus 18 libros
han llegado al cine, como El diario de Noah, Querido John o La última canción.
J.R. WARD INMORTAL

Si hubiera cometido suicidio, iría al Purgatorio, que era el


único lugar, ganara o perdiera, donde ella no podría llegar. Jim se
había ido de su lado para siempre si…

Devina se giró, su médula espinal expuesta crujiendo como


palomitas de maíz.

― ¡Váyanse! ―ordenó a sus sirvientes― ¡Váyanse!

El enjambre de secuaces negro-aceitosos desapareció más


rápido que un jadeo. Y a raíz de su partida, el hechizo de refuerzo
de Colin no tenía nada contra lo que empujar, por lo que su energía
explotó en el cuarto, haciendo vibrar las ventanas y creando una
ráfaga que empujó su cabello de Gollum hacia atrás. El propio
cuerpo del arcángel se vio afectado también, inclinando el peso
hacia adelante, tuvo que echarse a rodar, lo que lo llevó directo
hacia ella. Naturalmente, él estaba de pie en una postura defensiva
un segundo más tarde.

Al otro lado del camino, Adrián estaba en un bache, su cuerpo


aterrizando gravemente sobre la alfombra, los brazos y las piernas
iban por todas partes. Sissy era la única de los tres que permaneció
exactamente donde estaba, con una daga de cristal en su mano, su
brazo levantado y listo para apuñalar. Los ojos de la chica estaban
abiertos como faros, aunque sin duda por su primera pelea, y tal
vez, probablemente, debido a lo que Devina parecía. Pero de nuevo,
el demonio no se preocupaba por las apariencias, no más que alguien
después de haber tenido un accidente de motocicleta le importara
una mierda que la gente de la ambulancia tuviera que desnudarla
para salvarle la pierna.

― ¿Qué hizo? ―Devina se oyó preguntar a sí misma. Había


desaparecido la voz de la seductora, la deliciosa pronunciación
J.R. WARD INMORTAL

afectada Americana en favor de un chirrido de papel de lija que


tenía un acento antiguo.

Los tres estaban jadeando para obtener aire en sus pulmones,


y justo cuando estaba a punto de gritarle a alguno de ellos para que
salieran de la mierda de jadeo-de-perro, Adrián se aclaró la
garganta.

―Fue a traer a Nigel de vuelta.

Devina sintió que sus propios ojos sin párpados se agrandaban


en sus cuencas. Ella había estado esperando que hubiera otra
explicación.

―No es posible.

―Ha sucedido ―dijo Colin― Purgatorio.

―Eso no es... ―No se molestó con el "posible" de nuevo.


Sostenía la evidencia en su propia mano ―Pero ¿por qué…?

Adrián dijo algo. Y entonces Colin. Pero no registró nada de


eso contra la oleada de calidez y amor que se extendió lo largo de
todo su cuerpo ―Oh, Jim... eres tan romántico ―Por supuesto que
iría allí y arriesgaría su existencia eterna; era la única manera de
que ellos dos pudieran estar reunidos; si pudiera encontrar a Nigel
y traerlo de vuelta, entonces Jim no tendría que ir al Cielo y ellos
podrían estar juntos a pesar de la guerra. O bien podrían dejarlo y
empezar a disfrutar de la eternidad uno al lado del otro. O podrían
conocer el exquisito dolor de la batalla de una última ronda, hacer
que Devina ganara y gobernar el Infierno como uno solo.

Ganar-ganar-ganar-ganar.

Al instante, su verdadero yo horrible desapareció y la


regordeta carne joven de esa modelo que había matado atrás en los
J.R. WARD INMORTAL

ochenta brotó de cada átomo de su forma repugnante, y su dócil-


flexible-hermosa máscara volvió a su lugar otra vez.

―Oh, Jim ―susurró. Las lágrimas seguían fluyendo, las gotas


rojas cayendo sobre sus mejillas, pero ahora sabía que eran de nada
más que de alegría― Mi amor... lo estás haciendo por nosotros.

Dios, este era un momento tan conmovedor, pensó,


agachándose y sellando sus cálidos labios con los suyos. Y lo
jodidamente grande era que estaba ocurriendo delante de Sissy.

Ella levantó la vista y sonrió a la virgen ―Y pensar que


correría un riesgo tan grande para estar conmigo. El amor es muy
inspirador ―Luego se centró en Colin y abandonó el momento
Barbara Cartland48― ¿Estás diciendo que necesita ayuda para
volver con Nigel a cuestas?

―No― los ojos de color extraño del arcángel se estrecharon


― Lo que no creo es que pueda volver en absoluto.

― ¿Disculpa?

―Nadie sale del purgatorio sin el permiso del Creador. Tú lo


sabes. Que pueda o no encontrar a Nigel es la menor de sus
preocupaciones.

Apunta una dosis de frío y duro pánico que no se alivió


absoluta ni totalmente con el silencio que siguió.

Después de un largo rato, miró a Adrian ―Tienes algo mío.

― ¿Lo tengo?

―Un libro ―murmuró sombríamente― Tu amigo Eddie me lo


quitó, por cierto ¿cómo lo está haciendo? ¿Aún con la esperanza de

48
Escritora anglosajona muy exitosa de novela romántica
J.R. WARD INMORTAL

algún tipo de milagro de Pascua? ¿Un trato de resucitado-de-la-


muerte para él?

El maldito ángel no le dio nada. Ni siquiera un tic facial ―La


Pascua fue hace mucho. ¿Y de qué libro estás hablando? ¿De qué se
trata? Nuestros cuerpos, nosotros mismos, tal vez. No, en tu caso,
probablemente un cómic The Walking Dead, seguro.

―Que te jodan, Adrián.

―Lo intentamos un par de días atrás y no funcionó para mí, ¿o


no?

El recuerdo de ella de rodillas, tratando de chupar su polla


flácida le hizo gruñir ―Tal vez has perdido tu ventaja.

―Lo más probable es que tu atracción se haya hecho humo.


Pero divagamos. ¿De qué libro estás hablando?

La forma en la que arqueó una ceja era tal falta de respeto


que casi se fue hacia él con sus propias manos, pero no quería
molestar a su amante.

―Tengo el libro ―Cuando Sissy habló, todo el mundo la miró. Y


Adrián comenzó a maldecir.

―Sissy, cierra la jodida boca.

El demonio sonrió ―Sí, ya lo conoces, ¿no?

Cuando los ojos del demonio y los de Sissy se encontraron,


Adrián se arrastró a sí mismo por el suelo, su cuerpo estaba
J.R. WARD INMORTAL

dolorido como si hubiera recibido un masaje con piedras calientes


utilizando una barra de hierro.

―Sissy… ―dijo entre dientes― No… ―Pero no pudo conseguir


cruzar hacia ella con la suficiente rapidez. Sissy se acercó y cogió
el antiguo tomo de donde había caído, poniendo bien sus páginas y
volviendo a cerrar la cubierta que se había abierto.

― Así que esto es tuyo ―dijo.

Los ojos negros de Devina brillaron mientras miraba hacia


arriba desde su rutina de “María Magdalena-con-el-Cristo-muerto”
en el suelo: con la cabeza de Jim en su regazo y su cuerpo
extendido, ella se había ordenado a sí misma con la precisión del
retrato pero él daría una mierda por su momento Agnolo Bronzino.

―Siéntate aquí ―ronroneó Devina, indicando el suelo junto a


ella.

―Sissy ―espetó él― No vayas allí.

―No hay nada aquí sobre el Purgatorio ―Sissy no miró en


dirección a Devina y no hizo ningún movimiento hacia ella. Gracias
joder― Nada.

― ¿Has estado leyendo mi trabajo? ―preguntó el demonio.

―Nadie más sabe latín.

―No está escrito en latín.

Sissy la miró por encima ―Bien, lo que sea, he sido capaz de


hacerlo, ¿de acuerdo?

―Interesante ―Devina se inclinó y susurró algo al oído de


Jim. Luego se echó a reír como si ella y el tipo muerto hubieran
J.R. WARD INMORTAL

compartido una broma privada― Y en cuanto al Purgatorio, no he


estado allí, así que por supuesto no escribí nada sobre ese lugar.

Hombre, Adrián estaba pensando seriamente en arrojarse por


la ventana más cercana. Se puso malo al recordar que Sissy había
tenido esa cosa en sus manos durante mucho tiempo hoy.

―Tú escribiste todo eso… ―murmuró.

―Sí ―El demonio frunció el ceño― Y de verdad no aprecié que


Eddie me lo robara. Pensó que podría utilizarlo para traerte de
vuelta. No funcionó entonces, ¿no?

Pero Eddie había terminado salvándolo al final. Aun así…

―Sí, eso es cierto ―dijo― ¿por qué lo necesitas ahora?

Colin habló, su acento inglés entrecortado ―Porque ella va a


tratar de crear un portal. ¿No es así?

Devina se encogió de hombros ―Ustedes fueron los que


sugirieron que trabajáramos juntos. ¿Tienes otra solución en
mente?

―Mierda ―Adrián suspiró.

― ¿Qué es un portal? ―Sissy miró por encima de Ad. Miró


fijamente a Colin― ¿Y bien?

Cuando nadie habló, Adrián hizo todo lo posible por


permanecer alrededor de la sala. Era como tratar de motivar a un
Modelo T con un eje roto, pero para él permanecer quieto no era
una opción. Y no fue el único que se puso serio. Colin tenía apoyada
la cabeza entre las manos, e incluso Devina había parado de
acariciar a Jim; el demonio estaba tan inmóvil como una estatua,
mirando hacia el espacio como si estuviera haciendo una división
J.R. WARD INMORTAL

larga de cabeza. O tal vez calculando las buenas probabilidades de


que todo esto los jodiera a todos ellos por el culo.

Como nadie más iba a responder a la pregunta, Adrián pensó,


¿Qué demonios? ―Hay dos portales que se nos permite usar y
ambos fueron hechos por el Creador. Uno lleva al Cielo y el otro al
Infierno. Son la manera en que vamos y venimos, como ella puede ir
y volver ―Se detuvo y miró a la chimenea, aunque no había ninguna
llama en ella. No había troncos para ver como se habían consumido.
No había calidez para calentar sus manos y sus pies fríos― ¿Pero si
nosotros tratamos de hacer uno, para nuestros propios fines? Es
una violación de las leyes del universo.

Devina se encogió de hombros ― ¿Qué es lo que el Creador


nos puede hacer?

―No estoy seguro de querer saberlo ―espetó Ad.

―No estoy seguro de que tengamos elección.

―Este hecho nos podría meter en problemas serios ― dijo


Colin. Luego miró a Ad― Según la magnitud de la trampa que hagas,
así serás castigado.

― ¿Cuál? ―Adrián se encogió de hombros― Y no sé por qué


que me estás juzgando. No tengo ese tipo de poder, esa mierda va a
tener que ser entre tú y ella.

Colin miró al demonio y murmuró algo ininteligible en voz baja.


Y sip, ella parecía igualmente desencantada.

Por lo menos se estaban tomando en serio los riesgos.

Devina asintió hacia Sissy ―Ábrelo por la página trescientos


cuarenta y uno, por la mitad.
J.R. WARD INMORTAL

Sissy volcó páginas hacia atrás y adelante ―Vale.

― ¿Qué dice?

― ¿En qué pasaje?

―Comienza desde la parte superior.

Sissy abrió la boca y empezó a leer, pero que los jodieran a


todos si Ad podía entender lo que estaba diciendo. Las palabras
eran un galimatías49 y no cualquier tipo de latín que reconociera.
Demonios, había estado presente incluso cuando los chicos de las
togas y las sandalias habían estado haciendo su mermelada, ¿y lo
que estaba saliendo de entre sus labios? No era eso.

Cuando finalmente se detuvo, Devina asintió ―Entonces yo


estoy en lo cierto.

―Sí ―dijo Sissy― Creo que lo estás.

En el silencio que siguió, Colin miró por encima fijamente, pero


Ad tuvo que priorizar los botones de pánico en ese momento, no
podía preocuparse por cualquier conexión que se forjara entre las
dos mujeres que estaban en la habitación―Mira―le interrumpió
― No tengo ni idea de lo que acabas de leer. Pero la idea del portal,
mientras que es una completa locura, es probablemente nuestra
única opción. Si podemos crear un portal y mantenerlo abierto el
tiempo suficiente, tal vez Jim pueda saltar de nuevo.

―Pero espera ―dijo Sissy― Si él se suicidó para llegar allí,


¿no existirá ya uno?

49
Lenguaje difícil de comprender por la impropiedad de las frases o por la confusión de las ideas.
J.R. WARD INMORTAL

―No es uno que esté abierto para usarse libremente ―dijo


Colin― Ese portal está especialmente regulado por el Creador, y lo
tiene muy claro sobre sus propósitos y sus restricciones.

Ad miró a Sissy ―Sí, el gran hombre no está muy feliz con la


idea de que alguien podría faltarle el respeto al don de la vida. ¿Tú
has tomado la tuya? Vas a conseguir una palmadita proverbial en la
muñeca. El Purgatorio es también el lugar donde terminan las almas
justas que no pueden dejar ir algo o alguien que dejaron atrás,
porque su dolor no les permite la transición hacia arriba. No es un
lugar agradable. Es como el Infierno.

―Al diablo con eso ―Devina espetó― El Infierno es mucho


peor.

―Cierto. Tú estás ahí.

Sissy interrumpió ―Entonces, ¿cómo van a hacer el portal?

Hubo otro largo silencio y de nuevo Adrian se sorprendió de


que Devina no saltara con un montón de cháchara y no estaba
seguro de si el hecho de que ella no lo hiciera era bueno o malo.

―Bueno ―le pidió al demonio― ¿Qué piensas?

Los ojos negros de Devina dejaron de brillar y su expresión,


por una vez, creció en la distancia ―Necesitaríamos una enorme
cantidad de energía concentrada. Colin y yo podríamos enfrentarnos
y lanzar cada uno un hechizo de ataque. En teoría, asumiendo que
tengamos la misma resistencia, las fuerzas opuestas se harán tan
grandes que este plano de existencia no será capaz de soportarlas y
se creará un desgarro en el velo entre aquí y allá.

Sissy frunció el ceño ― ¿Cómo puedes estar tan segura de que


el portal que se abra será en el Purgatorio?
J.R. WARD INMORTAL

Hombre, ella no era tonta, pensó Ad ―Le daremos un


trazador―Miró a los restos inmóviles de Jim― Sí, tal vez si le
damos una dirección...

Devina enseñó los dientes como el gruñido de un perro ―No


vas a lanzar su cuerpo allí. Será destruido y no tendrá nada a lo que
volver.

Bien, bien, bien. Y si esto no funciona, ella no tendría un nuevo


juguete con el que jugar.

Ad se estremeció ante la idea de cómo usaría los restos.


―Sangre, entonces. Su sangre.

Colin asintió ―Eso es lógico. La muerte ha sido muy reciente.


Cuando el alma pasa a otro plano nunca es una transición
completamente limpia. Los trazadores permanecen en la carne. En la
sangre.

Hubo otro largo silencio mientras la magnitud de lo que todos


estaban pensando los golpeó.

― ¿Cómo podemos confiar en ti? ―le dijo Sissy al demonio.

―No pueden ―Devina se encogió de hombros― Pero Colin


saltaría ante la oportunidad de destruirme ¿No es verdad arcángel?

―Oh, sí ―Colin entornó los ojos―La satisfacción casi


compensaría mi pérdida.

La boca de Devina se alzó con algo cercano al afecto.

―Y nunca dejaré que me hiera. Así que, cuando él golpee, yo


le golpeo de vuelta. Asimismo, él no dejará de defenderse también.
¿Satisfecha, niña?
J.R. WARD INMORTAL

A favor de Sissy, ella no mordió el anzuelo. Solo asintió con la


cabeza.

Después de eso todavía hubo más silencio, que Devina llenó


murmurándole a "Jim." Mierda, teniendo en cuenta lo bien que el
demonio estaba junto con el cadáver, había que preguntarse por qué
quería que volviera.

―Sólo hay un problema pendiente ―dijo Ad―A parte de que-


pasa-si-esto-no-funciona.

―Estoy de acuerdo ―Colin se frotó la cara― De hecho, estaré


más preocupado si esto funciona de acuerdo al plan. Así es
precisamente cómo se creó el Mar Muerto.

Sissy miró al arcángel ―Pensé que era porque las placas


tectónicas se desplazaban o algo así.

―Lassiter ―dijeron Ad y Colin juntos.

Al sonido de su nombre, incluso Devina puso los ojos en blanco.

―Oh, Cristo. Él otra vez.

― ¿Así que al menos esto se ha intentado antes? ―preguntó


Sissy.

―Sí, y mira lo bien que resultó ―Ad meneó cabeza― Un


agujero de trescientas millas y mil pies de profundidad en la tierra.

―Y aun así, eso no lo paró ―dijo Colin.

Devina lo fulminó con la mirada ―Pensé seriamente que la


peste bubónica iba a acabar con él.

― ¿Fuiste tú? ―preguntó Ad.

―Tenía que hacer algo.


J.R. WARD INMORTAL

―Está bien, está bien, así que ¿cuál es nuestro problema?


Exigió Sissy, como si estuviera tratando de reorientar el grupo.

Adrián miró hacia el techo y sólo pudo imaginar la reacción del


Creador ―El Gran Chico va a estar molesto si hacemos esto. Va a
haber repercusiones. A la mierda la plaga, en serio. Él va a venir
tras nosotros y la mierda se va a poner muy fea.

Con Eddie que se había ido y una polla que ya no funcionaba, no


era como si tuviera mucho por lo que “vivir”, pero eso no significaba
que estuviera contento de ser voluntario para el sufrimiento.

― ¿Estás listo para esto? ―le preguntó a Colin― Ya he pasado


por La-Ira-De-Dios un par de veces y estoy en camino a estar
debajo del Totem comparado contigo.

Antes de que el arcángel pudiera responder, Devina habló:


―Va a estar bien.

Ad rió ―Tú no tienes tanto poder, demonio.

―Le voy a decir que es idea mía―Ella miró primero a Ad, a


continuación a Colin―El Creador me engendró a propósito para
proporcionar el caos a su universo, de lo contrario existiría una
utopía y no habría necesidad del Cielo. Soy su equilibrio, la
oscuridad de la luz del sol, el frío al calor, el calor abrasador a la
templanza. Soy la enfermedad a la salud y la pobreza a la riqueza.
Soy el tramposo que está lado a lado con los honrados. Ésta es mi
naturaleza, Su regalo para mí y el mundo. Él no puede y no va a
castigar lo que él mismo ha conjurado con deliberación. ¿Si lo hace?
Entonces habría fracasado.

En una rápida serie de cálculos, Ad puso a prueba la teoría en


busca de agujeros, buscando formas en que la "útil sugerencia" de
J.R. WARD INMORTAL

Devina pudiera volver y morderles a Colin y a él duro. No pudo


encontrar nada: Devina era una mentirosa, zorra tramposa, pero
siempre, siempre podías poner tu dinero para su propio interés.

Y sobre todo en este mundo y en el siguiente, ella quería a Jim


Heron. Estaba claramente dispuesta a hacer cualquier cosa
necesaria para traerlo de vuelta y era lo suficientemente
inteligente como para saber que no iba a ser capaz de echarle la
culpa en el último minuto. El Creador la conocía demasiado bien para
comprar esa mierda.

El Creador podría, sin embargo, creer que era idea suya y


Devina tendría un punto. ¿Y si no lo hacía? Pero qué coño le
importaba. No era su culo el que estaba en la línea.

―Estás preparada para ir con él ―dijo Ad― después de pasar


por esto. Suponiendo que funcione.

―Lo estoy. Tan pronto como esto se acabe y sé lo que va a


decir. ¿Como si nosotros no hubiéramos tenido estas conversaciones
antes?

Buen punto. Ella había estado jodiendo la mierda en la tierra


durante ¿cuánto tiempo?

―Está bien, estoy dentro ―anunció Ad.

―Sí, ―dijo Colin― Yo también.

Sissy habló ―Ayudaré en todo lo que pueda, también.

Los ojos negros de Devina brillaron ―Entonces vamos a traer


a mi hombre de vuelta.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 11

Traducción: Sandra Dee


Corrección: Sonia Fuentes

─EeeeeeeeeeeeeEEEEeeeeeeeeEEEEEEEeeeeeEEEEEEE
umumum…away…

Como no había nadie más alrededor para desentonar con él,


Jim inclinó la cabeza hacia atrás y gritó a pleno pulmón

─Uh-weema-way,Uh-weema-way,Uh-weema-way...─Pie
izquierdo. Pie derecho. Pie izquierdo. Pie derecho ─In the jungle,
the mighty jungle...50

Era un cantante de mierda. Peor incluso que cuando Adrián


había vuelto al principio, antes de que el ángel hubiera confesado el
hecho de que lejos de no tener oído musical, el bastardo en realidad
podría ser un niño del coro y hacer una colecta para el Hallelujah
Chorus51. Jim, por otro lado, era perfecto para convertirse en el
anti-American Idol52.

Su repertorio también era una mierda. Él había sido reclutado


por el sistema XOps53 poco después de haber asesinado a los
violadores que habían matado a su madre, por lo que no había tenido
una experiencia típica de finales de los años ochenta en la escuela
50
Canción "Mbube" que posteriormente se convirtió en un mayor éxito musical popular, bajo
el o e The lio sleeps to ight
51
Coro gospel de algunas iglesias
52
Concurso de cantantes en EEUU.
53
Xoperations, grupo militar de operaciones
J.R. WARD INMORTAL

secundaria, inmerso en bailes de Van Halen y AC / DC sonando en


los oídos con un Walkman Sony. Se sabía la letra de "Jingle Bells",
pero le recordaba a su madre, por lo que no iba a ir por ahí. Ya había
pasado por “Feliz cumpleaños” un par de veces.

¿El siguiente paso después de éste? Estaba sopesando los pros


y los contras de estas dos cosas; lo que sea que se canta en la
Víspera de Año Nuevo, o el anuncio de Twix54.

Hablando de tomarse un descanso.55

─EeeeeeeeeeeeeeeeeeeEEEEEEeeeeEEEEEEEeeeeeeeeeuh-
Umum-away...

¿Durante cuánto tiempo había estado gritando


frenéticamente el nombre de Nigel? Pero había tenido que
renunciar a eso no porque sus estilos vocales fueran a solucionar el
problema de la arena pero las canciones le hacían continuar su
camino mejor que sólo el nombre.

─... darling don’t fear ─un ataque de tos le hizo cortar el


verso ─ my darling...─ mierda, su voz se estaba secando.

El suelo era gris y quebradizo. El viento implacable y


polvoriento. Un horizonte interminable donde el cielo era uno con
todo lo demás.

Jesucristo, esto daba un nuevo significado a la palabra


infierno, siempre y cuando no se sentara, mientras él no dejara que
el frío azotara sus piernas por debajo suyo, mientras se mantuviera
caminando...

¿Sí, y qué?, pensó. ¿Entonces qué…?


54
Anuncio de barra de chocolate rellena de caramelo Twix donde dos policías cantan Starship
Nothing's Gonna Stop Us Now con las voces distorsionadas al inhalar helio
55
Hace referencia al slogan de la publicidad de Twix
J.R. WARD INMORTAL

Era imposible no preguntarse cuántas almas antes que él se


había motivado a sí mismas exactamente en este tipo de andadura
sin rumbo. Y en toda la distancia que había recorrido, no había visto
una maldita señal de vida... o de Nigel.

Para mantenerse a sí mismo alejado de la locura, se imaginó lo


único que le podría traer de vuelta desde el borde: su Sissy. Su
largo cabello rubio. Sus ojos que le recordaban a las bocas de
dragón azul56 que su madre había plantado alrededor de su casa de
campo. Su voz que tenía ese extraño modo de anclarlo a la tierra y
mandarlo a volar al mismo tiempo. Su limpio aroma y ese lunar a un
lado de su cuello, y el hecho de que ella tenía una uña torcida en el
dedo meñique de su mano izquierda.

Se imaginó la forma en que tendía a jugar con el cuello de


cualquier camiseta que llevara, como si tal vez ella se hubiera
obligado a sí misma a parar de morderse el labio o las uñas en carne
viva y fuera necesario para calmar el tic.

Recordó cómo sus dos dientes delanteros estaban rectos, y


cómo estaban de torcidos los seis de atrás.

Cuando pensaba en ella, era como si se acordara de todos los


alientos que ella había inhalado y expulsado, incluso antes de que
hubiera conocido su existencia.

Genial. Después de todos estos años, finalmente había crecido


una vena romántica en su cuerpo... y su chica estaba en el lado
oculto de la luna para poder alcanzarla…

Oh, vamos, ¿por qué estaba pasando por esto? ¿Incluso si ella
caminara a su lado? No era así como iban a funcionar las cosas con
ellos.
56
Planta típica del Mediterráneo con flores de varios colores, desde el lavanda hasta el naranja
J.R. WARD INMORTAL

Lo más triste de terminar aquí, aparte del hecho de que había


jodido la guerra, de que su madre podría perder su lugar en el Cielo,
y de que iba a pasar la eternidad volando alrededor de un escenario
de Star Trek como una camisa roja olvidada por el Enterprise, era
que nunca le había dicho a Sissy que la amaba.

Por otra parte, tal vez le había hecho un favor. Como si ella
necesitara sus gilipolleces.

Miró hacia el cielo gris mientras sus botas se hundían en el


terreno una tras otra, sus piernas tensas para mantener el paso
hacia arriba, mientras su cuerpo anhelaba un asiento. El aislamiento
le hizo sentirlo todo mucho más profundamente... hasta que la
soledad y los remordimientos fueron como si el sol mismo se
hubiera instalado en el centro de su pecho.

Quemándolo. Chamuscándolo.

Manteniéndolo a la vez cálido contra el frío y en la más


absoluta agonía.

Por el amor de Dios, ¿no había nada aquí?, pensó… Al principio


ignoró el ruido, pero con el tiempo, la persistencia del sonido le hizo
percibirlo. Se detuvo y mantuvo la boca cerrada.

En vez de mirar lo que fuera, se dio la vuelta para que su


mejor oído, el de la izquierda, apuntara en esa dirección.

Rítmico. Eso fue todo lo que consiguió, pero fue suficiente


para motivarlo; incluso si fuera un enemigo, al menos luchar le daría
la sensación de ir a alguna parte, de hacer algo. Querido Dios, la
monotonía era casi tan mala como el sentido de que el tiempo se
agotaba.

Y el recuerdo de todo lo que había dejado atrás...


J.R. WARD INMORTAL

Hombre, si tuviera la oportunidad de hacerlo todo de


nuevo, le diría que la amaba. No iba a cometer el mismo error de
nuevo. Él no querría... no decírselo.

Eso era todo.

Bueno, mierda, pensó. Suponiendo que no iba a salir de aquí.


Porque un hombre como él haría un voto como ese aun sabiendo que
nunca tendría que vivir de acuerdo con él.

Mientras tanto, tenía que empezar a moverse de nuevo.

Cuando fue a dar un paso hacia delante, los talones parecían


haberse clavado en la cubierta del suelo esponjoso. Apretando los
dientes, se inclinó sobre sus piernas y tiró con tanta fuerza que
cuando la mierda se soltó, realmente miró hacia atrás para estar
seguro de que su pie y el talón de su tobillo no se habían quedado
atrás.

No, él estaba caminando. Pero no iba a hacer ninguna parada


de nuevo.

Siguiendo el único ruido distinto del viento, hizo tanto tiempo


como pudo dirigiéndose hacia ese sonido rítmico, pasando por las
estatuas de los muertos que se derrumbaron mientras iba
avanzando, sosteniendo la parte inferior de la camisa en la boca
para poder respirar sin tener la laringe llena de arena.

─Nigel, ¿dónde diablos estás...?

Él hizo la pregunta por costumbre. No porque pensara que iba


a encontrar al tipo.
J.R. WARD INMORTAL

Cuando Sissy vio al demonio hacer carantoñas a los restos de


Jim, esa ira explosiva regresó, arañando su pecho y dándole acidez
estomacal junto con un impulso de matar. Pero, ¿a quién iba a
recurrir ella después? Necesitaban a Devina para ésta idea
milagrosa.

Que podría no funcionar, de hecho. Y podría terminar


metiéndolos a cuatro de ellos en problemas con Dios Mismo.

Además, ¿basándose en lo que habían dicho? Si las cosas salían


como estaba previsto, el salón, si no toda la casa, podrían ser
incinerados en el proceso. Tal vez podrían crear otro Gran Cañón.

El Mar Muerto siendo el juego inicial, por así decirlo.

A medida que el demonio se inclinó de nuevo para susurrar algo


en el oído de Jim, Sissy se alejó. Era eso o ir a Real Housewives 57
con la perra. Y con el pesado libro todavía en sus manos, lo abrió
sólo para dar a sus ojos un lugar a donde ir que no fuera la
espeluznante y maldita realidad de enfrente.

Las palabras eran tan fáciles de leer ahora, las frases


fluyendo juntas, la lógica detrás de los temas tenían más sentido de
lo que habían tenido. Ella estaba en lo que pensaba que era la
sección de un inventario, una página tras otra de objetos
organizados por fecha y tipo de metal. Después del inventario vino
una lista de lugares de todo el mundo. Había fechas para los
lugares, así como coordenadas precisas…

─ Hey, Sis.

57
Realit sho Real House i es , do de se do u e ta la ida de a ias a as de asa
estadounidenses
J.R. WARD INMORTAL

Sorprendida, ella se giró hacia Adrián ─ ¿Sí?

─Podrías quedarte también de pie aquí conmigo al lado de la


ventana. Si la mierda se pone crítica, podemos hacer de un doble de
acción de Hollywood y salir fuera de la línea de fuego.

─Tal vez deberías decir “cuando,” ¿eh?

Mientras seguía el ejemplo de Ad y se instalaba al lado del


cuerpo del ángel, cerró el libro y lo puso contra su pecho. Había
consuelo en tener el peso contra su corazón, como si pudiera actuar
como un escudo o algo… y luego Devina finalmente se levantó sobre
sus altos y ridículos tacones y dio un paso lejos de Jim. No era algo
por lo que dar saltos de alegría arriba y abajo exactamente, pero
era mejor que el espectáculo que el demonio había estado dando.

Y cuando Colín se puso de pie también, Sissy tuvo que


recordarse que en realidad era un hombre apuesto, no es que él
fuera un hombre. Él era un poco más delgado que Adrián, pero tenía
los ojos rápidos de un luchador que estaba cómodo jugando sucio, y
la confianza de alguien que rara vez, o casi nunca, era sorprendido.

Jim había sido capaz de conseguir hacerle perder los estribos,


sin embargo. Todo lo que había necesitado era esa cuchilla en la
garganta.

El recuerdo era suficiente para hacerle tener náuseas, y cada


vez que ella parpadeaba, veía a Jim justo antes de que él lo hiciera,
mirándola fijamente, con los ojos fijos como si estuviera llevándose
su imagen sobre la línea divisoria hacia la eternidad con él.

─Yo sólo quiero regresar ─ susurró.

─ ¿A dónde?─ preguntó Ad.


J.R. WARD INMORTAL

─A la normalidad ─ Ella sacudió la cabeza y quería llorar. Pero


se lo negó a sí misma ─Sólo quiero preocuparme por la escuela de
nuevo. Y por si mi madre me dará su coche. Quiero emocionarme por
mi cumpleaños. Maldita sea... debería haber disfrutado de todo eso
mucho más.

A medida que el interior de su pecho luchaba para mantenerse


al día con las olas de sus emociones, pensó, Jesús, esto era como
tener el peor caso de SPM58 en el mundo. Enfurecida. De luto.
Fuera de su mente. Todo en el lapso de unos minutos.

Por otro lado, era difícil de creer que nada de esto estuviera
sucediendo realmente. El horror era demasiado, había demasiadas
reglas nuevas de existencia, el miedo y la ira clavadas en una
rotación tan rápida que ella no podría etiquetarlas nunca más.

─ ¿Crees que esto va a funcionar? ─ preguntó con voz ronca


cuando Colín se puso a un lado de la sala y Devina al otro.

─No lo sé. Realmente... ni puta idea ─ Entonces Adrián habló


en voz alta ─ ¡Espera, la sangre! Necesitamos la sangre.

Sissy tuvo que alejarse y mirar por la ventana mientras se


arreglaba ese pequeño detalle. Apoyando la frente en el viejo
cristal con burbujas, ella vio un coche solitario por el carril, sus
faros dos balizas que desaparecieron muy pronto en la penumbra: el
impacto de la oscura medianoche que había llegado con Devina y
esas criaturas horribles se había levantado solamente un poco, el
crepúsculo residual de fuera como si la presencia del demonio
continuara hasta despojar la luz del sol del aire.

¿O tal vez era más tarde de lo que pensaba? Dios, esa era
otra cosa que lamentar; los días en los que quince minutos en
58
Síndrome pre-menstrual
J.R. WARD INMORTAL

realidad se habían sentido como quince minutos. Ahora el tiempo iba


o venía como el viento, o no se movía en absoluto.

Adrián arrastró los pies de nuevo hacia ella ─ Está hecho.

Cuando ella se dio la vuelta de nuevo, él mantenía algo fuera de


la vista ─ Vamos a hacer esto ─ el ángel llamó a los dos... bueno, a
los combatientes. Devina se había preparado a sí misma, lo que era
ridículo en esos tacones, aunque de alguna manera ella había logrado
parecerse a la Mujer Maravilla, capaz de resistir cualquier tipo de
asalto, incluso jodidas bombas, con ese mono de cuero negro. Colín
así mismo, se encontraba en una postura defensiva, pareciendo tan
sombrío como la muerte.

Tal vez todo esto se terminará, pensó Sissy, sosteniendo el


libro contra su pecho. Y hombre, habiendo muerto una vez, ella no
esperaba que se repitiera, sobre todo mientras ella no sabía si tenía
algún destino esperando.

No iba a ser el infierno en esta ocasión. Al menos, eso es lo


que Jim le había dicho…

─ ¿Vamos? ─ dijo Colín, levantando las palmas.

─ Estoy lista para el baile─ El demonio puso las manos de


frente hacia el exterior ─ ¿Vamos a la de una, dos y tres…?

─ No ─ dijo Colín arrastrando las palabras.

El arcángel dejó caer algo que parecía sacado de una película


de Batman, unos rayos de luz brillante salieron disparados desde
sus palmas y se formaron sobre Devina. Cuando el pelo moreno fue
despejado de su cara hacia atrás, ella maldijo y lanzó su versión de
lo mismo, dos negras explosiones gemelas a través de la sala.

Era eso o que se estaba convirtiendo en humo.


J.R. WARD INMORTAL

Y hablando del cambio atmosférico: Sissy podía sentir el calor


y el frío, así como la poderosa carga eléctrica que se había
desencadenado donde se juntaban positivo y negativo.

El pelo se le encrespó en la parte superior de la cabeza y por


los antebrazos, y luego las cosas se pusieron aún más intensas.
Destellos brillantes de luz comenzaron a estallar libremente como
si fuera por la fricción, y ella sintió una extraña sensación debajo
de su piel…, como si su sangre estuviera amenazando con hervir.

Tenemos que salir de aquí, pensó mientras miraba a la ventana.


Y sin embargo, las fuerzas eran tan grandes, que no estaba segura
de que incluso un viaje fuera de Caldwell sería suficiente.

Quizás ésta vez iban a crear otro Océano Atlántico.

A medida que la carga ionizante aumentó aún más, un zumbido


comenzó a ondular a través de la habitación, sutil al principio, luego
fue creciendo más y más fuerte hasta que se convirtió en un motor
a reacción, hasta que sus oídos no lo registraron como un sonido,
sino como dolor.

A su lado, Adrián dio un paso atrás, pero no para saltar a


través del vidrio. Estaba colocándose a sí mismo contra la pared de
la vieja casa.

─ Vas a querer agarrarte a algo ─ gritó ─ Va a empezar a


girar.

Mientras Sissy buscaba a su alrededor un buen lugar para


agarrarse, Ad simplemente extendió la mano y la agarró,
arrastrándola contra él.
J.R. WARD INMORTAL

─ Creo que puedo darnos alguna cobertura adicional ─ ladró.


Al menos, asumió que era lo que había dicho, ya que no podía oír ni
una cosa.

Atrapando el libro entre ellos, le echó los brazos alrededor de


su duro torso.

─ ¿Cómo vas a…?

De repente, un resplandor descendió sobre los dos, la lluvia


brillante cortando el ruido y dejando un patrón en el aire por el que
tenía que mirar a través, era como mover los ojos a través de
eslabones de una cadena de diamantes para ver fuera de ellos.

─ Bonito truco ─ murmuró.

─ También sé hacer crochet59.

Justo cuando estaba segura de que Colín y Devina no podían


arrojar más energía, cuando estaba segura de que uno de ellos, o tal
vez los dos, iban a ser derribados… y probablemente hacer explotar
el techo de la maldita casa, se produjo un cambio sutil.

En lugar de golpear en línea recta, las dos fuerzas opuestas


comenzaron a deslizarse una sobre la otra. Excepto que no había
razón para agacharse y cubrirse. Poco antes de que los dos rayos de
luz terminaran rompiéndose, una especie de fuerza elemental los
mantuvo atados, y sin ningún otro lugar a donde ir, comenzaron a
doblarse alrededor y empezaron a dar vueltas en círculos. Pero no
fue fácil.

El sonido era como el de una enorme pieza de metal que


estaba siendo retorcida, una gran rutina aguda por la que hizo una
mueca de dolor, incluso con el hechizo de Ad en su lugar.

59
Técnica de tejido con ganchillo
J.R. WARD INMORTAL

Paralizada por la magia y el poder, en lo único que podía pensar


era en el programa Los cazadores de Tormentas. Reed Timmer y su
Dominator60 habían pasado varias temporadas de primavera cazando
tornados y consiguiendo estar justo en medio de ellos, y para
ayudar a los espectadores a comprender lo que estaba pasando,
había ejemplos sobre cómo se formaban los tornados gracias a los
frentes fríos / secos y cálidos / húmedos chocando a lo largo de la
región del Medio Oeste.

Lo mismo que aquí. La primera rotación parecía ser la más


dura, la fuerza cálida de Colín curvándose alrededor del frío de
Devina hasta que la luz y la oscuridad se doblaron hacia atrás y se
engancharon a su fuente original. Y, otra vez. Un segundo viaje
alrededor. Y, otra vez. Una tercera vez.

Por cuarta vez, pudo ver como una ranura en el espacio-


tiempo… o lo que fuera, se estaba creando. Nada se movía hacia
arriba o hacia abajo, como si el encuentro de energía se estuviera
atrayendo a sí misma y no pudiera parar de ninguna manera. En
cambio, la oscilación comenzó a suceder con facilidad.

Y luego la rotación tomó vida propia.

A través del bloqueo invisible que Ad había puesto a su


alrededor, ella vio como las posiciones de Colín y Devina cambiaron,
pasando de reforzase a dirigir sus haces echándose hacia atrás
como si estuvieran tratando de evitar caerse. Y luego se gritaban el
uno al otro sobre el ruido chirriante.

Ellos se interrumpieron exactamente en el mismo segundo:


Colín golpeó la pared detrás de él con tal fuerza que parecía Bugs

60
Es un meteorólogo y cazador de tormentas profesional que protagoniza los documentales
norteamericanos de televisión Storm Chasers(cazadores de tormentas).
J.R. WARD INMORTAL

Bunny, su cuerpo se incrustó en el listón y el yeso, y Devina fue por


el aire y terminó en la esquina superior del techo. Justo antes de
que se golpeara con suficiente fuerza para hacerse añicos, el
demonio se contuvo con un giro felino y su cuerpo se adhirió a sí
mismo ahí arriba y se mantuvo allí hasta que estuvo lista para saltar
hacia abajo.

Excepto que el truco de desafío a la gravedad de Devina no


era nada en comparación con la tormenta en el centro de la sala.

Las fuerzas comenzaban a girar tan rápido que la alternancia


de luz y oscuridad dejó de existir y todo se convirtió en un
nubarrón gris resonante. Y fue entonces cuando los objetos de la
habitación empezaron a vibrar... y luego a moverse. Los sofás
gravitaron hacia la energía, enrollando la enorme alfombra en
grandes montones, llevándose la Oriental junto con ellos. Los
espejos y los cuadros golpeaban contra las paredes antes de
liberarse, volando hacia el vórtice y desapareciendo en él con
destellos profanos de luz color rojo sangre.

─ Quédate aquí ─ rechinó Adrián.

─ Espera, ¡no! ─ gritó tratando de atraparlo antes de que


dejara el hechizo de protección ─ ¡Vas conseguir perderte! ─ No
había nada que lo detuviera sin embargo. Y no tenía un gran
equilibrio, tampoco. Se dejó caer, como si tratara de evitar el vacío,
y luego luchó para apoyarse mientras su cuerpo comenzó a
deslizarse por el suelo, ahora desnudo.

Arriba en el techo, como una gran mosca doméstica, Devina


estaba gritando. Con su pelo moreno rasgado alrededor, destellaba
imágenes de sus labios rojos entreabiertos, y sus dientes blancos
brillantes, mientras trataba de comunicarse. Pero no fue Ad quien
J.R. WARD INMORTAL

respondió. Fue Colín. Con evidente esfuerzo, se sacó a sí mismo de


su huella de arcángel en la pared… y se dirigió hacia los restos de
Jim. Cuando sacó una daga de cristal, Sissy se preguntó qué diablos
iba a hacer.

Levantando el brazo por encima de su hombro, él enterró esa


brillante daga justo en la carne del hombro de Jim… y entonces él
no perdió el tiempo volviendo al pequeño refugio que tenía.

Por supuesto, pensó Sissy. Si el cuerpo de Jim se perdiera ahí,


no tendría nada a lo que volver.

─ ¡Adrián! ¡Cuidado! ─A pesar del hecho de que,


probablemente, no podía oírla, señaló salvajemente a la mesa de
café─ ¡Ad!

Si él la había oído o bien tenía ojos en la parte posterior de su


cráneo, ella no lo sabía, pero el ángel se escabulló fuera de la
trayectoria de la mesa de mármol, mientras se volcó de punta a
punta y después iba por el aire, las fauces abiertas de esa energía
succionándola con otra ráfaga de luz roja. Luego fue el turno del
sofá de terciopelo verde.

Mientras tanto, Adrián se quedó apoyado contra la zona de


succión, tratando de abrir algo.

Los libros antiguos vibraron en los estantes y luego se


liberaron de sus filas ordenadas, volando por el aire como cuervos,
sus portadas aleteando, sus páginas pálidas batiendo unas contra
otras hasta que fueron consumidos. Y Ad tuvo que agacharse y
cubrirse de nuevo, sobre todo cuando los candelabros pesados
golpearon el camino hacia el centro de la habitación.

El ángel le gritó de nuevo a Devina.


J.R. WARD INMORTAL

Era una botella de agua. Eso era lo que tenía en la mano. Y


cuando él liberó la tapa, el pequeño disco salió volando de su mano.

La sangre de plata de Jim tomó vuelo al igual que los libros,


pero su camino no era el mismo del todo. En lugar de un rápido y
desordenado viaje, se coaguló, convirtiéndose en una especie de
mercurio, y su progresión fue en cámara lenta, mientras que todo lo
demás avanzaba rápidamente: las distintas gotas de plata
tropezaron perezosamente una sobre la otra mientras caían en una
línea y se dirigían a la vorágine, manteniéndose en alto por la
energía en la habitación, atraídas por la boca del remolino de
energía.

Adrián no esperó a ver lo que sucedió cuando la sangre llegó a


su destino. Arrastró su pobre cuerpo roto alrededor y trató de
devolverlo de nuevo a donde había estado. Tal y como ella había
temido sin embargo, la corriente lo tenía agarrado, tirando de su
camisa con tanta fuerza en el pecho que comenzó a rasgarla por la
mitad, sus pantalones sueltos aleteando como velas con mal viento.

No iba a conseguirlo, pensó con pánico.

Lanzando el libro, llegó a través del campo de fuerza,


tratando de permanecer en el interior, y al mismo tiempo de cubrir
la mayor distancia que pudo. Adrián alargó la mano también, la piel
de su rostro poniéndose tensa sobre sus rasgos afilados mientras
luchaba contra la atracción.

─ ¡Adrián! ─ Ella se estiró tan lejos como pudo, algunos


instintos advirtiéndole que si iba demasiado lejos, iba caer al vacío
junto a él ─ ¡Adrián! ─ Ella sabía que él iba a tropezar justo antes
de que eso ocurriera, esa pierna mala suya no podía soportar el
esfuerzo que eso requería, y la rodilla se dobló justo debajo de él.
J.R. WARD INMORTAL

A la mierda, pensó mientras se arrojaba contra los enlaces


metafísicos.

Sissy salió libre del refugio seguro y fue golpeada hasta casi
quedar inconsciente por el ruido crepitante. Y eso no era lo único.
La presión del aire era tan baja que sus tímpanos estallaron con
tanta violencia que estaba convencida de que había perdido toda su
audición.

─ ¡Adrián...!

Ella se tiró al suelo, pensando que un perfil más bajo le daría


al vacío menos posibilidades de atraparla. Y mientras agarraba la
mano del ángel, él la miró como si estuviera enfadado porque
hubiera dejado el hechizo, pero ¿qué demonios? ¿Como si perderlo
fuera una opción? Ella no iba a quedar atrapada aquí sola con
Devina.

La succión en su cuerpo era tan grande, que se sorprendió de


que no le arrancara la piel, y no había ninguna duda: sabía que iba a
entrar en el vórtice también.

Los dos iban a entrar.

Así era como todo esto iba a terminar.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 12

Traducción: Pilar Ocampo


Corrección: Maria C Baez

Nigel Perdió la pelea de una manera poco ceremoniosa.


En lugar de una grandiosa muerte agónica seguida de un jadeante
monologo de Shakespeare, simplemente dio un último paso… y cayó
de rodillas.

Tenía toda la intención de volver a levantarse, de mantenerse


en movimiento. De encontrar algo, cualquier cosa que lo sostuviera
en este terreno.

Pero no había un: Si tienes voluntad, tienes una salida. Por


desgracia, al mismo tiempo que ordenó, exigió y engatuso a su
cuerpo para ponerse en posición vertical, esté no opuso tanta
resistencia como ignoro cada una de sus suplicas.

El frio, que había estado aumentando desde hacía bastante


rato, ahora se hizo cargo, y para mantener el calor dentro de su
cuerpo llevo sus rodillas hasta su pecho y la cara en el interior de
los pliegues de su túnica. Quizás si solo descansaba por solo un
minuto. Sí, eso iba hacer y luego continuaría.

Una imagen de Colin apareció en su mente. Era un recuerdo de


un precioso momento privado, el prestigioso arcángel al lado de su
J.R. WARD INMORTAL

tienda de campaña en el cielo y si, era un pequeño campamento de


mala muerte, nada de lujos para Colin. Dios no permitiera que
hiciera ninguna concesión a la comodidad y la facilidad. Ese cabeza
dura tenía nada más que una lona apoyada en las cuatro esquinas
contra la tierra, y sin embargo, cada vez que Nigel había ido allí
para visitar al arcángel, la modesta estancia parecía una mansión,
gracias a la presencia de Colin: El cuerpo tonificado del macho era
como paredes de mármol y pisos de mosaico de valor incalculable de
arena y hierba, su magnífica inteligencia era el robusto techo y sus
penetrantes ojos la magnífica entrada principal.

En ésta memoria, una que había sido común en sus momentos


de reposo en el Cielo, Colin acababa de salir de darse un baño en el
río, las gotas de agua corrían por sus pectorales. Excepto… ¿Tenía
Colin una toalla alrededor de su cintura? O ¿Nigel se la había dado
cuando llego?

Con un repentino pánico, Nigel no pudo recordar exactamente


lo que pasaba a continuación, las palabras o los gestos que
compartieron, los matices de su relación eran poco claros por
primera vez.

De hecho sus recuerdos estaban siendo drenados, disminuían


por la molestia física de estar frío hasta los huesos y ahogado por
la infernal arena gris. Desesperado trato de olvidarse de su
sufrimiento y conectar con la mejor parte de su pasado. Pero no
podía, no. No pudo encontrar los suficientes detalles para
tranquilizarse, había estado allí con ese ángel. Conocía el amor y lo
había compartido con alguien que importaba. Había vivido de una
forma que los humanos daban por sentado, si ellos tuvieran mucha
suerte y fueran inmortales rara vez conocerían ese sentimiento.
J.R. WARD INMORTAL

Envolviendo sus brazos alrededor de sus rodillas, se


estremeció y trato de respirar.

Cuando fue a levantar la cabeza, un tiempo más tarde,


descubrió que no podía, tampoco podía liberar sus manos. Gimió,
tratando de mover la cabeza de lado a lado pero no pudo. Estaba
congelado en esa posición, incluso mientras su corazón latía en su
pecho. Él…

―…Gel.

Quedo en shock al escuchar otra voz, pero incluso así no pudo


mover la cabeza.

―Jodido Jesucristo ―la voz se escuchaba a la distancia,


sobre el frio viento― Nigel, ¿eres tú?

― ¿Jim? ― Exhalo― ¿Jim?

― ¿Qué mierda?

Sí, era de hecho el salvador.

Con el último trozo de energía que tenía, Nigel levanto la


cabeza y el dolor trajo lágrimas a sus ojos. Parpadeando vio… Sí,
era el salvador caminando a través del suelo polvoriento, su cuerpo
cayo hacía adelante como si estuviera arrastrando un trineo o el
peso de un castillo detrás de él.

Tenía la parte de debajo de la camiseta sobre la cara sujetada


con su mano, pero la dejo caer para gritar otra vez ―Nigel ¡Estoy
aquí!

Nigel extendió la mano despegándola de sus piernas,


extendiéndola rígida ―Jim…
J.R. WARD INMORTAL

Su voz no llego más lejos del manto que le cubría la nariz y la


boca, pero no tenía la suficiente fuerza para quitárselo.

¿Habría sido un espejismo?

Lo único que podía hacer era esperar para averiguarlo, y sin


embargo, sabía que esto era real y la visión ante él trajo
verdaderas lágrimas a sus ojos. Contra todo sentido común e
instinto de supervivencia Jim Heron había llegado a ese paisaje
desolado, mirando como si él solo fuera capaz de revertir el efecto
domino que Nigel había puesto en movimiento con una daga de
cristal y había sido interrogado desde entonces. Pensó que era
posible haber elegido bien.

― ¡Nigel! ―Jim volvió a gritar su nombre otra vez, los gritos


eran un desperdicio de energía, no era como si el chico fuera a
levantarse y salir corriendo. Parecía que el arcángel apenas podía
moverse. Y sin embargo Jim tenía miedo de que esto fuera una
mentira o parte de la tortura.

¿Si esto último fuera cierto? Bueno, al menos la mierda no era


monótona y gris.

Se sintió mal, su ritmo cayo y en un momento lo único que pudo


hacer era quedarse allí y tratar de recuperar el aliento.

Pero era el arcángel. Aunque, maldita sea, el tipo era una


sombra de lo que fue, un patético bulto en ese paramo sin fin,
J.R. WARD INMORTAL

debilitado y acobardado. Mirando hacia abajo, Jim descubrió que se


trataba de otro resultado que no había predicho.

¿Por qué no podían ser sorprendidos por una buena noticia?

― ¡Oh mierda, Nigel! ―Estuvo tentado a caerse de rodillas


junto a él, pero no podía permitirse el lujo de correr el riesgo de
quedar atrapado en esa posición― ¿Cómo estás? ―Hizo la pregunta
más estúpida.

― ¿Por qué has venido? ―Susurro el arcángel con voz ronca.


Mantenía el acento inglés pero la arrogancia había desaparecido y
Jim descubrió que la extrañaba.

―Tengo que llevarte de vuelta, mi amigo. No perteneces aquí.


Se preparó para una discusión algo como: Éstas son las reglas. O, yo
soy mi propio destino.

―Gracias, bendito salvador.

Jim cerró los ojos, esto era malo, muy malo. Si Nigel estaba
en la línea de la gratitud.

Volviendo a la acción, miro a su alrededor y se preguntó para


qué se molestaba, solo estaba el paisaje y nada más, no había una
estructura para buscar refugio, ni alivio para la monotonía. Lo único
que podía hacer era conseguir que Nigel se moviera y temía que eso
no fuera posible.

Claramente el arcángel no tenía una brillante idea para salir de


aquí o no habría terminado en el suelo como estaba o aceptando su
ayuda.

―Vamos ―Jim se agacho y cogió al arcángel―Vamos,


levántate.
J.R. WARD INMORTAL

Con una demostración de fuerza, levanto a Nigel de su culo y


tuvo que gemir como cuando intentabas levantar un piano. El
arcángel no era ningún gordo pero no estaba ofreciendo ninguna
ayuda, sus huesos estaban comprimidos por la posición, se sentía
como ramas agrietadas bajo los pies mientras lo atraía contra su
pecho, dando un tirón, Nigel jadeo de dolor pero el testarudo
bastardo no opuso ningún tipo de resistencia.

Cuando estaba finalmente vertical, Nigel se aferró a él, y por


un instante Jim hizo lo mismo. Pero no podía perder mucho tiempo
con esa mierda blandengue.

―Vamos camina conmigo.

Bueno, eso no iba a suceder, Nigel ni siquiera podía


mantenerse en pie, tenía las piernas en una maraña incoherente en
ángulos equivocados. Maldito infierno.

El primer indicio de que algo andaba mal, fue que el viento se


detuvo abruptamente soplando alrededor de ellos. Entonces el frío
comenzó a disiparse.

Jim cambio el peso muerto de Nigel a su lado izquierdo,


liberando su mano derecha para luchar si tenía que hacerlo. Después
de todo sin importar el tiempo que pasara en este paisaje gris de
mierda, él sabía que no debía esperar que cualquier cambio en el
tiempo jugara a su favor

Y eso fue antes de que la turbulencia en el cielo apareciera


sobre sus cabezas olvidadas de la mano de Dios. Muy por encima de
la tierra, un círculo formaba un patrón demarcado por el
movimiento, muy lento al principio luego fue ganando velocidad.

―Tenemos que salir de aquí ―murmuro.


J.R. WARD INMORTAL

Pero no había movimiento, el polvoriento suelo no ofrecía


ninguna tracción y sostener a Nigel requería toda la maldita fuerza
que tenía.

Un trueno sonó tan fuerte que hizo una mueca de dolor e hizo
lo mejor que pudo para proteger al arcángel. Maldita sea. Había
pedido descansar de la monotonía y ¿Qué consiguió? Un súper
tornado. Buen trabajo. Gracias, Madre Naturaleza.

Sonó otro memorable trueno y luego paso algo totalmente


inexplicable.

Desde fuera del centro de la tormenta, un objeto grande y


brillante empezó a descender desde el cielo y aterrizo con una gran
nube de polvo.

― ¿Qué carajo…? ―Jim se frotó los ojos en caso de que


hubiera perdido la cabeza o su visión.

Nop. De hecho, el sofá victoriano de la sala. ¿Y justo después


de eso? La enorme alfombra. Libros, el sofá de terciopelo, la mesa
de centro y el candelabro que Sissy y Colin…

―Es nuestra puta casa ―grito― Jesucristo, lo hicieron.

Ofreció una breve oración de agradecimiento al Creador,


después de todo, era un poco difícil no creer en el hombre y
teniendo en cuenta que Jim lo había conocido, esto era o al menos
tenía el potencial de ser: Un maldito milagro.

Excepto que, como iban las cosas…

Una sensación de elevación lo tomo por el pelo y los hombros,


podía sentir que su cuerpo flotaba repentinamente. Ese hoyo súper
gravitacional subía fácilmente sus huesos. Y de repente, el peso de
Nigel no se sentía tampoco.
J.R. WARD INMORTAL

A medida que la levitación comenzó a afianzarse, Jim miro al


centro del huracán y se preguntó cómo iba a funcionar. Pero
entonces el hoyo lo empezó a chupar hacia el interior y él
literalmente agarro a Nigel en un abrazo de muerte.

No iba a perder al chico, sobre todo cuando empezaron a dar


vueltas.

Jim mantuvo sus ojos abiertos para ver hacía dónde se


dirigían pero las partículas en el aire picaban tanto que no pudo
mantener los parpados abiertos. Entonces comenzaron a girar más y
más rápido, el pelo le daba en el rostro y la toga de seda de Nigel
los golpeaba a ambos. Jim comenzó a perder su agarre.

― ¡Abrázame!

El arcángel dejo caer las manos como si se hubiera desmayado.

Más cerca del vórtice comenzaron a girar más y más rápido,


hasta que el estómago de Jim se rebeló y pensó seriamente en
soltarlo.

Y entonces Jim no pensaba en nada en absoluto, porque, como


Nigel, perdió el conocimiento.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 13

Traducción: Mayerin Pineda


Corrección: Jhaz Mirada

En la zona de succión de la sala, Sissy parecía que había


salido de una película de terror, arañando el piso mientras estaba
sobre su vientre con los pies por delante hacia el remolino de
energía. Preparándose para ser destrozada, ella sabía todo lo que
había sucedido a todos esos pedazos de muebles, donde quiera que
se hubieran ido, iba a…

Excepto que entonces todo se volvió una locura. Bueno, más


que loco.

La explosión fue tan grande que su cuerpo comenzó a caer, los


brazos y las piernas volando por el aire o el espacio o por dónde
diablos estuviera. El dolor la iluminó sobre cada pulgada de su piel,
como si estuviera siendo desollada viva, y entonces cuando fue a
gritar, algo entró en su boca y la picó como si se tratase de abejas.

Excepto que no estaba siendo succionada.

Estaba siendo arrojada libre. Violentamente.

El impacto de su cuerpo golpeando la pared fue tan grande que


se liberó y caía en cascada hasta el suelo. Su hombro estaba tan
herido que tenía que estar dislocado, y sólo Dios sabía cómo se
J.R. WARD INMORTAL

había hecho muchos de los otros daños. Por un momento, lo único


que podía hacer era yacer allí, pero el repentino silencio en la sala
parecía tan peligroso como lo había sido todo el ruido.

Con un gemido, rodó sobre su espalda y tosió. Su nariz y


garganta estaban irritadas, y a medida que parpadeaba para
despejar su visión, sentía como si tapara sus ojos con papel de lija.
Gradualmente, se dio cuenta que escuchaba el ruido más extraño en
el salón, y le tomó un momento para averiguar lo que le recordaba:
aguanieve. Era como un coro sutil de aguanieve que caía dentro de la
casa, cien millones de diminutas partículas que golpeaban el suelo.

Sissy se empujó más sobre su costado y obligó a su visión a


seguir con el programa. Increíble, pensó. El remolino que Colin y
Devina habían creado desapareció como si nunca hubiera existido, y
¡no era como si la ventaja fuera un nuevo monumento nacional o un
cuerpo de agua en su lugar! Sin embargo, todas las ventanas del
salón habían volado... y había, justo en el centro de la sala, una masa
de roca que parecía estar cubierta con una especie de ceniza
volcánica.

Era como si todos los muebles y objetos que habían sido


absorbidos por el vórtice hubieran sido masticados como un chicle y
escupidos.

Teniendo en cuenta que solamente Dios sabía lo que realmente


había sucedido, comprobó a los demás en caso de que hubiera más
enfrentamientos por suceder: Colin estaba desplomado donde había
sido lanzado originalmente contra la pared. Devina estaba
desmoronada en la esquina en el piso, la cosa anti gravedad no había
sobrevivido a la explosión. Y Adrián estaba en realidad boca abajo
sobre su cabeza, sus piernas apoyadas contra un tramo del
J.R. WARD INMORTAL

moldeado, era como ver a un borracho tratando de hacer una pose


de yoga.

Nadie se movía…

No, espera... esa masa en el centro de la habitación se movía.


Y cuando rodo alrededor de sí misma se dio cuenta... que no era
sólida del todo…y no estaba hecha de roca. Era una esfera de luz
que estaba cubierta de ceniza. Y a medida que se retorcía, el polvo
gris cayó de ella, revelando algo cercano a una sombra
tridimensional.

Dos sombras. Torcidas una alrededor de la otra.

Como dos personas que tenían que aferrarse la una a la otra.

De repente, el cerebro de Sissy volvió a encenderse. Su


cuerpo fue más lento para seguir con el plan, pero no tenía
suficiente coordinación para arrastrarse por el suelo ahora desnudo
y polvoriento.

—Jim... —las lágrimas que brotaron de sus ojos ayudaron a


deshacerse de algunos granos de arena— ¡Jim!

Al oír su nombre, la mitad de la luz se separó, tirando libre de


la masa no diferenciada y luego con un chisporroteo de la
electricidad, los restos de Jim se juntaron derechitos... y
encontraron su casa.

La animación fue inmediata. El cuerpo de Jim saltó, brazos y


piernas dejándose caer, su pecho se hinchaba mientras tomaba
aliento…

Jim trató de sentarse tan rápido que era como si tuviera


cables de puente enganchado a sus pies, pero la daga que Colin
apuñaló a través de su hombro lo mantuvo abajo.
J.R. WARD INMORTAL

— ¡Mierda! —gritó, agarrándose el lado de sus pectorales con


la mano libre como si no pudiera entender por qué la cosa le dolía o
por qué estaba atascada— ¡Mierda!

Su maldición fue tan fuerte, que despertó a las otras


personas en la habitación, pero él no miró alrededor. Sus ojos
vieron a los suyos y se quedaron allí.

—Oh... Dios... —susurró—. Estás de vuelta.

—No —dijo ella con voz ronca cuando su fuerza dio paso al
alivio— Tú lo estás.

Apretando los dientes, palmeó la empuñadura del arma que lo


atravesó y había impedido que su cuerpo desapareciera. Luego tiró
de la hoja libre no sólo del piso sino de su propia carne.

A pesar de todo lo que había pasado, además de una herida


sangrante ahora, se tambaleo hacia ella y la agarró con tanta fuerza
que gimió… pero no le importaba. Él podría aplastarla tanto como
quería.

Ella le aplastó de vuelta.

Parecía imposible que fuera ella la que le estuviera


sosteniendo. Que él hubiera regresado.

Jim se echó hacia atrás y tomó su cara entre las manos.

—Sissy...

Su corazón le latía tanto, que no pensaba que pudiera latir


más rápido, a pesar de que tenía la sensación de que él iba a
besarla. Demonios, teniendo en cuenta todo lo que acababa de
suceder, el hecho de que su mirada se moviera hasta sus labios y
J.R. WARD INMORTAL

sus fuertes brazos maniobraban la posición de ella parecía... como


una condenada buena idea.

Porque ella lo deseaba, también. Necesitaba sentirlo cerca y


en todas partes… como si fuera la única forma en que su mente
pudiera lidiar con el hecho de que él estaba en realidad aquí.

—Sissy —su voz era demasiado profunda— Necesito decirte


algo…

—Aléjate de él, joder —espetó el demonio.

A pesar del hecho de que la sala estaba cubierta de un polvo


gris, ni la existencia del Purgatorio ni ninguna experiencia del más
allá habían desaparecido por completo cuando Jim se quedó mirando
a los ojos de Sissy.

Sin embargo la promesa que había hecho y la comprensión


habían llegado a él, atrapándolo.

Ahuecando su cara, sintió un nudo en la garganta, no porque no


supiera qué decir, sino porque había demasiado para decir, y dijo su
nombre un par de veces mientras trataba de dirigir el tráfico en su
cerebro.

Al final, decidió lidiar con lo más grande... a pesar de que a la


única mujer que le había dicho aquellas tres palabras había sido su
madre… se sentía más que oxidado.
J.R. WARD INMORTAL

Excepto que no consiguió llegar tan lejos. Justo cuando


empezó a hablar, la única persona que no quería volver a ver o
escuchar otra vez alzó la voz.

—Aléjate de él, joder.

Al mirar a través de la sala, se registraba tenuemente la


magnitud de los daños que habían hecho, el lugar estaba hecho
añicos, grandes agujeros en las alineaciones de las estanterías,
ventanas rotas, cortinas trituradas. Además el noventa por ciento
de los muebles estaba en otra parte, naturalmente. Pero nada de
eso importaba mientras observaba a Devina ponerse de pie.

El hecho de que el demonio estaba en la casa era una sorpresa,


dado el hechizo de protección adicional que había puesto arriba… de
nuevo, tal vez la cosa no había sobrevivido a su segunda "muerte".
Oh, espera, está la hacia la tercera. Y, sin embargo, aunque su
presencia no era una buena cosa, era divertido ver su aspecto tan
desalineado, su pelo moreno hecho un lío andrajoso, su traje de
pantalón de cuero manchado con ceniza, rayas de delineador negro
en su cara y en los hombros desde donde se había limpiado.

Lo que no era una sorpresa o en lo absoluto gracioso era lo


molesta que ella estaba. Aquellos ojos de tiburón brillaban de una
manera impía, y las palmas de sus manos se curvaron en garras. Sin
embargo ella no lo miraba.

Ella se centró en Sissy.

Y como bien sabía, eso era un fósforo a su contacto,


encendiéndolo desde el interior. Arrastrando los pies de su mujer
detrás de él, se puso de pie y se enfrentó con su enemigo.

— ¿Qué mierda estás haciendo aquí?, demonio.


J.R. WARD INMORTAL

Sus ojos giraron hacia los suyos.

—Yo soy la razón por la que estás fuera, imbécil —se golpeó en
el pecho— Por lo tanto muestra un poco de respeto.

—En realidad, fue trabajo en equipo, perra.

Al sonido de la voz ronca de Ad, Jim se dio cuenta que había


otras dos personas en la habitación: otro ángel, que estaba
tratando de desperezarse sobre las ventanas, y Colin, que todavía
estaba bastante fuera de sí.

—Jesús —resopló Jim— Tú no la utilizaste a ella para...

— ¡Aléjate de él! —Devina se tambaleó hacia delante


— ¡Aléjate de mí hombre!

Sí, paso de hacerlo, pensó Jim. A pesar del hecho de que su


cuerpo se sentía como si hubiera pasado por una picadora de carne,
estaba más que listo para golpearla. Simplemente se armaría de
valor y golpearía tan duro a Devina que ella…

Un sonido rítmico irrumpió en la habitación, estridente y lo


suficientemente fuerte como para llamar la atención incluso del
demonio. Y fue cuando Jim se volvió para mirar detrás de sí, que se
dio cuenta de quién y de qué se trataba y ¿cómo se las había
arreglado para encontrar a Nigel en ese lugar polvoriento y
tortuoso?

Dog, que no era en realidad un perro, estaba estacionado


entre las jambas de las puertas de la sala, su cuerpo pequeño y
desaliñado preparado, su hocico trabajando mientras ladraba al
demonio.
J.R. WARD INMORTAL

Fue ese el ruido que había oído en el Purgatorio, pensó Jim.


Ese faro que había seguido en un lugar sin puntos cardinales y sin
destinos.

Mierda, el Creador mismo había sido quien lo condujo al


arcángel.

Volviendo su atención, Jim encontró a Devina congelada en su


lugar, claramente atrapada entre un impulso de celos y rasgar a
Sissy miembro por miembro y un sentido serio de la auto-
conservación.

—Pero no es justo —el demonio se quejaba— Ésta mierda no


es justa.

Dog se mantuvo con los ladridos, como si estuviese hablando


con ella. Y luego Devina miró a Jim, su expresión había cambiado a
algo que se parecía mucho al dolor.

Con cuatro pasos deliberados en todo el suelo desnudo y


polvoriento, ella se acercó a él, levantó su mano sobre su hombro, y
le dio una bofetada tan fuerte que le resonó en ambos oídos.

—Eres demasiado cruel —dijo aturdida— Y tú no me mereces.

Le lanzó otra mirada desagradable a Sissy y el demonio se


había ido, desapareciendo fuera de la habitación.

—Bueno, esto podría haber sido peor —murmuró Ad—A pesar


de que, hombre, hemos perdido nuestro seguro del depósito en este
lugar.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 14

Traducción: Sora Rlhdn


Corrección: Payne Rlhdn

Nigel recuperó la conciencia en el sentido contrario a como


la había perdido: lentamente y por etapas. Primero una conciencia
difusa de sí mismo, a continuación un rudimentario pensamiento de
que estaba respirando. Lo siguiente fue el malestar... que con
rapidez aumentó hasta llenarlo de dolor.

Entre los muchos aspectos de la vida que eran abarcados por


una entidad como el mismo, la dualidad de su naturaleza, tanto la
corporal como la etérea, significaba que no estaba totalmente libre
de lidiar con las tribulaciones físicas de poseer carne. Y este era el
caso ahora.

Sobre todo mientras el caparazón protector que había dejado


atrás en el Cielo se restablecía a si mismo por encima de su núcleo,
emergiendo de la esencia de su ser energético.

Naturalmente, esto hacia que el sufrimiento fuera aún más


agudo, abrió los labios para soltar un gemido.

— Sus brazos están rotos— dijo alguien por encima de él.

— Sus piernas, también.


J.R. WARD INMORTAL

Y luego esa voz, esa especial y sagrada voz que lo había


mantenido tanto cuerdo como vuelto loco, tomó la palabra: — ¡Qué
pena! Tendré que esperar hasta que se curen primero para poder
romperlos de nuevo.

Nigel abrió los ojos y buscó al hombre que había pronunciado


las palabras. Y allí estaba él, el arcángel Colin, de pie a un lado, con
los brazos cruzados, como en señal de desaprobación, sus cejas
hacia abajo, como era habitual. Su mirada, sin embargo, era la
antítesis del desapasionamiento típico del macho: brillaba con unas
lágrimas.

Fue una muerte de nuevo ver el dolor que había causado. La


traición y el daño.

Nigel levantó la mano, ya que no podía hablar, gesticulando de


la única manera que podía implorar. Colin siguió el movimiento... y
sacudió la cabeza.

A continuación, el rechazo se completó cuando se dirigió a Jim


y Adrián, hablando alguna combinación de palabras que Nigel era
incapaz de comprender. De hecho, habría resistido el dolor que
sufría diez mil veces más con tal de tener la oportunidad de su
perdón, de ser aceptado. Pero conocía a su amante demasiado bien
para estar sorprendido.

Colin no le ofreció otra mirada mientras desaparecía, sin dejar


nada a su paso, solo un par de huellas en la ceniza caída sobre el
suelo.

Nigel cerró los ojos y se encontró deseando una muerte


permanente.

— Nigel— dijo Jim — Nigel, ¿sigues ahí?


J.R. WARD INMORTAL

No, no lo estaba. —Aye, salvador— dijo con voz áspera.

— Escucha, tenemos que... tenemos que hacer algo acerca de


la situación en la que te encuentras. No podemos dejarte así.

— Aye.

Hubo una larga pausa, como si los dos ángeles y el alma


transitoria de Sissy Barten estuvieran esperando alguna
instrucción. Él no tenía ninguna que darles. Su dirección acababa de
dejarlo por una razón muy sensata como era que Colin no era el tipo
que cometiera errores más de una vez.

Ni dar su corazón de esa manera.

— Nigel, ¿puedes arreglártelas tú mismo?, Preguntó Jim


— ¿Puedes cuidar de esto?

Cuando Nigel negó con la cabeza, Sissy habló — No creo que lo


podamos llevar a Urgencias.

— Sí, no estoy seguro si eso funcionaría— maldijo Jim — Pero


fui entrenado para ser un médico de campo. He colocado un hueso o
dos, aunque nada como esto.

Nigel se aclaró la garganta y cerró los ojos — Estoy en tus


manos, salvador.

— Bueno. Correcto. Necesitamos algo para poner entre sus


dientes…oh, genial, gracias, Ad— Un susurro — ¿Nigel? Abre y
muerde esto jefe. Es parte de una cortina.

Haciendo lo que se le decía, no se preparó para la nueva


agonía. Él tenía suficiente de eso ya. No iba a ser peor.

—Voy a empezar con tu pierna derecha, ¿de acuerdo? — Pausa


— ¿Jefe? ¿Estás conmigo?
J.R. WARD INMORTAL

— Por supuesto, salvador— murmuró a través de la mordaza.

De pronto, la voz de Jim fue muy distinta, como si se hubiera


movido hasta el oído de Nigel — ¿Estás seguro de que no hay otra
manera de hacer esto? Estoy bastante seguro de que tienes trucos
de magia que no conozco.

Oh, los tenía. Pero no tenía la fuerza para usarlos, y mejor


aún, estaba de humor para una intervención.

— ¿Nigel? ¿Hola? Nada que decir, eh. Bueno, prepárate.

Hubo algunas órdenes dadas por el salvador a los otros dos, y


Nigel sintió una presión en sus caderas, como si alguien se le
hubiera sentado a horcajadas. Entonces su pierna fue depositada en
plano, los pedazos de hueso rectificado uno sobre el otro en el
reposicionamiento.

La mordaza fue bastante útil, como se vio después, sus


molares hundiéndose en ella como si fuera carne.

— En tres— dijo Jim — Uno…dos...

Cuando el "tres" llego, los parpados de Nigel se abrieron


mucho y gritó a través del tejido en la boca, el dolor era tan
grande que parecía que se había equivocado acerca de ser incapaz
de sentirse peor.

Lágrimas brillando en sus ojos y cayendo a los lados de su


cara, metiéndose en las orejas y el pelo, si hubiera podido, se
habría ladeado a vomitar. En su lugar, comenzó a sollozar, su pecho
salto con cada inhalación irregular, con la garganta seca
retorciéndose con sus náuseas.
J.R. WARD INMORTAL

A través de la gran liberación de tristeza, la voz de Jim


interrumpió como si intentase una vez más llegar a la oreja de
Nigel.

— ¿Quieres que me detenga?

Nigel sacudió la cabeza y miró al techo en medio de su llanto.


Tenía que pagar por el daño que había causado y por su falta de
coraje y fe y por el hecho de que había herido la entidad en el
universo que siempre le había apoyado.

— ¿Estás seguro?— dijo Jim con seriedad.

Todo en Nigel asintió de nuevo.

Sissy observaba desde tres pies61 de distancia como Adrián se


sentó sobre Nigel para mantenerlo lo más quieto posible mientras
Jim restablecía los huesos de las piernas. En el lado izquierdo, el
arcángel tenía dos fracturas, una en la pantorrilla y otra en el
muslo, Adrián tuvo que inclinarse y estabilizar la rodilla después de
que el problema en la parte superior se arreglara. Sus brazos
estaban muy mal.

Había tenido que sentarse en un par de partidos de hockey en


su último año gracias a un esguince de tobillo, y había sido como un
paseo por el parque. Ella no podía entender por qué esto debía de
ser así, sin embargo no iba a darse la vuelta. Si había una
oportunidad para que ella ayudase, iba a estar allí.

61
1 metro de distancia
J.R. WARD INMORTAL

Sin embargo ese rostro, mientras viviera… o, ¡por Dios!,


"viviera", eso suponía, nunca iba a olvidar la forma en como los
labios del arcángel enseñaban los dientes y como apretó la
mandíbula y sus ojos desaparecieron en pliegues de agonía mientras
hacia una mueca. Y las lágrimas.

Le dieron ganas de llorar. No sólo por él, sino por cada uno de
ellos.

Cuando todo hubo terminado, Jim estaba jadeando por el


esfuerzo. También tosiendo, lo cual, dada la cantidad de sedimento
que se había traído con él desde el Purgatorio, sugería que el lugar
era como un desierto. Mientras Adrián se bajaba del torso del
arcángel, Jim se echó hacia atrás y se limpió la cara con su camisa.

— Sin rayos X— dijo— No sé si le hice más mal que bien.

— Él va a cuidar de esto— Adrián cayó sobre su trasero


— Podría haber arreglado todo esto si hubiera querido. ¿No es así
Nigel?

Sissy negó con la cabeza — Pero ¿por qué él...?

El arcángel se sentó y tomó la mordaza de su boca con una


mano que temblaba. Estaba tan pálido como una nube y mientras un
reflejo caía al frente de su túnica, ella se dio cuenta de que algo
como diamantes iban en cascada hasta el suelo.

No, en realidad eran diamantes. Como si sus lágrimas se


hubieran endurecido como piedras preciosas.

— ¿Estás bien?— Jim exigió bruscamente — ¿Alguna otra cosa


que necesites?

— Me has p-p-proporcionado s-s-suficiente.


J.R. WARD INMORTAL

— En seguida vuelvo— dijo Sissy, echando a correr hacia la


puerta.

Corriendo a través del vestíbulo fue a la cocina, dirigiéndose a


los armarios. Abriéndolos, encontró estanterías vacías una tras
otra. Estaba buscando algún whisky o ginebra o algo que pudiera
calentar al tipo y calmarlo.

Ella encontró los restos de un alijo de licor en la planta baja al


lado del lavabo. Tirando de las botellas, tuvo que limpiar las
etiquetas de un par para leerlas. La mayoría parecía haber sido
abiertas hace mucho tiempo sin embargo, así que sólo Dios sabía lo
que estaba pasando en el interior de ellas.

Una de ellas todavía tenía el sello sin embargo y cuando miró


la etiqueta, murmuró — ¡Te pillé!

A la salida, cogió un vaso bajo del estante y entonces pensó,


¿Qué demonios?, todo el mundo necesita un trago.

Cuando volvió a entrar en la sala, vaciló, la magnitud de los


daños llegaron a ella. Era una zona de bombardeo, pero en palabras
de su padre, tenían cosas más importantes que hacer en este
momento.

Yendo hacia el Inglés, se sentó con las piernas cruzadas, puso


los vasos, rompió el sello de papel, y derramó una generosa medida
de jerez.

Le entregó el primero al tipo que había tenido sus brazos y


piernas rotos. Parecía lo justo.

Mientras los ojos de color extraño de Nigel giraron en su


dirección, él le ofreció una sonrisa cansada — Eres una santa,
querida.
J.R. WARD INMORTAL

Tuvo que ayudarle a sostener la copa — ¿No es tu trabajo?

— ¡Ay!, no soy un santo— Levantó el jerez hacia ella e inclinó la


cabeza antes de beberse todo.

Sissy estaba lista con la botella, le recargo el vaso antes de


llenar los vasos para ella, Jim, y Ad. Y los hombres murmuraban
gracias y aceptaron lo que se les ofrecía a pesar del hecho de que,
probablemente, lo consideraron un poco afeminado.

Mejor que la ginebra de cien años de antigüedad, imaginó ella.

Los cuatro se terminaron toda la maldita botella…Sissy


incluida, a pesar de que nunca había sido una gran bebedora, incluso
en la universidad. Y tuvo que admitir que el líquido había cumplido
con su propósito. En el momento en el que jerez se había acabado,
había color en la cara de Nigel y sus manos habían dejado de
temblar y él no era el único que se había relajado un poco.

Era como tener un mechero Bunsen62 en el estómago, pensó


mientras puso su vaso en la mesa.

Jim echó su último trago y miró a Nigel — Voy a asumir que


estás totalmente de vuelta. Al igual que, me voy a quedar aquí y
seguir haciendo lo que estoy haciendo.

— Esa es mi intención.

— ¿Intención?

— El Creador va a estar disgustado con toda probabilidad.


Pero voy a asumir toda la responsabilidad. Si ha de haber un
castigo, lo acepto en tu lugar.

62
es un instrumento utilizado en laboratorios científicos para calentar o esterilizar muestras o
reactivos químicos
J.R. WARD INMORTAL

— Devina dice que ella va a decirle que fue su idea.

— ¿Y tú confías en ella?

— Buen punto.

Nigel miró hacia el techo — Voy a estar fuera entonces.

— Yo no voy a preguntarte quién es la próxima alma.

— ¿De verdad? Después de tu buena acción, estoy en el


estado de ánimo para concederte un favor.

— No— La expresión de Jim se endureció — Voy a ganar esto


de la manera correcta. La manera en que Él la diseñó. Encontraré el
alma y ella no la conseguirá en esta ocasión.

— Lo suficientemente justo. Déjame saber si cambias de


opinión.

Nigel miró a Adrián y le hizo un guiño. Entonces miro hacia


Sissy — Mi gratitud por el reconstituyente.

Y con eso, el arcángel desapareció, sin dejar nada atrás. Al


igual que Colin.

Sissy alargó la mano y cogió una de las piedras blancas


parpadeantes que habían caído al suelo — ¿Es esto realmente lo que
yo creo que es?

—Sí— dijo Ad — Las lágrimas de arcángeles son malditamente


preciosas y sofisticadas, ¿eh?— El tipo gruñó y se levantó — Estoy
jodidamente muerto de hambre. Entre el drama y sin almuerzo,
estoy listo para comerme los pomos de las puertas— Miró a su
alrededor — Por suerte para mí, porque eso es todo lo que queda
aquí. Voy a visitar el Seven Eleven63 y luego hacer un pedido a
63
cadena de tiendas de comestibles y bebidas
J.R. WARD INMORTAL

McDonald’s, no hay razón para que gente como nosotros coma sano.
¿Qué queréis?

Sissy puso en el pedido dos hamburguesas con queso, unas


patatas grandes, una de Coca-Cola extra grande y un helado de
chocolate. Jim quería cuatro Burgers dobles con queso y tres Coca-
Colas.

— Mantén seguro el fuerte—dijo Ad mientras salía cojeando.


— Y trata de hacer algo con las ventanas. Creo que se supone que va
a llover ésta noche.

A solas con Jim, Sissy se sentó y jugó con el pequeño


diamante que había recogido, moviéndolo alrededor del centro de la
palma. Un minuto más tarde, el sonido del Explorer dando marcha
atrás en el camino de entrada era más fuerte de lo que por lo
general era a causa de la falta de cristales.

— ¿Estás bien?— Preguntó ella.

— No lo sé.

— Eso es honesto— miró hacia arriba — Me alegro de que


hayas vuelto...

Jim se frotó la mandíbula, y por alguna razón eso la hizo


fijarse en sus labios. Lo que le hizo preguntarse, ¿cómo se sentirían
contra su boca, su garganta, sus pechos?

— Tengo que encontrar la siguiente alma. Tengo que… mierda,


¿quién demonios va a ser? ¿Y dónde están...?

Ella tenía la sensación de que estaba hablando consigo mismo,


y que estaba bien. Su dispersión le dio una excusa para mirarlo un
poco más, medir sus anchos hombros, antebrazos venosos, sus…
J.R. WARD INMORTAL

— Estás sangrando— dijo, señalando a su hombro.

Echó un vistazo sobre sí mismo— ¿Quién me apuñaló? ¿Y por


qué?

— Colin. Ellos estaban preocupados de lo que tu cuerpo haría...


Dios, ¿estamos realmente hablando de esta manera?— Se frotó los
ojos — A veces esto es demasiado. Realmente lo es.

— Lo siento.

Sissy miró a las ventanas estropeadas. La oscuridad exterior


era porque el sol se había puesto, no por ese demonio, pero era
difícil sentirse segura con todos los marcos rotos. Por otra parte,
¿por qué se pensaba que un par de paneles de vidrio iban a ayudar?

— ¿Estamos bien aquí?— Dijo.

— Voy a poner el hechizo de nuevo. Supongo que falló o Devina


no habría llegado aquí.

— Sí.

Hubo un largo e incómodo silencio. Probablemente porque su


cabeza estaba atada en la guerra, y la de ella estaba en otra parte
completamente.

— ¿Qué ibas a decirme?— Le dijo abruptamente.

— ¿Eh? Lo siento, tengo la cabeza en otro sitio.

Mientras él la miró, se sintió tonta — Oh, está bien. No es


nada, de verdad. Bueno, en realidad, ¿qué puedo hacer para ayudar?
Ya sabes, con lo que estás haciendo sobre Devina.

Abrió la boca. Luego dio una palmada — Yo realmente prefiero


que quedes fuera de esto. No porque creo que seas débil, sino
porque yo lo soy.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Eres débil?— Ella rió con dureza y miró la forma en que


sus bíceps estiraban las mangas de su camiseta — No lo creo.

Una mirada extraña apareció en sus ojos — Cuando se trata de


ti, lo soy.

El corazón de Sissy detuvo — ¿En serio?

— Sí— Él hizo crujir los nudillos de uno en uno — Escucha, yo


no quiero que las cosas se pongan raras, ¿está bien?

— Oh, sí, no, raro es malo.

— Pero sólo para que tú y yo lo tengamos claro, real y


jodidamente quiero besarte en este momento.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 15

Traducción: Sandra Dee


Corrección: Ziirita Bella My

Qué demonios, pensó Jim. Bien podría dejarlo claro todo aquí.
Y como Sissy no había salido corriendo por una de las ventanas que
estaban muy muy abiertas, lo tomó como una buena señal. O, en
realidad una mala señal.

— Entonces bésame — dijo ella.

En realidad Jim retrocedió. Lo que probaba que la mujer


adecuada podría convertir a cualquier hombre adulto en un chico de
catorce años otra vez, con la combinación correcta de palabras.
Aunque ese rápido retroceso fue solamente la primera parte de su
reacción. ¿La segunda parte?

Puro. Sexo.

A la mierda los besos. Quería empujarla en el suelo de madera,


dar un tirón a sus pantalones y entrar en su interior.

A pesar del hecho de que ella era difícilmente esa clase de


chica, y que Adrián iba a volver con doce mil calorías de comida
rápida en cualquier momento.

— ¿O tengo que hacerlo yo? — Preguntó ella.


J.R. WARD INMORTAL

— ¿Hacer qué? —le espetó. Cristo, era como si tuviera


amnesia.

— Besarte.

Bendita fuera, ella no esperó una respuesta. Se inclinó sobre


él, le agarró de la camiseta y lo atrajo hacia ella.

—Oh, mierda —gimió mientras inclinaba la cabeza—No me


jodas...

Por favor, oh, mierda, joder, pensó mientras sus labios se


encontraron por el camino.

Ella era suave. Era dulce. Sabía a jerez.

Y él se hizo cargo a partir de ahí.

Arrastrándola a su regazo, la besó con fuerza y la abrazó aún


más fuerte. Había querido esto por tanto tiempo y por tantas
razones equivocadas, que en el fondo de su mente, se dijo a sí
mismo que esto era la razón de por qué estaba duro al instante. Por
otra parte, tal vez fuera porque ella era tan buena, tan correcta.

Se apartó de ella.

—Mierda.

— ¿Qué? —Murmuró, apoyándose en sus brazos— ¿Qué va


mal?

—No sé hasta dónde quieres llegar con esto —Maldita sea, por
la forma en que estaba empujando sus pechos contra él, su cuerpo
parecía tan preparado como lo estaba el suyo —No tienes por qué
hacer esto.

— ¿Qué te hace pensar que quiero parar?


J.R. WARD INMORTAL

Ella puso su boca de nuevo en él, y oh! hombre, mala idea, pero
se sentía taaaaan jodidamente bien. Y esta vez dejó que su lengua
hiciera lo que quisiera, lamiendo por el camino, tomando la de ella. Y
fue cuando ella gimió su nombre.

Él casi se vino en sus pantalones polvorientos.

De repente, ella empujó contra él, clavando la palma de su


mano en su hombro lesionado. Con un siseo, él rompió el contacto.

—Oh, lo siento—dijo, haciendo una mueca —No era mi


intención…

—No, no, es genial. Voy demasiado rápido.

Ella se desquitó alcanzando la parte inferior de su camiseta y


sacándose la cosa por la cabeza.

La exhalación de Jim fue en parte maldición, y en parte una


oración de agradecimiento. Hasta que se dio cuenta de que ella no
llevaba sujetador.

—Dulce María —suspiró cuando miró sus pechos sonrosados


—Vas a matarme.

—Se acabó el perder el tiempo —dijo ella mirándolo a los ojos.


—Y me estoy preguntando qué se siente. He terminado de luchar
contra el hecho de que te deseo.

Boom. Boom. Boom.

Su corazón latía tan fuerte, que tuvo que apuntalar su


esternón para mantener el músculo dentro de su cuerpo inmortal.

Mirando fijamente sus pechos, Jim inclinó la cabeza y sacó la


lengua, al mismo tiempo que levantó a Sissy hasta su boca. Cuando
se aferró a su pezón, ella echó la cabeza hacia atrás y pronunció su
J.R. WARD INMORTAL

nombre con una voz áspera que era más sexy que nada de lo que
hubiera oído alguna vez en su vida. Venerándola con sus labios, dejó
que sus manos empezaran a vagabundear. Ella era mucho más
pequeña que él, pero parecía tan fuerte, elevándose contra su
abrazo, tratando de acercarse.

El noventa y nueve coma nueve por ciento de él estaba listo


para tomarla aquí y ahora. Pero el punto decimal de decencia en él,
lo obligó a ser razonable.

Ella después de todo, era virgen. Y aunque había un montón de


reglas que se estaban saltando, dado el jodido tipo de existencia
que ambos tenían, se merecía algo mejor que un “aquí te pillo, aquí
te mato” en su primera vez.

Además, era enteramente posible que ella recuperara el


sentido y lamentara esto.

Él mismo se frenó, forzando sus manos a apartarse de sus


caderas, y le dijo a su polla “cállate-chico-grande”.

Ella notó el cambio en él inmediatamente.

—No pares.

—Sissy…

—No te atrevas, joder —Ella lo miro fijamente —No.

Bueno, ¿teniendo en cuenta la forma como lo estaba mirando?


Él no era capaz de negarle cualquier cosa que ella quisiera: un coche,
una casa, un orgasmo tras otro… — ¿Qué tal si llegamos a un
acuerdo? —dijo arrastrando las palabras, cayendo de nuevo en su
boca, pasándole la lengua por el labio inferior. Cuando ella se
estremeció en sus brazos, él tuvo que sonreír—Sí, ¿qué tal si nos
centramos en ti?
J.R. WARD INMORTAL

—Jim, yo quiero…

—Sé lo que quieres. Y voy a dártelo.

No había nada como esto en el mundo.

Eso era lo único en lo que podía pensar Sissy mientras yacía en


brazos de Jim, medio desnuda y completamente encendida. El resto
era todo instinto y calor, una necesidad de algo que había sido
previamente tibio, el impulso de estar más cerca de él que de su
propia piel.

Mientras se arqueaba contra él, no dejó de agarrarla,


volviendo a su boca y besándola más. Ella tenía la clara sensación de
que él estaba echándose para atrás y eso sencillamente era una
lástima. Si tan sólo pudiera… Esa gran mano suya que estaba en su
cadera, se desplazó hasta el interior de su muslo y se movió hacia
dentro, avanzando hacia su fuente de calor.

Todo era denso y perezoso de la mejor manera.

Moviendo la pierna hacia arriba y a un lado, le dio todo el


acceso que necesitaba mientras se colgaba en el grueso de sus
hombros y esperaba que llegara donde ella lo quería. Él iba despacio,
oh, tan lentamente, pero eso también era bueno porque significaba
que podía sentirlo todo, desde la forma en que penetraba su boca
con la lengua, a los duros contornos de sus brazos, hasta el
estiramiento de las puntas de sus pechos desnudos y la arrolladora
urgencia dentro de ella.
J.R. WARD INMORTAL

Cuando alcanzó su sexo, ella gritó y le clavó las uñas en los


hombros, excepto que él sólo se quedó allí y la besó, como si le
estuviera dando un momento para adaptarse. Después de un rato sin
embargo, comenzó a frotarla, la presión y el roce de su ropa
interior y de los pantalones de chándal, era exactamente lo que ella
necesitaba.

No fue rudo, pero ella quería que lo fuera. No era rápido, pero
ella quería que lo fuera.

Él estaba haciendo el trabajo, y ella quería que lo hiciera.

La cruda urgencia llegó rápidamente y Jim no se burló de ella.


Como si él supiera que este era el primer orgasmo que iba a tener,
la condujo de manera constante y dejó que su cuerpo hiciera el
resto: esa espiral en su interior se iba apretando más y más fuerte,
y cuando se quebró libremente, sentía como si su sangre se hubiera
convertido en oro, y sus huesos en fuegos artificiales.

Su pulgar continuó moviéndose en círculos mientras la ayudaba


a montar los impulsos, y cuando terminó, ella estaba completamente
floja.

Lo único que podía hacer era mirarlo a través de sus pesados


párpados.

Bueno, ahora sabía por qué las novelas románticas se vendían


tan bien.

Santa mierda.

—Onv gokd tbaj okdrwa.

Sissy frunció el ceño y murmuró — ¿Qué has dicho?


J.R. WARD INMORTAL

Repitió lo que fuera dos veces antes de que ella lo escuchara


correctamente — Que tenemos que vestirte.

Jim estiró un brazo, agarró su camiseta y se la puso por


encima de la cabeza. Y entonces la colocó en su regazo,
manteniéndola cerca con sus fuertes brazos. La paz entre ellos era
tan poderosa como lo había sido el placer, especialmente mientras
le apartaba el pelo de la cara. Fue una sorpresa que un hombre como
él pudiera ser tan gentil, se sintió preciosa, importante, de gran
valor para él mientras la miraba hacia ella como si no quisiera
dejarla nunca.

— ¿Qué ibas a decirme? —susurró, alcanzando su rostro y


pasando los dedos por su dura mejilla. El rastro que le había crecido
era áspero, pero la piel de debajo estaba caliente.

—Era que…

Un conjunto de faros barrieron a través del frente devastado


de la sala, y Jim maldijo —Condenada comida rápida. Debería haber
ido a algún lugar más elegante.

Sissy tuvo que sonreír —Estoy de acuerdo.

—Espera —gruñó, desplazándola y apretando luego los dientes.

Cuando él recolocó lo que era sin duda una erección, ella fue
directo de nuevo hacia donde había estado, caliente y con hambre.
Sólo que ahora ella quería pagarle de vuelta.

No es que ella tuviera alguna idea de cómo hacerlo. ¿Pero con


sus talentos? Estaba dispuesta a apostar que podría enseñarle.

—No hemos terminado —Ella giró su rostro hacia él —Tú y


yo... No hemos terminado.
J.R. WARD INMORTAL

Se escuchó el sonido lejano de un portazo y luego Ad gritó


desde la parte de atrás —Hola, cariño, estoy en casa.

Fue doloroso ver como la calidez abandonaba la cara de Jim,


especialmente cuando la apartó de su lado y se puso la ropa en
orden.

—Jim —dijo —No hemos terminado.

Cuando todo lo que hizo fue frotarse la cara, se dijo a sí


misma que era por la frustración sexual y una batalla con el lado
bueno de su naturaleza. Pero no estaba segura…

— Voy a ir contigo —dijo él con una voz oscura —ésta noche.

Sus ojos se deslizaron por ella y estaban ardiendo como


hogueras.

—Y esta vez no voy a parar.

Los labios de Sissy se separaron para poder respirar


correctamente. Y el sofoco se mantuvo incluso cuando Adrián entró
con cinco bolsas llenas de Mickey D64 y comenzó a pasarles la carga.

Todo lo que ella podía pensar era en lo rápido que podrían


comerse las cosas... Y llegar a la cama.

64
Ma Do ald’s
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 16

Traducción: Klaus Rlhdn


Corrección: María C. Baez

Las manos de Devina sangraban.

Cuando se sentó a los pies de su cama, se dio cuenta de que


sangraba cuando fue a tirar hacia abajo de la manga arrancada de
su traje pantalón.

También había algo en sus ojos. Limpiándose sus dedos sobre


la colcha, descubrió que una de sus falsas pestañas se había
despegado y estaba colgando de la comisura de su parpado. Sacó la
brocha de pelos y la dejo caer al suelo que aterrizó en un montón de
polvo de color carne, junto a unos destrozados polvos compactos de
Estée Lauder con el espejo de la caja agrietado por la mitad.

Tomando una respiración profunda, le hormigueo la nariz


asfixiándose con el olor del sótano. Partes de Ysatis de Givenchy,
París de YSL, Coco de Chanel y Chance Eau de Tendre65. Ella se
preguntó ociosamente el tiempo que le llevaría el sistema de
climatización para ventilar todo.

Mucho tiempo.

65
Marca de perfumes
J.R. WARD INMORTAL

Sobre todo teniendo en cuenta que esos no eran los únicos


potes de perfume que habían destrozado. Los restos maltrechos de
su mesa de maquillaje estaban rodeados por los cristales rotos y los
sistemas de aspersión destrozados. Ella debía haber destruido
quince envases diferentes de perfume.

No era nada comparado con lo que había hecho con su


colección.

Mirando más allá de la cercana carnicería de maquillaje,


estaban los bolsos, zapatos y ropa, no podía creer lo que había
hecho. A raíz de su explosión tenía miedo de sí misma.

No es que fuera una experiencia nueva, solo que esto no era


algo por lo que estar orgullosa.

Había arruinado lo que era más preciado para ella, cuando lo


que debería haber estado haciendo era jodiendo con el culo
arrogante de Jim. ¿Lo peor? Ni siquiera podía recordar lo que había
pasado como para dejarlo todo así. Su furia había estado al rojo
vivo cegándole y no fue hasta que ella se sentó aquí que se dio
cuenta de que sus manos estaban cortadas y cayó en la cuenta de
todo lo que había hecho.

Al menos el Creador había aceptado su historia sobre el portal


y dejó pasar eso. Infierno, su confrontación después de haber
dejado a Jim había sido una especie de decepción, casi como si él se
lo hubiera esperado todo. Y entonces ella se había venido aquí y...
Dios, ¿cómo iba a limpiar todo esto? Había un centenar de
aparadores y mesas con sus cajones tirados, sus contenidos
derramados sobre el suelo de cemento como intestinos que se
filtran de una herida en el abdomen. Su complejo sistema de
catalogación, con su lógica interna que tenía sentido sólo para ella,
J.R. WARD INMORTAL

era un recuerdo lejano de cuando sus objetos preciosos estaban


entremezclados por períodos de tiempo y ubicaciones geográficas
jodidas hasta lo alto del cielo.

Había cosas que había aplastado bajo los pies, también.

Gafas pisoteadas, relojes estrellados, botones de latón y


cierres metálicos doblados fuera de forma.

Devina flexionó sus manos y evaluó las lesiones en sus palmas.


Evidentemente se había hecho una gran cantidad de lesiones a sí
misma sin utilizar la magia.

Poniéndose de pie, fue a dar un paso hacia adelante y cayó a un


lado, lanzando una de sus manos cortadas hasta apoyarse en un
estante para zapatos de seis pies de altura66, ahora vacío, que
estaba torcido.

Ah sí, había un problema con los zapatos que tenía puestos.

El derecho había perdido su alto tacón, así que no había nada


para apoyar su peso en ese lado.

Ella fue a coger otro par... pero no iba a encontrar ninguno


emparejado en el lío que había hecho, así que arranco el otro tacón
de su base y dio un par de pasos con ellos.

El monedero. Ella busco su bolso, su saddlebag de Dior que se


había puesto con el traje antes de que Jim se hubiera perdido en el
Purgatorio, ella perdida detrás y antes de haber hecho algún gran
espectáculo cuando él se reunió con esa maldita virgen.

El hecho de que el bolso fuera de color plata metalizada iba a


ayudar con la localización. Debería ayudar.

66
1.83 metros de alto
J.R. WARD INMORTAL

Podría ayudar.

Por el amor de Dios, tenía demasiada mierda de animal print,


pensó mientras empezaba a caminar a través de los restos de
cebra, tigre y leopardo. Es curioso, cuando ella había organizado la
gran cantidad de bolsos por colores, no había visto realmente la
gran cantidad que tenía.

Mas lagartos, decidió. Piel de cocodrilo. Tal vez algo de la


vieja escuela de charol y Hermès67...

—Igual que Grace Kelly68.

Dios, su voz sonaba triste, incluso a sus propios oídos.

Pero maldita sea, alguien como Grace Kelly no habría dejado a


su amante conseguir abrazarse con una puta estirada.

Ella podía teñirse el pelo de rubio. Sí, eso podría funcionar.

—Por qué, por qué...

Empujando un Bikini celeste fuera de su camino pateó un viejo


LV Manhattan69 sobre una pila de cosas de Chanel acolchadas.

No iba a ser suficiente con sólo ganar ésta ronda y recuperar


a Sissy, iba a tener que...

Devina miró a sus cosas.

...Hacer esto con la puta virgen.

"Pony" de Ginuwine empezó a sonar suavemente y ella se dio la


vuelta. Siguiendo el sonido, ella pateó el camino a través de unos
quince mil dólares de Prada antes de encontrar lo que estaba

67
Marca de moda francesa, especializada en accesorios de cuero y relojes de lujo
68
Actriz estadounidense que termino convirtiéndose en princesa de Mónaco
69
Bolso de mano Louis Vuitton Manhattan
J.R. WARD INMORTAL

buscando, aunque en el momento en que ella encontró su teléfono ya


había saltado el buzón de voz.

Al menos la ayudó a localizar lo que había estado buscando.

La herida de su mano aun goteaba y limpiándosela sobre el


pantalón de cuero, llamo al número de emergencia de su terapeuta
buscándolo en la agenda del teléfono y le dio a marcar.

Un rig, dos ring y luego llego aquella irritante voz de mujer


tranquila y sensata —Hola, usted ha llamado a la oficina de...

Bla, bla, bla. ¡Bip! —Soy Devina —Ella tenía que cambiar de
mano y curarse— He tenido... —Cuando ella se ahogó, pensó en
poner fin a la llamada y empezar de nuevo, pero qué demonios. La
chica se utilizaba para que las personas sacaran su mierda—He
tenido una caída, una seria recaída. No voy a ser capaz de esperar
hasta que... — ¿Cuándo era su siguiente cita? No podía recordar
—Tengo que ir a verte tan pronto como sea posible. Por favor,
llámame.

Mientras se terminaba la llamada, ella rezó para que la mujer


tuviera un hueco libre por la mañana, tarde o lo que fuera.

Porque ella no sabía cómo iba a salir de aquí.

Como una patética perdedora, se dejó caer al suelo y


simplemente se sentó allí, rodeada por la evidencia de cómo de
jodida era su vida inmortal. Ella estaba demasiado cansada para
pelear con su ira, su odio y también para planear alguna especie de
venganza. También tenía el corazón roto de solo pensar en Jim.

Devina agachó la cabeza y se preguntó si tal vez esto era el


castigo del Creador. Ella no lo pondría por delante de él para
diseñar ésta tortura.
J.R. WARD INMORTAL

Él le dijo que la había traído a la existencia para ofrecer el


equilibrio a su mundo y sus diversos seres humanos y criaturas. Él
tuvo siempre la certeza de que desempeñaría un importante papel,
pero ella sabía que no debía creer que Él fuera imparcial. La verdad
era... que prefería el bien.

Siempre lo hacía.

Y eso no solía molestarle de hecho, le gustaba ser la mosca en


la sopa la mayor parte del tiempo, no en este momento sin embargo,
no, en este momento ella estaba más sola de lo que había estado
nunca.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 17

Traducción: Mayerin Pineda


Corrección: Rosmery Gutierrez

—Entoncessssss, creo que voy a ir arriba y tomaré una


ducha antes de acostarme.

A medida que Sissy habló casualmente, Jim quedó


impresionado con el subterfugio, como si ella no tuviese ninguna
orden del día y todo el tiempo del mundo, ella arrugó el envoltorio
de la hamburguesa que había comido, lo puso en la bolsa más
cercana y abarrotada junto con una caja de cartón roja de patatas
fritas. Luego estiró sus brazos sobre la cabeza y dio un bostezo.

Pero Jim lo sabía mejor, sobre todo cuando ella le lanzó una
mirada que podría haber derretido la pintura de una puerta de
coche. Afortunadamente, Adrián estaba todo sobre su filete o lo
que sea. ¿O él comenzó con su Big Mac?

Como si a Jim le importara.

—Buenas Noches, Ad— A medida que Sissy se acercó al


hombre, el otro ángel levantó la vista y le ofreció su mejilla
—Duerme bien.

—Tú también, Sis.


J.R. WARD INMORTAL

El beso que plantó en el bastardo, duró alrededor de un nano


segundo y estaba en una parte toda inocente del cuerpo de Adrián
Vogel y Jim todavía tenía que llamar a sus perros internos para que
no rasgaran la garganta de su compañero alado.

¿Un tanto Posesivo? pensó para sí mismo.

Sissy se inclinó y recogió la basura, para mantenerse a sí


mismo lejos de ir a comérsela con los ojos a toda velocidad, hizo el
trabajo de desenvolver su próximo cuarto de libra.

—Espera— le dijo a ella. Luego miró a Ad— ¿Tienes tu


teléfono?

El ángel quitó su peso sobre un lado y tomó la cosa de su


bolsillo —Yeah. ¿Perdiste el tuyo otra vez en la Tierra de las
Cenizas?

—No. Ah... ¿te importaría hacer una foto?

— ¿Quieres una mug shot70? Pensé que ya tenías una licencia


de conducir con una mierda de primer plano en él.

—No, a mí y…— Jim tosió en su puño para detenerse a sí


mismo de seguir.

¿Qué carajo estaba diciendo aquí?

—Del daño a la habitación— finalizó.

— ¿Al igual que si fueras a hacer una demanda de seguro o


algo así?

—Sólo para que no la fastidiemos con el propietario.

70
Una fotografía de la cara de una persona hecha para un propósito oficial, especialmente los
registros de la policía
J.R. WARD INMORTAL

Ad miró la destrucción —No te ofendas, pero creo que eso ya


ha pasado.

Excepto que el ángel comenzó a hacerle el favor, colocando su


iPhone y haciendo clic a distancia mientras seguía comiendo. Y
después de un momento, Sissy flotó como una ola y se fue.

Dios, podría escuchar cada uno de sus pasos mientras ella


subía y eso le dio vueltas alrededor de su cabeza. Se imaginó que
ella iba por el pasillo hacia su habitación, entrando en su cuarto de
baño, cepillándose los dientes, tal vez tomando una ducha. Él la
veía...

Bueno mierda, la veía desnuda. Realmente muy, totalmente


desnuda.

Volviendo a la hamburguesa. Que ahora sabía a cartón y no


porque eran de los arcos dorados71 .

Miró a Ad mientras el ángel terminó con las fotos. E imaginaba


como las cosas podrían ser si el chico no le hubiera ayudado a volver
del Purgatorio.

—Así que... gracias—murmuró Jim.

Ad metió su teléfono lejos, y empujó otra carga de papas


fritas en su boca —Tú no has visto lo horrible que son. Además
estoy pensando que tengo grasa en la cosa de la cámara.

—Tú sabes de qué estoy hablando.

Hubo una larga pausa —No tienes que decir eso.

—Tengo que.

71
Así le di e a M Do alds a ue se lla a Ali e tos A os Dorados
J.R. WARD INMORTAL

—Bueno lo que sea. No tenía ninguna intención de dejar que


Devina tomara a alguno de ustedes. Ya perdimos a Eddie... algo
relacionado con toda la mierda inmortal excepto no realmente
inmortal ─El otro ángel lo miró —Además, tú habrías hecho lo
mismo por mí.

—Me alegro de que lo sepas. Y es la verdad.

—Sí, me imagino que si tú estarías dispuesto a ir al Purgatorio


por ese culo-apretado Nigel, tendrías mi respaldo, también.

Comieron en silencio durante un rato. Entonces Jim tuvo que


preguntar — ¿Cómo vamos a saber si el Creador va a hacer algo?

Ad rió —En mi experiencia… y tengo alguna a la hora de mear


al tipo grande… sucederá rápido.

—Así que estás diciendo que debo ahorrar parte de ésta…


Alzó su hamburguesa —…Para Dog.

—Creo que sería una buena decisión.

Jim asintió a las cortinas que había sacado a través de las


ventanas rotas —Mi hechizo de protección solo, no va a llegar tan
lejos. Todavía tenemos que realizar un mejor trabajo de
mantenimiento de los elementos.

—Se llama Home Depot72, amigo. Iré allí mañana. Conseguiré


un poco de madera, martillo y clavos. Solía estar en la construcción,
recuerdas.

Jim pensó en cuando que había conocido al chico y a Eddie.


Hombre, el par había sido como unido por la cadera, una verdadera

72
Empresa minorista estadounidense de mejoramiento del hogar, bricolaje y materiales de
construcción
J.R. WARD INMORTAL

sal y pimienta, un combo de PB & J73. La muerte fue tan


malditamente cruel, pensó.

— ¿Sabes dónde está Eddie?— Preguntó.

—Sí, en el piso de arriba, en el ático.

—No, quiero decir... donde terminó.

— ¿Estás pensando en ser un héroe de nuevo?— Ad negó con


la cabeza —Estoy bastante seguro de que tratar nuestra suerte con
un portal es más que suficiente.

—Yo podría ir al Creador, ya sabes.

— ¿Crees que yo no lo he hecho?

Pensó en lo difícil que debía ser para el tipo —Lo siento.


Sobre…

—Hey, vamos a cambiar el tema, ¿de acuerdo?

—Sí. Está bien— Jim terminó su cena y dio una larga bebida a
su Coca-Cola —Así que tenemos que encontrar la siguiente alma. Esa
es la misión fundamental. ¿Tienes alguna idea?

—Ellos siempre parecen ser los que vienen a ti— Ad se encogió


de hombros y se quedó centrado en su segunda porción de papas
fritas. ¿O fue su tercera? —Yo casi creo que es mejor así, que
ponernos a través de algún tipo de búsqueda inútil.

Jim pensó en la primera vuelta... a Vin diPietro, y las pistas


sutiles que los había reunido. Esa había sido la única vez que le
habían dado alguna dirección. El resto de las rondas había sido
"suerte": Matthias. DelVecchio. Entonces Matthias de nuevo. Y

73
Peanut Butter and Jelly: Crema de maní y mermelada
J.R. WARD INMORTAL

finalmente los gemelos. Adrián probablemente tenía razón, ahora


que pensaba sobre eso.

Tal vez debería haber confiado más en ese sistema, desde el


principio.

—Así que, ¡ah!, voy a dormir si te parece bien—dijo,


poniéndose de pie — ¿A menos que necesites ayuda para limpiar
esto?

Ad rió —Enfrentare a las bolsas de papel de la cena, no la


habitación. Creo que puedo manejarlo.

—Cool. Buenas noches.

Estaba casi por la puerta cuando Ad hablo arrastrando las


palabras —Mantén a Sissy cálida, amigo.

Jim se quedó inmóvil y miró por encima del hombro. Antes de


que pudiera decir nada, el otro ángel se encogió de hombros.

—Vamos, ella no te dijo buenas noches. ¿Crees que soy


estúpido?

—No es así.

—No te preocupes por eso— Ad negó con la cabeza —Estabas


listo para salir de ella para obtener a Nigel de vuelta. Lo pones todo
en la línea de la guerra. Sé que tu cabeza volvió al juego, y va a
seguir ahí. Y escucha, si yo tuviera un puerto en la tormenta... yo lo
tomaría también. Así que disfruta de ella mientras puedas, pero
mantén el ruido del sexo bajo, ¿vale? Es jodidamente de mal gusto.

Jim frunció el ceño —Siento que tengo que decir esto. Yo no


voy a distraerme con nada ni nadie.
J.R. WARD INMORTAL

Una vez más, ¿si jugaba esto correctamente? Él y Sissy


podrían trabajar su mierda después.

Entre tanto, sin embargo, él no tenía intención de mantener


las manos quietas.

—Entendido— dijo Adrián desde su día de campo para uno, en


el piso de la sala —Pero yo me comeré tu sundae. Es la única especie
de goce que me queda.

Una buena media hora más tarde, y Sissy no era la única


que había tomado una ducha antes de ir a la "cama".

Aunque ella probablemente no había perdido veinte minutos


afeitando su rostro, pensó Jim mientras se apoyaba en el espejo
sobre el lavabo del baño.

Doble comprobación de mandíbula, él iba tan suave como el


culo de un bebe, y es que tuvo que dar cinco pasadas con las
Gillette vete a la mierda hojillas. No había riesgo de necesitarlas, al
menos por un par de horas.

Había tanto vapor en el baño que tenía que limpiar con su


antebrazo a través del cristal de nuevo, mientras inspeccionaba el
otro lado. No podía recordar la última vez que había hecho esto por
una mujer, y entonces se dio cuenta de que, al igual que la cosa
YTA74, era la primera vez.

74
ILY: I Love you. YTA: Yo te amo
J.R. WARD INMORTAL

Dando un paso atrás, decidió que parecía tan bien como él


podría estar. La herida de arma blanca en la carne de su hombro ya
estaba en la vía rápida a la curación, y las bolsas debajo de sus ojos
no se mostraban mucho, siempre y cuando él no estuviera
directamente bajo una luz. ¿A ella le gustaba su colonia?

—No es como si tuviera alguna— murmuró mientras recogía su


ropa y abría la puerta.

El aire más frío, más seco del rellano se apresuró como un


equipo de limpieza después de una fiesta, escapando hacia afuera la
humedad, desempañando todo. Lo cual hizo lo mismo con su cabeza,
y la dosis de la realidad que siguió, el durísimo disparo de cristal
claro en lo que iba a hacer, lo hizo vacilar.

Bien, vale. Estaba nervioso.

Arriba, pasos en el ático hicieron chirriantes sonidos, Adrián


se estaba acomodando junto a Eddie de nuevo, probablemente en
alguna cama improvisada que involucró ropas victorianas antiguas y
una caja de zapatos como almohada. No es que al ángel le iba a
importar. Le hicieron de mierda más dura que esa.

Ese hijo de puta había sacrificado tanto para ganar. ¿Qué


había conseguido a cambio?

La pérdida de un buen amigo. Y la comida rápida ésta noche.

El infierno era una tasa de compensación.

Con una maldición, Jim entró en su propia habitación, tiró la


ropa que había estado usando en la pila sucia, y escogió una versión
lavada de precisamente lo que había tenido antes de limpiarse: Una
remera Hanes que llevaba como si fuera una camisa, pantalones
vaqueros azules. Dejó sus pies descalzos. Con un poco de suerte, iba
J.R. WARD INMORTAL

a estar desnudo en cuestión de momentos así que ¿quién necesitaba


los calcetines y los zapatos?

Él no pudo resistir una última mirada-consulta en el espejo y


en realidad se alisó el cabello hacia atrás. Su corte de pelo crecía, y
el hecho de que el rapado no estuviera igualado hacia que le picara
la cabeza.

Los viejos hábitos de haber sido un militar nunca morían.

Justo cuando estaba a punto de darse la vuelta, él entrecerró


los ojos y pensó en Devina. Durante la cena, Sissy y Ad le habían
rellenado de las particularidades de la forma en que habían creado
el portal para el Purgatorio, y que le hizo pensar en los dos vórtices
que el mismo Creador había hecho.

Uno era el espejo de Devina.

Había visto la cosa fea una vez antes, cuando habían


encontrado su desván en el distrito de la carne. Ad… ¿o había sido
Eddie? Probablemente Eddie… había dicho que la toma de posesión
del mismo era la manera de golpear a Devina en sus tuercas más
difíciles. Robar sus poderes de teletransportación y ella estaría
atrapada ya sea en el infierno o en este lado. Pero había que tener
cuidado de cómo lo hicieran. Si rompías la superficie reflectante de
la manera convencional y en el supuesto que recordaba bien, tú
mismo serias destruido, reventado en mil pedazos como Humpty
Dumpty75.

Sin esperanza de un Super Glue que lo pueda reparar.

La tentación de eliminar a la perra estaba consumiendo casi


todo, pero tenía que preguntarse qué había del otro lado. ¿Algo
75
Personaje de rima infantil de Mamá Ganso, representado como un huevo. Sentado en un
muro, se cae y nadie puede recomponerlo jamás.
J.R. WARD INMORTAL

peor? La apuesta más segura era simplemente ganar la guerra y


dejar que las reglas del Creador se encargaran de ella.

Exceptuando la seguridad de mierda. Para él, había una ley de


equidad que exigía que ella tuviera que perder la cosa más querida
para ella, en vista de su putada con su Sissy y con haber alejado a
Eddie de Ad.

Y PD76, él se disculparía por referirse a Sissy así.

Ella seguro como el infierno se sentía como suya.

En ese sentido, dejó su habitación y cerró la puerta sin hacer


ruido, a pesar de que no había ninguna razón para fingir que dormía
en su propia cama.

Supuso que quería proteger su virtud, aun hipotéticamente.

Incluso cuando estaba a punto de tomarla.

Cuando empezó a andar por el pasillo, detrás de él en la


escalera principal, ese reloj de péndulo de mierda comenzó a dar
campanadas, los ruidos gong sincronizados en tiempo
perfectamente con cada pisada que dio.

Como si la maldita cosa lo estuviera siguiendo.

Parando, se dio la vuelta, puso la palma de la mano hacia fuera,


y antes de que supiera lo que estaba haciendo, creó una pared de
moléculas. Funcionado perfectamente. Sea lo que sea que ese reloj
estaba haciendo, él no lo podía escuchar más.

La puerta del dormitorio de Sissy era la misma que todas los


demás en el segundo piso, siete pies y medio de altura, cuatro pies

76
Posdata
J.R. WARD INMORTAL

de ancho77, con dos conjuntos de paneles en relieve que eran más


grandes en la parte superior, más pequeños en la parte inferior. La
perilla era cristalina y de corte en un patrón de rayos de sol, y
mientras miraba su mano alcanzarla, pensó en esa vieja película
“Sexto sentido”… las perillas que le habían importado habían sido
todas rojas.

Con esa teoría, ésta debería haberse hecho de un grande,


gordo rubí birmano.

No llamó. Apenas abrió hasta el fondo y se deslizó en el


interior, en la oscuridad, lo primero que olía era champú. Era
diferente de las cosas que él y Adrián compartían, y estaba
dispuesto a apostar a que había venido de ese viaje a Trip78.

— ¿Sissy?

Cuando ella no respondió de inmediato, una inyección de puro


pánico fue directo a su corteza cerebral, pero entonces oyó crujir
las sábanas. Yendo hacia donde ella estaba, él extendió su mano por
segunda vez.

Encendiendo un suave brillo sobre su mano, la encontró


acurrucada en su lado frente a él, con el pelo rubio extendido por
toda la almohada, sus párpados hacia abajo, sus labios se abrieron
ligeramente.

Durante mucho tiempo se quedó allí, mirándola dormir.


Divertido, el verla en reposo, estar ahí para protegerla, resultó ser
tan bueno como la perspectiva del sexo. Se Sentía mejor, en
realidad.

77
2.30 x 1.22 mts
78
Supermercado parecido a Wallmark
J.R. WARD INMORTAL

Después de todo, la gente tenía una manera de tomar malas


decisiones después del drama de vida o muerte. No significaba que
eran débiles, sino todo lo contrario. Eso significaba que habían
sobrevivido y estaban alegres de estar vivos.

Había hecho una gran cantidad de ese tipo de pensamiento en


su propio pasado. E infierno, ¿si ella quería usarlo? Él estaba más
que dispuesto a hacer lo que necesitaba, ser el que ella quería que él
fuera.

Excepto a la luz de la mañana, ella bien podría tener una


opinión diferente sobre su mierda. ¿Y quién podría culparla si lo
hacía?

Así que sí, un poco de respiro para recargar y realinear era


probablemente una buena cosa, pero él no volvió a su habitación.
Caminó alrededor de los pies de la cama, levantó las sábanas y las
mantas, y se deslizó a su lado. Tenía la intención de simplemente
estar allí y escuchar su respiración regular, pero casi de inmediato,
ella se volvió hacia él como si supiera que él estaba allí, y se
acurrucó cerca.

Mierda, ella estaba muy desnuda.

Pero eso no cambiaba su plan.

Arreglando sus brazos, él metió su cabeza debajo de la


barbilla recién afeitada y cerró los ojos.

Estaba dormido en el siguiente latido.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 18

Traducción: Mayerin Pineda


Corrección: Rosmery Gutierrez

Sissy se despertó con un infierno de despertador: cálidas,


amplias manos masculinas acariciaban su cadera, su cintura,
moviéndose hacia arriba y alrededor de ella…

Ella gimió cuando fue capturado su seno desnudo, y al


arquearse se puso contra algo duro y caliente.

La erección de Jim.

Abriendo los ojos de golpe, se quedó mirando una mañana


soleada de primavera. Jim estaba detrás de ella, presionando, y sí,
eso fue un gran eclipse79. Ella de repente no vio nada, no oyó nada,
no sintió otra cosa más que él.

Volviendo hacia él, fue a decir algo, pero estaba claramente


dormido. Tenía los ojos cerrados, y empezó a mascullar algo que ella
no podía entender.

—... Sissy...

El sonido de su nombre la hizo sonreír —Aquí estoy…

79
Hace referencia a que quedo muy sorprendida.
J.R. WARD INMORTAL

Hablar sobre estar completamente despierto es una ironía. Al


instante, Jim estaba plenamente consciente, sus ojos azules alerta,
sus músculos tensándose, como si tal vez él hubiera tenido algunos
despertadores en el pasado que no habían sido de la variedad de
pitido benigno.

—Hola— dijo ella.

—Hola— El Movió sus caderas hacia atrás un poco—Ah...


buenos días.

—Deberías haberme despertado ayer por la noche.

—Me gustó verte dormir.

El rubor que golpeó sus mejillas corrió todo el camino por su


cuerpo —Fue el jerez. Yo no soy una gran bebedora.

—No tengo remordimientos— El movió un mechón de su pelo


fuera del camino — ¿Cómo te sientes?

—Caliente.

Cuando Jim tosió como si alguien le hubiese pellizcado en el


culo, ella tuvo que reír —Lo siento. Estoy tratando de ser honesta.

—Es bueno— Sus ojos se fueron a sus labios—Muy bueno.

Su rostro se convirtió en súper claro para ella, todo lo


relacionado con sus ojos y su boca y la manera intensa en que la
miraba quemando en su cerebro. Alcanzándolo, ella acarició su
mandíbula, luego su cabello.

Ese halo suyo, ese círculo casi imperceptible de luz dorada,


brillaba alrededor de su cabeza.

— ¿Estás segura de que quieres esto? — Preguntó con una voz


profunda.
J.R. WARD INMORTAL

Ella tuvo que sonreír —Eres un caballero.

—No. No, en absoluto.

Sissy le echó los brazos al cuello —Bueno, creo que lo eres, y


sí, estoy segura. Todo el mundo debería estar con un ángel en su
primera vez.

—Voy a hacerlo bueno para ti— él murmuró mientras bajaba la


cabeza —Lo prometo.

Su beso fue suave y lento cuando él masajeo su boca y ella


dejó que las sensaciones de calor y embriaguez corrieran por su
cuerpo. Él se tomó su dulce tiempo, su lengua lamiendo sobre el
labio inferior antes de sumergirla en el interior... y entonces él
volvió a besarla solamente.

Por como siempre. Hasta que, por mucho que ella estaba de
acuerdo con él, la frustración comenzó una guerra con el disfrute.

Pero él estaba encima. Justo cuando ella estaba a punto de


decir algo, una de esas manos se deslizaron alrededor y le acarició
la espalda, los hombros... su brazo...

Cuando encontró su pecho, estaba muerta de hambre por el


contacto que le dio y ella se arqueó contra él una vez más, haciendo
crujir las sabanas, y encontrando su erección. Codiciosa a conocerlo,
hizo algo de exploración propia, moviendo su mano hasta sus
caderas.

Él le tomó la mano de su cuerpo, plantando un beso en el


centro de su palma y dándolo por terminado.

—Pero yo…
J.R. WARD INMORTAL

Jim cubrió su boca con la suya y ahuecó su pecho. Luego pasó


la lengua desde su cuello a su clavícula — ¿Se siente bien?

—Dios... Sí...

Él chupó su pezón, y la lujuria que se disparó a través de ella


sacudió su pecho hacia arriba, forzando su pecho aún más en su
boca. Con un erótico cambio, él cabalgó la ola de su cuerpo con sus
grandes manos, encontrando su camino hasta sus muslos.
Extendiendo sus piernas, ella lo quería de vuelta donde había estado
la noche anterior, y él no la defraudó.

Sus dedos barrieron hasta su centro, y en el instante en que la


tocó allí, otra liberación, incluso más grande que el primero que le
había dado, amenazó con llevarla a la locura.

—Por favor— ella respiró —Por favor…

La fricción allí abajo, la succión en sus pechos, el sentido de su


propia necesidad la llevó al borde del abismo. Pero en lugar de
enviarla a volar, él la mantenía en su lugar, retrocediendo cuando
ella se acercaba, avanzando poco a poco hacia adelante para que ella
no perdiera el corte del deseo.

Le clavó las uñas en los hombros fuertes —Jim... no puedo


aguantar...

Su boca cubrió la de ella una vez más y le besó de nuevo, largo


y lento—Shh, bebé, te tengo.

Eso fue cuando por fin se movió sobre ella. Estaba tan
aturdida que no estaba segura de lo que él hacia cuando hubo una
pausa. Pero entonces se dio cuenta de que empujaba sus pantalones
hacia abajo.

— ¿Estás segura de esto?


J.R. WARD INMORTAL

—Dios, sí.

Teniendo en cuenta lo loca que estaba mientras se retorcía


debajo de él, ella no podía creer la forma en la que mantenía el
control, pero venía con un costo. Su mandíbula estaba apretada y su
voz era áspera y temblores finos sacudían su poderoso cuerpo
mientras se acomodaba entre sus piernas.

Ella todavía no lo podía sentir contra su sexo, aunque la


excepción era donde sus muslos presionaban en su centro.

—Me voy a morir si no…

Él la interrumpió con un beso de nuevo, y entonces ella


finalmente consiguió el contacto que quería. Algo contundente y
caliente rozó su núcleo y luego él se movió, su mano pasando entre
ellos. Él sabía exactamente dónde ponerse a sí mismo, y mierda
santa, ella temblaba.

No de miedo.

Su pulgar encontró la parte superior de su sexo y comenzó a


girar en un pequeño círculo apretado. El orgasmo con el que había
estado jugando durante todo el tiempo saltó a la vida con una
venganza, y esta vez él no se detuvo. Siguió su marcha hasta que el
placer rompió libre y se la llevó para un viaje de placer aún mayor y
más brillante que el de abajo en el salón.

Y fue entonces cuando él empujó dentro de ella.

Ella estaba en la agonía de la liberación hasta el punto de que


cuando él golpeó una barrera, no sentía dolor. Ni siquiera mientras
se echó hacia atrás y luego de nuevo paso a través de ella. Y luego
se fue muy adentro… y no se movió en absoluto.
J.R. WARD INMORTAL

A medida que Sissy flotaba de regreso a la realidad, se dio


cuenta de una increíble sensación de plenitud, que era a la vez
extraña y completamente correcta, ella sintió que las lágrimas
pinchaban en las esquinas de sus ojos. Y entonces se dio cuenta...
Jim estaba temblando. De la cabeza a los pies, su enorme cuerpo se
retorcía, los músculos se contraían en tirones y espasmos
aleatorios.

— ¿Jim?

Moviendo su cabeza hacia un lado, ella miró su cara. Él se


centraba en la cabecera de la cama, con los ojos absortos y
vidriosos, al mismo tiempo, con la mandíbula rechinando apretada,
su respiración era áspera y sin coordinación.

—Jim... ¿Qué pasa?

Cuando ella se movió debajo de él, dijo entre dientes —No te


muevas.

—Está bien— ella dijo lentamente.

─Mierda.

—Qué…

Entonces él se retiró de ella, pero no llego muy lejos. Él


aplastó la cabeza de cara contra el colchón al lado de los hombros
de ella e inclinó sus brazos, los grandes músculos de sus bíceps
amontonados bajo su piel. Entonces sus caderas molieron con
fuerza, empujando el estómago contra la pelvis de ella.

Ahora él se contrajo. Todo a la vez. Y fue tan violento, que la


cama se estrelló contra la pared detrás, aplaudiendo con fuerza
una, dos... tres veces.
J.R. WARD INMORTAL

Jim estaba tan laxo como una cuerda, cayendo encima de ella
mientras exhalaba en la almohada.

Sin saber qué hacer, trató de envolver sus brazos alrededor


de él, pero él rodó fuera y se alejó.

Lo único que podía hacer era mirar a ese tatuaje suyo, el de la


Parca que cubría su espalda, el de la gran figura vestida de negro,
con su guadaña y su mano huesuda llegando fuera de su piel.

Era evidente que ella había hecho algo malo.

Abajo, en la cocina Ad se sentó a la mesa y miró el reloj de


nuevo. 10 a.m.

Es hora de ponerse en movimiento, gente, pensó mientras


miraba al techo.

Pero nop, los tortolitos se habían aparentemente cansado a sí


mismos y estaban durmiendo más tiempo. Mientras tanto, él estaba
aquí con dos bolsas de McMuffins endurecidas y un montón de café
enfriándose.

No es que estuviera amargado.

Bueno, estaba amargado.

El sexo era una cosa fácil de abandonar si no estabas


alrededor de él en absoluto y estabas demasiado ocupado tratando
de sobrevivir para pensar en el bump-and-grind80. Pero ese tipo de

80
Chocar y moler: cuando se hace el amor con ropa, frotarse sin quitarse la ropa
J.R. WARD INMORTAL

amnesia era difícil de sostener cuando lo que nunca ibas a tener de


nuevo estaba sucediendo bajo el mismo techo que tú.

E infierno, tal vez todo hacía que perdieran a Eddie aún más.

Él había tenido el mejor maldito momento al traer mujeres a


casa para colocar al desaliñado fuera de juego. Eddie siempre había
sido bueno en todo, el encargado de todo el conocimiento, el
luchador perfecto, la voz ecuánime de la razón en un mar de caos.
Las muchachas, por el contrario, habían sido su perdición. Una
mirada de alguna pieza caliente y él siempre se había encerrado en
sí como un astrofísico en una convención de AVN 81. Sin embargo, él
había tenido el deseo sexual de un león… Y allí era donde Ad había
entrado.

Gran parte del tiempo, se había sentido como una carga para
el hombre, pero ¿cuándo había hecho roping82 en una o dos
voluntarias? Él había estado en misión crítica y había apreciado el
cambio de roles.

Un comportamiento patético era todo lo que había aportado a


la relación. Teniendo en cuenta de todo lo que Eddie era capaz.

Lo que Había sido capaz de hacer.

—Buenos días.

Ad sacudió su tensión. Bueno, uno abajo, uno en camino, pensó


mientras Sissy entró en la cocina. Su cabello estaba húmedo, pero
cepillado, y ella olía a ese conjunto de champú y acondicionador que

81
Convención anual de la Revista Adult Video News (AVN) es la mayor feria de la industria de
la pornografía en los Estados Unidos
82
Cua do u a hi a está e uat o ha u hi o e ada e t e o el o i ie to ue
hacen es como si halaran una cuerda a ambos lados de la chica, cundo uno entra el otro sale realizando
movimiento de vaivén.
J.R. WARD INMORTAL

él había conseguido durante el viaje infame a Target con Devina.


Pantene algo.

—Hey—dijo —Tomé el desayuno alrededor de una hora. Creo


que ha visto mejores días, lo cual era probablemente cierto al
segundo que lo compre.

—Gracias, pero no estoy tan hambrienta— Sacó una silla y se


sentó —El café dio en el clavo.

A juzgar por la forma en que ella agachó los ojos y mantuvo el


control de la puerta para ver si su hombre estaba bajando, Ad
decidió que la cosa virginidad definitivamente había sido
despachada.

Hombre, Jim tenia suerte, hijo de puta con suerte. No es que


Ad quisiera a la chica también. Era solo... Wow. Estar con una mujer
por su primera vez...Tratándola bien y haciendo todo bueno para
ella. Qué honor.

Tomó un sorbo de su propio java83. Comprobando ahora, era


todo un cursi.

— ¿Dónde está Jim?— Preguntó él.

—Arriba, tal vez en la ducha. Quién sabe.

—Oh— Eh. ¿Problemas en el paraíso? —Escucha, voy a ir a


Home Depot a conseguir un poco de tablas de madera…

—Genial— Ella irrumpió con su café —Vámonos.

Okaaaay, tal vez se había equivocado acerca de lo que los


había mantenido ocupados —Muy bien, déjame ir a decirle a Jim. A
menos que quieras…

83
Otra forma de llamar al café
J.R. WARD INMORTAL

—No, sigue adelante. ¿Tienes las llaves? Encenderé el coche.

—Sí. Claro— Se inclinó hacia un lado y sacó la mercancía.


Arrojando la cosa tintineante, estaba sorprendido por lo mucho que
quería jugar al consejero de parejas para ellos. El Buen Tío viejo
Adrián. Pero ¿cómo? no tenía ni puta idea —Voy a encontrar a Jim.

─Buen trato.

A medida que Sissy salió de la cocina con su cabeza arriba y


hombros hacia atrás, se preguntó qué fue exactamente lo que había
salido mal. Y entonces Jim llegó, mirando como si alguien hubiese
dejado a un perro defecar en sus botas: ojos sombríos, cejas
dibujadas, porción entera de soy-una-serpiente.

— ¿Desayuno?— Ad preguntó secamente.

—No, gracias, no tengo hambre. Pero el café sería genial.

—Hay una epidemia de eso yendo alrededor.

Jim ni siquiera miró en su dirección. Probablemente lo mejor.


La mirada del hijo de puta parecía haberse convertido en arma.

—Así que Sissy y yo vamos a Home Depot.

— ¿Ahora?

—No. El mes que viene— Ad se puso de pie —Por supuesto,


ahora ¿Quieres quedarte aquí y ver el traps…?

—Yo también voy.

Jim se dirigió a la puerta en un salto y dejó que la cosa


golpeara detrás de él. Incluso dejó su café detrás, lo cual iba a
mejorar su estado de ánimo aún más, sin duda.
J.R. WARD INMORTAL

—Fantástico—Ad murmuró —Taaaaaaan genial tenía ganas de


estar en un espacio cerrado con ustedes dos. Hashtag “increíble”.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 19

Traducción: Sandra Dee


Corrección: Rosmery Gutierrez

—Devina, quiero apoyarte en todo lo que pueda. Pero eso es


un reto cuando no quieres hablar.

Mientras Devina estaba sentada en el sofá de color avena de


su terapeuta, pensó que la mujer tenía razón. Los seres humanos no
podían leer la mente después de todo. Pero mierda, por dónde
empezar.

— ¿Es un contratiempo en tu trabajo?— Murmuró la


terapeuta —Sé que dijiste que ese colega tuyo estaba tratando de
menospreciarte cuando llegó a la Vicepresidencia. ¿O es un
problema con el hombre que has mencionado?— Ah, sí, un recuerdo
feliz de lo mucho que había tenido que controlarse a sí misma para
evitar fundir el pequeño cerebro de la maestra de la asistencia
social en pedazos: Devina había convertido la guerra en una
promoción en una empresa, y a Jim en un Vice Presidente
competitivo. Luego, cuando las cosas entre ella y el salvador se
habían puesto calientes y pesadas, había cambiado a algo más
cercano a la verdad.

Que Jim era una historia de amor que no iba como ella
había esperado.
J.R. WARD INMORTAL

—Sabes, ésta es la primera vez que te he visto así.

Devina se aclaró la garganta —Silenciosa, eh.

—No, sin maquillaje. Eres muy hermosa sin todas esas…


mejoras. ¿Alguna vez has contemplado ir sin ellas de forma regular?

Devina se tocó la cara —Supongo que me olvidé de ponerme


algo.

—Tus manos están vendadas. ¿Te has hecho daño a ti misma?

—Sí.

—Me gustaría saber cómo Devina. Quiero ayudarte— Dios, la


voz de la mujer era tan relajante como un abrazo amable, el tipo de
cosas que te hacía querer exponer tu corazón, aunque no estuviera
en su naturaleza.

—Tuve un accidente. Con todas mis posesiones.

Las cejas de la mujer se levantaron en su cara bien rellenita.


Hoy llevaba otro atuendo suelto, con una falda que caía hasta el
suelo y una blusa que probablemente había sido parte de una tienda
de campaña en una vida anterior. Todo estaba en tonos apagados de
color marrón, al igual que las paredes de la oficina, la alfombra, el
sofá, el par de gafas de lectura alrededor de su cuello. Incluso la
caja de Kleenex era del color de un macarrón.

Era como una fotografía en sepia.

Aunque las piezas de madera de playa eran más de la década


de los setenta que el voto cuando llegó a ésta época.

— ¿... Qué pasó Devina?

Devina se centró en la mujer —Tú realmente no sabes quién


soy.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿No lo sé?— La terapeuta sonrió un poco—Te sorprenderías


de lo mucho que sé de ti.

Ajá. De acuerdo—Yo no... Quiero a la gente. No estoy hecha


de esa manera.

—Pero tienes amor dentro de ti— Cuando Devina iba a


discutir, la terapeuta negó con la cabeza —No, tú amas tus cosas,
las cuidas, las mantienes a salvo, te preocupas por ellas. Eso no es
saludable, y hay un componente adictivo en todo eso, pero tienes la
capacidad de conectar. Desafortunadamente, eliges cosas porque
son más seguras, lo que es comprensible, a pesar de todo. Los
objetos inanimados no hacen cosas inesperadas o te rompen el
corazón ni te traicionan. Los objetos son seguros. La gente es
complicada.

Bueno, sí, pensó Devina. Pero ella tampoco estaba en la mierda


de los corazones y las flores porque ella era un demonio, hola.

—Él ama a alguien más—espetó.

— ¿Ese hombre tuyo?

—Del que yo estoy enamorada... sí, él ama a alguien más. Pero


él es mío. Se supone que es mío, no de ella.

— ¿Vosotros dos tenéis una relación?

—Por supuesto que sí.

La terapeuta asintió — ¿Y tú sientes que ha sido infiel?

—Él ahora vive con otra persona. Quiero decir, yo estaba con
él cuando la conoció. Yo nunca me imaginé que...— Se echó el cabello
hacia atrás —La cosa es así, es como que él y yo hemos tenido ésta
noche romántica abajo en el Freidmont, ¿verdad? Y es todo
J.R. WARD INMORTAL

increíble. El mejor sexo que nunca hemos tenido— Jim la había


follado tan duro por detrás que su frente había dejado una marca
sobre la alfombra a los pies de la cama — ¿Pero a la mañana
siguiente? Él se va a casa con ella. Me deja, y se va a casa... con ella.
Y te lo estoy diciendo, no es como si fuera atractiva. Dios mío, está
hecha como un lápiz Ticonderoga84. Flaca. Tan flaca y ¿ese pelo? Por
Favor. He visto pieles de rata con mejor cuerpo. Es francamente
vergonzoso que en realidad se pueda sentir atraído por ella.

— ¿Llegasteis a tener un acuerdo sobre si teníais una relación


monógama el uno con el otro?

—Por supuesto— ¿Cómo iba a querer él a nadie más que a ella?


—Estamos enamorados.

—Pero él está viendo a esa otra mujer.

—Sí.

— ¿Y qué ha pasado para que solicites una cita? Solo dijiste


que habías tenido un "accidente" con todas tus cosas.

Devina luchó contra el impulso de perder el control al


imaginarse el desorden de su sótano—Ya era bastante malo que
estuviera con ella después de tener nuestra noche especial. Pero
luego crucé la línea por él. Rompí algunas reglas importantes para
salvar su…trabajo.

— ¿Estamos hablando de mandatos corporativos, o de leyes


estatales y locales?— Supuso que las reglas del Creador y sus
reglamentos eran más como los federales —Leyes de bastante alto
nivel. Salvé su trabajo por él… y entonces tuve que ver como se
acercaba a ella justo en frente de mí y...

84
marca del típico lápiz amarillo con goma en la parte superior
J.R. WARD INMORTAL

Bueno, ella realmente no quería pensar en Sissy y Jim estando


los dos reunidoooos y sintiéeeeendose tan bieeeen después de que
él hubiera regresado del Purgatorio.

Joder, iba a vomitar.

— ¿Ella trabaja en esa empresa también?

— ¿Cómo puede hacerme esto a mí?— murmuró Devina.

—Sabes, creo que podría ser más productivo centrarse en ti y


hacia dónde quieres ir a partir de aquí. No puedes controlarlo a él o
sus elecciones. Todo lo que puedes hacer es cuidar de ti misma y
poner primero tus necesidades. Al final del día, la gente tiene que
ganarse el derecho a estar en tu vida, y suena como si él no
estuviera haciendo eso. Puede ser una opción más saludable evitar
el contacto con él y reevaluar la relación. Con la distancia viene la
perspectiva.

—Va a ser imposible no verlo. Al menos durante la siguiente


ronda.

— ¿Ronda?

—Semana— Dependiendo de cuánto tiempo tardara en ganarla


—Más o menos.

La terapeuta se inclinó hacia delante, sus dedos regordetes


apretando el agarre sobre sus gafas de lectura marrón y oro.

—Devina, es importante que te des cuenta de que no hay una


persona para ninguno de nosotros. Las relaciones van y vienen fuera
de nuestras vidas todo el tiempo. Algunas separaciones son más
dolorosas que otras, pero ahí es donde viene el conocimiento… el
aprendizaje acerca de nosotros mismos, del mundo que nos rodea,
de otras personas.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Por qué tiene que doler tanto?— dijo ella, dejando caer la
cabeza hacia un lado — ¿Por qué?

El rostro de la terapeuta cambió sutilmente, una luz extraña


llegó a los ojos de la mujer —Yo siento mucho que tengas que pasar
por esto, sinceramente lo siento. Es sólo que no creo que haya
ninguna otra manera de que aprendamos las lecciones que tenemos
que aprender aquí—La terapeuta plegó y desplegó esas gafas
—Sabes, la gente realmente me pregunta eso todo el tiempo, y esa
es la única respuesta que tengo. Ojalá pudiera ser diferente, pero
cuanto más veo, más estoy convencida de que al igual que los niños
tienen dolores de crecimiento mientras sus cuerpos trabajan para
alcanzar la madurez, de la misma manera, las almas de las personas
profundizan y ganan en resonancia. El ser desafiada, exigirse el
máximo, el hacerse más fuerte, viene sólo con la pérdida material
de la fuerza, del dolor, de la decepción. Estás haciendo el trabajo
que tienes que hacer Devina. Y estoy muy orgullosa de ti.

Devina miró a la mujer durante un largo tiempo. Qué curioso,


por un momento, la terapeuta no parecía tan pegajosa mientras se
sentaba en ese sofá hinchado. Ella parecía majestuosa en su
sabiduría.

Y ella estaba empatizando honestamente. A pesar de que


Devina era sólo una de las ocho sesiones del día, a ciento setenta y
cinco la hora, a la terapeuta parecía importarle de verdad.

— ¿Cómo lo haces?— preguntó Devina.

— ¿Hacer qué?

—Preocuparse tanto. ¿No te come viva?


J.R. WARD INMORTAL

La tristeza apenas inundó los contornos de su cara —Es una


carga que tengo que llevar. Es mi crecimiento y mi madurez… mi
trabajo.

—Me alegro de no tener tu trabajo.

La terapeuta sonrió —No, Devina, esto no es para ti.

Devina miró su reloj y palmeó alrededor buscando su bolso.

—Se acabó el tiempo. Voy a extenderte un… maldita sea.


¿Dónde está mi bolso?

—No recuerdo haberte visto con uno cuando llegaste.

—Oh. ¿Puedo darte dos cheques en la próxima sesión? ¿O


quieres una factura?

—En realidad, lo estoy poniendo todo a través de la compañía


del seguro. Ellos se ocuparán de todo.

—Oh, genial— Devina se puso de pie. Vaciló. —Yo no estoy


segura hacia dónde ir con todo esto.

—Lo creas o no, eso es parte de la búsqueda de tu camino.


Confía en mí. Y tal vez deberíamos programar una cita en horario
normal para finales de ésta semana. ¿Qué piensas?

—Sí, buena idea— Ella se aseguraría de verse las caras en ese


pequeño tête à tête85 —Nos vemos entonces.

—Sé buena contigo misma Devina.

Sí. Claro.

En la puerta se detuvo y miró por encima del hombro. La


terapeuta no se había movido, no se movió de su posición en el sofá.

85
Del francés que significa frente a frente
J.R. WARD INMORTAL

Y sin embargo, entre un parpadeo y el siguiente algo había


cambiado. Algo...

Bueno, ella estaba perdiendo la cabeza.

No era de extrañar que tuviera que venir aquí tres o cuatro


veces por semana.

—Gracias— murmuró Devina —Ya sabes, por...

—Lo sé— La terapeuta le sonrió de nuevo —Y yo quiero que


tengas algo en mente. No parece como si ese hombre
verdaderamente te amara y te respetara. Reconozco que crees
amarlo, pero me cuestiono si tienes o no una buena brújula de lo que
es correcto para ti en una relación. Lo sé, es difícil seguir adelante
cuando los sentimientos son fuertes, pero a veces, es la única
manera en que podemos nutrirnos. También estoy dispuesta a
apostar, si tú haces el trabajo que se supone que tienes que hacer,
que cuando el hombre adecuado llegue, no sólo lo sabrás, sino que
también serás capaz de tener una relación productiva y sana con él.

Devina rió bruscamente—No puedo imaginarme eso, pero


gracias por el voto de confianza.

—Te veré pasado mañana.

—Es una cita.

Devina salió y dejó la puerta del despacho interior cerrarse.


Mientras caminaba por la sala de espera, el siguiente cliente
mantenía su cabeza dentro de una de las revistas manoseadas, como
si no quisiera que nadie supiera que necesitaba un psiquiatra.

Menos mal que no miró hacia ella. No estaba en su mejor


momento.
J.R. WARD INMORTAL

Aunque al menos tenía alguna dirección. La terapeuta tenía


razón. Ella podía lloriquear y quejarse de todas las cosas que habían
sucedido con Jim, y las veces que él la había decepcionado, pero eso
era perder tiempo con mierda que no podía cambiar. Tenía que
concentrarse en qué hacer ahora con respecto a la guerra, y eso
era, comparado con tratar de ganar a ese hijo de puta, muy sencillo.

Además, teniendo en cuenta ¿cómo los tortolitos inseparables


de Sissy y Jim estaban? Ella sabía cómo iba a ganar ésta.

Un pequeño “jódete” para los dos.

Sólo había una cosa que tenía que hacer primero: Tenía que
lidiar con lo que había hecho, con sus colecciones. Tenía que limpiar
ese estropicio… casa dispersa, mente dispersa, esa porquería era
definitivamente cierta. ¿Una vez que todo estuviera en orden? Ella
estaría bien para irse.

Jódete mucho, Jim Heron.

Cuando salió al vestíbulo del edificio de servicios


profesionales, todavía se sentía como muerta, pero al menos se
movía.

Fue con el sol primaveral que se detuvo un momento y dirigió


la mirada hacia la fachada de cinco pisos de cristal y acero con el
ceño fruncido.

Qué curioso, ella no tenía compañía de seguros.


J.R. WARD INMORTAL

Arriba, en el cielo, Nigel se sentó en una mesa para cuatro


personas con sólo dos de sus compañeros arcángeles. Aun así,
Bertie y Byron estaban encantados a pesar de la ausencia crítica.
Por otra parte para ellos al menos, una especie de normalidad había
vuelto, y esto era una buena noticia, incluso en medio de la guerra.

Cuando Nigel sirvió un poco de Earl Grey en su taza de


porcelana y tomó un sorbo, no sabía de la misma manera, a pesar de
que esta comida era una gran mejora sobre el polvo implacable del
Purgatorio.

¿Era esto lo que los humanos sentían cuando sobrevivían a una


enfermedad o accidente? Era consciente al mismo tiempo de la
presencia de su colegas, sintiendo la silla debajo de él, del peso de
su ropa sobre su espalda, del mango curvo de la taza en su mano, y
sin embargo estaba completamente ausente, su mente tratando de
fijar algún tipo de vínculo entre el lugar donde había estado y
donde estaba sentado ahora. Hasta el momento, no había tenido
éxito.

En realidad, aunque el cuerpo se había movido, la conciencia


todavía estaba en el otro extremo de los Cielos, y sentía un vértigo
torpe asociado a la ruptura.

Tenía la sensación de que si fuera capaz de conectar con algo


vivo aquí, eso le ayudaría al proceso de reinserción.

Pero Colin había dado a conocer su posición con una sacudida


de cabeza en ese salón…

A lo lejos, al otro lado de las onduladas zonas verdes, una


figura de blanco apareció y se fue acercando... y el aliento de Nigel
se detuvo en su garganta. Alto y fuerte, con el paso del luchador
J.R. WARD INMORTAL

que era, Colin se acercó con eficacia... y trajo con su presencia una
devastación que dejó a Nigel tambaleándose.

Cuando el hombre se sentó, saludó solo a Tarquin, el perro


lobo irlandés, ya que los otros se quedaron quietos y en silencio.

En el silencio tenso que siguió, Nigel se dio cuenta que su


cabello oscuro estaba mojado por un lavado reciente y de que Colin
olía a sándalo y especias.

—Ahora que estamos todos presentes—dijo Nigel con voz


ronca —quiero pedir disculpas formalmente por mis acciones.

O más exactamente: lo siento mucho, Colin. Y hubiera


preferido hacer esto en privado.
—En un esfuerzo por comprometerme plenamente con el
salvador, yo…

Colin interrumpió: —Creo que todos estamos de acuerdo en


que, dada la calamitosa situación de la guerra, la única cosa que
importa es como seguimos a partir de aquí.

Léase: No estoy interesado en ningún tipo de explicación o


disculpa, pública o privada.
Nigel se tomó un momento para recuperarse del golpe en el
estómago.

—Sí. Por supuesto— Se aclaró la garganta mientras Byron y


Bertie estaban bastante ocupados contando las grosellas de sus
bollos—Creo que la pregunta es si debemos o no decirle al salvador
cuál va a ser su próximo papel en la guerra.

—Estás asumiendo que va a ganar esta ronda— murmuró Colin.

—Él no se prestará a perder.


J.R. WARD INMORTAL

—Ese es el ángel que regaló una bandera, te lo recuerdo.

—Ha cambiado.

— ¿Porque fue al Purgatorio y volvió?— Los ojos de Colin se


nivelaron cuando finalmente miró al otro lado del stand de los
bocaditos de té —Debe ser un lugar de transformación, entonces.
Por desgracia, demasiado poco, demasiado tarde y todo eso.

—No es tanto el lugar sino la naturaleza de los errores los que


cambian el rumbo de una persona. El duelo por acciones necias
puede ser un catalizador poderoso.

—Hay muchas cosas que pueden ser catalizadores.

Léase de nuevo: Como ser abandonado y traicionado por quien


amas.
— ¿Té?— preguntó Bertie, como si quisiera romper la disputa
entre líneas.

—No, gracias— Colin se sentó y se quedó mirando la Mansión


de las Almas —El sustento es la última cosa que me interesa ahora.

Byron puso su taza en el plato como si él también hubiera


perdido el apetito, pero sus ojos brillaban detrás de sus gafas de
color rosa —Me siento alentado por tu optimismo, Nigel. Tengo la
esperanza de que vamos a prevalecer, y aunque yo siempre he
respetado vuestro compromiso con las reglas de ésta guerra, puedo
ver por qué el hacer conocedor a Jim de que él va a ser la última
alma que está en juego podría ser beneficioso.

—Suponiendo que no perdamos ésta ronda— Intervino Colin


—Como hemos perdido las otras tres.
J.R. WARD INMORTAL

—Jim no va a ser vencido— Nigel tomó un sorbo del borde de


su taza de porcelana. El té sabía a agua sucia, incluso aunque había
sido evocado de la misma manera que lo había sido siempre —No con
quien está en juego.

— ¿Crees que va a marcar la diferencia?— Colin sonrió con


frialdad—El amor no es tan rentable. Al menos en mi experiencia.

Con eso, el arcángel se puso de pie —Si me disculpáis, voy a


hacer una revisión por la periferia del castillo.

— ¿Te apetece compañía? —preguntó Bertie.

—No. Gracias.

Cuando Colin se marchó, Bertie y Byron se entretuvieron a sí


mismos de nuevo con esfuerzos oculares que no incluían a Nigel.

—Tarquin— murmuró Nigel — ¿Querrías ir tras él?

El perro lobo irlandés dejó escapar un buff y luego siguió


la estela de Colin, manteniendo la distancia y siendo tan sutil como
un animal que pesaba como diez piedras y que parecía una mopa para
suelo o podría serlo.

—Creo que me retiraré a descansar un poco— dijo Nigel


mientras ponía la servilleta sobre su plato vacío —Disculpadme.

Odiaba ponerse sentimental bajo ninguna circunstancia.

¿Mostar tristeza o dolor delante de los demás?

En palabras del salvador, de ninguna jodida manera.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 20

Traducción: Sora Rlhdn


Corrección: Rosmery Gutierrez

—Bienvenidos a Home Depot! ¿Qué estamos buscando


hoy?

Mientras Jim miraba la fuente del ruido, estaba pensando con


cariño en cuchillos. Nudillos de latón. Una barra de hierro. Pero
vamos, el recepcionista era un hombre de 70 años de edad con más
pelo en su barba blanca que sobre su cabeza, ¿cómo si la pobre alma
mereciera ese tipo de trato sin ninguna razón en absoluto? Diablos,
era como un casi Santa Claus que sólo necesitaba un curso de
Rogaine86 para conseguirlo. Y un traje de terciopelo rojo en vez de
ese delantal naranja, peto, o lo que fuera.

—Madera— dijo Ad.

— ¡Oh, eso es genial! — Sí, el diría eso en respuesta a cada


pregunta imaginable: mangueras, parrillas, focos, suelo del jardín
—Tiene que ir toooooooooooooooo…

Salió del mostrador girando y apuntando más allá del andamio


con pantallas de veinte metros de altura con su repertorio de
mercancía disponible.

86
Producto para la caída del cabello
J.R. WARD INMORTAL

—…oooooooooooodo el pasillo hacia la parte posterior.


Pregunte por Billy. ¿Usted ha estado aquí antes? Porque ofrecemos
una oferta especial para pedidos grandes.

—Gracias— dijo Ad mientras empezó a caminar.

—Y gracias por su servicio, jovencito.

El ángel hizo una pausa — ¿Perdón?

— ¿No le hirieron en la guerra?

—Ah, sí. Supongo que se podría decir eso.

Mientras Ad dio a Casi Santa un guiño y salía cojeando, Sissy


siguió firmemente sobre los talones del ángel, y Jim a la zaga.

Maldita sea, había pasado mucho tiempo desde que él había


caminado a través de una tienda como ésta. O más exactamente,
parecía que había sido por siempre.

La mierda le hizo recordar en un momento lo que había sido


cuando finalmente estuvo fuera de XOps: sólo había conocido lo que
se hacía con el asunto de “matar para el gobierno”; él no había
pensado mucho en ser un civil, o que sencilla alegría era montarse en
su coche de cuatro años y abandonar su rancho de 2 mil metros
cuadrados y conducir tres punto tres millas87 a su Home Depot más
cercano o de Lowe’s88y comprar una mezcla de fertilizante del
césped, un martillo nuevo y burletes para su puerta trasera.

Desafortunadamente, él no había tenido la oportunidad de


disfrutar mucho de eso.

No con todo el tema de ser todo un salvador presentándose y


golpeándole en el culo.
87
5.31 kilomentros
88
Cadena de tiendas de materiales y construcción y bricolage
J.R. WARD INMORTAL

Mientras sus ojos giraban en el interior cavernoso de la


tienda, quiso comprobar el quiosco de iluminación en mitad de la
tienda, con sus lámparas colgantes, lámparas de pie y falsa-luz solar
brillando.

En cambio, sus ojos se clavaron en Sissy sufriendo de un caso


grave de no dejar de mirar.

En palabras del tipo que les había recibido,


vaaaaaaaaaaaaaaaaaamos estatua.

Jesucristo, qué desastre. Lo único que había hecho bien era


ayudarla con su primera vez. Todo lo demás había sido un puto
desastre especialmente la forma como había terminado entre ellos
con él saliendo con alguna estúpida disculpa sobre tener que tomar
una ducha. O algo así. Joder, él incluso no podía recordar lo que le
había dicho.

El problema era que cuando habían tenido sexo, había estado


tan jodidamente excitado que todo lo que él había querido hacer
era golpear duro dentro de ella, su cuerpo estando a una pulgada de
la total pérdida de control. Con miedo de lastimarla, se había
retirado y corrido sobre las sabanas, sus caderas bombeando
contra el colchón, lo que había sido lo mejor para ella. O al menos
eso pensaba.

Después de eso, había sido un caso de incómodo silencio, que


sólo había empeorado cuando él se había apartado de ella y trató de
organizar su mente: en lugar de calmar las cosas, el orgasmo sólo lo
puso más hambriento. Tanto era así, que había estado preocupado
por intentar actuar en consecuencia. Lo cual no era lo que haces
cuando acabas de tomar a alguien…

— ¿Tenemos clavos y un martillo?— preguntó Sissy.


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Ad meneó la cabeza— ¿Quieres recogerlos mientras


conseguimos la madera?

—Sí. Perfecto— Como si ella hubiera estado buscando una


excusa para irse.

Y a su manera lo hizo, separándose y desmaterializándose


entre las estanterías. Naturalmente, él no podía dejarla irse sola…

Ad sujetó su brazo —Dejarla ir. Todos estamos bajo el mismo


techo y tal vez el viaje a casa será menor que una pesadilla si le das
un poco de espacio.

—El viaje aquí no fue tan malo.

—En comparación con la cirugía a corazón abierto, seguro.

Mientras Ad lo arrastraba, pasaron por más tipos que


ayudaban con los delantales naranjas, y se preguntó si uno de ellos
podría decirle qué hacer. Hombre, si tan solo las mujeres fueran
como casas, algo que pudieras arreglar con un buen trabajo manual y
una caja de herramientas.

— ¿Qué pasó entre vosotros dos?— Ad hizo una pausa y


comprobó un tapón de extremo de Levolor89 —Y hazme un favor y
no digas “nada”. Todos podríamos ser borrados de la faz del planeta
en un día y medio. No tenemos mucho tiempo, pero más al punto,
todo esto podría ser nada sino sandeces muy, muy pronto, así que
¿qué tienes que perder?

—No te ofendas, ¿pero qué te hace pensar que tienes algo que
añadir en una discusión acerca de las mujeres?

Ad frunció el ceño y empecé a caminar otra vez —Buen punto.

89
Marca de cortinas y accesorios
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Estaban dando la vuelta a la esquina hacia la tierra de la


madera cuando Jim dijo de manera abrupta —Ella ya no es virgen.

Ad escupió en su mano —Oh. Sí. Ah, ¿se supone que debo decir
felicidades?

—Obviamente no. No sabía qué decir después. Yo solo... arriba


y a la izquierda. Bueno, no exactamente— Una vez más, él había
logrado atragantarse con algo sobre la necesidad de una ducha. Que
en retrospectiva había sugerido que no podía esperar a limpiarse o
algo así —No sé, me estaba volviendo loco.

— ¿Por qué fue una decepción?

—No… porque fue muy buena. Y mi cerebro no funcionaba bien,


así que metí la pata. Pero al momento en que conseguí centrarme,
ella se fue escaleras abajo y todo se había ido al retrete.

Y había otra verdad en todo esto: había estado preocupado


por volver al territorio de la distracción… y todos sabían lo bien que
funcionaba eso para ellos. Nigel. Purgatorio. Salón destruido.

Perdiendo.

Suponía que habría necesitado un segundo para averiguar si se


mentía o no a sí mismo cuando pensó que podía hacer ambas cosas:
luchar y estar con ella. No es que él hubiera hecho una elección
consciente cuando él había ido a su habitación. Ese pequeño paseo
fue más bien una acción de rebote, su rebote fuera de los graves
aprietos del Purgatorio hacia la única cosa que él sabía que lo
conectaría con la libertad.

Además, él sólo lisa y llanamente la había deseado.

Y ahora las cosas se habían jodido.


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¿Lo triste? Ponle en el desierto y podría sobrevivir durante


semanas por su cuenta. Podía construir bombas y desmantelarlas.
Era capaz de meter un balazo en un dedal a trescientas yardas 90… o
en una cabeza humana.

Pero él nunca había sufrido de un caso de atasco de cerebro


como tuvo justo después de esa sesión con Sissy. Y mientras tanto
ella estaba molesta y herida, y no estaba seguro de qué hacer para
mejorar las cosas.

Tal vez un pequeño respiro era bueno.

Como se había dicho a si mismo antes, él debía centrarse en la


guerra, y preocuparse de tener una vida amorosa de algún tipo
después de que hubieran cruzado la línea de meta.

Mierda.

Sissy encontró la sección de martillos y estaba estupefacta.


Para ella, un martillo era lo que su padre había tenido en su vieja
caja de herramientas de Sears… algo con un mango de madera
desgastado y una cabeza que estaba corroída. Los martillos a la
venta aquí eran una especie de primo glamuroso, todo sobre el ultra
deluxe, el de titanio, el de agarre seguro y el resplandeciente.

Era como una tienda de joyas para hombres.

Estaba a punto de agarrar uno cuando se dio cuenta que había


olvidado que ella era invisible… un hecho que se hizo evidente
cuando una mujer que parecía tan perdida como ella se sentía se

90
274.32 metros
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abrió paso a través de ella con un carro de compras de plástico


naranja lleno de persianas venecianas.

La sensación que le causó fue algo como una fiebre rompiendo


a través de su cuerpo, vibraciones calientes y frías recorriéndola. Y
la mujer parecía percibir algo también, ella sacó su carro se detuvo
y miró a su alrededor.

Claramente, Ad y Jim habían pensado hacerse evidentes o el


recepcionista no habría hablado con ellos.

—Maldita sea— susurró Sissy.

Por otra parte, ¿quería realmente correr el riesgo de


encontrarse con alguien que conocía? No es que alguno de sus
amigos de Universidad o escuela secundaria fueran a estar en un
lugar así a las once de la mañana en un día laborable, pero nunca se
sabe sobre los amigos de sus padres.

Y Dios sabía que ella ya tenía suficiente por lo que


preocuparse.

No tenía ninguna maldita idea de qué diablos había salido mal


con Jim. Y mientras que ella había comenzado herida y confusa,
ahora había evolucionado a una fase de que te jodan.

Era su ira al rescate, supuso.

La única cosa que le impedía tirársele al cuello era la realidad


de que no estaban en una relación. Él no le debía nada más que lo
que ellos habían intercambiado en su cama. Y por lo menos esa parte
había ido bien. No podía imaginar a nadie tratarla mejor de lo que él
lo había hecho. Pero entonces las cosas se habían torcido, y
permanecían de ese modo.
J.R. WARD INMORTAL

La situación le hizo recordar en todas las llamadas telefónicas


y conversaciones en la cumbre que ella y sus amigos habían tenido
cuando la gente en la escuela había empezado a salir, tenido una
cita y luego roto. Siempre había estado en la periferia del drama,
manteniéndose apartada preguntándose cuál era el problema con
todos estos tipos tradicionales.

Y entonces esta mañana había ocurrido.

Sin embargo, ahh! justo en el momento que ella preferiría no


haberlo añadido a su repertorio. Y, chico, era difícil no pensar en lo
que ese demonio y Jim habían conseguido durante su noche de
diversión y juegos.

Lo que sólo la ponía aún más cabreada…

Por el rabillo del ojo, capto un vistazo de un hombre parado al


lado de una exposición de destornilladores. Era alto, cabello oscuro,
mirada intensa y tenía un halo. Igual que ella y Jim.

— ¿Sissy?

Al sonido de la voz de Ad, ella miró sobre su hombro, entonces


señaló al tipo —Hey, es uno de nosotros.

Ad frunció el ceño juntando sus cejas —Sí. Yo lo conozco.


Um... ¿tienes lo que necesitamos?

— ¿No vas a ir a hablar con él?

—No— Él se inclinó y tomó al azar dos martillos —Jim está


consiguiendo la madera contrachapada. Vamos, necesitamos unos
clavos y una sierra.

Sissy miró hacia atrás al tipo, que no parecía darse cuenta de


ella o Adrián — ¿De qué le conoces?
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—No es importante. Vamos.

— ¿Quién es?

—Simplemente un chico.

Rindiéndose, siguió a Adrián por un pasillo y esperó mientras


él conseguía algunas cajas de clavos. Y luego fueron a través del
territorio de las sierras.

Pero antes de hacer su elección entre las dos mil opciones


disponibles Ad, se detuvo y la miró fijamente — ¿Cómo lo sabías?

Ella señaló su cabeza —Tiene un halo. Como Jim y yo.

Sus ojos se desplazaron hacia arriba —Sin ánimo de ofender,


pero no veo nada.

—Pequeño círculo dorado. Como una cadena de luz flotante


amarrada a sí misma. Está justo aquí.

Ad meneó la cabeza —No veo nada, pero no importa. Volvamos


y empecemos a arreglar la habitación.

Para cuando llegaron a la sección de piezas de madera grandes


como el culo de la tienda, Jim estaba empujando una gran
plataforma rodante sobre una caja de artículos a granel, y él debía
haber sentido su presencia, porque miró sobre su hombro.

Por una fracción de segundo, ella no podía creer que realmente


tuvieran sexo. Esa experiencia entre las sábanas parecía tan lejana
como un sueño, una especie de hipotética nebulosa que tal vez ella
sólo se había inventado.

El delicioso dolor entre las piernas le decía algo diferente sin


embargo. Al igual que su ira.
J.R. WARD INMORTAL

Como no había ninguna razón para esperar junto a Jim, se fue


y permaneció al lado de las puertas automáticas. Gente
deambulando alrededor, cada uno con cosas en carros o en sus
brazos, todos ellos con concentración en sus caras como si tuvieran
listas mentales y vidas bastante ocupadas para tener que regresar
por algo que olvidaron y eso fuera un dolor en el trasero.

Ninguno de ellos tenía ni idea de lo ocurrido ayer en el salón, o


que ellos estaban siendo vigilados por alguien que no era como ellos.

Difícil saber si su ignorancia era algo bueno o no. ¿Llevarían


sus vidas de forma diferente si fueran conscientes de lo que
realmente estaba pasando?

Probablemente. Y eso le hizo pensar en un juego que ella y su


hermana habían jugado: si te quedasen 24 horas para vivir, ¿qué
harías? Ella recordó que sus respuestas tenían mucho que ver con el
chocolate. Por otra parte, tenía doce años la última vez que lo hizo…

Dios, perdió a sus padres. Su hermana. Sus amigos.

Su vida.

Por ninguna razón en particular, miró hacia fuera en el


aparcamiento… y fue entonces cuando vio el coche que no cuadraba:
un Mercedes-Benz negro estaba cruzando la tienda a la velocidad
del rayo, sus líneas elegantes brillando en el sol de primavera.

Las ventanas estaban tintadas así que no podía ver quién


conducía, pero ella sabía.

Ella sabía.

Mientras salía de la tienda, el sedán se detuvo con suavidad


frente a ella y la ventana del lado del pasajero bajó. Efectivamente,
el demonio estaba al volante, y en el instante que Sissy clavó los
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ojos en ella, el hecho feliz de que las dos habían estado con Jim
colisionó en su cabeza.

Él las había atendido a las dos. Sin duda le había hecho las
mismas cosas a Devina que le había hecho a ella hacía poco más de
una hora.

Los besos. Las caricias. Los lametones.

El sexo.

Al instante, estaba de vuelta en esa sala, sosteniendo a Jim


mientras él volvía de la muerte inmortal, tan aliviada y un poco
superior ya que por mucho que el demonio parecía querer su
atención, el solo tenía ojos para ella. ¿Pero ahora? ¿Después de que
él había tomado su virginidad?

Estaba tan frío con ella como lo había estado con el demonio.

—Ese maldito bastardo— murmuró Sissy.

El demonio se inclinó a través del asiento de copiloto vacío.


Con una voz desagradable, dijo —Entra.
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Capítulo 21
Traducción: Klaus Rlhdn
Corrección: Rosmery Gutierrez

—Eso sería cuatrocientos noventa y ocho dólares y setenta


y seis centavos.

Jim fue por su cartera, metiendo la mano en su bolsillo


trasero. Sacó una de sus tarjetas de crédito y se alegró de que
después de llevar menos de un mes oficialmente "muerto", todas sus
cuentas siguieran abiertas.

Ahora que pensaba en ello, probablemente necesitaría liquidar


su dinero antes de que su muerte se convirtiera en una realidad
para los bancos.

Por otra parte, ¿quién exactamente iba a notificarles que él


había muerto? Siempre y cuando se pagaran las revistas mensuales
él podría seguir así para siempre.

No es que él tuviera un para siempre.

—Tenemos que encontrar esa maldita alma— dijo mientras


pasaba su MasterCard por el lector.

— ¿Qué dijo?

Miró hacia el empleado —Nada. Y no, no tengo una de esas


tarjetas de ahorro.

—Bueno, si desea inscribirse podría ahorrar…


J.R. WARD INMORTAL

—No. Gracias.

Miró a Sissy y perdió toda línea de pensamiento cuando la vio.


La luz entraba por la bahía abierta, reflejándose en las mechas
rubias de su pelo y en el resplandor de su piel. Su cuerpo estaba
escondido debajo de la enorme y holgada sudadera, pero sabía de
primera mano exactamente lo perfecta que estaba formada.

Cuando su polla empezó a palpitar, miró a sus caderas. Nope, le


dijo a la maldita cosa, no es el momento, ni el lugar y
definitivamente no cómo estaban las cosas entre ellos.

Cerrando sus ojos por un segundo, tenía la intención de darse


a él mismo un consejo, céntrate en la puta conversación hombre,
excepto que todo lo que terminó haciendo era imaginar instantáneas
de ella desnuda y tendida, arqueando su cuerpo mientras le
acariciaba sus pechos.

No era lo que ella necesitaba, no era útil.

El problema era que sus instintos estaban todavía a la


búsqueda de ponerla en horizontal y clavar sus NIN91 en ella.
Excepto que ¿cómo iba esto a funcionar para ellos? Por un lado no
se hablaban y por otro lado ella no estaría lista para lo que quería
ahora o probablemente nunca lo estuviera.

Ella no era del tipo "fóllatela como un animal".

—Supongo que simplemente lo reconoció.

Jim miró a su compañero alado — ¿Quién?

—Matthias.

—No... Mierda.
91
Nine Inch Nails: hace referencia a un grupo musical cuya traducción es uñas de nueve
pulgadas
J.R. WARD INMORTAL

—Sí, en realidad Sissy lo reconoció— Adrián tomó la iniciativa


y recogió la bolsa con los martillos y clavos — ¿Te importa si nos
pasamos por Starbucks de camino a casa?

— ¿Cómo diablos podía conocerlo?— Él frunció el ceño y miró


hacia la entrada —Espera, ¿dónde está ella…?

—Aquí está su recibo, señor.

—Ella debería haber estado de pie junto a la salida, junto a la


jodida salida

— ¿Señor? ¿Su recibo?

—Dónde demonios es…

Ad se puso delante de él —Ella probablemente solo está


paseando. ¿Dónde coño iba a ir? Te quedas Aquí. La encontraré.

Cuando Jim fue a salir, Ad agarró fuerte su brazo y le dio un


tirón hacia atrás —Quédate aquí, iré a buscarla.

El hombre probablemente tenía razón. Jim se sentía obligado


a ladrarle por desaparecer a pesar de que, sin duda, solo había ido a
dar un paseo por el pasillo de la ferretería o algo así.

Empujó la plataforma giratoria de madera de al lado, esperó


junto a la puerta y palmeó los bolsillos en busca de sus cigarrillos.
Maldita sea, él los había dejado en casa, aunque no era como si
pudiera haberlos encendido aquí de todos modos.

¿Dónde estaba ella?

Siempre fue un firme creyente de no entrar en pánico hasta


que no llegara el momento así que arrojó una silla de montar en su
glándula suprarrenal y tiró de las riendas de mierda. Por desgracia,
llegó Adrián cojeando de vuelta con el ceño fruncido y sabía
J.R. WARD INMORTAL

absolutamente que Sissy no venía con él, Jim sabía que algo había
salido mal.

—No puedo encontrarla— dijo el otro ángel —Tal vez ella está
fuera del recinto.

Jim exhaló con alivio y se sintió como un aficionado. Claro


estaría paseando por allí. Se quitó un peso de encima. Bla, bla, bla.

Excepto que cuando salieron hacia la camioneta, no estaba


cerca de ella, ni cerca del estacionamiento.

Dejando a Ad con las cosas, Jim corrió de vuelta a la tienda e


hizo un recorrido rápido por los doce millones de acres cuadrados
de espacio entre los estantes. Nada, Sissy no estaba.

Mientras corría a toda velocidad por la tienda y de regreso


hacia Adrián, una última esperanza de que ella pudiera haber
aparecido se hundió cuando encontró a Ad solo.

—Jesucristo— Jim preguntó: — ¿Dónde está?

—Él te jodió, ¿no es así?

Cuando Sissy se sentó al lado del demonio en el Mercedes, ella


estaba demasiado enojada para tener miedo, demasiado cabreada
hasta para hablar.

—Bueno— Devina miró a través del interior del coche—él no lo


hizo.
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Ella no estaba dispuesta a compartir los detalles con el


enemigo, pero sentía una seria satisfacción al abofetear a esa perra
—Sí, lo hizo.

Hubo un largo silencio cuando el demonio se paró, esperando


en un semáforo en rojo y luego aceleró de un modo civilizado cuando
la cosa se puso verde.

Supuso que era una acatadora de leyes en algunas cosas.

Sissy pasó el tiempo revisando el interior del auto. Nunca


había estado en un Mercedes antes, mucho menos en uno de los
modelos de súper-lujo. Todo tenía líneas elegantes y de alta
tecnología, cuero y madera, la única cosa fuera de lugar era que
faltaba la figura de delante.

Era difícil imaginar a alguien robando algo a la raíz de todo el


mal y salirse con la suya.

— ¿Cómo lo hacéis?— Dijo el demonio entre dientes — ¿Por


detrás? Me gusta por detrás.

Oh, vaya imagen —No vayas por ahí. Pero tú sabes que es
verdad, ¿no?

Debía de haber alguna manera en la que Devina supiera que


ella había sido virgen en primer lugar, y que asumiera lógicamente
que el demonio tuviera en cuenta que ya no lo era.

— ¿Él tiró de tu pelo?— Devina exigió — ¿Mordió tus pezones?


¿Fue áspero? ¿Fue rudo contigo?

No, pensó. Él fue todo menos áspero.

Devina miró otra vez —Rompimos la puerta de la ducha del


hotel durante la noche anterior.
J.R. WARD INMORTAL

Tal vez esto no era una buena idea, pensó Sissy, porque estos
pequeños mordiscos de palabras le hacían tener ganas de romper
algo.

—Él no dormía cuando estaba conmigo. ¿Se duerme cuando


está contigo?

—Sí—respondió Sissy y luego deseó haber mantenido la boca


cerrada.

—Probablemente estaba cansado después de estar conmigo.

—O por el viaje al Purgatorio— Sissy echó un vistazo al


demonio, observando que la impresionante belleza era solo una
ilusión — ¿Hay un propósito para todo esto?

—Sí, sí, lo hay. Quiero que sepas que me dolió realmente


mucho volver a estar sola— el demonio se reunió con los ojos de
Sissy —Y él va a hacer lo mismo contigo. ¿Crees que soy mala?
¿Crees que el infierno es malo? Eso no es nada comparado con lo
que ese hombre va a hacerte a ti. Tú estás enamorada de él, puedo
decir que yo también, y él me ha tratado con una falta total de
respeto.

—Tal vez eso es solo contigo.

—Es su naturaleza, niña. Tú no entiendes cómo funciona esto.


No te dejes engañar por nada de lo que él dice o hace, él es medio-
malo.

—No puedo confiar en nada de lo que dices, ¿te das cuenta?

—Que confíes en mí o no confíes en mí me importa un carajo.


Tu opinión acerca de lo que yo estoy diciendo no cambia la verdad.
Volviendo al principio, Nigel y yo tuvimos que llegar a un acuerdo
sobre el salvador que influiría en las almas. Jim es un cincuenta por
J.R. WARD INMORTAL

ciento malo, es por eso que ambos dimos nuestro consentimiento ─


Devina puso el intermitente para girar a la izquierda sin problemas.
—Yo debería haber sabido que me iba a hacer esto a mí y puede ser
que también supiera que realmente le gusto.

—No te ofendas, pero se refiere a ti como el enemigo.

—No cuando él está conmigo, no lo hace.

Sissy frunció el ceño y miró por el parabrisas delantero. Los


días de primavera eran un anuncio de que el verano estaba por
venir y las personas de los otros coches tenían sus ventanas
bajadas.

¡Cómo los envidiaba!

El demonio sacudió la cabeza—Como he dicho, no me importa si


crees o no en mí… Porque tarde o temprano Jim va a joderte.

—Yo no voy a involucrarme con él— Se oyó decir Sissy a sí


misma.

—Vosotros dos tuvisteis relaciones sexuales, ya estás


involucrada. A menos que esperes que me crea, que una chica que se
guarda hasta que tiene edad, de repente decide simplemente
tirarse a un tipo. Personalmente pienso que le dan nauseas todas
esas gilipolleces de mojigata, pero así como él tiene su naturaleza
tú tienes la tuya.

Bueno, tal vez ella estaba cambiando. No podía recordar haber


tenido este tipo de temperamento.

— ¿Te dijo lo que hizo a los hombres que mataron a su madre?

Sissy la miró otra vez y se encontró mirando fijamente el


perfil perfecto del demonio con el temor clavándose en su pecho.
J.R. WARD INMORTAL

—No. él no me dijo sobre ella— De hecho, ella no había oído


decir una sola cosa sobre su pasado. Por otra parte, no era como si
hubieran estado en alguna cena tradicional o hubieran pasado un
trauma que durara el tiempo suficiente para mantener alguna
conversación tranquila.

—Él los mató, los cortó en pedacitos… Mientras que aún


estaban vivos, y no miento te lo aseguro. Busca información por su
nombre.

—Oye, eso no es de mi incumbencia…

—Búscalo— El demonio puso una amplia sonrisa —Iowa. Escribe


su nombre en Google y lo vas a ver todo. Los asesinatos eran tan
violentos que salieron en las noticias nacionales, pero él no fue
procesado. Se suponía que él no podía vivir tanto tiempo… Excepto
que eso era mentira. El cuerpo encontrado en ese accidente de
coche no era realmente el suyo. El gobierno de Estados Unidos lo
encubrió todo para que pudieran tenerlo y usarlo como el arma que
es.

—Lo siento, ¿qué diablos estás diciendo?

—Jim Heron, el héroe que te “salvó” de mí— el demonio tuvo


que quitar las dos manos del volante para hacer comillas en el aire
—se ganaba la vida matando gente para el país. ¿Crees que soy una
perra enferma? Pregúntele cómo se ganó la vida durante más de dos
décadas. No estaba recopilando información, estaba poniendo balas
en la cabeza de la gente. ¿Ese tatuaje en la espalda? Él lo tiene
porque está orgulloso de su trabajo.

El demonio pisó el freno en una señal de stop y miró por


encima, sus ojos negros brillaban —El hombre que te quito tu
J.R. WARD INMORTAL

virginidad no es ningún ángel, es un asesino sin conciencia. Eso es


precisamente por lo que él y yo nos llevamos tan bien.

Sissy abrió la boca para decir algo. Para negarlo. Para...

Excepto que en vez de hablar, ella solo siguió mirando por la


ventana.

Un poco más tarde, el Mercedes se detuvo frente a la antigua


mansión y todo lo que Sissy pudo hacer era mirar la ventana que
estaba al otro lado del pasillo de su dormitorio, imaginando cómo
habían pasado la noche, quería vomitar.

—Así es— dijo el demonio con una voz deformada—Sabes que


digo la verdad y no seas un puto coño. Haz algo al respecto.

— ¿Cómo qué? ─ susurró.

—Combatir al fuego con fuego.

—No entiendo.

—Tu ira es el arma más poderosa contra él, úsala y dale una
lección. Muéstrele que lo que ha hecho contigo y conmigo es un
pecado por él que debe pagar.

— ¿No se supone que eso hay que dejarlo en manos de Dios?

—Sí y Dios nos ofrece nuestro destino. El suyo es luchar.

—No puedo confiar en ti.

—Pero si puedes confiar en ti misma. Sabrás qué hacer cuando


llegue el momento adecuado, sabrás exactamente qué hacer. Ahora
sal de mi jodido coche.

El demonio no tuvo que pedirlo dos veces. Sissy tiro del


tirador de la puerta y se deslizó saliendo del asiento.
J.R. WARD INMORTAL

El Mercedes se fue antes de que ella cerrara la puerta,


dejándola sola con nada más que todas esas imágenes de Jim
haciendo cosas en el cuerpo de la otra mujer.

Ese puto bastardo.

Capítulo 22

Traducción: Lau Silyam


J.R. WARD INMORTAL

Corrección: Ziirita Bella My

Jim cogió las Líneas Aéreas Ángel hacia su destino,


dejando a Ad conducir el Explorer, pero ya fuera volando o por
carretera, donde iba no estaba tan lejos de Home Depot. La casa de
los padres de Sissy encajaba en un barrio ordenado, el dos-plantas
ubicado en su terreno, con la bandera de Pascua en colores pastel
aún en la puerta principal a pesar de que la fiesta ya había pasado.
Ningún Subaru92 aparcado en el camino de entrada, sin luces
encendidas, ya que era una mañana soleada.

Él caminó directamente.

Y tan pronto como atravesó la puerta frontal, se detuvo y


escuchó. Ningún sonido, nada moviéndose, nadie hablando por
teléfono, ninguna televisión encendida.

Caminó rápidamente por todo el primer piso, y luego corrió


hasta el segundo. Metió la cabeza en su antigua habitación. En la de
su hermana. En la de sus padres. Fue hacia la ventana y miró hacia el
patio trasero de poca profundidad.

Maldita sea.

En su camino de regreso hacia las escaleras se detuvo de


nuevo en su habitación, revisando para ver si algo había
desaparecido o cambiado. Tener una memoria fotográfica era una
ventaja.

Nada que él pudiera contar estaba fuera de lugar.

92
Marca de auto japonés
J.R. WARD INMORTAL

En la planta baja, se paró en el vestíbulo, poniéndose las manos


en las caderas y mirando al suelo mientras su cerebro masticaba las
alternativas.

Un segundo después, cogió su teléfono y llamó a Ad. Cuando el


chico contestó, él murmuró:

— Aquí nada. Voy a redirigirme al cementerio.

Colgando, puso su palma hacia delante y cerró los ojos,


visionando el perímetro de la casa marcada por una llamada de
notificación… de modo que si ella terminaba aquí, él lo sabría.

Lo que realmente debería de haber hecho era poner alguna


clase de marcador sobre ella. Demasiado mal que Eddie no estuviera
alrededor. Ese tipo hubiera sido capaz de decirle cómo hacerlo.

Cuando abrió los párpados, un sutil resplandor azul brilló en las


paredes, suelos y ventanas, como si el lugar hubiera sido pintado
con spray. Era todo lo que podía hacer.

Justo cuando se volvió para irse, divisó aquel sillón en la sala


de estar, el mismo en el que había encontrado a la madre de Sissy
antes de encontrar el cuerpo en la cantera, cuando aún había una
especie de esperanza para ésta familia de que la hija, que todos
estaban desesperados por tener de vuelta, aún podría volver a casa.

Antes de agacharse, se inclinó y miró la estantería llena de


fotos de la familia. Con un rápido golpe en su bolsillo, agarró su
teléfono y se acercó, levantándolo y enfocando la lente sobre su
foto favorita.

Click.
Entonces se marchó, sus alas llevándole sobre el barrio
residencial y hacia el área de la ciudad donde el Cementerio Pine
J.R. WARD INMORTAL

Grove ocupaba acres y acres de terreno. Recordaba exactamente


dónde estaba la tumba de Sissy y se lanzó por encima de las copas
de los árboles y las señales de lápidas, cruzando el sistema de carril
de serpientes y escaleras que los coches tenían que atravesar.

Ella no estaba allí tampoco.

Aterrizando junto a su lápida de granito, su corazón se


contrajo ante la vista de ramos de flores envueltos en plástico y
macetas verdes que se habían colocado alrededor de dónde habían
sido enterrados sus restos mortales.

¿Dónde infiernos estaba ella?

Por otra parte, quizá esa fuera la respuesta. Bajando la


mirada hacia sus pies, se imaginó el Pozo de las Almas de Devina y
su estómago vacío se revolvió.

Rápidamente mandó un mensaje de texto con la actualización a


Adrián, y envió una señal al enemigo. ¿Si ese puto demonio había
jodido a su mujer?

Lo último en que Devina iba a tener que preocuparse era en si


ganaba o no la guerra.

Paseando arriba y abajo sobre el césped, esperó… y esperó. La


zorra se estaba tomando su dulce tiempo…

Cuando su teléfono sonó, lo sacó y respondió la maldita cosa.

— ¿Si?

— Ella está aquí. En casa.

— ¿Qué?

La voz de Ad permaneció sosegada, como si tal vez ella


estuviera en la habitación de al lado y no quisiera que le escuchara.
J.R. WARD INMORTAL

— Sip. Dice que se aburrió y decidió regresar.

— No dejes que se vaya a ninguna parte.

— Roger93 a eso. Ella va a ayudarme con el contrachapado…

Jim cortó al otro ángel y dejó la tumba de Sissy en un abrir y


cerrar de ojos.

— No, lo tengo — Sissy dio un fuerte tirón y sacó una sección


del contrachapado de la parte trasera del Explorer — ¿Ves? Sin
problema.

— Sí, bien. No estoy totalmente lisiado.

— Y las chicas son fuertes, también.

Ella y Ad se tomaron un descanso para mirarse el uno al otro.


Y luego ambos agarraron un lado de la tabla y caminaron por la
hierba, en dirección a las ventanas estropeadas por fuera.

— Es un milagro que metieras todo esto en la parte de atrás


del SUV — gruñó ella.

— Sip—dijo él forzado —Pero un par de cuerdas elásticas y


aquella escotilla trasera hicieron más fácil abrirlo.

— ¿Has llamado a los caseros?

—Aún no.

93
Contestación afirmativa militar
J.R. WARD INMORTAL

Estaba siendo lento, entre su cojera y el hecho de que sus


manos resbalaban. ¿Quién sabía que estas tablas pesaban tanto?

En el salón, bajaron los contrachapados y los inclinaron contra


la casa. Ella se alegró de no ser la única que estaba jadeando, aún
les quedaban cinco más por descargar, algunos de ellos tenían que
llevarlos alrededor de la casa al lado más lejano.

—Realmente deberías habernos esperado —murmuró Ad entre


profundas respiraciones.

— Como dije, lo siento.

— Jim va a volver en cualquier momento.

— Cojamos la siguiente tabla.

De vuelta al Explorer, ella llegó y agarró otra madera. Dándole


otro tirón, ella…

— ¡Mierda! —Retirando las manos, se miró las palmas. El borde


áspero había cortado su piel, cruzando y dejando un rastro de
sangre que… era plateada, no roja.

— ¿Estás bien?

Girándose, se topó con los ojos de Jim y rápidamente se olvidó


de lo que estaba mal en ella. Estaba de pie en el césped como a unos
tres pies94de distancia, aún con lo que llevaba puesto cuando se
fueron. Pero él estaba total y completamente diferente.

Levantándose tras sus dos hombros estaba la marca


registrada de los ángeles, la resplandeciente belleza que había visto
en árboles, tarjetas navideñas y en la televisión de repente era muy
real. Todo lo que pudo hacer fue parpadear.

94
1 metro
J.R. WARD INMORTAL

Alas. Iridiscentes alas de ángel…

— ¿Por qué te fuiste sin decir nada?

Le tomó un segundo darse cuenta de que él le estaba hablando.

— Ah… Lo acabo de hacer.

— Te lo voy a pedir de forma agradable. Por favor no hagas


eso otra vez. Te asustaría la mierda fuera de mí.

Sobre sus cabezas, una nube flotó a través del sol,


disminuyendo la luz y el calor. Pero Jim permaneció resplandeciente,
como si de alguna manera creara su propia luz, como si fuera una
especie de destino en sí y por sí mismo. Un lugar donde ella quería
terminar…

Como una señal de neón que acabarán de encender de repente,


imágenes de Jim haciendo el amor con Devina destellaron en su
mente, apareciendo y eclipsando la visión ante ella. Reavivando su
ira.

— Mira, ¿podemos hablar? ─ dijo él.

— Tengo que curarme la mano.

— Iré contigo.

Mientras se dirigía a la casa, le vio hacer una mueca a Ad,


como si quisiera asegurarse de que tuvieran privacidad.

Bien. Lo que fuera.

Ella no tenía nada que ocultar. Por otra parte, lo mismo no era
cierto para él.

De vuelta en la cocina, ella dejó correr el agua y sacó el jabón


para platos, no había razón para ser exigente con la limpieza de las
J.R. WARD INMORTAL

cosas. Demonios, ni siquiera estaba segura de que tuviera que


preocuparse, pero los viejos hábitos del Neosporin95 no morían.

— No puedes hacerme esto ─ dijo él bruscamente.

— Estoy bien ─ dijo ella entre dientes metiendo la mano bajo


el grifo.

— Sissy…

— ¿Sabes lo que hice mientras tú te ibas? ─ Exprimió algo de


jabón Ivory96 sobre los cortes y siseó de nuevo ─ Buscarte. En
internet.

Ella miró tras de sí para saber si él aún estaba allí. Y sus alas
se habían ido ya, supuso que sólo aparecían cuando él las necesitaba
para viajar, y de alguna manera eso parecía correcto.

Se centró en frotarse las manos hasta sacar espuma del


jabón— Tu ordenador es bastante rápido, y eso es bueno. Hay
mucho sobre ti. Pero está hecho para lectura rápida.

Cuando él se acercó y se sentó en la mesa de la cocina, ella


tuvo la impresión de que sus ojos nunca se apartaron de ella, y era
obvio que estaba sorprendido.

— ¿Qué te hizo decidir buscarme? ─ dijo él.

—Sólo un capricho—Cerró el agua y fue por unas toallas de


papel para secarse — ¿Es verdad que no pudieron encontrar todas
las partes del cuerpo? ¿De esos hombres que… mataron a tu madre?
Quiero decir, sé que tú los mataste, ¿verdad?

—Eso fue hace mucho tiempo.

95
Medicamento en pomada para la prevención de infecciones y el tratamiento de heridas
96
Marca de jabón más antigua de la compañía PyG (Procter & Gamble)
J.R. WARD INMORTAL

—Algunas cosas no son de hace mucho tiempo.

—Entonces qué me quieres decir —Cuando ella no contestó, él


se encogió de hombros —Sacaste esto por una razón.

— ¿Qué hiciste después?

—Leíste los artículos.

—Dicen que moriste. Claramente, eso no era cierto. ¿Entonces


qué hiciste? No puedo creer que los militares cogieran a alguien tan
joven, ¿estuviste en una familia de acogida hasta que te uniste? ¿O
había otros arreglos hechos?

En el silencio que siguió, se dio cuenta de que esperaba que él


le contara todo. Lo cual era absurdo. ¿Cómo si fuera a cambiar algo?

Él entrecerró los ojos.

— ¿De dónde viene todo esto?

— ¿A qué te refieres?

— ¿Tú de repente, sin más, decides buscarme? No tiene


sentido.

—Algo así como tu largándote después de haber tenido sexo


conmigo, huh. No tiene sentido.

Él empezó a palmearse los bolsillos, luego maldijo y se levantó.

—Dame un minuto.

Cuando volvió a la cocina, traía sus cigarros y su mechero, y


esperó hasta que encendió uno entre sus labios y había tomado su
primera calada antes de responderle.

—Realmente siento lo del piso de arriba—dijo él.


J.R. WARD INMORTAL

— ¿De verdad?

— Sí —Exhaló hacia el techo —No sabía cómo manejarlo.

—Oh, en serio. Estoy muy segura de que fui la única que perdió
su virginidad.

—Te deseaba tanto, tan jodidamente mal… Tenía miedo de que


fuera a hacerte daño. Pero eso es por lo que salí y no volví. Y
después, tuve el peor caso de comedura de cabeza. Sé que estás
decepcionada conmigo, y tienes todo el derecho a estarlo. Yo sólo…
mira no estoy bien con esto, ¿vale? No sé cómo hacer… —hizo un
gesto de ida y vuelta entre ellos con el cigarro— esto. ¿Quieres
conocer al verdadero yo? Bien, lo tienes aquí mismo. Soy penoso y
estúpido, especialmente contigo, y eso es peligroso para ti, para
todo el mundo. Oh, y sí, yo maté a esos tres hombres en Iowa.
Volvía de la escuela a casa para encontrar a mi madre sangrando en
el suelo de nuestra cocina. Ellos habían hecho… —su voz se quebró y
se aclaró la garganta — mala mierda con ella. ¿Sólo para que quede
claro? Lo volvería a hacer, y no, no encontraron todas las partes de
los cuerpos, porque algunos de ellos no eran más que abono después
de lo que les hice a esos bastardos.

Sissy se miró las manos, pensando en lo mucho que dolía la


herida. Luego se imaginó cosas peores que le podía haber hecho si
ella huebiera estado consciente.

—Fui con los militares después. Es donde fui, Sissy. Hice cosas
inexplicables por este país hasta que ya no podía vivir conmigo
mismo y salí. Me electrocuté en una construcción hace unas tres
semanas… y así es como he acabado aquí. No tengo nada que
ofrecerte más que honestidad… y esto es todo. Es donde estoy.
J.R. WARD INMORTAL

—Yo no… —Ahora era ella la que se comía la cabeza, como tan
acertadamente lo expresó —No sé…

Se interrumpió antes de poder terminar con “a quién creer”.


El instinto le dijo que era mejor mantener a Devina al margen de
esto.

— ¿Estás segura de que no hay otra razón? — murmuró él.

— ¿Para qué?

— Buscarme.

— Tuve sexo con un hombre por primera vez y él dejó mi cama


sin ninguna palabra. No necesito que me abraces después y me
hagas sentir mejor, pero yo…

—Quiero hacer eso —Se pasó una mano por el pelo —Lo siento
mucho, Sissy. Manejé todo jodidamente mal.

Era tan extraño. Mientras escuchaba su voz y estudiaba su


abierta, afectada calma, sentía como si estuviera a horcajadas
sobre una brecha, balanceándose hacia adelante y atrás, cambiando
su peso de un lado a otro. En el coche de Devina, ella había estado
segura de que Jim era el enemigo. Ahora, escuchándole, no estaba
tan segura.

—Tenía que encontrar algo sobre ti —dejó escapar ella.

—Puedo respetarlo.

Un momento después, sus pies se movieron con voluntad


propia, acercándola a la mesa. Entonces su brazo se extendió y ella
sacó la silla frente a él. Se sentó lentamente, su mente
zigzagueando entre los extremos.

¿Era él un ángel? ¿Un demonio?


J.R. WARD INMORTAL

Parecía estúpido pensar que fuera la fuente de cualquier cosa


diabólica. Pero esos asesinatos…

—Ellos nos hicieron esos tatuajes.

Ella lo miró, y se preguntó si tal vez él leía mentes.

— ¿Ellos?

—Mi rama del gobierno. Tal como fue. Todos teníamos a La


Parca sobre nosotros. No es una insignia al valor o algo de lo que me
sienta orgulloso. Y sabe Dios, la mierda cubre toda mi espalda, así
que si consiguiera eliminarlo, incluso si tuviera un maldito tiempo
libre, difícilmente sería una opción.

A horcajadas, a horcajadas. Imágenes de Jim con Devina


combatiendo en su mente con la información que él acababa de
darle tan calmada y sucintamente, como si él no tuviera ningún
interés en ocultarle nada a ella.

—Duele… —Se escuchó decir a sí misma —Cuando te fuiste de


esa forma. Yo estaba… confundida. Pensé que había hecho algo mal.

Él hizo una mueca.

—Es lo último que quería hacer. Lo juro.

—No lo sé…

Él puso la mano sobre su corazón y miró directamente a su


alma.

—Lo juro por mi madre.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 23

Traducción: Sandra Dee


Corrección: Payne Rlhdn

— Parece que necesitas un poco de ayuda.

Cuando Ad oyó la desagradable voz femenina detrás de él,


cerró los ojos y trató de dejar de pensar en lo mucho que le dolía la
pierna — No de ti.

Se dio la vuelta. Devina había llegado hasta el frente de la


casa en su gran Mercedes negro, y de alguna manera se las arregló
para salir de su coche sin hacer ruido.

Lo que le hizo preguntarse exactamente cuánto tiempo llevaba


allí.

Ella le sonrió como un ave de rapiña, mientras se apoyaba en el


lateral del panel más cercano — Sabes, Adrián, nos va bien juntos, a
ti y a mí, seguramente no has olvidado cómo nosotros…

— Intento olvidarlo cada día, puta.

El demonio fingió un puchero y tiró un poco de ese pesado


cabello moreno por encima de su hombro — ¿Te cuesta mucho
conseguirlo?
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Estás aquí por alguna razón, o simplemente para hacerme


perder el tiempo? — Por lo menos el hechizo de protección extra
estaba en pie y funcionando, su resplandor rojo separándolos.
Gracias a Dios.

— Jim me llamó. Así que vine.

— ¿Estás segura de eso?

— Mucho.

Adrián se volvió hacia la madera contrachapada que había


logrado calzar en uno de los marcos vacíos. Poniéndose tres clavos
entre los dientes, amartilló la esquina superior derecha primero y
luego se abrió camino alrededor. Todo el rato, el demonio se quedó
allí, mirándolo fijamente.

La única razón por la que no la empujó para que la jodida se


fuera, fue porque al menos sabía dónde estaba… y no estaría con
ninguna de las almas en juego en ésta ronda. Pero hombre, este era
como el peor de los casos de temática Jeopardy97 que él había
sufrido jamás.

—Yo podría ayudarte, ya sabes — dijo ella arrastrando las


palabras cuando él se enderezó con un poco de esfuerzo.

Él sonrió con todos los dientes y agitó la mano en torno al


hechizo de Jim — No, en realidad no puedes. Y supongo que mi chico
no va a salir a verte, así que ¿qué tal si corres por ahí y asustas a
un niño pequeño o algo así?

—Sissy es una chica interesante, ¿verdad?

97
Concurso televisivo de preguntas
J.R. WARD INMORTAL

Ad frunció el ceño y contempló la posibilidad de amartillar


algo que no implicara una cabeza de clavo o cualquier tipo de madera
contrachapada.

— Has terminado con ella, ¿recuerdas?

— Lo sé — el demonio se dirigió hacia el elegante sedán — Dile


a Jim que volveré.

— Y ahora eres Terminator.98

— En eso tienes razón, Adrián — Ella dio un paso alrededor del


capó como si estuviera en una maldita pasarela — Dale recuerdos a
Eddie.

— Eso es muy viejo, niña.

— No, por mi parte no lo es.

— ¿Qué ha pasado con tu adorno del capó?

—Un feliz accidente.

Ella le dijo adiós con la mano, y un momento después se había


ido, acelerando por el camino, tal vez al infierno... tal vez de
rebajas en Neiman99.

— Maldita puta.

Ad se acercó cojeando por una de las otras hojas de madera


contrachapada del Explorer y llevó la cosa hacia la siguiente
ventana.
100
Probablemente era una mala idea, hacer un DIY en una casa
como ésta… ¿qué estaba pasando con la integridad arquitectónica
98
Ha e efe e ia al ol e é de De i a, a ue es u a f ase éle e del Te i ato e la
película
99
Neiman Marcus , tienda de lujo
100
Do it yourself: Hazlo tú mismo
J.R. WARD INMORTAL

de un edificio histórico? Pero tenía que hacer algo para mejorar la


situación. Con las cosas así, todo lo que hacía hoy en día, era
arrastrarse por los alrededores y quejarse de los dolores y
molestias que había adquirido.

Así que de esta manera se sentían los humanos con ochenta,


eh.

Mierda, sólo podía esperar que Matthias estuviera haciendo


buen uso del empujón en el sexo que le había dado al tipo, con un
sentimiento de temor absoluto, Ad dejó lo que estaba haciendo y
miró a través de la abertura a la sala. Encima del suelo desnudo y
polvoriento, el libro que supuestamente había escrito Devina estaba
justo donde Sissy lo había dejado.

Oh, Dios, pensó. Y si...

Apoyando la lámina pesada, él siguió un terrible instinto y salió


por la abertura con un gruñido. Su botas crujían sobre el vidrio, no
el de las ventanas porque había volado hacia fuera sobre el césped,
sino debido a los espejos y las lámparas que se había agrietado del
cambio de presión antes de ser absorbidos por el portal.

Se agachó, cogió el libro y lo hojeó. Las frases eran un


completo disparate para él, pero eso no era lo que le preocupaba.
Las letras... las palabras... no parecían ni remotamente Latín, y
aunque no era multilingüe en lo más mínimo, debería haber
reconocido por lo menos algunos prefijos o sufijos que eran
comunes a palabras en inglés.

Nada. Infiernos, eran más símbolos que alfabeto.

Y sin embargo Sissy estaba leyéndolo bien.


J.R. WARD INMORTAL

Cuando empezó a preguntarse cómo era eso posible, las


señales de alarma sonaron en su cabeza.

Estirando la mano por la mesa de la cocina, Jim sabía que


Sissy le estaba mintiendo. Algo había pasado entre su pequeña
excursión fuera y su escapada para que volviera a casa sola. Pero
sea lo fuera, parecía menos importante que conseguir que creyera lo
que le estaba diciendo.

— Lo siento— le dijo de nuevo — Me gustaría ser Bryan


Reynolds o Stanley Tatum. Pero no lo soy.

Hubo un instante de silencio y luego esbozó una sonrisa — ¿Te


refieres a Ryan Reynolds o Channing Tatum?

— Sí, quien quiera que sean.

El ascenso en sus labios no duró mucho — No sé… qué creer.

—No tienes que tomar una decisión ahora. No tienes que


tomar una decisión en absoluto.

Otra larga pausa — ¿Qué fue... lo que pasó con tu madre?

Su corazón dio un vuelco y cada molécula de su cuerpo gritaba


para que se levantara de la silla y saliera de la habitación. Sin
embargo, tomó una inhalación aguda de su Marlboro y retrajo la
mano, usándola para acercar el cenicero que él utilizaba más cerca.

Incluso con él, tuvo que aclararse la garganta ─Vivíamos en


una granja. Mi madre y yo trabajábamos, y nos hicimos un bonito
J.R. WARD INMORTAL

lugar para vivir. Yo estaba en la escuela, pero durante los veranos,


temprano por la mañana, y tarde por la noche... ayudaba tanto como
podía. Una cosa acerca de los lugares rurales: no hay un montón de
dinero alrededor. La gente tiende a manejarlo, y eso está bien,
siempre y cuando no haya un imperativo externo para hacer otra
cosa. Como las drogas.

Cada vez que parpadeaba, veía destellos de esa horrible tarde


en la que había entrado en la cocina y encontró a su madre
agonizando en una muerte horrible. Clic… un primer plano de su
rostro ceniciento, su boca luchando para funcionar. Clic… la sangre
en el linóleo. Clic… su ropa rasgada. Y la mierda llegó con la peor
banda sonora imaginable, no era la voz de su madre sino una voz
áspera y débil, su respiración sibilante. Y el olor...

Joder, era el mismo olor de patata y cobre, de carne fresca y


sangre, como cuando él había cogido a los cerdos para la matanza.

— No me quedé a verla morir. Ella me dijo que corriera porque


aún estaban en la casa. No quería dejarla... pero ella me hizo ir. Salí
corriendo por la camioneta y volé por ese camino de tierra maldito.
Vinieron por mí, pero me escapé. Fui a la policía. Cuando finalmente
regresé, ella se había ido. Su cuerpo estaba frío.

— Dios mío.

— Los chicos que lo hicieron entraron en el sistema judicial,


pero salieron en libertad bajo fianza. Me enteré de quiénes eran, no
era difícil y yo sabía qué hacer con ellos a pesar de que era joven.
Se encogió de hombros mientras golpeaba la ceniza fuera de la
punta de su cigarrillo— Cuando se vive en una granja, aprendes
cosas de la muerte. Cómo hacer que ocurra. Utilicé su cuchillo de
cocina favorito y una sierra con la que cortaba leña. Además de
J.R. WARD INMORTAL

algunas otras cosas que encontré en las tres escenas diferentes—


Él la miró fijamente— Yo les hice sufrir al igual que ella sufrió. Y
nunca me arrepentiré por eso. Nunca.

Jesucristo, ¿cuándo fue la última vez que había hablado de


esto...?

En el proceso de selección para la XOps, pensó. Cuando le


habían hecho la evaluación psicológica… para asegurarse de que era
un poquito sociópata.

— Lo siento mucho —dijo con voz ronca— No me puedo


imaginar cómo te sientes.

— Sí, sí puedes. Yo sólo la perdí a ella. Tú has perdido a toda


tu familia, y los has visto sufrir también. Tú fuiste a tu propia
tumba — Mientras ella apartó la mirada, maldijo — Es a causa de lo
que pasó con mi madre que yo no podía dejarte ir cuando te
encontré en esa bañera. Intenté salvarte. Traté de conseguir... que
respiraras... tuvieron que arrancarme de ti. No quise que murieras.

Cuando sus ojos se pusieron llorosos de verdad, él se dio un


puñetazo para recordarse a sí mismo que era un hombre, maldita
sea. Y eso funcionaba casi siempre.

— Jim, yo…

— Todo lo que quiero es que estés a salvo y que permanezcas


de esa manera— dijo con voz tensa — Eso es todo. Es por eso por lo
que... simplemente no te despegues otra vez de mí, ¿vale? Casi me
dio un jodido ataque al corazón.

— ¿Todavía me quieres?— le espetó.

Valeeeee, se oyó una tos en su lado. Y no porque él hubiera


tomado una mala calada —Sissy, yo…
J.R. WARD INMORTAL

— Teniendo en cuenta todo lo que me acabas de decir, creo


que te puedes dar el lujo de ser honesto. Y necesito... necesito
saber. De una manera o de otra, incluso aunque sea un no…

— Sí, te quiero, joder.

A lo lejos, oyó clavos siendo amartillados, y qué lástima, no se


sentía culpable en absoluto por no ayudar a su compañero tonto del
culo en esas mejoras del hogar. Ésta había sido una bola de
demolición de conversación, pero había avanzado con ella. Podía
sentirlo.

No quería estar enfadado con ella.

Además, Ad tenía razón... el alma siempre había llegado hasta


él. En cada ronda, el alma había venido…

—Demuéstralo— dijo ella— Demuestra que todavía me quieres.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 24

Traducción: Lau Silyam


Corrección: Rosmery Gutierrez

A través de la mesa, el cambio en Jim fue instantáneo.


Incluso permaneciendo donde estaba, su enorme cuerpo
empequeñeciendo la silla, encendiendo un cigarro sostenido entre el
dedo índice y corazón de su mano derecha, él era completamente
diferente.

Y Sissy supuso que era prueba suficiente. Pero ella quería más.
Ella quería… todo.

—Sissy, no creo que sea buena idea que…

Ella sacudió la cabeza.

—Es la única cosa que puedo verificar de forma independiente.


Hay demasiado aquí que no puedo saber y tengo que hacer algo para
pararlo.

Hubo un largo y tenso silencio, y entonces él empujó la silla


hacia atrás con tal fuerza que aterrizó en el suelo con estrépito. Ni
si quiera se molestó en rodear la mesa. Él llegó atravesando con sus
largos y fuertes brazos, la agarró por la cabeza, tirando de ella
fuera de su silla, atrayendo su boca a la suya. El beso fue duro y
brutal, sus labios oprimiéndose contra los de ella, su lengua
J.R. WARD INMORTAL

penetrándola como si él quisiera estar haciendo esa clase de cosas


con una parte de su cuerpo totalmente diferente.

Cuando finalmente la apartó, ambos estaban jadeando. Y sus


ojos… sus ojos ardían atravesándola.

—Contenta— dijo él sombríamente.

Jesús, y pensar que ella había asumido que antes era


apasionado.

—No vas a romperme.

—No estoy tan seguro de eso— Con su estado de ánimo


claramente en el retrete, él se separó de ella, recogió la silla y se
sentó en ella. Entonces se removió con una maldición y se recolocó
un poco.

Sacudió sus cenizas de nuevo. Dio otra calada. Tamborileó con


los dedos libres.

Y a continuación, el rítmico soniquete empezó bajo la mesa.

Eran sus pies yendo arribayabajoyarribayabajo.

Con lentos, deliberados movimientos, ella se puso en pie y fue


hacia él. Sus hombros estaban tensos bajo la camiseta, sus bíceps
duros y apretados, y cuando ella estuvo de pie junto a él, empezaron
a contraerse. En su cara. Su muñeca. Su mandíbula.

Cuando él se negó a mirarla, ella casi perdió los nervios.

Ella puso la mano en su brazo.

—Jim.

Él sacudió la cabeza.
J.R. WARD INMORTAL

—No me preguntes, por favor, no me preguntes… No estoy


manteniéndolo junto aquí.

—Sólo quiero saber…

Ella no tuvo ninguna oportunidad de terminar la frase.

De pronto él se levantó y la alzó, tomando su cuerpo y


llevándolo hacia atrás hasta que la clavó contra la pared.
Inmovilizándola con su pelvis, le arrancó el lazo de la cabeza y metió
su mano libre dentro de su cabello, pero no para alisarlo.

Él lo agarró y tiró forzando su cabeza hacia un lado.

— ¿Quieres esto?— gruñó — ¿Estás segura de que quieres


esto?

—Sí— Cuando él apretó su agarre un poco más duro, se vio


obligada a curvarse un poco más contra su fuerza, él era la única
razón por la que ella no estaba en el suelo —No vas a asustarme.

De hecho, él pareció el único que se sacudió cuando ella puso


sus manos bajo su camiseta y acarició su espalda, pero el doble
toque no duró. Bajando su cabeza, él fue hacia su cuello, mordiendo
en su camino hacia su clavícula.

Y entonces el mundo giró.

Le tomó un momento averiguar lo que estaba haciendo, pero


cuando escuchó otro ruido, se dio cuenta de que la había recogido y
sentado en el borde de la mesa.

— ¿Es esto lo que quieres?— gruñó él mientras hacía que ella


le rodeara con las piernas.

—Sí— Jadeó ella, atrayéndole de nuevo hacia su boca,


envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.
J.R. WARD INMORTAL

—Oh, joder— La besó profundamente y se movió contra su


núcleo —Jesús, ¿vamos a hacer esto aquí…?

El sonido de un martillo golpeando fuerte en la otra mitad de


la casa significaba que tenían el tiempo… pero no mucho.

—Sí, vamos a hacerlo—Fue hacia la cintura de su chándal y le


dio un tirón hacia abajo, liberando su… —Oh… wow…

—Sí. ¡Oh!— Dijo él secamente. Como si aprobara ese punto.

Excepto antes de que él pudiera desengancharse, ella agarró


su erección con ambas manos. Contra sus palmas, él estaba caliente.
Duro. Grande.

Jim echó la cabeza hacia atrás, los férreos músculos que


recorrían su cuello tensándolo mientras él maldecía.

—Sissy…

—Quiero sentir cómo te vienes en mis manos.

El gemido que soltó él, vibró a través de su cuerpo, y había


otro justo en sus talones cuando ella empezó a acariciarlo, bajando,
subiendo hacia la cabeza. Bajando otra vez. Subiendo. Ella no tenía
ni idea de lo que estaba haciendo, pero sabía que estaba sobre algo,
especialmente cuando sus caderas empezaron a trabajar con ella,
incrementando la fricción.

Ella miraba todo al completo, sus caderas girando y


empujando, sus abdominales inferiores curvándose y relajándose.
Era mareante, este sentimiento de poder, la sensación de que ella y
solo ella le estaba haciendo esto a él, llevándole más y más cerca del
borde. Él era un hombre, uno fuerte, agresivo… que estaba a su
merced.
J.R. WARD INMORTAL

Y eso era caliente.

—Dame tu boca— gruñó él mientras la forzaba a levantar la


barbilla.

Él tomó sin pedir permiso, desatándose a sí mismo mientras la


parte inferior de su cuerpo se mecía más rápido contra su agarre.
Él sabía a tabaco fresco y salvaje, y por mucho que ella quería
permanecer hiper-consciente de todo lo que estaba pasando, no
pasó mucho tiempo antes de que ella fuera arrastrada, también.

Y entonces él tuvo un orgasmo, ladrando su nombre mientras


mordía su labio inferior.

Nada lento y fácil ésta vez.

Áspero y rudo, su excitación palpitando contra su agarre,


chorros calientes saliendo de él.

Y a ella le encantó.

Cuando finalmente se detuvo, dejó caer la cabeza sobre su


hombro como si no pudiera sostenerla. Respiraba como un tren de
carga, su cuerpo tan caliente como aún lo estaba su erección. Y él
aún parecía no haber terminado.

Era más como el aperitivo de la comida que él quería. Cuando


Jim levantó la cabeza, sus ojos aún ardían. Especialmente cuando se
enderezó, se agarró la parte inferior de la camiseta, la levantó y
apartó de su magnífico pecho. Cambió su cigarrillo aún encendido a
la mano opuesta, presionó el suave algodón entre sus manos,
limpiándola.

La forma en que la miraba… ella se sentía como una presa.

En el buen sentido.
J.R. WARD INMORTAL

Ella no iba a ser así, pensó Jim mientras aplastaba su


Marlboro en el cenicero sobre la mesa de la cocina.

Sissy se suponía que tenía que haber salido corriendo de la


habitación cuando él empujó las cosas un poco, todo viene a sus
sentidos gracias a él. Sin embargo, ella lo había tenido dejándose
todo en sus manos. Y ahora, incluso después de que todo había
pasado, ella estaba sentada contra los armarios, su pelo enmarañado
por sus manos, labios rojos y separados, piernas… desplegadas.

Para él.

Él quería decirle que era tarde. Quería decirle que no.

No lo hizo. Arrojó su camiseta ahora sucia al suelo, y regresó


a ella, pasando sus manos por sus muslos, yendo hacia su núcleo con
los pulgares. Quería ir abajo con ella. Justo ahí en la cocina. Se
deshizo de esos vaqueros y se arrodilló en el suelo y dejó a su
lengua hacer lo que quería hacer.

Pero no necesitaba que Ad terminara con la mierda de arriba y


fuera allí por una bebida.

Su siguiente opción era ir a la verdadera ruta de penetración,


Dios sabía que él aún estaba duro y deseando ir. Una vez más, sin
embargo, la envolvía quitándole los pantalones, y la idea de algún
hombre viéndola desnuda y en mitad de un orgasmo durante el sexo
le hacían desear tener un arma nuclear.

La última opción era la conservadora. Pero era mucho mejor


que parar… y una mejora de locura sobre ser pillados in fraganti.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Sabes lo que estoy imaginando justo ahora?— dijo él en su


oído.

— ¿Qué…?— Tan ronca, su voz era tan ronca y le encantaba


ese sonido.

—Estás desnuda— Empezó a frotarla más rápido —Estás


sobre tu espalda…

Ella gimió y se empujó contra él, como si estuviera buscando


exactamente lo que él tenía intención de darle.

—Estás desnuda y sobre tu espalda y yo estoy entre tus


piernas— Él besó sus labios y se quedó allí —Pero estoy haciendo
esto— acarició en círculos la parte superior de su sexo —con mi
boca.

Él metió su lengua en ella mientras ella tenía un orgasmo, sus


uñas clavándose en su espalda, sus pechos arqueándose. Él la ayudó
a liberarse hasta que se quedó floja en su propia piel, su cuerpo tan
flexible y relajado, se preguntó si podría deslizarse dentro de ella
y…

No más martillazos, sin embargo. Así que o Ad había tomado


un respiro o estaba a punto.

Aliviando su espalda, Jim le apartó el pelo de su cara. Sus


mejillas estaban coloradas y sus ojos aturdidos y abiertos de par en
par. Ella estaba en un completo estado de desarme… y era la mujer
más hermosa que él había visto nunca.

— ¿Me crees ahora?— Susurró mientras presionaba un beso a


un lado de su cuello.

—Sí…
J.R. WARD INMORTAL

—Bien.

Cuando ella bostezó con tanta fuerza que su mandíbula crujió,


él la levantó en sus brazos. Cuando se dio la vuelta, retrocedió ante
el desorden que había creado: sillas por todo el lugar, mierda que
había estado en el mostrador ahora estaba en el suelo, su paquete
de cigarrillos derramado sobre la mesa.

—Tenemos que parar de destrozar esta casa— murmuró él


mientras salía.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 25

Traducción: Sora Rlhdn


Corrección: Rosmery Gutierrez

Mientras Ad entraba en la cocina, no necesitaba ser un


genio para darse cuenta de que había jodido las cosas, y ésta vez,
no era algo metafísico.

Aunque estaba dispuesto a apostar que había sido algo


alucinante.

Ad dejó el antiguo libro sobre la mesa y puso las sillas atrás


donde pertenecían. Después de quitarse el peso esperó. Arriba en el
segundo piso, podía oír todo tipo de movimientos, personas
caminando, puertas cerrándose. Después de un tiempo, solo un par
de pesadas pisadas bajando fuerte por las escaleras.

—Estoy aquí— gritó.

Cuando Jim entró en la cocina, el salvador era todo sobre el no


gran asunto y nada especial — ¿Estás listo para la cena?

—Tenemos que hablar— respondió Ad.

Jim se acercó y abrió el refrigerador —Por qué.

—Tu chica.
J.R. WARD INMORTAL

Tres, dos, uno... no, el tipo no se molestó con cualquier tipo de


negación acerca de ese pronombre posesivo.

—Qué pasa con ella— Jim cerró la puerta del congelador y se


fue hacia los armarios — ¿Tenemos algo de comer?

—Patatas fritas con sal marina y vinagre, bolsa fresca, a tus


once en punto101.

—Joder perfecto.

Ad esperó hasta que el tipo se había sentado enfrente y


abierto el cierre de las chips —No quiero que te lo tomes a mal…

—Pues no lo digas

—… pero no podemos ignorar el hecho de que Sissy puede


estar poseída.

Abajo fueron la bolsa sobre la mesa y la dura mandíbula que


dejó de masticar — ¿Qué?

Ad frotó el centro de su pecho… porque incluso plantear la


cuestión era suficiente para ponerle los pelos de punta —Creo que
Sissy ha traído algo del infierno con ella. Creo que está dentro de
ella y cuanto más tiempo esté ahí, más va a echar raíces y crecer.

Jim meneó la cabeza —No. Absolutamente no. Era un inocente


cuando entró y…

—Hay una razón por la que gente como ella no está permitida
arriba en el Cielo.

— ¿Perdón?

—Están contaminados.
101
Táctica militar, se dibuja un reloj imaginario alrededor de una persona para señalar un
punto específico.
J.R. WARD INMORTAL

Jim se levantó, su silla crujiendo a través de las desnudas


tablas del suelo —No estoy oyendo…

—Entonces explicarme cómo ella puede leer esto. Ad abrió el


antiguo libro encima por una página aleatoria—Esto no es Latín, Jim.
Es el idioma de Devina y creo que Sissy puede leerla porque…

— ¡No!— El salvador aplastó la bolsa en su puño —Estás


jodidamente loco.

—Y qué pasa con sus ataques de ira.

—No está enojada.

Ad se puso de pie y echo su torso hacia adelante —Ella casi


quemó la casa, Jim. Deja de pensar con la polla y vuelve a la
realidad.

Jim señaló con un dedo sobre la mesa, agitando su mano—Voy


a olvidar que dijiste algo de esto.

—Entonces vas a perder todo. Incluyéndola a ella. Devina es un


parásito, entra en la gente a través de una herida en el alma, y una
vez que entra, divide y conquista. Es Vin diPietro de nuevo…

—No, no, joder. No hay nada malo con ella… sentiría si


percibiera a Devina…

— ¿No sentiste una mierda en la última ronda, verdad? O en


cualquiera de las otras dos cuando Devina estaba trabajando. Y esa
es otra razón por la qué creo que Sissy es el alma.

Jim lo miraba rígido —No lo entiendo… pensé que estabas


genial con ella.

Ad frotó su cansada y dolorida cabeza — ¡Maldita sea, Jim…!

—En serio. ¿Qué diablos te pasa?


J.R. WARD INMORTAL

Había estado temiendo esto. Él había estado totalmente


jodido temiendo esto —Tienes que ser realista, Jim. No pelear
conmigo, ¿de acuerdo? Claro que estoy bien con Sissy, pero no voy a
permitir que eso se interponga en el camino de mi lógica, y estate
seguro como la mierda que no puedo permitir que eso
suceda—Mantuvo su voz nivelada tanto como pudo—Lo diré de
nuevo. Creo que Sissy es el alma en el juego y tienes que pensar muy
claramente aquí o vamos a estar en un mundo de dolor.
Especialmente ella.

Mientras Jim miraba fijamente a su único compañero alado,


estaba teniendo un momento difícil de no oír nada por encima del
martilleo de la sangre en sus oídos. Excepto... no, esto estaba
equivocado, todo equivocado.

Movió la cabeza hacia adelante y hacia atrás —No. Ella no está


involucrada en esto. Sissy no es una parte de esto. La saqué y ella
está bien y ahora pasamos a la siguiente alma.

—Ve a hablar con Nigel si no me crees. Ve allí y pregúntale si


ella tenía permitido estar detrás de los muros del castillo. ¿Por qué
demonios crees que está aquí con nosotros? Porque ella no
pertenece a ninguna parte ya— Ad maldijo y se sentó —No estoy
diciendo que nada de esto sea su culpa, la mierda ocurre, y ella
simplemente consiguió en el reparto de cartas una realmente jodida
pésima mano. ¿Pero no vamos a tener tus emociones interponiéndose
aquí, ok?
J.R. WARD INMORTAL

En respuesta, todo lo que Jim pudo hacer fue caminar de un


lado a otro alrededor de la cocina, meneando la cabeza y tratando
de encontrar agujeros en la tonta del culo, tergiversada y
chupapollas idea de Ad.

—Ella no puede ser el alma—era todo lo que él conseguía —Ella


simplemente no puede.

Ad tomó una respiración profunda, como si fuera a volver a


explicar la física de partículas a una persona profana —No seas
ingenuo, Jim. Cada ronda tiene una lógica interna, una forma en la
que tú encuentras el alma, una progresión de una a otra. Sissy ha
estado ahí desde el principio y tu reacción al encontrarla muerta al
principio... mierda, eso fue como la primera pista. Es como si ella
hubiera sido hecha precisamente para desencadenar la mierda en ti,
y tú has entrado de lleno a través de ello… desde la reunión con ella
abajo en el Infierno, para encontrar su cuerpo, para conseguir su
salida. Y ahora está contigo y te enamoras a lo grande de ella… es
sumar dos y dos.

—No

Eso era todo lo que tenía. Sólo... no

—Están subiendo las apuestas, Jim. No sólo para la guerra y


todos nosotros, sino para ti. Por eso tiene que ser ella. Esto es una
gran prueba para ti.

Sus manos se sacudieron tan estrepitosamente que cuando


intentó coger su medio vacío paquete de Reds de su bolsillo, los tiró
al suelo.

Y como si estuvieran intentando apuntar en la misma


dirección también, aterrizaron junto a toda la mierda que había
J.R. WARD INMORTAL

barrido del mostrador cuando había empezado a ejercitarse con


Sissy.

Muy buena. Ella era tan jodidamente buena… la forma como le


tocaba, la forma como ella sentía, todo desde su sabor a su delicada
piel a la manera en que ella se corría para él.

Era lo opuesto de Devina. Todo sobre Sissy era lo opuesto a


ese demonio.

—No es posible—murmuró mientras luchaba por iluminarse.

—El Creador diseña todo.

—Ella no es malvada.

Pero… ella le había mentido. Acerca de por qué le había


buscado. Aunque, mierda, tal vez no. Tal vez era sólo la paranoia
hablando por él. Diablos, era posible que ella se hubiera marchado
para venir a casa solo porque... y ella lo había buscado sólo porque...

Deja de pensar con la polla.

Con un sentido de temor absoluto, se acercó a la mesa y miró


hacia abajo, a ese horrible jodido libro. Ad lo había abierto en el
medio, y mientras Jim forzaba los ojos para enfocar, intentó
encontrar el latín en el que fue escrito. Trató desesperadamente de
ver algo que él reconociera.

Pero sólo Dios sabía lo que era la redacción. Parecía una


combinación de símbolos y el alfabeto ruso.

Pero no era... latín.

—Déjame decirte lo que parece el final del juego— dijo Ad


tristemente —La infección de Sissy empeora... y así es cómo te
infecta Devina. Va a ser a través de Sissy que esto te jode.
J.R. WARD INMORTAL

La lógica de todo empezó a asustarle —Pero yo no soy una de


las almas. Y Sissy no puede ser. Ya está muerta.

—No vi una dispensa de las reglas para eso, ¿verdad?

Bien, no. No lo hizo. Pero...

—Está bien…— dijo Ad, gesticulando con sus manos —Digamos


que ni uno de vosotros puede ser un alma en la guerra. Todavía se
supone que eres el cincuenta por ciento malvado, correcto… por eso
Devina acordó que fueras el salvador. ¿Cuánto más furioso, más
infectado verdad? El mejor es para ella. Y yo debería saber, porque
yo tengo el cáncer también— El otro ángel señaló a su pecho —Está
en mí también. Eddie fue el único de los tres que era puro, porque
nunca había estado con Devina, incluso después de que ella fuese
por él. Por eso ella tenía tanto miedo del tipo. Es por eso que se lo
llevó fuera.

—No voy a perder a Sissy por esa perra otra vez—dijo Jim
aturdido.

—Lo sé, y no puedo decidir si eso funciona en nuestro favor… o


contra nosotros. Y hablando del diablo, Devina vino justo ahora.

Ad dijo la segunda mitad con cuidado, como si supiese que Jim


estaba a dos pulgadas de un acantilado muy empinado —Ella me dijo
que la buscabas.

Jim corrió a través de las matemáticas de nuevo, paso a paso.


Y odió la conclusión a la que llegó. No había nada en las reglas que
dijera que alguien como Sissy no podía ser el alma, y Ad tenía un
punto. La lógica interna de la guerra era innegable, pero solo el tipo
de cosas que podía reconocer a posteriori.
J.R. WARD INMORTAL

Mierda, pensó. Él esperaba que Ad estuviera equivocado,


realmente lo esperaba.

—Quédate aquí— Apagó su cigarrillo—Y custodia a Sissy por


mí, ¿ok? Volveré.

—No hagas nada estúpido

—Sólo preocúpate por ella. Yo me encargo de todo lo demás.

Mientras salía a zancadas de la cocina, podía oír maldecir a


Ad, pero no iba a preocuparse por esa mierda. Tenía que cuidar de
los negocios y eso significaba hacer un viajecito arriba.

Y no al segundo piso de la casa.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 26
Traducción: Mayerin Pineda

Corrección: Agnes Tahlly

Cuando Jim llegó arriba al Cielo, encontró que el lugar


estaba todavía exuberante como Central Park en verano, la tierra
verde, el cielo azul, los muros del castillo de color café con tres
cremas en el mismo. Pero el hecho de que sólo había dos banderas
ondeando sobre el pretil era un espectáculo doloroso.

Jim recordó la primera vez que se había despertado con la


espalda plana en el permanentemente césped, el chisporroteo de la
descarga eléctrica que le había tostado seguía circulando a través
de cada terminación nerviosa de su cuerpo. Al menos ahora, había
hecho el viaje aquí suficientes veces de modo que cayó de pie.

Antes de que se marchara buscando a los arcángeles, se


dirigió a la Mansión de Almas... y se imaginó a su madre allí. Segura.
Sin dolor. Sin pesares ni preocupaciones. No la había visto desde el
día en que había muerto, y hombre, seguro que podría haber usado
diez minutos PARA estar allí con ella. Aunque ninguno de los dos
dijera nada, sería bueno poder verla por última vez en el caso de
que perdiera ésta maldita guerra.

—Lo siento. No puedo permitirte el paso a ella.

Se giró hacia Nigel. El tipo estaba como una pintura


restaurada adecuadamente, nada era polvoriento o muy pálida en él
ahora, sus extremidades aparentemente habían sanado rápido y sin
problemas prolongados… por lo menos yendo por el camino más fácil
el chico caminó sobre la hierba recortada. Llevaba uno de sus trajes
J.R. WARD INMORTAL

de estilo natty 1920102, la crema del lino fino brillando como una luz
nocturna en la extraña iluminación ambiental del lugar.

—Yo necesito que seas honesto conmigo —dijo Jim.

—Claro. Como si pudiera ser cualquier cosa menos que eso.

—Necesito saber si es cierto que un alma que se ha liberado


del infierno no puede entrar allí —Él señaló con el pulgar por encima
del hombro —Eso de que hay algún tipo de problema de
contaminación. O lo que sea.

Mierda. Sólo... mierda.

Y excelenteeee. La cara de Nigel se entristeció mientras


murmuraba.

—Se trata de Sissy.

—No, del jodido conejito de Pascua.

—Ah, sí, el conejo mítico con la cesta de huevos de color pastel.


Estás en lo correcto, ese pequeño apestoso, como algunos lo llaman,
no sería bienvenido aquí. Y lamentablemente, también estás en lo
correcto con lo otro. Cualquier alma que ha estado abajo no se le
permite la entrada detrás de esas paredes o incluso el acceso a los
terrenos.

—Discriminación.

—No, dijiste la palabra. Contaminación.

—Ella era inocente, Nigel. Ella no pidió nada de esto.

—Y tienes mi simpatía. Ambos.

102
Estilo de ropa usada en la década del 20, como en la película del Gran Gatsby de DiCaprio
J.R. WARD INMORTAL

—Vete al infierno —De repente, él recordó lo que habían tenido


que hacer por Vin diPietro en la primera ronda— ¿Y si fuera
purificada? ¿Qué pasaría si... limpiamos el mal fuera de ella?

Mierda, no se podía imaginar haciendo ese procedimiento


violento y mortal en Sissy.

— ¿De verdad quieres intentar eso en ella?

No —Voy a matar a ese maldito demonio.

Nigel lo agarró del brazo en un fuerte control.

—Por favor, recuerda esto. Si recuerdas... una sola cosa de ella...


debes mantener eso contigo —Esos ojos increíbles se clavaron en
los de Jim, sus colores impares imprimiéndose en su mente a tal
grado, que se sentía como si Nigel hubiera implantado un objeto
tangible en su cerebro— El tipo de ira que sientes ahora es lo que
nutre a Devina. Si le das cobijo en ti, te entregas a ella. Es la raíz
de todos los males, lo que mantiene el balance en contra de la
pureza del amor. Es la expresión de la propia naturaleza de ella.
Hagas lo que hagas, no montes ésta ola, sobre todo si es contra
ella, e incluso si crees que te proporciona el enfoque y la fuerza
para vencerla. En última instancia, será lo que te destruya.

Jim miró hacia el exuberante paisaje. Esto era demasiado,


decidió. Toda la maldita cosa era demasiado, pero no era como si él
pudiera salir de este aventón. No hasta que todo hubiera
terminado, de una manera u otra.

— ¿Colin aún estará alrededor?— Le espetó.

—No sé a lo que te refieres.

Hubo un largo silencio. Y entonces Jim dijo:


J.R. WARD INMORTAL

—Necesito pedirte un favor.

—Y estoy dispuesto a concedértelo.

—No sabes lo que voy a pedir.

—Sí, salvador. Lo sé.

Sissy despertó con manos anchas y cálidas que viajan sobre su


estómago, su cintura, su cadera. A medida que ellas le dieron vuelta
con cuidado, ella sabía quién era. Reconoció el olor de él y la forma
en que la tocaba y se arqueó en su contra disminuyendo la distancia.

Abrió los ojos, pero estaba demasiado oscuro para ver algo, el
sol ya se había ocultado.

— ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?

—Un tiempo.

—Yo ni siquiera sabía estaba cansada.

—Déjame entrar —dijo Jim con una especie de desesperación


que no se asociaba con él —Por favor, déjame entrar.

Sus labios encontraron los de ella y era la cosa más natural del
mundo dividir sus piernas para que él pudiera encontrar su lugar
entre sus muslos. Ella había tomado una ducha y metido entre las
sábanas desnuda… exactamente para esto.

Había esperado que él viniera a ella.


J.R. WARD INMORTAL

Su beso era una droga y ese era su alimento, se extendió


debajo de su gran peso cuando su erección rozó justo contra su
núcleo. Ella estaba inmediatamente lista para él, y él parecía querer
comprobarlo ya que una de sus manos se fue entre ellos. Él gimió al
sentir su calor, y luego se reposicionó a sí mismo.

Él les unió con un empuje de su pelvis, la plenitud volviendo a


ella. Y fue cuidadoso hasta cierto punto. A medida que sus
embestidas cobraron impulso, la cama empezó a oscilar, el crujido
sonó fuerte en el cuarto oscuro. A ella no le importaba si Adrián les
oía. Tal vez debería haberlo hecho, pero se sentía tan bien.

Cuanto él más se acercaba a su propio orgasmo, más fuerte


bombeaba, sus caderas se hicieron más ajustadas. Su liberación la
elevo, contrayendo su sexo alrededor de él, agarrando su gran
pene…

—Oh, joder— él apretó los dientes mientras se clavó y sacudió


contra ella.

Sus cuerpos se hicieron cargo, trabajando juntos,


amplificándolo todo. Y cuando por fin terminaron, se sentía más
cerca de él de lo que nunca había estado con nadie en su vida.

Él apoyó la parte superior del cuerpo sobre sus codos y la


miró. En la penumbra, la pequeña línea alrededor de la puerta por
donde él había venido como la única fuente de luz, ella se dio cuenta
de que él estaba triste.

— ¿Qué es? —Preguntó.

—Debo salir y atender de algo.

—Bueno. ¿Puedo ayudar?

—Sí. Permanece aquí con Adrián hasta que vuelva.


J.R. WARD INMORTAL

— ¿A dónde vas?

—No es nada de qué preocuparse.

Frío se filtraba a través de su piel.

—Vas a verla, ¿no es así? —Sissy lo empujó fuera de ella y tiró


de las sábanas hasta su barbilla— ¿No es así?

—No es para sexo.

—Eso es lo que tú dices —Los flashbacks de su conversación


con el demonio se repetían en su mente— ¿Y se supone que debo
sentarme por aquí hasta que vuelvas?

—Sissy, Te lo estoy diciendo. No es así.

—Has tenido relaciones sexuales con ella hace cuarenta y ocho


horas.

—Y eso nunca ocurrirá de nuevo. ¿Por qué crees que lo haría?

Sissy se llevó las manos a la cara y se frotó arriba y abajo.

¿Tal vez esto era un sueño?

La cama se movió mientras él se movía alrededor, tirando de


su camisa en su lugar. Y luego hubo un resplandor azul.

—Quiero mostrarte algo.

Ella miró a su teléfono. Luego frunció el ceño y tomó la cosa


de él. La pantalla se llenó con una foto de ella, la que estaba
colocada con todas las demás fotos de la familia en la estantería en
el salón de sus padres.

—La tomé hoy, cuando yo estaba tratando de encontrarte.


Estaba asustado de la jodida muerte.
J.R. WARD INMORTAL

Dios, ella se veía tan diferente en ese entonces, Sissy pensó


mientras se miraba a sí misma.

—Dame tu mano— dijo.

Ausentemente, ella extendió su mano y encontró su brazo


siendo llevado hasta el cuello de él.

— ¿Sientes esto?

Era un dije. En el extremo de un collar.

Ella frunció el ceño.

—Eso es mío.

—Lo sé. Tu madre me lo regaló.

— ¿Cuándo?— Ella respiró.

—Fui a verla después de que tuve que dejarte allí. Fue antes
de que descubriera una manera para traerte de vuelta. Yo sabía lo
mucho que ella debió de haber estado sufriendo, así que fui a tu
casa y la encontré sentada en ese sillón en la sala de estar. Ella
estaba esperándote.

A medida que la fotografía resplandeciente empezó a ondular,


ella se rozó las lágrimas en sus ojos. La realidad de su madre
esperando junto a la puerta, no porque Sissy estaba fuera después
del toque de queda, sino porque algo terrible había sucedido... era
más de lo que podía soportar.

—Le prometí a tu madre que te traería de vuelta —dijo Jim


bruscamente —Ella me dio esto, y yo iba a dártelo, pero me gustaría
mantenerlo. De ésta manera sabré que estás conmigo. Dondequiera
que vaya, haga lo que haga. Estarás allí conmigo.
J.R. WARD INMORTAL

—Esto apenas te cabe— murmuró, trazando el camino en que


la cadena delgada debió estirarse en su cuello grueso.

—Yo no pienso joderte Sissy. No va a suceder — Se inclinó


para darle un beso y ella le permitió darle uno— ¿Y tú quieres saber
lo que quiero hacer?

— ¿Qué?

—Después de que todo esto termine, quiero llevarte a una


cita. Una estúpida cita para cenar. O alguna mierda, no lo sé.
Caminar sobre una playa… no es que haya alguna por aquí. Yo sólo... si
gano ésta guerra, en el otro lado de todo esto, te quiero en la parte
trasera de mi moto. Tal vez solamente a dar un paseo. No me
importa. Sólo tú y yo, nada más. ¿Promesa?

Ella no sabía a quién de ellos creer. El demonio que miente... o


el asesino entrenado que parecía la persona menos probable en el
planeta para ser sentimental, sin embargo, llevaba una pequeña
paloma alrededor de su garganta y se había detenido en el medio de
todo para tomar una fotografía de una foto de ella.

— ¿Eso es lo que ibas a preguntar? —dijo ella.

— ¿Perdón?

—Abajo en la sala, justo después de que volviste, mientras


estábamos cenando. ¿Ibas a pedirle a Adrián para que nos tomara
una foto?, ¿no es así?

—Sí.

— ¿Pueden los ángeles ser fotografiados?

— ¿Quieres ver?
J.R. WARD INMORTAL

Quitándole el teléfono a ella realineó la cámara de manera que


las oscuras sombras difusas que eran ellos dos entraron en foco.

—Prepárate para el flash —dijo—Tres, dos, uno...

La brillante luz la cegó y la hizo parpadear, pero cuando su


vista volvió y miró a la pequeña pantalla, allí estaban, las cabezas
muy juntas, él la miraba, no al ojo de la cámara, en cambio su mirada
se centró de forma miope al frente.

Y allí, en torno a sus dos cabezas, como una especie de


bendición, estaban los halos.

—Puedes confiar en mí Sissy. Estoy en guerra con la perra, no


en amor con ella.

Ella pensó de nuevo cuando él había estado en el infierno,


torturado por esos demonios, violado por las masas. ¿Cómo puede
amar a nadie o sentirse atraído por alguien que podría hacer eso con
ellos? Jim era un montón de cosas, pero él no la golpearía como
algún tipo de tio masoquista.

Dios, ella no sabía a quién creer.

Pero le gustaba la imagen de ellos dos juntos. Ella realmente le


gustaba el aspecto que tenían. Si no fuera por esos malditos halos,
casi podía creer que eran una pareja normal.

— ¿Puedo quedarme con esto?

—Sí, puedes tener mi teléfono.

Acunándolo en su corazón, ella se fue hacia abajo y puso su


cabeza en la almohada.

— ¿Cuándo vas a estar de vuelta?

—Después de que coloque a esa puta perra en su lugar.


J.R. WARD INMORTAL

Bueno, por lo menos él no mostró signos de ganas de ver al


demonio; eso era seguro. ¿Y el sexo que ese par tenía? Nada de qué
preocuparse.

—Sé fuerte —dijo.

—Siempre.

Ella lo oyó caminar hacia la puerta, pero entonces él dio la


vuelta y volvió en seguida, capturando su rostro en sus manos.

—Yo voy a cuidar de ti —Su voz tenía un tono extraño en él


—Lo juro por el alma de mi madre. Voy a hacer las cosas bien.

Y entonces él la besó y se fue, cerrando la puerta tras de sí


silenciosamente antes de dar grandes zancadas por el pasillo. Paso
un rato antes de que ella descubriera lo que había estado detrás de
ese tono extraño, y se estremeció.

Era miedo.

Jim Heron estaba aterrorizado, por alguna razón.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 27
Traducción: Sandra Dee

Corrección: Yazi Dreka

—Puedo ayudarle.

No era una pregunta. Y la actitud era más en la línea de, ¿Qué


está haciendo aquí?

Cuando Jim se detuvo en el suelo de mármol brillante del


vestíbulo del hotel Freidmont, miró al Sr. Autoritario que estaba a
cargo de la recepción. El hombre llevaba un discreto traje negro
con una etiqueta dorada con su nombre, una camisa blanca brillante
y una corbata negra, como si fuera el maître de una funeraria.

—La entrada de servicio está por la parte de atrás —fue el


añadido. Yyyyyy por eso era mejor ser invisible.

—Estoy aquí para ver a un huésped—murmuró Jim, y se fue


derecho hacia los ascensores.

—Disculpe —dijo el hombre mientras se entrometía en su


camino fuera del mostrador.

Jim levantó la palma de la mano y sacudió su pequeña polla en


silencio. Luego, con una vuelta rápida y un empujón metafísico, envió
el traje de vuelta a su sitio.

Jim cogió los ascensores, no las escaleras.

Primero, porque un conjunto de esas puertas ornamentadas se


abrieron en el momento justo como si la maldita cosa supiera que
J.R. WARD INMORTAL

necesitaba un ascensor. Ja-Ja. Y segundo, cuanto más se acercaba


al demonio, más exaltado estaba, y eso limitaba sus poderes a la
talla del truco de salón que había utilizado con el chico de
recepción.

Entrando, golpeó el botón marcado “PH” y miró hacia arriba a


los números alineados sobre las puertas. Con una serie de discretos
tintineos, avanzó por el centro del viejo edificio, lento y constante.

Su temperamento se elevó también.

Había espejos por todo el interior del ascensor, y evitó


mirarse a sí mismo. No quería pensar en otra cosa aparte de dar a
Devina un mensaje muy claro, y la visión de su cara con la barba y el
agotamiento era un recordatorio de cómo de cerca del hueso
estaba.

Moviendo los ojos aún más alto, tanto que estaba mirando las
tallas de madera adornadas en el techo, murmuró —Nigel, podrías
haber hecho esto por mí.

Con uno “ding” final, la cosa llegó a su fin y se abrieron las


puertas sin hacer ruido. El pasillo más allá estaba hecho de la misma
cosa sombría en oro y marrón que el vestíbulo, la alfombra con
todos los remolinos, las paredes rayadas, los accesorios de cristal.

A él le importaba una mierda.

Abajo, en el otro extremo, curvó un puño y golpeó la puerta


con fuerza.

Con un clic, la cosa se desbloqueó y se abrió por sí misma.

La habitación más allá tenía un mobiliario elegante, con una


barra de bar incorporada y vistas sobre el río, estaba iluminada por
J.R. WARD INMORTAL

velas que parpadeaban. R & B103 golpeado por los altavoces ocultos y
algún tipo de sensual aroma a “recién salida del baño” espesaba el
ambiente.

Y allí estaba ella.

El demonio estaba sentada en una silla completamente


desnuda, su piernas haciendo un Sharon Stone104 cuando ella se
recostó y levantó sus propios pechos.

—Me has echado de menos —dijo arrastrando las palabras.

Cerró la puerta de una patada.

— ¿Qué demonios estás haciendo?

—Esperando que vengas aquí y me des un hola adecuado.


Preferiblemente con cierta penetración —Una de sus manos se
desplazó hacia abajo, entre sus piernas —Estoy esperando.

—Es necesario que dejes de joder a Sissy.

El demonio exhaló una maldición.

—Ella de nuevo. Mira Jim, no hay razón para fingir. No es


como si Adrián estuviera aquí. O esa niña tonta.

Caminó hacia el demonio, pero no se acercó demasiado.

—Tú no quieres presionarme con esto. Sissy está fuera de


límites.

Devina cerró sus rodillas. Luego cruzó las piernas —¿Lo está?
¿Desde cuándo tú estableces las normas?

103
rhythm and blues. es un género musical que combina elementos de hip hop, soul, R&B, pop
y funk
104
Es e a de Bajos I sti tos do de la a t iz des uza las pie as se e su se o a tes de
cruzar las piernas de nuevo
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Quieres venir por mí? Bien. Pero déjala en paz.

El demonio se puso en pie y desfiló hacia el bar, sus zapatos


rojos altísimos iban golpeando el mármol, y en silencio sobre la
alfombra.

—Tú eres un verdadero idiota Jim —Ella estaba vertiendo un


líquido claro de una coctelera de plata en un vaso de Martini. La
aceituna que arrojó dentro era verde militar— ¿Crees que soy
mala? ¿Cómo llamarías a un hombre que es infiel justo frente a la
cara de su amante, eh?

Se rió con un borde afilado —Como si tú y yo estuviéramos


teniendo jodidas citas.

—Tenemos una relación.

—Estás loca. Quiero decir, de verdad, estás malditamente


loca.

Devina se quedó callada y perdió algún tiempo tomando un


largo sorbo del borde afilado de la copa. Sus relucientes ojos
negros lo miraban fijamente todo el tiempo.

—Yo tenía otros planes para nosotros ésta noche —murmuró


—pero supongo que vamos a tener que hacer esto de la manera
difícil.

—Si estamos hablando sobre sexo, eso no va a pasar.

—Ya has dicho eso antes —Su tono era aburrido mientras
ponía el vaso en la mesa e iba hacia el bar— Yo sólo quiero que sepas
que todo esto es culpa tuya.

— ¿Disculpa? ¿De qué coño estás hablando?


J.R. WARD INMORTAL

—Esto es todo sobre ti —Sobre el sofá cubierto de seda, se


agachó y empezó a rebuscar en un enorme bolso negro— Ah, sí, aquí
está.

Cuando se dio la vuelta para mirarlo, ella sostenía un... adorno


del capó de un Mercedes y un cuchillo de cocina.

— ¿Qué demonios estás haciendo? —exigió.

— ¿No reconoces esto? —Ella puso el círculo dividido en tres


partes hacia adelante— Es de mi coche.

—Dáselo a tu mecánico. ¿Por qué tendría que preocuparme?

—Tú eres seriamente decepcionante en este momento, ya lo


sabes —Ella volvió a la barra y puso el asunto en un cenicero ─ ¿No
te acuerdas de la otra noche?

—Lo siento. He estado muy ocupado tratando de olvidar cada


segundo que he pasado en tu presencia.

Ella cerró los ojos como si le doliera el pecho. Pero entonces


pareció volver a centrarse.

—Tú y yo tuvimos una de nuestras riñas y me puse un poco


agresiva con mi coche.

—Intentaste pasarme por encima.

—Sí, lo hice. Y da la casualidad que tuviste la amabilidad de


dejarme un pequeño recuerdo.

Señales de alarma comenzaron a sonar en su cabeza mientras


sumaba dos más dos y se le ocurría un montón de cosas para
joderlo.

Pero era demasiado tarde.


J.R. WARD INMORTAL

—Y esto ha demostrado ser muy útil ya.

Antes de que pudiera reaccionar de cualquier tipo de forma


proactiva, ella vertió un poco de alcohol en la parte superior de la
pieza metálica de plata y escupió una bola de fuego en ella.

Al instante, él estaba en llamas. A pesar de que su piel se


mantuvo intacta, sintió la quemadura hasta los huesos, el dolor
incapacitándolo y enviándolo hacia abajo sobre la falsa Oriental.

—Verás Jim, yo no soy la que hizo a Sissy formar parte de


esto. El Creador lo hizo. Así que no es mi culpa y no es nada que tú
puedas cambiar.

Retorciéndose en una bola, no encontró alivio y se estiró


tratando de aliviar la agonía. Al final, todo lo que podía hacer era
apretar los dientes y tratar de no gritar, especialmente cuando ella
se acercó, esos stillies de color sangre parándose justo al lado de
su rostro.

De rodillas, ella cepilló un poco su pelo largo hacia atrás y puso


el cenicero en el suelo junto a él.

Si pudiera alcanzarlo…

—Oh no—dijo poniendo el fuego fuera de su alcance —No,


este es mi juguete. Igual que tú.

Como la perra enferma que era, comenzó a masturbarse


mientras lo veía sufrir, yendo tan lejos como para tumbarse a su
lado, sus pechos perfectos agitados, su cuerpo ondulándose
mientras se masturbaba en la alfombra mientras él gruñía y
maldecía con el sufrimiento. Y luego justo antes de correrse, ella
agarró su pene, acariciándolo como si eso fuera a encenderlo o
alguna mierda. Debilitado por la agonía, mareado por el dolor, no
J.R. WARD INMORTAL

podía hacer que sus brazos y piernas se coordinaran lo suficiente


para quitársela de encima.

Cuando llegó, dijo su nombre con la parte superior de sus


pulmones… casi como si estuviera meando en un poste con la
esperanza de que Sissy mágicamente fuera a oírla.

Y luego hubo un momento en que ella se levantó y lo miraba


como si fuera el postre. Lo que fuera, él estaba a punto de
desmayarse cuando ella puso su brazo sobre su cara como si no
pudiera creer lo jodidamente bueno que había sido.

Mierda, era su única oportunidad, y se estiró en la dirección


del cenicero.

—No es para ti —dijo con una sonrisa— No, no, eso es mío.

Frunciendo los labios, se inclinó sobre las llamas... y las apagó


en un suspiro.

El alivio fue instantáneo, la quemadura drenándose de su


cuerpo en el segundo en que no quedó más que un anillo de humo
sobre el emblema del Mercedes. Excepto que el daño ya estaba
hecho. A pesar de que su piel no estaba colgando en tiras fuera de
él, era una víctima quemada, sus miembros sacudiéndose
espasmódicamente, su visión desenfocándose.

—Oh, Jim, te quiero.

El tono de su voz era jodidamente delirante, como si


simplemente le hubiera dado un conjunto de perlas y un abrigo de
visón, en lugar de haberlo llevado al tercer grado mientras ella
hacía YouPorn a sí misma105.

105
Como YouPorn. Se refiere a masturbarse a sí misma mientras él ardía con quemaduras de tercer
grado.
J.R. WARD INMORTAL

Era vagamente consciente mientras ella se sentaba y se


ahuecaba el pelo en su lugar.

—Así que ésta cosa me da un gran control sobre ti. De ésta


forma lo hice en tu cama, en tu casa, ¿sabes? Fue una pena cómo
acabó, aunque no estoy segura de que hubiera podido mantener la
mentira mientras te follabas el cuerpo de Sissy. Quien sabe...
Cogió el cenicero y luego miró a su alrededor—Esto va a hacerse
cargo de todo.

Estirando un brazo, sacó un Kleenex de una caja en la mesa de


café.

—Quiero pensar que te vas a estar quieto para hacer esto, así
que sólo voy a tomar precauciones aquí.

Llevándose el pañuelo a la boca, le habló a la cosa, y entonces


sopló a través de las fibras una, dos... tres veces.

Allá vamos.

En el instante en que cubrió el adorno del capó con el Kleenex,


un peso enorme se apoderó de él, inmovilizando su ya débil cuerpo,
manteniéndolo en el suelo, incluso aunque aparentemente no tenía
nada en él.

Devina puso el cenicero en la mesa de café y miró hacia él.

— ¿Dónde está tu teléfono, Jim?

No había manera de responder a la pregunta, ya que no podía


abrir la boca o utilizar su lengua. La única cosa que parecía capaz de
hacer era respirar…eso y tener pulso.

—Voy a tener que cachearte.


J.R. WARD INMORTAL

Ella se sentó a horcajadas sobre él con esos tacones altos y se


inclinó, sus pechos plenos balanceándose mientras pasaba sus manos
por todo su cuerpo, no sólo alrededor de los bolsillos de los
pantalones vaqueros que él se había puesto.

—No hay teléfono, maldita sea. Pero esto... creo que lo mejor
es que me quede tu pequeño cuchillo. Por si acaso.

Con un gesto, ella desenvainó su daga de cristal de donde se la


había escondido en la parte baja de su espalda. Acercándose el
arma a la cara, sonrió como un tiburón.

— ¿Estabas pensando usar esto en mi contra? Mierda, debería


haber mantenido mi sujetador y mis bragas puestos y así me los
hubieras cortado. Eso hubiera sido caliente.

Lo único que podía hacer era parpadear, pero el odio que se


encrespaba en su estómago debía haberse mostrado, porque ella
puso ese típico mohín de mierda suyo.

—Oh, vamos, Jim… tenemos que mantener las cosas picantes


en el dormitorio. Esto hace a las parejas más cercanas. He leído
acerca de eso en un artículo que fue reenviado en Facebook.

Jesús jodido Cristo, qué perra era… —Está bien, así que no
hay teléfono, ¿por casualidad lo dejaste con tu chica? Porque eso
sería tan condenadamente conveniente, no tienes ni idea.

Enderezándose, volvió hacia su bolso y sacó un iPhone.


Después de marcar, se lo puso en el oído.

Cuando se contestó la llamada, ella dijo con gravedad: —Hola,


Sissy.

Sus ojos se clavaron en él mientras trataba de luchar contra


las barras inexistentes que lo sujetaban.
J.R. WARD INMORTAL

—Creo que tienes que venir a verme.

Jim apretó los dientes y luchó con tanta fuerza que le


dolieron los huesos… y lo único que sucedió fue que el Kleenex en el
cenicero se movió ligeramente.

—Penthouse. Hotel Freidmont, en el centro… le haré saber al


supervisor del mostrador que te estoy esperando. ¿Por qué?
—Entrecerró los ojos—Porque Jim está a punto de llegar en
cualquier momento y me imagino que ya tienes suficiente mierda.
Necesitas ver esto por ti misma. Y antes de que preguntes, no, no
es una trampa. De hecho, te apuesto a que Jim te dijo que tenía que
ir a algún lugar esta noche, ¿no es así? Así que mueve tu culo hasta
aquí… y sé la mujer fuerte que sé que quieres ser.

Devina terminó la llamada y sacudió la cabeza con algo cercano


al asombro.

—Estás tan jodidamente cabreado ahora mismo, ¿o no? Pero


no puedes decir ni una cosa, no puedes hacer nada al respecto.
Sabes, yo intenté atropellarte hace semanas con mi Benz. Esto es
tan bueno para nuestra relación.

Echó el teléfono en el bolso y miró su cuerpo hacia arriba y


hacia abajo.

—Y ahora un cambio de ropa.

Con un movimiento de su mano, lo dejó desnudo, sus prendas


desmaterializándose tan limpiamente como el humo se disipaba por
un golpe de aire fresco.

Y entonces algo absolutamente horrible sucedió.


J.R. WARD INMORTAL

Una oleada de náuseas le golpeó justo en el intestino, seguido


de un vértigo extraño, uno que parecía afectar tanto a su cabeza,
como a su cuerpo.

—Santa... mierda —Devina suspiró—Estoy tan jodidamente


caliente.

Le llevó un segundo entender lo que estaba diciendo.

Oh... joder...

—Vamos a tener que permitir un pequeño movimiento, no deseo


verme muerta —Ella dirigió una mirada fija al cenicero... y de
repente él podía, si realmente lo intentara, levantar la cabeza
alrededor de una pulgada de la alfombra— Además, quiero que
admires mi obra.

Jesucristo, no...

Se había convertido en Devina. Tenía su cuerpo desnudo, con


sus pechos y su pelo, sus piernas kilométricas, sus malditos zapatos.

¡No! gritó sin hacer ruido.

—Y ahora mi disfraz.

En un abrir y cerrar de ojos... se convirtió en él. Todo, desde


la longitud de su cuerpo, hasta sus anchos hombros y sus piernas
pesadas.

— ¿Qué opinas? —Preguntó con su voz— Deberíamos recordar


esto para Halloween, ¿verdad?
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 28
Traducción: Sora Rlhdn

Corrección: Rosmery Gutierrez

Adrián no podría descubrir que ella estaba saliendo, pensó


Sissy mientras bajaba lentamente las chirriantes escaleras,
pegándose a los bordes donde estaban las cabezas de los clavos
para reducir el ruido.

En el primer piso, se trasladaba a través de las sombras en


silencio, centrándose en la cocina. Era físicamente doloroso ver la
mesa y sus cuatro sillas, y pasar por la encimera que Jim había
despejado para hacerse con ella. Pero las llaves, oh, sí, las llaves del
Ford Explorer estaban justo donde Ad las había puesto cuando él
había vaciado los bolsillos de su cartera, el recibo de Home Depot y
su propio teléfono.

Ella se deslizó fuera y cerró cuidadosamente la puerta.


Cuando alcanzó el césped, miró hacia arriba, bien alto, al ático. No
había luces brillando allí. Ad tenía que estar dormido.

Y necesitaba permanecer de esa manera.

Esto era algo de lo que necesitaba encargarse ella misma.


¿Porque si llegaba a ese hotel y encontraba a Jim follando con el
demonio? No iba a ser responsable de lo que le iba a hacer. Si eso
era lo que él estaba haciendo, entonces Jim era pura maldad, cómo
demonios se podía llamar a un hombre que podía decir lo que le
había dicho, hacer lo que le había hecho... y luego irse a la cama de
otra mujer. Cama de algún demonio.
J.R. WARD INMORTAL

El SUV había estacionado justo al principio de la entrada por


lo que pudo descargar las hojas de madera contrachapada y
afortunadamente, Ad no había bloqueado el coche así que no tenía
que preocuparse por el chirrido de la desactivación de la alarma.
Una vez que estuvo dentro del coche, movió el asiento para así
poder llegar a los pedales y rogó a Dios que el sonido del motor de
arranque no molestase al ángel.

Los faros delanteros se encendieron automáticamente, pero el


motor era relativamente silencioso, especialmente mientras se
movía en punto muerto hacia la calle, dio lentamente marcha atrás
y aceleró con cautela. En el espejo retrovisor, verificó el tercer
piso.

Todavía no había luces. Y Ad no era un vampiro que pudiese


ver en la oscuridad.

Gracias a Dios.

Mientras salía, sabía dónde iba. El hotel de Devina estaba en


el centro de súper lujo donde se había celebrado la fiesta de
graduación. El problema era, que no estaba segura de que salida de
la autopista era. Había como media docena que salían hacia las
densas manzanas de la ciudad llenas de rascacielos.

Pero ella iba a encontrar la maldita salida.

Fuera del vecindario. En una carretera asfaltada que la llevaba


a la Northway. Y entonces ella aceleró hacia los puentes gemelos de
Caldwell.

Enroscando sus manos en el volante, su cabeza jugaba a tenis


consigo misma, bateando contradicciones hacia adelante y hacia
atrás: la forma en que la tocó. Lo que dijo Devina. La mirada en sus
J.R. WARD INMORTAL

ojos mientras había tenido relaciones sexuales. Lo que dijo Devina.


El sentido de pertenencia cuando estaban juntos. Lo que dijo
Devina.

Era como tener a las hermanas Williams106 en su cancha


mental, lados opuestos golpeando bolas hacia adelante y hacia atrás,
sin ceder una pulgada. De alguna manera, no podía creer que
estuviera haciendo esto, yendo al centro en medio de una guerra
por el futuro de la humanidad, sólo para ver si su "novio" o
"folloamigo" o lo que demonios fueran mutuamente la estaba
engañando con otra persona.

Por otra parte, ella había querido normalidad y así fue; este
concreto drama le sucedía a la gente estándar que no habían hecho
el sacrificio-virginal y acabado en el infierno y rescatada sólo para
ir y ver su propio funeral. Había millones de mujeres en todo el
mundo que tenían que lidiar con esto.

Era solo... por el amor de dios... ¿por qué no podía lo "normal"


que había conseguido ser más como una cena de un buen filete, o
una noche donde, en lugar de preocuparse por la vida y la muerte o
los malditos portales del Purgatorio, ver reposiciones de The Big
Bang Theory y comer helado de Oreo directamente del envase?

Ella salió por la salida I-87 pronto y quedó atrapada en un


laberinto de un solo sentido. Unos cuantos giros a la izquierda
después sin embargo, se detuvo frente al hotel. Tres banderas se
agitaban por encima de su gran entrada: una americana, otra para el
estado de Nueva York y una tercera con el logo del lugar en marrón
y oro.

106
Venus y Serena Williams, jugadoras estadounidenses de tenis profesional
J.R. WARD INMORTAL

No había aparcacoches fuera, pero porque eran la 1:16 de la


madrugada, había un hueco exacto justo enfrente de las puertas
giratorias.

Salió, cerró el Explorer y alisó su ropa. ¿Aunque, vamos, como


si la sudadera y los pantalones de yoga fueran a parecer algo menos
desaliñado? ¿O estar más cerca a la cota de malla que deseaba
llevar?

Era como que estaba a punto de ir a la guerra o algo así.

Corriendo a través de la calle de cuatro carriles, subió los


escalones alfombrados de rojo de dos en dos y entró en el vestíbulo
de mármol. Lo primero que vio fue el arreglo floral más grande del
planeta. Era casi un piso completo de alto, y no estaba hecho de
seda: los lirios y las rosas liberaban una fragancia delicada que le
recordaba a Eddie.

— ¿Es usted Miss Barten?

Su zapatilla dejó salir un chirrido mientras ella giraba hacia la


zona cubierta de mármol, donde los huéspedes se registraban.
Había un solo hombre con un traje negro que estaba detrás de uno
de los ordenadores, su pelo peinado hacia atrás desde su frente, su
camisa tan blanca le hizo pensar en dientes blanqueados.

—Sí.

—Por favor, vaya derecho hacia arriba— Él le sonrió como si


fuera mucho mayor que ella a pesar de que tenía que estar
solamente en la mitad de sus veinte —Los ascensores están a la
izquierda. Usted puede tomar uno de ellos.

—Gracias.
J.R. WARD INMORTAL

El paseo hasta el ático le llevó un rato, y ella realmente podría


haber pasado sin las cuatro paredes de espejos. Lo último que
quería ver era su rostro y se preguntó si Jim evitó su reflejo
cuando vino aquí también. ¿O no tenía conciencia? Bien, lo que sea,
ella ciertamente no estaba disfrutando de su propia vista: había
sido objeto de algún engaño, mientras había salido fuera de la casa
al parecer sin despertar a Ad y llegado aquí bien, estaba en modo
total haz lo que debes. En su lugar, incluso en su visión periférica,
sus ojos miraban delirantes en su pálido rostro y sus manos
temblaban torpemente, las mangas de su camiseta vibraban.

¡Ding!

Las puertas se abrieron y caminó hacia la exuberante


alfombra. Candelabros de cristal proporcionaban una suave luz
amarillo mantequilla sobre las paredes y les daban un aspecto de
riqueza, y pinturas auténticas estaban colgadas a intervalos en
ambas direcciones. Había un par de puertas a elegir, fue y leyó una
de las placas. SALON FRAMINGHAM. Leyó otro más abajo, SOLO
PERSONAL.

Encontró el letrero ATICO en el otro extremo.

Había un pequeño botón de timbre bajo el letrero, pero antes


de que lo presionase, la puerta se abrió por su propia voluntad, como
si una corriente o, más probablemente, alguna mano invisible
estuviera haciéndolo.

Y allí estaba.

Exactamente lo que había venido a ver, pero que no esperaba.


En una disposición de asientos en el centro de una habitación con un
montón de ventanas de vidrio, en una silla frente a la vista, Devina
J.R. WARD INMORTAL

estaba desnuda, su largo pelo moreno caía hacia abajo casi hasta el
suelo... porque su cabeza estaba echada hacia atrás en éxtasis.

Bañado en la luz de las velas, Jim se cernía sobre ella, su


cuerpo desnudo apoyado sobre sus brazos, inclinado, mientras la
besaba.

Sissy debió haber hecho un ruido. Una maldición. Algo… porque


de repente él la miró. Al instante, la pasión al rojo vivo en su rostro
fue reemplazada por el shock y luego el pánico.

—Sissy!— rugió. Y entonces él tuvo la colosal desfachatez de


saltar detrás de la mujer, demonio, lo que fuera, como si no hubiera
sido pillado in fraganti.

Estaba completamente excitado.

Entre un parpadeo y el siguiente, la furia dentro de ella saltó


libre y ya no tenía control.

Mientras pasaba el umbral, Jim estaba poniendo sus manos


como si quisiera detenerla de entrar en el ático. Entonces él estaba
dándose la vuelta como si buscase su ropa. Todo el tiempo, estaba
hablando con ella, su boca moviéndose.

Ella no oyó nada.

Pero su vista funcionaba bien: ella vio todo acerca de él y todo


acerca de Devina, demasiado. Por su parte, el demonio sólo se
recostó en esa silla de baja altura, las manos apoyadas en el
reposabrazos, sus ojos caídos siguiendo cada movimiento que Sissy
hacía.

Por otra parte, qué había que decir realmente.


J.R. WARD INMORTAL

Sin embargo, había un cuchillo. En la mesa de café junto a la


silla. Con una hoja de ocho pulgadas107. Con aire ausente, se dio
cuenta de que era como el adorno que su padre había preparado
para la Navidad hace dos años, que trató como si fuera una obra de
arte. Gracioso, el Henckels108 estaba totalmente fuera de lugar en
la habitación, parecía algo que había sido dejado por una empresa
de catering.

Se fue por él antes de saber qué era lo que estaba haciendo.

Levantando la hoja, sintió su peso en la mano derecha y se


volvió hacia Jim.

—… déjame conseguir algo de ropa, ¿está bien?— Estaba


diciendo él— ¿Sissy? ¿Puedes oírme? Déjame solo vestirme, ¿vale?

Él se dio la vuelta como si estuviera buscando un par de


pantalones.

Algo se registraba en el fondo de su mente, pero ella no le dio


ni una célula cerebral al pensamiento. No tenía de sobra. La rabia
había asumido todo en ella y a su alrededor.

—No puedo creer que mintieras— dijo ella —bastardo.

Jim puso las manos frente a sí mismo otra vez y retrocedió


aún más, hasta que hubo un accidente como si él hubiera golpeado
una lámpara, aunque ella no prestaba ninguna atención a eso.

—Sissy, te equivocas…

— ¡Jodido cabrón!

De repente, todo lo que le había sucedido desde que había


salido del supermercado Hannaford regresó a ella, mientras
107
20.32 cm
108
Marca de cuchillos alemanes muy famosa.
J.R. WARD INMORTAL

acechaba a Jim, todas las injusticia de cada sucesivo horror se


hicieron manifiestas en él. El dolor y el terror de la muerte. Los
cuasi siglos de tiempo sufriendo en el pozo de Devina. El duro luto
de su familia y su vida perdida.

Era la tormenta perfecta que creaba la súper ola en el océano.

Y esa ola iba a estrellarse contra Jim Heron.

Ahora mismo.

Como si el destino estuviera de acuerdo con ella, él dio un paso


final y tropezó con la barra. Todavía le estaba hablando a ella y se
giró como si intentase juzgar hacia qué lado desplazarse.

Ese tatuaje del Grim Reaper109que él tenía era otro


recordatorio de por qué tenía que morir.

La rabia alzó su brazo, la hoja destellaba por la luz de las


velas.

Ella iba a matarlo. Aunque él era más grande y más fuerte, ella
sabía que si hacia un movimiento de apuñalamiento iba a ser game-
over.

Su furia era tan grande.

109
Simboliza la muerte.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 29
Traducción: Lau Siliam

Corrección: Agnes Tahlly

Jim miró a través de los ojos de otro mientras el final de


la guerra sucedía justo frente a él. Y no había una maldita cosa que
él pudiera hacer sobre eso.

Atrapado en la ilusión de Devina de sí mismo, congelado en la


silla en la posición en que ella lo había dispuesto, él estaba
rugiendo… pero sólo en su interior. Externamente, él estaba
impresionado y en silencio e incapaz de moverse, y mientras miraba
con horror, supo exactamente cómo se iba a jugar. Sissy había ido a
coger ese cuchillo de cocina, levantándolo por encima de su cabeza,
y conduciéndolo directo hacia el pecho de Devina… y ese demonio
iba a asegurarse de que no era un buen objetivo para golpear.

¿Tan pronto como esa arma hiciera contacto con el demonio?


La guerra habría terminado, y Devina ganaba. Después de todo, era
la opción que contaba; era la intención, no el resultado de la muerte
actual lo que importaba. Ese cuchillo no iba a hacer mierda a ese
demonio, pero era todo lo que contaba: la encrucijada de Sissy,
incluso aún diseñada por Devina, era la prueba que iba a fallar. Esa
rabia y el odio, la mierda sobre la que Nigel había hablado, estaban
marcadas en las líneas apretadas de su rostro y cuerpo, y ella no
estaba dispuesta a ceder ante ellos.

La habían tomado.

Ad tenía razón; estaba poseída.


J.R. WARD INMORTAL

Nooooooooo, gritó él dentro de su prisión de carne. ¡Sissy, no!


Devina se inclinó hacia atrás sobre el bar, como si estuviera
luchando para salir del camino y se encontrara con la indecisión
sobre qué dirección tomar, pero él sabía más. Ella le estaba dando a
Sissy cada oportunidad única en el mundo para asestar un golpe
mortal.

Dios, no podía creer que así era como el demonio iba a


conseguir todo, los vivos y los muertos, los ángeles y los arcángeles,
la Mansión de las Almas y el Cielo en las alturas… todo suyo.

Su visión se volvió borrosa por las lágrimas mientras su


fracaso volvía a casa para dormir. Su madre… Sissy… Adrián y Eddie
y los arcángeles…

Todo estaba acabado.

Y Devina lo sabía. Desde su posición contorsionada sobre el


bar, ella le lanzó una mirada desde su propio rostro con un astuto,
conocido guiño.

De pronto, el tiempo se ralentizó, incluida Sissy toda


congelada en su posición, todo convirtiéndose hiper-concentrado…

Excepto… espera…

La cámara lenta no era una cuestión de percepción. Sissy


realmente se había parado con el cuchillo por encima de su cabeza,
y su cuerpo en posición para golpear… y se quedó así.

Devina frunció el ceño usando el rostro de Jim, como su


compañero de baile había perdido el ritmo y dio un paso sobre su
pie.
J.R. WARD INMORTAL

Sissy pivotó, aun manteniendo el arma arriba. Sus ojos eran la


sombra de lo que él sabía que eran, pero no estaban completamente
locos. Especialmente cuando se fijaron en él.

─ ¿Qué estás haciendo? ─ demandó Devina con la voz de Jim.

Sissy bajó el arma y se giró por completo en el mismo momento


en que una de las lágrimas en sus ojos brotó y rodó por la ilusión de
la suave mejilla de Devina.

─ ¿Qué estás mirando? ─ gruñó Devina.

Sissy dio un paso adelante hacia él. Y después otro.

Todo lo que él podía hacer era intentar comunicarse a través de


las pupilas que no eran suyas, rogándole que viera a través de la
mentira.

─ ¿Qué coño estás haciendo? ─demandó su voz.

Sissy ignoró a Devina. En su lugar, acercó la mano libre y pareció


tocar el aire por encima de su cabeza. Entonces se agachó aún más
y él sintió su roce contra la piel de su cuello.

─Sissy ─ dijo Devina ─ ¿Realmente eres tan estúpida?

Por favor Dios, pensó él. Lo que sea que estés viendo, golpea con
ello.

Sissy se enderezó bruscamente y miró a Devina.

─ ¿Cómo lo has hecho?

Jim vio la ilusión de sí mismo cruzar los brazos sobre su pecho.


Él aún estaba desnudo, pero su polla ya no estaba dura como una
roca, aparentemente, Devina había perdido toda su excitación.
J.R. WARD INMORTAL

─Vine aquí ─ dijo con su voz ─ le quité sus ropas, y estaba listo
para follarla.

Sissy miró hacia atrás y adelante entre ambos. Y entonces


respondió desapasionadamente.

─No. No lo hiciste.

Mientras Sissy bajaba el cuchillo, volvió a mirar a Jim… quien no


era, de hecho, Jim. No estaba segura de cómo podía explicar el
hecho de que cada detalle sobre él era correcto, desde el remolino
en el lado izquierdo de su pelo en la sien hasta las manchas en sus
ojos azules, desde el tatuaje de su espalda hasta su poderoso
pecho… y aun así no era Jim.

Jim, el verdadero, estaba sentado en la silla. A pesar del hecho


de que él parecía ser cada pulgada del demonio.

Sólo había dos pequeños detalles que Devina había hecho mal.
Dos cosas que, a pesar de lo precisa que era la imitación del
demonio sobre él, había fallado al concretar.

El temblor golpeó a Sissy de la misma manera que la furia que


tenía, sacudiéndola de pies a cabeza, haciéndola sentir como si el
mundo estuviera girando incluso cuando estaba muy muy segura de
que el hotel estaba sobre tierra firme. Y fue poco después de ésta
rutina de licuadora tomándolo todo que se dio cuenta de que tenía
un cuchillo de mierda en la mano.

Y ella había estado a punto de usarlo sobre Devina.


J.R. WARD INMORTAL

Porque, por alguna razón, el demonio quería que lo hiciera. Devina


había mantenido ésta mentira sólo Dios sabía por qué razón.

Disgustada consigo misma, arrojó el cuchillo sobre la mesa de


café con tal fuerza que la derribó…

─ ¡Puto infierno! ¡Que te jodan! ¡Que os jodan a los dos!

Y en ese momento, “Jim” desapareció y “Devina” voló de esa


silla, el cuerpo femenino explotando como si se liberara de algún
tipo de retención.

En el aire, Jim emergió de la mentira, todo lo que se parecía al


demonio reemplazado por su cuerpo masculino y la cara correcta.
Aterrizó como un gato y apartó a Sissy, lanzando sus brazos
alrededor de ella y aferrándola tan fuerte que apenas podía
respirar.

Ella no era la única que estaba temblando.

─Lo hiciste ─ dijo él con voz ronca ─Lo hiciste.

─No, no lo hice… no lo hice…

─Nos salvaste.

─ ¿Qué?

Él la levantó y la besó.

─ ¿Cómo lo supiste?

Le tomó un tiempo escuchar las palabras y comprender lo que él


le estaba preguntando.

─S-s-sin a-a-a… maldita sea, no p-p-puedo hablar.

─Respira, sólo respira conmigo.


J.R. WARD INMORTAL

─Sin aureola.

Él sacudió la cabeza.

─ ¿Perdón?

Ella señaló la corona de su cabeza.

─S-s-sin aureola. Yo estaba a punto de… ─ Ella no podía ni decir


las palabras ─Yo iba a… Y entonces noté que no había aureola. Tú…
tú… tú tienes una aureola… porque eres un ángel. Y mi colgante…
cuando volví a mirarla… a ti, quiero decir… Vi que “ella” estaba
llevando mi c-c-c-collar de paloma. Fue cuando supe… ¿Pero por qué?
¿Por qué ella quería que yo…?

─Tú eres una de las almas.

─ ¿Qué?

─Deja que te lo explique en casa, tenemos que salir de aquí.

Miró alrededor del suelo ─ ¿Cómo llegaste hasta aquí?

─E-e-explorer. Fuera.

─Okay, okay, bien.

─ ¿Qué estás buscando?

Él se agachó y recogió un emblema de Mercedes.

─Esto.

─ ¿De su coche? ─ Dijo Sissy.

─Exacto. Vamos.

Jim agarró su mano y empezó a apresurarse para salir del ático,


pero ella lo detuvo.

─Estás desnudo.
J.R. WARD INMORTAL

─Y soy invisible.

─Pero no querrás coger frío…

─No hay tiempo, vamos.

Y así es como ellos terminaron arriba en el ascensor del hotel,


ella con un traje de veintiocho dólares de Target110, y él en el traje
de nacimiento que el buen Señor le dio.

─ ¿Soy una de las almas? ─ dijo Sissy.

Él bajó la mirada hacia ella, sus ojos azules serios.

─Sí. Lo eres.

─Entonces… ¿ésta ronda está ganada?

Jim asintió.

─Tú igualaste por nosotros. Elegiste sabiamente cuando te


detuviste. Cuando no actuaste con rabia mientras estabas en tu
encrucijada.

Él se centró de nuevo en los números encima de las puertas del


ascensor, que se iban encendiendo secuencialmente mientras
bajaban al vestíbulo.

─Entonces esto es una buena noticia ─ murmuró ella.

─Sí ─ Él apretó su mano y depositó un rápido beso en su boca

─La mejor.

¿Entonces por qué aún apretaba la mandíbula como si todavía


estuviera arriba, peleando con Devina?

No, pensó ella. Había algo que él no le estaba contando.

110
Tienda de ropa de bajo costo
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 30
Traducción: Luisa Camargo

Corrección: Yazi Dreka

En el sueño de Adrián, una tormenta de primavera rodó a


través de Caldwell y se estableció sobre la vieja mansión, destellos
de relámpagos astillas a través de ventanas circulares opuestas del
ático y el parpadeo en su rostro, despertándolo. Como era típico, sin
embargo, había algo mal, algo que falta, que era la forma en que
sabía que no era real.

Sin truenos. Sólo los estallidos intensos de luz blanca como el


azúcar.

Que era la clase de cosa que podría ser remediada poniendo su


brazo sobre los ojos. No hay problema… excepto que la mierda se
puso un poco más crítica. ¡Con un estallido masivo! El transformador
escondido bajo los aleros del techo fue golpeado y una lluvia de
chispas de oro fluía hacia abajo…

Ad tembló encima de su cama improvisada.

Espera un minuto, pensó, no había un transformador bajo el


maldito techo.

Así que sí, se señaló a sí mismo, así era como él sabía que esto
era sólo un sueño.

Y sin embargo...
J.R. WARD INMORTAL

Mientras trataba de averiguar si la mierda era real o no, los


rayos comenzaron a parpadear en la casa, destacando los viejos
camiones de vapor y los bastidores de ropa victoriana y…

La parte de atrás de la base del cuello de Ad se volvió loca, la


picazón en el cabello estaba tan mal que se la frotó para calmar la
irritación de la nuca.

El sonido de su nombre en un susurró hizo que se congelara.

Con un sentimiento de absoluta irrealidad, poco a poco volvió


la cabeza en dirección a la figura de sábanas cuidadosamente
envueltas que yacía junto a él como una especie de extra en película
de Boris Karloff111.

Cuando otro rayo irregular atravesó el cielo nocturno, la luz


parpadeante penetró el vidrio pasado de moda y le cayó sobre el
cuerpo, haciéndolo parecer como...

—Que te jodan.

Eddie estaba muerto y por lo tanto no respiraba. Así que ahí


no había nadie y no estaba pasando un levanta y baja del pecho,
porque el chico estaba muerto.

Lo que él pensó que acababa de ver era producto de esos


estallidos brillantes y pérdidas rápidas de energía. Eso no era
porque…

Otro destello lamió el ático a través de la ventana y... El pecho


iba arriba y abajo. Poco a poco, de manera desigual, pero sí. De
hecho, eso era.

111
Actor británico famoso por sus papeles en películas de terror, saltando a la fama por su papel de
Frankenstein (1931)
J.R. WARD INMORTAL

— ¡A la mierda! —Él se empujó a sí mismo hacia atrás,


golpeando uno de los baúles— Que dia…

Al instante se calmó, porque se dio cuenta. Oh, bien, esto era


un sueño. Uno de esos escenarios falsos y jodidos que incluso los
cerebros de los inmortales insistían en tirar sobre la cerca de la
conciencia de vez en cuando.

— ¿Y ahora qué vas a hacer? —Murmuró al cadáver— Sentarte


sobre… oh, yup, ahí vamos. Fantástico.

La parte superior del cuerpo de los restos de Eddie se levantó


de los tablones vacilante, hasta que estaba en un ángulo recto con
las piernas extendidas envueltas.

Más relámpagos, en el momento justo.

—Yyyy ahora que estamos parcialmente verticales, ¿qué es lo


que vas a hacer? —Ad habría comprobado su reloj si tuviera puesto
uno— ¿Freddy Krueger? ¿O nos vamos más por un King Tut112? Es
imposible para ti que me asustes, PTI113.

Su propia mente no tenía terrores que ofrecer que pudiera


comparar con lo que ya había vivido. Él no era tan inventivo. ¿Y en
cuanto a ésta cancioncilla? En un minuto y medio, él se iba a
despertar en un sudor frío. No porque él hubiera estado asustado,
sino porque cualquier cosa que tuviera que ver con su querido amigo
era más doloroso que todo el dolor que había asumido en nombre de
Matthias.

Poco a poco, la cabeza cubierta se volvió hacia él, el cuello


luchando contra el envoltorio.

112
Hace referencia a la serie con ese nombre que trata sobre la vida del Faraón Egipcio Tutankamón.
113
Para Tu Información
J.R. WARD INMORTAL

—Realmente —Ad murmuró— Si esto es lo mejor que puedes


hacer, es necesario volver a la Academia Pesadilla o donde quiera
que sea que obtengas tu certificación. Francamente, eres una
decepción total.

Cruzando los brazos sobre el pecho, se apoyó contra el baúl y


miró alrededor, esperando que todo se fuera.

Una de las manos momificadas se alzó y comenzó a rascarse la


envoltura alrededor de la cara, arañándose como si las capas le
estuvieran impidiendo a la cosa respirar. Ad tuvo que mirar abajo
hacia sus pies cuando el primer parche de piel comenzó a mostrarse
en la barbilla. Era demasiado jodidamente doloroso.

Okey, tal vez no hubiera dado a este mal sueño el suficiente


crédito.

Una inhalación profunda y desigual lo hizo temblar a través del


ático, y lo único que pudo hacer fue sacudir la cabeza. Esto era
malditamente cruel.

De repente, los relámpagos se detuvieron y también la


tormenta, o lo que eso fuera.

Desde fuera de la oscuridad, oyó:

—Ad...

La voz era áspera, pero como con las huellas dactilares de una
persona, era reconocible al instante y era una y única.

Eddie.

—Ad, dónde... estás...

Ad se cubrió el rostro con las manos. Estaba tan equivocado


acerca de que su subconsciente no iría a la yugular: La idea de que
J.R. WARD INMORTAL

cualquier tipo de Eddie, aunque sea hipotético formado por su


propio cerebro, podría ser la causa que le hacía sentir sus
insuficiencias y su porqué no lo tenía durante todo el doloroso
camino hasta la médula. Él había hecho tantas cosas estúpidas,
imprudentes, mientras Eddie había estado vivo, y taparlo por no
tener las suficientes pelotas cuando esa harpía llegó después que su
amigo.

Tendría que haber hecho algo esa noche. Oído algo. Visto algo
por el rabillo del ojo.

Entonces él podría haberlo salvado...

— ¿Dónde están las luces?

Ad frunció el ceño. Luego dejó caer las manos. Dejando que le


arruinaran un momento muy emotivo, incluso en su sueño, aunque no
podía decir que no estaba agradecido. Había estado a punto hasta
sus 14 años.

—Ad, no puedo ver... ¿las luces están apagadas o...?

Bien. Ahora esto de nuevo volvía a ser aburrido con toda la


maldita cosa.

—Hay una larga cadena junto a ti —murmuró a la momia.

Increíble...

Click!
La momia estaba todavía de pie, pero había conseguido
quitarse la mitad de la envoltura de su rostro, la piel
perfectamente conservada que poseía ese color rojizo que Eddie
siempre hubiera lucido. Y como la pesadilla hablaba, esa barbilla se
movió arriba y abajo, los labios moviéndose fluidamente.
J.R. WARD INMORTAL

—Ad, ¿dónde estás? No puedo ver...

—Eso es porque tus ojos están cubiertos, idiota.

Tiempo para el despierta-despierta, se dijo. Vamos hazte


firme a ti mismo y despierta de una puta vez.

La momia elevó su mano envuelta y luego, en un orden, peló


toda la parte superior de la máscara. El corazón de Ad dio un
vuelco, porque la cara era tan familiar, todo, desde esos ojos rojos
hasta ese pelo oscuro recogido atrás en esa trenza exactamente
perfecta.

La expresión "de Eddie" regresó de la confusión al shock.

—Dios mío... ¿qué te ha pasado?

Ad frunció el ceño. Genial... claramente, esta cosa-pesadilla


estaba tomando otro giro extraño. Porque vamos, como si su
cerebro no supiera lo que se había hecho a sí mismo.

Antes de que pudiera decirle al sueño que cortara la mierda, o


tal vez darse la vuelta y golpearse a sí mismo en la cabeza para que
despertara, Eddie se acercó a él con sus manos envueltas.

—Adrián, ¿qué hiciste mientras yo no estaba?

Ad parpadeó una vez. Dos veces. Y luego una sensación de


malestar se apoderó de él.

—Esto es un sueño.

—No, no lo es. Nigel fue al Creador y rogó por mi vida. ¿Algo


acerca de Jim pidiendo un favor para conseguir que el arcángel
saliera del Purgatorio? Lo que ha estado sucediendo... y oh, Dios,
estás herido. Tu ojo...

Adrián abrió la boca y gritó con todas sus entrañas.


J.R. WARD INMORTAL

Cuando Jim manejó de vuelta a la casa del centro, tuvo que


poner en marcha el calentador teniendo en cuenta toda la mierda
que había pasado. Junto a él, Sissy se quedó en silencio mirando por
el parabrisas como si tal vez ella estuviera en piloto automático. Él
estaba distraído por su cuenta, aunque él estaba teniendo un dolor
cerebral por lo que todavía estaba delante de ellos, a diferencia de
lo que acababa de suceder.

Oh, Dios, no sabía cómo iba a obtenerlo a través de él. Y no


estaba hablando de la próxima y última ronda.

Diablos, ni siquiera podía sentir el “ja, lo tengo” que debería


haber llegado con lo que hizo Devina, perdiéndolo así. No se detuvo
en el gracias Dios de mierda, porque él no había perdido todo en el
infierno. No era capaz de considerar siquiera la estrategia para la
final definitiva en la que estaba a punto de entrar.

Todo en lo que podía concentrarse era en Sissy y mantenerla


limpia: No había forma de ganar ésta guerra si ella no podía ir al
Cielo.

Volviendo a la vieja calle de mansiones, se fue todo el camino


hasta la parte de atrás y aparcó frente al garaje independiente. Y
cuando salió, hizo todo el asunto de copa en mano mientras iba
alrededor y abrió la puerta de Sissy para ella.

—Lo siento por esto —murmuró mientras caminaban hacia la


casa juntos.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Acerca de qué?

Él dirigió la marcha a la cocina y sostuvo la puerta para ella, de


pie allí como un pervertido con su culo desnudo apuntando a la
madera fría y las manos sobre su polla y sus pelotas.

Algún día, prometió. Algún día él iba a darle un poco de


normalidad.

—Todo en este punto —respondió— Lo siento por joderlo todo.

La lámpara de arriba había quedado encendida y la luz dio


sobre de él, lo que le permitía verse, por desgracia. No es que ella lo
estuviera revisando o algo así, pero él sentía que hubiera sido
mucho mejor tener los pantalones. Un taparrabos. Una maldita
servilleta sobre sus partes privadas.

Dirígete a la cama. Eso era lo único en lo que estaba


pensando... Sissy se detuvo en la puerta que daba al pasillo,
bloqueándole el camino.

— ¿Qué otra cosa? —exigió.

— ¿Disculpa?

—Hay algo más aquí —Hizo un gesto de ida y vuelta en el aire


entre ellos— Y lo que sea, tienes que ser honesto conmigo. Porque lo
que me está pasando es el hecho de que puedo sentir que hay algo
mal, y a falta de saber lo que es, mi cabeza me tiene llena con todo
tipo de cosas malas.

Jim maldijo y dejó caer la cabeza hacia atrás. Irónicamente,


señaló los ojos hacia un viejo aparato de luz que se había construido
en la forma de una estrella tridimensional.

—Me estás asustando —dijo ella bruscamente.


J.R. WARD INMORTAL

— ¿Te importaría si me pongo algo de ropa?

—Sí, porque no te ofendas, pero estoy disfrutando de la


vista incluso con toda ésta mierda que está pasando.

Él tenía que sonreírle. No podía detenerse.

—Estás sonrojándote —murmuró ella.

— ¿Lo estoy? —Él negó con la cabeza— No sabía que podía.

—Ahora deja de desviarte.

—Sissy, yo...

El grito que se filtró desde arriba era como una bomba a


punto de estallar, y Jim entró en acción, rodeando a Sissy echó una
carrera hacia el frente de la casa. Cuando vio que no había olor a
humo, y no hubo otros sonidos, voló hacia arriba por las escaleras,
preguntándose qué demonios estaba pasando.

— ¡Adrián! —Ladró— ¡Ad!

Empujando la puerta de la habitación del ángel, no encontró a


nadie alrededor, por lo que llegó a las escaleras del ático, subiendo
de dos a la vez.

Al doblar la parte superior de la escalera, se detuvo de golpe.


Adrián estaba tirado en el piso, la espalda contra un baúl, sus ojos
mostrando tanto blanco, que parecía que tenía rodajas de huevo en
vez de los globos oculares. Y frente a él, Eddie estaba sentado, la
envoltura fuera de su cabeza, pero el resto de su cuerpo todavía
parecía el de una momia.
J.R. WARD INMORTAL

Los dos ángeles le miraron y ambos hicieron una toma doble.


Lo cual, teniendo en cuenta el truco de Lucy estoy casa114 que Eddie
estaba jugando, realmente quería decir algo.

—Oh, hey, Eddie —dijo Jim. Y entonces recordó que estaba


desnudo.

Cuando él se re-acomodo a sí mismo, Sissy subió las escaleras


detrás de él.

—Oh, Dios mío —susurró.

La boca de Eddie se abrió cuando vio a Sissy. Y luego se volvió


hacia Adrián y exigió.

— ¿Qué coño ha estado sucediendo desde que yo me fui?

114
“e ie I Lo e Lu , do de el esposo sie p e llega a a asa di ie do la f ase Lu I’ ho e
(Lucy llegue o Lucy estoy en casa)
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 31
Traducción: Klaus Rlhdn

Corrección: Rosmery Gutierrez

Eddie Blackhawk no era de la clase de ángel del que se


consiguiera poner sus plumas erizadas muy fácilmente, pero vamos,
había estado encerrado en la prisión de su propio cuerpo muerto, su
alma atrapada eficazmente y consciente en una celda sin llave…
¿Cuándo?... ¡Sorpresa!... El Creador decidió concederle un indulto
raro. Después de que él hubiera pasado por algo así como una
terapia de choque al subir a la superficie terrestre una vez más.
Solo para encontrar que su mejor amigo había tenido un accidente
de coche y Jim Heron esta evidentemente follando desnudo... con la
chica de la bañera de Devina.

Esto le enseñará a no morir. Sip. Nada de volver con esa


mierda de nuevo, porque mira lo que pasaba.

Y ninguno de los tres estaba hablando.

— ¿Alguien aquí me da una pista, por favor?— exigió —Quiero


decir, ¿cuánto tiempo me he ido? ¿Cómo estamos en la guerra? Y,
Jim, ¿En qué diablos estabas pensando? ¡No puedes ir al Purgatorio!
Yo nunca hubiera dejado que tú…

De pronto, se dio cuenta de que no había sido presentado


correctamente a la señorita. Levantó una de sus manos envueltas
hacia la mujer —Hola, por cierto, soy Eddie.
J.R. WARD INMORTAL

—Ah... encantada de conocerte— dijo. Entonces ella se señaló


el pecho —Soy Sissy. Sissy Barten. Yo estaba…

—Oh, lo sé, y siento mucho que te veas mezclada en estas


cosas.

—Yo también— Pero entonces ella miró a Jim—No ha sido del


todo malo, aunque…

— ¿Qué coño es esto?— Ad explotó —No estoy soñando con


vosotros, ¿de acuerdo? Nunca había visto a Jim, ni a Sissy y a
ningún maldito Eddie. Así que puedo simplemente despertarme…

—No es un sueño…

—… Es real.

—…Totalmente real.

Cuando Ad recibió las tres respuestas, todos los cuales eran


iguales las unas de las otras, pareció perder su hilo de pensamiento.
Luego maldijo y se ahogó—Esto es realmente cruel, esto es...
tortura.

Eddie respiró hondo y miró a su más antiguo y querido amigo.


Tal vez fuera bueno que hubiera algún caos con el que lidiar, de otro
modo probablemente estaría poniéndose muy sentimental también.

—Soy yo, Ad, ya estoy de vuelta, aquí estoy.

El otro ángel puso la cabeza entre sus manos y empezó a


temblar por completo, y era imposible no ir hacia él. Usando sus
brazos, Eddie arrastró su cuerpo atado por el áspero suelo y casi
cayó sobre el chico. Atrajo a Adrián en su regazo y él agachó la
cabeza cuando su mejor amigo comenzó a llorar.
J.R. WARD INMORTAL

Cada uno de ellos dijeron todas las cosas, cosas que Eddie no
podría recordar más tarde, pero las palabras no importaban. Ambos
tenía la sensación de que los engranajes que habían faltado estaban
una vez más puestos y que la vida había, por algún milagro,
reanudado su curso normal, que la montaña que había sido
demasiado alta, el valle que había sido demasiado profundo y el río
que había sido demasiado amplio... Todo había sido escalado,
cruzado y nadado.

Fue vagamente consciente de Jim y Sissy saliendo


sigilosamente hacia fuera como queriendo ser discretos y él apreció
eso. No porque le diera vergüenza mostrar sus sentimientos sino
porque sabía que Ad habría odiado tener algún testigo de esto.

A veces en la vida, todo lo que uno tenía era su orgullo, y estás


tan hundido en el agujero que no se puede ni siquiera sobrevivir sin
un poco de ayuda.

Además, Eddie estaba en lo cierto con lo del chico. Había


pasado una agonía estando solo, ciego, mudo e inmovilizado en ese
cuerpo, infierno, todo lo que había sido capaz de hacer para
ayudarle era reformar la casa, gastando las energías en invertir la
entropía que había atacado tan brutalmente el lugar.

Pero él estaba de vuelta y tenía que saber dónde se


encontraban.

Como si Ad leyera su mente, el hombre se apartó a sí mismo y


se limpió la cara en la camiseta que llevaba puesta—Nunca me has
mentido.

—No, nunca lo he hecho.


J.R. WARD INMORTAL

— ¿Eres tú de verdad? Y que sepas que incluso en mis sueños


tú… No me mentías.

—Si lo soy— Eddie levantó la mano y encontró su cola suelta


con grandes bucles sobre su cabeza. Comenzó a desenredar los que
estaban alrededor de su cuello y pecho. —Por lo que sé, estoy de
vuelta.

Adrián respiró hondo y suspiró hacia fuera —Yo no estoy


dispuesto a creerte todavía, pero hombre, eso es la respuesta
correcta.

Eddie se congeló a media caricia. —Matthias Oh, Dios mío, tú


cogiste…

—Lo que sea. No importa.

—Solo es el ojo y la pierna mala, pero Matthias fue con


Devina… Entonces, ¿cómo...?

─Lo volvió a hacer, la perra ganó de nuevo, pero Jim nos dio
otra oportunidad con el chico. Ganamos.

— ¿Estamos por delante?

—Uno por detrás...— Ad miró por encima su cabeza hacia las


escaleras —A menos que Jim tenga una buena noticia o algo… Que
no está ligada a su vida amorosa.

— ¿Él está...? ¿Ellos están...?

—Sí.

—Oh— Eddie se aclaró la garganta —Oh vale.

Ad miró y sonrió un poco —Siempre has sido muy directo.


J.R. WARD INMORTAL

—Para ser justos, la última vez que la vio, ella estaba colgando
muerta boca abajo sobre una bañera.

—Uff… Verdad

— ¿Cómo la saco Jim del Infierno?

—Es una larga historia, pero se puso fea la cosa. ¿Si perdemos
esto? Es a causa de Sissy, y no porque ella haga nada malo. Jim es
diferente a su lado y no de una manera que nos ayude a nosotros.

Eddie continuó hasta que su pecho estuvo libre — ¿Tienes un


cuchillo?

—Aquí— Ad se movió a un lado y aspiró con fuerza cuando


cambio de peso al lado herido. Luego le entregó una daga de cristal.
—Cortesía del cocinero.

El arma era tan aguda que Eddie tuvo que tener cuidado para
no cortarse, pero la buena noticia es que las vendas simplemente se
cayeron pero dejó algo de la mierda alrededor de su caderas. Ellos
ya tenían una luz intermitente en la casa, dos ya sería una
exageración.

—Yo lo sabía— dijo mientras le ofrecía la daga de nuevo a su


amigo.

— ¿Sabías qué?

—Eso de que te acostaste aquí conmigo. Podía escucharte. Yo


realmente lo aprecio, fue lo único que me impidió perder la cabeza.

Ad aceptó el arma y se aclaró la garganta —Sí, bien. ¿Dónde


más podría estar?
J.R. WARD INMORTAL

Abajo en la cocina, Jim observaba mientras Sissy ponía un


poco de café y preparaba una caja de Duncan Hines115 de chocolate
para hacer un pastel.

—No me juzgues—dijo mientras ponía la cosa en la encimera y


cogía los huevos y el aceite de la nevera y armarios —Cocino cuando
estoy tensa.

—No tengo problema con ello— Empujando las largas mangas


de su sudadera encendió un cigarrillo y exhaló una columna de humo.
— ¿Puedes creerlo? Lo mejor de ser inmortal es que no puedo tener
cáncer, fuera la culpabilidad…

— ¿Puedo quedarme embarazada?

Al segundo de que sus palabras le atravesaran, Jim se


embarcó en un crucero feliz a través de sus pulmones con un ataque
de tos haciéndose cargo de todo su cuerpo. Cuando por fin se
recuperó lo suficiente para meter el oxígeno en sus pulmones
inmortales, él...

Realmente no sabía qué coño decir.

— ¿Has terminado?— Preguntó —Porque creo que tu hígado


está aquí en el suelo.

Ella se dio la vuelta, batiendo tres huevos en el tazón blanco y


azul que estaba usando y luego tuvo que llenar una taza de medir
llena de aceite.

115
Marca de preparados para pasteles.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Y bien?—Dijo mientras lo vertía dentro y luego se dirigió


al fregadero por un poco de agua — ¿Puedo?

—No tengo ni idea. Yo no estaba pensando de esa manera, así


que nunca caí en la cuenta.

—Sí. Yo no estaba pensando en eso tampoco. Pero, ¿es eso por


lo que parecías tan raro de camino a casa?

No, pensó. Aunque ahora tengo absolutamente una nueva razón


emocionantemente acojonante.

—Nosotros no tenemos que ya sabes, tener sexo de nuevo.

Y entonces dio una larga calada.

Ella le miró por encima del hombro —No. No volver a la cama


contigo sería criminal.

Haciendo un puño, tosió en su mano —Ah, tal vez voy a buscar


algunos condones, sin embargo.

— ¿Hay alguien que pueda decirnos...?

— ¿Decir qué?

Jim se movió en su silla cuando Eddie se detuvo en la puerta


de la sala principal. Wow, había olvidado lo grande que era el tipo,
cómo de rojos eran sus ojos y por donde llegaba la trenza por su
espalda. Y todo lo que podía pensar era... merecía la pena. Ir ahí y
traerlo con Nigel incluso con los riesgos que corrían. Sí que valía la
pena el favor que había pedido solo por ver al arcángel de pie y
caminando.

Abruptamente, Ad rodeó a su amigo y cojeó hasta la mesa, la


expresión de su cara era entre confundida y torturada.
J.R. WARD INMORTAL

En el momento siguiente, Jim estaba en los brazos de Adrián,


el otro ángel le había levantado de su silla en un abrazo de oso que
era tan fuerte que Jim tuvo que preguntarse si iba a terminar
después con la columna rota.

Pero lo consiguió. Él entendió exactamente las palabras que


estaba diciéndole desde la cercanía —De nada—dijo Jim más o
menos —Y tú hubieras hecho lo mismo por mí.

Ad se quedó allí por mucho tiempo, porque era un tipo que no


podía expresar bien los sentimientos, especialmente no uno así de
grande y luego dio un paso atrás, se limpió la cara en la parte
inferior de la camisa y se aclaró la garganta.

—Está bien— dijo el ángel. Como si fuera una declaración de


Ctrl-Alt-Supr116, y que estaba preparado para reiniciar y empezar
de nuevo.

Como Jim volvió a sentarse, le hubiese gustado poder haber


dado al chico un par de días de descanso solo para recalibrar,
después de todo, nadie que hubiera dado por muerto a su mejor
amigo para de repente verlo allí de pie al lado como un hombre
nuevo, estaría sin que se le jodiera cabeza. Pero no podían
permitirse esa clase de lujo.

— ¿Qué quieres saber?— Preguntó Eddie a Sissy cuando él se


acercó y abrió la nevera.

—Si puedo o no puedo quedar embarazada.

¡Boom! Pensó Jim. Y al igual que si hubiera habido una


explosión en la cocina, los otros dos chicos se congelaron; luego

116
Se refiere a que cortó la conversación como si borrara un texto en Word.
J.R. WARD INMORTAL

miraron alrededor como si estuvieran haciendo una evaluación de los


daños.

¿Lo triste? Lo creyeran o no, esa cuestión no era el mayor


problema que tenían.
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 32

Traducción: Sandra Dee

Corrección: Rosmery Gutierrez

Devina se paseaba arriba y abajo por los pasillos de su


sótano, sus altos tacones sonando y haciendo eco alrededor. Sus
secuaces habían limpiado el desorden en su mayoría, hubo que hacer
algún ajuste más preciso con la ubicación de su colección, pero en su
mayor parte, la mierda estaba de vuelta a donde debía estar.

Necesitaba el orden ahora más que nunca.

¿Cómo lo había sabido Sissy? pensó. ¿Qué coño había puesto


sobre aviso a la chica?

Joder, no era como si Devina hubiera estado haciendo una


imitación de Jim como si fuera algún actor de Las Vegas haciendo
un “casi acto” de escenificación. Cuando asumía la identidad de
alguien, no estaba a mitad de camino de Jack Nicholson o Al Pacino,
o las tres cuartas partes de George W. Bush o Elvis.

Gracias al emblema del Mercedes, había tenido el ADN de Jim


para jugar con él, y ella lo había sacado literalmente de su culo,
molécula por molécula.

Y sin embargo, esa virgen tonta del culo de alguna manera lo


había descubierto.
J.R. WARD INMORTAL

Vale, simplemente tonta del culo, la parte de virgen había sido


eliminada por vete a la mierda Jim.

Oh, hombre, joder, ella podría imaginarse a Nigel y su tres


frutas ahí arriba en el Cielo, todos ellos cargados de alivio por
tener otra bandera.

¿Cómo diablos había perdido ésta ronda?

Ella nunca debería haber hecho ese trato con Jim. ¿Si ella no
hubiera liberado a Sissy de su Pozo de las Almas? Entonces, uno de
los suplentes habría estado en cubierta117 y tal vez podría haber
pasado a través de ellos en vez de fallar con esa chica. Poniendo las
manos en sus caderas, giró en un pequeño círculo y miró hacia abajo,
hacia su cama. Todavía tenía fantasías de Jim con ella. Estaba
todavía comprometida a ganar. Pero, por el amor de Dios esto era
pésimo.

¿Y la peor parte? La única persona con la que quería compartir


sus temores y sus dudas era con Jim, pero él no sólo estaba con
esa pequeña tonta del culo, sino que probablemente utilizaría esa
información en su contra.

—Se está tan sola en la cima ─ murmuró. Pero por supuesto,


nadie le respondió.

El mal no se suponía que debía estar solo, pensó. El mal se


suponía que tenía que causar estragos y caos, teniendo un tiempo
impresionante para liarla. Pero en cambio, allí estaba, sola y de
duelo por algún hombre inmortal.

—El amor apesta— murmuró —Sí, sí

117
On deck Término utilizado en béisbol que hace referencia al próximo jugador en batear,
de ahí la metáfora con los suplentes.
J.R. WARD INMORTAL

Claro, ella podría convocar a algunos esbirros y tener una


orgía, pero como cualquier juguete de Navidad, incluso los mejores
se vuelven aburridos si has jugado con ellos lo suficiente. O tal vez
debía salir a algunos de los clubes y follar con algunos seres
humanos al azar, tal vez hacerlos cometer algunos actos corruptos
solo por las mierdas y risitas.

Pero Dios, eso requería tal trabajo.

Y mientras tanto, no tenía amigos a quienes llamar, no hay


amigas a las que invitar para comparar “Las Historias de Mierda
más Grandes sobre Mi Novio”.

Jim era su compañero. Él debería estar con ella.

Caminando hasta la zona del dormitorio, rebuscó en su bolso y


cogió el teléfono. Tecleando su contraseña, consiguió su número del
registro de llamadas marcadas recientemente y...

Su pulgar se cernía sobre la alineación de los números negros.

Ella sólo quería escuchar su voz. Igual él podría contestar y


decirle hola, y luego ella haría...

Qué. ¿Qué diría ella? Algo así como: ¿Te follaste a Sissy
cuando llegaste a casa?

Como si ella quisiera oír la respuesta a eso.

Ugh.

Maldita sea, ¿por qué él no podía ser el hombre que tenía en su


cabeza? ¿El que estaba tan enfermizamente obsesionado con ella
como lo estaba ella de él? El que estaba preparado para ahogarse en
un pozo negro de Proporciones Bíblicas luchando, seguido por una
J.R. WARD INMORTAL

maratón de sexo épica. El que la amaba a ella y solo a ella…, y que


nunca, nunca, quisiera estar con nadie más.

A menos, claro está, que invitaran a otra mujer para unirse a


ellos. Y entonces se vincularía para matarla cuando todo terminara.

Sobre ese tema, Hallmark estaba tan perdido en la marca de


sus tarjetas. Las personas que tenían relaciones no convencionales,
como las que implican a un demonio, eran totalmente estafados.

Bastardos.

—A la mierda — dijo, tirando el teléfono a través de la manta.

Su instinto inmediato era alcanzarlo, coger la cosa de vuelta y


volver a comprobarlo para ver si él había llamado y se lo había
perdido… Durante el nanosegundo que el teléfono estuvo en el aire.

Cerró los ojos y trató de pensar en volver al último número de


la revista Cosmopolitan. Había consejos para la mierda "Cuando tu
hombre te decepciona". ¿Lo que ellos habían tenido?

Correcto.

En un parpadeo, desterró la camisa y la falda de cuero que


había arrojado cuando llegó de vuelta aquí, en sus perchas.
Entonces, ella parpadeó de nuevo y estaba llevando un conjunto de
pijama de franela color rosa con ovejas saltando alrededor de las
piernas y en el top se leía ME SIENTO SHEEPY118. A continuación,
se inclinó hacia su mesita de noche, encendió el televisor y buscó en
ROKU119. Dirigiéndose a Netflix,120 encontró la parte marcada de
"Series" y se decidió por...

118
Sheppy: oveja
119
Es un decodificador que se coloca encima de la televisión para acceder a internet o ver TV
on line, series etc. Es como un adaptador para poder ver el TDT (television Digital Terrestre)
J.R. WARD INMORTAL

No, Frasier no121. Ella estaba de humor para algo más SATC122.

Sí, ves, en realidad ella sí tenía amigas. Carrie, Samantha,


Charlotte y Miranda. Todas habían pasado por ésta mierda, y tenían
buenos armarios también, ¿incluso aunque la serie era un poco
antigua ahora?

A partir de la nada, ella evocó una botella de Chardonnay123,


algunas trufas de chocolate negro Lindt124, por supuesto, y un bidón
de helado de vainilla con una cuchara de plata de ley.

Mañana sería otro día. Y ella se elevaría para luchar de nuevo.

Iba a tener que hacerlo. ¿Gracias a la victoria de Jim ésta


noche?

Él era la última alma en juego.

120
Servicio que ofrece películas y series de TV de forma ilimitada para verlas en cualquier dispositivo
conectado a internet
121
Serie de TV basada en el personaje del Psiquiatra Freiser Crane
122
Serie Sex And The City
123
Vino blanco creado con uvas de piel verde.
124
Lindt & Sprüngli es una compañía suiza especializada en chocolateria de lujo.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 33
Traducción: sora Rlhdn

Corrección: Agnes Tahlly

Vaya forma de conseguir llamar la atención de todo el mundo, pensó


Sissy cuando se dio cuenta que había olvidado comprobar si había un
mezclador de masas en la casa.

Mientras los tres hombres se miraban unos a otros, como si


todo el mundo estuviera rezando que alguien más les ofreciera la
respuesta, ella abría armarios y revolvía viejas ollas y sartenes.
Cuando finalmente se dio por vencida, los chicos todavía estaban en
las posiciones congeladas en que les había dejado.

— ¿Así que es un rotundo “No sé”?— preguntó. Sí, seguro, el


embarazo era un asunto privado, pero vamos, el mundo podría
acabar mañana… literalmente, así que las ideas tradicionales se
fueron por la ventana. Además, ella realmente necesitaba la
información.

Eddie, quien era, ya sabes, el que volvió de los muertos, aclaró


su garganta. Hombre, él era apuesto, con un rostro fuerte y ese
pelo. Además dejaba un ambiente estable y seguro que la
tranquilizaba.

—No, no puedes llevar un niño— dijo con cuidado, como no


sabiendo si era buena o mala noticia para ella —El Creador le dio
esa habilidad especial a los mortales y solamente a los mortales. En
J.R. WARD INMORTAL

el instante que cruzaste, tú, todos nosotros, ya no somos capaces


de crear vida. ¿Quizás es el intercambio por la inmortalidad a Sus
ojos? ¿O tal vez es parte de la razón por que debe morir la vida?
Pero no, en tu estado, no es posible.

Ella frunció el ceño y volvió al cuenco. Interesante, pensó. El


tema de niños-si/niños-no nunca se le había pasado por la cabeza
antes. Ella no había sido una de esas chicas que tenían planeada su
boda desde antes de que le salieran los dientes. Tampoco había sido
del tipo chiflado, tampoco. ¿Y sin embargo la idea de que la elección
había sido hecha por ella?

Muy lamentable, en realidad.

—Maldita Devina— murmuró.

Por una fracción de segundo, dirimió que realmente debió


haber apuñalado a la perra cuando había tenido la oportunidad, y
esa rabia, ¡oh!, esa rabia suya volvió.

Cogiendo un batidor de varillas, comenzó a batir la masa de la


tarta muy fuerte, no necesitaba ayuda de cualquier cosa hecha por
Westinghouse125.

Algún día, se dijo, iba a llegar a la parte final de sus pérdidas.


Necesitaba creer que en algún momento, su error de lugar-
equivocado/momento-equivocado de hace varias semanas iba a dejar
de acecharla. Dejar de cambiar su vida de mala manera. Dejar de
hacerla querer llorar.

—Sissy, para.

125
Marca de electrodomésticos
J.R. WARD INMORTAL

Cuando la fuerte mano de Jim aterrizó en su brazo, saltó y


entonces vio que había organizado un lio, mezcla de chocolate
salpicando todo el mostrador, ella misma, el suelo.

Habría tenido mucha mejor suerte con un mezclador.

—Lo siento— murmuró, alejándose y yendo al fregadero.

Lavándose las manos con mucha agua, se quedó atascada en el


medio de la lucha o huida, ella quería correr; ella quería golpear
algo; ella necesitaba llorar.

Después de cerrar del agua, ella bajo sus ojos y secó sus
manos en la culera de sus pantalones de yoga.

—Tengo… tengo que salir de aquí un minuto. Perdóname.

Dejó la cocina sin esperar una respuesta, sus pies iban a una
milla por minuto mientras se dirigía a la puerta delantera.
Abriéndola por completo, irrumpió en la fría noche y bajo los
escalones poco profundos del porche. No tenía ni idea de dónde iba
y escogió la derecha al final de la pasarela solo porque sí.

La buena noticia era que la vereda continuaba. Caminando


hacia adelante, balanceaba sus brazos y golpeaba con sus piernas en
el suelo y muy pronto ya iba por la casa de al lado de la suya. Y luego
por la siguiente. Y la siguiente después de ésta.

—Vuelve, vuelve, vuelve—murmuró mientras comenzaba a


jadear.

Y no estaba hablando de volver a la cocina para limpiar su


épico pastel fracasado. Ella sólo quería volver a ese momento
cuando el deseo de helado Rocky Road le golpeó mientras que
J.R. WARD INMORTAL

estaba sentada en el sofá de sus padres, viendo Pitch Perfect.126


Era una de sus películas favoritas a pesar de no ser un gran fan de
Anna Kendrick, demasiado delicada con esos pequeños diminutos
labios y los dientes grandes y los rasgos puntiagudos. Pero amaba a
Rebel Wilson y Hana Mae Lee.

Había sido justo cuando Rebel estaba diciendo, "mi verdadero


nombre es Gorda Patricia," que el ansia le había golpeado y decidió
hacer una pausa en la película, ir a por las llaves del Subaru de su
mamá y salir. El plan había sido conseguir el helado, volver a casa
para terminar la película y empezar “While You Were Sleeping” 127
o
The Blind Side128.
Siempre había tenido adoración por Sandra Bullock…

Sissy se paró en seco y se dio cuenta de que todo era en


tiempo pasado. No sólo los matices de esa noche que habían
convertido su vida en una pesadilla, sino todas las cosas que a ella le
solían gustar. Hacer. Ver.

Ser.

Poniendo una mano en la parte baja de su vientre, miró hacia


abajo a su cuerpo—Debería haber sido capaz de elegir.

—Estoy de acuerdo.

Ella abrió la boca y se dio la vuelta, moviendo sus manos para


lanzar un golpe. Pero era Jim.

—Me has seguido— dijo ella bruscamente.

—Sí. Lo he hecho.

126
Pelí ula Da do la Nota e España Rit o Pe fe to e Hispa oa é i a
127
Mientras Dormias, con Sandra Bullock y Bill Pullman
128
Un sueño posible con Sandra Bullock y Quinton Aaron
J.R. WARD INMORTAL

Ella bajó sus manos. Entonces las cruzo sobre su pecho. Luego
las dejo caer nuevamente —No quiero esto nunca más. ... No quiero
estar aquí ya.

Con su propia tristeza resonante, él levantó los brazos y rozo


sus mejillas, que fue como ella descubrió que estaba llorando.

—Lo sé— susurró él —Lo sé.

Caminando a su alrededor, yendo dentro y fuera de la acera,


ella sacudió la cabeza —Si descubres quién es la próxima alma, ¿qué
pasa? ¿Estoy todavía atrapada aquí, en ésta tierra infernal? Quiero
decir, he estado en el Infierno y no quiero volver allí. Pero ahora no
estoy ni aquí ni allá… ¿puedo ir al Cielo? ¿Puedes enviarme allí? ¿Por
favor?

Mientras se detenía y lo miraba, ella pudo ver sus alas, el


reluciente contorno brillando en la oscuridad, y la vista le hizo
sentir que tal vez había ido al lugar correcto con la petición.
Después de todo, ella había estado en la escuela Dominical; ella
sabía que había un Cielo… o por lo menos, le habían dicho que había.

— ¿Jim? —dijo en una humilde voz— ¿Puedes por favor


permitirme ir a algún otro lugar?

Era tan gracioso, Jim reflexiono más tarde. El corazón, como


se vio después, podría romperse de un millón de diferentes
maneras: no tenía que ser una pérdida o una muerte. No, la
incapacidad para ayudar a alguien que amabas era demoledora.
J.R. WARD INMORTAL

Tú habrías pensado que había aprendido antes con su madre.

Y tal vez lo había hecho. Lo que significaba que este momento


aquí con Sissy era un infierno de curso de actualización.

Y había una parte egoísta de él que la quería mantener a su


lado. Si ella subía a la Mansión de las Almas, él no podría llegar a
ella; estarían separados, tal vez para siempre. Por otro lado, ella
estaba claramente en su punto de ruptura, las cosas sobre el
embarazo la habían enviado a una especie de desesperación que él
sólo podía adivinar.

Él nunca había querido niños. No estaba interesado en ellos, no


podía haberlos cuidado menos.

Aunque si había una oportunidad de tener uno con ella...

Sacudiéndose a sí mismo centrándose, arrastró una mano por


su cabello y deseó tener un cigarrillo, especialmente cuando
recordó la vista de ella en la cocina, batiendo la alguna vez adorable
masa de pastel. Buen Dios, había pensado que iba a tener que
extirpar quirúrgicamente el batidor de su mano.

—Qué— dijo ella sombríamente —simplemente di lo que


jodidamente sea, ¿está bien? En este punto, no hay absolutamente
ninguna mala noticia que vaya a hacerme sentir peor de lo que ya lo
hago.

—Creo que Devina está dentro de ti.

Mientras ella palidecía y dejaba de respirar, su propia furia se


enroscaba en su tripa. Ese puto demonio. Si fuese lo último que
hiciera, él iba a…

—¿Qué quieres decir?— ella se atragantó mientras envolvía


sus brazos alrededor de ella.
J.R. WARD INMORTAL

—Es una consecuencia de tu estancia en el Infierno. Al menos


por lo que Ad y luego Eddie me han explicado. Incluso después de
que dejaste aquello... hay algo dentro de ti.

—Creo que voy a vomitar.

Ella cayó de rodillas y apoyó sus manos en la hierba, él se


arrodilló junto a ella —Pero creo que podemos hacer algo al
respecto.

Sissy dejó escapar un sonido de arcadas, arqueando su


espalda.

Apretando los dientes, le tomó cada onza de autocontrol que


él tenía no encontrar a Devina justo en ese segundo y asesinarla con
sus propias manos.

—Sólo respira— se oyó a sí mismo decir mientras la ayudaba a


permanecer fuera de la tierra.

Cuando un coche dio la vuelta en la carretera, él se puso


rígido, pensando que si era un Mercedes sin adorno en el capó, él iba
a…

Nop. Era un Rolls-Royce, créanlo o no.

Cuando Sissy dejó de toser de esa horrible manera, él la tomó


en sus brazos y la sostuvo contra su pecho. Por un lado, la
diferencia en sus tamaños le hizo sentir poderoso. Por otra parte,
fue un recordatorio de cuan impotente era en realidad en ésta
situación: la fuerza física no iba a hacer una mierda por ella.

Pero uno de esos cuchillos de cristal...


J.R. WARD INMORTAL

Reproducir lo que le había hecho a Vin diPietro en la primera


ronda le metió en el tren de la náusea también, pero ¿qué elección
tenía? Y ciertamente no iba a confiar en nadie más para hacerlo.

Ella se echó hacia atrás — ¿Cuánto hace que lo sabes?

— ¿Acerca de ti?— Se encogió de hombros —No mucho.


Quiero decir, creo que tienes derecho a estar enojada, pero hay
otro límite a tu ira.

— ¿Qué tienes que hacer?

— ¿Por qué no volvemos a la casa?

—Mal, huh

—No es nada que no podamos manejar— Mierda, odiaba


mentirle —Vamos, volvamos. Eddie lo sabe todo y puede explicar lo
que va a suceder, si decides ir por ese camino.

Sissy se volvió, entonces lo miró — ¿Cuándo va a acabar?— se


atragantó.

Esperemos que no ésta noche, rogó él —Pronto. Y va a estar


bien. Voy a hacer esto bien.

Con una oración no violaría esa promesa a ella, la ayudó a


ponerse de pie y puso el brazo alrededor de su cintura, sujetando
algo de su peso mientras se movían.

— ¿Por qué haces esto?— preguntó ella.

— ¿Hacer qué?

—Cuidar de mí. Sé que pregunté antes pero, o sea, ni siquiera


nos conocemos mutuamente, y sin embargo siempre estás ahí para
mí. Desde el principio.
J.R. WARD INMORTAL

Se detuvo y la volvió para enfrentarla a él. Mientras él


recorría su cara con los ojos, se sintió como que nunca la había
conocido.

Maldita inmortalidad. Si la perdía, era un hombre muerto


caminando.

—No lo sé— dijo suavemente—Es como tiene que ser.

—Creo que eres realmente un buen salvador, Jim— Ella puso


sus manos sobre sus antebrazos —Siempre has sido un ángel para
mí…

—Te amo.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 34
Traducción: Klaus Rlhdn

Corrección: Grimshaw Reaper

Sissy cerró los ojos. No podía haber oído eso bien.


¿Realmente había dicho…?

─Lo siento ─ refunfuñó ─No sé hacerlo, ésta mierda es difícil.

─No, no, eso no es lo que estoy... ¿cómo puedes? ─ Su corazón


aporreando ─Yo... si hay algo dentro de mí...

No podía ir más lejos que eso.

─Eso no eres tú, Sissy. Tienes a Jack129contigo. ¿Y cuándo nos


deshagamos de ella?

─Volveré a la normalidad.

─Exactamente.

Quería responderle, quería decirle esas palabras en


respuesta, una vez más quería ser malditamente normal. En cambio,
ella estaba obsesionada con el hecho de que podría no estar sola en
su propia piel. ¿Iba Devina a salir de ella en cualquier momento? ¿A
dominarla?

Oh, Dios, ¿la cabeza le empezaría a girar alrededor mientras


ella vomitaba por todas partes…? ¿O era como una escena de Alien
donde algo saldría de su estómago?

129
Ja k pe so aje p i ipal de la pelí ula Pesadilla a tes de Na idad e España o El u do
de Ja k e Hispa oa é i a, de Ti Bu to
J.R. WARD INMORTAL

Pensándolo bien, se dio cuenta de que sí lo sabía, desde que


ella había salido del Infierno, su ira había estado fuera de control,
sus emociones por todas partes, pero como Jim dijo, ella había
simplemente asumido que era porque había sido torturada que se
ocupaban de ella también. Ahora, sin embargo, ¿mientras
reconsideraba su feliz sesión en las rondas y el libro del salón? Se
había sentido realmente como si eso fuera una rabia más grande
que ella. Algo fuera de su carácter y salvajemente destructivo. Algo
que era de "otro".

─Vamos ─ dijo despacio ─Vámonos.

Ella siguió a su lado, con el cuerpo en movimiento junto al de él


─ ¿Puedo infectar a los demás? ─ Preguntó apurada.

─No.

Gracias a Dios. Pero entonces...─ ¿Y si no funciona lo que


tenemos que hacer?

─Funcionara, lo hice una vez antes y Eddie es un experto.

─Bien, perfecto.

Salvo que se sentía completa y totalmente lejos de estar


"bien" y "perfecta" y el camino de vuelta a casa no había cambiado
eso.

El olor de un pastel de chocolate en el horno le llegó cuando


entro por la puerta principal y al llegar a la cocina, se encontró con
Eddie en el fregadero, lavando los platos que había usado. Ad
estaba tumbado en una de las sillas de la mesa, con los ojos fijos en
el otro, no en una manera espeluznantemente sexual, sino más bien
como si él esperara una inminente desaparición y estuviera
dispuesto a seguir el ejemplo.
J.R. WARD INMORTAL

─Entonces, ¿qué vas a hacer conmigo? ─ Le preguntó.

Eddie miró por encima del hombro con sus cejas oscuras
creciendo.

─Nada. ¿Por qué?

Jim entró detrás de ella y tomó el asiento en el que él solía


sentarse ─Tenemos que hacer algo de Devina-ción130, no sé ni que
significa.

El otro ángel tomó una respiración profunda y parecía


olvidarse de la taza que goteaba en su mano y el hecho de que había
dejado el agua abierta ─En Sissy.

─Sí, en mí ─ dijo ella acercándose y mirando hacia horno.

Había dos moldes para pasteles allí uno al lado del otro y el
pastel estaba a medio cocinar, creciendo más alto y más oscuro.

─Jim, ¿puedo hablar contigo un minuto? ─ murmuró Eddie en


voz baja.

─No ─ Ella se enderezó ─No puede. Cualquier cosa que puedas


decirle, es mejor que me la digas a mí. Es mi cuerpo y mi problema.

Cuando ella se enfrentó a los hombres, no le importó una


mierda si se sentían incómodos. Asumiendo que estaba maldita iba a
malditamente llegar hasta el fondo de su propia salvación.

Ella estaba empezando a ver como buena su mala suerte, y


comenzando a comportarse como una perra.

130
Juego de palabras entre Devina y exorcismo
J.R. WARD INMORTAL

Unos veinte minutos más tarde, el contador de tiempo en el


antiguo horno hizo un ring alegre con su campana y Sissy dejó que
alguien cogiera el pastel del horno. Como obligando a Eddie, ella se
frota los ojos, todo tipo de horribles imágenes nadando en su
cabeza.

─ ¿Estás seguro de que va a funcionar? ─ Preguntó aturdida.

Eddie, que había estado dándole la mayor parte de la


explicación, dijo ─Sí. Esa es la forma en la que siempre se ha hecho.

Ella levantó su dedo índice, señalándolo ─No lo hiciste,


responde la pregunta.

─Funcionará. La pregunta es si...

Cuando el chico miró a Jim, ella maldijo ─Si yo lo sobreviviré.


¿Bien?

─El ritual no está exento de riesgos.

Por supuesto, Bien, duh.

Hubo algunos sonidos de golpes cuando Eddie desmoldo los


pasteles sobre las rejillas de refrigeración. Después echo un poco
de agua mientras ponía las cacerolas en el fregadero en remojo.
Mientras tanto, la otros dos ángeles estaban en silencio e inmóviles
como estatuas.

Ella miró a Jim. Su hermoso rostro, duro estaba distante, sus


ojos se centraron sólo en ella ─ ¿Qué hago? ─ le susurró.

─Todo depende de ti ─ Su voz era grave ─Es tu decisión.

Lo que se leia como: Decidas lo que decidas, te apoyaré cien


por cien.
─Eddie─ se oyó decir ─Tú has muerto, ¿no? Pero regresaste.
J.R. WARD INMORTAL

El ángel con ojos rojos negó con la cabeza ─Eso no sería un


plan de salvación, yo si fuera tu retrocedería. La muerte de los
inmortales no es como tú piensas que es. No es un final… es un
éxtasis eterno. ¿Y el indulto que tengo? Fue un milagro.

─Así que no debería hacer esto.

─Bueno, lo preocupante es que, si no lo haces, lo que hay


dentro de ti continuará pudriéndose y creciendo más fuerte.

─Así que tengo que hacerlo.

Eddie miró a los otros dos hombres ─Estoy de acuerdo con


Jim... es tu decisión. Sin embargo, desafortunadamente hay
consecuencias si deciden no seguir adelante.

Lo único que podía hacer era cerrar los ojos. Era eso o gritar
con la parte superior de sus pulmones… y ella de repente estaba
aterrorizada para dejar salir cualquier tipo de ira.

Jim habló ─ ¿Por qué no nos vamos arriba y descansamos un


rato? Puede pensar en ello hasta por la mañana. No hay razón para
apresurarse.

─Pero hay que volver a la batalla.

─Todo puede esperar hasta mañana.

Sissy se encontró asintiendo y poniéndose de pie. Jim fue el


que la llevó al piso de arriba, no porque la llevara en brazos pero si
la dirigía suavemente.

─ ¿Te quedarás conmigo? ─ Preguntó ella cuando llegaron


hasta el vestíbulo del segundo piso.

─Sí, lo haré.
J.R. WARD INMORTAL

Llegaron a su habitación y ambos utilizaron el baño del cuarto,


uno detrás del otro y luego se pusieron en la cama donde ella dormía
sentados contra el tallado cabecero victoriano, acurrucándose en su
regazo.

─ ¿Cuándo va a parar? ─ se ahogó ─Sólo quiero que pare.


Estoy cansada de que nadie gane posiciones, me siento como si yo
no pudiera... No puedo seguir con esto.

Pero si ella se "mataba" a sí misma, ella terminaría en el


Purgatorio y eso sería sólo otro matiz de la pesadilla.

Jim le acarició el pelo, pasando los dedos por las largas


longitudes mientras ella miraba por las grandes ventanas
correderas. Ella no sabía lo que podía cambiar desde ahora hasta el
amanecer. Pero no podía pensar en eso ahora mismo.

Lo único que sabía con certeza era que se alegraba de que Jim
estuviera con ella.
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 35
Traducción: Sandra Dee

Corrección: Rosmery Gutierrez

Jim vio salir el sol a través de los árboles en flor por la


ventana de Sissy. Había estado sentado en la misma posición
durante horas, con la espalda apoyada contra un par de almohadas,
las piernas estiradas frente a él, y la cabeza de Sissy en el regazo.
No podía sentir su culo, y los pies le hormigueaban, pero no le
importaba una mierda.

El hecho de que la iluminación en el cielo fuera de un glorioso


melocotón y oro no lo inspiraba. En realidad, la belleza del amanecer
solo lo cabreaba: en lugar de perder un milagro en algo tan cotidiano
y común, tan anónimo, ¿por qué El Creador no podría, sólo por una
vez, bendecir a la mujer que yacía a su lado?

¿Qué diablos le costaba, en realidad? Sólo rasgar algunas


nubes de tormenta a lo largo del horizonte y blindar la
magnificencia de ésta una mañana… y darle a Sissy un milagro.

Una tras otra, todas las malas noticias y malas rupturas que
Sissy había tenido, lo habían golpeado como si fueran sus propias
tragedias, y con cada impacto en el pecho, lo único que podía pensar
era en...
J.R. WARD INMORTAL

Encontrar a Devina y matarla con sus propias manos.


Exprimiendo la vida fuera de ella. Hacerla sufrir y después iluminar
su cadáver con fuego…

— ¿Lo harás?

Se sacudió de sus fantasías de asesinato. Y reinsertó su


conciencia de nuevo en la pesadilla de la vida real —Sí — dijo con
voz ronca —Lo haré.

Ella levantó la cabeza y lo miró —Y no hay otra manera, ¿no?

—No, que nosotros sepamos. No.

—Bueno. Entonces seguimos adelante.

Cerró los ojos por un momento, sintiéndose como si hubiera


sido atropellado por un coche y estuviera siendo arrastrado por el
pavimento en mal estado.

—Está bien.

Cuando él cerró los párpados de nuevo, ella seguía mirándolo.


—Yo no confiaría en nadie más que en ti.

—Y yo no te voy a defraudar.

—Hazme el amor —No era una pregunta. Un estado de


desesperación, y él se sentía exactamente de la misma manera que
ella.

Moviéndose hacia abajo en el colchón, le cogió la cara entre


sus manos y la besó, mientras se puso encima suyo. Sus ropas
parecían derretirse, las barreras que estaban entre ellos
evaporándose hasta que estuvieron piel con piel.
J.R. WARD INMORTAL

Con cada caricia y cada suspiro, con todo el arqueamiento y los


suaves gemidos, estaba completamente con ella y a la vez en otro
lugar.

Todo lo que podía pensar era que ambos estaban en las fauces
de destino, y no había forma de saber lo que iba a quedar de
cualquiera de ellos cuando todo hubiera terminado.

¿Por qué si él le volvía a fallar?

La demencia no iba a ser ni la mitad.

Colocándose en su centro, presionó lentamente y oh, Dios, la


sensación era tan buena que giró su cabeza hacia abajo. Dejándose
llevar con el ritmo de las retiradas y las penetraciones, él la montó
con cuidado, dándole todo el tiempo del mundo para encontrar su
placer e irse volando.

Que él se corriera al final no era el punto, aunque supuso que


eso los conduciría aún más cerca. Pero su liberación era secundaria.
Esto era todo sobre ella.

Cuando por fin se relajó, su cabeza cayó de bruces en la


almohada, su cuerpo tan saciado que no podía reunir la energía para
apuntalarse a sí mismo y salir de ella con facilidad, de hecho, él
quería quedarse allí para siempre. Sin embargo, eso no era dónde
deberían estar.

Se obligó a echarse a un lado, y no se sorprendió al


encontrarla llorando.

Pero ella le hizo sacar la mierda fuera.

Elevando su mano, le tocó la cara y susurró: —Quiero que me


prometas algo.
J.R. WARD INMORTAL

─Dilo.

—No te culpes. Si esto no funciona, no quiero que pienses ni


por un segundo que hiciste algo mal. A veces... a veces a la gente le
reparten una mala mano y eso es cuestión de suerte. No hay nada
que tú o yo podamos hacer al respecto sobre todo esto.

No estoy tan seguro de eso, pensó. Iba a hacerle pagar a


Devina absolutamente todo.

De formas que incluso ese demonio no podía imaginar.

—Prométemelo—dijo Sissy.

Él asintió con la cabeza una vez y le mintió —Te lo prometo.

Ella lo miró mientras el sol salía cada vez más alto y los
pájaros comenzaron a cantar, mientras la vida en esta pequeña
parte del mundo se ponía de pie y estiraba sus brazos, pensando en
sus propios problemillas después del sueño.

—Te amo— dijo ella.

Su corazón se detuvo. Entonces comenzó a latir. Excepto por…


—No tienes que decirlo sólo porque yo…

—No, tengo que hacerlo. Porque quiero que lo sepas por si


acaso... ya sabes… pierdo la oportunidad. Te amo, y te doy las
gracias, gracias por todo lo que has hecho por mí. Lo dije una vez y
lo te lo voy a decir otra vez. Tú eres mi ángel.

Él bajó la cabeza y la besó, porque quería, pero también


porque no quería que ella viera la expresión de su cara porque
probablemente era lo suficientemente inteligente para reconocer la
mierda que era.

—Te amo también— murmuró contra su boca.


J.R. WARD INMORTAL

Mientras, por su parte, estaba furioso en su interior.

— ¿No podemos simplemente comernos este pastel? Quiero


decir, vamos Eddie.

Mientras Ad cogía otro gran pedazo de tarta rellena de falso


glaseado de vainilla en su interior… o Duncan Hines131, para el caso,
rezó para que su amigo dejara el maldito tema.

No hubo suerte —Quiero saber.

Ad dibujó con el dedo el borde de la taza de café. Eddie había


hecho el java junto con el postre que se estaban tomando para
desayunar, y ambos estaban tan jodidamente buenos, como que
estaba sentado a la mesa frente al tipo. Era casi como si la
separación nunca hubiera ocurrido.

Casi.

— ¿Ad? Necesito saber si puedes luchar en tu condición.

—No creo que esté demasiado comprometido— Ad puso su


taza hacia abajo, reanudando la excavación. ¿Era ésta su segunda
porción? ¿O la tercera? —Un poco de cojera, eso es todo.

—Y el ojo.

—Lo que sea.

— ¿Puedo ser honesto?

131
Marca de repostería casera, fácil de preparar.
J.R. WARD INMORTAL

—Por favor no lo hagas.

La silla de Eddie crujió cuando se inclinó hacia atrás —Estoy


realmente impresionado contigo.

Las cejas de Ad se elevaron y bajó su tenedor —Yo, ah...

—Hablando de altruismo— Eddie asintió—Respeto, hombre.


Gran respeto. Y tengo que decirte que no es algo que habría
pensado que harías.

—Tu muerte cambió las reglas para mí.

—Sí, lo siento por eso.

Ad frunció el ceño — ¿Qué estás diciendo?

—Debí haber escuchado a esa arpía. Debería haber prestado


más atención.

—No, es mi culpa. No puedo decirte cuántas veces he


reproducido todo lo que pasó. Te defraudé— Él levantó la palma
para detener la discusión —No. Se supone que debería vigilar tu
espalda, y se me cayó la pelota. De hecho, esa es la forma que
siempre ha sido entre tú y yo. Te he arrastrado a más mierda tonta
del culo y a situaciones peligrosas.

—Pero ha sido divertido. Ha sido tan jodidamente divertido.

Ad retrocedió —Bueno... eso no era lo que yo pensaba que ibas


a decir. Nunca.

Eddie terminó su último bocado y sonrió —Cada flecha directa


necesita un poco de caos en su vida. Tú eres el mío. Hemos tenido
algunas aventuras locas del culo, y sí, algunas eran probablemente
evitables y definitivamente peligrosas, ¿pero sin ti? Aburrido. Mi
vida inmortal sería jodidamente aburrida.
J.R. WARD INMORTAL

Ad agachó la mirada y sonrió un poco — ¿Así que ésta culpa


que he estado llevando alrededor?

—Piérdela. Yo tomo mis propias decisiones también. Podría


haber abandonado hace siglos tu culo. Pero la verdad es que
prefiero estrellarme contra alguna pared contigo que dar un paseo
dominical con nadie más.

—Qué cosas más dulces dices.

—Además, seamos sinceros. Con mi colosal falta de tacto, no


habría conseguido nunca un polvo sin ti.

Ad se puso rígido —Sí, sobre eso. Estoy... ah, estoy fuera de


comisión de ahora en adelante —Cuando Eddie contuvo un grito
ahogado, Ad se encogió de hombros.

—Pero todavía puedo conseguírtelas para ti. De hecho, di la


palabra y voy a ir a la caza. Caray, yo puedo vivir de forma vicaria a
través de ti.

—Jesús...

—Vamos, no es como si el amor verdadero estuviera en mi


imaginación de todos modos. Además, hay tantas maneras de
recoger un centavo, y yo las he hecho unas ciento cincuenta mil
veces en este punto. Tarde o temprano, la mierda va a envejecer, y
ahora no siempre tengo que preocuparme del bulto en mis
pantalones por alguna pieza caliente. Todo son ventajas.

Hubo un largo silencio.

Ad se movió en su silla, haciendo crujir la cosa.

—Valeeeee, sería realmente genial en este momento si tú no


me miraras así. Todavía tengo todos mis brazos y piernas juntas, ya
J.R. WARD INMORTAL

sabes. Estoy completamente funcional, o suficientemente funcional,


en todos los demás aspectos.

—Por supuesto— Eddie se aclaró la garganta —Absolutamente.

Ah, infiernos, lo podría haber hecho sin tanta torpeza, pero el


chico iba a enterarse tarde o temprano. Bien podría ser ahora…

Jim y Sissy aparecieron en la puerta, y parecía que iban de


camino a un funeral. Claramente, la decisión había sido tomada.

—Estamos listos para hacer esto— dijo Jim, poniendo su


brazo alrededor de la mujer y moviéndola más cerca,
probablemente porque él deseaba que fuera su cuerpo el que se
cortarse en rodajas metafísicamente hablando —Creo que
necesitamos un viaje fuera a buscar suministros.

Eddie asintió —Sí, vamos.

Y eso fue todo, pensó Ad mientras se ponía de pie.

Habían conseguido juntar a la banda de nuevo... y ahora era


tiempo para el rock 'n' roll, por así decirlo.

Sólo deseaba que no tuvieran que realizar un exorcismo. En


Sissy.
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 36
Traducción: Lau Silyam

Corrección: Rosmery Gutierrez

Por supuesto era la misma maldita Hannaford, pensó Sissy,


mientras entraban en un aparcamiento que estaba lleno de vehículos
de coste medio y camiones. Y sip, todo estaba igual como ella lo
recordaba: las filas de vehículos aparcados en ángulo hacia la
tienda, los corrales de carritos cruzándolos, la constante entrada y
salida por las puertas automáticas de la tienda creando un bullicio
de actividad.

Eddie aparcó el Explorer y apagó el motor. Las tres puertas se


abrieron a la vez y los ángeles bajaron; ella únicamente puso la mano
sobre la manilla de la puerta y se quedó sentada.

Jim miró por encima de su hombro, como si hubiera esperado


que ella fuera tras ellos. Entonces pareció palidecer.

Ad y Eddie le miraron, y sus bocas se movieron como si le


estuvieran preguntando algo. Mientras él sacudía la cabeza, dijo un
par de palabras… y de pronto los otros ángeles se vieron como si les
hubieran dado un rodillazo en las pelotas.

Ah, claramente ninguno había hecho los cálculos sobre dónde


habían terminado: el mismo lugar dónde había sido secuestrada por
el demonio.
J.R. WARD INMORTAL

Pero de todas formas, lo necesitaba para superarlo. No era


como si entrar a la tienda otra vez fuera a cambiar nada. El mal ya
había ocurrido.

Forzando la puerta para abrirse, ella salió y tiró su sudadera


dentro —Tengo la lista. Vamos.

Se encaminó a través de sus enormes compañeros y caminó a


zancadas hacia la entrada. A medida que avanzaba, pasó a una
madre con dos niños y comestibles por valor de trescientos dólares
metidos en el carro, un hombre mayor con una única bolsa y una
jarra de zumo de naranja, dos mujeres de mediana edad que
estaban hablando a mil por hora a la vez.

Por un segundo, se lamentó por el hecho de que volver a antes


de que toda la basura hubiera caído sobre su cabeza, ella nunca
había notado a la gente a su alrededor: Qué hermoso era ver a
jóvenes familias comprando Popsicles132 y Hamburguesas Helper. O
cuan noble un solitario octogenario podría ser, cuando se desafiaba
viajando fuera del supermercado por sí mismo. O qué especial era
ver una amistad duradera en su hábitat natural.

La humanidad era hermosa. En todas sus diferentes formas y


tamaños, desde su modo de supervivencia hasta su pavoneo triunfal,
tanto en la pobreza como en la riqueza.

Y sobre todo en su día a día, la actividad momento a momento.

Es curioso, el discurso de la vida diaria, antes de que ella


hubiera tenido sus pérdidas, había sido como la respiración y el
latido del corazón en el cuerpo humano, algo que ocurría
automáticamente, y como tal no era visto como el milagro que era.

132
Marca de helados.
J.R. WARD INMORTAL

Fue sólo después de su muerte que ella había conocido el frágil


poder de la mortalidad, y mantuvo la reverencia apropiada.

Mientras pasaba a través de las puertas automáticas y


entraba a la parte del vestíbulo de la tienda, vaciló. El mismo
Muzak133 estaba sonando, el viejo Michael Bolton se canalizaba a
través de pequeños altavoces en el techo como si quisieran ofender
al menor número de personas posible. La alineación de los carritos
también era exactamente la misma, y así estaban las compras
impulsivas alineadas en las tablas: galletas, bolsas de patatas fritas,
herramientas de jardín.

Cerró los ojos.

Las herramientas de jardín eran nuevas, pero el stand de


patatas fritas Lays y las galletas de tres clases diferentes de
glaseado en sus contenedores de plástico eran exactamente las que
habían estado ahí antes.

Impresionante, pensó mientras iba más allá y salía a la sección


de floristería. De pie entre los ramos de rosas envueltos en plástico
y los cactus agachados en sus pequeñas macetas de barro y los
asientos pastel a parte, se sentía tan invisible como era: la gente
pasando por ella sin mirar atrás, y eso de alguna manera hacía que la
brecha que sentía pareciera aún más devastadora.

Sólo entonces se dio cuenta que tal vez siempre había sido así.

Mientras miraba hacia ellos, podía recordar caminando a


grandes pasos por entre un sinnúmero de extraños, los tomaba
como anónimo porque no conocía sus nombres, caras, familias. Ellos
habían sido en cierto modo irrelevantes, si no fuera por el hecho de

133
N.T. Música ambiental.
J.R. WARD INMORTAL

que ella no había deseado que cualquiera de ellos enfermara ni


querido ser responsable de hacerles daño.

Pero eso era reduccionista. Ella no sabía qué tragedias habían


llevado a casa o podían llevar a casa a dormir con ellos. Si habían
tenido sus casas rotas el día anterior, o se enfrentaban a una
enfermedad, o habían perdido a un hijo, o habían sido engañados.

La alegría era usada como un traje nuevo sobre la gente.


Podías verlo en cada pulgada de ellos, desde sus pasos hasta su
mirada. Pero la tristeza y la perdida estaban ocultas,
manteniéndolas quietas bajo la compostura y el abrigo de la
actividad diaria.

No tenían ni idea de a qué se enfrentaban en sus vidas


cualesquiera de estas personas. Nada más de lo que ellos sabían que
ella estaba de pie entre ellos, ni viva ni muerta.

La invisibilidad era una calle de doble sentido, como se había


visto.

Lo cual era triste.

Y le daba una nueva idea de lo que ella deseaba que fuera el


Cielo. Antes, cuando el destino había sido sólo algo hipotético y ella
había sido también mucho, mucho más joven en muchos niveles, el
lugar de descanso eterno en las estrellas había sido nada más que
gominolas y Jujubes134, y un sinfín de siestas de domingo, y cada
película que John Hughes135 había hecho en bucle.

Ahora… ella pensaba que solo era amor. Un amor eterno que te
envolvía y mantenía a salvo y se aseguraba de que estuvieras
siempre con tu familia y amigos.
134
Caramelos de gelatina con sabores de frutas.
135
fue un director de cine, productor y guionista estadounidense
J.R. WARD INMORTAL

Sin separación, incluso entre extraños. Sin tristeza. Nadie


salía o se quedaba atrás.

— ¿Sissy?

Se sobresaltó cuando la mano de Jim se apoyó en su hombro.

—Perdón. Me distraje— Levantó la lista. —Iré a conseguir la


sal si tú quieres coger los limones.

—Estoy encantada de que llamaras para otra cita extra.

Mirando a su alrededor de la oficina de su terapeuta, Devina


alisó su falda corta bajo sus muslos y forzó una sonrisa, pensando
que tal vez debería haber esperado su cita regular.

—He arreglado el daño que le hice a mis cosas— espetó.


Bueno, vale, sus esbirros habían hecho la mayor parte. Pero ella
había sido la única responsable en decirles que hacer —Y yo…

Frunció el ceño cuando se quedó sin palabras. Pensamientos.


Impulsos.

— ¿Devina?

Sintiendo como si ella tuviera que mantener la sesión activa,


se removió por algo, cualquier cosa, que pudiera decir. De repente,
murmuró.

—Ya sabe, fue curioso cómo la encontré.

—Me dijiste que un amigo tuyo me había recomendado.


J.R. WARD INMORTAL

—Mentí— Miró por encima para ver si la mujer se había


trastornado, pero nop. Su terapeuta seguía sentada como un Buda
en su sofá de color beige en su oficina color beige, una equivalente
expresión beige en su agradable rostro —Fue mucho más… fue un
poco extraño, en realidad.

—Cuéntame más.

—Bien, yo sabía que iba a venir a verme, había tenido el mismo


trabajo siempre, y estaba realmente feliz en esa posición. Tenía
mucha autonomía, se me permitía hacer lo que quisiera. Quiero
decir, no era perfecto… no me di cuenta de la situación en la que
estaba hasta que mi jefe decidió cambiarlo todo. De repente, donde
había estado fueron los buenos viejos tiempos, ¿sabe? Y entonces,
a partir de la nada, yo estaba trabajando con este nuevo tipo, en
una carrera por promocionar… y un día… un día, supongo que me
rompí por el estrés. Estaba preparándome para el trabajo, sentada
frente al espejo…— Levantó las manos hacia su cara, frotándose las
mejillas —Me estaba maquillando… ya sabe, como hago cada día, y
yo…

—Continua, Devina.

Se dio unas palmaditas en la mandíbula.

—Yo estaba… el problema era el maquillaje fluido que estaba


utilizando. No podía ponerlo correctamente. No iba por mi piel…
bien. No cubría la…— Parpadeó rápido, recuerdos del pánico vinieron
con fuerza —Tenía que ponerlo bien. Era necesario que estuviera
bien para verme bien para que nadie pudiera ver…

— ¿Ver qué, Devina?


J.R. WARD INMORTAL

—Cómo soy realmente. Quién soy realmente— Bajó la mirada


hacia sus manos y se alisó la falda otra vez. Y otra. Y otra —No
podía ponerlo bien. El maquillaje fluido… solo…—Se aclaró la
garganta, y se sacó a si misma de esos recuerdos del pasado —Lo
volví a aplicar. Y entonces puse más, y lo hice de nuevo. Y otra vez.
Se volvió paralizante. Gasté una botella entera y abrí otra. A pesar
de que sabía que lo estaba empeorando, yo no podía… era como si
estuviera bloqueada. Estaba atrapada en una especie de bucle.

La terapeuta negó gravemente.

—Sé exactamente lo que quieres decir. El ritual se hacía cargo


hasta el punto de tenerte en sentido figurado encarcelada por él.

—Exactamente— Exhaló —Eso era exactamente lo que pasaba.


Paré finalmente cuando me cansé. Estaba cubierta con la sustancia…
había cubierto por todas partes mi blusa, mis manos, mi vanidad.

—Ten—dijo la terapeuta, inclinándose hacia adelante con una


caja de kleenex.

—Oh, yo no…— Sin embargo sus ojos estaban húmedos —Oh,


gracias.

Mientras ella se limpiaba, la terapeuta se recostó.

—Puede ser realmente terrorífico.

—Lo fue. Estaba fuera de control… y ya sabe, yo siempre


había sido como un poco trastornada obsesiva-compulsiva. Quiero
decir, me gusta todo perfecto y me gusta que mis cosas estén
donde deberían estar. Me gustan mis cosas y punto. Me siento… a
salvo… como cuando tengo el número perfecto de pintalabios
conmigo.
J.R. WARD INMORTAL

—Lo recuerdo. Fue difícil apartar uno de ellos en nuestra


anterior sesión.

—Sí—. Devina pasó la mano por su pelo, para tranquilizarse a sí


misma que estaba todo en su lugar, como si hablar sobre esto
hubiera revelado mágicamente su verdadera fealdad —Pero esa
mañana fue la primera vez que tuve la sensación de que eso podía
paralizarme… y eso me aterraba. Es tan jodido. Es como si tu mejor
amigo te gustara, ¿sabe? Como si la cosa que puede hacerte sentir
mejor del todo de repente… te poseyera.

—Es muy común, Devina. Muy, muy común.

—Así que me di una ducha. Tenía que hacerlo, estaba hecha un


desastre. Y me he estado quedando en ese desván hasta el
momento. No soy una persona de grandes televisiones, pero había
una de esas cosas de pantalla plana. Salí del baño y la pantalla
estaba encendida. Supongo que la encendí en algún momento. Yo
estaba de pie entre los restos de esas botellas vacías de maquillaje
líquido, sintiendo que me estaba volviendo loca, y de pronto allí
estaba usted. En la televisión. Verónica Sibling-Crout. Es curioso, no
había visto el anuncio proyectándose hasta ese momento. Pero fue
el momento perfecto para mí.

—A veces las cosas pasan por una razón.

Devina miró a la mujer.

—Realmente tiene que ayudarme. Quiero decir, todavía lucho


día a día, pero usted me hace dar cuenta de que no soy la única
persona con este… problema.

—Ya sabes, la mayor parte de mi trabajo es sólo hacer ver a la


gente que no está sola. Eso y mostrarles caminos estructurados
J.R. WARD INMORTAL

para hacer frente a comportamientos que no quieren y piensan que


no pueden cambiar.

—Usted realmente… me ha salvado. De mí misma.

La terapeuta frunció el ceño.

—Devina, ¿por qué esto suena como un adiós?

Porque podría serlo.

—Las cosas van a cambiar. Bueno, para mi van a cambiar.


Usted podría no notar la diferencia, sin embargo.

Aunque si Devina ganaba, la mujer absolutamente lo sabría. Y


sin duda, si la terapeuta fuera consciente de lo que estaba en juego
en la guerra, ella rezaría para que Jim ganara ésta ronda.

— ¿De qué manera van a cambiar las cosas?

— La promoción. Es hora de que la posición se decida. Si yo o


el otro tipo conseguiremos la vicepresidencia— De nuevo, el
paralelismo que había creado no era una coincidencia exacta, pero
era lo más cerca que podía conseguir sin manipular la mente de la
mujer —Y si no lo consigo, no voy a ser capaz de venir aquí nunca
más.

— ¿Por qué? ¿Vas a ser trasladada?

Casi con toda seguridad, y no en el buen sentido.

—Sí.

La terapeuta frunció el ceño.

—Tú pareces… resignada por algún tipo de destino.

—Supongo que lo estoy. Esto no puede seguir para siempre.


J.R. WARD INMORTAL

—Devina, deja que te pregunte algo. ¿Crees en Dios?

Demonios, ella conocía al tipo.

—Sí, creo.

— ¿Crees que Él ama a todos Sus hijos?

— ¿No nos estamos poniendo un poco religiosas?— No es que


le importara que, necesariamente, fuera solo un cambio en…

— ¿Lo crees, Devina?

Ella pensó en su larga relación con el Creador… y en todas las


cosas que Le había hecho pasar.

—Sí, sé que Él lo hace. Incluso las partes rotas de Su mundo…


Él incluso los ama a ellos.

—Entonces no temas ningún destino que te pueda esperar.

Ella se rió con dureza.

—Lo deseo.

—Si tú crees en la noción tradicional de Dios, entonces Él es


todopoderoso… así que no hay ninguna parte de la Creación que Él no
contemple y ningún giro en cualquier destino es el único en lo que Él
diseña.

—Sobre esa teoría, Él está probablemente tras de mí. O


debería estar. Yo he hecho mucho…— Mal… —mala mierda.

—Pero Él te creó a ti también.


J.R. WARD INMORTAL

Devina se removió en su asiento acolchado, sintiendo que las


cosas estaban siendo un poco demasiado reales de repente. Era
como si…

— ¿Deberíamos volver a hablar de los pintalabios?

—Si esto te hace sentir mejor, desde luego.

Devina entrecerró los ojos sobre la mujer. El mismo aspecto


que siempre tenía, la misma voz, el mismo cuerpo de Madre Tierra y
ropas con vestigios de los sesenta.

Parecía imposible que alguien como ella hubiera hecho


semejante impacto.

Devina descruzó y volvió a cruzar las piernas.

—No lo sé. Supongo que solo quiero darle las gracias por todo
lo que ha hecho conmigo. Ha… sido realmente muy útil.

—Eso realmente me emociona.

Hubo otro largo, largo silencio.

—No tengo mucho más que decir.

—Está bien. Podemos quedarnos aquí sentadas y ver si algo te


desborda.

Y eso es lo que hicieron. Hasta que Devina miró hacia el reloj


fijado discretamente en la mesa auxiliar.

—Creo que nuestro tiempo se ha acabado.

—Así es.

Poniéndose en pie, agarró su bolso de Prada y se lo colgó del


hombro. No se molestó en sacar su chequera. Si ella ganaba la
guerra, iba a apropiarse del alma de la mujer, así que si ella
J.R. WARD INMORTAL

necesitaba ayuda, iba a ser gratis y algo más. ¿Y si perdía? ¿Qué


iba a hacer la terapeuta? ¿Demandarla?

Ja.

La terapeuta utilizó sus manos para impulsarse hacia adelante


hasta el borde del sofá y empujó su cuerpo fuera de los cojines.
Con rápida eficiencia, colocó su ropa suelta en su lugar como si su
talla la hiciera sentir autoconsciente y el armario fuera su manera
de cubrir las cosas.

Devina sabía cómo se sentía.

—Así que, adiós, entonces— Devina levantó la mano —Sí, adiós.

Sin esperar respuesta, fue hacia la puerta, pero algo la detuvo


de marcharse.

Girando alrededor, no podía luchar contra la absurda


convicción de que necesitaba…

Como si la terapeuta supiera exactamente lo que ella quería, la


mujer extendió los brazos. Devina se acercó y se inclinó, se dejó
envolver en un abrazo que parecía refugiar profundamente,
penetrando su mentira externa a su caja interior de joroba fea y
aceptarla sin embargo.

Cerrando los ojos, se quedó allí y aceptó el refugio que ella le


ofrecía.

Algo le decía que podría ser el único respiro que tendría en


mucho, mucho tiempo.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 37
Traducción: Sora Rlhdn

Corrección: Adreina de Silva

Bien, no era este el día para viajes por el camino de la


memoria, pensó Sissy mientras miraba fuera de la ventanilla
trasera de la Explorer. Lástima que no se encontraba en una especie
de Felices Navidades del pasado.

Cuando Jim se detuvo en uno de los muchos almacenes en la


vieja área del muelle de Caldwell, tuvo que prepararse a sí misma
para entrar en otro lugar que no tenía ningún interés en ver otra
vez.

— ¿Estás seguro que tenemos que hacerlo aquí? preguntó ella,


mirando hacia arriba en el edificio de cinco pisos de altura, todo el
bloque de ancho.

Mientras una leve lluvia comenzaba a caer, parecía como si


hasta la nubosidad que les cubría había llegado sólo porque incluso
el sol no quería tomar parte de lo que estaba a punto de suceder.

Eddie se inclinó en su asiento —Cuanto más cerca lleguemos a


donde sucedió la entrada de la infección, más éxito vamos a tener.

Sus ojos se volvieron hacia el espejo retrovisor. Jim estaba


mirándola desde detrás del volante, sus ojos azules distantes… pero
J.R. WARD INMORTAL

era divertido. Ella le leía ahora. Estaba ferozmente enfadado y


tratando de no mostrarlo, y eso la hizo amarlo aún más.

Él asintió con la cabeza. Una vez.

—Está bien—dijo ella, empujando para abrir su puerta.

Su mano fue a su estómago. Ya la piel estaba empezando a


quemar y ella no tenía que levantar su camiseta para comprobar,
para ver lo que era. Ella ya lo sabía. Esos cortes en su piel, los
símbolos que el demonio había tallado en su carne como parte del
ritual que se había realizado en ella, estaban de vuelta, activados
por la proximidad en donde había sido asesinada.

Las horribles cicatrices habían hecho esto antes cuando Jim


la había traído aquí, con la esperanza de ayudarla a entender lo que
le había sucedido.

Suponía que esto era prueba de que tenía algo en ella aún,
¡bah!

El viaje hasta antiguo loft del demonio era un borrón. O tal


vez ella estaba deliberadamente bloqueando la decoración de un
culto rústico, un estilo antiguo de imitación así como el hecho de
que los ángeles estaban mágicamente pasando a través de cualquier
puerta que estaba cerrada con llave.

Buena cosa, debido a que había siete cerrojos en la entrada


del loft que buscaban.

Después de que saltasen uno por uno, ella entró en el amplio y


abierto espacio, fue entonces cuando ella se dio cuenta que tenían
invisibilidad: no había ecos de pasos, nada de crujidos de las bolsas
de plástico Hannaford, ni el sonido de Adrián respirando con
dificultad por haberse arrastrado subiendo las escaleras.
J.R. WARD INMORTAL

Ella se detuvo en seco mientras miraba hacia la esquina y vio la


puerta abierta del baño de mármol gris.

Algo estaba apretando dentro de su mano. Una caja azul de


Sal de Morton136.

—Vamos— dijo Jim —Ayúdame.

Era exactamente el tipo de distracción que necesitaba y ella


siguió sus instrucciones al pie de la letra, yendo a la pared más
cercana y vertiendo una fina línea de sodio que supuestamente iba a
cubrir todo el camino alrededor del espacio.

—Voy a hacer el cuarto de baño— le dijo después de mirarla


un instante.

El silbido de los gránulos cayendo sonaba como una serpiente y


no importaba lo mucho que lo intentara, ella no podía conseguir que
la avalancha blanca cayera en una línea perfectamente recta.

Además, el loft era tan grande, que necesitaría dos cajas


enteras de sal.

Justo cuando estaba terminando, el olor de algo limpio y


fresco le hizo mover su cabeza alrededor. Eddie y Jim habían
encendido lo que parecían ser puros exhalando humo pálido mientras
caminaban alrededor de su línea. Y dentro del baño, ella podía oír
líquidos siendo vertidos en el fregadero y chapoteando alrededor.

Rumbo hacia ese horrible cuarto e inclinándose, tuvo que


frotar su estómago mientras la sensación de ardor se tornaba
incluso más intensa. Adrián estaba vertiendo hamamelis137 y
peróxido de hidrógeno138 en el cuenco, botellas vacías de vinagre
136
Mortón es una de las empresas pioneras en Mexico en la industria salina
137
Son arbustos de hoja caduca o árboles pequeños, el extracto se usa en medicina herbaria
138
también conocido como agua oxigenada, dioxogen o dioxidano
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blanco y envases de plástico de zumo de limón aplastados


ensuciando el fregadero junto a él.

Algo brillaba en el asiento del inodoro cerrado y ella frunció el


ceño —Son aquellas...

— ¿Armas?— Él miró sobre su hombro —sí, lo son.

Sissy se acercó lentamente, como si las armas pudieran


decidir pensar por cuenta propia, algo que parecía razonable
teniendo en cuenta que los cañones de ambas apuntaban hacia ella.
Dios, eran diferentes a cualquier tipo de pistola que nunca hubiera
visto, todo el agarre y el cuerpo del arma era de cristal.

Eran como las dagas, pensó.

Y tenían tapones en ellos.

— ¿Pistolas de agua?— preguntó.

—Agua especial— Sumergiendo su mano dentro de la salmuera


en el fregadero, Ad comenzó a revolverla lentamente en círculos.
Palabras salieron de sus labios, dichas tan rápido y suavemente que
eran ininteligibles para ella.

— ¿Qué estás diciendo?

De repente, otro aroma llegó a su nariz, era la de un campo


fresco, brillante, limpio y vivo como algo que se podía ver. Y fue
entonces cuando se detuvo, cogió las dos pistolas y las sumergió,
burbujas alzándose mientras su panza se llenaba.

—Está bien, ahora necesitamos ponernos en marcha aquí


Eddie se acercó a ella —Discúlpame.
J.R. WARD INMORTAL

Mientras ella se hacía a un lado, el ángel sacó una brújula y la


sostuvo. Caminando por las baldosas del baño, se detuvo y sacó
pequeñas velas de ofrenda de sus bolsillos.

—No— dijo Jim —En la bañera. Necesitamos hacerlo donde


fue... ya sabes.

—Será más fácil aquí.

—La bañera mira al norte.

—Necesito caminar a su alrededor.

—Lo estoy haciendo.

Eddie rechinó los dientes mientras decidió no querer decir lo


primero que vino a su mente —Jim. Estás demasiado cerca de todo
esto.

—Lo estoy haciendo, y ella está metiéndose en esa puta


bañera.

Continuando, Jim reventó la parte superior de un Morton más


e hizo un círculo alrededor de la habitación, llegando sobre la
bañera para asegurarse de que una línea circundaba al borde más
lejano contra la pared de mármol. El único lugar que él no golpeó fue
el alféizar de la ventana.

Cuando hubo terminado, Eddie había puesto velas en los


cuatro puntos cardinales a lo largo del borde de la bañera. Las
encendió con un mechero Bic que ella había visto usar a Jim y
entonces cogió una de las armas de cristal para él y dio la otra a
Adrián.

Jim sopló su cigarro un par de veces más, el aire estaba


saturado con el olor de la brisa del mar, sol de primavera, fresca
J.R. WARD INMORTAL

lluvia. Y entonces dejo caer la colilla al suelo de mármol y la aplastó


con sus pesadas botas.

—Déjame ayudarte allí— Poniendo la mano para ella, miró a


Eddie —Ella no está desnuda.

¿Desnuda?

Eddie asintió con la cabeza —Está bien.

Oh, Dios, ya era la hora, pensó ella.

Reuniendo su valor, Sissy aceptó la ayuda de Jim, lo


necesitaba, también. Cuando ella puso una pierna y luego la otra
sobre la parte superior de la bañera, empezó a temblar. Pero ese no
era el verdadero problema. Su estómago le quemaba tanto, que tuvo
que enroscarse sobre sí misma.

—Duele— gimió.

— ¿Que duele? Eddie se inclinó — ¿Qué está sucediendo?

Jim sólo meneó la cabeza —No tienes que decirle…

—Los símbolos— dijo el otro ángel —Estoy en lo cierto, ¿no?

Ella asintió mientras Jim miró furioso, aunque no a su


compañero.

—Está todo bien— dijo Eddie, poniendo una mano en su


hombro —Vamos a cuidar de ti. Ahora acuéstate.

Sissy miró a Jim y cuando él asintió con la cabeza hacia ella,


se estiró sobre la porcelana dura, fría. Uniendo sus manos sobre su
estómago, pensó que la bañera era como su ataúd y decidió, que si
salía en el otro lado en una sola pieza, iba a tomar duchas durante
el resto de su vida inmortal.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Recuerdas los versos?— le preguntó Eddie.

Jim respondió empezando a hablar en una lengua extranjera,


lenta y cuidadosamente.

—Agradable acento— murmuró Ad mientras permanecía al


lado de la ventana.

—Cierra los ojos, Sissy — dijo Eddie —No mires. No importa


lo que pase, no abras los ojos.

Sin razón, aparte del hecho de que ella estaba perdiendo su


mente, tuvo por una fracción de segundo un momento de En Busca
del arca perdida, una instantánea mental rápida de Harrison Ford y
de la actriz que hizo el papel de hija del Profesor Ravenwood atados
a una estaca antes de que arqueólogo francés abriera la caja de oro.

No mires, Marion...
Dios, deseaba que esto fuera una película. Con un final feliz.

Jim fue lo último que vio antes de bajar sus párpados. Él


estaba de pie sobre ella, mirando hacia abajo desde su gran altura,
su cara seria como un predicador sobre la caja de pino de alguien.

Lo cual parecía malditamente oportuno.

Te amo, vocalizo hacia él.


Él no perdió su ritmo, pero se dejó caer y acarició su mejilla.
Lo cual era un “yo te amo, también”, si alguna vez había oído uno.

—No es tu culpa— susurró.

En lugar de esperar a ver si el negaba de alguna manera, ella


cerró los ojos. Trató de respirar. Sentía su corazón latir fuerte,
tenía un dolor de cabeza de la presión... o tal vez era la bañera.
J.R. WARD INMORTAL

La vibración comenzó tan sutilmente, que ella pensó que era


sólo su propio temblor. Pero entonces se separó hacia fuera de su
torso, creciendo en reverberación, claramente algo distinto de ella
misma. Fue poco después que una brisa comenzó a soplar a través de
ella a pesar de los altos laterales de la bañera, sus antebrazos
aleteando incluso debajo de la sudadera, su nariz cosquilleando, su
pelo erizado. Alguien había roto esa ventana sobre…

No, ella se estaba convirtiendo. Volviendo. Poco a poco.

No permaneció de esa manera. La velocidad cambiaba,


doblando y redoblando hasta que ella volaba alrededor del punto de
pivote de su ombligo, la fuerza centrífuga alargando sus piernas y
hombros, intentando adelgazarlas, estirando sus articulaciones
mientras ella luchaba contra la atracción. Náuseas retorcían sus
entrañas como una cuerda y la presión en su cabeza llegó a ser tan
grande, que sentía que su cráneo se iba a romper.

Justo cuando sabía que se iba a romper, justo en el mismo


momento que iba a perder el conocimiento... a la vez, todo se
detuvo.

De repente, ella ya no estaba girando; estaba flotando, ligera


como una pluma en un vuelo suave, todo el dolor se fue. Y entonces
regresó su vista, incluso mientras sus parpados permanecían
cerrados, vio una brillante luz blanca que emanaba desde debajo de
ella, su cuerpo cortando un camino a través de la iluminación.

La cara de Jim apareció sobre ella, una extraña deformación


que le hacía parecer justo al lado de ella y muy lejos al mismo
tiempo. Sus labios se movían, ese idioma desconocido entraba en su
mente no a través de sus oídos, sino por algún tipo de conexión
psíquica.
J.R. WARD INMORTAL

No te muevas, Sissy, le dijo sin interrumpir el flujo de sus


versos. No te puedes mover ni una pulgada.

Bien, pensó ella respondiéndole a él.


Fue entonces cuando levantó una daga de cristal encima de su
pecho.

Oh... mierda. Esto iba a doler.

Apoyándose sobre sí misma, ella sin embargo, levantó su


esternón, ofreciéndose a lo que iba a suceder. Preferiría ser alguna
versión de muerto que vivir con Devina en algún lugar dentro de ella,
el crecimiento de raíces como una maleza venenosa, asfixiando su
esencia y dejando su cuerpo lleno de maldad.

Hazlo, pensó en Jim. Hazlo fuerte.


Ella podría haber jurado que un brillo de lágrimas aparecía en
sus ojos. Y entonces él vaciló, como si colgase entre dos imposibles.

Hazlo, Jim. Está bien... Quiero que esto suceda. Mejor estar
muerta que tenerla en mí.
Con los dientes apretados fuerte, él parpadeó una vez y la
llevó hacia abajo con toda su fuerza.

El dolor fue tan grande, que gritó hasta que no le quedó voz. Y
entonces ella casi se desmayó mientras Jim arrastraba la daga
abajo en su torso como si estuviera destripando un pescado. Cuando
se creó una gran caverna, Jim llegó dentro ella con sus manos
desnudas, sondeando, buscando.

Y ella gritaba. Gritaba... porque eso era todo lo que podía


hacer. Gritaba... incluso aunque no podía respirar. Gritaba a pesar
del hecho de que no podía pensar o…
J.R. WARD INMORTAL

Jim tiró de algo, y tuvo que ser su columna vertebral pensó,


porque su cuerpo maltrecho se tensó todo, era como si él estuviera
intentando separarla de ella.

No, no era su columna vertebral. Cuando levantó su cabeza y


miró a través de sus ojos cerrados vio que era una especie de
negro, aceitoso revoltijo, como parte de la pared de Devina que de
alguna manera había terminado dentro de ella… y el mal se negaba a
ceder. Cuanto más duro tiraba, más se adhería, hasta que ella
comenzó a alzarse hacia arriba de la bañera con cada tirón.

Ella iba a morir.

A medida que su respiración se volvía más dificultosa empezó


a desmayarse, ella luchó para quedarse con Jim. Concentrándose en
él, recurrió a toda su fuerza.

Y perdió la batalla. ... se perdió a sí misma.

Jim se inclinó tanto en la bañera que Adrián y Eddie se


engancharon a él, como si tuvieran miedo de perderlo.
Probablemente una buena idea, dada la forma en que su espalda se
esforzaba hasta que sus hombros temblaron y sus muslos quemaban.

Pero el mal no cambio. No se desplazó. No se movía. Maldición,


se suponía… se suponía que se conseguía sacar de un tirón hacia
fuera como en la primera ronda. Eddie había conseguido liberar a
Vin diPietro…

—Déjala, Jim!— gritó Ad —Déjala ir… te vamos a perder


J.R. WARD INMORTAL

— ¡Jódete!

Jim cavó sus talones aún más fuerte y…

Su agarre comenzaba a deslizarse, y sabía sin lugar a dudas


que Sissy no volvería a través de otro intento; ellos tenían una sola
oportunidad en este.

Y él estaba fallando. El agarre deslizándose, oh, Dios, el


agarre, su agarre...

Alguien estaba gritando. Él. Él había jugado y perdido, otra


vez. Él la había defraudado, otra vez. Estaba perdiendo otra mujer
que amaba... otra vez…

Dos juegos de manos llegaron y se unieron a las suyas en la


masa negra, uno a cada lado de él.

Juntos, todos tiraron. Él, Adrián y Eddie. Todos tiraron


juntos, la fuerza convirtió la lucha no sólo uno más uno más uno, sino
exponencialmente más poderosa.

El mal comenzó a cambiar. Sintió que cedía, apenas


perceptible al principio, pero luego... sí, sí.

—Más fuerte— rugió — ¡más jodidamente fuerte!

Él podía sentir el calor saliendo de los otros ángeles mientras


ponían toda la fuerza que tenían en la lucha, y el sudor apareció en
todo su rostro, bajando a los ojos. Solo un poco más... Si sólo
pudieran poner un poco más…

El sonido cuando la oscuridad se propagó libre fue como el


chillido de dieciocho ruedas a través del pavimento, quemando sus
oídos hasta que se estremeció. Y al igual que antes con Vin, una
J.R. WARD INMORTAL

furiosa forma negra se propagó lejos y tomó vuelo, chirridos


alrededor del techo como murciélagos en una cueva.

No había tiempo para detenerse en la victoria… o incluso


sobre si Sissy estaba viva. Jim voló hacia atrás como si su torso
hubiera sido aspirado lejos, o soplado. Y mientras estaba en el aire,
toda la mierda entró en cámara lenta para él: vio a Adrián lanzado
hacia la puerta; Eddie dirigido a la ventana; el cuerpo de Sissy
sacudiéndose arriba y abajo contra la porcelana como si hubiera
sido atormentada con convulsiones.

Tenía que llegar a ella, tenía que…

Jim no aterrizó sobre su cabeza. Él aterrizó sobre su culo.


Pero cuando él patinó más atrás, la base de su cráneo golpeó algo
afilado y duro.

El impacto fue una granada que explotó en su cráneo, candente


y borrando todo pensamiento y todos los sentidos. Lo único que
quedó fue un pánico difuso de que lo que habían liberado de ella sólo
iba a saltar en él.

Pero incluso eso no fue suficiente para mantenerlo consciente.


Todo se apagó.
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 38

Traducción: Sandra Dee

Corrección: Rosmery Gutierrez

Bajo el antiguo desván de Devina, el demonio se puso de pie


en el centro de la calle, justo donde estaban las líneas dobles
amarillas. Plantó sus pies uno a cada lado mientras ladeaba la cabeza
hacia arriba, hasta el quinto piso del almacén.

Sentía la brisa fría contra su cuerpo, la lluvia ligera que


descendía empañaba sus mejillas, empapaba su cabello y manchaba
su chaqueta de seda. Los coches pasaban y a veces tocaban el
claxon, siempre boquiabiertos.

Pero por una vez, no le prestó ninguna atención a todo eso.

¿Cómo coño habían conseguido que Eddie volviera? ¿Cómo


diablos había pasado eso?

Por otra parte, a quién iba a engañar. Sólo había una forma en
que podría haber sucedido.

El Creador.

Arriba en su antigua morada, varias figuras cruzaron por el


panel acristalado de la ventana, mientras los cuatro se movían
alrededor realizando el ritual de purificación y creando un campo de
fuerza para dirigir la expulsión… y tratar de mantenerla fuera.
J.R. WARD INMORTAL

Ella conocía sus pequeños trucos de memoria: En primer lugar,


crearían una barrera de sal. Luego iban a ahumar el lugar. Y antes
de empezar, habrían cargado disparadores con solución purificadora
y toda la magia que Jim pudiera convocar, a menos que, por
supuesto, él fuera el que hiciera el exorcismo, en cuyo caso estaría
fuera de servicio para los hechizos de protección.

Era imposible no sentirse excluida por todo el esfuerzo, no


solo porque estuvieran trabajando juntos, sino porque todos esos
esfuerzos eran para darle por el culo.

Devina deseaba y rezaba para que esto matara a la puta. Y


había una buena probabilidad de que eso pasara. La infección en
Sissy había ido mucho más allá de cualquier cosa que esos ángeles
hubieran intentado eliminar alguna vez…

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Cuando alguna versión de un Honda pasó, su claxon dijo una


maldición manifiesta, ella se dio la vuelta, con los ojos
entrecerrados.
139
Dejó que el sedán POS fuera otro bloque más abajo y luego
extendió su mano y lanzó una ráfaga de energía hacia él.

Reorientándose en las ventanas de arriba, oyó un fuerte


frenado, un crujido metálico, una rotura de vidrio de seguridad, el
silbido de un radiador roto. Bla, bla, bla.

Ella estaba esperando otro accidente.

Llegó unos diez minutos más tarde. Sin previo aviso, a menos
que los ojos y los oídos humanos pudieran registrarlo, la ventana del
baño salió disparada y algo que parecía un enjambre unido de abejas

139
POS Piece of shit, pedazo de mierda.
J.R. WARD INMORTAL

crepitaba en el aire, flotando como una lluvia de vidrio y copos de


nieve cayendo hasta la acera.

La parte de ella que había prestado a Sissy tan gentilmente,


esperó una orden por su parte, y había una serie de directivas que
le podría dar. Ataca. Vuelve a entrar en Sissy. Amplíate y únete con
otros secuaces para crear una fuerza capaz de derrocar gobiernos.

Levantó su mano y los convocó a casa, reabsorbiendo la


energía negra.

Cuando las sirenas distantes se hicieron más fuertes, y la


llegada del equipo de limpieza humana se hizo inminente, se quedó
mirando el baño de su desván, con la esperanza de ver una cara en la
ventana. Con la esperanza de ver a Jim, mirando hacia fuera para
encontrarse con ella.

No lo hizo.

Cuando nada más que las ambulancias y un camión de bomberos


llegaron hacia ella, maldijo en voz baja y se desmaterializó.

A pesar de que estaba herida, trató de mantener una actitud


positiva.

Aún había una partida final que tenían que jugar, y Jim estaba
justo donde tenía que estar, a pesar del hecho de que estaba con
Sissy, en ese cuarto de baño.

Los sacrificios debían hacerse en orden para ganar.

Además, su tiempo con esa puta estaba llegando a su fin.

Devina iba a asegurarse de ello.


J.R. WARD INMORTAL

Sissy se despertó con el sonido del goteo.

Su primer instinto fue abrir los ojos y sentarse. Ella no estaba


segura de dónde estaba o por qué le dolía la cabeza o por qué tenía
mucho, mucho frío y estaba asustada. Algo había ocurrido…

Valeeee. No podía moverse y sus párpados se negaron a ceder.

Y eso que goteaba...

... Se había ido. Ya no lo oía más. ¿Había perdido la conciencia


de nuevo?

Era hora de ponerse de pie.

Separando las manos de su cuerpo, sintió algo suave y fresco y


lo siguió hacia arriba.

Una bañera.

De repente, su cerebro cayó en la cuenta como un ordenador


portátil que hubiera sido reiniciado. Imágenes del ritual
parpadearon por su mente, instantáneas tomadas e interiorizadas,
desde el verter la sal a los versos susurrados y la luz que salía de
debajo de ella.

Hasta el momento en que el mal había salido de su cuerpo.

Sacudiéndose en posición vertical de un salto, contuvo el


aliento y buscó su sudadera. No estaba. ¿Las runas o símbolos o lo
que diablos fuera, dónde estaban? Con ella nunca más. Aunque
incluso las lágrimas de alivio hicieron que sus ojos escocieran, no
había tiempo para un baile de la victoria.
J.R. WARD INMORTAL

Ella trató de girarse alrededor y mirar para ver cómo estaban


Jim y los ángeles, pero su cuerpo estaba demasiado rígido. Desde su
torso a su cuello, sus músculos estaban contracturados con tanta
fuerza que tuvo que ponerse de rodillas y empujarse a sí misma
alrededor.

Eddie fue el primero que vio tirado en el suelo de mármol gris,


su gran cuerpo relajado, como si estuviera echando sólo una siesta
rápida, con los pies colgando a los lados en sus botas. Ad estaba
junto a la puerta, en una postura similar. ¿Dónde estaba…?

— ¡Oh, Dios, Jim!

Agarrando el borde de la bañera, se puso de pie y salió fuera,


y se arrodilló en el otro extremo. Jim estaba al otro lado de la
habitación, situado parcialmente bajo el pedestal del lavabo, con la
cabeza ladeada en un ángulo equivocado, su cuerpo retorciéndose de
forma poco natural.

Sus rodillas chocaron contra el duro suelo cuando se dirigió a


él — ¿Jim? —Puso la mano en su pecho, su cuerpo todavía estaba
caliente, pero no sabía si eso significaba algo — ¡Jim…despierta!

La sangre de plata se había agrupado alrededor de la base de


su cráneo.

— ¡Jim!— Quería darle una bofetada o sacudirlo, pero Dios no


lo quisiera, ¿y si se había roto el cuello? — ¡Jim!

Se escucharon gemidos detrás de ella, y había un susurro,


como si Eddie y Adrián estuvieran levantándose— ¡Ayudadme!
ladraba sin mirar atrás — ¡Jim... despierta, Jim...!

Esto no se suponía que tenía que acabar con ésta tragedia…ella


era la única que se suponía que tenía que “morir”. No Jim.
J.R. WARD INMORTAL

—Tranquila— murmuró Eddie mientras la sostenía, echándola


hacia atrás.

Buena cosa… ya que estaba casi saltando en el pecho de Jim.

Difícilmente era una ayuda.

—Déjame echarle un vistazo— Eddie lo alcanzó y manoseó los


párpados de Jim, uno por uno —Mierda.

Adrián se arrastró a sí mismo por encima — ¿Qué tenemos?

—Un infierno de conmoción cerebral, o algo peor. No sé…Yo no


soy un sanador para esto— Eddie miró a Sissy —Lo primero es lo
primero. Consigue un poco de sal y ponla a través de esa ventana.
¿Ad, ilumínanos quieres?— El ángel echó un vistazo alrededor
—Joder, una de las pistolas se ha roto…

Lo que explicaba el goteo: por encima de donde Eddie había


sido lanzado, fragmentos de cristal brillaban a la luz de la ventana
congelada, un charco de la solución que Ad había preparado en el
suelo delante del cañón reventado.

Sissy se puso de pie rígidamente y cogió la caja Morton,


agarrando uno de los contenedores restantes. Estaba más
preocupada por Jim que por cualquier otra cosa, pero eso no
significaba que quisiera a Devina aquí mientras averiguaban
exactamente qué estaba mal y cómo arreglarlo. Con las manos
temblorosas, desplegó el pequeño cuadrado de papel sobre la
boquilla, y luego hubo un siseo de nuevo mientras cerraba el círculo
alrededor del cuarto de baño.

— ¿Puedes hacerte cargo de esto? —,Le dijo Ad a Eddie.

—Está fuera de lo que yo puedo curar.


J.R. WARD INMORTAL

Sissy cerró los ojos y pensó: No, no, así no es como debe
terminar. Simplemente no puede ser.

— ¿Está muerto?—Se oyó preguntar cuando ella regresó y se


agachó— ¿Lo está?

Eddie la miró a los ojos —No. Pero lo va a estar pronto.


J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 39
Traducción: Lau Silyam

Corrección: Rosmery Gutierrez

Mientras el arcángel Nigel miraba hacia arriba en los


enormes muros de la Mansión de las Almas, sus ojos se enfocaron
en la nueva bandera de la victoria que ondeaba cerca de las otras
dos. Pero no estaba pensando en la victoria de Jim o insistiendo en
el hecho de que, aunque era costumbre que el salvador llegara y
marcara la ocasión con una visita, el ángel no había en realidad
hecho acto de presencia.

No, Nigel estaba ocupado en su cabeza. Era muy consciente de


lo que había ocurrido y estaba ocurriendo abajo… Jim estaba a
punto de pasar a mejor vida, y dado que se dirigían a la ronda final,
Nigel debía tomar la iniciativa e interceder. Después de todo, el
Creador permitió la interacción con el salvador por él y la curación
de una herida en la cabeza uno podría argumentar, que era una
especie de “interacción”.

Sin embrago, él esperaba la convocación. Y estuvo bastante


impresionado por su aparente disposición a utilizar ésta grave
situación por sus propios, personales, medios.

De hecho, la desesperación cambió, ¿verdad?...

—Ah, sí— susurró —Bienvenido, Edward…


J.R. WARD INMORTAL

Con su permiso, el ángel se materializó en el césped junto a él,


y fue bastante bueno ver al tipo. Así de alto y fuerte como Edward
era, pero lo que hacía más útil aún al macho era su mirada calma
incluso con Jim gravemente herido en la tierra, todas las facultades
necesarias estaban intactas.

Nigel sonrió, y no de una manera cortésmente desdeñosa. Él


estaba honestamente encantado de tener a este luchador de vuelta.

—Qué bueno verte.

La inclinación de Edward fue reverente. Apropiada.


Considerada.

Y fue como un vaso de agua fría en un caluroso, seco lugar: O


muy apreciada.

—Te he echado de menos, mi viejo amigo— Nigel ofreció su


mano y ambos las estrecharon —Y no voy a perder el tiempo. Soy
consciente de por qué vienes.

— ¿Puedes ayudar?

—No— mintió —Todavía me estoy recuperando de mis


desacertadas vacaciones. Pero dejémonos ir y reclutar a otro, ¿de
acuerdo?

Abrió el camino a través del césped, caminando por la tabla


que ya se fijó para el té de la tarde, a pesar de que la comida
estaba aún a horas de distancia. Como era de esperar, cuanto más
se acercaban a los meandros del río y de la tienda de su ex–amante,
el corazón inmortal de Nigel latía más. Colin le había estado evitado
con tanto esfuerzo estudioso y concentrado, que no había ni rastro
de él.
J.R. WARD INMORTAL

Bajo la máscara de calma de Nigel, él estaba a punto de


romperse, y la energía necesaria para mantener la mentira de la
razonabilidad pragmática le creaba un dolor en ambas sienes.

Estaba aterrado de que el otro arcángel no estuviera allí, pero


por desgracia, Colin estaba recostado sobre su cama, con un viejo
libro encuadernado en cuero acunado en sus palmas, levantó la
mirada hacia Edward cuando ellos se acercaron. Inmediatamente,
puso el Tennyson140a un lado. Se acercó y abrazó al ángel.
Palmeándole con fuerza la oscura espalda.

—Estoy encantado de que hayas vuelto, compañero—Los ojos


de Colin, esos maravillosos, intensos ojos, vagaron alrededor de la
cara de Edward como si comprobaran para ver que todas las
facciones estaban en su lugar —Y no te ves peor por el deterioro.

Oh, cómo anhelaba uno ese tipo de bienvenida a casa.

Ambos intercambiaron breves bromas, ningunas de las cuales


Nigel había oído o le importaban.

—Tu asistencia es requerida— interrumpió Nigel —Ha habido


un accidente abajo.

Edward miró hacia su dirección como si estuviera sorprendido


por la muestra de tensión. Mientras tanto, Colin miró hacia la
entrada de la tienda, sin duda deseando que la visita de Edward
hubiera sido un asunto solitario.

Nigel se sintió obligado a añadir—Hay una curación que hacer


y yo no estoy capacitado para hacerlo.

—Entonces dirígeme, compañero— le dijo Colin a Edward —Y


yo haré…

140
Alfred Tennyson, poeta y dramaturgo inglés del siglo XIX.
J.R. WARD INMORTAL

—Vamos todos juntos.

Eso consiguió la atención que había estado buscando, esos ojos


girándose y estrechándose sobre él con una aversión hacia el
arcángel que había reservado previamente para Devina, avispas de
chaqueta amarilla, y la televisión evangelista, abajo en la tierra.

Nigel alzó una ceja.

—Sé que nunca permitirías que una enemistad personal


frenara tu manera de hacer tus deberes.

La mandíbula de Colin rechinó duro, las sombras bajo sus


mejillas destacándose en relieve. Pero no se mostró en desacuerdo.

No era tanto una flexibilización en el conflicto, como que


ambos iban a estar en un espacio cerrado conjuntamente durante
todo el tiempo que tardaran en traer de vuelta a Jim y en acción, y
por supuesto, ese tenía que ser el resultado con el salvador.
Cualquier problema entre él y Colin, verdaderamente, tendrían que
trabajar juntos para asegurarse de no perder a Jim.

¿Y si hubiera una oportunidad de abordar una discusión? ¿En


medio de ello?

Nigel estaba preparado para ser un oportunista.

En su antigua vida, Sissy había visto un par de heridas en la


cabeza, la mayor parte en campos de juego. Ella había estado
J.R. WARD INMORTAL

jugando al futbol hacía tres años cuando una entrada ofensiva por
la izquierda había derribado a un chico del equipo contrario,
arrancándole el casco, dejándolo fuera de combate. Nunca olvidaría
cómo todo el mundo entre la multitud se había quedado quieto y
apenas respiraban mientras los paramédicos se habían apresurado a
través del campo y estabilizado al pobre chico. Había estado tan
ausente que tuvo que ser llevado sobre una camilla y él ni siquiera
había reconocido la ovación de pie que había conseguido. Más tarde,
ella había leído en el periódico que habían tenido que enseñarle a
caminar del todo otra vez.

En otra ocasión fue la portera del equipo de softball de las


chicas quien había sido golpeada por una pelota. La niña del equipo
de hockey que había terminado en gol. Un chico bebido en una
fiesta en una casa que decidió que podía volar y aprendió de la
manera difícil que no podía.

Cada uno de ellos había ido a un centro médico.

— ¿No podemos llamar al 911?— se escuchó preguntar a sí


misma.

Jim había sido admitido en un hospital en la última ronda, eso


no le había ayudado mucho, y había sido cuando ella aprendió que
podía pasar a través de la piel de la gente. ¿Si ella pudiera hacer
eso ahora? ¿Con él? Se pondría a sí misma en su puesto con la
cabeza golpeada. Él era necesario e importante. Ella no.

Especialmente con una ronda más por librar.

—Es mejor esperar aquí ─ gruñó Ad.

— ¿Aún está respirando?

—Sí. Él está…
J.R. WARD INMORTAL

Hubo un flash de luz, como si alguien hubiera encendido y


apagado una lámpara muy rápido. Y de repente había tres personas
más en el baño: Eddie y los arcángeles Colin y Nigel, se habían
materializado de la nada. Pero no llevaban pequeñas bolsas de
doctor con ellos. O una camilla. No habían venido en una ambulancia
tampoco.

Difícil decidir si las llegadas eran buenas noticias o no.

Ambos arcángeles estrecharon sus miradas sobre ella.

—Bueno— dijo Nigel —Esto está bien hecho.

—No si él está muerto, no lo es—murmuró ella, apartándose


para que ellos hicieran lo que fuera que tuvieran que hacer.

Cuando Nigel hizo un gesto hacia adelante, Colin lanzó al otro


arcángel una mirada de repugnancia, luego se acercó y se agachó
junto a Jim. Inclinándose comprobó el ángulo de la cabeza, y el
charco de sangre plateada que era cada vez más grande.

Y entonces ignoró a Jim. Elevándose, inspeccionó la esquina


del lavabo, haciendo ruidos de mm-hmm que ella asumió podían estar
asociados con… Hola… La evaluación del inexpresivo semi-cadáver
del suelo.

Justo cuando ella estaba a punto de hablar, Ad cogió su codo y


susurró —La forma en que los humanos son tratados por lesiones
como estas es diferente de cómo nosotros necesitamos hacerlo con
Jim.

— ¿A qué te refieres?— preguntó ella en voz baja.

—Es un accidente. Así que no hay voluntad unida, no ha sido


ocasionado por otra persona, y él no lo eligió para sí mismo y eso es
lo que marca la diferencia. Sin malicia o voluntad involucradas, Colin
J.R. WARD INMORTAL

puede tratar de borrar el impacto… Pero se hace cuando él se


golpeó en la cabeza, no en el cuerpo.

Sin hacer ningún contacto, Colin ahuecó sus manos alrededor


de la mancha plateada que se había quedado junto al baño, entonces
movió sus palmas arriba y alrededor con un movimiento lento,
deliberado. Al principio ella no pensó nada de lo que estaba pasando,
pero entonces hubo un sutil sonido que se levantó…

Agrietándose. La porcelana se estaba desquebrajando como si


fuera sometida a algún tipo de presión o calor, a pesar de que no
había nada que ella pudiera ver entre esas manos y la superficie. Y
el patrón de tela de araña se hizo más intenso y se extendió más
ampliamente cuando Colin mantuvo fuera lo que sea que estuviera
haciendo.

—Oh, Dios mío— siseó ella cuando miró a Jim —Está


funcionando.

Mágicamente, la sangre en el suelo de mármol estaba


retrocediendo, ese charco haciéndose más y más pequeño, hasta
que desapareció bajo su pelo.

Mientras tanto, Colin empezó a temblar, una cadena de


maldiciones salieron de su boca, los músculos de sus antebrazos
destacándose en relieve como si estuviera tirando de una cuerda. Y
Jim tembló también, sus brazos y piernas retorciéndose, su cabeza
yendo de un lado a otro en una serie de sacudidas.

Entonces la cosa más extraña sucedió. Una distorsión emanó


desde las manos de Colin y de repente, el sonido de alguien cayendo,
golpeándose la cabeza y derrumbándose en el suelo fue reproducido
a la inversa: Arrastrando, al caer, brazos y piernas bajo el lavabo;
J.R. WARD INMORTAL

impacto fuerte, desagradable; y entonces ¡whoosh! Como si alguien


hubiera volado por el aire delante de ella.

De repente, Colin se desplomó a un lado como si el esfuerzo


hubiera tomado toda su fuerza y Nigel fue el que le atrapó antes de
que cayera al suelo, el otro arcángel rodando sobre su espalda y
luego tumbándole cuidadosamente sobre el mármol.

— ¿Está hecho? ─preguntó ella mientras Nigel se apartaba.

Pero ella supo la respuesta a eso cuando corrió hacia Jim: Sus
párpados girando abiertos y él tomó una profunda respiración, su
boca abierta, sus ojos abiertos de par en par. Y entonces él se
levantó por completo del suelo, centrándose en la bañera…

— ¡Sissy!— gritó.

—Estoy aquí, hey… Estoy aquí. ¿Jim?

Jim giró la cabeza tan rápido, que era asombroso que no se


rompiera el cuello. Y entonces él se congeló, como si no pudiera
averiguar si lo que estaba viendo estaba bien.

—Jim, estoy bien. Estoy bien.

Él agarró su rostro con ambas manos y la besó. Después la


revisó.

— ¿Estás segura?— preguntó con voz ronca. —Puto infierno,


dime que estás…

Ella se levantó la camiseta y mostró su vientre liso, sin marcar.

Jim se dejó caer con tal alivio, que ella realmente tuvo que
acercarse para asegurarse de que él no aterrizaba de bruces. Y en
respuesta, él la envolvió levantándola apretadamente y la abrazó
contra él.
J.R. WARD INMORTAL

—Se acabó— dijo ella —Se acabó y estamos bien…

Mientras él temblaba contra ella, ella ofreció una plegaria de


agradecimiento, y tomó una profunda respiración de alivio. No tenía
ni idea de cuánto tiempo iba a durar este precioso momento de paz,
pero estaba segura como el infierno de que iba a disfrutarlo.

Especialmente porque ella estaba, una vez más, sola en su


propia piel.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 40
Traducción: Klaus Rlhdn

Corrección: Rosmery Gutierrez

Cuando Nigel se sentó con fuerza en el suelo de mármol al


otro lado de Colin, se mantuvo inmóvil. Aunque normalmente no
estaba mucho tiempo durante los períodos de inactividad, se sentía
como una eternidad desde que le habían permitido una visita corta
sin impedimentos por parte del macho y pensaba aprovechar
condenadamente bien esa buena suerte, especialmente cuando los
demás se marcharan y los dejaran en paz a los dos.

Pasó mucho tiempo antes de que Colin se agitara por


agotamiento y cuando sus párpados se abrieron lentamente, Nigel
se quedó en silencio, acogiéndose a lo que sin duda iba a ser su única
oportunidad de decir su pieza.

—Estoy muy triste Colin. Nunca debí haberte dejado como lo


hice. Debería haber hablado con vosotros sobre mis miedos y llegar
a una solución con vosotros. Mi pensamiento... — Hizo un gesto hacia
su cabeza —…Era erróneo. Yo no culpo a nadie más que a mí mismo y
no espero que me perdones, sin embargo sé que es necesaria una
explicación.

Colin agarró del borde del lavabo y tiró de su torso en posición


vertical. Luego se frotó la cara y respiró hondo revolviendo su pelo
corto y oscuro.
J.R. WARD INMORTAL

—Y sí— dijo Nigel —sé que es injusto por mi parte acosarte


aquí cuando no estás en tu mejor momento. Pero ¿qué otra
oportunidad voy a tener para decir esto?

Colin acomodó sus piernas de tal manera que se cruzaron por


el tobillo. Puso sus manos sobre sus muslos y las movió lentamente
hacia arriba y hacia abajo.

Nigel se aclaró la garganta —Lo lamento...— Su voz estaba


quebrada —Más de lo que puedas imaginar. Pero al pedir a Jim
renunciar a Sissy, sentí que era injusto por mi parte no ofrecer un
sacrificio similar en ésta guerra. Un verdadero líder no espera más
de otros de lo que hace él mismo. Tú eres la base del Cielo para mí.
No hay mayor promesa en la lucha que la de sacarte, y por eso he
actuado solo— Él quería acercarse y tratar de tomar la mano del
arcángel, pero sabía que sería una locura —Mientras yo estaba en el
Purgatorio, el dolor por perderte era más insoportable que el
tormento que me estaban haciendo en ese lugar. Yo estaba
desconsolado por tu pérdida y por lo que había hecho en favor de la
guerra contra Devina, estaba frío, frío y sin consuelo. Elegiría otro
camino si volviera a hacerlo todo de nuevo. Yo estaría…

A medida que su voz se apagaba, había muchas más palabras


obstruyendo su garganta, atascadas hasta su boca, retorciendo su
mente, pero eran simplemente variaciones sobre lo que acababa de
decir. Sin embargo, hubo una tentación de ceder al tormento, para
seguir hablando y hablando con la esperanza de que algo cambiaría
la posición en la que los había puesto.

Pero Colin odiaba la pérdida de tiempo y las justificaciones,


así como estaban, como lo hacía.
J.R. WARD INMORTAL

Dejando cerrar sus ojos, Nigel se puso de pie y se encontró


que estaba inestable y bastante cerca de desmayarse.
Especialmente cuando se dio la vuelta y comenzó a caminar lejos del
inodoro y atravesó el enorme loft vacío que una vez había habilitado
Devina.

Extensión estéril parecía una metáfora acertada.

—No creo que entiendas lo que fue.

Al oír la voz de Colin, se volvió tan rápido que tuvo que abrir
los brazos en el aire. Con el corazón tronando dijo —dímelo.

A pesar de que eso iba a matarlo.

Mientras estaba de pie en la puerta del baño, el rostro de


Colin estaba dibujado con líneas de ira —Me lance sobre tu cuerpo.
Lloré sobre tu cuerpo. Te recogí y te llevé al río edge y me senté
junto al fuego que lo consumía. Estuvo ardiendo durante horas.

Nigel cerró los ojos y se llevó las manos a la cara.

—No—Colin espetó —Tú no puedes hacerlo, lo que haces no te


protegerá de tus acciones. No había nada que yo pudiera hacer con
lo que hiciste, me dejaste solo para lidiar con eso, sin saber...
maldita sea, sin saber por qué hiciste lo que hiciste. Así que no
puedes culparme por estar así en este momento.

Nigel bajó los brazos y negó a sus ojos a desviarse a cualquier


parte, a pesar de que su pecho latía tan fuerte que no podía
respirar —Lo siento. Yo lo siento mucho...

Las cejas oscuras de Colin se juntaron — ¿Crees que no te


conozco?

—No, me conoces mejor que nadie.


J.R. WARD INMORTAL

—Y es por eso que me siento ofendido de nuevo— Colin cruzó


los brazos sobre su pecho — ¿Pensaste...? Querido Dios Nigel,
¿pensaste que no sabía lo que estaba por pasarnos en ese momento
en la guerra? ¿A lo que estábamos enfrentándonos? ¿Y qué opciones
creerías que teníamos? Con Jim fracasando como estaba, atado en
el destino de esa inocente Sissy, dándole varias victorias de
distancia, ¿crees que no sabía todo eso y…?

Cuando Colin no terminó, Nigel se aclaró la garganta —Y…


¿qué?

─ ¿Crees que, sin importar lo mucho que me destruyera, que


no te hubiera dejado ir?

Nigel volvió a poner las manos en su cara y ésta vez Colin no


dijo nada sobre cubrir sus ojos con la palma.

—Yo te habría dejado ir— dijo Colin —porque eso era lo mejor
que podía hacer, la única vía que teníamos en ésta guerra
abandonada. Alguien tenía que ser el salvador en ese punto y la
única manera de conseguir que Jim volviera a su papel... era hacer
exactamente lo que hiciste.

Todo parecía tan devastadoramente reciente, pensó Nigel, en


el silencio que siguió.

Colin exhaló una maldición —Yo hubiera hecho el sacrificio


también. Pero tampoco confiaste en mí lo suficiente como para
hacer eso o peor aún, tal vez, no me conoces realmente tan bien
después de todo. Yo soy un soldado y como tal, no renuncio a la
lógica por sentimientos, incluso si las emociones son abrumadoras.
J.R. WARD INMORTAL

Nigel fue consciente del momento en que el otro arcángel lo


dejó, a pesar de que no hubo sonido o movimiento brusco. Sin
embargo en lugar de seguir a Colin volviendo al Cielo, se encontró
hundiéndose hasta las rodillas en el medio del espacio vacío.

No tenía práctica con el remordimiento. Él había vivido hasta


entonces su vida inmortal con deliberación y autocontrol y sentía
una pequeña dosis de superioridad a causa de ello.

Ahora sin embargo, se sintió más conectado a la humanidad a


un nuevo nivel.

La compasión era más fácil de ofrecer si uno había sufrido.


J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 41
Traducción: Lau Silyam

Corrección: Rosmery Gutierrez

— ¿Tienes suficiente para comer?

Mientras Jim se sentaba junto a ella en los escalones


frontales de la vieja mansión, Sissy volvió a tomar otra profunda
respiración. Ella lo había estado haciendo desde que todos habían
vuelto aquí, comido cinco pizzas familiares de pepperoni entre los
cuatro he ido por separado.

Lo que quería decir, Ad y Eddie se habían dirigido al ático.

Y Jim se había venido aquí con ella.

Después de un día de lluvia intermitente, la noche era fría y


húmeda y olía a buena tierra y cosas creciendo. Olía al aftershave 141
de Jim también, pensó ella mientras se ponía su chaqueta de cuero
más a su alrededor.

— ¿Sissy?

—Qué… oh, perdón. Sí, Dios, sí. No creo que nunca vuelva a
comer otra vez.

Mierda. Tal vez no debería decirlo de esa manera.

141
Colonia para el después de afeitarse
J.R. WARD INMORTAL

Bajando por el extremo más alejado al final de la carretera,


un coche giró hacia su calle y se acercó cuidadosamente hacia ellos.
Por un momento, todo su cuerpo se puso rígido, solo que no era un
gran Mercedes Benz que había perdido una insignia.

Se relajó en el momento que lo reconoció como un Lexus.

—Es tan raro— murmuró —Siento la ausencia más de lo que


noté la presencia.

—De qué… oh, eso— Él se aclaró la garganta como si no


quisiera un nombre para la cosa —Que hayas conseguido salir,
quieres decir.

—Sí— Puso sus manos sobre su estómago lleno de pizza y


frotó arriba y abajo —No tenía ni idea de que estuviera allí y me
controlara. Pero ahora se ha ido, y me siento a mí misma. Lo cual no
significa que he olvidado todo lo que me hizo o lo que perdí. Aún
siento las mismas cosas que sentía antes. Es sólo… la base es
diferente. Más sólida. Más… yo. ¿Supongo? Estoy balbuceando,
¿verdad?

—Ni en lo más mínimo. Tiene perfecto sentido para mí.

Ella levantó la mirada hacia Jim mientras él tomaba una calada


de su cigarro y la punta brillaba naranja.

—Lo juro, esa es una de las cosas que más me gustan de ti.

Sus cejas se elevaron.

— ¿Qué es?

—Siempre me entiendes.

—Eres bastante razonable. Bastante endemoniadamente


inteligente también.
J.R. WARD INMORTAL

Él se inclinó y depositó un beso en su boca, y pareció la cosa


más natural: el ligero roce, el dar y recibir, la cálida emoción que
llegó con el contacto. Y cuando ella no deseaba que él se moviera tan
lejos, todo lo que ella tenía que hacer era poner su mano en su
enorme brazo y él se quedaría justo con ella.

Como si él supiera una vez más lo que ella necesitaba.

Recostando la cabeza en la parte superior de su brazo, ella


levantó la mirada hacia su rostro mientras él volvía a mirar por
delante de los dos. Y tristemente, la preocupación que sangraba en
sus facciones era un recordatorio de que ese momento entre ellos
era la excepción, no la regla.

La guerra estaba todavía en marcha.

— ¿Qué pasa ahora?— preguntó ella de pronto.

— ¿Contigo? Nada. Tú estás limpia.

—Quiero decir con Devina.

Esas cejas descendieron con fuerza y se quedaron allí y la


frialdad que brillaba en sus ojos era un recordatorio de que él era
un soldado, no sólo un amante.

—No tienes que preocuparte por eso— Se inclinó y la besó


de nuevo —Estás a salvo. Eres libre.

No mientras tú aún sigas luchando, pensó ella.

Parecía un crimen contaminar este momento de tranquilidad


entre ellos con una charla sobre la última ronda. Pero ella se
figuraba que era dónde él tenía su cabeza, también. Tenía que ser.
Debía estar pensando sobre dónde iba a ser encontrada la siguiente
alma, y en lo que Devina iba a…
J.R. WARD INMORTAL

—Realmente deseo que conocieras a mi madre— dijo él de


pronto.

Cuando Sissy se echó hacia atrás, él la miró.

— ¿Te eché el humo en la cara? Mierda, lo siento… déjame que


tire esto.

—No, no, en absoluto— Le detuvo —Honestamente, está bien.


Me estoy acostumbrando a ello ahora, y es curioso, es como que
huele agradable para mí.

Probablemente porque el olor del tabaco venía a recordarle a


él.

—Sólo me sorprendiste— murmuró ella.

— ¿Sobre mi madre?

—Bueno, sí. Y me encantaría conocerla, también— Dios, cuanto


más pensaba en ello, cuanto más… —Realmente me encantaría
conocerla.

—Tú le encantarías.

Sissy parpadeó un par de veces. ¿Viniendo de un hombre como


él? Eso era el mejor cumplido que había recibido nunca.

— ¿Cómo era ella?

Jim tomó una larga inhalación e hizo anillos de humo


desplazándolo hacia la luz que salía de la casa.

La noche era mucho menos oscura cuando no estás solo, pensó


ella. Y nunca habría un mayor sentimiento de conexión que hablando
con él de esto.

Bueno, excepto por la parte del sexo.


J.R. WARD INMORTAL

Y ellos iban a llegar a eso más tarde.

—Ella no era súper alta— dijo él eventualmente —Pero era


fuerte. Oh, joder, era fuerte. En la mayoría de las granjas de
fuera, las mujeres trabajan en casa, ya sabes… y eso es la mayoría
del trabajo. Los granjeros se van desde antes del amanecer hasta el
ocaso y necesitan comida, necesitan a alguien que sostenga el
fuerte con los niños, las facturas y las otras cosas también. Mi
madre hacía las dos partes de eso. Yo una vez la vi cortar un roble
de cien años de edad. Un tornado lo tiró abajo en el patio de
enfrente. Le tomó dos días de colegio hacerlo pero tuvimos leña
todo el invierno sólo de esa única bestia.

— ¿La echas de menos? Supongo que es estúpido…

—Lo echo todo de menos. Echo de menos la vida y la tierra, y a


ella— Él se frotó la ceja con su pulgar como si estuviera intentando
ocultar una debilidad a ella —Pensé que era donde me dirigía. Ya
sabes, después de que saliera del ejército. Iba a trabajar aquí en
Caldwell solo el tiempo suficiente para estar seguro de que
Matthias no iba a ser un problema— Él la miró —No iba a llevar esa
mierda al oeste. De ninguna manera. Una granja en Iowa iba a ser mi
caída en la mediana edad. Mi final descanse en paz.

—Supongo que tu vida no resultó como pensabas, tampoco.

—No, no lo hizo— La miró fijamente —Te conocí sin embargo.

Ella sonrió y besó la curva de su bíceps.

—Ahí estás otra vez, haciéndome sonrojar.

— ¿Lo hice?

—Sí.
J.R. WARD INMORTAL

Él hizo un sonido que estaba en algún lugar entre “mmmmm” y


“espera te llevaré escaleras arriba, mujer… y entonces veremos
sobre sonrojarse”.

Pero muy pronto, volvió a mirar afuera frente a él.

— ¿Jim?

— ¿Sí?

Dios, odiaba preguntar esto.

— ¿Qué va a pasar después?

Aparentemente, Jim era un Neandertal. No era una sorpresa


realmente, considerando cuán brutal podía ser. Pero eso no le
convertía exactamente en un héroe contemporáneo. La realidad era,
sin embargo, que cuando Sissy formuló esa pregunta, todo lo que
pudo pensar mientras trataba de sacar de su mente varias ideas del
tipo máxima mierda brillante, era que él no la quería en absoluto
cerca de esto.

Eso le hizo recordar algo que había escuchado sobre los


paracaidistas, los tipos que saltaban de los aviones en zonas de
guerra. El ejército encargó un estudio psicológico sobre ellos, y una
de las cosas interesantes que había salido de eso, era que una gran
mayoría de ellos nunca sintió ningún miedo en absoluto en el curso
total de su trabajo. Ninguno. ¿Una cuestión de autoselección?
J.R. WARD INMORTAL

Probablemente… después de todo, no te metías en ésta clase de


trabajo a menos que tuvieras una glándula suprarrenal que se
durmiera en el trabajo.

Pero ese no había sido el dato puntual que lo había impactado:


cerca de cien por cien de los hombres decían que, ¿la única vez que
tuvieron miedo? Su último salto. Era como si supieran que habían
tirado los dados y habían ganado demasiadas veces y esperaban que
las probabilidades se regularan en su final, como si el universo
fuera a llegar y agarrarlos en ese momento porque era su último
salto.

Y eso era cómo se sentía él ahora mismo.

Sissy había chillado no sólo una vez, sino dos. Él no quería


apostar por una tercera.

¿Y cuándo consideró el peligro en el que ella había estado?


Naturalmente, él había pensado en Devina, y de una vez por todas,
una ira impía se enredó en su estómago, una que era tan poderosa,
que acabó incluso con cualquier pensamiento sobre Sissy. Que le
follen a la guerra. Que les follen a las almas. Que le follen a todos y
a todo.

Devina iba a caer, y no sólo porque ella perdiera el pequeño


juego del Creador.

La conclusión fue que para él, ver a Sissy hoy en ese baño
había sido el último clavo en el ataúd. Sin embargo, ella había
sufrido de nuevo, había sido torturada otra vez. Y algo dentro de él
se había roto: Mientras se sentaba junto a ella aquí, y fumaba como
si estuviera normal, y estaba listo para llevarla al piso de arriba y
hacerle el amor como si estuviera normal, él era una bestia.
J.R. WARD INMORTAL

Bajo su piel, él era un hijo de puta desquiciado, un vicioso en el


filo de la navaja de la locura.

¿Y hasta que el no fuera brutal contra Devina? Él no iba a ser


capaz de concentrarse en nada más.

— ¿Jim? ¿Qué va a pasar después?

Él se aclaró la garganta y se giró apartándose de ella…


aparentemente para aplastar su cigarrillo en el cenicero que había
traído con él, pero también porque odiaba estar mintiéndole.

—Lo mismo de siempre.

— ¿Qué significa eso?— presionó ella.

—Encuentro el alma de alguna manera, y voy a trabajar.

— ¿Estás preocupado por la última ronda?

—No, en absoluto— Al menos eso era verdad, y se dio la vuelta


hacia ella —Me siento genial. Me siento fuerte. Estoy listo para
acabar con este juego de la forma correcta.

Y esa era también la forma honesta de Dios. La rabia en sus


huesos era un gran clarificador, un lavado figurativo Windex142 del
filtro que él tenía sobre el mundo, la guerra y él mismo. ¿Con eso
alrededor? Podía ver todo claramente, lo que él necesitaba hacer,
dónde necesitaba ir. Su objetivo fijado, era capaz de sintonizar
todo el ruido de fondo y el movimiento, reduciendo a cero
únicamente sobre la descarga de un disparo mortal.

— ¿Jim?

— ¿Sí?

142
Marca de limpia cristales.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Estás bien?

Él la apretó más contra sí y la besó en la parte superior de la


cabeza.

—Nunca mejor. Nunca he estado mejor.

El escalofrío que la recorrió le hizo fruncir el ceño.

—Hace frío aquí fuera—dijo él —Vamos adentro.

—Vale.

La ayudó a ponerse en pie y la abrazó mientras la conducía


hacia la puerta principal. Dentro, cerró la puerta y los encerró,
incluso a pesar de que sus hechizos de protección eran mejores que
ninguna Schlage143 que jamás se hubiera hecho.

Bajando la mirada hacia ella, bajó los párpados a media asta.

— ¿Vamos a la cama?

—Sí.

Respuesta correcta. Así era la respuesta correcta.

Subiendo las escaleras, uno al lado del otro, incluso en el


rellano. Lo cual era bueno. ¿Qué mierda? Cuando pasaron junto al
reloj del abuelo, el único que nadie ajustaba y nadie nivelaba, la
maldita cosa soltó un gong. Y otro. Y un tercero.

Jim apretó la mandíbula y miró por encima del hombro. Con


una serie de tranquilas respiraciones, se imaginó a si mismo yendo
tras el cabrón con una motosierra… un hacha… un lanzallamas.

Cuarta… quinta… sexta…

143
N.T Puertas blindadas.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Qué es eso?— Preguntó Sissy mientras llegaban a la sala


de estar del segundo piso.

…séptima… octava…

Él sabía que ella le había formulado una pregunta, pero estaba


demasiado ocupado contando, incluso a pesar de que sabía muy bien
cuál iba a ser el total.

— ¿Jim?

…novena… décima… undécima… duodécima…

—Jim.

…decimotercera.

—Hijoputa— murmuró él en voz baja antes de devolverse a sí


mismo la atención. No iba a dejar que esa pieza desagradable de
mierda arruinara el poco tiempo que tenía con su mujer.

Reenfocando, miró hacia la puerta del baño que él usaba, y fue


golpeado por un impulso de desviarse del destino de su dormitorio.
Especialmente mientras se imaginaba sus pechos cubiertos de agua
caliente con espuma de jabón goteando desde la punta de sus
pezones.

Tirando de la mano de Sissy, la atrajo más…

—Ven aquí conmigo.


J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 42
Traducción: Sandra Dee

Corrección: Maite Muñoz

¿Cómo iba ella a decirle que no cuándo la miraba de esa


manera?

Cuando Jim la llevó hasta el baño, Sissy lo siguió, porque su


cuerpo quería exactamente lo que había visto en sus ojos. En su
mente, sin embargo ¿sus instintos? Fueron apareciendo señales de
alarma por todas partes, algo no iba bien con él, el duro brillo en sus
ojos era el tipo de cosas que ella odiaba ver.

Pero, ¿qué podía hacer? Era tarde y todo el mundo había


tenido un día agotador, y seguirían allí mañana por la mañana. Ella
hablaría con Eddie y Ad y entonces tal vez ellos podrían ayudar.

Jim la dejó pasar en primer lugar, y luego cerró con llave la


puerta detrás de ellos, mientras ella parpadeaba y hacía una mueca.
La lámpara del tocador que estaba encima del antiguo lavabo estaba
encendida, la iluminación clínicamente brillante por todos los
azulejos blancos era tan romántica como un examen de la vista,
pero él se encargó de eso.

Alcanzando la lámpara, desenroscó dos de las tres bombillas y


entonces envolvió una toalla sobre la que quedaba, con cuidado de no
ponerla demasiado cerca del calor.

─ ¿Mejor? ─ dijo.
J.R. WARD INMORTAL

Cuando ella asintió con la cabeza, por alguna razón se sintió


tímida, aunque, venga ya, no era como si no se hubiera acostado con
él antes. Esto era diferente sin embargo, tal vez porque parecía tan
planificado e intencional. O no, tal vez era el hecho de que con el
mal fuera de ella, se sentía como si estuviera a punto de estar con
él por primera vez. ¿Antes? Incluso cuando todo había sido intenso
y sorprendente, la contaminación la había nublado…

Santa... mierda, pensó mientras Jim se levantaba la camiseta


por encima de sus abdominales, de sus pectorales, de su grueso
cuello, de su cabeza. Incluso ahora con la iluminación difusa, sus
músculos se destacaban en relieve, tallado por naturaleza, poderoso
a pesar de que no estaba luchando contra nadie en este momento.

Inclinándose hacia un lado, abrió la ducha, con el cuerpo


flexionado en una serie coordinada de movimientos mientras giraba
los mandos para conseguir la combinación correcta de agua caliente
y fría.

¿Por lo que a ella respecta? Él podía perder el tiempo con la


temperatura durante las próximas veinte horas.

Excepto que entonces llegó el momento de ocuparse de ella.

Enderezándose, él se dirigió hacia ella con una mirada


ardiente en su cara, como si no sólo la deseara, sino que también
necesitara la conexión que estaba a punto de tener.

─Eres hermosa, ya lo sabes ─No era una pregunta. Era una


declaración… ¿no era eso maravilloso? ─Pero tienes demasiada ropa
encima.

─ ¿Vas a solucionar ese problema? ─Vaya con las insinuaciones


─ ¿O lo tengo que hacer yo misma?
J.R. WARD INMORTAL

─Yo me encargo de eso.

Ella puso las manos por encima de su cabeza mientras él le


quitaba la sudadera, y luego su tacto estaba por toda su piel,
corriendo de su cintura a su sencillo sujetador blanco. Dejando caer
la cabeza, apartó el algodón blanco fuera del camino y se aferró a
su pezón…

Con un siseo, ella se aflojó, su cuerpo curvándose contra de


su brazo y en la parte baja de su espalda. Mientras él seguía
ocupándose de ella, sus ropas desaparecieron, los pantalones y las
bragas se fueron, el sujetador también, nada excepto piel desnuda
para sus ojos, sus manos, su boca.

Ella se levantó sobre el borde de la enorme bañera victoriana


con patas un momento después, y él se unió a ella bajo el chorro de
agua caliente, su cuerpo ya preparado y con muchas ganas cuando él
tiró de la cortina alrededor suyo. ¿Pero en lugar de levantarla y
rodearla por la cintura, o tirar de una de sus piernas en alto? Se
fue hacia el jabón, frotando esa barra una y otra vez en sus manos
hasta que la espuma jabonosa cayó en un montón fragante en un
remolino alrededor del desagüe a sus pies. Sus manos eran lentas y
exhaustivas, y ella hubiera deseado estar tumbada, y así en la única
cosa que tendría que concentrarse sería en la forma en que la
acariciaba, deteniéndose en el cuello y las clavículas, sus pechos y el
vientre, los muslos y las nalgas.

¿Y cuando terminó de repasar cada pulgada de su piel?


Levantó el champú y fue hacia su cabello, lo que por supuesto
significaba que tenía que enjuagarse con él, el jabón haciéndola
resbalarse y deslizarse contra su duro cuerpo.
J.R. WARD INMORTAL

Naturalmente, tenía que entretenerse a sí misma mientras él


trabajaba en las distancias largas.

Ella fue por su erección, cogiéndola en sus manos, lo que le


hizo maldecir y perder el ritmo.

─ ¿Estás segura de que quieres hacer eso? ─preguntó de


forma gutural.

─Oh sí. Sip. Muy segura.

Mientras ella trabajaba con las manos arriba y abajo en su


longitud, el jabón era el lubricante perfecto y Dios, le encantaba la
forma en que se sentía. Duro y caliente, con ese borde y la cabeza
roma. No pasó mucho tiempo antes de que su cuerpo se estrellara
contra la pared, su gran peso tirando de los pliegues de la cortina
de la ducha.

Sus ojos estaban ebrios y super alerta, al mismo tiempo que


se la quedó mirando justo a la cara, no a lo que ella estaba
haciendo,… la fricción física era agradable y todo eso, pero lo que
realmente lo encendía era el hecho de que ella era la que se lo
estaba haciendo a él. Y luego cerró los párpados y apretó los
dientes, su respiración acelerándose mientras estaba cada vez más
y más cerca...

Él se corrió en frente de ella y eso le encantó.

Pero no tardó mucho en recuperarse.

La besó profundamente e intercambió la posición con ella,


poniéndola bajo el chorro de agua, la ráfaga golpeando su pelo y
perfilando su cabeza hacia atrás. Cuando hubo un chirrido en la
bañera, ella miró hacia abajo y vio que él estaba de rodillas delante
de ella.
J.R. WARD INMORTAL

Sus manos estaban como el agua caliente, por todo su cuerpo,


su boca también, sus labios viajando del hueso de la cadera a la
parte superior de sus muslos y a la parte superior de su sexo.

Y luego la lamió, su lengua extendiéndose, saboreándola.

Gracias a Dios que él tomó el control, levantando una de sus


piernas por encima de su hombro mientras llegaba más lejos, sus
manos bloqueando su pelvis para evitar que se cayera. Ahora era
ella la que enredaba la cortina de la ducha, agarrándose a los
pliegues, utilizándolos para mantenerse erguida.

Ella se corrió contra sus labios y su cara, la visión de dónde


estaba él y de qué le estaba haciendo, la lanzó directo sobre el
borde en cuestión de momentos. Y él no se detuvo.

Ella no quería que lo hiciera.

Cálido y húmedo… todo era cálido y húmedo, desde el cálido


aire que los rodeaba, al agua de la ducha cayendo por su espalda,
hasta la forma en que le hizo el amor a su centro…

El estrépito fue una sorpresa, no sólo estalló la burbuja del


sexo, sino que lo echó a perder mandándolo al infierno.

Con un movimiento rápido él estaba de pie, listo para la lucha…


pero no había ningún enemigo en el baño con ellos.

Sissy levantó las manos, y la húmeda y empapada cortina de la


ducha subió con ellas ─Oh mierda. La he arrancado...

Mirando hacia arriba, vio un montón de ganchos con trocitos


de tela colgando de ellos, todavía unidos a la barra de metal que
colgaba del techo.
J.R. WARD INMORTAL

─No importa ─gruñó él mientras la cogía y la sacaba de la


bañera.

Dejó el agua correr mientras la apoyaba contra la puerta,


poniendo sus piernas alrededor de sus caderas, y entró en ella con
un fuerte empujón. Agarrándose a sus hombros con las uñas, ella se
entregó al sexo, y oh, hombre, si lo que había ocurrido en la bañera
había sido bueno, esto era aún mejor.

Y esto era lo que necesitaba en este momento.

¿Unidos de ésta manera? Podía fingir que iban a estar juntos


para siempre.
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 43
Traducción: Lau Silyam

Corrección: Rosmery Gutierrez

Una hora y una ducha más tarde, Sissy bajó las escaleras
hacia la cocina, ayudándose a sí misma con la última rebanada de la
tarta de chocolate perfectamente cocinada de Eddie. Jim estaba
fuera de combate en su dormitorio, porque eso era lo más lejos que
ellos podían estar. Incluso aunque el de ella estuviese a solo cuatro
o cinco puertas bajo el pasillo, ellos habrían estado demasiado
ansiosos e impacientes por hacer el viaje.

Curioso, había sido una nueva e interesante satisfacción el


dejarle enredado en las sábanas, su cuerpo de luchador utilizado
por completo, debido a lo mucho que la quería.

Antes de irse, ella se puso de pie junto a él y le observó,


incluso tocó cuidadosamente su dorado colgante de paloma que él
llevaba alrededor de su cuello. Él se agitó en ese momento y fue por
eso que ella se marchó.

Por alguna razón, no podía quitarse la sensación de que algo


malo iba a pasar.

—Así que, sip, el chocolate es perfecto— murmuró mientras


se sentaba en la mesa y daba el primer bocado.
J.R. WARD INMORTAL

Oh, Dios, era increíble: todas las endorfinas en su cuerpo


desde aquel orgasmo, ¿mezcladas con la tarta de chocolate y la
guinda de falsa vainilla? Euforia de alto octanaje, incluso con ese
miedo clavándose en el centro de su pecho.

Había una copia del Caldwell Courier Journal en el lado más


alejado de la mesa, y lo acercó para que sus ojos tuvieran algo que
hacer. El titular de la primera página hablaba sobre noticias
internacionales. En la parte baja había una fotografía de algún
magnate de negocios que al parecer había decidido vender todas sus
posesiones y estaba creando un gran revuelo en la cuidad…

Sissy frunció el ceño y se inclinó más cerca de la fotografía en


blanco y negro. Entonces decidió que estaba viendo cosas.

No sólo… que ese hombre tenía un halo: Incluso con la


naturaleza granulada de la imagen, podía ver un débil círculo sobre
la cabeza del hombre de negocios.

Vincent diPietro. Y la foto había sido tomada el día de antes,


mientras él iba a la oficina de sus abogados en el centro para firmar
papeles.

Extraño que él tuviera uno también. ¿Pero considerando todo


lo demás que estaba pasando? No era algo que la fuera a dar mucho
que pensar.

Después de que terminara su aperitivo de medianoche, tomó


leche desnatada directamente de la botella, y puso sus platos en el
fregadero. Entonces se dirigió hacia el piso de arriba, lista para
intimar con Jim y tomarle un brazo para ponerlo sobre ella… porque
solo Dios sabía lo que iba a traer la mañana.
J.R. WARD INMORTAL

Solo que ella no llegó a alcanzar el primer rellano de la


escalera.

Terminó en el salón destrozado.

Las hojas de madera contrachapada sobre las ventanas


reventadas hacían un buen trabajo manteniendo la lluvia fuera, pero
no eran un bloqueo apretado, así que la habitación se sentía más fría
y más húmeda que el resto de la casa. E incluso con las corrientes
de aire, el olor a pino de la madera contrachapada recién cortada
permanecía en el aire, como si alguien hubiera colgado
ambientadores de hoja perenne en todos los apliques.

Mientras sus pies iban silenciosamente sobre las tablas del


suelo, entarimados rasos, no había lámparas para encender, porque
todas habían sido succionadas lejos, junto con las mesas en las que
habían estado puestas. Había sin embargo, suficiente iluminación
para ver: gracias a los accesorios exteriores montados en las
esquinas de la casa, la luz artificial sangraba de los sellos sueltos
alrededor de los huecos de las ventanas, mirando como si tal vez los
paneles de madera contrachapada fueran puertas por las que se
pudiera pasar a través de otros planos de existencia.

Encontró lo que buscaba en la repisa de la chimenea de


mármol.

El libro de Devina apenas cabía en la cornisa, su cubierta de


cuero harapiento colgando casi hasta el punto de caer. Se imaginó
que Adrián debía de haberlo puesto allí mientras estuvo trabajando
en la habitación. O tal vez la cosa había escalado las molduras y
tomado asiento por sí misma.

Odiaba el peso del tomo en sus manos, y la sensación de piel


de hombre viejo de su cubierta. Odiaba tenerlo cerca por completo.
J.R. WARD INMORTAL

Antes, no había sido más que un libro, ahora se sentía como si


estuviera llevando un brazo cortado a plena luz.

Tomó dos profundas inhalaciones antes de poder abrir la cosa.


Dos más antes de poder realmente bajar la mirada y…

— ¿Qué demonios?

Frunciendo el ceño, hojeó las páginas, yendo de atrás a


adelante y… nop, no reconoció nada. La escritura ahora parecía
como algo totalmente extranjero, una mezcolanza de símbolos y
extrañas letras que eran ilegibles por lo que a ella concernía.

Cerrando el volumen, lo devolvió a su sitio sobre la repisa de la


chimenea.

El alivio fue tan grande, que estaba mareada.

Golpeando las escaleras, estaba a mitad de camino cuando algo


que Jim había dicho regresó a ella. Había sido cuando estaban
sentados fuera y ella le preguntó qué iba a pasar ahora.

¿Contigo? Nada.
En ese momento, ella había estado hablando de la guerra, no
de su futuro, pero su respuesta había sido sobre ella y solo ella.

Asumiendo que él ganara la guerra, y ella tenía que creer que


él lo haría, porque la alternativa para ella y para cualquiera, era ser
la posesión de Devina, y eso era demasiado horrible para
contemplar… ¿entonces qué? Tenía que pensar que si ella hubiera
sido bienvenida en el Cielo, debería de haber terminado allí después
del ritual en esa bañera en el desván. Pero no, ella aún estaba aquí.

Supuso que la eternidad en una nube no estaba en su futuro.


J.R. WARD INMORTAL

¿Entonces cómo la dejaba eso a ella? ¿Años sin fin errando


por la tierra como un alma sin cuerpo? Porque halo aparte, eso era
lo que ella era, a todos los efectos.

Reanudando su ascenso, fue hacia la habitación de Jim, se


deslizó a través de la puerta, y se quitó sus preocupaciones antes
de meterse entre las sábanas. Mientras unos brazos fuertes la
envolvieron y la estrecharon en un fuerte abrazo, ella necesitaba el
calor y lo terrenal.

Ellos debían resolverlo, se dijo a sí misma. Si pudieron


conseguir sacar a Devina de ella, serían capaces de hacer cualquier
cosa.

Mientras se tuvieran el uno al otro, el Cielo estaría


dondequiera que estuvieran ellos.

Jim esperó hasta que la respiración de Sissy fuera lenta y


plana… y entonces permaneció en la cama unos buenos veinte
minutos después de eso. Cuando finalmente la instó a tumbarse
sobre su espalda y quitar los brazos de ella, ella murmuró algo, pero
permaneció dormida.

Salir de la cama y vestirse sin hacer ruido no fue ningún


problema. Ajustar la correa de su pistolera en la cintura y meter el
cuchillo de cristal en la cosa fue fácil en la oscuridad. Apropiarse
J.R. WARD INMORTAL

de una SIG Sauer144 convencional y meterla en la parte baja de su


espalda fue un pedazo de pastel.

Pero dejarla fue duro.

Mientras apoyaba su mano en el pomo de la puerta, miró hacia


la cama. No había una tonelada de luz en la habitación, pero él sabía
dónde estaba ella, la escuchó respirar mientras se hundía en las
almohadas, la imaginó frotándose la cara en sueños.

En lugar de darle una pausa para reconsiderarlo, solo


intensificó su resolución.

Antes de irse sin embargo, tuvo un impulso que tenía que ver
con su seguridad, y se la dio de forma rápida y eficiente.

Luego se internó en la noche, pasando a través del cristal de la


ventana circular que daba a la sala de estar, Aerolíneas Ángel
llevándole por el aire. No fue hasta que estuvo bien lejos de la casa
que cayó del cielo y envió la citación.

Por una vez, fue respondido de inmediato. Como si el demonio


hubiera estado esperándole.

Dirigiéndose al centro, no iba a joder con el crítico


pretencioso del vestíbulo del hotel. Él solo aterrizó en la terraza
del ático y se acercó a las puertas francesas145. Cuando forzó las
asas de latón, estaban bloqueadas.

Por supuesto ella iba a hacer que él llamara a la puerta.

Mientras cerraba el puño y ponía los nudillos en el cristal,


mantuvo la calma. La única cosa que le importaba era entrar en el

144
Arma de fuego
145
Puertas que consisten en dos paneles que cierran en el centro y abren hacia dentro o hacia afuera de
acuerdo a la forma en que se instalen las bisagras.
J.R. WARD INMORTAL

espacio del demonio. ¿Todo lo que tenía que decir, que hacer, para
que eso pasara? Iba a sacudir esa mierda.

Ahora Devina se tomaba su propio tiempo dulce. Con el aire


frío soplando fuerte a esa altura, él podría calarse hasta los
huesos, pero estaba demasiado enojado para preocuparse de si era
o no del condenado ártico…

Devina finalmente torció una esquina y entró al salón de estar,


posando en el bar como si estuviera en una sesión de fotos de
Vogue… o tal vez Hustler146 fuera más parecido. Llevaba un
sujetador bra y unas bragas que tenían más encaje negro que satén,
un “vestido” de gasa fina cayendo desde sus hombros hasta el suelo.
Su pelo esta suelto y ondulado en grandes rizos gordos, y su
maquillaje era de cine negro, todo ojos ahumados 147 y labios rojo
sangre. ¿Y por si fuera poco? Sus tacones color piel tenían una milla
de altura, y estaban hechos de algo que brillaba como diamantes…
además, sí, había alguna clase de liguero involucrado.

Para él, ella era tan sexualmente atractiva como una mujer de
noventa años sin dientes.

Pero claramente ella no sabía eso: aparentemente decidiendo


que él había visto suficiente, ella se acercó, sus caderas
contoneándose, ese cabello rebotando junto con sus doble-D148, su
lengua lamiendo sus labios. Mientras ella abría las puertas y él
entraba, ella rodaba la mano sobre su pecho y hombros.

Y él le permitió hacerlo.

146
Revista porno.
147
Maquillaje smoky eyes.
148
Copa de sujetador DD.
J.R. WARD INMORTAL

—A qué debo este placer— arrastró las palabras mientras los


encerraba.

Él mantuvo su voz casual mientras escaneaba todo el salón,


catalogando objetos.

—Tenemos que hablar.

—Al fin— murmuró ella mientras se acercaba y se recostaba


en uno de los sillones de cuero —Pensé que nunca volverías.

Jim vagó alrededor, manteniendo sus manos fuera y


dejándolas flotar sobre la mesa auxiliar, el respaldo de otra silla,
una lámpara.

—He estado pensando.

— ¿Sí?

Él podía escuchar la esperanza en su voz.

—Y he decidido que tienes razón.

— ¿Sí…?

Vale, ahora ella estaba francamente sin aliento.

Se detuvo. Se giró para mirarla.

—Sí. Creo que deberíamos abandonar.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 44
Traducción: Mayerin Pineda

Corrección: Ziirita Bella My

Maldita sea, pensó Devina.


Cuando se sentó en su silla, con las piernas cruzadas a lo Heidi
149
Klum , con el pelo brillante como barniz, y sus pechos luciendo un
millón de dólares de La Perla150, ella había estado tan dispuesta a
escuchar algo más salir de él.

Algo así como, "he cometido un error y sólo te necesito a ti".


O, "Sissy es tan jodidamente aburrida, quiero cortarme la garganta
cuando tengo relaciones sexuales con ella". Tal vez incluso, "Cásate
conmigo".
En su lugar, él quería renunciar.

— Tú fuiste la que lo sugirió — dijo él mientras continuaba


paseando alrededor de su sala de estar — Trajiste el tema como
una opción. Y creo que tienes razón. Creo que eso es lo que tenemos
que hacer.

Perdóname mientras yo reajusto las configuraciones en mi


ordenador, pensó ella con amargura.

Él se acercó a la barra — ¿Quieres tomar algo?

149
modelo, presentadora, empresaria, diseñadora de moda, productora de televisión y actriz
alemana
150
Marca de Sujetadores/Brassiere/Sostenes italianos super caros
J.R. WARD INMORTAL

No, Quisiera que tú seas romántico. Por una vez. Tu hijo de


puta sin corazón.

— No gracias.

Ella entrecerró los ojos en él cuando se inclinó y tomó una


cerveza de la nevera pequeña debajo de la encimera.

— ¿Te importaría beber eso de un vaso? — Murmuró.

— De la botella está bien para mí.

— Por supuesto que lo está.

Hubo un pop y un susurro cuando destapo la parte superior y


luego un glug, glug, glug mientras tragaba. De pie en medio del lujo
del Penthouse, él era como un jardinero en la casa principal, nada
más que una camiseta y pantalones vaqueros cubriendo su cuerpo,
esas botas en los pies algo que encontrarías en la tienda Saks de
rebajas del Ejército/Armada en la Quinta Avenida.

Incluso en Macy no vendían mierda tan barata.

Y sin embargo allí estaba ella, sentada frente a él, con el


corazón en la garganta, las orejas tiesas para escuchar algún matiz,
cualquier matiz, eso que nace de sus fantasías románticas.

Llevando sus manos bien cuidadas hasta su cara, ella se frotó


las sienes, con cuidado de no manchar en nada su base.

— Realmente necesito poner fin a esto — se oyó decir.

— Sí, y ese es mi punto. Los dos tenemos demasiado que


perder. Estamos incluso, de cara a ésta última ronda. ¿Por qué
deberías renunciar a tus colecciones si gano? ¿Por qué debería ser
yo quien le da por el culo al Cielo si tú ganas? Todo esto es una
mierda.
J.R. WARD INMORTAL

A medida que él echó atrás la cabeza y tomo hasta un tercio


de la cerveza ahí dentro, ella observaba su nuez subir y bajar.

Luego tuvo que desplazar sus ojos a otro lugar, ya que él era
más que una zona de chupar para ella. A pesar de todas las razones
por las que no debería encontrarlo atractivo sino odiarlo, ella
estaba completamente enamorada.

Lo que hacía lo que estaba sugiriendo aún más convincente.

Sobre todo porque él era el alma. Si él fuera el ganador, ella lo


perdería. Ella también se perdería a sí misma, así como también a
sus hijos allá abajo. ¿Pero si ellos renunciaban? Ellos regresarían al
status quo.

Bueno... status quo siempre que el Creador decidiera no volar


el mundo, después de todo. Y de alguna manera, ella no pensaba que
Él hiciera eso. Mientras ella había estado yendo y viniendo con Él
después de que ella había adquirido la culpa por toda la cosa del
porta al Purgatorio, había tenido la sensación de que Él había vuelto
a conectar con Su creación de manera que Él no lo había hecho
cuando había creado este final del juego.

Jim terminó la cerveza en su cuarto "hip" y dejó el embace


vacío en el bar, para que ella lo limpiara, naturalmente.

Hombres, pensó.

—Me tengo que ir. Pero piensa en ello y hazme saber lo que
decidas antes de que la próxima ronda consiga empezar…

— Espera — espetó ella — ¿Esto es todo? ¿Te estás yendo ya?

Él se acercó a la puerta por donde había venido — Sí.


J.R. WARD INMORTAL

Ella saltó del sillón y se dirigió a él — Me puse mis nuevos


Louboutins para ti.

Sus cejas se levantaron — ¿Perdón? ¿Te refieres a… — él hizo


un gesto alrededor del pecho de ella —…estas cosas?

— ¡No! — Ella golpeó el suelo con el pie — ¡No! Estos son de La


Perla, ¡Imbécil! Mis zapatos, hijo de puta… ¡tendría que matarte
para que te dieras cuenta de una maldita cosa acerca de mí por una
vez!

Jim puso sus manos como si estuviera protegiéndose de una


mujer loca —Escucha, yo no…

Ella lo señaló con un dedo en la cara — Tú eres el hombre más


egoísta que he conocido. Nunca me llamas a menos que quieras algo,
nunca estás ahí cuando te necesito, ¡y ni siquiera eres monógamo!
¡Soy hermosa y valgo la pena!

Oh mi Cristo, pensó, él le tenía la cabeza tan jodida que ella


estaba citando un anuncio de L'Oréal151.

Jim la miró fijamente durante mucho tiempo.

Y entonces él la sorprendió de verdad — Lo siento.

Lo único que podía hacer era parpadear — ¿Qué...? ¿Qué has


dicho?

— Ya me has oído, lo siento. Yo... mira, ¿ésta guerra? No es


buena para ninguno de nosotros. Nos está llegando, ¿sabes? — A
medida que Devina abría la boca, él negó con la cabeza como si
supiera exactamente lo que iba a decir — No, no, deja a Sissy fuera
de esto, olvídate de ella. Ahora mismo esto es entre tú y yo. Vamos

151
Marca de shampoo y acondicionadores
J.R. WARD INMORTAL

a finalizar todo esto para que podamos dejar a un lado las malditas
peleas, ¿vale?

Devina se llevó las manos a la cara y parpadeó un poco más.


Cada línea en el rostro de él estaba abierta, su cuerpo relajado, sus
ojos nivelados y sin moverse de los de ella.

Pero él había mentido una vez ya, ¿no?

Estrechando su mirada, ella le espetó — Si estás jugando


conmigo, nunca te perdonaré.

—Lo suficientemente justo.

Y eso fue todo. Él se quedó allí en la puerta, sincero, tranquilo


y dispuesto a dejar de luchar.

— No puedo alcanzar al Creador —dijo Jim — Sólo tú puedes


hacerlo. Así que si estás de acuerdo conmigo y quieres que esto
termine, vas a tener que conseguir que Él venga a nosotros dos.

DIOS MIO, eso sería increíble, pensó ella. Algo así como
presentar a su nuevo novio a sus padres, lo que, holaaaa, era otra
fantasía humana que nunca había sido capaz de vivir.

Hasta ahora, una parte de ella estaba chillando de la emoción.

— Será mejor que me vaya —Él abrió la puerta, y una ráfaga


de brisa fría entro en el interior cálido —No quiero nublarte el
pensamiento, tendrás que decidir por tu cuenta. Pero si te animas,
busca al Creador y llévalo a mí. Cuanto antes, mejor, ¿de acuerdo?

Él se detuvo cuando una ráfaga sopló su cabello hacia atrás,


como si tal vez estuviera cautivado por ella —Sí— murmuró
mientras parecía sacudirse — Piénsalo.
J.R. WARD INMORTAL

Mientras ella lo seguía a la terraza, vio cuando sus alas, sus


increíbles alas, se estiraron sobre sus hombros. Un momento
después, él se había ido, elevándose hacia el cielo nocturno.

Como algo salido de Shakespeare, ella entrelazó las manos a su


corazón, y corrió a la barandilla, apoyándose contra ella para que
pudiera ver la presencia resplandeciente de él desaparecer en la
cara que revelaba la luna.

Lo único que podría haberlo hecho aún mejor, era si hubieran


estado en París.

Sissy se despertó con un sobresalto. Todo estaba oscuro en la


habitación de Jim; ningún sonido que perturbara la paz, nada
parecía perdido o fuera de lugar…

No, espera. No estaba Jim.

Sentándose, ella encendió una lámpara de metal y miró a su


alrededor, aunque, ¡oh vamos…! ¿Un hombre tan grande como él? No
había manera de que no lo escuchara si estuviera alrededor. ¿Tal
vez había ido al baño? Se obligó a acostarse de vuelta sobre las
almohadas, y esperó oír pasos. El tirar de la cadena. Agua corriendo.

Nada.

¿Tal vez sólo debería ir a ver...?

Excepto que, parecía muyyyyyyy pronto en su relación para


llegar a ser tan posesiva con el hombre, ni siquiera podía andar por
J.R. WARD INMORTAL

su cuenta. Plegando las sábanas cuidadosamente hasta su pecho, se


obligó a calmarse…

Colocando la cabeza hacia el lado de él en la cama, ella sintió


desgarrarse.

Tendido en la almohada donde él había estado durmiendo,


estaba su collar, el de la palomita de oro en una cadena.

Agarrando la cadena, ella lo llevó hasta su cara, como si tal


vez esa acción iba a corregir lo que estaba mal o no, no se había
roto. El cierre había sido reenganchado.

Después de que él se lo había quitado.

— ¡Mierda! — Luchando por salir de las sábanas, se arrojó algo


de ropa encima y se disparó por la puerta — ¡Jim!

Ella corrió hacia las escaleras y las bajo de dos en dos en el


camino hacia abajo. Deteniéndose en el vestíbulo, se congeló y
escucho, oró por el sonido de él moviéndose en la cocina, el olor del
humo del cigarrillo, el crujido de algunas tablas del suelo en algún
lugar, en cualquier lugar.

— ¡Jim! — gritó.

La puerta principal estaba cerrada, aunque no era como si él


iba a dejarla abierta si se hubiera ido muy deprisa, y cuando corrió
a la cocina, se encontró con la puerta de atrás de la misma forma.

— ¿Qué pasa?

Cuando Eddie apareció en nada más que un par de pantalones


de pijama, ella se dio la vuelta y le tendió el collar.

Sí, como si eso lo explicara todo.


J.R. WARD INMORTAL

— ¿Lo siento? — dijo él— ¿Qué es esto?

— Él se fue. Jim se ha ido.

— ¿Qué?

— Me desperté y él se había ido, y se fue… y dejo esto atrás.

Los ojos enrojecidos de Eddie se estrecharon — ¿Y eso es...?

— Mi collar — Ella esperó el ¡OH MI DIOS! ¡Por supuesto!


Cuando esto no llegó, ella dijo —Tú no lo entiendes…

Adrián entró, después de haber sido más lento en el descenso.


— ¿Qué es…?

—… mi madre se lo dio a él. Él me dijo que nunca se lo quitaba,


y ahora se ha ido y lo dejó atrás.

— Mierda— murmuró Adrián, dirigiéndose a la mesa y


dejándose caer en una silla.

— ¿Y no está en cualquier lugar de la casa? — Dijo Eddie —Tú


has…

— Vamos— Ad interrumpió—Sabes perfectamente dónde está.

—Maldita sea— Eddie negó con la cabeza —Él tiene que


trabajar en la próxima alma. Ahora no es el momento de ir tras
Devina.

Los dos ángeles empezaron a hablar ida y vuelta el uno al otro,


pero Sissy de repente no podía oír una palabra de lo que decían.

El periódico.
J.R. WARD INMORTAL

Atraída por algo que no podía explicar, se fue al otro lado y


abrió el CCJ152 de manera que solo se mostrara la mitad inferior de
la portada. Esa fotografía, de ese hombre...

— Hey— ella los interrumpió — ¡Hey! ¿Quién es este?

Ella les mostró el papel al par y ellos la miraban como si


hubiera perdido la cabeza— ¿Quién es este? — preguntó, señalando
al hombre — ésta es una de las almas, ¿no es así?

A medida que las campanas de alarma sonaron en su cabeza, se


enfocó a través de su miedo.

— Sí — Ad encogió de hombros — Entonces, ¿qué?, tenemos


problemas más grandes que Vin diPietro celebrando una venta de
garaje de todos sus…

— ¿Ves esto? — Ella señaló con el dedo índice en la imagen


— ¿Ves lo que está por encima de su cabeza?

Ambos se inclinaron como si supieran condenadamente bien


que, o lo revisaban o ella les iba a meter el periódico en la cara
hasta que le respondieran.

— No — dijo Eddie — No veo nada.

— ¿Tú? — Le dijo ella a Ad.

— Nop. Nada.153 No te ofendas, ¿pero podrías comprobarlo


nuevamente?

—Jim es la última alma — Mientras ellos se miraban de reojo


con todo tipo de QUE DEMONIOS, ella agito el periódico y habló
con una claridad cristalina — Jim es el final del juego.

152
Caldwell Courier Journal
153
En español en el original
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 45
Traducción: Sandra Dee

Corrección: Rosmery Gutierrez

Mientras Adrián entrecerraba los ojos hacia Sissy, su


corazón se saltó un latido y pareció considerar tomarse un descanso
para un almuerzo completo. Excepto que luego pensó, que tan
inteligente como Sissy era, ella tenía que estar equivocada. De
alguna manera tenía que estar equivocada.

Eddie se sintió claramente de la misma manera —Escucha,


Sissy, no estoy seguro...

—Este hombre tiene un halo— Señaló a la imagen granulada de


Vin — ¿Era una de las almas en la guerra?

Cuando ninguno de los dos respondió, ella asintió con gravedad.

—Lo era, ¿o no? Y el hombre que vi en Home Depot, el que le


enseñé a Ad. Él también era un alma, ¿no? Y también había un tipo
en mi funeral que tenía un halo, un músico de aquí, de la ciudad, y leí
en el diario que había muerto... justo después de que Jim me dijera
que había perdido la ronda antes que la mía— Ella señaló a su propia
cabeza —Yo tengo un halo.

Ahora, una descarga eléctrica atravesó el sistema nervioso de


Ad, el tipo de cosa que se imaginaba que sucedía cuando los seres
humanos veían lo que pensaban que eran fantasmas, o tal vez cuando
estabas conduciendo por la autopista y un SUV invadía tu carril.
J.R. WARD INMORTAL

Era la respuesta de la glándula suprarrenal que tenía justo


encima y le estaba diciendo “despierta, abre los ojos”.154

—Jim también tiene un halo— Ella tiró el periódico a un lado


sobre la mesa —Así que tengo que tener razón acerca de esto.

Con una maldición, Ad cerró los ojos y rezó para que Eddie
saltara y se le ocurriera una férrea razón por lo que eso no pudiera
ser cierto. Eddie lo sabría. Él lo sabía todo…

—Permíteme asegurarme de que te entiendo— murmuró el


otro ángel — ¿Tú ves esas cosas?

—Tan pronto como salí del Infierno, me di cuenta de que Jim


tenía uno, y me preguntaba por qué vosotros no. Él no puede verlo.
No ve el mío.

—Bueno, tengo que decirte que no veo nada por encima de tu


cabeza.

Ella se encogió de hombros—Bueno, pero eso no quiere decir


que esté equivocada. ¿Hay alguien más que fuera un alma? Déjame
ver una imagen suya y te lo diré. Vamos, déjame demostrártelo.

—Bueno, bueno, vamos a ver lo que puedo encontrar—murmuró


Ad, sacando su teléfono — ¿Cómo coño se escribe DelVecchio…? no
importa. Su padre era el asesino en serie, ambos están por toda la
red.

Cuando encontró lo que estaba buscando, le dio la vuelta al


teléfono y le enseñó la pantalla a Sissy. Mientras ella se inclinaba y
juntaba sus cejas, él midió cada matiz de su rostro, desde la
claridad de sus ojos a la estrechez de su boca.

wakey'd wakey, expresión que significa “espabila, despierta, abre los ojos”, es
154

como una advertencia.


J.R. WARD INMORTAL

Ella exhaló con frustración —Bueno, creo que me equivoque. Él


no tiene…

—Este era su padre— dijo Ad, cogiendo su teléfono de nuevo.

Otro toque o dos y él le enseñó una segunda imagen.

— ¿Qué hay de él?

Pero él sabía lo que iba a decir.

—Sí— ella respiró, apuntando hacia abajo —Aquí. Justo aquí.

Ad miró a su mejor amigo —Pensaba que se suponía que Jim


iba a ser el puto salvador.

La mirada conmocionada de Eddie no era una buena noticia.

—Yo, ah, no lo hubiera visto venir. Pero supongo que es el


juego del Creador, ¿no? Él hizo todas las reglas, y no hay
verdaderamente nada en ellas que sugiera que Jim no pueda estar
también en juego.

—Hijo… de puta— Cuando Ad se echó hacia atrás, su pierna


mala le dolía tanto que tuvo que sentarse de nuevo hacia delante
—Ya sabes, cuando pensaba que las cosas no podían empeorar.

—Él fue tras Devina— dijo Sissy en un tono muerto —Debido a


lo que esa demonio me hizo. ¿Es esa su encrucijada?

Eddie silbó por lo bajo —Sí. Si trata de destruirla…

—Incluso si fuera por las razones correctas— Ad masculló


cuando se puso de pie —Mierda.

—…entonces, sí, podría verlo como una pérdida para nosotros.


A pesar de que Devina es malvada y ha hecho un montón de mierda,
J.R. WARD INMORTAL

el objetivo no es el punto. Es la decisión del alma en el momento, la


intención es lo que cuenta.

—Tenemos que detenerlo— dijo Sissy con un hilo de voz.

—Suponiendo que podamos.

Ad frotó la parte posterior de su cuello —Mira,


independientemente de si él está o no está en juego, tenemos que ir
a buscarlo. No podemos permitirle tratar de cogerla por su cuenta.
Él es poderoso, pero ¿Devina? Esa perra es capaz de cosas que ni
siquiera él puede hacer que sucedan.

— ¿Puede ella ser asesinada?— preguntó Sissy.

Eddie se encogió de hombros —Solo bajo las más extremas


circunstancias. Pero otra vez, no importaría en términos de la
guerra porque se trata de la intención.

Sissy levantó la barbilla y los miró a ambos.

—Yo también voy. No me importa lo que digas, yo no…

—Por supuesto que vas a venir— dijo Ad entre dientes —Eres


probablemente la única que puede llegar hasta él. Es más, tú vas a
encontrarlo por nosotros. Podría estar en cualquier lugar de esta
ciudad.

Jim aterrizó en un parque junto al río, el que estaba cerca del


cobertizo en el que había estado durante la segunda ronda de
J.R. WARD INMORTAL

Matthias. Permaneció alejado de las luces andantes de la carretera


por costumbre, no por necesidad: era profundamente invisible,
indetectable no sólo para el ojo humano, sino también para el del
demonio.

El beneficio de un pequeño hechizo en el que había estado


trabajando en su tiempo libre.

Echando la mano hacia adelante, se quedó mirando el cuchillo


que había logrado robar del ático. Era el que Sissy casi había usado
contra Devina, el que había venido de la preciosa colección de
cuchillos de cocina del demonio.

¿Y cómo sabía él de sus orígenes? En el instante en que lo


había enganchado fuera de la barra, mientras habían estado
hablando, una vibración viajó por su brazo y se le clavó en el pecho.

Era de ella. Era la esencia misma de Devina.

Conseguir sacar la cosa fuera de allí también había sido más


fácil de lo que había esperado, todo lo que había tenido que hacer
era deslizarlo en su cintura y asegurarse de que su camiseta se
quedara bajada.

Sosteniendo el peso en sus manos, se imaginó a Devina no solo


de memoria, sino como si estuviera creando una escultura suya en
3-D de la nada. Todos los matices, desde el arco de sus cejas a la
curva de sus pechos, desde la longitud de su torso y la depresión de
su cintura hasta esas largas piernas y sus pies estrechos, se
transformaron totalmente en un primer plano. E incluso cuando
pensó que había llegado lo suficientemente lejos, se aseguró de
añadir el negro brillo de sus ojos malvados y los labios rojo cereza,
así como el brillo que siempre estaba por encima de ella y el aura
viciosa que la rodeaba…
J.R. WARD INMORTAL

El cuchillo comenzó a vibrar.

Como la punta de una brújula luchando para encontrar el


verdadero norte.

Puso una mano sobre la otra y apretó con fuerza para


asegúrese de que la cosa no salía disparada lejos de él, y luego lo
siguió hacia donde lo llevó. A la carrera, siguió el tirón tan cierto
como si hubiera una cuerda alrededor de las piezas de metal y
alguien las estuviera llevando a casa.

Pasando por el parque, fue por entre los rascacielos, trotando


por las calles paralelas a la zona de almacenes, siguiendo hacia
adelante a la parte sórdida de la ciudad con sus clubes y locales de
striptease. Y luego el cuchillo comenzó a virar a la derecha y lo llevó
por los complejos de edificios de apartamentos y hacia los centros
comerciales suburbanos y el…

El edificio al que finalmente lo llevó era de baja altura y gris,


una caja indescriptible de funcionalidad con un letrero en el que se
leía “RECURSOS HUMANOS INTEGRADOS” en la fachada
principal.

Contra sus palmas, la Henckels155 se iba calentando, como si


estuviera emocionada por estar tan cerca de su objetivo mutuo.

—Vamos a entrar—dijo entre dientes, caminando alrededor


por la parte posterior.

155
Hace referencia al cuchillo de Devina
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 46
Traducción: lau silyam

Corrección: Yazi Dreka

Sissy salió por la puerta principal de la vieja mansión,


siguiendo a Ad y Eddie hacia la noche. Mientras se abrochaba la
chaqueta de cuero de Jim, respiró el aroma que él había dejado en
su interior y se preguntó cómo demonios iba a encontrarlo. Los dos
ángeles parecían convencidos de que ella era capaz, pero malditos
fueran si ella sabía cómo.

— ¿Sabías que Devina es una acaparadora? —Preguntó Eddie


mientras levantaba el collar que Jim había dejado atrás.

Ella se esforzó por entender lo que él estaba diciendo.

—Ah, no.

Ad envainó un cuchillo de cristal en su cadera —Sí, ella se


pone como “demonio” con el TOC.

—La razón por la que ella colecciona cosas—dijo Eddie,


entregando la cadena con su colgante de paloma— es porque la
propiedad se transmite y se recoge en el metal. El metal más puro,
la atadura más fuerte, pero ese no es el único factor determinante.
Emoción fuerte, dolor físico, masacre… estos fortalecen el vínculo
entre lo animado y lo inanimado.
J.R. WARD INMORTAL

—Es por lo que él dejó el collar atrás —murmuró Ad— Él no


quería nada ligado a ti que cayera en las manos de Devina.
Demasiado peligroso.

—Pero eso también va a hacer que la encontremos —Eddie


negó con la cabeza— Eso es oro, por una razón. Muy poderoso.
¿Además del hecho de que tu madre se lo dio a él y era tuyo?
Demasiada emoción. Él está unido a esa cosa tanto como lo estás tú.

Ella miró los frágiles eslabones, el dulce amuleto.

—Vale, ¿entonces qué hago?

—Cierra tus ojos. Visualiza a Jim de pie frente a ti, y


recuerda cada detalle de él que puedas concebir. Imagínale en 3-D,
siente su presencia, su peso… haz contacto visual con él. Cuanto más
fuerte y claramente lo veas, mejor será la dirección. Entonces
cuando consigas el enlace y empiece a guiarte, iremos hacia dónde
sea que él esté.

Sissy negó, pensando en todas las cosas que había hecho en el


último par de días, esto hacía que tuviera más sentido y fuera
menos escalofriante. Cerrando los párpados, pensó en Jim y lo
visualizó junto a ella, observando todo, desde su pelo rubio oscuro
hasta la sombra de barba sobre su mandíbula, desde el cigarro en
sus manos hasta las botas de combate, desde los vaqueros y la
perenne camiseta blanca hasta el musculoso pecho. Y entonces ella
incluso se imaginó el mismo collar puesto en él…

Él se mostraba tan claro para ella, como si sus ojos miraran el


agua.

— ¿Le tienes contigo? —preguntó Eddie suavemente.

—Sí…
J.R. WARD INMORTAL

—Vale.

En el silencio que siguió, ella esperó que la pequeña paloma


dorada en la fina cadena dorada le hablara de alguna manera.

Y esperó.

Esperó algo más.

— ¿Qué se supone que tengo que hacer? —murmuró ella.

—Concéntrate más fuerte —replicó Eddie.

Frunciendo el ceño, ella fue por detalles aún más grandes,


viendo cosas como las motas azules en sus ojos, y la forma en que
sus dientes frontales estaban ligeramente separados en el centro, y
las cicatrices de viejas heridas en su cuerpo. Imaginó ese horrible
tatuaje bajo sus ropas que habían puesto sobre él. Le visualizó
hablándole, escuchando el sonido de su voz y su extraña risa. Le vio
sonriendo. Después no.

En sus manos, el oro del collar estaba caliente, excepto que


parecía que era solo por sus propias manos, no por nada
sobrenatural o paranormal.

Vamos, pensó. Vamos.

La ansiedad amenazó la claridad de lo que estaba visualizando.


Y cuanto más tiempo pasaba sin ninguna clase de respuesta por
parte del collar, más se preocupaba por él bloqueando cabezas con
Devina y haciendo cosas malas, muy malas.

—No creo que esto esté funcionando —susurró ella.

—Maldita sea —dijo Ad— ¿Qué demonios vamos a hacer


ahora?
J.R. WARD INMORTAL

—Dale un poco más de tiempo —Eddie se aclaró la garganta


— Relajémonos.

Sólo que ninguna cantidad de relax ayudaba. Finalmente, ella


abrió los párpados y sacudió la cabeza.

—Lo siento. No puedo… Oh, Dios, no puedo sentir nada.

—Él está siendo jodidamente invisible —Ad maldijo de nuevo


—Quiero decir, ¿si Sis no puede conseguir una puta mierda?

—Tiene que haber otra manera, ¿verdad? —Sissy agarró el


brazo de Eddie —Tiene que haber algo más que podamos hacer.

Los ojos del ángel se estrecharon, como si estuviera


ejecutando ficheros con cada pedazo de información que él hubiera
aprendido sobre todo, yendo a través de los títulos y subtítulos,
buscando, buscando.

— ¿Él llevaba su teléfono? —preguntó Ad.

Sissy sacudió la cabeza.

—Está arriba.

—Suerte para el GPS. Tío, fatal que no le pusieran un chip


cuando estuvo en los XOps. ¿A menos que lo hicieran?

Eddie se volvió despacio y miró hacia las ventanas cubiertas


con madera contrachapada en el lado izquierdo de la casa.

— ¿Dónde está su libro? —dijo con voz severa.

— ¿El de Devina? En el salón— Sissy se puso su collar,


juntando los brazos tras la cabeza para accionar los corchetes
—Pero ya no lo puedo leer.

Y pensar que ella había asumido que eso eran buenas noticias.
J.R. WARD INMORTAL

—Sígueme—dijo Eddie antes de regresar al interior de la


casa—Tengo una idea.

Mientras Jim forzaba la cerradura de la puerta trasera del


indescriptible edificio de oficinas, no estaba seguro de cuánto
tiempo tenía una vez se infiltrara en su interior. Asumiendo que
Devina hubiera comprado su mierda, había una buena probabilidad
de que ella iría al Creador de inmediato, no sabía cuánto tiempo iba
a durar esa conversación. También confiaba en que su sistema de
señal protectora de sacrificio virginal no iba a funcionar cuando ella
estuviera hablando con Dios mismo. Esto se basaba en nada más que
una corazonada sin embargo, aunque cuando él mismo había estado
ante la presencia del Gran Tipo, la experiencia había sido tan
completamente abrumadora, que casi había perdido la consciencia.
Con algo de suerte, Devina tendría una respuesta similar.

¿Sin embargo, y si él estaba equivocado sobre todo eso?

Entonces tendría sólo cuestión de unos segundos para


encontrar el espejo de la zorra y romperlo…

Click. El mecanismo de bloque de acero inoxidable se retrajo


en el momento justo, y rápidamente puso su kit de bloqueo antes de
agarrar el mango. Él estaba haciendo este B y E156de la forma
anticuada sobre la teoría de que cuánto más magia utilizara, más iba
a comprometer su invisibilidad. De nuevo, no sabía eso con
seguridad, pero no le costaba una mierda ser conservador.
156
B eaki g a d e te i g ue se t adu e o o alla a ie to de o ada .
J.R. WARD INMORTAL

En su mente, contó hacia atrás, tres… dos…

Ninguna información en la disposición de las instalaciones.


Nada excepto el cuchillo que le guiaba. Una

probable emboscada en cualquier momento.

Ningún refuerzo.

…uno.

Jim se deslizó dentro y dejó que la puerta se cerrara sola. El


pasillo estaba iluminado tenuemente por luces nocturnas de ahorro
de energía, y el hecho de que nada se activara por el movimiento
demostraba que él se estaba moviendo como si no estuviera allí.
Pero tuvo que asumir que la penetración habría activado su hechizo
de protección, y se puso en movimiento, corriendo por la alfombra
de lana cepillada de pared a pared con el chuchillo una vez más por
delante de él. Pasó por oficinas vacías y escombros de poca monta
como pedazos de papel esparcidos por el suelo, un teléfono de
oficina o dos, cables eléctricos. Estaba bastante seguro de que
Devina había creado una ilusión sobre el “negocio” para ocultarse a
sí misma y sus cosas de ojos curiosos, pero esa mierda claramente
no estaba funcionando con él.

O eso o la mentira solamente se desplegaba cuando ella le


daba pie.

¿Las buenas noticias? Al menos el cuchillo en sus manos


estaba hablándole a lo grande, poniéndose más y más caliente,
vibrando tanto que estaba en peligro de caer fuera de su control.

Los ascensores. Le llevó a los ascensores en frente del


vestíbulo.
J.R. WARD INMORTAL

Y eso fue un gran no. No iba a quedarse atrapado en uno de


ellos si ella regresaba a mitad de camino de dondequiera que él
estuviera yendo en el edificio…

Oh, Dios, ahí estaba el sacrificado.

Incluso aunque no había tiempo, él aún se acercó al cuerpo


desnudo que estaba colgado boca abajo sobre una tina de estaño en
la entrada principal.

No podía dejar al joven hombre allí.

Moviéndose rápido, bajó el cuerpo mientras aún agarraba el


cuchillo, y entonces él arrastró a la pobre alma maltratada hacia la
primera oficina que encontró y lo escondió por si acaso Devina
regresaba. ¿Después de que se hubiera hecho con ella? Iba a cuidar
del chico de alguna manera.

Era demasiado parecido a su Sissy de lejos.

Reorientándose, miró hacia la brillante señal roja de salida en


la esquina más alejada del vestíbulo. Corriendo hacia allí, se
encontró que la puerta tenía un panel de código de acceso instalado
en su marco, pero él ya se lo esperaba. Alcanzando su bolsillo
trasero, sacó una funda de piel y la abrió como una billetera
plegable. Dentro, había toda clase de golosinas que él había usado
en su viejo empleo en las XOps, y sacó una pieza cuadrada de
plástico que tenía el tamaño y la forma de una tarjeta de crédito…
sólo con un truco añadido: Un conjunto de cables salió de uno de los
extremos y los conectó a una pequeña CPU que no era más grande
que un carnet de conducir. Arrastrando la tarjeta a través, se
detuvo en mitad del lector, se inició una secuencia, y observó los
números rojos en el lector escaneados tan rápido que sus ojos no
pudieron rastrear los discretos números.
J.R. WARD INMORTAL

Bingo. La puerta se desbloqueó.

Puso su kit atrás juntos, empujó la puerta, entró a una


escalera de cemento y acero que tenía iluminación ambiental y olía
como la arcilla…

Con una repentina explosión de optimismo, el cuchillo saltó


lejos de él y cayó por las escaleras, dando vueltas alrededor de los
descansillos de forma descuidada, golpeando las paredes,
traqueteando sobre los rastros. Lo siguió a la carrera, manteniendo
el ritmo.

No tuvieron que ir muy lejos.

Al sótano.

Por supuesto.
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 47
Traducción: Sandra Dee

Corrección Sonia Fuentes

Cuando Sissy dejó a los ángeles en la sala, su corazón iba a


mil por hora. La idea de que Jim estuviera ahí fuera quizás luchando
con Devina, era suficiente para darle palpitaciones. ¿Que no sabían
dónde estaba?

Era suficiente para darle náuseas.

─El libro está allí─ dijo señalando la repisa de la chimenea.

Eddie cruzó el suelo desnudo y cogió el libro en sus manos,


hojeando las páginas. Por alguna razón al parecer, podía leerlo y no
ser malvado, por lo menos, suponía que ese era el caso.

─ Estas palabras ─ dijo ─fueron escritas utilizando el semen


de sus esbirros. Y si mal no recuerdo, sí, ahí estamos. La lista es del
Infierno, literalmente.

─ ¿Qué tiene esto que ver con la búsqueda de Jim?─ preguntó


Sissy.

─ Él va a ir tras el espejo primero antes de atacarla. Si coge


el espejo, Devina no será capaz de escapar al Infierno y
esconderse. Tendrá una buena oportunidad de matarla sin él. Ad,
¿me das tu cuchillo?
J.R. WARD INMORTAL

Ad se puso en frente con el arma de cristal, y Eddie lo cogió y


dejó el libro en el suelo. Cerrando la cubierta, clavó la punta afilada
en el cuero viejo, haciendo un agujero circular que penetró en las
mismas páginas; después con un tajo rápido y un siseo, cortó su
propia palma. Cerrando el puño, mantuvo la cosa sobre el agujero
que había hecho, la sangre de plata goteaba hacia abajo en las
páginas, pero no formó un charco.

Cada gota fue absorbida por el tomo antiguo, desapareciendo.

Con voz suave, el ángel comenzó a decir palabras correlativas,


y la lengua no era ninguna que Sissy entendiera.

─ ¿Qué está haciendo? ─ susurró mientras se agachaba.

Ad asintió en señal de aprobación ─ Está usando su voluntad


para convertir el libro en un localizador.

─ La lista del inventario ─ suspiró ella.

─Correcto. Devina mantiene su colección y su espejo juntos.


Esto va así, encontraremos el segundo porque el libro nos ayudará a
encontrar la primera. Enseguida vuelvo.

Era una visión poderosa, pensó mientras se quedaba sola con


Eddie. Y algo que le gustaría pintar: el ángel caído con su gruesa
trenza colgando sobre su hombro y su enorme cuerpo acurrucado
sobre el libro antiguo, el puño extendido con un camino brillante que
fluía hacia abajo, uniéndolos a los dos.

Ad acababa de regresar cuando Eddie se detuvo y parecía que


necesitaba un momento para volver a conectar con la realidad.

Eddie se aclaró la garganta. Sacudió su cabeza ─ ¿Tenemos


una…?
J.R. WARD INMORTAL

─ Aquí ─ dijo Ad, sosteniendo algo.

─ Me lees la mente.

Era una brújula, una de las antiguas del Ejército Suizo, y


Eddie cogió la esfera verde y plata y la encajó en el círculo que
había excavado en el libro. Entonces los tres se inclinaron. La flecha
roja se volvió loca, girando a su alrededor antes de caer en una
serie de convulsiones, dando vueltas de un lado al otro.

Hasta que finalmente se paró en dirección noreste.

─Parece que lo conseguimos ─ murmuró Ad ─ Suponiendo que


la maldita cosa no quiera solo ir a un Barnes and Noble157.

Sissy se levantó de un salto ─Vámonos.

Excepto que Eddie se quedó dónde estaba, mirando fijamente


hacia abajo, a la brújula.

─ ¿Qué pasa? ─ preguntó Sissy.

Los ojos rojos del ángel se levantaron, centrándose no solo en


ella, sino también en Ad, como si quisiera asegurarse de que ambos
lo escuchaban.

─ Nadie rompe el espejo. ¿Lo entendéis? si rompéis ese


cristal, terminaréis en un millón de piezas, también.

Sissy frunció el ceño─ ¿Jim lo sabe?

─Sí, pero no estoy seguro de que lo recuerde. Y es por eso por


lo que tenemos que encontrarlo primero.

157
Librería más famosa de EEUU
J.R. WARD INMORTAL

Santa María, madre del TOC.

Cuando Jim salió del hueco de la escalera al sótano adecuado,


y su compañero el cuchillo salió ruidosamente para reunirse con sus
amigos, se quedó atónito por un momento a pesar de que él había
visto la colección de Devina antes: En un espacio poco iluminado, con
un ligero olor a rancio, que parecía tan grande como un campo de
fútbol, cientos de escritorios estaban esparcidos alrededor,
mirando en todas direcciones.

No estaban ordenados, estaban colocados sin ton ni son, según


su estilo o su antigüedad.

Por lo que Devina no sabía que él estaba aquí aún.

¿Dónde estaban los relojes y los cuchillos? se preguntó


buscando por el vasto espacio. Tenían que estar en alguna parte o
Fido el Ginsu158 no habría escapado de esa manera.

Espejo, espejito mágico... ¿dónde coño estás tú?

Comenzó hacia adelante, alejándose de los ascensores, porque


si fuera Devina, él pondría su bien más preciado tan lejos de la
salida / entrada como pudiera.

Se había ido unas diez yardas159 cuando él giró alrededor y


decidido darse un poco de apoyo a sí mismo.

158
Hace referencia a una marca de cuchillos que se vendían en la Teletienda, Ginsu, el cuchillo
que tiene Jim de la colección de Devina.
159
9.14 metros
J.R. WARD INMORTAL

Trabajando rápido, comenzó sacando cajones, y vertiendo su


contenido en el suelo, creando pilas de botones de metal,
pendientes, relojes y anillos de sello. Había gafas con bordes
metálicos y cerraduras de maletas, llaves de coches, monedas y
todo tipo de material efímero de metal que golpeaban el hormigón y
bailaron un poco, como si estuvieran contentos de ser liberados.

Luego se volvió y…

Ding!

El noventa y nueve por ciento de su cuerpo se congeló en su


lugar. El uno por ciento no desenvainó una de sus dos dagas de
cristal cuando las puertas del ascensor se abrieron.

Quienquiera que fuese, no podría ser Devina, a menos que


ella…

─ ¿Qué coño? ─ Ladró.

Eddie salió primero. Adrián era el último. Sissy estaba en el


puto medio.

La ira de Jim era una nube en forma de hongo nuclear ─ ¿Qué


coño hacéis trayéndola…?

Sissy puso las manos en alto mientras caminaba hacia adelante


─ Jim, no puedes hacer esto.

Él la ignoró, apretando el arma mientras una parte de él quería


nada más que matar a los dos criminales idiotas que al parecer
habían pensado que era una gran idea llevar a su mujer en este
viaje. ¿Lo único que detuvo el ataque? Que los hijos de puta eran
los únicos que iban a tener que sacarla de aquí.
J.R. WARD INMORTAL

─ Jim, escúchame ─ Sissy le levantó el rostro, acercándole su


cuerpo de paso ─ Tú eres el alma. ¿Me escuchas? Eres el alma y no
puedes hacer esto. Está es tú encrucijada, si intentas matarla…

Él la empujó fuera de su camino y se fue hacia Eddie,


agarrando la chaqueta del tipo con su mano libre e inclinando la hoja
justo en su cuello grueso ─ Sácala de aquí. Ahora.

Pero el hijo de puta no dijo nada. Él sólo se enfocó a lo lejos


como si supiera (lo sabía) que cualquier cosa que dijera sólo iba a
dar lugar a una pelea, y que no iba a permitir que una distracción así
ocurriera.

Sissy agarró el brazo de Jim ─ Esa es la razón de los halos. Tú


tienes uno. Yo tengo uno. Vicent diPietro. Detective DelVecchio. Ese
hombre en mi funeral. Nadie más los ve.

─No hagas trampas con esto─ le gruñó a Eddie ─No lo hagas…

─ ¡Yo no me voy de aquí sin ti! ─ le gritó Sissy.

─… y no vamos a dejarte hacer esto…

─ Llévatela…

─… ¡porque no sólo vas a perder la guerra, también vas a


perderte a ti mismo!

─…fuera de aquí.

El traqueteo se puso en marcha a su alrededor, los escritorios


vibrando en el suelo y luego cambiando de posiciones, empujando los
cajones y las cosas que él había tirado de unos cuantos escritorios
al suelo, ordenándose a sí mismos por su propia voluntad en filas y
alineaciones apropiadas.
J.R. WARD INMORTAL

─ ¡Jesucristo! ─ Jim empujó a Eddie a distancia y se paseó en


un círculo cerrado ─Jodido infierno. Esto es simplemente…

Sissy se acercó a él de nuevo, bloqueando su camino, incluso


cuando él puso sus manos sobre su cabeza para que no pudiera
agarrar sus brazos.

─ No tienes que hacer esto…

─ ¡Ella te hizo daño! ─ gritó ─ Ella, joder…

─No hagas esto por mí. No te atrevas a hacer esto


por mí como algún tipo de…

─ ¡¿Cómo no podría?! ¡Ella te hizo daño! ¡Ella cortó tu cuerpo!


¡Ella lo hizo de manera que casi tuve que matarte para conseguir que
estuvieras limpia! ¿¡Tú crees que yo puedo dejar ésta mierda
correr?!

Sissy retrocedió como si la hubiera golpeado. Pero no dio


marcha atrás ─ Tú no estás bien de la cabeza.

─ ¡Estoy muy jodido, vale!

─ Estás infectado. Como lo estaba yo.

Eso lo paró en seco durante una fracción de segundo. Pero


entonces él sacudió su cabeza ─ No lo estoy. Y yo no soy una de las
almas, Sissy… no sé lo que piensas que estás viendo…

─Tu ira es ella dentro de ti, Jim. Escúchame ─ Ella lo alcanzó


y tomó su rostro entre las manos ─ Escúchame… ella está dentro…

─ ¡No, ella no está aquí! ¿Crees que no lo sabría?

─ Yo no lo supe hasta que ella se había ido, ¿recuerdas? Jim,


esta ira nos va a tirar todo por tierra.
J.R. WARD INMORTAL

─ ¡Esto es por ti!

─ Gilipolleces. ¡Si lo fuera, no estarías tratando de arruinarte


a ti mismo y perder ésta guerra! ¡Te quiero a salvo más de lo que me
importa que Devina tenga lo que se merece! Cristo, Jim, por favor
¡Escúchame!

Renunció a razonar con ella y fijó a Ad y Eddie con una mirada


dura ─ Esto es para vosotros dos. Si algo le pasa a ella, os voy a
matar también…

Y entonces ya era demasiado tarde.

Los escritorios se callaron, el ascensor sonó de nuevo, y la


voz de Devina dijo en un tono desagradable ─ Supongo que no he
sido invitada a mi propia fiesta, eh?

Por una fracción de segundo, Jim quería estallar: el hecho de


que Eddie y Adrián hubieran expuesto a Sissy a tal peligro. Que ella
estuviera diciendo gilipolleces. Que Devina hubiese llegado.

En su lugar, cogió a Sissy y todo lo que hizo fue lanzarla hacia


los ángeles idiotas.

─Corred ─ les dijo entre dientes ─Corred, joder.


J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 48
Traducción: Mayerin Pineda

Corrección: Rosmery Gutierrez

En cuanto el demonio salió del ascensor, Sissy sintió que el


aire se le fue y luego, se trataba de un caso de carrera olímpica, en
la que se le permitió tener poca o ninguna opinión independiente,
Eddie agarró uno de sus brazos y uno de Ad y los tres se
apresuraron como si estuvieran siendo perseguidos a través de fila,
tras fila, tras fila, de oficinas antiguas.

Ella trató de mirar por encima del hombro, pero no pudo ni


siquiera dar un vistazo gracias al agarre de muerte de Eddie.

Y entonces la colección cambió. Instantes después, tenía la


vaga impresión de ropa, un sin número de ropa colgando en
bastidores como si estuvieran en una especie de tienda por
departamentos. Y zapatos. Bolsos. Entonces una cama del tamaño de
una sala de estar, y un tocador con maquillaje suficiente en él para
hacer cien mil caras.

Eddie les dio un tirón para detenerse frente a un espejo alto


de tres partes y auto-estable160 que fue envuelto en todo tipo de
remolinos franceses elegantes.

— ¿Es... eso...?— Preguntó Sissy, entre respiraciones


jadeantes.
160
Se mantiene de pie, tiene apoyo.
J.R. WARD INMORTAL

—Ni siquiera cerca— Eddie jadeaba mientras miraba


alrededor —Tenemos que ponernos a cubierto.

—No— Ad contrarrestó —Tenemos que encontrar ese espejo


y esconderlo. Eso va a desestabilizar a Devina y tal vez nos dará un
poco de tiempo junto a Jim.

—Entonces, ¿dónde demonios lo colocó ella?— murmuró Eddie.

—No es en donde está la luz— Sissy se oyó decir —Sería en la


oscuridad. Aunque... No tengo ni idea de por qué lo sé.

En el momento justo, los tres miraron hacia un rincón. Ahora


que el demonio había llegado, la iluminación de arriba se había
encendido, iluminando todo... excepto ese lugar. Era hora de volver
a la carrera de la muerte.

Los tres corrieron hacia la oscuridad, y Sissy sintió un


escalofrío que se filtró abajo, más allá de su piel y en sus huesos.

—Es aquí— dijo Eddie en voz baja.

Cuando los ojos de Sissy se ajustaron, ella solo podía


distinguir las dimensiones de la cosa principal. A continuación, los
detalles se fueron revelando poco a poco, todo desde el cristal
decrépito que no parecía reflejar en realidad nada de lo que estaba
en frente de él, a la estructura podrida y los cuerpos retorcidos,
trenzados que parecían adornar los cuatro lados de la misma.

—Hombre, esa perra es de doce clases de feo. Y por una vez,


no estoy hablando del demonio— Ad murmuró.

Eddie maldijo entre dientes —Ella sabrá que estamos


moviéndolo.
J.R. WARD INMORTAL

—Pero tal vez nos dará cierta ventaja en su contra— Ad se


acercó al espejo, y se preparó, esperando antes de agarrarlo
—Vamos. Hagámoslo.

Eddie fue hacia el lado opuesto e hizo una mueca de disgusto


cuando puso sus manos sobre el marco —En tres. Uno, dos… Tres.

Ambos ángeles se quejaron cuando subieron el tremendo peso


del piso de concreto, sus grandes cuerpos esforzándose. Cuando
finalmente estaban completamente enderezados, era obvio Adrián
se esforzaba debido a sus lesiones.

—Estoy ayudando— dijo Sissy, agachándose bajo los brazos


de Ad y esperando alguna queja.

Excepto que ninguna vino… Lo cual le dijo como eran las cosas
de terribles.

—Oh, esto es desagradable— jadeó mientras agarraba el


marco y se dirigía al ascensor —Es como... La gripe.

Todo su cuerpo reaccionó a la conexión, su estómago se


balanceo, sudor frío rompió sobre toda su piel, su cabeza
palpitando.

—Vamos— espetó ella —Ya no puedo esperar para bajar esto.

Era la peor pesadilla de Devina manifestada: Cada vez que


entraba en uno de sus lugares protegidos, su miedo era siempre que
J.R. WARD INMORTAL

algo se había ido, faltaba, o estaba fuera de lugar… y ¿qué encontró


ella ahora? Alguien… probablemente, ese chupapollas de Jim, había
arrancado sus cajones de oficinas y arrojado su mierda en el suelo.

¿Y por si fuera poco? Ella tuvo que hacer frente a la vista de


esa, ahora no virgen y esos dos hijos de puta de ángeles caídos, de
pie, como putos estúpidos que se encontraban en el medio de sus
malditas putas mierdas.

Era suficiente para hacerla decir al diablo con todo, matare a


los cuatro.

Jim no merecía nada menos por mentirle a ella.

De nuevo.
Lágrimas inundaron sus ojos, como todo el mundo su amante
empezó a correr lejos, adentrándose en su sótano. Su primer
instinto fue llamar a sus secuaces y enviar la tripulación tras ellos,
pero ella no lo hizo. Este era el tipo de cosas que quería resolver
por su cuenta. Además, ese trío no era lo que importaba; Jim lo era.
Y ¿después de todo este juego? Ella iba a poseer a Sissy, a Adrián y
a Eddie, junto con todos los demás en el planeta, de modo que eran
más que bienvenidos a tratar de esconderse cuando no había ningún
lugar dónde hacerlo.

Además, quería a Jim solo, sin distracciones.

Cepillando sus mejillas, ella se limpió las manos en el asiento


de sus pantalones de cuero. Había cambiado su bata de casa para ir
a ver al Creador, pero había mantenido su hermoso y brillante
Loubous.

Hombre, ella había estado tan condenadamente complacida


con que la audiencia había sido concedida y feliz de que Él había
J.R. WARD INMORTAL

estado dispuesto a verlos a los dos. Así que estaba malditamente


entusiasmada con el giro de los acontecimientos.

Excepto que tan pronto como ella había conseguido volver, no


había hecho más que chequear su maquillaje en el ático del hotel.

Ella había sabido el instante en que su espacio había sido


violado.

El instante en que su confianza había sido violada.

Ella tuvo que secarse los ojos de nuevo, lo cual era una perra,
porque ella no quería manchar su maquillaje —Jim... Maldita sea.
¿Nunca voy a aprender contigo?

El bastardo seguía mirando por encima del hombro,


comprobando si su preciosa Sissy y sus bestias estúpidas habían
salido.

Era suficiente para hacerla violenta. Pero ella necesitaba…

Mientras él se reenfocó hacia ella, el odio en su rostro era tan


profundo, tan penetrante, tan abrumador, que retorció sus rasgos
fuera de lugar.

Lo cual era un tipo de contacto, de verdad. También una señal


de que la infección en él había llegado a un nivel completamente
nuevo.

— ¿Tienes algo que decirme?— ella arrastró las palabras,


mirando hacia adelante a la lucha que ellos estaban a punto de
tener.

Salvo que lo único que él hizo fue dar un paso atrás. Y otro.

Y luego arrancar a la carrera.


J.R. WARD INMORTAL

Tomó una fracción de segundo que su cerebro hiciera los


cálculos. Y entonces ella gritó y salió en el aire.

¡Su espejo!

¡Mierda! Ellos iban detrás de su espejo…

Viajando en una lucha de moléculas, ella aceleró por la esquina


posterior de la planta baja, y no lo logró. De alguna manera, Jim fue
capaz de coger su derecha en pleno vuelo, y en el instante en que el
contacto se hizo, se reformó en contra de su voluntad, su cuerpo
cada vez más sólido y corpóreo. Y él se aprovechó de eso. Con un
poderoso tirón, la atrajo hacia el suelo duro, frío y enrollado
alrededor de ella mientras sus manos se clavaron en sus hombros, y
luego en su cuello.

Su instinto fue defenderse, pero luego pensó, ¡no...! ésta era la


configuración perfecta para su juego final, la oportunidad para que
él tome la decisión de “matarla" a ella y siguiendo a través de ese
impulso, su encrucijada revelándose, su elección dando como
resultado que ella ganara el juego.

Excepto, joder, no podía perder ese espejo.

En un tremendo empujón, ella apareció debajo de él, y las


cosas eran demasiado urgentes para ella para tratar de
desmaterializarse, así que corrió en sus tacones altos, corriendo
como una estúpida hacia su armario y su cama…

Jim sacó algún tipo de tacleada, llevándola abajo de nuevo,


dejándola sobre su colección de zapatos, los bastidores cayendo,
zapatos de tacón alto, bombas, botas de salir por todas partes.
Pero que mierda. Quitándose su gran peso de encima, ella se levantó
una vez más, perdiendo el equilibrio y luego encontrándolo de nuevo
J.R. WARD INMORTAL

incluso en los stillies, sus ojos buscando el rincón más alejado de la


oscuridad.

Jim estaba sobre ella de nuevo.

Era como si tuviera un sinfín de reservas de energía, y ésta


vez no iba a dejarla ir. Sus manos feroces apretaron alrededor de
su garganta y él empujó su cuerpo en el tocador y luego contra su
espejo regular, el vidrio destrozando todo a su alrededor mientras
luchaban entre sí, él para llevarla hacia abajo, ella para liberarse.

Y de repente, hubo un destello de cristal sobre su cabeza. Él


había desenvainado su daga.

Ahora era el momento.

A pesar de que iba en contra del terror de perder su portal al


infierno, se obligó a estar laxa. Los ángeles y esa pequeña perra no
estaban incentivados a destruir la cosa, se recordó. Si lo hicieran,
estarían simplemente matándose a sí mismos en el proceso.

Deja que él te apuñale, se dijo a sí misma mientras se


centraba en sus enloquecidos ojos azules llenos de odio. Luego
todos serán tuyos y puedes salvar el espejo de esa manera.

—Hazlo— dijo ella preparándose.

A diferencia del simple cuchillo de cocina que había sido


preparado para Sissy así lo usaba contra ella, esto iba a doler como
una pesadilla.

En última instancia, sin embargo, iba a conseguir todo lo que


siempre había querido.
J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 49
Traducción: Sora Rlhdn

Corrección: Sonia Fuentes

Jim iba a hacerlo. Con la daga sobre su cabeza y el odio


gritando en su alma, iba a apuñalar a Devina… y no sólo una vez. Iba
a Hannibal Lecterla161 en trozos, machetear sobre ella hasta que ahí
no hubiera nada más que un charco de su malvada sangre y joder
eso parecería el interior de una puta salchicha.

Con ella bloqueada en su agarre, todo volvió a él, y fue una


representación horrible y triste, comenzando con su madre en ese
suelo de la cocina de la casa de campo y terminando con él, Adrián
y Eddie luchando para extraer algo del cuerpo puro de Sissy. Y
todo, todo, se debía a la maldad de está demonio, el derramamiento
de sangre y el sufrimiento, incluso el suyo propio…

Desde la nada, la imagen del rostro de Sissy apareció y


bloqueó todo lo demás. Vio su caminar hacia él desde ese ascensor,
levantándose en su rejilla, gritando detrás de él.

No había habido cólera en sus ojos.

Había sido el terror.

Jim sacudió su cabeza como si eso pudiera limpiarlo y trató de


volver al trabajo. Pero esa foto de ella en el ojo de la mente no se

161
Descuartizarla como hacia Hannibal Lecter a sus victimas
J.R. WARD INMORTAL

desvanecía, casi como si hubiera sido colocada allí por alguna otra
fuente.

Y oh, Dios, sus labios se estaban moviendo. Ella le estaba


hablando, contándole cosas sin ningún puto sentido, que iban contra
todo lo que sabía sobre la forma de cómo la guerra funciona y cuál
era su trabajo.

—Hazlo— gruñó Devina —Solo acaba de una puta vez con esto
¿quieres? ¡Tú jodido cobarde!

Jim comprometió una vez más el programa echando su hombro


hacia atrás…

¡Quiero que te salves más de lo que me importa que Devina


consiga lo que ella merece!
Apretando los dientes, Jim luchó contra la voz de Sissy en su
cabeza, tratando de obviarla y hacer lo correcto, lo adecuado…

— ¡Apuñálame, hijo de puta!

Jim se rompió. Con cada onza de fuerza que tenía, él.... giró a
Devina una vez, dos veces... tres veces, y la lanzó lejos de él,
enviándola escorada a través del suelo de hormigón, sus zapatos de
tacón alto capturando la luz y brillando, el estrépito de sus pisadas,
haciéndose eco de todo.

— ¡No puedes tenerme! ─Le gritó a ella— ¡No puedes tenerles!

Y entonces la mierda fue en cámara lenta.

En una serie de eventos que sin duda iba a recordar por el


resto de su vida inmortal, Devina perdió el equilibrio y ésta vez no
pudo recuperarse, su cuerpo cayendo hacia atrás, sus brazos
haciendo el molinillo, el pelo moreno ondeando a su alrededor
J.R. WARD INMORTAL

mientras viajaba a través del suelo de hormigón a punto de


aterrizar sobre su culo.

Excepto por el hecho de que no fue en donde ella terminó.

Desde un rincón oscuro en el sótano, como si fueran ladrones


de contrabando sacando una pintura de un museo, Sissy, Eddie y
Adrián salieron a la vista. Todos estaban de acuerdo en un plan, los
tres corriendo a través del suelo con el espejo de Devina alzándolo
para arriba en un agarre comunal.

Era el agujero para salvar a toda la humanidad.

Pese a que había acres de espacio de suelo para que Devina


montase un mercadillo de segunda mano, no llegaron a un acuerdo y
ella taconeo hacia atrás justo en el feo y picado cristal del espejo,
su cuerpo impactó rompiendo la superficie, el impacto abrió una
zona de succión en ese portal que ellos habías abierto en la
oscuridad del salón.

Él nunca olvidaría la expresión de Devina cuando ella se dio


cuenta de lo que había sucedido. La conmoción y el horror eran el
tipo de venganza con el que él habría estado contento… excepto por
el hecho de que el instante que ella fue jalada, algo dentro de él se
retorció... entonces consiguió su propio tirón.

El centro de su pecho se estaba estirando hacia delante de su


columna vertebral, y sintió como si su caja torácica se fuera a abrir
de golpe. Y aun así no le quería el espejo.

Sólo esa parte de Devina que estaba en él.

Su torso se arqueó hacia atrás violentamente, estaba seguro


que se iba a partir por la mitad, y levitaba sobre el suelo. Justo
cuando estaba a punto de desmayarse por el dolor…
J.R. WARD INMORTAL

¡Chasquido!

Como una banda de goma, la extraña sustancia salió disparada


liberándolo y golpeó el aire, la nube negra de abejas exactamente
como la que había salido de la incisión metafísica de Sissy. Y él no
era el único que perdió algo.

Mientras caía de rodillas, estaba aterrorizado porque Sissy o


los ángeles fueran aspirados, pero el espejo quería reclamar sólo a
Devina… y eso era por lo que Ad convulsaba y tenía espasmos,
haciendo muecas de dolor, su cuerpo retorciéndose mientras
perdía su agarre y levitaba y…

El mal lo dejó también, la nube se formó delante de su pecho


para luego salir libre y entrar en la aspiración del remolino negro.

Mientras Jim luchaba por permanecer consciente, se dio


cuenta de un sonido extraño por encima de los aullidos del espejo
roto, y fue entonces cuando se dio cuenta de que las agencias
habían comenzado a moverse, haciendo un cambio de actitud.

—Permaneced detrás del espejo— les gritó Jim — ¡Quítense


del camino!

Eddie desapareció y luego volvió a la vista mientras agarraba a


Ad desde donde había caído y Sissy también. A continuación, Jim no
pudo verlos ya.

Todo lo que podía hacer era rezar.

Y sus oraciones fueron contestadas.

Todo en el sótano era arrastrado hacia el vacío, todos los


relojes y los cuchillos, la colección de piezas de metal, la ropa,
zapatos y maquillaje, la cama... cada objeto que Devina había
comprado o tomado se fue junto con ella, su esencia había
J.R. WARD INMORTAL

corrompido todo lo que estaba a su alrededor. Debilitado por la


lucha, todo lo que Jim podía hacer era ver con temor algo
demasiado monumental para comprender o explicar, como sacado de
un sueño donde lo que presenciabas era posible sólo porque no era
real.

Excepto que esto realmente estaba pasando.

Con cada objeto consumido, llamas negras lamian desde la zona


de succión como si el espejo estuviera disfrutando de una buena
comida, madera, tela y metal desapareciendo. Lo último fue el
marco del espejo. Y como con todas las cosas que fueron antes de
él, los cuatro lados desaparecieron en el vórtice y luego hubo un
estampido sónico.

Un eructo cósmico, eso fue.

Y así fue cómo, en la última ronda de guerra del Creador... Jim


salvó al mundo.

Mientras los oídos de Sissy estallaban con explosiones


gemelas de dolor, el enorme ¡Bom! que arraso el sótano la
conmocionó por un momento. Pero entonces se despejó y abrió los
ojos y...

Estaba vacío.

El sótano entero no era más que espacio vacío, el suelo de


cemento desnudo incluso de una cubierta de polvo. Excepto por Jim.
J.R. WARD INMORTAL

Él estaba a una milla de distancia, o eso parecía, se desplomó


sobre sus rodillas, una mano apoyada como si apenas pudiera
sostenerse a sí mismo.

— ¡Jim!— se puso de pie —Jim...

Él tendió su brazo libre hacia ella, y cuando llegó a él, no sabía


quién aguantaba más.

—Me salvaste— dijo en su pelo —Me salvaste.

—No, yo…

—Fuiste tú, todo tú. Te vi y me estabas hablando a mí y...


Como había muchas palabras atascadas en su garganta, demasiadas
cosas que decir, sólo la besó profundamente, y…

— ¡Santa mierda!

Los dos se echaron hacia atrás y miraron a Eddie y Adrián. Ad


se estaba poniendo de pie poco a poco, ambas manos hacia fuera
como si esperase tener que sujetarse él mismo de una caída en
cualquier momento.

—Santo... hijo de puta.

Comenzó a mover todo su cuerpo, brazos y piernas de ésta


manera y… y por un momento, ella no tenía ni idea de lo que estaba
haciendo. Entonces ella se dio cuenta... ¿Estaba corriendo en el
sitio?

—Oh, Dios mío, ha perdido la cabeza — susurró ella, pensó que


tres exorcismos en tantos días era demasiado. Incluso para sus
estándares.

— ¡Estoy curado! ¡Estoy curado!


J.R. WARD INMORTAL

Con un movimiento rápido, Ad corrió en el suelo, hizo algunas


volteretas, lanzó algunos movimientos de kung fu, parecía que iba a
intentar un Split… sólo que se lo pensó mejor.

— ¡Puedo ver!— corrió hacia ellos, golpeando con su dedo hacia


su ojo ahora claro — ¡Puedo ver! Tomó lo que saqué de Matthias…
las lesiones se fueron con la mierda de Devina.

—Oh, Dios mío — Jim respiró — ¡Eso es... increíble!

—Lo sé, ¿correcto? ¡Y sabes lo que eeeeeeeeeso


signiiiiiiifiiiiica! ¡Hooooooooola, señoras!

Sissy tuvo que agachar la cabeza en el pecho de Jim mientras


las caderas de Ad rodaban adelante y atrás y luego se alejó y corrió
alrededor otra vez.

—Increíble — dijo Jim con una sonrisa —Ganamos la guerra, y


lo único que importa es el hecho de que él consigue de vuelta el
amor a su vida.

Sissy se inclinó en brazos de su hombre y miró sobre su


cabeza —El halo se ha ido.

─ ¿De verdad?─ Él le dio unas palmaditas en el espacio aéreo


por encima de su cráneo —Supongo que esto realmente se fue.

—Lo hiciste.

—No, lo hicimos. Iba a matarla, realmente iba a... pero lo único


que pude ver eras tú. Todo lo que podía oír era tu voz. ¿Sin eso?
Sólo Dios sabe lo que habría sucedido.

Eddie se acercó y sonrió. Entonces ofreció su mano a Jim.

—Bien hecho. Me siento orgulloso de ti.


J.R. WARD INMORTAL

Jim gruñó y se puso de pie, llevándola con él. Y entonces


aceptó lo que le ofrecía —No podría haberlo hecho solo.

—Tienes ese derecho—dijo Ad mientras el bailaba cha-cha-


cha, una mano sobre su vientre plano, y la otra en un ángulo recto.
—Pero puedo decir... que no ha sido ningún placer.

Ad no ofreció una mano. En cambio, él agarró a Jim y lo abrazó


fuerte —Pero no habría querido hacer esto con nadie más.

Los ojos de Sissy estaban acuosos mientras Jim palmeaba a su


amigo en la espalda —Es una calle de dos sentidos, amigo.

Cuando se separaron, Ad despejó su garganta como quien


descarga la emoción fuera de sí mismo. Luego señaló ambos
pulgares en su pecho y dijo — ¿Quién tiene dos pulgares y está a
punto de colocarse? Este chico.

Eddie rodó sus ojos —Sabes, no tenemos que…

La mirada de Ad fue sagaz —Te puedo encontrar a una


pelirroja. Tu saaaaaaabes cuánto te gusta una buena pelirroja.

Las cejas de Eddie subieron hasta la frente y le dio a la


cinturilla de sus pantalones vaqueros un tirón —Yo, ah...

—No me digas que no deseas alguna si la pudiera conseguir.

Hubo algunos arrastres de pies. Un pequeño carraspeo de


garganta. Y luego la libido de Eddie aparentemente tomo una
decisión. Mirando por encima a Jim, el ángel dijo —Bueno, aquí
están las llaves del coche. Chicos ¿estáis bien para ir a casa?

—Creo que puedo manejarlo— dijo Jim secamente.

—Bueno. Eso es bueno.


J.R. WARD INMORTAL

Hubo un largo momento entre los tres hombres, como si


hubiera demasiado por decir aún si tuvieran toda la noche para
hablar.

—Iros— Jim murmuró bruscamente.

—Disfrutad de vosotros mismos. Os lo merecéis.

—No te vayas sin decir adiós— dijo Ad.

—Tienes mi palabra.

Y entonces los Ángeles se fueron, desapareciendo en el aire.

Jim puso su brazo alrededor de su cintura, y los dos fueron en


un paseo a través del vacío, sus pisadas haciéndose eco de todo.

— ¿Tienes hambre?

Ella tenía que reírse —No sé. No puedo... todo esto es


demasiado.

—Tengo una idea.

— ¿Y qué podría ser?─ Ella estiró el cuello para mirar su cara.


— ¿Algo en la línea sobre lo que Adrián estaba tan entusiasmado?

—Bueno, sí — Su hombre se ruborizó —Pero, ah, algo más


primero.

—Pizza.

—No. Estaba pensando... algo como tú en la parte trasera de


mi moto y nosotros, ¿ah vamos cabalgando?

Sissy se inclinó sobre él y se echó a reír — Es una estrofa de


una canción de Prince, ¿sabes eso?

— ¿Lo es?
J.R. WARD INMORTAL

—Sí. Y... mi respuesta es sí.

En los ascensores, él pulsó el botón de subir y ella frunció el


ceño.

— ¿Qué pasa?─ preguntó.

─Hubo alguien como yo aquí, no estaba allí. Alguien se


sacrificó para proteger su espejo.

—Sí, había.

—Yo no lo vi.

—Me hice cargo de los restos cuando llegué. Y voy a


asegurarme de que él está cuidado.

Parte de ella sentía que debía ayudar a ese proceso. La otra


mitad... no estaba segura de que pudiera manejar viendo lo que ella
misma parecía.

Pero no era una cobarde. Joder, necesitaba ayudar a quien la…

—Sissy— Jim tomó sus manos y las puso en su pecho —Déjame


tratar con él, ¿vale? No necesitas ver eso. Además, tengo que creer
que él ahora es libre.

— ¿Puedes averiguarlo con certeza?

—Sí, lo prometo. Pero ganamos la guerra por lo que me imagino


que alguien justo va al Cielo. Es lo único que es justo.

—Simplemente... asegúrate.

—Te doy mi palabra.

Sissy exhaló mientras las puertas se abrían y los dos


caminaron juntos. Había un espejo montado en la pared, en un marco
de acero inoxidable. Apoyándose en el cristal, miró... no halo.
J.R. WARD INMORTAL

Verdaderamente se fue.

— ¿Te quedaras conmigo?— se oyó a si misma preguntar


bruscamente —Tú… quiero decir, no puedo ir al Cielo, ¿correcto?, y
no quiero estar aquí sola.

Mientras empezaron a subir, Jim le dio vuelta en sus brazos y


miró abajo, hacia ella, llevando su cabello detrás de su cara.

—Te amo— dijo —Así que ¿dónde más estaría que contigo por
toda la eternidad?

Poniendo sus brazos alrededor de su cuello, ella sonrió y lloró


al mismo tiempo —Eso... Suena como el Cielo para mí.
J.R. WARD INMORTAL

CAPÍTULO 50

Traducción: Sandra Dee

Corrección: Rosmery Gutierrez

Fue una caída que duró para siempre.

Al principio, Devina pensó que estaba atrapada en la zona de


succión, pero cuando las paredes de su Pozo de las Almas,
aparecieron por todos lados se dio cuenta que en realidad estaba
descendiendo al Infierno en un punto muerto.

Esto iba a doler.

Y tenía razón.

El impacto fue desgarrador, el tipo de cosas que te hacían


perder el aliento, la vista, los latidos cardíacos, así como la ilusión
de belleza que requería su apoyo consciente. Pero ella no murió. A
pesar de que todos los receptores del dolor que tenía gritaron en
agonía y su carne podrida se contorsionó y torció contra la furiosa
embestida, ella todavía estaba "viva".

Así que cuando el parpadeo comenzó por encima de ella, fue


capaz de presenciarlo.

Al principio, ella asumió que eran estrellas bailando frente a


sus ojos por una lesión en la cabeza, pero luego se dio cuenta de que
no.
J.R. WARD INMORTAL

Era una especie de nieve brillante.

Excepto que... No.

Era su colección. Filtrándose a través del estancado aire del


pozo, todas las piezas de metal que había recogido durante milenios,
se desplazaban en descenso, como si ellos buscaran quedarse con
ella a pesar de que ahora estaba en una especie de prisión eterna.

Sentada, tendió los brazos, dispuesta a coger la hermosa


avalancha como si lloviera... Ninguno de los objetos la alcanzó.

Desde fuera de las paredes viscosas de la prisión que era


ahora su cárcel, las manos torturadas de los condenados se
extendieron y retomaron lo que era suyo, reclamando los objetos,
cogiéndolos de vuelta, restableciendo su propiedad.

Robándoselos a ella.

Fue entonces cuando la pérdida de la guerra dio en el blanco. Y


el demonio lloró lágrimas que se convirtieron en diamantes negros
que saltaban y saltaban sobre el suelo de piedra irregular desde su
mesa de trabajo.

Ella dejó que la emoción siguiera su camino porque no tenía


otra opción. Había perdido su oportunidad de dominación. Había
sido engañada fuera de una eternidad que era legítimamente suya.
Su colección se había ido. Solo Dios sabía si le quedaban esbirros
que quisieran escucharla.

Cogiendo su cráneo en sus manos de hueso, lloraba con tanta


fuerza, que pensó que haría añicos todo de nuevo al igual que su
amado espejo lo había hecho.

Pero no lo hizo.
J.R. WARD INMORTAL

Finalmente, los jadeos y las lágrimas se detuvieron, y ella


sollozó y trató de limpiarse a sí misma… A pesar de que era difícil
hacerlo con los huesos crudos de su brazo.

Convocando un poco de fortaleza, hizo una llamada a la ilusión


en la que ella había estado confiando para hacerse hermosa,
pensando que por lo menos eso la animaría.

No pasó nada. Su carne no se soldó, ni se reavivó su color y


calidez. Su lustroso pelo moreno no brotó de su cráneo calvo. Sus
piernas no aparecieron por arte de magia, suaves y exquisitas.

Ella gritó de nuevo en ese punto.

Excepto que entonces el sonido de algo golpeando a su lado la


hizo girar la cabeza hacia arriba. Era un zapato. Era uno de sus
brillantes…

La otra mitad del par de Louboutins cayó junto a ella.

Sollozando, ella extendió la mano y los acercó, secando las


manchas negras de los cristales de color crema... los cuales estaban
ajustados al metal.

Prueba positiva de que si comprabas algo de calidad, podría


pasar por todo. Incluyendo un portal al Infierno.

Mirando a través de ellos, viendo como la luz ambiental se


quedaba atrapada en sus caras un instante y se reflejaba de nuevo
en ella, los apreciaba mucho más porque fueron los últimos de su
vida allá en lo alto, los restos finales de su preciosa colección.

¿Cómo iba a ser a partir de ahora? Todo lo que tenía era su


mesa de trabajo manchada y este cuerpo reventado en
descomposición.
J.R. WARD INMORTAL

Se estiró y se puso uno y luego el otro. El hecho que fuera de


un tamaño demasiado pequeño estaba bien, ahora que había poca o
casi nada de carne en sus pies.

Mientras movía los tobillos de un lado a otro, los zapatos


brillaban a pesar de lo fea que era, las suelas rojas aún vibrantes
porque ella apenas los había usado.

Pero pronto perdió el interés en admirarlos.

Resultó que la terapeuta, que ella estaba convencida de que no


había sido una mujer humana en absoluto, sino más bien el Creador
Mismo, tenía razón. Los tacones de aguja eran solo objetos. Y nada
de lo que realmente importaba estaba a su alcance ahora: su
trabajo haciendo el mal, su amor por Jim, su libertad para vagar
dónde y cuándo quisiera.

Solo los zapatos.

El Creador había estado tratando de hacerle ver una verdad


que ella había aprendido demasiado tarde.

¿Las cosas? No eran “la cosa”.

Pero vamos, ella era el mal. ¿Qué más podía hacer una chica?

Inclinando hacia atrás la cabeza, miró hacia arriba, arriba,


arriba... Y se preguntó qué estaría haciendo Jim. Probablemente
celebrando con esa Sissy.

Dios, lo odiaba; realmente lo hacía.

Tal vez algún día, si alguna vez salía de este lugar ella podría
encontrar un hombre de verdad, alguien que la apreciara por quién y
por qué era. Alguien que fuera enfermo y retorcido, pero que
J.R. WARD INMORTAL

tuviera buenos valores tradicionales, una buena cuenta bancaria y


sentido del humor.

Y que aguantara durante horas en la cama.

Probablemente no existía nadie así. Pero teniendo en cuenta


que no tenía nada más que hacer durante... Bueno, mierda, tal vez
para siempre, bien podría vivir en una fantasía.

Los recuerdos y su mente era todo lo que tenía ahora.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 51
Traducción: Sora Rlhdn

Corrección: Sonia Fuentes

La tarde siguiente...

Arriba en el Cielo, Nigel hizo rodar el carro de té sobre la


loma al lado de los muros de la Mansión de las Almas. Por lo general,
la mesa se ponía con su voluntad, pero con nada en que ocuparse,
quería hacer las cosas más de forma manual.

Fue quien desdobló el mantel de damasco de su esmerado


plegado, dispuso los platos y las tazas y platillos. Colocó la tetera,
los terrones de azúcar, la crema y también la fuente que contenía
un surtido de bollos y galletas.

Está bien, vale, él había conjurado los comestibles, pero él no


era panadero.

Inclinándose, Nigel alineó los cubiertos con precisión junto a


las servilletas. Ajustó todo de forma que estuvieran perfectos.
Arregló las flores,

— ¿Eso es para mí?

Escondió una pequeña sonrisa cuando se volvió y vio a Jim.

— Bienvenido es a unirse a nosotros, Salvador.


J.R. WARD INMORTAL

El ángel parecía incómodo, como si no supiera cómo manejarlo


después de haber hecho bien su trabajo — No tienes que llamarme
eso nunca más.

Nigel inhaló profundamente. Estiró su traje blanco. Y caminó


alrededor de la mesa.

Sin preámbulo ni artificio, abrazó a Jim y dijo bruscamente.

— Creo que te llamaremos eso para siempre.

Jim le devolvió el abrazo y se quedaron allí por un momento.


Luego ambos caminaron hacia atrás. En ese momento, habían
aparecido los otros arcángeles con Tarquin, que saltó sobre Jim y
casi lo derribó.

Mientras el grupo hablaba de victoria y alabanzas, Nigel


permaneció en la periferia siendo testigo del intercambio de
felicitaciones: Byron y Bertie lanzaron sus brazos sobre el salvador
tal y como su perro lo haría, e incluso Colín se unió, el arcángel
Guerrero llegando tan lejos como para esbozar una sonrisa que llegó
a sus hermosos ojos.

Incapaz de soportar la vista de eso, Nigel miró hacia el


parapeto. Había siete banderas ondeando en la brisa, el triunfo
final de Jim por el que reclamó todas las rondas, incluso en las de
Devina habían prevalecido. Los colores eran variados y parecían
como un arco iris en el cielo.

— ¿…Nigel?

— Lo siento mucho— dijo, volviendo a centrarse— ¿Qué


decías?

— ¿Te importa si te pregunto algo en privado?— repitió Jim.


J.R. WARD INMORTAL

Nigel miró sobre su mesa. Los tres arcángeles se habían


sentado, Byron y Bertie charlando como pájaros en un árbol de
primavera, su innata energía impulsada por el hecho de que el miedo
había desaparecido, la tensión había desaparecido, y todo lo que
permanecía era el lugar y el trabajo que más amaban.

— No hay necesidad— murmuró Nigel — Tu respuesta es sí.

Los ojos de Jim se cerraron y zigzagueo en sus botas.

— ¿Estás bien, compañero? ─ Preguntó Colín.

El Salvador asintió con la cabeza y frotó su cara. Luego miró a


Nigel — ¿Seguro?

— ¿Crees que iba a hacer algo para poner en peligro las almas
de los justos?

— Está bien, entonces. Gracias.

— No es mi merito, es todo tuyo─ Entonces se suavizó— Pero


estoy... tan feliz por ti. Muy feliz por ambos.

— Gracias— Jim vaciló — Una última cosa... ¿las almas como


Sissy? ¿Los inocentes que han sido sacrificados durante siglos por
Devina para proteger su espejo…?

— Se han unido a los justos en este lugar. El Creador lo vio


inmediatamente después de que Devina se desvaneciese a su Pozo
de Almas.

— Así que allí es dónde está.

— Y es donde deberá quedarse.

— Buen trato. Eso es... bueno.


J.R. WARD INMORTAL

El Salvador se fue un momento más tarde, y Nigel miró


fijamente el lugar donde había estado parado. Había tanto que
agradecer, tanto en lo que regocijarse, y sin embargo estaba triste
hasta el punto de la desesperación.

— Si me disculpáis— dijo sin mirar a nadie en particular —Me


voy a retirar a mis aposentos.

Byron sonrió —Por supuesto. Hay mucho de lo que


recuperarse.

Bertie asintió con la cabeza mientras pasaba a Tarquin un poco


de galleta — Por todos los medios, vigilaremos todo por ti.

Nigel asintió y se dio vuelta. No había ninguna razón para


esperar ninguna respuesta de Colín, aunque el arcángel era el único
del que verdaderamente le importaba tener una.

Mientras caminaba a través de la hierba, pensó en la seres


humanos allí abajo, viviendo, muriendo, enamorándose, rompiendo
sus corazones. Eran más fuertes de lo que jamás había conocido, se
dio cuenta que durante todos estos milenios se había compadecido
erróneamente de su espiral mortal.

Ahora los veía como triunfadores.

No sólo no temían la pérdida, sino que vivían a través de su


realidad, y la victoria que había ocurrido no iba a cambiar eso. Con
el mal fuera del mundo, todavía tenían que lidiar con la muerte, y
cómo les respetaba por su capacidad de recuperación.

Cuando llegó a su tienda, él echó hacia atrás la entrada y


caminó dentro del lujo que una vez había encontrado tan intrínseco
a su bienestar. Ahora, era simplemente toda parafernalia de una
colorida clase.
J.R. WARD INMORTAL

Sus ojos se aproximaron a la chaise longue donde había


realizado su terrible acto, y aunque la odiaba, la había mantenido
por una razón. El recordatorio de su arrogancia y su pensamiento
erróneo era necesario para…

— ¿Sabes que soy?

Nigel se dio la vuelta. Colín estaba de pie justo dentro de la


tienda, sus ojos lejanos, su cuerpo llenando la entrada.

— Yo-yo-yo...— Nigel necesitó un momento para lidiar con su


sorpresa — Lo siento, ¿Qué quieres decir?

Colín entró y se dio una vuelta, con sus fuertes brazos hacia
fuera de su cuerpo — ¿Sabes lo que soy?

Eres el amor de mi existencia, pensó Nigel.

— Eres Colín— dijo en su lugar.

El otro arcángel emitió un sonido evasivo en su garganta tal


que no se sabía si la pregunta había sido contestada correctamente.
— Hay un dicho, abajo en la tierra de uno como yo. Estoy seguro que
has oído hablar de él.

—Me temo que no soy un lector de la mente ─ Nigel tocó su


cabeza —Esto no funciona tan bien como solía.

Colín se acercó un poco más y un poco más todavía. Y entonces


hizo la cosa más milagrosa. Se acercó y tocó la cara de Nigel,
acariciando su mejilla —El refrán que se usa a menudo entre las
almas abajo es... "Errar es humano, perdonar es divino."

El corazón de Nigel comenzó a golpear. Y entonces su cabeza


se convirtió en vértigo —Sí, sí, lo he oído.

Por favor, no rompas mi corazón, pensó. Aunque rompí el tuyo.


J.R. WARD INMORTAL

— Y lo que soy— Colín le dio pie.

— Eres...— las lágrimas hicieron que las cosas ondulasen


—Eres un arcángel. Eres un guerrero favorecido de Dios, protector
de los Cielos y la tierra. Eres...

No podía decir la última palabra. Así que Colín la terminó por


él — Soy divino— Colín se inclinó y le besó — Yo soy divino. Y te
perdono.

Nigel no fue galante en absoluto cuando se lanzó en brazos de


su amado. Supo no cuestionar el regalo de este reencuentro. No le
importaba a qué conclusiones había llegado Colín para conseguir ese
acuerdo. No iba a obsesionarse en que preciso momento había
cambiado todo.

En el pasado, habría insistió en conocer los detalles.

¿Ahora? Tomó lo que se le ofrecía y lo sostendría de por vida.

Había otros refranes humanos que vinieron a su mente, los que


implicaban regalos y caballos y bocas, incluso uno que implicaba
"felizmente" y "siempre" y "después".

Pero cuando se echó hacia atrás en los brazos de Colín, él


continuó con el refrán humano más poderoso de todos ellos.

—Te amo— dijo suavemente —Te amo... por siempre.

Cuando Adrián llegó a la parte trasera de la vieja casa, llevaba


alrededor de 35 mil calorías de Dunkin Donuts entre las tres bolsas
J.R. WARD INMORTAL

y la caja de surtido de veinticuatro que él acababa de comprar.


Eran alrededor de las cuatro de la tarde, y aunque algunos podrían
haber considerado el cargamento material de desayuno solamente,
él era menos prejuicioso, y como era un buen tipo, incluso los había
probado por si había veneno, comiéndose dos con mermelada y uno
cubierto de chocolate en el camino a casa. Hablando de despertar el
apetito. Estaba deseando papear una docena más, tomando su café
y entonces chocó con Eddie para resarcirse de la noche anterior.

— ¿Conseguiste mi café?─ dijo sobre su hombro.

Eddie lo miró estúpidamente por un segundo. Y luego con el


programa — Sí, Umm... sí. Sí, lo hice.

Sí, Eddie había tenido su cerebro jodido.

Ad sonrió y se dirigió a la mesa. Habían hecho un trio de


mujeres en el transcurso de la noche, ¿o habían sido cuatro? Los
viejos buenos días estaban de vuelta otra vez y fue aún más intenso
debido a la casi-perdida que había ocurrido.

¿Ahora? Por una vez en su vida inmortal, él y su amigo se iban


a tomar unas vacaciones. Tal vez en algún lugar cálido, donde las
damas usasen tangas y nada más, la cerveza estuviera fría y la
pesca fue espectacular…

El sonido de algo arañando en la puerta de atrás le hizo volver


la cabeza. Eddie la abrió y el perrito desaliñado que cojeaba dio un
espectáculo de bienvenida.

Dog había desaparecido durante ésta última ronda.

Pero ahora el pequeño chico volvió, corriendo en círculos


alrededor de los tobillos de Eddie, saltando en el regazo de Ad.
J.R. WARD INMORTAL

—Hey, ¿quieres compartir?— preguntó Ad. Cuando él consiguió


a cambio un ladrido, abrió la parte superior de la caja y rebuscó
algo que no tuviera frutos secos. Aunque considerando que el perro
no era realmente un perro, probablemente no le importaba.

— ¿Qué es ese olor?— dijo, retrocediendo.

Y fue entonces cuando vio el humo elevándose de la superficie


de la mesa. El perro había saltado fuera de su regazo y estaba
poniendo una pata... bajo la cual un diseño estaba ardiendo.

Ad se desplomó en su silla ─No. No-no. No es posible.


Necesitamos un descanso…

— Oh, joder— susurró Eddie.

Cuando el perro había terminado con su dibujito, el "animal"


arrastró sus patas haca atrás y ladró dos veces. Luego plantó su
pata abajo otra vez como si estuviera apuntando.

Ad se inclinó y sintió la sangre salir de su cabeza — No. Nadie


más que él.

— ¿Dónde está ?— le preguntó Eddie — Pensaba que estaba en


el Purgatorio.

Dog le cortó con un ladrido.

— Bueno, mierda— dijo Ad, bajando la tapa de la caja —No


hay donuts para ti.

Cruzando sus brazos sobre su pecho, puso mala cara y no le


importaba una mierda si eso le hacía un gilipollas.

— Por favor—imploró Eddie —No Lassiter. Cualquiera menos


Lassiter, podría estar en cualquier lugar del planeta, haciendo nada.

Dog simplemente niveló sus ojos a los de los dos.


J.R. WARD INMORTAL

— ¿Nos tomamos el fin de semana libre, por lo menos?


Murmuró Ad.

— ¿En comparación con qué? ─ Dijo Jim, desde la puerta.

Cuando el salvador entró en la habitación, estaba recién


duchado y por una vez no tenía enormes círculos negros bajo los
ojos. De hecho, parecía realmente alrededor de un cuarto de siglo
más joven que la noche anterior, pero eso era lo que podrían hacer
doce horas de buen amor por un chico.

Ad debería saber.

Dog saltó fuera la mesa a los brazos de Jim, la cola yendo a


una milla por minuto, la lengua lamiendo, mirando cada poco
demostrando adoración. Y Jim le devolvía toda esa mierda,
agachando su cabeza, hablándole suavemente, acariciándole.

Cuando Jim lo puso abajo, los dos se miraron fijamente uno a


otro durante más tiempo, y luego el perro dejó escapar un suave
gemido... antes de darse la vuelta e ir hacia la puerta como si
hubiera dicho un adiós difícil.

A su paso, el HDP162 le miró a él y Eddie como diciendo, Chop,


chop, muchachos... Tráiganme ese tonto que acabo de quemar en la
mesa.

Con Dog fuera, Ad calcó la cara. Las líneas que se habían


hecho estaban todavía calientes.

— ¿Quién es? ─ Preguntó Jim.

— Una pesadilla— murmuró Ad.

— Nuestra próxima misión ─ cortó Eddie.

162
Hijo De Puta
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Tan rápido? ¿De veras? ¿No tendré unas vacaciones o


alguna mierda?

Ad asintió con la cabeza a la caja que había cerrado—Tenemos


donuts. Hurra.

Hubo un momento de silencio. Y entonces Eddie dijo


suavemente — Te vas, ¿verdad?

Ad se levantó la vista a tiempo para ver los ojos de Jim ir a la


ventana sobre el fregadero. Parecía estar imaginando cosas
mientras miraba fijamente hacia fuera, cosas que realmente no
estaban en el patio trasero.

— Era todo sobre ella al principio— dijo el tipo — Y no me


refiero a Sissy.

— Sí— asintió Eddie — Lo sé, pero qué hay acerca de…

— Todos cuidados— La mirada del salvador dio la vuelta a los


dos, se quedó calado por un momento. Entonces dijo —Sabéis,
cuando todo esto empezó, no os quería a ambos involucrados. Yo
siempre había sido un agente solitario— miró a Ad — y tu canto
realmente consiguió joder mis nervios.

— Yyyyyyyyy mi trabajo está hecho—respondió con un guiño.

— Pero sabéis, cuando estábamos tratando de sacar el mal


fuera de Sissy, y no pude hacerlo solo... vosotros dos estabais allí.
¿Si no hubierais estado? La habría perdido. Vosotros dos... la
salvasteis conmigo.

Bueno, ahora Ad estaba esquivando su mirada. Era demasiado,


y no quería que se le empañasen los ojos. Él simplemente....
no…lo…haría.
J.R. WARD INMORTAL

Joder, sus ojos estaban llorosos.

Jim estaba todavía hablando, mencionando cosas como


sacrificio y poner el bien común primero, todo lo cual en su opinión,
Eddie y Ad al parecer habían hecho.

¡Oh!, hombre, el hijo de puta tenía que parar. Realmente tenía


que parar…

Ad fue a una de las bolsas y sacó algunas servilletas de papel y


por lo menos Eddie tuvo que enganchar una y sonarse también, por
lo que él no sentía como si fuera el único coño en la sala.

—Así que gracias— Dijo Jim, bruscamente —Os debo mi vida.

Ad se abalanzó por encima de la mesa y disfrutó de la


ausencia total de dolor que vino con el movimiento brusco — Basta
ya de hablar. Si sigues así me terminarán creciendo un par de
ovarios o alguna mierda.

Ad abrazó a Jim fuerte, muy fuerte. Y luego caminó hacia


atrás así Eddie podría hacer lo mismo.

—Hey, ¿qué está sucediendo? Dijo Sissy mientras entraba


— ¿Todo bien?

Ad se quedó mirando a la mujer. Resplandecía de la cabeza a


los pies a pesar de que estaba vestida con la ropa más sencilla que
le había conseguido de Target. No era más que... una belleza sin
maquillaje, su pelo liso, sin complicaciones.

—Es hora de decir adiós, Sis— Se oyó decir a sí mismo.

— ¿Vas en alguna parte?

No, pensó tristemente. Tú te vas.


J.R. WARD INMORTAL

Capítulo 52
Traducción: Klaus rlhdn

Corrección: Rosmery Gutierrez

Por alguna extraña razón, ver a Sissy abrazar a cada uno


de los ángeles era difícil.

Por otra parte, a Jim no le gustaba ver a su mujer llorando y


estaba claro que ella realmente amaba a los chicos, a pesar de que
no había sabido de todos ellos por mucho tiempo. La guerra, sin
embargo, tenía una forma firme y rápida de unir a la gente.

— ¿Voy a verte de nuevo?— Preguntó mientras tomaba una de


las servilletas que Ad le ofrecía.

—No lo sé, tal vez— murmuró Ad mientras ella le daba unos


golpecitos a sus ojos.

—Nunca digas nunca— dijo Eddie con una sonrisa triste.

Hubo una larga pausa y Jim sabía que tenía que conseguir
sacar la mierda fuera de aquí, antes de que la pierda también.

—Vamos— dijo más o menos mientras tiraba de su brazo.

— ¿A dónde vamos?

—Solo... ven conmigo.


J.R. WARD INMORTAL

La condujo hacia el frente de la casa, deteniéndose solo para


ofrecer un último saludo a Eddie y Adrián mientras permanecían en
la cocina con todos los donuts.

— ¿Jim? Estoy como enloqueciendo aquí.

Al salir al vestíbulo, el reloj del abuelo comenzó a sonar y


cerró los ojos. No cuentes... Es… No importa... No cuentes... Uno,
dos, tres…

—Jim, ¿estás bien?

… cuatro, cinco, seis…

— ¿Jim?

...Siete, ocho, nueve...

—Está bien, ya es oficial—dijo—Estoy totalmente volviéndome


loca.

Levantó el dedo índice.

... Diez, once...

— ¿Jim...?

...Doce.

Después de un momento de nada más que puro y hermoso


silencio abrió los ojos y la vio solo a ella — ¡Oh gracias Dios!

— ¿Qué?

—Te lo diré después.

Sacándola a la caliente luz del sol de la primavera, dio un par


de pasos y la sentó exactamente donde habían estado antes. Dios,
J.R. WARD INMORTAL

pensó, era una de larga distancia la que habían recorrido, solo para
que pudieran estar aquí de nuevo uno junto al otro.

— ¿Jim?

— ¿Te acuerdas de cuando fuimos a tu casa ayer por la noche


en mi moto?

Ella asintió y se apartó el pelo hacia atrás. Tenía los ojos en


una complicada mezcla de tristeza y de paz —Sí y gracias por eso.
¿Te di las gracias?

—Sí, lo hiciste.

—Fue bueno ver a mi familia para dormir a pierna suelta,


¿sabes? Me da un poco de esperanza, de que tal vez el paso del
tiempo…

—Quiero que pases la eternidad conmigo.

La sonrisa que obtuvo a cambio fue amplia e instantánea.

— ¿Me estás pidiendo que me case contigo en el sentido


inmortal? Porque si es así, mi respuesta es sí— Ella se inclinó y lo
besó en los labios una vez. Dos veces —Claro que sí.

— ¿Incluso si eso significa... que tal vez no veas más a tu


familia?

— ¿Quieres decir cómo irme al oeste contigo?— Sissy tomó un


respiración profunda—Bueno, la verdad es que realmente no puedo
verlos ahora. Puedo pero no es como si pudiera estar con ellos. De
hecho es casi más doloroso quedarse Caldwell, así que sí, a pesar de
que no pueda creer que esté diciendo esto... Sí, creo que me
gustaría salir fuera de la ciudad.
J.R. WARD INMORTAL

— ¿Estás segura?

Ella se quedó en silencio por un tiempo. Luego le miró —Puedo


estar todo el tiempo del mundo mientras este contigo.

Durante un largo momento memorizó su cara, la forma en que


la luz de la tarde caía sobre su frente y sus mejillas, la belleza de
su mirada azul y la curva de su boca, la que había besado durante
horas.

—Está bien— murmuró —Cierra los ojos y agarra mi mano...

Un gran giro y un segundo después él le dijo —Ahora ábrelos.

Sus párpados se levantaron lentamente y ella retrocedió como si el


hecho de que el paisaje hubiera cambiado por completo fuera una
sorpresa.

— ¿Dónde estamos... es un castillo?

—Sí lo es. Vamos.

Él la ayudó a levantarse y la condujo a través de la brillante


hierba verde del cielo, estabilizándola cuando ella estiró cuello para
mirar hacia el cielo azul brillante.

—Este es el lugar más hermoso que he visto en mi vida.

Es curioso, en realidad no lo había notado hasta que había


llegado aquí con ella.

Llegaron a una parada en el foso que recorría todo la antigua


fortaleza. Su agua era tan clara que se podía ver los peces koi que
nadaban alrededor, con sus aletas de mariposa agitándose hacia
detrás y hacia adelante en las corrientes cristalinas.
J.R. WARD INMORTAL

Hubo un golpeteo resonando por encima y después el ruido de


grandes eslabones de cadenas que pasaban a través de un sistema
de polea.

El puente sobre el agua bajó lentamente, como si ellos


estuvieran dándole el tiempo para reconsiderarlo y él pensó que
debía hacerle saber lo que estaban a punto de hacer, aunque cuando
él la miró, tenía lágrimas rodando por sus mejillas.

—Esto es el Cielo, ¿no es así?— ella se ahogó.

—Sí. Una vez crucemos... no hay vuelta atrás. Vas a tener que
esperar a que tu familia venga a por ti.

Se pasó las manos por sus mejillas —Pero pensé que no se me


permitía.

─Nigel dijo que eras bienvenida. Eres pura ahora,


conseguimos sacar el mal de ti y de mí también.

Sissy se echó a reír a través del llanto — ¿Es en serio? Estas…

—Sí —Él sonrió — ¿Entonces, qué dices? ¿Quieres dar el paso


conmigo?

Ella lo miró a él —Te amo.

—Me lo tomaré como un sí— A medida que el puente caía con


un golpe seco de peso pesado, indicó el camino de nuevo con una
galante mano —Las mujeres primero.

Sissy dudó un momento y luego, entre el despliegue ordenado


de risas y danzas, su espíritu se elevó mientras atravesaban los
viejos y usados tablones, con tanta alegría que se encendió desde el
interior también.
J.R. WARD INMORTAL

Jim sacudió la cabeza y tuvo que sonreír cuando tomó su


primer paso, el segundo, el tercero.

Esto no era como él había imaginado que terminaría todo esto,


pero hombre, él cogería esto que tanto había soñado. Caminando de
manera constante un par de yardas detrás de su mujer, descubrió
que cuanto más lejos del otro lado del puente iban más lejos parecía
estar el destino, como si estuvieran en una casa de espejos que
distorsiona la realidad. Excepto, que de repente, él miró hacia atrás
y la hierba verde, el cielo azul y los árboles parecían estar a un
centenar de millas de distancia.

Dándose la vuelta, él… se detuvo en seco.

Sissy había reducido la marcha y luego se detuvo también,


algún tipo de luminosa niebla amenazaba con eclipsarla. Con un
repentino estallido de puro terror Jim se giró sobre los talones
para ponerse a la altura...

Excepto que ella no estaba en ningún peligro y de hecho, se


había detenido porque había una figura de pie, en el remolino de
aire espeso, frente a ella.

Una mujer.

Y Jim sabía exactamente... qué... quién... era.

Cerrando los ojos, se hundió en su propia piel y sus huesos,


todo menos ceder. Cuando abrió los párpados de nuevo y descubrió
que la presencia seguía allí, sintió como que no podía caminar y sin
embargo lo hizo. Tuvo que poner la palma de su mano sobre su boca
para mantener el llanto.

Finalmente, también se puso delante de la figura.

Dejando caer su mano dijo en un suspiro ahogado —Mamá.


J.R. WARD INMORTAL

Su madre no estaba llorando, ella sonreía brillante como el sol


que él y Sissy había dejado atrás, ella estaba sonriendo y estaba
bien y saludable, su cuerpo curado, con el cabello reluciente y los
ojos chispeantes.

—He estado esperando por ti, Jimmy— Con eso, envolvió sus
brazos alrededor de él y lo mantuvo apretado, incluso aunque su
cuerpo era más grande —Oh, hijo... Está bien. Estás bien... Todo
está bien.

Él estaba totalmente, jodidamente perdido, pero ella lo


levantó del suelo y Sissy estaba también allí, acariciando su espalda,
apoyándolo.

Y entonces el mayor milagro sucedió.

De repente, todo el sufrimiento se había ido, toda la tristeza


y el dolor fueron arrancados de él y él se hizo ligero y boyante
como la niebla que les rodeaba.

Aliviado le tocó el rostro a su madre, sus hombros, las manos...


Solo para asegurarse de que era real.

Y lo era.

Luego se volvió hacia Sissy y tiró de ella contra él.

—Ah, mamá, esta es mi Sissy.

—Hola— dijo Sissy ofreciéndole su mano —Estoy tan…

Su madre era igual como siempre había sido, tirando de Sissy


estrechándola y abrazándola— Sé que estas separada de tus
parientes, pero antes de que te des cuenta de esto, estarán
esperándote aquí. Esto hace que la distancia sea mucho más fácil de
soportar.
J.R. WARD INMORTAL

Por primera vez en treinta años Jim tomo un profundo aliento,


facilitándole la respiración.

Vengan los dos— dijo su mamá, poniéndose en su otro lado


—Vamos para que se establezcan, os va a encantar estar aquí.

Guiados por su madre, él y Sissy se adelantaron en la niebla y


mientras marchaban él miró a su mujer, dándole un apretón antes
de besarla en la boca y ella le devolvió la sonrisa.

Bueno, ahora como decían en casa, esto era solo una prueba
que Dios realmente existía.

—Es todo sobre el amor— su mamá estaba diciendo —No


importa de qué lado estás, es todo sobre el amor.

Amén, pensó mientras entraba en el Cielo con las dos personas


que más le importaban.

Amen a eso.
J.R. WARD INMORTAL

Fin

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