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Secundaria GUÍA DE APRENDIZAJE N° 07 2do.

Bimestre

Nombres y apellidos: ___________________________________________ Fecha: 17 / 06 /2020
Área: Arte y Cultura. Docente: Pbro. Lic. Gerson Díaz Huaylinos.

Cuando una película o a una serie nos atrapa, suele ser gracias a los
personajes de esa historia. Hay mucho debate sobre si es más
importante el personaje o la trama. Y lo cierto es que ambos lo son.
La trama resultará menos interesante si el personaje es muy plano y no
empatizamos con él. Y el personaje no tendrá mucho desarrollo ni nos
enganchará si la trama no es interesante.
¿Cómo podemos crear personajes tridimensionales con los que
empaticemos? Pues trabajando mucho en la escritura.
Así que aquí van algunos consejos que te pueden ayudar a crear
personajes interesantes.

En muchos cursos y libros de guion, te recomiendan hacer fichas de los personajes con su perfil físico
y psicológico.
Estas fichas incluyen los rasgos que caracterizan físicamente al personaje, como por ejemplo si es
alto o bajo, si tiene alguna tara o peculiaridad al andar, al comer o al dormir…
También incluyen un perfil psicológico: si es una persona optimista o pesimista, si tiene alguna manía,
si es una persona violenta o pacífica, qué
comida y qué música le gustan, etcétera.
Pero mi consejo es que tampoco te
vuelvas loco con eso. De poco nos sirve
saber que su comida favorita es el
estofado, si no tiene ninguna relevancia
en la historia.
Sin embargo, si es celíaco o vegano,
puede resultar interesante. Porque esto le puede por ejemplo provocar un conflicto en una cita a
ciegas, o en el primer día de un nuevo trabajo.
Es decir, es importante si nos sirve de material para
crear tensión y conflicto entre personajes.

La extensión dependerá de la importancia del


personaje. De esta forma intentamos ponerle voz, y es
ese personaje, con sus propias palabras, el que nos
cuenta cómo es y cómo ve el mundo. Así, cuando vayamos a dialogar, ese personaje ya tendrá una
voz distinta al resto.
Cada personaje es un mundo, al igual que cada persona. Y al crear personajes hay que pensar en qué
lenguaje y qué argot utilizan.
Además, si luego vamos a dirigir esa historia al llevarla a la pantalla, será un material muy útil para los
actores.

Esto está muy relacionado con la trama. ¿Qué obstáculos se va a encontrar el personaje a lo largo de
la historia? ¿A qué dilemas se tendrá que enfrentar?
Algo muy útil es saber cómo reaccionaría cada personaje ante una situación de emergencia. Por
ejemplo en un incendio, ante el maltrato de otra persona, o de un animal.
¿Es activo o pasivo? ¿Se comporta de forma valiente o cobarde? ¿Es egoísta o es desprendido?
Imaginar a cada uno de los personajes en situaciones de este tipo nos va a servir para definir cómo
es ese personaje.

Tanto la palabra estereotipo como la


palabra arquetipo provienen del griego.
El estereotipo es un modelo con pocos
detalles. Una visión muy simplificada de una
persona, o de un grupo de personas.
El arquetipo, sin embargo, es el origen de un
modelo. Es decir, es la fuente a partir de la
cual se derivan otros modelos que dan lugar a la personalidad de cada individuo.
Un personaje basado en estereotipos es un personaje que tiene una capa de pintura muy fina. Es
decir, no está muy trabajado. Y suena a alguien que ya hemos visto mil veces.
Conocer los arquetipos más comunes en la literatura y la psicología nos va a permitir crear personajes
con más cuerpo y con más densidad.
Y especialmente cuando desarrollamos un personaje antagonista. Al que hay que desarrollar bien
para que no sea simplemente un estereotipo al servicio del guionista.

Una cosa es lo que el personaje desea, y otra lo que el personaje necesita. En términos generales, y
de forma muy simplificada, el deseo externo del personaje se suele relacionar con el objetivo que
tiene en la historia.
Por ejemplo, puede que un personaje desee llevar a cabo una venganza. Y que esté obsesionado con
esa venganza. Sin embargo, en realidad lo que necesita ese personaje es la redención. Necesita
perdonar y pasar página.
Y a lo largo de la historia y del desarrollo de la trama,
el personaje acaba siendo consciente de cuál era su
necesidad.

Cuando escribimos el guion de un cortometraje no


suele dar tiempo a que los personajes sufran grandes
cambios. Aunque hay cortos brillantes que sí que lo
consiguen. Sin embargo, en el caso de que vayas a escribir un guion de largometraje, hay que tener
muy presente la evolución del personaje.
Esto está muy relacionado con el deseo y la necesidad. Es decir: cómo era al empezar la película, y
cómo acaba al final. ¿Se queda igual, o ahora es distinto? ¿Ha pasado de ser un misántropo huraño y
estar enfadado todo el día, a reconciliarse con el género humano? ¿Pensaba que se comería el mundo,
y el mundo le ha acabado comiendo a él?
Tener en cuenta esto es importante, ya que a través del personaje y de su arco de transformación, se
llega a una conclusión al final de la película. Es decir, el arco de transformación está muy relacionado
con el tema de una película.

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