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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Pedagógica Experimental Libertador


Instituto Pedagógico Rafael Alberto Escobar Lara de Maracay
Maestría en Lingüística
Cátedra: Semántica

El Significado y algunas ciencias Sociales.

Profesora: Autor:
Dra. Daniela Dejay Javier Osorio

Maracay, junio de 2018


El ser humano es un ente multidimensional que se experimenta a través
de su interacción con el mundo que lo rodea. Su lapso vital acontece debajo
del cielo y en ese transitar se desenvuelve activamente, teniendo conciencia
o no, con su entorno el tiempo que su biología se lo permita.
Esa vivencia finita en extensión temporal pero ilimitada en posibilidades
implica necesariamente algún tipo de entendimiento. Se ha de tener un
mínimo de conocimiento acerca de la existencia, actos y roles propios, a fin
de situarse en el mundo, así como también se precisa la comprensión de lo
externo, lo que es un factor crucial para el establecimiento de criterios, que
permitan dar cabida al curso y sentido de la vida.
Al hacer un ejercicio intelectual encaminado a evaluar palabras de
distintas categorías tales como valorar, paradigmas, estereotipos,
representaciones, modelos, estimar, juicios, entendimiento, conocimiento,
concebir, etc., pudiéramos llegar a ciertas intuiciones.
Estimar algo es establecer o expresar una opinión de algo o alguien.
Considerar algún asunto, por su parte, hace referencia a pensar con mucha
atención sobre una cuestión a fin de tomar una decisión. El entendimiento es
la información o explicación que se tiene en alguna materia así como
también la concepción que se tiene de un asunto alude a la abstracción
tenida de algo. Los valores son atributos morales, intelectuales que se
aprecian de alguna generalidad.
De lo anterior se infiere la existencia de un factor común más o menos
constante que subyace en cada uno de los conceptos comentados. Es una
entidad, una cualidad, una condición o una sustancia contenida en todo signo
(lingüístico o no) y muta adaptándose a los designios de la intención y del
contexto u entorno lingüístico espacio-temporal. Este factor es la esencia
fundamental, un agente que permea y da origen, forma y consistencia a todo
constructo mental. Tal factor lleva consigo como rasgo esencial de su
identidad: un contenido o noción, asumida por un individuo o por un grupo
humano, que representa, hace referencia o abstracción de un ámbito de la
realidad. Hablamos del significado.
El significado rige la experiencia humana en términos del entendimiento
de la propia identidad y todo lo inherente a ésta, la realidad objetiva y la
intencionalidad y naturaleza de los actos humanos. Ello obliga la intervención
de un mediador que de forma digerible a la mente de cualquier cúmulo de
datos procedente de la percepción de sucesos acontecidos dentro o fuera del
individuo para que éste haga ejercicio de su libre albedrío. Tal medio es el
lenguaje.
El ser humano es complejo por la naturaleza de sus constituyentes. Esa
complejidad hace inconmensurable la posibilidad de perspectivas desde las
cuales se le puede contemplar para tener un acercamiento a su esencia. El
objeto de estudio, por lo tanto, de las ciencias sociales es el abordaje de los
aspectos del hombre entendiendo que cada aspecto es de por sí significado.

Significado y antropología.

La antropología es una ciencia social que estudia todas las dimensiones


del ser humano. Algunas de sus ramas son la antropología clásica, biológica,
filosófica, forense, etc. Christoph Wulf en su obra Antropología historia,
cultura, filosofía 2008 nos dice “según una aproximación etimológica, la
antropología puede considerarse como el saber de un ser caracterizado por
su andar bípedo” (p.9)
Como ser gregario por definición, el humano no puede desprenderse de la
convivencia con otros de su especie. Ni siquiera los monjes ermitaños que
hacen vida en los más recónditos parajes del Himalaya escapan a este
hecho. El contacto con otros implica intención de algún tipo. La intención es
originada por el significado que se tiene de los mundos interior y exterior y
para ser materializada, debe producir significado en otros.
El significado, presente en todo proceso cognitivo resultante de la
valoración y descripción de fenómenos va más allá del ámbito lingüístico. Es
inmanente a todo hecho (acto y no acto), lo ritualiza y lo convierte código. La
etnografía lo sabía para sus propósitos y fines. El significado, sustancia que
permea, llena los intersticios de la lengua y da vida, aroma, matiz y vibración
al habla se explica a sí mismo en cualquiera de los ámbitos de su propia
experiencia a través del lenguaje, una de las tantas facultades humanas que
funge como vía para su expresión:

“Como bien supieron desde el principio Boas, Malinowski y


otros fundadores de la antropología moderna, el lenguaje
es el encargado de proporcionar las interpretaciones de los
hecho que observa el etnógrafo; de hecho, sin él no es
posible describir los hechos. Mucho antes de que los
antropólogos de la interpretación propusieran pensar en la
cultura como un texto, lo que los etnógrafos se llevaban
consigo cuando regresaban a sus casas eran
principalmente textos, es decir, cuadernos llenos de
descripciones, historias, listas de nombres y objetos,
algunos dibujos, y diversas extrañas tentativas de
traducción. Lo que realmente importaba eran las historias
que los etnógrafos habían oído y las descripciones que
recogían de las personas, las relaciones, los lugares, los
sucesos ocurridos.” Duranti (2000), p 27.

En la gran variedad de actos que realiza el hombre con intencionalidad de


provecho de algún tipo para la satisfacción de necesidades y de naturaleza
comunicativa que forman parte del campo de interés de la antropología se
pueden distinguir cualquier tipo de ceremonia o ritual en el cual intervenga o
no la lengua. Sea de carácter formal o no, la variedad de actos que puede
ser desde cualquier gesto cotidiano de cortesía hasta el mayor de los
tratados diplomáticos de envergadura mundial son aristas, parcelas o
fracciones determinan la tendencia del estudio antropológico.
El habla, uno de esos tantos actos, es posible gracias a la capacidad
humana de construcción de códigos. El lenguaje, en la práctica inseparable
del significado, es visto de forma variada por la ciencia que estudia al hombre
y la define:

“Es posible que un antropólogo haga una interpretación


gramatical de un lenguaje que aporte poco o nada a la
teoría o métodos de la antropología lingüística…”, “Muchos
antropólogos culturales continúan considerando que el
lenguaje es un sistema de clasificación y representación, y
cuando se utilizan formas lingüísticas en las etnografías se
suelen utilizar como denominaciones para algunos
significados que se han formado independientemente.”

Lo anterior revela que el lenguaje, en la antropología cultural, es un medio


que permite a los hablantes articular con palabras lo que hace una sociedad
en la vida corriente. Es un vehículo para hacer descripciones culturales.
La antropología lingüística es el “estudio del lenguaje como un recurso de
la cultura y del habla como una práctica cultural” Duranti (2000) p.10. La
caracterización de la antropología lingüística consiste en considerar a las
lenguas como constructos humanos que son signos y fragmentos de las
vidas de los pueblos, a la vez que son instrumentos de comunicación y de
representación del mundo.
“Los antropólogos lingüísticos, por otro lado, han hecho
incapié en una visión del lenguaje como un conjunto de
prácticas para mediar con aspectos materiales e ideativos
de la existencia humana (¿significación?) y en
consecuencia en la creación de maneras singulares de
estar en el mundo”. (Duranti 2000 p. 23).

Para esta antropología, el lenguaje es igualmente acción constante en el


quehacer cotidiano que da identidad a sus practicantes. Se especializa
entonces en la observación reflexiva del ámbito lingüístico entendiendo que
es una forma, que pertenece a un conglomerado de formas más amplio, de
acto que significa.

“Al centrarse en el estudio de los usos lingüísticos en el


seno de la vida social, puede explicar el significado que la
<<formas>> lingüísticas adquieren en los contextos en que
son utilizadas, permite descubrir patrones interactivos que
revelan visiones del mundo y formas de relación entre los
individuos en tanto que seres sociales” (Duranti 2000 p.
23).

Como vertiente de la antropología, sus métodos e instrumentos de


descripción y análisis proporcionan una visión de detalle que permite
observar y categorizar el funcionamiento de las lenguas en la construcción
de las identidades individuales y colectivas por lo que sus hallazgos aportan
información valiosísima sobre las relaciones de poder, de solidaridad, de
dominio o de resistencia, etc.
Lo que distingue a los antropólogos lingüísticos de otros estudiosos de las
lenguas no es sólo el interés por el uso del lenguaje sino su percepción del
lenguaje como un cúmulo de recursos simbólicos producto de complejos
procesos mentales que forman parte del entramado social y de la
preservación individual de mundos posibles o reales.

“Esta perspectiva permite a los antropólogos lingüistas


abordar de manera innovadora algunos de los temas y
asuntos que constituyen el núcleo de la investigación
antropológica, como las políticas de la representación, la
constitución de la autoridad, la legitimación del poder y las
bases culturales del racismo y del conflicto étnico, el
proceso de socialización, la construcción cultural de la
persona (o del individuo), las políticas de la emoción, la
relación entre la acción ritual y las formas de control
social, el dominio específico del conocimiento y la
cognición, el hecho artístico y las políticas de consumo
estético, el contacto cultural y el cambio social.” (Duranti
2009 p. 22)

La antropología lingüística parte tanto de la base hipotética de que las


palabras son decisivas y determinantes, como del hallazgo empírico de que
los signos lingüísticos como representaciones del mundo y conexiones con el
mundo nunca son estériles o carentes de intención o lo que es decir,
carentes de significado; son utilizadas constantemente para la construcción
de afinidades culturales y de diferencias culturales. Los enunciados son
actos que acompañan, complementan, matizan otro tipo de acciones:

“… una buena parte de la interpretación es un proceso de


comparación que supone, lógicamente, diferenciación. Lo
que los antropólogos lingüísticos añaden a esta intuición
fundamental es que la es que las diferencias no solo habitan
los códigos simbólicos que las representan. Las diferencias
no solo se deben a la sustitución de un sonido por otro… o
una palabra por otra…, sino que también se manifiestan
gracias a concretos actos de habla, a la mezcla de palabras
con acciones y a la sustitución de las palabras por la acción”
(lo extralingüístico es tomado en cuenta) Duranti p 24.

Significado y filosofía.

La madre de todas las ciencias que intentan establecer una “concepción”


racional del universo mediante la reflexión sobre sus propias funciones
valorativas es en esencia la búsqueda de respuestas, es decir, la búsqueda
de significado. Como ya se mencionó antes, establecer concepciones de la
realidad es determinar significados de ésta.
¿Cómo se relacionan las palabras con el mundo? es plantear la búsqueda
del significado del proceso de significación. Interrogantes tales como ¿Cómo
es posible que cuando un hablante está ante un oyente y emite una
secuencia acústica ocurran cosas tan destacables como: el hablante quiere
decir algo; el oyente comprende lo que se quiere decir; el hablante hace un
enunciado, plantea una pregunta o da una orden? exigen el significado de los
actos de habla y el significado de las condiciones para que un enunciado sea
considerado como tal. ¿Cómo es posible que cuando digo: <<Juan se fue a
casa>>, que después de todo es, en algún sentido, una sarta de ruidos lo que
quiero decir es: Juan se fue a casa? demandan el significado de las
categorías de los actos ilocutivos. Preguntas como ¿Qué es para algo ser
verdadero?, ¿o se falso? requieren significados cuyas cargas semánticas
coincidan con la realidad. Searle (1994 p 13) plantea las anteriores
inquietudes que comparto como una muestra de lo potencialmente infinito del
cuestionamiento posible del significado en la filosofía.
Inclusive valdría la pena cuestionarse si el significado es en esencia
verdadero o existe la posibilidad de la presencia de falsos significados. El
significado es constante o temporalmente definido por el contexto, en cuyo
caso daría pie a otro tipo de etiquetas e interrogantes.
El significado también tiñe a la filosofía dependiendo de su objeto de
estudio. Sea el tema el origen del universo, el hombre o Dios, la precisión del
significado, el uso de la lengua lógica o cualquier otro mecanismo para evitar
ambigüedades parece ser un problema imposible de resolver.
El estudio lingüístico no escapa de esto. Dependiendo del nivel de
abstracción o temas concretos en lo relativo al abordaje de las cuestiones
surgidas en cuanto al lenguaje, lengua y habla, Searle (1994) nos dice que:
“La filosofía lingüística (nombre de un método) es el intento de resolver
problemas filosóficos particulares atendiendo al uso ordinario de palabras
particulares u otros elementos de un lenguaje particular”. También nos
comenta que:

“La filosofía del lenguaje (nombre de un tema) es el


intento de proporcionar descripciones filosóficamente
iluminadoras de ciertas características generales del
lenguaje, tales como la referencia, la verdad, el significado
y la necesidad, y solamente se preocupa de pasada de
elementos particulares de un lenguaje particular; sin
embargo, su método de investigación, empírico y racional
más que a priori y especulativo, obligará naturalmente a
prestar atención estricta a los hechos de los lenguajes
naturales efectivos”.
En todo caso, Grice define, efectivamente, el significado en términos de
intentar realizar un acto perlocucionario para garantizar tanto como sea
posible un acercamiento entre los pareceres de emisor y enunciatario y así
resolver todos los dilemas planteados por el espíritu humano.

Significado y psicología.

La ciencia que estudia la conducta humana y los procesos psíquicos


relacionados con ella, y de cómo los seres humanos sienten, piensan,
aprenden y conocen para adaptarse al medio que les rodea descansa en el
significado como agente originador de las reacciones mentales que intenta
explicar.
La psicología también precisa formarse de un acervo teórico basado en
la observación de los diversos fenómenos relacionados con el hombre. Las
reacciones psicológicas son originadas por significados y significan algo
tanto para el sujeto que las experimenta como para a quien van dirigidas (si
es el caso) y para quien las observa. El pensamiento y el lenguaje forman el
marco estructural de la cognición

“En el adulto ambos términos, pensamiento y lenguaje,


forman una unidad dialéctica y en ciertos momentos entran
en contradicción, por ejemplo, cuando una forma verbal
inadecuada traba el curso del pensamiento. El pensamiento
tiene eslabones relativamente independientes del lenguaje,
pero no puede terminar de integrarse sin éste”. (Iizigsohn
1995 p. 7)

El significado es la esencia misma de las ciencias sociales. Toda


expresión humana significa y conforma un cúmulo de datos que generan
significados en los estudiosos. El significado pareciera ser la razón de la
vida, la génesis de la intención que construye ladrillo a ladrillo el castillo de la
experiencia humana.

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