OBRA DE TEATRO PEDRO PASCASIO MARTINEZ

NARRADOR 1: Pedro Pascacio Martínez participó en las decisivas batallas del pantano de Vargas y del puente
de Boyacá, en la cual luego de la derrota de las tropas realistas, junto a otro soldados conocido como negro
José, dio captura al comandante del ejército enemigo, José María Barreiro.

Narrador 2: En Boyacá en 1819 estaba de descanso el libertador Simón Bolívar en casa de don Juan José Neiva.
Pero como Bolívar era un señor importante, dejaba los caballos y una persona encargada los recibía y los
tendría listos para cuando él los necesitara.

Pedro Pascasio Martínez: Señor, el caballo tiene sed, mira como está, todo mal herido, esas paticas están muy
mal, todo deshidratado, que pesar, pobre caballito.

Bolívar: ¿Qué estás haciendo? no entiendo, es un caballo.

Pascasio: Don Simón, ¡no lo ve! Todo desesperado, todo deshidratado… esas paticas… ¡nooo!, necesita
recupéralo.
Bolívar: es verdad, pero usted como sabe que esta deshidratado, ¿Qué vas a hacer?
Pascasio: Pues yo vivo por aquí, le puedo dar aguita y pastico, pa que se reponga el animalito. Lo baño, le lavo
las paticas con agua sal…
Bolívar:¿Cuántos años tienes?
Pascasio: yo me llamo pedro Pascasio y tengo 12 años y sé de caballos porque desde chiquito anduve con
ellos.
Narrador: Bolívar admiró la habilidad y destreza del niñito Pascasio en el cuidado de los caballos; y adivinen
quien se sintió alagado…..
Pedro Pascasio, ni cuenta se dio, pero don José Neiva, el dueño de la casa , sí. Y bueno, don Juan José
quedaría muy bien ante Bolívar, si le ofrecía el niñito como ayudante.
Entonces, ahora sí, adivinen ¿quién termino de ayudante en el ejército libertador de Bolívar? si…. Pedro, el
niño soldado. Sí… en el batallón de rifles, cuidando el caballo de Bolívar.
(salen de la escena)
-(Entra Bolívar y su ejército y Barreiro por el otra lado)
-Bolívar: (con espada en mano) ya estamos ocultos …
Hoy en el pantano de Vargas sorprenderemos, daremos otro golpe al ejército enemigo.
Si es que no los acabamos de una vez por todas, por lo menos los dejaremos en las peores condiciones.
(todos). Si, vamos para el pantano de Vargas ¡ATAQUEMOS!

Narrador: no mucho tiempo después de la batalla del pantano de Vargas, el 7 de agosto de 1819, se da el
golpe final que acabaría con el ejercito realista: (la famosa batalla de Boyacá)
Bolívar: ¡por Tunja! … ahora si acabaremos con estos …
(salen todos y entran Pascasio y el negro José )
Pascasio: ¡miren, miren estos son realistas! No los dejemos escapar..
Barreiro: tranquilos, tranquilos muchachos. yo les doy esto y ustedes me dejan en libertad.
Pascasio: A mí no e interesan sus regalos… prefiero la libertad de mi país. Entrégueme el arma ya y ponga sus
manos sobre la cabeza …
Negro José: será don Simón quien decida su destino…
Bolívar: hoy, al fin, vemos en nuestra lucha que hemos acabado con el ejército realista.
Hemos salido de la batalla victoriosos, y con nuestros actos dejamos un pueblo libre e independiente.

Pedro: ¿dónde estabas, donde está mi caballo guajiro?, ¿dónde estabas cuando más te necesitábamos?
Pascasio: Don simón es un prisionero mire….
Bolívar: ¿y usted quien es?
Prisionero: el comandante y general Barreiro
Pascasio: cómo? Comandante y general? Negro, chóquela.
Bolívar: llévenlo con los prisioneros de guerra y trátenlo con especial cuidado.
Narrador: el libertador Simón Bolívar le hizo un reconocimiento especial al soldado Pedro Pascasio Martínez
por su valor y arrojo, por su honradez y su insobornabilidad. Lo ascendió al grado de sargento y le dio una
gratificación de 100 pesos oro, convirtiéndose en un ejemplo de valentía para las generaciones colombianas.
El sargento Martínez continuó luchando en el ejercito libertador hasta la culminación de la independencia
suramericana. Después se trasladó a Belén Boyacá su ciudad natal, para dedicarse a las labores del campo.