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Deglución atípica

CONCEPTO DE DEGLUCIÓN ATÍPICA


Cuando la deglución no sigue los patrones normales y equilibrados a los que nos
referimos en el punto anterior, hablamos de deglución atípica o disfuncional. La
deglución atípica se da cuando la lengua, los labios o la musculatura peribucal
interfieren presionando los dientes en una u otra dirección. Así, nos encontramos
con diferentes posibilidades: deglución con interposición lingual entre los dientes,
con empuje sobre incisivos inferiores o superiores, deglución con interposición del
labio inferior, con succión labial, con contracción peribucal, etc. Las más
frecuentes son la deglución con interposición lingual entre los incisivos, que
provoca sobre todo mordidas abiertas anteriores, y la deglución con interposición
del labio inferior contra los incisivos inferiores, relacionada con la clase ll a este
nivel.
Puede verse en niños o en sujetos adultos de edad avanzada. En ocasiones los
defectos oclusales producen adaptaciones atípicas en alguna de las fases de la
deglución y en otras ocasiones las atipias de la deglución pueden haber originado
defectos oclusales.
Algunos autores interpretan la deglución atípica como la persistencia del reflejo de
deglución infantil. Probablemente la mayoría de niños cambian su forma de
deglutir entre los dos y tres años. Inicialmente el bebé posee un reflejo de succión-
deglución adaptado a la lactancia materna que abandona al adaptarse a la
masticación y deglución de todo tipo de alimentos. Aunque la deglución atípica no
es exactamente el reflejo de succión-deglución suele interpretarse como la
persistencia de la formalización de la lengua, característica de la deglución del
bebé más allá de los cuatro años.
La forma de deglutir con interposición de la lengua se caracteriza porque, en el
momento de tragar los dientes no se ponen en contacto. La lengua se aloja entre
los incisivos pudiendo a veces interponerse lateralizada entre los molares y
premolares. Es importante considerar este aspecto de la expansión lateral.
Algunas veces, los niños corrigen la interposición lingual anterior, pero siguen
expandiendo lateralmente la musculatura lingual hacia los premolares y molares.
La interposición del labio inferior entre los dientes frontales, en el momento de
deglutir, se presenta en los casos de extremo overjet (distancia horizontal
existente entre los incisivos superiores y los inferiores cuando los dientes están en
oclusión).
En posición de descanso, no hay contacto labial en general. A pesar de que los
labios no están juntos, la respiración, a veces, es nasal porque la faringe está
separada de la cavidad bucal por el velo que se apoya contra el dorso de la
lengua. Al empezar la deglución, la mandíbula se desliza hacia atrás para
conseguir la oclusión y el labio inferior va a colocarse más atrás aun de los
incisivos. La acción se realiza con una mayor movilidad mandibular que lo normal.
Para sellar la cavidad bucal en la zona frontal, el labio inferior y la borla de la
barba se contraen fuertemente con los incisivos inferiores. Si esto sucede durante
la erupción, estos incisivos son guiados hacia atrás, produciéndose así una
retroinclinaciode los incisivos inferiores. En la masticación es mayor que en los
casos normales.
No obstante, según se ha podido observar desde la experiencia, las degluciones
atípicas suelen darse de forma mixta o combinada: los movimientos anómalos de
la lengua, bien sea con interposición durante la deglución, con movimientos de
expansión o con empujes sobre incisivos, suelen ir acompañados de
contracciones peribucales y/o de succión labial, sobre todo inferior , lo cual
provoca fuerzas que comprometen la normoclusion. Es como si el paciente tuviese
un rodillo entre los dientes que, constantemente, cada vez que traga, provocara el
distanciamiento en la oclusión.
CAUSAS
Las causas más probables de las degluciones atípicas son:
a) Desequilibrio del control nervioso – son niños, que por un problema neurológico,
no tiene el control de la musculatura ni la coordinación motora; en consecuencia,
tampoco mantienen el equilibrio muscular durante la deglución.
b) Amígdalas inflamadas – amigdalitis constantes hacen que en cada deglución el
niño coloque la lengua hacia delante dentro de la cavidad bucal, para que la
lengua no toque las amígdalas y le provoque dolor.
c) Macroglosia – son pocos frecuentes y ocurren generalmente en pacientes
portadores de cretinismo. Son lenguas de aspecto voluminoso, onduladas, y
parecen que no caben en la cavidad bucal. Cuando pedimos al paciente que
muestre la lengua no logra dejarla apuntando, en cambio, saca la lengua
flácidamente.
d) Anquiloglosia – lengua anquilosada que no puede realizar correctamente los
movimientos de la deglución.
e) Frenillo lingual anormal – o lengua aprisionada. La corrección se hace de forma
quirúrgica.
f) Pérdidas dentarias tempranas y diastemas anteriores – hacen que el niño
comience a colocar la lengua en esos espacios, adquiriendo el hábito de la
deglución con interposición lingual anterior.
g) Desnutrición – ocasiona un cuadro de disturbio neurológico.
h) Factores simbióticos – succión del dedo, respiración bucal, etc.
i) Hábitos alimenticios inadecuados en la primera infancia.
Consecuencias
La presencia de este hábito puede ocasionar:

A nivel maxilar:

  Vestíbuloversión de los incisivos superiores.


  Prognatismo maxilar.
  Disminución del diámetro transversal del maxilar.
  Formación de un diastema central.
 Reabsorciones radiculares. Linge afirma que se produce de forma indirecta,
debido al aumento del resalte y a la presión constante de la lengua sobre
los incisivos.
 Posicionamiento anterior de la lengua.

A nivel mandibular:

 Lingualización de los incisivos inferiores. Ocurre cuando la lengua se coloca


entre las arcadas separadas y entra en contacto con el labio inferior, que es
succionado, produciendo así la inclinación de los incisivos.
 Rotación posterior mandibular y aumento del ángulo goniaco que puede
incluso sobrepasar los 140 grados.
 Disfunción mandibular.

En la relación entre las arcadas:

 Alteraciones en el plano sagital: algunos autores consideran que si la


lengua se sitúa en posición alta puede causar un prognatismo maxilar y una
clase II división. Pero si la lengua está en posición baja es capaz de
desarrollar un prognatismo mandibular y una maloclusión de clase III,
 En el plano vertical: puede dar lugar a la aparición de una mordida abierta.
Según Moyers, está muy bien circunscrita en la zona anterior cuando se
trata de un empuje lingual simple. Por el contrario, la mordida abierta
asociada a un empuje lingual complejo suele ser más difusa y difícil de
definir, lo mismo ocurre con la mordida abierta de pacientes con un patrón
de deglución infantil mantenido o conservado. En estos últimos, a veces la
maloclusión es tan severa que sólo ocluyen sobre un molar en cada
cuadrante.
 En el plano transversal: existen quienes relaciona el hábito con la mordida
cruzada posterior. Este autor sugiere que existen dos patrones distintos. En
uno la lengua puede estar en posición más alta, favoreciendo la presencia
de diastemas en el maxilar superior y de un resalte maxilar. En el otro tipo,
la lengua se sitúa en una posición más baja, lo que permite el
espaciamiento de los dientes inferiores y un resalte mandibular, dando lugar
a la presencia de una mordida cruzada posterior.
 Otras alteraciones: puede ocasionar traba en la erupción de un diente
permanente cuando se ha perdido el temporal precozmente y la lengua se
ha interpuesto de forma viciosa, alteraciones fonéticas;(dificultad con las
letras M, P, B. F, V. S).
 En el parodonto: la lengua genera fuerzas altamente lesivas o fuerzas
turbantes que se aplican más al eje longitudinal del diente, generalmente
muy cerca del borde incisal.

Relación con otras alteraciones


La deglución forma parte del sistema estomatognático. Este sistema es una
unidad orgánico-funcional compuesta por todas las estructuras de la cavidad
bucal: labios, lengua, dientes, encía, paladar, mucosa oral, piso de la boca,
glándulas salivales, amígdalas y orofaringe. Sus funciones son la succión,
deglución, masticación, articulación del habla, respiración y mímica facial6. Estos
procesos están interrelacionados, ya que el sistema es un mecanismo sinérgico de
acciones musculares donde todos los músculos relacionados con la cavidad
entran en juego. Cuando hay una alteración en uno de los órganos se rompe la
sinergia, como en el caso de los movimientos de la deglución atípica9. Pueden
suceder varias anomalías en el proceso que generen una serie de mecanismos
destinados a compensar la alteración, los cuales, asu vez, pueden ocasionar otras
anomalías. Esto se traduce en un continuo feedback causa-efecto donde puede
ser difícil saber qué fue primero.
Aunque en ocasiones la deglución atípica se presenta de forma aislada, es
frecuente que forme parte de cuadros más amplios en los que estén implicadas
otras funciones orales. Las más comunes son: respiración bucal; problemas
ortodónticos y estéticos; problemas de masticación; dificultades de articulación de
algunos fonemas. Estas alteraciones pueden repercutir en el rendimiento escolar o
el equilibrio emocional.

Respiración bucal: Se ha observado una clara relación entre respiración bucal y


deglución atípica. La respiración adecuada es la respiración nasal, ya que la
compensación entre la columna de aire inspirado por vía nasal, la presión de los
labios y mejillas y la posición de la lengua contra el paladar consigue un equilibrio
funcional que permite un crecimiento óseo armónico de los maxilares y el paladar.
En la respiración bucal, al contrario, se mantiene la boca entreabierta y la lengua,
en posición baja y adelantada, no cumple su función de compensación. El paladar
se contrae por las presiones no contrarrestadas (paladar ojival). Si la lengua se
interpone entre los incisivos ocasiona la mordida abierta anterior y la deglución
atípica. En este caso, cuando la deglución atípica forma parte del síndrome de
respiración bucal las consecuencias son muy importantes. La respiración bucal
también puede ocasionar labio superior corto y/o hipotónico (incompetencia labial),
pues al mantener la boca abierta el labio superior se mantiene inactivo y la
mandíbula se mantiene en posición baja por la falta de tonicidad. No está
demostrada la relación directa entre la hipotonía del músculo buccinador y la
respiración bucal, ni entre esta y las alteraciones en la articulación, pero en
general “todas estas variables están relacionadas entre sí, formando parte de una
cadena de acontecimientos que son los que finalmente condicionan la deglución”.
Problemas ortodónticos: Una de las anomalías más frecuentes en la deglución
atípica son las alteraciones dento-faciales10 producidas por la acción de la lengua,
ya que el rasgo más característico de la deglución atípica es la interposición
lingual, es decir, interponer la lengua entre las arcadas dentales en el acto de
deglutir, que da como resultado la protusión de ambos incisivos y mordida abierta,
espacio que luego ocupa la lengua. “A mayor severidad de la deglución atípica,
mayor será la severidad de la mordida abierta anterior y viceversa”. La falta de
cierre oclusal también es compensada por la contracción de los músculos labiales.
“La interposición lingual produce un adelantamiento de los dientes incisivos
superiores, mientras que la interposición labial produce una retracción de los
inferiores. Ambas anomalías conducen a una oclusión dental incorrecta, y a
mordida abierta”. En dirección inversa, los defectos oclusales también pueden ser
la causa de las atipias de la deglución, como en casos con un componente
esqueletal. Para Strauss, el empuje lingual es “una mordida abierta donde la
lengua se posiciona en los dientes anteriores para tragar. No se sabe a ciencia
cierta si es un hábito o una posición adaptativa”.
Alteraciones en la masticación: La masticación correcta debe ser realizada con
los molares posteriores, y “es necesario que las arcadas dentales se dispongan de
forma que los dientes de la arcada superior contacten con los dientes de la arcada
inferior. En caso de que haya alteración no será posible realizar el patrón
masticatorio correcto”. En casos de deglución atípica “las alteraciones de
masticación más frecuentes son la masticación unilateral, la masticación ruidosa,
masticación con labios entreabiertos, masticación con movimientos verticales de
mandíbula”, y masticación anteriorizada.
Dislalia: Ausencia o alteración en la producción de fonemas, de acuerdo a la edad
del paciente.
Por esto, es importante tener en cuenta que “cada fonema tiene un tiempo de
aparición relativamente similar en los niños que hablan un mismo idioma”. En los
niños que hablan español se observa con frecuencia que71.
- A los 3 años: están presentes todos los fonemas, excepto /r/ y /rr/.
- A los 4 años: aparece el fonema /r/.
- A los 5 años: aparece el fonema /rr/.
Las dislalias más frecuentes en los niños son las del fonema /rr/, y las más
frecuentes en la clínica odontológica son las por interposición lingual en los
fonemas /s/, /t/ y /d/. En pacientes con deglución atípica o respiración bucal (en 68
los cuales es frecuente observar interposición lingual en fonemas postdentales),
además se encuentran con frecuencia alterados los fonemas alveolares / n /, / l /, y
los palatales / y /, / ch /.
Por último, es sabido que las “malposiciones dentarias, la existencia de diastemas,
la ausencia de piezas dentarias, las relaciones maxilomandibulares anómalas, el
labio leporino, las fisuras palatinas, etc., pueden determinar trastornos en la
articulación de los fonemas” 71. Sin embargo, se tiende a exagerar la relación
existente entre maloclusión y fonoarticulación, ya que “debido a las notables
características adaptativas de los labios y la lengua, puede producirse buena
dicción en bocas con maloclusiones graves”. Por esto, es importante tener
presente que aunque exista una significativa mayor frecuencia de disfunciones
linguales en niños con maloclusiones, no siempre una alteración en la relación de
las estructuras causa una articulación de fonemas anormal, debido a la capacidad
de adaptación de los labios y la lengua que permite en algunos casos coexistir una
correcta fonoarticulación con una maloclusión de cierta severidad.
Problemas estéticos: Los defectos ortodónticos tienen a su vez repercusiones
estéticas.
Voz: La deglución atípica también puede provocar alteraciones en la voz, debido a
que la cavidad bucal es un resonador que puede variar en tamaño e impedancia
según sea la posición de sus elementos y la abertura o cierre de la cavidad.
Rendimiento escolar: El rendimiento escolar es la capacidad que tiene el alumno
para lograr sus objetivos académicos. Para ello, es necesario que el alumno
presente buena salud tanto mental como física y bucal. Se ha encontrado una
relación significativa entre el grado de severidad de la deglución atípica y el
rendimiento escolar, según la cual cuanto más severa es la deglución atípica, peor
es la dicción y más bajo el rendimiento escolar.
Problemas emocionales: Los casos más evidentes de deglución atípica, con
problemas ortodónticos muy marcados, importantes dificultades en el habla y
repercusiones en el rendimiento escolar, pueden tener como consecuencia
asociada alteraciones emocionales como la ansiedad, timidez, sentimientos de
falta de cariño e inseguridad. Por otro lado, podemos encontrar niños con
problemas emocionales que no saben cómo canalizar su ansiedad y desvían sus
angustias, generando hábitos o conductas repetitivas orales nocivas para liberar
tensiones.
Tratamiento
Cuando trabajan conjuntamente el logopeda y el ortodoncista, se ofrecen mayores beneficios al
paciente. Esta labor en simultáneo promueve el intercambio de información y la coordinación
interprofesional, acorta los tiempos del tratamiento y garantiza óptimos resultados a corto,
mediano y largo plazo.

Deglución atípica y  Ortodoncia.


La actuación del ortodoncista se basa en el tratamiento de ortodoncia y ortopedia. Cuando existe
una mordida abierta causada por deglución atípica, el objetivo del ortodoncista es cerrar la
mordida y expandir las arcadas, para que así la lengua tenga las condiciones funcionales idóneas y
el logopeda pueda hacer una rehabilitación miofuncional exitosa. Si el paciente es un niño en
crecimiento, se combina el tratamiento ortopédico para hacer le maxilar más ancho, con el de
ortodoncia para cerrar la mordida y ampliar el ancho de arcada dentaria.

Deglución atípica y terapia miofuncional.


La actuación del logopeda se basa en la aplicación de la Terapia Miofuncional que se define como
el conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para la corrección del desequilibrio muscular
orofacial, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución, la creación de patrones
adecuados para la articulación de la palabra, la reducción de hábitos nocivos y el mejoramiento de
la estética del paciente.

Su base de trabajo es el sistema bucomaxilofacial, que se encarga de funciones vitales como la


respiración, succión, deglución, masticación y el habla; y otras múltiples como bostezar, llorar,
vomitar, etc.. El trabajo del logopeda en los casos de deglución atípica con inclusión de
ortodoncia puede desarrollarse en tres etapas diferentes.

Intervención pre-ortódoncica
Es habitual en la práctica diaria, sobre todo en el caso de aquellos niños que por su corta edad no
están preparados aún para iniciar la corrección de su mordida, sin embargo, presentan algún
trastorno de resolución logopédica. Entre estos trastornos destacan:
– Deglución atípica,
– Respiración bucal,
– Malos hábitos orales (ejemplo: succión del pulgar), etc.

Revisiones y seguimiento.
Esta se lleva a cabo tras la retirada de la aparatología, con el objetivo de verificar el adecuado
proceso de generalización de los patrones aprendidos anteriormente (intervención previa y/o
conjunta), mediante sesiones de revisión programadas según cada individuo. Este período es
considerado crítico para la estabilidad de la oclusión y se debe asegurar que no haya interferencias
musculares y/o funcionales que incidan en la misma y predispongan las recidivas. Éstas
interferencias provocarían que las arcadas dentarias del paciente volviesen a presentar el mismo
estado que tenían antes de realizar el tratamiento de ortodoncia.
Durante este tiempo, la actuación del logopeda consistirá en sesiones de revisión para confirmar el
mantenimiento del nuevo patrón deglutorio (diurno y nocturno). Estas revisiones suelen
efectuarse cada 15, 30 o 45 días, frecuencia que dependerá de las características y necesidades
particulares de cada individuo.

El tratamiento post-ortodóncica también es aplicable a todo paciente con la mordida corregida y


que mantenga un patrón deglutorio “atípico”, por no haber efectuado terapia miofuncional previa
o conjunta, disfunción que puede desestabilizar la oclusión.

Bibliografía
1. Dra. Ledia Martín ZaldivarI; Dra. Soledad García PeláezII; Dra. Idelbys
Expósito MartínIII; Dra. Viviana Estrada VerdejaIV; Lic. Yoicet Pérez
LlanesIV
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-
02552010000600021
2. Libro Guía para la reeducación de la deglución atípica y trastornos
asociados.
3. LA DEGLUCIÓN ATÍPICA. FACTORES DE RIESGO Y TRASTORNOS
ASOCIADOS. IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN.
4. Evaluación de las características esqueléticas y dentales de pacientes
deglutores atípicos según patrón esquelético (TESIS).
Deglución atípica

Nombre: Alvaro Kevin Villalba Ergueta


Materia: fisiología de la voz
Docente: Ana Maria Lopez
Carrera: Fonoaudiología 2º año
Año: 2019

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