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Año de La Lucha Contra La Corrupción y La Impunidad
Año de La Lucha Contra La Corrupción y La Impunidad
DE LA : ESTUDIANTE
I. ANTECEDENTES
Que teniendo en cuenta el curso de “Prevención y Detección de Problemas
de Aprendizaje y Conductas” he logrado elaborar este informe en la cual
consiste en detallar algunas terapias las mismas que nos ayudaran a
ayudar a niños que presenten este problema.
II. ANÁLISIS:
Conocer sobre este tema es muy impórtate ya que a lo largo de nuestro
trabajo de seguro nos encontraremos con muchos de estos problemas y
saber actuar frente a estoy nos llena de satisfacción de poder ayudar.
TERAPIA I
Parte de los problemas que tienen los niños a la hora de pronunciar bien o de
masticar, o de la conocida deglución atípica, que tanto problemas causa, se
deben a la mala colocación de la lengua.
El uso de la lengua no es tan fácil como parece. Cada letra lleva aparejada un
movimiento único de este músculo, que con nuestras primeras palabras vamos
ensayando poco a poco, así los niños van aprendiendo a hablar y pronunciar
ciertos fonemas en función de la colocación de la lengua dentro de la boca.
Los primeros fonemas que pronunciamos son los que se hacen con los labios
sin el uso de la lengua, así aparecen los primeros juegos de bebé haciendo
vibrar los labios, más tarde los sonidos guturales, que son los más primitivos, y
que se producen con la garganta, como si se tratase de un gruñido, un ejemplo
es el famoso 'ajo' que suelen decir los bebés.
Este aprendizaje varía según los idiomas, por eso es difícil que un niño que no
haya aprendido desde pequeño la pronunciación de un fonema determinado,
por ejemplo las vocales francesas, es difícil que lo aprenda de adulto
correctamente.
1- Sacar y meter la lengua manteniendo la boca abierta y sin rozar los dientes.
5- Apretar con fuerza la punta de la lengua contra 'la montaña del paladar'. Pon
el pulgar debajo de la barbilla para notar la fuerza que haces.
TERAPIA II
Material de trabajo:
Pajita, vaso de plástico con agua –u otro líquido que le guste al niño-, globos,
bolitas de papel, algodón, plumas, pompas de jabón, konfetti, velas, caja de
cartón, piezas de lego... y matasuegras, flauta, armónica, pitos... todo por
donde se pueda soplar.
Articular frases:
En este caso pueden utilizarse frases completas, poesías, trabalenguas o
cuentos cortos, de esta manera el niño repetirá las silabas y frases, una y otra
vez hasta articular de manera correcta las mismas. Este ejercicio ayuda a
mejorar los problemas del lenguaje, que también pueden combinarse con
golpes de objetos pequeños, para marcar el ritmo.
Por costumbre o pereza, algunas personas hablan con la boca muy cerrada,
casi sin mover los labios. Otros, por timidez, adoptan un tono muy bajo y
apenas se entiende lo que dicen.
Levanta la cara, limpia tu garganta, abre bien la boca. Igual que el músico, el
locutor o la locutora afinan su instrumento antes de tocarlo, para que el público
no pierda una sola nota de su sinfonía.
EJERCICIO 1
Muerde un lápiz, como si tuvieras un freno de caballo en la boca. En esa
posición, ponte a leer un periódico. Haz este ejercicio durante cinco minutos.
Verás cómo vas aflojando todos los músculos de la cara.
EJERCICIO 2
Toma un libro y ponte a leer en voz alta, lentamente y silabeando:
Cuan-do-el-co-ro-nel-Au-re-lia-no-Buen-dí-a…
Avanza algunos párrafos así, exagerando la lectura, como haciendo muecas
para hablar. Luego, silabea más rápido, asegurándote que pronuncias cada
una de las letras de cada palabra.
Hay que corregir las letras comidas (las “eses” especialmente) y cambiadas (la
“l” por la “r”, la “r” por la “l”, la “c” por la “p”).
También están las palabras mal dichas (“haiga” en vez de “haya”, “hubieron” en
vez de “hubo”, “naiden” en vez de “nadie”, “satisfació” en vez de “satisfizo” y
tantas otras).
No hay que irse al otro extremo, a una manía por la dicción que reste
naturalidad a quien habla. Son esos que pronuncian hasta la segunda “s” de
Strauss y la “p” de psicología. En algunos cursos de locución, se ejercita el
sonido fricativo de la “v” para diferenciarla de la “b”. Tal exageración, impropia
del idioma español, suena muy pedante.
EJERCICIO 3
Los trabalenguas son muy útiles. Busca uno con letras incómodas para ti. Por
ejemplo, si tienes problema con las “erres”, practica el consabido “erre con erre
cigarro, erre con erre barril, rápido corren los carros siguiendo la línea del
ferrocarril”. Pronúncialo dos, cuatro, ocho, dieciséis veces… ¡hasta que la
lengua te obedezca!
En las medicinas tienes otro estupendo ejercicio de dicción. Lee esos papelitos
de letra pequeña donde vienen escritas las enredadas fórmulas químicas.
III. CONCLUSIONES:
Los retrasos del habla son problemas que los padres pueden ayudar a
corregir, también se pueden prevenir potenciando la comunicación del bebé
desde el nacimiento, ya que si el lenguaje no se da correctamente o
naturalmente se puede tener graves consecuencias.
Hablar parece tan sencillo, hasta que nos toca enfrentarnos al reto de un
hijo que presenta retos a la hora de hacerlo. Es entonces cuando muchos
de ellos necesitarán terapia de lenguaje, y qué mejor que conseguir que la
cumplan jugando a través de estos fáciles ejercicios.
Pasearlo por la vivienda para buscar o hacer diversos sonidos, por ejemplo, el
golpeteo de dos cucharas, arrugar una hoja de papel, abrir la llave del agua y
explicarle cada uno de los sonidos.
Meter muchos juguetes y objetos en una caja. Nombrarlos para que él los
saque uno por uno.
Mostrarle dos objetos y luego taparlos con un pañuelo. Pedirle que ubique uno
de ellos. Con el tiempo aumentar el número de objetos.
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Clariza Gonzales Delgado
V. ANEXOS
En esta imagen vemos a una niña realizando ejercicios con la lengua, con la finalidad de
ablandar las cuerdas bucales y poder tener una buena pronunciación.
En esta imagen vemos a una niña realizando ejercicios de soplo, con la finalidad de moldear el
diafragma y tener una mejor fuerza en los pulmones para pronunciar.
En esta notamos a niños tratando de pronunciar frases, este ejercicio consta de hacer el
esfuerzo de sacar sonidos con la boca para poder lograr clarificar palabras.