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Rad. - 2.006.0816.01resp. Civil Extracontractual
Rad. - 2.006.0816.01resp. Civil Extracontractual
Republica de Colombia
Departamento del Magdalena
Magistrado Ponente:
Dr. Alberto Rodríguez Akle
Acta N°
Se entra a resolver el recurso de apelación interpuesto por el apoderado
judicial de la parte demandante contra la sentencia de fecha veintiocho (28) de
septiembre de dos mil seis (2.006), proferida por el Juzgado Cuarto Civil del
Circuito de Santa Marta, dentro del Proceso Ordinario promovido por ALIX
ISABEL RODRÍGUEZ VERGARA y VÍCTOR MANUEL NÚÑEZ HOYOS,
quienes actúan en nombre propio y en representación de los menores DOLYS
MARIA NÚÑEZ MARTÍNEZ, MARELEIDIS ESTHER NÚÑEZ PÉREZ y
YULIS ZENITH NÚÑEZ BARRIOS, contra TERMOTECNICA
COINDUSTRIAL S.A., y INTERASEO S.A., E.S.P.
ANTECEDENTES
La demanda fue admitida el ocho (8) de agosto del año dos mil uno (2.001),
procediéndose a realizar la notificación a los representantes legales de las
sociedades demandadas corriéndole el traslado de rigor.
Se citó a las partes para llevar acabo la audiencia preliminar conforme al Art.
101 del C. de P. C., llevándose a cabo en la fecha y hora señaladas, en la cual
se presentaron las partes y sus apoderados, poniéndole fin a ésta sin haber
llegado a un acuerdo, pues los extremos de la litis manifestaron no tener ánimo
conciliatorio, tal como quedó plasmado en el acta visible a folio 228 del
cuaderno principal.
LA APELACIÓN
CONSIDERACIONES
2.- La culpa del demandado. Ella debe ser probada, excepto en los casos en
que haya lugar a presumirla, como ocurre en los casos del ejercicio de
actividades peligrosas.
3.- El daño sufrido. Este elemento debe demostrarse por quien pretenda ser
indemnizado. El daño puede ser material (actual o futuro) y moral (subjetivo
y objetivado) entre otras clasificaciones.
Así mismo, por ser la conducción de vehículos automotores, una acción que
implica per se un riesgo creado, se ubica tal actividad, dentro de las
modalidades de la Responsabilidad civil extracontractual ante una evidente
Actividad peligrosa; que aún, cuando no esté contemplada expresamente
dentro de las hipótesis del artículo 2.356 del C. C., una interpretación
extensiva de dicha norma permitió extraer por parte de la Doctrina y de la
jurisprudencia esta clase de responsabilidad, teniendo en cuenta que el
ejercicio de actividades de esta naturaleza, como la conducción de vehículos
automotores colocan a los asociados en un peligro inminente de recibir una
lesión, debido a las previsibles consecuencias de causar un perjuicio;
constituyéndose éstas actividades en un riesgo potencial de producir un daño.
Restarle validez al registro de los vehículos automotores que se hacen ante las
autoridades del tránsito para establecer la titularidad del derecho de dominio y
consecuentemente la responsabilidad, es no solo desconocer el artículo 922 del
Código de Comercio, sino también el artículo 60 de la Ley 53 de 1.989, (...)”.
(Negrillas de la Sala)
1
(L. 769/2002, art. 2º).
Hasta este instante es necesario dejar claro que le asiste razón al Juez de
primera instancia al manifestar que por no ser la sociedad TERMOTECNICA
COINDUSTRIAL S.A., el propietario del automotor recolector de basuras,
tipo volqueta, marca Chevrolet, de placas CHC 077, mal se haría
condenándolo en tal sentido, como lo solicitó el extremo activo de la litis,
configurándose así una falta de legitimación en la causa por pasiva, pues quién
aparece como dueño en el registro que se lleva para tal fin es la sociedad
Eléctricas De Medellín Ltda., como lo señaló la Secretaria de Transportes y
Tránsito de Medellín.
De la simple lectura del artículo 306 del C. de P. C., se desprende que el a-quo
puede declarar probadas algunas excepciones, siempre y cuando aparezcan
demostradas dentro de la litis, ello si infiere del señalado de la norma citada al
manifestar que:
Sobre el tema que se viene tratando señaló la Corte suprema de Justicia Sala de
Casación Civil Agraria, que:
(...)
De las anteriores declaraciones se puede inferir que los hechos relatados por
los señores Placido Peñaranda Reales, Esther Barrios Méndez, Gustavo Adolfo
Sánchez Villalba, Emirse Vergara Barrios, Mercy Elizabeth Aragón Escobar,
constituyen plena credibilidad por ser responsivos, exactos, completos y
contundente, los cuales tienen su fundamento en haber sido testigos
Lo anterior esta presente en este caso, por cuanto hay evidencias de un daño no
solo material, sino físicos en la persona del actor.
Importante es dejar claro que para que haya lugar a indemnización tiene que
haber perjuicios. Sin daño no se concibe la acción indemnizatoria, acción que
no debe ser causa del enriquecimiento sino que es de simple restablecimiento
de las cosas al patrimonio del acreedor, quien debe quedar indemne.(Art 1.612
del Código Civil).
El daño tradicionalmente se clasifica en dos categorías, materiales y morales,
además de una nueva clasificación que surgió como lo el perjuicio fisiológico.
Daños morales, son los que afectan aspectos íntimos, sentimentales, afectivos,
emocionales, como la angustia por la muerte de un ser querido, los que afectan
las facetas de la personalidad, como el derecho a la integridad corporal, el
derecho al buen nombre, o a bienes no tangibles pero que innegablemente
hacen parte del patrimonio de una persona.
Por último, refiriéndonos de manera breve a los perjuicios fisiológicos, se
puede decir que son aquellos que se generan de una lesión a la integridad
funcional del individuo que, sin tener repercusiones económicas, afecta su
actividad fisiológica. Son los casos en donde una persona pierde por ejemplo,
como consecuencia de un delito o de un hecho dañoso, un órgano.
4
RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL, GILBERTO MARTÍNEZ RAVE, EDITORIAL
TEMIS, DÉCIMA EDICIÓN.
5
JAVIER TAMAYO JARAMILLO, TRATADO DE RESPONSABILIDAD CIVIL, TOMO II, EDITORIAL
LEGIS
Siendo así las cosas tenemos que en el peritazgo se señaló que la buseta de
placa TET 058, había sufrido una perdida total, por lo cual debía reemplazarse
dicho automotor; para indemnizarse dicho perjuicio, se tendrá en cuenta el
valor determinado por el avalúo, el cual fue tasado a la fecha del accidente en
DIECISIETES MILLONES DE PESOS, ($17.000.000.oo) M/L, atendiendo
que se trataba de un vehículo de cinco (5) años de uso y como señaló el perito
es poco comerciable, además que se encontraba en regular estado, suma por lo
cual se condenará a la parte demandada por perjuicios materiales, cantidad de
dinero que deberá actualizarse según el IPC desde la fecha en que ocurrió el
siniestro hasta el día en que se realice su pago.
Por otro lado y si bien la parte demandante aporta unos tiquetes de transporte
por valores diferentes, ello no constituye certeza probatoria de cual era el
promedio de ganancias mensuales que percibía el señor Víctor Núñez Hoyos,
por tener afiliada su buseta a la empresa la Veloz, incumpliendo de esta
manera la carga procesal que en materia probatoria recae sobre él.
24/50 = 0.48
31.85%, / 0.48 = 15.288 X 6.630.405.6
Sí 50 % de la Capacidad Laboral equivale a $ 10.408.800.oo
Ahora, por perjuicios morales siendo una fijación a criterio del intérprete, se
fijará en la suma de diez (10) Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes, a
la fecha en que se haga efectivo su pago, a favor del directo perjudicado con el
accidente y demandante VÍCTOR MANUEL NÚÑEZ HOYOS, a quein
efectivamente debió afectar la disminución física en que quedó.
Con fundamento en todo lo hasta aquí expuesto esta Sala de decisión revocara
el fallo de primera instancia.
RESUELVE