CONTROLA TU

ANSIEDAD
Liberase de la preocupación
y dejar de tener miedo,
para encontrar la paz interior
y disfrutar de una vida feliz.

JAVI MARTÍNEZ
CAPÍTULO 1:
LA ANSIEDAD, UN
SENTIMIENTO LEGÍTIMO
CAPÍTULO 2:
EL AMOR QUE CALMA LOS
TEMORES
CAPÍTULO 3:
LA FUENTE DE ESPERANZA,
ALEGRÍA Y PAZ
CAPÍTULO 4:
ESTÁ A TU LADO
CAPÍTULO 5:
NO TENDRÉ TEMOR, PORQUE
HA VENIDO A SALVARME
CAPÍTULO 6:
 VICTORIA SOBRE LAS
AFLICCIONES
CAPÍTULO 7:
UN DÍA A LA VEZ

ACERCA DEL AUTOR

VÍAS DE COMUNICACIÓN
NOTAS
 Dios nunca se pone ansioso, no se preocupa, jamás se
estresa ni se pone nervioso. Siempre está tranquilo, en
calma y en completa paz. Él quiere compartir esa paz
contigo.

El presente trae desafíos que no existían en otras

épocas. Vivimos en tiempos complejos, pero cada día
tenemos la posibilidad de aprovechar las nuevas
oportunidades de nuestra era. El desafío es valerse de
ellas, pero sin sacrificar nuestro mundo emocional.

En este libro aplicaremos herramientas de la palabra

de Dios que te ayudarán a obtener cada día la victoria
sobre la ansiedad.

En cada capítulo encontrarás un versículo que te

renovará tus fuerzas, y te dará aliento y motivación para
creer que puedes vivir la vida que Dios pensó para ti,
que puedes reducir el estrés y disminuir la ansiedad.
Confía, el Creador sabe lo que hace.

Encontrarás en este libro:

● Que tu ansiedad es un sentimiento legítimo.
● Que el sentimiento poderoso del amor calma tus
temores.
● Que Dios es la fuente de tu esperanza, alegría y
paz.
● Que Dios está a tu lado para ayudarte en tus
adversidades.
● Que no hay razón para tener miedo.
● Que puedes tener victoria sobre tus aflicciones.
● Que puedes gestionar tus fuerzas para vivir un
día a la vez, en plenitud.

¡Es hora de comenzar a dar batalla a lo que te

mantiene inquieto!

Con amor,
Javi Martínez
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Si este libro te es de bendición agradecería que puedas

dejar una reseña.
 CAPÍTULO 1:
LA ANSIEDAD, UN
SENTIMIENTO LEGÍTIMO
 Entrégale tus cargas al Señor, y Él cuidará de ti; no
permitirá que los justos tropiecen y caigan.
(Salmos 55:22, NTV)

La ansiedad encuentra maneras de hacerse presente

en nuestra vida. Ya sea, por las responsabilidades en el
trabajo, por presiones académicas, por relaciones
personales tensas, o bien, por problemas de salud o
financieros.

Esta se presenta de formas silenciosas, como

quitándonos el sueño o más evidentes, a través de un
ataque de pánico.

Muchos cristianos que viven con ansiedad se

preguntan —con algo de culpa—: ¿es legítimo que
sienta esta emoción?
 La respuesta está en la Biblia que dice: «entrégale tus
cargas al Señor» (Salmos 55:22), al expresar esto, da por
sentado que sentiremos cargas. No crítica que estas
existan, porque simplemente son parte de la vida y que
produzcan algo de ansiedad es algo normal. Por eso,
debemos recordar que no estamos solos, tenemos a
Quién recurrir. El pasaje nos dice que Dios llevará las
cargas de nuestro presente.

Me asombra saber que el autor bíblico escribe sin

tener toda su vida en control, y lo hace pensando en
otros que están en la misma situación.

Al tomar este libro, ya no estás solo en la batalla.

Muchos otros están dando pelea junto a ti. Pero, hay
uno que se destaca, tu Padre que está en los cielos, que
te acompaña en la lucha contra la ansiedad.

No importa con qué estés lidiando, tus problemas

pueden sobrellevarse con el poder de Dios. Puedes
acudir a Él y contar con su ayuda constante.

● Comienza este recorrido acercándote a Dios.

● Toma un cuaderno y haz una lista de las diez
cosas que te han mantenido ansioso este mes.
● Acércate a Dios dejando tus cargas y confía en
que Él viene a tu socorro.
● Cada vez que algo te haga sentir ansioso anótalo
en tu cuaderno y ora por ese asunto.
● También, busca un compañero de batalla.
Alguien que creas que puede fortalecerte en este
tiempo, y habla con él con regularidad.
 CAPÍTULO 2:
EL AMOR QUE CALMA LOS
TEMORES
 Pues el Señor tu Dios vive en medio de ti. Él es un
poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su
amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con
cantos de alegría.
(Sofonías 3:17, NTV)

Si confías en Cristo como Salvador, Dios es tu Padre.

Es importante, tener presente esta relación que tienes
con tu Creador. Porque Él es un padre bueno, y no
dejará que nada malo te pase.

Es posible que tu padre terrenal se haya portado mal

contigo, pero debes tener en mente que Dios no es así.
Él es el Padre perfecto. Te cuidará, te abrazará y te
amará.

Su amor combatirá contra tus temores. La Biblia lo

dice así: «Con su amor calmará todos tus temores. Se
gozará por ti con cantos de alegría» (Sofonías 3:17). Ese
es el verdadero amor de un padre, capaz de desarmar
cualquier temor que tengas dentro.

Dios te pensó antes del tiempo, observó cada etapa

en la que eras gestado, y ahora, te sostiene. Eres su obra
maestra, Dios jamás te desamparará.

Un niño descansaba en su cama, en una noche de

tormenta. Cada tanto, los truenos crujían en el cielo.
Asustado, llamó a su padre. Este vino y lo abrazó con
fuerza, durante el tiempo que duró esa noche negra de
tormenta. El niño no podía entender que los truenos no
podían alcanzarlo. Eran un fuerte ruido que estaba a lo
lejos, pero el pequeño los percibía como un peligro
inminente. Aunque el razonamiento de sus temores no
era cierto, su temor era real, pero también lo era el amor
de su padre. Un amor, más fuerte que los truenos.

Ese es el amor de Dios, tan fuerte como para vencer

el temor a nuestras tormentas.
 CAPÍTULO 3:
LA FUENTE DE ESPERANZA,
ALEGRÍA Y PAZ
 Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene
completamente de alegría y paz, porque confían en él.
Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el
poder del Espíritu Santo.
(Romanos 15:13, NTV)

No sabemos qué nos depara el futuro ni podemos

controlar los acontecimientos por venir. Sentimos
ansiedad cuando queremos controlar lo que está fuera
de nuestra capacidad.

Si esta es ocasional, o es una realidad diaria, recuerda

una y otra vez que no estás solo. Detente en el medio de
tu agitada rutina y frena la ola de pendientes, porque
Dios quiere hablarte palabras de paz.
 Esto es lo que Pablo tenía en mente cuando oraba
por sus hermanos en Cristo en Roma, que Dios se
convierta en su fuente de esperanza.

Dios quiere ser esto para ti: tu fuente, de la cual

constantemente emane esperanza. Él quiere que sepas
que la adversidad que estás atravesando tendrá un final.
Dios se preocupa por ti, es tu «fuente de esperanza».

Sabemos que Dios podría quitarte la ansiedad de

manera instantánea, pero desea hacer un cambio más
profundo. Quiere llenarte completamente de alegría y
paz, y que estos nuevos sentimientos desplacen todos
los que te estorban.

Hay un requisito: confiar en Él. Hacer esto requiere

un cambio de mentalidad arduo. Pero, vale la pena el
esfuerzo, cuando confiamos en Él podemos acceder a su
alegría y su paz. Estas herramientas emocionales son
claves, para derrotar la ansiedad.
 ¿Esto tiene sentido para ti? ¿Anhelas una vida de
alegría y paz?

Solo una confianza profunda en Dios, te permitirá

esto. Puedes confiar, en sus manos tu realidad cambiará.

No se trata de algo instantáneo. El cambio de mente

que debes producir con la ayuda de Dios, es un proceso.
Para cambiar profundamente tus pensamientos, debes
hacer de esto un hábito constante: buscar vivir como si
Dios fuese digno de confianza en todo momento, sea
cual sea la circunstancia. Claro que Él lo es, pero debes
hacer que sea una realidad evidente en tu vida, incluso
en los momentos críticos.

Tú puedes temblar sobre la roca —que es Dios—

pero la roca no temblara nunca debajo de ti.

Muchas personas en situaciones similares a las tuyas,

han podido experimentar a Dios como su fuente de
alegría y paz. Esta fuente siempre está disponible y te
llenará hasta desbordarte. Su esperanza, alegría y paz
arrastrará fuera de ti todo otro sentimiento. Ten fe en
esto.

Cree que Dios controla todas las cosas que tú no

puedes. Confía y llénate de su esperanza.

Intenta ejercitar tu confianza en Dios:

● ¿Puedes recordar oraciones que Dios te haya
contestado? Haz una lista.
● Trata de pensar en bendiciones espontáneas que
hayas recibido recientemente.
● Ten presente que no podemos saber qué
acontecerá después, pero Dios sí puede y está de
tu lado, acompañándote ahora y siempre.
 CAPÍTULO 4:
ESTÁ A TU LADO
 Sé que el Señor siempre está conmigo. No seré sacudido,
porque él está aquí a mi lado.
(Salmos 16:8, NTV)

Siempre existirán los desafíos. Vendrán en cantidad y

variedad. Por lo que debemos estar preparados para
cuando arriben, sabiendo que pondrán en jaque
nuestras emociones. En la lucha contra la ansiedad es
importante tener un grupo de apoyo. Personas
adecuadas y maduras, que tengan inteligencia espiritual.
En definitiva, que sean verdaderamente capaces de
ayudarte. El contar con un grupo de personas es de
mucha utilidad, porque si atraviesas situaciones que te
sobrepasan podrás compartir tus cargas con ellos.
 Es importante señalar que Jesús dijo que nos daría
una paz superior a la que encontraríamos en cualquier
otro sitio (Juan 14:27). Mi punto es que con mucha
frecuencia, utiliza a los demás como instrumentos para
darnos esa paz.

Mientras construimos esta red de apoyo con

personas sabias, también necesitamos aumentar nuestro
conocimiento de Dios.

Algo que nos resultará muy útil, es conocer acerca de

Su presencia. Él dijo que nos acompañaría y que estaría
con nosotros siempre. Saber esto, nos tranquiliza, y si
adoptamos el hábito de vivir conscientes de ello, no
seremos controlados fácilmente por nuestras
emociones.

Además, debemos tener en cuenta que Él no es un

Dios pasivo —no solo se queda parado al lado de
nosotros sin hacer nada—, sino que actúa para
ayudarnos a vencer nuestros desafíos. Esto también
debe llenarnos de calma.
 Si medimos las dificultades con nuestras fuerzas
humanas, entraremos en pánico y veremos toda
adversidad como si fuera un gran gigante. Pero, si las
miramos teniendo en cuenta las fuerzas del Creador, se
convierten en cuestiones por las que no debemos
preocuparnos.

Ser consciente de Su presencia en nuestra vida,

disminuye nuestro agobio, y si buscamos conocerlo
más, nuestra confianza crecerá. Confiar en alguien es
descansar, y descansar es tener paz.

Así que recuerda, no estás solo, Dios está contigo y

tiene compañeros preparados para ayudarte a atravesar
la ansiedad. Él quiere mostrar su amor hacia ti a través
de otros.

● Pídele que te muestre personas idóneas para

acompañarte.
● Echa tu ansiedad sobre Él.
● Busca ser consciente de que está contigo.
● Busca conocer más acerca de Él, para confiar
cada día más en tu Creador.
 CAPÍTULO 5:
NO TENDRÉ TEMOR,
PORQUE HA VENIDO A
SALVARME
 Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no
tendré temor. El Señor Dios es mi fuerza y mi canción; él
me ha dado la victoria.
(Isaías 12:2, NTV)

No es posible saber con certeza cuándo vendrá la

ansiedad. Si esta es intensa, nuestra «vida normal» de
un momento a otro se convierte en todo un desorden
en el pensamiento y las emociones.

Así que allí estás, tratando de mantener la calma.

Respirando lento y dándote cuenta de que has perdido
el control. La ansiedad se ha adueñado de la situación.

Este es un momento de calma, por lo que trataremos

de generar un puente entre tus pensamientos y
emociones y las verdades que Dios tiene para ti.
Buscaremos que estés equipado para ese tipo de
situaciones.

La Biblia permite ajustar nuestro mundo interior

con nuestro Creador. Él puede poner «a punto»
nuestras emociones y nuestros pensamientos.

La escritura es un arma que tiene el poder de

ayudarnos a volver al estado de ánimo correcto, y
también, cuando llegué la ansiedad, ser el arsenal para
enfrentarla. Por eso, no solo medita en la escritura, sino
que también memorízala para estar preparados para
resistir cuando la ansiedad se haga presente.

La palabra nos hace recordar que si confiamos en

Dios, no hay razón para tener miedo. Él está a nuestro
favor para librarnos. Debemos recordar que es el
gobernante del universo, pero también es nuestro
Padre. Desde su visión en lo Alto, nos cuida en todo
momento y es lo suficientemente rápido para
rescatarnos.
 Sin importar lo que estés sintiendo, Dios te está
cuidando. Tu realidad espiritual es muy distinta a la
que percibes o te imaginas. Dios te ha hecho
«victorioso».

Otra de las ventajas de llenarnos de pasajes bíblicos,

es que permiten generar más confianza hacia Dios, para
«permitirle» que lleve nuestras cargas y le brinda paz a
nuestra alma cansada. Su palabra nos equipa y nos da
fuerzas para enfrentar las batallas. Nos llena de
confianza y nos trae paz.

Entonces, memoriza los versículos que creas que

puedan ayudarte en este combate. Tenlos presentes.
Cuando la ansiedad haga su aparición, trata de
recordarlos y repetirlos. Puede que parezca que la
batalla es dura y que la ansiedad tiene más fuerza que
Dios, pero Él te ha dado las armas para combatirla y,
tarde o temprano, te dará la victoria.

Sabemos que Dios tiene el poder de resolver todos

nuestros problemas de forma instantánea, pero no lo
hace porque quiere que dependamos de Él. Cuando
hacemos esto nos volvemos más fuertes y poderosos
para enfrentar cualquier emoción que venga, una
batalla a la vez.

● Acércate a Dios en oración y dale el control de

tus pensamientos.
● Pídele que trate todos los asuntos pendientes. Si
existen temores profundos pídele que también
intervenga en ellos.
● Cree que la mejor manera de vivir es
dependiendo de Él.
● Vive en la paz de Dios, «permitir que el Espíritu
les controle la mente lleva a la vida y a la paz»
(Romanos 8:6, NTV).
 CAPÍTULO 6:
VICTORIA SOBRE LAS
AFLICCIONES
 Que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán
muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he
vencido al mundo.
(Juan 16:33 NTV)

Vivimos en un mundo caído, a cada paso nos damos

cuenta de que este lugar no es perfecto y, si esto no
fuera poco, hay un enemigo acechando como león
rugiente por doquier. Aunque el maligno no puede
tocarnos, ruge, busca atemorizarnos y desea mostrar
más capacidad para dañarnos de la que posee en verdad.

Tampoco existe manera de olvidar que los

problemas abundan. No hay forma de evitarlo, Jesús
nos lo dijo «en este mundo tendrán problemas» (Juan
16:33). No hay ninguna duda, los tiempos difíciles
vendrán y no debemos esperar otro pronóstico.
 De hecho, Jesús mismo no pudo evitar el
sufrimiento porque padeció en gran manera. Fue tanto
lo que atravesó que se lo llama el «siervo sufriente» 1. Él
fue obediente al plan de Dios y murió en la cruz. Es
cierto que todos enfrentamos dificultades, pero Él las
padeció a lo grande. Gracias a esto, ascendió al Cielo y
ahora intercede por nosotros.

¡Su «tragedia» fue su victoria! ¡Y la nuestra!

Jesús venció al pecado y sus consecuencias, y

nosotros venceremos a través de Él. Padecer nos lleva a
buscarlo, y al hacerlo, nos hacemos victoriosos. Esto es
porque Él comparte su gran triunfo con nosotros. Uno
de nuestros mayores temores es la muerte, el enemigo
último. Él la venció y nos ayudará a hacerlo también.

¡Nada puede estar firme contra nuestro rey! Esto

debería quitarnos todos los temores porque Dios puede
contender contra cualquier aflicción que tengamos en
este mundo. Su triunfo es seguro, sabemos que vendrá.

1 Por lo expresado en Isaías 52:13-53:12

 Quiero que estas palabras resuenen en ti: su triunfo
sobre el mundo, incluye las aflicciones que este provoca
en ti.

Repítelo: su triunfo sobre el mundo, incluye las

aflicciones que este provoca en mí.

En Cristo, tarde o temprano, la victoria se mostrará.

 CAPÍTULO 7:
UN DÍA A LA VEZ
 Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya
tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos
bastante con los problemas de cada día.
(Mateo 6:34, TLA)

Jesús nos invita a vivir un día a la vez, que

disfrutemos de lo que tenemos hoy y de las experiencias
que trae este día. Él quiere que no nos carguemos con
los afanes del mañana, porque solo tenemos el
combustible necesario para hacer frente al hoy. El
momento para gestionar la ansiedad de mañana, será
cuando este llegue. Hoy solo podemos tratar con la
ansiedad de este día.
 El mundo actual parece adecuado para elevar
nuestros niveles de ansiedad al extremo. De manera
constante recibimos llamados a nuestra atención:
entramos a internet y una publicidad nos acecha,
recibimos una llamada y es un vendedor que quiere que
suspendamos nuestras actividades para comprar su
producto, nos piden realizar un trabajo y la fecha de
entrega es: ayer, alguien nos manda un mensaje y se
ofende si no le respondemos de inmediato. Nuestra
atención resulta ser el capital más importante de estos
tiempos, tanto que las empresas gastan mucho dinero
para conseguirla y comerciarla. El precio que pagamos
nosotros, es la ansiedad.

Tenemos que aprender a vivir el hoy con sabiduría

porque es evidente que tenemos más quehaceres que
tiempo para realizarlos, y a esto solemos sumarle los
pendientes del mañana.

Así que, contamos únicamente con la capacidad de

enfrentar el día de hoy, pero eso es suficiente, porque
Jesús corta de manera tajante la preocupación por el
mañana, al decir: «No se preocupen [por este]» (Mateo
6:34).

Es probable, que lidiar con la preocupación te sea

más fácil unos días que otros. Si se acerca una fecha
límite los niveles de tensión: aumentarán, si es un día de
descanso: bajarán. Por eso, debemos aprovechar los
momentos de descanso para recuperar energías y no
«agitarnos» a nosotros mismos con las preocupaciones
del mañana.

A su vez, debemos dejar de acumular ítems en

nuestra lista de pendientes, ya sea porque nos
comprometimos de más o que solemos procrastinar.
Por lo que en cuanto sea posible hay que «tildar» los
trabajos acumulados que son necesarios. Muchas
preocupaciones son en realidad «pendientes». La
pregunta que debes hacer para distinguir un pendiente
de una preocupación es: «¿puedo hacer algo?». Si no
puedes: es una preocupación, si puedes: es un
pendiente.
 Llenarnos de ansiedad por el día de mañana, a fin de
cuentas termina siendo una tontería, pero con
consecuencias graves que afectan nuestra calidad de
vida. Debemos recordar que el mañana no puede ser
controlado por nosotros. Hay un solo momento en el
que podremos hacer algo en el mañana y es cuando este,
se transforme en el hoy. Hasta entonces pertenece a la
jurisdicción de Dios.

● Aparta en este día unos momentos de descanso.

Si no tienes tiempo, seguramente puedes hacerte
unos minutos para esto. Si te es posible, tómate
una hora para ti y utilízala para descansar tu
mente.
● Vive cada día con una actitud de disfrute,
sabiendo que Quién debe ocuparse por tener el
control de todas las cosas, no eres tú, sino Dios,
y Él hace un buen trabajo con eso.
● Así que:

Libérate de la preocupación
y deja de tener miedo.
Encuentra la paz interior
 y disfruta de una vida feliz...

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Salmo 23:
El pastor nos llevará a casa
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 ALGUNAS
PALABRAS AL
FINAL
 Si has llegado hasta aquí es porque tienes la fe para
superar lo que venga a hacerte frente. Es mi deseo
motivarte a creer que tienes un futuro maravilloso.

Dios traerá el favor hacia a ti. Nada de lo que has

pasado es en vano. Incluso aquello que te ha parecido
una derrota se convertirá en una historia de victorias
que contarás a otros para motivarlos a creer.

Dios te sacará de donde estás estancado. Tal vez, te

has sentido atrapado en el pasado. Los mismos
recuerdos han llegado una y otra vez y por más que los
has revisado de todos los ángulos posible, no parece que
puedas avanzar. Cree que como el Creador ayudó a José
a procesar todo su dolor también te ayudará a ti.

Dios tiene un futuro reservado, pero puedes tomarlo

solo con el equipaje necesario y el carácter correcto
desarrollado. El futuro es tuyo. Eres la obra maestra de
Dios. «Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de
que hagamos las cosas buenas que preparó para
nosotros tiempo atrás» (Efesios 2:10, NTV).

Debes caminar en fe. La fe apunta siempre hacia

adelante. Tus mejores opciones se realizarán. Tienes
mucho camino por recorrer, no te quedes en este
obstáculo.

Dios es tu ayudador para dejar el ancla del ayer.

Necesitas seguir sus instrucciones para «levar anclas»,
abrir las velas y dejarte llevar a destino.

El pasado jamás será mejor que lo que viene en el

futuro. No te quedes en la nostalgia. No vivas en el
ayer. Si lo visitas, recoge un par de lecciones, cárgate de
motivación y vuelve al camino. Porque lo que está por
venir es incomparablemente mejor de lo que queda
atrás.

¡Suelta el pasado y estírate para alcanzar tu mañana!

 Supera el dolor, transfórmalo en bendición. ¡Sigue
adelante!
 ACERCA
DEL AUTOR
 Javi Martínez es un joven escritor emergente, un
instrumento que el Padre está levantando para animar y
ser de bendición a esta generación.

Es una persona polifacética, es profesor de lengua y

literatura, sirve al Señor en su faceta de escritor y a
través del ministerio «Conectate con lo Alto» del cual
es fundador, ministerio encargado de llevar un mensaje
diferente a través de programas de radio, televisión y
redes sociales.

Ha servido al Señor activamente en la Sociedad

Bíblica Argentina, en la cual desempeñó la tarea de
llevar la Palabra a distintas provincias de ese país.

No solamente se limita a eso, sino que actualmente

es un emprendedor activo.

Casado con su mejor amiga Flor, con quién está

iniciando un nuevo hogar en las manos del Señor.
 Su material será de bendición para tu vida, y en
muchos marcará un antes y después. Desatará una
mayor fe y será un sostén en medio del proceso.
OTROS LIBROS
DEL AUTOR
 Amor y Sexo:
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 Controla tu ansiedad:
Liberase de la preocupación y dejar de tener miedo, para
encontrar la paz interior y disfrutar de una vida feliz
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 El poder del perdón:
Claves para perdonar y restaurar relaciones rotas, dejar ir la
amargura y el resentimiento. Liberarse de las cadenas del
pasado y ser libre para vivir en plenitud
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 Conquista tus temores:
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