Ella

REVISTA DIGITAL N°5

FLORECE

"Necesito el
temor del Señor" CORRIE
Por Karla Martínez
TEN BOOM
Preguntas y

Una historia de perdón

Respuestas
¡No te quedes sin leerlo!
Constanza
Recomendaciones
Te ayudamos con estos
Rivera
recursos ¡Conócela en nuestra entrevista!
Índice
Índice
1 Índice

2 Nota Editorial

3 Blog: Necesito el
temor del Señor

5 Historia de vida:
Corrie Ten Boom

8 ¿Alguna vez te
pasó?

11 Entrevista:
Constanza Rivera

14 Recomendaciones
del mes

15 Preguntas y
Respuestas

Página | 01
 NOTA
EDITORIAL
Una vez más queremos darte la bienvenida a la
revista de Ella Florece «Arraigadas en la Palabra».
Es nuestra oración que seas desafiada y animada
por medio del contenido que encontrarás en las
siguientes páginas.
Estamos muy emocionadas de compartir contigo la
historia de vida de Corrie ten Boom, quien vivió
durante la época del Nazismo y sufrió en carne
propia sus horrores. Una mujer que, junto a su
hermana y su padre, dejaron a un lado la
preocupación por su propia seguridad, y
encontraron la manera de ayudar a sus vecinos
judíos. Una mujer que un día se encontró con la
necesidad de perdonar a sus opresores de la misma
manera como Dios la había perdonado a ella en
Cristo.

Al leer la entrevista conocerás a Constanza Rivera,

una chica joven que usa las redes sociales para
compartir la esperanza del evangelio y su viaje a
través de la tetraplejia. Su fe y amor por Dios se
dejan ver en la manera como vive y acepta su
condición, sin quejas, porque confía y sabe que está
en las manos de un Padre amoroso y sabio que
quiere lo mejor para su vida.
En el artículo del mes, leerás acerca de lo que
significa el temor del Señor, cómo se relaciona con
la necesidad de vivir sabiamente y cómo impacta tu
manera de relacionarte con Dios.
Y puede que alguna vez hayas batallado con el
anhelo de casarte y el de encontrar tu plenitud en
Cristo, si es así, te animamos a leer el testimonio de
Karla, en nuestra sección ¿Alguna vez te pasó? y a
ver cómo el Señor está obrando en su vida por
medio de las diferentes decisiones y situaciones que
enfrenta.
Y para finalizar, responderemos algunas de las
preguntas que hemos recibido de nuestras lectoras.
Te animamos a dejar tus preguntas aquí y a
compartir con tus amigas y conocidas el enlace
para que puedan descargar la revista y ser
bendecidas al leerla.
Oramos por ti y le damos gracias a Dios por tu
compañía.

Mónica Carvajal,
Editora de Ella Florece
Página | 02
 Necesito el temor
del Señor
Por: Karla Martínez
Recuerdo que hace varios años cuando
comenzaba a caminar en mi fe cristiana,
escuché por primera vez que el cristiano «debía
tener temor del Señor».
Para serte sincera, sentí una gran incomodidad
al oír tal afirmación. A decir verdad, no sabía
de dónde provenía (hoy sé que era mi pecado),
sólo que era como una especie de indignación
que retumbaba en mi interior diciéndome algo
así como: ¿Cómo es posible que me digan que tengo
que sentir temor de Dios? ¿Acaso Dios quiere que
Sus hijos le tengan miedo? ¿Cómo podría acercarme
confiada a Dios si le tengo temor?
Con el paso del tiempo, esa incomodidad fue
mermando frente a esa expresión, pero te
confieso que, por muchos años, el «temor del
Señor» era uno de esos temas que no tenían
sentido en mi mente, así que preferí no
detenerme a pensar mucho en lo que
significaba, y menos aún a hablar sobre ello.
Poco a poco el Espíritu Santo me llevó a
entender que «tener temor» de Dios no se
refería, en absoluto, a lo que yo pensaba. Así
que comprendí que, más que un «deber» del
cristiano, tener temor del Señor es algo que
necesitamos con urgencia para poder vivir
vidas sabias que realmente glorifiquen a Dios y
proclamen Su existencia.
Hermanas, necesitamos entender que el «temor
del Señor» no consiste en tener miedo de Dios,
sino que se refiere a un sentimiento de respeto,
reverencia, obediencia y adoración delante del
Señor, el cual únicamente puede darse cuando,
por un lado, tenemos convicción de nuestro
pecado y entendemos que este nos aleja de Él, y
por otro, cuando entendemos que por Su amor
decidió ofrecer a su Unigénito como el sacrificio
perfecto para que a través de Su sangre
derramada en la cruz, fuera pagado el precio
perfecto y suficiente para el perdón de pecados.
Todo esto a fin de que no existiera más esa
lejanía y pudiéramos ser reconciliados con ese
Dios santo, ser llamados Sus hijos y ser
partícipes de todas las bendiciones celestiales
que ello trae consigo.
De manera tal, que tener «temor del Señor» es
saber que, ante la grandeza, majestuosidad y
santidad de Su nombre, todo creyente es
llamado a vivir de cara a Dios en todos los
aspectos de su vida, teniéndole respeto,
reverencia, adorándolo y obedeciéndole.
No obstante, con gran regularidad, vemos tanto
en nuestra propia vida como en la de nuestros
hermanos en la fe, que nos cuesta cumplir con
ese llamado: batallamos con la idea de vivir una
vida con sabiduría y que dé Gloria a Dios, al
continuar siendo presos de pecados específicos,
hábitos dañinos y/o estilos de vida desordenados
que no reflejan Su nombre.
Y es ahí donde surgen interrogantes como:
¿pero, por qué ocurre esto? o ¿por qué nuestra
vida, a menudo, luce como la de quien aún no
conoce a Cristo?
Página | 03
Podríamos afirmar que lo anterior obedece a la
naturaleza pecaminosa inherente a nuestra
humanidad; sin embargo, también es cierto que
gran parte de la respuesta a tales interrogantes
se encuentra en nuestra falta de «temor al
Señor».
Ciertamente, vivir vidas poco sabias no sólo se
debe a esa inclinación natural hacia el mal,
sino, además, al poco anhelo que tenemos en
nuestro corazón de querer respetar, venerar y
obedecer a Dios por el solo hecho de quién es
Él.
En Proverbios, encontramos que «el temor del
Señor es el principio de la sabiduría» (Pr 1:7,
9:10), lo cual significa que ese es el punto de
partida para que vivamos una vida sabia, que dé
Gloria a Dios y proclame Su existencia.
apatía por la persona de Dios, y luego, para que
reconozcamos la urgente necesidad que tenemos
de aprender a temer al Señor, y oremos
específicamente en ese sentido.
Sí, mi amada hermana, oremos como el salmista:
«Enséñame, oh, Señor, Tu camino; andaré en Tu
verdad; unifica mi corazón para que tema Tu
nombre» (Sal 86:11).
Reconozcamos delante de Dios con un corazón
sincero y humilde nuestra falta y la necesidad
que tenemos de que Él nos enseñe a temer Su
nombre, pues, sin duda alguna, será el punto de
partida para vivir la vida que somos llamadas a
tener en esta tierra.

Si en nuestro corazón se encuentra presente un

deseo real y genuino de querer honrar a Dios y
Su Nombre, de entender lo que
verdaderamente significa vivir Coram Deo (de
cara a Dios), de querer adorarlo en cada parte
de nuestra vida, entonces, «la sabiduría entrará
en (nuestro) corazón, y el conocimiento será
grato a (nuestra) alma; La discreción velará
sobre (nosotros), el entendimiento (nos)
protegerá, para (librarnos) de la senda del mal»
(Pr 2:10-12).
«ENSÉÑAME, OH,

Así que, mi querida hermana, para vivir una

vida sabia que dé Gloria a Dios y proclame Su SEÑOR, TU

Nombre en esta tierra, no sólo necesitamos

hacerle frente a nuestra naturaleza pecaminosa CAMINO; ANDARÉ

con el favor del Espíritu Santo, sino, de manera

relevante, tener temor del Señor y conducirnos
EN TU VERDAD;

bajo el mismo, en todo tiempo de nuestra

peregrinación de este lado de la eternidad (1 P
UNIFICA MI

1:17) CORAZÓN PARA

Por ello, seamos conscientes de nuestra falta de QUE TEMA TU

temor al Señor y corramos a los pies de Cristo a

pedir perdón, a sabiendas de que esto, en NOMBRE»
última instancia, representa una indolencia y
(SAL 86:11).

Página | 04
 LA HISTORIA DE VIDA DE
Corrie Ten Boom
Por: Anabel Vargas.
¿Alguna vez has sentido que estás viviendo una situación injusta?
¿Has sentido que no tienes motivos para dar gracias?
En la historia de vida de hoy, veremos el
ejemplo de una mujer que desde niña creció
en una familia feliz, centrada en el evangelio,
que ayudaba a los necesitados y era muy
amada por la gente de su comunidad.
Sin embargo, a sus 50 años, su vida y la de su
familia, dio un cambio que Corrie nunca
imaginaría, pero que Dios usaría para
fortalecer su fe, exaltar Su nombre y darse a
conocer a Su pueblo en medio de la necesidad.
Corrie ten Boom nació el 15 de abril de 1892
en la ciudad de Ámsterdam, en los Países
Bajos. Era la hija menor de una pareja
cristiana devota: Casper y Cornelia ten Boom.
Su padre era joyero y relojero y tenía la joyería
en la planta baja de la casa. Corrie aprendió la
profesión de su padre y en 1922 se convirtió
en la primera mujer licenciada como relojera
en los Países Bajos.
Corrie y su familia formaban parte de la
Iglesia Reformada Holandesa y fueron muy
amados y respetados por su comunidad. Su fe
los inspiraba a servir permanentemente a sus
vecinos. Su padre abrió las puertas de su casa
a 11 hijos adoptivos, y su madre (quién murió
cuando Corrie tenía 27 años) constantemente
apoyaba a los más necesitados de la ciudad, y
luego de quedar inválida, se dedicó a orar
fervientemente por las necesidades de los
demás.
En 1940, a pesar de la declaración de
neutralidad de los Países Bajos en la guerra, el
ejército Nazi invadió el país, trayendo consigo
su política de persecución y segregación a los
judíos. En 1942, los arrestos de la Gestapo se
ejecutaban con toda su fuerza.
En mayo de 1942, cuando Corrie tenía ya 50
años, su hermana Betsie 57, y su padre 82; una
mujer bien vestida llegó hasta la casa de los
ten Boom con una maleta en la mano y les dijo
que era judía, que había escuchado que los ten
Boom habían ayudado a sus vecinos judíos y
les preguntó si podían ayudarla a ella también.
Algunos días más tarde una pareja de
ancianos con la misma necesidad tocó su
puerta. La familia abrió sus puertas a los
judíos, a pesar de que la sede de la policía
estaba a solo media cuadra de distancia. A
partir de ese momento, Corrie y su hermana
Betsie decidieron abrir su hogar y atender a
los refugiados, tanto judíos como miembros
del movimiento de resistencia, buscados por la
Gestapo. Corrie usó su trabajo como relojera y
la tienda de su padre como fachada.
El 28 de febrero de 1944 la casa de los ten
Boom fue allanada. Corrie, su padre, su
hermana, y otros miembros de la familia
fueron arrestados. Este sería el último día que
Corrie vería a su padre, pues enfermó en la
cárcel y murió a los pocos días.
Página | 05
 Algunos meses después, las dos hermanas
fueron transferidas a un campo de
concentración en Alemania. En el viaje,
lograron esconder una Biblia que se
convertiría en el mayor tesoro de las
hermanas en su sufrimiento.
En el campo, tuvieron que soportar
vergonzosas inspecciones, golpes y azotes,
piojos y moscas, enfermedades e insalubridad,
hambre y trabajos forzados en medio de
temperaturas heladas.
Las hermanas fueron puestas en una
habitación llena de pulgas. Corrie se sintió
desesperada y le preguntó a su hermana cómo
podrían vivir en un lugar como ese, a lo que
Betsie respondió: «Estén siempre gozosos.
Oren sin cesar. Den gracias en todo, porque
esta es la voluntad de Dios para ustedes en
Cristo Jesús» (1 Ts 5:16-18). Entonces, Corrie,
indignada, dijo: «“Betsie, ¡no hay manera en
que yo pueda dar gracias por las pulgas!”».
Aunque las hermanas trabajaban horas largas
bajo la supervisión de crueles guardias, cada
noche, al regresar a su celda agotadas y
adoloridas, no eran supervisadas por nadie.
No podían entenderlo, pero se alegraban y
agradecían a Dios, pues esto les daba la
oportunidad de leer su Biblia sin temor a ser
castigadas. Leían en voz alta y esperaban
Corrie Ten Boom
Semanas después de la muerte de su hermana
Betsie en 1944, Corrie fue liberada. No sin
antes enterarse de que la razón por la que los
guardias evitaban entrar a su celda era debido
a las molestas pulgas que aparecían en cada
rincón de este cuarto oscuro. En este
momento, Corrie hizo lo que nunca pensó que
haría: Dar gracias a Dios por las pulgas.
En menos de seis meses luego de su
liberación, Corrie abrió un centro de
rehabilitación cristiano para las víctimas de la
guerra y los refugiados. Apenas un año
después, publicó un libro y viajó a muchos
países para compartir su historia.
Su prueba de fe más grande vino cuando,
después de una conferencia, un alemán que
había sido guardia, y ahora nuevo creyente en
Cristo, se le acercó para pedirle perdón. Él era
uno de los guardias delante de los cuales ella y
Betsie habían sido forzadas a desnudarse.
Corrie recordó la dolorosa experiencia que
vivió junto a su hermana y otras mujeres en el
campo de concentración y oró: «“Jesús no
puedo perdonarlo. Dame Tu perdón”».
«El amor abundante que brotó de su corazón
luego de esa oración la hizo darse cuenta de
que “la sanidad del mundo no descansa en
nuestro perdón ni en nuestra bondad, sino en
los Suyos. Cuando Dios nos ordena amar a

hasta que escuchaban distintas voces traducir
estas palabras llenas de vida, al alemán,
polaco y francés.
nuestros enemigos, junto con el mandamiento,
nos da el amor que necesitamos”».
Corrie murió en su cumpleaños número 91 en
California, Estados Unidos.

«Luego la misma Corrie recordaría: “Una cosa se hizo claramente evidente: la razón por la cual

ambas estábamos aquí. Desde que amanecía hasta que se apagaban las luces, en cualquier

momento en que no estábamos en las filas para el pase de lista, nuestra Biblia era el centro de

un círculo de ayuda y esperanza cada vez más amplio. Como vagabundas apiñadas alrededor

del fuego ardiendo, nos reuníamos para recibir luz y calor en nuestro corazón. Mientras más

oscura se hacía la noche a nuestro alrededor, la Palabra de Dios ardía más brillante, más

verdadera y más hermosa”».

Página | 06
 La historia de Corrie nos enseña que sin
importar las circunstancias que estemos
viviendo, Dios nos capacita para servirle y usa
lo que, humanamente puede parecernos inútil
(como las pulgas), para bendecirnos y
glorificar Su nombre. Dios no nos promete una
vida llena de alegrías y abundancia, sin
embargo, podemos estar seguras de que Su
esperanza y Su amor nos alumbrarán y
fortalecerán en cualquier situación de dolor,
sufrimiento o carencia que nos toque
enfrentar aquí en la tierra.

También vemos en Corrie una actitud

compasiva y misericordiosa hacia los demás,
digna de ser imitada. Su corazón, alimentado
con la Palabra de Dios desde la niñez, le
permitió recordar las verdades de Dios en sus
días más difíciles.

Esta, amada hermana, es una invitación para

nosotras hoy, a ser extremadamente
agradecidas de que podemos ir a nuestros
templos y leer la Biblia a puertas abiertas,
comentarla con libertad y tenerla en todos los
formatos posibles. ¡No demos por sentada esta
bendición!

Fuente:
Libro:
Corrie Ten Boom

Kruger, M. & Wetherer,

K. (2020) 12 Faitthfull Women:
Portraits of steadfast endurance.
Austin, Texas. The Gospel Coalition.

Página Web: Corrie ten Boom: La mujer cristiana que

uso su casa para salvar a los judíos (biteproject.com)

Página | 07
 ¿ALGUNA VEZ TE
PASÓ?
Por: Karla Martínez.
Déjame comenzar por presentarme: me llamo Karla,
soy cristiana, tengo 34 años, y estoy soltera.
Hace varios años mantuve una relación larga
con un chico con el que creía que iba a ser mi
esposo; sin embargo, conforme pasaba el tiempo
comenzaron a surgir dudas acerca de si él era la
persona indicada para formar un matrimonio.
Esa inquietud fue tornándose más grande en mi
mente y corazón, al punto que me robó la paz y
me preguntaba una y otra vez, y en mi tiempo a
solas con el Señor, si realmente era conveniente
que diéramos el siguiente paso. No recuerdo
bien qué sucedió, pero en algún momento de mi
historia vino a mí una fuerte convicción de que
si tenía dudas entonces no era él, pues
realmente tan sólo el hecho de que me hiciera
esa pregunta (reiteradamente) me estaba
informando que ese no era el camino que debía
seguir.
Finalmente, después de haber derramado mi
corazón delante de Dios de manera consistente,
y a pesar de todos los cuestionamientos que
surgían en mi mente, tales como: ¿Qué pasa si ya
no encuentro a alguien con quien casarme?
¿Qué le diremos al pastor y a nuestros líderes
después de tanto tiempo de relación? ¿Qué
pensarán nuestros padres?, pude tomar la
decisión de terminar con ese noviazgo.
No te miento, fue difícil dar ese paso, pero estoy
segura de que fue la mejor decisión que pude
haber tomado. Hasta el día de hoy no me
arrepiento de haber escogido ese camino.
Aunque esa decisión trajo paz a mi vida, y a
partir de ese momento, comencé a
experimentar un crecimiento espiritual como
nunca lo había vivido, jamás imaginé el camino
que iba a andar: uno en el que iba a ser
confrontada con mi soledad, y una tensión
permanente entre el anhelo firme de casarme y
mi plenitud en Cristo.
Han pasado casi 5 años desde esa decisión, y a
lo largo de este tiempo he transitado por
diferentes etapas: he creído que la soltería es
una espera, una etapa en la que Dios me está
preparando para en «el momento oportuno»
conocer a mi esposo; he «buscado» en la Biblia
«promesas» acerca de un esposo, promesas a las
cuales aferrarme y «esperar» su cumplimiento;
he creído aquellas voces que se escuchan en la
iglesia que dicen que si tienes el anhelo en tu
corazón de casarte, es porque Dios así te lo puso
y es un indicativo de que sí me casaré. Todas
ellas, déjame adelantarte, lastimosamente
estaban erradas.
Tal vez para ti 5 años no es mucho, pero para
mí lo han sido, porque durante este tiempo me
ha tocado ver cómo mis amigas incrédulas se
han casado con un «buen hombre», mis amigas
cristianas están saliendo con chicos de la iglesia,
e incluso, algunas han tenido bebés, y ante
todas esas circunstancias, en muchos
momentos, he experimentado una sensación
entre desolación y desánimo, preguntándome:
Página | 08
 ¿ALGUNA VEZ TE PASÓ?
¿Acaso Dios se ha olvidado de mí?, ¿soy muy
exigente?, ¿tal vez no estoy haciendo la parte
que me corresponde?, o tal vez, ¿hay algo
«malo» dentro de mí que no me ha permitido
alcanzar el «premio» del matrimonio?
Además, también he tenido un sentimiento de
culpa porque tal vez no soy una «buena
cristiana» al no experimentar en forma práctica
en mi vida esa plenitud y suficiencia en Cristo
que la Palabra nos revela y que en la iglesia se
nos recuerda constantemente.
Lamentablemente, y contrario a lo que debería
ocurrir, la iglesia, en muchas ocasiones, no
logra ser un ambiente transparente en donde
podemos compartir ese tipo de
cuestionamientos, porque nos sentimos
juzgadas o tal vez porque no encontramos con
quien abrir el corazón para que nos pueda
acompañar en medio de ese tipo de
sentimientos y/o dudas, así que, al final del día
y, en el mejor de los casos, decimos que todo
marcha bien esbozando una sonrisa aunque por
dentro sentimos que en medio de nuestra
soltería hay momentos en que, estamos tristes y
necesitamos consuelo.
He visto esto como una oportunidad para
acercarme más a Él de una manera sincera,
genuina y confiada de que tengo un Padre que
me ama, a quien puedo decirle abiertamente
cómo me siento, y contarle que hay días en que
me resulta difícil estar soltera y no tener un
compañero al lado con quien caminar.
Puedo derramar mi corazón ante Su presencia y
entregarle, una y otra vez, ese anhelo,
pidiéndole que me ayude a vivir gozosa con lo
que me provee el día de hoy, a no pensar
demasiado en el futuro, a que mi corazón sea
avivado a través de Su Espíritu Santo y me
permita caminar viéndolo a Él y no mis
circunstancias ni mucho menos compararlas
con las de los demás.
Por sobre todas las cosas, le pido que me ayude
a creer que mi historia no se ha escapado de Sus
manos, y que, por el contrario, está siendo
escrita por Él, el Único que no se equivoca y
cuyos caminos son perfectos.

Querida hermana, no sé si alguna vez te has

sentido de esa manera, pero si es así, hoy quiero
compartirte que no estás sola en tu sentir, que
es normal experimentar esos momentos en la
vida debido a nuestra condición humana, pero
aun en medio de esas circunstancias, por la
Gracia de Dios, tenemos una esperanza viva
que nos ayuda, sostiene y anima a continuar
viviendo con gozo a pesar de no tener lo que
anhelamos: Nuestra esperanza es Cristo.

Con el paso de los años, Dios me ha mostrado

que no está mal tener el anhelo de casarme, ni
que signifique que Él no sea suficiente para mi
vida.

Página | 09
 ¿ALGUNA VEZ TE PASÓ?

Quien escribe esto no es alguien que ha

«superado» esta batalla, sino una mujer que
está aprendiendo (un día a la vez) que
necesitamos ser más honestas con lo que
sentimos; que necesitamos levantar la mano
cuando requerimos ayuda; que es bueno crear
una comunidad segura en la que podemos abrir
el corazón, y ser acompañadas y apuntadas al
Señor; y, que la tristeza, desánimo y soledad
que se puede sentir al estar soltera, es real y
humana, pero también, que todo ello es un
medio de Gracia para que, en los días difíciles,
podamos correr a Él a derramar nuestro
corazón y ser consoladas en Sus brazos; y en los
días buenos, le pidamos que aumente nuestra
fe; que nos permita ser mujeres esforzadas en
seguir conociéndolo, y experimentar la
plenitud, gozo y abundancia que, gracias a Su
evangelio, podemos tener en medio de nuestras
circunstancias.

Así que mi deseo y oración es que, a través de esta historia ordinaria,

puedas encontrar ánimo para no sentirte sola ni incomprendida. Somos
muchas chicas experimentando esa tensión entre el anhelo genuino por
casarnos, y la confianza de saber que tenemos a un Dios cuya Palabra
dice que no retiene nada bueno para Sus hijos, y que si bien es cierta la
tristeza que puede llegar a existir en medio de la incertidumbre de saber si
será la voluntad de Dios proveer un compañero, también lo es que, por
encima de ello, debe prevalecer la confianza total de que Dios gobierna
nuestro presente y futuro, y eso es una buena noticia porque lo que Él
tenga para nosotras, sin duda alguna, será lo mejor que nos podrá
acontecer.

Página | 10
ENTREVISTA
a Constanza Rivera
Por: Claudia Cordero
Constanza es una joven chilena que te inspirará a ver los
propósitos de Dios con sumisión, y definitivamente, el tierno
amor que refleja por el Señor, te recordará cuán maravilloso
es tener puestos los ojos en Jesús.
—¡Hola Cony! qué privilegio tenerte
en Ella Florece. Agradecemos
profundamente que hayas aceptado
nuestra invitación. Nos gustaría que
nos contaras acerca de ti, queremos
conocer tu testimonio.
Muchas gracias por la oportunidad de compartir
con ustedes. ¡Estoy muy contenta de estar acá!
Mi nombre es Constanza Rivera, soy una joven
chilena de 28 años. Soltera. Vivo en Santiago de
Chile, donde actualmente estoy estudiando en
una fundación de inclusión laboral y profesional,
para jóvenes con discapacidad.
Tengo varios pasatiempos, por ejemplo: amo
bailar, leer, conversar y hacer ejercicio.
Pero, principalmente estoy enfocada en grabar
devocionales ya escritos. Además, me encanta
participar activamente en mi iglesia local
«ciudad satélite», donde tengo el privilegio de
servir en los ministerios de niños y jóvenes.
Me describo como una joven cristiana que ama
mucho bailar y adorar al Señor, y por gracia, ya
llevo 15 años disfrutando de este maravilloso
honor. Honor que comenzó cuando apenas tenía
13 años. Personalmente, estaba viviendo una
etapa donde guardaba mucha rabia en mi
corazón. Me encerraba en mi cuarto, con el
único propósito de dar rienda suelta a toda mi
ira desbordante. Allí en mi soledad me
autolesionaba hasta el punto de arañar mi
propio rostro. Fue entonces, que Cristo vino a
mi vida y me encontró en mi necesidad. Él,
simplemente apareció con Su amor y me
confrontó, me limpió y avivó mi corazón para
adorarlo. Desde ese momento, junto a mi familia
comenzamos a congregarnos. Sin embargo,
aunque era muy pequeña, Dios se propuso
probar mi fe y se lo agradezco, porque ha sido a
través de «diversas pruebas» que he palpado el
gozo de ver madurar mi fe.
—Sabemos que estás pasando por una
situación delicada de salud ¿Nos
podrías contar un poco acerca de esto?
Mi relación con el Señor comenzó en el año
2007. Época en que mi mamá padecía cáncer,
«un linfoma no Hodgkin grado IV». Ella
anhelaba encontrar una iglesia, y un día llegó un
folleto a nuestra casa, visitamos la iglesia, y
decidimos congregarnos.
Como les mencioné antes, yo estaba en plena
adolescencia buscando mi identidad. Durante
ese tiempo fui tremendamente impactada por el
amor de los hermanos dentro de la iglesia, (y las
canciones cristianas), todo eso me dio la
confianza que necesitaba para atreverme a pedir
oración por mi mamá.
Fui muy intencional en comenzar a leer la
Palabra y a prestar mucha más atención a las
cosas de Dios. Poco a poco me involucré en el
servicio a los jóvenes, empecé a ser discipulada y
a servir en el ministerio de niños.
Gracias a Dios, con el tiempo mi mamá fue
sanada del cáncer y salimos adelante como
familia, pero Dios tenía más planes para
nosotros.
El 2013 me encontraron un queratoquiste
mandibular, «un tumor en la mandíbula».
Durante ese año, tuve que aplicarme suero en el
tumor por medio de un tubo en mi boca y
comer todo por el lado derecho.
Página | 11
 Aunque no lo creas, este fue un proceso muy Como mujeres luchamos con miedos e
difícil para mí, pero el Señor me regaló Palabra inseguridades, pero es en Cristo, «nuestra
tras Palabra, animándome poderosamente por suficiencia y vida» de quien nos tenemos que
medio del ánimo que me daban los hermanos. aferrar. Solo santificando a Cristo en nuestros
corazones, es que podremos batallar con el
Pero la prueba más difícil llegó en el 2016. mundo, el enemigo y nuestro propio pecado,
que sin duda es lo que más aflora en medio de
Con mi grupo de jóvenes de la iglesia viajamos nuestra adversidad y dolor.
a un campamento al norte de Chile.
Durante la estadía tuvimos varias actividades y
entre ellas una dinámica en la cancha de
vóleibol. Fue en ese instante, cuando un poste
que afirmaba una de las mallas cedió. Le cayó a
la hija del pastor, María José Curinao que tenía
13 años, y me cayó a mí. María José falleció y yo
quedé con tetraplejia.
—¡Escucharte me anima muchísimo!

Definitivamente, ¡El Señor ha usado Su

¿Cómo crees que Dios está usando tu

disciplina para derribar mi orgullo y mis

vida para animar a otras?
ídolos!
No soy consciente de esto, pero creo que,
—Cony, ante esta gran adversidad,
al momento de compartir la Palabra,
¿qué le dirías a las mujeres cristianas
enviar versículos y servir en la iglesia, los
que están empezando a enfrentar
hermanos se animan y ven a Cristo
pruebas y no lo comprenden?
reflejado en mí.
Entrevista a Constanza

Quisiera decirles lo que Dios me ha enseñado:

«Que en medio de cualquier soledad y
tristeza que estén sufriendo, hay un Dios que
las ama y las entiende. Su gracia, Su
misericordia y Su amor son suficientes para
ayudarnos a enfrentar cualquier adversidad».

¿Somos pecadoras? ¡sí! pero, pecadoras

redimidas. Cristo sufrió en nuestro lugar, y es
ahí donde tenemos que mirar día a día. Ningún
sufrimiento se compara con lo que nos espera
en el cielo ¡Esa es nuestra esperanza!
—Y con esta perspectiva en mente, en
tu experiencia, ¿de qué manera
podrían autoalimentarse en la fe?

Hay múltiples maneras, pero creo que la

más efectiva para encontrar el Gozo eterno
es a través de la lectura de la Palabra. En
mis peores momentos la Palabra y la
oración me han alentado y sostenido.

Página | 12
—¿Qué te gustaría que «las mujeres cristianas» aprendiéramos, para servir mejor

en nuestras comunidades a pesar de las aflicciones?

Que aprendieran primeramente a darse ellas mismas al Señor, para luego darse a los demás. Anhelo
con todo mi corazón que las mujeres comprendan a profundidad lo que es la Gracia del Señor, para
así impartir gracia a todos los hermanos de su comunidad. A veces, el servicio no es nada fácil,
especialmente cuando estamos padeciendo adversidades, sin embargo, es increíble cómo se facilita, en
la medida que aprendemos a descansar en el Señor, y le entregamos genuinamente todo a Él.

—Querida Cony, podemos ver, que te sabes una mujer amada por el Señor. Ha sido

un gozo tenerte con nosotras. Muchas gracias por tus palabras.

Muchas gracias a ustedes. Me despido animando a todas mis hermanas lectoras a seguir buscando del
Señor y a perseverar compartiendo del amor de Cristo. Y sin importar lo que están viviendo, a
recordar que en Cristo, siempre encontrarán refugio seguro, salvación y restauración.
¡Dios les bendiga!

Puedes encontrar mucho más del testimonio de Constanza, a través de sus redes sociales
@conysabrina donde comparte todo el amor que recibe del Señor.

Página | 13
 RECOMENDACIONES
Por: Anabel Vargas.
del mes
Este mes te compartimos la maravillosa historia de vida de Corrie Ten Boom. Una mujer moldeada por
el amoroso cuidado del Señor en medio del holocausto Nazi a los judíos. Como pudiste leer, su hogar
se transformó en «El refugio secreto» que protegía al pueblo de Dios en medio de la dificultad. Su
fidelidad al Señor le significó un gran sufrimiento en esta tierra, pero al conocer más profundamente
su historia podrás asombrarte con el ejemplo de Corrie y su familia.

Por eso, te recomendamos dos de sus libros disponibles en español, «El refugio secreto» y «Cada nuevo
día» y para los más chiquitos, junto a toda la familia te recomendamos ver «La historia de Corrie Ten
Boom» en películas cristianas infantiles, serie «Antorchas», disponible gratuitamente en Youtube.

Además, en la entrevista del mes, conociste la historia de vida de Coni Rivera, una joven chilena que
tras un trágico accidente quedó con tetraplejia, pero que ha permanecido fiel y ha decidido servir al
Señor a pesar de las adversidades.

Te recomendamos leer el libro, «El cielo» de Joni Eareckson Tada, donde comparte sus reflexiones y lo
que ha aprendido de la vida por medio de su tetraplejia. Ella nos brinda una perspectiva maravillosa
de la esperanza que tenemos en Cristo para la eternidad, y nos apunta a amar y confiar en Dios en
cada cosa buena que nos da, incluso, en el sufrimiento y la aflicción.

Amada hermana, con estos ejemplos queremos animarte a servir al Señor con todo tu corazón, aún cuando
pases por adversidad.

Algunas recomendaciones que te pueden ayudar a servir mejor:

1- Lee la biblia y ora diariamente, y asiste a la iglesia regularmente. Concéntrate en crecer cada día en
Espíritu y en Verdad. Para hacer esto, ten un momento específico del día dedicado a estar con el
Señor, esto te permitirá tener un corazón alimentado y arraigado en la Palabra.

Para poder dar a otros, necesitamos preparar nuestros corazones diariamente, recibir esperanza y
alimento espiritual a través del Espíritu Santo.

2- Recuerda que sirves al Señor en todo tiempo. Tanto en la función que ejerces en tu iglesia local,
como en tu casa o en tu trabajo, debes recordar qué lo que haces, lo haces para la gloria de Dios.

3- Recuerda que no estás sola. En las etapas difíciles, es posible amar al Señor.

El sufrimiento y las adversidades no son un deseo en nuestros corazones, pero tampoco un obstáculo.
Confiar en el Señor «en medio de la prueba» es posible, y mucho más si nos apoyamos en otras
hermanas que nos acompañan en oración y compañía cuando sentimos que ya no tenemos fuerzas.

«Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor,
sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano» (1 Co 15:58).

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 PREGUNTAS Y respuestas
En esta sección responderemos a algunas de las preguntas que nos llegan a nuestro instagram
@ellafloreceoficial. Si deseas que respondamos a tu pregunta puedes enviarnos un MD.

¿Qué es la corriente judaizante? ¿Es buena?

¡Hola! Gracias por tu pregunta. Sabemos que como dice Juan 1:12 «…a los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
La corriente judaizante es nombrada en la la potestad de ser llamados hijos de Dios» (Jn
Biblia en el libro de Gálatas. Wayne Partain en 1:12 RV1960).
el libro Notas sobre Gálatas, lo explica:
Si somos hijos de Dios, ya tenemos Sus
La palabra judaizar aparece en 2:14, y se refiere bendiciones, somos herederos junto con
al esfuerzo de imponer la ley de Moisés Cristo, no necesitamos hacer nada más.
(especialmente la circuncisión) sobre los
hermanos gentiles para que, aparte de ser Encontramos también que se nos dice que la
cristianos, también llegaran a ser judíos. Es salvación es por gracia, no por las cosas que
importante entender que los judaizantes hacemos, Cristo es suficiente.
aceptaban a Jesús de Nazaret como el Mesías, y
también aceptaban la necesidad de obedecer al «Porque por gracia ustedes han sido salvados
evangelio, pero decían que adicionalmente los mediante la fe y esto no procede de ustedes,
gentiles tenían que ser circuncidados (5:2) y sino que es don de Dios; no por obras, para que
guardar la ley de Moisés (4:10). A través de los nadie gloríe» (Ef 2:8-9).
siglos los gentiles que querían participar en la
religión del único Dios vivo, tenían que llegar a
ser judíos, circuncidándose y guardando la ley
de Moisés. Los judaizantes decían que los
cristianos gentiles tenían que hacer lo mismo.
Lo que esto significa es que los gentiles tenían
que seguir convirtiéndose en judíos si
esperaban recibir las bendiciones de Dios.

Esta corriente no es buena, ya que hace ver que

el sacrificio de Jesús es insuficiente porque
obliga a hacer marcas externas para pertenecer
Diana Schifitto
al pueblo judío y ser parte de las bendiciones de
Colaboradora en el área
Dios. de escritoras y consejería

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 ¿Puede Dios restaurar una relación que cometió pecado?

Gracias por tu pregunta. ¡Definitivamente, es un sí!

Pero la restauración comienza con el arrepentimiento que, como consecuencia, nos lleva a cambiar de
actitud, pidiendo perdón y abandonando el pecado.

«El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona hallará
misericordia» (Pr 28:13).

Acá vemos que la confesión encuentra el perdón y prospera. Para que una relación pueda ser
restaurada debe haber disposición de ambas personas, humildad y abandono de la práctica del pecado.
Si es necesario, las personas que cometieron el pecado deben pedirse perdón mutuamente y dejarse
guiar por el Señor y por personas que los ayuden en el camino de la restauración.

¿Por qué suelo alejarme de Dios y buscarlo solo cuando lo necesito?

¡Querida hermana! Nos sucede a todas en algún momento, somos humanas y por nuestra naturaleza,
solemos no buscar al Señor y alejarnos.

La necesidad de buscarlo cuando hay alguna situación que te abruma se puede convertir en una
oportunidad para volver a implementar las disciplinas espirituales como la oración, la lectura de la
Palabra, etc., que cultivándolas te pueden llevar a no alejarte, y a crear hábitos saludables que
contribuyan a tu relación con Dios.

«Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes» (Stg 4:8). Siempre que te acerques al Señor, Él ya está
dispuesto a encontrarse contigo, así que no dejes que la culpa te aleje. Si todos los días te acercas a
Dios de manera constante lo vas a disfrutar, y de esta manera, mientras más conoces al Señor, Su
voluntad y Sus planes para tu vida, menos vas a querer alejarte.

Recuerda que es un trabajo de todos los días. ¡Ánimo! Haz los cambios necesarios y empieza la
carrera.

Te dejamos este recurso que te puede ayudar en tu desafío de crecer en tu

relación con Jesús.
https://www.ellaflorece.org/creciendo-en-cristo-estudio-biblico

Para ayudarte a cultivar las disciplinas espirituales te dejamos este artículo

de Coalición por el Evangelio.
https://www.coalicionporelevangelio.org/temas/disciplinas-espirituales/A Diana Schifitto
Colaboradora en el área
de escritoras y consejería

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 ¿Cómo sé si estoy dentro de la voluntad de Dios?

Hermana, espero estés bien.

Esta pregunta o duda suele ser muy frecuente, y tiende a crear cierta incertidumbre en nuestras vidas.
No obstante, tranquila que tiene respuesta.

¡La forma de saber si estamos actuando conforme a la voluntad de Dios es leyendo e inquiriendo en
Su Palabra! Ahí encontramos qué es lo que quiere el Señor para nuestras vidas (que seamos salvos,
perfeccionados, santos, sujetos a las autoridades, llenos del Espíritu, etc.), y cómo quiere que sea
nuestro comportamiento (manso, humilde, con amor, que denote respeto, sabiduría, prudencia).

La voluntad de Dios se encuentra escrita, y el Espíritu Santo nos guía para obedecerla. Es decir, si
cumples con la Palabra, y tienes un corazón dispuesto a negarte a ti misma, estás acorde con Su
voluntad.

Si quieres profundizar un poco más sobre el tema, recomiendo que leas «La voluntad de Dios» de
John MacArthur.

¿Qué consejos les darías a los jóvenes que recién conocen a Dios, acerca de

cómo andar en los caminos del Señor?

Creo que lo primordial para andar en los caminos, y permanecer, es el estudio de la Palabra. En ella
encontrarán quién es Dios, qué quiere para sus vidas y cómo quiere que sea su comportamiento.
Además, explica su condición de pecadores, el plan de salvación, las doctrinas fundamentales, y todo
lo que Dios quiere que el hombre sepa. Al leerla entenderán los atributos e intenciones de Dios, y
crecerán en la gracia.

Claramente, al ser personas nuevas, deben estar acompañados por alguien que sea maduro en la fe y
tenga conocimiento, por lo que, es recomendable que encuentren mentores que los guíen en esta
etapa.

Así mismo, es necesario cultivar una vida de oración constante. Quizás es una de las partes más
difíciles de concretar debido a la naturaleza humana, pero es la forma escogida por Dios para
comunicarse con Él. ¡No hay nada más lindo que hablar con Aquel que nos creó y que nos conoce más
que nosotros mismos!

Eliana
Colaboradora en el área
de consejería

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"Cuando Dios nos ordena amar

a nuestros enemigos, junto con

el mandamiento, nos da el

amor que necesitamos”.

Corrie Ten Boom.

 Biografía
Fotos usadas en la revista son del banco de fotos de Canva.

La Historia de vida de Corrie Ten Boom:

Libro: Kruger, M. & Wetherer, K. (2020) 12 Faithful Women:
Portraits of steadfast endurance.
Austin, Texas. The Gospel Coalition.

Página Web: Corrie ten Boom: La mujer cristiana que uso su casa para
salvar a los judíos (biteproject.com)

Colaboradoras
Coordinadoras: Claudia Cordero y Katherine Sánchez

Edición: Mónica Carvajal

Diseño: Berenice Souza

Escritoras del mes: Anabel Vargas Estévez, Claudia Cordero García,

Diana Schifitto, Eliana Marcano, Karla Yaneli Martínez Díaz.

Ministerio Ella florece

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