• “El alma generosa será

prosperada; y el que
saciare, él también será
saciado”. Proverbios 11:25.
• 1- ¿Quién ordenó apartar
el diezmo? Malaquías 3:10.
• R/ Dios mismo lo ordenó.
“El diezmo de todo lo que poseemos es
del Señor. El se lo ha reservado para que
sea empleado con propósitos religiosos.
Es santo. En ninguna dispensación él ha
aceptado menos que esto”. CMC, 71.
2- ¿Quién determinó que el
diezmo fuera el diez por ciento
de las entradas? Deuteronomio
14:22.
R/ Dios mismo lo determinó.
“Dios da al hombre las nueve décimas
mientras reclama una décima para fines
sagrados… “. 1JT 374.
3- ¿A dónde hay que llevar
los diezmos?
Malaquías 3:10; Nehemías 10:38.

R/ Hay que llevarlo a la

tesorería de la Iglesia; al
alfolí.
4- Si alguien determina no
devolver los diezmos: ¿Cómo
califica Dios este acto? Malaquías 3:8.

R/ Como un robo hecho a él.

• “Muy recientemente se me ha dado
luz directa departe del Señor sobre
este asunto, según la cual muchos
adventistas del séptimo día están
robando a Dios en los diezmos y las
ofrendas, y se me reveló claramente
que Malaquías ha declarado el caso tal
como es en realidad”. CMC 88.
5- ¿Será la pobreza una causa
justa y aceptada por Dios,
para no devolver los diezmos
y dar las ofrendas? Proverbios
15:16,17.

R/ La pobreza no justifica
la infidelidad.
• “Aun cuando la iglesia se
componga mayormente de
hermanos pobres, el asunto de la
benevolencia sistemática debe
explicarse cabalmente y adoptarse
el plan de todo corazón. La
fidelidad no traerá escasez”. OE.
234.
6- ¿Qué es lo que más alegra el
corazón de Dios? ¿La cantidad
que devolvemos o la fidelidad
permanente? Proverbios 11:24,25.

R/ La generosidad o fidelidad
permanente de sus hijos.
“En las balanzas del santuario, los
donativos de los pobres,
presentados por amor a Cristo, no
se estiman según la cantidad dada,
sino según el amor que motiva el
sacrificio”. Consejos Para la Iglesia 502.
7- Para meditar: ¿Diezmas solo
para que el Señor te bendiga? O
¿Diezmas porque ya el Señor te
bendijo?

R/ (Escuchar varios conceptos

de los presentes)
• Acepto que el diezmo le pertenece
a Dios y que constituye la
décima parte de todas mis
entradas.

• Reconozco el plan del diezmo

como algo concebido por Dios y
no una idea de origen humano.
• Soy consciente que los diezmos
hay que llevarlos a la tesorería
de la iglesia, y así enseñaré a los
demás.
• Estoy de acuerdo con que la
pobreza no es una causa justa
para la infidelidad.
“Soy tuyo por completo, mi Salvador; tu
pagaste el rescate por mi alma, y todo lo
que soy o lo que seré te pertenece. Ayúdame
a adquirir recursos, no para gastarlos
neciamente, no para complacer mi orgullo,
sino para usarlos para gloria de tu
nombre”. CMC. 50. (Toda la congregación repite en voz alta.)