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Muchos son los sucesos de la vida cotidiana en los cuales están implicados procesos

termodinámicos, eventos tales como preparar un café por la mañana, los alimentos que
colocamos en el refrigerador, los motores de los vehículos en los cuales nos transportamos, son
ejemplos claros de este tipo de procesos. La termodinámica está inmersa en nuestra vida cotidiana
y diariamente estamos interactuando en procesos que implican el uso de sus leyes. Ésta estudia la
circulación de la energía y cómo infunde movimiento a partir de la temperatura, presión y
volumen e incluye una magnitud llamada entropía, que mide el orden y el estado dinámico de los
sistemas.

El refrigerador, aquel objeto que tenemos en nuestras casas para mantener a temperaturas
estables los objetos que vamos a consumir, es un ejemplo del segundo principio de la
termodinámica. Al ser la energía eléctrica su fuente de alimentación, el calor pasa a través de la
electricidad, recorriendo todos aquellos circuitos y artefactos hasta convertir en el aire frío que
percibimos al abrir el refrigerador, convirtiéndose este en un aislante térmico ya que conserva el
frío en su interior mientras que al exterior se transforma la energía en calor.

En los compresores presentes en cada refrigerador casero y en infinidad de sistemas de aire


acondicionado, siendo éstos máquinas de fluidos construidas para aumentar la presión y desplazar
cierto tipo de fluidos como lo son los gases y los vapores.

En las válvulas que reducen la presión del agua en un grifo o llave doméstica, por ser un aparato
destinado a reducir irreversiblemente la presión de un fluido en movimiento sin obtener trabajo
“en el eje” o útil.

Basándonos en la ley 0 de la termodinámica en el cual es capaz de medir la cantidad de calor que


despide o que posee un cuerpo se rigen los termómetros, que como su función conocemos es la
de medir las temperaturas estableciéndolas en un valor de Celsius o Fahrenheit.

1ª Ley de la Termodinámica: Es el principio de conservación de la energía y se define como: La


energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.

2ª Ley de la Termodinámica: Esta ley indica la dirección en la que deben darse los procesos
termodinámicos y, por lo tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido contrario (por
ejemplo, que una mancha de tinta dispersada en el agua pueda volver a concentrarse en un
pequeño volumen o que un vaso que cae al suelo y se rompa en mil pedazos, pueda volver a
unirse lanzando de nuevo los pedazos al aire) y se define como: En un sistema aislado la entropía
nunca disminuye o su valor siempre es mayor que cero -Entropía es el grado de desorden de un
sistema-.

3ª Ley de la Termodinámica: Esta ley viene a decir que si llevamos un proceso al cero absoluto
(cosa imposible) su entropía sería cero. Es tanto como decir que los sistemas cuanto más fríos son,
más ordenados. Un gas tiene las moléculas sueltas, chocando unas con otras. Un líquido tiene las
moléculas más juntas y menos libres y un sólido –un cristal por ejemplo- tiene las moléculas tan
juntas y apretadas que apenas tiene entropía.
Basándonos en estas 3 leyes hemos creado nuestra civilización tecnológica. Nuestros medios de
transporte, los edificios en los que vivimos, los puentes, los ordenadores, las sondas que enviamos
a otros planetas, las máquinas, las fábricas, el aire acondicionado, las reacciones químicas de
nuestros fármacos, la calefacción, e incluso al cocinar nuestra comida aplicamos estas leyes.

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