Cuaresma

La cuaresma es un tiempo de preparación interior

i a la Pasión de nuestro Señor,
eñor, es preparar el corazón para
vivir su muerte y resurrección.
surrección. Pero no sólo es eso; es un tiempo de renovación. No sólo se limita la
renovación de la Iglesia, Comunidad o Parroquia; sino sobre todo
odo a nivel interior y personal. Es un tiempo
de oportunidad de mejora personal. El mismo
mism Papa Francisco nos dice que “el el pueblo de Dios, tiene
mismo”. De las
necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en si mismo”. l varias acepciones
sobre la palabra que recoge la Real Academia de la Lengua,
Lengua, sobre la palabra “renovar” la que más me gusta
es la que nos dice que es “dar nueva energía a algo, transformarlo”. Para nosotros esa nueva energía es
Dios, y lo que tenemos que transformar es nuestro corazón y con ello nuestra vida.
Señor que estemos abiertos a tu renovación.
Señor,

RENOVAOS Tiempo de cambio y conversión

IXCÍS – Al otro lado del mar Rasgad los corazones y no las vestiduras. "Ahora -oráculo del
Renovaos en la mente y en el espíritu. Señor convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con
Señor-
Y vestíos, y vestíos luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor,
de la nueva condición humana. Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la
cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas." Quizá se
arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. reunión. Congregad al pueblo,
santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el
esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del
Señor, y digan: "Perdona, Señor, r, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los
gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y
perdone a su pueblo. Joel 2,12-18.

CAMBIAR: Para hacer posible ese cambio interior, Dios nos da unas herramientas
que debemos aprovechar, nos hace ver lo necesaria
ne que es la confianza en Él,
nosotros debemos disponernos en espera de que nos de su gracia,
graci para ello
debemos perseverar, en mejorar en nuestras actitudes personales
p y en la oración.

> ¿Qué actitudes personales creo que

ue son las que debo cambiar?
> ¿Estoy
stoy realmente con el corazón abierto, dispuesto
dispuest a cambiar cosas en mi vida?
> ¿Qué cosas creo que Dios quiere que cambie en mi vida?
> ¿La oración es algo fundamental en mi vida? ¿Qué cosas cambiaría con
respecto a mi oración?.

A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta
parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
pu El fariseo,
puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los
otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la
semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los
ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que
éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será
humillado; y el que
ue se humilla será enaltecido. Lc 18, 9-14.

Señor, enseñame a orar, para así estar mas cerca de tí.

 Salmo 50
5
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
Tiempo de reconciliación
Es tiempo de ver y sobre todo reconocer nuestras
faltas para así poder pedir perdón por ellas y sentir el
perdón del Padre, y con ello sentir más cerca a Dios.
Nuestras faltas,
tas, son “simples faltas de amor”, nadie
nos dijo que fuera a ser fácil. Estas faltas de amor
suelen ser faltas de amor a Dios, faltas de amor a
nuestros hermanos, o bien faltas de amor a nosotros
mismos. Una vez reconocidas las faltas debemos
reconciliarnos
os y así acercarnos más a Dios, que es
nuestro fin.
Señor, que sepa acoger tu perdón.
perdón
>¿Qué tipo de faltas de amor predominan en tu vida?
>¿Cuales
uales te cuesta más reconocer?
>¿Qué importancia tiene la reconciliación en tu vida?
vida

SÓLO TU ESPÍRITU
IXCÍS – En espíritu y en verdad
Perdóname, Señor,
ando disperso en mis cosas.
Me perdí en la mediocridad.
Mi existencia está vacía.
Perdóname, Señor,
ni siquiera hoy he orado.
Lo he dejado por comodidad.
De mi vida no eres centro.
Sólo tu Espíritu me mantiene vivo
cuando todo parece que va mal.
Si tu Espíritu está conmigo
Soy fuerte en mi debilidad.
Perdóname, Señor,
vuelvo los ojos a los pobres.
Me da miedo poder perder mi paz;
que trabaje otro con ellos.
Perdóname, Señor,
en palabras yo me quedo.
He vivido en la apariencia.
Escondido en mil caretas.
Señor y Dios, me dirijo a ti en este momento, quizá he debido
hacerlo hace mucho tiempo, pero tú que conoces todas las cosas,
sabes lo que ha sido necesario para que hoy llegue a este punto
de poder reconocer que tengo necesidad de ti. Señor, no sé por
qué no lo comprendí antes, pero hoy reconozco que te necesito.
Hasta ahora he vivido sin tomar en cuenta tu verdad y tu amor
en mi vida, por lo que hoy reconozco que necesito tu perdón.
pe
Necesito pedirte que perdones mis pecados, mi rebeldía, mi
indiferencia, mis incoherencias, debilidades...Te pido que me des
un nuevo corazón y un nuevo ánimo para vivir la vida. Enséñame
a vivir para ti y a crecer en el conocimiento de tu verdad. Decido
rendir voluntariamente mi vida a ti, al señorío de Jesucristo tu
hijo, y a la obra de tu Santo Espíritu. Seguramente de aquí en
adelante muchos ajustes y cambios serán necesarios en mi vida,
pero te ruego que me des la fuerza y la claridad para que los lo
mismos sean realizados como es debido. Por esta oración doy un
paso de acercamiento hacia ti y confío que tú también te
acercarás a mí y que así mismo te me darás a conocer. En el
nombre de Jesucristo te doy las gracias. Amén.