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Las celdas electroquímicas tienen dos electrodos: El Ánodo y el Cátodo. El ánodo se define
como el electrodo en el que se lleva a cabo la oxidación y el cátodo donde se efectúa la
reducción
Una de las dos especies se oxida, pierde electrones, mientras la otra se reduce ganando los
electrones cedidos. Comúnmente la especie que se reduce es un catión metálico en
disolución, que al ganar electrones termina depositándose eléctricamente sobre un electrodo
hecho del mismo metal. Por otro lado, la especie que se oxida es un metal, convirtiéndose
en cationes metálicos.
Componentes
Sus componentes característicos son:
Electrodos:
En las celdas electroquímicas se generan o consumen corrientes eléctricas. Para asegurar un
adecuado flujo de los electrones tiene que haber materiales que sean buenos conductores de
la electricidad. Es aquí donde entran los electrodos y el circuito externo, provisto de
cableados de cobre, plata u oro.
Los electrodos son los materiales que aportan la superficie donde se desarrollarán las
reacciones en las celdas electroquímicas. Pueden estar hechos de un material reaccionante
(zinc y cobre); o bien, de un material inerte, como sucede cuando están hechos de platino o
grafito.
Disolución de electrolitos
La disolución que rodea los electrodos también juega un rol importante, pues está
enriquecida de electrolitos fuertes; tales como: KCl, KNO3, NaCl, etc. Estos iones
favorecen hasta cierto punto la migración de los electrones desde el ánodo hacia el cátodo,
así como su conducción por las cercanías de los electrodos para interaccionar con la especie
a reducir.
El agua del mar, por ejemplo, conduce mucho mejor la electricidad que el agua destilada,
con menor concentración de iones. Es por eso que las celdas electroquímicas cuentan con
una disolución de electrolitos fuertes entre sus componentes.
Puente salino
Los iones de la disolución comienzan a rodear los electrodos ocasionando una polarización
de las cargas. La disolución alrededor del cátodo comienza a cargarse negativamente, pues
se están reduciendo los cationes
El puente salino está compuesto de una solución saturada de sales, con sus extremos
tapados por un gel permeable para los iones, pero impermeable para el agua.
Celda galvánica
Cuando la reacciones redox, son espontáneas, liberan energía que se puede emplear para
realizar un trabajo eléctrico. Esta tarea se realiza a través de una celda voltaica (o
galvánica).
Funcionamiento
El electrodo anódico, conduce los electrones que son liberados en la reacción de oxidación,
hacia los conductores metálicos. Estos conductores eléctricos conducen los electrones y los
llevan hasta el electrodo catódico; los electrones entran así a la semicelda catódica
produciéndose en ella la reducción.
Celda electrolítica
Es el proceso que utiliza energía eléctrica para inducir una reacción redox que no es
espontánea. Se lleva a cabo en celdas electrolíticas, que son impulsadas por una fuente
externa, (una batería u otra fuente de corriente eléctrica), que actúa como una bomba de
electrones, como se muestra en el siguiente esquema:
Figura 2. Celda electrolítica
Funcionamiento
En la celda electrolítica la batería u otra fuente de corriente eléctrica, empuja los electrones
hacia el cátodo, por lo que éste tiene signo negativo (–) y los toma del ánodo, por lo que
éste es positivo (+).
En una célula electroquímica, se lleva a cabo siempre una reacción de tipo redox, dividida
en dos semirreacciones:
ECEL=ECÁTODO - EÁNODO
Si Ecelda resulta positivo la reacción es espontánea en la dirección escrita. En cambio, si
Ecelda resulta negativo la reacción será espontánea en el sentido inverso.
Empíricamente, no se puede obtener los valores para los potenciales de los electrodos.
Debido a que es imposible calcular el valor de un electrodo aisladamente, es necesaria la
utilización de un electrodo que nos sirva de referencia (electrodo normal de hidrógeno), que
posee un potencial definido y estipulado mediante convenio. De este modo, al combinar
dicho electrodo de referencia con uno, con valor a determinar, pudiendo fácilmente conocer
su valor, pues el electrodo de referencia tendría un valor conocido.
Se mide una diferencia de potencial entre dos electrodos por lo que es deseable que el
potencial de uno de los electrodos sea conocido, constante en el tiempo e
independientemente de la composición de la disolución que se estudia.
Ley de Nernst
La ley de Nernst permite calcular la FEM de una pila (Esta diferencia de potencial entre
los electrodos o fuerza electromotriz de la pila), para concentraciones de iones diferentes a
una unidad. También usado para cálculos en titulación de oxidación-reducción.
RT
E=E 0 - ln (Q)
nE
Donde
E: Hace referencia al potencial del electrodo
E0: Potencial en condiciones estándar
R: constante de los gases
T: temperatura absoluta (en grados Kelvin)
N: Numero de electrones intercambiados
F: Contante de Faraday (con un valor de 96500 C/mol, aprox)
Q: Cociente de reacción
Los potenciales de electrodos, no tienen nada que ver con la transferencia de electrones, de
esta manera, los potenciales de electrodo se pueden combinar para conseguir un potencial
general en la celda, restando el de mayor valor con el de menor potencial, aunque sean
distintos el número de electrones que participan en ellos.
La corriente eléctrica fluye desde el ánodo al cátodo nos indica el sentido de la reacción
química.
Vemos que la corriente fluye desde el electrodo de hidrogeno (ánodo) al metálico (cátodo)
en el caso del cobre. En cambio, en el caso del zinc el fluir es hacia el electrodo de
hidrogeno (cátodo). Eso indica que el zinc tiene mayor tendencia a pasar al estado oxidado
que el cobre.
Sin embargo estos fenómenos solo pueden ser tomados en cuenta si se conocen los
equilibrios implicados y se dispone de las constantes de los procesos. El problema está en
que es frecuente carecer de esa información, por lo que el químico está forzado entonces a
despreciar tales efectos y esperar que no aparezcan errores serios en los resultados
calculados.
Potenciales formales:
Con objeto de compensar parcialmente los efectos de la actividad y los errores resultantes
de reacciones, Swift propuso sustituir el potencial estándar de electrodo por una cantidad
llamada “potencial formal”, denominando con éste término al potencial de semicelda con
respecto a electrodo estándar de hidrogeno cuando las concentraciones de reactivos y
productos son 1 M y se especifican cuidadosamente las concentraciones de cualquier otro
constituyente de la disolución.
I= corriente en amperes
R= resistencia en Ohms
Cuando ha corriente continua en una celda, el potencial de celda difiere en general del
termodinámico, debido a diversos factores:
Resistencia óhmica
Efectos de polarización
Para que circule una corriente se requiere una fuerza impulsora en forma de voltaje para
vencer la resistencia que presentan los iones a moverse hacia el ánodo y el cátodo, la cual
sigue la ley de Ohm y se conoce como potencial óhmico.
Para que se produzca, será necesaria una fuerza electromotriz de al menos 1’23 V. En la
práctica, el voltaje requerido es mayor (de 2 a 2’5 V), para poder vencer la resistencia de
los iones a aproximarse a los electrodos. Este hecho se denomina sobretensión.
El valor negativo de εº indica que la reacción no es espontánea y debe forzarse con ayuda
de una pila cuya fuerza electromotriz sea, en la práctica, mayor que 4’07 V.
Generalmente, en una disolución diluida la sal aporta los electrolitos necesarios que
proporcionan la conductividad para la electrólisis del agua. Sin embargo, cuando la
concentración de sal es lo suficientemente grande serán los potenciales de electrodo los que
nos permitirán deducir qué reacción está más favorecida.
En el ánodo se puede producir la oxidación de los iones OH– del agua o la del anión Cl– de
la sal. En condiciones estándar el potencial para la oxidación del ion OH– a O2 es –0’40 V
(o –0’81 V a pH neutro) mientras que el de la oxidación del Cl– a Cl2 es –1’36 V. Sin
embargo, la oxidación de los iones OH– requiere una sobretensión de 1 V
aproximadamente, por lo que está favorecida la oxidación del Cl– y se desprenderá Cl2.
Por el contrario, en una disolución de sulfato de cobre (II), en el ánodo se libera oxígeno y
en el cátodo se deposita el cobre:
Ley de Faraday
Nos permite hacer un estudio cuantitativo de los procesos electrolíticos, y dice así: la
cantidad de sustancia depositada o descargada en un electrodo es directamente proporcional
a la cantidad de electricidad que ha circulado.
5.5 Corrosión
Se entiende por corrosión la interacción de un metal con el medio que lo rodea,
produciendo el consiguiente deterioro en sus propiedades tanto físicas como químicas.
Corrosión electroquímica
La corrosión electroquímica es un proceso espontáneo que denota siempre la existencia de
una zona anódica (la que sufre la corrosión), una zona catódica y un electrolito, y es
imprescindible la existencia de estos tres elementos, además de una buena unión eléctrica
entre ánodos y cátodos, para que este tipo de corrosión pueda tener lugar. La corrosión más
frecuente siempre es de naturaleza electroquímica y resulta de la formación sobre la
superficie metálica de multitud de zonas anódicas y catódicas; el electrolito es, en caso de
no estar sumergido o enterrado el metal, el agua condensada de la atmósfera, para lo que la
humedad relativa deberá ser del 70%.
Las reacciones que tienen lugar en las zonas anódicas y catódicas son las siguientes:
De acuerdo con el diagrama, hay un camino para prevenir la corrosión mediante un cambio
de potencial. Aplicando una corriente catódica, el potencial del espécimen de acero se
desplazará en la dirección negativa, hacia la zona de inmunidad, en la cual el metal,
termodinámicamente, se encuentra estable (no se puede corroer). Para lograr este
desplazamiento del potencial en la dirección negativa, el objeto que se corroe se une
eléctricamente a un metal más negativo en la serie electroquímica, un ánodo, formando una
celda galvánica en la que actuará como cátodo. Para que el metal esté protegido
catódicamente, el valor de su potencial de electrodo tiene que quedar por debajo de su
potencial de corrosión en la solución mencionada. Su disolución será así prevenida
totalmente (protección catódica completa) o al menos disminuirá (protección catódica
incompleta). Como consecuencia de la corriente que circule en la celda galvánica formada,
en el metal protegido catódicamente tendrá lugar el desprendimiento de hidrógeno o la
reducción de oxígeno.
Figura 10
pudieran convertir en catódicas, la estructura completa funcionaría como un cátodo y la
corrosión sería eliminada.
La aplicación de una corriente directa sobre cualquier estructura metálica corroíble, puede
convertirla en un cátodo. Para empezar, en el capítulo I, ha quedado de manifiesta la
naturaleza de la corrosión electroquímica y galvánica. Cuando dos metales diferentes A y B
se conectan y sumergen en un electrólito, figura 11, se desarrolla un flujo de corriente a
través del electrólito y ambos metales; de tal manera que los aniones entran al seno de la
solución en el ánodo y al mismo tiempo los electrones se mueven de este electrodo hacia el
cátodo a través del conductor metálico. La velocidad o rapidez de la corrosión depende de:
la cantidad de corriente que fluye, la fuerza electromotriz total y las resistencias óhmicas y
no óhmicas del circuito.
Figura 11.
Si ahora, se forma un nuevo circuito agregando una fuente externa de fuerza electromotriz
con su polo positivo conectado al metal C y el polo negativo a A y B (figura 11) esto hará
que B se vuelva más negativo debido a los electrones que fluyen hacia el mismo. Estos
electrones atraerán a los iones positivos y reducirán la tendencia que tienen estos iones para
entrar en solución o sea que, de esta manera se reduce la velocidad de la corrosión. Dicho
en otras palabras, el flujo de corriente de C a B a través del electrólito reduce el flujo neto
de corriente que sale de B y por lo tanto, se retarda la velocidad de corrosión. Así mismo,
se tiene un incremento de corriente de la solución hacia el metal A.
Figura 12.
Existen tres mecanismos mediante los cuales se retarda la corrosión al aplicar la protección
catódica y son los siguientes:
1.- Reducción del potencial de la reacción del metal, de tal manera que el proceso catódico
se desarrolla en todas las áreas del mismo o sea que, se evita la reacción:
Fe0---------------- Fe++ + 2e
2.- El electrólito adyacente a la superficie del cátodo se vuelve más alcalino debido a las
reacciones de reducción del oxígeno y/o los iones hidrógeno; este incremento en el pH
reducirá el gradiente de potencial de la celda de corrosión.
3.- El incremento en el pH, producirá la precipitación de algunas sales insolubles, por
ejemplo; carbonato de calcio (CaCO3) e hidróxido de magnesio, Mg(OH)2, que se
depositan sobre el metal produciendo una incrustación calcárea que lo protege.
La fuerza electromotriz puede ser suministrada por un metal más electronegativo que el
metal a proteger (figura 12) o bien, mediante una fuente externa y un electrodo auxiliar que
puede ser o no metálico (figura 13), puesto que lo único que se requiere es que conduzca
fácilmente los electrones y que el potencial impreso sea capaz de desarrollar la reacción
anódica sobre su superficie.
Figura 13.
Ea−E c
I=
Ra + R c
Esto desde luego,(*2) suponiendo una resistencia de valor cero para el electrólito. Si
además, se introduce un metal más electronegativo dentro del electrólito con el objeto de
tener un sistema de protección catódica, el nuevo circuito se puede representar como se
muestra en la figura 15, en la que Ep y Rp son la FEM y la resistencia del electrodo
auxiliar.
Con el arreglo anterior, se puede ver que el flujo de corriente proveniente del ánodo, se
disminuye (I – I’), mientras que en el cátodo se incrementa.
La corrosión cesará cuando no salga corriente alguna del ánodo (I – I’ = 0), y cuando esto
ocurre, el potencial a través de Ra es cero y dado que el potencial entre X y Y debe ser
igual, se tiene:
Ea =Ec + Rc ( I + I ´ )
Esto quiere decir, (*2) que la condición para que exista protección es que debe fluir
suficiente corriente al sistema o estructura hasta llegar al potencial de polarización del
circuito abierto del ánodo (cero corriente).
La figura 16, presenta los mismos efectos, pero desde el concepto de la polarización y tanto
Ec como Ea representan a los potenciales de equilibrio de las medias celdas anódico y
catódico que constituyen a la reacción de corrosión. La intersección de las curvas, Ec/I y
Ea/I, en el punto P, proporciona el potencial de corrosión o potencial mezclado, Ecorr,
correspondiente con Icorr, la velocidad de corrosión.
La reducción en el potencial producida por la corriente catódica de magnitud C’C’,
incrementará la velocidad del proceso catódico hasta I’c y reducirá la velocidad del proceso
anódico hasta I’a. La reducción del potencial del ánodo hasta C’’ requiere una corriente
catódica de magnitud C’’C’’ y aquí se observa que C’’ corresponde con Ea, el potencial de
equilibrio del ánodo. Las corrientes superiores de magnitud C’’’, realmente provocarán una
reacción catódica en las áreas del metal que originalmente fueron anódicas (EaK).
Como quiera que sea el potencial del metal corroíble se disminuye mediante el uso de una
fuente externa y un ánodo no reactivo o bien, mediante un metal más básico, el cual, debido
a su baja afinidad electrónica, origina un paso de corriente hacia el metal que se trata de
proteger.
Figura 16.
Tiene sus limitaciones puesto que se han hecho simplificaciones en el arreglo físico real a
fin de poder expresarla en términos eléctricos, estas limitaciones son:
1.- El uso de una simple resistencia, implica que la densidad de corriente en todos los
puntos de los electrodos sea constante. Además, un circuito equivalente y simple no da una
idea de la geometría del sistema.
2.- En el sistema, todos los factores dependen del tiempo, por ejemplo; la polarización
(curva de corriente-potencial) puede cambiar durante el flujo de corriente.
3.- Al simplificar el circuito se ha supuesto un valor de cero para la resistencia del
electrólito, sin embargo, es posible hacer una aproximación que permita representar en el
circuito una resistencia exacta del electrólito.
4.- Los efectos de factores, como son: la temperatura, el flujo del líquido, la concentración
del oxígeno, la acción bacteriológica, etc., no se incorporan directamente, aunque pueden
ser tomados en cuenta en cierto grado al seleccionar el valor apropiado de los potenciales
de los electrodos, así como también, las resistencias de polarización si se conocen las
constantes apropiadas.
5.- La polarización no es lineal y por lo tanto, no se puede representar con exactitud
mediante una resistencia óhmica.
De lo anterior, se puede ver que la teoría de la protección catódica es muy simple, pero
existen numerosos factores que no pueden fácilmente ser tomados en consideración y
además, los métodos, la técnica y el criterio son a menudo de cierta naturaleza empírica.
La pérdida de iones en un ánodo cesa cuando el sistema corroíble es polarizado al potencial
de circuito abierto del ánodo. Se ha demostrado que el potencial de circuito abierto para el
acero es de –0.85 volts (referido al electrodo de Cu/CuSO4) y consecuentemente, el criterio
común de protección es que el potencial de la estructura con respecto al terreno no sea
menos negativo que este valor. Para tuberías donde la labor de excavación hecha para
colocar la media celda en el terreno adyacente a la tubería es muy alta, se acostumbra
colocar la media celda sobre la superficie del terreno que se encuentra arriba de la
estructura.
Aunque este método puede incluir errores considerables debidos a las caídas IR, se ha
encontrado bastante satisfactorio en la mayoría de los casos de protección de tuberías. En
otros casos se hace necesario calcular la caída de potencial en el electrólito adyacente a la
superficie del electrodo y asegurar que la lectura del electrodo colocado de esta manera no
tenga un error mayor de 10 a 20 mv.
Algunos trabajos experimentales han demostrado que en el caso del acero sumergido en
soluciones que contienen bacterias sulfato reductoras, el potencial de protección será de –
0.97 volts en lugar de –0.85 volts.
Tabla 1. Potenciales calculados para fierro, cobre, zinc y plomo.
Bibliografía