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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ASIGNATURA
Introducción al Estudio del Derecho Privado

FACILITADOR
Alberto Jiménez Monegro

PARTICIPANTE
Miguel Ángel Capellán

MATRICULA
201805604
LA INTERPRETACIÓN JUDICIAL
El presente escrito tiene como objetivo principal dar un panorama inicial sobre la
interpretación judicial, esto para mostrar la importancia de la misma en la
actualidad, así como la necesidad de estudiar y actualizarse constantemente 
respecto a las cambiantes y evolutivas interpretaciones por parte de los
organismos nacionales e internacionales.
En primer lugar se abordan ideas generales sobre interpretación en sentido amplio
y sentido estricto, así como su tres principales teorías, tomando como punto de
partida las ideas de Riccardo Guastini, posteriormente, se analizarán los
principales métodos de interpretación utilizados para desentrañar el sentido de la
norma, realizando algunas reflexiones en torno a su aplicación, luego, se realizará
un análisis de los argumentos interpretativos que se utilizan para resolver casos
concretos, identificando la forma del razonamiento perteneciente a cada uno de
ellos; en seguida, se abordarán algunas ideas sobre la interpretación conforme,
entendiéndola como una consecuencia de la apertura del texto constitucional
hacia un sistema de normas de carácter internacional; posteriormente se realizará
una reflexión de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos entendida como interpretación del derecho, y la importancia de la misma
en la resolución de conflictos, para después establecer ideas generales sobre la
interpretación de los Tratados Internacionales tomando como referencia a la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, para finalmente, ofrecer
un panorama inicial sobre las opiniones consultivas de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos como medios de interpretación.
Se insiste que el objetivo sustancial es reconocer la importancia que tiene la
interpretación jurídica en los múltiples campos del derecho (abogados postulantes,
investigadores, docentes, estudiantes de derecho y operadores jurídicos),
pretendiendo generar interés sobre esta materia para adentrarnos a un estudio
más especializado, que tenga como resultado un mejor desempeño laboral y
académico.
Conceptos y teorías de la Interpretación.
Para Riccardo Guastini, la interpretación en sentido estricto, se emplea para
referirse a la atribución  del significado a una formulación normativa en presencia
de dudas o controversias en torno a su campo de aplicación.
La anterior definición nos lleva a considerar que únicamente puede producirse una
interpretación judicial cuando el texto de la norma que será objeto de
interpretación es oscuro, discutible o se tenga alguna duda sobre su aplicación,
siendo importante destacar que cuando el texto jurídico es claro y no queda duda
sobre su contenido no puede ocurrir la interpretación, pues la oscuridad o
controversia sobre la norma son requisitos necesarios para poder atribuir
significados mediante la interpretación.
 
Ahora bien, en sentido amplio, la interpretación se emplea para referirse a
cualquier atribución de significado a una formulación normativa,
independientemente de dudas o controversias. [2] Desde esta concepción
cualquier texto o norma jurídica requiere una interpretación, sin importar si su
contenido es claro u oscuro, pues el significado de la norma fácil de interpretar, es
el resultado del proceso interpretativo, que se considera como un presupuesto
necesario para la aplicación del derecho.
Riccardo Guastini distingue tres teorías sobre la interpretación: una teoría
“cognitiva” o formalista, una teoría “escéptica” y una teoría intermedia. Estas
teorías representan un particular modo de entender a la interpretación, debido a
sus diversas concepciones del concepto.
Teoría “cognitiva” o formalista.
Como su nombre lo indica, esta teoría sostiene que la interpretación es una
actividad cognoscitiva, por lo que interpretar es verificar de manera empírica el
significado de la norma jurídica y la intención de su autor; parte de la idea de que
el sistema jurídico de un Estado es completamente coherente y no tiene lagunas o
antinomias, por lo que no hay espacio para la discrecionalidad judicial.
Teoría escéptica.
La Teoría escéptica de interpretación sostiene que la interpretación es una
actividad no de conocimiento, sino de valoración y de decisión. Esta teoría se
funda sobre la opinión de que no existe algo así como el significado propio de las
palabras, ya que toda palabra puede tener, o el significado que le ha incorporado
el eminente, o el que incorpora el que la usa, y la coincidencia entre uno y otro no
está garantizada.
Reconoce la existencia de lagunas y antinomias en el sistema jurídico, por lo que
los jueces tienen la función de crear “nuevo Derecho”, tal y como lo hacen los
legisladores.
Teoría intermedia.
Esta teoría sostiene que la interpretación es una actividad de conocimiento y una
actividad discrecional del que interpreta, esto dependerá del texto normativo que
es objeto de la interpretación, parte de la idea de que existen “casos fáciles” en los
que no existe duda o controversia sobre la norma, sin embargo, también existen
“casos difíciles”   entre los que se requiere una decisión entre al menos dos
soluciones alternativas.
Métodos de Interpretación.  
Los métodos de interpretación pueden definirse como formas de proceder para
realizar interpretación que permita llegar a una tesis razonable partiendo de una
vertiente específica, sin pretender agotar todo el campo, diremos que comúnmente
se utilizan los siguientes métodos.
     
Método Gramatical.
Este método sigue el significado gramatical de las palabras del texto normativo,
consiste en entender sus expresiones en sentido natural y obvio que ellas tienen
en el lenguaje ordinario, o en el técnico usualmente utilizado en la respectiva área
del conocimiento.
Algunos autores también denominan al método gramatical como método
exegético, por que atribuyen el significado de la norma a partir de su literalidad.
Método Histórico.
En este método se concurre a la historia del texto que será objeto de la
interpretación acudiendo a referencias jurídicas (exposición de motivos, etapas del
proceso legislativo, entre otros) para dotarla de significado. Se estudian los
contextos que influyen para averiguar el sentido de la ley.
Método Teleológico.
Para este método de interpretación, se busca de manera preponderante la
finalidad de la norma con la intención de establecer el sentido y alcance de la
misma. Para descubrir la finalidad de la norma, resulta importante descubrir los
objetivos que originaron la creación de la propia norma jurídica.
Método Sistemático.  
La interpretación sistemática es la que se le da a la norma en conjunto con las
demás que conforman el ordenamiento jurídico en el cual aquella está inserta. Es
decir, es aquella que considera a la norma como parte de un todo, cuyo significado
y alcance debe fijarse en función del sistema jurídico al cual pertenece.
Para este método, el sentido de la norma, no sólo está determinado por los
términos en que se expresa, pues necesariamente debe atenderse a la relación
que se da con otras normas, para llegar a una interpretación válida.
Argumentos interpretativos.
En el ámbito del Derecho, para motivar una decisión judicial es necesario
proporcionar argumentos y razonamientos que validen de manera certera la
decisión que se ha tomado, ante ello, surgen lo argumentos interpretativos que
buscan justificar la expresión del razonamiento que se ha utilizado para tomar una
decisión. Sin la intención de agotar el tema en estudio, diremos que los
argumentos interpretativos más utilizados son los siguientes:

El argumento por analogía. 


Para los juristas, este argumento justifica trasladar la solución legalmente prevista
para un caso, a otro caso distinto, no regulado por el ordenamiento jurídico pero
que es semejante al primero.
En este argumento los problemas de aplicación se fundamentan en la existencia
de lagunas que necesariamente tienen que ser llenadas por criterios de
semejanza e identidad de razón de los supuestos, comúnmente se identifica bajo
el principio “En donde existe la misma razón, debe existir igual disposición”.
El argumento a fortiori.
Giovanni Tarello explica el argumento a fortiori como un procedimiento discursivo
por el que dada una norma jurídica que predica una obligación u otra calificación
normativa de un sujeto o de una clase de sujetos que se encuentran en situación
tal, que merecen con mayor razón que el primer sujeto o clase de sujetos, la
calificación que la norma dada establece para el primer sujeto o clase de sujetos.
El argumento a contrario.
Este argumento se basa en la idea de que el legislador ha regulado de manera
expresa una hipótesis y sólo a ella, por lo que se rechaza de manera categórica la
aplicación a cualquier otro caso distinto que no fue contemplado por el legislador.
El argumento a coharentia.
Este argumento supone la idea de que las disposiciones normativas no son
normas incompatibles entre sí, justificándose mediante la atribución de
significados compatibles que hagan los más coherente posible el precepto jurídico
con el ordenamiento.
El argumento psicológico.
Mediante este argumento se atribuye a una norma jurídica, el significado que
corresponda con la voluntad del emisor o autor de la misma, es decir, del concreto
legislador que históricamente la redactó.
El argumento de la no redundancia.
Parte de la idea de que cada norma jurídica es autónoma y tiene un significado
particular, por lo que se rechazan aquellos significados que sean redundantes o
repetitivos en relación a otra disposición normativa.
El argumento pragmático
Es un argumento consecuencialista que consiste en justificar un significado a partir
de las consecuencias favorables que de él se derivan, o la inconveniencia de otro
significado posible de un enunciado por las consecuencias desfavorables que de
él se derivan.
El argumento por el absurdo.
Este argumento consiste en rechazar el significado de una interpretación por las
consecuencias absurdas a las que conduce estableciendo un parámetro que
permite explicar el por qué son absurdas las consecuencias del significado que es
rechazado.
La interpretación conforme.
La Reforma Constitucional de junio de dos mil once en materia de Derechos
Humanos y juicio de amparo, incorporó a nuestro texto fundamental, lo que
autores como José Luis Caballero Ochoa, han denominado la “ Cláusula de
Interpretación Conforme”, de la cual se desprende que las normas relativas a los
Derechos Humanos se interpretarán de conformidad con la Constitución Federal y
con los Tratados Internacionales. Esto no es nada menor, pues la trascendencia e
implicaciones que conlleva la interpretación conforme, implican el establecimiento
de un parámetro de control  que tenga sustento en los Principios contenidos en la
Constitución y en los Tratados Internacionales.
La interpretación conforme establecida en la Constitución, se ve reforzada con el
denominado Principio Pro Persona, el cual debe considerarse como otro principio
hermenéutico de interpretación, que es propio del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, cuya función es ajustar la dirección en el resultado de la
interpretación, es decir, preferir la interpretación que más favorezca a la persona y
que menos perjuicios le cause.
Conviene señalar en este apartado, que la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en la Tesis: 1a. CCCXL/2013 (10a.), determinó que el
principio de interpretación conforme, se ve reforzado por el principio Pro Persona,
contenido en el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el cual obliga a maximizar la interpretación conforme en aquellos
escenarios en los cuales, dicha interpretación permita la efectividad de los
derechos fundamentales de las personas.
En ese sentido, la cláusula de interpretación conforme, reconoce la relevancia
constitucional de los tratados sobre Derechos Humanos, y al mismo tiempo, una
integración que posibilite la conformación del contenido de las normas
constitucionales en la materia, partiendo de la base de que todos los derechos
ostentan un contenido constitucional mínimo, susceptible de protección judicial.
La jurisprudencia internacional como interpretación del derecho. 
La Jurisprudencia puede definirse como una fuente del derecho derivada de la
interpretación constitucional y legal que, con fuerza obligatoria, crean
determinados órganos jurisdiccionales al resolver los asuntos sometidos a su
conocimiento, con el propósito de fijar el correcto sentido y alcance de las normas
jurídicas, y adecuar su contenido a la dinámica de la vida en sociedad. 
En ese sentido, la Jurisprudencia sustentada por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos constituyen verdaderas fuentes de interpretación del derecho,
las cuales podemos invocar y utilizar en los sistemas internos como consecuencia
de la expansión de contenido de las normas de Derechos Humanos, aunado a
ello, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que la fuerza
vinculante de la jurisprudencia interamericana se desprende del propio mandato
establecido en el artículo 1o. constitucional, pues el principio pro persona obliga a
los jueces nacionales a resolver cada caso atendiendo a la interpretación más
favorable a la persona.
La propia Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido en reiteradas
ocasiones que ésta es la última intérprete de la Convención Americana de
Derechos Humanos, realizando un especial énfasis en que debe existir una
armonización entre las normas internas y la Convención Americana, tales
consideraciones las podemos observar en el párrafo 193 de la sentencia deducida
del Caso Gelman contra Uruguay, el cual, para un mejor entendimiento, resulta
conveniente transcribir:
193. Cuando un Estado es Parte de un tratado internacional como la Convención
Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, están sometidos a aquél, lo
cual les obliga a velar por que los efectos de las disposiciones de la Convención
no se vean mermados por la aplicación de normas contrarias a su objeto y fin, por
lo que los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los
niveles están en la obligación de ejercer ex officio un "control de convencionalidad"
entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco
de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes y en esta tarea, deben tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte
Interamericana, intérprete última de la Convención Americana.
En ese sentido, la jurisprudencia sustentada por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos constituye verdaderos estándares internacionales para dotar
de efectividad y eficacia el sistema jurídico en que se aplica, siendo imprescindible
su conocimiento y constante actualización.  
La interpretación de los Tratados Internacionales.
Así también, es necesario reconocer la importancia cada vez mayor de los
Tratados Internacionales como fuente del derecho interno, como consecuencia de
la apertura hacia un nuevo modelo constitucional en el que se otorga un mayor
privilegio a la protección a los Derechos Humanos, es por esa razón, que resulta
imprescindible, el conocer de qué manera se interpretan los tratados
internacionales, para dotarlos de efectividad.
En ese orden de ideas, y para entender la manera en que se deben interpretar los
Tratados Internacionales, resulta necesario tomar en consideración la Convención
de Viena sobre el Derecho de los Tratados, llevada a cabo en la ciudad de Viena
el tres de mayo de mil novecientos sesenta y nueve, cuyo objetivo principal fue el
crear las condiciones necesarias para mantener el respeto y cumplimiento a las
obligaciones emanadas de los tratados internacionales, estableciendo reglas
específicas sobre la celebración, aplicación, observación, interpretación,
modificación, nulidad y suspensión de los tratados internacionales.
En relación a la interpretación de los tratados, la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados, en la parte III denominada OBSERVANCIA,
APLICACIÓN E INTERPRETACIÓN DE LOS TRATADOS, establece en su
artículo 31 la regla general de interpretación de los tratados la cual consiste en
que un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que
haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de éstos y teniendo en
cuenta su objeto y fin; además del texto, también se debe atender al contexto del
tratado, debiéndose tomar en cuenta su preámbulo y sus anexos, así como los
acuerdos que se refieran al tratado, que hayan sido concertados por las partes con
motivo de la celebración del tratado, así como los acuerdos y prácticas ulteriores
entre las partes en relación a la interpretación del tratado.
Por la importancia del tema antes mencionado, se considera relevante citar el
contenido del artículo 31 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, el cual, dispone: 
“31. Regla general de interpretación.
I. Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que
haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en
cuenta su objeto y fin.
2. Para los efectos de la interpretación de un tratado. El contexto
comprenderá, además del texto, incluidos su preámbulo y anexos:
a)     todo acuerdo que se refiera al tratado y haya sido concertado entre todas las
partes con motivo de la celebración del tratado:
b)     todo instrumento formulado por una o más partes con motivo de la
celebración del tratado y aceptado por las demás como instrumento referente al
tratado;
3. Juntamente con el contexto, habrá de tenerse en cuenta:
a)     todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación del tratado o
de la aplicación de sus disposiciones:
b)     toda práctica ulteriormente seguida en la aplicación del tratado por la cual
conste el acuerdo de las partes acerca de la interpretación del tratado:
c)     toda forma pertinente de derecho internacional aplicable en las relaciones
entre las partes.
4. Se dará a un término un sentido especial si consta que tal fue la intención
de las partes”
Conviene precisar en este apartado, que la propia Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados, establece medios de interpretación complementarios
para determinar el sentido del Tratado, cuando la interpretación realizada deje
ambiguo u oscuro el sentido del texto o conduzca a un resultado manifiestamente
absurdo e irrazonable.
Las opiniones consultivas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos como
medios de interpretación.
Por otra parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos es un organismo
internacional con una doble función,  por un lado tiene una función jurisdiccional,
cuyo objetivo radica en someter a su jurisdicción casos contenciosos, y por otro
lado, tiene una función consultiva, mediante la cual, los Estados miembros de la
Organización de Estados Americanos, pueden consultar a la Corte Interamericana
de Derechos Humanos acerca de la interpretación de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos o de otros tratados concernientes a la protección de los
Derechos Humanos en los Estados Americanos.
La mencionada función consultiva de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos se encuentra prevista en el artículo 64 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (Pacto de San José, Costa Rica), así como los artículos
70, 71 y 72 del Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en
los cuales se establece inclusive la posibilidad de realizar interpretaciones de
leyes internas de los estados miembros de la Organización de Estados
Americanos, para determinar su compatibilidad con los tratados internacionales.
 
Conclusión.
 
De lo anterior podemos advertir que la interpretación judicial resulta un tema de
actualidad que debe ser de interés primordial, resultando útil y relevante estar
actualizados constantemente en este amplio margen de criterios interpretativos
que podemos utilizar para el eficiente desarrollo de nuestro campo profesional o
académico. 
Así también, se debe colocar en un lugar privilegiado a la interpretación conforme,
pues al estar ubicada a nivel constitucional, se convierte en una pieza clave para
la interpretación de la Constitución y de los Tratados Internacionales en materia de
Derechos Humanos, pues es con base a ella, que se realizará la identificación del
parámetro sobre el cual se definirá la validez o invalidez de un precepto jurídico,
estableciéndose así, un sistema interpretativo desde una perspectiva de Derechos
Humanos.
Se recuerda que el objeto de este texto es ofrecer un esquema general para crear
interés sobre temas específicos de interpretación judicial, siendo pertinente
mencionar que cada uno de los temas aludidos en este texto merece un estudio
particular y complejo.

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