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1.

MINISTERIO PÚBLICO
1. Estructura y organización

El Ministerio Público, a diferencia del Organismo Judicial donde todos los jueces
son iguales y sólo tienen distribución de competencias, es una institución
organizada jerárquicamente. El Fiscal General es el Jefe del Ministerio Público, a
los que le siguen la Coordinación Nacional, los Fiscales Regionales, los Fiscales
de Distrito y de Sección, los Fiscales de Distrito Adjunto y Fiscales de Sección
Adjunto, los Agentes Fiscales y los Auxiliares Fiscales. Entre ellos existe una
relación jerárquica que se refleja en la posibilidad de dictar instrucciones y
sanciones disciplinarias.

Su organización se encuentra regulada en el Título II de su ley orgánica, la cual


fue reformada mediante el Decreto Número 18-2016 del Congreso de la República
de Guatemala.

2. Funciones

2.1 Fiscal General: a) Determinar la política general de la institución y los criterios


para el ejercicio de la persecución penal; b) Cumplir y velar porque se cumplan los
objetivos y deberes de la institución; c) Remitir al Organismo Ejecutivo y al
Congreso de la República, el proyecto de presupuesto anual de la institución y el
de sus modificaciones que estime necesarias, en la forma y plazo que establecen
las leyes respectivas; d) Efectuar el nombramiento de los fiscales regionales,
fiscales de distrito, fiscales de distrito adjunto, fiscales de sección, fiscales de
sección adjunto, agentes fiscales y auxiliares fiscales, de acuerdo a la carrera del
Ministerio Público, así como conceder las licencias y aceptar las renuncias de los
mismos; e) Efectuar los nombramientos, ascensos y traslados del personal
administrativo y de servicios de la institución, en la forma establecida por esta Ley,
así como conceder las licencias y aceptar las renuncias de los mismos; f) Impartir
las instrucciones convenientes al servicio y al ejercicio de las funciones, tanto de
carácter general como relativas a asuntos específicos en los términos y alcances
establecidos en la ley; g) Nombrar, de entre los miembros del Ministerio Público,
fiscales para asuntos especiales. Podrá nombrar como fiscal especial a un
abogado colegiado para atender un caso específico o para garantizar la
independencia en el ejercicio de la función; h) Organizar el trabajo del Ministerio
Público y efectuar los traslados de los fiscales que crea necesarios para su mejor
funcionamiento, en los términos que establece esta Ley; i) Establecer la división
del territorio nacional por regiones, para la determinación de las sedes de las

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fiscalías de distrito y el ámbito territorial que se les asigne, así como la creación o
supresión de las fiscalías de sección; y, j) Las demás estipuladas en la ley.

2.2 Coordinación Nacional: Tiene a su cargo la articulación con los fiscales


regionales.

2.3 Fiscales Regionales: Los fiscales regionales serán los Jefes del Ministerio
Público en las regiones que les fueren encomendadas y los responsables del buen
funcionamiento de la institución en el área respectiva. Ejercerán la acción penal
pública y las atribuciones que la ley le otorga al Ministerio Público, por sí mismos o
por intermedio de los fiscales de sección, fiscales de sección adjunto, fiscales de
distrito, fiscales de distrito adjunto, agentes fiscales y auxiliares fiscales que esta
Ley establece, salvo cuando el Fiscal General de la República asuma
directamente esta función o la encomiende a otro funcionario, conjunta o
separadamente.

2.4 Fiscales de Distrito: Los Fiscales de Distrito serán los Jefes del Ministerio
Público en los departamentos que les fueren encomendados y los responsables
del buen funcionamiento de la institución en el área respectiva. Ejercerán la acción
penal pública y las atribuciones que la ley le otorga al Ministerio Público, por sí
mismos o por intermedio de los fiscales de distrito adjunto, agentes fiscales y
auxiliares fiscales que la ley establece, salvo cuando el Fiscal General de la
República asuma directamente esa función o la encomiende a otro funcionario
conjunta o separadamente.

2.5 Fiscales de Sección: Los Fiscales de Sección serán los Jefes del Ministerio
Público en las diferentes secciones que les fueren encomendadas y los
responsables del buen funcionamiento de la institución en los asuntos de su
competencia. Tendrán a su cargo el ejercicio de las atribuciones que la ley le
asigna a la sección a su cargo, actuarán por sí mismos o por intermedio de los
fiscales de sección adjunto, agentes fiscales o auxiliares fiscales, salvo cuando el
fiscal General de la República asuma directamente esa función o la encomiende a
otro fiscal, conjunta o separadamente.

2.6 Agentes Fiscales: Los agentes fiscales asistirán a los fiscales de Distrito o
fiscales de Sección: tendrán a su cargo el ejercicio de la acción penal pública y en
su caso la privada conforme a la ley y las funciones que la ley le asigna al
Ministerio Público. Ejercerán la dirección de la investigación de las causas
criminales: formularán acusación o el requerimiento de sobreseimiento, clausura
provisional y archivo ante el órgano jurisdiccional competente. Asimismo actuarán
en el debate ante los tribunales de sentencia, podrán promover los recursos que
deban tramitarse en las Salas Penales de la Corte de Apelaciones y la Corte
Suprema de Justicia.

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2.7 Auxiliares Fiscales: Los auxiliares fiscales asistirán a los fiscales regionales,
fiscales de distrito, fiscales de distrito adjunto, fiscales de sección, fiscales de
sección adjunto y agentes fiscales, actuando bajo su supervisión y
responsabilidad. Serán los encargados de efectuar la investigación en el
procedimiento preparatorio del proceso penal en todos los delitos de acción
pública y en los delitos que requieran instancia de parte, al llenarse este requisito.
Podrán intervenir directamente y por sí mismos en todas las diligencias de
investigación y declaraciones de imputados que se produzcan durante el
procedimiento preparatorio. Podrán firmar todas las demandas, peticiones y
memoriales que se presenten ante los tribunales durante el procedimiento
preparatorio. Los auxiliares fiscales que sean abogados, pueden intervenir en
todas las instancias del proceso penal sin restricción alguna y sin el
acompañamiento del agente fiscal.

3. Áreas estratégicas de la persecución penal

Las áreas estratégicas de intervención de política criminal, giran entre otras, a


fortalecer la prevención del delito, a través del mejoramiento de las condiciones
socioeconómicas y educativas de la población. Asimismo, fortalecer las
instituciones del Estado en la investigación criminal (criminológica y criminalística),
centralizando los esfuerzos, para evitar la duplicidad de esfuerzos que realizan la
misma labor, a fin de permitir una indagación sobre las causas del delito, sus
efectos sobre las víctimas y facilitar una investigación y persecución penal
científica, eficiente y eficaz, que derive en una justa sanción al infractor y
reparación integral del daño causado a las víctimas.

De igual forma, mejorar las condiciones de reclusión carcelaria, que permitan


disminuir las condiciones de hacinamiento, garantizando la rehabilitación de las
personas privadas de libertad y su efectivo retorno social, a fin de disminuir los
índices de reincidencia y hacer efectiva la finalidad de las penas.

A estos efectos será necesario, en el plan de acción que corresponde formular,


aprobada la Política Criminal Democrática del Estado de Guatemala, establecer
claramente la división de tareas o acciones específicas, indicadores, metas,
responsabilidades nacionales y regionales, así como los recursos y responsables,
dado que las condiciones de cada región son distintas y la criminalidad adquiere
diferentes matices, según las distintas localidades.

4. Abordaje de los ejes transversales de Género, Multiculturalidad, Niñez,


Adolescencia y Derechos Humanos

4.1 Género: La perspectiva de género, permite visibilizar la desigualdad social,


construida a partir de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Además,
es una herramienta útil para la eliminación de la discriminación contra las mujeres,
a fin de promover la equidad e igualdad entre los seres humanos; y con su

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incorporación en la Política Criminal Democrática, se reconoce que hombres y
mujeres son diferentes biológicamente, pero iguales en dignidad y derechos; por lo
tanto, el abordaje que debe hacerse a la prevención, investigación y sanción del
delito, así como a la reinserción social, debe ser diferenciada y especializada, con
base a las necesidades específicas de hombres y mujeres. En ese sentido, las
instituciones del Estado, deben garantizar y respetar los derechos humanos de
todas las personas, en especial de las mujeres, atendiendo a su condición,
situación y posición dentro de la estructura social, asegurando su acceso a las
oportunidades que le permitan su desarrollo pleno.

4.2 Multiculturalidad: Desde la consideración de la pertinencia cultural, es


indiscutible que la visión de los pueblos indígenas, sobre los temas relacionados
con el abordaje de los hechos delictivos y los mecanismos de solución que ellos
implementan, deberán integrarse en las decisiones. La Política Criminal
Democrática del Estado de Guatemala, deberá crear las herramientas que
aseguren que el servicio público de administración de justicia garantice la atención
en el idioma de cada pueblo, la consideración a las condiciones específicas del
lugar, la exclusión del racismo, la no revictimización y el respeto a la forma de
solución de los conflictos por parte de las autoridades Indígenas, así como
desarrollar las bases del pluralismo jurídico.

4.3 Niñez y Adolescencia: Asegurar las condiciones que faciliten el acceso a la


justicia de las poblaciones vulnerabilizadas, como por ejemplo, la niñez y
adolescencia, de forma que garanticen un trato digno, establezcan infraestructura
adecuada en todas las instalaciones de las entidades vinculadas, procedimientos
especializados de atención, así como campañas de sensibilización sobre las
necesidades particulares de estos grupos.

4.4 Derecho Humanos: La dignidad de la persona ubica al ser humano y su


dignidad, así como el respeto a los derechos humanos como el eje central de las
decisiones, fortaleciendo el principio de igualdad social y el reconocimiento de las
diferencias.

5. Modelo de Gestión

El nuevo modelo de gestión parte de la base de comprender que no todos los


casos que acceden a la Fiscalía son iguales, por lo tanto, deben tener una
respuesta personalizada atendiendo a su nivel de complejidad.

Las Fiscalías se dividen principalmente en 5 unidades cuyo objetivo es atender


aquellos procesos críticos que requieren una atención especializada.

5.1 Unidad de Atención Integral: Es la primera unidad en tener contacto directo


con la víctima o querellante. Se encarga de orientar a la víctima y de ofrecerle
asistencia social, médica y psicológica de forma urgente.

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5.2 Unidad de Decisión Temprana: Analiza la complejidad y gravedad de las
causas que recibe de la UAI para intentar derivar el conflicto a una solución
desjudicializada.

5.3 Unidad de Dirección de la Investigación: Esta unidad se encarga de dirigir y


realizar las diligencias de investigación estratégica para aquellas causas de mayor
complejidad que terminarán en juicio.

5.4 Unidad de Litigio: Tiene a su cargo atender las audiencias judiciales, durante la
etapa preparatoria, intermedia y de juicio desarrollando la actividad técnica-jurídica
y administrativa para litigar con eficacia los procesos.

5.5 Unidad de Enlace: Tiene por objetivo recopilar, analizar y producir información
que será compartida con la Dirección de Análisis Criminal para determinar la
Persecución Penal Estratégica.

6. Ley Orgánica del Ministerio Público y sus reformas

La Ley Orgánica del Ministerio Público —también llamada Ley del Ministerio
Público—, es el conjunto de normas que rigen al Ministerio Público de Guatemala,
de acuerdo al Decreto 40-94 del Congreso de la República de Guatemala.

Las últimas reformas efectuadas a esta normativa se hicieron a través del Decreto
Número 18-2016 del Congreso de la República de Guatemala, y dentro de las
modificaciones están las siguientes: a) Se reforma y se agrega nuevas funciones
al Fiscal General de la República y Jefe del Ministerio Público, como la facultad de
designar al personal: fiscalías regionales, de la junta disciplinaria y de supervisión
general; b) Creación de más órganos del Ministerio Público: Fiscalías Regionales,
Fiscales de Distrito Adjuntos, Fiscales de Sección Adjuntos; c) Supresión total del
Consejo del Ministerio Público, tanto en su formación como en sus funciones; d)
Creación del órgano: Coordinación Nacional, que tendrá a su cargo la articulación
con los fiscales regionales; e) Creación del órgano: Fiscalías Regionales, que
tendrá la función de ser los Jefes del Ministerio Público en las regiones que les
fueren encomendadas y los responsables del buen funcionamiento de la
institución en el área respectiva; f) Derogación de los artículos 31 al 38 que creaba
las fiscalías específicas y los adjunto al artículo 30 creando 22 fiscalías específicas
con sus respectivas funciones; g) Reforma a las funciones de la Dirección de
Investigaciones Criminalísticas; h) Establecimiento en este Decreto (40-94) de la
Oficina de Protección de Sujetos Procesales en Materia Penal, que ya había sido
derogada anteriormente; i) Se establece un nuevo sistema disciplinario de la
carrera profesional del Ministerio Público, creando principios, tipos de faltas y
sanciones más amplias que la anterior; j) Creación de órganos: Junta Disciplinaria,
que tendrá la función de imposición de sanciones al personal del Ministerio Público
y Supervisión General, que tiene la función de investigar la comisión de hechos

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constitutivos de faltas administrativas, y en su caso formular la imputación que
corresponda; k) Se reforma el sistema de carrera del Ministerio Público; y, l) Se
reforma las funciones del órgano de Unidad de Capacitación.

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2. DERECHO PENAL APLICADO
1. Teoría del Delito

1.1 Concepto de Teoría del Delito: Es un procedimiento por medio del cual se
analizan las características comunes, o bien aquellas que diferencian a todos los
delitos en general para establecer su existencia y determinar la imposición de una
sanción si así corresponde. Se denomina teoría del delito a la parte de la ciencia
del derecho penal que se ocupa de explicar qué es el delito en general, es decir,
cuáles son las características que debe tener cualquier delito.

1.2 Importancia de la Teoría del Delito: La teoría del delito constituye un


instrumento de análisis científico de la conducta humana, utilizado por juristas, ya
sea en la función de jueces, fiscales, defensores o bien como estudiosos del
derecho para determinar la existencia del delito. Constituye un método de análisis
de distintos niveles, cada uno de estos presupone el anterior y todos tienen la
finalidad de ir descartando las causas que impedirán la aplicación de una pena y
comprobando (positivamente) si se dan las que condicionan esa aplicación. En la
primera declaración, se analiza el informe policial si el hecho descrito subsume
uno de los tipos penales; si se trata de un tipo penal de acción o de omisión, ese
tipo penal es doloso o imprudente; si existe relación de causalidad, la conducta es
típica, pero no antijurídica por haber obrado por ejemplo, una causa de
justificación; y si el imputado conoce la norma jurídico penal, y en todo caso, cuál
sería la pena a imponer de conformidad con el principio de proporcionalidad. Todo
este proceso intelectivo se realiza para determinar la existencia del delito.

1.3 Concepto de Delito: Para la los efectos de la teoría del delito, no trataremos el
delito como la descripción de una conducta a la que se le asigna una pena o una
medida de seguridad, sino que interesa una definición secuencial como acción u
omisión voluntaria, típica, antijurídica y culpable.

2. Clasificación de los delitos de conformidad con el sistema penal


guatemalteco

a. Código Penal: Es el instrumento legal donde figuran las normas jurídicas


punitivas de Guatemala y, por tanto, la facultad sancionadora del Estado, de
acuerdo al Decreto Número 17-73 del Congreso de la República de Guatemala.

b. Leyes especiales:

1. Ley Contra el Lavado de Dinero u Otros Activos: Contenida en el Decreto


Número 67-2001 del Congreso de la República de Guatemala y tiene por objeto
prevenir, controlar, vigilar y sancionar el lavado de dinero u otros activos
procedentes de la comisión de cualquier delito, y establece las normas que para

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este efecto deberán observar las personas obligadas a que se refiere el artículo 18
de dicha ley y las autoridades competentes.
2. Ley Contra la Narcoactividad: Es una ley que indica que en protección de la
salud, se declara de interés público la adopción por parte del estado de las
medidas necesarias para prevenir controlar, investigar, evitar y sancionar toda
actividad relacionada con la producción, fabricación, uso, tenencia, tráfico y
comercialización de los estupefacientes psicotrópicos y las demás drogas y
fármacos susceptibles de producir alteraciones o transformaciones del sistema
nervioso central y cuyo uso es capaz de provocar dependencia física o psíquica,
incluidos en los convenios y tratados internacionales al respecto, ratificados por
Guatemala y en cualquier otro instrumento jurídico internacional que sobre ésta
materia se apruebe. Todo ello de acuerdo al Decreto Número 48-92 del Congreso
de la República de Guatemala.
3. Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer: Es
una ley que tiene por objeto garantizar la vida, la libertad, la integridad, la dignidad,
la protección y la igualdad de todas las mujeres ante la ley, y de la ley,
particularmente cuando por condición de género, en las relaciones de poder o
confianza, en el ámbito público o privado quien agrede, cometa en contra de ellas
prácticas discriminatorias, de violencia física, psicológica, económica o de
menosprecio a sus derechos. El fin es promover e implementar disposiciones
orientadas a la erradicación de la violencia física, psicológica, sexual, económica o
cualquier tipo de coacción en contra de las mujeres, garantizándoles una vida libre
de violencia, según lo estipulado en la Constitución Política de la República e
instrumentos internacionales sobre derechos humanos de las mujeres ratificado
por Guatemala. Todo ello de acuerdo al Decreto 22-2008 del Congreso de la
República de Guatemala.
4. Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación: Contenida en el
Decreto Número 26-97 del Congreso de la República de Guatemala y tiene por
objeto regular la protección, defensa, investigación, conservación y recuperación
de los bienes que integran el Patrimonio Cultural de la Nación. Correspondiéndole
al Estado cumplir con estas funciones por conducto del Ministerio de Cultura y
Deportes.
5. Ley Contra la Delincuencia Organizada: Es una ley que tiene por objeto
establecer las conductas delictivas atribuibles a los integrantes y/o participantes de
las organizaciones criminales, establecimiento y regulación de los métodos
especiales de investigación y persecución penal así como todas aquellas medidas
con el fin de prevenir, combatir, desarticular y erradicar la delincuencia organizada
de conformidad y con lo dispuesto en la Constitución Política de la República de
Guatemala, los tratados internacionales suscritos y ratificados por Guatemala, y
leyes ordinarias. Todo ello de acuerdo al Decreto 21-2006 del Congreso de la
República de Guatemala.
6. Ley Contra la Corrupción: Contenida en el Decreto Número 31-2012 del
Congreso de la República de Guatemala, también llamado Ley Contra el
Enriquecimiento Ilícito, en la que contiene una serie de reformas a instrumentos
legales como el Código Penal, Ley de Extinción de Dominio y Ley Contra la

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Delincuencia Organizada, en la que adicionan y suprimen artículos relacionados
en la tipificación de delitos relacionados a la función pública y al combate a la
Corrupción, acorde los convenios internacionales (interamericano y mundial)
contra la corrupción, aceptados por el Estado de Guatemala. La mayoría de los
personas piensa que todos los delitos que regula esta ley son nuevos, pero en
realidad, estos delitos que regula esta Ley y las que se encuentran en el Código
Penal se ha iniciado desde el día en que se decretó el Código Penal, desde 1973,
a excepción de algunos delitos como peculado por uso, enriquecimiento ilícito,
testaferro, tráfico de influencias, etc.
7. Ley de Armas y Municiones: Es la ley que norma la tenencia y portación de
armas y municiones dentro del territorio nacional de Guatemala, en apego a la
Constitución Política de la República de Guatemala, de acuerdo al Decreto 15-
2009 del Congreso de la República de Guatemala.
8. Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia: Es una ley que
funciona como un instrumento jurídico de integración familiar y promoción social,
que persigue lograr el desarrollo integral y sostenible de la niñez y adolescencia
guatemalteca, dentro de un marco democrático e irrestricto respeto a los derechos
humanos. Esta ley contiene dos procedimientos especiales: a) En aquellos hechos
o casos remitidos, denunciados o conocidos de oficio, que constituyan una
amenaza o violación a los derechos de la niñez y adolescencia; y, b) En aquellas
conductas que violen la ley penal atribuibles a adolescentes y deciden las medidas
aplicables. Todo ello de acuerdo al Decreto 27-2003 del Congreso de la República
de Guatemala.
9. Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas: Contenida
en el Decreto Número 9-2009 del Congreso de la República de Guatemala y tiene
por objeto prevenir, reprimir, sancionar y erradicar la violencia sexual, la
explotación y la trata de personas, la atención y protección de sus víctimas y
resarcir los daños y perjuicios ocasionados.

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3. ÁREA CONSTITUCIONAL
1. Principios constitucionales del proceso penal

Es usual que en el medio forense se utilice indistintamente como sinónimos los


conceptos jurídicos de Derechos, garantías y principios. Sin embargo, los unos se
diferencias de los otros, por cuanto que, procesalmente hablando, los derechos
son normas de carácter subjetivo que dan facultades de exigir su aplicación; las
garantías están concebidas en función de proteger que los derechos establecidos
en favor de todo ciudadano sean respetados dentro de toda relación procesal; y,
los principios, inspiran y orientan al legislador para la elaboración de las normas o
derechos, les sirven al juez para integrar el derecho como fuente supletoria, en
ausencia de la ley; y, operan como criterio orientador del juez o del intérprete.

Según el autor guatemalteco, José Mynor Par Usen, las garantías, pues, son
medios técnicos jurídicos, orientados a proteger las disposiciones constitucionales
cuando éstas son infringidas, reintegrando el orden jurídico violado. Entre estos
derechos y garantías constitucionales, se pueden citar las siguientes: derecho a
un debido proceso, derecho de defensa, derecho a un defensor letrado, derecho
de inocencia, a la igualdad de las partes, a un Juez natural, a la improcedencia de
la persecución penal múltiple, a no declarar contra sí mismo, a un Juez
independiente e imparcial y al de legalidad entre otros.

1.1 Derecho al Debido Proceso: La primera de las garantías del proceso penal es
la que se conoce como “juicio previo” o debido proceso; por el cual no se puede
aplicar el poder penal del Estado si antes no se ha hecho un juicio, es decir, si el
imputado no ha tenido oportunidad de defenderse, si no se le ha dotado de un
defensor, si no se le ha reconocido como “inocente” en tanto su presunta
culpabilidad no haya sido demostrada y se le haya declarado culpable. (Art. 12
Constitucional y 4 segundo párrafo de la Ley de Amparo Exhibición Personal y de
Constitucionalidad).

1.2 Derecho de Defensa: El derecho constitucional de defensa en los procesos es


uno de los más elementales y, al mismo tiempo, fundamentales del hombre, y su
reconocimiento, forma parte imprescindible de todo orden jurídico y de cualquier
Estado de derecho. Este derecho corresponde al querellante como al imputado, a
la sociedad frente al crimen como al procesado por éste. La Convención
Americana de Derechos Humanos, en su artículo 8 numeral 2 inciso d), señala
que el inculpado tiene derecho a defenderse personalmente o de ser asistido por
un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor
(Art. 12 Constitucional).

1.2 Derecho a un Defensor Letrado: La Constitución en el artículo 8 prescribe que


todo detenido deberá ser informado inmediatamente de sus derechos en forma

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que le sea comprensibles, especialmente que pueda proveerse de un defensor, el
cual podrá estar presente en todas las diligencias policiales y judiciales.

1.4 Derecho de Inocencia o no Culpabilidad: El artículo 14 de la Constitución


establece: Toda persona es inocente, mientras no se le haya declaro responsable
judicialmente en sentencia debidamente ejecutoriada.

1.5 Derecho a la Igualdad de las Partes: El fundamento legal de este derecho se


encuentra en el artículo 4 de la Constitución que reza: En Guatemala todos los
seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos.

1.6 Derecho a un Juez Natural y Prohibición de Tribunales Especiales: El artículo


12 de la Constitución en su último párrafo indica: Ninguna persona puede ser
juzgada por Tribunales Especiales o secretos, ni por procedimientos que no estén
preestablecidos legalmente. Se entiende por Juez natural o Juez legal, aquel
dotado de jurisdicción y competencia.

1.7 Derecho a no Declarar Contra sí mismo: Esta garantía procesal encuentra su


fundamento en el artículo 16 de la Constitución, que establece: En proceso penal,
ninguna persona puede ser obligada a declarar contra sí misma, contra su
cónyuge o persona unida de hecho legalmente, ni contra sus parientes dentro de
los grados de ley.

1.8 La Independencia Judicial Funcional: La Constitución en el artículo 203


establece: Los magistrados y jueces son independientes en el ejercicio de sus
funciones y únicamente están sujetos a la Constitución de la República y a las
leyes.

1.9 La Garantía de Legalidad: Esta garantía está expresamente regulada en la


norma constitucional 17 que dice: No hay delito ni pena sin ley anterior. No son
punibles las acciones u omisiones que no estén calificadas como delito o falta y
penadas por ley anterior a su perpetración.

2. Política de persecución penal democrática

La política de persecución penal democrática, que es el área de las políticas


públicas que decide cuándo y cómo debe utilizarse la violencia estatal para la
solución de conflictos sociales, requiere articularse con las demás políticas
públicas, a efecto de generar desarrollo y elevar los niveles de vida de toda la
población.

La política criminal en un Estado democrático debe ser capaz de generar la


máxima cantidad de recursos institucionales para la regulación social y política de
los posibles conflictos sociales, lo que incluye un amplio desarrollo de las políticas
sociales.

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La política de persecución penal estratégica se basa en el reconocimiento de las
limitaciones del sistema penal y pretende desarrollar efectividad en un número
limitado de casos, con el objeto de dar una utilización óptima a los recursos
existentes destinados al sistema de justicia. Los casos seleccionados son aquellos
de mayor daño social, que no pueden ser objeto de salidas alternas.

Por otro parte, se plantean políticas intensas en la prevención comunitaria y


situacional, para evitar el surgimiento de hechos delictivos. La prevención
comunitaria a través de la instalación de una cultura de paz y de la creación de
mecanismos de resolución alternativa de conflictos, que sean capaces de evitar la
escalada de violencia.

La prevención situacional como tarea propia de la policía administrativa, la cual


diseña sus planes de despliegue territorial y otras políticas de disuasión con base
en información de inteligencia criminal y con objetivos claramente definidos. Esto
provoca la disminución de hechos delictivos, sin necesidad de recurrir al sistema
penal y al castigo.

El uso de la prevención comunitaria y situacional, por lo tanto, es un prerrequisito


para cualquier plan exitoso de disminución de violencia y crimen. La disminución
de la violencia y crimen genera un círculo virtuoso hacia el sistema penal, que al
tener un menor número de casos, es capaz de resolverlos con efectividad. El
sistema penal queda en consecuencia con un carácter subsidiario, sólo para casos
graves y circunstancias excepcionales. Debido a ello, su intervención es más
oportuna y efectiva. Se reduce de esta manera la sensación de impunidad y se
generan condiciones para reforzar los valores ético-sociales positivos (la
prevención integración).

En ese marco, la persecución penal estratégica es una herramienta para orientar


la actuación del Ministerio Público y las fuerzas de criminalidad hacia metas y
objetivos concretos, optimizando los recursos y enfocándose en los fenómenos
criminales más graves. Esto asegura un mayor éxito en la actuación penal, la cual
ya no es producto de la improvisación o la suerte, sino es el resultado de una
ponderada evaluación de información, de una cuidadosa planificación de la
investigación y de casos que son exitosamente litigados, que concluyen
naturalmente en condenas efectivas.

a. Instrucciones del Fiscal General:

La manifestación más destacable de la organización jerárquica de la institución es


el sistema de instrucciones que todos los fiscales pueden dictar a sus
subordinados, conforme el artículo 66 LOMP (Ley Orgánica del Ministerio Público).
Así lo señala el artículo 47 LOMP cuando norma que la función de los fiscales
estará sujeta a la Constitución, las leyes y las instrucciones dictadas por el

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superior jerárquico. El límite a este deber de obediencia a las instrucciones de los
superiores se encuentra en el artículo 67, que señala que el cumplimiento de la
instrucción sólo debe realizarse en la medida en que ésta se enmarque dentro de
la ley. En caso que así no fuera, puede plantearse la objeción conforme el artículo
68 LOMP.

a.1 Clasificación

Las instrucciones pueden ser referidas al servicio o al ejercicio de las funciones de


los fiscales:

i. Las instrucciones de servicio, son aquellas dictadas con el objeto de organizar el


trabajo, distribuir tareas entre el personal, determinar las modalidades de relación
con las demás autoridades o todas aquellas referidas al funcionamiento del
distrito, la sección o la agencia fiscal.

ii. Las instrucciones relativas al ejercicio de las funciones, sirven para determinar,
en el marco de la política criminal que ejecuta el Ministerio Público, los ámbitos de
discrecionalidad que la ley permite en el ejercicio de sus funciones. Una
instrucción relativa al servicio podría, por ejemplo, ordenar ante qué casos o qué
elementos valorar para requerir el criterio de oportunidad, la suspensión
condicional o el procedimiento abreviado. Obviamente el Fiscal General puede
dictar estas instrucciones, pero también el fiscal de distrito o el de sección podría
determinar en su área estas precisiones, respecto al ejercicio de la acción penal
pública de los fiscales a su cargo. Incluso los agentes fiscales las podrán dictar
respecto de sus subordinados.

A través de las instrucciones se da forma, se diseña, la política criminal del Estado


cuya ejecución está confiada al Ministerio Público. La ley procesal penal, deja
espacios de discrecionalidad otorgada a los fiscales, ámbitos que pueden
regularse conforme a las necesidades político-criminales en un lugar y momento
determinados.

Para aclarar la situación es mejor hacerlo a través del siguiente ejemplo: Si en un


momento se considera que en un territorio determinado existe gran cantidad de
armas de fuego sin registrar y que esta es una importante fuente de violencia, los
fiscales pueden considerar que debe ofrecerse a los imputados el procedimiento
abreviado con la pena mínima con el objeto de que quede registrada una condena
que no permita que le sea otorgado un permiso en el futuro a esa persona. Debe
recordarse que, en virtud de la jerarquía que cualquier fiscal tiene respecto de la
policía, las instrucciones no sólo pueden ser a los fiscales inferiores sino también a
la policía con asiento en el lugar.

Las instrucciones, tanto las de servicio, como las de función, pueden ser generales
o específicas.

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i. Las instrucciones generales son aquellas que se refieren a un conjunto de
situaciones y regulan la actividad que debe seguir el fiscal ante cada caso que se
le presente con esos supuestos. Por ejemplo, puede dictarse una instrucción
general que ordena la aplicación de la suspensión condicional de la persecución
penal en todos los casos de tenencia para el consumo de drogas.

ii. Las instrucciones específicas o especiales se refieren a asuntos en concreto,


donde el fiscal superior ordena darle un tratamiento determinado al caso, por
ejemplo, el fiscal de distrito podría instruir al agente fiscal que ordene determinada
diligencia o determina cuál será su estrategia jurídica para el asunto.

Esta estructura jerárquica del Ministerio Público y, como consecuencia de ello, la


posibilidad de regular el ejercicio de las funciones y la organización del servicio de
los fiscales, tiene un efecto muy significativo sobre la realidad. Así como la ley se
preocupó de crear un órgano como el Consejo del Ministerio Público con el objeto
de controlar al Fiscal General, también creó mecanismos que permitan controlar
las instrucciones de cualquier fiscal y a la vez, evitar que se tomen represalias
disciplinarias contra el fiscal que se niegue a cumplir una instrucción contraria a la
ley.

a.2 Requisitos formales

Todas las instrucciones deben estar enmarcadas dentro de la ley y el fiscal no


debe tomar acciones basadas en instrucciones que se apartan de ella.

Recordemos que, conforme el artículo 47 LOMP, el fiscal está obligado a cumplir


con la Constitución, las leyes y sólo después las instrucciones de sus superiores
jerárquicos, en la medida que éstas se ajusten a la Constitución y las leyes. Por
ejemplo, no sería válida una instrucción que ordene la aplicación del criterio de
oportunidad cuando el fiscal del caso considere que no están dadas las
condiciones del art. 25 del Código Procesal Penal, o tampoco lo sería la orden de
acusar cuando el fiscal del caso, que está encargado de hacer una valoración
sobre los elementos recogidos en la investigación, considere que no existe
fundamento serio para el enjuiciamiento público del imputado, como señala el
Código Procesal Penal.

Con el objeto de darle certeza al sistema de instrucciones, el artículo 70 de la


LOMP sólo otorga validez, a las instrucciones que se realizan por escrito, salvo
que exista peligro en la demora o se trate de simples órdenes de servicio.

Estas últimas deben ser interpretadas restrictivamente. Debe advertirse que sólo
un fiscal superior y no cualquier funcionario del Ministerio Público, por más
influencia política interna que tenga, puede dictar instrucciones a otro fiscal o
indicarle como debe llevar un asunto. De la misma manera, las instrucciones
deben constar por escrito y si así no fuera, el fiscal no tiene obligación de

14
cumplirlas. Se trata, como podrá observarse de un sistema para proteger al fiscal
de decisiones arbitrarias de sus superiores jerárquicos.

Otro límite infranqueable a la facultad de dictar instrucciones se da durante las


audiencias orales o los debates. En este caso, el fiscal no puede ser instruido y si
el superior tiene interés en el asunto, debe participar personalmente en la
audiencia. Un fiscal que no participa de un debate, no puede, por ejemplo,
ordenarle al fiscal del caso que pida una determinada pena, puesto que el
requerimiento de la pena resultará del grado de culpabilidad que surja del mismo
debate y no fuera de él. Esta prohibición de emitir instrucciones para los debates o
demás audiencias está normado en la LOMP, en su artículo 67, segundo párrafo.

En caso de otras diligencias sujetas a plazo o urgentes, el fiscal que recibe la


instrucción deberá cumplirla sin perjuicio de objetarla posteriormente, conforme el
artículo 69 LOMP.

a.3 Objeción

Una vez señaladas las posibilidades de los fiscales de instruir a los fiscales de
rango jerárquico inferior, debemos conocer las posibilidades que el fiscal instruido
tiene de resistir. El mecanismo previsto en la LOMP es la llamada objeción,
prevista en el artículo 68 LOMP, por medio de la cual el fiscal que recibe la
instrucción hace saber al fiscal que dictó la instrucción que la considera ilegal y por
tanto, no aplicable.

El fiscal que recibiere la instrucción por escrito del jefe inmediato que considere
contraría a la ley, sin efectos suspensivos, lo hará saber a quien emitió la
instrucción por informe fundado dentro de dos (2) días.

Este último si insiste en la legitimidad de la instrucción, la remitirá dentro de las


veinticuatro horas siguientes al Fiscal General quien decidirá.

No podrá darse instrucciones verbales, sin embargo en aquellos casos en los que
las circunstancias lo ameriten y no permitan a la brevedad emitir la instrucción por
escrito, ésta podrá emitirse en forma verbal, dejando constancia razonada de ello
dentro del expediente correspondiente.

3. Instrumentos de Derechos Humanos aplicables al proceso penal

a. Convención Americana de Derechos Humanos: También llamada Pacto de San


José de Costa Rica o CADH, fue suscrita, tras la Conferencia Especializada
Interamericana de Derechos Humanos, el 22 de noviembre de 1969 en la ciudad
de San José en Costa Rica y entró en vigencia el 18 de julio de 1978. Es una de
las bases del sistema interamericano de promoción y protección de los derechos
humanos.

15
Si el ejercicio de tales derechos y libertades no estuviese ya garantizado por
disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados partes están obligados a
adoptar medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para
hacerlos efectivos.

Además, establece la obligación, para los Estados partes, del desarrollo


progresivo de los derechos económicos, sociales y culturales contenidos en la
Carta de la Organización de los Estados Americanos, en la medida de los recursos
disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados.

Como medios de protección de los derechos y libertades, establece dos órganos


para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de la Convención:
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.

b. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Es un tratado multilateral


general que reconoce Derechos civiles y políticos y establece mecanismos para su
protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas mediante la Resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. Entró
en vigor el 23 de marzo de 1976 y ha sido ratificado por 167 Estados, siete más
que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Fue adoptado al mismo tiempo que el Pacto Internacional de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales y se hace referencia a ambos con el nombre de
Pactos Internacionales de Derechos Humanos o Pactos de Nueva York. A su vez,
éstos, junto con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, comprenden
lo que algunos han llamado Carta Internacional de Derechos Humanos.

c. Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: Aprobada


por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, es uno
de los documentos fundamentales de la Revolución francesa (1789-1799) en
cuanto a definir los derechos personales y colectivos como universales.
Influenciada por la doctrina de los derechos naturales, los derechos del Hombre se
entienden como universales.

Aun cuando establece los derechos fundamentales de los ciudadanos franceses y


de todos los hombres sin excepción, no se refiere a la condición de las mujeres o
la esclavitud, aunque esta última será abolida por la Convención Nacional el 4 de
febrero de 1794. Sin embargo es considerado un documento precursor de los
derechos humanos a nivel nacional e internacional. No fue hasta que Olympe de
Gouges, en 1791, proclamó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la
Ciudadana que las mujeres entraron, por lo menos a través de un documento no
oficial, en la historia de los derechos humanos.

16
La Declaración fue el prefacio a la Constitución de 1791. La primera traducción
americana completa de sus 17 artículos al castellano es obra de Antonio Nariño,
publicada en Bogotá, capital de Colombia, en 1793.

Una segunda versión ampliada, conocida como Declaración de los Derechos del
Hombre de 1793 fue aprobada posteriormente e incorporada a la Constitución
francesa de 1793, ambas de muy breve aplicación. Seguida de la Declaración de
los Derechos y Deberes del Hombre y del Ciudadano de 1795 en la Constitución
de 1795 que establece el Directorio.

En el derecho constitucional francés, la Declaración de 1789 es parte de la


Constitución francesa de 1946, que agrega los derechos sociales en su
preámbulo, y de la Constitución francesa de 1958 que conserva el preámbulo de la
Constitución de 1946.

d. Declaración Universal de los Derechos Humanos: Es un documento declarativo


adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217
A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; en ésta se recogen en sus 30 artículos
los derechos humanos considerados básicos, a partir de la carta de San Francisco
(26 de junio de 1945).

La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y


sus Protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional de
Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un
documento orientativo, los Pactos son tratados internacionales que obligan a los
Estados firmantes a cumplirlos.

e. Directrices de Naciones Unidas aplicables al proceso penal: Son un conjunto


considerable de reglas y normas de las Naciones Unidas relacionadas con la
prevención del delito y la justicia penal que abarca una gran variedad de temas,
como la justicia de menores, el tratamiento del delincuente, la cooperación
internacional, la buena gobernanza, la protección de las víctimas y la violencia
contra la mujer. Los congresos de las Naciones Unidas sobre prevención del delito
y justicia penal, que se han venido celebrando cada cinco años desde 1955, han
resultado una fuente muy valiosa y una fuerza impulsora para este proceso.

Los sistemas de justicia penal difieren de un país a otro, y su respuesta a los


comportamientos antisociales no siempre es homogénea. Aun así, a lo largo de
los años las reglas y normas de las Naciones Unidas en materia de prevención del
delito y justicia penal han proporcionado una visión colectiva acerca de cómo
debería estructurarse un sistema de justicia penal. No obstante su naturaleza de
derecho en formación (“soft-law”), las reglas y normas han realizado una
importante contribución a la promoción de estructuras de justicia penal más justas
y eficaces en tres dimensiones. En primer lugar, pueden utilizarse a nivel nacional,
fomentando evaluaciones en profundidad que se traduzcan en la aprobación de

17
las reformas necesarias en la esfera de la justicia penal. En segundo lugar,
pueden ayudar a los países a desarrollar estrategias regionales y subregionales.
En tercer lugar, en el plano mundial e internacional, las reglas y normas
representan las “mejores prácticas” que los Estados pueden adaptar a sus
respectivas necesidades nacionales.

f. Convenio 169 de la OIT y su interpretación y aplicación en el sistema jurídico


guatemalteco: El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre
pueblos indígenas y tribales, también conocido como Convención 169 de la OIT o
Convenio 169 de la OIT, es una convención adoptada por la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) en 1989. Es el principal instrumento internacional
sobre derechos de los pueblos indígenas. A 2016, ha sido ratificado por 22
estados.

Este instrumento fue precedido por el Convenio 107 de la OIT, adoptada en 1957,
y se le considera como un precedente para la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los derechos de los pueblos indígenas de 2007.

4. Jurisprudencia constitucional relativa a los derechos del detenido en el


proceso penal

“La Constitución garantiza la libertad física de la persona en los artículos 2º y 6°. Este
último es aún más específico al prescribir que ninguna persona puede ser detenida o
presa, sino por causa de delito o falta y en virtud de orden librada con apego a la ley por
autoridad judicial competente, exceptuándose los casos de flagrancia. De manera que la
libertad personal puede verse limitada en dos supuestos: por detención judicial, esto es, si
existe mandato de juez competente, en cuyo caso adquiere carácter legal; y la que se
produce cuando otras autoridades o particulares quedan habilitados para detener a
personas que son sorprendidas en la ejecución de actos ilícitos, evitándolos y poniendo al
retenido a disposición de juez competente. La detención en ambas hipótesis, sin
embargo, obliga a los últimos a poner al aprehendido a disposición de la autoridad judicial
en un término que no exceda de seis horas; y al juez del mandato a interrogar al detenido
en el tiempo que no exceda de veinticuatro horas, señalado por el citado artículo 9
constitucional, so pena de la sanción a que se refiere el segundo párrafo del artículo 6º.,
también constitucional. Respecto del plazo referido, el artículo 9° de la Constitución no
precisa a partir de qué momento debe computarse, bien fuera del momento de la
consignación al tribunal o de la detención de la persona. Esta duda quedó legalmente
despejada a tenor del artículo 87 del Código Procesal Penal, que lo determina a partir del
momento de la aprehensión. Esto significa, que descontando las seis horas que la
autoridad ejecutiva tiene como máximo para consignar a un detenido, quedarían dieciocho
horas para hacer comparecer al aprehendido a efecto de que preste su declaración. Estos
tiempos, por precarios que parezcan dentro de una realidad de sobrecarga de asuntos a
resolver (algunos que exigen la inmediación personal del juez) no exime para que se
cumpla con ellos, por tratarse de derechos públicos subjetivos de razonable exigibilidad.
La normativa constitucional y la legal persiguen que la detención preventiva o cautelar se
prolongue lo menos posible, articulando para ello medidas que, de no ser por conductas
específicas, permiten en general un régimen de libertad controlada mediante las

18
denominadas medidas sustitutivas, a fin de hacer prevalecer los valores de la libertad y de
presunción de inocencia”. Gaceta No. 57, expediente No. 73-2000, página No. 285,
sentencia: 25-07-2000.

5. Jurisprudencia constitucional relativa a las garantías judiciales en el


proceso penal

“…la libertad individual no debe restringirse, sino en los límites absolutamente


necesarios que aseguren la presencia del imputado al proceso. La prisión
preventiva puede decretarse siempre que concurran dos aspectos: que exista
peligro de fuga y/o de obstaculización para la averiguación de la verdad. Esa
exigencia atiende al principio que doctrinariamente se conoce como favor
libertatis”. Criterio sustentado en expediente 2401-2009, sentencia de 26 de
agosto de 2009, y reiterado en: -Expediente 1795-2006, sentencia de 13 de junio
de 2007; -Expediente 1017-2010, sentencia de 3 de junio de 2010; -Expediente
1994-2009, sentencia de 8 de febrero de 2011; -Expediente 1548-2011, sentencia
de 22 de septiembre de 2011.

“…la ley protege el ejercicio de la defensa técnica a efecto de que nunca falte y se
pueda dar una situación de indefensión, a ello responde la legitimación inmediata
y sin trámite alguno para el ejercicio de la función de los defensores; la posibilidad
de que el imputado pueda ser asistido por más de un abogado y que cada
defensor pueda designar, con consentimiento del imputado, un sustituto, de
carácter urgente y sin mayores formalismos del nombramiento de defensor cuando
el imputado estuviere privado de su libertad; las providencias Que debe tomar el
tribunal en caso de renuncia del defensor o ante el abandono de la defensa.
Asimismo, se reconoce el derecho que tiene el sindicado de nombrar a su
abogado de confianza y poder sustituirlo en cualquier momento sin más limitación
inclusive si es defensor público; es importante señalar que al momento en que se
admite un abogado particular para que ejerza la defensa técnica de un imputado
que está siendo defendido por un defensor público, la función de éste cesa
inmediatamente ya que por su carácter accesorio interviene solo cuando un
procesado no pueda ser auxiliado por un particular”. Criterio sustentado en
expediente 2260-2012, sentencia de 6 de marzo de 2012, y reiterado en: -
Expediente 2750-2009, sentencia de 30 de septiembre de 2009; -Expediente 528-
2009, sentencia de 19 de mayo de 2009.

“…el auto de procesamiento es aquella resolución mediante la cual el juez sujeta o


liga al indiciado al proceso y a sus resultas, el que puede ser reformado antes de
la acusación, de oficio o a petición de parte, previa audiencia a las partes. La
importancia de dicho auto radica en que el mismo precisa los delitos sobre los
cuales el imputado podría ser acusado y enjuiciado, determina los derechos y
recursos que el sindicado puede ejercer e interponer, tal como el beneficio de una
medida sustitutiva siempre que la misma proceda o esté permitida de conformidad
con la ley”. Criterio sustentado en expediente 1308-2010, sentencia de 7 de

19
diciembre de 2010. Criterio reiterado en: -Expediente 512-2011 y 515-2011,
sentencia de 29 de marzo de 2011; -Expediente 1582-2011, sentencia de 26 de
julio de 2011.

“…La calificación jurídica que se le da al hecho en ese momento –en el auto de


procesamiento- no es definitiva, pues dicha resolución puede ser modificada en la
etapa preparatoria, ello a tenor de lo establecido en el artículo 320 de la ley
adjetiva penal. Sin embargo, concluida tal fase, la calificación jurídica del hecho no
es definitiva, puesto que a solicitud del Ministerio Público (en la acusación) el Juez
puede modificarla de acuerdo a los elementos de convicción recabados en la
etapa de investigación y respecto a ellos, abrir a juicio el proceso penal. Tal
situación se discute en la etapa intermedia y aún pasada esta etapa, la calificación
jurídica del hecho no adquiere firmeza, puesto que en la etapa del debate, la
misma puede ser variada. No es sino hasta esta última etapa que adquiere firmeza
la calificación jurídica del hecho imputado. Debe hacerse notar que, en todo caso,
la variación en la calificación debe realizarse con audiencia a los sujetos
procesales. El momento para escuchar a las partes, respecto del tema variará
dependiendo de la etapa en la que se decida: i) en la etapa preparatoria, cuando
se requiera la reforma del auto de procesamiento, antes de la acusación y solicitud
de apertura a juicio; ii) en la etapa intermedia, en la audiencia de apertura a juicio;
iii) en la etapa de juicio, en el debate”. Criterio sustentado en expediente 1108-
2008, sentencia de 7 de agosto de 2008, y reiterado en: -Expediente 2839-2008,
sentencia de 8 de enero de 2009; -Expediente 2924-2008, sentencia de 8 de
enero de 2009; -Expediente 1008-2010, sentencia de 8 de septiembre de 2010; -
Expediente 1009-2010, sentencia de 8 de septiembre de 2010.

“…se aprecia que desde que se inicie un proceso penal, el ofendido, el Ministerio
Público, el imputado, los abogados y mandatarios debidamente designados por los
interesados, tienen el derecho de conocer en forma inmediata y sin reserva
alguna, todo lo que conste en el proceso para poder hacer las peticiones que
estimen meritorias, esto en cumplimiento de la norma citada, artículos 12 y14 de la
CPRG y 5,12 y 314 de la ley adjetiva penal y 63 de la LOJ, que se refieren al
derecho de defensa y a la publicidad de los procesos, salvo las reservas
establecidas en ley y declaradas por juez competente. En cuanto a los demás
sujetos que pueden intervenir en éste (querellante adhesivo, actor civil, tercero
civilmente demandado), tendrán acceso al expediente a partir de que lo soliciten y
el juez contralor del proceso otorgue su intervención. C) Efectos del auto de
procesamiento: i) ligar a la persona al proceso penal como un presunto
responsable o partícipe en el hecho justiciable; ii) confirma los derechos
establecidos en la Constitución Política de la República de Guatemala y en las
normas ordinarias, de los cuales goza desde el momento en que se inició el
proceso penal por medio de cualquiera de los actos introductorios; iii) sujetarlo a
las obligaciones que se generan de su posible responsabilidad penal y civil. Debe
tomarse en cuenta que si bien toda persona tiene los derechos de promover los
medios de defensa desde el momento en el que se le sindica, debe comprenderse

20
que lo establecido en el artículo 322 inciso e), de la ley adjetiva penal, se refiere a
la oportunidad que tiene el procesado de ejercer su defensa respecto a la
plataforma fáctica y calificación jurídica provisional que el juez de la causa efectuó
en el auto por vía del cual lo ligó a proceso. Desde el momento en que se presenta
un acto introductorio en el que se establezca un sujeto identificado, tiene derecho
a conocer de todo lo que obre en el proceso sobre él y plantear los medios de
defensa que estime pertinentes, sin necesidad que se haya dictado auto de
procesamiento, puesto que con los elementos que puede aportar el imputado
podrá demostrar que no existen motivos racionales para creer que lo cometió y así
el ente encargado de la persecución penal, podrá dirigir sus investigaciones hacia
otros aspectos y sujetos, formulando respecto a sus investigaciones las peticiones
pertinentes al juez contralor”. Criterio sustentado en expediente 1063-2011,
sentencia de 26 de junio de 2010, y reiterado en: -Expediente 3929-2010,
sentencia de 27 de enero de 2011; -Expediente 2056-2010, sentencia de 1 de
marzo de 2011.

“El numeral 10) del art. 404 del Código Procesal Penal: «Los que denieguen o
restrinjan la libertad...». La viabilidad de la apelación contra autos que restrinjan la
libertad de una persona, procede, entre otros, contra las resoluciones que
disponen la aprehensión de una persona, por encontrarse rebelde. La rebeldía y
su consecuente orden de la aprehensión, es susceptible de ser impugnada
mediante el recurso de apelación, ya que está catalogada como restrictiva de
libertad, al contener un mandato de autoridad judicial con el fin de privar de
libertad a una persona, así que imperativo legal se impone al tribunal de alzada, el
conocimiento del medio de impugnación ya relacionado”. Criterio sustentado en
expediente 3201-2011, sentencia de 2 de marzo de 2011, y reiterado en: -
Expediente 3202-2011, sentencia de 18 de enero de 2011; -Expediente 3203-
2011; -Expediente 3235-2010; -Expediente 1088-2010; -Expediente1368-2010.

“…a la persona sometida a proceso penal para abstenerse a declarar contra sí


misma, se explica por la especial condición de orden subjetivo que la preserva de
no incriminarse con sus propias expresiones, el cual puede presumirse alterado
por íntimas circunstancias psíquicas que le impiden su absoluta libertad moral
para pronunciarse sobre su actuación, de tal manera que la declaración del
acusado no constituye un medio suficientemente idóneo para revelar la verdad
material. Precisamente por esa subjetividad es que incluso la declaración o
confesión voluntarias admiten prueba en contrario. No sucede lo mismo con
relación a los datos de la realidad, que son independientes del complejo psíquico
del individuo, pues los hechos son como son, separados de la voluntad o de la
intención de la persona que los ostenta. Por ejemplo, las huellas dactilares, el tipo
sanguíneo o los registros genéticos no pueden ser modificados a voluntad, porque
constituyen hechos eminentemente objetivos y corroborables por medios de alta
solvencia técnica, y cuyo valor probatorio dependerá de la sana crítica del
juzgador”. Criterio sustentado en expediente 2562-2011, sentencia de 28 de
septiembre de 2011, y reiterado en: -Expediente 3659-2008, sentencia de 10 de

21
marzo de 2009; -Expediente 969-2009, sentencia de 16 de febrero de 2010; -
Expediente 593-2011, sentencia de 6 de septiembre de 2011.

“…Si el proceso está en trámite, no puede abrirse uno nuevo aunque el juez
carezca de competencia o medien otros obstáculos formales, mientras no hayan
sido declarados (non bis in ídem por litis pendencia). Si el proceso ha concluido
por una resolución que no decide sobre el fondo, declarando la incompetencia o la
imposibilidad de perseguirlo por otra causa, puede iniciarse un segundo proceso si
el obstáculo puede ser removido (efecto dilatorio). Si el proceso, en cambio, se
agotó con una decisión sobre el fondo, examinándose la pretensión hecha valer en
todos sus aspectos fácticos y jurídicos, no se puede perseguir nuevamente por el
mismo hecho aunque haya mediado abuso o error por parte del juez (non bis in
ídem por cosa juzgada)”. Criterio sustentado en expediente 3206-2006, sentencia
de 01 de marzo de 2007, y reiterado en: -Expediente 2616-2004, sentencia de 29
de marzo de 2005; -Expediente 3604-2010, sentencia de 01 de febrero de 2011.

“Procede decretar la falta mérito, cuando no concurran los presupuestos para


dictar auto de prisión preventiva. El tribunal la declarará y no aplicará ninguna
medida de coerción, salvo que fuera absolutamente necesario para evitar el
peligro de fuga o de obstaculización para la averiguación de la verdad, caso en el
que sólo podrá ordenar alguna de las medidas previstas de sustitución de prisión
preventiva. Al integrar la norma citada con el artículo 259 de la ley ibídem, se
establece que después de indagar al procesado, el órgano jurisdiccional, para
dictar la falta de mérito, debe determinar: a) que no medie información sobre la
existencia de un hecho punible; o b) que la investigación sea carente de
elementos racionales de convicción que permitan creer que el sindicado cometió el
hecho delictivo o participó en él”. Criterio sustentado en expediente 1105-20121,
sentencia de 10 de julio de 2012, y reiterado en: -Expediente 225-2012, sentencia
12 de junio de 2012; -Expediente 1105-2012, sentencia de 2 de noviembre de
2010.

“…el comportamiento del imputado en una figura delictiva distinta; y si bien la


norma indicada expresamente no prohíbe que el delito por el que alternativamente
se acuse a un individuo sea de mayor gravedad que aquel que contiene la
calificación jurídica principal, sí es necesario que este delito alternativo tenga una
estrecha relación con el principal, especialmente en cuanto a su forma de
realización (similitud de verbos rectores de la acción ilícita) pues si no se
demuestran todos los elementos fácticos de un delito principal, pero sí se prueban
algunos de éstos y con ello la existencia de un hecho antijurídico, entonces se
condenará al procesado por la figura penal en la que encuadren los hechos
probados, siempre que las circunstancias fácticas demostradas estén contenidas
en la imputación formulada por el Ministerio Púbico… La transgresión al derecho
de defensa del procesado en el caso concreto radica en que, el juez reclamado
admitió una acusación alternativa por un delito –robo agravado- por el que no fue
ligado en el auto de procesamiento, que es el acto procesal que determina por

22
cuáles hechos será investigada una persona, y que no fue, sino hasta la acusación
que el Ministerio Público señaló como posible hecho delictivo cometido por el
procesado, cuando, en ningún caso en el ente persecutor del Estado, acusará sin
antes haber dado al imputado suficiente oportunidad de declarar, privándolo del
derecho a ser oído por la posible comisión de esos nuevos hechos”. Criterio
sustentado en expediente 1719-2011, sentencia de 13 de julio de 2011, y reiterado
en: -Expediente 3929-2010, sentencia de 27 de enero 2011; -Expediente: 4121-
2011, sentencia de 18 de octubre de 2012; -Expediente: 4143-2011, sentencia de
18 de octubre de 2012; -Expediente: 4237-2011, sentencia de 18 de octubre de
2012; -Expediente 4379-2011, sentencia de 18 de octubre de 2012.

“…es importante señalar que es obligación del Ministerio Público destruir la


presunción de inocencia, por lo que, en todo caso, éste debía presentar los
medios de convicción que en el caso concreto se requerían para arribar a la
conclusión que no era procedente otorgar aquel beneficio y no sólo señalar los
requisitos indispensables para adoptar dicha medida”. Criterio sustentado en
expediente 3927-2009, sentencia de 18 de mayo de 2011, y reiterado en: -
Expediente 2653-2009, sentencia de 01 de octubre de 2009; -Expediente 4320-
2008, sentencia de 12 de agosto de 2009.

“…el hecho de no contar con el referido consentimiento no implica violación al


referido derecho, pues los resultados que arroje el procedimiento científico no
suponen necesariamente efectos desfavorables para quienes son sometidos a
esta prueba, por lo que la extracción de muestras de sangre no puede ser
equiparada a la obligación del sindicado a emitir una declaración en determinado
sentido. Además de lo anterior, debe tenerse presente que la implementación de
medios científicos en la investigación penal en búsqueda de la verdad, algunos
novedosos, no podría estar supeditada a la aquiescencia de los sometidos a
prueba, ya que ello truncaría la posibilidad de contar con instituciones de
investigación penal modernas y eficaces. Los límites para el diligenciamiento de
tales medios de prueba deben ser el respeto a la dignidad y privacidad personales,
así como demás derechos fundamentales que nuestra Constitución reconoce y
derechos humanos consagrados en convenciones internacionales de los que
nuestro país forma parte… las pruebas científicas deben practicarse sin que
impliquen lesión a la dignidad o privacidad y sin que haya un trato cruel o
degradante, lo cual con la extracción de muestra de sangre es posible, si se
respetan los límites correspondientes”. Criterio sustentado en expediente 1748-
2007, sentencia de 26 de septiembre de 2007, y reiterado en: -Expediente 3266-
2007, sentencia de 24 de enero de 2008; -Expediente 2562-2011, sentencia de 28
de septiembre de 2011.

“…El rechazo de la prueba pericial relacionada se hizo con el argumento de que


conforme lo previsto en el artículo 332 Bis del Código Procesal Penal, el Ministerio
Público debió haberla remitido junto con el escrito de acusación. Esta norma sin
embargo, no es aplicable para la audiencia del ofrecimiento de medios de prueba

23
a diligenciarse en el debate oral y público, sino que únicamente para los medios
de investigación que sustentarán la acusación formulada, esto con el objeto de
que el juzgador, al momento de decidir sobre la apertura a juicio, pueda proceder
a examinarlos y evalúe si existe fundamento para someter a una persona a juicio
oral y público, por la probabilidad de su participación en un hecho delictivo. De ahí
que el juzgador incurrió en una errónea interpretación de la norma precitada, en
perjuicio del ente acusador. Aunado a lo anterior, conforme el artículo 343 del
Código Procesal Penal, se establece que el rechazo de los medios de prueba
ofrecidos en la audiencia respectiva por parte del juzgador, sólo puede decidirse si
los referidos medios de prueba fueren abundantes, innecesarios e impertinentes o
ilegales”. Expediente 1452-2011, sentencia de 19 de octubre de 2012, y reiterado
en: -Expediente 3918-2011, sentencia de 24 de mayo de 2012; -Expediente 3919-
2011, sentencia de 24 de mayo de 2012; -Expediente 1532-2011, sentencia de 25
de enero de 2012.

“Del estudio del acto reclamado, esta Corte establece que la autoridad impugnada
al examinar el fallo de su a quo indicó que el mismo no poseía una clara y precisa
fundamentación, aseveración que motivó al indicar que no se realizaron ciertos
actos por parte del ente investigador y que científicamente no se acredito un
hecho conllevando estos juicios de valor por parte de la autoridad impugnada, con
lo que hizo mérito de la prueba y de los hechos que tuvo como probados,
vulnerando así lo dispuesto en el artículo 430 del Código Procesal Penal. Con
fundamento en lo anterior, se concluye que la autoridad impugnada al emitir el
acto reclamado varió las formas del proceso en contravención a losa los principios
de imperatividad, intangibilidad de la prueba y del debido proceso”. Criterio
sustentado en expediente 1786-2011, sentencia de 11 de octubre de 2011, y
reiterado en: -Expediente 1939-2008, sentencia de 23 de octubre de 2008; -
Expediente 1535-2007, sentencia de 02 de agosto de 2007.

“…esta Corte concluye que los argumentos expresados por el Tribunal de


Casación, no guardan congruencia con las actuaciones, ni con la legislación y
doctrina sobre la niñez y adolescencia, pues es erróneo asumir que… y por ende
no contienen una adecuada fundamentación, razón por la cual infringió lo
dispuesto en los artículos 3 y 11 Bis del Código Procesal Penal… Se deja en
suspenso el acto reclamado y ordenando a la autoridad cuestionada que emita
nueva resolución en la que emita una clara y precisa fundamentación, congruente
con lo considerado…”. Expediente 2239-2012, sentencia de 16 de enero de 2013,
y reiterado en: -Expediente 2469-2009, sentencia de 1 de diciembre de 2009; -
Expediente 1877-2011, sentencia de 30 de noviembre de 2011.

“…la resolución carece de la condición de apelable por no ser un auto definitivo..


Esta Corte ha sostenido la improcedencia del recurso de apelación contra el auto
que determina el cómputo de la pena por parte del Juez de Ejecución… Se
concluye que para que sea admisible el recurso de apelación es imprescindible
que la resolución impugnada sea un auto definitivo de los establecidos en el

24
artículo 404 del Código Procesal Penal… Ningún agravio se causó al postulante al
declarar sin lugar el recurso de apelación planteado contra una resolución que
carece de carácter definitivo”. Criterio sostenido en expediente 4129-2009,
sentencia de 5 de marzo de 2010, y reiterado en: -Expediente 1952-2008,
sentencia de 16 de septiembre de 2008; -Expediente 432-2009, de 8 de mayo de
2009.

“…Al efectuarse el análisis… la autoridad impugnada determino la


incomparecencia del sindicado, ahora postulante dentro del período del
emplazamiento y declaró desierto el recurso de apelación especial puesto en su
conocimiento, empero, resulta imprescindible considerar que por vía de la alzada
el recurrente pretendía que dicha Sala examinara los agravios que señaló, lo que
no se produjo. Ya que esa autoridad judicial sustentándose en el incumplimiento
de determinados formalismos le vedó la oportunidad de que se practicara ese
análisis razón por la cual para garantizar el ejercicio de recurrir, es importante
indicar que la autoridad responsable previamente a resolver debió estimar
respecto a la protección al derecho de defensa y al principio jurídico del debido
proceso…”. Expediente 659-2011, sentencia de 21 de junio de 2012, y reiterado
en: -Expediente 4022-2010, sentencia de 24 de febrero de 2010; -Expediente
3072-2008, sentencia de 4 de diciembre de 2008.

“…los defectos esenciales… esta Corte estima …Defectos esenciales: son


aquellos que influyen directamente en su parte resolutiva provocando la anulación
y obligan a la repetición de un nuevo juicio sin intervención de los mismos jueces
por estar viciado, siendo defectos esenciales la falta de motivación o si no se
cumplieron en la sentencia con las regla de la sana crítica razonada, pues el
mismo tribunal no podría elaborar de nuevo una sentencia valorando de forma
congruente coherente no contradictoria, auténtica y suficiente de los medios de
prueba... Al advertirse defectos esenciales las Salas de apelaciones deben sujetar
su actuar a lo establecido en el artículo 432 del Código Procesal Penal”. Exp.
2211-2012, sentencia 23 de agosto 2012; Exp. 713- 2012, sentencia 16 de agosto
2012.

“…la postulante interpuso como obstáculo a la persecución penal, durante la etapa


preparatoria ante el juez contralor de la investigación, la prejudicialidad, estimando
que el proceso debía tramitarse primero en la vía civil, sin embargo, el juez
rechazó esa cuestión y ordenó continuar con el proceso. Tal decisión fue apelada
y elevadas las actuaciones a la Sala, que la otorgó y conforme el artículo 408 del
Código Procesal Penal, sus interposición no causó efectos suspensivos, por lo que
el proceso tramitado ante el juez de instancia debía continuar. Es claro que, sin
bien la cuestión prejudicial es un obstáculo a la persecución penal, de aceptar su
existencia debe suspenderse la causa, pero tal como sucedió en el caso de
marras, se rechazó su planteamiento y su apelación no generó ningún efecto
suspensivo, por lo que el juez contralor podía continuar con la prosecución del
caso”. Criterio reiterado en expediente 2506-2012, sentencia de 25 de septiembre

25
de 2012; Expediente 2233-2012, sentencia de 25 de septiembre de 2012;
Expediente 2848-2012, sentencia de 23 de enero de 2013.

“Resulta inviable que se habilite el recurso de apelación contra la decisión que


declaró sin lugar la revisión de una medida de coerción, dado que esta última no
impuso o modificó medida sustitutiva alguna a la otorgada después de ligar a
proceso al sindicado …esta Corte advierte que contra una resolución que declara
sin lugar la revisión de la medida de coerción no procede el recurso de apelación
por no estar contenida en el artículo 404 del Código Procesal Penal, por ello la
resolución que declara «sin lugar» la revisión de la medida no corresponde a
ninguno de los supuestos contenidos en la norma, por lo que no es susceptible de
impugnar mediante ese medio recursivo. Por lo que resulta inviable que se habilite
la apelación, siendo la alzada inidónea”. Criterio contenido en expedientes
acumulados 4122-2011 y 4128-2011 sentencia de 27 de noviembre 2012, y
reiterado en: -Expediente 2156-2012, sentencia de 16 de octubre de 2012; -
Expediente 453-2011, sentencia de 28 de agosto de 2012.

“…La inobservancia de la sana crítica razonada como sistema de valoración de la


prueba provoca violación al debido proceso, pues causa que la sentencia carezca
de la debida fundamentación. Tal deficiencia puede ser denunciada por vía de la
apelación especial por motivo de forma. Si bien las Salas tienen prohibición
expresa de hacer mérito de la prueba producida en el debate –por el principio de
la intangibilidad de la prueba- ello no les impide referirse a los medios de
convicción producidos, para corroborar si se han respetado las reglas de la sana
crítica razonada, la aplicación de la ley sustantiva o la existencia de manifiestas
contradicciones en la sentencia…”. Criterio sustentado en expedientes
acumulados: 4271-2011 y 4277-2011, sentencia de 19 de febrero de 2013, y
reiterado en: -Expedientes acumulados 4388-2011, 4390-2011 y 4391-2011,
sentencia de 17 de julio de 2012; -Expediente 4228-2012, sentencia de 17 de
enero de 2013 - Expediente 2191-2012, sentencia de 28 de febrero de 2013

6. Jurisprudencia constitucional relativa a los límites de la investigación


penal

“Los amparistas reclaman, mediante la presente acción, la resolución de catorce


de diciembre de dos mil once proferida por el Juez de Primera Instancia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del municipio de Mixco del
departamento de Guatemala en el que dictó: i) auto de procesamiento contra
Marlon Waldemar Pérez Sical -amparista-; ii) imposición de medida sustitutiva, y
iii) señalamiento de día y hora para la presentación del acto conclusivo por parte
del Ministerio Público. Previo a realizar el análisis del fondo del asunto, esta Corte
estima necesario determinar que la definitividad en el acto reclamado se produce
cuando este ha sido impugnado mediante todos los recursos idóneos previstos en
la ley que lo rige u otra aplicable supletoriamente o cuando se ha agotado la vía
ordinaria establecida en la ley para dilucidar la controversia surgida por su

26
emisión. Tales circunstancias implican que en el procedimiento de impugnación
aquel acto fue revisado en una o más ocasiones, ya sea por el mismo órgano que
lo dictó u otros en secuencia jerárquica o, en su caso, fue conocido por el órgano
jurisdiccional competente con facultad para dirimir la controversia. Por lo anterior,
debe señalarse que solo cuando los instrumentos ordinarios intentados han
resultado ineficaces, se habrá llegado al estado en que, por presumirse que el
agravio provocado persiste, la instancia constitucional adquiere posibilidad de
procedencia para repararlo. Por lo que, en el caso concreto los amparistas, en
cuanto a las medidas de coerción impuestas y el señalamiento de día y hora para
la presentación del acto conclusivo por parte del Ministerio Público determinadas
por la autoridad cuestionada, previo a acudir a esta vía constitucional debieron
impugnarlas mediante el recurso de apelación establecido en el artículo 404 del
Código Procesal Penal, que establece: “…son apelables los autos dictados por los
jueces de primera instancia que resuelvan: 9) los que declaren la prisión o
imposición de medidas sustitutivas y sus modificaciones; (…) 11) los que fijen
término al procedimiento preparatorio; …”, por lo que en el presente caso resulta
idóneo. En ese sentido los amparistas tenían la facultad de accionar mediante
recurso de apelación, para que el Tribunal de Alzada examinara las decisiones
que se reclama por esta vía constitucional, ya que aquellas resoluciones revisten
las características objetivas que habilitan la acción recursiva. De lo anterior se
advierte que, al no haberse utilizado el recurso ordinario que la ley establece para
impugnar aquellas decisiones, se incumplió el principio de definitividad que sujeta
la procedencia de la presente acción constitucional, al agotamiento previo de los
recursos ordinarios por cuyo medio pueden ventilarse adecuadamente los asuntos
de conformidad con el principio jurídico del debido proceso, establecido en el
artículo 19 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; en
virtud de ello esta Corte concluye, que la pretensión de los amparistas respecto a
esas decisiones es notoriamente improcedente”. Gaceta No. 111, expediente No.
4491-2012, sentencia: 29-01-2014.

7. Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos relativas


al proceso penal

Alegación de otros hechos o derechos: “La Corte ha establecido que la presunta


víctima, sus familiares o sus representantes o los peticionarios pueden invocar
derechos distintos de los comprendidos en la demanda de la Comisión, sobre la
base de los hechos presentados por ésta”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

Conductas de presuntas víctimas: “El proceso seguido contra [la presunta víctima]
se originó por la muerte violenta de una menor de edad. […L]a Corte ha hecho
notar que no es un tribunal penal en el que pueda analizarse la responsabilidad
penal de los individuos. Corresponde a los tribunales nacionales aplicar la ley
penal a quienes cometen delitos. Esto es aplicable al […] caso, que no se refiere a
la inocencia o culpabilidad [de la presunta víctima] en relación con los hechos que
se le atribuyen, sino a la conformidad de los actos del proceso que se le siguió con

27
la Convención Americana. La Corte destaca el deber que tienen los Estados de
proteger a todas las personas, evitando los delitos, sancionar a los responsables
de éstos y mantener el orden público, particularmente cuando se trata de hechos
como los que dieron origen al proceso penal seguido contra [la presunta víctima],
que no sólo comportan una lesión a los individuos, sino al conjunto de la sociedad,
y merecen el más enérgico rechazo, más aún cuando perjudican a niñas y niños.
Sin embargo, la lucha de los Estados contra el crimen debe desarrollarse dentro
de los límites y conforme a los procedimientos que permitan preservar tanto la
seguridad pública como el pleno respeto a los derechos humanos de quienes se
hallen sometidos a su jurisdicción”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

Derecho a la vida y del derecho a la integridad personal: “Respecto de las


condiciones de detención, la Corte ha especificado que, de conformidad con el
artículo 5.1 y 5.2 de la Convención, toda persona privada de libertad tiene derecho
a vivir en situación de detención compatible con su dignidad personal, lo cual debe
ser asegurado por el Estado en razón de que éste se encuentra en posición
especial de garante con respecto a dichas personas, porque las autoridades
penitenciarias ejercen un control total sobre éstas408[…]”. Caso Fermín Ramírez
vs. Guatemala.

Tortura: “La jurisprudencia de este Tribunal, así como de otros tribunales y


autoridades internacionales, ha subrayado que existe una prohibición universal de
la tortura y de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, que violan
normas perentorias de derecho internacional (ius cogens)”. Caso Fermín Ramírez
vs. Guatemala.

Condiciones no satisfacen los mínimos de tratamiento digno: “De conformidad con


el artículo 5 de la Convención, toda persona privada de libertad tiene derecho a
vivir en situación de detención compatible con su dignidad personal”. “En otras
oportunidades, este Tribunal ha señalado que la detención en condiciones de
hacinamiento, el aislamiento en celda reducida, con falta de ventilación y luz
natural, sin cama para el reposo ni condiciones adecuadas de higiene, la
incomunicación o las restricciones indebidas al régimen de visitas constituyen una
violación a la integridad personal”. “En las circunstancias del […] caso, la Corte
considera relevante que [la víctima] fue condenado a la pena capital por la
comisión de un delito que no se le había acusado, al final de un proceso en el que
hubo violación de sus garantías judiciales; que el fundamento de la sentencia fue
una norma cuyo contenido es contrario a la Convención Americana; y que ha sido
sometido a graves condiciones carcelarias, [en varios centros de detención], las
que se inscriben en un contexto general de graves deficiencias carcelarias,
señaladas por organismos internacionales. Por todo lo anterior, la Corte considera
que el Estado violó el artículo 5.1 y 5.2 de la Convención, en relación con el
artículo 1.1 de la misma”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

28
Criterios para el reembolso (sólo gastos a nivel interamericano): “La Corte aprecia
que [la víctima] fue defendido en el ámbito interno por el Instituto de Defensa
Pública, al que se asigna un presupuesto público específico. En el […] caso, la
asistencia brindada y los gastos asumidos por dicho Instituto están previstos
dentro de sus obligaciones y presupuesto. En consecuencia, no procede ordenar
el reintegro de costas y gastos realizados por el Instituto de Defensa Pública. Por
otra parte, la Corte toma en cuenta que [la víctima] actuó ante la Comisión y la
Corte, además, a través de representantes del Instituto de Estudios Comparados
en Ciencias Penales, que ha presentado prueba correspondiente a su solicitud de
reintegro de gastos […]. El Tribunal estima equitativo ordenar al Estado que
reintegre [una] cantidad de [… dólares de los Estados Unidos de América o su
equivalente en moneda [nacional], al Instituto de Estudios Comparados en
Ciencias Penales por concepto de gastos en que incurrió en el ámbito
interamericano”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

Concepto de daño material: “El daño material supone la pérdida o detrimento de


los ingresos de la víctima, los gastos efectuados con motivo de los hechos y las
consecuencias de carácter pecuniario que tengan un nexo causal con los hechos
del caso […]”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

Garantías procesales al aplicar la pena de muerte: “El respeto al conjunto de


garantías que informan el debido proceso y significan el límite a la regulación del
poder penal estatal en una sociedad democrática, se hace especialmente
infranqueable y riguroso cuando venga al caso la imposición de la pena de
muerte”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

No ejecución de la pena de muerte: “Se ha establecido que el procedimiento penal


que desembocó en la condena de [la presunta víctima] no respetó las garantías
del debido proceso […]. No obstante, la sentencia no ha sido ejecutada en virtud
de los recursos internos interpuestos y de las medidas cautelares dictadas por la
Comisión y las medidas provisionales ordenadas por la Corte. Si [la presunta
víctima] hubiese sido ejecutado como consecuencia del proceso que se le siguió,
se hubiese configurado una privación arbitraria del derecho a la vida, en los
términos del artículo 4 de la Convención. Puesto que éste no es el caso, la Corte
considera que el Estado no ha violado el derecho consagrado en el artículo 4.1 de
la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma”. Caso
Fermín Ramírez vs. Guatemala.

Daño inmaterial restrictivo: separado de las medidas de no repetición y


satisfacción: “[…E]l daño inmaterial puede comprender tanto los sufrimientos y las
aflicciones causados a las víctimas de violaciones de derechos humanos y a sus
allegados, como el menoscabo de valores muy significativos para las personas o
sus condiciones de existencia”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

29
No legitimación para indemnización: “La Corte considera que no puede condenar
al pago de indemnización por los daños materiales alegados, en virtud de que no
hay pruebas que los acrediten”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

Revisión internacional del proceso judicial interno: “Es importante reiterar en este
caso, en que se cuestiona lo actuado en el marco de un proceso penal, que los
órganos del sistema interamericano de derechos humanos no funcionan como una
instancia de apelación o revisión de sentencias dictadas en procesos internos. Su
función es determinar la compatibilidad de las actuaciones realizadas en dichos
procesos con la Convención Americana. A esto se limita el Tribunal en [esta]
Sentencia”. Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala.

Exhibición con un traje infamante: “[…L]a incomunicación durante la detención, la


exhibición pública con un traje infamante a través de medios de comunicación, el
aislamiento en celda reducida, sin ventilación ni luz natural, [...] las restricciones al
régimen de visitas [...], constituyen formas de tratos crueles, inhumanos o
degradantes en el sentido del artículo 5.2 de la Convención Americana”. Cantoral
Benavides vs. Perú.

30
4. ÁREA PENAL
1. Teoría del delito desde la perspectiva finalista

En el sistema finalista, cuyo exponente es el jurista alemán Hans Welzel, se parte


de una acción finalista; ubica el dolo y la culpa en el terreno de la acción u omisión
típica, no acepta la distinción de los causalistas en base objetiva y subjetiva del
delito que le otorgara a la culpabilidad un contenido diverso, excluyendo de este
elemento el dolo y la culpa, que se ubicara en el estudio de la tipicidad.

La acción es considerada siempre con una finalidad determinada de actuar


conscientemente en función de un resultado propuesto voluntariamente. La
acción, el dolo y la culpa se ubican en el tipo, pues al ser la acción algo final
(tendiente a un fin), el legislador no puede sino prever acciones provistas de
finalidad (dolo, culpa y elementos subjetivos específicos del injusto). Distingue
entre error del tipo (excluye al dolo y a la punibilidad) y el error de prohibición
(elimina la conciencia de antijuridicidad, al ser invencible elimina la punibilidad, y si
es vencible, subsiste en distinto grado). En la antijuridicidad distingue el aspecto
formal (lo contrario a la norma) y el material (lesión o puesta en peligro del bien
jurídico). Desaparece el concepto de imputabilidad que es absorbido por la
culpabilidad la cual consiste en un juicio de reproche.

La teoría finalista utiliza el método ontológico, que no es más que el método


demostrativo o deductivo.

Esta teoría concibe al delito como la acción u omisión voluntaria, típica, antijurídica
y culpable.

1.1 Elementos del Delito según la Teoría Finalista:

1.1.1 LA CONDUCTA: Se llama conducta a todo comportamiento dependiente de


la voluntad humana. Solo el acto voluntario puede ser penalmente relevante. La
voluntad implica siempre una finalidad. Este comportamiento humano (acción u
omisión) tiene dos aspectos, el querer y la voluntad, de los cuales surgen dos
fases, la interna o sea el querer o desear realizar una conducta que aún está en el
pensamiento a la que pertenece la proposición de un fin, y la selección de los
medios para su obtención. La persona desea salir a las calles a robar y utilizar
para ello un cuchillo o pistola. Una vez propuesto el objetivo, pasa a la fase
externa en donde al autor pone en marcha conforme a su plan, el proceso causal,
dominado por la finalidad, y procura alcanzar la meta propuesta. La persona sale a
la calle armada, sigue a una mujer, la amenaza con el arma, y la obliga a entregar
su bolso. Lleva a cabo lo propuesto. Entonces, acción “en sentido general es toda
concreción de la voluntad humana en realizaciones externas que pueden preverse
por el sujeto y ser esperadas por el ordenamiento jurídico, y que

31
consecuentemente pueden evitarse, en forma que al no realizarse su evitación
puede no configurarse un tipo penal.

En un Estado democrático de Derecho como Guatemala, debe aplicarse un


derecho penal de acto, en donde se persiga y juzgue por la conducta (acciones y
omisiones), de las personas. Es decir, un comportamiento (lo que hizo o dejó de
hacer) y tiene su fundamento en el artículo 17 constitucional. Contrario al derecho
penal de autor, en donde se juzga por lo que la persona es y no por su conducta.

Tradicionalmente los elementos negativos de la conducta penalmente relevante


son: a) Fuerza irresistible (Art. 25.2 del Código Penal); b) Movimientos reflejos; y,
c) Estados de inconciencia, que en su conjunto se llaman “Ausencia de Conducta”.

1.1.2 LA TIPICIDAD: Es la característica o cualidad que tiene una conducta


(acción u omisión) de encuadrar, subsumir o adecuarse a un tipo penal. Ahora
bien, tipificar es la acción de encuadrar la conducta en un tipo penal. Este acto de
tipificar lo realiza el fiscal, la defensa, la policía o el estudiante; sin embargo,
cuando lo hace el juez se le denomina tipificación judicial.

Los elementos negativos de la tipicidad son la atipicidad o ausencia de tipo y el


error de tipo (invencible y vencible).

1.1.3 LA ANTIJURICIDAD: Es la contradicción entre la conducta y el ordenamiento


jurídico. En las conductas prohibidas el autor realiza lo contrario a lo establecido
por la norma, por ejemplo matar a una persona. En las conductas imperativas, el
autor no realiza la acción a que está obligado, como la falta de pago de las
pensiones alimenticias (antijuricidad formal). Sin embargo, no basta con que la
conducta sea contraria al ordenamiento jurídico, además, es necesaria la
antijuricidad material. En ese orden de ideas, la antijuricidad material es la lesión
efectiva o puesta en peligro del bien jurídico penalmente tutelado. Especialmente
para los delitos de resultado en donde se exige la existencia de un daño al bien
jurídico (Disvalor de resultado).

Los elementos negativos de la antijuricidad son las causas de justificación


descritas en el artículo 24 del Código Penal, siendo estas: a) Legítima defensa; b)
Estado de necesidad; y, c) Legítimo ejercicio de un derecho.

1.1.4 LA CULPABILIDAD: Es un juicio de reproche, siempre y cuando el sujeto


tenga capacidad para motivarse o determinarse de acuerdo con la comprensión de
sus acciones (capacidad de culpabilidad o imputabilidad), que además tenga
conocimiento de la antijuricidad de la conducta realizada (conocimiento de la
antijuricidad), y que al sujeto le era exigible obrar de otro modo, y no como lo hizo
(exigibilidad de la conducta). Cumpliendo estas circunstancias, se puede imponer
una pena a la persona.

32
Los elementos negativos de la culpabilidad son: a) La inimputabilidad (Art. 23 del
Código Penal); b) El error de prohibición (directo e indirecto); y, c) Las causas de
inculpabilidad (miedo invencible, fuerza exterior, error o legítima defensa putativa,
obediencia debida y omisión justificada —Art. 25 del Código Penal—).

2. Teoría de la participación criminal

2.1 Introducción: En toda actividad humana existe la autoría y la participación de


una o varias personas, tal es el caso por ejemplo del autor de una canción (música
y letra); para su grabación fue necesaria la participación de varias personas en
diferentes niveles, como músicos, de grabación, arreglista, etc., hasta la difusión y
venta de los discos. En la misma forma, en la autoría y participación delictiva es
necesaria la participación de varios sujetos, pero en este caso los efectos están
dirigidos a la culpabilidad o bien a la imposición de la pena, respetando desde
luego el principio de legalidad en cuanto a que solo son penadas las acciones
previamente tipificadas como delito o falta; y el principio de proporcionalidad
derivado de los deberes del Estado como la justicia, libertad y la seguridad
jurídica.

2.2 Concepto de autor: La corriente más aceptada en este tema es el del dominio
del hecho (teoría objetivo material), la que se refiere a que es autor quien domina
finalmente la realización del delito, es decir, quien decide en líneas generales el sí,
y el cómo, de su realización. El dominio del hecho se divide en tres clases:

a) El DOMINIO DIRECTO, se refiere a quien realiza de manera personal y directa,


todos los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal doloso.

b) El DOMINIO FUNCIONAL DEL HECHO, cuando el aporte al hecho que cada


uno hace es de naturaleza tal que, conforme al plan concreto del hecho, sin ese
aporte el hecho no podría haberse realizado.

c) La VOLUNTAD DE DOMINIO DE APARATOS DE PODER ORGANIZADOS que


ha desarrollado Claus Roxin, en la que se encuentran incluidos aquellos casos
que se caracterizan predominantemente por la circunstancia de que el autor
inmediato, tiene a su disposición personal de un aparato –generalmente
organizado por el Estado con cuya ayuda puede consumar delitos, sin tener que
transferir a los ejecutores una decisión autónoma sobre la realización.

Puede ser estatal, no estatal, o mixta. En cuanto a su aplicación, hay sentencias a


nivel Latinoamericano, como la dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones
Criminal Correccional de Buenos Aires, en la causa 13 del año 1984 contra los
comandantes de la juntas militares. Por los aparatos de poder organizados (crimen
organizado), la voluntad criminal ha sido penalizada, y es discutible si atenta
contra el principio de legalidad, puesto que la conspiración, es una forma de
participación.

33
De la teoría del dominio del hecho surgen las formas de autoría como la directa o
inmediata, e indirecta o mediata.

2.3 Los casos de autoría en el Código Penal guatemalteco

2.3.1 Autoría Directa: En la autoría directa (inmediata) se ubica el supuesto


contenido en el artículo 36.1 del Código Penal, son autores: “Quienes tomen parte
directa en la ejecución de los actos propios del delito”. Esta clase de autoría no da
ningún problema, puesto que el sujeto tiene el dominio directo del hecho, tanto en
la fase interna como en la externa.

En el incido 3º del artículo anterior se incluyen los casos coautoría en donde varias
personas realizan las acciones del tipo penal, o bien, se reparten las tareas
ejecutivas, “Quienes cooperan a la realización del delito, ya sea en su preparación
o en su ejecución, con un acto sin el cual no se hubiere podido cometer”. Además
de los ejecutores, el legislador incluyó a los que participan en los actos
preparatorios del delito, por su participación necesaria, aunque doctrinariamente
son cómplices. Conocidos son los casos de robo agravado en donde unos sujetos
amenazan con armas de fuego, otros realizan el despojo de dinero y objetos, y
otro espera en un automóvil para fugarse inmediatamente.

2.3.2 Autoría Mediata: Es la que realiza una persona que se vale de otro para
cometer el delito. El autor mediato (también se le denomina “el hombre de atrás”, y
es quien tiene el control funcional de la acción típica) determina a otro a realizar la
acción ejecutiva. El ejecutor es un mero instrumento del autor intelectual, y es por
ello que este tercero generalmente actúa sin intención, o creyendo que su
conducta es atípica. Este autor llega al extremo de utilizar inimputables (niños o
adolescentes, enfermos mentales), incluso bajo la amenaza de causar un mal a
ella, o a su familia. En los casos de lavado de dinero es regularmente el testaferro,
en delitos de narcoactividad el que envía a otra persona a dejar un paquete, y el
portador ignora que es droga prohibida, el campesino que ignora que lo que
sembró es marihuana, etc.

El artículo 36.2 del Código Penal lo regula de la siguiente forma; “Quienes fuercen
o induzcan directamente a otro a ejecutarlo”. En la defensa de personas que han
sido utilizadas por un autor mediato, es imprescindible buscar medios de prueba
idóneos para exteriorizar la ausencia de dolo, o que el ejecutor no sabía de la
tipicidad de su actuar.

Finalmente, el artículo 36.4 refiere como autores: “quienes habiéndose concertado


con otro u otros para la ejecución de un delito, están presentes en el momento de
su consumación”.

34
En las acusaciones o argumentación de la fiscalía, el defensor debe plantear su
estrategia con una plataforma probatoria que demuestre la no participación del
acusado en los actos preparatorios, como la idea criminal, la decisión, selección
de los medios.

La presencia del imputado durante la ejecución del delito es una presunción que
deberá probar el ente acusador y no solo deducirlo con base en simples
especulaciones.

No es un autor directo porque no realiza la conducta típica (por ejemplo, matar a


otra persona), y estar presente en el momento de la ejecución de un delito; es una
conducta atípica, en donde este supuesto de autoría contraviene el artículo 17
Constitucional, que desarrolla el principio de legalidad, en donde solo pueden ser
penados los actos que previamente estén tipificados como delitos. Además, el
imputado pudo estar presente en el momento de la ejecución de delito por razones
muy diversas a la presunción de estar presente en los actos preparatorios, incluso,
en toda la planeación del injusto penal.

2.4 Participación: Es la cooperación dolosa en un delito doloso ajeno. En este


caso, el cooperador depende del autor del delito (directo, o bien mediato), pues si
la conducta del segundo no es típica, o que se refiera a un delito imprudente o
culposo, no habrá cooperación.

2.4.1 Formas de participación:

a) COMPLICIDAD: Es una forma de participar en el delito y consiste en prestar


ayuda, o cooperar en la realización del delito. Se regula en el artículo 37 del
Código Penal, con cuatro casos de complicidad.

1º. Quienes animaren o alentaren a otro en su resolución de cometer el delito. La


cooperación es a nivel psicológico, a una persona que tenga dolo de realizar el
delito, pues si no tiene esa intención estaremos ante un caso de instigación que es
otra forma de participación.

2º. Quienes prometieren su ayuda o cooperación para después de cometido el


delito. Este caso es muy subjetivo pues una promesa no se podría tomar como
forma de participación en el injusto penal. Es necesario que el acusador pruebe en
primer lugar, la conducta de prometer para el futuro, aspecto que también viola el
principio de legalidad, y además, que el delito se haya cometido y que el
promitente cooperador haya prestado una ayuda efectiva para la realización del
delito. Si no hay acuerdo previo para ayudar al autor con conductas después del
acto ilícito, habrá que tipificar tal conducta como encubrimiento.

3º. Quienes proporcionaren informes o suministraren medios adecuados para


cometer el delito. Esta forma de cooperación puede confundirse con la autoría del

35
artículo 36. 3 del Código Penal, denominada cooperación necesaria. Habrá que
valorar la idoneidad de los informes para la realización del delito con un criterio
objetivo desde una posición anterior y previsiblemente, como una cooperación que
realmente haya contribuido a la comisión del delito.

4º. Quienes sirvieren de enlace o actuaren como intermediarios entre los


partícipes para obtener concurrencia en el delito. Hay que aclarar que partícipes
son todos los que participan en las diferentes fases de ejecución del delito. Este
supuesto señala como cómplice al intermediario o “conecte”, quien realiza el
contacto entre el interesado en la realización de un delito y quien lo ejecutará. En
la práctica, se necesita de un buen soporte probatorio para acreditar esta forma de
participación.

b) INSTIGACIÓN: Es una forma de participación en la que se persuade, mueve o


determina dolosamente a otra a realizar la conducta delictiva. Elementos
personales son el instigador y el instigado. La instigación puede ser verbal, escrita,
simbólica y hasta gestual, pero en cualquiera de sus formas, es indispensable que
sea clara y directa. Para que sea clara el instigador debe conocer los elementos
del delito que persuade se realice por un tercero, pues no basta con simples
insinuaciones o sutilezas.

Habrá instigación cuando como producto de ella, el instigado haya realizado el


hecho. En nuestra legislación, esta forma de participación va acompañada de un
tipo penal, por ejemplo, inducción al suicidio; al menos que sea pública, constituye
un tipo penal autónomo.

c) CONSPIRACIÓN: En esta forma de participación, dos o más personas se


ponen de acuerdo, conciertan o pactan para cometer un delito y resuelven
ejecutarlo. “Hay conspiración, cuando dos o más personas se conciertan para
cometer un delito y resuelven ejecutarlo”. Estamos en la fase interna de recorrido
criminal, los partícipes tienen la idea y han tomado la decisión, pero no han
realizado acto alguno para ejecutarlo.

d) PROPOSICIÓN: Es realizar una propuesta a una o varias personas para


ejecutar una conducta que previamente esté tipificada como delito. Presupone que
el oferente no solo tuvo la idea, sino tomo la decisión, incluso buscó los medios
para ejecutar un delito y hace una propuesta explicando sus razones y medios
para la realización de un injusto penal. También se encuentra en la fase interna de
iter criminis.

La legislación guatemalteca ha penalizado la fase interna del recorrido criminal,


violando el principio de legalidad (derecho penal de acto), y crea un derecho penal
de intención. Pena la intención en la misma proporción que la ejecución del delito,
contraviniendo, además, del principio de proporcionalidad, el de lesividad al bien

36
jurídico, puesto que, en la fase interna aún no hay un daño o perjuicio al bien
jurídico tutelado por el Estado.

Por ejemplo, el primer párrafo del artículo 3º de la Ley Contra la Delincuencia


Organizada. “Conspiración. Comete el delito de conspiración quien se concierte
con otra o más personas con el fin de cometer uno o más delitos. Las penas a
imponer a cada persona por conspiración serán las mismas señaladas para el
delito que se conspira, independientemente de las penas asignadas a los delitos
cometidos”.

3. Teoría de las consecuencias jurídicas del delito

La teoría de las consecuencias jurídicas del delito o de las teorías sobre la función
de la pena pretenden determinar la función que la sanción penal o pena tiene
asignada y que, a su vez, permite establecer cuál es la función que posee el
Derecho penal en general.

3.1 Teorías absolutas (Justicia Retributiva): La pena es un fin en sí mismo, es


decir, su función es restablecer el daño causado. Es decir, al considerar a un delito
como el daño que se hace al orden social determinado (contemplado en la ley)
entonces se aplica una pena con el fin de que devuelva el orden social. Además
se debe de considerar a la pena como la retribución que el Estado le otorga a la
víctima del delito. El retribucionismo se inspira en Immanuel Kant, quien concibió
la retribución como un principio jurídico:

El castigo judicial no puede nunca ser usado como mero medio para promover
otro bien, ya sea en favor del criminal mismo o de la sociedad civil, sino que debe
en todos los casos imponérsele bajo el sustento de que se ha cometido un crimen.

3.2 Teorías relativas (Prevencionismo): Las teorías relativas otorgan un fin ulterior
a la pena, como prevenir futuros delitos. El prevencionismo es la principal teoría
relativa, y se divide en dos tendencias, el prevencionismo general, dirigido a la
sociedad como un todo, y el prevencionismo especial, dirigido al individuo que
cometió el delito. Ambas tienen subdivisiones, prevención positiva o negativa,
dependiendo del enfoque que tenga.

3.2.1 Teoría preventiva general o prevención general: La prevención general


apunta a la generalidad de los individuos de una sociedad. En su versión negativa,
impulsada por von Feuerbach, se dice que el conjunto de normas jurídicas está
respaldado por la coerción o amenaza de sanción que conllevaría el
incumplimiento de tales normas. Esta coerción tiene como fin último el disuadir a
los individuos de que ejecuten el comportamiento legalmente prohibido, de manera
que cada persona, a sabiendas de las consecuencias negativas que supondría
una determinada actitud, se abstiene de incumplir lo dispuesto en el ordenamiento
jurídico.

37
Sin embargo, la corriente positiva de la prevención general propugna reafirmar las
expectativas de cumplimiento de las normas jurídicas que cualquier persona tiene,
y que se ven quebrantadas cuando terceras personas cometen un delito. Defensor
de esta teoría es el alemán Günther Jakobs.

3.2.2 Teoría preventiva especial o de la prevención especial: Trata los efectos que
tiene la aplicación de una pena en el individuo a la que va dirigida. El principal
objetivo de esta clase de prevención será evitar que aquel que ya haya cometido
un acto ilícito vuelva a tener tal actitud en el futuro. Así, la prevención especial no
va dirigida al conjunto de la sociedad, sino a aquellos que ya hayan vulnerado el
ordenamiento jurídico. Uno de los principales autores dentro de esta corriente es
Franz von Liszt. Su fin es resociabilizar al individuo. Esta es la finalidad que
adopta la pena en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, de acuerdo
al artículo 5° numeral 6 de la Convención Americana de Derechos Humanos, la
cual señala expresamente que “las penas privativas de la libertad tendrán como
finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados”.

a) EFECTOS DE LA PREVENCIÓN ESPECIAL: La efectividad de la prevención


especial tiene una doble vertiente: Peligrosidad criminal: La aplicación de la pena
evita que el sujeto cometa actos ilícitos, de manera que se busca evitar el peligro
que para la sociedad supone el criminal. Prevención especial en sentido estricto:
Supone el condicionamiento interno del sujeto que ha infringido la norma para que
no vuelva a realizar tales infracciones. Así pues, la prevención especial en sentido
estricto está íntimamente ligada a la figura de la reincidencia, e indirectamente
unida a la peligrosidad criminal, pues intenta reducir el riesgo que la sociedad
padece con el sujeto criminal.

3.2.3 Teorías mixtas: Éstas sostienen que no es posible adoptar una


fundamentación desde las formas teóricas antes mencionadas, y proponen teorías
multidisciplinarias que suponen una combinación de fines preventivos y
retributivos e intentan configurar un sistema que recoja los efectos más positivos
de cada una de las concepciones previas. Dentro de esta corriente ecléctica están
autores como Eberhard Schmidhäuser y Claus Roxin.

4. Teoría del bien jurídico en el Derecho Penal

Bienes jurídicos son los valores ideales (inmateriales) de orden social sobre los
que descansa la armonía, la paz social, y la seguridad de la vida en sociedad. El
legislador elige determinado valor y al protegerlo mediante una norma penal,
adquiere el nombre de bien jurídico penalmente protegido o tutelado. Por ejemplo,
la libertad, el patrimonio, la salud, la seguridad colectiva, el honor etc. Por ello se
le denomina el objeto jurídico del delito. Se complementa con el objeto material de
la acción sobre lo que recae protección como un bien mueble, inmueble, o la
integridad física.

38
La importancia del bien jurídico constituye el desarrollo del principio de
intervención mínima del Estado, el cual selecciona como bienes jurídicos los más
relevantes para el derecho penal y que las otras ramas del derecho han fracasado
en proteger.

La defensa debe analizar la prevención policial y establecer si en la noticia criminal


hay sujeto pasivo o titular del bien jurídico, de lo contrario, no hay elementos
generales del delito. En delitos patrimoniales, hay algunas prevenciones policiales
en donde no se indica quién es el sujeto pasivo o bien aparece un nombre, pero
no lo identifican con número de DPI. En otros casos, hay nombre, número de DPI,
pero su dirección es inexistente.

En nuestro Código Penal dichos bienes jurídicos tutelados aparecen descritos en


el epígrafe de cada uno de los Títulos del Libro Segundo (Parte Especial) de la
citada Ley Sustantiva Penal.

5. Teoría de los Delitos contra la Vida y el Patrimonio

5.1 Teoría de los Delitos contra la Vida: Los delitos contra la vida humana en
nuestro Código Penal admiten la siguiente clasificación: por un lado, están los
delitos de homicidio —simple—, homicidio cometido en estado de emoción
violenta, homicidio en riña tumultuaria, homicidio preterintencional, homicidio
culposo, inducción o ayuda al suicidio, infanticidio, suposición de muerte,
parricidio, asesinato, ejecución extrajudicial y femicidio (este último no contenido
en el Código Penal), con los cuales se tutela la vida humana después de verificado
el proceso de nacimiento (vida humana independiente), con penas más graves y,
por otro lado, están los delitos de aborto, que abarcan a la vida humana en
formación (vida humana dependiente), con penas más leves.

En la sistemática de nuestra ley penal, el homicidio se clasifica en dos vertientes


atendiendo el elemento subjetivo del agente y partiendo del delito tipo, como lo es
el Homicidio —Simple—, siendo estos:

a) HOMICIDIOS ATENUADOS:

a.1) Homicidio cometido en estado de emoción violenta;

a.2) Homicidio en riña tumultuaria;

a.3) Homicidio preterintencional;

a.4) Homicidio culposo (conocido en doctrina como homicidio imprudente,


negligente o involuntario);

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a.5) Inducción o ayuda al suicidio;

a.6) Infanticidio; y,

a.7) Suposición de muerte (el que realmente no se podría considerar un delito


contra la vida humana, por no existir la muerte de una persona).

b) HOMICIDIOS CALIFICADOS:

b.1) Parricidio;

b.2) Asesinato;

b.3) Ejecución extrajudicial;

b.4) Desaparición forzada, cuando resultare la muerte de la víctima;

b.5) Genocidio (en caso se dé la muerte de miembros de un grupo nacional, étnico


o religioso);

b.6) Muerte de un jefe de Estado extranjero;

b.7) Caso de muerte (Magnicidio); y,

b.8) Femicidio (tipo penal que no aparece desarrollado en el Código Penal, sino en
la Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer).

5.2 Teoría de los Delitos contra el Patrimonio: Los delitos antes denominados
contra la propiedad y en el Código Penal denominados contra el Patrimonio, se
tipifican en el Código Penal de 1973, Decreto Número 17-73 del Congreso de la
República de Guatemala, de fecha 5 de julio de 1973, en su TÍTULO VI, con la
siguiente división:

a) Del Hurto, Hurto Agravado, Hurto de Uso, Hurto de Fluidos, Hurto Impropio;

b) Del Robo, Robo Agravado, Robo de Uso, Robo de Fluidos, Robo Impropio;

c) De las Usurpaciones: Usurpación, Usurpación agravada, Usurpación Impropia,


Alteración de linderos, Perturbación de la posesión, Usurpación de Aguas;

d) De la Extorsión y del Chantaje: Extorción, chantaje;

e) De la Estafa: Estafa Propia, Casos especiales de Estafa, Estafa mediante


destrucción de cosa propia, Estafa mediante Lesión, Estafa en la entrega de

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bienes, Estafa mediante cheque, Defraudación de Consumos, Estafa de Fluidos,
Estafa mediante informaciones contables;

f) De las apropiaciones indebidas: Apropiación y retención indebidas, Apropiación


Irregular;

g) De los delitos contra el derecho de autor, la propiedad industrial y delitos


informáticos: Violación a derechos de autor y derechos conexos, Destrucción de
registros informáticos, Alteración de programas, Reproducción de instrucciones o
programas de computación, Registros prohibidos, Manipulación de información,
Uso de información, Programas destructivos, Alteración maliciosa de número de
origen, Violación a los derechos de propiedad industrial;

h) De la Usura: Usura, Negociaciones usurarias; e,

i) De los Daños: Daño, Daño grave.

6. Teoría de los delitos contra la delincuencia organizada

La delincuencia organizada es la actividad delictiva de un grupo estructurado de


tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe
concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos
tipificados con arreglo a la Convención de Palermo con miras a obtener, directa o
indirectamente, un beneficio económico, político u otro beneficio de orden material.

En la sociedad usualmente se comete el error de usar indistintamente los


conceptos de crimen organizado y organizaciones criminales. Ambos hacen
referencia a un grupo de personas que, buscando alcanzar sus objetivos (que
pueden ser riqueza, poder, etc., ya que esto es propio de los grupos terroristas.),
realizan acciones que van en contra de la legislación existente. La diferencia
central entre crimen organizado y grupo criminal, es que en el primero existen
personas con los vínculos necesarios para evitar ser perseguidos por los delitos
que cometen o evitar la pena o castigo de los mismos, y el grupo criminal no tiene
estos vínculos.

El término de delincuencia organizada se ha utilizado recientemente para señalar


a grupos de personas que se dedican a traficar drogas, personas, cometer
secuestros, asesinatos, entre otros delitos.

Con el propósito de armonizar la definición sobre delincuencia organizada y


promover mecanismos de cooperación para su combate a nivel internacional, en
2000 las Naciones Unidas adoptaron en Palermo, Italia, la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. En dicho
instrumento se recogen definiciones universales sobre este fenómeno y se
establecen mecanismos para su combate.

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Los distintos segmentos de las organizaciones criminales tienen, en algunos
casos, vínculos entre sí para llevar a cabo determinados actos criminales, vínculos
que no necesariamente se dan entre diversas organizaciones criminales en forma
permanente, son vínculos esporádicos y se dan en razón de intereses en común,
o a cambio de dinero, por ejemplo, la compra de armas, la compra de vehículos
robados, sicariato, etc.

Existe, como en otros países especialmente de Latinoamérica, confrontación de


organizaciones del crimen organizado por nuevos territorios, o por determinados
mercados, lo cual genera el uso del recurso de la violencia para lograr estos
objetivos. La situación en Guatemala ha derivado en luchas internas sangrientas
por controlar territorios y mercados entre organizaciones criminales locales con
organizaciones criminales internacionales (Zetas y el cartel de Sinaloa).

La especialidad en las organizaciones criminales es fundamental para la


realización de sus actividades ilícitas, ya que aunque estas organizaciones se
dedican a un tipo de delito en especial pueden mutar si las circunstancias así lo
ameritan, ejemplo de ello es que en un tiempo determinado se dedican a los
asaltos a Instituciones bancarias, o a robos en residencias y en otro momento, se
pueden estar dedicando a la extorsión y al secuestro.

Las organizaciones criminales tienen capacidad para infiltrar las instituciones del
Estado con el objetivo de mantener impune las acciones que realizan y
garantizarse los objetivos trazados en función de las ganancias económicas que
les producen sus actividades ilícitas.

Existe una fuerte tendencia en el país por parte de las organizaciones criminales a
la especialización del delito por lo que, independientemente de que las
organizaciones criminales puedan mutar a otros delitos dependiendo de las
circunstancias del momento, su especialidad las hace mucho más efectivas en la
realización de su accionar ilegal y como resultado, sus ganancias económicas se
incrementan.

Para el caso de Guatemala se identifican las siguientes amenazas: 1. La


Narcoactividad; 2. El tráfico ilegal de migrantes y personas; 3. El lavado de
activos; 4. Tráfico de armas de fuego de tipo defensivo; 5. Extorsiones; 6.
Secuestros; 7. Robo de vehículos; y, 8. Sicariato y otros.

Para los efectos de este tipo de delincuencia, se emitió la Ley Contra la


Delincuencia Organizada, que es una ley que tiene por objeto establecer las
conductas delictivas atribuibles a los integrantes y/o participantes de las
organizaciones criminales, establecimiento y regulación de los métodos especiales
de investigación y persecución penal así como todas aquellas medidas con el fin
de prevenir, combatir, desarticular y erradicar la delincuencia organizada de

42
conformidad y con lo dispuesto en la Constitución Política de la República de
Guatemala, los tratados internacionales suscritos y ratificados por Guatemala, y
leyes ordinarias. Todo ello de acuerdo al Decreto Número 21-2006 del Congreso
de la República de Guatemala.

7. Leyes Penales Especiales

Es el conjunto de leyes jurídico-penales que no están contenidas precisamente en


el Código Penal, regulan la conducta de personas pertenecientes a cierto fuero, o
tutelan bienes o valor jurídicos específicos; por ejemplo: Ley Contra el Lavado de
Dinero u Otros Activos, Ley Contra la Narcoactividad, Ley Contra el Femicidio y
Otras Formas de Violencia Contra la Mujer, Ley para la Protección del Patrimonio
Cultural de la Nación, Ley Contra la Delincuencia Organizada, Ley Contra la
Corrupción, Ley de Armas y Municiones, Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas,
entre otras.

43
5. ÁREA PROCESAL PENAL
1. Teoría de la prueba

1.1 Concepto y características de la prueba admisible en el proceso penal: Prueba


es todo lo que pueda servir para el descubrimiento de la verdad acerca de los
hechos que en el proceso penal son investigados y respecto de los cuales
pretende actuar la ley sustantiva. La prueba es el único medio para descubrir la
verdad y, a la vez, la mayor garantía contra la arbitrariedad de las decisiones
judiciales.

Según la terminología del Código, prueba sólo será lo actuado en el juicio oral,
mientras que todo el material reunido durante la investigación es denominado
elementos de convicción. Sin embargo, la normativa de valoración y legalidad de
la prueba rige también para los elementos de convicción: Por ejemplo, un juez no
podrá basarse en un elemento de convicción ilegalmente obtenido para
fundamentar una orden de captura. Por ello, en este manual el término prueba es
usado de forma amplia.

Los artículos 181 y 183 del Código Procesal Penal señalan las características que
debe tener la prueba para ser admisible:

1º Objetiva: La prueba no debe ser fruto del conocimiento privado del juez ni del
fiscal, sino que debe provenir al proceso desde el mundo externo, siendo de esta
manera controlada por las partes. Por ejemplo, si el juez conoce de un hecho
relevante relacionado con el proceso a través de un amigo, no podrá valorarlo si
no es debidamente introducido al proceso. El código en su artículo 181 limita la
incorporación de la prueba de oficio a las oportunidades y bajo las condiciones
previstas por la ley.

2º Legal: La prueba debe ser obtenida a través de medios permitidos e


incorporada de conformidad a lo dispuesto en la ley. (Más adelante se desarrollará
este punto).

3º Útil: La prueba útil será aquella que sea idónea para brindar conocimiento
acerca de lo que se pretende probar.

4º Pertinente: El dato probatorio deberá guardar relación, directa o indirecta, con el


objeto de la averiguación. La prueba podrá versar sobre la existencia del hecho, la
participación del imputado, la existencia de agravantes o atenuantes, el daño
causado, etc.

5º No abundante: Una prueba será abundante cuando su objeto haya quedado


suficientemente comprobado a través de otros medios de prueba.

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Para evitar confusiones cuando hablamos de prueba, tenemos que distinguir:

1º El órgano de prueba: Órgano de prueba es aquella persona que actúa como


elemento intermediario entre el objeto de prueba y el juez. Por ejemplo, en una
declaración testimonial, el órgano de prueba es el testigo.

2º Medio de prueba: Es el procedimiento a través del cual obtenemos la prueba y


la ingresamos en el proceso. Por ejemplo la declaración testimonial o un registro.

3º Objeto de la prueba: Es aquello que puede ser probado, aquello sobre lo cual
debe o puede recaer la prueba. Dentro los objetos de prueba se incluye tanto los
hechos o circunstancias como las evidencias materiales. Por ejemplo, un hecho
(objeto) puede ser probado a través de un testimonio (medio) o una pericia
balística (medio) puede realizarse sobre una pistola (objeto).

1.2 La libertad probatoria: En materia penal, todo hecho, circunstancia o elemento,


contenido en el objeto del procedimiento y, por tanto, importante para la decisión
final, puede ser probado y lo puede ser por cualquier medio de prueba. Existe
pues, libertad de prueba tanto en el objeto (recogido en el Código en su
artículo182) como en el medio (arts.182 y 185 del Código Procesal Penal).

Sin embargo, este principio de libertad de prueba no es absoluto, rigiendo las


siguientes limitaciones:

1º En cuanto al objeto se debe distinguir:

a) Limitación genérica: Existen unos pocos hechos, que por expresa limitación
legal, no pueden ser objeto de prueba: Por ejemplo, no puede ser objeto de
prueba la veracidad de la injuria (art. 162 del CP con la excepción del art. 414 CP).
Tampoco podría ser objeto de prueba el contenido de una conversación, sometida
a reserva, entre un abogado y su cliente, sin la autorización de este último. (arts.
104 y 212 del Código Procesal Penal).

b) Limitación específica: En cada caso concreto no podrán ser objeto de prueba


hechos o circunstancias que no estén relacionados con la hipótesis que originó el
proceso, de modo directo o indirecto (prueba impertinente).

2º En cuanto a los medios:

a) No serán admitidos medios de prueba que vulneren garantías procesales o


constitucionales, como un allanamiento ilegal o una confesión obtenida mediante
tortura o malos tratos.

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b) El estado civil de las personas solo podrá probarse a través de los medios de
prueba señalados en los códigos civil y procesal civil y mercantil (art.182 del
Código Procesal Penal in fine).

El artículo 184 señala que no será necesario probar hechos que se postulen como
notorios (por ejemplo, si en 1994 era Presidente de la República Ramiro de León
Carpio). Para ello, es necesario el acuerdo del tribunal y las partes, aunque el
Tribunal de oficio puede provocar el acuerdo.

1.3 La valoración de la prueba: Existen distintos sistemas para valorar la prueba,


vamos a señalar los más importantes:

1º Sistema de prueba legal o prueba tasada: En este sistema, la ley procesal


explica bajo qué condiciones el juez debe condenar y bajo cuales debe absolver,
independientemente de su criterio propio. El Código Procesal Penal anterior se
basaba en este sistema. Por ejemplo, el artículo 701 estipulaba que la confesión
lisa y llana, con las formalidades de la ley, hacía plena prueba o el artículo 705
que establecía que no hacía prueba en adulterio la confesión de uno solo de los
encausados. De fondo este sistema se basa en la desconfianza hacia los jueces y
pretende limitar su criterio interpretativo.

2º La íntima convicción: En el sistema de íntima convicción, la persona toma su


decisión sin tener que basarse en reglas abstractas y generales de valoración
probatoria, sino que en base a la prueba presentada debe decidir cuál es la
hipótesis que estima como cierta. A diferencia del sistema de sana crítica
razonada, no se exige la motivación de la decisión. Este sistema es propio de los
procesos con jurados.

3º La sana crítica razonada: El juez debe convencerse sobre la confirmación o no


de la hipótesis, pero en base a un análisis racional y lógico. Por ello es obligatorio
que el juez motive todas sus decisiones, demostrando el nexo entre sus
conclusiones y los elementos de prueba en los que se basa. La motivación
requiere que el juez describa el elemento probatorio y realice su valoración crítica.
La motivación es requisito esencial de la sana crítica, ya que de lo contrario la
resolución del juez sería incontrolable y podría ser arbitraria. El código acoge este
principio en sus artículos 186 y 385. Si bien la valoración de la prueba es tarea
eminentemente judicial, el fiscal deberá recurrir a la sana crítica para elaborar su
hipótesis y fundamentar sus pedidos.

1.4 La carga de la prueba: En el proceso civil rige, como norma general, el


principio de carga de la prueba por el que la persona que afirma un hecho debe
probarlo. Sin embargo, esta regla no es válida para el proceso penal, por dos
razones principales:

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1º En primer lugar hay que indicar que el imputado goza del derecho a la
presunción de inocencia, (art. 14 de la Constitución y del Código Procesal Penal).
Las partes acusadoras han de desvirtuar la presunción, demostrando su teoría si
quieren lograr la condena. Si por ejemplo, el imputado alega legítima defensa, no
le corresponde a su abogado probar la existencia de la misma, sino que el fiscal
tendrá que demostrar que su hipótesis es cierta y que no cabe la posibilidad de
aplicar esta causa de justificación. Por ello, se puede decir que aunque la defensa
no interviniese, si la acusación con su prueba no logra desvirtuar la presunción de
inocencia, el tribunal tendrá que absolver.

2º En segundo lugar el Ministerio Público está obligado a extender la investigación


no sólo a las circunstancias de cargo, sino también a las de descargo (art. 108 y
290 del Código Procesal Penal). El Ministerio Público no actúa como un
querellante y no tiene un interés directo en la condena sino en lograr el
esclarecimiento de los hechos, por lo tanto si la defensa alega alguna
circunstancia favorable, el fiscal deberá investigarla. Por todo ello, podemos
afirmar que la carga de la prueba en el proceso penal no recae en quien alegue un
hecho, sino en las partes acusadoras.

1.5 Incorporación de la prueba al proceso: Durante el procedimiento preparatorio,


la prueba (elementos de convicción), se introducen al proceso a través de la
investigación del Ministerio Público. Cuando el defensor o el querellante desean
introducir elementos de convicción, deben de solicitar al Ministerio Público que los
incorpore. Tan sólo en el caso de que este se oponga, recurrirán al juez (arts. 116
y 315 del Código Procesal Penal) para que ordene la práctica de diligencia. En
ningún caso se podrá admitir que las partes recurran directamente al juez a
presentar sus pruebas. Por ejemplo, no debe admitirse en la audiencia de revisión
de una medida sustitutiva que la defensa presente un testigo que no fue
previamente presentado a la fiscalía. Los elementos de convicción reunidos
servirán para fundamentar el pedido del Ministerio Público (acusación,
sobreseimiento, etc.) así como para resolver sobre las medidas de coerción
propuestas.

El decreto 79-97 eliminó la posibilidad de que las partes ofrezcan prueba para que
se practiquen en el procedimiento intermedio, sin embargo, esto no obstaculiza
que las partes puedan acudir a la audiencia con los medios de investigación que
fundamenten sus pretensiones. En base a los elementos de prueba que presenten
las partes en la audiencia de procedimiento intermedio y los recopilados durante el
procedimiento preparatorio resolverá sobre el pedido del Ministerio Público.

En el juicio oral, la prueba se introduce a través del escrito del artículo 347 y
excepcionalmente en el mismo debate (art. 381 del Código Procesal Penal). Tan
solo la prueba válidamente introducida al juicio oral, podrá ser valorada para
fundamentar la sentencia.

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1.6 El anticipo de prueba: La etapa fundamental del proceso es el debate. En él se
van a practicar e incorporar todos los medios de prueba, para que el tribunal de
sentencia los pueda apreciar en su conjunto y valorarlos conforme a la sana crítica
para llegar así a una decisión en la sentencia. Los elementos de prueba que se
reúnen durante la etapa preparatoria no tienen valor probatorio para fundar la
sentencia, hasta en tanto se incorporan válidamente al debate. La única prueba
valorable en la sentencia, es la practicada en el juicio oral.

Sin embargo en algunos casos excepcionales, no va a ser posible esperar hasta el


debate para producir la prueba, bien porque la naturaleza misma del acto lo impida
(reconocimiento de personas) o porque exista un obstáculo difícil de superar para
que la prueba se reproduzca en el debate (el testigo se encuentra agonizando).
Por ello, el Código Procesal Penal crea un mecanismo para que estos actos
definitivos e irreproducibles, puedan ser valorados en el debate a través de su
incorporación por lectura. Para ello busca reproducir una situación semejante a la
que se produciría en la audiencia, es decir, la práctica de la prueba en presencia
de todas las partes, para de esta manera asegurar la inmediación y la
contradicción.

De conformidad a lo dispuesto en el artículo 317 cuando sea necesario el anticipo


de prueba el Ministerio Público o cualquiera de las partes requerirá al juez que
controla la investigación para que lo realice. Si el juez lo considera admisible citará
a las partes, quienes tendrán derecho a asistir con las facultades previstas
respecto a su intervención en el debate.

En aquellos casos en los que, habiendo sido debidamente citado, no compareciere


el abogado defensor, este podrá ser sustituido por uno de oficio. De lo contrario, la
defensa, podría obstaculizar el desarrollo de un proceso y en su caso hacer
imposible la práctica del anticipo de prueba.

Obviamente en algunos casos, por la naturaleza misma del acto, la citación


anticipada puede hacer temer la pérdida de elementos de prueba. Por ejemplo, un
registro en el domicilio del imputado. En esos casos el juez deberá practicar la
citación de tal manera que no se vuelva inútil la práctica de la prueba.

En aquellos casos en los que no se sepa quién es el imputado o en casos de


extrema urgencia, el Ministerio Público podrá requerir verbalmente la intervención
del juez y éste practicará el acto, citando a un defensor de oficio para que controle
el acto. Incluso en casos de peligro inminente de pérdida de elemento probatorio,
el juez podrá practicar la diligencia de oficio (art. 318 del Código Procesal Penal).

Una vez convalidada la prueba anticipada y convenientemente registrada, se


incorporará directamente a juicio mediante la lectura del acta. En cualquier caso,
el uso de la prueba anticipada ha de ser excepcional y el Ministerio Público tan
sólo recurrirá a este mecanismo cuando sea imposible la reproducción en juicio.

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De lo contrario estaríamos volviendo al sistema inquisitivo de prueba escrita y
desvirtuaríamos la naturaleza del debate. Por esta razón, el Ministerio Público
tendrá que oponerse a los pedidos no fundados de anticipo de prueba.
Finalmente, si fuere posible, la prueba realizada en forma anticipada deberá
practicarse en el debate. Por ejemplo, si se le toma declaración a un testigo en
prueba anticipada por estar gravemente herido y posteriormente se restablece,
deberá preferirse la declaración en persona a la introducción por lectura del acta
de la prueba.

En cualquier caso, no deberá confundirse el anticipo de prueba con la presencia


de los jueces en las diligencias de investigación. La reforma contenida en el
decreto 79-97, eliminó la judicación, figura que generaba confusión y rompía con
el esquema de proceso diseñado en el Código Procesal Penal. El actual artículo
308 faculta a los jueces de primera instancia, y donde no los hubiere a los de paz,
para autorizar al Ministerio Público la realización de aquellas diligencias y medidas
de coerción limitativas de derechos fundamentales, tales como un allanamiento o
una detención. En esta línea, los fiscales podrán solicitar que los jueces los
acompañen en la práctica de las diligencias, con el objeto de poder dictar “in situ”
las medidas oportunas. Así, por ejemplo, podrán requerir a un juez que los
acompañe en un allanamiento, para que durante la realización de la diligencia, se
dicten orden de detención contra las personas que allí se encontrasen. En
resumen, la reforma, al eliminar la judicación, ha zanjado la polémica: La sola
presencia del juez en una diligencia de investigación no le confiere mayor o menor
valor probatorio al resultado de la misma, por lo que sólo será necesaria su
presencia, además de los otros requisitos del 317, cuando se pretenda realizar
una diligencia en anticipo de prueba.

1.7 Los principales medios probatorios: Dentro de los principales medios de


prueba que regula nuestro Código Procesal Penal están: a) La declaración
testimonial; b) El careo; c) La prueba escrita: d) Documentos, informes y actas; e)
Las pruebas periciales; f) El reconocimiento; g) Inspección y registro; y, h) La
reconstrucción del hecho. No obstante, a tenor de lo establecido en los artículos
182 y 185 del Código Procesal Penal, además de los medios de prueba previstos
en la citada ley adjetiva penal, se podrán utilizar otros distintos, siempre que no
supriman las garantías y facultades de las personas reglamentadas en el Código
Procesal Penal o afecten el sistema institucional. La forma de su incorporación al
procedimiento se adecuará al medio de prueba más análogo de los previstos, en
lo posible.

2. Elementos para la construcción de una acusación

La acusación es el modo más importante de concluir el procedimiento


preparatorio, ya que es el acto por el cual el Ministerio Público requiere por escrito
al juez que sea admitida la acusación. Esto se da cuando el Ministerio Público

49
estima que la investigación proporciona fundamento para el juicio público del
imputado.

En caso procediera formular la acusación, el Agente Fiscal en base a la hipótesis-


conclusión, formulará su teoría del caso de conformidad con los lineamientos que
se presentarán a continuación. Esta construcción jurídica constituirá el fundamento
de la narración clara, precisa y circunstanciada del hecho de la acusación que
exige el artículo 332 Bis, numeral 2°, del Código P rocesal Penal, cuidando no
incluir otros elementos o circunstancias que no exige el tipo penal o que no estén
debidamente comprobados.

2.1 Formulación de Acusaciones: De conformidad con el artículo 42 de la Ley


Orgánica del Ministerio Público, la formulación de las acusaciones,
sobreseimientos y clausuras provisionales, es responsabilidad exclusiva de los
Agentes Fiscales. En consecuencia, no es admisible que se les asigne a los
Auxiliares Fiscales la elaboración de resúmenes, borradores, proyectos o
cualquier otra especie de documento vinculado a la solicitud de dichos actos.

2.2 Análisis Jurídico previo: Previo a la formulación de la acusación, los Agentes


Fiscales deberán analizar y determinar con claridad los medios de investigación
que permitirán comprobar:

a) El encuadramiento de la conducta del procesado a uno o más tipos penales de


los que inicialmente se plantearon en la hipótesis criminal;

b) El grado de desarrollo o ejecución del delito;

c) El grado de participación que tuvieron el o los procesados; y,

d) La existencia o no de circunstancias modificativas de la responsabilidad penal.

2.3 Identificación del procesado: Si habiéndose agotado los medios de


investigación respectivos durante la etapa preparatoria, persistiere la
incertidumbre sobre el nombre real de algún procesado, los Agentes Fiscales
deberán proceder a formular la acusación indicando dicha circunstancia
taxativamente dentro de la misma, identificando en este caso al procesado por los
distintos nombres que pudo usar, sus apodos, características personales o señas.

Es responsabilidad del Agente Fiscal no incluir en la acusación, nombres apellidos


o sobrenombres que no se puedan comprobar con medios de investigación
obtenidos durante el proceso de investigación.

2.4 La Imputación del hecho concreto y justiciable: Al momento de construir la


imputación, el Agente Fiscal deberá considerar los siguientes aspectos:

50
a) Debe formular la imputación fáctica de forma afirmativa, atribuyendo las
acciones u omisiones en forma precisa, clara y concreta;

b) Es importante señalar el día y hora en que ocurrieron los hechos que se


imputan, con la mayor precisión posible. Cuando la naturaleza del delito o las
circunstancias propias del hecho no permiten precisar con exactitud el ámbito
temporal de las acciones u omisiones, se debe presentar una descripción
aproximada de horas días o meses;

c) En cuanto al ámbito territorial donde ocurrió el hecho, debe precisarse el o los


lugares donde se ejecutaron las acciones u omisiones y/o donde se produjeron los
resultados de las mismas. Cuando la naturaleza de la acción u omisión delictiva no
lo requiera, como en el caso de los delitos de peculado y malversación, entre otros
de carácter financiero, no se incluirá este elemento territorial;

d) En cuanto al modo en que se cometió la acción delictiva, debe indicarse cuáles


fueron las acciones realizadas por el procesado, que permiten encuadrar su
conducta en el o los tipos penales (elemento objetivo y subjetivo) que se le
imputarán, así como establecer el grado de desarrollo que se alcanzó en los
mismos, la forma y grado de participación que posteriormente se le imputará y, la
existencia de circunstancias modificativas que puedan existir. Debe tenerse
especial cuidado de no introducir acciones ni descripciones subjetivas que no
constituyen elementos del tipo o tipos penales por los que se plantea la acusación;
por ejemplo, los móviles del delito cuando el tipo penal no lo exige concretamente;

e) En caso de existir varios imputados debe señalarse individual y separadamente


la conducta que cada uno desempeñó en la actividad criminal, de acuerdo a los
resultados obtenidos en la investigación. Debe evitarse señalar a todos los
procesados la mismas acciones cambiando únicamente el nombre del acusado; y,

f) En los delitos culposos, la acusación deberá contener también, la descripción de


la acción u omisión que infringió el deber de cuidado que le correspondía guardar
al acusado, en base a la norma o situación fáctica del caso, y que provocó el
resultado dañoso.

2.5 Correlación entre la descripción del hecho y el grado de desarrollo del delito:
Cuando se construyen las proposiciones fácticas de la imputación, debe de
incluirse la descripción del resultado que se alcanzó o se pretendía alcanzar por el
sujeto activo y la circunstancia ajena al proceso de ejecución que lo impidió.

2.6 Correlación entre descripción del hecho y circunstancias modificativas de la


responsabilidad penal: La existencia de circunstancias agravantes o atenuantes
importantes para determinar en mejor forma la responsabilidad penal del
imputado, deben quedar descritas en la imputación que se realiza pues de lo
contrario no podrán ser apreciadas por el Tribunal.

51
2.7 La expresión resumida de la imputación con indicación de los medios de
investigación que fundamentan la acusación: Conforme el apartado 3º del artículo
332 bis del Código Procesal Penal, se debe realizar el encuadre lógico entre el
hecho descrito y los medios de investigación que fueron efectuados y que sirven
para comprobar el fundamento serio de la acusación, es por ello inclusive que
debe acompañarse al pliego acusatorio todos los medios de prueba materiales
que estén en poder del Ministerio Público, pues la relación del material probatorio
obtenido con la investigación debe convencer al Juez de la existencia del hecho y
la probabilidad de participación de él o los imputados.

2.8 Utilización de prueba Indiciaria: Ante la dificultad práctica que se deriva de la


obtención de medios de convicción que por sí mismos puedan demostrar los
hechos fácticos que se imputan en la acusación, el uso de indicios es a veces la
única opción posible para la sustentación de la solicitud de apertura a juicio.
Aunado a esto, la etapa intermedia no constituye una fase de valoración de dichos
medios, sino solo de constatación de la existencia de estos para efectos de
discutirlos y apreciarlos dentro de un debate. En consecuencia, la falta de prueba
directa no debe ser obstáculo para el planteamiento de la acusación, siempre que
se haya recabado indicios que cumplan con al menos dos exigencias: primero que
los hechos base estén plenamente acreditados y, segundo, que entre estos y el
hecho que se pretende acreditar exista un enlace preciso y directo según el
conocimiento humano común, elemento de la sana critica razonada. Es
responsabilidad del Agente Fiscal exponer la relación que existe entre los indicios
y los hechos a probar, cuando se utilice la prueba indiciaria en la formulación de la
acusación.

2.9 Calificación jurídica del hecho punible: Como en la descripción del hecho se
cumplió con enunciar los elementos propios del tipo, la forma de participación, el
grado de desarrollo del delito y los elementos accidentales del mismo, en el
apartado 4º que exige el artículo 332 bis del Código Procesal Penal para la
acusación, se debe realizar la argumentación que permita encuadrar los hechos
descritos en los tipos penales que se imputen, así como la forma y grado de
participación que se ha descrito, el grado de ejecución al que se arribó y la
existencia de las circunstancias modificativas del delito, pudiendo incluso el
Agente Fiscal, apoyar sus argumentos con doctrina penal o fallos de la Corte
Suprema de Justicia en materia de Casación o de la Corte de Constitucionalidad.

2.10 Acusación Alternativa: Cuando exista la probabilidad de que en el juicio no se


logre comprobar plenamente alguno de los hechos o circunstancias que
demuestran la calificación jurídica principal que se pretende demostrar, los
Agentes Fiscales deberán plantear en el escrito de Acusación, la acusación
alternativa por el delito que derive de esta circunstancia.

52
2.11 El delito alternativo: El Agente Fiscal deberá analizar al momento de formular
la Acusación, si es procedente señalar una hipótesis alternativa, para el caso que
no se pudiera demostrar la principal. Al respecto deberán tener en consideración
que existen dos clases de hipótesis alternativas: a) por delitos homogéneos y b)
por delitos heterogéneos. La admisibilidad de cualquiera de las dos dependerá de
que exista fundamento para dar dos explicaciones que no sean totalmente
excluyentes.

2.12 Acusación Alternativa en Delitos Homogéneos: La acusación alternativa en


delitos homogéneos, se debe formular cuando hay delitos que protegen un mismo
bien jurídico, y cuya variación dependerá de la comprobación o no de un elemento
que los diferencia; por ejemplo, en los homicidios en donde la acusación principal
puede hacerse por Asesinato, por la premeditación conocida, y en caso de no
probarse esta cualificante, una acusación alternativa por homicidio simple.

2.13 Acusación Alternativa en Delitos Heterogéneos: La acusación alternativa en


delitos heterogéneos, se debe formular cuando la variación de una hipótesis a otra
implica la consumación de dos delitos distintos; por ejemplo, acusar por tentativa
de homicidio o Asesinato como hipótesis principal, esperando demostrarse en el
juicio el dolo de muerte que hubo en el procesado, y alternativamente, por lesiones
graves, gravísimas o específicas consumadas, por si no se lograra demostrar el
dolo referido.

3. Fases del proceso penal

El Proceso Penal Guatemalteco, de conformidad con el procedimiento común se


estructura en cinco fases:

3.1 Primera fase (procedimiento preparatorio —instrucción—): El procedimiento


preparatorio o instrucción constituye la investigación preliminar, realizada por el
Ministerio Público y controlada por los Jueces de Primera Instancia la cual sirve
para preparar la acusación (ver art. 309 al 323 del Código Procesal Penal). En la
etapa de instrucción únicamente se recolectan los elementos que sirven para
demostrar la imputación que de un delito se hace a determinada persona. Estos
elementos de convicción no tienen aún valor probatorio, será en el juicio oral y
público donde tendrán el valor como prueba.

El Ministerio Público deberá practicar todas las diligencias pertinentes y útiles para
(objeto de la investigación de la verdad): a) Determinar la existencia del hecho,
con todas las circunstancias de importancia para la ley penal; b) Establecer
quiénes son los partícipes, procurando su identificación y el conocimiento de las
circunstancias personales que sirvan para valorar su responsabilidad o influyan en
su punibilidad; y, c) Verificar también el daño causado por el delito, aun cuando no
se haya ejercido la acción civil.

53
3.2 Segunda Fase (procedimiento intermedio): El procedimiento intermedio, es la
fase de transición entre el procedimiento preparatorio y el juicio propiamente
dicho. Desde el punto de vista formal, la fase intermedia, constituye el conjunto de
actos procesales que tiene como fin la corrección de los requerimientos o actos
conclusivos de la investigación, el control de esos actos conclusivos de la
investigación los realiza el juzgado competente para ello.

La etapa intermedia tiene por objeto que el juez evalúe si existe o no fundamento
para someter a una persona a juicio oral y público, por la probabilidad de su
participación en un hecho delictivo o para verificar la fundamentación de las otras
solicitudes del Ministerio Público.

3.3 Tercera Fase (juicio —debate—): El juicio oral es aquel juicio que se sustancia
en sus partes principales de viva voz y ante juez o tribunal encargado del litigio. El
juicio oral debe estar inspirado en los principios de inmediación y publicidad,
siendo la oralidad el mecanismo esencial para la inmediación.

3.4 Cuarta Fase (impugnaciones): La impugnación se produce a través de ciertos


mecanismos procesales que provocan la revisión total o parcial del auto o
sentencia; a estos mecanismos procesales se les denomina recursos. La idea de
los recursos como medios de impugnación aparece en la Convención Americana
de Derechos Humanos. A través de la impugnación se produce la segunda
instancia en el Proceso Penal. Según el Código Procesal Penal, en el proceso
penal hay dos instancias: la de primer grado a cargo de los jueces de paz, jueces
de primera instancia, jueces unipersonales o tribunales de sentencia y la segunda
instancia: a cargo de tribunales colegiados como las salas de apelaciones y la
Corte Suprema de Justicia, con sus respectivas cámaras.

3.5 Quinta Fase (ejecución): La ejecución, es la última parte del procedimiento,


que tiene por finalidad dar cumplimiento a la sentencia definitiva del juez o tribunal
competente. Según el Código Procesal Penal los jueces de ejecución tienen a su
cargo la ejecución de la pena y todo lo que con ello se relaciona.

4. El juicio penal

El juicio oral es aquel juicio que se sustancia en sus partes principales de viva voz
y ante juez o tribunal encargado del litigio. El juicio oral debe estar inspirado en los
principios de inmediación y publicidad, siendo la oralidad el mecanismo esencial
para la inmediación.

4.1) Características:

a) Es Democrático: Porque comprende Garantías Constitucionales y de Derechos


Humanos;

54
b) Predomina la Palabra como expresión: El medio de expresión es la palabra en
el desarrollo del debate. La oralidad genera un sistema de comunicación entre el
juez, las partes y los medios de prueba;
c) Es público: Constituye una de las garantías judiciales básicas previstas en la
convención Americana de los Derechos Humanos, por medio de la publicidad, se
introduce la justicia en el medio social, se asegura el control ciudadano sobre la
justicia, es decir los jueces dictan sus sentencias frente a los ciudadanos y en
general en la realización del juicio público existe la posibilidad de que cualquier
persona asista al mismo y observar lo que sucede, tendiendo limitaciones por
razones de pudor necesidad de mantener ciertos actos en secreto; y,
d) Predomina la inmediación: A través de la inmediación, el juez está en contacto
directo con las partes y con los medios de prueba, los cuales se producen en su
presencia.

4.2) El debate: El debate en el proceso penal es el tratamiento del proceso en


forma contradictoria, oral y publica, es el momento culminante del proceso, en el
cual las partes entran en contacto directo, el contenido del proceso se manifiesta
con toda su amplitud, se presentan y ejecutan las pruebas, teniendo el
contradictorio su más fiel expresión en la vivacidad de la prueba hablada.

4.3) Principios: El debate se desarrolla impulsado por los principios de oralidad,


publicidad, inmediación, concentración y contradictorio.

a) Principio de oralidad: En el debate predomina la palabra como medio de


expresión, este principio está relacionado con los principios de inmediación y
publicidad. Art. 362 al 264 del Código Procesal Penal. A través de la lectura de los
documentos en el debate, se hace uso de la oralidad;

b) Principio de inmediación: A través de este principio, en el debate, el juez


mantiene comunicación directa con las partes (Ministerio Público, acusado,
defensor, partes civiles o sus mandatarios) y recibe todos los medios de prueba
para pronunciar su sentencia (declaraciones de las partes, examen de testigos,
careos, etc.) en conclusión todo medio de prueba pasa por la percepción
inmediata del juez y a través de esa percepción que su convicción sea el resultado
de su propia operación intelectiva (Art. 354 del Código Procesal Penal);

c) Principio de publicidad: En el sistema acusatorio el principio de publicidad en el


debate es una de sus características. Sin embargo tiene sus limitaciones por
razones de orden moral y las buenas costumbres. Art. 356 del Código Procesal
Penal;

d) Principio de contradictorio: Este principio en el debate, regula la oportunidad


que tienen las partes para defender sus posiciones ante el juez, lo cual da
dinamismo al debate; y,

55
e) Principio de concentración: Este principio se relaciona con la oralidad y el de
inmediación, mediante el cual, el debate debe realizarse en una sola audiencia o a
lo sumo en varias audiencias próximas. Su importancia radica en que el juez
mantenga la vivencia de la prueba que se ha producido y que con ello dicte un
fallo que se ajuste al contenido del proceso. Así también evita la interrupción del
debate y obliga al juez a dictar su sentencia a continuación de recibidas las
pruebas y de concluido el debate. El artículo 360 del Código Procesal Penal regula
los casos en que se puede suspender el debate por un plazo máximo de diez días.

4.4) Desarrollo del debate:

a) Apertura: El día y hora fijados, el tribunal se constituirá en el lugar señalado


para la audiencia. El presidente verificará la presencia del Ministerio Público, del
acusado y su defensor, de la víctima o agraviado y de las demás partes que
hubieren sido admitidas, y de los testigos, peritos o intérpretes que deban tomar
parte del debate. El presidente del tribunal declarará abierto el debate, advirtiendo
al acusado sobre la importancia y el significado de lo que va a suceder y la
atención que debe prestar en la audiencia. Inmediatamente concederá la palabra,
en su orden, a la parte acusadora y defensa para que presenten sus alegatos de
apertura;

b) Cuestiones incidentales: Que puedan surgir en el desarrollo del debate y que


serán tratadas en un solo acto, en cuya discusión se les concederá la palabra por
una única vez por el tiempo que determine el presidente a las partes;

c) Declaración del acusado: A quien el presidente debe explicar con un lenguaje


claro y sencillo el hecho delictivo por el cual se abrió a juicio penal en su contra.
Posteriormente las partes (Ministerio Público, querellante, actor civil, defensor) lo
podrán interrogar, incluso los miembros del tribunal si lo estiman conveniente;

d) Ampliación de la acusación: El Ministerio Público podrá ampliar la acusación


para incluir un nuevo hecho o una nueva circunstancia que no hubiere sido
mencionada al formular la acusación o en el auto de apertura a juicio y que
modifique la calificación legal del mismo hecho objeto de debate. En este caso el
presidente debe: 1) Recibir nueva declaración del acusado; y, 2) Informar a las
partes que tienen el derecho de solicitar la suspensión del debate, para ofrecer
nuevas pruebas o preparar su intervención. Si las partes solicitan la suspensión, el
tribunal debe suspenderlo fijando un plazo prudencial de acuerdo a la naturaleza
de los hechos y la necesidad de la defensa. Los nuevos hechos o circunstancias
quedaran comprendidos en la imputación que se hace al acusado sobre los
mismos;

e) Recepción de la prueba: En el orden siguiente: 1) Peritos; 2) Testigos; 3)


Documentos; 4) Cosas y otros elementos de convicción; 5) Inspección; y, 6)
Reconstrucción;

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f) Recepción de nuevas pruebas: Si en el desarrollo del debate, el tribunal estima
la recepción de nuevos medios de prueba, que sean útiles para esclarecer la
verdad, podrá ordenarlo aun de oficio. En este caso la audiencia será suspendida
a petición de alguna de las partes por un plazo no mayor de 5 días;

g) Discusión final: Se lleva a cabo cuando el Ministerio Público, el querellante, el


actor civil, el defensor del acusado y los abogados del tercero civilmente
demandado emiten sus conclusiones, luego de haber finalizado la recepción de la
prueba. Sólo el Ministerio Público y el defensor del acusado podrán replicar;
corresponderá al segundo la última palabra. La réplica se deberá limitar a la
refutación de los argumentos adversos que antes no hubieren sido objeto del
informe;

h) La clausura del mismo: El presidente cerrara el debate, luego de conceder la


palabra al acusado, en caso de que este desee manifestar algo más, de lo que
indico en su declaración;

i) Deliberación: Posteriormente el tribunal se retira a deliberar, esta deliberación es


secreta y únicamente puede estar presente el secretario; y,

j) La sentencia: La sentencia es la declaración judicial de carácter definitivo,


acerca de la relación de Derecho Penal, sometida al conocimiento del juzgador,
con la cual se da por concluido el juicio no así el procedimiento, ya que este
termina con la ejecución, que es la última fase de la Estructura Procesal Penal. La
sentencia puede ser de dos clases: 1) Sentencia condenatoria: Significa la
comprobación de la existencia de todos los presupuestos que dan lugar a la
imposición de la pena, y su afirmación (Art. 392 del Código Procesal Penal); y, 2)
Sentencia absolutoria: Significa que no se comprobó la existencia de presupuestos
que den lugar a la aplicación de la pena, ya sea por causas de inimputabilidad, de
justificación o de inculpabilidad; o bien, porque no se comprobó la participación del
acusado en los hechos que se le imputan y que dieron lugar a la persecución
penal (Art. 391 del Código Procesal Penal).

5. Las impugnaciones

5.1 Concepto: Los recursos o impugnaciones son los medios procesales a través
de los cuales las partes solicitan la modificación de una resolución judicial, que
consideran injusta o ilegal, ante el juzgado o tribunal que dictó la resolución o ante
uno superior. Tienen como objetivo corregir errores de los jueces o tribunales y
unificar la jurisprudencia o la interpretación única de la ley, con el fin de dotar de
seguridad jurídica.

El libro tercero del Código Procesal Penal regula los recursos, prefiriendo el
legislador, un sistema que podríamos llamar clásico dentro de los ordenamientos

57
de este tipo. El sistema de recursos tiene como base un recurso amplio en cuanto
a sus motivos, aunque limitado a decisiones de la primera parte del proceso, como
es la apelación y otro restringido, limitado en cuanto a sus motivos y dirigido a
impugnar las sentencias o decisiones asimilables, llamado apelación especial.
Estos recursos son complementados por el recurso de reposición, el de queja, el
de casación y el de revisión.

A diferencia de lo que ocurre durante todo el proceso que se rige por el principio
de oficialidad o impulso oficial, en la etapa de los recursos se abre la puerta al
principio dispositivo o de la autonomía de la voluntad. Ello implica, en primer
lugar, que ningún jugado o tribunal puede conocer de oficio un recurso, sino sólo si
alguna de las partes lo interpone. En segundo lugar, la interposición de un recurso
determina los límites del examen del tribunal que decidirá en el caso, por lo que el
tribunal examinador no podrá extender su decisión más allá del objeto introducido
por el recurrente. Por ello, los recursos han de estar fundamentados, explicando
lo que está recurriendo y los motivos. En tercer lugar existe la posibilidad del
desistimiento de la interposición del recurso, por lo que una vez presentado y
antes de que el tribunal decida, el interponente podrá comunicar su desistimiento y
privará, entonces, al tribunal, del objeto de la decisión.

Como efecto de la vigencia plena del derecho de defensa en el presente sistema


de enjuiciamiento, rige la prohibición de la reformatio in peius, por el cual cuando
tan sólo el imputado o su defensor recurren, la decisión que revisa la resolución
recurrida no puede resultar más perjudicial para el recurrente.

5.2 Impugnabilidad subjetiva: La impugnabilidad subjetiva es el concepto que se


utiliza para determinar quiénes son los que tienen derecho a recurrir determinada
decisión judicial. El artículo 98 del Código Procesal Penal es el que reseña las
posibilidades recursivas de las partes. Procede, pues, analizar cada una de ellas.

a) El defensor y el imputado (Ver artículo 400 del Código Procesal Penal);


b) El querellante (El querellante puede recurrir aun cuando no haya recurrido el
Ministerio Público);
c) El Ministerio Público (El Ministerio Público puede ejercer todos los recursos,
incluso puede recurrir a favor del imputado); y,
d) La parte civil (Las partes civiles sólo podrán recurrir en cuanto a sus intereses
civiles. Sin embargo, puede ocurrir que impugne una resolución judicial de forma
o de fondo que sin versar específicamente en material civil, pueda afectar por
ejemplo, el monto de la indemnización). Ver art. 398 del Código Procesal Penal.

5.3 Efectos de las impugnaciones: Los recursos penales pueden producir el efecto
devolutivo, el suspensivo y el extensivo: a) Efecto devolutivo: La doctrina conoce
por efecto devolutivo al hecho de que el recurso sea conocido por un órgano
superior jerárquico al que dictó la resolución recurrida. En el del Código Procesal
Penal, todos los recursos, con excepción de la reposición (art. 402) tiene el efecto

58
devolutivo; b) Efecto suspensivo: Según la doctrina, se produce efecto suspensivo
cuando la presentación de un recurso genera la inejecución de la resolución
recurrida. El efecto suspensivo del recurso no está claramente determinado en el
Código Procesal penal vigente, debido a la redacción confusa de los artículos 401
y 408 del Código Procesal Penal. Del análisis de los citados preceptos se concluye
que cuando el legislador habla de “efecto suspensivo” de la apelación no lo hace
en el sentido utilizado por la adoctrina sino que lo equipara a paralización del
proceso. Por ello el artículo 408 sólo admite el efecto suspensivo de la apelación
cuando de no concederse se pudiesen generar actuaciones posteriores
susceptibles de anulación. Lo que viene a decir este artículo es que no tiene
sentido continuar el proceso si por ejemplo se discute la competencia material de
un juez, por cuanto se declara con lugar el recurso, todos los actos serían nulos; y,
c) Efecto extensivo: El efecto extensivo viene determinado por el artículo 401 del
Código Procesal Penal: cuando haya varios imputados en un mismo proceso el
recurso interpuesto por uno de ellos favorecerá a los demás, salvo que los motivos
sean exclusivamente personales. Por ejemplo, cuando se recurre una sentencia
por ser el impugnante menor de edad, la admisión del recurso no afectará a los
mayores copartícipes. Sin embargo, si en un robo uno de los partícipes recurre la
aplicación de la agravante de nocturnidad, la admisión del recurso favorecerá a
todos los imputados.

5.4 Reposición: La reposición es un recurso que se puede plantear frente a


cualquier resolución de juez o tribunal, que se haya dictado sin audiencia previa,
siempre y cuando no quepa frente a las mismas, recurso de apelación o de
apelación especial, con el objetivo de que se reforme o revoque. El recurso de
reposición se interpone ante el mismo órgano jurisdiccional que dictó la resolución.
(Art. 402 del Código Procesal Penal).

En base a la definición anterior podemos hacer las siguientes puntualizaciones: 1)


No existen límites en cuanto a los motivos en los que se base el recurso: puede
ser por motivos de forma o de fondo; 2) Son recurribles todas las resoluciones,
salvo aquellas frente a las que proceda apelación o apelación especial; 3) El
recurso de reposición procede contra las resoluciones dictadas sin audiencia
previa. No procederá, por tanto, el recurso contra aquellas decisiones en la que
las partes han tenido oportunidad de pronunciarse antes de la resolución, por
ejemplo, no podrá ser objeto de reposición la resolución que fue adoptada luego
de dar traslado a las partes; y, 4) A pesar de lo expuesto, el recurso de reposición,
es de suma utilidad y de mayor uso durante las audiencias, en especial durante el
debate, donde cualquiera de las resoluciones puede ser impugnada por esta vía.
La interposición en el debate vale como protesta previa para recurrir en apelación
especial.

a) Tiempo y forma: Conforme el artículo 402 del Código Procesal Penal, los
requisitos son los siguientes:

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a.1) Interposición por escrito;
a.2) Ha de plantearse dentro de los tres días de notificada la resolución;
a.3) El recurso ha de ser fundado;
a.4) El recurso se resolverá con un auto y en su caso se reformará la resolución
recurrida; y,
a.5) Conforme el artículo 403 del Código Procesal Penal en el debate y en el resto
de las audiencias que se celebren los requisitos son: 1) Interposición oral; 2) Ha
de plantearse inmediatamente después de dictada la resolución o cuando ésta
surta sus efectos si no hubiere sido interpuesta en ese momento; y, 3) Ha de ser
fundado. El recurso de reposición se resolverá inmediatamente y en forma verbal.

5.5 Apelación (Genérica): El recurso de apelación, es el medio de impugnación


que se interpone frente a las resoluciones del juez de primera instancia, para que
la sala de apelaciones, reexamine lo resuelto y revoque o modifique la resolución
recurrida. El recurso de apelación es un recurso amplio en cuanto a los motivos
por los que procede, no así frene a los casos en los que se puede interponer, dado
que en el artículo 404 y 405 se expresan taxativamente (exclusivamente) las
resoluciones que pueden ser susceptibles de ser impugnadas mediante este
recurso.

En cuanto a los motivos por los que procede el recurso de apelación, se dice que
son amplios porque pueden discutirse cuestiones referidas a la aplicación del
derecho (tanto penal como procesal) o cuestiones de valoración de los hechos y la
prueba que funda la decisión. Por ejemplo, se puede discutir la aplicación de la
prisión preventiva, tanto por el hecho de discutir si en el caso concreto puede
entenderse que existe peligro de fuga conforme las pruebas que se tienen, o que
no existen elementos suficientes para considerar al imputado posible autor o
partícipe del hecho de acuerdo a la información que se ha obtenido hasta el
momento.

Pueden impugnarse, mediante este recurso, los autos de los jueces de primera
instancia que establece el artículo 404.

a) Tiempo y forma: Según lo preceptuado por el artículo 407 del Código Procesal
Penal, los requisitos para el planteamiento del recurso de apelación son:

a.1) Debe ser por escrito;


a.2) Debe plantearse dentro de los tres días de notificada la resolución apelada; y,
a.3) Debe ser fundado.

Que sea fundado implica que el recurrente debe señalar que parte de la resolución
impugna, el agravio o afectación que la resolución le produce, y en general,
justificar su capacidad para recurrir (impugnabilidad subjetiva) y la posibilidad de
recurrir por este medio la resolución (impugnabilidad objetiva). El objeto del
recurso, que fija la competencia para resolver de la Sala, viene determinado por la

60
petición del recurrente. Esto implica que la sala no puede exceder en su
resolución los límites de los solicitados y resolver extra petitium (Art. 409 del
Código Procesal Penal).

b) Trámite: El recurso de apelaciones presenta ante el juez de primera instancia o


ante el juez de paz o de ejecución si se impugnara una resolución de estos
últimos. El recurso deberá interponerse en el plazo de tres días desde la
notificación a todas las partes de la resolución recurrida. El juez realizará una
primera revisión en cuanto a la forma de presentación. En el caso de que no
admita la apelación, se podrá recurrir en queja (art. 412 del Código Procesal
Penal). Si el juez acepta la apelación, notificará a las partes. Una vez hechas las
notificaciones (recordemos que las notificaciones deben hacerse al día siguiente
de dictadas las resoluciones de acuerdo al artículo 160 del Código Procesal
Penal), se elevarán las actuaciones a la Corte de Apelaciones. La Sala deberá
resolver en tres días desde la elevación de las actuaciones (art. 411 del Código
Procesal Penal). La notificación de la resolución de la Corte se dará dentro de las
veinticuatro horas siguientes.

La apelación no paraliza la investigación del caso y el fiscal deberá continuar con


el trámite, sin perjuicio de que las actuaciones originales se encuentren en la sala.
Tal y como se indicó al hablar del efecto de los recursos, de acuerdo al artículo
408, la interposición del recurso no impide que continúe el caso, salvo que exista
peligro de que las diligencias que se planteen sean anuladas.

En caso de que sea recurrida una sentencia dictada conforme el procedimiento


abreviado, la sala convocará a una audiencia dentro de los cinco días. La
exposición en la audiencia podrá ser reemplazada por un escrito.

c) Apelación en proceso de faltas: El Decreto 79-97, dando cumplimiento a los


dispuestos en la normativa internacional, modificó el artículo 491 del Código
Procesal Penal, introduciendo la posibilidad de recurrir la decisión del juez de paz
en el proceso de faltas. El recurso podrá interponerse verbalmente o por escrito
en el término de dos días desde la notificación de la sentencia. El juzgado de
primera instancia resolverá en el plazo de tres días y con certificación de lo
resuelto devolverá las actuaciones inmediatamente.

5.6 Recurso de queja: Cuando se interpone un recurso de apelación o de


apelación especial, el juez de primera instancia, el juez de paz, el juez de
ejecución o el tribunal de sentencia, depende de quien haya dictado la resolución,
realizan un examen de procedibilidad del recurso, esto es, si el escrito donde se
plantea el recurso contiene las exigencias de forma que planeta la ley. En caso
que en este examen de procedibilidad el tribunal ante quien se presenta el recurso
lo rechace, se habilita la vía del recurso de queja, con el objeto de que la Sala de
Apelaciones solicite las actuaciones y resuelva su procedencia y, en su caso,
sobre el fondo de la cuestión.

61
a) Tiempo, forma y tramite: El recurso de queja debe presentarse ante la sala de la
Corte de Apelaciones dentro de los tres días de notificada la resolución del juez
que dictó la resolución apelada (art. 412 del Código Procesal Penal), por escrito.
La sala solicitará los antecedentes al juez respectivo dentro de las veinticuatro
horas y en el mismo plazo resolverá. Si el recurso no es admitido se rechazará sin
más trámite y si se admite, la sala pasará a resolver sobre el fondo (art 413 y 414
del Código Procesal Penal).

b) Caso especial de queja: El artículo 179 del Código Procesal Penal permite la
interposición de una queja ante el tribunal superior cuando el juez o tribunal
incumpla los plazos para dictar resolución. El tribunal superior, previo informe del
denunciado resolverá lo procedente y en su caso emplazara al juzgado o tribunal
para que dicte resolución. Si bien este caso especial no se trata estrictamente de
un recurso, por razones didácticas es estudiado en esta oportunidad.

A estos efectos, vale recordar que los plazos para dictar las resoluciones, de
conformidad a los dispuesto en el artículo 178 del Código Procesal Penal, en la
Ley del Organismo Judicial (art. 142). En virtud de ello, los decretos,
determinaciones de trámite, deben dictarse al día siguiente de presentado el
requerimiento y los autos a los tres días. Lo previsto parta las sentencias sólo es
aplicable para controlar el tiempo transcurrido si se ha diferido la lectura de la
sentencia por el tribunal de sentencia o el dictado de la sentencia por la sala de la
Corte de Apelaciones en el trámite de un recurso. Procede también la queja por
incumplimiento del artículo 160 del Código Procesal Penal, cuando la notificación
no se realiza en el plazo estipulado de veinticuatro horas de dictada la resolución.

Vencidos los plazos indicados, el fiscal debe interponer queja ante el tribunal
inmediato superior. Debe recordarse que estos plazos sólo operan para los
procedimientos escritos, puesto que las resoluciones que siguen a una audiencia
deben dictarse inmediatamente. (Art. 178 del Código Procesal Penal). Esto último
es aplicable tanto a los debates como a las audiencias de procedimiento
abreviado, suspensión condicional de la persecución penal (se aplica el
procedimiento abreviado con notificaciones), la revisión de la prisión, la audiencia
del art. 340 del Código Procesal Penal, etc.

5.7 Apelación especial: De acuerdo al artículo 415 del Código Procesal Penal, la
apelación especial es un recurso restringido en cuanto a sus motivos que procede
contra: a) Las sentencias del tribunal de sentencia; b) Las resoluciones del tribunal
de sentencia que declaren el sobreseimiento o el archivo; y, c) Las resoluciones
del juez de ejecución que pongan fin a la pena, a medida de seguridad y
corrección o denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena.

Este recurso, que es semejante a los recursos de casación en la legislación


comparada y bajo este nombre se encontrará información bibliográfica, tiene por

62
objeto controlar las decisiones de los tribunales que dictan sentencia, asegurando
de esta forma el derecho al recurso reconocido por la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, artículo 8°., inciso 2, sub inciso h.

a) Objeto: El objeto del recurso es la sentencia o la resolución que pone fin al


procedimiento. En el actual sistema, cualquiera de los vicios que se aleguen en el
recurso deben tener expresión en la sentencia y sólo ellos pueden ser atacados.
De tal manera queda excluido como objeto de impugnación la valoración de la
prueba que realizó el tribunal y mediante la cual declaró unos hechos como
probados, ya que no es posible que un tribunal que no ha presenciado la práctica
de la prueba, celebrado en la audiencia del juicio, decida si pueden declararse
como probados los hechos descritos en la sentencia. En su caso, además de la
sentencia podrá ser impugnada el acta del debate, cuando se trate de impugnar la
forma en que se ha conducido el debate.

b) Apelación especial de fondo:

b.1) Motivos: El Código Procesal Penal, en su artículo 419.1 indica que podrá
interponerse recurso de apelación especial de fondo cuando exista:

i. Inobservancia de la ley: Inobserva la norma sustantiva quien hace caso omiso de


ella y no la aplica. Por ejemplo, en un relato de hecho se señala que el imputado
produjo heridas que tardaron en curar más de veinte días y no tipifica ese hecho
como lesiones leves;
ii. Interpretación indebida: se dará la interpretación indebida cuando se realice una
errónea tarea de subsunción, es decir, los hechos analizados no coinciden con el
presunto fáctico. Por ejemplo: en un delito contra el patrimonio, interpretar que un
edificio es un bien mueble; y,
iii. Errónea aplicación de la ley. Habrá errónea aplicación de la ley cuando ante
unos hechos se aplique una norma no prevista entre sus presupuestos fácticos.
Por ejemplo, tipificar parricidio cuando el acusado mate a su hermano.

b.2) Efectos: En aquellos casos en los que la Sala admita un recurso de apelación
especial de fondo, de acuerdo al artículo 431, anulará la sentencia recurrida y
dictará nueva sentencia. En la misma deberá, razonando jurídicamente, indicar la
correcta aplicación o interpretación de la ley, fijando la pena a imponer.

No será necesario anular la sentencia cuando los errores no influyan en su parte


resolutiva o sean errores materiales en la designación o en el cómputo de la pena.
En esos casos, la sal de limitará a corregir el error (art. 433 del Código Procesal
Penal).

c) Apelación especial de forma:

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c.1) Motivos: Con este recurso se busca que en el desarrollo del juicio se respete
el “rito” establecido por la ley, es decir, las normas que determinan el modo en que
deben realizarse los actos, el tiempo, el lugar y en general, todas aquellas normas
que regulan la actividad de los sujetos procesales. La ley, en su artículo 419
señala que procede el recurso de apelación especial contra una sentencia o
resolución, cuando se haya operado una inobservancia o errónea aplicación de la
ley que constituya un defecto del procedimiento.

La ley procesal cuya violación se alega, será tanto el Código Procesal Penal como
la Constitución y tratados internacionales de Derechos Humanos.

Nuevamente, al igual que en la apelación de fondo, debemos hacer la aclaración


que tampoco es discutible por este medio el relato de los hechos que el Tribunal
de Sentencia da por probados. Existe el límite de la intangibilidad de los hechos
de la sentencia.

El vicio que puede alegarse para la procedencia del recurso tiene dos
características: a) El vicio ha de ser esencial; y, b) El recurrente debe haber
reclamado oportunamente la subsanación o hecho protesta de anulación.

c.2) Efectos: La admisión del recurso de apelación especial de forma tiene como
efecto principal la anulación del acto recurrido. Al respecto hay que distinguir dos
situaciones distintas:

i. El recurso admitido impugnaba la redacción de la sentencia, aduciendo un vicio


en la misma. Los vicios en la sentencia tendrán tratamiento distinto dependiendo
de si se consideran esenciales o no: a) Defectos no esenciales: Los defectos de la
sentencia que no influyan en la parte resolutiva serán corregidos sin que se
provoque la anulación de la sentencia. Por ejemplo, si falta la firma de un juez, no
se incluyeron los hechos descritos en el auto de apertura a juicio o hay un error en
el cómputo de la pena; y, b) Defectos esenciales: Los defectos que influyan
directamente en su parte resolutiva provocarán su anulación y obligarán a la
repetición de un nuevo juicio, por cuanto no podrán actuar los jueces que
intervinieron en la misma.

ii. El vicio señalado se da en el procedimiento. En este caso, habrá que renovar el


acto anulado y repetir todos los actos posteriores influidos por dicho vicio. El fallo
tendrá que ser dictado pos distintos jueces a los que conocieron el fallo
impugnado (art. 432 del Código Procesal Penal). Por ello, la admisión de este
recurso genera necesariamente la repetición del debate, pues,
independientemente de la normativa sobre interrupciones (art. 361 del Código
Procesal Penal) sólo podrá dictar sentencia un tribunal que hubiere presenciado
todos los actos del debate. Por ejemplo, si se admite el recurso por no haber el
tribunal tomado la declaración de un testigo, el nuevo tribunal que se forme
necesitará presenciar el resto de las pruebas para hacer una valoración conjunta.

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c.3) Trámite: El trámite para la interposición del recurso es el siguiente:

i. El recurso se debe interponer por escrito en el plazo de diez días ante el tribunal
que dictó la resolución recurrida (art. 423).
ii. El tribunal notificará a todas las partes la interposición del recurso.
Inmediatamente de realizadas las notificaciones remitirá las actuaciones a la sala
de la corte de apelaciones correspondiente, emplazando a las partes para que
comparezcan ante el mismo.
iii. En el plazo de cinco días desde el emplazamiento, las partes comparecerán
ante la sala y en su caso señalarán nuevo lugar para ser notificado. En el caso de
no comparecer se entenderá abandonado el recurso (art. 424 del Código Procesal
Penal). Dentro de ese plazo de diez días las otras partes podrán adherirse al
recurso planteado (art. 417 del Código Procesal Penal). Por ejemplo, el fiscal
podrá adherirse al recurso del querellante o, por el principio de objetividad, al del
defensor. Sin embargo, la adhesión no subsistirá si se declara desierto el recurso
interpuesto, salvo si el recurrente adherido es el querellante (art. 424).
iv. Recibidas las actuaciones y vencido el plazo de cinco días, la sala analizará el
recurso y las adhesiones y revisará si contiene los requisitos de tiempo,
argumentación, fundamentación y protesta (art. 425 del Código Procesal Penal).
Si existe defecto, la sala, de acuerdo a los dispuestos en el artículo 399, lo hará
saber al interponente, explicándole los motivos, para que en el plazo de tres días
lo amplíe o corrija. En el caso de que no le presente corregido en plazo o que no
subsane los defectos señalados, la sala lo declarará inadmisible y devolverá el
recurso. Frente a esta resolución no cabe recurso.
v. Admitido el recurso, las actuaciones quedarán por seis días en la oficina del
tribunal, para que los interesados puedan examinarlas. Vencido este plazo, el
presidente fijará audiencia para el debate, con intervalo no menor de diez días y
notificando a las partes (art. 426 del Código Procesal Penal).
vi. La audiencia se celebrará con las formalidades previstas en el artículo 427 del
Código Procesal Penal. Cuando el recurso planteado sea de forma, se podrá
presentar prueba para demostrar el vicio de procedimiento (art. 428 del Código
Procesal Penal). Finalizada la audiencia se reunirá la sala para deliberar y
posteriormente dictar sentencia (art. 429 del Código Procesal Penal).
Cuando el objeto del recurso sean las resoluciones interlocutorias de tribunales de
sentencia o de ejecución señaladas en el artículo 435.1 o lo relativo a la acción
civil siempre que no se recurra la parte penal de la sentencia, se modificará el
procedimiento de acuerdo al artículo 436 del Código Procesal Penal.

5.8 Casación: El recurso de casación, tal y como está configurado en el Código


Procesal Penal, es un recurso limitado en sus motivos, que puede plantearse ante
la Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal, frente a algunos de los autos y
sentencias que resuelven los recursos de apelación y apelación especial.
Asimismo, este recurso cumple una función de unificación de la jurisprudencia de
las distintas salas de la Corte de Apelaciones.

65
Las casación de alguna manera es la repetición de la apelación especial, sólo que
resuelta por el tribunal nacional de mayor jerarquía en grado, la Corte Suprema de
Justicia. Persigue la defensa de la Ley, corregir las transgresiones cometidas por
los jueces de sentencia y las salas de apelaciones y hacer justicia en el caso
concreto.

De ahí que su primera finalidad sea la correcta aplicación de la ley sustantiva y


procesal en los fallos, Se busca la seguridad jurídica y la igualdad de los
ciudadanos ante la ley, así como la supremacía del ordenamiento jurídico, pero
esencialmente; la defensa del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia. Su concesión es limitada.

a) Objeto del recurso: De conformidad al art. 437 del Código Procesal Penal
procede el recurso de casación:

a.1) Frente a los recursos de apelación especial emitidos por los tribunales de
sentencia, o cuando el debate se halle dividido, contra las resoluciones que
integran la sentencia;
a.2) Recursos de apelación especial contra los autos de sobreseimiento dictados
por el tribunal de sentencia;
a.3) Los recursos de apelación contra las sentencias emitidas por los jueces de
primera instancia, en los casos de procedimiento abreviado; y,
a.4) Los recursos de apelación contra resoluciones de jueces de instancia que
declaren el sobreseimiento o clausura del proceso; y los que resuelve excepciones
u obstáculos a la persecución penal.

Procede por causas específicas y trascendentes tanto de fondo (in iudicando),


como de forma (in procedendo).

b) Recurso de casación de forma: Versa sobre violaciones esenciales del


procedimiento (art. 439 del Código Procesal Penal). Y establece en el art. 440 del
Código Procesal Penal los motivos de forma por los que puede plantearse. Si se
admite el recurso de casación de forma, la Corte Suprema de Justicia, remitirá el
expediente a la sala de la Corte de Apelaciones para que dicte nuevo auto o
sentencia (Art. 448 del Código Procesal Penal)

c) Recurso de casación de fondo: El recurso de casación de fondo hace referencia


a las infracciones a la ley sustantiva que influyeron decisivamente en la parte
resolutiva de la sentencia o auto recurrido. Los motivos por los cuales puede
interponerse recurso de casación de fondo se establecen en el art. 441. Si se
declara procedente el recurso de casación de fondo, se casará la sentencia o
resolución recurrida y la Corte Suprema de Justicia, dictará nueva.
d) Forma y trámite: Según el art. 433 del Código Procesal Penal sólo se tendrán
debidamente fundados los recursos de casación cuando se expresen de manera

66
clara y precisa los artículos e incisos que autoricen el recurso, indicándose si es
casación de forma o de fondo, así como si contiene los artículos e incisos que se
consideren violados por las leyes respectivas. No obstante, la inadmisión de un
recurso de casación tendrá que basarse en incumplimiento de lo preceptuado por
el Código Procesal Penal y no en el irrespeto a las formalidades que por
costumbre o en legislaciones derogadas se exigían para la casación.

No podrá inadmitirse un recurso por cuestiones de forma cuando la sentencia


recurrida sea de condena de muerte. Por ejemplo en estos casos podrá
interponerse con un simple telegrama.

El trámite para la interposición de la casación es el siguiente:

d.1) Quince días para interponerse desde la notificación de la resolución de la sala


de la Corte de Apelaciones. Se interpone ante la CSJ o ante la sala que resolvió la
resolución recurrida. En este último supuesto la sala elevará de inmediato a la CSJ
el recurso (art. 443 del Código Procesal Penal);
d.2) Una vez recibido el recurso la CSJ analizara los requisitos d forma y si no los
cumple (art. 443 del Código Procesal Penal) o el recurso fue interpuesto fuera de
tiempo la CSJ lo rechazará sin más trámite (art. 445). En caso contrario, lo
admitirá, pedirá los autos y señalará día y hora para la audiencia (Art. 444 del
Código Procesal Penal);
d.3) El día y hora señalado se celebrará vista pública a la que se citará a las
partes, procediéndose de acuerdo a los señalado en el art. 446 del Código
Procesal Penal; y,
d.4) En un plazo de 15 días desde la audiencia la Corte Suprema de Justicia
deberá dictar la sentencia.

5.9 Revisión: La revisión es un medio extraordinario, que procede por motivos


taxativamente fijados, para rescindir sentencias firmes de condena. La revisión
supone un límite al efecto de cosa juzgada de las sentencias, por cuanto se
plantea en procesos ya terminados.

a) Requisitos (art. 455 del Código Procesal Penal):

a.1) Que exista una sentencia condenatoria firme;


a.2) Que aparezcan nuevos hechos o nuevos medios de prueba. Asimismo, cabe
la revisión cuando se modifique la legislación; y,
a.3) Los nuevos hechos o reforma legal produzcan la absolución o la reducción de
la condena o medida de seguridad. Por lo tanto es necesario que la nueva
situación produzca un efecto en la pena o medida de seguridad.

No es necesario que la pena se esté cumpliendo en el momento en el que se


plantea la revisión. Esta puede promoverse incluso después de la muerte del
injustamente condenado.

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b) Motivos: Son motivos especiales de revisión (art. 455 del Código Procesal
Penal):

b.1) La presentación, después de la sentencia, de documentos decisivos


ignorados, extraviados o que no se hubieren incorporado al procedimiento;
b.2) La demostración de que un elemento de prueba decisivo, apreciado en la
sentencia, carece del valor probatorio asignado, por falsedad, invalidez,
adulteración o falsificación;
b.3) Cuando la sentencia condenatoria ha sido pronunciada a consecuencia de
prevaricación, cohecho, violencia u otra maquinación fraudulenta, cuya existencia
fue declarada en fallo posterior firme;
b.4) Cuando la sentencia penal se basa en una sentencia que posteriormente ha
sido anulada o ha sido objeto de revisión;
b.5) Cuando después de la condena sobrevengan hechos o elementos de prueba
que solos o unidos a los ya examinados en el proceso, hacen evidente que el
hecho o una circunstancia que agravó la pena, no existió, o que el condenado no
lo cometió; y,
b.6) La aplicación retroactiva de una ley penal más benigna que la aplicada en la
sentencia.

c) Legitimación (art. 454 del Código Procesal Penal):

c.1) El propio condenado o a quien se le hubiere aplicado una medida de


seguridad y corrección, aún cuando hubiere sido ejecutada total o parcialmente. Si
es incapaz, sus representantes legales; y si ha fallecido, su cónyuge, sus
ascendientes, descendientes o hermanos;
c.2) El Ministerio Público; y,
c.3) El juez de ejecución en el caso de aplicación retroactiva de una ley penal más
benigna.

El condenado podrá designar un defensor que mantenga la revisión. En caso de


fallecimiento la revisión pude continuarse por el defensor o los familiares.

En aquellos casos en los que se modifique la ley, el juez de ejecución podrá de


oficio iniciar el proceso para la aplicación de ley más benigna.

d) Forma y tramite:

d.1) El recurso de revisión, para ser admitido, debe ser promovido por escrito ante
la Corte Suprema de Justicia, señalándose expresamente los motivos en los que
se funda la revisión y los preceptos jurídicos aplicables. No existe ninguna
limitación temporal en cuanto a su admisión. Si los motivos de revisión no surgen
de una sentencia o reforma legislativa, el impugnante deberá indicar los medios de
prueba que acrediten la verdad de sus afirmaciones;

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d.2) Recibida la impugnación la Corte decidirá sobre su procedencia, si faltaren
requisitos, podrá otorgar un plazo para que estos se cumplan (456 del Código
Procesal Penal);
d.3) Una vez admitida la revisión, la Corte Suprema de Justicia dará intervención
al MP o al condenado, según el caso y dispondrá si fuere necesario la recepción
de medios de prueba solicitados por el recurrente; y,
d.4) Finalizada la instrucción se dará una audiencia para oír a los intervinientes,
pudiéndose entregar alegatos por escrito (459 del Código Procesal Penal).
Finalizada la misma, el tribunal declarará si ha lugar o no a la revisión.

e) Efectos:

e.1) A la remisión para la repetición del juicio: el nuevo juicio ha de tramitarse


conforme a las normas contenidos en el CÓDIGO PROCESAL PENAL. En este
nuevo juicio, en la presencia de prueba y en la sentencia, han de valorarse los
elementos que motivaron la revisión (art. 461 del Código Procesal Penal);
e.2) Al dictado de nueva sentencia por parte de la CSJ: la nueva sentencia
ordenará la libertad, el reintegro total o parcial de la multa y la cesación de
cualquier otra pena. En su caso podrá aplicarse nueva pena o practicarse nuevo
cómputo de la misma.

La admisión de la revisión también puede dar lugar a indemnización, conformé a lo


señalado en los artículo 521 a 525 del Código Procesal Penal. La indemnización
solo se podrá conocer al imputado o a sus herederos. La inadmisión de la revisión
no imposibilita peticionar de nuevo, fundada en elementos distintos.

6. Interrogatorio judicial

El interrogatorio es un acto comunicativo de carácter diádico en el que intervienen


dos partes, una de ellas tiene la misión de extraer información, y, por tanto, la
segunda es la que aporta tales datos, teniendo en cuenta las relaciones de poder
existentes en estos contextos.

Normalmente el interrogatorio es propio del campo del Derecho y del ámbito


policial, tratándose de un acto oral. Al comienzo del proceso legal se produce un
interrogatorio policial y/o fiscal, y, una vez abierto el juicio oral, hay otro
interrogatorio, éste ya efectuado por las figuras del juez, el fiscal y los abogados
hacia los testigos. Todo ello forma parte del mismo proceso comunicativo, esto es,
un conflicto que se ha desatado originariamente, y que la configuración de la
sociedad actual ha llevado a tales medios para solventar este litigio. Por tanto, en
todo este transcurso comunicativo el interrogatorio se convierte en una
herramienta de trabajo, con el fin de aclarar el problema.

En el proceso penal guatemalteco, existen dos tipos de interrogatorios judiciales


en cuanto al sujeto a interrogar, el interrogatorio dirigido al acusado y el

69
interrogatorio dirigido a peritos y testigos. Asimismo, existen dos tipos de
interrogatorios judiciales en cuanto a la parte que interroga, siendo estos el
interrogatorio y el contrainterrogatorio.

6.1 El interrogatorio judicial del acusado: Este interrogatorio suele darse en dos
momentos, a saber:

a) En el procedimiento preparatorio: Cuando el sindicado presta su primera


declaración o ampliación de ésta. Así pues, el artículo 82, numerales 2° y 3°, del
Código Procesal Penal estipula que: “Si el sindicado acepta declarar, el juez le
dará el tiempo para que lo haga libremente. Después de declarar, el sindicado
puede ser sometido al interrogatorio legal del fiscal y del defensor”. No obstante
dicho interrogatorio debe cumplir con las siguientes reglas: “El sindicado no será
protestado sino simplemente amonestado para decir la verdad. No será sometido
a ninguna clase de coacción, amenaza o promesa, salvo en las prevenciones
expresamente autorizadas por la ley penal o procesal. Tampoco se usará medio
alguno para obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar contra su voluntad, ni se
le harán cargos o reconvenciones tendientes a obtener su confesión. Las
preguntas serán claras y precisas; no están permitidas las preguntas capciosas o
sugestivas y las respuestas no serán instadas perentoriamente” (Arts. 84 y 85 del
Código Procesal Penal). Las preguntas capciosas son aquellas que tienen como
fin esencial confundir o engañar al interrogado, haciéndole caer en una negación o
afirmación que no persigue. Las sugestivas, son la que indican automáticamente
la respuesta.

b) En el juicio oral —debate—: Nuestra Ley Adjetiva Penal vigente establece que
después de la apertura del debate o de resueltas las cuestiones incidentales, el
presidente le explicará con palabras claras y sencillas el hecho que se le atribuye,
y le advertirá que puede abstenerse de declarar y que el debate continuará
aunque no declare. Permitirá, en principio, que manifieste libremente cuanto tenga
por conveniente sobre la acusación. Podrán interrogarlo el Ministerio Público, el
querellante, el defensor y las partes civiles en ese orden. Luego podrán hacerlo los
miembros del tribunal si lo consideraren conveniente (Art. 370 del Código Procesal
Penal). En cuanto a la prohibición de las preguntas capciosas y sugestivas, rigen
también para el interrogatorio que se haga al acusado en esta fase procesal.

Es preciso aclarar, que la declaración del sindicado es un medio de defensa


material y no un medio de prueba, razón por la que puede abstenerse de declarar
y tal decisión no podrá ser utilizada en su perjuicio, a tenor de lo preceptuado en el
artículo 16 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

6.2 El interrogatorio judicial de los peritos y testigos: Este se puede llevar, al igual
que el interrogatorio del sindicado, tanto en el procedimiento preparatorio como en
el debate, oral y público, con la salvedad que en el procedimiento preparatorio

70
deberá realizarse como anticipo de prueba, a tenor de lo establecido en el artículo
317 del Código Procesal Penal.

a) Los peritos: El presidente hará leer las conclusiones de los dictámenes


presentados por los peritos. Si estos hubieran sido citados, responderán
directamente a las preguntas que les formulen las partes, sus abogados o
consultores técnicos y los miembros del tribunal, en ese orden y comenzando por
quienes ofrecieron el medio de prueba. Si resultare conveniente, el tribunal podrá
disponer que los peritos presencien los actos del debate. Estas disposiciones son
aplicables, en lo pertinente, a los intérpretes (art. 376 del Código Procesal Penal).

b) Los testigos: Inmediatamente, el presidente procederá a llamar a los testigos,


uno a uno. Comenzará con los que hubiere ofrecido el Ministerio Publico;
continuará con los propuestos por los demás actores y concluirá con los del
acusado y los del tercero civilmente demandado. El presidente, sin embargo,
podrá alterar este orden cuando así lo considere conveniente para el mejor
esclarecimiento de los hechos. Antes de declarar, los testigos no podrán
comunicarse entre sí, ni con otras personas, ni ver, oír, o ser informados de lo que
ocurra en el debate. Después de hacerlo, el presidente dispondrá si continúan en
antesala. Si fuere imprescindible, el presidente podrá autorizar a los testigos a
presenciar actos del debate. Se podrán llevar a cabo careos entre testigos o entre
el testigo y el acusado o reconstrucciones (art. 377 del Código Procesal Penal).

c) Reglas comunes tanto para peritos como para testigos: El presidente del
tribunal moderará el interrogatorio y no permitirá que el testigo o perito conteste a
preguntas capciosas e impertinentes. La resolución que sobre ese extremo adopte
será recurrible, decidiendo inmediatamente el tribunal (art. 378 del Código
Procesal Penal). Las preguntas capciosas son aquellas que tienen como fin
esencial confundir o engañar al interrogado, haciéndole caer en una negación o
afirmación que no persigue. Las impertinentes, las que no tienen relación con el
objeto de su interrogación, por ser irrelevantes, repetitivas o incompetentes.

d) Declaración por medios audiovisuales de comunicación: Si por circunstancias


debidamente fundadas, el testigo, perito o colaborador eficaz no puede concurrir a
prestar declaración en forma personal, el tribunal, a pedido de parte o de oficio,
podrá ordenar la realización de la declaración testimonial a través de
videoconferencia o cualquier otro medio audiovisual de comunicación similar de la
tecnología, de las mismas o mejores características, que resguarden la fidelidad e
integralidad de la declaración y garanticen a las partes el adecuado ejercicio de
sus derechos procesales. La declaración a través de videoconferencia u otros
medios audiovisuales de comunicación, podrá realizarse, durante el debate oral y
público o en carácter de anticipo de prueba (arts. 218 Bis y 218 Ter del Código
Procesal Penal).

71
De acuerdo a la Instrucción General N° 05-2011 del Fiscal General y Jefe del
Ministerio Público, de fecha 29 de junio de 2011, durante el examen de testigos o
peritos de cargo, el fiscal dirigirá las preguntas que acrediten las proposiciones
fácticas, precisas y puntuales para el cual el testigo o perito fue ofrecido, conforme
a su teoría del caso, cuidando no hacer preguntas de más que puedan afectar la
credibilidad o generar duda acerca del testimonio o peritaje.

6.3 El interrogatorio: Se forma y surge en la conclusión de la pregunta con la


consiguiente respuesta. En el análisis de ese choque en la satisfacción lógica con
que se produzca y que va formando la convicción en el que interroga, lo mismo
que en el juzgador. En su acepción lingüística con sentido forense, es la serie de
preguntas que se formulan, y el acto en que aquellas se desarrollan.

Es la parte articulada de preguntas y respuestas en su caso. La materia del


Interrogatorio es todo el material relativo a los hechos controvertidos, que se
vayan recogiendo en el proceso y que guarden relación con el delito que se
persigue. La materia del interrogatorio es más amplia en la instrucción y queda
limitada a los puntos expresados en el debate oral, clave del proceso, en que haya
divergencia de apreciación entre las partes.

Los presupuestos del interrogatorio son: a) Individualización, el interrogado ha de


experimentar el interrogatorio aisladamente. En virtud del principio de presunción
de inocencia; b) El principio general para los sujetos activos del interrogatorio es la
libertad en las preguntas, para los sujetos pasivos la libertad de las respuestas; y,
c) En cuanto al fondo del interrogatorio las limitaciones a la libertad están
impuestas por la exclusión de las preguntas capciosas, sugestivas o
impertinentes.

Puede darse el caso de la negativa a declarar, en el caso del imputado, se admite


su negativa con las advertencias de ley. El testigo no puede negarse a declarar ya
que ello trae consecuencias.

6.4 El contrainterrogatorio: Es el que realizan las partes que no hicieron el


interrogatorio directo o principal. Como regla básica, el contrainterrogatorio debe
limitarse al contenido de la declaración principal y a cuestiones que sirvan para
evaluar la credibilidad del testigo. Evidentemente, el Tribunal podría autorizar que
durante este período el testigo responda a preguntas de la parte adversa como si
se tratara de un interrogatorio directo. Ello depende de la naturaleza y pertinencia
de la materia que así se desea examinar, es decir, sobre el interés que esos
elementos tengan para la solución del caso.

La facultad de contrainterrogar, no se menciona como tal en el Código Procesal


Penal (art. 378 del Código Procesal Penal) sino como el interrogatorio que hace la
parte adversa. Esta facultad, además de estar mencionada en el Código Procesal

72
Penal, hace parte del derecho de defensa y del debido proceso y no puede
limitarse de manera alguna.

Cuando no se puede aprovechar el contrainterrogatorio para reforzar la tesis con


el testigo de la parte adversa, el objetivo debe ser, esencialmente, reducir la
credibilidad del testigo, o en caso de que ello fuere imposible o inconveniente,
disminuir la fuerza y valor probatorio de su testimonio. Sin embargo, el
contrainterrogatorio, no es una etapa obligatoria.

Cuando el contrainterrogatorio puede ser utilizado para reforzar o fundamentar la


tesis del litigante que contrainterroga o, en el mejor de los casos para disminuir la
tesis de la parte que lo propuso, no deben hacerse preguntas para desacreditar al
testigo.

7. Métodos Especiales de Investigación

7.1 Concepto: La investigación y acusación penal, en los casos de delitos de


delincuencia organizada, constituyen la pieza central de todo el proceso, y el
momento neurálgico donde se recolectan y reúnen todas las piezas de información
en forma coherente con el fin de llegar a una sentencia final. El Estado debe
responder en forma diferente para administrar justicia, investigar, acusa, probar
entre otras actividades procesales. Por ello es que el sistema judicial, ha de estar
un paso delante de la criminalidad organizada.

7.2 Técnicas especiales de investigación en el tema de crimen organizado: Tal


como lo prevé el Artículo 20 de la Convención de Palermo obliga a las partes a:
“Siempre que lo permitan los principios fundamentales de su ordenamiento jurídico
interno, cada Estado Parte adoptará, dentro de sus posibilidades y en las
condiciones prescritas por su derecho interno, las medidas que sean necesarias
para permitir el adecuado recurso a la entrega vigilada y, cuando lo considere
apropiado, la utilización de otras técnicas especiales de investigación, como la
vigilancia electrónica o de otra índole y las operaciones encubiertas, por sus
autoridades competentes en su territorio con objeto de combatir eficazmente la
delincuencia organizada”, en procesos nacionales, al igual que en el contexto de la
cooperación en el ámbito internacional.

7.3 Operaciones encubiertas: ¿Qué es el agente encubierto? El término es


adoptado usualmente al indicar operaciones encubiertas, diferentes de vigilancia y
entrega vigilada, la cual consiste en la infiltración de una persona en un grupo
organizado, o en una red ilícita, para que participe en la actividad criminal general
de esas organizaciones o en negocios ilícitos específicos, adoptando papeles
apropiados con el propósito de descubrir e informar sobre delitos cometidos y
planeados, al igual que sobre la estructura y membresía de la organización. La
operación encubierta es más conocida como el Agente Encubierto o Infiltración

73
Policial. El agente encubierto es también conocido como “El topo, agente
encubierto o secreto”.

En el caso de Guatemala, la Ley Contra la Delincuencia Organizada, en especial


el Artículo 21, hace referencia que las operaciones encubiertas son, “(…) aquellas
que realizan agentes encubiertos con la finalidad de obtener información o
evidencias que permitan procesar a las personas que forman parte de grupos
delictivos organizados y su desarticulación, mediante el diseño de estrategias
eficaces con estricto control del Ministerio Público”.

a) Naturaleza jurídica: La intervención del agente encubierto se configura como un


medio de investigación de carácter especial, y no como una técnica de
investigación como lo es la infiltración policial. Esta especialidad no sólo radica en
el uso de una identidad supuesta y en recurrir al engaño, sino por su propia
configuración en el proceso.

b) El agente encubierto como una técnica de investigación: El agente encubierto


actúa en dos etapas, la primera donde explora el ambiente o entorno del grupo
organizado, cuando la investigación se encamina en contra de una persona en
particular (segunda etapa), se hace necesario la autorización judicial, tal como lo
hace ver el Artículo 26 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada. Pudiéndose
prorrogar hasta por un año.

c) Rol que asume el agente encubierto: En el desempeño de su labor el agente


encubierto puede asumir la siguiente función: Agente provocador, es decir, el
sujeto que inicia a la realización de un determinado hecho o crea las
circunstancias fácticas que impulsan a otros ejecutarlas.

7.4 Las entregas vigiladas: Las entregas vigiladas también son conocidas en otros
países como entregas controladas. En relación a las entregas vigiladas el Artículo
35 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada establece: “Se entenderá por
entrega vigilada el método de investigación que permite el transporte y tránsito de
remesas ilícitas o sospechosas, así como de drogas o estupefacientes y otras
sustancias, materiales u objetos prohibidos o de ilícito comercio, que ingresen,
circulen o salgan del país, bajo la estricta vigilancia o seguimiento de autoridades
previstas en la presente Ley. Este método se utilizará con el fin de descubrir las
vías de tránsito, el modo de entrada y salida del país, el sistema de distribución y
comercialización, la obtención de elementos probatorios, la identificación y
procesamiento de los organizadores, transportadores, compradores, protectores y
demás partícipes de las actividades ilegales”.

7.5 Interceptaciones telefónicas y diversos medios de comunicación: En el caso de


la criminalidad organizada se da un trato distinto, debido a sus características. En
la interceptación de llamadas telefónicas, así como las comunicaciones en general
han contribuido a descubrir grandes redes organizadas. Por cuando que los

74
hallazgos, han sido clave para emitir una condena o bien iniciar un proceso o la
producción del debate. Desde este punto de vista, este tipo de investigación
asume una doble función: Por un lado, una manera de investigación y, por el otro,
extremo como prueba.

a) Definición: La intervención de llamada “es un medio instrumental mediante el


cual se limita el derecho fundamental a las comunicaciones” (suele ser
denominado también como Ámbito intangible de la intimidad, en el cual debe
excluirse cualquier tipo de injerencia). El Artículo 48 de la Ley Contra la
Delincuencia Organizada establece que: “Cuando sea necesario evitar, interrumpir
o investigar la comisión de los delitos regulados en los artículos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8,
9, 10 y 11 de la presente ley, podrá interceptarse, grabarse y reproducirse, con
autorización judicial, comunicaciones orales, escritas, telefónicas, radiotelefónicas,
informáticas y similares que utilicen el espectro electromagnético, así como
cualesquiera de otra naturaleza que en el futuro existan”. No obstante, algo a
considerar sumamente importante es que existen diversos principios, para tener
injerencia en la esfera de la privacidad, y que esto debe considerar los jueces al
momento de dictar y se encuentran: principio de necesidad, principio de idoneidad,
principio de intervención mínima y principio de proporcionalidad.

b) Observaciones al solicitar la intercepción de teléfonos y otros medios de


comunicación: Debe considerarse, que de conformidad con la Ley, en especial, el
Artículo 49 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada, que: “Los fiscales del
Ministerio Público son los únicos competentes ante el juez correspondiente, para
la solicitud de autorización de la interceptación de las comunicaciones
mencionadas en el artículo anterior, cuando la situación lo haga conveniente.
Cuando el órgano policial tenga conocimiento de la comisión o planificación de la
comisión de delitos por grupos delictivos organizados, deberán acudir
inmediatamente al Ministerio Público proporcionando toda la información
necesaria para fundamentar la solicitud de la interceptación de dichas
comunicaciones”.

Cuando se interceptan teléfonos y comunicaciones debe mediar autorización


judicial previa. Asimismo, que medie el criterio de priorización, tal como lo señala
el numeral romanos V, número 1 de la Instrucción General número 06-2011 de la
Fiscal General de la República y Jefa del Ministerio Público. En el cual hace
énfasis que el método de intervención de llamada de teléfono se utiliza bajo los
siguientes criterios de importancia: a) Tendrán preeminencia en todos los casos,
aquellos en donde se encuentre en riesgo la vida de una o más personas; b)
Cuando haya riesgo para la integridad y libertad de la persona; y, c) Los casos que
afecten gravemente la seguridad de un colectivo o comunidad. Los demás casos
de procedencia serán analizados según la gravedad de los delitos a investigar y
los bienes jurídicos.

75
Los requisitos que deben mediar en toda solicitud para intervenir los medios de
comunicación son: a) Descripción del hecho que se investiga, indicando el o los
delitos en que se encuadran los mismos; b) Números de teléfonos, frecuencias,
direcciones electrónicas, según corresponda, cualesquiera otros datos que sean
útiles para determinar el medio electrónico o informático que se pretende
interceptar para la escucha, grabación o reproducción de comunicación respectiva;
c) Descripción de las diligencias y medios de investigación que hasta el momento
se hayan realizado; d) Justificación del uso de esta medida, fundamentando su
necesidad e idoneidad; y, e) Si se tuvieren, nombres y otros datos que permitan
identificar a la persona o persone que serán afectadas con la medida. En los
delitos en que esté en peligro la vida o la libertad personal, el Ministerio Público
podrá presentar verbalmente la solicitud al juez competente quien resolverá en
forma inmediata.

c) Requisitos que debe de contener la intercepción de teléfono y otros medios de


comunicación: Tal como reza el Artículo 59 de la Ley Contra la Delincuencia
Organizada, el juez debe ordenar en forma inmediata las solicitudes de
interceptaciones, para lo cual le refiere sanciones de no hacer. Deberá emitir un
auto en el cual resuelve la solicitud, asimismo, dicho auto deberá contener: a)
Justificación del uso de esta medida indicando los motivos por los que autoriza o
deniega la solicitud de interceptación; b) Definición del hecho que se investiga o se
pretende evitar o interrumpir, indicando el o los delitos en que se encuadran los
mismos; c) Números de teléfonos, frecuencias, direcciones electrónicas, según
corresponda, o cualesquiera otros datos que sean útiles para determinar el medio
electrónico o informático que se autoriza interceptar; d) Plazo por el que autoriza la
interceptación. La autorización tendrá una duración máxima de treinta días, la cual
podrá prorrogarse de conformidad con la presente Ley; e) Nombres y otros datos
que permitan identificar a la persona o personas que serán afectadas con la
medida, en caso éstos hayan sido proporcionados por el órgano requirente; y, f)
La fecha y hora para la audiencia de revisión del informe al que se refiere el
artículo 59 de la presente Ley. El fiscal encargado del caso deberá cesar
inmediatamente la interceptación cuando concurra cualquiera de los supuestos
establecidos en el artículo 47 de la presente Ley y será responsable de
conformidad con la ley.

d) Acceder a mensajes de correo electrónico: El correo electrónico también se ha


constituido en herramienta clave para muchos delincuentes que trafican,
extorsionan, venden armas, coaccionan, secuestran. Por ello, dentro del sistema
de justicia, debe de ir a la mano en sus técnicas de investigación, a efecto de
responder y tutelar los derechos de los ciudadanos y no ciudadanos (extranjeros).
Bajo esta línea, si el juez considera que es necesaria la intervención de la
comunicación, en este caso del correo electrónico, y a petición del fiscal, es
procedente la intervención de este medio de comunicación.

76
e) Límites a la interceptación de las comunicaciones en general: Queda
expresamente prohibido intervenir las comunicaciones que realicen el abogado
defensor, que se encuentre debidamente acreditado en el proceso, siempre que
se produzca la actividad del ejercicio de la defensa (Artículos 92, 93, 94, 100, 101
del Código Procesal Penal). Esta situación es una excepción a la regla en virtud
de que se encuentran presentes los principios de ética y secreto profesional entre
el abogado y su cliente.

8. Garantías constitucionales y procesales

8.1 Garantías constitucionales: Buenaventura Echeverría, dice que: “Al tratar el


origen y formación de las constituciones, las garantías constitucionales se
establecieron para proteger a los ciudadanos contra los abusos del poder por
parte de los gobernantes”. Según su criterio, del cual participamos, las mal
llamadas garantías, no son más que derechos individuales, que por sí solos no
son garantías sino se refuerzan por otras leyes complementarias que se llaman
también leyes constitucionales, las cuales vienen a garantizar a los ciudadanos el
cumplimiento de las leyes que establecen o declaran sus derechos.

Actualmente, el concepto de garantías tiene significación propiamente procesal, el


Doctor Jorge Mario García Laguardia, las define como: “Los medios técnico-
jurídicos, orientados a proteger las disposiciones constitucionales cuando éstos
son infringidos, reintegrando el orden jurídico violado”.

Las garantías reales y operantes frente al poder público, son las que ubican al
hombre como sujeto fundamental del derecho, el cual antes de ser castigado se
deben agotar todas las instancias que permitan la exacta determinación de la
imputación, otorgándosele la posibilidad de descargo, de ser oído y los medios
para oponerse a la acusación, sustentando en la racionalidad de los medios que
conjugan el proceso y la determinación de la verdad formal fundada en la
objetividad.

Las garantías, son procedimientos e instituciones de seguridad, creadas para


favorecer a las partes involucradas en el proceso penal, a fin de hacer efectivos
los derechos subjetivos y respetando el debido proceso.

Las garantías constitucionales, son las que tutela la Constitución Política de la


República de Guatemala, en el sentido de que se cumplirán y se respetarán los
derechos que la misma consagra, tanto en lo que se refiere al ejercicio de los de
carácter privado como a los de índole pública. Dentro de las garantías
constitucionales están: a) Debido proceso o juicio previo (arts. 12 y 14 de la
Constitución y 4 del Código Procesal Penal); b) Derecho de defensa (art. 12 de la
Constitución y 20 del Código Procesal Penal); c) Presunción de inocencia (arts. 14
de la Constitución y 14 del Código Procesal Penal); d) Derecho e igualdad de las

77
partes (art. 4 de la Constitución y 21 del Código Procesal Penal); y, e) Tutela
judicial efectiva (art. 29 de la Constitución y 5 del Código Procesal Penal).

8.2 Garantías procesales: En relación a las garantías procesales,


conceptualmente se definen como: seguridad y protección frente a un peligro o
contra riesgo, estas garantías persiguen esencialmente la protección
constitucional de los ciudadanos en general como un medio jurídico que asegura
el respeto a sus elementales derechos ante el ejercicio del poder represivo del
estado a quien corresponde ejercer la persecución penal a través del Ministerio
Público.

Asimismo, son las que ofrece la constitución en el sentido que se cumplirán y


respetarán los derechos que ella consagra, tanto a lo que se refiere al ejercicio de
los de carácter privado, como a los de índole pública.

Por otra parte, se establece que estas son el conjunto de derechos y facultades
previstas en la Constitución y en el Código Procesal Penal que sirven para que los
derechos humanos sean respetados durante el proceso penal.

Esto evidencia que las garantías representan una serie de principios de


observancia obligatoria y necesaria en el desarrollo de todo proceso penal. En el
ordenamiento jurídico nacional se puede notar cómo la Carta Magna en su parte
dogmática contiene las garantías procesales que conforman un diseño de lo que
puede ser un proceso penal, vinculado estrechamente con los derechos humanos,
de manera que, en la administración o aplicación de la justicia no se caiga en
arbitrariedades que puedan provocar daños graves a la ciudadanía.

Las garantías procesales constituyen un conjunto de principios que proporcionan a


las personas el derecho a la justicia en todo debido proceso legal.

Las garantías procesales se subdividen en:

a) Garantías procesales plenas: Son aquellos derechos establecidos


específicamente en materia penal, tales como el principio de legalidad, el derecho
de defensa, el derecho de presunción de inocencia, el indubio pro reo, el derecho
a detención legal, etc. los cuales no pueden ser disminuidos, alterados, ni
suspendidos.

b) Garantías procesales semiplenas: Están constituidas por todos aquellos otros


derechos reconocidos por nuestro ordenamiento constitucional, en calidad de
derechos humanos tales como la inviolabilidad de correspondencia, de domicilio,
de comunicaciones, aspectos que forman parte todos del derecho a la intimidad y
a la privacidad, por el cual únicamente se permite la intromisión de estos, basados
en dos premisas, la primera la necesidad que viabilicen la persecución de un delito
o la aprehensión de un delincuente y el balance que de acuerdo a la totalidad de

78
las circunstancias se hace entre el derecho particular a la privacidad y el derecho
colectivo a la aplicación de la Justicia.

9. El proceso y fases del proceso

9.1 Definición: El proceso penal es el conjunto de actos mediante los cuales los
órganos competentes preestablecidos en la ley, con la observancia de ciertos y
determinados requisitos, proporcionan lo necesario para aplicar la ley penal al
caso concreto. Es el proceso que tiende a la averiguación del sindicado, su
responsabilidad, la imposición de la pena señalada en la ley penal y la ejecución
de la pena.

9.2 Objeto: Tiene un doble objeto:

a) Objeto Inmediato: Que es el mantenimiento de la legalidad establecida por el


legislador.

b) Objeto Mediato: Que consiste en la protección de los derechos particulares.

9.3 Fines: El proceso penal tiene por objeto la averiguación de un hecho señalado
como delito o falta y de las circunstancias en que pudo ser cometido; el
establecimiento de la posible participación del sindicado; el pronunciamiento de la
sentencia respectiva, y la ejecución de la misma. La víctima o el agraviado y el
imputado, como sujetos procesales, tienen derecho a la tutela judicial efectiva. El
procedimiento, por aplicación del principio del debido proceso, debe responder a
las legítimas pretensiones de ambos.

9.4 Naturaleza jurídica del proceso penal: Existen dos teorías, acerca de la
naturaleza jurídica del proceso penal:

a) Teoría de la Relación Jurídica: Sus exponentes: Oxkar Vulgo y Hegel. Se


desarrolla en Alemania e Italia. Según esta teoría el proceso se desarrolla a través
de una actividad por el Juez y por las partes regulada por la ley, teniendo cada
una sus propias pretensiones y deberes que dan lugar a una relación de derecho
público. Esta teoría establece los presupuestos procesales, requisito indispensable
en el proceso penal: a.1) Órgano jurisdiccional; a.2) Las partes que intervienen en
el proceso (imputado, defensor, acusador); y, a.3) El establecimiento de un hecho
antijurídico. Considera al acusado un sujeto de relación procesal con deberes y
derechos. Esta teoría es la aceptada ya que explica la verdadera naturaleza
jurídica del proceso penal moderno, tal como se presenta para Guatemala en el
Código Procesal Penal (51-92).

b) Teoría de la Situación Jurídica: Esta teoría no estudia al proceso en forma


científica y considera que el final del litigo está determinado por la destreza de las
partes, lo cual constituye un fenómeno extrajudicial, niega la relación jurídica

79
procesal y los presupuestos procesales como una condición de existencia de la
misma, afirmando que son las partes las que inician y dan por concluido el
proceso penal y que la decisión del juez no cuenta, ya que su obligación es
administrar justicia, no se desprende de relación procesal alguna.

9.5 Características del proceso penal:

a) Conjunto de actos regulados por la ley procesal para aplicar la ley penal a
casos concretos;
b) Tiene una función de carácter público; y,
c) La existencia de los presupuestos procesales, como requisito indispensable en
todo proceso penal. Está integrado por: un órgano jurisdiccional competente, las
partes que intervienen en el proceso penal, la comisión y establecimiento de un
hecho antijurídico.

9.6 Estructura del proceso penal: El Proceso Penal guatemalteco contenido en el


Código Procesal Penal 51-92 está estructurado en 5 fases:

a) PRIMERA FASE: Denominada fase de instrucción o procedimiento preparatorio,


no es más que la preparación de la acusación o del juicio.
b) SEGUNDA FASE: Denominada fase intermedia, cuyo objeto es analizar el
resultado de la investigación y control de las solicitudes fiscales y de los demás
sujetos procesales.
c) TERCERA FASE: Es el juicio (preparación y desarrollo del debate).
d) CUARTA FASE: Es la fase de impugnación.
e) QUINTA FASE: Se denomina Ejecución, su objeto ejecutar la sentencia que ha
quedado firme.

10. Procedimiento preparatorio

a. Metodología de la investigación: La metodología de la investigación criminal por


parte del Ministerio Público se encuentra desarrollada en la Instrucción General
Número 001-2006 del Fiscal General y Jefe del Ministerio Público, de fecha 01 de
Febrero de 2006, cuyo objetivo es institucionalizar una metodología de trabajo
para mejorar la planificación, ordenamiento, control y seguimiento de las
investigaciones criminales realizadas por los funcionarios del Ministerio Público,
que permita una construcción efectiva y lógica de la acusación o demás actos
conclusivos.

b. Técnicas de investigación: Las técnicas tradicionales de investigación criminal,


son aquellas que se visualizan hacia atrás, reconstruyen hechos del pasado y
ofrecen al investigador los móviles y circunstancias en que se cometió un delito,
así como la determinación de las personas que participaron en su comisión;
mientras que las técnicas especiales de investigación, también denominadas

80
técnicas contemporáneas de investigación, visualizan el presente y hacia delante,
a modo de extraer elementos de la organización en plena operación.

c. Investigación y procesamiento de escena del crimen: La Dirección de


Investigaciones Criminalísticas (DICRI), adscrita al Ministerio Público, interviene
directamente en la escena del crimen. Están conformados por equipos de servicio,
que en función del caso reciben personal y equipo técnico. Cuando son
informados se dirigen a la escena del crimen para realizar el trabajo siguiente,
juntamente con el Auxiliar Fiscal de turno:

i. Protección adecuada de la escena del crimen;


ii. Ubicación, protección y valoración de la evidencia;
iii. Levantamiento de huellas latentes en la escena del crimen o en la evidencia;
iv. Croquis: Este trabajo es realizado por el personal de planimetría, quienes
elaboran diferentes planos de la escena, así como las fotos robots de
sospechosos si fuera necesario, todo ello para apoyar el informe;
v. Toma de fotografías de la escena;
vi. Embalaje y transporte de la evidencia;
vii. Documentación de la escena: Consiste en elaborar un informe del caso, el cual
es apoyado por las evidencias levantadas, como armas, sangre, saliva, ropa,
huellas, etc.;
viii. Marcaje de la evidencia, como medida de seguridad para evitar su hurto o
cambio; y,
ix. Inician la cadena de custodia de las evidencias, para que cuando ésta sea
puesta a disposición judicial tenga valor probatorio legal.

d. Medidas de coerción personal: Las medidas de coerción en el proceso penal


son actos que limitan la libertad de una persona con el objeto de resguardar la
aplicación de la ley penal. Las medidas de coerción personal sólo se justifican si
sirven a los objetivos y fines del proceso penal. El proceso penal está al servicio
del derecho penal. En base al principio constitucional de un juicio previo (art. 12 de
la Constitución), a nadie se le puede aplicar la ley penal, sin antes haber sido
sometido a proceso penal. Por ello, el decir que el único fundamento de la medida
coercitiva está en el proceso penal, nos lleva a afirmar que dichas medidas no
pueden tener los mismos fines que tiene la pena. El Código Procesal Penal señala
como únicos fines de las medidas coercitivas asegurar la presencia del imputado
en el proceso e impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad.

Dentro las medidas de coerción personal están: la citación, la retención, la


aprehensión, auto de procesamiento, la prisión preventiva y las medidas
sustitutivas.

81
11. Métodos alternos de solución de conflictos

11.1 Criterio de oportunidad: El criterio de oportunidad es la facultad que tiene el


Ministerio Público, bajo el control del juez, de no ejercer la acción penal debido a
su escasa trascendencia social o mínima afectación al bien jurídico protegido, a
las circunstancias especiales en la responsabilidad del sindicado o cuando el
imputado sufre las consecuencias de un delito culposo.
También se podrá aplicar el criterio de oportunidad a favor de cómplices y
encubridores cuando declaren en el proceso encubriendo a los autores. Sin
embargo, debido a sus características especiales, este será estudiado en forma
independiente al final del título.

El Decreto Número 79-97 del Congreso de la República de Guatemala reformó el


régimen del criterio de oportunidad, modificando el artículo 25 y creando los
artículos 25 bis, ter, quáter y quinquies. Véase también el artículo 286 del Código
Procesal Penal.

11.2 Conciliación: Cuando el criterio de oportunidad se solicite para hechos en los


que hay una víctima conocida, se podrá realizar una audiencia de conciliación,
dirigida por el juez de paz. A dicha audiencia acudirá el Ministerio Público o el
síndico municipal, el imputado y la víctima, pudiendo estar acompañados de sus
abogados. Si se llegase a un acuerdo se podrá levantar un acta, en la que se
especificarán los términos del acuerdo. El acta tendrá valor de título ejecutivo para
la acción civil (art. 25 ter).

11.3 Suspensión condicional de la persecución penal: La suspensión condicional


de la persecución penal, es el mecanismo a través del cual se interrumpe la
persecución penal, sometiendo al imputado a una serie de condiciones durante un
tiempo determinado, que si se cumplen, producen la extinción de la persecución
penal. En caso contrario, se reanudará el procedimiento penal. Véanse los
artículos 27 al 30, 76 y 287 del Código Procesal Penal.

11.4 Mediación: Las partes, con la aprobación del Ministerio Público podrán
acordar someter el conflicto a Centros de Conciliación o Mediación registrados por
la Corte Suprema de Justicia. Del acuerdo obtenido se levantará acta que será
presentada ante el juez de paz, para que a través de un breve decreto judicial, le
dé valor de título ejecutivo para el ejercicio de la acción civil, siempre y cuando el
acuerdo no viole la Constitución o Tratados Internacionales en Derechos Humanos
(art. 25 quáter).

11.5 Conversión: La conversión supone la transformación de una acción penal de


ejercicio público en un procedimiento por delito de acción privada, ejercitada
únicamente por el agraviado. Véase el artículo 26 del Código Procesal Penal.

82
11.6 Procedimiento abreviado: El procedimiento abreviado es un procedimiento
especial en el cual el debate es sustituido por una audiencia ante el juez de
primera instancia, en la cual deben regir los principios del debate. En aquellos
supuestos en los cuales el imputado reconoce haber cometido los hechos y la
pena a imponer sea baja el debate puede ser innecesario, ello no quiere decir que
se condene al imputado tan sólo en base a su “confesión”. Sino que el
reconocimiento de los hechos reduce la posibilidad de que estos sean probados
en juicio oral, público y contradictorio. El procedimiento abreviado beneficia al
fiscal, por cuanto le supone un trabajo mucho menor que el llevar un juicio por el
procedimiento común. Por su parte el imputado puede estar interesado en evitar la
realización de un debate oral y público en su contra así como en agilizar la
resolución de su caso. Véanse los artículos 464 al 466 del Código Procesal Penal.

12. Procedimientos especiales: procedimiento abreviado, simplificado,


aplicación de medidas de seguridad, de averiguación, procedimientos para
delitos menos graves

La ley procesal guatemalteca desarrolla un modelo de procedimiento común que


es aplicable a la mayoría de los supuestos. Sin embargo, en algunos casos
concretos, debido a sus características especiales el procedimiento común no es
la mejor herramienta para resolver el conflicto planteado. Por ello el Código
Procesal Penal ha creado una serie de procedimientos específicos, agrupados en
el libro cuarto (arts. 464 a 491).

Cada uno de estos procedimientos obedece a objetivos distintos, pero


básicamente podemos hacer la siguiente clasificación:

1º Procesos específicos fundados en la simplificación del procedimiento: Estos


procesos están diseñados para el enjuiciamiento de ilícitos penales de menor
importancia. A esta idea responden el procedimiento abreviado y el juicio de faltas.

2º Procesos específicos fundados en la menor intervención estatal: Estos


procesos tratan de resolver conflictos penales que atentan contra bienes jurídicos,
que aunque protegidos por el estado, sólo afectan intereses personales. Bajo este
fundamento se creó el juicio por delito de acción privada.

3º Procesos específicos fundados en un aumento de garantías: Existen casos en


los que la situación especial de la víctima (desaparecido) o del sindicado
(inimputable) hacen que sea necesaria una remodelación del procedimiento
común. En este epígrafe se agrupan el juicio para la aplicación exclusiva de
medidas de seguridad y corrección y el procedimiento especial de averiguación.

12.1 Procedimiento abreviado: El procedimiento abreviado es un procedimiento


especial en el cual el debate es sustituido por una audiencia ante el juez de
primera instancia, en la cual deben regir los principios del debate. En aquellos

83
supuestos en los cuales el imputado reconoce haber cometido los hechos y la
pena a imponer sea baja el debate puede ser innecesario, ello no quiere decir que
se condene al imputado tan sólo en base a su “confesión”. Sino que el
reconocimiento de los hechos reduce la posibilidad de que estos sean probados
en juicio oral, público y contradictorio. El procedimiento abreviado beneficia al
fiscal, por cuanto le supone un trabajo mucho menor que el llevar un juicio por el
procedimiento común. Por su parte el imputado puede estar interesado en evitar la
realización de un debate oral y público en su contra así como en agilizar la
resolución de su caso. Artículos 464, 465 y 466 del Código Procesal Penal.

12.2 Procedimiento simplificado: El procedimiento simplificado fue adicionado al


Código Procesal Penal por el Decreto Número 7-2011 del Congreso de la
República de Guatemala; el cual entró en vigencia el día treinta del junio del 2011,
adicionado por el artículo 12. El procedimiento simplificado se caracteriza por
agilizar el proceso al no contar con la fase preparatoria del procedimiento penal
común sino solo de la fase intermedia y del juicio. Este se encuentra regulado en
el artículo 465 bis del Código Procesal Penal.

12.3 Procedimiento para delitos menos graves. El procedimiento para delitos


menos graves constituye un procedimiento especial que se aplica para el
juzgamiento de delitos sancionados en el Código Penal con pena máxima de cinco
años de prisión. Para este procedimiento son competentes los jueces de paz, y se
rige, aparte de las normas procesales generales, por las especiales contenidas en
el artículo 465 ter del Código Procesal Penal. Este procedimiento también fue
adicionado por el Decreto Número 7-2011 del Congreso de la República de
Guatemala.

12.4 Procedimiento especial de averiguación: El Decreto Número 1-86 de la


Asamblea Nacional Constituyente, desarrolló, entre otros, los artículos 263 y 264
de la Constitución relativos a la Exhibición Personal. La exhibición personal
consiste en la solicitud de que sea puesta en presencia de los tribunales la
persona que se encuentre ilegalmente preso, detenido o cohibido de alguna
manera en el goce de su libertad individual o que estuviese en peligro de
encontrarse en esa situación o cuando siendo legal su detención sufriere
vejámenes, con el fin de que cese su situación. La exhibición personal puede ser
solicitada por el agraviado o por cualquier persona. El ejecutor es la persona que
acudirá al centro donde se cree que está el agraviado con el objeto de llevarlo
ante el juez. Si allí no estuviere, el ejecutor deberá seguir buscándolo. Señala la
Constitución en su artículo 264 que “si como resultado de las diligencias
practicadas no se localiza a la persona a cuyo favor se interpuso la exhibición, el
tribunal de oficio ordenará inmediatamente la pesquisa del caso hasta su total
esclarecimiento”. Por ello el Código Procesal Penal, en sus artículos 467 al 473,
ha creado un procedimiento específico para aquellos casos en los que la
exhibición personal no ha determinado el paradero de la persona a cuyo favor se
interpuso. El procedimiento mantiene la estructura del procedimiento común en la

84
fase intermedia y en la de juicio oral pero introduce modificaciones en el
preparatorio. Véanse los artículos 467 al 473 del Código Procesal Penal.

12.5 Juicio por delito de acción privada: Existen unos pocos delitos que no afectan
a intereses generales, sino tan solo a intereses particulares. Estos delitos son
denominados de acción privada. El Código Procesal Penal determina cuales
delitos son de acción privada en su artículo 24 quater, introducido mediante
Decreto Número 79-97 del Congreso de la República. Los delitos de acción
privada no han de confundirse con los delitos que requieren de denuncia a
instancia de parte. Estos se rigen por el procedimiento común y la persecución
corre a cargo del Ministerio Público, aunque dependan para iniciar la acción de
denuncia privada. En el juicio por delito de acción privada, el Ministerio Público no
toma a su cargo el ejercicio de la acción (art. 24 quater del Código Procesal
Penal), sino que es competencia directa de la víctima o, en su caso, de sus
herederos. A ella le competerá preparar su acción y presentar su acusación
(querella). Además el querellante tiene plena disposición sobre la acción, pudiendo
desistir y renunciar a la acción en cualquier momento del proceso. Véanse los
artículos 474 al 483 del Código Procesal Penal.

12.6 Juicio para la aplicación exclusiva de medidas de seguridad y corrección:


Tradicionalmente la declaración de inimputabilidad por enfermedad mental,
desarrollo psíquico incompleto o retardado o de trastorno mental transitorio no
estaba rodeada de garantías suficientes. Cuando se sospechaba que una persona
de estas características había cometido un hecho delictivo, se declaraba la
inimputabilidad y sin más trámite se le dictaba una medida de seguridad sin
detenerse a verificar si efectivamente era la autora. Sin embargo, aunque no
formalmente, muchas medidas de seguridad son más gravosas que las penas y la
aplicación de las mismas se realizaba vulnerándose el derecho a la presunción de
inocencia y a un juicio justo. Por todo ello, para declarar a una persona
inimputable, es necesario que antes se haya demostrado que realizó una acción
típica y antijurídica. La inimputabilidad es la declaración de irresponsabilidad
respecto de un ilícito penal suficientemente comprobado. Este procedimiento
específico, procederá cuando al terminar la fase preparatoria, el Ministerio Público
considere que sólo corresponde aplicar una medida de seguridad y corrección.
Véanse los artículos 484 al 487 del Código Procesal Penal.

12.7 Juicio por faltas: Las infracciones a la ley penal se clasifican, en función de su
gravedad en delitos y faltas. Para el enjuiciamiento de las faltas, el Código
Procesal Penal ha creado un procedimiento específico, en el que no hay una fase
de investigación a cargo del Ministerio Público. El decreto 79-97 estipuló que se
seguirán también por este procedimiento, los delitos contra la seguridad de
tránsito y los delitos que contemplen como única sanción la multa (art. 488). Es
competente para enjuiciar estos supuestos el juez de paz. El juez de paz oirá al
ofendido, a la autoridad denunciante y al imputado. Si el imputado reconoce los
hechos, inmediatamente el juez dictará sentencia, salvo que fuesen necesarias

85
algunas diligencias. En este caso y cuando el imputado no reconoce los hechos,
se celebrará audiencia en la que se podrán presentar medios probatorios para
que, inmediatamente después dicte sentencia. Sin embargo, de oficio o a petición
de parte podrá prorrogar la audiencia por un plazo no superior a los tres días (art.
488 del Código Procesal Penal, reformado por el Decreto 79-97). Contra las
sentencias dictadas en este juicio precede el recurso de apelación ante el juez de
primera instancia (art. 491 del Código Procesal Penal, reformado por el Decreto
79-97). El Ministerio Público no tiene ninguna intervención en el procedimiento de
faltas. En el momento en el que el fiscal reciba una denuncia o prevención de
hechos que deban ser tipificados como faltas, delitos contra la seguridad del
tránsito o delitos que contemplen como única función la multa, remitirá lo actuado
al juzgado de paz . Inversamente, si el juez de paz recibiere un hecho calificable
como delito lo remitirá al Ministerio Público.

13. Justicia Restaurativa. Tutela efectiva.

La justicia restaurativa, también llamada justicia reparadora o justicia compasiva,


es una forma de pensar la justicia cuyo foco de atención son las necesidades de
las víctimas y los autores o responsables del delito, y no el castigo a estos últimos
ni el cumplimiento de principios legales abstractos. A menudo se usa el término
“ofensores” como concepto alternativo al de “delincuentes” o “criminales”, pues la
justicia restaurativa intenta evitar estigmatizar a las personas que han cometido un
delito.

En un proceso de justicia restaurativa, las personas involucradas en un hecho


resuelven de manera colectiva cómo lidiar con las consecuencias de la ofensa y
sus implicaciones futuras. Las víctimas juegan un rol activo en el proceso,
mientras se anima a los “ofensores” a asumir la responsabilidad de sus acciones y
reparar el daño que han hecho. Esto puede hacerse mediante un pedido de
disculpas, la devolución de algo robado, dar un servicio a la comunidad, etc. La
justicia restaurativa brinda también ayuda a los “ofensores” para evitar futuras
ofensas. Está basada en una teoría de justicia que considera al crimen como una
ofensa contra un individuo o la comunidad más que como una ofensa contra el
Estado y sus normas. Fomentando el diálogo entre víctimas y “ofensores”, la
práctica de justicia restaurativa logra un gran grado de satisfacción entre las
víctimas así también como que los “ofensores” asuman sus responsabilidades.

Howard Zehr, profesor en la Universidad Menonita de Harrisonburg, ha sido un


pionero de este enfoque, sobre el que ha publicado diversos estudios. Marshall
Rosenberg y Dominic Barter se cuentan también entre los mayores defensores de
la justicia restaurativa y han mostrado a través de sus prácticas los resultados de
esta forma de justicia en contraposición a la justicia punitiva.

86
14. Actos conclusivos del proceso penal

Vencido el plazo concedido para la investigación, el fiscal deberá formular la (1)


acusación y pedir la apertura del juicio. También podrá solicitar, si procediere, el
(2) sobreseimiento o la (3) clausura provisional y la (4) vía especial del
procedimiento abreviado cuando proceda conforme a este Código. Si no lo hubiere
hecho antes, podrá requerir la aplicación de un (5) criterio de oportunidad o la (6)
suspensión condicional de la persecución penal (art. 332, primer párrafo, del
Código Procesal Penal).

14.1 Acusación y petición de apertura a juicio: La acusación supone el


convencimiento firme por parte del fiscal que conoce del caso, de que el imputado
es autor de un hecho punible. Dicho convencimiento surge de los medios de
investigación reunidos durante el procedimiento preparatorio que se realizó para
comprobar si se ha cometido un hecho delictivo e individualizado a sus partícipes.
Junto con la acusación se hará una de las siguientes solicitudes: a) La acusación y
petición de apertura a juicio conforme al procedimiento común; b) La acusación y
petición de apertura a juicio conforme al procedimiento abreviado (la cual se
tratará más adelante); c) La acusación y petición de apertura a juicio conforme al
procedimiento simplificado; d) La acusación y petición de apertura a juicio
conforme el procedimiento para delitos menos graves; o, e) La acusación y
petición de apertura a juicio conforme al procedimiento especial para la aplicación
exclusiva de medidas de seguridad y corrección. Artículos 150, 324, 332 Bis, 340,
464, 465, 465 Bis, 465 Ter, 466 y 484 del Código Procesal Penal.

Según la tratadista guatemalteca Gladis Yolanda Albeño Ovando, la acusación “es


el modo más importante de concluir la fase de instrucción, ya que es el acto por el
cual el Ministerio Público requiere por escrito al juez que sea admitida la
acusación. Esto se da cuando el Ministerio Público estima que la investigación
proporciona fundamento para el juicio público del imputado”.

Asimismo, la apertura a juicio “es la resolución dictada por el Juez de Garantía en


la llamada audiencia intermedia, en donde se define el objeto del juicio, los hechos
materia de la acusación y la probabilidad de que puedan ser demostrados en
debate, el acusado y los medios de prueba que serán admitidos. Con el envío del
auto de apertura al Tribunal de Sentencia cesa el procedimiento preparatorio y se
pasa a la etapa del juicio oral” (César Barrientos Pellecer).

14.2 Sobreseimiento: El sobreseimiento pone fin al proceso e imposibilita nueva


persecución contra la persona a favor de quien se dicte el auto por ese mismo
hecho, es decir, tiene los mismos efectos que la sentencia absolutoria. Artículos
328, 329 y 330 del Código Procesal Penal.

El sobreseimiento puede ser instado principalmente por el Ministerio Público, pero


también pueden solicitarlo el acusado y su defensor o, en su caso, ser declarado

87
por el propio juez contralor de la investigación, por las razones indicadas en el
párrafo anterior (artículos 332, 336 numeral 3°, y 341 del Código Procesal Penal).

14.3 Clausura provisional: La clausura provisional suspende la etapa preparatoria


hasta el momento en que se puedan incorporar nuevas pruebas que hagan viable
la presentación de la acusación o el requerimiento de sobreseimiento. En caso de
solicitarse la clausura provisional, fundadamente el juez indicará los medios de
investigación pendientes de realizar y fijará día y hora en que deba realizarse la
futura audiencia intermedia, indicando la fecha de presentación del requerimiento,
como lo establece el artículo 82, numeral 6°, del C ódigo Procesal Penal
(emplazamiento). Artículos 331 y 340 del Código Procesal Penal.

Al igual que el sobreseimiento, la clausura provisional puede ser instada


principalmente por el Ministerio Público, pero también pueden solicitarla el
acusado y su defensor o, en su caso, ser declarada por el propio juez contralor de
la investigación, por las razones indicadas en el párrafo anterior (artículos 332,
336 numeral 3°, y 341 del Código Procesal Penal).

14.4 Vía especial del procedimiento abreviado: El procedimiento abreviado es un


procedimiento especial en el cual el debate es sustituido por una audiencia ante el
juez de primera instancia, en la cual deben regir los principios del debate. En
aquellos supuestos en los cuales el imputado reconoce haber cometido los hechos
y la pena a imponer sea baja el debate puede ser innecesario, ello no quiere decir
que se condene al imputado tan sólo en base a su “confesión”. Sino que el
reconocimiento de los hechos reduce la posibilidad de que estos sean probados
en juicio oral, público y contradictorio. El procedimiento abreviado beneficia al
fiscal, por cuanto le supone un trabajo mucho menor que el llevar un juicio por el
procedimiento común. Por su parte el imputado puede estar interesado en evitar la
realización de un debate oral y público en su contra así como en agilizar la
resolución de su caso. Artículos 464, 465 y 466 del Código Procesal Penal.

14.5 Criterio de oportunidad: El criterio de oportunidad es la facultad que tiene el


Ministerio Público, bajo el control del juez, de no ejercer la acción penal debido a
su escasa trascendencia social o mínima afectación al bien jurídico protegido, a
las circunstancias especiales en la responsabilidad del sindicado o cuando el
imputado sufre las consecuencias de un delito culposo. También se podrá aplicar
el criterio de oportunidad a favor de cómplices y encubridores cuando declaren en
el proceso encubriendo a los autores. Sin embargo, debido a sus características
especiales, este será estudiado en forma independiente al final del título. El
Decreto Número 79-97 del Congreso de la República reformó el régimen del
criterio de oportunidad, modificando el artículo 25 y creando los artículos 25 Bis,
Ter, Quáter y Quinquies de la Ley Adjetiva Penal vigente. Véase además el
artículo 286 del Código Procesal Penal.

88
14.6 Suspensión condicional de la persecución penal: Es el mecanismo a través
del cual se interrumpe la persecución penal, sometiendo al imputado a una serie
de condiciones durante un tiempo determinado, que si se cumplen, producen la
extinción de la persecución penal. En caso contrario, se reanudará el
procedimiento penal. Artículos 27, 28, 29, 30, 76 y 287 del Código Procesal Penal.

15. Persecución penal estratégica

El tema del delito, la seguridad ciudadana y la justicia suelen analizarse desde


perspectivas eminentemente represivas, sin vinculación con el resto de las
políticas sociales y, en particular, sin una visión integral del modelo de sociedad
que se pretende construir. Esto conduce a una visión distorsionada del fenómeno
criminal, que privada de marcos teóricos más amplios de comprensión sobre los
factores culturales, políticos e ideológicos que dan lugar al uso de medios ilegales,
violentos, para abordar los conflictos cotidianos, reduce drásticamente las
respuestas posibles frente al delito. Como ha señalado Ferrajoli, el uso de la
justicia penal conduce a costes sociales y económicos sumamente elevados. Por
una parte, la tipificación de conductas delictivas apareja una grave limitación a las
libertades civiles de los ciudadanos. Los errores judiciales pueden producir graves
injusticias, ya sea porque las personas son procesadas indebidamente o porque
los inocentes son castigados inmerecidamente. Todos estos costes sociales son
más frecuentes cuando el sistema penal es utilizado como la primera política
social del sistema; es decir, cuando existe un uso intenso de las detenciones u
otros medios punitivos para mantener la paz social.

Martín Baró ya señalaba que entre menos democrático sea un sistema de


gobierno mayor será el uso del terror y la violencia para contener los conflictos
sociales. Para él existe una correlación entre falta de democracia y autoritarismo,
que en el caso de las sociedades totalmente desiguales y excluyentes se traducirá
abiertamente en políticas de terror totalitario. Regularmente la falta de democracia
conduce a altos niveles de concentración de riqueza, inexistencia de espacios
políticos para la solución de los conflictos sociales y elevadas cuotas de violencia
para enfrentar las reivindicaciones sociales. El empobrecimiento de los métodos
de resolución de conflictos deriva en escaladas sociales de violencia y en guerras
civiles. Guatemala es un claro ejemplo de cómo el cierre de los canales
democráticos de acceso al poder político provocó una situación de polarización
extrema que se tradujo en insurrección civil y el desarrollo de una política de
terrorismo de Estado, con doscientos mil muertos producto de la represión
desatada por las dictaduras militares.

El uso del sistema penal también genera otros costes sociales altamente
negativos: la pena de privación de libertad puede condicionar carreras delictivas,
especialmente en aquellos sectores económicos desfavorecidos que son
etiquetados como delincuentes por los operadores de justicia. Se debe observar
además que la pena constituye un ejercicio de violencia de la sociedad contra el

89
individuo, lo que transmite el mensaje de que es válido usarla como medio de
resolución de conflictos. Diversos estudios sobre la pena de muerte han
demostrado el efecto brutalizador que tiene este tipo de pena en la sociedad, lo
que provoca la degradación del valor de la vida y exalta la eliminación de
individuos como solución final de problemas.

Finalmente, se encuentran los costes económicos de la justicia penal y del sistema


de seguridad. La inversión en justicia penal necesariamente implica reducir las
partidas presupuestarias en otras áreas que pueden ser más apropiadas para el
desarrollo del nivel de vida: educación, salud, políticas sociales, etc. Dado que los
recursos estatales son limitados, un uso exacerbado de recursos en el sistema
penal puede significar impedir el desarrollo social de los sectores económicamente
excluidos, preservando una sociedad de discriminación y privilegios. Nuevamente,
Guatemala puede ser un buen ejemplo de ello, pues en los años de la dictadura,
cerca del 50 por ciento de presupuesto nacional fue empleado en gastos militares
destinados a la represión política, en tanto, los gastos en educación, salud, etc.
eran los más bajos de Centroamérica.

Las reflexiones anteriores pretenden servir de marco para determinar el papel que
puede jugar el sistema penal en la resolución de la problemática criminal. De ello
se derivan las siguientes conclusiones preliminares que servirán de premisas
teóricas:

• El delito es un fenómeno social que no puede combatirse exclusivamente a


través de medios penales o punitivos. Al contrario, el fenómeno criminal hunde sus
raíces en problemas sociales y en los medios que se utilizan para solucionar los
conflictos. Las sociedades con altos niveles de violencia estructural, desigualdad y
exclusión, tienden a abordar sus conflictos en forma violenta, generando en
consecuencia una espiral ascendente de muerte y desolación.

• El sistema penal genera altos costes económicos, sociales y culturales, que


repercuten negativamente en la sociedad y pueden generar políticas encaminadas
a la exclusión social y a la reproducción de desigualdades. Por ello, su utilización
debe ser siempre subsidiaria, la mínima posible y reservada únicamente a los
casos extremos (principio de mínima intervención).

• La política criminal, que es el área de las políticas públicas que decide cuándo y
cómo debe utilizarse la violencia estatal para la solución de conflictos sociales,
requiere articularse con las demás políticas públicas, a efecto de generar
desarrollo y elevar los niveles de vida de toda la población. La política criminal en
un Estado democrático debe ser capaz de generar la máxima cantidad de
recursos institucionales para la regulación social y política de los posibles
conflictos sociales, lo que incluye un amplio desarrollo de las políticas sociales.

90
Establecido lo anterior, es evidente que las autoridades estatales deben
plantearse estas cuestiones, así como los hallazgos de la investigación
criminológica a la hora de elaborar planes de política criminal.

La política criminal y, en general, el problema de la criminalidad, no puede


abordarse eficazmente desde el sistema penal, dado que presenta dimensiones
sociales y culturales profundas, que abarcan la organización social en su conjunto
y los métodos de resolución de conflictos. Hoy parece obvio reservar la ‘pena’ a
supuestos de estricta necesidad, porque una intervención de esta naturaleza es
siempre traumática, quirúrgica, negativa; negativa para todos, por sus efectos y
elevado coste social. A falta de otros instrumentos –indica García Pablos de
Molina–, la pena puede ser imprescindible, pero no es una estrategia racional para
resolver conflictos sociales: no soluciona nada.

De hecho, los acentúa y potencia; estigmatiza al infractor, desencadena la ‘carrera


criminal’ de éste, consolidando su estatus de ‘desviado’ (desviación secundaria) y
hace que se cumplan fatalmente las siempre pesimistas expectativas sociales
respecto al comportamiento futuro del ex-penado (‘profecía auto cumplida’). Por
otra parte, la supuesta eficacia preventivo-general de la pena, tal y como se
formula por los juristas y teóricos de la prevención general, no deja de ser,
probablemente, más que una pálida e ingenua imagen de la realidad, a la luz de
los conocimientos empíricos actuales.

Por ello, quizá valga la pena destacar las máximas de dos grandes pensadores
para aclarar la necesidad de un enfoque social al problema del delito: Von Liszt
siempre resaltó que la mejor política criminal era una buena política social. Por su
parte, cuando a Víctor Hugo le preguntaron qué aconsejaba para disminuir la
criminalidad, respondió: “construyan escuelas”.

Dentro de las metodologías especializadas de persecución penal estratégica e


investigación:

15.1 Persecución penal proactiva dirigida a combatir fenómenos criminales y


desarticular mercados ilícitos.

15.2 Agilizar y concluir casos de alto impacto para el país, por medio de la
implementación de mesas de trabajo y equipos multidisciplinarios.

15.3 Implementación de un nuevo modelo de gestión de casos en Fiscalías de


Sección, Distritales y Municipales seleccionadas, que permita incrementar
sustancialmente la tasa de efectividad.

15.4 Suscripción de acuerdos con autoridades locales e indígenas para coordinar


la aplicación del derecho indígena y derecho penal en la conflictividad local.

91
15.5 Fortalecimiento y expansión de la Unidad de Métodos Especiales de
Investigación.

15.6 Fortalecimiento de la Unidad de Análisis, con sistemas de información


interconectados con otras instancias de justicia y seguridad.

15.7 Reestructuración de la Dirección de Investigaciones Criminalísticas.

15.8 Realización de estudios para determinar, según índices de criminalidad, la


ubicación de Fiscalías Distritales y Municipales.

15.9 Fortalecimiento y reestructuración de fiscalías de Sección de acuerdo a


niveles de criminalidad e impacto social.

16. Recursos en el proceso penal

Alejandro Sánchez señala el recurso como “el medio impugnativo por el cual la
parte que considera agraviada por una resolución judicial que estima injusta o
ilegal, la ataca para provocar su eliminación o un nuevo examen de la cuestión
resuelta y obtener otro pronunciamiento que le sea favorable”.

En Guatemala encontramos los siguientes medios de impugnación como defensa


de las partes procesales para hacer valer su inconformidad de algún acto o
resolución judicial, siempre y cuando cumplan con los requisitos que establece la
ley y se encuentre dentro de los casos que determine la misma: a) Recurso de
Reposición; b) Recurso de Apelación (Genérica); c) Recurso de Queja; d) Recurso
de Apelación Especial; e) Recurso de Casación; y, f) Recurso de Revisión.

92
6. CRIMINALÍSITICA
Definición:

Es la Ciencia que establece los métodos para el descubrimiento, recolección y


análisis de los indicios y las pruebas, con el fin de esclarecer individualmente los
hechos delictivos ocurridos, determinar autoría y establecer su prevención.

Procesamiento de la Escena del Crimen:


Es el proceso de búsqueda, fijación, documentación, identificación, recolección,
marcaje y embalaje e inicio de cadena de custodia, de todo material sensible
significativo que se percibe con los sentidos y que tiene relación con un hecho
delictivo (Instrucción 16-2009).

El procesamiento de la escena debe dar inicio únicamente con la presencia y


autorización del fiscal a cargo del caso, quien dará las instrucciones generales y
evaluará el potencial de riesgo de pérdida de indicios.

El área de procesamiento de la escena del crimen: es la encargada de realizar las


actividades relacionadas con el procesamiento de la escena del crimen: obtención
de información preliminar, aseguramiento del lugar, búsqueda, fijación
documentación, identificación, recolección, mareaje y embalaje e inicio de cadena
de custodia de todo material sensible significativo que tiene relación con un hecho
punible y que junto con otros medios de convicción contribuyan al esclarecimiento
de los hechos.

Se integra con técnicos para el procesamiento de escena de crimen, quienes


dependen directamente del Agente Fiscal con funciones de coordinación de la
Unidad de Dirección de la Investigación.

Técnicas de Investigación Criminal:


Debido a que la investigación criminal es eminentemente empírica, requiere de
manera primordial las técnicas de la observación, la entrevista y la investigación
documental.

A) La técnica de la observación:
Es la técnica de campo que tiene por objeto detectar en el lugar de los hechos o
escena del crimen los aspectos objetivos que permitan obtener rastros del ilícito
que se debe investigar.

La observación puede ser participativa o no participativa. La observación


participativa es aquella en la que el investigador se inserta en el grupo social que
estudia y toma parte en la vida del grupo. Un ejemplo en el caso de la

93
investigación criminal sería convivir durante un tiempo con los miembros de una
pandilla juvenil.

La observación no participativa es aquella mediante la cual el investigador observa


desde fuera el fenómeno que estudia. Aquí el investigador asiste como público a
un hecho con consecuencias jurídico-penales. “Al practicar la observación,
conviene estar consciente de la participación que pueden tener los elementos
subjetivos dentro del investigador…De todos modos, es interesante lo que decía
Darwin, el fundador de la teoría evolucionista, en cuanto a que todas las
observaciones han de estar a favor o en contra de algún punto de vista, para que
sean de alguna utilidad.”

B) La técnica de la entrevista
La entrevista es un contacto personal que tiene por objeto el acopio de testimonios
orales. De acuerdo con el número de las personas entrevistadas, la entrevista
puede ser considerada como individual o colectiva. La entrevista colectiva puede
tener por objeto el contacto de todas las personas afectadas por una situación o
con un número representativo de ellas.

C) La técnica de la investigación documental:


Esta técnica consiste en la búsqueda de información secundaria, la cual ha sido
procesada por terceras personas, las cuales han dejado testimonio de los
resultados por escrito. Con esta técnica es posible conocer los informes de los
peritos, los dictámenes de expertos, las conclusiones de una investigación teórica
o empírica que no ha sido publicada, lo informado por un testigo, los resultados
obtenidos en otra época sobre un caso similar al que se está investigando y otra
serie de información que permita recabar datos, hechos, indicios o elementos
orientados hacia el esclarecimiento del hecho sometido a investigación.

Cadena de Custodia:
Comprende los distintos procedimientos que deben seguirse desde la búsqueda,
revelación, fijación, extracción, conteo, embalaje, control, transporte, protección y
conservación de la evidencia; con el propósito de su resguardo y que ésa
conserve sus características y su valor probatorio de un hecho reñido con la ley
(art. 7 del acuerdo 40-2004 del Fiscal General de la República y Jefe del Ministerio
Público)

Las evidencias materiales se clasifican de la forma siguiente:

a. Instrumentos: Son los utilizados en la preparación, ejecución o en el


encubrimiento del delito.
b. Objetos: Son el producto, fruto o efecto del delito.
c. Otros elementos: Son cualesquiera otros objetos donde se encuentren rastros,
huellas o señales del delito que puedan provenir de la víctima, del imputado, de la

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escena del crimen u otros lugares, siempre que guarden relación al hecho delictivo
o que puedan contribuir a su esclarecimiento.

El formulario de Cadena de Custodia y la Etiqueta de Identificación, debe contener


la siguiente información:
Lugar, fecha y hora de su recolección
Nombre y firma de la persona que recolectó y embaló
Nombre y firma de la persona que entrega la evidencia para almacenaje y custodia
Nombre y firma de la persona que recibe la evidencia para almacenaje y custodia
Nombre del fiscal a cargo del caso y número de la agencia a la que pertenece
Número de expediente o caso
Descripción de la evidencia que deberá contener entre otros, los siguientes datos.
Cantidad, color, marca, número de serie, medidas u otras características que
permitan identificar el objeto.
Observaciones
Lugar y fecha de hora de ingreso al almacén.

Gerencia en la investigación:
Se considera a la gerencia como “la acción de filosofar y administrar de forma
sistemática, una organización con empleados de alta calificación para alcanzar los
objetivos a través de cuatro fases como son: la planificación, la organización, la
dirección y el control”.

Las actividades de la Dirección de Investigaciones Criminalísticas de acuerdo al


artículo 40 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, indica que las desarrollarán a
solicitud del fiscal a cargo del caso, además podrán realizar de oficio, cualquier
otra que sirva para lograr el esclarecimiento del hecho criminal investigado,
siempre y cuando resulte de las mismas diligencias de investigación
encomendada, y que se encuentren en el marco de la legalidad e informe
inmediatamente al fiscal a cargo, para que éste pueda dirigir las mismas.

Funciones de los investigadores:


a. Realizar las investigaciones de campo bajo las directrices de los agentes o
auxiliares fiscales.
b. Realizar las acciones investigaciones preliminares que sean necesarias en los
casos graves, de flagrancia y en los que hayan detenido, así como para atender
solicitudes jurisdicciones urgentes.
c. En la escena del crimen, realizar las investigaciones sobre el entorno de la
víctima, testigos, posibles sindicados y otras informaciones que sean relevantes,
obtener las grabaciones de cámaras que encuentren en el lugar o cercanas al
mismo y en su caso, solicitar al auxiliar que requiera judicialmente su secuestro,
d. Coordinar con la dirección de Investigaciones Criminalísticas el procesamiento
de escenas del Crimen.

95
e. Realizar reuniones de trabajo por lo menos cada semana, para verificar el grado
de avances de los casos, independientemente de los informes verbales o escritos
que se les haya requerido en casos especiales.
f. Rendir informes del grado de avance y resultado de los casos asignados
g. Informar mensualmente a la coordinación de la Unidad de Dirección de la
Investigación sobre las actividades realizadas, sin perjuicio de presentar reportes
especiales cuando le sea requerido.
h. Realizar otras funciones que le sean asignadas en el ámbito de su competencia.

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7. VICTIMOLOGÍA
Víctima:

Personas que individual o colectivamente hayan sufrido daños, incluidos lesiones


físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo
sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u
omisiones que violen la legislación vigente de la víctima directa y a las personas
que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para
prevenir la victimización.

Víctima directa:
Persona que, individual o colectivamente haya sufrido daño, inclusive lesiones
físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo
sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u
omisiones que violen la legislación penal vigente.

Víctima colateral:
Ascendiente, descendiente, cónyuge o conviviente de la víctima y otras personas
afectadas indirectamente por el ilícito penal.

Víctima secundaria:
Daños psicológicos, emocionales, económicos y patrimoniales que sufre la víctima
de un delito, provocados por deficiencias del sistema penal y comportamientos
indebidos de operadores y administradores de justicia.

DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS:

Instrucción 04-2014 (Protocolo de atención integral para las víctimas del delito)
En el ámbito internacional se considera que toda persona que ha sido víctima de
un delito tiene derecho a ser tratada con DIGNIDAD Y RESPETO
Derecho que está constituido por otros derechos tales como:
a. Acceder a los mecanismos de la justicia y a una pronta reparación del daño que
hayan sufrido, según lo dispuesto en la legislación nacional;
b. Recibir información clara sobre el proceso penal y los procedimientos
necesarios para obtener la reparación del daño;
c. Participar con el Ministerio Público y la Policía Nacional Civil en lasa
investigación del delito del que fue víctima e intervenir cuando así lo considere
necesario.
d. Recibir asistencia legal, médica y psicológica adecuada durante todo el proceso
penal.

97
Toda omisión a este respecto, señala la Asamblea General de Naciones Unidas,
es una violación a los derechos humanos y las libertades fundamentales de las
víctimas y menoscaba o anula su disfrute.
Estos derechos son parte del carácter que el artículo 5 del Código Procesal Penal
de este país reconoce a la víctima y/o denunciante de un delito como sujeto
procesal a quien le asiste el derecho de una tutela legal efectiva cuyo contenido
está delimitado en el artículo 117 de este mismo ordenamiento.
a. Ser informado sobre los derechos que le asisten en el proceso penal.
b. Recibir asistencia médica, psico-social o cualquier otra que tenga por objeto
reducir las secuelas del hecho delictivo.
c. Que el Ministerio Publico escuche su opinión en el proceso penal,
fundamentalmente antes de las decisiones definitivas o de las provisionales que
implican clausura o extinción de la persecución penal.
d. A ser informado, conveniente y oportunamente de las decisiones fiscales y
judiciales, así como participar en audiencias en las que su opinión pueda ser
vertida.
e. A recibir resarcimiento y/o reparación por los daños recibidos.
f. A recibir protección cuando su integridad física esté en peligro, como
consecuencia de la persecución penal en contra del sindicado.
g. A que existan mecanismos que disminuyan los riesgos de victimización
secundaria durante el proceso penal.
Adicionalmente, el Código Procesal Penal, señala que la víctima tiene derecho a
una reparación digna que comprende: …la restauración del derecho afectado por
el hecho delictivo, que inicia desde reconocer a la víctima como persona con todas
sus circunstancias como sujeto de derechos contra quien recayó la acción
delictiva, hasta las alternativas disponibles para su reincorporación social a fin de
disfrutar o hacer uso lo más pronto posible del derecho afectado, en la medida que
tal reparación sea humanamente posible y, en su caso, la indemnización de los
daños y perjuicios derivados de la comisión del delito.
Reparación que puede ser solicitada en el mismo proceso penal o vía civil, de
conformidad con lo establecido en el artículo 124 del CPP.
Extraído de otro material….
a. La Constitución Política de la República de Guatemala en el artículo 29, ha
reconocido que toda persona tiene libre acceso a los tribunales, dependencias y
oficinas del Estado para ejercer sus acciones penales y hacer valer sus derechos
de conformidad con la ley.
Así, del derecho a la justicia y a obtener la reparación del daño ocasionado por el
delito, se desprende que la víctima tiene una serie de facultades procesales para
lograr la efectiva imposición de la pena y el pago en muchos casos, de
responsabilidades civiles.
b. En el Decreto No. 79-97 del Congreso de la República de Guatemala, se
reconoce que las víctimas deben tener un papel de mayor protagonismo en los
casos que resulten ser los más afectados por los hechos delictivos y que debe
facilitársele el acceso a la justicia y a un fallo justo. Reconoce también que la
mediación y la conciliación constituyen una técnica extraprocesal de solución de

98
conflictos que en el Derecho Procesal Penal pasan por la seguridad de los bienes
jurídicos y el pago de los daños y perjuicios que coadyuvan a impedir el
saturamiento de los órganos estatales de justicia que de esa manera, puede dirigir
su atención a los casos de mayor trascendencia social.
Más allá de la posibilidad de denunciar, la víctima puede manifestar su voluntad de
constituirse en querellante adhesivo que con el Ministerio Público va acusar o
adherirse a la misma. La víctima tiene una facultad procesal de acusación
establecida en el Código Procesal Penal. En estos casos para el ordenamiento
procesal, son considerados como víctima o agraviados: La víctima, el cónyuge, el
padre, los hijos o la persona que conviva con ella en el momento de la comisión
del delito. El representante de una sociedad, los socios y asociados.
En los delitos de acciones privadas el Código Procesal Penal regula un
procedimiento especial de juicio por éste delito en sus artículos 474-483, en que la
víctima debe formular directamente su acusación ante el tribunal para el juicio,
para constituirse así como querellante exclusivo que luego el tribunal pasa al
Ministerio Público para que inicie la investigación y luego devolverá las diligencias.
c. La víctima goza de facultades procesales, también para el control de la
actuación de los órganos de persecución penal; pudiendo solicitar ante las
autoridades, el apartar al fiscal que lleve su caso cuando estime que éste no
ejerce en forma debida y correcta sus funciones.
Asimismo, en el ejercicio de la acción penal por parte del juez. Esto se refiere al
derecho de recusación con fundamento en el artículo 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 7 del Código Procesal Penal,
que establece que toda persona tiene derecho a ser juzgada por jueces y
tribunales independientes e imparciales.
d. La víctima cuenta con un derecho a la información: La ley orgánica del
Ministerio Público en su artículo 8 respecto de la víctima, ordena que el Ministerio
Público dirija sus acciones tomando en cuenta los intereses de la víctima, a quien
deberá brindar amplia asistencia y respeto. Le informará acerca del resultado de
las investigaciones y notificará la resolución que pone fin a su caso, aun cuando
no se haya constituido como querellante.
e. Argumentado en la necesidad científica y sociopolítica del servicio de atención a
víctimas, fue creado por Decreto de ley 90-94 y con fundamento en artículo 26 de
la ley orgánica del Ministerio Público, estableciendo que: Los fiscales de distrito
organizarán las Oficinas de Atención a la Víctima para que se encarguen de darles
toda la información y asistencia urgente y necesaria, creándose así en 1996 la
primera oficina de Atención a la Víctima dentro del Ministerio Público.
f. La víctima tiene derecho a la reparación del daño: La comisión de un hecho
delictivo da lugar también a un derecho a la reparación del daño. De conformidad
con el artículo 119 la responsabilidad civil comprende:
La restitución
La reparación de los daños materiales y morales
La indemnización de perjuicios
Así la víctima actualmente tiene la oportunidad de jugar varios papeles dentro del
proceso penal. La víctima tiene derecho a exigir la imposición de la pena o

99
derecho a la justicia, derecho a la reparación del daño causado por el delito,
derecho a la protección judicial efectiva por parte del Estado y derecho a la
información. Y a ser tratado como persona no únicamente como ente procesal.

EL ROL DE LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL GUATEMALTECO:


La víctima en el proceso interviene como un agente informal de control social, al
contribuir al descubrimiento del delito y del delincuente. Ahora bien no sólo esa es
su contribución, también lo hace al ayudar a la persecución penal del delincuente,
y de acuerdo a diferentes legislaciones su participación puede bien ser mayor o
menor, dependiendo del sistema procesal utilizado. Algunas de las funciones que
ejerce la víctima en el proceso penal son:
a. Iniciar el proceso, b. Coadyuvar con el Fiscal o Ministerio Público, c. Ser testigo
de cargo, d. Influir sobre la sentencia, e. Presentar y solicitar pruebas, f. Terminar
el proceso.

En el caso de Guatemala según la legislación ordinaría la víctima solamente


puede participar, si solicita su intervención formalmente como Querellante
adhesivo, si se refiere a delitos de acción pública, pues en aquellos delitos de
acción privada la víctima tiene el monopolio del ejercicio de la acción penal, para
ello debe constituirse como querellante exclusivo y de actor civil si se pretende el
ejercicio de la acción civil, con el auxilio obligatorio de un abogado colegiado
activo, caso contrario no puede hacer valer su derecho como tal, pero en un país
como Guatemala en donde la mayoría de la población es pobre, y que trabaja para
ganarse el sustento diario, cuando es víctima de un delito de acción privada
difícilmente puede hacer valer sus derechos como tal.

En el Código Procesal Penal la figura de querellante adhesivo se encuentra


regulada en el artículo 116, figura que en el capítulo anterior fue desarrollada,
estableciendo que para poder constituirse como tal es necesario que realice su
solicitud de forma verbal o por simple oficio dirigido al fiscal quien deberá
considerarlo y actuar de conformidad. Si 61 la víctima no solicita su intervención,
durante el desarrollo del proceso no tiene derecho a intervenir, lo cual contraviene
a lo estipulado en la CADH, en donde se establece que la víctima tiene derecho a
intervenir en el proceso según sus respectivos intereses, en igualdad de
condiciones que el acusado; lo cual implica que si desea participar se le debe de
considerar como sujeto procesal y no como objeto, pudiendo intervenir dentro del
proceso, buscando tutela judicial efectiva, y para ello es necesario que se le
permita el acceso sin ningún obstáculo o limitación.

Limitante que en el Código Procesal Penal es clara, pues a pesar de ser


reformado por el Decreto 18-2010, con el objeto de que la víctima tenga una
participación más activa dentro del proceso, el artículo 121 obstruye y coloca en
un papel de desigualdad a la víctima dentro del proceso pues permite que
cualquiera de las partes se pueda oponer a la intervención del querellante,
violando el principio de igualdad en el proceso. Otra limitante que encuentra la

100
víctima dentro del proceso es el derecho a obtener una reparación o
indemnización, pues aunque el Código Penal establezca que toda persona
responsable penalmente de un delito o falta, también lo es civilmente, para poder
ejercer este derecho es necesario que sea asistida por un abogado que la
asesore, lo que le ocasiona gastos adicionales al que le causo el hecho delictivo, y
debido a ello no ejerce dicho derecho.

Intervención de la Víctima en las Etapas del Procedimiento Común


1. Denuncia:
La primera intervención que hace la víctima dentro del proceso, es al momento de
interponer la denuncia ante las autoridades, según lo regulado en el artículo 297
del Código Procesal Penal, en ella se encuentra la potestad de accionar a los
órganos del estado para que se inicie el proceso. Ya dentro del proceso para que
la víctima se convierta en querellante adhesivo, deberá solicitarlo antes que el
Ministerio Público requiera la apertura a juicio o el sobreseimiento, ya que una vez
hecha, no se admitirá su solicitud por parte del juez. 62 La victima intervendrá en
las fases del proceso hasta sentencia, y estará excluido del procedimiento para la
ejecución penal. Una vez admitida su solicitud, si éste decidiera desistir o
abandonar su intervención en cualquier momento del procedimiento quedará
sujeto a las costas propias y a las que fije el tribunal al finalizar el procedimiento.
Este abandono o desistimiento produce imposibilidad de posterior persecución.

2. Al Declarar el Sindicado:
Gracias al decreto 18-2010, se le permite a la víctima estar presente al momento
que el sindicado declare, pues se deroga el artículo 83 del Código Procesal Penal
en donde facultaba al sindicado decidir si quería que estuviera presente en su
declaración la víctima.

3. Procedimiento Preparatorio
De conformidad con lo establecido en el artículo 316 del Código Procesal Penal la
víctima puede participar en todos los actos que practique el Ministerio Público sin
necesidad de que exista una citación previa, además de hacer acto de presencia
en las diligencias, también podrá tomar la palabra siempre y cuando tenga
autorización de que preside el acto.

4. Proponer Pruebas
Otras de las acciones a que tiene derecho la víctima como querellante adhesivo es
el de proponer medios de investigación, permitiéndole aportar aquellos datos que
sean necesarios para lograr una efectiva sentencia, y aunque inicialmente se deje
en manos del Ministerio Público aceptarlos o no, el querellante adhesivo, en caso
de negativa, podrá acudir ante el juez competente, a efecto de que los valore, esto
se encuentra regulado en el artículo 315 del Código Procesal Penal.

5. Participación en los Actos:

101
En cuanto a la participación en los actos, el artículo 316 del código, deja claro que
el Ministerio Público permitirá la asistencia del imputado, de los demás
interesados, de sus defensores o mandatarios a los actos que se practiquen, sin
citación previa. Aunque restringe a los asistentes el uso de la palabra, sin
autorización expresa.

6. Anticipo de Prueba:
Dentro de las facultades que tiene el queréllate adhesivo, según el artículo 116 del
Código Procesal Penal es la de solicitar, cuando lo considerare, la práctica y
recepción de pruebas anticipadas, la cual se encuentra regulada en el artículo 317
del mismo cuerpo legal, que establece que están facultados para solicitar dicho
diligenciamiento el Ministerio Público o cualquiera de las partes.

7. Procedimiento Intermedio:
El procedimiento intermedio tiene por objeto que el juez evalúe si existe o no
fundamento para someter a una persona a juicio oral y público, por la probabilidad
de su participación en un hecho delictivo o para verificar la fundamentación de las
otras solicitudes del Ministerio Público. Esta etapa es importante para la víctima
como querellante, es por eso que en necesaria su intervención, y de conformidad
con lo regulado en el artículo 337 del código la víctima podrá: a. adherirse a la
acusación del Ministerio Público, exponiendo sus propios fundamentos o
manifestar que no acusará; b. señalar los vicios fórmales en que incurre el escrito
de acusación requiriendo su corrección; y c. objetar la acusación porque omite
algún imputado o hecho o circunstancia de interés para la decisión penal,
requiriendo su ampliación o corrección. 64 En el caso que la víctima solicite el
pago de daños y perjuicios, en esta audiencia de conformidad con el artículo 338
del mismo cuerpo legal, deberá concretar detalladamente los daños emergentes
del delito cuya reparación pretende, indicando el importe aproximado de la
indemnización o la forma de establecerla.

8. Ofrecimiento de Prueba:
Esta es otra de las etapas en el proceso que puede intervenir la víctima, según lo
regulado en el artículo 343 del código el establece que “ofrecida la prueba, se le
concederá la palabra a la defensa y demás sujetos procesales para que se
manifiesten al respecto. Es importante resaltar que este artículo fue adicionado por
el Decreto número 18- 2010, ya que en el Código Procesal Penal este artículo fue
derogado por el Decreto número 79-97.

9. Debate:
En el momento del Debate son llamados a estar presentes, de acuerdo al principio
de inmediación; los jueces que dictaran sentencia, el Ministerio Público, el
acusado, su defensor y las demás partes o sus mandatarios. La ley deja claro que
si el actor civil o el querellante no concurrieran al debate se entenderá que
abandonaron la causa, sin perjuicio de poder ser llamados como testigos (Art. 354
CPP). Cosa distinta pasa con el tercero civilmente demandado, quien aunque se

102
alejare, el debate prosigue de tal forma que si estuviere presente. En cuanto a la
publicidad, el artículo 356 del CPP, concede un amplio escenario a la víctima al
permitir que en caso de afectar directamente el pudor, la vida o integridad física de
alguna de las partes aunada a otras circunstancias también de consideración
hacía ésta, el debate pueda ser realizado a puertas cerradas, evitando con ello
una sobrevictimización por parte del órgano judicial. Además se estipula que las
declaraciones del acusado, de los órganos de prueba y las intervenciones de
todas las personas que participan en él serán de forma oral. 65 Otro aspecto
importante que se observa durante el debate, es la intervención que puede llegar a
tener el querellante adhesivo al momento de efectuarse la lectura de los
dictámenes periciales, ya que éste tiene la facultad de exigir al tribunal la
declaración del perito en el debate.

10. Discusión Final y Clausura:


Esta es la última etapa en la que puede intervenir la víctima en el proceso, la cual
se encuentra regulada en el artículo 382 del Código Procesal Penal, pues se le da
la oportunidad como querellante o actor civil para que emita sus conclusiones.
2.13 Derechos que le Asisten a la Víctima Dentro del Proceso Penal Son varios los
documentos jurídicos internacionales elaborados por la Organización de las
Naciones Unidad en materia de víctimas, mismos que resumen las políticas
generales de protección victimal, y en especial, el papel que debe tener la víctima
en los contemporáneos sistemas procesales, dentro de los instrumentos jurídicos
internacionales se encuentran: la Declaración sobre los principios fundamentales
de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder, la Aplicación de la
Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de
delitos y del abuso de poder, Estatuto de la víctima en el proceso penal. Antes de
profundizar en cada uno de estos instrumentos se considera importante establecer
que artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, le brindan
protección a la víctima dentro del proceso:

Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros.
Artículo 2: 1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en
esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición. 2. Además, no se hará
distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país
o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país
independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónoma o
sometida a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de
su persona.
Artículo 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos
o degradantes.

103
ATENCIÓN INTEGRAL DE LAS VICTIMAS DE DELITO:
Instrucción 04-2014 (Protocolo de atención integral para las víctimas del delito)
Conjunto de acciones que ofrecen seguridad, confianza y protección a la persona
que ha sido víctima de un delito. Por su naturaleza son de carácter secuencial,
están relacionadas entre sí y responden de manera integral a las necesidades
físicas, psicológicas o emocionales, jurídicas, sociales, médicas de la víctima, con
miras a contener los efectos del delito y lograr su restablecimiento. Estas
acciones deben estar integradas en tres esquemas: Respuesta inmediata,
Acompañamiento y Expediente Único.

El primero, respuesta inmediata, está integrado por el conjunto de servicios que se


proporcionan desde el momento en que la víctima del delito tiene el primer
contacto con la institución; su misión es contener la situación de crisis y
salvaguardar la integridad física y emocional de la víctima.

El acompañamiento, es una acción que se inicia una vez resuelto un estado de


crisis y su objeto es orientar y, en su caso conducir a la víctima hacia los servicios
y procesos que han de seguir para denunciar el delito, coadyuvar en la
investigación criminal y, en su caso, ante el Organismo Judicial. Es un servicio
que se presta durante toda la investigación y en las diferentes etapas del proceso
penal hasta su total resolución.

A través del Expediente Único, se establece un esquema que coordina el trabajo


del Ministerio Público y de las instituciones Públicas que participan en la atención
integral de la víctima del delito, a fin de que ésta se proporcione de manera
óptima; implica un proceso de coordinación intrainstitucional e interinstitucional
que facilita la investigación criminal, el acoplo de pruebas confiables y el
conocimiento ordenado de los hechos, las etapas de investigación y las fases del
proceso penal, al tiempo que es un elemento que facilita la atención integral de la
víctima del delito en los diferentes servicios y evita la victimización secundaria.

RED NACIONAL DE DERIVACIÓN PARA ATENCIÓN A VÍCTIMAS:


Se le denomina así, al conjunto de organizaciones multidisciplinarias,
gubernamentales, no jurídica, de los diferentes departamentos de la República de
Guatemala, que proporcionan su apoyo y sus servicios especializados a todas las
personas que hayan sido víctima.

Redes de Derivación Locales:


Es el conjunto de organizaciones gubernamentales, organizaciones
internacionales y personas individuales o jurídicas que funcionan en la
circunscripción territorial de la fiscalía a la que está adscrita la Oficina de Atención
a la Víctima y que prestan atención a las víctimas referidas para esa oficina.

104
Objetivo:
Crear mecanismos de identificación, respaldo, apoyo, compromiso social y
coordinación entre las organizaciones multidisciplinarias, gubernamentales, no
gubernamentales, organizaciones internacionales y personas individuales o
jurídicas, para beneficio de la sociedad guatemalteca.

Integración:
Oficinas de Atención a la Víctima del Ministerio Público
Diferentes organizaciones multidisciplinarias, gubernamentales y no
gubernamentales
Organizaciones internacionales
Personas individuales o jurídicas que ya son parte de las redes locales.

Tipos de apoyo y servicios brindados:


Atención psicológica y/o psiquiátrica
Atención médica
Asesoría Legal
Albergue, alimentación vestuario, transporte.
Comunicación y promoción social
Servicios educativos
Capacitación laboral o de otro tipo
Servicios de Intérprete
Otros servicios afines.

Funciones de la Oficina de Atención a la Víctima.


Atención inmediata.
Diagnóstico victimológico en el área requerida (jurídica, médica, psicológica, social
o múltiple).
Información acerca de la denuncia, el procedimiento, evolución y seguimiento.
Enlace y acceso a los servicios en cada caso.
Detección de víctima, colaterales del delito y su adecuado tratamiento y atención.
Promoción de la interacción víctima-justicia, víctima-proceso.
Solución de conflictos mediante la ejecución de las formas alternativas y
voluntarias del sistema penal (mediación, conciliación, reconciliación).
Función preventiva con la participación de la víctima y las víctimas secundarias.
Prevención de la victimización terciaria.
Prevención de la revictimización y de la victimización secundaria.
Acompañamiento en los debates.
Medidas de seguridad en la víctima y su familia (Policía Nacional Civil).
Elaborar informes a los fiscales y jueces.
Apoyar la participación de la víctima antes, durante y después del proceso.
Colaborar con los fiscales en la obtención de recursos para producir mejores
medios de prueba para el debate.

105
Agilización de la denuncia principalmente en casos de menores, víctimas de abuso
sexual y/o maltrato infantil.
Mantener actualizada una red de derivación a los diferentes centros y organismos
de servicio a víctimas.
Mantener comunicación y coordinación constante con la Oficina de Derechos
Humanos, Procuraduría General de la Nación, Secretaría de Bienestar Social,
Fiscalía de la Mujer, Oficina de atención permanente del Ministerio Público,
Servicio Médico Forense, Policía Nacional Civil, Magistratura de menores, Servicio
de Trabajo Social y Comités de maltrato infantil en los centros nacionales de
hospitalización.
Capacitación permanente.
Análisis constante de resultados.
Las funciones de la oficina están dirigidas a disminuir el impacto inicial del delito,
promoviendo subsecuentemente la interacción entre la víctima y el sistema de
administración de justicia, la víctima y el infractor, manteniendo la participación
activa de la víctima en el proceso en un modelo de victimología preventiva,
restauradora y en muchos casos curativa.

ATENCIÓN INTEGRAL DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE


DELITOS:
El plan de intervención para la atención integral a las víctimas del delito debe
adaptarse a dichas circunstancias en los términos que siguen.

Niñas, niños y adolescentes víctimas del delito, en estos casos debe estarse a lo
ordenado en las instrucciones 09-2008 y 02-2013, para la implementación del
protocolo para la atención de la Niñez y Adolescencia Víctimas directas y
colaterales.

Dichas instrucciones se rigen bajo los principios constitucionales, procesales y de


derechos humanos contenidos en la legislación nacional e internacional,
especialmente por los siguientes:

Interés superior de la niñez y adolescencia, no revictimización, oficialidad,


celeridad procesal, interdisciplinariedad, reparación integral, multiculturalidad,
género, capacidad especial, confidencialidad y reserva, derecho de participación.

CÁMARA GESELL:
Es un área dividida en dos ambientes, en cuya parte divisoria existe una ventana,
denominado ventana reflexiva. El área que cuenta con ventana reflexiva, será
denominada sala de entrevistas y será utilizada para el desarrollo de la diligencia.
La otra área se denominará sala de observación y en ella se colocarán las
personas que sean autorizadas a presenciar la diligencia. Las salas estarán
conectadas por un sistema intercomunicación cada una será amueblada con
mobiliario que varía dependiendo del objeto por el cual van a ser destinadas.

106
La cámara Gesell se utilizará para realizar diligencias de investigación y
especialmente, entrevistas o declaraciones de víctimas directas o colaterales,
cuando se necesario disminuir el trauma psicológico o disminuir la victimización
secundaria cuando sea obligatorio conforme al reglamento o en los casos donde el
fiscal o auxiliar fiscal lo considere conveniente. Para su utilización tendrán
prioridad los asuntos que obedezcan a situaciones de cualquier tipo de violencia
física, sexual y/o psicológica, especialmente en los siguientes supuestos:
1. En casos de entrevista de niño, niña o adolescente se debe usar la cámara
Gesell, salvo cuando según criterio del psicólogo no sea conveniente, tomando en
cuenta las circunstancias del caso.
2. Cuando se trate de victimas de delito sexual o maltrato infantil, violencia
intrafamiliar, trata de personas entre otros.
3. Cuando la víctima directa o colateral tenga dificultad para comunicarse o casos
especiales en que la persona tenga alguna discapacidad y necesite atención
especial.
4. Uso por personas de la tercera edad en casos excepcionales a determinar por
el profesional a cargo.
5. Cuando sean diligencias programadas con niños, niñas o adolescentes en las
que sea necesario un seguimiento del caso, reconocimiento en fila de personas,
declaración en anticipo de prueba o bien la declaración dentro de audiencia de
debate y otros que surgieren y que se adecuen al uso de la cámara.
6. Mayores de edad que hayan sido víctimas de abuso sexual
7. Diligencias de investigación que por su naturaleza sea conveniente que sean
presenciadas por terceras personas, con conocimiento o noticia del entrevistado.
8. Diligencias de investigación que puedan realizar desde otras unidades del
Ministerio Público, tales como Oficina de Protección a Testigos, Fiscalía de Delitos
contra la Vida, Fiscalía contra el Crimen Organizado.

Principios:
Dirección funcional
La no revictimización
Interés superior del niño
Acceso a la Justicia
Igualdad
Debido Proceso.

107
9. DERECHOS DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLECENTE
La Constitución Política de la República de Guatemala, otorga vida jurídica a la
protección de los menores de edad en su artículo 51, en donde el Estado de
Guatemala se compromete a proteger la salud física, mental y moral de los
menores de edad, garantizando el derecho de alimentación, salud, educación,
seguridad y previsión social; de esa cuenta es que se arriba a la aprobación de la
LEY DE PROTECCION INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA, DECRETO
27-2003 del Congreso de la República de Guatemala, el cual es un instrumento
jurídico de integración familiar y promoción social, que persigue lograr el desarrollo
integral y sostenible de la niñez y adolescencia guatemalteca, dentro de un marco
democrático e irrestricto respeto a los derechos humanos.

Es deber del Estado promover y adoptar las medidas necesarias para proteger a
la familia, jurídica y socialmente, así como garantizarle a los padres y tutores, el
cumplimiento de sus obligaciones en lo relativo a la vida, libertad, seguridad, paz,
integridad personal, salud, alimentación, educación, cultura, deporte, recreación y
convivencia familiar y comunitaria de todos los niños, niñas y adolescentes.

Para los efectos de esa Ley se considera niño o niña a toda persona desde su
concepción hasta que cumple trece años de edad, y adolescente a toda aquella
desde los trece hasta que cumple dieciocho años de edad.

PRINCIPIOS:

Se establecen los siguientes principios rectores para la niñez y adolescencia:


Unidad e integridad de la familia;
Protección económica, jurídica y social
Interés superior de la familia;
No-discriminación, equidad e igualdad de oportunidades;
No institucionalización de la niñez y adolescencia;
Responsabilidad compartida para la efectividad de los derechos;
Participación de la niñez y adolescencia.

Unidad e integridad de la familia


Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a ser criado y educado en el seno de
su familia y excepcionalmente en familia sustituta. La familia es la principal
responsable del cuidado, protección y desarrollo integral de la niñez y
adolescencia, es el espacio idóneo para la satisfacción de las necesidades
básicas, la seguridad emocional y el desarrollo moral y espiritual de las personas.
Por distintas razones o circunstancias, los niños, niñas y adolescentes pueden
vivir dentro de una familia uniparental, una familia extendida o una familia nuclear,
independientemente de con quién vivan los niños, niñas y adolescentes, tanto el
padre como la madre tienen obligaciones comunes y responsabilidades

108
compartidas, así como derechos para la crianza, desarrollo y orientación
apropiada de sus hijos e hijas.

Protección económica, jurídica y social


El conjunto de derechos individuales, económicos, sociales, políticos y culturales
reconocidos por la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, son
universales, indivisibles e interrelacionados, son aplicables para todos los niños,
niñas y adolescentes que no han cumplido los 18 años de edad y que se
encuentren viviendo en el territorio nacional. La niñez y adolescencia requiere de
una protección integral para prevenir y evitar que sus derechos sean violados o
amenazados. En caso de que sus derechos hayan sido vulnerados, se deberá
buscar su restitución, incluyendo la rehabilitación y reinserción familiar y social de
ser necesarias, así como la deducción de responsabilidades a quienes resulten
responsables de su incumplimiento.

Interés Superior de la niñez


Toda acción deberá promover la equidad e igualdad de oportunidades para el
desarrollo de las potencialidades y capacidades de la niñez y adolescencia, en
particular de aquellos grupos que se hallen en desventaja y/o vulnerabilidad, para
ir superando las brechas que puedan existir por cuestión de género, etnia,
residencia u otro motivo. Este principio no hace referencia a un interés particular o
individual, es un principio jurídico-social de aplicación preferente en la
interpretación y en la práctica social de cada uno de los derechos humanos de las
niñas, niños y adolescentes.

El interés superior del niño es una garantía que se aplicará en toda decisión que
se adopte con relación a la niñez y la adolescencia, que deberá asegurar el
ejercicio y disfrute pleno de sus derechos, respetando sus vínculos familiares,
origen étnico, religioso, cultural y lingüístico, teniendo siempre en cuenta su
opinión en función de su edad y madurez.

No-discriminación, equidad e igualdad de oportunidades


Los derechos son para todos los niños, niñas, sin discriminación alguna, por
razones de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional, étnico o social,
posición económica, discapacidad física, mental o sensorial, nacimiento o
cualquier otra índole o condición de éstos, de sus padres, familiares, tutores o
personas responsables. A los niños, niñas y que pertenezcan a grupos étnicos y/o
de origen indígena, se les reconoce el derecho de vivir y desarrollarse bajo las
formas de organización social que corresponden a sus tradiciones históricas y
culturales, en tanto éstas no sean contrarias al orden público, y el respeto debido a
la dignidad humana.

No institucionalización de la niñez y adolescencia


La protección integral de la niñez y adolescencia demanda del Estado el
establecimiento de programas de fortalecimiento a la familia, para evitar al máximo

109
la institucionalización de los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en
situaciones de vulnerabilidad y/o sujetos a procedimientos administrativos o
judiciales. La institucionalización en sí misma es una violación a los derechos
humanos de la niñez y adolescencia porque les separa de sus familias, les priva
de la libertad y les despersonaliza.

Responsabilidad compartida para la efectividad de los derechos


Es deber del Estado promover y adoptar las medidas necesarias para proteger a
la familia, jurídica y socialmente, así como garantizarle a los padres y tutores, las
condiciones para el cumplimiento de sus obligaciones en lo relativo a la vida,
libertad, seguridad, paz, integridad personal, salud, alimentación, educación,
cultura, deporte, recreación y convivencia familiar y comunitaria de todos los niños,
niñas y adolescentes.

Participación de la niñez y adolescencia


A la niñez y adolescencia, debe orientarse a efecto fortalecer sus capacidades
para participar y expresar sus opiniones, desarrollar su autoestima, confianza y
seguridad, conocimientos y aptitudes para la búsqueda de soluciones, toma de
decisiones, resolución de conflictos, organización, liderazgo, y comunicación. La
niñez y adolescencia forman parte activa en la conformación de su entorno
familiar, escolar y comunitario, por lo que tienen derecho a contribuir con sus
aportes, ideas y energías al desarrollo de sí mismos y de su entorno. A los adultos
les corresponde respetar, fomentar, escuchar y tomar en cuenta las opiniones de
los niños, niñas y adolescentes.

DERECHOS

La Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia y la Convención sobre


los Derechos del Niño, reconocen el conjunto de derechos individuales, sociales y
culturales para todos los niños, niñas y adolescentes, así como los de protección
especial para la niñez y adolescencia en situaciones de vulnerabilidad. En la Ley
de Protección Integral se desarrollan también los deberes y responsabilidades que
todos los niños, niñas y adolescentes deben asumir y cumplir frente a sus familias
y la sociedad.

Todos los niños, niñas y adolescentes desde cero hasta los dieciocho años de
edad tienen derecho a:
La vida, la familia, nombre, nacionalidad, salud, educación, cultura y recreación;
Gozar de identidad, libertad, igualdad, respeto y dignidad;
Crecer con un nivel de vida adecuado;
Organizarse, participar, opinar y ser tomados en cuenta;
Ser protegidos de la discriminación y exclusión;
Ser protegidos de toda forma de maltrato, violencia y abuso;
Ser protegidos de todas las formas de explotación económica;
Ser protegidos de toda información y material perjudicial para su bienestar;

110
Ser protegidos de los desastres y conflictos armados;
Ser protegidos del tráfico, secuestro, venta y trata;
Ser protegidos del VIH/SIDA;
Gozar de garantías en procesos judiciales y/o administrativos;
Que la tierra se proteja para ellos y ellas.

Siendo los derechos fundamentales los siguientes:

Vida. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho fundamental a la vida. Es


obligación del Estado garantizar su supervivencia, seguridad y desarrollo integral.

Igualdad. Los derechos establecidos en esta Ley serán aplicables a todo niño,
niña o adolescente sin discriminación alguna, por razones de raza, color, sexo,
idioma, religión, origen nacional, étnico o social, posición económica, discapacidad
física, mental o sensorial, nacimiento o cualquier otra índole o condición de éstos,
de sus padres, familiares, tutores o personas responsables.

Integridad. Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a ser protegido contra
toda forma de descuido, abandono o violencia, así también a no ser sometido a
torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Libertad. Los niños, niñas y adolescentes tienen el derecho a la libertad que les
confiere la Constitución Política de la República, tratados, convenios, pactos y
demás instrumentos internacionales aceptados y ratificados por Guatemala y la
legislación interna.

Goce y ejercicio de derechos. El Estado debe garantizar la protección jurídica de


la familia. Los niños, niñas y adolescentes deben gozar y ejercitar sus derechos en
la medida de su desarrollo físico, mental, moral y espiritual dentro del marco de las
instituciones del derecho de familia reconocidas en la legislación.

Identidad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a tener su identidad,


incluidos la nacionalidad y el nombre, conocer a sus padres y ser cuidados por
ellos, las expresiones culturales propias y su idioma. Es obligación del Estado
garantizar la identidad del niño, niña y adolescente, sancionando a los
responsables de la sustitución, alteración o privación de ella. Los niños, niñas y
adolescentes tienen el derecho de no ser separados de su familia, sino en las
circunstancias especiales definidas en la ley y con la exclusiva finalidad de
restituirle sus derechos.

Respeto. El derecho al respeto consiste en la inviolabilidad de la integridad física,


psíquica, moral y espiritual del niño, niña y adolescente.

Dignidad. Es obligación del Estado y de la sociedad en su conjunto, velar por la


dignidad de los niños, niñas y adolescentes, como individuos y miembros de una

111
familia, poniéndolos a salvo de cualquier tratamiento inhumano, violento,
aterrorizador, humillante o constrictivo.

Petición. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a pedir ayuda y poner en
conocimiento de cualquier autoridad en caso de violación o riesgo de violación de
sus derechos, la que estará obligada a tomar las medidas pertinentes.

Derecho a la familia. Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a ser criado y
educado en el seno de su familia y excepcionalmente, en familia sustituta,
asegurándole la convivencia familiar y comunitaria, en ambiente libre de la
presencia de personas dependientes de sustancias alcohólicas y psicotrópicas
que produzcan dependencia.

GARANTÍAS FUNDAMENTALES

Asegurar a la niñez y adolescencia vulnerada en sus derechos, que en los


procedimientos administrativo y/o judicial a los que estén sujetos, se apliquen las
garantías procesales establecidas en la Ley de Protección Integral, se busque la
restitución de sus derechos violados y se promueva su reinserción social y
familiar.

Asegurar a la adolescencia en conflicto con la ley penal, que en los


procedimientos judiciales y/o administrativos a los que estén sujetos, se apliquen
las garantías procesales, sanciones socioeducativas acordes a la falta cometida, y
se promueva su reinserción social y familiar, de acuerdo con lo establecido en la
Ley de Protección Integral.

PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

MENORES VÍCTIMAS:
MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL:

Leer la LEY DE PROTECCION INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA,


DECRETO 27-2003

Leyes Nacionales y Convenios Internacionales.

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10. DERECHOS HUMANOS
Los derechos humanos son garantías esenciales para que podamos vivir como
seres humanos. Sin ellos no podemos cultivar ni ejercer plenamente nuestras
cualidades, nuestra inteligencia, talento y espiritualidad.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es la piedra angular en la
historia de estos derechos. Fue redactada por representantes de procedencias
legales y culturales de todo el mundo y proclamada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en su Resolución del 10 de diciembre de 1948, en París,
como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse.
Mediante ésta Declaración, los Estados se comprometieron a asegurar que todos
los seres humanos, ricos y pobres, fuertes y débiles, hombres y mujeres, de todas
las razas y religiones, son tratados de manera igualitaria.
Establece que los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y
que tienen derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona, a la libertad
de expresión, a no ser esclavizados, a un juicio justo y a la igualdad ante la ley.
También a la libertad de circulación, a una nacionalidad, a contraer matrimonio y
fundar una familia así como a un trabajo y a un salario igualitario.
Desde su adopción, la Declaración Universal de los Derechos Humanos se ha
traducido a más de 360 idiomas (es el documento más traducido del mundo) y ha
sido fuente de inspiración para las constituciones de muchos Estados que se han
independizado recientemente y para muchas democracias nuevas.
Aunque no forma parte del derecho internacional vinculante (es decir, de
aplicación obligatoria), gracias a su aceptación por países de todo el mundo ha
adquirido un gran peso moral.
Las Naciones Unidas también han aprobado muchos tratados que obligan
jurídicamente a los Estados a garantizar los derechos fundamentales de sus
ciudadanos. Los más importantes son: el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos y sus dos Protocolos Facultativos (sobre el procedimiento de quejas
individuales y la pena de muerte) y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y su Protocolo Facultativo.
La Declaración, junto con esos dos Pactos y sus Protocolos, constituyen la Carta
Internacional de Derechos Humanos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) es considerada
generalmente el fundamento de las normas internacionales sobre derechos
humanos. Aprobada hace casi 60 años, la DUDH ha inspirado un valioso conjunto
de tratados internacionales de derechos humanos legalmente vinculantes y la
promoción de estos derechos en todo el mundo a lo largo de las últimas seis
décadas. Además, sigue siendo una fuente de inspiración para cada uno de
nosotros, ya sea en momentos de conflicto, en sociedades que sufren represión,
en la lucha contra las injusticias, y en nuestros esfuerzos por lograr el disfrute
universal de los derechos humanos.
La Declaración supone el primer reconocimiento universal de que los derechos
básicos y las libertades fundamentales son inherentes a todos los seres humanos,

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inalienables y aplicables en igual medida a todas las personas, y que todos y cada
uno de nosotros hemos nacido libres y con igualdad de dignidad y de derechos.
Independientemente de nuestra nacionalidad, lugar de residencia, género, origen
nacional o étnico, color de piel, religión, idioma o cualquier otra condición, el 10 de
diciembre de 1948 la comunidad internacional se comprometió a defender la
dignidad y la justicia para todos los seres humanos.
Con el tiempo, los tratados internacionales de derechos humanos se han ido
centrando y especializando tanto en los temas que abordan como en los grupos
sociales que precisan de su protección. La legislación relativa a los derechos
humanos sigue creciendo y ampliando los derechos y libertades fundamentales
que figuran en la Carta Internacional de Derechos Humanos, abordando asuntos
como la discriminación racial, la tortura, las desapariciones forzosas, las personas
con discapacidad, y los derechos de la mujer, los niños, los migrantes, las
minorías y los pueblos indígenas.
A través de la ratificación de los tratados internacionales de derechos humanos,
los gobiernos se comprometen a poner en práctica medidas y leyes nacionales
compatibles con los deberes y obligaciones inherentes a esos tratados. En
consecuencia, el sistema jurídico interno proporciona la principal protección
jurídica de los derechos humanos garantizados por el derecho internacional.
Cuando los procedimientos jurídicos nacionales no solucionan las violaciones de
derechos humanos, existen mecanismos y procedimientos a escala regional e
internacional para atender las denuncias individuales y de grupo, con miras a velar
por que se respeten, apliquen y hagan cumplir a escala local las normas
internacionales en materia de derechos humanos.

GRUPOS CON CONDICIONES ESPECIALES DE VULNERABILIDAD

El fenómeno de la violencia en Guatemala es transversal, afecta a toda la


sociedad y a todos los grupos. En adición al contexto de violencia e inseguridad,
se observa la situación de quienes por su rol en la sociedad o su especial
vulnerabilidad debido a una discriminación y exclusión histórica, sufren un impacto
diferenciado. En esta especial situación se encuentran aquellas personas que en
Guatemala defienden los derechos humanos incluidas autoridades y líderes
indígenas, ambientalistas, líderes sindicales, operadores de justicia, entre otros.
Así también, las mujeres; los niños, niñas y adolescentes; los periodistas; los
migrantes y refugiados; la población LGBTI, las personas con capacidades
especiales y las personas privadas de libertad.

Los grupos vulnerables son aquellos grupos que por sus condiciones sociales,
económicas, culturales o psicológicas pueden sufrir maltratos contra sus derechos
humanos. Dentro de éste grupo se encuentran insertas las mujeres, personas de
la tercera edad, personas con capacidades especiales, mujeres, niños, pueblos
indígenas, personas con enfermedades mentales, personas con VIH/SIDA,
trabajadores migrantes, minorías sexuales y personas detenidas.

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El concepto de vulnerabilidad se aplica a aquellos sectores o grupos de la
población que por su condición de edad, sexo, estado civil y origen étnico se
encuentran en condición de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y
acceder a mejores condiciones de bienestar.

MUJERES

Diversas organizaciones internacionales y nacionales se han pronunciado


enérgicamente sobre la gravedad del problema de la violencia contra las mujeres
en Guatemala y el contexto general de impunidad ante estos hechos. La CIDH ha
manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación ante la prevalencia de este
tipo de violencia. El Femicidio en Guatemala habría aumentado en un 400% entre
2001 y 2010. Este grave problema que aqueja a la sociedad guatemalteca se
traduce en la falta de debida diligencia por parte del Estado en prevenir, investigar
y sancionar actos de violencia contra las mujeres en un contexto de agudización.

En el 2001, la CIDH indicó que una de las limitaciones serias que afectaba el
diseño de respuestas efectivas a la violencia por razones de género en el país era
la falta de información clara sobre la magnitud precisa del problema. En el 2003, la
CIDH reiteró que, a pesar de la dificultad de obtener estadísticas claras, se había
registrado en el país un aumento de asesinatos de mujeres sin que fueran
debidamente investigados y sancionados los responsables. En el 2004, la
Relatoría sobre los Derechos de las Mujeres de la CIDH, a propósito de una visita
de trabajo a Guatemala, señaló que varias fuentes indicaban que existía un
agravamiento en el grado de violencia y ensañamiento ejercidos contra los
cuerpos de muchas de las víctimas. En el 2012, la CIDH reiteró que los altos
niveles de violencia contra las mujeres que se registraban en Guatemala eran un
tema de profunda preocupación. En la oportunidad, se indicó que, según cifras del
Ministerio Público, la violencia contra las mujeres era el delito más denunciado,
con más de 40.000 denuncias de violencia por año.

En relación a las iniciativas adoptadas para abordar la inseguridad en Guatemala,


el Estado detalla las siguientes medidas específicas para proteger a las mujeres:
Política Nacional para la Promoción integral de la Mujer (PNPDIM); Programa de
Prevención y Erradicación de la Violencia Intrafamiliar PROPEVI); Plan de
Equidad de Oportunidades 2008-2023; Plan de Formación Integral de Defensoría
de la Mujer Indígena; Implementación de Pactos Municipales con Equidad en
cuatro departamentos, a través de las oficinas municipales de la Mujer; Plan
Estratégico Institucional de Género y Etnia, para el ejercicio de los derechos
humanos de las mujeres indígenas 2011-2015; además la labor emprendida por la
Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público; el Instituto de la Defensa Pública Penal
(IDPP); la Unidad de Delitos Sexuales de la División Especializada en
Investigación de la Policía Nacional Civil, y la participación en esfuerzos regionales
como el Proyecto Regional de la Prevención de la Violencia contra la mujer, trata y
Femicidios.

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NIÑOS, NIÑAS Y ADOLECENTES:

En Guatemala casi la mitad de la población, cerca de 6.7 millones, son niños,


niñas y adolescentes menores de 18 años de edad.

La situación de los niños, niñas y adolescentes en Guatemala ha sido una


constante preocupación para la CIDH. Múltiples son los factores que han afectado
y afectan a este grupo de especial vulnerabilidad.

El conflicto armado interno que tuvo una larga duración (1960- 1996) afectó
profundamente la niñez guatemalteca, además, el enfrentamiento armado dejó un
número importante de niños huérfanos y desamparados, especialmente entre la
población maya, que vieron rotos sus ámbitos familiares y malogradas sus
posibilidades de vivir la niñez dentro de los parámetros habituales de su cultura.

Los niños, niñas y adolescentes han continuado sufriendo la vulneración de sus


derechos humanos en forma sustancial por factores como: la situación
socioeconómica; la violencia intrafamiliar; la violencia colectiva (delincuencia
común, crimen organizado, pandillas o maras); y el incumplimiento por parte del
Estado de su deber de protección especial. Tales factores impactan en forma
grave en áreas como violencia e impunidad; migración; trata de personas;
derecho a la alimentación; trabajo infantil, niñez en instituciones, adopciones;
embarazos adolescentes; sistema de justicia juvenil; entre otros.

ADULTOS MAYORES:

Aquellas que cuenten con sesenta años o más de edad y que se encuentren
domiciliadas o en tránsito en el territorio nacional.
La DUDH establece que toda persona tiene derecho a la protección especial
durante su ancianidad, en tal sentido, los Estados se comprometen a adoptar de
manera progresiva las medidas necesarias a fin de llevar éste derecho a la
práctica y en particular a proteger al grupo de ancianos en condiciones de
vulnerabilidad; debiendo de proporcionar instalaciones adecuadas, alimentación,
atención médica especializada a las personas de edad avanzada que carezcan de
ella y no se encuentren en condiciones de proporcionárselas por sí mismo;
ejecutar programas laborales destinados a conceder a los ancianos la posibilidad
de realizar alguna actividad productiva, asimismo estimular la formación de
organizaciones para mejorar la calidad de vida de los ancianos.
PERSONAS CON CAPACIDADES ESPECIALES:
La situación de las personas con capacidades especiales en Guatemala ha sido
por largos años invisible, de hecho, la única vez que se realizó una encuesta para
obtener datos de personas con capacidades especiales fue en el año 2005, es

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imprescindible actualizar la información estadística con el objeto de impulsar
políticas públicas pertinentes en beneficio de esas personas.

Persona con capacidad especial es toda persona que presenta una deficiencia
física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita
la capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que
puede ser causada o agravada por el entorno económico y social, y que, al
interactuar con diversas barreras, pueden impedir su participación plena y efectiva
en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás

En cuanto a la legislación para enfrentar la violencia contra mujeres y niñas con


capacidades especiales, se pueden mencionar algunas, tales como: Ley de
Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, Decreto Legislativo 27-2003;
Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, Decreto
Legislativo 9-2009; Ley de Atención a las Personas con Discapacidad, Decreto
135-96; Ley Contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer,
Decreto Legislativo 22-2008; Ley de Atención a las Personas con Discapacidad,
Decreto Legislativo 35-96. Sin embargo, es de resaltar que no se tiene información
sobre las políticas especialmente diseñadas para prevenir y enfrentar la violencia
contra las mujeres y niñas con capacidades especiales y las prácticas
perjudiciales que pueden resultar en discapacidades.

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