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NUMERO 20 1DICIEMBRE 1968/ PRECIO S 55.

60
Pág.
INTRODUCCióN ••• . •••••• •• ••••••••••••• o• ~ ;• •• qee 3
EDITORIALES DE "MARCHA'' ••..••••••.•••••••'. • • • • • • • • 5
JURISDICCióN MARíTIMA
l. Captura del vapor "Fram " .••••••••••••••••••.•• 15
11. Curiosa teoría internacional .. .• •••••... .. ....••. • 17
111. El Tratado de 1828 ••....•• • ••• •••••••••• •••• • 19
IV. Reconocimiento de la soberanía oriental por los gobier~
nos argentino_s . . .. .......... . .................. ·.c.· ~ 21
DOS Edictones LOS CONFLICTOS DE 1907 Y 1908
sin fines de lucro a) Los barcos pesqueros . . . . .•.•••••••••••• • •• 23
de 14.000 ejemplares. b) El naufragio del vapor "Constituciqn:• .••••••••••• • • 25
e) las maniobras de la escuadra argentina .• • • • •••• • •• 26
DONACIONES .. 9.000
CORRENDO O VEO •••......... 33
Entregamos al costo a MARTJN GARCJA Y LA JURISDICCióN DEL PLATA
"Distribuidora Oriental" por Agustín de Vedia .•••.•.... . ..•.•••••••.•••••• Sl
4.000
LA JURISDICCióN DEL PLATA Y DEL URUGUAY
PRECIO DE VENTA por El.zear S. Giuffra , ~ t .. e .......... o • • •• ~ ~ ••••• ~ 'f, ~- o5
AUTORIZADO EL CONFLICTO ACTUAL
$45.- o la cancillería saca pecho,
por Carlos María Gutiérrez . . . ..•..•..••••• , , • , .• 75
o Declaración oficial de la cancillería
argentina de 6 de diciembre de 1968 . . . • • ...•• . 78
• Declaración de la Cámara de Representante$
del Uruguay de 13 de diciembre de 1968 . . . .•••••• 79
• Comentarios de la prensa argentina • • •••• •• ••• •• 9 79
LOS CONVENIOS VIGENTES
l. El Protocolo Ramírez • Sóenz Peño .•...••• , • , • • • 8fi
11. Declaración conjunta con la Argentina,
notas presentadas por diversos países a
raíz de la misma y respuestas dadas . . . • • . . . .• , • 86
111 . El Protocolo del Río de la Plata de 1964
por Héctor Gros Espiell . . . • . . . . . . . . . . • . • • . • • • • • 99
iV. El texto del Protocolo del Río de lo PI cita • • • • • • • • • • 105
EL ESTATUTO DEL RfO DE LA PLATA
por Felipe H. Paolillo •. S • Q • ., •• i' • ~ •• ~ .... 9 , • ~ 9 $ •• 9 V e 111
l.

STE Cuaderno pretende dar una p1·imera visión del problema ~ de los pro-
E blemas del Río de la Plata.
Los textos que publicamos pueden agruparse as{:
1) Lo$ articulas aparecidos últimamente en MARCHA sobre el probl~
mn general que se titulán "Nuestro Rlo de la Plata" y "De 1908 a 1968"
y sobre el conflicto que acaba de suscitarse: "La cancillet·ia saca pecho".
JI) El texto del en su ttempo ( 1908) famoso y hoy olvtdado folleto
"Cm·rendo o v eo" apm·ecido en Brasil, que contien e la conferencia atribuida
al ca ncilln- Zeballos sob1·e las pre tension es argentmas respecto al R lo de la
Plata.
fll ) Tres estudios de o tros tau tos a11tores:
- Los artiCtt los del capitán de navío Jorge Bayley, jefe entonces de nues·
tra mm·ina, aparecidos a fi?tes del siglG pasado, poco conocidos sin duda y
que ronseman toda frescu ra y m antien en m vigencia.
- L as pdginas que Agustin de Vedia en 1908, die% años d espués de los
esn·itos de Bayley, dedtcara al R í o de la Plata.
-La conferencia del profesor Elu ar Gtttffra sobt·e el R ío de la Plata
desde el punto de vista geográfico, pronunciada en 1916.
lV) Todos los documentos dzplomáttcos rela cionados con el tema:
- Los decretos de 1907 referidos a la pe$ca.
-Las notas intercambiadas con la cancillet·ía m·gentina con motiv o del
nattfragio del vapor "Constitución" (1907 ).
-Los -partes, comunicaciones, protest({s y notas que refieren a las mani o-
bras de la escuadra argentina en aguas furisdiccwnales uruguayas (1908).
- El Protocolo de 1910~ firmado por Gonwlo Ramire% y Roque Sáenx
Peña.
-La declaración de 1961 sobre la fi jación del limite exterior d el R io
d e la Plata y fas notas que, en la ocasión, presentaron los gobiernos de Es-
PAO• •
201 CICIE: M BRE t e6~
1114of l1tlfllo1, Groft Bretaffa? Francia 'Y Holanda eo,. la ~spuesttU d• """,_
1m cancillerla.
-El Pt·otocolo de 196~ s~bre t·elevar:úento integral del Río de la Plata
' .'
' ltu notas que, con postertortdad a la (arma de ese documento se canjearon
~rstre nuestra canciller/a y la embajada argentina en Uruguay.
-La (leclaración de la cancillerla argentina de 6 de diciembre de 196//.
~f-a declaración de la Cámara de Rep,·esentantes del Uruguay de 13
* drcrembre de 1968 y como anexo los comentarios de la prensa argentina.
~) Un estudio del doctor Gros Espiell so.bre el Protocolo de 1964 y un
W'a~a¡o, el más completo que conocemos, escrrto por el profesor Paolillo es-
peaalmente para ."Cuadernos de Marcha" sobre el problema general, sus a1i-
tecedentes? las tests en pugna y las soluciones probables.
Cree'?"~s que as{, el lec~or dispondrá de todos los elementos para for-
marse opm,ón. No ha de olvu!ar, sm embargo, la presencia y acción de otros
factores.
Como todos los de la misma índole, el problema del Río de [a . Plata. ·
no es un. problema exclusiv_arr:ente juridico. Lo es también político: A'· tra- :..
11és del ttempo las caractensttcas del enfrentamiento siguen siendo las mis-· . • 1 _: •

mas; pero algunas fuer~a.s han dejado de tener gravitación, otras han ocupa-
do su lugar y nu.evas dtftcultades han surgido. .
En 1908, lnglatet'ra y Brasil tenian intereses específicos en el' Rlo de la ·
Pla~a. En. 1969 lnglaterm ha desaparecido del escenario y en cambio, Estados
Unzdos e¡e;ce sobr~ toda América Latina y mds y mds sobre esta región del
Plata una tnfluencza absm·bente y dominadora.
nUESTRO RIO DE LA PLATA est~ g:og~a.fía. El prin-
Por otra parte, la discusión ya no versa sólo, como antaño, sobre la pesca
l A cipio,
política internacional de un país, ordenad.a por la
reacuñado por Napoleón, es b1en _conoc~do
.. Un. prm~1p10 no. puede
O sobre los canales que ~an acceso a Buenos Aires o sobre la jurisdicción de
abarcar toda la compleja vastedad de las relac10nes mternacwnales, pero s1rve de
las aguas. Ahora, se ha mcorporado al debate el dominio del subsuelo qtte guía. Este problema de la jurisdicción del Plat~ que ahor~ vuelve a aso~ar, es
uno de los problemas tabúes del Uruguay. V1ene de leJOS, de. muy leJOS. Y
'sas aguas recubren. En el subsuelo estd o puede estar el petróleo. El ha~
algún día habrá que encar'arlo y resolverlo, aunq~e pueda e:phcarse, no ~bs·
llazgo de fJ.etróleo en el lecho del rio, podr{a transforma,· nuestras economías·
pero tambrén ahondar la cuña imperial en nuestras patrias. • tante, el silencio guardado frente a él. La prudencia, el esnob1smo, :t descutdo
o la ignorancia de las raíces nacionales, han contado entre los motlvos, respe-
El Río de la Plata es nuestro, nuestro hasta la mitad y nada debemos tables unos, condenables otros, de nuestra pasividad.
~~der de nuestros claros derechos; pero hemos de cuidar con la mayor aten- El conflicto viene de lejos, repetimos y sin perjuicio de volver sobre el tem:'
ftdn, no caer en Guatepeor por escapar 4 Guatemala. y de mostrar aquí. o en un próximo Cuaderno de Marcha con la mayor amph·
tud los antecedentes· y las tesis en presencia, nos limitaremos· hoy a recordar
hechos más cercanos.

' HACEFuejustamente sesenta años que se produjo un conflicto similar al actual.


durante la presidencia de Williman que asumió al poder 1 de ~~ 2

marzo de 1907. Pocos meses después, dos incidentes se plantearon: pnmero la


pesca con bou de naves a·rgentinas en aguas uruguayas; casi enseguida el nau·
fragio del vap~r "Constitución" de bandera argentina, a dos kilómetros y medio
de la costa uruguaya. "Una de las empresas de salvataje del Puerto de Mon_-
tevideo -dice Acevedo- salió en auxilio del «Constitución•. Pero la auton•
dad argentina rechazó a viva fuerza la prestación de auxilios, invocando que
sólo a ella correspondía intervenir en el salyataje."
"Fue un atentado que produjo enorme excitación en Montevideo. El can·
ciller uruguayo, doctor Jacobo Vareta Acevedo, que ~es~ba entabl~r el re-
clamo en forma enérgica, que no concordaba con el cnteno del pres~dente de
la república, presentó renuncia indeclinable de su cargo. Los estudtantes de
la universidad promovieron en el acto un gran mitin de protesta contra el pre-
sidente y de adhesión al ministro renunciante."
En el incidente chocaban dos doctrinas. Era presidente de la Argentina el
doctor Figueroa Alcorta ministro de Marina el contralmirante Betbeder y mi•
nistro d-e Relaciones E~teriores el doctor Estanislao Zeballos. Las dos "doctri·
nas'' o las dos posiciones pueden resumirse así: la cancillería argentina recia
1
eUACERNOS C~ MARCHA
NUMEtRQ 210 1 DICI&:MEIRIC ,e ea PAe. rl
maba de~os sobre el canal; Uruguay postulaba la Jinea media equidistante
de las dos uberas. f;xteriores de la República Argentina, docto!' Estanistuo Z.eballo~ y manuestarle
El episodio no tuvo consecuencias y fue cerrado con un cambio de notas )n profunda extrañeza que le ha causado ~ este ?o~ierno el hecho. de qu.e una
entre nuestro ministro en la Argentina, Eduardo Acevedo Díaz y el canciller parte de la escuadra argentina, en evoluciOnes tactlcas, haya realiZado s~ula·
Zeballos. eros de combate a pocas millas de nuestra costa, e~ aguas de ~uestra i~d1scu·
. ''La intervención tomada por la autoridad argentina -dijo Acevedo Díaz- tibie jurisdicción, sin haber dado a nuestras auto~dades e~ av1so prevto que
lesi.ona '!uestra soberanía y el gobierno oriental considera necesario obtener la correspondía, tanto más que esas operaciones han s1do pr~ctlcadas de n~oche, a
satisfacción que naturalmente procede." corta distancia de Montevideo, de modo que el estamp1do de los canones y
"Las autoridades de Martín García, respondió Zeballos han ejercido el también las señales de los focos eléctricos debían alarmv, .como .han alarmado,
derecho de policía fluvial que les corresponde y no resulta por' consiguiente lesio- a los moradores de la costa sur de la ciudad, donde as1m1smo tiene su cuartel
nado el decoro o la soberanía de la nación herma8 a." uno de los cuerpos de la guarnici6n."
. ~ep}icó Acevedo Dí~~: "El gobierno oriental considera que está bajo su "BIEN SE COMPRENDE QUE SI NUESTRO . PAfS -agregaba- ASt
jumdiCCIÓn soberana .el Sitio en q';le se .~rodujo el naufragio y no puede confor- COMO TIENE EL DERECHO SOBRE ESAS AGUAS, TUVIERA LA FUER-
marse, en conse~uenc1a, con la afumac10n que hace el gobierno de V.E. según ZA PARA HACERLAS RESPETAR, FAdiL HUBIERA SIDO UN CON·
1~ cual 11:\s autondades argentinas habr.fan ejercido allí el derecho de policía flu- FLICTO ORIGINADO POR ESE OLVIDO DE NUESTRA SOBERANíA
VIal que les corresponde. La República Oriental expresa a este respecto su for- Y POR LA ACCióN QUE UNA' SORPRESA SEMEJANTE HUBIERA PO·
mal disentimiento y sin el propósito de sostener un debate más prolongado de- DIDO DETERMINAR DE PARTE DE ~UESTROS ELEMENTOS DEFEN-
elara, que el derecho referido pertenece a sus autoridades". ' SlVOS. Sin embargo, como esta omisión se produce a t'aÍz de otras. a!lálogas,
E] debate quedó interrumpido; pero, en verdad, Zeballos no improvisaba. aunque de menor importancia, V.S. debe agregar, en la forma defmtda que
Un .ano antes, en 1906, había sostenido en una reunión secreta convocada con corresponde, QUE SI ESTE GOBIERNO NO TIENE A SU DISPOSIOióN
mottvo de las amenazas de guerra entre Argentina y Brasil que el dominio de MEDIS MATERIALES PARA DESPLEGARLOS COMO SlGNOS DE LA
la República Oriental sobre el Río de la Plata sólo se extendía "hasta la línea SOBERANíA NACIONAL, EN LA LINEA DE SU JURISDICOlóN, TAM·
de las m~reas más bajas". El Río de la Plata era pues, argentino. Ese discurso POCO ESTA DISPUESTO A TOLERAR EN SILENCIO EL DESCONOCI·
fue c~no;1do por Acevedo Díaz que ~o publicó en folleto en 1908, al tiempo que

MIENTO DE SUS DERECHOS, QUE HIERE DOBLEMENTE LA SUSCEP·
otro InCidente m~s gra~e. aú'! se planteaba. Zeballos y Betbeder seguían ocu· 1 TrBILIDAD PATRióTICA, PORQUE LA INCONSTDERACióN PARECE·
pand? sus respectivos ~mstenos en la Argentina; Acevedo Díaz había dejado la R fA AMPARADA EN UN ABUSO DE LA FUERZA." (Los subrayados son
legaCI~n en B.ut;nos An:e~ y a cargo de la misma estaba Pérez Gomar y aquí, nuestros. Todas las citas que preceden y las que siguen eRtán tomadas de la pu-
Antoruo Bachiru era rmmstro de Relaciones blicación oficial dispuesta por el ministerio. ) . .
El 24 de abril, Pérez Gomar hace saber a Bachm1 el resultad~ de la e?tre·
1\ mediados de abril de ese año 1908, algunas unidades de la flota argentina vista con Zeballos: "El señor ministro doctor Zeballos ley6 en mt . pre~enc1a ~1
realizar?? diversas maniobras entre la I sla de Flores y el Banco Inglés. memorándum y los partes referidos (lo~ ?e Beroqui 'j los d~ Bazz¡com) man}·
Una com1s1Ón encabezada por el ayudante Pedro I. Beroqui, fue despachada festándome que pondría todo en conoc1mtento del senor presidente de la repu·
al l~?ar por el. c?mandante de ~~rina, teniente coronel Guillermo Lyons. blica . y que podda desde ya adelantarme. que en ~1 hecho aludido no ha habtdo
En cumphm1ento de la comlS16n que me fue confiada -dijo aquél- em- la menor intención de ofender al país vecmo y am1go al proceder ele a~uel modo
barqué en la mañana de hoy ( 16 de abril) 2.45 a.m. en el vapor Atlántico para parte de la escuadra argentina, «DENTRO DE SUS CANALES•". (Los sub-
comprobar con exactitud lo que ocurría a la altura de la Isla de Flores de donde rayados son nuestros.).
le oían ~isparos de. cañón. Llegado que hube allá, fui informado p~r el señor
segund~ Jefe d~ la 1sla, sargento mayor Arí-tides Bazziconi, que aquellos dispa· SEISPérez
días después, el 30 ,de abril ~e
1908 1 Zeb~llos
hace lle.gar .~u respuest~ a
ros hab1an parhdo de la escuadra argentina que había hecho su aparición en la Gomar. Despues de dec1r que el gob1erno argentmo se ha senttdo
noche del 15 a las 8 p.m. entre la isla y el Banco Inglés donde efectuó dos simu· contrariado por ciertos términos y alusiones del memorándum" agrega: "~el
lacras de combate, el primero de 9 a 11 p.m. y el segu~do de 1.30 a 2.15 de la parte del comandante de la Isla de Flores y demás. docu.mentos cuyas captas
mañan~, .en los cuales se hicieron varios disparos de cañón. Que las luces que se sirve acompañar S.S., todos concordes en l~s dtstanctas~ resulta que la~
se percibieron en la isla fueron las de los reflectores eléctricos de los mismos operaciones navales a que el memorándum se reftere han temdo lugar ENTRE
buques Y que de aquí, se habían tomado por luces de bengala." NUEVE Y SIETE MILLAS DE LA COSTA FIRME DEL URUGUAY".
El 17 de ::bril Bazziconi confirma: "La noche del 15 al 16 del corriente a
11
Este dato, que es definitivo, rectifica la parte sustancial del dmemoránd~m
las 2 de l~ manana, lle~aron fre.nte a esta isla varios buques de guerra argenti- de S.S. y comprueba que las evoluciones inofensivas de la escua ra argentina
nos ev~luc10nando y hac1endo a mtervalos disparos de cañón hasta llegar a unas HAN SIDO ·REALJZADAS EN AGUAS ABIERTAS A LA LIBRE NAVEGA-
tres rmllas de ésta, retirándose a las 4 de la mañana con' rumbo al sureste y Ci óN QUE TAMPOCO ESTÁN SOMETIDAS A LA INDISCUTIBLE JU-
regresando. en el día varias veces, también evolucionando". RISDICOióN 'DEL URUGUAY, PUES LA DEFENSA DE LA ENTRADA
Otro 1nform: del 17: "Anoche a las 9 llegaron frente a ésta vados buques DEL RfO DE LA PLATA ES PRECISAMENTE UNA DE LAS CAUSAS
d~ guerra argenti.nos formando una línea, evolucionando en un radio de 3 a 8 PRIMORDIALES DE LA EXISTENdiA DE LA FLOTA DE GUERRA bE
m1llas al sur, haciendo a inte1valos disparos de cañón hasta las 12 de la noche ESTA REPúBLICA." (Sic; todos los subrayados son. nuestros.) .
Y de es~ hor~ a las 2 de la mañana el cañoneo fue sin interrupción". ' Acompañaba al memorándum de Zeballos un mforme del contralnúrante
ú!trmo mforme de Bazziconi, el 18: "Desde ayer a las 5 a.m. la escuadra Betbeder. Entre la retórica de ese extenso y elusivo informe, sobrenadan dos
argentma no ha vuelto a la vista de esta isla". párrafos. Al aludir a las maniobras, Betbeder anota: " En él n? ~e trata~a de
Con esos antecedentes, Bachini el 20 de abril dirigió una nota a Pérez !imular exploraciones de cualquiera naturaleza en las aguas prox1mas a tierra,
'Gom.~r, encargado de la legación en la Argentina. ' desembarcos de tropa o ataques a puertos o puntos fortificados de la costa, (sic)1
Sírvase V. S. apersonarse al excelentísimo señor ministro de Relaciones sino únicamente de obstaculizar por una parte y defender por otra la nav~ga·
ción dé los buques de ultramar que shven nuestros puertos, sobre su .ruta ordma·
..AG. •
NUME>RCl ao 1 DICI&;;MBRC UUSe
ría, que, dOMO ES SABIDO, PASA ENTRE LA ISLA DE FLORES Y EL nuesuo pals io aprobó por 1ey d~1 13 de7 noviembre
d dde 1910
1909 y las ratlfícadona
fu t>ron ca~Jea as e
· d n Río de JaneJro el e mayo e · .
BANCO INGLf:S, O SEA A MAS DE SEIS Y A MENOS DE DIECISÉIS . . - 1909 - nótese el paralelismo de las actitudes--
MILLAS DE LA COSTA URUGUAYA''. A fmes de ese mismo ano A · 1910 f
El otro párrafo confirma la tesis de que d Río de la Plata es argentino y la
Sáen~Peña que seria electo presidente de la Re~ública rgentma en. n Go:~
.deferua y protecCión del mismo deben recaer en manos argentinas. • designado, envi~do exltr5aorddinario edne 7;;~n e~spp~~~c;~ ~u~~re~a~l yn~~bre de
zalo Ram1rez f1rma e e ene;o o • ,
"Como e:& sabido estamos empeñados en la trascendental y costosa obra de 1. ¿ · dores y cuyo articulo 3- d1ce: . , .
dragar y balizar con boyas luminosas la barra del río, a fin de que puedan cru- os ~S negocla ' d 1 ru de la Plata contmuaran sm a 1te-
xarla regularmente buques de 28 a 30 pies de ca lado, y como es consiguiente, "La navegación y uso de las aguas . e dif orencia u~ con ese motivo pudiese
TODOS LOS DE NUESTRA ESCUADRA." ración, como hasta el presente¡ , y cualqJUie~ e espirit~ de cordialidad y buen
"El canal artificial así formado no tiene actualmente, ni menos tendrá en . á llanada y rel>ue ta con e mismo 'ó d 1
surgtr, ser a · . . . t aíses". Era la consagract n e
el futuro, por seguridad en la navegación, ahorro de camino y conveniencia para ánimo que hai_J exls,tl~o Siempre en~;e ~~os d~ícil donde chocaban posiciones
la escala en Montevideo, otro acceso desde eJ mar que las aguas profundas de statu quo. Sahda habJC I patr~bun; asll:apc~z~ pero ~omo es obvio, nada resolvió.
radicalmente opuestas. on n uy · '' '
18 kilómetros de ancho, distante 11 kilómetros de la costa uruguaya, donde se
efectuó. el ejercicio que ha sido observado, Y SOBRE LA QUE TODA JURIS-
UAN pasado sesenta años de los acont:!cimientos que, con alguna prolijidali
DICCióN EXCLUSIVA AJENA SERtA UNA VALLA A NUESTRA LIBRE
SALIDA AL MAR CON BUQUES DE GRAN CALADO Y UN INCONVE- a 11 hemos recordado. dif Jt d s· la na·
NIENTE PARA LA DEFENSA DEL PAfS Y DE SU COMERCIO MARíTI- El puerto de Buenos Aires afronta cada! vez m:~~¡~s en ~~~a: :r~guayas;
MO, PUES EN CASO DE BLOQUEO f:STE SE HAR1A EFECTIVO PRE- vegación del Río de la Plata s7d hace ~~r r~~?: e:l q~~ la plataforma continental
petroleo. on elapar
an dec~
a1 do;¡ ~~mpgo , vuelven a resonar los reclamos de la
FERENTEMENTE EN LAS PROXIMIDADES DE DICHA ZONA." nuevos
y el del probl_emasChan

B ACHINI contestó el 12 de mayo: "Manifieste V.S. - le decía a Pérez Go-


·mar-- al señal,' ministro de Relacibnes Exteriores de la República Argentina
historia y la geografía.
. Hoy comci ayer, hoy más que ayer, ~~ misma .P g
RJ d la Plata. Una pregunta muy prec1sa que ttene .una
re unta se cierne sobre el
res uesta también
P l b'
. que el gobierno oriental NO PUEDE ACEPTAR LA TEOR1A SOBRE DO- o e . , f la marina argentma, el actua go terna
MINIO DE LOS CANALES DEL RíO DE LA PLATA, SITUADOS ENTRE muy precisa: la canci llena arlgen m_a. d Zeballos y de Betbeder sobre el Río
argentino, ¿comparten o no a tesis e
LA ISLA DE FLORES Y EL BANCO INGLÉS, QUE EL EXCELENTíSIMO
:SE~OR MINISTRO DE MARINA CONTRALMIRANTE BETBEDER de 1? Plata? · ·
...~or<Juc; nuestro dPrec h o es muy elaro Y no admite tergtversacJOnes,
Es de-
ESTABLECE EN SU INFORME, POR CUANTO ESOS CANALES ESTÁN - cer
cir; ~o1 -
. los hechos para enganar. (")
... SlTUADOS EN ESTE LADO DE LA L1NEA QUE, SEGú,N EL PRINCIPIO
INTERNACIONAL, UNIVERSALMENTE ACEPTADO, CORRESPONDE
TENER EN CUENTA PARA FIJAR LA JURISDICCióN DE CADA UNA

•r'
'
DE LAS NACIONES RIBEREl\tAS SOBRE EL CURSO DE AGUAS QUE
-BAAA SUS COSTAS".
"Y NO BASTA INVOCAR, COMO LO HACE EL SEl\tOR MINISTRO
DE MARINA ARGENTINO, EL HECHO DE QUE ESOS CANALES DAN
DE 1910 A1968
[:iN su última nota, la cancillería arge~tina invoca. el protdcolo ~:m~~ezd-eS!~Z:
-.. '
ACCESO A LOS PUERTOS DE LA REPúBLICA ARGENTINA, PARA VA-
RIAR LOS PRINCIPIOS QUE REGLAN LOS DERECHOS DE JURISDIC- L Peña de 1910, la declaración conJunta argent;no uruguaya 1 emba'ador
CióN FLUVIAL, NI BASTA ESA CIRCUNSTANCIA PARA ANULAR EL ro de 1961, firmada por el cancillepr urugfay~ IM;,rtJ~:z 1~~7!~:o d~le14 de !nero
· DOMINIO QUE LA TRADICióN Y LA LEY NOS DAN SOBRE AQUE- argentino Gabriel del Mazo Y el rotoc? 0 . e. 10 les del rotocolo
LLAS AGUAS." de 1964. Como ya transcribimos las disposictones fundamenta P
La nota daba, por otra parte, " término al incidente". de 1910, vamos a detenernos hoy en los otros textos. de tres artículOI tiene
,_: I. La declaración conjunta de 1961, que se compone '
· zEBALLOS respon_d ió el 17 de mayo. Se felicitaba "de que el gobierno del
· Uruguay dé término al incidente"; pero antes declaraba enfáticamente: dos par~s. . (artículos y 2) establece el límite exterior del_ Río de la
· · · ' e'El ministro de Relaciones Exteriores en cumplimiento de instrucciones de • a prrmera d di h ' n el Océano Atlántico"- que
P lata -"divisorio de las aguas e e o no co . . d territorial
• ; ¡.' 1
~
su gobierno respecto de la parte jurídica del memorándum de S.S., formula sirve también de "línea de base para fijar las respect1vas faJaS e mar
. d t "
'f
las r.eservas necesarias, declarando: QUE NO ACEPTA LAS MANIFESTA-
CJONES QUE AFECTAN LOS DERECHOS Y LOS INTERESES DE LA y zo~as {~n:~gugu~d~ (a~~~~7oe~'3), de especial aplicación. a la s~tuación creah.da:
REPúBLICA ARGENTINA, CON RELACióN A LOS CANALES DEL RtO ' .
refiere al régimen jundtco ed 1 Rí e a ~ aR ,
0 d 1 Pl t que "contmuará Siendo como as
S, z Peña firmado- en
J • DE LA PLATA, NI LAS QUE SE REFIEREN, DE NUEVO, A OMISIONES ta el presente el establecido en el protoco o . amlrez - ae~ t aci~nales vigen·
EN.QUE NO HA INCURRIDO". Montevideo, el 5 de enero de 1910 y otdros m~ru~e~t~~smri~:eños en cuanto
El incidente se declaraba " terminado"; pero el conflicto, el verdadero con~ . tes (sic) y por las leyes y reglamentos e am os .s a
• 1'" ~·
flicto, una vez más, seguía en pie con la confirmación expresa e inequívoca d@ tean aplicables". · d · · d' ción de las agúas
· Ja tesis de_la cancillería argentina que lesionaba nuestra soberanía, Vale decir que sobre el controvertido :punto : 1~ ,JUns ltC:f el protocolo
interiores del Río de la Plata, la declaraciÓn se hrruto a ra 1 tcar
E L episodio tuvo dos consecuencias inmediatas:
-Brasil, cuya política exterior estaba dü:igida por eí Barón de Rio Br.an•
de 1910. O sea ratificar el "statu quo".
Comentando el texto, el doctor Eduardo Jiménez de Aréchaga, sostuvo
co, aprovechó la coyuntura para "resolver" el problema de los límites del río en un estudio para la cancillería: . d d b rúas y . por
Yaguar6n y la Laguna Merín. El tratádo se firmó el 30 de octubre de 1909, "La declaración conjunta, por emanar de un acuer o e so era

"lUMi;;~CI 20 1 DICIEMBRE 1SH>8


CUADERNOS DE MARCHA'
su prÓp1o lexto, SIGNIFICA LA PROCLAMACióN DE UNA ABSOLUTA QUE LOS PA1SES RIBERE:ROS HAN VENIDO EJERCIENDO EN EL RtO
I9"UA!--D~ ,DE DERECHOS DE LOS RIBERE~OS. Desde este unto de DE LA PLATA, úNICAS QUE AMBOS GOBIERNOS RECONOCEN SO·
VlSta, unphca el repudio definitivo de la llamada «doctrina Zeballos,. pe · BRE DICHO RlO."
ll tin di ,x cancl-
d er arge? o que, preten 6. en 'base a p eregrinos argumentos, la exclusividad Muy bien; pero ¿cuáles son esas jurisdicciones? Respecto a ellas, a sus al·
.e, su pats en el n o. Esta tesis hace ya t1empo que está descartada y su refut . .canees y a. sus limites, ambas cancillerías, la argentina y la uruguaya, ¿piensan
c10n se ha transformado en un fácil ejercicio de escuela No e t' d ' :"' lo mismo y manejan iguá!es conceptos? H e ahí -<ltra vez- el problema y
embargo, el entierro que esta declaración supone." y co~cluía· ~.;st e tmtas, sm ello nos lleva a sostener que el protocolo del 64 - como la declaración del 61-
q ue puede d escn'b'1rse as1:' e1 no ' es 1a frontera natura:!, CON. COMUNIDAD
e s a u quo flanqueó el obstáculo y soslayó la dificultad. Lo que no significa, ni mucho me•
DE AGU:~S Y CONDOMINIO en la explotación para ambos países en toda nos, que ambos documentos sean inocuos y que no constituyan un esfuerzo para
su extenswn:
'ó los trabajos de balizamiento ' dragado y otros requen'dos para la aproximarse a una solución. Tal vez la única aproximaci6n que las circunstan-
navegac1 n se llevan a cabo por cada una de las partes en los canales y vías cias permitían. '
que CAJ?A U~O MA~TIENE para facilitar el acceso de sus respectivos puer· Es útil exponer otros ant,ecedentes.
tos; las 1slas s1guell regtdas por el hecho de la posesión y la JURISDICCióN 1 . En el discurso que pronunciara el canciller uruguayo en el acto de la
CIVIL Y C~~MINAL DE CADA ESTADO, como lo han resuelto los tribu- firma del protocolo aparece, entre algunos desbordes retóricos, el siguiente pá•
;~~:~!e ¿~~~~ ~~~~a~~a~~~l :E;~/if~ra:c;¿,!. canciller a;gentino rrafo·: "Este protocolo de enero de 1964 resuelve en forma satisfactoria una
cuestión pendiente entre nuestros países, pero tiene una significación mucho
El último párr~fo transcrito, cuyos subrayados nos pertenecen, es un tanto más grande y trascendental, ya que se proyecta hacia el futuro y basándose en
confuso. Cabe cons1derar que la declaración con1·unta "si if' el reconocimiento recíproco de los derechos de la Argentina y del Uruguay a
se d'ce 1 1 ., · gn 1ca - como antes
-:- ~ _pr~.c amac10~ de una ABSOLUTA TGUALDAD DE DERECHOS
1
los ríos limítrofes, determina el ' procedimiento para ejecutar una obra interna•
de lo~, nb~~eno~ (A~gentma Y Uruguay); pero no creemos que "comunidad de cional de fundamental importancia e interés común, cuya realizaci6n permitiría
aguas y;,con OI_ID.~? en la explotación" sean conceptos que marchen de a'r la mejor utilización del río, AL MISMO TIEMPO QUE ADELANTAR EN
Y lo del. condomJruo nos parece harto peligroso. Mas aún el problema de ton· ·EL PROCESO DE DETERMINACióN DEFINITIVA DE LAS JURISDIC..
!o ~ubsJstep E~ proble,ma de fondo, entendemos, es la deli~itación de las juris- ClONES DE LOS PAíSES RIBERE~OS DEL PLATA". (Los subrayados son
CCIO.nes. u~ e el uso común acordarse una vez hecha esa deli mitación" pero nuestros.)
1o pnmero sm lo segundo · equ1Yale
. · '
' : .. , que es. prevw, a mantener precisamente El párrafo es una confesión. El protocolo del 64 resolvió un incidente - otro
u~ statu quo, cuya 1mprec1S1on y flmdez permite que asomen de tiempo f'n tiem· más- porque el gobierno argentino había hecho por su cuenta un Plan de R e-
P ' amenazas a nuestros derechos. Las cuentas claras conservan amistades ·No levamiento del Río y de la confección de ese plan dio cuenta con tardanza al

uya. \ un chon uso Y prolongado statu quo siempre hepchido de peligros por e)
1
~a llegado la ~ora del tratado que establezca delimitaciones inequív~cas y. s~ sti· Uruguay (recuérdese por otra parte la redacción del artículo 42 del protocolo);
pero nada agregó respecto á la \'determinación definitiva -para emplear las
prevlst 1e e oque de jurisdicciones indefinidas y superpuestas? ' 1palabras del canciller uruguayo- de las jurisdicciones de los países ribereños
I~. El Pro.tocolo del Río de la Pla ta firmado el 14 de enero de 1964 01• del Plata".
I~s senodresUZornlla de San Martín y Zavala Ortiz, ministros de Relaciones E!te· 2. Las notas cambiadas antes del acuerdo del 64 son también ilustrativas.
nores
f e ruguay y Argent'1na r espec t'1vamente y en cuya redacción participó
El plan de levantamiento, repetimos, lo hizo unilateralmente, por su cuenta,
en . orma preponderante el subsecretario de Relacione, del Uruguay doctor el servicio de Hidrografía de la secretaría de Marina de la República Argentina.
E!plell, se compone de siete ar tícu los que es dable distr ibuir en tres gr'upos.
- En una primera nota (28-XI-63), después de haber reiterado que el Río
..LA •N:~E~Á~{gculo primero, reitera la aplicación del protocolo de 1910. de la Plata es un río y no un estuario y tampoco "un río con su estuario" como
. •, N Y EL USO d!' las aguas del Río de la Plata continuará lo declaraba el plan argentino, declaración ésta que a nuestro gobierno causaba
11m a1terac10n como hasta el p
d' . resen t e Y cua1qUJer
· d'f · que con ' este motivo
1 erenc1a "~orpresa e inquietud" por considerarla "en clara contradicción con la dech•
hu Jera arroJ,ar será allanada Y resuelta con el mismo espíritu de cordialidad y ración conjunta uruguayo-argentina sobre el límite exterior del Río de lc:t Plata,
_uena armorua que ha ex-is!!do siempre. entre ambos países." de fecha 30 de enero de 1961", nuestra cancillería decía, que también le cau·
El segundo, es tambten otra reiteración: la de la declaración 'Saba sorpresa "que se haya estudiado la realización de dicho plan en forma
del 30 de enero de 1961. . conjunta
unilateral sin la previa consulta, a efectos de su posterior intervención, al go·
~ B) Los artículos ter cero, cuarto y sexto reconocen que es "de uraente bierno uruguayo".
neces1dad el levantamiento intearal del Río de la Pla ta" (art 3~) [' -La embajada argentina respondió el 10 de diciembre de ese mismo año.
ambos gobiernos: ,., . . a cuyos mes,
Difirió la contestación a la primera parte, aunque adelant6 "que los puntos de
. -"1:t'~fiestan su voluntad de contribuir eécnica y financieramente al es· vista de mi gobierno expuestos 'con precisión y detalle en recientes notas a Gran
~~1 defimuvo Y a la ejecución del cPla¡;¡ d!' levantamiento integral del Río de Bretaña, F rancia y Países BaJos se Iílap.tiehen inalterables" y respecto a la otra
ata,. PRESENTADO POR EL GOBIERNO ARGENTINO" (art. 42) . · cuestión dijQ: "La nota verbal que contesto expresa sin embargo, la sorpresa que
ha causado al gobierno dei Un1guay el hecho de que el gobierno argentino haya
- Resuelven "la creación de una com:isión mixta integrada por represen- estudiado la realización del dicho plan en forma unilateral. Parece, sin embargo,
Cantes de los . dos gobiernos" ?, ' cuya~ recomen dac1ones,
1 · ' cuando sea pertinente
que no existe motivo pata tal sotpresa. EN PRIMER LUGAR, PORQUE POR
ster~n s?,me(tAtdas a la aprobacJOn de los respectivos ministros de Relaciones Ex- LA IMPORTANCIA, TRASCENDENCIA Y COSTO DE LA MISMA OBRA,
enores . rt. 62)
EL GOBIERNO ARGENTINO, ANTES DE DECIDIR SOBRE LA FACTI-
• El a rtículo séptimo carece de importancia. Le da denominación al do- BlLIDAD, COSTO Y URGENCIA DE LA OBRA CONTEMPLADA, HA
cumento: " Protocolo del Río de la Pla ta de enero de 1964". TENIDO FORZOSAMENTE QUE EJECUTAR POR SU CUENTA Y DEN·
del ~
Pan
c1 Queda el_ artículo q uinto. Su tex to es 1'1 siguiente: "La ejecución
e levantarruento integral NO ALTERARA LAS JURISDICCIONES
TRO DE SU AMBITO LOS MINtJQIOSOS ESTUDIOS QUE HAN LLE·
VADO A REbACTAR tt PLAN YA MENCIONADO".
,..AG. ~O
PACI. ft
CUADERNOS OE M-r<C'-'11;
JJOS .lÚ'BEREl"!OS SE RECONOCEN REG1PROCAMENTE JURISDlCClO~
· -El 17 de diciembre la cancilleria uruguaya insistió: "EL GOBIERNO
~·onRF, EL R lO.
URUGUAYO DEBE REITERAR EN LA FORMA MAS EXPRESA Y FOR·
"ES DECIR QUE SE PONE FIN DEFINITIVAMENTE, POR UN
MAL, QUE ESTA OBRA, COMO TODA ACTIVIDAD QUE PUEDA AFEC-
ACTO BILATERAL, A LA TESIS, SOSTENIDA EN ALGUNAS OCASio-
TAR LOS IGUALES DERECHOS DE AMBAS PARTES SOBRE EL RIO
NES QUE NEGABA AL URUGUAY TODO DERECHO SOBRE LAS
DE LA PLATA, DEBE EJECUTARSE SOBRE LA BASE DEL ACUERDO
AGUAS DEL PLATA, EN PARTICULAR, Y DE LOS RlOS LIMíTROFES
PREVIO DE LOS PAISES RIBERE~OS, ACUERDO IMPRESCINDIBLE
PARA RESPETAR EL IGUAL DERECHO SOBERANO DE LA ARGENTI· CON LA ARGENTINA, EN GENERAL.
NA Y DEL URUGUAY SOBRE EL PLATA; PORQUE, COMO SE EXPRE· "Ahora ha quedado definitivamente superado el problema, ~ediant~ ~n
SA TEXTUA,LMENTE EN LA NOTA DE V.E., LOS FINES PERSEGUIDOS reGonocimiento recíproco de los Estados ribereños, de que ,ambos eJercen JUra-
cNO PUEDEN EJECUTARSE DENTRO DE LA óRBITA JURISDICCIO. dicción sobre el Plata.
NAL DE UN SOLO PAÍS»", "Se mejora, sin duda alguna; la solución dada por el protocolo el 5 .~e
enero de 19"10. En efecto, este protocolo se limita a .estabJece~:, •La navegac1on
"Sobre estas bases y en el entendido de que el relevamiento del Plata y uso de las aguas del Río de la Plata continuarán sm alterac10n como hasta el
no podrá comenzarse, por su carácter integral y en cuanto afecta a los iguale!\
derechos de ambas partes sobre el río, hasta que los dos países acuerden su ác- presente».
ei~n c?mún, sin .que sea admisible la ejecución de ninguna obra de interés co-
"Aunque por sus antecedentes, este texto racionalmente interp~etado, su-
mun s!n e~ prev1o acuerdo de los dos Estados ribereños, el gobierno uruguayo ·· · · · pone e implica un reconocimiento de la jurisdicción uruguaya, es ev1dente .q~c
está d1spuesto a comenzar el estudio en común del plan para llevar ·a cabO la '· '~ no es. claro "ni definitivo al respecto y que permitía sostener hasta ahora, opmlo-
obra a realizar... ' ' · ·. .. :ncs·. como .ésta,. que .acaba de publicarse: «No es lo mismo conceder el us~ de sus
... : ·... _.aguas, .a los fines de la· navegación, por parte del Uruguay o de· cualq~uer otra
. • 3 : El docto; Gros Es~iell ha dado a conocer, en una publicación del . · nación de la tierra que--saber cuál es el país que· ejerce la competencia· estatal
Mmtst.e no de Relac10nes Extenores la historia de las negociaciones que llevaron 2

~~~~ .
a la f1rma del protocolo del 64 y comentado y también ensalzado las caracte-
sobre el río ». EL PROTOCÓLO DE ENERO DE 1964, EN EL ARTICULO 5 ,
AL . ESTABLECER QUE AMBOS GOBIERNOS SE RECONOCEN RECí-
PROCAMENTE JURISDICCióN SOBRE EL RíO DE LA PLATA, NO SE
a) Dice así, por ejemplo, respecto al origen del plan: . LIMITA YA A EFECTUAR UN MERO RECONOCIMIENTO DEL DEJill.
'·'E_I .cPlan d~ Levan~amiento Integral del Área del Plata» fue ejecutado por CHO AL USO DE LAS AGUAS, SI NO QUE HACE APEMÁS, UNA AFIR·
el serv~c10 de H1.drograf1a .N~val de la secretaría de Marina de la República MACióN EXPRESA Y RECíPROCA DE SOBERANíA, DE LO QUE RE·
Argentina y publicado en Juho de 1963 en los Talleres Gráficos del servicio de SULTA QUE LA SOLUCióN LOGRADA ES MUCHO MAS DEFINITIVA
Hidrografía Naval, Buenos Aires. Y RADICAL, QUE LA DE 1910".
..No. se envió, con comunicación escrita, ningún ejemplar de esta obra a Algo parecido se recordará, decía el doctor Jiménez de Aréchaga, res•
las autondades uruguayas. .
"Sin embargo, en los primeros días del mes de octubre de 1963 la cancillería
J pecto a la declaración del 61.
Y bien, se puede estar de acuerdo con_la.s ~fi~~aciones del doctor Gr~l
tomó. contacto con dicho plan en virtud de haber sido entregado personalmente Espiell, sobre todo con las relacionadas con la ]Unsdlccto.n del Urugu~y en el Rto
u~! ~Jemplar por e! señor emb~jador de la Argentina y de haber llegado otro al de la Plata y con las que rechazan integralmente la tests que nos mega derecho
~!rustro de Relac10nes Extenores, proveniente del Ministerio de Defensa Na· sobre las aguas de ese río; pero seguimos pensando, textos en mano y hechos .a.
e1onal, acompañado de una nota del ministro, general Modesto Rebollo." la vista, que el protocolo del 64 quedó a mitad. del camino y que es ~ece.sano
lograr, asistidos como estamos por las más amphas razones, un pronunctamtento
b) Después, al analizar el texto del documento agrega:
definitivo sobre la delimitación de jurisdicciones.
"El Protocolo del Río de la Plata pone fin a la incidencia antes referida, El protocolo del 64 demuestra que la declaración del 61 no fue suficien·
en un~ forma que puede conceptuarse altamente satisfactoria para ambas partes. te. Ésta, que tampoco bastaba el protocolo del 10. Cuanto, de tie~po en tiempo,
Es eVIdente que, como se ha reconocido, era necesario terminar con el intercam- ha ocurrido a partir del 64, prueba que el protocolo de es~e ~n~ t.a,mpoco es,
bio de notas, llegando, mediante contactos directos a una solución fundada en como se ha pretendido, un texto que salvagu.arda nuestr~ , JUnsdtccron! por la
· la afirmación, en un documento común, de un conJunto de p rincipios y precep· sencilla razón de que ni el protocolo del 10, m la declarac10n del 61, m el pro·
tos aceptados por ambas partes. tocolo del 64, han establecido con precisión los límites de esa jurisdicción.
" PERO EL PROTOCOLO NO SE LIMITA A RESOLVER LA IN- Reconocida está ella por textos y otros antecedentes. El deber ahora es
CIDENCIA PENDIENTE Y A PREVER LA EJECUCióN INTERNACIO- fijarla con claridad para evitar nuevos roces y conflictos.
NAL DEL PLAN DE LEVANTAMIENTO DEL PLATA SINO QUE ADE-
III. L a nota de la cancillería argentina (6 de diciembre de 1968) a
MÁS, CONTIENE DIVERSAS NORMAS REFERENTES AL cSTATUS JU·
RlDICO», DEL RfO DE LA PLATA (artículos 1, 2 y 5) ." la cual inicialmente hicimos referencia, .dice también:
"SIN PERJUICIO DE LOS TíTULOS HISTóRICOS ARGEN~INOS,
Y luego de recordar que se reiteran los principios del protocolo del 5 de
el régimen de usó y navegación de las aguas del Río de la Plata se nge por
tnero de 1910 y de la declaración conjunta del 30 de enero de 1961, continúa:
el protocolo de 1910, la de"daración de 1961 (que fijó, su. límite exte.rior) y .el
" Pero además el protocolo establece en su artículo 5º: cLa ejecución del protocolo de 1964 (sobre levantamiento integral del no), acuerdos mternaclo-
pl!n de levant.amie~to .integral no at;erará las jurisdicciones que los países ribe- nales que tienen plena fuerza jurídica y valor obligatorio para las partes."
renos han verudo eJerciendo en el Río de la Plata únicas que ambos gobiernot Y a renglón seguido: "NINGUNO DE ESTOS INSTRUMENTOS AU·
reconocen sobre dicho río». '
TORIZA UNA INTERPRETACióN QUE- PRETENDA INNOVAR SOBRE
• :'En virtud de esta norma no sólo el Uruguay y la Argentina declaran que EL «STATU QUO» QUE ELLOS CONSAGRAN. NO CORRESPONDE
mngun te:cer Estado po~rá ejercer jurisdicción sobre el Plata, puesto que sus PUES SOSTENER LA EXISTENCIA DE UNA SUPUESTA DIVISióN DE
aguas fluvtales son a,e:uas mteriores. SINO QUE, ASIMISMO, LOS DOS ESTA·

..r
'

LAS AGUAS DEL PLATA POR ALGUNA LtNEA DELIMITADORA DE


LAS JURISDICCIONES RESPECTIVAS." (Los subrayados son siempre
nuestros.)
i
1
Es lo contrario de cuanto pensamos y decimos. Uruguay en defensa de
sus derechos debe reclamar el trazado de una línea delimitadora de las jurisdic·
clones respectivas, que no puede ser otra que la de la mitad del río.
Nos preguntábamos en el último número si la cancillería argentina, la
marina argentina, el actual gobierno de la Argentina, están o no de acuerdo
con las repudiadas tesis de Zeballos. Ahora, después de la última nota, ¿puede
haber duda de que, cancillería y marina y gobierno, se niegan o resisten a de·
limitar las "jurisdicciones respectivas" y de que sólo buscan mantener el "statu
quo"? Pero el "statu quo", que pudo en otras épocas ser una solución para
aalir del paso, aunque nunca nos dio seguridades, ¿no es actualmente -cuando 1
los problemas y los afrontamientos han cambiado de naturaleza- el medio capaz
de posibilitar, en virtud de su imprecisión, su implícita y congénita vaguedad,
las emp.resas del más fuerte; el medio donde corren peligro de diluirse, debili·
tarse o desaparecer los derechos del más débil?
"Las jurisdicciones respectivas" existeh y así está reconocido. ¿Por qué
~loncea no fijarlas? (•)
JURISDiCCION MARITIMA
CAPTURA DEL VAPOR FRAM
naba a las tres milla-; de la costa, por no po-
der ser nuestro estuario considerado como mar
La captura del v~por Fram, ~levada a ca- territorial, sino como mar libre, etc., etc.
bo días pasados por el aviso ~ac10nal General Como según parece, los armadores del _FraT?
Flores en momentos que dicho vapor, au- han pretendido violar n~evamente ,I~s dispost·
xiliad~ por dos más, de matrícula argentina, se ciones de nuestras autondades manttmas, pro-
dedicaba a la pesca con el bou en nue~tras bablemente basados en falsas teorías, sin darse
aauas jurisdiccionales contraviniendo así dispo- cuenta del grave delito en que incurrirían si
s~iones de nuestras ~utoridades marítimas, ha llevaran a cabo sus propósitos, impulsado por
dado lugar a toda clase de comentarios en los esta causa es que vengo a emitir mi humilde
círculos marítimos debido a las dudas que sur- opinión al respecto, para demostrar claramen-
aen referentes a n~estro límite jurisdiccional en te que el gobierno estuvo en todo su ,der~cho
b
el Río de la· Plata. al mandar apresar al Fram, como as1. mtsmo
Sentábanse diversas teorías sobre tan delica- apresará a cualquier otro buque ~aCJ?n.al o
do tema, sin nunca llegar a un acuerdo, debido extranjero que contravenga las dtspo.sJc~on.cs
a la falta de medios para ilustrarse en la mate- marítimas vigentes en nuestras aguas JUnSdJC·
ria, pues Jos diversos tratado~ de derecho ma- cionales cuvo límite debe considerarse para el
rítimo internacional que extsten, tratan muy Río de ' la Plata una línea imaginaria trazada
vagamente la cuestión límite en los mares .t:· en el centro del estuario, que dividirá nuestra
rritoriales y ríos navegables, lo que hace dtf~­ jurisdicción de la argentina, s~gún las recien·
cil poder formarse un criterio acabado, máxt- tes teorías establecidas por el !lustrado doctor
me al tratarse de un río tan caudaloso como Botet de la vecina orilla, en su dictamen fisc~l
el Plata al que sus mismos descubridores lle- sobre el apresamiento de los vapores Montev1·
garon a ' denominar Mar Dulce. A' . s1 es que ge- deo y Venus, efectuado el año pasado por !os
neralmente prevalecía la idea de que el Fram revolucionarios y cuya parte referente a la JU•
había sido apresado arbitrariamente en aguas risdicción marítima del Río de la Plata pa~o a
neutrales, y por consiguiente podría . trae.r una transcribir:
reclamación por parte de sus prop1etanos; y
"No ha llegado el momento de que . se~ ~e­
hasta alguna cuesti6n internacional, en el caso
cesario tirar la línea divisoria de la JUrtsdtc-
que también hubieran sido capturados los va-
ción que impera en las aguas, d~l río, entr~ 1~
.. pores argentinos que auxiliaban al Fram en su
clandestina faena, y que lograron escapar de·
República Oriental y la Repub.hca Argentma,
una y otra nación son los guard1anes de las ga·
bido a su gran marcha. También se ha aleg~­
rantías que han ofrecido en sus a~uas, y ambas,
do que el gobierno no tenía derech~ a proht·
con exclusión de toda otra potencta, so.n las lla·
<•> Editoriales de MARCHA de 8 de diciembre 7 de 13 de diciembre de 196b
bir la pesca en el canal, p~r . ~ns~~erarse ~ madas a actuar por medio de sus autondades en
re~pectivamente. este neutral; y que nuestra JUnsdJCC!on termt·
p~. 15
OUAOERNOS OK MAROH~ 'II(UME;RCI 201 OICIE;MiiiRit t9S8
..A.CI. '"'
fJl •entido de hacer prácticas estas garantias. se practican obras, se levantan faros que por
"De aquí que esas dos naciones que limitan nuestra partt> determinan la entrada al río, y antes la había ejercido el gobie~o colo~al.
ef Rio -<:{e ·la· Plata, sean las que puedan vigila¡;-le con su luz misma se anuncia al ' viajero q).le ése cenar su soberanía sobre el Río ~e la Plata, Pues bien ; esta teoría tan incomprensl~le en
por JI:ledio de su policía fluvial, y que sean sus faro es la entrada al territorio de las repúbli- ceptando la existencia de una {aja de a~ua órgano de tal ilustración es nada al l~do de la
autoridades las que conozcan y juzguen los he- cas del Plata. - a
cons1.
'derable extraña a la jurisdicción respect1va.
' . 1 t que ayer empieza a desarrollar, prome~en~o ~&·
chos que en sus aguas se produzcan. " Teniendo pues, en cuenta que en el Río "De estas consideracwnes surge ~ aramen .e cer sobre este tópico toda una campana, al ~&·
"Pero si ambas naciones tienen la exclusiva de la Plata no existen aguas neutrales en el la inaplical;ü lidad de la regla ,del articulo soble rio más popular de la Argentina,: ~iempr~ ~ti. ~
jurisdicción ~obre el río, ¿hasta dónde se ex· sentido estricto de la palabra, ni pueden exis- as territoriales para el Rw de la Plata, y propósito de justificar la reclamacwn dtplo~atlc;:&
tiende la de cada una? tir sin mengua de nuestra pmpia soberanía - y a~~ ende la inaplicabilidad del a rtículo del sobre el apresami~nto de los buqu~~ pescaél?r~.~
"Tomando a la República Oriental y a la considerando, por otra parte, que. .la única li- ~ismo t;atado que establece que, . en casos co· " La Prensa" no dice, como ,la La Na~t6~ ,
Argentin'!- como dos entidades equivalentes, co· mitación a la jurisdicción que podría aceptar· mo el presente, ha de ser necesano echar ma· que las aguas del Río. de la Plata , sean , librea;
~o. dos potencias de igual categoría, es indu· se, sería la línea imaginaria a que me he rcfe· no e
d la banaera del buque para saber las au·
1 h h s" todo lo contrario; sostiene que el no q~e la~
dable que lo justo, lo preciso, es partir de una rido, que pusiese en iguales condiciones a las toridades que han de juzgar os ec. o . nuestra tierra es privativamente arge~tt;t~· .no
línea imaginaria en el <\.entro del estuario del nacion es que limitan sus costas~, pienso que A mi juicio, la precedente doctrma ~a que- teniendo la República Oriental dommto. SI~O
Plata, equidistante de las costas respectivas, pa· cualquier estipulación que pueda existir ·en dado de !{echo establecida para determn~ar en hasta tres millas de las costas, y pertenecten~o
ra detenninar a uno y otro lado de esa línea las tratados o convenciones que tales cosas contm- lo sucesivo nuestra jurisdicción ~n los nos d e todo lo demás a la soberanía arge?tina, Y.,aun-
~guas sometidas a una y otra jurisdkción. ríen, serían estipulaciones sin valor alguno, o la Plata y U¡uguay, y ella deja demostra~o que empieza por asegurar que, dado los vmcu-
"No p1,1ede de ningún punto de vista acep- que, por lo menos, nunca pudieron referirse al claramente que, .aunque el vapor Fram huble· los de verdadera amistad que ligan. a los . dot
tarse que dentro del Río de la Piara, dentro de Río de la Plata, pues no es factible que en ra sido ~~pturado a veinte mmas de la co.sta, Estados del Plata, jamás e.s~as cuest¡one~ pasa•
IUS aguas, pueda haber aguas que escapen a esas estipulaciones hayamos entendido, ni no- dada la altura en que se encontraba, hubiera rán de discusiones de famtha, concluye que et
una de esas dos jurisdicciones, porgue ello im- sotros ni los orientales, renunciar a una sobera- sido legalmente capturado. . necesario poner en claro, una v;z por to?as, ua
portaría para nosotros y para la República nía que nos dan nuestros propios antecedentes. El gobierno con las acertadas medidas que orden de derechos que cada dta se harán mál
Oriental enajenar la propia soberanía de una "Al hacer esta consideración, me refiero al ha adoptado :eferentes a ~~ pesca, no ~la he· valiosos para la seguridad nacional.. • ,
par.te de ese río, que quedaría librada a la tratado de 1889, aprobado por ley de 11 de cho más que velar por los mtereses naciOnales Según esas doctrinas, nuestra. pos1c1on·. en el
.s~erte ·que está reservada a las aguas neutra- diciembre de 1894·, celebrado con la República con la m¡¡.yor imparcialidad y cordura. Río de la Plata sería tan precana, o poco me-
le~. ;Es decir, reconocer en nuestro río, que Oriental, Chile, Bolivia, Perú e Imperio Jorge V. Bayley, capitán de navío nos, como la que el Brasil nos ha creado en .~a
.nuestras respectivas costas limitan hoy una del Brasil, cuyo artículo se presenta por algu· Laguna Merín, Podríamos navegar en • el R.lo
parte, una faja de aguas donde pueden tener nos como argumento para negar la jurisdicción Noviembre 9 de 189tl. de la Plata por concesión de la Argen~na, . sc:--
~ugar actos que nosotros renunciamos a juzgar de los tribunales argentinos sobre los hechos metidos a su jurisdicción como C?alqmer ~tra
y ~ometer a nuestras respectivas leyes. que motivan este proceso, por la circunstancia n CURIOSA TEORIA INTERNACIONAL nación, pero no por derecho -pr?pto c?mo ~beo
:"El carácter territorial del Río de la Plata de que ellos hayan tenido lugar fuera de las u, . d o un paréntesis a las cuestiones
p .ac1en , 1 d' reños, y carecerÍamos de do~IO C:O~JU!?-to · ~oa
arranca desde la conquista; los virreyes espa- aguas comprendidas dentro de las cinco millas electorales, dedicamos un pequeño a~ucu ~ Itas ellos; el estuario les pertenecena de nbe;a., a ri-
~oles lo defendieron en nombre de la soberanía de la costa argentina o de sus islas, - sostenien· atrás al examen de la curiosa doctr~a a e a,n· bera y podrían llegar a ejercer soberarua; a~
de 'España, cuando se oponían a su libre nave- do que el caso está comprendido dentro del ar- tada por "La Nación" de Bue~os Aire~, segun yándola con sus buques de guerra, se~n . ha
gación y mantenían el monopolio del comercio tículo del mismo t ratado, que estatuye sobre los la cual la captura de los vaporcl:os d~~¡cados a propuesto dicha publicación, hasta tres null~s de
de' la Madre Patria en sus aguas. hechos que se produzcan en aguas neutrales. la pesca, en contravención de dispos:c~ones del Montevideo a las barbas de nuestra autondad.
·. "Cua.n do más tarde, en 1809, el virrey Cis- "Si bien es cierto que el mencionado artícu- gopierno oriental, es un acto !legttr~no, por Por fortuna, este importante órgal!o <;le p~
neros aceptaba el tratado con la Inglaterra, en lo establece que las aguas territoriales de lo§ haberse verificado a más de tres mJlla~ de blicidad argentino no goza de grap. mflQenc¡a
que permitía la navegación del río y comercio países contratantes son las comprendidas den- nuestras costas, donde según. el más ~utonzado en la Casa Rosada y no hay ni el meno:, te~or
de sus puertos con los buques de su bandera, era tro de las cinco millas de la costa o islas, es órgano de la prensa argentma, ternuna nues- de que sus teorías informen la rec}amact?n .q\Je
una conce$ión que se hacía como en cosa pro- indudable, por el carácter del tratado mismo tra Juns . · d'tcCion
·' en e l estuar1'o · Más allá ' las
. _ se dice va a interponer aquel gobJerno al nue..
pia, y al;>riendo las puertas del estuario del Plata que las encierra, que tal limitación sólo está aguas; a estar al ilus~rado coleg~} son ne~tt ~­ tro. No podemos crur que h?'ya un go?ernan•
para .que ese comercio se efectuara bajo la sobe- establecida para las costas marinas, a fin de les. Tal era su inaprop•ada expreswn, ,que ttad ·. te argentino tan falto de eqwdad que 'Venga a
ÚtrlÍa que de hecho se tenía establecida en él. determinar la acción que a cada potencia co- cicla al lenguaje del derecho mternacJOnal, equt sostenernos que los orientales n? tenemo! el . ~e­
"De 1810 en adelante, en los diversos actos rre~ponde sob re los confines de su territorio en valdría a deci r aguas libr~s,. co.m~' las ?e ~Ita recho de llamar nuestro al no donde e~~:
que sucesivamente se produjeron en el sentido el océano; pero por ese tratado, en que han mar, no sujetas a ninguna JUnsdtccw~ P.n~atl~a. nuestros principales puertos y por donde
f.ie nuestra constitución como Estado indepen intervenido cinco naciones americanas, no ha n Demostramos que tal concepto JUndico ~~­ comunicamos con el mundo.
diente, se estatuye siempre sobre la navegación entendido ni podido nunca entender que al ternacional era una f?.Ovcdad .respecto del Rto Debíamos aguardar el desarrollo de la · ar~
de los ríos, sin exch1ir en manera alguna el estua- ajustar tal cláusula, renunciaban a la propia de la Plata, pues jamás a nadte hasta ahora se mentación que promete continuar el gran dt<\•
,rio del Plata, que fue siempre considerado co·
ltlo río perteneciente al territorio del Estado
jurisdicción que cada una tiene sobre las aguas
que son naturalmente territoriales de cada una,
le habrá ocurrido considerar al Mar D';llce de rio argentino; pero en lo que ha empezad? P?[
Solís como un verdadero mar, desprendido . del adelantar, como base del debate q~e, segun e •
· "Bl Congreso de la Confederación dio su lev como son los respectivos ríos y otros caudales ·dominio y jurisdicción de los dos ~stados nbe· próximamente va a ocupar la atencton de }as do_s
estatuyendo sobre la libre navegación de los de agua interiores y limitados. reños por cuya concesión está ab1e.rto a todas cancillerías, hay ya co~o para ~uzgar la maudt•
ríos -y siempre consideró al Río de la Plata "El tratado en cuestión, pues, no ha podido las banderas, pero sin perjuicio de , man;ener ta teoría sobre domimo exclusiVO del- Plata.
como comprendido dentro de sus disposiciones- , comprender al Río de la Plata, ni a sus afluen· ambos su soberanía sobre el gran no. S1 sus Al referido diario se le escapa la conf~
legislando ~obre algo que le p ertenecía, sin tes, ni otros ríos de la república, porque no pue- aguas hubieran de reputarse libres más allá de sión de que nadie ha~ta ahora ha osado ex.~o­
discusión ni duda absoluta sobre su soberanía. de aceptarse que la R epública Argentina ni la la parte costera o territo~ial! ~nt~~ces los dos nerle al Estado Oriental semej~?te pr:tens;or:-t
"Más tarde, hoy mismo, se ejecutan actos, Oriental hayan consentido en amenguar y cer· Estados renunciarían a la JUnsdtccton del estua- que lo colocaría en una. situaclOn de ~Jenor_t:
. que vten
no, · en eJ'erciendo sin disputa desde dad internacional que, S! ya es sublevante tr3;
CUADERNOS DE MARCHA que nacieron a la vida independiente, como
t~.ndose de los ternto1os poco poblados que li-
~ttan la Laguna Merm, sena insoportable tra- -no ~ra de la fiación a la que da nombre, sino geramente ni descuidar estas doctrinas. Vol- citados, comidos por la polilla, destruidos, an•
tmdose ,de la juris~icción del rto a cuyos bor- tan solo argentino--; pero n1 á(tn entonces se veremos sobre el asunto, examinándolo a la que algo valieran, por la obra de generaciones
des se 8ten,ta la ca~ttal de la república. tu~o la _extravagancia ·de sostener que lo fnlt- luz de los tratados y de las prácticas interna- que se han sucedido al amparo de la ley de
He aqut las antiguallas que ha ido a desen- mo sucede cort el R1o de la Plata. cionales mantenidas por los dos pueblos. las naciones, tal cual la han fonnulado los con·
terrár ~~ diat·ío ~rgentirto, como fuhdamen· . I-~abráse vistó ya que, a pesar <1e las Útv .•- gresos y las prácticas liberales de nuestro siglo.
ttgacrones de are
· h'Ivos a que e1 colega sé hl'l e.. 111 EL TRATADO DE 1828
to del tttulo exd ustvo a un do que es divisorio ¿Pero es que ese mismo título colonial que
~nt~egad~, pata descubtir el título que 511 páá
eñ tre los dos países, y la declaración ingenua
de. q~e se trata de al?o así como de un descu·
bnmtento paleontológtco:
tr· ,deJa~o extraviado hastá aquí por incu·
ra e ~ncuna, toda su documentación ~ redu-
La novedosa teoria de "La Prensa'' de Bue·
nos Ah·cs, sobre propiedad exclusiva de la Ar-
se alega, da siquie¡a color a este pleito, tan po•
co generoso, que Ke incita a promover al her-
mano menor y menos favorecido?
gentina al Rio de la· Plata y exclusión de la
"Apenas habrá existido, [dice J, un pleito más ce: a cttat el tratado de San Ildelonso hi más jurisdicd61l oriental estriba en que el e~tuario El Tratado de San Ildefonso, que reserv6 la
lá.rgo que éste , del dominio y soberanía sobre ~~ me~os que si sobre ese pergámlrto 'del otro no e~tá sujeto a los principios genera.le~ del de- navegación y dominio del Plata para España, no
las aguas del Río de la Plata; pero también 8e stglo, informado en los printipios jurídicos de recho internacional, ~ino a un derecho positi· vale absolutamente nada como título de la Ar·
llabt; qu?, él quedó resuelto en definitiva, en ~ntonces,, no huJ;>iesen llovMo las reformas del vo especial, creado por los tratado~. gentina al dominio exclusivo que ella ja.n1ás ha
1a sttuaclOn creada por el Tratado de San Ilde- erecho Iilternac10na1, la revolucién americana Se sab!!! que por regla casi universal hoy, pretendido tener sobre el estuario, con respecto a
1
fonso .~e te de octubre de 1777; que es la ley dos t_ratados que consagraron nuestra lhdepeu! los ríos, lagos, etc., pertenecen a las naciones otro ribereño que también deriva su existencia, su
trasnuttda por España a sus colonlas de esta .edn,cta Y sesenta y ocho afias de jurisdicd&n ribereñas, clividiéndo'e la soberanía, unas veces lengua, su población y su civilización de España.
par~e de Amér.ica, en todo cuanto allí se esti- m tscuttda sobre el río. por la línea imaginaria que se supone que pa- Desde que la Banda Oriental fonnaba par-
pulo expresamente. Se sabe que, por e1 Tratado de Saft Ildefón- sa por el medio de las aguas, y otras por el me· le del Virreinato del Río de la Plata, es evi·
"~ó obst3;nte,, Y a )Jcsar dé sncesivos actos so,. las c?rona~ .de España y •Portugal cfeyeton ello de la canal o talweg. dente que tan sucesora de la metrópoli es la
P?stenores, ejerctdos en nombre de la sobera- que po~tan fm a sus cuesttonés térrltorlales Esta regla de derecho y de equidad $Ólo ad· nacionalidad oriental como la. nacionalidad ar-
rua _del. )Jueblo argentino, no ha dejado nues- estab!eciendo t<:~ límites que debían separar la: mite dos ex:cepeiones, las que en los tiempo~ gentina. Suponemos que sus majestades cat6-
tro g~bt:rno, . por_ su tra~c;ional y en parte he· posestones ,espanolas y portuguesás én América. modernos son cada vez más raras de encontrar: licas no tenían más predilecciones por aus súb-
d~dada mcuna, de permttlt que sus clarísimos Es ~1 ultJm? pact~ entré. lás nietr6polis, y una, la de que existan tratados que la dero- ditos de occidente, que por sus súbditos de
erec!los sean puest.ós en peligro y a un agredi- con a.rreglo a ~1 han .J5;etendidó las repúblicas guen: tal es nuestro caso de la Laguna Merin, oriente. La pretensión de ~er sucesora a me•
dlos !Un reserva, Y sm que jamás hubiese ex1gi- de ongen e~panol deftmr sus litigios de límites que parece no fuera una humillación suficien· jor título en las cosas que, como el río que
con el BrasiL
c ~ un categórico e in tergiversable reconoci- te de nuestro orgullo nacional, cuando se pre· nos divide, son igualmente necesarias a la vida
llllento de su j~dsdic~::i6n Y potestad soberana." , Allí se t'Rtableció que ]!\ navegación de los tende relegamos a otra e~cepción del derecho de los dos pueblos, es completamente gratuita.
. . La pretenswn que se descorre es la de que nos' de la P lata y Uruguay perteneciera ex· cori'Jún, nada meno~ que respecto del Plata. La Ni España hizo cesión, mejorando a los argentl•
~m sospecharlo ni argen tinos ni orientales' cll.tsJyamente a la cot·orla de Espafía; }' la Ar- ctra e'll:tej!ici6n ad1nitida es cuando existe exclu· nos en perjuicio nuestro, ni habría valido que la
hasta al momento en que a l ilustrado coleg; gentma, ' según el lli'tictJiista, ha hetecládo d& siva y remotísirna p0sesi6n por parte de uno hiciera, cuando ya estábamos desmembrados del
~e le oc~trrió la feliz idea de estudiar el asun- la melropoU, cntl·e tantos otros blefies inesti· J61o de los ribereñl!ls. poder colonial y necesitábamos la comunidad de
to, e.l Rto de. ~a Plata no es un río Goma los . mables, ese dominio ptivatlvo !obre las aguas Nos suponemos que nadie tendrá el cora· las aguas para nuestro desarrollo como nación.
dcmas q~e dtvtdcn Estados, en los que, según del Plata, reservado por el Tratado de San ll· je de decir que ni bajo el gobierno español ni Este pequeño territorio lo hemos heredado
las con?cldas reglas del derecho internacional defonso; y ,no. renunció a él, tÜ lo cornpartl6 bajo los gobiel'l'!Ol! patrios, la posesi6n del Río con todas las prerrogativas, con todos los ac-
e! dó~unio 'Y jut·isdicción se dividen entre ¡0 ; con la Republtca Oriental, al firmat el Trata- de la Plata haya sido exclusiva de los habitan· cesorios que un país necesita para desenvolvene
nber~n?s por ~a línea imaginaria que pasa por do Prel~minar de Paz de 1828, que nos efigi6 tes de la otra orilla. En el hecho y el derecho, libremente, y no en una situación inferior en
el medto dt;l no, ó pm• el rñedlo de la éanal ó en nadon independiente. por los actos de navegael6n y por los tratados, derecho -con respecto a las ot.ras secciones des-
tálweg,. Aegun los tasas. No parecé sino que al repartimos el né6 leyes, reglamentos, faros construidos, impues· prendidas de la vasta monarquía española.
_ En l'!_latetia de dércého público, ésfog Esta- patdmó~Y' ~ól_onial, ltJs argei'ltit'tos fuesen hijos tos cobrados, disposicione$ sanitarias, etc., el La argumentación de ''La Prensa" estriba en
d~s. del .Plata tan aslmiladoJ·és ele todo!! los prih- y los on~ntales entenados, cuandó ló~ priffl~ros dominio y posesi6n han sido usados tanto por pretender que la Argentina sea única herede•
Cipios l1berales, no hábrán iclo ni adonde lle- no se, conte~ta~ con ~tt Jnmehsa pórdóti Iegitl· argentinos como por orientales, sin que nun· ra de España y del dominio privativo que és-
ga ron los r~tardatatios del Congreso de Vieña; ma, s1ho gtle algillios ae ellos tócláví!l pretéhéleil ca, jamás de la vida, se le haya ocurrido a na- ta se reservó por el Tratado de San Ildefon.o;o.
Y la Argentma de hoy no tendría inconvenien- qu~ el m6destó legado de los !légUnilós fió ló lae die, hasta el día en que "La Prensa" hizo su Acabamos de ver el error de esa pretensión de
te, en las prostrimerias del siglo X IX en sos- don to~os los accesorios' y prer'rogadvas propl~ descubrimiento, que es sólo por mera toleran· mayorazgo excluyente; pero, además, ¿es cierto
tener teorías .filia les de l~s de Rosas, s~bre esta e los p~eb~ds }ndependiehte~, sihO H!tát:éado y cía que este Estado usase de las aguas del es- que por tratados y actos posteriores no hubiese
mlsma matcna de derecho internacional fluvial emp~quenectdo, aurt en lo que es de derecho tuario y ejerciese tod<J. suerte de actos de ju- la república hermana reconocido el condominio
co~u? entre todos los pueblos tivilizádós. risdicción. Sería tarea bien fácil la de enume· de la R epública Oriental en las aguas del Plata?
,,Todavía a don Juan Manuel ho se le ocu:
rrw ~cgar el condominlo de la república sobre Frente a un Estado que derivase su: exlgtenda rar actos positivos del clominio, pero no habl'Ía La nación argentina, dice "La Prensa", he-
los nos que nos separ:=tn ~ más bien, que nos de Portugal, éabda opon:erle el Tratado dé San objeto en hacerlo, cuando el mismo diario ar- redó de España la totalidad de los dominios
unen- ton la Argentma, smo que sostenía que I1defonso -y atin esó sería de pésimo y fáhcio gentino, s~gún hemós visto, ha empezado por territoriales, marítimos y fluviales inherentes al
corno co.nseouenda del condominio~ no podíá~ tusto, a ochenta y tanto§ afias dei Tratado cle confesar que "ja.má$ a su país se le ha oeurrido virreinato; y con respeeto al Rio de la Plata,
mas ~bnrlos a la libre naverro.ción sino de , len~, que fiJó e1 nuevo den~cho de gentes de los exigir un c~t-tegórico e intergiversable recono- la soberanía argentina no ha sido jamás restrin·
acuen'"ó con él. <1 nos mternacJOnales- pero frente a Un Estado e irpiento de su potestad soperanl!.". gida sustancialmente, ni en el tratado de paz
Recordamos una tt<sis sosten Ída hace años ~ue er~ parte del virrelfiáto y heredero a tan ~1 dominio exclusivo que se alega, no es el cC>n el Brasil, que es ley fundamental de la Re-
por el doct~r. Rufino Elizalde y iu:r¡g-ada como JUSto t1tulo como el argentino eh las vehta.Jas que emana del derecho viviente, de la pose~ pública Oriental, ni en los posteriores que rigen
una excentn ("Jdad en ambas orillas • ' n la que el causante coni(lli pudo obtener pór él tra· IÍÓn secular sostenida, en concepto de único estas relaciones.
1 1 R'
cua e lO Uruguay no es de las dos naciones
' ' egu tad.,_ la c~sa tiene ver0aderaménte gracia. dueño: es el fantástico dominio de los reivindi~ Aunque así fuere, su tesis sería falsa: primero
Vale, sm embargo, la pena rio tratar li· eantes con títulos del siglo pasado, nunca ejer- porque en la parte que nos concierne somos tan

-· .. ---· ·-- P.A<;i. t•


dentor"' como se cantaba en Buenos Aires pll'
nerederos del virreinato como los argentinos; y Defendiendo el artículo propuesto dijeron, lV .RECONOCIMIENTO DE LA entonces al imperio. . • •
SOBERAN(A ORIENTAL POR Los sacrificios de terrttonos que nos .unP't'
1egundo, porque para justificar sus p1'eteusiones entre otras cosas, los plenipotenciarios argenti- 'mos en beneficio especial de la Argentina! a
a la exclusividad del dominio del Plata, no bas- nos: "La creación de un Estado nuevo e inde- GOBIERNOS ARGENTINOS S1uien' los ejércitos aliados redimían de la t~ra­
ta el hecho negativo de que no existiesen trata- pendiente en la Banda Oriental, de una exteH- q, d Rosas no son como para atenuar el ]uto
Jamás se le ha ocurrido a la Argentina, ;e-
dos por los cuales se establezca expresamente sión litoral prolongada en el Río de la Plata, y ma e e merecen• estas nuevas· d octnnas • sobre
gún se adelanta a decirlo "L~ ~rensa"' l:.'~~ a~ .
que la jurisdicción sobre el río es compartida
con la República Oriental, sino que sería mem·s-
dueño de los mejores puertos, exige la adopc:ón a or mérito a su descubnm1ento, ex 1 tr .se ~~~a!~s del pequeño patrimonio que ha qu•
de medidas preventivas contra todos los obstácu· m Y ., la ·urisdicción exclus1va dado a los orientales. . ·~
ter que los hubiese en el sentido contrario de los que en el transcurso del tiempo pudiese ha- mejante pretens1on a 1
sobre el Plata. b • Nuestro tratado de ~om~r~lO y navegaa
conferirle o reconocerle el dominio exclusivo a cer nacer ese nuevo Estado, ya por imposiciones
la Argentina. En efecto, la comunidad de los En cambio, podemos decir nosotro~d ~ u; con el Brasil contiene dlspostctone.s sobre nave-
o restricciones, que en uso de su derecho reco-
de la co~uru ~ t le . , d r'to u ruguay pero hactendo expresa
ríos internacionales entre Jos ribereños es la re- nocido intentase aplicar, ya por una influencia d an sus reconocimientos . 1 R úbhca Onen, .a . gacwn e1 ' . • 1
las aguas del estuano con a ep referenc1a . al Río de la Plata. St no se smgu• ,a•
gla general, casi universal hoy, del derecho de extraña que pudiera apoderarse de los consejos • 'n exphc1ta . tanto con éste es porque su navegaclOil
gentes, y por consiguiente no necesita de pactos de un gobierno naciente para optar a privile· Acabamos de ver esa d ec1araclO, . nza ' ., he-
en el acto mismo de surgir nuestro palS a la vtda I'b había quedado fuera de cuestton, como
que la declaren. Lo que necesitarla ser estable- gios en la navegación, con perjuicio de los inte· 1 re vxs . t o, por el artículo adicional del Tratad•
cido por pacto expreso, para engendrar un dere- reses comerciales de ambos Estados." institucional, en el artículo adicional del Tratado mos
Preliminar de Paz de 1828. •
cho excluyente, es el régimen odioso de excepción Tanto reconocían los firmantes del Tr.atado de 1828. La república pacta ahí como Estado, nbel'&'
por el cual el río que baña dos países no perte- de 1828, por parte de la República Argentina, la En la larga discusión que Rosas mant?~o
ño con soberanía indiscutible sobre el Rio de la
necería, sin embargo, sino a uno · solo de ellos. soberanía que conjuntamente con la confedera· cuando pretendió cerrar los ríos a la nalvega~lOdn,
., sostener a tests e Pl~ta y su afluente el Uruguay.
¿Pero está bien cierta "La Prensa", cuando ción tendría la nueva nacionalidad sobre el Río tampoco se 1e ocurno nunca d d Después de aclarar el artículo 14 que ambu
estampa que por el Tratado de 1828, al recono- de la Plata, como consecuencia de ser ribereña, la soberanía exclusiva a favor del Tr::'-,ta ~ere~ altas partes contratantes convienen en d~~aru
cer y proclamar el Brasil y la Argentina la exis- que procuraron como se ve, precaverse del mal San Ildefonso y de ser la Confederac10n . ,
dera de Espafia en todos los derechos del VlTrel- común la navegación del Uruguay, se o gan,
tencia de la nación oriental, no reconoció tam· uso que en perjuicio de su país podría hacer el
bién la segunda, no sólo impHcita, sino explíci- Estado Oriental, y en previsión pedían la garan· nato del Río de la Plata, no obstante que , t_a n por e1 ar t ,xculo 15, a invitar a los otros EstadOI 1b
ribereños del Plata y sus aflue?tes, ah c:e er~u
tamente, los derechos naturales de la nueva tía de la Gran Bretaña para garantizar la libre favorable le habría sido para fundar ~ po:ltl: un acuerdo semejante, con el fm de acer 1 re
nación a los ríos que dividen los dos Estados? navegación. : internacional y defender la clausura. n e ec . ,
para los ribereík>s la navegación de los rios p..
Habría sido muy explicable que el Tratado El Brasil no admitió la necesidad de deman- 51. el Río de. la Plata,fl y como runa consecuencia
de 1828 nada dijese sobre el particular, tan es dar esa garantía; pero como resultado de la 10'gica tambtén sus a uentes, ue ran puramente . raná y Paraguay.
Si los otros Estados ribereño!: no qmste~
••
ges tión de los plenipotenciarios argentinos, es h b, · razón que esa pa1a
claro que la cosa iba de suyo; pero un incidente argentinos, no • a na ~ejor. 1 S' ndo el rÍO arribar a un acuerdo respecto de los arreg 01
notable y notorio de la negociación (notorio, que se redactó el artículo adicional· de la Con· fundar un régrmen d¡screc1ona . te . 1 necesarios para dicho fin, las altas partes f con-
. podía abnr o o ce-
porque ha sido recordado por diversas voces, vención de Paz, que dice asi: exclusivamente argen t mo, . . · • tratantes reglarán por sí solas, como es uere
"Ambas altas partes conlra.tantos se coro· rrarlo a las demás banderas, mcluslve a onen 1
principalmente por el doctor Carlos Mat'Ía Ra- más conveniente, la navegació~ del Uruguay y,
mírez, cuando las excentricidades análogas dQl prometen a emplear los medios ·que estén a su tal según le pluguiese. 'd d sus afluentes de la margen onental.. ••
doctor Elizalde sobre exclusivo dominio argen· alcance, a fin de que la navegación del Río de ' El órgano de Rosas reconoc1a ' la comum a.
b mo consecuencia El tratado contiene además las disp<_)SlC~onet
tino del Río Uruguay) dio ocasión a que los la Plata, y de todos los otros que desaguan en si uientes sobre la isla de Martín Garct~, mv()o
fluvial!; pero ::'-dgardeg~aaR~up~blf~a Oriental por sí
plenipotenciarios y el tratado mismo se pro- él, se conserve libre para el uso de los súbditos
de ta cpmupt ' nf d ·' no c!ndo la república, al pactarlas, s~ cahdad :
nunciaran sobre el dominio en comunidad que de una y otra nación, por el tiempo de quince ' el concurso de la Co e eraclOn, Estado ribereño, o, lo que es lo nusmo, con
so1a sm . · 'n -ad·
la nueva nacionalidad adquiría, o más bien con· años, en la forma que se ajustare- en el tratado podla abrir los ríos a la hbre navegacto 1' e n- mino en el río: t
servapa sobre los ríos limítrofes, y con especia· definitivo de paz." roitiendo también la recíproca de que . a ~os Reconociendo las altas partes c?~tratan et
Jidad sobre el Río de la Plata. El artículo adicional carecería de todo sen· federación no podría conceder tal pe.rnuso ?' • 1 Martín García. por su postct6n puede
. · la aqmescenc1a Y qm •1aRa .. 1 l'b ae
D.iscútíase en Río de Janeiro el Tratado Pre· tido, de toda explicación, si el Río de la Plata pabellones extranJero~, sm . 1 e se ve servtr p ara embarazar e impedir a 1 re n v n•
liminar de Paz, entre los plenipotenciarios bra- fuera y continuara siendo total y exclusivamen· acuerdo de la Repúbhca Onenta . ~T~ hi ' . , de los afluentes del Plata, en qu~ soal
sileños y los plenipotenciarios argentinos. En la te argentino. "La Prensa" se ha ido más allá que re vo gacwn . - cen tgu •
interesados todos los nberenos, recol?d d de la
conferencia del 26 de agosto de 1828, los pleni- En este caso habría bastado que la. Argentina Americano. · s mente la conveniencia de la neutra 1 a
potenciarios argentinos, o sea la Legación de las hubiese pactado su libre navegación con el Brasil. Por supuesto que los gobiernbos arl~benrtal~~s referida isla en tiempo de guerra, ~a entre los
Provincias Unidas, como dice el protocolo res- ¡ Con razón "La Prensa" decía que jamás posteriores pres1'd'd 1 os por hom res . 1 e, d t E st a dos
del Plata ya entre uno de estos y cuale
pectivo, llamó la atención de los ministros de bía~ hecho bandera contra la ttrama e- uier otra potencia ' en u tili'da d comun,
, y eotn8 ,
a su país se le ha ocurrido exigir un reconoci· h
su majestad imperial hacia un artículo que, a miento de su potestad soberana, en sentido de
que a
rribada en Caseros, de a 1 er a
1 l'b t d de navega·
. , iarantía de la ?ave~aci6n 'de los refendos !'1~
juicio de la legación, era de un interés vital exclusiva, sobre el Plata! ción de los ríos, y venían proc~aml.ando las 1~~:~ y por eso convtenen.
para ambos Estados, y cuya redacción presen-
¡ Con que no vuelve uno de su asombro de
más avanzadas del derechó p'ú~ lC?,. no p~ ~ 1º En oponerse por todo~ su~ medios, a q'!a
taba, n'! obstante, que haría en ella las altera- desenvolv~r desde el poder los..P?n~~P10~ a~:~~~o 1 b . , a de la isla de Martm Garcta deje
ciones que de común acuerdo se considerasen
opnrtunas, con tal que no alterasen el sentido y
que eso se le haya ocurrido a un órgano tan
ilustrado y serio de }a opinión ·argentina! dos sobre propiedad de ríos dtv1sonos e d' ,
e se ha permitido resucitar el. gran tano
:e s;e~~e~cer a uno de los Es!~dos del Plata,
interesados en su libre navegacwn. l!:s-
objeto d('1 mismo artículo, de la letra sig~1iente: Sí, jamás, a ningún gobierno de su país eso ~~gentino en las postrimerías del stglo XIX. 22 En solicitar el concurso de los otros
se le ha ocurrido, y, por el contrario, abundan Precisamente en seguida de Caseros, la r;
"Amba.s altas partes eontratantes se comprom11· tados ribereños para obtener de aquel ~ ó~:¡uG
ten a solicitar, juntas o separadamente, de su los documentos públicos en que está reconocida
pública celebró con el Brasil los tratados . d; h· ertenece o venga a pertenecer la posest ? o
majestad el rey de la Gran Bretaña, su g-aran- la comunidad fluvial. 'tes comercio y navegaci6n, <;On q_u_e lvtmmos
rru ' ;oberanía de la mencionada isla, que se obhgue
tía para la libre navegación del Río de la Plata. Todavía el demostrarlo nos dará tema para a pagar nosotros el concurso de1 " pueb o corre
por espacio de quince año~ " otro artículo, JI'~. M
a no servirse de ella para embaraz.ar la libre permiten, o por lo menos sujetan a error, la
navegación de los otros ribereños.; a consentir aplicación práctica del derecho de gentes que
en su neutralidad en tiempo de guerra, así como divide por mitad en estos casos la. jurisdicción.
en los establecimientos que fueren necesarios Con esta afirmación sin embargo, no ha querido
para la seguridad de la navegación interior de el gobierno argentino, como V.E. parece indi· (
todos los Estados ribereños. cario, darse un pretexto para violar el territorio
¿Se objetará que la Argentina fue 1 extraña fluvial de esa república, ni menos establecer una
a este tratado? No lo hará el ilustrado colega doctrina contraria a sus del'echos."
argentino, pues harto le consta que en mayo ¿Se qlÜere algo más termjnante?
de 1852, el brigadier general don Justo José de Nunca, como lo ha dicho la misma Prensa,
Urquiza, gobernador y capitán general de la el gobierno argentino, ni por el órgano de ~\lS
provincia de Entre Rlos, general en jefe del gran cancilleria~, ni por decisiones de sus altos tri•
ejército aliado de Sud América, y encargado de bunale~, ha pretendido la exclusividad en la ju-
las relaciones exteriores de la Confederación Ar· risdicción del Río de la Plata. Hemos visto las
gentina, garantizó' el cumplimiento de todos los manifestaciones de sus gobierno~; en cuanto a
tmtados celebrados el 12 de octubre de 1851 las decisiones de sus tribunales, está bien fresco
entre el Brasil y la República Oriental. el caso de) apresamiento del Venus y e~ Monte·
Abundan los actos de reconocimiento de la video por los revolucionarios nacionali$tas, du·
aoberanía oriental sobre el Río de la Plata, rante nuestra (¡Jtima. guerra civil. ~os asaltantes
mientras no se encuentra un solo caso en que
)a Argentina haya sostenido el dominio exclu-
aivo que ahora pretepde.
Sólo recordamos que aberración semejante
haya sido sostenida, no respecto del Río de la
de esos vapores pretendieron que el acto por
ellos perpetrado no caía ba jo la j~risdicción
argentina porque había tenido lugar a más d e
cinco leguas de la costa de aquel paÍ$, e invoca·
ban el artículo 12 del tratado de derecho inter-
LOS CONFLICTOS DE 1907 Yl908
En tos años 1901 '11 1908, tT c~{Hcto~fr~~id' 1~~:e:-:;orc?.~o~~ti:-~Ó~e C~I1~~
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Plata, sino del Uruguay, en artículo publicado nacional penal, suscrito en Montevideo en 1889 lo~ de ettos: eL suscltado con mot vo e. na de !a escuadra drgenttna en. 'iíu.estraa
en "La Nac~6n" hace unos quince años, atribuido y ra.tíficado por el Congreso Argentino en 1894. to de· 190'7) y e! que provocttra1t tas. :Otamobr;~bHcamos es wtidentementl! ada:ra~odiJ.
aguas (abriL de 1908), !a docume~t~~~nq~~mos sobre tos barcos pesqueros! requte!%"
al doctor don R ufino Elizald~, y que le valió El d01~tor Botet, representando al Ministerio En cambio, tos textos, que a 1907 e di~tó et decreto que, a rengto~ segU.t .o•
toda una paliza jurídica por Carlos María Ra- Público Argentino, so~tuvo la inaplicabilldad de· v.na expLicación. Et 3 de ugosto de i~ se rodujo en Argentl1w. Jose C!aud~.
núrez desde esta~ mismas columnas. esa dispo~ic;ión, demostrando que ella !ólo podía aparece. Contra ese de~-reLo una reacc t tes'tJ.enté Wlltimcm, narra así et epUiodto.
Wi!timan en et libro dedtcado a ~~load~~ eB:enos Atres, en a.queltos días, qt~~~~~ ,totnd6
Aparte de la doctrina internacional y de los referirse al mar territorial y no il las aguas de.l ''Según tos telegramas rect . ll ~ Suárez director de !a dwtswn e
tratados d~ 1828 y 1851, que a nuestro turno Plata, donde no e~isten agua~ libres, estando 1(1. iniciativa de t~ ! eat:ción argen~m~t ~~: u;t s~~~[or Suár~z quien como ~e advirti~
hemos invocado, aquel gran condensador de todo el tío sometido a la jurisdicción a.rgentina ganadería del Mtntsterlo de Apns t · ¡¡ , !a ntención sobre et permtso otorga
entonces era bisnieto de Joaqum ~ rez, a.Ao riC1tUnra argentino doctor Ramos Me·
cuanto interesaba a los orígenes o al porvenir o a la oriental, según que los actos se realicen do por el gobierno orienta!, a! mtms~ro dedo f Suáre.:r! que despuJs de t!'es mm~.
de nuestra nacionalidad, archivo enorme cuya a uno u otro lado del talweg. jía. Se sostenía, parece qupet for ~t m~::~o c;~r los trat~dos coíoniates 1J. el Tratt~
desaparición temprana más se lamenta al abor- Como en el caso ocurrent~ la toma de lo~ 1Wl aguCUl de! Rto de la a a, .et a t A gentina de 1828, o son nrgenttnas cite \ti
Pretimlnar de Paz, entre e! Bra~; y a r '
dar cualquiera de estos a~untos, invocó también vapores había tenido lugar en aguas argentinas, vamente o son comunes entre sí . . dt des'J)Ués de dictado el c!ecreto, se sU!-
este antecedente que remacha la demostración según la división de la línea imaginaria que se Lo clerto es qtte el 9 de agosto•. sets as_ ue también pubUcanws. lilntli'eLantO
del derecho uruguayo, tan ligeramente puesto en s~pone pasar por el medio del estuario, el doctor pe1ldM lit ap!icación del mlsm t o ..~~ta~t~o~Hf~toq del ;,apor "Cónstitución" CUt/Oí nau•
-..5 de agosto= ya Be ~abía P an.ea e no óbstante t6 CU<Ll tomaron ñter•
duda por "La Prensa": Botet sostuvo la jurisdicción nacional, habiendo ·
1ragw se ha· bt"' .n.-0 ducido e11 aguas v.1'Ltgua1Jas '11
~ "' . t' .
3
En- 1873, con motivo de la insurrección de prevalecido su opini6n en el fallo de la corte; vencl.6n lCUl ll.utóttdaa.es árgen trtCUl.
Entre Ríos, los cruceros argentinos solían inva- pel'o ele ella misma se desprende inequívoca-
dir en el Uruguay las aguas jurisdiccionales de
11uestro país. Reclamó el gobierno del doctor
Ellauri. Quiso el gobierno de Sarmiento e~cu­
mente que si el hecho hubiera tenido lugar más
acá del talweg, los tribunales argentinos lo ha-
brían reputado de la competencia de los tribu-
a) LOS BARCOS PESQUEROS
sar el abuso alegando que los hechos tenían lu- nales orientales. :. DECRETO REGLAMENTARIO
gar en aguas indeterminadas. Pidió explicacio- Ninguna duda $Ombrea nuestro derecho. No comisión especial honoraria que tegla~en!as~
nes de esta frase nuestro ministro de Relaciones podemos creer que el gobierl'lo argentino se MINISTERIO DB INDUSTRIAS) TRABAJO la pesca; que en vit·tt.td de esa ley se ~c.to e
Exteriores, que lo era er¡tonces el doctor Pérez atreva a fundar una reclamación en au sobera- :F. INSTRUCCióN PúBLICA decreto del 26 de jltnio de 1903, prohibtendo
Gomar; y a su vez, en nota de 23 de jul!o de nía exclusiva sobre el río, que es el gran camino Montevideo, 3 de agosto de 1/07. las artes mouerna!l por falta de datos ]~cales
1873, el doct<;>r don Carlos Tejedor, ministro de pa.rí\ comunicarnos con el Universo. Con esas que aconsejaran su uso y como un medto de
Relaciones Exteriores de la República Argentina, pretensiones ~ólo conse~irá la pren$a de la otra Considerando: que por la ley d? 14. de ju- conservár el pescado en el Rlo de la Plata;hque
~atisfizo la exigencia con esta declaraciÓJ'I. inter- orilla despertar recelos, h!'Y completamente lio de 1901 se autorizó al Poder EJecuttvo pa- es notorio que en la Argentma · se usanace
giversable: adorm(!cido~, sobre la$ tendencia~ abs()rbentes ra prohibir o admitir el uso de las. redes de ttempo los procedimientos P,rohib~d.<!!l en. nues•
"El gobierno argentino piensa que están in- de la q1,1e lós orientales no hemos dejado de arrastre ya se empleen mar afuera oradas por tro pa~s por falta de estudtos pr;VloS stem~~
determinadas las agua• territoriales del Río llamar, eon admiración y eariño, la patria vapores' o por embarcaciones a vela en las pla- dilatados, y que alH se ha constitUido una f~
Uruguay y Río de la Plata porque, comunes g.rande. yas, tir~das a mano o mediante anín;'a~es _o un te compañía de pesca que amenaza trans or
ambos ríos a las dos repúblicas, la anchura de medio m.ed.nico; mientras no se exptdtera una
~--
ellos y lf situación de algunas de sus islas no ·"La Razón'•, diciembre de 1898,

...AG. a:a
11. SUSPENSióN DEL DECRETO REGLAMENTARIO
n'!arnos de país exportador en 1mportador de los agua dulce y salada mezclada en distintas pro- El presidente de la repúblic:a.
productos de esa industria; que en Inglaterra porciones según la intensidad de los vientos y MINISTERI O DE INDUSTRIAS, TRABAJO
RESUELVE:
el desarrollo de la industria en forma sorpren· las corrientes, no puede permitir la fecundidad E INSTRUCCióN PúBLICA Artículo 1g - Suspéndase la ejeéu.d~ id
dente data . de 1 88~, en que se empezó a em- de las especies más importantes cuyo carácter Montevideo, 9 de agosto de 1907. decreto de fecha 3 del corriente huta la P~
plear los sistemas modernos, contando hoy los migratorio está por otra parte comprobado-, senta.ción de' infonne de la referida eómisióe.
pescadores~ según declaraciones de M. Barclay,
Habiendo manifestado la comisión nombra·
siendo aventurado presagiar su destrucción, por Artículo 2g Publíque~e.
delegado inglés en el Congreso de Pesca de da por el Poder Ejecutivo para informar sobre
más intensa que sea la industria, porque a na-
Bergen, con 1.300 vapores que emplean las re- los efectos de las redes de arrastre en la pesca, WILLIMAN
die le es dado calcular el número de peces del
des de arrastre; océano. que necesita hacer va~ia;~. e?'periencias antes Gabriel Tetra
de dar conclusiones deürutlvas;
Que en Alemania · y otros países europeos El presidente de la república, acuerda y
el triunfo de la industria es debido a los mis- DECRETA:
mos. procedimientos que últimamente, en el año
1905, fueron inaugurados en el Transvaal por
un pequeño vapor y han producido en dos
Artículo 12 - Cualquier persona o empre-
sario podrá sacar permiso para emplear redes h) EL NA11FRAGIO DEL VAPOR CONSTITUCióN
años una rápida evolución benéfica debido a de arrastre fuera de una zona de cinco millas ;

la fuerte oferta de los productos po1· campa contadas desde la costa, hasta la mitad del río, do extraordinario y ministro plenipotenciario de
Buenos Aires, 24 de octubre de 1907.
ñías que se han formado de inmediato con de- Art. 2º - Las mallas más pequeñas de las la República Oriental del Uruguay:
pósitos frigoríficos que haciendo bajar el pre redes tendr án por lo menos seis centímetros de
Señor ministro: "Tengo la honra ~e comunicar . a vuestra
cío del artículo, han aumentado la demanda con largo una vez mojadas y tintadas. "En numerosas conferencias que he celebra· excelencia que mi gobterno ha constderado ~
gran provecho de la población y de los mismos do con vuestra excelencia, he tenido el honor d~ reclamación verbal formulada por el excmo.
pescadores, . que compensan en la cantidad ven- Art. 32 - Todas las embarcaciones llevarán manifestarle, cumpliendo instruccio~es d~ mi gobierno del Uruguay, c?,n motivo del naufra-
dida la pérdida en el descenso del precio ; una tripulación cuya mitad por lo menos sea gobierno, que lesiona nuestra soberan;a.la mt_er- gio del vapor «Constltuc!On». , . .
de marineros orientales y de pescadores resi· vención que con fecha 4 de agosto ult1m? eJer "Las autoridades de Martín Garcia han eJer-
Que en el Congreso de Pesca Marítima del den tes en el país con familia. cieron las autoridades argentinas con mot1vo del cido el derecho de policía fluvial que les eor~
Dieppe, se llegó a la conclusión de que' la in-
Art. 4º - El concesionario estará obligado naufragio del vapor «Consti,tución», ~itand? Y ponde, cumpliendo cortés y correctamente ~al
dustria del chalut es a la vez la más produc·
a admitir a bordo de sus buques en cada ex· tomando declaración al patrón y vanos tnpu· deberes de asistencia, en casos de naufra~a,
tiva, la más apreciada para alimentación públi-
ca y la menos sujeta a fluctuaciones, y que el
pedición, un empleado del Ministerio de Indus· lantes de dicho barco. sin obstaculizar en forma alguna las ope~
trias, encargado de la inspección de la pesca "He manifestado también a vuestra excelen· nes de salvataje.
desarrollo · que ha tomado en todos los países
y de efectuar estudios. cia que mi gobierno considera necesario obtener ·"No resultan por consiguiente lesioqadoll el
ti]arítimos no tiene nada de sorprendente y lo
q1,1e, d~be asombrar al contrario es la lentitud Art. 52 - El concesionario del permi ~o la satisfacción que naturalmente procede, y no decoro y la soberanía de la nación hermana
con que los pescadores se han decidido a explo- aceptará todos los reglamen tos que se dicten, duda que la República Argentina la ~ará, ha- que vuestra excele.ncia . ~epresenta co~ tmta.
y la violación de cualquier disposición dará lu· ciendo honor a sus tradiciones de nactón respe· córdialidad como discrec10n, en este pats.
tarla;
gar al retiro del permiso . tuosa del derecho y vinculada a nuesti-o país "Si el decoro o la soberanía del Uruguay hu-
.Que el Poder Ejecutivo, si bien debe tener por mutua y estrecha amistad. .
Art. 6º - Queda excluida La pesca de ce- bieran sido afectados por actos o abusos de au-
en cuenta antes que nada el interés primor· "Vuestra excelencia me ha promet1do una
táceos, moluscos y lobos. toridades subalternas argentinas, mi gobierno M
dial de la alimentación pública, que es el de pronta respuesta, pero ha pasado ya un tiempo hubiera apresurado voluntariamente a aplicar
los más; de los que exigen la baratura de un Art. 72 - El concesionario llevará una es· que podría reputarse excesivo y esa respuesta las correcciones oportunas y a expres.ar sus e.-
artículo de- primera necesidad como es el pes· tadistica de fas cantidades de pescados extraÍ· no se ha producido. . . cusas al gobierno de vuestra excelencia.
cado, en un medio en que la vida se encarece, dos por sus buques, con expresión de Las di· " Me veo pues en el caso, cumphendo mstruc·
también .por el tiempo estrictamente necesario ferentes especies y apuntes sobre los lugares de "Procediendo de esta manera, no s~lamep~ .
cienes de mi gobierno, de manifestar a vues_tra
tiene q ue contemplar la situación de los indus- pesca y las migraciones de los peces más co· habría honrado su propia cultura y los d~beres
excelencia que esa demora _en atender una JU~­
triales, que con sus procedimientos rutinarios munes, datos que comunicará mensualmente al de buena vecindad. Habría dado también .nue-
ta reclamación roza la dehcadeza de la Repu·
quedarían perjudicados con un cambio inme- ministerio. vo testimonio de la alta estimación en que tiene
blica Oriental del Uruguay, que quedaría grata
díato de régimen; y tendrá siempre el decoro y la soberan{a ·de
Art. 8º - Los pescados que se obtengan por una rápida termina.ció~ de este asu~to.
la República Oriental del Uruguay.
Que conviene, en consecuencia, dar tiem· con redes de arrastre serán en los primeros seis "Aprovecho la oporturudad para relt~rar a
meses, a contar desde la fecha de este decreto, vuestra excelencia las seguridades de mt más "El saludo espontáneo a su pab~llón y ~ _sul
po a los pescadores que no se dedican a los autoridades que dos' naves argentmas veriftc&·
productos finos que se encuentran sobre la vendidos en el exteri&. alta consideración.
ron en el puerto de Morttevideo, en mano pa-
costa que tendrán que continuar usando los Art. 92 - El que solicite permiso para la Eduardo Ace:vedo Díaz sádo con motivo de la trasmisión_ del m3,nd<'!••
antiguos procedimie!}tos, para que sustituyan pesca por ese procedimiento, dentro de este confÍrma con definitiva elocuencia ~os sentl•
A S.E. el excmo. señor ministro de Relacio-
sus redes por l~s artes moder nas, ya inóividual· plazo, deberá. depositar en Tesorería. la suma mientes que me es grato expresar en nom~~
m~nte o formif••do sociedades cooperativas;
nes Exteriores, doctor Estanislao Zeballos" ·
de cincuenta pesos mensuales para que' el Po· de mi gobierno; y afianza la política que mn-
. Que el peligro de la extinción de los pe- der Ejecutivo remunere los servicios de vi~i· guna causa ha podido debilitar, de robustecer
ces por el empleo de los procedimientos adop- lancia. siempre las relaciones de la. amistad más fran--
tados en .todas partes, no existe, desde que es Art. LOº C?muníquese, etc. Buenos Aires, 30 de octubre de 1907. ca, sincera. y respetuosa eon el pueblo y eon
indudable que en el estuario, sobre las proxi· las autoridades del Uruguay.
"Excmo. señor Eduardo Acevedo Díaz, envia•
midade5 de las costas para ciertas especies, no WILLIMAN
~s criadero de peces, - porque el régimen de Gabriel Tena
sando en el día. varias vec;s,· Ú~bién evolua.-
..En la fundada esperanza de que estas mani-
festaciones disiparán todo recelo en el espíritu
" Pero mi gobierno se ve en el caso, con moti-
vo de la desinteligencia surgida por la interven•
n nanclo.
Séñor comandahte de Marina y capitán ge- &luda a V.S. atentamente,
del gobierno de vuestra excelencia, me es grato ción de autoridades argentinas en el nauftagio
reiterar a vuestra excelencia las seguridades de neral de Puertos, teniente corone1 don Ouillel'· Añstides nazziOO!Dl
del vapor «Constitución), de reiterar a 'VUestra
mi más alta y distinguida consider~ción. excelencia que considera que está bajo su so- ino Lyons.
Estanislao Zeballos". betanía el sitio en que dicho suceso se há efec· Señor jefe: íV
tuado. No puede conformarse en consecuencia En cumplimiento de la éomisi6n que tne fuÉ
con la afinnación que hace el gobierno de vues- confiada embarqué e'ñ la. mañana de hoy, 2.45 Isla de Florés, 17 de abril de 1901.
Buenos Aires, 7 de noviembre de 1907. tra excelencia, según la cual, las autoridades
argentinas habían ejercido allí el derecho ele
a.íft., en' el vapor Atlántico, pára cómptóbar '
A cotrtattdá.ñte de Marina.
Montevideo.
Señor ministro: Gon exáctitud lo (Jhe óctlrtía. a la altut'tl. de la
"Tengo el honor de poner en conocimiento policía fluvial que 1M corresponde. Isla de Flores, de donde se oían disparó• de Anoche a las 9 llegaron frelíte ~ ésta \'UÍOI
de vuestra excelencia que mi gobierno ha exa- "La República Oriental del Uruguay expre- cañón. buque• do guerra argentiMll formando un~ li-
minado las manifestaciones que en nombre de sa a ese respecto su formal disentimiento y sin
el propósito de suscitar un debate más prolon·
Liegádo que hube allá, !ui infórmadó por el a
nea evolucionando en un rádlo de 3 a mtllas
su gobierno, consigna vuestra excelencia en su sefior segundo jefe de la tsla, ~argentó_ .mayor al ;ur, haciendo á. intervalos diapatós de cañón
nota fecha 30 de octubre pasado. gado, declara que el derecho referido pertenece dón Aristides Bázziconi, que áqUell?s dtsparos haUa las 12 de la noclle, y de .esa hora a. ~as
"Mi gobierno agradece las declaraciones de a sus autoridades. habían pattt~qo do la escuadra árge11t1na que ha- 2 dé la mañana el cañóMé1 fue stn intert'Upcton.
franca y respetuosa amistad que en ella se for· "Aprovecho esta oportunidad para presentar bía hecllo su apárici6n ~n la Iióehe del 15 a las A las 5 de la. mañana te tetiraron rumbo al
mutan, y las retribuye debidamente, no puntua- a vuestra excelencia las seguridades de mi más 8 p.ro., entré la isla y el Ba.Iieo Inglés, ~~nde sureste.
l~ando sentimientos, porque ellos han sido ex- alta consideración." efeétt1Ó dos 8itó.ulacros de combate, él ptunero 'Saluda á V.S. aténtaméñte.
presados repetidas veces en el curso de la hi~- ' de 9 a 11 p.m. y el ~egundo ~e'. L SO a 2: 15 ?e ~tides Bamt'Ad
to~ia, tan vinculada, de ambos países (Fdo.) Eduru·do Acevedo Díu la mañana, en los cuales se hicteron van.o~ dt5•
paro& de cañón. Q ue las luces que se perc1b1eron
en la isla fueron lñS de los reflectores eléctrlcóS V
dé }o.8 rrt\~rnO!I buques, y que de aquí se habían
e) LAS MANIOBRAS DE LA ESCUADRA ARGENTINA tomado por luées de bengala.
T res millas b.l suroeste, arttes de llegar a
I~la dé Flores, 18 de abrü de 1901.
A comandante de Marina.
¡ sido un conflicto, originado por ese olvido de Flores advertí que un buque marchaba len· Montevidee.
nuestra soberanía y por la acci6n que una sor- tameo'te y a intervalos se detenía. ~?~o A'; Desde ayer a las 5 a.m. la escuadra arge&l•
MINISTERIO DE RR. EE. DE LA presa semejante hubiera podido determinar de puse que algo pudiera oturritle, me ding1 h~c1a tina no ha vuelto a la vista de esta isla.
ltEPúBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY · parte de nuestros elementos defensivos. Sin em-,. él hMta ponétme al habla, preguntándole 81_al· Saluda a V.S. atentamente.
Montevideo, 20 de abril de 1908.
bargo, como esta omisión se produce a rarz de gún ~órvitió rtecesitaba., a lo que tñe corttest6 Arlstidt'-1 Bamconi
otJ•as análogas, aunque de menor importancia, que nada. páAabll. ni precisaba dáñdo~em.e 1M
Señor encargado de Negocios; V.S. debe agregar, en la forma definida que gráciM. . .•
corresponde, que si este ~obietno no tiene a su. Ese bu<:¡ue era el eruéero argentino Pat~a. VI
S íRVASE V.S. apersonarse al excelentísimo
señor ministro de Relaciones Exteriores de
la República Argentina, doctor Estanislao
disposición medios mateJ;lales para desplegarlos
como signos de la soberanía nacional, en la lí-
Se encontraba allí, según el oficial de guardta,
haciendo evoluciones. Legación de la Répública Oriental del Urugua,.
Zeballos, y manifestarle la profunda extrañeza nea de su jurisdicción, tampoco está dispuesto a A mi salida de la Isla de Flores estaban a Número 411.
que ha causado a este gobierno el hecho de que tolerar en silencio el desconocimiento de sus de· la vista tres cruceros, y A mayor distancia de Bueno~ Aires, 24 de abril de 1908.
una parte de la escuadra argentina, en evolu- rechos, que hiere doblemente la susceptibilidad éstos se avistaban algunas torpederas. · Señor ministro:
ciones tácticas, haya realizado simulacros de patriótica, porque la inconsideracion parecería Es cuanto tengo que comunicar a V.S. a :F.n cumplimiento de las instrucciones red·
combate - a pocas romas de nuestra costa~ en amparada en un abuso de la fuerza. quien Dios guarde muchos afio~. bidas en la nota de V.E. fecha 20 del eorri:nte,
aguas de nuestra indiscutible jurisdicción, sin Frente a la tradicional amistad de nuestro Montevideo, 16 de abril de 1908. tne ~ersóné al señor ministro de . Relactone.•
haber dado a nuestras autoridades el aviso pre- país y la Argentina, esos hechos adquieren un Exteriores, doctor Zéballos, con el fln de ~aru•
carácter singulannente an6rnalo, pues ni esa Pedro l. 'Beroqui
vio que correspondía, tanto más que esas ope- AyudaiHe festarle que tenía especial encargo de mt go-
raciones han sido practicadas de noche, a corta amistad ha desaparecido para justificarlos, ni el bierno de manifestarle la profunda extratíeza
distancia de Montevideo, de modo que el estam- carácter caballeresco del pueblo argentino con· t!
que le habia causado hecho ~e que ~a parte
pido de los cafiones y también las señales de cuerda con el descomedimiento del fuerte hacia lll de la escuadra argentma. hubte~a reah:~:ado si·
los focos eléctricos debían alarmar, como han el débil. mulacros de combate a pocas !Xnl!as d.e nu~st:a.
alarmado, a los moradores de la costa sur de Debe V.S. solicitar un esclarecimiento del 1sla. de Flores, 17 de abril de l 90S. costa y en aguas de nuestra m~scutible j~r~­
la ciudad, donde asimismo tiene su cuartel uno hecho denunciado, y transcribir al hacerlo, si es A comandante de Marina. dicción sin haber dado a lit autortdad rnaritima
de los cuerpos de la guarnici6n. necesario, los términos de esta nota. ~ontevideo . el aviso previo que correspondfa. . ~ , •
Este hecho se ha producido en la fecha y en . , Saludo a V.S. con rni distinguida considera-- Puse también en manos del senor muusttG
la forma de que instruyen los partes oficiales ctor... La noche del 15 al 16 del corriente, a las un memorándum ajustado en un todo a. !os pá·
de la autoridad marítima, que V.S. recibirá acl· ! de la mañana, llegaron frente a ~ta isla varios rrafO!l de la ·nota de V.E. as~ como ta.I?btén eo-
juntos a la presen•e. Antonio Bachini buques d~ guerra arg~ntinos evolu:;?nando y ha- pia de los partes de la autor1dad marrtin'la dan•
Bien se comprende que si nuestro país, asi ciendo a lntervalús d1sparos de canon, hasta lle-
A S.S. el señor encargado de Negocios de la do cuenta de aquel heého.
como tiene el derecho sobre esas aguas, tuviera gar a unas tres millas de ésta, retirándose a las El señor ministro doctor Zeballo~ ley6 1!11
República Oriental del Uruguay en la Argen•
la fuerza para hacerlas respetar, fácil hubiera 4 de la mañana con rumbo al sureste y regre-
tina.
PAta. d
PAG. 26 NUMEr.Ra :ao 1 DICIEMBR!i. 1968
buques de ultramar que sirven nue5tros pue:
mi presencia el memorándum y los par:tes refe· de modo que el estampido de los cañones y amistosa indicación, habiendo sido siempre, por tos sobre su ruta ordinaria, que, como ea sabio
ridos, manifestándome que pondría todo en co- también las señales de los focos eléctricos debían el contrario, los más eficientes fac~ores para
despertar y acentuar simpatías hacia nuestro
do: pasa entre la Isla de Flores y el Banco _In-
1\ocimiento del señor presidente de la república alarmar, como han alarmado, a los moradores glés, 0 sea a más de seis y a menos de cliec:l-
y que podía desde ya adelantarme que en el de la costa sur de la ciudad". país. 1 séis millas de la costa uruguaya.
hecho aludido no ha habido la menor intención Del parte del comandante de la Isla de Flo- Sentado esto debo decir, respecto de la fa ta Dentro de este tema, ningún buque necesi-
de ofender al país vecino y amigo al proceder res y demás documentos cuyas copias se sirve de aviso previo' al gobierno orienta! sobre. los taba aproximarse en sus operaciones de ata-
de aquel modo parte de la escuadra argentina, acompañar S.S. todos concordes en las distan- ejercicios . que nuestra escuadra debla reahza~, que 0 de defensa a menos de seis millas de la
"dentro de sus canales". cias, resulta que las operaciones navales a que sólo en parte a la vista de sus costas, que di· costa firme, y t¡_ue así ha sucedi~o! en efecto.
Observéle al señor ministro que aquellos el memorándum se refiere han tenido lugar en· cho requisito jamás se ha llenado, entre o~ras lo prueban los mismos partes oficiales de tu
ejercicios fueron efectuados a menos de cinco tre nueve y siete millas de la costa firme del razones quizá por el justo criterio de que la hbre autoridades orientales que sirven de base a lu
millas de la costa uruguaya, a altas horas de Uruguay. navegación del Río de la Plata, como la d~l observaciones formuladas, y según los cuales. no
la noche y sin dar el más mínimo aviso, como Este\.(jato, que es defiuitivo, rectifica la parte mar, se refiere tanto a los buques de comer~IO se vio hacer simulacro a menos de tre~ mtll:"
es de práctica hacerlo y como lo han efectuado sustancial del memorándum de S.S. y comprue· como a los de guerra, en todas aquellas f~nclo· por fuera de la isla, la que, como es ~ab!do, di..
las naves de las distintas naciones que han sur- ba que las evoluciones inofensivas de la escua- nes propias que, sin perjuicio P.ara n.adie, les ta a su vez seis millas de la costa f¡rme.
cado nuestras aguas, !=[Uedando con esto termi- dra argentina han sido realizadas en aguas abier 4
exige el adiestramiento de las tnpulacl~nes . ' Respecto' de la alarma causada por_ las ...
nada nuestra entrevista y despidiéndose de mí tas a la libre navegación, que tampoco ~JoStán Efectivamente, recorriendo los archlv~s ~e ñales que son usuales en todas las mannas. pa-
el doctor Zeballos en los términos más amables sometidas a la indiscutible jurisdicción del Uru• este ministerio, no se ha encontrado mngun ra esta clase de ejercicios, hechas con p1eza1
y corteses, manifestándome que el gobierno ar- guay, pues la defensa de la entrada del Río de antecedente que demuestre que al~a vez ~e de salvas y proyectores eléctricos, no puedo ~e­
gentino y él particularmente se encuentran ani- la Plata es precisamente una de las causas pri· haya considerado ~e~esario _dar aviso al, :paiS nos que lamentarlo, por más que no ha ~1de
mados de los mejores deseos para arreglar nucs· mm·diales de la existencia de la flota de guerra vecino de los ejerciCIOS t~ctlcos y ;strateg¡cos posible prever que esa alarma se productria,
tras pequeñas. diferencias. de esta república. que nuestra escuadra deb1a de realizar en to- dada la distancia que mediaba entre la costa
Saludo a V.E. con mi mayor consideración. Por lo demás, el informe del seiíor ministro da la extensión del Río de la Plata o ~m las y la zona de operaciones. Por otra. p~rt.e, .n•
de Marina, cuya copia tiene la honra de adjun· aguas oceánicas inmediatas; salvo .los d¡ver~os puede considerarse vulnerada una JUnsdlCCIÓD
P. Pérez Gomar casos en que hemos hecho operaciones parc1a·
tar, explica satisfactoriamente los hechos y abun- ajena si acaso existiera como se pretende, po:
!l. S.E. el señor Antonio Bach.ini, ministro de
da en datos técnicos de derecho internacional les dentro del puerto de Mal~onado, de. lo que que ~uestros buques hicieran a más ?e doce kt•
Relaciones Exteriores de la República Oriental marítimo y en antecedentes de operaciones aná· no se trataba en la presente Clr~unstanc;a, pues lómetros de la costa señales convemdas de al!"
"'el Uruguay. logas. Su gobierno considera que este informe ninguna porción de la costa onental. m de sus temano, para determinar los ~omentos l?recto
es concluyente. aguas adyacentes ha servido para srmular ob· sos en que se avistaban entre st los que mtel"
VII Por lo demás, deplora f'n nombre de su go· jetivo alguno. Tampo~ consta que esta f~lta venían en el ejercicio, máxime cuando cual·
bierno la injusticia en que incurre el de S.S. al de aviso haya originado ninguna reclamac1.Ón. quier barco de guerra puede hacer uso de esos
REP.'QBLICA ARGENTINA suponer que la República Argentina tiene el Entre los varios temas que con prop6s1 tos · mismos medios en todas las radas del mundo,
M.ini~erio de Relaciones Exteriores y Cultos propósito de herir la susceptibilidad patriótica instructivos ha desarrollado la escuadra en la sin previo avis~ a la autoridad local.
MEMORÁNDUM del Uruguay, pues le profesa y le profesará siem· ,reciente movilización, figuraba, como era ~o~o­ No habiéndose precisado en el memorAn-
pre probada amistad y espontáneo respeto. rio por haberse publicado por la prensa diana, duro cuáles sÓn las demás omisiones análog~ a
El Ministerio de Relaciones Exteriores ha re- determinando fecha, el bloque'? del Río de la
Buenos Aires, 30 de abril de 190[ que en el mismo se alude, no me es pos1ble
cibido instrucciones para manifestar al señor Plata en la forma que se pract1ca en otras ma- informar sobre ellas¡ pero sí puedo declarar que
encargado de Negocios del Uruguay que su rinas y sujeto a· iguales condiciones .locales CJU; no tengo conocimiento de que nuestros buquet
gobierno se ha sentido contrariado por ciertos
términos y alusiones del memorándum que tienE
VIII" las establecidas en simulacros semeJantes reali- las hayan cometido.
REPúBLICA ARGENTIN.h zados en épocas diversas. Dejando con esto terminada mi exposici6a
la honra de contestar, pues no corresponden a!
estilo <!iplomático, ni son oportunos, dados los Es este ejercicio el que ha dado m_argen por y para el caso que V. E. debiera considerar la
Ministerio de Relaciones ~xteriores y Cultos primera vez a observaciones del gob~e;no uru· parte fundamental de las observaciones. pr~sen•
antecedentes tradicionales de cortesía y de res·
peto recíproco que deben vincular siempre a las
Buenos Aires, 27 de abril de 1908. guayo, fundadas . en .que . se. h~ :-:er,~!cado en tadas, juzgo pertinente agregar la s¡gwente
dos repúblicas. Su gobierno no usará, sin em- Señor ministro: aguas de "su indiscubble pmsdlCClon Y a cor- consideración:
bargo, del derecho de pedir el retiro y la re· Al tomar conocimiento del memorándum del ta distancia de la costa. Como es sabido, estamos empeñados en 1~
forma del memorándum de S.S. porque desea gobierno de la República Oriental del Uruguay, Siendo sólo de mi incumbencia informar trascendental y costosa obra de draga: y ba~­
demostrar la ecuanimidad de espíritu con que que me ha sido pasado por V. E. para infor.m ar acerca de la segunda parte de estos fundamen- zar con boyas luminosas la barra del r1o, a f¡n
estima la amistad del pueblo uruguayo. sobre las observaciones que contiene, debo an· tos me basta manifestar a este fin y con el pro- de que puedan cruzarla regularmente · ~uq_:ue~
El memorándum de S.S. comienza manifes· te todo dejar constancia de mi profundo pesa!' p6~ito de destruir el concepto C}e que se trata de 28 a 30 pies de calado, y, como es constgmen~
tando "el propósito de comprobar los hechos de que en ese documento se considere capaces de un acto agTesivo al país vecmo, <Jue la ma- te todos los de nuestra escuadra.
producidos" . . . "por una parte de la eocuadra de inferir agravios a la nación vecina y herma- yor 0 menor distancia de la costa onental a la , El canal artificiat asi formado no bene
. ac-
argentina en evoluciones t~cticas". pero a con- na, sea al que suscribe al dictar sus órdenes so- zona fijada para los movimientos de nuestros tualmente, ni menos tendrá en el futuro, I?or
tinuación, y sin esperar el esclarecimiento, se bre el ejercicio que motivó aquellas, o a los búques era completamente ajena al desarrollo seguridad en la navegación, ahorro de CaJ?lnlt
adelanta a observar "que ha realizado simula- señores jefes de nuestra marina encargados de del plan. En él no se trataba de simular explo- ~ conveniencia para la escala en Montevtdeo,
cros de combate a pocas millas de la costa uru· ejecutarlas. raciones de cualquier naturaleza en las aguas otro acceso desde el mar que' las ~guas profur:
guaya y en aguas de su indiscutible jurisdicción Es bien sabido, señor ministro, que nues• próximas a tierra desembarcos de tropa o ata- das de 18 kilómetros de ancho, dtstante 11 kt·
sin haber dado el aviso previo que correspondía, tros buques, en sus múltiples viajes, jamás han ques a puertos o' puntos fortifica~os de la cos- lómetros de la costa uruguaya, donde se efec-
tanto más que esas operaciones han sido practi· dado lugar a que las naciones extranjeras in- ta sino únicamente de obstaculizar por una tuó el ejercicio que ha sido observado, y sobre
cadas de noche, a corta distancia de Monte,·ideo, terpusieran la más mínima queja, ni siquiera p~rte y defender por otra la navegación de los
i'>'AOI la\flf

\
. de S. S. formula las reservas n~cesari.as, decla·
a uellos términos, lejos d~ e~volver ~~a ínten- acepta las manifestac10nes que
· la que toda jurisdieci6n exclusiva ajena sería oión~~ ribereñas sobre iil óurso de agua que ba· cln agresiva, han s!do wsptr~do~ .urucamente rando : que no . 1 R '
afectan los derechos y los !~tereses de a epui
una valla a nuestra libre sallda al mar con bu- ña sus costas. t nquilos sentimientos de JUSttcla. bHca Argentina, con relacwn a l~s canales de
ques de gran calado y un inconveniente para en ra d V S dar
Debe recordar V. S. a este respecto, que Con estas manifestaciones pue e · · Río de la Plata, ni las que se ref;eren, _de nue-
la defensa del país y de su comercio marítimo, nuestra Jurisdicci6n en esos canales éstá expre• término al incidente, agregando que, :hora vo a omisiones en que no ha mcurndo. En
pues en caso de bloqueo éste se harla efectivo samente reconocida por la autoridad argentina, como antes, los mejores deseo~ ? el go terno c;anto a la parte del memorándu~ de S. ~·
. preferentemente en las proximidades de dicha desde el áño 1&29, en nota oficial, firmada por oriental se dirigen al mantemmie~lo de las ue se refiere a la cortesía. inter~acw~al, el ~u­
:zona. \m ilustre internaoionalist~ argentino en su ca· cordiales relaciones entre ambos patse~. .' ~stro de Relaciones E xteriores ttene mstrucclo-
Reitero a V. E. las segJJridade~ de mi más rácter de ministro ele Relacione& Exteriores. Y Saludo a V. S. con mi mayor consideracwn nes para manifestar a S. S. que agrade~e. las no-
distiguida ton8ideraci6n. no basta invo~!lr, colño lo hace el señ~r mirlis· bles explicaciones ofrecidas por el numstro de
Onófl'ti Betbedei' tro de Ma.tina argé!ltiM, el hecho dé que e~os Y estima. · ·
Antonio Bacluru Relaciones Exteriores del Uruguay, respecto:
1?.s eopia. canales dan acM$o a los puertos de la. R.epllbli- l forma del primer memorándu~ de S. S. o -
Ireneo Ramitet Al encargado de Negocios en la Argentina.
éa Argentina, p~r~ 'Variar los principio~ quo re- a do por la cancillería argentma; la decla-
Subsecretario de Relaciones Exteriol'e!l gl<ln lt!ls derechos de jurii<lieción flu vial, ni serva ¡· - 1
. ' d que segu' n dichas exp tcacwnes, e
basta esá circunstanc\a para am~lar el dmninio X. racwn e • . 'll í ntina.
!ít copia. sería satisfactorio que la canct ~r a. arge '
P. Pérez GoJnar que ia tradición y la ley nos dan t!obrc aque· se persuadiera de que aquellos temun?s «estan
llas 1!-gu:\S. Al coptrario, cree este gobierno Legación del Uruguay. 1 . de envolver una intención agrestva:..
que la ptecollizadón de esa teoría puede ser in· Buenos Aires, 17 de mayo de 1908. eJ~~El gobierno argentino se felicita de. q~e el
iX tanveniente ~ los fntere~es r,ecfproeoa dg la Ar· obierno del Uruguay dé término al mctde~
gentina y <lel U rugl.lay, porque, (uqdó.do rn Señor ministro:
te. y en esta oportunidad, como en otras, ret•
Mmbfr-•lo de Relaciones Exteriores.
idénticas rlizotles, otro país cualquiera que po• Tengo el honor de transcribir a Y·
E .. ~n
te~a sus sinceros prop6sitos de mantener ~a
(ontevideo, 12 de mayo de 19Ó8 sea territorlo e interfl~es políticos y comercia• memorándum que he recibido del senor . ~ums­
franca amistad con el pueblo y con el gobier•
Señor encargado de Negocios: les en la~ riberas del Altó Urugl.Jay, Alto Para- tro de Relaciones Exteriores, contestacwn al
pasado por esta legación en el día ~e ayer: no de la República del Uruguay."
Este gobierno se ha enterado del lñemod.n· ná o P4r~guay, puede pretender también su
parte de dominio sobre los canales de la embo- "Ministerio de Relaciones Exten?res - Me- Saludo a V . 'E. con mi mayor consideracl6n
dum presentado a V. E. por el sefior ministro ' d El ministro de Relacwnes Exte·
de Relaciones E xteriores de la República Ar- cadura del Plqta. moran um- . b' . de y estima.
p. Pérelt Gomar
gentina, doctor Estanislao Zeballos, as! como Como V. S. comprenderá, el reconocimien- r iores ha recibido encargo de su go lei~O
del extenso informe que el séñor ministro de to y ejeticldo de n~estra soberania en esas aguas, acusar recibo ?~1 m~morán,dum que s .l . se~o · ·
E xcmo. señor nun1stro d e Relaciones Exte-
Marina de aquel país ha elevado a su gobier- no significa la pretensión de cl!lusurarlas al t1so treg6 en el mmtsten o el sabado 16 ~ as . riores, don Antonio Bachini.
n.o y que sirve de base técnica a la. Mntestaci6n legitimo que de ellas pu6den y deben hcér los P· m. haciendo declaraciones jurídicas ~ .de
cortesía internacional, en nombre del g~ble~no M inisterio de Relaciones Exterioret.
que el señor mltlistro Zeballo~ da, en ese me- navegantes de todas las bá,ndsr'a~, conforme al
pt·incipio y a los tl'atadol de libve navegacióm uruguayo, después de las cuales «da termmo Montevideo, 18 de mayo de 1908.
ruoráfidmn, a nuestro pedido de esclarecin'lien·
to 8obre actos de la escuadra argentina t:n a.guM Hem9s dejaqo con~tiJ.ncia de l)U~~h1o der.echo al incidente». . Acúsese recibo y publíquese esta nota y mi
de nuestra jurlsdicci6n. jur.isdiccional con el solo propósito d~ fund11-r " El ministro de Relaciones Extenore~, en
antecedentes. Bach~
Agradeciendo la premura con que el go- nuestl'f4. extr.afieza ante un, omisión de torte- cumplimiento de inst rucciones de su g~bJerno
bierno argentino ha. contestado nuestra ge~ti6n, sia y buená vecirdad, cuando la capital de respecto de la parte jurídica del memorandum
y aceptando con igual esp!ritu de cordialidad nuestro país ha 8i~o sorprendida en horas de la
las aclaraciones tontenidas en eSés documen- noche y sin merecer un previo aviso, por el es·
tos, en cuattto informan que no ha existido el truendo de simulacros de combate que én otro
prop6sito de lesionar nuestra soberania, este momento, cumplidas las . atenciones que los ve·
gobierno se ve obligado, sin embargo, a encar- cinos se deben entre sí, habría repercutido con
gar a V. S. que, al hacer estas cordiales ma· éxito simpático, pox·que nuestro pueblo hubie-
nifegtaciones y renovar la expresi6n de motivos ra sabido que se trataba de naves que enarbo-
que telegráficamente trasmit! a V. S. con fe- laba el pabellón de una nación anliga y her-
cha 5 del corriente, para explic.ar, por mi obH- mana, en prácticas de instrucción científica.
gada ausencia de Montevideo, la demora en Sostiene, además, eaie gobierno, que los
contestar los documentos recibidos en aquella téJTminos del memoránclum pte$entado 'por V. S.
fecha -manifieste V. S. al señor ministro de se ajust~n a la tn4ole de un~ RestiÓ.fl iniciada
Relaciones Exteriores de la Repúblic~ Argenti- fuera de lo que la diplomacia denomina nego·
na que el gobierno oriental no puede aceptar ciaci6n inmediata- y que su extensi6n no só·
la teoría sobre dominio de los canales del Río lo está. comp¡:endicla dentro de las facultades
de la. Plata, situados entre la Isla de Flore8 v del derecho recíproco de igualdad política, si-
el Banco Inglés, que el excelentísimo señor mi- no que es bien explicable; por circunstanclas
nistro de Marina, contralmirante Betbeder, del momento1 cuando estamos, comó es noto-
establece en RU informe, por cuanto esos cana- rios, bajo lá impresión de actos .que hieren el
les están situados en este lado de la línea que, der.echo uru~ayo v que aún no han tenido so-
según el prrncipio internacional, universalmim- luci6n definitiva. No corresponde, pues, la ob-
te aceptado, corresponde tener en cuenta pa- servación de la cancillería argentina, 'y nos se-
ra fijar la jurisdicci6n de cada una de las na- ría satisfactorio que ésta se persuadiera. de que
NUI>t E;R Q 20 1 OICIE:MBRE 1968
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CORRENDO OVEO
SEGREDOS DA POLITICA
INTERNACIONAL SUL-AMERICANA
tureza, preferimos conserval-o como s!N"gr", no
seu pristimo ser, ficando certos de que deste
ttllimo in cidente. mlernacional do Unt:({ti~Y modo nño perderá nada á sua substancia e se-
O com a At·gen tmn apparentemente ITISI,Il.-
nificante, j1ara quem desconhece os se-
rd entendido sem esfon;o, pelos homens ilus-
trados e peritos 'á cujo criterio subm'etemos.
gredas dos delica dos assnmptos da diplomacia No seu discurso quiz este estadista funda·
platense porhn de incontestavel transcendencia mentar o se11 v oto a favor dos grandes arma·
no fundo , para que/les qu.e mesmo senda sim- mentas navaes, discurso que foi pronunciado
ples espectadores, chegnrnm á habilitarnos, vis- na rettniáo de Notaveis, celebt;ada sob a pre·
to felizes arcidentes com elementos de juizo sidencia do Dr. fosé F1gueroa A lcorta, em Se·
necf'ssarios, indt1z-nos a apresentar docum entos tembro do 190n.
authenticos, podemos garantir. que tmzem luz Esu documento e urna obra de importan-
a o assumpto 1' onrn tam os espi,-itos selectos. a cta, 11áo ha quem níío diga que é melhor que
respeito do crilf'rio argentino, com ,-elaríío ao tem produzido esse homem público argentino,
Bmúl r as suns pretf'nsñes de ordem sob1·e a ainda que tenha sido bem corregida depois das
politica extf'rim·. no/as tac/11grnphicas.
Vamos of(erecer tlm desSf's rloctlmentns a O Dr. Zeballos possue vasta intelllgencia,
opiniíío l{t'ral: documentos r¡11r nn momento porrm é ttm dos seus de(eitos, reconhecido, pe·
de desvelal-o mamfestaní. n plano tdletior rla los homens de e.~tudo, o de nao ser profundo
Chancellarln A1·~entinn. f'm ma teria internacio- en thhnn algum e quando chega a realizar-se
nal w l-nmerirnna. o contrario, como succede n'este caso, pratica
E' obra dn actual Ministro das R elacoes rlrploravif's e:dremos. O incidente do marco de
F.xtenores de Buenos Ait'es, Dr. Estanislno S. S. Fran cisco é un exemplo.
Zeballos. Tal vez · podesse evitm· taes extremos, se;
A procedencia, é para nos insuspeitavel, e quisesse resistir os impulsos de un excessivo
para qtte nao se dttvide da au.tenticidade d' esse amor propt·io, e nao tivesse confiado ao papel
documento, transcrevel-o-hemos na mesma fo? o que deveria ter guardado em absoluta re·
ma em que o recebemos, no idioma em que serva, como cuidadoso sigilo.
foi produzido, sem alterar se quer um só dos
Gra~as a esse discurso, o Dr. Zeballos pe,..
seus voca bulos. manece no elevado pasto que desempenha;
Stta tradtt~ciio nao seria jamais tao corréc·
gra~as a essa vaidade tao natural nos homenl
ta e fiel para que niio surgissem vacilacóes e
de talento, suas opinióes e sues desejos1 conse-
incertezas, tratando-se de assumptos d' esta na•

NUME"'O. :;lO 1 CICIEMBR&: i~Siil


pio 4 &roco da ma eloquencia ver realizados o imperialtsmo do Katser, nao do l·ensato 1(1Ulrenra armo1 dev{a trésentos mHY:t~es. dct li- •conselfl~ ou oriente O$ pranoJ tmperlalldtU
lfti.S afanas, havendo por coincidencia feliz, o povo alemiio, que se funda no falso axtoma bras esterlinas; nem estáo completamente re- pela bocea do homem de estado argentino.
facto de que suas opinioes eram zguaes as do de que a victoria dá direitos, tem isolado o solvidas AS GRAVES QUESTOES que houve Porém, perguntamos nós: -¿E'd'csta forma
proprio Govemo Argentino, e para nós o m - imperio de urna boa parte CÚ/. Europa, e atada entre o antigo Estado de Buenos Aires e ~ Con- e sobre bazes, na realidade tilo duvidosas, que
leja plattsivel, da descoberta casual que fez ft · que, presentemente, notam-se alguns symtho- federafáo, com .relafaO, especialmente A VER- se póde e$perar a uniiio verdadeira~ dos tnms-
car em realce, sem differenfa de uma só pa- mas de reacrao, p_assariio multos annos, antes DADEIRA POSSESSAO E PROPRIEDADE cendentes interesses continentáesr
lavra, de um unrco vocabulo, esse documento. q":e tenham solufao os problemas de que sur· DA ILH 1\. DE MARTlN-GARClA chave dos O meio escolhtdo, com que pretende-se
Parece, que segundo o texto das notas que gw e pelo qual se conserva foTmidavel a pa1. TÍOS. prest1g1ar, pelo orgao genuino da Diplomacia
1urgiram d luz, o Governo Umguayo attenden- a,-mada. Explica-se assim, c¡ut: n.o <l,iscur~o pronun- A.rge~tina serd ~mpre de uma violencia inelul.'-
do as razoes de ordem previsora e conservado- ciado na Com,en("ÍÍO de {87 1, qllm1do o ge- tavc( como ~ falsa e cont?·aria a todo bom
Este é o imperialismo que m-remeda o pla-
ra, ajustoune a urna formula restrictiva e li- neral .M. itre fez ref erencw AS GRAVES QUF.S- modus vivench a douh·ina que se sustenta.
no aconselhado pelo Dr. Zeballos; plano, que
mitada que sustmhia das 1·eclamafoes, os fac- TOES de que tinha sido objecto a llho. de Af¡cstada ao se~~ espú·ito e as consequendas
uma vez observado com todas as suas delinea-
~os concretos, positivos, que deveriam an·ancar Martfn García, no acto de <lisputa.l-a par(l Bue- forn¡das, vislumbra a transfor¡nafiiO do mappa
•guacs declarafoes, para exclarecer e definir o qoes e saptisfeito no principal, comefará por
nos A. á es, niio 1he podla ser ir¡advertid.o. qt~e poUti~o e no caminho agigantado, o fatal pro-
ponto em questiio. tsola·r á !l-.e pública A.,-gentina de quasi todos
as referidas GRAVES QUESTOES subsistíam ducto de cruentos males que virao, como o
os s~us vwn}¡os, criando-lhe urna situafaO gra-
E' d_e suppor q~e ~o Go11erno Untguayo, que ainda, desde que, até agora est«o de pe palpi- andar do tempo.
v:, msustentavel mesmo, antes de por em ac-
condust!: a nego~lafao com toda a seguranfa, tantes, segundo as proprias manifestaqoes do Nao pretendemos com isso, e mais ainda
~ao .os grandes aTmamentos que intenta ad-
para nao complrcar a gestiio, omittio indica- chefe de Chancellerla A1·gentina, a tal ponto, o que mt·ge das primordiaes, accusar o Dr.
q~mn·, a c~sta de todas as fontes de prodttc·
ff!es, visto temer rofar de leve, mesmo por ac- .. que á ilha, pela lettra e o espirito dos tratados Zeballos nem de léve, de que niio seja jwto
rao e de rzqueza do seu paíz.
ctdente, a verdadeira propriedade da Ilha de em vigor, remita RES NULLIUS. com os seus visinhos. Está no seu direito. Co-
Martin-García, e promover por essa causa urna ~al.l~-se tambem, que entm nesse plano, a mo argentino intelligente e de expe,-iencia, no$
Por essa razao estranha-se extraordinaria-
t¡uestáo séria sob:e a jurisdifáo q11e ex-pro· posstbtltdade de formar uma rep1íblica, entre negocios públicos, cumpre mesmo com os de-
mente, que nenhum homem de estado da Ar-
fesso quer{a excltm· ou trans{e1·ir. os 1·1cos Estados me1·idioniíes bmsileiros e o veres que elle fulga de exigencia na actua/i.
gentina tenha-os de-nunciado pelos pet·igos que
De to~os os mod~s, e~te assumpto fira pen U1·uguay, em raziio de harmonfas económicas; dade. Porém, o facto é que nós, na modesta
'encerram, porque deixam em duvida o dereito
dente. Nao se profeno n elle a ultima palavra. o que no conceito do autor e1·iada um casm esphera de simples patriotas, consideramo-nos
de seu paiz ao dominio desse ten-itorio. (Tra-
Qualquer dta o Estado Oriental terá que 1111 belli, porque, entiio desapparecerla a illwao com iguries direitos para preveni1· o nosso paiz
tado.r de JR53 6 1856.)
eral-o com valor, porque está isso nas suas lt- de p1·edominio exrlusivo sobr~ o Rio da Pra- dos perigos que o amea{:am, fa que se trata,
gitimas convemencias, de duplo ponto de vista la, come17fando po,-que essa sonhada Repúbli-
ca .seria por sua populofaO sua oputencia,
m rzáo ele meras negafoes em factos isolados, po-
político e commercial. 1·ém de formal syst:hema, Tecalcados em firrne.J
m~ts podero~a do que o Chile ... e que a pro- Pela doutrina de utilidade qu.e se apregoa,
O chefe d~ Chancellaria Argentina, com a de rn,odo tiio frc¡nco e explicito, o Para{{uay
propositos que denunciaremos, entregando-os
prla Argentma, accrescentamos nós.
.
sua provada zllttstra{:ao e sublil dialéctica, é
quem val agora resaltar a intensao e o f>lan o Porém trata-se aquí, nao de uma fL'1PPthe· poder-se-hia considera1· beneficiado, n,egando-se ao jttizo publico.
Do "FUNDAMENTO DEL VOTO", títl.bo
se, porem sim, de uma hyperbole politica-lit- na apparencia a u ma hegemonía, mesmo qtte
" que far.emos allusao, com todo o seu peso, lo do labm·ioso trabalho do Dr. Zeballos fezse,
tcraria. a protecfiío se tomasse problematica~ uma vez
s~ta forfa e st~a projecfiio, de modo que o Bm- que a ourtra se suppusesse vencddflra. seRttndo consta, uma edicriío p1·ivada de recltt·
r.tl, a quem ltsongeia no principio para fulmi- No famoso Congreso de .f!aya, nada mais se o desinteresse absoluto nao é algarismo sido nume1"o de exemplares, dos quaes possui-
f'lal-~ depois, -.o Uruguay, o Chile e o Parnguay fez que acender a1·chotes para indicar nas tré·
conhecido nos ca/culos arithmetico~, nem nas
mos ttm, por (elzz e casual ciuunstancia.
este7am bem tnformados do que lhes espera no vas a cada povo, o verdadeiro caminho da sua A. atttenticidade do documento, como di·
propria conseroafáo. especulafoes "benthamistas", muito menos, na
futum. semos, salta da simples leitum, convence e dis-
diplomacia tmperialista.
O Braz.il, o Uruguay, o Chile, o Paraguay Esse paiz terá tambem que preocuparse da pensa outm prova qualquer.
11 e todos os estadistas conscienciosos, que em to- sua defeza nacional, dado o caso, que nao se E'um esttulo sobre a questíio de armamen·
dos esfes paizes estudam com attenfaO o de- lembre do velho systhem(l, do vice-reinado e dos tos naváf~s, bem pensado no seu fundo e po-
De acordo com esse prospecto politico-in- senvolvimien to progressivo das theorias mofler· sérios successos que desenvolveram-se em Maio lido na forma que- resulta elegante com peso
ternacionale com o pretexto de p1·ellenrr a nas internacionales em Buenos A. ires, poderao de 1810. e transcendencia.
hegemonía brazileira, prepara-se outra de ca- tJerificar pelo texto do discurso que vamos re- Estilo, longe CÚ/. realidade practica, aquel- Por outro lado, rendendo justa homenagem
racter idr.ntico a que cap?"ichosamente assigna- produzir integro, se ha, ou niio, altos interesse1 les que ainda sonham com o altruismo ffie no Dr. ZelJallos sua o1·dtoria denuncia-o, desro·
se aquella; porque, pelo alcance da qt¡e se sul-americanos compmmetidos em ttm pro- Comte, em ma(eria de d'reito internac;ional bt·e-o de carpo rnteiro, pelo vigor do seu ta-
estabelece no discu1·so, o resultado ao qua/ se jécto, até agora gum·dado C01'f4 grande seg-redo, publico. lerlto e pelo seu grande cabedal (!.e t1aidade
chegl;le, será ·o de uma especie de soberania gm~as ao qual o Dr. Zeballos se acha airuta Ultimament~ se tem observndo que ent?·e inesgotavel, de que é urna amostra, seu pen·
nommal sob1·e os paizes débeis. dirigindo a Chancellaria A.t·gentina, projécto, paizes limittophes e ri,berenhos, donde esse {:amento impresso. o qual era mais proprio
O imperialismo de Roosevelt se existe em q.tte tem servido de base ao pedido sempre in- conto - nao de Comte- parec(a pratica com- tel-o guanlado sigilosamente no seu Libro Azul.
rigor, basea-se na administrar-lío ~ extenfao de srstentt> e tenaz de ingentes milhoes de pesos mum de sincero amor de irméíos pela 1radi9ao O dominio exclusivo das aguas do Prata
mteresses materides mais do que em aventuras ouro, para applical-os em encoura~ados e pr· secular, succedem, nao obstante conhecer-se pela A.1·gentina, ainda que a Oriental provasse
de. gloria militar, porque assim impoe-se as tilharlas do último modelo. que alli era-se re{racta1·io a theoria da bonda- com euidencia que nao era um pait sem aguas,
extgenc1as commerciaes e industriaes de Norte E' publico, que essa quantia sobe a 130 de, da equidade e da justifa distribttitiva. que seus limites naturaes nao sao marés bai-
~mérica, ~m merito da natural expansíío de rnilhot•s! Náo desconhecemos por isso, que fosse um xas, que os set~s direitos sáo incontestaveis, d11
mtercambto, que o Prata ainda nao precisa em R evela o docttmento, que 11áo estd ainrfo pat?'iotismo exagerado, paixáo cerebral. mais triple G.$pecto histórico, geographico e jurídi-
Igual escala. ' que o instincto de hostilidade impulsiva, o que co, importarla um passo decisivo para a sobe·
liquidada a guerra do Paraguay, paiz qtte ha
PAO. 34

'
.
~UAOERNOR ~B MARCH~
NUMERc:t 201 D I CIEMBRE 1~~e
IVilllnomfnal • terltz, como preambulo, o prtn· clcullflcadfU pelos propriol t:ltatiiJftJI cfo Rlo rrientea de la fnmtgradón que IOn el
ra. cuestión, prescindiendo de la •egunda, que fundamento de aquella riqueza.
tipio do fim; isto é, ·a absorpfáo fatal e ine- da Prata. es absolutamente técnica y debe ser .re~nel ~a
vitavel do territo1·io em futuro nao remoto, Em outras publicafoe.s analogas, co11stdera· · Estos argumentos, excmo. señor, parecen
por los altos consejos especiales del Mmisteno en contradicción con el voto que han dado sut
náo obstante a opiniiío de un diplomata bra- remos minuciosamente, todos os pontos capi· de Marina, por éste, por el ga~inete y por el
- lileiro, de que a República Oriental do Uru- táes que elles planteam • que affeelam erueZ. eminentes autores al adherir todos ellos, por
1
eñor presidente de la repúbhca, ~nc~rnando unanimidad, y sin un concepto nuevo, a l~
guay em poder da Argentina,•sería equivalente mente o Brazil. sus consejos al solicitar la autonzactón del
em todos os tempos, a uma coisa, assim como, Fal-o-hemos com toda calma e com exemp- fórmula escrita que ha planteado el ex mt·
ter urna cobra entre as máos, considerando a honorable congreso. mstro de Guerra y Marina del general R.oca,
~iio de espirito.
Corresponde al hombre de Esta~o defi- que usó primero de la palabra (doctor V1cto.
Indo/e bravla e indomavel dos seus habitantes. Para o "affiche" internacional-modelo, t nir la situación política actual y los mtereses
Nesse caso extremo o governo brasileiro, sufftciente o que escrevemos n'este proemio. futuros de la nación. Corresponde a los téc- rica).
romo fet. em 1856, ser{a abrigado tornar a A critica recalcada na raziío, virá logo de- t.l patrocina el aume~to del ~er ~aval
nicos asegurar su realización, someti~ndo a k de la república y aconseJa la fortthcaClón y
uzar o precedente, compromettida a livre na- P?is, com abundancia de documentos histo· altos poderes las medidas ma[emáucas de la
llegafaO dos rfos como nota juiciosamente o neos. defensa formidable del Rio de la Plata, para
mesmo Chanceller Argentino, quando lamen- eficiencia que se pers1gue. amparar lo que llam~ la ca~eza del pafs, n~es­
A opináo sul-americana tem entretanto
ta-se de que AINDA ESTEJAM EM VIGOR desde jd a seu alcance, elementos para o seu Estudiaré pues, la pnmera cuestión, de tra capital, cuya henda, diJO, seria mortal, "!
OS TRATADOS. recto juizo. acuerdo con el concepto planteado. la reorganización. y mejor~mi:nto del poder
E' necessario· entretanto, náo proceder com L ic. AMILCAR DE SANARRTA Séame, desde luego, permitido decir, que militar territorial de la repubhca .
.,rgencia n'estas celebres questóes graves, assim Sao Paulo, ]aneiro de 1908. no me satisface la actitud asumida por lo que La contradicción entre la conclusión adop-
·he· llamado la mayÜTía en este debate; y no tada unánimemente por sus colegas y l~s fun·
me satisface, porque en realidad no le des- damentos que hemos escuchado, es _ev~dente;
FUNDAMENTOS DEL VOTO DEL DOCTOR DON ESTANISLAO S. ZE8ALLO! cubro un pensamiento definitivo, con los ca· pero he dicho que es una contradtcctó~ de
EN LA JUNTA DE NOTABLES PRESIDIDA POR EL DOCTOR DON JOS~ FIGUEROA racteres que corresponden a un consejo ~ forma por cuanto todos llegamos al mtsmo
ALCORTA CON MOTIVO DEL AUMENTO DE ARMAMENTOS NAVALES, Estado, como el que se le pide. result~do a reconocer la necesidad de robus·
CELEBRADA EN BUENOS Al RES EN SETIEMBRE DE 1906 HabríÍlSe notado también una contradicción tecer el poder militar de la nación, disintien-
en su actitud; pero debo ser justo, declaran- do únicamente en la manera de lograrlo.
Personas invitadas a la junta, además de me a la minoría de esta asamblea. Pero sí Mientras el ministro de Marina, tiene un
do que a mi juicio esa contradicción es sólo
los ministros de Estado: doctm· José E. U?·ibu- reconozco los servicios y la autoridad de los plan que se recomienda, porque daría . a la
ru (ex-presidente de la república); doctor ciudadanos invitados por V. E., que forman aparente y fmto de un error de concepto.
' En efecto, si se analizan atentamente los paz y a la riqueza pública, ~a~antías mme·
Bernardo de lrigoyen (ex-ministro de R elacio- la mayoría, me conforta la consideraci.ón de diatas de estabilidad, el ex mmtstro de Gu e-
nes Exteriores y del Interior de varias admi- que son también notorios los talentos y el pa· fundamentos que han dado Jos que he llama-
. do miembros de la mayoría, para fundar su rra y Marina del general Roca nos pres~nta
ni~t~aciones); general Benjam{n Victorica (ex- triotismo de los doctores Irigoyen y Bermejo,
voto resultaría, en último análisis, que la re- un plan que debería desarrollarse paulallrJa•
mlmstro de Guerra y Marina de varias admi- de la minoría, en apoyo de cuyas opiniones mente de modo que si hubiera algún intere~a­
nistraciones, presidente jubilado de la Sup1·e- puedo invocar las circunstancias conocidas de púbÚca no necesita es~uadras, ni ejército pro-
porcionado a la exten~tón de sus costas, de. sus do en' detener o en destruir la civilización ar-
ma Corte Federal); doctor Antonio Bermejo haber dedicado la mayor parte de su vida al
territorios, de su vecmdad y de sus destmos gentina, dentro de breve tiei?P?• podría lo-
(ex-ministro de Justicia, Culto e Instrucción estudio y al manejo de las cuestiones interna- grarlo, mientras nosotros nos hmttamo_s en vo-
Pública de varias administraciones, presidente cionales; de modo que ellos son especialistas h•turos; que debe limitar sus previsiones y sus
anhelos trascendentales a aislarse del mundo, tar cada año una suma reducida de dmero en
de la Suprema Corte Federal); doctor Juan y están preparados para aconsejar en el caso, el presupuesto de Guerra y Marina para garan•
]osé Romero (ex-ministro de Hacienda de va- en forma que tal vez no comprenda a los constituyendo un país de trabajo, de riqueza
rias administraciones); doctor Estanislao S. y de contemplación platónica de los aconte- tizar nuestro futuro.
que llamaré nuestros adversarios en este de- Tal es, excmo. señor, el error de conce_pto
Zeballos (ex-ministro de Relaciones Exteriores, bate, porque ellos han debido dedicar sus cimientos y de los intereses humanos.
a que me he referido antes, p~r~ ~i~culpar .el
ex-ministro plenipotenciario, en varias admi- preocupaciones a otra clase de asuntos. Tal seria, en efecto, la posición de un
error patriótico, en que, a m1 JUICIO, ha m·
n.istrJlciones); señor Marcos Avellaneda (ex-mt· Pero he hablado de mayoría y de minoría, país sin ejército y sin armada proporcionados,
currido la llamada mayoría.
nistro de Hacienda de varias administraciones): más para localizar las situaciones, que para a las circunstancias a que antes me he r~fe­ Es, en efecto, un error de concepto, c?n·
doctor Calixto de la T on·e (ex-min istro de caracterizar el debate, porque, ·en realidad, r ido; y tal es lo que se deduce de los _úmcos
fundir la cuestión de Estado, con la cu suón
Justicia, Culto e Instrucción Pública, ministro no puede afirmarse que estén seriamente argumentos que han formulado los emmentes
técnica de procedimientos administrativos.
fubilado de la Suprema Corte Federal): doctor divididos los criterios. Conviene plantear la ciudadanos, que me precedieron en el uso d:
Guillermo Udaondo (ex-~obernador de Buenos · la · palabra, con excepción de los doc~ores~ In- Desde que se reconoce que la repú ~)lica
cuestión.
Aires); doctor Leopoldo Basabi lbaso (ex-rector goyen y Bermejo, argumento cuya smtes1s es necesita una flota y un ejército proporciOna•
Ella tiene dos aspectos fundamentales, a
de la Universidad de Buenos Aires). dos a su situación geográfica, a su vecindad Y
saber: · esta: a sus destinos futuros, debe aconsejarse a los
IQ ¿Ha de tener la república un poder a) No existen cuestiones internacionales
poderes públicos que midan la importa~cia
E XCMO. señor presidente:
Hago mfas las primeras palabras pronun·
ciadas por el ex rector de la Universidad
naval eficiente, de acuerdo con las obligacio-
nes y necesidades que comportan su situación
pendientes. . .
b) Ningún interés tienen el Brasil y Chtle
de sus elementos por los factores que la cten·
cia y la estrategia universal aconsejan a tod'ls
en obstaculizar nuestra marcha.
de Buenos Aires, cuando hablaba de su falta geográfica y sus destinos? los gobiernos serios, qu~ sirven de modelo en
e) El país necesita inmigrantes y riqueza
de títulos (que los tiene ciertamente), para for- 29 ¿Cuál debe ser la medida de su poder todo y tienen que servirnos de g:nía, d~~-gra•
naval? y no armamentos. ciadamente también, en la cuesuón mih '"r•
mar parte de esta junta, palabra que sin duda, d) La lucha de la paz armada es una
puedo yo pronunciar con mayor razón. Entiendo, excmo. señor, que esta junta porque nosotros no te~emos los alient?s _" '!-
calamidad pública. cesarios, ni la oportumdad para cambtal la
Me cabe la ingrata actitud de incorporar- ha debido limitarse a opinar sobre la prime- e) Producirá alarmas y desviará las co-
PAe. a'f'
CUACER~OS OS M~RCH~
..AG. ' ' lltUMil"Q ao 1 DICIII:Ma..a , ....
fu ae1·munCfo en esta materia, obligando a to- motiv~s de solidaridad, después de la desapa· rnentes pptnn1stas de la actt~alidad, su~ orien·
dos los países a entregarse al dulce platonismo rición del peligro argentino para Chile, y de cieptí1Icos, puecle equival~r a dejar las cosas en raciones y los anhelos de paz, de que se bla-
el estafip e¡1 que se encuer¡trar. a. po ser en
del desarme universal. quien aun en el caso de aquel peligro, no sonó en los dis~ursos del Congreso Interna-
Es un error de concepto aconsejar en este hubiera recibido jamás apoyo militar alguno, realidad refuerzo, o, en otros térm¡pos, a con- cional de Río de Janeiro mientras contrata-
aentido al presidente de la república, pues porque el Brasil tenía el deber y el compro- tradecir el consejo manifestado ya r:>r la J unta,_ ban 0 es~udiaban al mt~mo tiem~o armame.n·
él no debe escuchar sino a los técnicos de sus miso, de permanecer neutral en esta cuestión; f:ie que es necesario yi¡:;oriZ&r dicho pode1 tÓs desproporcionados a las 1_1ecesidades naCio-
consejos científicos y al gabm ete. Oída esa y así lo habían garantizado sus diplomáticos mílj tar. nales y políticas de Sudaménc~. .
fórmula matemática de la ciencia, debe asu- a la República Argenti na. Me daré cuenta del primer !lrgumento pre- y Jos peligra,; de este posible ca~bio de
mir la responsabilidad que 'l a prudencia y el Pero he observado también, que al frente sentado por los ex mim~tro~ de Guerra Y Ma- orientación de política y de tenclencias son
patriotismo le sefialen. de aquella respetable opinión amistosa para nna y Hacienda del general Roca: ~o tenernos tanto más dignos de previsión, cuanto que ~o
Por mi parte, quiero dar razones funda- nuestro país, existe todavía un partido im- (:nestiones con Chile, ni con el Bras1l; . no. ne~e­ es exacto que no hayan cuestiones i~te:naCio­
mentales para justificar mi actitud en favor portante que nos acompaña con los mismos sitamos, por consiguiente, escuaqra, m eJérCito nales abiertas que afecten a la Repubhca Ar·
del plan político que el presidente de la re- receJos y prevenciones del pasado, de lo cual poderosos.
Es exacto, y acepto sin reservas el atg~men· gentin~ . hl
pública nos ha hecho el honor de someternos. ha sido testimonio elocuente la condncta del . No me ocuparé de la Re,rública. ~e C le,
El ex ministro de H&cienda de la adminis- ILinistro de Relaciones Exteriores de Chile y to de que no tenemos cuestiones pend1entes pues su acción sobre el Peru y Bohvia puede
tración del general Roca, doctor Romero, de- de sus delegados en el Congreso Panameri· que promover a esos dos países ami~os. Nosotros comprometer nuestros i1_1tereses de .manera
cía que estas cuestiones no deben ser resueltas canq d~ Río de Janeiro, en los rec::ientes suce- pouemos garantizar al_ señor presJ~entj! de la menos directa que la acc1ón del Brasil sobre
con ideas vagas, sino en virtud de coruidera- sos cuando h,an opstaculizado los deseos de los repl'lblica y a las nacwnes ext:an]eras y aun los ríos de la Plata, Paraná, del Uruguay y del
cionea pr ácticas. delegados ar~entinos de que se celebrasen sus a Jos países -vecinos, co¡npro¡neticlos en la_ poH-
ti ca argentina, que ~o ten~rpos el propós~to de Paragu¡¡y. .
Acepto su método; pero, desde luego, de- próximas reuniones en Buenos Aires, traba- Admitiendo que la política de Chile pue-
claro que las palabras breves, tímidas e in- jando unidos con el Brasil en contr¡¡ de esta provocar cornplicac1~~es w:er~acwnal~s .. que de orientarse en un sentido por lo menos de
completas, con que cada uno de los adherentes iniciativa. Tales actitud y unión han sido tan- no existe en la optmón publica sentl~mento prescindencia en estas cuestiones, creo que. es
al proyecto del general Victorica ha motivado to más eficaces, cuanto que el delegado chile- alguno agresivo o aspiración a conquista, t~­ fundamental el estudio de ellas con relación
au voto, no han salido del terreno ideológico. no señor Guerrero, que forma parte de la rrirorial ·alguna; que no hay hombres . pubh-
a los países de la cuenca del Plat~.
Yo voy a permitirme exponer, al contra¡·io, corriente amistosa hacia la República Arg:en- co:; argentinos insensatos g u e aconse¡en al No está liquidada, excmo. senor, todavía,
razones prácticas y de gobierno, perfectamen- tina, se había comprometido con Jos delega- pals a lam.arse a las aventuras de la guerra.;
que no persigu'e propósito de engrandeci- la guerra del Pa:aguay._ .
te documentadas. dos de este país a hacer la moción designando Dada la prescmdenCJa absoluta de los emt·
Séame dado declarar, antes de hacerlo, que a Buenos Aires como sede futura del con· miento territorial, pues las guerras_ modernas nentes ciudadanos que han hablado antes, de
pertenezco al grupo de políticos amigos del greso, y tres días después presentaba sus ex~ no son sino operaciones de comerCI~, con las toda consideración diplomática al fundar su
Brasil. Como miembro del gobierno, como cusas y retiraba su compromiso, porque su go- cuales se liquida una vi~ja pretenstón so.?re voto, diríase: o que han olvidado o que no
miembro del congreso, como publicista y co- bierno y sus colegas tenían un plan adverso uerras más o -menos valiosas, o la conquista conocen la situación; y p'udiera tal vez p~re­
mo ciudadano, he manifestado siempre mis a la iniciativa. de algunos mercados rebeldes, usufructuados cerles una paradoja, la afirmación que reptto:
por países riva les. .
110 está todavía liquidada la guerra del ~ara­
aimpatfas por ese país y las mantengo íntegra Y este hecho, e.xcmo. sefior, no pueden ig-
mente en la actualidad. norarlo los eminentes ciudadanos aquí reu ni- Esta junta puede garant11;ar por, u?;WJml· gt~ay, en la_ cual fuimos aliados ~el ~rasll, y,
Creo que cualquier sacrificio compatible dos, se produjo días después, según las fechas dad al señor presidente de la re~ubhc~ que por cor¡sigUlente, somos parte soltda1líl en su
con el decoro nacional que el señor presidente verificadas, de las sesiones del Congreso Ar- ninguno de sus miembro.s a_conseJarfa. jamás
una declaración de gueiTa, st la cuest1ón po- liq uidación.
de la república puede hacer para conservar gentino, que ponía a disposición de Chile es· La República del Paraguay ha contraí~lo
y robustecer nuestra amistad con el Brasil, se- pontánea y noblemente, considerables sumas lítica continuara, respecto de nuestro punt? una deuda de guerra en favor de las naCio-
rá una obra patriótica y de grandes convenien- de din ero para atender a sus desgracias, en de vista y de nuestras aspiraciones en la SI- nes aliadas, que, en la época que yo tuve. el
cias _recíprocas para los dos paises, desde que proporciones de qu e no hay precedentes en tuación actual. _ hnn,or de desempeñar la c~rtera de Relacio-
por su constitución física, forman dos merca- las relaciones internacionales de Eu ropa o de Pero lo que no pueden garantizar al _sc_nor
nes Exteriores, se hada sul:nr a u~a suma r~·
dos que se complem~ntan y se necesitan recí- América. presidente de la re~úbliqa, ni_ a su m1~1ste­ yana en tr escientos millones de hbras esterh·
procamente, aparte de la solidaridad que les Soy un colaborador de la paz y de la cor- rio, ni al congreso, 111 al país, _n~ a las nacwnes nas: y con la aa~mnlación de intereses duran·
toca en los destinos del Nuevo Mundo. dialidad de las relaciones internacionales en extranjeras, los señores ex mmistrqs del ge~e­
te cuarenta años, he oído. ha?lar~ pero no
Respecto de Chile es notorio que he vi- esta parte del continente. Soy amigo del ral Roca, es que en la República de Ch1le, tengo el dato oficial de la_ hqttldacJón_, que se
•itado esa repúblka en marzo, y, sin parti- Hr-asi l y de la parte de la opinión pública d~ no haya o no pueda ~:¡c:istir en el, ~utu~o, pen- hace ascender a tantos millones de ~Jbras e~­
samientos fundamentales de po)!Uca mterna-
ci,par del exagerado optimismo expresa.do por Chile que cultrv.a Jo¡ sentimientos de sqli.da· terlinas, que probablement~ no poona cub:1.r
el ~ presidente de la república, doctor Uri- ridad con la República Argentina. Mis pala· c.:ional que afecte en un momento dado los el Paraguay con todas sus nquezas y sus edlh·
buru, es~oy tranquilo respecto de las relacio- bras no tendrán pues en viita ningún recelo intereses la soberanía, los derechos y la segu-
ridad misma de la República Argentiha. caciones.
ne' con ~se país en el sentido siguiente.: respecto de estos países, sino simplemente la La República Argentina, con el consenso
He observado que allí existe una corriente previsión que corresponde al manejo de los des- Pienso más, sefior presidente. _Por_ grande ánime de todas sus administraciones Y
entre la cla.se superior y que dirige su política tinos de la nación. que sea la confianza qt~e nos msp1r~n los un d .
hombres públicos, ha d.ese~ o .'uempre lac
l er
encaminada a cultivar muy buenas t:elaciones Pienso que ella necesita reforzar su poder gobiernos actuales de Chi~e y de Br_asll, por JJD acto definitivo de hqmdacJón, con~onan·
con la República Argentina, sobre un pie de naval y territorial en la proporción que los téc- amigos que los consideremos, ¡ellos mis~os no do nuestra parte en esa deuda, 9ue el. Para-
1incera solidaridad; y que esta misma opinión nicos aconsejan al presidente de la república, pueden garantizarnos que no se producirán en guay no podrá. pagar jamás sin VlOlencJa.
encuentra exagerada la inclinación del pueblo porque un refuerzo aconsejado por nosotros de un día más o menos cercano, en sus países, mo- L:t República Oriental del Ur~guay se ha
chileno hacia el Brasil. ~:on quien no tiene un modo más o menos superficial y sin e!itudios vimientos y transformaciones en ~~ qpini()n pú- ~presurado ~ reali~ar ese actQ políuco, no obs-
Plica y en la pol.itica, que lflOdif~q~en las co-
OUAOEBNOS D~ ~RCHA
suscritos los tratados de :San José de Flores, texto de mtervención y de discusión en actos
tante ·e ncontrarse en una situación diferente de res entre la República Argen tina y el Brasil se vino sobre el precedente- e<,tahlecido v Cf'· dé indiscutible soberan ía argentina.
la nuestra respecto del Par aguay, pues no es en las exposiciones que hemos escuchado a kbró su tra tado con la Conlederación el 7 de ¿Cómo han podido olvidar los ex · minis-
pais colindante con él, ni tiene el volumen d e la mayoría, y que recrilican, como la cuestión marzo de 1856, que reproduce análoga cláu- tros del general R oca, que Jos mismos trata-
iolidaridades políticas, económicas y comer- del Paraguay, a fondo y definitivamente,· el sula peligrosa respecto del derecho de sobe- dos proclaman la neutmlización de la isla en
cial~ que nos vinculan a la república sub- concepto del ex ministro de Hacienda del ge- ranía ~obre la isla de rvrartín García? Su ar- ttempo de guerra y que autorizan al Brasil a
tr9pical. neral Roca que afirmaba con énfasis, que no tículo 18 incurre en la imprudencia de tra- obtenl'l de QUiiN PERTENEZCA L~ !SLA
¿Por qué no p.a realizado la República Ar· hll)' cuestiones internacionales pendien tes. tar co:1 el Rrasil de la posesión estraté~ica ele (úempre com~ si se tra~a_m de un_dommw In·
gen tina· hasta ahora aquel acto trascendenta 1 ¿Cómo han podido ellos olvid~r que en la isla de Martín Garda y reproduce y con- cierto), qtle no sea fortlftcad~t y que solamente
ele política pacificadora y fraternal? 1853 la Confederación y el Estado Indepen firma las declaraciones no menos inconsultas se for men en ella los establecimierr-tos necesa-
Porque los hombres de Estado del Brasil diente de Buenos Aires se hacían la guerra .de los tratados de Sa n José ele Flores. Pero el rios para la segu.1·idad de la navegacíón interior
no han creido oportuno hacer la condonación por · todos los medios posibles y aun por los Rras il , m:1s di rectam!'nte mterrsado q ue las de los Estados riberet"íos? .
de dicha deuda y mantienen abierta esa cuen- medios vedados? .potencias Sl¡?;nfltar ias tle los pactos de 1%~ e;1 ¿Cómo han podido o lvtd~r que. otro m·tí~u­
ta, que crece en progresión de intereses, sobre ¿Cómo han podido olvidllr que entonces la la navegación d e los río~ ele la Plata, Paran~, /o del mismo tmta.do autonza la mtervenczón
la República del Paraguay. Confederación tenía en Europa una misión .Uruguay y Paraguay, exige hasta la neutrali- del Brasil en nuestros ríos interiores, cuando
Puedo, pues, asegurar que la espada qu e di plomá tica, empeñada en impedir que las po- zación ele la isla en caso de g11erra, ya entre ' hayn gi1e1Ta en el Río de la Plata? '
e.l imperio puso sobre el pecho de la repú· tencias acreditara n plenipotenciarios ante el Jos Estados del Plata, ya entre una de estas y No abusaré de la benevolencia d el señor
blica h ermana, continúa desenvainada respecto Estado de Buenos Aires, lo cual habría impar· cualquier otra potencia, en uti lidad común Y presidente, de sus ministros y de la Junta, , le-
. de .ella, porque la conservación ele la in men- tad o robustecer moral y materialmente el po- .como garan tía de la navegación ele los refe- yendo los textos de los tratados; pero he pe·
aa ·deuda y los derechos extraordinarios que ella der del rico estado disiden te? dtclo a la secretaría su colección y los pongo en
ridos ríos.
comporta, pueden servir en un momento da- ¿Cómo han podido olvidar los tratados ce- La Confederllcifln aceptó la limitaíión de esta mesa a dispos1ción de los señores que de-
do, bajo una nueva orientación diplomática, lebrados dentro de esa política, en San .José su soberanía y del derecho de. defensa y. ele seen verificar los grav{simos textos que he co-
para ejercer sobre el Paraguay tal presión que de Flores en 1853, por la Confederación A r- conservación de la futura nac1ón argentina, mentado.
pondria en peligro su independencia y la paz gentina con ]a Gran Bretaña, los Estados Um- porque, como he dicho, er a un medio de ~bs­ Por fortuna las potencias exu·anjeras a fa-
del Rio de la Plata. dos de América . y Francia, en Jos cuales se taculizar a Buenos Aires y trabar s11 acCión vor de quienes 'tan gra'ves ~imitaciones d~ n~es­
Este peligro se agrava con la circunstancia resuelven las cuestiones relativas a la navega- sobre los ríos interiores, donde tenía su capital tr· soberanía fueron suscrHas, no han e1erc1do
de que el Paraguay se interpone como una cu- ción de nuestros grandes rlos? y su poder militar la Confederación . a la ve_7 hasta ahora sus derechos, ni nos han incomo-
fia, entre dos rios, cuya navegación es de la ¿Cómo han podido o lvidar el artícu lo ele que se asegnraba a la e.~ r11adra de ésta ~ ~- li- dado respecto de Mar tín Garda~ pero est~ es
más grande importancia para la seguridad de esos tratados, peligrosos y agraviantes para la bre e im pune pasaje del Plata para host11lzar una circunstancia debida excl usivamen te a la
cinco ricas provincias de la inmensa repúb li- soberan[a nacional , que pone en duda los de- a Buenos Aires. nobleza y lealtad de la política argen tina, que
ca brasileña. De modo que el predominio so- rechos irrevocables de la nación argenti na so- ¿Cómo han podido olvidar los emi nentes ha dado a todas las banderas extranjeras las mis-
bre los cursos superiores d el Paraná y del Pa- bre la isla de Martín Carda, al declarar q ue ciudadanos qu e han d eclarado q ue no hay mas franquicias y garan tías dentro ~e. n~estros
'raguay será siempre una aspiración nacional la Confederación y las potencias convienen en cuestiones in ternacionales pendientes entre la rlos in teriores. Sin embargo ,al menor mc1dente
en el Brasil. emplear tod o su in flujo para que dirhll isla Repúb lica Argentina y el Brasil que el artÍCll· que hubiera puesto en peligro los in tereses de
¿Cuál sería, excmo. señor, la actitud de la NO SEA POSE1DA J AMAS, Nl CONSERVA- lo 18 del pacto mencionado pone e11: durln alguna de esas potencias, las habríamos tenido
República Argentina, el día que el Brasi l, DA POR N INGúN ESTADO DEL R10 DE nuestra s-obe1·ania nacional sobTe la 1sla dr sobre nosotros, reclamando con sus flotas . el
usando del derecho de acreedor, a que me he LA PLATA O DE SUS CONFLUENTES, Martín Gm·cfa, como si fuem un territoTio lO· cumplimiento de esos tratados, que .no me ex·
referido antes, pusiera en peligro la tranqui- que no se hubiera adherido a la libre nave· davía no definititmmente ocupado, cuando las plico, excmo. sefíor, cómo no han stdo demm-
lidad y la independencia del P araguay? gación de los ríos? dos partes contrata~tes conviene n en oponerse ciados hasta ahom, sino porque nuest~os hom-
. No quiero, ni debo resolver el problema, ¿Cómo han podido ol vidar que esta clá usula por todos los medios, es decir, hasta con las bres políticos suelen ser po_cc> dedicados .a pro-
por cuanto esta responsabilidad corresponde- trata la isla Martín García como si fuera RES armas en la mano en su caso, a que la isla fundizar estas graves cuesuones de gobierno.
rá probablemente a otro grupo distinto d e NULLIUS, al hablar de su posible pose5ión eh Martín García deje de pertenecer a llllO El Brasil, a su vez ha permanecido quieto
hombres del que aquí se reúne. Pero afirmo futura por CUALQUTERA DE LOS ESTA· de Jos Estados del Plata o ele sus confluentes respecto de la posesión que aquel tratado lt
que si la república afrontara esa posible emer- DOS CONFLUENTES DEL RtO DE LA inter esados en la libre navegación d e sus ríos? da en el Plata, en la cuestión ele Martín Garda,
gencia con un poder naval y militar propor- PLATA, que lo son tambié n el Brasil, el Diríase que hay una garantía contra una llave de los ríos, porque su situación m'ilitar
cionados a sus des~inos, la paz podría estar Uruguay y el Paraguay? Era evidentemen- posible us1,1rpación europea, pero ¿quién puede ha sido siempre inferior a la de la Repüblic<.
~tsegurada y la independencia del Paraguay te ésta una cláusula de guerra de la Con- Argentina; pero sus tendencias son visibles ' )
cfesco~ocer que hay tam bién una. du.dn sohr~
·: aalvada por nosotros, sin disparar un tiro; por federación contra el Estado ele Buenos Ai- el hecho real y pos1:ttvo de que ya estaba posel- permanentes, desde la época colon ia~, y tod?
una simple acción diplomática eficazmente res, cuya posesión de la isla protestaba así d a esa isla por la nación argentina, aunque hom}?re públ ico argen tin? que h.aya m~er~em­
~poyada. y quería sustituir, como llave militar d el Pa- do en gestiones con la d1plomac1a bras1lena o
la posesión fuera c:jercida por la provincia ~i­
No está tampoco liquidada, excmo. señor, raná y demás ríos interiores, según lo demostró sidente de Buenos Aires? ¿Por qu é no se diJO que la conozca a fond?, comprenderá q_ue el
todavía,. del punto de vista de las relaciones más tarde la campaña flu vial de los Cordero, en el tratado que el Brasil y la nación ar- Brasil tiene siempre ab1erta una tendencia ha-
internacionales, nuestra larga y dolorosa gue- que forzaron el paso con la escuadra de la gentina se comprometían a sostener po~ todos cia el Uruguay y el Paraguay. Algunos de los
rra civil, sostenida entre el Estado Indepen- Confederación. los medio$ pacíficos y militares la posesión ac- delegados al Congreso Panamericano ha~ po-
diente de Buenos Aires y la Confederación ¿Cómo han podido olvidar los eminentes tual de la nación argentma, sob re la isla? Es- dido verificarlo, pues escucharon de labws ?e
Argentina. ciudadanos qu e aseguraron al jefe del Esta- te error es claro; la redacción suscrita deja hombres eminentes que quedan graves cuestio-
Esto también parecerá una paradoja, cuan- do que no hay cuestiones pendientes con el pendiente Ja duda y ofrece al Brasil un pre· nes por resolver entre nuestras dos naciones.
do no se ha recor dado las cuestiones pendien- Brasil, que el imperio, tres años después de
NU~E;Rct 20 1 DICIE;MEIRE. 1gso
. -~ÜAD ERi'iOS DE. MAR.CHA
tCuál aeda ~ntonces la posición argentina, grlnf, aiendo yo ministro de Reladonet r:xte-
¿Cuál seria la actitud de la Repúbhca Ar- derosas y tal vez las más ricas de sus territo. culil seda la actitud de su diplomacia y de riores, una draga que limpiaba el canal dt
gentina, con nna flota inferior a la del Brasil, rios australes? ... •u gobierno, si su flota, liamada a ejercitar Martín Garcla, fue abordada por una cañone-
ti esta república situara un dla sus acorazados Más que el Acre y más que a Iquitos, el influencia decisiva en el incidente, fuera no- ra oriental y sus tripulantes presos, no obs-
en Montevideo y promoviera gestiones sobre la Brasil aspira a la República Oriental del tablemente inferior a la flota brasileña? tante enarbolar dicha draga la bandera de la
fortificación de la isla de Martfn Garda o so- Uruguay y a la República del Paraguay, por Pero, excmo. señor, existe además otra nación y de ser un 'buque del Estado. El apre-
bre los canales de acceso a la misma isla, en razones elementales, de que debe hacerlD así, fuente gravísima de confli<;tos. La que se re- ~amiento fue realizado so pretexto de que la
el Rlo de la Plata? como una consecuencia natural de las nece- fiere a la soberanía, polida fluvial y navega- draga había invadido las aguas jurisdkdona·
Tampoco me toca resolver la cuestión, sidades de su soberanía dada su situación geo. ci6n del Río de la Plata, una fuente de con- les del Estado oriental en el estuario del Plata.
excmo. señor; pero V. E. con el claro criterio gráfica, pues extendiendo sus Hmites hasta flictos internacionales, que, si se produjera, no Comprendlendo el gobierno el alcance del
de que ha dado pruebas y el gabinete, con su los ríos Uruguay, Paraná y Paraguay, asegu- vacilQ en decl<~rar, que nosotros y todas las hecho y las u lteriores miras con que era tea·
consejo y su responsabilidad, decinirán entre raría sus domiuios interiores con relación a r"nerac.iorH sucestvas dt argentinos, declara- !izado, adopt6 las medidas enérgicas que el ca·
los que han sostenido tal vez por un acto de la sallda al mar y mejoraría de maner¡¡ ex- Han a una, que puede importar un CASUS so requería, que fueron ejecutadas por el aco-
improvisación, en esta junta, que no hay cues- traordinada sus derechos sobre la navegación BFLLI, si la soberanía argentina es descono- razado "Plata", obtemendo la libertad de loa
tiones internacionales pendientes, y los trata. de lo~ ríos interiores. cida y menoscabada, porque el Río de la Pla· presos y la reintegración de la draga a sus tra-
dos que acabo de leer, que confirman definiti- Pienso, excmo. señor, y conmigo todos los ta es como la garganta de nuestro organismo. bajos.
vamente mi argumento de que no está liqtti· que conocen a fondo la política del Brasil, Y bien, el señor mlntstro de Relaciones Posteriormente tuvo lugar el apresamiento
dada toclavla la guerra civil entre la Confe- que si tiene alguna aspiración internacional, Exteriores sabe )' debe sin duda haberlo ya de vanos buques frente a Punta Piedras, he-
de:·ación y el Estado de Buenos Aires, del pnn- es la de llegar por la razón o por la fuerza comunicado al seiior presidente de la repú- cho por la policía t1uvial del Estado oriental
to de vista de nuestras relaciones con el Bra- hasta los límites occidentales del Uruguay y blica, que el Estado oriental desarrolla una con el mismo pretexto, dando lugar a una ne-
sil y con las potencias europeas. del Paraguay. política srstemá trca de aspiracwnes sobre el gociación diplomática para obtener la libertad
Existe, excmo. señor, por otra pane, tal Y, así como he sostenido que no pueden Río de la Plata, que perjudican y que menos- de los presos.
solidaridad entre Jos intereses políticos de la sernos indiferentes los destinos de la nación caban la soberan{n de ln Reptíblica Argenti· Incidentes análogos se produjeron con mo.
República Oriental del Uruguay, de la Re- paraguaya, digo que la República Argentina na. El Brasil estimulará siempre sus tenden tivo del naufragio de tres buques frente a la
púhlica Argentina y del Brasil que forman, está siempre expuesta a complicaciones di· cias. Magdalena y de la limpieza del canal que, en
por decirlo así, una madeja no ele! todo de plomáticas por motivo de la República Orien· Creada esta nacionalidad por el Tratado de servicio de la navegación universal, ordenó
senredada. tal, que puede ser un día la manzana de la 1828, a raíz de la campaña de ltuzamgó el nuestro ministro de Manna.
discordia entre ambos paises; porque nosotros Imperio del Brasil y la República Argentina La cuestión de la sobemnía del estuario del
Han dicho los ex ministros del general
garantizamos su independencia en virtud del la constituyeron en Estado libre e indepen- Plata está, pues, planteada por el Estado orien-
Roca, que el Brasil no tiene nada que buscar tal; y el gobierno a1·gentino se ha encargad()
tratado que fundó su nacionalidad. diente con el nombre de "Repúbl ica Cisplati-
en el Rlo de la Plata; que el llrasil es un
Esta garantía de la independencia de aquel ntt" dándole por limite L COSTA O BANDA de reagravarla, por el e1-ror de trascendenc1.a
país inmenso, cuya extensión excluye la tdea
país, débil y vecino, sobre el cual tiene ac- ORIENTAL DEL Rto DE LA PLATA, que q1Le cometió al subscribir un tratado obligato-
de mayor expansión territorial.
ción el Brasil y trata de halagar y de atraerse, eran los mismos límites de la provincia colo- rio e incondicional de arbitmfe con la repti·
Séame permitido decir que esle argumento ¿no es acaso, excmo. señor, una grave cues- nial, esta blerida por la metrópoli. blica vecina.
me ha causado una profunda sorpresa en Ja- tión abierta, de una manera permanente pa. Según el tecnicismo universalmente seguido, Este tratado fue obtenido por un diplomá-
bws de argentmos. Que el Brasil es una po- ra la República Argentina? del derecho internacional privado, las costas o tico uruguayo, amigo de la República Argen-
tencia expansiva y de grandes ambiciones le- El Brasil tiene poblada la mayor part« bandas de un país, son las porciones de terri- tina; pero, como es natural, más amigo de
n-itorialcs, a pesar de que no puede poblar, del norte del Río Negro en aq'uel Estado, con torios que cubren y descubren las mareas. De su propia patria, el eminente personaje Gon-
m civilizar todo el territorio que recibió en capitales y ciudadanos brasileños. Su influen- modo que el límite oriental de aquella repú· zalo Ramírez.
herencia, según se ha recordado aquí mismo, cia all í es notoria. La opinión pública está blica, es la linea de las más bajas mareas del La República Argentzna cometió la tmpre-
es ctrcunstancta que prueba la intensidad ele dividida en dos grupos, uno de amigos de la Rlo de la Plata. tlisión de no incluir la reserva que contienen
sus anhelos. ¿Cómo han podido olvidar, en política argentina y otro de amigos de la po· Esta solución, además de ~?¡eográfi(;a, es la todos los tratados modernos de arbttrafe, zn-
efecto, Jos eminentes ciudadanos a quienes Htica brasileña. El Brasil h.a intervenido ya en única que armoniza con el principio diplotná· clusive el que ha restablecido la cordialidad
t~ngo el honor de contestar, que acaba de la República Oriental y esa intervenciÓn fue y fundado la alianza del Imperio Britdmco
tico, sostenido por los gobiernos argentinos en
apoderal'se de un territono de Bolivia en el una de las causas secundarias de la guerra del todas las negociaciones después de 181 O, según con la Francia. Esta reserva es la de que to-
Acre y que está discutiendo en Colomh•n y Paraguay. la cual¡ las Provincias Unidas d€1 ltío de la das las cuestiones serán sometidas a arbitrafe.
en el Pertl, •·especto de otros ten·itorios de Esta junta puede asegurar al excmo. se- Plata, a Confederac11~n Argentina, ~s la so- excepto las que afecten la soberanía. Tal re·
estos países? serva> por otra parte, habilita a todo contra-
flor presidente, que ninguno de sus miembros berana exclusiva de la boca y de la navtega·
¿Cómo han podido olvidar que uicllOS te- aconsejad;¡. jamás complicación respecto a la ciórt del Río de la Plata. tante a juzgar con el criterio de sus f;ropiog
rritorios están situados en los fondos casi soberanía oriental, que nosotros sostenemos y Contra este hecho, el ltstado oriental ha ideales y conveniencias cuáles son las cuestio-
maccesibles de las vertientes de la Amttzona debemos naturalmente sostener como Estado tratado siempre de producir actos jutisdkdo- nes que afectan la soberanía y deben ser f''(-
y que por ricos que sean, son por lo mismo independiente. Pero ¿quién puede garantizar a nales preparatonos de una soluci6n linal que cluidas de arbitraje, llegada la oportunidad d•
de un interés pol!tico y comercial muy infe. V.E., que un día, por complicacíones que sur- contempla para el futuro. aplicarlo.
r10r para el Brasil, que el que le representa Jan de las revoluciones o del gobierno del Uru- Recordaré algunos de esos hechos, de que Las guerras civiles, la situación insegura y
el pasaje de Martín Carda - y la Ubre na- guay o de las tendencias del Brasil, no nos hay una constanc1a ofü:ial en los at<;hivos del desgraciada por que atraviesa constantemente
vegación de los dos, llaves de comercio y de '\eremos arrastrados a afrontar crisis diplomá- Ministerio de Relaciones Exteríons. el Estado oriental, no le han permitido aún
navegación entre sus metrópolis y cinco ex- ticas por razón ~el Estado vecino y de nuestra Bajo la presidencia del doctor Catloi Pelle· plante~ a 1a República Argentina la grave
tenstts provincias, las más viriles, las más ~ garantía?
NUM&;AQ :ólC) 1 Pl~ IJ:;;MBRE U;J68
~estión del estuario del Plata, sobre )a base más transcendental de aus ideal~ de gobierno, brasíleno ataco y quedó enganchado y que mento presentaao por eí a: mllllltnl .s.·Gu•
del aliento y de la posesión ventajosa que le fortificar la armada argentina, de modo que al día siguiente fue el ejército argentino a de- rra y Marina del general Roca.
da aquel tratado de arbitraje; pero si no ha pusiera a la república a cubterto de sorpre- sengancharlo y cayó también agobiado por el Desde luego, se ha dicho que la paz ar.
provocado todavía su realización, no ha des- sas y de derrotas. fuego enemigo ... mada es una calamidad. Como en la~ casm
cuidado, sin embargo, sú empeño de establecer Nuestra debilidad militar será un incentivo Pero aun admitiendo la inferioridad del anteriores, yo acepto sin reservas la conclusión
hechos que sirvan de precedentes y de jalones para que las dificultades nos sean planteadas; 1oldado brasileño que sostiene el ex mim~tro y sólo difiero en cuanto 2 las consecuenciu
del camino que se propone recorrer, para re- nuestro robusteCimiento militar será un moti· de Guerra y Marina del general Roca, las que de ellas se deducen.
c:Jamarnos un día parte del derecho de sobe- vo de dudas, de vacilaciones y de posterga- condiciones del combate naval moderno le son La paz armada no es consejo de ningún
ranía que nos corresponde sobre la boca y miento, que enervará la acción de los países favorables. Tal vez sea más eficaz la mar.i na argentino; no es el fruto de los errores de
costas del Río de la Plata, como garantía de Interesados en las cuestiones argentinas. Así, la. brasileña que la marina chilena. El valor re- ningún gobieino o de ningún grupo de at·
Duestra seguridad y de nuestra independencia. confianza y la garantía de nuestro progreso no conocido de los chilenos, puede conducirlos en gentinos, no es sxquiera una necesidad impues-
Pregunto de nuevo ¿cuál será la situación desaparecerá. En la situación política y mili• el campo de batalla a la imprudencia de po- ta por las circunstancias sudamericanas. La paz
de la República Argentina si un día se pro- tar que crearía el engrandecimiento del podttt nttrse demasiado cerca bajo el fuego de los armada es una ley universal, como las corrien·
duce un cambio político en aquel país, si el naval del Brasil, los peligros serían evideiltes. canoiles enemigos, y de perder sus buques. Si tes del océano o los temblore& de tierra.
partido vinculado a los -intereses y la población Las razones que he dado demuestran que el ae exaget;a la prudencia del soldado brasileño, ¿Quién puede evitarla?
} capital brasilefios, tan abundantes en ·él, ocu- ~rasil camina siempre hacia futuros destinos, sus marinos pueden evitar a todos nuestros Seria para ello necesario cambiar la faa
pa. el poder; si la cancillería de Río de Ja- que tienen por base un ensanche territorial 'en buques actuales, haciéndoles fuego y echáncto- de los acontecimientos humanos y la consti•
nex~o cree llegada la oportunidad de apoyar la cuenca del Plata. l?s a 'pique i~punemen~e desde och.o . y diez tución. política del mundo, y no hay dudada·
¡estxones del Estado oriental para debilitar No puedo aceptar como valedero el argO· mil metros, sm que nuestros proyectiles los no en esta asamblea, por eminente que sea.
nuestra acción sobre el Río de la Plata y so- mento que ha hecho el ex ministro de Gue- alcancen. Los brasileños son buenos marinos y que pueda influir en tal humanitaria direc-
bre Martín Carda, robusteciendo así sus in- rra y Marina del general Roca, sobre el ca· eilucando aus artilleros, dueños éstos de la se· ción.
tereses en la navegación de los ríos interiore~ rácter del soldado brasileño y sobre la factli· renidad que comunica la falta de todo peli- El distinguido ex ministro de Hacienda del
que conducen a sus provincias? ... dad con que lo batirían los nuestros. m sabe gro, pueden incendiar nuestras ciudades, des- general Roca nos citaba dos ejemplos para
¿Cuál será, repito, la posición de la política el cariño y el respeto con que escucho siem- tn.Iir nuestros puertos y nuestro comercio y fundar su negativa en pro del proyecto del
y de los intereses argentinos, si esas reclama- pre su opinión; pero me ha de permitir de- echar a pique nuestros buques con toda im- ministro de Marina y para apoyar el de los
ciones surgen apoyadas por una marina de cirle que este argumento podría ser oportuno pun.idad, desde ~as grandes distancias permi- gastos lentos y sucesivos de su colega, el ex
guerra brasileña eficazmente superior a la de en los tiempos y en los medios militares de tidas por el cañón moderno. ministro de Guerra y Marina en la misma ad·
la República Argentina? la Confederación Argentina; pero que no lo Tal ea la demostración felidsima que nos ministración.
Se contesta con el argumento ideológico, es en la actualidad. ha hecho técnicamente el señor ministro de Nos citaba, digo, el ejemplo de la política
con la petición de principios de que no tene- Yo también llevo ribetes de historiador y M.~rina. en esta cuestión y .tal es también la ingle~a y de la pol!tica am~icana, y quiero
lllOS cuestiones internacionales pendientes; pe- he tenido oportunidad de estudiar el carác· e~señanza de la reciente guen:a ruso-japonesa,
ro l<JUién puede garantizar a V.E. que esas discurrir un momento sobre ella, felicitándo-
ter del soldado brasileño a través de aconte· El ' almirante Togo, ha destruido la escuadra me de que haya sido hecho éste argumento,
cuestiones no nos serán promovidas un día cimientos históricos. Su marina se batió br;,_ del almirante Rojenvensky haciendo fuego a
por el Estado oriental con el apoyo del Brasil pues yo también venia preparado para tratar
11antemente con la de nuestro Brown y en al· distancias mayores de ocho mil metros; y los este punto de vista del asunto.
o no sean estimuladas por el Brasil mismo, gunas oportunidades fuimos vencidos, no obs- grandes cañones de que nos ha hablado el al-
desde el momento que sus bases están ya plan- tante el heroísmo de nuestras tripulaciones, por ~irante Betbeder, que adquirirá el Brasil, lan-
Nos recordaba el primero de los oradores,
teadas? zan proyectiles que destruían y echaban a pi- la acción de un diputado socialista del par-
esos adversarios que desdeña el eminente ci·<l-
Basta la posibilidad de que se produzcan dadano a quien replico. que los buques rusos como si fueran cáscaras lamento inglés, que protestaba contra los gas-
tales hechos, en presencia de los antecedentes de nuez, mientras que los proyectiles rusos no tos navales, y de la promesa .del jefe del ga·
Durante la guerra del Paraguay se demos-
irr~futables y documentados a que me he re- tró, que si el soldado brasileño carecía de las llegaban a la escuadra japonesa. Esta tuvo un binete inglés de moderarlos.
fendo, para que todo argentino, aun el más brillantes cualidades de iniciativa del soldado número insignificante de averías y de pérdidas. No es esto un argumento· de Estado, pues
prudente y sensualiSta, considere que la con- uruguayo o argentino para la guerra ofensiva, , No he traído este r.ecuerdo para apartarme la opinión de un diputado socialista como el
aervación de la paz, de la soberanía y de los e.r~ un excelente soldado en la guerra de po- de mi propósito de no tocar las cuestiones de Inglaterra carece de peso para una deli·
•?he~os de nuestro pais reposan en la orga- SICIOnes y defensiva y se batió solo y como técnicas, sino simplemente como una disgre- beración de esta trascendencia.
ntzact~n de una fuerza naval eficiente, que bueno, en las oportunidades conocidas. aión necesaria para demostrar que no ha sido Séame permitido ofrecer a la Junta las
haga Imposible el desarrollo de los sucesos (El general Victorica interrumpe al orador oportuno hacer el argumento del desdén del pruebas de lo que opina el parlamento in·
planteados en los hechos y en los fines de la para decir que siempre pelearon mezclados a soldado brasilefío en las circunstancias de las glés, de su última resolución a este respecto
futura evolución diplomática. las tropas argentinas . . . ) ¡¡uerras contemporáneas. y de la verdadera opinión de Estado predo-
Estos peligros han sido percibidos por to- DOCTOR ZEBALLOS.- El argumento es Creo haber fundado, excmo. señor, sufi- minante en el Imperio Británico.
d.oa loa hombres que se han preocupado espe- también equivocado. Las tropas brasileñas com- citmtemente mi voto, en el sentido de . que es :Erase una situación · perfectamente análoga
Cialmente de nuestras relaciones extertores. Me batieron solas, aunque en las mismas batallas necesario reforzar nuestro poder militar, en la a la nuestra actual. Por un lado la Francia
bastará re~rdar la actitud del gobierno del intervinieran los argentinos, pues su ejército medida que aconsejan los técnicos, para res- acababa de arreglar sus cuestiones con lngla~
doctor Qumtana, cuando el Brasil sancionó su f~rmaba unidad, bajo el mando de sus pro- ponder a los únicos fines que puede tener este terra y los viejos recelos ae transformaban en
ley de armamento naval, coincidiendo este he- ptos generales ... poder militar, es decir, a garantizar la paz y una verdadera alianza; exactamente como no-
cho c~n Ja denuncia que hizo la República
1
Recordaré siempre una frase familiar del la riqueza de la República Argentina, contra sotros hemos terminados nuestras cuestiones
de Chtle del pacto de la equivalencia El pre- general Mitre que se refería al sangriento com- una posible agresión y una derrota. que hemos convertido con nuestra imaginación
sidente Quintana, declaró, como el 'capítulo bate del Boquerón. Decía él, que el ejército i· Quiero darme cuenta ahora de otro argu· siempre impresionable, en un raudal de afee>

CUACERNOe CK MARCHA
dODcl y de fraternidad, por lo menos, m
guez, que la diferencia era ya insignificante
cuanto a nosotros se refiere.
H~sta entonces la política naval inglesa ha- y que la. Inglaterra estaba obligada a hacer
c?nstruccw~es costosas, para que esa diferen-
buerra ae :§ecesu>n, más tarde, sorprendieron al evidente, que e l gobterno argentino ha tenido
bía 11do regulad~ por esta fórmula: por cada mundo con las escuadras que, destruyendo a las pruebas d e esta unión en el Congreso Pa-
buque que Franela ponga en construcción, In- Cia establecxera una distancia mucho más im- ias de la Confederación, les diera el poder namericano de Río de Janeiro; y ya he expli-
glaterra pondrá dos buques. po~tante entre las marinas que fundan el cri- del mar y de los dos y ,precipitara el triunfo cado la actitud de la delegación chilena en
teno del Two Standard Policy.
Pero como t~da probabilidad de guerra de la Unión. aquella conferencia, lo cual ratifica el argu-
~ntre las dos nac1ones había desaparecido por . _El ministro Balfoltr cerró la cuestión re- Es cierto que el señor Root, en su reciente mento de In unió n.
e( momento, se cambió esa base de política
p~~lendo argumentos que se bah hecho tam- visita, al hablar en el teatro de la Opera, única Pero si esa unión se ha d e producir es-
para a?~ptar la que conoce muy bien el se- bt, n en esta junta, y dijo que los opositores oportunidad en que no reconocí al hombre tando armados, evidentemente será mucho me-
fior mxmstro de Marina y que se llama T he acusaban al gobierno inglés de iniciador de de Estado de los discursos anteriores, dijo que nos peligrosa p<\l'a nosotros que la que puede
Two Standard Policy, es decir la conservación es_e enorme _pr?grama de paz armada, que se- debemos aconsejar a nuestros niños y a nues- ser o puede robustecer la circunstancia de ver·
r{, pronto tmJtado y pujado por otras naclo- tro pueblo a odiar los armamentos y a pre- nos desarmados, como una tentación fácil de
de una escuadra su perior a las dos escuadras
c~aligadas más fuertes de E uropa que puedan ~lf'S; pero declaró que ésa no era la política dicar la paz y la concordia, VIctoria para los que miran con r ecelo y como
dxsputarle el predominio de los mates a In- mglesa, y agregó: "Nuestra política se limita Pero él se ponía en contradicción con la un peligro futuro, el crecimiento de la civi-
glater~a. Esas escuadras eran entonces, las de a obs~rvar lo que hacen las otras naciones en política de su propio país, pues, poco días lización argentina.
F\anc1a y Rus1a unidas. maten~ de construcciones navales y a tomar más tarde el presidente de los Estados U nidos Es precisamente esa tmión y el engreimien.
Se ve que a pesar de la alianza con los mmc~Iatamente las medidas que nos son ne- presentaba al mundo, en solemne revista, una to que han llevado al Brasil los nuevos víncu·
franceses, la Francia continuaba siendo el fac- ccsanas. Aunque yo considero que mi hono- escuadra d e cincuenta naves formidables, aco- los contra ídos con los Estados Unidos y cuya
tor determinante del aumento uel poder na- rable amigo (SIR .I\1IGHAEL HICKS BEACH) razadas o protegidas, para anunci¡lr a las na- naturaleza aún no cono1.co con exactitud, loa
val de Inglaterra. hace tu~ argumen to justo respecto d el estado Ciones el criteno nacional de que no hay ci- que han producido en el Brasil, últimamente,
¿Por qué~ Porque ningún político i nglés se de las [manzas, advirtiendo los peligros de Jos vilización contemporáne!t q\Íe no tenga por une serie de hecho~ que han sido ocultados
habría au·ev1do a garantizar al soberano 0 al gastos _ ex tr~ordinarios; sin embargo, no esta- fundamento una poderosa base d e fuer1.as na- a la opinión pública argentina, a tal punto
pueblo del Imperio Británico, que no sobre- mos dtsctltJendo. el monto de) gasto para ob- valfs. qu e n1e parece que a lguno de los eminen te$
vendrían camb10s futuros en la polltica fran- tener buques, stno la cuestión de si es 0 no Pero aun prescindiendo de estos hechos, el ciudadano~ aquí reunidos los ignoran, pues si
cesa, que lo que hay es amis tad, no será m<~ ­ necesario adquit·ir dichos buques. El número, ex ministro de l general Roca ha olvictado que los hubieran conocido no h abr(an afirmado
fiana o más tarde recelos y peligro. La In- el carácter de nuestras navl:!s, depende ue Jo los Estados Unidos forman un contin ente ape- tan categóricn rnente. q11e ninguna cuestión
glaterra d ebe marchar al porvenir segura de q ue las otras naciones hacen ; y nosotros 110 nas rodeado pot píl !ses indefensos. por la es- ex rste digna de preocupamos, en las relacio-
es ta~os arras~rando a los otros países a gas- casez de su poder, de ta l suerte que ellos son nes con el Brasil.
la paz en el presente y segura contra pertur-
baciOnes futuras. tos tmpremedaados, pnes la vigilancia de este los dueños de los acontecimientos políticos y Respetando los mot1vos que haya tenido el
~arlamento pu ede verificar si nos limitamos
Pong~ a disposición de la Junta el arta geográficos, porque pueden producir los actos gobierno argentino para guardar silencio so-
de la sesión del parlamento inglés del día 19 stmplemen te a seguir lo que ellos hacen, vi- y decir la úluma palabra, si11 que n\nguna bre estos hechos, yo me o ·eo obligado por un
gtl:mdo gue no nos imponga n su superiorJ. voz poderosa se levante para contradecirlos. deber patriótico a hablar de ellos, en esta· reu.
de ll_larzo de 1904, en que se debat ió esta
cuestión. No la leeré porque es un documento d ad nav<~ l. Te~g_o l a convicción d e que, a pe- Ha olvidado también que nosotros nos encon- nión y asumo la responsabilidad de mis pa·
exte~so; pero diré en dos palabras su sus-
sar de la opos1ctón,_ ~\ país sostendnl gustmiO tramos en una situación geográfica diametrAl- labras porque tengo el dato de otra fuente
tancta. el aumento qu e soltcttamos, por considerable mente diversa, respecto de soberanía y segu- diplom~í.tica.

El gobierno presentó al parlamento bajo que sea, y cualquier otra que el almiranta z. ridad. El señor ministro d e R elaciones Exterio-
el gabinete Balfour -y éste fue uno de sus g.o requiera, en virtud de necesidades posi- Por un lado Chile, por otro lado el Bra- res d ebe saber (no le pido que confirme mis
tivas. " ail, dos países fuertes, en proporción a noso- palabras) que los delegados argentinos a la
actos más b·ascendentales-, con un presupu es-
to ?e cuarenta y dos millones de libras es- Tal era la opinión d el gabinete inglés. tros; tan fuertes, que unidos no pued en dejar conferencia de Rlo de Janeiro, han vivido bajo
ferhnas pata gastos navales, lo cual importaba Conozca ahora la Junta cuál fue la opinión de preocuparnos; y además, el Paraguay y el la vigilancia constante d e las autoridades, por-
un ~umento extraordinario sobre el presu pues- d e 1 ~ Cámara de los Comunes, ciertamente Estado oriental. en los cuales si nuestra po- que su seguridad personal peligraba. Y d ebe
to vxgente. más tmpottan te que la d el diputado socialista lítica tiene' amigos, uene también adversarios saber que hombres eminentes del gobierno y
Ruego _al señor ministro de Marina que que se ha trafdo aq uf ol debute. La cámara decíclidos estimulados por nuestra propia ne- profesores universitarios prestig iosos, han es-
conoce el mglés, que traduzca a la Junta las aprobó el a umen to naval por 247 votos con- gl igencia. Lo prudente y lo patriótico es, en- tado en consta nte actividad para impedir
tra 87, es decir, por una mayor ía nacional de tonces, prevenirse para evitar desastres futuros. manifestaciones, no ya contra el nombre ar-
tres lfneas que le señalo en este docum ento 160 sufragios.
,. MINISTRO BETBEDER (L eyendo). ___:. El sefíor ex presidente de la república, gentino, sino contra las personas mismas de
Resulta que el tonelaje de los acorazad os in- . No ha sido más feliz el arg umento que se doctor Urib11ru, no ha hecho sino un argu- sus representantes. (El ministro de Relacione¡
gleses construidos y en construcción en 1903, reftere a los Estados Unidos. Nos ha dicho mento digno de atención; aquel de que no Exteriores hace señales de afirmación.)
era de 786 . 000 t~neladas, mientras que los el ex ministr_o del general Roca que este debemos armarnos en la proporción proyec- El señor ministro de Marina debe saber
acorazados constrUidos y en construcción en país ha ao·ectdo en población y en riqueza tada por el Poder Ejecutivo porque Chile y que hay marineros del crucero "Buenos Aires"
, in tener marina.
~rancia, en Rusia y en Alemania, sumaban el Brasil se apresuran a acercarse en contra heridos en las calles de Río de Janeiro, donde
JUntos 770 . 000 toneladas ... " Esto no es rigurosamente exacto. Los Es- de nosotros, paseaban indefensos y fueron a$altados por
tados_ Unidos tuvieron siempre la marina que Seí\or presidente, me sorprende que haya turbas d el populacho ...
DOCTOR ZEBALLOS. - El gobierno in-
ne ces~taron, y con tanta eficacia que, a fines todavía personas en la República Argentína SE~OR MINISTRO DE MARINA. - Es
g lés sostuvo en esta sesión mfmorable del par-
del stglo ~VIII y principios del XIX, pudie-
lamento, que ~~ fue dado escuchar presen- que ignoren que esos paises han estado y es- exacto, y quedan obligarlos a gritar: ¡viva el
tado por el mlmstro argentino sefior Domin- ron ya batirse ron las formidables na ves fra n- tán de acuerdo en su política exterior . Yo no Brasil y Chile aliados!
cesas 'f dcsu·uidas o apresarlas. Durante la puedo ptesentar las pruebas de la alianza de DOCTOR ZEBALLOS. - Estos hechos,
Chile y del Brasil; pero su inteligencia es tan exc";lo· sef'íor, que no han sido provocado.

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., _ l01 argentinos, revelan que hay una si- espontaneidad a los que la F~ancia hlciera al pública Argentina, con el único criterio de
auadón popular y diplomática en e1 Brasil, zar de Rusia Ctlando fue a llevarle a París el cienda del general Roca, que . el Brasil no responder a las necesidades actual~s y futuru,
muy · digna de Ua~ar la atención de los po- apoyo de su poder militar, sellando la alianza, es un peligro para la Repúbhc~ Argentma, de garantizar la paz, el progreso y riqueza
Uticoa y del pueblo argentino y que no ha Esa explicación ha sido dada por la diplo- porque al contrario, el Estado onental es . un
del país.
podido justificar, en manera alguna, la afir- macia americana, la han comunicado a los go- eligro para él; porque. con el Estad~ on_e~­ No he querido, a designio, detenerme a re-
mación aquí dada de que nada hay pendiente biernos de los Estados Unidos de América y fal podemos nosotros mflltrarles la g~er~a ClVll futar un argumento hecho por los ex minl•
entre nuestros países. el señor presidente de la república sabe cuál y producir la separación de las provmCias me- tros del general Roca, y comú~ entr~ tod01
Algo; señor, existe en el pueblo brasileño, es el medio de obtener los datos oficiales que ridionales del Brasil, par~ fundar con el Esta· los que improvi~an sobre cuestiones U:~erna­
en el ·alma de esa nacionalidad, cuando ha han formado esos diplomáticos. Se trata de un do oriental una nueva nacionalidad fuerte. cionales, de que lo que es_te. p~ís ~ecestta, n•
l~e,gado hasta olvidar los respetos que la ci- secreto de Estado que conozco y no me es Este argumento, excmo. se~or, me parece son buques ni ejércitos, smo mmtgrantes, t•
\'ilización otorga a los diplomáticos, y no a dado vulgarizar; pero basta que el señor pre- mfundado y conu·ario al senudo con que se soros acumulados y fondos de reserva.
l01 diplomáticos políticos, sino a los que van sidente de la república conozca la fuente, pa- nos presenta. El argumento, señor presidente, n? mere«
en nombre de la .ciencia y de la confraterni- ra que los intereses nacionales estén bien ser- Desde luego, señor, nadie debe pensar que en verdad los honores de la discustón. B:~r•
dad a celebrar acercamientos internacionales. vidos. . en el caso de una guerra nacional haya pro- taria para contestarlo con recordar lo que le
Algo muy grave existe en el a lma brasi- Y bien, los diplomáticos americanos en· ''incias brasileñas que deserten la bandera de sucedió a Vasco Núñez de Balboa, descubri..
leña y en los recónditos designios de sus po- tienden que el espíritu del Brasil es hostil a su patria, para plegarse a la bandera. ~e un dor del Mar Pacífico, cuando, después de ya.
liticos, cuando ellos han podido mirar impa- la República Argentina en estos momentos país extrai'io, en nombre de la lucha civll. Es- rios dias de fatiga y de hambre,__negó a tra-
sibles el asalto a los soldados, en cuyas per- oficia] y popularmen te, y lo explican dicien- tos hechos son contrarios a· la naturaleza h~­ \'és del istmo mortífero de Durten, lo pren-
aonas ha sido ultrajado el honroso uniforme do que el Brasil está trabajado por hondas mana y basta este argumento para desauton· dieron los indios y sediento y con hambre, ltS
de guerra de la República Argentina. ca usas de perturbaciones civiles. Que sus di- zar el que contesto. suplicaba que le dieran agua y un puñado dt
Algo muy grave ha de ex1stir en el Brasil, visiones geográficas han creado antagonismo:i Pero si fuera posible valerse del Estado maíz. Los indios con profunda ironía le pre-
~ando su prensa, por unanimidad, ha exci- ele aspiraciones políticas y ele intereses econó- oriental para inocular el ~~u.s de la guerra sentaron cestos rebosantes de oro y ~uan?o a
tado a la plebe y hasta ha llegado a condu- micos. Qne la revo lución de Matto Grosso, civil en el Brasil, para dividirlo, p~ra cons- se los rechazaba, insistiendo en pedtr ahmen-
cirse en aire amenazador contra la persona de Cuyabá, de Sergipe y del Alto Amazonas, cua· tituir un Estado fuerte sobre el ~10 de la to, ellos le dijeron: "Habéis venido a buscar
los hombres de ciencia, dejando atrás a la tro alzamientos simultáneos producidos du- Plata, con la base del Estado onent~, de·
oro tomad oro." .
Corea y a la China en casos análogos, porque rante las sesiones de la misma Conferencia Pa- claro señor presidente, que como patnota y ~Qué sería de la Repúb~ica Ar&entln~ ll
allí los diplomáticos fueron respetados, aun en namericana, y cuando el Brasil hablaba con com; hombre de Estado, consideraría el _acto siguiel"a estos consejos del emmente ~tudadano,
m.omentos en que las balas se cruzaban. desdén ele los países de la guerra civil, reve· más imprevisor e impolftic? de los argentinos, según los cuales debemos descubnr nu.estro
Yo deploro que estos hechos le hayan sido la n que las ideas anarquistas está ll producien- que lo aconsejaran o reahzaran. poder naval para reducirnos a llamar tnmi·
ocultados al pueblo argentino, porque los pue- do en aquel país una tendencia que puecle Pienso al contrario, que ése seria. uo CA- grantes y acumular tesoros, si un día apar«;
blos que son los instrumentos de la autori- llegar hasta la separación de la misma nación SUS BELLI para la República Argentma. Ella ciera una escuadra formidable a catorc~ mtl
dad, esenciales en el sacrificio, deben ser pre- en regiones. Ante este peligro creciente, ro- no puede permitir que se forme en la boca metros de Bahía Blanca o de Buenos ~es e
parados para apoyar y responder a la acción bustecido por el poder que se han reservado del Río de la Plata un Estado tan fuerte o incendiara estas ciudades en una ho~a, !~po­
de sus gobiernos, en vez de producir el vacío todas las provincias. brasileñas, de dictar leyes más fuerte que el de Chile: _como ser~a ~1 cons- niéndoles la ley suprema de la capttulac~ón,
en torno de ellos, como ha sucedido en esta con derecho de exportación independiente- tituido por las ricas y v1nles pro~mCiaS del para llevarse todos nuestros t~sor~s, reun1d01
junta de eminentes ciudadanos, acaso porgue mente de la ley nacional, se prevé una era de sur del Brasil, un idas al Estado onent~l, qu~ como ú-uto del trabajo de los mmtgrantes? !..Y.
ignoran los hechos que acapo de relatar y guerras civi les que preoct\pa hondamente a los sumaría una población inmediata de dtez tm· quién osará decirme en esta asamblea <tue ~o
que los órganos del g·obierno han confirmado. políticos ele Rio Janeiro. Uones de habitantes. Seria aumentar lo~ pe- se destruyen ciudades desde catorce mtl me-
Nosotros podemos garantizar al señor pre- Ellos han encontrado evidente la necesidad ligros de la situación demográfica argentm~ Y tros y desde mayores distancias impunemente.
sidente y al país que miramos con calma estos de distraer la atención del pueblo, espeCial- la inseguridad de su presente y de su pm ve· si los atacantes traen los cañones de 9-ue nos
suces-os, que yo atribuyo a una enfermedad de mente de los Estados inclinados a la guerra ci- nir. Será siempre un program~ ~e todos lo_s ha hablado el señor ministro de M arma y .el
la imaginación del pueblo y de Jos políticos vil, presentándoles el fantasma de un peligro políticos previsores de la R epubllca Argentl· atacado tiene los elementos ineficaces de lot
brasileños; pero ¿quién puede asegurar a V.E. extranjero, la necesidad de la concentración y na, impedir por la diplomacta o po,r l.as a~­ que él también nos ha hablado?
o al país, que esas muchedumbres no arras- de los armamentos, para defender el honor y mas, la formación de una gran ~epubhca d:l· La única garantía de eso~ fo_n dos acumu·
trarán un día a su gobierno hasta la temeri- la integridad del Brasil. Ese peligro ha sido bereña del Río de la Plata, destmada a ts- lados, y del trabajo de esos mn;ugra~tes, _sed
dad de derrocado o de imponerle conflictos presentado en la forma del peligro argentino putarnos inmediatamente, ~o sólo una p~rte un poder naval eficaz; y esto mtsmo msptrart
con .la República Argentina? y se convoca al -pueblo a la mili tarización, a de su soberanía, sino tamb1én el predomm10 confianza en el mundo respecto de no~otros.
He buscado la explicación de estos hechos las maniobras y se le pide recursos para in- sobre los ríos interiores, especialmente del Uru- como teatro de inm :gradón, pues conor:tendo,
extraordinarios, que de improviso han sor- gentes gastos navales, teniendo en vista las re- guay y Alto Paraná. . como se conor.e, nuestro carácte~ pacifico, se
prendido a la República Argentina con una laciones con la República Argentina. Las consideraciones políticas que d.eJO ex- sabrá también que estamos a cubterto de agro-
enemistad que nadie podía esperar del Brasil, ¿Deberemos parecer indiferentes ante ellos? puestas, habrán explicado. a V.E. que SI apoyo siones.
después de las demostraciones de amistad de Eso sería alentar los sentimientos de hostili- de modo resuelto la actttud del Poder ~Je· • • •
todos los políticos argentinos que se han es- dad brasileña y presentarle la oportunidad fá- cutivo, no es ciertamente obedeciendo a tm· Sólo me resta ahora, sefior presidente, re-
fox:zado unánime y constantemente en dar a Cil, mientras que si nos ven prevenidos, re· presiones vagas, sino a hechos reales, de cuya ferirme al segundo punto enunciado: el de _1~
aquella nación; después de las explosiones po- sueltos y armados, los peligros disminuirían posibilidad nadie puede dudar en esta asam- medida y condiciones de los aume~tos m_tlt·
pulares en honor de Campos Salles y de su extraordinariamente de intensidad. blea ni fuera de ella. tares. Pero he anunciado también mt oplm6n
patria, que han dejado atrás en unanimidad y También ha dicho el ex ministro de Ha· Dejo así comprobada mi tesis de que es de que no nos corresponde· preocuparnos :al
necesario aumentar el poder naval de la Re·
CUADERNOS De MARCHA .............
NuM!!;Rd !lO 1 OIC:IEMBRE 19158
~espect?, qu_e ésta es Ja mistón de los conse-
Jeros científicos del gobierno. queros y 1<» comerciantes más conservaáot"e¡
gastan u_na parte de aus ganancias en •ereno¡
Yo _tengo confianza en la prudencia, en el e~traordtnanos para cuidar sus riquezas no
patnotJsmo y en el buen sen tido del señor ~ stante el prestigio de que goza nuestr; ~
presidente de la república y de sus ministros. ltcía. r~
Nos han present~do las pruebas escritas, de
. Los. buque• de guerra poderosos 'f Jos ejer-
que n~ es ~1 gobierno argentino el autor de cttos bien organizados, ~on €:Omo los vigilan-
este prmclpto d~ armamento, que no ha sido tes, garantías de la vida, la tranquilidad, la
m es s~ propósito polltico lanzar al país en nqueza Y el honor de los pueblos.
las nvaltdades de la paz armada. Al contrario, Es;oy, par. consiguiente, persuadido de qu«
he oído ~ncantado Ja exposición gubernativa e~ senor presidente de la república y el ga
y co~o ctu~adano argentino, despojado de to- btnet~, adoptarán las medidas que Jos hecho~
da vmculación oficial o partidista·, me com- est~dtados por ellos les indican con tales pro-
plazco en declarar que me siento satisfecho de ~ósttos y debemos estimular al Poder Ejecu.
Ja manera _como estos negocios son manejados ttvo a ser yigilante y a no cerrer sus oldos
por el gobterno de V.E.
a los conseJOS de sus altos cuerpos técnicos
El señor ministro de Relaciones Exteriores por.q ue de lo contrario sus miembros uumi:
n~s. ha dado pruebas del origen de esta fiebre
nuhtar y su desarrollo en torno nuestro; nos
ha ?emostrado toda la prudencia con que el
gobJern? argentino f!a deseado eliminarlo, sin
ronsegmrJo, y nos ~a dejado la impresión de
rían una responsabilidad fundamental ante el
pres~nte y el futuro de los destinos de la Re-
pública Argentina; pero si esta política no se
adopt~, el gobierno tendrá que entregarse al
MARTIN GARCIA YLA
JURISDICCION DEL PLATA
platomsmo co_ntemplativo de los filántropos e
que. hay un pFOpástto de confiar en el por- de las comum?~des religiosas que todo lo es·
vemr, más en la voz de los cañonee que en peran de la Dtvma Providencia, olvidanda los
la ''OI de Ja pnidencia y de la diplo~at:ia. c~ract~res geográficos y políticos de nuestra
Situactón en el Río de la Plata '1 en Suda princ1p1os (t), En 1833, dirigiéndose el gobf•
. La necesidad de precavernos es, pues, tan
t'Vldente, como el derecho con que 103 han-
mérica.
He dicho.
HEMOS proyectado la luz necesaria sobre
la cuestión de Martín Garcta. Entramos
ahora en la cuestión de la jurisdicción
no de Buenos Aires al de Montevideo, le pro-
ponía la colocación de un faro al eate del
fluvial, seguros de llegar también a conclusio- Banco Inglés, ofreciendo cooperar a loa gastot
nes claras, para lo cual es indispensable em- que demandase, a cuyo efecto solicitaría la reto
pezar por recapitular los antecedentes históricos. pectiva autorización de la Sala de Represen-
Entre esos antecedentes, correspoHde en pri- tantes. Fue ese el punto de partida de mucha1
mer rango a las declaraciones hechas por los otras iniciativas tendientes a mejorar, por la
negociadores de la Convención Preliminar de acción conjunta de los dos gobiernos, la poli·
1828, y al artícu lo adicional de la misma, que cía y seguridad de los ríos comunes. Aceptadu
·fue su consecuencia. Quedó desde entonces es- por el gobierno de Buenos Aires las bases pro-
tablecido el pleno reconocimiento de la sobe- puestas por el oriental, nada fue posible hacer.
ranía uruguaya, pues la tutela a que fue some- desgraciadamente. La obra era prematura.(t)
tido el Estado, por el período de cinco años, Tres afios más tarde, el gobernador de
en nada menoscababa sus derechos jurisdiccio- Buei\OS Aires don Juan Manuel de Rosas "en-
nales sobre sus dominios terrestres o fluviales. cargado de entretener" las relaciones exterio-
El nuevo Estado independiente gozaba de res de las prc11vincias de la Confederac!Qn Ar-
''una extensión litoral prolongada en el Río gentina dictó un decreto que recargaba los d&o
de la Plata". Era "dueño de los mejores puer- rechos establecidos so~re los efectos de ultra-
tos". Podía, por lo tanto, "en uso de sus dere- mar que, por trasbordo o reembarco, de caboa
chos reconocidos", adoptar medidas o imposi· adentro, se introdujeren en la provincia. El
ciones susceptibles de perjudicar interese~ gobi~rno oriental reclamó enérgicamente de esa
comerciales de uno u otro de sus vecinos, medida. La Repóblica Oriental debía ser con-
ofreciendo privilegios a la navegación, o usan- siderada al nivel de los demás Estados. Debían
do de cualquiera otra de las formas por me- tenerse en cuenta también los vínculos de aan·
dio de las cuales pudtera contrariar o entor- gre y amistad que ligan a los habitantes de
pecer el libre desenvolvimiento del comercio ambos partidos. "Dentro de los cabos del Río
en esa región. Este es el punto de partida de de la Plata, decía, no existen otros puertos
la C'Uestión de soberanía y jurisdicción sobre que los de esta República ... Esta circunstancia
Jas aguas, a cuyo respecto enviamos al lector no permite dudar de que · ella sea dirigida a

........ • la- consideraciones ' On que se inicia el ca- prohibir o coartar, al menos, los trasbordos G
piLUio de la convención preliminar. reembarcas que se hacen en sus puertos, y por
En todo tiempo fueron reconocidos esos consiguiente, a destr-uir también la naoegacióM

!'fUME~d 20 1 DICII!;MBR!!!t 196S


públicas, ¿qué importa la facultad que se arr~
lo adicional del Tratado de Paz de 1828, a que gara una de las partes, de dictar por si sola.
de lo• ~los, que se ha sostenido nasta el re- tal, como ese gobierno lo exigía A rin . .08 nos hemos referido antes, ninguna duda dejaba
•e~te, smo con ventaja del comercio de Bufnos
reglamentos sobre la navegación'? Concediendo
1e 1842 decla~ó cortada toda co~unic~ció~ ~~ ya sobre el particular. Se verá luego como esas por un momento que de tal facultad gozara,
Axres al menos con utilidad común" H f as costas onentales del Río Uruguay d~ reglas han sido ejecutadas hasta los ú Ltimos
nota~ que el gobierno oriental podía f~me~~a~
¿a quién se le puede ocurrir que tuviera el
~ío Negro.~n 1845 cerró toda comunic~ció: días en nuestro sistema fluvial. derecho de tratar como extrañ a a su misma
constderablemente el comerc¡'o de su capna . 1 . n Montevideo. Esos actos pertenecían a u Al ocuparse especialmente de Martín Gar- condómina y su jetada para el uso de su casa
estado de guerra. Asimismo alguno de ello~
d d ·
a opt~n o Iguales procedimientos; pero es~ da, en una disposición que pasó a los tratados a las condicio11es que hubiere q uerido impo-
ventaja · 1local no sería obtenida si·no .. por me- consagró implícitamente el derecho urugua o argentinos, el uruguayo-brasileño nivela igual- ner a los de atuera? Si esta casa es nuestra T
~1 ~acer
d .
_lOs VlO entos y en contradicción con las rela- valer el suyo. Uno de los deéretos Jei mente, ante el derecho fluvial, a los dos Es- de Juan, ¿con q ué derecho Juan dispondría
CI?nes natu~a.les que conservan los pueblos se- e enero de 1841, por ejemplo, se abre m tados del Plata, en cuanto obliga a las par tes por sí solo'? ¿D e dónde sacaría facultad para
gun la po~Ictón geográfica que ocupamos". esta declaración: "Teniendo los argentinos ·u : contratantes a oponerse por todos sus medios establecer que nosotros mismos, sus com~
El ¡?;Obierno de Buenos Aires protestó u perfecto derecho a la navegación del Uru a que la isla deje de pertenecer a uno de los
no abngaba.intención alguna de hostTd d q e roya. margen d erecha está ocupada por puebl gu~ Estados del Plata, interesad os en su· libre na-
n eros o copropietarios, no habríamos de po-
der entrar a la casa común sin pagar la en-
tra el Uru a l I a con-
. . gu Y Y abundó en mamfestaciones de
J la rep u t~a ' etc., esos decretos regirían sÓ.
'bl' " os vegación, y a solicitar el concurso de Jos demás trada que él quisiera establecer?"
d~ cordtahdad. E;ntre .otras cosas, declaró ue
leJOS de cau~ar por esa parte el menor d;ñ¿
o dura?te la guerra, o mientras la ciudad de
M~nt~,video fuese dominada "por salvajes uni-
ribereños para hacer efectiva la neutralidad de
la isla en caso de guerra, etc. -
m•
H asta aqui el primer articulo. Algunos
ses más tarde, tocó el turno de los reclamOI
a la navegación de los ríos se vería precisado tanos . ¡Oh, tiempos! Apenas derrocada la tiranía, el gobier- a la legación argentina; con motivo de ci~
reclamar y alejar los perjuicios que irro ab: . _El tratado uruguayo-brasileño de 1851 mo- no de Bs. As. expidió un decreto igualan- tas medidas aduaneras impuestas por las a~
a los buques argentinos la arbitraria deten~ión ~~;Icado_ parcialmente, mediante la inter~esión do los buques de cabotaje con bandera del toridades de Higueritas a los buques argenti.o
q~e s~ hada por las autoridades orientales con _e gobterno encargado de las relaciones exte- Estado Oriental del Uruguay, a los bu- nos, dando ello mérito a que el doctor Ac•
e O~Jeto de visitarlos en el punto de La: Hi- nores de la Confederación Argentina, fijó cla- ques de cabotaje nacional, y acordándoles vedo aplicara en su diario a~uellos mismOI
guentas, en . donde era muy común ue un ~=:ente,. como se ha visto, los límites del Es- las mismas franquicias, en los puertos de principios y recordara una vez más que nin-
buque perdiese catorce horas de nav; ación o On~ntal. Podría decirse que consagró, la provincia. Ese acto era realzado por los guno de los dos paises tiene el derecho de
llegando allí después de puesto el sol Elghe h ' como lo htzo el acta de incorporación a Portu- motivos en que se inspiraba. El gobierno proceder por si solo en asuntos que les soa
t:ra tanto más injustificable decía cu. ant e o gal, ~quel~as líneas generales, "trazadas por la consideraba "altamente conveniente" fomen-
n p d' l ' • o que comunes.
o o ta a egarse titulo alguno, siendo comu- pr~vtdencJa, registrada en la historia, y que tar la navegación ent1'e las dos márgenes · La ley que dictó el Congreso del Parani
nes las aguas de aquel río, etc. esta? acept!ldas por todos como leyes naturales del Río de la Plata y entendia a la recipro- el 19 de julio de 1856, fue precedida de ua.
La. Asamblea uruguaya dictó una le de re- escn~as ~obre el terreno y sancionadas ~r ~~ cidad perfecta que debe prevalecer entre dos luminoso debate de q ue daremos idea. En tal
~resaha, confor~e a las declaraciones a~ticipa- conoenCia de todos los pueblos del mundo repúblicas llamadas a fraternizar por su origen ocasión debían chocarse los intereses r ivales
as por ~a cancillería, pero esa ley no fue e. e- que, al trazar sus fronteras, quieren vivir ~~ por sus principios liberales, y hasta por su si- de estos países. Separada la Confederación de
cutada, sm duda por las seguridades obtenidas ~nta paz con sus vecinos": el océano el RÍo tuación geográfica. (S) Buenos Aires -sin otras vías fluviales que las
por parte de Buenos Aires, que no tardó en e 1~ Plata,_el ~ruguay. Son estos, lf~ites na- El director provisorio de la Confederación del Paraná y Uruguay- , aspiraba a sacudir
&uspend~r los derechos del decreto observad tura ~s e htstóncos, que no es posible -inven- Argentina dictó el S de octubre de 1852 un "la ruinosa dependencia" en que h.abia vivido
En mnguna época intentó el dictador Ros~~ tar m borrar, ni alterar. decreto por el cual se reglamentaba la nave· respecto del mercado de que la dotó "el odio-
desconoc~r la soberanía Y jurisdicción del Es- El tratado de 1851 se ajustaba al principio gación de los ríos Paraná y Uruguay, estable- so sistema colonial". "Ha llegp.do ya, señor (de-
tado Onental
E sobre
. las aguas que banan - sus general que, en vez de excluir, comprende na- ciendo, provisionalmente, los derechos que de- cía una comisión dictaminante), el dia tle la
c?s~as. l Archzvo Americano sostenía el prin- t~rallmente las a~uas llamadas territoriales, o bían pagar las mercaderías. Ese decreto, o sus virilidad de la Con federación Argentma; pre-
cipiO de la comu nidad fluvial, y partiendo d s a a ~ona marítima o fluvial que se considera aplicaciones abusivas, dieron lugar a ciertas ciso es que rom pa los d iques del pupilaje; que
~l, neg~ba a la República Oriental el derech~ ~arte m tegrante del territorio y complemento represalias. Unas y otras fueron impugnadas abra sus ojos para lo futuro y salte esa barrera
e abr_tr los río~, por si sola, sin el concurso e la soberanía nacional pues sin ese accesorio por el doctor Eduardo Acevedo, en artículos pu- que opuso Buenos Aires a su inteligencia, a
argentmo a la hbre navegación. Admitía a su quedaría m~n?sca?ada y reducida, las más ·de blicados en su diario La Consti tución. Es este su industria, y a sus provechos." Se buscaba
vez ~~ recíproca: según ella la Confederación las veces, a trrisona impotencia. . también un antecedente ilustrativo que debe- el comercio directo con el mundo exterior, T
n~ces.ltaba I_a aquiescencia y acuerdo de la Re- d Las reg_las que establece además el tratado mos reflejar aquí por la alta autoridad d el dis- en vez de atribuirse el monopolio de las agua~o
publica Onental para conceder igual permiso i e c?~ercto y navegación de 1851, aceptado tinguido publicista y jurisconsulto. los legisladores argentinos apelaban al expe-
a los eabellones extranjeros. Tanto más di na A-mphcttamente,
· al menos• por la R epu'bl tea ' "Pendiente todavía la cuestión relativa al diente de los derechos diferenciales, gravando
de
R senalarse es esa actitud , d e1 go b'Ierno gd e r ~entma, comprende en un;t misma dasifi- dominio de Martín García, decía, h a dictado las mercaderías procedentes d e cabos ad entro,
rsas, cuan~o que . el pretendía. cerrar Jos r.íos ~ac.~~n, a. los Es~ados. ribereños .d_ e l Plata .-Y- los d · gobierno argentino un decreto que regla- que se lfltrodujesen por los puertos fluvialea
a a n_avegactón, y habda tenido por lo ·mismo . m\:.~ta a .,establecer- en común ·Jos princi ios·, menta la navegación del Uruguay e impone de la confederación , con el doble d el derecho
~an mterés a aferrarse a una .doctrina: exclu: r~glamentos necesarios·. para la 'l ibre n~veg ~ condiciones y gabelas que se pretende aplicar a ordinario o con un trein ta por ciento ad veJ..
stva Y. excluyente, que le permitiera extender ~ón, como las: medidas fiscales 0 polici;ues; quae la República Oriental. A nadie se le h a ocu- lorem, según estuviesen o no sujetas a dere-
:al ~égtmen fluvial su voluntad absol~ta y d - ~.enen por obJeto destruir o evitar escollos etc rrido negar que el Río Uruguay per tenezca en cho especifico. Memorable es el discurso con
póttca. es 11 los demás Estados no aceptasen esa invit~ció~ común a los dos países, a quienes sirve de que el senador Zapata impugnó ese recurso.
Es oportuno recordar que en 1841 declaró as altas partes contratantes se comprometían límite. Ni el mismo Rosas lo desconoció ;a- ilustrando las cuestiones económicas y pollti•
Rosas· ócerrados los ríos Uruguay y p aran á, y a arreg·lar por sí solas la navegación del Uru• más, habiendo, al contrario, numerosos docu- cas que suscitaba. El proyecto afectaba igual•
a8.utonz a los buques que con pa be ll on • argen- g_uay y _sus afluentes. Si el tratado no se ha mentos suyos en que reconoce la comunidad. mente a Buenos Aires y Montevideo, aunque
f.rno navegaban
. . en el primero, a reststtr
. . por la smgulanzado con el Río de la Plata tanto Admitida, como no puede dejar de admitirse, en realidad sólo tenia en vista al primero, a
uerza la tmpostción
aas 1 • de arribar a Las H tguen
' .- ~omo _con sus afluen tes, es porque su ~avega· esa comunidad del Uruguay entre 1~. dos ·r e-
, 0 a cua q l..er ~tro punto de 1~ costa orien- tón ltbre estaba fuera de cuestión. El articu·

f
9ui~n hacia sentir las consecuencias de au ale-- etectuar trabajos para destruir el arrec1te c1ón, cou que, según la expres10n del señor
Jatntento, _El '?rador demostró, con ejemplos .nouvos tenía para considerarse ofendido por del "Corralito" que dificultaba la navegación Lamas, deben obrar los nbereños en las aguas
de la propta historia, cómo el contrabando ae esa demarcación, desde que la extensión de del Uruguay y solicitq para ello el concurso del comunes <T), El incidente se complicó mo·
burl~ de esas leyes calculadas para invertir 0 sus costas le pennitfa habilitar en ella puertos gobierQO de Buenos Aires. Este simpatizaba de mentáneamente por el hecho de haber inti·
desvt~~ el orden ~e la ~aturaleza. Impugnaba ~uera ~e ca_bos, colocándose de ese modo en lleno con la idea y estapa por su parte dis- mado el comandante del vapor de guerra orien-
tambten la espeoe de mterdicción mercantil Jgu~l sltuactón a las demás naciones y al !m- puesto a cooperar con la realización pe la tal "Villa del Sallo", al comandante de la zu-
qu~ se pretendía establecer entre la confede- peno del Brasil. Agregaba, por último que obra, convencido de que debía redundar en maca de guerra argentina San Juan Bautista,
ración y los puertos del .Estado Oriental, "tan el gobie~no argentino, que reconocía la •sobe- gran provecho del "importante río Uruguay", la suspensión de los trabajos de que estaba
sólo porque la mano de Dios los colocó sobre ranía onental, no podía aceptar las indicacio- y con&iguientemente del comercio de Jos pue- encargado, fpasta que los dos gobiernos se pu-
el Rí? de la Plata y el Atlántico". "Y esto nes qu~ con m;noscabo de sus derechos, hada blos de ambas orillas. Nada podía resolver, siesen de atuerdo. El argentino requir ió las
ae ~p.uere hacer. agregaba, con un país vecino el gob1:rn? onental. Sin embargo, por ley de sin embargo, porque no caía bajo la jurisdic- debidas ex pllcaciones y ellas le tueron dad~s
anugo, hermano, pedalQ desprendido del nues~ l5 -~e JUnio de 1859. las leyes de la c:onfede-- ción provincial el territorJO bañado por el por el oriental. El impedimento puesto por
tro, cuya existencia independiente garantha- taclon ~obre derechos diferenciales quedaron Uruguay. Estando próximo a mstalarse el go- éste se contraía a las operacion es que tuviesen
m~s, y respecto del ql.le ayer no más hemos suspendtdas, en· cuanto afectaren los intereses bierno nacional, a quien correspondía, no po- lugar en el territorio onental, respetando el
estipulado con el Barsil, en un tratado 1 de la República Oriental del Uruguay. c:jrfa dejar de apoyar tan útil proyecto !5 >. Pe- derecho del argentino para practicar actos de
~oble obligación de defenderlo contra t~d~ , La Memoria de Relaciones Exteriores del ro el gobierno argentino se constituyó, y na- dominio en la parte del 1·ío que le corresponde.
mtento de usurpación" (4) Esta~o Oriental, correspondiente al año 1850 da se · resolvía al respecto. En 1863 supo el El incidente terminó ahl, quedando demos-
Otro ?rador, no menos ilustrado, el sefior contiene un estudio somero sobre las vidsitu: gobierJ!o de Montevideo que aquél habla man- trado, por las conclusiones sustanciales de una
A_ngel Ellas, inculcaba en esas últimas refle- des con que han luchado las dos repúblicas (l~do al Uruguay un buque de guerra con el y otra cancillería, que ambas convenían en
Xto?es y las ampliaba, demostrando también la d~l. Plata para llegar a su organización defi· qbjeto aparente de de~truir el arrecife del que las aguas del Uruguay eran comunes; en
aptitud en que estaba la República Oriental tH_Ltva. _En ella se lee lo 'siguiente: ''La re Ú· ''Corralito". El general Flores acababa de in- que la jurisdicción de cada Estado se extendía
para .defenderse, por medio de sw¡ leyes adua- bhca ltene t:l derecho y el deber de part~ci­ vadir en son de guerra el territorio oriental, hasta la mitad del río, y en que cada. uno de
neras, usando de su dominio y soberanía so- par e.n toda acuerdo que llegue a establecene 'Y extrañaba su gQbierno que aquel buque hu- ellos podía efectuar opras en su ,parte jurisdic-
bre las aguas del Plata · "La Rep u, b! Ica
. O nen-. sob,:e n_avegación fluvial en esta parte de loa b~ese ido a fondear precisamente en e! punto CIOnal cuando no se estableciese, al efecto, el
tal del U~uguay, deda, tan ligada a nosotros terntonos sudamericanos... Se funda especial- por qonde deseJ'!lban;aban los elementos que acuerdo de ambos o la mancomunidad dt
por ~u ongen, por sus instituciones, por sus mente en l~s articulas 15, 16 y 17 del tratado JaUan de Bu~no!! A-ires, en protección del mo- acción.
r~laciOnes comerciales y por su vecindad, sen- de nav~gac1ón de 1851, y agrega que "este vitpiento revolucionario. Se quejaba tambJén En el mismo año tuvo lugar la captura del
tJtí_a uv.a grande alteración en esas mismas re- gran Rw de la Plata, único en su género de no haber fecibido aviso del proyecto ar- vapor argentino mercante Salto por el oriental
.I~ciones q ue forman un núcleo de convenien- atravesando l_atitudinalmente todas las zona~ gentino, pero esa queja era infundada. Casi de guerra Villa del Salto, en el puerto de Hi.
<:tas reciprocas, cimentadas por muchos años de las más ri~as, variadas y útiles produccio- ~hnultápejimente, el l'!}ipistro de Relaciones gueritas. El gobierno argentino entendió gue
}' que ?o se pueden dt!satender sin grav~s in~ nes, ~stá ?estmado a servir por medio del Exteriores de la República Argentina, señor se habfa violado el terntorio fluvial de esa
convementes ... .Es de creer que ella d ca~bto umversal, a infinitas necesidades de las Elizalde, se dirigía al de igual clase de Ja república; que se había inferido una gravo
ría a d. a opta- soc1edades humanas . . . " Repqblica Oriental, poniendo en su conoci- injuria a su pabellón; que se babia com etido
su vez _me !das aduaneras que dañarían
a ese comercto directo que con leyes y decre- ~n 1861, varias balleneras armadas, perte- miento el trjioajo q11e se jp¡¡ a llevar a la prác- el atentado de sacarse de un buque argentino,
tos queremos traer al puerto del R . n:ct~ntes a los buques de guerra de la Pro- tica "de un interés común a ambos Estados". en un puerto de escala, pertrechos de guerra
q u e pued ~n perJUdi
. . osano y VInCia de Buenos Aires, detuvieron y registra-
car a la industria de la De todos ptodos1 el gobierno oriental creyó de su gobierno, que iban por territorio flu-
confederaclón .. Así es que siendo Buenos Ai- ~on algunas embarcaciones mercantes que ba- deber protestar cpntra el procedimiento ob- vial argentino a puertos argentinos y con de1o
res y Montevideo las dos plazas más i JO pabellón _oriental, navegaban por las c~stas $ervado, no pudiendo admitir que, contrarian- tino al servicio de esta república, etc. Se in-
!antes _del Río de la .Plata, bi~n podr(a ~~~;~ de la Colonta. El gobierno orien tal consideró do los precedentes establecidos, se tratase de sistía sobre todo en el cargo de haberse vio-
,. .; ¿ue ellas se mancomunasen para ulterio- c¡ue. ~sos actos importaban una violación in- IU&tituir , el acuerdo y la comunidad de acción lado el terri.torio. El incidente tuvo una larga
1 ~ es que pueden SU1'gir y sernas mtt de- JUStificable de su territorio, no menos que una cop qqe debeQ obrar los ribereños en las agu¡ts tramitaCión y se agravó por el hecho· de la.
sa~tadabt:;• sm que tuviésemos derecho / que- ~rave of~nsa a los intereses del comercio lícito comunes! por la voluntad y la acción exclu- represalia usada por el gobierno argentino.
Jm nos. . . Esos era.n Jos peligros que vislum- Y a la hbre navegación fluvial. El cónsul ge- siva de l,Jno de ellos <41 >. El gobierno argentino que hizo apresar por stts escuadrillas, en las
bl'aba el patriotismo argentino en aquella nera! de la rep~blica en .Buenos Aires, señor extr~fi9 la prote&ta. Le parecía más legítimo aguas del Uruguay, al vapor de guerra orien-
~poca. Manano de Espma, recibió instrucciones para que ~1 oriental expresase su deseo de concu- tal General Artigas. La argumentación rle la
La ley' fue dictada, a pesar de todo entabl~r la reclamación del caso y desempeñó rrir a la realización de esta o bra, de evidente cancillería argentma era un tanto vaga y os-
los l'esultados dieron la razón a la min pero cum~h?amente su tarea. En s.u consecuencia, inter~& co~ ún, concurrencia que el gobierno cura para la oriental, al punto de que ésta..
mos.trando cuán estéril y perjudicial era e?::~ ~ mmistrQ del ramo en Buenos Aires, señor ar~r:ntina se hubie~e apre~urado a aceptar con dirigiéndose a su agente confidencial en Bue-
pedien_te_ adoptado. Respecto del .Estado Orien- a Fuente, se apre$uró a declarar que los ac· la mayfJr ~ati~facción. Recordó el señor Elizal- nos Aires, le decía: "Si, siendo más explícito
tal, ottgmó _una discusióa diplomática que ob- t~s de q~e tan justamente se quejaba el go- de, que el señor Pérez, ~ inistro oriental, ha- en la presente ~iscusión, el doctor Elizalde de-
tuvo. un éxlto completo. Su gobierno reclamó bierno o.nental no podían atribuirse sino a un p ía manif~&tado muy explícitamente, el año Ja ver claro su argumento de señor de las
-de ~xceso de celQ mal entendido por parte del ~nterior, ~1 señor Riestra, que, en el caso de aguas que bañan a Martín Garda, usted d~
· · ciertas
d disposiciones· El de la confe d era-
J~fe de la escuadra, pues l<ts órdenes e instruc-
Clan edaró, con ese motivo que la le flUe el gooierno de Buenos Aires declinase to- be levantarse contra tal manera de entender
hada diferencia d.e nación alguna: . q~e J. a~~ ctones del ~ob_ierno no lo autorizaban para
tales _pro~edimi~ntos. Más tarde el goberna-
17!-4·1' p,qrte ~n est(Js trahajos, el gobierno orien-
tal estaba decidido a llevarlos adelante por si
la materia, y hacerlo no sólo en nombre nue•
tro, sino en defensa de los principios e in te-
u m camente. puntos geográfkos que sirvi!sen
para el _o bJeto q ue se pxopon{a; que el Es- dor h~zo Imparttr las órdenes convenientes pa· solo, en l(l p(lrte de su territorio fluvial, con- rese& ¡miversales."
tado Onental era .:iertamente quien menos ra evitar la repetición de estos actos. cepto que excluía el de la comunidad de ac- El agente confidencial del gobierno orlen.
En 1862 se propuso el gobierno oriental
NUM&;RQ 20 1 DICIEMEIRU: 1888
~UADERNOS ~~ MARQHA
guayo no se dio por satisfecho. No admitía
la mitad de sus corrientes, y hasta tres milla.5 que se supusiese indeterminadas las aguas del
ti~ en Buenos Aires, señor Lamas, rebatió am- Justificado
, por el esta d o extraonltnario
. cleJ dentro del mar. Mitre sostenía la doctrina de río Uruguay, pues tratándose de Estados ri·
pha~ente los fundamentos de que partía la pals, dentro . de los puertos de la república los norteamericanos, que consagró también la bereños, o separados por ríos, como el Ur~e
c~nCIIlería argentina, deteniéndose, muy espe- ~~n~e ésta tJ ene un a jurisdicción privativa ; Suprema Corte argen tina: la plenitud de la guay y eJ Plata, el derecho de gentes indica
cta~mente, ~n la supuesta violación del tc rr i- '' so uta. La condu cción de la presa a M sobemnía o del dominio ten·ito,-ial, compren- los principios o reglas a que se ajusta la re&-
tona, reduoda al hecho de haberse conducido tevideo se justifica ba por el hecho de 110 ol n· didos los ríos, corresponde a los. Estados o pro- pectiva jurisdicción. El ministro uruguayo so-
una presa mercante "ele uno a o tro p e ·t b.,r e 1
~ . n as costas nacionales del Urw:rua .la- vincias, lo que no obsta a los derechos de la
~e Repúb~ica, d~ :-í~
licitaba una explicación sobre el sentido dt
la por las aguas mixtas tondacles administrativas o J"uclicialeso Ny,_a.u- sobe ranía nacional para legislar sobre las aguas. esas expresiones equivocas: "aguas indetermi•
ue t . 1 . . mgtm
e que es n~erena y cuya comunidad entre ~ ra extranJero se sustrae a la 1 , Teniendo Buenos Aires por l!mites naturales nadas". El myrustro Tejedor la dio con ba..
los puert~s onentales no le ha sido contestada tor c..J d 'bl " ey o au- el Océano Atlántico, el Rio de la Plata, el
. t a pu tea en los puertos a que ·entra tante precisión.
nunca• y ¡uzga . que no podría se,-Lo" • s·1 h u b"te- con su carga, respecto de aquellos actos que Paraná, los principios que se trataba allí ele "El gobierno argentino, dijo, piensa que
se .1~ tntenciÓn de negarle " la continuid d d son ele derecho común y privado en e- p ·- mcorporar a la constitución de la provincia,
~av~gación p~erto~ to·. ca_ - sos Junsc
· · ¡·rcctona están indeterminadas las aguas territoriales del
la ltbre común entre los .
. atlteuetla
les y justiciables -. tespecto de la soberania sobre las aguas, son río Uruguay y Rlo de la Plata, porque comu-
del r{o pnnczpal y de su afluente el Uruguay autonclad de la nación. 1gualmente aplicables a la República Oriental nes ambos rlos a las los repúbli~, la anchll"'
de- que.. ella (la, República Oriental) es 11."b e-• Et~ s ~u~a, no existía a()'ravio ni violact·o· del Uruguay, que se toca con aquélla por esos ra de ellos y la situación de algunas de las
de pn nctpws, , o bandera. yo tan cierto ' n
~.e~a ' protestaria contra semejante pretensión er a esto mismos límites naturales: el océano, el Río de islas, no permiten, o por lo menos, suj~ta;n
t~nt_o_ en nombr~ de los principios ele la ley que, J.?OCos d tas después, se firmaba en Bue- , la Plata, el Uruguay. a error, la aplicación práctica del princtptiJ
pnmtUva y de las leyes secundarias que sir- nos AI_rcs el protocolo por el cual quedaban·. E n 187 3 tenía 1ugat en las aguas del U ru- de. Derecho de Gentes que divide en esos ctJ-
ven de base al derecho inter nacional, como en ~o n c_lutdas _las dificultades que hab ían surgido guay un caso análogo al de 1836, que motivó sos por mitad la ju1·isdicción."
n_o mbre de nuestro especial derecho conven- ) restableCJdas l as relaciones de perfecta amis-. observaciones por par te del gobierno de Ro- Abundando en esa explicación agregabat
ciOnal y consuetudinario" (8) • s·1 pasó por la tad ~n tre ambos gobiernos. Esas dificultades, sas, con la diferencia de que, en vez de ser
. . "Con esta afinnación, sin embargo, no ha que-
mente del mimstro Elizalde, como llegó a desgt
1 ao acJamente,, . volvieron a suro-ir
e- m,as a de· los buques mientales los que detenían y re- 1 ido el gobierno argentino, como V. ~· parece
~t:eerse alguna vez, la idea de negar la comu- ante. La ~ohtica in ternacional se oscurecía g¡su·aban a los argentinos, eran éstos los que indicarlo, darse un pretexto para violar el
?Iclad de ~~ aguas del UTuguay, nunca esa ~ada vez mas para el Estado Oriental, vislum- vigilaban y visitaban a los primeros, en aguas territorio fluvial de esa república, ni meo~
Idea
· 1
se mantfestó
·
claramente, en formaS O f.1· rándose desde entonces la intervención ele comunes, con el fi 11 de impedir que llevasen par<l establecer una doctrina contraria a •~
c~~~es, mtentras el principio opuesto prevale- nuevos factores y las graves complicaciones ue armas o municiones a los revolucionarios de
derechos."
ctO en ton ces y en tod as 1as é pocas, asumten- . muy_ pronto debían hacer de estos paíse; el' Entre Ríos. El gobierno onental interpuso su El gobierno argentino se caracterizaba pO!'
do las fo~~as _más amplias e irrecusables, sin te~tlo. ele una larga y sangrienta guerra in-' reclamación, siendo su ministro de Relaciones su respeto a las instituciones, tanto como por
e:ce~tuar sH:¡u_tera Jos períodos en que la can- tetuacwnal.
1 , No nos incumbe . aqu•' e n trar en Exteriores el doctor Gregorio Pérez Gomar, la ilustración y ciencia de sus colaboradores:
ciiiena argentma estuvo a cargo del . et examen
· de. esos aconteCimientos, cuya 1lls- • maestro en las cuestiones de derecho inter na- todo lo que realzaba el mérito de esas decla·
señor ,Elizalde. mtsmo ona no ha stdo escrita todavía. cional, antiguo catedrático en la materia y raciones que brillan también por su franq~eo
Con motivo del apresamiento del Salto Los gobiernos aliados contra el Paraguay autor ele tratados que hoy mismo pueden ser za y espontaneidad, al dejar establecidos prtn•
de la pr?testa argen tina, el go bierno uruguf. en 1865, se pr eocuparon de establecer las re: consultados con ventaja. cipios claros en materia tan vidriosa.
yo ~t~~regó el es tudio de ese punto a una ~las que . debían asegurar' después de la gue· Era ministro de Relaciones Exteriores de La Memoria de Relaciones Exteriores del
cor~uswn compuesta de los jurisconsultos más tra, la hbre navegación y aun la policía d la República Argen tina el doctor Carlos Te- Uruguay, a cargo accidentalmente del do_ctD!'
emmentes del Río de la Plata: doctores Eduar- los ríos. El artículo ll del tratado clél 1Q de Jedor, jurisconsulto eminente, quien contestó
gobiern~
· Saturnino Alvarez, daba cuenta de ese tno•
dll Acevedo, Joaquín Requena, Florentino Gas- mayo estableda c¡ue, clerrocaclo el la nota uruguaya declarando que su gobierno dente en estos términos: "Instruido el gobieP
te, anos, Antonio Rodríguez. (9), Vicente F del ~araguay, los aliados procederían a hacer había establecido medidas de vigilancia única- no por las autoridades respectivas del uso _in<-
L~pez~ Manuel Herrera y Obes y J aime E : los ajustes necesarios con la autoridad que se mente en las aguas territoriales de su país, y debido de junsdicción que hacia la marma
trazulas. Esa comisión, que presidió el doct:r constituyese, a fin de que las leyes o regla· que, por consiguiente, todo acto de jurisdic- argentina al ejercer medidas policiales sobr~
Acevedo, presentó un di ctamen luminoso el 1 m_entos no ,Pu.diesen estorbar, en torpecer o ción o vigilancia ejercida fu«ra de ellas era buques que navegaban en aguas orientar~,, e..
cual ~~~raemos algunas de las conclusion~· uee gravar el tt·anslto o la navegación directa ele un error im putable al oucia l encargado de te ministerio se vio obligado a reclamar, co-
más atmgencia tienen con la m a tena . a qque los buques ~e los aliados. que se dirigiesen aquélla. El ministro argentino agregaba: mo lo hizo, del gobierno argentino, contra
esta obra, se circunscribe. a los ~e~pectivos territorios. Los reglamentos "Indeterminadas hasta ahora esas aguas te- aquellos abusos que importaban una violación
· Los "d actos ele policía interna y r·b . -
1 e1ena
de_ poltcta flf;l'vial para el Paraná, Paraguay y rritoriales, siendo imposible quizá determinar- de nuestro territorio fluvial, y un atentad~
eJ~rCI. OS . eor el gobierno oriental, era n tant~ ~1uguay ~enan hechos de común acuerdo en· las con precisión, por las tortuosidades del rfo, contra la libre navegación del río ••• El m.t•
mast JUStificados cuanto que el· país 1uc11ab a ,, e l~s ~izados y demás ribe,·eños, quienes se· el error cometido por el oficial del pontón nistro de Relaciones Exteriores de la Repú·
co · .
J n ra una tnvastón armada , p10ce . d ente de ~tan tnvrtados, etc. Es éste un antecedente de argentino colocado frente a la isla del Sauzal, bliea Argentina dio seguridades de haber itn-
as costas y puertos. arge ntinos· L a v1g1. "1aneJa . Importancia, pues presenta, en circunstancias tiene, además, esta causa natural de excusa, partido las órdenes necesarias para que no ..
tporb más extraordinaria
. que fuese, no Im . pm-.' solemnes, en un pie de perfecta igualdad a tuera de la mala inteligencia dada a las íns· repitiesen los actos de que reclamaba el go-
·~ _a un agrav~o. pih? el gobierno argentino. El Jos Es tados interesados en la solución ele 'los trucciones que le guían, sin que por tales ac· bierno oriental, prescribiendo a sus subalt~
~ etecbo _de vtstta, JUStificado por él derecho problemas fluviales. tos pueda ni deba considerarse el decoro na• nos que las medidas policiales que ejerciese
InternaciOnal, aun en altamar, en el caso de En capí_tu_l~ aparte consignamos especial· cional ofendido." la marina argentina sobre los buques que na•
u;l~ guo::rra regular entre dos naciones, por el mente el JUICIO del general Mitre, en el Se· Los términos en que estaba concebida la vegan el Uruguay, se hiciese única y excl~
P gró en que el comercio neutral pudiera nado argentino, en 1869, y en la Convención nota del gobierno argentino, revelaban, como sivamente en las aguas propias."
poner la s~gu~idacl y defensas respectivas, es de Buen?s ~ires, en 1871, rei vindicando para f>e ve, completa sinceridad y sentimientos amis· La misma memoria de la referencia da
de una aphcactón más estricta cuando . ·. las provmoas del Plata y de sus anuentes. el tosos y cordiales. Asimismo, el ministro uru•
• como acto de vi~itancia policial e ~ete(::._, derecho de jurisdicción, desde l&S costas hasta
NUMI!tRc:i ao 1 OJCJ&;MSRS: ,~a e•
CUACERN09 n~ MARCH~
cuerlta de haber pt esentado el gob!etuo ar- 1ué tuvo mas tarae una ~oluctón satlstactoria.
gentino, por medio de , su legación eu Mon- des dos que se derraman en la cue~ca del yores ventajas para _ambos E~tados, removien~o
En vigencia el reglamento argentino' $obre cualquier inconvemente, a fm de no contranar
tevideo, algunas bases para un convenio adua prácticos !emanes, el gob1erno oriehtal obser- Plata, cuyo cauce pasa a milla y m~dza de la
neto que quedaba sometído al estudio de la~ Jos derechos o propósitos del gob~erno ur?gua·
vó los inconvenientes a que daban lugar al- Osta oriental y es el canal descubierto y es-
autoridades orientales. etudiado por la ' empresa proponen t e" (11) . La yo. La nota de la legación argentt~~ termt~aba
gunas de sus disposiciones. Si él, por su parte, expresando la esperanza" de que e~ gobtemo
En esa época también tuvo lugar un cam. usase de iguales derechos en aguas de su iu- Cámara de Diputados despachó el asunto fa-
bto de notas interesantes enlt e el ministro de vorablemente, acordando tres años a la empre- oriental, consecuente con los propósitos que lo
risdicción, el comercio de navegación sería re- han animado siempre, de propender a la más
Relaciones Exteriores, doctor Tejedor, y el cargado con nuevos gastos. En esa virtud, pro- sa, desde la promulgación de _la ley, para_ so-
agente C(lnfidencial del gobierno uruguayo en licitar igual concesión del gobierno argentmo. fácil y estrecha comunicación de estos paísea,
puso la reforma de esos artículos, a lo que
L uenos Aires, doctor Sienra Carranza, con El Senado aplazó su despacho por causas re- cooperará gustos~ a las gra~de~. obras pro_r~o­
el gobierno argentino asintió desde Juego. La ladas por el gobierno argentmo (18). El mmts-
motivo de me<11das policiales, o de invasiohes legación argentina en Montevideo, declaró con veladas más tarde. .
de jurisdiCCión en el rfo Uruguay. Refirién En el expediente que tramtt~ba ante el tro oriental solicitó mayor suma de datoa '!
ese motivo, que su gobierno se prestaba a ne· conocimientos para poder apreciar el concurso
dose a las primeras, d1 r.ia el mtnJsiJ o argetJ· goclar un convenio general de na-<'egación y .,-obierno argentino recayó un dtctamen del
ti11o que ellas hablan sido ejercidas sobre bu· procurador general de la nación, doct,?r Eduar- que debía prestar, así como para e~clarecer 1
cótnercio, en el que po<.lrJan ser comprendi- fijar los puntos de derecho que pudieran afeo-
ques que navegaban sólo en aguas propias, y dos el asunto prácticos y otros más que le do Costa, que merece ser recordado. Sea cu_al
que si alguno hubiese traspasado esa regla, eJ fuese, decía, la jurisdicción a que . están SUJe- tar las obras proyectadas.
fuesen relativos 110>. Entretanto, para el go·
gobierno argentino lo condenaba desde -luego, bierno oriental aquellas disposiciones del re- tas las aguas antes mencionada~, stempre será La legión argentina entendía qu~ el pensa·
habiendo anticipado inmediatamente las ór- glamento atgentino de prácticos !emanes, pa- conveniente profundizarlas en tnterés del ~o­ miento debía ser apreciado en con~un_to: que
denes necesarias para que el hecho no se re· tec;ian "atribuir exclusivamente a la Repúbli- .mercio general y especialmente de las nacl~ importaba establecer desde el pnnetpiO, el
pi ti ese. ca Argentina el derecho de expedir patente6 ues ribereñas." El proyecto "no podía ser mi- a,cuerdo de los dos gobiernos, que lue~o ven-
Un oficial argentino habla desembarcado de pilotaje pata la navegación del Río de la rado sino con marcado favor así por el go- drían los arreglos necesarios para realtzar ~os
en la isla de Itapeby, apresando a uno de sus Plata como si a ella sola perteneciese el dD-' bierno de la república veci_na, como por el estudios hidrográficos y ~acar las obras a hcl-
habttantes, y el gobierno argentino reprobó el minio absoluto de las dos coslas del gran do". gobierno argentino". Y termmaba _de. es~e ~o­ tación. "Si el gobierno onental, agregaba, pres-
hecho, advirtiendo al oficial y tratando de En esos términos se expresa el ministro orien- do "Ya decidiendo la cuestión de JUnsdicctón, ta al proyecto su valioso concurso, el a~erdo
excusarlo, a título de que la isla era una 6Ua· tal, en la memoria que en 1879 presentó <1 ya sin decidirla, ambos gobiernos encontrarán previo aleja toda idea de disidencia, y mediante
rída de contrabandistas, que carecía de auto- la legislatura. El asunto, objeto de una larga positivo interés en ponerse de acuerdo, Y es la at·monía de los dos gobiernos, lo~ canalea
ndad, y no tenía bandera que la hiciese re- tramitación, se resolvió algunos años más tar- éste probablemente el resultado a que ha de serán llevados por las aguas que meJor res~l­
conocer. El doctor Sienra Carranza observó de, por la convención de que hablaremos más llegarse más tarde". <12 ) ten a la economía del drenaje y a las ventaJas
que la isla era una fracción del territorio adelante. Dos oficinas importantes, llamad~s. a expe- de la navegación". "Si. infortunadamente, _con-
dirse sobre el mismo asunto, la Oficma Cen- sm ar
el
oriental, sometida a la soberanía y la juris- En 1885 ocurrió un incidente que no debe e1u fa , mi gobierno tuviera . que proceder
-
dicción nacional, con sus aUtoridades corres- omitirse. La autoridad marltlma oriental des- tral de Hidrografía y el Estado May~r Gene- gobierno de v. E., creo mne:esano asegu:
pondientes, y que no podía quedar sentado conoció en absoluto el derecho qile parecla ral de ]a Armada, declinaron toda mterven- al señor ministro que el gobterno arg~ntmo
como precedente de jurisprudencia internacio- atribuirse la Argentina para proceder a t·e- ción en ~1. fundadas en que se trataba de c~­ procederá, en todos los c~sos en los limites de
nal que, por carecer accidentalmeute de auto- mover el casco de una goleta que había nau- nalizar un punto que estaba fuera de_l ~or':u­ sus derechos y en la amph~ esfera de su sobera-
ridades, pudiese estar expuesta a abusos o in- fragado en el canal del lnfierno y que cons- nio de la nación argentina, o sea en ]Utlsdlc- l " (U) · El ministro ortental, setior Gar~ía
na. d d 1
va·;ones de jurisdicción. Tales hech))s serían tituía un peligro para la navegación. M ien- ción oriental. Lagos se limitó a tomar nota e esas ec ~acto-
siempre considerados como gravlsimos aten- tras se tramitaba ese asunto, la naturaleza m- La intervención directa que más tarde asu- nes, mientras esperaba los informes P7didos al
tados. tervino .felizmente para desalojar el eswllo, mió el gobierno argentino, a título de sobe- Ministerio de Marina para las resoluciOnes del
El gobierno de Avellaneda se esforzó por arrojándolo sobre la costa oriental, lo que su· rano ribereño para ejecutar las obras reclama- caso <15 >.
mancomunar la acción de los dos gobiernos primió todo motivo de discusión. das por la navegación del Pla~a,_ ~o~ sus pro- Con mouvo de trabajos ejecutados por dra·
del Plata, a fin de facilitar y mejorar las con- Utta empresa particular denunciaba en es.t pios recursos, paralizaron _Ia tmciativa de la as argenttnai, en el banco de las Limetas, al
diciones en que se verificaba la navegaciórt. época, ante los gobiernos del Plata, simultá- empresa privada y la redujeron al_ extremo de
gestionar ante el gobierno argentmo una mí-
~riente del oar1fil navegable, frente al _Salto en
De esa a(iministración nacieron varios proyec- neamente, la existencia de un nuevo y pro· aguas orientales, interpuso reclai?actonea el
tos sobre tránsito por los ríos, faros, policía, fundo canal, tnás próxtmo todavía a la cos~a sera indemnización, dado el hecho de haberse ministro del Uruguay, doct~r Fnas, ante el
etc., mencionados en otra parte: todo ló que. oriental, y solicitaba su concesión por un nú· aprovechado para la navegación, no sól_o el gobierno argentino. En mérlto de e~las ae or-
respondfa al co~pto dominante de la comu- mero de afios para dragarlo y explotarlo. EJ cana] revelado por aquella, sino SUS propiOS "f denó la suspensión de aquellos trabaJOS (1890).
nidad de las aguas y de los servicios a que gt>bierno oriental atrtbuyó a esa gestión una meritorios estudios.
obhgaba el tráfico fluvial. La legt~.ción argen- La legación argentina en Montevideo _se Como se reincidiese en igual proce~imien
itnportancia Justificada, elevándola a la le~is­ to, dos años más tarde el mismo p~e~upoten<
1ina en Montevideo negociaba convenciones latul·a con un mensaje bvotable. Se hada bo- dirigió, a fines de 1887, al ~inistr? de Relacio-
especiales para esos fines. nes Exteriores de la República Ortental, doctor ciario renovó sus protestas. Era nnmstro .d
tar la pl·iotldad de 'los estudios sometidos al
E! canal del Infierno fue balizado en 1877 gobierno oriental y al argentino y se agrega- I!defonso García Lagos, solicitando, por :n-. Relacioaes Exteriores el doctor Zeball?s, qmer
manifestó al señor Frias que el gobierno ar-
por el gobierno oriental, y aunque el hecho ba que " toda otra derrota (fuera de la indi- cargo especial de su g~bierno, la cooperac1ó~
recibió la publicidad necesaria y los buques del oriental, para reahzar algunas obras ten gentino sólo había autorizado sondeos, para
cada por ]a empresa) sería irrealizable, prác- conocer los canales, operación que reputaba
mercantes pudieron utilizarlo en consecuencia, tica y cieulíficamente, porque habría que lu- dientes a facilitar la navegación del Río de la
ninguna manifestación se hizo al respecto por Pl:1ta y del río Uruguay. Expresab~, asímis~o, inocente, y que era acordada _a todas las _na·
char contra la nathraler.a, que procede en lo- ciones en aguas abiertas a la hbre navegación.
el gobierno argentino. do por leyes fijas e inmutables, y ha señnlarlo ~U(' el gobierno argentmo atendena ~ualqUier
En esa época surgió un nuevo incidente indicación en el sentido de perfecctonar los AgregÓ q,ue el gobierno tenia en su poder
cauce fatal a las aguas que fluyen de 106 gran- los planós de la obra y que nada b:lbfa re-
proyecto~ hidrográficos y de consultar las ma-
PAQ, ••

"4UM&;RQ ao 1 .CICUEMIIR& uuso

...
suelto ~perando el resultado de la consulta
que debta _hacerse al gobierno oriental. La cancillería oriental entendía que todas
las obras J?royectadas serían ejecutadas en aguas del territorio de cada E:sta<lo (articulo 12 del correspondían all1 a la banaera nacional, ex-
~~ un Informe presentado a la Prefectura
de·ó exclusiva· jurisdicción uruguaya , y 1a 1ega- , tratado). Esta disposición es la que ha dado tendiéndose el criteno que se había aplicado,
Man~tma de Buenos Aires, sobre estudios
practicados en ct n argentma se creyó en el caso de rectificar origen a la protesta del gobierno británico, de tratándose de la ley de patentes. Esas gestione&
bl , p las aguas de Martín Ga reta,·
ese co~cepto. Las obras proyectadas, dijo, no se que se ha ocupado últimamente la prensa y a tuvieron éxito completo, quedando desde en·
esta ecia e1 ráctico Mayor que el nuevo ca-
nal está a m~nos de tres millas de distancia u:v~nan ~ cabo en aguas de exclusiva juris- la que consagramos algunas reflexiones en otro tonces el cabotaje nacional equiparaoo al aJ~o
diCCIÓn onental: ellas comienzan en el mismo capítulo de este libro. gentmo en el pago de los derechos de puerta.
de la _c~~a onental, lo que hada desaparecer,
a_ su JUICio, toda duda respecto a la jurisdic- P.~erto de Buen?s ~ires. y, en su larga proyec- En virtud de las gestiones que hizo en También solicitó y obtuvo la misma legación
ción; que el canal corre desde su punto de cwn, tocan la JUrtsdzcczón oriental (17) Fuese Buenos Aires el ministro oriental, señor Er- la supresión dt~ los manifiestos de mercaderías,
arranque hasta su terminación en los pasos o no fundada la_ rectificación, lo importante nesto Frias, para obtener que la ley de paten- en cuya virtud quedó libre de esa fiscalización
de Martín Garda por aguas orientales. Esti- era que la canollería argentina reconociese tes fuese interpretada con un espíritu liberal y la carga en tránsito procedente· de los pueatoa
maba dicho funcionario que no podía hacer- como re~onoc!a en todo .:aso, los derechos deÍ favorable a los intereses uruguayos, se llegó a orientales.
estado nbereno y la . zona. de su JUTIS
. . d"ICCl.ón conclusiones satisfactorias haciéndose declara- La canalización de los pasos de Martín Garo
s~ ~bandono de los canales antiguos, no con- , .
VImendo que prescindiesen de ellos las ba- exclusiva .. El Pode_r EJecutivo oriental no tuvo CIOnes importantes, que han dejado upa vez cía en 1893, dio lugar a que la jurisdicción
queanos y prácticos, "dada la proximidad del entonc~s mconvemente en estipular el acuerdo más consagrado el principio fundamental que uruguaya fuese también nuevamente reconod·
nuevo canal a la costa oriental" resl?ecttvo, que sometió inmediatamente a la sostenemos. da y acatada por el gobierno argentino. Era
legtslatura. Aceptado por la Cámara de Dipu- En nota oficial que suscribe el ministro de presidente de la república el doctor Carlos Pe-
La idea insinuada en ese d~cumento rea-
pare_ce frecuentemente en los informes y me- tados~ pasó al Senado, donde fue objeto de un Hacienda de la República Argentina, don Vi- llegrini, y ministro de Relaciones Exteriores el
estudiO profundo, a que recientemente alude cente Fidel López, se consignó esta importante doctor Estanislao Zeballos. En la memoria que.
m~>nas de l~a oficinas técnicas de la Repú-
bhca Argentina, como hemos tenido ocasión en u?a. carta que es de dominio público, eÍ declaración, a la que presta una doble utilidad pasó al congreso, y que más adelante se
ex ~tmstro, doctor Herrero y Espinosa. el nombre del ilustre hombre público: menciona, declara el ministro que dio into
de comprobarlo, al tratar especialmente del
Río de la Plata. . EJ, 1893, dice, pasó el asunto a la tónside- "Entre tanto, para los puertos del río Uru- trucc10nes a la legación argentina en Mon-
ractón d~l Senado, y formando parte de esta guay existe un modus vivendi consagrado por tevideo, para que recabara de antemano la
En diversas _épocas se ocuparon los gobier-
co~poraci~n el. doctor don Carlos María Ra:- una larga práctica, aunque carece de la sanción aquiescencia del gobierno uruguayo para pro-
nos de la nect;stdad de someter a reglas comu-
nes la profesión de los prácticos !emanes mt~ez~ de Inolvidable memoria, tuvo a su ca(go o pacto formal; y es que .!n esas aguas comunes seguir los trabajos, en el caso de que ellos to-
en 1891 se ajustó la convención que subsist~ el I~f?rme, en su carácter de miembro de la ae asimila la bandera oriental a la nacional y casen "en algún punto canales sometidos a ltJ
todaví~ al respecto bajo bases que están en comlSló~ de _legislación. A esta circunstancia· se viceversa, de manera que en los puertos argen- jurisdicción de aquel país''. La misma memo-
armoma con las demás reglas de equidad debe el mag~stral trabajo dél doctor Ramírez, tinos goce la bandera oriental de todos los pri- ria da cuenta de que el gobierno uruguayo se
que ?os hemos detenido. Refiriéndose a .esa co~
cuyo propósito fue el de englobar en un me- vilegios de la bandera nacional, y recíproca- manifestó dispuesto a asociarse a esos trabajos
\'ención, decfa el ministro, en su memoria de morándum todas las cuestiones que afectan a los mente ésta en los puertos orientales." (19) y a sufragar los gastos que pudiera corres-
pu~tos de derecho y de hecho que tienen re- Había algo más que una larga práctica. En ponderle.
1_890-1891: "han desaparecido, pues,· las cues-
lació_n con la jurisdicción del Río de la Plata. defecto de un tratado o pacto formal, pudo He aquí sus propios términos:
twnes Y_desa~rados a que daban lugar las fre-
cuentes InvasiOnes por los prácticos de uno Ese I~forme fue _hecho facilitándose al doctor recordarse el decreto de 1852, a que antes nos "El gobierno de Montevideo contestó que
de otro pafs,_ de las aguas jurisdiccionales." y Ramtrez I_os archivos del ministerio de 'Relacio-' hemos referido: tiene el mérito de estar sus- deseaba asociarse al gasto de esta iniciativa
nes Extenores, y compartiendo con el presidén- crito por el gobernador de la provincia, don necesaria y benéfica, en cuanto tocara agutU
. _L~ legación argentina en Montevideo se
dir~gió a la cancillería oriental, en 1892 acom- te Y con. el ministro de entonces, en más de· Vicente López, ilustre prócer argentino, padre de su jurisdicción y pedía, en consecuencia, e)
u_na ocasión, las diversas y complicadas· mate- del ministro de Hacienda, que firma la nota de presupuesto total.
pana~do un plano Y memoria referente a los nas que él comprende" (18).
trabaJOS proyectados para obtener aguas hondas la referencia. "No era posible hacer según fue informado
. Quedó el asunto paralizado en las cámarai La Dirección General de Rentas consideró este ministerio, e] presupuesto definitivo, pues,
en el canal del Infierno evitando así que por
abandono se obstruyan esos canales, con me- on~nt.ales porque el mismo gobierno argentino que esa comunicación venia a confirmar el la naturaleza misma de la obra podría exigir
n_oscabo del tráfico, originando tal vez inunda- dest~tló del proyecto de que se trataba "modus vivendi existente", con arreglo al cual va,riaciones una vez comenzada, y se avisó al
c?nsiderándolo irrealizable, según manifesta: no necesitaban otra patente de navegación que gobierno uruguayo, que, terminados los traba·
ciones que causarían daños incalculables en
el extenso litoral de ambos países. La legación CIÓn ~erbal que se hizo a la cancillería orien- la del Estado cuya bande;·a llevasen los buques jos, se daria a conocer el costo exacto.
agregaba: tal. Sm duda la oficina hidrográfica argentina orientales y argentinos que navegasen en las "El gobierno de Montevideo, sin poner obs-
h~bía tomado ya otros rumbos, siguiendo la aguas comunes del río Uruguay, y agregaba; táculo alguno a la obra comenzada por esta
"Como una parte de las obras a realizarse
ptsta de un nuev.o descubrimiento; el del Canal "Pero como esta larga práctica no es co- república ha solicitado fondos del congreso pa·
p~sa por aguas de judisdicción otiental, el go-
N!Jevo o el de las Limetas. , nocida por los señores subprefectos nombrados ra sufragar los gastos que puedan corresponder-
bierno a~gt;ntino cumple un deber al poner
e~ conocimisnt~ al gobierno de V.E. los· propó-
Es. i~p,prtante, aun e~ su .,propia Iimitacion. .e n los últimos tieiJlpos, de l~ cual se originan le al practicar la liquirlación final."
lntos que le amman en bien del comercio de el pnn~1p1o consignado por el ~ongresc;;. ~e cuestiones que llegan hasta el señor ministro En la memoria del ministro del Interior
Montevideo (1889), en el Tratado de Derecho oriental, habría que convenir en que el señor de la República Argentina correspondiente al
todas l!s naciones_que afluyen a nuestros gran-
des ríos~ y al _pedtr su asentimiento someten a P~nal In_te~nacion~l, a que aqhirieron los pJe. prefecto se sirviera expedir una circular a to- año 1892, capítulo Canalización del paso d~
la .consideración de v·E·....1 plano y memona . mpotenCJanos de Siete naciones sudamericanas dos los subprefectos del río Uruguay, hacién- Ma1'tin Garcla, después de dar cuenta de las
tratado que es ley de las dos repúblicas deÍ dc;>les saber que los buques orientales están ex- dificul tades y reconocimiento del nuevo canal
aLJUn~o, cuya devolución solicito con las ob-
Plata,_ a los efectos de la jurisdicción penal, ceptuados de la obligación de tomar patente que sólo exigía el dragado de uno a tres pies,
servaci?nes que V.E. tenga a bien formular. El
propósito del gobierno es el de realizar las han SI~o declaradas aguas territoriales las com- argentina" (20). en una longitud que no alcanzaba a mil metros,
prendidas en la extensión de cinco millas desde La legación oriental continuó sus gestiones para dar una cómoda comunicación, dice:
obras proyectadas con sus recursos propios" (1GJ.
la costa de tierr.a firme e islas que forman parte a hn de que se acordase a su bandera, en los "Así que sean allanadas algunas dificulta·
~e@
puertos argentinos, los mismos privilegios que des opuestas por el gGbien., oriental, y que
urogntfico correspondiente, mdispensable para
rétena a la canahzaetón de la barra de :san apreciar los proyeétolt y propuestas de canaliza·
tienen origen en la confusa división jurisCUc- rando todo el r{o sometido a la jurisdicción Pedro. ción. Oportunamente nos ocupamos del infor·
cional de las aguas en aquel punto, se proce- argentina o a la jurisdicción oriental según. En 1903 ocurrió el naufragio del vapor
me dado por el ministro de Marina a mediadot
derá al dragadv, que según la opinión del in- que los actos se realizasen a uno u otro lado d~e Alacrity, a inmediaciones de Punta ~el Indio,
geniero que hizo el estudio, no durará arriba la línea divisoria. donde otros naufragios habían temdo lugar de 1907.
El reglamento de la prefec~ura madti~a
de cinco a seis meses." En 1898, la cañonera oriental General recientemente, entre ellos el d~l vapor Ve1·a.
argentina, que tiene la aprobac1ón del go.b~er­
"En 1894 naufragó a la altura de cPunta del Flores, capturó los vapores Fmm, Venus y Doli, Habiéndose dicho con tal motivo que la ccr no de la nación, pone a cargo de esa oficma
Indio», la barca italiana Battistina Razeto, en aguas argentinas. En virtud del reclamo que mandancia de inarina oriental había fal tado al
todo cuant? se refiere a la polida de los puer·
constituyendo un inminente peligro para la formuló el ministro argentino en Montevideo, deber de instruir al capitán del Alacrity, _I·es-
tos, costas de mar y litoral fluvial, en todo el
navegación." A ese naufragio se refería el jefe se labró un protocolo por el cual el ministro prcto de los escollos que ofrecía la. navegaCión,
país .. La policía marítima del Río ~~ la Plata
de la escuadra uruguaya, coronel Jorge V. Bay- plenipotenciario del Uruguay en lo! República con la indicación del punto prec1so del nau-
y sus afluentes, se ejerce en el dommto del El-
ley, al manifestar que el punto tendría que ser Argentina, en nombre de su gobierno, lamen· fragio anterior, el funcionario aludido exp';lso
tado, en las costas y su prolongació~, hMta la
balizado, o destruido el escollo, por las auto- ta y condena el incidente, y declara que no en su defensa que ese siniestro había o~urn~o
línea media de las aguas, según la m terpreta·
ridades orientales o argentinas. Hacía notar pudo ser jamás su mente ofender la dig· eh jurisdicción argentina .. E.sta ~eclarac1ón d10 ción que se ha dado siempre a las disposiciones
también la necesidad de reglamentar cuanto nidad argentina ni menoscabar sus derechos, mérito a una nota del Mtmster1o de Guerra y
antes las operacwnes de salvamento. El minis- ni invadir el límite de la jurisdicción que co- Marina, cehsutalldo la afirmación del capitán f'eglamen tarüis. .
El ministro de Gob1erno y Relaciones Exte.
tro dictó con ese tnotivo ttna resolución, orde- rresponde a su gobierno en las aguas del Río general de puertos. Según esa not~, e.l ~u~to
n ores del Estado de Buenos Aires se dirigió con
nando que la comandancia de 'marina comuni- de la Plata t 2 I) Esa franca y espontánea decla· del naufragio no correspondía a la JU: tsdtcclón
case al jefe de la escuadra los siniestros mari- ración del gobierno oriental fue aceptada y argentina. "Está, decía, fuera del Hm1te cons.a- fecha 8 de julio de 1854 al c_apitán .?~1 puerto.
manifestándole que esa capitanía ejercía au-
timos que ocurriesen, para determinar, en las agradecida por el ministro argentino. El proto- grado por pteceptos universales y por las. miS-
toridad territonal sobre todos los buques mer-
cartas hidrográficas, correspondientes, el lugar colo respectivo fue aprobado por el gobierno mas t·esoluciones del c~ngreso de d~recho tn~er­
cantes existentes en la rada y costas adyacente&,
del escollo. argentino el 24 de diciembre de 1898 y forma nacional privado, y siempre ha stdo cons~de­
el anexo XIII de la memoria de Relaciones en virtud de la soberanía inmanente que a
En 1897, el comandante uruguayo ejerCIÓ rado como aguas comunes, en que pueden ejer-
inherente al gobierno de un Estado". Treinta
actos de autoridad en territorio argentino. El Extenores, presentada al· Congreso Nacional cer autoridad las dos naciones ribereñas, desde
años más tarde, en 1883, cumpliendo una reso-
incidente dio orig·en a reclamos justificados y en 1899. que ella tiende a garantizar los intereses de la
lución superior, la prefectura marítima adver-
a las satisfacciones debidas por parte del Uru- El ministro de Relaciones Exteriores de la navegación y del comercio" <22 >. Aunque ha-
tía a sus agentes que todos los capitanes de
guay. Se levantó, con ese motivo, en el Minis- República Argentina. doctor Amancio Alcorta, ya cierta confusión en ese document~, en
buques mercantes, surtos en las aguas de la na·
terio de Relaciones de la República Oriental reprodujo esa declaración en que el Urugua" cuant.:> aplica un principio de derecho pnvado
ción, debían acatar las órdenes de las autorl·
del Uruguay, un acta que suscribieron el mi- protesta no haber quel·ido invadir "el límite de a una cuestión de derecho público, y las ~egl~s
su jurisdicción en las aguas del Río de la Pla- de la mar libre al río que divide el terntono dades competentes (Digesto de Marína, pág. ~4).
mstro uruguayo y el ministro argentino. En
Apenas hay, en fin, documento argenuno,
esa acta se declara que el gobierno oriental, se ta", lo que importaba el reconocimiento de la de dos Estados, tiende esa declaración de todos
jurisdicción fluvial uruguaya, dentro de sus relacionado con la hidrografía, desde las; épo-
esforzará en que la vigilancia ejercida sobre los modos a establecer la jurisdicción uruguaya
limites naturales. sobre una extensión más o menos amplia en el cas más apar tadas hasta nuestros días: . ~onde
buques mercantes, con bandera argentina, por
no se halle constancia de ese reconoe1m1ento,
aguas orientales, se haga efectiva con la mayor Er el mismo año comunicó el gobierno dotninio fluvial, y a ese titulo debemos con-
oriental al argentino su intención de remover explícito, o tácito, de la jurisdicción maritima
mcderación, etc, signarla. . . fluvial del Estado uruguayo. Los tratados,
Durante la guerra civil del Uruguay, en en el río Uruguay los obstáculos del paso Al- Teniendo en cuenta posibles ultenondades, 0

l 897, tuvieron que conocer los tribunales ar- mirón, obra que emprendería a su propia tomaremos nota del proyecto sobre defensa del protocolos, comunicaciones. dipl~~átic~s, m~n·
costa, no obstante practicarse en aguas comu- Río de la Plata que presentó en el Senad? sajes presidenciales, memonas muustenale~, tn·
gentinos de un caso suscitado contra los revo-
formes técnicos todos los documentos, ant1guo1
lucionarios que habían asaltado los vapores nes. Ninguna observación se le opuso. :trgentino uno de sus miembros, el doctor MI- ' .
y recientes, son te&~~imonios exprestvo& y um·
.
Venus y Montevideo. Los procesados alegaban Tuvimo·s ya oportunidad de referirnos es- guel Cané, en marzo de 1903. Se trataba de. prac-
pecialmente a los estudios e informes técnicos ucar estudios para efectuar, en el estuano ~el formes en abono de esos derechos fundamen·
que el h echo habia ocurrido en aguas orienta-
Río d e la Plata, obras suficientes a fin de Im- tales, inherent~ a la soberanía del Estado sobre
les, y ño caia, por lo tanto, bajo la jurisdicción del Departamento de Ingenieros de la nación
argentina, Prevaleció en ese caso la doctrina Argentina, que atrojan una viva luz sobre estas pedir toda agresió~ ~or vía ~luyial, contra la las aguas territoriales
del procurador general de la nación Argen- cuestiones del Plata, demostrando que todos capital de la repubhca. Estunaba el orador
tina, doctor Botet, que partía del principio los trabajos hidrográficos han sido allí monta- que la hora en que había desaparecido todo
de que, para div1dir la jurisdicción fluvial, dos y dirigidos en el concepto de una doble temor de conflictos internacionales, era la más NOTAS
entre los dos Estados soberanos, separados por soberanía o jurisdicción sobre las aguas. indicada para realizar ese plan de_ defensa. _Es ( 1) En sus procedín:üentos administrativos,
el río, debía tirarse una línea imaginaria que En 1901, como en 1892, el gobierno argen- posible que no haya sido comparhda ]a lógica el gobierno de Buenos Atres respet,!l-ba, desde ~1
principio, los derechos de los demas Estados r~·
pasase pm el centro del estuario del Plata, tino requirió la conformidad del gobierno del legislador, cuando no ha prosperado su bereños. Ejemplo de ello son los decre:os relat1·
equidistante de las costas respectivas. Las uruguayo para ejecutar, en canales orientales proyecto. . vos a Jos terrenos con frente a los r10s, dados
aguas de uno y otro lado de esa línea con·es- dél estuario, algunos trabajos en beneficio de ú ltimamente, la marma de gu ena argen- en enfiteusis, cuya área podía ~xtenderse hasta
ponderian a las respectivas jurisdicciones. la navegación, adelantándose a manifestar que t ina efectuó diversos estudios en el estuario, el cauce o la línea central del no.
Negaba el alto funcionario que el principio no pretendía en manera alguna "alterar la limitándose a ]a zona meridional. Respecto (2) El faro fue construido muchos años des•
pués P'-'•' el gobierno oriental, así co~o otro en
establecido por el Congreso de Montlevidea jurisdicción que cada país ribereño ejerce en de la otra zona, se requirió el consentimiento Punta ( •·1 Este y el gobierno argentmo ha es•
en el Tratado de Derecho Penal Internacional, 'Cl Rio de la l>lata". En ese mismo concepto, el y la cOoperación del gobierno oriental, pues _se tado cooperand~ al cobro de los impuest.~s res·
fuese aplicable al caso iudicial. Esa disposición gobierno requerido prestó su aquiescencia, en trataba de practicar sondeos en sus aguas J~­ pectivos, en virtud de la ley de esa nac10n, de
se refería al mar territorial, y no a las aguas cuanto a la colocación de boyas luminosas, en· r isdiccionales para poder levantar el mapa bi- 31 de agosto de 1860.
del Plata, donde no existen aguas libres, es· viando el proyecto a las cámaras por lo que se PAO. ea
NUMÍI:Rd !in 1 biCIIii:MBRE 1Q68

\
(3) Ese decreto, que suscribe el gobernador (12) Inlorme del procurador general de la
don Vicente López y su ministro M. de Escala- nación, doctor Eduardo Costa, 1887. ELZEAR S. GIUFFRA
da, dado el 26 de marzo de 1852, figura en la (13) Nota del ministro plenipotenciario de
l¡tecopilación de Leyes de Aduana, pág. 165 y en la República Argentina, doctor Roque SáeJU
el Registro Nacional de la República Argentina, Peña.
Tomo 3, pág. 6. (14) Nota del 11 de enero de 1888.
C4) Sesión del 18 de julio de 1856. (15) Nota del 18 de enero de 1888.
(5) Nota del ministro de Hacienda de Buenos
Aires, señor Norberto de la Riestra. • (16) . Nota del ministro plenipotenciario se•
nor Enrique B. Moreno, de 11 de abril de 1892.
(6) Nota del agente confidencial señor An-
drés Lamas al ministro de Relaciones Exteriores (17) Nota del ministro plenipotenciario se•
de la República Argentina. ñor Enrique B. Moreno de 18 de mayo de 1892.
(7) Nota del ministro de Relaciones Exterio- (18) Carta del doctor Manuel Herrero y Es-
res de la República Argentina de 12 de mayo pinosa publicada en "El Tiempo", en setiembre
17 de 1907.
de 1863.
(8) Nota del señor Lamas, de 18 de junio (19) Nota del ministro de Hacienda de la Re
de 1863. pública Argentina de 21 de abril de 1891, al mi•
nistro plenipotenciario de la República Oriental
(9) El doctor A11tonio Rodríguez Caballero del Uruguay, doctor Ernesto Frias, inserta en el
rto pudo concurrir a la consulta por hallarse en· Boletín Oficial del ministerio, pág. 454.
fetmo.
(10) Nota de la legación argentina, de 28
de marzo de 1877.
(11) Mensaje del presidente Tajes a las cá-
(20) Nota del director géneral de Rentas,
señor David Saravia, publicada en el Digesto da
Marina argentina, página 280.
(21) Acta del 23 de diciembre de 189&
LA JURISDICCION DEL PLATA
maras orientales, de 19 de mayo de 1889. (22) Nota de 7 de abril de 1903.

YDEL URUGUAY
t:"L protocolo suscrito en Montevideo el año bastado que un simple hecho de policía fluvtal
.t'. 1910 entre el plenipotenciario de la Repú· se produjera, o que uno de los gobiernos orde-
')lica Argentina doctor Roque Sáenz Peña nase una obra cualquit¡ra en W1 punto cuya
y el ministro de Relaciones Exteriores del Uru• propiedad no está claramente determinada, para
guay, señor Bachini, no dejó solucionado, como que la opinión pública exigiese de las cancill&
pudo creerse entonces, el delicado asunto de la rías la intervención indispensable a fin de dejar
jurisdicción de las aguas del Plata. a salvo los derechos que a cada parte puedan CO'
Desde aquella fecha acá, las divergencias que rresponder. ·
dieron origen al conflicto han pasado de la ca• ¿Puede, en realidad, nue3tro país aceptar
tegoría de aHnnaciones más o menos capricho- esa solución, cuando ella deja abiertas todas las
sas, atribuidas a un canciller a la de sentimientos puertas a la discusión sobre puntos que nuestro
afectivos de ambos pueblos que no pueden ocul· gobierno debe consid~rar prácticamente india•
tar los intereses de otro orden que quieran cutibles?
hacerse valer para la interpretación de los he- Acontecinüentos recientes provocados por la
chos. Se cumplen así, transcurridos algunos guerra europea, corno ser detención y apresa•
años, los vaticinios del único órgano de la pren· miento de barcos neutrales en aguas del estu..
sa nacional que no acompañó con sus plácemes río o utilización de éste como punto de opera•
la forma de aquel tratado. "No quisiéramos ser dones de los buques beligerantes, dan nueva
1 --decía el diario de la referencia- la nota dis- actualidad a estos asuntos, tanto más interesan-
cordante en el concierto de voces que, según lo tes para nosotros, cuanto que la indiferenoia con
afirma la prensa, se levanta en t,o da la repúbli- que se han juzgado los he&hps, significa impli·
ca para saludar el convenio llegado a términos." citarnente, la renunciadón de derechos que no1
"Si descartamos de ese documento las frases de pertenecen, en provecho, acaso, de quienes, pre-
cordialidad y los deseos, fuera de duda muy cisamente, han empleado todos los medios para
plausibles, relacionados con la amistad que debe disputárnoslo.
unir siempre a la Argentina con el Uruguay, Los momentos, lo reconozco, no son propi-
conceptos que ni el propio doctor Zeballos hu- cios para llamar en nuestro auxilio al derecho
biera osado omitir, nada encontramos en él que y a la justicia de los pueblos. La cruenta lucha
~raduzca el resultado de una gestión empeñada en que están empeñadas las naciones fuertes,
con energía y cuyas consecuencias son, en defi· ha d ado por resultado el rlpsconocimiento de los
nitiva, dejar las cosas en la misma situación princi!Jios que tutelan la navegación, el comer-
delicada e indefinida que antes tenían." cio y hasta la soberanía de los países neutrales,
En efecto, señores; el conflicto subsiste. Ha principios que ellas mismas prestigiaron y que

.UAOERNOII 01!: MARCHA Nl.IME:Rd 201 DICIEMBRE 1968 PAG. CSI!il


no han vacilado en repudiar cuando Jds lhteté- qúe 11atnÓ así én honor al despensero de la
intrépidos indígenas Zapicán . y Abayubá. Fue favorc;cteron la, causa .· portuguesa. Un decreto
ses particulares de cada una así lo han exigido. expedición fallecido y enterrado en ese sitio.
Cabe sin embargo, la justa esperanza de que la Muerto Solís, por los indios pqbladores de la en esa época y obedeciendo precisamente .a lo!; real desautorizó, el año ll>81, la con_q ueta de
lección ha de ser dura; que esta prueba en que costa, la expedición volvió a España al mando rigor_es de .la campaña, q1.1e los expedicionarios · Carro, mandando devolver la ColoPia aJO. por-
intervienen las más poderosas fuerzas materiales del s~~ndo piloto don Francisco Torres, quien se instalaron por consejo de Melgarejo; en la tu~eses.. Por ese 'mismo tratado ~e convino ea
y colectivas, sirva para demostrar la inutilidad cambto el nombre de Mar Dulce por el de Río isla Martín García, donde, seg4n un .documento que el establecimiento sería reconsiruido, some-
de las mismas, "1 que corresponde a los pueblos de Solís, lo que prueba que el estuario ya había de la ~poca, podían estar menos expuestos a los, tiéndose a la vez, al fallo del Papa, la cuesti6a
americanos ser los primeros en utilizar las ense- sido reconocido como una corriente fluviál. Fue ataques de Zapicán. · de la soberanía entre ambas naciones.
ñanzas que de tales errores se desprenden. Gaboto quien recorriendo estos países diez áños En tanto la rivalidad entre España y Portu· Llts convenciones prt:liminarei reu~d~ · para
La celebración reciente de un tratado para d espues' de la llegada de Solís, llamó ' Río de la gal por sus ambiciones conquistadoras, a1;1men- llevar ~ término e~e convenio, no se luLblan en-
determinar la propiedad de las islas del Uru- Plata a la gran corriente conocida por los indí- tab¡¡.. Ni las bulas pontificias qe Alejandro VI tenQ.ido aún, cuando nuevamente sobrevine la
guay, estableciendo como medio de limitación genas con la denominac'ión de Paraná Guazú, ni el T ratado de 'rordesiUas; firmado en 1494, gv.erta entre lblJ dos E'stados. Siendo gobemador
la línea talweg, reanuda, en efecto, una vez que envolvía también una idea de grandiosidad consiguieron conciliar los inte1·eses de ambas. de Buenos Aires Alon~o de Valdéz lncl!n, reci-
más, la discusión de estos asuntos a cuya dilu· -"río grande como un mar"-, (de pará, mar, partes. La primera era dueña de la desemboca- bió orden del rey Felip~ V de desalojar la Coo
cidación debieran contribuir todos los hombres ana, como y guazú, grande). dura del Paraná, ~el Paraguay y del úruguay lonia por la fuerza. Después de un largo witia,
preparados del paí&, ya que parece llegado el Se ve, pues, que las dudas acerca de la ver· y la segunda de sus ,cabeceras. ~sta reclamaba la conservaron hasta el Tratado de Utrecli
moinerlto <le olvidar ciertas preocttpacidnes dO- ddadera, calificación geogtáfiea del Plata datan su participación en la defensa de la desembo- (1713) que ordenaba la devolución de .la ·y a
mésticas pata . consagrar lá a,terlción a los brl· esde la época de su descuBrimiento, por más cadura y aquélla le negaba sus derechos. Sucede famosa ciudad al poder lusitano. Esto no obto
pottantes "puntos internacionales que la nación que la idea de qu~ se trataba de un verdadero entonces aquel pe1·todo de conquistas pacíficas tante en la debida oportunidad, el gobernador
debe resolver.. Poco o mida significa, del punto río fu(lse átrigahdo cada vez más, especialmente a cargo de las misiones jesuitas. Hernando Arias de Buenos Aires García Ros, hizo saber a su
de vista material, que por ese H:ibido se efltre- por lo que respecta a su curso superior y medio. de Saavedra introduce en la Banda Oriental monarca las consecuencias que podia traer la
guen al vecino islas consideradas nuestras des- Mar o rib, los rlávegantes de aquellos tiem· los primeros ganados que, multiplicándose, cons- nueva devolución de la Colonia. En vi.r tud de
de tiempos remotos; nada significa1 ~ámpoeo¡ que pos debieron percatarse de su importancia, por- tituyen bien pronto una riqueza exuberante y ello, el monarca dispuso que la soberarua poro
pasen a nuestro dominio algUnos islotes más b que no teniendo ningún propósito de conquista, codiciada. La industria del corambre y del tasa- tuguesa en la misma quedaba limitada a la
tnenos importantes1 fuáil . o menós éxplotables. se p~eocupar~n de levantar la carta geográfica jo no sólo interesaba a los faeneros de la otra distancia de un tiro de cañón de la ciudad. El
L~J és~ncjal -y esto es lo qilé no debiera ha- del estuario. No trajerorl sin embargo, idénticas orilla, sino que atraía a los propios indígenas y deseo de los españoles de dar cumplimiento al
bérs~ oÍvi.d aaO- es que con éllo se rénurtcia a intenciones, los navegantes o expeaicionarios a un número considerable de piratas ingleses, pacto, no fue :motivo para que los portuguesea
un derecho coñságradé; y reconocido por los que les subsiguieron. franceses, daneses y sobre todo portugueses, que, se apresuraran a realizar la parte que les pert.r
própiós argentinos, a la vé:i: que se sienta un desembarcando en las costas de Rocha, hacían . necía. En el tratado de la referencia, se esta-
Las cuantiosas riqúezas que llevaron a E.s-
preé~de~te per)~~lé!aí para nuéstra tes~s resp~c­ pafia los conq"'istaqores del Perú y la fama rle
abundantes matanzas y provisiones de coram· hieda que la entrega de la Colonia tendria
t~ a la !mea dtvtsor1a del Plata,~ El doctor TeJe- bre. lugar a cambio de concesiones, que pasado ua
qué gozara el Rio de la Plata cqmo región muy
dor, en efécto, dejó corlsagrado en memorable abundante en metales preciosos, indujeron a don El abandono en que España dejaba. a estas tiempo, no se hicieron. Las hostilidades comen-
doctpnento, . que el gobierno argentino creía que Péd~b de Meiido:ia á sol!citiit del rey don Car· regiones decidió a los últimos a emprender una zaron de nuevo pues estM concesiones territ()'
estab~~ . i~detern;inadas . la~ ~g,uas ,territoriales los V el permiso necesiiio para atiriar ~na éx- campaña de conquista, establee¡iéndose con ca· riales, en favor de España, no se realizaron.
del Urugu¡ty y del Rí9 de lá Plata "porque co- pedicion destinada a cohHihlar lds déscul>ti- rácter definitivo en la margen izquierda del Este estado de guerra dur6 largo tiempo, hasta
fuuñei ambos ríós a las dos repiiblicas, la án· estuario. Para ello dice un historiador, "debieron que por el tratado de "permuta", firmado en
~ientos eh ésa parte de AritéHc:i, "construir tres
éhura de ellos y la sihlacion de algunas islas, no fdrtalézas de piedra para sd5tenet la coirlenzat:la falsificar los mapas de Tordesillas, haciendo co- Madrid en 1750, E~paña cedía las Misiones -,
permitían, o por lo menos sujetaban :á error, la conquista", convertir a lb~ iHdigenas il.l cattlli- rrer la línea demarcadora de límites entre am- Río Grande en cambio de la Colonia que lot
~pli~ación práctica del derecné¡ ~e gentes que portugueses retenían. Once años después, este
cisjpo, colonizar las b.i.teyas Her;·as ..¡ abrirse paso bas potencias, junto a la desembocadura del
qivide én ~sos tasas por trlitaa .Ja· juristlicción al Perú donde Plzarro había éle~ctibierto tatitas río Uruguay". Tal fue el origen de las futuras convenio fue anulado, ~olviendo los españ.oles a
de los tíos". Ni aún el mismo doctdr Zéb:Hlos, riquezas. La brillante e?tpedición de Mendoza, y prolongadas guerras entre Portugal y España. ser dueños de la población tantas veces di!<
~n suil ·nueyas éoncépdones históricas sóbré la En enero de 1680 desembarcaba frente a . putada.
lá in<is opulerlta en ,hbmbrés, naves y dinero ae
J)i-opiedád dél Río de la Plata, aludio a la iieli- cuantas habíán ve.n iao al Plata, entró eit el estua- San Gabriel una expedición portuguesa com• Otro tratado más, el de Pañs (1763), resti·
f.hltati6n dél Uruguay, y en la ségurldacl de que rio ~- principios . de i535, tomando iiet:ra en la puesta de sop soldados y varias familias al man• tuyó por cuarta vez la Colonia a sus fundadores.
t.~ letra y él espíritu de la .misma dócuinenta- isla San Gabriel, par~ más tardé fundar en la do del gobernador del Brasil don Manuel Lobo, sin que por esto se lograra estirpar el estado
ción cllp1oináticá de su país hul:>iera sido :Hlver- m¡ugen occidental del rio la dudad de Buenos quien además de echar los cimientos de la Co· de guerra que continuó por algún tiempo.
sa a cualquier intento de éxpansión tertítofial. Aires. lonia ocupó militarmente la isla arriba citada En 1777 volvió Ceballos sobre la Colonia
donvlene, antés de continuar, hácér úna En el añ? 155~, duranté .él gbbietti6 de ~on y la de Martín Garda. Sabe~or de esto el go- tomándola y destruyéndola, para de una ve•
breve excursión por el campo dé hi . hiStoriil· Diego Martínez de Irala, el capitin Juan Ro- bernador de Buenos Aires, don José de Garro, concluir -dijo- cori esta manzana de d iscordia
La gr,an ex~ensión del estuario intHe~o ya met:o, obédeciendo órden~s de aquél~ lévantó, intimó a Lobo la desocupación del lugar, y como entre España y Portugal. .·
la atérici6n de SoHs, quien sin detenerse a con· en la d~sembotadurá del artoyb San Juan, Una la respuesta fuera negativa, organizó un ejército Se disponía el intrépido general a continuar
siderar de clónSe proc~díarl Stis aguas, no titu- población destinaaa a servir de f:mertd de escala que al mando de Vera Mujica, tomó por asalto su reconquista por Río Grande, cuando se firmó
beó en Jl~Inl!-fle Már D ulce. És probáble que al a los buques que Vini~táh de Espafia. Esté én· la población e hizo prisionero a Lobo y sus en San lldefonso un nuevo tratado que fijab1
avanzár Solís más al oeSte se diera cuenta de sayo de cbiohizadon ftacásó tamoién éomd el soldados. definitivamente los límites de las posesiones pol"
sti error ,geográfito, pero de éllo nada tlice la é¡u'! ÍT)tentara realizar en i573 el 3et. adelau- La noticia de la rendición de la Colonia tuguesas y españolas. La línea de separación,
hiStoria. Sólís remontó el río hasta Martíh C!1i· {2.·"') clon Juah Ortiz de Záráte ~bn et p~queño produjo mala impresión en Portugal, cuyo go· según se fijaba en ese tratado, partía del Atlán-
éó, según unos, y segúfi otros hasta Puhta Gbr8a P". 'ado que levantara fréhte á la isÍa de San bierno, apoyado por el de Francia, exigió del tico, al sur de la laguna de Los Patos; seguía
' ..ante• dete:nerse en la islá. 1V!aftíh
,.,, García,'
no sm Gabr1el, teatro ae las házafias famosas He los rey Carlos II, la inmediata devolución de aqué- el curso del Piratini, buscaba las cabeceras dd
lla. La debilidad o ineptitud de este monarca, Río Negro, tomaba lu alturu de las Siemil
•4-G ••
del Infierno, es una ~mprob~dGn mAs de lll\IU'
del curso del río, es llamada por los geólogos,
del Tape o albardón de Santa Ana hasta el punto t~nas actúan con rapidez y energla; trabaJan en perfil del río. De esta suerte, se tiene por ~o tros derechos. Basta fiJar la vuta aob.re ~ cow:
transversal del río frente a la me~C10na :
regular, una línea quebrada, puesto, q~e el r~o
en que se unen el Uruguay y el Piripi Guazú.
Correspondían pues ambas márgenes del Plata
un periodo y cesan de trabajar en el otro, pero
su obra es siempre apreciada por la vista. Tales La costa cae de pronto sobre un an~ ¡j ::¡
y del Uruguay a los españoles, quedando, claro son esos levantamientos del relieve que llamamos
experimenta bruscamente saltos o rapidas. Stn
embargo la pendiente es siempre general y la dernos aluviones, produ~t~ del mlean ro
. t ca la superf1ae de as aguas.
';..M
está, imprecisos los límites platenses. Pero en volcanes, el desmoronamiento de los. grandes blo- regularidad por desgaste de las dos part~s sa· que casi o bastan para que el
ese tratado, que es un precioso documento de ques en la montaña, las grietas abiertas en el lientes del lecho llegará a obtenerse; podnam~s hacia el oeste, pocos metros. t a 6 7 lO
Ca repentmamen e , •
nuestro derecho irrefutable, se establecía ya el suelo por efectos de fuerzas internas propias de decir, con los geógrafos moder~o.s, _que el no descenso se prod uz b' d 1 · mode
criterio o principios para deslindar la propiedad la misma constitución del planeta. Otras, por el ya ha alcanzado su nivel de eqmhbno. El Uru- y hasta lt8 metros, para su Ir e uusmonde
de las corrientes de aguas limítrofes. contrario, como la sedimentación y la actividad
1 '1 d 10 metros a 50 centimetroa do 1!1
guay y el Paraná y muchos de sus afluentes, e ven 1 e 1 Banco de Martín Garcia, que roeS.
"Todas las islas que se hallaren en cuales· orgánica, presentan un trabajo paulatino, ince- están muy lejos de haber alcanzado ese estado. acumu a e l d t de &•• f ot~
quiera de los ríos, dice el tratado, por donde sante, continuado. El trabajo ínfimo que repre- Lo demuestran así las cascadas que hay en su la isla así llamada. De1 a 0 oes e ...,
~ de pasar la raya, según lo convenido en los sentan en el corto espacio de una observación canal de 14 metros en su lugar ~át prof~
curso, que son a veces altas y . poderosas. En t'guo talweg de eros1ón produd4•
p,resentes articules preliminares, permanecerán o de un período de observaciones, tienen apenas su curso superior, por consecuencia, .~a de estar- acusa e1 an ! do la hoy lsla M~·
al dominio, a que estuvieran más próximas, en el valor efectivo de un elemento de acción que se operando una gran transformacion por des- por las cornentes.dcuan Martin Chico o Punta·
el tiempo y estación más secos y si estuvieran sumado a otro por el transcurso del tiempo, gaste, pues esa es la misión de todas las cabece- García estaba um a a d ti ue laa apM
situadas a igual distancia de ambas orillas, que- acrecienta e intensifica su propia obra creadora ras de corriente. Deben desprenderse, pues, de Dorada por un conjunto ~á e~ft~ lel Canal de
darán neutrales, excepto cuando fueren de gran· o destructiva. La erosión de las aguas de lluvia, au lecho fragmentos en forma de arena, guija· han hecho desaparecer. i U s an los navepnnl
qe extensión y aprovechamiento, pues entonces de las aguas fluviales y marinas, es de esta rros o bioques, que arrastrados sin cesar por la Martín Garda -que •; .:a~o de mencionar--
se dividirán por mitad formando la correspon· especie. Basta multiplicar su ínfimo trabajo co- fuerza de la corriente, se van acumulan~o donde a la zona profunda qu Paran! 4
diente línea de separación para determinar los tidiano por un número de años o de siglos, para aquélla deja de ser impetuosa, vale decir, cerca los aluviones arrastrados por e1á la Uameda 1
U ru a edifican, cada vez m s,
límites de ambas naciones." que se presente a la apreciación de nuestros
sentidos esa incalculable fuerza destructora que
del nivel de base.
Este es, sin duda alguna, el origen del delta aya
J•
PI gu 0 nda o Placer de las Palmas~ aaya _.
he dicho una wible P~
No _
es mi intento tratar este complejo asunto
en su aspecto histórico. Sólo quiero dejar
puede reducir una montaña como los Andes a
las condiciones de una llanura o rellenar un
mar hasta convertirle en una extensión de tierra
del Paraná, cuya prolongación constante puede
notarse en la disminución de los fondos del
tensió~ acusa, co~~ delta deÍ Parani. Abierto,
longación futura . e
r la erosiÓn e1 nuevo
canal llamado del
constancia de que en la no limitación del estua· Placer de las Palmas o Playa Honda, cuya mi- pu~s, po e los arrastres harán cada va
rio por el tratado de 1777 y en limitaciones sólida y habitable. sión geológica hemos de ver cumplir dentro de Infierno, al par qu1 nal de Martin Garcla ll
posteriores de la provincia de Buenos Aires, Hasta 1841, en que el ingeniero francés Su- poco, al analizar sus funciones sobre los canales menos profundo ~ ca • del Placer ele laa
fundó su teoría de predominio el doctor Zeba· rell, en sus "Estudios sobre )os torrentes de los profundos del Plata. solidificarán las tierras baJapods á • del
. 'ficará el er mee nlc:o
llos, cambiada, a poco, cuando la protesta uru- Altos Alpes", dio los principios fundamentales Permitid señores que haciendo una excur- Palmas, se mtenst e todo el canaloriea-
guaya se hizo sentir, en una aparente concesión de la erosión provocada por los ríos, no se tuvo sión, por el' campo ' de la geo~rafta , f'lSlCa
' e1e- talweg actual, de suserte Jqu n el canal de Saa:
generosa que indicaba el "talweg" como línea una idea, ni aproximada siquiera, de las fuerzas mental recuerde aquí la conocida ley de Baer
l 1 os de an ua ' .
ta ' os poz vendrán a constituir con el tiempo,¡
de limitación. transformadoras de las corrientes. Hasta enton· sobre ;1 trabajo de erosión de los ríc;s, ya qu~ !t~~~Ú ~~·;se gran delta..cuya ~sesión, acepJ:~
La evolución geológica de la superficie de ces se creía que los valles eran producto de dis· de ella debemos valernos para exphcar la li· la teoría del talweg , correspon •'1'1
la tierra ofrece una fuente inagotable de fuerzas locamientos o de la existencia de dos montañas. tuación del "talweg'' sobre nuestras costas. que f uere .
en constante obra de transformación. "Como ser Pero esas ideas quedan ya -como lo dice Em· - 'Todos los ríos del hemisferio sur, por efec- a la Argentma. . alirsne-
vivo -dice M. de Launay, el sabio profesor de manuel de Martonne- reservadas para las des• No son éstas, como pu~lera creene. al del
tos de la rotación terrestre, cargan su poder de
la Escuela Superior de Minas de París- la tie- cripciones de algún viajero desprovisto de edu· destrucci6n mecánica sobre la margen izquierda, cienes más o menos c.apnchosas. ~la c::'tilizabl.
rra se transforma, y estas transformaciones son dl.ción geográfica, y ahora debemos concreta~ en tanto que edifican y acumulan - e? la orilla Infierno no fue. conoctd~a::~a: hasta 187ft
~s que constituyen su historia. En todo mo- nos a la previsión de todas sus transformaciones. contraria. Nuestras altas costas del btoral, van para la navegactón de.Jfzó el de Mart1n Garcla.
mento, sus elementos materiales cambian, se La toporrrafía es, de esta suerte -señores- la aufriendo con el correr de los años, un desgaste año hast~ el cual se, uu refundo como lo prueba
disocian y entran en agrupaciones nuevas por historia ·isma de todas esas evoluciones de la
tierra.
permane~te, ~equeño per~ continu~,do, no sola- plorhco~sidJ:aqr~e ~:~a~ las as~ira~iones arge~~
efectos de energías distintas, que, a su vez, al mente en sentido lateral smo tambien en el ver· e ec 0 la poses1ón del e&llllf
menos para nuestros sentidos, cambian también Si pudiéramos trazar un plano que fuera tical o profundo. nas se concentraban enb d f di.zar y b~r
'd al "se trata a e pro un
de naturaleza sin cansarse". Cada elemento de la representación fiel del estado actual de una Quiere decir esto que ~~ lugar más ho1_1do occl ent que 10 s sacrificios continuos que
que consta la corteza terrestre sufre así y está superficie determinada, y luego al cabo ·de vein- debe estar siempre, por dicha ley geo.gr~fica, lizar no o~stante daban" (A. de Vedia)·. f..l
sujeta a sus leyes la acción íntima que constituye te, treinta o cuarenta años, otro que representa del lado de nuestras costas .Y por constgUlente esos traJba~sVde;:;ta, al discutir en 1~88, u•
la materia en todos sus aspectos que determinan el aspecto de entonces, nos asombraría la dife· la mayor parte de superficie de las aguas debe doctor os • 1 se mandaban practicar ~
la química, la física, la mecánica, la biología ... renda del uno y de otro. quedar en poder de la Argentina. proyecto plor el c~ade Ma.tín Garda,.dijo que
La tierra, señores, es un gigantesco laboratorio, Pero si en ese intervalo tuviéramos la pre- ' Esa: erosión que desmorona sin cesar nuestras tudios en· as agu~ po .. esta parte" se estab•
pero un laboratorio sui generis que apenas si se caución de levantar un plano cada año, las riberas fluviales y levanta el lecho en el lado e1 cana1 "de un ttetn ba .. en breve no permtttr ··
parece a los laboratorios que el hombre ima- transformaciones de cada uno nos parecerían b t do y amenaza if' .
opuesto ha debido causar al sur de la desem· o s ruyen • de verdaderos sacr 1ctot
' no a costa Lt
gina. Los principios más fundamentales de la tan pequeñas que no podríamos menos que en- bocadu;a del Uruguay, la separación del núcleo e1 paso st . es ue transitaban por ~
química sr: alteran ante el conjunto enorme de contrar una gran semajal)za entre todos. de Martín Garcia del conjunto general de nues- para las erÍ'.Ja~~~c~:sta~te de sedimentos, alar-
hecho•; la naturaleza indisoluble de ciertas ro· Los ríos, fuerza de desgaste y de edificación tras tierras. Su propia cowtitución lo demues- Esta acumu aci . · udo comproo
c:as se transforma y la materia misma vive, al miiPnaria, están operando siempre ese trabajo tra, la plataforma sobre la cual se. levanta y en mó al ingeniero Barabm;~t~u~:nl! fondos frerr
conjuro de otras fuerzas, por decirlo así, una que no se cansa. Desde lo alto de sus nacientes, la que ha debido abrirse paso la impetuosa co- bar un aumen!o perman tar como muv faetibl8,.
naturaleza nueva determinada con toda preci- las aguas van h ;1 iando sin cesar hasta el punto rriente que conocemos con el nombre de canal te a Buenos Aues, Y acep
.ión por la ciencia geológica. Entre es~s fuerzas, de desagüe. La línea que une todas las alturas ..4CZo -

~ .. • ,_ - - · ,-:-'"!" -- . .... ,...,..._,J\ 1


~e de clas¡flcaclón la cuenca hidrográfica, seña- Lo úmco cterto es que el lecho dei estuario
la afumaci6n de Sanniento de que en pocoa Argentina. El talweg asi situado, vendría pues, lan el límite del río en el meridiano de Mon- está cubierto de sedimentaciones de origen flu·
años más Buenos Aires habría dejado de ser a poner en evidencia el carácter del lecho flu- tevideo "por terminar allí la Cuchilla Grande". vial aun hasta los depart-amentos de Maldonado
puerto. La aedimentación del Po redujo a Adria vial aun después del paralelo de Montevideo. Las más modernas publicaciones aceptan, y Rocha y que si alguna evidencia tenemoJ
a ciudad interior y el Tiber construyendo con "La Razón" ha publicado en estos dfas un sin embargo, a Punta del Este y Punta Rasa, respecto de su curso superior y medio es que en
arrastres, priv6 a Roma del puerto de Ostia. mapa para demostrar que la aceptación de la como límites del río ¿Es esto evidente? Desde ellos se está operando un rellenamiento más rá·
El mismo Mississippi presenta trazas bien mar- linea del talweg es lo que conviene al país en luego la atenta observación del mapa, revela pido que en el curso inferior. Causas especiale~
cadas, en su constitución geológica, de haber el Rfo de la Plata. Basta mirar dicho mapa pa- que la existencia de una barra o cordón litoral concurren en efecto, para que así suceda. Lol
acumulado aluviones hasta cubrir el estuario ra comprobar que el autor confunde el talweg es simplemente una presunción. En los textos deltas sólo se edifican junto a las costas donde
que antes fonnaba. c~n los canales artificiales de las dragas. Admi- de geografía física se dice que las barras son acu· la marea1 -cualquiera sea su origen- no ad·
En el Río de la Plata esta sedimentaci6n tir que los canaJes de las dragas constituyen el mutaciones de arenas en una línea normal a la quiere una intensidad muy grande o no existe.
no puede cesar. Sus dos más poderosos afluen- talweg, es prolongar la jurisdicción argentina corrien,te, acumulación que actúa según sea más En los mares abiertos no se presentan por eso.
tes, el Paraná y Uruguay, están lejos como he hasta la misma bahía de Montevideo. o menos fuerte ella misma o las que proceden sino con raras excepciones.
dicho, de haber llegado al perfil de equilibrio, Durante el debate provocado por esas eue~­ del lugar de desembocadura. Se impone1 e~ efec· Las bocas del Ganges y del Bramaputra, Íol"
y, por lo tanto, su fuerza erosiva en el curso tiones jurisdiccionales del Plata, las autoridades to que la corriente de agua dulce, detemda re· man un delta en un mar abierto donde la ma-
superior ea y aerá. intensa por muchos años. Asf uruguayas apresaron una embarcaci6n inglesa p~ntlnamente por el agua del mar, deja caer al rea astronómica apenas si tiene un valor ap~
tendremos una acumulaci6n activa en la base entregada a la pesca clandestina. Para salvar a fondo el lodo que llenba en suspensión y va ciable. El estuario es propio de los m11-res abiel"
que a medida que levanta el lecho en el lado sus tripulantes, la Gran Bretaña presentó una formando la especie de umbral entre el lecho tos, pero algunos cerrados como el Mar Negro,
argentino pronuncia el talweg en el lado uru- reclamación al gobierno del Uruguay protestan- fluvial y el océano. temible por sus vientos, presenta en sus riberat
guayo. El banco Ortiz y los que se encuentran do por los principios adoptados en el código de En los hechos, sin embargo, el fenómeno es estuarios fluviales análogos a los de los litora-
inmecüatos a él, serán, con el tiempo, una parte Derecho Penal Internacional en cuanto estable- más complejo. La masa de agua dulce contin"a les oceánicos como el Dniester, el Bug y el
del gran delta. Si en la actualidad el cauce más ce en 5 millas el límite de los ribereños y decla- moviéndose por encima de la salada que llega Dnieper. El inismo mar de Azof, no es sino uJt
profundo pasa al sur de este banco, no debe rando a la vez mar libre el Río de la Plata. Tan en sentido inverso. Los sedimentos que deja caer amplio estuario cuya transformación en delta
olvidarse que las alteraciones del lecho fluvial inesperada intervención, produjo sorpresa. Unos la corriente del río, los recoje la contracorriente es tan evidente que crece, por así decirlo, a oj~
son muy intensas y que asf como en Martfn pregun~ban a qué parte del estuario correspon· marina y los lleva aguas arriba. Al mismo tie~­ vistas. El estrecho de Yenikalé, constituirá, sil\
Garda las corrientes trazaron un canal más pro- día aplicar la tesis inglesa. Otros se regocijaban po los aluviones más gruesos que marchan en dl- duda, su canal más profundo y el levantamien-
fundo junto a la costa uruguaya, del mismo porque contrariaba la fórmula argentina, en rección al mar, resbalando por el lecho, quedan to del lecho no será sino el producto del arraa·
modo las leyes de Baer deben tender a recostar tanto que los menos se dedicaban a averiguar si detenidos y se mezclan con la arena, formando tre fluvial.
el talweg junto a la Colonia. el Plata era en realidad un río o un mar. Di· ásí en unión con los restos orgánkos, verdade- La acción de la marea oceánica -es fáctt
No quisiera señores pasar adelante sin hacer riase que la intervención inglesa hubiera colma• ro; amontonamientos, que la fuerza impulsiva suponerlo- actúa sensiblemente en la desembo-
una pequeña aclaración. Frecuentemente oímos do las aspiraciones de muchos. de las corrientes mueven sin cesar. Por eso la ba- cadura del Plata y los efectos de su sondas han
decir talweg o canal más profundo como si am- Pero ¿se reconocía as( nuestros derechos? rra es esencialmente inestablé y peligrosa. de impedir allí el levantamiento de la barra .
bos términos fueran idénticos. ¿Se deda, acaso, que los argentinos tenían ¿Se cumple este fenómeno en los bancos del La diferencia esencial que existe entre la
El talweg es, sin embargo, la intersección ante la faz legal, la raz6n de su.s pretensiones ? SE de Montevideo? costa oriental y ia argentina y la naturaleza
de dos planos que siguen la cürección general No, se venia desde afuera, a reclamar una pro- Disculpad -señores- si estas digresiones del fondo del río -dice el estudioso y compe-
de las laderas. Puede, pues, existir un canal piedad que nadie sospechaba, a quitar a los dis· geológicas hastían por su mucha aridez. Nece- tente director del Instituto Meteorológico Na·
profundo o un geoclasis, en una de las laderas putantes la causa de la diferencia. Nuestros de· sito, sin embargo, valerme de ellas para fundar cional, señor Hamlet Bazzano- dan lugar a
•in que constituyan el talweg. rechos eran y son incuestionables. Aceptar sólo mis qpiniones. una serie de fenómenos secundarios en la pr()'
Se comprende, en consecuencia, que el la posesión por un tercero de una parte de la Los bancos del Pláta, tienen, evidentemente, pagación normal de las mareas. Las profundi-
talweg de un río amplio como el Plata, no es costa disputada, es, implícitamente, reconocer la un carácter más estable. Las pequeñas fluctua- dades variables de las diversas secciones en que
modüicable en los primeros tiempos al menos inseguridad de nuestros derechos. Sería el caso ciones experimentadas en los sedimentos del puede considerarse cüvidido el estuario, retal"
por la mano_ del hombte, puesto que debe de un hombre que atacado a la vez por dos ene- Banco Inglés -pong?omos por caso- no po- dan o acercan el movimiento. Y agrega mát
transcurrir algún perfodo para que la propia migos, optara por deshacerse de uno, dejando drían nunca clasificarse entre las barras. Los adelante: si consideramos, de acuerdo con laa
fuerza erosiva de las aguas concluya la otra en libertad de acción, al más poderoso, el más autores que así lo consideran, olvidan que la opinio.,es más autorizadas y como consecuencia
transformación. temible. eedimentaci6n platense no cesa allí, donde el fu· de nuestros estudios recientes, a Punta del Este
turo cordón se imagina, sino que va mucho más como limite del estuario en la costa oriental;
LAS fronteras fonnadas por los río~, dice un este punto determina con Punta Rasa una linea
tratadista pueden variar cuando el lecho
del río, o el talweg llega a cambiar· pe-
A LGUNOS distinguidos geógrafos, cuya opi-
nión respeto porque mucho vale, pero que
no comparto, han creido de su deber
al este, hasta dar ;nacimiento al largo banco del
Cabezón, en los lindes oceánicos del río. Si se
hubieran realizado estudios serios acerca de la
normal a la direcci6ñ SE de la onda de marea
que viene del Océano Atlántico. De manera
ro cuando el río abandona su lecho con;inúa deslindar las zonas del estuario en que la teo- naturaleza de estos fondos, podría decirse que que en el Oabo de San Ahtonio y en Punta del
siendo la línea de demarcación. Esto no obs- ría inglesa puede o no puede ser aplicada. los mismos aluviones que levantan cada vez más Este, el fenómeno es simultáneo, pero no pasa
tante 1~ práctica contraría la teoría: Rusia y Uno de ellos, nos habla de la existencia de el lecho de la Playa Honda, son de idéntica lo mismo en los puntos interiores del do.
Alemarua aceptaron el nuevo cauce del río una barra o cordón litoral aJ SE del Banco In- constitución que los que dan nacimiento a lCls Al entrar la onda de marea por la deseJlllo
Drewens como delimitación de sus fronteras glés, en la que la profuncüdad -dice- es d8 bancos de Ortiz, Inglés, Arquímedes, Medusa, bocadura del estuario, lle encuentra con dos ca-
(1880). siete brazas y se dirigen en pendiente de fondo C?bez6n, etc. Pero los estudios son imperfectos. nales, uno en la costa oriental y otro en la a~
En casi toda la ~xtensión del estuario el hast<\ el norte de Martín García, donde tas nrn· ~ólo tenemos de estos puntos referencias u ob- gentina separados por una región de grandes
talweg está junto a la costa uruguaya, c~mo fundi ,lade~ características de las barras vu"' , set ,·acione~ parciales que no permiten hacer bancos.
lo demuestra. también la propaoación
;:, de la a p1 "nllnciarse en f'l intP ~:or ele los g-r!'.ndes ,.- '15 afirmaciones categóricas. La onda se dirige coñ preferencia hacia laa
marea, más mtensa en nuestra costa que en la que le han dado origen. Otros, tomando por ba•
"'UMS:Rel ao 1 CICIEMBRit t968
• CUADERNOS ~S MARCHA

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~ayores profundidades, retrasándose considera· por sedimentación y profundizaciones de cana·
blemente en los bancos y dando lugar a dos on· les, deben ser excesivamente lentas. deltas tienen muchos brazos, y el mismo Canal el " Grange" había sido apresado con violación
das con velocidades distintas; una, la de la cos- Sí señores, lenta debe ser incuestionable~ del Medio constituirá acaso uno de ellos. En de la neutralidad de los Estados Unidos. De el-
ta. oriental que lleva un movimiento de pro· mente, pero no tan lenta para despreocuparnos segundo lugar, la navegación, cualquiera :¡_ea el te modo, la Gran Bretaña, al pedir la restitu~
pagación mayor que el correspondiente a la en abs?luto de la obra de la naturaleza. El po· límite aceptado, debe ser en común y los at• ción del Grange, aprobó abiertamente la decla·
eosta argentina. gen tinos . no deben temer por ello perjuicio al- ración del gobierno americano, relativa al ca.•
der .de las fuerzas erosivas y niveladoras, cuya
Siendo el Río de la Plata de un ancho tan r~alidad nada tiene de hipotético, es muy supe· guno. rácter de territorialidad de la bahía de De~
eonsiderabl~ y no estando su profundidad en re· nor a lo que se imagina de ordinario. Hace Peró hay más, señores, permitidme que lo laware.
lación con la gran superficie que él abarca, la apenas dos siglos que la boca principal del Vol· exprese aun a riesgo de cansar la atención del Un criterio análogo aplicó después para la.
influencia astmnómica queda complétamente ga se dirigía directamente al este de Astrak-áu; audit()rio. Las aguas oceánicas llegan hasta m ás bahía de Chesaspiake.
contrarrestada por el viento que domina en el ,
mas tarde, el río se abrió nuevos cauces sucesi·
' al oeste de Montevideo -se dice-; el Plata es, La cuestión de la bahla de Fundy (que
momento en que sus aguas deberían ob~decer vos en la pendiente, torciéndose cada vez más por consiguiente un golfo o un mar. tiene 75 millas de anchura) se entabló entre In·
a la ley natural que rige sus movimientos pe· a la derecha y hoy puede verse la boca dirigida Error, profundo error. El estuario del Gi· glaterra y Estados Unidos, a propósito de 's i
riódicos y regulares. al SW. Más arriba del delta del río ha· cambia- ronda se ve invadido en cincuenta kilómetros era mar abierto o cerrado. Los ingleses, prohia
Esta influencia se hace sensible en épocas de do de sitio y el antiguo lecho del Volga ha que- por las aguas oceánicas. Antes, los terrenos ba- hiendo la pesca en esa parte, establecieron que
calma, ya sea absoluta o bien con vientos, que dado a 10 kilómetros de la corriente principal. jp las dos orillas estaban llenos de marismas y era mar cerrado y en consecuencia procedieron
no corresponden a los del · segundo y tercer cua· Las 23 ciudades edificadas en la ribera occi· la caleta de Mechers, en la orilla norte, se uti- a confiscar las naves americanas que estaban
drante, tengan cuando más, una velocidad me- dental - dice un autor- han sido casi todas liza aún para criar ostras. ¿Se le ha ocurrido a en la bahía. Cedió I nglaterra después, pero con
dia de cinco o seis kilómetros por hora. Si esa demolidas, calle por calle, casa por casa. alguien, por ello, llamar mar o golfo a esta par- la declaración expresa de que el abandono SI!
velocidad aumenta, se producen oscilaciones no- La ley de Baer no puede tampoco ser aje· te del río? refería a la bahía de Fundy y no a ninguna
tables en la marea; que pued,e llegar a asumir na al Plata. Ya vemos en su parte izquierda la Las aguas del Congo se mezclan con el otra. Consecuente con este criterio, sostiene
una proporción mayor si la dirección cambia en profundización de los canales en la mayor ex· océano hasta 250 kilómetros de su desemboca· también Gran Bretaña sus derechos exclusivos
cualquier sentido, quedando determinado un tensión del río. El Canal del Medio no será con dura y en ellas vive una fauna fluvial. ¿ Es por sobre el enorme mar de Hudson.
.máxim9. de altura con los vientos del 2º cua· el tiempo el talweg. Este, como sin duda pasó eso un río esa parte de océano? ¿Cómo puede una misma nación, sostener
drante comprendido de ~E al sur y los del 39 de Martín García al del Infierno, concluiría
del sur al SW. Agréguese -señ0res- a este razonamiento, la teoría del mar libre en las bahías de Fundy
por pasar al norte del Banco Ortiz si las dragas el que corresponde a la cuenca hidrográfica del en el anchuroso mar de H udson y aplicar la te•
El señor Bazzano es un inteligente técnico argentinas no hubieran desviado allí la direc· río y se tendrá la certidumbre de que el estua· sis contraria tratándose del Rio de la Plata?
que ha dedicado muchos años al estudio y ob· ción natural de la corriente. río es una corriente fluvial bien caracterizada No me toca a mí - señores- contestar a eil"
servación de la marea del Plata. Esto ve~dría a demostrar la necesidad de hasta Punta del Este, por lo menos. Para ello ta pregunta.
inspeccionar todas las obras que se practiquen debe eliminarse la creencia errónea de que el Mi trabajo es puramente geográfico. En él
CUANTO acabo de manifestar es tanto más
significativo cuanto que en el litoral oceá·
en el río, llegando a un acuerdo mutuo entre
ambos gobiernos. La naturaleza, sabia en sus
Uruguay es una de las iniciaciones del Río de
la Plata. Considerémoslo como un afluente y en·
he tratado de demostrar:
1º) Que toda• obra de eros10n que se rea•
nico la unidad de altura o sea "la media disposiciones, ha creado un todo armónico que tonces podrá comprobarse que la cuenca· está lice ep el Uruguay o en el Río de la Plata, será
amplitud de la onda astronómica que se pro- no consiente alteraciones sin consecuencias fun- bien 'delineada por el este con las sierras de para ahondar y recostar los canales sobre la
duce, cu~do en las zizigias, la Luna y el Sol, damentales eh sus formas. Mantequeira, do Mar Geraes, Cuchilla Grande margen uruguaya (ley de Baer) .
ae encuentran a la vez en el Ecuador y a sus Una modificación 'del lado argentino reper· y las alturas del departamento de Maldonado.
distancias medias", tiene un valor de 20 centí· ~ute en el lado uruguayo o viceversa. 2º ) Que la obra de sedimentación del Pla·
Así considerado el Plata ¿ dónde puede apli- ta es muy activa y más rápida de lo que se
metros; valor que seguramente es muy aproxi- Los grandes ríos, no son, del punto de vista carse la tesis del mar libre ?
mado, si se tiene presente que la amplitud de de la navegación, propiedad de uno solo, sino imagina.
Un rápido vistazo sobre la historia diplomá·
las mareas medias de aguas vivas, observadas que constituyen patrimonio de todos. Si los nor· tica de Inglaterra puede darnos luces sobre el 3º) Que las alteraciones del talweg son
durante varios años, resulta ser de 50 centíme- teamericanos, por ejemplo, resolvieran, dadas asunto. intensas.
. tros (datos de la Oficina Hidrográfica). · las enormes fuerzas de que dispone hoy el hom- 4º) Que el Plata es un verdadero río hasta
En 1793, cuando la guerra entre Francia . e
Lo que caracteriza la existencia de un golfo bre, clausurar el canal de la Florida, o estable· Punta del Este por lo menos; y
Inglaterra, el buque francés "L'Ambuscade"
en la condición de participar de todos los ele· cer tina barrera en el archipiélago de las Baha-
capturó al buque mercante inglés "Gr ange" en 5º) Que la tesis deo,..mar libre no tiene apli·
.nentos. destructivos de las aguas marinas, pues mas, por donde pasa el Gulf Stream, (iniciado
la .bahía de Delaware que tiene mucho más de cación en el Plat:;..
no es smo parte de ellas. en el conjunto de tierras americanas) y que es
12 millas de anchura y es, evidentemente un
En el Río de la Plata, las mareas astronómi- la vida misma de todas las naciones de Europa
gran estuario.
.:as poco o nada significan 'a l lado de las ina-
reas producidas por los vientos, de modo que
Occidental, Noruega estaría circundada por los
hielos ·polares, Suecia vería secar sus lagos ali El presidente W áshington convocó a su ga-
binete y éste decidió que las patentes de corso
E STAMOS frente a un grave p roblema. EJ
derecho histórico nos dice que la línea de
demarcación fronteriza del Plata y del
~asi podría afirmarse que todas las alteraciones mentados por la evaporación de la corriente, e
Inglaterra tendría un clima casi igual al de las expedidas por Genet, así como la confiscación Uruguay debe ser la equidistancia de la costa.
del nivel medio de las aguas son debida.s a ellos. de las presas· decretadas eran nulas. Los argentinos quieren la propiedad de todo el
regiones hiperbóreas. He aquí lo que representa
¿Puede entonces llamarse golfo o mar a una El · gabinete decidió en favor de la devolu- Plata o la línea del talweg. Tan extremos cri·
la naturaleza y de cuánto son capaces los
iJorción de agua no dominada por el régimen hombres. ción del "Grange" a sus dueños ingleses en vir- terios no pueden tener solución mientras el pro-
·marítimo? blema se encara con un criterio absolutista.
Un argumento muy frecuente, es el de que tud de la ·urgente demanda presentada por la
Se ha hecho argumento, señores, para alejar !irada la línea media, cuando el Río de la Plata Gran Bretaña, y el haberse basado esa decisión Empecemos por dar el ejemplo d e Iiberali·
nuestras preocupaciones respecto de este imp'Or- sunerior y m"'dio sea un delta, los argentinos en la teoría de que la bahía de Delaware era dad: dejemos que falle la naturaleza.
tante asunto, de que las alteraciones del lecho se quedarán sin aguas. En primer término, los territorial, fue debido a la influencia de Ingla· Digamos, con el corazón abierto a todos los
terra; qué al presentar su demanda, expuso qua más generosos sent imientos, que acept amos el
PAG. 7a
CUADERNOS DE MARCHA
NUM~RQ 201 DICIEMBRE 1968 PAq.. 73
"tl\lweg" síempre que 10 nos pruebe q1.4e él es que la evolución geológic¡¡. ha impre&o al lecho
el miamo que existía en la época de nuestra in- del esttJ.¡¡,rio a través de los tiempos, entonces
dependencia. no rem.mciemos a nuestros derechos, manten·
Si el país vecino, con cartas de navegación, gamos firmes nuestros principios y hagamos, al
nos da la evidencia de ello, que venga el tal· fin que la justicia, si la hay entre las naciones,
weg en buena hora a poner término a las a.c- resplandezca y diga de qué lado está la razón.
tualea diferencias. Entre tanto, no temamos al fallo de la his·
Pero mientras esas pruebas no existan ; loria geológica.
mientras se nos quiera imponer la obra artifi· 1La naturaleza está con nosotros!
eiaJ de la~ dragas o la determinación de un fal-
lO talwe¡ y acepta., todas las modificaciones 18 de octubre de 1~16.

EL CONFLICTO ACIDAL
a) LA CANCILLERtA SACA PECHO
STA tarde, el canclller Venancio Flores y au~ asesores eoncurriráu a la eomlo
E sión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, a infOP
mar a los legisladores sobre el delicado problema de la soberania uruguaya •
el Río de la Plata, que en lo! últimos meses ha sido reiteradamente vulnerada
por actos oficiales argentinos. La concurrencia del ministro de Relaciones Exte-
riores, que ya lo hizo la semana pasada a la misma comisión, fue decidida poi'
la minuta de comunicación al Poder Ejecutivo propuesta por Jos diputados na-
cionalistas Enrique Beltrán, Ariel de la Sierra y Alfonso Requiterena Vogt, a
este tenor: "La Cámara de Representantes expresa su profunda preocupación
ante la información hecha pública de reiteradas transgresiones del gobierno ~
gentino a los derechos de soberanfa que tiene la República Oriental del Uru-
guay sobre el Río de la Plata, y reclama del Poder Ejecutivo adopte una actitud
decidida en la defensa de los derechos nacionales."
Hoy, en la comisión, Venancio Flores dará cuenta de cu1Ues han aido lu
decisiones del gobierno uruguayo.
No puede decirse, como se verá más adelante, que la cancillería haya pe.-.
manecido impasible ante las violaciones argentinas. Quizás el problema -viejo
como el siglo, desde que en 1908 el canciller argentino Estanislao Zeballos el"
tablecía su "doctrina de la costa seca" y aduda que e] Río de la Plata pertene-
cía integramente a su pais- consista en una larga omisión de los gobiernos uru-
guayos, en cuanto a confirmar periódicamente sus derechos sobre las aguas terri-
toriales, omisión a la que se ha sumado otra caracterlstica nacional endémica:
la ausencia de rubros presupuestales destinados a la actividad nonnalmente con·
íirmatoria de la soberanía (levantamiento del estuario, balizaje, etc.). A esas
deficiencias, se añadió en los últimos meses una interferencia que na procede
de una línea diplomática expresa y coherente, sino de los avatates políticos: así,
el presidente Pacheco Areco, mientras estaba tramitándose una protesta u~
guaya por violación de laa aguas, concurrió a una fiesta familiar del presidente

·_,
Ongania; asi, también, en los mismos días de ese proceso aún no terminado, el venido ejerciendo en el ·ruo de la Plata, únicos que ambos gobiem01 reconoct:ti
canciller Flores asistió a la inauguración de un monumento en La Plata y sa sobre dicho río." Esa frase está siendo utilizada por los-expertos .de la cancilleria
vio oblig~do a una entrevista con su colega Nicanor Costa Méndez. Ambas acti- uruguaya en la preparación de la nota de réplica a presentarse la zem~a pró-
tudes, como es notorio, quebraron innecesariamente la expectativa y la reti· xima ante el gobierno argentino, con un razonamiento emergente: "s~ se haqla
cencia que nuestro 'gobierno debía mantener ante el argentino, hasta que el in- de jurisdicciones, en plural, éstas no pueden ser superpuestas, sino delimitada&.
cidente hubiera sido aclarado. Y la delimitación de uso, hasta hoy, ha sido la línea media equidistante de. l,a,
Debe reconocerse, sin embargo, que firmeza o debilidad uruguayas no han {iberas... ,
logrado hasta ahora modificar la inflexible conducta de los gobiernos argenti· Los asesores de la cancillería están manejando también otros antecederr
nos en los últimos cincuenta años, que se traduce en una premisa permanente- tes, como la calificación del "río interior" que se estampó por parte del gobierne
mente inculcada a sucesivas generaciones de oficiales de la Marina de ese país: uruguayo en la ratificación parlamentaria de los acuerdos de Ginebra 110bre
..El Río de la Plata es íntegramente argentino." Los incidentes violatorios jalo- mar territorial. En el caso de "río interior", la doctrina recibida es la de la
nan ese medio siglo; sea el pontón de Recalada (argentino, fondeado en la línea línea media, trazada por común acuerdo de los países ribereños.
limítrofe) que desde 1904 ha sido desplazado en aguas urúguayas más de 40
millas, sea la prospección de hidrocarburos en aguas uruguayas a partir de la , Pero aparte de los planteos que en el terreno jurídico se están elaborando.
bahía de San Borombón, sean los últimos incidentes de los que, el 18 de octubre otras resoluciones han sido tomadas de inmediato por el gobierno uruguayo, y
pasado, se agravió la cancillería uruguaya en una de las notas más duras que serán informadas esta tarde a la comisión de Asuntos Internaci~nales de 'la
haya cursado a un gobierno extranjero. Los incidentes f~eron tres: Cámara de Diputados.
Algunas fueron adoptadas hace días. Por ejemplo, la relativa a la coloca-
- colocación de un cuartel con la inscripción SEOP (Servicio Estatal de ción del cartel en la isla aluvional, bautizada por los argentinos como Isla B.auzá.
Obras Públicas) en una isla aluvional contigua a Martín García y situa· Ello motivó un prudente análisis inicial, por parte de la cancillería uruguaya.
da, en consecuencia, en aguas uruguayas; El cartel, ·o "pantalla.., había sido colocado por la marina argen~na, no por
decisión diplomática; en consecuencia, se decidió no trasladar el problema al
·- . movimiento del pontón de Recalada más hacia el sur, internándolo nue- terreno diplomático. Simplemente, se envió una lancha de Hiqrografía, con Ull
vamente en aguas uruguayas; grupo de técnicos a cargo del ingeniero Rondini, del Ministerio de Obras Pú-
- colocación de cinco boyas -tres ciegas, dos luminosas- al sur del blicas, para colocar otro cartel con la designación uruguaya: Isla Timoteo Do-
13anco Inglés, también en aguas uruguayay mínguez (por el último comandante uruguayo de Martín Garda) y 1& sigla MOP
(Ministerio de Obras Públicas) . .,.
.A .es.as violaciones ma'ftifiestas, se afiadió por parte de la cancillería argen~ Las otras decisiones del gobierno poseen más entidad y pueden provocar, ea
tina la audacia inesperada: un atónito Venancio Flores, el 22 de noviembre, de- 'las próximas semanas, fricciones entre ambos gobiernos. Ellas son, por IU orden:
bió oír de labios del embajador argentino Álvarez de Toledo, después que éste
entregó al canciller urugtiayo la nota argentina de respuesta: "Debo añadir a - se ordenó a ANCAP que reactivara y pusiera en práctica sus proyecta.
su excelenCia que mi gobierno considerará un acto inamistoso la prospección uni· sobre prospección petrolífera en el lecho del Río de la Plata. Hoy, viell"
lateral, por ,parte del gobierno uruguayo, de hidrocarburos en el lecho del Río nes 6, posiblemente, se hará público un llamado a licitación en G!!le
de la Plata." La estupefacción de Flores no le impidió la respuesta adecuada: sentido, como acto unilateral y soberano;
..D~bo. rechazar esas declaraciones de su excelencia. Mi gobierno tomará la$ - este fin de semana se enviará al Banco Inglés el pesquero.."Paysandú...,
disposiciOnes que juzgue adecuadas a sus intereses." con una dotación de la marina militar, con la inscripción ..ROU - BAN•
.. De· inmediato, la cancillería se dispuso a recuperar el tiempo perdido du- CO INGL~S" pintada en su casco. El "Paysandú" será fondeado como
rante largos años de omisión o . indiferencia. Legajos polvorientos de décadas pontón, hasta que en los próximos días se lé sustituya definitivamente
-inclusiv~, manuscritos del canciller Baltasar Brum, que en 1915, durante el por el "Villa Soriano", como pontón-faro;
tegundo gobierno de José Batlle y Ord6ñez, efectuó una de las pocas protestas ~ este mismo fin de semana se colocarán tres boyas en el límite medi.
uruguayas en la materia- fueron exhumados y utilizados COlflO antecedentes. (costo aproximado, dos millones de pesos cada una): en la quebrada
El gobierno uruguayo debe manejarse con tres instrumentos principales: ·del Banco Ortiz, al S y al NE del Banco Inglés;
1) el protocolo del 5 de enero de 1910, suscrito entre nuestro embajador en - se ha dispuesto por el presidente Pacheco la adjudicación de una suma
Buenos Aires, Gonzalo Ramírez, y el presidente argentino Roque Sáenz Peña, que · cercana a los 200 millones de pesos para que la comisión uruguaya de
declaraba el statu quo en el estuario, señalaba que todo problema jurisdiccional . · L~yantamiento Integral del Río <le la Plata inicie sus tareas práetii::u . .l
se manejaría por la vía cordial y amistosa y, de hecho, establecía la línea media . . ··. . y se ha ·o rdenado a la Marina que ·organice de inmediato esos ·trabajot.
del estuario como límite de ambas jurisdicciones; 2) un acuerdo sobre límites
exteriores del Río de la Pl~a, suscrito en enero de 1961 por el entonces canci· "Onganía quiere mantener una política amistosa hacia el Uruguay ~i~
· ller Homero Martínez Montero, que fijaba ese límite por una línea trazada formó la semana pasada un embajador uruguayo a la cancillería- pero Cesta
entre Punta del Este y la Punta Rasa del Cabo San Antonio en la costa argen· Méndez, que está estrechamente vineulado a la marina, aplica la polítiea d11
tina, y que ·manifestaba que el régimen jurisdiccional continuaría siendo el del ésta. Onganía sabe que a ningún gobierno argentino le conviene enemistarse coc
el Uruguay y convertir la margen norte del estuario en un abceso de fijació!il
protocolo de 1910; 3) el Protocolo del Río de la Plata, firmado en enero de
político. Los antecedentes de Rosas y Perón tienen vigencia, todavla". Sin em-
1964 por ambos gobiernos, entre los cancilleres Alejandro Zorrilla de San :rvt:ar-
bargo, la cancillería uruguaya advierte que las buenas intenciones o el oendd•
tín y Miguel Ángel Zavala Ortiz, el cual contenía en su parágrafo 52 una 1m· histórico de Onganía no alcanzan para neutralizar una política hegemónica qu~
· portante declaración, a los efectos uruguayos: "La ejecución del plan de levan• constituye el fundamento estratégico en los planes de la Marina argentina. Poli'
tamiento (dél estuario) no alterará las jurisdicciones que los países ribereños han ello, continuando una apertura ya ensayada por Venancio Flores c:uandc el viaje

_j ,,
-4.
de Pacheco Areco a Chile, en ]as últimas dos aemanlU la eaneillería uruguaya
realiz6 dos importantes gestiones en procura de respaldo: una ante Itamaraty y
e) DECLARACION DE LA CAMADA DE
otra ante el Pepartarnento de Estado. La re$puesta de Itamaraty, aunque favo-
rable, no l!e ha formalizado todavfa en ningún acto concreto, aunque se prev.§
REPRESENTANTES DEL URUGUAY
que pueda plasmars~ en acuerdos específicos y aparentemente técnicos entre
las Marinas de Guerra de ambos paises, destinados a colaborar en ciertos aspec- (13 de diciembre de 1968)
tos del relevamiento de las aguas uruguayas en el Río de la Plata. La respuesta f
norteamericana, en cambio, fue más concreta y tiene el carácter de una adver- "La Cámara de Representante~ e~presa su ta1 del Uruguay sobrtt ..t IUo a~ ~a~,~
tencia en el estilo rudo del Departamento de Estado: primera, un moderno guar• tJrvfunda preocup11ci6n ante las reiteradas clara su apoyo a Ulda tnedid:t. ---Ad~ ~ •
dacostas, artillado, llegó sorpresivamente a Montevideo, como qonación del g<>" transgr~sione~ de las alttorida<!es argentinas a. adoptarse- de flltt!e 9efe.:a&a de ~ ~
biemo norteamericano; 11egundo, por ve2: inidal qesde que está en el Uruguay, lM ~erechOJ de ~toberaní~ d~ la República Oriel}- bl~ derech01 naclonalct... ·
el embajador estado\lnidense Robert Sayre pronunció un insolonte disc.urso de
corte ingerencista.
Por primera ve~ tainbién, una re<;larnación uruguaya lU1te ll\ Argeºtina no
le limita a la protesta y a la aceptación tácita del statu quo provocado por la
nueva violación, sino que exige que se vuelva a la situación p(evia, retirando d) COMENTARIOS DE LA PRENSA ' ARGENTINA
.
el pontón de Recalada y las boyas del Banco Inglés. Ello, junto al llamado a li·
citación de la ANCAP, coloca a la cancillería argentina, pero sobre todo al preoo
sidente Ongania, en una delicada y especíal situación. Para evitar algún acto La explotación del petróleo en el Río de la. Plata
.irreflexivo por parte de los sostenedores de la supuesta hegemonía argentin~
sobre el rio, aguardan a un costado las cancillerías brasileña y norteamericana.
Tal la situación, que añade a los problemas internos del paÍ$ ul)a inquietanttt
posibilidad de futuro.
LOS gobiernos ribereñas del Rto de la Plata
se apresta~}. a encarar la posibilidad de
explatar los yacimientos de :petróleo que puedan
Carlos Maria Gutlérre.z existir en el subsuelo fluvial y en la platafonna
Montevideo, 6 de diciembre de 1968. continental adyacente.
La geología ha calculado que la riqueza sub-
marina de hidrocarburos es mayor que la que
ae encuentra debajo de la superficie sólida del
b) DECLARACióN OFICIAL DE LA CANCILLERtA· planeta.
D~ Ueprse a comprol:>ar la existencia de
ARGENTINA (6 de diciembre de 1963) petróleo. b~q el lecho EJel riq, su explotaci6ra
Flg. 1
podrí~ pl~nteaf 11erioa problemas de carácter
"El día dos del actual se produjo la vara- ''Ninguno de estos instrumentos autoriza una J~rtclicq poF la ipdefinici6n de ambas jurisdic-
dura de la chata argentina «Arenorte 6» en interpretación que pretenda innovar sobre el eiopes estatales. Pero si existe un interés real Puede existir otra sltuad6n, m la que ti
aguas del Río de la Plata, en las inmediaciones statu quo que ellos consagran. No correspon- y económico en ambos pa[ses, no es eJ caso de complejo petroillero ea compartido por del B.
de Punta Negra. de pues sostener la existencia de una supuesta entrar en up problema internacionali!Ulllamente tados, como 18 observa en la figura 2.
"A fin de proteger la seguridad de la nave· divisiól'l de las aguas del Plata por alguna línea ~omplejq cu11ndo exi~te la solución técnica '>' ju-
gación las autoridades argentinas competentes delimitadora de las jurisdicciones respectivas. pdica qqe permi~irá el aprovechamiento del bien
pro1:edieron de inmediato a colocar en el lugar "En relación con estos temas el gobierno ar- llamadO. ora negro subterráneo.
del accidente una boya v~rde a destellos, en gentino ha propuesto para el 9 del corriente,
tanto que las autoridades uruguayas colocaban en Montevideo, una reunión del grupo de tra-
bajo argentino-uruguayo establecido en junio YACIMIENTOS EN FRONTERAS
a su vez un boyarín ciego.
del corriente año con el propósitQ de estudiar
"Este episodio, que constituye una activ¡dad 4. ~eolo~a e}lseñl\ que existt<n yacimientol
y hallar solución a los distintos problemas que
normal de las autoridades de los dos países en rniqer~l~~ en zona~ p~ fronte~ que extien"-en
plantean <m la p:ráctica el U$Q y la navegación de
esa zona dllll Río de la Ptata ha suscitado en IP.~ man~o~ q vetas bajo dos o más soberan~as.
las aguas del río.
el pais vecino comentarios periodísticos en los (]uaqdo se trata de vetas las :¡oluciones pueden
que se alega una supuesta violación de aguas "El gobierno argentino confía que en el seno
de dicho grupo podrán res_olverse satisfactoria- · 1er más q 10enas fácil~s, perq~ como lo destaca
jurisdiccionales uruguayas.
mente tQdas las dificu.ltade~ y tiene para ello la
el geólogo cordobés Telasco Garcia Castellanos, Fig. 2
"Sin perjuicio de los títulQs históricos argen- en los yacimientos de fluidos -hidrocarburos y
mejor buena vol~ntad.
tinC'), el r~gitllen de uso y navegación de las agua- se pueden presentar incenvenientes di- En este caso, el yacimiento es comp:¡.rt{dct
"Lo mismo cabe decir en relación con lás po- fíciles de salvar. Los pozos pueden tener una por dos Estados, pero ~no de ellos, con resero
a.guas del Río de la Plata se rige por el proto· sibiliqa.des de exploración y explotación de los indinación tal que, aunque en la superficie se vas inferiores, puede, en un momento dado, aua-
colo de 1910, la declaración de 1961 (que fijó recursos minerales qu~ pudieran existir en el encuentren en territorio propio, a profundidad cionar hidrocarburos que migran al territoriG
su lúnit€ exterior) y el protocolo de 1964 (sobre lecho y submelo del Río de la Plata y en la captan un depósito petrolífero o gasifero de una vecino. No es posible establecer la medida equl·
levantamiento integral del río), acuerdos inter· plataforma continental adyacente, que abrirían nación c;ontigua, como se aprecia en el gráfico tativa en que puede extraerlos eada nación, lia
nacionales que tienen plena fuerza juríclica y nuevas y promisorias perspectivas al desarrollo (fig. 1), que tomo del autor citado. un meticuloso estudio del subsuelo.
valor obligatorio para las partes. económico de los dos países."
NUMilRCl 20 1 DICIII:MBRIE t888
PAG. ?a CUADERNOS DK MARCHA
talación de torres de bombeo, las unas fren- diferencia que ron ese motivo pudiera aw:gil-
. El problema es de una importancia extra· ACUERDOS O ENTENDIMIENTOS te a las otras, para acelerar la extracción del será allanada y resuelta con el mi$mo espíri=
ordinaria. y ofrece dos contingencias: a} explo· petro' ] eo. ' tu de cordialidad y buena armoxúa que han
tación en un país que agota el yacimiento que El asunto ha sido muy poco estudiado por los existido siempre entre ambos países". Si hemot
le encuentra en ambos territorios; b) explota· juristas. Apenas hay algunas opiniones, pero to- EL PROTOCOLO DE 1910 podido usar las aguas sin alteración ¿por qu6
ción irracional que perjudique el yacimiento del das coinciden en que es necesario el acuerdo. "!o hacerlo con ~u lecho y explotarlo mediante
país vecino, como, por ejemplo, cuan<fo se pier· Schoenbron estudia el problema del petróleo que En el Río de la Plata, desde 1910, existe un acuerdo entre YPF (Argentina) y la ANCAP,
de el..gas que se necesita para su adecuado apro- existe en la frontera y el caso posible de que un un acuerdo que es una sabia regla de conduc- sin necesidad de que vengan los grandes con·
vechamiento industrial. Estado, como consecuencia de su naturaleza geo- ta política internacional. Es el protocolo que sorciQS ~xtranjeros a instalarse en un lugar es·
No· se piense que se trata de un problema lógica, obtenga ventajas considerables sobre el firmaron los doctores Roque Sáenz Peña y tratégico de vital interés para la seguridad
Gonzalo Ramírez y que determina que "el uso ' ?.
r.omun
teórico. Hace muchos años en Texas se descu· otro; o derive todo el producto de la fuente de
brió que explotadores poco escrupulosos, me· origen hacia su territorio. E l renombrado autor Q_P las aguas del Río de la Plata continuará sin
diante una perforación en línea curva, como la dice que "esto parece inicuo"· y piensa que 'no alteración, como hasta el presente, y cualquier "La Prensa", viernes 13 de diciembre de · 1961
indicada en el primer grabado, robaban el petró· podrá salvarse la dificultad sino tratando de com·
leo de las concesiones vecinas. Once compañías pensar, por medio de acuerdos, tanto como sea
entre ellas la Humble Oil and Refining Co: y la posible, los intereses divergentes de los Estados. Argentina, Vru~uay, y el Río de la Plata
Continental Oil Co., denunciaron que se les Andrassy estima que es justo aplicar para el
hurtaba petróleo y se comprobó que había 27 petróleo el régimen de las aguas subterráneas. J INA decisión del gobierno uruguayo lla· menzaron a formularse nuevos puntos de vis-
perforaciones fraudulentas. Dice que es corriente encontrar que el petróleo V mando a licitación para la exploraCión ta acerca del problema, que fueron d6sechado1
es explotado en ambos lados de la misma capa de áreas del subsuelo del Río de la Plata; la con cierta energía por parte del ministro Ei-
Los territorios de los distintos Estados, según protesta argentina subsiguiente; la respuesta tanislao Zeballos.
la doctrina moderna del derecho internacional, subterránea. En estos casos convendrá recomen·
dar que las dos partes lleguen a un entendimien- uruguaya a dicha protesta y los incidentes Las cosas, por supuesto, no pasaron a ma•
no . son partes de la superficie terrestre, sino ocurridos en Montevideo, incluida la ritual pe· yores. En 1910 se suscribió el protocolo Sáenz
cuerpos cónicos cuyos vértices se encuentran en to sobre colaboración y el reparto de las cuotas
para evitar gastos suplementarios de una produr drea a nuestro consu lado, ha causado gran sor· Peña-Ramírez, que resolvió amigablemente el
el punto central de la Tierra. Como consecuen· presa en Buenos Aires. Nada hay más lejano diferencio, disponiendo que el uso y aprovecha·
eia, ningún Estado puede alterar las condicio- ción fol'!ada.
al deseo de los argentinos que un conflicto con miento del Río de la Plata continuara practi·
nes naturales de un Estado vecino. De ahí que los fraternales vecinos rioplatenses. Sin embar· cado como lo había sido hasta entonces. La
el volumen de petróleo que se encuentra den· ALGUNOS ANTECEDENTES go, la reaparición inesperada de este viejo di- cuestión jurisdiccional dejó de ocasionar pro-
tro del cono nacional subterráneo no puede ser f:>rendo reclama sea adecuadamrnte informa· blemas durante largas décadas, incluso en pe-
aprovechado por el país vecino, ni siquiera per- Existen antecedentes que prueban que es pt:il" da la opinión pública. ríodos en que por distintas circunstancias s«
judicado por una explotación que se realizara sible el entendimiento. En 1941, el gobierno de En relación con el Uruguay, la Argentina llegó a grados de alta tensión en las- relacionea
en ese país. Birmania ofreció a China que participara en to· mantuvo desde los comienzos de la vida inde- entre los dos países. Pero en los últimos tiem~
El problema ya se ha planteado con inten· da las explotaciones mineras a ser emprendidas pendiente de la anti<r,ua Banda Oriental tres pos los problemas volvieron a presentarse. Una
sidad, en la actualidad, a causa de la decisión por firmas británicas en el lado oriental de la problemas de índole limítrofe. Uno - en reali- decisión argentina de proceder al relevamien·
de explotar las reservas que existen en el Mar cadena de Lufang, mediante un porcentaje que dad argentino-uruguayo respecto d e terceros to del Plata suscitó la protesta de los u rugua·
del Norte. Un consorcio germano-americano se fijó en el 49 por ciento del capital de <:ada paÍ"es- fue resuelto en el año 1961. Se trata· yos, resuelta amigablemente por un co'nven.io
tiene una concesión por cinco años y está for- empresa. El otro antecedente, que muy bien po· ba de la determinación del límite externo del que dispuso el relevamiento en común. Por su
mado por la American Oil Co., filial de la Stan· dría repetirse en el Río de la Plata, es el convenio Río de la Plata, que involucraba el problema parte, los uruguayos objetaron resoluciones de
dard Oil de Indiana, nueve sociedades alemanas que en 1957 concertaron la República Argentina de su condición geográfica. Sabido es que cier· la Prefectura Marítima argentina autorizando
y un grupo integrado por E sso y Shell. Se cal- y Bolivia para explotar el yacimiento petrolífero tos Estados habían negado a aquél la condición a los barcos pesqueros de nuestro país la prác·
cula una inversión de 1100 millones de marcos. de la zona de Madrejones, común a ambos. En d "? río y, al asimilarlo a los estuarios, preten· tica de sus actividades hasta tres millas de la
ese convenio se estableció que "la explotación de dían se le aplicaran las normas internacionales costa uruguaya. Las tareas pesqueras a;·.
Durante el año 1967 Alemania Occidental y los yacimientos petrolíferos y gasíferos que se del derecho de mar. El se?;undo problrma, tam- gentinas han suscitado protestas y hasta medí·
Dinamarca han pres,entado el caso a la Corte In· presentan en común sobre la frontera de ambos bién solucionado entonces, fue el de la delimi- das represivas_.por parte de las autoridade•
ternacional de Justicia para que delimite la pla- países se realizará en forma racional, de acuerdo tación de la ju risdicción sobr e el río Uruguay, uruguayas que también han argumentado so-
taforma submarina que corresponde a cada Es- con las técnicas modernas y contemplando el in- resuelto felizmente a pesar de la~ complicacio- bre desplazamientos de balizas dispuestas por
tado, a fin de poder hacer efectivo el derecho terés de las dos partes. A los fines indicados. Ya· nes suscitadas por la adjudicación de algunas la autoridad marítima argentina, sin derecho,
de aprovechamiento de las áreas submarinas. cimientos PetroHferos Fiscales Bolivianos y Ya· de sus islas. a estar a la opinión sostenida en Montevideo.
En el problema planteado, la solución está en cimientos Petrolíferos Fiscales Argentinos acor- El tercer problema - la determinación de Por último, la cuestión amenaza devenir
aplicar las reglas del "derecho de vecindad", rea- darán oportunamente las bases de explotación de los límites en el Río de la Plata- es el que se conflictiva con motivo del llamado a licitación
lidad hoy indiscutible por la contigüidad mate- cada uno de los yacimientos que se hallasen en mantiene latente. Una razón que explica para la exploración petrolera antes menciona•
rial de los Estados en sus zonas de contacto y por esas condiciones." el largo statu quo sobre esta materia es que da, que el gobierno oriental ha dispuesto . u ni·
la interdependencia que resulta ue ella. Se ha di· Este ejemplo de convenio, de amistosa con· de ordinario el aprovechamiento del gran río lateralmente. El área objeto de la licitación
cho que este derecho es el conjunto de reglas sideración recíproca y de efectiva interdepen- no suscitó dificultades: No las hubo por ejem~ comprende parte del lecho del río hasta la Ii·
que determinan qué efectos resultantes del de- dencia y solidaridad, debe repetirse. Piénsese plo durante todo el siglo pasado. Pero a co· nea meq_ia y se extiende, más allá del límite
recho de propiedad deben ser tolerados por la lo que pod rá ocui-rir en un río, en el que !::t mienzos de éste, las relaciones argentino- exterior fijado en 1961, sobre la plataforma
propiedad del otro. Es decir, cómo encontrar navegación se hace siguiendo determinados ca· uruguayas pasaron por un momento bastante continental oceánica. Un ángulo de la proyec-
equilibrio en.t re los derechos similares de propie- nale~ por la existencia de grandes bancos, en comprometido cuando desde Montevideo co- tada concesión uruguaya se sobrepone al extre-
da,d de los Estados. el caso de que cada país resuelva por sí la ins·
NUME;RQ. 20 / DlCl EMBR&: UHliJ ,.A,Q. 81
'
"""'-& l!!IO CUADERNOS D~ MARCHA
práctica internacional. Tampoco ·conviene des- so, inopinadamente suelen agravarse ha11ta con-
_, auperio:r del Area lfcltatta en la m1m1a zonA les no son espejos de agua sino, ante tod.o, Vlaa cartar de antemano una posible determinación vertirse en fllente de conflictos, Lo que debe
JfOI' el gobierno argentino. El problema de fon· de comunicación. 1 casu~tica de derechos que, aunque sea com- hacerse, pues, es tratarlos con la seriedad quft
do es, pues, el del limite interior del Río de la Esta circunstancia es la que explica el uso pleja de negociar, puede Ratisfacet·, si no el amor corresponde a dos paises como Uruguay y
Plata, que permanece sin resolver. A ese pro- tradicional sobre el que se fundan derechos a las soluciones geométricas1 sí el ajttste de los Argentina, que tienen el deber de pteserva,,
blema 1e agregan, entre otros, los que plantea históricos de la Argentina que constituyen un intereses pt-ácticos. dentro de la común amistad fraternal, sus le-
la pesca comercial en sus aguas y aprovecha- sólido título. Desde luego que el Uruguay tie- Un error común en que se incurre en este gí timos intereses.
miento de la plataforma submarina, dramati- ne todo el derecho del mundo a que sus pro- tipo de problemas es subestimar)os. En tal ca· "Clarín¡', Jueves 19 de diciembre de 1968
ado novedosamente por la perspectiva de en· pios títulos sean respetados, pero es un hecho
contrar yacimientos de hidrocarburos en la :ro-
u pretendida por el Uruguay.
de la realidad que la ubicación interior, res-
pecto del do, del principal puerto argentino,
La cuestión del Rio de la Plata
'
No hay limite entre la Argentina y Uru- coloca el problema del acceso en posición dis·
IW'Y en el Río de la Plata por la obvia razón tinta al caso de Montevideo.
tusiasmo con el cual ha llamado a licitacl6n pú-
ele que las dos partes no están de acuerdo
acerca de dónde debe pasar la línea. Las te-
Como surge de lo expuesto, la discusión
dista de ser académica. Por lo contrario, se H1 IAY ríos que unen y hay ríos que dividen.
Y así como hay accidentes geográficos
interpuestos abruptamente entre dos pueblos,
blica internácional sobre áreas donde son nolo-
rios los intereses argentinos. Es esto lo que con•
aia sobre el pa~cular son, básicamente, las trata de un problema importante que debe ser
cuatro siguientes: abordado con seriedad, aunque, desde lue- determinantes de estilos diversos y fuentes de viene subrayar, porque fueran cuales fueren los
a) La tesis de la "costa secá", que sostu- go, dentro del espíritu absolutamente especial disidencias insalvables, nadie podría imaginar resultados, el gobierno argentino no ha podido
" Estanislao Zeballos y que sobre la base de que caracteriza las relaciones de los países rio- al Río de la Plata, sino de un modo muy dis· pasar por alto esa decisión unilateral y ha debi-
determinados argumentos históricos afirma que platenses. Sería lamentable que se utilizara una tinto. Ha sido éste desde siempre razón fecun· do impugnarla.
Uruguay ae independizó sobre una base terri- genuina diferencia internacional -que es, ade- da de tal fenómeno sociológico por todos llama- Haya o no haya petróleo, estamos frente a
torial que se extiende desde la banda oriental más, perfectamente negociable- para suscitar do " rioplatense", a cuyo favor ha prosperado la un hecho nuevo. El protocolo Sáenz Peña-Ramí-
del rlo, que es, por consiguiente, en su totali· polémicas públicas hechas en función de posi- identificación de tradiciones, glorias, raza y len· rcz, de 1910; la declaración de 1961, que fijó el
dad argentino; ciones internas o suscitadas por terceras par- gua comunes de sus sociedades ribereñas. Caso límite exterior, y el protocolo de 1964, sobre le-
b) La tesis que, basada sobre los derechos tes interesadas en distanciar a dos países en· excepcional éste en el mundo, y que explica vantamiento integral del río, rigen concretamen-
históricos ejercitados desde siempre por la Ar- ~rañablemente amigos. Lo ·que hace falta, eso aquello que usualmente sería inexplicable: que te en cuanto al uso y navegación del Plata. Con
ptina, afirma que la totalidad del río es de sí, es que ambas cancillerías se aboquen a la a pesar de la inexistencia de límites internos ellos se convalidó el statu quo existente, pero con
nueatra' jurisdicción, correspondiendo a Uruguay negociación con todo interés y con espíritu legales, en virtud de los cuales se hubiera es- ellos se agota también el régimen jurídico en
tan sólo la franja de tres millas a que se li· práctico. De más está decir que entre Uruguay tablecido la jurisdicción inequívoca de uno y vigor. E sto es, que si habría alguna materia ne-
Jnitaba tradicionalmente -en este caso por y la Argentina las cosas tienen que ser resuel- otro Estado, no se haya convertido en fuente cesariamente discutible en el presente sólo sería
asimilacion- el mar territorial; tas bilateralmente, y que hay que descartar de inagotable de permanentes discordias al cabo la referida a la cuestión petrolera y quizás taro•
e) La tesis que sostiene que el límite de- antemano cualquier otro tipo de arbitrio para de tantos años. bién a la pesca. Pero así como mal se podría
be pasar por la mitad geométrica del río, en resolver amistosamente las diferencias interna· Desde 1828, con la independencia urugua- exigir no innovar sobre lo que no se tuvo en
1111& linea imaginaria trazada desde el naci· cionales. ya, y más aún a partir de Caseros, el uso y cuenta, tampoco es admisible tolerar decisiones
Jniento del Paraná y el Uruguay hasta el Desde esa perspectiva, hay algunos puntos navegación de las aguas del Plata sólo oca- unilaterales en un punto donde se confunden Jos
océano; que parecen suficientemente claros: sionalmente perturbó las relaciones argentino- intereses nacionales.
d) La tesis que considera que el límite - Aunque sea de rutina adoptar posiciones uruguayas. De ello dejó constancia, a su ma·
En la cuestión del Plata habrá que volver
debe pasar por la línea de navegación, asegu- extremas para iniciar negociaci~nes, carecería nera, un canciller uruguayo al decir en 1964
que "sólo fue posible por la hermandad de ori- siempre a los sabios principios del protocolo de
rando a cada parte, por consiguiente, el acce- de sen tido por parte argentina sostener la te- 1910, fruto de la prédica lúcida de Emilio Mitra
10 por aguas propias a sus puertos interiores. sis de la "costa seca". contraria no sólo a la gen y buena voluntad de nuestros pueblos y go-
en momentos en que la pasión enturbiaba el pen-
El gobierno uruguayo sostiene el punto de equidad y a la costumbre internacional. sino al biernos, que pudieron mantener, pese a los pe·
samiento de otros hombres ilustres. "L~ nave-
vista enumerado con la letra e) es decir, el de precedente sentado al establecer jurisdicciones ligros que necesariamente nacen de la indefi-
gación y uso de las aguas del Río de la Plata
la línea meaia. En él se funda para justificar sobre el Uruguay; nición fronteriza, un clima inalterable de
-establecióse en esa norma jurídica- continua-
la licitación que acaba de convocarse sin con- · -La Argentina no puede dejar de tener en amistad y colaboración".
rán como hasta el presente, y cualquier diferen-
lulta a la Argentina, y que, en el tramo flu· cuenta, al fijar sus puntos de vi~ta, los q\1e sos· No se vería razón, pues, para que se pre- cia que con ese motivo pudiera surgir será alla-
vial -aunque no en el marítimo-- se llama so· tiene ante Chile en la determinación del lími- tendiese alterar la situación de hecho existente nada y resuelta con el mismo espíritu de COI'"
bre un área que llega hasta la línea media. te en el canal de Beagle; desde fecha remota, a no ser porque una nove- dialidad entre ambos países". No parece, pues,
Por su parte, el gobierno argentino ha con- -Simultáneamente, Uruguay no puede p re- dad notabilísima apresurara a alguna de las atendible que en circunstancias en las cuales fac-
_tidetado desde siempre que esta tesis no cons- tender que el canal de acceso al puerto de Bt¡e· partes a exigir rectificaciones inmediatas. Con- tores extraños avivan los espíritus pretenda mo-
tituye ni siquiera una base de discusión. Su nos Aires quede en jurisdicción uruguaya por viene considerar debidamente esto, a déspecho dificarse una situación que ha contribuido, C()c
aparente aimplicidad, en efecto, disimula el he- la mismas razones de equidad y derecho arriba de eventuales propósitos de capitalización po· mo la mejor, al buen entendimiento de los pue--
cho de que la boca del canal de acceso al puer· apuntadas, además de Jos mencionados derecho$ lítica interna, porque evidentemente hay una blos comprometidos en el debate. La Argentina
to de Buenos Aires quedaría en jurisdicción históricos, que son algo más que argumen to novedad de importancia en el Plata. Es el pe- tiene que estar dispuesta al intercambio de ideas,
. uruguaya, a la que habría de pasar también la retórico; tróleo. a la discusión serena del asunto, pero sobre la
isla Mardn García. Sabido es que, il').ternacio- -A partir de esas premisas, cabe señalar No constaría al gobierno argentino que se base de la situación de hecho que inexcusable-
·nalmente, cuenta mucho más que el mero ar- que no tienen por qué descartarse, para el tra· hayan encontrado yacimientos petrolíferos en mente ha venido rigiendo. Pretender que la lí·
gumento geométrico de la línea media, el argu- tamiento de problemas como el de la pesca o el subsuelo del río. Sí, en cambio, parece cons· nea media del río sea el límite jurisdiccional di·
. mento geopolítico y geoeconómico de la nave- la explotación de áreas submarinas, numerosas tarle al gobierno uruguayo, a juzgar por el en- visorio de las aguas es, además, intolerable par::t
gabilidad, pues los ríos o los estrechos y cana· fórmulas compromisorias elaboradas por la

PAC;t. aa
1
hu la._ Uflll'dllOI. Eso tlgnificaña, ni más preferentemente sobre el presupuesto argentkno.
al ~enbs, que el acceso al Río de la Plata quede La actual es, evidentemente, úna cuesti6n bi·
~jo jurisdicción uruguaya y la Argentina pier- lateral. No puede haber otras partes que tercien
<ti Di M y~ la isla Martin García, sino el con· con su voz frente a los claros título~ súficientes
8i'CI IÓbN el puerto de Buenos Aires. que una y otra nación tienén sobre el río. L!'.
La buen& voluntad de nuestro país qued6 tesis de asimilar el Plata al sistema de las aguas
ratificada en 1964, cuando, después de haber marítimas o aquella otra, de cuño británico,
Iniciado los trabajos de relevamiento del río, que nada diferente de la anterior, que pretendía de-
~ 1t hadan desde 1911, el gobierno argentino finirlo como un gran estuario han debido ser
~pt6 integrar una comisión mixta a tal efecto, a
descartadas. Definitivamente de acuerdo, par-
ele acuerdo con los requerimientos uruguayos. tir de 1961, sobre la extensión del condominio,
t).ese!bamos no comprometer a nuestros vecinos la Argentina y el Uruguay no pueden discutir
Ít.ternos en los esfuerzos enormes que deman· sus intereses sino manteniendo el espíritu con
h.tla dicha tarea. Los trabajos han proseguido, el cual lo han hecho hasta ahora.
t, como con el dragado permanente de los ca•
~ a ODtte fl.9 b uabaj01 ha ido recayendo "La Nación"• domin&o 22 de diciembre de 1961

~:.\

...
LOS CONVENIOS VIGENTES
l
·EL "PROTOCOLO RAMlREZ - SAENZ PE~A:.
' R.. E UNIDOS en el salón del Ministerio de dado con motivo de pasadas divergencias, eonvte-
nen en que, no habiendo tenido ella~ por móvil
Relaciones Exteriores los señores doctor inferirse agravio alguno, se las cons1dera como
Gonzalo Ramírez, enviado extraordina·
insubsistentes y que, por lo tanto, en nada amen·
rio y ministro plenipotenciario, debidamente au· guan el espíritu de armonía que los anima ni las
torizado por el gobierno de la República Ocien· consideraciones que mutuamente se dispensan.
tal del Uruguay y el doctor Roque Sáenz Peña,
enviado extraordinario y ministro plenipoten- "32 - La navegación y el uso de las aguas
ciario de la República Argentina, en misión es· del Río de la Plata continuarán sin alteración,
pedal, debidamente autorizado por su gobierno, como hasta el presente, y cualquier diferencia
después ¿te un amistoso cambio de ideas y sin que con ese motivo•pudieS"e surgir, será allanada
perjuicio de ulteriores convenciones entre ambas y resuelta con el mismo espíritu de cordialidad y
buena armonía que ha existido siempre entre
naciones declaran:
ambos países.
"1• - Los sentimientos y aspiraciones de
uno y otro pueblo son recíprocos en el propó- "Firmado y sellado en doble ejemplar, por
sito de cultivar y mantener los antiguos víncu· ambas partes, en la ciudad de Montev10e~.
los de amistad, fortalecidos por el común origen pital de la República Oriental del Uruguay, a.
de ambas naciones. los cinco díaa del mes de enero de mil novecieD-
"2m - Con el propósito de dar mayor efica• toa di~&.
cia a la declaración que precede y de eliminar
G. Ramirer: - ll. Sáenz Pel1a"
cualquie¡- l'esentimiento que pudiera haber que~

r:
...
1

fi~Mii:Ft<2 ·ap /DICIIEMBR·· t•aa
11 yes y reglamentos de ambos Estados ribereños. que cierra la entrada de una bahía no puede
3. - A este respecto la emb'!jada de su 1:n ninguno circunstancia exceder la$ 24 mi
DECLARACióN CONJUNTA CON LA REPúBLICA majestad debe llamar la. att:nción del Minis-
terio de Relaciones Exteriores a la ley del go-
Uas).
En todoa loa demás casot (sujetos a las ex,..
bierno del Uruguay, de fecha 26 de j unio de cepcionee a que se hace re{erencia máe abajo
ARGENTINA SOBRE LtMITE EXTERIOR DEL RtO 1854, 1<\ que estélblece en el artículo 1, "QI-Ie-
dan abiertos a los buques y al comercio (le
en (:}1 pán'afo 5) la regl¡¡ general de ley inter-
nacional es qu<l cada Estado ribereño d~ la
DE LA PLATA- 3~ de enero de 1961 todas ){lS n<~ciones, los ríos navegables de toda
la repúl:>lica". No se pu~de com¡iderar q\le la
bahía titme simplemente la faja de mar terri-
torial que !Se encuentra frente a e$ta po~;ción
•'R
1
EUNID?S en el 5a.lón del Ministerio de
Relac10nea Extenores, los señores Ho-
DECLARAN: enmienda a dicna ley, efec;t~ada por ley del 7
de mayo de 1862, el articulo l de la c\.\al hace
de costa de la bahía, y el resto de la bahia
es mar abierto.
mero Martínez Montero, ministro de l -El límite exterior del Río de la Plata excepción de los ríos ~ntedores de la Repú- No están, en general, en libertad los Es-
divisorio de las aguas de dicho río con el Océa: blica, ele los <:llales ambas ¡n¡írgenes e~t;\n bajo tados ribereños de la bahía (aun por conve-
Relaciones Exteriores de la República Orien- no Atlántico, es 1<> línea recta imaginaria que jurisdicción uruguaya, de la concesión hecha nio ínter se) de trazar una línea de cierre y,
tal del Uruguay y el ingeniero Gabriel del une Punta del Este, en el Uruguay, con Punta por 1;,~. ley de 1854, l·etira esta concesión res- reclamando que las aguas de la bahía aon agul\t
Mazo, embajador extraordinario y plenipo- Rasa del Cabo San Antonio, en la Argentina. pecto al Río de la fla t;l, dacto que, ~eª cual internas, dividirla entre ti. Aun cundo e$ot
tenciario de la República Argentina, debida- 2. - La mencionada lín ea divisoria será t~ere eJ carácter del [\SÍ llamado "rjo" (y fil¡Í~ Estados hiciesen tal convenio, •e¡¡ cu¡¡,l fuere el
mente autorizados por sus gobiernos, suscri- t:unbié~ la linea de base para fij ar las respec· abajo $e manifiest<\ el punto de vista del go· efecto que pueda tener en cuanto a lae partet
ben la siguiente Declaración Conjunta: tiVas faJaS de mar territorial y zonas contiguas bienw c;le su m¡¡.jestad británica t~l respecto) del mi&mo, no puede tener efecto alguno res-
y adyacentes. sólo un.<~ de las márgenes, o cQst¡¡,s, está bajQ pecto a terceros Estados y sus pa,ve», oi puede
"Los gobiernos de la República Oriental del
3. - El régimen jurídico del Río de la juri~dicción urugullya. ¡<:n la decllnadón del cambiar el carácter legal de las agua• dt la
Uruguay y de la RepúbJica Argentina, anitna- Plata continuará siendo, como hasta el presen- :10 de enerQ d.e 1961 se manifiesta que el ré- bahía, fuet'a c;le las respectiva.!~ f~anjas territo-
dos del propósito de establecer en forma de- te, el establecido en el protocolo Ramírez • r iales, las que continuarán siepdo alta mar.
gimen jur(djcQ d{!l R fQ cte li\ Plªta conti nuará
finitiva el límite exterior del Rfo de la Plata,
a l01 efectos previstos en el derecho interna-
Sáenz Pefia, firmado en Montevideo, el 5 de siendo el establecido pot el protocolo Ramí- También ,e llama la aten()lóp del gobierno dt
enero de 1910 y otros instrumentos internacio- re:( · Sáen~ Peña d~t 5 de enero de 191 O el la Repl'lblica Oriental del Uruguily, a ht pro-
cional y, de manera especial, para fijar la li- nales vigentes, y por las leyes y reglamentos de · que, a su vez, e~tílbleda que líl navegación y ttma presentadª por el ministro de su Jllaje:t-
nea de base destinada a medir el mar terri- amhos Estados ribereños en cuanto sean apli· empleo de las aguas d~l Río de la Plata con- t¡¡.d británica en Montevideo, el 15 de ma.rzG
torial y sus zonas contiguas y adyacentes; cables. unuará sin cambios como hasta el presente. El de 1908, vale decir, poco ante~ del piotoc,;olo
"Firmado y sellado, en doble ejemplar, por gobierno de ~u majestad británica qlleda.rá Ramírez · Sáenz Peña, dejando constanda de
"Teniendo en cuenta lo dispuesto en el ar- ambas partes, en la ciudad de Montevideo, ca- .agradecido si el gobierno de la RepúbHca las objeciones de) gobierno de $U 11\ajt:stad
ticulo ll! de la Convención sobre Mar Terri- pita l d_e la República Orienta l del Uruguay, a Oriental del Uruguay tiene a bien darle se- británica al reclamo del goblel'nO del Urug~ay
torial } la Zona Contigua, adoptada por la los tremta días del mes rle enero del año mil guridade.s de que con IQ previsto por la actual pretendiendo extender su límite jurisdiccional
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el novecientos sesf!nta y uno." dec;ll.\rac;ión form ulada por los gobiernos de de cinco millas de la costa y el dar al Río de
Derecho del Mar y firmada por los dos Esta- la Repúl:>licl\ Oriental del Uruguay y la Re- la Plata tratamiento de aguas territoril\le~.
(Fdo.) Homem Ma'l"tlnez Montero
do• en Ginebra (Suiza), el29 de abril de J 958, Gabncl del Mazo pública 1\rgentin<\, no se tiepe la intención de 5. - Las excepciones a que se hace refe·
quitar la libertad de navegación reconocida por rencia en el p~rrafo 4 que precede, son con-
la ley arriba mencionaqa del 26 de junio de venios especiales, o cualesquiera reclamos elf;•
Notas motivadas por la declaración sobre el límite 1854, del gobierno clel Urugtlay, y por el pro-
tocolo Ramírez - Sáenz Pefi¡l.
cepcionales que puede un Estado estRblecer por
mzón de un empleo continuado que se pro·
exterior del Plata presentadas por diversos gobiernos· 4. - La ¡¡ctnal dec;laración también signi-
fica la definición de una Hnea base en la
longue por un largo período de tiempo, y re-
conocido, ya S(}il expresa o implícit¡unente, por
y respuestas a las mismas desembocadura del Río de la Plata, <lesde l¡¡.
q'al se han de medir la~ aguas territoriales ar-
otros Estados. La ausencia de tales excepcione•
respecto al Río de la Plata qued¡¡ ampli¡¡mentt
gentina~ y urugllaya~. Con relación a esto, se demostrada por el decreto de 1854, el que, le-
1. GRAN BRETARA vidiéndole del Océano Atlántico, tiene el ho- ll41ma la atención a lo~ principios de ley in- jos de reconocer como aguas internas del Uru·
nor, cumpliendo instrucciones de] gobierno de ternadonal que. son ¡tplicables respecto a líneas guay a las aguas del estuario, afirma e)!:pl{c~
EMBAJADA DE GRAN BRETAI"JA su majestad, de llamar la atencin de esa se- de detre ~ara bahÍ<\S (inclusive estuarios que tamente el principio de libertad de navegación
LA senta
embajada de su majestad británica pre-.
sus atentos saludos al Ministerio de
cretaría de Estado a las siguientes conside·
raciones:
estén comprendidos en la dennidón de una
bahía). De copformidad con dichos prindpios
parl\ las naves mercantes de todas la' nácionea
por los ríos que son afluentes del estuario.
. R~laciones Exteriores de Ja República 2. - En el párrafo 3 de la declatación arri- (los que están reflejados en d articulo 7 de 6. - Aun cuando parecería que lo$ prin·
Onental del Uruguay y, haciendo referencia ba _mencionada, se establece que el régimen ju- la convención respecto al área ferritodal y cipios a que se hace referencia m41a arriba aon
a la declaración firmada el día 30 de enero rídico del Río de la Plata continuará siendo 1ona o;mtigua, de 1958)1 es sQlamente cul\ndo l\mpliamente aplicables al estuario del R{o de
de 1961, entre el ministro de Relaciones Ex· como hasta el presente, el establecido por el la bahía en su integridad está situada dentro la l>lata, el que tiene las características de una
teri~res y el embajador de la República 1\r- protocolo Ramírez - Sáenz Peña, firmado en del territorio de un país q ue se puede tr¡¡.zar bahía, de acuerdo con la definición general-
gentma, por la que se significa el establecimien· Montevideo el 5 de enero de 1910, y otros ins- una linea cqalquiera a tr<\vés de la entrada mente aceptada, el gobierno de lll República
to de un limite externo al Rio de la Plata, di- trumentos internacionales vigentes y por las le- de la bahía (y el artículo 7 - 4 - de la conven- Oriental del Uruguay ha aigníficado que se
tión arriba mencionada establece que la Hnea basa en H artículo 13 de la convención res-
PACI.. ae
CUADERNOS DE MARCHA
NUMi¡FlQ ao 1 OICIE:MBRE te e•
< pecto a aguas terrttonales y zona conugua MINISTERIO DE
de 1958, al trazar una línea imaginaria divi · del Uruguay esuma que las premisas que tun· opws de derecho internacional hoy vigente. y
RELAC:Ct>~ES EiCTE:':iOr::s damentan la nota a que se da respuesta, no que envuelven interpretaciones erróneas del
diendo el Rlo de la Plata del Océano Atlánti-
co, y reclamando que la línea divisoria imagi- s. 16f 963. se ajustan a la realidad geográ fica, al trata- alcance y significado de la Convención de Gi·
naria es la línea base desde la cual se pueaen
medir las respectivas franjas de mar terrilorial EL Minisieno ae · KeJacwnes Extenores pre-
miento histórico, a los principios del derecho
internacional y, menos aún, a la Convención
nebra sobre mar terdtorial y zona contigua
de la que es signatario este gobierno.
y zonas adyacentes. En vista de los principios senta sus atentos saludos a Ja emba¡ada de de Ginebra de 1958, por cuanto: 19) el Río No es acorde con los principios y reglas del
generales de ley internacional, de los que se su majestad británica y, con refeÚ:ncia a de la Plata es un río; 29) no existen reglas derecho internacional la afirmación de que las
da una breve síntesis en los párrafos 4 y 5 que su nota verpal de fecha 26 de diciembre de vigentes de derecho internacional que hagan normas f que rigen en materia de bahías son
preceden, no puede, sin embargo existir dudll 1?61, N9 133 (142 l f 61), relativa a la ·oecJara- aplicables a los estuarios las normas que rigen aplicables a todos o algunos estuarios, o que
de que en este artículo se tiene únicamente c•ón Uruguayo-Argentina del 30 de enero dt> las bahías o que hagan entrar a todos o de- estos últimos, o algunos de estos últimos, en·
la intención de aplicar una línea-base trazada 1961, sobre deslinde del límite exterior del R!o terminados estuarios en la definición de bahía. tran en la definición de bahía.
a través de la desembocadura de un río que de la Plata, tiene el honor de exp·resar lo si-
guiente: 4) El carácter fluvial del Río de la Plata Es bien significativo al respecto lo ocurri-
afluye directamente al mar desde el territorio resulta de los conceptos geográficos, históricos do en la Conferencia de Ginebra de 1958, la
de un único Estado; y no a un río cuyas cos· l) En la nota verbal referida se llama la
y jurídicos aplicables. Su denominación desde cual eliminó en la convención una disposición
tas pertenecen a dos o más Estados diferentes. atenci?n de este ministeno acerca qe la de-
tiempo inmemorial; el régimen jurídico esta- contenida en el proyecto de la comisión de
De haber sido otra la intención hubiese exis- claraCIÓn suscrita el 30 de enero de l 961, en·
blecido y el tratamiento dado a esas aguas Derecho Internacional en la que se preveía
tido una grave derogación de los principios ge- tre el señor m mistro de Re"laciones Exteriores
por los ribereños desde su independencia y expresamente, en el inciso segundo del artículo
nerales a que se hace referencia más arriba, de la República_ Oriental del Uruguay y el
por el soberano anterior desde su descubri- 13, que "si el río fluye en un estuario cuyas
y se hubiese hecho provisiones expresas respec- ex~elent{sim~ senor embajador de la Repú-
miento en 1516; los caracteres de sus aguas; costas pertenecen a un solo Estado, se aplicad
,o a tal derogación. En cualquier caso, no s1 ?hca Arge,nt~na ante el gobierno uruguayo, fi.
el declive de sus costas; la existencia y régimen el artículo 7", relativo a las baWas.
tuvo la mtencíón de aplicar el articulo a un Jando el hmlte ex terior del Río de la Platá.
de las profundas corrientes entre sus riberas; Esta disposición, que extendía a ciertos es-
llamado rio, tal co.mo el estuario del Río de . La embajada británica expresa que el go·
las condiciones de escasez de sus fondos y ca- tuarios el régimen de las bahías, fue suprimida
la Plata que no afluye directamente al mar. b1e~no de su ~ajestad en el Reino Unido que-
dana reconocido si pudiera recibir. la seguri- nales; la no navegabilidad del espejo de aguas a propuesta de Holanda y Estados Unidos, con
11ino que, citando la "Ley Internacional del por buques de ultramar en toda su extensión,
d~d del gobierno uruguayo de que nada en el apoyo de Francia, Uruguay y Panamá. Al
Mar", de Colombo (cuarta edición revisada), sino únicamente a través de determinados ca-
~1cha declara~ión tiene por objeto impedir la tomar la iniciativa de tal supresión expresa·
consiste en un "gran estuario ... de aproxima. nales que se mantienen a la profundidad ne-
l1bre navegación en el Río de la Plata recO- ron los proponentes: "No se sabe cuál es el
d<tmente 200 millas de largo". cesaria por medio de continuo dragado; y mu-
7. - Por los motivos manifestados en los nocida por la ley uruguaya de 26 de ju~io d~ significado exacto de la palabra «estuario:., ni
1854 y por el protocolo Ramírez . Sáenz Peña chas otras peculiaridades morfológicas, geoló- qué diferencia existe entre un río que desem-
párrafos anteriores, el gob1erno de su majes- gicas e b idrogTáficas, hacen que no sea proce-
del 15 de enero de 1910. boca en un estuario y un río que desemboca
tad británica opina que la línea-base que se dente, ni jurídica, ni geográfica, ni histórica-
En cuanto a este punto, el ministerio pue- directamente en el mar", agregando la delega·
ha significado trazar a través de la desembo- mente la pretensión de considerarlo mar libre.
de expresar, con complacencia, como lo hace, ción de los Estados Unidos que "estuario es
cadura del Rlo de la Plata es contradictoria a No es mar, ni pertenece al mar. No le pue·
a la embajada británica, que nada en la de- un término carente de significación precisa ju·
los principios generales de la ley internacional den ser aplicables, por lo tanto, los principios
claraci~n del ~O de ~nero de 1961 persigue el rídica o geográfica. Se deriva de la palabra
y no está justificada bajo ninguna interpreta- de derecho internacional sobre los mares y ba-
propósito de 1mpedir u obstaculizar la libre latina caestus», que significa marea, pero con
ción razonable del artículo 13 de la Conven- hías de gran anchura, ni tampoco las reglas
navegación en el Río de la Plata, tal como frecuencia, los efectos de las mareas se presen-
ción de Ginebra de 1958. Por lo tanto, la que, inspiradas en tales principios, algunos tra-
ha sido concedida por el Uruguay en notor.ios tan mucho más arriba del lugar que general-
embajada de su majestad británica ha reci- tadistas han considerado posible extender a los
actos internacionales y de derecho interno, y mente se considera como la desembocadura del
bido in_strucciones de poner en conocimiento estuarios.
dentro de las potestades de su soberanía. río", añadiendo su delegado que "un estuario
del Ministerio de Relaciones Exteriores que el
Por consiguiente, el gobierno de la Repú- es la parte de un río que está sujeta a .los
gobierno de su majestad en el Reino Unido 2) Además, la nota verbal referida reserva
l.a posición del gobierno del Reino Unido blica Oriental del Uruguay no puede aceptar efectos de la marea".
se reserva su posición relativa a la declaración
hecha el 30 de junio de 1961 , por los gobier- respecto de la declaración del 30 tle enero de la teoría de que el Río de la Plata sea una 6) También desea este ministerio, con re-
nos de la República Oriental del Uruguay y 1961, por entender que la línea en ella esta- " bahía" u otra porción del mar donde a los ferencia a la alusión que se formula en la no-
de la República Argentina, y no puede acep- blecida no es concord~te con los principios ribereños sólo les corresponda la franja de ta verbal a la incidencia de 1908, dejar acla·
tar el que ella, en forma · alguna, derogue Jos generales de derecho internacional e injusti[i- a~uas territoriales paralela a sus costas, siendo rado que el gobierno del Uruguay ha afir·
derechos de que goza el Reino Unido, de con. cada a la luz de cualquier interpretación ra - el resto, mar abierto; as! como tampoco pue- mado su soberanía en las aguas del Río dtt
formidad con tratados específicos o por virtud zonable del artículo 13 de la Convención de de aceptar las consecuencias que respecto de la Plata en la parte que le corresponde, no
de la aplicación de principios reconocidos de Ginebra sobre mar territorial y zona conti- esa parte de su territorio fluvial resultarían de como agu~ territoriales, sino como aguas in-
la ley internacional. gu~, . d.e 1958. Es!a reserva se funda en que, la nota a que se da respuesta. teriores .
. 8. - La embajada de su majestad britá- a JUICIO del gob1erno del Reino Unido: 19) 5) La irrelevancia de invocar los princi- Tal afirmación de soberanía es confirmada
nica ~e . val~ de la oportunidad para reí terar el Río de la Plata no es un río, sirio un es- pios re la tivos a las bahías para el caso del por un uso continuo que se extiende por un
al Mm1steno de ReJaciones Exteriores de la t~J~ri.o; 29) es un estuario que entra en la de. Río de la Plata demostrada en el parágrafo largo período en un tratamiento histórico
Repüblica Oriental de] Uruguay las segurida- fJm_c16n de bahía y, por consiguiente, . deben a nterior haría, en rigor, innecesario contestar ininterrumpido, que se remonta a la mitad del
des de su más alta consideración. aphcársele las normas correspondientes. a las este aspecto del problema. No obstante, esti- siglo XVI sin que lo altere la ley de 1854,
bahías. ma este ministerio que no debe dejar pasar que, aunque permita, no es menos un acto de
Montevideo, 26 de diciembre de 1961. ~) El g?bierno de la República Oriental en silencio y sin respuesta afirmacione's de ca- soberanía indudable, como lo reconoce la prO<
rácter jurídico que no concuel'dan con los prin- pia nota verbal a que se da respuesta.

..AJI!j., ..
rt'(se a ell- como una "bahfa.., la c:ual ellá la declaraclOn antes mel)dona«a eontrme fiila
Por otra parte, es evidente que el otorga. r1c.s Exteriores debe expresar que, ya t:n marzo deslindada por la línea imaginaria de Punta declaración bajo el ínciso 3) que tiene como
miento de la libertad de navegación del so- ele 1908, con motivo de la presentación ctel del Este a Cabo San Antonio). Esta linea tiene alcance que ei régimen jurídico del Río de
berano, según Ja ley de 1854, en "Los rios na- t-ntonces ministro de su roa jestad, señor Ken- una extensión de más de 120 millas. la Plata contin.uará síendo, ain alteración, el
vegables de toda la república", o sea en aguas nedy, tanto el canciller de la república, doc- En l~ opinión del gobierno del Reino de establecido en el prQtocolo Ramírez-Sáeru. Pe.
y ríos interiores, no puede menoscabar la so- tor don Jacobo Varela Acevedo, como el mi- los Países Bajos, el artículo 13 de la con- ña de 5 de enero de 1910 y el cual en ese res.
beranía, la continuada apropiación, ni los de- nistro uruguayo en Londres, señor don Daniel ,·ención sqbre el mar territorial y la zona pecto declaraba textualmente que la nayega·
rechos del Estado respecto del territorio flu- Muñoz, expresaron la extrañeza que les produ- contigua firmado en Oinebr~ (Suiza) el 29 de ción y el uso de las aguas del Río de la Plata
~al nacional. cía la tesis británica; ex trañeza que; los años abril de 1958, y a la cu;¡.l se refiere la decla- "continufu~ sin alt~ración como hasta el pre.
L~ autorización para la libre navegación transcurridos desde aquella oportunidad, no ración uruguayo-argentina bajo referencia, no sen te",
en el sistema fluvial del Plata y sus afluentes han hecho más que acrecentar, y que, en el es aplicable y refiere a ese artículo con Por falta de referencias más espedficas so-
fue concedida por los Estados ribereños por caso, determinan a este gopierno, a reiterar ra- el fin de fundar sobre su contenido el dere- bre el alcance de la protección que esta cláu·
actos internacionales e internos, respondiendo dicalmente su disentimiento con lo~ conceptos cho de los gobiernos de Uruguay y Argenti- sula está supuesta ofrecer a la navegación in·
al interés bien entenpido de estos mismos Es- de la nota que se contesta. na, con respecto al límite exteríor del Río de ternacional, pero considerando la implicancia
tados, que han acordadq o dispuesto abrir la El Ministerio de Relaciones Exteriqres ha- la Plata, dividiendo éste del Océano Ath\ntico general de la segunda cláusula de la declara-
navegación de sus ríos a todos los usuarios por . ce propicia esta oportuniqad para reiterar a tal como es enfocado en el artículo 1) de es- ción de 1961, el gobierno de la República
estimar que ello propende a su interés comer- la emba jada de su majestad británica las se· ta declaración conjunta, parecería erróneo. Oriental del Umguay que, específicamente, las
cial, al desarrollo económico y al fomento de guridacies de su más alta consideración. A esta altura se hace 1;eferencia a. la re- estipulaciones de la declaración conjunta 'bajo
aua distintas regiones. Pero la base del dere- solución propuesta por la delegación argenti- referencia no tienen por fin perjudicar en el
chQ a navegar en este territorio fluvial por Montevideo, 28 de enero de 1963. área de mar a que ésta hace referencia, el prin-
na a la Primera Conferencia de las Naciones
parte de los no ribereños, radica, exclusiva- Unidas sobre el Derecho del Mar, celebrado cipio de libertad de navegación extranjera re-
mente, en el consentimiento del soberano te- en Ginebra (Suiza) en el año 1958. (Docun\en- conocido por el derecho internacional, más
ttitorial respectivo, y solamente puede ejer- 2. P AtSES BAJOS to A¡Conf.l3/CIL7 jRev.l), el contenido d'e específicamente con respecto a la aplicación
cerse en 1~ forma y medida reglamentada por la cual se lee como sigue: del derecho penal y civil.
loa tratados y normas aplicables de ese so- EMBAJADA REAL DE Asimismo, la embajada real d«" los · Palses
LOS PArSES, BAJOS "Canales marcados con boyas, da(ldo acceso
berano.
a puertos y radas que normalmente se us<1n Bajos adelanta que, aunque su gobierno por
7) Según resulta de lo ya expuesto, ·la para cargar, descarg¡¡.r y anclaje de bllques y los motivos exp~1estos arriba no puede aceptar
A embajada rea l de ws .t'aíses Bajos pre-
declaración de 80 de enero de 1961 es perfec-
~amente ajustada a la naturaleza geográfica del L senta sus más aten~os saludos aJ Mini~te­
rio de Relaciones Exteriores de la Repú-
los cuales de otra manera serian si tuados total
1
o parcialmente afuera de los límites exterio-
la explicación general y las consecuencias d~
la declarílción conjunta de 30 de e11ero de 1967,
:Río de la Plata, al tratamiento histórico, a r es del mar terr itotial, son incl~Jidos en el mar este gobierno está, no obstante, dispuesto a
los principios de derecho internacional que ri- plica Oriental del Uruguay y por instn¡ccio- considerar como bahía, en el sentido aceptado
~erritorial. El Estado costero debe dar debida
gen la materia, a las reglas de la Convención nes recibidas de su gobierno en La Hay11- tie- por el derecho internacional, tal sección del
publicidad a los Hmites de tales zonas."
de Ginebra de' 1958 y, en particular, a su ar- ne el honor de someter a la atención de ese área del Rio de la Plata que puede ser enoe-
tículo 18, que al legislar sobre la línea de ministerio las siguientes consideraciones con Esta resolución fue rechazada en la r~u­ rrada por una línea base imaginaria de 24 mi·
respecto a la declaración firmada con fecha 30 ~ión plenaria de la conferenciíl (el Reino de
base del mar territorial en la desembocadura llas marítimas.
de los ríos, 110 hace distinción alguna entre de enero de 1961, por sus excelencias el mi- los Países Bajos está entre los países que vo· La embajada real de los Paises :Bajos ha-
aquello~ ríos cuyas costas pertenezcan a dos nistro de Relaciones Exteriores de la Repú- taron en contra de la misma). ce propie1a la oportunidad para reiterar al
o más Estados y aquellos ríos pertenecientes blica Oriental del Uruguay y el embajador La pretensión \,lruguayo-argentina enfoca- Ministerio de Relaciones Exteriores de la Re-
a un solo Estado. de la República Argentina sobre el limite da en la declaración con junta es, no obstan- pública Oriental del Uruguay, las expres10nes
8) En r.elación con las reservas expresa- divisorio del Río de Ja Plata y el Océano te, de un alcance consjderablemeQte más am- de su más alta y distinguida consideración.
das en la nota que se contesta de que el go- Atlántico. pl\o que el qlle fue rechazado en Ginebra. Ac-
bierno de su majestad británica no puede Geográficamente, el Río de la Plata se pue. t ualmente parecería significar para todos los Montevideo, 26 de juniq de 1962.
aceptar los extremos de la declaración uru- de dividir en tres partes, a saber: (\nes prácticos, la anexión del l\rea d~l mar
guayo-argentina del 30 de enero de 1961 "co- l) La cuenca entre las bocas del Río Uru- ~n cm•stión, por los Estados fron terizos, un MI! ~¡s·reRIO DE
mo derogando en ningún caso, los derechos guay y el Río Paraná a un lado y al otro de hed~o que estaría cQntrario a los reconocidos RELACIONES EXTERIORES
que ~e con·esponden al Reino Unido dentro una línea imaginaria que une Colonia, situa- princ~pios del detec;:ho iP.tet:nªdon~l y que,
de tratados específicos o en virtud de la apli- por e~~te moüvo, no podría ser íl.CCp~able pal'a L Ministerio de Relaciones Exteriores pre-
(ación de los principios reconocidos por la
ley internacional", es de observar que el go·
da sobre la costa norte y la ciudad de La Pla-
ta al otro lado del r1o. Esta linea en la cual
está situada la isla· Farallón, tiene una exten·
el gobje:¡:no. del Reino cte los Píll~es Bajos, el
que no pu4~era. conside¡;arse obligado por $U S
E senta ~us más atentos saludos a la ezn.
bajada real de lm Paises Bajos, y, con re·
biemo uruguayo no ha celebrado ningún sión de m;\s de 20 millas. clá\J,ulas. fer~ncia a su not(l verbal NQ 1901, dt- fecha
acuerdo específico sobre esta materia ni otra 2) De la cuenca mencionada bajo el inciso Entre otros parecería implicar la posibili- 26 de junio de 1962, relativa a la declaración
afín con el gobierno de su majestad; y que, l) hacia el mar, la boca del río (mejor dicho, dad que -dentro de la líne~ de demarcación conjunta uruguayo-argentina del !10 de enero
a su juicio, no existen principios reconocidos el brazo del mar) se ensancha hasta que, ~n­ pretendida ~n la declaración conjunta de 80 de 1961, fijando el límite exterior del Rfo de
por el derecho internacional, con carácter tre Montevideo y Punta Piedras, alcanza una de enero de 1961- el derecho cte pasaje ino- la Plata, tiene el honor de expresarle lo SI•
universal, sobre casos como el Plata, cuyo lí- anchura de unas 57 millas. cente no prevalecer:ía. en el futuro o nn sería, gtliente:
nea de base se ha convenido con el otro con· 3) Hacia el este del área mencionada ba- garantizado. 1 . En la mencionada nota verbal, 1a em·
dómino, la República Argentina. jo el inciso 2) existe una ensenada en la costa Se ha dado cuenta de la c;ir~~~,\~J;lcia que l!~jada rea~ dt> los ::faises Bajo!, solicita der·
9) Por último, el Ministerio de Relacio- (en ai no suficiente para jurídicamentet refe-
La autorización para la libre navegadón en y aclaratoria de una aUuadóa JU!rit!a 4pe "
~~ ~ • Nlp'em. t11 arcanoa y a las :ximadamente S5954'), hasta lat línea Jmagma- el sistema fluvial del Plata y sus afluentes fue remonta hasta el año 1516.
~entuales consecuencias que los firmantes de ria Punta del Este - Punta Rasa, en el Caho concedida por los Estados ribereños por actos La proposición argentina, en cambio, se pre·
_a . declaración conjunta de 30 de enero de San Antonio. internacionales e internos, respondiendo al in· sentó en la Conferencia de Ginebra con el pro.
.·l NJ han atribuido al expresado instrumento 4. El carácter fluvial del Río de la Plab!. terés bien entendido de estos mismos Estados, p6sito evidente de extender m loe canales bailo
•i. Alatemadonal. 1!:111 tal &entido. se hace referen-
a d, dentro ·de la línea de demarcación
!fijada. prevalecería y sería garantizado el de-
resulta de los conceptos geográficos, históricos
y jurídicos aplicables. Su denominación desde
tiempo inmemorial; el régimen juríd ico esta-
que han acordado o dispuesto abrir la nave-
gación de sus ríos a todos los usuarios por es-
timar que ello propende a su interés comer-
zados que sirvan de acceso :1 puertos, lo que el
art. 99 del proyecto de la comisión de dere-
cho internacional establecía para las radas uti·
. recho de "pa.aje inocente", asi como el prin- blecido y el tratamiento dado a esas aguas por cial, al desarrollo económico y al fomento de !izadas normalmente para la carga, descarga "J
..apiiD de libertad de navegación extranjera. los ribereños desde su independencia y por el sus distintas regiones. Pero la base del derecho fondeadéro de buques que pudieran hallarse
b aaanto a estos puntos, el Ministerio de soberano anterior desde su descubrimiento en a navegar en este territorio fluvial por parte fuera del limite del mar territorial. Lo cual, co-
Jleladones Exteriores se complace en expresar 1516; los caracteres de sus aguas; el declive de de los no ribereños, radica, exclusivamente, en mo se ve, es algo muy distinto a la declaración
..-<omo lo hace- a la embajada real de los sus costas; la existencia y régimen de las pro· el consentimiento del soberano territorial res- conjunta, y nada tenía que ver ni con el ré·
Í'aGoem Bajos, que nada, en la declaración con- fundas corrientes entre sus riberas; las condi· pectivo, y solamente puede ejercerse en la for- gimen de los ríos mternacionales ni de las ba-
Junq del 50 de enero de 1961, persigue el ciones de escasez de sus fondos y canales; la J10 ma y medida reglamentada por los tratados y hías, sino tan sólo, con ciertos accesos a loe
popósito de impedir u obstaculizar la libre navegabilidad del espejo de aguas por buques normas aplicables a ese soberano. puertos.
navegación a todos los pabellones en el Río de ul tramar en toda su extensión, sino única- Además, el Uruguay presentó, en la Confe-
lle la Plata, tal como ha sido otorgada por mente a través de d~term inados canales que se 6. La irreverencia de invocar los princi-
rencia de Ginebra una enmienda a la mencio-
.X Uruguay, dentro de las potestades de su mantienen a la profundidad necesaria por me- pios relativos a las bahías para el caso del Río
nada proposición argentina, que fue aceptada
lio~mnf:a, en rnotori01 actos internacionales y dio de continuo dragado; y muchas otras pe· de la Plata, demostrada en el parágrafo ante-
por la delegación de este último país, "como
"e derecho interno, como ser, el protocolo Ra- culiaridades morfológicas, geológicas t? hidro- ~wr, haría, en rigor, innecesaria toda ulterior
una útil ampliación de su propio texto" según
liúrez-Sienz Peña, del 5 de enero de 1910, que gráficas, hace que no sea procedente, ni jurldi- argumentación.
la cual, esas disposiciones no se aplicarían a
la invoca en la nota verbal a que se da res- ca, ni geográfica, ni históricamente la preten- No obstante, estima este ministerio que no los canales balizados que dieron acceso a los
)Nata como de carácter permisivo; y la ley sión de considerarlo mar libre. No es mar, ni debe dejar pasar en silencio y sin respuestas puertos de más de tin Estado (Doc. ClJL68):
. adonal del 26 de junio de 1854. pertenece al mar. No le pueden ser aplicables, algunas otras afirmaciones de carácter jurídico lo cual pone aún más en evidencia que no pu-
!. En cuanto ·• loa reparos que, en la por lo tanto, los principios de derecho interna- que se formulan en la nota verbal N'? 1091 do tenerse a su respecto el propósito o la idea
llialama nota verbal de la embajada real de cional sobre los mares y 'bahías de gran anchu- que no concuerdan con los principios de dere- de su aplicabilidad en el Río de la Plata.
Jaa Países Bajos, se oponen al fundamento ju- ra ni tampoco las reglas que, inspiradas en ta- cho internacional vigentes y que envuelven in- 7 . Por último, el gobierno' de los Paí-
. ridico de la declaración conjunta del 30 de las principios, algunos tratadistas han conside- terpretaciones erróneas de alcance y significa- ses Bajos entiende que sería aplicable al Río
~ -.etc dt 1961, parece inferirse de su contexto rado posible extender a los estuarios. do de la Convención de Ginebra sobre mar de la Plata la llamada "regla de las 24 .millas".
·' .SCMral qut .e fundan en la opinión o creen- Por consiguiente, el gobierno de la Repú· terri torial y zona contigua de la que es sig- Pero es de hacer notar que la referida re-
da de que el Río de la Plata no seria un blica Oriental del Uruguay no puede aceptar natario este gobierno. gla -aparte de no ser aplicable a un río, como
'"do'" sino un "brazo de mar"; y que, en con- la tesis de que el Río de la Plata sea una "ba- lo es el de la Plata- tal como se establece en
hía" u otra porción de mar, ni, tampoco, las La real embajada de los Países Bajos trae
. fec:Uenda, le oer(an aplicables algunas de las re- el art. 79 de la convención sobre el mar te-
consecuencias que respecto de su territorio flu- a colación una proposición presentada por la
il• que el derecho internacional estatuye para rlelegación argentina a la Primera Conferen- rritorial y la zona contigua aprobada el 27 de
he ..bahías". vial pudiera pretenderse extraer de tal premisa. abril. de 1958 "se refiere únicamente a las ba-
5. También es propósito del Mi~isterio de ci;t de las Naciones Unidas sobre el Derecho
h afirma, además que, a partir de la línea del Mar. celebrado en Ginebra (Suiza), en el hías cuyas costas pertenecen a un solo Estado",
Relaciones Exteriores afirmar -como lo . ha- no existiendo norma alguna de derecho inter-
imaginarla Montevideo • Punta Piedras, ha~ia ce- que el gobierno de la República Oriental año 1958 (Documento A¡ Conf. l3/ CTL7 f Rev.
el este, existiría una simple ensenada de la l ), argumentando que ella fue rechazada en d nacional vigente que la haga aplicable a bahí~r
del Uruguay ha afirmado su soberanía en ·la multinacionales.
· coeta que, ¡urldicamente, no podría considerar- parte que le corresponde del Río de la Plata, plenario de la conferencia, no obstante ser de
M m oiquiera como "bahía". no como aguas territoriales, sino como aguas menor entidad que la "anexióp" del área del
Tampoco es aplicable, de acuerdo al pará-
grafo 69 del referido art. 79 de la Conven-
Y oe concluye, finalmente, con que el go· interiores. mar que supone la declaración conjunt<t del
ción de Ginebra, a "las llamadas bahías his-
D.lernc de l01 Pa(ses Bajos sólo estaría dispues- Tal afirmación de soberanía es confirmada !lO de enero de 1961. '
tóricas".
t\0 a considerar, en el Río de la Plata, como por un uso continuo que se extiende por un
El Ministerio de Relaciones Exteriores no 8. Por las razones que se dejan expues.
,""babia", la parte de su área qt,~e pudiera ence- largo período de tiempo en un tratamiento h is-
1J111ln• por una linea base imaginaria de 24 mi- cree que exista ninguna relación entre aquella tas, el Ministerio de Relaciones Exteriores se
tórico ininterrumpido, que se remonta a la pri-
.:Uas marinas de extensión. mera mitad del siglo XVI sin qu e lo al tere la proposición argentina y la declar ación con- ve en la precisión de expresar a la real emba·
junta, jada de los Países Bajos que, el gobierno de
, . 5. A este respecto, el gobierno de la ley de 1854, que, aunque per misiva, no es me-
nos un acto de soberanía indudable. la República Oriental del Uruguay, reitera su
a.epública Oriental del Uruguay estima que En efecto, por esta última no se opera nin-
radical disentimiento con los conceptos de ia
..anto la opinión o creencia en que se basan ta· Por otra parte, es evidente que el otorga- guna "anexión" de aguas del mar, sino que,
nota verbal a que se da respuesta.
kt reparos cuanto las consecuencias que de él miento de la libertad de navegación por con- simplemente, se resuelve un viejo problema his-
·H deducen no se ajustan a la realidad geográ- cesión del soberano según la ley de 1854, en tórico acerca del límite exterior del Río de 1 El Ministerio de Relaciones Exteriores haef:
fica, al tratamiento histórico, ni a los princi- "los ríos navegables de toda la república", ·o Plata, cuyas aguas, como se ha demostrado, propicia esta oportunidad para reiterar a }a
·pi01 del derecho internacional, porque el Río sea en aguas y dos interiores, no puede menos- Imnca fueron del mar y sl, siempre, de sus ri- real embajada de los Países Bajos, las seguri·
de la Plata es un ''río"; y lo es en toda su ex- cabar la soberanía, la continuada apropiación dades de su más alta consideración.
bereños. Es en tal sentido, no constitutiva de
temión, es decir, desde el paralelo de Punta ni los derechos del Estado respecto del territo- una situación jurídica nueva, sino declarativa Montevideo, 11 de febrero de 196!.
Gorda. en el departamento dt Colonia, (apro- rio fluvial nacional.
l. FRANCIA. dón d~ las aguas del Río de la Plata sean con·
firmados sin modificación en beneficio de las un "río", ~ino un esu~ano por t l cual el Rio ta Isla Brasilera hasta el paralelo de Punta
~IQbajada Uruguay se echaría al mar; y, 2«?) que el ar- Gorda, estará fi japo. . . etc.". ·
L J\ de ][rancia tiene el honor de
saludar muy atentamente al Ministerio de
Relaciopes Extel'iores, y de trasmitirle, por
naves cuya nacionalidad sea la de terceros paí-
ses. Ha tomado nota de que la declaración con-
junta mantiene en vigencia el protocolo Ra-
tículo qe la Convención ele Ginebra del 29 de
abr~l de 195& no sería aplicable al Río de ~a
5 . El carácter fluyial del Río de la Plata
resulta de los conceptos geográficos;· históriros
orden de su gobierno, la s1guiente comunica- mfrez • Sáenz Peña. del 5 de ene1o de 1910, y Plata porque el texto ~rancts del mencionado y jur{dicos aplicables. Su · denominadón de,de
ción: ar~icuio conserva la expresiQJ'l "sans former el tiempq ininemori:d; el régi!!lep jurfdicq e;.
agrad.ecería al gobu:rno uruguayo le diera la
El gobierno de la república ft·ances~ ha segundad de que dicha refer~ncia al acuerdo d'estuaire", que, en los textoJ inglés y espa· tablecido y el tratamie~to dado a esas aguas
a~udiado con la mayor atención la declaración d.e 1910 tiene por efecto el mantener en vigen- ñol s~ contendría elípticamente en las pala- por los ribereños des~e su independencia y
conjunta de lo$ gobiernos de Ut"ug~1ay y Ar- Cia el statu quo a,ttc. bras "directly" y "directamente", respectiva- por el soberabo antenor desde su descubri-
gentina de fechll 30 de enero de l96l, referen- La ~mi <tjada de Francia aprovecha esca mente. Y tal no sería el q¡so, ni del Ríp Uru- mient.o en 1516; los caracteres de sus aguas: el
te al régimen jurídi(:o del Río de la Plata. oportumdad para reiterar al Mmistelio de Re- guay, porque no desemboca directamente en ~1 declive de sus costas, la existencia y régimen
Loa gopiernos uruguayo y argentino invo- laciones Exteri01cs las segundades de S\1, más mar, sino a través de ljJl estuario, el Río de la de las profundas corrientes entre sus riberas;
can, en d1cha declaración, el artículo 13 del alta consideración. Plata, ni tampoco el de es~e último, porque, las condiciones .de e~c~sez qe s~11 fondos y ~:>·
Convenio de Ginebra de~ 29 d€ abril de 1958 aunque desagua directamente al mar, I}O sería nales; la no navegab1hdad del espejo de agJJat
aobrc .el mar territorial y la ;r;onc~ contigua, de- Montevideo, 17 de octubre de 1962. un do, $Íno un estuario. por buques de ultramar en toda su extensión,
' darac1ón cuyo texto francés reza romo sigue: 8. El gobierno de la Ref1Í¡plica Oriental sino únicamente a través de determinados ca.
••s¡ un fleuve se jette dans la roer sans {or- del Uruguay, e~tima que !as razones de hecho nales que se mantienen a la profundidad neo
M~NISTERIODE y de derecho en que se fundan todos Jos repa- cesaría por medio de continuo dragado; ·la
mer d'estuaire, la ligne de base est una ligne
«traite tracée a travers l'embouchure du fl euve RELACIONES EXTERIORES ros expuestos en la nota verbal a que se da ausencia de marea astronómica y ¡:nuchas otras
r~sp,uesta, no se ajustaq ~ la realiclad geográ- peculiaridades morfológicas, goeiógiclls e- hi-
c:ntre lee _(>Ointa limites de la marée entre les
fica, a] tratamiento histórico, a los principiO$
rives."
Aun cuando la1 pala.b ras "sans former ~;l'es­
E L Ministerio de Relaciones Exteriores pre-
senta sus más atentos saludos a la emba- del derecho internacional positivo, ni tampo·
co, a la Convención de Ginebra de 1958 recta-
dro.gráfic~s, hace 9ue n? s~a procedente, ni j~­
rídJca, m geográfica, m históricamente la pre-
tuaire'' no figuran expresamente en los textos jada de Fnncia y, con referencia a su no- te.nsión de considerarlo ~ar libre. No e~ mar,
inglé1 y español, en Jos cuales su significado es- ta verbal N9 41, fechada el 17 de octubre de mente interpretada, por cuanto el Río de la m pertenece al ¡:nar. No le pueden ser aplic~~
tá expresado por la palabra "directly" o "di- 1_962, relativa a la declaración uruguayo-argen- Plata no es el estuario del Río Uruguay, sino bles, por lo tanto, los principios de derecho in-
rectamente", es norma en el derecho interna- tma del 30 de enero de 1961, sobre deslinde un río con individualidad histórica e hidroló- ternaciona! sobre los mares y bahías d~ gran
cional, y sin lugar a dudas resulta conforme a del límite exterior del Río de la Plata, Liene el gica propia, que desagua directamente al mar. anchura m tampoco las r~glas que, inspiradas
la intenc;ión de los redactores de.l convenio in· honor de expresarle lo sigmente: 5. El Rio Uruguay, que, como. es de la en tales principios, algunos tratadistas hán con-
terpn:tar una expresión elíptica a I'a luz de l .. En la .u?ta verbal de la embajada de más elemental notoriedad, fue descubierto en siderado posible extender a los estuarios. Por
•.quel.la más explícita, que figura en otra ver- Francia se sohcttan algunas declaraciones res- enero qe 1520 por el piloto don Juan Rodrí- consiguiente, el gqbierno de la Repúblic:.t
IJÓn 1gualmente autorizada. pecto del alcance y las eventuales consecuencias guez Serrano, capitán de la nave "Santiago", Oriental del Ur1.1guay no puede aceptar laa
Siendo asf, resulta evidente que el precitado que los firmantes de Ja declaración conjunta de la expedición de MagaUaJ'leS, nace en las teorías de que el Río de la Plata sea, ni una
articulo 15 no puede aplicarse al Río Uruguay, del ~O de enero de 1961 atribuyen a este últi- estribaciones de la Serra do Mar, en el estado "bahía'"u otra porción del mar, ni un estua·
que se echa al mar formando un estuario (im- mo mstrumento internacional; especialmente, brasileño de Santa Catalina, en los 27909' de rio; así, como tampoco, puede aceptar las con-
propiamente calificado de "río"), el Río de la en cuanto a la libertad de navegación en el latitud sur de la confluencia de los ríos das secuencias que respecto de es'} parte de su te-
Plata~ ta.mpoco puede aplicarse a éste, por el Río de la Plata para los pabellones extran- Pelotas y das Canoas; y termina en el para- rritorio fluvial resultarían de la nota verbal a
h.echo m1smo de que no constituye sino un es- jeros. lelo de Pu.nta Gorda, en el departa~pento uru- que se da respuesta.
tuario, y no un río distinto que se echa direc- En cnanto a este punto, el Mimsterio de guayo de Colonia en los 35954', donde comien- 6 . Desde el momento que, como se ~a di-
camen.te al mar. Relaciones Exteriores se complace en expre- za su cqnfluencia cop el rjo Paraná, para for· cho, el Ríq de la Plata e~ un "río", carece d~
s~r -como lo hace- a la embajada de Fran- mar, juntp con el i~menso cauq¡t'l de este úl- relevancia poner atención sobre los supuestos
:En consecuencia, la pretensión de los go- timo, r¡mcho mayor que el suyo, el Río de ~a
biernos uruguayo y argentino de cerrar el Río oa que nada en la declaración conjunta del principios de· derecho internacional que la ci-
de la Plata por un aHnea imaginaria trazada ~O de _enero de 1961, persigue el propósito de Plata, su individualidad propia, distinta de la tada nota verbal entiende aplicables al men-
1mped1r u obstaculizar la libre navegación en qe sqs afluentes. cionado accidente geográfico, por no COflside-
desde el Cabo San Antonio hasta Punta del
el Río de la Plata, tal como ha sido concedida Así resulta de la historia, así resul ta de la rarlo río.
f:s~ carece de fu~damento jurídico y tiende a
por el Uruguay, dentro de las potestades de su consideración científica y asf, también, resulta Ello no obstante, este ministerio estima
teahzar una anex1ón de espacio marítimo por
soberanía,, el'\ notorios actos internacionales y del tratamiento j~ridico ipmemorial de sus ri- que no debe dejar pasar er silencio y sin re.-
JQs Estados ribereños, contrariamente al dere-
cho int~rn~ciqnal, · de derecho interno, tales como el protocolo bereñQs, comQ puede verse eptre otros J1lJme· puesta, afir~aciones de 'carácter jurídico que
Ramírez - Sáenz Peña del 5 de enero de 1910 t·QsísimQ~ ejemplQs, en el artÍf:ulo 19) del "Tra- no cqncuerdan con los principio~ de derechq
Por lo tanto, ~1 gobie:wo fra,ncés no pue-- citado en la nota verbal a que se da respues~ tado de Límites entre la República Oriental internacional hoy vigentes y que envuelven in-
de rec_?nocer ~1 estatuto jurídico que, en su de- ta, como de carácter permisivo y la ley nacio- qel Uruguay y la Repúqlica Argen~ina en el terpretaciones erróneas del alcance y significa-
dar~clón conJunta del 30 de enero de 1961, los nal del 26 de junio de 1854. Río Uruguay" firmado el 7 de abril de 19(H, do de la Convención de Ginebra sobre mar
SQb1ernos de Uruguay y Argentina pretendén en cuanto expresa: territorial y zona contigu¡~. de la que es sig-
•tribuir al Río de la Plata. 2. En la nota verbal del 17 de octubre de
1962, se formulan además, ciertos reparos al "El límite entre la República Oriental del nataria la República Oriental del Uruguay.
Ademá~, en el plano práctico, el gobierno fundamento jurídico de la declaración con- Urug~ay y la República Argentina, ep el Río 7. La historia fidedigna de la sanció~
francés estn~a que es in~ispensable que los de- junta uruguayo-argentina consistentes en con- Urug1-1ay, desde una linea aproximadamente del artículo 18 de la Convención <Je Ginebr~
rechos de hbre navegac1Ó'Q y de libre utiliza- siderar: 19) que el río de la Plata no sería normal a las pos wárgen~s del ~fo que pase de 1958, t~l como resulta de la documentación
por las proximidades de la pu~ta sudoest~ de de la Conferend• d.e ~~~ N3ciQnes Üpidas sq.

'
'
brcr el Derecho del Mar, contramce ae manera enos rue recnazacto por no alcanzar- la. mayo.. nal no pueden constaerarse obligatorios sino
radical la interpretación que del mismo se in- ría necesaria. 4. ESTADOS UNIDOS para las partes de tales acuerdos, ni pueden
tenta en la nota verbal de la embajada de De todos estos antecedentes surge con 'evi- afectar los derechos de las nO-partes de acuer-
Francia. En efecto: la primera comisión exa- dencia meridiana que la conferencia se pro- DE AMÉRICA do al derecho internacional.
minó el artículo 13 del proyecto de la Conven- nunció de manera terminante y expresa Ó>P· Se observa que las partes de la declaración
ción de Ginebra y las enmiendas presentadas tra toda mención de. Ja palabra "estuario", que EMBAJADA DE LOS ESTADOS del 30 de enero de 1961, intentan basar r.u
al mismo, en su 61 ?o sesión. figuraba en los dos párrafos del artículo 13 UNIDOS DE AMÉRICA actitud en el art. U de la citada convención
El texto de la Convención de Ginebra era del proyecto de la Convención de Ginebra, y sobre las aguas territoriales y la zona con~
sólo en el 29 de la primera comi$ión, por A embajada de los Estados Unidos de Amé- tigua. Sin 1 embargo este articulo se refiere a
como sigue:
"19 Si un río desemboca en el mar sin
formar un estuario, el mar territorial se me-
considerarlo vago, indefinibl~, inútil y de in-
salvables dificultades de aplicación pr~ctica,
1 _. rica saluda al Ministerio de Relaciones Ex-
teriores de la República Oriental del Uru-
ríos que fluyen directamente al mar, cosa que
no sucede con el Río de la Plata que fluye en
dirá 'a partir de una línea trazada de un ex- con lo cual estuvo de pleno acuerdo la propia guay y se honra en expresar la posición del una bahía o estuario. Además, el gobierno de
tremo a otro de su desembocadura." delegación francesa. gobierno de los Estados Unidos de América los Estados Unidos opina que las disposiciones
"29 Si un rio desemboca en el mar a tra- De manera que la subsistencia de la expre- con respecto al asunto siguiente: del art. 13 se refieren solamente a ríos q ue flu. ·
vés de un estuario que tenga un solo ribereño, sión "sans former d'estuaire" -en el texto La declaración firmada el 30 de enero de yen directamente hacia el mar desde el terri.
se aplicará lo dispuesto en el artícu lo 79." francés de la convención- , no puede interpre- 1961, entre el Ministerio de Relaciones Exte- torio un solo Estado y no a ríos cuyas costu
Como se ve, este texto distinguía, en cuan- tarse más que como un grave error del secre- riores y el embajador argentino tiene por fin pertenecen a dos o más Estados.
to al régimen jurídico aplicable a las aguas de tariado de la conferencia, que no mantuvo establecer el límite exterior del Río de la Por las razones anteriormente expuestas, el
un río: en primer término si lo hada a través como debió hacerlo, en él, ni decisiones ter- Plata que lo separa del Océano Atlántico. La gobierno de los Estados Unidos opina que laa
de un estuario o no. Si no había estuario, sus minantes de la conferencia, ni la correspon- línea divisoria como se define en e] parágrafo disposiciones de la decl.aración del 30 de eno-
aguas serían interiores, ya fueran uno o varios dencia '1 armonía exactas que debió existir en- 1) de la declaración es una linea recta imagi- ro de 1961, por cuanto tienen el propósito de
los ribereños. tre todos los textos en diversos idiomas. naria que une Punta del Este en el Uruguay 'Ser aplicables a otrás que las partes de la de-
De existir estuario, en cambio, se encara- 8. En resumen, el Ministerio de ReJa.· con Punta Rasa del Cabo San Antonio en la claración, son inconsistentes con los principioa
ban dos situaciones: si había un solo ribereño, dones Exteriores debe concluir como lo hace, Argentina. generales del derecho internacional y no están
se aplicaban las r eglas de las bahías, si había en que la declaración conjunta uruguar o· El parágrafo 2 de la declaración dispo- apoyadas en las disposiciones del art. 13 de la
más de un ribereño, no se daba ninguna regla. argentina tiene, ~n la combinación lógica de ne que la línea divisoria será también la línea Convención de Ginebra mencionadas. Por lo
Ahora bien, en el curso de la discusión la los hechos y el derecho pertinente, la fuerza base desde la cual se miden las aguas territo- tanto, el gobierno de los Estados Unidos st
delegación de los Países Bajos propuso la eli- decisiva de un silogismo, porque el Río de la riales. reserva su posición sobre la declaración "! no
minación del articulo· 13, fundándose en que Plata es un "río", es un río que se vierte di- El efecto de estas disposiciones, si válidas, la. considera como afectando de ningún modo
no se sabe cuál es el significado exacto de la rectamente al mar: y en él entonces, la línea &ería el de reducir todas las aguas del Río de sus derecl10s y los derechos de sus ciudadano&.
palabr~ "estuario" ni qué diferencia existe en- de base a partir de la cual ha de medirse el la Plata, del estuario, desde la línea divisoria de acuerdo al derecho internacional.
tre un rio que "desemboca en un estuario y mar territorial de sus ribereños será "una línea hacia la costa al status de aguas invernas, La embajada de los Estados Unidos de
un rfo que desemboca directamente en el recta a través de su desembocadura (Punta del mientras que h acia el océano se hallaría el cin- América aprovecha esta oportunidad para reÍ·
mar" (vol. 4p. 108). Este - Punta Rasa en el Cabo San Antonio)", turón de aguas territoriales. terar al Ministerio de Relaciones Exteriorel
El representante de Estados Unidos, propi- "entre los puntos de la línea de bajamar en las El gobierno de los Estados Unidos consi- las seguridades de su más alta consideración.
ció, a su vez, la supresión del párrafo 2 del orillas". · dera que estas disposiciones son contrarias al
9. Asimismo, el ministeriQ concluye en Montevideo, 22 de enero de 196!.
proyecto, por considerarlo "difícil de aplicar derecho internacional, como se r efleja en la
e innecesario". "Estuario -dijo-- es un tér- que no existen normas de derecho internacio- ·convención de las aguas territoriales y la zona
mino carente de significación precisa, jurídica nal positivas aplicables a los estuarios, ni a los contigua, adoptada como primera ley d,e la MINISTERIO DE
o geográfica. Se deriva de la palabra latina ríos que desagüen a través de estuarios, ni me- Conferencia del Mar en Ginebra en 1958. El RELACIONES EXTERIORES
c<estus:o que significa marea, pero, con frecuen- nos al'm, en esta última hipótesis, cuando ha- art. 7Q de esta convención establece los prin-
~- 65 f 96~.
cia, los efectos de las mareas se presentan mu- ya más de un ribereño. cipios que rigen el status de las bahías cuyas 1

lO. Por todas las razones sumariamente ex- Ministerio de Relaciones Exteriores _rr•
L
cho más arriba del lugar que generalmente se
considera como la desembocadura del río".
(doc. C. IfL 125).
puestas, y por otras muy numerosas coinciden-
tes y coadyuvantes, que no parece indispen~a­
costas pertenecen a un solo Estado. Por las dis-
posiciones del art. 7Q, las líneas limítrofes de
tales babias no deben exceder de 24 millas.
E senta sus atentos saludós a la embaJada
de los Estados Unidos de América y con
Los representantes de Uruguay y Panamá, ble desarrollar en la presente oportunidad, Con excepción de las bahías cuyas costas per- referencia a su nota verbal de fecha 22 de
junto con los de Francia - circunstancia ésta, perol de que el ministerio hace reserva expre- tenecen a un solo Estado no existe base cono- enero de 1963, relativa a la declaración utn·
que el ministerio no puede dejar de señalar sa para usar, en caso necesario, el gobierno de cida en el derecho intern acional para Estados guayo - argentina del 30 de enero de 196 1, so-
~specialmente-. apoyaron la propuesta de Es- la República Oriental del Uruguay se ve en costaneros que reclamen las aguas de una ba- bre deslinde del límite exterior del Río de la
tados Unidos por entender, también, que e1 la precisión de reiterar a la embajada de hía (o estuario) fuera del límite tle las aguas Plata, tiene el honor de expresar lo siguientes
término "estuario", es de muy difícil defini· Francia su radical disentimiento con los con- territoria les medidas desde la marca de agu as 1 . En la refetida nota verbal, se plantea la
ción. ceptos contenidos en la nota verbal que se bajas en la costa como linea base. posición del gobierno de los Estados Unidos
Por último, en el curso de la 19\1- sesión contesta. Pryr eAO, en el caso de una bahía multina- de América r especto de la declaración suscrita
plenaria, la conferencia examinó el problema El Ministerio de Relaciones Exteriores ha- CIOnaL las aguas de la bah la fuera del mar el 30 de enero de 1961, entre el seiior ministro
del artículo 13, a propuesta de Ecu ador, se ce propicia esta oportunidad para reiterar a 1,.1-ritorial a lo largo de las costas deben consi- de Relaciones Exteriores del Uruguay y el
votaron por separado los dos párrafos del tex- Ja embajada de Francia, las seguridades de su w:•·a rse corno alta mar. Los acuerdos en tre los excelentísimo sefí~r embajador ele la Repú·
to aprobado en comisión: y el segundo de más alta consideradón. ' Es tados costaner.os de una bahía mul tin acio- blica Argentina ante el gobierno uruguayo,

NUM~RQ 201 D I C IEMBRE 1SI6B PAG. S?


fijando el limite exterior del Río de la Plata. Por cons1guiente, el gobierno ~ la R.epU- Unidos de que "el gobierno de los Estados Uni-
- -
rácter universal, sobre casos como el Plata, cu-
El gobierno de los Estados Unidos se re- blica Oriental del Uruguay no puede acep~~ dos se reserva su posición sobre la decla- ya línea de base se ha convenido con el ovo
aerva su posición sobre la declaración del 30 la teoría de que eJ Río de la Plata sea una . ración y no la considera como afectando de ribereño, la República Argetttina .
de enero de 1961, por entender que el propó- "bahía" u otra porción del mar donde a Jos nihgún modo sus derechos y los derechos de El Ministerio de Relacionea Exteriom b..
sito de aplicar sus disposiciones a terceros Es- ribereños sólo les corresponda la franja de sus ciudadanos de acuerdo al derecho inter- ce propicia esta oportunidad part reiterar a la
tados ea inconsistente con los pdnc1pios gene- aguas territoriales paralela a stts costas, siendo nacional", es de observar que, a juicio del go- embajada de los Estados Unidos de América
rales del derecho internacional, y· no tiene apo- el resto, mar abierto; no puede tampoco acepo bierno uruguayo, no existen principios reco- las seguridades de su más alta consideración.
yo en la!l previsiones del art. 13 de 1a Conven- tar las consecuencias que respecto de esa parte nocidos por el derecho internacional, con ca- ' Montevideo. 13 de junio de 1951.
ción de Ginebra sobre el mar territorial '1 la de su territorio fluvial, tesultar!a de la nota a
tona contigua de 1958. que ~e da respuesta,
Esta reserva se funda el'l que, a juicio del 1. La irrelevancia de invocar los prino-
gobierno de los Estados Unidos de América:
IQ) El Río de la Plata fluye al mar en una
pios relativos a las bahías para el caso del Río
de la Plata demostrada en el parágrafo ante·
111
dor har~a, en rigor, innecesario contestar este
"babia o estuario". 2'?) De tal suerte, se le de-
ben aplicar la!l regl~s relativas a las b~hías. aspecto del problema. No obstante, estima este EL PROTOCOLO DEL RlO DE LA PLATA
2. El gobierno de la República Oriental ministerio que no debe dejar pasar en si-
lencio y sin respuestas afirmaciones de carác- El plan referido fue estudiado,' en el fe
del Uruguay estima que las premisas que fun- hito de la cancillería uruguaya, por la e().
damentan la nota a que se da respuesta, no se ter jul'fdico que no concuerdan con lm princi- El ·•protocolo del R!o de lá Plata", firmado
pios de derecho internacional hoy vigentes y misión creflda por resolución de Et:tha U de
ajustan a la realidad geográfica, al tratamien- t l l 4 de enero de 1964, puso fin a una tues- junio de l9ol, integrada por el capitán de
to histórico, a los principios del derecho inter- que envuelven interpretaciones erróneas sobre Hón internacional pendiente, tlio las bases para
el alcance y significado de la Convención de navío José Miguel Alvare:t, el capitán de íta-
nacional y, menos aún, a la Convención de la realización del levantaU!iento integral del gata Román Orozco ROdríguez y él doctor Al·
Ginebra de 1958, por cuanto: Ginebra sobte mar territorial y zona conti· .Plata sobre la ba~e del estudio y la ejecución
gua de la que es signatario este gobierno. varo A1varez, así como por el asesor diplomá-
l) El Río de la Plata es un río que desem- internacional de la obra y, por último, reiteró tico y director del Departamento de Límitea
No es acorde con los principios y reglas y completó las normas que determinan el sta-
boca directamente en el mar. del derecho internacional la asimilación de Internacionales, doctor Gilberto Pratt de
tus jurídico del río.
2) No existen reglas vigentes de derecho los estuarios a las bahlas o de éstas a aquellas, Maria.
El Ministerio de Relaciones Exteriores al
internacional que asimilen los estuarios a las ni la afirmación de que las normas que rigen -publicar el texto del protocolo y los princi· El 23 de octubre de 1953, el Boletín Ofi·
bahías o éstas a aquéllos, o que hagan aplica- en .materia de bahlas son aplicables a los es- pales documentos vinculados con el tni"smo, es· Cial de la Republica Argentina publitó el n ..
bles a lo& estuarios las normas que rigen las tuarios. t1ma que realiza una necesaria labor pat'á hacer creto n9 8.984 de 8 de octubr~: de 1963 por
bahías. Es bien significativo al respecto lo ocurrido conocer adecuadamente la política exterior de el que se encomendaba a la setteUttiá de Ma.-
3. El carácter fluvial del Río de la Plata en la Conferencia de Ginebra de 1958, cuando la república. rina el levantamiento integral del ruo de la
resulta de los conceptos geográficos, históricos s~ eliminó en la convención, una disposición Pero se há conceptuado que es, asimismo, Plata.
y jurídicos aplicables, Su denotni~ación desde contemda en el proyecto de la comisión de .útil, acompañar la publicación de esos docu·
tiempo inmemorial; el régimen jurídico esta- derecho internacional, en la que se preveía mentos eón una breve reseña de la cuestión y
blecido, el tratamiento dado a esas aguas por expresamente, en un inciso segundo del art. con la referencia á otros antecedentes que pue- .,obre la base de los asesoramientos antea
los ribereños desde su independencia y por el 13, que "si el río fluye en un estuario cuyas den ayudar a ilustrar mejor diversos aspectos referidos, y frente al conocimiento de e~te de-
soberano anterior desde su descubrimiento en costas pertenecen a uñ solo Estado, se aplica- del problema del Río de la Plata. Creto ley, el Consejo Nacional de Gobierno, ~1
1516, los caracteres de sus aguas, el declive de rá el art. 79, relativo a las bahías". 26 de noviembre de 1963 resolvió: "inmuir ll
aus costas, la existencia y régimen de las pro- Esta disposición, que extendía a ciefitm es- 11 ministro de Relaciones Exteriores a efeetos de
fundas .corrientes entre sus riberas, las condi- tuarios el régimen de las bahías fue suprimida El "Pian de Levantamiento Integral del que, por la vía pertinente, se cornunique 'al
cione~ de escasez de sus fondos y canales, la a propuesta de Holanda y Estados Unidos, con Área del Plata" fue ejecutado por el servicio gobierno de la Rept\blica Argentina que el gó·
no navegabilidad del espejo de aguas por bu- el apoyo de Francia, Uruguay y Panamá. de Hidrografía Naval de la secretaría de Ma· bierno uruguayo reitera 11u total adhesión a la
ques de ultramar en toda su extensión, sino 5. Según resulta de lo ya expuesto, la de- rina de la República Argentina y publicado declaración conjunta argentino-uruguaya del
únicamente a través de determinados canales claración del 30 de enero de 1961 es perfecta- en julio de 1963 en los talleres gráficos del 30 de enero de 1961, sobre régim~:n J·urídico
que se mantienen a la profundidad necesaria mente ajustada ,a la naturaleza geográfica del servicio de Hidrografía N aval, Buenos Aires. del Río de la Plata, reafirmando sus erechos
por medio de continuo dragado, la ausencia de Río de la Plata, al tratamiento histórico, a No se envió, con comunicación escrita, nin- soberanos sobre sus aguas jurisdiccionales y su
mareas astronómicas, y muchas otras peculiari- los principios de derecho internacional que. ri· gún ejemplar de esta obra a las autoridades derecho e intetés a actuar en comúfi con la
dades m.orfológicas, geológicas e hidrográficas, gen la materia, :~ las reglas de la Convenctón uruguayas. . Argentina en la planificación y ejecución de
hacen que no sea procedente, ni jurfdica, ni de Ginebra de 1958 y, en particular, a su ar- Sin embargo, en los primeros días del mes toda obra de relevamiento integral del área
geográfica, ni históricamente, la pretensión de ticulo 13, que al legislar sobre la línea de base de octubre de 1963 la cancillería tomó con- del Plata".
considerarlo mar libre. No es mar, ni pertene- del mar territorial en la desembocadura de lot tacto con dicho plan en virtud de haber sido El 28 de noviembre de 1963 se entregó a
. ce al mar. No le pueden ser aplicables, por lo ríos, no hace distinción alguna entre aqu-ellot entregado personalmente un ejemplar por el la embajada argentina en Montevideo, una
. tanto, los principios de derecho internacional ríos cuyas costas pertenezcan a dos o más Es· sF.ñor embajador de la Argentina y de haber "nota verbal" redactada sobre la base de la
sobre los mares y bah!as de ~an "nchnra, nt t<>.do~ y aq uellos ríos pertenecientes a un 1'1'J1, llegado otro al Ministerio de Relaciones Ex- resolución del Consejo. A esta nota siguió una
tampoco las reglas que, in - nira<h~ en 1:> 1 --s Es·-'10. teriores, proveniente del Ministerio de Defen- de la embajada argentina del lO de didem·
principios, algunos trat:1distas h'ln considerado fi . En relnción con las re~ervas expresa- sa Nacional, acom pañado de una nota del mi- bre de 1963 y una segunda de la cancillería
posible extender a los estu<~rios das en la nota de la embajada de lo5 Estados nistro, general Modesto Rebollo. uruguaya del 17 de diciembre de 1963. <1 )

PAG o .. CUADERNOS DE MARCHA


IV permitido solucionar todos los problemaa té, por último, el NQ 5 del proyecto original Logrado el aj uste definitivo del texto, el
que se han planteado hasta hoy, constituye argentino, que se translormaría en el N'? 6 m1smo fue puesto. en conocimiento de la ma-
El 7 de diciembre de 1963, pocos días aes- una base que permite encarar la solución del texto definitivo, dado que no se preveía yoría del Consejo Nacional de Gob~rno y de
puél de la presentación de la primera nota de algunas cuestiones aún pendientes que el establecimiento de una comisión mixta. los consejeros de la minoría, doctores Amfl.
uruguaya, viajé a Buenos Aires con motivo de subsisten como consecuencia de la actual Después de una extensa, pero muy cordial car Vasconcellos, Alberto Abdala · y general
la · entrega a la comisión técnica mixta del situación del Río de la Plata. deliberación, se modificó el texto del artículo Osear D. Gestido el lunes 13, que se manifes-
proyecto elaborado por la firma consultora so- "Mi gobierno aspira a que puedan con- 4'? en términos relativamente más aceptables taron de completo acuerdo con su texto, r~
bre el Salto Grande. cretarse, a breve plazo, soluciones justas y para el Uruguay y se admitió la creación de solviéndose autorizar al ministro de Relaciones
En esa ocasión visité, acompañado del en- equitativas a este problema, y en ese sen- una comisión mixta. Exteriores a' firmarlo el día 14 de enero e~
cargado de negocios del Uruguay, embajador tido está dispuesto a iniciar los contactos De regreso en Montevideo, y luego de con- Buenos Aires.
Juan Carlos Risso Sienra, al canciller argen- conducentes a lograr los necesarios acuer· sultar al Consejo Nacional de Gobierno el Después de realizada ia firma, el jueve~
tino, doctor Miguel Angel Zavala Ortiz. dos entre nuestros respectivos países." día 9 de enero, volví a Buenos Aires para tra- 16, el ministro dio cuenta de lo actuado 'y
En una extensa conversación, le expliqué tar de obtener unas modificaciones en los ar . se resolvió incluir en el acta del Consejo ~a­
detenidamente la seria .preocupación que ha- En los últimos días del mes de diciem· tículos 4Q y 6Q. · cional de Gobierno de ese día, el texto de]
bía causado en el Uruguay el Plan para el bre, después de recibida en la Argentina la En el 4Q, a efectos de que la obra no protocolo y las palabras del canciller uruguayo
Levantamiento Integral del Plata y el decre- nota uruguaya, viajó a Montevideo el encar• quedara como una iniciativa argentina a la prqnunciadas en el acto de la firma, por cuan,.
to ley del 8 de octubre de 1963. gado de negocios del Uruguay, embajador cual Uruguay sólo se adhiriera prestando su lo se consideró que este discurso constituía la
Le expresé, finalmente, que estaba seguro Juan Carlos Risso Sienra. En una entrevista colaboración, sino como una realización co- auténtica interpretación uruguaya del alcanc~
d~ la buena voluntad del gobierno argentino mantenida con el señor ministro y conmigo, se• mún, hecha es cierto, sobre la base de un y del sentido de documento firmado.
para solucionar el problema, que no dudába- convino que existiendo buena disposición de proyecto argentino, pero cuyo estudio defini- No es posible terminar esta reseña sin de.
mos de que se llegada a un acuerdo sobre la parte de la cancillería argentina, se propusiera tivo y cuya ejecución corresponderla, en un JaT constancia especial de la comprensión, la
base del reconocimiento de los legítimos dere- concretamente la redacción de una declaración plano de igualdad, a los dos países, actuando buena voluntad, el amplio espiritu de justicia
chos de los dos países, y que, desde ya, le conjunta. de común acuerdo. Se logró finalmente solu- y la clara visión internacional del canciller
insinuaba la posibilidad de terminar la cues· Muy pocos días después, el embajador Ri· cionar este problema. Zavala Ortiz y de sus asesores, que ·hicieron
tión mediante una declaración conjunta que En cuanto al artículo 69, la comisión m ix- posible llegar finalmente al feliz resultado
liSO Sienra informó que la cancillería de la re-
resolviera el caso pero que, además, diera un pública hermana estaba de acuerdo en esta so- ta, que en la primera redacción quedaba como obtenido.
paso adelante sobre el protocolo Ramfrez- lución y que elaboraría un anteproyecto para una comisión encargada de los problemas que
Sáenz Peña y la declaración conjunta del ~O pudieran suscitarse, es dectr, no como un ór-
ser discutido. El Protocolo del Rfo de la Plata pone fin a
de enero de 1961, avanzando positivamente en gano de acción directa, sino más bien como
El día 3 de enero de 1964 con conocimiento
el camino de la dilucidación definitiva de los un órgano de armonización, se aceptó que la incidencia antes referida, en una forma
del Consejo Nacional de Gobierno, me tras-
problemas del Plata. tuviera a su ca1·go las cuestiones referentes al que puede conceR,tuarse altamente satisfao-
ladé a iBuenos Aires en compañía del asesor
El canciller argentino, con toda cortesfa, se levantam~ento integral deÍ Plata, referidas en toria para ambas partes. Es evidente . que.
letrado del ministerio doctor Carlos M. Ro- como se ha reconocido, ! 2 ) era necesario termi·
limitó a expresar que estudiaría el asunto y los párrafos 3 y 4 de la declaración.
mero y del señor Raúl Benavides para tomar nar con el intercambio de notas, llegando.
someterfa la sugerencia al presidente Illfa. conocimiento del ante-proyecto argentino, e Los delegados argentinos, por su parte,
El 10 de diciembre, se recibió en Monte- propusieron agregar un artículo 7'?, mera- mediante contactos directos, a una solución
iniciar las negociaciones pertinentes. Concurrí fundada en la afitmación, en un documento
vida la nota respuesta argentina al primer do- mente de forma, relativo a la denominación
al palacio San Martín con mis acompañantes común, de un conjunto de principios y pr•
cumento uruguayo, entregado por el embaja· del protocolo.
dor don Pablo Santos Mufioz.
y encargado de negocios del Uruguay emba· Analizado nuevamente el documento en ceptos aceptados por ambas partes.
jador Juan Carlos Risso Sienra. Fuimos red·
Esta fue contestada por una segunda nota Montevideo, se juzgó necesario el cambio de
bidos por el canciller Zavala Ortiz, asistido VI
uruguaya, que lleva fecha 17 de diciembre de una palabra en el artículo 4Q, sustituyendo
del jefe de su gabinete técnico, embajador
1963, en la que se consideró imprescindible, la expresión "comunicado" por "presentado", a El protocolo en sus artículos 3, of y &, d~
doctor Constantino Ramos; del doctor José
aunque sin llegar a formular estrictamente una efectos de señalar más claramente que el plan las bases para el levantamiento integral del
María Ruda, consejero legal; del ministro
protesta, precisar con toda claridad y en tér- argentino no había llegado en su momento Plata.
Santos Goñi, director general de política; del
minos bien definitivos y radicales, los dere· al Uruguay por la vía pertinente, mediante Este levantamiento, que se reconoce de
doctor Hugo Gobbi, director del departamento
chos del Uruguay y su posición frente al plan una regular comunicación escrita y la modifi- "urgente necesidad" (artículo 3), ·se ha de efeo-
de América del Sur y del doctor Domingo Sa-
'Y al decreto ley argentino. Los últimos pá- cación del artículo 6Q para que se hiciera re- tuar sobre un "estudio definitivo'' que habrá
baté, asesor del canciller argentino.
rrafos ·de la nota uruguaya recogían la suge- ferencia sólo al numeral 49, con la cual se pre- de realizarse toman~o como antecedente el
El texto de este ante-proyecto nos pareció
rencia 'verbal hecha al canciller Zavala Ortiz, cisaba aún más que la competencia de la " Plan de Levantamiento Integral : del ·Río d(t
aceptable hasta el artículo 3Q. De tal modo,
exi:>resando: comisión mixta, era concretamente el estudio la Plata" presentado por el gobierno·argentino
el preámbulo y los tres primeros artículos del
definitivo y la ejecución del plan: (artículo 4). El protocolo crea una comisiótt
"El gobierno uruguayo toma nota de texto ·actual, corresponden al primitivo ante
t{Ue el gobierno de la República Argenti- proyecto argentino. Obieté, en cambio, el ar- A efectos de obtener el acuerdo argentino mixta, "integrada por representantes de los
na reitera su adhesión al protocolo del 1O ticulo 4Q. Sugería, asimismo, que el párrafo para estas nuevas modificaciones viajó a Bue- gobiernos", para considerar las cuestiones re-
de enero de 1910 y a la declaración con- final de este artículo del proyecto argenti no, nos Aires, el día 10 de enero de 1964 el doctor ferentes al "Plan de Levantamiento Integral del
junta del 30 de enero de 1961. relativo al reconocimiento recíproco de las iu- Carlos M. Romero, que finalmente obtuvo, Río de la Plata señalando ·en el parágrafo 49'"•
"Mi gobierno estima que estos do~ 1m rt•rl icrione~ Pn el río. constituvera, por ~u
después de vencer algunas dificultades, la Estas cuestiones son, como resulta del refe-
trume'ntos internaciPnales. ex prc~ ión ric 1111 flnnn r • ~·- r •tn att!cu!O indPTJenc!ient". ¡¡) OIH' aprobación por la república hermana, respecto rido parágrafo, el "estudio definitivo" y la
criterio común y de un espíritu que ha darla l' l t\9 5, lo que iu~ admitido. l'<o ac.cp· a esta propuesta uruguaya. '"ejecución" del plan.

... ,. - - •fA
VIl Ahora ha quedado definitivamente &ope- procedlnliento que descarta las actitudes uni - (3 bis) El autor refiere al original, -..r aquf
rado el problema, ll'l.ediante un reconocimiento laterales. De tal modo, el protocolo de 1964, el texto de la Declaración de 1961 en pflg. 84.
(N. de R.)
Pero el prótocolo no se limita a resolver recíproco de los Estadoa ribereños, de qut además de reafirmar la doctrina tradicional, ( 4) Carta de Bar.tolomé MUr• en "Cottet-
la incidencia pendiente y a prever la ejecu- ambos ejercen jurisdicéión sobre el Plata. crea instrumentos para la mutua colaboración ponde~cia Mitre-Eliz!ilde", Universidad de Bue<o
ción internacional del plan de levantamiento Se mejora, sin duda alguna la solución dá- pe Argentina y Uruguay en el ejercicio de su n?s AJres, Buenos Arres 1960, P. 531, en que ..
da por el protocolo del 5 de enero de 1910. jurisdicción sobre el Río de la Plata". (12) dtCe: 'He leído su articulo sobre la cuestión del
del plata, sino que, además, contiene diversas U~f'uay y me parece insostenible negar cond~
normas referentes al "status jurídico" del Río En efecto este protocolo se limita a establecer: El resultado logrado es plenamente satis· mmto de hecho o de derecho a la naclón que
de la Plata (artículos 1, 2 y 5). "l.a navegación y uso de las aguas del Río de factorio ya que la cancillerJa uruguaya insistió lleva su ~ombre con acuerdo nuestro. Deduci7
Se reitera en primer término, por el articu- la Plata continuarán sin alteración como has· en sus dos notas, de atuerdo con la doctrina esto del s1Iencto de la Convención de Paz al no
ta el presente ... " tradicional, de que ciertas obras de in~rés mencionar el Uruguay cuando del (sic) Río de
lo 1, el principio afirmado en el protocolo d el la Plata, es una interpretación violenta y ase•
5 de enero de 1910 de que la navegación y el Aunque por ¡us antecedentes, este texto común en el Plata requieren necesariamente gurar que eso es lo estipulado expresamente
uso de las aguas del Río de la Plata continuá· racionalmente interpretado, supone e implica el acuerdo previo de ambos gobiernos. (13) en 1!1 Convención Preliminar de Paz, no u os•
rái'l sin alteración como hasta el presente y que un reconocimiento de la jurisdiccióh urugua· tenslble ante su texto, ni tampoco se deduce de
ya C~>. es evidente que no es claro ni definitivo Vlli los protocolos correspondientes. Seda necesario
cualquier diferenCia que con este motivo pu- exhibir estipulaciones expresas al respecto para
diera surgir será allanada y resuelta con el al respecto y que permitía sostener hásta aho- Como lo ha destacado unánimernente la calificar eso de derecho positivo y conven'cional
mismo espíritu de cordialidad y buena armo- ra, opiniones como esta, que acaba de publi- prensa del Uruguay y d e la Argentina (H), como usted lo hace, partiendo de una dcducci6~
carse: "no es lo mismo conceder el uso de esLe protocolo muestra una firme volul1tad de q_ue cuando más serta una interpretación tc6-
nía que han existido siempre entre ambos ncaÍ forzando el sentido de los antiguos tratadot~
países. sus aguas, a los fines de la navegación, por colaboración y ratifica una hermandad entre de imites que oscurecerla más. la cuestión"
AMID.ismo se rettera en el artfculo 2, de la parte del lJurguay o de cualquier otra na· dos pueblos que asegura una permanente wm "~etrotraPr la cuestión al tratado de limitet
declaración conjunta del 30 de enero de 1961 , ción de la Tierra, que saber cuál es el país prensión y la solución armónica y feliz de con el Portugal en 1777, para deducir de el que
que ejerce la competencia éstatal sobre el todos los problemas internacionales que pu- el Urug_uay es neutro, no tiene objeto desde que
cuyo texto, demás documentos conexos y no- el Bras1l nos lo cedió en la parte que se trata
tas explicativas que fijan su alcance y trascen- rro" (1o). El protocolo de enero d e 1964, én dteran plantearse entre los dos Estados. por Convención de Paz de 1828, y si es que tiene
dencia, se publican en la primera parte de el articulo 5, al establecer que ambos gobier· 7-Uctor G1·ós Espicll algún objeto sería para disputarle su soberanfa
tste libro. e• bis) nos se reconocen recíprocamente, judísdicción al Brasil en la parte superior del rlo".
Pero además el protocolo establece en su sobre el Río de la Plata, no se limita ya a (1) Estas notas provocaron muy abundan . "Además de eso, desde c¡tue usted dijo en d
tes comentárlos periodísticos. Además de la cam· pnme~ articulo que el gobierno debl:a proced•
artículo 59: "La ejecución del plan de levan- efectuar un mero reconocimiento del derecho inmed1atamente a ocupar todas las islas del Uru•
al uso de las aguas, sino que hace además, paña de "El Debate" de Montevideo, iniciada
tamiento integral no alterará las jurisdicciones pocos días después de la resolución del Consejo guay, como medida previa a toda negociación.
que los países ribereños han venido ejerciendo una afirmación expresa y reciproca de sobe· Nacional de Gobierno del 26 de noviembre de Y no se Je insista sobre esto probando el dere-
ranía, de lo que resulta que la solución lo· 1963, merecen recol'darse los siguientes editoria· cho. para hacerlo, quedamos en completo de..
en el Río de la Plata, únicas que ambos go- cub1erto. Usted mismo me ha dicho al observár-
grada és mucho más definitiva y radical que les: "El Diario", Montevideo, 10 de diciembre de
bierno~ reconocen t!óbre dicho río''. 1963: "Episodio que debe superarse. El Plata no le lo ~iolento _e irreg.ular de este proceder, que
En vir-tud de esta norma no sólo el Oruguay la de 19Iú. (11) separa: nos une a la Argentina"; "El Plata" e!ltend1a refel'l.l.'l!e Únicamente a las islas argen•
y 13 Argentina declaran qué ningúh tercer Como ha seflalll.do recientértlente el pro- Montevideo, 23 de diCiembre de 1963: "Inciden: tmas. Luego usted admite islas orientales y ad·
te provechoso, las notas argentino-uruguayos -so- miUéndolas reconoce ert el hecho un territorio
Estado podrá ejercer jurisdiééióñ «6oté él Plata, fesor Eduardo Jirnénez de At'éthága: "El Pro. fluvial !il Estado 01iental un talweg, y por con•
b~e el Plata"; "El Pafs", Montevideo, 1~' y 2 de
puesto que sus aguas fluvialei són águ M inte· tocolo dél Río de la Plata del 14 de el'lero de d1ciembre de 1963: "Naturaleza jurídica del Rfo secuencia le reconoce el mismo condominio que
riores, sino que, asimisnlo, los dos Estados ri. este año, además de reiterar ]a convención de la Plata" e ••Historia sin drama"; "Época" le negaba". "Ni Rosas ha pretendido eso y la
Ramírez-Sáenz Peña de 1910 y la declaración Montevideo, 21 de diciemb:te de 1963: "Un riÓ cita de· Angelis lo prueba, sin dar ni quitár de·
berefíos se reconocen recíprocamente jurisdic· recho."
rtón sobre el do. conjunta de 1961, descarta toda posibilidad de que une también separa". "La Nación" Buenos
Aires, 18 de diciembre de 1963: "Sobre el Rfo "Por otra parte, la República Oriental ha
Es decir que st pone fin definitivaméllté, actitudes unilatetales en problemás toncernien- que une" y "La Prensa", Buenos Airés, 20 de ejercido actos de soberanía en las aguas del
por un acto bilateral, a la tesis, sostenida en tés al Rio de la Plata. En este plano, se encon· diciembre de 1963: "El relevamiento del Rfo de Uruguay, que son una accesi6n de su territorio
:~ lgunas ocasiones, que negaba al Uruguay to· traba el decreto del 8 d e octubre 9.e1 gobierno la Plata". y parte integrante de él y aun cuando no podría
(2) Editoriales de "La Prensa" de Buenos precisarlos todos, hay algunos de ellos que han
do derecho sobre las aguas del Plata, en par- argentino del presidente Guido, al disponer ta· tenido el asentimiento tácito o expreso del go•
Aires del 20 de diciembre de 1963 y del 18 de
IJ~ar, y de los 1íos limftrofes c'on la Argen- reas que deben ser realizadas conjuntamente enero de 1964: ''El protocolo uruguayo-argenti· bierno argentino, sin ninguna protesta ni rei·
tina, en general. () de común acuerdo. "El nuevo protocolo, en no" y de "El Diario" de Montevideo, del 15 de vindicación en el espacio de más de medio siglo.
Es cierto que esta tesis no fue expuesta su artféulo 49, expresa que carnbos gobiernos enero de 1964: ''La cuestión del Río de la Plata. Le adjunto como prueba una hoja de 1834 sobre
Un episodio que reafirma la amistad riopla- el balizamiento del Río Uruguay ejecutado por
~n la Argentina smo en algunas pocas ocasio- manifiestan su ~oluntad de contribuir técnica tense". el Estado Oriental, en que creo buscó el con-
nes y que nunca constituyó la inalterable po- y financieramente al levantamiento lntegtal (3) La más completa recopilación de antece- curso del gobierno argentino, que no obtuvo se.
~Jdón oficitll del gobierno de la rept'lblicit del Rlo de la Plata." y el artículo 59 determina dentes documentales sobre este Protocolo, que gún mis recuerdos, pero que, de todos mod<>~,
qt1e ''ambos gobiernos, áin perjuicio de la ctra• conocemos, es la que se encuentra en el libro probaría que no le negó el derecho de practicar
herm ana, Por el contrario, ha tenido en la de J. E. Williman, "El doctor Claudio Williman. ese acto solemne de soberanía."
Argentina misma alguno de sus mejores y más dón de una comisión mixta irttegrada por re- Su vida pública". Montevideo 1957, pág. 625-690. "Como yo se lo recordaba a usted nosotroa
radicales críticos. e•> Pero ese criterio, anacró- presentantes de lo~ dos gobiernos, pará eón· Un buen reswnen de los antecedentes del inci- mismos habíamos reconocido al gobierno orlen·
nico, antijurídico y antihistótiGó, fundádo en siderar las éuestiones referehtes al "plan de dente que se resolvió con el protocolo de 1910 tal el dominio soberano de su tenitorio fluvlsl
levantamiento integral del Río de la Plata", y de los argumentos orientales, puede encontrar- cuando estábamos en el gobierno y en el artfcu•
razones destruidas hace ya muchos años, que se en Eduardo Acevedo, Anales Históricos del lo de La Razón que le adjunto verA que ese
todos los internacionalistas uruguayos han re- señaladas en el parágrafó 49 precedente, cu- Uruguay, Montevideo 19215, T. IX, Anales de la reconocimiento fue hecho bajo la firma de us•
p11diado 15) contlano a todos los antec.ed~nte~ yas recomendadones, cuando 5ea pertinente, Universidad. Entrega N9 125, p. 251-260. Puede ted, y además se hizo mención expresa de1 Uru•
1"1 v que );~ 1 a nr1llrrla 11rup;uaya jam;Íll admi- serán ~ometidas a · la aptobarión de los res• consultarse también la Conferencia de Jacobo guay en el tratado de la triple alianza recono-
pecuvos ministros de Relaciones ExterÍores" Vareta Acevedo, Recuerdos de mi actuación en ciendo al gobierno oriental como aliado parte en
t¡n !11, se 1TI3l1l11VO , sin embargo, vigente eh- /el Ministerio de Relaciones Exteriores (1907) la negociación para asegurar su libre navega-
ti,. n er tos sectores. <8 > "Por lo tanto queda aceptadó para el !uturó Montevideo 1949. ' ción." l
NUM&Aa ao 1 DJCJ•••aac ~ .....-
Águstín -cÍe Vedia, Martín- G~rcia -;;la Juris- de 1915 y 26 de febrero de 1940, en que se sostuV'
cl.icción del Plata, Buenos Aires 1908. el criterio de que toda obra_ en aguas uruguaya~
Emilio Mitre, Discurso en la Cámara de Di- requería el acuerdo previo de núestro país. El ~Archivo del Ministerio de Relaciones E xterio· "El Plata" del 21 de enero de 1964: "Para la
putados de la República Argentina, sesión del texto de estas notas, en lo pertinente, es el que res, Jurisdicción de las aguas del Río de la historia del condominio del Río".
21 de agosto de 1908. subsigue: Plata, Carpetas 1326 y 1327.) (12) Declaraciones del profesor Eduardo Jl•
. Editorial de La Nación de Buenos Aires de Montevideo, enero 8 de 1915. (8) Por ejemplo Boletín del Centro Naval, ménez de Aréchaga, en "La Mafíana", Monte-
setiembre de 1908, citado por Eduardo Acevedo. PROTOCOLC N9 650, Buenos Aires, enero-marzo 1962 y el video, 17 de enero de 1964, pág. 5.
Op. ci,t., pág. 256. 1326-1914 artículo del Cap. de Fragata (R.) don Pedro (13) Este criterio resulta de las dos notaa
• César Día• Cisneros, Derecho Internacional Carlos Florido, "La cuestión del Río de la Pla- antes transcritas de Baltasar Brum y Alberto
REF.: A su Excelencia el señor Enrique B. Mo· Guani, así como de toda la documentación que
Público, Buenos Aires 1955, t. 1, p . 605; Limites reno, Enviado Extraordinario y Ministro Ple- ta", publicado en "Clarín" de Buenos Aires, el
de la República Argentina, Buenos Aires 1944, 11 de enero de 1954, p. c. Este artículo provocó se encuentra en las referidas carpetas, en laa
nipotenciario de la República Argentina. que pueden hallarse múltiples antecedentes de
pág. 162 y sigs.; el territorio argentino, Buenos "El Gobierno del Uruguay opina, señor Mi· irunediat&s refutaciones en la prensa uruguaya.
Aires 1963, p. 60. Ver: "El Debate" de 17 de enero de 1954: "Nues- diferentes períodos, en que la cancillería sostuvo
nistro, que de acuerdo con el Protocolo de 5 este punto de vista. Ver también los anteceden·
(5) Artículos de "Ignotus", publicados en de enero de 1910 que mantiene el stalu quo tros Derechos en el Río de la Plata" y el artículo
Revista Histórica, año II, 1909-1910, pág. 498, en de Homero Martínez Montero en "El Plata" del tes que cita el doctor Manuel Herrero y Espi·
sobre el Río de la Plata, .corresponde que, como nosa en su opinión con motivo de los sucesoe
"El Siglo", de Montevideo, en el año 1909, re- en casos anteriores, él dé su consentinüento para 27 de enero de 1964: "Los derechos del Uruguay
producidos en "El .Debate" de Montevideo, en- en el Río de la Plata". ' del año 1907. (E. Acevedo, op. cit., p. 253.)
ejecutar obras en las aguas que son de su ju- (14) "La Mañana", Montevideo, 16 de en_.
tre el 7 ·y el 19 de diciembre de 1963. "Ignotus'' risdicción." En la doctrina argentina, la tesis que niega
no era Agustín de Vedi~. Se ha entendido ge- los derechos del Uruguay, se encuentra expues- ro de 1964: "El Protocolo sobre el Rio de la Pla-
"Cuando las autoridades argentinas adelan· ta"; "El Debate", Montevideo, 16 de enero de
neralmente que era Gonzalo Ramirez, (Eduardo taron el Pontón de la Recalada y el estacionario ta entre otras obras, en Daniel Antokoletz, Tra-
-Jiménell de Aréchaga, Curso de Derecho Inter- tado de Derecho Internacional .P úblico, Buenos 1964: "El Protocolo y la jurisdicción del Plata";
de Prácticos hasta entre en aguas jurisdicciona• "El Diario", Montevideo, 15 de enero de 1964;
nacional Público, Montevideo 1961, T. 11, P. 468, les uruguayas, esta Cancillería hizo notar de in· Aires 1925. T. 11, p. 163 y sigs. y en Isidoro Ruiz
nota N9 35). Sin embargo, como se ha puesto Moreno, Derecho Internacional Público, Buenos "Un episodio que reafinna la amistad ríopla•
mediato, por intermedio del señor Ministro Mu· tense"; "El Plata", Montevideo, 15 de enero de
recientemente de manifiesto, (editorial de "El ñoz, que· se había omitido recabar el consenti· Aires 1940, t. 11, p. 180 y sigs.
Plata" de Montevideo del 18 de enero de 1964), (9) E. Jiménez de Aréchaga, op. cit. t . II, p.
1964: "Vibración común Uruguay-Argentina" y
miento del Gobierno del Uruguay para la · eje- 18 de enero de 1964: "El protocolo del Plata en
la redacción de esos artículos periodísticos era cución de obras de dragado en las aguas que, de 473; Carlos Carbajal, op. cit. p. 106.
aebida al doctor Juan Andrés Ramfrez, que los su forma y en su espíritu"; "El Pafs", 15 y 21
acuerdo con el slatu quo vigente, correspondían (10) Clarín de Buenos Aires, 11 de enero de de enero 1964: "Condominio" y "Los dos proto-
escribía sobre notas que le remitia desde Bue- a la jurisdicción Oriental. Con motivo de esa 1964, p. 6. Igual criterio, con un desarrollo más
nos Aires, Gonzalo Ramírez. Ver al respecto, colos" ; "La Prensa", Buenos Aires, 18 de enero
observación se entabló una negociación diplb- amplio, había sostenido Antokoletz, op. cit., t. de 1964: "El Protocolo uruguayo-argentino";
Arturo Scarone, Diccionario Uruguayo de seu- mática, -que fue interrumpida por enfermedad U, p. 170.
dónimos, 2, ed. Montevideo, p . 174 que publica "Acción", Montevideo, 21 de enero de 1964: "A
del señor Presidente doctor Sáenz Peña- ha· (11) El Debate, Montevideo, 18 de enero de pie firme"; "La Nación", Buenos Aires, 25 1M
una carta de J. A. Ramírez del 28 de junio de hiendo llegado, sin embargo, a cambiarse algu-
1937 ·explicativa de la cuestión. .1964, "El Protocolo y la jurisdicción del Plata"; enero da 1964: "Confraternidad rioplatense".
nos proyectos de protocolo que suplían la falta
· Alberto Palomeque. La jurisdicción del Pla.- del permiso y tendían a salvaguardar los dere-
ta, Montevideo 1909.
Eduardo Jiménez de Aréchaga, op. cit., pág.
~64-470
chos uruguayos."
"De acuerdo con el cl'iterio expuesto, me es
grato comunicar a Vuestra Excelencia que el
PROTOCOLO DEL RtO DE LA PLATA
Hay que recordar las olvidadas pero muy
valiosas e interesantes páginas que Luis Alberto
de !terrera dedicó al tema en "El Uruguay In -
Gobierno Oriental, -animado de los mismos sen·
timientos de cordial amistad que inspiran al de
Vuestra Excelencia, y deseoso, por su parte, de
DE ENERO DE 1964
ternacional", París, 1912, págs. 176-228.
· Luis M. Baumgarlner. La jurisdicción del
contribuir a facilitar el comercio y la navega· En la ciudad de Buenos Aires, a los cator- tico, es la línea recta imaginarla que WH
ción-, no se opone a que el Gobie'r no Argentino ce días del mes de en.e ro de 1964, reunidos en
Plata. mantenga, en carácter provisorio el estacion!l· Punta del Este, en el Uruguay, con Punta
Carlos Carbajal. Nuestro dominio fluvial en miento actual, en aguas uruguayas del Ponton el Ministerio de Relaciones Ex.teriores y Culto, Rasa del Cabo San Antonio en la Argentina.
los tratados internacionales, Montevideo, 1937, Faro de la Recalada y del estacionario de Prác- los señores ministros de Relaciones Exteriores
cap. IV. 3 . Que a fin de facilitar la navegación y el
ticos, en el bien entendido de que ·esos hech0s de la República Oriental del Uruguay, don
Juan Zorrilla de San Martín. "El condonii- no modifican «en forma alguna las estipulacio· uso de las aguas reconocen de urgente ne-
'n io dél Plata": "El Bien", 15 de abril de 1903, nes convenidas en el Protocolo del 5 de enero Alejandro Zorrilla de San Martín y de la Re- cesidad el levantamiento integral del Río
reproducido en "El Plata", 22 de enero de 1964. de 1910, suscrito en Montevideo entre los· Ple- pública Argentina, don Miguel Angel Zavala de la Plata a cuyo efecto los gobiernos de
(6) Estos antecedentes pueden leerse en los nipotenciarios uruguayo y argentino, doctore!! Ortiz, animados por las coincidencias, la his- la República Oriental del Uruguay y de
libros ·citados en la nota anterior. Ver también Gonzalo Ramírez y Roque Sáenz Peña•, ni po· tórica comunidad de propósitos y los afectos
el documento redactado por Jacobo Varela Ace· drán ser invocados por el Gobierno Argentino la República Argentina se comprometen a
vedo, en 1907, a raíz de su renuncia como mi- como precedente para ejecutar nuevas obras en que crearon la fraternal amistad de ambos prestarse recíproca colaboración y mante-
nistro de Relaciones Exteriores en Williman, op. las aguas uruguayas, sin el previo asentimiento pueblos )a que, como deber ineludible, se pro· nerse informados de los planes de trabajo
cit. p. 631, editorial "Democracia" del 13 de agos- del Gobierno Oriental". ponen mantener para su beneficio y felicidad,
to de 1907 en Eduardo Acevedo. op. cit. 252·253 y BALTASAR BRUM. y de las comprobaciones que se obtengan.
E. Jiménez de Aréchaga, op. cit p. 470-72. Un declaran :
Montevideo, 26 de febrero de 1940. 4 . A los fines señalados en el apartado ante-
buen estudio del problema general de nuestro A su excelencia el sefíor don Roberto Levillier l . Que reiteran, tal como lo señaló el proto- rior, ambos gobiernos manifiestan su vo-
derecho en los ríos limítrofes, en un correcto embajador extraordinario y plenipotenciario de
análisis de los antecedentes hasta los últimos colo de 5 d e enero de 1910, que la nave- luntad de contribuir técnica y financiera·
la República Argentina.
años del siglo pasado se encuentra en Rodolfo " ... A la vez, debo agregar que mi Gobiern_o gación y el uso de las aguas del Río d e la mente al estudio definitivo y a la ejecución
Fonseea Muñoz, La jurisdicción internacional del animado también de los más amistosos sentl· Plata, continuarán sin alteración como del "Plan de Levantamiento Integral del
Río Uruguay. mientas y teniendo el ptopósito de dispensar Río de la P lata" presentado por el gobiem?
hasta el presente y cualqui er diferencia que
(7) Podrían citarse centenares de anteceden· especial tratamiento a la navegación y demás argentino.
tes relatix.,Qil a la afirmación por parte de la cuestiones atingentes al Río de la 'Plata, estima con este motivo pudiera surgir será alla-
cáncilleríá · uruguaya de sus derechos . en el Río oportuno llegar de común acuerdo, a adoptar nada y resuelta con el mismo espíritu d e 5. La ejecución del plan de levantamiento 111s
de la Plata. La mayoría se encuentran en los normas que reglamenten, en sus diversos órde· cordialidad y buena armonía que han e~is­ te8I'al no alterará las jurisdicciones que 108
libros que indicamos. Creemos, sin embargo, que nes el régimen del nombrado río y faciliten, se- tido siempre entre ambos pa~es. países ribereños han venido ejerciendo en
son de interés público las notas, hasta ahora gú~ los casos, la colaboración mutua entre am·
inéditas y pensamos que casi desconocidas, tte bos países o la acción individual de cada uno ~ Que reiteran, asimismo, l a declaración el Río de la Plata, únicas que ambos go-
los ministros de Relaciones Exteriores doctores de ellos." conjunta de l 30 de enero de 1961 de que biernos r econocen sobre dicho río.
Baltasar Brum y Alberto Guani del 8 de enero ALBERTO GUANI el límite del Río d e la Plata, divisorio de u . Ambos gobiernos, sin perjuicio de las co--
las aguas de dicho río con el Océ~no ¡\.tlán- misiones u organismos técnicos nacionales
I!>AQ. 10.t. CUAOKRNOS b~ MARCHA
extstentes, procederán a la creac1ón de una en una publicación ohc1al argentma y por
comisión mixta, integrada por representan- el servicio técnicamente competente en la bajada de la Repúbhca Argentina que, el
gobiern4) uruguayo, está firmemente decidí-
una, las seguridades de
deración
•u maa alta C'C)ftli.
tes de los dos gobiernos, para considerar materia, ha causado al gobierno uruguayo,
las cuestiones referentes al "Plan de Le- sorpresa e inquietud. Jo a cooperar en el planeamiento y reali-
vantamiento Integral del Rfo de la Plata", En efecto, la referida tesis está en clar:t tación de obra de tanto interés y trascen- Montevideo, 28 de noviembre de l!ML
señaladas en el párrafo 49 precedente, cu- contradicción con la declaración conjunta dencia para los dos países; y, en consecuen-
cia, formula, en el nombre del gobierno Alejandro Zorrilla d• Satt M41,..
yas recomendaciones, cuando sea perdnen- uruguayo·argentina aobre el límite exterior
te serán sometidas a la aprobación de los del Río de la Plata, de fecha 30 de enero uruguayo, su Cormal ofrecimiento de co-
respectivos ministros de Relaciones Exte- de 1961; lo está. también, ton el contenido ·taboración.
Embajada de la República Argentltut
riores. de las respectivas notas con que Argentina G- El Ministerio de Relaciones Exteriores en- N~ J64.
1- Para fine• de referencia este doc11mento ~e y Utuguay dieron respuesta a las obledo- tiende que, además de esas razones, de inte-
denominará "Protocolo del Río de la Plata nes que Gran Bretatia formuló a la citada rés y ~tilidad comunes a ambos país~s mi· Mon tevideo, 10 de diciembre de 19&1.
de enero de 1964". · declaración conjunta, -respuestas que fue- litan otras razones para que el levantamien- Sefior ministro:
ron acordadas entre ambas cancillerfas-; to integral del área del plata deba reali-
e igualmente lo está, con las respueStas del zarse en común por los dos ribereños y Tengo el honor de acusar recibo de la
Uruguay a notas presentadas con similar debe serlo, además, en pie de perfecta nota verbal S 16511963 del ministerio al digno
propósito por las embajadas de lo& Palse5 1gualdad en todos los aspectos y en todas cargo de V. E., fechada el 28 de noviembre
Notas inttrcam.biada.s t on rnot:vo de la
Bajos, Francia, Estados Unido~ de Américá las etapas de la obra. y entregada al suscrito al d1a siguiente. l l
tJublícacióra del Plan de Levantamiento
e Italia. contenido de la misma fue puesto en cnnoci-
lntegrttl del Área del Plata Se trata, en efecto, de un rio común,
miento de mi gobierno y es en cumpUtniento
' 4 . En todos y cada uno de lo~ documentos en el que ambos ribereñps, -y sólo ellos-,
de las instrucciones recibidaa, que me honro
Ministerio de R elaciones Exteriore$ recordados en el parágrafo anterior, ambos ejercen soberanía y jurisdicción, no habien-
en dirigirme ahora a V.E.
gobiernos platenses afirmaron del modo do, en consecuencia, ningún motivo que
E l Mimsterio de Relacionés Exteriores pre- más t·otundo y con los argumentos de ma- justifique otra solución que no sea la de I. La nota que contesto consta de doe
aenta sus atentos saludos a la embajada de la yor peso, que el Rfo de la Plata es un río ' la perfecta igualdad en el planeamiento, partes: en la primera, se formulan diveraaa
República Argentina y, con referencia a l que desemboca directamente en el mar. ·ejecución y evaluación de los resultados de consideraciones de orden jurídico relativaa al
"Plan de L evantamiento Integral del Aréa del Ello explica, entonces, primero, la sor- la obra a realizarse. carácter del Río de la Plata, Si bien esta pa~
Plata", elaborado por el servicio de Hidrogt·a- presa del gobierno uruguayo ante discrw- te es objeto de un detenido estudio en la cafto
. El Plata e~ un t!o en el que la Argen- cillería argentina y espero volvel;' sobre la mi..
fía Naval de la secretaria de Marina de ese dancia tan importante; y, segundo, su in· ttna y el Uruguay ejercitan, en común y
país, cumple con expresar la& siguientes con- quietud, Ct1 cuanto tal discord ancia pue- ma posteriormente, para rto demorar mi re ..
e!1 un plano total de igualdad, sus respec- puesta puedo adelantar a V. E. que loa pune
lideraciones: da dar argumento a los contradictores de tivas soberanías.
la tesis Uuvial del Río de la Plata. tos de vista de mi gobierno, expuestos coa
l. El gobierno de la República Oriental del Toda obra integral que en él se realíce, precisión y detalle en recientes notas a Graa
Uruguay ha tomado conocimien to del antes El Ministerio de Relacíoues Exteriores
no aborda este problema con un propósito .debe ser planeada y ejecutada en común, Bretaí'ia, Francia y Países Bajos, se mantlenea
mencionado "Plan", publicado oficialmente sobre la base del reconocimiento y el res- inalterables.
en Buenos Aires, en el año en curso en de mera crítica, sino, por el contrario, con
el objeto constructivo de impedir que pue- peto recíproco de los iguales derechos de II. El gobierno argentino, despu~s de deo
folleto editado en los talleres gráficos' del ambos Estados ribereños. Esta solución tenidos estudios de carácter técnico y econó-
S. R . N.; así como tatnbién, del decreto da debilitarse una posición adoptada y de-
fendida en común y en su interés cotnún, fundada en el actual régimen jurídico del ~ico, ~a ~legado a la conclusión de que e1
ley del 8 de octubre próximo pasado, dis- ~.ío de la Plata, reconocido por la Argen- 1mprescmd1ble y urgente el relevamiento in-
ponie.ndo su ejecución y la creación al efec- por los dos paises ribereños que ejercen
soberanía sobre el mencionado accidente tina y el Uruguay en la declaración con- tegral del Río de la Plata, encarando au re..
to, de una comisióil asesora (C.L.I.A.P.). •junta del go de enero de 1961 y en los actos lización dentro de un criterio de máxima prio-
geográfico.
t . En el párrafo 29 de Ja página 1-5 de la 5 . En cuanto dict relación con el leva nta- internacionales que en este documento se ridad.
antes citada publicación, bajo el ac!lpite miento integral del área del Plata, el Mi- citan, respeta además los antecedentes re- El concepto moderno de un levantamiento
"Características Geográficas del Río de la nisterio de Relaciones Ex ter iores está ple- lativos a todas las obras realizadas en el hidrográfico en un área focal como la del Río
P lata", se dice: "muchas veces se habla del namente convencido de que se trata de una río, que pudieran afectar los derechos o de la Plata, incluye imprescindiblemente la
Río de la Plata como de un estuario: sin obra de evidente e imperiosa necesidad, intereses de las dos partes. investiga,ción hidrológica, meteorológica, geo.
embargo, no se puede decir tal cosa por cuya realización no puede ni debe, ya 7. Finalmente, el Ministerio de R elaciones Ex- désica, biológica, físico-química, etc. Como no
cu~nto estuario sería la zona del Rto de la dilatarse. teriores se complace en expresar a Ja em- escapará al elevado criterio de V. E., eate tra-
Plata hasta donde se hace sentir Ja acción En consecuencia, comparte p lenamente bajada de la República Argentina que el bajo exigirá ingentes sumas y la aplicación de
de la marea oceá•ica. Hasta ahora no exis- Ja inquíetud que, al respecto, ha puesto de ~rugu.ay se halla dispuesto a iniciar, de
todos los elementos humanos y técnicos con
ten medidas sistemáticas que permitan de- manifiesto el gobierno argentino, señalando mmed1ato, los contactos necesarios para lle- que podamos contar para su eficiente reali-
cir cuál es el límite del río propiamente sólo la sorpresa que le ha causado que se zación.
var a la práctica los propósitos enunciados
dicho, y cuál es aquel que corresponde al ha ya estudiado la realización de dicho de encontrar ellos, como lo descuenta, fa- Existen de por medio tazones de toda fn-
dtuano. Pero si podemos decir qu e el Rlo "Plan" en forma unilateral, sin la previa vora?le acogida de parte del gobierno ar- dole que imponen la más pronta iniciación
de la P lata no es simplemente un estuario consu lta, a efectos de su posterior inter- gentmo. de esas labores y en ese sentido me permito
sino un do con su estuario''. vención, al gebierno uruguayo. En base a señalar que, desde el último relevamiento de
~ . La caractenzación geográfica que del Río
El Ministerio de Relaciones Exteriores, carácter general, efectuado en 191 l, han pasa•
esa <;oncordancia respecto de la necesidad
de la Plata se hace en el tlárrafo transcrito, hace propicia esLá oportunidad para reite- do ya más de cincuenta años, de tal manera
de la referida obra, debe expresar a la ero- rar a la embajada de la República Argen- que, por la a«ión acumulativa de 10!11 sedf·
CUADERNOS DK MARCHA
bita jurisdicional de un solo país, smo que q ue ha caractenzaao Siempre nuestra mutua de sus aguas con tmes de aprovechamien·
mentÓs-en el lecho del do, los datos propor- actividad. to industrial y agrícola". .
deben ser encarados y realizados dentro de un
cionado• por el mismo no responden segura- marco de mutua coordmación. A eso ha res- 111. Finalmeme, deseo asegurar al sei10r Pero el gobierno uruguayo debe reite-
mente en el presente a la realidad. pondido la visita que en setiembre del corrien- lllinistro ~ue el gobierno argentino, que e.•d11· rar en la forma más expresa y formal, que
Los canales que actualmente se 7~pl~an te año efectuó el jefe del departame_n~o de L~­ be como un timbre de honor tle su actuación esta obra, como toda actividad que pueda
para la navegación exigen para su uuhzae1ón vantamientos Hidrográficos del servtcio de Ht· tnternacional el religioso cumplimiento tle to afectar los iguales derechos de ambas par-
un dragado constant~, . pero a pesar de e~ lo, drografía de la secretaría de Marina a las au- dos sus compromisos, entiende que nada tes sobre f el Río de la Plata, debe ejecu·
aubsisten peligros denvados de una navegactón toridades de la Marina de Guerra del Uru- ha existido ni ex1ste en los estudios ya rea· tarse sobre la base del acuerdo previo de
insegura, de lo que hemos tenido hace pocos guay y Jos inforr_nes del agr~gado nav~l de la !izados y en los traba jos que en adelante se los países ribereños, acuerdo imprescindible
meses un doloroso 'ejemplo. Por otra parte, ello embajada argcntma a las mlSl~as, hac1éndoles 1 ealicen, que esté en contradicción ni con el para respetar el igual derecho soberano de
ocasiona a nuestro país una pesada sobrecarga conocer los propósitos que ammaban a nues· espíritu ni con la letra del protocolo de mo- la Argentina y el Uruguay sobre el Pla-
financiera, estimada en setecientos millones de tro gobierno y buscando la indispensable. coo· dus vivendi del 10 de enero de 1910 y de la ta; porque, como se expresa textualmente
pesos anuales, a lo c.ua~ habría que agregar el peración del Uruguay. El plan de releva~ruento declaración conjunta del 30 de enero de 1961, en la nota de V. E., los fines perseguidoe
tributo que, por la mtsma causa;_ se ve ta~­ publicado por nuestra se~retaria de Mann~ fue esperando que tal sea también la opinión del "no pueden ejecutarse dentro de la órbita
bién obligada a pagar todos los anos la Repu- igualmente entregado, s1empre con _el mtsmo gobierno uruguayo. jurisdiccional de un solo país".
blica Oriental del Uruguay . . propósito de información y c~operactón, tanto Aprovecho esta oportunidad para relterar 3 . El gobierno uruguayo estaría dispuesto a
.El relevamiento integral del fondo subflu- al Ministerio de Defensa NaciOnal como al de a V. E. las seguridades de mi más alta y dis- designar una comisión para estudiar y en-
"Yial es, de otro lado, condición indispen~able Relaciones Exteriores. tinguida consideración. carar la realización del levantamiento in•
para la ejecución de las, grandes obra~ mter- Mi gobierno está convencido, señor mims- tegral del Plata, comisión que deberá ac--
Pablo Santos Muño z. tuar conjuntamente con el o los organis-
nacionales que encaran nuestros dos patses, ta- tro, que el gobierno del ~ruguay, que ha
les como el puente sobre el_ Río de la Plata, llegado a la misma conclusión de que el re- Embajador mos que el gobierno argentino designe.
asi como para la progra~aci~n de otra1s nue- levamiento del Río de la Plata es una obra Mi gobierno sugiere, sin embargo, qut
vas' yfas de intercomumcactón terrestre o no sólo necesaria sino también urgente, debe en vez de dos comisiones actuando sepa•
de haber también realizado observaciones Y Mmisterio de Relaciones Extenores rada y paralelamente, se cree una comisión
~luvial. m1xta, con igual representación de ambaa
Estas y otr.as muchas razones que ~eria lar: estudios, de modo que estaría sumamente _com-
placido en recibir y analizar las conclusiOnes Montevideo, 17 de diciembre de J 963. partes, para planear y llevar adelante la
go de enumerar, son las que han movtdo a m1
o~ra. Tal solución no sólo es más práctica
gobierno a preparar un proyecto de releva- a que con ese motivo se ha llegado! con el
mismo espíritu de amistosa cooperac1ó? qu~ Señor embajador: y eficaz para la rapidez de la tarea a em-
miento, que se publ.i có bajo el título "Pla,?
debe de haber primado en los med1os técm· prender, sino que además recoge la pPSÍ•
. de Levantamiento Integral del Arca del Plata , Tengo e1 honor de acusar recibo de la tiva experiencia de las comisiones mixtaa
y a dictar posteriormente el decreto ley nú- cos y gubernamentales _del U~u.guay para con· nota de vuestra excelencia N9 364 de fecha
piderar el plan argentmo, oftc1almente entre- que han actuado hasta ahora, al mismo
mero 8984 del 8 de octubre próximo pasado. 10 de diciembre de 1963. tiempo que traduce una solución que Ar-
Mi gobierno se complace en compr?bar..que gado hace tres meses. Al respecto me es grato expresar Jo que
Entendemos que es con este espíritu ~e gentina y Uruguay han patrocinado con
·el gobierno del Uruguay ·está tambtén ple- subsigue:
mutua ayuda y cooperación que estos traba¡os carácter general para toda obra hidrogr~
namente convencido de que se trat~ de una 1. E1 gobierno uruguayo toma nota de que fica de interés común (art. 19 de la reso-
··obra de evidente e imperiosa necestdad cuya deben ser encarados y es por ello que, ha-
biendo mi gobierno resuelto, por el artículo la República Argentina mantiene inte- lución XIV de la Conferencia Regional de
realización no puede ni dt!be ya dilatarse". gralmente el criterio sustentado en la de- !os Países del Plata del 27 de enero-6 de
29 del decreto del 8 de octubre, designar una
La nota verbal que contesto expresa si.n comisión asesora para el levantamiento d~l claración conjunta del 30 de enero de 1961, febrero de 1941).
embargo, la sorpresa que ha causado al go- área del Río de la Plata (CLIAP), me permi- y en las respectivas respuestas formuladas 4. Sobre estas bases y en el entendido de que
biérno del Uruguay el hecho de que . el _go- entre otros Estados, a Gran Bretaña, en ~1 relevamiento del Plata no podrá comen-
to sugerir a V. E. la conveniencia de q~e. el
bierno argentino haya estudiado la reahzac1~n gobierno del Uruguay designe una comlSlón textos convenidos por ambas cancillerías. zarse, por su carácter integral y en cuanto
de dicho plan en fori?a unil~teral. Parece, sm similar, que se ponga en co~tac~o con la e~ 2 . El gobierno uruguayo toma conocimiento afecta a los iguales derechos de ambas pal'-
embargo, que no existe motiVO para t~l sor- misión argentina para la real!zación de las la- de lo que se expresa en la nota de V. E. tes sobre el río, hasta que los dos pafse•
presa. En primer lugar, porque por. la tmpor- bores de estudio y de ejecución de los traba· sobre la naturaleza y antecedentes del acuerden su acción común, sin que sea ad·
tancia, trascendencia y costo de la mi~~a obra, "Plan de Levantamiento Integral del Area misible la ejecución de ninguna obra d~
e1 gobierno argentino, antes de dectdtr sobre jos de relevamiento. interés común sin el previo acuerdo de los
Me complazco en comprobar una vez ~ás del Plata".
la factibilidad, costo y urgencia de la ob:a Mi gobierno está de acuerdo, como lo dos Estados ribereños, el gobierno urugua·
que sobre los principios fundamentale.s .exxste
contemplada, ·ha tenido forzosament«: que ~Je­ .expresó en la nota verbal del 28 de no- yo está dispuesto a comenzar el estudio en
una plena concordancia entre nuestros dos go-
cuta.r por su cuenta. y dentro de su ámbito, viembre de 1963, en llevar adelante, en común, del plan para llevir a cabo la
biernos, ya que, como resulta de la nota que obra a realizar. ·'
los minuciosos estudios que han llevado a re- común, esta obra de evidente interés y ne-
contesto, esos propósitos de recíp:oca coope-
dactar el plan ya mencionado. ración son los que igualmente amman al go- cesidad. Este interés, por lo demás, fue re- 5 . El gobierno uruguayo toma nota de qut
Por otra parte, desde un principio el go· bierno del Uruguay, por lo cual no dudo. que conocido por los países del Plata en la el gobierno de la República Argentina rei·
bierno argentino no sólo ha buscado tener al en breve plazo los trabajos d~ relevamlento resolución XIV fle la conferencia regional tera au ad..esión al protocolo del 10 de
¡obierno uruguayo informado de estos propó- han de estar ya iniciados, a fm de que las de 1941 en que se expresa: "que es de in- enero de 1910 y a la declaración conjunta.
!itos, sino que ha procu_rado un redproc<_> _en- actuales dificultades Y tropiezos pued~n ser terés recíproco el adoptar las medidas ten- del ~O de enero de 196l.
tendimiento y cooperación para la efecuvua· rápipamente superados ~entro del espín~u. ¿e dientes a mejorar las condiciones de na· Mi gobierno c:stima que estos dos inJ-
dón de estos fines, de evidente interés xm1tuo, plena comprensión y fraternal cooperaclOn "Yegabilidad de estos rfos y la utilización trumentos internacionales, expresión de un
y que no pueden ejecutarse dentro de la ór-
tá dispuesto a iniciar los contactos condu- FELIPE H. PAOULl-0
entena común y de un esphitu que ha centes a lograr los necesarios acuerdos eo·
permitido solucionar todos los problemas tre nuestros respectivos países.
que ae han planteado hasta hoy, constitu· Me es grato reiterar al señor embajador,
yen una base que permite encarar la so- ~as seguridades de mi más alta consideración.
lución de algunas cuestiones aún pendien-
tes que subsisten como consecuencia de la 4lejandro Zorrillo. de San Mar!ln
actual situación del Río de la Plata, Mi
gobierno aspira a que puedan concretarse Al excmo. señor embajador de \~ Repúbli·
R breve plazo, tiOluc:iones justas y equita·
c3 Argelltina, doc~or Pablo Sa11to,s Muñoz.
tivu a este problema. y en ese ¡entido es·

Elj ESTATUfO
1)
DEL RIO DE LA PLATA
INTRODUCCióN dentea h.ist6ricos relacionados cod 11! ~tftll
que posibilitan las más diversas, y a vece~ la1
rnás tortuosas interpretaciones de los hech01o
1. - Desde el punto de vista del derecho Estos factores aparecen con frecuencia consld•
internablonal, el caso del Río de la Plata, es rablemente exagerados y hasta distorslonll.cliJI
un cáso odginalisimo, uno de lbs eje'mplos tnáA cuando se utUizan cómo elementos de juicio par
t01nplejos y tkos en posibilidades de estudio en t'a definir el estatuto de1 r1o, y ello se debe a
materia de l'íos internacionales. La indetermi- la magnitud de los intereses compro.tnetidOll ea
nación actual de sus fronteras plantea, tomo él, no solamente de parte de Uruguay y Ar-
es natural, tin problema de soberania entre su!! gentina, sino también de parte de los tercétól
dos ribereños coh toda la secuela de teorías y Estados. El Río de la Plata es la llave mautta
criterios de cl1visi6n que se maneján habitual- que abre las puertas del continente. La seguri-
mehte en situa¿iones semejantes en función de dad polltica y la vidá económica de los pru!lel
lós intereses contrapuestos de cada parte. Pero
de s~ cuenca esta~ .su~>Ordin~dos al estatuto '\ut
además, la! enormes posibilidades de usó y ex· lo riJa; en el equihbno de poderes de Aménca
plótáéi6n del caudal, del lecho y del subsuelo del Surt d río cón5t1tuye una pieza furtdamen-
qu; ofrete tu getierósa geegrafHi., exigen l;it'l tal. Todo esto ha sido dicno y repetido hasta el
twdádos6 anilisis de los priñdpios y notmas hartazgo como para insistir robre e1lo en este
áplicables a los efectos de preci~ar los derechos momento. <1> Baste mencionar la vigebda de
que poseen los ribcrdios. Por último la propla
estos vitales Íntereses regionales y contihehtales
tlatúraleza geogtafica de esa grah tnasa de sobre e\ Plata, para justificar la complejíshna
agüli éomprenclida detrás de la línea Punta del maraña de argumentos, répltcas, teorlas y
'Este-Punta Rasa1 coh~titu~ó durante .tnut:lio
fórmulas de solución que se ha tejido alrededor
Hempd un tema de ardiente controversia entre
los ge6gfafos 1 y planteó la duda sobre la per- del tema.
tinenéia de liplicarle las normas del derecho Desde el punto de partida aparecen las pri-
tnternadonal fluvial. meras difitultades1 porque hasta stl propio ca-
La multiplicidad y complejidad de los pro- rácter fluvial ha sido cuestionado. Dada la pa-
blenlas relacionados con el régimen jurídico del labra a descubridores y geógrafos, las respues-
río no son más que la- 1epetcusión, en el plano tas no pueden ser más variadas: mar, río, ei-
del derecho, de sus peculiaridades naturale~ tuario , bahía histórica, "barra de grandes ríos'',
-que le COJocall, UCSdé el punto de Yista ~eO­ mar cerrado, río oceánico y extrallmitable, esta
gráfico, en una situaci6n singularí~illla t>; l ll e gam:t inusitada de designaciones para un mis
todos los r1os del mundo--. y de los ant\:ce· mo fenómeno geográfico hizo decir a un autor

PAG fU
Ahora se sabe que cuando se cruza ia Jinéa rar al dominio áe los ribereno~ aguas que con•
Pt~nta del Este-Punta Rasa se entra a un terri- figuran un estuario y a las que deben aplica~
CÍ~e eJ Río de la Plata es "una ilusión geogra- pro,b lema esencialmente geográfico, pero qu~:; t?rio sometido a la jurisdicción ú~ica y exclu- las normas de derecho internacional que rigen
fica que poco a poco se apaga" .<2 > Aun aqué· tiene jmportantísimas consecuencias jurídicas. SIVa del Uruguay o de la Argentina. Se sabe, en las bahías. Decía la nota británica: ·
llos que lo consideran un río, no están de acuer- Porque hasta donde las aguas se consideren flu. además, que a partir de dicha Hnea se ha de " ... es solamente cuando la . bahía en su
do con respecto al punto hasta donde la masa viales, podrán hacer valer los ribereños sus de· medir la anchura del mar territorial y de la zo- integridad está situada dentro del territorio d«t
acuática conserva sus caracteres fluviales. No rechos exclusivos y excluyentes; en cambio, si na contigua, (el primero integrando también el un país que se puede trazar una línea cuál·
es menor la variedad de posiciones en lo que se entiende que son aguas marítimas, los ribe- territorio nacional· del respectivo Estado coste- quiera a través de la entrada de la bahía, (y el
r.espeGta al régimen jurídico vigente en sus reños no tendrán otro derecho que los que pue- ro; la segunda, en donde el Estado ribereño artículo 7,4) de la Convención ... " (de Gine•
aguas o a los criterios que deben adoptarse en dan ejercer sobre la faja inmediatamente ad· P,u~de ejercer ciertos actos de jurisdicción . espe· bra) ".:.·establece que la línea que cierra la
el momento en que •·se' proceda a1 delimitar de· yacente ·a .sus costas, (mar territorial ) , qu.e dan· .c1f1camente deteFminados ), y que e·n el oaso entrada de una bahía no puede en ninguna
finitivamente las soberanías de ·los ribereños: do el ·resto de las aguas asimiladas al alta mar. del Uruguay ha sido fijac.;la por decreto del 21 circunstancia exceder las 24 millas." ' ·
Comunidad de aguas, ó ce-soberanía, dominio .Si esta cuestión previa se plantea, es porqu~ de febrero de 1963 (6 millas de mar territorial, En ·su· contestación, nuestro país refutó !al
exclusivo, línea media, thalweg, criterios mixto~. el Río de la Plata presenta algunas caracterís· y 6 millas más de zona contigua). · premisas en que se fundaba esta observación. El
Y detrás de cada una de· estas fórmulas un re· ticas naturales propias de los mares, que hace · Así, · el · punto puede considera rse ·definitiva- Río de la Plata no es un estuario, sino un· rí'o,
pertorio casi agobiante de argumentaciones de dificultosa una calificación categórica, por . lo mente resuelto y descartadas las posiciones sos· Su · carácter fluvial surge de "los conceptos geo-
<;.aráct~r jurídico, geográfico e histórico, que menos en lo que respecta a ciertas zonas de su tenidas por terceras potencias, que éalificaban ~ráficos, históricos y jurídicos aplicables", quo
teStimonian un impresionante esfuerzo de eru- recorrido. No cabe duda que en su tramo supe· ~omo marítimas las aguas de nuestro río para ~e enumeran detalladamente en la nota. Pero
dición y de imaginación. A veces este esfuer· rior el río posee caracteres fluviales muy defi· h brar de este modo gran parte de su extensión además, aun cuando pudiera calificarse como
110 h'a sido llevado hasta los límites de la extra· nidos, pero a medida que transcurre hacia el al régimen jurídico de alta mar. También que- estuario, es incorrecto el razonamiento por el
va!?ancia, como en el caso del autor que soste· este, muchas de esas- propiedades se van desva· dan descartadas las soluciones que veían en la cual se deduce que debe aplicarse por analogía
nía que el dominio exclusivo de la Argentina neciendo y se acentúan los rasgos propios de la.s gran boca del Plata la conformación de un el régimen de las bahías establecido en el ar-
sobre el río se basaba entre otras razones en Ja masas de aguas oceánicas. ¿En qué punto el río "estuarie", sobre el cual f'l de recho de los ribe- tículo 7 de la Convención de Ginebra 'sobre
circunstancia de que era de la "plata", y en con· deja de ser tal para perderse en el océano? Co· reños podía verse eventualmente menosca- Mar Territorial y Zona Contigua, ya que 'sit
secuencia, argentino <3 >. mo se comprende, la determinación de· la zona bado <•>. desprende del texto de la convención y de sus
En este trabajo consideraré separ-adamente o línea de desembocadura es absolutamente ne· 4. - La declaración conju~ta provocó la anteceden tes, que una iniciativa según la cual
le~ · tres aspectos fundamentales del pr~blem;1 · cesaría a la vez que inevitablemente arbitraria. r?acción d e varios países, (Gran Bretaña, Fra,n· se aplicarían a los ríos que fluyen en un estua·
dd .P lata. En primer término, me referiré a su Necesaria, pmque fija la extensión del dominio c1a, Países Bajos, Italia y Estados Unidos )., cu- rio las disposiciones contenidas en el referido
éontrovertido carácter fluvial, problema cuya fluvial sobre el que el Uruguay y Argentina ejer·. yo; ~obiernos hi cieron llegar sendas notas a artículo' para las bahías, fue eliminada a solici.
solución determina las relaciones entre los dos cerán sus derechos soberanos con exclusión ele tmestra cancillería, en las que expresaban sus tud de un grupo de países ·entre los cuales, acle- .
ribereños y los terceros Estados con respecto terceros Estados, y señala la línea de base a par· reservas al establecimiento del límite exterior más del ' Uruguay, figuraban algunos de lo1
al.río .Esta cuestión será objeto de un análisis tir de la cual han de medirse las respectiva~ fa- cjue consideraban contrario al detecho interna- Estados que precisamente elevaron las observa·
aumario, ya que puede considerarse definitiva· jas de mar territorial. Es arbitraria, porque por cional vigente. Las notas contenían dos puntos cienes a la declaración conjunta. Por otra parte-,
mente resuelta por la declaración conjunta de las peculiares condiciones físicas del río no pue· ~undamentales. En pr!me r lugar, manifestaban dicha iniciativa se refería sólo a los estuarios
e~ero de 1961 que fijó el lilnite exterior del de decirse que exista en realidad una línea la preocupación de los respectivos g-obiernb~ cuyas tostas pertenecieran a un solo país.
transpuesta la cual las aguas dejan de ser flu· porqt~e la declaración podría significar un co·n posterioridad a este intercambio de no-
río. Los otros dos aspectos, en cambio, siguen
pendientes de solución y puesto que tienen que viales para convertirse en oceánicas. Por último, cambw en el régimen d e navegación del r~o, tas, la declaración de 1961 no ha suscitado otras
ver con las presentes dificultades por las que la fijación del límite exterior es previa a la so- hasta ese mbmento abierto a los barcos de reacciones de oposición, y puec.;l e decirse que e~
atraviesan nuestras relaciones con la Argenti· lución de todos los demás problemas jurídico~ todas las banderas por actos internos e intPrr>a- la actualidad, el límite exterior del Río de la
na, reclaman un examen más detallado. Los que propone el Plata porque· en efecto, no se1·ía cionales de los ribf'reños. En nuestm país la ¡¡. Plata es un hecho pacíficamente aceptado por
d~s corresponden al problema "interior" del río, posible llegar a un tratado de limites con Ar· bertad de navegación para los terceros Estados toda la comunidad internacional. La cuestión,
esto es, al alcance y extensión de los derecho~ gen~ina, si antes no se li.a acordado la · exten- estaba con•agrada por la ley del 26 de junio ya secular, de la naturaleza del Río de la· Plata
de cada ribereño sobre él, pero mientras· que sión de la zona que se pretende. limitar. el" 1854,, que abrió "a los buques y al comercio ~a recibido una respuesta definitiva,
uno tratará el estatuto actualmente vigente en 3. - La declaración conjunta del 30 · de de todas las naciones" "los ríos navegables de
el Plata, el segundo se referirá a la fijación de enero de 1961 formulada por Uruguay y Argen· toda, 1~ República:'· Disposiciones posteriores IIIJ El ESTATUTO VIGENTE
los límites definitivos. Aunque estrechamente li· tina establece en su artículo 12: r:strmgiCron esta libertad cuando ella es ejer-
gados,. estos dos últimos puntos son tratados en "El limite exterior del Río de la Plata, .di- Cida en los ríos interiores . El Mini~terio de Re- 5. - La discusión sobre la naturaleza del
fonna separada en beneficio de una mayor cla· visorio de las aguas de di cho río con el .Océano laciones Ex teriores contestó a esta obserVación Río de la Plata ha perdido actualidad desdé
claridad en la exposición. Atlántico, es la línea recta imaginaria que une confirmando que nada en la declaración con- el punto de vista del derecho internacional, ya
Punta del Este, en el Urug uay, con Punta Rasa j~mta tendría por efecto impedir ll obst~culizar que una vez proclamado su carácter fluvial
m EL LIMITE EXTERIOR del Cabo San Antonio, en la Argentina". la libre navegación tal como ella habla sido con·
c;~ida por los ribereños en ejercicio de sus le·
hasta la línea Punta del Este-Punta Rasa se
Se soluciona así, mediante un acto de vo- definen los derechos del Uruguay y la Arg~n­
.2. - El primer problema se plantea del si· luntad de los dos Estados directamente íntere· grt1mos· derechos soberanos . tina como países ribereños, frente a los demás
guiente modo: ¿Puede calificarse como río a sados, un problema que la geografía no podía L~ segunda observación afectaba la parte Estados. Pero el problema del alcance de los
la .masa de agua que se extiende a lo largo de resolver por sí sola. La solución dada parece f(~enc1al d~ la declaración, ya que en opinión derechos que cada ribereño posee sobre el río
nuestra costa meridional a par.tir del paralelo razonable ya que no encubre una _apropia· de los gob1ernos que la formulaban la fijación no ha logrado todavía una solución estable, y
de Punta Gorda, en el Dpto. de Colonia ? En ción indebida de zonas oceánicas. E sta decla· de la línea Punta del Este" Punta 'Rasa como constituye el nudo central de toda la probl~
caso afirmativo, ¿en qué punto desemboca ese ración ofrece la enorme ventaja de conferir- Hmite exterior del río tenía por efecto incor¡xr mática jurídico-política del Río de la Plata,
\'to en el océano, o dicho de otro modo, cuál es certeza sobre :el régimen ' jurídico que rige en
su límite exterior? Como se ve, se trata de un los distintos sectores acuáticos de !a región. NUME;RC:I 20 1 D ICIEMBRE 1~~5
haeute, hoy como ayer, do fricciones intemacio- mas de aprovechamiento, la posesión de ]as islas, orilla, que aunque solitarias y sin agregar nada tiempos en que estas teorÍM fueron concebidas.
ules, y pretexto, hoy como ayer, que alienta etc., y que constituyen un verdadero estatuto nuevo a lo ya dicho a principio~ de siglo, con· se veía robustecida por el hecho de que, en
explosiones nacionalistas a veces enconadas y jurídico del l'Í.o. Aunque impreciso en alguno& viene desautorizar de una vez por todas. (G) efecto, Uruguay poseía costa seca sobre el río
liempre anacrónicas. aspectos, y en consecuencia susceptible de inter- Aun si no mediara tal raztn, la doctrina Zeba- Yaguarón y la Laguna Merín, por disposición
Los dos países del Plata, acordes en ·cuanto pretaciones contradictorias y aun de ser desco- llos ha sidb algo así como la piedra del escánda- del tratado con el Brasil de 1851.
a la caracterización fluvial del río, que pasa a nocido, este estatuto ha permitido la amistosa lo en la cuestión del Plata, un hito fundamental El gobierno argentino nunca planteó sus
ser do este modo territorio sometido íntegramen· coexistencia de los dos ribereños, y por ello re- en las relaciones de los ribereños con respecto pretensiones exclusivistas sobre el Río de la
te a sus respectivas jurisdicciones, no han po- sulta imposible suscribir la opinión de quienes al río, de tal modo que omitir una referencia Plata del modo tan agresivo y categ6rico con
dido, sin embargo, resolver el problema "inte· niegan el hecho de que, salvo en ciertos periodos a ella en este traba jo parecería una omisión que ellas fueron manejadas por Zeballos y sus
rior'•. La fijación del límite uruguayo-argentino excepcionales durante los cuales tuvieron lugar injustificada. seguidores: Pero la idea de un Río de la Plata
en el río, es el capítulo final y aún inconcluso los resonantes incidentes diplomáticos por todos La doctrina fue acuñada a principios de totalmente argentino inspiró, sin duda, algu·
de la demasiado larga\J' casi siempre desdichada conocidos, el río ha sido un factor de unión, siglo como consecuencia, sobre toc.lo, del interés nas de las comunicaciones oficiales de su can•
historia de nuestras tronteras. El Brasil apro· no un elemento de distanciamiento. de la Argentina. de mantener bajo su jurisdic· cillería, particularmente aquellas que se emitie-
vech6 en 1852 la coyuntura excepcionalmente Este estatuto reconoce sus fuentes en una ción y contralor los canales de acceso al puerto ron a raíz de los incidentes de 1907 y 1908.
favorable que le brindó la Guerra Grande para serie de instrumentos bilaterales, entre los cua- de Buenos Aires y a los demás ríos de la cuenca, Sólo transcribo como ejemplo muy elocuente,
fijar del modo más ventajoso para sus intereses les el Protocolo Ramírez-Sáenz Peña del 5 de los cuales en su mayor parte corren por la mitad un párrafo de la nota del 30 de octubre de
IUS límites con nuestro país. Modificaciones par· enero de 1910, la Declaración Conjunta del Río uruguaya del Río de la Plata. (O) Se trata, bá- 1907 suscrita por el ministro Zeballos, que res-
ciales fuerol'\ hechas con posterioridad, pero nin- de la Plata del 30 de enero de 1961 y el Pro· sicamente, de un problema de seguridad política ponde a la reclamación uruguaya por la inter-
guna de ellas significó una alteraCión sustancial tocolo del Río de la Plata del 14 de enero de y económica que Argentina supone amenazada, vención de las autoridades argentinas en el nau-
a la delimitación original, salvo, tal vez, la ce· 1964 son los más importantes; en ciertos prin- si ciertas vías fluviales de acceso quedan bajo fragio del vapor "Constitución". Dice dicha nota:
lión de territorio fluvial y lacustre que Brasil cipios de derecho internacional público, y en la jurisdicción uruguaya. (7 ) "Las autoridades de Martín Garda han
hizo a nuestro favor en 1909, de lo que tendre· una serie de actos unilaterales y de práctica~ Zeballos fue ministro de Relaciones Exterio· ejercido el derecho de policía fluvial que les
observadas por los dos Estados, que con el corresponde, cumpliendo cortés y correcta-
mos ocasi6n de hablar más adelante. La cues- res de Argentina cuando se produjo el incidente mente los deberes de asistencia, en casos de
tión de nuestras fronteras con Brasil es un pro- transcurso del tiempo han creado derechos y de las maniobras navales argentinas en aguas naufragio, sin obstaculizar en forma alguna
blema liquidado, quedando pendiente sólo el legítimas expectativas a las partes. uruguayas, entre la Isla de Flores y el Banco las operaciones de salvataje."
problema de la Isla Brasilera, de escasa impor· Teniendo en cuenta todos estos elementos, I nglés ( 1908). Según Zeballos los derechos del El vapor era uruguayo, y los sucesos habían
tancia. se puede llegar a una descripción del estatuto Uruguay sobre el Plata se extienden sólo hasta tenido lugar a dos quilómetros de nuestras cos-
Pero la delimitación de las fronteras uru· jurídico del Río de la Plata, cuya importancia la línea de las más bajas mareas; en otras pala- tas. Resulta claro que para la cancillería argen-
guayo-argentinas ha tenido un proceso mucho radica en el hecho de que no sólo constituye bras, decretaba el criterio de la "costa seca" tina toda la extensión del río estaba bajo su
más lento. Hasta 1966, fecha en que el Uru- el régimen vigente, sino que además aporta ele- del Uruguay sobre el Plata. No sólo Zeballos jurisdicción.
guay ratificó el tratado de 1961 de límites en mentos de fundamental gravitación, que serán ha sostenido públicamente esta tesis. Ella ha sido 7. - No vale la pena entrar en el análisis
el Río Uruguay, tan controvertido en ambos decisivos en el momento en que se resuelva formulada también por otros pensadores argen- minucioso de los fundamentos históricos de la
países, nuestras fronteras con Argentina estaban proceder a la fijación definitiva de la línea fron- tinos (Antokoletz, Ruiz Moreno, Saavedra La- doctrina Zeballos, cuya debilidad es fácilmenta
en completa indefinición. Y aún en el presente, teriza. Para comprender el contenido del esta- mas), y hasta por el propio gobierno argentino, perceptible a primera vista y que han sido re-
esta indefinición subsiste nada menos que en el tuto, así como la posición de las partes en los aunque de modo más indirecto y velado. A más batidos en forma terminante por muchos auto-
Río de la Plata. Esta circunstancia es la que aspectos que no existe acuerdo, conviene que de un uruguayo le causada cier ta perplejidad res. <BJ. Con razonamientos de la misma índole
originó en el pasado, -sobre todo a principios antes de entrar en el análisis detallado de aquél, saber que internándose unos cuantos metros en podría llegarse precisamente a la solución opues-
de este siglo--, numerosos incidentes entre los que da por supuesta la existenci~ de derechos las aguas de la playa Pocitos, se encuentra en ta: la del dominio exclusivo del Uruguay, basado
dos vecinos, y actualmente sigue siendo la cau· del Uruguay sobre el río, me detenga un mo· territorio argentino y está sometido a la juris- en el hecho de que en el artículo 92 de la Con·
aa, como es notorio, de desinteligencias y des- mento para referirme a la posición que sostiene dicción del gobierno vecino. vención Preliminar de Paz de 1828 se establece
acuerdos. Si bien por fortuna en ningún caso que el Río de la Plata es exclusivamente ar· Los fundamentos de esta posición son de que las tropas de las Provincias Unidas deberán
estos desacuerdos llegaron a concretarse en con· gen tino. carácter histórico. Según ellos, la República desocupar el territorio de la provincia Cisplatina
flictos de consecuencias irreparables, lo cierto es 6. - La tesis de los derechos exclusivos sobre Argentina habría heredado, a través del Virrey· pasando a la nulrgen derecha del Río de la
que han envenenado en ciertas ocasiones las el río. Puede llamar la atención a quien no esté nato de Buenos Aires los derechos de España P lata. <9 > ·
relaciones uruguayo-argentinas, y continúan al tanto de los antecedentes históricos de este sobre el Río de la Plata, en forma exclusiva. Pero interesa señalar que frente a los esca-
generando dificultades en esferas de acción ta· problema, que alguna vez se haya puesto en Prueba de ello sería el hecho de que al fijarse sos antecedentes oficiales que entrañan la aspi-
les como la explotación de los recursos del río, duda que nuestro país tuviera derechos sobre los límites de la Banda Oriental, en 1814, se ración de derechos exclusivos en el río, existen
en hu que la obtención de resultados positivos el río. Sin embargo, los estudiosos de la historia estableció que el territorio de la misma llegaba innumerables reconocimientos por parte de las
depende en gran parte de la actitud cooperativa y del derecho internacional están muy familia- hasta la banda septentrional del Río de la Pla· autoridades argentinas de los derechos del Uru-
de ambos países. rizados con la famosa "doctrina Zeballos". A ta, o sea hasta la costa, excluyéndose el territo- guay. Estos reconocimientos están implícita o
La ausencia de un tratado que fije los lími- la doctrina Zeballos, que niega derechos al Uru- rio fluvial. Por otra parte, en la Convención explícitamente contenidos en solicitudes de au-
tes en el Plata no significa, sin embargo, la guay sobre el Río de la Plata, no valdria la Preliminar de Paz de 1828 no se indicaron las torización o cooperación para dragado y baliza-
inexistencia absoluta de normas reguladoras de pena mencionarla más que como una curiosi· fronteras del nuevo Estado, lo que según Ze· miento de canales, propuestas de reglamentos da
los derechos de ambos países sobre el rí-o. Por dad, -sobre todo después de los clarísimos y ballos debe interpretarse en el sentido de que al navegación, aceptación del ejercicio de jurisdic.
el contrario, existen principios y reglas a los que terminantes reconocimientos que de nuestros de· Uruguay no se le adjudicaba ningún derecho ción uruguaya hasta la mitad del río, y otros
los dos ribereños han ajustado, -y siguen ajus- rechos ha hecho el gobierno argentino en los soberano sobre el río. Estos antecedentes con- actos y manifestaciones semejantes, emanados
tando-- sus relaciones con respecto a ]a nave- últimos años-, si no fuera porque sigue alen- ducían a la conclusión de que nuestro país era de presidentes de la república, <10) caricillere!,
gación, el ejercicio de jurisdicción, ciertas for- tando algunas opiniones radicales en la vecina un pafs de costa seca, conclusión que en los procurador general de la naci6n, y de otros alta~

PAO. tiA CUADERNOS DK MARCHA NUMEi:RCI 201 DICIEMBRI: tQee P,AG. ltS
tkgánoo y tuncfonarréols argentino~, y componen el saber sí el Uruguay posee o no derechos .so· El Protocolo Ramírez·Sáenz Peña consta de internacional. .No »e podrla impecftr Ja avega-
un frondoso conjunto de antecedentes que des- bre el río, por cuanto lo'> mismos le son conft:" tres numerales de los cuales nos interesa el ter· ción por un río internacional a loa barcos. de
miente de manera que disipa toda duda la doc- ri.dos_ por el dcrec;lO internacional, y han sit 0 cero: un ribereño sin incurrir en una grave violación
trina Zeballos. (ll) Hasta el propio doctor Ze- eJercidos y reconocides a lo largo de su historia "La navegación y el uso de las aguas del de este principio que acarrea la responsabilidad
ballos declaraba en 1892 que: como Estado independiente. El punto q ue co- Río de la Plata continuarán sin alteración internacional del Estado infractor.
" •. . el ·gobierno argentino no había auto- r~esponde dilucidar, porque es en torno a él que como hasta el presente, y cualquier diferen- En ríos internacionales contiguos, .tal el easo
rizado ningún trabajo -en los canales al este gua toda la problemática actual df'l Río de la cia que con ese motivo pudiese surgir, será del Río de la· Plata, este derecho- es indepen-
de Martín García y que no los haria sin el allanada y resuelta con el mismo espíritu de
consentimiento del gobierno de la República Plata, es el del alcance de los derecho• df' cac!a cordialidad y buena armonía que ha existido diente de que se haya fijado o no los 'límites
' Oriental." = ribereño. Como hemos dicho no existe tratado siempre entre ambos países." que separan los territorios de cada uno de los
' ¿Para qué requerir el consentimiento de de !imites que adjudique áU:bitos de soberanía En la época en que el protocolo fue suscrito, ribereños; y en, el caso de que dicha línea haya
nuestro país si no tuviéramos derechos sobre el nacwn~l a uno u otro, ni tampoco ningún acuer· y cuando todavía el mal recuerdo de Jos inci· sido ya fijada, es independiente de la ubicación
rlo? Con razón exclamaba el ingeniero Emilio do o mstumento que determine con certeza y dentes de 1907 y 1908 estaba fresco, se sostuvo de los canales de navegación con relación . al
Mitre en el senado argentino: con carácter general en qué forma y dentro de que este documento no aportó solución alguna límite. Ya sea que el ·propio canal constituya
"Si fuéramos a un arbitraje con estos an- qué límites deben ejercerse y conciliarse dichos al problema y que se limita a proclamar algo la frontera entre los dQ$ Estados, ya sea que
tecedentes, saldrfamos lucidos. Nos veríamos derechos. Pero existe un conjunto de normas que, de todos modos, se hubiera concretado en se haya adoptado otro criterio y el canal haya
derrotados hasta con n11estras propias memo- emanadas de ciertos acuerdos bilaterales de los guedado entonces total o parcialmente localiza.
rias oficiales." • • o '
los hechos, esto es, que los dos países siguieran
pnnc1p1os generales del derecho internacional y ·gozando de la libertad de navegación y usando do en el territorio de una de las partes, se man·
. La Declaración Conjunta sobre el límite ex-
de un modus vivendi aceptado por las. dos par- el río como lo venían haciendo hasta entonces. tiene inalterado el derecho de los ribereños a
terior del Río de la Plata y el Protocolo del Río
tes, que configuran un estatuto relativamente .Sobre la futilidad de este documento se ha se- utilizar el·, río para la navegación en un pie de
de la Plata de '.1964 en el cual los dos ribereños
íe comprometen a cooperar en el levantamiento comrleto que rige las reláciones ur~guayo-ar_­ gilidp insistiendo con posterioridad, y tal vez no 'igualdad, y ninguno podrá suprimirlo o limi-
gentmas en lo que al Plata se refiere. Ese · esta- le~ falte razón a quienes piensan de esta ma· tarlo, ni siquiera. en forma indirecta, a· travé•
lntegral del río, parten de la base no sólo de la
tuto establece la libertad de navegación para qer'a. <13 > Pero no hay que olvidar el accidentado de 'reglamentaciones restrictivas. ·
existencia de los derechos del Uruguay en el
Plata, sino además de la igualdad de los dos los ribereños y para los Estados terceros; el proceso que precedió su conclusión, y las cir- Es más, eJ derecho a la libre navegación
~jerc~cio de jurisdicción y la explotación del río, cunstancias políticas imperan tes en la época, de los ribereños ni siquiera está supeditado. al
países al respe_cto. De estos dos instrumentos
puede decirse lo que el doctor Jiménez de Aré- mchudos ef lecho y el subsuelo, se realiza por que hacían extremadamente dificil la obtención hecho de que dicho ribereño tenga costas sobre
~~aga afirma del primero, en el sentido de que
parte de cada ribereño sobre la mitad del río de declaraciones más raclicales. la parte del río que quiera navegar. En . efecto,
representan el repudio definitivo de la doctrina adyacente a su territorio, y hasta la línea me· De cualquier manera, siendo como es uno en los ,casos de los ríos sucesivos, ( Cf!mO por
Zeballos. dia; las islas siguen regidas por el hecho de la de los instrumentos claves para el establecimien- ejemplo el río Uruguay) , la tendencia domi·
"Esta tesis, -continúa el autor citado-, posesión. En los párrafos siguientes, examino to dd estatuto jurídico del Río de la Plata, nante en derecho interqacional es la de·'que el
hace ya tiempo que está descartada y su re- cada término del estatuto vigente. instrumento al cual se remiten los acuerdos pos· derecho de navegación de los ribereños se ex•
futación se ha transformado en un fácil ejer- 9. - El Protocolo Ramírez-Sáenz Peña. El teriores, corresponde que se le analice porme- tiende a todo el tramo navegable del río y· no
cicio de escuela. No está de más, sin embargo, norizadamente. Ante todo debe señalarse qtJe sólo a aquella parte sobre la que el Estado tiene
el. entierro que esta declaración supone." (12) documento que corresponde estudiar en primer
término es el llamado ·Protocolo Ramírez-Sáem el protocolo para nada menciona la soberanía costas, en virtud del principio de la unidad
No obstante lo dicho contra la doctrina Ze- de los ribereños en el río. Y no podía ser de física de las corrientes fluviales.
~allos, debe reconocérsele el mérito de una in- Peña, que se remite a un "statu-quo" que nc
define y que es uno de los elementos básicos de otro modo, ya que no fue la intención de las Esta libertad es perfectamente compatible
voluntaria derivación, provechosa para nuestros partes, -no podría serlo en aquellos años en que con el derecho de los ribereños de reglamentar
Intereses: tuv.o la virtud de haber obrado como la cuestión. Este protocolo fue firmado en 1910
y constituye el acto de reconc_iliación que puso sus relaciones se vieron tan amenazadas- , esta- la navegación en la parte de las aguas que están
factor estimulante en las negociaciones que blecer los límites entre los dos países. Ni siquiera bajo su soberanía o bajo su jurisdicción. Pero
nuestro país había estado realizando durante fih a la situación de tirantez entre los dos paí·
ses como consecuencia de los incidentes de los se habla de jurisdicción, o dt; la exploración del esta reglamentación no puede de ningún modo
algún tiempo ante el gobierno brasileño con el Plata. Sólo se refiere a la· navegación y al uso. encubrir limitaciones a la ·libertad de navegá·
fin de. obtener modificaciones en la frontera so- años. 1907 y 1908. El "statu quo" al que se
remite es, naturalmente, el existente en 1910, 10. - Navegación. ¿Cuál era el régimen de ción, ni discrimirtaciones en perjuicio de ciertos
bre el río Yaguarón y la Laguna Merín, en
donde. nuestro país tenía costa seca de acuerdo y es el que rige actualmente las relaciones erltr~ navegación en el Plata anterior a 1910? Sin Estados. En muchos casos se han constituido co·
los dos países ya que la vigencia del Protocolo lugar a dudas es el régimen de libertad. No misiones fluviales internacionales que tienen ·p ot
a los duros términos del Tratado de 1851. En existe tratado entre Uruguay y Argentina que cometido reglamentar y considerar todos estos
1909 el gobierno brasileño resolvió ceder sin Ramírez-Sáenz Peña ha sido reiterada en los
últimos actos conjuntos celebrados por Uruguay consagre esa libertad en forma expresa, pero la aspectos relacionados con la navegación y el
compensación parte de su territorio fluvial y la- misma surge de diversas leyes y decretos nacio- uso de los ríos. Esta fórmula ha sido utilizada
custre corriendo el límite en el río Yaguarón y Argentina con respecto al Río de la Plata.
nales, y de tratados celebrados con terceros paí- especialmente con relación a los ríos europeos.
~asta la línea del canal más hondo, y en la Así, el artículo 3 de la declaración conjunta ses, (por ejemplo los tratados de San José de Pero no es imprescindible llegar a una fórmula
Laguna Merín hasta la línea media y subsidia- fijando el límite exterior establece que el "ré· Flores. celebrados por Argentina con Inglaterra, de institucionali~ación como ésta. Se puede .lo-
riamente la línea del canal principal. De este gimen jurídico del Río de la Plata continuará Franc1a y los Estados Unidos en 1853), en don- grar cierta uniformidad en los regímenes de na·
rt)odo se .q uitaba a la posición zeballista (contra- siendo, como hasta el presente, el establecido en de se proclama la libertad de navegación de vegación de un río internacional, con garantías
~ia a los intereses brasileños pues de aplicarse, el Protocolo Rarrúrez-Sáenz Peña" y en otros ins- los buques de todas las naciones en los afluentes suficientes que aseguran la integridad de la li·
~ejaba en manos exclusivas de la Argentina la trumentos nacionales e internacionales. Y el del Plata. En consecuencia, y a fortiori, libertad bertad de navegación, mediante el acuerdo de
puerta de acceso a la cuenca del Plata) uno Protocolo del Río de la Plata en su primer nu-
de los principales argumentos en q11e s; fun- meral reitera "tal como lo señaló el Protocolo
de navegación en el Plata y para los buques de
los Estados ribereños. Pero al margen de las
los ribereños que convienen en una reglamenta•
ción común. últimamente se ha señalado una
daba. de 5 de enero de 1910, que la navegación y el disposiciones nacionales o de los tratados la marcada tendencia hacia la regulación con-
· • 8. -. Alcance de los derechos de los ribere- uso de las aguas del Río de la Plata continua- libertad de navegaci6n de los ribereños está' ga- junta de la navegación y el uso de los ríos in-
flos. Actualmente, pues, está fuera de cuestión rán sin alteración como hasta el presente". rantizada por un antiguo principio de derecho ternacionales mediante acuerdos, . como lo d~
..~ • . t1.4 -.:UAJ:IKRNCii g¡;¡: MARCHA NUM&.RQ 20 1 OIClii:M&RII. · 1000
aaUeauan ras convenciones relativas a la nave- lo que el protooolo, en este aspecto, quedaría
ci6n en los ríos Mekong y Níger. En estos desprovisto de contenido. Es necesario pues, a ción. Así, con respecto a la pesca son apltca· to aqueJa nnea mema Otv10e al rlo a 1os efecto1
casos, así como en otros menos importantes, se pesar de las reiteradas remisiones al Protocolo bies los principios sobre conservación de los de la explotación, posici6n que no ha sido con-
reitera el principio de la libertad de navegación de 19~0 que hacen los instrumentos posteriores, recursos vivos, que Argentina ha aceptado en testada por Argentina. Pero aún sin estos ante-
a la vez que se deja a salvo el derecho de regla· recurnr a otras fuentes (acuerdos, actos unila- lo que se refiere al mar en la reciente conven· cedentes, la solución que se impone sería la
mentada dentro de ciertos límites. terales de las partes, costumbres y prácticas), ción de pesca con Brasil, y en lo que se refiere misma por aplicación de los principios de dere-
Sin duda alguna, un régimen de reglamen- para determinar el régimen viaente en lo que a los ríos, en el tratado del río Uruguay con cho internacional, -que ordena una distribu· ·
1aci6n concertada entre los dos ribereños es el se refiere a los aspectos que n~ fueron tenidos nuestro país (artículo 72, inciso e). Con respecto ción equitativa de los beneficios del rfo. La au•
más adecuado para el Río de la Plata. Ello no en cuenta en aquél. a la explotación con fines agrícolas e industria- sencia de tratado de límites no puede impedir
te ha hecho hasta ahora a , pesar de que puede 12. - Aprovechamiento del río. El doctor les, el derecho internacional consagra una serie el aprovechamiFnto actual del río. Y a su vez,
encontrarse un antecedente internacional en don- Jiménez de Aréchaga a l definir este aspecto del de principios pacíficamente aceptados por la co· el aprovechamiento no puede hacerse en la for-
de se asume el compromiso de hacei' los regla· estatuto del río dice que existe "condominio en munidad internacional, que a pesar de la rela- ma anárquica que supondría una total comu·
mentes de navegación de común acuerdo ( tra- la explotación por ambos países en toda su tiva generalidad de su contenido han inspirado nidad de explotación en toda la extensión del
tado definitivo de paz -con Paraguay del 6 de extensión". ¿Debe deducirse de esto que cada. los acuerdos vigentes de aprovechamientos flu- Plata que frustraría los derechos del más débil.
noviembre de 1871). Por otra parte, con res- uno de los dos ribereños posee, a los efectos de viales así como gran número de decisiones ju· Seria tan poco grato a los argentinos que el
pecto al río Uruguay, nuestro país y la Argen- la explotación del río, derechos que se extien- diciales y arbitrales (principio de la igualdad Uruguay hiciera trabajos de explotación de hi·
tina convinit>ron en acordar el estatuto del uso den a toda la extensión del caudal fluvial lle· de los ribereños, derecho a la utili~aci6n de las drocarburos en la mitad septentrional del río,
del río que deberá contener entre otras cosas gando, en consecuencia, hasta las riberas del aguas, obligación de no causar daño grave, obli· como al Uruguay el caso inverso.
"la reglamentación común y uniforme para la vecino? Si ésta fuera una conclusión exacta, gación de indemnizar, obligación de dar avi- El protocolo de 1964 no cambia en absolu·
aeguridad de la navegación" ( art. 7º). Del acuer- existiría en este aspecto una superposición de ' so, etc.). to la precedente conclusión. En dicho proto-
do entre las dos p::J.rtes en esta materia . no pue· los derechos de Argentina y Uruguay en toda Este conjunto de principios busca en todos colo se establece, es cierto, el compromiso de
den derivarse sino ventajas, particularmente te- la extensión del río. Tomando en cuenta una los casos conciliar los intereses contrapuestos de las dos partes de prestarse "recíproca colabora·
niex:tdo en cuenta que reglamentaciones unila· de las formas posibles de explotación, la pesca, los ribereños, cuyos respectivos aprovechamien- ción y mantenerse informados de los planes d~
terales a aplicarse en las respectivas mitades habría que deducir que la flota pesquera ar- tos de la misma corriente fluvial pueden ser trabajo y de las comprobaciones que se obten•
bajo la jurisdicción de cada uno tendrían como gentina podría llevar a cabo sus actividades en incompatibles. Tanto las reglas sustantivas que gan" (numeral 3). Además, ambos gobiernos
consecuencia probable la existencia de un régi- cualquier parte del río, incluso en las zonas más rigen la utilización de los ríos internacionales "manifiestan su voluntad de contribuir técnica
men de navegación complejo, a aplicarse en próximas a nuestras costas, y otro tanto podrían como las normas procesales aplicables, tienden a y financieramente al estudio definitivo y a la
forma sucesiva según los canales estuvieran en hacer las naves uruguayas con respecto a las impedir la concreción de un daño en perjuicio ejecución del «Plan de Levantamiento Integral
la parte uruguaya o en la parte argentina. aguas adyacentes al territorio argentino. O que ~e un ribe~eñ_o, o, en su caso, a asegurar el del Río de la Plata»" (numeral 4). Estas fól'-
11. - Uso del po. El otro aspecto al que los argentinos están habilitados para explotar J~St?. resarctmtento. Pero por supuesto esto no mulas de cooperación nada tienen que ver con
se refiere el Protocolo Ramírez-Sáenz Peña es los hidroca'rburos en el subsuelo próximo a stgmftca que el aprovechamiento de un río in- la explotación de los recursos minerales del sub·
el del "uso de las aguas". Cuando los autores nuestro territorio. ternacional deba hacerse en fo rma conjunta por suelo, o con cualquier otra forma de explota•
del protocolo establecen que el uso de las aguas Sin embargo, no es éste el criterio sostenido los ribereños, (aunque en el caso de los ríos con- ción del río. Las obligaciones establecidas se
del Río de la Pl1ta "continuará sin altf'l ación, por nuestra cancillería ni el aplicado por nues- tiguos éste sea normalmente el modo más efi- refieren pura y exclusivamente al plan de le-
como hasta el presente'\ aluden sin duda a cier· tras autoridadr.s nacionales que en todo mo- ' caz), o que uno de ellos no pueda actuar sin vantamiento que había proyectado el gobierno
tas prácticas preexistentes observadas por los mento h"n entendido que los derechos de ex· el consentimiento del otro. La explotación de argentino, que no tiene por objeto, ni expreso
'ribereños en usos distintos al de la navegación, plotación de cada ribereño se extienden hasta los recursos del río puede hacerse unilateral· ni implícito, la identificaci6n de yacimientos
pues de otro modo hubiera sido redundante la línea media del río. Por ejemplo: en much:1s mente por cada uno de los ribereños en la parte minerales en el subsuelo det río, aunque, como
mencionar a ésta separadamente. P~ro obsérve- oportunidades, naves argentinas que pescaban que le corresponda. Las limitaciones a este prin- es lógico, algunos de los aspectos que cubre
se que no se ha utilizado una expresión que, muy cerca de la costa urugua ya fueton perse- cipio, - la obligación de dar aviso; la obliga- (por ejemplo, levantamiento geológico subma·
guidas y apresadas por nue~tras autoridades. Y ción de no impedir otros usos del río, tales como rino, levantamiento geofísico), contendrán in·
tal como la de "uso del río", podría incluir su
lecho. Ni se ¡•efiere el protocolo a la "explota- en esas oportunidades se confirmó el criterio, la navegación; etc.- no afectan lo esencial de formaciones de gran interés para la prospección
su contenido. de los hidrocarburos.
ción" que comprende el aprovechamiento del ya sostenido desde antiguo, de que la línea me-
río en un sentido mucho más amplio que el dia divide el río a los efectos de su explotacwn. Estas conclusiones son perfectamente aplica- 12. - La jurisdicci6n. Este aspecto funda·
mero uso de las aguas, como por ejemplo, la Obran en nuestra cancillería muchos anteceden- bles a la investigación y explotación de los hi- mental del estatuto jurídico del Río de la Plata
explotación de sus recursos vivos, o de los re· tes en este sentido, en donde ~e sanciona a drocarburos del subsuelo del Río de la Plata. fue soslayado por el protocolo de 1910, cosa que
cursos minerales del subsuelo. Por lo tanto, la pescadores argentinos por infracción a las leyes :Bien es cierto que la indefinición de las frente· resulta doblemente curiosa si se tiene presente
expresión empleada en el protocolo debe refe· y decretos nacionales que prohíben a todo bu· ras platenses introduce un elemento de confu- que de los incidentes previos, el más grave, o
rirse a ciertas formas de aprovechamiento limi- que extranjero la pesca en aguas jurisdicciona· sión en el caso, ya que no existe absoluta cer- sea el que se suscitó a raíz del naufragio del
tadas, tales como el uso para fines agrícolas, les uruguayas. (Ver transcripciones en el nume- teza en cuanto a la extensión del territorio so· vapor "Constitución", fue un problema de juris-
l(riego), o industriales (producción de energía) . ral siguiente.) bre el que cada uno de los ribereños ejercerá dicción. Por lo demás, si en algún aspecto el
Pero no hay antecedentes que demuestren que Naturalmente que todas estas formas de ex· su soberanía. Pero la incertidumbre derivada de statu quo del río anterior a 1910 ofreda una
se hayan efectuado utilizaciones semejantes an- plotación no se realizan en un régimen de li· e~ta circunstancia se disipa considerablemente soluci6n clara y categórica, -controvertida só-
tes de 1910 de modo que pudiera hablarse de bertad inestricta. El •derecho internacional mo- st ~os atenem?s a la división de hecho que ha lo en el período de la cancilletia zeballista-,
la existencia de un statu quo que el protocolo derno ha ela horado una serie de fórmulas que regtdo en el no a los efectos de la explotación ese aspecto es, precisamente, el de la jurisdic-
consagra para el futuro. Si esto es así, hay que se aplican en cada caso a fin de contemplar el y, como se verá de inmediato, a los efectos deÍ ción. Porque en efecto, desde los primeros tiem-
concluir que en lo que se refiere al "uso de las interés común y conciliarlo con el interés del ejercicio de jurisdicción. Se han mencionado pos de la independencia los dos ribereños adop-
aguas", no habia en realidad un statu que, por Estado que tiene derecho a .realizar la explota· precedentemente los antecedentes que demues· taron la línea media como criterio de separación
tran la posición oficial de nuestro país en cuan· de sus respectivas iurisdicciones en el río
PAA. ••A CUADERNOS DE MARCHA
NUMERO 201 D I C I EMBRE 1coa a PAG. 11~
El doctor jlménez de Aréchaga al definir el argentinos han ido más allá, y establecieron in•
estatuto del Río de la Plata dice que: cluso el criterio de separación de las jurisdiccio- pías autoridades. Si recurre a la declaración ribereños, existiendo en consecuencia un condo--
" ... la jurisdicción civil y criminal de ca- nes tomando como base la línea media. Por conjunta y al protocolo de 1964, llega a la mis- minio de los dos estados, o para decirlo en for-
.. da Estado, como lo han resuelto los tribu- ejemplo, en 1873, ante una pr'otesta de nuestro ma conclusión, ya que estos instrumentos, espe· ma más correcta, una ca-soberanía. La sobera-
.. nales de justicia de ambas naciones y lo gobierno por la 'detención y registro de barcos cialmente el segundo, suponen la existencia de nía de cada uno de los Estados se extiende has·
.. ha expresado el canciller argentino Teje- uruguayos por parte de barcos argentinos que jurisdicciones separadas, y el criterio de separa· ta las riberas del vecino: existe yuxtaposición
.. dor, llega hasta l a parte media del rio" (H), procuraban evitar el contrabando de armas pa· ci?n no puede ser otro que el que se viene api- de dos soberanías distintas. Este criterio sólo te
En 1961 el doctor Quintín Alfonsín, siendo ra los revolucionarios entrerrianos, el Min isterio cando hasta ahora. ha aplicado' en casos excepcionales.
consultor jurídico de la cancillería sostenía en de Relaciones Exteriores del vecino país, (ocu·
un dictamen relacionado con un caso de abar· Los más corrientes son los sistemas de la
pado entonces por el doctor Tejedor), contestó 13. - La posesión de las islas. Tampoco en línea media y del thalweg. La línea media ea
daje· que esos actos eran cumplidos únicamente en la este aspecto del protocolo Ramírez-Sáenz Peña la que sigue el trazado de los puntos equidis-
"En todo caso debe tenerse presente que parte del río Uruguay bajo jurisdicción argen· contiene referencia alguna. Y no podía ser de tantes de las dos riberas. "Thalweg" es una pa·
" el abordaje necesariamente ocurrió en aguas tina, excusando los posibles excesos de los ofi· otra manera. Las tensiones existentes en la épo-
.. jurisdiccionales de uno de los Estados ribe· labra alemana que significa "el camino d~l va•
"reños. Esta puntualización tiene por fin des- ciales navales argentinos en virtud de la "inde· ca en que el protocolo fue suscrito, mal podían lle" y aplicado a la determinación de fronteras
.. vanecer de antemano dos hipótesis falsas: terminación" de las aguas territoriales de uno verse atenuadas si el Uruguay planteaba sus fluviales, es la línea que sigue las mayores pro-
"Una, según la cual las aguas del Plata no y otro país. El gobierno uruguayo insistió soli- reivindicaciones con respecto a la isla Martín fundidades de los canales navegables. En algu•
.. son jurisdiccionales; y otra según la cual citando una aclaración con respecto a lo que García. Al no hacerse referencia alguna al pro·
"las aguas indivisas hállanse en condominio, nos casos, cuando se habla de thalweg no se
• entendiendo por tal la superposición de aro- consideraba expresiones equívocas relacionadas blema se entiende que se perpetúa la situación alude al canal más profundo sino al canal prin·
.. bas jurisdicciones de los Estados ribereños con la argüida "indeterminación" de las aguas. anterior, y Martín García continúa bajo la ju- cipal de navegación. A veces las fronteras en
• sobre la totalidad del espejo." Y en respuesta, el ministro Tejedor expresa: risdicción argentina. Por ello, el doctor Jiménez
En fecha más reciente, en un exhaustivo • in- "El gobierno argentino piensa que están de Aréchaga expresa que de acuerdo al estatuto
un río resultan de la aplicación combinada de
algunos de estos criterios. Un ejemplo cercano
forme del consultor diplomático doctor Gros Es· "indeterminadas las aguas territoriales del vigente ")as islas siguen regidas por el hecho y reciente es el del tratado de límites aobre el
piell se decía que el criterio de la línea media "rio Uruguay y del Río de la Plata, porque de su posesión" <17 l. En la parte final de este
"comunes ambos ríos a las dos repúblicas, la río Uruguay, suscrito y ratificado por nuestro
" . . . que sin duda se basa en la tradición, trabajo tendré ocasión de referirme con má! país y la Argentina, en el que se aplicó un
11
anchura de ellos y la situación de algunas
.. en los principios generales del derecho y "islas no permiten, o por lo menos, sujetan detalle a este problema. criterio mixto: En el tramo superior, compren•
.. en el estatuto establecido en el protocolo 11
a error, la aplicación práctica del principio dido entr.e la isla Brasilera y el Ayuí se adopta
.. Ramirez-Sáenz Peña, es indudable, además, "de derecho de gentes que dividen en esos IVl LA FRONTERA DEL PLATA
"frente al texto del artículo 5 del Protocolo "casos por mitad la jurisdicción" (15). la linea medi.a con ciertas inflexione~ para de-
"' del Río de la Plata de 1964. En efecto, si jar de un lado u otro determinadas islas. Del
.. se dice que la ejecución del plan no altera· Años más tarde, en 1897, decía el procurador 14. - Aunqt1e tanto en el Uruguay como
"'rará las jurisdicciones que los países ribere- general de la nación argentina con relación a Ayui ha.sta que el Uruguay desemboca ~n el
en la Argen tiha se especula con harta .frecuen-
" ños han venido ejerciendo en el Río de la los casos de los barcos "Venus" y "Montevi· Plata, esto es, hasta el paralelo Punta Gorda,
cia sobre la posibilidad de una solución defini -
"Plata, únicas que ap1bos paises reconocen deo", que para dividir .la fronteta coincide con el thalweg, --entendí·
.. sobre dicho rio, es porque los gobiernos de tiva al problema del Plata mediante la celebra·
.. Uruguay y de la ' Argentina entienden re- " ... la jurisdicción fluvial entre los dos ción de .un tratado de límites, no parecen exis- do como el eje del canal principal de nave-
.. conocer y afirman que sobre las aguas in- " Estados soberanos separados por el rio, de- tir por el momento las condiciones politicas, gación, que es la expresión que utiliza el trata•
.. teriores del Plata, cada uno de ellos ejerce " bia tirarse una línea imaginaria que pasa- - tanto internas como internacionales- , para do- , pero con una importante y en cierto modo
.. juJ;isdicción distinta, separada, y que míen· " se por el centro del Estuario del Plata, equi- novedosa alteración: En la parte del río en qu,o
,. tras no haya tratado se delimitarán de " distante de las costas respectivas. Las aguas que tal salida ~e concrete en un futuro . cercano.
" de uno y otro lado de esa línea correspon· No obstante, conviene conocer cuáles son los tér- se bifurcan los canales del Medio y de la Filo-
"acuerdo con el status de 1910."
"derían a las respectivas jurisdicciones" ( 16), minos en los que se plantea el problema y cuá- mena, uno de ellos, -el de la Filomena qu~
No sólo de este lado del río ha prevalecido está ubicado más próximo a la costa uruguaya-
el criterio de la línea media. También en Ar- Por eso llaman la atención los términos d e les son sus posibles soluciones. En esta parte
la nota de la cancillería argentina de fecha 6 del trabajo, luego de ver brevemente las fórmu- separa las aguas, mientras que el canal del Me-
gentina ha sido el criterio dominante, y no fue dio, constituye el límite entre las islas, de tal
sino en ocasiones aisladas que se pretendió des· de diciembre de 1968, que a la vez que alude a las de delimitación de fronteras fluviales que se
han adoptado t"n la práctica internacional, exa· modo que islas uruguayas quedan enclavadas
conocer ese principio dando lugar a confusiones "los títulos históricos" que fundamentarían los
eh aguas argentinas. Conviene tener presente es·
que luego alimentaron las teorías del dominio derechos argentinos sobre el río, los ignore com- níinaremos cuál es la más justa y más adecua·
pletamente para llegar a la conclusión de que da a la realidad histórica y geográfica del Río te antecedente para el momento en que nos re-
exclusivo. Ante todo, conviene insistir en que fiéramos a las islas en el Río de la Plata.
a lo largo de toda nuestra vida independiente, ni en el p rotocolo de 1910, ni en la declaración de la Plata, y cuáles son las probables dificul·
menudean los testimonios oficiales de fuente ar· conjunta de 1961, ni en el protocolo de 1964 tádes que impiden un total entendimiento entre 15. - Se ha discutido mucho acerca de cuál
gent.ina reconociendo la existencia de una juris- existe base alguna para "sostener la existencia las dos naciones. criterio, - si el thalweg o la línea media- , es
dicción uruguaya en el río, distinta y separada de una supuesta división de las aguas del Plata ' Cuando un río separa el territorio de dos el que prevalece en Derecho Internacional .. L~
de la ejercida por la Argentina. Los recono· por alguna línea delimitadora de las jurisdiccio- Estados, existen cuatro soluciones básicas posi· línea media, por ser la que asegura una distri·
cimientos anteriores a 1910 pueden ser consulta· nes respectivas". Si la cancillería argentina cree bles para la fijación . de una línea fronteriza. bución equitativa del territorio fluvial, fue la
dos en las obras citadas en los párrafos prece- que el statu quo de 1910 es aplicable al proble· Una de ellas es que la totalidad del río pase que se adoptó en la mayoría de los tratadós
dentes, especialmente en la de D e Vedia. Esta ma de la jurisdicción, (y debe creerlo, desde a integrar el territorio de uno de los ribereños, ha~ta que la creciente importancia de la nave-
idea ha sido mantenida con posterioridad, y tal que con relación a este punto invoca el proto- cayendo la línea limítrofe sobre las riberas del gación obligó a recurrir a nuevos criterios que
como lo señalaba el doctor Gros Espiell en el colo Ramírez-Sáenz Peña) , entonces no le que- otro. Es el famoso criterio de la "costa seca" consultaban mejor los intereses de aquella. L11
párrafo transcrito de su dictamen, recibió una da otra alternativa que aceptar el hecho irrefu· s~stenido por Zeballos para el Río de la Plata. aplicación rigurosa del criterio de la línea me-
consagración convencional terminante en el art. table de que con anterioridad a esa fecha la Es el criterio que efectivamente se aplicó en el dia podría dejar las vías de navegación de un
5 del Protocolo del Río de la Pla ta. línea media dividía la jurisdicción del río, de Río Yaguarón y la Laguna Merim hasta 1909. río internacional enteramente bajo la soberania
Pero en muchos casos los reconocimientos acuerdo a la práctica establecida por sus pro· Una segunda posibilidad es la de que el de un solo Estado, y ello redunda en perjuicio
río mismo constituya la frontera entre los dos de la libertad de navegación. Así el thalW"e!
~UADERNOS DE MARCHA
&>~ t2Q
NUME:,RQ 20 1 DICIE;M6Rli 1~6il

'
•fan:cló como el criterio perdominante en los tenidos en cuenta para la fijación de la fron Argentina en el tratado de límites del no Uru- río único de de1Imitaci6n, el da la 1tnea m.o.a
tf01 navegables, mientras que Ja línea media tera platense, debemos descartar otro elemento ¡uay cuyo preámbulo dice: es el que aparece más justo y el que mejor
e¡,nserv6 para las vfas fluviales no .navegables. que en algunas ocasiones ha sido invocado tam- ..Ambos gobiernos, eonsiderando que a pe- responde a las condicionantes históricas y geo-
Sin embargo, bién como creando un precedente obligatorio. .. s¡¡r de tener idénticos derechos sobre' el re- gráficas de nuestro río.
Me refiero al tratado del río Uruguay. En pá- " ferido tramo del r1o, existen otros factores La línea media es el criterio que mejor euro--
"' . . . la conqui11ta de la libertad de nave- rrafos anteriores se han descrito de modo muy ., que deben ser considerados al delimitarlo pie en el Río de la· Plata con el requisito de
• gación hace perder al criterio del canal más "como ser su configuración general las ca:
• profundo, en materia de fronteras fluvla- sintético los criterios de división de aguas e " racteristicas de sus canales naveg~bles la Igualdad que exige el derecho internacional. Es·
•Ies, lo mejor de IIU valor práctico" (18). islas que se adoptaron en este tratado. A pesar ''presencia de islas en su cauce titulas 'bis- ta conclusi(fn surge con meridiana claridad si
" tóricos y actos de jurisdicción 'actual sobre tenemos en cuenta todas las consecuencias que
y m siquiera la potestad reglamentaria que el de que no se aplica un criterio único, sino mix·
to, resulta claro que de todos modos predomi· "las mismas, asf como las necesidades prác· se derivan de la fijación de una frontera fluvial
n"bereño conserva rehabilita ese valor, por cuan· " ticas de la navegación .. . "
to tomo ya Jo hemos dicho, y como lo dispo·
na la línea del thalweg entendida como Unea. para los territorios nacionales de los ribereños.
que sigue el eje del canal principal de navega· Las mismas consideraciones que se hacen En efecto, al determinarse la soberanía ele los
ne un principio definitivamente establecido en en el preámbulo del tratado del río Uruguay
ción. Entre las objeciones que se hicieron al ribereños sobre el río mediante un tratado de
derecho internacional, la reglamentación de la deben hacerse con relación al Río de la Plata.
tratado del lado uruguayo una de las princi· límites, debe tenerse presente que dicha aobera,¡
navegación en los rios inter,nacionales no puede No hay ninguna razón para que en el momento
pales era la de que constituía un antecedentt'! nía va a ejercerse no sólo sobre el espejo da
representar una restricción a la libertad de la de fijar definitivamente los derechos de cada
misma. Por otra parte, junto á la navegación se peligroso para nuestros derechos en el Plata, ya las aguas y en el caudal del río, sino también
que la aceptación de la línea del canal prin- soberano sobre el río, esto es, en el momento en el lecho, en el subsuelo y en el espacio aéreo
han desarrollado últimamente otras formas de de efectuar la adjudicación de los territorios flu-
cipal de navegación como línea fronteriza en la suprayacente. Una línea de demarcación que
uso de los ríos (usos industriales, agrícolas, sa- viales, esta adjudicación se haga en detrimento
Ditarios, etc.), frente a las cuales el thalweg no mayor parte del río Uruguay comprometería se ~partara de la línea media entraña una grave
nuestra posición al negociar las fronteras en el de un? de los ribereños. El principio general des1gualdad que afecta el ámbito territorial de
pareco ser el criterio más adecuado < >. 19
de la Igualdad de los ribereños debe ser com·
Plata, obligándonos a aceptar un criterio seme· lo~ ribereños e.n todos sus aspectos, ya que di,..
En realidad, en el estado actual del derecho plementado con la consideración de ciertos fac-
jante para este caso. t~1buye extenSiones desiguales de espacio acuá
internacional fluvial, no exíste una razón deci- tores que son invocados también en la parte
Esta objeción carece de fundamento. Los cri- hco, aéreo y terrestre.
siva que conduzca a proclamar a un principio transcrita del preámbulo.
terios adoptados en el río Uruguay de ningú11 Pero además, la línea fronteriza en el Plat~
o al otro como fórmula general de delimitación Estos factores son de dos 6rdenes. En pri-
modo pueden atar al país en el momento de fi- incide también en la extensión del mar territo-
de los ríos. Es cierto que la mayor parte de los mer lugar, están los factores de orden histórico.
jar fronteras fluviales en otros ríos. Del mismo r!al, de la zona contigua y de la plataforma con
autores sostienen la existencia del thalweg o de ~a. práct~ca. c~nt!nuada de ciertos actos, ( ejer-
modo que no existe en esta materia una regla tmcntal. Sabemos que el mar territorial es una
la línea media, por lo menos como una regla in- CICIO de JUl'ISelicctón, por ej.), los reconocimien-
general obligatoria impuesta por el sistema ju- franja de mar adyacente al territorio de un Es·
terpretativa que el orden juridico internacional t?s, los cambios de notas, los protocolos, conven-
rídico internacional, tampoco existe lo que en ta?o, y sobre la que éste ejerce la soberanía del
proporciona para los casos de ausencia o de si-
rigor sería un ' 1precedente obligatorio". Ni e~ CIOnes, etc., pueden haber generado derechos a mtsmo modo que sobre su territorio o sobre sus
lencio del tratado de límites. Pero después de favor de las partes, derechos que deberán ser
incoherente sostener un criterio en un río y uno aguas interiores. Esa franja marítima, sobre cu-
un atento examen de la doctrina y de la copio- respetados en el momento de fijar los límites.
distinto en otro, sobre todo cuando las carac- ya anchura la comunidad internacional no se
•• jurisprudencia que exíste en esta materia, se En algunos casos estos antecedentes serán ver-
terísticas geográficas y los antecedentes histó- ha pu:sto de a~uerdo, se mide por lo general
concluye que nada permite afirmar que exista dad:ros acuerdos internacionales, -a veces no
ricos de uno y otro son tan diferentes, como lo a partir de la !mea de bajamar a lo largo de
una regla en derecho internacional que obligue escntos-, que sólo podrán ser dejados de lado
son en el caso de los ríos Uruguay y de la la costa, o cuando un río desemboca directa·
a los Estados con fronteras fluviales indetermi- por mutuo consentimiento de los ribereños. En
Plata. Para la fijación de los límites fluviales mente en el mar, como en el caso del Río de
nadas a adoptar uno u otro criterio. En esto otros casos podrá invocarse la existencia de una
las partes actúan con entera libertad, y sorne· la Plata, desde "una línea recta trazada a tra·
están de acuerdo los autores modernos más des- tidas solamente aciertos principios generales que ver?ad~ra costumbre creadora de derechos y
tacados. En uno de los últimos y máS completos vés de su desembocadura entre los puntos de
veremos de inmediato. o.b~1gactone~. Por último e~isten ciertos actos po- la linea de bajamar en las oriJlas" (Art. 13 de
tratados de d_erecho internacional < >, después
20
st.tivos, o s1mples tolerancias o aceptaciones tá-
de reconocer que el thalweg ha sido el criterio 17. - Si es preciso fijar un principio de la C_onvención sob.re Mar Territorial y Zona
derecho como punto de partida que deben acep- Citas de cada uno de los ribereños, que luego Contigua) . Ello qUiere decir que el mar territo-
adoptado con mayor frP.cuencia en la!! corrien - no podrán ser negadas o desconocidas por quien
tar las partes para la determinación del crite· r~al es ~n realidad una proyección del territo-
tf'! fluviales navegables, se dice: las hace (principio del "estoppel"), y al ampa-
rio de delimitación, ese principio estaría conteni- rio nac10nal sobre los espacios marhimos. El
• ... la regla del thalweg, esto es, la re- do en la fórmula según la cual un río que separa ro de los cuales la otra parte ejerce den·chos mar tel'ritorial uruguayo es el que se extiende
.. gla de que la frontera sigue el canal más de los que luego no podrá ser despojada unila· adyacente a nuestras costas desde la frontera
.. profundo, es sólo una regla de convenien· a dos Estados constituye una riqueza natural
que beneficia de igual manera a los dos ribere· teralmente. con Brasil hasta Punta del Este. Desde este pun-
• cia práctlcl\, para asegurar la igualdad de
'• acceso y navegación, no un principio esta- ~n segundo término, están los factores geo- to, el mar territorial se mide a partir de un::\
ños por disposición de la naturaleza, y que en
.. blecldo" (tt). grábcos cuya gravitación en la forma de deter- linea imaginada Punta del Este-Punta Rasa. La
consecuencia debiera ser distribuido en partes f
iguales para conservar la equivalencia de dere· minar la frontera resulta evidente. a?~pción del criterio de la línea media para di·
D" modo que para la fijación de los limites
t!el ruo de la Plata, no exíste ningún criterio chos. Este principio de la igualdad de los dere· . . 18. - ¿Cuál, de los criterios existentes para vtdlr las aguas del Plata significa que la sobe-
preestablecido que se imponga obligatorlamen· chos ele cada ribereño sobre un río contiguo~ fiJ~r .u?a fronte.ra fluvial, se adecúa mejor al ran{a de J~uestro país Uega también hasta el
te a las partes, ni siquiera como regla interpre- d~scarta toda solución apriorística del problema pnnc1p10 de la Igualdad de los ribereños a los punto med1o de la línea Punta del Este-Punta
antecedentes históricos y a las caracte~ísticas
tativa o como norma cuya aceptación generali-
~da o cuyas virtudes intrínsecas le otorguen
de la fijación de los límites, porque el reparto
de los derechos y beneficios dependetli de las geográficas del Río de la Plata? Al responder
Rasa, y que en consecuencia la mitad de esa
línea constituye la línea de base para medir el '
derto prestigio o cierta fuerza moral que indu7· características del mismo y aconsejará en cada a esta pregunta es cuando se manifiesta la ma- mar territorial uruguayo adyacente a sus aguas
ea a su adopción por parte de los Estados. caso una solución particular. yor divergenci~ entre las posiciones de Uru- interiores. Un régimen distinto al de la linea me·
16. - Por otra parte, y antes de entrar en El principio de la igualdad de los ribereños guay y Argentma. En los párrafos que siguen dia,n~ sólo alteraría la distribución del espejo
la conslderacl6n de los factores qU«t deben aer ha sido expresamente aceptado por Uruguay y trataré de demostrar que de adoptarse un crite- del no, del caudal, del subsuelo y del espacia

NUM!i:RQ 20 1 PICI!i:MBR&: U~ e~

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aéreo, aino qué atlemb altera la distribución que de acuerdo a él, cada rxbereño eJerce !a diatamentc si .~lla es fundada o no. El punto se acción quo implica el ·wo. d11 .ls, ffullllll, fla '-"
~e las aguas marítimas territoriales. Y respecto jurisdicción del río hasta la línea media. E~te plantea por lo general de un modo dramático jado de ser una medida lícita en derecho inter-
al mar territorial corresponde hacer la misma precedente constituye una pauta de enorme in- y efectista que oculta parte de la verdad. Se nacional moderno. El req.uso a la fuerza por
pte'cisi6n que se hiio con respecto al río, en cidencia en la determinación de los límites, puesG afirma que resulta inadmisible que las vías de parte de los Estados en sus relaciones interna-
tuanto a que el Estado soberano extiende su to que si bien no es posible identificar el ejer- acceso a Buenos Aires y a los demás puertos cionales está p~ohibido por el art. 2, b~c:. 4) d~
1oberanía al espacio aéreo suprayacente, al fon· cicio reconocido de jurisdicción con un derecho fluviales de la Argentina queden sometidos a la la Carta de San Francisco. En el mismo inst~
do del mar y a su subsuelo. pretendido de soberanía, tampoco es posible ne· soberanía del Uruguay, que se transforma asi mento, el bloqueo ha sido previsto como una de
El límite que se fije en las aguas territo· gar que al fin . y al cabo el primero es la maní· en dueño absoluto de la seguridad política y las medidas coercitivas que el Consejo de Segu·
iiales, incidirá también en la determinación de festación más clara, definida y elocuente del económica del vecino país. Si la Argentina pier- ridad puede hdoptar en caso de amenaza a la
lá zona contigua y de la plataforma continen- segundo. Si a ello se agrega que en los hechos de la jurisdicción sobre las vitales vías fluviales ~~z, quebrantamiento de la paz o' acto de, agre-
'tal. Por ello todo criterio que se aparte de la nuestro país ha considerado a la línea media que la comunican con el mundo exterior, todo ston. Un bloqueo de los canales del Río de la
iínea media implica una importante despropor- también como el límite hasta donde llegan los su sistema económico, y también su seguridad, Plata hecho por el Uruguay, o por terceros Es-
ción no sólo en la distribución de las aguas derechos de cada ribereño de explotación de se volverían intolerablemente vulnerables. tados en aguas uruguayas, es un acto de :fuerza
fluviales; sino también en los demás ámbitos los recursos del río, (especialmente en lo que Estos temores, sin embargo, aparecen des· violatorio del derecho internacional, que sólo
donde los ·Estados' ejercen la soberanía o cier- se refiere a la pesca) , sin haber suscitado la opo- provistos de fundamento real a poco que se ana· es concebible en el marco de una situación. in·
tos derechos especiales. Ello puede acarrear una sición de la Argentina, se puede llegar a la lice su factibilidad desde el punto de vista jurí· terna:ional de extrema gravedad que induzca a
injusta discriminación'.en perjuicio de Uruguay conclusión de que existe actualmente una ver· dico o político. Es evid~nte que el Uruguay no asumtr los riesgos y las sanciones consecutivas.
o Argentina, según la línea limítrofe en el Río dadera "prefiguración del ámbito espacial 'de la podrá hacer uso de la potestad reglamentaria La locaHzación de los canales en aguas uru-
de la Plata interceda la línea Punta del Este· soberanía nacional en el Plata", a la que sólo que le acuerda el orden jurídico internacional guayas no representa una amenaza real p,ara 'la
Punta Rasa en un poco más al norte o más al le falta para su consolidación definitiva' la pro- con respecto _a los canales que quedan bajo su seguridad de la Argentina, ni siquierá acentúa
11ur, respectivamente, del punto medio. Pero en clamación formal a través de un tratado de jurisdicción, para impedir o estorbar la nave· la pretendida ·vulnerabilidad de los puertos, y
perjuicio para el Uruguay sería más grave, por límites entre los ribereños. gación de los ribereños o de los terceros Esta- vías de comunicación argentinos, que e.s tá deter-
tuanto la Argentina ha declarado que la anchu- Por último, y en lo que se refiere a los dos. Ello constituiría una clara vjolación de la minada por otros factores geográficos, ante loa
ta de su mar territorial es de 200 millas. Si la factores geográficos, corresponde decir que en el libertad de navegación que entrañaría la res· cuales la posesi6n de los canales por uno u otro
línea de base del mar territorial argentino se Río de la Plata no existen las características ponsabilidad internacional del infractor. En el ribereño pierde relevancia. Por otra parte, el
aproximara mucho a la costa uruguaya por apli· que en el caso de muchos ríos (por ejemplo, el caso del Río de la Plata la violación sería tanto Uruguay podría invocar análogas razones de
cación del criterio del thalweg, en el Río de la río Uruguay), ha dificultado la adopción de más grave y flagrante, cuanto que la libertad seguridad para impedir que quedaran bajo la
Plata, (que es el pretendido por la Argentina) , la línea media como criterio de división. Ni su de navegación no sólo beneficia a lo~ ribereños soberanía argentina los canales de acceso a Mon-
grandes extensiones marítimas que actualmente curso es tortuoso, ni existen islas que obliguen · sino también a los terceros Estados en virtud
de la regla de derecho internacional ~egún la
tevideo y a todo su .litoral, lo que además, por
son mar territorial uruguayo o mar libre y que a imponer inflexiones a la divisoria .o a realizar st¡., ubicación tan próxima a sus costasJ añadí-
• '
tienen enorme importancia económica para nues- complicados repartos territoriales, ni las mitades cual los ribereños están obligados a admitir la na . el mconveniente de una vecindad que .pue·
tro país, quedarían bajo la soberanra arRentina. en que queda dividido el río son tan desiguales libre navegación de terceros en los ríos que cons· de tornarse peligrosa. , .
Las consideraciones precedentes demuest.ran que pueda decirse que beneficia a un ribereño tituyen vías de acceso a puertos marítimos <22 l. En suma, mientras que la línea media no
de manera terminante la inmensa reprecusión en perjuicio del otro. Por el contrario, la extra· Pero aun si estas normas generales del derecho suscita ninguna objeción seria y proporciona una
que tendía la fijación de la frontera platense, . ordinaria anchura de su cauce, la relativa regu· int~r~acional no ftteran consideradas garantías solución de una irreprochable juricidad y justi·
no sólo en el río, sino también en la determi- laridad de sus costas, la ausencia de acciden- sui1C1entes para la Argentina, (aun cuando la cia al problema platense, ·el thawelg resultaría
nación de otros sectores del territorio nacional. tes relevantes en su curso, hacen que sea preci- l¡istoria demuestra que no ha sido precisamente desde todo punto de vista inadmisible para el
Estas mismas consideraciones hacen predictible samente la línea medja la que mejor se adapta el Uruguay el que ha opuesto trabas a la nave· Uruguay, que vería de este modo considerable--
cierta inflexibilidad en la posición de la parte a sus características geográficas. g~ción en sus ríos) podría estipularse en el pro· mente cercenado el territorio que le pertenece
en cuyo p~rjuicio redunde cualquier aparta· En cambio el tahlweg, por ·no consultar por p10 tratado de límites la obligación más concre- por razones jurídicas, históricas y geográficas.,
miento de la línea equidistante. Creo que un igual los intereses y derechos de las dos partes, ta de no proceder a una reglamentación de la 21. - El problema de las islas. El largo d~­
enfoque objetivo que tenga en cuenta estas de- -ya que por su proximidad a las costas uru· navegaci6n en el Plata si no es común acuer· bate en torno a Martín García se mantiene in·
rivaciones, permite concluir que la línea media guayas daría la parte del león a la Argentina-, do. El Uruguay ya ha aceptado la vía de una cambiado desde hace' muchos años. Nada nove--
~~- el criterio indiscutiblemente más justo para por ser de gran vaguedad y difícil identificación, reglamentación conjunta con el otro ribereño, doso se ha añadido a los argumentos · que en
ambas partes. al punto que se opina que en ciertos sectores Y no hay ninguna razón para que lo niegue co~ f~vor de la posición argentina o uruguaya se
19. - Pero no sólo la justicia de esta solu· del río no existe en realidad un canal que pue· relación al Río de la Plata, máxime si esa con· vtenen manejando desde hace varias décadas.
tión, que en último término representa el cum· da considerarse thalweg-, por no haber sido dición facilita la aceptación de la línea media El análisis de los mismos sería fatigante y sobre
plimiento cabal del principio supremo del orden tenido en cuenta en los acto~ y usos anteriores por parte de nuestros vecinos. todo reiterativo. Sólo corr-esponde decir .que la
juridico internacional cual es el de la igualdad cumplidos por los dos países, por no adecuarse La otra alternativa que podría dar funda- cuestión de la soberanía en la isla de Martín
de los Estados, hacen de la línea media la so· a las peculiaridades físicas del río, debe ser de- mento a la objeción argentina, es la posibilidad García puede ser considerada independientemen·
lución más adecuada al problema platense: ella sechado como criterio único o como criterio do- de ~stablecer un bloqueo. Lo menos que puede te de la soberanía sobre las aguas del río. El
resulta también de los antecedentes históricos y minante en la división del Plata. decirse a este respecto es que se trata de una oh· criterio adoptado en el rio Uruguay de acuerdo
de las condiciones geográficas a que hemos alu- 20. - Claro que la línea media deja la ma- jeción poco realista. Dejemos de lado las con- con el cual islas uruguayas están enclavadas en
dido en el párrafo anterior. En lo que respecta yor parte de los canales de acceso a Buenos Ai· sideraciones acerca de las posibilidades materia- aguas argentinas, permiten encarar como un"
a los primeros, digamos que al fijarse las fron- res, -y al sistema fluvial argentino-- dentro les de nuestro país para hacer efectivo un blo· de las alternativas posibles a manejar .e n la de-
teras, será imposible no tener en cuenta o pre- de las aguas jurisdiccionales uruguayas. En es· queo a la Argentina, porque llevado el proble- limitación del Plata la del mantenimiento de
tender disminuir la incidencia del estatuto vi· ta circunstancia radica la principal objeción ar- ma a este terreno tiene una contestación más una Martín García argentina enclavada en aguas
sente que hemos descrito ut·supra. Recordemos gentina a la línea media. Examinaremos inme- que obvia. Digamos que el bloqueo, como toda territoriales uruguayas. No digo que ésta sea )a

~UACERN03 DK MARCHA ~UME:RO 201 DICIEMBRE Uaea


~OTAS " ¿Debemos Invertir :tondos de alguna eonside·
101\id&l qutt eoireaponda ·a los principios jurl- maci6n d• aquella en el preciso lugar en que "ración para habilitar un canal que estaría domi-
lUcos y a los antecedentes hist6ricos aplicables se encuentra. Este es un hecho comprobado y 1) Entre los autores nacionales que han desa- ,, nado por la costa oriental y bajo la jurisdiccióD
al ~so. Digo que una soluci6n semejante per- además aceptado por Argentina. La mayor prue- rrollado este punto, puede consultarse a Carlos Car- "de ese gobierno? Es evidente que no nos conven-
bajal, "Nuestro dominio fluvial en los tratados in- " dría si se tratara de otra nación; pero ..• es posiblt
tnite mayor flexibilidad a las negociaciones al ba de e~lo es que ha bautizado la nue\!a forma- ternacionales", Montevideo, 1937, págs. 97 y sgtes. " que nos resolvamos a hacer el gasto. En esto no hay
independizar el destino de las aguas del destino ción con un nombre distinto (Isla Bauzá), con Entre otras interesantes reflexiones, dice Carbajal: " avance alguno contra la jurisdicción de la Repú·
lo ·que reconoce la autonomía a este punto geo- " Todos aquellos estados que puedan verse arrastra- "blica Oriental puesto que la reconocemos y aun
de las islas que están ubicadas en ellas. La so- " dos a un conflicto con la Argentina, están intere- "bastará que les avisemos que vamos a hacer la
luci6n antedicha consagraría la pérdida de Mar· gráfico con respecto a Martín García. De mo- "sados en el problema jurisdiccional del Río de la "obra, si ellos.no se oponen"." ... una vez que ha-
tín García para el Uruguay, pero posiblemente do que el fundamento por el cual Argentina "Plata. En este litigio los términos de oposición no " y amos resuelto sobre la ejecución de las obras, lo
podría reivindicar la isla es la contigüidad en el "son únicamente entre la Argentina y nuestro país; " comunicaremqs oficialmente, pidiendo el asentí·
Induzca a la Argentina a aceptar la línea media " existe todo un conjunto de naciones que no puede "miento de ese gobierno." (Baumgartner, op. cit.,
como criterio de divisi6n de aguas. sentido de "proximidad ' relativa", es decir, que "admitir la tesis . .. " (del dominio exclusivo sobre p. 80/81.)
.. En cambio, la formaci6n de la isla Timoteo la isla está más pr6xima a Martín García que el Plata) . . . "y entre éstas, necesariamente y más 11) En las obras citadas de De Vedia y Jiménez
al territorio uruguayo. " que ninguna otra, debe incluirse Brasil. El apo- de Aréchaga se enumeran múltiples ejemplos de
Domtnguez propone problemas completamente .. deramiento total de las aguas platenses por par- reconocimientos argentinos. Ver asimismo la copio-
diferentes, porque en este caso no militan las Pero la contigüidad por sí sola no es título de " te de la República Argentina, rompería el ' equi- sa, enumeración conten.ida ~n una .declaración pu•
razones hist6ricas que pesan en la cuesti6n de adquisici6n de dominio. No es cuando los terri- "librio polltico que el Brasil ha procurado tan ce- blicada durante la prestdencta de Williman, y trans.
" losamente mantener en esta parte de Sudamérica". crita en "El Dr. Claudio Williman. Su vida pú•
Martin Carda. Timóteci Domínguez es una isla torios que se pretenden adquirir est án situados 2) Véase sobre este punto: Homero Mart!nez blica", de José Claudio Williman, Montevideo, 1957,
aluvional formada recientemente en las inme- en aguas no sometidas a jurisdicci6n alguna, co- fdontero, "Evolución del concepto geográfico del p. 664.
mo en el caso de las islas pr6ximas a las costas' Plata", Ministerio de Relaciones Exteriores, Curso 12) Anuario Uruguayo de Derecho lnternaclo-
diadones de Martin García, en agllaS que indu- de información especializada, 1955, p. 167 y sgtes. na, Vol. II, 1963, p. 355.
dablemente están bajo jurisdiccl6n uruguaya. dé un Estado, pero ubicadas fuera del mar terri- 3) "El nombre mismo histórico del Río de la 13) Por ejemplo, Luis A. de Herrera dice: "No
Con esta isla ha surgido un nuevo motivo ~e torial <23 l; mucho menos cuando, como en el ca· "Plata, que significa argentino, grabado desde la "puede pedirse un documento más anodino. Sus doa
so en estudio, la isla aparece en aguas jurisdic- " cuna del pueblo argentino, está proclamando al "incisos iuiciales, dedicados a reiterar el himno
disputa entre los dos ribereños, ya que ambos " mundo su soberanía, como las heredades llevan en " de la fraternidad platina, le ponen aparatosa por•
pretenden ejercer jurisdicci6n sobre la misma, cionales de otro Estado. En este caso es aplícable "su nombre gentilicio el doble titulo del patrimo- " tadll, y cuando se cree entrar en la esencia del
1-· Argentina basada en la contigüidad con un el principio de la accesi6n como modo de adqui- " nio Y de la familia" (José .F. López, citado por "pleilo y encontrar su solución, el inciso tercero
sici6n de territorios, de acuerdo con el cual las Luis Baumgartner, ''La jurisdicció ndel Plata", Mi- "Y fi nal malogra la buena esperanza con la decla-
territorio que en los hechos está bajo su domi- nas, 1929, p. 41.) " ración de que nada alteraría el estado normal de
nio, el' Uruguay basado en la circunstancia de nuevas tierras que aparecen en el curso de un 4) Ver al respecto: José Aguiar, "El Río de la "la cuestión pendiente" (El Uruguay Internacional.
que la 'isla ha aparecido en la mitad del río so- río quedan automáticámente incorporadas al t e- .Plata y el Mar Territorial" Montevideo, 1934. Sobre p. 218),
rritorio 'de quien tiene el dominio del río. La el régimen aplicable a los estuarios: Eduardo .r - ')- 14) Anuario citado, p. 356,
metido a su jurisdicci6n. nez de Aréchaga, "Curso de Derecho Internat~ •al 15) Citado por De Vedia, op. cit., pp. 361/362.
Si 't a isla se hubiera formado en las pro· pretensión de Argentina sobre Timotep Donún- Público", Vol. II, Montevideo, 1961, p. 460 y sgtes. 16) Ibid., pp. 382/383,
guez podía asimilarse a la pretensión uruguaya 5) Véase, por ejemplo, el Boletfn del Centro 17) Anuario citado. p. 356,
xlmidades de la costa uruguaya, o en las proxi- Naval N9 650, !'mero-marzo de 1962, Buenos Aires, y 18) Jacobo Varela Acevedo, citado por E. Jimé•
midades de una isla uruguaya ubicada en aguas respecto a alguna hipotética isla que se hubiera el artículo publicado en "Clarin" de Buenos Aires nez de Aréchaga en "Tratado de limites sobre el
de jurisdicci6n nacional, el problema ni siquie· formado en aguas argentinas del río Uruguay, el 11 de enero de 1954, cuyo autor. es un capitán Río Uruguay", Revista de la Facultad de Derecho
pero pr6xima a la isla uruguaya de La Filome- de fragata de la marina argentina. (Citados por Gros y Ciencias Sociales", Año XII, N9 3-4, 1961, p, 848.
ra se' habria planteado, porque sin duda alguna Espiell, Anuario Uruguayo de Derecho Internacio- 19) Cf. Alfredo Eiseriberg, "El aprovechamiento
la nueva isla pertenecería a nuestro país, y los na. Tal pretensión sería rechazada de inmedia- nal, Vol. II, 1963, p. 424.) del Río Uruguay y el Derecho Internacional", Mon•
to y col) razón por la Argentina, porque care- 6) Cr. Agustín de Vedia: "Martín Garc!a y la tevideo, 1963, pp, 79 y sgtes.
terceros Estados caracerían de todo título para 'urisdicción del Plata", Buenos Aires, 1908, p. 272 20) D. P . O'Connell, International Law, ·Lon-
reclamar soberanía sobre ella. Si Argentina as- cería de todo fundamento lPgaL y sgtes.; Baumgartner, op, cit., p. 36 y sgtes. res 1965.
pira al dominio de Timoteo DoiDinguez, (como E~ necesalÍo expresar categóricamente que 7) Carbajal; op, cit., p. 98. 21) P. 494.
por haber surgido en aguas jurisdiccionales uru- 8) Véase en particular: Ignotus (Gonzalo Ra- 22) Jiménez de Aréchaga, Curso, T. JI, p. 506,
lo indican los actos de autoridad que a 11í ha mirez): La cuestión del Plata, en Revista Histórica 23) En el caso de la isla de Palma, por ejemplo,
cumpHdo) ello se debe a una sola citcunstan- guayas, Timoteo úomínguez no es "terra nu- Año II, 1909 y 1910, p. 498 y sgtes.; Baumgartner: el juez Huber deda: "Aunque los Estados han sos-
eia, la sola circunstancia que en -ausencia de llus" sobre la que se pueda adquilir soberanía op. cit.; De Vedia, op. cit. " tenido en algunas circunstancias que las islas re-
9) Cf. Jiménez de Aréchaga, op. cit., p. 474. " lativamente cercanas a sus costas les pertenecen
mejor~s títulos del Uruguay podría conferirle por ocupación. Por eso, a los efectos del dere- 10) Baumgartner transcribe una carta del pre- " en virtud de su situación geográ1ica. es imposible
eiertos derechos sobre la misma. Y esta circuns· cho internacional, es irrelevante el despliegue llidente Pellegrini al ministro argentino en nuestro "demostrar la existencia de una regla de derecho
tanda es la contigiiidad con Martín García. de autoridad que Argentina hace en la isla, por- país de la que extraemos los siguientes párrafos: "positivo internacional que establezca que las islas
que por el momento ese dP.spliegue no puedP. "Segú'l el plano que ha levantado Duclout, resulta " situadas fuera de las aguas territoriales deberían
Ahor.a bien;. esta contigi\idad debe entenderse en "que el canal más .fácil de canalizar . . . está todo " pertenecer al Estado por el solo hecho de que su
el sentido de "proximidad", rs decir, el nuPvo cambiar su calidad de parte que integra el te- "en a¡uas orientales ~ pasa conti¡¡;uo ~ la costa. "territorio constituye la tierra firme ••• "
territorio aluvional no es un apéndice de Mat~ rritor;o u ruguayn por accesión. Con todo, en
ttn Garda, una formaci6n oue se añade fl la vista de la indeterminación actual de la fron·
isla preexistente, modificando su superficie y tera, de la diligencia con quP Argentina acumu-
co~tomo, en cuyo caso la solución sería fácil, la precedentes que puedan favorecer eventual-
porque las nuevas tierras adicionadas serían in· mente su posici6n en el momento de la fijaci6n
corporadas por aplicaci6n del principio de la de los límites, y sobre todo en previsión de que
accesi6n al régimen al que está sometido el te- Argentina pueda invocar en el futuro estos ac-
rritorio principal, en este caso a la jurisdicción tos de autoridad como fundamento de una pres-
argentina. cripción, el Uruguay debería impedir por todos
Por el contrario, la isla Timoteo Domínguez los medios que se consolide la ocupaci6n de la
es un accidente geográfico independiente, una nueva isla por parte de nuestro "ecino, elevan•
llueva entidad física separada de Martín Garda, do las protestas necesarias y ejerciendo sin va-
aunque la existencia de ésta actuando como ba- citaci6n actos de autoridad sobre aquélla como

.
rrera de contenci6n de sedimentos, haya podidl) si los eJerciera en cualquier parte del territorio
ter uno de los factores que ha provocado la for- nacional.

~O~RNOS CE MARCHA NUME;Rd 20 1 OICIEMBRII: UUSS ...... , .,


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