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DOCTRINA

CONSTITUCIONAL

El test de ponderación o
proporcionalidad de los derechos
fundamentales en la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional
peruano*
Angélica María BURGA CORONEL**

A partir de la teoría no conflictivista de los derechos fundamentales –y una


crítica consciente y bien fundamentada de la teoría conflictivista– la auto-
ra analiza el test de ponderación o proporcionalidad. Para tal fin hace un
recuento de la principal jurisprudencia que ha emitido el Tribunal Cons-
RESUMEN titucional. Finalmente, opina que el principio de proporcionalidad debe
ser utilizado no como respuesta a una situación de conflicto de derechos
fundamentales, sino como una garantía de racionalidad para determinar
su contenido vinculante para el legislador y, en consecuencia, para fun-
damentar las decisiones de control de constitucionalidad de las leyes que
los afectan.

En el actual panorama constitucional se pue- mentales” a los derechos garantizados por la


de encontrar bastante arraigada la idea de que Constitución, los cuales son concebidos como
los derechos fundamentales entran en conflic- valores que, desde un punto de vista político y
to cuando se trata de su vigencia o ejercicio moral, son considerados como básicos para la
práctico. Una concepción de este tipo impli- convivencia humana1.
ca un atentado contra el fin de todo Estado de
Teniendo en cuenta que se trata de una ponen-
Derecho, que se precie de llamarse democrá-
cia (...), considero pertinente, antes de hablar
tico, de lograr una verdadera, plena y efectiva
del principio o test de proporcionalidad, hacer
vigencia de “los derechos fundamentales” de
una muy breve referencia sobre la visión con-
los individuos.
flictivista de los derechos fundamentales (i),
Recordemos que la doctrina designa común- para luego explicar las cuestiones generales
mente bajo la expresión “derechos funda- sobre el principio de proporcionalidad (ii), la

* Ponencia presentada en la “I Jornada Internacional de Derecho Constitucional: análisis de los derechos fundamentales en la ju-
risprudencia del Tribunal Constitucional”, celebrada en la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT) de Chiclayo,
los días 9, 10 y 11 de noviembre de 2011, organizado por la Facultad de Derecho de dicha universidad y el Centro de Estudios
Constitucionales (CEC) del Tribunal Constitucional.
** Magíster en Derecho Internacional Público por la Universidad Libre de Bruselas - Bélgica. Profesora del Área de Derecho Cons-
titucional de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo.
1 DÍEZ PICAZO, Luis María. “Aproximación a la idea de los derechos fundamentales”. En: Revista Peruana de Derecho Constitu-
cional. Nº 2. Lima, 2000, p. 221 y ss.

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manera como nuestro Tribunal Constitucional Hablar de jerarquización como criterio de so-
ha tratado este tema en su jurisprudencia (iii) lución de los conflictos entre los derechos fun-
y, finamente, explicar la crítica que se hace damentales, supone aceptar la supremacía de
tanto a la teoría conflictivista de los derechos un derecho sobre otro, lo cual dependerá de la
fundamentales como a sus llamados mecanis- medida que se emplee para determinar la im-
mos o criterios de solución (iv). portancia de los derechos involucrados en un
caso concreto. Los defensores de esta postura
I. LA VISIÓN CONFLICTIVISTA DE LOS están convencidos de que los criterios que de-
DERECHOS FUNDAMENTALES
finirán la jerarquización con mayor o menor
Conforme a esta visión, los derechos funda- dificultad se configuran siempre.
mentales son realidades que eventualmente
pueden entrar en oposición entre sí. Al res- En este sentido, se debe distinguir entre dere-
pecto, Peces-Barba nos dice que al ejercer- chos fundamentales comunes y derechos fun-
se un derecho fundamental, este se puede damentales “supremos”5, o entre derechos de
encontrar enfrente, en postura disconforme varias “generaciones”, atribuyendo a los dere-
al ejercicio del titular de otro derecho fun- chos una importancia diferente con arreglo a
damental que en igualdad pretende ejercer- la “generación” a la que pertenecen6. De suer-
lo2. Incluso se afirma que “como las fronte- te que en un eventual conflicto entre derechos
ras que definen los derechos son imprecisas, de diversa importancia, o de diversa genera-
los conflictos devienen inevitables y proble- ción, podrá resolverse recurriendo a una suer-
máticos”3. Así, frente a una situación de con- te de orden preestablecido.
flicto, la solución se reduce solo a preferir un Del mismo modo, Serna y Toller afirman que
derecho y desplazar el otro, es decir, poner a en un litigio donde confluyan dos derechos
uno de los derechos en conflicto por encima fundamentales se recurrirá a una tabla preta-
del otro4. sada de importancia, que permitirá estable-
En este contexto, se hace imperativo pregun- cer la primacía del jerárquicamente superior7.
tarse ¿cuáles son los criterios a utilizar para No obstante, esta afirmación no tiene en cuen-
justificar la primacía de un derecho sobre ta que siempre hay argumentos para conside-
otro? Quienes están a favor de la visión con- rar cualquiera de los derechos centrales como
flictivista de los derechos fundamentales pro- superiores por sí mismos a algún otro en con-
ponen como criterios de solución la jerarqui- flicto. Entonces, se puede concluir que la je-
zación y la ponderación de derechos. rarquización, que termina dando siempre el

2 PECES-BARBA, Gregorio. Curso de derechos fundamentales. Teoría general. Universidad Carlos-III de Madrid y Boletín Oficial
del Estado. Madrid, 1999, p. 594.
3 GARCÍA-PABLOS, Antonio. La protección penal del honor y la intimidad como límite al ejercicio del derecho a la libre expresión.
Autores varios. Libertad de expresión y Derecho Penal. Edersa, Madrid, 1985, p. 205.
4 CASTILLO CÓRDOVA, Luis Fernando. “¿Existen los llamados conflictos entre derechos fundamentales?”. En: Cuestiones Cons-
titucionales. Revista Mexicana de Derecho Constitucional. Nº 12, Universidad Nacional Autónoma de México, enero - junio, 2005,
p. 99.
5 TROPER, M. “La nozione di principio sovracostituzionale. Analisi e diritto”. En: Revista de Derecho de la Universidad de Génova.
Italia, 1996, pp. 255-274. En ese sentido, se sigue la lógica impuesta en la doctrina del Tribunal Supremo norteamericano sobre
preferred positions.
6 Según la presentación habitual, la sucesión de las generaciones de los derechos sería la siguiente: derechos civiles (generación
I), derechos políticos (generación II), derechos sociales (generación III), derechos de las generaciones futuras, y similares (gene-
ración IV). Este uso ideológico de las generaciones de derechos, consistentes en sobreponer un orden de prioridad axiológica en
lugar de lo que es una (aproximativa) sucesión cronológica. Cfr. PINO, Giorgio. “Conflictos entre derechos fundamentales. Una
crítica a Luigi Ferrajoli”. En: Doxa. Cuadernos de Filosofía de Derecho. Nº 32, Revista internacional de la Universidad de Alicante,
2009, p. 652.
7 SERNA, Pedro y TOLLER, Fernando. La interpretación constitucional de los derechos fundamentales. Una alternativa a los con-
flictos de los derechos. La Ley, Buenos Aires, 2000, pp. 7-10.

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triunfo al derecho superior en cualquier con- Al respecto, a continuación considero necesa-


flicto, parece arbitraria y no tiene en cuenta rio hacer una breve referencia sobre las cues-
la complejidad de este tipo de problemas y la tiones generales relativas al principio de pro-
multiplicidad de excepciones y matices que porcionalidad.
ofrece la vida práctica8.
II. CUESTIONES GENERALES RELATI-
El otro criterio de solución, denominado ba- VAS AL PRINCIPIO DE PROPORCIO-
lancing test o test de ponderación de derechos NALIDAD
o test de proporcionalidad, consiste en hacer Al hablar del principio de proporcionalidad,
una suerte de comparación entre los derechos es imprescindible mencionar al autor alemán
en conflicto, sin dejar de lado las característi- Robert Alexy, quien afirma que las normas
cas especiales de cada caso en concreto, a fin constitucionales que reconocen derechos fun-
de determinar cuál derecho es más importante damentales y/o bienes colectivos presentan la
o tiene un “peso” superior. estructura de principios, que caracteriza como
Existe un principio muy ligado a este criterio mandatos de optimización, es decir, normas
o mecanismo de solución. Se trata del princi- que requieren el máximo grado de realización
pio de proporcionalidad. Toda vez que en la en función de las posibilidades fácticas y jurí-
ponderación, es decir, en la búsqueda de saber dicas que contextualizan su ejercicio11.
cuál derecho pesa más, es necesario establecer Para el autor, una norma de derecho funda-
una relación de proporcionalidad entre los de- mental, según su estructura, puede ser princi-
rechos en conflicto. En el mismo sentido, Prie- pio o regla12. Los principios son normas que
to Sanchís9 nos dice que la ponderación con- ordenan que algo sea realizado en la mayor
duce a una exigencia de proporcionalidad que medida posible, dentro de las posibilidades ju-
implica establecer un orden de preferencia re- rídicas existentes. Por lo tanto, los principios
lativo al caso concreto, se trata, por lo tanto, son mandatos de optimización. En cambio, las
de una jerarquía móvil que no conduce a la de- reglas son normas que solo pueden ser cumpli-
claración de invalidez de uno de los bienes o das o no. Si una regla es válida, entonces, hay
derechos constitucionales en conflicto, sino a que hacer exactamente lo que ella exige. Por
la preservación de ambos, por más que inevi- lo tanto, las reglas contienen determinaciones
tablemente ante cada conflicto sea preciso re- en el ámbito de lo posible, tanto en lo fáctico
conocer la primacía a uno u otro. como en lo jurídico. La diferencia entre regla
y principios no es de grado, sino cualitativa13.
Así, Javier Barnes afirma que “aun presupo-
niendo que ninguno de los derechos en cues- Según Alexy, los derechos fundamentales pue-
tión ceda por entero hasta desaparecer, el den colisionar entre sí o entrar en colisión con
principio de proporcionalidad impide que se bienes colectivos. Precisa que en sentido es-
sacrifique inútilmente, más allá de lo necesa- trecho, una colisión entre derechos funda-
rio o en forma desequilibrada un derecho a fa- mentales tiene lugar cuando el ejercicio o la
vor del otro. La proporcionalidad se pondrá, realización del derecho fundamental por par-
una vez más, del lado del derecho que padece te de su titular tiene una repercusión negativa
la restricción, del que se lleva la peor parte”10. en el derecho fundamental del otro titular. Por

8 Ibídem, pp. 7 y 26.


9 ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Traducción de E. Garzón, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid,
1993, p. 90.
10 BARNES, Javier. “El principio de proporcionalidad. Estudio preliminar”. En: Cuadernos de Derecho Público. Nº 5, Instituto Nacio-
nal de Administración Pública, España, 1998, pp. 35 y 36.
11 ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Ob. cit., p. 81. (NACHDR. 1997, 2001). Nueva traducción al español de
Carlos Bernal Pulido. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2007.
12 Ibídem, p. 83.
13 Ibídem, p. 86.

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lo que, cuando entra en coli- consecuencia lesivas para el


sión, lo cual sucede en el caso derecho fundamental con el
[El] Tribunal Consti-
de que su aplicación conduz- tucional ha recepciona- que colisiona17.
ca a resultados incompatibles, do, ... la técnica alemana
debe utilizarse el principio de El principio de proporciona-
de la ponderación o test lidad en sentido estricto es
proporcionalidad para estable- de proporcionalidad de propiamente lo que se cono-
cer entre ellas una relación de los derechos fundamen-
precedencia condicionada14. tales y, en consecuencia, ce como ponderación, por lo
... ha aceptado la tesis que, en palabras de Alexy,
Siguiendo la línea de Alexy, se que propugna la existen- “la ley de la ponderación”
puede afirmar que el principio cia de conflictos entre los está contenida en dos enun-
de proporcionalidad exige exa- derechos fundamentales, ciados: 1) “valorar cuanto
minar la colisión a la luz de los siendo necesario aplicar mayor es el grado de la no
juicios, máximas o sub princi- el test o principio de pro-


satisfacción o de afectación
pios de adecuación o idonei- porcionalidad ... de uno de los principios, tan-
dad, necesidad y proporciona- to mayor debe ser la impor-
lidad en sentido estricto. tancia de la satisfacción del
Mediante el juicio de adecuación o idoneidad otro”18. Y 2) “cuanto más intensa sea una in-
se determina que la limitación de un derecho tervención en un derecho fundamental, tan-
fundamental (u otro principio constitucional) to mayor debe ser la certeza de las premisas
solo es constitucionalmente admisible si, efec- que sustentan la intervención”19.
tivamente, tácticamente, sirve para favorecer Así, siguiendo el razonamiento efectuado por
a otro derecho fundamental (u otro principio Alexy20, esta ley de ponderación –que postu-
constitucional)15. la– es posible estructurarla sobre la base de
El juicio de necesidad está condicionado por tres etapas claramente definidas:
la voluntad o capacidad del juzgador para in- 1. Definir y determinar el grado de no satis-
troducir alternativas de análisis comparati- facción de uno o alguno de los principios.
vo entre derechos positiva y negativamente
afectados por la acción normativa que se en- 2. Definir y determinar el grado de importan-
juicia16. Lo cual significa que es necesario es- cia de la satisfacción del principio en un
tablecer si la medida en cuestión es la menos sentido contrario.
restrictiva de las posibles, y además si es abso- 3. Definir y determinar el grado de importan-
lutamente necesaria para alcanzar el bien co- cia en la satisfacción del principio contra-
lectivo en cuestión, o por el contrario, existen rio y si ello justifica la no satisfacción o
medidas igualmente adecuadas y carentes de restricción del otro.

14 Ibídem, p. 87.
15 GARCÍA AMADO, Juan Antonio. El juicio de ponderación y sus partes. Una crítica. Derechos Sociales y Ponderación, Fundación
Coloquio Jurídico Europeo, Madrid, 2007, p. 253.
16 Ibídem, p. 271.
17 MARTÍNEZ-PUJALTE, Antonio Luis y DE DOMINGO, Tomás. Los derechos fundamentales en el sistema constitucional - Teoría
general e implicaciones prácticas. Palestra, Lima, 2010, p. 27.
18 GARCÍA AMADO, Juan Antonio. Ob. cit., p. 292; cfr. ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Ob. cit., p. 161.
19 ALEXY, Robert. Epílogo a la Teoría de los derechos fundamentales. Traducido por Carlos Bernal, Colegio de Registradores de la
Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España, Madrid, 2004, p. 55.
20 ALEXY, Robert. Teoría de derechos constitucionales. Universidad de Oxford, 2002.

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EL TEST DE PONDERACIÓN O PROPORCIONALIDAD DE LOS DERECHOS ...

En consecuencia, vemos que Alexy da por de excepción, pues como lo dispone dicha dis-
sentado que los principios (o derechos fun- posición constitucional, ella sirve para ana-
damentales) colisionan entre sí, siendo este lizar cualquier acto restrictivo de un atributo
un problema que no se resuelve haciendo que subjetivo de la persona, independientemente
un principio invalide a otro, sino ponderan- de que aquel se haya declarado o no24. Así, el
do a qué principio se le debe dar un mayor Tribunal encuentra que el fundamento de este
peso específico. Así, bajo ciertas circunstan- principio proviene de la consideración de que
cias, un principio precede a otro21. Para el au- se trata de un principio que “(…) se deriva de
tor, la ponderación no se trata de una cuestión la cláusula del Estado de Derecho” que, a de-
de todo o nada, sino de una tarea de optimi- cir del Tribunal, exige concretas exigencias de
zación22. Por otra parte, la ley de pondera- justicia material que se proyectan a la actua-
ción, en cuanto tal, no formula ninguna pau- ción no solo del legislador, sino de todos los
ta que pueda ayudar a resolver los casos. Sin poderes públicos25.
embargo, el modelo de ponderación como un
Para el Tribunal, este principio está íntima-
todo proporciona un criterio al vincular la ley
mente vinculado al valor justicia y está en la
de ponderación con la teoría de la argumen-
esencia misma del Estado Constitucional de
tación jurídica racional. La ley de pondera-
ción dice qué es lo que tiene que ser fun- Derecho. Se expresa como un mecanismo de
damentado racionalmente, y por tanto, para control o interdicción de la arbitrariedad de
Alexy, no se trata de una fórmula vacía o que los poderes públicos en el uso de las faculta-
no diga nada23. des discrecionales, y exige que las decisiones
que se toman en ese contexto, respondan a cri-
En este contexto, creo conveniente plantear terios de racionalidad, y que no sean arbitra-
la siguiente cuestión: ¿cómo se ha tratado el rias26; constituyéndose de esta manera en un
principio de proporcionalidad en la jurispru- parámetro indispensable de constitucionalidad
dencia del Tribunal Constitucional peruano? para determinar la actuación de los poderes
públicos, sobre todo cuando afectan el ejerci-
III. PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD cio de los derechos fundamentales27.
EN LA JURISPRUDENCIA DEL TRIBU-
NAL CONSTITUCIONAL PERUANO En este sentido, se puede apreciar que nues-
Nuestro Tribunal Constitucional ha defini- tro Tribunal Constitucional ha recepcionado,
do al principio de proporcionalidad como un al igual que muchos otros ordenamientos jurí-
principio general del Derecho expresamen- dicos, la técnica alemana de la ponderación o
te positivizado, cuya satisfacción ha de ana- test de proporcionalidad de los derechos fun-
lizarse en cualquier ámbito del Derecho. En damentales y, en consecuencia, se puede afir-
efecto, en nuestro ordenamiento jurídico, este mar que nuestro Tribunal ha aceptado la tesis
se halla constitucionalizado en el último pá- que propugna la existencia de conflictos entre
rrafo del artículo 200 de la Constitución. En los derechos fundamentales, siendo necesario
su condición de principio, su ámbito de pro- aplicar el test o principio de proporcionalidad
yección no se circunscribe solo al análisis del a fin de determinar cuál es el derecho que pre-
acto restrictivo de un derecho bajo un estado domina en cada caso concreto.

21 ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Ob. cit., p. 89.


22 Ibídem, p. 166.
23 Ibídem, p. 167.
24 Caso sobre la legislación contra el terrorismo. STC Exp. Nº 0010-2002-AI/TC del 3 de febrero de 2003, f. j. 195.
25 Ibídem, ff. jj. 197-199.
26 Caso Espinoza Soria. STC Exp. Nº 01803-2004-AA/TC del 25 de agosto de 2004, f. j. 11.
27 Caso del control a la reforma del régimen de pensiones. STC Exp. Nº 0050-2004-AI/TC del 3 de junio de 2005, f. j. 109.

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A continuación haré una breve referencia so- parece sugerir una valoración respecto del re-
bre la forma en que el principio de proporcio- sultado del razonamiento del juzgador expre-
nalidad ha sido estructurado en la jurispruden- sado en su decisión, mientras que el proce-
cia del Tribunal Constitucional peruano. dimiento para llegar a este resultado sería la
aplicación del principio de proporcionalidad
Conforme se explicó anteriormente, el prin-
con sus tres sub principios: adecuación, nece-
cipio de proporcionalidad en la doctrina ale-
sidad y proporcionalidad en sentido estricto o
mana ha sido estructurado en tres niveles: ido-
ponderación”28.
neidad, necesidad y ponderación. En el caso
peruano, el Tribunal Constitucional ha nece- Posteriormente, el Tribunal modificó su razo-
sitado de un cierto grado de desarrollo para namiento, estableciendo que dentro de la es-
configurar en su jurisprudencia la estructura fera de la protección de fines constitucional-
del principio de proporcionalidad. Así, vere- mente relevantes, una intervención estatal en
mos que en nuestra jurisprudencia constitucio- el seno de los derechos fundamentales sola-
nal, el principio de proporcionalidad aparece mente se justifica en virtud del principio ra-
estructurado de la siguiente manera: a) razo- zonabilidad que exige que una medida res-
nabilidad/proporcionalidad; b) idoneidad del trictiva conlleve la necesidad de preservar o
medio o medida; c) necesidad; y d) propor- proteger un fin constitucionalmente valioso.
cionalidad o ponderación en sentido estricto; Desde esta perspectiva, la restricción de un
los que continuación serán brevemente desa- derecho fundamental satisface el principio de
rrollados conforme a un grupo de sentencias razonabilidad cada vez que esta persiga ga-
seleccionadas. rantizar un fin legítimo y, además, de rango
constitucional29.
1. Razonabilidad/proporcionalidad
Conforme a los argumentos expuestos, el Tri-
Tenemos que en un primer momento, el Tribu- bunal finalmente llega a integrar la razonabi-
nal equiparó los conceptos de razonabilidad y lidad en el principio de proporcionalidad, ex-
proporcionalidad, tratándolos de manera simi- plicando que “uno de los presupuestos de este
lar, y argumentando que “(…) Si bien la doc- es la exigencia de determinar la finalidad de
trina suele hacer distinciones entre el principio la intervención en el derecho de igualdad. Por
de proporcionalidad y el principio de razona- esta razón, lo específico del principio de razo-
bilidad, como estrategias para resolver con- nabilidad está ya comprendido como un pre-
flictos de principios constitucionales y orien- supuesto del principio de proporcionalidad”30.
tar al juzgador hacia una decisión que no sea
arbitraria sino justa; puede establecerse, prima El Tribunal deja así sentada la distinción con-
facie, una similitud entre ambos principios, en ceptual entre razonabilidad y proporcionali-
la medida en que una decisión que se adopta dad, dejando sentada en su jurisprudencia, el
en el marco de convergencia de dos principios análisis de proporcionalidad mediante los tres
constitucionales, cuando no respeta el princi- pasos progresivos de idoneidad del medio, ne-
pio de proporcionalidad, no será razonable. cesidad y proporcionalidad en sentido estricto
En este sentido, el principio de razonabilidad o ponderación31.

28 Caso Costa Gómez y Ojeda Dioses. STC Exp. Nº 2192-2004-AA/TC del 11 de octubre de 2004, f. j. 15.
29 Caso Chong Vásquez. STC Exp. Nº 02235-2004-AA/TC del 18 febrero de 2005, f. j. 6. Cfr. Caso Colegio de Abogados del Cono
Norte de Lima. STC Exp. Nº 0045-2004-AI/TC, f. j. 27.
30 Caso Chong Vásquez. STC Exp. Nº 2235-2004-AA/TC del 18 febrero de 2005, ff. jj. 6, 29 y 30. Cfr. Caso Colegio de Abogados
del Cono Norte de Lima. STC Exp. Nº 0045-2004-AI/TC, f. j. 27.
31 Caso Chong Vásquez. STC Exp. Nº 2235-2004-AA/TC del 18 febrero de 2005, ff. jj. 29 y 30.

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EL TEST DE PONDERACIÓN O PROPORCIONALIDAD DE LOS DERECHOS ...

2. Idoneidad del medio o medida establecimientos de la zona bajo restricción


Este subprincipio ha sido conceptualiza- a través de la limitación del horario máximo
do por nuestro Tribunal como una relación de apertura de estos; siendo el resultado de di-
de causalidad, de medio a fin, entre el me- cha ponderación negativo, estableciendo, en
dio adoptado, a través de la intervención le- el análisis de idoneidad del medio, que la res-
gislativa, y el fin propuesto por el legislador. tricción de horarios en la atención de los es-
Es decir, que el análisis de idoneidad supone, tablecimientos ubicados en la zona objeto de
“(…) de un lado, que ese objetivo sea legíti- la medida, no constituye una medida idónea
mo; y, de otro, que la idoneidad de la medida para la prosecución del objetivo que se pro-
examinada tenga relación con el objetivo, es pone la municipalidad33, es decir, el resguar-
decir, que contribuya de algún modo con la do de la tranquilidad y seguridad de los veci-
protección de otro derecho o de otro bien ju- nos miraflorinos.
rídico relevante”32. • Caso sobre la legislación contra el terro-
De dicha conceptualización, se puede afirmar rismo - STC Exp. Nº 0010-2002-AI/TC
que la idoneidad o adecuación debe ser me- En esta sentencia, el Tribunal estableció que
dida con relación a los derechos o principios la cadena perpetua resultaba una medida des-
que, efectivamente, se encuentran comprome- proporcionada por inadecuada con relación a
tidos, al margen de que de los objetivos apa- los fines constitucionales de la pena, que no
rentes o hipotéticos expuestos por quien inter- puede sino orientarse hacia la resocialización
viene en el ámbito de un derecho fundamental, del condenado y no a su “cosificación” en el
resulten o se mencionen como afines a los de- que este termina considerado como un obje-
rechos no comprometidos realmente. to de la política criminal del Estado, sin po-
sibilidades de ser objeto de medidas de su
Para ver la aplicación del concepto aquí ex-
resocialización34.
traído sobre la idoneidad, considero necesario
repasar brevemente dos sentencias: 3. Necesidad
• Caso Calle de las Pizzas (Asociación de El Tribunal Constitucional ha definido a este
Comerciantes San Ramón y Figari) - subprincipio como el análisis sobre la exis-
STC Exp. Nº 0007-2006-PI/TC tencia de medios alternativos al optado por el
Aquí, el Tribunal realizó dos análisis de pro- legislador que no sean gravosos o, al menos,
porcionalidad. En el primero de ellos se trató que lo sean en menor medida respecto del me-
de establecer la constitucionalidad de las Or- dio utilizado. Por lo tanto, se trata del “análi-
denanzas Nºs 212-2005 y 214-2005 cuyo ob- sis de una relación medio-medio”, esto es, de
jeto era que se resguarde la tranquilidad y se- una comparación entre medios; el optado por
guridad de los vecinos miraflorinos. En este el legislador y el o los hipotéticos que hubie-
caso, el Tribunal hizo la siguiente pondera- ra podido adoptar para alcanzar el mismo fin.
ción: garantizar la vida y la integridad esta- Por esto, el o los medios hipotéticos alternati-
bleciendo una restricción de la hora máxima vos han de ser igualmente idóneos35.
de apertura de un establecimiento, versus ga- A fin de confrontar cómo se aplica este con-
rantizar la vida, seguridad e integridad físi- cepto en la práctica, considero imperativo re-
ca de los trabajadores y concurrentes de los cordar dos sentencias:

32 Sentencia del Pleno Jurisdiccional del Tribunal Constitucional. STC Exp. Nº 003-2005-PI/TC, f. j. 69.
33 Caso Asociación de Comerciantes San Ramón y Figari. STC Exp. Nº 007-2006-PI/TC del 22 de junio de2007, f. j. 33.
34 Caso sobre la legislación contra el terrorismo. STC Exp. Nº 0010-2002-AI/TC del 3 de febrero de 2003, ff. jj. 187, 188 y 195.
35 Caso Colegio de Abogados del Cono Norte de Lima. STC Exp. Nº 0045-2004-AI/TC, f. j. 39.

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• Caso Trabajadores del Perú (CGTP) - configura como una vulneración del ámbito de
STC Exp. Nº 04677-2004-PA/TC protección del derecho a la vida privada de la
querellante. Ello hace necesaria la aplicación
Se trata de un proceso de amparo presentado
del test del balancing o ponderación”37.
por la Confederación General de Trabajadores
del Perú (CGTP) contra un decreto del alcal- Ante la exhibición explícita de imágenes en
de de Lima Metropolitana que prohibía ma- el reportaje, el Tribunal concluyó que se trata-
nifestaciones públicas en el Centro Histórico ba de una medida innecesaria, puesto que para
de Lima. El Tribunal consideró que existía un denunciar un caso de prostitución clandestina,
conflicto entre la exigencia de protección del “bastaba hacer un seguimiento de la persona
patrimonio histórico, como parte del conteni- que se estaba investigando o mostrar el mo-
do constitucionalmente protegido de las liber- mento en que se hacía el trato. Pero no puede
tades culturales, y el derecho de manifestación ser aceptable, en un Estado Democrático y So-
y reunión; estableciendo que, en el caso, la cial de Derecho, que una cámara se introduzca
medida de restricción de las manifestaciones subrepticiamente en la habitación de un hotel
en el centro histórico: “(…) si bien persigue para que luego las imágenes captadas mues-
un fin constitucionalmente válido (proteger tren públicamente las partes íntimas del cuer-
el centro histórico como patrimonio cultural) po de una persona. Ello es inaceptable y ex-
y utiliza un medio idóneo para ello (prohibir cesivo. Con la propia transmisión del mensaje
las reuniones en el área que lo configura); sin (desnudo), se ha terminado desdiciendo y so-
embargo, al proscribir en abstracto toda reu- brepasando el motivo alegado respecto al re-
nión en el Centro Histórico de Lima (con la portaje televisivo (presumible prostitución
salvedad hecha de los eventos tradicionales), clandestina)”38.
incurre en una medida absolutamente innece- 4. Principio de proporcionalidad en sen-
saria, puesto que el mismo objetivo podría al- tido estricto
canzarse evaluando, caso por caso, las razones
objetivas, suficientes y fundadas que puedan Nuestro Tribunal Constitucional, siguiendo la
justificar la adopción de medidas restrictivas doctrina alemana de Alexy, ha establecido que
“la proporcionalidad en sentido estricto o pon-
del ejercicio del derecho de reunión, siendo la
deración consiste en una comparación entre
prohibición la última ratio a la que debe acudir
el grado de realización u optimización del fin
la autoridad administrativa”36.
constitucional y la intensidad de la interven-
• Caso Mónica Adaro vs. Magaly Medina ción en el derecho fundamental”39.
- STC Exp. Nº 06712-2005-PHC/TC
Conforme lo he explicado anteriormente (su-
El Tribunal consideró necesario aplicar el test pra, epígrafe II), la ponderación supone eva-
de proporcionalidad por considerar la existen- luar las posibilidades jurídicas de realización
cia de un conflicto entre libertad de informa- de un derecho que se encuentra en conflicto
ción y el derecho a la vida privada; establecien- con otro. En ese sentido, recordemos que “si
do que para “(…) determinar si la preparación, una norma de derecho fundamental con carác-
filmación y divulgación de imágenes que de- ter de principio entra en colisión con un prin-
mostrarían una supuesta prostitución ilícita cipio contrapuesto, entonces, las posibilidades
está protegida por el derecho a la información jurídicas para la realización de la norma de
de los recurrentes o si, por el contrario, ello se derecho fundamental dependen del principio

36 Caso Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP). STC Exp. Nº 04677-2004-PA/TC del 7 de diciembre de 2005,
f. j. 27.
37 Caso Mónica Adaro vs. Magaly Medina. STC Exp. Nº 06712-2005- PHC/TC del 17 de octubre de 2005, f. j. 36.
38 Ibídem, f. j. 49.
39 Caso Colegio de Abogados del Cono Norte de Lima. STC Exp. Nº 045-2004-PI/TC, f. j. 40.

260
EL TEST DE PONDERACIÓN O PROPORCIONALIDAD DE LOS DERECHOS ...

contrapuesto”40. En razón de es también una zona residen-


lo cual, el Tribunal ha opta- cial exclusiva de la ciudad de
Los derechos son ar-
do por una estructura de tres mónicos, los intereses de Lima.
niveles siguiendo el esquema las personas no, la preten- Una vez efectuado el análi-
Alexiano. sión exige, precisamen- sis de ponderación (análisis
En ese sentido, podríamos afir- te, que el interés del otro de la idoneidad y necesidad),
se subordine al propio. En el Tribunal consideró la exis-
mar que el principio de pro- ese sentido, la interpreta-
porcionalidad resulta aplicable ción constitucional debe tencia de un conflicto entre
cuando existe intervención es- realizarse de tal forma el derecho al medio ambien-
tatal en los derechos fundamen- que conduzca a armonizar te, a la tranquilidad y a la sa-
tales. Así, vemos que el Tribu- los derechos, al acomoda- lud (de los vecinos de la zona
nal Constitucional ha estimado miento (ajustamiento) del restringida), frente a la liber-
que la proporcionalidad entre derecho a los intereses tad de trabajo y el derecho al
controvertidos, a las pre- libre desenvolvimiento de la


las partes involucradas en el
conflicto, una vez infringida, tensiones personalidad (de los propieta-
obedece a la condición de exce- rios de los establecimientos y
sos por parte de un sujeto en la de los concurrentes, respecti-
relación material, es decir, de vamente)42.
desigualdad de acciones de una de ellas en su Asimismo, el Tribunal consideró que en el
condición de poder público. A este respecto, el caso también estaría comprometido el dere-
conflicto entre particulares parte de la premisa cho al libre desarrollo de la personalidad, toda
de la existencia de una igualdad de condicio- vez que los concurrentes a los establecimien-
nes. En tal situación, se aplica el principio de tos comerciales de la zona de la Calle de las
proporcionalidad a fin de atemperar los exce- Pizzas –tales como discotecas, pubs, karaokes,
sos que se presenten en cada caso. etc.–, o mejor dicho, los actos de esparcimien-
Así, podemos apreciar que en el caso de la to o de mera diversión de las personas que
Calle de las Pizzas41, el Municipio de Miraflo- concurren a estos lugares, constituyen con-
res impuso restricciones de horario a los ne- ductas que se hallan bajo el ámbito de protec-
gocios de la calle referida, a fin de defender el ción del derecho al libre desenvolvimiento de
derecho al descanso de los vecinos, frente a la la personalidad. Es decir, el jolgorio, el espar-
invocada afectación del derecho al trabajo por cimiento, la diversión y conductas análogas de
la persona son actos de ejercicio del derecho
parte de los comerciantes. Este caso nos ilus-
al libre desenvolvimiento de la personalidad y,
tra sobre la manera cómo viene resolviendo
por ello, se hallan garantizados bajo el ámbito
el Tribunal en materia de proporcionalidad.
de protección de este derecho fundamental43.
En dicho proceso se discutía, centralmente y
vía proceso de inconstitucionalidad, si resul- Con relación a la libertad de trabajo, la cali-
taba válida la ordenanza de la Municipalidad ficación del Tribunal concluyó que se produ-
de Miraflores que había fijado restricciones a jo una intervención leve. El argumento en que
los horarios de atención de los negocios ubi- se apoyó fue que: “la ordenanza no estable-
cados en las calles San Ramón y Figari, zona ce una limitación absoluta o total del ejercicio
conocida como la Calle de las Pizzas, la cual de la libertad de trabajo de los propietarios de

40 ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Ob. cit., p. 92.


41 Caso Asociación de Comerciantes San Ramón y Figari. STC Exp. Nº 0007-2006-PI/TC del 22 de junio de 2007.
42 Ibídem, f. j. 40.
43 Ibídem, f. j. 49.

GACETA CONSTITUCIONAL N° 47 261


D OCTRINA

establecimientos comerciales en la zona bajo cuando con una intervención se logran nive-
restricción; por el contrario, ella solo estable- les altos de satisfacción en los derechos favo-
ce una limitación parcial, circunscrita a deter- recidos por la intervención, la medida debe
minadas horas de la noche y la madrugada”44. ser considerada como constitucionalmente
correcta.
Siguiendo con su análisis, el Tribunal ubicó en
el otro extremo a los derechos a la tranquili- A continuación, corresponde esbozar breve-
dad y a la salud, entendiendo que el derecho a mente las críticas que se han hecho tanto a
un ambiente adecuado para la salud compren- la teoría conflictivista de los derechos funda-
de, dentro de su ámbito protegido, la garan- mentales como a sus llamados mecanismos o
tía de un entorno acústicamente sano. Por ello, criterios de solución.
para el Tribunal la restricción de los derechos
a la libertad de trabajo y la libertad de empresa IV. CRÍTICAS A LA TEORÍA CONFLICTI-
VISTA Y A SUS MECANISMOS O CRI-
contribuyen con la realización en un nivel ele- TERIOS DE SOLUCIÓN
vado o alto del derecho a la salud. Lo que es
así, debido a que: el descanso y el dormir habi- Conforme se ha expuesto, hoy en día se en-
tual de la persona durante la noche constituye cuentra profundamente arraigado un pensa-
un elemento indispensable para la recupera- miento conflictivista de los derechos fun-
ción de energía, por ello, su disfrute posibilita damentales, el cual es entendido como una
un estado de salud pleno. Por el contrario, su visión que concibe a la realidad jurídica de es-
perturbación o interrupción como consecuen- tos como un ámbito de conflicto permanente
cia de ruidos molestos, de un entorno acústi- entre ellos mismos (derechos) o entre los de-
camente contaminado, como el que ocasiona- rechos y los bienes públicos.
ría el funcionamiento nocturno sin límites de
Recordemos que el conflictivismo trata de re-
horarios en los establecimientos de la Calle de
ducir los derechos fundamentales –que no de-
las Pizzas, ocasionaría una afectación grave
ben ser ignorados o suprimidos– a normas
del derecho a la salud. En tal sentido, la medi-
da restrictiva analizada constituye un medio a fundamentales, y estas últimas a reglas. No
través del cual se alcanza una elevada realiza- obstante, encontramos en palabras de Cian-
ción del derecho a la salud45. ciardo, que este problema puede superarse
distinguiendo claramente entre estos ambos
Así, el Tribunal continúa su argumentación, conceptos y, también, entre principios y re-
estableciendo que en la restricción del horario glas. Las normas fundamentales son enuncia-
de atención examinada, resulta que el grado de dos normativos que pueden o no estar recogi-
limitación de la libertad de trabajo y del libre dos textualmente en las Constituciones y, a su
desenvolvimiento de la personalidad es leve, vez, pueden consistir en principios normativos
mientras que el grado de protección del dere- –que trata que algo sea realizado en la mayor
cho al medio ambiente, a la tranquilidad y a la medida posible y cuya aplicación debe efec-
salud es elevado. Por consiguiente, la medida tuarse con razonabilidad y proporcionalidad–
adoptada satisface la ley de ponderación y, por y en reglas normativas, que mandan la realiza-
lo tanto, es constitucional46. ción necesaria de algo. Así, el autor propone
En este contexto, se puede concluir afirmando como solución, buscar sistemas de reconoci-
que para el Tribunal Constitucional peruano miento de los principios fundamentales, que

44 Ibídem, ff. jj. 55 y 56.


45 Ibídem, ff. jj. 34-40.
46 Ibídem, f. j. 41.

262
EL TEST DE PONDERACIÓN O PROPORCIONALIDAD DE LOS DERECHOS ...

deben considerar siempre la relación entre los son tratados como reglas, devienen en jerar-
diversos principios de la Constitución47. quías abstractas que conducen fácilmente a
soluciones disvaliosas. En relación a la pon-
Aceptar que los derechos fundamentales son
deración de derechos, el autor plantea que la
realidades contrapuestas entre sí que tienden
ponderación propuesta por un sector del con-
a entrar en colisión, el cual se resuelve a tra-
flictivismo alcanza a resolver el problema de
vés de mecanismos que jerarquizan o ponde-
la fundamentación adecuada de las soluciones
ran derechos, significa admitir la existencia de
iusfundamentales. La razón de esta insuficien-
una suerte de derechos de primera categoría
cia radica en la falta de un criterio ontológi-
y otros de segunda. Ello implicaría que cuan-
co que permita distinguir materialmente a un
do un derecho de segunda tiene la desdicha de
derecho de otro. En consecuencia, Cianciardo
cruzarse con uno de primera, queda desplaza-
concluye que “tanto la jerarquización como
do y afectado en su contenido jurídico, es de-
la ponderación conducen a una relativización
cir, queda vulnerado48.
de las vertientes negativa y positiva de los de-
Tomar como verdadera esta afirmación impli- rechos fundamentales. En efecto, al asumirse
ca desconocer que los derechos fundamentales la necesidad de postergar uno de los derechos
son expresión de la dignidad humana y, en es- en juego, de un lado, se eclipsa su rol de lí-
pecial –lo que es por todos aceptado– que su mites del poder, y, de otro, el Estado se desli-
positivación se constituye en una herramienta ga de su obligación de promover su vigencia
de control del poder del Estado, presupuesto efectiva”49.
bajo el cual no puede considerarse de ningún
En esa línea, Serna y Toller afirman que, tra-
modo la renuncia a alguno de ellos, ni siquie-
tándose de derechos fundamentales, no es
ra bajo el supuesto de la postergación de uno a
aconsejable establecer jerarquizaciones, pon-
favor de otro, lo que en consecuencia afectaría
deraciones o límites que den prioridad a un
su vigencia y ejercicio efectivo.
derecho fundamental sobre otro para resol-
Al igual que la teoría conflictivista, los meca- ver el conflicto, porque los bienes humanos de
nismos o criterios utilizados para solucionar el los derechos son todos compatibles entre sí,
supuesto conflicto entre derechos fundamen- en ese sentido armonizables, además se debe
tales: jerarquización y ponderación o test de buscar casar los bienes en conflicto. En la re-
proporcionalidad, son objeto de crítica. Por solución de los conflictos de derechos, al ana-
ello, considero pertinente exponer la crítica lizar el caso concreto, es aconsejable optar por
hecha a ambos mecanismos o criterios de so- la armonización y el ajustamiento de los mis-
lución en palabras de Cianciardo. mos, a fin de que no resulte ninguno de los de-
rechos anulados, o degradados50.
Respecto al planteamiento jerárquico de las
relaciones entre los derechos fundamentales, Por lo tanto, se puede afirmar que la posición
Cianciardo afirma que se trata de una aplica- conflictivista de los derechos fundamentales
ción imponderada de principios jurídicos ius- lejos de garantizar su plena vigencia y efecti-
fundamentales. Los cuales exigen valoración vidad, privilegia la desarmonía en su ejercicio,
y contrapeso. Esto, por su peculiar índole es- desconociendo así que el fundamento de todos
tructural. Si no se respeta esta exigencia, y estos derechos descansa en la protección de la

47 IRARRAZÁBAL COVARRUBIAS, Juan. “Juan Cianciardo, el conflictivismo en los derechos fundamentales”. Revista chilena de
Derecho. Nº 1, Vol. 30, Sección Bibliografía, p. 202. Cfr. CIANCIARDO, Juan. El conflictivismo en los derechos fundamentales.
Eunsa, Pamplona, 2000. Este estudio tiene origen en su tesis doctoral de la Universidad de Navarra, España, cuyo objeto se cen-
tra en el análisis iusfilosófico de lo que él denomina “conflictivismo”.
48 CASTILLO CÓRDOVA, Luis Fernando. Ob. cit., p. 107.
49 CIANCIARDO, Juan. Ob. cit., pp. 120 y 121.
50 SERNA, Pedro y TOLLER, Fernando. Ob. cit., p. 92.

GACETA CONSTITUCIONAL N° 47 263


D OCTRINA

persona humana. Asimismo, los derechos fun- Fernández Sessarego, dicha protección debe
damentales reconocidos como derechos natu- ser unitaria, es decir, asumir que el ser humano
rales y subjetivos se presentan como anterio- es una unidad inescindible de cuerpo o soma y
res al Estado, que no puede desconocerlos, y de psique, sustentados en su ser libertad. Debe
constituyen para aquel un límite insalvable. ser integral, es decir, sin dejar de lado ningún
Como derechos inherentes a la naturaleza del interés existencial que, fundado en la digni-
hombre, son propios de todos los hombres. dad de la persona, merezca protección jurídi-
De aquí la universalidad de su aceptación y la ca. Asimismo, el autor señala que la persona
oponibilidad al Estado. humana en tanto sujeto del derecho es coexis-
En este sentido, por un lado estamos ante exi- tencial, el derecho subjetivo entraña siempre y
gencias éticas de dignidad; de algún modo se necesariamente un deber. Es decir, que en todo
puede decir que un comportamiento contra- derecho subjetivo coexisten un deber general
rio a los derechos supone tratar al titular como y uno específico. Donde, el deber general, que
un mero medio. Y, por otro lado, los derechos hunde su raíz en la coexistencialidad como di-
se han convertido en un criterio básico de le- mensión humana, es el de no dañar a otro en
gitimidad del poder; así tenemos, que el po- el ejercicio del derecho subjetivo. El deber es-
der político es legítimo solo si se comprome- pecífico es inherente, como está dicho, a cada
te con el reconocimiento y protección de los institución jurídica53.
derechos51. Por todos los argumentos expuestos, corres-
Siguiendo este razonamiento, Prieto denomi- ponde rechazar la doctrina conflictivista de
na a estos elementos: teleológico y funcional; los derechos fundamentales, teniendo en cuen-
definiéndolos de la siguiente manera: es te- ta que la naturaleza humana es una unidad, y
leológico porque los derechos se identifican los derechos fundamentales en cuanto tales se
como la traducción normativa de los valores predican del hombre, entonces, no hay modo
de dignidad, libertad e igualdad, como el ve- de que ni en su formulación teórica ni en su
hículo que en los últimos siglos ha intentado ejercicio práctico, tales derechos sean contra-
conducir determinadas e importantes aspira- dictorios entre sí, o que supongan contenidos
ciones de las personas desde el mundo de la incompatibles entre sí54. En consecuencia, tal
moralidad a la órbita de la legalidad. En cuan- como lo manifiestan Serna y Toller, “en rigor,
to al elemento funcional señala, que los dere- el extendido mito del conflicto se da solo apa-
chos asumen una cualidad legitimadora del rentemente entre los derechos y realmente en-
poder, que se erigen en reglas fundamentales tre las pretensiones y entre los intereses indivi-
para medir la justificación de las formas de or- duales de cada una de las partes”55.
ganización política y, por lo tanto, para que es- Siguiendo este razonamiento, considero pro-
tas se hagan acreedoras a la obediencia volun-
pio citar a Muñoz Arnau, quien señala que la
taria de los ciudadanos52.
controversia jurídica sometida a considera-
En efecto, sin la protección efectiva de estos ción del juez no es la que se constituye a partir
derechos, el hombre no podría realizarse como del conflicto de dos derechos fundamentales,
persona dentro de la sociedad, ni encaminar- sino que se configurará a partir del conflic-
se al logro del bien común. En palabras de to entre dos pretensiones o entre los intereses

51 BARRANCO, María del Carmen. Teoría del Derecho y derechos fundamentales. Palestra, Lima, 2009, pp. 11 y 12.
52 PRIETO, L. Estudios sobre derechos fundamentales. Debate, Madrid, 1990, p. 20.
53 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. “Fundamentos de los derechos humanos en el umbral del siglo XXI: Personalismo, tridimen-
sionalismo y proyecto de vida”. En: Revista Abogados. Nº 7, edición especial, Lima, diciembre de 2001, pp. 14 y 22. Ver en Diké,
Portal de información y opinión legal de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
54 SERNA, Pedro y TOLLER, Fernando. Ob. cit., p. 92.
55 Ibídem, p. 37.

264
EL TEST DE PONDERACIÓN O PROPORCIONALIDAD DE LOS DERECHOS ...

particulares de los sujetos que conforman una medida exige un esfuerzo por comprender los
concreta relación procesal en la que se invo- perfiles del bien jurídico protegido por cada
can derechos fundamentales. Es decir, en la derecho fundamental”59.
realidad de los casos concretos, los verdade-
ros conflictos no se dan entre los derechos La finalidad de la interpretación de los dere-
fundamentales, sino entre las pretensiones de chos fundamentales debe ser la unidad armó-
las partes que enfrentadas en un litigio, invo- nica del derecho, para ello, se debe ir más allá
ca cada una un derecho fundamental diferente, de la interpretación literal de la norma funda-
como justificación de su pretensión o interés56. mental y orientarla al fundamento, es decir,
hacer una interpretación teleológica y sistemá-
Por ello, el problema se debe abordar a partir tica, para determinar el contenido del derecho.
de la consideración de que los derechos no es- La identificación del contenido del derecho va
tán en pugna, sino que son derechos armoniza- a permitir encontrar los puntos de compatibili-
dos. Los derechos son armónicos, los intereses dad de los derechos; y respetando el contenido
de las personas no, la pretensión exige, pre- de cada uno de ellos, se deberá valorar la con-
cisamente, que el interés del otro se subordi- troversia, de tal forma, que sea posible la solu-
ne al propio. En ese sentido, la interpretación ción sin que se sacrifique ningún derecho. Por
constitucional debe realizarse de tal forma que lo tanto, armonizar los derechos es analizar-
conduzca a armonizar los derechos, al acomo- los desde su contenido esencial, es mirar hacia
damiento (ajustamiento57) del derecho a los in- su naturaleza, el bien que protegen, la finali-
tereses controvertidos, a las pretensiones. dad, su ejercicio, perfiles y esferas de funcio-
Los derechos fundamentales deben estar per- namiento razonable.
fectamente delimitados desde la Constitución, En consecuencia, la interpretación del precep-
de tal manera que entre ellos y sus “límites” to constitucional del derecho de que se trate,
existirían algo así como una frontera infran- implica examinar su contenido, teniendo en
queable, no pudiendo producirse el conflic- cuenta que este se fundamenta en valores in-
to si se delimita adecuadamente el conteni- dividuales y sociales que le otorgan un alcan-
do de cada derecho fundamental. Al respecto, ce amplio; delimitar desde el bien protegido
Martínez Pujalte señala que “más allá de los por el derecho, desde su finalidad, su núcleo
contornos que los delimitan no puede existir
constitucional, que al ser determinado en cir-
protección constitucional del derecho funda-
cunstancias concretas, resulta inobjetable. De
mental y, en cambio, dentro de ellos la protec-
tal forma que su ejercicio razonable, en una
ción constitucional es absoluta”58.
sociedad democrática –donde la paz social y
Así, “la delimitación de los derechos funda- el orden político democrático se basan, entre
mentales constituye una operación en la que a otras cosas, en la garantía de protección efec-
la luz de los casos concretos, y respetando el tiva de los derechos fundamentales– el míni-
texto constitucional, el intérprete debe indagar mo de ese derecho fundamental debe quedar
qué conductas constituyen el ejercicio legíti- salvaguardado, para no llegar a la anulación de
mo de un derecho fundamental, lo que en gran alguno de los derechos en pugna.

56 MUÑOZ ARNAU, Juan Andrés. Los límites de los derechos fundamentales en el Derecho Constitucional español. Aranzadi,
Pamplona, 1998, p. 170.
57 En ese sentido, Tomás De Domingo señala que reclamar el triunfo de uno de los principios en pugna, que es lo propio del “con-
flicto”, debe valorarse en qué medida el ejercicio de un derecho fundamental resulta compatible con las exigencias objetivas que
surgen del contexto vital en que pretende ejercerse, el cual, por otra parte, debe ser compatible con la Constitución lo que nos
sitúa ante una situación que el autor considera más apropiado identificar con el nombre de “desajuste”. MARTÍNEZ-PUJALTE,
Antonio Luis y DE DOMINGO, Tomás. Ob. cit., p. 162.
58 DE DOMINGO, Tomás. Los derechos fundamentales en el sistema constitucional - Teoría general e implicaciones prácticas.
Ob. cit., p. 159.
59 Ibídem, p. 160.

GACETA CONSTITUCIONAL N° 47 265


D OCTRINA

A MANERA DE CONCLUSIÓN instrumentos, para luego, adecuar toda ley a lo


En el panorama actual, observamos que la hu- establecido en la Norma Fundamental, lo que
manidad ha avanzado considerablemente en lo implica además, derogar todas aquellas leyes
que se refiere a la protección de los derechos que sean contrarias a esta norma que protege
humanos o derechos fundamentales, concebi- los derechos fundamentales.
dos como la constitucionalización de los de- Así, el Estado es responsable de brindar to-
rechos enumerados en los tratados que al res- das las condiciones necesarias para que den-
pecto el Estado haya ratificado, lo cual implica tro de su territorio se garantice la protección
que el Estado tiene la obligación de adap- efectiva de los derechos fundamentales. Ha-
tar todo su ordenamiento jurídico de tal for- blar de protección efectiva, no implica sola-
ma que brinde una protección efectiva a tales mente constitucionalizar derechos, sino que
derechos60. además significa que el Estado tiene la obliga-
En ese sentido, es correcto afirmar que la pro- ción de adecuar todo el ordenamiento jurídico
tección de los derechos, tal como hoy los con- de forma tal que funcione en armonía y ofrez-
cebimos, se sustentan en la libertad ontológica ca una protección total de los derechos, lo que
del ser humano, la cual hace viable una va- conlleva también que ofrezca recursos efecti-
loración que se funda en una ideología esti- vos que los ciudadanos puedan “activar” para
mativa que se ha dado en llamar humanista. lograr la defensa de los derechos que conside-
En un mundo pluricultural y pluriideológico ren vulnerados.
corresponde al humanismo el mérito de ha- En un contexto como este, resulta sorprenden-
ber fraguado una teoría de los derechos huma- te que se encuentre aun tan arraigada la teoría
nos que tiene como sólido basamento el reco- de que en el ejercicio de los derechos funda-
nocimiento del hombre como fin en sí mismo mentales existen conflictos, y cuya única solu-
y no como un medio o instrumento de otros ción consista en realizar una jerarquización o
hombres61. ponderación para encontrar que derecho debe
Considerando que después de dos guerras prevalecer sobre otro. Lo cual implica desco-
mundiales, el mundo finalmente entendió que nocer –como ya se ha dicho– el fundamento de
era necesario reconocer todos aquellos dere- la protección: la dignidad de la persona huma-
chos que desde tiempos remotos se considera- na, reconocida por los Estados que se precien
ban como inherentes al ser humano, y plasmar- de llamarse Estados de Derecho, Constitucio-
los en instrumentos jurídicos supranacionales nales y Democráticos, como el fin supremo de
que constituyeran el marco de referencia den- toda su organización y como límite del poder,
tro del cual deben desarrollar su vida cotidia- así como la aplicación universal de estos dere-
na los Estados. Imponiéndose la obligación de chos a todos los individuos por igual sin dis-
que todos los derechos contenidos en estos ins- criminación de ningún tipo.
trumentos internacionales sean incorporados Desde mi punto de vista, la idea del conflic-
en su orden jurídico interno. Esta obligación to se encuentra arraigada porque quienes in-
se traduce primeramente –teniendo en cuenta tegran las esferas del poder, o los operado-
que es universalmente aceptado que la Consti- res jurídicos, intérpretes de las leyes, no han
tución se erige como la norma fundamental de interiorizado suficientemente el fundamento
todo ordenamiento jurídico– en constituciona- de la protección de los derechos fundamenta-
lizar todos los derechos contenidos en estos les. Por tal razón, encuentran conflictos entre

60 Convención Interamericana de Derechos Humanos, artículo 2. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 2.
Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, artículo 2.
61 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Ob. cit., p. 22.

266
EL TEST DE PONDERACIÓN O PROPORCIONALIDAD DE LOS DERECHOS ...

los derechos, donde solo debe verse la pug- sido configurado de manera armónica con la
na entre dos pretensiones distintas. En el día Constitución o con los tratados internaciona-
a día de los tribunales se ve esto, la pugna en- les sobre derechos humanos, a los que el Es-
tre intereses contrarios, donde el juez dice el tado se encuentra obligado. Presentándose en
derecho y ofrece solución al conflicto que se este contexto un aparente conflicto de normas:
le plantea. En ese sentido, lo que el juez debe de hecho se da en la realidad la situación de
analizar es si el contenido del derecho protegi- que en un caso en litigio aparezcan dos nor-
do ha sido verdaderamente infringido, si esto mas vigentes que pueden ser aplicadas y son
sucede existirá vulneración y, en consecuen- contrarias entre si62.
cia, habrá una pretensión insatisfecha porque
no tiene asidero legal; mas no la supremacía En consecuencia, considero que el princi-
de un derecho sobre otro. Es decir, se puede pio de proporcionalidad debe ser utilizado no
afirmar que una pretensión ha prevalecido so- como respuesta a una situación de conflicto de
bre la otra. derechos, sino como una garantía de raciona-
lidad para determinar el contenido de los de-
Para lograr la protección efectiva de los dere- rechos fundamentales vinculante para el legis-
chos fundamentales resulta imperativo que la lador y, en consecuencia, para fundamentar las
Constitución esté redactada de tal modo que decisiones de control de constitucionalidad de
los derechos reconocidos se encuentren bien las leyes que afectan tales derechos. Así, la
delimitados; asimismo, el ordenamiento jurí- aplicación de la ponderación o del principio de
dico debe ir en consonancia con los preceptos proporcionalidad, por lo tanto, no es una “con-
constitucionales de forma que no se pueda en- ciliación”. No consiste en “poner de acuerdo”
contrar ni siquiera una aparente contradicción los dos principios en conflicto, o en encontrar
o conflicto. Además, el juez o intérprete del un punto de “equilibrio” entre ellos. No con-
derecho, puede apoyarse en la doctrina, en la siste en la aplicación o en el sacrificio parcial
jurisprudencia de los tribunales internaciona- de dos principios. Uno de los dos principios
les para ayudarse a delimitar el contenido de
es aplicado, el otro es ciertamente acantona-
uno u otro derecho alegado como vulnerado
do63. Puesto que la Constitución es una unidad
en la pugna de pretensiones que se le somete.
sistemática, el contenido de los derechos debe
Soy de la opinión que, lo que –con frecuen- ser claro y las normas deben interpretarse de
cia– se encuentra en la práctica son leyes que modo compatible entre sí, a fin de garantizar
pueden ser distintas, que pueden colisionar, la vigencia armoniosa y efectiva de los dere-
esto por que el ordenamiento jurídico no ha chos fundamentales.

62 Por lo tanto, generalmente hablando, todo conflicto entre principios constitucionales presenta los siguientes caracteres:
a) En primer lugar, se trata de un conflicto entre normas que, de ordinario, emanan en el mismo momento.
b) En segundo lugar, se trata de un principio entre normas que tienen el mismo estatuto formal, la misma posición en la jerarquía
de las fuentes del Derecho.
c) En tercer lugar, se trata de un conflicto “en concreto”.
d) En cuarto lugar, se trata de un conflicto parcial bilateral.
Todo ello tiene importantes consecuencias. Los conflictos entre principios constitucionales, no pueden ser resueltos por medio de
los criterios estándar de solución de conflictos. No se puede utilizar el criterio “lex posterior”, porque los dos principios son coetá-
neos. No se puede emplear el criterio “lex superior”, porque los dos principios tienen la misma posición en la jerarquía de las fuen-
tes. No se puede utilizar el criterio “lex specialis”, porque, las dos clases de hechos regulados por los dos principios se entrecru-
zan. GUASTINI, Ricardo. “Ponderación: un análisis de los conflictos entre principios constitucionales”. En: Palestra del Tribunal
Constitucional. Revista mensual de jurisprudencia. Nº 08, Año 2, Lima, agosto de 2007, p. 636.
63 La ponderación, por lo tanto, no es una “conciliación”. No consiste en “poner de acuerdo” los dos principios en conflicto, o en
encontrar un punto de “equilibrio” entre ellos. No consiste en la aplicación o en el sacrificio parcial de dos principios. Uno de los
dos principios es aplicado, el otro es ciertamente acantonado. Ibídem, p. 637.

GACETA CONSTITUCIONAL N° 47 267

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