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Índice
1Precedentes históricos
3Desarrollo
5Arte basura
6Contemporánea
7Referencias
8Enlaces externos
Precedentes históricos[editar]
En obras de arte medievales se introducía directamente el oro, presente por
sus cualidades innatas, por lo que puede considerarse un «objeto encontrado»,
lo mismo que se introducían piedras preciosas. La diferencia esencial entre
esta forma antigua de introducir objetos directamente en el cuadro y el «objeto
encontrado» actual es el valor de los materiales introducidos directamente. En
el pasado se incrustaban objetos valiosos (oro, joyas), mientras que en el arte
moderno lo que se usan son principalmente objetos cotidianos, vulgares, que
se elevan a un estatus especial al emplearse en una manifestación artística.
Hay excepciones, como el uso que hicieron en 2003 los Hermanos
Chapman de un conjunto de grabados de Goya, Los desastres de la guerra,
que ellos «adaptaron» colocando en las figuras rostros
de payasos y marionetas de manera que las láminas fueron valiosas ya por
derecho propio como arte.[1]
En el siglo XIX, el escritor franco-uruguayo Isidore Lucien Ducasse conocido
como Conde de Lautréamont, había llamado la atención sobre las posibilidades
de transformar objetos vulgares con la frase, hoy famosa de «Bello como el
encuentro fortuito de una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de
disección».
Desarrollo[editar]
El uso de objetos encontrados fue una técnica asumida de forma inmediata por
el movimiento dadaísta, usándolo tanto Man Ray como Francis Picabia quien lo
combinó con arte tradicional al unir peines a una pintura que representaba el
pelo. [2] Una obra bien conocida de Man Ray es The Gift (Le
Cadeau en francés), un ready-made temprano realizado con la ayuda de Erik
Satie que consiste en una plancha de ropa con catorce clavos pegados en su
parte inferior, realizada en 1921 en París.
Wolf Vostell: ¿Por qué el proceso entre Pilatos y Jesús duró sólo dos minutos?, 1996 obra realizada con objetos encontrados en
Arte basura[editar]
Un Lincoln Continental y otros restos del paso del Katrina por Nueva Orleáns se ha convertido en una obra de arte basura temporal
Contemporánea[editar]
A lo largo de los noventa, los Young British Artists (YBA) hicieron amplio uso de
«objetos encontrados», a menudo con una fuerte reacción por parte de la
prensa. Aunque es una técnica admitida con carácter general, el uso que estos
Jóvenes Artistas Británicos hicieron de él suscitó las controversias en la
prensa, la crítica y el público.
Como Marcel Duchamp antes que él, Damien Hirst ha sugerido que una pintura
puede ser considerado un objeto encontrado adaptado (el objeto que se pinta)
esto es, la historia del arte se basa toda ella en objetos encontrados. Hirst
expuso un tiburón conservado en formaldehído en un depósito de cristal y lo
llamó The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living («La
imposibilidad de la muerte en la mente de alguien vivo»). Ha llevado esta idea
hasta los extremos al presentar de la misma forma una vaca y un ternero
cortados en secciones y en A Thousand Years («Mil años») la cabeza podrida
de una vaca, gusanos y moscas.
Tracey Emin expuso una tienda cubierta por nombres aplicados; también fue
polémica su exposición de My Bed en la Tate Gallery, ganando el Premio
Turner; esta exposición consistía literalmente en una de sus camas, sin hacer y
desordenada, con sábanas manchadas de sudor y rodeada por objetos como
sus zapatillas, ropa interior manchada con la regla y botellas. En este sentido el
artista le da al público tiempo y una puesta en escena que permite contemplar
el objeto. La apreciación del arte encontrado de esta manera puede suscitar
una reflexión filosófica en el observador.
Sarah Lucas amplió a tamaño gigantesco un recorte morboso de la prensa
tabloide; también expuso una colcha con dos melones, un cubo y un pepino,
representando los genitales masculinos y femeninos.