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CATEDRA:
SOCIÓLOGIA GENERAL
TRABAJO:
INVESTIGACIÓN BIBLIOGRAFICA
PRESENTADO POR:
GUZMAN AVALOS GABRIELA ESMERALDA
QUINTANILLA CRUZ VICTOR ARMANDO
ROJAS MARTÍNEZ ETELVINA MAGDALENA
FACILITADOR:
LIC. OSCAR ULISES SANCHEZ
JUNIO 2020
VIOLENCIA SEXUAL EN LOS MENORES DE EDAD:
EDADES EN LOS QUE SE COMENTEN CON MAS FRECUENCIA,
PRINCIPALES CAUSAS Y CONSECUENCIAS.
1. OBJETO DE ESTUDIO.
1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
Es valioso conocer las consecuencias que el abuso sexual causa en los menores de
edad, para tener la lucidez de buscar la ayuda necesaria para la víctima y que la familia
conozca los mecanismos para superar el hecho.
2. FORMULACION DE LA INVESTIGACION.
¿Cuál es el rango de edades que con más frecuencia son abusados los menores de edad
en El Salvador?
¿Cuáles son las principales causas que llevan al agresor a cometer el abuso sexual en
los menores de edad?
¿Cuáles son las principales secuelas que causa el abuso sexual en los menores de edad?
¿Cuáles son los Departamentos de El Salvador donde ocurren más abusos sexuales en
los menores de edad?
3. OBJETIVOS.
3.1. GENERAL.
3.2. ESPECIFICOS.
Identificar cuáles son las edades en que se cometen más abusos sexuales en los
menores de edad.
Definir los principales efectos que causa el abuso sexual en los menores de
edad.
Definir las principales causas que llevan al agresor a cometer abuso sexual en
los menores de edad.
4. HIPOTESIS.
(Hi) Los abusos sexuales cometidos a los menores, en las edades que oscilan
entre los 11 y 17 años son más frecuentes que los abusos sexuales que se
comenten las personas en las edades menores o iguales a 10 años.
(Hn) Los abusos sexuales cometidos a los menores, en las edades que oscilan
entre los 11 y 17 años no son más frecuentes que los abusos sexuales que se
comenten las personas en las edades menores o iguales a 10 años.
(Ha) Los abusos sexuales cometidos a los menores, en las edades que oscilan
entre los 11 y 17 años crean menos impactos en las personas, que los abusos
sexuales que se comenten las personas en las edades menores o iguales a 10
años.
El Salvador es uno de los países con mayor índice de violencia a nivel global, la
causa principal de violencia son los homicidios, abusos sexuales, tráficos y portación
ilegal de armas, extorciones, tráfico y consumo de estupefacientes. Es necesario que
centrar la violencia al menor como abuso sexual en la niñez y adolescencia, ya que
existen diversos tipos de violencia hacia los menores de edad.
Las formas más comunes de abusos sexuales a menores son: el incesto, la violación,
la vejación y la explotación sexual (Gallardo 1997). Algunos de estos comportamientos
por parte de los agresores pueden consistir en exhibir sus órganos sexuales, tocar, besar,
o manosear a los menores, conversar con ellos de forma obscena, exhibir películas
pornográficas o fotos, hacer fotos de los menores desnudos, inducirlos a realizar
actividades sexuales o eróticas, etc., todo ello con el objetivo de obtener una
gratificación sexual. López y del Campo (1999), expresan que existen falsas creencias
en este tema pues se considera que los abusos ocurren raramente, que sólo lo sufren las
niñas, que actualmente se dan más abusos que en el pasado, que se dan en clase social
baja y que los niños no suelen decir la verdad. Todas estas opiniones, bastante
extendidas son discutidas por estos dos autores que explican claramente cómo los
abusos son más frecuentes de lo que pensamos, que se dan en todas las clases sociales y
que es conveniente creer a los niños o al menos prestarles toda la atención necesaria
cuando dicen que han sufrido un abuso. También Topper (1988) destaca en un informe
de FUNCOE (Fundación Cooperación y Educación) y la Alianza Internacional “Save
the Children”, la peligrosa frecuencia con la que se producen los abusos sexuales
infantiles y aboga para que esta cuestión deje de considerarse un tema tabú (Deza
Villanueva, Sabina. (2005)). Podemos apreciar que para “Sabina” el abuso sexual en
menores o violación en menores de edad tiene diferentes formas de clasificación y
causas que conllevan a cometer ese nefasto acto. Para el ISNA es necesario tipificar y
ver de diferente forma el abuso y, lo comienza a tipificar como: el hecho de que la
violencia engloba aspectos más allá del abuso físico, tal como lo son el acoso o la
explotación sexual comercial. En este sentido, la violencia es algo más que “violencia”
en el sentido tradicional del término, en tanto que la vulneración es física o sicológica o
incluso ambas. En este sentido y siguiendo los preceptos de la OMS, la violencia sexual
tendría tres tipologías básicas: abuso sexual (“acto sexual o tentativa”), acoso sexual
(“comentarios o insinuaciones no deseadas”) y explotación sexual comercial
(“comercializar la sexualidad de otra persona”). Los 3 tipos de violencia descritos
tienen formas particulares de presentarse y se refieren a formas específicas de la
violencia según diversas clasificaciones. Por ejemplo, el abuso sexual puede darse
como Violación o como Agresión, modalidades que dependen del grado de
consumación del acto sexual. El acoso sexual puede ser a su vez vertical (o quid pro
quo, cuando tiene a la base relaciones jerárquicas) u horizontal (también llamado
“ambiental”, cuando se da sin la mediación de relaciones jerárquicas). Por su parte, la
explotación sexual comercial puede manifestarse en Pornografía, Trata de Personas y
Prostitución (Instuto Salvadoreño para el Desarrolo Integral de la Niñez y la
Adolescencia (ISNA), 2012).
Se establecen dos criterios básicos para tipificar el abuso (Cantón y Cortes, 2000)
a) Abuso sexual, toda conducta tipificada en el Código Penal, que atente contra la
libertad e integridad sexual de una niña, niño o adolescente para sacar ventaja o
provecho de cualquier clase o índole; y,
Como ya se aclaró en la Tabla 1, a pesar que se puede tipificar los actos de abuso
sexual de muchas formar, en nuestra Legislación vigente y para ser más puntual en la
LEPINA, se tipifican en “Abuso Sexual y Explotación Sexual Comercial”, cada una con
sus diferentes modalidades.
429, 36%
DE 0 A 11 AÑOS
757, 64%
DE 12 A 17 AÑO
Tres años después en el 2013 el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en
Inglés United Nations Children's Fund, y es un organismo de la Organización de las
Naciones Unidas (UNICEF), realizo un estudio sobre la realidad de la Niñez y
Adolescencia en el país, dichos datos fueron publicados en el 2013. A continuación
veremos parte de esos resultados en cuando a los abusos sexuales en menos en el país.
De acuerdo a los datos presentados por el IML, en el año 2013 se registraron 3,491
agresiones sexuales (estupro, violación, otras agresiones sexuales y agresiones sin
evidencia), de las cuales, 9 de cada 10 víctimas fueron mujeres. La agresión sexual
afecta principalmente a mujeres niñas y adolescentes, en especial a las que tienen entre
10 y 19 años, pues la tasa de agresión alcanza a 157 personas por cada 100 mil en ese
rango de edad. Del total de violaciones contra mujeres (1,830 casos), el 70%
corresponde a la Niñez y Adolescencia (NNA) que tiene entre 10 y 19 años de edad. En
el caso de los hombres, de los 112 casos registrados, el 36.6% se concentra en este
segmento de población y en el caso de las niñas el 71.3% (Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF), 2014).
Según datos del Instituto de Medicina Legal, (IML) en 2019 se realizaron 2,894
reconocimientos por violencia sexual, es decir, 8 casos diarios.
Imagen N° 2, Fuente: (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 2014).
En las tres fuentes bibliográficas se logra comprobar que el rango de edades más
afectadas es de 12 a 17 años, por lo que pone de manifiesto que son los más propensos a
que se comentan hechos de violación. A pesar de que en el tiempo se creó la LEPINA
no se ha reducido el número de abusos sexuales en los menores de edad sino que ha
tenido un aumento significativo.
Para lograr establecer el género que se ve más afectado tomamos como base la
misma bibliografía y encontramos que en el periodo de 2008-2010 se obtuvieron los
siguientes resultados:
Imagen N° 4. Fuente: (Instuto Salvadoreño para el Desarrolo Integral de la Niñez y la
Adolescencia (ISNA), 2012)
Las investigaciones relacionadas con los delincuentes sexuales han sido escasas y de
diversa índole. En primer lugar, se han intentado describir las características
demográficas y personales más representativas de los agresores así como las
circunstancias en las que se producía el delito. Según la recopilación de estudios
ingleses y americanos realizada por Hollin (1989) los agresores sexuales son varones,
las violaciones suelen suceder en la propia casa de la víctima, frecuentemente por la
noche y durante el fin de semana. Un segundo aspecto investigado ha consistido en
describir y definir las características de los agresores con la finalidad de elaborar
taxonomías al respecto. En este sentido, los autores han separado en sus estudios
categorías referidas a violadores y por otro lado categorías de agresores sexuales a
niños (Firestone, Bradford, Greenberg y Laro, 1998; Hollin, 1989; Losada-Paisey,
1998; Prentky, 1985). Estas categorías se han basado en la naturaleza de la acción
criminal (ej: violación de niños versus abuso de niños) o en las motivaciones del
delincuente al realizar la acción delictiva (ej: violador por venganza que utiliza el delito
para expresar su rabia y dañar a la víctima que habitualmente es su pareja; violador
impulsivo que actúa ante la ocasión que se le ofrece como por ejemplo ante un robo;
violador sádico cuyo propósito es dañar a las víctimas física y psicológicamente). Una
tercera cuestión explorada, desde hace años, ha sido la indagación de si este tipo de
delitos es realizado por personas con un deseo y una excitación sexual diferente a la de
la mayoría. Así, la presentación de diapositivas o películas con distinto contenido
sexual y el uso del pletismógrafo, aparato que mide los cambios del volumen del pene,
han llevado a formular una hipótesis de falta de inhibición de los violadores ante
situaciones de sexo forzado en las que la mayoría de las personas inhibirían sus
respuestas. Sin embargo, os resultados de estos estudios son poco concluyentes
(Barbaree, Seto, Serin, Amos y Preston, 1994) Ortiz-Tallo, M., Cardenal, V. y Sánchez,
L.M. (2002).
Sobre el perfil del agresor sexual. La mayoría de los individuos que cometen
agresiones sexuales son principalmente hombres. También hay mujeres y menores que
las cometen, pero entre el 85 y el 95% de los delincuentes sexuales identificados son
varones. Los hombres que agreden sexualmente no son diferentes en la mayoría de sus
características y rasgos al resto de los hombres. Pueden provenir de todas las esferas
profesionales y estratos sociales, y sus características demográficas son reflejo de la
población general. De hecho, ningún grupo de hombres parece estar exento del riesgo
de cometer agresiones sexuales (sordos, discapacitados físicos, minorías). (Offender, s.
S. S. (2003)).
No se logra comprobar una causa primaría que lleven a agresor a cometer un abuso
sexual en los menores de edad, ya que son diversos los factores que llevan al agresor a
cometer los hecho dado que cada persona responde a un perfil distinto de pensamiento.
6. METODOLOGÍA DE LA INVETIGACIÓN.
7. BIBLIOGRAFÍA:
Buaiz Valera, Y. E. (2013). Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia
Comentada de El Salvador, Libro Primero. San Salvador: Talleres Gráficos UCA.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). (2014). Informe de Situación de
la Niñez y Adolescenia en El Salvador. San Salvador: Multiples S. A. de C. v.
Deza Villanueva, Sabina. (2005). Factores protectores en la prevención del abuso sexual
infantil. Liberabit, 11(11), 19-24. Recuperado em 11 de junho de 2020, de
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-
48272005000100003&lng=pt&tlng=es
Cantón-Cortés, D., & Cortés, M. R. (2015). Consecuencias del abuso sexual infantil: una
revisión de las variables intervinientes. Anales de Psicología/Annals of Psychology,
31(2), 552-561.