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2. ESTRATIGRAFÍA
La región oriental se encuentra ubicada entre el límite oriental de la Plancha 246 y la Falla
de Fusagasugá; está constituida por las formaciones Une, Chipaque, el Grupo
Guadalupe, y las formaciones Guaduas, Bogotá, La Regadera, Usme y Tilatá, (Tablas 1 y
2). A continuación se describe cada una de las unidades allí aflorantes, comenzando por
la más antigua.
Une es el nombre dado por Hubach (1931), para referirse a la secuencia de areniscas que
aflora en el área de Choachí - Ubaque. Posteriormente Renzoni (1962) utiliza este término
con categoría de formación al describir la sucesión que aflora en la región Une – Fosca.
Campbell (1962, en Julivert, 1968) asigna a la parte baja de esta unidad una edad de
Albiano, basado en la fauna colectada en la carretera de Une a Fosca. Bürgl (1957) cita
una fauna procedente de los alrededores de Choachí y localizada en la parte alta de la
formación, a la que considera del Cenomaniano. Con base en estos autores, la Formación
tiene una edad de Albiano - Cenomaniano. Acosta (1993) propone para la unidad un
ambiente de depósito de arenas de línea de costa.
El término Chipaque fue empleado por primera vez por Hubach (1931), bajo la
denominación de «Conjunto Chipaque» y, posteriormente, él mismo (Hubach, 1957) la
denominó Formación Chipaque; según este autor, la parte más alta de la Formación
Chipaque la conforma la caliza de Chipaque o nivel de Exogyra squamata, la cual marca
el límite Villeta – Guadalupe Inferior. Renzoni (1962) redefine la Formación Chipaque, y
engloba bajo esta denominación a la Formación Chipaque y a la Formación Guadalupe
Inferior de Hubach (1957); de esta manera, la Formación Chipaque queda limitada en su
base por la Formación Une y en su techo limitada por la Formación Arenisca Dura. En el
presente trabajo se sigue el criterio establecido por Renzoni (1962) para esta unidad. La
Tabla 1 muestra los diferentes límites planteados para esta unidad.
La Formación Chipaque aflora al suroriente (cuadrantes E-12, F-12, G-12, H-11 y H-12) y
en la parte central (cuadrantes E-7, F-7, G-7, H-7, E-8, F-8, G-8, H-8, E-9, F-9, G-9 y H-9)
de la Plancha 246 Fusagasugá, y genera valles amplios. La unidad está compuesta
principalmente por una sucesión de lodolitas negras, en capas delgadas, con impresiones
de amonitas y una capa de carbón hacia la parte inferior; esta sucesión presenta
esporádicas intercalaciones de areniscas de cuarzo, finas, micáceas, blancas y negras,
con cemento silíceo, en capas medias y gruesas, con estratificación interna ondulosa y
capas delgadas de caliza. El espesor total de la unidad, estimado en cortes geológicos, es
de 900 m.
El nombre Guadalupe fue utilizado por primera vez por Hettner (1892), para designar con
el rango de Piso de Guadalupe a las areniscas de la parte alta del Cretácico, que se
encuentran en los cerros orientales del área de Bogotá. Hubach (1931) establece el límite
Guadalupe - Villeta, por encima de un nivel de caliza fosilífera, denominado Nivel de
Exogyra mermeti o Conjunto Chipaque, el cual se observa a lo largo de la carretera
Chipaque -Cáqueza; este mismo autor dividió la unidad en un conjunto inferior arcilloso y
otro superior arenoso; posteriormente, elevó el Guadalupe a la categoría de grupo y a
cada unidad al rango de formación, y las denomina Formación Guadalupe Inferior y
Formación Guadalupe Superior, además, subdividió la Formación Guadalupe Superior en
tres miembros denominados de base a techo: Arenisca Dura, Plaeners y Arenisca Tierna.
Renzoni (1962, 1968) redefinió esta unidad, y elevó la Formación Guadalupe Superior al
rango de grupo y coloca la base sobre la última ocurrencia de lodolitas negras de la
Formación Chipaque y su techo en la primera ocurrencia de arcillolitas de la Formación
Guaduas. Además, dividió el grupo en tres formaciones denominadas: Arenisca Dura,
Plaeners, y Labor y Tierna; y establece como sección de referencia la secuencia que
aflora a lo largo del carreteable Choachí- Bogotá, entre la quebrada Raizal y la hoya de la
quebrada del Rajadero. En este trabajo se emplea esta unidad en el sentido de Renzoni
(1962, 1968), es decir, limitada en su base por la última ocurrencia de las lodolitas del
Grupo Villeta y en su techo por la primera ocurrencia de las lodolitas de la Formación
Guaduas.
2.1.3.1 Descripción Litológica
En la parte central de la región de estudio (alrededores del Embalse del Muña - Sibaté,
cuadrantes B-8, C-8, B-9 y C-9), el Grupo Guadalupe presenta características similares a
las descritas por Renzoni (1962, 1968); aquí se puede diferenciar claramente tres niveles;
uno inferior comparable con la Formación Arenisca Dura, constituido por areniscas finas
a muy finas, en capas muy gruesas a delgadas y con intercalaciones de niveles hasta de
5 m de shale y limolitas. Sobre esta secuencia se observa un nivel medio, constituido por
limolitas silíceas, en capas delgadas, con partición en cubos y gran cantidad de
foraminíferos, intercalados con niveles de lodolitas grises; esta unidad puede ser
comparable con la Formación Plaeners. Y sobre esta unidad se observa un nivel
superior, el cual consiste en una secuencia monótona de areniscas de cuarzo, finas a
medias, en capas muy gruesas, convergentes, comparables con la Formación Labor y
Tierna. Por la complejidad tectónica y por la escasez de afloramientos es difícil hacer una
mejor descripción o levantar alguna sección estratigráfica. El espesor estimado, en cortes
geológicos para esta secuencia es de 350 m.
En la región limitada al norte por el Embalse del Muña (cuadrante B-9), al occidente por la
población de Pasca (cuadrante G-8) y al oriente por la Falla de La Frutica (cuadrantes F-
12 y G-12), la descripción dada por Renzoni (1962, 1968) para el Grupo Guadalupe
cambia debido a que desaparecen las liditas de la Formación Plaeners y la unidad consta
solamente de sucesiones de areniscas de cuarzo, finas y muy finas, grises claras a
oscuras, en capas delgadas a muy gruesas, plano paralelas y no paralelas ondulosas, con
delgadas y esporádicas intercalaciones de lodolitas y limolitas de cuarzo; en muchos
niveles se observa un alto grado de bioturbación. Estas características hacen que en esta
región no se pueda diferenciar en las tres formaciones del Grupo Guadalupe, en el
sentido de Renzoni (1962, 1968); estos cambios se interpretan como variaciones faciales
dentro de la unidad, aunque se anota que la zona fue afectada por una tectónica muy
fuerte, la cual repite secuencias del grupo y, por lo tanto, podría faltar parte de la unidad
original. El espesor del Grupo Guadalupe en esta área, estimado en cortes geológicos, es
de 250 m.
El nombre Guaduas fue propuesto por Hettner (1892) para designar la secuencia
estratigráfica que aflora al oriente de la población de Guaduas. Posteriormente, Hubach
(1931, 1945, 1957) restringe el término quedando limitado en su parte inferior por la
primera arenisca perteneciente al Grupo Guadalupe y en la parte superior por la Arenisca
de El Cacho (Tabla 2).
La Formación Guaduas aflora en el sector oriental de la Plancha 246, dentro del Sinclinal
de Usme (cuadrante F-11), y genera amplios valles separados por pequeñas cuchillas; en
este sector la Formación Guaduas se puede dividir en tres niveles: uno inferior, con un
espesor de 70 m, constituido por arcillolitas grises amarillentas, con intercalaciones de
areniscas de cuarzo, finas, en capas medias a muy gruesas ; suprayacido por una
secuencia alternante de limolitas de cuarzo, en capas delgadas a medias y arcillolitas
grises oscuras. La parte media está constituida por areniscas de cuarzo, finas a gruesas,
en capas muy gruesas, plano paralelas a ondulosas, con intercalaciones de arcillolitas
grises oscuras y amarillentas. Y la parte superior consta de lodolitas rojas, con
esporádicas intercalaciones de areniscas de cuarzo. En este sector no se observa
carbones en la unidad. El espesor total de esta formación, estimado en cortes geológicos,
es de 500 m.
Hubach (1957) citó amonitas aplastadas y bivalvos (en el flanco oriental del Sinclinal de
Suesca y en el Salto del Tequendama), los cuales corresponden al Maastrichtiano. Con
base en estos datos Hubach (1957) determina que la Formación Guaduas abarca el
Cretácico Superior y también parte del Paleoceno. Van Houten & Travis (1968)
mencionan determinaciones palinológicas hechas por compañías petroleras en el Valle
Superior del Magdalena, las cuales confirman esta edad. Laverde (1979) citó
Spinozonocolpites sp., posiblemente baculatus, el cual correspondería a Paleoceno
temprano y dinoflagelados Palaeocystodinium australinum y Palaeocystodinium
golzowense, interpretados como Maastrichtiano tardío y Paleoceno tardío. Sarmiento
(1992) propone para la unidad un depósito en llanuras costeras y aluviales, pantanos y
ríos, controlado por mareas con gran aporte de sedimentos continentales; en este sector
de la Plancha 246 posiblemente existió un predominio de llanuras costeras y aluviales y
no se presentaron depósitos de pantano.
Término Bogotá fue establecido por Hettner (1892) para denominar las arcillas de la parte
alta de la Sabana de Bogotá. Posteriormente, Hubach (1945) delimita la unidad en la
sección expuesta al oeste de la ciudad de Bogotá, entre la base de la Arenisca de El
Cacho y la base de la Arenisca de La Regadera. Julivert (1963) propone como sección
tipo la unidad que aflora en el flanco oeste del Sinclinal de Usme, en la quebrada Zanjón
Grande (Tabla 3).
2.1.5.1 Descripción Litológica
En el área de estudio, la Formación Bogotá aflora en el valle del río Tunjuelito (cuadrante
B-11) y al sur del Municipio de Soacha (cuadrante A-9), en el valle del río Soacha
(cuadrante B-10). Esta unidad se divide en dos partes, una inferior que consta de una
secuencia alternante de lodolitas rojas y arenitas líticas y feldespáticas, medias y gruesas,
levemente conglomeráticas, grises oscuras y verdosas, en capas gruesas a muy gruesas,
convergentes. La parte superior, aunque se presenta cubierta en un alto porcentaje, está
conformada por una sucesión monótona de arcillolitas rojas, las cuales sirven como
materia prima para las ladrilleras.
Como se explicó en la Plancha 208 Villeta (Acosta y Ulloa, 1993) la posición estratigráfica
de parte del segmento inferior de la Formación Bogotá al occidente de la Cordillera
Oriental es equivalente con la Formación Arenisca del Cacho que aflora en la parte
oriental de la Cordillera Oriental (Plancha K-11 Zipaquira, MacLaunghlin & Arce, 1960) y
podría corresponder con la Arenisca de El Cacho, si se considera que según Hubach
(1957) la sección tipo de esa Arenisca de El Cacho está ubicada en el Sinclinal de Usme
donde la Formación Bogotá presenta unas facies similares.
Van der Hammen (1958), con base en datos palinológicos, le asigna a la Formación
Bogotá una edad del Paleoceno tardío -Eoceno temprano. Hoorn (1988) cita Faveotriletes
margaritae, Proxapertites operculatus y Faveotricolpites perforatus, y le asigna una edad
del Paleoceno tardío - Eoceno temprano a la unidad. Martínez (1990) propone para la
parte inferior de la unidad ambientes fluviales meandriformes. Hoorn (1988) infiere
llanuras de inundación con depósitos de barra de meandro relativamente delgados, para
la parte inferior; y para la parte superior, interpreta el cambio granulométrico como el
resultado de una situación tectónica estable en el área de aporte con disminución
progresiva del relieve.
La Regadera es el nombre usado por Hubach (1957), como un miembro litológico guía, el
cual conforma la base de la Formación Usme. Julivert (1963) eleva esta unidad a la
categoría de formación, sin mencionar su localidad tipo. De Porta (1974) indica que su
localidad tipo puede estar en cercanías de la Represa de La Regadera (cuadrante E-11),
de acuerdo al nombre dado inicialmente por Hubach (1957) (Tabla 2).
La edad de la Formación La Regadera ha sido considerada por Hubach (1957) como del
Eoceno. Van der Hammen (1958) la considera como Eoceno temprano a medio. Acosta &
Beltrán (1987), basados en análisis palinológicos confirman la edad del Eoceno medio
para esta unidad. Acosta & Beltrán (1987) proponen una serie de ambientes fluviales
anastomosados, meandriformes, llanuras de inundación y de lagunas para el depósito de
la unidad.
La unidad Formación Usme fue propuesta por Hubach (1957) para designar las lodolitas
superiores que afloran en el Sinclinal de Usme (cuadrante F-11). Posteriormente, la
unidad fue redefinida por Julivert (1963), quien distinguió en ella dos partes:
La Formación Tilatá fue definida por Scheibe (1938, escrito en 1933) en la Hacienda
Tilatá, en cercanías de la población de Chocontá (Cundinamarca). Van der Hammen
(1958) diferenció en la Formación Tilatá varios miembros, y denominó el miembro inferior
con el nombre de Tequendama, el cual aflora en el Salto de Tequendama (cuadrante A-
8). Helmes (1990) se refiere al Miembro Tequendama como un depósito fluvial de arenas
y gravas, con intercalaciones de arcilla y lignitos.
La Formación Tilatá aflora en el tramo del Salto del Tequendama al Embalse del Muña
(cuadrantes A-8, B-8 y B-9), donde se presenta como un depósito subhorizontal sobre
formaciones cretácicas y paleógenas; está constituida por areniscas conglomeráticas,
blancas, mal seleccionadas, semiconsolidadas, en capas gruesas, cuneiformes y
ondulosas, con intercalaciones de conglomerados, con cantos de areniscas, redondeados
a subangulares, de hasta 5 cm de diámetro, mal seleccionados y semiconsolidados, y
arcillolitas blancas, plásticas, con algunos gránulos y arena gruesa dentro de éstas;
constantemente la unidad se presenta fuertemente tectonizada.
Van der Hammen (1958) le asigna una edad pliocena - pleistocena; posteriormente, esta
edad es confirmada por el mismo autor, con base en datos palinológicos.
La parte inferior (Segmento 1) está compuesta por una sucesión de capas gruesas de
bioesparita, con intercalaciones de niveles de lodolitas negras, en capas delgadas a
medias, convergentes y capas calcáreas con gravas finas a gruesas de material volcánico
(?); la suprayacen secuencias grano-decrecientes de conglomerado de cuarzo a
areniscas de cuarzo, medias a finas, con cemento calcáreo, en capas gruesas a
delgadas, ondulosas no paralelas, hacia la parte superior son grises, porosas, plano
paralelas y no paralelas y presentan laminación cruzada planar. El espesor total medido
para esta parte es de 150 m.
La parte media (Segmento 2) está compuesta por dos capas de 1,2 y 0,3 m de calizas
coralinas; suprayacidas por secuencias de areniscas de cuarzo y feldespato, gruesas a
finas, grises oscuras y grises verdosas, con cemento silíceo, en capas medias a gruesas,
plano paralelas y no paralelas; hacia el tope son porosas, cubetiformes, cuneiformes y
lenticulares, con intercalaciones de capas de lodolitas negras. Para esta parte se midió un
espesor de 136 m.
Para la unidad Grupo Villeta se sigue aquí la definición y uso en el sentido de Cáceres &
Etayo (1969b) y Etayo (1979); se trata ante todo de una espesa secuencia de carácter
lodoso en la que se presentan intercalaciones calcáreo-silíceas. En este sentido, y con el
fin de evitar la proliferación de nombres, se ha considerado práctico, de acuerdo a las
normas internacionales de nomenclatura estratigráfica, restringir los nombres propuestos
por Cáceres & Etayo (1969b), a las unidades calcáreo-silíceas, nombrando las unidades
lodosas bajo designaciones informales en vista de su continuidad lateral (Tabla 3).
La base del Grupo Villeta está marcada por la última ocurrencia de areniscas y calizas de
la Formación La Naveta; su techo se observa dentro de la plancha y está marcado por la
primera ocurrencia de areniscas del Grupo Guadalupe. Su espesor es de
aproximadamente 3.400 m; la estimación del espesor total se vio afectada por problemas
estructurales y la pobre exposición de las lodolitas, de tal forma que en algunos casos el
espesor es estimado a partir de cortes regionales (secciones no balanceadas). Las
unidades constituyentes del Grupo Villeta, de base a techo, son: las formaciones
Trincheras (dividida en dos miembros denominados informalmente Miembro El Tigre y
Miembro Anapoima), Socotá, Capotes, Hiló, Simijaca, La Frontera y Conejo.
La edad de la Formación Trincheras ha sido considerada por Cáceres & Etayo (1969b),
como Barremiano medio- Aptiano inferior, quienes colectaron Heinzia, Pseudohaploceras,
hacia el segmento inferior, y Pulchelliidae, Heminautilus etheringtoni y Cheloniceras, en el
segmento superior. Los miembros El Tigre y Anapoima corresponden a los segmentos
inferior y superior de Cáceres & Etayo (1969b) y, probablemente, al Horizonte de Trigonia
subcrenulata y a parte del Horizonte de Colombiceras de Hubach (1931).
El contacto inferior del Miembro El Tigre se encuentra marcado por la última ocurrencia de
areniscas y calizas de la Formación La Naveta; el contacto superior es neto y
concordante, se observa en la carretera Finca La Cumbre - Escuela Cachímbula y fue
colocado en el tope de la capa más alta de areniscas de cuarzo, la cual infrayace una
espesa secuencias de lodolitas oscuras del Miembro Anapoima.
Martínez (1990) sugiere para el Miembro Anapoima una sedimentación en aguas más
profundas que las del Miembro El Tigre, lo cual es propuesto por la sedimentación clástica
fina de la unidad.
Formación Socotá es el término propuesto por Cáceres & Etayo (1969b) para denominar
la sucesión estratigráfica comprendida entre la Formación Trincheras (que la infrayace) y
la Formación Hiló (que la suprayace); consta del Miembro Socotá, del Segmento Medio
indenominado, del Miembro Capotes y del Horizonte de Esferitas. En el presente trabajo
se sigue la nomenclatura propuesta por Martínez (1990), quien restringe el término de
Formación Socotá a la sucesión de capas de areniscas que suprayace al Segmento
Arcilloso e infrayace al Segmento Medio indenominado, y es, por lo tanto, equivalente al
Miembro Socotá de Cáceres & Etayo (1969b). La Tabla 3 resume las diferentes nomen-
claturas utilizadas en el área.
Los contactos de la Formación Socotá, tanto inferior como superior, son netos y
concordantes y han sido marcados, el primero, donde termina la secuencia de lodolitas
del Miembro El Tigre (Formación Trincheras) y comienzan las capas de areniscas
calcáreas, y el segundo, en la base de una sucesión de capas de lodolitas negras de la
Formación Capotes, las cuales coinciden con un cambio morfológico notable, donde
pasan de un relieve prominente a uno muy suave.
Cáceres & Etayo (1969b) han asignado a la Formación Socotá una edad comprendida
entre el Aptiano tardío y el Albiano medio. Basados en que la unidad litoestratigráfica
considerada en este trabajo como Formación Socotá corresponde a lo que Cáceres &
Etayo (1969b) denominan Miembro Socotá, se le asigna una edad de Aptiano tardío.
Polanía & Rodríguez (1978) sugieren un depósito turbidítico. Pimpirev (comunicación
verbal) determinó un ambiente de plataforma. Acosta et al. (1997) proponen que la
unidad cambia facialmente hacia el norte a micritas, denominadas informalmente
Formación El Peñón en la Plancha 208 Villeta.
Cáceres & Etayo (1969a) utilizan inicialmente el término Capotes para designar un
miembro de la Formación Socotá, constituido por una secuencia de lutitas con
intercalaciones de calizas y concreciones fosilíferas, ubicado estratigráficamente entre el
Segmento Medio de la Formación Socotá y el Horizonte de Esferitas de la misma
formación; la localidad tipo del Miembro Capotes se encuentra en el carreteable Casa
Hacienda Capotes - Hacienda Casacoima, al SE de Viotá. Como localidad de referencia
para la nueva Formación Capotes se asigna la sección que aflora entre la quebrada El
Piñal y el kilómetro 15,5 de la carretera Bituima - Guayabal. De acuerdo con lo propuesto
en las planchas 227 La Mesa (Acosta et al., 1997) y 208 Villeta (Acosta & Ulloa., 1993),
en el presente trabajo se designa informalmente con el término Formación Capotes a la
secuencia estratigráfica comprendida entre las formaciones Socotá e Hiló; esta secuencia
corresponde a las unidades denominadas por Hubach (1931) y Cáceres & Etayo (1969b),
como Segmento Medio indenominado, Miembro Capotes y Horizonte de Esferitas.
La Formación Hiló fue designada inicialmente como Horizonte de Hiló por Hubach (1931)
para referirse a la secuencia silícea que aflora en las proximidades del caserío Hiló.
Posteriormente, Cáceres & Etayo (1969b) elevaron el término a la categoría de formación.
Acosta (1993) la redefine con base en un estratotipo compuesto. La Tabla 3 resume la
historia del nombre de la unidad.
En el área estudiada la Formación Hiló aflora en forma de franjas alargadas con dirección
aproximada N-S; el límite sur de los afloramientos de esta unidad, se observa en la
quebrada La Nebraska, 4 km al sur del Municipio de Viotá (cuadrante D-3). La formación
se describe con base en la sección medida en el Alto La Cumbre (cuadrantes C-1 y C-2)
(Figura 12), donde la unidad alcanza un espesor de 368 m, los cuales están divididos en
cuatro segmentos. El Segmento 1 está constituido por una sucesión de capas de lodolitas
calcáreas, pardo oscuros, con láminas de yeso, laminación plano paralela, estratificación
interna plano paralela y con lentes de micrita; e intercalaciones de areniscas de cuarzo,
finas, grises oscuras a claras, con cemento calcáreo, en capas medias a delgadas, plano
paralelas y bandeamiento plano paralelo.
Cáceres & Etayo (1969b) le asignan a la Formación Hiló, una edad de Albiano medio, con
base en Venezoliceras, Oxytropidoceras y Loricula. El ambiente de depósito, sugerido
por Martínez (1990), es pelágico y hemipelágico.
La parte inferior está constituida por una sucesión de lodolitas laminadas, grises oscuras,
que meteorizan a rojo, con láminas muy finas de limo; en esta sucesión se observa restos
de peces, amonitas y bivalvos. La parte intermedia está constituida por lodolitas grises
oscuras y esporádicas apariciones de limolitas y areniscas muy finas, en capas delgadas
a medias; como rasgo principal se presentan lentes y concreciones de siderita de hasta 2
m de diámetro. La parte superior es similar al nivel intermedio, aunque se observa menor
cantidad de capas de arenisca y mayor cantidad de concreciones, que por estar
meteorizadas han pasado a limonita. El espesor estimado en cortes geológicos es de 350
m.
Formación Simijaca es el nombre propuesto por Ulloa & Rodríguez (1991) para describir
una sucesión de lodolitas y limolitas grises oscuras, con intercalaciones de areniscas
cuarzosas, en parte arcillosa, que afloran en la quebrada Don Lope, al sur de la población
de Simijaca (Plancha 190). La Tabla 3 muestra la relación de la Formación Simijaca con
otras nomenclaturas y en otras cuencas.
Basado en bivalvos como Exogyra sp., Ostrea sp. y Pecten aff. tenouklensis? y en
algunos foraminíferos planctónicos del género Hedbergella sp., colectados en áreas de la
Plancha 227 La Mesa, Martínez (1990) sugiere para la Formación Simijaca una edad de
Cenomaniano. Cáceres & Etayo (1969b) le asignan al nivel correspondiente «Shales
Indenominados» una edad de Albiano tardío a Cenomaniano, basados únicamente en su
posición estratigráfica. Un ambiente de depósito en una cuenca cerrada es propuesto
para esta unidad, de acuerdo a sus características litológicas.
La Frontera es el término usado por Hubach (1931) para referirse a la sucesión de capas
de calizas, limolitas de cuarzo, arcillolitas y lodolitas que aflora en la Cantera La Frontera
(Municipio de Albán). Cáceres & Etayo (1969b) la elevan al rango de formación. Martínez
(1990) propone como secciones de referencia principales la del río Curí y la de la vía
Anolaima - La Florida, localizadas en la Plancha 227 La Mesa o Bogotá NW (Tabla 3).
Formación Conejo es el nombre propuesto por Renzoni (1981, escrito en 1967) para
designar la sucesión expuesta en el camino que se desprende del carreteable Oicatá -
Chivatá, que bordea el Alto del Conejo, la cual se encuentra constituida por shales, con
niveles de areniscas y esporádicas capas de caliza, las cuales infrayacen la Formación
Plaeners. Ulloa & Rodríguez (1993, escrito en 1984) utilizan este término para referirse a
la secuencia de shales que infrayace al Grupo Guadalupe y suprayace a la Formación La
Frontera, en el área de Chiquinquirá. En este trabajo se utiliza la definición de Ulloa &
Rodríguez (1993, escrito en 1984), para referirse a esta formación, la cual aflora al oriente
de la cuchilla Peñas Blancas, donde forma un amplio valle con dirección N10°E,
aproximadamente, y cubierto en gran parte por depósitos cuaternarios.
Las rocas que afloran para formar de norte a sur la cuchilla Peñas Blancas, el cerro
Quininí y el cerro El Gallinazo hacen parte de una sucesión sedimentaria que hacia la
parte norte presenta características similares a las del Grupo Guadalupe de Renzoni
(1962, 1968), mientras que hacia el sur litológicamente son comparables con el Grupo
Olini del Valle Superior del Magdalena, como fue utilizado por De Porta (1966), Núñez et
al. (1984) y Cossio et al. (1994) (Tabla 3).
2.2.3.1 Descripción Litológica
En esta parte la unidad es claramente equivalente con el Grupo Olini, pues el Segmento 4
es equivalente con la Lidita Inferior, el Segmento 1 con el Nivel Intermedio, el Segmento 2
con la Lidita Superior y el Segmento 3 equivalente a la Formación La Tabla.
El contacto inferior de los grupos Guadalupe y Olini se coloca en la base de una capa de
liditas o areniscas que suprayace una secuencia de lodolitas negras de la Formación
Conejo; el contacto superior se colocó sobre el techo de una capa de arenisca de la
Formación Guaduas o Seca, la cual infrayace una secuencia de lodolitas rojas.
Una unidad, que presenta características litológicas similares a las formaciones Guaduas
y Seca, aflora en el Sinclinal de Fusagasugá y su descripción se hace con base en
secciones medidas por el carreteable Granada - Cuchilla Jalisco (cuadrantes B-6 y C-7) y
Cumaca - Tibacuy (cuadrante F-4).
2.2.4.1 Descripción Litológica
A lo largo del carreteable Granada - Cuchilla Jalísco, la unidad similar a las formaciones
Guaduas o Seco tiene un total de 590 m; presenta en su parte inferior un segmento de 80
m conformado por areniscas de cuarzo, finas, en capas gruesas a delgadas,
convergentes, intercaladas con capas de lodolitas, grises-pardo, con mantos de carbón de
hasta 0,5 m de espesor. Le suprayace una secuencia de aproximadamente 300 m de
espesor, cubierta casi en su totalidad, pero que por su morfología se puede asumir que se
trata de una secuencia monótona de lodolitas; en afloramientos aislados se observó
material vegetal carbonizado en las lodolitas y areniscas de cuarzo, finas, en capas muy
gruesas. Un tercer segmento se encuentra conformado por lodolitas grises con
intercalaciones de areniscas de cuarzo, finas, en capas gruesas a delgadas; el espesor de
este segmento es de 40 m. En el cuarto segmento se observa una secuencia cubierta,
pero que por la morfología del terreno podría estar constituida por arcillolitas pardas y
rojas, con intercalaciones de areniscas de cuarzo, finas, en capas medias a delgadas; el
espesor de este segmento es de 170 m. Le sobreyace un segmento constituido por
lodolitas rojas.
Las características litológicas de esta sección sugieren que la unidad descrita podría
corresponder a La Formación Guaduas de Hettner (1892), la cual posteriormente fue
restringida por Hubach (1931, 1945, 1957), y quedó limitada en su parte inferior por la
primera arenisca perteneciente al Grupo Guadalupe y en la parte superior por la Arenisca
de El Cacho.
La sección levantada por el carreteable Cumaca - Tibacuy (cuadrante F-4) se halla muy
cubierta y se le calculó un espesor de 607 m, calculados mediante poligonal. La unidad
está constituida en su parte inferior por una sucesión de capas de arcillolitas abigarradas,
a las cuales le suprayace una secuencia de areniscas de cuarzo, finas, amarillentas, con
cemento silíceo, en capas delgadas, plano paralelas, con estratificación interna flaser.
Las partes media y superior están cubiertas, sin embargo, la presencia de esporádicos
afloramientos, de arcillolitas rojas y su morfología, indican que su composición es
primordialmente arcillosa. Unos cientos de metros al sur de esta sección, cerca al
Boquerón, desaparecen de la unidad los mantos de carbón que caracterizan a la
Formación Guaduas y, por lo tanto, en este sector la unidad sería comparable con la
Formación Seca de De Porta (1966).
2.2.4.2 Posición Estratigráfica
En el Sinclinal de Fusagasugá (cuadrantes C-7, D-6, D-7 y E-6) (Figura 18) aflora una
secuencia alternante de lodolitas y areniscas feldespáticas y líticas, la cual se encuentra
sobre la Formación Guaduas - Seca. Esta secuencia presenta marcadas diferencias con
la Formación Bogotá de la Sabana de Bogotá; a esta unidad se le da informalmente el
nombre de Lodolitas de Fusagasugá. Las Lodolitas de Fusagasugá es una unidad
relativamente más arenosa, presenta un espesor considerablemente mayor y está
dispuesta de forma discordante sobre la Formación Guaduas.
Grupo Guaguaquí es el nombre propuesto por Rodríguez & Ulloa (1979) para designar
una sucesión de lutitas negras con concreciones calcáreas que aflora en la quebrada La
Cristalina al este de Puerto Romero. En la plancha únicamente afloran los 100 m
superiores de la unidad (cuadrante A-1) (Tabla 4).
El contacto superior del Grupo Guaguaquí se colocó en el techo de la capa más alta de
lodolitas, la cual infrayace una secuencia de limolitas silíceas, con cemento calcáreo y
partición en rombos del Grupo Olini.
2.3.1.2 Edad e Interpretación Paleoambiental
Ulloa & Rodríguez (1993, escrito en 1984) reportan edades Albiano medio - Coniaciano
temprano para el Grupo Guaguaquí. Sedimentación hemipelágica con variaciones a
ambientes más someros son propuestos por Acosta et al. (1997).
El término Olini fue introducido por Petters (1955), al describir unas especies de
foraminíferos, pero sin presentar una descripción litológica. Posteriormente, De Porta
(1966) usa el término para describir una secuencia litológica compuesta por dos niveles
silíceos, denominados Lidita Inferior y Lidita Superior, los cuales se encuentran separados
por un nivel de lutitas; como localidad tipo menciona el camino que del Municipio de
Piedras (Tolima) lleva a la localidad de La Tabla, y como secciones de referencia algunos
cortes por la carretera Girardot - Guataquí. Cáceres & Etayo (1969b) incluyen además
dentro de este grupo el Nivel de Lutitas y Arenas de De Porta (1966) y elevan a la
categoría de Formación las Liditas Inferior y Superior. En el presente trabajo se utiliza el
criterio de De Porta (1966) para el Grupo Olini y también se acepta el rango de forma-
ción para la Lidita Inferior y la Lidita Superior (tabla 4).
Este grupo aflora a lo largo del costado occidental de la Plancha 246, y conforma el Alto
de Capo, la cuchilla Guacana y El Peñon Cariblanco; a continuación se describirán las
formaciones constituyentes del Grupo Olini de acuerdo a la sección levantada por el ca-
rreteable Tocaima - Vereda Palacio (cuadrante E-1), (Figura 19).
El contacto inferior del Grupo Olini no se observó en la sección, sin embargo, se ubica
bajo la última capa de limolita de cuarzo, la cual suprayace una sucesión de lodolitas
calcáreas del Grupo Guaguaquí; el contacto superior es neto y concordante y se observa
en el carreteable de la Vereda Palacio - Tocaima; éste se colocó sobre la última capa de
micrita que parte en romboedros, bajo las lodolitas del Nivel de Lutitas y Arenas.
Para la sección del Grupo Olini entre Girardot-Nariño, Bürgl & Dumit (1954) citan la zona
de Globigerina cretácea y la zona Inoceramus peruanus texanites, a las que le asignan
una edad Coniaciano tardío; citan además las zonas de Bulimina compresa, Dentalia
lorneiana, Haplohragnoides excavata y Anomalina redmondi, a las que le asignan una
edad Santoniano. Martínez (1990), con base en la identificación de Wheelarella -
Sporabulimina y Siphogenerinoides plumeri, le asignan una edad Campaniano, soportada
además por Praeriehillensis sp., Rugoglobigenerinoides plummeri sp. y Globotruncana
sp.; sin embargo, no descarta la posibilidad de que la unidad alcance el Maastrichtiano
temprano. Lo cual indicaría que el Grupo Olini abarca desde el Coniaciano tardío hasta el
Campaniano, pudiendo incluir el Maastrichtiano temprano. Martínez (1990) sugiere para el
Grupo Olini un ambiente de depósito de plataforma externa con corrientes de surgencia
las cuales aportan sílice y fósforo.
La Formación Lidita Inferior está conformada por una sucesión de limolitas de cuarzo, con
foraminíferos y biomicritas, que parten en romboedros y tienen laminación interna
ondulosa no paralela; presenta, además, concreciones calcáreas, fosilíferas y esporádicas
intercalaciones de capas de lodolitas, el espesor medido para esta unidad es de 120 m.
2.3.2.3.1 Posición Estratigráfica
Bürgl & Dumit (1954) y Martínez (1990), con base en la zona de Globigerina cretácea
(foraminíferos) y la zona de Inoceramus peruanus taxenites aff. serratomarginatus, le
asignan a la Formación Lidita Inferior una edad Coniaciano tardío;
sin embargo, dichos autores mencionan Globigerina fornicata para la parte alta de la
formación, la cual según Martínez (1990), tiene un rango de entre el Santoniano y el
Maastrichtiano, de tal forma que la unidad podría alcanzar el Santoniano temprano. Esta
formación es el producto de sedimentación pelágica, en un ámbito rico en sílice, aportado
por corrientes oceánicas de surgencia, lejos de toda influencia terrígena (Acosta et al.,
1997).
El nivel de Lutitas está constituido por una sucesión continua de lodolitas grises oscuras a
negras, levemente calcáreas, con laminación ondulosa paralela y con esporádicas capas
delgadas de micritas, que parten en romboedros; el espesor medido es de 90 m.
El contacto inferior del Nivel de Lutitas es neto y se sitúa en la última capa de limolitas
silíceas de la Formación Lidita Inferior; el contacto superior con la Formación Lidita
Superior es neto y se sitúa en la base del primer banco silíceo que reposa sobre las
areniscas del Nivel de Lutitas.
Bürgl & Dumit (1954) citan las zonas de Bulimina compresa - Dentalia lorneiana y
Haplophragnoides excavata - Anomalina redmondia a las que le asigna una edad
Santoniano. Petters (1955), basado en Anomalia redmondi, le asigna una edad
Coniaciano. Esta unidad presenta características mixtas (silíceo-calcáreas) de plataforma
media, donde son importantes las corrientes que removilizaron sedimentos terrígenos
(Acosta et al., 1997).
La Formación Lidita Superior está constituida por una secuencia continua de capas de
micritas, en capas delgadas a medias, localmente convergentes, con partición en
romboedros y laminación interna ondulosa paralela y plano paralela discontinua; presenta
algunos niveles con concreciones calcáreas de 5 a 20 cm de diámetro. En las partes
media y superior del conjunto, el espesor medido en la Vereda Palacio (Municipio de
Tocaima) alcanza los 100 m.
El contacto inferior la Formación Lidita Superior es neto y se sitúa en la base del primer
banco silíceo que reposa sobre las areniscas del Nivel de Lutitas; el contacto superior con
el Nivel de Lutitas y Arenas se ubica bajo la primera capa de lodolitas negras que
infrayace una secuencia de micritas de la Formación Lidita Superior del Grupo Olini.
De Porta (1965) utiliza por primera vez la nomenclatura informal de Nivel de Lutitas y
Arenas. Posteriormente, Cáceres & Etayo (1969b) proponen este conjunto dentro del
Grupo Olini, sin embargo, en este trabajo se utiliza lo propuesto por De Porta (1965), ya
que se considera una unidad cartografiable.
El Nivel de Lutitas y Arenas se observa desde la base del cerro El Gallinazo, al sur
(cuadrantes D- 1 y E-1), hasta El Peñón Cariblanco, al norte; está constituido en su
totalidad por lodolitas y arcillolitas negras calcáreas, con laminación interna ondulosa
paralela con partición en escamas. El espesor medido en el carreteable Palacios -
Tocaima es de 70 m, aunque podría ser mayor si se tiene en cuenta que en esta zona se
encuentra suprayacida discordantemente por la Formación Barzalosa.
El contacto inferior del Nivel de Lutitas y Arenas se ubica bajo la primera capa de lodolitas
negras que infrayace una secuencia de micritas del Grupo Olini; el contacto superior es
neto y concordante, y se presenta bajo la secuencia continua de areniscas finas de la
Formación La Tabla y discordante bajo la Formación Barzalosa.
2.3.3.3 Edad e Interpretación Paleoambiental
Bürgl & Dumit (1954) citan Nostoceras sp., Stantonoceras sp., Turrilites sp. aff splendidus,
Pachidiscus (?) sp., Gryphaeos- trea vomer y Serpula sp. para la parte inferior, y la zona
de S. plummeri - Gryphaeostrea vomer, para la parte superior, con los cuales le asignan
una edad Campaniano medio - tardío y Maastrichtiano, respectivamente. Condiciones de
plataforma media a externa son sugeridas para la deposición de la unidad (Martínez,
1989).
La denominación Formación La Tabla fue propuesta por De Porta (1965) para nombrar un
conjunto netamente detrítico que suprayace el Nivel de Lutitas y Arenas, el cual se
presenta en el cerro de La Tabla (Tolima).
De Porta (1965) cita Pecten sp., Ostrea sp., Cardium sp. y Natica sp., en la sección tipo.
Bürgl & Dumit (1954) determinaron para la sección Girardot - Nariño la presencia de
Siphogenerinoides plummeri, S. bramlettei; y para la sección Girardot - Melgar citan
Siphogenerinoides plummeri, S. bermudezi, S. clarki, Vaginulina yadei, Robulus münsteri,
Epistomina caracolla y Gryphaeostrea vomer. De acuerdo a la fauna anteriormente citada
y principalmente de acuerdo con la presencia de los Siphogenerinoides, los sedimentos
de la Formación La Tabla han sido datados como Maastrichtiano (Bürgl & Dumit, 1954).
Para la Formación La Tabla se infiere un ambiente marino somero, el cual ha sido influ-
enciado por mareas hacia su parte inferior, y su parte superior indica una zona intermedia
entre la línea de costa y la parte alta del frente de playa (upper shoreface) (Reineck &
Singh, 1973). Etayo (1994) propone depósitos en playas y fondos marinos someros, con
clastos traídos desde un frente montañoso, cercano a la costa, desde donde descendían
torrentes cargados de guijos que se acumulaban en las desembocaduras de las corrientes
frente al mar, mientras las arenas formaban playas o eran dispersadas por las corrientes
costaneras como cordones litorales.
Barzalosa es un nombre establecido por Scheibe (1934), con la categoría de piso, para
determinar una secuencia de lodolitas y areniscas que afloran cerca del caserío de
Barzalosa, al nororiente de Girardot (Cundinamarca). Posteriormente, esta unidad es
elevada al rango de formación por Cáceres & Etayo (1969b), quienes dividen la unidad
en cuatro segmentos, uno inferior que está conformado por conglomerados, un segmento
de arcillolitas abigarradas con intercalaciones de conglomerados, continúa un segmento
constituido por arcillolitas con vetas de yeso y uno superior compuesto por arcillas con
intercalaciones de areniscas.
De Porta (1965) asume una edad del Oligoceno (?) – Mioceno (?) para la Formación
Barzalosa, aunque por su posición estratigráfica, la edad para esta unidad podría
corresponder al Eoceno medio - Oligoceno. Ambientes de depósitos fluviales son
propuestos para esta unidad.
En la Plancha 246 Fusagasugá se presentan terrazas bajas a lo largo del río Bogotá
(noroccidente de la plancha) y están constituidas por cantos y bloques, subredondeados
a redondeados, de areniscas, y abarcan áreas muy extensas; entre ellas es importante
mencionar La Mesa de Yeguas, las terrazas de Anapoima (cuadrantes A-2 y B-2), de El
Colegio (cuadrante A- 5) y de Apulo (cuadrante B-1). Según Hubach (1931), estas
terrazas son del Pleistoceno tardío.
2.4.3 Terrazas Altas (Qta)
Hacia las márgenes de los principales drenajes, tales como los ríos Muña (cuadrante D-
8), Bogotá (cuadrantes A-3, A-4, B- 1, B-2 y C-1), Apulo, Lindo y Calandaima (estos
últimos cuatro al noroccidente de la plancha), se presentan depósitos aluviales. También
en la red de drenaje de la quebrada Chorreras (cuadrante H-9), al sur de Sibaté
(cuadrante C-8); a lo largo del río Curubital (cuadrante F-11), al sur de la Represa de La
Regadera (cuadrante E-11); y en el río Tunjuelito (cuadrantes A-4 y B-4). Estos depósitos
consisten en bloques, redondeados y subredondeados, especialmente de areniscas de
cuarzo, en una matriz no consolidada de arenas y arcillas; presentan una expresión
morfológica plana.
Son notables los depósitos de morrena, tipo lateral y terminal, que se localizan en las
laderas, al occidente, de las lagunas de Une y Colorado; depósitos paralelos a las
quebradas Aguas Claras (cuadrantes C-9 y C-10), Honda (cuadrante E-8) y El Desagüe,
suroriente de Sibaté (cuadrante C- 8); depósitos localizados en las lagunas de Rincón,
Bocagrande y Larga (cuadrante H-10); y al oriente de Pasca (cuadrante G-8), en las
partes altas de las cuchillas de Buenos Aires y Los Andes.
Estos depósitos consisten en una masa de bloques angulares, desde algunas decenas de
centímetros hasta 10 m de diámetro, especialmente de areniscas de cuarzo, en una
matriz areno-arcillosa, sin selección alguna; presentan una morfología de relieve
moderado, en cuchillas, paralelas a las corrientes actuales y con extensiones hasta de 2
km. Algunos de estos depósitos están afectados por fallas activas. Según Oppenheim
(1940) y van der Hammen (1957), en el Páramo de Sumapaz se han presentado varios
eventos de glaciación, con los cuales se puede asignar una edad del Pleistoceno a las
morrenas que se presentan en el área de estudio. Helmes (1990) distingue cuatro
«complejos» de morrenas diferentes, que del más reciente al más antiguo son Complejo
de morrenas 4, formado cerca de 13.000 - 12.400, Complejo de morrenas 3, formado
cerca de 18.000 - 14.000, Complejo de morrenas 2, formado cerca de 22.500 - 19.500,
Complejo de morrenas 1, formado durante el pleniglacial medio.
Otro tipo de depósitos recientes son los coluviones que se presentan en los pies de las
laderas, en especial en aquellas generadas por los grupos Guadalupe y Olini;
normalmente son depósitos caóticos y de muy poca extensión; en general, no todos
pueden ser cartografiados debido a la escala de trabajo empleada.
3. GEOLOGÍA ESTRUCTURAL
El Sistema de Fallas del Río Tunjuelito es un conjunto de fallas ubicado al sur y suroriente
del Municipio de Soacha (cuadrante A-9), entre el río Tunjuelito (cuadrantes A-11 y B-11)
y el Embalse de El Muña (cuadrante B-9); consiste en un sistema de fallas de
cabalgamiento con dirección aproximada N-S, que en su prolongación hacia el norte
(Plancha 227), cambia a una dirección N30°W; las fallas presentan su plano inclinado al
occidente y ponen a cabalgar rocas del Grupo Guadalupe entre sí y éstas sobre rocas de
edad terciaria pertenecientes a las formaciones Guaduas, Bogotá y La Regadera.
La Falla de la Cajita es una estructura que se observa en los cuadrantes E-9, F-9, G-9, H-
9, C- 10, D-10 y E-10; bordea la cuchilla Tembladero (cuadrante H-10), al suroccidente
de la Represa de La Regadera (cuadrante E-11); es una estructura con dirección
aproximada norte-sur y con buzamiento al oriente, con una leve componente dextral. Esta
falla presenta actividad tectónica reciente y en campo se evidencia porque corta morrenas
glaciares (Acosta & Hernández, 1993).
La Falla de Fusagasugá se presenta en los cuadrantes G-6, H- 6, A-6, B-6, C-6, D-6, E-6
y F-6, al oriente de Fusagasugá (cuadrante F-6) y se extiende en la región de estudio
hacia el norte hasta el Salto del Tequendama (cuadrante A-8) y hacia el sur hasta el
Municipio de Arbeláez (cuadrante H-5). Es una falla con dirección aproximada N10°E, que
cambia a N10°W al norte y que buza hacia el oriente; se evidencia en campo ya que rocas
del Grupo Guadalupe cabalgan sobre rocas de la unidad Lodolitas de Fusagasugá y de la
Formación Guaduas; esta estructura se puede observar por el carreteable Sibaté - La
Aguadita - Fusagasugá, en donde, por efecto de la falla, se presenta gran cantidad de
deslizamientos.
La región central se encuentra ubicada entre la Falla de Fusagasugá (al oriente) y la Falla
de Salcedo (al occidente); la región presenta pliegues con dirección aproximada N-S y
fallas con dirección NW y EW; estas estructuras hacen que la región sea muy compleja
tectónicamente; sus estructuras principales se describen a continuación.
Las fallas del Sistema de Fallas de Piedras Blancas bordean la cuchilla Peñas Blancas,
desde cercanías del Municipio de Cumaca hasta la carretera Bogotá - El Colegio; se
observan en los cuadrantes F-4, G-4, C-5, D-5, E- 5, A-6 y B-6; corresponden a un
sistema de fallas de cabalgamiento con dirección aproximada N30°E y buzamiento al
oriente, aunque hacia el norte la dirección cambia a E-W y buza al sur; en campo este
sistema se evidencia por la repetición del Grupo Guadalupe.
La Falla del Río Bogotá se presenta en la parte noroccidental de la plancha, a lo largo del
río Bogotá (cuadrantes B-1, C-1, C- 2, A-3 y A-4). Esta falla tiene una dirección
aproximada N50°E; pone en contacto rocas de la Formación Trincheras (Miembro El
Tigre) con lodolitas de la Formación Capotes.
El Anticlinal de Apulo es una estructura ubicada al oriente del Municipio de Apulo (Rafael
Reyes, cuadrante B-1). Se presenta en los cuadrantes A-2 y B-2. Es una estructura
simétrica cuyo eje presenta dirección N30°E; se prolonga aproximadamente por 7 km;
este pliegue está conformado por rocas de la Formación La Naveta en su núcleo, y por la
Formación Trincheras en sus flancos, los cuales junto con sus terminaciones norte y sur
se encuentran afectados por fallas.
El Sinclinal Brasil está ubicado al oriente del Municipio de Viotá (cuadrante D-3). Se
observa en los cuadrantes D-3 y E-3. Es una estructura cuyo eje presenta una dirección
aproximada N-S; su núcleo está conformado por rocas de las formaciones La Frontera y
Simijaca y su terminación norte, por rocas de las formaciones Pacho e Hiló; esta
estructura se encuentra limitada al oriente por el Sistema de Fallas de Quininí.
La Falla Salcedo aparece al occidente de la plancha (cuadrantes A-1. B-1, C-1, D-1, E-1 y
F-1). La falla se observa en la parte inferior del cerro Capo, la cuchilla Guacana y la loma
La Herradura.
Esta es una falla de cabalgamiento, con dirección aproximada N30°E y su plano buza al
occidente; es de gran importancia, estructural y estratigráfica, pues se presentan facies
diferentes a lado y lado de la falla, para rocas del Cretácico medio y tardío, lo mismo que
para rocas del Terciario; algunos trabajos la han unido a la Falla de Bituima, sin embargo,
estas dos estructuras se separan claramente a la altura de la población de La Virgen
(Plancha 227).
La zona oriental consta de dos grandes bloques separados por la Falla de Bogotá; al
oriente de esta falla ocurre un sistema de fallas de cabalgamiento, imbricadas, con planos
que buzan al oriente, que repiten secuencias de la Formación Une y que montan esta
unidad sobre la Formación Chipaque. Al occidente de la Falla de Bogotá se presentan
dos sistemas principales de fallas de cabalgamiento; el primero, representado por fallas
con dirección N-S a N20°E, con el plano que buza al oriente, las cuales se presentan
asociadas a pliegues apretados; estas estructuras cambian de dirección hacia el norte en
un rango que varía entre N-S a N30°W; el segundo sistema de fallas está representado
por fallas con dirección N15°E a N40°W y planos que buzan al occidente; estas
estructuras se observan al noroccidente de la región (suroccidente de la ciudad de
Bogotá); algunas de estas fallas se comportan como out sequence thrust o
cabalgamientos fuera de secuencia, donde unidades jóvenes cabalgan sobre unidades
más antiguas.
La zona central consta de tres bloques: el primero está localizado entre la Falla de
Fusagasugá y el Sistema de Fallas de Quininí, el cual estructuralmente consta de dos
partes; la primera corresponde a un gran sinclinorio afectado en su centro por la Falla de
Silvania y limitado al occidente por la Falla de Piedras Blancas; la otra parte se encuentra
localizada al occidente de la Falla de Piedras Blancas y consiste en varios sistemas
imbricados que repiten las formaciones La Frontera y Pacho, las cuales se consideran
como niveles de despegue. Los sistemas de fallas de San Gabriel y de Quininí se
interpretan como sistemas dúplex, donde la relación angular entre estos sistemas de
fallas y la Falla de Piedras Blancas sugiere que esta última tiene una fuerte componente
de rumbo sinestral, de lo cual se puede inferir que el bloque que forma el sinclinorio se
desplazó desde el suroccidente decapitando todas las estructuras ubicadas entre estas
fallas; este corrimiento queda confirmado, además, por la terminación norte del sinclinorio,
donde se observa una serie de sinclinales imbricados, cuyos ejes cabecean hacia el sur y
los cuales se encuentran formados por rocas del Grupo Guadalupe - Olini y de la
Formación Guaduas, las cuales cabalgan entre sí.
En general, se concluye que la zona del presente estudio fue afectada por una tectónica
de piel delgada, que generó una serie de bloques imbricados por fallas de vergencia
preferencial hacia el occidente; estos bloques posiblemente fueron transportados desde el
suroccidente, y generaron una zona compleja tectónicamente. La dinámica de generación
de este estilo tectónico se puede explicar por medio de dos teorías; la primera
corresponde a generación por dos eventos, uno compresivo que dio origen a fallas de
cabalgamiento, el cual fue seguido por otro de corrimiento de bloques en el rumbo y
ocasionó la decapitación de muchas de las estructuras existentes; la segunda teoría
corresponde a generación por un evento transpresivo, debido a colisión oblicua de
bloques, el cual genera simultáneamente compresión y desplazamiento en el rumbo de
fallas y bloques, este segundo evento se ajusta más a la tectónica general que dio origen
a Los Andes colombianos durante el Terciario.