Azolla es un género de pequeños helechos acuáticos, nativos de Asia,
África y América. Se hallan ampliamente distribuidos en zonas templadas y tropicales en lagos, pantanos, arroyos, canales y otros cuerpos de agua. Puede duplicar su peso cada 3-5 días, presenta un rápido crecimiento en hábitats con deficiencias de nitrógeno, pero requiere un suministro de fósforo el cual es esencial para su crecimiento. Este helecho presenta un mayor potencial de fijación que la asociación rizobio-leguminosa con valores 108-1.546 kg/ha/año y es capaz de desarrollarse bajo la vegetación de arroz, por lo que ha sido considerado como biofertilizante para este cultivo. Se le reconocen 7 especies y dos variedades pero se estudia su taxonomía en la actualidad y se espera una reducción de especies debido a nuevas reagrupaciones que se proponen. Independientemente del empleo a que se destine Azolla, una de las cuestiones esenciales que merecen la atención en los países donde se lleve a cabo la introducción, se refiere a la ecología de cada una de las especies ya que entre los factores más limitantes se encuentra la temperatura. Otros factores pueden limitar el desarrollo, entre los que se encuentran la intensidad luminosa, reacción del suelo, niveles de fósforo asimilable e incluso la velocidad del aire en algunas regiones. Azolla tiene el potencial de mantener una tasa de crecimiento exponencial en condiciones óptimas. Una hectárea de Azolla produce de 1 a 2 t de forraje seco por día, equivalente a 10-30 kg. de proteína por día. Según Tran y Dao (1.973), en un mes, una hectárea de Azolla produce de 6 a 8 t de materia seca con 540 a 720 kg de proteína cruda. APLICACIONES DE AZOLLA EN LA AGRICULTURA La mayor parte de los estudios sobre el uso de la asociación Azolla- Anabaena, se refieren a su utilización como biofertilizante. Casi todos provienen del sudeste asiático; en algunos países como China y Vietnam su cultivo y uso como abono verde tiene una tradición centenaria. En general se han desarrollado dos métodos para la inoculación de Azolla en campos de arroz. En el primero, el cultivo de Azolla se realiza en estanques aledaños al terreno de cultivo. Cuando se obtiene una biomasa suficiente, se le incorpora al terreno y se entierra manualmente o mecanizadamente. Un segundo método consiste en la aplicación del helecho al terreno inundado previamente que se ha sembrado el arroz de tal manera que crecen al mismo tiempo. Una de las aplicaciones más extendidas es como abono verde, en este caso los campos preparados para plantar se inundan y se siembran con el helecho a una proporción de 7 a 10t/ha. Después de 5 a 10 días, cuando Azolla ha alcanzado la densidad necesaria (22-25 t/ha), se drena el agua y se entierra con un motocultivador. Se ha comprobado que Azolla es más efectiva cuando se incorpora al suelo que cuando se utiliza como cobertura. Cuando se incorpora, el nitrógeno se hace disponible para el arroz después de la descomposición del helecho, que es de 8 a 10 días. Cuando se utiliza como cobertura se libera de 55 a 60% del nitrógeno dentro de las primeras 4 semanas y más del 70% es liberado después de 6 semanas. Del 62 al 75% del nitrógeno es liberado como amonio. Se estima que Azolla incrementa el contenido de nitrógeno en el suelo en cantidades similares a las producidas en el cultivo de la soya. Estudios han indicado que la aplicación de Azolla antes y después de la plantación de arroz equivale a la aplicación de 30 a 40 Kg de Nitrógeno por hectárea. Se ha demostrado que incrementa de manera significativa el crecimiento de espigas, el contenido proteico y el rendimiento de grano, induce floración temprana y mayor producción de paja. Se reporta que la incorporación de Azolla puede proporcionar el 50% de nitrógeno necesario para producir 5 t de arroz. Otras investigaciones realizadas han revelado que estas simbiosis es capaz de fijar entre 103 y 312 kg/N/ha/año y de incorporar al ecosistema cantidades sustanciales de materia orgánica que oscilan entre 150 y 300 t/ha En Cuba los ensayos con Azolla en el cultivo del arroz son muy recientes, apenas 5 años y los resultados preliminares obtenidos han sido muy promisorios. Castro y Novo (datos inéditos) en la estación Experimental del arroz de los Palacios, provincia de Pinar del Río, han logrado disminuir el fertilizante nitrogenado en el cultivo en forma de urea en el 33% sin afectar los rendimientos. Como abono verde a partir de los excedentes del helecho, en el cultivo de hortalizas en organopónicos los resultados han sido también muy promisorios. Como conclusión general sobre la temática se citaran los criterios del profesor Dr. Charles van Hove de la Universidad Católica de Lobaina, Bélgica, en la que respecta el interés agronómico de Azolla. Como suplemento nitrogenado: Debido a su naturaleza, Azolla, aporta nitrógeno en los ambientes donde se desarrolla. Dicho nitrógeno puede quedar libre y eventualmente se hace disponible para las plantas una vez que el helecho muere y se mineraliza. Se estima que el enterramiento de un manto de buena calidad tiene un efecto similar al de una aplicación de 30-50 unidades de nitrógeno/ha. Como mejorador de la estructura del suelo: La gran productividad de Azolla, permite aportar grandes cantidades de materia orgánica cuando se incorpora, lo que redunda en el mejoramiento de la estructura. Debido a que la mineralización del helecho es generalmente rápida en suelos tropicales, se pueden esperar cambios espectaculares después de masivas y repetidas a aplicaciones como abono verde. Acumulación de potasio: Es capaz de extraer grandes cantidades de potasio en ambientes pobres. Con la descomposición del helecho, el elemento retorna al suelo y como tal actúa directamente como un fertilizante potásico. Inhibición de malezas indeseables: La actividad fotosintética bajo el mando de Azolla es fuertemente inhibida y como resultado de ello muchas plantas perecen. Economía del agua: La presencia del manto de Azolla tiene un efecto atemperante sobre las fluctuaciones diarias de la temperatura. Fuente de alimentos: Sirve como una valiosa fuente de alimentos para varios tipos de animales de granja y su uso en este sentido se ha extendido rápidamente. Tanto peces, aves, cerdos y otros animales, les apetecen alimentos suplementados con Azolla. Por todo ello, se considera acertada la opinión de investigadores colombianos, donde se expresa que Azolla-Anabaena es un valioso recurso para la producción agropecuaria en el trópico (Becerra, M. 1991)