El sistema nervioso autónomo es un conjunto de neuronas aferentes y eferentes que conectan al sistema nervioso central con efectores viscerales. El sistema nervioso autónomo, compuesto por el SNS y SNPS, cumple un papel primordial en la regulación neuronal de la presión arterial. Las fibras postganglionares noradrenérgicas del SNS inervan numerosos órganos involucrados en el mantenimiento del nivel de presión arterial, entre ellos, el músculo liso arterial y venoso, el miocardio y el riñón. El SNS está compuesto, además, por la médula adrenal, que se comporta como un órgano endócrino liberando al torrente sanguíneo principalmente adrenalina y, en menor cantidad, noradrenalina y dopamina. Así, la noradrenalina y la adrenalina liberadas por la activación del SNS interactúan con receptores α-adrenérgicos (vasoconstrictor, inhibición de la secreción de insulina, etc.) Y β-adrenérgicos beta (taquicardia, inotropismo positivo, aumento de la velocidad de conducción, aumento de la secreción de insulina, broncodilatación, secreción de renina, etc.) ubicados en los órganos efectores del sistema cardiovascular y regulan la función de estos y el nivel de presión arterial. Los nervios simpáticos inervan extensamente diferentes regiones del riñón, incluyendo las arteriolas aferentes y eferentes, el aparato yuxtaglomerular y el túbulo proximal. Como consecuencia, el tono simpático renal regula el flujo sanguíneo renal, la tasa de filtrado glomerular, la liberación de renina y la excreción de agua y sodio. Así, la hiperactividad del SNS promueve la estimulación de la secreción renal de renina y favorece por este mecanismo el incremento de los niveles plasmáticos de angiotensina II y, en definitiva, la vasoconstricción y la retención de sodio y agua. A su vez, la interacción entre el SNS y el sistema renina angiotensina es dual, considerando que la angiotensina II estimula la actividad del SNS a través de mecanismos centrales y neuronales. Además la angiotensina II y la aldosterona incrementan el tejido colágeno a nivel cardiaco y vascular, por inhibición de la actividad de la metaloproteinasa (MMP1) que destruye el colágeno e incremento de los inhibidores tisulares específicos de la MMP1 (TIMPs). El resultado es un incremento del colágeno 3 en el corazón y vasos sanguíneos de los pacientes hipertensos. 4- Factores de riesgo Herencia familiar Alimentación inadecuada Obesidad Tabaco Estrés Consumo de alcohol Sedentarismo
5- Causas secundarias de HTA
Enfermedad renal parenquimatosa Enfermedad renovascular Hiperaldosteronismo primario Síndrome de apnea del sueño
6- Hipertensión de bata blanca
También conocida como hipertensión clínica aislada se define como una presión arterial persistentemente elevada en la consulta y PA ambulatoria de 24 horas inferior a 130/80 mmHg. 7- Hipertensión Resistente Es la presión arterial elevada en un paciente a pesar del uso concurrente de 3 clases de fármacos antihipertensivos, que incluyen un bloqueador de los canales de calcio de acción prolongada, un bloqueador del sistema renina angiotensina aldosterona y un diurético. 8- Hipertensión Enmascarada Es la hipertensión que pasa desapercibida. La gravedad de esta patología se debe a la dificultad de diagnóstico ya que las cifras elevadas de presión arterial se encuentran enmascaradas durante la toma rutinaria de presión arterial en consulta. 9- Hipotensión Ortostática También llamada hipotensión postural, es una forma de presión arterial baja que se produce cuando te pones de pie tras estar sentado o acostado. 10- Crisis hipertensiva Es aquella elevación aguda de la presión arterial que puede producir lesiones en órganos diana. Es aquella elevación aguda de la PA que motiva una consulta médica urgente, con cifras de PA diastólica superior a 120 mmHg y/o PA sistólica por encima de 210 mmHg. Este término, a su vez, engloba a otros dos: Emergencia hipertensiva. En ella la elevación tensional se acompaña de alteraciones en los órganos diana (corazón, cerebro, riñón) de forma aguda, de modo que conlleva un compromiso vital inmediato y, por tanto, obliga a un descenso de las cifras tensionales en un plazo máximo de una hora mediante medicación parenteral. Urgencia hipertensiva. Aquí la elevación tensional no se acompaña de lesiones que comprometan la vida de forma inmediata y, por tanto, permite que pueda corregirse de forma gradual en un período de 24-48 h con antihipertensivos administrados por vía oral. Incluimos aquí todas las elevaciones bruscas de la PA diastólica por encima de 120 mmHg que son asintomáticas o tienen una sintomatología leve e intrascendente, la hipertensión pre y postoperatoria y la de los pacientes trasplantados. 11- Clasificación de la Hipertensión en la embarazada y en que consiste cada una.
Hipertensión crónica: hipertensión preexistente al embarazo o diagnosticada
antes de las 20 semanas de gestación, que persiste hasta 12 semanas después del parto.
Preeclampsia: hipertensión gestacional asociada a una proteinuria superior a
0,3 g/24 h.
Se considera preeclampsia severa cuando existe una TA sistólica ≥160
mmHg y/o una TA diastólica ≥110 mmHg con proteinuria o si existe hipertensión asociada a proteinuria severa(≥ 2 gramos en orina de 24 horas).
También se catalogará de preeclampsia grave cualquier hipertensión que
se acompañe de algún signo o síntoma de afectación multiorgánica, como son:
TA sistólica ≥. 160 mmHg y/o TA diastólica ≥ 110 mmHg en dos
determinaciones separadas 6 horas, estando la paciente en reposo en cama. Proteinuria ≥ 2 gramos en orina de 24 horas. Oliguria ≤ 500 ml en 24 horas. Creatinina sérica >1,2 mg/dl. Alteraciones cerebrales o visuales (hiperreflexia con clonus, cefalea severa, escotomas, visión borrosa, amaurosis). Edema de pulmón o cianosis. Dolor epigástrico o en hipocondrio derecho. Alteración de las pruebas funcionales hepáticas. Alteraciones hematológicas: trombocitopenia (<100.000 mm3), CID, hemólisis. Afectación placentaria con manifestaciones fetales (CIR) Preeclampsia sobreañadida: aparición de una proteinuria superior a 0,3 g/24 h en un contexto de hipertensión crónica.
Hipertensión gestacional: hipertensión (HTA) que aparece después de las 20
semanas de gestación, sin proteinuria, con retorno a la normalidad, en el posparto.