Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las filosofías que se derivan de la India tiene un objetivo central: entender la conciencia
y transformar al individuo; la filosofía occidental se limita a la mera intelectualización
de la experiencia.
Pero la principal preocupación --en notable contraste con los intereses modernos
de los filósofos occidentales-- ha sido siempre no la información sino la
transformación: un cambio radical de la naturaleza humana y, con él, una
revelación de su manera de entender tanto el mundo exterior como su propia
existencia: transformación tan completa como es posible, y que, si tiene éxito,
equivaldrá a una total conversión o renacimiento.
En la India no hay tal cosa como un filósofo de escritorio. La filosofía en este país
no es sólo una forma de pensamiento, sino también una forma de vida. No nace
de la ociosidad o la curiosidad, ni tampoco es un mero juego intelectual. Cada
filosofía aquí es una religión, y cada religión tiene una filosofía. El filósofo aquí
nunca fue un imponente profesor dictando cátedra a una clase que teje telarañas
teóricas en su estudio, sino aquel que era llevado por un profundo anhelo interno
a saber los secretos de la vida, aquel que vivía laboriosos días de disciplina
espiritual y que veía la luz a través de la transformación de su vida. Movido por la
compasión por sus prójimos, intentaba luego interpretar la verdad que había
experimentado de manera lógica para que pudiera servir a otros hombres.
Singh agrega que en el tantrismo, la filosofía que era impartida debía de ser "vivida y
probada en el laboratorio del ser". En cierta forma las filosofías de la India,
particularmente aquellas que incorporan todos los ámbitos de la existencia (y no niegan
el cuerpo ni renuncian al mundo), como el tantrismo (ya sea budista, shaiva,
shakta, vishnaiva y demás), están más cerca de la ciencia que la filosofía occidental
moderna. La gran razón por la cual la ciencia materialista se ha encumbrado como el
saber dominante es que produce tecnología. Estas filosofías antiguas también
produjeron tecnologías, poderosas herramientas de introspección, el equivalente a un
telescopio para sondear el Ser y conquistar la mente. Pero, mientras que la tecnología
moderna generalmente está motivada por el deseo del crecimiento económico, la
tecnología espiritual de estas filosofías estaba motivada por el deseo de crecimiento
interno y bienestar duradero. En una era materialista, adicta a mirar hacia afuera y a
conquistar lo externo, estas tecnologías son consideradas menos importantes.