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ESTADÍSTICAS NACIONALES ACERCA DEL CONSUMO DE DROGAS Y

PRINCIPALES CONSECUENCIAS

En Guatemala el consumo de drogas comienza a los 11 años

Una encuesta efectuada para Seccatid y financiada por la Embajada de Estados


Unidos revela que en el país niños y adolescentes de entre 11 y 17 años son los
mayores consumidores de sustancias ilícitas.

nvestigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad Galileo,


levantaron en 2014 la Encuesta Nacional Sobre Uso, Abuso y Prevalencia del
Consumo de Drogas en el Nivel Medio de Educación que revela un temprano
interés en adolescentes y jóvenes guatemaltecos por el mundo de los
estupefacientes.

Los encuestados fueron 13 mil 762 estudiantes de escuelas y establecimientos


privados de primero y tercero básico y quinto año de Diversificado, con edades de
entre los 11 y 22 años.

De acuerdo con el estudio, entre los 11 y 12 años se registran algunos


consumidores de drogas (0.09 por ciento y 2.56 por ciento), pero de los 13 a los
17 años se reportan porcentajes alarmantes que oscilan entre el 14.37 por ciento
(14 años) y el 21.05 por ciento (15 años).

Jorge Bolívar Díaz Carranza, investigador principal de la encuesta, señaló que se


sabía que el alcohol es la droga de ingreso, la que da paso a las siguientes y el
estudio lo confirmó. El 39.83 por ciento del total de hombres y mujeres
entrevistados aceptaron que “alguna vez en su vida” habían ingerido bebidas
alcohólicas. El 16.10 cursaba el quinto año de Diversificado; 12.52 por ciento,
tercero básico y 11.21 por ciento, primero básico.

Alarma hallazgo

Las respuestas afirmativas sobre consumo de marihuana, cocaína y sustancias


inhalables preocupó a los investigadores ya que evidencia la magnitud del
problema, mencionó Díaz Carranza.
El 11.31 por ciento de los encuestados afirmó haber consumido marihuana
“alguna vez en su vida”. Son los estudiantes hombres de cada uno de los grados
encuestados los más interesados en esta droga. En primero básico, 4.59 por
ciento; en tercero básico, 4.88 por ciento y en quinto año de Diversificado el 5.73
por ciento. El porcentaje de estudiantes mujeres consumidoras de marihuana fue
de entre el 2.13 por ciento y el 2.52 por ciento.

En tanto, el 3.60 por ciento de los entrevistados se inclinó por la cocaína y aseguró
haberla consumido “alguna vez en su vida”. Igual como con la marihuana, los
estudiantes hombres son los que registraron mayor adicción a esta droga: 1.88 por
ciento de primero básico; 1.43 por ciento de tercero básico y 1.59 por ciento de
quinto año de Diversificado. El porcentaje de estudiantes mujeres adictas a la
cocaína no superó el 1.09 por ciento. Sin embargo, estos números son elevados
por el tamaño de la muestra porque se habla de casi 600 adolescentes y jóvenes
con ese problema.

El uso de sustancias inhalables también es alto según este estudio, son utilizados
por el 4.21 por ciento, 2.50 por ciento y 2.14 por ciento de estudiantes hombres de
primero básico, tercero básico y quinto año de Diversificado.

Los porcentajes de consumo por las estudiantes mujeres son los siguientes: 2.78
por ciento, primero básico; 1.62 por ciento, tercero básico y 1.35 por ciento quinto
año de Diversificado.

Díaz Carranza mencionó que en 1998 participó en un estudio relacionado con el


uso de drogas y se formuló la pregunta a adolescentes y jóvenes sobre si alguna
vez habían consumido drogas. La respuestas de esa época comparadas con las
actuales evidencia el aumento del uso de estupefacientes en este segmento
poblacional. “En 1998, el tres por ciento respondió que sí había consumido
marihuana, el 2.2 por ciento, cocaína; el 1.9 por ciento inhaladores y el 37.1 por
ciento, alcohol”, dijo.

Hoy en día, nuestros hijos pueden estar expuestos a las drogas desde una edad
muy temprana. Nos referimos a las drogas que son ilegales, no a los
medicamentos recetados por su médico. Por ejemplo, en el 2004 uno de cada
cinco muchachos latinos en el 8º grado había utilizado, por lo menos una vez,
algún tipo de droga ilícita.

El abuso de drogas es un comportamiento que se puede prevenir. Sin embargo,


los efectos prolongados de las drogas en el cerebro pueden llevar a la
drogadicción, que es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro. Para
cualquier persona adicta a las drogas, la necesidad compulsiva de consumir
drogas puede ser abrumadora, afectando todos los aspectos de su vida y la de su
familia.

El consumo de drogas puede tener serias consecuencias para el futuro, tanto de


un joven como de un adulto, porque las drogas pueden alterar la manera cómo
funciona el cerebro y causar otras consecuencias médicas graves. El abuso de
drogas puede impedir que su hijo se desempeñe bien en la escuela. Más adelante,
puede dificultar su capacidad para encontrar y mantener un empleo, aún después
de haberse graduado. Las investigaciones científicas han demostrado que la
comunicación con los hijos es una manera eficaz de prevenir que consuman
drogas. Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para hablar con
nuestros hijos sobre los riesgos asociados con el abuso de drogas.

El propósito de esta publicación es el de ofrecerle información científica acerca de


los efectos de las drogas sobre la salud, que le servirá para hablar con sus hijos
sobre las consecuencias que éstas puedan tener. Las drogas sobre las que
hablaremos en este folleto son los inhalantes, la marihuana, la cocaína, la
metanfetamina, la heroína, los medicamentos de prescripción, la MDMA (éxtasis) y
los esteroides anabólicos

Debemos observar y supervisar a nuestros hijos.

Aún cuando no deseáramos que fuese así, nuestros hijos pueden tener acceso a
drogas en muchos lugares. Aunque resulte difícil, es muy importante que usted
hable con sus hijos sobre las consecuencias del uso de drogas, y le urge hacerlo
si usted sospecha que ya están usándolas. Usted conoce a sus hijos mejor que
nadie. La mayoría de los padres desarrollan un sexto sentido sobre sus hijos que
les ayuda a intuir hasta los cambios más pequeños en ellos. Pueden existir otras
razones que expliquen los cambios que usted observe, pero en general, cuando
un niño o un joven experimenta con o consume drogas, puede mostrar
alteraciones en:

 El desempeño escolar: si obtiene malas calificaciones, falta a clases o


desarrolla un mal comportamiento;
 El interés en actividades: si pierde interés en sus pasatiempos habituales,
deportes o actividades favoritas;
 Las rutinas cotidianas: si come demasiado o deja de comer; si duerme
demasiado o deja de dormir;
 La selección de amigos: si cambia de amigos, o si se junta con muchachos
que se sabe que utilizan drogas;
 Su personalidad: si muestra mal humor, nerviosismo, agresividad o rebeldía
persistente;
 El comportamiento: si cierra con llave su cuarto, gavetas o cajas.

Existen ciertas cosas que usted puede encontrar en su casa, o en posesión de sus
hijos que pueden indicar que están usando drogas. Por ejemplo:

 Papeles para enrollar o liar cigarrillos, o pipas que se usan para consumir
marihuana;
 Frascos de medicinas, espejos, o cuadritos pequeños de vidrio que se usan
para consumir cocaína;
 Calcetines que huelen a spray para el pelo así como latas o recipientes
vacíos de pegamento o de spray para el pelo; los mismos podrían ser lo
que sobra después de haber usado inhalantes.

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