Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Crisis
Anaya: ambición por
el poder y fin del PAN
Carlos Ramírez
2
Indice
Revolución Mexicana como ideal había sido vencida por la Revolución Mexicana
como un aparato de poder y de dominación absolutista. En este sentido, el PAN
nació del seno de la sociedad de la Revolución Mexicana, conservadora por
conservar, de ideología nacional y no nacionalista, con tres objetivos claros
(Soledad Loaeza): bien común (contrario al patrimonialismo revolucionario),
principio de subsidiaridad (Estado temporal, no permanente ni un poder absoluto
en sí mismo propio de sociedades socialistas) y solidarismo (eludiendo la lucha de
clases por la riqueza).
El perfil social de los promotores estaba lejos del exclusivismo de clase y
tenía claro que el problema más importante del país era la corrupción a favor de
una casta gobernante. El poder había pasado a formar parte de ese patrimonio de
los gobernantes, desprestigiando al régimen salido de la Revolución de 1910.
Como Gómez Morían tenía claro que la corrupción estaba asociada al ejercicio del
poder, en su discurso de inauguración de la asamblea constituyente del partido
dejó abierta la decisión de participar o no en la lucha por el poder por la vía
electoral.
El PAN nació en 1939 y participó en elecciones presidenciales en 1952,
casi tres lustros de diferencia. Y tardó cuarenta y ocho años en llegar a la
presidencia. Aunque la falta de un proyecto de nación, de Estado y de poder su
estancia en la presidencia duró apenas dos periodos de gobierno de los quince
que hubo hasta el 2000, apenas el 13% de tiempo político. A nivel legislativo ganó
su primera curul electa en 1946.
Gómez Morin calificó a la generación de 1915 como la “generación eje”, un
punto axial. La intención fue la de llevar la sabiduría al ejercicio del poder, pero en
el fondo Gómez Morin parecía entender que sabiduría y poder no se llevan, a
pesar de la posición idealista de Platón y su propuesta del rey filósofo. El PAN
jugó el papel de oposición leal hasta las elecciones presidenciales de 1988 en que
se fijó ya la meta de la alternancia partidista en la presidencia de la república. De
1939 a 1988 participó en acuerdos, dio su voto a legitimaciones secundarias a
cambio de reformas políticas, electorales y sociales Y de 1988 al 2000 le apostó a
7
la Madrid rompió con el modelo priísta de ganar todo a toda costa y distensionó la
estructura electoral, lo que llevó a que el PAN avanzara en posiciones
municipales. El relevo de cuadros en el Estado y el PRI disminuyó a los
profesionales y nuevas figuras sin experiencia política llegaron a candidaturas.
La crisis al interior de la coalición priísta en los relevos presidenciales de
1976 y 1982 decantaron a los militantes. Echeverría decidió a su sucesor al
margen de los escalafones tradicionales de la clase política y López Portillo optó
por el mismo camino de marginación de la vieja clase política. La crisis en la
coalición política al interior del PRI estalló en 1987: Cuauhtémoc Cárdenas
aprovechó el peso político de su apellido para exigir una elección abierta de
candidatos, pero ya la élite financiera que ascendió al poder priista en 1977 se
había apoderado del PRI. La exclusión de políticos obligó a nuevos
realineamientos.
Se trató, por lo demás, de una redefinición triple: de clase gobernante
(tecnócratas por políticos), de modelo de desarrollo (mercado y no Estado) y de
objetivos sociales (atender sólo la pobreza y no políticas sociales que
garantizaban lealtades sociales mayoritarias). El viejo Estado priísta que ataba los
votos a políticas sociales mayoritarias hubo de dedicarse nada más a los más
pobres. Así, los grupos empresariales afectados por el Estado Echeverría y la
expropiación lopezportillista de la banca emigraron al PAN y las bases
dependientes del gasto social fueron jaladas a partir de 1989 por el PRD
construido por la Corriente Democrática cardenista del PRI. Ahí el PAN y el PRD
dieron las pruebas de que eran partidos de oposición, pero dentro del sistema
político priísta.
Sin los dogmatismos históricos e ideológicos del PRI, el reacomodo de los
electores fue sin sobresaltos: se trataba de opciones y de alternancia, no de
alternativas. Las gubernaturas del PAN en Baja California, Guanajuato y
Chihuahua fueron sistémicas, respetando los factores de poder del priísmo,
sometidos al voluntarismo presidencialista y aceptando la dependencia fiscal y de
inversiones federales. Antes de la victoria presidencial del 2000, el PAN ganó
otras gubernaturas: Aguascalientes, Jalisco, Nayarit, Nuevo León y Querétaro, sin
10
mostrar alguna diferencia con los priístas. El PRD, a su vez, también tuvo
gubernaturas antes de la alternancia del 2000: Distrito Federal, Tlaxcala, Baja
California Sur, Zacatecas; y también en este caso no hubo ninguna
reestructuración sistémica porque los gobernadores perredistas cumplieron con
las reglas del juego priísta.
El electorado encontró con tranquilidad que la alternancia permitía la
circulación de nuevas élites, pero sin romper con las prácticas tradicionales del
PRI. Lo malo, sin embargo, fue que la sociedad estaba necesitada de nuevas
formas de gobernar y de equilibrios del poder. Pero no hubo ninguna rebelión;
inclusive, el radical López Obrador gobernó el DF del 2000 al 2005 y no modificó
los protocolos del poder, ni siquiera en 2004 cuando el gobierno panista de
Vicente Fox quiso inhabilitarlo con una destitución por desacato a un amparo; ahí
Lope Obrador demostró que es sistémico hasta en las peores crisis: utilizó la
movilización en las calles como respuesta de presión, pero no reventó el sistema;
y luego vino la crisis poselectoral presidencial del 2006 porque López Obrador
perdió las elecciones por medio punto porcentual y su máxima rebelión fue instalar
un plantón de tiendas de campaña en el corredor Zócalo-Periférico y luego creo un
“gobierno legítimo” paralelo, pero sin romper la ley.
La institucionalización de los partidos ha llegado al punto de hacer
permanente el sistema/régimen/Estado del PRI, sin que el electorado note algún
cambio de prácticas políticas. El sistema vigente gira en torno al presidente de la
república y su autoridad absolutista y su poder apoyado en el PRI primero como
partido mayoritario y ahora como primera minoría. El PAN ha sido el más
institucional en materia de política económica y modelo de desarrollo porque los
dos sexenios panistas tuvieron a titulares de la Secretaría de Hacienda a
personajes clave del pensamiento neoliberal priísta: Francisco Gil Díaz,
considerado el jefe de los Chicago boys mexicanos del monetarismo salinista, y
Agustín Carstens que llegó a Hacienda con Calderón procedente de la
subgerencia general del Fondo Monetario Internacional, la institución garante del
neoliberalismo.
11
como élite revolucionaria, luego como partido desde el Estado y finalmente como
burocracia gobernante. Sin embargo, la derrota presidencial del PAN en el 2012
ha obligado a encontrar algunas explicaciones sobre la duración efímera del PAN
en la presidencia: doce años, apenas el 17% de tiempo sobre el que tuvo el PRI
de casi tres cuartos de siglo, dos gobiernos contra quince del régimen de la
Revolución de Obregón a Zedillo. En este sentido, la explicación del fracaso del
PAN en el poder presidencial podría plantearse de la siguiente manera:
1
Morlino, Leonardo (1985), Cómo cambian los regímenes políticos, Centro de
Estudios Constitucionales, España, págs. 116-117.
2
La Jornada y El Universal, 24 de mayo de 2000.
3
dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/666876.pdf.
4
http://www.cieplan.org/media/publicaciones/archivos/17/Capitulo_3.pdf
5
La XVII asamblea del PRI de 1996 colocó candados a la elección de candidato
presidencial y dejó a Zedillo sin poder colocar como candidatos a Guillermo Ortiz
Martínez o José Angel Gurría Treviño; en 1999 se abrió la candidatura y hubo tres
figuras dominantes; Labastida, Manuel Bartlett Díaz y Roberto Madrazo Pintad;
Zedillo optó por Labastida.
14
6
Muñoz Ledo, Porfirio, La Jornada, 26 de mayo de 2014.
7
Loaeza, Soledad (1996), Los orígenes de la propuesta modernizadora de Manuel
Gómez Morín, revista Historia Mexicana, volumen XLVI No. 2, págs. 426-427. Y
Campos López, Xóchitl Patricia, y Velázquez Caballero, Diego Martín (2013), La
visión modernizadora de Manuel Gómez Morín, Popocatépetl Editores, México,
págs. 166-172.
15
8
Campos y Velázquez, ibíd., págs. 146-163.
9
Cárdenas, Lázaro (1940), Mensaje ante el congreso estatal de Guerrero, 20 de
febrero,
http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/6Revolucion/1940MPR.html.
10
Castillo, antología de Manuel Gómez Morín, pág. 143.
11
Ibíd., pág. 150.
16
12
Fuentes Díaz, Vicente (1977), Ascenso y descenso de los revolucionarios bajo
Cárdenas, Editorial Altiplano, México, págs. 75-77.
13
Velázquez Caballero, Diego Martín (2014), La influencia de Plutarco Elías Calles
en la Fundación del PAN, eBook del Centro de Estudios Políticos y de Seguridad
Nacional, Proyecto México Contemporáneo 1070-20120, en
http://noticiastransicion.mx, México.
14
Cárdenas 1940, pág. 6.
17
Gómez Morin dijo que el PAN buscaba los mismos ideales que Cárdenas
había planteado en su discurso de Chilpancingo. Por tanto, la oposición panista no
15
Castillo, pág. 150.
16
Ibíd., pág. 151.
17
Ibíd., pág. 153.
18
Ibíd., pág. 153.
18
19
Loaeza (1974), El Partido Acción Nacional: la oposición leal en México, en La
vida política en México 1970-1973, Centro de Estudios Internacionales de El
Colegio de México, México, págs. 108-110.
20
Ortiz Mena, Antonio (1998), El desarrollo estabilizador: reflexiones sobre una
época, Fondo de Cultura Económica, México, pág. 365.
21
Unda Gutiérrez, Mónica 2003), Compendio de política económica de México
1980-2000, Coedición ITESO y COECYT, México, págs. 170-185.
19
gasto sin aumento en los ingresos. En estos doce años el PAN transitó de la
lealtad como factor de equilibrio y estabilidad a la demanda de alternancia y
desarrolló esa estrategia en el lapso 1983-2000. La alternancia se convirtió en
meta del PAN después de la expropiación de la banca privada en septiembre de
1982 por varias razones: el avance mayor del Estado, la incorporación al Estado
del poder financiero como factor de gasto y los banqueros y empresarios
accionistas bancarias que militaban y controlaban el PAN. La candidatura del
empresario Manuel J. Clouthier en 1988 nació de su lucha contra la expropiación
bancaria.
La composición de grupos y élites del PAN también hubo de caminar hacia
la conformación y reaglutinamiento de nuevas fuerzas internas: justo con el inicio
del ciclo populista del régimen hubo una reorganización de élites; hacia 1972 llegó
a la dirección nacional del PAN el político regiomontano José Angel Conchello,
vinculado a poderosos empresarios; y con él inició el PAN la carrera hacia la
alternancia. El segundo paso fue en 1988 con la candidatura presidencial panista
del empresario Manuel J. Clouthier, dirigente de las cúpulas empresariales en el
año de 1982 y por tanto un opositor y combatiente de la expropiación de la banca
privada. En 1988 el PAN buscó seriamente consolidar su línea de alternancia en la
presidencia de la república. En el ciclo 1972-1988, el PAN se fortaleció con dos
estrategias: la incorporación de empresarios de la zona norte del país 22 --la más
desarrollada y por tanto con una mayor autonomía relativa del sistema político-- y
la alianza con la fracción dirigente del gobierno de los Estados Unidos en el
gobierno de Reagan vía el embajador John Gavin y su iniciativa de articular un
frente nacional de panistas-jerarquías católica conservadora-empresarios-Casa
Blanca23.
El quiebre en la tradición liberal-conservadora del PAN coincidió con la
quiebra del tránsito revolucionario en la élite gobernante al arribo al gobierno de
Miguel de la Madrid Hurtado en 1979 como secretario de Programación y
Presupuesto. Asignado a la tarea de redactar un plan de desarrollo funcional a los
22
Bátiz, Bernardo (2014), Las etapas del PAN, La Jornada, 6 de octubre de 2014.
23
Ramírez, Carlos (1987), Operación Gavin. México en la diplomacia de Reagan,
Libros de El Día, México, págs. 73-78.
20
24
Ramírez Carlos (1978 y 1979), La economía mexicana, programada como
deseo, revista Proceso, 6 de noviembre de 1978; y Plan Global 1980-1982.
Fortalecimiento del capital; las cargas, a los trabajadores; revista Proceso, 15 de
octubre de 1979.
25
Ramírez, Carlos (2010), El regreso del PRI (y de Carlos Salinas de Gortari),
Editorial Planeta, México, págs. 71-76.
21
26
Ramírez 2010, págs. 78-80.
22
27
http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/7CRumbo/1992-D-CSG-L.html
28
Scholes, Walter V. (1976), Política mexicana durante el régimen de Juárez
1855-1872, Fondo de Cultura Económica, pág. 39
23
total del Instituto Federal Electoral, hasta entonces operando sólo con consejeros
ciudadanos pero con funcionarios de Gobernación en la presidencia del
organismo; la reforma soltó por completo el aparato de organización y conteo de
votos, la sociedad le otorgó la confianza al IFE y las elecciones del 2000
estuvieron determinadas por el respeto a los sufragios.
29
Ramírez, Carlos (), Cuando pudimos no quisimos, Editorial Océano, México,
Introducción.
30
http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/6/09061994-Gpr.SA.html
31
http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/7CRumbo/1994-GSA-P.html
32
http://zedillo.presidencia.gob.mx/pages/disc/ene95/17ene95.html
33
Kerénski, Aleksandr (1967), Memorias, Luis de Caralt Editor, España, págs. 252-
254.
24
PRI y por presuntos acuerdos secretos con el presidente Bill Clinton. Ante la crisis
de 1994-1995 por el vaciamiento de las reservas, la devaluación y el alza de las
tasas de interés bancarias a niveles superiores de 100%, el rescate con
financiamiento de emergencia vino de Washington: al margen del congreso,
Clinton prestó a México 55 mil millones de dólares, aunque embargó la factura
petrolera. Ese dinero tuvo un acuerdo político que llevó a Clinton a México en
mayo de 1997: fortalecer democracia y derechos humanos 34. Ahí se forjó la tesis
de que Zedillo se había comprometido a impulsar la alternancia en México hacia el
PAN.
Sin embargo, se dieron también dos hechos al interior del PRI: Zedillo fue
candidato suplente ante el asesinato de Colosio en marzo de 1994, tuvo muchos
vetos en el PRI que Salinas tuvo que vencer para consolidarlo y en su campaña
Zedillo trató de colocarse como candidato ciudadano. En el foro nacional de la
democracia, de agosto de 1994, días antes de las elecciones, Zedillo hizo la
declaración que fue popularizada como la de la “sana distancia del presidente
respecto del PRI”. La declaración textual fue importante porque el compromiso
directo no fue establecer la sana distancia sino mantener “diáfana la distancia”, es
decir, “clara, limpia”, como señala el Diccionario de la Real Academia:
La otra decisión fue de Zedillo: la XVII asamblea nacional del PRI puso la
condición de que los candidatos a la presidencia debieran tener un cargo previo de
elección popular. Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas y Zedillo habían
llegado a la presidencia desde la burocracia del primer círculo del poder. Las
34
La Jornada, 8 de mayo de 1997.
35
Zedillo Ponce de León, Ernesto (1994), Ernesto Zedillo. Propuestas y
compromisos, Noriega Editores, México, pág. 30.
25
figuras que Zedillo parecía estar impulsando para la candidatura priísta de 2000
eran Ortiz Martínez y Gurría Treviño, dos economistas sin cargo de elección
popular. Sin fuerza en 1996 para imponerse sobre los priístas que seguían
cargando con el asesinato de Colosio, Zedillo tuvo que ceder y quedarse sin
candidato propio. En la competencia por la candidatura a finales de 1999, los
priístas le quisieron ganar la candidatura a Zedillo, pero éste apoyó a Labastida y
frenó las posibilidades de Madrazo y Bartlett. A pesar de ser candidato de Zedillo,
Labastida no tuvo demasiado apoyo presidencial.
El círculo se cerró con la reforma electoral de 1996: la independencia
absoluta del IFE respecto del gobierno provocó que en las elecciones de 1997 el
PRI perdiera el gobierno del DF y la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados,
como indicios de la debacle. En el PRI hubo una rebelión y la XVII asamblea
nacional de 1996 colocó candados a la candidatura presidencial como respuesta
política al presidente de la “sana distancia.
El ambiente político del 2000 previo a las elecciones era más abierto que en
1994. Labastida había perdido las alianzas tradicionales del sistema, los medios
fueron más plurales y organizaciones ciudadanas pugnaban por la transición.
Ciertamente que esa parte de la sociedad pensaba en una transición tipo Morlino:
con reforma sistémica y construcción democrática. En los meses finales de la
campaña, Fox dio dos pasos audaces: dos desplegados que fijaron la transición
justamente en la reforma estructural del viejo régimen: Ni un voto más al PRI. Por
una plataforma y gobierno de transición y el documento Compromisos por un
36
gobierno de transición democrática ; sin embargo, el propio Fox no tenía un
razonamiento cabal de lo que representaba una transición a la democracia; para
él, en términos del modelo de Gómez Morín, era sólo la victoria de un partido de
oposición sin modificar las bases del régimen político: la sola alternancia de otro
partido pero en el mismo sistema y el mismo régimen, es decir: cambiar a la élite
gobernante para mejorar la calidad del gobierno pero dentro del mismo sistema
político.
36
Castañeda, 2014, págs. 377-378.
26
38
Revista Newsweek, julio de 2000.
28
39
Ramírez, Carlos, El Financiero, 1 de julio de 2005.
31
por los saldos del foxismo. La polarización política llevó a la sociedad a los
escenarios no de la esperanza sino tan sólo de la confrontación de los estilos
institucionales con los insurreccionales de López Obrador. Para el 2006 ya no se
hablaba de transición o de fundación sistémica sino de reactivación económica y
de demandas de empleo.
Las expectativas de transición y fundación democrática disminuyeron en los
primeros meses del 2001 por el descuido de Fox, por su relación con Marta
Sahagún y por las dificultades para asumir la conducción del gobierno central con
un congreso de mayoría opositora. Ante el escenario de minoría, Fox enfrentó los
tres escenarios que resumió Castañeda en un texto: aliarse con el PRD, pactar
con el PRI o ir en solitario. Cerrados los caminos para las opciones 1 y 3, Fox y
Calderón optaron no por una alianza o pacto con el PRI sino con un entendimiento
de circunstancias. Si el PAN fue visto como la solución a las tres herencias del
régimen priísta --corrupción, represión y pobreza--, al final la expectativa se
deflactó sólo a disminuir las tensiones en esas tres variables.
Frente al desafío de la victoria presidencial en el 2000 y en el 2006, el PAN
tuvo que optar entre tres posibilidades de más largo alcance y de carácter
sistémico:
1.- La instauración de un nuevo régimen democrático o la vía Morlino.
2.- La alternancia de élites basada en la eficiencia o la vía Gómez Morín.
3.- La continuidad priísta con reformas de superficie o la vía Elías Calles.
Las prioridades de cada sexenio panista fueron determinadas por la
coyuntura: Fox apeló a la reforma fiscal pero sin éxito y Calderón le apostó a la
lucha frontal contra el crimen organizado y reformas de procedimiento en materia
de ingresos y energía. Las tres variables fundamentales de caracterización de un
régimen sirven para evaluar el periodo panista 2000-2012: el crecimiento
económico, la distribución de la riqueza y la estabilidad social.
El problema más fuerte fue la imposibilidad de encontrar un espacio de
acuerdo de reformas con el PRI, sobre todo porque el PAN con Fox y Calderón
eludió la reforma del sistema y del régimen y se quedó en reformas parciales, a
pesar de que en algunas hubiera podido haber más coincidencias. Pero a pesar
32
40
Ramírez, Carlos, El Financiero, miércoles 12 de mayo de 2004.
33
Al final, Fox hizo un gobierno panista parecido al del PRI y con acuerdos
con el PRI.
41
Aguilar, Rubén, y Castañeda, Jorge G.(2007), La diferencia. Radiografía de un
sexenio, Editorial Grijalbo, México, pág. 129.
42
Castañeda, 11 de mayo de 2001.
34
43
Secretaría de Programación y Presupuesto (1992), Antología de la planeación
en México. 22. La planeación del desarrollo en la década de los noventa, Fondo
de Cultura Económica, México, págs. 129-130.
44
Consejo Consultivo de Pronasol (1994), El Programa Nacional de Solidaridad,
Fondo de Cultura Económica, México, págs. 9-13
45
http://www.coneval.gob.mx/Medicion/Paginas/Informe-de-Pobreza-2012.aspx
36
46
http://www3.diputados.gob.mx/camara/001_diputados/006_centros_de_estudio/02
_centro_de_estudios_de_finanzas_publicas__1/005_indicadores_y_estadisticas/0
1_historicas/01_ind_macroeconomicos_1980_2012.
37
Pintado en el 2006 había llevado al PRI al tercer sitio electoral con apenas el 25%
de los votos contra un tercio para el PAN y otro tanto para el PRD. Desde la
segunda mitad del sexenio calderonista el entonces gobernador del Estado de
México, Enrique Peña Nieto, se posicionó del primer sitio en las encuestas de
tendencias electorales y el PRI comenzó a vender su experiencia para gobernar.
En saldo electoral le dio la victoria en el 2012 al PRI con 38.2% de los votos,
contra 31.6% del perredista López Obrador y el PAN en el tercer sitio con 25.4% 48,
en el nivel logrado en 1994 y similar al de Madrazo en el 2006.
48
http://siceef.ife.org.mx/pef2012/SICEEF2012.html#
39
49
www.infoamerica.org/documentos_pdf/althusser1.pdf
40
La transición a la democracia.
El fin del reparto de la tierra.
El fortalecimiento de la economía social de mercado.
La modificación de la Constitución para permitir la educación
religiosa en recintos particulares, que corresponde a una lucha del
PAN por la libertad de enseñanza.
La separación de la Iglesia-Estado y respeto a ambas instituciones.
Las reformas económicas realizadas en los últimos años para
permitir una mayor participación de la sociedad en la economía.
La vigorización de la democracia en el respeto a los ciudadanos y a
sus derechos.51
otra que el PRI haya aplicado su proyecto de gobierno en función del modelo de
desarrollo de mercado. Los dos, Rodríguez Prats y Bravo Mena, en todo caso,
sólo confirmaron la validez en el PAN del proyecto político de Gómez Morín: no
fue de alternancia al proyecto político de gobierno del PRI sino de
perfeccionamiento.
Lo malo para las demandas de transición-alternancia-nuevo régimen
político radicó en el hecho de que en el largo periodo 1929-2012 no hubo en
realidad ninguna fuerza política dominante que buscara el cambio de régimen
porque PRI, PAN y PRD han sido hijos de un mismo proceso histórico dominante.
En este sentido, al proceso de transición mexicana le faltó el enfoque marxista que
José Revueltas aplicó en 1958: en qué momento puede disputársele el poder al
sistema político priísta:
53
Revueltas, José (1983), México: una democracia bárbara, Obras Completas 16,
Editorial Era, México, pág. 58.
42
Paredes, presidenta del PRI, y César Nava Vázquez, presidente del PAN, con la
firma de dos testigos de honor: Fernando Gómez Mont, entonces secretario de
Gobernación, y Luis Enrique Miranda Nava, secretario general del gobierno del
Estado de México, entonces a cargo de Peña Nieto. El convenio exhibido llevó al
PRD a denunciar el caso en el IFE, pero el consejo general desechó la demanda.
La economía era prioridad para Calderón. La crisis financiera en los EE.UU.
en el 2008 había provocado en México un desplome del PIB de -5.3% en el 2009
(más 2 puntos positivos que se esperaban sin crisis) que amenazaba con
extenderse un par de años más. EN el 2008 el gobierno de Calderón esperaba
una media anual de 3.6% de PIB en el lapso 2008-2013. Pero la crisis de las
consultorías en el 2008 dibujó un sexenio colapsado. Con el paquete económico
de 2010 que implicó alzas generales de impuestos y servicios, la economía
levantó cabeza y logró un promedio de 4.2% en 2009-2012. Por eso fue necesaria
la humillación de firmar un pacto para que el PAN no se aliara con el PRI en la
elección de gobernador en el Estado de México, meta fundamental para que Peña
Nieto lograra la candidatura presidencial priísta en el 2012. Al final, la elección
mexiquense del 2011 benefició al PRI (61.9%), contra 12.2% del PAN y 21% del
PRD.
Sin embargo, con la crisis económica, el costo social acrecentado y el papel
cómplice del PAN en la elección mexiquense, el escenario presidencial del PAN
para el 2012 era de derrota.
gobierno de Peña Nieto había ya un PAN sin rumbo, sin liderazgos, sin proyecto:
tercer lugar en las elecciones presidenciales con 25% de los votos, 29% de
senadores y 22.8% de diputados. En enero de 2013 el presidente panista Madero
hizo una reorganización del padrón de militantes y la cifra cayó de un millón 868
mil a apenas 368 mil, apenas una quinta parte. En el 2014 se reeligió y en el 2015
se fue de jefe de la bancada panista.
Madero fue dirigente, no líder. En el 2013 emergió la figura del joven
queretano Ricardo Anaya Cortés, quien fue impulsado por el PAN como
presidente de la Cámara que avaló y aprobó las reformas estructurales de Peña
Nieto. En el 2015 Madero dejó a Anaya como encargado de la presidencia, pero el
nuevo líder panista maniobró para quedarse con el cargo atropellando a Madero.
No se trató de la emergencia de un líder, sino del encumbramiento de un
burócrata de partido que supo escalar posiciones con rapidez.
Nacido en 1979 --en el nuevo ciclo político por la reforma de 1979 que
modificó y democratizó el sistema de partidos--, comenzó su carrera política
apenas al despuntar la mayoría de edad.
--En el 2000, ya con el PAN en la presidencia de la república, fue candidato
a diputado local.
--De 2003 a 2006 fue secretario particular del gobernador Francisco Garrido
Patrón.
--De 2008 a 2009 fue coordinador de Desarrollo Humano estatal.
--De 2009 a 2011: diputado local y coordinador del grupo parlamentario.
--De 2010 a 2012 fue presidente estatal del PAN en Querétaro.
--2011: subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría de Turismo
del gobierno federal.
--2012-2015: diputado federal plurinominal; 2013-2015: presidente de la
Cámara.
--2014: presidente interino del PAN.
--2015: presidente electo del PAN, ganándole a Javier Corral.
Político de tiempo completo, Anaya fija sus metas y destina todas sus
fuerzas a ese objetivo. Su consolidación en la política nacional se logró con el
47
apoyo de Madero, aunque luego lo traicionó para quedarse con el partido. Sus
alianzas fuertes con panistas de diverso cuño, de Santiago Creel Miranda a Marco
Antonio Adame. Más que la configuración de una nueva élite panista, Anaya es
más bien la figura dominante y los demás pululan a su alrededor. Su fuerza es
personal y carece de alianzas con grupos de poder, lo que al final de cuentas hace
endeble su posición. Desde que irrumpió en la política nacional se fijó la meta de
ser presidente de la república lo más rápido posible.
Su formación académica es sólida; licenciatura, maestría y doctorado, habla
inglés y francés. Sin embargo, su juventud le ha limitado relaciones
internacionales sólidas. Su pensamiento político es pragmático, ajeno a las ideas
tradicionalistas y conservadoras del PAN; ello le permitió armar alianzas
electorales con el PRD para ganar gubernaturas en el 2016. Y si ese pragmatismo
le ayuda a asociarse con el PRD, la rapidez de la alianza ha dificultado el tejido de
compromisos de fondo. A su favor corrió el hecho de que el PRD de Los Chuchos
andaba por la misma línea de desideologización. Sin embargo, la falta de ideas-
fuerza ha ido retrasando la definición del proyecto de gobierno de la coalición
conservadora-progresista, debido a que el PAN no es de derecha ni el PRD de
izquierda.
El modelo de cambio de régimen no fue novedad de Anaya o el PRD; en
realidad, fue propuesta original del entonces diputado priísta Manlio Fabio
Beltrones Rivera. El concepto de gobierno de coalición se metió en la Constitución
en febrero de 2014, pero hasta la fecha carece de ley reglamentaria. La alianza
PAN-PRD, en teoría formas conservadora y progresista de la política, buscaría un
paquete de reformas de la forma de gobierno para buscar un régimen mixto
ejecutivo-legislativo. El origen de esta propuesta radicó en el hecho de que desde
1988 ningún partido por sí solo ha ganado cuando menos la mayoría absoluta de
51% en elecciones presidenciales y desde 1994 tampoco ningún partido ha
logrado más del 50% de las elecciones. Sin embargo, en los hechos el PRI como
primera minoría --con excepción de la legislatura 2006-2009-- ha consolidado
alianzas para alcanzar la mayoría absoluta que le permite aprobar o cambiar
leyes.
48
candidato presidencial ocurrió la segunda semana de febrero, sin que hasta ese
momento la investigación de irregularidades haya derivado en procedimientos
penales. Y en apariciones públicas, Anaya se ha declarado víctima de la
persecución gubernamental porque --dice su razonamiento-- el modelo electoral
del gobierno y del PRI es quitarlo del segundo sitio antes del inicio formal de las
campañas el primero de abril y llevar la competencia polarizada Morena-PRI, un
esquema que funcionó en el pasado: Fox-Labastida en el 2000, Calderón-López
Obrador en el 2006 y Peña Nieto-López Obrador en el 2012.
Por los tiempos electorales, la ofensiva oficial no logró sacar a Anaya de la
competencia y en algunas encuestas salió fortalecido.
Pero el asunto de fondo no es la juventud de Anaya, la pérdidas de
identidad del PAN o la capacidad de resistencia del candidato frente a la ofensiva
gubernamental, sino asumir el hecho de que se trata de una candidatura producto
de una ambición personal, de una alianza PAN-PRD sin propuesta coherente de
reconstrucción del sistema/régimen/Estado y de la ausencia de un diagnóstico de
la crisis nacional que suponga una nueva alternancia presidencial.
La ausencia de proyecto se deriva de la juventud de Anaya, pero se
complica por el apoyo institucional del PAN --partido de centro-derecha de origen
católico-- y del PRD --partido neocardenista nacido de las cenizas del Partido
Comunista Mexicano y construido por priístas--, pero ellos frente a una crisis
nacional que requiere más que voluntarismos, discursos agresivos y propuestas
distópicas.
Los puntos de inflexión del PAN son variados, revelan los aspectos
agotados del viejo PAN y exhiben los nuevos desafíos:
1.- Proyecto ideológico conservador. Los temas centrales de Gómez Morin
en su ensayo 1915 fueron el deterioro moral, la dispersión social y el
subdesarrollo. A pesar de las fuentes católicas conservadoras de su pensamiento,
el PAN en 1939 nació como partido político sistémico. Los problemas del PAN
comenzaron en 1973 cuando se puso la meta de acceder al poder. La fase de
incorporación de empresarios consolidó un modelo nacional de mercado. Los dos
sexenios en la presidencia distorsionaron los enfoques panistas y el PAN se llenó
de funcionarios de coyuntura. La disputa por el poder en las presidenciales del
2000, 2006 y 2012 quebraron las ideas de cohesión. La ambición de Anaya de
quedarse con la presidencia provocó otro éxodo de militantes. Y la alianza con el
PRD liquidó al PAN tradicional.
2.- La nueva sociología de México ha sido un desafío: nuevas
generaciones, nuevas clases, nueva mentalidad de funcionarios, nuevos electores
y el fin de la dominación del pensamiento histórico de la Revolución Mexicana. La
lobotomía de la Revolución Mexicana y el PRI afectó, de rebota, al PAN porque su
existencia era equidistante con las otras dos. Desde 1988 el PAN dejó de manejar,
en los discursos de sus candidatos presidenciales, las ideas históricas del PAN;
Fox pidió el voto para sacar al PRI a patadas de Los Pinos, Calderón para no
perder el poder y Vázquez Mota para evitar a López Obrador. Las ideas --no
ideología-- del PAN se perdió en los pasillos del poder.
3.- Agotamiento del sistema/régimen/Estado/modelo de
desarrollo/Constitución del PRI y el fracaso del populismo cardenista-perredista-
morenista se aparecen como un desafío a los partidos. El modelo neoliberal de
mercado, reforzado con el Tratado de Comercio Libre de América del Norte, ha
quedado en un esquema de decisiones de apertura comercial, pero los efectos
sociales de la reorganización productiva dejaron a las clases sociales en los
referentes salariales y de lucha por el bienestar; las ideas de equidad y justicia
desaparecieron de los partidos. Desde 1982 el PAN se ha quejado que su
propuesta de país se la “robó” el PRI, pero no la ha renovado para corregir los
51
errores del PRI. Sin una nueva propuesta de país, el PAN será un partido
electorero.
4.- Las nuevas formas de comunicación han disminuido la sociedad de la
epistemología por la sociedad de la acumulación de datos útiles/inútiles. Los
electores votan por pasión, no por la razón. Sin embargo, los gobiernos funcionan
por la razón, no por la pasión. La organización de las campañas diluyó el debate
de ideas y redujo la competencia al spot. Los ciudadanos han ido retirándose del
periódico y la revista impresas para reducir su conocimiento del mundo a través
del dispositivo móvil que por sus características acorta la posibilidad de lectura.
Por eso los discursos de campaña se han reducido a la frase. Y los debates
quedaron disminuidos a 140 caracteres del twitter. La prisa sustituyó la reflexión.
5.- La alianza del PAN con el PRD obligó a un ajuste reduccionista a su
programa ideológico tradicional. La propuesta original era trabajar en el modelo de
gobierno de coalición: dos partidos con identidad reunidos en un programa común;
las posiciones específicas de puntos originales en cada partido habrán de borrarse
por un tiempo. Pero el PAN se basa en el idealismo de las sociedades humanas,
en tanto que el PRD en el materialismo de los bienes inmediatos. A pesar de la
inmediatez del poder, el poder necesita una justificación con ideas. ¿Cuál será el
cuerpo teórico del PAN después de las elecciones de julio del 2018? El PAN nació
con el contrapunto del radicalismo cardenista, el materialismo socialista y el
estatismo revolucionario.
El PAN se acerca a su fin histórico. Si Anaya gana la presidencia, sus
compromisos con el PRD lo obligarán a un pragmatismo de gobierno con el PRD;
si pierde, su alianza tendrá que deshacerse y entonces el PAN habrá que
reconstruirse sobre nuevas bases. El hecho es que la campaña presidencial, con
todo y sus limitaciones, habría terminado de liquidar los viejos consensos del PAN
y los nuevos votantes tendrán que encontrar en el partido algún aliciente de
propuestas para mantener ciertos grados mínimos de lealtad.
El viejo México de la Revolución Mexicana duró hasta 1988, hace treinta
años. El PRI modificó sus raíces ideológicas en 1980 con el Plan Global de
Desarrollo y en 1983 el PRI retomó el proyecto neoliberal de gobierno. La ruptura
52
---000---