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LA IDOLATRÍA Y LOS DEMONIOS

Como dice Pablo, en Primera (1) de Corintios 10:18-22:


 
18 
Mirad a Israel según la carne: los que comen de los sacrificios, ¿no son
partícipes del altar? 19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que es
algo lo que se sacrifica a los ídolos? 20 Antes digo que aquello que los
gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios; y no quiero
que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 21 No podéis beber la
copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa
del Señor y de la mesa de los demonios. 22 ¿O provocaremos a celos al
Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?

Nosotros somos gentiles, los demás son Judíos


 

10:20 — Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios
lo sacrifican, y no a Dios - Pablo comienza este versículo con la
conjunción adversativa, "al contrario contrario", o "No, pero; No, sino;
No, mas".  "No digo aquello, sino esta otra cosa".

Lo sacrificado a los ídolos sí era en realidad (aunque no fuera de la


intención del idólatra) un sacrificio a demonios, y no a Dios. ¡Eso no se
podía negar!

Sí hay demonios, espíritus malos; ¡sí existen! Son agentes de Satanás,


quien ha instituido la idolatría para sacar a los hombres de su culto a
VERDADERO DIOS y llevarlos al culto de estos demonios.

Los paganos (Idólatras y Politeístas) en el tiempo de Pablo no


conocían al verdadero Dios (Hech. 17:23). Creían en demonios, o sea en
espíritus creados, inferiores al Dios no conocido (Hech. 14:11-18),
algunos buenos y otros malos. Procuraban aplacar la ira de los malos por
medio de sacrificios. La idolatría manifestaba su ignorancia (Jn. 4:22;
Rom. 1:18-23; Hech. 14:15; 17:23; 1 Tes. 1:9). Pero en el Nuevo
Testamento los demonios son espíritus malos, ángeles de Satanás (2 Cor.
11:14-15).
— y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios -
Participar en el culto a los ídolos equivale a participar
indirectamente con los demonios mismos, porque detrás de la adoración
de los ídolos hay la realidad de los demonios y Satanás, quienes inspiran
al hombre a la idolatría. Aunque el intento no es el de adorar a
demonios, tal es el efecto y el significado del culto rendido a los ídolos.

Esto prueba que la persona puede estar en pecado, sin haber tenido
intenciones de entrar en lo que es pecaminoso. Los corintios, al participar
en culto a ídolos, tenían comunión con demonios sin saberlo. ¿Su
ignorancia les disculpaba? ¿Es pecado solamente lo que a sabiendas se
hace con intenciones de pecar? ¡Claro que no! Satanás obscurece las
mentes de los hombres (Rom. 1:21; 11:10; Efes. 4: 17-18; Efes. 6:12; Col.
1:13; 1 Jn. 2:11), y los idólatras tienen comunión con él en esa obra.

El ídolo es algo sin valor, y si alguien adora, sacrifica algo a los ídolos,
Pablo menciona que a los demonios lo sacrifican y no a Dios. Entonces es
clarísimo el mensaje, por eso cada vez que se dice una misa en la iglesia
católica por una parte se ofrece a los demonios ese sacrificio y
simultáneamente, por otra parte se alaba a Dios.
 
Espero haber aclarado su duda; sin embargo, en lo que le pueda servir,
ESTOY A SUS ÓRDENES.

Véanse Deut. 32. 17; Mat. 12:24-29; Mar. 1:34; Efes. 1:20-21; 2:1-2;
3:10; Jn. 12:31; Hech. 16:16-18; 19:13-17; 26:18; Col. 1:13; 1 Tim. 4:1;

CON APRECIO, LE DEDICO NÚMEROS 6:22-27

N.A.N.P. = nanptd@yahoo.es

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