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Αποκάλυψη
"Dios completa su plan y crea nueva todas las cosas"
Contenidos
1. 1 Estructura de Apocalipsis
2. 2 Género Literario
3. 3 Simbolismo
5. 5 Interpretación de Apocalipsis
6. 6 Retos de Interpretación
9. 9 El Autor
10. 10 Los Destinatarios
11. 11 Conexiones
MÉTODO CRÍTICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Juan
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? De todos los
escritos del Nuevo Testamento, Apocalipsis es el más difícil de interpretar. Los
eruditos difieren acerca del significado exacto de algunos de los pasajes más
importantes de este libro. Pero el propósito básico es el mismo: revelar a
Cristo como Señor, triunfante sobre el mal. Escrito por el anciano discípulo
Juan mientras estaba encarcelado en la isla de Patmos alrededor del año 95
d.C., Apocalipsis ha sido una fuente de estímulo e inspiración a los cristianos
de todas las generaciones.
MÉTODO LITERARIO
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Es profético, y habla de la
historia de la iglesia, y del fin de los tiempos. Uno de los énfasis es el triunfo de
Jesucristo.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE
LIBRO? Escrito para la iglesia del Asia de aquel entonces, y estas iglesias
estaba en la ruta del correo. Era u tiempo de persecución cuando Juan escribió
este libro.
Estructura de Apocalipsis
Tema: “ La Revelación de Jesucristo”
Versículo Clave: 1:19
"Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser
después de estas"
Género Literario
Simbolismo
Interpretación de Apocalipsis
Apocalipsis 22:18 y 19
Retos de Interpretación
Ningún otro libro del NT presenta retos de interpretación más
serios y difíciles que Apocalipsis. Los retratos vívidos del libro y
el impactante simbolismo han producido cuatro enfoques de
interpretación principales:
El Autor
Cuatro veces, el autor se identifica como Juan (1:1, 4, 9; 22:8). Vive
en el exilio, en la isla de Patmos (cerca de Éfeso), a causa de su
valiente testimonio acerca de Jesús (1:9). Allí pone por escrito la visión
que le fue permitido ver (1:1) para beneficio de siete iglesias en Asia
Menor (1:11).
Por ejemplo: los escritos de Juan son los únicos en que Jesús es
llamado LOGOS O PALABRA (Jn 1:1, 14: 1Jn 1:1; Ap 19:13). En el
Apocalipsis se lo designa a Jesús 28 veces con el nombre de Cordero;
en el resto del Nuevo Testamento, dicha designación ocurre sólo en el
Evangelio de Juan (1:29, 36). Los escritos de Juan son los únicos
también que hablan de Jesús como del novio o esposo de la iglesia
(Ap 21:2, 9; 22:17; Jn 3:34). Nadie sino Juan hace constar que el
costado de Jesús fue abierto con una lanza (Jn 19:34), un hecho a
que se alude en Ap. 1:7 con el mismo verbo, un verbo diferente del
que aparece en el Antiguo Testamento Griego (Septuaginta) en Zac
12:10.
Los Destinatarios
Los destinatarios inmediatos son siete iglesias en la provincia romana de
Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea (1:14). El
orden en que se enumeran estas iglesia puede ser el orden en que debía ser
entregado. De estas siete iglesias, sólo a Efeso la conocemos con mayores
detalles (Hch 19). Tiatira es la ciudad en que vivía Lidia (Hch 16:14), y a
Laodicea la menciona Pablo en Col 4:15-16.
Los demás nombres no aparecen en ninguna otra parte del Nuevo
Testamento.
Conexiones
Apuntes de Apocalipsis
La Gran Tribulación Vista panorámica de Preguntas en Apocalipsis
Apocalipsis
Literatura Apocalíptica Literal y Alegórico en Apocalipsis en Wikipedia
Apocalipsis
El Milenio El Falso Profeta El Anticristo
Párrafos de Apocalipsis * EL APOCALIPSIS * LOS PROFETAS
Apocalipsis como literatura Bosquejo de * EPÍSTOLAS CONTEXTO
Apocalipsis
Referencias a libros del A.T Comentario * EPÍSTOLAS
de Apocalipsis HERMENÉUTICA
Literatura Juanina ¿Por qué leer Arqueología de Apocalipsis
Apocalipsis?
Estudiando Apocalipsis Los 7 Sellos, Las 7 Iglesias de Apocalipsis
Trompetas y Plagas
Literatura Apocalíptica 2 Mateo 24 y Apocalipsis datos esenciales
Apocalipsis 6-8
Acontecimientos de Ap en Significado de La Revelación de Jesucristo
otros libros los Números
Profecías de la Segunda Los Siete en Gog y el Anticristo
Venida Apocalipsis
La Religión del Anticristo
"Es difícil imaginar que la historia bíblica termine de una manera
más significativa. Aquí está el desenlace final de la historia, no solamente
en la visión del paraíso restaurado en 22:1- 5 sino como el clímax de la
historia de Dios salvando a su pueblo y de su juicio sobre los que le
rechazan. Juan junta todos los hilos principales de Antiguo
Testamento y los coloca en el contexto del Nuevo Testamento,
con Cristo y su salvación del pueblo de Dios como el punto
central de todo"
(1) Postribulacionismo.
(2) Mid-tribulacionismo.
Los proponentes de esta postura defienden que sólo los creyentes que estén
velando serán arrebatados antes de la tribulación, mientras que los creyentes
tibios serán dejados para pasar por la tribulación. Sin embargo, la promesa del
arrebatamiento es para todos los creyentes, con independencia de su estado (1
Co. 15:51-54; 1 Ts. 1:9-10; 2:19; 4:13-18; 5:4-11; Ap. 22:12). El estado del
cristiano sí que tendrá que ver con las recompensas ante el tribunal de Cristo
(véase JUICIO).
(4) Pretribulacionismo.
(B) Las promesas dadas a la Iglesia. En Ap. 3:10 se afirma: «Yo te guardaré de
la hora de la prueba» No se dice «durante» o «en medio de», sino que se usa
la preposición gr. «ek», «fuera de»; por otra parte, en 1 Ts. 1:9-10 se afirma
que estamos para «esperar de los cielos a su Hijo, ... a Jesús, quien nos libra
de la ira venidera»; en 1 Ts. 5:9 se insiste: «Porque no nos ha puesto Dios para
ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo». En 1
Ts. 5:10 se da una intimación de que la realidad de esta salvación de la ira no
es condicional al estado de vela del creyente; reposa enteramente en los
méritos de Cristo.
Por otra parte, es evidente que los 144.000 señalados son el remanente
israelita, que Dios suscitará previamente al establecimiento del reinado
mesiánico sobre la tierra (Ap. 7). La multitud procedente de la Gran Tribulación
es un fruto evidente de las labores del testimonio de los 144.000 (Ap. 7:9-17).
Éste será el núcleo del remanente de Israel que recibirá la gracia del
arrepentimiento nacional ante la manifestación de Aquel «a quien traspasaron»
(Zac. 12:10 ss.). (Véanse APOCALIPSIS, ARREBATAMIENTO, DANIEL
[LIBRO DE], ESCATOLOGÍA, IGLESIA, ISRAEL, RESURRECCIÓN, VENIDA
[SEGUNDA].)
Bibliografía:
Obras adicionales:
Darby, J. N.: «The Hopes of the Church of God», en The Collected Writings of
J. N. Darby, vol. 2, PP. 278-383 (Kingston Bible Trust, Lancing, Sussex, reimpr.
1974);
Darby, J. N.: «What saints will be in the Tribulation?», en The Bible Treasury,
ago. 1857 (H. L. Heijkoop, Winschoten, Holanda, reimpr. 1969);
Hamilton, G.: «El discurso del monte Olivete» (Clíe, Terrassa, 1974);
Literatura Apocalíptica
Visión.
Aunque otros tipos de literatura utilizan visiones para expresar su
mensaje (véase Isaías 6 ), la literatura apocalíptica las presenta para revelar
secretos celestiales en cuanto al presente y al futuro de la humanidad. A
menudo son el producto de cierto trauma o acontecimiento personal o social
que creó una crisis en la experiencia del escritor (cf. Ap 1.10 con 4 Esdras
3.1 ). Estas visiones conducen a su vez a adicionales explicaciones de
acontecimientos futuros y otras visiones y sueños.
Ética.
De estas visiones, el escritor saca conclusiones éticas. En Ap 2–3 , Juan
escribe siete cartas a siete iglesias del Asia Menor occidental. Cada carta se
enfoca en asuntos específicos que confronta esa iglesia. Estas cartas las
escribió Juan después de tener una visión en que Dios le encomendara
escribirlas ( Ap 1.19 ). Son un llamado a las iglesias a determinadas decisiones
éticas o morales.
Seudónimos.
El libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento es el único libro de la
apocalíptica que ofrece el nombre del autor. Los demás se atribuyen a
personajes famosos del pasado, como Esdras, Enoc, Baruc, Jeremías,
Abraham, Moisés y Adán. Tal vez se usaba el seudónimo para añadir
credibilidad a la obra.
Grandes simbolismos.
Los libros de la apocalíptica son ricos en simbolismos. La imaginación
del autor se ejercita. Quienes leyeron esos libros cuando se escribieron
conocían el significado de los simbolismos que empleaba el autor. Los
acontecimientos de la época, los malos gobernantes y las naciones paganas se
simbolizan con animales y bestias, horribles señales en el cielo o caóticas
corrientes de agua. Pero al pueblo fiel a Dios se le presenta como animales
majestuosos, como un león o como un árbol bien cuidado. El propósito de
estos simbolismos era presentar a los lectores un contraste notable entre lo
bueno y lo malo.
Mensajes.
A través de los libros apocalípticos, los autores comunicaron varios
mensajes importantes. Los siguientes temas aparecen en toda la apocalíptica:
El fin está cerca, el fin del mundo comprende al universo entero, la historia se
divide en segmentos fijos, los ángeles y los demonios participan activamente
en los acontecimientos, habrá cielos nuevos y tierra nueva, el reino de Dios, el
Mesías, el pueblo de Dios disfrutará la gloria.
El Milenio
Milenarismo:
Es una palabra derivada de milenario, que significa un período de mil años; se refiere, en sentido
general, a la doctrina de la era del reino que aún está por iniciarse, y como se indica en la
Enciclopedia Británica (décima cuarta edición, Vol.II) es la creencia de que Cristo regresará a reinar
por mil años. El rasgo distintivo de esta doctrina es la enseñanza de que El regresará antes de los
mil años, y por lo tanto, esos años se caracterizan por su presencia personal y por el ejercicio de la
autoridad que le corresponde, lo cual confirma y sostiene el cumplimiento de todas las bendiciones
sobre la tierra, que están predichas para ese período. El término milenarismo se ha reemplazado
por la designación de premilenarismo; y el término significa mucho más que la mera referencia a mil
años. Son mil años que se dice que transcurrirán entre la primera y la segunda resurrección de la
humanidad…
En esos mil años, todos los pactos terrenales con Israel se cumplirán. Toda la expectativa del
Antiguo Testamento se aplicará; se manifestará el reino terrenal de Israel; y el Mesías prometido se
sentará sobre el trono de David en Jerusalén.
La Literatura Juanina
En la carrera hacia la tumba vacía, Juan llegó antes que Pedro, y al ver
las pruebas fue el primero en comprenderlas ( 20.2–10 ). También fue el
primero en reconocer al Señor resucitado al verlo en la playa ( 21.7 ). De él
hablaba Jesús cuando dijo a Pedro: «Si quiero que él quede hasta que yo
venga ¿qué a ti?», dicho que causó perplejidad en la iglesia cuando el discípulo
amado murió (o estaba para morir) sin que el Señor hubiese venido ( 21.20–
23 ). En 21.24 se atribuye a este discípulo tanto el testimonio que
fundamentaba este Evangelio como su composición literaria.
Estudiando Apocalipsis
Capítulos 1-3
1. A fin de familiarizarse con las primeras dos secciones de Apocalipsis, lea
detenidamente y de corrido del 1:1 al 4:1. (Apocalipsis es la
transliteración de una palabra griega que significa “revelación”.)
2. En el capítulo 1 marque las siguientes palabras clave, junto con sus
sinónimos y formas pronominales: Jesucristo, Dios (el Padre), Espíritu
(los siete espíritus), y escribir. Anote luego en le margen todo lo que
aprenda del texto bíblico en cuanto a esas palabras. Pase esa
información a la hoja de trabajo titulada: Lo que Apocalipsis enseña
sobre Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo.
3. Apocalipsis 1:19 es un bosquejo de todo el libro.
1. Anote las tres cosas que Juan debía escribir:
1. ___________________________________
2. ___________________________________
3. ___________________________________
2. Ahora lea Apocalipsis 4:1 y tome nota de su relación con 1:19.
Con el capítulo 4 se inicia la tercera sección de Apocalipsis. El
capitulo 1 narra lo que Juan vio, y los capítulos 2 y 3 recogen “las
[cosas] que son”. ¿Sobre qué trata la tercera sección que
comienza en 4:1?
3.Con los mismos términos de Apocalipsis 1:19, anote esas tres
secciones en la Hoja Capítulos de Apocalipsis, bajo la división por
secciones. En las que se divide el libro.
b. Lea Apocalipsis 1 al 3 y haga lo siguiente:
1. Preste atención a las frases y palabras clave que se repiten, y
que aparecen en las lista de palabras clave. Márquelas de
manera distintiva para que pueda localizarlas con facilidad. Tome
nota del patrón que se repite en cada uno de los mensajes de
Jesucristo a las iglesias.
2. Concéntrese ahora en esos mensajes. Léalos uno por uno, y en
las hojas de trabajo tituladas Mensajes de Jesucristo a las
Iglesias, anote lo que aprenda acerca de cada una de ellas. Al
leer lo que se dice acerca de los que vencen, vea la descripción
que Juan hace de ellos en 1 Juan 5:4-5. Anote en la hoja de
trabajo todo lo que aprenda.
b. Anote el tema principal de cada capítulo en Capítulos de Apocalipsis.
Capítulos 4-22
1. En los últimos diecinueve capítulos de Apocalipsis, Jesucristo le revela a
Juan las cosas que pronto han de suceder. Lea Apocalipsis 4 al 22
capitulo por capitulo, y en cada uno de ellos haga lo siguiente:
1. En el curso de la lectura hágase las seis preguntas típicas en
cuanto al texto: ¿quién?, ¿qué?, ¿cuándo?, ¿Dónde? y ¿por qué?
Por ejemplo, si se trata de algún suceso, pregúntese: ¿Qué
sucede? ¿De quiénes se trata? ¿Cuándo y dónde va a ocurrir
esto? ¿Por qué va a suceder? ¿Cómo va a suceder? Si se trata
de alguna persona pregúntese: ¿Quién es esta persona? ¿Cómo
es? ¿Qué hace? ¿Cuándo, dónde y por qué? ¿Cuáles serán las
consecuencias? ¿Cómo logrará hacer lo que tiene que hacer?
Todas estas preguntas con muy importante. Si responde a ellas
con mucho cuidado luego de estudiar bien todo el texto, y evita
las ideas preconcebidas, aprenderá mucho. Haga una lista de
todo lo que aprenda, y anote en el margen del capítulo
correspondiente toda observación que quiera que quede anotada
allí.
2. Marque de manera distintiva las palabras clave repetidas, junto
con sus sinónimos y formas pronominales. Anótelas en una
tarjeta, asignando a cada palabra el color con que desea
marcarlas en el texto, para luego usar la tarjeta como marcador
de libro. Una vez que termine de marcar toda palabra clave, anote
en una hoja aparte lo que aprenda de cada una de ellas (a menos
que ya se le haya pedido que anote esa información en una hoja
de trabajo o en la hoja de los capítulos de Apocalipsis). Luego
anote en los márgenes toda la información que recoja de las
palabras clave, la cual quiera que quede escrita en su Biblia.
3. Conforme avance en la lectura de Apocalipsis capitulo por
capitulo, permita que el texto sea su propio interprete. Tenga
presente que la verdad se revela de manera progresiva, así que
no se impaciente. Limítase a observar lo que el texto dice, sin
atribuirle un significado que no tiene. Manténgase en una actitud
de oración y pídale a Dios que le abra los ojos del entendimiento.
b. Marque de manera distintiva toda referencia al tiempo, anotado lo
ocurrido en cada caso. En el sistema judío, 42 meses, o 1260 días, o “un
tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”, equivalen a un periodo de
tres años y medios. Cuando termine su estudio de esta sección de
Apocalipsis, tal vez quiera elaborar en el margen una lista de qué
sucede y cuándo sucede, mostrando la relación – si la hay – que estos
sucesos y períodos de tiempo guardan entre sí.
Observe también cuándo comienza y termina cada suceso, por ejemplo,
cuándo será el gran día de la ira de Dios, cuándo terminará el misterio
de Dios, cuándo comenzará Dios a reinar (11:17). El darse cuenta del
tiempo en que ocurren los hechos contribuirá a que comprenda mejor el
Apocalipsis.
1. Desde Génesis hasta Apocalipsis, es muy importante el papel de cuando
en cuando juega Babilonia en la Biblia. Al marcar cada referencia a
Babilonia, verifique si la alusión es a la ciudad o a “la mujer”, y determine
si ambas son una sola, o bien dos entidades separadas pero de alguna
manera relacionadas. En los capítulos 17 y 18, donde sobresale
Babilonia, anote en el margen del texto lo que aprenda de esa ciudad.
Luego recopile toda esa información en las hojas de trabajo: Lo que la
Biblia enseña acerca de Babilonia.
2. En la hija de trabajo titulada Los siete sellos, Las siete trompetas y las
siete copas, anote sus observaciones respecto a lo que sucede al
romperse cada uno de los sellos, al tocarse cada trompeta, y al
derramarse cada copa. Deduzca si los juicios representados por los
sellos, las trompetas y las copas de la ira de Dios ocurren al mismo
tiempo o un grupo después de otro.
3. Mientras estudia Apocalipsis, tal vez quiera consultar los apuntes que
tomo (o hizo) sobre El día del Señor, a ver si hay paralelos entre lo que
ha observado en otros libros y lo que dice Apocalipsis
4. Hay mucho que aprender acerca de la Trinidad en este libro, que no
querrá olvidar y sobre lo cual querrá reflexionar. En la hoja: Lo que
Apocalipsis enseña sobre Dios, Jesucristo y El Espíritu Santo, anote lo
que aprenda.
5. Al concluir su estudio de este libro, anote los temas de los capítulos y el
título del libro, en la hoja: Capítulos de Apocalipsis.
6. Por último, agrupe los distintos capítulos de este libro por
acontecimientos, lugares y personas. Los temas de los capítulos pueden
ayudarle a distinguir esas agrupaciones. Anótelas bajo división de
secciones en la hoja Capítulos de Apocalipsis, junto a los números de
los capítulos en que aparecen.
7. Acontecimientos de Apocalipsis en otros libros de la
Biblia
8.
Acontecimiento Referencia en Otra referencia
Apocalipsis
Puntos:
1. La Resurrección: Esta es una doctrina muy clara en la Biblia que
se repite y afirma en varios de sus libros. Y es ignorada para
tomar opiniones personales. Hay que buscar: ¿Cuantas
resurrecciones hay?, ¿Cuando se llevaran a cabo?, ¿Que otro
nombre tienen? y ¿Quienes tomaran parte en cada una de ellas?.
Las respuestas son dadas por la Biblia literalmente.
2. El dia del Sennor. Esta es otra doctrina básica en la Biblia. Y las
diferentes teorías le pasan por encima y tuercen la idea para
respaldar las opiniones personales. Hay que buscar: ¿Que pasa
en el dia del Senor?, ¿Que otro nombre se le da?, y ¿Y cuando
ocurrira?. Las respuestas son dadas por la Biblia literalmente.
3. La Gran Tribulacion. Esto tenemos que entenderlo como la
Biblia lo enseña, y no como algunos tuercen la Biblia para decir
otra cosa. Hay que buscar: ¿De que se trata?, ¿Contra quien
es? , ¿Cuanto tiempo dura? y ¿Qué sucederá?. Y las respuestas
son literales, claras, y con versículos que respaldan cada
afirmación.
4. La Abominacion desoladora. Cuando Jesús la nombra lo dice
en tiempo futuro. Hay que buscar: ¿En qué consiste?, ¿Cuando
ocurrira?, ¿Donde se realizara?. Las respuestas están en la
Biblia literalmente.
5. La Segunda Venida (Parusía). La Segunda Venida de
Jesucristo. Lo que debemos buscar y preguntarnos es: ¿Qué otro
nombre se le da?, ¿Que eventos tienen que venir primero?, ¿Y
que eventos suceden al mismo tiempo de la Segunda Venida?
EL APOCALIPSIS
VISTA PANORÁMICA
El apóstol Juan vivía en Efeso cuando fue hecho prisionero por las
autoridades romanas y lo desterraron a Patmos, donde él escribió este libro
(1:9). Era un tiempo de intensa persecución contra los cristianos. Antipas ya
había sido martirizado por su fe (2:13) y se esperaba que el sufrimiento
creciera en severidad (2:10; 3:10). Diocleciano (81–96 d.C.) fue el primer
emperador romano que demandó la adoración de sus súbditos mientras vivía.
Como en el tiempo de Daniel, los que adoraban a Dios rehusaron ceder a sus
demandas (Dn 3:4–7, 12). Fue un día domingo (1:10) del año 95 o 96 d.C.
cuando el apóstol Juan recibió las visiones contenidas en este libro (1:10; 4:2;
17:3; 21:10). Este libro se escribió como respuesta a la orden directa del Señor
(1:10–11, 19), quizás después de que unos mensajeros (ángeles, 2–3) de
varias iglesias en Asia Menor habían visitado al apóstol. Lo que Juan escribió
debía ser enviado a las siete iglesias, comenzando con Efeso y continuando en
círculo hasta llegar a Laodicea (1:4, 10–11; 2:1, 8, 12, 18; 3:1, 7, 14). El
documento incluye una promesa de bendición para todo el que lea y oiga sus
palabras (1:3), lo cual sugiere que la carta eventualmente iría a una audiencia
más amplia.
Contenidos
5. 5 LOS PROBLEMAS HERMENÉUTICOS
El género apocalíptico
Este es el género principal en el libro. que sólo uno - aunque
muy especial - entre docenas de apocalipsis que fueron bien
conocidos de judíos y cristianos entre el 200 a.C, y el 200 d.C,
Estos otros apocalipsis, que no son canónicos. eran de una
variedad de tipos. pero todos incluso el Apocalipsis. tienen
características comunes que son las siguientes:
1. Las raíces de lo apocalíptico se encuentran en la
literatura profética del Antiguo Testamento, especialmente la
que se encuentra en Ezequiel, Daniel, Zacarías y partes de
Isaías. Como era el caso en la literatura profética, el interés
de lo apocalíptico esta en el juicio y la salvación venideros. La
literatura apocalíptica nació en la persecución o en tiempos de
opresión. Por tanto, su gran preocupación ya no era la
actividad de Dios dentro de la historia. Los escritores de
los libros apocalípticos esperaban la época en que Dios
produciría un fin violento y radical de la historia. que
significaría el triunfo del bien y el juicio final del mal.
2. A diferencia de la mayoría de los libros proféticos. los
apocalipsis son obras literarias en principio. Los profetas son
fundamentalmente portavoces de Jehová, cuyos oráculos se
escribieron después y se recopilaron en un libro. Los
apocalipsis son una forma de literatura. Tienen forma y
estructura escritas particulares. A Juan por ejemplo. se le dice
que escriba "las cosas que has visto" (1:19), mientras que a
los profetas se les dijo que hablaran lo que se les había dicho
o habían visto.
3. Generalmente, el material apocalíptico se presenta en forma
de visiones y sueños, yen idioma críptico (con significados
ocultos) y simbólico. Por eso. la mayoría de los apocalipsis
contenían recursos literarios destinados a darle un aspecto
misterioso al libro. El más importante era el seudónimo; esto
es, se les daba la apariencia de haber sido escritos por
personas famosas de la antigüedad [Enoc.. Baruc, etc.) a
quienes se les decía que lo "sellaran" para el futuro, siendo
éste la época en que se escribía el libro.
4. Las imágenes apocalípticas son con frecuencia formas
de fantasía. más que de realidad. Por contraste, los profetas
no apocalípticos y Jesús también usaron regularmente el
lenguaje simbólico, pero con imágenes reales; por ejemplo, la
sal (Mateo 5:13), buitres y cadáveres (Lucas 17:37), tórtolas
(Oseas 7:11), tortas a medio asar (Oseas 7:8), etc. La
mayoría de las imágenes apocalípticas son fantásticas. Por
ejemplo, una bestia con siete cabezas y diez
cuernos (Apocalipsis 13:1), una mujer vestida del sol
(Apocalipsis 12:1), langostas con colas de escorpiones y
cabezas humanas (Apocalipsis 9:10), etc. La fantasía tal vez
no aparezca en las partes (entendemos lo que son bestias,
cabezas y cuernos) sino en su extraña combinación.
5. Como eran literarios, la mayoría de los apocalipsis eran
muy estilizados. Tenían la tendencia de dividir el tiempo y los
acontecimientos de modo atractivo. También tenían la afición
por el uso simbólico de los números. Como consecuencia, las
visiones aparecen organizadas y hasta numeradas con cuidado.
Con frecuencia, estos conjuntos. considerados como un todo,
expresan algo (p. e., juicio); sin sugerir una secuencia regular
de las imágenes.
El Apocalipsis de Juan tiene todas esas características, menos
una, y esa diferencia es tan importante, que en cierto sentido
lo encierra en su propio mundo. El Apocalipsis no usa un
seudónimo. Juan no quiso seguir la fórmula regular en esto.
Se hizo conocer de sus lectores, y por las siete cartas
(capítulos 2 y 3), les habló a las iglesias conocidas del Asia
Menor, contemporáneas suyas y compañeras en el
sufrimiento. Además, se le dijo que no sellara "las palabras de
la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca"
(22:10).
El Apocalipsis como profecía
La razón principal para que el Apocalipsis de Juan no use
un seudónimo, tal vez tenga que ver con su propio sentido del
fin, como si hubiera comenzado ya, pero sin estar todavía
completo. El no está esperando el fin, como sus predecesores
Judíos. Sabe que ya ha comenzado con la venida de Jesús.
Para esta comprensión es definitiva la venida del Espíritu. Los
otros escritores de apocalipsis escribieron en nombre de
figuras proféticas anteriores, porque ellos vivían en la edad
del "Espíritu apagado", esperando la promesa profética del
derramamiento del Espíritu en la nueva edad. Vivían en una
época en la cual había cesado la profecía. Juan, al
contrario, claramente se ve que pertenece a una nueva edad.
El estaba "en el Espíritu" cuando se le dijo que escribiera lo que vio
(1:10, 11). Llama a su libro "esta profecía" (1:3; 22:18, 19), y
dice que el 'testimonio de Jesucristo", por el cual él y la
profecía" (19:10). Esto probablemente significa que el
mensaje de Jesús, testificado por El y del cual dan testimonio
Juan y las iglesias, es la evidencia clara de que el
Espíritu profético ya había llegado.
Por tanto, lo que hace que el Apocalipsis de Juan sea diferente,
es ante todo ésta combinación de lo apocalíptico con los
elementos proféticos. El libro está puesto en el molde
apocalíptico, y tiene la mayoría de sus rasgos literarios. Nace
en la persecución y se propone hablar sobre el fin con el triunfo
de Cristo y de su Iglesia, y es una obra literaria compuesta con
cuidado, usando lenguaje críptico y un precioso simbolismo
de fantasía y números.
Por otro lado, Juan se propone que este apocalipsis sea un
mensaje profético para la Iglesia. Su libro no debía sellarse
para el futuro. Era un mensaje de Dios para una situación
presente. Como se recordará del capítulo 10, la "profecía" no
es principalmente la "predicción del futuro", sino la entrega
de la Pálabra de Dios en el presente, para indicar usualmente
la salvación o el juicio venideros. En el Apocalipsis, aun las
siete cartas tienen esta marca. Esta es, pues, la
Palabra profética de Dios para unas iglesias de fines del siglo
primero que sufren persecución de afuera y cierta
desmoralización interna.
EL CONTEXTO HISTÓRICO
Como sucede con la mayoría de los otros géneros, el punto
para comenzar la exégesis del Apocalipsis es una
reconstrucción provisional de la situación en la cual fue
escrito. Para hacerla bien, se necesita hacer aquí lo que se ha
sugerido antes: tratar de leer todo el libro de una sentada,
para tener una imagen general. No hay que tratar de
entenderlo todo, sino leer como por leer, nada más; es
decir, dejar que las visiones pasen junto a uno como las olas
en la playa, una después de otra, hasta empaparse del libro y
su mensaje.
Al leer de nuevo, tome notas breves mentalmente o por
escrito, acerca del autor y sus lectores. Luego vuelva por
segunda vez y anote todas las referencias que indican que los
lectores de Juan son "copartícipes en la tribulación" (1:9).
Estos son los índices históricos principales.
Por ejemplo, en las siete cartas observe 2:3, 8, 9, 13; 3:10, más
la repetición de las palabras "al que venciere". El quinto sello
(6:9-11), que sigue a la devastación realizada por los cuatro
jinetes, revela a los mártires cristianos, que fueron muertos
por causa de la "palabra" y el "testimonio" (exactamente la
razón por la cual Juan está en el exilio según 1:9). En 7:14, la
gran multitud, que no sufrirá más (7:16), ha "salido de la
gran tribulación". Otra vez se relacionan el sufrimiento y la
muerte con el "testimonio de Jesucristo" en 12:11 y 17. En
los capítulos 13-20, el sufrimiento y la muerte se
atribuyen específicamente a la bestia (13:7; 14:9-13; 16:5,
6; 18:20, 24; 19:2).
Este motivo es la clave para la comprensión del contexto
histórico, y explica bien la ocasión y el propósito del libro. Juan
mismo estaba en el exilio por su fe. Otros también estaban
padeciendo - uno aun había muerto (2:13 - por el "testimonio
de Jesucristo". Mientras Juan estaba "en el Espíritu", se dio cuenta
de que los sufrimientos presentes eran sólo el comienzo de la
tribulación para los que rehusaran "adorar la bestia". Al
mismo tiempo, él no estaba completamente seguro de que
toda la Iglesia estuviera lista para lo que le sobrevendría.
Entonces escribió esta profecía,
Los temas principales son muy claros: la Iglesia y el Estado
están chocando; la victoria inicial parece corresponder al
Estado. Entonces él advierte a la Iglesia que le esperan el
sufrimiento y la muerte; en realidad, las cosas irán de mal en
peor entes de empezar a mejorar (6:9-11). Le preocupa
mucho a Juan que ellos no capitulen en tiempos de tribulación
(14:11,12; 21:7, 8). Ahora bien, esta palabra profética
también es de aliento, pues Dios está en control de todas
las cosas. Cristo tiene las llaves de la historia, y tiene las iglesias en
sus manos (1:17-20), así que la Iglesia triunfa aun a través
de la muerte (12:11). Dios derramará finalmente su ira sobre
los que causaron ese sufrimiento y muerte, y traerá eterno
descanso a los que permanecieron fieles. En ese contexto, o
curso, Roma era el enemigo que sería juzgado.
Se debe anotar aquí que una de las claves para la
interpretación del Apocalipsis es la distinción que hace Juan
entre dos palabras importantes: tribulación e ira. La confusión
de ellas como si se refirieran a la misma cosa dificulta mucho
la interpretación.
La tribulación (sufrimiento y muerte) es claramente una parte
de lo que la Iglesia estaba soportando y todavía le faltaba por
soportar. La ira de Dios, al contrario, es su juicio, que será
derramado sobre los que han afligido a su pueblo. Está claro
en todos los contextos del Apocalipsis que el pueblo de Dios no
tendrá que soportar la terrible ira de Dios cuando sea derramada
sobre sus enemigos, pero es igualmente claro que sufrirá a
manos de sus enemigos. Esta distinción está de acuerdo con
el resto del Nuevo Testamento. Véase, por ejemplo, 2
Tesalonicenses 1:3-10, donde Pablo se gloría en
las persecuciones y tribulaciones de los tesalonicenses, pero
también hace notar que Dios al fin juzgará a los que "os
atribulan".
También se debe anotar que la apertura de los sellos quinto y
sexto (6:9-17) hace surgir las dos preguntas principales del
libro. En el sello quinto, los mártires claman: "¿Hasta cuándo,
Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre
en los que moran en la tierra:1" La respuesta es doble: (1)
Ellos deben descansar "todavía un poco de tiempo", porque
va a haber muchos mártires más: (2) el juicio es
aboslutamente seguro, como lo indica el sexto sello.
En el sel~o sexto, cuando viene el juicio de Dios, los que
son Juzgados gritan: "¿Quién podrá sostenerse en pie?" La respuesta
se da en el capítulo 7: Aquellos a quienes Dios ha sellado,
quienes "han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero".
EL CONTEXTO LITERARIO
Para entender cualquiera de las visiones del Apocalipsis
es especialmente importante no sólo conocer el fondo y el
significado de las Imágenes (el contenido), sino también la
función de la visión con relación a todo el libro. En este
aspecto el Apocalipsis se parece más a las epístolas que a los
profetas. Estos son colecciones de oráculos aislados, no
siempre con una intención funcional clara entre sí. En las
epístolas, como recordará, hay que pensar "en párrafos",.
pues cada párrafo es parte integral de todo el argumento. Así
también en el Apocalipsis. El libro es un todo creativo
y estructurado, y cada visión es una parte intergral de ese
todo.
Como el Apocalipsis es el único libro de su tipo en el Nuevo
Testamento, trataremos de guiar al lector a través de él, en vez
de ofrecer uno o dos modelos. Se debe observar, por
supuesto, que la estructura básica es clara y no es tema de
debate, las diferencias están en la manera de interpretar esa
estructura.
El libro se despliega como un gran drama, en el cual las
primeras escenas preparan el escenario y los personajes; y las
últimas escenas necesitan de todas las primeras para poder
seguir la trama.
Capítulos 1-3 describen la escena y nos presentan la mayoría
de los. "personajes" importantes. Primero, está Juan mismo )
1:1-11), quien será el narrador de todo el libro. El fue exiliado
por su fe en Cristo, y tenía la visión profética de que la
persecución actual era sólo un anuncio de lo que iba a
suceder.
Segundo, Cristo (1:12-20), a quien Juan describe en
imágenes magníficas, derivadas en parte de Daniel 10, como el
Señor de la historia y de la Iglesia. Dios no ha perdido el
control, a pesar de las persecuciones presentes, pues sólo
Cristo tiene las llaves de la muerte y el Hades.
Tercero, la iglesia (2:1-3:22). En cartas a siete iglesias reales,
pero también representativas, Juan anima a la Iglesia y le
hace advertencias. Aunque la persecución ya está en marcha,
se le advierte que seguirá adelante. Hay muchos desórdenes
internos que también amenazan el bienestar de la Iglesia. A
los que venzan, se les promete la gloria final.
Los capítulos 4 y 5 también ayudan a concretar el
escenario. Con visiones de suspenso, puestas para la
adoración y la alabanza, se le dice a la Iglesia que Dios reina
con suprema majestad (capítulo 4). A los creyentes que
dudan que Dios esté realmente allí, actuando a su
favor, Juan les recuerda que el "león" de Dios es el "cordero"
que redimió a la humanidad a través del sufrimiento (capítulo
5).
Los capítulos 6 y 7 comienzan a desenvolver el drama
propiamente dicho. Tres veces a lo largo del libro se presentan
visiones en grupos de a siete estructurados con cuidado
(capítulos 6 y 7, 8-11, 15 y 16). En cada caso, las primeras
cuatro partes van juntas y forman un cuadro; en 6 y 7 Y8-11,
las dos partes siguientes también van juntas y presentan dos
caras de otra realidad. Estas son interrumpidas entonces con
un interludio de dos visiones, antes de que se revele la séptima
parte. En los capítulos 15 y 16, las tres partes finales se agrupan
sin el interludio. Veamos cómo funciona esto en los capítulos
6 y 7:
LOS PROBLEMAS HERMENÉUTICOS
Las dificultades hermenéuticas del Apocalipsis son semejantes
a las de los libros proféticos, estudiadas en el capítulo 10.
Como sucede con todos los demás géneros, la Palabra de Dios
para nosotros se ha de encontrar en su Palabra para ellos. En
cambio, en contraste con los otros géneros, los profetas y el
Apocalipsis a menudo hablan de cosas que todavía no habían
sucedido para ellos.
A menudo, lo que "había de ocurrir" tenía una urgencia
temporal, y desde nuestro ventajoso punto de vista histórico.
ya ha ocurrido. Iudé si fue a la cautividad, y si fue
restaurado, como lo profetizó Jeremías; y el Imperio Romano
en realidad sufrió un juicio temporal, en parte por medio de
las hordas bárbaras. tal como lo vio Juan.
Para tales realidades los problemas hermenéuticos no son
demasiado grandes. Todavía podemos oír como Palabra de
Dios 'las razones de los juicios. Como podemos suponer que
Dios siempre juzga a los que "pisotean a los necesitados por
un par de sandalias". podemos suponer también que el juicio
de Dios será derramado sobre la Unión Soviética, por el
asesinato de cristianos. como sucedió con Roma.
Además. todavía debemos oír como Palabra de Dios que
el discipulado va camino de la cruz; que Dios no nos ha
prometido una vida libre de sufrimiento y muerte, sino el
triunfo a través de ellos.
Como dijo Lutero: "Aunque estén demonios mil pronto a
devorarnos, no temeremos porque Dios podrá aún
prosperamos."
El Apocalipsis es la Palabra de Dios para consuelo y aliento
de los cristianos que sufren, ya sea en Rusia, China
comunista, Camboya Uganda o cualquier otra parte. Dios
tiene el control de todo. El ha visto la aflicción de su Hijo, y
quedará satisfecho.
Este es un mensaje de la Palabra de Dios que debe ser repetido a
la Iglesia de todos los tiempos y en todo lugar. Si se pierde
el significado de esa Palabra, se malogra también la lectura
del Apocalipsis.
Las dificultades hermenéuticas no están en el oír esta Palabra,
el mensaje de advertencia y consuelo que lleva este libro, sino
en el otro fenómeno de la profecía. La palabra temporal está,
a menudo, demasiado ligada a las realidades escatológicas
últimas. Esto es especialmente cierto en el Apocalipsis. La
caída de Roma en el capitulo 18 aparece como el primer
capitulo de la conclusión, y muchos de los cuadros del juicio
"temporal" están entrelazados con palabras o ideas que
también implican que el fin último es parte del cuadro. No hay
manera de negar esta realidad. ¿Qué hacer entonces? Ya
hemos hablado de eso en el capítulo 10.
24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, 6:1 Vi cuando el Cordero abrió uno de los se
diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos uno de los cuatro seres vivientes decir como
engañarán. de trueno: Ven y mira.
6:2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el q
montaba tenía un arco; y le fue dada una cor
salió venciendo, y para vencer.
24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; 6:3 Cuando abrió el segundo sello, oí al segu
mirad que no os turbéis, porque es necesario viviente, que decía: Ven y mira.
que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 6:4 Y salió otro caballo, bermejo;y al que lo m
fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y
matasen unos a otros; y se le dio una gran es
24:7 Porque se levantará nación contra nación, 6:5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer s
y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he
y terremotos en diferentes lugares. caballo negro; y el que lo montaba tenía una
en la mano.
6:6 Y oí una voz de en medio de los cuatro s
vivientes, que decía: Dos libras de trigo por u
y seis libras de cebada por un denario; pero n
el aceite ni el vino.
24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os 6:7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz de
matarán, y seréis aborrecidos de todas las ser viviente, que decía: Ven y mira.
gentes por causa de mi nombre. 6:8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el q
montaba tenía por nombre Muerte, y el Hade
seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta
la tierra, para matar con espada, con hambre
mortandad, y con las fieras de la tierra.
24:22 Y si aquellos días no fuesen acortados, 6:9 Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el alt
nadie sería salvo; mas por causa de los almas de los que habían sido muertos por ca
escogidos, aquellos días serán acortados. palabra de Dios y por el testimonio que tenía
24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del 7:9 Después de esto miré, y he aquí una gran
Hombre en el cielo; y entonces lamentarán la cual nadie podía contar, de todas naciones
todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del pueblos y lenguas, que estaban delante del t
Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con la presencia del Cordero, vestidos de ropas b
poder y gran gloria. con palmas en las manos;
24:31 Y enviará sus ángeles con gran voz de 7:10 y clamaban a gran voz, diciendo: La sal
trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los pertenece a nuestro Dios que está sentado e
cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta y al Cordero.
el otro. 7:11 Y todos los ángeles estaban en pie alred
trono, y de los ancianos y de los cuatro seres
vivientes; y se postraron sobre sus rostros de
trono, y adoraron a Dios,
7:12 diciendo: Amén. La bendición y la gloria
sabiduría y la acción de gracias y la honra y e
la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglo
siglos. Amén.
7:13 Entonces uno de los ancianos habló, dic
Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿
son, y de dónde han venido?
7:14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me di
son los que han salido de la gran tribulación,
lavado sus ropas, y las han emblanquecido e
sangre del Cordero.
24:37 Mas como en los días de Noé, así será la 8:1 Cuando abrió el séptimo sello, se hizo sil
venida del Hijo del Hombre. el cielo como por media hora.
24:38 Porque como en los días antes del diluvio 8:2 Y vi a los siete ángeles que estaban en p
estaban comiendo y bebiendo, casándose y Dios; y se les dieron siete trompetas.
dando en casamiento, hasta el día en que Noé 8:3 Otro ángel vino entonces y se paró ante e
entró en el arca, con un incensario de oro; y se le dio mucho i
24:39 y no entendieron hasta que vino el diluvio para añadirlo a las oraciones de todos los sa
y se los llevó a todos, así será también la sobre el altar de oro que estaba delante del t
venida del Hijo del Hombre. 8:4 Y de la mano del ángel subió a la presen
Dios el humo del incienso con las oraciones d
santos.
8:5 Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó d
del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos
y relámpagos, y un terremoto.
8:6 Y los siete ángeles que tenían las siete tr
se dispusieron a tocarlas.
8:7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo g
fuego mezclados con sangre, que fueron lanz
sobre la tierra; y la tercera parte de los árbole
quemó, y se quemó toda la hierba verde.
Significado de los números en Apocalipsis
1. EL NÚMERO 2—Este número es usado para los testigos, bestias, y cuernos.
El significado general de este número es: Fortalecer, confirmar, redoblar
energía, y valor.
5 Sardis Apo 6:9 Cuando Apo 9:1 El quinto 16:10 El quinto
abrió el quinto ángel tocó la ángel derramó su
sello, vi debajo del trompeta. Y vi que copa sobre el trono
altar las almas de una estrella había de la bestia; y su
los que habían caído del cielo a la reino se cubrió de
sido muertos a tierra, y le fue tinieblas, y mordían
causa de la dada la llave del de dolor sus
palabra de Dios y pozo del abismo. lenguas,
del testimonio que 2 Y abrió el pozo 16:11 y blasfemaron
ellos tenían. del abismo, y contra el Dios del
10 Y clamaban a subió humo del cielo por sus
gran voz diciendo: pozo como el dolores y por sus
"¿Hasta cuándo, humo de un gran úlceras, y no se
oh soberano horno; y fue arrepintieron de sus
Señor, santo y oscurecido el sol y obras.
verdadero, no también el aire por
juzgas y vengas el humo del pozo.
nuestra sangre 3 Y del humo
sobre los que salieron langostas
moran en la sobre la tierra, y
tierra?" les fue dado poder
11 Y a cada uno como tienen poder
de ellos le fue los escorpiones de
dado un vestido la tierra.
blanco; y se les
dijo que
descansaran
todavía un poco de
tiempo, hasta que
se completase el
número de sus
consiervos y sus
hermanos que
también habían de
ser muertos como
ellos.
6 Filadelfia 16:12 El sexto ángel
derramó su copa
sobre el gran río
Eufrates; y el agua
de éste se secó,
para que estuviese
preparado el
camino a los reyes
del oriente.
16:13 Y vi salir de la
boca del dragón, y
de la boca de la
bestia, y de la boca
del falso profeta,
tres espíritus
inmundos a manera
de ranas;
16:14 pues son
espíritus de
demonios, que
hacen señales, y
van a los reyes de
la tierra en todo el
mundo, para
reunirlos a la batalla
de aquel gran día
del Dios
Todopoderoso.
16:15 He aquí, yo
vengo como ladrón.
Bienaventurado el
que vela, y guarda
sus ropas, para que
no ande desnudo, y
vean su vergüenza.
16:16 Y los reunió
en el lugar que en
hebreo se llama
Armagedón.
7 Laodicea 16:17 El séptimo
ángel derramó su
copa por el aire; y
salió una gran voz
del templo del cielo,
del trono, diciendo:
Hecho está.
16:18 Entonces
hubo relámpagos y
voces y truenos, y
un gran temblor de
tierra, un terremoto
tan grande, cual no
lo hubo jamás
desde que los
hombres han
estado sobre la
tierra.
16:19 Y la gran
ciudad fue dividida
en tres partes, y las
ciudades de las
naciones cayeron; y
la gran Babilonia
vino en memoria
delante de Dios,
para darle el cáliz
del vino del ardor de
su ira.
16:20 Y toda isla
huyó, y los montes
no fueron hallados.
16:21 Y cayó del
cielo sobre los
hombres un enorme
granizo como del
peso de un talento;
y los hombres
blasfemaron contra
Dios por la plaga
del granizo; porque
su plaga fue
sobremanera
grande.
El Anticristo
¿Oídos “El que “El que “El que “El que “El que “El que “El que
? tiene tiene oído, tiene oído, tiene tiene tiene tiene
¡Oi oído, oiga oiga lo que oiga lo que oído, oído, oído, oído,
ga! lo que el el Espíritu el Espíritu oiga lo oiga lo oiga lo oiga lo
Espíritu dice a las dice a las que el que el que el que el
dice a las iglesias.” iglesias.” Espíritu Espíritu Espíritu Espíritu
iglesias.” dice a dice a dice a dice a las
las las las iglesias.”
iglesias iglesias. iglesias.
.” ” ”
Marco Histórico La mayor parte de los eruditos creen que las siete
iglesias de Asia, a las que Juan escribió, estaban
sufriendo persecución, la que tuvo lugar bajo el
emperador Domiciano (90-95 d.C.). Parece que las
autoridades romanas habían desterrado a Juan a la isla
de Patmos (frente a las costas de Asia). Juan, que había
sido testigo presencial de la encarnación de Cristo, tuvo
una visión del Cristo glorificado. Dios también le reveló lo
que tendría lugar en el futuro: el juicio y el triunfo final de
Dios sobre el maligno.
Versículo Clave: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras
de esta profecía, y guardan las cosas en ellas escritas;
porque el tiempo está cerca” (1:3).