Nada más sorprendente para quienes consideran que el nivel de confianza entre los

ciudadanos y el gobierno debería estar basado en principios como la honestidad y

transparencia, que notar que no es del todo cierto esta afirmación. Está claro que eso sería lo
ideal, pero como no todo es tan fácil de materializar, primero se deben tener en cuenta
situaciones que afectan el proceso de confianza entre (autoridades-ciudadanos)

Nos adentraremos en situaciones basadas en la película LA DICTADURA PERFECTA y el ensayo

titulado ASPECTOS GENERALES DE LA PERCEPCIÒN DE LA INSEGURIDAD, donde ambos
reflejan hechos que son comúnmente realizados por figuras políticas y que a su vez utilizan los
medios masivos de comunicación como estrategia para persuadir situaciones que los afectan y
obtener provecho. La credibilidad de las autorices se ve en tela de juicio en ciertas ocasiones y
es ahí cuando acuden a los medios de comunicación con el fin de enmendar algún error. No
obstante, esa complicidad afecta directamente a los ciudadanos porque oculta la realidad que
se vive, y hace ver un panorama diferente con el propósito de hacer creer a los ciudadanos que
aquella figura pública atiende las demandas que se le confieren. Esta famosa estrategia
utilizada comúnmente se le conoce como la “caja china”, que está encaminada principalmente
para generar una buena imagen y conseguir popularidad de alguna figura pública, claro esta
que es para beneficiar a quien tiene un acuerdo exclusivo con la TV, si es que se le puede decir
“acuerdo” a una relación que se encuentra fuera del marco legal

La percepción de la inseguridad tiene características propias del individuo, ya sea asumida por
vivencias propias o por otro factor que es la información que se transmite por medio de las
TICS.

El bajo nivel de confianza que tiene la sociedad con el gobierno se da porque lo funcionarios
encargados no llevan a cabalidad las propuestas con las que presentaron su candidatura, y
aquellos que logran implementar alguna política publica no obtienen los resultados esperados.
Un claro ejemplo de esta situación es la que protagoniza el gobernador Carmelo Vargas, que
tras ser expuesto en un video cometiendo actos criminales, recurre a sobornar un prestigioso
canal de TV para limpiar su imagen y quedar bien presentando sus buenas acciones en plena tv
nacional