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En el contexto de la ética, entendemos por acción humana aquellos actos que sólo las
personas pueden realizar. Es decir aquellos actos que hacemos de forma consciente y
voluntaria (capacidades exclusivas del individuo humano).
Para poder comprender con claridad el análisis que de la acción humana hace la ética es
necesario primero hacer algunas precisiones respecto al sujeto de la ética, es decir, la
persona.
Según Max Scheler1, la persona es siempre aquel tipo de ente “ realizador de actos
intencionales (conscientes, dirigidos a una finalidad) que se hallan ligados por una unidad
de sentido”; la conciencia de esta unidad de sentido es la mayoría de edad de las personas.
La persona es entonces aquello que, sobre la base de la condición biológica y material del ser
humano se eleva transformándonos en seres libres.
Una de las características esenciales es que la persona es indefinible. Sólo pueden ser
definidos aquellos objetos que son de un modo determinado. La persona por el contrario es
indefinible, ya que al dinamismo propio de la vida humana, se une el dinamismo propio de
cada modo de ser humano; de allí entonces que toda definición sobre el ser humano es
siempre imperfecta y reduccionista.
Desde el punto de vista ético la imposibilidad de definir a la persona surge de su misma
esencia. Los seres humanos no pueden ser objeto ya que son fines en sí mismos, a diferencia
de los objetos que son medios para alcanzar fines.
Esta característica nos lleva inmediatamente al valor de la persona. La persona al ser un fin
en sí misma es una realidad que tiene un valor en sí misma, no vale una persona por factores
externos a ella (belleza, raza, fama, riquezas, honores, etc.) sino que esos elementos o bienes
externos pueden (o no) complementar el valor que sí misma (bien interno) es toda persona.
1
Scheler, Max: Ética (dos tomos), Editorial Revista de Occidente, Madrid 1942.
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
Facultad de Ciencias y Humanidades - Departamento de Humanidades
Ética de las Profesiones / Texto preparado para estudiantes
Preparado por: María Irene Danna Matheus
Unicidad:
Autonomía y Libertad
La persona es el único ser capaz de opción y realización. Esta capacidad -como todas- se
aumenta o se pierde, es decir se desarrolla en vistas a una plenitud o no. El desarrollo de las
capacidades presenta como primer nivel la autonomía, entendiéndose por esto la propia
disponibilidad; pero la libertad supone un nivel mayor de desarrollo por cuanto lleva al ser
autónomo a superar las tendencias internas y condicionamientos del ambiente hacia un
destino humano.
Quehacer
La persona tiene que hacerse a sí misma, las cosas al contrario son lo que son desde el
momento en que empiezan a ser. La persona en cambio está en continuo proceso de auto
creación. Aunque de hecho la persona esté condicionada por su biografía, por sus
circunstancias, por su estructura genética, su familia, su educación, etc. nunca está
determinada y le queda siempre la responsabilidad última sobre su propia vida.
Relacional
La persona hace su vida apoyada en las otras personas, es por ello un ser esencialmente
abierto, interrelacionando con otros/as. Esta necesidad de relación se refiere a las otras
personas pero también a su entorno, su historia, su cultura, etc.
Finalidad y sentido
Trascendencia
Características:
Tiene un proyecto vital, es decir sabe adónde Desconoce sus propias capacidades y límites ya
va y qué opciones va tomando para alcanzar que actúa en función de modelos externos, en
dichas metas razón de ello carece de un proyecto vital, solo
copia el de otro/ u otros.
Tiene capacidad para comprometerse con Por su indecisión personal es más incapaz de
otros/as, en la búsqueda del bien común comprometerse, ya que sólo busca
seguridades, recetas externas que le permitan
asegurar su propia vida.
Vive con todas sus dimensiones integradas: Suelen aparecer conflictos -en algunos casos
cuerpo, inteligencia, afectos, voluntad, relación muy graves- ya que no puede integrar de
con los demás) manera realista todas sus dimensiones
personales. Vive en función de modelos
externos que no necesariamente son aplicables
a su propia persona.
3
Marchesi, A.: "El desarrollo moral", Psicología Evolutiva, vol.2, Madrid, Alianza Editorial , pág. 358
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
Facultad de Ciencias y Humanidades - Departamento de Humanidades
Ética de las Profesiones / Texto preparado para estudiantes
Preparado por: María Irene Danna Matheus
4
Carol Gilligan (1936 - )En 1997 se convirtió en la primera profesora de estudios de género
de la Universidad de Harvard. Ha impulsado la llamada "ética del cuidado" (ethics of care) en
contraste con la ética de la justicia. http://es.wikipedia.org/wiki/Carol_Gilligan
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
Facultad de Ciencias y Humanidades - Departamento de Humanidades
Ética de las Profesiones / Texto preparado para estudiantes
Preparado por: María Irene Danna Matheus
Kohlberg realizó sus investigaciones sólo sobre sujetos del sexo masculino.
Kohlberg usaba dilemas morales hipotéticos, que podrían estar sesgados en su
planteamiento y provocar desviaciones en las respuestas de los sujetos.
En la escala final del desarrollo moral de Kohlberg las mujeres alcanzaban resultados
inferiores a los hombres”[http://ficus.pntic.mec.es/~cprf0002/nos_hace/desarrol4.html,
consultado 21 de mayo del 2008]
Estos señalamientos llevan a nuestra autora a desarrollar su propia investigación
partiendo de dilemas diferentes. En este proceso Gilligan encuentra diferencias
respecto a las respuestas masculinas y femeninas, elaborando así una categorización
que completa el análisis de Kolhberg. La categorización de Gilligan se refiere a los
valores que priman en la conducta femenina -en general- y en la de Kolhberg en la
conducta masculina -también en general-. Esto le permite inferir que mientras la
conducta masculina entiende lo justo “vinculado a la imparcialidad y la
universalidad”[http://ficus.pntic.mec.es/~cprf0002/nos_hace/desarrol4.html, consultado 21 de
mayo del 2008] mientras que la femenina considera lo justo como “ el cuidado que pone
el acento en el respeto a la diversidad y en la satisfacción de las necesidades del otro.
Los individuos de la ética de la justicia son formalmente iguales, han de ser tratados de
modo igualitario, los de la ética del cuidado son diferentes e irreductibles y no deben
ser dañados.”[http://ficus.pntic.mec.es/~cprf0002/nos_hace/desarrol4.html, consultado 21 de
mayo del 2008]
Información de la tabla extraída de Gloria Marín, "Ética de la justicia y ética del cuidado", Assemblea de Dones
d'Eix, 1993.http://www.nodo50.org/doneselx/etica.htm
Bibliografía: