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Lógica (continuación)

Los universales

Como hemos dicho, el producto del acto de la Simple aprehensión (SA) es el


concepto subjetivo que representa al concepto objetivo, que es una representación
inteligible (es decir, captada por la inteligencia) de la cosa real (que se conoce) abstracta
(es decir, despojada de las condiciones individuales) y universal. Este concepto
universal se manifiesta mediante un signo sensible, que es la palabra, ya sea escrito u
oral.
¿Qué es un universal? Viene del latín universale (unun versus alia), es decir,
algo uno relativo a muchos.
Hay 3 tipos de universales:
1- Universal in significando (en el significar)
2- Universal in representando (en el representar)
3- Universal in essendo et in praedicando (en el ser y en la predicación)

1- Se llama universal in significando a la palabra. Si bien la palabra es en sí misma una


realidad física y singular, se la llama universal porque puede significar universalmente,
es decir, que puede significar a varios individuos. Así, por ejemplo, la palabra “hombre”
es universal porque puede significar a Juan, a Pedro, a Tomás y a cualquier hombre. Por
eso puede decir: “Juan es Hombre”; “Pedro es hombre” y “ Tomás es hombre”.
2- Se llama universal in representando al concepto subjetivo. Si bien es una realidad
psíquica, representa universalmente porque representa al concepto objetivo, que es un
modo de ser universal.
3- Llamamos universal in essendo et in praedicando al concepto objetivo. Es universal
porque puede predicarse de varios (por eso in praedicando). Pero además, si lo puedo
predicar de varios con verdad es porque su contenido (es decir, el modo de ser que
representa) existe realmente en varios (por eso in essendo, es decir, en el ser real). Se
trata de algo uno (un modo de ser, por ejemplo, hombre) apto para existir en muchos (es
decir, este modo de ser puede existir en Juan, en Pedro y en cualquier hombre)

Explicación: Supongamos que delante de nosotros tenemos un perro. Este perro es una realidad
individual, por eso tiene características propias: se llama Oliver, tiene 8 años, una oreja más larga que la
otra, está rengo porque tuvo un accidente, es flaco, con largo pelo, de ojos pardos, con mal olor, etc.
Mediante un acto de SA, mi inteligencia abstrae (deja de lado) todas las características individuales, y
capta la esencia del perro, es decir, aquello por lo cual este ser es un perro y no un gato o un hombre. Así
obtengo la esencia “perro” (sustancia, corporal, viviente, sensible). Esta esencia es un modo de ser (a
saber, un modo de ser perro). Este modo de ser despojado de sus cualidades individuales se me hace
presente en mi inteligencia (sino no lo conocería) mediante la SA. Este modo de ser obtenido de la
realidad (pero ahora presente en mi inteligencia) es el contenido del concepto (concepto objetivo) que
se me hace presente en un concepto (concepto subjetivo). Después, si así lo quiero, puedo decir la palabra
“perro” o escribirla en un papel.
Este modo de ser real que está ahora en mi mente es abstracto porque ya no tiene las características
individuales que tiene en la realidad, y por lo tanto es universal. Es universal porque puedo predicárselo
(in praedicando) a cualquier perro (aunque no sea ni ovejero alemán, ni flaco, ni de pelo largo, ni se
llame Oliver, etc). Pero a su vez, si esa predicación es verdadera, es decir, si cuando digo: Lasie es perro
u Oliver es perro, en la realidad es así, es porque ese modo de ser real pero abstracto en mi mente existe
realmente (in essendo) en Lasie y en Oliver, aunque no de modo universal, sino individualizado.
Este modo de ser real abstracto y universal (concepto objetivo) se hace presente en mi mente a través o
en un concepto (concepto subjetivo) que se dice universal (in representando) porque me hace presente
un modo de ser universal. Después, cuando digo la palabra “perro” esta palabra designa o significa este
modo de ser universal, por eso, se dice que ella también es universal (in significando).
II- Lógica de la segunda operación.
El Juicio.
Es el acto por el cual la inteligencia compone al afirmar y divide al negar.
¿Qué compone o divide? Conceptos, frutos de la SA, o los mismos con los singulares
presentes en los sentidos o en la imaginación (ej. “Oliver es perro”). De cualquier
manera, todo juicio supone la simple aprehensión para obtener conceptos.
La inteligencia compone cuando capta la identidad o consecuencia entre el
contenido inteligible de 2 conceptos [Ej: “El triángulo es una figura de 3 ángulos”
(identidad); “El hombre es mortal” (consecuencia)]; y divide cuando capta la
discrepancia o disconveniencia entre el contenido inteligible de 2 conceptos (Ej.“El
hombre no es un ángel”).
La obra inmaterial del juicio es la enunciación mental. En ella se da una materia
que se compone o divide (compuesta por el sujeto (S) y el predicado (P) ) y una forma
que consiste en la misma composición o división representada por los verbos ser o no
ser, respectivamente. A su vez, dentro de la materia (S y P) el P actúa como forma que
determina al S como materia.
[Nota: Todo juicio supone siempre una afirmación o una negación de la inteligencia. A veces puede estar
implícita: ej. si digo “Llueve” (hay una afirmación). No siempre dos conceptos unidos suponen un juicio:
Ej. si digo: “hombre blanco” (no hay juicio porque no hay afirmación, se trata de un concepto complejo
fruto de la SA) o “¿ningún hombre es ángel?” (aquí no hay afirmación ni negación por parte de la
inteligencia)]

La conveniencia o disconveniencia entre dos conceptos puede conocerse:


1) Inmediatamente:
a- por la experiencia sensible. Ej: “esta pared es blanca”. La conveniencia o
disconveniencia entre S y P me la da la experiencia sensible.
b- por intuición intelectual. Ej. “el todo es mayor que la parte”. La conveniencia o
disconveniencia entre S y P la capto inmediatamente cuando entiendo qué es un “todo”
y qué la “parte”.
2) Mediatamente. Cuando la conveniencia o disconveniencia entre S y P la capta a
través de un tercer concepto. Ej: “Oliver es mortal”. Aquí capto la conveniencia entre S
y P a través de un tercer concepto (aunque esté implícito), pues esta afirmación supone:
“Todo animal es mortal; es así que Oliver es animal, luego Oliver es mortal”.

Verdad y falsedad lógica. Una propiedad del acto de juzgar es que sea verdadero o
falso. Aquí encontramos lo que se llama verdad lógica.
La verdad lógica es la adecuación de la inteligencia a la cosa. La inteligencia
juzga con verdad cuando vincula o desvincula los contenidos inteligibles de dos
conceptos que en la realidad están vinculados o desvinculados. Juzga con falsedad
cuando vincula los contenidos inteligibles de dos conceptos que es la realidad están
desvinculados o cuando los desvincula estando en la realidad vinculados.

Necesidad del juicio


La necesidad del juicio la encontramos en la limitación de la inteligencia
humana. Esta no capta de una vez, mediante un acto de SA todo lo que una cosa es, sino
que a través de múltiples actos de SA va captando distintos aspectos de una cosa. De
este modo va fragmentando en muchos conceptos distintos lo que en la realidad es algo
uno, va separando lo que en la realidad es unidad. A través del juicio, la inteligencia une
lo que fue separando, teniendo como criterio la cosa real.
Los conceptos dentro del juicio tienen un determinado orden, no son ordenados
de cualquier modo. La inteligencia capta las propiedades relacionales que afectan a los
conceptos en tanto que están presentes en la mente (Ej. “hombre es capaz de ser sujeto
de”; “mortal es capaz de ser predicado de”) y que generan un orden racional. Decimos
“orden racional” ya que estas propiedades relacionales que generan dicho orden existen
solamente en la inteligencia, por tanto, el orden que generan también.

(Nota: Si bien estas propiedades relacionales existen sólo en la mente, sin embargo tienen un fundamento
en la realidad. Si digo: “Pedro fue mártir”, aquí tengo dos conceptos distintos y dos relaciones: “Pedro es
sujeto de” y “mártir es predicado de”. Si bien existen sólo en mi mente, la razón por la cual adjudico a
“Pedro” el ser sujeto de y a “mártir” el ser predicado de, es porque en la realidad Pedro es un sujeto que
se ve determinado por la cualidad de ser mártir.)

El producto u obra inmaterial del juicio es la enunciación mental. La


enunciación mental se significa sensiblemente mediante la palabra oral o escrita.

III- Lógica de la tercera operación


El raciocinio:
Es el acto por el cual la razón a partir de dos o más enunciaciones
(proposiciones), obtiene otra que sólo estaba virtualmente en aquellas.
Como ocurre en las demás operaciones de la razón, debemos distinguir el propio
acto de la razón y su obra correspondiente. Llamamos raciocinio al acto de la razón y
argumentación a su obra.
La argumentación:
La argumentación se define como una oración que significa el seguirse algo a
partir de algo otro; ej. “Pedro es animal, por tanto es corpóreo” (tiene una premisa
implícita: “Todo animal es corpóreo”)
La argumentación consta de:
- Antecedente: son las premisas de donde se parte.
- Consecuente: la conclusión a la que se llega.
- Nota de ilación: indica la dependencia del consecuente respecto del antecedente;
el seguirse de éste: ergo, luego, por tanto, entonces, etc.

Leyes de la argumentación:
1-De un antecedente verdadero, en buena consecuencia, se sigue un consecuente
verdadero. Ej “Todo sacramento es vehículo de la gracia; la Eucaristía es un
sacramento; luego la Eucaristía es un vehículo de la gracia”.
2- De un antecedente falso, en buena consecuencia, se sigue un consecuente falso, o por
accidente, uno verdadero. Ej. de antecedente falso, sigue un consecuente falso: “Todo
animal es espiritual; Lasie es animal; luego Lasie es espiritual”. Ej. de antecedente falso,
pero consecuente verdadero por accidente: “Todo perro es racional; todo hombre es
perro; luego todo hombre es racional”. Lo falso no puede fundar lo verdadero, por lo
tanto, en este ejemplo el antecedente no es verdadera prueba del consecuente. Hay sólo
una inferencia correcta en la que, por accidente, debido a la disposición de los términos,
surge una conclusión verdadera.
3- La conclusión sigue siempre la parte más débil del antecedente. Por “parte más débil”
se entiende : lo negativo, en relación a lo afirmativo; y lo particular, en relación a lo
universal. Por lo tanto:
- Si una premisa es negativa, la conclusión será negativa: Ej. “Ningún animal el
ángel (= Todo animal no es ángel); Oliver es animal; luego Oliver no es ángel”.
- Si una premisa es particular, la conclusión será particular. Ej. “Algún animal es
racional; Todo racional es espiritual; luego algún animal es espiritual”.

División de la argumentación.
La argumentación se puede dividir según diversos criterios. Aquí la dividiremos
como modo de saber. De esta forma se divide en:
1- Silogismo categórico: Es una argumentación en cuyo antecedente se comparan
dos términos (llamados extremos) con un tercero (llamado medio), y se obtiene
un consecuente que enuncia que estos dos términos (extremos) convienen o no
entre sí.
2- Inducción: Es el raciocinio que a partir de la enumeración de casos
particulares se llega o pretende llegar a una conclusión universal. Ej. “ El oro,
la plata, el cobre, el cinc, etc... son metales; El oro, la plata, el cobre, el cinc,
etc... son buenos conductores del calor; luego todo metal es buen conductor del
calor”
3- Silogismo hipotético: Es aquel cuya premisa mayor es hipotética; cuya menor
afirma o niega uno de los miembros de esa proposición, y cuya conclusión, por
tanto, afirma o niega el otro miembro. Ej. “ Si estudias aprobarás el examen;
estudias; luego aprobarás el examen”.

El silogismo categórico y el hipotético son deducciones, porque a partir de una tesis


universal, se llega a una conclusión también universal o particular. La inducción, en
cambio, parte de la particular y llega o pretende llegar a lo universal.
La demostración
Como hemos visto, un silogismo puede ser correcto en su forma, sin embargo,
su conclusión ser falsa, ya que su antecedente es falso.
Ej. “Todo cuerpo es gaseoso Todo B es A
Todo metal es un cuerpo Todo C es B
Luego, todo metal es gaseoso” Luego, todo C es A

Por eso, para Aristóteles, no basta la corrección de la forma para que un argumento
genere en nosotros la ciencia.
El silogismo demostrativo (o demostración) es un silogismo que además de la
correcta forma, considera la materia (la verdad o falsedad de las proposiciones). Se trata
de un silogismo en materia necesariamente verdadera. Concluye con una enunciación
correcta desde el punto de vista de la forma y necesariamente verdadera.
Aristóteles lo definió de dos maneras, aquí veremos solamente una de ellas.
Definición por la causa final (es decir, por su finalidad): “Por demostración entiendo
un silogismo científico; y yo llamo científico a un silogismo cuya posesión misma
constituye para nosotros la ciencia misma” (Segundos analíticos, L. I, c. 2) . Se trata de
un silogismo que nos da un conocimiento científico. ¿Cuándo poseemos un
conocimiento científico? “Estimamos poseer la ciencia de una cosa (...) cuando
creemos conocer la causa por la cual esa cosa es, y que sabemos que esa causa es
causa de la cosa, y que además no es posible que la cosa sea otra que lo que la cosa
es” (Idem) .
Es decir, poseemos ciencia cuando tenemos un conocimiento por las causas, esto
es: a) debe conocerse la causa de algo; b) que esa sea precisamente la causa de esa cosa;
c) que entre la cosa y la causa que la produjo haya un vínculo necesario.
Ej. tenemos ciencia de un eclipse cuando conocemos su causa (la interposición de otro astro); que esa
causa es precisamente causa de ese hecho (en efecto, podría conocerse el astro que produce el eclipse,
pero no conocerlo precisamente en cuanto es causa de ese eclipse); finalmente, es necesario que esa cosa
o hecho dependa necesariamente de esa causa.

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