La Pandemia Alcanzó a los Indígenas en Contacto Inicial de
la Amazonía Coronavirus avanza en territorio indígena: primero se instaló en las comunidades y ahora ha alcanzado también a los pueblos en contacto inicial de Ucayali y acecha los que viven en aislamiento voluntario. Se han identificado los primeros cinco indígenas isconahuas contagiados, pero por falta de pruebas el personal médico y una estrategia adecuada dificultan la lucha contra el virus en la zona. El Congreso tiene en sus manos un proyecto de ley que plantea declarar intangible el territorio de los pueblos. Los llamados de auxilio de las comunidades indígenas de la Amazonía durante la pandemia no han acelerado la respuesta del Estado y el SARS-Cov-2 ha avanzado sobre sus territorios. Durante las últimas semanas, el virus ha alcanzado a los pueblos que están en contacto inicial y teme que llegue a los indígenas en aislamiento voluntario. “Cualquier contacto (del virus) con ellos sería fatal. Sería un etnocidio si se establece un mecanismo de protección para estos pueblos”, advierte Beatriz Huertas Castillo, antropóloga especializada de Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (PIACI). La Diresa de Ucayali ha reportado la existencia de cinco indígenas isconahuas en contacto inicial contagiados con Covid-19 en las comunidades Callería y Chachibai, en el distrito de Callería. Ojo Público habló por teléfono con uno de los integrantes de la familia isconahua de la zona, y él confirmó que cinco de sus parientes dieron positivos al Covid-19. “Se tratan de dos de mis sobrinos, dos tíos y mi abuelita. Felizmente están recuperados de la enfermedad”, explicó. Campos contó que su abuela de 74 años es una de las primeras personas que hizo contacto inicial en los años cincuenta. “Mi familia salió del aislamiento, mi abuela es una de las que sobrevivía desde esa época. Ella vive en la comunidad de Chachibai, a 15 horas en bote desde el puerto de Pucallpa, le detectaron enfermedad hace un mes, ya está bien, pero igual requiere alimentos y vitaminas”, comentó. Según el Ministerio de Cultura, en el Perú hay 7 mil indígenas de 20 pueblos que viven en aislamiento voluntario en contacto inicial, que se movilizan de los territorios de las regiones de Loreto, San Martín, Amazonas, Madre de Dios, Cusco, Ucayali y Huánuco. “Los indígenas que están en aislamiento voluntario y en contacto inicial, son los más vulnerables a la Pandemia. Su sistema inmunológico está preparado para soportar el Covid-19. Si a nosotros que vivimos años en la ciudad nos afecta, a ellos los destruiría”, dijo Berlín Diques, presidente de la Organización Regional Aidesep de Ucayali, también fue atacado por el virus, pero ya se recuperó. Reciente caso ha alertado también a las autoridades locales de salud de Sepahua, en Ucayali. Informaron que el 10 de julio un varón de 47 años, no indígena pero vive en una comunidad Nahua en contacto inicial, dio positivo a la prueba rápida. Explicaron que el hombre es natural de Pucallpa, pero está casado con una integrante de la comunidad de Santa Rosa de Serjali, ubicada dentro de la Reserva Territorial Kugapakori, nahua, Nanti y otros. Aunque el paciente en este momento se encuentre en aislamiento en Sepahua, las autoridades temen que en el periodo asintomático haya contagiada a más miembros de la comunidad. Ante esta situación, las autoridades locales y varios especialistas han demandado el envío de más pruebas, una estrategia focalizada en comunidades y más personal médico para atender a la población. El Ministerio de Cultura informó a Ojo Público que reunieron con la microred de salud de Sepahua y acordaron que esta institución de pruebas rápidas de descarte de Covid-19 y monitoreo de salud a las 38 personas del pueblo Nahua que se encuentran aislados en la ciudad de Sepahua. Asimismo, dijeron que abastecerán con medicinas e implementos al puesto de salud de Santa Rosa de Serjali y al centro de salud de Sepahua. Hace tres semanas dos indígenas viven en la comunidad Monte Salvado, en el Distrito y Provincia de Tambopata, colindante con la Reserva Territorial Madre de Dios (donde viven indígenas en aislamiento), dieron positivo en las pruebas rápidas de Covid-19. “Existe el peligro de que nuestros hermanos en aislamiento contraigan la enfermedad. Ellos salen de la reserva cuando el río baja y muchas veces se cruzan indígenas de las comunidades cercanas”, dijo el presidente de Federación Nativa del Río de Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), Julio Cusurichi Palacios. En ese contexto, la Defensoría del Pueblo ha solicitado al Ministerio de Cultura emitir lineamientos y protocolos de seguridad sanitaria para la identificación y vigilancia epidemiológica en favor de los pueblos indígenas en aislamiento. “Se está exhortando el gobierno a garantizar ‘cordones sanitarios’ en las zonas de pueblos indígenas en aislamiento voluntario y en contacto inicial para controlar e impedir el acceso de la población foránea”, dijo a Ojo Público Nelly Aedo, jefa del Programa de los Pueblos Indígenas y de la Defensoría del Pueblo. Por su parte, los líderes indígenas Berlín Diques y Julio Cusurichi solicitaron al Presidente de la República Martín Vizcarra evitar el ingreso de foráneos a los territorios indígenas en aislamiento y contacto inicial e implementar mecanismos de protección con Fuerzas Armadas a fin de evitar que las actividades ilícitas (minería ilegal, tala y narcotráfico) pongan en riesgo frágiles ecosistemas. Una ley entrampada en el Congreso Actualmente en el Perú, el Ministerio de Cultura ha reconocido las reservas indígenas de Isconahua, Murunahua y Mashco Piro y Reservas Territoriales de Madre de Dios, Kugapakori, nahua, Nanti y otros. Estos territorios son lugares por donde se desplazan los indígenas en aislamiento voluntario y en contacto inicial. Asimismo, varias organizaciones indígenas, entre la Asociación Interétnica de Desarrollo de la selva Peruana (Aidesep), han solicitado desde 1999 la creación de otras cinco reservas indígenas: Yavarí Trapiche, Yavarí Mirím, Sierra del Divisor Occidental, Kakataibo norte y sur; Napo, Tigre y Afluentes. Sin embargo, ahora no se concreta. Según la Ley 28736 la protección de pueblos indígenas u originarios en situación de aislamiento y en situación de contacto inicial, reservas territoriales son tierras delimitadas por el Estado peruano, de intangibilidad transitoria, a favor de los pueblos indígenas para mantener tal situación y proteger sus derechos, hábitat y condiciones que aseguren su existencia e integridad. Sin embargo, dicha norma brinda la seguridad territorial que requieren los pueblos en aislamiento porque indica que, “en caso de ubicarse recurso natural susceptible de aprovechamiento cuya explotación resulte de necesidad pública del Estado, se procederá de acuerdo a ley”. “La norma no protege de manera eficaz los pueblos indígenas en aislamiento. Por eso es urgente que el Estado apruebe la creación de estas cinco reservas que llevan más de 10 años en trámite”, dijo a Ojo Público la abogada constitucionalista del Instituto de Defensa Legal (IDL), Maritza Quispe, quien además, dijo que si se brinda seguridad territorial a estos pueblos se pone en peligro su existencia. En esa misma línea, el abogado especialista en materia ambiental, César Ipenza, dijo a Ojo Público que, pese a la existencia de la norma, esta se cumple adecuadamente porque no existe un control y vigilancia eficaz sobre los territorios de pueblos aislados. Uno de los avances para asegurar la protección de los Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial (PIACI). Este proyecto de ley impulsa a la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República, el dictamen fue aprobado el pasado 26 de mayo. Se trata de una iniciativa para modificar la Ley 28736, o también conocida como ley (PIACI). “La modificación de la Ley (PIACI), se centra en declarar intangibles los territorios que ocupan los pueblos en aislamiento voluntario y en contacto inicial, evitando entregar concesiones mineras y forestales dentro de ellas”, explicó a Ojo Público el congresista Lenin Bazán, presidente de la comisión. Francisco Rivas plata, especialista de la organización de Derecho, Ambiente y de Recursos Naturales (DAR), explicó que la importancia de aprobar esta ley radica y promueve la intangibilidad de los territorios indígenas en aislamiento de contacto inicial. “También establece la creación de zonas de amortiguamiento, asegura la participación de organizaciones indígenas locales y regionales en la creación de nuevas reservas”, dijo el experto.