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AL HOMBRE
COMPENDIO DE MEDICINA
EDITORIAL PLANETA
HUMANIZAR LA MEDICINA
ES ADECUARLA AL HOMBRE
DEFINIENDO "HUMANIZAR"
QUE ES EL HOMBRE?
Si aceptamos que debemos hacer una medicina a la medida del hombre, surge
la pregunta: ¿a medida de qué está hecho el hombre?
Lógicamente una respuesta extensa y adecuada a tan colosal pregunta,
sobrepasa mis capacidades y el propósito de este libro. Es conveniente, sin
embargo, intentar una pequeña aproximación descriptiva.
Como preámbulo obligatorio, recordemos que la Medicina es siempre y
apenas una hija de la cultura de su tiempo, marcha de forma relativamente
sincrónica con las Ciencias, con las Artes, con la Filosofía, en fin, con la
Historia de cada era.
Tendemos a considerar la historia de la medicina como "la iatromedicina", es
decir, caemos en la concepción que ve la historia de la medicina como la simple
sucesión de una serie de contribuciones realizadas por los médicos,
generalmente de forma individual. "La historia de la medicina se halla ligada a
los fenómenos sociales y económicos en la misma medida que a los problemas
biológicos y constituye uno de los tenias centrales de la experiencia humana"
(R.R. Shytock).
Para acentuar más lo relativo del aporte médico, recordemos que los grandes
progresos de la medicina no han sido obra de los médicos sino de individuos de
otras disciplinas, ej.: Pasteur, Flemming, Claude Bernard. Y en la actualidad, el
futuro de la medicina se juega en los laboratorios de biología molecular
La historia de la medicina está ligada de Cocina indisoluble a la historia del
hombre. A manera de ejemplo, se ha demostrado que en las épocas en las cuales
el cuerpo fue menospreciado, por creencias religiosas, el progreso médico fue
escaso y en aquellos períodos en que la mujer fue considerada como ser inferior,
la Ginecología no realizó grandes avances. Y 1a Pediatría no apareció como
especialidad sino hasta finales del siglo XVIII, cuando surgió un adecuado
interés por el niño.
Aún mas, la salud pública ha dependido poco del acto medico individual; han
logrado más por la salud de los pueblos los cambios culturales, como vivienda,
agua potable, manejo de excretas, hábitos de prevención, alimentación, que los
esfuerzos médicos aislados,- ejemplo: cuando los tuberculostáticos hicieron su
aparición en 1945; la enfermedad tuberculosa, que a principios de siglo afectaba
sin distinción a ricos y pobres, mostraba ya un franco descenso debido a cam-
bios ambientales y culturales.
La medicina en conjunto ha marchado al vaivén de los conceptos imperantes
sobre el hombre en cada cultura a través del tiempo y la senda futura no
cambiará de rumbo, seguirá siendo una creación cultural al servicio del hombre.
Debemos entonces ir a beber a otras fuentes del pensamiento, más allá de la
Medicina como ciencia hermética. para encontrarle sentido a nuestra tarea,
debemos sintonizarnos con toda la cultura de nuestra época.
Volvamos entonces a esta elemental aproximación al hombre. Sin mayores
ambiciones teóricas, partamos por ahora de una verdad incontrovertible el
hombre es una persona que posee un cuerpo y un psiquismo; en íntima e
inseparable unión. Somos totalmente cuerpo y totalmente psiquismo. Esa unión
indivisible es el objeto de nuestro conocimiento y a la vez blanco dé nuestro
quehacer.
Acerquémonos a esta realidad humana que queremos definir. Comencemos
por esta presencia tangible, tan cercana y palpable que se nos impone: el cuerpo.
El ha sido el escenario primordial de nuestra ocupación médica a través de los
siglos.
LOS GRANDES JALONES EN LA HISTORIA DEL CUERPO
Uno de los puntos más álgidos en toda la historia del pensamiento occidental,
una de las bisagras sobre la cual gira nuestra cosmovisión, es tomar una de las
dos vertientes siguientes ¿somos un cuerpo? o ¿tenemos un cuerpo? Alrededor
de esté dilema han girado la mayoría de las antropologías filosóficas, de las
cuales la antropología médica es sólo una hija menor.
Se considera que en gran parte, el cuerpo es un constructo cultural. Los
volúmenes corporales y la relación de los segmentos cambian en el curso de los
siglos, la proporción de grasa y músculos, la talla y el peso promedios, las zonas
pilosas y lampiñas, etc, son diferentes a través del tiempo, lo podemos
comprobar hojeando simplemente una historia del arte. El cuerpo es un
escenario primordial de las interrelaciones, con frecuencia conflictivas, de
Naturaleza vs. Cultura, allí se enfrentan el mensaje que encierran los genes y lo
que la creatividad del hombre ha construido. La cultura humana es una especie
de realidad virtual que tiene una amplia comunicación bidireccional con nuestra
constitución genética. Es por ello que el cuerpo ideal va cambiando en las
diferentes épocas. Ahora el prototipo de cuerpo, magro, esbelto, adecuado
completamente a las exigencias de la biomecánica, es un constructo típico de la
Ilustración.
Veamos a grandes rasgos, los principales puntos de vista del pasado:
+ El cuerpo ha sido visto como la carcel del alma (Platón, neoplatónicos y
algunos teóricos cristianos). Han sido épocas de oscurantismo médico, pues el
conocimiento de una cárcel, en cuanto tal, es lo que menos interesa a un preso.
+ Luego, el cuerpo se consideró como la materia para el alma (Aristóteles). Y
por lo tanto resultaba inconcebible el uno sin la otra.
Esta teoría naturalista los consideró como una unidad y aportó una base firme
para el avance científico.
+ Más tarde, para el Cristianismo, el cuerpo es el templo del Espíritu Santo.
Es como el instrumento para poder realizar nuestro exilio terrestre. Este
pensamiento tampoco aportó progresos sustanciales pues las condiciones de
exilio implican estar apenas de paso por la realidad corpórea.
+ Para Descartes y Galileo, el cuerpo es una máquina, susceptible de ser
desarmada y armada. Aunque sin olvidar que es un inmenso y complicado
engranaje, toda la Ilustración de la cual aún somos tributarios, ve el cuerpo
como una estructura apta para ser objetivada, susceptible de toda la posible
disección de que es capaz nuestra razón y la búsqueda de la salud es similar al
proceso de sincronizar un motor cuyo funcionamiento debe alinearse. Bajo estas
luces hemos dado pasos agigantados en el conocimiento fisiológico pero
también hemos cardo en rutas equivocadas, por ej.. creemos que hemos
avanzado cuando hemos separado cuerpo y psiquismo y la insistencia sobre el
carácter único del individuo nos ha hecho olvidar nuestras conexiones sociales y
comunitarias.
+ Para la filosofía existencial (Heidegger, Sartre), el cuerpo es nuestra forma
de estar en el mundo. Es el medio de nuestra instalación en la realidad cósmica.
Lejos de intentar cualquier esfuerzo de sincretismo, podríamos decir que
nuestro cuerpo es la forma de ser individuos, de instalarnos como personas, de
relacionarnos, de estar en contacto con el mundo y pasar por él. Es el
instrumento que utiliza la persona para estar en el presente. El cuerpo es nuestra
primera casa. El hecho es que vivir consiste en reducir continuamente el mundo
al cuerpo. El mundo exterior y nosotros mismos nos reducimos a un haz de
sensaciones. Vivir pasa necesariamente por el cuerpo tenemos una interfase
corpórea, que nos pone en contacto con una realidad exterior. El cuerpo es un
límite que me delimita ante los otros. Es el principal factor de individuación,
que me permite ser un individuo separado de los demás, pero a la vez es factor
de comunicación, instrumento de comunión.
La modernidad, con el ascenso del individualismo y la hipertrofia de la
conciencia, nos hizo perder de vista que el cuerpo, formado por átomos,
moléculas, grandes péptidos, proteínas, metales, es apenas una minúscula parte
de una trama común que se extiende a todo el universo. Es claro que tenemos
dentro polvo de estrellas y que sentimos el calor, el frío, tos cambios de la Luna,
las estaciones. Pero nos hemos aislado del componente social, comunitario y
cósmico.
Hay una ruptura entre el cosmos y el cuerpo humano. Se nos olvida que el
hombre no es un individuo sino en el sentido de ser un nudo de relaciones, uá
cruce de caminos.
Dice un antiguo pr9verbio indio: "Dondequiera que el hombre pone la planta,
pisa siempre cien senderos". El cuerpo es precisamente la interfase, el punto de
encuentro de esos cien senderos. Por medio del cuerpo somos apenas un
pequeño nudo en esa inmensa red que une a toda la naturaleza.
EL PSIQUISMO
EL CONCEPTO DE PERSONA
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA SUGERIDA
.
1. Cassirer, Ernest. Antropología filosófica. Fondo de cultura económica.
Bogotá, 1993
2. Foucault, Michel. El nacimiento de la clínica. Ed. Siglo XXI, 1979
3. Hayward, J. A. Historia de la Medicina. Fondo de cultura económica.
México, 1979