Está en la página 1de 7

Res:. Log:.

Reflexión N° 103
Valle de Osorno

CONCEPTOS SOBRE LA OBRA:


EL TRABAJO FECUNDO Y HONESTO

Cesar Báez Obando Grado M.:M.:


Guido Asencio Gallardo Grado M.:M.:

25 de junio de 2020 e:.v:.


A:. L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.
V:.M:.
QQ:.HH:.

Conceptos sobre la obra: El trabajo fecundo y honesto

Introducción

INTRODUCCIÓN.

Se entiende que el título está enfocado a analizar desde la concepción masónica, la relevancia que
guarda el ejercer el oficio de paz de manera honesta y fecunda.   Entonces, es válido preguntarse
cómo se debe ir construyendo la personalidad del aprendiz masón para el desarrollo de su trabajo
basado en valores y principios que aseguran la honestidad individual y colectiva y, los frutos que se
generan desde el inicio de la obra hasta su visualización en la realidad.

En este orden, nos hemos propuesto determinar desde una visión general, qué principios y valores
masónicos se encuentran en el proceso de aprendizaje del aprendiz masón para que impacte
positivamente en la personalidad del iniciado y de esta forma aprecie que la vida honesta de un
masón es una obligación moral que por la cual juró ante sus QQ:.HH:.

 
DESARROLLO

Las responsabilidades del aprendiz.


El repertorio del ideario masónico considera que somos humanos libres, es el pilar que sostiene sus
templos.  Entonces, podemos ir un poco más allá y reconocer que esto afecta nuestra forma de
pensar desde un plano individual, como miembro de la francmasonería universal y por efecto, en la
sociedad.
En vista de lo anterior, el aprendiz masón debe entender que desde su iniciación lleva una
responsabilidad en sus actos. Esto, incluye el trabajo masónico y profano.

La rectitud de nuestras acciones.


La palabra “rectitud” tiene su origen en las palabras Razón y Rey, por lo cual en nuestras acciones
debe reinar el amor por obrar de manera recta, sin afectar sus Queridos Hermanos y menos a los
profanos, esto porque nos movemos en función de una regla basada en un bien mayor o superior.

Lo anterior, cobra relevancia al momento de decir que cada persona y cada Masón en virtud de su
libre examen, puede decidir ser Rey o Esclavo, Rey de sus virtudes o esclavo de sus defectos. Así,
para que se consolide el reinado de nuestro pensar debemos actuar correctamente, basados siempre
en la rectitud, trabajando con esmero para que ello se cumpla, aplicando la observación, el estudio y
la comprensión de cada principio que lo norma. Aquí el Masón debe no tan solo recordar
constantemente sus deberes, sino que debe ser capaz de observarse a través de la abstracción
periódica, lo que condiciona un compromiso mayor y por ende una responsabilidad en el estudio y
compromiso con la Orden, su Logia, sus hermanos y con el mundo profano.

Sebastián Jans, señaló en el año 2011 que el concepto del trabajo en masonería deriva la masonería
operativa, la que se basa en “la voluntad de proteger los conocimientos del arte y preservarlos para el
beneficio de cada uno de sus miembros. No sólo se trataba de obtener los medios para vivir,
logrados, sino que también se trataba de dignificar el rol que cumplían individual y colectivamente en
bien de la sociedad, a través del resultado de sus obras.” Esto, implica que el espíritu del trabajo para
cada Masón se vuelve relevante al momento de pasar desde la masonería operativa a la masonería
especulativa, dado que si bien hoy no se construyen catedrales, las obras intangibles de la Masonería
en bien de la sociedad dignifican a cada uno de sus miembros y a la Masonería Universal. Asimismo,
sostiene que “los masones de hoy, también se proponen realizar un trabajo constructivo. Y la
primera obra que cada cual debe hacer es la construcción del templo interior”.

La importancia del trabajo honesto.


La palabra trabajo etimológicamente proviene del latín tripaliare que significa “tres palos” lo cual
asimilaban a un yugo hecho con tres palos los cuales amarraban a los esclavos para azotarlos,
aplicado a las actividades que producían dolor en el cuerpo, esto se usaba porque en la persona que
trabajaban en el campo realizaban esfuerzo físico, donde se sentían como si los hubiera apaleado.

Por su parte, la palabra honestidad proviene también del latín honestidad que significa “cualidad de
decente, decoroso, razonable, honrado”.

Después de haber indagado sobre el origen de las palabras trabajo y honesto, es posible dilucidar
que ambas tienen un origen latino que llevan a comprender que juntas buscan un equilibrio entre la
forma de reflejar el trabajo honesto como un ideal a alcanzar la configuración de la labor que realiza
una persona, la cual tiene consecuencia en el lugar o espacio donde se desenvuelve, por lo tanto
conlleva un esfuerzo adicional que implica una concepción moral, pues constituye la aceptación de
principios éticos que se reflejan en su actuar frente a cualquier situación.

En este sentido, la importancia de impulsar el trabajo honesto implica la concepción consciente de


quien se encuentra en la condición de realizar una labor a favor de una causa, esta puede estar dada
por la contribución personal o en conjunto para alcanzar objetivos tanto empresariales o
institucionales, emanadas por una acción física o intelectual que requiere ser remunerada según lo
acordado con el empleador o jefatura, lo importante es que esta relación debe contener las
condiciones mínimas necesarias para dar cumplimiento a dicho objetivo.

En este sentido el trabajo debe desarrolla en un ambiente o zona social y comunitaria en que se
comparten no solo los frutos del crecimiento empresarial, sino que también el cultivo de relaciones
interpersonales, en este sentido el ambiente labora converge entre distintas personas, principios,
creencias y gustos, lo cual lleva a la creación de una cultura, propia y única, la cual se aboca a
cristalizar tale interacciones, donde la honestidad constituye un valor en sí misma.
La importancia de la honestidad esta dada por la practica de valores que forman parte del eje de la
estructura organizativa, para propender al desenvolvimiento de actividades propias de una entidad o
institución, esto resulta fundamental para alcanzar niveles de cercanía y confianza para ejecutar
sanamente las actividades, procurando una conducta recta y correcta, por lo tato quienes la ejercen
son personas apegadas a la moral y el cumplimiento de normas. Parte de las cualidades de una
verdadera honestidad en el trabajo pueden ser cumplimiento del desempeño como propio del deber
ser y hacer, la práctica de la disciplina, el resguardo de los recursos, haciendo un correcto uso de sus
tiempos, etc.

La dedicación del trabajo en masonería tiene un sentido simbólico, siendo primordial un compromiso
para estar presente en las actividades masónicas, relacionadas con realización de análisis y
reflexiones de forma permanente, trabajo en cámaras y talleres. En este sentido, una de las
diferencias entre el trabajo masónico y profano, está dado en que en el primero no busca
recompensa material, sino que espiritual, de lo cual se desprende que nuestra A.: O.: nos enseña a
estar dispuestos a dar no tan solo dentro de ella, sino también al exterior como una demostración de
grandeza interior.

Por lo anterior, la disposición al trabajo en masonería se convierte en una actitud moral, que se
enseña desde la iniciación, cuando nos hacen desprendernos de nuestros metales, teniendo la
generosidad como una condición a desarrollar a lo largo de la vida masónica. En este sentido, las
enseñanzas de la orden conducen a valorar el tiempo en ella, con el fin de canalizar sus esfuerzos en
hallar formas de colaborar con otros, demostrando tolerancia y respeto por lo que realiza.

El salario que recibe un masón corresponde a un incentivo que garantiza su permanencia en la


Orden, sin embargo, no debe ser lo único que se busca, sino que debe tener una mayor profundidad
de lo que está dispuesto a entregar, con ello el resultado de sus esfuerzos se convierten en un mérito
personal como una obra realizada, quedando a juicio de sus Hermanos, como parte de la sabiduría
entregada en cada instancia donde pueda intervenir. En esta misma línea, los deberes están
relacionados con colocar a disposición sus conocimientos y habilidades, lo cual constituye el camino
hacia la búsqueda de verdades, que son la consecuencia de la construcción de sus propios caminos,
que ciertamente van acompañados de muchos hermanos, pero debe entenderse como una
construcción individual que esté dispuesta a ir en auxilio de otros cuando se necesite.
Dentro de la Orden existen muchas actividades, en las cuales cada uno de acuerdo a su disposición y
tiempo pueden ejercer, lo importante es que cuando se tenga la oportunidad de participar en ellas,
se haga utilizando con sinceridad los esfuerzos necesarios para una labor bienhechora, para ello
simbólicamente existe la regla, ella que ayudará a guiar los pasos de cada uno con regularidad para
dar cumplimiento con lealtad, consientes de las consecuencias que aquello tiene para el mundo que
le rodea.

 
CONCLUSIONES
El trabajo honesto y fecundo, nos ayuda a reflexionar sobre aquello que estamos dispuestos a
entregar para otros, por lo tanto, una de las primeras enseñanzas está dada en conocer las
consecuencias de nuestros actos en todo momento, considerando que no somos únicos en los
lugares donde nos desenvolvemos. El reconocimiento del valor de otros constituye una forma de
grandeza que no tiene recompensa material, pero contribuye directamente a nuestro templo
interior.

La honestidad en trabajo busca darle un sentido más profundo a lo que estamos dispuestos a
entregar, para alcanzar un rendimiento espiritual que se traduce en el escalamiento de valores
personales, los cuales son utilizados sin la necesidad de que se haga un esfuerzo adicional y explícito
por aflorarlos, debido a que se van incorporando como parte de la personalidad, lo cual se refleja en
la forma en que nos desenvolvemos en el los lugares que frecuentamos.

En la masonería el trabajo honesto se refleja en la disciplina de acudir a la orden, así como también al
dar cumplimiento a cada una de sus liturgias que comprenden rituales o actividades intramuros, lo
cual constituye la base para reflejar en el extramuros, lo que estamos dispuestos a hacer por los
demás.

A diferencia del trabajo cotidiano, el trabajo en logia busca un salario simbólico que se traduce en
desarrollo personal y espiritual donde la disposición individual juega un papel fundamental para abrir
el espectro del conocimiento. Lo importante que en las primeras formas de entender el trabajo se
realiza de manera explícita, con reglas para su rectitud e instrucciones, pues en la medida que vamos
alcanzando grados de sabiduría, se diluye en el tiempo y espacio lo visible, para entrar en lo que
llamamos el deber ser, esto es el llamado al trabajo consustancial de una obra bien hechora.

S:.F:.U:.

Bibliografía

Plancha: “Día de la Integración Americana”. Patricio Muñoz Pinto. Grado tercero. R:.L:. José
Victorino Lastarria N° 53. Valle de Iquique.

Plancha: “celebración de la Unidad Americana”. Horacio Oñate García. Gran orador de la


Gran Logia de Chile. Publicado en revista Masónica de Chile N° 1 y 2. Páginas 4 – 7. Marzo –
abril de 1988.

Día de la Integración Americana. René García Valenzuela. Gran Maestro subrogante de la


gran Logia de Chile.

También podría gustarte