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Biografia de John Logie Baird

John Logie Baird nació el 14 de agosto de 1888 en


Helensburg (Escocia), hijo de un pastor de la Iglesia de
Escocia. De salud débil y gran ingenio, instaló una
centralita telefónica al pie de su cama para conectarse
con sus amigos al otro lado de la calle. Sus primeros
estudios los realizó en la Academia Larchfield en
Helensburgh para matricularse después en la Escuela
Técnica del Oeste de Escocia y en la Universidad de
Glasgow. Se proclama la Gran Guerra, Baird tiene que
interrumpir sus estudios, que nunca terminaría, y solicita
ir al frente. Es declarado no apto para el servicio de
armas y enviado como técnico supervisor de la Compañía
Eléctrica del Valle del Clyde.

Declarado el armisticio, Baird se lanza al mundo de los negocios con regular


suerte. Para ello se sirvió de los ingresos que obtuvo mediante otro de sus
inventos que ideó en 1917, unos calcetines químicamente impermeables,
destinados a que los pies de los soldados se mantuvieran calientes en las
trincheras.

Baird estaba convencido de que era posible enviar imágenes a través de ondas
de radio y de que el disco explorador de Paul Nipkow era el principio del que
se debía partir. No consiguió que ninguna casa comercial se interesara en sus
ideas y accediera a financiar sus experimentos y para poder llevarlos a cabo,
se vio obligado a trabajar como vendedor de grasa para zapatos y de hojas de
afeitar.

En busca de mejor clima para su frágil salud, se traslada a Hastings en el sur


de Inglaterra con el objetivo de poder ofrecer televisión, el sueño de tantos
científicos de la época. En 1924 monta un rudimentario aparato mecánico con
el que logró transmitir, a más de tres metros de distancia, la silueta
parpadeante de una cruz de Malta. Su aparato estaba construido con
elementos de desecho: la base era una caja de té y la lámpara proyectora
estaba dentro de una lata de galletas, los discos eran de cartón y las lentes de
lámpara de bicicleta, el aparato estaba ensamblado y unido por pedazos de
madera, agujas, hilos y lacre. En una de las pruebas en su apartamento recibió
una descarga de 1000 voltios, que solo le produjo quemaduras en la mano y la
cancelación de su contrato de alquiler en Hastings.

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