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Manual CTO

de Medicina y Cirugía

RADIODIAGNÓSTICO
Tórax

01 ORIENTACIÓN MIR
Lo más importante de esta asignatura es quedarte con
las imágenes que te ofrecemos en este Manual y en las
evaluaciones. Utiliza el texto para comprender lo que ves pero,
sobre todo, trata de adquirir destreza en la lectura de imágenes
del tórax.

Proyecciones
1.1. Generalidades
Estándar: posteroanterior, lateral.
En este capítulo no se pretende realizar un estudio en profundidad de la
patología torácica mediante las diferentes técnicas de imagen, si no que el Adicionales: lordótica, oblicuas, espiración, decúbito lateral.
objetivo es aportar nociones básicas de lectura de casos clínicos habituales
en la práctica clínica diaria. Para ello necesitaremos comprender ciertos fun- Las proyecciones más empleadas son la posteroanterior (PA) y lateral
damentos sobre las diferentes técnicas, sus indicaciones, y aprenderemos (LAT) en bipedestación. Se realiza la proyección PA ya que representa, de
semiología radiológica básica, herramientas muy útiles a la hora de enfren- una forma más real, el tamaño de las estructuras anatómicas de la caja
tarnos a casos clínicos con pruebas de imagen asociadas. torácica, principalmente el corazón, al situarse más próximo a la placa
radiográfica. La proyección anteroposterior generalmente se emplea
cuando el paciente no puede colocarse en bipedestación y se encuentra
1.2. Técnicas de imagen encamado, debiendo tener en cuenta que en esta situación la silueta
cardíaca se magnifica.

Radiografía simple de tórax


Posteroanterior (PA)
La radiografía (Rx) simple de tórax es sin duda la exploración radiológica más
empleada en el estudio de la cavidad torácica. Su papel es fundamental en
la práctica clínica independientemente de la especialidad.

A. Fundamentos básicos

Técnica

Constituye el método de formación de imagen más simple, necesitando úni-


camente un tubo de rayos X y su generador, así como una placa radiográfica
convencional. Hoy en día la mayoría de equipos integran la placa radiográ- Anteroposterior (AP)
fica para la digitalización de las imágenes (Figura 1).

Tubo de Rx

Figura 2. Proyecciones PA y AP de la Radiografía de tórax.


Haz de Rx Generador
de Rx
Es importante tener en cuenta los factores técnicos empleados en la
adquisición de los estudios para evitar errores de interpretación. Las
radiografías torácicas deben cumplir unos requisitos mínimos de calidad;
estar bien inspiradas, correctamente centradas, técnicamente bien pene-
tradas y no contener, cuando sea posible, objetos externos que dificulten
Figura 1. Fundamentos técnicos de la Radiografía de tórax. la interpretación.

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Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición

Se debe recordar que en la Rx de tórax el lado izquierdo de la imagen corres-


ponde al lado derecho del paciente, y el lado derecho, al izquierdo.

Densidades radiológicas

Una vez realizada la radiografía, cada punto de la placa se representa


en escala de grises el grado de atenuación del haz de rayos X en los teji-
dos, representado el blanco la mayor atenuación, y el negro, la menor.

a/b< 0,5 = normal


Grasa
a/b> 0,5 = cardiomegalia
Metal Hueso

Figura 4. Índice cardiotorácico.


Aire

Hilios pulmonares

Se valora la densidad, situación y morfología de los hilios.


Tejidos blandos (agua/órganos sólidos)
En condiciones normales su densidad debe ser simétrica, con morfología
Figura 3. Interpretación de las densidades en la Radiografía de tórax.X
cóncava hacia el pulmón, y el hilio izquierdo se sitúa un poco más alto que
el derecho.
Lectura sistemática
Líneas del mediastino
La lectura de una radiografía de tórax es compleja ya que se deben ana-
lizar muchas estructuras anatómicas, por ello es fundamental seguir un Existen numerosas líneas mediastínicas que pueden estudiarse en la radio-
orden. Se puede comenzar del centro a la periferia, empezando por el grafía simple de tórax. Nos centraremos principalmente en las líneas que
mediastino, los hilios, el parén-
quima pulmonar, las partes blan-
das (pared torácica, estructuras Situación Densidad Morfología
cervicales y abdominales) y final-
mente el hueso.

Particularidades anatómicas
Hilio izquerdo más Simétrica en Cóncava hacia
Mediastino alto que el derecho ambos hilios el pulmón

Se debe valorar el tamaño de la


silueta cardíaca, los hilios (morfolo-
gía, situación y densidad) y las prin-
cipales líneas del mediastino.

Silueta cardíaca (Índice


cardiotorácico)

Se analiza el ratio del diámetro


del mediastino sobre el diámetro
mayor del tórax. Si es mayor del
50% se considera que hay cardio-
Figura 5. Particularidades anatómicas en Radiografía de tórax.
megalia.

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01. Tórax | RD

conforman las principales estructuras anatómicas del mediastino detalladas


en la Figura 6:
•• Tráquea. superior superior
superior
•• Vena cava superior.
•• Aurícula derecha.
medio medio língula
•• Ventrículo derecho. inferior inferior
•• Aurícula izquierda.
•• Ventrículo izquierdo.
•• Botón aórtico.
Figura 8. Lóbulos pulmonares en la Radiografía de tórax.
Tráquea
En cuanto a la pleura se deben visualizar los ángulos costofrénicos laterales
y posteriores con morfología aguda.
Botón Aórtico
Vena cava Cuando los senos costofrénicos pierden su morfología aguda (signo del
superior
menisco) hay que sospechar patología, siendo lo más habitual el derrame
pleural.

Ventrículo
Aurícula izquierdo
Aurícula izquierda
derecha

Ventrículo
derecho
Figura 9. Signo del menisco.

Figura 6. Estructuras anatómicas en Radiografía de tórax.


B. Aplicación clínica
Parénquima pulmonar y pleura
Semiología radiológica
Se debe valorar el tamaño de ambos pulmones (deben ser simétricos), la
densidad pulmonar de forma global y la presencia de patología pulmonar Los signos radiológicos y la semiología constituyen un pilar fundamental en
(nódulos, masas, consolidaciones o patrones intersticiales). el diagnóstico por imagen. Son herramientas sencillas que van a permitir
fundamentalmente diferenciar patologías y localizar lesiones.

Signo de la silueta

Según la definición de Felson, una lesión intratorácica que contacta con un


contorno cardíaco, aórtico o diafragmático de densidad similar, borrará ese
contorno.
Senos
cardiofrénicos

Senos
Senos costofrénicos costofrénicos
laterales posteriores

Figura 7. Interpretación de senos costofrénicos y cardiofrénicos.

Es importante recordar que el pulmón izquierdo sólo consta de una cisura


mayor u oblicua que separa el lóbulo superior del inferior, y que el pulmón
derecho consta de dos cisuras, la mayor u oblicua que separa el lóbulo
superior del inferior, y la menor u horizontal, separando el lóbulo medio del
superior. Así quedarían distribuidos los lóbulos en las proyecciones PA y LAT
Figura 10. Signo de la silueta.
en ambos pulmones (Figura 8):

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Signo de la silueta positivo Signo extrapulmonar

A nuestra izquierda se observa que en esta radiografía de tórax PA no se Cuando en una Rx de tórax se identifica una lesión extrapulmonar, la lesión
aprecia todo el contorno del borde cardíaco derecho. Se dice que está respecto a la pared torácica o el mediastino suele tener márgenes bien defi-
borrado al estar en contacto con otra estructura de densidad similar, en este nidos y ángulos obtusos, a diferencia de las intrapulmonares donde suelen
caso derrame pleural y una pequeña atelectasia pasiva. A nuestra derecha ser agudos.
se observa la correlación con la imagen de TC del mismo paciente.

Figura 11. Signo de la silueta positivo. Figura 14. Signo extrapulmonar.

Signo de la silueta negativo Aspectos semiológicos generales

En la Figura 12, a nuestra derecha se observa una masa redondeada que Se debe conocer el léxico estandarizado para nombrar la patología en las
por la proyección lateral se puede situar por detrás del corazón. En este Rx de tórax. Se hablará de nódulos para lesiones redondeadas de már-
caso, la masa no contacta con el corazón por lo que no borra su contorno, genes bien definidos con un tamaño comprendido entre 4 mm y 3 cm, a
pudiendo distinguir de forma independiente ambas estructuras. partir de 3 cm se hablará de masa pulmonar. Se hablará de consolidación
para una opacidad pulmonar de márgenes mal definidos habitualmente
con broncograma aéreo en su interior, debida a ocupación del espacio
alveolar ya sea por agua, pus, células o sangre. Una atelectasia consiste
en un agrupamiento de estructuras broncovasculares con pérdida de volu-
men asociada, puede ser clasificada por su tamaño (subsegmentaria, seg-
mentaria, lobar o pulmonar), u origen (obstructiva, cicatricial, compresiva,
pasiva y adhesiva) (MIR 18-19, 22). El neumotórax y derrame pleural son
patologías pleurales debidas a ocupación del espacio pleural por aire o
líquido. Cuando se presentan a la vez ambos componentes se habla de
hidroneumotórax.

Figura 12. Signos de la silueta negativo.

Signo del broncograma aéreo

Este signo traduce ocupación del espacio alveolar ya sea por agua, pus, célu-
las, o sangre, con preservación del árbol bronquial (bronquios aireados). Lo
más habitual es que se encuentre este signo en las neumonías.

Figura 15. Diagnóstico diferencial de las lesiones encontradas en


Radiografía de tórax.

Patrones radiológicos (Figura 16):

•• Patrón alveolar: opacidades mal delimitadas que borran los vasos pul-
monares y que pueden contener estructuras aéreas tubulares (bron-
Figura 13. Signo del broncograma aéreo. cograma aéreo).

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01. Tórax | RD

•• Vidrio deslustrado: opacidades tenues que no impiden la visualiza-


ción de vasos a su través.
•• Patrón miliar: nódulos de muy pequeño tamaño normalmente difu-
sos en ambos pulmones. Característico de diseminación hematógena
(infecciosa o tumoral).
•• Patrón reticular: es uno de los patrones más específicos de afectación
intersticial, son líneas que se distinguen del patrón normal de los vasos
sanguíneos. Ejemplo: líneas septales o B de Kerley: líneas de menos
de 2 cm de longitud subpleurales paralelas entre sí generalmente en
los senos costofrénicos o retroesternales, y traducen engrosamiento
de tabiques interlobulares secundario a edema o diseminación neo-
INSPIRACIÓN ESPIRACIÓN
plásica.
•• Patrón reticulonodular: similar al reticular, apareciendo asociados Figura 17. Neumotórax. Radiografía de tórax en inspiración y en
espiración.
pequeños nódulos. Suele manifestarse en enfermedades intersticiales
inflamatorias o tumorales. Una complicación grave es el neumotórax hipertensivo o a tensión, que
•• Panalización: opacidades periféricas más comunes en las bases con ocurre de forma aguda, cuando por un mecanismo valvular entra aire a la
imágenes quísticas aéreas menores de 1 cm superpuestas en varias cavidad pleural pero no sale, condicionando colapso pulmonar completo
capas que en la radiografía dan un aspecto reticular. Suponen la pre- y desplazamiento del mediastino hacia el lado contralateral al neumotó-
sencia de fibrosis pulmonar. rax, condicionando hipotensión. Requiere colocación de tubo de tórax
urgente.

Edema agudo de pulmón

Clínicamente también cursa con disnea brusca y ortopnea, por insufi-


ciencia cardíaca aguda (MIR 18-19, 21; MIR 09-10, 3). Radiológicamente
cursa con infiltrados alveolares perihiliares y simétricos, y habitualmente
líneas de Kerley, y puede cursar con derrame pleural bilateral en cantidad
variable. Debe distinguirse del síndrome de distrés respiratorio agudo,
cuya presión capilar pulmonar o presión de enclavamiento no está ele-
vada (< 15 mmHg). A diferencia del edema agudo de pulmón de origen
cardiogénico, el SDRA no suele cursar con derrame pleural en cantidad
significativa.

Figura 16. Distintos patrones de lesión pulmonar.

Patología

Patología aguda

Neumotórax

Suele cursar clínicamente con dolor agudo a punta de costado y disnea


súbita, y la repercusión clínica va a depender del grado de colapso pulmonar
y la reserva ventilatoria del paciente.

Cuando un neumotórax es pequeño puede ser difícil de visualizar en la Rx


de tórax PA, por lo que en ocasiones se realiza una proyección adicional PA Figura 18. Edema agudo de pulmón.
en espiración.
Tromboembolismo pulmonar
Ej. Varón de 43 años con dolor brusco en hemitórax derecho (Figura 17). En
la Rx PA de la izquierda en inspiración se visualiza un neumotórax derecho, Suele cursar con disnea súbita, dolor pleurítico, hipotensión y en ocasio-
que en la proyección en espiración aumenta. nes síncope. Tiene baja sensibilidad y especificidad, siendo la Rx de tórax

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normal en el 23% de los casos. Los signos típicos, aunque infrecuentes, Hemorragia alveolar
son:
•• Consolidación triangular periférica con base pleural por infarto pulmo- Puede ser secundaria a un traumatismo torácico, a una hemoptisis masiva por
nar o joroba de Hampton. patología pulmonar previa (bronquiectasias, carcinoma pulmonar…), o una vas-
•• Ausencia de vasos por isquemia (amputación vascular). culitis, cursando clínicamente con disnea súbita, hemoptisis y anemización.
•• Oligohemia pulmonar o signo de Westermark.
•• Aumento de tamaño de las arterias centrales por tromboembolismo En la rx PA (Figura 21) se visualizan consolidaciones bilaterales de predomi-
masivo. nio en vidrio deslustrado en un paciente varón de 76 años anticoagulado.

En la Rx PA (Figura 19) se puede observar derrame pleural derecho (flecha


corta) y una opacidad periférica de base pleural compatible con infarto pul-
monar en este varón de 70 años con tromboembolismo pulmonar.

Figura 21. Hemorragia alveolar.


Figura 19. Derrame pleural derecho (flecha azul más claro) y Joroba
de Hampton (flechas más oscuras). Embolismo pulmonar. Hernia diafragmática

Broncoaspiración Las hernias diafragmáticas pueden ser congénitas (Bochdalek y Morgagni)


siendo mayoritariamente asintomáticas (MIR 15-16, 23). Sin embargo
Puede ser secundaria a secreciones, alimentos o a cuerpos extraños. La clí- puede producirse una hernia secundaria a un traumatismo y condicionar
nica variará en función de la repercusión sobre la vía aérea, pudiendo cursar un compromiso respiratorio importante, pudiendo cursar con disnea súbita.
sin síntomas o cursar con tos incoercible y disnea.
En esta Rx PA y lateral de tórax se puede observar una gran hernia diafrag-
Ej. Varón de 57 años con carcinoma de laringe operado con tos incoercible. mática izquierda secundaria a un traumatismo (accidente de tráfico). Existe
gran desplazamiento de las estructuras mediastínicas hacia el lado dere-
En la Rx de tórax PA y LAT (Figura 20) se puede observar que el paciente cho. En la Rx lateral se observa un gran nivel hidroaéreo que posiblemente
porta una cánula de traqueostomía correctamente situada, pero hay un corresponde al estómago.
cuerpo extraño enclavado en el bronquio principal derecho que resultó ser
el resto de otra cánula previamente colocada.

Figura 22. Hernia diafragmática traumática


Figura 20. Cánula enclavada en bronqui principal derecho.

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01. Tórax | RD

Neumoperitoneo Empiema

Aunque no se trata de una patología de la caja torácica, la mejor técnica de Se produce por acumulación de pus en la cavidad pleural. En la Rx de tórax
radiología convencional para su detección es la radiografía de tórax PA en se visualiza generalmente como un derrame pleural de aspecto encapsu-
bipedestación, observando aire por debajo de los diafragmas (MIR 14-15, 1). lado (lente biconvexa), y, en ocasiones, se puede encontrar aire en su inte-
rior (nivel hidroaéreo).
Ej. Paciente de 63 años con dolor abdominal y fiebre. En la Rx PA y lateral se
observa un pequeño neumoperitoneo por debajo del hemidiafragma dere- Ej. Varón de 53 años que acude a urgencias por fiebre y tos no produc-
cho (Figura 23, lado izquierdo). tiva. En la Rx de tórax (Figura 25) se visualiza derrame pleural izquierdo
de aspecto encapsulado con un nivel hidroaéreo en su interior indicativo
de empiema.

Figura 23. Aire subdiafragmático. Neumoperitoneo.

Patología infecciosa

En este apartado únicamente nos vamos a centrar en las patologías infecciosas


más habituales o más representativas que podemos visualizar en una Rx de tórax.

Neumonía (Figura 24)


Figura 25. Empiema pleural izquierdo.
Ej. Mujer de 64 años con tos y expectoración. Se observa una consolidación
con broncograma aéreo en el lóbulo superior derecho (MIR 09-10, 6). Tuberculosis

Existen numerosas manifestaciones radiológicas de esta enfermedad


dependiendo de la fase de la infección y del estado inmunológico del
huésped. Nos centraremos en las manifestaciones torácicas más fre-
cuentes.

En la tuberculosis siempre se debe tener presente que es una infección fre-


cuente y que adopta múltiples manifestaciones, aunque es típica la afecta-
ción de la TBC en los campos pulmonares superiores, tanto en los lóbulos
superiores como en el segmento apical de los lóbulos inferiores, es habitual
la presencia de adenopatías y la formación de cavidades tuberculosas/cavi-
Figura 24. Neumonía en LSD.
tación de las lesiones.

TB primaria TB secundaria TB diseminación bronquial TB diseminación hematógena (miliar)


Consolidaciones en cualquier localización, Consolidaciones en los segmentos Típicamente aparecen pequeñas Micronódulos de 2-3 mm de distribución
adenopatías y derrame pleural apicales tanto de los lóbulos superiores consolidaciones con morfología en “árbol aleatoria en el pulmón
como de los lóbulos inferiores en brote”

Tabla 1. Diagnóstico por imagen de las distintas formas de Tuberculosis

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Micetoma o aspergiloma Las manifestaciones de la tuberculosis en el paciente inmunodeprimido


ocurren cuando aún no existe gran deterioro inmunológico (300 CD4), desa-
Representa una infección fúngica en el interior de una cavidad preexistente rrollándose un cuadro pulmonar, o más habitualmente infección miliar o
sin signos de invasión del tejido adyacente. La cavidad preexistente suele ser diseminada. Si el deterioro es mayor pueden presentar cuadros de tuber-
secuela de tuberculosis, sarcoidosis o EPOC con bullas. culosis con importante afectación ganglionar manifestándose con grandes
conglomerados adenopáticos.
En la rx PA de tórax observamos una lesión cavitada en el lóbulo superior
izquierdo con el signo del aire creciente o la semiluna (aire que hay entre la
pared de la cavidad y su contenido). En la TC se confirma la presencia de dos
cavidades con contenido en el interior (aspergilomas).

Figura 26. Micetomas pulmonares

Infecciones en el paciente inmunodeprimido (VIH) Figura 28. Tuberculosis miliar

Existen numerosos patógenos que pueden aparecer en este paciente, pero


nos centraremos en los más habituales: Pneumocystis jiroveci y tuberculosis.

Recordar que el Pneumocystis aparece en sujetos con < 200 CD4, y en el pul-
món se manifiesta generalmente como infiltrados intersticiales reticulares peri-
hiliares y opacidades en vidrio deslustrado, como en el ejemplo (Figura 27).

Figura 29. Tuberculosis ganglionar

Patología tumoral

Figura 27. Neumonía por Pneumocystis jiroveci En la Rx de tórax la patología tumoral puede manifestarse de múltiples for-
mas, ya sea como manifestación de un carcinoma primario pulmonar, o bien
En algunas ocasiones pueden aparecer quistes pulmonares (neumatoceles) como metástasis de un tumor extratorácico. Se resumen las manifestacio-
y no suelen presentar adenopatías ni derrame pleural. nes más frecuentes de la patología tumoral primaria en la Tabla 2:

Masas Centrales con Atelectasia Masa Hiliar (Típico del Nódulos (Más frecuente el Masas Cavitadas (Frecuente
Tumor de Pancoast
(Signo de la S de Golden) carcinoma microcítico) adenocarcinoma) el Carcinoma Epidermoide)

Tabla 2. Diagnóstico por imagen de los distintos tipos de Cáncer Pulmonar.

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01. Tórax | RD

Patología intersticial los superiores y adenopatías, muchas con calcificaciones. Pueden progresar
con el tiempo a fibrosis pulmonar.
Se pueden clasificar en dos grandes bloques:
•• Enfermedades granulomatosas.
•• Enfermedades que cursan con inflamación y/o fibrosis.

Como su nombre indica, son patologías con especial afectación del intersticio
pulmonar y, por tanto, las manifestaciones radiológicas van a consistir en patro-
nes intersticiales generalmente reticulares con mayor o menor grado de fibro-
sis. Será muy importante para su caracterización valorar la distribución dentro
del pulmón (campos superiores, medios o inferiores), la localización (subpleural
o central) y la existencia de otros hallazgos asociados (nódulos, calcificaciones, Figura 32. Silicosis pulmonar. Conglomerados silicóticos y granulomas
adenopatías, derrame o placas pleurales, etc.). Las manifestaciones radiológi- calcificados
cas tanto de Rx como de TC se detallarán conjuntamente en este apartado.
Enfermedades intersticiales que cursan con inflamación y/o
Enfermedades granulomatosas: fibrosis

Sarcoidosis pulmonar Existe un amplio espectro de enfermedades y por tanto únicamente desta-
caremos las que manifiestan hallazgos radiológicos típicos.
Es una enfermedad granulomatosa relativamente frecuente. Su manifesta-
ción radiológica más frecuente y característica es como adenopatías hiliares Fibrosis pulmonar idiopática
bilaterales y simétricas.
En la fibrosis pulmonar idiopática se observa una afectación intersti-
Radiológicamente se clasifica en 4 estadios: cial reticular de predominio subpleural y basal que muestra típicamente
•• Estadio 1: adenopatías hiliarres bilaterales. panalización, que consiste en agrupamiento de pequeños quistes aéreos
•• Estadio 2: Adenopatías hiliares y afectación del parénquima pulmonar generalmente subpleurales. Asocia pérdida de volumen pulmonar y bron-
(patrón reticulonodular). quiectasias de tracción.
•• Estadio 3: afectación del parénquima sin adenopatías.
•• Estadio 4: fibrosis pulmonar.

Panalización

Figura 33. Fibrosis pulmonar idiopática


Figura 30. Sarcoidosis estadio1. Adenopatías hiliares bilaterales
Neumonía organizada criptogenética (NOC)

Radiológicamente se visualiza consolidaciones periféricas y generalmente


simétricas bilaterales de predominio subpleurales en campos medios e infe-
riores. Un rasgo muy típico es que cambian de localización en el curso de la
enfermedad.

Figura 31. Sarcoidosis estadio 2. Adenopatias bilaterales y patrón


reticulondular

Típicamente la afectación del parénquima en la sarcoidosis pulmonar pre-


domina en los lóbulos superiores, generalmente de forma simétrica.

Neumoconiosis

Radiológicamente cursan con una afectación pulmonar similar a otras enfer-


medades granulomatosas con un patrón pulmonar típicamente en los lóbu- Figura 34. Neumonía organizada criptogenética

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Histiocitosis X Tomografía axial computarizada de tórax


En la histiocitosis de células de Langerhans o histiocitosis X se observa un La tomografía computarizada (TC) es una de las técnicas de imagen con
patrón intersticial reticulonodular de distribución peribroncovascular que mayor evolución tecnológica en los últimos años, siendo un método
afecta más frecuentemente a los lóbulos superiores y campos medios, res- de imagen accesible y muy útil en el diagnóstico clínico. Gracias a los
petando los senos costofrénicos. En su evolución aparecen pequeños nódu- últimos avances se está logrando optimizar los equipos para obtener
los que cavitan dando lugar a pequeños quistes aéreos. Pueden debutar con la máxima calidad de imagen con la menor radiación posible para los
neumotórax por rotura de los quistes. pacientes.

A. Fundamentos básicos

Técnica

La TC es una técnica que al igual que la Rx convencional, emplea rayos X.


Permite obtener secciones axiales del cuerpo humano pudiendo visualizar
en detalle muchas estructuras anatómicas. Los equipos actuales de tercera
generación se componen de una mesa en la que se sitúa al paciente, y un
gantry que contiene tanto el tubo de rayos X como los detectores, que giran
360º para obtener las imágenes.
Figura 35. Histiocitosis X. Nódulos mal definidos y pequeños quistes
aéreos

Lingangioleiomiomatosis
Tubo de Rx y detectores

Es una enfermedad rara que se presenta casi en exclusiva en mujeres jóve-


nes y típicamente muestra un patrón reticular secundario a la aparición de
pequeños quistes aéreos de pared fina de distribución bilateral, a veces con
pequeños nódulos asociados. También puede cursar con dilatación del con-
ducto torácico y malformaciones linfáticas pudiendo debutar con neumotó-
rax por rotura de los quistes o quilotórax.

Gantry Mesa

Figura 38. Fundamentos técnicos de TC.

Al igual que en la Rx convencional, las imágenes obtenidas se representan


en una escala de grises en función de la atenuación de los tejidos a los rayos
X. Los valores de los píxeles en función de los tejidos se miden en unidades
Figura 36. Lingangioleiomiomatosis. Quistes aéreos pulmonares de
Hounsfield (UH) y son:
pared fina
•• Aire: del orden de -1000 UH.
•• Agua: de 0 UH.
Neumonía eosinófila crónica (NEC) •• Tejidos grasos: por debajo de 0 (entre -80 y -100 UH).
•• Pulmón: entre -600 y -950 UH.
Dentro de las eosinofilias pulmonares se encuentra la NEC, que cursa típica- •• Tejidos blandos: entre 20 y 70 UH.
mente con consolidaciones periféricas bilaterales y simétricas (imagen en nega- •• Hueso compacto: entre 800-900 UH.
tivo del edema pulmonar) preferentemente en campos superiores y medios.
Para la valoración de la TC torácica, se debe tener en cuenta que existen tres
tipos de ventanas de visualización de la imagen, que permitirán visualizar
mejor ciertas estructuras:
a) Ventana de partes blandas: como su nombre indica permite valorar
mejor el mediastino y las partes blandas (pared torácica, estructuras
vasculares, etc.).
b) Ventana de pulmón: es la indicada para valorar el parénquima pulmo-
nar y el árbol bronquial.
c) Ventana de hueso: como su nombre indica, está optimizada para la
Figura 37. Neumonía eosinófila crónica
valoración de las estructuras óseas.

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01. Tórax | RD

PARTES BLANDAS PULMÓN HUESO

Figura 39. Imagen de las distintas ventanas en TC de tórax.

Lectura sistemática Una particularidad anatómica a reseñar es que el segmento apical (seg-
mento 6) de los lóbulos inferiores se sitúa muy alto en el pulmón, y es un
Al igual que en la Rx de tórax, es necesario seguir un orden preciso de lectura para lugar de asiento frecuente de patología pulmonar.
no olvidar el análisis de estructuras anatómicas. Sin embargo, en este caso nos
valdremos de las diferentes ventanas. Podemos comenzar por analizar la ventana El lobulillo pulmonar secundario es la unidad funcional pulmonar más
de partes blandas, después la de pulmón, y por último ver la ventana ósea. En un pequeña que se puede identificar en el pulmón mediante TC de tórax. Es
caso orientado al examen MIR, en general, suelen poner una imagen de TC con de morfología hexagonal, sus paredes las conforman el intersticio pulmonar
una única ventana. Se debe identificar cuál es y qué patología muestra. donde existen venas y linfáticos, y en el centro del lobulillo se encuentra un
•• Ventana de partes blandas: se estudian los órganos mediastínicos bronquiolo y una arteriola centrolobulillares.
(tiroides, timo, esófago, corazón), los ganglios, los grandes vasos (aorta
y troncos supraaórticos), y la pleura y el pericardio.
•• Ventana de pulmón: se analiza el parénquima pulmonar de cada pul-
món y el árbol bronquial.
•• Ventana ósea: se analiza las estructuras óseas siguiendo, también, un
orden.

Particularidades anatómicas

En la TC torácica se puede identificar los diferentes lóbulos pulmonares gra- Figura 41. Lobulillo pulmonar secundario
cias a su localización en el pulmón y a que se encuentran bien delimitados
por las cisuras. Recordar que el pulmón izquierdo únicamente consta de Conocer esta anatomía tiene interés ya que muchas patologías van a poder
una cisura mayor u oblicua, y el derecho consta de dos cisuras; una mayor u discernirse en función de la distribución de algunas lesiones en el lobulillo
oblicua, y otra menor u horizontal. secundario.

LÓBULO LÓBULO
MEDIO SUPERIOR

Cisura
menor
Cisura
LÓBULO mayor
SUPERIOR izquierda

Cisura
mayor LÓBULO
derecha INFERIOR
LÓBULO
INFERIOR

Figura 40. Estructuras anatómicas en TC de tórax.

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B. Aplicación clínica Disminución de densidad

Semiología radiológica Las patologías más frecuentes que se pueden encontrar como disminución
de la densidad son:
La patología pulmonar puede clasificarse de una forma muy básica en dos •• Bronquiectasias.
categorías, como aumento de densidad o bien disminución de densidad. •• Enfisema.
•• Bullas pulmonares y quistes pulmonares.
Aumento de densidad Disminución de densidad •• Patrón en panal de abejas.
Patrón alveolar Enfisema
Bronquiectasias
Patrón intersticial Quistes pulmonares
Patrón en panal
Tabla 3. TC: Distintas densidades en patología pulmonar.

Aumento de densidad:
•• Consolidación alveolar
•• Consolidación en vidrio deslustrado
Figura 44. Patologías con disminución de densidad en TC.
•• Nódulos acinares

Las consolidaciones consisten en ocupación del espacio alveolar. Distingui- Patrones pulmonares intersticiales
mos la consolidación alveolar de la consolidación en vidrio deslustrado por-
que en esta última distinguimos los vasos pulmonares a través de la misma. Básicamente se distinguen dos tipos de patrones:
•• Patrón intersticial reticular: en el que encontraremos engrosamiento
septal.
•• Patrón intersticial retículo-nodular: además del engrosamiento sep-
tal veremos pequeños nódulos en el intersticio.

Figura 42. Consolidaciones en TC.

Semiología de los nódulos pulmonares


Figura 45. Patrones pulmonares intersticiales en TC de tórax.
Hay diferentes tipos de nódulos, básicamente se pueden distinguir estos
tres: Patología
•• Nódulo calcificado o con calcificaciones.
•• Nódulo sólido: será importante valorar sus contornos (espiculados, Patología aguda/urgente
redondeados…).
•• Nódulo mixto: presenta un componente sólido, generalmente central, Tromboembolismo pulmonar
y componente periférico en vidrio deslustrado.
La técnica Gold Standard empleada para
la detección del tromboembolismo pul-
monar (TEP) es la angio-TC torácica con
contraste. El diagnóstico se basa en la
visualización de defectos de repleción
(trombos) en el interior del árbol arte-
rial pulmonar (fechas amarillas). En el
ejemplo también visualizamos una con- Figura 46. Angio TC en un
solidación periférica heterogénea com- paciente con embolismo
Figura 43. Diferentes tipos de nódulos en TC de tórax. patible con infarto pulmonar. pulmonar.

12
01. Tórax | RD

En la úlcera penetrante se visualiza una lesión de la pared aórtica conte-


nida en la capa media que adopta una morfología de pequeña saculación/
ulceración que afecta más frecuentemente a la aorta torácica descendente.

Figura 47. Tromboembolismo pulmonar bilateral e infarto pulmonar

Síndrome aórtico agudo (SAA)

Es importante distinguir el tipo de disección, dónde se origina y finaliza en


la aorta, así como la afectación de otras ramas aórticas (troncos supraaórti- Figura 50. Úlcera penetrante en mujer de 56 años con síndrome
aórtico agudo
cos, vasos viscerales, ejes ilíacos…). Para el diagnóstico del síndrome aórtico
agudo, la técnica de elección es el angio TC de aorta con contraste, aunque en
primer lugar se suele hacer una adquisición basal (sin contraste) de la aorta En la disección clásica, como en este ejemplo, en la TC con contraste se
torácica para distinguir el tipo de síndrome aórtico (en el hematoma intra- identifican dos luces aórticas, y contraste en ambas luces. En la imagen la
mural se mostrará hiperdenso respecto a la luz aórtica en esta adquisición). luz falsa corresponde a la señalada por las flechas amarillas. Además, se
observa que el origen de la disección es inmediatamente distal a la subclavia
El SAA puede clasificarse en tres tipos: izquierda (flecha blanca), por lo que correspondería a una disección aórtica
•• Hematoma intramural. tipo B.
•• Úlcera penetrante.
•• Disección clásica.

A B C
Hematoma Úlcera Disección
intramural penetrante clásica

Figura 51. Disección clásica tipo B

Hemorragia alveolar/hemoptisis

Ante una hemoptisis masiva está indicada la realización de un estudio de


Figura 48. A: hematoma intramural; B: úlcera penetrante; C: disección imagen, siendo muy útil el angio-TC de tórax para la identificación de pato-
clásica logías que originan el cuadro, o bien, para la identificación de anomalías de
las arterias bronquiales.
En el hematoma intramural el diagnóstico mediante TC se realiza visuali-
zando en el estudio sin contraste, contenido hiperdenso en la pared aórtica En la hemorragia alveolar se identifican, generalmente, opacidades en
(el hematoma intramural). En el estudio postcontraste únicamente vemos vidrio deslustrado o bien como consolidaciones alveolares, y la extensión y
disminución del calibre de la luz aórtica. distribución de las mismas es variable.

Figura 49. Hematoma intramural aórtico; A: TC sin contraste;


B: TC con contraste
Figura 52. Hemorragia alveolar en paciente anticoagulado

13
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición

Patología infecciosa pulmonar alérgica (ABPA), que ocurre por una reacción de hipersensibilidad
contra este hongo en el interior de la luz bronquial. En inmunocomprometi-
Empiema/absceso pulmonar dos las infecciones fúngicas son más graves, existiendo formas invasivas de
aspergilosis. Las manifestaciones radiológicas son diferentes, aunque será
El diagnóstico del empiema se realiza clínicamente mediante punción y análi- de gran interés conocer el estado inmunológico del paciente.
sis del mismo en pacientes con derrame pleural y clínica compatible, aunque
en ocasiones es necesaria la realización de una TC torácica para localizar de Aspergiloma/ABPA/Aspergilosis invasiva
forma más precisa el empiema de cara a un abordaje quirúrgico, o para dis-
tinguirlo de otras patologías como el absceso pulmonar, cuyo manejo es dis- A B C
tinto. En la TC se visualiza derrame con realce y engrosamiento de la pleura, ASPERGILOSIS
ASPERGILOSIS
y es característico la presencia de aire en la cavidad pleural (MIR 11-12, 12). ASPERGILOMA BRONCOPULMONAR
INVASIVA
ALÉRGICA

Engrosamiento
y realce pleural

Aire

Figura 55. A: Aspergiloma; B: ABPA; C: Aspergilosis invasiva

Figura 53. Empiema pleural Infecciones en pacientes inmunocomprometidos

Desde el punto de vista del TC torácico, las infecciones más habituales y sus
En el absceso pulmonar radiológicamente se observa una lesión intraparen- manifestaciones radiológicas son:
quimatosa, generalmente, heterogénea y con aire/cavitación en su interior
como en la Figura 54. Infecciones bacterianas: son las más frecuentes tanto en pacientes con SIDA
como en pacientes con neutropenia, y radiológicamente no pueden distin-
guirse por imagen, manifestándose como consolidaciones alveolares con
broncograma aéreo. La neumonía por embolismo séptico por S. aureus en
ADVP puede sugerirse por imagen pues se manifiestan como consolidacio-
nes nodulares periféricas en muchas ocasiones con cavitación. En la Figura
56 también se aprecia pequeño neumotórax secundario (flechas blancas).

Figura 54. Absceso pulmonar

Tuberculosis

La infección por TBC se expone en el apartado sobre Rx simple donde se deta-


llan las manifestaciones radiológicas en la Rx simple de tórax y en la TC torácica. Figura 56. Nódulos bilaterales, algunos cavitados. Émbolos sépticos
por S. aureus en paciente ADVP
Infecciones por hongos
Infecciones por hongos (Pneumocystis jirovecii)
En general las neumonías fúngicas son raras en pacientes inmunocompe-
tentes. Las dos formas más comunes de infecciones fúngicas son las formas Se manifiestan generalmente como opacidades bilaterales y simétricas en
saprofíticas de Aspergillus (aspergiloma/micetoma) y la aspergilosis bronco- vidrio deslustrado de predominio perihiliar con mayor afectación de bases

14
01. Tórax | RD

y campos medios pulmonares. Pueden asociar pequeños quistes (neuma-


toceles).

Figura 59. Linfangitis carcinomatosa

Las neoplasias pleurales primarias son más infrecuentes, siendo el tumor


maligno más frecuente el mesotelioma pleural maligno, que se asocia a
Figura 57. Neumonía por pneumocystis jirovecii
la exposición a asbesto. La TC es la técnica de elección para su estadi-
ficación, y suele manifestarse como engrosamiento difuso de la pleura,
Infecciones por micobacterias (típicamente la TBC) nódulos pleurales, y derrame pleural en cantidad variable. En la Figura
60, se observa derrame pleural con engrosamiento nodular de la pleura
Las manifestaciones por micobacterias ya se han descrito en el apartado de y algunas masas pleurales próximas al diafragma y en la pleura mediastí-
la Rx simple. nica (MIR 18-19, 24).

Infecciones víricas (citomegalovirus)

Es frecuente en pacientes con SIDA y en los trasplantados de médula


ósea y órganos sólidos. Se manifiestan radiológicamente como consoli-
daciones, áreas en vidrio deslustrado y micronódulos con halo en vidrio
deslustrado.

Figura 60. Mesotelioma en varón de 88 años con antecedentes de


exposición a asbesto

Patología mediastínica

El diagnóstico y clasificación de las masas mediastínicas viene determinado


por la localización de las lesiones dentro de los compartimentos del medias-
Figura 58. Neumonía por CMV en paciente trasplantado renal en tino, ya sea anterior, medio o posterior. De todos los tumores mediastínicos,
tratamiento con inmunosupresores el más frecuente es el tumor neurogénico, que suele derivar del posterior,
de las raíces raquídeas, pero hay que tener en cuenta que pueden aparecer
Patología tumoral en cualquier localización donde existan estructuras nerviosas. Sin embargo,
donde es más frecuente encontrar masas en el compartimento mediastí-
Se clasifica la patología tumoral en cuatro grandes grupos: nico anterior.
•• Patología pleural.
•• Patología mediastínica. Mediastino Mediastino Mediastino
•• Neoplasias pulmonares. anterior medio posterior
•• Enfermedad torácica metastásica.
•• Tumores tímicos •• Bocio intratorácico •• Tumores
(timoma) •• Adenopatías neurogénicos
Patología tumoral pleural •• Tumores germinales •• Quiste broncogénico (schwannoma,
(teratoma, seminoma) •• Quiste de duplicación neurofibroma)
Lo más habitual en la pleura es encontrar diseminación tumoral de un tumor •• Linfoma (más •• Tumor vertebral
frecuente en •• Quistes
primario pulmonar, de un carcinoma de mama o de un linfoma, que suele compartimento neuroentéricos y
manifestarse como derrame pleural y, en ocasiones, se identifica nódulos/ anterior y medio) meningoceles
implantes tumorales pleurales a lo largo de la pleura y de las cisuras pleura-
Tabla 4. Diagnóstico diferencial de las masas mediastínicas.
les como en la Figura 59.

15
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición

Masas en mediastino medio:


Anterior
Posterior

Figura 63. Gran bocio endotorácico

Masas en mediastino posterior:

Medio

Figura 61. Compartimentos del mediastino en TC.

Masas en mediastino anterior:

Figura 64. Rx preoperatoria, masa en mediastino posterior. En la TC


de torax masa con origen en un foramen vertebral dorsal sugestiva de
origen neurogénico. Fue operada con resultado de Schwannoma

Neoplasias pulmonares

La TC torácica constituye la técnica de elección para la estadificación del


cáncer de pulmón ya que permite evaluar la extensión local del tumor, y a
distancia. La PET/TC está indicada como técnica de elección en pacientes en
TIMOMA EN PACIENTE CON MIASTEMIA GRAVIS los que no haya evidencia de enfermedad metastásica en más de una loca-
lización y se plantee tratamiento radical (cirugía o quimiorradioterapia), ya
que es más sensible y específica que la TC para la detección de adenopatías
tumorales y metástasis, aunque requieren confirmación histológica siempre
que sean relevantes en la actitud terapéutica.

Se distinguen básicamente cuatro tipos de neoplasias de pulmón: carci-


noma de células escamosas o epidermoide, adenocarcinoma, carcinoma de
células grandes y carcinoma neuroendocrino (dentro del cual el subtipo más
habitual es el microcítico o también llamado de células pequeñas). Radio-
lógicamente se manifiestan como nódulos o masas y algunos pueden pre-
sentar algunas características típicas. En la Tabla 4 se detallan algunos de
estos rasgos.

Las metástasis en la cavidad torácica van a depender de la vía de disemina-


Figura 62. Linfoma No Hodgkin ción del tumor primario (linfática, hematógena o en ocasiones peritoneal).
Algunos ejemplos se ven en la Figura 65.

16
01. Tórax | RD

Masas Centrales con Atelectasia Masa Hiliar (Típico del Nódulos (Más frecuente el Masas Cavitadas (Frecuente
Tumor de Pancoast
(Signo de la S de Golden) carcinoma microcítico) adenocarcinoma) el Carcinoma Epidermoide)

Tabla 5. Diagnóstico diferencial de los distintos tipos de cáncer pulmonar.

Figura 65. Tumores metastásicos en TC.

Patología intersticial

La patología intersticial se describe en el apartado de Rx simple destacando


las manifestaciones radiológicas típicas tanto en la Rx como en la TC torá-
cica.

17
Radiodiagnóstico

02 Abdomen

2.1. Técnicas de imagen A. Lectura sistemática de una radiografía de abdomen

Es imprescindible una lectura sistemática de las radiografías simples de


Radiología simple de abdomen abdomen para reconocer los hallazgos y signos radiológicos más importan-
tes de cara al diagnóstico de la patología abdominal y decidir qué prueba
La radiografía simple es tradicionalmente la primera técnica empleada en complementaria es la más rentable en función de los hallazgos.
el estudio de la patología abdominal urgente de pacientes adultos. Con el •• Visión global de la placa.
desarrollo de la tomografía computarizada (TC) y su rápida disponibilidad, •• Valoración de las estructuras óseas.
cada vez más extendida en los servicios de Urgencias, las indicaciones de •• Valoración de las líneas grasas / siluetas viscerales.
la radiografía simple de abdomen están cambiando. Sin embargo, sigue •• Análisis del patrón de gas intraluminal.
siendo una de las exploraciones más solicitadas de urgencia ya que aporta •• Análisis del patrón de gas extraluminal.
una información muy valiosa si estamos habituados a su lectura. •• Calcificaciones.
•• Cuerpos extraños.
Es importante conocer las indicaciones de una radiografía simple abdomi-
nal para evitar radiación ionizante innecesaria a los pacientes, por lo que el Visión global de la placa
clínico deberá indicar la sospecha diagnóstica para que así, tanto el técnico
como el radiólogo, puedan realizar una exploración adecuada. Se basa en la búsqueda de catéteres, vías venosas/arteriales, drenajes, sondas
nasogástrica, vesical o rectal, clips quirúrgicos, material de fijación lumbar.
Las indicaciones de radiografía simple de abdomen aceptadas son:
•• Obstrucción intestinal. Valoración de las estructuras óseas
•• Perforación de víscera hueca.
•• Cólico renoureteral. Se valorarán las costillas, la columna vertebral, el sacro y las porciones del
•• Patología inflamatoria en paciente con abdomen agudo/irritación hueso coxal y cabezas femorales incluidas en el estudio.
peritoneal.
•• Isquemia mesentérica. Valoración de las líneas grasas/siluetas viscerales
•• Detección de cuerpos extraños radio pacos.
•• Líneas musculares: se pueden identificar las líneas que conforman el
También es importante el conocimiento de las distintas proyecciones ya que margen externo de los músculos psoas con la grasa retroperitoneal. El
cada una puede aportar información útil según la sospecha clínica: borramiento de estas líneas puede indicar patología retroperitoneal
•• Proyección estándar: (masas, hematomas, abscesos, etc.).
-- Radiografía anteroposterior (AP) de abdomen en decúbito •• Líneas viscerales: se aprecian el hígado, el bazo, las siluetas renales y la
supino: no debe ser sustituida por ninguna otra proyección. Esto vejiga (sobre todo si está llena). Además de permitir localizar estos órganos,
se debe a que al estar el paciente en decúbito supino, las vísceras también se puede valorar organomegalias, masas o globo vesical (Figura 1).
abdominales tendrán la misma distribución que cuando el clínico
realiza la exploración física.
•• Proyecciones complementarias:
-- Radiografía AP en bipedestación: en sospecha de obstrucción
intestinal. También puede ser útil en la sospecha de perforación,
sin embargo la radiografía AP de tórax es más sensible al neu-
moperitoneo.
-- Radiografía en decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal:
para pacientes que no puedan ponerse en pie. Se realiza después
de 10 minutos en esa posición para visualizar neumoperitoneo
en escasa cuantía o niveles hidroaéreos en obstrucción intestinal.
A B
-- Radiografía lateral en decúbito supino con rayo horizontal: para
pacientes que no se pueden movilizar con las mismas indicacio- Figura 1. Representación de las líneas viscerales de la placa de abdomen.
nes que la proyección anterior. Hígado (rojo), riñones (verde), bazo (morado) y músculos psoas (azul)

1
Manual CTO de Radiodiagnóstico

•• Diagnóstico de ascitis: el líquido libre abdominal que ocupa los recesos coma). En bipedestación es típica la presencia de un nivel
peritoneales borrando planos grasos, centralizando asas intestinales y hidroaéreo (Figura 4).
borrando los contornos de los órganos sólidos.

Análisis del patrón de gas luminal

Se considera normal la presencia de aire en el estómago, asas intestinales


y colon.
•• Íleo paralítico/adinámico: tras un proceso abdominal (cirugía reciente,
dolor, fármacos, traumatismo) se produce una acumulación de gas
que ocasiona una distensión generalizada e uniforme de estómago,
intestino delgado e intestino grueso.
•• Obstrucción mecánica de intestino delgado: la causa más fre-
cuente son bridas intestinales tras cirugía. En la radiografía AP en
decúbito supino se observa una dilatación de intestino delgado
(> 3 cm) proximal a la obstrucción sin aire o muy escaso en colon
(distal a la obstrucción). En la radiografía en bipedestación se
identificarán niveles hidroaéreos escalonados “en pila de mone-
das”, sin embargo es un signo muy inespecífico (Figura 2) (MIR
10-11, 1, 2).

Figura 3. Obstrucción de intestino grueso con dilatación del marco


cólico y sin gas en ampolla rectal

Figura 2. Obstrucción de intestino delgado con asas dilatadas en


flanco izquierdo

•• Obstrucción mecánica de intestino grueso: la causa más frecuente


es el carcinoma colorrectal. Se observa dilatación de colon proxi-
mal a la obstrucción con disminución o ausencia de gas distal en
rectosigma. Se considera dilatación de colon si supera los 6 cm de
diámetro, salvo en el ciego donde el punto de corte son los 9 cm
(Figura 3). Figura 4. Vólvulo de ciego con el signo de la coma
•• Vólvulos de colon: se producen generalmente por una torsión de un
asa a lo largo de su eje mesentérico causando una obstrucción en asa -- Vólvulo de sigma: es el más frecuente. Se identifica una dilata-
cerrada. Hay dos tipos: ción de un asa que supera los 6 cm y se localiza en hipocondrio
-- Vólvulo de ciego: se identifica una dilatación de un asa que derecho apuntando hacia la pelvis. No presenta haustras coló-
supera los 9 cm y se localiza en epigastrio o hipocondrio nicas (signo del grano de café). En bipedestación se identifican
izquierdo. Se identifican las haustras colónicas (signo de la varios niveles hidroaéreos (Figura 5).

2
02. Abdomen | RD

•• Neumatosis intestinal: es la presencia de gas en la pared de las


asas intestinales. Hay muchas causas benignas que lo producen, sin
embargo en un contexto clínico adecuado podría indicar necrosis
intestinal (Figura 7).

Figura 5. Vólvulo de sigma con el signo del grano de café

Análisis del patrón de gas extraluminal


Figura 7. Radiografía simple de abdomen. Gas en la pared del colon,
•• Neumoperitoneo: ocasionado por la perforación de víscera hueca. neumatosis
Ante la sospecha, la prueba que se debe solicitar NO es una radiografía
simple de abdomen sino una radiografía simple de tórax en bipedesta- •• Gas portal: es la presencia de gas en el sistema venoso portal hepático
ción dónde se puedan ver las cúpulas diafragmáticas. En la radiografía y se caracteriza por finas líneas radiolucentes ramificadas en la perife-
simple de abdomen en decúbito supino existen algunos signos como ria del hígado y está asociado con la isquemia mesentérica.
el signo de la doble pared o de Rigler (Figura 6) o el del ligamento •• Aerobilia: es la presencia de gas en el sistema biliar intrahepático y
falciforme. Sin embargo, estos signos son generalmente sutiles (MIR se caracteriza por finas líneas radiolucentes ramificadas en la porción
09-10, 2). central del hígado. Secundario a CPRE reciente, esfinterotomía, hepa-
ticoyeyunostomías, etc. (Figura 8).

A B
Figura 8. Comparación entre gas portal (A, flechas negras) y aerobilia
(B, flechas blancas)

Calcificaciones

•• Hepatobiliares: granulomas, quiste hidatídico (Figura 9), colelitiasis,


vesícula en porcelana.
•• Esplénicas: granulomas.
•• Pancreáticas: pancreatitis crónica.
Figura 6. Neumoperitoneo con signo de Rigler: se identifica tanto
el borde interno como el borde externo de las paredes de las asas •• Renales y ureterales: son las más importantes ya que permiten localizar
intestinales la litiasis renal (en relación con la silueta renal o la teórica localización

3
Manual CTO de Radiodiagnóstico

de los uréteres o en la vejiga). También permite hacer seguimiento de Estudios baritados del tubo digestivo
las litiasis y servir de guía para las técnicas de litotricia (Figura 10).
•• Vasculares: arteriales, aneurismas de aorta abdominal o flebolitos La radiología digestiva, si se realiza bien, sigue siendo una técnica diagnós-
(calcificaciones venosas generalmente localizadas en pelvis y se distin- tica en vigor, es barata y aporta suficiente información al clínico y al cirujano.
guen de las litiasis ureterales por la presencia de un centro radiolúcio). Sin embargo, la aparición de la endoscopia y nuevas técnicas de imagen
como la ecografía, TC o RM, han ido disminuyendo el número de indicacio-
nes de estas pruebas.

Los tipos de contraste endoluminal utilizados para estas pruebas son funda-
mentalmente dos:
-- Sulfato de bario: contraste inerte que no se absorbe por vía ente-
ral. No debe usarse si hay sospecha de perforación ya que puede
provocar peritonitis plástica.
-- Contrastes yodados hidrosolubles: se usan en controles posope-
ratorios, en fístulas o si se sospecha perforación. Existe el riesgo
de alergia al contener yodo. No debe usarse si hay riesgo de aspi-
ración ya que puede provocar edema de pulmón.

B. Indicaciones

Existen múltiples técnicas para el estudio del tubo digestivo:


5. Videodeglución: con el paciente de pie, se observa por radioscopia
el primer trago de bario a fin de descartar aspiraciones y fugas, valo-
Figura 9. Quiste hidatídico hepático calcificado ración de la musculatura faringea, descartar obstrucción (Figura 11).

Figura 11. Videodeglución en el momento de deglución del bario

Figura 10. Litiasis renales izquierdas 6. Esofagograma: está indicado con el fin de descartar hernia hiatal, tras-
tornos motores, sospecha de neoplasia esofágica, de perforación o
Cuerpos extraños valoración de coloplastia/gastroplastia tras resección esofágica.
7. Seriada gastroduodenal: se realiza conjuntamente con el estudio eso-
•• Metálicos: dispositivo intrauterino, objetos ingeridos por el paciente fágico. Debido a la masiva utilización de la gastroscopia su uso es cada
(psiquiátricos, en prisión). vez menor. Sus principales indicaciones son la imposibilidad de pasar
•• Drogas: hachís, cocaína. el píloro en la endoscopia o controles posquirúrgicos precoces (sobre
•• Restos de contraste baritado. todo en cirugía bariátrica).

4
02. Abdomen | RD

8. Estudios del intestino delgado: su utilización es escasa debido a la Para el estudio de las estructuras intraabdominales se usan transductores
mayor eficacia de la cápsula endoscópica o técnicas de imagen. Sus convexos con frecuencias medias-bajas para una mayor penetrancia. Sin
principales indicaciones son la malabsorción, sospechas de obstruc- embargo, para el estudio de la pared abdominal o para una mayor reso-
ción crónica o recurrente y en el estudio previo a la cirugía bariátrica. lución de estructuras superficiales (por ejemplo, búsqueda del apéndice
Se dividen en dos grupos: vermiano en un paciente delgado) se usan transductores lineales con fre-
-- Tránsito intestinal: se administra el bario por vía oral y se realizan cuencias altas.
radiografías cada 30 minutos hasta que el contraste llega al íleon
terminal (Figura 12). C. Indicaciones

La ecografía abdominal se realiza con el paciente en decúbito supino y se


deben valorar todas las estructuras abdominales accesibles (tiende a no
incluirse el tubo digestivo a no ser que la sospecha sea de afección gastroin-
testinal), siguiendo una sistemática.
1. Hígado: se valorará la ecogenicidad, los bordes, el tamaño, cada uno
de los segmentos hepáticos, venas portales y venas suprahepáticas.
Sus indicaciones principales son el screening de metástasis hepáticas,
vigilancia de pacientes con cirrosis y valorar si la enfermedad hepática
es difusa o focal.
2. Vía biliar y vesícula: es una técnica especialmente útil ya que al con-
tener líquido presenta buen contraste en la ecografía. Es la primera
prueba a realizar en caso de ictericia y dolor en hipocondrio derecho
(Figura 13).

Figura 12. Tránsito intestinal

-- Enteroclisis: se administra el bario a través de una sonda enteral


colocada en el ángulo de Treitz. Se obtienen imágenes de mayor
calidad pero es menos cómodo para el paciente.
9. Defecografía: Es el estudio dinámico de la defecación mediante la
opacificación de la cavidad rectal con una pasta espesa de bario. Sus
indicaciones son el estudio de la evacuación obstructiva, estudio de
incontinencia y síndrome del periné descendido.

Estudios contrastados del aparato urinario


Se realizan con contraste yodado. Se siguen utilizando sobre todo tres técnicas:
•• Urografía intravenosa: consiste en la inyección de contraste yodado intra-
venoso e ir haciendo radiografías primero de la fase nefrográfica y poste-
riormente de los uréteres, vejiga y la uretra. Aunque ha sido desplazada por
la ecografía y la TC-urografía, sigue siendo útil en el diagnóstico de anoma-
lías congénitas o el estudio del sistema colector al ser un estudio dinámico.
•• Cistografía: se puede visualizar como parte de la urografía intravenosa
o con la introducción directa de contraste a través de una sonda.
•• Uretrografía: se divide en anterógrada o miccional (como parte de la
urografía intravenosa) o retrógrada a través de una sonda uretral. La Figura 13. Imagen ecográfica de la vesícula biliar
primera valora mejor la uretra posterior y la segunda la uretra anterior.
Útil en el estudio de estenosis o traumatismos uretrales. 3. Páncreas: difícil de evaluar mediante ecografía ya que está rodeado de
gas. Sigue siendo una prueba indicada ante la sospecha de tumores
Ecografía de abdomen pancreáticos, sin embargo la ecografía endoscópica tiene una mayor
sensibilidad y precisión diagnóstica.
Es una técnica que proporciona información clínicamente útil sin someter 4. Riñón, vía excretora, vejiga y próstata: será la primera prueba diag-
al paciente a radiaciones ionizantes, en tiempo real, con alta disponibilidad nóstica a realizar en caso de hematuria, sospecha de cólicos nefríticos
y bajo coste. Con el modo Doppler es posible una valoración cuantitativa y (para demostrar la litiasis y detectar complicaciones), sospecha de
cualitativa del flujo sanguíneo y también es eficaz para guiar procedimientos tumor renal, pielonefritis aguda que no responde al tratamiento, neo-
intervencionistas diagnósticos o terapéuticos. plasia vesical y prostatismo (Figura 14).

5
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Figura 14. Imágenes en anteroposterior y craneocaudal de vejiga y


próstata

5. Bazo: descarta esplenomegalia o lesiones focales.


6. Glándulas suprarrenales: difícil de evaluar en adultos.
7. Pared abdominal: detección de hernias o lesiones superficiales.
8. Abdomen agudo: septicemia de probable origen abdominal, dolor
abdominal no filiado o en traumatismos abdominales como método de
cribado Eco-FAST (Focused Assessment with Sonography for Trauma).
Figura 15. Angio-TC de aorta y ramas principales esplácnicas
TC de abdomen
4. Urografía-TC: suelen realizarse tres adquisiciones. La primera sin
Las principales ventajas son: contraste intravenoso para el estudio de calcificaciones/litiasis. Una
•• Es la técnica de imagen más completa para el estudio de la mayoría segunda adquisición en fase portal para el estudio del parénquima
de las enfermedades abdominales y valoración de estructuras óseas. renal y una tercera adquisición o de eliminación a los 5 minutos tras la
•• Es rápida por lo que la hace muy útil en pacientes inestables. inyección para valorar las vías urinarias y vejiga.
•• Detecta calcificaciones o gas en cantidades muy pequeñas. 5. Entero-TC: con contraste oral neutro (1,5 L de manitol o polietilengli-
•• Se pueden realizar estudios multiplanares y volumétricos con una sola col. Útil para el diagnóstico de tumores de intestino delgado.
adquisición. 6. Colono-TC: una buena limpieza del colon y una distensión adecuada
resultan esenciales para conseguir un estudio de alta calidad. Para dis-
Sin embargo también presenta limitaciones: tender el colon se puede utilizar aire ambiente o CO2 y se administra
•• La TC abdominopélvica imparte, de media, las mayores dosis de radia- contraste oral. Se realizan dos adquisiciones, una en supino y otra en
ción en radiología diagnóstica. Por lo que hace que no sea en ocasio- prono. Sus indicaciones son una colonoscopia incompleta o cuando
nes la primera prueba a realizar. la colonoscopia está contraindicada. No debe realizarse en menos de
•• Menor sensibilidad de cálculos biliares en vesícula que la ecografía en tres meses tras cirugía colónica o enfermedad inflamatoria intestinal
las vías biliares que la RM. activa (Figura 16).
•• Ausencia de información dinámica en tiempo real.

D. Técnicas de estudio

1. TC de abdomen sin contraste intravenoso: la información está limitada


tanto en el sistema vascular como en las vísceras sólidas. Sin embargo,
se usa en casos de alergia a contrastes yodados o insuficiencia renal.
Es especialmente útil en el diagnóstico de litiasis renoureterales o de
masas suprarrenales.
2. TC de abdomen con contraste intravenoso: es la técnica más utilizada. Figura 16. Colono-TC con adquisiciones en decúbito supino y
Se puede realizar multifásico con una fase arterial tardía (35’’ tras la decúbito prono
inyección del contraste), una fase portal (70’’ tras la inyección del con-
traste) y una fase tardía o intersticial (tras varios minutos). El estudio
multifase es útil para la caracterización de lesiones focales hepáticas y RM de abdomen
tumores neuroendocrinos.
3. Angio-TC: consiste en hacer una adquisición a los pocos segun- Las principales ventajas son:
dos de la entrada del contraste con el fin de realizar un estudio •• La técnica con mayor resolución de contraste para los tejidos
puramente arterial, con calidad diagnóstica similar a la arteriogra- blandos, estructuras anatómicas rellenas de líquido y órganos
fía convencional y en ocasiones aportando información adicional pélvicos.
(resto de estructuras abdominales que no se ven en la arteriografía •• Detecta de manera sensible y específica la presencia de grasa en los tejidos.
(Figura 15). •• Ausencia de radiaciones ionizantes.

6
02. Abdomen | RD

Sin embargo presenta limitaciones: 3. RM de glándulas adrenales: también se usa la secuencia fase-fase opuesta.
•• El tiempo de adquisición es sustancialmente mayor a la ecografía o TC. 4. Entero-RM: dirigido al estudio del intestino delgado. La indicación
•• Necesaria colaboración del paciente ya que deberá hacer apneas. principal es el diagnóstico, evaluación, seguimiento y valoración de
•• El contraste de la RM (gadolinio) no está exento de riesgos, asociado a complicaciones de la enfermedad de Crohn.
fibrosis sistémica nefrogénica. 5. Urografía-RM: se emplea para caracterizar lesiones quísticas com-
•• No es útil en la detección de gas o calcificaciones en cantidades plejas renales y permite también una buena visualización de las vías
pequeñas. excretoras.
6. Angio-RM: presenta una menor resolución espacial que la angiografía
E. Técnicas de estudio convencional o el angio-TC.
7. RM de recto y perirrectal: es la mejor prueba para la estadificación
1. RM de hígado: se realizan múltiples secuencias, potenciadas en T1, en regional del cáncer de recto. También es útil en el estudio de las fístu-
T2, etc. Cabe destacar la secuencia ‘fase-fase opuesta’ que permite la las perianales.
detección de grasa, pero no en lesiones completamente compuestas 8. RM de próstata: se utiliza para la detección, estadificación locorregio-
de grasa, sino una combinación agua-grasa con una proporción entre nal, vigilancia y recaídas del carcinoma de próstata.
30-70%.
2. Colangio-RM: se realizan secuencias muy potenciadas en T2 en las
que se delimitan muy bien los conductos o estructuras rellenas por 2.2. Patología del tubo digestivo
líquidos estáticos o que se mueven poco, en este caso conductos bilia-
res y pancreáticos. Está indicado en el diagnóstico de coledocolitiasis,
superior
tumores quísticos pancreáticos, obstrucciones pancreáticas o pan-
creatitis crónica. Puede realizarse colangio-RM dinámica con adminis- Esófago
tración de secretina (Figura 17).

A. Trastornos de la motilidad esofágica:

Los trastornos de la movilidad esofágica pueden ser valorados mediante


estudios baritados (esofagograma) ya que existen características propias en
casi todos los trastornos (Tabla 1):
1. Prominencia cricofaríngea: es un retraso en la relajación del esfínter
esofágico superior y puede ser valorado fácilmente con un estudio de
videodeglución identificándose una impresión en la columna de bario
a la altura de la unión faringoesofágica.
2. Acalasia primaria: el esofagograma constata la ausencia de peristalsis,
Figura 17. Colangio-RM identificándose la vesícula y la vía biliar. un esófago dilatado, con ondas terciarias en estadios iniciales y falta

ACALASIA EED ESCLERODERMIA PRESBIESÓFAGO ENF. DE CHAGAS

•• Disminución de los ganglios •• Etiología indeterminada •• Enfermedad multisistemática •• Edad avanzada •• Destrucción de células
mientéricos del plexo de •• Puede ocasionar dolor de del colágeno •• Trastorno motos no ganglionares por
Auerbach tipo anginoso específico neurotoxina de Trypanosoma
cruzi
•• Ausencia de peristalsis •• Ausencia de peristalsis •• Motilidad normal por •• Peristalsis primaria •• Aspecto radiológico idéntico
primaria primaria encima del arco aórtico (ms disminuída al de la acalasia primaria
•• Puede haber ondas terciarias •• Imagen en “tirabuzón” o estriado) •• Ondas terciarias
(comienzo) “sacacorchos” •• Dilatación 2/3 inferiores
•• Esófago dilatado terminado •• EEI distendido (precoz)
en “pico de pájaro”

Tabla 1. Trastornos motores esofágicos más frecuentes

7
Manual CTO de Radiodiagnóstico

de apertura del esfínter esofágico inferior visible como una estenosis 2. Anillo de Schatzki: se define como una constricción del anillo “B”. En
lisa en cola de ratón. Se diferencia del cáncer de la unión esofagogás- los estudios baritados, los márgenes del anillo de Schatzki se muestran
trica en que en éste la estenosis es abrupta, irregular. transversos, finos, simétricos y fijos con las contracciones esofágicas,
3. Espasmo esofágico difuso: el aspecto típico es el esófago en sacacor- inmediatamente por encima de una hernia de hiato. Se asocia a reflujo
chos con repetidas contracciones terciarias que obliteran la luz, con gastroesofágico y a esofagitis péptica, pudiendo causar disfagia si el
ausencia de peristalsis primaria. anillo presenta un diámetro inferior a 13 mm.
4. Esclerodermia: peristalsis leve o ausente en los dos tercios inferiores 3. Divertículo de Zenker: es un divertículo por pulsión situado en la línea
del esófago, esófago dilatado, rígido, con apertura del EEI que permite media a nivel de la pared posterior de la unión faringoesofágica. El estu-
vaciamiento por gravedad. dio baritado muestra un saco lleno de bario posterior al esófago cervical
5. Presbiesófago: disminución de peristalsis primaria y un número varia- que puede comprimir y desplazar el propio esófago (Figura 19).
ble de contracciones no propulsivas.
6. Enfermedad de Chagas: aspecto radiológico idéntico al de la acalasia
primaria.

B. Patología benigna del esófago

Inflamatorio-infeccioso

1. Reflujo gastroesofágico, esófago de Barrett, esofagitis infecciosas…:


hoy en día la endoscopia ha desplazado al esofagograma y estas pato-
logías no tienen hallazgos sensibles.
2. Esofagitis eosinófila: esófago en anillo: estenosis concéntricas en
forma de anillo en la columna de bario (Figura 18).

Figura 19. Divertículo de Zenker

Otros

1. Perforación esofágica: en la radiografía simple de tórax se detectaría


un ensanchamiento mediastínico, neumomediastino, enfisema sub-
cutáneo y derrame pleural izquierdo. En el esofagograma, la fuga de
contraste fuera de la luz esofágica establece el diagnóstico. Se debe
usar contraste yodado hidrosoluble.
2. Cuerpos extraños: la radiografía simple de tórax o la lateral de cuello
puede mostrar el cuerpo si es radiopaco. El esofagograma demostraría el
cuerpo extraño impactado y la TC es útil para descartar complicaciones.
3. Varices esofágicas: en el esofagograma se aprecian defectos de reple-
ción longitudinales, tortuosos o serpiginosos con apariencia cam-
Figura 18. Esofagitis eosinófila con la imagen típica de esófago en biante a diferencia de los pliegues engrosados de la esofagitis o el
anillo carcinoma. En la TC se identifican estructuras tubulares serpiginosas
con un realce similar a los vasos adyacentes.
Anillos, membranas y divertículos 4. Hernia de hiato: La alteración más frecuente del tubo digestivo supe-
rior. En la hernia por deslizamiento se observan pliegues gástricos por
1. Membranas esofágicas: aparece como una indentación más frecuen- encima del diafragma, en la hernia paraesofágica el fundus gástrico
temente en la cara anterior del esófago cervical proximal. Pueden asciende paralelo al esófago y en la mixta también asciende la unión
estar asociadas con el síndrome de Plummer-Vinson. gastroesofágica.

8
02. Abdomen | RD

C. Carcinoma de esófago •• PET-TC: las indicaciones han quedado restringidas a los casos en los
que dependa la opción quirúrgica de la confirmación de metástasis o
Suele emplearse una combinación de TC, ecoendoscopia + PAAF y PET-TC de un segundo tumor en otra localización.
para establecer el diagnóstico y el estadio clínico. •• RM: se usa para resolver dudas en la estadificación local (T).
•• Esofagograma: Hoy en día no se utiliza en el algoritmo diagnóstico,
es más bien un hallazgo incidental. Se caracteriza por la presencia de Estómago
un segmento esofágico estenosado de contornos asimétricos, irregu-
lares, ulcerados y fijos, y de bordes proximales abruptos (Figura 20).
D. Patología inflamatoria

1. Enfermedad ulcerosa péptica: la técnica de elección es la endosco-


pia ya que permite obtener biopsias para descartar malignidad. El uso
del tránsito gastroduodenal con bario es marginal. La TC tampoco es
capaz de detectar úlceras de pequeño tamaño. Sin embargo las téc-
nicas de imagen son útiles para descartar complicaciones como la
hemorragia (la TC puede demostrar el sangrado activo), la perforación
(con radiografía de tórax en bipedestación o radiografía abdominal en
decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal) y la perforación conte-
nida o úlcera penetrante (mediante TC).
2. Enfermedad de Ménétrier: en el tránsito gastroduodenal se observa
un marcado engrosamiento de los pliegues mucosos con irregularidad
de la mucosa gástrica.

Patología tumoral (Tabla 2)


1. Adenocarcinoma gástrico: la endoscopia es la técnica más sensible
y específica y es la técnica de elección. En cuanto a la utilidad de las
técnicas de imagen:
-- Tránsito gastroduodenal: relegado a un segundo plano.
-- TC: Tres morfologías, polipoide, ulcerativa o infiltrativa. Es la
técnica de elección para la estadificación clínica (cTNM). Si
bien su rendimiento es bajo en estadios precoces, sus resul-
tados son mejores para determinar la extensión a la serosa
Figura 20. Carcinoma de esófago distal con morfología en corazón de
manzana (T4a) y órganos vecinos (T4b). Tiene mayor sensibilidad que
la ecoendoscopia en la detección de adenopatías extraperi-
•• TC: una TC de tórax y abdomen es el método básico inicial para valorar gástricas (N).
la invasión locorregional (T) y de metástasis a distancia (M). Su uso -- PET-TC: Su principal ventaja es la detección de metástasis a dis-
para valorar extensión linfática es más limitada (N). tancia.

AdenoCa Gástrico GIST Linfoma Gástrico Cascinoide Gástrico

H. pylori, dieta, gastritis atrófica Mutación en KIT o PDGFRA tirosina H. Pylori Sd Zollinger Ellison (tipo 2)
quinasa
•• Intraluminal lo + freq •• Exofítico lo + freq •• Intramural (MALT) •• Intraluminal y múltiple
•• Tipos polipoide, ulcerativo o infiltrado •• Masas exofíticas o intramurales •• Exofítico (LBDCG) •• Nódulos pequeños múltiples con
hipervasculares con realce periférico •• Engrosamiento difuso con cavitación central
adenopatías

Tabla 2. Tumores gástricos más frecuentes

9
Manual CTO de Radiodiagnóstico

2. Tumor estromal gastrointestinal (GIST): Debido a que la mayoría


de los GIST se crecen a partir de la muscularis propia, generalmente
muestran un patrón de crecimiento exofítico, por lo que el tránsito
gastroduodenal tiene poco valor.
-- Ecografía: Se observaría una masa sólida bien definida, polilobu-
lada, con cambios quísticos, necrosis o calcificaciones.
-- TC: Es la técnica de elección para el diagnóstico y seguimiento,
más útil que la endoscopia. Suelen ser masas grandes hipervas-
culares con un realce periférico ya que generalmente presenta
áreas centrales de necrosis, hemorragia o cavitación. (MIR
12-13, 3, 4) Desplazan las estructuras adyacentes y en estadios
avanzados las invaden. No invaden los ganglios y las metástasis
tienen un patrón de realce similar al tumor primario.
Figura 21. Tránsito gastroduodenal que demuestra una úlcera
3. Linfoma: Es la localización más frecuente de linfoma extranodal y el lugar duodenal en el margen superomedial
más común de los linfomas del tracto gastrointestinal. La TC es la prueba
para la evaluación previa al tratamiento y seguimiento. Dos grupos:
-- Linfoma MALT: Engrosamiento homogéneo y adenopatías peri- F. Patología tumoral
gástricas.
-- Linfoma B difuso de células grandes: Mayor engrosamiento de la 1. Adenocarcinoma: constituye hasta el 90% de las lesiones malignas
pared (4 cm), cavitación y adenopatías de mayor tamaño. detectadas en el duodeno, y hasta el 50-70% de los adenocarcinomas
4. Tumor neuroendocrino gástrico: corresponden a <2% de tumores del intestino delgado. Normalmente, aparece como una masa sólida
gástricos malignos. Se dividen en tres tipos: intraluminal que ocasiona un engrosamiento asimétrico e irregular,
-- Tipo I: el más frecuente, tumores pequeños <2 cm en fundus y así como ictericia obstructiva si se localizan en la región ampular.
antro con necrosis central (signo de ojo de buey) 2. GIST: tumor benigno más frecuente del duodeno. Hallazgos simi-
-- Tipo II: pequeños y múltiples. Los pacientes con Sd de Zollinger lares a los gástricos.
Ellison tienen alto riesgo de desarrollarlos como respuesta a la 3. Linfoma: muy raro.
hipergastrinemia. 4. Tumor neuroendocrino duodenal: tiene una presentación clí-
-- Tipo III: suelen ser grandes, >2 cm, agresivos, ulcerativos con alto nica e histología distinta a los gástricos y los del intestino del-
porcentaje de metástasis. gado. El duodeno es la localización más frecuente del gastrinoma
(Sd. Zollinger Ellison). En la TC se observan pequeños tumores
Otros trastornos gástricos intramurales hipercaptantes con adenopatías mayores al tumor
primario también hipercaptantes (Figura 22).
1. Varices gástricas: aparecen radiológicamente como múltiples imáge-
nes de defectos de llenado, tubulares, lobuladas, lisas, que deben ser
diferenciadas de otras causas de engrosamiento en el fundus gástrico.
2. Vólvulo gástrico: se define como la torsión de todo el estómago o
parte de él de más de 180º sobre sí mismo, que puede llevar a una
obstrucción la luz gástrica (obstrucción en asa cerrada) con riesgo de
isquemia y perforación. Son útiles el tránsito gastroduodenal y la TC.
3. Bezoar: es una masa intragástrica compuesta de material ingerido, no
digerido y acumulado: existen varios tipos de bezoar, siendo los más
frecuente el fitobezoar (fibras vegetales) y el tricobezoar (pelos). En
el tránsito se observa como una imagen de defecto de repleción de
llenado en la que el material baritado se introduce en los intersticios
del bezoar produciendo un aspecto característico de moteado. En la
TC produce una imagen típica en patrón de miga de pan.
Figura 22. TC abdominal en fase arterial que demuestra un
Duodeno nódulo hipervascular duodenal (flecha) compatible con un tumor
neuroendocrino

E. Patología inflamatoria
2.3. Patología del tubo digestivo
•• Enfermedad ulcerosa péptica: en el tránsito gastroduodenal se observa
una colección persistente de bario fuera del contorno normal del duo-
inferior
deno. En la TC se identifica un engrosamiento parietal captante acom-
pañado de cambios inflamatorios en la grasa adyacente, hematoma Tumores del intestino delgado
mural, sangrado activo y retro o neumoperitoneo en caso de perfo-
ración. En otros casos, se puede observar engrosamiento parietal con El intestino delgado es una localización infrecuente de tumores (3-6% de los
estenosis de la luz y obstrucción al vaciamiento gástrico (Figura 21). tumores del tracto gastrointestinal). La mayoría de tumores son asintomá-

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02. Abdomen | RD

ticos y cuando presentan sintomatología, con mayor frecuencia como cua- 5. Metástasis: es la afectación tumoral maligna más frecuente del intes-
dros suboclusivos de repetición, habitualmente ya presentan diseminación. tino delgado.
La técnica radiológica de primera elección ante la sospecha de un tumor del -- Extensión directa: en tumores pancreáticos o de colon.
intestino delgado es la enterografía-TC. -- Diseminación hematógena: los primarios más frecuentes el
1. Adenocarcinoma: segundo tumor maligno primario más frecuente melanoma y pulmón.
después del carcinoide. No existe correlación entre el tamaño y el -- Diseminación peritoneal: de neoplasias ováricas, gástricas,
grado de invasión por lo que lesiones pequeñas pueden dar disemi- mama, colon...
nación a distancia.
-- Tránsito gastroduodenal: estenosis focales o defectos de reple- Tumores del colon
ción polipoides.
-- TC: suelen presentarse como una estenosis anular concéntrica 1. Adenoma colónico: es el tumor benigno más común del colon y del
con bordes irregulares o bien como una pequeña masa de partes recto. Es el precursor del carcinoma colorrectal.
blandas o ulceración. -- Enema opaco: los pólipos sésiles se pueden ver como defectos
2. GIST: poco frecuente. Hallazgos similares a los gástricos o duodenales. de repleción en los márgenes de la pared del colon. Los pólipos
3. Linfoma: el linfoma primario de intestino delgado representa un grupo pediculados se puede observar la movilidad del pedículo y se
heterogéneo de neoplasias, con distintos patrones de crecimiento. Se debe de reconocer la cabeza.
dividen en LNH tipo T y LNH tipo B (Tabla 3). -- Colono-TC: es la técnica indicada para completar el estudio
de colon tras una colonoscopia incompleta. Ante un pólipo es
LNH - T LNH - B importante su diagnóstico diferencial con los restos fecales que
Segmento intestinal Yeyuno Íleon Terminal son los falsos positivos más frecuentes. Los pólipos pediculados
Localización Multifocal Focal son móviles y la cabeza del pólipo aparece en posición gravitacio-
Forma de presentación Engrosamiento mural Engrosamiento mural nal, reconocer la morfología de la cabeza del pólipo y su pedículo
moderado severo nos ayuda a diferenciarlo de restos fecales (Figura 24).
Adenopatías Discretas Voluminosas
Obstrucción Frecuente Raro
Perforación Frecuente Raro
Tabla 3. Comparación entre el linfoma no-Hodgkin B y T del intestino
delgado

4. Tumor carcinoide: tumor maligno primario de intestino delgado más


frecuente. La técnica de imagen de elección es la TC. Se identifican
masas intramurales hipervasculares con hipercaptación de contraste.
El signo característico es la reacción desmoplásica, que corresponde
a la extensión infiltrativa del mesenterio en forma de masa de par-
tes blandas espiculada que capta contraste y con calcificaciones. Las
metástasis hepáticas son típicamente hipervasculares que se detectan
menor en la fase arterial del TC multifase con contraste intravenoso Figura 21. Colono-TC, reconstrucción en 3D que demuestra un pólipo
(Figura 23). de 1 cm

2. Adenocarcinoma colorectal: neoplasia maligna más frecuente del


tracto gastrointestinal.
-- Enema opaco: lesión circunferencial estenosante y ulcerada con
forma de corazón de manzana (Figura 25).
-- TC y Colono-TC: lo más frecuente es una masa de partes blan-
das concéntrica que engrosa la pared colónica y produce este-
nosis (Figura 26) (MIR 16-17, 11; MIR 10-11, 3, MIR 10-11, 4).
Realza con la administración de contraste intravenoso y cuando
es de mayor tamaño presenta un realce heterogéneo debido a
necrosis central. El carcinoma mucinoso suele mostrar un engro-
samiento mural excéntrico con escaso realce.
›› Estudio de extensión locorregional: tiene escasa sensibili-
dad en el estudio de extensión local aunque es útil para
valorar la infiltración de órganos vecinos.
›› Estudio de afectación a distancia: metástasis en el hígado
para carcinomas de colon y recto superior (mejor sensibi-
Figura 23. TC abdominal que demuestra un tumor carcinoide lidad RM que TC) y pulmón en carcinomas de recto bajo
intestinal (flecha blanca) y una marcada reacción desmoplásica (flecha (con TC de tórax).
negra) y engrosamiento de asas intestinales ›› Seguimiento: es la técnica más utilizada en el seguimiento.

11
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Figura 27. RM pelvis potenciada en T2 y proyección sagital que


demuestra un carcinoma de recto

3. Tumores apendiculares: son poco frecuentes pero con características


propias y en muchas ocasiones se presentan como apendicitis.
-- Mucinosos: tienden a formar mucoceles que son lesiones quísticas
Figura 25. Defecto de repleción en forma de ‘corazón de manzana’ con en región apendicular con calcificaciones curvilíneas (Figura 28).
bordes irregulares compatible con un carcinoma de colon -- Carcinoides: neoplasia apendicular más frecuente pero suelen
ser incidentales tras apendicectomía.

Figura 28. TC coronal que demuestra un apéndice vermiforme


Figura 26. Engrosamiento concéntrico del ángulo esplénico del colon aumentado de tamaño, de aspecto quístico con calcificaciones
sugestivo de adenocarcinoma curvilíneas, compatible con un mucocele apendicular

-- RM: alta resolución en órganos pélvicos.


›› Estudio de extensión locorregional: se emplea satisfacto- Isquemia intestinal
riamente en el estudio de extensión local del carcinoma
de recto (sensibilidad del 65-100% en el parámetro T del Con el aumento exponencial de la esperanza media de vida en los últimos
TNM). La mayoría de errores se producen al diferenciar el años, la isquemia mesentérica se ha convertido en una entidad clínica cada
estadio T2 del T3. La RM permite identificar la fascia meso- vez más frecuente entre los ancianos.
rrectal que indica el margen de resección circunferencial.
También es muy útil en el diagnóstico de adenopatías La isquemia intestinal aguda puede afectar cualquier porción del tubo diges-
perirrectales (Figura 27). tivo, aunque afecta con mayor frecuencia al intestino delgado o grueso.
›› Estudio de afectación a distancia: mayor sensibilidad en el Puede ser segmentaria o difusa, y desde un punto de vista histológico,
diagnóstico de metástasis hepáticas que con la TC. puede existir compromiso parcial o transmural de la pared.

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02. Abdomen | RD

La cirugía suele reservarse para la necrosis transmural, si no se observan


signos de necrosis o si la necrosis es aparentemente parcial, el tratamiento
suele ser conservador.

A. Tipos de isquemia intestinal

La isquemia intestinal se puede dividir en dos grupos:


•• Isquemia intestinal oclusiva: es la más frecuente. Se produce por la
oclusión de vasos mesentéricos, ya sea una embolia (si la oclusión es
distal) o trombosis (si la oclusión es proximal) de la arteria mesentérica
superior como trombosis de las venas mesentéricas (Figura 29).
•• Isquemia intestinal no oclusiva: corresponde a un 20-30% de las
isquemias mesentéricas. La causa más común es un bajo gasto car-
díaco que condiciona una hipoperfusión esplácnica. Puede presen-
tarse en el intestino delgado aunque es más frecuente en el colon,
denominándose colitis isquémica. Ésta última suele localizarse en el
ángulo esplénico o en el sigma ya que son dos áreas de pobre colate-
ralidad vascular (Figura 30).

Figura 30. TC abdominal donde se identifica un engrosamiento


edematoso del ángulo esplénico del colon en relación con una colitis
isquémica (confirmado con colonoscopia)

B. Hallazgos radiológicos de isquemia intestinal

La placa simple de abdomen suele ser la primera prueba radiológica a rea-


lizar en la urgencia. La placa suele ser anodina o apreciarse una moderada
dilatación de asas (MIR 09-10, 1). En estadios más avanzados podría obser-
varse neumatosis intestinal, gas portal o neumoperitoneo.

La prueba diagnóstica de elección para descartar isquemia intestinal es el


TC multifase con contraste intravenoso. Éste se compone de una primera
adquisición del abdomen sin contraste intravenoso que nos ayudará a dis-
tinguir hematomas o sangrado activo intestinal; una segunda adquisición
que corresponde a un angioTAC de abdomen para valorar posibles oclusio-
nes arteriales; y una última adquisición en fase venosa/portal para valorar el
realce de las asas intestinales.

Figura 29. Angio-TC reconstrucción sagital que demuestra una Los hallazgos más frecuentes de isquemia intestinal se resumen en la
oclusión de la arteria mesentérica superior (flecha) Tabla 4.

Infartos hepáticos /
Edema de la pared Hiperrealce mucoso Inflamación mesentérica Ascitis
esplénicos / renales

Tabla 4. Hallazgos radiológicos típicos de isquemia mesentérica

13
Manual CTO de Radiodiagnóstico

C. Hallazgos radiológicos de necrosis transmural •• Tumores.


•• Diverticulosis.
Son los hallazgos más trascendentales ya que son los que van a modificar el •• Enfermedad inflamatoria intestinal.
manejo del paciente. En caso de sospecha de isquemia intestinal y la exis- •• Colitis pseudomembranosa.
tencia de alguno de estos signos, se debe valorar la cirugía urgente y resec- •• Hemorroides, fisura anal.
ción de las asas necróticas. Estos hallazgos se resumen en la Tabla 5.
B. Hallazgos radiológicos
Hemorragia digestiva
El diagnóstico de hemorragia digestiva se realiza con endoscopia digestiva.
Sin embargo, en situaciones dónde está contraindicada o no está disponi-
A. Etiología ble, la radiología tiene un papel importante.

Hemorragia digestiva alta: El TC ha desplazado a la angiografía convencional en el diagnóstico de


•• Relacionadas con cirrosis: varices esofágicas, gástricas, gastropatía de hemorragia digestiva y presenta una mayor sensibilidad para sangrados
la hipertensión portal. pequeños. Al igual que con la isquemia mesentérica, se debe realizar un TC
•• Relacionadas con enfermedad péptica: úlcera gástrica, duodenal, eso- multifase con adquisiciones sin contraste, fase arterial y fase venosa.
fagitis, Mallory-Weiss.
•• Tumores. El hallazgo en TC más importante para diagnosticar un sangrado activo es la
presencia de contraste intravenoso (hiperdensidad) en la luz gastrointesti-
Hemorragia digestiva baja: nal en la fase arterial que no se identificaba en la adquisición sin contraste y
•• Angiodisplasia. que aumenta en la fase venosa (Figura 31).

Figura 31. TC abdominal sin contraste, fase arterial y venoso. En el basal sin contraste no se identifica nada en el ángulo hepático del colon, sin
embargo, en fase arterial se aprecia una hiperdensidad que aumenta en fase venosa compatible con un sangrado activo arterial

Ausencia de realce parietal Neumatosis intestinal Gas portal Perforación y neumoperitoneo

Se refiere a que la mucosa del intestino Al haber necrosis d ela mucosa intestinal, Este gas en la pared se filtra a las venas Cuando la necrosis alcanza todas
no realza tras la administración de se filtra gas a la pared del intestino mesentéricas que acaban drenando en la las capas del intestino se produce
contraste vena porta y al hígado perforación y salida de gas al peritoneo

Tabla 5. Hallazgos radiológicos de sospecha de necrosis intestinal

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02. Abdomen | RD

Obstrucción intestinal de abdomen demuestra signos típicos de obstrucción intestinal se rea-


lizará un TC. Existen varios signos que indican obstrucción mecánica:
Conceptualmente, la obstrucción u oclusión intestinal, se define como la -- Signo del pico: determinado por un cambio abrupto en el calibre
detención completa y persistente del contenido intestinal en algún punto a de las asas, indicando el nivel exacto de la obstrucción (Figura 33).
lo largo del tubo digestivo. -- Signo de la diana: producido por el edema submucoso y/o cam-
bios inflamatorios murales asociados a la obstrucción.
Es importante diferenciarlo de cuadros suboclusivos intestinales en los que -- Signo del remolino: causado por la rotación de asa aferente y
dicha detención no es completa y persistente. Por otra parte, la seudoobs- eferente alrededor de un punto fijo, con el giro del mesenterio
trucción intestinal idiopática o Sd. de Ogilvie (Figura 32) (MIR 15-16, 13), junto a los vasos asociados (Figura 34).
corresponde a una enfermedad crónica, caracterizada por síntomas de obs- -- Signo del grano de café: asas intestinales muy distendidas que
trucción intestinal recurrente, sin datos radiológicos de oclusión mecánica. convergen hacia un mismo punto. Muy característico de los vól-
vulos.
-- Patrón en miga de pan en intestino delgado: similar al obser-
vado en el colon. Indica obstrucción intestinal a nivel de ID.

Figura 33. TC abdominal con obstrucción de colon que muestra un


cambio de calibre brusco del asa con dilatación proximal (signo del pico)

Figura 32. Dilatación completa del colon, con gas en ampolla rectal,
sin signos de oclusión mecánica

Resulta importante diferenciar el íleo adinámico de íleo mecánico. En el


primer caso, existe una alteración en la motilidad intestinal debida a una
parálisis del músculo liso y que muy raras veces requiere tratamiento qui-
rúrgico. El íleo mecánico es una obstrucción al paso del contenido intestinal,
requiriendo tratamiento quirúrgico en muchas ocasiones.

Papel de la radiología

1. Radiografía simple de abdomen: ante un paciente con clínica compa-


tible con obstrucción intestinal la primera prueba de imagen a realizar
es la radiografía simple de abdomen. Siempre se debe realizar una
radiografía en decúbito supino ya que valora la distribución del gas,
el grado de dilatación de las asas y demuestra la ausencia de gas en
la ampolla rectal. Se puede complementar con la proyección en bipe-
destación, óptima para la visualización de niveles hidroaéreos (veáse
Capítulo Técnicas de imagen).
2. TC abdominopélvico: si la radiografía de abdomen es anodina pero Figura 34. TC abdominal con obstrucción intestinal que muestra el
tras tratamiento conservador el paciente empeora o si la radiografía “signo del remolino” con un giro del asa y del meso y sus vasos

15
Manual CTO de Radiodiagnóstico

3. Signos de sufrimiento intestinal: al igual que ocurría con la isquemia medad, valorando su extensión y grado de afectación así como la
intestinal, existen una serie de signos que pueden cambiar el manejo existencia de actividad inflamatoria. El engrosamiento parietal (4-5
del paciente y plantearse la cirugía urgente. mm) es el signo central que indica enfermedad y su ausencia (menos
-- Obstrucción en asa cerrada: se produce cuando dos extremos de 3 mm) prácticamente descarta la enfermedad. Con el uso del
de un mismo asa presentan un punto en común de obstrucción, Doppler color y contraste ecográfico se puede valorar actividad de la
es decir, que un asa presenta dos puntos de estenosis adyacen- enfermedad si se demuestra hiperemia parietal y el realce intenso.
tes. Esto condiciona que el intestino obstruido entre las dos este- 3. TC/RM: son las mejores técnicas para valorar la afectación extraparie-
nosis no puede descomprimirse hacia asas proximales (como tal de la enfermedad.
ocurre con las obstrucciones de asa abierta) con mayor riesgo de -- Enfermedad inflamatoria activa: hiperemia de la mucosa
isquemia y perforación. (realce estratificado parietal), edema parietal, hiperemia mesen-
-- Isquemia intestinal: se produce por la afectación vascular de las térica (signo del peine) (Figura 36), la presencia de flemones o
asas obstruidas. El diagnóstico es superponible al de la isquemia colecciones y adenopatías (MIR 15-16, 11).
intestinal por otras causas. -- Enfermedad penetrante-fistulizante: se traduce en la existencia
-- Perforación: el paso final de la isquemia intestinal transmural de úlceras profundas, fístulas (entero-entéricas, entero-cutá-
con salida de aire y gas al peritoneo. neas, enterovesicales...), trayectos fistulosos ciegos (sinus tracts)
4. Etiología de la obstrucción: además el TC puede demostrar la causa o y colecciones (Figura 37).
al menos dar una aproximación o descartar otras. -- Enfermedad fibroestenótica: las exploraciones muestran estre-
checes segmentarias con dilatación preestenótica de las asas
Enfermedad inflamatoria intestinal intestinales. Es importante valorar la existencia de actividad
inflamatoria en las estenosis de cara a establecer el tratamiento
El término enfermedad inflamatoria intestinal engloba una serie de enfer- (médico vs. quirúrgico).
medades, básicamente la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, carac-
terizadas por la inflamación crónica y recurrente de las asas intestinales. Las
técnicas de imagen junto con la colonoscopia y la biopsia son la base del
diagnóstico de estas enfermedades.

A. Enfermedad de Crohn

1. Tránsito intestinal/enteroclisis: permite valorar la enfermedad superficial


pero puede no detectar algunos segmentos afectados por la superposi-
ción de asas y tiene menos capacidad para detectar la afectación parietal
y extraparietal. No permite establecer la actividad de la enfermedad. Los
hallazgos son las úlceras aftosas, el patrón en empedrado (úlceras longitu-
dinales y transversales) y el signo de la cuerda (vasoespasmo) (Figura 35).

Figura 36. TC en paciente con enfermedad de Crohn con un


engrosamiento del íleon terminal (flecha roja) e hiperemia
mesentérica (signo del peine -flechas blancas-)

Figura 35. Enema opaco en paciente con enfermedad de Crohn (signo


de la cuerda)
Figura 37. TC abdominal en paciente con enfermedad de Crohn con
2. Ecografía: es una técnica que en las manos adecuadas, dada su dis- engrosamiento de un asa (flecha blanca) y una fístula entero-cutánea
ponibilidad e inocuidad, resulta ideal para el seguimiento de la enfer- con absceso en la pared abdominal (flecha roja)

16
02. Abdomen | RD

B. Colitis Ulcerosa •• TC: cuando hay alta sospecha y ecografía no concluyente. Además per-
mite una mejor valoración en caso de complicaciones como perfora-
Esta enfermedad únicamente afecta al colon y sólo a la mucosa y submu- ción o plastrón apendicular, etc. (Figura 40):
cosa, de modo que la ecografía, TC y RM tienen menor importancia en su
diagnóstico ya que no existe afectación transmural ni extraparietal.

El enema opaco puede mostrar las úlceras superficiales típicas (“en T” o


en botón de camisa) y en casos crónicos evolucionados una morfología del
colon en tubo de plomo secundario a la pérdida de haustras (Figura 38).

A B

Figura 39. Ecografía con cortes longitudinal (A) y transversal (B) que
demuestra un apéndice (flechas rojas) engrosado con inflamación de
la grasa periapendicular en relación con una apendicitis aguda

Figura 38. Enema opaco en paciente con colitis ulcerosa que


demuestra un colon descendente sin haustras y úlceras superficiales
(flechas blancas)

Las técnicas de imagen son útiles en esta enfermedad en el diagnóstico de


las manifestaciones extraintestinales como la colangitis esclerosante (eco-
grafía, colangio-RM) o la sacroileítis asociada a EII (RM) y de las complicacio-
nes agudas como la perforación o el megacolon tóxico.

Otras enfermedades intestinales

A. Apendicitis aguda
Figura 40. TC coronal que demuestra un apéndice inflamado (flecha
La apendicitis aguda o inflamación del apéndice cecal es la urgencia quirúr- roja) y un absceso (flecha blanca)
gica abdominal más frecuente (2/3 de las cirugías por abdomen agudo se
deben a esta causa). Las apendicitis agudas se pueden clasificar, en función Diagnóstico diferencial
de si hay perforación o no de su pared, en complicadas o no complicadas.
Se debe hacer con otras causas de abdomen agudas de dolor en fosa ilíaca
Diagnóstico radiológico derecha:
1. Enfermedad de Crohn.
•• Ecografía: sensibilidad y especificidad cercanas al 90%. Los hallazgos 2. Diverticulitis derecha.
son (Figura 39): 3. Infarto omental: consiste en una necrosis focal de la grasa abdo-
-- Apéndice identificable: tubo aperistáltico con fondo de saco minal, casi siempre en lado derecho del omento mayor. Se suele
ciego y asentado en la base del ciego. deber a isquemia del omento por torsión o por trombosis venosa.
-- Diámetro apendicular mayor de 7 mm y dilatación de la luz apen- Tanto en ecografía como en TC, se observa una masa ovalada bien
dicular e imagen en anillo. delimitada de unos 5 cm, con densidad grasa aumentada y engro-
-- Aumento de ecogenicidad de la grasa adyacente. samiento del peritoneo visceral y parietal al que suele adherirse
-- Apendicolito o imagen cálcica intra apendicular. (Figura 41).

17
Manual CTO de Radiodiagnóstico

La clasificación que habitualmente se emplea para distinguir los diferentes


grados de diverticulitis es la de Hinchey que se resumen en la Tabla 6.

Diagnóstico diferencial

Se debe hacer con otras causas de abdomen agudas de dolor en fosa ilíaca
derecha:
•• Apendicitis epiploica: los apéndices epiploicos son proyecciones peri-
toneales adheridas a la superficie serosa del colon por un pedículo
vascular y predominan en el sigma. La apendicitis epiploica es resul-
tado de la inflamación aguda o del infarto de los apéndices epiploicos
por torsión. En la TC se identifica como una masa de densidad grasa
con cambios inflamatorios (Figura 42). Puede ser indistinguible en
algunos casos de un infarto omental, sin embargo dado que el trata-
miento de ambas entidades es de soporte y el pronóstico es similar, la
Figura 41. TC abdominal sin contraste que demuestra la imagen diferenciación no tiene relevancia práctica.
típica de un infarto omental (flecha blanca). Obsérvese el apéndice de
tamaño normal (flecha roja), sin cambios inflamatorios, descartándose
en este caso la apendicitis aguda

B. Diverticulitis aguda

Los divertículos son más frecuentes en el colón descendente y el sigma


siendo éstos de naturaleza adquirida. La diverticulitis aguda es una com-
plicación de la enfermedad diverticular crónica y consiste en la inflamación
y en casos perforación diverticular causadas por la obstrucción del cuello
diverticular por impactación fecal.

Diagnóstico radiológico

El diagnóstico se basará en la demostración del divertículo inflamado. Tanto


en la ecografía como la TC se observará:
•• Engrosamiento concéntrico segmentario de la pared cólica.
•• Divertículos inflamados aumentados de tamaño. Figura 42. TC abdominal en el que se identifica una inflamación de un
•• Inflamación de la grasa pericólica. apéndice epiploico del sigma

Grado I Grado II Grado III Grado IV

•• Absceso pericólico menos de 5 cm. •• Absceso a distancia o mayor de 5 cm. •• Peritonitis purulenta. •• Peritonitis fecaloidea.
•• Poceso inflamatorio localizado •• El proceso inflamatorio va más allá, •• Infección generalizada por •• La más grave. Grandes perforaciones
alrededor de un orificio diverticular. pero todavía permanece confinado. macroperofración de un divertículo o, libres comunicando con la luz de
rotura de un absceso colon.

Tabla 6. Grados Hinchey de diverticulitis. Las flechas rojas indican el colon inflamado y las blancas los abscesos / perforación

18
02. Abdomen | RD

C. Afectación infecciosa
2.4. Patología del hígado
1. Infecciones bacterianas: las enterocolitis secundarias a Salmo-
nella, Shigella, Campylobacter, etc, no tienen hallazgos caracte-
rísticos más allá de un edema de la pared del intestino y signos Enfermedad hepática difusa
inflamatorios circundantes.
2. Colitis pseudomembranosa: presenta un engrosamiento mural
colónico con hiperemia mucosa y edema submucoso muy mar- A. Cirrosis hepática
cado (mayor que otras colitis) con redundancia de las haustras
(signo del acordeón) (Figura 43). Los objetivos de las pruebas de imagen son reconocer los cambios morfoló-
3. Tuberculosis intestinal: debe hacerse diagnóstico diferencial gicos, estudiar la vascularización intra y extra hepática (hipertensión portal)
con la enfermedad de Crohn (Tabla 7). y descartar el carcinoma hepatocelular. Para ello se usará la ecografía el TC
y la RM.
•• Cambios morfológicos: nodularidad de la superficie hepática, realce
heterogéneo del hígado, atrofia del lóbulo hepático derecho y seg-
mento IV e hipertrofia del lóbulo caudado (Figura 44).
•• Signos de hipertensión portal: esplenomegalia, dilatación de la vena
porta, demostración de colaterales portosistémicas…
•• Nódulos: es imprescindible un estudio dinámico (TC o RM) con
contraste intravenoso ante cualquier nódulo para descartar un
hepatocarcinoma. Éste tiene un comportamiento específico en el
estudio dinámico con captación en fase arterial y lavado precoz
en fase venosa que no necesita confirmación histológica si mide
≥ 2 cm.

Figura 43. Engrosamiento muy edematoso del ángulo hepático


del colon con morfología en acordeón en paciente con una colitis
pseudomembranosa

TBC intestinal Enf. De Crohn


Engrosamiento mural Asimétrico Simétrico
Hiperemia mesentérica Raro Frecuente en fase aguda
Adenopatías Centro necrótico Hipercaptantes en fase aguda
Fístulas / Abscesos Raro Frecuente
Afectación peritoneal Frecuente Raro
Tabla 7. Diferencias entre TBC intestinal y enfermedad de Crohn

D. Afectación inflamatoria

1. Enfermedad celíaca: en los estudios baritados los hallazgos


clásicos son un tránsito enlentecido, una inversión del patrón
de pliegues mucosos (disminuyen en el yeyuno y aumentan en Figura 44. Ecografía hepática con signos de cirrosis, ecogenicidad
el íleon) y fragmentación del contraste baritado por exceso de heterogénea, contornos lobulados (flecha roja) y aumento de tamaño
del lóbulo caudado (flecha negra)
líquido.
2. Enfermedad de Whipple: en los estudios baritados el hallazgo clásico
es un engrosamiento irregular micronodular de pliegues del yeyuno. B. Hígado Graso
3. Enteritis rádica: dos fases:
-- Aguda: inflamación inespecífica de las asas afectadas. La esteatosis hepática se diagnostica fácilmente con las siguientes pruebas
-- Crónica: se identifica un engrosamiento parietal concéntrico que radiológicas:
puede condicionar estenosis, úlceras, fístulas y abscesos (similar •• Ecografía: un aumento de la ecogenicidad en comparación con la cor-
a enfermedad de Crohn). tical del riñón derecho (Figura 45).

19
Manual CTO de Radiodiagnóstico

•• TC: un aumento de la atenuación de 8-10 unidades Hounsfield en C. Sobrecarga férrica hepática


comparación con el bazo.
•• RM: con las secuencias “fase y fase opuesta”, se identifica una intensi- Se usa la resonancia, con una disminución de la intensidad de señal en las
dad de señal normal en “fase” y una disminución de la intensidad de secuencias potenciadas en T2. Además con otras secuencias existen fórmu-
señal en “fase opuesta”. las para cuantificar la concentración de hierro hepático.

D. Síndrome de Budd-Chiari

En la ecografía se pueden identificar signos específicos de la enfermedad:


•• No visualización de las venas suprahepáticas en el Doppler color.
•• Estenosis o trombo en la luz de una o varias venas suprahepáticas.
•• Cordón fibroso que reemplaza las venas suprahepáticas.

Lesiones focales hepáticas

A. Lesiones quísticas

1. Quiste simple: lesiones redondeadas, bien delimitadas, con con-


tenido líquido homogéneo en todas las pruebas de imagen y no
realzan.
2. Quiste hidatídico: son quistes con una pseudocápsula periférica
(periquística) y con un contenido variable con vesículas hijas peri-
Figura 45. Ecografía que demuestra una esteatosis hepática, con una féricas y membranas germinativas despegadas. La periquística
mayor ecogenicidad del hígado (estrella roja) en comparación con la puede realzar y con el tiempo calcificar (Figura 46) (MIR 18-19,
cortical renal derecha (estrella blanca) 15; 12-13, 5, 6).

Hiperplasia Carcinoma
Hemangioma Adenoma Hepatocarcinoma Colangiocarcionoma Metástasis
Nodular Focal Fibrolamelar
Al inicio bien
Bien definida, definida,
Lesión lobulada
Bien definida, encapsulada, encapsulada. Variable. De
heterogénea con Crecimiento variable:
Lesión nodular lobulada, con heterogénea con En fases tardías Colon, estómago,
Morfología cicatriz central anular, infiltrativo,
bien delimitada cicatriz central, sin necrosis, grasa, heterogénea páncreas, mama y
(adolescentes o intraluminal
cápsula hemorragia, (patrón en mosaico) pulmón
adultos jóvenes)
calcio… con hemorragia,
necrosis, grasa…
La mayoría
no captan
(hipovasculares)
Las que captan
(hipervasculares)
no son de
Contraste Realce nodular Captación Captación Captación Captación
Escasa captación carcinoma de
arterial periférico homogénea hetorogénea homogénea hetorogénea
células renales,
insulinomas,
carcinoides,
sarcomas,
melanomas y
mama
Contraste Progesión central Sigue realzando o Sigue realzando o Sigue realzando o
Lavado lento Escasa captación Escasa captación
venoso del realce se iguala al hígado se iguala al hígado se iguala al hígado
contraste Persiste el Realce de la No suele realzar la Captación intensa (por
Realce de la cicatriz Realce de la cápsula Escasa captación
tardío contraste cápsula cicatriz central el tejido fibroso)

Imágenes
de RM

Tabla 8. Comparación entre las lesiones focales sólidas hepáticas más frecuentes

20
02. Abdomen | RD

Figura 46. Ecografía y TC que demuestran quistes hidatídicos, uno de


ellos con vesículas hijas (flecha blanca) y el otro con calcificaciones
parietales (flecha roja)

B. Lesiones sólidas

Sus características principales se resumen en la Tabla 8 (MIR 11-12, 1):


Figura 47. Ecografía que demuestra una vesícula biliar con cálculos
que dejan sombra posterior

2.5. Patología de la vesícula y vía


Hay que hacer diagnóstico diferencial con la vesícula en porcelana cuya
biliar pared calcificada puede confundirse con una vesícula llena de litiasis.

Diámetros normales: B. Colecistitis aguda


•• Vesícula biliar: espesor de la pared < 4 mm y diámetro mayor < 10 cm.
•• Vía biliar: diá2.5.1. metro de la intrahepática < 2 mm y la extrahepática La ecografía vuelve a ser la técnica de imagen de elección (MIR 16-17, 13).
< 10 mm. Los criterios diagnósticos son (Figura 48):
•• Presencia de colelitiasis.
Utilidad de las técnicas de imagen •• Engrosamiento parietal > 4 mm.
•• Aumento del diámetro longitudinal > 10 cm.
1. Ecografía: Es la técnica de elección para la valoración inicial de la vesí- •• Líquido perivesicular.
cula y la vía biliar por su alta sensibilidad y precisión para la detección •• Signo de Murphy ecográfico positivo (el más importante), es la defensa
de litiasis y dilatación de la vía biliar. Es la primera prueba de imagen abdominal al presionar con el transductor directamente sobre la vesí-
en el algoritmo diagnóstico de ictericia. cula.
2. Colangiopancreatografía por RM o Colangio-RM: Es la segunda
prueba indicada en el caso de hallazgos no concluyentes en la ecogra-
fía o necesidad de una mayor caracterización de lesiones. Es compara-
ble con las imágenes de la CPRE por lo que actualmente ésta última se
reserva para procedimientos terapéuticos.
3. TC: Es la técnica de elección para la estadificación de neoplasias
de la vesícula y la vía biliar. Es tan sensible como la ecografía
para identificar obstrucción de la vía pero más sensible para
identificar tumores. También puede proporcionar diagnósticos
alternativos.

Patología benigna

A. Colelitiasis

En el caso de un cólico biliar la primera prueba a realizar es la ecografía, con


sensibilidad y valor predictivo negativo mayores al 95%. El hallazgo es una
imagen (o varias) hiperecogénica (blanca) con sombra acústica posterior en
el interior de la vesícula. Si se cumplen estos criterios la imagen es patogno- Figura 48. Ecografía con signos de colecistitis, engrosamiento parietal,
mónica (Figura 47). sobredistensión y colelitiasis en su interior

21
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Las complicaciones son:


1. Colecistitis enfisematosa: se define como gas dentro de la vesícula o
en la pared. El gas se ve hiperecogénico con un artefacto en cola de
cometa posterior en la ecografía. La sospecha debe confirmarse con
TC (Figura 49).
2. Colecistitis gangrenosa: isquemia y necrosis de la pared. Se distingue
una pared desestructurada o membranas intraluminales.
3. Perforación vesicular: se demuestra un defecto en la pared con una
colección de líquido adyacente.

Figura 51. Colangio-RM que demuestra una dilatación del colédoco


(flecha blanca) y una coledocolitiasis (flecha roja)

D. Colangitis esclerosante primaria

•• Estadios precoces: estenosis cortas y segmentos normales/levemente


dilatados que dan un aspecto arrosariado.
•• Estadios avanzados: aspecto en árbol de invierno o árbol podado con
oclusión de los conductos más periféricos por las estenosis.

Patología maligna

E. Adenocarcinoma de vesícula biliar


Figura 49. TC coronal, se identifican burbujas de gas (flechas blancas)
en el interior de la vesícula en relación con una colecistitis enfisematosa La neoplasia más frecuente del árbol biliar. La primera prueba a realizar es la
ecografía. Se debe diferenciar del barro biliar y para ello es útil el contraste
C. Coledocolitiasis ecográfico intravenoso ya que el barro no capta y la neoplasia sí. La mejor
prueba de estadificación es el TC y la prueba que aporta más información
•• Ecografía: tiene una sensibilidad baja debido a la interposición de gas sobre la lesión y su afectación local es la colangio-RM.
intestinal en epigastrio (Figura 50) (MIR 11-12, 2).
•• TC: preferiblemente sin contraste intravenoso, se identifican imágenes Los hallazgos pueden ser:
hiperdensas con un halo hipodenso dentro de la vía biliar. •• Engrosamiento mural focal o difuso irregular con calcificaciones.
•• Colangio-RM: defectos de repleción como vacíos de señal (negros) •• Masa polipoide intraluminal (mejor pronóstico).
rodeados de bilis. Puede confundirse con coágulos o pólipos (Figura 51). •• Masa tumoral heterogénea que sustituye la vesícula e infiltra el hígado
(más frecuente) (Figura 52).

Figura 50. Ecografía abdominal que demuestra una dilatación del Figura 52. TC sagital que demuestra masas dentro de la vesícula
colédoco (flecha blanca) debido a una coledocolitiasis (flecha roja) (flecha blanca) e invasión del hígado por contigüidad (flecha roja)

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02. Abdomen | RD

Colangiocarcinoma 3. Hallazgos característicos en las pruebas de imagen: TC, US, RM.

La ecografía vuelve a ser la prueba inicial. Sin embargo, la TC y la Colan- A. Criterios de indicación de pruebas radiológicas
gio-RM son las pruebas de elección para la estadificación del tumor y valo-
ración de resecabilidad. •• Ecografía:
-- Confirman el diagnóstico etiológico, básicamente la presencia de
Se dividen en tres grupos según su localización: litiasis biliar.
1. Colangiocarcinoma intrahepático (10%): es el segundo tumor -- Para el seguimiento y control de colecciones.
maligno primario del hígado tras el hepatocarcinoma. A su vez, tiene -- Como guía de procedimientos intervencionistas.
diferentes formas de presentación (MIR 14-15, 5, 6): •• TC:
-- Masa intrahepática periférica (lo má s frecuente): sólida, grande -- Ante la presencia de duda diagnóstica.
y única (Figura 53). -- Si hay sospecha de complicaciones:
-- Crecimiento periductal-infiltrante: crece a lo largo de la pared de ›› Pancreatitis aguda leve que no mejora pasadas 72 horas.
los canalículos biliares. ›› Pancreatitis con mala evolución clínica o potencialmente
-- Crecimiento intraductal (mejor pronóstico): lesiones polipoideas grave desde un inicio.
que protruyen a la luz de los conductos y los obstruyen. -- Como guía de procedimientos intervencionistas.
•• RM:
-- Alternativa a la TC cuando hay contraindicación al CIV por alergia
o insuficiencia renal.
-- En la mujer embarazada.

B. Fases de la pancreatitis aguda

1. Temprana (primera semana): definida por el fallo orgánico/multiorgá-


nico. El papel del radiólogo es menor debido a que las complicaciones
locales pueden aparecer, pero no son indicativas de severidad, por-
que determinar la extensión de la necrosis es poco segura y porque
los cambios morfológicos no son directamente proporcionales al fallo
orgánico.
2. Tardía (pasada la primera semana): las pancreatitis agudas que no se
recuperan presentan cambios morfológicos pancreáticos y peripan-
creáticos, así como complicaciones locales que pueden producir sep-
Figura 53. TC abdominal en fase arterial que demuestra un sis y fallo multiorgánico. El papel del radiólogo es fundamental para el
colangiocarcinoma de gran tamaño diagnóstico de estas complicaciones y planificación del tratamiento.

2. Colangiocarcinoma perihiliar (50%): afecta a la confluencia de los C. Pancreatitis aguda edematosa intersticial (PAEI)
conductos hepáticos izquierdo y derecho en el hepático común. Ante-
riormente conocido como tumor de Klatskin. Lo más frecuente es un Hallazgos en el TC con contraste intravenoso (Figura 54):
patrón de crecimiento periductal-infiltrante. El hallazgo más represen- •• Aumento del tamaño del páncreas difuso o focal.
tativo es una dilatación de los conductos biliares intrahepáticos y un •• Realce, generalmente homogéneo.
engrosamiento de la pared en la confluencia/hilio hepático. •• Tejidos peripancreáticos mal definidos-trabeculación grasa.
3. Colangiocarcinoma distal (40%): al igual que los perihiliares, tienden
a presentar un patrón de crecimiento periductal-infiltrante. Son los
que tienen mejor pronóstico debido a su resecabilidad. Se aprecia un
engrosamiento captante de la pared del colédoco con dilatación retró-
grada de la vía biliar.

2.6. Patología del páncreas

Pancreatitis aguda
Las pruebas radiológicas forman parte de los criterios diagnósticos de pan-
creatitis aguda. Estos son la presencia de, al menos, dos de los siguientes
criterios:
1. Dolor abdominal sugestivo de pancreatitis aguda. Figura 54. TC abdominal que demuestra signos de pancreatitis aguda
2. Niveles de lipasa y/o amilasa en suero por encima de 3 veces su valor edematosa intersticial con un engrosamiento del páncreas (flecha
normal. roja) e inflamación de la grasa peripancreática (flecha blanca)

23
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Complicaciones de la PAEI D. Pancreatitis aguda necrotizante (PAN)

1. Colecciones agudas peripancreáticas (Figura 55): aparecen en el Se define por la existencia de áreas no perfundidas (necróticas) de al menos
30-40% de los casos en las primeras 4 semanas, generalmente en 3 cm o que afectan al 30% de la glándula. Estas áreas necróticas pueden
menos de 48 horas. Son colecciones de líquido homogéneo, sin pared localizarse en el parénquima pancreático (5%), peripancreáticas (Figura 57)
demostrable y de localización peripancreática. (25%) o en ambos sitios (70%).
2. Pseudoquistes pancreáticos (Figura 56): es la persistencia de las
anteriores más de 4 semanas. Son colecciones de líquido homogéneo
con una pared bien conformada que realza y de localización peripan-
creática (MIR 15-16, 14).

Figura 57. TC que demuestra un páncreas engrosado que realza


(asterisco), sin embargo existen signos de necrosis de la grasa
peripancreática (flechas blancas)

Complicaciones de la PAN

1. Colecciones agudas necróticas (Figura 58): aparecen en las primeras 4


semanas. Son colecciones de líquido heterogéneas, con componente
sólido y tabiques internos, sin pared demostrable y de localización
Figura 55. TC coronal en el que se observa una inflamación del páncreas intra o peripancreática.
(flecha roja) y una colección aguda peripancreática (flecha blanca) 2. Necrosis encapsulada (Figura 59): es la persistencia de las anteriores
más de 4 semanas. Son colecciones de líquido heterogéneas, con com-
ponente sólido y tabiques internos, con una pared bien conformada
que realza y de localización intra o peripancreática.

Figura 58. TC en el que se identifica una pancreatitis necrotizante con


Figura 56. TC coronal en el que se observa un pseudoquiste (flecha ausencia de realce del parénquima hepático (flecha roja) y colecciones
blanca) dependiente de la cabeza del páncreas agudas necróticas peripancreáticas (flecha blanca)

24
02. Abdomen | RD

•• RM:
-- Dilatación del conducto pancreático principal y de sus ramas,
secundarias a la tracción resultante sobre los ductos por la fibro-
sis periductal.
-- Disminución focal o difusa del tamaño de la glándula por la atro-
fia de células acinares.
-- Pérdida de la hiperseñal normal del páncreas en secuencias
potenciadas en T1 por pérdida del contenido proteico en los aci-
nos pancreáticos.
-- Cambios en el patrón de captación normal, con realce heterogé-
neo y disminuido en fase capilar y frecuente captación progre-
siva y tardía reflejando tejido fibroso.

A. Pancreatitis autoinmune

La pancreatitis autoinmune representa el 5-11% de todos los casos de pan-


creatitis crónica. Se divide en dos tipos, sin embargo, no hay diferencias
entre ambos en cuanto a los hallazgos radiológicos. Existen tres formas de
Figura 59. TC que demuestra una sustitución prácticamente completa
del parénquima pancreático por colecciones de necrosis encapsulada presentación:
•• Forma difusa: en la que existe un aumento de tamaño de todo el pán-
creas con un aspecto en salchicha, un estrechamiento del conducto
Pancreatitis crónica pancreático y de la vía biliar intrapancreática, así como un halo perifé-
rico que rodea al páncreas (Figura 61).
Los hallazgos típicos por pruebas de imagen son: •• Forma focal: que suele afectar a la cabeza con estrechamiento del
•• Ecografía: no es una prueba especialmente sensible, sobre todo en los conducto pancreático y biliar, y dilatación a nivel de cuerpo y cola. Esta
estadios iniciales. forma es la más importante de reconocer, ya que puede simular un
•• TC: adenocarcinoma pancreático.
-- Dilatación del conducto pancreático principal (signo más fre- •• Forma multifocal.
cuente).
-- Atrofia del parénquima pancreático.
-- Presencia de calcificaciones (hallazgo más específico, casi patog-
nomónico en TC) (Figura 60).
-- Otros hallazgos: pseudoquistes, áreas de aumento de tamaño
pancreático, dilatación acompañante de vías biliares, altera-
ción de la densidad de la grasa peripancreática o fascias peri-
toneales.

Figura 61. TC que demuestra un páncreas en salchicha típico de la


pancreatitis autoinmune

Tumores quísticos pancreáticos


El 90% de las lesiones quísticas del páncreas son pseudoquistes inflamato-
rios, en pacientes con antecedentes de pancreatitis aguda o crónica.
Figura 60. TC en el que se observa un páncreas con dilatación del
Wirsung y calcificaciones parenquimatosas compatible con una El diagnóstico diferencial de las lesiones pancreáticas quísticas más frecuen-
pancreatitis crónica tes se resumen en la Tabla 9.

25
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Neoplasia Mucinosa Papilar


Cistoadenoma Seroso Cistoadenoma Mucinoso Pseudoquiste
Intraductal
75% mujeres 99% mujeres Ligera predominancia en hombres
Demografía Tras pancreatitis aguda / crónica
Media edad: 75 años (abuela) Media edad: 45 años (madre) Media edad: 65 años (abuelo)
Apariencia Microquístico Macroquístico Macroquístico Unilocular
NMPI del conducto secundario:
proceso uncinado
Localización Cabeza pancreática más frecuente Cuerpo o cola (95%) Cualquier porción
NMPI del conducto principal: en
cualquier porción

RM

Tabla 9. Comparación entre las lesiones quísticas más frecuentes en el páncreas

2.6.4. Tumores sólidos pancreáticos -- Irregularidad / deformidad en la pared del vaso.


-- Trombosis vascular, aparición de circulación colateral.

A. Adenocarcinoma ductal

Las técnicas de imagen tienen dos objetivos fundamentales, diagnosticar el


tumor y estadificar la neoplasia localmente y a distancia, para definir aque-
llos tumores potencialmente resecables quirúrgicamente que dependerá
sobre todo de la invasión de estructuras vasculares.

Técnicas de imagen

1. Ecografía: a menudo es la primera prueba que se realiza, sobre todo en


aquellos pacientes que presentan ictericia. Es útil para detectar la dila-
tación del conducto pancreático principal y a veces identificar el tumor.
2. TC: es la técnica de elección, con contraste endovenoso con estudio
dinámico, dos fases, una primera “pancreatográfica” que es una fase
arterial tardía y una segunda fase venosa/portal. Como contraste oral
se debe utilizar contraste hídrico negativo (agua).
3. RM: muestra una sensibilidad similar, pero la mayor resolución espa-
cial y la mayor disponibilidad de la TC, hace que se utilice como técnica
complementaria en casos dudosos y atípicos, y en aquellos pacientes Figura 62. TC coronal en el que se observa una dilatación del conducto
alérgicos al yodo. Wirsung (flecha roja) y del colédoco (flecha blanca) con un “stop”
brusco en la papila duodenal en probable relación con un ampuloma
Hallazgos radiológicos
B. Tumores Neuroendocrinos
•• Masa hipovascular: el adenocarcinoma pancreático se caracteriza his-
tológicamente por la presencia de un estroma fibroso hipovascular. Se trata de tumores poco frecuentes, representando menos del 5% de todos
Esta característica hace que aparezca como una lesión hipodensa res- los tumores pancreáticos. Se clasifican en funcionantes y no funcionantes,
pecto al parénquima normal al que rodea en la fase pancreatográfica, con hallazgos radiológicos similares.
y en fases tardías sea isodenso o discretamente hiperdenso.
•• Dilatación del conducto Wirsung: a veces es la única manifestación La TC es la primera técnica a realizar ante la sospecha de un tumor neu-
en tumores muy pequeños. El “signo del doble conducto” (Figura 62), roendocrino, realizándose un estudio dinámico. Se caracterizan por realzar
que consiste en la dilatación del Wirsung y del colédoco obliga a des- de forma marcada en fase arterial, debido a su rica vascularización, y fase
cartar una neoplasia de cabeza de páncreas o región periampular en portal aparecen hiper-isodensos respecto la glándula.
ausencia de litiasis (MIR 13-14, 1, 2).
•• Criterios de invasión vascular: la TC es la prueba de elección. Los tumores de pequeño tamaño aparecen como lesiones sólidas y homo-
-- Pérdida del plano graso de separación alrededor de los vasos géneas (Figura 63), mientras que los de mayor tamaño presentan áreas de
peripancreáticos (contacto mayor al 50%). degeneración quística-necrosis y calcificaciones.

26
02. Abdomen | RD

2.7.3. Patología vascular

A. Infarto esplénico

Es el resultado de la oclusión de una rama arterial esplénica (menos fre-


cuente venosa), las causas más frecuentes son embolias cardiacas, embolias
sépticas, anemia falciforme, pancreatitis o tumores infiltrantes en el hilio
esplénico.

Se diferencian dos fases del infarto:


1. Aguda-subaguda (primeras 2-4 semanas): áreas focales hipodensas
que no captan contraste, bien delimitadas, con morfología triangular o
en cuña con el vértice apuntando al hilio (Figura 65) (MIR 18-19, 19).
2. Crónica: pérdida de volumen con atrofia focal y puede calcificar.
Figura 63. TC en fase arterial en el que se identifica una lesión nodular
hipervascular con centro necrótico (flecha roja) en cola de páncreas
compatible con un tumor neuroendocrino con metástasis hepáticas
también hipervasculares (flechas blancas)

2.7. Patología del bazo

El bazo normal
Radiológicamente el bazo es una estructura homogénea, salvo en estudios
TC y RM con contraste intravenoso en fase arterial en los que muestra un
realce atigrado y se cree que este patrón es debido a las diferentes velocida-
des del flujo en los compartimentos de la pulpa roja.

Tanto en ecografía como en la TC el bazo suele ser isoecoico e isodenso con


el hígado.

Esplenomegalia
Aunque el tamaño esplénico varía de unas personas a otras, el límite más
aceptado son 13 cm de eje longitudinal máximo, 7 cm de ancho y 4 cm de
grosor.

Los hallazgos que sugieren esplenomegalia son (Figura 64):


•• Cualquier dimensión del bazo superior a 14 cm.
•• Polo inferior del bazo por debajo del borde más inferior del hígado o Figura 65. TC abdominal coronal en el que se observa una lesión
del polo inferior del riñón izquierdo (MIR 17-18, 33). hipodensa esplénica bien delimitada con morfología triangular y
vértice apuntando al hilio compatible con un infarto

B. Aneurisma arteria esplénica

Es el aneurisma visceral más frecuente en el abdomen. La mayoría son sacu-


lares y suelen ser secundarios a pancreatitis, traumatismos penetrantes,
úlceras gástricas o embolismos sépticos.

Lesiones focales

A. Lesiones quísticas
Figura 64. Radiografía simple de abdomen en decúbito supino que
demuestra un desplazamiento a caudal de la línea visceral del bazo 1. Quistes “verdaderos”: son congénitos. Similares a los hepáticos.
(línea morada) representando una esplenomegalia 2. Quistes hidatídicos: también similares a los hepáticos.

27
Manual CTO de Radiodiagnóstico

3. Abscesos piógenos: la infección focal aislada del bazo es infrecuente,


suele ser resultado de la diseminación hematógena de un foco prima-
rio, siendo más frecuente la endocarditis. Se identifican como masas
con contenido líquido heterogéneo y márgenes irregulares. La visuali-
zación de gas es diagnóstica (Figura 66).

Figura 68. TC abdominal con múltiples lesiones hipodensas bien


Figura 66. TC abdominal en el que se identifica una lesión hipodensa
definidas en el bazo, en relación con un linfoma esplénico B difuso de
densidad líquido (flecha roja) con burbujas de gas (flechas blancas)
células grandes
compatible con un absceso hepático

B. Lesiones tumorales 2.8. Patología del riñón y glándula


1. Hemangioma esplénico: tumoración benigna más frecuente del bazo,
adrenal
pueden ser únicos o múltiples. En los estudios de imagen tienen el
mismo comportamiento que los hemangiomas hepáticos; en ecografía Anomalías congénitas
son hiperecogénicos y bien definidos y en la TC presentan una capta-
ción centrípeta progresiva de contraste (Figura 67).
2. Angiosarcoma: neoplasia muy rara, a pesar de esto es la neoplasia A. Agenesia Renal
maligna de origen esplénico más frecuente. Mal pronóstico. Son lesio-
nes heterogéneas sólido-quísticas con áreas de necrosis y hemorragia. La agenesia renal puede ser uni o bilateral. La agenesia puede aso-
3. Linfoma (Figura 68): es el tumor maligno más frecuente en el bazo. ciarse a otras alteraciones como las duplicaciones uterina o vaginal y
Suelen asociarse a adenopatías retroperitoneales y tiene 4 formas de la asociación VACTERL. El riñón único suele presentar una hipertrofia
presentación: compensadora.
-- Esplenomegalia homogénea: típico de linfomas de bajo grado.
-- Masa única de gran tamaño: típico de linfomas de células gran- B. Hipoplasia Renal
des.
-- Masas de 2-10 cm: típico de linfomas de células grandes. Riñón pequeño congénito que semeja un riñón normal aunque de menor
-- Nódulos miliares: típico de linfomas de células pequeñas, linfo- tamaño. El riñón contralateral suele presentar una hipertrofia compensa-
cíticos y mixtos. dora.

C. Ectopia Renal

•• Ectopia renal simple: es la posición anómala de un riñón sin fusión


con el contralateral. Con más frecuencia se localiza en la zona lumbar,
iliaca o pélvica y está malrotado.
•• Ectopia renal cruzada: el riñón se localiza por completo o predomi-
nantemente en el lado contralateral. El riñón ectópico se localiza por
debajo del riñón contralateral, estando fusionados prácticamente
siempre. Normalmente el riñón inferior está malrotado, mirando
ambas pelvis hacia la línea media.
•• Riñón en herradura: tipo más frecuente de fusión renal y apa-
rece 1/600 nacimientos. Hay una fusión de los polos inferiores
de ambos riñones sobre la línea media por debajo del istmo, que
Figura 67. TC abdominal en fase arterial en el que se observa una normalmente se localiza anterior a la aorta y a la vena cava infe-
lesión con realce arterial periférico compatible con un hemangioma rior (Figura 69).

28
02. Abdomen | RD

Figura 69. TC con Reconstrucción volumétrica y cortes axiales dónde se identifica un riñón en herradura (flechas blancas). Nótese que cruza anterior a
la aorta (flecha roja) y vena cava inferior (flecha azul)

Enfermedades renales difusas Pielonefritis aguda

•• Ecografía: útil para descartar abscesos, hidronefrosis, pionefrosis o litiasis.


A. Nefrocalcinosis Los riñones pueden ser normales o presentar una pérdida de la diferencia-
ción cortico-medular, o áreas de nefritis hipoecogénicas en el parénquima…
En la mayor parte de los casos el depósito de calcio en el parénquima renal •• TC: al igual que la ecografía es útil para detectar complicaciones. Tras la
es de localización medular. Las causas son: administración de contraste se puede ver un “patrón estriado” con ban-
•• Hiperparatiroidismo (lo más frecuente). das alternantes hiper e hipodensas que pueden simular infartos renales.
•• Acidosis tubular de tipo I.
•• Riñón medular “en esponja” (por estasis urinaria). Pielonefritis xantogranulomatosa

En las pruebas de imagen se identifica calcio en el parénquima medular en Es una complicación poco frecuente, consecuencia de una infección sobrea-
la radiografía simple y la TC y focos hiperecogénicos en la ecografía. ñadida a una obstrucción del tracto urinario de larga evolución.

B. Necrosis cortical renal El riñón se encontrará aumentado de tamaño con múltiples colecciones
fluidas, que se corresponden con cálices dilatados y áreas de parénquima
Hallazgo característico en TC: disminución de la captación de contraste corti- destruidos. En el seno central podrá visualizarse un cálculo coraliforme de
cal con preservación de la captación medular y un fino halo de realce capsular. gran tamaño (Figura 70) (MIR 15-16, 19, MIR 14-15, 24, 24).

C. Necrosis papilar renal

Hallazgo característico en urografía intravenosa/Uro-TC: una cavitación ocu-


pada con contraste que se extiende desde el fórnix hasta la papila acompa-
ñado de deformación calicial.

D. Pielonefritis

En la mayoría de los casos, el diagnóstico de la pielonefritis aguda en adultos


puede basarse en los hallazgos clínicos y pruebas de laboratorio. Los méto-
dos de imagen sólo se reservan para descartar complicaciones:
•• Presencia de síntomas severos o atípicos como: sépsis, hematuria…
•• Pacientes de alto riesgo: inmunodeprimidos, diabetes mellitus, pato- Figura 70. TC coronal que demuestra un riñón derecho con dilatación
logía urológica… de cálices (flechas blancas) y una litiasis en la pelvis (flecha roja)
•• No hay respuesta al tratamiento antibiótico pasadas 72 h. con adelgazamiento cortical en relación con una pielonefritis
•• Sospecha de infección por organismos atípicos: pseudomona. xantogranulomatosa

29
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Pielonefritis enfisematosa Lesiones quísticas renales


Es una infección necrotizante que se caracteriza por la formación de gas en Se resumen en la Tabla 10:
el parénquima renal o alrededor del mismo. La diabetes mellitus está pre-
sente en el 85-100% de los casos (Figura 71). Tumores renales sólidos
La TC es la técnica de elección para el diagnóstico y determinar la extensión Se resumen en la Tabla 11 (MIR 17-18, 15; MIR 10-11, 23, 24).
del gas:
•• Tipo I (seca): 33%. Presencia de gas en el parénquima renal o perirre- Glándulas suprarrenales
nal. Alta mortalidad.
•• Tipo II (húmeda): 66%. Abscesos con gas. Menor mortalidad. Las glándulas suprarrenales son órganos pares retroperitoneales, localiza-
das en el espacio perirrenal, por delante y encima de los riñones. Cada glán-
dula está formada por un cuerpo y dos brazos (medial y lateral). El grosor de
cada brazo no debe ser superior a 5 mm.

La técnica de imagen de elección para el estudio de la patología suprarrenal


es la TC por lo que se deben reconocer las características morfológicas que
sugieren malignidad y la medición de los valores de atenuación en unidades
Hounsfield que van a sugerir benignidad (adenoma < 10 UH).

La RM es otra técnica diagnóstica empleada en la caracterización de las


lesiones suprarrenales, destacando la secuencia fase y fase opuesta para
detectar lípidos intracitoplasmáticos, permitiendo realizar el diagnóstico de
adenoma en los casos en los que la TC no lo ha permitido (Figura 72).

Figura 72. RM de abdomen con secuencias en fase y fase opuesta.


Figura 71. TC abdominal sin contraste en el que se identifica Lesión nodular en glándula suprarrenal izquierda (flecha negra) que
un absceso renal con gas (flecha blanca) y una litiasis de pierde intensidad de señal en fase opuesta, lo que indica contenido
gran tamaño (flecha roja) en relación con una pielonefritis graso y probablemente un adenoma. Nótese que el hígado también
enfisematosa tipo II pierde señal compatible con una esteatosis hepática

Bosniak I Bosniak II Bosniak IIF Bosniak III Bosniak IV

Morfología Quiste mínimamente Quiste complejo Quiste complejo


Quiste simple Carcionoma quístico
complejo indeterminado sospechoso
Septos No Aislados Varios Varios Varios
Grosor septos – 1 mm 2-3 mm 2-3 mm >3 mm
Calicificaciones No Líneales Groseras Groseras / irregulares Groseras / irregulares
Pared engrosada No No No Sí, nódulo parietal Sí, masa quística / necrótica
Realce No No Mínimo Sí Sí
Manejo Nada Nada Control Cirugía Cirugía
Imagen

Tabla 10. Clasificación Bosniak de las lesiones quísticas renales

30
02. Abdomen | RD

Carcinoma renal de Carcinoma de células Carcinoma de células


Angiomiolipoma Oncocitoma
células claras renales papilar transicionales
Morfología Lesión en pelvis renal con
Masa con cicatriz fibrosa Lesión cortical exofitica
Nódulo/masa con grasa Masa de crecimiento lento defecto de repleción en fase
central (<50%) hipervascularizada
escretora
Realce Realce en fase Realce heterogéneo o fase
Variable Realce en fase nefrogénica Realce en fase nefrogénica
corticomedular corticomedular
Calcificaciones No No En ocasiones En ocasiones No
Imagen

Tabla 11. Comparación entre los tumores renales sólidos más frecuentes

A. Lesiones suprarrenales más frecuentes

1. Adenoma: valores de atenuación < 10 UH. Lesiones < 4 cm, homo-


géneas, hipodensas, redondeadas de borde lisos y bien definidos con
realce homogéneo (Figura 73) (MIR 17-18, 7).
2. Mielolipoma: son tumores formados por tejido adiposo y elementos
hematopoyéticos en cantidad variable con valores de atenuación < 20
UH. Lesiones redondeadas bien definidas, bordes lisos y a veces con
calcificaciones.
3. Hematoma: valores de atenuación 50-90 UH. Márgenes mal defini-
dos, asociado a sangrado peri suprarrenal, a veces sangrado activo.
4. Feocromocitoma: cuando son < 4 cm son homogéneas, bien delimi-
tadas y cuando > 4 cm se vuelven lesiones heterogéneas, irregulares,
con áreas de necrosis y hemorragia.
5. Carcinoma suprarrenal: hallazgos que sugieren malignidad son lesio-
nes > 5 cm, con bordes irregulares, realce heterogéneo, con necrosis,
calcificaciones, hemorragia y adenopatías.
6. Metástasis: las lesiones malignas más frecuentes y a veces difíciles de
distinguir de los adenomas ya que cuando son pequeñas son lesiones
Figura 74. TC abdominal en el que se identifica una lesión suprarrenal
homogéneas, hipodensas, redondeadas de borde lisos y bien defini-
derecha heterogénea compatible con una metástasis de carcinoma
dos con realce homogéneo (Figura 74). microcítico de pulmón 73. Adenoma suprarrenal izquierdo con valor
de atenuación promedio de 1

2.9. Patología de la vía urinaria y


vejiga
Obstrucción del tracto urinario superior
Ante un dolor cólico en flanco, con o sin hematuria, el primer diagnóstico
que se debe considerar es la presencia de una litiasis urinaria. Es importante
disponer de un estudio resolutivo para determinar la presencia o no del cál-
culo y nivel del compromiso obstructivo de la vía, ya que un coágulo ureteral
de origen tumoral puede provocar un dolor similar. Para ello, se dispone de
múltiples técnicas de imagen:
1. Radiografía simple de abdomen: detecta un 60% de los cálculos
renoureterales. Será el método de estudio inicial en pacientes con clí-
Figura 73. Adenoma suprarrenal izquierdo con valor de atenuación nica de cólico nefrítico y más aún si tienen antecedentes de litiasis con
promedio de 1 episodios de dolor similar.

31
Manual CTO de Radiodiagnóstico

2. Ecografía: se indica cuando se sospecha cólico nefrítico compli-


cado (fiebre, monorreno, resistente a tratamiento…) y cuando
existe duda diagnóstica de cólico nefrítico con otras patologías
abdominales. Es la técnica de elección en niños y embarazadas
(MIR 13-14, 21, 22).
3. TC: tiene una sensibilidad muy alta para la detección de litiasis. Deter-
mina su localización exacta, valora posible edema periuretral y otras
complicaciones asociadas (Figura 75).
4. Urografía intravenosa: está siendo relegada por la mejor precisión de
la TC.

Figura 76. Uro-TC reconstrucción coronal demuestra un defecto de


repleción en el uréter distal izquierdo con leve dilatación proximal del
tracto urinario en comparación con el lado contralateral

Vejiga

A. Patología neoplásica vesical


Figura 75. TC abdominal coronal sin contraste en el que se identifica
una litiasis ureteral derecha obstructiva (flecha roja) con dilatación Los tumores vesicales suponen el 2-6% de todos los tumores, siendo el más
pielocalicial retrógrada. Nótese una litiasis en el grupo calicial inferior frecuente del aparato urinario. Estos tumores pueden ser multicéntricos,
del mismo riñón (flecha blanca) recurrentes y metacrónicos. El más frecuente es el carcinoma de células
transicionales que supone el 90% de las neoplasias vesicales.
Tumores del tracto urinario superior
El papel de las pruebas de imagen:
El tumor más frecuente de vías urinarias es el carcinoma de células transi- 1. Ecografía: es la prueba inicial en la evaluación de la hematuria. Detecta
cionales que supone el 90% de las neoplasias en uréter. La hematuria asin- lesiones polipoideas, pero con una mala identificación de lesiones pla-
tomática debe ser considerada como manifestación de un tumor de la vía nas y mala valoración de la extensión extravesical. La ecografía con
urinaria hasta demostrar lo contrario. contraste (Sonovue) ayuda a diferenciar tumor de coágulos y juega un
importante papel en casos de insuficiencia renal o alergia a contrastes
La TC es la prueba de elección en pacientes con sospecha de carcinoma de yodados (Figura 77).
urotelio del tracto urinario superior y uréter. Los tumores de urotelio se iden- 2. Urografía intravenosa: permite detectar defectos de repleción o ecta-
tifican como una lesión de partes blandas que realzan en la fase nefrográfica. sia ureteral. Desplazada por la Uro-TC.
La lesión engruesa la pared y ocupa la luz de la vía excretora (Figura 76). 3. TC: el protocolo más usado es una adquisición sin contraste, seguido
de una fase portal (máxima captación tumoral a los 60 segundos) y
La TC permite además: una fase de eliminación (a partir de los 2 minutos). Además la TC per-
•• Realizar el estudio de extensión que es muy importante en tumores de mite valorar la extensión locorregional, ganglios linfáticos y buscar
urotelio dada su tendencia a la multicentricidad. otros tumores en la vía urinaria.
•• Diagnóstico diferencial con otras entidades que no realzan como los 4. RM: tiene mayor resolución tisular y mejor valoración de extensión a
coágulos o cálculos no radiopacos. grasa perivesical.

32
02. Abdomen | RD

2.10. Patología de la uretra y próstata

Estenosis uretral

A. Causas

•• Infecciosas: gonococo, condiloma acuminado, tuberculosis.


•• Traumática: es la causa más frecuente en la actualidad. La causa más
frecuente de la estenosis de uretra posterior es la iatrogénica secun-
daria a cirugía de próstata.

B. 2.10.1.2. Radiología

•• Uretrografía retrógrada: técnica de elección para definir la localiza-


ción, longitud y grado de estenosis (Figura 79).
Figura 77. Ecografía vesical donde se aprecia una masa sólida que se
•• Uretrosonografía: la mejor prueba como guía terapéutica.
origina de la pared lateral izquierda y posterior (flechas rojas) compatible
con una neoplasia vesical. Globo de la sonda vesical (flecha blanca)

B. Cistitis

El diagnóstico es clínico y los hallazgos radiológicos inespecíficos. Hay algu-


nos tipos especiales:
•• Cistitis enfisematosa: Se caracteriza por la presencia de gas en la
pared vesical (Figura 78).
•• Cistitis gangrenosa: necrosis de la pared con perforación, fístulas y
colecciones.
•• Tuberculosis vesical: puede producirse con el tratamiento de carci-
noma urotelial con BCG. En fase aguda aparecen masas irregulares o Figura 79. Uretrografía retrógrada que demuestra una leve estenosis
engrosamiento difuso parietal y en fase crónica una vejiga de pequeño uretral (flecha negra)
tamaño con engrosamiento parietal.
•• Cistitis incrustante: causada con mayor frecuencia por Corynebacte- Hipertrofia benigna de próstata
rium urealyticum. Se visualizarán calcificaciones que cubren el urote-
lio, que podrán ser finas y regulares o gruesas e irregulares. La ecografía transabdominal se emplea para valorar el volumen prostático
•• Cistitis eosinofílica: se caracteriza por infiltración de la pared vesical (Figura 80):
por fibrosis y necrosis muscular. La pared puede ser normal o engro- •• Grado I 20-30 cc.
sada con una o varias masas. •• Grado II 30-50 cc.
•• Cistitis rádica: puede desarrollarse cistitis hemorrágica grave con •• Grado III 50-80 cc.
necrosis, incontinencia y formación de fístulas. Suele presentarse •• Grado IV más de 80 cc.
como engrosamiento difuso de la pared asociado a un aumento de la
densidad y trabeculación de la grasa perivesicular.

Figura 78. TC abdominal en el que se observan hallazgos típicos de cistitis Figura 80. Ecografía vesico prostática en posición transversal y
enfisematosa con gas parietal (flecha blanca) e intraluminal (flecha roja) craneocaudal con medidas del tamaño prostático (HBP grado III)

33
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Cáncer de próstata •• Tardíos (24 h): teste de ecotextura heterogénea secundario a conges-
tión vascular, hemorragia e infarto.
Es el tumor más frecuente en el hombre. El 95% son adenocarcinomas.
Normalmente asintomático (si síntomas: obstrucción e irritación vesical). En
caso de dar metástasis son característicamente osteoblásticas. El enfoque
inicial se basa en una PSA elevada + aumento del tamaño prostático (tacto
rectal).

Por tanto, si los niveles de PSA son > 4 ng/mL o el tacto rectal es positivo se
indica biopsia de próstata que se realiza por vía transrectal, con muestras
aleatorias en ambos lados de la zona periférica de la próstata y si es posible
también la zona transicional.
Figura 82. Ecografía testicular que muestra un teste derecho
C. Técnicas de imagen aumentado de tamaño, homogéneo, sin vascularización en el Doppler
color compatible con una torsión testicular
La RM de próstata está indicada en:
•• Pacientes con PSA elevada y biopsias previas negativas. B. Epididimitis/orquiepididimitis
•• Pacientes con PSA elevada y riesgo clínico de cáncer de próstata previo
a biopsia. Es la primera causa de dolor testicular agudo en post puberales. Se da prin-
•• Pacientes previamente tratados y con signos de recidiva bioquímica cipalmente entre los 40-50 años.
(aumento PSA).
Hallazgos ecográficos (Figura 83):
La RM permite localizar el cáncer de próstata agresivo, según la localización •• Aumento del tamaño y grosor del epidídimo (que se suele iniciar en
anatómica de la lesión y su comportamiento en las distintas secuencias, la cola del epidídimo para extenderse posteriormente a todo el epi-
sobre todo T2, difusión y poscontraste (Figura 81). dídimo), el cual se encontrará hipoecoico y heterogéneo (debido a la
presencia de hemorragia y edema).
•• Aumento del flujo sanguíneo en el epidídimo que se verá con el
Doppler.
•• Hidrocele reactivo.

Figura 81. RM de próstata con secuencias de difusión y poscontraste.


Se identifica un área en el margen posterolateral izquierdo de la
próstata que presenta restricción a la difusión (flecha roja) y captación
de contraste (flecha blanca) sugestivo de carcinoma prostático

2.11. Patología escrotal

Patología escrotal aguda


Figura 83. Ecografía testicular donde se aprecia un marcado aumento
A. Torsión testicular de tamaño del epidídimo (flecha blanca) con un aumento difuso de la
vascularización en el Doppler color tanto en el teste (flecha negra) y
epidídimo compatible con una orquiepididimitis
Es una patología que se da principalmente en niños y es la causa de dolor
testicular agudo más frecuente en niños. Es la causa de dolor testicular
agudo más importante a detectar con rapidez debido a la necesidad de un Complicaciones:
tratamiento precoz para preservar la viabilidad y la función testicular. En el •• Infartos: se reflejan como un área hipoecoica y triangular con el vér-
90% de los casos la torsión en “intravaginal”. tice hacia el mediastino.
•• Abscesos: áreas hipoecoicas intratesticulares, con paredes irregulares
Hallazgos ecográficos: y ecos internos.
•• Precoces (4-6 h): ecografía puede ser normal o haber hallazgos ines- •• Pioceles: ocasionados por ausencia de tratamiento o por ruptura de
pecíficos como un aumento del tamaño testicular con ecogenicidad un absceso intratesticular. Se verán como hidroceles complejos con
normal (Figura 82). loculaciones y tabiques (Figura 84).

34
02. Abdomen | RD

es intratesticular es maligna mientras no se demuestre lo contrario y


ocurre lo contrario con las extratesticulares (Figura 85).
3. Caracterizar la lesión, diferenciar tumor sólido de quístico.

Figura 85. Ecografía testicular en transversal y craneocaudal donde se


visualiza una lesión focal hipoecogénica testicular, muy sugestivo de
tumor testicular

Figura 84. Ecografía testicular que demuestra un teste desestructurado B. Calcificaciones


(flecha negra) y comprimido por una colección hipoecogénica
heterogénea con septos (flecha negra) en relación con un piocele
•• Microlitiasis testicular: se define como una imagen de 5 micro cálcu-
los o más en uno o ambos testículos. Ecográficamente se identifican
C. Traumatismo testicular como focos puntiformes hiperecoicos sin sombra posterior. Suelen ser
un hallazgo casual y no hay evidencia de que constituyan una situación
Es la tercera causa más frecuente de dolor escrotal agudo. La causa más premaligna (Figura 86).
frecuente es el golpe directo. Las manifestaciones más frecuentes son: •• Macrocalcificaciones:
•• Hematoma escrotal: sangre en el interior de la pared escrotal. -- Extratesticulares: en el epidídimo son secundarias a tuberculo-
•• Hematoma del cordón testicular: es más frecuente en pacientes sis o traumatismo. En el escroto se llaman “perlas escrotales o
sometidos a cirugía de una hernia inguinal. escrotolitiasis” y derivan de apéndices testiculares torsionados,
•• Hematocele: colección de sangre localizada entre las capas de la sin relevancia clínica.
túnica vaginalis. -- Intratesticulares: pueden derivar de tumores de células de Ser-
•• Fractura: es una discontinuidad del parénquima testicular. En la eco- toli o de células germinales.
grafía la línea de fractura se identifica como un área hipoecogénica y
avascular.
•• Rotura: se produce hemorragia y extrusión del contenido testicular al
saco escrotal.

Patología escrotal no aguda

A. Tumores escrotales

El carcinoma testicular es la lesión maligna más frecuente en niños y hom-


bres jóvenes de entre 15 y 34 años, aunque es un tumor relativamente raro
que sólo representa el 1% de los tumores malignos en varones.

La ecografía la primera técnica diagnóstica para investigar las lesiones testi-


culares. La función de la ecografía es:
1. Descartar una estructura normal que simule patología. Figura 86. Ecografía testicular donde se identifican imágenes
2. Determinar si la lesión es intra o extratesticular. Su sensibilidad para puntiformes ecogénicas sin sombra acústica en relación con
diferenciar entre intra y extra testicular es del 95-100%. Si una lesión microlitiasis testicular

35
Radiodiagnóstico

03 Neurorradiología

3.1. Generalidades Normal


CBF 50-80 ml/100 g/min
En el presente capítulo se pretende dar una noción básica del abordaje
radiológico de las principales patologías involucradas en el sistema nervioso Oligohemia
central (SNC). El objeto es ayudar al estudiante MIR a reconocer los diferen- CBF 20-50 ml/100 g/min
tes patrones radiológicos y poder correlacionarlos con sus correspondientes
enfermedades, y de esta manera facilitar la aproximación diagnóstica a una Penumbra
hipotética pregunta MIR. 10-20 ml/100 g/min
Se abordarán las principales enfermedades de las patologías isquémica, Infarto (no viable)
hemorrágica, infecciosa, inflamatoria y tumoral. CBF <10 ml/100 g/min
Figura 1.
3.2. Patologías isquémicas
Clasificación:
La palabra ictus o stroke hace referencia a un síndrome clínico que •• Según tiempo de evolución de los síntomas:
implica la presencia de un déficit neurológico focal o global de instaura- -- Accidente isquémico transitorio (AIT): la definición clásica refiere
ción súbita, de etiología presumiblemente vascular (isquémica o hemo- la presencia de síntomas neurológicos focales de presunto ori-
rrágica). gen vascular se resuelven completamente en menos de 24 h.
Actualmente, se considera un AIT a aquellos casos con duración
Se puede dividir dos categorías de ictus: breve (menor de una hora) y sin lesión isquémica demostrable
•• Ictus isquémico: 80%. en estudios de imagen. En caso de presencia de lesión demos-
•• Ictus hemorrágico: 20%. trable se considera un ictus minor.
•• Según mecanismo:
En este apartado se hace referencia al ictus isquémico. -- Oclusión de gran vaso (15-20%).
-- Pequeño vaso (20-25%).
Ictus por oclusión arterial -- Cardioembolismo (30%).
-- Etiología múltiples o indeterminadas (35%).
Es la principal causa de invalidez permanente a nivel mundial y la tercera •• Según topografía:
causa de mortalidad. El reconocimiento del ictus isquémico agudo es una -- Circulación anterior.
urgencia médica vital dado que el pronto reconocimiento y manejo de dicha -- Circulación posterior.
enfermedad brinda a un número significativo de pacientes la posibilidad de -- Lacunares.
minimizar daños y ser independientes. -- Territorios fronteras/limítrofes.

Fisiopatológica: la presencia de una oclusión arterial condiciona una Código ictus: protocolo estandarizado de actuación médica mediante el
disminución de flujo sanguíneo cerebral (FSC: valores normales entre cual la sospecha clínica de una posible oclusión vascular arterial tiene a rea-
los 70 y 90 ml/100 gr de tejido cerebral/min) en el territorio afecto. lizar una rápida detección, tratamiento y control del paciente afecto.
Una disminución por debajo de 50 ml/100gr/min pone en riesgo el
tejido cerebral (territorio en oligohemia “benigna” con umbral entre Objetivo de la neurorradiología diagnóstica en el Código ictus:
los 20 y 50 ml/100 gr/min y territorio de penumbra con alto riesgo de •• Excluir sangrado (permite administrar tratamiento fibrinolítico inme-
infarto en caso de no reperfusión con umbral entre los 10 y 20 ml/100 diato para intentar recanalizar el vaso ocluido).
gr/min). Este territorio en penumbra puede recuperarse si se actúa de •• Valorar grado de afectación de territorio ocluido: en territorio anterior
manera rápida y efectiva mediante la recanalización del vaso ocluido. escala ASPECT.
En caso de persistir dicha oclusión y el FSC caer por debajo de los 10 •• Demostrar oclusión arterial: signo indirecto de arteria cerebral media
ml/100 gr/min aparece el infarto cerebral (core o núcleo del infarto) hiperdensa en TC basal o mediante realización de angio-TC demos-
(Figura 1). trando oclusión arterial.

1
Manual CTO de Radiodiagnóstico

•• Valoración de colaterales, territorio en riesgo (penumbra), volumen de Caso representativo


infarto: de valor pronóstico y para incluir pacientes con horario de inicio
incierto y de más de 6 h de evolución desde el comienzo de los síntomas. Paciente de 75 años con dificultad para mover mano y pierna izquierdas,
desviación de la mirada hacia la derecha y desviación de comisura bucal,
A. Semiología radiológica objetivada por su hija durante el desayuno (8.30 h). Avisa al servicio 112
quien confirma los hallazgos y activa Código ictus ante la sospecha de oclu-
Tanto el TAC como la RM pueden utilizarse como métodos de imagen iniciales sión vascular, siendo el paciente trasladado al hospital de referencia más
para el manejo de pacientes con ictus; no obstante existe mayor utilización cercano (llegada al hospital a las 9.35 h; puntuación en escala NIHSS 18 pun-
de la TC en la práctica clínica diaria por su disponibilidad, rapidez y sencillez. tos). Tras triage se realiza TC craneal (9.52 h).

Tomografía computarizada (Figura 2 y Figura 3)

A B

Figura 4. A: se identifica hiperdensidad de ACM derecha; B: se


identifica borramiento de cabeza de núcleo caudado y núcleo
lenticular derechos (ASPECT 8 puntos)

Ante la ausencia de sangrado y evolución clínica menor a 4,5 h se


Figura 2. A y B: TC con los 10 territorios de la escala ASPECT
procede a administrar tratamiento fibrinolítico (el tratamiento fibrino-
(Alberta Stroke Program Early CT Score). Un ASPECT de 10 puntos
hace referencia a una buena diferenciación sustancia gris-sustancia lítico endovenoso ha de administrarse dentro de las primeras 4,5 h,
blanca y presencia de adecuada diferenciación de ganglios basales, período donde ha mostrado ser efectivo; posterior a dicho período no
indicando mejor pronóstico y menor riesgo de transformación está indicado), y se realiza Angio-TC confirmando oclusión arterial en
hemorrágica. Un ASPECT de 0 puntos implica pérdida completa de segmento M1 proximal de la ACM derecha (Figura 5) (MIR 17-18, 19;
la diferenciación sustancia gris-sustancia blanca con borramiento de MIR 16-17, 28).
ganglios de la base y por tanto implica mal pronóstico y alto riesgo de
transformación hemorrágica

Figura 3. TC basal sin contraste en paciente con clínica de ictus


Figura 5. Angio-TC muestra oclusión de la ACM derecha (flecha)
hemisférico derecho, identificando el signo de arteria cerebral media
hiperdensa (flecha). Este signo se encuentra presente en el 50% de
los casos de oclusión de gran vaso, y significativa trombosis de la Se activa rescate endovascular para trombectomía mecánica bajando el
arteria hiperdensa visualizada. Nota: en pacientes de mayor edad paciente a sala de angiografía. Nota: el tratamiento fibrinolítico i.v. y la
con ateromatosis calcificada de arterias intracraneales dicho signo
trombectomía mecánica han mostrado ser efectivas de manera conjunta en
radiológico ve marcadamente disminuida su sensibilidad
comparación al tratamiento médico aislado.

2
03. Neurorradiología | RD

A B C

Figura 6. A: serie angiográfica desde ACI derecha donde se identifica oclusión de ACM derecha en su segmento proximal (flecha); B: técnica
combinada de trombectomía mecánica donde se identifican stentretriever (flecha blanca) y catéter de aspiración (flecha azul); C: serie angiográfica
post-trombectomía con apertura completa de todos los vasos de la ACM derecha. Paciente con mejoría clínica y ranking funcional modificado de 2
ptos a los 3 meses (paciente independiente para funciones diarias habituales).
Nota: La trombectomía mecánica ha demostrado ser efectiva dentro de las primeras 6 h desde el inicio de los síntomas, pudiendo realizarse también
en seleccionados pacientes hasta las 24 h de comenzado los síntomas (nivel de evidencia 1-A)

con TAC sin contraste, mediante la presencia de aumento de densidad de


Trombosis Venosa Cerebral (TVC) los senos (trombo en fase aguda), pudiendo identificar en esta fase el signo
radiológico del “triángulo denso” que hace referencia a la trombosis del
Es una causa infrecuente de ictus (menor del 1%). Se caracteriza por la pre- seno longitudinal superior o el “signo de la cuerda” que hace referencia a
sencia de oclusión en el sistema de drenaje venoso cerebral, el cual dada su la trombosis de una vena cortical, Los trombos en fase subaguda-crónica
extensión y variabilidad condiciona una clínica inespecífica que dificulta el disminuyen su densidad dificultando su visualización. La sensibilidad del
diagnóstico. Si bien lo hemos incluido en el apartado de patologías isquémi- TAC simple es menor que la RM para la detección de trombosis venosas; no
cas, no es poco frecuente que un infarto venoso derive en transformación obstante la sensibilidad del TAC aumenta tras la administración de contraste
hemorrágica. i.v. (adquisiciones en fases venosas) poniendo de manifiesto el defecto de
repleción (signo del delta vacío). En RM no tenemos el artefacto óseo de la
Anatómicamente se puede dividir al sistema venoso en superficial (venas calota craneal y disponemos de secuencias específicas para detectar hemo-
corticales) que drenan la corteza y región cortico-subcortical hemisférica siderina.
supra e infratentorial, y el sistema venoso profundo (venas profundas) que
drenan la sustancia blanca profunda, ganglios de la base y tronco del encé- Nota: la venografía con angio-TC es igual de sensible y específica que la
falo. Dichos sistemas drenan en los senos venosos (sagital superior, sagital venografía por RM y la arteriografía para detección de TVC.
inferior, transversos, sigmoideos), colectores finales del flujo venoso cere-
bral, hacia las venas yugulares internas y posteriormente la aurícula derecha. Tomografía computarizada

Las causas de oclusión venosa pueden ser obstructivas (estenosis, tumores),


traumáticas, infecciosas y estados de hipercoagulabilidad.

Fisiopatológicamente la presencia de oclusión venosa condiciona dificultad


del retorno venoso con la consecuente congestión cerebral y por tanto pre-
sencia de edema vasogénico (hiperintensidad de señal T2 sin restricción de
señal en difusión), pudiendo derivar en infarto cerebral/edema citotóxico
(hiperintensidad de señal T2 con restricción de señal en difusión) y en pro-
bable transformación hemorrágica como resultado final.

Las manifestaciones clínicas son muy variables dependiendo de la extensión


y localización de la oclusión y de las colaterales venosas. Así, se puede tener
ausencia de repercusión clínica, cefalea (síntoma más frecuente aunque ines-
pecífico, presente en el 85% de los casos ) focalidad neurológica focal, epilep-
sia, hipertensión intracraneal (papiledema presente en el 50%), o coma.

La localización de oclusión más frecuente es el seno longitudinal superior (60%).

A. Semiología radiológica Figura 7. TC sin contraste i.v. donde se identifica hiperdensidad del
seno longitudinal superior visualizada como el signo del triángulo
denso (flecha). También identificamos transformación hemorrágica
Por norma general la primera exploración radiológica será una TAC. Úni-
lobar frontal izquierda secundaria a dicha trombosis
camente en el 20% de los casos es posible diagnosticar trombosis venosa

3
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Resonancia magnética

A B C

D E F

Figura 8. Arriba, A: izquierda: secuencias axiales T1 sin contraste; derecha: hiperintensidad de señal en seno longitudinal superior;
B: hiperintensidad de señal en senos transversos; C: hiperintensidad de señal en golfo de la vena yugular interna izquierda. Abajo, secuencias
T1 post-administración de contraste en fase venosa ponen de manifiesto la presencia trombosis en senos longitudinal y transverso; D: signo
de delta vacío (flecha); E: senos transversos trombosados; F: reconstrucción sagital donde se muestra la extensión de la trombosis en el seno
longitudinal superior (flecha)

Caso representativo A. CADASIL (cerebral autosomal dominant


arteriopathy with subcortical infarcts and
Paciente de 38 años con cefalea de intensidad moderada holocraneal no leukoencephalopathy)
específica de una semana de duración, pudiendo asociar o no focalidad
neurológica (parestesias, paresias, o pares craneales). En ciertos casos
pueden referir alteración visual si se encuentra comprometido senos Como su nombre indica, representa una enfermedad de base genética
cavernosos. Como dato relevante tener presente si en la información (mutaciones NOTCH3 en el cromosoma 19) caracterizada por migrañas con
clínica nos ponen como dato la presencia de coagulopatías y/o toma de aura y accidentes cerebrovasculares isquémicos transitorios recurrentes
anticonceptivos, estos datos que deben hacernos sospechar trombosis (AIT de repetición) y en fases avanzadas alteraciones de comportamiento y
venosas. demencia. La enfermedad suele comenzar en la tercera-cuarta década de la
vida e ir progresando paulatinamente.
Enfermedades no ateroscleróticas no
hipertensivas Semiología radiológica

Los hallazgos típicos radiológicos requieren realización de RM cerebral,


En este apartado se agrupan las entidades que pueden causar ictus isqué- donde se identifican lesiones hiperintensas en T2 y FLAIR afectando funda-
micos y no están asociadas a causas arterioescleróticas ni cardioembólicas. mentalmente sustancia blanca subcortical en polos temporales y cápsulas
Se presenta una breve descripción de la enfermedad de CADASIL y de la externas de manera bilateral simétrica, y conforme avanza la enfermedad
enfermedad de Moya-Moya. se extiende a otros territorios.

4
03. Neurorradiología | RD

Resonancia magnética Resonancia magnética

A B C
A B C
Figura 9. Secuencias axiales FLAIR de RM cerebral; A: lesiones
hiperintensas en sustancia blanca periventriculares y subcorticales Figura 11. A: secuencia de angio-RM TOF donde se identifica
hemisféricas supratentoriales bilaterales; B: afectación típica de ausencia de visualización de ambas ACM; B y C: secuencias
cápsulas externas (flechas); C: afectación de polos temporales (flecha) axiales FLAIR donde se identifica hiperintensidad de señal
espontánea por flujo lento en relación con presencia de
colaterales “signo de la hiedra” (flechas)
Caso representativo

Paciente joven con ictus isquémicos de repetición (AIT de repetición) con Caso representativo
afectación de polos temporales y cápsulas externas deben hacer sospechar
este diagnóstico. Si nos presentan un caso de un niño o joven con AIT de repetición, con
estenosis y/o oclusiones arteriales en segmentos terminales de ACI intracra-
B. Enfermedad de Moya-Moya neales o segmentos proximales de ACM o ACA, de origen asiático, pensar en
enfermedad de Moya-Moya.
Enfermedad oclusiva progresiva crónica de base genética, con prevalencia
de países asiáticos, que afecta a los segmentos terminales de ambas arterias
carótidas internas intracraneales (ACI) y segmentos proximales de las arterias 3.3. Patologías hemorrágicas
cerebrales medias (ACM)y cerebrales anteriores (ACA) de causa no arterioescle-
rótica, condicionando el desarrollo de colaterales de arterias lenticuloestriadas Representan el 15-20% aproximadamente de todas las causas de ictus/
(dan el nombre de Moya-Moya que en japonés significa “bocanada de humo”), stroke y hace referencia a la presencia de sangrado en el espacio extra-
colaterales desde arterias carótidas externas y desde ramas leptomeníngeas. vascular. La clasificación más sencilla y práctica es la clasificación ana-
tómica en función de la localización del punto de sangrado, pudiendo
Afecta a niños y pacientes jóvenes, con inicio de clínica frecuentemente dividirlas en intraaxiales (intraparenquimatosa) y extraaxiales (hemo-
antes de los 20 años, caracterizado por AIT de repetición e infartos cerebra- rragia subaracnoidea, hematoma subdural y hematoma epidural). El
les, llevando a un deterioro cognitivo temprano. sangrado dentro del sistema ventricular también es considerado un san-
grado extraaxial.
Semiología Radiológica
Hemorragia
El diagnóstico se establece con secuencias de angio TC/angio RM y/o angio- intraparenquimatosa
grafía convencional, donde se muestran la estenosis/oclusiones arteriales y
el desarrollo de colaterales. Un signo radiológico a conocer es la hiperinten-
sidad de señal espontánea en T2/FLAIR por flujo lento de las arterias cola- Hace referencia a la acumulación de sangre en el interior del parénquima
terales piales y se conoce con el nombre del signos de la hiedra (¨ivy sign¨). cerebral y por tanto se considera un sangrado intra axial o intraparenqui-
matoso.
Arteriografía
Existen múltiples etiologías (traumática, aneurismática, hipertensiva,
transformación hemorrágica sobre lesión isquémica, causa oclusiva
venosa, tumoral) y diferentes localizaciones (ganglios de la base, lobares,
tronco del encéfalo, cerebelosas) de hemorragia intraparenquimatosas.
A modo de simplificar dicho tema se puede decir que las hemorragias
de origen hipertensivo suelen afectar con mayor frecuencia a ganglios
de la base, tálamos, cerebelos y región del tronco encefálico; en tanto la
hemorragia lobar suele estar asociada con mayor frecuencia con angio-
patía amiloidea.
A B

Figura 10. A: serie angiográfica desde ACI derecha donde se A. Semiología radiológica
objetiva estenosis de arteria carótida interna derecha intracraneal en
segmentos cavernoso y terminal (flechas) con desarrollo de arterias Existen dos entidades cuya semiología radiológica permite hacer una apro-
lenticuloestriadas hipertróficas “signo de bocanada de humo” (flecha ximación diagnóstica relativamente certera, y son la angiopatía hipertensiva
azul); B: serie angiográfica desde AV izquierda que muestra colaterales vs. angiopatía amiloidea cerebral (AAC). En la Tabla 1 se exponen las prin-
leptomeníngeas rellenando territorios de ACM cipales diferencias.

5
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Hemorragia HTA Hemorragia en AAC

Diurna Nocturna

Hemisférica profunda, g. Base, TE, cerebelo, intraventricular Lobar, sulcal superficial, subaracnoidea. Raramente en g. Base, cerebelo y TE

Relación con FRCV No relación con FRCV

Lipohialinosis y necrosis fibrinoide de arterias perforantes lenticuloestriadas Depósito de amiloide en vasos de pequeño-mediano calibre en córtex y
leptomeninges
Tabla 1. Principales diferencias entre hemorragia HTA y hemorragia en AAC

Tomografía computarizada (Figura 12) Si bien la principal y primera prueba diagnóstica ante una hemorragia intra-
craneal suele ser la TC, para llegar a un diagnóstico diferencial más exacto
entre ambas etiologías suele requerirse realizar una RM cerebral incluyendo
secuencias de gradiente (T2*) y/o susceptibilidad magnética (SWI) cuya
especificidad para detectar productos de degradación de la hemoglobina
las convierte en imprescindibles para valorar la presencia de microsangra-
dos.

Resonancia magnética

A B

Figura 12. A: TC craneal con ventana de partes blandas donde se


identifica colección hiperdensa focal intraaxial talámica derecha,
sugestiva de sangrado intraparenquimatoso agudo; B: TC craneal con
ventana de partes blandas donde se identifica colección hiperdensa
talámica izquierda abierta sistema ventricular

Caso típico
A
Pensar en hematoma hipertensivo ante la presencia de sangrado en gan-
glios de la base, tálamo, cerebelo o tronco del encéfalo, en paciente con
antecedentes de hipertensión arterial crónica o con hipertensión arterial a
su ingreso en urgencias (MIR 10-11, 9309, 9310).

Figura 14. Secuencias de RM cerebral eco de gradiente en paciente


con hematoma lobar temporal basal izquierdo (flecha roja), signos de
HSA en surcos de ambas convexidades cerebrales (flechas blanca) y
depósitos de microsangrados subcorticales lobares bilaterales (flechas
azules) en paciente con AAC

Hematoma subdural
Hace referencia a la acumulación de sangre entre las láminas meníngeas
externa (duramadre) y media aracnoides).

Figura 13. TC con ventana de partes blandas donde se objetiva Su etiología puede ser traumática (puede aparecer con traumatismos de
colección hiperdensa intraparenquimatosa lobar frontal izquierda menor energía que el epidural) o sin traumatismo aparente (espontáneos).
sugestiva de hemorragia intraparenquimatosa aguda en paciente sin Este último es más frecuente en pacientes mayores (antecedentes de anti-
antecedentes de HTA, sospechar AAC
coagulación habitualmente presentes). El origen del sangrado se postula

6
03. Neurorradiología | RD

como de posible etiología venosa por rotura de los puentes venosos del Tomografía computarizada
espacio subdural.

A. Semiología radiológica

La morfología típica es cóncava en semiluna, no respeta suturas craneales y


salvo que presenten un gran volumen no suele asociar efecto de masa signi-
ficativo. La localización más frecuente es la región frontoparietal y frecuen-
temente son unilaterales, con excepción de los niños donde en el 75% de los
casos suele ser bilateral y estar asociados a traumatismos (MIR 15-16, 24).

Tomografía computarizada

A B

Figura 16. A: TC con ventana de partes blandas donde se identifica


colección extraaxial hiperdensa (blanca) frontal derecha, con unidades
Hounsfield comprendidas entre 60 y 120, morfología lenticular y
leve efecto de masa subyacente, en relación con hematoma epidural
agudo; B: TC con ventana ósea donde se identifica línea de fractura
frontal derecha (flecha) secundaria a traumatismo y causa del
sangrado epidural

Caso típico
A B
Pensar en hematoma epidural ante las características radiológicas des-
Figura 15. A: TC con ventana de partes blandas donde se objetiva
colección extraaxial frontoparietal izquierda, hiperdensa (blanca), con critas en el contexto clínico de un traumatismo (usualmente pacientes
unidades hounsfield entre 60 y 120, morfología cóncava, sugestiva de jóvenes con accidentes de moto, coche, balconing) con pérdida de cons-
corresponder con hematoma subdural de aspecto agudo (flecha); B: ciencia.
TC craneal con ventana de partes blandas donde se objetiva colección
extraaxial frontoparietal izquierda (flecha azul), isodensa en relación con la Hemorragia subaracnoidea
corteza gris cerebral (con unidades Hounsfield entre 30 y 60), morfología
cóncava, en relación con hematoma subdural de aspecto subagudo-
Hace referencia al acumulo de sangre en el espacio subaracnoideo, entre las
antiguo (cuanto más antiguo más hipodenso y con menor valor en las UH).
láminas meníngeas interna (piamadre) y media (aracnoides).
En el presente caso el volumen del hematoma es considerable provocando
efecto de masa sobre el parénquima cerebral subyacente (flecha blanca)
Su etiología frecuentemente es la rotura aneurismática, pudiendo existir
Caso típico también otras causas (traumáticas, malformaciones, síndrome de vaso-
constricción cerebral reversible, infecciones, etc.). La presentación típica
Pensar en hematoma subdural ante las características radiológicas descritas son paciente de mediana edad (50-60 años) con inicio de una cefalea
en el contexto clínico de un traumatismo o en caso de pacientes mayores súbita-aguda incapacitante (cefalea en trueno), referida como la cefalea
ante la presencia de deterioro cognitivo/demencia progresiva. más intensa de su vida, que puede asociar cortejos vegetativos o debutar
con pérdida de consciencia/coma (aproximadamente el 40-50% de los
Hematoma epidural casos).

Hace referencia a la acumulación de sangre entre el diploe/tabla interna de A. Semiologia radiológica


la calota craneal y la superficie externa de la duramadre (lámina externa de
las meninges). La morfología típica es la presencia de sangrado difuso localizado en sur-
cos y cisuras, siendo la localización más frecuente rodeando al polígono de
Su etiología es fundamentalmente traumática y suele estar asociada a la Willis y a la cisura de Silvio.
presencia de fracturas óseas (traumatismos de alto impacto). El origen del
sangrado suele ser arterial por rotura de arteria meníngea media (rama La sensibilidad de la TC para detectar HSA en las primeras 12 h del sangrado
arterial de la arteria carótida externa que presenta un recorrido extracra- llega al 100%, disminuyendo al 90% a las 24 h y al 50 h a los 7 días. Esta
neal pegado a la tabla interna de la calota). disminución en la sensibilidad de detectar sangre se debe al aclaramiento y
lavado de la misma.
A. Semiología radiológica
Mediante TC basal se puede clasificar la distribución del sangrado subarac-
La morfología típica del sangrado es biconvexa o lentiforme, respeta sutu- noideo mediante la escala de Fisher, escala que intenta predecir el riesgo
ras, suele ejercer efecto de masa. Las localizaciones más frecuentes son de vasoespasmo cerebral tardío secundario a la HSA, a mayor grado mayor
bajo la escama del hueso temporal y la región frontal (MIR 18-19, 26). riesgo de vasoespasmo (Tabla 2).

7
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Grado Criterio una rápida aproximación diagnóstica con el fin de instaurar un tratamiento
empírico de manera precoz.
0 No hay hemorragia detectable en la TC

I Mínima o fina HSA, sin sangre intraventricular Síndromes clínicoradiológicos


II Mínima o fina HSA, con sangre en ventrículos laterales
Mediante un conjunto de síntomas y signos clínicoradiológicos se pueden
HSA gruesa (llenado completo de una o más cisternas o cisuras), clasificar las infecciones que afectan al SNC en 6 síndromes.
III
sin sangre dentro del sistema ventricular

IV HSA gruesa, con sangre dentro del sistema ventricular A. Meningitis


Tabla 2. Escala de Fisher modificada
Es el proceso inflamatorio-infeccioso de las meninges (duramadre, aracnoi-
Otra localización característica en la región perimesencálica y cuando el des, piamadre y espacio subaracnoideo).
sangrado se localiza exclusivamente en esta región, en un alto porcentaje
de casos, no suele identificarse la etiología del sangrado, lo cual da a esta Se pueden dividir en meningitis asépticas (causadas por procesos víricos) y
entidad el nombre de hemorragia perimesencefálica no aneurismática (la meningitis piógenas o bacterianas.
arteriografía convencional es negativa).
El diagnóstico se realiza en base a la clínica, cuya triada clásica incluye fiebre
Si bien la etiología de una HSA puede ser diversa, la causa más fre- en el 95% de los casos, rigidez nucal (88%) y alteración del estado neuroló-
cuente es la traumática. En casos no traumáticos la principal etiología gico (78%), la analítica (leucocitosis o leucopenia y desviación a la izquierda),
es la aneurismática (85% de las causa de HSA no traumática). Ante una hemocultivos (positivos en un rango de 50-90% de los casos y dependerá
HSA de etiología no traumática es mandatorio realizar angio-TC, téc- del uso de tratamiento antibiótico previo a la toma de las muestras).
nica que con los nuevos equipos de tomógrafos de última generación
(multicortes) logran alcanzar una sensibilidad cercana al 97% para la Semiología radiológica
detección de aneurismática en mano de radiólogos expertos. No obs-
tante, la angiografía por sustracción digital también llamada angiogra- Los hallazgos de TC y RM suelen ser muy sutiles y se caracterizan por:
fía convencional o simplemente arteriografía, es el gold standard para •• Captación meníngea tras la administración de contraste i.v.
diagnóstico y en gran medida para el tratamiento de la patología aneu- •• Aumento de señal en los surcos y cisternas en secuencia FLAIR.
rismática. •• Puede también asociarse o complicarse con áreas de cerebritis,
empiema, trombosis venosas y/o hidrocefalia.
TC, angio-TC y angiografía convencional (arteriografía)
El diagnóstico diferencial se realiza fundamentalmente con la carcinomato-
sis meníngea y la neurosarcoidosis.

A B C

Figura 17. A: TC basal que muestra HSA con patrón de distribución


difuso, identificando también sangre dentro del cuarto ventrículo,
dando un grado IV en la escala de Fisher; B: angio-TC muestra
A B
dilatación focal sacular aneurismática en origen de arteria
comunicante posterior derecha; C: arteriografía cerebral confirmando Figura 18. A: secuencia axial FLAIR en paciente con meningitis
los hallazgos del angio-TC. La arteriografía cerebral no sólo se neumocócica donde se identifica hiperintensidad de señal en
utiliza con fines diagnósticos sino también para realizar, en un gran surcos de la convexidad frontoparietal bilaterales (flechas); B:
porcentaje de casos, el tratamiento de la patología aneurismática secuencia de RM axial T1 post-administración de contraste
(embolización) i.v. donde se identifica fino realce meníngeo dural y como
también realce sutil aracnoideo-pial entre los surcos de ambas
convexidades (flechas)

3.4. Patologías infecciosas


B. Cerebritis/absceso
Los procesos infecciosos que afectan al SNC representa una emergencia
médica, por tanto, un diagnóstico y tratamiento temprano son cruciales La cerebritis es la manifestación más temprana de un proceso supurativo
para evitar consecuencias graves. focal intraparenquimatoso, usualmente de etiología piógena, y que pre-
cede a la formación del absceso. La relación hombre/mujer es aproxima-
Si bien al diagnóstico se llega fundamentalmente mediante datos clínicos, damente de 2:1, con una edad media de presentación de 20 a 40 años.
estudios microbiológicos de líquido cefalorraquídeo (LCR) y en ciertos casos La presentación clínica más frecuente es la cefalea (90%), aunque puede
análisis histológico de tejidos, dichos resultados suelen tardar cierto tiempo. debutar con convulsiones, déficit neurológico focal y fiebre en sólo el 50%
Las técnicas de imagen, fundamentalmente mediante TC y RM, permiten de los casos.

8
03. Neurorradiología | RD

Semiologia radiológica Semiología radiológica

Los abscesos típicos organizados muestran las siguientes características: Las características radiológicas típicas que permiten diferenciarlos de los hema-
•• Lesión focal de contenido líquido rodeada de edema vasogénico. tomas subdurales y epidurales son la presencia de realce dural periférico tras la
•• La cápsula suele ser hiperdensa en el TC e hiperintensa en la secuencia administración de contraste i.v. y restricción de señal en secuencias de difusión.
T1 de la RM, es bien definida e hipercaptante tras la administración de
contraste i.v.
•• En secuencia T2 de la RM la cápsula es hipointensa y el contenido
purulento del absceso muestra restricción a la difusión (caracterís-
tica radiológica más específica que ayuda a realizar el diagnóstico dife-
rencial con el glioblastoma multiforme y las lesiones metastásicas las
cuales usualmente no restringen).
A B C
En los abscesos cerebrales se pueden identificar cuatro estadios anatomopa- Figura 20. A: TC post-administración de contraste i.v. en paciente
tológicos, los cuales se correlacionar con sus correspondientes características postoperado de meningioma, con clínica de fiebre y mal estado general.
en las imágenes radiológicas representadas en la Tabla 3 (MIR 17-18, 12). Se realizó TC postcontraste donde se identifica colección subdural con
realce marginal de contraste, sugestivo de corresponder con empiema;
B: secuencia de RM axial T1 post-administración de contraste i.v.donde se
confirma la existencia de empiema (flecha); C: secuencia de RM axial en
difusión donde se identifica leve restricción de señal en los márgenes de
la colección, apoyando el diagnóstico de empiema

D. Ventriculitis

Es la infección del tejido ependimario relacionada con meningitis, trauma, dre-


najes de derivación ventricular o ruptura de un absceso intraparenquimatoso.
A B

Semiología radiológica

Las claves diagnósticas incluyen ventriculomegalia con contenido denso,


formando nivel de detritus intraventricular.

En los estadios iniciales los hallazgos son sutiles pudiendo observarse sólo
captación de contraste i.v. subependimario. En la ventriculitis evolucionada
el epéndimo se torna anormalmente hiperintenso en T2/FLAIR, con mar-
cado realce de contraste y restricción a la difusión.

C D

Figura 19. Secuencias de RM (coronal T2, axial T1 postcontraste,


difusión y mapas de ADC) que muestran la típica imagen de un
absceso cerebral en fase capsular tardía, donde se identifica el anillo
de realce post-administración de contraste i.v. (flecha blanca) y la
restricción de señal en difusión (flecha azul)
A B C

Figura 21. A: secuencia de RM axial FLAIR donde se identifica hiperintensas


C. Empiema de señal en márgenes periventriculares (flechas) y contenido en zonas
declives del sistema ventricular bilateral en paciente con sospecha de
Colección purulenta en el espacio subdural (más frecuente), epidural o en ambos ventriculitis; B: secuencia de difusión mostrando restricción de señal
(15%). Ocurren usualmente por extensión de infecciones por contigüidad como en zonas declives del sistema ventricular (flechas); C: secuencia T1 post
sinusitis complicadas, mastoiditis o inoculación directa por trauma y/o cirugía. contraste i.v. que muestra un fino realce lineal en la superficie posterior del
sistema ventricular (flechas); hallazgos que sugieren ventriculitis

Fase Evolución Características

Cerebritis temprana Menos de 5 días Área de edema mal definido con captación parcheada de contraste
Cerebritis tardía 5 días a 2 semanas Captación irregular en anillo
Cápsula temprana Alrededor de 2 semanas Cápsula de pared delgada bien definida.
Cápsula tardía 2 semanas a 1 mes Cápsula gruesa, con cavidad densa, hipercaptante y con restricción de señal en Difusión.
Tabla 3.

9
Manual CTO de Radiodiagnóstico

E. Cerebelitis lizumab (anticuerpo monoclonal usado en la esclerosis múltiple).


También se han descrito casos en pacientes tratados con Rituximab,
Se denomina también ataxia cerebelosa aguda y se manifiesta clínicamente Infliximab y Efalizumab.
mediante ataxia, cefaleas, alteraciones de la coordinación motora fina y del
comportamiento. El cuadro clínico se instaura de manera aguda o subaguda Provoca destrucción de la mielina (afectación de sustancia blanca) provo-
y suele estar precedido por una infección vírica y el antecedente de vacuna- cando sintomatología de debilidad parestesia y posteriormente parestesias,
ción. Es más frecuente en niños (normalmente de menos de 6 años). Por lo pérdida de visión y deterioro de capacidades cognitivas.
general el cuadro suele resolver en un par de semanas y cursar con buena
respuesta a tratamiento con corticoides y terapia antivírica específica, aun- Se diagnóstica mediante clínica, hallazgos de RM y análisis del LCR con téc-
que hay casos de mala evolución clínica por herniación transtentorial e nica de PCR para detectar la presencia del ADN del virus JC.
infartos.
A. Semiología radiológica
Semiología radiológica
En resonancia magnética, la LMP se caracteriza por lesiones únicas o
Con bastante frecuencia los estudios de neuroimagen son normales. En caso múlti-ples parcheadas en la sustancia blanca. Con la progresión de la
de haber alteraciones se caracterizan en hiperintensidades de señal eT2/ enfermedad las lesiones se vuelven confluyentes o
FLAIR en sustancia blanca y gris cerebelosas bilaterales con cierto efecto crecen hasta formar una gran placa en
expansivo pudiendo existir compresión ventricular e hidrocefalia. la sustancia blanca.

F. Romboencefalitis
Estas lesiones son hipointensas en T1 e
Es un cuadro inflamatorio-infeccioso que afecta al rombencéfalo (tronco hiperintensas en T2 comparado con las
encefálico), de etiología no precisa que se presenta en niños y adolescentes. sustancia blanca.
A este síndrome se le supone una patogenia inmunológica y viral, siendo
la evolución benigna en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, la rom- Las localizaciones más comunes son
boencefalitis se presenta en adultos con un pronóstico grave causada por los lóbulos parietales y occipitales y el
Listeria monocytogenes. cuerpo calloso. El cerebelo y el tronco
de encéfalo es afectado ocasional- Figura 22. Secuencia de RM
Los criterios diagnósticos son: mente. axial T2 en paciente con EM
tratado con Natalizumab
•• Evidencias clínicas y por imagen de una infección aguda del tronco
quien desarrolló una
cerebral. En la mayoría de los casos, no existe leucoencefalopatía multifocal
•• Ausencia de compromiso clínico o radiológico de la corteza cerebral. efecto masa de las estructuras conti- progresiva. En esta imagen
•• Demostración de la presencia de L. monocytogenes en sangre, LCR o guas. se observa la presencia de
tejido cerebral. extensa afectación confluente
En estadios tempranos pueden presen- de sustancia blanca frontal y
En los casos más graves los pacientes pueden presentar depresión respira- tar restricción de los bordes en DWI y parietal hemisférica bilateral
(flecha)
toria y muerte. En el 97% de los casos se encuentra alteraciones del LCR, en fases tardías puede restringir a nivel
el cual suele tener leucocitosis con predominio de polimorfonuclear o lin- central.
focitario, proteínas levemente aumentadas y glucosa normal. Esto obliga a
realizar el diagnóstico diferencial con meningitis tuberculosa o micótica.
3.5. Patologías inflamatorias
Semiología radiológica
El prototipo de enfermedad inflamatoria en el sistema nervioso central es
Las imágenes de RM muestran alteración de señal en el tronco del encéfalo la esclerosis múltiple (EM). Por su frecuencia y repercusión clínica, el diag-
y en la sustancia blanca del cerebelo (hiperintensidades de señal T2/FLAIR, nóstico y reconocimiento radiológico de esta entidad es de fundamental
con realce variable, uni o bilateral en función de la etiología). importancia.

El diagnóstico diferencial se plantea con la encefalomielitis aguda diseminada En este capítulo también se describirá brevemente otras entidades inflama-
(ADEM), gliomas del tronco cerebral o cerebelitis idiopática de exclusión. torias menos frecuentes.

Leucoencefalopatía multifocal progresiva Esclerosis múltiple


(LMP)
La esclerosis múltiple (EM) es la enfermedad desmielinizante más frecuente
en la práctica clínica. Alcanza su pico máximo de incidencia a los 30 años,
Es una infección oportunista causada casi exclusivamente por la infección con predominio femenino (2 a 3 veces más frecuentes en mujeres).
por virus JC.
La fisiopatología de la enfermedad es probablemente consecuencia de una
Ocurre en persona con deficiencia grave del sistema inmunitario respuesta autoinmune mediada por linfocitos T frente a las proteínas que
(pacientes con VIH, trasplantados y pacientes con tratados con Nata- conforman la mielina.

10
03. Neurorradiología | RD

La etiología de la enfermedad es aún desconocida, aunque es probable que


desempeñen un papel importante varios factores ambientales e infecciosos
en personas con susceptibilidad genética para desarrollarla.

En más del 80% la manifestación inicial es un síndrome clínico aislado con


afectación de la vía óptica (neuritis óptica), la médula (mielitis transversa) o
el tronco de encéfalo (síndrome del tronco encefálico).

A. Manifestaciones clínicas

Neuritis óptica

Es un proceso inflamatorio desmielinizante que se caracteriza por dismi-


nución de la agudeza visual unilateral o bilateral. Puede ser la primera
manifestación de una EM (20% de los casos) o ser un proceso monofásico
y autolimitado aislado. Si bien el diagnóstico de neuritis óptica no requiere
la realización de una RM (el diagnóstico en clínico), debe realizarse siempre
dado que la presencia de lesiones subclínicas de características desmielini-
zantes en el parénquima cerebral (más del 50% de los casos) es un hallazgo
que indica un alto riesgo de desarrollar EM.

La forma de presentación típica en fase aguda es el engrosamiento e hiper-


intensidad de señal en T2 del nervio óptico asociado en algunas ocasiones a Figura 24. Secuencia sagital T2 de columna cervical identificando
pequeñas lesiones focales hiperintensas en los cordones posteriores
realce post-administración de contraste.
de la médula espinal cervical (flechas), que no llegan a extenderse en
más de 2 cuerpos vertebrales.
En fase crónica aparece atrofia en el nervio óptico aunque puede persistir la
hiperintensidad de señal T2.
Síndrome del tronco encefálico

Al igual que en la neuritis óptica con frecuencias puede ser la primera mani-
festación de una EM o tener un curso monofásico. La forma de presentación
habitual es la oftalmoplejia internuclear.

Las lesiones tienden a localizarse en la periferia de la protuberancia, suelo


del IV ventrículo y los pedúnculos cerebelosos medios.

El curso clínico de la EM es muy variable, aunque cerca del 90% lleva una evo-
lución de recaídas-remisiones (forma remitente-recurrente), con los años
las exacerbaciones van seguidas de una recuperación incompleta, entrando
en una forma progresiva denominada progresiva secundaria. Otra presen-
tación clínica es la primaria progresiva,
la cual afecta normalmente a personas
de mayor edad y, curiosamente, con
una carga lesional menor. Los síntomas
neurológicos son progresivos sin claras
recaídas ni estabilizaciones, causando
grave discapacidad. También existe la
llamada EM maligna que es rápida-
Figura 23. Secuencia coronal T2 donde se identifican hiperintensidad mente progresiva, y la EM benigna en
de señal afectando al nervio óptico izquierdo (flecha) en paciente con la que tras la sintomatología inicial no
clínica de enfermedad desmielinizante
se produce ninguna recaída en años.
Figura 25. Secuencia de RM
Mielitis transversa Existen una serie de entidades donde axial T2 donde se muestra
placa focal desmielinizante
se producen lesiones desmielinizantes,
localizada en pedúnculo
Se caracteriza por ser un proceso inflamatorio focal medular con afectación que por sus características y en ocasio-
cerebeloso medio izquierdo
sensitivo-motora. La localización de las lesiones suelen afectar territorios nes por su evolución clínica no siguen (flecha) adyacente al IV
posteriores y/o laterales del cordón medular, con extensión no mayor a 2 un patrón típico de esclerosis múltiple ventrículo. También se aprecia
cuerpos vertebrales, predominando una afectación sensitiva sobre la afec- y se han clasificado como variantes de pequeña lesión en margen
tación motora. la misma: yuxtaventricular derecho

11
Manual CTO de Radiodiagnóstico

•• Formas pseudotumorales: son lesiones de gran tamaño que simulan B. Criterios diagnósticos
clínica y radiológicamente un tumor cerebral. La presencia de menor
edema cerebral y un realce en anillo incompleto (con apertura del ani- El diagnóstico de la EM se realiza mediante datos clínicos (brotes), de
llo hacia la sustancia gris (cortical o profunda) son datos radiológicos laboratorio (bandas oligoclonales en LCR) y de imagen (lesiones en RM),
que ayudan al diagnóstico diferencial. mediante el cumplimiento de los llamados Criterios de McDonald (última
•• Variante de Marburg: pacientes más jóvenes, con pródromos febriles actualización 2017) (Tabla 4).
y una clínica fulminante.
•• Enfermedad de Schilder: desmielinización bilateral asimétrica, con Si se cumplen los criterios de McDonald 2017 y no hay una mejor expli-
lesiones extensas y confluentes. cación para la presentación clínica, el diagnóstico es esclerosis múltiple.
•• Esclerosis concéntrica de Balo: lesiones grandes con zonas alternan- Si se sospecha esclerosis múltiple en virtud de un síndrome clínicamente
tes de sustancia blanca mielinizada y desmielinizada. aislado, pero los criterios McDonald 2017 no se cumplen por completo, el
diagnóstico es esclerosis múltiple posible. Si surge otro diagnóstico durante
la evaluación que explica mejor la presentación clínica, el diagnóstico no es
esclerosis múltiple.

La presencia de bandas oligoclonales específicas de LCR no demuestra la


diseminación a tiempo per se, pero puede sustituir el requisito de demos-
tración de esta medida.

C. Semiología radiológica

A B Si bien la TC suele ser la primera prueba diagnóstica de imagen a realizar en


la mayoría de paciente con clínica neurológica, su papel en la EM es limi-
Figura 26. A y B: secuencias de RM sagital y axial FLAIR respectivamente,
donde se identifica lesión desmielinizante de gran tamaño, con morfología tado. En la Tabla 5 se describen las principales características radiológicas
redondeada y márgenes en anillo, anillo abierto hacia sustancia gris de la EM en RM junto a su representación en imágenes (MIR 11-12, 17; MIR
cortical (flecha), representativa de la esclerosis concéntrica de Balo 11-12, 18).

Número de lesiones con evidencia clínica objetiva Datos adicionales necesarios para un diagnóstico de esclerosis múltiple

≥ 2 ataques clínicos ≥2 Ninguno*

≥ 2 ataques clínicos 1 (así como evidencias históricas bien definidas de un ataque previo Ninguno*
que involucró una lesión en una ubicación anatómica distinta†)

≥ 2 ataques clínicos 1 Diseminación en el espacio demostrada por un ataque clínico adicional que
implica un sitio SNC diferente o por RM

1 ataque clínico ≥2 Diseminación en el tiempo demostrada por un ataque clínico adicional o por
RM§ o demostración de bandas oligoclonales específicas de LCR¶

1 ataque clínico 1 Diseminación en el espacio demostrada por un ataque clínico adicional que
implica un sitio del SNC diferente o por RM y diseminación en el tiempo
demostrada por un ataque clínico adicional o por RNM§ O demostración de
bandas oligoclonales específicas en LCR¶
* No se requieren pruebas adicionales para demostrar la diseminación en espacio y tiempo. Sin embargo, a menos que la RM no sea posible, se debe
obtener una RM cerebral en todos los pacientes en quienes se está considerando el diagnóstico de esclerosis múltiple. Además, se debe considerar el
examen de RM o LCR de la médula espinal en pacientes con evidencia clínica y de RM insuficiente que apoyan la esclerosis múltiple, con una presentación
que no sea un síndrome clínico típico aislado, o con características atípicas. Si las imágenes, u otras pruebas (por ejemplo, LCR), son negativas, se debe
tener precaución antes de hacer un diagnóstico de esclerosis múltiple, y se deben considerar diagnósticos alternativos.
† El diagnóstico clínico basado en hallazgos clínicos objetivos de dos ataques es más seguro. La evidencia histórica razonable de un ataque pasado, en
ausencia de hallazgos neurológicos objetivos documentados, puede incluir eventos históricos con síntomas y características de evolución para un ataque
desmielinizante inflamatorio previo; al menos un ataque, sin embargo, debe ser respaldado por hallazgos objetivos. En ausencia de evidencia objetiva
residual, se necesita precaución.
§ Los criterios de RM para diseminación en espacio y tiempo son:
–– La diseminación en el espacio se puede demostrar por una o más lesiones hiperintensas en T2 que son características de la esclerosis múltiple en dos
o más de cuatro áreas del SNC: regiones periventricular, cortical o yuxtacortical e infratentorial, y la médula espinal.
–– La diseminación en el tiempo se puede demostrar mediante la presencia simultánea de lesiones reforzadas con gadolinio y no reforzadas* en
cualquier momento o mediante una nueva lesión hiperintensa en T2 o reforzada con gadolinio en la RM de seguimiento, con referencia a una
exploración basal, independientemente del momento de la RM de referencia.
Tabla 4. Criterios McDonald 2017 para el diagnóstico de esclerosis múltiple

12
03. Neurorradiología | RD

Localización:
•• Supratentorial: yuxtacortical (fibras en U), periventricular (predominio posterior),
adyacente a las astas temporales de sistema ventricular
•• Cuerpo calloso: margen inferior y unión calloso septal
•• Infratentorial: suelo del IV ventrículo, superficie pial y ventricular de la protuberancia,
bulbo y pedúnculos cerebelosos
•• Corticales: muchas veces difíciles de distinguir de las yuxtacorticales.
•• Sustancia gris profunda: tálamo

Morfología:
•• Márgenes bien definidos
•• Redondeadas u ovoides: distribución perivenular (dedos de Dawson)
•• Bilaterales y asimétricas
•• Confluencia lesional en fases avanzadas

Intensidad de señal:
•• T1: iso o hipointensas (agujeros negros)
•• T2: hiperintensas

Susceptibilidad magnética:
•• Signos de la vena central (dedos de Dawson)
•• Hipointensidad en anillo o central (depósito de hierro)

placa vena

Neuritis óptica:
•• Hiperintensidad de señal en T2 o STIR
•• Realce de contraste en fase aguda

Medula espinal:
•• Afectación segmentos cervical y dorsal
•• Lesiones focales cortas (menos de 2 cuerpos vertebrales)
•• Afectación de menos del 50% de la sección transversal de la médula
•• Localización periférica (posterior o lateral)
•• Realce en fase aguda

Contraste i.v.:
•• Realce en anillo incompleto; el segmento incompleto del anillo mira a la sustancia gris cortical
o profunda (flecha)

Tabla 5. Principales características radiológicas de la EM en RM junto a su representación en imágenes

13
Manual CTO de Radiodiagnóstico

D. Síndrome radiológico aislado Encefalomielitis aguda diseminada


Con este nombre se hace referencia a la presencia de lesiones incidentales La encefalomielitis aguda diseminada (ADEM por sus siglas en inglés) es un
en parénquima cerebral o medular espinal con características radiológicas enfermedad inflamatoria desmielinizante de cuadro agudo y habitualmente
de EM pero sin manifestación clínica (probable EM en fase presintomática). monofásico.
El incremento en la utilización de RM en la práctica diaria ha llevado a iden-
tificar estos casos presintomáticos, casos que presentan un alto riesgo de Se caracteriza por estar precedida, habitualmente, por la presencia de una
desarrollar una EM. infección vírica o tras vacunación.

Neuromielitis óptica (enfermedad de Devic) Afecta con mayor frecuencia a niños entre 4 y 8 años, aunque puede ocurrir
en cualquier edad.
Enfermedad inflamatoria desmielinizante que habitualmente afecta al ner-
vio óptico y la médula espinal. Clásicamente se dice que no tiene afectación Clínicamente se caracteriza por un cuadro agudo de alteración del nivel
encefálica pero se ha visto que puede tenerla. de conciencia (sin fiebre) y un síndrome neurológico poli regional. El
curso clínico de la enfermedad suele ser, típicamente, de rápido pro-
Es importante sospecharla porque tiene peor pronóstico que la EM con greso con un pico máximo de gravedad entre los 2 y 5 días tras el inicio
mayor discapacidad. de los síntomas.

Se sospechará en paciente con neuritis óptica y mielitis con conservación Uno de los primeros pasos a llevar a cabo en un paciente que presenta sín-
relativa de la SB encefálica. En la médula cervical se verán lesiones expansi- tomas y signos neurológicos y encefalopatía, sobre todo si existe o ha exis-
vas multisegmentarias. tido un proceso febril, es descartar la presencia de un proceso infeccioso
bacteriano o viral del SNC. Por ello, es necesario comenzar un tratamiento
A. Semiología radiológica antimicrobiano empírico, realizar una punción lumbar y realizar una reso-
nancia magnética tan pronto como sea posible.
Nervios ópticos: ligeramente agrandados e hiperintensos en las secuencias
potenciadas en T2. A. Semiología radiológica

Medula espinal: señal medular central hiperintensa expansiva en 3 o más Las lesiones de esta enfermedad inflamatoria desmielinizante no son
segmentos. específicas. Se pueden encontrar lesiones hiperintensas en secuencias
potenciadas en T2 de tamaño y morfología variable pero generalmente
Encéfalo: lo característico es que no existan pero si las hay, se han descrito extensas, bilaterales, asimétricas e irregulares que afectan sobre todo a la
6 patrones: sustancia blanca cerebral, pero también a la sustancia gris y núcleos de la
•• Lesiones en el tracto corticoespinal (44%). base y a la médula espinal.
•• Periependimarias alrededor de los ventrículos laterales (40%).
•• Lesiones bulbares (área postrema), a menudo a continuación de las Dentro de la afectación de la sustancia blanca, la localización más frecuen-
cervicales (31%). temente comprometida suele ser frontal o parietal, sobre todo afectando a
•• Lesiones hemisféricas extensas (29%). la sustancia blanca yuxtacortical o profunda y, con mucha menor frecuencia,
•• Lesiones periependimarias, alrededor del 3.er y 4.º ventrículo la sustancia blanca periventricular.
(22%).
•• Otras lesiones hiperintensas en las secuencias potenciadas en T2, Las lesiones infratentoriales (incluyendo el tronco del encéfalo y la sustancia
inespecíficas (50%). blanca cerebelosa) y las lesiones medulares son comunes, de ahí que algu-
nos autores denominen según el área afecta encefalomielitis, cerebelitis o
Como hallazgo de relevancia clínica, la presencia de anticuerpos contra los mielitis.
canales de aquaporinas 4 (Anti-AQP4) es un hallazgo altamente específico
de esta enfermedad (sensibilidad del 90%). Estas lesiones suelen aparecer de manera simultánea con la aparición
de los síntomas clínicos, habiéndose descrito una aparición de las
mismas de hasta 30 días. Por ello, un estudio de RM normal, en los
primeros días de la aparición de los síntomas, no descarta totalmente
esta entidad y, si existiera sospecha clínica, habría que realizar nuevo
control.

La afectación de los ganglios de la base se da en torno a un 50% de los casos,


A B C siendo esta localización bastante predictora de ADEM y poco probable de
Figura 27. A y B: secuencias de RM axiales T2 que muestran esclerosis múltiple.
lesiones focales con afectación protuberebra y bulbar en
paciente con neuromielitis óptica; C: secuencia medular sagital Los hallazgos de imagen después de un período de tratamiento (corticoides
T2 que muestra extensa afectación de la médula espinal cervical, e inmunosupresores) suelen poner de manifiesto un descenso en el tamaño
en más de dos cuerpos vertebrales, en paciente con neuromielitis y en el número de las lesiones así como un cambio en la intensidad de la
óptica señal de las mismas, en paralelo a la mejoría clínica.

14
03. Neurorradiología | RD

La resolución de las lesiones se ha descrito hasta en un 70% de los pacien- Los síntomas clínicos varían en función del tamaño y localización de las
tes al cabo de varios meses desde el inicio de los síntomas. Dicha resolu- arterias afectadas. Un 50% de los pacientes presentan déficits neurológi-
ción puede ser total o parcial, persistiendo algunas lesiones en el estudio cos focales (hemiparesia, afasia, etc.) sugestivos de ictus o bien, síntomas
mediante RM al cabo de varios años. No obstante, hasta una tercera prodrómicos menores. Menos común es la presentación como crisis epi-
parte de los pacientes pueden mantener un déficit residual años después lépticas, demencia, neuropatías craneales, mielopatía o radiculopatía. En
del inicio de los síntomas, con la consiguiente lesión en el estudio de ocasiones, el déficit focal hace sospechar de una lesión tumoral, aunque el
neuroimagen. comienzo suele ser agudo y el curso recurrente.

El pronóstico de esta enfermedad suele ser bueno cuando se detecta y Su diagnóstico se basa en la sospecha clínica y en la imagen radiológica
trata oportunamente, quedando en la mayoría de los casos nulas o míni- (fundamentalmente RM y angiografía) y se confirma con la histología
mas secuelas. No obstante, existen algunos casos de evolución fatal o con obtenida por biopsia en cuña, una vez descartadas otras posibles cau-
secuelas graves. sas sistémicas de vasculitis con afectación del SNC. El análisis de LCR
muestra aumento de proteínas o una pleocitosis linfocítica en el 50%
de los casos.

B. Vasculitis secundarias

Se define como afectación de los vasos cerebrales secundariamente a una


vasculitis sistémica. Al igual que en las formas primarias, las manifestacio-
nes clínicas neurológicas dependen del tamaño y localización de los vasos
afectos. Se pueden subdividir los diferentes tipos de vasculitis secundarias y
clasificarlas según el calibre del vaso afecto:

•• Con afectación de grandes vasos:


-- Arteritis de células gigantes.
-- Arteritis de Takayasu.
•• Con afectación de vasos de mediano tamaño:
-- Poliarteritis nodosa (PAN).
-- Enfermedad de Kawasaki.
•• Con afectación de pequeño vaso (con o sin afectación de vasos de
mediano tamaño):
-- Enfermedad de Behçet: triada clásica de úlceras orales, genitales
y uveitis.
-- Granulomatosis de Wegener.
-- Churg-Strauss.
-- Poliarteritis microscópica.
-- Púrpura de Schonlein-Henoch.
-- Vasculitis crioglobulinémica esencial.
-- Vasculitis leucocitoclástica.
Figura 28. Secuencias de RM axiales FLAIR en paciente de 14
años que presenta cuadro de paresias en ambos hemicuerpos y
clínica de parálisis supranuclear y deterioro del estado general. C. Semiología radiológica
Una semana atrás presentó cuadro febril. Se realizó RM donde se
identifican lesiones focales hiperintensas afectando cápsulas internas, TC y RM: se pueden observar lesiones de isquemia y cambios inflamato-
mesencéfalo y protuberancia. En LCR se detectó ADN de mycoplasma, rios afectando la sustancia blanca y el córtex, hemorragias intracerebrales o
llegando al diagnóstico de posible ADEM subaracnoideas, así como hallazgos que recuerdan enfermedades desmieli-
nizantes. No hay hallazgos patognomónicos.
Vasculitis sistémicas
Angiografía convencional (arteriografía): si bien es la técnica de ima-
Como su nombre indica las vasculitis representan un grupo de enferme- gen más sensible, los hallazgos no son patognomónicos. Los hallazgos
dades inflamatorias que afecta a la pared de arterias y venas. Se pueden angiográficos se ven en un porcentaje variable de casos que oscila entre
clasificar en dos tipos de vasculitis que se exponen a continuación. el 56-90%, y se caracterizan por la presencia de estenosis segmentarias
alternando con dilataciones postestenóticas e irregularidad en el cali-
A. Vasculitis primarias bre de los vasos (patrón arrosariado, morfología en cuentas de rosario),
incluso con obstrucción brusca de la luz. También se puede identificar
Se define como una vasculitis granulomatosa de células gigantes, de natu- borramiento del contorno vascular y alteración del tiempo de circulación
raleza idiopática, que afecta a pequeños vasos intraparenquimatosos, lep- en la distribución vascular afectada. Las alteraciones angiográficas de vas-
tomeníngeos, y/o de médula espinal en ausencia de vasculitis sistémica culitis, tambien las de aspecto clásico, son difíciles de diferenciar de los
sintomática. Se han sugerido una posible causa vírica por su asociación con cambios vasculares secundarios a vasoespasmo, infección o enfermedad
el herpes zóster oftálmico. degenerativa.

15
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Biopsia: se considera el gold standard para el diagnóstico. Las biopsias pueden asociarse con un evento neurológico focal (déficit transitorios) y cri-
de leptomeninges o áreas del cerebro que se habían visto afectadas sis epilépticas.
en las pruebas de imagen pueden mostrar en la anatomía patológica
infiltrados multifocales y segmentarios, necrosis fibrinoide y fibrosis A. Semiología radiológica
de vasos. En ausencia de lesiones focales, la biopsia temporal del
hemisferio no dominante es el lugar preferido para la obtención de Los estudios de RM cerebral son habitualmente normales, aunque
muestras. pueden detectarse hemorragias intracraneales (6%), HSA (22%), infar-
tos (4%) o un síndrome de encefalopatía posterior reversibles (9%).
El tratamiento de las vasculitis se realiza con corticoides e inmunosu- Las características angiográficas son en muchos casos superponibles a
presores. las de una vasculitis o vasoconstricción cerebral, y por norma general
revierten de manera parcial o total en un período de 6 a 12 semanas
(reversible).

El pronóstico es bueno y no suelen existir recaídas ni quedar déficit residua-


les en la gran mayoría de los casos. El tratamiento suelen ser corticoides y
antagonistas del calcio.

A B A B C
Figura 30. Mujer joven en período de puerperio que comienza
con cefalea en trueno e ingresa a urgencias donde se identifica
hematoma intraparenquimatoso abierto a ventrículos en TC
basal (A). Se realizó arteriografía donde se identifican signos
de espasmo cerebral (flechas) en arterias de ambos hemisferios
cerebrales (B y C muestran series angiográficas en proyección lateral
desde arterias carótidas derecha e izquierda respectivamente).
Se realizó el diagnóstico de posible síndrome de vasoconstricción
cerebral reversible

C D

Figura 29. Secuencias de RM y arteriografía en paciente con


antecedentes de enfermedad de lupus que se presenta
con cefalea intensa y alteración visual. A: Secuencia axial
eco de gradiente que muestra HSA en surcos de convexidad
(flecha); B: secuencia axial de difusión que muestra infarto
occipital parasagital derecho; C y D: series de angiografía
convencional donde se identifican estenosis focales en arterias
de mediano y pequeño calibre sugestivas de posible vasculitis
(flechas azules)
A B

Figura 31. Series angiográficas 2 meses después que muestran


Síndrome de vasoconstricción cerebral resolución completa de los signos de vasoespasmo
reversible

Grupo de enfermedades que se caracterizan por vasoespasmo prolongado 3.6. Patologías Tumorales
y reversible de las arterias cerebrales.
La neurorradiología tiene un papel fundamental en el diagnóstico y segui-
Puede darse de forma espontánea pero es más frecuente que se asocie a miento de la patología tumoral cerebral. A modo práctico, se dividirá la
factores precipitantes como el consumo de sustancias vasoactivas (anfeta- patología tumoral en aquellas lesiones primarias de localización típica-
minas, ergotamina), drogas recreativas (cocaína, alcohol, cannabis), con- mente intraparenquimatosas (intraaxiales) de las extraparenquimatosa
sumo de anticonceptivos, gestación y puerperio. (extraaxiales), y se describirá por separado las lesiones secundarias metas-
tásicas.
Es más común en mujeres jóvenes y clínicamente tienen un comienzo
agudo caracterizado por cefalea extremadamente intensa (en trueno), que Cuadro diferencial:

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03. Neurorradiología | RD

Hallazgos Lesiones Intraparenquimatosas Lesiones extraparenquimatosas

Localización Central Periferica

Cambios óseos Infrecuentes Frecuentes: esclerosis, erosión, lisis, invasión.


Unión sust.gris-sust.blanca Desplazada a la periferia Desplazada hacia el centro
Corteza cerebral Afecta: engrosada, invadida, edematosa Respetada o levemente aplanada
Ángulos con las meninges Agudo Obtuso
Realce meníngeo Infrecuente Frecuente (signos de la cola dural)

Tabla 6. Cuadro diferencial. Los astrocitomas son los tumores primarios cerebrales intraparenquimatosos más frecuentes en el adulto. Los
meningiomas son los tumores extraparenquimatosos más frecuentes. Por lo tanto serán los dos casos representativos que se utilizarán para describir
diferencias características típicas entre ambos grupos

•• Grado II de la OMS: astrocitoma de bajo grado.


Tumores intraparenquimatosos •• Grado II de la OMS: astrocitoma anaplásico.
•• Grado IV de la OMS: glioblastoma multiforme (la forma más frecuente).
Los tumores intraparenquimatosos primarios más frecuentes son los glio-
mas (tumores derivados de células gliales), siendo los astrocitomas los más Se caracterizan por ser lesiones tumores muy heterogéneas pudiendo exis-
frecuentes en los adultos. tir en una misma lesión tumoral más de un grado de malignidad histopato-
lógico.
Células
Micrología ependimarias
El astrocitoma de bajo grado (grado II) representa el 10% de los gliomas
cerebrales. Se caracterizan por ser lesiones de baja intensidad de señal en
T1, e hiperintensos en T2/FLAIR y no suelen realzar tras la administración
de contraste i.v.

Caso representativo
Oligodendrocitos
Paciente de 39 años con cefaleas y parestesias en hemicuerpo izquierdo de
3 semanas de duración.

Astrocitos

Células de
Schwann

Figura 32. Células gliales (células estructurales)


A B

Figura 33. A: secuencia axial FLAIR muestra lesión focal


A. Astrocitomas intraparenquimatosa frontotemporal derecha, hiperintensa,
bien delimitada, con efecto de masa sobre el sistema ventricular
ipsilateral condicionado desviación de línea media; B: Secuencia
Se pueden dividir en dos tipos según patrón de crecimiento, en difusos/
coronal T1 post-administración de contraste i.v.muestra lesión
infiltrativos/fibrilares y focales/no infiltrativos/circunscriptos. marcadamente hipointensa sin realce evidente tras la administración
de contraste i.v.
Astrocitomas difusos
El astrocitoma anaplásico (grado III) representa aproximadamente el 15%
Presentan márgenes mal definidos, infiltrativo, y por tanto resulta difícil su de los tumores gliales, y suele ocurrir en paciente de mayor edad que los
exacta delimitación. astrocitomas de bajo grado. A diferencia de los de bajo grado, estas lesio-
nes tumorales presentan mayor heterogeneidad pudiendo existir áreas de
Se clasifican en función del grado de malignidad: pequeñas áreas quísticas en su interior.

17
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Caso representativo Como se puede observar en este caso, la TC ha sido el primer método diag-
nóstico utilizado; no obstante para un adecuado diagnóstico diferencial de
Paciente de 65 años con traumatismo craneoencefálico de baja intensidad, las lesiones tumorales es fundamental la realización de RM que permitirá
posterior al cual refiere comenzar con parestesias en pierna izquierda y caracterizar las lesiones mediante secuencias no sólo anatómicas, sino tam-
cefaleas inespecíficas. bién moleculares (espectroscopía).

Posteriormente se realiza RM cerebral específica para valoración de la lesión.

A B
Figura 34. A: secuencia axial FLAIR muestra lesión intraparenquimatosa
hiperintensa cortico-subcortical fronto temporal derecha con leve A B
efecto de masa; B: secuencia axial T1 postadministración de contraste
i.v., muestra mínimo realce cortical insular y frontal derechos,
identificando una zona de aspecto más hipointensa (probablemente
necrótica) en sustancia blanca frontal basal parasagital derecha. El
diagnóstico postquirúrgico reveló astrocitoma anaplásico (grado III)

El glioblastoma multiforme o astrocitoma de grado IV es el tumor más


frecuente (75% de todos los tumores gliales y 15-20% de los intracranea-
les). La localización más frecuente es en el lóbulo frontal y suele afectar a
pacientes mayores de 40 años. Las características radiológicas son las de
una lesión tumoral infiltrante heterogénea que suele presentar zonas de
C D
necrosis, hemorrágica, áreas de hiper e hipovascularización y grados varia-
bles de hipercelularidad. Suelen asociar extenso edema perilesional y efecto Figura 36 A: secuencia axial FLAIR muestra lesión focal redondeada,
de masa. Tras la administración de contraste i.v. presentan realce heterogé- de localización cortico-subcortical (parece existir leve engrosamiento
neo alternando zonas hipervasculares con zonas necróticas. En un 5% de los cortical), con edema perilesional; B: secuencia de difusión B1000
casos pueden ser multicéntricos (focos de realces aislados sin continuidad que muestra leve hiperseñal intralesional; C: secuencia eco de
anatómica) o multifocales (con continuidad anatómica) (MIR 18-19, 25). gradiente muestra deposito en anillo de restos de hemosiderina, lo
que sugiere sangrado intralesional asociado; D: secuencia axial T1
postadministración de contraste i.v. muestra realce en anillo irregular
Caso representativo
(de aspecto festoneado), identificando también un pequeño realce
focal adyacente a la principal lesión (flecha blanca) y un tenue realce
Varón de 55 años con desorientación temporal, llevado a urgencias por su más difuso en el territorio del edema (flecha azul). Dichos hallazgos
familia. En urgencias deciden realizar TC craneal ante la falta de colabora- deben hacer sospechar tumor cerebral intraparenquimatoso primario
ción del paciente el cual se encuentra desorientado y poco colaborador. tipo astrocitoma de alto grado (glioblastoma multiforme) como
Paciente sin antecedentes personales patológicos de interés. primera posibilidad diagnóstica, siendo menos frecuente el resto de
patologías previamente descritas en la TC

También se realiza estudio de metabolitos mediante técnica de espectroscopia.

A B

Figura 35. A: TC craneal basal sin contraste muestra pérdida de


diferenciación cortico-subcortical frontal izquierda con presencia de
lesión focal redondeada ligeramente hiperdensa en región cortico-
subcortical anterior y extenso hipodensidad (edema) perilesional
con efecto de masa; B: TC craneal post-administración de contraste
i.v. muestra realce irregular en anillo de la lesión redondeada frontal Figura 37. Espectroscopia: pico de colina frecuente en procesos con
izquierda. El diagnóstico diferencial debe incluir lesión tumoral primaria, mayor producción y destrucción de membranas así como de mayor
abscesos, metástasis, y mucho menos probables etiologías infecciosas destrucción neuronal (tumores de alto grado)

18
03. Neurorradiología | RD

Astrocitoma focal

Se caracterizan por ser tumores focales, con celularidad más diferenciada y


por tanto con un crecimiento lento. Por este motivo, y dada su menor pro-
gresión hacia formas malignas, acarrean mejor pronóstico.

En este grupo se incluye el astrocitoma pilocítico y el astrocitoma subepen-


dimario de células gigantes, ambos tumores más propios de infancia y ado-
lescencia.
A B

El astrocitoma pilocítico se presenta con frecuencia en regiones cerebelo-


sas, con morfología de masa quística ocupante de espacio, con zona mural
sólida con mayor captación. Se caracteriza por crecimiento lento, no obstante
puede condicionar obstrucción del sistema ventricular por compresión.

Caso representativo

Paciente de 19 años con cefaleas opresivas en región occipital de varios


meses de evolución con cuadro de inestabilidad.

C D
A B
Figura 39. A: TC sin contraste que muestra lesión ocupante de
espacio intraventricular frontal derecha a nivel del foramen de Monro,
bien delimitada y parcialmente calcificada; B, C y D: secuencias
coronal FLAIR, axial T1 sin contraste y axial T1 con contraste i.v.
que confirman lesión parcialmente calcificada sin realce evidente
tras la administración de contraste i.v. La lesión fue resecada
quirúrgicamente y la anatomía patológica confirmó que se trataba de
un astrocitoma subependimario

Tumores extraparenquimatosos
C D
Hablar de lesiones tumorales intracraneales extraparenquimatosos es prác-
ticamente sinónimo de hablar de meningiomas, dado que representa el
tumor más frecuente extraaxial supratentorial del adulto y el 15% de los
tumores craneales.

A. Meningioma

Como su nombre lo indica es un tumor no glial dependiente de células


meníngoepiteliales de las granulaciones aracnoideas. Su pico de incidencia
Figura 38. A: TC con contraste que muestra tumoración cerebelosa es entre los 40 y 60 años. Pueden localizarse en múltiples territorios del
izquierda sólido-quística, con margen nodular medial con realce de eje cráneo medular donde existan células meníngeas, siendo su localiza-
contraste irregular. Ejerce efecto de masa sobre el cuarto ventrículo ción más frecuente la convexidad cerebral (20-35%), y en segundo lugar las
condicionando dilatación del sistema ventricular (hidrocefalia regiones parasagitales y la fosa craneal media (20% aprox cada una de ellas).
obstructiva); B, C y D: secuencias de RM cerebral FLAIR , T2 y difusión
respectivamente, que muestra lesión focal intraparenquimatosa
Semiología radiológica
cerebelosa izquierda con morfología sólido quística, bien delimitada,
con efecto de masa sobre cuarto ventrículo. Hallazgos compatibles
con astrocitoma pilocítico Son tumores bien delimitados, con base amplia de implantación dural y creci-
miento habitualmente lento. Por su morfología se pueden dividir en dos tipos:
El astrocitoma subependimario de células gigantes se suele localizar en •• Lobular: con morfología habitualmente convexa y ángulo agudo con
pared del ventrículo lateral, a nivel del foramen de Monro. Se caracteriza por respecto el parénquima cerebral (es la forma de presentación más
ser una masa bien delimitada y suelen asociarse con esclerosis tuberosas. frecuente).
•• Plano o en placa: como su nombre lo indica crecen en forma aplanada.
Caso representativo
TC: habitualmente son ligeramente hiperdensos con respecto a la sustancia
Paciente de 22 años con cefaleas inespecíficas. Se realiza TC e identifica gris cortical. Puede presentar calcificación (25% de los casos) y puede existir
lesión intraventricular derecha a nivel de foramen de Monro y se completa hiperostosis de la calota craneal subyacente (mucho menos frecuente en la
estudio con RM cerebral. infiltración y lisis ósea).

19
Manual CTO de Radiodiagnóstico

RM: secuencias T1 son ligeramente hipointensos o isointensos con res- Habitualmente únicas pero no menos frecuente es encontrar en la práctica
pecto a la sustancia gris cerebral. En secuencias T2 su intensidad de clínica diaria múltiples lesiones.
señal es más variable dependiendo de su composición (mayor hipoin-
tensidad si presentan más componentes fibroblásticos y más hiperinten- La localización más frecuente en el 80% de los casos son los hemisferios
sos si presentan mayor componente angioblástico). Lo más característico cerebrales, y en un 15% en los cerebelos.
es el realce homogéneo e intenso tras la administración de contraste
i.v., el signo de la cola dural (realce de las meninges en los márgenes de Por orden de frecuencia las principales metástasis cerebrales son:
implantación). 1. Pulmon.
2. Renal.
Caso representativo 3. Mama.
4. Melanoma.
Paciente de 65 años con cefaleas frontales derechas inespecíficas de años 5. Colon.
de evolución.
A. Semiología radiológica

La morfología radiológica es muy variable, a continuación se revisan las


características más típicas y frecuentes en la práctica clínica:
•• Suelen ser lesiones focales redondeadas, con zonas centrales necró-
ticas.
•• Márgenes con realces variables tras la administración de contraste i.v.,
central o periféricos, habitualmente irregulares (pueden realzar en
anillo).
•• Suelen asociar extenso edema perilesional, desproporcionado para el
tamaño de la lesión.
A B
•• Típicamente iso o hipointensos en T1 e hiperintensos en T2/FLAIR.
•• No suelen restringir en difusión a diferencia de los abscesos que si
suelen hacerlo (baja señal en mapas de ADC).

C D
A B

Figura 40. A y B: secuencia coronal y axial T2 con presencia de Figura 41. Secuencias de RM (A: axial FLAIR; B: T1 post-administración
masa extraaxial ocupante de espacio que desplaza y comprime de contraste i.v.) que muestran metástasis de un carcinoma de
el lóbulo frontal ipsilateral. La lesión es ligeramente hipointensa pulmón (edema desproporcionado para el tamaño de la lesión y
con respecto a la sustancia gris cortical y presenta en su interior realce en anillo)
vacío de señal (flecha) que sugieren la presencia de vasos en su
interior; C y D: secuencia coronal y axial T1 post-administración En este apartado se hace referencia al diagnóstico diferencial de las lesiones
de contraste i.v. que muestra un intenso realce de contraste. En C
con realce en anillo, de gran importancia dada la variabilidad de lesiones
se puede identificar la extensión del realce meníngeo dural de la
base de implantación de la lesión, lo que se conoce como signos que pueden manifestarse de esta manera y su implicancia en el manejo clí-
de la cola dural (flecha blanca). En D se identifica un área central nico de los pacientes. Si bien existen múltiples lesiones que pueden tener
intratumoral hipointensa (que no realza contraste), sugestiva de la apariencia de realce en anillo, únicamente se exponen las más típicas en
corresponder con área de necrosis central (flecha azul). Estas zonas la Tabla 7.
necróticas centrales son frecuentes en los meningiomas de gran
tamaño
Recuerda
Metástasis
Recuerda la regla mnemotécnica de las lesiones metastásicas cerebra-
Representan el 40% aproximadamente de las lesiones tumorales intracra- les que pueden debutar con sangrado cerebral: CoMe PuRiTo (coriocar-
neales de los adultos. cinoma, melanoma, pulmón, riñón, tiroides).

Dada su migración principalmente vía hemática, tienden a localizarse en la


unión cortico-subcortical.

20
03. Neurorradiología | RD

Glioblastoma
Metástasis Absceso Linfoma Esclerosis múltiple
Multiforme
Localización Unión cortico-subcortical Supratentorial Supratentorial Supratentorial Supra e infratentorial
(periventricular cruzando
línea media)
Realce Sólido o en anillo En anillo regular fino Anillo grueso e irregular •• Inmunocompetente: Anillo incompleto
(necrosis) marcadamente en herradura hacia la
homogéneo sustancia gris
•• Inmunocomprome-
tido: anillo grueso
periférico
Edema Severo Moderado Moderado Ligero No
Apariencia en secuencias Variable (sangre, necrosis) Hiperintenso con halo Hiperintenso Hipointenso (50%) Múltiples lesiones
T2 hipointenso Heterogéneo hiperintensas, menos
frecuente lesiones
solitarias
Difusión No restricción Central No restricción Periferica Usualmente no restrictivas
Perfusión ++ No ++ + Usualmente no
No infiltrativo Infiltrativo vascularizadas

Tabla 7.

21
Radiodiagnóstico

04 Imagen cardíaca

4.1. Técnicas de imagen cardíaca A. Modo M

Primera técnica ecográfica intro-


Ecocardiografía ducida en el estudio del corazón
que aún tiene utilidad hoy en día.
La ecocardiografía es una técnica muy útil en la valoración cardíaca, amplia- Técnica unidimensional a lo largo
mente utilizada en el ámbito hospitalario y ambulatorio por su alta accesibilidad, del tiempo (un único haz de ultra-
buena calidad de imagen y práctica ausencia de complicaciones. Hay limitacio- sonidos que se registra de manera
nes de la técnica en pacientes con “mala ventana ecocardiográfica” (obesos, continua en la pantalla a lo largo
enfisema pulmonar…) y hay que tener en cuenta que es operador dependiente. del tiempo) obteniendo informa-
ción de la movilidad de las estruc-
Se utiliza un transductor (sonda) que es emisor y receptor de ultrasonidos y turas cardíacas estudiadas (Figura Figura 1. Ecocardiografía modo M
que envía la señal, obtenida de atravesar las distintas estructuras cardíacas 1). Puede valorar los diámetros de de la válvula aórtica normal
y volver a la sonda, a un ordenador que la codifica en una imagen que se las cámaras, estimar la fracción de
puede ver en la pantalla en tiempo real. La ecocardiografía se puede realizar eyección y valorar el movimiento
por vía transtorácica o transesofágica colocando el transductor en diferen- de las válvulas.
tes posiciones para obtener diferentes planos del corazón y así estudiar las
diferentes estructuras (véase Figura 2 más adelante). La ecocardiografía se B. Ecocardiografía 2D
realiza también con registro electrocardiográfico.
El transductor, mediante cristales alineados (el modo M tiene un solo cris-
La ecocardiografía es muy útil en la valoración del miocardio, la función ven- tal), obtiene una imagen bidimensional con la que se pueden hacer dife-
tricular, las válvulas y el derrame pericárdico. Sirve también de guía para rentes cortes del corazón, estos cortes o planos se obtienen situando y
pericardiocentesis percutánea en el caso de derrame pericárdico. angulando la sonda en diferentes áreas del tórax (ventanas ecocardiográfi-
cas). La imagen obtenida en la pantalla nos da información más completa de
Hay diferentes modos de imagen: las estructuras cardíacas en tiempo real.

Supraesternal

Paraesternal

Eje largo paraesternal Eje corto paraesternal Eje corto paraesternal


Músculos papilares En la base del corazón

Apical

Subxifoidea
4 Cámaras apical Eje largo apical
VENTANAS ECOCARDIOGRÁFICAS
EN ECOCARDIOGRAFÍA TRANSTORÁCICA Algunos planos ecocardiográficos 2D

Figura 2.

1
Manual CTO de Radiodiagnóstico

C. Ecocardiografía 3D F. Ecocardiografía de estrés

El uso de transductores con un gran Ecocardiografía realizada durante el estrés, físico o farmacológico, con ejer-
número de cristales (matriciales) y cicio (de elección) o fármacos como la dobutamina (inotrópico positivo que
mejores procesadores de imagen, aumenta las demandas de oxígeno del miocardio y condiciona isquemia
permite realizar estudios tridimen- en las zonas comprometidas) o adenosina o dipiridamol (VD de corona-
sionales del corazón que se pueden rias sanas que producen robo coronario de las arterias comprometidas).
valorar también en tiempo real o tras Si aparecen alteraciones de la contractilidad segmentaria que no existían
un postproceso offline. Es muy útil en previamente, se puede deducir que las arterias a este territorio están com-
la valoración de las válvulas cardíacas, prometidas. Es una prueba con mayor sensibilidad que la ergometría.
anatomía cardíaca compleja como las Figura 3. Ecocardiografía
malformaciones congénitas y mejora tridimensional de la válvula Procedimientos invasivos intravasculares
la cuantificación de los volúmenes ven- mitral
triculares (cálculo estimado en la ECG
2D) con resultados similares a la cardio-RM. Se usa también para guía en A. Coronariografía
procedimientos intervencionistas valvulares.
Diagnóstico y tratamiento de estenosis coronarias (angioplastia). Se intro-
D. Doppler/Doppler color duce un catéter por una arteria periférica, normalmente radial o femoral, y se
llega a los ostios de las coronarias en la aorta torácica ascendente, mediante
Con la ecografía Doppler se puede detectar el movimiento de los hematíes la introducción de contraste yodado radiopaco se realizan imágenes de la luz
en el torrente sanguíneo y se puede estimar la velocidad y los gradientes vascular obteniendo la coronariografía diagnóstica. Mediante estos catéte-
del flujo sanguíneo en un punto, resulta muy útil para estimar las áreas val- res se pueden avanzar dispositivos de angioplastia (balón) hasta la estenosis,
vulares. Con el Doppler color se puede visualizar, además, la dirección del donde se infla rompiendo la placa de ateroma disminuyendo o eliminando la
flujo de sangre con un código de colores (generalmente azul o rojo según se obstrucción coronaria. Posteriormente se pueden colocar stents.
alejen o acerquen al transductor, o una mezcla de colores en la aceleración
o turbulencia de flujo), es importante para la visualización en tiempo real de Durante el cateterismo diagnóstico se puede realizar también la reserva de
los cortocircuitos intracardíacos o alteraciones valvulares. flujo fraccional (RFF) en la que mediante guías de presión se puede estimar
la limitación funcional de la estenosis coronaria al flujo, mejor valoración de
la gravedad de la estenosis que la estimación visual.

Figura 5. Coronariografía normal. A: tronco coronario izquierdo con


descendente anterior y circunfleja; B: coronaria derecha

B. Otros procedimientos intervencionistas


endovasculares
Otros procedimientos diagnósticos son la valoración de cortocircuitos (cal-
culando también la oximetría), realizar ventriculografía y estimar la fracción
Figura 4. Plano cuatro cámaras apical en un paciente con marcapasos de eyección o toma de biopsias miocárdicas.
en el VD (flecha amarilla), se aprecia un jet de insuficiencia tricuspídea
(flecha azul) Cada vez se realizan más procedimientos intervencionistas percutáneos
evitando la realización de cirugía cardíaca abierta, como en el cierre de
E. Contrastes ecocardiográficos cortocircuitos, valvuloplastias, tratamiento de la insuficiencia mitral con
mitraclip®, colocación de prótesis valvulares percutáneas (principalmente
Los contrastes con microburbujas mejoran la señal en pacientes con mala aórtica -TAVI- y mitral), cierre de orejuela, ablación de venas pulmonares
ventana ecocardiográfica y son útiles en el diagnóstico de trombos y shunts en la FA, pericardiotomías/pericardiocentesis... En muchos de estos proce-
intracardíacos (CIA y CIV). También se puede valorar el realce miocárdico, dimientos se realiza una TC cardíaca antes del procedimiento que sirve de
útil en la cardiopatía isquémica. mapa para la intervención y también puede haber un ecocardiografista ayu-
dando a la implantación del dispositivo.

2
04. Imagen cardíaca | RD

Obtenemos una serie


del 75% del ciclo
Estudio prospectivo: con radiación sólo en una parte del ciclo

Obtenemos una serie


del 75% del ciclo
Estudio retrospectivo: con radiación durante todo el ciclo

Figura 6.

TC cardíaca antes de la realización de procedimientos intervencionistas intracardia-


cos, como la TAVI (implantación transcatéter de válvula aórtica), válvulas
Con la evolución de las TC multicorte y la posibilidad de sincronización mitrales percutáneas, dispositivos mitraclip® (tratamiento de la insufi-
electrocardiográfica (gating) se han reducido mucho los artefactos por ciencia mitral), dispositivos de cierre de orejuelas y ablación de venas
latido cardíaco del corazón, por lo que la cardio TC ha experimentado pulmonares.
una importante expansión en el estudio no invasivo de las arterias coro-
narias. Tiene la ventaja frente a la
coronariografía de valorar la
La adquisición de la imagen se puede realizar de dos maneras: composición de la placa de ate-
•• Estudio prospectivo: sólo se radia durante una parte del ciclo cardíaco, roma (placa blanda, calcificada
la telediástole o el 75% del ciclo, donde se ven mejor las coronarias. o mixta), ya que la coronario-
Estudio con menor radiación, pero necesita una frecuencia cardíaca grafía sólo estudia la luz del
lenta y regular (< 65 lpm). vaso, no obstante el calcio muy
•• Estudio retrospectivo: radiación durante todo el ciclo cardíaco (hasta abundante también limita la
tres veces más de radiación), se obtienen imágenes del corazón de valoración de la estenosis en la
todas las fases (para pacientes que no reducen la FC), en el pospro- TC. Se suele realizar un estudio
cesado se puede poner en movimiento el corazón y realizar medidas basal antes de la inyección de
funcionales (similar a la ecocardiografía o la RM). contraste, donde se cuantifica
el calcio coronario (score Agats-
Como desventajas frente a la ecocardiografía estarían la menor disponibili- ton) dando una estimación del
dad y el uso de radiaciones ionizantes, con altas dosis en el estudio retros- riesgo epidemiológico de enfer-
pectivo. Como ventajas tendría la ausencia de mala ventana y mejor mejor medad coronaria (poco especí-
valoración de la anatomía. fico en pacientes individuales).
Figura 7. Reconstrucción 3D de
La cardio-TC se utiliza principalmente para la valoración de las esteno- Con la ayuda de la inteligencia una cardio-TC. Recuerdo anatómico
sis coronarias, con un alto valor predictivo negativo (un estudio normal artificial, la TC también puede de las arterias coronarias: TCI
prácticamente excluye la enfermedad coronaria), si bien no predice bien estimar la reserva de flujo frac- (tronco coronario izquierdo), DA
la isquemia miocárdica por lo que se suele usar en pacientes con baja cional (RFF-TC) (similar a la con- (descendente anterior, por el surco
interventricular), CX (circunfleja,
probabilidad pretest. También se usa en el estudio de anomalías coro- seguida con la coronariografía)
por el surco AV izquierdo) y CD
narias, bypass, algunos casos de tumores cardíacos y en el caso de no útil para la valoración precisa (coronaria derecha, por el surco
poder realizar RM (por ejemplo con dispositivos intracardíacos no com- de la repercusión funcional de AV derecho). Recordar que la
patibles con la RM) o ecocardiografía no valorable o limitada. Cada vez una estenosis de manera no dominante es la coronaria de la que
es más utilizado en el estudio para la valoración de la anatomía cardíaca invasiva. surge la descendente posterior

3
Manual CTO de Radiodiagnóstico

RM cardíaca C. Perfusión miocárdica de primer paso en reposo y


tras estrés farmacológico
Técnica de imagen cada vez más utilizada para la valoración del corazón.
Muy útil para la valoración morfológica y funcional del corazón (conside- Secuencia realizada mientras se inyecta el contraste paramagnético (gado-
rada en la actualidad la técnica de referencia para la función ventricular linio). El contraste pasa de la vena periférica a las cámaras derechas, pos-
y masa miocárdica), pudiendo obtener además información valiosa de teriormente a las izquierdas y al miocárdio para, finalmente “lavarse” por
las características tisulares del miocardio. Se utiliza además en el estudio las venas miocárdicas. El miocardio normal realza rápidamente y posterior-
de valvulopatías (si la ecocardiografía es limitada) y para caracterizar las mente se vuelve negro. Lo que no realza (negro durante la secuencia) sería
masas cardíacas. un defecto de perfusión. Útil para valorar la isquemia miocárdica tanto en
reposo como tras estrés farmacológico (mismos fármacos que en la eco-
Como ventajas frente a la ecocardiografía estarían la mejor valoración ana- cardiografía). Es una secuencia con baja resolución espacial (se ve un poco
tómica y funcional y la ausencia de mala ventana ecocardiográfica. Como borrosa), pero alta de contraste.
limitaciones están la menor disponibilidad, la necesidad de colaboración
del paciente, la claustrofobia y algunos dispositivos intracardíacos incom-
patibles (cada vez menos usados). No utiliza radiaciones ionizantes como
en la cardio TC.

En el protocolo de la cardio-RM se utilizan varias secuencias, cada una enca-


minada al estudio de un aspecto diferente del corazón y de la patología
cardíaca. Al igual que en la ecocardiografía, se utilizan varios planos básicos
del corazón basados en su propio eje: eje corto, dos cámaras (o eje largo
del VI), cuatro cámaras y tres cámaras (o tracto de salida del VI), si bien se
pueden utilizar otros planos extra según las necesidades.
Figura 10. Secuencia de perfusión de primer paso en un paciente
A. Secuencias cine o de sangre blanca con isquemia inducible. A: en reposo, el gadolinio perfunde por
todo el miocardio; B: tras estrés con adenosina, se aprecia defecto
En esta secuencia (realizada en todos los planos de referencia) se obtiene de perfusión en el septo, el paciente tenía una lesión en la coronaria
el corazón en movimiento a lo largo de un ciclo cardíaco y nos da informa- derecha
ción anatómica y funcional. A partir de las imágenes obtenidas se pueden
realizar mediciones de la función (volúmenes y fracción de eyección), masa D. Secuencias de realce tardío de Gadolinio o
miocárdica y valoración cualitativa de la movilidad del miocardio (contracti- viabilidad miocárdica:
lidad segmentaria) y de las valvulopatías.
Realizada unos minutos tras la inyección de Gadolinio y con anulación de
la señal del miocardio normal (que pasa a ser negro). El miocardio patoló-
gico realzará, se verá hiperintenso (blanco) con respecto al miocardio norma
(negro). Según el patrón de realce se puede deducir el tipo de miocardio-
patía. Principalmente se dividen en dos: realce tipo isquémico (subendocár-
dico o transmural) y no isquémico.

Figura 8. Secuencias cine de RM o sangre blanca en los cuatro planos


de referencia: cuatro cámaras (A), dos cámaras o eje largo (B), eje corto
(C) y tres cámaras (D)

B. Secuencia de triple IR o
sangre negra T2
Secuencia potenciada en T2 (líquido
blanco) con anulación de la señal
tanto de la sangre en movimiento Figura 11. Secuencia de eje corto de realce tardío en dos pacientes,
como de la grasa, por lo que “brillaría” uno sin realce (A) donde todo el miocardio es negro (normal) y otro
el líquido intramiocárdico extracelular con realce no isquémico intramiocárdico (flecha en B) donde el
(edema). Esta secuencia se usa prin- miocardio patológico es blanco
cipalmente en las miocarditis y para
detectar IAM.
Figura 9. Secuencia sangre
E. Contraste de fase
negra T2 eje corto en un
corazón normal, si se ven Utilizadas para visualizar y cuantificar el flujo. Se realiza una imagen en un
focos blancos en el miocardio perpendicular al flujo que queremos medir (por ejemplo: la aorta ascen-
hay edema dente) obteniendo parámetros de velocidad y flujo. Útil para valorar el volu-

4
04. Imagen cardíaca | RD

Diferentes tipos de realce tardío de gadolino en el VI

Tipo isquémico

Subendocárdico Transmural Oclusión microvascular

Infarto con signos de viabilidad Infarto sin signos de viabilidad Infarto sin signos de viabilidad y con
oclusión microvascular “no fellow”

Tipo no isquémico

Intramiocárdico Subendocardio difuso Epicárdico Intramiocárdico parcheado


· Miocarditis · Amiloidosis · Miocarditis · MCH
· MCH · Oist transplante · A. Fabry
· MCD idiopática · Esclerosis sistémica · Chagas

Figura 12. Patrones de realce típicos en algunas patologías pericárdicas

men latido que sale del VI, medición de cortocircuitos con la medición del Es una prueba de detección de isquemia (similar a la ergometría). Los defec-
Qp/Qs o los grados de insuficiencia o estenosis valvulares. tos de perfusión se corresponden con isquemia inducible (defecto sólo tras
el estrés) o infarto establecido (defecto también en el reposo).
F. T1 y T2 mapping

Técnicas muy novedosas, cada vez más utilizadas en la práctica clínica,


que superan al realce tardío en la caracterización tisular, pudiendo ade-
más obtener medidas cuantitativas y objetivas (el realce tardío es una
medida cualitativa o semi cualitativa). El miocardio normal tiene un valor
determinado de tiempo de relajación de T1 que puede ser cuantificado,
este tiempo puede verse afectado en las diferentes miocardiopatías
(aumentado en la mayoría de patologías, como el edema, la fibrosis, la
hipertrofia, la isquemia... y, raramente acortado, aunque característico,
de la enfermedad de Fabry, displasia arritmogénica del VD o hemocro-
matosis).

SPECT Figura 13. SPECT en un paciente con isquemia inducible en cara


inferior, menor captación de radiotrazador en cara inferior tras el
estrés (flechas amarillas) normal en el reposo
La SPECT (tomografía computarizada por emisión monofotónica) es la
prueba de medicina nuclear realizada tras la inyección intravenosa de un
radiofármaco (Talio-201 o compuestos derivados del Tecnecio-99m) que
es absorbido por las células miocárdicas en proporción al flujo corona- 4.2. Patología cardíaca
rio que reciban. La radiación que emiten se capta en una gammacámara
obteniendo imágenes en sístole y diástole del miocárdio. Como en la eco- Este capítulo se ha enfocado fundamentalmente hacia el diagnóstico de las
cardiografía y la RM se puede realizar la prueba tras estrés farmacológico diferentes patologías cardíacas mediante pruebas de imagen, sobre todo las
o físico. referidas en el apartado anterior, incluyendo algunos datos adicionales de

5
Manual CTO de Radiodiagnóstico

la clínica y diagnóstico diferencial, si bien para mayor profundidad de cada •• Cardio TC: buena herramienta para descartar o para demostrar la
patología se remite al Manual CTO de Cardiología y cirugía cardiovascular. enfermedad coronaria, aunque, en el caso de existir, es poco útil para
predecir la trascendencia hemodinámica de las lesiones (muy sensible
Cardiopatía isquémica pero poco específica, ya que, como se ha visto previamente, una TC
negativa prácticamente excluye la enfermedad coronaria, pero en el
La isquemia miocárdica ocurre por un desajuste entre el aporte de oxígeno caso de ser positiva es difícil demostrar que los síntomas del paciente
al miocardio y las demandas energéticas del mismo. Generalmente, es se deban exclusivamente a la ateromatosis). Generalmente, se usa en
secundario a estenosis de las arterias coronarias por la ateromatosis, no pacientes con probabilidad pretest baja o intermedia de enfermedad
obstante hay otras causas menos frecuentes: anomalías coronarias congé- coronaria o con pruebas de detección de isquemia no concluyentes o
nitas, cualquier forma de shock, alteraciones hematológicas o alteraciones dudosas.
patológicas de aumento de demanda de oxígeno.
A. Detección de la isquemia miocárdica
El papel de las pruebas de imagen en la miocardiopatía isquémica se cen-
tran básicamente en dos procesos, en la detección de la enfermedad coro- ••
Ecocardiografía: análisis de la contractilidad global y segmentaria en
naria (y en ocasiones el tratamiento) y la detección de las consecuencias reposo o bajo estrés (esfuerzo o fármacos) y valorar complicaciones
sobre el miocardio (isquemia miocárdica, infarto establecido y otras com- postinfarto como aneurisma, pseudoaneurisma, rotura de cuerdas
plicaciones). tendinosas.
•• Coronariografía con RFF: uti-
lizando sondas para valorar la
reserva de flujo fraccional se
puede estimar la repercusión
hemodinámica de una este-
nosis. Un valor menor a 0,8
significa estenosis hemodiná-
micamente significativa.
•• SPECT: prueba de medicina
nuclear que detecta isquemia
o infarto.
•• Cardio-TC: en los aparatos más
modernos, y a costa de aumen-
tar de manera importante la
dosis de radiación, se puede
detectar alteraciones de la
perfusión miocárdica e incluso
realce tardío. Se puede valorar
además de algunas complica-
ciones del infarto (si la ecografía
o la RM no son valorables o no
se pueden hacer) como la rotura
Figura 14. Recuerdo anatómico de los segmentos del miocardio del VI y que arteria coronaria irriga cada cardíaca. Posibilidad también
segmento de realizar, con la ayuda de la
inteligencia artificial, de RFF TC.
•• Coronariografía convencional: prueba de referencia para la valora-
ción de las estenosis coronarias con la posibilidad de tratamiento con
angioplastia y/o stents. Es una prueba no exenta de riesgos y utilizada
sobre todo en pacientes con alta probabilidad preprueba de estenosis
o en el proceso agudo.

Figura 15. Paciente con lesión muy importante en la coronaria


derecha (flecha amarilla en A), se le realiza angioplastia con balón Figura 16. Reconstrucción de dos coronarias derechas en dos
(flecha blanca en B) con resultado de recanalización completa (flecha pacientes diferentes, la primera (A) es completamente normal, la
azul) segunda (B) presenta ateromatosis calcificada difusa

6
04. Imagen cardíaca | RD

•• Cardio-RM:
-- Alteraciones de la contractilidad segmentaria (hipocinesia, disci-
nesia o acinesia), según la arteria afectada, y valoración del espe-
sor miocárdico en las secuencias cine (en movimiento).
-- Defectos de la perfusión, en reposo o con estrés farmacológico
durante la inyección de contraste, donde se aprecia ausencia de
realce del miocardio isquémico frente al normal.
-- Realce tardío de gadolinio: importante para valorar la viabilidad
miocárdica y, por lo tanto, el pronóstico. En la necrosis y en la
fibrosis miocárdica aumenta el espacio extracelular y el contraste
queda retenido en las zonas patológicas (siguiendo el territorio
vascular afectado), que se verán blancas (realce) frente al negro
del miocardio normal. El realce tardío tipo isquémico puede ser
de tres tipos, de mejor a peor pronóstico:
›› Subendocárdico (< 50% del espesor) lo que indicaría viabili-
dad del territorio afectado (se podría revascularizar).
›› Transmural (todo el espesor o al menos > 50-75%) que indi-
caría ausencia de viabilidad y baja probabilidad de recupe-
ración tras revascularización. Figura 18. Miocardiopatía isquémica crónica con adelgazamiento
›› Patrón de no reflujo: en las zonas de realce tardío se puede del septo y pared inferolateral en las secuencia cine (A: eje corto; B:
ver una banda subendocárdica de hipointensidad de señal cuatro cámaras) y realce tardío de gadolinio transmural en ambas
(negra), que indicaría obstrucción microvascular. áreas (ausencia de viabilidad) y foco de obstrucción microvascular (no
reflujo) (flecha verde)

Subendocárdico Transmural

Miocardio viable Miocardio no viable

Figura 19. Ecocardiografía transtorácica en un paciente con aneurisma


apical. El miocardio apical está adelgazado y se abomba mientras el
resto de segmentos se contrae durante la sístole (discinesia)

-- Rotura miocárdica o pseudoaneurisma cardíaco: generalmente


en infartos inferiores (los anteriores no suelen sobrevivir). Puede
identificarse de manera aguda o ser asintomáticos e identificar-
los de manera casual en el seguimiento del paciente. Se iden-
tifican como aneurismas de cuello corto (menor diámetro del
cuello que del aneurisma) generalmente con trombo en su inte-
Figura 17. rior y con realce del pericardio en la RM.

B. Complicaciones de la cardiopatía isquémica:

Una de las mayores causas de muerte intrahospitalaria. Las complicaciones


que se pueden estudiar mediante técnicas de imagen son:
-- Aneurisma ventricular: generalmente en infartos anteriores.
Se observa adelgazamiento del miocardio, con realce transmu-
ral en la RM y con discinesia (contracción contraria al resto Figura 20. Dos pseudoaneurismas en cara inferior en dos pacientes
de segmentos) de los segmentos afectados (en RM o ecocar- diferentes. Uno en ETT (A) y RM (B) donde se aprecia además
diografía). Puede haber un trombo intraventricular por estasis trombosis parcial del pseudoaneurisma (flecha verde) y otro en TC
sanguíneo. (corte de dos cámaras, C, y reconstrucción 3D, D)

7
Manual CTO de Radiodiagnóstico

La hipertrofia puede ser simétrica o asimétrica, y la afectación más fre-


cuente es la del tabique interventricular. Se define en imagen como un gro-
sor miocárdico > 15 mm en la fase telediastólica.

Puede haber fallo diastólico por disminución de la distensibilidad del mio-


cardio, con aumento de presiones de llenado ventricular, del territorio
venoso y capilar pulmonar y que, finalmente, puede llevar a congestión pul-
monar. El fallo sistólico y la dilatación pueden apreciarse en estadíos finales
de la enfermedad.

Los factores más importantes de riesgo de muerte súbita valorables por


imagen son:
•• Grosor del miocardio telediastólico >30 mm.
•• Incremento de la masa miocárdica total.
•• Obstrucción dinámica al tracto de salida del VI (TSVI): Secundaria a
Figura 21. Aneurisma apical (A) y seudoaneurisma en cara inferior (B), movimiento anterior de la valva anterior de la válvula mitral durante la
donde el cuello (línea azul) es mayor que el diámetro máximo (línea sístole (SAM) que puede disminuir y ocluir el TSVI. Característico de las
blanca) en el aneurisma y menor en el pseudoaneurisma
miocardiopatías hipertróficas obstructivas.
•• Presencia de fibrosis miocárdica.
-- Rotura del tabique interventricular: que generaría una CIV
aguda. Técnicas de imagen
-- Rotura de músculo papilar: más frecuente en infartos inferiores.
Provoca una insuficiencia mitral aguda potencialmente mortal. •• Ecocardiografía: técnica más utilizada sobre todo para valorar ausencia
En la ecocardiografía o RM se observa insuficiencia valvular con o presencia de hipertrofia y la función miocárdica. Puede valorar tam-
prolapso de la valva y en la TC hipodensidad (más oscuro que el bién el SAM (movimiento anterior de la valva anterior mitral durante
resto del miocardio) del músculo papilar. la sístole) (Figura 22), la obstrucción al TSVI y la posible insuficiencia
-- Pericarditis: por inflamación del pericardio que cubre el área mitral. Limitaciones en la valoración del ápex y de la pared libre del VD.
infartada. Puede ser precoz (similar a una pericarditis aguda) o
tardía (síndrome de Dressler, entre la 2.ª y 8.ª semana y relacio-
nada con un fenómeno autoinmunitario). Suele verse derrame
pericárdico y, en la RM y TC, realce del pericardio.

Otras miocardiopatías
Las miocardiopatías son un conjunto heterogéneo de enfermedades que
se caracterizan por alteraciones estructurales y funcionales del miocar-
dio en ausencia de alteraciones coronarias o sobrecarga hemodinámica
(isquemia, valvulopatías, hipertensión o anomalía congénita) que las
justifique y que en muchas ocasiones tienen un origen genético. Se han
realizado dos clasificaciones importantes para agruparlas, la de la Ameri-
can Heart Association (AHA) y de la European Society of Cardiology (ESC),
siendo esta última más práctica desde el punto de vista de la imagen. Las Figura 22. MCH con SAM y aceleración del flujo en el tracto de salida
miocardiopatías con alteraciones solamente eléctricas no se consideran del VI
en este capítulo.
•• TC: papel limitado en esta patología. Puede valorar alteraciones asocia-
La técnica de imagen de referencia para el estudio de miocardiopatías es la das de las arterias coronarias como el origen anómalo y la aterosclerosis.
RM, aunque la ecocardiografía es útil en el despistaje inicial y la TC puede
tener papel en alguna de ellas.

A. Miocardiopatía hipertrófica

Es el trastorno cardíaco congénito más frecuente (prevalencia ≈ 1/500 adul-


tos) que se transmite en hasta un 60% de forma autosómica dominante con
penetrancia variable. Se caracteriza por hipertrofia del miocardio del VI, VD Figura 23. MCH muy marcada, asimétrica, en paciente de 35 años con
dolor torácico, las coronarias eran normales
o ambos en ausencia de otra causa cardíaca o extra cardíaca (HTA, valvulo-
patía…). Histológicamente, se debe a una desestructuración e hipertrofia
de las fibras miocárdicas y fibrosis intersticial. Los pacientes pueden estar •• RM: técnica muy útil tras la ecocardiografía. Valora todos los segmen-
asintomáticos o pueden presentar dolor torácico, disnea, síncope, infarto tos miocárdicos, la función y la contractilidad, incluyendo el SAM y la
o muerte súbita. obstrucción al TSVI. Es la técnica de referencia para estimar la masa

8
04. Imagen cardíaca | RD

-- Secuencias T2 (triple IR, T2


mapping…) detectan edema
que representa proceso
inflamatorio activo y poten-
cialmente reversible.
-- Realce tardío o T1 mapping:
detecta fibrosis intersticial
y, según el patrón de realce,
puede diferenciar entre
las diferentes etiologías.
El realce es no isquémico
Figura 24. Secuencias cine de RM. MCH, con afectación sobre todo del septo IV, pero que condiciona SAM durante (intramiocárdico/mesocár-
la sístole que condiciona obstrucción al tracto de salida del VI (la aceleración del flujo que se ve como un “chorro” dico, subepicárdico, lineal o
negro en la RM) (flecha amarilla) parcheado).

miocárdica total y para identificar la fibrosis, que se detecta como


realce tardío de gadolinio no isquémico intramiocárdico o con las
secuencias de T1 mapping.

B. Miocardiopatía dilatada

Dilatación y disfunción sistólica del VI o biventricular en ausencia de ano-


malías de llenado ventricular o de cardiopatía isquémica. Es secundaria a Figura 25. Miocardiopatía dilatada idiopática en una mujer de 20
fibrosis intersticial progresiva y disminución de los miocitos con capacidad años. Secuencias cine 4 cámaras (A y B) y eje corto y eje corto post
contraste (C), no hay realce tardío. Se ven al menos dos trombos
contráctil. Tiene una prevalencia aproximada de 1/2.500 de individuos.
intraventriculares (flechas blancas)

Causas: hasta en un 50% de los pacientes no se encuentra causa (idiopática)


y entre el 50% restante los dividimos en dos grupos: C. Miocardiopatía arritmogénica
•• Familiar/genética: el 25%. Generalmente HAD. Derivada de mutacio-
nes de genes de proteínas citoesqueléticas y de la membrana nuclear. Llamada clásicamente displasia arritmogénica del ventrículo derecho,
•• Adquirida/esporádica: múltiples causas de daño miocárdico condicio- por su mayor afectación a este ventrículo, aunque puede afectar a ambos,
nan dilatación y disfunción ventricular. Las más frecuentes son la mio- y en algunos casos sólo al VI. Es una enfermedad hereditaria infrecuente
carditis y el alcohol, otras serían las toxinas, fármacos y quimioterapia, con herencia autosómica dominante y penetrancia y expresividad varia-
las infecciones, enfermedades autoinmunes, alteraciones metabóli- bles, caracterizada por reemplazamiento progresivo del miocardio normal
cas, periparto… Hay datos que sugieren que muchas de las idiopáticas por tejido fibroadiposo (más frecuentemente en el tracto de salida, ápex y
son postmiocarditis. tracto de entrada del VD: triángulo de la displasia). Puede causar arritmias
ventriculares y disfunción ventricular y es causa de hasta el 20% de los casos
Algunas de las miocardiopatías dilatadas pueden ser reversibles, total o par- de muerte súbita en menores de 35 años. Si se detecta un caso, se deben de
cialmente, si se elimina el desencadenante (alcohol, fármacos…). estudiar el resto de familiares de primer grado por la posibilidad de implan-
tar un desfibrilador en los afectados asintomáticos.
Técnicas de imagen •• Algoritmo diagnóstico: ninguna prueba es suficiente para establecer
el diagnóstico por lo que se han descrito varios criterios (TFC, Task
•• Ecocardiografía: generalmente la única técnica utilizada para el diag- Force Criteria), agrupados en menores y mayores, que se basan en
nóstico. Aumento del diámetro y de los volúmenes ventriculares y demostrar la disfunción, las alteraciones estructurales, alteraciones
contractilidad global disminuida, también valora las insuficiencias tisulares en la biopsia, anomalías eléctricas en el ECG, antecedentes
valvulares (mitral y tricuspídea secundarias). Como limitaciones no familiares de la enfermedad o personales de arritmias.
puede identificar la causa, datos de reversibilidad (edema) o irreversi-
bilidad (fibrosis). Hallazgos de imagen
•• TC: utilidad en los casos que se requiera descartar estenosis coronaria.
•• RM: normalmente se hace cuando la ecocardiografía es limitada o -- Ecocardiografía: muy limitada por la peor valoración del VD en
para identificar cambios morfológicos, cuantificar las alteraciones o la ETT. La ETE es mejor aunque también limitada. Valora la dilata-
monitorizar la respuesta al tratamiento. Muy útil en el diagnóstico ción ventricular y las alteraciones de la contractilidad segmenta-
diferencial con la cardiopatía dilatada isquémica (en esta última gene- ria del VD (aquinesia, disquinesia o aneurisma del VD).
ralmente hay adelgazamientos focales del miocardio). -- Angiografía invasiva: estudio de segunda línea, realizado sobre
-- Secuencias cine: aumento de la masa ventricular, aumento de los todo para la realización de la biopsia endomiocárdica, si bien
diámetros ventriculares, de los volúmenes sistólico y diastólico y debido a la afectación parcheada se pueden dar falsos negati-
disminución de la fracción de eyección. Detección de la insufi- vos. Valoración de las alteraciones contráctiles en la ventricu-
ciencia mitral secundaria. lografía.

9
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Hallazgos de imagen

La restricción ventricular con-


diciona la dilatación auricu-
lar, aumento de calibre de la
vena cava y suprahepáticas,
con tamaño ventricular normal
y espesor miocárdico conser-
vado o levemente aumentado.
Figura 26. RM en varón de 52 años con sospecha de DAVD. Hay dilatación del VD, con adelgazamiento de la pared El pericardio no debe de estar
y alteraciones de la contractilidad segmentaria (en C se aprecia un aneurisma anterior). En la secuencia de realce
engrosado (al contrario que en
tardío hay realce no isquémico epicárdico en la cara lateral del VI (flecha azul) y más dudoso en la pared libre del
VD (flecha verde). Cumple criterios de DAVD la pericarditis constrictiva donde
suele presentar engrosamiento
focal o difuso).
-- RM: técnica de elección. Valoración tanto morfológica como •• Ecocardiografía: primera prueba diagnóstica. Detecta el compromiso
funcional y tisular. Dilatación ventricular, alteraciones de la diastólico ventricular y puede diferenciar la constricción pericárdica
contractilidad segmentaria (discinesia, acinesia o disincronía) y mediante el registro Doppler a través de las válvulas mitral y tricuspí-
detección de la cicatriz fibroadiposa (realce tardío de gadolinio). dea. Característica la gran dilatación biauricular.
También puede detectar trombos endocavitarios. •• TC: utilidad en la valoración del pericardio (engrosamiento y calcifica-
-- TC: Papel limitado y no incluído en los criterios diagnósticos. ciones) en el diagnóstico diferencial con las pericarditis.
Puede detectar grasa intramiocárdica. •• RM: permite un estudio integral, con el estudio morfológico y funcio-
nal, el diagnóstico diferencial con la pericarditis constrictiva y puede
llegar al diagnóstico etiológico caracterizando las diferentes enferme-
dades por depósito con el realce tardío y las secuencias T1 mapping.

Tipos específicos de miocardiopatías secundarias


restrictivas en imagen

•• Amiloidosis: afectación del corazón en el 90% de las amiloidosis pri-


marias. Son típicos el engrosamiento miocárdico y del tabique inte-
Figura 27. TC en un paciente con rauricular y el derrame pleural y pericárdico. Presenta realce tardío de
DAVD, hay grasa intramiocárdica gadolinio difuso subendocárdico o transmural y aumento de los valo-
(flechas amarillas) en el septo res de T1. Característicamente hay dificultad para anular la señal del
interventricular miocardio en las secuencias postcontraste.
•• Hemocromatosis: depósitos de hierro en el miocardio en la hemosi-
D. Miocardiopatía restrictiva derosis sistémica, hay que sospecharla en pacientes con afectación
hepática, DM y aumento de la pigmentación cutánea. La RM permite la
Miocardiopatía menos frecuente. Se caracteriza por una disfunción dias- detección del hierro por la disminución de la señal en secuencias T2*.
tólica secundaria a aumento de la rigidez ventricular con disminución del •• Enfermedad Anderson-Fabry: enfermedad de herencia AR ligada a X
volumen diastólico uni o biventricular, con función sistólica conservada y con acumulación de glucoesfingolípidos multiorgánica, hay casos con
ausencia de dilatación o hipertrofia ventricular significativas. La disminución afectación exclusiva del corazón. Suele haber hipertrofia ventricular,
de la distensibilidad ventricular condiciona aumento de las presiones de lle- disminución marcada del T1 mapping y realce característico mesocár-
nado con congestión venosa pulmonar y sistémica. dico basal inferolateral.
•• Causas: •• Sarcoidosis: afectación cardíaca en menos del 5% de los pacientes
-- Idiopática. con sarcoidosis, pero asociada a mal pronóstico. En la RM se pueden
-- Genética (raras). detectar los granulomas sarcoideos como focos de edema y realce de
-- Secundaria a infiltración miocárdica de enfermedades sistémicas gadolinio en la fase activa y en la fase postinflamatoria se puede detec-
(como amiloidosis, hemosiderosis sarcoidosis, esclerodermia, tar un realce subepicárdico septal y lateral basal.
síndrome hipereosinofí-
lico de Loeffler, fibrosis
endomiocárdica).

Es importante hacer diagnóstico


diferencial con la pericarditis cons-
trictiva, ya que tanto clínica como
hemodinámicamente son similares,
pero esta última puede beneficiarse Figura 28. Paciente con amiloidosis, en las secuencias cine se observa engrosamiento miocárdico tanto del VI
de tratamiento quirúrgico (pericar- como del VD, hay también derrame pleural, típico en estos pacientes. En las secuencias de realce se observa el
diectomía). realce tardío subendocárdico difuso. E: esquema del tipo de realce no isquémico

10
04. Imagen cardíaca | RD

enzimática y electrocardiográficamente se comporta como una angina o


infarto por lo que está indicado un cateterismo urgente para descartalo.
El pronóstico suele ser bueno con normalización de la función en unos
meses.

Hallazgos de imagen

Figura 29. Esquema Figura 30. Realce tardío intramiocárdico Acinesia o discinesia generalmente medioventricular o apical, aunque
del tipo de realce septal en paciente con sospecha de puede ser segmentaria, con disfunción sistólica desproporcionada a la ele-
tardío típico de sarcoidosis cardíaca. Esquema del tipo de vación de enzimas. La afectación no se corresponde con un territorio coro-
los pacientes con realce tardío típico de los pacientes con nario concreto.
enfermedad de Fabry sarcoidosis
•• Ecocardiografía: se aprecian las alteraciones de la contractilidad seg-
mentaria y disfunción sistólica. Útil también en el seguimiento.
E. Miocardiopatía no compactada •• Angiografía con ventriculografía: ausencia de oclusiones coronarias.
En la ventriculografía se puede apreciar la dilatación o “balonamiento”
Tipo de miocardiopatía no clasificada que en la mayoría de casos suele tener apical típico (que le da el nombre al síndrome ya que asemejaba a
base genética. Es secundaria al defecto de la maduración de los sinusoides una vasija tradicional japonesa para pescar pulpos), patognomónica
de la pared miocárdica y se caracteriza por un aumento de la trabeculación en ausencia de enfermedad coronaria.
del endocardio, recesos intertrabeculares profundos y una capa epicárdica •• TC: útil para descartar enfermedad coronaria, aunque en el cuadro
compacta delgada. Puede evolucionar a dilatación, disfunción sistólica, agudo suele hacerse arteriografía.
arritmias y fenómenos embólicos. •• RM: alteraciones de la contractilidad segmentaria que no sigue una
distribución coronaria, también se puede apreciar edema en secuen-
En afroamericanos se ha descrito un aumento de la trabeculación miocár- cias de sangre negra T2 en la fase aguda y ausencia de realce tardío
dica no patológica con niveles que serían considerados patológicos en cau- (lo que apoya al diagnóstico y ayuda al diagnóstico diferencial con el
cásicos. infarto y la miocarditis).

Hallazgos de imagen G. Miocarditis

•• Ecocardiografía: limitaciones en la diferenciación con la miocardio- Proceso inflamatorio del miocardio secundario a múltiples causas, como
patía hipertrófica y baja reproducibilidad. El criterio sería una rela- agentes infecciosos (generalmente el virus Coxsackie B), toxinas, reacciones
ción de miocardio no compactado/miocardio compactado superior de hipersensibilidad (fiebre reumática o fármacos), drogas, vasculitis…si no
a 2. También puede hacer hipocinesia o acinesia de los segmentos se reconoce agente se le denomina miocarditis primaria. Puede ser fulmi-
afectados. nante, aguda, subaguda, o persistente.
•• RM: hay varios criterios diagnósticos, el más reciente requiere de al
menos un segmento de miocardio no compactado/compactado supe- Suele ser asintomática o con síntomas leves (tos y disnea tras cuadro
rior a 3. También puede detectar fibrosis en el realce tardío, edema febril) y muchas pasan desapercibidas, aunque pueden darse arritmias,
subendocárdico y defectos de perfusión. dolor torácico (sobre todo cuando asocian pericarditis) o insuficiencia
cardíaca. Generalmente se resuelven de manera espontánea, pero un
pequeño porcentaje puede evolucionar a miocardiopatía dilatada por
reacción autoinmune.

Hallazgos de imagen

•• Ecocardiografía: modalidad inicial, puede observarse engrosamiento


miocárdico difuso por el edema intersticial y dilatación y aumento de
la en las fases agudas, también se aprecian alteraciones de la contrac-
tilidad (difusa o segmentarias).
•• RM: detecta, a parte de las alteraciones de la contractilidad, edema
miocárdico en las secuencias T2 (sobre todo STIR) y realce tardío
Figura 31. Secuencia de cine o sangre blanca de RM en paciente
con miocardiopatía no compactada. A: eje corto donde se aprecia de gadolinio, estos dos últimos se han asociado a peor pronóstico.
aumento x3 del miocardio no compactado (línea amarilla)/no El realce tardío presenta una distribución no isquémica (subepicár-
compactado (línea azul). B: mismo corazón en eje largo dica o intramiocárdica, lineal o parcheada y, generalmente, infero-
lateral o septal), si se mantiene en el tiempo representa fibrosis,
por lo que se suelen hacer controles. La RM es útil también en la
F. Miocardiopatía de Takotsubo valoración del pericardio (miopericarditis) y en el seguimiento de
los pacientes.
Deterioro abrupto y transitorio de la función sistólica sin estenosis coro- •• TC: se puede realizar para excluir enfermedad coronaria.
naria significativa. Suele afectar a mujeres posmenopáusicas tras una
situación emocional o física estresante (miocardiopatía de estrés). Clínica,

11
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Métodos de imagen

Generalmente, las valvulopatías se sospechan por la clínica y la auscultación


de soplos.
•• Ecocardiografía con técnica Doppler: la primera prueba de imagen
que se realiza (transtorácica) y, generalmente, la única, ya que valora la
alteración valvular y realiza las medidas necesarias para el manejo del
paciente. En el caso de mala ventana o en casos más concretos como
Figura 32. Varón de 21 años con clínica de miocarditis aguda. En la la valoración de trombos o prótesis está indicada la ecocardiografía
secuencia STIR (T2) (A) se ve edema intramiocárdio en septo (flecha transesofágica.
azul) y epicárdico anterolateral (flecha amarilla) y en la secuencia de
realce tardío (B) se observa realce en las mismas áreas del edema. C:
esquema del tipo de realce tardío típico

Formas específicas de miocarditis

Enfermedad de Chagas: producida por el protozoo Trypanosoma cruzi,


endémica de centroamérica y sudamérica, detectada en nuestro medio
sobre todo en inmigrantes de estas zonas. En fase aguda se comporta como
cualquier miocarditis, no obstante aproximadamente un 20% de los pacien-
tes desarrollarán una miocardiopatía crónica, tras un periodo asintomático
de latencia de unos 10-30 años que suele cursar con insuficiencia cardíaca. Figura 33. Eje corto
En las pruebas de imagen se caracterizan por: paraesternal a nivel de
•• Aneurismas, generalmente apicales (con o sin trombo). una válvula aórtica trivalva
•• Adelgazamiento miocárdico. normal
•• Realce tardío de gadolinio intramiocárdico o epicárdico inferolateral
y apical. •• RM: confirma y completa el diagnóstico en casos con ecocardiografía
•• Hipocinesia posterobasal y deterioro de la FEVI progresiva. dudosa, la secuencia más útil es el contraste de fase, ya que cuantifica
el flujo y la velocidad a través de la válvula. Se puede valorar también
Valvulopatías la función y otras alteraciones ventriculares y de la aorta torácica. En
las secuencias cine se ve un artefacto de vacío de flujo (negro) que se
corresponde con el jet de valvulopatía.
A. Generalidades •• TC: Valora la anatomía valvular aunque es poco útil comparando con
las otras pruebas y utiliza radiación. No obstante, cada vez es más uti-
Las valvulopatías son alteraciones morfológicas o funcionales de las vál- lizada en el estudio prequirúrgico en el caso de implantación de pró-
vulas cardíacas que condicionan limitación de la apertura o cierre de las tesis percutáneas, sobre todo aórtica (TAVI) aunque también mitral y
mismas. mitraclip® y para descartar enfermedad coronaria previo a la cirugía
abierta (para realizar bypass en el mismo acto), para esto último tam-
Tipos de valvulopatía: bién se puede realizar una coronariografía.
•• Estenosis: dificultad a la apertura de la válvula lo que condiciona un
incremento de presión (poscarga elevada) en la cámara cardíaca proxi- B. Estenosis aórtica
mal provocando hipertrofia compensadora, en el caso del ventrículo, o
dilatación en las aurículas. Normalmente aparecen los síntomas antes La estenosis aórtica (EAo) es la valvulopatía más frecuente. Es una limitación
de la disfunción ventricular, por lo que se suelen manejar con una acti- a la apertura valvular, lo que dificulta la salida de sangre del VI a la aorta
tud expectante. y condiciona hipertrofia concéntrica compensatoria ventricular. Puede ser
•• Insuficiencia: defecto de cierre valvular que provoca paso de sangre asintomática durante varios años y, cuando aparecen los síntomas, el más
de vuelta a la cámara proximal, condicionando sobrecarga de volumen frecuente es la disnea de esfuerzo.
e hipertrofia excéntrica (dilatación) de la cavidad cardíaca. Suele haber
disfunción ventricular antes de los síntomas, por lo que se requiere un Tipos
seguimiento más estrecho y puede requerir cirugía incluso en pacien-
tes asintomáticos. -- Primarias:
›› Degenerativa: la más habitual y aumenta con la edad,
Además ambas valvulopatías se pueden diferenciar según su instauración por calcificación del anillo que condiciona rigidez de las
en agudas o crónicas, siendo las primeras muy mal toleradas y precisando, valvas.
generalmente, tratamiento quirúrgico precoz. También se pueden clasificar ›› Congénita: sobre todo la válvula bicúspide (anomalía
en orgánicas/primarias (por alteraciones de las valvas como degeneración o congénita cardiovascular más frecuente, prevalencia del
fiebre reumática) o en funcionales/secundarias (por causa externa, general- 1-2%).
mente dilatación del anillo). ›› Reumática: suele asociar valvulopatía mitral y, a veces,
también insuficiencia aórtica.

12
04. Imagen cardíaca | RD

-- Funcionales:
›› Subvalvular: por miocardiopatía hipertrófica obstructiva o
membrana.
›› Supravalvular: congénita muy poco frecuente, asociada al
síndrome de Williams-Beuren.

Pruebas de imagen

-- Ecocardiografía: morfología y número de las valvas (para iden- Figura 34. Válvula aórtica en TC
tificar la causa) y estimación de la severidad con el área de con calcificación degenerativa y
apertura máxima valvular y el gradiente transvalvular (diferen- limitación a la apertura
cia de presiones entre el VI y la Ao medida con Doppler, mayor
cuanto más grave es la estenosis). Valoración también de la Ao Implantación transcatéter de la válvula aórtica (TAVI)
ascendente que puede estar dilatada y la hipertrofia ventricular
izquierda. Es un procedimiento intervencionista intravascular que realizan los hemo-
›› EAo severa: área < 1 cm² (< 0,6 cm²/m² indexada) y gra- dinamistas en pacientes con EAo severa sintomátic, no candidatos a reem-
diente transvalvular sistólico medio > 40 mmHg o velocidad plazo valvular por prótesis, generalmente ancianos y/o con alto riesgo
< 4 m/s. quirúrgico (con esperanza de vida > 1 año). No obstante, dados los buenos
›› Una situación clínica especial, y de difícil manejo, es la resultados obtenidos las indicaciones se están ampliando a más grupos de
estenosis grave (< 1 cm²) con bajo flujo y bajo gradiente pacientes.
(< 4 m/s y < 40 mmHg). Puede ser por disfunción sistólica
(con FEVI baja) o por VI pequeño por hipertrofia concén- TC de planificación para las medidas del anillo valvular y aorta (para la elec-
trica con disfunción diastólica, en estos casos está indicada ción del tamaño de la prótesis) y medidas vasculares (para elegir la vía de
ecocardiografía (o RM) de estrés que desenmascararía la abordaje, generalmente por la arteria femoral), todo ello para facilitar la
estenosis. implantación y evitar complicaciones.
-- TC: es la mejor prueba para la medición del calcio valvular
mediante el score Agatston, a mayor puntuación mayor grave- C. Insuficiencia aórtica
dad. También puede valorar la anatomía y área valvular en un
estudio retrospectivo (alta radiación) y útil en el estudio de la Defecto de cierre de la válvula aórtica, condicionando un reflujo de
aorta. Guía para planificación previa a la implantación de la pró- sangre hacia el VI durante la diástole, lo que provoca un aumento del
tesis aórtica tipo TAVI. volumen hacia la cavidad ventricular, que se dilatará de manera com-

Figura 35. Captura de pantalla del programa de postprocesado para las medidas de la aorta y anillo aórtico (A) y reconstrucción vascular de la aorta
abdominal y ejes ilíacos (B) realizadas por TC para valorar el tipo de prótesis y vía de abordaje

13
Manual CTO de Radiodiagnóstico

pensatoria. Generalmente los pacientes se mantienen asintomáticos D. Estenosis mitral


durante varios años, hasta la dilatación y la disfunción sistólica. El sín-
toma más frecuente es, como en la estenosis, la disnea de esfuerzo, si Disminución de la apertura valvular mitral con dificultad del paso de sangre
bien estos pacientes toleran mejor el ejercicio físico moderado, ya que la de la aurícula al ventrículo durante la diástole. Esto condiciona aumento
taquicardia y la vasodilatación periférica disminuyen el volumen regur- de presión retrógrada con dilatación auricular e incremento de la presión
gitante. venosa y capilar pulmonar que, si progresan, provocan fallo ventricular
derecho. Característicamente, en la EM, el ventrículo izquierdo está conser-
Causas vado, con FEVI normal.

•• Valvulares: degenerativa, reumática, endocarditis o válvula bicúspide La dilatación auricular masiva puede condicionar arritmias auriculares, gene-
(esta última puede ser tanto normofuncionante, como estenótica o ralmente fibrilación auricular, y trombos intracavitarios, lo que aumenta el
insuficiente). riesgo de embolias sistémicas, también se puede dar hemoptisis.
•• Secundarias a dilatación del anillo: por aneurisma de aorta ascen-
dente, disección aórtica, enfermedad de Marfan… Causas

Pruebas de imagen •• Fiebre reumática: la causa más frecuente (siendo la valvulopatía más
frecuente por esta causa), con predilección por el sexo femenino.
•• Ecocardiografía: valoración anatómica y de la incompleta coapta- •• Congénita, mucho menos frecuente.
ción de las valvas en diástole, estimación de la gravedad mediante
Doppler y realización de medidas del VI y Ao ascendente. A veces el Pruebas de imagen
estudio es limitado y es necesaria la realización del estudio transe-
sofágico o RM. •• Ecocardiografía Doppler: generalmente la única prueba utilizada,
con buena valoración de los velos y el orificio de estenosis, calcula
también, como en el resto de estenosis, la velocidad y el gradiente
transvalvular. Se puede valorar también el fallo del VD y la hiperten-
sión pulmonar.

Figura 36. Paciente con válvula aórtica bicúspide con insuficiencia


Ao severa, eje corto paraesternal (A) donde se ven las dos valvas y eje
largo paraesternal (B) donde se ve el jet de insuficiencia

•• RM: análisis de la anatomía y orificio de regurgitación y cálculo del


volumen y de la fracción regurgitante con la secuencia de contraste
de fase. Valoración también de la morfología y función ventricular
y de la aorta. En las secuencias cine se suele ver un artefacto de
vacío de flujo (chorro negro) que se corresponde con el jet de val-
vulopatía.
•• TC: para el estudio de la aorta ascendente, también en pacientes con
Marfan (Figura 37).

Figura 38. Paciente con estenosis mitral reumática, con aceleración


del flujo a través de una válvula que no se abre completamente

•• RM: poco utilizada, sólo ante dudas ecocardiográficas y valoración de


trombos.
Figura 37. Dilatación de la raíz aórtica en un •• TC: normalmente no es útil, aunque recientemente se empieza a uti-
paciente con síndrome de Marfan lizar para guía de implantación endovascular de prótesis mitral, alter-

14
04. Imagen cardíaca | RD

nativa a la prótesis quirúrgica, que se suele utilizar en pacientes con F. Endocarditis infecciosa
alto riesgo quirúrgico, fallo de prótesis biológica o con importante
calcificación. Infección del endocardio con extensión a las válvulas y estructuras cardía-
cas adyacentes, también puede afectar a las válvulas protésicas. Es una
patología grave y potencialmente mortal, se trata con antibioterapia, si
bien casi la mitad de los pacientes serán sometidos a una cirugía en el
episodio agudo.

Pruebas de imagen

•• Ecocardiografía: especialmente la transtorácica, es la prueba de elec-


ción para su diagnóstico, donde se identifican las vegetaciones (nódu-
los adyacentes a las válvulas), los abscesos, fístulas, pseudoaneurismas
y la dehiscencia en el caso de válvulas protésicas.

Figura 39. Medidas con TC del anillo mitral para la colocación de


prótesis mitral percutánea

E. Insuficiencia mitral Figura 40. Paciente con endocarditis sobre válvula protésica biológica.
Se observa una gran vegetación (flecha azul) que condiciona estenosis
Defecto de cierre de la válvula, condicionando regurgitación de sangre del aórtica moderada (jet con señal Doppler con mosaico de colores)
VI a la AI. (flecha blanca)

Causas •• TC: útil en el caso de ecocardiografía incompleta y para valorar lesio-


nes extra valvulares y fenómenos embólicos torácicos y extratorácicos
•• Orgánicas valvulares: prolapso (probablemente la más frecuente), cal- (abscesos pulmonares o cerebrales).
cificación degenerativa, endocarditis y reumática. •• PET TC: útil en endocarditis sobre válvulas, ya que son más difíciles de
-- El prolapso mitral, o síndrome de Barlow, es un tipo especial evaluar por ecocardiografía, hay captación de FDG en el tejido infec-
de prolapso donde una de las valvas (generalmente la poste- cioso.
rior) protruye hacia la aurícula durante la sístole (> 2 mm) y en
ocasiones se puede desarrollar IM. Se suele asociar con altera- Complicaciones que requieren cirugía
ciones del tejido conectivo como el síndrome de Marfan o de
Ehlers-Danlos. •• Insuficiencia cardíaca (la más frecuente): por insuficiencia valvular
•• Isquémica: que puede ser aguda, por rotura de músculo papilar (rara y aguda, fístula o vegetación obstructiva.
potencialmente fatal ya que puede provocar edema agudo de pulmón •• Infección incontrolada: sobre todo con extensión perivalvular con abs-
y shock cardiogénico) o crónica por disfunción, generalmente, de la cesos, seudoaneurismas o fístulas.
valva posterior (más frecuente). •• Prevención de episodios embólicos producidos por las vegetaciones,
•• Funcional: secundaria a dilatación del anillo. mayor riesgo cuanto mayor sea la vegetación.

Pruebas de imagen Patología del pericardio


•• Ecocardiografía: al igual que en el resto de valvulopatías se valora la
morfología valvular, intentando averiguar el mecanismo responsable y A. Derrame pericárdico y taponamiento
la función con la técnica Doppler. Valoración también de la aurícula y
posibles trombos y guía para la implantación de Mitraclip® (especie de El derrame pericárdico es la alteración más común del pericardio y es el
pinza que se implanta entre ambos velos en hemodinámica vía tran- aumento del líquido pericárdico por encima de 50 ml (cantidad considerada
septal en pacientes de alto riesgo quirúrgico). fisiológica). Secundario a insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, infeccio-
•• RM: valoración de la morfología, de la función valvular y ventricular nes, neoplasias, afectación autoinmune o infarto de miocardio.
y cálculo del volumen y fracción regurgitante con la combinación del
volumen latido calculado en el ventrículo derecho, en la secuencia El taponamiento cardíaco es una situación clínica grave consecuencia de la
cine y el volumen latido de la aorta (parte del volumen ventricular acumulación de líquido pericárdico en cantidad suficiente y con la suficiente
vuelve a la aurícula y no pasa a la aorta). rapidez para comprometer el llenado ventricular por compresión y dismi-

15
Manual CTO de Radiodiagnóstico

nuir la función cardíaca. En el derrame crónico la acumulación lenta hace El principal diagnóstico diferencial es el IAM.
que el pericardio se adapte y, a pesar que de pueda haber más líquido, la
presión es menor y hay menor compromiso hemodinámico. Pruebas de imagen

Pruebas de imagen No serían necesarias si hay un diagnóstico clínico claro.


•• Ecocardiografía: prueba recomendada ante la sospecha, si bien, un
•• Ecocardiografía: diagnóstico resultado normal no excluye el diagnóstico, se puede ver derrame.
del derrame con la visualiza- •• TC/RM: útiles en algunos casos como en clínica atípica, búsqueda de
ción del líquido y valoración causa específica, mala respuesta al tratamiento inicial, seguimiento...
semicuantitativa de la can- Se valora mejor el engrosamiento pericárdico y el realce (tras con-
tidad mediante el espesor traste) que indican inflamación.
(< 1 cm: pequeño, 1-2 cm:
moderado y > 2 cm: severo), C. Pericarditis constrictiva
es importante también
para valorar la repercusión Consecuencia de inflamación crónica del pericardio, que condiciona rigidez
hemodinámica en el caso de Figura 41. Derrame pericárdico y disminución de la distensibilidad (por la fibrosis, calcificación y las adhe-
taponamiento cardíaco (con en ecocardiografía rencias entre las capas del pericardio) con la consecuente limitación del lle-
compresión de la AD durante nado ventricular y de la función diastólica.
la sístole precoz, dilatación de venas cavas y variaciones marcadas
del flujo mitral y tricuspídeo con la respiración). El riesgo de desarrollar pericarditis constrictiva tras una pericarditis aguda es
•• TC: visualización de todo el pericardio, por lo que se establece mejor bajo, sobre todo tras pericarditis idiopática o vírica, la incidencia es mayor tras
la cantidad y valora mejor derrame loculados, además, mediante la etiología purulenta o tuberculosa y tras cirugía o radioterapia (estas dos últimas
atenuación (unidades Hounsfield) se puede ayudar a caracterizar el en aumento). Hasta en el 50% no se reconocen antecedentes de pericarditis.
líquido distinguiendo entre trasudado (< 20 UH), exudado (20-50 UH)
o sangre (> 50 UH). Pruebas de imagen
•• RM: similar a la TC en cuanto a la valoración de la cantidad, se puede
valorar también la repercusión hemodinámica, más limitado que en la •• Ecocardiografía: se aprecia engrosamiento pericárdico (aunque su ausen-
ecocardiografía en este aspecto. cia no lo excluye). Es muy útil en la valoración de la repercusión hemodiná-
mica con el Doppler mediante las variaciones respiratorias de la velocidad
B. Pericarditis aguda de flujo en las valvas auriculoventriculares y en las venas cavas (con la ins-
piración aumenta la velocidad en las cámaras derechas y disminuye en la
Síndrome clínico secundario a la inflamación del pericardio, clínicamente se mitral y viceversa) demostrando la interdependencia ventricular. También
caracteriza por dolor torácico, fiebre y roce pericárdico en la auscultación. hay desplazamiento del septo IV hacia la izquierda en la diástole precoz y
Para su diagnóstico se necesitan dos o más de los siguientes: variaciones respiratorias en el movimiento del mismo.
•• Dolor torácico típico. •• TC: valoración del engrosamiento pericárdico (> 4 mm) mejor que con
•• Roce pericárdico. la ecocardiografía, realce calcificación (hasta en un 50%), derrame
•• ECG compatible. pericárdico y signos indirectos de constricción (ventrículos de morfo-
•• Derrame pericárdico. logía tubular), dilatación auricular, de cavas y suprahepáticas, derrame
pleural y ascitis. Si el estudio es retrospectivo también se puede valo-
La mayoría son idiopáticas (probablemente víricas por el virus Coxsackie A rar la movilidad (mayor radiación).
y B e influenza), otras menos frecuentes serían la tuberculosis, bacterianas, •• RM: similar a la TC en la valoración del engrosamiento pericárdico,
colagenosis, insuficiencia renal crónica, neoplasias, radioterapia, trauma, o además el realce tras la administración de gadolinio indica actividad
cirugía o AI. inflamatoria, lo que sugiere reversibilidad tras tratamiento conser-

Figura 42. Derrame pericárdico en tres pacientes diferentes que se pueden caracterizar según la UH. A: trasudado en paciente con insuficiencia
renal (< 10 UH); B: exudado en pciente con pericarditis (20-50 UH); tienen también realce pericárdico; C: hemopericardio (> 50 UH) en paciente con
disección aórtica tipo A

16
04. Imagen cardíaca | RD

vador y podría evitarse la pericardiectomía (tratamiento definitivo). A. Metástasis


Útil también en la valoración de los signos de constricción de manera
directa en las secuencias cine identificando las alteraciones en la movi- Sobre todo de pulmón, mama y melanoma (este último es menos frecuente
lidad del pericardio (limitado en la constricción) y el desplazamiento pero con mayor riesgo a metastatizar que los otros dos), las metástasis
del septo relacionado con la respiración. afectan más al pericardio que al miocardio y pueden condicionar derrame
y taponamiento.

B. Primarios

•• Benignos:
-- Mixoma: el más frecuente (25-50% de los casos), ubicado nor-
malmente en la AI con base pediculada en el tabique interauri-
cular. Es más típico en mujeres (30-50 años) y hasta en un 7%
se asocian al síndrome de Carney (HAD con hiperpigmentación
cutánea y varios tipos de tumores). Pueden causar embolis-
mos sistémicos, insuficiencia cardíaca o SRIS (por secreción de
IL6). En imagen, el diagnóstico diferencial es sobre todo con un
Figura 43. TC en paciente con pericarditis constrictiva. Se observa
derrame pericárdico con calcificación periférica (flecha amarilla) y trombo intracavitario y clínicamente con la endocarditis (recor-
signos indirectos de constricción, con ventrículos tubulares (flecha dar el típico soplo diastólico que cambia con la posición y el plop
azul) y dilatación de las aurículas y vena cava (flecha roja) tumoral al encajar la masa en la válvula mitral).
›› Ecocardiografía: valoración de la movilidad del tumor y el
pedículo, si la base es muy amplia habría que hacer diag-
nóstico diferencial con tumor maligno con otras pruebas.
›› TC/RM: mejor caracterización tisular, extensión cardíaca y
extracardíaca. Realza tras el contraste.
-- Fibroelastoma papilar: segundo en frecuencia y muy típico en
las válvulas cardíacas, sobre todo en las izquierdas. Diagnóstico
diferencial con trombos.
-- Lipoma.
-- Rabdomioma: el más frecuente en niños.
•• Malignos:
-- Angiosarcoma: el más frecuente en adultos
-- Rabdomiosarcoma: el más frecuente en niños

Cardiopatías congénitas
Este es un tema muy extenso y complejo, por lo que se centra el apar-
Figura 44. Implantes pericárdicos (flecha amarilla) y pleurales (flecha
tado en exponer las áreas más preguntadas orientándolo a las pruebas
verde) en paciente con linfoma
de imagen.

Tumores cardíacos Las cardiopatías congénitas afectan hasta al 1% de los recién nacidos (más
frecuentes en síndromes polimalformativos) y se clasifican en cianóticas o
Son tumores muy infrecuentes, siendo más frecuentes las metástasis que los no cianóticas y, dentro de estas, si condicionan o no hiperaflujo vascular
tumores primarios, y de estos últimos, los benignos más que los malignos. pulmonar.

Figura 45. Ecocardiografía cuatro cámaras (A y B), se observa un gran mixoma intraauricular izquierdo, que depende del septo IA y protruye hacia el VI
a través de la valva mitral (B), condiciona estenosis valvular (C)

17
Manual CTO de Radiodiagnóstico

A. Pruebas de imagen La ecocardiografía Doppler es la prueba de elección, visualizando el


defecto en el septo interauricular y el paso de sangre de la AI a la AD,
•• La ecocardiografía: es la modalidad de elección para el diagnóstico y también se aprecia la dilatación del VD. La RM es útil en casos dudosos
seguimiento. de ecografía.
•• Placa simple de tórax: útil para la sospecha de algunos casos.
•• TC: caracteriza muy bien la anatomía cardíaca y vascular (útiles para la
planificación quirúrgica de ser necesaria).
•• RM: también proporciona buena valoración anatómica cardiovas-
cular, con la ventaja de no utilizar radiaciones ionizantes, y, además,
aporta datos funcionales como la medición de los cortocircuitos con
el cociente Qp/Qs en las secuencias de contraste de fase (flujo en la
arteria pulmonar/flujo en la aorta) que cuando excede 1,7-2 está indi-
cada la corrección quirúrgica. Al igual que en las valvulopatías también
se puede ver el chorro de sangre de color negro en las secuencias cine.

B. Cortocircuitos

Son conexiones anormales del flujo sanguíneo entre la circulación sistémica


y la circulación pulmonar. Hay dos tipos de shunt, izquierda-derecha (donde Figura 46. Dos CIA tipo ostium secundum en dos pacientes diferentes
con el defecto en el tercio medio del septo. En B se observa un jet
la sangre oxigenada para de la circulación sistémica a la pulmonar) y de
negro (flecha amarilla) que se corresponde con la sangre pasando de
derecha-izquierda (donde la sangre no oxigenada fluye directamente de la
la AI a la AD
circulación pulmonar a la sistémica).

Cortocircuitos izquierda-derecha CIV

Condicionan un hiperaflujo sanguíneo a la circulación pulmonar que, sí es Es la segunda cardiopatía congénita del adulto (se recuerda que la primera
significativo y el tiempo es suficiente, hace que la resistencia arterial pulmo- era la válvula aórtica bicúspide), representando un 20% del total y la pri-
nar se iguale o exceda a la resistencia vascular sistémica ocasionando que el mera en la población pediátrica, ya que muchas de ellas se cierran espontá-
cortocircuito se vuelva bidireccional o se invierta (síndrome de Eisenmen- neamente. Hay cuatro tipos según su localización y márgenes, los dos más
ger), momento en que la corrección quirúrgica no es posible. frecuentes son:
•• Defecto membranoso: (70%-80%), defecto en la parte membranosa
CIA (basal) del septo interventricular.
•• Defecto muscular o trabecular: defecto en la parte muscular del septo
La comunicación interauricular (CIA) es el cortocircuito más frecuente interventricular, si son pequeñas se suele cerrar el primer año de vida.
detectado en la edad adulta ya que la mayoría se mantienen asintomáticos.
Es más frecuente en mujeres. Suelen cursar con sobrecarga de cavidades Para las pruebas de imagen es similar a la CIA.
derechas.
•• Tipos de CIA: Ductus arterioso persistente
-- Tipo ostium secundum: el más frecuente (sobre el 75%) defecto
localizado en la fosa oval (tercio medio del septo interauricular). Aproximadamente el 10-12% de todas las cardiopatías congénitas. Es la
Si son pequeñas se suelen cerrar en el primer año de vida. persistencia de la comunicación entre la aorta descendente (distal a la
-- Tipo ostium primum: (10%), defecto en la parte baja del septo, subclavia) y la arteria pulmonar izquierda que está presente intraútero
próximo a las válvulas auriculoventriculares y se puede aso- y que habitualmente se cierra espontáneamente en las primeras horas
ciar a un defecto auriculoventricular (CIA ostium primum en de vida. Es más frecuente en niñas, prematuros y tras infección materna
continuación con una
CIV en la zona basal
del septo ventricular,
con válvula AV común
y paso de sangre entre
todas las cavidades,
condicionando un
shunt I-D y D-I y se
asocia a síndrome de
Down).
-- Tipo seno venoso:
cerca de la desemboca-
dura de las venas cavas, Figura 47. Paciente con gran CIV membranosa, en eco se ve el orificio en la parte más superior del septo (flecha
inferior o superior o amarilla), con paso de sangre al VD (ecocardiografía Doppler, B) y también se ve el orificio en la secuencia cine de
cerca del seno venoso. RM, donde se aprecia además leve derrame pericárdico (flecha verde)

18
04. Imagen cardíaca | RD

por rubeola. Si la comunicación Puede asociarse también CIA, persistencia del ductus o agenesia de la vál-
se mantiene y es grande se pro- vula pulmonar.
duce un cortocircuito I-D con
hiperaflujo pulmonar y sobre- En las pruebas de imagen, un signo clásico es la forma de bota o garrafa en
carga izquierda, los DAP peque- la radiografía simple (con ápex elevado, dilatación de aorta ascendente). La
ños no producen alteraciones ecocardiografía valora mejor las malformaciones, y la TC y la RM presentan
hemodinámicas pero predispo- mejor resolución espacial, sobre todo en pacientes con mala ventana acús-
nen a endocarditis. tica, la RM valora también la fibrosis miocárdica con el realce tardío.

La ecocardiografía Doppler es la D-Transposición de grandes vasos


principal técnica de imagen, ya
que visualiza la comunicación. Segunda cardiopatía congénita cianógena más frecuente. Hay una concor-
La TC y la RM presentan mejor dancia auriculoventricular y una discordancia ventrículo arterial, la aorta se
valoración anatómica siendo la origina del VD morfológico y la pulmonar se origina del VI morfológico ori-
última útil para la cuantificación Figura 48. Ductus arterioso ginando, por tanto, dos circuitos independientes que serían incompatibles
del shunt. La angiografía valora la persistente en mujer de 45 años, con la vida a no ser que haya una conexión entre ambos, con un foramen
HTP y puede hacer tratamiento reconstrucción con RM (Ao: aorta; permeable, un ductus persistente, una CIA o CIV. Las pruebas de imagen,
endovascular. API: arteria pulmonar izquierda tanto la ecocardiografía, como la TC y la RM van encaminadas al diagnóstico
y a la valoración prequirúrgica.
Drenaje venoso pulmonar anómalo
L-transposición de grandes vasos
Es un tipo de cortocircuito extracardíaco donde una o más venas pulmona-
res drenan a la AD (a través de la vena cava, vena innominada o seno coro- Cardiopatía muy poco frecuente. Se denomina también transposición corre-
nario), en vez de a la AI, condicionando un shunt I-D. La forma más común gida de grandes vasos. La AD se conecta al VI morfológico del que sale la
es la parcial, si es total es más grave y cianótica, se asocian frecuentemente pulmonar y la AI se comunica con el VD morfológico del que sale la aorta,
a CIA (en el 100% de las formas totales). Generalmente se diagnostica con por lo que en este caso el problema sería por la debilidad del VD en pasar la
CT o RM, pudiendo cuantificar el shunt en esta última. sangre oxigenada a la circulación sistémica. Se suele asociar a CIV, estenosis
pulmonar, anomalía tricuspídea y arritmias. En las pruebas de imagen, tanto
en la ecocardiografía como en la RM, se valoran las anomalías y la función
de ambos ventrículos y la TC tiene también buena valoración anatómica.

Hipoplasia de cavidades izquierdas

Grupo de anomalías congénitas cianóticas en las que hay un hipodesarrollo


de las cavidades izquierdas y la circulación en ambos circuitos se mantiene
gracias al VD, la CIA y el ductus.

Otras anomalías congénitas

Figura 49. TC (A: coronal; B: reconstrucción 3D) en paciente con A. Coartación de aorta
drenaje venoso pulmonar anómalo parcial, la vena pulmonar del LSI
(flechas verdes) drenan en el tronco venoso braquiocefálico izquierdo Estrechamiento focal de la aorta descendente que condiciona disminución
que finalmente drenará a la AD (en lugar de a la izquierda) del flujo distal al mismo (a abdomen y miembros inferiores) y un aumento
de la poscarga proximal hacia las ramas aórticas más proximales y corazón
Cortocircuitos derecha-izquierda condicionando hipertrofia del VI. Se caracteriza por HTA y claudicación en
MMII con diferencia de tensiones entre MMSS y MMII, generalmente en
La sangre pobre en oxígeno pasa directamente desde la circulación pulmo- pacientes jóvenes.
nar a la sistémica sin el paso por el pulmón, por lo que habrá una disminu-
ción del oxígeno a los tejidos. Existen dos tipos, según donde sea el estrechamiento con respecto al ductus:
•• Preductal: forma infantil, con manifestaciones graves tempranas.
Tetralogía de Fallot •• Postductal: más frecuente y típica de adultos.

Es la cardiopatía congénita cianótica más frecuente después del primer año B. Anomalía de Ebstein
de vida. La forma clásica se caracteriza por cuatro defectos estructurales:
•• CIV. Se debe a un desplazamiento del plano de inserción de la válvula tricúspide
•• Obstrucción al flujo pulmonar en el tracto de salida del VD. hacia el VD, condicionando “atrialización” de parte del VD (la que queda
•• Aorta acabalgada entre ambos ventrículos, sobre la CIV. por encima de la válvula). Generalmente, hay insuficiencia tricúspide. Suele
•• Hipertrofia del VD. haber asociación con CIA.

19
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Figura 50. Coartación aórtica en una paciente de 24 años diagnosticada por HTA. A: placa de tórax en la que se ve cardiomegalia y las pequeñas
muescas costales características (flechas blancas), B y C: reconstrucciones de TC donde se aprecia la estenosis de la aorta descendente postductal
(flechas amarillas); D: en el plano axial se aprecia la circulación colateral por las arterias bronquiales, intercostales y mamarias

Figura 51. Paciente de 33 años con anomalía de Ebstein. Ecocardiografía 4 cámaras (A) implantación baja de la válvula tricúspide con “atrialización” del
VD, que está aumentado de tamaño. En la RM del mismo paciente, eje corto (B), 4 cámaras (C) y eje largo del VD (D) se ve también el desplazamiento
ventricular de la válvula (flechas) con gran dilatación del ventrículo atrializado

20
Radiodiagnóstico

05 Musculoesquelético

lares y es la prueba de elección en el screening de la displasia de cadera en


5.1. Técnicas de imagen recién nacidos.

TC
Radiografía simple
Según el autor, se puede interpretar la TC como la radiografía simple 2.0.
La radiografía (Rx) simple debe ser la puerta de entrada para el estudio de la Es la prueba de elección como norma general cuando la Rx simple no es
patología de musculoesquelético tanto aguda como crónica, debe ser siem- suficiente para valorar las patologías relacionadas con el hueso o calcifica-
pre las primera prueba a realizar. ciones.

Utiliza radiaciones ionizantes (rayos X) para obtener la imagen. Siempre han


de realizarse al menos dos proyecciones.

En general, es fundamental ante todas las pruebas de imagen, y en parti-


cular con la radiografía simple, saber el contexto clínico y los antecedentes
del paciente.

La radiografía simple es, casi siempre, la primera y única prueba de imagen


realizada en el caso de fracturas. Es excelente para evaluar el hueso, tanto
cortical, como esponjoso. Es fundamental en el estudio de los tumores
óseos y la patología reumatológica. Es de gran ayuda, y prueba fundamen-
tal, en el caso de calcificaciones en estructuras de partes blandas, tanto en
ligamentos o tendones, como en tumores de partes blandas.

Las series óseas, que son estudios de radiografías del esqueleto en diferen-
tes proyecciones, están en desuso, pero se siguen usando hoy en día en el
despistaje de lesiones en el mieloma y algunos tipos de displasias óseas
poliostóticas. Normalmente, las proyecciones realizadas son:
•• Rx lateral de cráneo.
•• Rx AP del esquelético torácico.
•• Rx lateral de columna cervical, dorsal y lumbar. Figura 1. Arriba, radiografías simples (3 proyecciones, A, B y C) de
•• Rx AP de pelvis. fractura de tibia distal, con afectación de la epífisis, metáfisis y región
•• Rx de ambos húmeros y fémures. posterior de la diáfisis. Abajo, reconstrucciones coronal (D), sagital (E)
y 3D (F)
Ecografía
Hoy en día, se ha convertido en una técnica cada vez más utilizada en el sis-
La ecografía es una técnica de imagen muy empleada en el sistema muscu- tema musculoesquelético, dada su mayor disponibilidad y rapidez, y aunque
loesquelético, sobre todo por su rapidez, la ausencia de radiaciones ionizan- también utiliza rayos X para obtener la imagen, los nuevos equipos de TC,
tes y, sobre todo, su principal ventaja con respecto al resto de pruebas de cada vez producen menos radiación en los pacientes.
imagen en el sistema musculoesquelético es que es dinámica.
La TC obtiene cortes axiales de una región del cuerpo, por lo tanto evitan los
Es la prueba de primera elección ante la sospecha de una tumoración de errores por la superposición de imágenes que ocurre en la Rx simple. Tiene
partes blandas y es la segunda prueba tras la radiografía simple para el estu- más posibilidades de proporcionar información adicional de los huesos y
dio de calcificaciones de partes blandas, sobre todo localizadas en tendones. articulaciones más complejos (pelvis, cintura escapular, tobillo, muñeca).

Sus principales indicaciones son la evaluación de tendones ligamentos y Hoy en día la TC se usa de rutina en el estudio preoperatorio en fracturas
músculos, la detección y caracterización de colecciones intra o extraarticu- complejas, para la evaluación prequirúrgica, debido a que es posible realizar

1
Manual CTO de Radiodiagnóstico

reconstrucciones de las imágenes adquiridas en el plano axial, en distintos Procedimientos intervencionistas


planos y 3D. También es fundamental en ortopedia en determinadas cir-
cunstancias, para realización de medidas, como por ejemplo las medidas en Las pruebas de imagen, sobre todo la ecografía y la TC, se pueden utilizar
el caso de inestabilidad glenohumeral o inestabilidad patelo-femoral. como método de ayuda para la realización de procedimientos intervencio-
nistas.
RM
Sobre todo se usan como guía para realización de biopsias, infiltraciones o
La resonancia magnética (RM) es una de las técnicas más empleadas en el tratamiento de lesiones de partes blandas y óseas.
estudio del sistema musculoesquelético. De hecho, la RM de rodilla y RM de
columna, son las pruebas de imagen de RM más realizadas en los servicios Por ejemplo, se realizan como técnica de tratamiento de tendinopatía cal-
de Diagnóstico por la imagen. No utiliza radiaciones ionizantes. cificada, realizándose mediante guía ecográficas punciones-lavado de las
calcificaciones tendinosas, sobre todo localizadas en los tendones del man-
La RM se emplea fundamentalmente dada su alta resolución de los teji- guito rotador. Hoy en día, para el tratamiento del osteoma osteoide hay
dos blandos: ligamentos, meniscos, tendones y músculos. También es clave bastante consenso en que se realice mediante radiofrecuencia del nidus,
su alta sensibilidad a los tejidos edematosos, edema óseo y fracturas de con guía de imagen (TC).
estrés.

La artro-RM y la artro-TC son pruebas que consisten en la utilización de con-


traste intraarticular diluido (paramagnético en la artro-RM y yodado en la
artro-TC), para el estudio articular. Las principales indicaciones son lesiones
de menisco/fibrocartílagos, alteraciones del cartílago articular, desgarros
y distensión anormal de la cápsula articular y detección de cuerpos libres
intraarticulares.

Las articulaciones más comúnmente estudiadas son el hombro y la cadera.


Figura 3. Osteoma osteoide, en región posterior del tercio medio de la
El hombro en el estudio de la inestabilidad glenohumeral y la cadera en el
diáfisis tibial, visto en Rx simple (A) y TC axial (B), en mujer de 33 años,
estudio del síndrome de pinzamiento o impingement fémoro-acetabular y
con dolor nocturno, que cede con AAS, tratado con radiofrecuencia
displasia de cadera del adulto (principales causas de artrosis precoz en el guiada con TC (C)
adulto joven).

5.2. Generalidades de las fracturas


Las fracturas más frecuentes son las fracturas traumáticas. Una fractura
patológica es aquella fractura que se produce sobre un hueso anormal, ya
sea por una lesión maligna (metástasis, mieloma o tumor óseo primario) o
sobre una lesión benigna (como por ejemplo un quiste simple en niños). Las
fracturas por estrés son las que se producen en el hueso debido a un disba-
lance entre la resistencia ósea y el estrés mecánico crónico sobre el hueso;
estas fracturas pueden ser: fractura por fatiga/sobrecarga: estrés anormal
sobre hueso normal y fractura por insuficiencia: estrés normal sobre hueso
anormal. Estas dos últimas son ambas más frecuentes en mujeres y son más
Figura 2. A: imagen axial de artro-RM de hombro; B: imagen axial de frecuentes en columna, pelvis y miembros inferiores.
artro-TC de hombro, en paciente con marcapasos

Comparación de la sensibilidad de los métodos para evaluar el esqueleto


óseo y las partes blandas (Tabla 1):

MÉTODO ESQUELETO ÓSEO PARTES BLANDAS

Radiografía simple ++ +

TC +++ ++

RM ++ +++

Ecografía + +++

Tabla 1. Comparación de técnicas para diagnóstico de patología ósea


y de partes blandas Figura 4. Varón de 39 años, con fractura patológica de la región lateral
de la diáfisis femoral izquierda, sobre displasia fibrosa

2
05. Musculoesquelético | RD

En el caso que sospecha de una fractura por estrés las radiografías son nega-
tivas, sobre todo en los estadios iniciales y es la RM el estudio de imagen Rx simple
indicado.

TIPO DE FRACTURA CARACTERÍSTICAS


Lítica Lítica Esclerótica
Traumática Se producen por traumatismos
Se producen sobre un hueso anormal (lesión maligna
Patológica
o benigna)
Por estrés: Bien definida Mal definida
• Por fatiga/sobrecarga Estrés anormal sobre hueso normal
• Por insuficiencia Estrés anormal sobre hueso anormal
Tabla 2. Tipo de fractura y principales características
< 30 años Edad > 30 años

Un caso típico de fractura por fatiga sería una mujer joven, de unos 35 años, Día-meta-epífisis
H. largo
corredora de maratones y comienza con dolor a nivel de la cadera o región
glútea posterior por lo que habría que sospechar una fractura por fatiga en Localización
el sacro, pelvis o en fémur. Un escenario típico de fractura por insuficiencia Esq. axial Céntrico-excéntrico
es una mujer de 80 años, sin antecedente traumático relevante, que tiene
osteoporosis y comienza con dolor de espalda o región glútea, por lo que
habría que pensar en una fractura por insuficiencia en la espalda o en la Solitaria Reacción perióstica
región pélvica.
Miscelánea
Múltiple Destrucción cortical

Figura 6.

La mayoría de los tumores óseos primarios se dan en menores de 30 años.


Figura 5. Varón de 32 años con dolor inguinal tras correr una maratón,
con fractura por fatiga/sobrecarga incompleta en la región medial del En mayores de 30 años, se debe incluir en el diagnóstico diferencial metás-
cuello femoral derecho tasis y mieloma (Tabla 3) (MIR 12-13, 16).

EDAD BIEN DEFINIDA MAL DEFINIDA ESCLERÓTICA

5.3. Patología tumoral

Tumores óseos
0-10 GE GE – Ewing Osteosarcoma
QOS
Los determinantes más importantes en el análisis de un potencial tumor
óseo son: 10-20 FNO, Osteoblastoma, Ewing Osteosarcoma
displasia fibrosa, GE Displasia fibrosa
•• La edad del paciente. GE, QOS, QOA, Osteosarcoma GE – Osteoma
•• Morfología de la lesión en Rx simple: condroblastoma, osteoide –
- Osteolítica bien definida. FCM Osteoblastoma
- Osteolítica mal definida. 20-40 TCG, encondroma, TCG Encondroma –
- Esclerótica. condrosarcoma (1º Osteoma
grado), HPT-tumor Istole óseo –
pardo, osteoblastoma Osteosarcoma
Es importante tener en cuenta que la radiografía simple es el examen más parostal –
útil para diferenciar estas lesiones, la TC y la RM sólo son útiles en casos Lesiones curadas
seleccionados. (FNO, GE, QOS, QOA,
condroblastoma)

La mayoría de los tumores óseos son osteolíticos. El indicador más fiable + 40 MTX, micloma, geoda MTX, micloma, MTX
condrosarcoma Istole óseo
para determinar si la lesión es benigna o maligna es la zona de transición (1º grado)
entre la lesión y el hueso adyacente normal. Otras pistas son la localización
Todas Infección Infección Infección
en el esqueleto y dentro del hueso, reacción perióstica, destrucción cortical, las
calcificación de la matriz. edades
Tabla 3.
Enfoque diagnóstico (Figura 6):

3
Manual CTO de Radiodiagnóstico

La zona de transición es el indicador más relevante para determinar si una Reacción perióstica:
lesión osteolítica es benigna o maligna (Figura 7): - Sólida o unilaminar: no agresiva. Lesión de crecimiento lento.
- No agresiva: márgenes definidos y zona de transición estrecha. - Multilaminar o en capas de cebolla: agresividad intermedia.
- Agresiva: márgenes mal definidos y zona de transición ancha. - Espiculado,
 en cepillo o en rayos de sol: apariencia más agresiva.
Muy sugestiva de malignidad.
- Triángulo
 de Codman: elevación del periostio de la cortical, con
formación de un ángulo. Aunque asociado a osteosarcoma, no
siempre, incluso puede verse en procesos benignos, como infec-
ciones.

Matriz:
- Condroide:
 punteado, floculante, anillo y arcos. Lesión cartilagi-
nosa: encondroma, condrosarcomas o condroblastoma.
- Osteoide:
 patrón osificación trabelular, algodonoso, amorfo mal
definido.

Número y tamaño (Tabla 4):

Figura 7.

La mayoría de los tumores <30 AÑOS: OSTEOMA OSTEOIDE OSTEOBLASTOMA


óseos son SOLITARIOS FNO, osteomielitis multifuncional, encondromas,
osteocondromas, leucemia y metástasis Ewing
-- Sd Ollier (encondromas múlt) Nidus < 1,5 cm. Nidus < 1,5 cm.
-- Sd Maffuci (múlt. Encondromas + hemangiomas)
-- F ibrosa displasia >30 AÑOS: DEFECTO CORTICAL FIBROSO FIBROMA NO OSIFICANTE

-- E ncondroma
COMÚN: metástasis, mieloma múltiple, múlt. Encondromas
-- E wing Longitud < 3 cm. Longitud > 3 cm.

-- M etástasis POCO COMÚN: displasia fibrosa, tumores pardos de ENCONDROMA CONDROSARCOMA


hiperparatiroidismo, infartos óseos
-- M ieloma

-- H iperparatiroidismo
1 – 2 cm. + riesgo si es > 4 – 5 cm.
-- I nfección
Tabla 4.

Figura 8. Sarcoma de Ewing en región diafisaria proximal del peroné en niño de 7 años (A y B: Rx simple; C, D y E: RM)

4
05. Musculoesquelético | RD

llados de 12 categorías/grupos con algunos hallazgos de imagen relaciona-


dos.

Cada grupo se divide en 4 subgrupos con diferente comportamiento bio-


lógico:
•• Benigno.
•• Intermedio (malingo; localmente agresivo).
•• Intermedio (maligno; raramente metatastiza).
•• Maligno.

Tres nuevos grupos/categorías se incluyen: tumores del estroma gastroin-


testinal (GIST) (Grupo 9), tumores de la vaina nerviosa (grupo 10) y los sar-
comas indiferenciados/no clasificados (grupo 12).

Se incluyen nuevos tumores. Algunos tumores cambian de categoría.

Clasificación de la OMS de los tumores de partes blandas, 2013:


1. Tumores adiposos.
Figura 9. Osteosarcoma de pelvis derecha en varón de 81 años 2. Tumores fibroblásticos/miofintoblásticos.
3. Tumores llamados fibrohistiocíticos.
4. Tumores de músculo liso.
Tumores partes blandas 5. Tumores periciticos (vasculares).
6. Tumores de músculo esquelético.
La gran mayoría de tumores de partes blandas (TPB) son benignos. El más 7. Tumores vasculares.
frecuente es el lipoma. Al menos un 30% de los tumores benignos de partes 8. Tumores condroides (óseos).
blandas son lipomas, 30% fibrohistiociticos (fibrosos), 10% vasculares y un 9. Tumores gastrointestinales.
5% tumores de la vaina de los nervios periféricos. 10. Tumores de la vaina de los nervios.
11. Tumores de diferenciación incierta.
Los TPB son un grupo grande y heterogéneo de neoplasias mesenquimales, 12. Sarcomas no clasificados/desdiferenciados.
que incluyen tumores de tejido graso, de componente muscular, de nervios
periféricos, vasos sanguíneos y tejido fibroso. Otras lesiones de partes blandas no están incluidas en la clasificación actual
de la OMS: gangliones/quistes, hematomas/abcesos, granuloma, neuroma
La clasificación es a menudo difícil. La nueva clasificación de la OMS ha sido de Morton, variantes anatómicas.
actualizada en el año 2013, y en ella el radiólogo juega un papel principal en
la gestión de los TPB. Las diferencias fundamentales entre tumor benigno y tumor maligno son
las expuestas en la Tabla 5.
A pesar de que diferentes técnicas de imagen como la radiografía, ecografía,
TC y/o RM, están disponibles para el estudio de los TPB; el radiólogo debe BENIGNO MALIGNO
realizar un enfoque razonable del uso de las mismas, así como un diagnós- Pequeño (menos de 3 cm) Tamaño de más de 5 cm.
tico diferencial correcto.
Bien definido Mal definido/márgenes irregulares
Homogéneo (en secuencias T1) Heterogéneo (en secuencias T1)
Es importante el conocimiento de las características radiológicas de los TPB
de acuerdo con las diferentes edades e identificar los hallazgos radiológicos Estructuras vecinas intactas Estructuras vecinas infiltradas
de las lesiones más comunes. Realce homogéneo Realce inhomogeneo
Baja señal en secuencias T2 Necrosis
Por lo general, son indoloros. Los tumores superficiales > 5 cm y todos los Tabla 5.
tumores profundos son probablemente sarcomas. La historia clínica es
esencial y proporciona información pertinente. La radiografía simple debe
de ser la primera exploración a realizar y puede revelar calcificaciones espe-
cíficas (flebolitos, condromatosis...). La ecografía es obligatoria para descar-
tar un tumor quístico. La biopsia (Bx) debe hacerse después de la RM y es
una decisión de un comité multidisciplinar.

La RM es la técnica de elección para analizar los TPB, fundamentalmente si


una lesión ha sido considerada no diagnosticable con otras técnicas. El papel
de la RM es: diagnosticar, analizar el contenido de la lesión y su extensión.

La 4.ª edición de la clasificación de la OMS de los TPB es del año 2013 (la Figura 10. Leiomiosarcoma en región distal pierna, en mujer de 33
previa era de 2002), incorpora datos clínicos, histológicos y genéticos deta- años

5
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Durante mucho tiempo se pensó que la tendinopatía del manguito rotador,


se debía únicamente al pinzamiento subacromial, hoy en día se sabe que la
patología del manguito rotador se produce por una serie de varios factores.
Entre los que se encuentra el pinzamiento subacromial, que es un compro-
miso del espacio entre el acromion y el margen superior del húmero. Facto-
res que favorecen un pinzamiento subacromial son: os acromiale, acromion
tipo III, artrosis acromioclavicular, engrosamiento/osificación ligamento
coracohumeral, inestabilidad de hombro y deformidades postraumáticas.

Entre el 15% y el 25% de personas con más de 60 años tienen roturas com-
pletas de algún tendón del manguito rotador y más del 50% de las personas
de más de 80 años tiene roto alguno o varios tendones del hombro.

En términos generales, los tendones se dividen en tendones tipo I (sin vaina


sinovial) y tipo II (con vaina sinovial). En la Tabla 6, se resume la termi-
nología a utilizar en la patología tendinosa (TPLB: tendón porción larga del
bíceps):

Figura 11. Lipoma en eminencia tenar TENDONES TIPO I (sin vaina) TENDONES TIPO II (con vaina)

EJ: tendones mano y tobillo-pie


EJ: tendón de Aquiles y tendones
del manguito rotador
- Tendón – tendinopatía (+/- Ca
5.4. Patologías más frecuentes y
- Vaina – tenosinovitis
– calificada) - Tendinopatía
- Paratendón - peritendinitis
casos clínicos por articulaciones - Bursas – bursitis - Retináculos
- Grasa (ej: Hoffa / Kager) – - C
 omunican con cavidad articular (TPLB,
miembro superior paratendinitis poplíteo, flexor hallux pie)

Roturas parciales o completas


Roturas parciales o completas
Hombro INSERCIÓN:
• Entesopatía (+/-Ca)
A. Patología del manguito rotador • Entesitis
• Erosión, edema óseo, aumento vascularización Doppler)

Para el estudio del dolor del hombro véase Figura 12. Tabla 6.

Dolor de hombro

Trauma y/o > 40 años No trauma y < 40 años Sospecha de labrum/


inestabilidad

Normal
o dudas

Figura 12.

6
05. Musculoesquelético | RD

Tendón Tendón
normal Pre-calcificado Calcificado Post-calcio normal

Reabsortiva
Formativa Reposo
(cólico)

- dolor +/- dolor +/- dolor + dolor +/- dolor

Figura 13. Fisiopatología de la tendinopatía calcificada

La tendinopatía calcificada del manguito rotador es una causa frecuente Las roturas del manguito rotador se pueden estudiar con ecografía o RM, en
de dolor en el hombro (7-17% de pacientes con dolor en el hombro). Es función de la experiencia de los radiólogos. Normalmente, si se plantea un
más frecuente en mujeres en la 4.ª o 5.ª década de la vida. La causa de tratamiento quirúrgicos se suele realizar una RM prequirúrgica, en la que es
la tendinopatía calcificada es desconocida, pero se conoce bien la histo- importante clasificar de qué tipo de rotura se trata.
ria natural de la enfermedad, que es autolimitada. Se estudia fundamen-
talmente con Rx simple en dos proyecciones (AP en rotación externa e En el estudio prequirúrgico es importante referir:
interna) y con ecografía. El dolor condicionado por dicho calcio es producido •• Afectación de uno o varios tendones (tipo de rotura).
por un pinzamiento subacromial o por la reabsorción del calcio (“cólico •• Grado de retracción tendinosa.
del hombro”), más frecuentemente a la bursa subacromiodeltoidea y •• Patología del tendón de la porción larga del bíceps.
menos frecuente al hueso subcortical o a la unión miotendinosa. Este •• Estado de la articulación acromioclavicular y glenohumeral.
cólico del hombro suele llevar al paciente a la urgencia con intenso dolor de •• Grado de atrofia grasa muscular.
hombro.
B. Inestabilidad glenohumeral
El lavado percutáneo de la calcificación guiado por ecografía es una técnica
indicada en la fase en la que el calcio produce dolor agudo, condicionando Lo más importante en la inestabilidad glenohumeral es conocer el esce-
un pinzamiento subacromial. Existen otros posibles tratamientos, como las nario clínico del paciente. Se pueden dividir en 3 escenarios clínicos y en
ondas de choque. La cirugía, que es otra opción terapéutica, se realiza cada función de los mismos, buscaremos patologías características en las prue-
vez en menos casos. bas de imagen. Son escenarios clínicos que se entrelazan entre sí, pues una
persona que es hiperlaxa puede luxarse el hombro por ejemplo. La prueba
indicada en el estudio de la inestabilidad glenohumeral es la artroRM o en
su defecto la artro TC.

Escenarios clínicos en la inestabilidad glenohumeral (Figura 16):

C. Escenarios clínicos

Escenario clínico 1

Paciente con antecedentes de luxación traumática, normalmente unidirec-


Figura 14. Tendinopatía calcificada del supraespinoso izquierdo en cional. La luxación glenohumeral es más frecuente anterior. En casos de que
mujer de 46 años. A: Rx simple; B: ecografía, derecha sea posterior, se debe pensar que el paciente es epiléptico o que se trata de
un caso de electrocución o de traumatismos de alta energía.

Figura 15. Clasificación de las roturas del manguito rotador

7
Manual CTO de Radiodiagnóstico

medio). También se debe valorar lesiones condrales en la articulación gleno-


humeral y el estado de la articulación acromioclavicular. En estos casos es fre-
cuente observar roturas insercionales de la superficie articular insercional del
supraespinoso, que se asocian con cierta frecuencia, estas roturas se llaman
roturas tipo PASTA (Partial Articular Supraspinatus Tendon Avulsion).
Escenario 1 Escenario 3
Hill-Sachs + Blankart Hiperlaxitud capsular
o variante
(*/- artro TC)

Traumatic (TUBS)
· Traumatic Escenario 2
· Unidirectiona Hiperlaxitud capsular Atraumatic (AMBRII)
· Bankart · Atraumatic
· Surgery · Multidirectional
· Bilateral
· Rehabillitation
· Inferior capsular shift
and closing the rotator
cuff Interveral

Figura 18. A: rotura tipo PASTA del tendón del supraespinoso; B: artro-
RM de paciente con SLAP
AIOS (microinstability)
· Acquired
· Instability
· Overstress
· Surgery
Escenario clínico 3

Figura 16. Escenarios clínicos en la inestabilidad glenohumeral Son pacientes hiperlaxos, ocurre más frecuentemente en mujeres jóvenes.
En estos casos puede que no tenga clínica y suele afectar a ambos hombros
y la inestabilidad es multidireccional.
En estos casos, en los estudios de imagen se buscará la deformidad de
Hill-Sachs en el margen posterosuperior de la cabeza humeral y la lesión por En estos casos, en los estudios de imagen se buscará signos de hiperlaxitud
contragolpe en el margen anteroinferior de la glenoides, que puede ser un capsular (cápsulas abombadas) y lesiones labrales asociadas.
Bankart óseo o de partes blandas o una variante de Bankart (Perthes, ALPSA
o ALIPSA). También se valorarán las lesiones ligamentarias y condrales aso-
ciadas y si existe una lesión de nervio axilar (existe un 42% de incidencia de
lesión del nervio axilar en pacientes con historia de luxación).

Figura 19. A: mujer joven hiperlaxa; B y C: artro RM con cápsulas


abombadas (flechas)

Codo

Figura 17. Paciente con antecedentes de luxación glenohumeral, A: A. Patología tendinosa


con deformidad de Hill-Sachs; B: Bankart de partes blandas
En el codo los tendones más afectados son los tendones proximales de los
extensores en su inserción en el epicóndilo lateral (epicondilitis o codo de
Escenario clínico 2 tenista) y los tendones proximales de los flexores en su inserción en el epi-
cóndilo lateral/epitróclea (epitrocleitis o codo del golfista).
Se trata de un caso de pacientes que tienen una “microinestabilidad” por
sobreuso. En nuestro medio es frecuente en jugadores de pádel y otras acti-
vidades o deportes que conlleven movimientos repetitivos con el brazo por
encima del hombro; es una microinestabilidad producida por sobreuso.

En estos casos, en los estudios de imagen se buscará lesión de SLAP (Superior


Labral AnteroPosterior), que no se debe confundir con variantes anatómicas
(que son el receso y foramen sublabral y la variante Bufford, que es la ausen-
Figura 20. A: tendón común de los extensores normal; B: epicondilitis
cia de labrum anterosuperior y engrosamiento del ligamento glenohumeral

8
05. Musculoesquelético | RD

Para el estudio de dichas tendinopatías el estudio de primera elección es la


ecografía, que permite valorar los signos típicos de tendinopatía, que son
engrosamiento, pérdida del patrón fibrilar, con hipoecogenicidad del ten-
dón y aumento de vascularización en el estudio Doppler color, en el caso
de tendinopatías de largo tiempo de evolución. También permite valorar la
presencia de roturas tendinosas. En el caso de dudas diagnósticas, o para
valorar patología asociada, se puede realizar RM.
Figura 20. Neuritis del cubital, con nervio hiperintenso y engrosado
Otro tendón que se lesiona con cierta frecuencia en el codo es el tendón en el canal epitrocleo-olecraneano (A), producida por músculo
distal del bíceps braquial, que clínicamente cursa con el clásico signo del ancóneo accesorio a este nivel (B y C)
“Popeye”. Aquí lo importante es diferenciar si la rotura del bíceps es a nivel
proximal en el hombro o distal en el codo. Para ello, normalmente se realizan
pruebas de imagen, ecografía y, en el caso, de que se plantee tratamiento Muñeca y mano
quirúrgico se realizará una RM. En la Tabla 7 se resume las diferencias entre
ambas roturas.
A. Fractura del extremo distal del radio y fractura de
PROXIMAL DISTAL escafoides
Pacientes mayores Pacientes jóvenes
Fracturas del extremo distal del radio
Hombro Codo

A menudo relacionado con rotura Levantadores de pesas Las fracturas del extremo distal del radio son fracturas relativamente comu-
del manguito rotador nes, que generalmente ocurren tras una caída. La más común de estas
Signo del Popeye menos Signo del “Popeye” (si rotura lacertum fracturas es una fractura extraarticular transversa, con angulación dorsal
frecuente fibroso) asociada, se denomina fractura de Colles. Tiene una distribución bimodal
por edad y sexo; varones jóvenes en mecanismos de alta energía y mujeres
mayores tras caídas simples.

Para el estudio de estas fracturas basta con la realización de una radiografía


simple AP y lateral de muñeca. En los casos de dudas, y ante la posibili-
dad de afectación de la superficie articular y posible tratamiento quirúrgico,
estará indicado la realización de una TC.

Es importante valorar en esta TC la extensión intraarticular y la afectación de


Paciente con signo del “Popeye” la estiloides cubital. Para ello Frykman las divide en 8 categorías (Figura 22):
derecho, por rotura del bíceps 1. Fractura del radio distal extraarticular.
proximal
2. Fractura del radio distal extraarticular + fractura del cúbito distal.
Normalmente no quirúrgica Normalmente quirúrgico 3. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana.
Tabla 7. 4. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana + fractura
del cúbito distal.
5. Fractura del radio distal intraarticular radiocubital.
B. Patología neuropática 6. Fractura del radio distal intraarticular radiocubital + fractura del
alrededor del codo cúbito distal.
7. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana y radiocu-
Alrededor del codo, se puede producir compromiso de varias estruc- bital.
turas nerviosas, incluyendo el nervio cubital, radial y mediano. Para 8. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana y radiocubi-
el estudio de estas neuropatías, normalmente, basta con una buena tal + fractura del cúbito distal.
exploración física y la realización de estudios electrofisiológicos; no obs-
tante, en ocasiones se pueden realizar estudios dirigidos (ecografía o
1 2 3 4
RM), para descartar causas compresivas de estos nervios, que pueden ser
debidas a tumores de partes blandas benignos o malignos, músculos
accesorios y otras variantes anatómicas, artrosis o tumores intraneurales.
En las pruebas de imagen, se observa un nervio engrosado y con hiperinten-
sidad de señal en las secuencias sensibles al líquido en RM y se descartan
posibles lesiones de partes blandas que comprimen el nervio a nivel del 5 6 7 8
codo.

La neuropatía compresiva del nervio cubital en el codo es conocida común-


mente como la segunda neuropatía más frecuente de la extremidad supe-
rior después del síndrome del túnel carpiano. Figura 22.

9
Manual CTO de Radiodiagnóstico

La tasa de complicaciones de la fractura del extremo distal del radio es de B. Patología tendinosa
aproximadamente un 30%, en las cuales se encuentran:
- Lesión del nervio mediano. La patología tendinosa en la muñeca es relativamente frecuente. En la ten-
- Distrofia simpaticorefleja (atrofia aguda de Sudeck). dinopatía de los tendones extensores hay que tener en cuenta que existen
- Consolidación
 viciosa (fragmentos consolidados en una posición 6 compartimentos extensores y los que más se afectan son el 1.º y el 6º. Su
no anatómica. patología es por sobreuso; la patología de los compartimentos centrales es
- Pseudoartrosis. menos frecuente y, como norma, si existe patología en los mismos, se ha de
- Rigidez articular. sospechar patología inflamatoria (artritis reumatoide u otras), o en el con-
- Artrosis postraumáticas. texto adecuado (antecedente de trauma abierto o mordedura) infecciosa.
- Roturas tendinosas. Existen dos excepciones en los síndromes de intersección de la muñeca, son
- Inestabilidad mediocarpiana. cruces entre los tendones, uno más proximal (en el que cruzan los tendones
del 2.º compartimento sobre el 1.º) y el distal (donde cruza el tendón del
3.er compartimento sobre el 2º).

De radial a lateral los compartimentos alojan a los siguientes tendones:


1. Aductor largo y extensor corto del pulgar.
2. Extensor carpo radial largo y corto.
Figura 23. Fractura del extremo distal del radio extraarticular + 3. Extensor largo del pulgar.
fractura del cúbito distal (tipo 2 de Frykman). A: Rx simple; B: TC - 4. Extensor común de los dedos y dedo índice.
reconstrucción 3D; C: TC-reconstrucción coronal 5. Extensor propio del meñique.
6. Extensor cubital del carpo.

Fractura de escafoides Nota: para acordarse pensar que el primero es largo y luego sigue: corto,
largo, corto, largo.
Fractura que afecta más frecuentemente a varones adolescentes jóvenes.
Es la fractura más común del carpo. Cursa con dolor en la muñeca - taba- La patología más frecuente afecta a la 1.ª corredera extensora: tenosinovitis
quera anatómica tras caída con la mano extendida. de De Quervain y a la 6.º corredera: tenosinovitis del extensor cubital del
carpo (ECU).
Las fracturas de escafoides pueden pasar desapercibidas en la Rx simple.
Las series de escafoides (4 proyecciones) tienen más sensibilidad que la Rx La tenosinovitis de De Quervain ocurre más frecuentemente en muje-
simple de muñeca (2 proyecciones). Si son normales, y los síntomas conti- res de edad media y es más frecuente en mujeres. Es bastante típica
núan, otras pruebas de imagen pueden realizarse (TC o RM). Normalmente en madres o padres con niños, secretarios/as o enfermeros/as. El
se actúa de la siguiente manera, ante una sospecha clínica, con unas Rx diagnóstico es clínico, con el test de Finkelstein positivo, y se pueden reali-
simples negativas, se trata la fractura con inmovilización con yeso y se repite zar pruebas de imagen, sobre todo la ecografía para confirmar la sospecha
las Rx simples en 2-3 semanas. clínica. El tratamiento inicial es conservador, con reposo y antiinflamato-
rios y también se puede realizar infiltración ecoguiada de la vaina tendi-
Normalmente, las fracturas no desplazadas se tratan con inmovilización con nosa, que tiene una efectividad del 50% de los pacientes tras una única
yeso. La fijación interna puede ser necesaria para las fracturas del cuello inyección.
desplazadas. La mayoría de las fracturas curan sin complicaciones. No obs-
tante una complicación que puede producir es la necrosis avascular del polo
proximal, debido a que la vascularización al escafoides le llega por el polo
proximal. Para el estudio de la necrosis avascular, en los últimos años, se
realiza RM sin y con contraste intravenoso (CIV) para valorar la viabilidad del
fragmento óseo proximal.

Figura 24. Secuelas de fractura del escafoides, con necrosis avascular


Figura 24. Secuelas de fractura del escafoides, con necrosis avascular
del polo proximal. A: T1; B: STIR; C: estudio con CIV con ausencia de
del polo proximal. A: T1; B: STIR; C: estudio con CIV con ausencia de
captación
captación

10
05. Musculoesquelético | RD

La tenosinovitis del extensor cubital del carpo es frecuente en gente que


practica deportes de raqueta, como pádel o tenis, golf o deportes de alto
impacto, como el rugby. También suele ser secundario a sobreuso y en el
caso de no haber antecedentes deportivo o de sobreuso hay que pensar en
artritis reumatoide. También tiene un diagnóstico clínico y su confirmación
puede ser ecográfica.

C. Síndrome del túnel carpiano

Es la compresión del nervio mediano en el túnel carpiano. Es una de las neuro-


patías periféricas más frecuentes Es más común en mujeres de entre 40 y 60
años. La clínica es bien conocida, con dolor y parestesia de predominio noc-
turno y síntomas sensitivos que afectan a los tres primeros dedos y la región
radial del 4.º dedo. El diagnóstico es clínico, con los test de Tinel y Phalen
positivos y con electromiograma. Ante los casos dudosos, o posibles causas
compresivas, se pueden realizar pruebas de imagen, normalmente ecografía
o RM. Entre las posibles causas compresivas se encuentran: tenosinovitis de Figura 26. Muñeca SNAC estadio III. A: AP; B: lateral
los flexores, tumores de partes blandas, fracturas, artrosis en el carpo, etc.

Recuerda 5.5. Patologías más frecuentes y


Regla mnemotécnica (causas síndrome túnel de carpo): MEDIAN TRAP casos clínicos por articulaciones
M: mixoedema, E: edema, D: diabetes mellitus, I: idiopático, A: acro-
megalia, N: neoplasia, T: trauma, R: reumatoide artritis, A: amiloidosis, miembro inferior
P: pregnancy (embarazo).

Cadera
D. Muñeca SLAC y muñeca SNAC

La muñeca SLAC (ScaphoLunate Advanced Collapse) y SNAC (Scaphoid A. Pinzamiento femoroacetabular


Nonunion Advanced Collapse), se refiere a un proceso evolutivo, cuyo final
es un colapso y artrosis de muñeca, que tienen un origen distinto. Su origen Existen tres tipos de pinzamiento femoroacetabular, tipo CAM, Pincer o
suele ser postraumático, aunque la muñeca SLAC también puede ser secun- combinado. La importancia de estos pinzamientos femoroacetabulares
daria a artritis reumatoide, enfermedad por depósito de cristales, enferme- radica en que son potenciales causas de coxartrosis en gente joven, por
dad neuropática o amiloidosis. ello hay que conocer bien las características de imagen.

La muñeca SLAC se debe a la rotura del ligamento escafo-semilunar y la Se trata de un desorden clínico relacionado con el movimiento de la cadera,
muñeca SNAC a la fractura no consolidada de escafoides. Se estudian con con una triada de síntomas, signos clínicos y hallazgos de imagen. Repre-
Rx simple y en casos de estadios avanzados, en los que se valora optar por sentan un contacto prematuro sintomático entre el fémur proximal y el
tratamiento quirúrgico, se realizará un TC. En la Tabla 8 se muestran las cla- acetábulo.
sificaciones de ambas patologías.
Pinzamiento fémoro-acetabular = síntomas + signos clínicos + diagnóstico
SLAC SNAC de imagen

I: a rtrosis en articulación entre la I: a rtrosis entre el fragmento distal del


estiloides radial y el escafoides escafoides y la fosa escafoidea radial Síntomas:
•• Dolor inguinal o de cadera relación con el movimiento o la posición.
II: a rtrosis que afecta a toda la II: igual que estadio I + artrosis entre
articulación radioescafoidea escafoides y grande •• Dolor, a veces, de espalda o glúteo.
•• A veces clic, atrapamiento, bloqueo, rigidez o rango de movimiento
III: a rtrosis radio-escafoidea y III:
grande-semilunar restringido.
- A
 rtrosis que afecta a estiloides radial,
escafoides proximal y escafoides-
grande, con progresión a grande- Signos clínicos:
piramidal - Test de pinzamiento de cadera que deben de reproducir los sín-
- M
 igración proximal lateral del grande tomas.
dorsal al semilunar (deformidad en DISI)
- Limitación del rango de movimiento.
- Neo-articulación entre grande y radio
IV: a rtrosis radiocarpiana e Diagnóstico de imagen:
intercarpiana +/- articulación
radio-cubital distal
- Rx simple AP de pelvis y axial de la cadera dolorosa, para identi-
ficar las morfologías CAM o Pincer e identificar otras causas de
Tabla 8.
dolor de cadera.

11
Manual CTO de Radiodiagnóstico

- Cuando se necesite valorar mejor la morfología de la cadera o La Rx simple puede ser negativa en los estadios iniciales y es la RM la prueba
lesiones asociadas del cartílago o labrum se realizarán pruebas de imagen más sensible y específica. Existe un sistema de clasificación espe-
de imágenes adicionales. En este caso, la prueba indicada nor- cífico, estadios de FICAT:
malmente es la artro-RM, que no permite valorar adecuadamente •• Estadio 0:
estas posibles lesiones. -- Rx simple: normal.
-- RM: normal.
CAM PINCER -- Clínica: no síntomas.
Presentación Dolor cadera/inguinal Dolor cadera/inguinal •• Estadio I:
Demografía Varón, joven (30-35 años) Mujer, edad media (40-45 -- Rx simple: normal o mínima osteopenia.
años) -- RM: edema.
Morfología Joroba en unión cabeza-cuello Sobrecobertura acetabular -- Clínica: dolor, típicamente en la ingle.
ósea femoral, disminución del focal o global, retroversión •• Estadio II:
desplazamiento cabeza-cuello acetabular -- Rx simple: osteopenia y/o esclerosis y/o quistes subcondrales,
femoral
sin hipodensidades subcondrales.
Mecanismo Primero afecta al cartílago- Afecta primero al labrum, -- RM: defecto geográfico.
lesión unión condrolabral con flexión con un patrón de lesión
repetida. El labrum se lesiona de localizado en la periferia -- Clínica: dolor y rigidez.
forma secundaria del acetábulo. Asociado a •• Estadio III:
lesiones por contragolpe -- Rx simple: signo de la media luna y eventual colapso cortical.
Hallazgos Deformidad en culata de pistola. Signo de la pared -- RM: igual que Rx simple.
radiológicos Ángulo alfa de más de 50ª acetabular posterior -- Clínica: dolor y rigidez +/- irradiación a rodilla y cojera.
Tabla 9. Diferencias entre CAM y Pincer •• Estadio IV:
-- Rx simple: estadio final con coxartrosis.
-- RM: igual que Rx simple.
-- Clínica: dolor y cojera.
Recuerda
Regla mnemotécnica para acordarse:
Para el CAM, que empieza por C, por ejemplo, pensar en Cristiano
Ronaldo, que también empieza por C; el CAM es más frecuente en
varones de en torno a 35 años.
Para el Pincer, pensar en Penélope Cruz, que empieza por P; el Pincer
es más frecuente en mujeres de en torno a 40-45 años.

Figura 28. Necrosis avascular de cadera izquierda estadio III, en varón


de 53 años, en tratamiento crónico con corticoides, con signo de la
media luna (flecha en A); B : edema óseo adyacente; C: ligero colapso
de la superficie articular

Figura 27. Paciente de 32 años, con pinzamiento femoroacetabular


tipo CAM, con joroba lateral en ambos cuellos femorales (A) y rotura Rodilla
labral asociada en la cadera izquierda (B y C)

A. Luxación de rótula
B. Necrosis avascular de cadera
La luxación rotuliana es típica de gente joven deportista, la rótula se
La cadera es un sitio frecuente de osteonecrosis, probablemente, debido luxa hacia el lado externo. Se diagnostica con una sospecha clínica y/o
a una combinación de vascularización deficitaria y una alta carga al estar radiológica. Casi la mitad de los pacientes con un primer episodio, tienen
de pie. Cursan con dolor de cadera, inguinal, en el muslo y región glútea, a más episodios de luxación. La inestabilidad crónica femororotuliana y luxa-
menudo, los pacientes permanecen asintomáticos hasta estadios tardíos. ciones recurrentes, producen un daño progresivo cartílago y una artrosis
Típicamente afecta a la superficie articular superior (entre las 10 y las 2) y precoz.
empieza en la parte más anterior de la cadera.
Los estabilizadores de la rótula, son activos y pasivos. Los activos son los
La etiología puede ser traumática (secundaria a fracturas del cuello femoral) músculos extensores y los pasivos el hueso y los ligamentos (retináculo
o no traumática. En los casos no traumáticos, es bilateral en el 40% de los medial y ligamento femororotuliano).
casos. Posibles etiologías: traumática, terapia crónica con corticoides, alco-
holismo, tabaco, lupus eritematoso sistémico, VIH, hiperlipidemias, hemog- En el caso de luxación rotuliana, la prueba más indicada es la RM, que ser-
lobinopatías, fallo renal crónico, diabetes mellitus y embarazo. virá para valorar el edema óseo característico que afecta al margen infero-

12
05. Musculoesquelético | RD

medial de la rótula y margen anterolateral del cóndilo femoral externo. En


esta RM también se valorará la integridad, sobre todo, de los ligamentos, el
retináculo medial y el ligamento femororotuliano y se verá si hay lesiones
condrales, cuerpos libres y otras lesiones asociadas.

Siempre que ha habido una luxación de rótula es importante valorar si existe


alguna variante anatómica que condicione o favorezca esta luxación. Para Rotura en asa de cubo
Rotura horizontal Rotura vertical Rotura radial
ello, en muchas ocasiones se realiza una TC para valorar una serie de medi- (signo del doble cruzado posterior)

das ortopédicas, entre las cuales la más importante es el TAGT o distancia


Figura 29. Tipo roturas meniscos
entre la tuberosidad tibial anterior y el surco (Groove) troclear. Una distan-
cia por encima de 20 mm, se considera patológica.
Existen una serie de hallazgos asociados a las roturas meniscales:
•• Quiste de Baker. El 80-90% de ellos se asocian a patología meniscal.
•• Quiste parameniscal. 85-100% asociados a roturas meniscales. Más
frecuentes en el menisco externo.
•• Lesiones condrales.

Lo más importante de las pruebas de imagen es dar una descripción ade-


cuada de la localización y tipo de rotura, valorar si la rotura es estable o ines-
tables, es decir, si existen fragmentos desplazados, si la rotura es reparable o
no. También es importante valorar si hay lesiones condrales asociadas, pues
si se realiza una cirugía meniscal con meniscectomía podría empeorar la
Figura 29. Paciente con luxación de rótula, con edema óseo en
el margen inferomedial de la rótula (flecha roja) y en el margen condropatía y producir una artrosis precoz. Las roturas reparables son nor-
anterolateral del cóndilo femoral externo (flecha azul en A), con malmente las longitudinales de más de 10 mm, las que afectan a la región
rotura del ligamento femororotuliano en su inserción rotuliana (flecha periférica del menisco, sobre todo en gente joven, y las asas de cubo.
amarilla), cuerpo libre (B) y hemartros (C)

C. Lesiones ligamentarias
B. Lesiones meniscales
Las lesiones de los ligamentos de la rodillas son frecuentes, sobre todo las
La lesión meniscal es una de las lesiones más frecuentes en el sistema mus- lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA), en deportes como el fútbol
culoesquelético y una de las causas por la que más pruebas de imagen se y el esquí. La prueba indicada para valorar los ligamentos de la rodilla y, en
solicitan en los servicios de Radiodiagnóstico. concreto las roturas del LCA, es la RM. El LCA normalmente se rompe de
forma completa y es menos frecuente que se rompa de forma parcial (el
Las funciones del menisco son: distribuir las fuerzas compresivas y de tor- LCA se compone de dos haces, el anteromedial y el posterolateral, y cuando
sión (amortiguador), limitar el movimiento anormal, la congruencia arti- la rotura es parcial se rompe uno de estos componentes). Es importante
cular, distribuir el líquido sinovial sobre la superficie articular y prevenir el detectarlas, pues las roturas de LCA son normalmente quirúrgicas.
pinzamiento sinovial. El menisco es un fibrocartílago y está vascularizado
en el tercio periférico, por lo que roturas periféricas tienen un cierto poten- Hay una serie de hallazgos en Rx simple que son característicos y ayudan a
cial a curarse. Hay dos meniscos, interno y externo. El menisco se divide en diagnosticar las lesiones ligamentarias en la rodilla, como se muestran en el
cuernos anterior y posterior y cuerpo. Esto es importante de cara a definir esquema a continuación (Figura 35):
dónde se localizan las roturas.

La prueba indicada para valorar patología meniscal es la RM. La rotura


meniscal se observa en RM como una señal lineal intrameniscal que con-
tacta en al menos dos cortes sucesivos de la RM con la superficie articu-
lar. La RM tiene una sensibilidad de 86-96% y especificidad de 84-94% para
detectar roturas del menisco interno y una sensibilidad de 70-92% y especi-
ficidad de 89-98% para detectar roturas del menisco externo.
Signo del Signo del Arcuato: Fractura Segond: Fractura-
Existen distintos tipos de roturas meniscales: surco lateral Fractura avulsión Ligamento Avulsión LCA:
profundo tibia proximal anterolateral, 75- niños – inserción
•• Rotura horizontal-oblicua. + derrame (inserción tendón 100% asociado a tibial. Adultos +
•• Rotura vertical. articular: 90% BF-LLE). 90% rotura LCA frecuente LCP.
•• Rotura radial. rotura LCA rotura LCP
•• Rotura meniscal, fragmentos desplazados: Figura 31.
-- Asa de cubo (signo del doble cruzado posterior).
-- “Flap” (volteado).
-- Extruido. En función del mecanismo de la lesión, se observa en la RM un edema óseo
•• Rotura compleja. característico de cada lesión ligamentaria en la rodilla (Figura 32):

13
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Después de un traumatismo en el tobillo, los dos diagnósticos


diferenciales principales son una lesión ligamentaria (esguince
de tobillo) y una fractura. La decisión sobre si se necesita una
radiografía de tobillo puede tomarse utilizando las reglas de
Ottawa:
•• Sólo se requiere una radiografía de tobillo si existe:
Edema óseo Edema Óseo en Edema Óseo Edema Óseo en Edema Óseo
en “Pivot “Salpicadero de en “Clip” (CFE “Luxación Rótula” en “Kissing” -- Dolor óseo a lo largo del borde posterior del
Shift” (meseta coche” (tibial y meseta tibial (CFE anterolateral (fémoro-tibial maléolo lateral, o
tibial externa anterior): externa; CFI) y rótula anterior) -- Dolor óseo a lo largo del borde posterior del
posterior): inferomedial)
maléolo medial, o
LCP LLI LCP, LCA,
LCA Ligamento meniscos y -- Incapacidad para ponerse de pie en carga en el
Fémororotulario luxaciones momento de la lesión.
rodilla •• Sólo se requiere una radiografía de pie si existe:
-- Dolor óseo de la base del quinto metatarsiano, o
Figura 32. -- Dolor óseo de la navicular, o
-- Incapacidad para ponerse de pie en carga en el
Sobre todo es importante, si se observa en una RM de rodilla un edema momento de la lesión.
óseo en el margen posterior de la meseta tibial externa, se ha de valorar si
el paciente tiene una rotura del LCA, que, como se ha mencionado dicho Si se requiere una radiografía según la evaluación clínica, se requerirá una
anteriormente, es más probable que sea completa. radiografía de tobillo o pie para determinar si hay una fractura. Es relativa-
mente raro que se necesiten radiografías de tobillo y pie.
La cirugía de las roturas de LCA, consiste en una reconstrucción y no en una
reparación. Normalmente, se repara usando plastias autólogas, en medio Las fracturas del peroné distal son lesiones importantes porque, depen-
radiológico la más usada es de tendones isquiotibiales (semitendinoso y diendo de la afectación de la sindesmosis, la estrategia de tratamiento varía
recto interno/gracilis) y también se usan de HTH (hueso-tendón-hueso de significativamente. La clasificación de Weber ayuda en la determinación de
tendón rotuliano). En la rodilla postquirúrgica de LCA, es importante valorar la estrategia de tratamiento y pronóstico.
la posición de los túneles, la integridad de la plastia, la infección, que es
poco frecuente, y también es importante valorar la presencia de artrofibro- El esguince de tobillo (lesión ligamentaria) se produce por los siguientes
sis o lesión de cíclope (se llama así, porque en la artroscopia le aparece al mecanismos:
cirujano, como un ojo de cíclope), que es la aparición de fibrosis anterior al •• Ligamento colateral lateral-inversión.
LCA, tiene una frecuencia de 5% y aparece 8-32 semanas después de la ciru- •• Ligamento deltoideo-eversion.
gía (una media de 16 semanas después). Su etiología es incierta y produce
clínicamente un dolor y déficit durante la extensión de rodilla. Es más frecuente la lesión del ligamento colateral lateral, cuya cronología
de lesión es: primero se lesiona el ligamento peroneo-astragalino anterior
(LPAA), luego el ligamento peroneo-calcáneo (LPC) y posteriormente el liga-
mento peroneo-astragalino posterior, este último es raro que se lesione.

Los esguinces de tobillo se diagnostican clínicamente, pero para estudiarlos


pueden realizarse ecografías o RM.

Figura 33. Artrofibrosis/lesión de cíclope (flechas azules) en paciente


operado de rotura de LCA. A: sagital; B: axial

Tobillo y pie

A. Lesiones ligamentarias

El esguince de tobillo es una lesión muy frecuente en las consultas de trau-


matología. Puede ser el resultado de un trauma menor, haciendo deporte o Figura 34. Esguince grado II del LPAA, con edema periligamentario e
andando, o secundarios a traumatismos importantes. intrasustancia (rotura parcial)

14
05. Musculoesquelético | RD

El esguince se divide en 3 grados:


•• Grado I - edema periligamentario
•• Grado II - edema periligamentario e intrasustancia. Rotura parcial.
•• Grado III - rotura completa.

Normalmente la RM se realiza cuando se sospecha complicaciones de


esguinces de tobillo, entre las que se encuentran fracturas ocultas y lesio-
nes osteocondrales en el margen medial de la cúpula astragalina, en el caso
de esguinces del ligamento colateral lateral. clínicamente un dolor y déficit
durante la extensión de rodilla.

Figura 36. Tendinopatía aquílea, con rotura parcial intrasustancia


(flecha azul), en paciente con antecedentes de toma de
fluoroquinolonas por neumonía. Nótese la presencia también de
lipoma intraóseo en el calcáneo (flecha blanca)

Figura 35. Lesión osteocondral en el margen medial de la cúpula


astragalina, en paciente con antecedentes de esguince del ligamento
colateral lateral
Figura 37. Síndrome de Haglund con deformidad de Haglund (flecha
azul), entesopatía calcificada aquílea (flecha blanca) y bursitis aquílea
B. Patología tendinosa profunda (flecha roja)

Tendón de Aquiles
Tendón del tibial posterior
La tendinopatía aquílea se produce por sobreuso o estrés crónico sobre el
tendón. Puede verse en deportistas y en no deportistas y puede asociarse La disfunción del tibial posterior es una de las causas del pie plano adquirido
a rotura o no. del adulto. La fisiopatología es la siguiente: disfunción del tibial posterior
→ pérdida arco longitudinal plantar medial → inestabilidad articulaciones
La tendinopatía produce engrosamiento, interrupción del patrón fibrilar y astrágalo-escafoidea y subastragalina → deformidad en valgo retropié y en
un aumento en la vascularización del tendón. abducción o varo del antepié.

Afecta particularmente las porciones media y distal del tendón. Para el estudio del pie plano adquirido del adulto hay que realizar Rx sim-
ple de pies en carga y una RM para valorar el tibial posterior y el resto de
Se puede estudiar con ecografía o RM, normalmente en estudios de urgen- estructuras implicadas en la estabilidad del arco plantar y el estado articular.
cias, y para valorar tendinopatías crónicas se usa la ecografía, dejando la RM
para estudios prequirúrgicos. Existen tres tipos de roturas del tendón del tibial posterior:
•• Rotura parcial:
Es un tendón tipo 1, sin vaina sinovial (veáse Tabla 6. Patología del man- -- Tipo 1. Hipertrófica. Engrosamiento fusiforme, pérdida de la
guito rotador del hombro). forma ovalada, focos de aumento de señal en RM intratendi-
nosos en T1 y T2, que reflejan roturas longitudinales o en split.
Existen una serie de factores de riesgo que hay que conocer, como son: el Estas roturas parciales intratendinosas cicatrizan dando lugar a
sobrepeso y la obesidad, hipercolesterolemia y la toma de fluoroquinolonas. un tendón engrosado.
-- Tipo 2. Atrófica. Elongación y adelgazamiento tendinoso y altera-
También se puede encontrar tendinopatía de Aquiles en pacientes con ciones de señal en RM.
deformidad de Haglund, que consiste en una prominencia ósea postero- •• Rotura completa. Tipo 3. Disrupción completa, con defecto tendinoso
lateral en calcáneo, que produce bursitis aquílea profunda y entesopatía o gap de grosor completo es infrecuente, debido a la presencia de
aquílea +/- roturas, en este caso, cuando da clínica se denomina síndrome adhesiones entre tendón, sinovial y hueso, que evitan la típica retrac-
de Haglund. ción y dificultan el diagnóstico.

15
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Figura 38. Pie plano (A: Rx simple lateral en carga) con rotura tipo 1, hipertrófica del tibial posterior (flecha azul en B y C)

C. Metatarsalgias

La metatarsalgia es el dolor en el antepié, dolor en la región metatarsal. Es


uno de los motivos más frecuente de consulta en la patología ortopédica de
pie e indicación de RM de pie.

Los factores de riesgo son: el deporte (sobre todo correr), el sobrepeso y la


obesidad, el uso de tacones, otras patologías del pie y enfermedades reuma-
tológicas (como la gota y la artritis reumatoide). Figura 40. Rotura de la placa plantar del 2.º dedo con desviación
medial del dedo (A: Rx simple; B y C: RM). Paciente operado de hallux
Entre las causas más frecuentes de metatarsalgia se encuentran: valgus
•• Neuroma de Morton: fibrosis perineural del nervio intermetatarsiano.
Más frecuente en el 3.er espacio intermetatarsiano, entre las cabezas •• Enfermedad de Freiberg: osteonecrosis de la cabeza del 2.º metatar-
del 3.er y 4.º metatarsiano. siano. Bilateral 10%. La causa es controvertida. Más frecuente en muje-
res 10-18 años. Fragmentos osteocondrales en fases tardías.

Figura 39. Neuroma de Morton en el 3.er espacio intermetatarsiano Figura 41. Enfermedad de Freiberg. Rx simple, AP (A); lateral (B); con
en ecografía (A y B) y en RM (flecha en C) cuerpo libre dorsal (flecha) (C y D: RM)

•• Rotura de la placa plantar: la placa plantar es un refuerzo articular •• Bursitis adventicial: bursas de apoyo, no anatómicas. Se localizan en
plantar y lateral de la articulación metatarsofalángica. Su roturas es zonas donde el TCS se expone a alta fricción y presión. Más frecuente
más frecuente en el 2.º espacio. superficial a la 2.º cabeza del metatarsiano.

16
05. Musculoesquelético | RD

•• Neuropatía de Joplin: compresión rara. Afecta a nervio propio del


1.er dedo (rama del nervio plantar medial). Puede haber neuroma de
Joplin. Produce dolor y sensibilidad en 1ª articulación metatarsofa-
lángica. Es frecuente en jugadores de fútbol y en postquirúrgicos de
Hallux valgus.

Figura 42. Bursitis adventicial superficial a la cabeza del 2.º


metatarsiano (flecha azul)

•• Síndrome de dedos divergentes o síndrome doloroso del 2.º espacio:


metatarsalgia por divergencia progresiva de los dedos 2.º y 3.º, se
asocia a un acercamiento de las cabezas de los metatarsianos 2.º y Figura 44. Neuropatía de Joplin en mujer de 28 años corredora, con
3.º. Exceso de longitud del 2.º o 3.er metatarsianos es la causa más dolor y sensibilidad en el 1.er dedo, con disminución del 1.er espacio
importante del cuadro. intermetatarsiano (flecha en A) y edema muscular en el aductor propio
del 1.er dedo en relación con signos de neuropatía (flecha en B)

Figura 43. Síndrome de dedos divergentes o


síndrome doloroso del 2.º espacio

17
Radiodiagnóstico

06 Ginecología

5: hallazgo muy sugestivo de malignidad.


6.1. Mama 6: malignidad confirmada por biopsia.

A. Mamografía
Técnicas de imagen
La mamografía utiliza radiaciones ionizantes (rayos X) de baja energía para
La radiología de la mama utiliza de forma complementaria mamografía, el estudio de la glándula mamaria. Las proyecciones básicas de una explo-
ecografía y resonancia magnética tanto para el diagnóstico de la patología ración mamográfica son oblicua mediolateral (OML) y craneocaudal (CC).
mamaria como para guiar procedimientos intervencionistas. Todas estas Para obtener estas imágenes se ha de comprimir la mama con el objetivo
exploraciones han de ser interpretadas e informadas siguiendo los criterios principal de reducir la superposición de tejido que pueda ocultar patología.
BI-RADS (Breast Imaging Reporting and Data System) publicados por la Ame- Estas imágenes se presentan enfrentadas entre sí para su interpretación,
rican Society of Radiology (5.a edición, de 2013), que determinarán la línea ya que facilita la localización de los hallazgos. Tomando como referencia el
de actuación según el nivel de sospecha. pezón y trazando una línea imaginaria hacia el músculo pectoral (no siem-
0: estudio incompleto - son necesarias exploraciones adicionales y/o pre incluido en la proyección CC), cada mama se divide en cuatro cuadran-
comparación con estudios previos. tes: superointerno, superoexterno, inferointerno e inferoexterno (Figura 1).
1: sin hallazgos.
2: hallazgo benigno. Existen proyecciones adicionales como mediolaterales estrictas, magnifi-
3: hallazgo probablemente benigno. cadas (valoración de microcalcificaciones), compresión focal, Eklund (con
4: hallazgo de sospecha (se dividen en A, B y C en nivel creciente de desplazamiento posterior del implante), etc.
sospecha).

Figura 1. A: OML derecha; B: OML izquierda; C: CC derecha; D: CC izquierda

1
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Figura 2. Mamografías normales: OML (A), CC (B) y CC mostrando músculo pectoral (C). Mamografía en paciente con implante: CC (D), proyección
Eklund (E) y OML (G). Imagen ecográfica del implante (F)

C. Resonancia magnética

La RM se ha convertido en una técnica imprescindible en el manejo de la


patología de mama. Se utilizan antenas de superficie específicas y la paciente
se sitúa en decúbito prono con las mamas suspendidas en el interior de
la bobina. Las secuencias básicas son T1, T2 y poscontraste. Estas últimas
necesitan un posprocesado que sustraiga las imágenes T1 de tal manera
que tan solo muestran el realce real. El tipo de realce ayuda a determinar
el nivel de sospecha de una lesión. Así la RM es la técnica más sensible para
detectar y valorar la extensión de la patología mamaria, lo que es extrema-
damente útil para la planificación quirúrgica y el seguimiento de los trata-
Figura 3. Esquema de tomosíntesis
mientos quimioterápicos. Algunas de las indicaciones más importantes para
la realización de un RM de mama son: estadificación prequirúrgica, pato-
La tomosíntesis es una técnica derivada de la mamografía que adquiere una logía oculta o discordancia en técnicas de imagen convencionales, segui-
serie de imágenes secuenciales en un ángulo determinado (dependiendo miento de tratamiento quimioterápico, valoración de prótesis y cribado en
del fabricante) de tal manera que se reduce significativamente la superposi- mujeres de alto riesgo.
ción de tejido mamario (el gran inconveniente de la mamografía). Esto hace
que patología subyacente oculta pueda ser detectada.

Figura 4. Ejemplo de ecografía mamaria

B. Ecografía

Técnica de gran utilidad para el estudio de la mama ya que es un órgano


superficial y accesible y no conlleva radiación ionizante. Utiliza transduc-
tores de frecuencia alta y sus indicaciones principales son la valoración de
Figura 5(A). RM de mama normal: secuencias axiales T1
nódulos/masas detectados en mamografía o RM, pacientes jóvenes sinto-
máticas, sospecha de abscesos/colecciones, como guía para biopsias/dre-
najes, etc.

2
06. Ginecología | RD

Patología benigna

A. Lesiones focales

Quistes

Son dilataciones de las unidades ducto-lobulares terminales que contienen


líquido. Aunque no está clara su etiología se cree que tienen un componente
hormonal ya que aparecen en mujeres jóvenes y son más infrecuentes tras
la menopausia. Se observan como nódulos bien definidos (generalmente
bilaterales) en mamografía, anecoicos en ecografía (negros - contienen
líquido). En RM aparecerán blancos en secuencias T2 y negros en secuen-
cias T1. No requieren tratamiento aunque se pueden aspirar percutánea-
mente si son causa de molestia/preocupación.

Figura 5(B). RM de mama normal: T2

Figura 6(A-B). Quistes. RM T1 (A)/T2 (B) mama izquierda

Figura 5(C). RM de mama normal: sustracción (poscontraste)

D. Técnicas intervencionistas

Con la ayuda de las técnicas diagnósticas anteriores se realizan procedi-


mientos intervencionistas en la mama, tanto para fines diagnósticos como
para guiar las cirugías. Las biopsias con aguja gruesa (12/14 G) son esen-
ciales para obtener un diagnóstico histológico. La técnica a elegir dependerá
de la detectabilidad de la lesión en las diferentes exploraciones. De esta
manera, las calcificaciones se biopsian por estereotaxia (guía mamográfica)
(MIR 12-13, 15), las masas visibles en ecografía se biopsian usando esta
técnica y las lesiones, sólo detectables por RM, se han de biopsiar con la
ayuda de la misma. Existen otros procedimientos en radiología de la mama:
punción aspiración con aguja fina (PAAF - estudio citológico), biopsias asisti-
das por vacío, arpones, marcadores, drenajes, etc.; pero la técnica a elegir Figura 6(C-D). Mamografía OML (C y D)
se basa en lo anteriormente expuesto.

3
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Adenomas/fibroadenomas

Tumoraciones benignas compues-


tas por tejido conectivo y glandular
normal, en proporciones variables.
De origen idiopático, son más
frecuentes en mujeres jóvenes y
responden ante los cambios hor-
monales. La clínica de presentación
frecuente es la de una mujer pre-
menopáusica con una tumoración
móvil, generalmente blanda, sin
signos de sospecha en la explo-
ración. En mamografía aparecen
como lesiones densas redondea-
das/ovaladas bien definidas y la
ecografía confirma una masa sólida
ecogénica con estas características.
Con el tiempo, pueden calcificar
con forma de “palomitas de maíz”.
El diagnóstico diferencial principal
es con el tumor filodes, tumor de
crecimiento rápido con un amplio
espectro histológico. Es recomen-
Figura 7 (B). Mastopatía dable la realización de biopsia ante
fibroquística: mama normal cualquier masa sólida de nueva
muy densa aparición.

Figura 6(E-F). Ecografía mama derecha (E). Aspiración de quiste con


aguja fina (F)

Mastopatía fibroquística

Término ampliamente utilizado para referirse al tejido glandular firme y/o


doloroso que responde a estímulos hormonales cíclicos; sin embargo, se
desaconseja su uso ya que no es un proceso patológico per se. Suele pre-
sentar fibrosis, quistes, adenosis, hiperplasia, etc.; siendo más frecuente en
mujeres jóvenes. Se ha descrito en mamografías de tejido glandular denso
con calcificaciones benignas dispersas y se pueden observar pequeños quis-
tes en ecografía. No requiere diagnóstico histológico.

Figura 8(A-B). Fibroadenoma. Masa sólida de bordes bien definidos.


En mamografía tiene similar apariencia a los quistes (aunque más
denso) (A y B)
Figura 7(A). En la ecografía se muestra pequeños quistes en tejido
glandular denso

4
06. Ginecología | RD

Figura 8(C-D-E). Fibroadenoma. Masa sólida de bordes bien


Figura 9. Ejemplo de necrosis grasa. Calcificaciones en cáscara de
definidos. En ecografía es parecido al tumor filodes (C). Calcificaciones
huevo
características en palomita de maíz (D y E)
Ginecomastia

Necrosis grasa Es el desarrollo de tejido glandular, uni o bilateral, en el varón. La mamo-


grafía muestra una mama masculina predominantemente grasa con tejido
Inflamación estéril de origen traumático (golpe, cirugía) que típicamente glandular en la región subareolar. Puede ser idiopática o como consecuencia
produce quistes oleosos con tendencia a calcificar progresivamente. Imagen del uso de determinados medicamentos (por ejemplo diuréticos) u hormo-
característica en mamografía: quistes de baja densidad (contenido graso) nas. La exploración clínica debe además valorar la presencia de tumoracio-
con calcificación grosera periférica en cáscara de huevo. nes testiculares y patología hepática.

Figura 10. Ginecomastia: tejido glandular en la mama derecha de un varón

5
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Patología infecciosa/inflamatoria B. Mastitis de células


plasmáticas
A. Mastitis aguda Se produce una distensión de los
conductos galactóforos en muje-
Se trata de una infección bacteriana de la glándula mamaria que ocurre res peri o posmenopáusicas, con
típicamente durante el puerperio/lactancia, cuando erosiones en el com- la extravasación de material lipí-
plejo areola-pezón actúan como puerta de entrada de microorganismos dico que provoca una reacción
patógenos (S. Aureus). La presentación clínica es muy característica: mujer inflamatoria crónica en el estroma
joven puérpera con dolor, fiebre, eritema, calor e hinchazón de la mama adyacente. Generalmente es asin-
(MIR 18-19, 28). En mamografía se observa un engrosamiento difuso de tomática pero puede cursar con
la piel y del patrón trabecular, con aumento de la densidad de la glándula secreción bilateral espontánea.
afecta. Si ha progresado con la formación de un absceso, este se puede Presenta una imagen mamográ-
observar como una masa densa de bordes irregulares. La ecografía muestra fica característica con calcifica-
un aumento difuso de la ecogenicidad con edema y engrosamiento de la ciones groseras lineares en forma
piel. Es sobre todo muy útil ya que confirma la presencia de un absceso de vara y bordes bien definidos,
(colección heterogénea) y sirve de guía para el drenaje percutáneo, lo que Figura 11 (C-D) Mamografía (MIR generalmente bilaterales. No se
mejora el cuadro clínico y permite el estudio microbiológico de la muestra. 18-19, 28) muestra una mama deben confundir con las microcal-
Tratamiento antibiótico (+/- drenaje) y seguimiento clínico (MIR 18-19, 28). derecha normal (C) y aumento cificaciones ductales sospechosas
Existen mastitis con otras etiologías (tuberculosa, autoinmune, granuloma- generalizado de la densidad de malignidad. No requiere prue-
y la trabeculación de la mama
tosa, etc.) pero son mucho menos frecuentes. bas complementarias ni trata-
izquierda (D)
miento médico.

Figura 11(A-B). Mastitis. La ecografía muestra engrosamiento de la piel


y edema difuso (desdibujamiento del tejido glandular/adiposo con
ensombrecimiento de la imagen [A]). Formación de absceso que se Figura 12. Mastitis de células plasmáticas. Dilatación de los conductos
observa como una colección heterogénea de márgenes irregulares (B). galactóforos

6
06. Ginecología | RD

Patología maligna protocolos de cribado y seguimiento. El cáncer de mama se origina en la uni-


dad terminal tubulolobulillar y metastatiza inicialmente en los ganglios linfáti-
El carcinoma de mama es la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres cos (axilares o de la cadena mamaria interna). Puede diseminarse a cualquier
en España (fuente: Instituto de Salud Carlos III). La detección precoz de esta órgano, con especial preferencia por el hueso, hígado, pulmón y SNC.
patología es fundamental para reducir la morbimortalidad, y con este fin se han
implantado programas de cribado en España desde el año 1990. Van dirigidos A. Carcinoma in situ
a mujeres entre 50-69 años a las que se invita a realizar una mamografía cada
dos años, y tienen una tasa de participación de hasta el 75%. Las mujeres de Ductal - CDIS
alto riesgo (mutaciones genéticas como BRCA 1 y 2, historia familiar de cáncer
de mama, radioterapia torácica en infancia/adolescencia, etc.) requieren otros Proliferación tumoral en los conductos galactóforos, confinada por la mem-
brana basal del epitelio ductal. Se considera precursor del carcinoma infil-
trante y generalmente se diagnostica en mujeres asintomáticas gracias a

Figura 14. Microcalcificaciones sospechosas: Agrupación ramificada.


Figura 13. Microcalcificaciones sospechosas: agrupación segmentaria. Esquema (A), proyección normal con marcador (B) e imagen
Esquema (A), proyección normal (B) y ampliada (C) marcando las calcificaciones (C)

7
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Figura 15. Microcalcificaciones pleomórficas agrupadas y de distribución segmentaria. Alta sospecha de malignidad - biopsia guiada por estereotaxia
(MIR 12-13, 15). Imagen diagnóstica (C), marcaje (D) y ampliada (B)

las mamografías de screening. Sin embargo pueden presentarse como una •• Masas irregulares, de bordes mal definidos o espiculadas.
masa palpable o secreción sanguinolenta por el pezón. Su característica •• Distorsiones de la arquitectura glandular.
radiográfica esencial con las microcalcificaciones sospechosas: heterogé-
neas o pleomórficas (diferentes morfologías y tamaños) agrupadas o de
distribución lineal/ramificada o segmentaria. Estos hallazgos se consideran
BIRADS 4 o 5 y requieren biopsia guiada por estereotaxia (MIR 12-13, 15).

Lobular

En realidad no se considera una lesión cancerosa o precancerosa. Se trata


de la presencia de células anómalas en los lobulillos de la glándula mama-
ria, lo que indica un mayor riesgo
de padecer carcinoma tanto en la
mama diagnosticada como en la
contralateral. El término carcinoma
lobular se usa cada vez menos y lo
correcto es describir estas lesiones
como neoplasia lobular.

B. Carcinoma invasivo

El carcinoma ha traspasado la mem-


brana basal e infiltra el estroma
circundante. En este punto, existe
riesgo de invasión linfovascular y, por
lo tanto, de metástasis a distancia.
Pueden presentarse tanto de forma
asintomática como por la presencia
de una tumoración palpable, dura y
adherida a planos sin/con otros sig-
nos sospechosos en la exploración
(engrosamiento de la piel, retrac-
Figura 16. Carcinoma infiltrante
ción/ulceración de piel o pezón). En de mama. Lesión hipoecoica
imagen se detectan como: de bordes mal definidos (líneas Figura 16. Carcinoma infiltrante de mama. Lesión hipoecoica de
•• Microcalcificaciones sospe- paralelas) e irregulares (línea). bordes mal definidos (líneas paralelas) e irregulares (línea). Ecografía
chosas (ver CDIS). mamografía oblicua (C) (A y B); mamografía oblicua (C)

8
06. Ginecología | RD

Figura 17. Carcinoma infiltrante. Masa de bordes irregulares en mamografía y ecografía. Imágenes axiales de TC y RM (E y F) (T2 y poscontraste-
sustracción). Nótese el marcador (densidad metal) en TC

El carcinoma invasivo de mama puede tener un origen ductal (75%) o lobu-


lar (15%), lo cual se confirma en el estudio histológico. Estos carcinomas
frecuentemente tienen un componente mixto, infiltrante e in situ, por ello,
los hallazgos radiográficos suelen ser una combinación de microcalcificacio-
nes y masas/distorsiones.

Figura 18. Carcinoma infiltrante. La mamografía muestra una


distorsión sospechosa en mama derecha (A y B). Figura 18. Masa de bordes irregulares y mal definidos en ecografía
(C). Imagen de RM poscontraste, sustracción en la que se observa un
área mal definida de realce patológico en la mama derecha (D)

9
Manual CTO de Radiodiagnóstico

El porcentaje restante (aproximadamente el 10%) corresponde a otros tipos


histológicos como mucinoso, papilar, metaplásico, tubular, etc. Aunque muy 6.2. Aparato reproductor
raro, la mama puede ser órgano de depósitos metastásicos de tumores pri-
marios como el melanoma o el linfoma.
Técnicas de imagen

A. Ecografía (Figura 20)

Ante sintomatología que sugiera un origen ginecológico, la ecografía es la


primera técnica a realizar por su disponibilidad y capacidad diagnóstica. Si
bien luego se realizan exploraciones complementarias, éstas se determina-
rán en función de los hallazgos ecográficos. La ecografía ginecológica puede
realizarse por vía transabdominal o transvaginal (contraindicada en mujeres
vírgenes).

B. Tomografía computerizada

Puede ser la primera técnica radiológica en el diagnóstico de la patología


ovárica ya que estas pacientes presentan clásicamente con un cuadro inespe-
cífico de dolor y aumento del perímetro abdominal, y la TC es la exploración
de elección en patología abdominal aguda (MIR 13-14, 14). Sin embargo, no
es un estudio específico para la caracterización de lesiones ginecológicas.

Figura 21. TC coronal. Se muestra la apariencia normal del útero (A y B)

C. Resonancia magnética

La resonancia magnética para el estudio del aparato reproductor femenino


utiliza las secuencias habituales T1, T2 y postcontraste, junto con secuencias
especiales dependiendo de la indicación de la prueba. Al igual que la RM en
otras partes del cuerpo, se obtienen planos ortogonales (axiales, coronales
y sagitales) aunque se añaden planos de corte que se adaptan a la morfolo-
gía del útero para el estudio del mismo. (Figura 22).

Patología benigna

A. Leiomiomas (miomas) (Figura 23)

Figura 19. Metástasis de linfoma en mama derecha. Mamografía Es la neoplasia ginecológica más frecuente, compuesta por músculo liso y tejido
lateral (A), imágenes axiales de TC (B) y PET (C) fibroso. Generalmente son caracterizados por ecografía aunque cuando existen
dudas por su localización/tamaño, se puede realizar RM. Se observa un aumento

10
06. Ginecología | RD

Figura 20. Ecografía transvaginal. Ovario normal con folículos (nódulos anecoicos, negros [A]). Imágenes sagitales de útero normal, nótese la
diferencia de grosor del endometrio (línea central hiperecogénica, blanca) en diferentes momentos del ciclo menstrual (B y C)

Figura 22. Ejemplo de anatomía normal de la pelvis femenina. A: Ovario derecho normal (flecha amarilla); Ovario izquierdo con quiste (flecha roja);
arteria y vena iliacos externos (flecha verde); músculo psoas izquierdo (flecha azul); B:

Figura 23. Leiomiomas: Cortes axiales de TC donde se observa un útero de contornos irregulares (A y F) con calcificaciones groseras (B). Ecografía
de leiomioma que muestra una masa ecogénica heterogénea con calcificaciones (D y E). Arriba a la derecha, imagen sagital de RM de múltiples
leiomiomas uterinos (C)

11
Manual CTO de Radiodiagnóstico

difuso nodular del útero con lesiones ecogénicas sólidas que tienden a calcificar. dismenorrea y dispareunia. Es causa de infertilidad y el tratamiento efectivo
requiere la resección quirúrgica de estos depósitos. En radiología se obser-
B. Quistes van lesiones quísticas uni/multiloculares con contenido denso en relación
con restos hemorrágicos: ecogénicos en ecografía, iso/hiperintenso en T2/
Los quistes ováricos son un hallazgo muy frecuente, generalmente inciden- T1 respectivamente.
tal y de origen funcional (folículos grandes, no reabsorción de cuerpo lúteo,
hiperestimulación ovárica, etc.). Tienen las mismas características radioló- Figura 24. Endometriomas. Secuencias T2 y T1 de RM en las que se observa
gicas que los quistes en otras partes del cuerpo (véase el punto Ecografía endometrioma ovárico derecho, isointenso en T2 (A) e hiperintenso en T1
de mama en el apartado de Técnicas de imagen) y, si son menores de 5 cm (B), debido al contenido hemático. Imagen axial de TC que muestra un gran
y no presentan septos/nódulos sólidos, no es necesario realizar pruebas de endometrioma con nivel hemático en su interior (C). Ecografía de la misma
imagen adicionales. paciente en la que se objetiva una lesión quística con contenido ecogénico
(D). Nivel líquido-sangre visto en secuencia T2 de RM (E)
C. Endometriosis (Figura 24)
D. Cistoadenomas (Figura 25)
Presencia de tejido endometrial ectópico, frecuentemente en ovarios y
peritoneo pélvico aunque puede aparecer en pleura, pulmón y SNC. Este Son neoplasias ováricas quísticas benignas, relativamente frecuentes. Se
tejido ectópico responde a los estímulos hormonales al igual que el tejido originan del epitelio ovárico y se presentan como grandes quistes de pare-
endometrial normal y puede sangrar formando colecciones que se deno- des finas con/sin septos (a veces difíciles de diferenciar de quistes simples),
minan endometriomas. Es una patología típicamente de mujeres jóvenes con contenido líquido (seroso) o denso (mucoso). La pared puede realzar
que cursa con dolor (no siempre cíclico) en región pélvica y lumbosacra, de forma fina y homogénea tras la administración de contraste pero no se

Figura 24. Endometriomas. Secuencias T2 y T1 de RM en las que se observa endometrioma ovárico derecho, isointenso en T2 (A) e hiperintenso en
T1 (B), debido al contenido hemático. Imagen axial de TC que muestra un gran endometrioma con nivel hemático en su interior (C). Ecografía de la
misma paciente en la que se objetiva una lesión quística con contenido ecogénico (D). Nivel líquido-sangre visto en secuencia T2 de RM (E)

12
06. Ginecología | RD

Figura 25. Cistoadenoma seroso. Lesión quística (hipointensa en T1 [A], hiperintensa en T2 [B]) con septo fino, sin signos de sospecha visto en
ecografía (C). Nótese el realce fino de la pared tras la administración de contraste en comparación con la imagen A (flecha blanca en D). Múltiples
septos finos (T2, E)

Figura 26. Teratoma quístico maduro. Imágenes de RM potenciadas en T1 (A y D) y T2 (B y E) muestran contenido graso (flecha vertical en D), líquido
y óseo (círculo). Lesión quística compleja en ecografía (C y F) con múltiples líneas hiperecogénicas (folículos pilosos - flecha horizontal) y un nódulo
sólido característico compuesto por material sebáceo, folículos pilosos y hueso - nódulo de Rokitansky (flecha vertical en F)
observan nódulos sólidos -signo de sospecha-. tar estructuras derivadas de las tres líneas germinales (endodermo, mes-
odermo y ectodermo) en proporción y grado de maduración variable. El
E. Teratomas (Figura 26) más frecuente es el teratoma quístico maduro, también llamado quiste der-
moide. Es una tumoración generalmente asintomática (puede asociar sínto-
Neoplasias de las células germinales (pluripotenciales), que pueden presen- mas inespecíficos como dolor abdominal), que presenta tejido de al menos

13
Manual CTO de Radiodiagnóstico

dos líneas germinales, de tal manera que puede contener tejido graso, técnica a realizar suele ser la TC para descartar patología abdominal aguda.
folículos pilosos, tejido muscular y glandular, cartílago y hueso. Debido a Esta mostrará típicamente una lesión abdominal de gran tamaño, de carac-
esto, son lesiones de aspecto heterogéneo en imagen. Menos del 1% de los terísticas sólido-quísticas que realza con contraste. Suele existir disemina-
teratomas maduros malignizan, mientras que los inmaduros son considera- ción peritoneal al diagnóstico, observándose ascitis y nódulos metastásicos
dos malignos desde su origen. También se pueden complicar con rotura o peritoneales (MIR 13-14, 14).
torsión, produciendo clínica de abdomen agudo.
B. Carcinoma de endometrio (Figura 29)
Patología maligna
Es el cáncer ginecológico más frecuente y se detecta precozmente ya que
las mujeres consultan por sangrado vaginal anormal y/o dolor, lo que favo-
A. Carcinoma de ovario (Figura 27) rece una tasa de supervivencia alta. Se inicia en el la cavidad uterina y pro-
gresa invadiendo miometrio y cérvix, pudiendo dar metástasis ganglionares.
El carcinoma de ovario es la cuarta causa de muerte por cáncer en la mujer Es fundamental valorar el grado de invasión para el estadiaje, que se clasi-
y es predominantemente de origen epitelial, siendo raros los de origen ger- fica en I (a/b/c según afectación miometrial), II (invasión cérvix), III (invasión
minal y estromal. Es más frecuente en mujeres posmenopáusicas y suele locorregional) y IV (implantes metastásicos peritoneales). Existen factores
diagnosticarse en estadios avanzados ya que presenta una sintomatología de riesgo como el síndrome metabólico, tratamiento con tamoxifeno, sín-
insidiosa y no existen en la actualidad métodos de cribado validados. La drome de ovario poliquístico, menarquia precoz y menopausia tardía, etc.
presentación clínica clásica es la de aumento del perímetro abdominal con La presentación clásica es la de una mujer posmenopáusica que consulta
dolor abdominal difuso (MIR 13-14, 14). Puede cursar con anemia ya que por sangrado vaginal anormal; y puede acompañarse de dolor o leucorrea.
estas lesiones tienden a sangrar y, debido a esta presentación, la primera

Figura 27. Adenocarcinoma de ovario. B: masa sólido-quística pélvica (estrella), con nódulo peritoneal (flecha horizontal) y ascitis (flecha vertical). A
y D: corte axial de la misma paciente muestra afectación peritoneal (por encima de la línea amarilla) (nótese la diferencia de atenuación con la grasa
mesentérica normal). En la ecografía (C) se aprecia una masa heterogénea con componente líquido (anecoico) y sólido (ecogénico)

Figura 28. Adenocarcinoma de ovario. Imágenes axiales de RM T1 (A), T2 (B) y poscontraste (C). Obsérvese las características quísticas (hiperintenso en
T2 [B], flecha blanca) y sólidas (isointenso en T2 con realce en secuencias postcontraste flecha roja) con múltiples septos gruesos nodulares

14
06. Ginecología | RD

Figura 29. Carcinoma de endometrio: lesiones mamelonadas sólidas en la cavidad uterina con invasión del cérvix (estadio II). En los estudios de
imagen se pueden observar también restos hemáticos en la cavidad uterina en ecografía (A), RM coronal (B) y RM axial potenciada en T2 (C) y T1 post
contraste (D)

Figura 30. Carcinoma de cérvix: cortes axiales T2 y poscontraste de una lesión en la pared posterior del cérvix (flecha). Se observa lesión isointensa en
T1 con realce postcontraste

C. Carcinoma de cérvix (Figura 30) comunidades autónomas deben seguir las recomendaciones de las guías
europeas y ofrecer la prueba a estas mujeres cada 3-5 años. El papel de las
El factor de riesgo más importante es la infección por el virus del papiloma pruebas de imagen es el de valorar la extensión de estas lesiones para la
humano (VPH); para cuya detección se realizan citologías en mujeres asin- planificación del tratamiento. Si ya existe sintomatología será típicamente
tomáticas de entre 25 y 65 años que mantengan relaciones sexuales. En sangrado vaginal anormal y dispareunia en mujer de menos de 50 años.
España no existe un programa de cribado nacional establecido, aunque las

15
Radiodiagnóstico

07 Pediatría

7.1. Generalidades

7.1.1. Técnica
Por norma general, el paciente pediátrico es más radiosensible, con mayor propen-
sión a los efectos estocásticos y probabilísticos de la radiación ionizante. Por este
motivo, se procura ser más conservador a la hora de seguir los criterios ALARA (As
Low As Reasonably Achievable) de cara a optimizar el uso de los rayos X. En conse- flexible. Esto es determinante para que esta estructura pueda pasar a través
cuencia, se tiende a intentar utilizar más la ecografía o la RM –cuando es posible– del canal del parto. Cuando el parto es traumático, pueden darse hemato-
en lugar de la radiología convencional, la TC o estudios de imagen con radioisótopos mas superficiales a la calota. Los más clásicos son el cefalohematoma, el
de medicina nuclear. Además, los pacientes neonatos, en mayor medida, y meno- hematoma subgaleal y el caput succedaneum.
res de un año, tienen menor osificación, por lo que el haz de ultrasonido puede
penetrar en tejidos que normalmente son de difícil acceso en adultos por ecografía, Caput succedaneum Cefalohematoma
como por ejemplo el encéfalo, el cono medular o la articulación coxofemoral.
Edema de tejido celular
Hemorragia subperióstica
subcutáneo

7.2. Radiología neonatal Inicio En el momento del parto Horas depués del parto
Respeta suturas No Sí
Resolución En unos días 2 semanas - 3 meses
Neurorradiología neonatal Piel Equimótica a veces Normal
suprayacente
Tabla 1. Caput succedaneum vs cefalohematoma
A. Cefalohematoma y caput succedaneum

Debido a una laxitud fisiológica de las suturas craneales y del tejido osteo- B. Hemorragia de la matriz germinal (prematuros)
fibroso de los huesos de la calota, el cráneo del neonato es relativamente
La matriz germinal es uno de los puntos
del organismo del neonato prematuro
A B
en los que el endotelio es más frágil,
Caput succedaneum *
debido a su inmadurez y a su limitada
Cefalohematoma Periostio
Hematoma capacidad de autorregulación. Por
subdural
este motivo, tiene un mayor riesgo
Hemorragia Hemorragia de hemorragia ante mínimos cambios
subaracnoidea subgaleal de hemostasis y presión arterial. En el
compartimento intracraneal, la matriz
Aracnoides germinal se localiza principalmente en
Duramadre
surco caudotalámico. También existe
Fractura adyacente a los núcleos dentados de
craneal
los hemisferios cerebelosos. Cuando
se produce sangrado, éste se puede
clasificar en cuatro grados (I-IV) según
Figura 1. Cefalohematoma y caput succedaneum. Resonancia magnética cerebral de un recién nacido, imagen su severidad y extensión más allá de
coronal potenciada en T1. El paciente presenta un cefalohematoma (asterisco), limitado por el periostio del hueso la matriz germinal hacia los ventrícu-
parietal izquierdo. Por tanto, este tipo de hematomas estará limitado por las suturas. El caput succedaneum (flecha) los laterales o hacia la sustancia blanca
es una colección serosanguinolenta ubicada en el tejido celular subcutáneo, y por tanto no limitado por las suturas periventricular.

1
Manual CTO de Radiodiagnóstico

A B C

Figura 2. Hemorragia de la matriz germinal. Imágenes coronales en escala de grises de ecografía transfontanelar (a través de la fontanela anterior)
de un neonato prematuro (nacido a las 23 semanas de gestación), adquiridas, respectivamente, el día 1 posparto, día 25 y aproximadamente a los
dos meses de vida. A: muestra una hemorragia de la matriz terminal derecha, originada en el surco caudotalámico, con extensión intraventricular,
intraparenquimatosa y con isquemia venosa (grado IV); B: muestra disminución de la extensión y del efecto de masa un mes más tarde; C: muestra
gliosis y leucomalacia en esa misma región, el último estadio de necrosis coagulativa cerebral

C. Encefalopatía hipoxicoisquémica, leucomalacia D. Médula anclada


periventricular
Durante los últimos meses del desarrollo fetal existe una asimetría fisio-
Una de las mayores causas de morbilidad y mortalidad perinatal es la encefalo- lógica entre el desarrollo del cono medular y filum terminal respecto
patía hipoxicoisquémica. En esta entidad, el cerebro del neonato sufre hipoxia al de la columna ósea lumbosacra. El desarrollo de la parte inferior
e isquemia, la mayor parte de los casos son consecuencia de una complicación del tubo neural es especialmente delicado, en el que se sincronizan el
periparto, como por ejemplo desprendimiento prematuro de membranas, ectodermo dérmico y neural junto con el mesodermo de la notocorda y
eclampsia o cordón nucal. La sustancia blanca periventricular, la más suscepti- esqueleto axial. Cuando el desarrollo es anómalo por cualquier motivo
ble de sufrir isquemia, puede eventualmente presentar infartos. Estas regiones (debido, por ejemplo, a cromosomopatías o insultos durante el desarro-
infartadas serán reemplazadas por gliosis, leucomalacia y líquido cefalorraquídeo. llo embrionario o fetal), pueden darse casos de disrafismos o defectos
de cierre del tubo neural. Dependiendo del lugar preciso en el que se
A B C D localice el defecto del cierre del tubo neural y de los tejidos afectados
pueden darse meningoceles, lipomeningoceles, lipomieloceles o mielo-
cistoceles. Además, en estos casos suele existir una localización anómala
de la parte inferior del cono medular, con o sin engrosamiento o tensión
del filum terminal. En el neonato, debido a la consistencia cartilaginosa
de la columna lumbosacra a esta edad, este área anatómica se puede
estudiar con ecografía.
Figura 3. Encefalopatía hipóxico-isquémica. Neonato prematuro
con lesión anóxica profunda causada por un parto complicado. Cortes
axiales del cerebro. Las tres primeras imágenes muestran A: Difusión; Patología respiratoria neonatal
B: coeficiente de difusión aparente; C: perfusión cerebral, a los tres
días del parto, tras hipotermia terapéutica. Por desgracia, en este
caso no mejoró el pronóstico. D: TC tomada cinco meses más tarde, A. Taquipnea transitoria del recién nacido
mostrando las secuelas con pérdida de volumen severa, leucomalacia
y colecciones bilaterales subdurales. El paciente sufre parálisis cerebral
También conocido como “pulmón húmedo”, es la causa más frecuente de difi-
cultad respiratoria neonatal. Este
trastorno se caracteriza por un
retraso en la absorción de líquido
fetal pulmonar. Los síntomas apa-
recen inmediatamente tras el
parto, y suele recuperarse por sí
sola en pocos días. El caso clínico
clásico (aunque no exclusivo) es
un neonato nacido a término, por
cesárea. Otro caso puede ser una
B C madre diabética o con sedación.
A
En radiografía se verá un patrón
Figura 4. Médula anclada y disrafismo con lipomielomeningocele: Varón de tres meses de edad con hoyuelo sacro,
intersticial, con o sin líquido en las
enuresis y parálisis flácida de los miembros inferiores. A: RM potenciada en T1, corte sagital a nivel de la columna
lumbosacra. Hay una discontinuidad del saco tecal posterior, con herniación de grasa epidural y parte de la placoda neural; cisuras, y con volumen pulmonar
B: cortes axiales con RM; C: ecografía en ese mismo área. Se confirma el disrafismo, compatible con un lipomielocele normal o aumentado.

2
07. Pediatría | RD

Figura 5. Taquipnea transitoria *


del recién nacido. Radiografía
frontal de tórax de una niña A B C
recién nacida a término, tras Figura 6. Enfermedad de las membranas hialinas. Niña prematura nacida en las 24 semanas de gestación.
parto por cesárea. Se identifica A: radiografía AP de tórax adquirida el día del parto, muestra hallazgos característicos: patrón granular difuso
un patrón intersticial, en su bilateral, hipoinsuflación pulmonar. El asterisco muestra el catéter umbilical venoso, y la flecha muestra el
mayor parte homogéneo, catéter umbilical arterial. El paciente también está intubado con un tubo endotraqueal, además de un catéter
con volúmenes pulmonares orogástrico. B. Radiografía AP de tórax del mismo paciente, tras permanecer un mes y medio en la UCI pediátrica,
levemente aumentados postextubación. El patrón granular se ha resuelto, pero en su lugar ha aparecido un marcado patrón reticular con
(manifestados por leve fibrosis septal, también llamado “patrón en esponja”, característico de la displasia broncopulmonar, secuela de
aplanamiento diafragmático). una combinación del diagnóstico inicial y el tratamiento. C: misma radiografía que B con esquema ilustrativo de
Los hallazgos de imagen se afectación septal (rojo)
resolvieron a los dos días

B. Enfermedad de la Es importante recordar también que la


membranas hialinas aspiración se puede complicar con neu-
motórax en un 10-40% de los casos.
Esta entidad se da virtualmente exclu-
sivamente en prematuros. Los pul- D. Hipertensión pulmonar
mones aún no se han desarrollado lo persistente
suficiente como para producir surfac-
A tante. En radiografía se verá un patrón También conocida como circulación Figura 8. Displasia
granular o retículo-granular bilateral, fetal persistente. Fisiológicamente, broncopulmonar. Radiografía
sin líquido en cisuras, y con volumen la circulación pulmonar del feto frontal de tórax de niño
prematuro de un mes de
pulmonar disminuido, debido la falta tiene una resistencia vascular ele-
edad, nacido a las 24 semanas
* de distensibilidad pulmonar. En casos vada, lo que permite la perfusión de gestación, tras permanecer
graves, pueden darse atelectasias, del parénquima pulmonar en desa- un mes en UCI neonatal. Se
en las que habrá colapso parcial (con rrollo. Al nacer, para que se pueda observa un marcado patrón
broncograma aéreo) o total (sin bron- dar la transición de la circulación reticular con fibrosis septal,
cograma aéreo) de las vías aéreas peri- fetal a la posnatal, dicha resisten- también llamado “patrón en
féricas (bronquiolos) y alveolos. cia vascular debe disminuir y llegar esponja”, característico de la
displasia broncopulmonar
B a ser menor a la sistémica. Cuando
Figura 7. Síndrome de
C. Síndrome de aspiración esto no ocurre, se producirán shunts
aspiración meconial. Niña de meconial derecha-izquierda a través del foramen oval o ductus arterioso, lo que
tres días de edad, postérmino, clínicamente puede manifestarse como cianosis y/o hipoxemia. Los
con aspiración de meconio. El caso clásico de aspiración meconial hallazgos en radiografía suelen ser inespecíficos o incluso normales.
A: radiografía AP de tórax es el de un recién nacido postérmino En algunos casos, puede observarse disminución de la vasculatura pul-
adquirida en el día 3 posparto (aunque también puede darse a tér- monar.
muestra hallazgos característicos: mino), que haya sido sometido a algún
hiperinsuflación por
atrapamiento aéreo, aumento
tipo de estrés perinatal. Esta situación E. Displasia broncopulmonar
de los volúmenes pulmonares precipita la peristalsis intestinal y, en
(manifestado por aplanamiento consecuencia, la liberación de meconio Esta es una enfermedad casi exclusiva del neonato prematuro de muy bajo
diafragmático) y atelectasias al líquido amniótico. La patofisiología de peso. Los pacientes que se complican con enfermedad de membranas hia-
subsegmentarias perihiliares; esta entidad será secundaria a la de la linas requerirán oxigenoterapia y ventilación. Cuando esta se da de forma
B: radiografía AP de tórax del aspiración. En radiografía se verán áreas prolongada, se produce una combinación de microbarotrauma alveolar.
mismo paciente, adquirida al de hiperinsuflación por atrapamiento Esto, combinado con la inmadurez del pulmón y la toxicidad del oxígeno,
día siguiente, tras extubación.
aéreo, consecuencia de mecanismo causarán un daño difuso al parénquima pulmonar. Cuando la ventilación
Hay un nuevo colapso en
valvular del meconio, que obstruye las se aplica más allá de un mes (de edad postconcepcional corregida) y existe
el lóbulo superior derecho
(asterisco) con pérdida de vías aéreas distales. Esto se combinará daño alveolar, se diagnostica la displasia broncopulmonar. En la radiogra-
volumen y desviación/retracción con infiltrados alveolares parcheados fía de tórax se observará un “patrón en esponja”, en el que existirá una
mediastínica hacia la derecha, y atelectasias. Los volúmenes pulmona- combinación de patrón intersticial con fibrosis septal y áreas hiperclaras
compatibles con atelectasia lobar res, globalmente, estarán aumentados. redondeadas y/o quísticas.

3
Manual CTO de Radiodiagnóstico

Trastornos digestivos del recién nacido B. Enterocolitis necrotizante

El hallazgo radiológico más característico de la enterocolitis necrotizante


A. Gastrosquisis y onfalocele es la neumatosis intestinal, o acumulación anómala de gas en la pared
intestinal. Por lo general, se detecta mediante radiología convencional,
Tanto las gastrosquisis como el onfalocele son defectos congénitos, ecografía o tomografía computerizada. El hallazgo de gas extraluminal,
en los que existe una eventración de asas intestinales a través de la circunferencial en la pared intestinal es virtualmente patognomónico. La
pared abdominal anterior, asociada o no con órganos abdominales. El ecografía tiene las ventaja de poder explorar la vasculatura con Doppler,
diagnóstico es relativamente sencillo con una anamnesis y exploración la perfusión de las asas intestinales, valorar engrosamiento/edema de su
física adecuadas. Desde el punto de vista del diagnóstico por imagen, pared con mayor precisión, así como la habilidad de evaluar la peristalsis.
existen dos principales diferencias: la más determinante es que el onfa- Otros posibles hallazgos relacionados son la neumatosis portal (i.e.: gas
locele estará recubierto por una membrana externa, al contrario que en la circulación portal) y, cuando existe perforación de víscera hueca, el
en la gastrosquisis (MIR 13-14, 86). Segundo, que el onfalocele está neumoperitoneo.
frecuentemente asociado a otras malformaciones, no como en el caso
de la gastrosquisis. Y tercero, que en el caso del onfalocele, como su C. Malrotación y vólvulo
propio nombre indica, el defecto se producirá a través del anillo umbili-
cal, mientras que, en la gastrosquisis, el defecto en la pared abdominal La malrotación intestinal se define como una posición anómala del intestino
será paraumbilical. delgado, del colon o de ambos, causada por una rotación anómala durante
el desarrollo fetal. Suele asociarse a
una fijación anómala al mesenterio,
la cual a su vez predispone el vól-
vulo de intestino medio.

En estudios de fluoroscopia con


tránsito baritado se observará
una posición anómala de la unión
duodeno-yeyunal, en lugar de su
localización habitual en el ángulo
de Treitz, que es en el cuadrante
superior izquierdo. En los casos
que se compliquen con vólvulo
de intestino delgado, el caso
clínico típico será el de un neo-
nato con clínica de obstrucción
intestinal y vómitos biliosos. En
el tránsito baritado, además de
la posición anómala de la unión
duodeno-yeyunal, se observará un
signo del remolino. En ecografía
Figura 9. Onfalocele. Radiografías frontal y lateral de abdomen de un neonato con onfalocele. Las asas se podrá identificar una inversión
intestinales eventradas están recubiertas por peritoneo de la posición de la arteria y vena
mesentérica superiores, con la
vena mesentérica superior en el
lado izquierdo. En los casos que se
compliquen con vólvulo, se podrá
ver ocasionalmente un signo del
poste del barbero, con rotación
de la vena mesentérica superior
sobre la arteria, en contra de las
agujas del reloj.

D. Enfermedad de
A B C Hirschsprung
Figura 10. Enterocolitis necrotizante. Estudios de imagen de un neonato con enterocolitis necrotizante. A: radiografía
También conocida como megacolon
AP abdominal, muestra neumatosis intestinal extensa. No se evidencia neumatosis portal. B: ecografía abdominal con
transductor de alta frecuencia, demuestra gas extraluminal, circunferencial en la pared intestinal (flechas), compatible agangliónico congénito. Como su
con neumatosis. Este asa mostró también hipoperistalsis. C: ecografía abdominal con transductor de alta frecuencia, propio nombre indica, está causada
centrada en el cuadrante superoexterno. Se identifican múltiples pequeños focos hiperecogénicos con artefacto en por la ausencia de células gangliona-
cola de cometa (flechas), de predominio periférico, compatibles con neumatosis portal res en el plexo mientérico colónico.

4
07. Pediatría | RD

VMS VMS

*
AMS

A B C

Figura 11. Malrotación y vólvulo. Varón de dos meses de edad con vómitos biliosos. A: tránsito baritado mostrando el clásico signo del remolino
(flecha), compatible con vólvulo intestinal. Nótese una posición anómala de la unión duodeno-ileal, en el cuadrante superior derecho; B. Ecografía
abdominal del mismo paciente, con Doppler color a la altura de los vasos mesentéricos. Nótese una localización anómala de la vena mesentérica
superior (VMS), a la izquierda de la arteria (AMS); C: imagen adicional de ecografía abdominal del mismo paciente, algo más caudal, mostrando
el signo del poste del barbero, con rotación de la vena mesentérica superior alrededor del eje de la arteria, en contra de las agujas del reloj. En la
laparotomía exploratoria se identificó malrotación intestinal, complicada con un vólvulo de intestino medio

*
R

Figura 13. Enfermedad de


*
Hirschprung
Figura 12. Enfermedad de
Hirschsprung. Enema opaco,
proyección AP a la altura En consecuencia, existirá una hipope-
de la pelvis. Se identifican
ristalsis, que se manifestará como una
hallazgos clásicos de esta
enfermedad: Calibre del recto obstrucción de carácter funcional. La
(R) menor al del sigma (S); mayor parte de los casos se presentarán
cambio brusco de calibre con una falta de eliminación de meco-
a la altura de la transición nio a las 24-48 horas de vida, acompa-
entre el segmento afectado ñados de distensión abdominal.
y el normal (asterisco), con
dilatación retrógrada de asas. Figura 14. Íleo meconial. Enema opaco, proyección AP. Existe una
El método de imagen radiológico clásico disminución generalizada del calibre colónico, por falta de uso,
Y por último, patrón mural
en diente de sierra sobre el para el diagnóstico de esta enfermedad denominado “microcolon” (asterisco). El meconio espeso que causa
esfínter anal, secundario al es el enema opaco. En este estudio se la obstrucción a nivel del íleon terminal se mostrará como defectos
espasmo (flechas) (cortesía del podrán identificar una combinación de de repleción de contraste (flechas) (cortesía del Dr. José Moltó,
Dr. José Moltó, Washington DC) los siguientes tres hallazgos característi- Washington DC)
cos: primero, un punto de transición entre
el segmento colónico anormal (agangliónico) y el normal, con cambio brusco de
calibre; segundo, el segmento agangliónico, por su carácter espasmódico, podrá 7.3. Neurorradiología pediátrica
presentar el patrón mural en diente de sierra. Y por último, en la mayor parte de
los casos existirá un retraso en la evacuación del contraste. El diagnóstico defini-
tivo se hace mediante biopsia. Calota
E. Íleo meconial
A. Craneosinostosis
El íleo meconial consiste en la obstrucción intestinal, ya sea completa o parcial,
debido a la acumulación anómala de meconio espeso en el íleo terminal. Hasta La craneosinostosis se define como la fusión prematura anómala de sutu-
un 10% de los pacientes pueden presentarse con peritonitis meconial, debida ras de la calota. Dependiendo de la sutura afectada, la calota podrá pre-
a una perforación intraútero. En esos casos, podrán identificarse en ocasiones sentar diferentes tipos de deformidad. Los tres tipos más frecuentes son
calcificaciones sobre la pared peritoneal en estudios de imagen. La mayor parte la braquicefalia, causada por un cierre prematuro de la sutura coronal, y la
de los pacientes presentarán también un microcolon, debido a falta de uso. escafocefalia, causada por un cierre prematuro de la sutura sagital. El cierre

5
Manual CTO de Radiodiagnóstico

asimétrico de las suturas coronales puede causar plagiocefalia y, en algunos


casos, deformidades de la órbita (como en ojo de arlequín).

*
*

A B

Figura 15. Craneosinostosis. Niña de dos años de edad.


Reconstrucción 3D de TC craneal, con orientación coronal (A) y axial
(B). Se identifica fusión parcial, prematura y asimétrica de la sutura
coronal derecha. Esto provoca una deformidad en plagiocefalia de la
calota y apariencia en ojo de Arlequín de la órbita derecha

Figura 17. Atresia de coanas. Varón de nueve días de edad con


7.4. Cabeza y cuello dificultad respiratoria. Hay estrechamiento de ambas coanas, con
medialización de ambos huesos maxilares hacia el vómer (flechas).
Cuando la atresia es total, se podrán observan niveles hidroaéreos
(asteriscos)
Órbita
B. Cuerpo extraño
A. Retinoblastoma
La ingesta o aspiración de cuerpos extraños es relativamente fre-
El retinoblastoma es el tumor intraocu- cuente en la población pediátrica. El caso clásico que se puede pre-
lar más frecuente durante la infancia. guntar es el de la ingesta de una moneda, pidiéndo distinguir si se
La mayor parte de los casos (más del localiza en la tráquea o en el esófago. Clínicamente, la dificultad
90%) se diagnostican durante los pri- respiratoria asociada a una aspiración sería obviamente de mayor
meros cinco años de vida. Entre un 50% gravedad; en radiografía convencional, las monedas localizadas en
y un 60% de los pacientes pueden pre- el esófago aparecerán por normal general de perfil en la proyección
sentar leucocoria en el examen físico. lateral.
En métodos de imagen, este tumor
Figura 16. Retinoblastoma. maligno aparecerá como un nódulo
Varón de tres años de edad intraocular. La RM y TC se utilizan para
con pérdida de visión y identificar posibles tumores conco-
leucocoria en el ojo izquierdo. mitantes intracraneales, que pueden
Resonancia Magnética, corte
darse en la glándula pineal (retinoblas-
axial a través de la órbita
muestra una masa intraocular. toma trilateral) o incluso en la región
Biopsia compatible con supraselar (tetralateral), además de
retinoblastoma para descartar posibles metástasis.

Vía Aérea

A. Atresia de coanas
Figura 18. Cuerpo extraño. Niña de tres años de edad con
La atresia de coanas es un estrechamiento óseo, membranoso o cartilagi- sialorrea y dificultad respiratoria. Proyecciones AP y lateral
noso de las coanas. Puede estar asociado a diferentes síndromes, el más clá- de tórax muestran un cuerpo extraño, bien definido, de
sico de los cuales es el CHARGE (Coloboma, Heart, Choanal Atresia, Retarded morfología circular en el esófago, compatible con una moneda.
growth and development, Genitourinary anomalies, Ear anomalies). Es importante recordar que, ocasionalmente, las pilas en forma
de botón pueden mostrar una morfología similar, aunque sus
complicaciones asociadas son potencialmente mucho más
La TC es el estudio de imagen óptimo para estudiar esta alteración, por la
graves. Las pilas de botón, al contrario que las monedas, suelen
información que aporta de esqueleto maxilofacial. tener unos bordes biselados

6
07. Pediatría | RD

D. Epiglotitis

En casos de alta sospecha de epigloti-


tis aguda, el diagnóstico definitivo no
se hace mediante radiología conven-
cional, sino por exploración laríngea
directa. Por norma general, la radio-
grafía lateral de la vía aérea constituirá
* una primera prueba de cribado. En
los casos positivos, se podrá detectar
engrosamiento de la epiglotis, frecuen-
Figura 21. Epiglotitis. Niña
temente asociado al de los pliegues de cinco años de edad con
ariepiglóticos. epiglotitis. Radiografía
lateral de vía aérea. Existe
Figura 19. Cuerpo extraño. Varón de cuatro años de edad, E. Absceso retrofaríngeo un marcado engrosamiento
atragantamiento brusco durante almuerzo, sensación de cuerpo de la epiglotis (flecha) y de
extraño y dificultad respiratoria. TC de tórax, reconstrucción coronal La mayor parte de los abscesos retro- los pliegues ariepiglóticos,
en ventana pulmonar muestra un defecto de repleción en el bronquio compatibles con esta
faríngeos se diagnostican en niños
intermedio derecho (flecha). Esto causa un mecanismo valvular enfermedad
menores de 6 años. Los pacientes se
secundario con atrapamiento aéreo en el parénquima pulmonar
afectado (asterisco). En la broncoscopia se identificó un guisante presentarán con fiebre, estridor y disfagia. Es causado generalmente por
obstruyendo el bronquio intermedio necrosis caseosa de un ganglio linfático infectado. En radiografía lateral de la
vía aérea se podrá observar un aumento anómalo del espacio prevertebral.

C. Laringitis

También conocida como crup, esta infección suele ser causada en la mayor
parte de los casos por el virus parainfluenzae de tipo 1. Suele darse en niños
de entre 3 meses y 5 años. El diagnóstico es eminentemente clínico.

A B C
En radiología convencional, el hallazgo clásico descrito en la literatura es
el signo en punta de lápiz, manifestado por una estenosis/estrechamiento Figura 22. Absceso retrofaríngeo. Varón de cinco años de edad con
subglótico en la proyección frontal de la vía aérea. fiebre alta, estridor y marcado dolor a la palpación cervical anterior. A:
muestra una radiografía lateral de la vía aérea, con ensanchamiento
anormal de partes blandas prevertebral; B: corte sagital y C: corte
axial de una tomografía computerizada con contraste endovenoso del
mismo paciente, adquirida el mismo día. En ella se puede identificar
una colección de líquido con realce en anillo (línea roja), centrada en
el espacio retrofaríngeo y parafaríngeo izquierdo, compatible con un
absceso. También se pueden observar adenopatías locorregionales
(flechas rojas)

7.5. Tórax

Congénito

A. Secuestro pulmonar

Esta patología consiste en la presencia de una parte anómala del parénquima


pulmonar, separada del árbol bronquial, con aporte vascular arterial sisté-
mico. La localización más frecuente es en lóbulos inferiores. El cuadro clínico
clásico es un niño con neumonías de repetición, con persistencia de una opa-
cidad anómala en el área del secuestro, que no se resuelve a pesar de tratar
Figura 20. Laringitis vírica o crup. Varón de 3 años de edad con la neumonía. En TC o RM se podrá identificar el aporte vascular arterial sisté-
tos perruna y estridor. Radiografía AP de vía aérea muestra un mico, diagnóstico de secuestro. Existen dos subtipos principales: el intralobar
estrechamiento subglótico (flechas), también conocido como el (alrededor del 75% de los casos) y el extralobar (25%). El secuestro intralobar
signo de la punta de lápiz o del campanario, por su carácter afilado, compartirá pleura visceral con el resto del pulmón, al contrario que el extralo-
característico de esta infección vírica bar. El secuestro extralobar tendrá, además, drenaje venoso sistémico.

7
Manual CTO de Radiodiagnóstico

* *

A B C

Figura 23. Secuestro pulmonar. Varón de cinco años de edad con neumonías de repetición. A: radiografía AP de tórax muestra una opacidad irregular
en el seno cardiofrénico derecho, persistente en varias radiografías previas. Ante estos hallazgos, se recomendó una angio-TC para descartar un
posible secuestro pulmonar; B: angio-TC torácica del mismo paciente, corte axial a la altura del diafragma muestra una rama arterial supernumeraria
(flecha), la cual irriga a una porción de parénquima pulmonar anómalo con ocupación alveolar (línea roja discontinua); C: reconstrucción 3D de este
mismo caso ilustrando el secuestro pulmonar (asterisco, en color verde), con aporte vascular arterial sistémico independiente (flecha)

en pacientes menores de 8 años. El agente causal más frecuente es Strep-


B. Hernia diafragmática congénita tococcus Pneumoniae. En radiografía de tórax, esta neumonía aparecerá,
como su propio nombre indica, como una opacidad redondeada. Es conve-
El diagnóstico de la hernia diafragmática congénita es relativamente sencillo. niente no confundir este tipo de infección respiratoria con una neoplasia. Si
En el período prenatal se hace mediante ecografía. Tras el parto, el diagnós- el cuadro clínico es clásico, no son necesarios otros métodos de imagen. Lo
tico se hará mediante la identificación de asas intestinales en la cavidad torá- recomendable es repetir la radiografía tras tratar la neumonía. La disminu-
cica, acompañadas de un defecto en el diafragma (MIR 04-05, 180). El tipo ción (o resolución) de la opacidad excluirá otras entidades.
más frecuente es la de Bochdalek, de localización posterolateral izquierda.

A B
Figura 25. Neumonía redonda. Varón de 8 años de edad con fiebre
alta, tos, expectoración y dolor pleurítico. Radiografía frontal muestra
una opacidad redondeada en el lóbulo inferior izquierdo (ausencia
de signo de la silueta). La proyección lateral confirma el hallazgo y la
localización posterior (asterisco). Es conveniente no confundir este
Figura 24. Hernia diafragmática congénita. Niña de un día de edad, diagnóstico con una neoplasia. La indicación es tratar la neumonía y
nacida a término. Radiografía AP de tórax muestra múltiples lesiones repetir imagen después. En este paciente, las radiografías un mes más
redondeadas radiolúcidas, compatibles con asas intestinales invadiendo el tarde mostraron resolución total de la opacidad
tórax izquierdo. Existe hipoplasia del pulmón ipsilateral, así como efecto de
masa con desviación secundaria del mediastino hacia la derecha
Otras
Inflamatorio/infeccioso
A. Fibrosis quística

A. Neumonía redonda Los pacientes con fibrosis quística, debido a la alteración congénita en sus canales
iónicos a nivel celular, suelen presentar secreciones glandulares deshidratadas y,
Los hallazgos radiológicos de la neumonía lobar son muy similares y prác- por tanto, más espesas. Esto predispone a la obstrucción, retención de secreciones
ticamente superponibles al de los adultos. Sin embargo, existe un tipo par- y, por tanto, predispone a infecciones de repetición. En el parénquima pulmonar
ticular de neumonía en la población pediátrica, denominada “neumonía y en las vías aéreas existirá obstrucción parcheada de los bronquios y bronquiolos
redonda”, que conviene recordar. La práctica totalidad de estos casos se dan terminales, neumonías de repetición y, particularmente, presencia de bronquiec-

8
07. Pediatría | RD

tasias de predominio en lóbulos superiores (en contraposición al déficit de alfa 1 B. Fístula traqueoesofágica
antitripsina, en el que las bronquiectasias serán de predominio inferior). E
La mayor parte de los casos de atresia T
esofágica, en torno al 92% se acompa-
ñarán de algún tipo de fístula con el
árbol bronquial. En cuanto a estudios
de imagen, se suele hacer un esofa-
gograma con contraste hidrosoluble. B
El propósito del estudio será localizar
el punto de comunicación del esófago
con el árbol bronquial.

C. VACTERL

La fístula traqueoesofágica se asocia


entre un 47-75% de los casos a malfor-
maciones congénitas adicionales. Entre
ellas, conviene destacar la asociación Figura 28. Fístula
VACTERL (malformaciones Vertebra- traqueoesofágica.
les, Ano imperforado, malformaciones Esofagograma, proyección
Cardíacas, fístula Traqueo-Esofágica, lateral. Opacificación
anómala de la tráquea (T) y
malformaciones Renales y de extremi-
del árbol bronquial (B) tras la
dades (Limb). administración de contraste
Figura 26. Fibrosis quística. Varón de 18 años de edad con diagnóstico hidrosoluble por vía esofágica
conocido de fibrosis quística. Angio-TC torácico de urgencia por hemoptisis. (E), debido a la presencia de una
Se observan múltiples bronquiectasias (flechas) tanto cilíndricas como
varicosas o saculares, de predominio en lóbulos superiores (característico
7.6. Abdomen fístula traqueoesofágica (flecha)

de esta enfermedad). Hay también engrosamiento pronunciado de la trama


broncovascular perihiliar y de las vías aéreas centrales
Estenosis hipertrófica del píloro
Tráquea y Esófago La estenosis hipertrófica del píloro consiste en un engrosamiento circunfe-
rencial idiopático de la musculatura del canal pilórico. La incidencia es cinco
veces mayor en varones. Casi todos los casos se dan entre la tercera y la duo-
A. Atresia esofágica décima semana, siendo muy infrecuente en el período neonatal y más allá del
tercer mes. En ecografía, el criterio diagnóstico más aceptado será un espesor
La atresia es la malformación congénita esofágica más frecuente. El diag- de la capa muscular de más de 3 mm, con una longitud del canal pilórico
nóstico radiológico es sencillo: se nos mostrará una radiografía de tórax, con mayor a 15 mm (MIR 13-14, 179; MIR 10-11, 153; MIR 08-09, 180). Lógi-
una sonda nasogástrica fija y/ o enrollada en el esófago torácico medio, en camente, estas cifras son orientativas, y el diagnóstico se hará mediante una
un bolsón esofágico (MIR 11-12, 135). En los casos en los que exista fístula combinación de anamnesis, exploración física y hallazgos en imagen. Otros
traqueoesofágica, se podrá identificar aire en el estómago. hallazgos radiológicos típicos son la falta total de paso de contenido gástrico
hacia el bulbo duodenal, o el paso de una mínima cantidad. Este último, en
estudios de fluoroscopia se manifestará como el signo de la cuerda.

H
* A

RD D

A B

Figura 29. Estenosis hipertrófica del píloro. Varón de cinco semanas


de edad con vómitos proyectivos, no biliosos. A: ecografía abdominal
muestra engrosamiento de la musculatura y alargamiento anómalo
del canal pilórico (flechas rojas), sin paso de contenido desde el antro
Figura 27. Atresia esofágica. Varón neonato de un día de edad con gástrico (asterisco); B: mismo paciente, tránsito baritado, proyección
dificultad respiratoria y sialorrea. Radiografía AP de tórax muestra falta de lateral a la altura del abdomen superior muestra distensión del antro
paso de sonda nasogástrica más allá del esófago medio, retenida en un gástrico (A) y estrechamiento marcado del canal pilórico, manifestado
bolsón esofágico (flecha). Nótese la presencia de gas en la cámara gástrica, como el signo de la cuerda (flechas rojas). H: hígado; RD: riñón
la cual demuestra la existencia de una fístula distal con el árbol bronquial derecho; E: esófago; D: duodeno

9
Manual CTO de Radiodiagnóstico

B. Divertículo de Meckel

El divertículo de Meckel es una dilatación sacular ileal, causada por una ano-
malía del desarrollo por persistencia del conducto onfalomesentérico. Su
mera existencia no tiene por qué causar síntomas. Aproximadamente, un
50% de los casos, debido a su desarrollo embrionario, presentarán mucosa
gástrica ectópica. El 90% de esos casos sintomáticos se manifestarán como
sangrado intestinal en pacientes pediátricos.

El estudio de imagen óptimo para los casos con sangrado intestinal será la
Figura 30. Estenosis hipertrófica de píloro: imagen anatómica gammagrafía con Tecnecio (Tc 99m). En los casos sintomáticos en los que
se sospeche una diverticulitis, la ecografía o TC podrán ayudar. Cuando se
sospeche sangrado activo, ocasionalmente se puede realizar arteriografía
A. Invaginación intestinal selectiva de la arteria mesentérica superior.

La invaginación intestinal más frecuente en la población pediátrica es la de


intestino delgado, seguida de la ileocólica. Por norma general, las invagina-
*
ciones de intestino delgado suelen resolverse por sí solas y no requieren
desinvaginación mecánica. La invaginación ileocólica consiste en la intro-
ducción telescópica de un segmento intestinal (intussusceptum), en este
caso del íleon distal dentro del calibre de un segmento inmediatamente dis-
tal y contiguo (intussuscipiens), en ese caso el colon proximal. En ecografía
abdominal, se observará la imagen clásica “en donut”, en corte transversal
a nivel de la invaginación (MIR, 12-13, 33). La radiografía abdominal mos-
trará, en el caso de invaginación ileocólica, ausencia de gas en el ciego y
colon ascendente. En estudios de fluoroscopia, durante el proceso de desin- Figura 33. Divertículo de Meckel. Niña de 2 años de edad con
vaginación mecánica, se podrá identificar el “signo del menisco”, el cual hemorragia rectal indolora. Estudio de medicina nuclear, gammagrafía
con Tecnecio 99m. Proyección frontal incluyendo abdomen y pelvis.
refleja el defecto de repleción de aire por parte del segmento invaginado.
Este radiotrazador es captado fisiológicamente por las células
secretoras del estómago (asterisco). Sin embargo, en este paciente
también se observa un foco anómalo de captación en la fosa ilíaca
derecha (flecha roja), indicativo de mucosa gástrica ectópica en un
*
remanente del conducto onfalomesentérico (i.e.: divertículo de Meckel)

A
B C
7.7. Genitourinario
Figura 31. Invaginación intestinal. Varón de dos años de edad con
invaginación ileocólica. A: ecografía abdominal, corte transversal a nivel
de la válvula ileocecal muestra el clásico signo del donut; B: estudio de Congénito:
fluoroscopia durante reducción mecánica terapéutica con enema de
aire. En éste se identifica el signo del menisco (línea discontinua), con el
intussusceptum (asterisco) penetrando en el ángulo hepático del colon A. Riñón en herradura
(intussuscipiens); C: misma imagen que B, sin anotaciones
El riñón en herradura tiene una aparien-
cia patognomónica en imagen, con una
fusión congénita anómala de ambos
riñones a través de la línea media, por
norma general, de sus polos inferiores.
Estos pacientes tienen un aumento de
Figura 34. Riñón en
complicaciones en casos de trauma,
herradura. Niño de dos
aumento de riesgo de infecciones del
años de edad con anemia
de Blackfan-Diamond y tracto urinario, de nefrolitiasis y aumento
estudio de RM sin contraste de incidencia de tumor de Wilms com-
para la cuantificación de parado con la población general.
concentración de hierro (de
ahí la baja resolución de la B. Valvas de uretra
imagen). Imagen
axial potenciada en posterior
T1 muestra el hallazgo
incidental de riñón en Las valvas de uretra posterior son una
Figura 32. Invaginación intestinal: imagen anatómica herradura (flechas) anomalía congénita que consiste en la

10
07. Pediatría | RD

prominencia de las plicas coliculares de uretra posterior, un remanente del con- La persistencia anómala del uraco es una fístula onfalovesical. Durante la
ducto wolffiano. Cuando están presentes, suelen extenderse desde la altura del vida fetal, el anillo umbilical y la parte superior de la vejiga están conecta-
verumontanum hasta la uretra prostática. Esto causará una obstrucción uretral dos por el alantoides. Eventualmente, este conducto se fibrosa de modo
retrógrada de menor o mayor grado. En métodos de imagen se podrá identifi- fisiológico. Si esto no ocurre y la luz del conducto persiste, puede existir un
car un cambio brusco de calibre con dilatación marcada de la uretra posterior, abanico de anomalías, tales como la fístula, quiste, divertículo o seno uracal.
con presencia de un defecto de repleción a la altura de la válvula.
Reflujo vesicoureteral
El reflujo vesicoureteral es el flujo anómalo retrógrado de orina desde la
vejiga hacia el tracto urinario superior. Se graduará de menor a mayor grave-
dad dependiendo del grado de la extensión (y, en su caso, de dilatación) del
uréter, del sistema pielocalicial, o de ambos. Es importante porque aumenta
V considerablemente el riesgo de infecciones del tracto urinario de repetición
y, en algunos casos, de aparición de nefropatía por reflujo que se puede
complicar con cicatrices renales. El método diagnóstico más extendido es la
cistouretrografía miccional seriada (CUMS), la cual se hace mediante fluo-
roscopia con inyección de contraste a través de un catéter vesical. También
está cada vez más extendida (sobre todo en Europa) la urosonografía mic-
cional seriada, la cual utiliza la ecografía (de ahí su nombre). Esta última
tiene la ventaja añadida de no utilizar radiación ionizante.

P
V

UD
*
Figura 35. Valvas de uretra posterior. Varón de nueve días de edad. CUMS, UI
proyección lateral, La vejiga (V) está distendida y muestra irregularidad de su
pared posterior. Existe un marcado estrechamiento con cambio brusco de
calibre a la altura del verumontanum (flechas), secundario a la prominencia A B
de las valvas posteriores. Hay dilatación retrógrada de la uretra posterior (P)
Figura 37. Reflujo vesicoureteral. Niña de tres años de edad con
infecciones urinarias de repetición. A: estudio de CUMS mostrando
C. Uraco patente opacificación anómala con marcada dilatación y tortuosidad del
uréter derecho (UD) e izquierdo (UI), así como del sistema pielocalicial
bilateral. Esto es compatible con reflujo de categoría 5 (el más severo);
B: ejemplo de urosonografía miccional seriada en otro paciente.
Proyección lateral de la uretra (asterisco) y vejiga (V). En esta imagen
no se identifica reflujo vesicoureteral
M

Grado Grado Grado Grado Grado


I II III IV V

Figura 38. Grados de reflujo vesicoureteral

Figura 36. Uraco permanente. Neonato varón de 1 mes edad con


exudación de líquido amarillento de pH ácido desde el anillo umbilical.
Imagen de ecografía abdominal con transductor lineal de alta frecuencia,
Neoplasias
con proyección sagital de la pared abdominal anterior, a la altura de la
pelvis. La izquierda de la imagen es craneal, la derecha es caudal. Existe
persistencia del conducto onfalovesical (flechas rojas). Dentro de este
conducto existen numerosos pequeños focos lineales hiperecogénicos,
Recuerda
compatibles con gas, indicativos de una luz permeable. V: vejiga; M: Es muy importante –y rentable– conocer bien las diferencias entre tu-
musculatura de la pared abdominal anterior; C: cavidad peritoneal mor de Wilms y neuroblastoma.

11
Manual CTO de Radiodiagnóstico

En los próximos apartados se estudia un caso de tumor de Wilms y uno


de neuroblastoma, así como una tabla incluyendo las principales dife-
rencias.

A. Tumor de Wilms

Es un tumor maligno renal, derivado del metanefros blastémico primitivo.


Es el segundo tumor abdominal más frecuente en niños.
Figura 40. Hemorragia suprarrenal. Neonatal varón de una semana
Desde el punto de vista radiológico, es importante recordar el signo de edad, macrosómico y nacido por parto de nalgas. La imagen de
de la garra o de la pinza de cangrejo. Consiste en la apariencia de los la izquierda es una ecografía renal, corte longitudinal centrado en el
márgenes de parénquima normal que rodean o “abrazan” la lesión. espacio suprarrenal derecho. Se observa una masa hipoecogénica
Este hallazgo es útil desde el punto de vista diagnóstico, ya que no (i.e.: predominantemente oscura) con efecto de masa sobre en polo
se da en los tumores de origen no renal. En ecografía, por norma superior del riñón ipsilateral, inmediatamente caudal. La imagen
general aparecerá como una lesión hipoecogénica (i.e. oscura) y en de la derecha, adquirida durante el mismo estudio, muestra una
proyección transversal de la misma lesión. El estudio de Doppler color
TC se mostrará como una lesión de atenuación de partes blan-
demuestra ausencia de flujo sanguíneo vascular interno en la lesión.
das, relativamente hipovascular. A la hora de analizar este tumor En consecuencia, una neoplasia sólida es altamente improbable.
mediante métodos de imagen, es importante estudiar el pedículo La ecografía de seguimiento un mes más tarde mostró marcada
vascular renal, sobre todo para descartar trombosis de la vena renal. disminución de la lesión, confirmando el diagnóstico
También es importante obtener radiografías o TC de tórax, ya que
este tumor metastatiza con frecuencia al pulmón, entre un 10 y 20%
de los casos. B. Neuroblastoma

El neuroblastoma es el tumor sólido extracraneal más frecuente durante la


infancia. Histológicamente, es un tumor de origen embrionario compuesto
por neuroblastos (células primitivas de la cresta neural). Puede surgir de
cualquier punto de la cadena ganglionar simpática o de la médula adrenal.
En lactantes, la mayor parte de estos tumores surgen de la médula adrenal.
Es importante recordar que 9 de cada 10 casos se diagnostican en menores
de 2 años.
A B
Desde el punto de vista del diagnóstico diferencial radiológico, es funda-
Figura 39. Tumor de Wilms. Niña de 4 años de edad. Angio-TC de mental determinar si el tumor es suprarrenal o si, por el contrario, surge
abdomen con adquisición de imágenes en fase arterial. A: corte
del polo superior del riñón, lo que haría un neuroblastoma altamente
coronal; B: corte axial. Se identifica una lesión ocupante de espacio,
con origen en del riñón izquierdo (signo de la garra). El tumor es improbable. Para ello, conviene recordar algunos factores distintivos.
relativamente hipovascular Primero, si existe un signo de la garra, será indicativo de un tumor renal
y, por tanto, no adrenal. Segundo, Cuando el neuroblastoma es de gran
tamaño en el momento del diagnóstico, puede cruzar la línea media a
Glándula suprarrenal través del retroperitoneo. Esto no se da en tumores primitivos renales.
Tercero, se puede utilizar una gammagrafía con I-123 MIBG (metayodo-
bencilguanidina), un estudio de medicina nuclear cuyo radiotrazador
A. Hemorragia suprarrenal neonatal capta las catecolaminas. Este estudio tiene una especificidad para neu-
roblastoma de más del 90%. Si el tumor es renal, no habrá captación de
Aunque desde el punto de vista patológico esta entidad no puede consi- radiotrazador.
derarse como una neoplasia, se incluye en este apartado por su apariencia
similar a los tumores (en concreto, al neuroblastoma suprarrenal) y por su
importancia en el diagnóstico diferencial.

Esta lesión suele darse con mayor frecuencia en neonatos macrosómicos


que hayan sufrido algún tipo de estrés perinatal, tales como parto traumá-
tico, de nalgas o con asfixia. Debido a su localización, la prueba radiológica
óptima para estudiarla es la ecografía. En este tipo de estudio de imagen,
la hemorragia suprarrenal aparecerá como una masa heterogénea pero A B
predominantemente hipoecoica, sin flujo en Doppler/avascular, en una
Figura 41. Neuroblastoma. Varón de dos años de edad. Masa
glándula suprarrenal por lo demás normal. La indicación es tratamiento de
adrenal derecha con efecto de masa sobre el polo superior del riñón
soporte y repetir la ecografía a las pocas semanas. La necrosis coagulativa ipsilateral. A: TC con contraste, corte coronal; B: ecografía abdominal
del propio hematoma hará que la lesión disminuya de tamaño y aparezca del mismo paciente, corte longitudinal centrado en el espacio
más cística/homogénea en la ecografía de seguimiento, confirmando el suprarrenal derecho, confirmando separación respecto del riñón
diagnóstico. ipsilateral

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07. Pediatría | RD

Neuroblastoma Wilms (nefroblastoma) recordar. Es una fractura oblicua, tam-


bién denominada espiral de la tibia. La
•• Tumor sólido •• 2º tumor abdominal más
extracraneal más frecuente en niños mayor parte de los casos suelen darse
frecuente en niños •• Mayores que los niños en la metadiáfisis distal. Suele ser de
Epidemiología •• Sobre todo <2 años del neuroblastoma (≥3 estrés, por lo que no siempre existe un
•• N-Myc años)
antecedente traumático concreto.
•• Alteraciones cromosoma
11
•• 70% abdomen •• Riñón
B. Maltrato
(suprarenal o •• No pasa línea media
Localización paramedial) •• A veces bilateral El maltrato infantil, denominado en la
•• Pasa línea media (familiares) actualidad “traumatismo no acciden-
•• 20% tórax
tal” es la segunda causa de muerte en
•• Masa •• Asocia a veces
España durante los primeros 5 años
•• Síndromes hemihipertrofia, aniridia,
paraneoplásticos (VIP, malformaciones de vida, excluido el periodo neonatal.
Clínica opsociono-miociono) genitourinarias y Frecuentemente, la primera sospecha
síndromes congénitos de maltrato se da tras la identificación
•• Masa abdominal
•• HTA
de signos sospechosos en técnicas de
imagen. Por norma general, la mayor
•• Qx •• Cirugía en estadio I
Tratamiento •• RT •• Otros: Qx + QT + RT parte de los casos de maltrato se darán
•• QT (según estadio) durante los dos primeros años de vida,
•• Bueno. A veces se •• Bueno, sobre todo en y mayoritariamente en los lactantes.
diferencia o regresa menores de 2 años Figura 42. Fractura de
espontáneamente •• Metástasis a pulmón Existe un grupo de fracturas que son Toddler. Varón de dos años
Pronóstico
•• Metástasis a hígado,
sugerentes, y en algunos casos alta- de edad. Radiografía de tibia
médula ósea, piel y
hueso mente específicas de traumatismo no y peroné, proyección frontal.
accidental. Conviene conocerlas bien. Fractura no desplazada de
Tabla 2. Neuroblastoma vs nefroblastoma morfología espiral en la
Son las siguientes: fracturas metafisa-
metadiáfisis distal de la tibia
rias clásicas, fracturas costales, (sobre
todo posteriores) y de escápula. La
Recuerda configuración y morfología de estas fracturas las hacen atípicas de traumatis-
mos mecánicos de alta fuerza/impacto o contusiones; más bien, se explican
La clave distintiva más importante, independientemente de la clínica y
los hallazgos en imagen, es la edad del paciente. Por norma general, el en su mayor parte por mecanismos de aceleración y deceleración, cizalla-
tumor de Wilms se da mayoritariamente en niños mayores de 3 años, miento o presión directa sobre la caja torácica. Por otro lado, la identificación
mientras que el neuroblastoma aparece mayoritariamente en menores de fracturas diafisarias de huesos largos o de calota, así como la presencia de
de tres años. hematomas subdurales en pacientes no ambulantes, sobre todo cuando no
exista una historia clara de traumatismo, deben considerarse sospechosas.

Dicho esto, por desgracia, no existe ninguna lesión que sea patognomónica
7.8. Musculoesquelético de traumatismo no accidental. El diagnóstico suele alcanzarse de un modo
multidisciplinar, combinando los métodos de imagen, la historia clínica,
exploración física y otras pruebas complementarias.
Especificidades del paciente pediátrico
Cadera
El sistema musculoesquelético, y en concreto el esqueleto, es uno de los
aparatos más dinámicos durante el desarrollo del niño y el adolescente.
Las fisis permanecen abiertas a lo largo del crecimiento, existen diferen- A. Luxación congénita de cadera
tes grados de calcificación de los centros de osificación, múltiples variantes
del desarrollo y, en consecuencia, cambios constantes en la apariencia en La luxación congénita de cadera predispone a la displasia acetabular. El
métodos de imagen. El radiólogo pediátrico, además de conocer la patolo- diagnóstico y tratamiento precoz de esta patología es fundamental, para
gía, debe conocer la apariencia normal de los músculos y huesos a lo largo así poder prevenir la el desarrollo de displasia acetabular y de artrosis de
de este período, conocer las variantes anatómicas y, sobre todo, distinguir cadera prematura.
los hallazgos normales y variantes anatómicas de la patología. Esto tendrá
importantes consecuencias en morbilidad, diagnósticas y médico-legales. Durante los primeros seis meses de vida, las cabezas femorales son carti-
laginosas y apenas están osificadas, por lo que las radiografías convencio-
A. Fractura de Toddler nales no serán de gran utilidad. En este rango de edad, además de aplicar
las maniobras de Barlow y Ortolani en la exploración física, se utiliza la
El término Toddler, en inglés, se refiere al niño entre uno y dos años que ecografía. A medida que las cabezas femorales empiecen a osificarse, la
está empezando a dar sus primeros pasos. En este grupo poblacional, existe penetración del haz ultrasónico será cada vez menor; en consecuencia, las
un tipo de fractura que, debido a su especificidad y frecuencia, conviene radiografías irán cobrando mayor utilidad.

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Manual CTO de Radiodiagnóstico

A B C

D E F

Figura 43. Maltrato. Lesiones típicas de traumatismo no accidental. A: niño 2 meses de edad. Radiografía frontal de la rodilla derecha muestra una
fractura metafisaria clásica. Las flechas muestran el patrón en asa de cubo, características de este tipo de fracturas, en las que un “anillo” de tejido óseo
y cartilaginoso es avulsionado desde la placa de crecimiento. Este tipo de lesión indica un mecanismo probable de aceleración-deceleración en lugar
de un impacto directo de alta energía; B: niña de 4 meses de edad. Radiografía frontal de la rodilla derecha muestra una fractura metafisaria clásica.
El mecanismo de lesión es probablemente superponible al descrito en A. Debido a la proyección del haz de rayos X, la imagen aparecerá como
una fractura en esquina en lugar de en asa de cubo; C: radiografía AP del fémur derecho en un niño de 4 meses de edad; D: reconstrucción 3D de la
calota de una niña de 13 meses de edad con fractura longitudinal, no desplazada del hueso parietal izquierdo, comunicada con el hueso escamoso
del temporal ipsilateral; este tipo de lesiones son altamente sospechosas cuando no exista una historia clara de traumatismo, o esta sea confusa; E:
radiografía frontal de un niño de 5 meses de edad. Múltiples fracturas en la parrilla costal (flechas). Muchas de ellas son posteriores; además, varias
de las laterales muestran reacción perióstica, compatibles con evolución subaguda y, por tanto, de traumatismos repetidos, en distintos momentos.
El padrastro de este niño confesó ante el juez haber zarandeado a este paciente repetidas veces y haber presionado con sus manos sobre la caja
torácica; F: Niña de 9 meses de edad. TC de cráneo, core axial. Hematoma subdural frontal derecho. La causa más frecuente de morbimortalidad en
niños que sufren traumatismo no accidental es la lesión craneal. Cuando ésta existe, el hallazgo más frecuente es en hematoma subdural. Debe de
investigarse la causa y, si no hay una historia clara de traumatismo, sospechar este diagnóstico

B. Legg-Calve-Perthes rogeneidad, esclerosis, degeneración quística y aplanamiento de la


cabeza femoral afectada. En RM con contraste y en estudios de medi-
La enfermedad de Legg-Calve-Perthes es una osteonecrosis idiopática cina nuclear se podrá observar, respectivamente, ausencia de realce y
de la cabeza femoral. El pico de incidencia se da entre los 5 y 7 años. disminución de perfusión en la epífisis femoral proximal, compatible
En métodos de imagen, se podrá observar una combinación de hete- con el diagnóstico.

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07. Pediatría | RD

Epifisis H
Labrum
femoral

Ilion S

A Isquion B C

Figura 44. Displasia congénita de cadera. Neonato con luxación congénita de cadera. A: ecografía dinámica de cadera, corte longitudinal a través
de la articulación coxofemoral. El ángulo acetabular está disminuido, y menos de la mitad de la cabeza femoral está cubierta por el cotilo. B: paciente
con luxación congénita de cadera y displasia acetabular. Radiografía frontal de pelvis. Las epífisis aún no están osificadas. C: misma imagen que en B
con anotaciones. H: línea de Hilgenreiner. Es una línea horizontal, trazada uniendo ambos cartílagos trirradiados. P: línea de Perkins, trazada a la altura
del borde lateral del acetábulo y perpendicular a la línea de Hilgenreiner. Teóricamente, más del 50% de la cabeza femoral debería situarse medial a
esta línea para considerarse normal. S: línea de Shenton. Es una línea curva, trazada desde el borde medial del cuello femoral hacia el borde distal de
la rama iliopúbica. Su discontinuidad es indicativa de subluxación

fractura de Salter Harris tipo 1. Suele darse en la adolescencia temprana. Es


más frecuente en varones con sobrepeso. Es importante porque constituye
una urgencia ortopédica, ya que el tratamiento precoz es determinante de
cara al pronóstico.

A B

Figura 45. Legg-Calve-Perthe. Niño de 5 años de edad con cojera de


varios meses de evolución. A: radiografía AP de pelvis; B: TC de pelvis,
corte coronal a la altura de las articulaciones coxofemorales. Ambos
estudios muestran una combinación de heterogeneidad, esclerosis y
aplanamiento de la cabeza femoral afectada, compatible con necrosis A B
avascular subaguda. No hay estrechamiento del espacio articular
Figura 46. Epifisiolisis femoral proximal. Varón obeso de
14 años de edad, presentándose con cojera de predominio
derecho. A: radiografía AP de pelvis muestra un borramiento
C. Epifisiolisis femoral proximal sutil de la fisis en su parte medial (flecha roja); B: la proyección
axial (“en rana”) muestra un claro deslizamiento con traslación
La epifisiolisis femoral proximal es un deslizamiento/traslación de la cabeza de la epífisis respecto del cuello femoral, confirmando el
femoral sobre el eje del cuello femoral, a través de la fisis. Es un ejemplo de diagnóstico

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