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IMPRECISIONES Y DESNATURALIZACIÓN DEL SISTEMA A SUMA ALZADA EN

LA CONTRATACION DE OBRAS PUBLICAS.


El sistema de contratación a suma alzada, es probablemente el más utilizado por las
Entidades Públicas para la ejecución de obras, siendo por lo tanto de mucha
relevancia las reglas de juego establecidas en el mismo, de las que en parte depende
que la obra pueda concluirse y ponerla a disposición de los usuarios que es la finalidad
principal de todo contrato de ejecución de obras.
La relevancia de la decisión que tomen las Entidades Contratantes para su utilización
ha sido y puede ser determinante durante la ejecución de la obra en la que, si el
expediente técnico no reúne las condiciones exigidas por dicho sistema, pudieran
surgir discrepancias sobre la ejecución de determinados trabajos considerados
solamente en un plano, pero no en el resto de documentos del expediente técnico,
solamente en las especificaciones técnicas, pero no en los planos ni en el
presupuesto, solamente en el presupuesto o la combinación de estas posibilidades.
Con la finalidad de contribuir en una mejor definición del sistema a suma alzada, a
continuación, procedo a efectuar una evaluación de la evolución de dicho sistema
desde la vigencia del Reglamento Único de Licitaciones y Contratos de Obras Públicas
– RULCOP hasta la última normativa vigente (D.S. N° 344-2018-PCM) así como de las
posiciones de Entidades Públicas y Contratista Ejecutores de Obras y de los Órganos
de Control y finalmente una sugerencia de modificación.
1. EVOLUCION DEL SISTEMA A SUMA ALZADA

a) Art. 1.2.28 del Reglamento Único de Licitaciones y Contratos de Obras


Públicas - RULCOP, vigente hasta el 26.09.98 y de aplicación exclusiva a la
ejecución de obras, lo definía como el sistema por el cual los postores
presentan su propuesta para ejecutar una obra, por una suma fija y a una
determinada fecha. La obra está definida por sus planos y especificaciones
materia del contrato principal. Los metrados del presupuesto base son
solo referenciales.
b) DECRETO SUPREMO Nº 039-98-PCM (27.09.98)
El Artículo 28º del Reglamento de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del
Estado, aprobado por el D.S. mencionado anteriormente, señala los sistemas
de contratación entre los cuales se encuentra el sistema a suma alzada, sobre
el que señala que, sólo será aplicable cuando las magnitudes y calidades
de la prestación estén totalmente definidas para el caso de obras, en los
planos, de acuerdo a las especificaciones técnicas. En este sistema el
postor formula su propuesta por un monto fijo y por un determinado
plazo de ejecución.
Como puede apreciarse entre estas dos normas se han generado diferencias
sustanciales, en la medida que la nueva normativa, por un lado, exige que el
sistema a suma alzada sea aplicable solamente cuando el expediente técnico
contenga las magnitudes y calidades totalmente definidas en los planos y de
acuerdo a las especificaciones técnicas y por otro lado debe existir el
compromiso de ejecutar la obra en un determinado plazo de ejecución, el
mismo que por cierto era ofertable. Esto conlleva a afirmar que existía la
responsabilidad inexcusable de parte de las Entidades Contratantes de contar
con un expediente técnico con esas características para efectuar convocatorias
en dicho sistema de contratación, vale decir que las partidas a ejecutar
deberían estar contempladas en los planos y especificaciones técnicas, de no
estar en alguno de ellos el sistema no debería haber sido aplicado.
c) DECRETO SUPREMO Nº 013-2001-PCM (VIGENTE DESDE EL 14.03.2001)

El Artículo 45, del Reglamento de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del


Estado, aprobado por el D.S. indicado precedentemente, establece que, en el
sistema de suma alzada, el postor formula su propuesta por un monto fijo y
por un determinado plazo de ejecución. Tratándose de obras, el postor
presentará, además, el desagregado por partidas que da origen a su
propuesta. Este sistema sólo será aplicable cuando las magnitudes y
calidades de la prestación estén totalmente definidas en las
especificaciones técnicas y en los términos de referencia y en el caso de
obras, en los planos y especificaciones técnicas respectivos.

Dicha normativa, por lo tanto, conserva la propuesta de un monto fijo y plazo de


ejecución, así como la restricción en el sentido que será de aplicación
solamente cuando las magnitudes y calidades de prestación estén totalmente
definidas en los planos y especificaciones técnicas, adicionando que el postor
incluya el desagregado de partidas de su oferta.

d) DECRETO SUPREMO Nº 084-2004-PCM. (VIGENTE DESDE EL 26.12.2004)

Su Artículo 56, prescribe que, en el sistema de suma alzada, el postor formula


su propuesta por un monto fijo integral y por un determinado plazo de
ejecución. Tratándose de obras, el postor formulará dicha propuesta
considerando los trabajos que resulten necesarios para el cumplimiento del
objeto de la prestación requerida según los planos, especificaciones técnicas,
memoria descriptiva y presupuesto de obra que forman parte del Expediente
Técnico, en ese orden de prelación; considerándose que el desagregado por
partidas que da origen a su propuesta y que deben presentar como parte de la
misma, es referencial. Este sistema sólo será aplicable cuando las
magnitudes y calidades de la prestación estén totalmente definidas en las
especificaciones técnicas y en los términos de referencias y, en el caso de
obras, en los planos y especificaciones técnicas respectivos; calificación
que corresponde realizar al área usuaria.

Este dispositivo mantiene la obligación del postor para formular su propuesta


por un monto fijo integral y por un determinado plazo de ejecución, pero agrega
que dicha propuesta debe considerar los trabajos que resulten necesarios para
dar cumplimiento a la prestación, estableciendo un ordenamiento de
prioridades de los componentes de expediente técnico, resultando en el primer
lugar de prioridades a los planos y el último lugar al desagregado de partidas
del presupuesto. Es de precisar que, no obstante, se mantiene la prerrogativa
que el sistema sólo será aplicable cuando las magnitudes y calidades de la
prestación estén totalmente definidas para el caso de obras, en los planos y
especificaciones técnicas respectivas, con la atingencia que tal calificación le
corresponde al área usuaria.

e) DS. Nº 184-2008-EF (Vigente desde el 01.FEB.2009)

El Artículo 40 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado,


aprobado por tal dispositivo, señala que dicho sistema es aplicable cuando
las cantidades, magnitudes y calidades de la prestación estén totalmente
definidas para el caso de obras, en los planos y especificaciones técnicas
respectivas. El postor formulará su propuesta por un monto fijo integral y por
un determinado plazo de ejecución. El postor formulará dicha propuesta
considerando los trabajos que resulten necesarios para el cumplimiento de la
prestación requerida según los planos, especificaciones técnicas, memoria
descriptiva y presupuesto de obra que forman parte del Expediente Técnico, en
ese orden de prelación; considerándose que el desagregado por partidas que
da origen a su propuesta y que debe presentar para la suscripción del contrato,
es referencial.

Este dispositivo legal mantiene la obligatoriedad de que dicho sistema es


aplicable cuando las cantidades, magnitudes y calidades de la prestación estén
totalmente definidas en los planos y especificaciones técnicas, sin mencionar al
área usuaria, e incluyendo en el orden de prelación del expediente técnico a la
memoria descriptiva y presupuesto de obra, pero después de los planos y
especificaciones técnicas.

f) DECRETO SUPREMO Nº 138-2012-EF (VIGENTE DESDE EL 24.09.2012)


El Artículo 40º de esta normativa, establece que, el sistema a suma alzada, es
aplicable cuando las cantidades, magnitudes y calidades de la prestación
estén totalmente definidas para el caso de obras, en los planos y
especificaciones técnicas respectivas. El postor formulará su propuesta por
un monto fijo integral y por un determinado plazo de ejecución, considerando
los trabajos que resulten necesarios para el cumplimiento de la prestación
requerida según los planos, especificaciones técnicas, memoria descriptiva y
presupuesto de obra que forman parte del Expediente Técnico, en ese orden
de prelación; considerándose que el desagregado por partidas que da origen a
su propuesta y que debe presentar para la suscripción del contrato, es
referencial. El mismo orden de prelación se aplicará durante la ejecución de la
obra.

Comparando este contenido con el del dispositivo legal anterior, se observa


que se han introducido dos variantes, la primera relacionada con la
presentación del desagregado de las partidas de la oferta del postor para
suscribir el contrato y la otra precisando que el orden de prelación de los
documentos para formular la propuesta será de aplicación durante la ejecución
de la obra.

g) DECRETO SUPREMO Nº 350-2015-EF (VIGENTE DESDE EL 09.01.2016)

Su Artículo 14, señala que el sistema a suma alzada, es aplicable cuando las
cantidades, magnitudes y calidades de la prestación estén definidas en
las especificaciones técnicas, en los términos de referencia o, en el caso de
obras, en los planos, especificaciones técnicas, memoria descriptiva y
presupuesto de obra, respectivas. El postor formula su oferta por un monto
fijo integral y por un determinado plazo de ejecución. Tratándose de obras, el
postor formula dicha oferta considerando los trabajos que resulten necesarios
para el cumplimiento de la prestación requerida según los, planos,
especificaciones técnicas, memoria descriptiva y presupuesto de obra que
forman parte del Expediente Técnico, en ese orden de prelación; debiendo
presentar para la suscripción del contrato el desagregado de partidas que da
origen a la oferta. El mismo orden de prelación se aplica durante la ejecución
de la obra. No puede emplearse el sistema de contratación a suma alzada en
obras de saneamiento y viales.

Dicho dispositivo difiere del anterior al adicionar que, para la aplicación del
sistema a suma alzada, las cantidades, magnitudes y calidades de la
prestación deben estar definidas también en la memoria descriptiva y
presupuesto de obra y de otro lado prohibiendo su aplicación para las obras
de saneamiento y viales.

h) DECRETO SUPREMO N° 056-2017-EF (04.04.2017)

Este dispositivo legal modifica varios Art. de la norma anterior entre ellos al
Artículo 14, el mismo que establece que el sistema a suma alzada, es
aplicable cuando las cantidades, magnitudes y calidades de la prestación
estén definidas en las especificaciones técnicas, en los términos de referencia
o, en el caso de obras, en los planos, especificaciones técnicas, memoria
descriptiva y presupuesto de obra respectivas. El postor formula su oferta
por un monto fijo integral y por un determinado plazo de ejecución, para cumplir
con el requerimiento. Tratándose de obras, el postor formula dicha oferta
considerando los trabajos que resulten necesarios para el cumplimiento de la
prestación requerida según los planos, especificaciones técnicas, memoria
descriptiva, presupuesto de obra que forman parte del expediente técnico, en
ese orden de prelación; debiendo presentar para la suscripción del contrato el
desagregado de partidas que da origen a la oferta. El mismo orden de prelación
se aplica durante la ejecución de la obra. Tratándose de consultoría de obras,
el postor formula su oferta considerando los trabajos necesarios para el
cumplimiento de la prestación requerida, según los términos de referencia y el
valor referencial, en ese orden de prelación. No puede emplearse el sistema de
contratación a suma alzada en obras de saneamiento y viales.

Como puede apreciarse este artículo difiere del de la norma anterior solamente
por haber incluido lo relacionado a la consultoría de obras.

i) DECRETO SUPREMO Nº 344-2018-EF (VIGENTE DESDE EL 30.01.19)

Esta normativa legal en su Artículo 35 prescribe que el sistema a suma alzada,


es aplicable cuando las cantidades, magnitudes y calidades de la
prestación estén definidas para el caso de obras, en los planos,
especificaciones técnicas, memoria descriptiva y presupuesto de obra,
respectivos. El postor formula su oferta por un monto fijo integral y por un
determinado plazo de ejecución, para cumplir con el requerimiento. Tratándose
de obras, el postor formula dicha oferta considerando los trabajos que resulten
necesarios para el cumplimiento de la prestación requerida según los planos,
especificaciones técnicas, memoria descriptiva, presupuesto de obra que
forman parte del expediente técnico de obra, en ese orden de prelación;
debiendo presentar en su oferta el desagregado de partidas que la sustenta. El
mismo orden de prelación se aplica durante la ejecución de la obra. Tratándose
de consultoría de obras, el postor formula su oferta considerando los trabajos
necesarios para el cumplimiento de la prestación requerida, según los términos
de referencia y el valor referencial, en ese orden de prelación.

De los enunciados anteriores se desprende que desde el RUCOP hasta la última


normativa vigente (salvo la del año 1998 en la que el plazo era ofertable), el
sistema a suma alzada ha mantenido sus criterios de manera general en:
 Es aplicable solamente cuando las cantidades, magnitudes y calidades de
la prestación estén definidas, en los planos, especificaciones técnicas,
memoria descriptiva y presupuesto de obra, respectivos.

 Los postores presentan su propuesta para ejecutar una obra, por una
suma fija y un plazo de ejecución, en el que la obra está definida por sus
planos, especificaciones técnicas materia del contrato principal y los
metrados del presupuesto base son solo referenciales.

2. APLICACIÓN DEL SISTEMA A SUMA ALZADA.

El objetivo principal de este escrito es efectuar una evaluación de la aplicación


del sistema a suma alzada por parte de las Entidades Contratantes, la misma
que a continuación se efectúa:

Teniendo en cuenta la sucesión de los eventos para ejecutar una obra, está
claro que el primero que ocurre para este análisis es la elaboración del
expediente técnico, que es el instrumento fundamental para llevar a cabo una
convocatoria de ejecución de obra.

Por lo tanto, siempre ha existido y existe la obligación y responsabilidad de las


Entidades Contratantes antes de efectuar la convocatoria de un proceso de
ejecución de una obra, la de efectuar la evaluación correspondiente a los
expedientes técnicos y determinar el sistema de contratación, (delegado en una
de las normativas al área usuaria), toda vez que para tomar la decisión de
convocarlo por el sistema a suma alzada debieron verificar que la calidad de la
prestación estaba totalmente definida cuando menos en los planos y
especificaciones técnicas, vale decir en ambas y no solamente en uno de
ellos, así como que se cuente con la totalidad de información que permita al
postor elaborar una propuesta acorde a la necesidad de la prestación,
reduciendo de esta manera a un mínimo, las discrepancias durante la ejecución
de la obra; dejando en claro que la verificación y determinación de los
metrados reales siempre ha sido responsabilidad del postor durante la
presentación de propuestas y también posteriormente en el proceso de
ejecución de la obra hasta su recepción.

Esta apreciación ha sido precisada por el OSCE en su OPINIÓN Nº 173-


2018/DTN señalando que corresponde emplear el sistema a suma alzada
cuando la naturaleza de la prestación permita conocer las cantidades,
magnitudes y calidades de los trabajos necesarios para ejecutar la obra, de tal
manera que estas condiciones puedan definirse en el expediente técnico con
un bajo riesgo de variación.

En otras palabras, el expediente técnico debería contener cuando menos la


totalidad de las especificaciones técnicas de todos los trabajos considerados en
los planos e inclusive los metrados de las respectivas partidas aun cuando no
sean los reales, toda vez que la normativa señala que las magnitudes deben
estar totalmente definidas en el expediente técnico.

Para poder aclarar la definición de magnitud, se ha recurrido al diccionario de la


Real Academia Española, obteniendo que esta proviene del
latino magnitūdo 'grandeza', que significa tamaño de un cuerpo; o sea
relacionado estrechamente con cantidad.
Por otro lado en los diferentes Reglamentos de la Ley de Contrataciones del
Estado indicados anteriormente, se encuentra el término magnitud como
sinónimo de cantidad o asociado directamente a este al referirse a “magnitudes
y cantidades” o también “magnitudes o cantidades”, lo que se condice con la
definición de la RAE que señala tamaño y que inequívocamente está
relacionado con cantidad, que finalmente nos conlleva a afirmar que en el
sistema a suma alzada los volúmenes de trabajo, es decir los metrados
deberían estar debidamente determinados, al margen de que sean
considerados como referenciales.

Ahora bien, el término referencial según la RAE, proviene del latín refĕrens-
entis 'referente',” que significa
base o apoyo de una comparación, de una medición o de una relación de otro ti
po”, lo que se interpretaría que para establecer una determinada cantidad en
base a una de carácter referencial, esta debe estar expresada de manera
específica, no siendo factible por lo tanto establecer una de carácter referencial
en base a una inexistente, razón por la cual no sería exigible en el sistema a
suma alzada ejecutar trabajos que solamente se encuentren en los planos si no
se cuenta con las especificaciones técnicas ni la cantidad o metrado que sirva
de referencia, o dicho en otras palabras de una partida inexistente.

La conclusión a la que he arribado en este contexto, se basa en que, “la


premisa básica o esencial para que el postor pueda presentar una oferta
correcta en una convocatoria en el sistema a suma alzada, es que el proyecto
que se convoca, se evalúa y oferta, sea el mismo que luego se ejecute, sin
ninguna añadidura durante el proceso de ejecución salvo detalles de los
trabajos considerados en lo planos, especificaciones técnicas y partidas
existentes, es decir en estos tres elementos del expediente técnico".

Pero por otra parte,  si durante la ejecución del proyecto surgen omisiones,
dudas o contradicciones en los enunciados de trabajo, los planos,
especificaciones técnicas, memorias de cálculo y otros elementos importantes
que afecten los costos y los plazos de la realización de los trabajos, queda muy
claro que desaparece el concepto de lo que es en sí el contrato a suma alzada
y como tal deja de ser éste un precio único, fijo e inamovible, y es allí cuando
debe intervenir la razón de la Entidad Contratante por la necesidad que se
ejecuten trabajos o actividades que no fueron contempladas en el proyecto
inicialmente ofertado y contratado.

3. DESNATURALIZACION DEL SISTEMA A SUMA ALZADA.

Durante el tiempo que he venido laborando, por cierto la mayor parte de


este para Entidades Públicas, he podido percibir que el sistema a suma
alzada es el que más se utiliza, pero lamentablemente sin efectuar la
evaluación que siempre han considerado las diferentes normativas, es decir
que se verifique que las cantidades, magnitudes y calidades de la prestación
se encuentren totalmente definidas cuando menos en los planos y
especificaciones técnicas, lo que ha generado posteriormente consultas y
absoluciones, adicionales de obra en cantidades exageradas, ampliaciones
de plazo provenientes de las demoras en absolver consultas, en aprobar los
adicionales y para la ejecución de los referidos adicionales; arbitrajes e
inclusive resoluciones de contrato.
Empero, la parte más resaltante es que haciendo mal uso y abuso del
concepto de suma alzada, la Entidades Contratantes han obligado a los
ejecutores de obra a efectuar trabajos que se encontraban considerados
solamente en uno de los componentes del expediente técnico, como por
ejemplo en un plano de planta, sin ninguna especificación técnica, detalles,
ni partida, argumentando para ello que en dicho sistema “los planos
prevalecen sobre el resto de documentos que conforman el expediente
técnico”, lo que sería correcto, siempre y cuando se ejecute de manera
exclusiva lo que contiene este único plano, que a su vez se lograría
ejecutando solamente su trazo, producto con el que por lo general los
profesionales encargados del control y monitoreo de las obras o de su
recepción y manejando un criterio sesgado proveniente en parte del temor a
los Órganos de Control no estaban de acuerdo, exigiendo su ejecución con
detalles de elevaciones, planos estructurales y/o de otras especialidades
según sea el caso entregados para tal fin, argumentando que debió
consultarse durante la ejecución; con lo cual solamente se traslada la
responsabilidad de la mala elaboración del expediente técnico a quien no la
realizó y además se ha desnaturalizado el concepto de suma alzada en el
que, la obra deberá quedar ejecutada de acuerdo a la oferta efectuada en el
proceso de selección, sin la inclusión de nuevos planos ni especificaciones
técnicas.
Creo sin temor a equivocarme que, son pocos los contratistas ejecutores de
obras que han hecho prevalecer el concepto esencial del sistema a suma
lazada y para ilustrar este tema, relataré una anécdota que personalmente
me sucedió en una recepción de una obra de infraestructura educativa, cuyo
criterio me parece debería persistir en la medida que, como se aprecia el
concepto fundamental de suma alzada se ha mantenido a lo largo de todas
las normativas emitidas.
Continuando con la anécdota, debo comentar que, en el Plano de Planta
General se había plasmado unos trazos de líneas horizontales y verticales
con la inscripción interior “cisterna y tanque elevado”, siendo el único
documento del expediente técnico en el que aparecía tales elementos, pues
no había especificaciones técnicas, plano de estructuras, plano de
instalaciones eléctricas ni plano de instalaciones sanitarias y menos
presupuesto, teniendo como componente adicional que en la zona de
ejecución de la obra no existían redes de agua potable ni alcantarillado. Con
el criterio de que en el sistema a suma alzada debe cumplirse todo lo que
está en los planos se colocó en el pliego de observaciones la falta del
cisterna y tanque elevado (pudo considerarse que la obra no estaba
culminada) a lo que inicialmente se opuso el contratista, pero luego asintió a
que se plasmara en tanto se culminaba la verificación total de la obra.
Una vez culminada la citada verificación el contratista solicitó que se
revisara la cisterna y tanque elevado aduciendo que ya estaba ejecutado de
acuerdo al plano, lo que inicialmente parecía una ironía. Al apersonarnos al
lugar donde se había proyectado encontramos un trazo con cal y una
inscripción interna “cisterna y tanque elevado”, con lo cual argumentaba
había dado cumplimiento al plano del expediente técnico y que si se
mantenía la observación la iba a subsanar construyendo unos muretes de
concreto que incluiría las letras; es más sustentó que él lo tuvo claro desde
el inicio que el proyecto no consideraba tales elementos por la carencia de
información en el resto de los componentes del expediente técnico aunado a
la de los respectivos servicios en la zona de ejecución de la obra, razón por
la que durante el proceso de consultas, no formuló las relacionadas a este
tema; argumentos bajo los cuales el Comité de Recepción determinó no
consignar la observación en el pliego correspondiente, al encontrarse la
ejecución según el expediente técnico.
Con el transcurrir del tiempo y al conocer opiniones de varios profesionales
entendidos en la materia y haber sido testigo presencial de observaciones
de los Órganos de Control, me he preguntado varias veces si hicimos o no
lo correcto como Comité de Recepción de Obra y he llegado a la conclusión
que nuestro accionar fue el apropiado, en la medida que en el mejor de los
casos para la Entidad Contratante, pudieron haber quedado en muretes
apenas sobresalientes del piso la “cisterna y tanque elevado”, pero que no
servirían para nada y para nadie, peor aún podrían haber sido peligrosos
para el tránsito de las personas, pero fundamentalmente era lo que indicaba
el único plano donde se encontraban plasmados, al que se había dado
cumplimiento.
A mayor abundamiento acerca del comportamiento de los contratistas
ejecutores, la gran mayoría al determinar que no cuentan con los elementos
suficientes para ejecutar un determinado trabajo que solamente aparece en
un solo plano de planta optan por efectuar la consulta y las Entidades
Contratantes le proporcionan el resto de documentos, por ejemplo para el
caso anterior: planos estructurales, de instalaciones eléctricas, instalaciones
sanitarias y exigen sean ejecutados sin ningún costo, siempre bajo el
argumento que en suma alzada, los planos prevalecen y que si no lo tenía
claro en el proceso de selección lo debió consultar para que la Entidad
reformule el expediente, con lo cual solamente se traslada la
responsabilidad de la elaboración del expediente técnico a quien no lo
efectuó y peor aun desnaturalizando el concepto de suma alzada.
Otra posición optada por algunos contratistas es no efectuar consulta alguna
sobre trabajos que aparecen solamente en alguno de los planos de planta y
ejecutan conforme a su parecer, lo que en la mayorá de veces genera
discrepancias que cuando no son superadas culmina en el sometimiento a
controversias y/o resolución de contratos.
Por otro lado, el accionar de los Órganos de Control, también es cuando
menos discutible, he visto muchas de sus observaciones efectuadas, la gran
mayoría relacionadas con el incumplimiento de lo que está previsto en el
expediente técnico, incumplimientos de procedimientos de la normativa de
aplicación y de las bases integradas de los procesos, pero ninguna que
haya cuestionado si el expediente técnico a pesar de las deficiencias
detectadas reunía los requisitos necesarios para ser convocado en el
sistema a suma alzada, en el que siempre estuvo previsto que este
solamente debería aplicarse cuando las cantidades, magnitudes y calidades
de la prestación estén debidamente definidas para el caso de obras, en los
planos, especificaciones técnicas, memoria descriptiva y presupuesto de
obra.
En dicho contexto he llegado a la conclusión que las Entidades Públicas han
venido utilizando el sistema a suma alzada, pero sin que se haya asegurado que
los expedientes técnicos reúnan las condiciones establecidas en la definición del
mencionado sistema, generando posteriormente que las obras se retrasen por la
cantidad exagerada de consultas efectuadas y las absoluciones en su gran mayoría
de manera tardía con las consecuentes solicitudes de ampliaciones de plazo,
además modificaciones que han generado también una cantidad importante de
prestaciones adicionales, en otras oportunidades discrepancias sometidas a
controversias y demora de la entrega de la obra a los usuarios, al margen de la
inseguridad si se aplicó de manera correcta dicho concepto y el riesgo potencial
que los servidores públicos involucrados en el control de la ejecución de la obra se
vean implicados en observaciones y procesos administrativos instaurados por los
Órganos de Control, que en algunas oportunidades han culminado con
inhabilitaciones para trabajar con el Estado.
Esta es la razón que me ha motivado a escribir estas líneas, para formular una
propuesta de modificación de la definición de suma alzada, teniendo en
consideración a lo establecido por el Artículo 35 la normativa vigente (D. S. Nº 344-
2018-EF), que pudiera ser mejorado de la siguiente manera: dicho sistema, es
aplicable bajo responsabilidad del Titular de la Entidad Contratante cuando las
cantidades y calidades de la prestación estén definidas para el caso de obras, en los
planos, especificaciones técnicas, memoria descriptiva y presupuesto de obra,
respectivos. El postor formula su oferta por un monto fijo integral y por un determinado
plazo de ejecución, para cumplir con el requerimiento. Tratándose de obras, el postor
formula dicha oferta considerando los trabajos que resulten necesarios para el
cumplimiento de la prestación requerida según los planos, especificaciones técnicas,
memoria descriptiva, presupuesto de obra que forman parte del expediente técnico de
obra, en ese orden de prelación; debiendo presentar en su oferta el desagregado de
partidas que la sustenta. Este expediente técnico podrá ser complementado
durante la ejecución de la obra, de manera exclusiva solamente con detalles que
hagan posible la ejecución de los trabajos previstos y que se encuentren
considerados en todos los componentes restantes del expediente técnico.
Dicha modificación coadyuvaría en los siguientes aspectos:

 Aclarar que en el sistema alzada se ejecuta de manera exclusiva lo que


contiene el expediente técnico primigenio que forma parte de las Bases
Integradas, por un plazo y precio fijos.
 Que las Entidades Públicas a través de su Titular asuman la responsabilidad
de efectuar una convocatoria a suma alzada cuando los expedientes técnicos
cumplan con las condiciones de que las cantidades y calidades de la
prestación estén definidas en los componentes del expediente técnico.
 Que los funcionarios y administradores de los contratos de ejecución y la
supervisión de obras cuenten con una herramienta que les permita accionar de
manera segura en el control de la ejecución de la obra y efectuar una mejor
defensa ante los Órganos de Control, sobre aspectos no considerados o
considerados parcialmente en el expediente técnico de una obra convocada
en el sistema a suma alzada.
 Lograr una armonía en la contratación de obras públicas

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