Se ha calculado que el costo de la irradiación de alimentos representa entre US$
0,02 y US$ 0,40 por kilogramo. Este margen tan amplio se debe a las numerosas variables que intervienen en cualquier operación de irradiación. Entre ellas figuran la dosis de irradiación empleada (que puede variar mucho según el propósito del tratamiento), el volumen y el tipo de producto que se irradia, el tipo y el rendimiento de la fuente de radiación, el hecho de que la instalación se dedique a uno o a varios productos alimentarios, el costo del transporte de los alimentos hasta el irradiador, y desde éste al lugar de origen, el envasado especial del alimento y el costo de los tratamientos suplementarios (congelación o calentamiento). Se ha calculado que una planta de irradiación lo bastante grande para ser rentable cuesta varios millones de dólares. Dada la limitada experiencia industrial de que se dispone hasta ahora en materia de irradiación de alimentos, es difícil evaluar el costo de este proceso en comparación con el de otras tecnologías de tratamiento de alimentos. No obstante, fundándose en los conocimientos adquiridos en las actividades de investigación y desarrollo así como en la práctica, cabe pensar que las ventajas que ofrece la irradiación hacen que su costo sea realmente competitivo. FINALIDAD Reducir las pérdidas debidas a la alteración y la descomposición, y combatir los microbios y otros organismos causantes de enfermedades de transmisión alimentaria. Ahora bien, las técnicas y el equipo empleados para irradiar los alimentos, los requisitos en materia de salud y de seguridad que hay que tener en cuenta y el conjunto de problemas que son exclusivos de este método sitúan a la irradiactón en una categoría propia. A fin de entender la irradiación en comparación con los métodos clásicos de tratamiento de alimentos, empezaremos por hacer un breve y sencillo repaso del proceso y de cómo funciona. La irradiación no hace que los alimentos sean radioactivos, no compromete la calidad nutricional ni cambia perceptiblemente el gusto, la textura o la apariencia de los alimentos. De hecho, cualquier cambio que provoque la irradiación es tan mínimo, que no es fácil distinguir si un alimento ha sido irradiado. La irradiación de alimentos (la aplicación de radiación ionizante a los alimentos) es una tecnología que mejora la seguridad y la vida útil de los alimentos en el anaquel, mediante la disminución o la eliminación de los microorganismos e insectos. Al igual que la leche pasteurizada y que las frutas y verduras enlatadas, la irradiación puede hacer que los alimentos sean más seguros para el consumidor. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) es responsable de regular las fuentes de radiación que se utilizan para irradiar los alimentos. La FDA aprueba una fuente de radiación para utilizarse en alimentos, sólo después de que se haya determinado que es seguro irradiar ese alimento. Prevención de enfermedades transmitidas por los alimentos – usar para eliminar de forma efectiva los organismos que producen enfermedades transmitidas por los alimentos como Salmonella y Escherichia coli (E. coli).
Conservación – usar para destruir o inactivar los organismos que producen
la descomposición y para extender la vida de los alimentos en el anaquel.
Control de insectos – usar para destruir insectos en el interior o sobre frutas
tropicales importadas a los Estados Unidos. Además, la irradiación disminuye la necesidad de usar otras prácticas para el control de plagas que pueden dañar la fruta. Retraso de la germinación y la maduración – usar para inhibir la germinación (por ejemplo, de los porotos) y para retrasar la maduración de la fruta y aumentar su duración.
Esterilización – usar para esterilizar alimentos que luego se pueden
almacenar por años, sin refrigeración. Los alimentos esterilizados se pueden usar en hospitales para pacientes con sistemas inmunológicos gravemente dañados, como los pacientes con SIDA o que están sometidos a quimioterapia. Los alimentos esterilizados por medio de la irradiación están expuestos a niveles de tratamiento sustancialmente mayores que aquellos que se aprobaron para uso normal. Tipos : Los tipos de radiación utilizados para procesar alimentos son: la radiación gamma, los rayos X y los electrones acelerados. Estos tipos de radiación son también llamados radiaciones ionizantes y son aceptadas por organismos internacionales como la FAO, la OMS y el OIEA. Los isótopos radioactivos emisores de radiación gamma normalmente utilizados para el procesamiento de alimentos son el cobalto-60 (60Co) y el cesio-137 (137Cs). Los aceleradores de electrones utilizados tienen una energía máxima de 10 MeV y los equipos de rayos X una energía máxima de 5 MeV. Estos niveles de energías son demasiado bajos para inducir radioactividad en los materiales, incluidos los alimentos y no causa alteraciones tóxicas en sus compuestos aunque sí se producen sub-productos peculiares como la molécula 2- DCB ( 2-alquil-ciclobutanona) molécula derivada de un ácido graso solo presente en alimentos irradiados o ionizados . El proceso en si consiste en introducir la comida a ionizar en contenedores estancos y sumergirlos durante 24 minutos en una piscina de 6 metros de profundidad en la que hay un irradiador nuclear : una barra de cobalto-60 radioactiva (si estuvieras a pocos metros de la barra fuera de la piscina morirías en minutos) que brilla azul al fondo de la piscina, entonces se aplica corriente electromagnética o eléctrica a la barra de cobalto-60 para irradiarlo completamente. La radiación nuclear atraviesa el contenedor y los alimentos. Viabilidad : El interés por la irradiación de alimentos se ha incrementado debido a las pérdidas de alimentos a nivel mundial, provocadas por la infectación, la contaminación y la degradación durante su transporte desde los centros de producción hasta los de consumo. También, a la preocupación por las enfermedades que son producidas por los alimentos contaminados por bacterias y al creciente comercio internacional de productos alimenticios, que deben cumplir con normas de calidad y de cuarentena muy estrictas. La irradiación de alimentos ha demostrado ofrecer beneficios cuando se integra en un sistema establecido de manejo y distribución de los alimentos de forma segura. Además algunas normas sobre el uso de fumigantes para el control de insectos y bacterias en los alimentos se están haciendo cada vez más estrictos, incluso prohibiéndose, debido principalmente a que dejan algunos residuos peligrosos en los alimentos y dañan la capa de ozono. Por ello, la irradiación es una alternativa para proteger a los alimentos contra el daño provocado por los insectos y como un tratamiento de productos frescos. La FAO estima que las pérdidas de alimentos, después de haber sido cosechados, a nivel mundial son del 25%, debido a los insectos, las bacterias y los roedores. Utilizar la irradiación de alimentos como única técnica de conservación no resolverá todos esos problemas pero puede jugar un papel relevante en reducirlas, así como reducir también la dependencia con algunos fumigantes. La irradiación ha sido aprobada por la FDA hace más de 50 años, pero el área más importante en su utilización ha sido la irradiación de frutas y verduras para consumo humano. En los principios de la década de los Años 2000 en Estados Unidos la irradiación era más popular en locales comerciales de alimentos, pero debido a la falta de demanda de los consumidores ya no es común. La baja demanda de alimentos irradiados, sumado a una reducción en el deterioro del producto entre el productor y el consumidor reduciendo el riesgo de enfermedades hizo que los productores no incluyeran procesos de irradiación en la actualidad. Es muy difundida la percepción negativa del consumidor sobre los alimentos tratados con irradiación por sobre otros procesos, aunque algunos estudios de la industria indican que el número de consumidores preocupados por la seguridad de los alimentos irradiados ha disminuido en los últimos 10 años a niveles comparables a los de personas preocupadas por conservantes y aditivos alimentarios.