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Resumen
Introducción
Este trabajo forma parte de un proyecto de investigación más amplio acerca de la presencia de
población india de Carangas2 en Potosí desde el siglo XVIII hasta el momento del nacimiento
de la nueva república, momento en el que, al parecer, se disuelve la identidad que habían
mantenido a lo largo de la colonia, identidad con orígenes prehispánicos, es cierto, pero también
moldeada y redefinida a lo largo del periodo colonial. La investigación se enfoca en la población
india procedente de Carangas aunque también estudia a otros grupos e individuos que tuvieron
actividad en el lugar en distintos momentos; esto, porque a través del conocimiento de mayor
información sobre estos se puede comprender de manera más adecuada la relación que
mantuvieron con los carangas. Entonces, el interés que persigue esta primera aproximación al
tema estriba en sentar las bases para un estudio más minucioso de la parroquia considerándola
como un eje que articula población caranga migrante: mitaya y criolla.
Cruz y Vacher (2008) indican que muchos de estos yanaconas3 huayradores provenían de la
región de Carangas. Existen varios indicios que apoyan esta idea. Entre 1535 y 1548 los carangas
cambiaron de encomenderos varias veces, debido a que sus encomenderos poseían el acceso a
las minas de Porco (razón por la cual, ellos ya habían labrado estas minas y eran experimentados
en el trabajo minero). Los carangas conocían bastante bien este asentamiento ya que estaba
presente en su ruta entre su región nuclear y sus enclaves en los valles de Arica y Tarapacá (cf.
Cruz y Vacher 2008: 214). En 1535, Francisco de Ysasaga fue el primer favorecido con una
población de indios carangas. En 1548, una vez derrotados los rebeldes, Pedro de la Gasca
3 Antes de la conquista, eran personas que no estaban adscritas a ningún ayllu pero que tenían ligazón con figuras destacadas
en la sociedad y que trabajaban en diversidad de tareas. Después de la conquista, muchos yanaconas pasaron a servir a los
españoles. Hacía mediados del siglo XVI, el término implicaba un vínculo estrecho y de índole personal con un español,
además de la exención de las obligaciones tributarias y del reclutamiento de mano de obra (cf. Bakewell 1989: 205).
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premió a varios de los leales a la causa real con una dotación de encomiendas de indios carangas
(cf. Cruz y Vacher 2008: 215-217).
Fig. 2. La distribución de las parroquias de indios en Potosí, siglo XVI. Fuente: Gisbert (1991), reproducido en Escobari de
Querejazu (2012: 62)5.
4 Con las excepciones de las de San Juan Bautista y San Martín por el Este y las de San Lorenzo y San Bernardo por el
Nor-Oeste.
5 Teresa Gisbert (1991) Historia de la vivienda y de los conjuntos urbanos en Bolivia. México D.F.: IPGH.
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Pedro Vicente Cañete, a finales del siglo XVIII, indicaba que, por una provisión del 25 de abril
de 1574, el Virrey Toledo,
mandó erigir 13 parroquias6, seis nuevas y siete antiguas, señalando a cada una el sínodo
de 800 pesos ensayados. La minoración de los indios, el atraso de las minas y el excesivo
costo de los sínodos, obligó después a suprimir, a mediados de este siglo, los seis Curatos
nuevos que erigió el Sr. Toledo, dejando solamente los siete antiguos que ahora subsisten
fuera de la iglesia Matriz y de la Misericordia, nombrado Curato de Piezas, para
enterratorio de esclavos, zambos y mulatos (Cañete, 1952 [1791]: 36).
Peter Bakewell indica, a su vez, que Toledo intentó darle un trazado cuadriculado a la ranchería
de indios más no lo logró por el crecimiento de la población (cf. Bakewell 1989: 107). Estas
rancherías estaban habitadas, según Arzáns, por 20 a 30 indios en unos cuartos pequeños en los
que apenas cabía una cama, un fogón y los cantaros de la bebida fermentada de su predilección,
la chicha (cf. Arzáns 1965 I: 42-43).
Fig. 3. Ubicación de la parroquia de San Lorenzo y las otras trece parroquias de indios, según la “Descripción…” de Berrios,
1768. Fuente: Elaboración propia en base a la pintura de Gaspar Miguel de Berrios, “Descripción de[l] Cerro Rico e Imperial
Villa de Potosí”, 1768. Museo Charcas, Sucre.
6 Cañete aclara que él no incluye a San Lorenzo, pues este templo ya existía desde los tiempos de la fundación de la Villa.
Cuando se concluye la iglesia matriz, la iglesia de San Lorenzo se convierte en parroquia de indios.
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En total, estaban funcionando catorce parroquias de indios más una adicional, creada para vagos
y forasteros (San Roque)7. La mayor parte de los barrios de indios se ubicaban en la zona Sur,
junto al cerro; los únicos que estaban al Norte eran los de San Bernardo y San Lorenzo8. Los
carangas estaban establecidos en esta última.
Sobre el origen del barrio, Numhausser (2005) indica que al ser los carangas quienes habían
arribado antes a la ciudad, obtuvieron los mejores lugares de las rancherías de indios. También
gozaron de este beneficio aquellos indios que se establecieron desde antes de las disposiciones
toledanas sobre la mit’a: “como es el caso de los habitantes de lo que se llamó la parroquia de
los indios Carangas [sic] – llamada así por el origen étnico de los primeros indígenas que la
poblaron” (2005: 47). No obstante, señala, el barrio estuvo compuesto por indios de procedencia
heterogénea desde sus inicios9.
7 Cabe aclarar que no se crearon todas las parroquias a la vez. Para 1591, refiere Arzáns, que estaban construidas 12, y que
en ese momento recién se estaba fundando la de Nuestra Señora de la Concepción. Después se fundaría la de San Martín y
para inicios del siglo XVIII la de San Roque (cf. Arzans 1965 I: 213).
8 También denominada por Capoche como Nuestra Señora de la Encarnación. No debe de confundirse con la de la
Concepción, pues esta también es mencionada (cf. Capoche 1959: 169).
9 Esta idea la apoya Numhausser (cf. 2005: 272-274), por ejemplo, mostrando el caso de dos indias que habían amasado
moderadas fortunas gracias al comercio de la coca. En el caso de una de ellas era natural de Guánuco y en el otro caso no
se indica su procedencia, pero ambas vivían en el “barrio de los carangas” al momento de testar.
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Esto no implicaba una convivencia caótica. Dentro de la heterogénea composición del barrio
existía un orden establecido. Un ejemplo que ilustra esta afirmación es el nombramiento de
alcaldes que se realizaba para la vigilancia de la plata fundida por los indios.
Del Cuadro 1 se puede colegir que los alcaldes designados tenían jurisdicción, con excepción
de Pedro Chinumaira y Diego Oyua, sobre la gente proveniente de algún repartimiento de
Carangas y sobre una porción de indios de otros lugares. Es interesante notar que, con excepción
de los repartimientos de Carangas, en los otros casos se generaliza el lugar de procedencia:
“chumbivilcas” o “condes” por ejemplo. Parece ser que los carangas ya van delineando una
lógica de organización propia que luego se acentuará con el pasar del tiempo. Se nota, asimismo,
que es el grupo étnico que controla la parroquia. Surgen además otras interrogantes acerca de la
presencia de otros grupos ¿La presencia de quillacas será fortuita o tendrá que ver con la
prehispánica relación entre carangas y quillacas11? ¿El Juan Guallpa, mencionado como alcalde
de los indios de Choquecota, tendrá alguna relación con el supuesto revelador de la existencia
de plata a los españoles en el Cerro Rico, quien al parecer procedía de Chumbivillcas?12
En este periodo, las lenguas habladas en la parroquia de Nuestra Señora de los Carangas (o San
Lorenzo), fueron tanto el español como el aymara y el quechua (cf. Bouysse-Cassagne 1975: 324).
En esto existe una diferencia con las otras parroquias, pues, de las catorce que existían, solamente
las de Santiago y San Pablo tenían características lingüísticas similares. Esta singularidad en cuanto
a las lenguas de evangelización se puede explicar posiblemente porque en San Lorenzo existían,
además de una mayoritaria presencia de Carangas, vecinos de otros lugares, posiblemente debido
a la presencia del mercado del Q’atu al lado del templo mismo. Esta vinculación con el mercado
se refuerza viendo, por ejemplo, el rol de los carangas en el comercio cuando interactúan con los
apoderados del cacique prestamista Diego Chambilla en el siglo XVII. Un total de 19 compradores
con la etiqueta de “caranga” son registrados en las listas que acompañaran luego al expediente que
el cacique le siguió a un apoderado suyo. Este aspecto no puede pasarse por alto si se toma en
cuenta que en los otros registros, con excepción de las collas, no se indica la procedencia de las
compradoras: se dice, por ejemplo, simplemente “una india” (cf. Medinacelli, en: Inch y
Medinacelli (eds.) 2010: 536-538).
Sobre la riqueza de sus habitantes, existe más de una descripción. A inicios del siglo XVII, en
el periodo de máximo esplendor de Potosí, Alonso Maldonado nos hace la siguiente descripción
de la parroquia:
Incluso sirve de punto de comparación para medir a las otras parroquias: “La doctrina y curato de
la parroquia de Santiago […] tiene setecientos pesos ensayados de sínodo y tiene aprovechamientos,
aunque no tanto como la de los carangas/700 p” (s/f: 94). Del mismo modo, Vásquez Espinoza
(1948 [1629]: 588) sostiene que la doctrina de los carangas en Potosí es “de las más ricas”.
Pero en San Lorenzo, como se indicó, no solo estaban indios de Carangas. Encontramos en los
relatos la presencia de indios de diversa índole y procedencia, españoles de varios orígenes, curas
e incluso “místicos” de la época. Durante la permanencia del virrey Toledo en la ciudad potosina,
éste recibió un día la visita de un informante que le había indicado que el indio descubridor de
Potosí estaba en su lecho de muerte y que quería que se le tome una declaración acerca del histórico
acontecimiento. Toledo se alegró al anoticiarse de esto y envió un clérigo para proceder al registro
de los hechos narrados por el indio Guallpa13. Numhausser, en base a un documento anónimo
transcrito en las Relaciones Geográficas de Indias de Jiménez de la Espada, sostiene que este indio
noble, procedente de Chumbivillcas, vivía en la ranchería de los indios carangas en Potosí (cf.
Anónimo 1965: 34). Más, al revisar el documento, no se encontró la referencia explícita a la
ranchería de los carangas, sino solo a la ranchería de indios. O Numhausser añadió la información
de otra fuente o leyó mal la transcripción o el manuscrito original sí incluye este dato y Jiménez
de la Espada se equivocó en su transcripción14. En todo caso si el dato fuera verdadero, podría
explicarse al considerarse que Guallpa indica que él había tenido actividad previa en Porco, donde
posiblemente hubiese conocido a los carangas que trabajaban ahí huayrando las minas de sus
encomenderos (cf. Anónimo 1965: 87-96; Cruz y Vacher 2008: 214; Numhausser 2005: 34-35).
13 Así pues, seguimos partiendo de las ideas de Platt y Quisbert (2007) que el indio Guallpa no descubrió la veta sino solo
la reveló a los españoles.
14 Ella utiliza la edición de 1885, aquí se revisó la de 1965. El documento original está alojado en la Biblioteca Nacional
de Madrid, mss. 3.040. fs. 1v-5v. En la transcripción lleva el nombre de “Relación del Cerro de Potosí y su descubrimiento”.
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Fig. 5. Plano de barrios de españoles en Potosí. El barrio de San Lorenzo se ubicaba entre los barrios de vascongados y
castellanos. Fuente: Elaboración propia en Base al “Plano evocativo de la Villa Imperial en el siglo XVII” (Viaña 1948).
Puede ser que, por haberse conocido en Porco, una vez fundada la Villa, había decidido vivir cerca
de ellos (los carangas), en las cercanías del mercado del Q’atu.
Durante los últimos años del siglo XVI y los primeros del XVII ocurrió en Potosí un
enfrentamiento entre la población de vascos y la que provenía de otras regiones de la península
ibérica. En ese contexto, la zona del barrio de San Lorenzo es mencionada por Bartolomé Arzáns
de Orsúa y Vela en numerosas oportunidades. En esos pasajes aparecen referidas la plazuela de
San Lorenzo, el paraje de Cebadillas, las calles que van hacia San Lorenzo y la iglesia misma (cf.
Arzáns 1965 I: 189, 205, 257, 330, 351, 369; II: 61). Estos datos son una muestra de la ubicación
del barrio en una zona con numerosa presencia española, pues se movían por sus calles y plazas
de manera estratégica armando tiendas en espera de los combates a trabar con sus contrarios.
El barrio también le sirve a Arzáns para presentar escenas relacionadas con amancebamientos e
historias románticas15. En 1588, relata que, después de unas lluvias torrenciales caídas en la
15 Queda por indagar el tipo de imaginario existente en el siglo XVIII en Potosí, el cual impregna las narraciones de Arzáns,
sobre todo las que aluden a periodos más antiguos. Es decir, el tipo de “imaginario” existente acerca del barrio de San Lorenzo.
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Villa, “la ira del Señor” se encargó de hacer caer el piso de una casa de altos ubicada en el barrio,
donde dormían ahí “un hombre de los reinos de España […] en compañía de una bella dama
peruana […] cogiéndoles la muerte en aquella ocasión de torpeza”; además que al día siguiente
se encontró en el piso inferior el cadáver de otra pareja de españoles, quienes también eran
amancebados (cf. Arzáns 1965 I: 203). En otro pasaje, el de los pretendientes de Floriana, la
joven escapa del corregidor y se dirige primero al cementerio de San Agustín y luego a los
“barrios de San Lorenzo” donde vivía una amiga de su madre (cf. Arzáns 1965 I: 238). Estas
escenas sugieren, por lo tanto, la existencia de españoles viviendo en el barrio. Es posible que
este barrio de indios hubiera tenido un sector de viviendas de españoles, posiblemente las más
cercanas a la Plaza Mayor (tal vez aquellas que ya existían en el momento en que el virrey Toledo
convierte al templo de San Lorenzo de Iglesia Matriz en parroquia de indios) ¿Pero, cuál era la
proporción de estos y cual su vinculación social con la población india del barrio?
Para 1759 se va a efectuar una fusión de las parroquias potosinas: de 14 pasarán a 7. Al parecer,
la “riqueza” de la parroquia se mantuvo hasta el siglo XVIII, pues Pedro Vicente Cañete, al
realizar un cuadro de los curatos en Potosí, indica que la parroquia de San Bernardo y San
Lorenzo era la más rica de las siete.
Mesadas Últimos
Parroquia Sínodos Valores
eclesiásticas valores
Tres curatos de la iglesia Matriz, cada
- 2.600 258 3.000
uno (2 sacristías y un curato de piezas)
San Roque 1.093, 6 2.500 249 4.000
San Benito y Santa Bárbara 1.250 1.200 119,4 7.000
Santiago y Copacabana 1.250 1.600 158,7 5.000
San Juan y San Martín 1.250 1.500 149,3 5.000
San Pedro y San Francisco el Chico 1.250 1.600 158,7 5.000
Concepción y San Cristóbal 1.250 1.600 158,7 7.000
San Pablo y San Sebastián 1.250 1.600 158,7 5.000
San Bernardo y San Lorenzo 1.250 2.600 258,1 7.000
Chulchucani 693,6 1.434 119,4 4.000
Tarapaya 200 594 49,4 3.500
Salinas 397 1.000 99,2 3.000
Capellanía de la Cárcel - 400 39,3
Además de esta fusión, una parte de la población carangueña fue segregada de su parroquia para
conformar la nueva de San Roque, en 1689. En esa ocasión, la Audiencia de Charcas había
dispuesto la creación de esta nueva parroquia y que:
de las 14 parroquias que hay en esta Villa se sacasen algunas familias, conforme el número
que de ellas tenía cada una, y fuesen llevadas a este nuevo beneficio y asignadas y agregadas
en propiedad para siempre, y que en aquel territorio cercano a la iglesia nueva que se había
de hacer se les diese sitios para fundar sus casas (Arzáns 1965 II: 347).
Sobre las actividades económicas de los carangas, se puede notar que están asociadas sobre todo
con la minería, el transporte en llamas y el comercio en los mercados potosinos. A inicios de la
Colonia, como se explicó al inicio del trabajo, los carangas se dedicaron a la fundición en
huayras. Para 1712, Bartolomé Arzáns relata la condena a muerte y posterior quema del cuerpo
de dos indios plateros quienes habían sido acusados de falsificación de moneda. Uno de los
cuerpos fue llevado chamuscado al templo de la parroquia de San Lorenzo, de donde no
permitieron que las autoridades lo sacasen: “el alcalde don Juan Díaz siguió el cuerpo […] y
entró con mano armada a quererlo sacar, y tornaron a oponerse la Hermandad de la Misericordia,
los clérigos y piedras de los indios” (Arzáns 1965 II: 500). Lo mismo ocurrió con el otro cuerpo,
producto de lo cual incluso una autoridad resultó lesionada con una pedrada ¿Alguno de estos
indios plateros sería de la parroquia de San Lorenzo? ¿Esta hermandad tendría alguna relación
con los indios y la parroquia de San Lorenzo?
Otra actividad desarrollada por los carangas fue el acarreo de mineral del cerro en sus llamas.
Indica en 1603 un cronista anónimo –editado por Marcos Jiménez de la Espada– que se bajaban
cada año 2,5 millones de quintales de metal según la cuenta de los libros de los carnereros. Señala
el texto que entre otros, también los indios carangas se ocupaban en esta actividad bajando “200
mil quintales, de los cuales se pagan un tomín ensayado de baja de cada quintal del cerro al
pueblo, que montan las dichas bajas 337 mil 500 pesos” (Anónimo 1965: 383). Así pues, los
carangas con sus llamas trasportaban del cerro un equivalente de casi el 10% de lo que se bajaba
anualmente del cerro. Ignoramos todavía la relación de los carangas con los indios mañazos
(¿también carniceros?), quienes compraban cebo. Estos, de acuerdo a Gunnar Mendoza gozaban
del privilegio de fabricar velas en la villa (Arzáns 1965 II: 454, n. 1)16.
16 Lo cual era una actividad muy lucrativa; si no, solamente obsérvese la cantidad de cirios que se quemaban con ocasión
de las innumerables fiestas, procesiones y eventos que se daban en la Villa Imperial.
17 Sitios que las comerciantes del mercado del Q’atu (o Gato) ocupaban para la venta de sus productos.
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por la fuerza, por los curas de esta parroquia, a “hacer las fiestas que se les señalaban o a
desamparar el lugar” (Arzáns 1965 III: 409).
que no la castigue. Por tal motivo, se organizó una procesión con la presencia de todas las ordenes
excepto la de la Compañía, por lo cual “no llegó a su iglesia la procesión, sino que bajó de San
Agustín para la plazuela de San Lorenzo” (Arzáns 1965 II: 498). En 1727, con motivo de la
entrada de Luis Francisco Romero, arzobispo de La Plata, se indica que su comitiva fue “de la
plazuela de San Lorenzo, siguió a la calle de Loreto y subió a la plaza del Regocijo, estando la
del gatotan llena de gente que causaba admiración la multitud, y de la misma manera las calles,
ventanas y balcones” (Arzáns 1965 III: 256).
Para inicios del siglo XVII, en el momento de máximo apogeo de Potosí, los curas doctrineros
de las parroquias tenían uno o más ayudantes (Vásquez de Espinoza (1948 [1629]: 587-588).
Acerca de los curas que fueron doctrineros en esta parroquia tenemos una primera lista con
información sobre todo para el siglo XVIII.
21 cf. ABAS, AC, Miscelánea, 7, f. 128, Poder de los curas de Potosí a los procuradores elegidos…
22 cf. Arzans (1965 II: 71).
23 cf. Arzans (1965 III: 296); ABNB, ALP, EC, 1707.51. Información de méritos y servicios eclesiásticos…; AHP-CNM,
CGI, 228. Expediente promovido a pedimento del cura… (1752), f. 1.
24 cf. ABNB, ALP, EC, 1707.51.
25 cf. Arzans (1965 III: 296); ABNB, ALP, EC, 1768.63. Autos seguidos por los indios de Chuquicota…, f. 50. ABNB,
ALP, EC, 1743.37. El indio Francisco Pilco contra el cura… ABNB, ALP, EC, 1753.137. Permuta entre Bernabé Antonio
Chavarría…; AHP-CNM, CGI, 228, Expediente promovido a pedimento del cura… (1752); ABNB, EP, 317, fs. 60-61v
(1767); ABAS, AA, Parroquias, 185, Varias (1681-1845), Permuta, Chavarría con Mendoza, 29/XI/1753 (9 fs.). ABAS,
AA, Acusaciones y causas de/a eclesiásticos, 5. Chavarri. Chavarría y Guzmán, Bernabé Antonio, Cumplimiento de
sentencia, acerca de una “negrita de pechos, 1767, fs. 97-113.
26 cf. ABNB, ALP, EC, 1753.137. Permuta entre Bernabé Antonio Chavarría…
27 cf. ABNB, ALP, EC, 1768. 63, fs. 41-42v; Arzans (1965 II: 254, n4 [G. Mendoza]); Vásquez Machicado (1989, n° 2333);
ABNB, DIVER Iglesia 22. Representación de José de Suero González y Andrade, Provisor y Vicario General; ABNB, CPLA
51: 148-222v. Dictamen expedido a solicitud del Cabildo de Potosí por el doctor don José de Suero González Andrade, 6/7/1767
– 21/7/1767; ABNB, Min. 127/18. Expediente seguido por los indios enteradores de la mita de la provincia de Carangas, que
paran en la parroquia de San Lorenzo de la Villa de Potosí, sobre su derecho a una tienda…, 1762; DHB II: 956; BBA, n° 1351.
28 cf. ABAS, AA, Fábrica, 4 [Potosí (Concepción- San Lorenzo], 1809.
29 cf. ABAS, AA, Parroquias, Potosí-Matriz (+ otras suprimidas). Petición de los indios de pertenecer… (1809). Se registra
a este cura, pues por una disposición del Arzobispo San Alberto los indios criollos del barrio de San Lorenzo debían estar
desde entonces bajo la jurisdicción del cura de Tarapaya, aunque los indios elevan una petición solicitando continuar en
San Lorenzo.
arqueoantropológicas Año 5 Nº 5. 2015 85
sumamente quebrantado de la salud, así por el laborioso cargo de cura que personalmente
he ejercitado en el dilatado tiempo de más de cuarenta años, como por hallarme ya en
edad que no contribuye con las fuerzas y vigor precisos e indispensables al ministerio
personal de cura33.
Gracias a un expediente promovido por este párroco en 1752, conocemos algunos detalles acerca
de las edificaciones que existían en el lugar. En esa ocasión, Chavarría solicita que la tasación de
unas casas que servían como vivienda para los curas de la parroquia con el objeto de venderlas.
Señala que las casas estaban ubicadas al frente de la iglesia (aunque en otra parte indica que lo
estaban al lado del cementerio de la iglesia), las cuales habían sido edificadas por uno de los curas
30 Arzáns indica que este cura era también comisario de la Santa Inquisición al tiempo de ser párroco de San Lorenzo
(1956 II: 418).
31 Es posible que la edificación de este templo ya haya dado problemas antes, por ejemplo, en 1703, estando presente Juan
Suero Peláez unos indios se salvaron de ser aplastados por una pared al edificar el muro de una iglesia (Arzáns no refiere
cual templo) (Arzáns 1956 II: 418).
32 ABNB, EP, 137, f. 1v.
33 ABNB, ALP, EC, 1753.137, f. 1.
86 Juan Víctor Mamani
anteriores de la parroquia, Juan Suero Peláez (muerto en 1706) y que pertenecían a los curas para
que viviesen en ella y alquilasen los restantes cuartos. Chavarría señala que él cobraba anualmente
200 pesos y que lo restante era destinado a la fábrica de la iglesia, lo que normalmente se gastaba
en la refacción de la construcción. Indica que solicita la venta por ser el edificio viejo y hallarse
las paredes lastimadas, “amenazando a ruina por las tres convecinas casas sin ser suficiente el
haber hablado yo a sus dueños para que pongan el reparo necesario”. Sobre su utilidad refiere que
“para vivienda de los curas es superabundante la casa en que habito en la que así mismo han vivido
mis antecesores”. En atención al pedido se procedió a la tasación por parte de un alarife, un
carpintero y un vecino. Los tres indicaron que, para refaccionar el inmueble, hacían falta como
1.000 pesos y que el valor para la venta ascendía a 10.000 pesos. La propiedad, en la que vivía un
capitán, Alejandro Blacut, constaba de piezas (cuartos), patios, traspatios, corral y gallinero 34.
Por lo menos un par de curas de la parroquia fueron personas eruditas o escribieron algún libro.
En 1639, Ildefonso Ruiz de las Navas, quien según Arzáns era natural de Guatemala y en ese
momento cura ayudante de San Lorenzo, es protagonista de una de sus historias. Menciona
Arzáns que este cura habría escrito un libro titulado “Casos ejemplares sucedidos en la Villa
Imperial de Potosí” el cual habría permanecido inédito por descuido de sus familiares. El cronista
potosino habría tenido el manuscrito en sus manos de donde habría extraído el pasaje que narra
(Arzáns 1965 II: 71)35. Otro cura destacado es José de Suero González y Andrade quien, al
parecer, estuvo presente en San Lorenzo desde por lo menos 1762 hasta 178636. González y
Andrade escribió alrededor de 1770 unas notas marginales al Memorial apologético, histórico,
jurídico, y político en respuesta de otro, que publicó piadoso un religioso, contra el repartimiento
de indios, que introdujo en Potosí la común necesidad, y causa publica para el beneficio de las
minas de Nicolás Matías del Campo y Larrinaga. En uno de los ejemplares conservados, están
presentes estas notas, las cuales tienen un gran valor pues Suero González las escribió con
conocimiento del caso: él había trabajado muchos años con los indios y conocía el problema de
primera mano. Sobre su persona dice Gunnar Mendoza en la edición anotada del escrito de
Arzáns: “para entonces [1770] había servido durante 40 años como cura de indios, tanto en
parroquias rurales como en las parroquias de indios de mita de San Bernardo y San Lorenzo de
Potosí” (Arzáns 1965 II: 254, n4 [G. Mendoza])37. En otra ocasión, en 1767 el párroco escribió
un dictamen que el Cabildo de Potosí le había solicitado acerca de la alhóndiga38 para el expendio
de harinas de trigo y maíz que pretendía introducir Juan Ameller39. Unos años más tarde, en
1786, se encuentra otro escrito suyo: una representación al Gobernador Intendente de La Plata
34 cf. AHP-CNM, CGI, 228. Expediente promovido a pedimento del cura rector de San Lorenzo…, 1752, 6 fs.
35 Este manuscrito debía haber pasado a Lima para su impresión pues incluso había dejado dinero para este efecto (Arzáns
1965 II: 71). Barnadas lo da por definitivamente perdido (cf. 2013: 112).
36 Para la época ya había ocurrido la fusión de las parroquias, es decir, era párroco de la parroquia de San Lorenzo y San
Bernardo.
37 Mendoza llama la atención de lo desconocida de su figura y su talante como “esforzado campeón de las ideas liberales
y humanistas en la segunda mitad del siglo XVIII en el Alto Perú”. El ejemplar impreso que contiene las anotaciones
pertenece a la Sociedad Geográfica de Sucre.
38 Establecimiento en el que se compraban, vendían e incluso almacenaban los granos.
39 cf. ABNB, CPLA 51: 148-222v., Dictamen expedido a solicitud del Cabildo de Potosí por el doctor don José de Suero
González y Andrade… Este es al parecer un texto también erudito, colmado de muchas citas de autores clásicos y de leyes.
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acompañando un informe de los ministros de la Real Hacienda de Carangas acerca de los sínodos
de los párrocos que no se pagaban a tiempo por la demora en la entrega del tributo 40. Vemos
pues, que se pueden encontrar curas de San Lorenzo que, aparte de ejercer sus funciones
eclesiásticas, también se dedicaban a escribir y a polemizar sobre diversos asuntos41.
40 cf. ABNB, DIVER Iglesia 22. Representación de José de Suero González y Andrade, Provisor y Vicario General…
41 En el caso de José Suero Gonzáles y Andrade, Josep M. Barnadas en base a información de Guillermo Ovando Sanz
incluso menciona una obra de química de autoría suya, la cual sospecha puede encontrarse en algún archivo o biblioteca de
España (cf. 2013: 119).
42 Los documentos hacen referencia a este lugar con el nombre de Tollosi, Tollochi o Tollocchi. En la actualidad existe un
cerro con ese nombre, ubicado a una distancia de cinco kilómetros de Potosí en el camino a Porco, que es la distancia y
referencia que se menciona en los documentos que hacen referencia al lugar. Es posible que se trate del mismo
emplazamiento.
43 cf. ABNB, ALP, EC, 1768.63. Autos seguidos por los indios del pueblo de Chuquicota…fs. 41-42v.
44 ABNB, ALP, EC, 1768.63. f. 47.
88 Juan Víctor Mamani
Así pues, la intención del cura es puesta en duda: pese a sus alegatos, también se le acusa de
abusar a los indios con las obvenciones. Un dato adicional se encuentra con motivo de una
denuncia de apropiación indebida de una tienda que realizan los indios de la parroquia contra el
anterior cura Bernabé Echavarría en 1762. Se menciona en el documento que esa tienda la poseía
su actual párroco (Suero González a nombre de los enteradores de la provincia para cubrir los
gastos de obvenciones y las misas dedicadas al Santísimo Sacramento)45.
En San Lorenzo también vivieron y tuvieron actividad personajes virtuosos de la Villa. Arzáns
relata la historia de Juan de la Cruz, hijo de padre extremeño, que en 1669 vivía en un rancho
detrás de la parroquia de San Lorenzo (cf. Arzáns 1965 II: 249). Otro, Francisco Aguirre, “siervo
de Dios” en el momento de su conversión, había acudido al templo de San Lorenzo a pedirle a
la imagen del Señor Crucificado que su pretendida no muriera. Arzáns menciona que el pedido
fue atendido a condición de que Francisco se retirara a vivir una vida eremítica. Así pues, Aguirre
vivía “en un aposento humilde en uno de los arrabales de esta Villa [y] no salía sino a la Iglesia
de San Lorenzo y a la de Jerusalén que allí cerca estaba” (Arzans 1965 II: 341-342).
De este modo, se puede encontrar la cercanía no solo física que existía entre el barrio y el de
San Bernardo y el templo de Jerusalén. En 1657, la imagen de la Virgen de Jerusalén, que se
encontraba en una capilla en un rancho de indios, habría obrado milagrosamente salvando a un
indio que estaba por morir y le había indicado que debían construirle un nuevo templo, por lo
cual se levantó el indio y “fue al cura de San Lorenzo (aunque era él de la parroquia de San
Bernardo que está allí cerca), y refirióle el caso”, ante lo cual, fueron al rancho, recogieron la
imagen y “la pusieron en la iglesia de San Lorenzo entretanto que se acababa de fabricar la
iglesia de Jerusalén, poco más arriba de donde antes tuvo su capillita”. Esta iglesia se habría
costeado con el aporte de vecinos españoles en solo un año (cf. Arzáns 1965 II: 170). En otra
ocasión, en 1704, cuando una india llevaba piedras para reconstruir el templo de Jerusalén, sufrió
un accidente. La india se habría curado gracias a un poco de tierra de la antigua iglesia aplicada
a sus heridas por lo cual al día siguiente “declaró el suceso esta india ante el cura de la parroquia
de San Lorenzo juntamente con los otros indios que lo vieron” (Arzans 1965 II: 419). Estos
espacios van a estar presentes nuevamente con motivo de una denuncia por robo presentada por
unos indios originarios de Huayllamarca en 1712.
45 cf. ABNB, ALP, Min. 127/18. Expediente seguido por los indios enteradores de la mita de la provincia de Carangas…
arqueoantropológicas Año 5 Nº 5. 2015 89
novenario al Santo Cristo de la parroquia de San Lorenzo”, concluyendo el novenario con una
procesión muy pocas veces vista, ya que en pocas ocasiones habían salido juntas las imágenes
del Santo Cristo de San Lorenzo y de la Virgen de Jerusalén. Continua narrando: “Otro
novenario se hizo en la capilla del monte Calvario al mismo tiempo que se hacía en San
Lorenzo y fue a Cristo nuestro bien con la cruz a cuestas, que es su imagen muy devota, y se
hizo una procesión con dilatado acompañamiento y luces” (Arzans 1965 III: 87). Un último
suceso transcurrió en 1729 cuando, con motivo de una sequía, se inició otro novenario en San
Lorenzo dedicado “a su milagroso Santo Cristo” al ver que las lluvias de enero cesaban al
poco tiempo de empezar (Arzáns 1965 III: 289). Se puede notar, entonces, que la devoción al
Santo Cristo Crucificado del templo de San Lorenzo era muy difundida entre la población de
la ciudad. Además, que tiene un especial significado cuando sale junto a la imagen de su
madre, bajo la advocación de Jerusalén. Así puede entenderse a esta capilla como un espacio
articulado al barrio.
Sobre las cofradías potosinas de indios, tenemos el estudio de María Candela de Luca (2012) el
cual considera solo cinco parroquias de la ciudad potosina, entre las cuales no incluye a la de
San Lorenzo46. Quisbert (2008) trabaja también el tema, presentando incluso un cuadro con las
cofradías aunque, cuando indica que en la parroquia de Carangas (San Lorenzo) estaba fundada
la cofradía del Santísimo Sacramento, no menciona la fuente (Quisbert 2008: 329-330). Es
probable que sea a esa cofradía a la que se refieren los indios cuando indican en 1762 que el
cura administraba una tienda perteneciente a la comunidad con el fin de sufragar parte de los
gastos de las obvenciones y misas destinadas al Santísimo Sacramento47. En 1708, tenemos
alguna información proveniente de Arzáns que, aunque no aclara la advocación de la cofradía
de los carangas, proporciona algunos datos. La narración tiene como centro la conclusión de la
iglesia de Jerusalén y la ceremonia de colocación de la imagen de la Madre de Dios de Jerusalén.
Ese día, la imagen salió cargada en andas de la iglesia mayor con rumbo a su nueva iglesia
acompañada del pueblo, la nobleza, el Cabildo, los tribunales, religiosos, etc. Indica Arzáns que
iba por delante
una compañía de los indios de la parroquia de San Lorenzo a quien estaba agregada esta
iglesia de Jerusalén […] Los indios pues de este beneficio formaron su compañía de
arcabuceros, vestidos los más con galas de españoles, y como llevo dicho iban por
delante. Luego seguían las imágenes de las cofradías de aquella dicha parroquia con sus
estandartes y acompañamiento […] (Arzans 1965 II: 452-453).
Este pasaje evidencia la importancia que tenían los indios carangas. Además se puede ya
pensar que en esta parroquia existían varias cofradías. Resta conocer mucho más acerca de
ellas.
46 No se toman en cuenta más que cinco parroquias urbanas (no se toma en cuenta ni a San Lorenzo ni a San Bernardo,
tampoco a San Roque, razón por la que ni siquiera la fusión de San Lorenzo con San Bernardo justifica esta omisión), aunque
esto puede deberse a que en el Archivo del Obispado de Potosí no se cuenta con libros de fábrica de las otras parroquias. Para
el universo de parroquias de cual da cuenta, con seguridad existen libros de fábrica y otro material en el ABAS.
47 cf. ABNB, ALP, Min. 127/18. Expediente seguido por los indios enteradores de la mita de la provincia de Carangas…
90 Juan Víctor Mamani
Se hallan presentes, pues, capitanes chicos de las diferentes doctrinas de Carangas, con excepción
de Orinoca.
A mediados del siglo XVIII, la parroquia de San Lorenzo poseía una característica peculiar que
la distinguía de todas las otras parroquias de Potosí: era la única en la que la normativa establecía
que solo debían vivir indios de una provincia y era una de las dos que no debía tener indios
mitayos procedentes de otras provincias (al igual que San Martín); además era la única provincia
que no tenía población repartida en otras parroquias. En el Anexo se presenta un gráfico que
refleja la procedencia de la población de cada parroquia según órdenes del Virrey Conde de la
Monclova49 y se lo compara con el que habría existido con Toledo, según el Código Carolino de
Pedro Vicente Cañete. Existen muy pocas variaciones entre ambas listas; solamente algunas
incorporaciones y exclusiones mínimas. Esto permite afirmar que ya con Toledo, los carangas
mantenían, ante las autoridades, las particularidades antes mencionadas: de ser un barrio en el
que “legalmente” solo vivían indios carangas.
Sin ser Vuestra Merced ni nosotros como legítimas partes citados por el Vicario de esta
villa51 al mediodía y clandestinamente a dar posesión de dicha tienda al apoderado del
doctor Chavarría […] lo que es manifiesto violento despojo de que se no siguen muchos
perjuicios contra lo ordenado en reales leyes y ordenanzas52.
Un elemento que se percibe en el cuestionario que proponen los caciques para solventar su
denuncia, es la división del barrio: “Si es notorio y saben que dicha tienda está en el sitio asignado
al común de Hatun Carangas [Turco] de nuestra parroquia y que los curas no son dueños de este
sitio sino que solo por nuestro permiso” 53. De ese modo, se puede percibir que no solo los
carangas estaban concentrados en una solo parroquia, sino que, dentro de ésta, cada marka tenía
al parecer su espacio asignado54.
Esta situación tiene su origen en algún momento entre la ordenación de Toledo y el siglo XVIII.
Para estas fechas se encuentran datos que permiten pensar que existía una cierta concentración
étnica más marcada. En 1712 una pareja de indios de Huayllamarca que vivía en el paraje de
Munaypata es asaltada en su tienda por un par de mestizos y un mulato quienes les robaron unos
cestos de coca y les dejaron malheridos. Como consecuencia, el protector de naturales de la Villa
se querella contra los acusados, a nombre de Carlos José y Juana Lorenza, indios del pueblo de
Huayllamarca. Para llevar adelante el proceso, se presentan varios testigos que corroboran el
50 ABNB, ALP, Min. 127/18, f. 2. Dice el protector de naturales que esas tierras son del rey, incluso si los indios que viven
en ellas no son mitayos (por ejemplo, los indios criollos).
51 El vicario era precisamente Chavarría.
52 ABNB, ALP, Min. 127/18, fs. 2-2v.
53 cf. ABNB, ALP, Min. 127/18, f. 2v
54 Parece ser que esta lógica pervive hasta la actualidad (aunque en los últimos años parece disminuir). El Ayllu Sartañani
(1995) muestra en su estudio sobre Carangas como los pueblos estudiados mantenían una división por parcialidades y ayllus
dentro del pueblo. Si una persona pertenecía a un ayllu, debía tener su casa en la zona correspondiente al ayllu. Esta división
del espacio también se extiende, en los rituales y festividades, a la plaza del pueblo (por ejemplo, en Choquecota, cada
esquina pertenece a dos de los ocho ayllus existentes) y al pasillo anterior a la entrada a la iglesia.
92 Juan Víctor Mamani
hecho brindando más detalles. A continuación se presenta un cuadro de síntesis de estos testigos
y sus testimonios:
Cuadro 5. Testigos del proceso por robo de coca a Carlos Josep y Juana Lorenza, de
Huayllamarca, en Potosí (1712)
Testigo Relación con los Actuación en el Rúbrica de
Origen y estado civil Edad
declarante asaltados incidente declaración
Resistió a los
Margarita Estaba en asaltantes junto a la
Andamarca, soltera 20 años No
Juana compañía suya pareja y recibió una
pedrada
Se asoma al
Huayllamarca, mujer Vivía en casa de escuchar los ruidos.
Juana Lorenza 20 años No
de Nicolás Asensio los asaltados Ayuda en la captura
de los asaltantes
Vecino de una
Principal de Condo
Don Juan casa ubicada Dirige la captura de Más de 40
Condo, Provincia de Si
Alejandro debajo de la de los asaltantes años
Paria
los asaltados
Acompañaron al
En compañía de principal en la
Pedro Alejo Corquemarca 40 años No
Juan Alejandro captura de los
asaltantes
Diego Bernabé // // // 45 años //
Del cuadro se pueden sacar algunas ideas para dilucidar el tipo de relaciones que mantenían los
indios que vivían en el lugar. Un elemento central en estas relaciones era el comercio de la coca.
Al respecto, Numhausser (1998, 2005) estudió el papel que cumplieron las comerciantes de coca
en Potosí en la segunda mitad del
siglo XVI. Ella señaló que las
comerciantes de este producto
podían acumular pequeñas e
incluso medianas fortunas gracias
a su participación en el mercado
potosino. Además, menciona que
el depósito de la coca que llegaba
a la ciudad, lista para ser vendida
y distribuida a las comerciantes,
estaba ubicado a un costado de la
parroquia de San Lorenzo
(Numhausser 2005: 240). Esta
información permite suponer que
también las indias carangas
estaban implicadas en este tipo de Fig. 9. Paraje de Munaypata, 1768. Fuente: Fragmento de la pintura de Gaspar
Miguel de Berrios, “Descripción del Cerro… “, 1768. Museo Charcas, Sucre.
comercio de manera activa.
arqueoantropológicas Año 5 Nº 5. 2015 93
De todos los declarantes en el proceso seguido a los acusados del robo, cuatro son de Carangas
y uno de Paria (en este caso el principal de una de sus doctrinas, Condo Condo). Se sabe
también que los indios asaltados tenían en su casa por lo menos una inquilina de Carangas.
La presencia en el lugar de un Principal que firmaba (no conocemos si sabía leer y escribir),
indica que, tal vez, el lugar de ubicación de la casa y tienda de la pareja asaltada haya sido
una zona donde caciques y comerciantes de otras regiones vivían, quizá por su cercanía con
el mercado del Q’atu. La zona de Munaypata estaba comprendida al Sur-Oeste de la parroquia
de San Lorenzo y al Sur de la de San Bernardo y la iglesia de Jerusalén como se puede apreciar
en la figura 10.
Como se indicó antes, varios indios acudieron al llamado del Principal de Condo Condo para
perseguir a los ladrones. Juana Lorenza (que vivía en casa de la india comerciante homónima)
señala que, una vez que huyeron los ladrones, “con mucho trabajo los agarraron esta testigo y
otros indios del rancho” para luego llevarlos con el criado del Protector de Naturales a la cárcel
pública. Uno de los acusados niega el robo y señala que cuando lo agarraron “lo maniataron y
le lastimaron la cara y poniéndole unos grillos lo encerraron en el […] baptisterio”. El otro, que
también negaba el hurto, señala que le agarraron
dándole tres heridas en el cuerpo y una pedrada en la sien derecha y otra en la ceja
contraria lo llevaron a lo del cura de San Bernardo y por haber estado enfermo lo pasaron
al cementerio de la iglesia de dicha parroquia y estando en él dijeron los dichos indios
“¿Qué hemos de hacer con este que se está muriendo?”55
Frente a tales hechos, decidieron entregarlos a las autoridades. Ambos indios eran de Carangas
y vivían en el paraje de Munaypata ¿Hasta dónde se extendía el barrio, cuáles eran sus límites?
¿Era Munaypata una zona que pertenecía a la parroquia de San Lorenzo o los indios Carangas
vivían en casas dentro de la parroquia de San Bernardo?
que reconozcan por su legítimo párroco al de Tarapaya, y sobre lo mismo les exhortó el
de San Lorenzo de esta Villa, como también a sus sacristanes, alcaldes y curacas para que
se abstengan de sugerir aquellos, insubordinándolos al de Tarapaya y atrayendo a San
Lorenzo56.
Días más tarde, se presentaron en la ciudad de La Plata, Domingo Mamani y Pedro Nolasco
Quespi, caciques y gobernadores de la doctrina de San Lorenzo argumentando:
Que desde tiempo inmemorial a esta parte los indios de la comunidad de la Parroquia de
San Lorenzo han sido feligreses de ella sin interrupción, han tenido por cura y párroco
propio al de San Lorenzo y han estado en pacífica posesión de que este les administre
sacramentos; y ahora, a pesar de una posesión tan antigua, pretende el cura interino de
Tarapaya don Alejandro Reinaga que dichos indios sean feligreses suyos, no obstante que
estos residen en la misma villa de Potosí y son originarios de ella, por solo que tienen
afuera sus estancias nombradas Tollocchi arriba y Tollocchi abajo, figurando al efecto
que los referidos indios son forasteros57.
Prosigue indicando que el cura lo hace “violentando una posesión antiquísima y lo que es más,
intolerable es, la voluntad de los indios que nos quieren pasar de una doctrina a otra, de la de
San Lorenzo a la de Tarapaya”58. Al final del proceso, las autoridades suspenden su decisión y
autorizan que, por el momento, los indios de San Lorenzo continúen bajo la jurisdicción de su
párroco. De esta manera, los indios criollos siguen viviendo en San Lorenzo y mantienen sus
propiedades colectivas de Tollochi, sitas en el camino entre la Villa de Potosí y Porco59. Es
interesante notar cómo, el mencionar las estancias, es un argumento que les arraiga más al barrio.
En realidad, unos años atrás, Pedro Vicente Cañete había indicado que los indios criollos una vez
que sean incorporados legalmente a la Villa se doctrinen en la parroquia de San Roque, más al
parecer esto no ocurrió en el caso de los carangas (o al menos no en su totalidad) (1974: 211-212).
Conclusiones primeras
Los carangas llegaron a Potosí al tiempo que los españoles iniciaron la actividad minera en torno
al Cerro Rico. Ellos ya habían participado con anterioridad en la fundición de mineral en las
minas de Porco, posiblemente desde antes de la conquista. Eran, pues, expertos mineros. Este
arribo prematuro al del resto de grupos étnicos les permitió ubicarse en la región Nor-Oeste de
la ciudad, cerca del centro de la ciudad, de la Plaza del Regocijo y del Mercado del Q’atu. De
este modo, cuando se terminó de construir la Iglesia Matriz, el templo de San Lorenzo fue
destinado a parroquia de indios carangas.
San Lorenzo fue solo una de las catorce parroquias de la Villa que existieron para la doctrina de
la población mitaya que acudía a Potosí. Y, aunque, cuando se habla de esta parroquia,
ineludiblemente se tiene que hacer referencia a su población de indios y su origen, también
existieron otros grupos e individuos que vivieron y tuvieron actividad en ella. La comprensión
de estos y su relación con la población caranga permitirán, en el futuro, un análisis más complejo
y completo de la presencia caranga en el siglo XVIII, inicios del XIX, hasta el momento de su
disolución étnica en la Villa potosina.
57 cf. ABAS, AA, Parroquias, Potosí-Matriz [+ otras suprimidas], Petición de los indios de pertenecer… fs. 2-2v.
58 cf. ABAS, AA, Parroquias, Potosí-Matriz [+ otras suprimidas], Petición…f. 2v.
59 cf. Mamani (2015: 88-97).
arqueoantropológicas Año 5 Nº 5. 2015 95
Una segunda característica son las lógicas de manejo y distribución del territorio que se trasladan
a Potosí: así como cada provincia tenía asignado un barrio y una parroquia en Potosí; cada marka
caranga tenía fijado un lugar en este barrio 60. En cuanto a la organización social y política
existían, al parecer, estructuras articuladas a las autoridades de la provincia de origen.
Una tercera característica que se pudo verificar es que los carangas, a mediados del siglo XVIII,
mantenían una unidad frente a las autoridades, al menos de provincia ¿También étnica? En su
parroquia no debían (de acuerdo a las normas) habitar indios de ninguna de las otras trece
parroquias; además, ninguna marka caranga debía alojarse en otra parroquia que no fuera la de
San Lorenzo mientras permanecía en Potosí. Los carangas no se diseminan ¿Cuál habría sido el
criterio de las autoridades para disponer que los carangas fueran los únicos que vivieran agrupados
en una sola parroquia? En los hechos reales, con toda seguridad otra gente también debió vivir en
la parroquia de los carangas y ellos también en otras, pero este aspecto normativo no dejar de
llamar la atención considerando que las provincias que enviaban mitayos eran dieciséis.
Un aspecto que no se diferencia todavía aquí pero que tiene mucha importancia, es la separación
entre indios carangas criollos y mitayos. No solo se diferencian por la obligación de los segundos
de acudir a la mit’a, sino que la presencia prolongada de los primeros en Potosí les confiere
características singulares.
Como aspecto que se continuará trabajando queda explorar más fuentes sobre los párrocos. Existen
varios curas con presencia en el lugar y varios de ellos con un tiempo notoriamente prolongado.
Entre los más importantes, por su actividad, tiempo de permanencia y rastros dejados están: Bernabé
Antonio de [E]chavarría y José de Suero Gonzales y Andrade. Otro aspecto, es el referido a la
existencia de cofradías y hermandades, mas de momento solo se tiene certeza de una: la del Santísimo
Sacramento. De igual manera, era famosa la devoción al Cristo Crucificado de la parroquia.
Otros aspectos que deben profundizarse son: la organización política de la parroquia, el sistema
de fiestas y cargos y la demografía de población, tanto de carangas criollos como de mitayos. Y,
aunque no es el objetivo de esta investigación a largo plazo, también buscar y articular más
información relacionada con la parroquia en los siglos anteriores al XVIII.
60 Y también, al parecer, una estancia (o grupo de estancias) en las afueras de Potosí (cf. Mamani 2015: 88-97). Se
encontraron estancias pertenecientes a Choquecota, Totora, Andamarca, Curahuara, Huayllamarca y Huachacalla, la mayor
parte teniendo como vértice al cerro de Tollosi ¿Existía alguna lógica de ordenación del espacio propia de los carangas en
este lugar? No conocemos cómo estaban organizadas las markas en el siglo XVIII, pero existe la posibilidad que hayan
estado ya organizadas más o menos como en la actualidad, asignando a cada parcialidad, ayllu y comunario un lugar, un
espacio (territorial y simbólico) del territorio.
96 Juan Víctor Mamani
San Bernardo Cochabamba (restantes), Paria (restantes),n Prov. Cochabamba (1) y - Prov. Paria (6)
Chichas (2), Lampa (1), Azángaro (2), Prov. Tarija (2), Lampa (1), Azángaro (2),
San Pedro Chucuito (1), Quispicanchis (2), Canas, Chucuito (1), Quispicanchis (2), Canas,
Canchis y parte de Tinta (5) Canchis y parte de Tinta (5)
Chichas (1), Porco (restantes), Lampa (5), Prov. Tarija (1), Porco (7), Lampa (5),
San Cristóbal
Pacajes (2). Chayanta (4) Pacajes (2), Chayanta (2).
Porco (5), Paria (3), Lampa (2),
Porco (6), Paria (3), Lampa (2), Omasuyos
San Pablo Omasuyos (1), Canas, Canchis y parte de
(1), Canas, Canchis y parte de Tinta (3)
Tinta (3)
Cochabamba (1), Azangaro (restantes), Cochabamba (2), Azángaro (4), Sica Sica
San Benito
Sicasica (restantes) (3)
Cochabamba (2), Lampa (1), Azangaro (1),
Cochabamba (2), Lampa (1), Omasuyos
Omasuyos (restantes), Canas, Canchis y
Santiago (3), Canas, Canchis y parte de Tinta (7),
parte de Tinta (restantes), Chayanta
Chayanta (4)
(restantes)
Paucarcolla (restantes), Lampa (1),
Paucarcolla (5), Lampa (1), Azángaro (1),
Azangaro (1), Omasuyos (1),
Santa Bárbara Omasuyos (1), Quispicanchis (1) y
Quispicanchis (1), Canas, Canchis y parte
Canas, Canchis y parte de Tinta (1)
de Tinta (1)
Paucarcolla (2), Azangaro (1), Pacajes (2), Paucarcolla (1), Azángaro (1), Pacajes
Copacabana Omasuyos (1), Canas, Canchis y parte de (2), Omasuyos (1) y Canas, Canchis y
Tinta (2) parte de Tinta (2)
Lampa (3), Azángaro (1), Sica Sica (2),
Lampa (4), Azangaro (1), Sic asica (2),
Pacajes (3), Omasuyos (1), Chucuito (1),
San Sebastián Pacajes (3), Omasuyos (1), Chucuito (1),
Quispicanchis (3) y Canas, Canchis y
Quispicanchis (restantes)
parte de Tinta (1)
Lampa (3), Azangaro (2), Pacajes
Lampa (3), Azángaro (2), Pacajes (5) y
Concepción (restantes), Canas, Canchis y parte de Tinta
Canas, Canchis y parte de Tinta (3)
(3)
Lampa (3), Sicasica (1), Omasuyos (2), Lampa (3), Sica Sica (1), Omasuyos (2),
San Juan Chucuito (3), Canas, Canchis y parte de Chucuito (3) y Canas, Canchis y parte de
Tinta (1) Tinta (1)
San Martín Chucuito (3 y restantes) Chucuito (8)
San Francisco el Chico Chucuito (varias), Chayanta (3) Chucuito (3) y Chayanta (3)
Fuentes Primarias
Siglas empleadas
Manuscritos
ABNB, ALP, EC 1707.51. Información de méritos y servicios eclesiásticos del Dr. Miguel de Salazar y
Castilla, Cura de San Lorenzo de Potosí, (71 fs.).
ABNB, ALP, EC 1743.37. El indio Francisco Pilco, contra el Cura de San Lorenzo de Potosí, Bernardo
Chavarría por cantidad de pesos, (68 fs.).
ABNB, ALP, EC 1753.137. Permuta entre Bernabé Antonio de Chavarría, cura de San Lázaro [sic pro, San
Lorenzo] en Potosí y Francisco de Mendoza, sacristán mayor de la Iglesia Matríz (12 fs.).
ABNB, ALP, EC 1768.63. Autos seguidos por los indios del pueblo de Chuquicota, con los indios criollos
que se hallan en Quichipampa por el derecho a la estancia de Tollochi, que se halla en los contornos de
Potosí (58 fs.).
ABNB, ALP, Ficha 2275. Ruck 11: 94-98v. Resumen numérico de los indios de mita de Potosí, con detalle
de las provincias y pueblos de origen, número de indios en la gruesa y en el turno semanal y parroquias
donde son adoctrinados en la Villa, 1760, Potosí.
ABNB, ALP, Ficha 2285. Min. 127/18. Expediente seguido por los indios enteradores de la mita de la
provincia de Carangas, que paran en la parroquia de San Lorenzo de la Villa de Potosí, sobre su derecho
a una tienda sita frente a la esquina del Rastro en dicha villa, la cual tienda la poseía en nombre de los
mencionados enteradores el doctor Suero, cura párroco de los mismos, en concepto de obvenciones y de
misas que se asignaron al Santísimo Sacramento, 18 fs. 16/3/1762-14/5/1762, Potosí.
ABNB, CPLA 51: 148-222v. Dictámen expedido a solicitud del Cabildo de Potosí por el doctor don José
98 Juan Víctor Mamani
de Suero González Andrade, cura y vicario de la parroquia de San Bernardo de Potosí, examinador sinodal
de este Arzobispado y abogado de la Real Audiencia de La Plata, sobre la alhóndiga que para el expendio
de las harinas de trigo y maíz en esta Villa propone establecer don Juan Ameller (75 fs.), 6/7/1767 –
21/7/1767, Potosí.
ABNB, DIVER Iglesia 22. Representación de José de Suero González y Andrade, Provisor y Vicario General,
al Presidente Gobernador Intendente de La Plata, acompaña un informe de los ministros de Real Hacienda
del partido de Carangas, sobre el embarazo de los sínodos de los párrocos, en virtud de la morosidad de los
tercios de cuentas que se hallan debiendo (2 fs.), 9/8/1786.
ABNB, EP 255:60-61v [Ficha 17035]/Ahora EP 317. Donación que hace el doctor don Bernabé Antonio
de Echavarría y Guzmán, beneficiado de la Iglesia Matriz de la Villa Imperial de Potosí, a favor del
Convento de Betlhemitas, del derecho de propiedad y posesión del sitio comúnmente llamado el muladar
de San Lorenzo sito detrás de la Iglesia del mismo nombre (2 fs.). Escribanía pública y de provincia,
Teodoro Guerra, escribano, (La Plata, 22/1/1767).
ABAS, AA, Acusaciones y causas de/a eclesiásticos, 5. Chavarri. Chavarría y Guzmán, Bernabé Antonio,
Cumplimiento de sentencia, acerca de una “negrita de pechos”, 1767, fs. 97-113.
ABAS, AA, Parroquias, 185, Varias (1681-1845), Permuta, Chavarría con Mendoza, 29/XI/1753 (9 fs.),
ABAS, AC, Miscelánea, 7, f. 128, Poder de los curas de Potosí a los procuradores elegidos (1629).
AHP CNM, CGI, 132. Sumario seguido por los indios de Guayllamarca, Carlos José y Juana Lorenza,
contra Julían Iriarte y Simón de Cardenas, por robo de cesto de coca, 9 fs., 1712.
AHP CNM, CGI, 228. Expediente promovido a pedimento del Cura Rector de San Lorenzo doctor Bernabe
Antonio de Echavarria y Guzmán reclamando unas casas pertenecientes a la iglesia, 6 fs., 1752.
Referencias
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2012 Acerca de las unidades de análisis en el sur andino colonial a partir de un estudio de caso:
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