Está en la página 1de 2

Adagio

Hace algunos años me encontraba sin empleo y sufriendo una dolorosa enfermedad del sistema
nervioso, agravada por falta de medicamentos. Padecía de insomnio crónico, por lo que se me
dificultaba mucho conciliar el sueño, por esa razón me recetaron clonazepam, para relajarme y poder
dormir, lo malo es que aveces no tenía dinero para comprarlo y me había hecho dependiente a él .
Estaba pasando por un período de abstinencia y mi ansiedad natural que de por sí ya era muy elevada
se había multiplicado al doble, tiempo después me diagnosticaron trastorno de ansiedad generalizada y
cómo era de esperarse me retiraron el clonazepam. Ahora me encuentro muy bien.

El caso es que en aquella época hubo una noche que en realidad fue muy pesada. Aún estaba
casado,recuerdo y jamás olvidaré cómo mi esposa me cuidó aquella vez. Llevaba fácilmente sin dormir
unos 5 días, mi pensamiento estaba muy acelerado, sabía que si no intentaba dormir con todas mis
fuerzas algo malo iba a pasarme. Así que a lo largo de toda la noche me dormí y me desperté unas
cincuenta veces siempre teniendo variaciones de un mismo sueño, éste me parece tan interesante que
he decidido escribirlo para no olvidarlo. En realidad es muy corto, sin embargo lo vi manifestarse tantas
veces y de tantas maneras.

Me encontraba en el bosque caminando en una caravana, tengo muy claro que aquella era la Edad
media. Nos alumbrabamos con antorchas, ignoro adonde nos dirigíamos solo recuerdo que en algún
punto del camino nos detuvimos a descansar, yo estaba en todo momento al lado de una mujer de unos
60 años, ella me platicaba cosas que ya no recuerdo, a excepción de una extraña leyenda, debo
mencionar que esta leyenda fue la que vi repetirse una y otra vez...

En voz muy baja la mujer me contaba que por aquél camino se aparecía un santo... Un santo que
preguntaba muy preocupado por la dirección en que se encontraba Tierra santa. La

mujer me contaba que era una tradición entre los fieles hacer que el santo se perdiece indicándole otro
camino. Entonces el santo se perdía así eternamente sin poder llegar jamás a Tierra santa.
Ignoro aún la verdadera razón, en algunos sueños la mujer me decía que ver al santo traía
bienaventuranza, en otros me decía que el debía vagar por el mundo predicando la vida y muerte de
Cristo. En un sueño me dijo que un ángel había dado esa orden.

En otros me parecía verlo con su rostro demacrado pidiendo ayuda.

¿Por qué tenia ese destino? Me preguntaba yo. ¿Porque

estaba condenado a ser engañado por los hombres?

No se si mi sueño significa algo. Hoy en día nisiquiera soy creyente. Pero recuerdo con miedo esa noche,
la noche en que ese inocente fue condenado por la eternidad a jamás poder pisar Tierra santa.

Dando vueltas en la cama entre despertar y despertar me preguntaba ¿Porqué razón creía a los
hombres? ¿Cuál era el porque de su mansedumbre?

Poco antes del amanecer tube dos sueños más, en uno flotaba en el mar a la deriva entre inmensos
navíos en guerra , en el otro debía repartir en partes iguales siete trozos de carne a cinco tiburones
hambrientos.

Al amanecer me sentía cómo si no hubiera dormido absolutamente nada, temblaba incesantemente y


platicaba con asombro mi sueño a mi esposa, pero confieso que me era imposible articularlo. Solo
ahora, diez años después puedo muy precariamente narrarlo, en ese entonces no podía.

Eso es todo, creo que ahora no lo olvidaré.

También podría gustarte