Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SEMINARIO CURRICULAR
SOCIOLINGÜÍSTICA
UNIDAD 1:
DE LA FICCIÓN DE HOMOGENEIDAD A LA
VARIABILIDAD INHERENTE
YOLANDA HIPPERDINGER
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR-CONICET
Contenidos de la Unidad 1:
Ferdinand de Saussure y la lingüística moderna
Lengua versus lenguaje
Lengua versus habla
El requisito de homogeneidad
Los precedentes: la lingüística del siglo XIX, o la diversificación en foco
El descriptivismo norteamericano
Los hábitos lingüísticos y la conducta verbal
La productividad como combinación
La “revolución chomskyana”
Lengua-I y Gramática Universal
Competencia versus actuación
Contra la ficción de homogeneidad
Los inicios de la sociolingüística: aportes pioneros
La variabilidad inherente
Para concluir: anticipación de la Unidad 2
Referencias bibliográficas
Ferdinand de Saussure y la lingüística moderna
Si hay un hito insoslayable en cualquier revisión historiográfica relativa al
desenvolvimiento de la lingüística como disciplina, ese hito es la publicación, a
principios del siglo XX, de una obra tan extraordinariamente influyente como atípica en
su elaboración: el Cours de Linguistique Générale (1916) de Ferdinand de Saussure.
El libro, publicado póstumamente, fue el producto del trabajo de recopilación y
organización que realizaron dos de sus discípulos, Charles Bally y Albert Sechehaye, de
las notas de clase de varios de los estudiantes que asistieron al curso que, sobre
lingüística general, dictó de Saussure en la Université de Genève en tres oportunidades
consecutivas (1906-1907, 1908-1909, 1910-1911).
El éxito de la obra fue inmediato y su influencia –de una envergadura tan llamativa que
se la sigue estudiando hasta hoy (v. e.g. Tordera Yllescas 2017)– fue decisiva para la
circunscripción del campo de la lingüística y su consagración como disciplina científica,
según las exigencias positivistas de la época: para ser considerada una ciencia según
los criterios por entonces dominantes, la lingüística debía poder reclamar un OBJETO DE
ESTUDIO que le fuese EXCLUSIVO, y lo alcanzó de la mano del Cours de Linguistique
Générale. Ese objeto PROPIO por cuya adopción la lingüística podía volverse científica
fue, según la exitosa propuesta saussureana, la lengua (langue): un objeto
estrictamente delimitable, a diferencia del “multiforme y heteróclito” lenguaje
(langage).
Lengua versus lenguaje
Otras ciencias operan con objetos dados de antemano y que se pueden considerar en seguida desde
diferentes puntos de vista. No es así en la lingüística. [...]
[...] [D]e cualquier lado que se mire la cuestión, en ninguna parte se nos ofrece entero el objeto de la
lingüística. Por todas partes topamos con este dilema: o bien nos aplicamos a un solo lado de cada
problema, [...] o bien, si estudiamos el lenguaje por muchos lados a la vez, el objeto de la lingüística se nos
ofrece como un montón confuso de cosas heterogéneas y sin trabazón. Cuando se procede así es cuando
se abre la puerta a muchas ciencias –psicología, antropología, gramática normativa, filología, etc.–, que
nosotros separamos distintamente de la lingüística, pero que [...] podrían reclamar el lenguaje como uno de
sus objetos.
A nuestro parecer, no hay más que una solución para todas estas dificultades: hay que colocarse desde el
primer momento en el terreno de la lengua y tomarla como norma de todas las otras manifestaciones del
lenguaje. En efecto, [...] la lengua parece ser lo único susceptible de definición autónoma [...].
Pero ¿qué es la lengua? Para nosotros, la lengua no se confunde con el lenguaje: la lengua no es más que
una determinada parte del lenguaje, aunque esencial. Es a la vez un producto social de la facultad del
lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el
ejercicio de esa facultad en los individuos. Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito; a
caballo en diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece además al dominio individual
y al dominio social; no se deja clasificar en ninguna de las categorías de los hechos humanos, porque no se
sabe cómo desembrollar su unidad.
La lengua, por el contrario, es una totalidad en sí y un principio de clasificación. En cuanto le damos el
primer lugar entre los hechos de lenguaje, introducimos un orden natural en un conjunto que no se presta a
ninguna otra clasificación. (Saussure 1979 [1916]: 49-51)
Lengua versus habla
Más allá de ciertas inconsistencias que pueden atribuirse al peculiar proceso de
confección del libro (v. e.g. Casteleiro Oliveros 2000: 31ss.), la concepción que de la
lengua tenía de Saussure puede sintetizarse del siguiente modo: la lengua es el sistema
de carácter abstracto, constituido por signos lingüísticos, que posibilita la
comunicación por ser socialmente compartido.
La puesta en uso de ese sistema ya no tiene carácter ni abstracto ni social: la puesta
en uso es, en cambio, concreta e individual. De Saussure llamó habla (parole) a esa
“aplicación” del sistema lingüístico.
Del mismo modo en que el lenguaje no podía ser, desde la perspectiva del maestro
ginebrino, un objeto de estudio idóneo para la lingüística, tampoco podía serlo el
habla, dada su atomización en “infinitos” hechos particulares.
En la diapositiva siguiente se presenta una tabla que sintetiza las diferencias entre la
lengua y el habla saussureanas, que reproduce (con alguna simplificación, para
ajustarla a nuestros fines actuales) la elaborada por José María Gil (2001: 18).
LENGUA HABLA
La parte social y esencial del lenguaje. La parte puramente individual y por eso
accesoria del lenguaje.
Sistema registrado pasivamente en la Acto “voluntario” de la inteligencia del
mente de los individuos. sujeto hablante que, en situaciones
concretas, hace uso del sistema.
Objeto bien definido en el contexto de Al deslindar la lengua de los hechos
los heterogéneos hechos del lenguaje heterogéneos del lenguaje, el habla es
precisamente esa heterogeneidad.
Objeto que se puede estudiar Debido a su heterogeneidad, no es
separadamente debido a su naturaleza posible definirla como objeto de estudio.
de sistema. Es, en definitiva, el objeto de
estudio de la lingüística.
[...] [L]a facultad de caminar es una actividad humana general, que no varía sino dentro de
límites muy circunscritos, según los individuos. Su variabilidad es involuntaria y sin finalidad
alguna. El habla es una actividad humana que varía sin límites precisos en los distintos grupos
sociales, porque es una herencia puramente histórica del grupo, producto de un hábito social
mantenido durante largo tiempo. [...] El caminar es una función orgánica, una función
instintiva [...] ; el habla es una función no instintiva, una función adquirida, “cultural”. (Sapir
1977 [1921]: 10; el resaltado es nuestro)
Una categoría como la el número (singular vs plural) es un intento de interpretar todo un gran
sector de experiencia, virtualmente todo el mundo o la naturaleza; es un intento de
demostrar cómo debe segmentarse la experiencia, cuál experiencia debe llamarse “una” y
cuál “varias”.
Pero la dificultad para apreciar la magnitud de la influencia es grande a causa de su
carácter de trasfondo, y de la dificultad de permanecer fuera de nuestro propio idioma que
es un hábito [...]. Tendemos a pensar en nuestra propia lengua para examinar la lengua
exótica. (Whorf 1974 [1941]: 128-129; el resaltado es nuestro)
Los hábitos lingüísticos y la conducta verbal
Como lo muestran los extractos consignados en la diapositiva anterior, el “habla” o el
“idioma” son considerados hábitos: los autores entienden que las formas lingüísticas
que posibilitan la comunicación han sido institucionalizadas y transmitidas de modo
tradicional, y que nada natural hay en ese proceso (volveremos sobre esta cuestión).
Un posicionamiento aún más explícito de un descriptivista, en cuanto a la relación
entre lengua y hábito, es la de Charles Hockett (1976 [1958]), quien entendió la lengua
como un sistema complejo de hábitos.
Charles Hockett fue un continuador muy destacado de Leonard Bloomfield,
representante principal de la vertiente más típicamente estructuralista del
descriptivismo norteamericano. Sin ser del todo ajeno a los intereses antropológicos
fundacionales, el eje de las preocupaciones científicas de Bloomfield, como puede
verse en su obra principal (Bloomfield 1933), pasó por poder describir cualquier lengua
atendiendo exclusivamente a la distribución de sus elementos (por lo que su aporte se
conoce como distribucionalismo).
Así, si el estructuralismo “emancipa” el sistema lingüístico, el estructuralismo conductista
agrega la idea de que el sistema está constituido por hábitos: una serie ordenada de
conductas verbales. Al entender por conducta la “fijación” de la asociación de una
cierta respuesta a un cierto estímulo, además, esta corriente homologa la conducta
verbal a cualquier otra, sin concederle especificidad alguna.
La productividad como combinación
Volviendo a Hockett, uno de sus aportes más destacados lo constituye la siempre
citada enumeración de los que consideró los rasgos fundamentales del lenguaje
humano, cuyo conjunto separaba, a su criterio, el sistema de comunicación
lingüístico de los demás sistemas de comunicación, humanos o no.
Entre esos rasgos (de número variable en diferentes contribuciones) ubicó entre los
centrales (de modo constante) el que llamó productividad: la capacidad de decir
cosas que no han sido dichas u oídas con anterioridad, pero que aun así resultan
comprensibles para otros hablantes de la misma lengua (v. Hockett 1982 [1960]: 6).
Ahora bien, ¿cómo es posible decir algo “nuevo” si la lengua, aprendida como
cualquier otra conducta, es una colección de hábitos? La respuesta de Hockett
equiparó productividad a combinación: el sistema de comunicación por gritos de
los gibones, por ejemplo, puede caracterizarse como cerrado; en cambio, cualquier
lengua humana constituye un sistema abierto, o “productivo”, porque “pueden
formarse nuevas emisiones reuniendo partes familiares de emisiones viejas” (ibid.; la
traducción es nuestra).
Lo que sea que un hablante diga ha de ser o bien una repetición exacta de una emisión que
ha oído antes, o bien algún producto mixto de dos o más emisiones igualmente familiares.
(Hockett 1960: 94; la traducción y el resaltado son nuestros)
La “revolución chomskyana”
De acuerdo con lo que terminamos de exponer, cuando menos la lingüística hegemónica
norteamericana de la segunda posguerra (y nada menos que ella) parecía estar de acuerdo
en que solamente lo observable podía estudiarse y en que, consiguientemente, la lingüística
era viable como ciencia por cuanto la lengua, su objeto de estudio, podía desagregarse en
conductas, aprendidas como cualesquiera otras y habitualizadas.
Bernstein, Basil
1958 “Some sociological determinants of perception: An enquiry into sub-cultural differences”,
British Journal of Sociology 9: 159-174.
1959 “A public language: Some sociological implications of a linguistic form”, British Journal of
Sociology 10: 311-326.
Bloomfield, Leonard
1933 Language, New York, Holt, Rinehart & Winston.
Boas, Franz
1911 Handbook of American Indian Languages, Washington, Government Printing Office.
Darwin, Charles
1859 On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured
Races in the Struggle for Life, London, John Murray.
Halliday, Michael
1986 [1978] El lenguaje como semiótica social. La interpretación social del lenguaje y del
significado, trad. de Jorge Ferreiro Santana, México, Fondo de Cultura Económica.
Haßler, Gerda
2006 “Los conceptos en el período del nacimiento del estructuralismo y su transmisión en
España”, en: Roldán Pérez, Antonio, Ricardo Escavy Zamora, Eulalia Hernández Sánchez, José
Miguel Hernández Terréz y María Isabel López Martínez (eds.), Caminos actuales de la
historiografía lingüística (Tomo I), Murcia, Universidad de Murcia, págs. 81-114.
Hockett, Charles
1976 [1958] Curso de lingüística moderna, trad. de Emma Gregores y Jorge Suárez, Buenos Aires,
Eudeba.
1982 [1960] “The Origin of Speech”, en: Wang, William Shi-Yi (ed.), Human Communication:
Language and its Psychobiological Basis, San Francisco, Freeman, págs. 4-12.
Labov, William
1966 “The linguistic variable as a structural unit”, Washington Linguistics Review 3: 4-22.
Lastra, Yolanda
1992 Sociolingüística para hispanoamericanos. Una introducción, México, El Colegio de México.
Lyons, John
1971 Introducción en la lingüística teórica, trad. de Ramón Cerdá, Barcelona, Teide.
Renfrew, Colin
1990 Arqueología y lenguaje. La cuestión de los orígenes indoeuropeos, trad. de María José
Aubet, Barcelona, Crítica.
Sapir, Edward
1977 [1921] El lenguaje, trad. de Margit y Antonio Alatorre, México, Fondo de Cultura
Económica.
Saussure, Ferdinand de
1979 [1916] Curso de Lingüística General, trad. de Amado Alonso, 19ª. ed., Buenos Aires,
Losada.
Watson, John
1913 “Psychology as the behaviorist views it”, Psychological Review 20: 158-177.
Weinreich, Uriel
1968 [1953] Languages in Contact. Findings and Problems, 9ª. ed., The Hague, Mouton.
Wenker, Georg
1888-1923 Sprachatlas des deutschen Reichs, Marburg.