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ESCUELA DE POSTGRADO
EL BOSQUE DE ZÁRATE
UNA CONTRIBUCIÓN A SU CONOCIMIENTO Y CONSERVACIÓN
CÓDIGO : 19998701
2009
Introducción
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Fuente: Biounalm 2007
1. Estado de la cuestión
El bosque de Zárate es un bosque ralo y perennifolio, lo que quiere decir que los
árboles mantienen sus hojas a lo largo de todo el año y los árboles se distribuyen
de manera espacial algo espaciadamente intercaladamente con zonas arbustivas.
Dentro de la flora destacan el Mito o papaya silvestre (Carica candicans), el Aliso
(Alnus acuminata), árbol serrano cada vez más escaso, apreciado por su suave y
blanca madera utilizada para la confección de utensilios, construcción y usos
medicinales. El chachacomo (Escallonia resinosa), árbol con el cual los Incas
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elaboraban sus célebres vasos ceremoniales conocidos como Keros, el yaquil
(Oreopanax oroyanus), árbol sumamente escaso en la actualidad en la Cuenca
del Río Rimac. Otro de los árboles presentes en este bosque, y que es
emblemático de los Andes, es el queñual (Polylepis sp.), este árbol posee una
gran adaptación al frío altoandino, esto se evidencia al desprenderse su corteza e
irse enrollando en torno al tronco, sirviéndole esto a manera de aislante térmico
para protegerse de las bajas temperaturas imperantes (heladas). “La abundancia
de árboles alcanzó 259 individuos por hectárea” (Hondermann 1988 p. 77).
Este bosque en el pasado poseyó una abundante fauna, siendo posible hallar al
oso de anteojos (Tremarctos ornatos); el guanaco (Lama guanicoe) y la taruca
(Hippocamelus antisensis) eran también especies que residían en el. En los
parajes más alejados del bosque es probable aún la existencia de pumas (Puma
concolor) y de venados de cola blanca (Odocoileus virginianus). También es
posible hallar a la vizcacha (Lagidium peruanum), el zorro andino (Pseudalopex
sp.), el gato montes (Oncifelis colocolo) y el zorrino (Conepatus chinga). “Debido
al pequeño tamaño del bosque, las especies que en él habitan han llegado a
desarrollar interacciones altamente específicas (sea entre animales o animales-
plantas), las cuales se pueden ver alteradas por factores externos, en especial la
intervención antropogénica”. (Pro Naturaleza 2004 p. 68).
Según lo expuesto, Zárate sería el remanente de una faja boscosa que habría
cubierto en el pasado extensas superficies entre los 1400 y 3400 msnm. en las
laderas de la vertiente occidental de los Andes. Siendo este un bosque que
habría permanecido con pocas alteraciones desde finales del Pleistoceno “la
misma configuración topográfica y sus factores bioclimáticos lo convierten en un
relicto de los Andes Occidentales del Centro”. (Ferreyra 1978 p. 64).
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La red global de organizaciones no gubernamentales BirdLife International le ha
concedido a este bosque la categoría de Important Bird Area (IBA). “Se han
reportado 63 especies de aves en el bosque de Zárate y la zona arbustiva que lo
rodea. Estas aves incluyen especies globalmente amenazadas y endémicas”
(BirdLife International 2005 p. 516).
Por otro lado, cabe señalar que la vegetación en crecimiento de bosques como
este es buena almacenadora de carbono, siempre y cuando se permita su
regeneración natural, cosa que se ha visto interrumpida porque los retoños de los
árboles son comidos o pisoteados por el ganado. De permitirse una regeneración
natural del bosque, esto podría aprovecharse pues de acuerdo a los mecanismos
de desarrollo limpio contemplados en el Protocolo de Kyoto, los países
industrializados tienen que reducir sus emisiones de carbono, o pagar una
compensación por la absorción del mismo a través de la fotosíntesis de los
árboles de los bosques, con la consiguiente emisión de oxígeno a la atmósfera.
En la actualidad existe lo que se llama "créditos por la captura de carbono". Estos
créditos se destinan a plantaciones forestales que logren capturar gran cantidad
de Dióxido de Carbono (CO2), algo que beneficia a todo el planeta.
Su distancia a las actuales Carretera Central y pueblo de San Bartolomé solo por
senderos, su suelo en pendiente y pedregoso, y el régimen de precipitaciones
solo estacional de diciembre a abril, no ha favorecido el incremento de áreas
agrícolas en los sectores aledaños a este bosque. Por el contrario, la principal
actividad económica de las comunidades rurales vecinas a este sector es la
ganadería, existiendo familias de pastores trashumantes con rebaños de cabras,
ovejas y reses; de estos tres tipos de animales, el primero es el más abundante.
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que utilizan. Estos pobladores subsisten principalmente de la elaboración y venta
de quesos, y venta y consumo de sus animales.
Estos pastores se van desplazando cada dos meses aproximadamente junto con
sus familias y acompañadas de sus rebaños y perros pastores hacia nuevas
áreas en función al agotamiento de la vegetación natural y necesidades de
alimentación de su ganado. El pastoreo es una práctica no sustentable que se
encuentra bastante extendida desde las tres últimas décadas como se evidencia
en el párrafo que se adjunta a continuación: “En la actualidad el bosque es
utilizado principalmente como área de pastoreo para cabras y vacunos por
pastores “nómades” que pagan una cantidad anual por el arrendamiento de
pastos a la comunidad de San Bartolomé, a la cual pertenece la zona”
(Valencia 1980 p. 32).
Las cabras son animales son muy rústicos y están adaptados por naturaleza a las
pendientes pronunciadas como las de este bosque, motivo por el cual tienen
acceso a sectores inaccesibles para otras especies, causando gran perjuicio.
Además su organismo está adaptado al consumo de un amplio rango de hierbas
y hojas silvestres, inclusive él de plantas espinosas como la huamanpinta o la
celulosa de cartón ante hambre extrema. Las cabras consumen de todo, incluso
las flores, truncando los procesos naturales de polinización en el bosque.
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La propuesta que planteamos es la de un ordenamiento territorial que contemple
áreas bajas y medias destinadas a la agricultura, ganadería y pastoreo, y áreas
altas de bosque intangibles que recarguen los acuíferos que proveerán de agua a
las zonas bajas. Somos de la creencia en que una adecuada promoción de la
riqueza biológica y paisajística de este bosque, y la consecuente retribución
económica por un turismo sostenible que recibiría la comunidad, sería una
consistente estrategia a evaluarse con la intención de su preservación para las
generaciones presentes y futuras sobretodo si se tiene en cuenta “que para
conservar los ecosistemas forestales es necesario ofrecer los incentivos
apropiados a los propietarios. Se debe lograr que la conservación de los bosques
sea más atractiva que cualquier otro uso de la tierra, en particular, más atractiva
que las alternativas agrícolas” (NASI 2002 p. VII).
Se espera que este trabajo sirva como un instrumento que permita la gestión y
ejecución de un proyecto viable de manejo racional para esta área en función a
las necesidades que sus pobladores manifiesten “reconociendo la necesidad de
aplicar los principios del desarrollo sostenible al turismo y el papel ejemplar del
ecoturismo en la generación de beneficios económicos, sociales y
medioambientales” (PNUMA - OMT 2002 p. 9).
2. Problema
Este bosque de altura capta gran cantidad de agua debido a las densas nieblas
que presenta y a las grandes cantidades de precipitaciones que percibe durante
la estación lluviosa, actuando su vegetación a manera de esponja y siendo vital
para el mantenimiento del sistema hidroedáfico al recargar el acuífero que
alimentará de agua a puquiales y a las zonas bajas de la margen derecha de la
subcuenca del Río Seco. Si esta vegetación desaparece, como ya ha ocurrido en
amplios sectores de las vertientes occidentales de los Andes, esto afectará la
provisión de agua disponible para la agricultura y consumo de las zonas bajas.
3. Pregunta de investigación
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4. Hipótesis
5. Objetivos
6. Resultados esperados
7. Metodología
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• Se ejecutará mediante la técnica del Diagnóstico Rural Participativo,
metodología que permite conocer la realidad de un espacio a partir de y con la
población, orientando la dirección de la investigación en función de las
sugerencias que ellos nos transmitan.
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• Se realizará una matriz de evaluación y diagnóstico ambiental para el bosque.
8. Cronograma de ejecución
9. Bibliografía
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• KOEPCKE, María
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Lima: Inversiones Generales de S. Antonina Aguilar
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• ROSTWOROWSKI, María
2005 [1981] Recursos naturales renovables y pesca, siglos XVI y XVII.
Segunda edición. Lima: Instituto de Estudios Peruanos
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